dirección de educación abierta ya distancia y virtualidad

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Epistemología
1
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA Y VIRTUALIDAD
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
EPISTEMOLOGÍA
Epistemología
II. Instrucciones
Instrucciones de
de Manejo
Manejo
Introducción
Teorías Filosóficas del
Conocimiento.
1.1.
Descripción
Fenológica
Conocimiento.
1.2. Problemas del Conocimiento.
del
1.2.1 La Posibilidad del Conocimiento.
Piedad Martínez Carazo
1.3.
El
origen
del
conocimiento.
1.4. La Esencial del Conocimiento.
2
1.5. Objetividad del Conocimiento.
Javier Caderón
Teoría del
conocimiento científico
2.1
La Filosofía de la Ciencia:
Principales Concepciones.
2.2 Conocimiento Científico
2.3 Métodos de la Epistemología.
2.4 La Investigación Científica.
La Ciencia y El Método
Científico
3.1.
Cuestiones
Epistemológicas.
3.2. Breve Evolución Histórica de la
Ciencia.
3.3. Características de la Ciencia
Moderna.
3.5.
El
Conocimiento
Científico.
3.6 La Filosofía Hermenéutica De Hans
Georg Gadamer.
3.7 Los Paradigmas de Khun.
Epistemología
INTRODUCCIÓN
Para la elaboración de un módulo de Epistemología la tarea es bastante difícil,
toda vez que para ello, se requiere formulación objetiva de los planteamientos
hechos por teorías de carácter filosófico, y a la vez, los enfoques que conlleva hoy
la Epistemología a nivel de las ciencias particulares. Este esfuerzo se reduce a
hacer un planteamiento de los distintos problemas que implica la Epistemología y
las soluciones que se han dado históricamente a dichas dificultades, con el fin de
poder establecer objetivamente las relaciones científico-filosóficas que son hoy
fundamentales en toda Teoría del Conocimiento.
Sobre la importancia de la Epistemología no es necesario insistir pues bien
sabemos que ella forma parte central de la Filosofía sistemática y es,
precisamente, desde este campo filosófico donde más se han concentrado los
esfuerzos para solucionar problemas como la naturaleza, la posibilidad, el origen y
esencia del conocimiento. Por otra parte, a nivel de las ciencias particulares, la
Epistemología ocupa hoy uno de los primeros lugares no sólo porque pretende
establecer las condiciones del conocimiento válido, sino ante todo, porque hace un
desmonte crítico de las teorías científicas, hace un análisis del método científico y
asegura la exactitud del conocimiento.
3
Epistemología
INSTRUCCIONES DE MANEJO
Amigo(a) Estudiante:
Para facilitar el buen manejo del módulo, es recomendable que sigas las
siguientes instrucciones de manejo:
 La temática ha sido previamente organizada en orden lógico; por lo tanto
inicie su lectura y estudio en el orden en que aparecen las secciones y
contenidos aunque ya tenga algunas nociones de que tratan.
 Es conveniente que usted realice una lectura de forma analítica de cada
Unidad, trate de comprender los contenidos, reflexione sobre los alcances e
4
interrelaciones de la temática tratadas.
 Desarrolle las diferentes pruebas, ejercicios, actividades, y consultas,
participe en los conversatorios, discusiones y exposiciones que le ayudarán
a adquirir experiencia y a saber expresar sus ideas en público.
 No olvide que el aprendizaje se puede lograr en forma individual y
colectiva; si usted logra una buena integración con sus compañeros de
equipo, si logra aclarar las dudas, si estudia de manera cuidadosa el
presente módulo, alcanzará el éxito deseado por el diseñador del presente
módulo.
Epistemología
1
1
TEORÍAS FILOSÓFICAS DEL
CONOCIMIENTO
5
Epistemología
El presente capítulo se propone desarrollar y fijar una serie de
conceptos, definiciones muy utilizadas en las teorías filosóficas del
conocimiento, que permitirán entender de una manera más amplia
dichas teorías. En esto radica la importancia de esta unidad, en
permitirnos conocer lo qué sucedió en los inicios de las teorías del
conocimiento.
6
Epistemología
Al terminar de estudiar la presente unidad usted debe estar en
capacidad de:
 Dar una descripción fenoménica del conocimiento.
 Explicar los problemas de conocimiento.
 Dar respuestas al origen del conocimiento.
 Entender la objetividad del conocimiento.
8
Epistemología
Para el desarrollo exitoso de esta unidad se recomienda lo siguiente:
ACTIVIDADES.
 Lea detenidamente la Unidad N° 1.
 Resuelva los ejercicios que aparecen en la “atrévete a opinar”.
 Desarrolle los ejercicios que aparecen como Autoevaluación.
 Realice un resumen de toda la unidad 1 el cual será debatido en el CIPA.
Reunidos en los Cipas, discutan el resumen de la Unidad 1 y socialicen los
ejercicios correspondientes a la Autoevaluación. Reunidos en los Cipas,
identifiquen los problemas encontrados en esta Unidad y propongan
soluciones, conforme a las normas.
 En los Cipas, realicen los Ejercicios Prácticos que aparecen al final de la
Unidad 1.
 Todos los ejercicios realizados individualmente y en los Cipas, se deben
socializar en la sesión presencial en el aula.
9
Epistemología
EVALUACIÓN INICIAL- ATRÉVETE A OPINAR
1. ¿Cuáles cree que son los problemas del conocimiento?
2. ¿Existe alguna finalidad del conocimiento?, ¿cuál?
10
3. ¿Cuál es la esencia del conocimiento?
Epistemología
1.1 DESCRIPCIÓN
FENOLÓGICA
DEL CONOCIMIENTO.
Cuando
hablamos
de
nuestra
actividad
cognoscitiva
estamos
implicando no sólo nuestro modo de
vivir sino, ante todo, la manera como
nos relacionamos con el mundo que
nos rodea. Cuando hablamos de
conocimiento hacemos referencia a la
toma de conciencia de aquellas
realidades como el espacio, el
tiempo, las experiencias del yo, de los
otros, del mundo externo, del
hecho social; situaciones que,
en alguna forma, producen en
nosotros estados mentales de
seguridad, de duda, de
afirmación o de negación.
El conocimiento no es un hecho
aislado.
Implica
siempre
referencia hacia lo otro, hacia las
cosas, hacia las personas.
“El
conocimiento designa al hombre que
es consciente de lo que le rodea y
que, por tanto, está en este mundo de
una manera muy distinta a como
puede estarlo una cosa inerte. El
conocimiento abarca no sólo el
conocimiento científico o filosófico
sino
también
las
experiencias
personales, el ver, el oír, el
sentimiento,
la
intuición,
las
1
sospechas y los estados de ánimo ”.
No cabe duda que en cualquier tipo
de conocimiento (vulgar, científico,
religioso, técnico, político), estamos
implicando ciertos elementos que se
1
Van Peursen. C. A. Orientación Filosófica, Editorial Herder.
Barceloa, 1975.
repiten constantemente y sin los
cuales sería imposible el hecho
mismo del conocer. Detectar esos
elementos comunes, invariables, en
las operaciones cognoscitivas es lo
que compete al terreno de una
“Fenomenología del conocimiento”.
Esos elementos generales no se dan
de ninguna manera aislados puesto
que el conocimiento forma en sí una
unidad y por eso todos se implican en
el acto de conocer.
Podemos
sintetizar los aspectos comunes
del
conocimiento
en
la
siguiente forma:
1. En todo conocimiento
encontramos implicado un
doble elementos (dualismo del
conocimiento): de un lado una
conciencia, un sujeto; u de otro,
un objeto, una realidad que se
da al sujeto. Hay conocimiento
cuando algo se ha representado
en la conciencia de un sujeto.
“En efecto, el hombre conoce el
mundo; lo cual quiere decir que
el hombre tiene noticia de lo
que le rodea. Pero, además, el
hombre no es como un ser
insignificante que se hallara en
este mundo.
Sino que el
mundo, en cierto sentido, está
también dentro del hombre: el
mundo está asumido, reflejado
y captado por la conciencia
humana. En su capacidad de
11
Epistemología
conocer, el hombre llega mucho
más allá de sí2”
primero
que
hay
es
la
unidad, el
sujeto y el
objeto no
son más
que dos aspectos de la misma
conciencia; esta misma no
resulta de la síntesis de un
sujeto y de un objeto que
fuesen dados antes en estado
de separación3”
2. El conocimiento siempre se nos
da en una relación donde toda
operación cognoscitiva se dirige
a un objeto para captar su
sentido.
Este objeto es
trascendente
al
sujeto
(permanece independiente del
sujeto que lo conoce); algo se
da, algo existe fuera de mí. La
realidad se me impone y me
determina. Esta es lo que ha
llevado a los filósofos a afirmar
que el ser o realidad determina
el conocer. Conozco algo en
cuanto ese algo existe.
El
conocimiento es siempre de
algo, es la afirmación de la
realidad del objeto.
Toda
conciencia real debe ser de
algo, no se da conocimiento
cuando nuestra conciencia se
encuentra vacía. La actividad
de la conciencia se presenta en
función del objeto y éste está
dado para ser asimilado por la
conciencia. “La conciencia que
yo soy lleva consigo, pues,
indisolublemente unidos un polo
sujetivo y un polo objetivo,
brevemente, el sujeto y el
objeto, pero antes de abordar la
descripción distinta de estos
dos polos debo llenar mi
atención sobre un dato más
simple y fundamental todavía: la
unidad de la conciencia.
Porque notémoslo bien, lo
12
2
Idem.
3. El conocimiento humano es por
naturaleza,
dinámico,
espontáneo. Su característica
es la de ser una actividad: “La
realidad
consciente
o
conciencia real es a la vez
devenir y duración. Son dos
nuevos
caracteres
completamente primitivos de la
conciencia: evidentemente es
devenir; no es una realidad fija
e
inmóvil,
la
conciencia
evoluciona, cambia, es un
perfecto fluir una sucesión de
estados o modos de ser. Pero
también es duración, es decir,
unidad,
continuidad,
permanencia, identidad, a pesar
del devenir y a través del
devenir; la conciencia tiene una
historia,
un
pasado
que
continúa siendo en el presente;
el presente no es un momento
aislado
inconsciente,
un
relámpago que se desvanece a
distancia, sino una duración y
3
Van Steenberghen, P. Epistemología. Editorial Gredos. Madrid
Epistemología
una permanencia que domina
en cierta medida al devenir”.
4. En todo conocimiento tanto el
sujeto
como
el
objeto
desempeñan una función, un
oficio; el sujeto es el que capta,
coge, aprehende el objeto,
mientras que el objeto se
impone y determina al sujeto.
En esta relación, la aprehensión
significa que el sujeto sale fuera
de sí hasta encontrarse con la
cosa, la cual permanece
independiente al sujeto que la
conoce. Esto no significa que el
sujeto
capte
o
conozca
adecuada y perfectamente el
objeto en dicha relación. Al
contrario, conocer no es más
que
ir
dando
sucesivas
aproximaciones para detectar el
sentido de las cosas, y nunca
llegamos a agotar en el acto del
conocimiento el objeto en toda
su riqueza en todo su
significado.
Visto así, el
conocimiento aparece como
algo progresivo y se destruye
aquella pretensión de llegar a
poseer verdades inmutables,
absolutas.
5. Hemos afirmado anteriormente
que el objeto siempre es
trascendente al sujeto que lo
conoce. Pero la representación
que la conciencia hace del
objeto es inmanente al sujeto.
En efecto, la conciencia no
produce la representación sino
que la elabora con los datos
procedentes del objeto. Esto
nos lleva a distinguir tres
modalidades de ser en el
proceso del conocimientos:
a. El ser del sujeto cognoscente;
b. El ser del objeto conocido;
c. El ser de la representación del
objeto
realizada
en
la
conciencia del individuo.
Esto significa que el sujeto se nos
presenta como algo verdaderamente
existente que, a su vez, es
impresionado por un hecho o una
cosa real; y que la forma como el
sujeto representa al objeto, también
es algo. No es lo mismo tener una
impresión o una representación en la
mente que carecer de ella. Esto lo
podemos sintetizar así:
En el
conocimiento se da una primacía del
ser (realidad) sobre el conocer (orden
lógico). El ser se nos presenta como
sujeto (capacidad de conocer) o
como objeto (como determinante del
sujeto) y como una actividad (la
representación que logramos del
objeto): “La dualidad de sujeto y
objeto en mi conciencia me permite
captar el “conocer” como una
modalidad del “ser”. En este punto
de partida del análisis epistemológico,
la “conciencia real” se nos da en una
unidad
concreta
y
con
una
indistinción tal que la conciencia y lo
real, el ser y el conocer, forman una
identidad… Así el polo objetivo de mi
conciencia actual está constituido por
paredes, muebles, cuadros, etc.
13
Epistemología
Todos estos objetos son sin duda
contenidos de conciencia.
Si se
comparan entre sí el ser y el conocer,
la prioridad sicológica del ser se
manifiesta inmediatamente.
En
efecto,
conocer
implica
evidentemente ser, mientras que ser
no implica evidentemente conocer:
No hay ninguna dificultad para que yo
conciba que alguna cosa existe sin
que sea una conciencia mientras que
no puedo concebir que algo sea
conciencia sin que exista”.
14
En este tipo de relación podemos
darnos cuenta de que cuando el
sujeto se proyecta fuera de sí, en
busca del objeto, logra estructurar de
él una imagen (representación). Pero
el objeto como tal sigue existiendo
con independencia del sujeto que
hace la representación: “El sujeto
solo puede captar las propiedades del
objeto fuera de sí mismo porque la
oposición del sujeto y del objeto no
desaparece en la unión que el acto
de conocimiento establece entre
ellos; ella es indestructible…
El
objeto, aun cuando es captado, sigue
siendo para el sujeto algo exterior; es
siempre el objectum, vale decir, lo
que está en frente. El sujeto no
puede captar el objeto sin salir de sí;
pero no puede tomar conciencia de lo
que es captado, sin volver a entrar en
sí, sin volverse a hallar en su propia
esfera. El conocimiento se realiza,
por así decirlo, en tres tiempos: el
sujeto sale de si, está afuera de sí y
vuelve a entrar finalmente en sí4”.
Aparece muy claro que en el
conocimiento el sujeto se presenta
como una capacidad, como una
tendencia continua a conocer. Como
una intención de poseer los objetos
(mundo
externo-mundo
interno).
Pero esta tendencia al conocer no
puede ser algo pasivo ni ciego, sino
tendencia consciente, proyección
hacia el mundo para estructurarlo en
sentido. Como dijera Kant, el sujeto
es una función, algo dinámico y sólo
en él se logra llevar a cabo la unidad
o mejor la síntesis de nuestros
conocimientos. “En efecto, por una
parte, el yo cognoscente se presenta
como una tendencia, una capacidad,
una función, esto es, como una
potencia de conocer; el conocimiento
mismo es pues realización de esa
tendencia, es decir, acto de esta
potencia.
Por otra parte el yo
consciente o la conciencia se
presenta a la vez como devenir y
como duración, como realidad
idéntica y permanente a través de
una
evolución
incesante,
un
crecimiento continuo”.
Queda, pues, puesto de manifiesto
que el conocimiento siendo actividad
inmanente es, a la vez, despliegue de
un sujeto. Pero el conocimiento no lo
podemos reducir sólo a actividad del
sujeto como la intentó Descartes.
Conocer es abrirse a las cosas, a los
4
Harman, Nicolai. Principios de una metafísica del conocimiento.
Vancourt. París.
Epistemología
objetos, conocer es ser con otro, el yo
pensante tiene que proyectarse en
las otras personas y en los objetos
del mundo. No se puede pensar
haciendo caso omiso de las
circunstancias que rodean al sujeto
pensante.
El sujeto en cuanto
actividad
pensante
hay
que
concebirlo siempre inmerso en
situaciones, pero no separado del
mundo que le rodea. Vivir, tal como
lo propuso Heidegger, es “estar en el
mundo” y, tan necesarios son para mi
existencia las cosas con que vivo,
como yo viviendo con las cosas.
6. La finalidad del conocimiento.
La actividad cognoscitiva del
hombre no es caótica sino que
refleja un proceso y tiene
finalidad. El hombre conoce lo
real, vive y se proyecta siempre
hacia
algo,
resuelve
los
problemas; todo con la finalidad
de llegar a poseer la verdad:
“El análisis de mi conocimiento
me enseña que yo conociendo
persigo un fin, un objeto, un
bien, un valor, es decir: la
posesión
lo
más
adecuadamente posible del ser.
Esta finalidad permite definir la
verdad y el error. La finalidad
de mi conocimiento es, pues, un
hecho, un dato de conciencia.
Con más o menos razón, yo
tiendo
hacia
un
fin
esforzándome por conocer.
Este fin es una cierta posesión
del ser, de la realidad, de mi
propia naturaleza, primero para
satisfacer mi curiosidad y luego
para determinar mi actitud o mi
comportamiento frente a los
objetos conocidos”
La finalidad del conocimiento nos
pone de frente a otro problema como
es el de la verdad. En la filosofía
tradicional, la verdad se mira como
una relación de igualdad: verdad es la
conformidad de la mente con el
objeto
conocido
o
mejor,
la
adecuación
perfecta
entre
mi
pensamiento y el objeto real. Cuando
dicha conformidad no se da, aparece
el error. Lo cierto es que el hombre
en su proceso de conocimiento está
sometido a una serie de limitaciones
que impiden una perfecta adecuación
de su pensamiento con las cosas.
Esto indica que el hombre no agota el
objeto en su acto de conocimiento y
si lo lograra nuestras verdades serían
absolutas. El hombre siempre estará
en actitud de conquista de la verdad,
pero no en la posesión plena de la
verdad pues siempre habrá matices y
aspectos que se nos escapan.
Nuestro conocimiento se enriquece
todos los días.
Eso prueba la
limitación
como
sujetos
cognoscentes.
Nuestros
conocimientos
se
renuevan
continuamente tal como la realidad se
renueva en su proceso evolutivo.
Aunque nuestro conocimiento sea
limitado, no por esto debemos caer
en el escepticismo: “En esta
conciencia de la inadecuación radica
el fenómeno del problema. En el
problema el sujeto traspasa la
15
Epistemología
16
frontera de la objetivización y penetra
en el dominio de lo transobjetivo sin
que por ello éste último venga a ser
objetivado.
La conciencia del
problema es la conciencia positiva de
los límites de la objetivización a la vez
que la conciencia negativa del
contenido
encerrado
en
la
transobjetivo. De la conciencia de la
inadecuación resulta la tendencia a
realizar la adecuación, el esfuerzo
activo por aprehender círculos cada
vez
más
amplios
de
las
determinaciones de los objetivos, una
tendencia de progresiva
penetración
en
lo
transobjetivo,
de
progresiva
objetivación de lo
no objetivado y de
progresiva
incorporación
de
todo el objeto en la
relación
de
conocimiento.
De la
conciencia del problema resulta el
progreso del conocimiento5.
La finalidad del conocimiento, en
síntesis, es tratar de reproducir a
nivel de nuestra conciencia, los
procesos o leyes que regulan la
naturaleza, la historia o los hechos
sociales
para
asimismo
poder
transformarla.
1.2 PROBLEMAS
CONOCIMIENTO.
5
DEL
Hartman, Nicolai. Principios de una metafísica del conocimiento.
Vancourt. París.
Hemos señalado anteriormente los
elementos indispensables en toda
actividad cognoscitiva. No obstante,
históricamente han surgido una serie
de problemas que, al tratar de ser
solucionados, han dado origen a su
vez, a un sinnúmero de teorías cuyo
aporte
al
esclarecimiento
del
problema puede considerarse como
valioso.
En efecto, el primer
interrogante
de
la
realidad
(posibilidad del conocimiento).
El
segundo surge cuando se plantea el
problema de dónde es que se
originan nuestros conocimientos:
será
en
las facultades
sensibles a propiamente en
la razón (origen del
conocimiento). El tercero
aparece cuando se trata
de determinar la esencia
del
conocimiento
(naturaleza
del
conocimiento). El cuarto se
da cuando hablamos de las
formas de conocimiento.
1.2.1 La
posibilidad
conocimiento.
del
Al enfrentarnos a este problema
pretendemos
determinar
si
el
conocimiento es posible, es decir, si
el sujeto puede o no aprehender el
objeto, si nuestras facultades nos
suministran datos que nos permitan
una representación adecuada de la
realidad o, por el contrario, si el
hombre no puede tener ninguna
seguridad respecto del conocimiento
de las cosas del mundo externo e
Epistemología
interno. Al tratar de resolver esta
dificultad,
han
surgido
varios
sistemas:
a. El Dogmatismo.
Están convencidos de que el
conocimiento es posible. Por eso lo
dan como un hecho. Suponen que sí
se puede dar una relación entre el
sujeto cognoscente y el objeto
conocido. No se interesan por hacer
una justificación de este problema.
No determinan ni la forma como
nuestras facultades conocen, ni la
manera como los objetos nos son
dados. El conocimiento para esta
escuela no es aún un problema.
Suponen la capacidad cognoscitiva
del hombre y suponen que la realidad
de hecho existe; su preocupación es
la “naturaleza”. Tratan de averiguar
qué son las cosas, de qué están
hechas; buscan un principio que sea
capaz de explicar todo cuanto existe.
La naturaleza es pues cognoscible a
través de nuestra inteligencia. “Este
hecho de que el conocimiento no sea
todavía un problema para el
dogmatismo descansa en una noción
deficiente de
la esencia
del
conocimiento. El contacto entre el
sujeto y el objeto no puede parecer
problemática a quien no ve que el
conocimiento representa una relación
y esto es lo que sucede al dogmático.
No ve que el conocimiento es, por
esencia, una relación entre un sujeto
y un objeto. Cree por el contrario,
que los objetos del conocimiento nos
son dados absolutamente y no
meramente, por obra de la función
intermediaria del conocimiento. El
dogmatismo no ve esta función y esto
pasa no solamente en el terreno de la
percepción sino también en el del
pensamiento. Según la concepción
del dogmatismo los objetos de la
percepción y los objetos del
pensamiento nos son dados de la
misma manera: directamente en su
corporeidad6”.
Para el dogmático
existe una confianza total en el poder
de la razón para conocer. Creen que
los valores de las cosas son
aprehendidos directamente y que
nuestro espíritu es capaz de conocer
la realidad tal cual se nos presenta.
Esta posición la tomaron los filósofos
presocráticos:
los
jónicos,
los
eleáticos, Pitágoras, Heráclito, etc.
b. El Escepticismo.
Toma una actitud contraria al
dogmatismo.
El sujeto no
puede
aprehender el
objeto.
En
efecto,
los
sentidos nos
engañan,
el
hombre comete muchos errores,
estamos
sometidos
a
las
contradicciones, la diversidad de
opiniones entre los hombres respecto
de una misma cosa hace que no
podamos tener ninguna seguridad
respecto de nuestros conocimientos;
nuestras facultades cognoscitivas
6
Hessen, J. Teoría del conocimiento. Editorial Losada. Buenos Aires.
17
Epistemología
(sentidos, razón) están sometidas al
engaño.
El sujeto cognoscente
depende de una serie de
factores que impiden llegar al
objeto.
18
El escepticismo como actitud
negativa ante la validez del
conocimiento aparece con
Pirrón (365-270) quien sostenía la
imposibilidad de conocer las cosas, el
engaño de los sentidos. La duda es
la única forma de sabiduría. Las
cosas no se pueden conocer. A lo
sumo se dan simples opiniones a las
que se pueden oponer otras. Para
llegar a la plena tranquilidad
(ataraxia) hay que abstenerse de todo
juicio. Hay pues, una renuncia a
poseer un criterio sobre la verdad
objetiva. No debemos pronunciarnos
a favor ni en contra de ninguna cosa,
ni considerar nada, ni como falso no
como verdadero.
Algunos han
querido resumir la doctrina pirrónica
así: “Quien quiera gozar de la
felicidad, debe considerar los tres
puntos siguientes: primeramente,
¿cuál es la naturaleza de las cosas?
En segundo lugar, ¿cuál debe ser la
disposición de nuestra alma respecto
a ellas? Y, finalmente, ¿qué resultado
tendrán
para
nosotros
esas
disposiciones?
Afirma que si las
cosas no manifiestan entre ellas
ninguna
diferencia
y
escapan
igualmente a la certidumbre y al
juicio, las opiniones que nos
formamos respecto a ellas, no
pueden, por ello, revelarnos ni lo
verdadero ni lo falso. Por ello, no nos
es preciso conceder ningún crédito a
las opiniones sino que debemos
permanecer sin opiniones, sin
inclinaciones y sin dejarnos
conmover, limitándonos a decir
de cada cosa, que no es más
esto que aquello, o más aún, que
es, al mismo tiempo que no es, o
en definitiva, ni que es ni que no
es. A poco que conozcamos estas
disposiciones,
conoceremos
inicialmente la afasia (no afirmaremos
nada)
y
luego
la
ataraxia
7
(imperturbabilidad) ”.
La segunda fase se desarrolla en la
Academia platónica en contra del
dogmatismo
de
los
estoicos.
Representado por Arcesilao, quien no
concedía valor a los conocimientos
sensibles ni de la razón, porque si las
impresiones sensibles son subjetivas
y la razón trabaja con ellas, corre el
mismo riesgo de error.
No hay
ninguna evidencia inmediata ni
ninguna ciencia absoluta de nada.
Nada, pues, podemos afirmar ni
negar como cierto, sino a lo sumo
como
probable.
Carneades,
demuestra que no existe criterio
absoluto de verdad: ni la razón, ni los
sentidos, ni las representaciones, son
base evidente de nada, pues todas
nos engañan igualmente. La ciencia
y la certeza son imposibles pues
carecemos de un criterio para
distinguir lo falso y verdadero. De la
realidad sólo percibimos apariencias
mudables. La misma contradicción
7
Rammoux, Clémence y otros. Historia de la Filosofía. Siglo XXI
Editores. Madrid.
Epistemología
de las cosas hace que todo sea
relativo y que por tanto los
enunciados ni sean verdaderos ni
falsos.
En la tercera fase el escepticismo se
muestra más radical que en las
anteriores y llega a la suspensión de
la posibilidad de todo juicio. Caen en
un subjetivismo, en un relativismo y
en un agnosticismo.
Enesidemo
afirma que sólo conocemos lo que
sentimos, pero no la realidad tal como
es en sí. Hay muchas razones para
ello: la diversidad de sensaciones, las
circunstancias subjetivas, la variedad
de posiciones, de distancias y
lugares, la relatividad de sujeto que
conoce y del objeto. La diversidad de
educación,
costumbres,
leyes,
creencias. Para llegar a la verdad se
necesitaría de una prueba la cual
siempre es inútil. Agripa (I d. C.), por
su parte, sostiene que debido a que
hay discordancia entre los individuos,
su manera de pensar y de vivir, y la
relatividad del objeto y del sujeto, nos
lleva a la suspensión real del juicio.
Toda prueba que se dé de algo exige
otra y así sucesivamente sin que
verdaderamente podamos llegar a
una base fundamental. Suponemos
siempre lo que debemos probar.
Sexto Empírico (II d. C.) llega a
sostener que debemos suspender el
juicio porque tanto la afirmación como
la
negación
son
igualmente
persuasivas.
No hay criterio de
verdad las demostraciones son
relativas, la causa es incapaz de
explicar los hechos. La vida del
hombre se rige más que todo por un
criterio de utilidad. La única actitud
racional es la abstención de todo
juicio. Sólo así logramos la libertad
de espíritu pues no nos sujetamos a
ninguna escuela, dogma o secta. El
escéptico debe ser ante todo un
observador,
un
buscador
y
cuestionador que no niega ni afirma
nada. Así se consigue la tranquilidad.
No pretenden negar la realidad pero
si los juicios sobre esa realidad.
La actitud escéptica no es una
posición razonable puesto que si bien
es cierto que el hombre está
sometido a una serie de limitaciones,
de circunstancias que hacen que su
conocimiento sea relativo, de ahí no
podemos deducir que el hombre no
pueda conocer algunas cosas con
cierta seguridad. Si el hombre se
equivoca
no
es
porque
sus
facultades, por naturaleza lo lleven al
error, sino porque accidentalmente
esas facultades se pueden equivocar,
de lo contrario las ciencias serían
imposibles.
“El
error,
las
contradicciones y la diversidad de
opiniones constituyen un hecho
innegable, pero del que no puede
deducirse la conclusión escéptica: del
hecho del error, no es posible deducir
que erramos siempre; porque es
verdad que nos equivocamos; pero
también es verdad que no nos
equivocamos siempre; este también
es un hecho que no puede ser
encubierto con una simple afirmación
dogmática.
Si
estuviésemos
constantemente en el error sería
19
Epistemología
20
imposible la misma noción de error, el
descubrirlo, es señal gnoseológica de
que alguna vez no estamos en el
error… Indudablemente existe una
relatividad
intrínseca
a
todo
conocimiento falso o verdadero. El
hecho de que la verdad haya que
definirla por una igualdad, es una
prueba de ello. También es verdad
que muchos conocimientos son
esencialmente relativos sin que sea
posible salirse de su complejo de
relaciones, por ejemplo muchos
juicios estrictamente axiológicos.
Pero no es un hecho el que siempre
sea así, por lo menos en los casos en
los que el objeto en si no sea
conocido. Si un objeto tiene su ser
propio, no tiene sentido
ser
íntegramente
conocido
por
el
entendimiento humano, pero eso es
no conocer todo el objeto, y entre eso
y nada, queda un campo extenso de
conocimientos verdaderos8”
c. El
relativismo
subjetivismo.
y
el
Para esta escuela, el conocimiento sí
es posible, dado que podemos tener
algún grado de certeza. Pero lo que
niegan de hecho es que podamos
llegar
a
obtener
verdades
universales, absolutas, inmutables.
En efecto, nuestro conocimiento
siempre es relativo, es decir
dependiente
de
factores
y
circunstancias especiales.
Hay
muchas circunstancias que afectan al
objeto que vamos a conocer como
8
De Alejandro, José M. Gnoseología. Madrid.
hay también circunstancias que
afectan al sujeto cognoscente. La
actitud relativista queda formulada así
por Protágoras: “El hombre es la
medida de todas las cosas, de las
que son en cuanto que son y de las
que no son en cuanto que no son”.
Lo que significa que las cosas son
para cada cual lo que cada cual
quiera pensar de ellas. Cada cual
elabora su propia verdad. Hay tantas
“visiones del mundo” de acuerdo a las
experiencias de cada cual, pero
ninguna de ellas puede imponerse
con la pretensión de ser total y común
a todos. La validez de nuestros
conocimientos es limitada. Para el
subjetivismo el conocimiento depende
de factores que rodean al sujeto:
cultura, convicciones, prejuicios, etc.
Mientras que el relativismo insiste
más en los factores externos que
rodean al objeto. Al respecto de la
actitud relativista-subjetivista se nos
dice: “El subjetivismo y el relativismo
juzgan
que
no
hay
verdad
universalmente válida. Pero también
en esto hay una contradicción. Una
verdad que no sea universalmente
válida en un contrasentido.
La
validez universal de la verdad está
fundada en la esencia de la misma.
La verdad significa la concordancia
del juicio con la realidad objetiva. Si
existe esta concordancia no tiene
sentido limitarla a un número
determinado de individuos. Si existe,
existe para todos. El dilema es: o el
juicio es falso (y entonces no es
válido para nadie) o es verdadero (y
entonces es válido para todos, es
Epistemología
universalmente válido).
Quien
mantenga el concepto de verdad y
afirme, sin embargo, que no hay una
verdad universalmente válida, se
contradice, pues, a sí mismo”. Los
representantes de estas teorías
fueron los sofistas, Protágoras,
Eutidemo, Trasímaco, Critias.
d. El Criticismo.
Mientras los dogmáticos aceptaban el
conocimiento como un hecho, sin
justificar
sus
presupuestos,
el
criticismo acepta que el hombre
puede llegar a conocer, puede llegar
a poseer la verdad, puede tener
conocimientos que le dan
certeza, pero se hace
indispensable
justificar
racionalmente la forma
cómo
llegamos
al
conocimiento, o sea, que
es indispensable demostrar
cómo es que conocemos y
en qué forma se nos da la
realidad. Hay que reflexionar en los
elementos
que
determinan
el
conocimiento, hay que tomar una
actitud crítica ante el problema del
conocimiento, no se puede dar como
un hecho sino que es necesario
mostrar los mecanismos de que se
vale el sujeto y la forma en que se
nos da el objeto. Si nos remontamos
a la antigüedad tenemos como
filósofos críticos a Platón (s.V a.C.).
Distingue
varios
grados
de
conocimiento:
el
conocimiento
sensible, que tiene por objeto los
seres materiales que se nos dan a
través de los sentidos. A los sentidos
corresponde un mundo variable,
inestable, del cual no puede existir
una
verdadera
ciencia.
El
conocimiento racional discursivo:
versa sobre el número y la cantidad;
se
refiere
a
las
verdades
matemáticas.
El conocimiento
racional intuitivo se refiere a los seres
carentes de toda materia y de
cantidad; es el mundo de las ideas;
sólo de éste puede haber verdadera
ciencia. El mundo inteligible o de las
ideas es el verdadero, el objetivo,
eterno, inmutable y sólo de él hay
ciencia.
Aristóteles, por su parte,
como discípulo de Platón,
reafirma la posibilidad del
conocimiento. El hombre
puede llegar a la verdad.
Los sentidos sólo nos
engañan accidentalmente
puesto que por naturaleza
están hechos para captar los
objetos.
Distingue dos tipos de
conocimiento: el sensitivo y el
intelectivo.
Estas dos facultades
trabajan en íntima relación. “Nada
hay en el entendimiento que antes no
haya pasado por los sentidos”. Es
decir, los sentidos suministran el
material con que trabaja muestra
mente. Sólo se puede dar ciencia en
el conocimiento intelectivo, puesto
que sólo la razón conoce algo por sus
causas y por sus esencia. En la
época moderna tenemos a Kant
como el gran representante del
criticismo; su intención era someter la
21
Epistemología
razón a un análisis detenido para ver
sus estructuras y determinar así la
forma como conoce.
Quiere
fundamentar el conocimiento humano
determinando los aportes que hace el
sujeto y los aportes que provienen de
la experiencia. La experiencia nos da
la
materia
o
contenido
del
conocimiento y esa materia que
procede de los sentidos es caótica.
El sujeto recibe esos datos, los
organiza, les da forma, a través de
estructuras “a priori” que es aportada
por el sujeto, posee siempre un
carácter necesario y universal.
e. El Pragmatismo.
22
Afirman
la
posibilidad
del
conocimiento. Más el conocimiento
queda subordinado a la acción, la que
se convierte en fundamento de la
verdad y de la certeza. El hombre,
antes de ser teórico, es un ser
práctico; de ahí que todo el valor de
nuestro conocimiento es en base a la
acción. Es verdad lo que es útil y
provechoso al hombre. Carlos Pierce
considera que la única función de la
razón o del pensamiento es producir
creencias y toda creencia es regla de
hábito o acción.
William James
sostiene que el criterio de la verdad
es la utilidad de algo para la vida
individual y social; supone, por tanto,
que la verdad no es absoluta sino
relativa. Para J. Dewey la verdadera
sabiduría consiste en la aplicación de
lo conocido a la conducta inteligente
del hombre. El intelecto nos ha sido
dado para obrar; con lo cual, el
pensamiento y el conocimiento hacen
referencia directa a la vida práctica
del hombre. El hombre no es un ser
pensante solamente sino un ser que
actúa en función de lo útil y valioso
pues esto ayuda a la conservación
del a vida.
1.3
EL
ORIGEN
CONOCIMIENTO.
DEL
Cuando tratamos el problema del
origen del conocimiento queremos
saber si todo conocimiento se origina
en la experiencia o en la razón; si el
hombre viene de por sí dotado de
ciertos conocimientos (apriorismo) o,
por el contrario, requiere del concurso
de las facultades sensibles e
intelectivas a la vez. Frente a este
problema surgen los siguientes
sistemas
como
posibles soluciones:
a. El
racionalismo.
Para el racionalismo, el
conocimiento tiene su
origen en la razón; la experiencia no
cuenta en la elaboración de nuestros
conocimientos.
Esta corriente del
racionalismo
tiene
como
representante en la antigüedad a
Parménides, quien sostenía que los
sentidos nos engañaban, que sólo la
razón podría conducir al hombre a la
verdad. Tiende a una identificación
del pensar y del ser.
En la época moderna, el verdadero
representante es Renato Descartes.
Epistemología
Se proponía dotar a la filosofía de un
método que le diera plena seguridad
en todo lo que afirmaba; un método
que tuviera el rigor de la matemática,
cuyas verdades nadie discute sino
que se aceptan. Sólo con un método
riguroso la filosofía pasaría del plano
de las simples apreciaciones o de las
verdades subjetivas, al plano real o
de las verdades objetivas.
Para
lograr este fin, Descartes nos dice en
su libro “El Discurso del Método” que
es indispensable tomar una actitud
radical frente a todo lo que uno da por
aceptado. La duda sería la forma de
llegar a colocarse en un estado
original para poder justificarlo todo:
dudaba de la existencia de Dios, de la
existencia del mundo, de los
conocimientos que proporcionan los
sentidos,
de
las
verdades
matemáticas, de su propia existencia.
Esta duda universal tenía por objeto
ver la posibilidad de si existía algo
sobre lo cual no se pudiera dudar. Si
dudando de todo podría llegar a una
verdad tan evidente en sí misma que
se resistiera a la duda, esa verdad
sería tan firme y definitiva que sobre
ella se debía levantar todo el edificio
de la Filosofía. “…pero, como ahora
sólo deseaba dedicarme a la
investigación de la verdad, pensé que
era preciso que hiciera todo lo
contrario y que rechazara como
absolutamente falso todo aquello en
que pudiera imaginar la menos duda,
a fin de ver si, después de eso, no
quedara algo en mi creencia que
fuera completamente indudable…
Así, a causa de que nuestros
sentidos nos engañan a veces,
supuse que no hay nada como ellos
nos lo hacen imaginar. Y puesto que
hay hombres que se equivocan
razonando aún respecto de las más
simples materias de la Geometría…
rechacé como falsas todas las
razones que antes había tomado por
demostraciones.
Y por último,
considerando que todos los mismos
pensamientos que tenemos estando
despiertos, nos pueden venir también
cuando dormimos, sin que haya
entonces ninguno que sea verdadero,
me resolví a fingir que todo lo que
alguna vez había penetrado en el
espíritu no era más verdadero que las
ilusiones de mis sueños9”.
La duda radical ha de dejar a
Descartes en la primera gran verdad.
En efecto dudando de la existencia
de todo, me doy cuenta de que para
poder dudar de todo, yo que dudo soy
alguien, pues de lo contrario no
dudaría; de ahí deduce su gran
principio evidente en sí mismo:
“pienso luego existo”.
“Más
inmediatamente después, me fijé en
que mientras yo quería pensar así
que todo era falso, era preciso que
yo, que lo pensaba, fuera algo. Y
advirtiendo que esta verdad: yo
pienso, luego yo soy, era tan firme y
segura que no podían conmoverla
todas
las
más
extravagantes
suposiciones de los escépticos,
juzgué que podía admitirla sin
escrúpulos como primer principio de
la Filosofía que yo buscaba” de esto
9
Descartes. Discurso del Método. Editorial Losada. Buenos Aires.
23
Epistemología
24
se sigue que todo lo que piense clara,
distinta y evidentemente, eso existe.
La segunda verdad que descubre
Descartes, siguiendo el mismo
razonamiento anterior es la verdad
sobre Dios. Al examinar Descartes
las ideas que había en su mundo
interior, se encontró con las ideas de
Ser perfecto y Ser infinito, ideas que
él no pudo formar, porque él es finito
e imperfecto; de ahí concluyó que
esas ideas se las había colocado el
mismo ser perfecto (innatismo) o sea
Dios.
Por tanto Dios existe con
absoluta seguridad y El colocó en
nuestra mente la idea de perfecto y
de infinito. Esto es lo que se llama
innatismo: la idea de Dios nace con
uno y por eso aceptamos su
existencia.
“Traté de buscar de
dónde yo había aprendido a pensar
en algo más perfecto que lo que yo
era, y conocí evidentemente que
debía ser de alguna naturaleza que
fuera efectivamente más perfecta…
quedaba, pues, que hubiese sido
puesta en mi por una naturaleza que
fuera verdaderamente más perfecta
que yo, y aún que tuviera en sí todas
las perfecciones de las cuales
pudiera tener yo idea, es decir, para
explicarme en una palabra: que
fueron sacadas por vía de los
sentidos. La existencia de Dios es un
hecho; es la verdad eterna y de la
cual dependen todas las otras
verdades.
La tercera verdad es la de la
existencia del mundo.
Una vez
confirmada la existencia de Dios,
podemos eliminar la duda sobre la
existencia del mundo; porque si en el
mundo hay cuerpos, inteligencias y
otras naturalezas que no son del todo
perfectas, su ser debe depender de la
potencia de Dios, de suerte que sin El
no pueden subsistir un solo momento.
Así pues, las ideas que formamos a
través de los sentidos y que
corresponden a las cosas sensibles
deben provenir de la sustancia
externa (cuerpos), puesto que si no
correspondieran, entonces Dios me
engañaría, lo cual es contradictorio,
porque un ser perfecto no puede
engañarme; de ahí deduce que el
mundo, los cuerpos, existen porque
tienen a Dios como causa.
El racionalismo de Descarte se puede
sintetizar así; no tiene en cuenta la
experiencia como punto de partida de
todo conocimiento.
Coloca como
criterio de verdad todo lo que se
conciba racionalmente como claro y
distinto, es decir, objetivo.
Hace
derivar del pensar su existencia:
pienso, luego existo. Primacía del
sujeto frente al objeto: subjetivismo.
La evidencia de Descartes no se
refiere a las cosas como tales sino a
mi concepción de las cosas, a las
ideas de las cosas. Y basta con que
esas ideas sean claras para que, de
hecho, representen algo objetivo. La
objetividad del mundo sólo se salva
recurriendo a Dios.
El pensar
filosófico se realiza –en el ejercicio
interior del sujeto- sin necesidad de
tener en cuenta el mundo, las
circunstancias sociales, políticas o
Epistemología
económicas que rodean al sujeto
pensante. Solo los juicios que se
estructuran en la razón tienen validez,
necesidad, unidad.
En la misma línea racionalista
continúan
Nicolás
Malebranche,
Benito Spinoza, Guillermo Leibnitz.
Sentido de la Determinación
Para Descarte
ORDEN LÓGICO
ORDEN
(evidente, claro, distinto)
ONTOLÓGICO
Yo pienso
Pienso en la idea de
Perfecto
Pienso en la idea de
Extensión
Todo lo que yo pienso
________
Existo
________
Dios existe
________
________
El mundo existe
Existe
Determinación real
Nicolás Malebrache lleva el racionalismo a la demostración de que
entre la razón y la fe no puede existir contradicción pues ambas
tienen la misma fuente. La certeza y la verdad total sólo se
alcanzan en la compenetración de ambas ramas del saber. Su
interés radica en el afán de hace una síntesis filosófica en la que
la ciencia se muestre envuelta en la fe. Es imposible que la razón humana pueda
alcanzar la verdad sin la ayuda de la fe. Está convencido de que las ideas no
pueden provenir de los sentidos sino que se les debe buscar un origen superior.
No conocemos las cosas directamente sino a través de las ideas; pero esas ideas
no están en nuestro entendimiento –como creía Descartes_ sino que subsisten en
un mundo inteligible. Esta es la posición que adopta también San Agustín.
Igual que descartes, Malebrache se interesa por buscar las causas del error y la
forma de librarnos de él. Los sentidos no nos ofrecen mayor seguridad. Por ello
predica cierta desconfianza. A lo sumo los sentidos tienen un valor práctico en
cuanto ayudan a la conservación de la vida. En ningún caso los sentidos nos
permiten conocer la verdad y la naturaleza de las cosas. Las sensaciones son
25
Epistemología
oscuras, confusas. En cambio, las ideas son claras y distintas, generales y
comunes a todos los hombres.
26
Esas ideas no pueden provenir de los
sentidos, ni de la imaginación.
Tampoco se puede aceptar que esas
ideas sean innatas. Luego la única
solución es que las ideas son
realidades
eternas,
infinitas,
necesarias e inmutables.
Son
extrínsecas e independientes de
nuestro entendimiento. Esas ideas
están en Dios, en quien nosotros las
vemos. Dios debe tener todas las
ideas de los seres que ha creado.
Todas las ideas están en Dios en
cuanto a su realidad inteligible. Esas
ideas que están en Dios son los
arquetipos o modelos de todas las
cosas. Este tipo de planteamiento
racionalista es lo que se conoce en el
sistema de Malebranche como el
“ontologísmo”.
Baruch Spinoza sostiene que para
hallar un criterio que permita
distinguir las ideas verdaderas de las
falsas basta con reflexionar sobre las
propias ideas tal como lo había
postulado Descartes.
Se hace
indispensable buscar ordenadamente
la esencia de las cosas. Para estar
seguros de algo no hay que acudir a
causas extrínsecas a nosotros
mismos sino que basta la evidencia,
la conexión intrínseca necesaria de
las ideas entre sí y de todas ellas con
la idea de Dios para que podamos
tener plena seguridad.
Para Spinoza, Dios es la sustancia
única, el primer Ser, la primera Idea,
fuente de todas las ideas, y de toda
verdad. Los seres no son más que
modos de la sustancia divina. Esto
es lo que constituye la teoría
panteísta de Spinoza.
Todas las
ideas son verdaderas en cuanto se
refieren a la idea de Dios. Las únicas
ideas claras y distintas son aquellas
que se relacionan adecuadamente
con Dios, que es el primer principio
del ser y de la verdad. Este tipo de
Epistemología se estructura en una
concepción teológica, ya que Dios es
la sustancia fundamental y de ella
proceden todos los seres.
Spinoza distingue cuatro tipos de
percepción:
1. Por autoridad y testimonio
de
los
sentidos
(así
conoceos,
cuando
nacemos, a los padres,
etc.);
2. Por experiencia sensible
(conocimiento empírico no
apoyado en la razón);
3. Por razón discursiva (como
el conocimiento matemático
y filosófico);
4. Por razón intuitiva (el
conocimiento
perfecto,
Epistemología
adecuado, pues se conoce
algo en su esencia)
En su Ética, reduce esos grados de
conocimiento a tres:
1. Por los sentidos externos
(contactos empíricos), y por los
sentidos internos (opinión e
imaginación);
2. Por
razón
(conocimientos
discursivo, cierto, necesario,
verdadero); y
3. Por intuición, el grado más
elevado de conocimiento (por
el que nos remontamos a la
primera causa y vemos todo
baja el carácter de eternidad,
Dios como fuente de todo).
Spinoza distingue cuatro tipos de
ideas: artificiales (provenientes de la
imaginación), dudosas (carentes de
claridad y distinción, confusas), falsas
(ficticias o artificiales) y verdaderas
(consistentes en su correspondencia
objetiva, claras y distintas).
Spinoza profesa una confianza
absoluta en la razón. Todas las ideas
provenientes de la razón son para él,
claras, distintas, necesarias y por
tanto, ciertas.
Toda definición
expresa una idea clara y distinta y
esto es suficiente para pensar que es
objetiva, verdadera. Los errores
provienen más que todo de la
imaginación, la cual es dada a
construir ideas oscuras y confusas.
“Considerados detenidamente todos
nuestros modos de percepción
pueden reducirse a cuatro:
1. Hay una percepción que
adquirimos por el oído o por
otro
sentido
que
puede
llamarse como se quiera.
2. Hay una percepción que
adquirimos
por
una
experiencia vaga, es decir, por
una experiencia que no está
determinada por el intelecto
pero que se llama así porque
de hecho así se realiza sin que
tengamos
experiencia
de
ningún caso que la contradiga
y por eso nos parece
inconclusa.
3. Hay una percepción en la que,
de la esencia de una cosa, se
concluye la esencia de otra,
pero no de modo adecuado.
Es la que se da cuando
inferimos una causa de un
efecto
o
bien
cuando
deducimos alguna proposición
universal a la que siempre
acompaña alguna propiedad.
4. Finalmente,
hay
una
percepción en la cual se
percibe la cosa por su misma
esencia o por el conocimiento
de su causa próxima.
De aquí se sigue que para alcanzar la
certeza de la verdad no se requiere
más que poseer la certeza de la idea
verdadera puesto que, según
hemos dicho, para saber
no es necesario saber
que yo sé. Por eso
nadie puede saber cuál
es la verdadera certeza
si no posee la idea
27
Epistemología
adecuada o la esencia objetiva de
algo, ya que la idea y la esencia
objetiva son lo mismo. Y puesto que
el hombre no tiene necesidad de otro
signo para reconocer la verdad, y le
basta poseer las esencias objetivas
de las cosas o, lo que es lo mismo,
las ideas para que pueda alejar de sí
la duda, se sigue de aquí que el
verdadero método no consiste en
buscar el signo de la verdad una vez
adquiridas las ideas sino que el
verdadero método ha de enseñarnos
el orden en que debemos buscar la
verdad misma o las esencias
objetivas de las cosas o las ideas
(que todo significa lo mismo)”10
28
Guillermo Leibnitz, frente a la
concepción pantenista de Spinoza,
opone un sistema en el que aparece
una
concepción
pluralista
del
universo, como creación de un Dios
personal,
sabio
e
inteligente.
Distingue tres tipos de conocimiento:
el sensitivo (que proviene de los
sentidos),
el
demostrativo
(procedente por deducción o análisis)
y el intuitivo (cuando la inteligencia
percibe inmediatamente las ideas y
sus relaciones. En su libro “Nuevo
ensayo sobre el entendimiento
humano” plantea el problema del
conocimiento colocándose frente a
las dos actitudes existentes: el
racionalismo de Descarte y el
empirismo de Locke. La formulación
de las ideas innatas es un recurso
perezoso.
Las experiencia es
necesaria para que el alma sea
10
Spinoza. La reforma del entendimiento. Aguilar argentina S.A.
determinada para u orientada a tales
o cuales pensamientos.
No todo
viene de los sentidos porque el alma
encierra en sí, el ser, la sustancia, la
causa y el raciocino y otra cantidad
de nociones que no se explican
desde los sentidos. Y agrega: “nada
hay en el entendimiento que antes no
haya pasado por los sentidos, a
excepción del entendimiento”.
Leibnitz por medio del método
matemático aspira a llegar a las
verdades absolutas. Su deseo es
que todo sea claro y demostrable por
la razón. Las verdades de razón
presentan necesidad y se refieren a
las esencias de las cosas.
Las
conocemos con certeza y en forma a
priori, tal como sucede con las
verdades lógicas y matemáticas, que
se rigen por el principio de identidad y
de no contradicción. Estas verdades
nunca necesitan demostración. En
cambio, las verdades de hecho, son
contingentes, se conocen por la
experiencia, hacen referencia a la
existencia de las cosas y requieren
de demostración para poder ser
reducidas al primer principio.
Toda la estructura del pensamiento
de Leibnitz la podemos reducir a esto:
sólo al orden racional corresponde lo
real, lo objetivo, lo que se postula a
nivel del orden racional, eso, es lo
que de hecho existe. En Dios tiene
lugar la unificación de las verdades
necesarias y contingentes por una
especie de reducción. El principio de
razón suficiente sirve para reducir las
Epistemología
verdades de hecho a las verdades de
razón. Esto lo lleva a afirmar que las
verdades son analíticas, es decir, que
en todo juicio verdadero el predicado
a priori está contenido en el sujeto.
El cálculo de probabilidades le sirve
para
poder
establecer
las
combinaciones posibles: las cosas
tienen tanta mayor posibilidad de
existencia y de pertenecer al mundo,
cuando más útiles, beneficiosas y
eficaces sean. Porque este mundo
es el mejor de los mundos posibles,
la combinación más probable es real.
El hombre no puede llegar a una
certeza absoluta por que es limitado
en su inteligencia.
Pero Dios, a
conocer la esencia de una cosa,
puede inmediatamente deducir de
ella todas las posibilidades o formas
como una cosa puede manifestarse.
Así, conociendo la esencia de Judas,
podía ver la traición contra Jesucristo.
Las sustancia creadas pueden tener
infinitos acontecimientos pero Dios es
el que pone límites a todo. Conocer
la cantidad de combinaciones o de
acontecimientos de las cosas es
hacer verdadera ciencia.
b. El empirismo.
Toma
la
actitud
contraria: el origen de
nuestros
conocimientos
no
están en la razón sino
en
la
experiencia.
Todo contenido del pensamiento
necesariamente ha tenido que pasar
por los sentidos. Nuestra mente es
un papel en blanco y sólo al contacto
de los sentidos con las cosas
empieza a grabar impresiones.
“Supongamos que la mente es, como
nosotros decimos, un papel en
blanco, vacío de caracteres, sin
ideas. ¿Cómo se llena? ¿de dónde
procede el vasto acopio que la
ilimitada y activa imaginación del
hombre ha grabado en ella con una
variedad casi infinita?
A esto
respondo con una palabra: de la
experiencia. En ella está fundado
todo nuestro conocimiento y de ella
se deriva todo en último término”11.
Para el empirismo, la tesis del
racionalismo de que existen ideas
innatas, es totalmente inexacta. Si
trajésemos los conocimientos al
nacer, las facultades sensibles no
tendrían ninguna finalidad y el
aprendizaje no tendría sentido.
Todos los hombres estarían de
acuerdo en las mismas verdades. No
hay pues, verdades innatas, ni
principios especulativos, ni principios
prácticos.
Todo el conjunto de ideas o
conocimientos que tenemos en
nuestra mente, proceden de un doble
origen: por una parte los sentidos
externos nos ponen en contacto con
las cosas y conducen a la mente esas
percepciones.
Este
tipo
de
conocimiento recibe el nombre de
sensación.
11
Locke, John. Ensayo sobre el entendimiento humano. Aguilar
Argentina S.A.
29
Epistemología
30
Por otra, los sentidos internos, que
suministran los estados interiores del
individuo, se constituyen en la
autopercepción y reciben el nombre
de reflexión: sentimientos, pasiones,
placer, duda, etc. El conjunto de
sensaciones suministrado por los
sentidos
externos
e
internos
constituyen las ideas simples. Las
ideas complejas se forman por
combinación de las ideas simples ya
sea
separando,
juntando
o
combinando
las
sensaciones.
Podemos estar seguros de la
existencia del Yo, porque la intuición
o reflexión nos da la máxima certeza
en la captación de nuestros propios
estados. De Dios podemos hablar a
través de la demostración y de la
causalidad pues todo lo que ha
empezado requiere de alguien que se
manifieste como causa.
La
objetividad del mundo se demuestra a
través de las sensaciones externas.
existe un subjetivismo.
Al tomar
como base de la objetividad la
sensación y al no aceptar como
fuente de los conocimientos más que
las experiencias sensibles trató de
minar la base de la metafísica.
El empirismo emplea un método
psicológico y por tal razón se
considera como fundador de la
psicología. Tiene méritos como son
la refutación de innatismo, la crítica
que hace a Descartes por despreciar
la experiencia. Pero en el fondo
es otra que aquella de afirmar que la
materia existe como una sustancia
real. Si negamos la existencia de la
materia el materialismo también cae
por tierra.
Sentidos externos.
Mundo.
De igual tendencia son Tomás
Hobbes, Berkeley, David Hume,
quienes llevan a sus consecuencias
las teorías elaboradas por Locke.
Jorge Berkely intenta defender las
verdades de la religión. Cree que la
fuente de todas las teorías que están
en contra de la existencia de Dios, no
Cualidades de
los cuerpos.
Sensación.
M
IDEAS.
E
N
Yo.
Combina, asocia, separa.
T
Epistemología
Berkeley afirma que no existe más sustancia que la de Espíritu y lo que éste
percibe; el mundo material es incognoscible, la sustancia material no existe. Se
niega el mundo corpóreo para no aceptar más que la existencia de las sustancias
espirituales: la de Dios y el espíritu del hombre. Su teoría no es más que un
idealismo psicológico que pretende reducir el ser de las cosas al ser percibidas.
Los únicos objetos del conocimiento humano son las ideas; lo que se denomina
“cosa” no es más que una colección de ideas. Por ejemplo, una naranja no es
más que el conjunto de ideas de color, sabor, forma, tacto, pero estas cualidades
no se sustentan sobre una sustancia material; ese conjunto de sensaciones o
ideas que son las cosas no tiene como fuente un cuerpo material, realmente
existente, Si no que más bien se identifica la cosa con la percepción de la cosa;
por eso el ser de algo se reduce a ser percibido.
¿De dónde provienen entonces esas
sensaciones o ideas? No puede ser
de las sustancias materiales pues ya
nos ha dicho que no existen. Luego
esas ideas o sensaciones tienen
como fuente a Dios, que las ordena, y
nosotros que las percibimos a través
de nuestros sentidos. Las ideas que
31
Epistemología
32
llamamos reales son producidas por
Dios
en
nuestras
facultades
sensibles; las que no tienen cierta
regularidad a lo sumo son producto
de nuestra imaginación. En concreto,
Berkeley es empirista por sostener
que nuestro conocimiento se reduce
a un conjunto de impresiones o
sensaciones o ideas, pero es
inmaterialista al sostener que esas
impresiones no proceden de una
sustancia material sino de la
sustancia espiritual: Dios. Con lo cual
negó la realidad al mundo y lo redujo
a puras impresiones cuya fuente es
Dios. Así cree salvar la religión,
estableciendo una prueba evidente y
clara de la existencia de Dios, en la
misma
forma
se
prueba
la
inmortalidad del alma o sustancia
espiritual humana que es la que
percibe las impresiones que Dios
manda.
La ciencia, por tanto,
necesariamente tendrá que reconocer
la existencia de Dios.
David
Hume
lleva
a
sus
consecuencias la doctrina de Locke y
de Berkeley. El primero redujo la
realidad corporal a una colección de
impresiones, de sensaciones, a las
cuales el espíritu atribuía una especie
de sustrato o de sustancia pero que
era totalmente desconocida.
El
segundo llegó a negar las cualidades
de los cuerpos y la base material de
esas cualidades, es decir, la
sustancia, para sostener que sólo
existen sustancias espirituales. David
Hume procura negar la existencia de
la sustancia material, la existencia de
las cualidades, la existencia de la
causalidad y la de las sustancias
espirituales
para
llegar
a
la
conclusión de que toda la realidad no
es más que un puro fenómeno o
hecho de conciencia.
Hume, rechaza la existencia de las
ideas innatas, de principios, tanto
teóricos como prácticos.
Los
contenidos de la conciencia tienen un
origen sensible. A las percepciones
las llama impresiones; si son fuertes y
violentas: sensaciones, pasiones,
emociones. En cambio, las ideas son
imágenes débiles de las impresiones
en el entendimiento. Todas las ideas
tienen como base las impresiones.
Las ideas abstractas no existen; sólo
se dan las ideas simples. La idea no
tiene un contenido ontológico, real,
sino que más bien el hombre tiene el
hábito de asociar las ideas.
El
material recibido de la experiencia lo
asociamos, lo combinamos.
Esa
combinación se hace por semejanza
o desemejanza, contigüidad en el
espacio y el tiempo, relación de
causa o efecto. Así es como se
efectúa todo nuestro conocimiento.
No hay sustancia ni material ni
espiritual. La sustancia no es más
que un concepto complejo basado en
la relación de identidad y de
permanencia en el tiempo.
Esto
llevó
a
profesar
un
fenomenismo escéptico, en cuanto
redujo lo real a un conjunto de
impresiones y a negar la sustancia
Epistemología
corporal como sustento de esas
impresiones.
Kart R. Popper afirma, respecto de la
posición del racionalismo y del
Empirismo, que se trata de dos
problemas mal formulados porque no
se distingue entre el origen del
conocimiento y la validez de los
conocimientos, ni tampoco discuten
su legitimidad.
Además exigen
siempre una respuesta autoritaria.
Ahora sostiene que a la pregunta de
“¿cuál es la fuente de nuestro
conocimiento?” podemos responder
que hay muchas fuentes del
conocimiento, pero ninguna de ellas
tiene verdadera autoridad. Así el
periódico,
las
revistas,
las
enciclopedias pueden ser fuentes de
conocimiento.
“1.
No hay fuentes últimas de
conocimiento.
Debe darse la
bienvenida a toda fuente y a toda
sugerencia: y toda fuente y toda
sugerencia deben ser sometidas a un
examen crítico.
2.
La pregunta
epistemológica adecuada no se
refiere a las fuentes; más bien
preguntamos si la afirmación hecha
es verdadera, es decir, si concuerda
con los hechos. 3. El conocimiento
no puede partir de la nada –de una
“tabula rasa”ni tampoco de la
observación.
El avance del
conocimiento consiste, principalmente
en la modificación del conocimiento
anterior. Aunque a veces podemos
avanzar gracias a una observación
casual. 4. Ni la observación ni la
razón son autoridades. La intuición
intelectual y la imaginación son muy
importantes, pero no son confiables:
pueden mostrarnos muy claras las
cosas, y sin embargo, conducirnos al
error.
Son indispensables como
fuentes principales de nuestras
teorías; pero la mayor parte de
nuestras teorías son falsas, de todos
modos. La función más importante
de la observación y del razonamiento,
y aún de la intuición y la imaginación,
consiste en contribuir al examen
crítico de esas conjeturas que son los
medios con los cuales sondeamos lo
desconocido”12.
c. El intelectualismo.
Ante la posición extrema del
racionalismo y el empirismo, el
intelectualismo busca una integración
al sostener que en todo conocimiento
tanto los sentidos como la razón
desempeñan una función necesaria.
Nuestros conocimientos, en efecto,
tienen su puno de origen en los
sentidos. Este conocimiento sensible
nos permite formar las percepciones
a partir de las cuales entra en acción
el intelecto. Con esto se destruyen
aquellas posiciones como las de
Heráclito,
Parménides,
sofistas,
escépticos
y
platónicos,
que
profesaban
una
desconfianza
exagerada
al
valor
de
los
conocimientos sensibles. Nuestras
facultades sensibles están hechas
por naturaleza para suministrarnos
información acerca de la realidad, si
12
Kart, Popper. El desarrollo del conocimiento científico. Paidos.
33
Epistemología
algunas veces nos engañan es sólo
accidentalmente. La razón, por su
parte, funciona con la materia
suministrada por los sentidos: “nada
hay en el entendimiento que antes no
haya pasado por los sentidos”. El
entendimiento elabora los conceptos
por un proceso abstractivo a partir de
las percepciones sensoriales.
De
este modo experiencia y razón se
integran
para
constituir
el
conocimiento humano.
Aristóteles fue en la antigüedad quien
formuló esta teoría al sostener que
las ideas son conceptos mentales con
fundamento en lo real, y no, como
pensaba
Platón,
objetos
independientes
de
la
realidad
sensible.
Según Aristóteles, las
sensaciones
son
conocimientos
objetivos pero no científicos; las
sensaciones nos enfrentan con la
realidad particular, concreta.
Sin
embargo, los conocimientos sensibles
no logran distinguir lo sustancial de lo
accidental. Para eso se requiere la
intervención de la razón, la cual toma
las percepciones y por un proceso
abstractivo, saca lo común o esencial
que hay en ellas logrando así la
formación del concepto o idea.
Sentidos
Entendimiento
34
Realidad
Proceso
Sensible
Percepción
Proceso
Abstractivo
Ideas
El proceso del conocimiento
El conocimiento científico para
Aristóteles, se caracteriza porque es
un conocimiento de esencias y no de
accidentes.
Además, conocer
científicamente es conocer las cosas
por sus causas.
Así el saber
científico aparece como necesario y
universal, estable.
Esto sólo lo
Epistemología
produce el intelecto, ya que solo él
puede formar conceptos universales y
puede generalizar, eso sí, a partir de
los datos sensibles. Esto dio base
para considerar la teoría aristotélica
como un realismo en el sentido de
que toda representación intelectiva
tiene siempre fundamento en lo real.
Física
newtoniana,
que
se
estructuraba en principios universales
y necesarios. La intención de Kant es
hacer una fundamentación del
conocimiento humano, para ello hace
un análisis detenido de la forma como
el entendimiento humano juzga
acerca de la naturaleza de las cosas.
El concepto universal constituye el
fundamento de la ciencia. Viene a
representar
un
proceso
de
unificación; pues, a partir de la
pluralidad, busca la unidad. Por otra
parte en el concepto universal, se
pretende estabilizar, pues pasamos
de la realidad concreta, que está en
continua transformación, al concepto
que, como representativo de la
ciencia, es inmutable.
“La crítica de la razón pura”, que es
su obra fundamental, pone de
manifiesto que se debe hacer un
análisis exhaustivo de la facultad de
la razón, determinando sus fuentes,
extensión y sus límites.
Esta teoría fue desarrollada en la
Edad Media por Santo Tomás y en
general es una posición aceptada por
toda la filosofía tradicional.
1. La ciencia debe ser universal.
2. La ciencia debe ser necesaria.
3. La ciencia debe consultar la
experiencia.
4. La ciencia debe ampliar los
conocimientos.
d. El apriorismo.
Es un sistema que, como el
intelectualismo trata de integrar la
posición racionalista y la posición
empirista,
Kant,
que
es
su
representante, consideraba que el
racionalismo llegaba a verdades
universales con la experiencia. Por
su parte, el Empirismo mostraba esa
relación con la experiencia, pero le
quitaba a los juicios todo carácter de
necesidad y de universalidad. Por
otra parte, Kant estaba convencido de
la validez del conocimiento científico
de su época, especialmente de la
En un segundo aspecto, Kant se
propone establecer las condiciones
que debe reunir la ciencia. Esas
condiciones son:
Una vez establecidas y demostradas
las condiciones se hace necesario
someter la Metafísica dogmática a un
examen para ver si cumple con esas
condiciones para constituirse como
ciencia, o por el contrario, esa
pretensión es orgullosa y sin
fundamento.
La
Metafísica
35
Epistemología
dogmática siempre se ha considerado
como una ciencia pero parece, más
bien, que se mueve en un círculo
vicioso y por eso vive estancada,
repitiendo siempre las mismas cosas.
El primer aspecto que debemos
considerar de las ciencias es el tipo
de juicios que emplean:
1. Juicios analíticos;
2. Juicios sintéticos; y
3. Juicios sintéticos a priori.
36
Los juicios analíticos son aquellos en
los que el predicado no agrega nada
nuevo al sujeto, repite lo ya contenido
en el sujeto; su función es explicar
ese contenido; corresponde a la
fórmula A=A; por ejemplo: el hombre
es animal racional.
Estos juicios
tienen carácter necesario y universal,
pero no consultan la experiencia y no
agregan nada nuevo, por tanto no
sirven para la ciencia. En los juicios
sintéticos, el predicado sí agrega algo
nuevo al sujeto; pero lo que agrega lo
hace después de la experiencia.
Estos juicios consultan la experiencia
pero no tienen carácter necesario ni
universal; por ejemplo: Bolívar libertó
cinco naciones; los norteamericanos
fueron a la luna.
Estos juicios
tampoco le sirven a la ciencia. Los
únicos juicios que le sirven a la
ciencia son los sintéticos a priori.
Sólo
éstos
reúnen
necesidad,
universalidad,
consultan
la
experiencia y, por tanto, agregan algo
nuevo; por ejemplo, todo cambio
tiene una causa. La experiencia nos
da las diferentes formas de cambio,
pero no nos da la causa, ésta la
aporta el entendimiento humano al
hacer la relación de los fenómenos de
la experiencia.
La causa tiene
carácter necesario y universal y con
ella se agrega algo nuevo a la
experiencia.
En adelante, Kant nos mostró cómo
son posibles esos juicios sintéticos a
priori. La “Critica de la razón” la
divide en 3 grandes partes:
1. La estética trascendental.
O estudio de la sensibilidad para
mostrarnos cuáles son las formas a
priori de esta facultad, cuál es su
función en el conocimiento y cómo es
que se pone en contacto con la
realidad. El espacio y el tiempo como
formas a priori de la sensibilidad
fundamentan la Geometría y la
Matemática.
2. La analítica trascendental.
Que estudia las estructuras a priori
del entendimiento humano y que sirve
de fundamento a las ciencias
naturales.
3. Dialéctica trascendental.
Estudio de la razón para determinar si
ésta puede hacer uso de las
categorías a priori del entendimiento
fuera de las condiciones de la
experiencia.
De este estudio
depende que la Metafísica pueda ser
considerada como ciencia.
Epistemología
Estética trascendental.
El
término
“estética”
significa,
sensibilidad
y
el
término
“trascendental” se refiere a las
condiciones o formas a priori de esa
sensibilidad, que son las que hacen
posible la experiencia sensible. Por
eso la estética trascendental estudia
los principios a priori de la
sensibilidad.
Nuestra facultad sensible conoce
siempre bajo la condición de dos
elementos: uno que es aporte de la
experiencia y otro que es el aporte
del sujeto, es decir, las formas a priori
de la sensibilidad. “Pero si es verdad
que todos nuestros conocimientos
comienzan con la experiencia, todos
sin embargo, no proceden de ella,
pues bien podría suceder que nuestro
conocimiento empírico fuera una
composición de lo que recibimos por
las impresiones y de lo que aplicamos
por nuestra propia facultad de
conocer simplemente excitada por la
impresión sensible”13.
Por vía de la experiencia los sentidos
reciben un dato o sensación que
viene a constituir la materia del
conocimiento.
Esos datos que
proceden por vía de la sensibilidad
son caóticos, amorfos, desunificados.
Por tanto, se hace indispensable que
esos datos amorfos sean recibidos en
una forma, que es la forma a priori de
la sensibilidad la cual se encargará
de
unificarlos,
darles
forma,
13
Kant. Críticas de la razón pura. Editorial Losada. Buenos aires.
ordenarlos. El resultado de ordenar
los datos en la forma a priori de la
sensibilidad es el “fenómenos”.
Fenómenos es, pues, la síntesis o
integración de los datos sensible
desunificados, en la forma a priori de
la sensibilidad que tiene como función
unificar esos datos, ordenarlos. Esas
formas a priori de la sensibilidad son,
para Kant, el espacio y el tiempo. En
efecto, el espacio es la forma a priori
de los datos sensibles provenientes
de los sentidos externos, mientras el
tiempo es la forma a priori de los
sentidos internos, de los estados del
sujeto. El espacio por tanto no es
una cosa, ni un concepto, ni está
tomando de la experiencia, sino que,
más bien todo dato de experiencia
externa debe estar en el espacio. El
espacio es la condición necesaria de
todos los fenómenos, de todos los
datos que suministra la sensibilidad;
es, por tanto, una forma que
antecede a los fenómenos de
experiencia; de ahí que sea a priori.
El tiempo no se deriva de la
experiencia, ni es un concepto, ni una
cosa, es una forma a priori de los
sentidos interno; gracias a él
podemos llevar un registro de los
estados anímicos. Espacio y tiempo
son, por tanto, formas a priori,
necesarias,
fundamentales,
que
hacen posible que la materia del
conocimiento
(sensaciones)
sea
organizada a nivel de fenómenos.
Espacio y tiempo son aportes que el
sujeto hace a nivel de la sensibilidad.
En el espacio se funda una ciencia
como es la Geometría y en el tiempo
37
Epistemología
se funda
Mecánica.
la
Matemática
Sujeto
y
la
Forma
El conocimiento en Kant, a nivel de la
sensibilidad lo podemos reducir a un
sencillo
esquema:
A priori
Espacio
Unifica
Tiempo
Ordena
CONOCIMIENTO
FENÓMENO
Caóticas
Realidad
Sentidos
1. La analítica trascendental.
38
Mientras que la sensibilidad nos da el
fenómeno como síntesis de una
materia
y
una
forma,
el
entendimiento, será la facultad
encargada de pensar el objeto de la
intuición sensible, hacerlo inteligible
sometiéndolo a conceptos.
El
entendimiento es facultad activa
porque enlaza fenómenos, los
relaciona,
hace
síntesis
de
fenómenos en conceptos.
La
analítica trascendental tiene por fin
descubrir los principios puros del
entendimiento y que son los que
hacen posible el que podamos pensar
o
relacionar
los
fenómenos
preparados por la sensibilidad.
Pensar es unificar fenómenos en
conceptos de una manera estable.
Los fenómenos, podríamos decir, se
constituyen en la materia del
Sensacione
s
Amorfas
entendimiento, pero el entendimiento
requiere también de una estructura
apriori que haga posible unificar,
pensar, relacionar los fenómenos.
El entendimiento piensa algo cuando
reúne o sintetiza fenómenos en un
concepto o en una categoría. Así los
fenómenos quedan constituidos en
objetos.
Para averiguar cuántos
conceptos o categorías a priori
existen a nivel del entendimiento Kant
recorrió los diversos tipos de juicios,
así:
Juicios según la cantidad:
a. Generales, dan origen a la
categoría a priori de Unidad.
b. Particulares, dan origen a la
categoría a priori de Pluralidad.
c. Singulares, dan origen a la
categoría a priori de Totalidad.
Juicios según la cualidad:
Epistemología



