AUDIENCIA PROVINCIAL SECCION TERCERA ALICANTE ROLLO DE SALA N° 51/00 PROCEDIMIENTO ABREVIADO N° 62/99 JUZGADO: BENIDORM-CUATRO DELITO: ESTAFA SENTENCIA Núm. 343/01 ILTMOS. SRES. D. José Daniel Mira-Perceval Verdú D. Francisco Javier Guirau Zapata D. Ignacio Rodríguez Docavo En la ciudad de Alicante, a dos de Julio de dos mil uno.VISTA en juicio oral y público, el pasado día 26 de Junio, por la Audiencia Provincial, Sección Tercera, de esta capital, integrada por los Iltmos. Sres del margen, la causa procedente del Juzgado de Instrucción de Benidorm núm. Cuatro, seguida de oficio, por delito de estafa, contra las acusadas M. DEL C. F. F., hija de José y de Carmen, de 47 años de edad, natural de Nerja (Málaga) y vecina de Benidorm, de estado divorciada, de profesión vidente, sin antecedentes penales, solvente, en libertad provisional por esta causa, representada por la Procuradora Dª. María Teresa Ripoll Moncho y defendida por el Letrado D. Fernando Abengozar Bañón y M. R. B. F., hija de Rafael y M. del C., de 20 años de edad, natural de V.-M. y vecina de Benidorm, de estado soltera, de profesión dependienta, sin antecedentes penales, insolvente, en libertad provisional por esta causa, representada por la misma Procuradora que la anterior y defendida por el Letrado D. Fernando Carabaño Torrejón; en cuya causa fueron partes acusadoras el MINISTERIO FISCAL, representado por el Fiscal Iltmo. Sr. D. Juan Carlos López Coig; y M. A. O NEILL representada por el Procurador D. Juan Ivorra Martínez y dirigida por el Letrado D. Pedro Angel Gutiérrez García; actuando como Ponente el Sr don Ignacio Rodríguez Docavo, Magistrado Suplente de esta Sección Tercera, que expresa el parecer de la Sala.I - ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Desde sus Diligencias Previas núm. 374/99, el Juzgado de Instrucción núm. Cuatro de Benidorm, instruyó su Procedimiento Abreviado núm. 62/99, en el que fueron acusadas, M. del C. F. F. y M. R. B. F. por los delitos de estafa y receptación respectivamente, antes de que dicho procedimiento fuera elevado a esta Audiencia Provincial para continuar la correspondiente tramitación en el presente Rollo de Sala núm. 51/2000 de esta Sección Tercera.SEGUNDO.- El MINISTERIO FISCAL, en sus conclusiones definitivas, calificó los hechos procesales como constitutivos de un delito continuado de estafa de los artículos 248-1, 250-6 y 7 y 74 del Código Penal, de cuyo delito consideró autora a las acusada M. del C. F. F., sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, por lo que solicitó se impusiera a dicha acusada la pena de 5 años de prisión y multa de 18 meses con cuota diaria de 1.000 pesetas, inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y costas así como una indemnización a favor de Margaret O'Neill de 12.070.000 pesetas y en el importe en que sean tasados pericialmente los bienes de los que se apropió.- TERCERO.- La ACUSACION PARTICULAR, en el mismo tramite calificó los hechos para la acusada M. del C. F., como constitutivos de un delito de estafa continuado previsto en los artículos 248-1, 250-1°, 6° y 7° e n relación con el artículo 74 del Código Penal, y solicitó para la imputada la pena de 6 años de prisión y multa de 20 meses con cuota diaria de 1.000 pesetas, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, así como el pago de las costas, incluyendo las de la Acusación Particular y la misma indemnización interesada por el Ministerio Fiscal. En este trámite retiró la acusación que en conclusiones provisionales había mantenido para M. R. B. F., la hija de la acusada, como autora de un delito de receptación.CUARTO.- La DEFENSA, en el mismo trámite, solicito la libre absolución de su patrocinada al no considerarla autora de delito alguno.II - HECHOS PROBADOS Son -y así expresa y terminantemente se declaran- los siguientes: La acusada M. DEL C. F. F., mayor de edad y sin antecedentes penales, conoció a M. A. O'Neill con motivo de las consultas que le hacía A. G. M., compañero sentimental de Margaret, y a quien ésta acompañaba en ocasiones, al consultorio de vidente, que tenía la imputada. A raíz del fallecimiento de Alberto en 1987, la acusada con ánimo de conseguir un beneficio económico, inició una relación de amistad con Margaret, que llegó a visitarla casi a diario. En estas visitas le hizo creer que tenla contactos con el más allá y que debía desprenderse de lo material, para ganar puntos, para estar con Dios y poder gozar de más luz divina, todo ello se lo comunicaba Alberto, con quien ella estaba en contacto actuando como "médium". Margaret que atravesaba una situación muy difícil de soledad y dolor por la perdida de Alberto creía todo cuanto le decía la acusada. Así las cosas y creado el clima ... C. F. le