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INCENDIO EN EDIFICIO DE
USO VIVIENDAS:
NOCIONES SOBRE EL
COMPORTAMIENTO A
SEGUIR
son hoy en día bastante aceptables, resultado
de experiencias negativas sufridas en tiempos
anteriores.
EFECTOS DEL INCENDIO SOBRE
EL SER HUMANO
CONSIDERACIONES
A partir de los años sesenta se inicia una
escalada de accidentes derivada del desarrollo
tecnológico en la industria y la sociedad
urbana, que han creado más y mayores
riesgos que en muchos casos no han sido
compensados
paralelamente
con
las
correspondientes medidas de seguridad.
El mayor riesgo para las personas,
considerando la mayoría de los incendios, se
centra en edificios de viviendas, en los que
deberían incrementarse tanto los actuales
niveles de seguridad, (extintores, detectores
de humo, gases, etc.) como la formación y
mentalización en todos los ámbitos posibles,
pues un gran número personas desconocen la
manera de comportarse al verse involucrados
en ellos.
FORMACIÓN Y EDUCACIÓN
CIUDADANA
Uno de los factores que más influyen en el
funcionamiento de la seguridad es la
formación.
Su iniciación debería tener lugar en la primera
edad, preferentemente en los colegios, y
mantenida por otros cauces en la edad adulta.
Adquiriendo
esta
responsabilidad
y
conociendo básicamente los riesgos tan
diversos de incendios tanto en viviendas
como en otros tipos de instalaciones,
disminuirían los índices de siniestralidad,
afectando de forma positiva tanto a las
personas como a los bienes.
Afortunadamente los niveles de seguridad
contra incendios en los edificios de viviendas
Tres factores fundamentales van a incidir
directamente sobre el ser humano al verse
inmerso en un incendio como son:
Los materiales incendiados.
Tiempo de exposición.
Características de la persona.
Del material resultarán los humos y gases
tóxicos actuando directamente sobre la
persona.
Del tiempo de exposición los distintos grados
de lesiones y quemaduras que producen.
De las características, dependiendo si el
afectado es un niño, anciano, persona joven,
sano, enfermo, etc. Los productos de la
combustión actuarán en mayor o menor
intensidad, por consiguiente variará su
repercusión.
En torno al 70-80 % de las muertes
producidas en los incendios son como
consecuencia de la inhalación de humos
(asfixia).
Según las estadísticas sobre el 60 % de las
muertes en los incendios afectan a niños
menores de diez años y mayores de sesenta.
El pánico es otro factor entre las personas
afectadas, este lleva a actuar de forma
desorganizada, descontrolada, incrementando
los riesgos y rompiendo cualquier esquema de
evacuación mínimamente organizado.
La disminución de la visibilidad originada por
los humos, con la producción de tos, escozor
de ojos, ceguera, etc., dificultará los
movimientos.
La inhalación de los gases actuando a
distintos niveles provocará lesiones como:
Irritación del sistema respiratorio
(faringe, laringe, tráquea).
Lesiones pulmonares.
Muerte en el peor de los casos.
Autor: Salvador Pérez Acosta, Cabo R.C. Bomberos de Málaga
1
RECUERDE: LA MAYORÍA DE
LAS LESIONES LAS PROVOCA
EL HUMO.
EL CALOR Y LAS LLAMAS
El fuego calienta el aire y cuando éste está
caliente se expande y se hace más ligero, por
lo que intentará ascender, de esta forma el aire
caliente, el humo y los gases desprendidos de
la combustión se desplazarán hacia arriba
originando unas diferencias de temperaturas
bastantes significativas.
Si el recinto es cerrado y tuviéramos que
atravesar alguna parte afectada, la zona más
segura sería la más próxima al suelo, con ello
evitaríamos las altas temperaturas originadas
en la parte superior así como la mayor
concentración de humos y gases calientes.
El contenido en el interior de las viviendas va
a determinar factores como: Propagación,
calorías irradiadas, humo, etc. Las
consecuencias del calor serán de mayor
intensidad si la atmósfera contiene humedad,
ésta puede depender del clima, su entorno, del
agua de la extinción, etc.