Afirmativos, dan origen a la
categoría a priori de Realidad.
Negativos, dan origen a la
categoría a priori de Negación.
Indefinidos, dan origen a la
categoría
a
priori
de
Limitación.
Juicios según la relación:



Categóricos, dan origen a la
categoría a priori de Sustancia.
Hipotéticos, dan origen a la
categoría a priori de la causa
efecto.
Disyuntivos, dan origen a la
categoría
a
priori
de
Comunidad.
Juicios según la modalidad:



Problemáticos, dan origen a la
categoría
a
priori
de
posibilidad-imposibilidad.
Asertóricos, dan origen a la
categoría
a
priori
de
existencia-no existencia.
Apodícticos, dan origen a la
categoría
a
priori
de
necesidad-contingencia.
Estas doce categorías que Kant ha
deducido son estructuras a priori del
entendimiento, son funciones del
sujeto que hace posible que un
fenómeno se pueda pensar. Son
formas
puras
a
priori
del
entendimiento porque ellas son las
condiciones son las cuales no se
puede garantizar la objetividad de
ningún juicio. Pensar un fenómeno
no es otra cosa que referirlo a una
categoría a priori. El entendimiento
enlaza activamente los fenómenos en
las categorías o conceptos a priori.
Estas categorías tienen carácter
necesario y universal. De ahí que los
juicios sintéticos a priori se vayan
realizando tanto a nivel de la
sensibilidad como a nivel del
entendimiento.
Ahora, la síntesis que se hace de los
fenómenos en las categorías exige,
desde luego, unidad de conciencia;
porque es el entendimiento el que
hace la síntesis de los fenómenos en
los conceptos y ésta síntesis se
verifica en el juicio.
La conciencia debe estar atenta a la
impresión de los distintos fenómenos
para inmediatamente referirlos al
respectivo concepto o categoría.
Sólo así, la conciencia puede darse
cuenta que lo que expresa como
síntesis entre un sujeto y un
predicado de hecho tienen carácter
necesario, es decir científico.
La
objetividad de los juicios procede de
la unidad de conciencia.
Las categorías o conceptos a priori
están dependiendo de la experiencia.
Kant lo manifiesta así: “Los conceptos
sin las intuiciones son vacíos, las
intuiciones son los conceptos son
ciegas”.
Las categorías
viven de la experiencia
como la experiencia
vive
de
las
categorías.
Las
39
Epistemología
categorías son conceptos que
prescriben a priori leyes a los
fenómenos y por tanto a la naturaleza
considerada como un conjunto de
fenómenos. Esto significa que las
ciencias naturales son posibles
gracias a la necesidad y universalidad
que las categorías imprimen a esos
fenómenos que proceden de la
naturaleza.
2. Dialéctica trascendental.
40
(o estudio de la razón). Todo nuestro
conocimiento
empieza
por
los
sentidos, pasa por el entendimiento y
termina en la razón. La razón tiene
por objeto hacer la síntesis suprema
de los conocimientos tratando de
unificar todo el saber en unas ideas
trascendentales.
Mientras que el
entendimiento es la facultad del juicio,
la razón lo es del raciocinio. Lo que
interesa saber, al estudiar la razón,
es si ella está facultada para hacer un
uso
de
las
categorías
del
entendimiento fuera de la experiencia
a que deben estar sometidas esas
categorías. De hecho se sabe que no
se
puede
hacer ningún uso
extraempírico de las categorías del
entendimiento, por eso la Metafísica
es imposible como ciencia. Para
salvarla habría que usar las
categorías fuera de los límites de la
experiencia,
aplicándolas
a
realidades suprasensibles, realidades
que no vienen justificadas por vía
sensible.
La razón trabaja con unas ideas a
priori, conceptos puros, que exceden
la posibilidad de la experiencia. En
ellas la razón pretende hacer la
unidad total de toda la experiencia
posible. Son conceptos puros que
proceden de la naturaleza misma de
la razón; por lo tanto son
incondicionados pero sirven para
unificar el conjunto de fenómenos
externos, el conjunto de fenómenos
internos o del sujeto, o para sintetizar
la totalidad de las experiencias tanto
externas como interna. Esas ideas
trascendentales de la razón son: la
idea de “alma”, que contiene la
unidad absoluta de todos los
fenómenos que se refieren al sujeto
pensante, la idea “mundo” que
contiene la unidad absoluta de todos
los fenómenos externos, la idea
“Dios” que contiene la unidad
absoluta tanto de los fenómenos
externos como internos; es la
condición suprema de todo lo que
pueda ser pensado. Pero esas ideas
no tienen otro sentido sino servir de
reguladores de la experiencia. No se
les puede dar existencia objetiva.
Son
más
bien
puntos
de
convergencia de la experiencia en el
campo del sujeto, del mundo.
Con esto Kant demuestra que la
Metafísica es imposible como ciencia
porque las partes de la Metafísica
tradicional (que eran: Dios, alma y
mundo) quedaron reducidas a
simples ideas regulativas. Ideas a las
que no se puede atribuir valor
trascendente, valor ontológico. Esto
significa que por vía de la razón puro,
no podemos justificar la existencia de
Epistemología
Dios; pero por la razón práctica si se
puede postular su existencia.
El apriorismo Kantiano pretende
demostrar que en el campo del
conocimiento no es el sujeto el que
debe mirar y ordenar el objeto. El
sujeto no es el que gira alrededor del
objeto. Por el contrario, es el objeto
el que gira en torno del sujeto. Así
quedo demostrado. La realidad no la
conocemos como es sino como
aparece: fenómenos. La cosa en sí,
el “noumenos”, no es posible
conocerlo. El sujeto es el que, a
través de sus estructuras a priori,
tanto de la sensibilidad (espaciotiempo) como del entendimiento
(categorías o conceptos) y la razón
(ideas a priori regulativas) condiciona
Estética trascendental
Sensibilidad
Analítica trascendental
Espacio
tiempo
Entendimiento
Yo puto)
1ª Síntesis
Realidad
fenoménica
Fenómeno
Sensaciones
amorfas
Realidad en
sí
la posibilidad del conocimiento
científico. El nuevo criterio de la
verdad no serán las cosas como tal
sino las estructuras a priori del sujeto;
porque ellas son las que garantizan la
objetividad de un juicio.
Esa
demasiada importancia para las
estructuras a priori, frente al dato
caótico de los sentidos, es lo que ha
llevado
a algunos críticos a
considerar a Kant como subjetivista e
idealista trascendental.
Por otra
parte, Kant no acepta que el
conocimiento
científico
sea
el
conocimiento de la esencia de las
cosas, porque las cosas no las
conocemos en su esencia sino en su
apariencia.
Por eso tuvo la
necesidad de dotar a los apriorismos
de necesidad y de universalidad.
Inconocible
Dialéctica trascendental
Conceptos a
priori
Razón
Ideas a
priori
3ª Síntesis
2ª Síntesis
Juicios
objetivos
Saber
unificado
Yo mundo
Dios
41
Epistemología
1.4
LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO.
Hablar de la esencia del conocimiento es plantear el problema de la relación
sujeto-objeto. Históricamente se ha creído que es el objeto el elemento
determinante del conocimiento, pero Kant pensaba que el objeto estaba sometido
a las condiciones necesarias que establecía el sujeto a través de sus estructuras a
priori y que, a partir de éstas, como podíamos hablar de un conocimiento objetivo.
Saber cuál es la función de estos dos polos del conocimiento es tratar de resolver
en alguna forma la esencia del conocimiento.
Problema
Sistema
Representantes
Época
 Renato
Descartes.
 Nicolas
Malebranche.
 Baruch
Spinoza.
 Guillermo
Leibnitz.
1596-1650
Racionalismo
1638-1715
1632-1677
42
Empirismo
 Tomas
Hobbes.
 John Locke.
 Jorge
Berkeley.
 David Hume.
1646-1716
1588-1679
Soluciones
Consecuencias
El origen del conocimiento se
explica a partir de la razón. El
conocimiento tiene carácter
necesario y universal, y esa
necesidad y universalidad sólo
puede darlas la razón, no la
experiencia.
Predominio de la razón sobre la
realidad.
Toman como modelos de su
teoría la Matemática, la
Geometría,
el
cálculo
infinitesimal. La objetividad de
las cosas no nace de ellas sino
de la manera como las
concebimos.
La
fuente
de
todo
conocimiento está en la
experiencia, en los sentidos.
Negación
de
todo
conocimiento
innato:
El
entendimiento es un papel en
blanco y sólo la experiencia
deja allí sus huellas.
El
conocimiento
queda
reducido a un fenómeno
sensible. Destrucción de la
Metafísica. Subjetivismo en
cuanto se tiende a confundir la
percepción con el objeto
percibido, lo que dio origen al
idealismo
psicológico
de
Berkeley.
En el conocimiento cumplen
una
función
igualmente
importante tanto los sentidos
como la razón. Los sentidos
suministran el material que ha
de ser pensado, elaborado por
la razón.
Se establece una integración
entre la facultad sensible y la
facultad intelectiva. Las ideas
nacen
de
un
proceso
abstractivo
y
tienen
su
fundamento real.
El conocimiento es una
síntesis entre los datos
aportados por la experiencia y
las estructuras a priori del
sujeto.
El dato carece de
objetividad en si, pero a
medida que es organizado por
las formas a priori de la
sensibilidad,
del
entendimiento,
adquiere
objetividad.
Las formas a
priori son siempre necesarias y
universales.
El objeto gira en torno a las
estructuras a priori del sujeto.
1632-1704
1585-1753
Origen del
conocimie
nto (¿cuál
es la
fuente de
nuestros
conocimie
ntos?)
Intelectualismo
 Aristóteles.
 Santo Tomás.
 Filosofía
tradicional.
1711-1776
384-322
1227-1274
 Manuel Kant
Apriorismo
1724-1804
 Subjetivismo: el criterio de
objetividad queda reducido a lo
que la razón piense con claridad,
con necesidad.
 Fenomenismo: se tiende a creer
que no podemos conocer las
cosas como son en sí mismas,
sino como nos las
representamos.
 Poca importancia al valor de los
datos suministrados por los
sentidos.
 Tendencia a negar la libertad.
 Postulación de conocimientos
innatos.
Las estructuras a priori son
condiciones de posibilidad de
la experiencia.
Al dar más importancia al a
priori, cae en un idealismo
trascendental.
Negación de toda Metafísica
como ciencia.
Epistemología
Habíamos entendido el conocimiento como una actividad del sujeto, por la cual
pretende captar el sentido de los objetos. El estudio de esa relación entre los dos
polos del conocimiento, su naturaleza y sus límites, es lo que han intentado hacer
algunos sistemas para resolver en esta forma la esencia del conocimiento.
Veamos algunos planteamientos:
a. Teoría Platónica.
Desde
la
antigüedad
se
ha
planteado el problema
de la relación entre el
ser y el conocer.
Los mismos
presocráticos llegaron a la distinción
entre lo que era un conocimiento de
los sentidos y un conocimiento
racional.
Sabían contraponer la
opinión a la ciencia: Vivir de la
opinión es vivir de los sentidos, pero
hacer
ciencia
es
conocer
racionalmente; lo que se trataba de
buscar, entonces, era cuál es el
objeto de la ciencia, es decir, qué es
lo que sirve de fundamento a un
conocimiento racional, estable, fijo,
inmutable. Para resolver esto, el
mismo Sócrates sostiene que la
ciencia debe darse a nivel de
conceptos universales. Platón, por su
parte, aborda el problema desde el
orden lógico-ontológico. Desde el
b. Posición Aristotélica.
Algunos filósofos antiguos ante el
problema del conocimiento optaron
por formular un realismo, es decir,
una teoría en la cual se afirmaba que
los objetos, las cosas, el mundo
sensible,
tienen
existencia
independientemente del sujeto que
punto de vista ontológico Platón da
subsistencia a las ideas; atribuye a
los conceptos, que para él son
independientes
de
las
cosas
sensibles, carácter ontológico. Las
ideas son sustancias, son cosas,
entes reales. El conocimiento ha de
determinarse a partir de esa realidad
que son las ideas. El conocer y el
ser-idea, vienen a ser cosas
correlativas. Por eso llegó a creer
que así como existen grados de ser
deben existir también grados de
conocer. La relación entre la mente y
el objeto-idea, es pasiva. Ello indica
que
la mente es totalmente
determinada por su objeto. Esto dio
origen a la teoría del realismo
exagerado, que pretende concebir las
ideas como objetos y no como
simples conceptos. El objeto-idea
lleva una prerrogativa sobre el sujeto
que conoce: éste no es más que un
simple receptor pasivo (innatismo) de
las ideas.
los conoce. La realidad tiene su
entidad propia que no depende el
sujeto; al contrario, el sujeto debe
regularse por el ser de las cosas. En
el caso de los primeros filósofos
llegaron a practicar un realismo
ingenuo consistente en la convicción
de que en todo acto de conocimiento
43
Epistemología
44
percibimos la realidad exactamente
como es. No pudieron elaborar una
diferencia entre el acto de conciencia
y la realidad. Por eso tendieron a
identificar la percepción con las cosas
mismas, cuando percibir es un acto
del sujeto, mientras las cosas son
independientes del sujeto. El mundo
sensible es tal cual lo percibimos. No
guardan desconfianza o no ven que
muchas
veces
nuestras
representaciones son diferentes del
objeto conocido. Así, si veo una
superficie continua en la realidad ella
es continua; no se dan cuenta que
ella puede estar llena de agujeros o
ser porosa. Tienden a aceptar las
cosas tal como las percibimos. La
percepción (actividad de
los sentidos), es igual al
objeto percibido (cosa
real). Para los ingenuos
aún no se ha llegado a
ver que el conocimiento
es un problema, donde
se requiere examinar la
forma como nuestras facultades
conocen, qué es lo que esas
facultades nos dan o captan de los
objetos o si, de hecho, todas las
cualidades que captamos de los
objetos existen en ellos o son
interpretaciones nuestras. Lo único
que captan es la independencia de
las cosas respecto del sujeto, pero es
posible que aún el sujeto sea una
cosa más entre todas las demás.
Demócrito trató de formular un
realismo crítico: consideraba que
tanto las sensaciones como el
pensamiento en el hombre no son
otra cosa que modificaciones del
cuerpo y que se producen cuando
llegan de los cuerpos externos las
imágenes. Las sensaciones nacen
por contacto. Sólo aceptaba como
objetivas las propiedades que se
refieren a la masa de los objetos.
Pero el frío y el calor no tienen
carácter de sustancia sino que se
producen por transformaciones del
sujeto. Por las mismas propiedades
que le encontró a los átomos se
supone que ya no aceptaba las cosas
tal cual las vemos sino que hacía
necesario estudiarlas para conocer su
verdadera naturaleza.
El realismo Aristotélico,
es un realismo natural.
El conocimiento para
este sistema se puede
entender como una
reproducción
de
la
realidad. Pero el objeto
del conocimiento es
algo distinto, al sujeto cognoscente.
Aunque conozcamos un objeto no por
eso agotamos su ser, sino que éste
sigue existiendo fuera de nuestra
mente. Toda la función de nuestra
conciencia es tratar de asimilar el
objeto, es representar el objeto a
nivel de nuestra facultad sensible o
de nuestra facultad intelectiva. Los
sentidos reciben la forma sensible de
los objetos y la inteligencia recibe la
forma inteligible, o sea, las ideas, las
esencias de las cosas. Se entiende
el conocimiento como una relación y
toda representación del objeto es
Epistemología
objetiva. Se concibe la verdad como
una adecuación entre los dos
miembros, sujeto-objeto.
Para Aristóteles la inteligencia del
hombre tiene la capacidad de llegar
hasta las cosas y obtener de ellas los
contenidos del conocimiento, tratando
así de reproducir a nivel de conceptos
la realidad objetiva.
El conocimiento es intencional en
cuanto que hace referencia a un dato,
a una cosa. Por eso el saber es
objetivo.
Toda la teoría del
conocimiento está concebida en
sentido realista. Aristóteles no duda
de la existencia del mundo externo ni
tampoco de la capacidad de nuestras
facultades
para
lograr
un
conocimiento objetivo. Entre sujeto y
objeto debe haber profundidad.
Establece una estrecha relación entre
el conocimiento sensitivo y el
intelectivo. En el conocimiento las
facultades tienen sus límites, porque
mientras las facultades sensibles
están sometidas a lo singular,
concreto, la facultad intelectiva puede
llegar hasta la naturaleza de las
cosas.
c.
Crítico.
Realismo
Pretende superar el
realismo ingenuo y
el natural. Concibe
la diferencia entre los dos miembros,
sujeto-objeto. Cada uno de ellos
tiene su función propia. El objeto es
trascendente al sujeto, permanece
con independencia del sujeto. La
representación que el sujeto forma
del objeto determina una especie de
conciencia real. Igualmente en los
objetos encontramos dos tipos de
propiedades:
las
propiedades
primarias
como
extensión,
movimiento, forma, peso, etc., las
cuales tienen existencia objetiva. Las
propiedades secundarias como el
color, olor, sabor, sonido, no tienen
existencia objetiva; son, más que
todo, elaboraciones subjetivas. Tal
fue la posición de Galileo, Descartes,
Habbes y Locke.
d. Posición Idealista.
Es una toma de posición ante el
problema del conocimiento extrema al
realismo. Mientras el realismo acepta
la
existencia
del objeto
con
independencia del sujeto, el idealismo
pretende reducir el mundo a una
actividad del espíritu. Es decir, el
mundo no tiene existencia en sí, con
independencia del sujeto, de toda
representación o conocimiento. Se
trata de eliminar el dualismo sujetoobjeto para reducirlo todo a actividad
del sujeto. Es la consecuencia del
racionalismo de Descartes quien
había reducido todo a la actividad
pensante. El pensamiento era la
única realidad desde donde se
probaba la existencia del yo, de Dios,
del mundo.
Las cosas son
verdaderas en cuanto yo las pienso
claras y evidentemente. El idealismo
pretende identificar lo real con lo
45
Epistemología
racional, el objeto con el sujeto o
conciencia.
Hay varias formas de idealismo:

46


El idealismo psicológico de
Berckeley, quien redujo la
realidad a la manera como
percibimos las cosas. No hay
para qué hablar de una
realidad
que
exista
independientemente del sujeto.
El objeto y su percepción son
una misma cosa. No existe la
sustancia o materia corpórea.
Todo se reduce a hechos de
conciencia.
El ser de las
cosas se reduce a ser
percibidas. La fuente de todas
las percepciones no son las
cosas o sustancias corpóreas,
porque éstas no existen, sino
Dios.
Juan Teófilo Fichte, sostiene
que el primer principio de la
realidad es el “Yo”, el cual
construye la parte formal y
material del conocimiento.
Todo lo que se le oponga al
“yo” es creado por el yo. La
realidad es deducible del “yo”.
Lo real es producto de la
actividad subjetiva. El ser está
fundado en la inteligencia. Ese
proceso de la autoconciencia
es dialéctico.
Idealismo Lógico de Hegel,
considerado como el idealismo
absoluto. Es la conciencia la
que engendra el ser. El ser no
descansa en sí mismo sino
que es la actividad del sujeto,
el pensamiento, el que lo hace
surgir. Para Hegel la realidad
no puede encontrarse en una
parte y el conocer en otras,
sino que más bien la realidad
se reduce a lo lógico.
La
conciencia es el fundamento
de lo real; se identifica lo
racional con lo real. El sujeto y
el objeto no son elementos
separados,
independientes,
sino que se reabsorben se
identifican de manera que el
aspecto consciente de una
cosa se convierte en realidad
misma. La autoconciencia es
la encargada de hacer la
identidad sujeto-objeto, pues
éste no es algo externo al
sujeto, sino que todo queda
reducido al acto racional. Para
Hegel la realidad es razón,
idea, lo cual significa que la
lógica se identifica con la
ontología.
El idealismo, pues, se enfrenta al
realismo. Este sostenía que en todo
conocimiento existe una alteridad,
una dualidad de elementos, como son
el sujeto cognoscente y el objeto
conocido. El conocimiento es una
representación inmanente, en cuanto
se da en el sujeto, pero el objeto del
cual procede esa representación
permanece independiente del sujeto,
es decir, es trascendente. Las cosas
por tanto, tienen entidad propia, y no
como piensa el idealismo que todo lo
podemos hacer depender de la
Epistemología
conciencia, de la idea. En la misma
forma el conocimiento, para el
realismo, es asimilación del objeto,
pero esa asimilación nunca es
completa, perfecta; al contrario, es
progresiva, siempre alcanzaremos
una mayor adecuación de nuestros
conocimientos
respecto
de
la
realidad. Pero el idealismo cree que
el objeto del conocimiento es
inmanente, actividad del sujeto. En la
posición idealista tenemos de hecho:
el conocimiento es producción del
objeto, por eso todo tendrá carácter
de necesidad porque todo
quedó reducido al orden
lógico.
e.
Posición
materialismo
dialéctico.
del
Hoy entendemos que
la filosofía marxista
pretende dar un enfoque
del mundo y del hombre.
Está, por tanto, implicada en esta
concepción una Epistemología que
tiende a dar una primacía a la materia
pero que, a la vez, reafirma su
cognoscibilidad. No puede hablar de
conocimiento sino desde la actividad,
desde la acción, desde la praxis. Si
entendemos que la realidad no es
algo
inmutable,
estático,
sino
dinámico,
dialéctico,
podemos
comprender la tesis del materialismo
en el campo epistemológico: la
realidad material, objetiva, se refiere
a todo aquello que existe fuera de la
conciencia. Esa realidad material es
determinante
de
los
procesos
cognoscitivos, es decir, que la
realidad material es la que se refleja
en la conciencia de los individual.
Pero ambos miembros están en un
proceso, en una dinamicidad.
Si
concebimos que la realidad es
dinámica, dialéctica, la conciencia
que reproduce esa realidad también
debe ser dinámica, dialéctica. Hay
una inclinación ante los hechos y sólo
por esa interacción podemos hablar
de la objetividad del conocimiento.
El proceso del conocimiento es
una objetivación permanente;
de ahí que la objetividad del
conocimiento no se pueda
entender
como
adecuación a un modo
de ser permanente sino,
más bien, un movimiento
ascendente, progresivo,
dialéctico. La validez de
los conocimientos es dada
por la mayor adecuación de lo
que refleja nuestra conciencia con el
proceso real de las cosas.
La posición del materialismo es
antagónica a la idealista, sobre todo
en lo que se refiere a la existencia del
mundo como algo objetivo, al reducir
lo real a lo material, incluyendo los
procesos históricos.
El mismo
proceso del conocimiento como
reflejo de lo real, tiene que ser
material.
La práctica es entendida como una
actividad social, material, cuyo fin
primordial es la transformación tanto
47
Epistemología
del a naturaleza como de la sociedad.
La praxis es una interacción continua
entre el hombre, la naturaleza y la
realidad social. Las necesidades del
hombre constituyen la fuerza básica
del conocimiento. Esto constituye
una relación directa entre teoría y
praxis. En efecto, partimos de la
práctica a la teoría pero de la teoría
vamos a la práctica.
El conocimiento tiene, de hecho, un
carácter dialéctico; el reflejo de la
realidad en la conciencia no es un
acto estático, sino la expresión del
devenir, se integra a la actividad total
del hombre en su lucha con la
naturaleza y el hecho social.
48
El conocimiento es un proceso
complejo, como es compleja la
actividad práctica del hombre, porque
está implicado el proceso de
producción social, donde se están
determinando contradicciones entre
el ser real y las mismas necesidades
del hombre, o de la sociedad en
general. Esas contradicciones son el
fundamento del desarrollo.
La
dialéctica
del
proceso
del
conocimiento se expresa en la
limitación de nuestro saber y la
riqueza de la realidad en perpetuo
desarrollo.
Por otra parte, ese
carácter dialéctico del conocimiento
se expresa por el hecho de que
nuestras sensaciones y percepciones
son elementos subjetivos pero
provenientes de un mundo objetivo.
Lenín decía: “De la percepción viva al
pensamiento abstracto y de éste, a la
práctica: tal es el camino dialéctico
del conocimiento de la verdad, del
conocimiento de la realidad objetiva”.
Podemos
sintetizar
que
el
conocimiento dentro del materialismo
implica: los procesos perceptivos de
la realidad, los procesos racionales
como
son
la
generalización,
formación de conceptos, y la
confrontación
práctica
de
los
resultados del conocimiento.
Las percepciones sensoriales de los
objetos, tomadas aisladas, son
insuficientes para llegar a un
conocimiento objetivo de lo real,
debido
a
que
en
esas
representaciones no se pueden
abarcar las relaciones, ni los nexos
entre las cosas. Para descubrir esos
nexos y leyes, es indispensable la
inteligencia, la razón. Gracias a ésta
se puede hacer el tránsito de los
fenómenos
perceptivos
al
conocimiento de las leyes internas y
relaciones lógicas de las cosas. Pero
el pensamiento es una función del
cerebro
mediatizada
por
las
percepciones. En él se reflejan las
cosas en sus aspectos sustanciales,
en sus relaciones básicas, en sus
nexos necesarios. La base de la
formación de los conceptos y de las
generalizaciones es la práctica social.
La repetición en el proceso práctico
de los rasgos sustanciales y de las
propiedades de los fenómenos
conducen a la fijación de dichos
rasgos en la conciencia a través de
los conceptos. La realidad se refleja
sensitiva y racionalmente.
Epistemología
La teoría es un sistema de
ideas sobre una ciencia
determinada donde se
generaliza
la
experiencia
y
la
práctica y donde se
reflejan las leyes
objetivas.
La ciencia se presenta
no como un saber
teórico, sino ante todo
como un saber práctico,
esencialmente ordenado a la
acción.
Ese conocimiento no se
estructura en categorías abstractas
sino en la actividad sensible del
hombre como forma de buscar la
transformación de la realidad. La
verdad, por tanto, sólo se da a nivel
práctico.
No
hay
verdades
inmutables ya que dependen de la
praxis, la cual se concibe como
inmersa en las relaciones sociales y
en continuo desenvolvimiento. La
unión de teoría y práctica hacen el
conocimiento como reflejo de esa
praxis; es un saber dialéctico que se
transforma, como se transforma la
realidad.
La ciencia es un
conocimiento crítico siempre en
desarrollo, por consiguiente en
proceso dialéctico. La acción práctica
es fundamental para entender el
proceso mismo del conocimiento.
f. Posición de la fenomenología.
De E. Husserl. La fenomenología ha
ejercido una influencia en el
pensamiento
europeo,
particularmente en el desarrollo del
pensamiento
existencialista.
La
fenomenología
como
método
pretende
llegar a una visión
intelectiva del objeto
por medio de la
intuición. La intuición
siempre
hace
referencia
alo
inmediatamente dado, a
las
cosas.
La
fenomenología
parte
del
hecho total del conocimiento
humano. Su interés es hacer una
descripción de los fenómenos o
hechos del conocimiento tal como lo
podemos ver en la experiencia
inmediata.
Para Husserl la cosa, o lo dado, es el
“fenómeno” y la intuición del
fenómeno es una actividad mental, es
decir, es un conocimiento de la cosa
donde se procura despojarse de toda
visión subjetiva para no ver si no lo
objetivo. El “fenómeno” para Husserl
viene a ser el objeto inmediato,
directo, de la intuición. Por lo tanto
no ha de creerse que sea lo ilusorio
de las cosas; al contrario, significa lo
real, lo dado, la cosa. Describir estos
fenómenos sin falsearlos, tal cual se
presentan,
es
el
objeto
del
conocimiento. Pero para que el dato
se nos presente como es, debemos
eliminar todo aquello que impida una
visión intelectiva o una intuición; en el
lenguaje husserliano, debemos hacer
una reducción o “epojé”, eliminando
todo lo subjetivo, todo lo teórico o
49
Epistemología
presupuestos, así como todo lo
tradicional. Debemos dejar a un lado
cualquier influencia que pudiera
falsear el dato que vamos a analizar,
para que quede sólo el dato puro. A
partir de éste se sigue un camino que
ha de llevarnos a la intuición de las
esencias. Las esencias de las cosas
se intuyen; por tanto no se captan,
como se pensaba anteriormente,
mediante un proceso abstractivo en el
cual se aislaban las cualidades
comunes de los objetos o de las
cosas. Las cualidades de las cosas
para Husserl son todas individuales;
por eso se requiere de la intuición,
que es un mirar con evidencia las
esencias de los fenómenos.
50
Husserl, encuentra que la conciencia
es siempre conciencia de algo,
porque al analizar los contenidos de
la conciencia, se encuentra con que
ellos no pertenecen a la conciencia
sino que más bien la conciencia
tiende hacia el objeto, lo capta y es la
intencionalidad la que produce la
presencia inmediata de ese objeto.
Por eso podemos distinguir en un
primer momento la conciencia, como
una estructura de actos psíquicos que
son los que le dan el carácter
dinámico. Es lo que Husserl llama
“noesis”. Pero, por otra parte, están
los contenidos de esa conciencia, es
decir, que en todo acto conciencial
aparece algo como contenido de ese
acto, y esto, recibe el nombre de
“noema”. Los objetos se aparecen a
la conciencia y ésta busca una
apertura hacia los objetos.
Para que la filosofía sea rigurosa,
según Husserl, no ha de presuponer
nada en el estudio de la realidad.
Para llegar a justificar todo, tenemos
que partir de una cierta actitud natural
que nos lleva a poner entre
paréntesis todo lo que el sentido
común nos da por cierto. Esto sólo
se consigue con el método de las
reducciones fenomenológicas, el cual
procede así:
1. Reducción crítica:
Consiste en aceptar sólo las
vivencias que tienen del mundo, los
fenómenos, los actos de conciencia.
Pero suspende o coloca entre
paréntesis, todo el mundo, la realidad
espacio-temporal.
Es decir, no
hacemos uso alguno de la creencia
en el mundo. De manera que en esta
actitud sólo nos quedamos con el
“fenómeno puro”. La intención es que
renunciemos a todo lo que se ha
aceptado común y corriente: teorías,
opiniones, creencias religiosas, etc.,
para dejar que las cosas hablen por si
mismas, el fenómeno como tal.
Luego, nos abstenemos de todo juicio
existencial: como es el caso de que el
mundo existe, de que yo existo.
2. Reducción eidética:
Se pretende reducir el “fenómeno” a
su esencia. Tiende a separar las
cosas accidentales del “fenómeno”
para quedarse sólo con la esencia.
Tal sucede cuando, por ejemplo,
hacemos el paso de este árbol
(fenómeno) a la esencia de árbol, o
Epistemología
de los hombres concretos a la
esencia hombre. Queda, pues, entre
paréntesis todo aquello que no sea
dado en la intuición de las esencias.
manifiesta mediante una serie
indefinida de fenómenos subjetivos.
3. Reducción trascendental.
Podemos agudizar más la reducción.
Esas estructuras de “noesis” (actos
psíquicos) y de “noemas” (contenidos
de conciencia), tienen o viven de un
fundamento último que es la
conciencia, el yo puro, la conciencia
pura.
Pero esa conciencia se
presenta como un fundamento
absoluto, que no requiere para su
existencia de nada real. Mientras que
el mundo siempre se da referido a la
conciencia,
ésta
es
algo
independiente de las cosas.
La
conciencia pura se presenta como
una verdad indubitable, absoluta.
Al llegar a este último fundamento
podemos darnos cuenta de que la
conciencia es constituyente en cuanto
ella es la que da sentido a las cosas.
El mundo se reduce a experiencias
vividas, a actos concienciales. El ser
de las cosas reales se reduce a lo
pensado para mí. Lo real es lo que
yo capto y no la cosa en sí. Las
cosas se reducen a la unidad de la
conciencia que las piensa. El ser en
todas sus formas se determina y
estructura en el seno de la conciencia
y sólo en ella alcanza su sentido.
Eso no significa que lo real no exista,
sino, más bien, que su realidad se
51
Epistemología
Problema
Sistema
Representantes
 Platón
Época
427-347
Objetivismo
Realismo
 Aristóteles
 Santo Tomás
384-322
1224-1274
52
1685-1753
La esencia
del
conocimiento
(¿cuál es
la función
del sujeto
y el objeto
en
el
conocimie
nto?)
 Berckeley
 Fichte
 Schelling
 Hegel
1762-1814
1775-1854
1770-1831
Idealismo
Materialis
mo
 Mar
 Engel
 Lenín
 Stalin
1818-1893
1820-1895
1870-1924
1879-1953
Fenomeno
logía
 Husserl
1859-1938
Soluciones
Convierte las ideas en seres
reales, en sustancias, en
cosas, en causas de los
fenómenos, en modelos o
arquetipos.
Son
entes
separados.
Esas ideasobjetos
se
reflejan
pasivamente
en
el
entendimiento del hombre.
Las
ideas
no
son
representaciones de las cosas
reales
sino
entes
independientes.
Sólo
conociendo las ideas en su
necesidad y universalidad se
puede dar ciencia.
Los objetos, el mundo sensible
tienen
existencia
independientemente del sujeto que
los conoce. El conocimiento no es
más que una reproducción de la
realidad.
El origen de ese
conocimiento está en los sentidos y
ese material esta organizado por la
razón. Los sentidos reciben la
forma sensible, la inteligencia
elabora las ideas, las esencias.
Idelismo psicológico (Berckeley).
Confunde lo real con la percepción.
Idealismo Subjetivo (Fichte). Hace
del “Yo” la fuente originaria de lo
real. El es el principio de todo.
Idealismo Objetivo (Schelling). El
espíritu es fuente del ser y del
devenir, pero ese espíritu es
objeto.
La naturaleza se hace
conciente en el espíritu y el espíritu
se hace objetivo en la naturaleza.
Idealismo Racional
o lógico
(Hegel). Elimina la dualidad sujetoobjeto para reducirlo todo a una
actividad
del
sujeto.
La
autoconciencia o espíritu absoluto
por un proceso dialéctico engendra
lo real.
Consecuencias
Cae en una especie de
idealismo al decir que el
mundo sensible es una
proyección, una sombra del
mundo ideal.
Formula una
especie de innatismo e
identifica la idea con el ser.
Llegamos al conocimiento de
la verdad leyendo lo que ella
nos dice.
No obstante no
hacen un análisis crítico de la
forma como el sujeto conoce y
de la forma como el objeto se
nos da.
Es un realismo
natural.
La totalidad de lo real no es
más que una creencia del
espíritu. Preponderancia del
sujeto frente al objeto. Con
Hegel se llega a un idealismo
absoluto. Ruptura con el plano
real objetivo.
La realidad auténtica es la materia.
No es la conciencia la que
engendra el ser real, sino más bien
el ser real material engendra la
conciencia. La verdad no tiene
otro criterio de objetividad distinto a
la
praxis.
Reconoce
la
independencia de la realidad
objetiva frente a la conciencia. Esa
realidad material es la que se
refleja en la conciencia.
Se opone al idealismo y
reduce el conocimiento a un
proceso
de
objetivación
permanente,
progresivo,
dialéctico, pues la realidad
material también es dialéctica.
Concibe la conciencia absoluta
como el fundamento de todo
conocimiento, mientras que el
mundo siempre se da como
referido a la conciencia y esta
conciencia es la que da sentido a
las cosas. Reduce el ser de las
cosas a “lo pensado por mí”
La fenomenología como método
tiene aspectos importantes en
cuanto que exige una liberación de
prejuicios y concepciones que
falsean el conocimiento de las
cosas. No obstante, los críticos
acusan a Husserl de idealista.
Epistemología
1.5
OBJETIVIDAD
CONOCIMIENTO.
DEL
A lo largo de esta exposición de los
problemas implicados en una teoría
del
conocimiento
nos
hemos
encontrado
con
las
distintas
soluciones que han aportado los
filósofos en cada una de las épocas
del desarrollo histórico. No obstante,
existe aún un problema fundamental
por resolver, como es el criterio de
objetividad
de
nuestros
conocimientos. Hemos concebido el
conocimiento como una actividad;
¿pero esta actividad que
es
el
conocimiento,
puede llegar a coger la
realidad tal como es en
sí misma? ¿Existe un
fundamento
real,
absoluto,
del
conocimiento? ¿O, por
el contrario, el conocimiento es una
actividad progresiva y, como tal, la
realidad de la cual es expresión,
también se encuentra en proceso sin
que se espere de ella un ajuste total?
Lo único cierto es que la realidad es
dinámica,
está
en
continua
transformación, y si el conocimiento
es una actividad por la cual
intentamos reproducir, a nivel de
conciencia, esa realidad, lógico es
suponer que el conocimiento también
está en devenir, es dinámico,
progresa, cambia con el devenir de la
misma realidad.
La posición de que la verdad no es
más
que
una
adecuación
o
conformidad de nuestro pensamiento
con la realidad, con las cosas, parece
estar en crisis. Está sometida a una
revisión y de ella se han apartado las
epistemologías científicas y un gran
número de filósofos de la época
contemporánea.
Desde la antigüedad, podemos
observar
cómo
los
filósofos
presocráticos tenían la convicción de
que todo conocimiento verdadero
debía estructurarse no en las
apariencias de las cosas
sino en un fundamento
sólido al cual sólo tenía
acceso la razón. Conocer
ese principio fundamental
era conocer objetivamente.
Parménides entiende que la
verdad no puede ser otra cosa que el
desenvolvimiento del ser. Sólo hay
verdad en la autorrevelación del ser.
Pero esa tarea la cumple la razón
porque los sentidos no viven más que
de la apariencia, del engaño. No hay
pues más que un camino, el del ser, y
ese camino es el de la verdad. El
camino del error está dado por el que
afirme que el ser no existe.
Heráclito, por su parte, está
convencido de que la verdad sólo s
descubre a través de la razón. Los
sentidos no nos dan la naturaleza de
las cosas. Sólo la razón es capaz de
comprender la verdad del ser, uno y
53
Epistemología
en perpetuo movimiento, y de
conocer la razón que gobierna todas
las cosas.
54
Platón, bajo la influencia socrática y
de Anaxágonas, convierte el ser de
las cosas en una idea trascendente e
independiente de ellas. La verdad
hay que verla desde el mundo de las
ideas. En el teetetos nos muestra
cómo la ciencia es distinta de la
sensación, porque ésta es totalmente
relativa. La verdadera ciencia es de
lo inmutable, eterno, fijo, es decir, de
las ideas. Postulaba, por tanto, cierta
correspondencia entre la razón, los
pensamientos y la realidad, las ideas.
Pero esta correspondencia es, más
que todo, un conformarse con los
modelos-ideas. De todas maneras, el
verdadero conocimiento en Platón
requiere de la postulación de un
mundo inmutable, real, ontológico,
sustancial, eterno, necesario.
La
verdad es vista ya como una
estructura relacional.
Para Aristóteles se da una relación de
hecho entre el entendimiento y la
realidad. La verdad hay que ubicarla
en las cosas; conocer las cosas en
sus causas y en sus esencias es
conocerlas en su aspecto de
universalidad y de necesidad. Pero
esa necesidad se explica a partir de
las mismas cosas. La verdad para
Aristóteles está dada en la unión o
separación de conceptos.
En el
simple concepto no se da la verdad,
precisamente porque no hay relación.
Santo Tomás concibe así la verdad:
“Veritas est adaequatio intellectus
cum re” –la verdad es la adecuación
del pensamiento con las cosas-. La
verdad hay que plantearla como una
relación entre un objeto y el
entendimiento, como una relación
entre las cosa y lo que pensamos de
ellas. Lo que yo conozco es algo
independiente
de
mi
propio
conocimiento.
Todo juicio está
determinado por el objeto. Según
esto, la verdad es una igualdad, una
adecuación, entre pensamiento y el
objeto del pensamiento. Siempre que
se hable de verdad se implica
conformidad,
adecuación
del
pensamiento con la cosa. El ser se
nos presenta como algo objetivo y es
anterior a toda posible relación con el
entendimiento.
Con esto Santo
Tomás nos quiere poner de
manifiesto que las cosas en sí tienen
su propia verdad, su propia entidad.
Es lo que se llama la verdad
ontológica. A partir de esta verdad se
establece la relación de adecuación
al pensamiento, que eso constituye la
verdad lógica. La verdad ontológica
es fundamento de la verdad lógica.
Es en la operación del entendimiento
donde se da la verdad, es decir, en el
juicio. Sólo en el juicio afirmamos la
conveniencia de un predicado con un
sujeto o, por el contrario, negamos la
conveniencia del predicado respecto
del sujeto. El objeto, por tanto, del
conocimiento es todo aquello que
conocemos, pero no se confunde con
el acto de conocer.
Epistemología
En la edad moderna, Descartes
establece u fundamento distinto de la
verdad. Ese fundamento ya no son
las cosas como tales, no es lo real, lo
que existe con independencia del
sujeto que conoce, sino que el criterio
de objetividad hay que buscarlo en el
sujeto.
Para saber si nuestros
conocimientos son verdaderos o
falsos no necesito ir a las cosas.
Basta con que las ideas las conciban
como evidentes, claras y distintas,
para que de hecho las aceptemos
como verdaderas.
Estas ideas,
claras y distintas, y que se
constituyen
en
conocimientos
verdaderos, toman su fuerza no de
las cosas sino de la forma como se
presentan a mi mente. Todo lo que
se presente a mi mente claro y
distinto, es objetivo. La verdad para
Descartes no es una adecuación en
el sentido de que el conocimiento sea
una asimilación de lo real. La verdad
se ha vuelto algo inmanente. No
necesito salir de mí mismo para saber
si algo es objetivo. Por la claridad
con que se me presente la idea
supongo que le debe corresponder
algo de objetividad. No le importan
las cosas sino, más bien, lo que se
piense de las cosas. Las ideas como
criterios que me permiten juzgar
como objetivo lo que está fuera de
mí. La verdad ontológica de Santo
Tomás queda reducida a la claridad
con que se presenten las ideas.
Porque a partir de la claridad de las
ideas deduzco la objetividad de las
cosas. La verdad no depende del ser
real, sino de la claridad con que se
me presente la idea de ser en mi
mente.
Tanto Platón como Descartes tienden
a
elaborar
una
teoría
del
Conocimiento, estructurados en un
modelo de ciencia, como es la
matemática, cuyas verdades, para
ellos, son evidentes, necesarias,
universales, inmutables.
Sólo el
conocimiento racional de esas
características de la verdad.
La teoría Kantiana, por su parte, al
colocar al objeto en función de las
estructuras a priori del sujeto para
ubicar en ellas lo necesario y
universal de los juicios objetivos,
cambia el criterio de objetividad. Se
pierde el concepto de la verdad
trascendental o la verdad del ser
como algo que tiene su entidad
propia, capaz de dejarse conocer. No
podemos
conocer
más
que
fenómenos o las cosas como
aparecen. Pero la cosa en sí, el
“noumenos”,
es
totalmente
impenetrable a la razón, por lo cual,
el ser se reduce a algo puramente
fenoménico. Es el entendimiento el
que está dotado de unas estructuras
que hacen posible el hecho del
conocimiento
objetivo.
Esas
estructuras
so
condiciones
necesarias de objetividad pero en
ningún momento el entendimiento es
creador del objeto, ya que sobre el
entendimiento siempre actúa una
materia
suministrada
por
la
sensibilidad.
55
Epistemología
56
La verdad es para Kant adecuación,
pero no en el sentido tradicional. No
es que nuestro pensamiento se
adecue al objeto, a la realidad. Más
bien, el dato suministrado por los
sentidos es el que se adecua a las
estructuras a priori que ofrece el
sujeto. Es el entendimiento el que
constituye un dato sensible (materia
del conocimiento) es algo objetivo,
real. Kant está convencido que no se
puede encontrar un criterio universal
de la verdad por vía de los
fenómenos de experiencia, de la
materia. El criterio de objetividad sólo
podrá postularse a partir de la forma
del conocimiento.
“Es asimismo
evidente, por lo que al conocimiento
respecta en cuanto a la forma
(prescindiendo de su contenido), que
una lógica, al tratar de las leyes
generales
y
necesarias
del
entendimiento, expondrá también por
esas mismas leyes criterios generales
para la verdad.
Y todo lo que
contradiga a esas leyes es falso,
puesto que el entendimiento entonces
se pone en contradicción con las
leyes generales del pensar, es decir,
consigo mismo”. Esto significa que el
criterio de objetividad lo da la
estructura a priori del entendimiento y
no se puede buscar en el dato o
materia
que
proporciona
la
sensibilidad.
Hegel llevará a sus consecuencias la
posición kantiana respecto de la
objetividad del conocimiento.
En
efecto, para Kant el entendimiento
posee las estructuras a priori que son
condiciones de todo juicio objetivo.
Pero Hegel va a convertir al
entendimiento en constitutivo de la
cosa en sí, es decir, de lo real. Hegel
quita la conexión que Kant establecía
con el mundo de las cosas a través
de los sentidos. Lo mejor será que
tanto el contenido del conocimiento
como la forma del mismo, procedan
del sujeto. Lo real no es otra cosa
que despliegue de la razón. “La
verdad en sí y por sí, que es la razón,
es la simple identidad de la
subjetividad del concepto y de su
objetividad y universalidad”. El ser en
Hegel adquiere un valor metafísico y,
al mismo tiempo, su inteligibilidad, al
convertirse en razón, en idea. La
realidad no es más que un
autodespliegue de la idea, una
autodeterminación de la razón o del
espíritu.
La
verdad
queda
identificada con el proceso racional;
la
verdad
es
identidad
del
pensamiento consigo mismo y como
el pensamiento es dinámico, la
verdad también está en movimiento.
La verdad se halla en el devenir
interno de la idea.
Hegel identifica el ser como el
conocer, lo racional con lo real. La
verdad ha dejado de ser conformidad
para concebirla más bien como una
identidad. En Hegel no hay dualismo
sino que el sujeto reabsorbe el objeto
en el proceso racional, en tal forma,
que es la conciencia la que produce
el ser y no éste el que determina la
conciencia.
Epistemología
Ya hemos dicho que la verdad de un
juicio resulta de la concordancia con
la realidad. Pero Husserl afirma que
la adecuación no se realiza entre mi
representación y una realidad en sí
incógnita sino entre un acto de
intención significativo en el cual la
cosa es metida, el concepto y un acto
intencional en el cual la cosa se me
hace presente en su consistencia
propia: la plenitud intuitiva.
Para Husserl, por tanto, no se trata
de determinar el sentido de una
relación entre el pensamiento y el
mundo sino d determinar el sentido
de la trascendencia en la inmanencia,
que es la vida de la conciencia.
Toda la filosofía de Heidegger es una
especie de ontología de la verdad; su
tarea es proporcionarnos una especie
de analítica del ser; sólo en la medida
en que éste se nos manifieste
podemos hablar de verdad. Para
Heidegger las filosofías tradicionales
cometieron
un
descuido
del
verdadero sentido de la verdad. La
verdad no es otra cosa que el
desvelamiento,
desocultamiento,
presentación, apertura del ser a la
inteligencia del hombre.
No hay
adecuación entre el pensamiento y
las cosas, como piensan los
tradicionalistas, porque son cosas
muy distintas el objeto como tal y el
pensamiento sobre ese objeto. La
verdad no se puede reducir al acto
del juicio que hace el entendimiento.
Pero la verdad no es más que
descubrir lo que está cubierto, el
hombre siendo un ser abierto a las
cosas, sólo tiene que permitir que las
cosas sean, para que las puedan
descubrir, y esto que él descubre se
expresa en la proposición.
En
síntesis: no es la proposición o el
juicio el lugar fundamental de la
verdad sino que lo que el juicio
expresa es algo derivado, en cuanto
que éste se rige por lo “descubierto”
del ser. Hay pues que volver al ser
para poder entender la verdad. Esta
no es más que un modo del ser tanto
se da el ser cuanto se manifiesta.
¿Qué es el conocimiento verdadero?
El hombre tiende a creer que sus
conocimientos son verdaderos, es
decir, están siempre conformes con
los objetos, o que sus conocimientos
siempre expresan algo real.
Las
teorías anteriores, que han tratado de
resolver este problema de la verdad,
siempre lo han abordado teniendo en
cuenta la parte cognoscitiva. Por eso
siempre se habla de correspondencia
entre el pensamiento y el objeto.
Cada sistema tiene un concepto de
verdad
diferente
porque
han
explicado el conocimiento también en
forma diferente. Así, quienes dan más
importancia al sujeto –subjetivismo,
racionalismos, idealismos- no pueden
ver la verdad sino desde el polo de la
razón, el sujeto. Pero quienes dan
más importancia al objeto, tienden a
explicar la verdad desde la cosa
como tal. Para ellos el conocimiento
es una relación entre sujeto-objeto, la
verdad es una adecuación entre el
sujeto y el objeto. Son los que hablan
57
Epistemología
de una verdad que es conformidad,
correspondencia entre los dos
miembros
esenciales
del
conocimiento.
58
Ya hemos señalado cómo la
conciencia o el entendimiento en su
actividad es trascendente, es decir,
tiende hacia los objetos y logra de
ellos una representación que no es
absolutamente igual al objeto, sino
que capta de ese objeto aspectos,
matices, sin que por ello lo agote en
toda su realidad. Por el carácter
trascendente de la conciencia, se
establece la relación sujeto-objeto, y
sólo en esta relación se da
propiamente el conocimiento. Pero la
conciencia no sólo es trascendente,
representativa, sino que también es
dinámica, interpretativa, depuradora
de los datos que proceden a través
de sus sentidos, de la realidad
externa e interna. La conciencia no
refleja, como piensan algunos,
pasivamente los datos provenientes
de la realidad sino que ella tiene que
interpretarlos,
organizarlos,
relacionarlos y esto sería imposible si
por naturaleza ella no fuera dinámica.
Nuestro entendimiento, por tanto, no
es q1ue reciba pasivamente los datos
provenientes del mundo externo, ni
tampoco es que la conciencia
determine esos datos, como piensan
algunos sistemas filosóficos.
El
entendimiento debe integrar esos
elementos.
Por una partes la
conciencia
recibe
aportaciones
objetivas (por tanto, no crea sino que
se conforma) pero, por otra, lo que
recibe lo organiza, selecciona,
relaciona, lo confronta, no es pasiva
sino esencialmente activa. Además,
el entendimiento, en su acto
representativo no agota el objeto del
conocimiento (el conocimiento no es
absoluto) sino que siempre el
entendimiento
descubre
nuevos
elementos en el objeto, elementos
que no se dan de hecho
sino
mediante un proceso.
Todo
conocimiento está referido a las
cosas, a los objetos y la verdad nace
de la confrontación que hacemos con
esa realidad.
Cuando hablamos de que algo es
verdadero siempre suponemos la
referencia a un objeto a un hecho o a
una acción.
Hay, pues, en el
conocimiento
verdadero
cierta
correspondencia con los hechos.
Esto supone que los objetos aunque
no
fuesen,
en
un
momento
determinado
conocidos
por
el
entendimientos, tienen su identidad
propio, su propio ser; de ahí que se
hayan hecho distinciones entre varios
tipos de verdad: la verdad ontológica
que se refiere a los objetos, a las
cosas como tales. El ser de las
cosas, independientemente de que lo
conozcamos, es algo y en cuanto tal,
posee una riqueza que se manifiesta.
El ser es una verdad fundamental en
cuanto sobre ella podemos entender
la verdad formal, lógica. Si nada
existiera, nada conoceríamos; pero
gracias a que algo existe, algo
podemos conocer. A esta verdad del
ser, el cual posee una consistencia
Epistemología
interna que permite desvelarlo,
interpretarlo por la inteligencia del
hombre, a esta verdad de las cosas,
se le dio el nombre de Verdad
Ontológica. La verdad Lógica, por su
parte,
hace
referencia
a
la
correspondencia que debe existir
entre los contenidos de la conciencia
y los objetos. Esta verdad lógica es
la que se ha definido por la tradición
como la adecuación de la mente con
la realidad. La verdad así concebida
solo se puede dar a nivel de juicio,
donde se establece la proporción
entre el pensamiento y la realidad o,
mejor, entre el sujeto y el predicado.
La verdad lógica depende de una
serie de factores relativos al sujeto
que conoce así como al respectivo
objeto. De ahí que no puede existir
una verdadera proporción entre la
verdad lógica y la verdad ontológica,
entre lo que representamos y el
objeto representado. Esa adecuación
de la verdad lógica nunca es absoluta
sino relativa, siempre es susceptible
de una mejor adecuación entre el
pensamiento y la realidad. Y aunque
la verdad es la aspiración de nuestra
facultad intelectiva, ya sea en el
campo filosófico o en el científico,
tenemos que despojarnos de la
pretensión de llegar a verdades
plenas, absolutas, a lo sumo se dan
ciertas gradaciones en el intento de
conocer. Suárez, afirmaba con toda
razón que no podemos encontrar
toda la verdad ni evitar el error.
Nuestra mente tiene limitaciones y la
naturaleza del objeto no se deja
captar en el primer esfuerzo, sino
más bien,
intentos.
luego
de
reiterados
Lo que se busca en el conocimiento
es el descubrimiento del sentido del
mundo pero ese sentido lo da el
sujeto
con base a la misma
estructura de las cosas, del mundo.
La conciencia lo que hace es poner
de manifiesto lo que las cosas llevan
implícito.
Por eso se ha creído
tradicionalmente que la verdad es
una representación intelectiva de lo
que las cosas son en sí mismas. La
verdad que el hombre elabora en su
mente (lógica) depende de la verdad
de las cosas. Todo lo que se afirma
o
se
dice
desde
nuestro
entendimiento supone el nivel de lo
real, el nivel ontológico, pero no en el
sentido que lo entendía Descartes,
que por el hecho de que yo piense
algo con claridad ese algo existe, sino
más bien para indicar que en cuanto
se da lo real podemos lograr de él
cierto nivel de representación, cierta
asimilación progresiva de lo real.
“Al término de la Epistemología
podemos
describir
nuestro
conocimiento de la siguiente manera:
una actividad por la que me
perfecciono a mí mismo gracias a la
posesión consciente de la realidad
objetiva y subjetiva.
En este
enunciado es posible distinguir:

El sujeto cognoscente: yo;

El acto de conocimiento:
actividad inmanente;
59
Epistemología

El objeto conocido: lo real, lo
objetivo y lo subjetivo;

La finalidad remota:
perfecciono a mí mismo;