comentó a su amiga Margaret que quería comprarse un piso pero que no podía y así logró que ésta le entregase cinco millones de pesetas, con la falsa promesa que se lo devolvería, cuando cobrase el dinero que le correspondía por disolución de una empresa de mármoles que poseía con su ex-marido y que ascendía a unos ochenta millones de pesetas, dato completamente falso. Días más tarde, el 2 de marzo de 1998, le solicitó dos millones de pesetas, y el 12 del mismo mes otros dos. Ninguna de estas entregas fueron documentadas ni extendió recibo alguno la acusada, quien nunca tuvo intención de restituir el dinero. En estas mismas fechas, consiguió también que Margaret le transfiriese gratuitamente el vehículo Mercedes 300 matrícula A-9895-BN, diciéndole que Alberto quería que le diera el coche, para estar más tiempo juntas. Del mismo la convenció para que le entregara un radio cassette JVC y una cadena musical de la misma marca y un televisor Nokia, y todo los enseres que tenía en su domicilio. Para conseguir el televisor le manifestó que Alberto quería ver los partidos de fútbol, con el compañero sentimental de la acusada. Por último consiguió que Margaret otorgara testamento, designando a la acusada como albacea y a su hija como heredera. A continuación le aconsejo se fuera a Marruecos pues allí se pondría en contacto con Alberto.III - FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- Los hechos declarados probados son constitutivos de un delito continuado de estafa, previsto en el artículo 248 en relación con el 250-6 y 7 y el 74 del Código Penal. Es evidente, que en los hechos calificados, concurrieron todos los elementos subjetivos y objetivos que definen el delito de estafa. Así pues se constata la existencia de engaño bastante, de disposición patrimonial, el nexo causal ente el engaño y la disposición patrimonial a favor de la acusada, el animo de lucro que preside toda su actuación. Entiende la Sala que además de la continuidad delictiva, artículo 74 del Código Penal, pues dentro del plan preconcebido, la acusada consigue una sucesión de disposiciones patrimoniales en su favor, se dan además en el hecho delictivo las circunstancias previstas en los n° 6 y 7 del artículo 250 del Cód igo Penal, que brevemente analizamos a continuación. La circunstancia n° 6, se refiere al valor de lo defraudado, como factor de agravación y entiende la Sala que en el presente supuesto, en que la cuantía de la defraudación (año 1998) supera con creces los 9 millones de pesetas, concurre y por consiguiente ha de apreciarse. En el apartado 7° también como circunstancia de a gravación especifica, se alude "al abuso de las relaciones personas existentes entre víctima y defraudadora". A juicio de la Sala no hay duda de que en efecto existió este abuso de la relación de amistad que la acusada mantenía con su víctima y que es independiente del engaño (sus contactos como médium con Alberto) y por tanto tiene carácter autónomo, al añadir un plus más de malicia en la comisión del delito. Margaret O'Neill declaró en el juicio oral que cuando volvió de Marruecos, en el mismo año 1998, la acusada le negó un préstamo de 25.000 pesetas, alegando carencia de fondos, es decir se utiliza la relación de amistad y confianza, más el engaño, en provecho propio, pero se rompe tal relación cuando se ha expoliado a la víctima. El Ministerio Fiscal y también la acusación particular, entendieron que además de las ya expuestas, concurrió en los hechos punibles la circunstancia 1ª del artículo 250 del Código Penal (recaer el delito sobre cosas de primera necesidad, etc.). Sin embargo la Sala estima que no ha sido acreditada la existencia de esta circunstancia, en efecto la Sra. O'Neill, dispone esencialmente de dinero, a favor de la acusada, pero no de bienes que puedan calificarse como de reconocida utilidad social.SEGUNDO.- En cuanto a la autoría de los hechos declarados probados, en primer término se ha de partir de la declaración de M. A. O'Neill, que afirmó que fue con su compañero sentimental Alberto, al consultorio de la vidente (la acusada que primero cobraba "la voluntad" y después 5.000 pesetas) y que al fallecer Alberto fue a su consulta y le preguntó si éste estaba bien, diciéndole la acusada que si, pero que podría mejorar, si se desprendía de cosas, pues así lo pedía él y era más feliz cuando así se hacía. También manifestó que todo lo dio por amor a Alberto, en la creencia que éste más feliz, según le decía la acusada, que como vidente estaba en contacto con el fallecido. La declaración de M. A., que por su evidente sinceridad impresionó a la Sala, fue confirmada por el testimonio de A. G. J., hijo del fallecido que fue la persona que denunció los hechos. Este testigo afirmó que se