Las elevadas temperaturas producidas en los
incendios provocarán distintos tipos de
efectos como pueden ser:
- Agotamiento
- Deshidratación
- Calambres
- Quemaduras
- Lipotimias
- Bloqueo de las
vías respiratorias
El calor intensifica el ritmo cardiaco, cuando
su intensidad excede la tolerancia humana, es
mortal.
RECUERDE: SOLAMENTE EL
AIRE
CALIENTE
PUEDE
LLEGAR A PROVOCAR GRAVES
QUEMADURAS.
MOVIMIENTO DEL HUMO
elementos constructivos de separación y, por
otra, los fenómenos propios del fuego, tales
como los incrementos de temperatura y las
diferencias de presión.
Dentro de un edificio, uno de los mayores
peligros es la fácil propagación del humo por
todo el espacio no compartimentado,
dependiendo en gran medida del lugar donde
se origine el incendio.
La producción de humos en un incendio
variará en función de la cantidad y tipo de
elementos combustibles que existan en el
interior de la vivienda afectada, este podrá ser
más o menos denso, pero en cualquier caso
contendrá partículas tóxicas que pueden
perjudicar seriamente a las personas.
RECUERDE: EL HUMO EN UN
INCENDIO SERÁ UNO DE LOS
ELEMENTOS MÁS PELIGROSOS.
EJEMPLOS
La conducta frente a un incendio debe
acomodarse a una serie de consignas propias
del ámbito en que se desarrolla, estas pautas a
seguir variarán en función del tipo de
incendio en el que se vea uno inmerso.
Son muchos y variados los tipos de siniestros
que nos pueden afectar y aunque habrá
actuaciones de carácter general para la
mayoría de ellos, existirán otras de tipo
particular vinculadas al tipo de incendio.
El comportamiento a seguir no será el mismo
ante un incendio forestal que ante el de una
vivienda,
vehículo,
garaje,
grandes
almacenes, hotel, hospital, etc.
Significar en primer lugar que tan importante
es saber lo que se debe y lo que no se debe
hacer, generalmente será mejor no hacer nada,
que
hacer
algo
imprudente
(por
desconocimiento de la repercusión en la
mayoría de los casos) pues un acto de
imprudencia podría derivar en fatales
consecuencias.
Tanto el movimiento del humo como el de los
gases de combustión dependen de una serie de
condicionantes. Estos son, por una parte, los
Autor: Salvador Pérez Acosta, Cabo R.C. Bomberos de Málaga
2
Es muy común que ante un incendio en un
bloque de viviendas invada el pánico a un
gran número de vecinos del inmueble, sabido
es que el pánico es el miedo en su mayor
grado y es éste el responsable de la mala
actuación y comportamientos desorganizados,
dando lugar a:
Puertas
de
viviendas
abiertas,
favoreciendo con ello la ventilación y el
efecto chimenea (movimiento ascendente
del aire caliente favorecido por aberturas
al exterior) aumentando con ello el peligro
de forma considerable.
El olvido de personas en el interior de la
vivienda por increíble que parezca.
El abandono de la casa de forma
precipitada olvidando coger la llave,
situación tremendamente peligrosa, pues
en determinados casos no hay posibilidad
de abandonar el edificio, ya que las
calorías generadas en el incendio, pueden
imposibilitar en una determinada planta
continuar bajando buscando la salida. El
hecho de olvidar las llaves impedirá
volver a entrar en la casa para
protegernos, tanto de las calorías como del
humo que se vaya acumulando, que irá
formando una capa cada vez mayor y más
espesa si no encuentra salida, o ésta no es
suficiente para evacuar todo el humo que
se vaya generando.
Las personas que se encuentren en esta
situación tan crítica, estarán a expensas de
que se les rescate a la mayor brevedad
posible o tengan la fortuna de que algún
vecino próximo las socorra poniéndolas a
salvo en su vivienda.