La finalidad propia y próxima:
posesión consciente de lo real.
me
Sin
embargo,
esta
posesión
consciente de lo real, a la que se
llega desde el primer acto integral de
mi conocimiento y que puedo
perfeccionar indefinidamente gracias
a nuevas experiencias y gracias al
razonamiento, tiene sus límites y sus
imperfecciones que le son esenciales.
60
En primer lugar mi conocimiento
explícito de lo real está limitado por
mi experiencia y, aunque atisbo la
posibilidad de un progreso indefinido
en el enriquecimiento de esta
experiencia, nada me autoriza a
suponer que llegará el día en que
habré adquirido el conocimiento
explícito de todo lo que existe. Por el
contrario, mi experiencia se me
presenta
como
superficial
por
naturaleza: la aprehensión de los
cuerpos que me rodean se hace por
contacto de orden espacial, por tanto,
esencialmente “superficiales”; a mí
mismo me aprehendo en el plano de
mis actividades sin que posea la
intuición de la realidad profunda de mi
yo. Estos hechos me inducen a
pensar que mi experiencia de lo real
será
siempre
inadecuada
con
respecto a la misma realidad. En
segundo lugar, la objetividad de mi
conocimiento, es decir, la posesión
consciente de lo real tal como es en
sí mismo, no es perfecta en todos los
aspectos. En efecto, esta posesión
se realiza en y por un acto inmanente
al sujeto y, desde luego, según el
“modo” de la capacidad propia del
sujeto; ahora bien, el sujeto que soy
yo tiene algunas particularidades que
en ciertos aspectos mediatizan la
objetividad
perfecta
de
mi
conocimiento.
Por otra parte, la verdad desde el
punto de vista científico, implica
también ciertas posiciones, que bien
vale la pena analizar someramente.
G. Bachelard, a través de su extensa
obra de carácter epistemológico,
sienta ciertas bases o formula ciertas
tesis en lo que respecta al
conocimiento
científico.
Está
plenamente convencido de que los
conocimientos
científicos
son
objetivos.
Así lo demuestran la
Química y la Física.
La ciencia
garantiza los valores, los valores que
se adquieren a través del desarrollo
de las vivencias contemporáneas.
Esto significa que la “verdad
científica” se impone por sí misma y
que esa pretensión de que requiere
un fundamento filosófico, parece no
ser tan convincente.
Basta con
observar la forma como procede la
ciencia para estar seguros de la
objetividad de lo que dice. Tesis por
demás contraria a los planteamientos
kantianos.
Kant sostenía la
Epistemología
necesidad
de
determinar
las
condiciones
del
conocimiento
científico por medio de un análisis de
la facultad cognoscitiva tanto de la
sensibilidad como del entendimiento.
Por otra parte, Bachelard concibe los
conocimientos
científicos
como
encadenados en una verdad que se
ve
modificada,
aumentada
progresivamente, que se acrecienta
con nuevas verdades. Es un proceso
en el que no es posible asignarle
ningún tipo de límite.
Para él,
quienes pretenden establecer límites
absolutos a la ciencia, están
planteando problemas en forma
equivocada.
“El proceso del
establecimiento de las verdades
científicas es un proceso sin fin”.
Esto significa que para Bachelard el
proceso
del
conocimiento
es
dialéctico; pero no se trata de una
dialéctica tal como la formuló Hegel,
sino de una dialéctica que implica un
impulso a un continuo avance del
proceso científico. La historia de la
ciencia implica “rupturas”, si se quiere
saltos, que vienen a ser movimientos
de
“rectificación”
del
saber
establecido.
En toda ciencia a
medida que avanza se producen
modificaciones en los conocimientos
o principios anteriores hasta llegar a
producir
otros
nuevos
y así
sucesivamente:
el
movimiento
dialéctico consiste en destruir para
crear.
Por su parte, Kart Popper es
partidario
de
considerar
el
conocimiento como un desarrollo
progresivo. No obstante nos advierte:
“Pues el hecho cierto es que también
nosotros consideramos como tarea
de la ciencia la búsqueda de la
verdad y que, al menos desde la obra
de Tarsky, ya no tememos decirlo.
En realidad, sólo con respecto a este
objetivo, el descubrimiento
de la
verdad, podemos decir que, aunque
seamos
falibles,
tenemos
la
esperanza de aprender de nuestros
errores. Sólo la idea de verdad nos
permite hablar con sensatez de
errores y de crítica racional y hace
posible la discusión racional, vale
decir, la discusión crítica en busca de
errores, con el serio propósito de
eliminar la mayor cantidad de éstos
que podamos, para acercarnos más a
la verdad. Así, la idea misma de error
–y de falibilidad- supone la idea de
una verdad objetiva como patrón al
que podemos no lograr ajustarnos.
(en este sentido la idea de verdad es
una idea reguladora)
Aceptamos, pues, la idea de que la
ciencia es la búsqueda de la verdad,
esto es, de teorías verdaderas
(aunque nunca lleguemos a ellas,
como señaló Jonófanes), o aunque
nunca sepamos que son verdaderas
en el caso de que lleguemos a ellas).
Pero también insistimos en que la
verdad no es el único objetivo de la
ciencia. Queremos más que la mera
verdad: lo que buscamos es una
61
Epistemología
verdad más interesante, verdad a la
cual es difícil llegar”14.
62
Mario Bunge concibe el conocimiento
científico como algo falible, es decir,
que es imposible esperar la
formulación de verdades definitivas
en el proceso científico. La Ciencia
verifica pero a la vez desconforma
ciertas teorías o las supera con la
formulación de nuevos problemas en
un cuerpo de conocimientos dados.
No pretende reconocer barreras a
priori que limiten el conocimiento
científico. Aún los principios más
generales y seguros son postulados
que pueden ser corregidos en un
momento dado. Así la ciencia o la
verdad científica no se convierte en
sistema dogmático sino siempre
controvertido y abierto y, por eso, la
ciencia siempre está en progreso.
“Obsérvese que no pretendemos que
el
conocimiento
científico,
por
contraste con el ordinario, el
tecnológico o el filosófico, sea
verdadero. Ciertamente lo es con
frecuencia y siempre intenta serlo
más y más. Pero la veracidad, que
es un objetivo, no caracteriza el
conocimiento científico de manera tan
inequívoca como el modo, medio o
método por el cual la investigación
científica plantea problemas y pone a
prueba las soluciones propuestas”15.
14
Popper, Kart. El desarrollo del conocimiento científico. Editorial
Paidos. Buenos Aires.
15
Bunge, M. La Ciencia, su método y su filosofía. Editorial Siglo XX,
Buenos Aires.
Epistemología
Cuando hablamos de nuestra actividad cognoscitiva estamos
implicando no sólo nuestro modo de vivir sino, ante todo, la manera
como nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Cuando
hablamos de conocimiento hacemos referencia a la toma de
conciencia de aquellas realidades como el espacio, el tiempo, las
experiencias del yo, de los otros, del mundo externo, del hecho
social; situaciones que, en alguna forma, producen en nosotros
estados mentales de seguridad, de duda, de afirmación o de
negación.
Nicolás Malebrache lleva el racionalismo a la demostración de que entre la razón y
la fe no puede existir contradicción pues ambas tienen la misma fuente. La
certeza y la verdad total sólo se alcanzan en la compenetración de ambas ramas
del saber. Su interés radica en el afán de hace una síntesis filosófica en la que la
ciencia se muestre envuelta en la fe.
El apriorismo Kantiano pretende demostrar que en el campo del conocimiento no
es el sujeto el que debe mirar y ordenar el objeto. El sujeto no es el que gira
alrededor del objeto. Por el contrario, es el objeto el que gira en torno del sujeto.
Así quedo demostrado. La realidad no la conocemos como es sino como aparece:
fenómenos. La cosa en sí, el “noumenos”, no es posible conocerlo. El sujeto es el
que, a través de sus estructuras a priori, tanto de la sensibilidad (espacio-tiempo)
como del entendimiento (categorías o conceptos) y la razón (ideas a priori
regulativas) condiciona la posibilidad del conocimiento científico. El nuevo criterio
de la verdad no serán las cosas como tal sino las estructuras a priori del sujeto;
porque ellas son las que garantizan la objetividad de un juicio. Esa demasiada
importancia para las estructuras a priori, frente al dato caótico de los sentidos, es
lo que ha llevado a algunos críticos a considerar a Kant como subjetivista e
idealista trascendental. Por otra parte, Kant no acepta que el conocimiento
científico sea el conocimiento de la esencia de las cosas, porque las cosas no las
conocemos en su esencia sino en su apariencia. Por eso tuvo la necesidad de
dotar a los apriorismos de necesidad y de universalidad.
63
Epistemología
1. Dé algunas razones de por qué el conocimiento es algo fundamental o
esencial al hombre.
2. Explique y relaciones los diferentes tipos de saber.
3. Explique con sus propios términos cuál es el objeto de la Epistemología.
4. establezca la diferencia y la relación entre Epistemología, Lógica y
Metodología. Sustente sus respuestas.
5. ¿Qué diferencia existe entre considerar el conocimiento como un “hecho” y
el conocimiento como “proceso”?
6. ¿Qué relación puede existir entre conocimiento y marcos sociales?
64
Epistemología
2
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO
65
Epistemología
Desde la antigüedad se intentó formular una teoría de la ciencia, una
Epistemología caracterizada por un tipo de saber universas y
necesario. La Epistemología recibe un gran impulso en el siglo XVIII
por parte de Dambet, luego en el siglo XIX, Dugald Stewart. Ya hacia
1900, aparecen ciertas posturas críticas ante lo que fue la ciencia
clásica, lo cual originó un movimiento de gran importancia cuyo fin
era hacer una fuerte “crítica de las ciencias. En esta unidad veremos
todo este desarrollo y sus implicaciones y consecuencias en el
desarrollo de la teoría de la ciencia.
66
Epistemología
Al finalizar el estudio de esta unidad el alumno:
 Disertar sobre la filosofía de la ciencia y sus diversas concepciones.
 Podrá sustentar sobre positivismo lógico, el falsacionismo de Popper,
los programas de investigación científica de Lákatos y otros.
 Conocerá los métodos de la epistemología.
 Habrá aprendido sobre la investigación científica.
 Sabrá definir qué es un problema.
67
Epistemología
ACTIVIDAD PREVIA: (Trabajo independiente).
 Lea detenidamente la Unidad 2 de manera individual.
 Responda de manera escrita la Evaluación Inicial de la Unidad 2
 Haga un resumen conciso sobre todo el tema de esta Unidad.
resumen le ayudará a profundizar sobre el tema.
Este
 Una vez terminado el resumen, debe hacer un análisis general sobre toda
la Unidad, para que afiance lo leído.
ACTIVIDAD EN GRUPO (CIPAS).
 Reunidos en sus grupos de estudios (CIPAS), lean nuevamente la Unidad
2.
68
 Una vez leída la Unidad 2, socialicen los resúmenes elaborados de manera
individual e independiente.
 Socialicen las respuestas de la Evaluación Inicial, que respondieron de
manera individual.
 Desarrollen los ejercicios que se encuentra al final de la Unidad 2 y
discútanlos en el grupo de estudios.
Estos ejercicios deben ser
socializados en la sesión junto con todos los compañeros de grupo y
entregados al tutor.
 Haga un resumen de cada una de las lecturas complementarias que se
encuentran al final de la Unidad. Este resumen debe ser discutido con sus
compañeros de grupo y entregado al tutor.
Epistemología
EVALUACIÓN INICIAL- ATREVETE A OPINAR
1. ¿Qué cree usted que es la filosofía de la ciencia y para qué
se utiliza?
2. Enuncie los métodos epistemológicos que conoce.
3. ¿Qué es la investigación científica?
69
Epistemología
2.1 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA:
PRINCIPALES CONCEPCIONES.
"Ciencia es el intento de hacer que la
caótica
diversidad
de
nuestra
experiencia sensorial se corresponda
con un sistema de pensamiento
lógicamente uniformado....... Las
experiencias sensoriales son la
materia dada al sujeto, pero la teoría
que
las
interpretará
es
una
construcción del hombre..." (Einstein,
1940).
70
Tradicionalmente se ha
asignado el carácter de
científico a un conjunto
de conocimientos cuando
utilizaban
un
procedimiento
metodológico similar al de
las ciencias puras –matemáticas o
física- utilizando a éstas como
modelos, incluso el calificativo de
“puras”
parece
confirmarlo.
Actualmente, la aparición de nuevas
teorías en el campo de la filosofía de
la ciencia, sobre todo a partir de los
años sesenta, han intentado dar un
nuevo enfoque a la concepción
metodológica de la ciencia, distinto
del tradicional*.
Se puede considerar que la
referencia a los hechos, los
fenómenos, así como las unidades de
análisis, es conocimiento, pero en sí
mismo no es ciencia, no constituyen
un “conocimiento cierto de las cosas”,
un conocimiento preciso, por sus
causas (Corominas, 1998). Para que
haya ciencia, además de un ámbito
empírico hace falta también teoría
(además de método, por supuesto,
que se expondrá más adelante),
construcción teórica de la realidad de
los fenómenos por medio del método,
de la investigación.
Einstein (1940) considera que las
teorías son construcciones del
hombre. En otras palabras, una teoría
es un conjunto de conceptos
abstractos e hipótesis elaborados por
el hombre que tratan, entre otras
cuestiones, de dar forma,
representar y explicar
algo
(Engler,
1999;
Fierro, 1996a; Pervin y
John, 1997).
Como tal actividad de
construcción, la teoría es
una red de proposiciones sobre
“relaciones
regulares”
entre
acontecimientos
o
fenómenos;
actividad mediante la que se trata de
responder a los enigmas, los retos
que el flujo de la realidad presenta al
entendimiento. Por tanto, las teorías
científicas tratan de poner en la
realidad, en la “caótica diversidad de
nuestra experiencia sensorial” (que
diría Einstein), algún “orden racional”,
algún ordenamiento de la razón.
Diferentes autores proponen distintos
y
complementarios
modos
de
establecer dicho orden racional. El
modo más frecuente establece como
tareas la explicación y la predicción
(Bermúdez, 1985e; Levy, 1970;
Carver y Scheier, 1996). Pervin
(Pervin, 1975; Pervin y Jonh, 1997)
Epistemología
propone como requisitos de las
diferentes teorías dar respuesta a las
preguntas de qué, cómo y porqué.
Otros autores (González, 1987)
hablan de establecer dicho orden a
partir del análisis de la regularidad
objeto de interés, la ordenación o
estableciendo de distintos niveles de
generalización, y la relación de cada
una de las partes en la visión global
de la teoría. Teniendo en cuenta
estas
consideraciones,
y
en
coherencia con Fierro (1996c), se
pueden resaltar varios modos de
establecer dicho orden racional, que
abarcan y expanden a los anteriores:
investigación,
al
conocimiento
empírico, contribuyen a poner los
hechos de manifiesto. Esta función
heurística destaca sobremanera en
ciertas filosofías de fundamentación
del conocimiento científico, como la
epistemología de Popper, que resalta
justamente que, en la observación
científica, las hipótesis teóricas
preceden a la captación de los
hechos.
1) El más básico y elemental es el
análisis “clasificador”, en el cual,
sobre los hechos o descubrimientos,
y de modo parsimonioso, se realizan
operaciones de descripción, análisis,
y categorización en alguna estructura
inteligible; con lo cual se dota a la
teoría de una función integradora de
conocimientos.
5)
Las
distintas
ciencias
se
comunican entre sí (cuando se
centran en la misma realidad, aunque
sea, como suele ser, desde
perspectivas diferentes) por medio de
las teorías, de las aportaciones o
cristalizaciones teóricas de cada una.
Esto lleva al quinto modo de
establecer
orden
racional
que
propone, que es el desarrollo de
concepciones
globales,
transdisciplinares del ser humano, la
sociedad, el universo, y que se logra
por medio de la comunicación.
2) El segundo orden destacado es el
procesual y “causal”; orden de
determinación, de influencia, que
suele conferir a las teorías su
potencial explicativo.
Por todo ello, se puede decir que la
Economía Aplicada, tiene que poner
orden racional en su campo empírico
mediante un conjunto de operaciones
encaminadas a:
3) La predicción, la anticipación de la
ocurrencia de los fenómenos, es otra
tarea exigible a cualquier sistema
organizado de conceptos.
1) dar cuenta y hacer inteligibles los
fenómenos propios de su ámbito
4) Las teorías, las “buenas” teorías,
han de ser también lo más
“heurísticas” posible. Por ello, las
teorías anteceden, se anticipan, a la
2) responder mediante enunciados a
las cuestiones que generan los
hallazgos, y explicar las relaciones
encontradas entre estos,
71
Epistemología
3) generar nuevos descubrimientos,
poner
en
relieve
hechos
insuficientemente investigados, y
4) descubrir y explicar las relaciones
de su campo empírico con “otros
mundos” exteriores a la economía,
con los de otras ciencias (acaso
humanas y sociales) que también se
ocupan del estudio de personas y
comportamientos. Según que las
teorías de la personalidad cumplan
mejor o peor con estas funciones de
la construcción teórica (entre otras
cuestiones) serán juzgadas como
mejore o peores.
72
Existen
diferentes
criterios
epistemológicos para delimitar las
buenas de las malas teorías, las
científicas de las metafísicas. El
positivismo del Circulo de Viena
considera que se puede distinguir la
ciencia de la no ciencia a partir de
una valoración general y ahistórica de
los métodos. Así mismo, considera
que un enunciado es científico
cuando puede deducirse de otros que
han sido objeto de comprobación.
Entre sus principios básicos destaca
la verificabilidad (comparación de las
afirmaciones teóricas o derivadas de
una teoría con la observación) como
criterio de demarcación entre ciencia
y no ciencia, y la noción de
confirmación de teorías (Chalmers,
1976).
En el neopositivismo se plantean
unos criterios de demarcación entre
ciencias/no
ciencias
diferentes.
Popper (1959) rechaza ideas de
verificación, confirmación e inducción,
y opta por el criterio de falsación o
falsabilidad o refutabilidad, y enfatiza
el carácter hipotético-deductivo de la
ciencia. Desde aquí, si las teorías son
conjeturas
o
construcciones
hipotéticas, las teorías científicas son
aquellas que expresan claramente los
modos concretos que permitirían
contrastarlas, declararlas falsas. Así,
la veracidad de una teoría no viene
garantizada por un cúmulo de
evidencias a favor de sus hipótesis; la
teoría debe ser rechazada cuando
predice un fenómeno y éste no
ocurre. Considera, así mismo, que
ninguna teoría puede ser establecida
de modo concluyente, sino que el
conocimiento
es
provisional,
revisable, y debe ser considerado
correcto provisionalmente, hasta su
falsación; y plantea así mismo que
cualquier hipótesis es legítima hasta
que sea rechazada (falsada).
Kuhn (1962) y otros autores en esta
corriente falsacionista, frente a la idea
poperiana de que la validez de los
principios científicos es ajena a las
influencias sociohistóricas, resaltan
las influencias internas y externas a la
comunidad científica en el desarrollo,
aceptación y rechazo de las teorías;
por tanto, consideran que el cambio y
el progreso científico hay que
estudiarlo en su lógica sociohistórica
(no como consecuencia necesaria de
un avance lineal en la aplicación del
método, en el descubrimiento de la
realidad). Kuhn cuestiona la falsación
en sentido estricto, no comparte con
Epistemología
Popper el rechazo completo de una
teoría rebatida, y describe las
revoluciones para alcanzar nuevos
descubrimientos. Se detectan dos
etapas en el desarrollo científico de
las ciencias normalizadas: en una hay
un consenso en la comunidad
científica respecto a la utilización de
las soluciones dadas en el pasado a
los
problemas,
creándose
las
soluciones universales denominadas
por Kuhn “paradigmas”. En un
segundo momento, conforme las
“soluciones universales” van dejando
de ser eficaces, se van buscando
nuevas teorías y herramientas de
investigación. Si una resulta superior
a las existentes, se va aceptando y
cuestionando a la anterior hasta
producir una “revolución científica”.
Estas rupturas conllevan cambios de
conceptos, problemas, soluciones,
métodos..., es decir, llevan a un
nuevo “paradigma”.
Por todo ello, se puede considerar
que, en un contexto sociohistórico
determinado, la bondad de las teorías
viene determinada por la refutabilidad
de sus enunciados. La Economía
Aplicada (Estructura Económica)
habrá de ser considerada una ciencia
si sus teorías producen enunciados
falsables, por tanto, aquellas teorías
que así los producen pueden ser
consideradas científicas.
La teoría es uno de los pilares
básicos de la construcción científica
del conocimiento (amén de ámbito
empírico y método), y como se
apuntaba antes no se puede pensar
que dichas teorías son un nivel de
construcción “aséptico”, sino que a
las teorías, al proceso mismo de
teorización, subyace una visión del
mundo, de la persona, de la ciencia
sociohistóricamente dependientes; es
decir, la elaboración teórica, y por
tanto,
la
fundamentación
del
conocimiento científico, está afectada
por un conjunto de convenciones que
modulan, condicionan la elaboración
de modelos, las tácticas de
investigación,
las
técnicas
de
recogida y tratamiento de los datos, la
explicación
de
los
resultados
(Bermúdez, 1985b; Fierro, 1996c). Es
decir, que la teorización está
condicionada por unas coordenadas
paradigmáticas.
El concepto de paradigma fue
introducido por Kuhn (1962), quien
propone un número considerable de
definiciones del mismo. Todas estas
definiciones apuntan a que un
paradigma viene a ser un conjunto de
reglas respecto al que hay un
considerable consenso, es decir,
reglas
compartidas
por
una
comunidad, respecto a los problemas
y las soluciones; reglas que modulan
la elaboración teórica, cuál sí y cual
no es un objeto de estudio,
recopilación de datos, estrategias y
técnicas metodológicas, alternativas
explicativas de los fenómenos... Es
decir, que el paradigma constituye el
conjunto
de
directrices
(o
coordenadas paradigmáticas) que
implica una visión del mundo, del ser
73
Epistemología
humano, de la ciencia, y que
condiciona el proceso de teorización.
Por
tanto,
los
modelos
paradigmáticos
son
modelos
generales de referencia para la
elaboración teórica y la investigación.
74
Otra nota que caracteriza a los
modelos paradigmáticos es que son
incompatibles, lo cual se mantiene en
la escala descendente de elaboración
teórica. Esto implica que las
teorías pertenecientes a
diferentes paradigmas son
irreconciliables
e
incompatibles.
Sin
embargo, las teorías
derivadas de un mismo
modelo
básico
(paradigma) pueden y
suelen
agruparse
formando "familias" de
teorías. Además, las teorías
de una misma familia o grupo
pueden y suelen diferir en contenidos
y problemas que abordan, pero esas
diferencias
serán
compatibles
(Bermúdez, 1985b).
Por tanto, el proceso de investigación
y teorización puede verse inserto en
una organización jerárquica, que
constituye un modelo de investigación
en un momento sociohistórico
determinado.
El
modelo
paradigmático refiere a ese nivel
superior de organización en que se
ubican los modelos metafísico y
epistemológico, cuyas características
(o supuestos) e implicaciones se
pueden localizar en cualquier área de
conocimiento. Las características de
ese primer nivel se pueden encontrar
en el segundo nivel, el de
construcción teórica e investigación,
en el que se habla de "modelos
teóricos", o "planteamientos teóricos".
Y en el tercer nivel se localizan las
teorías específicas, integradas en
algún modelo teórico.
Caracterizados
con
las
notas
expuestas en los párrafos
anteriores, los modelos
paradigmáticos
son
modelos metafísicos y
epistemológicos,
que
proporcionan
el
"contexto" en que se
forman los diferentes
modelos
teóricos
y
teorías de un nivel
inferior, presentando las
directrices generales de
agrupamiento de las diferentes
teorías. Son, de acuerdo con Kuhn
"realizaciones
científicas
universalmente
reconocidas
que
durante cierto tiempo proporcionan
modelos de problemas y soluciones a
una comunidad científica".
De manera más precisa vamos a
determinar las concepciónes que en
la
evolución
del
conocimiento
científico
destacan
como
fundamentales, las cuales son las
siguientes:
El método Inductivo.
Esta
metodología
se
asocia
originariamente a los trabajos de
Epistemología
Francis Bacon a comienzos del siglo
XVII. En términos muy generales,
consiste en establecer enunciados
universales ciertos a partir de la
experiencia, esto es, ascender
lógicamente
a
través
del
conocimiento científico, desde la
observación de los fenómenos o
hechos de la realidad a la ley
universal
que
los
contiene.
Resumiendo las palabras de Mill
(1973, las investigaciones científicas
comenzarían con la observación de
los hechos, de forma libre y carente
de prejuicios. Con posterioridad -y
mediante inferencia- se formulan
leyes universales sobre los hechos y
por
inducción
se
obtendrían
afirmaciones aún más generales que
reciben el nombre de teorías.
Según este método, se admite que
cada conjunto de hechos de la misma
naturaleza está regido por una Ley
Universal. El objetivo científico es
enunciar esa Ley Universal partiendo
de la observación de los hechos.
Atendiendo a su contenido, los que
postulan
este
método
de
investigación distinguen varios tipos
de enunciados:
• Particulares, si se refieren a un
hecho concreto.
• Universales, los derivados del
proceso de investigación y probados
empíricamente.
• Observacionales, se refieren a un
hecho evidente.
Haciendo hincapié en el carácter
empirísta de esta metodología, la
secuencia seguida en este proceso
de investigación puede resumirse en
los siguientes puntos (Wolfe, 1924,
pág. 450):
1. Debe llevarse a cabo una etapa de
observación y registro de los hechos.
2. A continuación se procederá al
análisis
de
lo
observado,
estableciéndose como consecuencia
definiciones claras de cada uno de
los conceptos analizados.
3. Con posterioridad, se realizará la
clasificación
de
los
elementos
anteriores.
4. La última etapa de este método
está dedicada a la formulación de
proposiciones
científicas
o
enunciados universales, inferidos del
proceso de investigación que se ha
llevado a cabo.
Según estos empiristas clásicos, se
han de considerar teorías científicas
las formadas por conjuntos de
enunciados probados empíricamente
y que, o bien describen hechos
firmes, o bien son generalizaciones
inductivas de aquellos. La teoría no
es aceptada hasta que no haya sido
probada. De este modo, vemos en
estos empiristas un rechazo frontal
hacia toda especulación teórica sobre
campos del conocimiento en los que
no
se
pueda
realizar
una
contrastación empírica.
75
Epistemología
76
Este enfoque inductivo de ciencia
empezó a derrumbarse gradualmente
en la segunda mitad del siglo XIX
bajo la influencia de los escritos de
Match, Poincare y Duhem, a
principios de nuestro siglo empezó a
tomar una visión prácticamente
opuesta en los trabajos del Círculo de
Viena.
Algunos
autores
contemporáneos
han
criticado
duramente
esta
metodología
(Hempel, 1966, pp. 11-12; Medawar,
1969, pág.40) argumentando una
serie de cuestiones que ponen en
duda
su
eficacia,
como
la
imposibilidad de recopilar todos los
hechos relacionados con el fenómeno
en el que estamos interesados o el
hecho de que la experimentación sea
sólo utilizada como un simple
procedimiento
para
generar
información.
Por otro lado, el denominado
“problema de la inducción” es un
tema que presenta determinadas
implicaciones incluso para aquellos
que no suscriben la metodología
inductivista. La cuestión se plantea
ante la duda de si la evidencia
inductiva puede ser utilizada para
predecir futuros acontecimiento, en
consecuencia, el problema de la
inducción surge a partir de nuestra
incapacidad
para
proporcionar
elementos racionales que puedan ser
utilizadas para explicar algo más allá
de la evidencia disponible (Pheby,
1988, pág. 7)
El método Deductivo.
Antes de iniciar unas breves
pinceladas obre este método, es
interesante resaltar una distinción
importante entre deductivismo y
deducción, lo mismo que podría
establecerse entre inductivismo e
inducción. La deducción, tanto si es
axiomática como matemática, puede
emplearse de manera que facilite el
análisis estadístico y el contraste. Sin
embargo, el deductivismo implica que
la estadística y el conocimiento
empírico es tan transitorio que no
vale la pena y que un primer análisis
deductivo puede proporcionar una
mejor
comprensión
de
un
determinado fenómeno (Pheby, 1988,
pág. 14).
Las primeras consideraciones del
método deductivo podrían remontarse
a los trabajos de Descartes a
comienzos del siglo XVII, en su afán
de encontrar un método que
proporcionara un mejor conocimiento
de las diferentes esferas de actividad.
Por consiguiente, los objetivos de
Bacon y Descartes eran similares, sin
embargo, la forma de conseguirlos
era
diametralmente
opuesta.
Descartes utilizaba la deducción y las
matemáticas como punto referencial,
mientras que Bacon le prestaba muy
poca atención a estos instrumentos.
Centrándonos en el deductivismo, se
trata de un procedimiento que
consiste en desarrollar una teoría
empezando por formular sus puntos
de partida o hipótesis básicas y
Epistemología
deduciendo luego sus consecuencia
con la ayuda de las subyacentes
teorías formales. Sus partidarios
señalan
que
toda
explicación
verdaderamente científica tendrá la
misma estructura lógica, estará
basada en una ley universal, junto a
ésta, aparecen una serie de
condicionantes iniciales o premisas,
de las cuales se deducen las
afirmaciones sobre el fenómeno que
se quiere explicar.
El
argumento
deductivo
se
contrapone al método inductivo, en el
sentido de que se sigue un
procedimiento
de
razonamiento
inverso. En el método deductivo, se
suele decir que se pasa de lo general
a lo particular, de forma que partiendo
de unos enunciados de carácter
universal y utilizando instrumentos
científicos, se infieren enunciados
particulares, pudiendo ser axiomáticodeductivo, cuando las premisas de
partida
están
constituidas
por
axiomas, es decir, proposiciones no
demostrables,
o
hipotéticosdeductivo, si las premisas de partida
son hipótesis contrastables.
Las leyes universales vendrán dadas
por proposiciones del tipo “en todos
los casos en los que se da el
fenómeno A, se da también el
fenómeno B. Estas leyes tendrán un
carácter determinista cuando se
refieran
a
fenómenos
>”B”
individuales y carácter estocástico
cuando hagan mención a clases de
fenómenos “B” que se den con una
cierta probabilidad.
La actuación seguida por
investigador sería la siguiente:
el
1.
Planteamiento
del
conjunto
axiomático de partida. El criterio que
debe seguirse en esta etapa debe ser
el de la sencillez. Los supuestos
deben
incorporar
sólo
las
características más importantes de
los
fenómenos,
debiendo
ser
eliminadas las irrelevantes. Debe
existir
coherencia
entre
los
postulados,
sin
que
haya
contradicción entre unos y otros.
2. Proceso de deducción lógica,
partiendo siempre de los postulados
iniciales, es decir, de la etapa
anterior.
3. Enunciado de leyes de carácter
general, a los que se llegará
partiendo del conjunto axiomático y a
través del proceso de deducción.
Del procedimiento lógico se infiere
que las explicaciones y predicciones
siguen las mismas reglas de
deducción, la única diferencia está en
que la explicación se produce una
vez que ha ocurrido el suceso,
mientras que la predicción tienen un
carácter apriorístico.
Para citar una causa determinada
como explicación de un fenómeno
concreto, hemos de someterlo a una
ley universal. En el caso de la
predicción, partimos de una ley
universal y de un conjunto de
77
Epistemología
premisas
deduciendo
de
ellos
proposiciones acerca del fenómeno
desconocido.
78
La idea de la existencia de un
paralelismo entre la naturaleza de las
explicaciones y de las predicciones
ha sido denominada “tesis de la
simetría”. Este concepto ha suscitado
numerosas críticas. Se argumenta
que la predicción no tiene por qué
implicar explicación, e incluso que la
explicación no tiene por qué implicar
predicción alguna. Esta conclusión
nos parece razonable, en cuanto que
para predecir el valor
futuro de una variable
basándonos en sus
valores históricos no es
necesario explicar la
naturaleza de la misma,
basta con aplicar los
métodos
estadísticos
apropiados. Igualmente, para explicar
la naturaleza de la variable no es
necesario extrapolar valores futuros.
A estos efectos comenta Blaug (1985,
pág. 22): “Mientras para la predicción
es suficiente con que exista
correlación entre dos variables, par la
explicación es necesario saber
acerca de la naturaleza de las
variables y de algo que determine
cuál es la variable causa y cuál la
variable efecto”.
Por
último,
finalizaremos
la
descripción del método deductivo
afirmando que, dada la dificultad para
contrastar
empíricamente
las
hipótesis básicas, se da cada vez un
mayor grado de abstracción de las
teorías construidas a partir de este
procedimiento, lo que conlleva la
construcción de modelos como
representación simplificada de la
realidad, con el consiguiente riesgo
de separación entre modelo y
realidad. Sin embargo, es preciso
señalar, como apunta Pheby (1988,
pág. 14), que existe una clara
separación entre deductivismo y los
procedimientos de deducción que
habitualmente
se
emplean
en
economía.
La
deducción,
sea
axiomática o matemática, puede ser
empleada para facilitar los
análisis estadísticos y test
de hipótesis, en cambio el
deductivismo postula que
el conocimiento estadístico
y empírico es transitorio,
un
primer
análisis
deductivo puede proporcionar mejor
comprensión de los fenómenos.
El positivismo Lógico.
Se denomina Positivismo Lógico a un
conjunto de corrientes filosóficas, con
ciertos rasgos comunes, que tuvieron
su origen fundamentalmente en
Viena, 1925.
Los positivistas Lógicos del Círculo
de Viena utilizaban el método
Inductivo
cuyos
postulados
fundamentales son (Katauzian, 1982):
- La investigación científica comienza
con la observación parcial o
experiencia personal.
Epistemología
- Las observaciones son formuladas
mediante hipótesis primarias o
enunciados singulares, totalmente
libres
de
prejuicios
mentales,
describiendo
un
determinado
acontecimiento o estado de las cosas
en un lugar y un momento prefijados.
- Los enunciados singulares derivan
en enunciados universales.
- Mediante el procedimiento se llega a
la elaboración de teorías generales
que se someten a contrastación por
medio de un método adecuado de
observación o experimentación para
verificar sus implicaciones.
- Si la contrastación tiene éxito se
acepta la teoría; de otro modo se
rechaza.
La sujeción a test empíricos justifican
las teorías para los positivistas
lógicos
entendiendo
que
el
conocimiento se deriva objetivamente
de los hechos objetivos vacíos de
opiniones personales.
Las críticas a los empiristas lógicos
vienen por el lado de la inducción
(que para Popper no precisa
justificación ni es necesaria) ya que
nunca se dispone de la seguridad de
que no aparezcan hechos que
contradigan las leyes emanadas de la
experiencia, así como la búsqueda
del número de pruebas necesarias
para validar las leyes o teorías
generales sin entrar en la prueba ad
infinitum. De tales críticas, Carnap y
Neurath emprendieron el desarrollo
de una versión más moderna
denominada Empirismo Lógico que
reemplaza el concepto de verificación
por el de gradual incremento de la
confirmación mediante la utilización
del método estadístico inductivo y
realizando un apoyo probabilístico de
sus conclusiones sobre la base de la
acumulación de observaciones, de tal
modo que una prueba negativa puede
llevar a replantear la imagen del
mundo real, el modelo y las hipótesis,
y una prueba positiva sirve para
incrementar la aceptación gradual de
la teoría.
El intento del empirismo lógico por
salvar la inducción a través de la
confirmación
no
resuelve
los
problemas planteados, puesto que
aparece el problema de precisar la
probabilidad de una ley o teoría y el
propio de la pureza u objetividad de
los
hechos
sobre
los
que
experimentar, así como una total
despreocupación por la lejanía de la
construcción ideal y la práctica del
investigador. El empirismo lógico se
centra en cinco puntos (Medina,
1989):
- Sólo son ciencias las ciencias
naturales.
- Sólo su metodología es universal.
- La lógica interna de las ciencias es
ajena a factores sociales.
- El proceso de conocimiento
científico es acumulativo.
79
Epistemología
- La filosofía de la ciencia establece
normas que aumentan el rigor de las
ciencias.
El
Falsacionismo
Popper.
80
de
Karl Popper es punto de
referencia obligado entre los
padres de concepciones
filosóficas que explican el desarrollo
de la ciencia, puesto que su tesis
supuso un fuerte giro en la forma de
entender la metodología, ostentando
una importante significación en el
contexto
de
la
moderna
caracterización de la ciencia. Gonzalo
Angulo (1983) dice de él que “de
entre los filósofos y científicos del
primitivo Círculo de Viena, sobresale
Karl Popper, probablemente el
metodólogo más influyente del
presente siglo, que representa
además el lazo de unión de las
concepciones
epistemológicas
tradicionales con las modernas”.
El falsacionismos surge en 1935 con
la publicación de la obra “La lógica de
la investigación científica” del filósofo
K. Popper. La influencia de esta
concepción metodológica ha sido
fundamental en el campo de la
filosofía de las ciencias sociales y de
la economía en particular. Este autor
critica el método inductivo y en
general cualquier método que sea
partidario de aplicar un criterio de
verificación empírica de las teorías.
En primer lugar, crítica el método
inductivo, hasta el punto que se ha
llegado a decir que la falsación es la
antítesis del inductivismo (Pheby,
1988, pág. 24). Este autor apunta que
se comete con frecuencia
el error de identificar a
las ciencias empíricas
como
aquéllas
que
emplean
el
método
inductivo. Popper rompe
con
la
racionalidad
aparente de este método: “Desde un
punto de vista lógico, dista mucho de
ser obvio que estemos justificados al
inferir
enunciados
universales
partiendo de enunciados singulares,
por elevado que sea su número, pues
cualquier conclusión que sacamos de
este modo corre siempre el riesgo de
resultar algún día falsa” (Popper,
1962, pág. 27). A este respecto Blaug
(1985, pág.30) parafraseando las
palabras de Popper nos explica que
la inducción desde casos particulares
hasta la formulación de una ley
universal exigirá un salto ilógico de
pensamiento, lo que podría llevarnos
a conclusiones falsas, aunque
nuestras premisas fueran verdaderas.
En segundo lugar, Popper critica el
principio
de
verificabilidad,
su
razonamiento consiste en plantear
que por muchas pruebas que
tengamos para apoyar una teoría,
nunca podemos estar seguros de que
la siguiente observación no será
incompatible con ellas. De esta
forma, una contrastación basada en
observaciones particulares, aunque
éstas sean muy numerosas, lo único
que hace es no refutar la teoría, pero
no demuestra que sea verdadera. En
Epistemología
este sentido, Popper afirma: “Las
teorías no son nunca verificables
empíricamente. Si queremos evitar el
error positivista de que nuestro
criterio de demarcación elimine los
sistemas teóricos de la ciencia
natural, debemos elegir una criterio
que nos permita admitir en el dominio
de la ciencia empírica incluso
enunciados
que
no
puedan
verificarse” (Popper, 1962, pág.39).
La principal aportación metodológica
de Popper, puede resumirse de la
siguiente forma, aunque una teoría no
puede ser verificada, sí puede ser
falsada, es decir, si el conjunto de
observaciones favorables no puede
demostrar la veracidad de una teoría,
un hecho contrario a ella, puede
demostrar que la teoría es falsa. A
partir de aquí, Popper establece un
criterio de demarcación, distinguiendo
entre la ciencia y la no-ciencia,
concluyendo que a una teoría se le
otorga el carácter de científica si es
susceptible de ser falsada, en caso
contrario, no es científica: “Estas
consideraciones nos sugieren que el
criterio de demarcación que hemos
de adoptar no es el de la
verificabilidad,
sino
el
de
la
falsabilidad de los sistemas. Dicho de
otro modo, no exigiré que un sistema
científico pueda ser seleccionado, de
una vez para siempre, en un sentido
positivo, pero sí que sea susceptible
de selección en un sentido negativo
por medio de contrastes o pruebas
empíricas, ha de ser posible refutar
por la experiencia un sistema
científico empírico” (Popper, 1962,
pág. 40).
Un problema importante en la
metodología popperiana es el del
relevo de teorías, cómo y cuándo se
sustituye una teoría por otra. A este
respecto,
el
científico
estará
dispuesto a proceder a la sustitución
por razones de lógica, porque la
segunda explique más hechos que la
primera, porque lleve a predicciones
más detalladas etc.
El criterio utilizado por Popper para
contrastar dos teorías y elegir la
mejor entre ellas fue primero el
“grado de corroboración”, que como
indica Pheby (1988, pág. 27) se trata
de una guía más cualitativa que
cuantitativa para aceptar una teoría.
Posteriormente introdujo el concepto
de “verosimilitud lógica”, utilizando
sus propias palabras: “Una teoría
está más cerca de la verdad que otra
si, y sólo si, se siguen de ella
enunciados más verdaderos, pero no
enunciados más falsos, o, al menos
igual
número
de
enunciados
verdaderos, pero menos falsos”
(Popper, 1988, pág. 62). En definitiva,
el grado de verosimilitud se refiere a
ponderar el contenido –verdadero y
falso- de las diferentes teorías. El
procedimiento que propone Popper
para mejorar el conocimiento es el
siguiente, se parte del problema
objeto de estudio, se extraen
conclusiones o teorías que dan una
explicación al problema.
81
Epistemología
La teoría es contrastada con
resultados de experimentos y datos
obtenidos de la realidad, mientras la
teoría no sea falsada es admitida
provisionalmente. Si por el contrario
es falsa, deberá abandonarse debido
a que alguno de los principios sobre
los que se fundamenta es falso y
sustituirse por una teoría alternativa.
En este sentido, algunas de las reglas
más importantes de la línea
popperiana
son
las
siguientes
(Johansson, 1975):
1. La naturaleza científica de una
teoría
se
determina
por
su
susceptibilidad a la falsación
82
2. Una nueva teoría, para que se
aceptada, deberá siempre contener
mayor contenido empírico que sus
predecesoras.
9. Cualquier nueva teoría debería ser
contrastable independientemente.
Según la teoría popperiana el
proceso científico comienza cuando
las observaciones entran en conflicto
con las teorías existentes; entonces
se proponen nuevas teorías que son
sometidas a rigurosos tests empíricos
con el fin de refutar las hipótesis. Si
una teoría es refutada, aunque sea
por una única prueba en contra, debe
abandonar el cuerpo de las teorías
científicas. Por el contrario aquéllas
que sobreviven al falsacionismo
serán corroboradas y aceptadas. Esto
es, en pocas palabras, el criterio de
refutabilidad levantado por Popper
frente al inductismo, al verificalismo y
al probabilismo.
es
En un principio, como señala
Albendea (1970), el problema que
trataba de resolver Popper era el de
trazar una línea divisoria entre los
enunciados de índole metafísica, o, lo
que es lo mismo, encontrar un
método capaz de distinguir entre
proposiciones
científicas
y
no
científicas. “Conjuntamente -apunta-,
su criterio de demarcación se
convierte, al mismo tiempo, en
instrumento
metodológico
de
veracidad científica, de tal manera
que las proposiciones que no sean
corroboradas por tal método, aunque
pudieran ser tales proposiciones
científicas, aparecen como falsas”.
8. Deberíamos minimizar el número
de axiomas a emplear
Por tanto, una proposición es
científica cuando es susceptible de
ser falseada por algún hecho
3. Una nueva teoría aceptada debería
ser capaz de explicar todos los éxitos
pasados de sus predecesoras
4. Las teorías deberían siempre ser
contrastadas tan rigurosamente como
sea posible.
5. Una teoría que ha sido
experimentalmente refutada debería
ser rechazada.
6. Cualquier teoría refutada no
debería retomarse en una etapa
posterior
7. Una teoría
inaceptable
inconsistente
Epistemología
(Popper, 1967). De esa forma, en la
búsqueda de refutaciones, es como la
ciencia puede progresar y avanzar.
La ciencia progresa gracias al ensayo
de prueba y error. En palabras de
Popper, el avance de la ciencia se
encuentra “porque buscamos la
verdad (incluso aunque nunca
podamos estar seguros de haberla
encontrado) y porque las teorías
refutadas
son
reconocidamente
falsas, mientras que las teorías no
refutadas
pueden
ser
todavía
verdaderas” (Popper, 1980).
intrínsecamente la posibilidad de su
falsabilidad.
Según la concepción de Popper, el
progreso y avance de las ciencias
surge de un proceso por el cual las
teorías son superadas por otras más
fuertes y más testables.
2. Estudio de la forma lógica de la
teoría, con objeto de determinar su
carácter.
Sin embargo, a diferencia de la
interpretación positivista, según la
cual la contrastación ha de ser
probatoria de la verdad o falsedad de
un enunciado o teoría, Popper
mantiene que las teorías no son
nunca verificables empíricamente,
pero sí falsables. Entiende que dado
que no podemos comprobar todos los
posibles casos contenidos por una
hipótesis científica, no podemos
utilizar en la contrastación la
verificación, sino la falsación. Así, el
criterio de demarcación que, según
él, debe distinguir el carácter
científico de una teoría estriba no en
su verificabilidad, sino en la
posibilidad de que pueda ser
refutada, es decir, que ostente
Tal y como expresa el profesor
Donoso Anés (1995), el mencionado
autor
distingue
“cuatro
procedimientos de llevar a cabo la
contrastación deductiva de teorías
una vez que han sido extraídas por
deducción lógica sus conclusiones:
1. Comparación lógica de las
conclusiones: con lo que se somete a
contraste la coherencia interna del
sistema.
3. Comparación con otras teorías
para averiguar si la teoría examinada
constituiría un adelanto científico.
4. Contrastación por medio de la
aplicación
empírica
de
las
conclusiones que pueden deducirse
de ella”.
El método deductivo que utiliza la
contrastación empírica del punto 4
según Popper (1980) sería el
siguiente:
“Con ayuda de otros enunciados
anteriormente aceptados se deducen
de la teoría a contrastar ciertos
enunciados singulares. Se eligen
entre estos enunciados los que no
sean deducibles de la teoría vigente
y, más en particular, los que se
encuentren en contradicción con ella.
A continuación tratamos de decidir en
83
Epistemología
lo que se refiere a estos enunciados
deducidos (y a otros), comparándolos
con los resultados de las aplicaciones
prácticas y de experimentos. Si la
decisión es positiva, esto es, si las
conclusiones singulares resultan ser
aceptables, o verificadas, la teoría a
que nos referimos ha pasado con
éxito la contrastación (por esta vez),
no hemos encontrado razones para
desecharla. Pero si la decisión es
negativa, o sea, si las conclusiones
han sido falsadas, esta falsación
revela que la teoría de la que se han
deducido lógicamente es también
falsa”.
84
Por ello la posible validez de una
teoría no se adquiere, de una vez
para siempre, de las observaciones
que la preceden, como defiende el
inductivismo, sino que ha de
confirmarse con la verificación
posterior.
Popper, en contraposición a lo
apuntado por Waismann (1930) y
Schlick (1931) en relación a que un
enunciado es verdadero sólo si es
susceptible
de
verificación
concluyente, fijó su atención en las
teorías de Marx, Freud, Adler y
Einstein. Consideró que mientras la
teoría sobre la gravitación de este
último era claramente contrastable y,
por tanto, refutable, la de los primeros
era de gran admiración, sobre todo su
aparente poder explicativo. Tanto la
teoría marxista como la psicoanalista
se habían convertido en irrefutables.
Aquélla porque, aunque refutada, sus
seguidores la reinterpretaron para
hacerla compatible, y éstas porque
siempre se adecuaban a los hechos
ofreciendo
una
capacidad
de
interpretación en todos los casos.
Como consecuencia de lo anterior,
elaboró una serie de leyes, entre las
que destacan (Popper, 1967):
- La facilidad con la que es posible
obtener
verificaciones,
si
son
confirmaciones lo perseguido.
- La teoría científica implica una
prohibición, de tal forma que cuanto
más prohíbe una teoría tanto mejor
es.
- Cuando una teoría no es refutable
por ningún suceso concebible, no
puede considerarse como científica.
- El test de una teoría constituye un
intento de refutación de la misma. En
tal caso, la testabilidad equivale a la
refutabilidad.
- Sólo en el caso de que los
elementos de juicio confirmatorios
sean el resultado de un test de la
teoría, deberán ser tenidos en cuenta.
- Ciertas teorías genuinamente
estables suelen ser objeto de
reinterpretación, pero sólo a costa de
rebajar o destruir su estatus científico.
Como de alguna manera ya
apuntamos
anteriormente,
para
Popper la creencia tan extendida de
la inferencia inductiva de enunciados
universales a partir de la observación
adolece de la inconsciencia, ya
Epistemología
sostenida por Hume, de que “no
puede haber ningún argumento lógico
válido que nos permita establecer que
los casos de los cuales no hemos
tenido ninguna experiencia se
asemejan a aquellos de los que
hemos tenido experiencia” (Popper,
1967). Por tanto, como indica Kraft
(1966), la validez de los enunciados
empíricos no descansa sobre la
inducción, sino sobre la verificación
ulterior de las hipótesis establecidas
por vía de ensayo. Desde esta óptica,
dada la posibilidad de renovada
comprobación, la validez de tales
enunciados no es definitiva, sino
siempre provisional.
Por tanto, la concepción de Popper
se basa en la simple distinción entre
psicología del conocimiento y lógica
del conocimiento, de lo cual se deriva
la necesidad de distinguir el proceso
de concebir una teoría de los
métodos de su examen lógico, pues
la tarea de este análisis del
conocimiento científico “consiste pura
y exclusivamente en la investigación
de los métodos empleados en las
contrastaciones sistemáticas a que
debe someterse toda idea nueva
antes de que se la pueda sostener
seriamente” (Popper, 1980).
Este autor propugna frente al
inductivismo, que en lugar de esperar
regularidades como resultado de la
repetición, debemos tratar de imponer
regularidades, al mundo, de descubrir
similaridades en él en función de
hipótesis establecidas por nosotros,
es decir, en lugar de proceder de la
observación a la teoría, actuar a la
inversa: sin la previa fijación de
premisas, saltar a conclusiones,
aunque
después
debamos
descartarlas
si
la
observación
muestra que son erróneas.
Se trata, en definitiva, de una teoría
del ensayo de la prueba y error, de
conjeturas y refutaciones, en virtud de
lo cual “las teorías científicas no son
una recopilación de observaciones,
sino que son invenciones, conjeturas
audazmente formuladas para su
ensayo y que deben ser eliminadas
sin
entrar
en
conflicto
con
observaciones
que,
además,
raramente serán accidentales, sino
que se las emprende, como norma,
con la definida intención de someter a
prueba una teoría para obtener, si es
posible, una refutación decisiva”.
Para el profesor Cañibano (1979), la
metodología aportada por Popper se
estaba convirtiendo en dogma a
pasos agigantados: la búsqueda
incesante de falsación por los
científicos de sus propias teorías a fin
de proceder al rechazo de las mismas
era algo que no se daba en la
realidad, pues es un hecho que las
teorías seguían siendo utilizadas aún
sabiéndose falsadas, toda vez que
los científicos no disponían de otras
más satisfactorias. Por ello, como
alternativa
a
la
metodología
popperiana fueron surgiendo otras
propuestas que pasamos a analizar a
continuación.
85
Epistemología
Las críticas al planteamiento de
Popper provienen de autores, sobre
todo de Feyerabend, de cuya
aportación
nos
ocupamos
posteriormente, que consideran que
sus reglas son demasiado severas,
estando más próximas a ocultar que
a promover el conocimiento científico.
Los
programas
de
investigación científica de
Lákatos.
86
Este autor mantiene una
posición crítica tanto frente a
Kuhn como a Popper, intenta unir la
interpretación
metodológica
de
Popper con la necesidad planteada
por Kuhn de conocer la historia y el
desarrollo de una ciencia. En
palabras de Blaug (1985, pág. 54):
“Lakatos es menos duro con la
ciencia que Popper, pero mucho más
duro que Kuhn, y se siente siempre
más inclinado a criticar la mala
ciencia con la ayuda de una buena
metodología que a evaluar las
especulaciones
metodológicas
recurriendo a la práctica científica”,
Los “Programas de Investigación
Científica”, forman el concepto
fundamental
de
la
aportación
metodológica
de
Lakatos.
El concepto de programa de
investigación de Lákatos “surge como
consecuencia de una respuesta a las
críticas que Popper formuló a las
ideas sobre los paradigmas de Khun”
(Cañibano y Gonzalo, 1995). Este
autor, el filósofo de la ciencia más
importante a juicio de Feyerabend,
consciente de la dificultad de realizar
el falsacionismo ingenuo y de la
necesidad de incluir hipótesis ad hoc
para el avance científico, se aleja de
Popper señalando que para la
comparación de teorías hay que
verificar
el
contenido
factual
excedente y no analizar si posee más
falsadores que otra. Para Lákatos
(1970) las teorías que constituyen un
programa de investigación pueden
presentar “cambios progresivos” o
“cambios degenerativos”. Una cadena
de teorías T1, T2, ... es progresiva si
satisface las siguientes condiciones:
- Tn tenga un contenido empírico
excedente sobre Tn-1, Tn predice
hechos nuevos, improbables e
incluso
prohibidos
por
Tn-1.
- Tn explique el éxito previo de Tn-1,
todo contenido no refutado de Tn-1
está
contenido
en
Tn.
- Tn tenga corroborado algo o todo el
exceso
de
contenido.
Si no ocurre lo anterior, el cambio es
degenerativo.
Este giro es importante porque existía
un problema, ya comentado por
Kuhn, sobre la inconmensurabilidad
de paradigmas (teorías), pero este
problema no es debido a los propios
paradigmas sino a la falta de un
objetivo común con el que medirlos y,
en este caso, Lákatos unifica el
objetivo en el concepto de contenido
excedente. Pero la clave no está sólo
en proponer un nuevo objetivo para
Epistemología
comparar teorías, sino que además
elude la cuestión de la validez del
conocimiento actual centrando la
atención en ver porqué existe y si
está creciendo o no, como señala
Lákatos
(1981):
En
ciencia
aprendemos de la experiencia no la
verdad (o probabilidad) ni la falsedad
(o improbabilidad) de las teorías, sino
el
progreso
y
degeneración
empíricas, relativos a los programas
de investigación científica (P.I.C). Por
programa de investigación científica
entiende una configuración de teorías
interconectadas, ninguna de las
cuales se considera totalmente
autónoma por lo que es difícil
descartar teorías individuales sin
hacer referencia al programa de
investigación
como
un
todo.
Por otra parte, si nos centramos en la
metodología de los programas de
investigación, ha de subrayarse que
Lákatos (Lákatos y Musgrave, 1975)
considera que las más grandes
realizaciones
científicas
son
programas de investigación que
pueden ser evaluados en términos de
cambios progresivos y cambios
degenerativos de problemas; y las
revoluciones científicas consisten en
un programa de investigación que
pasa a suceder a otro -superándole
en progreso-. Para él, la unidad
básica de evaluación no debe ser una
teoría aislada o conjunto de teorías
aisladas, sino un “programa de
investigación”
con
un
núcleo
aceptado por convenio y con una
heurística
positiva
que
“define
problemas, traza las líneas generales
de la construcción de un cinturón
protector de hipótesis auxiliares,
prevé anomalías y las convierte
victoriosamente en ejemplos, todo
ello según un plan preconcebido”.
Según Lákatos (1976) un programa
de investigación no es más que un
conjunto de reglas metodológicas,
heurístico positivas unas y heurístico
negativas otras, que nos definen
cuales son los senderos a seguir y
cuales los problemas a evitar para la
elaboración de nuevas teorías.
De esta forma, en un programa de
investigación se pueden distinguir dos
elementos principales: un núcleo,
elemento característico del programa
especificado
por
la
heurística
negativa, e irrefutable por decisión
metodológica de sus protagonistas, y
un cinturón protector en el que se
desarrolla una serie de hipótesis
auxiliares
y
se
realizan
las
adaptaciones precisas. Es este
cinturón protector de hipótesis
auxiliares quien tiene que resistir el
peso de las contrastaciones e irse
ajustando y reajustando, o incluso ser
sustituido
por
completo,
para
defender el núcleo que de ese modo
se hace más sólido. Un programa de
investigación tiene éxito si todo esto
lleva a un cambio de programas
progresivo; no tiene éxito si lleva a un
cambio de problemas degenerativo.
En la metodología de los programas
de investigación científica (MPIC) las
87
Epistemología
revoluciones
científicas
no
se
analizan como cambios bruscos, que
decía
Kuhn,
sino
como
el
reemplazamiento progresivo de PIC.
La aparición de anomalías no invalida
los PIC mientras tengan fuerza, es
decir, no sean eliminados por otros
con mayor contenido excedente. Por
tanto el número de anomalías no es
el elemento crucial en la comparación
de teorías o programas, sino que la
evaluación requiere la comparación
con otro cuyo núcleo central sea
incompatible y de ello se valorará,
como se ha comentado, el contenido
excedente
suplementario.
88
Para este autor la ciencia en su
conjunto puede ser considerada
como un enorme programa de
investigación dotado de la regla
heurística de Popper de diseñar
supuestos que tengan más contenido
empírico que sus predecesoras: “La
historia de la ciencia es la historia de
los programas de investigación, más
que la historia de las teorías”*.
De esta forma lakatos propuso una
nueva teoría que describió como
“falsacionismo sofisticado, que gira
en torno al concepto de “ programa
de
investigación”
frente
al
“falsacionismo
ingenuo”
que
considera a las teorías científicas
aisladamente y exige su rechazo
cuando no están de acuerdo con la
realidad.
Lakatos
rechaza
las
consideraciones aisladas de las
teorías como instrumentos para
realizar evaluaciones científicas. Lo
que se debe evaluar son grupos de
teorías con más o menos relación o
“programa
científicos
de
investigación”, que Lakatos define
como:
“Reglas metodológicas: algunas nos
dicen las rutas de investigación que
deben ser evitadas (heurística
negativa), y otras, los caminos que
deben seguirse (heurística positiva)”
(Lakatos,
1989,
pág.
65).
Por tanto Lakatos divide el programa
en dos partes: la “heuristica negativa”
y la “heurística positiva”. La heurística
negativa de un programa es su
“núcleo central” o “núcleo firme”, los
enunciados
muy
básicos
que
sostienen todo el edificio no
sometiéndose
al
proceso
de
falsación. En cambio, la heurística
positiva constituye el contenido de
investigación del programa, es más
fácil de contrastar y conduce a la
formulación de otros conceptos y
teorías descritas como “el cinturón
protector”. Por tanto, el núcleo central
puede sobrevivir a refutaciones,
mientras el resta está abierto al
rechazo o mejora. Siguiendo a
Lakatos:
“El cinturón protector de hipótesis
auxiliares debe recibir los impactos
de las contrastaciones y para
defender al núcleo firma, será
ajustado y reajustado e incluso
completamente sustituido” (Lakatos,
1989,
pág.66).
Epistemología
El núcleo central está referido al
conjunto de teorías centrales que
reúnen los logros más notables en
ese campo de conocimiento. El
cinturón protector comprende el
conjunto de hipótesis auxiliares
destinadas a ser sometidas a
contraste con los hechos, con la
posibilidad de que resulten refutadas.
Lakatos distingue dos tipos de
programas
de
investigación:
progresivos y degenerativos. Un
programa de investigación científico
será calificado de progresivo si las
sucesivas
formulaciones
del
programa suponen un aumento de su
contenido empírico con respecto a la
formulación anterior y además este
aumento
de
contenido
resulta
contrastado con la realidad. La
característica fundamental de los
programas degenerativos es que
brindan soluciones “a posteriori”,
tratando de acomodarse a cualquier
hecho ya observado. De acuerdo con
el criterio comentado, un programa de
investigación
no
se
considera
científico de forma perpetua, sino que
es provisional y puede pasar, a
medida que se descubren nuevos
hechos, de la fase progresiva a la
degenerativa y viceversa. Para Blaug
(1985), tendríamos de esta forma un
criterio de demarcación entre ciencia
y no ciencia que además es histórico,
puesto que incluye la evolución de las
ideas en el tiempo.
Para el profesor García Martín (1984)
“en los propósitos de Lákatos se ha
de señalar la integración de la obra
de
Popper
de
las
críticas
provenientes de la nueva filosofía de
las ciencias, en especial las
efectuadas por Khun. Así, de Popper
desarrolla la idea sobre la sustitución
constante de unas teorías antiguas
por otras nuevas. Este principio de
proliferación lo integra con el
concepto kuhniano de ciencia normal,
a fin de explicar la inercia de las
teorías a ser sustituidas hasta que
surgen las anomalías. Con estos
elementos, Lákatos confecciona un
esquema de progreso de la ciencia a
través de la historia. Estas ideas las
desarrolla a través de programas de
investigación científica, similar al
paradigma de Kuhn, como alternativo
al de teoría; de lo que se deduce que
es una sucesión de teorías y no una
teoría dada la que se evalúa como
científica
o
pseudocientífica”.
Según Giner Inchausti “en un intento
de aproximación cabría decir que: la
ciencia normal, a la que Kuhn se
refiere avanza dentro de un programa
de investigación, que la actividad de
los científicos de esta etapa,
orientada a la resolución de
problemas dentro del paradigma se
corresponde con la existencia del
llamado
cinturón
protector
de
Lákatos. También puede entenderse
que la transición de una época de
ciencia normal a una situación de
crisis, en terminología de Kuhn, se
corresponde con la transición de un
89
Epistemología
programa progresivo a la fase
degenerativa de un programa de
investigación lakatosiano, y que la
sustitución revolucionaria de un viejo
paradigma por otro equivale al
abandono de un programa por otro
nuevo, una vez sustituido el núcleo
central” (Giner Inchausti, 1994).
.
90
Uno de los ataques más fervientes
contra todo tipo de esquemas
metodológicos se produce
con
la
aportación de
Feyerabend.
Su
pensamiento se halla
recogido principalmente
en su obra “Contra el
método: esquema de una
teoría
anarquista
del
conocimiento”, donde se
muestra
opuesto
a
la
racionalidad científica como
guía para cada investigación.
Parte del hecho de que no existe
norma en la metodología científica
que no haya sido atacada en algún
momento en el transcurso histórico
de la ciencia. A este respecto
Feyerabend (1986, pág. 7) explica:
“Descubrimos entonces, que no hay
una sola regla, por plausible que sea,
y por firmemente basada que esté en
la epistemología, que no sea
infringida en una ocasión u otra”.
Feyerabend mantiene que la mayor
parte
de
las
investigaciones
científicas nunca se han desarrollado
siguiendo un método racional.
Sostiene que el anarquismo debe
reemplazar al racionalismo y que el
progreso intelectual sólo puede
alcanzarse enfatizando la creatividad
y los deseos de los científicos más
que el método. En su agresión a la
metodología preconizada por Popper,
este autor niega el principio de
refutación como vía para la formación
de teorías por considerar que impide
el desarrollo de la ciencia, puesto que
no permite el desarrollo de hipótesis
alternativas hasta que no se haya
producido la refutación de la
primera: “El requisito de
aceptar sólo aquellas teorías
que son consistentes con los
hechos
disponibles
y
aceptados nos deja también
sin ninguna teoría, pues no
existe ni una sola teoría que
no tenga una dificultad u otra....
El método correcto no debe
contener reglas que nos obliguen a
elegir entre teorías sobre la base de
la falsación. Por el contrario, las
reglas de dicho método deben hacer
posible elegir entre teorías que ya
fueron contrastadas y resultaron
falsadas” (Feyerabend, 1986, pág.
49).
En su obra Contra el Método.
Esquema de una Teoría Anarquista
del Conocimiento (Feyerabend, 1975)
afirma que el método de la ciencia
actual condiciona no sólo a las
personas normales sino también a los
científicos.
Epistemología
“La idea de un método que contenga
principios firmes, inamovibles y
absolutamente
obligatorios
para
conducir la
actividad científica
tropieza con graves dificultades
cuando se confronta con los
resultados
de
la
investigación
histórica. Entonces nos encontramos
con que no hay una sola regla, por
plausible que sea, por firmes que
sean
sus
fundamentos
epistemológicos,
que
no
sea
infringida en una u otra ocasión. Es
evidente que tales infracciones no
son
acontecimientos
meramente
accidentales, no son resultado de la
insuficiencia del conocimiento o de
descuido que pudieran haberse
evitado” (Feyerabend, 1975).
“Mi intención no es abolir las reglas ni
demostrar que no tienen valor alguno.
Mi intención es más bien ampliar el
inventario de reglas y proponer un
uso distinto de las mismas. Es este
uso el que caracteriza mi posición y
no cualquier contenido determinado
de las reglas” (Feyerabend, 1975).
Para Martínez Freire (1990) esto
último debe interpretarse como que
“las reglas no deben usarse como
moldes previos a los que se ajusta la
investigación prescindiendo de las
características de ésta, sino que en
una investigación determinada se
usará una regla u otra según interese
e incluso se abandonarán las reglas
ya existentes para inventar una
nueva”.
De ahí que para este autor, la
sumisión a reglas y normas haga, a la
larga, estéril el trabajo del científico; y
más que una teoría del camino recto,
se ha de escribir una teoría del error.
“La ciencia como realmente la
encontramos en la historia es una
combinación de tales reglas y de
error. De lo que se sigue que el
científico que trabaja en una situación
histórica particular debe aprender a
reconocer el error y a convivir con él,
teniendo siempre presente que él
mismo está sujeto a añadir nuevos
errores en cualquier etapa de la
investigación. Necesita una teoría del
error que añadir a las reglas ciertas e
infalibles que definen la aproximación
a la verdad” (Feyerabend, 1975).
Según Feyerabend, la única regla de
contrastación de teorías consistirá en
compararlas, no con la experiencia,
como sugerirán Popper y Lákatos,
sino
con
sistemas
teóricos
combinados con ésta. “La evidencia
relevante para la contrastación de
una teoría T a menudo sólo puede
ser sacada a la luz con ayuda de otra
teoría T‟, incompatible con T‟‟
(Feyerabend, 1975).
Por último, como señala Martínez
Freire
(1990),
la
actitud
de
Feyerabend “es útil para evitar
dogmatismos en Metodología pero su
radicalidad le lleva a olvidar la
existencia
de
patrones
de
descubrimiento que son eficaces.
Finalmente, las consideraciones de
Feyerabend son relevantes en el
91
Epistemología
contexto de la investigación en
nuevos campos de estudio, pero no
pueden pretender aplicarse a la
práctica científica en campos de
estudio ya conocidos, donde la rutina
en el uso de reglas es posible”.
Para Feyerabend, la ciencia progresa
cuando existe independencia y
autonomía
en
la
utilización
metodológica y no sometimiento a
normas estrictas de investigación.
Blaug (1985, pág. 63) resume la
aportación de Feyerabend de la
siguiente forma: “Feyerabend no está
en contra del método en las ciencias,
sino que más bien está en contra del
método en general, incluyendo su
propio consejo de ignorar todo
método”.
92
El método de las ciencias sociales.
En los apartados anteriores nos
hemos referido a la ciencia en
general, apenas hemos hecho
referencia a las ciencia sociales y aún
menos a la economía. Esta sección la
dedicaremos
a
señalar
las
peculiaridades de las ciencia sociales
dentro del conjunto de las demás
ciencias.
En
el
siguiente,
profundizaremos en la economía
como disciplina científica enclavada
en el ámbito de las ciencias sociales.
Si comparásemos las ciencias
sociales con ciencias de la naturaleza
como la física, química o biología,
veríamos que las primeras tienen una
serie de particularidades que las
distinguen de las segundas:
1. La obtención de leyes generales
resulta compleja principalmente por la
dificultad
de
realizar
ensayos
controlados. En las ciencias naturales
las experimentación se lleva a cabo
generalmente en laboratorios en los
que se pueden controlar las
circunstancias y condiciones en que
tenga lugar el fenómeno estudiado.
En
las
ciencias
sociales,
la
experimentación se complica e
imposibilita en la mayoría de los
casos, pues experimentar supondría,
por ejemplo, la posibilidad de
reproducir un fenómeno social
determinado.
2. El hombre forma parte de la
sociedad sobre la que actúa, lo que
implica un dinamismo y un cambio
continuo en la misma.
3. Por último, los individuos
normalmente están influidos por las
circunstancias de las sociedades a
las que pertenecen, por lo que a
veces es difícil ser objetivo y liberarse
de los juicios de valor.
Estas
características
especiales
llevan a Blaug (1985, pág. 66) a
plantearse el siguiente interrogante:
“¿Existe
un
método
científico
aplicable a todas las ciencias, sea
cual sea el tema de que se ocupen, o
deben las ciencias sociales emplear
una lógica de investigación especial y
propia?”. La respuesta es claramente
positiva, la mayoría de los científico y
filósofos de la ciencia son partidarios
de que todas las ciencias sigan la
misma metodología, sin embargo,
Epistemología
también
se
señalan
las
particularidades de las ciencia
sociales
y
los
requerimientos
especiales para la validez de las
explicaciones de estas ciencias. De
este principio, denominado “monismo
metodológico” (Blaug, 1985, pág. 66),
se muestran partidarios inminentes
científicos entre lo, pág. s que
podemos señalar al mismo Popper
(1957): “Todas las ciencias teoréticas
o generalizadoras deberían hacer uso
del mismo método, tanto si se trata
de ciencias naturales como de
ciencias sociales”. Sin embargo,
Popper reconoce las particularidades
de las ciencias sociales a raíz de lo
que prescribe un principio de
“individualismo
metodológico”
al
comentar que la tarea de las ciencias
sociales consiste en construir y
analizar
nuestros
modelos
sociológicos “en términos de los
individuos”.
Por su parte, Gibson (1982, pág.129)
hace una interesante comparación
entre el objeto de las ciencias
sociales y las de naturaleza: “Las
ciencias sociales se ocupan de los
hombres, no de las cosas. Del mismo
modo que los átomos y otras
partículas materiales individuales
constituyen los elementos del estudio
físico, los seres humanos, sus
experiencias, sus actitudes y su
comportamiento,
constituyen
los
elementos del estudio social”. Este
autor deja constancia de que la única
diferencia entre ciencias sociales y de
la
naturaleza
radica
en
las
peculiaridades del objeto de estudio,
mostrándose
partidario,
implícitamente,
del
monismo
metodológico
y
criticando
enérgicamente
las
posturas
anticientíficas
en
torno
a
la
investigación social.
En contra de la doctrina del monismo
metodológico se alzan dos tipos de
objeciones:
• Una objeción antigua sostenida por
algunos filósofos alemanes del siglo
XIX, miembros de la escuela
neokantiana.
• Otra nueva que emana de algunos
de
los
trabajos
del
filósofo
Wittgenstein.
Los primeros proponen su punto de
vista en torno al vocablo alemán
“Verstehen”,
que
significa
comprensión por medio de la
intuición,
como
opuesto
al
conocimiento a través de la
observación y el cálculo. Según estos
autores, los científicos de las ciencias
naturales carecen de este tipo de
conocimiento de participante, de
primera mano, porque les es
imposible imaginar lo que es ser
átomo o molécula. Pero los científicos
de las ciencias sociales, al estar
interesados en el comportamiento
humano, pueden colocarse en el
lugar de los agentes humanos que
analizan.
La objeción reciente al monismo
metodológico ha sido sostenida
93
Epistemología
enérgicamente y se relaciona con
algunas de las ideas de Max Weber
sobre metodología, especialmente
con el concepto de “tipos ideales” que
incorpora el significado que los
agentes sociales atribuyen a sus
propias acciones. El punto central de
esta corriente de pensamiento
considera que el significado no es
una categoría abierta al análisis
causal y que la explicación en
ciencias sociales deberá discurrir, no
en términos de una causalidad, sino
en términos de las motivaciones e
intenciones de los individuos.
94
Ambas objeciones en contra del
monismo metodológico están sujetas
a las mismas críticas, “ya que no
ofrecen
método
alguno
de
contrastación interpersonal con el que
validar las proposiciones referentes al
comportamiento
gobernado
con
normas” (Blaug, 1985, pág. 69).
Blaug reafirma el principio del
monismo metodológico, aunque no
pretende negar la relativa inma durez
de todas las ciencias sociales,
incluida la Economía, en relación con
al menos algunas de las ciencias
físicas. Darnell y Evans (1990, pág. 5)
entienden que la distinción entre el
científico social y de la naturaleza,
considerando
sus
respectivas
capacidades para la repetición de
experimentos “es una cuestión de
grado y no de sustancia”. A este
respecto, y volviendo de nuevo a
Blaug, este autor señala que incluso
admitiendo que la distinción entre
ciencias físicas fuertes y ciencias
sociales débiles es tan sólo una
cuestión de grado, hay que reconocer
que tales diferencias de grado
pueden
ser
de
considerable
importancia (Blaug, 1985, pág. 72).
Por último, no queremos finalizar este
apartado sin enfatizar –a la vista de
las opiniones expuestas- que aunque
el ideal de ciencia es el monismo
metodológico,
es
imposible
abstraerse de las particularidades
propias de las ciencias sociales,
motivadas básicamente por la
dificultad
de
realización
de
experimentos controlados y por las
características especiales de su
objeto de estudio.
La estructura
científico.
de
un
cuerpo
Aún cuando actualmente, a los
filósofos de la ciencia les preocupa
más el desenvolvimiento de los
procesos de investigación científica
conducentes a la obtención de
explicaciones,
retrospecciones
y
prospecciones, que la estructura
lógica del cuerpo de conocimientos
científicos, no por ello ésta carece de
importancia en aras a la necesaria
demarcación de los mismos.
La estructura de un sistema científico
viene caracterizada por la existencia
de un conjunto de hipótesis que
formen
un
sistema
deductivo.
Siguiendo a Braithwraite podemos
distinguir en la misma entre:
Epistemología
1. Hipótesis básicas: Se consideran
de orden superior y en ellas se
apoyan las conclusiones de un nivel
intermedio.
2. Hipótesis intermedias: Premisas
que conducen a un nivel inferior.
3. Hipótesis inferiores: Proposiciones
contrastables con la realidad.
Por tanto, como afirma Braithwraite
(1965), el sistema científico estará
integrado por hipótesis “de tal modo
que tomando alguna de ellas como
premisa se siga lógicamente todas
las demás como conclusiones”. De
esta forma, las proposiciones de un
sistema deductivo estarán situadas
en “una serie de niveles, de suerte
que
las
del
nivel
supremo
aparecerían exclusivamente como
premisas del sistema, las del nivel
ínfimo sólo como conclusiones del
mismo y las de los niveles
intermedios serían las que puedan
aparecer como conclusiones de
deducciones
procedentes
de
hipótesis de nivel más elevado y
servir
como
premisas
para
deducciones que conduzcan a
hipótesis
de
nivel
inferior”
(Braithwraite, 1965).
Al respecto, considera el profesor
Requena (1986) que todo cuerpo
científico vendrá definido por aquel
“conjunto
de
conocimientos,
expresados a través de proposiciones
que forman un sistema deductivo,
destinado
a
proporcionarnos
retrodicciones,
explicaciones
y
predicciones respecto del conjunto de
fenómenos que constituyen su
dominio de aplicación, en cuya
consecuencia, su estructura vendrá
configurada por la articulación lógica
de los argumentos contenidos en sus
enunciados”.
Un cuerpo científico, por tanto, debe
poseer
capacidad
explicativa,
predictiva y retrodictiva, respecto del
conjunto
de
fenómenos
que
constituyen su campo de actuación.
Para ello, se requieren tres tipos de
conceptos: los inobservables que
“caracterizan ciertas entidades dadas
por supuestas, invocadas por la
teoría y las leyes a las que se supone
que se ajusta... Otros representan
fenómenos empíricos observables
cuya
explicación, predicción
o
retrodicción se pretende llevar a
cabo; y finalmente, para que tales
propósitos sean plausibles, se
requiere un tercer tipo de ellos, cuya
función tiene por objeto establecer la
adecuada relación entre los dos
anteriores” (Requena, 1986).
En este sentido (Carnap, 1969),
parece que no es posible definir de
una forma totalmente precisa los
citados conceptos de observable e
inobservable, toda vez que forman
parte de un continuo que comienza
por las observaciones sensoriales
directas y termina con observaciones
altamente complejas. De ahí la
práctica imposibilidad de establecer
una división entre ellos de una
manera definitiva y tajante, por ser
95
Epistemología
circunstancia una cuestión de grado.
Como afirma Bunge (1972), la
dicotomía no es estricta, sino que
más bien ofrece cierto margen para
que esas categorías de transición, y
en cualquier caso, la noción de
observable
no
deba
tomarse
excesivamente al pie de la letra.
96
Como principios empíricos, por
consiguiente, podrían considerarse
aquellos que contengan términos,
bien directamente observables, o
bien,
medibles
con
técnicas
relativamente simples. Por su parte,
los principios teóricos, serán los que
contengan
procesos
básicos
supuestos. Asimismo, los principios
empíricos de un cuerpo científico,
dado su carácter de observable,
podrán
ser
justificados
por
observaciones
de
hechos
particulares,
mientras
que
los
principios teóricos no gozarán de tal
circunstancia, ya que las entidades
contenidas en los mismos son
inobservables (Requena, 1986).
En un intento de matizar más la
delimitación
de
los
términos
anteriores, Carnap distingue entre
leyes empíricas y leyes teóricas. Las
primeras son aquellas que contienen
términos directamente observables, y
las segundas son aquellas abstractas
y no se refieren a observables. No
obstante, como afirma el referido
autor (Carnap, 1969), puede resultar
una simplificación excesiva el hecho
de considerar que las leyes empíricas
se deducen de las leyes teóricas,
pues mientras que éstas sólo
contienen términos teóricos, las
empíricas están integradas por
observables.
Por ello
-expone
Carnap- toman especial relevancia
las reglas de correspondencia en la
construcción de un cuerpo científico.
Estas reglas de transformación o de
correspondencia
reciben
la
denominación de principios puente
por parte de Hempel (1973), y su
particular función es la de vincular los
términos
inobservables
de
un
enunciado teórico con la base de las
leyes empíricas, es decir, con los
términos observables. Sin tales
principios puente, los enunciados
teóricos
no
conducirán
a
implicaciones contrastadoras y las
teorías
adolecerán
de
poder
explicativo, dado que mientras que
esas implicaciones contrastadoras
deben expresarse en términos
directamente medibles u observables,
los enunciados teóricos responden a
entidades supuestas que no pueden
ser medidas ni contrastadas*.
2.2
CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO.
Desde la antigüedad,
especialmente
con
Platón y Aristóteles, se
intentó formular una teoría
de la ciencia, una Epistemología
caracterizada por un tipo de saber
universal y necesario. En el siglo
XVIII la Epistemología recibe un gran
impulso con la obra “Discurso
Preliminar a la Enciclopedia” de
Epistemología
DÁlembert. En el siglo XIX, aparece
Dugald Stewart, con su obre filosofía
del espíritu humano. En la misma
forma el Discurso de la filosofía
positiva de Augusto Comte, y el
discurso preliminar al estudio de la
filosofía natural de John Herscharl.
Posteriormente aparece la obra de
Berhard Bolzano, relativa a las
ciencias formales, la lógica y la
matemática,
la
“Wisseschartsll”
(1837) y la obra de William Whewell,
relativa a las ciencias naturales,
titulada la filosofía de las ciencias
inductivas, (1840). Ya hacia el año de
1900, aparecen ciertas posturas
críticas ante lo que fue la ciencia
clásica, lo cual originó un movimiento
de gran importancia cuyo fin era
hacer una fuerte “crítica de las
ciencias”
centrado
en
las
investigaciones físicas y contra lo que
pudiera ser la “ciencia dogmática”.
Tale por ejemplo: H. Poincaré, P.
Deum, G. Milhaud y E. Le Roy,
Peirce, K. Pearson. Otros como los
matemáticos se preguntaban por los
principios de la matemática, tal G.
Frege en Alemania y B. Russell en
Inglaterra. Con todos estos esfuerzos
la Epistemología se constituía como
una disciplina de suma importancia y
cobraba así un carácter definitivo.
En esta forma la Epistemología se
orientaba de hecho al conocimiento
científico, al análisis lógico de la
ciencia, dejando a un lado las otras
teorías, precisamente por no ser
científicas. L. Rougier, elabora al
respecto una obra: Tratado del
conocimiento, o Estructura del
conocimiento
científico,
donde
sostiene que no hay más que un tipo
de conocimiento: el científico. Con
esto se daba por establecido que es
la misma ciencia la que debe
establecer sus propias fronteras, y
justificar sus propios fundamentos.
Con esta actitud se rechazaba la
pretensión de la filosofía de legislar
para todas las ciencias y se
formulaba la posibilidad de una
indagación respecto de otras formas
de conocimiento que estrictamente no
son científicas.
La teoría del
conocimiento o gnoseología quedaba
así separada de a epistemología.
97
Así planteadas las cosas, la
Epistemología tiende a convertirse en
una ciencia con sus propias
especialistas, es un disciplina que se
va desprendiendo de a filosofía para
caer en manos de los científicos. La
Epistemología, tendrá que resolver
todas las dificultades internas que se
presentan en los distintos campos de
las ciencias particulares. Esto no
significa en ningún momento, que la
Epistemología, vaya a abordar
problemas relativos a una filosofía de
la ciencia, porque al lado de los
problemas propios de las ciencias
subsisten problemas que atañen a
todas las ciencias en general, de
esos problemas, como veremos, se
ocupará la filosofía de las ciencias.
Epistemología
Jean Piaget considera que la
Epistemología puede dividirse en tres
grandes grupos cada uno de ellos
con orientaciones definidas:
a. Epistemologías
Metacientíficas.
98
Son todas aquellas teorías que
se han formulado partiendo
sobre el modelo de una ciencia
en desarrollo y que luego aspiran a
convertirse en una teoría general del
conocimiento. Trata de demostrar
con esto, que las formulaciones
hechas por las grandes teorías del
conocimiento desde la antigüedad se
montaron sobre el modelo de una
ciencia y luego quisieron hacer válida
esa teoría para todas las ciencias.
Platón,
estructurado
en
la
matemática, que era un conocimiento
que
demostraba
necesidad,
universalidad e inmutabilidad, levantó
su teoría de la ciencia y la generalizó.
Tiene la convicción de que las
estructuras matemáticas preexisten o
que los entes matemáticos subsisten,
no en lo sensible, sino en lo
inteligible, es decir, en el mundo de
las ideas. Todo conocimiento, debe
tener
necesidad,
inmutabilidad,
universalidad,
pero
estas
características no pueden provenir
del mundo sensible que es sombra,
apariencia, mutabilidad; lo único que
garantiza un tipo de conocimiento de
tal naturaleza son las “ideas” que son
inmutables y eternas.
Aristóteles
establece su teoría del conocimiento
basándose en la Lógica y en la
Biología. Las ideas o los conceptos,
se explican a partir de las
percepciones que tenemos de los
objetos. Las ideas son como las
“formas” del conocimiento, pero
el mundo real también se
especifica en formas que
son las que dan las
características y cualidades
propias de cada cosa. Se
hace indispensable que en
todo conocimiento disociemos las
formas de los contenidos. Las formas
o estructuras de la mente son aptas
para recibir cualquier contenido. Pero
las formas son también las que sirven
para la organización de los mismos
cuerpos, la diferencia entre los
distintos seres se establece a partir
de las formas, tal como sucede en los
seres vivos.
Descartes, aspira a fundamentar la
Filosofía sobre una base firme, sólida,
que sea capaz de resistir la duda más
radical; para ello, cree que el método
más apropiado es el racionaldeductivo, que es el utilizado por las
matemáticas. La matemática y la
geometría
analítica
son
el
fundamento de la Epistemología
moderna. Descubre la existencia del
yo cognoscente (el sujeto que es
fuente de construcciones) e introduce
en conexión con la geometría
analítica
un
paralelismo
entre
extensión y pensamiento.
Las
verdades matemáticas son las únicas
que
ofrecen
universalidad
y
necesidad y solo se pueden justificar
Epistemología
desde la razón y no de la experiencia.
Kant, toma como modelo de su teoría
del conocimiento, la física de Newton,
está convencido de que las ciencias
deben estructurarse en principios
necesario y universales, pero esa
necesidad y universalidad no hay que
buscarla en la experiencia sino en las
estructuras puras a priori del sujeto
cognoscente. Leibnitz, fuertemente
influenciado por la lógica, la
matemática, el cálculo y el álgebra,
aspiraba a construir una ciencia
a priori, independiente de la
experiencia. Todo consistiría
en un catálogo de nociones
fundamentales,
simples,
evidentes y expresadas por
símbolos de los cuales,
combinándolos entre sí, podrían
deducirse todas las ideas y todas
las ciencias. La lógica sería, pues,
una álgebra del pensamiento, un arte
de invención o combinación. Todas
las ciencias no serían más que ramas
de la matemática y ésta se
convertiría, en una especie de
filosofía
perennis
o
ciencia
fundamental.
b. Epistemologías Paracientíficas.
Se originan en una crítica fuerte al
conocimiento científico, a su método
y a la pretensión de ser el único tipo
de conocimiento válido, objetivo.
Establecen por tanto, un método
diferente para llegar a la obtención de
conocimientos, es el método o la vía
de la intuición, tal como lo proclaman
H. Bergson, E. Husserl,
Ravaisson, Etienne Boutroux.
Jean
b. Epistemologías científicas.
Nacen de la reflexión sobre las
ciencias. Explican el conocimiento
científico, sus problemas internos.
Tienden hacia una especialización del
conocimiento, antes que a una
generalización de una teoría. Tal,
por ejemplo, las corrientes
positivistas, que buscan
delimitar las fronteras de la
ciencia
contra
toda
incursión
de
carácter
metafísico. Su intención es
fijar
los
principios
y
métodos de la ciencia. Esta
era la intención de A. Comte,
creía erróneamente que la ciencia
solo se ocupaba de los fenómenos y
no de la naturaleza de las cosas. En
la misma forma, pensaba que la
ciencia produce leyes e ignora por
otra parte, la producción o causalidad
de esas leyes. También se colocan
en esta corriente el neopositivismo de
Mach, con el fenomenismo sensorial
y Scjlick con el logicismo. El primero
basado en la percepción y el segundo
basado en la lógica matemática.
También representan avances, los
trabajos de Antoine A. Cournot,
filósofo de las ciencias, quien
distinguió en la jerarquía de los
conocimientos,
la
interpretación
probabilística como fundamento de la
inducción, y la demostración formal,
producto solo de la lógica. León
99
Epistemología
100
Brunchvicg, nos habla de las etapas
de la filosofía de la matemática, en
función de su desarrollo mismo, a la
vez que, hace un análisis de las
raíces de la verdad aritmética,
algebraica, geométrica, en el terreno
de la psicología del sujeto.
E.
Cassirer, realizó trabajos sobre el
conocimiento físico, matemático,
químico, teniendo en cuenta el
alcance de las teorías einsteinnianas
en el campo epistemológico. Emil
Mayerson, elaboró trabajos, sobre la
discordancia entre la ciencia real y el
positivismo, sobre la necesidad de la
explicación causal y de la deducción,
así como, sobre el papel de la
identificación en la causalidad y en la
deducción misma.
G. Bachelard,
sobresale por sus estudios en torno
de la Física y la filosofía. Koyre,
hombre de estructura matemática y
además, gran historiador de las
formas de pensamiento.
La reflexión epistemológica en el
interior de las ciencias, se presenta
como un hecho nuevo e interesante
en la Epistemología contemporánea,
en efecto, en las ciencias, en su
desarrollo se presentan ciertas crisis
como
consecuencia
de
la
interpretación
de
los
datos
experimentales o por las mismas
construcciones
deductivas,
ello
obliga, a una crítica de los conceptos,
métodos, principios, para determinar
su valor epistemológico. En estos
casos la crítica es instrumento de
progreso científico. Se pretende así
la organización de los fundamentos
por las mismas personas que los
están utilizando.
Esta reflexión, crítica, interesa, a
todas las disciplinas científicas o, por
el contrario, puede ser de índole
subjetiva, como cuando se presentan
contradicciones entre el trabajo
científico y la filosofía propia del
investigador.
La Epistemología
interna a las ciencias, destinada a
esclarecer
los
problemas
fundamentales
del
conocimiento
científico tiene un gran incremento en
las matemáticas, especialmente, con
Davi Hibert, Paul Bernays, Wilhelm
Ackermann y Lutzen Brouwr. Esta
epistemología matemática nació de
los progresos de la logística y de los
esfuerzos de los lógicos por reducir la
matemática
a
una
lógica,
especialmente Frege, Whitehead y B.
Russell.
Como reacción a este
propósito de reducción se levantó H.
Poincaré y Ferdinand Gonseth.