encontró por casualidad con Margaret, viviendo en condiciones sumamente precarias, de la caridad de terceras personas. Manifestó que al preguntarle que había pasado con la herencia de su padre que se había repartido entre los hijos del fallecido Alban y Estefania y la propia Margaret en perfecto acuerdo, ésta le comentó como había llegado a la situación en que se encontraba. Por otra parte existe en los autos prueba documental (folios 22, 23 y 24) donde constan las transferencias a favor de la acusada, transferencias que ésta reconoce, así como la del vehículo Mercedes y del resto de los enseres. Con relación a la versión exculpatoria de la acusada, que niega haberse hecho pasar como vidente y que el dinero recibido lo fue a titulo de préstamo que pensaba pagar la misma y a juicio de la Sala es insostenible. Ello es así porque ella misma reconoció que tenía tarjetas en las que figuraba como astróloga y es evidente que la Sra. O'Neill no se hubiese desprendido de todo lo que tenía, de no ser porque la acusada la hizo creer que tenía contacto, como médium, con su amado Alberto. Por otra parte es incuestionable que nunca penso en devolver un solo céntimo del dinero que recibió ya que una vez obtenido el "dinero" se apresura a cortar toda relación con Margaret, a la que convenció para fuera a Marruecos con el pretexto de que allí se pondrá en contacto con Alberto e incluso le niega un préstamo de 25.000 pesetas y le dio a entender que es mejor que no volvieran a verse. Así pues se estima que las pruebas de cargo en el presente caso son más que suficientes para fundar el reproche penal sobre la acusada. TERCERO.- En cuanto a la penalidad a imponer al concurrir además de la continuidad delictiva del artículo 74 del Código Penal, las circunstancias 6 y 7 del artículo 250 del Código Penal, ha de imponerse en la mitad superior de la pena básica de un año a seis años de prisión y multa de seis a doce meses. La mitad superior de dicha pena, en cuanto a la de prisión, se extiende desde 3 años y 6 meses a 6 años, y la de multa de nueve a doce meses. Estima la Sala que una pena de 4 años de prisión y 10 meses de multa, con cuota diaria de 1.000 pesetas, podría ser la adecuada, teniendo en cuenta que la pena correspondiente al delito básico es bastante menor y son las circunstancias especificas de agravación mencionada, y la aplicación del artículo 74 (la continuidad delictiva) las que elevan considerablemente la pena y también el hecho de carecer de antecedentes desfavorables la acusada.CUARTO.- Como responsabilidad civil dimanante de dicho delito, procede establecer conforme a las disposiciones de los artículos 109 y siguientes del Código Penal- la obligación de la acusada de indemnizar a Doña M. A. O'Neill en la cuantía de nueve millones de pesetas, más el importe en que sean tasados pericialmente los bienes sustraídos, a determinar en ejecución de sentencia.QUINTO.- Conforme el artículo 123 del mismo Código, han de ser impuestas a dicha acusada, el pago de las costas de este proceso, incluidas las de la acusación particular.- . VISTOS, además de los preceptos citados, otros de pertinente aplicación del mismo Código Penal y los artículos 141, 142, 239, 240, 741 y 742 y demás de general aplicación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.IV - PARTE DISPOSITIVA FALLAMOS Que debemos condenar y CONDENAMOS a la acusada en esta causa M. DEL C. F. F., como autora responsable de un delito continuado de estafa, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de CUATRO AÑOS DE PRISION, con su accesoria de inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y la pena de DIEZ MESES DE MULTA con cuota diaria de MIL PESETAS, y a indemnizar a la perjudicada Dª. M. A. O'Neill con la cantidad de NUEVE MILLONES DE PESETAS más la cantidad que resulte de la tasación pericial de los enseres sustraídos y al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular.Así mismo FALLAMOS: que debemos absolver y A. a M. R. B. F. con todos los pronunciamientos favorables al haber sido retirada la acusación contra ella. Aprobamos por sus propios fundamentos el auto de solvencia de dicha acusada que dictó el Juzgado Instructor.Requiérase a la condenada al abono, en plazo de QUINCE DIAS de la multa impuesta; caso de impago, cumpla la misma la correspondiente responsabilidad personal subsidiaria de un día de arresto por cada dos cuotas impagadas.Notifíquese esta resolución conforme lo establecido en el artículo 248-4° de la Ley Orgánica del Poder Judicial.Así, por esta nuestra sentencia, de la que se unirá certificación al Rollo de Sala, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.- D. José Daniel Mira- Perceval.- D. Francisco Javier Guirau.- D. Ignacio Rodríguez.- RUBRICADOS