La física también hizo logros
en el campo epistemológico, al
tratar de resolver problemas
interno, propios de una ciencia
en desarrollo; tal como los
problemas que surgieron con
la teoría de la relatividad, lo
mismo que los análisis de los
fenómenos microfísicas, donde
los
conceptos
habituales,
como el continuo espacial y
temporal, permanencia de los
objetos,
la
causalidad
determinista
y
hasta
la
objetividad en general, se
Epistemología
vieron
totalmente
cuestionados.
El mundo
microfísica parece regularse
por normas muy distintas a las
que rigen para el mundo
macrofísico.
Los problemas
epistemológicos de la biología
van surgiendo en la medida en
que esta ciencia enfrenta los
grandes problemas como los
mecanismos de evolución, las
relaciones entre el sujeto
(biólogo)
y
el
objeto
(organismo) y las interacciones
entre el organismo y el medio.
En la misma forma se
presentan problemas como la
organización vital o fisiológica
y
su
relación
con
la
organización mental del sujeto
cognoscente.
Las ciencias
humanas, por su parte,
plantean grandes problemas,
epistemológicos,
especialmente en lo que atañe
a los tipos de conocimientos
propios de cada una de ellas.
Así, como las relaciones entre
la deducción y la experiencia,
los modelos abstractos de
esas disciplinas, los modos
posibles de la adquisición del
conocimiento por el sujeto en
cada una de las etapas del
desarrollo o como un sujeto
socializado.
En la misma
forma otro de los grandes
problemas es la sociología del
conocimiento,
donde
se
pretende
explicar
las
estructuras mentales siempre
con un fundamento de carácter
social.
2.3
MÉTODOS
EPISTEMOLOGÍA.
DE
LA
La ciencia se nos
presenta como un
cuerpo
de
conocimientos
respecto del mundo y
de los hechos sociales.
Se caracteriza por el empleo de un
proceso
investigativo,
de
una
búsqueda progresiva de la verdad, y
en esta forma viene a constituir una
estructura en los conocimientos,
provocada por la acumulación de
verdades fundadas. En este sentido,
las ciencias no solamente son un
medio de conocimiento sino también
un
cuerpo
de
presuntos
conocimientos. La importancia de la
epistemología nace precisamente de
ese hecho, porque ella tiene que
referirse a los instrumentos que
hacen válida la adquisición y
convalidación
del
conocimiento
científico a todos los medios de que
se vale el científico para llegar al
establecimiento de la verdad. Ella
está interesada en mostrar el papel
de la observación, del experimento,
de la descripción y clasificación, el
papel del razonamiento en la ciencia,
la misma naturaleza de las hipótesis,
el papel de las teorías y de las leyes,
las condiciones y características del
descubrimiento
científico.
“La
búsqueda de la verdad entraña
también la eliminación de la falsedad.
101
Epistemología
En este sentido, la ciencia es un
quehacer crítico no dogmático, que
somete todos, sus supuestos a
ensayo y crítica.
Concebidas de
modo amplio, las condiciones para
originar y poner a prueba los
presuntos conocimientos de la ciencia
caen dentro del ámbito de la
Epistemología de la ciencia”16.
102
Las diferentes epistemologías en
alguna u otra forma, siempre han
surgido de la reflexión sobre algún
modelo de ciencia como es el caso
de las teorías epistemológicas que
han surgido en el campo de la
Filosofía (metacientíficas) o, por el
contrario, una epistemología puede
desprenderse de las necesidades
propias de una ciencia, de sus
problemas internos, de la revisión de
sus principios, de sus métodos y
técnicas.
De ahí que algunos
escritores como Piaget, piensen que
la Epistemología puede integrarse al
sistema de la ciencia, porque ella
posee sus métodos propios y tiende a
delimitar sus problemas en tal forma
que
pueda
tratarlos
con
procedimientos
deductivos
o
experimentales, si quiere adquirir
algún rasgo de objetividad.
Las
epistemologías filosóficas tienen un
carácter reflexivo pero dan posibilidad
a una demasiada intervención del
aspecto subjetivo, mientras que las
epistemologías
nacidas
de
la
necesidad de las ciencias, deben
16
Wartofsky, Marx. Introducción a la filosofía de la Ciencia. Editorial
Alianza, Madrid.
ajustarse a las
condiciones
del
método
científico.
Ya
hemos
dicho que la
Epistemología
trata
del
conocimiento
válido y que su función es la de ser
una ciencia interdisciplinaria en
cuando que aborda problemas de
hecho y de validez de diferentes
ciencias. Pero en Epistemología no
puede darse por válido un método,
una técnica o unos principios sino
dentro de las necesidades de cada
disciplina o, mejor, dentro de las
necesidades propias planteadas por
la región de lo real que manipula el
investigador. Desde luego, que en
todos estos planteamientos va
implicada la Lógica pues de ella sería
imposible prescindir ya que tiene que
abordar problemas de validez formal
y dificultades de carácter fáctico.
Jean Piaget ha distinguido
siguientes
métodos
de
Epistemología:
los
la
a. Método del Análisis Directo.
Empleado para determinar las
condiciones de conocimiento en
determinados acontecimientos por
medio de análisis reflexivo. Consiste
en aplicar a un hecho determinado, la
reflexión, para ver las condiciones de
conocimiento que ese hecho como tal
exige.
Es así como se pueden
Epistemología
plantear problemas al sujeto que
conoce, a la experiencia y a las
construcciones deductivas.
El
método directo ha sido empleado por
las epistemologías clásicas, o sea,
las epistemologías de carácter
filosófico, en las cuales se presentan
problemas formales y materiales.
Con este método se tiende a
prolongar la actitud tradicional de
reflexión
sobre
determinados
modelos de ciencias para constituirlos
luego en Teoría General del
Conocimiento.
Estudia la ciencia
desde un punto de vista estático,
sincrónico, no tiene en cuenta la
dimensión temporal.
b. Método
Epistemológico
Formalizante.
Se refiere al análisis directo de los
conocimientos
para
determinar
condiciones formales y su relación
con la experiencia. Por ejemplo, ¿el
concepto de causa será una
construcción puramente deductiva o
engloba elementos de experiencia?
Todo proceso de conocimiento
supone un proceso de pensamiento,
un razonamiento. Podemos estudiar
el conocimiento bajo el aspecto de los
juicios y razonamientos que lo han
hecho posible, lo cual es una tarea de
la Lógica.
c. Método
Genético
Epistemológico
Tiende a explicar el conocimiento en
función de su propio desarrollo. En
este caso podemos hablar de:
1. El método histórico-crítico.
El cual parte de un cuerpo de
doctrinas determinado al estudio
retrospectivo que lo ha hecho posible.
Le interesa una doctrina, pero en las
causas que la hicieron posible; su
interés está más en el desarrollo
histórico que en los aspectos
formales. Lo primordial es determinar
la forma como procedieron los
inventores de principios o la forma
como llegaron a preparar un
descubrimiento. Procura reconstruir
los
pasos
que
dieron
los
investigadores para llegar a postular
determinada doctrina o teoría. Se
hace
pues
importante
saber
determinar las experiencias a las que
ellos acudieron, la forma como
interpretaron los hechos y esto no es
posible sino acudiendo a la Historia.
Este método ha sido vigorizado con
los aportes de Pierre Deum, Gaston
Milhaud, Pierre Boitroux, León
Brunschevucg,
Emile
Meyerson,
Arnold Reymond, Alexandre Koyré,
Gaston Bachelard, ha sido empleado
en todos los campos, especialmente
en Matemáticas y en Biología.
2. El método Sicogenético.
Pretende valerse de los aportes de la
Psicología. Como la Epistemología
trata
de
las
relaciones
de
conocimiento entre el sujeto y los
objetos, lógico es que se presenten
problemas de validez formal y
problemas de orden fáctico relativos
al sujeto. Se sabe que el objeto es
conocido gracias a la experiencia,
103
Epistemología
pero esa experiencia es siempre la de
un sujeto.
De ahí que lo más
importante sea saber cómo es que el
sujeto organiza esa experiencia. De
aquí que los servicios que la
Psicología puede prestar a la
Epistemología, se basan ante todo en
el análisis genético del desarrollo del
pensamiento humano, mostrando en
qué forma van progresando nuestros
conocimientos en cada una de las
etapas del desarrollo por las que
atraviesa el individuo: desde la
infancia hasta la edad adulta.
104
En el fondo estos métodos
plantean la siguiente
situación: la ciencia
puede estudiar su
estructura
actual
desde un punto de
vista
estático
(sincrónico) o, por el
contrario, atiende a su
formación y desarrollo y
en este caso sería diacrónico
o evolutiva.
En el primer caso
utilizamos el método de análisis
directo, en el segundo, el método
histórico crítico que se interesa por el
estudio del pasado o de los
elementos que han contribuido al
establecimiento de la ciencia. La
Epistemología Genética por su parte,
se relaciona con el método históricocrítico, ya que busca una explicación
causal de las estructuras intelectuales
del niño a través de su proceso de
formación, así, la sicogénesis se
complementa con la sociogénesis.
2.4
LA
CIENTÍFICA.
INVESTIGACIÓN
La mayor parte de nuestros
conocimientos andan en la esfera de
la espontaneidad, de lo sensible. Es
el conocimiento de la vida ordinaria,
que no obedece a ningún tipo de
control ni de método y que muchas
veces
no
procura
establecer
conexiones o relaciones entre los
distintos acontecimientos que se
presentan. El saber científico es el
que se ha obtenido mediante el
empleo de un método. Por tanto, es
un
saber
controlado,
organizado. Es un saber de
relaciones
entre
los
distintos fenómenos de la
naturaleza o de los
procesos sociales. Este
saber puede someterse
a prueba, y se va
superando paulatinamente
por
medio
de
la
investigación. La ciencia es un
tipo de conocimiento que todos los
días se renueva a medida que surgen
nuevos problemas y se buscan
nuevas soluciones.
La ciencia
aborda problemas que de ninguna
manera se plantean a quien vive de la
experiencia vulgar, tal por ejemplo, la
constitución del mundo microfísica, la
naturaleza
de
las
partículas
elementales, los mecanismos de la
evolución, la constitución de los
cuerpos, etc.
Epistemología
A nivel de la experiencia existen
una serie de creencias que
carecen de fundamento
real. Por el contrario, en
el camino científico se
aspira a ser racional y
objetivo.
Se somete a
prueba lo que se afirma y se
procura someterse siempre a los
hechos,
controlando
así
la
subjetividad y las especulaciones que
se realizan sin un fundamento real.
científico? “Si la sustancia (objeto) no
puede ser lo distintivo de toda
ciencia, entonces tiene que
serlo
la
forma
(el
procedimiento)
y
el
objetivo: la peculiaridad de
la ciencia tiene que consistir
en el modo como opera para
alcanzar algún objetivo determinado,
o sea, en el método científico y en la
finalidad para la cual se aplica dicho
método”17.
Los enunciados de la ciencia tienen
que ser coherentes, bien fundados, y
capaces de permitir la confrontación
con los hechos.
Esto sólo se
consigue cuando se supera los
límites
de
un
conocimiento
espontáneo. Para lograr ese objetivo
la ciencia requiere de medios, de
procedimientos
adecuados,
de
organización y sistematización. En el
conocimiento científico se procura
eliminar toda interpretación que no
esté dada por el hecho observado, es
decir, cuando se hace ciencia se ha
de acomodarse sólo a lo que los
fenómenos ofrecen. No se permite
buscar explicaciones que no estén
contenidas en la experiencia. Se
busca poner freno a especulaciones
de carácter subjetivo, o a los
prejuicios
que
tienen
los
investigadores, o a las influencias de
la tradición o teorías diferentes al
hecho científico.
Charles Pierce y Mario Bunge,
afirman que,
frente al método
científico, quedan sin valor una serie
de método que son utilizados a nivel
del conocimiento ordinario, pero que
en el fondo sus postulaciones jamás
se han sometido a una verificación
para determinar la objetividad de sus
planteamientos. Bunge nos dice que
el método de los gustos como criterio
de verdad, el dogmático, el método
de las evidencias, el de la autoridad o
el de utilidad, carecen de valor
objetivo. En efecto, para algunos no
hay más verdad que aquella que sea
del agrado, del gusto de un individuo.
Otros deciden el valor de un
enunciado acudiendo a la autoridad.
Generalmente, si un gran personaje
hizo tal afirmación, es porque así
debe ser, no queda más remedio que
aceptarla. Los dogmáticos postulan
verdades que deben ser así y que no
requieren más que aceptación. La
evidencia es criterio de objetividad
para aquellos que creen que las
Pero, ¿qué es lo que distingue de
hecho un conocimiento del sentido
común,
de
un
conocimiento
17
Bunge, Mario. L investigación científica. Editorial Ariel.
Barcelona.
105
Epistemología
cosas son así porque sí las
aprehendemos o las intuimos. Para
otros, lo verdadero es sinónimo de
último.
106
Charles Pierce nos habla del método
de la tenacidad, donde los individuos
se aferran a ciertas creencias porque
piensan que siempre han sido
verdaderos
aunque
la
ciencia
demuestre su carácter contradictorio.
M. Cohen y E. Ángel, en su libro
“Introducción a la Lógica y al Método
Científico”, nos hablan del método
intuitivo, donde basta que las
verdades aparezcan como evidentes,
sean racionales, para deducir su
objetividad. Muchas veces, aunque
la experiencia diga lo contrario, lo que
es evidente racionalmente puede que
no lo sea realmente.
Todos estos métodos carecen de
rigor en sus apreciaciones, de suerte
que, no queda sino el método
científico, que tiende a no aceptar
nada como objetivo, aunque parezca
evidente, mientras no haya sometido
a prueba los enunciados y una vez
contrastados, los da por válidos o los
rechaza.
“Obsérvese que no pretendemos que
el pretendemos que el conocimiento
científico, por contraste con el
ordinario, el tecnológico, o el
filosófico,
sea
verdadero.
Ciertamente lo es con frecuencia, y
siempre intenta serlo más y más.
Pero la veracidad, que es su objetivo
no caracteriza el conocimiento
científico de manera tan inequívoca
como el modo, medio o método por el
cual la investigación científica plantea
problemas y pone a prueba los
soluciones propuestas”18. Lo que le
importa al método científico no es
descubrir verdades a todo momento
sino, más bien, cuál ha sido el
procedimiento para comprobar que
un enunciado es así.
a. Concepto de método científico.
El método científico es nada más que
un procedimiento, controlado, por
medio del cual llegamos a saber
plantear
problemas
científicos,
formular las respectivas hipótesis
frente a esos problemas y a
comprobar
o
verificar
dichas
hipótesis. Es decir, que hecha una
hipótesis, se requiere inmediatamente
su sometimiento a prueba, a
confrontación con los hechos. Si una
hipótesis hace referencia objetos
ideales, su prueba se estructura en la
coherencia que posea respecto de
determinados principios, axiomas. Si
se refiere a hechos, su prueba estará
determinada por la confrontación a
través de la experiencia.
Cada ciencia requiere de un método
especial, de acuerdo a la naturaleza
de los hechos que estudia. Pero los
pasos que se han de dar están
regulados.
El punto de partida del método
científico está en saber formular
problemas: se parte siempre de un
18
Bunge, Mario. La ciencia, su método y su filosofía.
Ediciones Siglo XX. Buenos Aires.
Epistemología
examen detenido de hechos, es decir,
racionales como empíricas. Se pone
de un cuerpo de conocimientos.
la hipótesis a prueba (aquí entran en
Dentro de esos hechos se descubre
juego observaciones, experimentos,
alguna incoherencia o dificultad. Se
mediciones,
diseños,
etc.),
se
busca
entonces
formular
esa
clasifican, ordenan los datos, se
incoherencia a nivel de problema.
levantan estadísticas. Se contrasta la
Luego viene la invención de hipótesis
hipótesis
con
los
resultados
centrales, es decir, suposiciones o
obtenidos, hasta elaborar los nuevos
conjeturas acerca de los nexos entre
conocimientos.
distintos fenómenos; formuladas las
hipótesis, se les buscan bases tanto
Lo anterior puede ser diagramado sencillamente, así:
Conjunto de conocimientos
existentes. Hechos.
Lagunas o incoherencias.
Conocimiento
obtenido.
(lagunas)
Se plantea
el
problema.
Se formula
la
Hipótesis.
Valoración de la
hipótesis, con los
resultados obtenidos.
Mario Bunge trae el siguiente esquema del Método Científico:
Se buscan
fundamentos
racionales y empíricos.
Se prueba
la
hipótesis.
107
Epistemología
Cuerpo de
conocimiento
disponible
Hipótesis
PROBLEMA
Consecuencias
contrastables.
Nuevo cuerpo de
conocimiento
Estimación
de
Hipótesis.
NUEVO
PROBLEMA
Técnica de
Contrastación.
Evidencia.
108
En el método científico no está
permitido hacer formulaciones de tipo
general sino que es necesario
delimitar
bien
los
problemas,
especificarlos. En la misma forma,
las hipótesis no son caprichosas, sino
que deben tener algún fundamento,
deben establecer relaciones precisas
dentro de determinadas variables.
Las hipótesis exigen una verificación
fuerte y objetiva para que realmente
se excluyan otras probabilidades.
El método científico no pretende otra
cosa que lograr eliminar toda
apreciación
subjetiva
en
el
conocimiento del mundo y de los
procesos sociales: “El método
científico es un rasgo característico
de la ciencia, tanto de la pura como
de la aplicada: donde no hay método
científico, no hay ciencia. Pero no es
infalible ni autosuficiente. El método
científico
es
falible:
puede
perfeccionarse
mediante
la
estimación de los resultados a los
que llega mediante el análisis directo.
Tampoco es autosuficiente, no puede
operar en un vacío de conocimientos,
sino que requiere algún conocimiento
previo que pueda luego reajustarse y
elaborarse, y tiene que completarse
mediante
métodos
especiales
adaptados a las peculiaridades de
cada tema”19.
Esto nos da a entender que el
método de la ciencia no es de por sí,
19
Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel.
Barcelona.
Epistemología
seguro, sino más bien progresivo,
sometido a renovaciones en la
medida en que el mismo se corrige.
Bertrand Rusell nos dice al respecto
del método científico: “Para llegar a
establecer una ley científica existen
tres etapas principales: la primera
consiste
en
observar
hechos
significativos; la segunda en sentar
hipótesis que, si son verdaderas,
expliquen aquellos hechos; la tercera,
es deducir de estas hipótesis
consecuencias que puedan ser
puestas a prueba por la observación.
Si las consecuencias son verificadas
se
acepta
provisionalmente
la
hipótesis como verdadera, aunque
requerirá ordinariamente modificación
posterior,
como
resultado
del
descubrimiento
de
hechos
20
ulteriores” .
En la ciencia, ni lo hechos ni las
hipótesis están aislados sino que se
dan en el mismo cuerpo del
conocimiento científico. Un hecho
adquiere valor en la ciencia, en
cuanto apoya o destruye una ley,
pues aunque la ciencia parte de
hechos, no queda ligada a ellos sino
que
procura
explicar
el
comportamiento de esos hechos
mediante leyes.
Lo que importa del método científico
es su independencia respecto de
aquello (material), que se estudia.
Cada ciencia tendrá sus propios
problemas y para ello debe utilizar
20
Rusell, B. La perspectiva científica. Editorial Ariel.
Barcelona.
prácticas o
técnicas que
se
acomoden al objeto de estudio. Por
ejemplo, un historiador tendrá que
emplear recursos especiales para
hacer su estudio. Pero si pasamos
esas técnicas al matemático o al
físico no le van a servir de nada. No
obstante, todos ellos emplean el
método científico. La finalidad de
toda ciencia es encontrar estructuras
generales o leyes en los casos
particulares.
Visto así el método científico, se llega
a considerar que es la técnica o el
procedimiento más adecuado, y
desde luego, más seguro para
penetrar en el conocimiento de las
cosas y llegar a establecer teorías
más o menos estables. El método
científico rechaza o elimina todo
procedimiento que busque manipular
la realidad en una forma caprichosa,
tratando de imponer prejuicios,
creencias o deseos que no se ajustan
a un control adecuado.
El método científico se basa en los
hechos, parte de ellos. Pero no se
queda en ellos sino que los interpreta
en forma conceptual hasta llegar a
establecer pautas o leyes que sean
capaces de explicar los fenómenos o
los hechos en forma objetiva. Ahora,
partir de los hechos no es como
piensan algunos, que sea un simple
contacto de los sentidos con la
realidad:
El
fundamentar
el
conocimiento científico es un conjunto
de sensaciones. Por el contrario, el
método científico para entrar a
109
Epistemología
110
justificar un conocimiento objetivo
empieza por cuestionar y analizar
detenidamente el material que
suministran los sentidos. Por eso,
cuestionando, llega a estructurar
problemas y con base a éstos busca
hechos que se conecten o se
relacionen
adecuadamente.
Prácticamente, los hechos de los que
parte el método científico son
proposiciones que pueden ser
susceptibles de verificación o de
pruebas. Estructurando un problema
se empieza por sugerir soluciones
que se convierten en hipótesis. Toda
hipótesis es sugerida por una
observación en los campos de la
especialidad del investigador. Las
hipótesis son la guía de la
investigación pues una vez que éstas
se han formulado, se buscan los
soportes empíricos o racionales para
llegar a establecer su respectiva
prueba.
Se puede observar que el método
científico realiza un cuestionamiento
de los hechos metódicos, sistemático
y si en el desarrollo del procedimiento
necesita abandonar una teoría lo
hace con la convicción de que se está
progresando en la búsqueda de
soluciones. El ideal de la ciencia es,
pues interconectar los hechos para,
luego, establecer una conexión lógica
a nivel de los juicios.
La sistematización y la corrección
continua son dos características de la
investigación o método científico.
Con ellos se supera todo dogmatismo
o subjetivismo. El conocimiento sí
visto no es más que un proceso
dialéctico,
donde
los
últimos
hallazgos contienen mucho de los
datos anteriores pero, a la vez, los
superan porque logran una mejor
adecuación del pensamiento con lo
real.
Se hace indispensable aclarar la
significación
del
os
términos
empleados en los pasos del método
científico:
b. ¿Qué
es
PROBLEMA?
el
La ciencia no se puede
reducir a colección de
hechos.
Se hace indispensable
seleccionar
esos
hechos,
organizarlos, relacionarlos, buscarles
cierta
consistencia.
Hay
conocimiento científico cuando a
través del método científico se ha
logrado
acumular
nuevos
conocimientos, nuevas experiencias.
La ciencia avanza en la medida en
que logre plantearse y resolver
problemas. Es más, el proceso del
conocimiento se da en la medida en
que se descubren, se aclaran y se
resuelven nuevas dificultades. Ahora,
la investigación no es otra cosa que
problematizar aquello que para la
mayor parte de las gentes, es de
hecho aceptado. Un problema es
una dificultad que se presenta en un
cuerpo de conocimiento dado y que
requiere de investigación para
clararlo, para explicarlo.
Epistemología
Generalmente el problema se formula
en forma de interrogación. Tratando
de establecer relaciones de dos o
más variables. Todo problema debe
ser formulado en forma exacta,
precisa, dejando a un lado toda
ambigüedad o toda imprecisión. En
la misma forma, al formular un
problema, el científico detecta las
posibilidades de que tenga una
explicación a través de la experiencia.
“Las tareas del investigador son:
tomar conocimiento de problemas
que otros pueden haber pasado por
alto; insertarlos en el cuerpo del
conocimientos e intentar resolver con
el
máximo
de
rigor
y,
primordialmente, para enriquecer
nuestro conocimiento… La selección
del problema coincide con la elección
de la línea de investigación puesto
que
investigar
es
investigar
problemas. En la ciencia moderna, la
elección de grupos de problemas o
de líneas de investigación está, a su
vez, determinada por varios factores,
tales como el interés intrínseco del
problema según lo determina el
estadio del conocimiento en cada
momento, o la tendencia profesional
de los investigadores afectados, o la
posibilidad de aplicaciones, o las
facilidades instrumentales y de
financiación.
Las necesidades
prácticas son una fuente de
problemas científicos. Pero el insistir
exageradamente sobre la aplicación
práctica (por ejemplo, la industria o la
política) a expensas del valor
científico intrínseco, es a largo plazo
esterilizador; y el plazo largo es lo
que cuenta en una empresa colectiva
como la ciencia. En primer lugar,
porque los problemas científicos no
son propiamente problemas de
acción, sino de conocimiento; en
segundo lugar, porque no puede
realizarse trabajo creador más que
con entusiasmo, y el entusiasmo
puede fácilmente faltar si la línea de
investigación no se elige libremente
movidos por la curiosidad. Por eso la
primera consideración a la hora de
elegir líneas de investigación debe
ser el interés del problema o de
mostrar que es irresoluble contando
con los medios disponible”21.
El
problema,
por
tanto,
es
fundamental en el método científico
porque, una vez planteado, conduce
a la investigación y ésta ha de dar
con la solución y así el conocimiento
está en un proceso ascendente.
21
Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel.
Barcelona.
111
Epistemología
Problema.
Investigación.
c. La Hipótesis.
Junto con el problema, las hipótesis
constituyen
la
base
de
la
investigación científica. Una vez que
se ha determinado un problema, se
intenta, desde luego, encontrar una
solución de acuerdo a la naturaleza
de ese problema.
112
La hipótesis no es más que una
salida tentativa de aclaración entre
dos variables y que es posible
comprobarla a nivel de la experiencia.
Es una solución provisional, posible,
ante el problema que se ha
planteado.
Por ello habrá que
mostrar la verdad o la falsedad de
dichas hipótesis. Generalmente una
hipótesis requiere de la ayuda de
teorías para poder llegar a su
comprobación. Hay que tener en
cuenta que toda hipótesis requiere de
datos, que acumulados, permiten
mostrar la factibilidad de determinada
hipótesis. Esto de las hipótesis nos
muestra como aquellos pensadores
que suponían que la verdad es una
adecuación entre el pensamiento y el
objeto y que creen que la realidad
está ahí como dada, sufrieron cierta
equivocación porque el proceso
hipotético tiende a la interpretación
Resultado.
Nuevos
conocimientos,
aquí se responde
a la causa que
engendró el
problema.
real de los problemas sin la
pretensión de llegar a un ajuste
definitivo en el planteamiento de las
dificultades;
es
decir,
aunque
encontremos soluciones a unos
problemas,
inmediatamente
el
proceso continúa
al revertir en
nuevas dificultades. La hipótesis es
siempre un “supuesto”, premisas que
se utilizan con una gran probabilidad
de explicar adecuadamente un
fenómeno o un problema, sólo el
proceso
demostrativo
o
de
verificación nos dirá si eran objetivas
o estaban mal planteadas.
“En la ciencia se imponen tres
requisitos principales a la formulación
(que no es sin más la aceptación) de
las hipótesis: (I) la hipótesis tiene que
ser
bien-formada
(formalmente
correcta) y significa (no vacía
semánticamente);
(II) la hipótesis
tiene que estar fundada en alguna
medida en conocimiento previo; y si
es completamente nueva desde ese
punto de vista, tiene que ser
compatible con el cuerpo del
conocimiento
científico;
(III)
la
hipótesis tiene que ser empíricamente
contrastable
mediante
los
procedimientos objetivos de la
ciencia, o sea, mediante, la
Epistemología
comparación con los datos empíricos
controlados a su vez por técnicas y
teorías científicas”22.
Esto significa que las hipótesis no se
formulan caprichosamente sino que
debe existir cierta lógica en su
planteamiento, lo mismo en la
viabilidad de su comprobación o
contrastación con la realidad o con
los datos empíricos.
Las hipótesis se formulan con
base a relaciones que el
individuo establece frente a los
datos que rodean un problema
dado, ya sea por un proceso
inductivo
(generalizando
casos),
por un proceso
deductivo
(de
axiomas,
teoremas,
etc.),
por
un
proceso analógico (correlación
entre los hechos), intuitivas (sin
preparación, proceso espontáneo).
Esto es lo que le da contextura y
legitimidad
a
una
formulación
hipotética pues una hipótesis no se
puede lanzar por puro capricho sino
que hay ciertos fundamentos para
ello.
d. La Ley.
Cuando se llega a la comprobación
de una hipótesis podemos hablar de
ley en el sentido de que toda ley
obedece a hipótesis plenamente
comprobadas,
justificadas,
verificadas, empíricamente.
El
significado de ley: “En estos campos
ley cubre los siguientes conceptos: (I)
esquema objetivo; (II) fórmula que
intenta reproducir un esquema
objetivo; (III) fórmula que se refiere a
un esquema objetivo y a la
experiencia; (IV) metaenunciado que
se refiere a un enunciado legaliforme;
y (V) regla basada en un enunciado
legaliforme”23.
La ley, de todas maneras, está
indicando una especie de relación
constante; ya sea en los
fenómenos
de
la
naturaleza, en los del
comportamiento en los
sociales. El sentido de la
ley
es
permitirnos
representar
a
nivel
intelectivo la norma a que
obedecen los diferentes
fenómenos del universo.
Descubrir las leyes de los
fenómenos naturales es hacer
ciencia. Los antiguos pensaban que
podíamos hablar de ciencia, cuando,
a
nivel
intelectivo,
nos
representábamos las esencias de las
cosas, es decir, aquellos modos de
comportamiento que son comunes a
muchos seres. Hoy la aspiración del
científico es explicar los fenómenos
mediante la ley o la pauta que los
regula: “una hipótesis científica (una
fórmula fundada y contrastable) es
una fórmula de ley si y sólo si, es
general en algún aspecto y con algún
alcance dominio, y pertenece a algún
sistema científico”24. Toda ley debe
generalizar de modo alguno ya que el
23
22
Bunge Mario. Op. Cit.
24
Bunge, Mario. Op. Cit.
Idem.
113
Epistemología
científico no se puede quedar sólo en
la enumeración de casos o hechos
particulares. Sino que mediante la
ley nos manifiesta la forma como los
hechos particulares en su forma de
manifestarse pueden ser unificados
en leyes que expresan precisamente
eso: pautas generales. Ahora, la ley,
para formularse necesita de una
corroboración empírica; pero esto no
significa que con posterioridad otros
hechos puedan hacer indispensable
su modificación.
e. Teorías.
114
La ciencia no es
caótica;
todo
lo
contrario,
plantea
problemas, fórmula
hipótesis,
busca
interpretar los fenómenos en leyes
para terminar en la elaboración de
teorías, es decir, conjunto de ideas
sistematizadas,
coherentes,
relacionadas y que, como ya se ha
dicho, son contrastables con la
realidad.
Las teorías realmente
tienden a establecer relaciones entre
las diferentes síntesis hipotéticodeductivas.
“A medida que se
desarrollo
la
investigación
se
descubren o inventan relaciones
entre las hipótesis antes aisladas y se
introducen hipótesis más fuertes que
no sólo contienen las viejas sino que
dan
de
sí
generalizaciones
inesperadas, como resultad de ello se
constituye uno o más sistemas de
hipótesis.
Estos sistemas son
síntesis que incluyen lo conocido, lo
meramente sospechado y lo que
puede predecirse acerca de un tema
dado.
Tales síntesis, caracterizadas por la
existencia de una relación de
deductibilidad entre alguna de sus
fórmulas,
se
llaman
sistemas
hipotético-deductivos, modelos o
simplemente teorías. Por ejemplo, de
teorías científicas son la mecánica de
Newton, la teoría evolucionista de
Darwin y la teoría conductista de
Hull”25.
La ciencia debe ser sistemática.
Establece vínculos entre las distintas
hipótesis hasta formar un cuerpo
unitario de interrelaciones entre
hipótesis y principios más generales.
La finalidad de las teorías la podemos
resumir así: “(I)
Sistematizar el
conocimiento
estableciendo
relaciones lógicas entre entidades
antes inconexas; en particular,
explicar
las
generalizaciones
empíricas
derivándolas
de
las
hipótesis a nivel superior.
(II)
Explicar los hechos por medio de
hipótesis
que
impliquen
las
proposiciones que expresan dichos
hechos.
(III)
Incrementar el
conocimiento
derivando
nuevas
proposiciones
(por
ejemplo,
previsiones) de las premisas, en
conjunción con información relevante.
(IV) Reforzar, la contrastabilidad de
la hipótesis sometiéndolas al control
de las demás hipótesis del sistema.
25
Bunge, Mario. Op. Cit.
Epistemología
(V) Orientar la investigación, ya: a)
mediante el planteamiento o la
reformulación
de
problemas
científicos fecundos, ya, b) mediante
sugerencias sobre la recolección de
nuevos
datos
que
serían
inimaginables son la inspiración de la
teoría, ya c) inspirando nuevas líneas
enteras de investigación. (VI) Ofrecer
un mapa de un sector de la realidad,
esto es, una representación o modelo
(generalmente simbólico), de objetos
reales, y no un mero sumario de
datos y un procedimiento para
producir
datos
nuevos
26
(previsiones)” .
Como se ha venido manifestando, el
conocimiento nunca es un hecho
definitivo, en la misma forma las
teorías
tendrán
reajustes,
son
susceptibles
de
renovación,
caracterizada por la misma actitud de
la ciencia de ser investigación abierta
siempre a nuevas posibilidades. El
progreso de la teoría va naciendo de
su misma confrontación con la
realidad. Lo que importa de la teoría
es que con ella se intenta dar una
explicación más o menos adecuada
de una parte de la realidad desde
luego que esa explicación no puede
estar en contradicción con las leyes
lógicas sino que, por el contrario,
ellas es un cuerpo unitario y
coherente.
Los conceptos están
conectados, no son ideas sueltas. En
definitiva, la teoría se está nutriendo
constantemente de datos empíricos y,
a su vez, ella vuelve sobre esa
26
Bunge. Mario. Op. Cit.
realidad para interpretarla o hacer sus
respectivos ajustes.
115
Epistemología
Datos = Mundo externo → Problemas → Hipótesis → Leyes → Teorías.
Toda teoría pretende explicar un fenómeno real o, mejor, una parte de lo real.
Pero en la misma forma en que procura interpretar la realidad se convierte en
elemento que permite prever situaciones y, por lo tanto, lleva a la acción al
individuo. Cuando se está en capacidad de una predicción a través de la ciencia
podemos decir que se anticipa a un nuevo conocimiento y, por tanto se puede
llegar a estar preparado para actuar:
Teoría → Realidad → Acción
116
“Es posible, pues, apreciar dos
puntos de vista distintos: por una
parte, las teorías se conciben a veces
como leyes de gran generalidad de
las que pueden deducirse leyes de
menor generalidad por un método de
inferencia; por otra parte se
distinguen netamente las teoría de las
leyes en virtud de las aseveraciones
existenciales de las primeras. Según
el primer punto de vista las teorías
son cómodos resúmenes de leyes
empíricas, que también sirven para
revelar que más habrá de cumplirse
si se cumplen las leyes empíricas.
Por ejemplo, puede ocurrir que, a
partir de una generalización a un alto
nivel, un conjunto de leyes, que por lo
demás se distingan empíricamente
resulten
distintas
descripciones
posibles de un mismo dominio
empírico, que la teoría permita
concebir como referencia común de
las distintas leyes. La teoría haría
explícito, o revelaría, que entre las
leyes
particulares
existe
un
isomorfismo, en función del cual
pueda postularse que la inavariancia
común indica un objeto común… El
otro punto de vista distingue
netamente entre leyes, de cualquier
nivel de generalidad, y teorías porque
estas últimas hacen la adicional y
peculiar suposición (o conjetura)
existencial (u ontológica) de que
existen entidades de cierto tipo, a las
que se referirían los términos
teoréticos. El sentido en el que tales
entidades teoréticas existan, atañe,
pues, a una presunción ontológica,
ausente en el otro punto de vista
Epistemología
acerca de las teorías como leyes de
nivel superior”27.
En muchas cosas las teorías son la
forma adecuada de llegar a hacer
comprensibles las leyes, es decir, a
dar de ellas una explicación o
interpretación adecuada.
Por eso
recibe el nombre también de modelo,
marco
conceptual
o
teoría
propiamente dicha.
En estos
modelos teóricos para unos hay un
conocimiento del modo de ser de las
cosas reales, son maneras de captar
los fenómenos naturales o
sociales y por eso son
susceptibles
de
confrontación;
para
otros, las teorías son
construcciones
ideales en cuanto
guían la actividad
imaginativa
del
hombre. Pero lo cierto
es que la razón de ser
de las teorías son los
hechos reales porque de ellos
son expresión. Es decir, que así
como las leyes no se las damos a la
realidad sino que ésta viene
estructurada en pautas o normas y
que, aunque no las conociéramos no
por eso dejarían de funcionar, en la
misma forma las teorías como
explicativas de la forma como se
comporta una determinada región de
lo real tienen que tener un
fundamento.
Por eso la relación
estrecha que existe entre teoría y
27
Cohen, M y E., Ángel. Introducción a la lógica y el método
científico. Amorronú Editores. Buenos Aires.
práctica. Lo que sí debemos aceptar
es que las teorías no son definitivas
como no lo es nada en el
conocimiento sino que esos marcos
teóricos se renuevan continuamente
a medida que la realidad va siendo
conocida en una mejor forma.
La teoría es el resultado de todo un
proceso y, a la vez, el punto de
iniciación de nuevas experiencias en
el campo del conocimiento.
f. Concepto de ciencia.
Ahora conviene explicitar el
concepto de ciencia después
de haber demostrado en
forma rápida el proceso
que sigue el método
científico. La precisión,
claridad,
la
coherencia, el mismo
orden,
son
el
producto
de
un
método, el científico.
Este es el método que
pretende liberar al conocimiento
de la subjetividad, de la simple
creencia espontánea, para poner en
una relación objetiva nuestra persona
y el mundo que nos rodea. Es el
método que concibe el conocimiento
como algo progresivo y no como un
estadio definitivo.
Algunos definen, la ciencia mirando
exactamente a lo que la ciencia hace.
Por tanto, sería un tipo de
conocimiento
en
el
que
se
experimenta, se controla, se formula
problemas se hacen hipótesis, se
117
Epistemología
elaboran leyes y se establecen
teorías. Aunque esto es cierto, sin
embargo, se entremezclan el método
y la ciencia propiamente dicha.
118
La ciencia es el resultado de la
actividad del hombre pero no de
cualquier tipo de actividad sino de
una actividad ordenada (metódica)
por medio de la cual se persigue el
conocimiento objetivo del mundo.
Ese conocimiento no es la simple
experiencia ni los simples datos de
los sentidos (aunque se acepten
como punto de partida) sino que es
un conocimiento intelectivo (racional)
donde tienen vigencia las leyes y los
principios generales, con lo cual se
trata de un conocimiento coherente
(sistemático), pero eso sí, con
posibilidad de rectificación continua a
medida que progresan los métodos
de investigación. No cabe duda que
la ciencia es un cuerpo de
conocimientos que reproducen las
leyes de los procesos naturales y
sociales y que como expresión de
ellos. La ciencia es susceptible de
confrontación con esos mismos
procesos. Esto es lo que le da
carácter objetivo a la ciencia: su
exactitud frente a tantos otros tipos
de conocimientos que no gozan del
rigor del método científico. “Lo que
afirma la ciencia es: (I) que es más
verdadera que cualquier modelo nocientífico del mundo; (II) que es
capaz de probar, sometiéndola a
contrastación
empírica,
esa
pretensión de verdad; (III) que es
capaz de descubrir sus propias
deficiencias, y (IV) que es capaz de
corregir sus propias deficiencias, o
sea, de construir representaciones
parciales de las estructuras del
mundo que sean cada vez más
adecuadas”28
Con esto, se desvirtúa la concepción
que elaboraron los griegos de ciencia,
como un conocimiento absoluto,
necesario, universal e inmutable de
las cosas. Este sería el concepto
estático de ciencia frente al concepto
de
ciencia
moderna
que
es
profundamente dinámico, progresivo,
ajustable
a
los
nuevos
descubrimientos.
No es posible
pensar en elaborar un concepto de
saber completo acerca de lo real,
sino, más bien, los diferentes
enunciados científicos pueden poseer
un grado de verdad y a medida que
existan métodos más adecuados de
investigación, se podrá intentar una
mayor profundización en aquello que
estudiamos.
“La sistematización como ideal de la
ciencia: el ideal de la ciencia es lograr
una interconexión sistemática de los
hechos. Las proposiciones aisladas
no constituyen una ciencia.
Son
meramente una oportunidad para
hallar su conexión lógica con otras
proposiciones.
1. El sentido común se contenta
con una variada colección de
28
Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel.
Buenos Aires.
Epistemología
informaciones.
Como
consecuencia,
las
proposiciones que afirma son
frecuentemente
vagas,
se
ignora el ámbito de su
aplicación y su compatibilidad
suele ser muy discutible. Las
ventajas de descubrir un
sistema entre los hechos
resultan obvias. Una condición
para obtener tal sistema es
introducir exactitud en las
afirmaciones. De este modo
queda bien definido el límite
dentro
del
cual
las
proposiciones son verdaderas.
Además, se eliminan de
manera
gradual
las
contradicciones
interproposicionales,
porque
aquellas proposiciones que
forman parte de un sistema
deben apoyarse y corregirse
mutuamente. Aumenta así la
amplitud y la exactitud de
nuestra información; de hecho,
en estas dos características
radica la diferencia entre el
método científico y otros
métodos.
2. Cuando una ciencia abandona
una teoría para adoptar otra,
como sucede con frecuencia,
es un error suponer que ha
entrado en “bancarrota” y que
es incapaz de descubrir la
estructura del dominio que
estudio.
Tales
cambios
indican, más bien, que la
ciencia
va
concretando
progresivamente su ideal, pues
son el resultado de la
corrección de observaciones o
razonamientos anteriores, lo
cual indica que poseemos
hechos más confiables.
3. El ideal de construir un sistema
exige que las proposiciones
cuya verdad se afirma se
vinculen entre sí sin introducir
otras
proposiciones
que
cuenten con elementos de
juicio escasos o nulos a su
favor.
En un sistema, el
número
de
proposiciones
inconexas, y el de las que
están
sustentadas
por
elementos
de
juicio
son
mínimas; por consiguiente, se
satisfacen en alto grado los
requisitos de la simplicidad tal
como lo expresa el principio de
la navaja de Occam.
Este
principio establece que no
deben
multiplicarse
las
entidades más allá de lo
necesario.
Se lo puede
interpretar como la exigencia
de probar todo aquello que
puede ser probado; y esto es lo
que exige el ideal de la
sistematización.
4. Los elementos de juicio a favor
de proposiciones que forman
parte de un sistema se
acumulan más rápidamente
que los elementos de juicio a
favor
de
proposiciones
aisladas. Los elementos de
119
Epistemología
120
juicio
a
favor
de
una
proposición pueden provenir de
sus propios casos verificadores
o de los casos verificadores de
otras proposiciones vinculadas
con la primera dentro de un
sistema.
Este
carácter
sistemático de las teorías
científicas es lo que da
probabilidades tan elevadas a
las
diversas
proposiciones
individuales de una ciencia.
cánones mismos de la investigación
se descubren en el proceso de
reflexión y, en el transcurso de
aquella es posible modificarlas.
Gracias a su propia aplicación
continua, el método permite la
observación
y
corrección
de
29
errores” .
Naturaleza autocorrectiva del método
científico:
La ciencia no desea
convencer de la verdad de sus
proposiciones de cualquier manera y
a cualquier precio. Las proposiciones
deben tener el apoyo de elementos
de juicio lógicamente aceptables,
valoradas cuidadosamente y puestas
a prueba por los cánones conocidos
de las inferencias necesarias y la
inferencia probable. Se sigue de esto
que el método de las ciencias es más
estable y más importante para los
hombres de ciencias que cualquier
resultado particular logrado por su
intermedio.
La ciencia es un conjunto de
conocimientos que se formulan a
nivel de ideas, juicios y raciocinios,
plenamente organizados, coherentes,
que se caracterizan por su objetividad
y que a la vez son, susceptibles de
ser confrontados con los hechos
reales pero que en ningún caso, son
conocimientos definitivos.
1.En virtud de este método, la
empresa científica es un proceso
autocorrectivo. No apela a ninguna
revelación o autoridad especial cuyos
dictámenes sean indudables y
definitivos.
No pretende poseer
infalibilidad, sino que se basa en las
técnicas apropiadas para desarrollar
y poner a prueba hipótesis con el fin
de lograr conclusiones seguras. Los
Si se trata de precisar un poco más el
concepto de ciencia se podría hacer
de la siguiente manera:
“La ciencia es una actividad humana
y posee sus raíces en las
capacidades humanas corrientes que
todos compartimos.
Con todo lo
familiar y obvio que esta verdad es,
su importancia suele desdibujarse en
muchas de nuestras definiciones de
la ciencia y en nuestra actitud hacia
ella.
Según un punto de vista corriente y,
en general, acertado, la ciencia
constituye un cuerpo organizado o
sistemático de conocimientos que
hace uso de aquel tipo de
conocimiento acerca del cual puede
alcanzarse un acuerdo universal por
parte de los científicos que comparten
29
Cohen, M y E., Ángel. Op. Cit.
Epistemología
un lenguaje (o lenguajes) y unos
criterios comunes para la justificación
de
presuntos
conocimientos
y
30
creencias” .
Por su parte, Mario Bunge nos dice lo
siguiente en lo que respecta a la
ciencia:
“Mientras los animales inferiores sólo
están en el mundo, el hombre trata de
entenderlo y, sobre la base de su
inteligencia imperfecta, por perfectible
del mundo, el hombre intenta
enseñorearse de él para hacerlo más
confortable.
En este proceso,
constituye un mundo artificial: ese
creciente cuerpo de ideas llamado
“ciencia”, que puede caracterizarse
como
conocimiento
racional,
sistemático, exacto, verificable y por
consiguiente falible. Por medio de la
investigación científica, el hombre ha
alcanzado
una
reconstrucción
conceptual del mundo que es cada
vez más amplia, profunda y exacta.
Un mundo le es dado al hombre; su
gloria no es soportar o despreciar
este mundo, sino enriquecerlo
construyendo
otros
universos.
Amansa y remoldea la naturaleza
sometiéndola
a
sus
propias
necesidades; construye la sociedad y
es a su vez construido por ella;
tratando luego de remoldear este
ambiente artificial para adaptarlo a
sus propias necesidades animales y
espirituales, así como a sus sueños:
crea así el mundo de los artefactos y
el mundo de la cultura. La ciencia
como actividad –como investigaciónpertenece a la vida social; en cuanto
se la aplica al mejoramiento de
nuestro medio natural y artificial, a la
invención y manufactura de bienes
materiales y culturales, la ciencia se
convierte en tecnología.
Sin
embargo, la ciencia se nos parece
como la más deslumbrante y
asombrosa de las estrellas de la
cultura cuando la consideramos como
un bien por sí mismo, esto es, como
un sistema de ideas establecidas
provisionalmente
(conocimiento
científico), y como una actividad
productora
de
nuevas
ideas
(investigación científica)”31.
Es
de
suma
importancia
la
consideración de la ciencia como un
producto social porque realmente en
el
proceso
investigativo
está
patentado el esfuerzo colectivo de los
hombres que buscan, no solamente
hallar la verdad de las cosas, sino
que una vez hallada ésta, debe tener
una relación inmediata con el
mejoramiento de las condiciones de
vida del hombre. Esto hace que los
mismos científicos comprendan la
responsabilidad social, en el sentido
de cooperación en los planes por la
estructuración de una sociedad cada
vez más equilibrada, más justa,
donde el hombre pueda vivir
dignamente, es decir, como hombre,
como ser de derechos y no esté
sometido
a
condiciones
infrahumanas, muchas veces con la
31
30
Wartofsky, Marx. Op. Cit.
Bunge Mario. La ciecnia su método y su filosofía. Ediciones
Siglo XX. Buenos Aires.
121
Epistemología
indiferencia de quienes pudieran
resolver estas anomalías. La ciencia
no puede convertirse en propiedad de
una minoría, separándose de su
verdadero sentido que es la
superación del hombre en todos sus
aspectos.
122
El esfuerzo humano continuo, es el
que le da a la ciencia el carácter de
desarrollo permanente, donde las
experiencias, las ideas, los esfuerzos
pasados son el elemento básico
sobre el cual ha de construirse la
nueva interpretación. “La ciencia es
un cuerpo de conocimientos en
constante desarrollo formado por
fragmentos de las reflexiones y las
ideas, pero en grado mayor de la
experiencia y de las acciones, de una
amplia corriente de trabajadores y de
pensadores.
No es suficiente
conocer lo que ya es conocido: para
que un hombre pueda ser calificado
de científico es necesario que añada
algo propiamente suyo al fondo
común. La ciencia es, el cualquier
momento, el resultado total de la
ciencia habida hasta ese instante.
Semejante resultado, sin embargo, no
es algo estático. La ciencia consiste
en algo más que en la reunión
completa de todos los hechos
conocidos, de todas la leyes, de
todas las teorías. En realidad un
descubrimiento constante de hechos,
leyes y teorías nuevas que critica y
con frecuencia destruye mucho de lo
construido.
El edificio del saber
científico no se detiene jamás en su
crecimiento. Podríamos decir que
efectúa
reparaciones
constantemente, pero que nunca deja
de utilizarse”32.
Se ha descartado la posibilidad de
que la ciencia sea interpretada
simplemente como acumulación de
hechos, de datos. Por el contrario, la
ciencia como instancia crítica-racional
tiende a ordenar y sistematizar el
saber en forma coherente, lógica.
32
Bernal, John. Historia social de la ciencia. Ediciones
Península. Barcelona.
Epistemología
Esquema sobre el concepto de ciencia:
La ciencia es:
Un cuerpo
→
De conocimientos
→
Unidad coherente, interrelacionada.
Racionales: se da a nivel de
Conceptos, juicios, raciocinios.
Organizados .
→
Sistematizados.
Objetivos.
→
Controlables con lo real.
Ampliativos.
→
Se renuevan continuamente.
De lo real.
→
De la naturaleza y hechos sociales.
En el que se indican.
→
Precisan.
Las pautas generales.
→
Leyes.
De los fenómenos naturales y sociales. →
g. División de la ciencia.
Toda clasificación de las ciencias
tiende a buscar los vínculos entre las
diferentes
formas
del
saber,
establece nexos con base a principios
lógicamente fundamentados.
Esto
implica el objeto propio de cada
ciencia y sus relaciones con otras
áreas; el método o las condiciones
que exige cada ciencia al enfrentar su
objeto y, los propósitos para los
cuales produce el hecho de
investigación. En la antigüedad se
dividían las ciencias de acuerdo al
objeto de estudio, se habló entonces
de la Física, que estudiaba la
De lo real.
naturaleza; la Ética que estudiaba la
sociedad, la Lógica que hacía
referencia
al
pensamiento.
Aristóteles fue el primero en intentar
una clasificación de las ciencias:
tomó como punto de partida lo que
cada ciencia se proponía: ciencias
teóricas que se ocupan del a verdad:
Física,
Matemática,
Metafísica;
ciencias prácticas que establecen
pautas
de
comportamiento:
Economía, Política, Moral, ciencias
poéticas cuyo fin es la creatividad:
Poesía,
Literatura,
Retórica,
Dialéctica. Tanto la Edad Antigua
como la Medieval, consideran la
123
Epistemología
Filosofía como la ciencia fundamental
de todas las ciencias particulares.
124
A partir del Renacimiento hasta el s.
XVIII, comienza la independización
de las ciencias, cada una cobra
cuerpo aparte de la Filosofía,
establece su método y su objetivo.
Se habla de la Matemática, de la
Astronomía, de la Física. Francisco
Bacon,
hace
una
clasificación
tomando como base las facultades
del hombre, con lo cual le da un
carácter subjetivo a las ciencias:
ciencias de la memoria (historia),
ciencias de la imaginación (poesía,
épica, dramática), ciencias de la
razón (filosofía). En el s. XIX Ampére
hace una clasificación con base al
objeto de cada ciencia: ciencias
cosmológicas (estudian la materia) y
ciencias zoológicas (estudia el
espíritu), subdividen cada una de
ellas en diferentes partes de acuerdo
a la estructura de la materia
(orgánica, inorgánica) o del espíritu
(individual o colectivo).
Augusto
Comte demuestra como las ciencias
dependen unas de otras, llegando a
establecer una jerarquía entre las
distintas ciencias, de acuerdo a su
mayor o menor grado de complejidad
y
dependencia:
Matemática,
Astronomía,
Física,
Química,
Fisiología,, Sociología; la matemática
sería el fundamento de todas las
ciencias por ser la más simple y
universal
de todas
las
ciencias.
Las
ciencias
formales
son base
de
las
ciencias fácticas, idea que predominó
en toda la Filosofía moderna. Hegel,
hará una clasificación de acuerdo a
las exigencias del espíritu absoluto: la
Lógica (ser en sí para sí), la
Naturaleza (alienación del espíritu) y
la Filosofía del Espíritu recobrado
para sí).
Marx, al considerarse como el
descubridor de las leyes de la
dialéctica, que para él son las leyes
más generales de la naturaleza, de la
sociedad
y
del
pensamiento,
establecía el fundamento teórico de
las
ciencias:
Ciencias
de
la
naturaleza, ciencias de la sociedad y
ciencias del pensamiento.
En la actualidad Mario Bunge, ha
establecido la siguiente clasificación
de las ciencias, basándose en el
objeto de estudio de cada ciencia;
según esto, hay ciencias que se
dedican al estudio de relaciones
lógicas y reciben el nombre de
ciencias formales, o, por el contrario,
estudian los hechos reales y reciben
el nombre de ciencias fácticas:
Epistemología
Lógica.
Formal.
Ciencia.
Física.
Natural.
Química.
Biología.
Factual.
Psicología social.
Psicología individual.
Psicología.
Cultural
Economía.
Ciencia política.
Las ciencias formales se interesan
por entres ideales, así se trate de
abstracciones que se realicen a partir
de lo real. La matemática y la Lógica,
no se interesan por el estudio de
cosas, de situaciones, de hechos sino
por las formas y en tal sentido esas
formas se pueden aplicar después de
cualquier tipo de contenido.
Las
ciencias fácticas, por el contrario, se
preocupan de hechos, de cosas
reales, de procesos y debido a esto
requieren de la experiencia y
del experimento para comprobar sus
hipótesis.
Las ciencias formales
acuden a la lógica, pero no requieren
de la experiencia, utilizan la
deducción, buscan la coherencia de
los
enunciados
con
principios
previamente establecidos.
Las
ciencias fácticas deben verificar,
contrastar lo que dicen. Sólo los
hechos pueden aprobar o descartar
una hipótesis.
Historia material
M. B. Kedrov y A. Spirkin nos ofrecen
Historia de las ideas.
una clasificación
más amplia de las
ciencias:
Ciencias filosóficas:

Dialéctica.

Lógica.
125
Ciencias matemáticas:

Matemática
(cibernética)

Lógica matemática.
práctica.
Ciencias naturales y técnicas:

Mecánica.

Mecánica aplicada.

Astronomía.

Astronáutica.

Astrofísica.
Epistemología
126

Física.

Lingüística.

Física técnica.


Fisicoquímica.
Psicología
y
pedagógicas.

Química física.

Química y ciencias químicotecnológicas.

Metalurgia y minería.

Geoquímica.

Geología.
Pablo Tillic elaboró una clasificación
en: Sistema de las ciencias, según
los objetos y los métodos.
Las
ciencias en forma general serían o
del pensamiento (ideales), o de lo
real (existenciales), o de lo espiritual
(normativas).
Ciencias del pensamiento:

Geografía.

Bioquímica.

Biología
y
agropecuarias.
ciencias

Fisiología
médicas.
ciencias

ciencias
y

Lógica.

Matemática.
Ciencias reales (existenciales).

Antropología.
Ciencias Sociales:
Ciencias legales.
-
Física – matemática.
-
Mecánica – dinámica.

Historia.
-
Química – mineralogía.

Arqueología.
-
Geología.

Etnografía.
-
Geografía.

Geografía económica.

Estadística
social.
económica-

Ciencias de las formas.
- Orgánicas.

Política.

Economía.

Jurisprudencia.
-
Biología.
-
Psicología.
-
Sociología.
Epistemología
- Técnicas.
- Técnicas formativas
- Física.
-
Jurisprudencia.
-
Ética.
-
Filosofía de la religión.
- Química.
- Mineralogía.
Augusto
Messer
hace
una
clasificación dividiéndolas en ciencias
ideales, ciencias reales, dentro de las
cuales encontramos las ciencias
naturales y sociales, para terminar en
la metafísica.
- Farmaceútica.
- Técnicas evolutivas.
- Medicina.
- Veterinaria.
- Pedagogía.
Ciencias ideales.
- Políticas.

Ciencias
de
consecuencias.
-
Historia.
-
Etnología.
-
Lingüística.
-
Filología.
las

Lógica.

Matemáticas.

Ética (formal).

Estética (formal).
Ciencias reales.

Ciencias espirituales o normativas.

-
Física, astronomía.
-
Geología.
-
Geografía.
-
Paleontología.
-
Biología.
-
Botánica.
-
Zoología.
Teóricas.
-

Ciencias naturales.
Teoría
conocimiento.
-
Estética.
-
Metafísica.
Prácticas.
del
127
Epistemología

-
Antropología.
-
Psicología aclarativa.
Ciencias sociales.
-
Psicología comprensiva.
-
Sociología.
-
Jurisprudencia.
-
Ciencias políticas.
-
Economía.
-
Historia.
-
Etnología.
-
Etnografía.
-
Ciencias lingüísticas.
-
Ciencias literarias.
-
Ciencias
del
arte
plástico y de la música.
-
Ciencias de la religión.
128

Metafísica.
-
Ontología.
-
Teoría
conocimiento.
-
Filosofía natural.
-
Filosofía cultural.
del
Epistemología
1. ¿Qué diferencias puede hallar entre las teorías filosóficas del conocimiento
y una teoría científica del conocimiento?
2. Diferencia las Epistemologías metacientíficas, paracientíficas y científicas.
3. En su concepto, ¿qué es lo que distingue un conocimiento espontáneo de
un científico?
4. ¿Cuáles son los pasos del método científico?
5. Mediante un ejemplo, trate de explicar en qué consiste el problema, la
hipótesis, la ley y la teoría.
6. Describa lo que caracteriza a la ciencia.
7. ¿Cuáles son los métodos de la Epistemología?
8. ¿Cómo podríamos dividir las ciencias?
129
Epistemología
Ciencia es el intento de hacer que la caótica diversidad de nuestra
experiencia sensorial se corresponda con un sistema de
pensamiento lógicamente uniformado....... Las experiencias
sensoriales son la materia dada al sujeto, pero la teoría que las
interpretará es una construcción del hombre..." (Einstein, 1940).
El argumento deductivo se contrapone al método inductivo, en el sentido de que
se sigue un procedimiento de razonamiento inverso. En el método deductivo, se
suele decir que se pasa de lo general a lo particular, de forma que partiendo de
unos enunciados de carácter universal y utilizando instrumentos científicos, se
infieren enunciados particulares, pudiendo ser axiomático-deductivo, cuando las
premisas de partida están constituidas por axiomas, es decir, proposiciones no
demostrables, o hipotéticos-deductivo, si las premisas de partida son hipótesis
contrastables.
130
Este enfoque inductivo de ciencia empezó a derrumbarse gradualmente en la
segunda mitad del siglo XIX bajo la influencia de los escritos de Match, Poincare y
Duhem, a principios de nuestro siglo empezó a tomar una visión prácticamente
opuesta en los trabajos del Círculo de Viena. Algunos autores contemporáneos
han criticado duramente esta metodología (Hempel, 1966, pp. 11-12; Medawar,
1969, pág.40) argumentando una serie de cuestiones que ponen en duda su
eficacia, como la imposibilidad de recopilar todos los hechos relacionados con el
fenómeno en el que estamos interesados o el hecho de que la experimentación
sea sólo utilizada como un simple procedimiento para generar información.
Epistemología
LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA.
Tras el rico período del Renacimiento, durante el cual Europa entró en contacto
con la ciencia de la Antigüedad, la primera mitad del siglo XVII es de una
importancia capital en la historia del pensamiento científico pues ve nacer una
nueva ciencia, moderna, experimental y cuantitativa, que se desarrollará en los
siglos siguientes. Los progresos realizados en las matemáticas son
importantísimos: nacen o se renuevan el álgebra, la teoría de los números, el
cálculo de probabilidades, la geometría proyectiva y el cálculo infinitesimal. Las
matemáticas se aplicarán a las diversas ramas de las ciencias físicas: a la
dinámica, constituida en ciencia autónoma desde Galileo a Newton; a la mecánica
celeste, cuyos principios fundamentales formularon Kepler y Newton con los
precedentes copernicanos, y a la óptica. En el campo experimental se produjeron
también enormes progresos gracias a la invención de las lentes y del microscopio,
al descubrimiento de las leyes de la óptica geométrica y al estudio de fenómenos
magnéticos y eléctricos. En medicina se descubre la circulación mayor de la
sangre y se desarrolla la anatomía microscópica. Durante el siglo XVII se sustituyó
la física de las cualidades por la física cuantitativa, el cosmos jerarquizado y
cerrado por un Universo indefinido y el mundo sentido de la percepción inmediata
por el mundo pensado del matemático. Todo eso era nuevo entonces y para
descubrirlo era necesario que se produjera una verdadera revolución, mirar el
mundo con ojos nuevos. En efecto, estos progresos no se entenderían sin la
profunda transformación de las mentalidades y los métodos científicos y sin la
participación de investigadores audaces, todos ellos creadores de la ciencia
moderna: Kepler, Galileo, Malebranche, Fermat, Leibniz, Newton, Bacon, Harvey,
Napier, Pascal, Descartes, Gassendi, Torricelli y otros. El gran mérito de esos
científicos fue que descubrieron y establecieron los principios y las bases de la
ciencia moderna. En el terreno de los descubrimientos su aportación fue
impresionante: las leyes de Kepler, la mecánica de Galileo, el sistema circulatorio
de Harvey, la geometría de Descartes, la geología de Stenon, la óptica
astronómica de Newton, etc. ¿Cómo se lograron esos resultados? La solución
consistía en derrocar la idea de investigación y de ciencia que reinaba desde
Aristóteles, atacar directamente su doctrina, sustituir el milagro griego por una
nueva forma de contemplar la Naturaleza. La nueva ciencia fue instaurada al
margen de la enseñanza oficial. Esto puede apreciarse, en primer lugar, en la
diversidad de ocupaciones y en el origen social de los científicos y, en segundo
lugar, en las condiciones en que llevaron a cabo su labor científica. Los críticos de
la situación en que se encontraba la enseñanza científica a principios del siglo
XVII coinciden en gran medida en el diagnóstico de sus dolencias. El crítico más
sistemático fue Francis Bacon. En su obra "Advancement of learning" (1605) y
más tarde en su "Novum organum" (1620), así como en el prefacio de la
131
Epistemología
132
"Instauratio magna" (1620), ofrecía un diagnóstico mediante la interpretación de la
historia del movimiento científico. En su opinión, sólo habían existido tres
sociedades en las cuales, durante un corto espacio de tiempo, las ciencias
progresasen: Grecia, Roma y la Europa de su tiempo. Pero aún en esos períodos
favorables los avances habían sido vacilantes. Propugnaba como método de
investigación una indagación de la naturaleza de tipo experimental. El fracaso de
las ciencias teóricas para acrecentar sus conocimientos mediante la investigación
lo comparaba Bacon al fracaso del sistema universitario de su época. Científicos
como Descartes y Torricelli urgían, por su parte, a que se procediese a una mayor
extensión de los estudios científicos en las universidades y a una mayor dotación
económica a los investigadores. Sin embargo, y pese a los críticos del sistema
educativo universitario, los grandes hombres de ciencia fueron, sin excepción,
graduados universitarios. Fueron las instituciones educativas tradicionales las que
formaban a los hombres. De los estudios obligatorios de la lógica de Aristóteles y
su física aprendieron los elementos de un sistema teórico científico, adquirieron
una experiencia técnica y desembocaron en una nueva filosofía. Si es verdad que
los graduados universitarios adquirieron una formación técnica fuera de la
universidad, fue la formación universitaria recibida la que les hizo comprender la
importancia de crear no sólo una tecnología científica, sino una nueva filosofía
experimental. La ciencia teórica mantenía aún su estructura tradicional en el
"quadrivium" (aritmética, música, geometría y astronomía) para formar a la
juventud en la virtud por medio de las humanidades, que se enriquecían con algo
de óptica. Se estudiaba también medicina y física. La enseñanza tradicional de
estos contenidos se reducía a la lectura y comentario de las obras de Euclides,
Tolomeo, Aristóteles, Galeno y, cuando las circunstancias eran propicias, de
autores más recientes. En 1650 ninguna universidad se había reorganizado
conforme a los deseos de los innovadores. Las aportaciones oficiales se
redujeron a la creación de nuevas cátedras y de algún material (físico,
astronómico o botánico).
FUNDAMENTOS DE LA NUEVA FILOSOFÍA.
En su "Saggiatore" (1623) Galileo escribía lo siguiente: "La Naturaleza está
escrita en lenguaje matemático". La fórmula es realmente revolucionaria,
pues el concepto antiguo de Naturaleza como organización de sustancia, de
formas y de cualidades, es sustituido por uno nuevo: la Naturaleza como conjunto
coordenado de fenómenos cuantitativos. Y no sólo se modifica el concepto acerca
de la Naturaleza, sino también el de investigación científica de la misma. En
efecto, uno de los cambios de actitud más característicos de la nueva
investigación científica fue el de buscar la comprensión de la Naturaleza no por la
observación inmediata, sino por las subyacentes estructuras matemáticas y
Epistemología
mecánicas, tratando de descubrir, mediante análisis teóricos sistemáticos y
cuantitativos, la auténtica estructura del mundo real. Para Galileo y sus coetáneos,
la física aristotélica, todavía dominante en los círculos universitarios a principios
del siglo XVII, no sólo era inexacta sino errónea. Y por ello tomaron la decisión de
rechazarla. Las palabras de Galileo podrían ser propiedad de cualquiera de
aquellos científicos: "la ciencia está escrita en el más grande de los libros, abierto
permanentemente ante nuestros ojos, el Universo, pero no puede ser
comprendido a menos de aprender a entender el lenguaje y a conocer los
caracteres con que está escrito. Está escrito en lenguaje matemático y los
caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las que es
humanamente imposible entender una sola palabra; sin ellas uno vaga
desesperadamente por un oscuro laberinto...". Una vez que se aceptó esta
propuesta de Galileo nació la nueva física, como el estudio de las propiedades
primarias y reales, matemáticas y mecánicas, en profundo contraste con la física
aristotélica. Al formular explícitamente el programa metodológico de la nueva
física, entendida como búsqueda de leyes primarias de la Naturaleza y de los
procesos subyacentes que producen las apariencias de las cosas, la nueva
filosofía científica introducía un cambio sistemático en los interrogantes planteados
a la Naturaleza y en los criterios para aceptar las conclusiones. La novedad, por
consiguiente, de la nueva filosofía radicaba en el intento de utilizar los éxitos del
análisis experimental, matemático y cuantitativo, como el único criterio para decidir
sobre las conclusiones acerca de la naturaleza de las cosas. Esto cambió la
imagen, no sólo del Universo, sino de sus partes. En lugar del modelo orgánico del
cosmos aristotélico, con partes relacionadas con el todo, el Universo era
contemplado como una gran máquina automática. "Lo que yo pretendo -escribía
Kepler- es demostrar que la máquina celeste no debe compararse a ningún ser
viviente de carácter divino, sino a un aparato de relojería... porque casi todos sus
movimientos tienen lugar merced a una simple fuera magnética, del mismo modo
que en un reloj todo depende de un simple peso. Además, yo demuestro que
estos conceptos físicos pueden expresarse a través del cálculo y de la geometría".
Las "Dioptrice" de Kepler (1611), los "Discorsi" de Galileo (1638), el "Horologium
oscilatorium" de Huygens (1673) y los "Principia matemática" de Newton (1687),
son ejemplos sobresalientes de tratados presentados en estilo geométrico que,
partiendo de una serie de primeros principios -axiomas, definiciones, postulados e
hipótesis-, abordaban resultados eficientes. El problema residía en descubrir estos
principios en las relaciones causales de las propiedades primarias y en que las
especulaciones a priori no se contradijesen con los datos de la experiencia. Los
autores de la época vieron en este proceso de investigación (por el que el
Universo observado era primero anatomizado y después racionalmente
reconstruido de acuerdo con los principios descubiertos) una estructura definida, a
la que Galileo y Castelli llamaron método resolutivo y compositivo, que derivaba de
133
Epistemología
134
la lógica que se enseñaba en Pisa y en Padua en el siglo XVI. Descartes,
después, aplicó los términos de análisis y síntesis. Dicho de otra manera, se partía
del análisis del problema objeto de estudio antes de abordarlo experimentalmente.
A la luz de este análisis teórico antecedente, podían ser individualizadas posibles
situaciones experimentales en las que, modificando uno a uno los factores
causales considerados esenciales, se forzaba a la Naturaleza a responder a
preguntas que la simple observación no habría podido resolver. El objetivo común
de los científicos era, en consecuencia, demostrar cómo podían determinarse
relaciones causales irrefutables entre los distintos fenómenos, considerando que
las causas eran la estructura abstracta subyacente bajo las propiedades primarias.
De ese modo, Bacon hizo una importante contribución a la lógica de la
investigación con la sistemática exposición de su método de eliminación en el
"Novum Organum" (1620). La verdadera inducción de Bacon se basaba en reunir
ejemplos de un determinado fenómeno (en su caso, el calor), que clasificaba en
tablas (de ausencia y presencia, de desviación o ausencia en la proximidad y de
grados de comparación). La inducción consistía en el rechazo de una relación
causal entre fenómenos que no estuviesen a la vez ausentes o presentes. Por su
parte, la contribución hecha por Descartes difirió bastante de la realizada por
Galileo o Bacon. El pensamiento de Descartes representó un gran impacto para
sus coetáneos, de influencia duradera gracias a la publicación de su "Principia
philosophiae", en los que intentó una reducción completa de todas las formas del
cambio físico a una sola: el movimiento. La base de la reducción de Descartes
estribaba en la división del mundo creado en dos esencias o naturalezas simples
mutuamente excluyentes: la extensión y el pensamiento. Puesto que el mundo
material no es más que extensión, de la que el movimiento es un modo de ser que
se presenta en diversos estados de complejidad, las leyes de la Naturaleza se
identifican con las leyes del movimiento. La nueva filosofía de Galileo, Kepler,
Bacon y Descartes liberó a las ciencias naturales de sus antiguas ligaduras y las
sometió a los hechos y a un mayor rigor en la apreciación de la exactitud
matemática como algo distinto de la argumentación teórica. Esto condujo a poner
cada vez más énfasis en la precisión, tanto en el cálculo como en la observación,
y a enriquecer los sentidos con instrumentos u órganos artificiales. A este
respecto, la primera mitad del siglo XVII estaba destinada a revelar el latente
poder de tales instrumentos más que a aplicarlos. Así, en 1610 se usaba una
especie de microscopio; en 1603 Galileo ideó un termómetro de aire y perfeccionó
el telescopio; hacia 1640 el barómetro tuvo una notable importancia y el péndulo
fue incorporado hacia 1656 por Huygens.
CONDICIONES DE TRABAJO.
Epistemología
En cualquier caso, la situación era muy distinta según los países. Hasta mediados
del siglo XVII la primacía la tuvieron las ciudades italianas, que conservaban la
hegemonía a la hora de ofrecer la más acabada formación científica en sus
instituciones y en donde, desde el siglo XVI, una rica y emprendedora burguesía
estaba interesada en los progresos de las ciencias. Más que en ningún otro lugar,
las ciudades y las universidades italianas de vieja tradición autónoma como
Padua, Pisa, Bolonia, Pavía y Florencia intentaban acaparar para sí los sabios de
mayor renombre que hubiese en Occidente, atraídos, además, por príncipes y
mecenas laicos y eclesiásticos. El italiano y el latín eran consideradas, de esta
manera, las primeras lenguas científicas, de tal manera que los científicos
franceses, alemanes, holandeses e ingleses las conocían y sus impresores las
utilizaban en las ediciones de mayor difusión. Fuera de Italia, las universidades
que más cultivaron las ciencias fueron las holandesas Leiden y Utrecht. En
España, la universidad de Salamanca, que durante el siglo XVI había estado a la
cabeza de la enseñanza de la anatomía y de la astronomía de Copérnico, pareció
perder el interés y se refugió en la tradición escolástica. En Francia, sólo la
universidad de Montpellier aceptó la nueva ciencia, pues la Sorbona parisina
seguía dominada por la teología y aferrada al escolasticismo, superada por el
"Collége Royal", que acogió a Gassendi y a Roberval. Por el contrario, fueron
mecenas particulares estimulados por la tradición italiana, como Peiresc, un
consejero del Parlamento de Provenza, o como el cardenal Mazarino, apasionado
bibliófilo, los que junto a las grandes ciudades de provincia favorecieron a los
primeros grupos científicos franceses. También en Inglaterra se favoreció la
ciencia desde instancias docentes oficiales, sobre todo en el "Gresham College"
de Londres, que fue el núcleo que, hacia 1660, daría paso a la constitución de la
"Royal Society". La principal crítica que los científicos hacían a las universidades
era que, incluso en las circunstancias más favorables, se limitaban a hacer sitio a
la nueva filosofía dentro del marco de los viejos métodos y estructuras, y que tal
adaptación no correspondía a los nuevos planteamientos científicos, que muy a
menudo tenían que emprenderse fuera de los recintos universitarios. Tras la
condena de Galileo en 1633, las medidas administrativas tomadas en los países
católicos contra el copernicanismo se endurecieron y las ideas mecanicistas de
Descartes fueron rechazadas por católicos y protestantes. Así pues, con todo esto,
no debe extrañar que la investigación tuviera que empezar al margen de los
claustros universitarios y que cuando se organizó y reconoció lo fue en
instituciones de nuevo cuño, como las sociedades científicas que se crearon
durante el siglo XVII por todo el Occidente. La mayoría de ellas nacieron como la
sanción oficial de los patrocinios privados que habían mantenido las
investigaciones científicas al margen de las universidades y como agrupaciones
de personas eruditas e interesadas en determinados temas. En Italia, bajo los
auspicios del príncipe Federico Cesi, se constituyó en Roma, en 1603, la primera
135
Epistemología
136
academia científica bajo el nombre de "Accademia dei Lincei", de la que formaría
parte Galileo. Medio siglo más tarde, el gran duque de Toscana, Fernando II, quiso
tener en Florencia su grupo de sabios, para lo cual fundó en 1657 la "Accademia
del Cimento" en donde se encontrarán Sténon, Borelli, Redi, etc., entre 1657 y
1667. En Francia, Colbert creó en 1666 la "Académie des Sciences", aunque
mucho antes, Marin Mersenne, religioso mínimo, preocupado por el aislamiento y
la soledad de los científicos y dispuesto a establecer la costumbre de que los
científicos trabajasen y discutiesen en común había fundado, en 1635, la
"Academia parisiensis", que se proponía agrupar a sabios de todas las ciencias.
En Inglaterra se levantó, en 1660, la "Royal Society" en el seno del "Gresham
College". En Alemania, la división territorial, las condiciones sociales y económicas
y la guerra de los Treinta Años retrasaron los progresos científicos y redujeron la
eficacia de sus escuelas y universidades que eran numerosas y excelentes. La
primera sociedad científica que se fundó en Alemania fue la "Academia de los
Investigadores de la Naturaleza", la "Academia Naturae Curiosorum", en 1652. Se
trataba de una sociedad de médicos, cuya única función era publicar las
colaboraciones de sus socios en un volumen anual titulado "Miscellanea curiosa",
que tuvo una buena reputación. Pero la creación de una sociedad científica
nacional, semejante a las ya existentes en Francia e Inglaterra fue obra de un solo
hombre, el filósofo, matemático y diplomático Gottfried Wilhelm Leibniz (16461716), que encontró en Federico I de Prusia el patrocinio económico y político
para crear, en 1700, la Academia de las Ciencias de Berlín, una ciudad en la que
aún no existía universidad. El fin perseguido por las academias no era otro que la
difusión de la ciencia y el fomento de los intercambios de puntos de vista entre
científicos. Tales propósitos se lograron también con la valiosa aportación de las
revistas que, nacidas al amparo de las academias, contribuyeron poderosamente
a difundir por todo el Continente y a todos los eruditos e investigadores las nuevas
ideas y los nuevos descubrimientos. Los servicios que prestaron fueron
importantísimos por su elevado nivel científico. Desde 1665 aparecieron en
Francia y en Inglaterra el "Journal des Savants" y el célebre "Philosophical
Transactions", respectivamente. Más tardía (1682) fue, en cambio, la publicación
del primer número de las "Acta eruditorum" editadas en Leipzig, que recogían
reseñas de libros y artículos, aunque gozó de un prestigio enorme entre los
científicos, pues, no en vano, Leibniz era uno de sus cofundadores.
Epistemología
3
LA CIENCIA Y EL MÉTODO
CIENTÍFICO
137
Epistemología
Toda investigación científica se organiza en torno de objetos
construidos que no tienen nada en común con aquellas unidades
delimitadas por la percepción ingenua. La epistemología empirista
concibe las relaciones entre ciencias vecinas, psicología y sociología
como conflictos de límites, porque se imagina la división del trabajo
como división real de lo real. En la presente unidad abordaremos
todos estos temas dando respuestas a dudas que no nos han
resuelto en nuestros años de estudio.
138
Epistemología
Al terminar el estudio de este capítulo usted debe:
 Disertar
sobre
algunas
de
las
principales
cuestiones
Epistemológicas.
 Se fortalecerá en el conocimiento científico, con el concepto de
ciencia y con la clasificación de las ciencias.
 Sabrá sobre los paradigmas de Khun y sus aportes.
139
Epistemología
ACTIVIDAD PREVIA: (Trabajo independiente).
 Lea detenidamente la Unidad 3 de manera individual.
 Responda de manera escrita la Evaluación Inicial de la Unidad 3, Atrévete a
opinar.
 Haga un resumen concreto sobre toda la Unidad 3.
ayudará a profundizar sobre el tema.
Este resumen le
 Una vez terminado el resumen, debe elaborar un análisis general sobre
toda la Unidad para que afiance lo leído. El análisis debe ser objetivo y
discutido con sus compañeros de CIPA una vez se reúna con ellos.
ACTIVIDAD EN GRUPO (CIPAS).
 Reunidos en sus grupos de estudios (CIPAS), lean nuevamente la Unidad
3.
140
 Una vez leída la Unidad 3, socialicen los resúmenes elaborados de manera
individual e independiente.
 Socialicen las respuestas de la Evaluación Inicial, Atrévete a Opinar. Estas
respuestas deben ser discutidas en el grupo.
 Desarrollen los ejercicios que se encuentra al final de la Unidad 3 y
discútanlos en el grupo de estudios.
Estos ejercicios deben ser
socializados en la sesión junto con todos los compañeros de grupo y
entregados al tutor.
Epistemología
EVALUACIÓN INICIAL - ATRÉVETE A OPINAR
1. Epistemología; ¿Cuáles son sus principales cuestiones, qué es?
2. ¿Qué es ciencia, cómo la clasificaría usted?
141
3. ¿Sabe algo sobre los paradigmas de Khun?, explique sí sabe.
Epistemología
142
3.1
CUESTIONES
EPISTEMOLÓGICAS.
pensamiento y de la concepción
(Bourdieu y otros, 1990).
Este apartado pincela el panorama
del
estado
epistemológico
contemporáneo en las ciencias
sociales, enfatizando de manera
especial en la construcción del objeto
de estudio, la falsa neutralidad de las
técnicas,
los
obstáculos
epistemológicos,
la
vigilancia
epistemológica y los paradigmas
contemporáneos.
Bourdieu,
Bachelard, García, De la Garza,
Popper, Kuhn, Gutiérrez y Sierra son
los principales contribuyentes en
el
desarrollo
de
esta
exposición.
Toda investigación científica se
organiza en torno de objetos
construidos que no tienen nada en
común
con
aquellas
unidades
delimitadas
por
la
percepción
ingenua. La epistemología empirista
concibe las relaciones entre ciencias
vecinas, psicología y sociología como
conflictos de límites, porque se
imagina la división del trabajo como
división real de lo real. No será
posible construir el objeto de estudio
sin abandonar la investigación
de
esos
objetos
preconstruidos, hechos
sociales demarcados,
percibidos
y
calificados
por
la
sociología
espontánea,
o
"problemas sociales"
cuya
aspiración
a
existir como problemas
son tanto más grandes
cuanto más realidad social
tienen.
1. La construcción
del objeto de
estudio.
El hallazgo de un trozo de
cerámica puede despertar
diferente interés en el
alfarero,
el
pintor,
el
historiador, el antropólogo y el
arqueólogo. A partir de este mismo
objeto
empírico,
pueden
ser
construidos diversos objetos de
estudio. Si consideramos con de
Saussure (1985) que "el punto de
vista crea el objeto", entonces una
ciencia no podría definirse por un
sector
de
lo
real
que
le
correspondería como propio, ya Marx
señaló que la totalidad concreta,
como totalidad del pensamiento,
como un concreto del pensamiento
es, in fact, un producto del
Un objeto de investigación, por más
parcial y parcelario que sea, siempre
tiene que ser definido y construido en
función de una problemática teórica
que permita someter a un sistemático
examen todos los aspectos de la
realidad puestos en relación por los
problemas que le son planteados. Por
eso es importante no perder de vista
que lo real no tiene nunca la iniciativa
puesto que sólo puede responder si
Epistemología
se lo interroga. Bachelard y Piaget ya
postularon
que
el
vector
epistemológico va de lo racional a lo
real y no a la inversa.
En esta reflexión resulta interesente
la aproximación a los "Conceptos
básicos para el estudio de sistemas
complejos" de Rolando García. La
postura epistemológica obvia de
García es construccionista. Afirma
que "ningún sistema global está dado
en el punto de partida de la
investigación. El sistema no está
definido, pero es definible. Una
definición adecuada sólo puede surgir
en cada caso particular en el
transcurso de la propia investigación"
(García, 1986: 46), esta afirmación
antiempirista
niega
que
las
características del sistema estén
dadas y sean accesibles a la
experiencia directa de cualquier
"observador neutro".
Rolando
García
advierte
que
antiempirista
no
significa
antiempírica. El tipo de ciencia del
cual nos ocupamos es empírico. El
empirismo es una teoría según la cual
hay observables que: a) constituyen
el punto de partida de todo
conocimiento, b) se dan directamente
en la percepción; c) son "neutros", es
decir, los mismos para todos los
individuos y comunes a todas las
disciplinas. La crítica a dicha posición
gira en torno a los términos
"observables" y "hechos", que
tomadas en sentido literal, las
afirmaciones
empíricas
son
insostenibles, porque no existe
"observables"
asequibles
a
la
"experiencia directa", no existe una
"lectura directa" de la experiencia,
porque ésta siempre está cargada de
teoría. Como observó Piaget, no hay
observables puros; es decir, todo
observable supone una previa
construcción de relaciones por parte
del sujeto.
Conocer
significa
establecer
relaciones entre sujeto cognoscente y
objeto cognoscible, en una materia
prima que provee la experiencia, pero
cuya organización depende del
sujeto. Lo anterior excluye que el
conocimiento de la realidad se genere
por
observaciones
y
por
generalizaciones inductivas a partir
de aquéllas. Esto no significa caer en
el apriorismo ni idealismo. Tampoco
supone sostener el subjetivismo en
ninguna de sus variantes, en tanto se
considera el conocimiento como un
fenómeno social y, por consiguiente,
intersubjetivo.
La posición enunciada conduce a
establecer distinciones importantes
entre datos, observables y hechos.
Los observables son datos de la
experiencia
(elementos
de
información) ya interpretados. Los
hechos
son
relaciones
entre
observables. De ahí resulta que
cuando un investigador registra
hechos, no es ni puede ser un
observador neutro. Sus registros
tendrán dos componentes: serán
representativos de una "realidad
143
Epistemología
objetiva", pero corresponderá a sus
propios esquemas interpretativos.
Este último componente habrá
funcionado
en
tres
momentos
distintos: a) en la búsqueda y
selección de los datos; b) en la
interpretación de esos datos, es decir,
en aquellos que registre como
observables; c) en las relaciones que
establezca entre dichos observables,
para señalarlos como hechos.
144
La afirmación según la cual no hay
observables
puros
puede
reformularse en los siguientes
términos: cuando un investigador se
aboca al estudio de un problema, no
parte de cero sino que pone en juego
un
conjunto
de
teorías
o
teorizaciones, que constituyen un
corpus de conocimiento a partir del
cual abordará dicho problema. La
identificación y la selección de datos,
que proveerá el soporte empírico de
su estudio, estarán determinadas por
dos elementos: a) cómo define los
objetivos
de
su
investigación
orientados fundamentalmente por el
tipo de preguntas a las cuales intenta
responder el investigador; b) cómo
delimita el campo empírico, es decir,
aquellos datos de la experiencia que
serán
privilegiados
o
puestos
prominentemente de relieve por la
investigación, en virtud de su relación
con el paradigma que sustenta el
investigador.
Rolando García denomina marco
epistémico al corpus de conocimiento
y dominio empírico a la identificación
y selección de datos. Las definiciones
que adoptan en el marco epistémico y
el dominio empírico se adoptan,
explícita o implícitamente, en el punto
de partida de la investigación y
determinan en buena medida su
derrotero.
Esta lógica epistémica ayuda a la
identificación
del
papel
que
desempeñan las teorías con relación
a los observables y los hechos. Su
función consiste en tornar inteligibles
los
hechos,
organizarlos,
jerarquizarlos y explicarlos. Todo ello
implica necesariamente establecer
relaciones causales entre ellos. Las
relaciones causales aparecen, desde
esta perspectiva, como una atribución
a la realidad empírica, de relaciones
expresadas desde el punto de vista
de necesidad lógica y de coherencia
en el seno de la teoría.
2. La falsa neutralidad de las
técnicas
Bourdieu
y
otros
(1990)
han
fundamentado
que
las técnicas de acopio
de información no son
neutrales. Cada técnica
tiene implícita una concepción de la
realidad. Durante la construcción de
las técnicas es preciso evitar el
etnocentrismo
metodológico,
lingüístico y ético, que podría
llevarnos a introducir categorías
ficticias, dictadas por nuestra propia
terminología y nuestros propios
criterios axiológicos, entonces sólo
Epistemología
crearíamos
artefactos
obscurecedores de la construcción
del objeto científico.
La ilusión positivista que las técnicas
son neutrales limita la crítica del
trabajo sociológico al examen de sus
supuestos ideológicos y al de sus
valores, apartándose (por efecto de
desplazamiento) del examen crítico
del conocimiento sociológico.
La entrevista no dirigida rompe la
reciprocidad del diálogo e incita a los
sujetos a producir un artefacto verbal,
esto se agrava si no hay empatía de
los mapas cognitivos, por lo demás
desigualmente artificial según la
distancia entre la relación con el
lenguaje favorecido por su clase
social y la relación artificial con el
lenguaje que se exige de ellos. Las
técnicas de encuestas son también
técnicas de sociabilidad socialmente
calificadas.
La
observación
etnográfica hace notar el carácter
ficticio y forzado de la mayor parte de
las situaciones sociales creadas por
un ejercicio rutinario de la sociología.
Si no hay registro neutral tampoco
hay pregunta neutral. El sociólogo
que
no
somete
sus
propias
interrogaciones a cierta dosis de
vigilancia epistemológica, no podría
hacer un análisis verdaderamente
neutral de las respuestas que
provoca. Por ejemplo, la concepción
del tiempo y espacio varía entre los
campesinos y los urbanitas, entre el
creyente del mito y el profano, entre
el ágrafo y el no-ágrafo. Entonces
una interrogación al respecto no
puede ser neutral y tener la misma
validez para ambas sociedades. Una
pregunta que no sea transparente
para el que la hace puede oscurecer
el objeto que construye.
"Dado que se puede preguntar
cualquier cosa a cualquiera y que
casi siempre alguien tiene buena
voluntad para responder cuando
menos algo a cualquier pregunta, aun
la más irreal, si quien interroga,
carente
de
una
teoría
del
cuestionario, no se plantea el
problema del significado específico
de sus preguntas, corre el peligro de
encontrar con demasiada facilidad
una garantía del realismo de sus
preguntas en la realidad de las
respuestas" (Bourdieu y otros, 1990:
63). Hay que evitar el etnocentrismo
lingüístico y será posible liberarse de
las pre-construcciones del lenguaje
más que estableciendo la dialéctica
que
lleva
a
construcciones
adecuadas por la confrontación
metódica de dos sistemas de preconstrucciones. Igual vigilancia se
debe tener con las conductas y
actitudes estudiadas en determinadas
coyunturas, las encuestas están
expuestas a captar sólo las actitudes
u opiniones que no valen más allá de
los límites de esta situación. Habrá
que remitirse a la historia para
descubrir las constantes (sí es que
existen) de reacciones a situaciones
nuevas.
145
Epistemología
146
"El cuestionario, lejos de constituir la
forma más neutral y controlada de la
elaboración de datos, supone todo un
conjunto de exclusiones. Para saber
qué se puede hacer con los hechos
que produce, hay que saber lo que
hace el cuestionario y lo que no
puede hacer. Se induce a invertir la
relación que ciertos metodólogos
establecen entre el cuestionario,
simple inventario de palabras, y la
observación de tipo etnográfico como
inventario sistemático de actos y
objetos culturales: el cuestionario no
es nada más que uno de los
instrumentos de la observación,
cuyas ventajas metodológicas, como
por ejemplo la capacidad de recoger
datos
homogéneos
igualmente
apreciables
por
un
análisis
estadístico, no debe disimular sus
límites epistemológicos; de manera
que no sólo no es la técnica más
económica para captar las conductas
normalizadas,
cuyos
procesos
rigurosamente „determinados‟ son
altamente previsibles y pueden ser en
consecuencia captados en virtud de
la observación o la interrogación
sagaz de algunos informantes, sino
que se corre el peligro de desconocer
ese aspecto de las conductas, en sus
usos más ritualizados, e incluso, por
un efecto de desplazamiento, a
desvalorizar el proyecto mismo de su
captación" (Bourdieu y otros, 1990:
67).
No hay una operación por más
elemental y automática que sea de
tratamiento de la información que no
implique una elección epistemológica
e incluso una teoría del objeto. Del
mismo modo, el principio de la
neutralidad ética paradójicamente
puede incitar al error epistemológico
que aspira prevenir. El investigador
que
se
propone
ignorar
las
diferencias de valores que los sujetos
sociales establecen entre obras
culturales, realiza una transposición
ilegítima, en tanto incontrolada, del
relativismo al cual se ve obligado el
etnólogo cuando considera culturas
correspondientes
a
sociedades
diferentes. En consecuencia habrá
que evitar el etnocentrismo ético.
La renuncia pura y simple ante el
dato de una práctica que reduce el
cuerpo de hipótesis a una serie de
anticipaciones
fragmentarias
y
pasivas
condena
a
las
manipulaciones ciegas de una técnica
y genera automáticamente artefactos,
construcciones vergonzosas que son
la caricatura del hecho metódica y
conscientemente construido, es decir,
de modo científico.
Olvidar que el hecho construido
puede no ser otra cosa que un
artefacto, es admitir la posibilidad de
aplicar las técnicas a la realidad del
objeto al que se las aplica. No es
sorprendente que los que sostienen
que un objeto que no se puede captar
ni medir por las técnicas disponibles
no tiene existencia científica, se vean
llevados, en su práctica, a no
considerar como digno de ser
conocido más que lo que puede ser
Epistemología
medido, o peor, a conceder sólo la
existencia científica a todo lo que es
pasible de ser medido.
precientífico quiere siempre que el
producto natural sea más rico que el
producto artificial.
3. Los obstáculos
epistemológicos.
El conocimiento común es
inconsciencia de sí. Pero
esta inconsciencia puede
captar
también
pensamientos científicos.
Hay
que
reanimar
entonces la crítica y poner
al conocimiento nuevamente en
contacto con las condiciones que le
dieron nacimiento, volver sin cesar a
este "estado naciente" que es el
estado de vigor psíquico, al instante
mismo en que la respuesta ha
surgido del problema. Para que se
pueda hablar verdaderamente de
racionalización de la experiencia, no
es suficiente que se encuentre una
razón para un hecho. La razón es una
actividad psicológica esencialmente
polítropa: ella quiere invertir los
problemas, variarlos, injertar unos en
otros,
hacerlos
proliferar.
Una
experiencia, para ser verdaderamente
racionalizada, debe insertarse en un
juego de razones múltiples.
Bachelard
ha
postulado que "cuando
se
investigan
las
condiciones
psicológicas del proceso de la
ciencia, se llega muy pronto a la
convicción de que hay que plantear el
problema del conocimiento científico
en términos de obstáculo" (1990: 15).
Los obstáculos epistemológicos son
todos los elementos o procesos extracientíficos que, interviniendo en el
interior de una práctica científica,
frenan, impiden o desnaturalizan la
producción
de
conocimientos
(Castells y de Ipola, 1983). El
conocimiento científico nuevo avanza
en contra de un conocimiento
anterior, destruyendo conocimientos
mal adquiridos, superando aquellos
que
obstaculizan
a
la
espiritualización.
En la formación del espíritu científico,
el primer obstáculo es la experiencia
básica, es la experiencia colocada
por delante y por encima de la crítica,
que, ésta sí, es necesariamente un
elemento integrante del espíritu
científico. El espíritu científico debe
formarse en contra de la Naturaleza,
en contra de lo que es, dentro y fuera
de nosotros, impulso y enseñanza de
la Naturaleza, en contra del
entusiasmo natural. El espíritu
En el conocimiento vulgar, los hechos
se implican demasiado pronto en
razones. Del hecho a la idea, el
circuito es demasiado corto. Para que
un hecho sea definido y precisado, es
necesario
un
mínimo
de
interpretación. Y si esta interpretación
corresponde a un error fundamental,
¿qué queda del hecho?
"Nada ha retardado más el progreso
del conocimiento científico que la
147
Epistemología
falsa doctrina de lo general que ha
reinado desde Aristóteles hasta
Bacon
inclusive,
y
que
aún
permanece, para tantos espíritus,
como una doctrina fundamental del
saber. [...] Hay en efecto un goce
intelectual
peligroso
en
una
generalización precoz y fácil. Un
psicoanálisis
del
conocimiento
objetivo
debe
examinar
cuidadosamente
todas
las
seducciones de la facilidad. Es con
esta condición que se llegará a una
teoría de la abstracción científica
verdaderamente
sana,
verdaderamente
dinámica"
(Bachelard, 1990: 66).
148
Por ejemplo hay que tener cuidado de
las generalidades inadecuadas, se
describe la caída de los cuerpos y se
concluye: "todos los cuerpos caen".
Sin embargo, Aristóteles enseñó que
los cuerpos livianos, humos y
vapores, fuego y llama, encontraban
en el empíreo su lugar natural,
mientras que los graves buscaban
naturalmente la tierra.
Habría que someter los conceptos
primitivos
a
un
proceso
de
deformación o deconstrucción y
estudiar las condiciones de su
aplicación en el sentido mismo del
concepto. Es en esta última
necesidad donde reside el carácter
dominante del nuevo racionalismo
que corresponde a una sólida unión
entre la experiencia y la razón. El
concepto científico que corresponde a
un fenómeno particular es el
agrupamiento de las aproximaciones
sucesivas
bien
ordenadas.
La
conceptualización científica necesita
una serie de conceptos en vías de
perfeccionamiento para recibir el
dinamismo que tenemos en vista,
para formar un eje de pensamientos
inventivos. Esta conceptualización
totaliza y actualiza la historia del
concepto.
Los hábitos puramente verbales son
obstáculos del pensamiento científico.
La simple palabra esponja permite
expresar
los
fenómenos
más
variados. "Esos fenómenos se
expresan:
se
cree
entonces
explicarlos. Se les reconoce: se cree
entonces conocerlos. Sin embargo,
en los fenómenos designados por la
palabra esponja, el espíritu no es la
víctima de una potencia sustancial.
La función de la esponja es de una
evidencia tan clara y distinta que ni se
siente la necesidad de explicarla. Al
explicar los fenómenos mediante la
palabra esponja, se tendrá pues la
impresión
de
caer
en
un
substancialismo oscuro; tampoco se
tendrá la impresión de que se está
haciendo teorías puesto que aquella
función es totalmente experimental"
(Bachelard, 1990: 88).
Réaumur considera el aire como
esponja, y mucho más esponjosa que
todos los demás cuerpos o reunión
de cuerpos con los que se pueda
comparar. Se comprime, puede ser
enrarecido. Así esta metáfora se
aparta de la verdad. Ahí hay una
Epistemología
apariencia engañosa. No es tan fácil
desterrar a las metáforas en el
exclusivo reino de las expresiones.
Quiérase o no, las metáforas seducen
a la razón. Son imágenes particulares
y lejanas que insensiblemente se
convierten en esquemas generales.
Un psicoanálisis del conocimiento
objetivo debe pues aplicarse a
decolorar, sino a borrar, estas
imágenes ingenuas. En la mentalidad
científica la analogía desempeña su
papel después de la teoría. En la
mentalidad precientífica lo hace
antes.
El conocimiento unitario pragmático
es
otro
obstáculo
para
el
conocimiento científico. Sin duda,
todo autor está animado por el deseo
de valorizar el tema que ha elegido.
Quiere mostrar, desde su prefacio,
que tienen un tema. Pero los actuales
procedimientos de valorización son
más discretos; están íntimamente
vinculados con el contenido de la
obra.
Para el espíritu precientífico la unidad
es un principio siempre deseado,
siempre realizado con poco esfuerzo.
No hace falta más que una
mayúscula. No se puede concebir
que la experiencia se contradiga y
tampoco
que
se
separe
en
compartimientos. Lo que es verdad
para lo grande debe ser verdadero
para lo pequeño e inversamente.
Frente a la menor dualidad se
sospecha un error. Esta exigencia de
unidad plantea una cantidad de falsos
problemas.
Las
analogías
paracélsicas entre los astros y los
metales, entre los metales y las
partes del cuerpo, establecen una
especie de triángulo universal que
une el Cielo, la Tierra y el Hombre, y
genera
correspondencias
ultrabaudelerianas
donde
las
fantasías precientíficas se transponen
sin fin. Esta trilogía es tan
convincente que se llega hasta
confiar en ellas para el tratamiento de
las enfermedades. Obviamente, tales
analogías no favorecen ninguna
investigación científica, al contrario,
ellas
conducen
a
fugas
del
pensamiento.
El
obstáculo
sustancialista
se
compone de la reunión de las
intuiciones más alejadas y hasta las
más opuestas. El espíritu precientífico
centra sobre un objeto todos los
conocimientos en los que ese objeto
desempeñe
un
papel,
sin
preocuparse por las jerarquías de los
papeles empíricos. Une directamente
a
la
sustancia
las
distintas
cualidades, y sean estas profundas o
superficiales, manifiestas u ocultas.
Podría, sin embargo, distinguirse un
substancialismo de lo oculto, un
substancialismo de lo íntimo, un
substancialismo de la cualidad
evidente. Pero, una vez más, tales
distinciones conducirán a olvidar el
carácter
vago
e
infinitamente
tolerante de la sustancialización;
conducirán
a
descuidar
ese
movimiento epistemológico que va
alternativamente del interior al
149
Epistemología
exterior
de
las
sustancias,
prevaliéndose de la experiencia
exterior evidente, pero alojando la
crítica en las profundidades de la
intimidad.
150
La idea sustancialista es ilustrada
frecuentemente mediante una simple
presentación. Es necesario que algo
encierre, que la cualidad profunda
sea encerrada. Para el espíritu
precientífico, la sustancia tiene un
interior, o mejor aún, la sustancia es
un interior. La sustancialización de
una cualidad inmediata, captada en
una intuición directa, da lugar a una
explicación breve, perentoria y carece
del rodeo teórico que obliga el
espíritu científico a criticar a la
sensación. En efecto, para el espíritu
científico, todo fenómeno es un
momento del pensamiento teórico, un
estadio en el pensamiento discursivo,
un resultado preparado.
La sustancialización lleva por ejemplo
a considerar que los cuerpos livianos
se adhieren a un cuerpo electrizado,
he ahí una imagen inmediata de
ciertas atracciones. De esta imagen
aislada, que no representa sino un
momento del fenómeno total o que
debiera ubicarse en una descripción
correcta sin fijar bien su lugar, el
espíritu precientífico hará un medio
absoluto de explicación, y, por tanto,
inmediato. Dicho de otro modo, el
fenómeno inmediato será tomado
como el signo de una propiedad
sustancial:
enseguida
toda
investigación científica será detenida,
porque la respuesta sustancialista
sofoca todas las preguntas, se
emprende un mal camino donde los
falsos
problemas
auscultarán
experiencias sin valor, cuyo resultado
negativo carecerá hasta de papel
advertidor.
En el espíritu precientífico, la
necesidad
de
sustantificar
las
cualidades es tan grande que
cualidades puramente metafóricas
pueden llegar a ser planteadas como
esenciales. Es así que Borhaave no
titubea en atribuir al agua, como
cualidad primaria, la suavidad; en
contraste, para Pott, no es la
suavidad, sino la dureza, la cualidad
esencial del agua.
Otro síntoma de la seducción
sustancialista es la acumulación de
adjetivos para un mismo sustantivo.
En
cambio
el
progreso
del
pensamiento consiste en disminuir el
número de adjetivos que convienen a
un sustantivo. Para el pensamiento
precientífico, el aguardiente de
ginebra
tiene
17
propiedades
farmacéuticas, en cambio la ciencia
farmacéutica moderna ve, en la
sustancia, una cualidad y una sola: El
ideal es el remedio monofuncional, el
sustantivo provisto de un solo
adjetivo. Vale decir que, mediante la
sustancia, se tiende a realizar un
atributo bien definido.
Así como los obstáculos descritos
hasta
aquí,
la
libido,
los
conocimientos cuantitativos, el mito
de la digestión y otros también se
Epistemología
comportan
como
causas
de
estancamiento y hasta de retroceso
del conocimiento científico, en
consecuencia, debemos inducir a que
durante el proceso de construcción
de conocimientos científicos se debe
aplicar constantemente una buena
dosis de vigilancia epistemológica.
4.
La
epistemológica.
vigilancia
La
vigilancia
epistemológica ha sido
reflexionada por Bourdieu
y otros (1990), cuyos
postulados
centrales
exponemos. El método no puede
ser disociado de la práctica. No existe
el método por el método. La
enseñanza de la investigación
requiere, de quienes la conciben y de
los que la reciben, una referencia
directa y constante a la experiencia
en primera persona de la práctica. Se
debe inducir una constante vigilancia
epistemológica
en
la
práctica
investigativa que permita ubicar el
error y los mecanismos que tiendan a
superarlo.
La epistemología se esfuerza por
captar la lógica del error para
construir la lógica del descubrimiento
de la verdad como debate contra el
error y como esfuerzo para someter
las verdades próximas a la ciencia y
los métodos que utiliza a una
rectificación metódica y permanente.
El investigador puede encontrar un
instrumento privilegiado de vigilancia
epistemológica en la sociología del
conocimiento, como medio para
enriquecer y precisar el conocimiento
del error y de las condiciones que lo
hacen posible.
Bourdieu y otros (1990) reflexionan
sobre toda práctica, buena o mala, y
de concretar en preceptos prácticos
el
principio
de
vigilancia
epistemológica.
Luego
intenta la definición de la
función y las condiciones
de aplicación de los
esquemas teóricos para
la construcción del objeto
de estudio. Los conceptos
y los métodos podrán ser
utilizados como instrumentos que se
abren a nuevos usos. Sus reflexiones
los llevan a proponer que el problema
de la filiación de una investigación
sociológica a una teoría particular
acerca de lo social, la de Marx, la de
Weber o la de Durkheim por ejemplo,
es siempre secundario respecto del
problema de la pertenencia de esta
investigación a la ciencia sociológica:
el único criterio de esta pertenencia
reside en la aplicación de los
principios fundamentales de la teoría
del conocimiento sociológico que de
ningún modo separa a autores a los
que todo aleja en el plano de la teoría
del sistema social. Aunque la mayoría
de ellos han llegado a confundir su
teoría particular del sistema social
con la teoría del conocimiento de lo
social que abrazaban, por lo menos
implícitamente
en
su
práctica
sociológica,
el
proyecto
epistemológico puede permitirse esta
151
Epistemología
distinción preliminar para vincular
autores
cuyas
oposiciones
doctrinarias ocultan el acuerdo
epistemológico.
A la tentación de transformar los
preceptos del método en recetas de
cocina científica o en objetos de
laboratorio, sólo puede oponérsele un
ejercicio constante de la vigilancia
epistemológica que proscriba la
comodidad
de
una
aplicación
automática
de
procedimientos
probados y señale que toda
operación debe repensarse a sí
misma y en función del caso
particular.
152
Hay necesidad de desarrollar los
medios para adquirir una disposición
mental que sea condición de la
invención y de la prueba. "Si va de
suyo
que
los
automatismos
adquiridos posibilitan la economía de
una invención permanente, hay que
cuidarse de la creencia de que el
sujeto de la creación científica es un
automaton spirituale que obedece a
los organizados mecanismos de una
programación
metodológica
constituida de una vez para siempre,
y, por tanto, encerrar al investigador
en los límites de una ciega sumisión a
un programa que excluye la reflexión
sobre el programa, reflexión que es
condición de invención de nuevos
programas" (Bourdieu y otros, 1990:
18).
La mayoría de los errores a los que
se exponen la práctica sociológica y
la reflexión sobre la misma radica en
una representación falsa de la
epistemología de las ciencias de la
naturaleza y de la relación que
mantiene con la epistemología de las
ciencias del hombre. El dualismo de
Dilthey piensa la especificidad del
método de las ciencias del hombre
oponiéndole una imagen de las
ciencias de la naturaleza originada en
la mera preocupación por diferenciar.
El positivismo está preocupado por
imitar una imagen de la ciencia
natural
fabricada
según
las
necesidades de esta imitación.
Ambos ignoran la filosofía exacta de
las ciencias exactas. El carácter
subjetivo de los hechos sociales y su
irreductibilidad
a
los
métodos
rigurosos de la ciencia conforma una
constante en la historia de las ideas
que la crítica del positivismo
mecanicista sólo reafirma. Durkheim
refutaba: "la sociología nació a la
sombra de las ciencias de la
naturaleza y en contacto íntimo con
ellas [...]. Es natural que algunos de
los
primeros
sociólogos
se
equivocaran
al
exagerar
este
acercamiento hasta el punto de
desconocer el origen de las ciencias
sociales y la autonomía que deben
disfrutar respecto de las otras
ciencias que las han precedido. Pero
esta exageración no debe hacer
olvidar toda fecundidad de los
orígenes
más
importantes
del
pensamiento científico" (citado por
Bourdieu y otros, 1990: 20).
Para
superar
las
discusiones
académicas y las formas académicas
Epistemología
de superarlas, es necesario someter
la práctica científica a una reflexión
que, a diferencia de la filosofía clásica
del conocimiento, se aplique no a la
ciencia hecha, sino a la ciencia que
se
está
haciendo.
Tal
tarea
epistemológica consiste en descubrir
en la práctica científica, amenazada
por el error, las condiciones en las
cuales se puede discernir lo
verdadero de lo falso, de un
conocimiento menos verdadero a otro
más
verdadero,
a
un
saber
aproximado o rectificado.
El conocer –postula Bachelard- debe
evolucionar junto con lo conocido. Lo
que equivale a afirmar que es inútil
buscar una lógica anterior y exterior a
la historia de la ciencia que se está
haciendo.
Para
captar
los
procedimientos de la investigación es
necesario analizar cómo operan en
lugar de encerrarla en la observancia
de un decálogo de procedimientos
que quizá no deban parecer
adelantados respecto de la práctica
real sino por el hecho de que son
definidos
por
adelantado.
La
fascinación por el hecho de que en
matemáticas evitar el error es
cuestión de técnica, se pretende
definir la verdad como el producto de
una
actividad
intelectual
que
responde a ciertas normas. La
exhortación insistente por una
perfección
metodológica
puede
provocar un desplazamiento de la
vigilancia epistemológica. El ritual de
procedimientos es la caricatura del
rigor metodológico y es opuesto a la
vigilancia epistemológica.
Bachelard ha establecido que el
hecho científico se conquista, se
construye y se comprueba. Lo
anterior implica rechazar al empirismo
que reduce el acto científico a una
comprobación y el convencionalismo
que sólo le opone los preámbulos de
la construcción. La comunidad
sociológica persiste en olvidar hoy la
jerarquía epistemológica de los actos
científicos
que
subordina
la
comprobación a la construcción y la
construcción a la ruptura.
Bourdieu comenta sobre los tres
grados de la vigilancia de Bachelard:
El primero, como espera de lo
esperado o aun como atención a lo
inesperado, es una actitud del espíritu
empirista. Segundo, supone la
explicitación de los métodos y la
vigilancia metódica indispensable
para la aplicación metódica de los
métodos; en este nivel se implanta el
control mutuo del racionalismo y el
empirismo mediante el ejercicio de un
racionalismo aplicado que es la
condición de la explicitación de las
relaciones adecuadas entre la teoría
y la experiencia. Tercero, aparece la
interrogación
propiamente
epistemológica, la única capaz de
romper con el "absoluto del método"
como sistema de las "censuras de la
Razón", y con los falsos absolutos de
la cultura tradicional que puede seguir
actuando en la vigilancia del segundo
grado. La libertad, tanto respecto de
153
Epistemología
154
la
cultura
tradicional como
de la historia
empírica de las
ciencias,
obtenida
por
esta
"crítica
aguda", conduce
a
un
"pragmatismo
sobrenaturalizant
e" que busca en una historia
recompuesta de los métodos y las
teorías un medio para superar los
métodos y las teorías. Así, la
sociología del conocimiento y de la
cultura y la sociología de la
enseñanza de las ciencias, es un
instrumento casi indispensable de la
vigilancia del tercer grado.
Es de considerar también la
propuesta de Ganguilehm (ver
Bourdieu y otros, 1990) con relación a
los siguientes axiomas: a) Principio
teórico del error: La verdad sólo tiene
pleno sentido al cabo de un debate.
No podría haber aquí una verdad
primera. Sólo hay errores primeros.
Una verdad sobre un fondo de error,
tal es la forma del pensamiento
científico.
b)
Depreciación
especulativa de la intuición: Las
intuiciones son muy útiles: sirven para
ser destruidas. Este axioma se
convierte en norma de confirmación
según dos fórmulas: en toda
circunstancia, lo inmediato debe dar
lugar a lo construido, y todo dato
debe ser reencontrado con un
resultado. c) Planteamiento del objeto
como perspectiva de las ideas:
Comprendemos lo real en la misma
medida en que la necesidad se
organiza. Nuestro pensamiento va
hacia lo real, no parte de éste.
5. Principales
paradigmas
metodológicos
contemporáneos.
1. El
racionalismo
bachelardiano.
Usualmente
se
identifica
al
racionalismo con la concepción
idealista, porque sostiene que el
origen del conocimiento es la razón.
Sin embargo, hay matices en esta
corriente. Bachelard se abocó a su
rescate, para él las generalidades de
la filosofía impiden el conocimiento
fáctico, el conocimiento de los hechos
en su particularidad. Si un filósofo
habla de conocimiento, lo quiere
directo, inmediato, intuitivo. Si habla
de la experiencia, se trata de su
propia experiencia, su visión del
mundo, describe su visión personal y
la
filosofía
contemporánea
se
convierte en una borrachera de
personalidad.
El conocimiento científico supera la
nebulosidad de la filosofía, porque
identifica las particularidades de los
objetos. El conocimiento filosófico
especulativo. El pensar científico está
dirigido hacia un objeto; por tanto, es
una fuerza que actúa y no una
sustancia que sólo existe. Así
entendida la ciencia, puede ser
verificada.
Epistemología
El realismo y el racionalismo forman
parte de la acción científica. El
quehacer científico requiere de una
constante renovación metodológica.
El nuevo espíritu científico es
dinámico y debe tener un ímpetu
inagotable en el que las herencias,
las tradiciones, los esquemas, los
métodos, no se asuman como
dogmas, sino que se rehacen,
modifican o adecuan, de conformidad
particular sobre el objeto investigado
(Bachelard, 1990).
El proyecto es el a priori intelectivo
para que el científico se involucre con
el objeto particular de su atención.
Por tanto, cada proyecto responde a
un objeto y de cada objeto se debe
hacer una investigación particular. En
cada caso, conceptos, las categorías
y los métodos son instrumentos
heurísticos.
El método es flexible y dinámico e
instrumental. Cuando se observa no
hay que confiar nada a los hábitos. El
método es un cuerpo con su
aplicación. Los métodos generales,
únicos, son contrarios al espíritu
científico. La vigilancia debe ser una
norma entre método usado y objeto
estudiado.
Debe
darse
una
metodología del método particular;
éste sería una metodología de
ruptura
con
las
formas
de
conocimientos
dogmáticos
y
tradicionales.
Bachelard ha influido, entre otros, en
Althuser, Bourdieu, Chamborendon y
Passeron.
Así,
el
obstáculo
epistemológico
entre
las
concepciones tradicionales y la razón
innovadora, la realización de la
ruptura, la negación del empirismo y
la aplicación del racionalismo, son
fundamentos básicos de El oficio del
sociólogo.
El método abstracto, el método como
discurso es sometido a crítica. El
método no es un catecismo. El
metodólogo tampoco es un sumo
sacerdote.
Los
teóricos
y
metodólogos que se dedican al
ejercicio de la teoría por la teoría
misma, o de la metodología por la
metodología misma, pierden en sus
exámenes el objeto de estudio y sus
razonamientos son estériles e
infructuosos. Hay necesidad de
rescatar la investigación empírica y
vincularla con la reflexión teóricometodológica para hacer de la
actividad sociológica una práctica
científica.
La práctica científica es la ciencia que
se construye, la ciencia que se hace
en el trabajo diario y sometida a la
reflexión epistemológica. La práctica
científica tiene como finalidad el
conocimiento del objeto, el conocer
cómo se conoce el objeto y el
proceso del conocimiento, es decir, la
construcción científica. La esencia de
la epistemología es captar la lógica
del error para construir la lógica del
descubrimiento de la verdad como
debate contra el error y como
esfuerzo para someter las verdades
próximas a la ciencia y los métodos
155
Epistemología
que utiliza a una rectificación
metódica y permanente.
2. El racionalismo
crítico popperiano.
Popper es antimarxista
y califica al marxismo
como dogmático y
pseudocientífico.
Popper critica a los
filósofos
que
se
sustraen a la discusión
racional: Dios se habla a sí mismo,
porque no tiene a nadie a quien valga
la pena de hablar, pero un filósofo
debería saber que no es más divino
que los demás hombres.
156
El tema es el conocimiento y el cómo
se conoce, por tanto, es un problema
epistemológico. Según Popper "cabe
abordar
el
problema
de
la
epistemología por dos lados distintos:
1) como el problema del conocimiento
del sentido común u ordinario, y 2)
como el del conocimiento científico"
(Gutiérrez, 1986: 105). Los problemas
más importantes y más activos han
de ser completamente invisibles para
el
primero.
El
proceso
del
conocimiento es único, tanto para el
conocimiento científico como para el
ordinario, la diferencia radica en que
el primero es una ampliación del
segundo.
La
labor
de
la
epistemología
popperiana
es
identificar el conocimiento científico.
Su centro de estudio es la lógica del
conocimiento o los sistemas de
enunciados que intentan ser reflejo
de la realidad exterior en el sujeto
cognoscente. "La realidad solamente
se puede representar por medio de
enunciados; el objeto, la cosa,
solamente la representamos en
nuestro
conocimiento
como
objetos y cosas pensadas, y
esas
representaciones son
enunciadas" (Gutiérrez, 1986:
105).
La metodología de Popper
implica tener una posición crítica
para
reconocer
que
los
enunciados son teorías, y éstas, no
dejan de ser meras conjeturas;
verificar la solidez de una teoría por
medio de la contrastación deductiva y
su acercamiento a la verdad
mediante la demarcación y la
falsificación o contrastabilidad. El
procedimiento del conocimiento es el
método de ensayo y eliminación de
error. Para Popper, la metodología
será científica si el proceso de
conocimiento se desarrolla en la
tríada: problema-conjetura-refutación
(crítica).
El conocimiento de la realidad se
basa, según Popper, en cuatro
puntos fundamentales: 1) Se acepta
la existencia de un mundo real
independientemente
de
las
experiencias
subjetivas;
2)
La
existencia de lo real no puede ser
demostrada subjetivamente, pero se
acepta el realismo como doctrina que
afirma la existencia del mundo real no
subjetivo; 3) Los conocimientos son
intentos de los sujetos por descubrir
el mundo real; y 4) Los sujetos nunca
Epistemología
podemos estar ciertos de que nuestro
conocimiento es verdadero, pero en
algunas ocasiones nos podemos dar
cuenta que el conocimiento que se
tienen de la realidad va aumentando.
empírico o científico); 3) Comparación
con otras teorías para examinar si la
teoría es un adelanto científico; 4)
Contrastarla por medio de la
aplicación empírica.
El realismo es una evidencia
intelectual y sensible en la que se
basa el valor de todo el conocimiento.
Toda afirmación sobre las realidades
es meramente una proposición y
como tal, el conocimiento no tiene
ninguna base infalible ni en los
sentidos ni en la razón, por lo tanto, el
conocimiento avanza mediante la
elaboración de hipótesis a priori, las
cuales deben ser audaces e
ingeniosas. La hipótesis ha de estar
presente antes que la observación o
percepción. La cotidianidad nos da el
conocimiento
innato,
con
él
elaboramos nuestra hipótesis que nos
permiten exponer nuestras teorías
sobre la realidad. Si no se puede
alcanzar certeza, todo nuestro
conocimiento es conjetural. Se
supone que la realidad es una forma
determinada, pero no hay certeza de
ello, por tanto, no hay una teoría
verdadera.
La inducción no es convincente para
Popper. Se debe utilizar una
metodología deductiva. Al rechazar el
método de la inducción, priva a la
ciencia empírica de lo que parece ser
su característica más importante; esto
quiere decir que hace desaparecer
las barreras que separan la ciencia
de la especulación metafísica. La
razón para rechazar la lógica
inductiva es que no proporciona un
rasgo discriminador apropiado del
carácter empírico, no metafísico, de
un sistema teórico; es decir, que no
proporciona
un
criterio
de
demarcación apropiado.
No obstante, algunas teorías son
admitidas
como
enunciados
verdaderos,
para
verificar
esa
afirmación se requiere hacer una
contrastabilidad por medio de: 1) La
comparación
lógica
de
las
conclusiones unas con otras (verifica
la coherencia interna del sistema); 2)
El estudio de la forma lógica de la
teoría (para determinar su carácter
El
criterio
para
delinear
la
demarcación
entre
ciencia
y
pseudociencia (metafísica) él la
encuentra en la falsación frente a la
verificabilidad. Para Popper, la
falsación es el procedimiento inverso
para corroborar la solidez de una
teoría calificada como científica. La
corroboración se hace por medio de
la verificabilidad (o la comprobación).
Ninguna
teoría
científica
es
sacrosanta. Ninguna teoría puede ser
tenida por acabada. Las teorías
tienen validez histórica que explican
los fenómenos de conformidad con el
grado de avance de la ciencia
vigente. Pero cualquier teoría, sólo
podrá mantener su validez, si en vez
157
Epistemología
de verificarse, la sometemos a un
riguroso proceso de falsación.
La ciencia progresa mediante su
falsación. Se dice que una hipótesis
está falsada si fueron aceptados los
enunciados
básicos
que
la
contradigan. La falsación es aceptada
sólo si se propone y corrobora una
hipótesis empírica y se la denomina
hipótesis falsadora. El requisito de
que la hipótesis falsadora ha de ser
empírica y, por tanto, falsable, quiere
decir exclusivamente que debe
encontrase en cierta relación lógica
con
respecto
a los
posibles
enunciados básicos, así pues, lo que
exigimos atañe sólo a la forma lógica
de la hipótesis.
158
La falsación implica que puede ser
refutada
experimentalmente.
La
falsabilidad puede ser formulada en
forma de prohibiciones (o enunciados
existenciales negativos), como por
ejemplo: "No existe un sistema físico
cerrado, tal que la energía cambie en
otra
parte"
(primera
ley
termodinámica). O, "no existe una
máquina con una eficiencia del 100
por 100 (segunda ley). Se puede
mostrar
que
los
enunciados
universales y los existenciales son
lógicamente equivalentes. Esto nos
permite formular todas las leyes
universales del modo indicado; es
decir, como prohibiciones.
En el conocimiento científico la
falsación no cumple únicamente el
papel de negar, sino de exponer
nuevas hipótesis que corroboren la
teoría falseada. La falsación permite
identificar
la
validez
de
los
enunciados
con
la
que
aprehendemos la realidad, y nos
permite, además, contrastar la
veracidad de esa relación. La
falsación permite descubrir y eliminar
errores, es decir, se trata del método
de ensayo y error.
Si encaramos con un problema que
no comprendemos, hay que intentar
resolverlo criticando él mismo su
solución o haciendo que otros le
critiquen. Así se localizará la dificultad
y daremos un paso para la
comprensión del problema. Cuando
hayamos fracasado 100 veces nos
habremos vuelto expertos en ese
problema en particular.
El método de Popper es de ensayo y
del error, de la conjetura y la
refutación de proponer teorías
intrépidamente; de hacer todo lo
posible por probar que son erróneas;
y de aceptarlas tentativamente, si
nuestros esfuerzos críticos fracasan.
Entre varias teorías, estos son los
criterios para preferir unas frente a
otras: Sólo hay preferencia cuando
existen teorías rivales que ofrecen
soluciones a los mismos problemas.
Debe interesarse por la falsedad. Si
supera el enunciado falso se
aproxima más a la verdad. Aún
cuando no se refute la nueva teoría
por una nueva contrastación se le
considerará superior a su antecesora.
Considerar posible la falsedad de
cualquier teoría. Construir una ley
Epistemología
falsadora. El sistema de eliminación
de teorías nos llevará hacia la verdad
(aproximativa). La existencia de
varias teorías reinicia el proceso. La
teoría nueva contiene la vieja. Este es
un método crítico.
basada en una o más realizaciones
científicas, realizaciones que alguna
comunidad
científica
particular
reconoce, durante cierto tiempo,
como fundamento de su práctica
posterior.
3. Las revoluciones científicas.
La práctica científica adoptada para
resolver todo tipo de problemas es a
lo que Kuhn llama paradigma
(término muy ligado a la "ciencia
normal").
Los
hombres
cuya
investigación se basa en paradigmas
compartidos están sujetos a las
mismas reglas y normas para la
práctica científica. La "ciencia normal"
es la continuación de una tradición
particular
de
la
investigación
científica. Ninguna parte de la
"ciencia normal" está encaminada a
provocar nuevos tipos de fenómenos
(a los fenómenos que no escapan en
su esquema ni siquiera lo ven),
tampoco tienden a descubrir nuevas
teorías. Son intolerantes con los
cambios teóricos metodológicos y en
determinadas circunstancias pueden
convertirse en obstáculos, cuya
superación puede llevar a una
revolución científica.
Thomas S. Kuhn (1995), físico e
historiador de la ciencia, se preocupa
sobre los elementos psicosociales de
la comunidad científica: lo sociológico
de la praxis científica y su influencia
sobre la aceptación de teorías de la
ciencia; se esfuerza por comprender
las condiciones de la actividad
científica en los diversos momentos
históricos.
Kuhn define la "ciencia normal" por el
consenso prevalescente entre los
miembros
de
una
comunidad
científica con respecto a los
conceptos y teorías utilizadas, pero
en su preocupación no eran estos
consensos los que andaba buscando.
Kuhn introduce el concepto de
paradigma
como
"una
forma
estandarizada de resolver problemas
científicos que se aceptaban por una
comunidad científica determinada, así
entendido, el paradigma venía a
equipararse con la "ciencia normal".
La ciencia no se desarrolla por
acumulación de conocimientos, sino
que es una actividad histórico social
desarrollada por una comunidad de
científicos. La ciencia puede ser
"normal" o "extraordinaria". La ciencia
normal contextúa a la investigación
La transición de un paradigma en
crisis a otro nuevo del que pueda
surgir una nueva tradición de ciencia
normal, está lejos de ser un proceso
de acumulación al que se llegue por
medio de una articulación o una
ampliación del antiguo paradigma. Es
más bien una reconstrucción del
campo.
159
Epistemología
El paso de un paradigma a otro es la
revolución científica. Es un desarrollo
científico no acumulativo en que un
paradigma es reemplazado por uno
nuevo. El nuevo paradigma expone
su teoría, método y fórmulas de
experimentación y comprobación
hasta convertirse en una nueva
tradición de ciencia normal.
160
Entonces el cambio de paradigmas
de la ciencia normal del primer
paradigma se convierte
en
"ciencia
extraordinaria". El nuevo
paradigma debe ser
capaz de resolver un
problema
que
de
ninguna otra forma pudo
solucionarse, y debe
preservar una parte de la
habilidad para la solución de
problemas que la ciencia ha adquirido
a través de sus paradigmas
anteriores.
3. La hermenéutica.
La hermenéutica es el arte de
interpretar y comprender. Se trata de
interpretar el sentido de un fenómeno
y realizar la comprensión del mismo.
Inicialmente la hermenéutica fue
aplicada a la poética, después fue
ampliando su campo de intervención
a la filológica, como un arte de
recensión de textos, de crítica
superior,
de
interpretación
y
valoración fundada en la comprensión
íntima del idioma. La hermenéutica
en la teología interpreta la Biblia
como texto y busca develar su
significado yacente. La hermenéutica
jurídica es un medio para subsanar
ciertas deficiencias de la dogmática
jurídica. La hermenéutica lingüística
busca entender el sentido de las
expresiones lingüísticas de acuerdo
con el contexto histórico y las formas
de comportamiento de los individuos
en sociedades, asimismo busca lo
no-manifiesto, lo intencional como lo
no-intencional.
La
hermenéutica
psicoanalítica
es
considerada como el
método
de
investigación
del
inconsciente, método
mediante el cual las
regiones más íntimas
y ocultas del espíritu
pueden ser puestas en evidencia y
estudiadas. El método de Freud es la
interpretación realizada a partir de
una serie de elementos disociados
que
se
van
integrando
paulatinamente
por
medio
del
cuestionamiento y la atención a las
respuestas para entrelazar las ideas
e interpretarlas. El método de Freud
hace descubrir que un fenómeno
significa aquello que parece dar a
entender, pero que también puede
expresar
su
negación.
La
interpretación se convierte así en el
método del psicoanálisis, el cual tiene
una fuerte presencia en los procesos
del conocimiento contemporáneo. Por
último, la hermenéutica filosófica
como método general es enfatizada
Epistemología
especialmente en su componente de
comprensión (Gutiérrez, 1986).
Desde la antropología simbólica, la
cultura es vista y analizada como un
conjunto de formas simbólicas.
Clifford Geertz (1987), creyendo que
el hombre es un animal inserto en
tramas de significación que él mismo
ha tejido, postula que la cultura es
esa urdimbre y que el análisis de la
cultura ha de ser, por tanto, no una
ciencia experimental en busca de
leyes, sino una ciencia interpretativa
en busca de significaciones.
No obstante, es de reconocer
también el aporte de Iuri Mijailovich
Lotman y la Escuela de Tar tu con
respecto al análisis simbólico de la
cultura. En Lotman la más habitual
idea del símbolo está ligada a la idea
de cierto contenido que, a su vez,
sirve de plano de expresión para otro
contenido, por lo regular más valioso
culturalmente. En el símbolo siempre
hay algo arcaico que es la capacidad
de conservar en forma condensada
textos extraordinariamente extensos
e importantes. El símbolo puede no
incorporarse
a
ninguna
serie
sintagmática, y si se incorpora a ella,
conserva su independencia de
sentido y estructura. Pero puede
entrar a otro entorno textual. Nunca
pertenece a un solo corte sincrónico
de la cultura, siempre atraviesa ese
corte verticalmente, viniendo del
pasado y proyectándose al futuro. En
este sentido, el símbolo representa
uno de los elementos más estables
del continuum cultural. Transporta
textos, esquemas de sujet y otras
formaciones semióticas de una capa
de la cultura a otra. En consecuencia,
el símbolo tiene una doble naturaleza:
es a la vez invariante, de ahí que
actúe como algo que no guarda
homogeneidad con el espacio textual
que lo rodea, un mensajero de otras
épocas
culturales,
como
un
recordatorio de los fundamentos
antiguos de la cultura; pero al mismo
tiempo es variante, se correlaciona
activamente con su contexto cultural,
se transforma bajo su influencia, y a
su vez, lo transforma (Lotman, 1993).
4. La metodología en el
marxismo.
Los principios del método marxista
son conocer y comprender la realidad
como praxis, no detenerse en las
apariencias sensibles sino buscar las
esencias subyacentes, la praxis
entendida
como
criterio
de
verificación, la unidad de la teoría y la
praxis, estudio del objeto de
investigación en sus formas más
perfectas y aspectos dominantes y
comenzando por la célula más
simple, enfoque de la realidad en su
génesis y movimiento histórico y en
su concatenación dinámica, enfoque
totalizador del objeto de estudio,
consideración de las ideas como
expresión de las relaciones sociales y
éstas como expresión del modo de
producción y de las fuerzas
productivas, en fin, la dialéctica como
ciencia de las leyes del movimiento y
161
Epistemología
evolución de la naturaleza, sociedad
y pensamiento (Sierra, 1984).
162
El procedimiento de la actuación en el
método marxista comprende: 1) El
método de investigación que consiste
en el paso de lo concreto sensible
hacia la abstracción como negación
de lo inmediato, que significa el
análisis conceptual y la asimilación en
detalle y descubrimiento de los nexos
internos y las formas del desarrollo.
2) El método de exposición que
consiste en el paso de lo abstracto a
lo concreto pensado y expone el
movimiento real de los fenómenos
estudiados. En consecuencia, el
método marxista se puede denominar
como "el método del concretoabstracto-concreto", a condición de
entender al primero como lo concreto
sensible y a lo último como concreto
pensado (De la Garza, 1988).
Por último, los rasgos del método
marxista son: 1) analítico, porque
abstrae los aspectos más relevantes,
2) histórico: explica las diversas
formas de desarrollo, y 3) estructural,
pretende descubrir la estructura
interna o sistema de vínculos.
5.La metodología como negación
del método.
Gutiérrez (1986) expone que Paul
Feyerabend elabora la idea de negar
el método como método. Feyerabend
postula que la negación también se
constituye en un método. Desarrolla
la idea de un método que contenga
principios científicos, inalterables y
obligatorios que entra en dificultades
al ser confrontada con los resultados
de
la
investigación
histórica.
Encuentra que no hay una sola regla
que no sea infringida en una ocasión
o en otra. Esas infracciones no son
accidentales, sino necesarias para el
progreso. La revolución copernicana
o el surgimiento del atomismo
ocurrieron fuera de las reglas o
porque las violentaron. Resulta, pues,
sugestiva la idea que los avances se
han realizado porque no se
respetaron los métodos rígidos. El
"todo vale" es el único principio de la
metodología anarquista.
El planteamiento anarquista elabora y
programa hipótesis inconsistentes,
sugiere
proceder
contrainductivamente además de
proceder inductivamente, elabora o
inventa
teorías
que
sean
inconsistentes con el punto de vista
común, conserva la libertad de
creación para descubrir y cambiar las
propiedades del mundo, y está en
favor de una metodología pluralista.
Epistemológicamente,
el
planteamiento anarquista recomienda
no trabajar con conceptos estables,
no eliminar la contrainducción y no
dejarse seducir pensando que se ha
encontrado la descripción correcta de
los hechos.
Epistemología
3.2
BREVE
EVOLUCIÓN
HISTÓRICA DE LA CIENCIA.
En el siglo XIX se produce un gran
desarrollo de las ciencias , en el que
se
detectan
influencias
del
materialismo procedente de la etapa
anterior y de una cierta cientifización
(que lleva a intentar explicar todo,
incluso el mundo social, en clave
científica), y en el que se sientan las
bases epistemológicas de modelos
posteriores*.
Hegel
(1770-1831)
establece las bases de la dialéctica;
Comte (1798-1857), al proponer el
positivismo, tienen un gran impacto
en la filosofía de la ciencia (cuyos
efectos se sienten en la actualidad) y
lleva a sus extremos el reduccionismo
empirista, que genera gran confianza
en
conseguir un conocimiento
“científico”; Marx (1818-1883) realiza
contribuciones que propician un
reduccionismo materialista al que se
le reconoce fuerte influencia sobre
economía y sociología, y que puede
servir de fundamento a una economía
que, más allá del interaccionismo,
resalte el papel activo del sujeto
(dado que en la filosofía de Marx se
resalta que la persona es un producto
sociohistórico tanto como la sociedad
y la historia es una producción de la
persona).
Hay que resaltar a Dilthey (18331910) y su distinción entre ciencias
comprensivas (o del espíritu) y
ciencias explicativas (o de la
naturaleza). Considera a la economía
como ciencia de la naturaleza. El
filósofo alemán Windelband (18481915) acuñó los términos de
nomotético e idiográfico, para resaltar
las dos orientaciones metodológicas
básicas de las ciencias sociales, y
que sientan las bases para una de las
polémicas clásicas de la economía: el
estudio de lo general (o de leyes
generales) o de la individualidad
(encaminados a resaltar la naturaleza
única del individuo).
3.3
CARACTERÍSTICAS DE LA
CIENCIA MODERNA.
El gran éxito de la
ciencia consistió en
dividir los problemas
complicados en partes
sencillas, más fáciles
de estudiar. Así, po
r ejemplo,
Gregor Mendel, fundador de la
Genética (1863), no se dedica a
hacer consideraciones generales
sobre los parecidos entre padres e
hijos, sino que, cultivando guisantes
en el jardín de su monasterio, se fija
en caracteres muy concretos: el color
de las semillas, o el color de las
flores, y estudia cómo se hereda esa
única característica.
La segunda gran aportación de la
ciencia moderna es describir los
fenómenos
con
un
lenguaje
matemático. Mendel cuenta el
número de guisantes verdes y el
número de los amarillos y saca sus
conclusiones con el dato de las
probabilidades de cada color.
163
Epistemología
De esta forma se consigue conocer la
realidad con una gran eficacia y se
han podido desarrollar las tecnologías
que tan profundamente influyen en
nuestra forma de vivir.
Qué es la Ciencia.
La palabra Ciencia (del latín scientia)
significa conocer o discernir. Indica lo
que se conoce a través de la
observación, el estudio
y la
experimentación. Francis Bacon, uno
de los fundadores de la ciencia
moderna, al meditar sobre lo que era
el conocimiento y como adquirirlo
propuso la siguiente regla: observa,
mide, explica y luego
verifica.
164
Se usa el término
"ciencia"
con
dos
significados algo distintos
que conviene distinguir.
Por un lado para designar
el
conjunto
de
conocimientos
adquiridos a través de la observación,
el estudio y la experimentación; y, por
otro, para llamar al método por el cual
obtenemos estos conocimientos.
El conocimiento científico.
Las proposiciones que hace la ciencia
deben
tener
una
serie
de
características.
Deben
poseer
precisión y objetividad; usar un
lenguaje abstracto especializado; y
ser el resultado de un análisis
disciplinado y concienzudo de la
experiencia.
Hasta épocas recientes la ciencia se
ha interesado, especialmente, en
buscar
explicaciones
de
los
fenómenos
naturales,
haciendo
preguntas del tipo de cómo se
originan las mareas o los eclipses o el
arco iris. Pero a partir del siglo XIX se
inició el estudio de fenómenos que
eran producidos por el mismo
científico, como la electricidad o el
electromagnetismo. El dominio de
estos fenómenos artificiales llevó a
las
aplicaciones
técnicas
e
industriales de la ciencia. Hoy en día
las actividades industriales, y muchas
que no lo son, dependen de unos
conocimientos
tecnológicos
aportados por la ciencia, lo que
ha convertido a esta en un
importante poder dentro de
nuestra sociedad.
Planteamiento de hipótesis y
trabajo científico
El comienzo de una investigación
científica es un trabajo muy creativo
que suele partir de una suposición, un
presentimiento o una idea de cómo
pueden ser las cosas. El científico
convierte esta idea previa en una
hipótesis, es decir, un problema que
se pueda investigar con los medios
de que dispone. En muchas
ocasiones el éxito de su investigación
dependerá de que sea capaz de
inventar aparatos de medida o
técnicas de trabajo nuevas que le
permitan enfrentarse con el problema.
Como dice Peter Medawar, ganador
del premio Nobel: "Los buenos
Epistemología
científicos estudian los problemas
que creen poder resolver".
El
científico
no
sólo
está
condicionado por las limitaciones de
los equipos de experimentación y los
instrumentos; por ejemplo, por el
aumento de los microscopios. Los
condicionamientos
sociales
son
también muy importantes. Las
opiniones de los colegas y, sobre
todo, el pensamiento dominante de la
sociedad en ese momento, marcan
de forma muy importante el tipo de
preguntas que el científico se plantea
y las respuestas que encuentra.
Una vez que el científico comienza a
trabajar en un problema la inspiración
debe estar acompañada de un trabajo
sistemático y cuidadoso. Para lograr
resultados buenos hace falta una
combinación
compleja
de
razonamientos y experiencia.
Validación y difusión
hallazgo científico
de
un
Los conocimientos científicos se
tienen que poder comprobar y
verificar. Por eso tienen que ser
observaciones o experimentos que
otros científicos puedan repetir para
confirmar la exactitud de lo observado
o medido.
Todo hallazgo o trabajo científico
debe ser publicado para que sea
analizado y contrastado por otros
investigadores.
La publicación se hace en revistas
científicas. Antes de que un trabajo
sea aceptado en estas publicaciones
lo suelen revisar otros científicos
independientes para aprobar o no su
edición
o
devolverlo
para
correcciones. Hay más de 30 000
revistas científicas en el mundo y se
llegan a publicar miles de páginas de
cada ciencia. Por ejemplo, al año se
publican más de 15 000 páginas de
química.
La mayor parte de los artículos
publicados no tendrán ninguna
relevancia. Porque no aportan nada
nuevo, o es demasiado nuevo y nadie
lo entiende; o porque rápidamente es
superado por otros descubrimientos
mejores en el mismo campo, o
porque es citado y tenido en cuenta
durante un cierto tiempo pero pronto
se descubre que lo que aporta o
sugiere no es totalmente cierto o no
sirve para lo que se propone por lo
que, muy pronto, es olvidado. Sólo
unos pocos hallazgos científicos
pasan a la categoría de permanentes
y
constituyen
el
conocimiento
científico más valioso.
Es importante resaltar que el aprecio
o desprecio de un resultado
comunicado por un científico debe ser
hecho exclusivamente teniendo en
cuenta su calidad, sin que importe
nada la personalidad, raza, religión o
ideología política del autor. Aunque
esta ética científica es imprescindible
para la ciencia, no siempre es fácil de
vivir, sobre todo ante presiones
políticas o económicas o ante la
división de los científicos en escuelas
165
Epistemología
que se aferran en el mantenimiento
de determinadas posturas por
motivos ideológicos, de orgullo o por
intereses personales.
Ciencia y técnica
La ciencia y la técnica están
estrechamente relacionadas entre sí,
pero son dos cosas distintas.
166
La ciencia se dedica primordialmente
al saber, mientras que la técnica es el
arte del hacer. Las dos se asemejan
en que ni el conocimiento científico ni
el hacer técnico son espontáneos,
sino que los dos son resultado de un
aprendizaje logrado a base de
reflexionar sobre la realidad siguiendo
un sistema concreto, muy parecido en
las dos.
Ciencia
y
técnica
están
tan
relacionadas entre sí que se pueden
considerar inseparables. La ciencia
necesita
de
instrumentos
y
manipulaciones
técnicas.
Por
ejemplo,
se
puede
estudiar
científicamente el problema del ozono
estratosférico gracias a que existen
dispositivos
técnicos
que
nos
permiten medir sus concentraciones y
porque disponemos de un sistema de
satélites con los que podemos hacer
esas mediciones con facilidad y
eficiencia. La técnica, por su parte, se
aprovecha del avance científico para
sus innovaciones.
Cada vez más los avances técnicos
condicionan el progreso de la ciencia
y la forma de vida de nuestras
sociedades. Es claro,
por ejemplo, que el
desarrollo
de
ordenadores
cada vez más
potentes ha hecho
posibles investigaciones
científicas y trabajos matemáticos
imposibles hasta hace unos años.
Aspectos sociales y políticos de la
ciencia y la técnica
La decisión sobre qué temas se van a
investigar y que tecnologías nuevas
se van a desarrollar no es algo que
esté en manos de los científicos
solamente. En la actualidad los
programas de investigación exigen
inversiones tan fuertes que sólo con
la colaboración de los poderes
públicos y de las grandes empresas
se pueden llevar a cabo. Esto
significa que, en nuestra época, las
decisiones políticas y los intereses
sociales condicionan la ciencia y la
tecnología de forma casi total.
Por otra parte el efecto que producen
la ciencia y la tecnología en la
sociedad es tan importante que
influyen dramáticamente en lo que
será el futuro de la humanidad. Hay
que procurar que la ciencia que se
haga sirva para progresar, no para
retroceder o destruir. Por esto es muy
importante que todos los ciudadanos
conozcan los fundamentos de la
ciencia y la técnica moderna y sus
repercusiones, para que puedan
juzgar con acierto e intervenir en la
selección de los campos de
Epistemología
investigación
potenciados.
que
deben
ser
En ocasiones una novedad con
efectos muy positivos tiene efectos
secundarios no deseables. A veces
se puede determinar que los efectos
negativos
son
suficientemente
reducidos como para admitirlos. Esto
es muy frecuente en el caso de
algunos contaminantes. Por ejemplo,
si no quisiéramos que hubiera óxidos
de azufre o de nitrógeno de origen
artificial en la atmósfera, tendríamos
que renunciar a todos los automóviles
y a la energía que se obtiene por
procesos de combustión. Obviamente
eso
sería
una
exageración
desproporcionada. Lo que hacemos
es procurar que sea mínima la
contaminación
pero
haciéndola
compatible con seguir disfrutando de
la energía de los carburantes.
En
otras
ocasiones
usamos
productos que presentan grandes
ventajas pero que, con el paso del
tiempo, se descubre que producen
efectos secundarios tan indeseables
que llevan a dejar de usarlos. Ha sido
el caso, por ejemplo, de los CFC,
productos formidables por muchas de
sus propiedades, pero de los que se
descubrió al cabo del tiempo que
causaban la destrucción de la capa
de ozono. Su fabricación se ha
paralizado y se han buscado otras
alternativas para sus aplicaciones.
Aspectos éticos de la ciencia y la
técnica.
Conforme la ciencia y la técnica van
aumentando su poder es más
importante que se usen con buen fin,
porque empleadas sin principios
éticos pueden ser muy dañinas.
Campos como el desarrollo de
nuevas armas o la ingeniería genética
nos enseñan el poder que está
adquiriendo el hombre con la ciencia
moderna.
3.4
CARACTERÍSTICAS
DEL
CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO: EL MÉTODO.
"Las teorías son redes que lanzamos
para apresar aquello que llamamos
"mundo": para
racionalizarlo
y
dominarlo. Y tratamos de que la maya
sea cada vez más fina" (La lógica de
la investigación científica, Popper,
1959)
A la hora de conocer la realidad,
"aquello que llamamos mundo"
(Popper, 1959) (o la parcela de éste
que se esté abordando), si se quiere
evitar que la "construcción" resultante
responda a la "caótica diversidad de
nuestra
experiencia
sensorial"(Einstein, 1940), hay que
procurar que ésta se corresponda con
"un
sistema
de
pensamiento
lógicamente uniformado" (Einstein,
1940). En, y para, esta uniformidad
lógica resulta fundamental operar de
modo ordenado y regulado, conforme
a pautas que suelen concretarse en
lo que se denomina método, y
constituyen
las
“finas
mallas”
(Popper, 1959) con las que se apresa
la realidad.
167
Epistemología
168
La palabra "método" tanto en griego
(méthodos) como en latín (methodus)
alude a camino, que se puede
entender, en sentido figurado, como
sendero o vía que lleva a algún lugar.
La
definición
que
recoge
el
Diccionario de uso del español de
María Moliner (1996) es coherente
con estas raíces clásicas, ya que
define método como "la manera
sistemática de hacer cierta cosa". Por
tanto, cuando se procede de modo
metódico al aproximarse a lo que se
pretende estudiar o entender, se
ordenan
sistemáticamente
actividades,
pasos,
tareas,
procedimientos en suma, que darían
como resultado pronunciamientos
teóricos sobre la parcela de la
realidad bajo estudio.
Es por tanto claro que el concepto
método, lo definiremos con carácter
general, como el camino para
alcanzar cierto fin o un procedimiento
para tratar un conjunto de problemas.
En el terreno científico será un
camino definido por unas reglas que
utilizamos para el descubrimiento de
una verdad que desconocemos.
Podemos delimitar aún más esta idea
y definir el método científico como el
conjunto de procedimientos de
investigación de conceptos, teorías y
principios de razonamiento utilizados
en
una
parte
concreta
del
conocimiento
humano.
Más
formalmente, Machlup (1978, pág.
54) lo define de la siguiente forma:
“La metodología es el estudio de los
principios de discriminación que guía
a los investigadores a decidir si se
aceptan
o
rechazan
ciertas
proposiciones como una parte de un
cuerpo de conocimiento”. Para Oscar
Lange (1966, pág. 94): “El método en
las ciencias es un caso particular del
método comprendido en sentido
amplio, en efecto, la investigación
científica es la acción humana que
tiene un fina definido y que tiende a
conocer la realidad y las leyes que la
rigen”. Para Bunge (1985, pág.29):
“El método científico y la finalidad a la
cual se aplica constituyen la entera
diferencia que existe entre la ciencia
y la no-ciencia.
En la economía científica hay que
proceder de modo que se pueda
llegar a conclusiones con ciertas
garantías, por tanto hay que operar
bajo la óptica científica, y el método
hipotético-deductivo es un modo
ampliamente utilizado para elaborar
teorías en ciencias.
Gibson (1982, pág. 15) define el
método de investigación como
científico si posee las siguientes
características:
1. Abstracción. El método científico
implica una abstracción, necesaria
para entender el funcionamiento de la
realidad.
En
el
proceso
de
abstracción omitimos detalles y
establecemos hipótesis y esquemas
lógicos que permiten relacionar los
hechos.
2. Generalidad. Se trata de un
método que, además de buscar la
Epistemología
descripción de las cosas en
particular, elabora afirmaciones de
tipo general.
3. Evidencia Experimental. Es un
método que utiliza la observación
experimental
para
apoyar
las
afirmaciones elaboradas.
4. Neutralismo ético. Se ajusta a los
hechos, omitiendo juicios de valor.
5. Objetividad. Es un método objetivo,
nadie puede estar influido por las
circunstancias generales en que se
desenvuelve la investigación cuando
se elaboran afirmaciones que se
deducen de la experiencia.
Resumiendo, diremos que el método
científico es la estrategia de la
investigación científica, afecta a todo
el proceso de investigación y es
independiente del tema que se
estudia. Sin embargo, cada disciplina
científica tiene unas características
propias, por lo que los instrumentos a
emplear en cada caso diferirán en
mayor o menor medida.
El conocimiento para poder ser
considerado como científico debe
reunir al menos dos rasgos singulares
mínimos, tal y como genéricamente
viene afirmando la doctrina (Bunge,
1973) que son las características de
objetividad
y
racionalidad.
No
obstante, esto no significa que el
conocimiento ordinario carezca de
tales atributos, ya que tanto el sentido
común como la ciencia son críticos y
aspiran a ser coherentes, y a no
efectuar especulaciones sin control,
intentando adaptarse a los hechos.
Pero, a pesar de la aparente similitud,
tales características revisten diferente
alcance en uno y otro conocimiento.
Así, mientras el concepto de
racionalidad -viene a decir Bunge
(1980)- suele encontrarse como mera
acumulación de información en el
conocimiento común, en el científico
surge
mediante
teorías
sistematizadas sobre la base de
postulados contrastables, fundados y
realizados con una perspectiva
provisional e incierta.
En este sentido, los enunciados
científicos, a juicio del citado autor,
son
opiniones
fundadas
y
contrastables, a diferencia de las de
la experiencia común que no son
susceptibles de contrastación o
prueba, ya que rara vez resultan
dignos de duda, y de ahí que sean
científicamente irrelevantes.
Por ello, desde el punto de vista de la
racionalidad, y como consecuencia
de
la
vigilancia
crítica,
el
conocimiento científico adquiere una
dimensión provisional e incierta,
jugando un papel fundamental la
duda filosófica. En este sentido,
apunta Fernández Pirla (1983)
citando a Ranzoli, “la ciencia tiene
como condición la duda filosófica, o
sea el espíritu de examen, y, en
efecto, para que el pensamiento
progrese en la posesión de la verdad
es necesario que no se contente con
las apariencias y las someta a
169
Epistemología
examen, es decir, las interprete con la
razón; que la observación de los
hechos quede sometida a la crítica y
que las doctrinas admitidas sean
abandonadas
cuando
ya
no
proporcionen una explicación de los
datos de la experiencia”.
Según Bunge (1973) el concepto de
racionalidad se concreta en:
“a) Que está constituida por
conceptos, juicios y raciocinios, y no
por sensaciones, imágenes pautas de
conducta, etc.”.
170
“b) Que esas ideas pueden
combinarse de acuerdo con algún
conjunto de reglas lógicas, con el fin
de producir nuevas ideas. Estas no
son estrictamente nuevas desde un
punto de vista lógico, puesto que
están implicadas por las premisas de
la
deducción;
pero
son
gnoseológicamente nuevas, en la
medida
en
que
expresan
conocimientos de los que no se tenía
conciencia antes de efectuarse la
deducción”.
“c) Que esas ideas no se amontonan
caóticamente o, simplemente, en
forma cronológica, sino que se
organizan en sistemas de ideas, esto
es, en conjuntos ordenados de
proposiciones”.
En cuanto a la objetividad, podríamos
apuntar, como señala Bunge (1980),
que viene caracterizada por una
construcción de imágenes de la
realidad que sean verdaderas e
impersonales, de tal forma que los
enunciados científicos han de ser
contrastables intersubjetivamente. A
este
respecto
Popper
(1973)
cuestiona estos matices asegurando
que toda persona es una víctima de
su propio sistema de prejuicios, de
manera
que
difícilmente
un
investigador, a título individual, puede
ser objetivo. La objetividad -viene a
decir el citado autor (Popper, 1982) se encuentra ligada al aspecto social
del método científico, al hecho de que
la ciencia y la objetividad científica no
resultan de los esfuerzos de sólo un
hombre de ciencia individual por ser
objetivo, sino más bien de la
cooperación de muchos hombres de
ciencia. En el mismo sentido se
manifiesta Kant al asegurar que la
objetividad de los enunciados se
encuentra estrechamente ligada con
la construcción de las teorías de
forma tal que, cuando algo es válido
para quien esté en uso de razón,
entonces su fundamento, además de
suficiente, es objetivo.
Así, el profesor Álvarez Melcón
(1978a)
considera
que
las
características
principales
del
conocimiento científico se concretan
en su aspecto crítico intersubjetivo y
basado en la experiencia, poniendo
mayor acentuación en uno u otro
sentido
según
las
diferentes
concepciones epistemológicas. De
ahí que -apunta el mencionado autorllegue a una cierta ambigüedad
respecto al sentido que recibe el
quehacer científico. Parece oportuno,
Epistemología
por tanto, la existencia de una opción
colectiva en relación con lo que se
entiende
por
ciencia,
aunque
reconoce que tal circunstancia sólo
es posible mediante la adhesión a un
propósito de convención como
consecuencia
de
un
estudio
epistemológico
normativo
o
proyectivo.
Por su parte, Bunge (1980) considera
que la verdadera diferencia existente
entre la ciencia y la no-ciencia se
encuentra en el método científico y la
finalidad a la cual se aplica,
asegurando que “donde no hay
método científico, no hay ciencia”.
En este sentido cabe resaltar la
propuesta o criterio de demarcación
formulado
por
Popper,
quien
distingue entre el proceso de concebir
una idea y entre los métodos y
resultados de su examen, agregando
que la tarea de la lógica del
conocimiento
consiste,
exclusivamente, en la “investigación
de los métodos empleados en las
contrastaciones sistemáticas a que
debe someterse toda idea nueva
antes de que se la pueda sostener
seriamente” (Popper, 1980).
Por ello, es precisamente la actitud
crítico-interpretativa de los hechos lo
que distingue a la ciencia de las
nuevas creencias; aunque estas
también pretendan una interpretación
de esos hechos, su explicación
carece de los atributos propios de
aquélla. Esto justifica la consideración
generalizada sobre los primeros
filósofos griegos como fundadores de
nuestra tradición científica, a pesar de
que, ciertamente, no fueran quienes
primero intentaran comprender los
fenómenos de la naturaleza, que ya,
de otra forma, venían siendo objeto
de interpretación primitiva en función
de nuevas creencias y mitos.
Introdujeron una nueva forma de
pensar:
la
actitud
crítica,
característica
del
pensamiento
científico, y, con ella, la evidencia de
que la ciencia no sólo resuelve
problemas sino que, al hacerlo,
plantea otros.
Para Popper, la actitud crítica es un
requisito
del
científico
puro,
entendiendo que el trabajo del
científico consiste en proponer teorías
y en contrastarlas (Popper, 1980). A
su entender (Popper, 1967), las
teorías
científicas
no
son
simplemente los resultados de la
observación. La ciencia -es cierto- no
encuentra
su
origen
en
la
observación, pero conduce a nuevas
observaciones,
cumpliendo
su
cometido pleno tan sólo en el
rechazo, la eliminación y la crítica de
las teorías, cuyo estímulo nos
conduce a otras nuevas.
Wartofsky (1973), por su parte, afirma
que la característica más importante
del
conocimiento
científico
se
concreta en ser explícito y rentable,
además de concebir la crítica como
algo natural. Para que exista esa
crítica es necesario que el “objeto de
la misma se articule, de modo muy
171
Epistemología
claro, como objeto de reflexión
consciente y deje de ser tácito. Ser
crítico con respecto a la experiencia
requiere formularla de tal modo que
pueda pasar a constituir objeto de
reflexión”.
172
De todo lo anterior parece deducirse
que la ciencia, como conocimiento, se
compone de conceptos, leyes,
teorías, métodos e instrumentos que,
combinados de acuerdo con una
serie de reglas lógicas, generan
nuevos conceptos, leyes, teorías,
métodos
e
instrumentos
que
previamente no existían. La ciencia
se constituye como tal y se distingue
de las demás formas de conocimiento
por la utilización del método científico.
Sin embargo, es preciso reconocer
que no existe un consenso sobre la
naturaleza o existencia de un único
método
científico,
habiéndose
producido una serie de controversias
entre los pensadores de la filosofía de
la Ciencia, cuyas concepciones
pasamos seguidamente a analizar.
3.5
EL
CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO.
Atendiendo al significado etimológico
del término ciencia como “saber” en
general,
encontramos
dos
acepciones:
una
como
saber
científico y otra como saber vulgar.
Cuando mencionemos este vocablo a
lo largo del trabajo estaremos
haciendo referencia a la primera.
Tomando como válida esta idea
inicial, podemos aceptar la siguiente
definición de ciencia: “Un modo de
conocimiento que aspira a formular,
mediante lenguajes rigurosos y
apropiados, en lo posible con el
auxilio del lenguaje matemático, leyes
por medio de las cuales se rigen los
fenómenos. Estas leyes son de
diversos órdenes. Todas tienen varios
elementos en común: ser capaces de
describir series de fenómenos, ser
comprobables por medio de la
observación de los hechos y ser
capaces de predecir acontecimientos
futuros” (Ferrater, 1965, pág. 284). A
partir de esta definición podemos
extraer tres características básicas
que identifican a toda ciencia: la
formulación de leyes con capacidad
de
descripción,
posibilidad
de
contrastación y oportunidad para la
predicción.
Bunge (1975, pág. 9) nos proporciona
varias definiciones y descripciones
que nos aproximan al concepto de
ciencia. Así, entiende que la ciencia
puede
caracterizarse
como
“conocimiento racional, sistemático,
exacto,
verificable
y,
por
consiguiente, falible”. Considera que
ciencia es “un bien por sí mismo, esto
es, como un sistema de ideas
establecidas
provisionalmente
–
conocimiento
científico-“.
Más
recientemente, Bunge (1985, pág. 10)
la define como “el estudio de la
realidad por medio del método
científico y con el fin de descubrir las
leyes de las cosas”.
Epistemología
Otros autores más próximos a la
disciplina que nos ocupa, prefieren
entender la ciencia como “Cualquier
tipo de conocimiento que haya sido
objeto
de
esfuerzos
para
perfeccionarlo” (Schumpeter, 1982,
pág.41), en el mismo sentido es
posible aportar otra definición de
ciencia debida al Profesor Castañeda
(1968, pág. 11): “Una ciencia es,
pues, un conjunto sistemático de
cuestiones y proposiciones referentes
a un objeto y elaboradas con criterios
de verdad y certeza”.
La búsqueda de respuestas a todos
los acontecimientos que inciden en la
vida real del ser humano ha
originado, desde siempre, la continua
preocupación de éste por el saber y
la verdad, esto es, por los términos
caracterizadores de la ciencia. El
hombre ha sentido, desde sus
orígenes,
la
necesidad
de
comprender, cuando el conocimiento
sobre algún hecho alcanza un grado
de interés generalizado; “...a la
confianza con lo habitual, en las
cosas en que no se repara, sucede la
desconfianza, la desorientación...”
(Ortega y Gasset, 1966a).
Tradicionalmente, y hasta el siglo
pasado, era mantenida por gran parte
de los filósofos la convicción casi
generalizada
de
la
validez
incontestable de las teorías, de ahí
que la mera aceptación de un
conocimiento como válido podía
hacer pensar en el método que lo
había permitido alcanzar.
Tal idea es posible que se derive de
la interpretación etimológica del
término, como el camino que ha de
recorrer la mente en la búsqueda de
la verdad, "como si se tratara de una
vía ineludible que necesariamente
hay que recorrer en la elaboración de
un cuerpo de conocimientos para que
su estructura merezca la calificación
de científica" (Carreras Artau, 1955).
Pero de la validez absoluta del
conocimiento
se
pasa,
posteriormente,
a
un
nuevo
planteamiento basado en una relativa
aceptación de la teoría en función de
su refutación al contrastarla con la
realidad.
En la actualidad, prevalece la
proposición de hipótesis y teorías que
posteriormente serán contrastadas o
refutadas.
Al
respecto
apunta
Wartofsky
(1973),
la
ciencia
“experimenta; descubre; mide y
observa;
inventa
técnicas
y
herramientas; propone y dispone,
hace hipótesis y ensaya; hace
preguntas a la naturaleza y obtiene
respuestas; hace conjeturas, refuta,
confirma o no confirma; separa lo
verdadero de lo falso, lo que tiene
sentido de lo que no lo tiene; nos dice
como llegar donde queremos llegar,
como hacer lo que queremos hacer”.
Posiblemente, como afirma Lákatos
(1975),
durante
siglos,
el
conocimiento fue entendido como
conocimiento demostrado, ya fuese
por la evidencia o por el poder del
intelecto, aunque la integridad de éste
173
Epistemología
exigía abandonar las afirmaciones no
demostradas.
Ahora bien, es oportuno distinguir en
la ciencia entre el trabajo o
investigación, y su resultado final: el
conocimiento. De alguna manera, así
lo expresa Wartofsky (1973) cuando
afirma que “la ciencia es un modo de
conocer el mundo y también un
cuerpo de conocimiento. Cabe
caracterizarla en función de un
proceso de investigación, de una
búsqueda de la verdad, y es posible
caracterizarla también como la
estructura o cuerpo formado por la
acumulación
de
las
verdades
fundadas, o presuntas verdades, que
tal búsqueda haya originado”.
174
De lo anterior se puede deducir, por
tanto, que la ciencia implica
conocimiento. No obstante, hay que
tener
presente
que
no
todo
conocimiento
puede
recibir
el
calificativo de científico, por lo que
habrá que señalar que atributos
deben reunir aquel para ser tipificado
como tal. En este sentido, Bunge
(1980) distingue entre dos formas de
presentarse el conocimiento: común y
científico, señalando, al respecto, que
“parte del conocimiento previo de que
arranca
toda
investigación
es
conocimiento ordinario, esto es
conocimiento no especializado, y
parte de él es conocimiento científico,
o sea, se ha obtenido mediante el
método de la ciencia y puede volver a
someterse a prueba, enriquecerse y,
llegado el caso, superarse mediante
el mismo método. A medida que
progresa, la investigación corrige o
hasta rechaza porciones del acervo
del conocimiento ordinario. Así se
enriquece este último con los
resultados de la ciencia: parte del
sentido común de hoy día es
resultado de la investigación científica
de ayer”.
En lo que se refiere a su clasificación,
muchos han sido los intentos de
ofrecer una tipología de las mismas.
Una primera clasificación general
discierne entre ciencias humanas y
ciencias
de
la
naturaleza.
Particularmente
nos
sentimos
atraídos por la clasificación del
Profesor Bunge, distinguiendo entre
ciencias formales y ciencias factuales
o empíricas: “La diferencia primera y
más notable entre las varias ciencias
es la que se presenta entre ciencias
formales y ciencias fácticas, o sea,
entre las que estudian ideas y las que
estudian hechos. La lógica y la
matemática son ciencias formales, no
se refieren a nada que se encuentre
en la realidad, y por tanto, no pueden
utilizar nuestros contactos con la
realidad para convalidar sus fórmulas.
La física y la economía se encuentran
en cambio entre las ciencias fácticas,
se refieren a hechos que se supone
ocurren
en
el
mundo,
y,
consiguientemente, tienen que apelar
a la experiencia para contratar sus
fórmulas” (Bunge, 1985, Pág.38).
La ciencia formal, por tanto, estudia
las ideas y utiliza como principios de
Epistemología
razonamiento las reglas de la lógica y
las matemáticas. La lógica sirve a las
demás ciencias para aclarar y
analizar las verdades propias de su
objeto, proporciona un método para
analizar las estructuras de las
ciencias,
sus
conocimientos
principales, así como para ver la
manera de relacionarlos y resumirlos
hasta llegar a sus conclusiones. Las
Matemáticas
proporcionan
el
instrumento
de
formalización
decisivo, con el que las ciencias
resultan
más
comprensivas
y
universales. La ciencia factual o
empírica es aquella que analiza los
hechos, la relación entre los
fenómenos que se observan, trata de
explicar la realidad y predecir los
acontecimientos. Bunge (1975, pág.
15) establece un amplio abanico de
características de las
ciencias
factuales y de los elementos que
identifican al conocimiento científico*:
1. El conocimiento científico es
fáctico: “parte de los hechos, los
respeta hasta cierto punto, y siempre
vuelve a ellos”. Toda ciencia empírica
comienza con una observación de los
hechos y fenómenos que le interesan
y los estudia sin modificarlos, si ello
no es posible, los cambios serán
objetivos, nunca arbitrarios.
2.
El
conocimiento
científico
transciende los hechos: “descartar los
hechos, produce nuevos hechos y los
explica”. Una vez descritos los
fenómenos
procedemos
a
su
clasificación.
Pero
no
sólo
seleccionan y controlan los hechos
los científicos, sino que siempre que
se pueda se reproducen e incluso se
obtienen hechos nuevos. Además, el
conocimiento científico racionaliza la
experiencia en lugar de limitarse a
describirla. Es decir, la ciencia no se
limita a la mera clasificación de los
fenómenos, sino que los explica
formulando hipótesis y teorías.
3. La ciencia es analítica. La
investigación científica, al estudiar los
objetos los descompone para ver
claramente sus elementos integrantes
y sus interdependencias. Pero esta
división debe hacerse de tal manera
que no se pierda la visión de totalidad
del objeto estudiado (“Lejos de
disolver la integración, el análisis es
la única forma conocida de describir
cómo emergen, subsisten y se
desintegran los todos. La ciencia no
ignora la síntesis, pero rechaza la
pretensión irracionalista de que la
síntesis pueden ser aprendidas por
una intuición especial, sin previo
análisis”).
4. La investigación científica es
especializada. La ciencia está
dividida en sectores, en cierta medida
independientes. Pero a pesar de esta
especialización,
existe
unidad
metodológica. Además, superando
esta especialización, hay áreas de la
ciencia que son interdisciplinarias,
como por ejemplo la Bioquímica, la
Investigación Operativa, la Psicología
Social, por poner solo algunos.
175
Epistemología
5. El conocimiento científico es claro
y preciso. Evita, en la medida de lo
posible, la vaguedad, la inexactitud y
la superficialidad. En aras de la
precisión y de la exactitud, la ciencia
realiza una formulación clara de los
problemas, define claramente los
conceptos, respeta esas definiciones.
La ciencia utiliza lenguajes artificiales
y simbólicos. La ciencia busca la
medición de los hechos.
6.
Un
requisito
esencial
del
conocimiento
científico
es
su
verificabilidad. Con el fin de explicar
un fenómeno, el científico aventura
conjeturas que deben ser puestas a
prueba de forma empírica para probar
su veracidad.
176
7. La investigación científica es
metódica (“no es errática, sino
planeada. Los investigadores no
tantean en la oscuridad sino que
saben lo que buscan y cómo
encontrarlo”).
8. El conocimiento científico es
sistemático (“Una ciencia no es un
agregado
de
informaciones
inconexas, sino un sistema de ideas
conectadas entre sí de un modo
lógico”).
9. El conocimiento científico es
general (“Ubica los hechos singulares
en pautas generales y los enunciados
particulares en esquemas amplios”).
Al científico no le interesan los
hechos aislados si no es para
generalizarlos,
para
hallar
características
comunes,
las
cualidades
esenciales
y
relaciones
con
marchamo
uniformidad.
las
de
10. El conocimiento científico es
legal, se esfuerza en descubrir y
aplicar leyes. La ciencia (“encuentra
la esencia en las variables relevantes
y en las relaciones invariantes entre
ellas”).
11. La ciencia es explicativa (“Intenta
explicar los hechos en términos de
leyes y las leyes en términos de
principios”). Los científicos, además
de saber como son los fenómenos
buscan sus causas.
12. El conocimiento científico es
predictivo (“Transciende la masa de
los
hechos
de
experiencia,
imaginando como ha sido el pasado y
como puede ser el futuro. La
predicción se fundamenta sobre leyes
y sobre informaciones específicas
fidedignas relativas al estado de
cosas actuales o pasado”).
13. La ciencia es abierta. El acervo
de los conocimientos científicos no es
irrefutable, cerrado y concluido, por el
contrario, el conocimiento científico
puede ser siempre refutado y así,
hasta el principio más sólido puede
ser sustituido. El progreso científico
se debe, entre otros factores, a que
en la ciencia no hay dogmatismo y
todo está abierto a la controversia.
14. La ciencia es útil (“Busca la
verdad y por ello la ciencia es eficaz
Epistemología
para proveer herramientas para el
bien o para el mal”).
Atendiendo a la finalidad perseguida
por nuestra investigación, estaremos
en presencia de ciencia factual pura o
ciencia
factual
aplicada.
Si
perseguimos un fin puramente
cognitivo, hablaremos de ciencia
factual pura, por ejemplo. La biología,
cuando la finalidad es práctica
estaremos en el campo de la ciencia
factual aplicada, por ejemplo, la
economía, “El objeto central de la
investigación en la ciencia factual
pura es, por definición, mejorar el
conocimiento que tiene el hombre de
los hechos, y el de investigación
científica aplicada es mejorar el
control del hombre sobre los hechos”
(Bunge, 1985, pág. 44). La ciencia
factual pura tiene por objeto describir
y analizar los fenómenos del mundo
con la finalidad del enriquecimiento
del saber. En contraposición a las
ciencias puras, las ciencias aplicadas
tienen por fin la preparación de
conocimientos y procedimientos para
hacer posible y facilitar la obtención
de los objetos y servicios más
deseados de la vida.
Las ciencias factuales o empíricas se
pueden clasificar en tres grandes
grupos: ciencias de la materia,
biológicas y humanas. Las dos
primeras son ciencias naturales y por
tanto son empíricas y experimentales.
Un
ejemplo
de
una
ciencia
experimental es la química. Los datos
químicos provienen de un modelo
teórico cuidadosamente especificado
y
se
corresponde
con
el
establecimiento de un experimento
controlado. Las ciencias sociales son
las que tienen por objeto el estudio de
los fenómenos en lo que intervienen
las personas actuando en grupos
organizados. Dentro de las ciencias
sociales Jean Piaget considera cuatro
grandes
grupos
de
materias
realizadas por el hombre dentro de la
sociedad (Piaget, 1973)):
• Ciencias Nomotéticas
• Ciencias Históricas
• Ciencias Jurídicas
• Ciencias Filosóficas
Las ciencias históricas del hombre
son “aquellas disciplinas que tienen
por objeto reconstruir y comprender el
desarrollo
de
todas
las
manifestaciones de la vida social a
través del tiempo” (Piaget 1973, pág.
47).Las ciencias jurídicas se dedican
al estudio de las normas, esto es, del
debe ser. Finalmente, las disciplinas
filosóficas, intentan alcanzar “una
coordinación general de los valores
humanos” (Piaget 1973, pág. 51).
Las
denominadas
ciencias
nomotéticas
las
define
como:
“Aquellas disciplinas que intentan
llegar a establecer leyes en el
sentido, algunas veces de relaciones
cuantitativas
relativamente
constantes y expresables en forma de
funciones matemáticas, pero también
en el sentido de hechos generales o
177
Epistemología
de relaciones ordinales de análisis
estructurales, etc., traduciéndose por
medio del lenguaje ordinario o de un
lenguaje más o menos formalizado”
(Piaget, 1973, pág. 46). Piaget
destaca
como
características
principales
de
las
ciencias
nomotéticas las siguientes (Piaget,
1973, pág.47):
1. La elaboración o búsqueda de
leyes.
2. La utilización de métodos, ya sean
de experimentación estricta o de
experimentación en sentido amplio
3. La tendencia a dirigir las
investigaciones sobre pocas variables
a la vez.
178
El objetivo e estas clasificaciones,
parece claro que la economía es una
ciencia social, ya que tiene por objeto
el estudio de los fenómenos en los
que
intervienen
las
personas
actuando en grupos organizados y,
como analizaremos más adelante,
sigue un método científico. Además,
los rasgos de nuestra ciencia son los
señalados
para
las
ciencias
nomotéticas en general, sin embargo,
retomando otra clasificación de las
ciencia entre experimentales y no
experimentales (categorización que
refleja los diferentes caminos para la
obtención de los datos y que tiene
gran relevancia sobre todo en la
forma en que los datos se utilizan
para investigar cuestiones de interés
y realizar inferencias sobre el mundo
real), quedaría enclavada, además,
dentro
de
las
experimentales.
3.6
ciencias
no
LA
FILOSOFÍA
HERMENEUTICA DE HANSGEORG GADAMER.
Si bien la filosofía gadameriana es
difícil de sistematizar en tanto que no
brinda respuestas definitivas, es
posible de realizar y pasible de
ejecutar la dilucidación de un abánico
de generalidades que permitan utilizando un término propio del autor
en cuestión-, una "fusión de
horizontes" con respecto a su
propuesta. Es así que a título de
comienzo podemos indicar que
entabla un debate contra el
cientificismo, a través del cual lucha
contra el positivismo ingenuo (y por
que no también, ingenuo positivismo).
Este debate se sustenta sobre una
serie de pilares tales como: el
fenómeno de la comprensión como
modo de ser en el mundo y en la
historia; el carácter irreductiblemente
lingüístico de nuestra relación con el
mundo y con los demás; la conciencia
de la fínitud tanto de la voluntad como
de la comprensión.
Pero, ¿cuál es su propuesta?
Gadamer intenta rescatar un modo de
saber moral aristotélico, un "¡¿qué
hacer con nuestras vidas!?". También
busca una recuperación del diálogo
humano y del debate público sobre
diferentes cuestiones, es decir,
intenta recuperar el juicio reflexivo.
Epistemología
En este orden de cosas se busca
rescatar un saber pre-científico
entendiendo
éste
como
un
determinado saber del hombre que
incluiría la posibilidad de que los
hombres hagan ciencia.
Realiza un serio diagnóstico de la
situación actual destacando que la
praxis ha sido olvidada. El dominio de
la tecnología, en tanto que "knowhow"
basado
en
la
ciencia
("tecnociencia" podríamos decir si se
nos permite el neologismo). Es así
que cuanto más crece la tecnología,
más decrece el ejercicio del juicio
propio del hombre en tanto esta dirige
todo lo que antes pertenecía a otros
dominios.
En conjunto, la propuesta de este
filósofo se basa en la "filosofía
práctica", postulando la necesidad de
salir del contextualismo típico de
nuestra época sin caer en un
objetivismo, y de esa manera ver a
qué tipo de universalidad podemos
llegar. Como él mismo afirma, "... no
está en cuestión lo que hacemos ni lo
que debiéramos hacer, sino lo que
ocurre con nosotros por encima de
nuestro querer y hacer". (1)
Lo anteriormente expuesto es la
mínima gestalt a que puede llegarse
en la realización de una síntesis de
su trabajo. Pero, ¿cómo opera el
contenido de su obra "Verdad y
método" en y para el despliegue de
su filosofía? Dejemos que él mismo lo
explique: "La presente investigación
trata del problema hermenéutico". (2)
"La
cuestión
que
nosotros
planteamos intenta descubrir y hacer
consciente algo que la mencionada
disputa
metodológica
(hace
referencia a la disputa metodológica
entre las ciencias del espíritu y la
moderna ciencia natural), acabó
ocultando y desconociendo algo que
no supone tanto limitación o
restricción de la ciencia moderna
cuanto un aspecto que le precede y
que en parte la hace posible". (3) (el
paréntesis es mío).
De esta manera va a manifestar que
la verdad es tanto ocultación como
des-ocultación del logos, además, en
tanto la develamos (a la verdad), se
mantiene una cierta tensión interna,
lo que a su vez conlleva a investigar
sobre la capacidad interpretativa
generadora de sentido y la conciencia
de la alteridad radical.
El problema del conocimiento.
Dice Gadamer-. "...la comprensión no
es
uno
de
los
modos
de
comportamiento del sujeto, sino el
modo de ser del propio estar ahí". (4)
"Comprender
no
quiere
decir
seguramente tan sólo apropiarse una
opinión trasmitida o reconocer lo
consagrado
por
la
tradición.
Heidegger, que es el primero que
cualificó
el
concepto
de
la
comprensión como determinación
universal del estar ahí, se refiere con
él precisamente al carácter de
proyecto de la comprensión, esto es,
a la "futuridad del estar ahí". (5)
179
Epistemología
Teniendo una raíz heideggeriana, la
proposición anterior da cuenta de que
el "Dasein" en tanto que "ser en el
mundo" implica una facticidad que no
es susceptible ni de fundamento ni de
deducción, sino que va a ser base
ontológica de todo planteamiento
fenomenológico.
En este sentido, la experiencia
humana en el mundo es conciencia
de finitud y es un irreductible que no
necesita de fundamento por parte de
la reflexión. La experiencia humana
en el mundo es la base de toda
reflexión.
180
Es así que reconoce junto a
Heidegger que la realidad es
condición de ser existente, pero
también reconoce que la adecuación
cognoscente-conocido, es decir, entre
el que conoce y lo que es conocido
tiene un peculiar modo de ser que es
común a ambos. De este modo, la
relación con el mundo no la
comprende ni desde un punto de
vista objetivista ni subjetivista; ni
subsumiendo el objeto al sujeto ni el
sujeto al objeto.
Volviendo a la frase del comienzo,
podemos afirmar que en tanto que
seres "arrojados" al mundo, nuestro
modo de ser en el mismo implica que
este se nos presente como un
obstáculo, una resistencia que nos
obliga a comportarnos como seres
que comprendemos, y comprender no
es tan sólo un tipo de actividad propia
que desarrollemos sino que es parte
constitutiva de nuestra existencia.
El mundo en que vivimos, el
"lewensfeld" husserliano -que está
pre-dado y que es base para toda
praxis-, se nos presenta así como lo
otro que nos enfrenta a nuestra
conciencia de la finitud de la
experiencia humana en tanto que
constantemente está poniendo límites
que es necesario trascender, superar.
Esta conciencia de la finitud es el
resultado de la experiencia humana
en el mundo y es además, un
irreductible del análisis al cual
llegamos a través de la limitación de
toda previsión humana. En este
sentido, para Gadamer la conciencia
humana es limitada. La existencia del
hombre es entonces el mundo, pero
además, el mundo es un otro que se
nos presenta como interpelación y
como obstáculo.
Ahora, ¿cómo se desarrolla para
Gadamer
el
proceso
de
la
comprensión en tanto que seres en el
mundo enfrentados a él? Para él
comprender es comprender el
proceso de fusión de horizontes que
se da en el dominio de la tradición,
entre personas, entre culturas.
El
concepto
gadameriano
de
horizonte refiere al "...ámbito de
visión que abarca y encierra todo lo
que es visible desde un determinado
punto". (6) Y qué tipo de horizonte es:
"El horizonte es más bien algo en lo
que hacemos nuestro camino y que
hace el camino con nosotros. El
horizonte se desplaza al paso de
quien se mueve... Comprender una
Epistemología
tradición requiere sin
horizonte histórico". (7)
duda
un
"Ganar un horizonte quiere decir
siempre aprender a ver más allá de lo
cercano y de lo muy cercano, no
desatenderlo, sino precisamente verlo
mejor integrándolo en un todo más
grande y en patrones más correctos".
(8)
"Comprender es siempre el proceso
de fusión de estos presuntos
"horizontes para sí mismos""(9)
"La fusión tiene lugar constantemente
en el dominio de la tradición; pues en
ella lo viejo y lo nuevo crecen siempre
juntos hacia una validez llena de vida,
sin que lo uno ni lo otro lleguen a
destacarse explícitamente por sí
mismos". (10)
Sí bien ésta fusión de horizontes
tiene lugar en forma constante,
debemos tener presente que cada
vez que comprendemos lo hacemos
de modo diferente, es decir,
comprendemos
desde
nuestra
"actualidad",
pero
también
es
menester tener en cuenta que la
conciencia de la finitud pone límites a
la experiencia humana y del mundo, y
que por ende, no podemos abarcar ni
comprenderlo todo. "La experiencia
es pues, una experiencia de la finitud
humana". (11)
En este sentido podemos afirmar que
no se conoce la "cosa en sí" sino que
lo que se logra con la comprensión es
una unidad de sentido que se da en
base a acuerdos, es decir, no hay
fenómenos sino interpretaciones de
los fenómenos.
Esto nos conduce a considerar al
hombre también como un "ser
histórico", en tanto que en el proceso
y experiencia del comprender no se
participa acríticamente como meros
espectadores sino en tanto que
partícipes ubicados en la historia. Y
esto es lo que Gadamer denomina
"historia efectual", es la estructura de
la comprensión y que predispone la
apertura del mundo, es decir, se
comprende siempre desde y dentro
de determinado contexto. Historia
efectual en tanto que siempre la
experimentamos desde adentro y
siempre nos encontramos en la
historia,
la
cual
transcurre
permanentemente
y
es
parte
constitutiva de nuestra historia
personal en tanto que seres en el
mundo. Es algo que nos precedió y
de lo cual no podemos escapar.
La conciencia de la historia efectual
es la fuerza operativa de la tradición
que opera sobre quienes pertenecen
a
dicha
tradición,
estando
condicionados por ella sin posibilidad
de escape, y en tanto somos seres
históricos
no
podemos
nunca
agotarnos en el saber ni en el
saberse.
¿Y qué es la tradición? Dice
Gadamer: "...la tradición no es un
simple
acontecer
que
pudiera
conocerse y dominarse por la
experiencia, sino que es lenguaje,
181
Epistemología
esto es habla por sí misma como lo
hace un tú". (12)
La tradición es esa "historia" dentro
de la cual nos encontramos inmersos,
la cual nos constituye y a la cual
constituimos a través de un proceso
dialéctico continuo y dinámico.
De esta manera llegamos a
comprender
-en
el
sentido
gadameriano del término-, que
podemos hablar del mundo y de
nosotros de múltiples maneras; el
problema es que lo que se dice ha de
permanecer en una forma predecible
pero no definida en cuanto a su
relación con lo dicho, es decir, no
todo se dice y no todo se comprende.
182
Para finalizar este introito a la obra de
Gadamer en lo que refiere al
problema de la comprensión digamos
que, la comprensión que nosotros
seres finitos podemos realizar de la
realidad infinita que es la alteridad
toda (el todo que se construye con
palabras y que está dado por ellas), y
siendo el lenguaje el lugar en que el
yo y el mundo se encuentran, es
donde ambos aparecen en su unidad
originaria,
superándose
así
la
dualidad sujeto-objeto. También se
salva así a lo otro en tanto que
diferente, como "alteridad" pues es la
lingüisticidad de nuestra experiencia
en el mundo la que nos permite
comprender y/o interpretar a lo otro.
Nada queda explicado sino tenemos
en cuenta la comprensión lingüística.
El lenguaje pone así una dimensión
completamente nueva. No nos
libramos del horizonte ni adoptamos
un horizonte libremente, sino que
estos horizontes forman un lenguaje
que nos constituye y que nos permite
comprender significados.
Lenguaje
y
comprensión
son
entonces aspectos inseparables del
ser en el mundo. "... esta fusión de
horizontes que tiene lugar en la
comprensión es el rendimiento
genuino del lenguaje". (13)
"El acuerdo en la conversación no es
un mero exponerse e imponer el
propio punto de vista, sino una
transformación hacia lo común,
donde ya no se sigue siendo el que
se era". (14)
El ser que puede ser comprendido es
lenguaje. Todo comprender es
interpretar y toda interpretación se da
en medio del lenguaje que se abre a
lo otro, en una palabra, la realidad no
está a espaldas del lenguaje. Y en
este sentido, tener lenguaje es tener
mundo porque no lo dominamos
como la ciencia a los objetos y
además,
no
lo
creamos
conscientemente (al mundo), sino
que ya estamos en él. Tener mundo
es comportarse con respecto al
mundo en el mundo. El lenguaje no
es así un instrumento sino el mundo
en que vivimos desde el comienzo.
3.7
LOS
PARADIGMAS
KHUN.
DE
Epistemología
Los
problemas
para
falsar
concluyentemente una teoría, ya que
los
enunciados
observables
dependen de la propia teoría, así
como la dificultad de progreso
científico si se aplica de forma radical
el falsacionismo, llevaron a algunos
investigadores a meditar sobre la
resistencia al cambio en las teorías
científicas por el hecho de que no se
encuentran
aisladas
sino
que
funcionan
como
estructuras
organizadas. Entre estos autores, y
dentro de la denominada escuela
histórica, destaca Kuhn, quien en su
obra
La
estructura
de
las
revoluciones científicas postula una
concepción discontinuista del proceso
de desarrollo científico.
Kuhn ha pretendido un planteamiento
superador de Popper con su teoría de
ciencia
normal
y
revoluciones
científicas que alteran esa situación
normal para retornar a una nueva
normalidad.
Kuhn señala que las ciencias
progresan cíclicamente comenzando
por un paradigma aceptado por la
comunidad científica e investigado
durante un período de ciencia normal.
La ciencia normal intenta adecuar la
teoría a la práctica, pero pueden
existir ciertas discrepancias. Estas
discrepancias si no son resueltas se
convierten en anomalías, y si éstas
se acumulan se produce una crisis
que conlleva la caída del antiguo
paradigma, y el surgimiento de una
revolución científica en la que el
antiguo paradigma es reemplazado
por uno nuevo incompatible con el
anterior. Por tanto, para este autor, la
ciencia no se desarrolla por medio de
la acumulación de descubrimientos o
inventos individuales, sino que se
forma como proceso de ruptura con lo
anterior. En el proceso de traslación nos recuerda Wells (1976) - del viejo
conjunto de ideas al nuevo, la
comunidad de científicos sigue un
número de pasos determinados:
1. Reconocimiento de las anomalías.
2. Período de inseguridad.
3. Desarrollo de grupos de ideas
alternativos.
4. Identificación
pensamiento.
de
escuelas
de
5. Dominación de las nuevas ideas.
En cualquier caso, las teorías
articuladas no dejan de ser científicas
por el hecho de que hayan sido
descartadas. Sin embargo, es difícil
poder considerar el desarrollo como
un proceso de acumulación. La
investigación histórica misma, que
muestra las dificultades para aislar
inventos
y
descubrimientos
individuales, proporciona las bases
para abrigar dudas profundas sobre
el proceso de acumulación, por medio
del que se creía que había surgido
esas contribuciones individuales a la
ciencia (Kuhn, 1971).
Es evidente que los criterios de
demarcación científica derivados de
183
Epistemología
la falsación, aunque críticos con la
metodología tradicional, se mantienen
en su misma línea. En cambio Kuhn,
con su libro “La estructura de las
revoluciones científicas” explica el
comportamiento científico por las
aportaciones críticas que se les
hacen a la teoría. Kuhn indica que
cuando las teorías no logran superar
una prueba, no son rechazadas y
sustituidas por otras, sino que se
introducen modificaciones o bien se
ignoran las anomalías. Una de sus
características más destacables es su
rechazo frontal al punto de vista de la
metodología inductivista.
La aportación de Kuhn gira en torno a
los siguiente conceptos:
184
Paradigma,
Ciencia
Normal
y
revoluciones
científicas.
Kuhn
entiende el concepto de paradigma
en dos sentidos (Pheby, 1988, pág.
37), primero significaría un éxito que
se considera tan importante que es
capaz de atraer a un grupo de
científicos que ejercen una actividad
en competencia y, segundo, se
entiende como un paso en el
desarrollo científico que es capaz de
dar solución a problemas no
resueltos. Si atendemos a su
definición literal, los paradigmas son:
“Realizaciones
científicas
universalmente reconocidas que,
durante cierto tiempo, proporcionan
modelos de problemas y soluciones a
una comunidad científica” (Kuhn,
1971, pág. 13).
El concepto de paradigma perfila la
escena para la siguiente etapa del
esquema de Kuhn, el concepto de
ciencia normal. Para Kuhn existen
periodos alternativos de ciencia
normal y periodos de crisis. En la fase
de ciencia normal, en la que se
acepta un cuerpo esencial de teoría,
van surgiendo situaciones que no
pueden
explicarse
de
forma
convincente y que reciben el nombre
de anomalías. Cuando las anomalías
aumentan se produce un proceso
insostenible en torno a la ciencia
normal, lo que da lugar a la aparición
de nuevas teorías o, dicho de otra
forma, un paradigma es sustituido por
otro.
Por comunidad científica, entiende
Kuhn el órgano a un consenso, que
reúne a un grupo de individuos que
colaboran entre ello, a los que se les
considera los únicos responsables de
la persecución de objetivos científicos
en su especialidad.
La amplitud del concepto de
paradigma hace que Kuhn admita la
imprecisión
del
término
y
posteriormente lo sustituya por el de
“matriz disciplinaria” (disciplinaria,
porque se refiere al patrimonio común
de los que practican una disciplina, y
matriz, porque alude a un conjunto
ordenado de elementos de diversa
naturaleza
que
requieren
especificación adicional): “Una matriz
disciplinar
está
compuesta
de
paradigmas, partes de paradigmas
que constituyen una unidad y
Epistemología
funcionan conjuntamente” (Katouzian,
1982, pág. 123).
el
carácter
conceptuación.
El proceso de sustitución de unos
paradigmas
por
otros,
puede
resumirse en las siguientes etapas:
Por lo que respecta al segundo de los
conceptos mencionados
-ciencia
normal-, es considerado por el
mencionado
autor
como
“investigación basada firmemente en
una o más realizaciones científicas
pasadas, realizaciones que alguna
comunidad
científica
particular
reconoce, durante cierto tiempo,
como fundamento para su práctica
posterior” (Kuhn, 1971).
• Ciencia normal, compuesta por los
paradigmas aceptados.
• Pequeños fenómenos inexplicados,
con respecto a los cuales los
sostenedores de la ciencia normal
confían en explicarlos sin cambio de
paradigmas.
• Forzar la teoría par incluir dichos
fenómenos inexplicados.
• Periodo de confusión
• Periodo de innovación y oposición
• Nuevamente ciencia normal,
integrada por los nuevos paradigmas
aceptados, con lo que el proceso
dialéctico inicia un nuevo ciclo.
Cuando se produce la sustitución de
un
paradigma
por
otro
nos
encontramos ante lo que Kuhn
denomina “revolución científica”.
La tesis de Kuhn se basa, pues, en
tres
conceptos
fundamentales:
paradigma,
ciencia
normal
y
revolución científica. El primero
queda definido (Kuhn, 1971) como
aquello que comparte una comunidad
científica, entendiéndose ésta, a su
vez, como el conjunto de hombres
que comparten un paradigma. Las
definiciones anteriores dejan patente
circular
de
la
Por último, Kuhn considera revolución
científica a “la transición de un
paradigma en crisis a otro nuevo del
que pueda surgir una nueva tradición
de ciencia normal” (Kuhn, 1971).
El camino abierto por Kuhn apunta,
pues, no sólo a una concepción
diferente a la popperiana de progreso
científico y de racionalidad científica,
sino que también propicia cierta
reflexión sobre la finalidad de las
ciencias, las responsabilidades de la
praxis científica y, encontrando una
perspectiva hacia la epistemología
social de la ciencia (Mardones y Ursa,
1982).
Según el profesor Gonzalo Angulo
(1983), la visión de Kuhn sobre la
evolución científica puede recogerse
en las siguientes etapas: preciencia,
ciencia normal, crisis, revolución,
nueva ciencia normal y nueva crisis.
En el estado primitivo, apunta el
citado autor, una ciencia encuentra
un cierto número de teorías rivales,
185
Epistemología
las que intentan superponerse.
Cuando una de ellas lo logra, y es
aceptada por la comunidad científica,
comienza una etapa de ciencia
normal. En ella el científico trabaja
confiado en su paradigma aún
admitiendo que ciertas observaciones
estén sin resolver. Posteriormente, un
nuevo paradigma, en alternativa al
existente, se arraiga en la comunidad.
Comienza así el período de crisis, el
que finaliza cuando los científicos se
adhieren a ese nuevo paradigma y
abandonan el viejo. De esta forma, en
un tiempo no determinada, el nuevo
paradigma
se
va
instalando,
comenzamos así un nuevo período
de ciencia normal.
186
Kuhn ofrece una teoría del progreso
científico en la que la ciencia normal
es lo habitual y la revolución lo
excepcional,
realizándose
la
aceptación de la falsación por parte
de la comunidad científica con
carácter extraordinario.
No obstante, aunque el período de
ciencia normal parece que no queda
caracterizado
por
aportaciones
creativas de cierta importancia, tiene
un gran interés en la evolución
científica por cuanto en él producen
precisiones en torno al paradigma
vigente, lo que constituye, en gran
parte, el principal quehacer de
numerosos científicos.
La visión del desarrollo científico en
Kuhn se caracteriza, pues, por un
proceso en el que se suceden en el
tiempo períodos de ciencia normal y
períodos de ciencia extraordinaria o
de crisis.
A lo largo de un período de ciencia
normal, las teorías y principios que
dan lugar a un paradigma son
aceptados de forma indiscutida en la
comunidad científica, originándose un
proceso de perfeccionamiento del
mismo. Como afirma el profesor
Quintanilla (1976), “la actividad
científica en estas épocas se limita a
ser
una
tarea
de
resolver
rompecabezas más o menos nuevos
con ayuda de los instrumentos
tradicionales. Se trataría, en cierto
modo, de un proceso en el que lo
único que acontece es que aumenta
el campo de las experiencias a las
que se aplican unas teorías y
procedimientos dados...”. Y como
indica Schwartz (1972), durante las
épocas de ciencia normal “la
comunidad científica trabaja sobre la
base de un paradigma o teoría común
indiscutida; los científicos se ocupan
principalmente
de resolver los
acertijos que plantea tal paradigma.
Lejos de querer refutarlo buscando
contraejemplos
fácticos,
los
científicos, en épocas normales,
consideran los hechos que no
corresponden a lo predicho por el
paradigma como anomalías que, o se
resuelven, o se archivan, o se toman
como muestra de la incapacidad del
experimentador. La acumulación de
anomalías, sin embargo, crea un
ambiente de crisis en la comunidad
científica; cuanto más se prolongue la
crisis, más probable es la aparición -a
Epistemología
menudo simultánea en varios lugares
distintos- de un nuevo paradigma,
que resultará en otra época de
ciencia normal. Lejos de abandonar,
pues, sus teorías a la primera señal
de refutación, los científicos tienden a
mantenerlas contra las anomalías
hasta tanto no tienen otro paradigma
más satisfactorio al que acogerse”.
Kuhn (1971) señala, por su parte, que
“el descubrimiento comienza con la
percepción de la anomalía, o sea, con
el reconocimiento de que en cierto
modo la naturaleza ha violado las
expectativas
inducidas
por
el
paradigma, que rige a la ciencia
normal”.
Esta
sustitución
de
paradigmas tiene lugar cuando la
energía de una crisis y un paradigma
alternativo se satisfacen. Ese es el
punto donde la resistencia al cambio
se debilita y acaba por derrumbarse.
De esta forma, con el establecimiento
del nuevo paradigma se consigue
cumplir tres importantes exigencias
(Katauzian, 1982): “Ofrece una
solución a la crisis científica;
proporciona una nueva visión del
mundo; y finalmente ofrece una
agenda de investigación alternativa
sobre la que los científicos trabajen”.
De otro lado, cabe señalar que la
tesis defendida por Kuhn estaba
dirigida, en cierto modo, a criticar la
metodología de Popper. Como es
sabido, este autor niega la existencia
de todo procedimiento de verificación,
y en su lugar hace hincapié en la
importancia de la falsación, esto es
de la prueba que, debido a que su
resultado es negativo, hace necesario
rechazar una teoría establecida. En
este sentido, Kuhn (1971) señala “el
papel que en este ensayo atribuimos
a las experiencias anómalas; o sea, a
las experiencias que, al provocar
crisis, preparan el camino hacia una
nueva teoría. Sin embargo, las
experiencias anómalas no pueden
identificarse con las de falsación. En
realidad, dudo mucho que existan
estas últimas”.
Además, Kuhn sostiene -afirma
Losee (1981) - que la construcción
lógica de la proposición de falsación
de Popper no es aplicable al caso del
rechazo de un paradigma, por cuanto
éste no se invalida por comparación
de sus consecuencias con los
elementos de juicio empírico, sino
que el rechazo de un paradigma es
más bien una relación triangular en la
que se encuentran implicados un
paradigma establecido, un paradigma
rival y los elementos de juicio
observacionales. La ciencia, pues,
entra en una etapa revolucionaria en
cuanto
surge
un
paradigma
alternativo prometedor.
No
obstante
lo
anterior,
la
interpretación de Kuhn en torno a las
discontinuidades en el desarrollo de
la ciencia, son explicadas sobre la
base de su concepción de revolución
científica, no era tan diferente a la
popperiana. Como posteriormente
escribe el propio Kuhn (Lákatos y
Musgrave, 1975), refiriéndose a
187
Epistemología
Popper, “... sus puntos de vista
acerca de la ciencia y los míos son
muy aproximadamente idénticos.
Ambos estamos ocupados más con la
dinámica del proceso mediante el
cual se adquiere el conocimiento
científico que con la estructura lógica
de los productos de la investigación
científica. Dada esta ocupación,
ambos ponemos énfasis, como datos
legítimos, en los hechos y también en
el espíritu de la vida científica real, y
ambos a menudo nos volvemos a la
historia en busca de ellos.
188
A partir de este fondo de datos
comunes,
extraemos
muchas
conclusiones
idénticas.
Ambos
rechazamos el punto de vista de que
la ciencia progresa por acumulación;
en lugar de ello ambos ponemos
énfasis en el proceso revolucionario
mediante el que una vieja teoría es
rechazada y sustituida por una nueva
incompatible con ella, y ambos
subrayamos con fuerza el papel que
en este proceso juega el eventual
fracaso de la vieja teoría en hacer
frente a los desafíos que le dirigen la
lógica, la experimentación o la
observación. Por último, Sir Karl y yo
estamos unidos en oposición a
algunas tesis más características del
positivismo clásico”.
Cabe añadir, que la principal novedad
aportada por este autor es, en opinión
de Medina (1989), el concepto de
paradigma, y que las principales
diferencias que lo separan de los
positivistas se encuentran en la
sustitución del individuo por la
comunidad científica y la teoría por el
paradigma, así como la eliminación
de la acumulación lineal de hechos y
teorías por las fases normales y
revolucionarias en la ciencia (Medina,
1989).
Por último, señalar, que motivado por
las
críticas
recibidas
por
la
imprecisión
del
concepto
de
paradigma, Kuhn (1971) sugiere la
utilización
del
término
“matriz
disciplinar” en sustitución de este
último, porque se refiere a la
posesión común de los practicantes
de una disciplina particular y está
compuesta por elementos ordenados
de varios tipos. Estos elementos
serían los que a continuación se
exponen:
1. Generalizaciones simbólicas: son
componentes
generalmente
aceptados por el grupo y fácilmente
representados de forma lógica.
2. Acuerdos o modelos de grupo: son
creencias que proporcionan al grupo
analogías y metáforas preferidas o
permisibles. Ayudando a determinar
lo que será aceptado tanto como una
solución a enigmas, e inversamente,
ayudando a la determinación de la
lista de enigmas sin solución y en la
evolución de la importancia de cada
una de ellas.
3. Valore: son los elementos que más
hacen en pro de considerar a la
comunidad científica como un todo.
Su importancia particular surge
Epistemología
cuando los miembros de una
comunidad científica deben identificar
las crisis o, posteriormente, elegir
entre teorías.
4.
Ejemplares:
son
acuerdos
compartidos respecto de soluciones a
problemas
concretos
que
se
consideran de interés por la
comunidad
en
el campo
de
investigación propio de la misma.
En un sentido más restringido un
paradigma es similar a este último
elemento, que en principio fue
definido por Kuhn (1971) como “las
realizaciones
científicas
universalmente reconocidas, que
durante cierto tiempo, proporcionan
modelos y soluciones a una
comunidad científica”.
Como conclusión podemos señalar
que
la
metodología
kuhniana
propugna que el progreso científico
no se puede establecer en términos
de búsqueda de la verdad última, sino
en
sucesivas
sustituciones
de
paradigmas, o revoluciones, que se
dan en el transcurso del tiempo. Idea
contraria a Popper, en el sentido de
que para éste último, la historia de la
ciencia es la historia de continuas
“conjeturas y refutaciones”, por lo que
ésta se encontraría en un estado de
revolución permanente. Para ilustrar
esta idea podemos citar las
siguientes palabras de Katouzian
(1982, pág. 126): “Mientras Popper
argumenta que el proceso de
investigación científica consiste en
continuos intentos de falsar hipótesis
refutables. Kuhn mantendría que el
progreso científico tiene lugar sólo en
ocasiones, cuando esas mismas
hipótesis refutables se encuentran en
crisis y cambian a través de una
revolución, esto es, la comunidad
científica acepta la falsación sólo en
circunstancias extraordinarias”.
189
Epistemología
Conocer significa establecer relaciones entre sujeto cognoscente y
objeto cognoscible, en una materia prima que provee la experiencia,
pero cuya organización depende del sujeto. Lo anterior excluye que
el conocimiento de la realidad se genere por observaciones y por
generalizaciones inductivas a partir de aquéllas. Esto no significa
caer en el apriorismo ni idealismo. Tampoco supone sostener el
subjetivismo en ninguna de sus variantes, en tanto se considera el
conocimiento como un fenómeno social y, por consiguiente,
intersubjetivo.
190
En el siglo XIX se produce un gran desarrollo de las ciencias , en el que se
detectan influencias del materialismo procedente de la etapa anterior y de una
cierta cientifización (que lleva a intentar explicar todo, incluso el mundo social, en
clave científica), y en el que se sientan las bases epistemológicas de modelos
posteriores*. Hegel (1770-1831) establece las bases de la dialéctica; Comte
(1798-1857), al proponer el positivismo, tienen un gran impacto en la filosofía de la
ciencia (cuyos efectos se sienten en la actualidad) y lleva a sus extremos el
reduccionismo empirista, que genera gran confianza en conseguir un conocimiento
“científico”; Marx (1818-1883) realiza contribuciones que propician un
reduccionismo materialista al que se le reconoce fuerte influencia sobre economía
y sociología, y que puede servir de fundamento a una economía que, más allá del
interaccionismo, resalte el papel activo del sujeto (dado que en la filosofía de Marx
se resalta que la persona es un producto sociohistórico tanto como la sociedad y
la historia es una producción de la persona).
La conciencia de la historia efectual es la fuerza operativa de la tradición que
opera sobre quienes pertenecen a dicha tradición, estando condicionados por ella
sin posibilidad de escape, y en tanto somos seres históricos no podemos nunca
agotarnos en el saber ni en el saberse.
La principal novedad aportada por Khun es, en opinión de Medina (1989), el
concepto de paradigma, y que las principales diferencias que lo separan de los
positivistas se encuentran en la sustitución del individuo por la comunidad
científica y la teoría por el paradigma, así como la eliminación de la acumulación
lineal de hechos y teorías por las fases normales y revolucionarias en la ciencia
(Medina, 1989).
Epistemología
1. De la Epistemología enuncie y explique las que a su juicio son las
principales cuestiones.
2. ¿Cuáles son los obstáculos epistemológicos?
3. Enuncie al menos uno de los paradigmas metodológicos contemporáneos,
explíquelo.
4. ¿En que se caracteriza la ciencia moderna?
191
5. De su concepto de ciencia.
Epistemología
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Epistemología
193
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