Éstos son solo varios de los muchos ejemplos
que podrían citarse, en la mayoría de los casos
son solo daños materiales pero en ocasiones
se producen daños personales y victimas
mortales, de ahí la importancia en actuar
correctamente y ante todo con calma,
pensando previamente lo que se va a hacer y
valorando las posibilidades de éxito, si éstas
resultan escasas siempre será mejor
permanecer en casa y hacer lo que todo el
mundo sabe: colocar toallas húmedas en las
rendijas de las puertas y en cualquier sitio por
donde pudiera penetrar humo y esperar a que
los bomberos realicen su trabajo.
RECUERDE: SI DESCUBRE UN
INCENDIO,
INTENTE
AVERIGUAR EN QUÉ PLANTA
SE DESARROLLA, SI NO SABE
QUÉ HACER LLAME AL 080, LE
ASESORARÁN.
CRITERIOS DE ACTUACION
Consideremos seguidamente los criterios de
actuación basados en un edificio de uso
vivienda en el que se declara un incendio en
una de las plantas de las diez que lo
componen.
Puesto que son varios los casos y situaciones
en las que nos podemos encontrar, iremos
despejando paso a paso todos los ejemplos
posibles, para así determinar la manera de
comportarnos en cada uno de ellos.
Se ha de significar que el actuar conforme a
estos criterios no garantiza la total ausencia
de riesgos y peligros, pero si los reducen de
forma considerable.
EJEMPLOS
CASO NÚMERO 1:
¿Qué hacer si nos sorprende un incendio
en nuestra vivienda?
Dos situaciones que afectan a la integridad
física pueden ocurrir:
1. Que el incendio nos permita aún la
salida de la vivienda.
2. Que el incendio nos la impida y sea
imposible salir.
La primera situación será la de menor peligro,
en este caso todas las personas abandonarán la
vivienda asegurándose de no quedar nadie en
Autor: Salvador Pérez Acosta, Cabo R.C. Bomberos de Málaga
3
su interior, quien salga en último lugar irá
cerrando las puertas que pudiera, con la
intención de aislar el incendio dificultándole
el aporte de oxígeno que necesita para su
progresión.
Si la concentración de humo fuera abundante
intentarán protegerse nariz y boca con paños
humedecidos para poder respirar mejor y
caminando agachados, (forma en la que
tendrán mejor visibilidad y mayor cantidad de
oxigeno) se dirigirán hacia la salida.
Cortará el suministro eléctrico y cogerá las
llaves de la casa pues ambas cosas suelen
estar próximas a la puerta principal.
Una vez fuera y lo antes posible avisará a los
bomberos (080) y les comunicará el incidente
indicándoles claramente la dirección, altura
de la planta afectada, qué es lo que arde y
cuantos datos le requieran desde la Sala de
Comunicaciones.
Debe quedar claro que desde que se produce
la llamada se activa la alarma para dirigirse al
lugar del siniestro. Existe la creencia errónea
que mientras se están recabando determinados
datos aún no han salido los bomberos de su
lugar correspondiente.
Asimismo quedará descartado el uso del
ascensor, pues se podría dar el caso de quedar
bloqueado, quedando los usuarios expuestos a
una doble situación de angustia y peligro, por
un lado el quedar encerrados con el
conocimiento de un incendio en el edificio y
por otro, el riesgo añadido de quedar
inundada la cabina de los humos y gases
calientes, que penetrarían por el hueco del
ascensor.
Una vez fuera del edificio permanecerán a
una distancia de seguridad del mismo, tanto
para no entorpecer las labores de extinción,
como para estar seguro de no afectarles
cualquier objeto que pudiera caer al exterior
desde la vivienda incendiada.
RECUERDE: SI NO PUEDE SALIR
NO OLVIDE CERRAR TODAS
LAS PUERTAS POSIBLES ENTRE
EL FUEGO Y USTED.
Evidentemente la segunda situación será bastante más
dramática y peligrosa, pero como en todos los casos
nuestra forma de proceder hará que la situación aún
siendo muy delicada, permanezca el máximo tiempo
posible sin afectarnos hasta la intervención de los
bomberos, (rescate, extinción, etc.)
Generalmente cuando no hay posibilidad de salir son
las llamas las que lo impiden, resultando imposible su
aproximación por las altas temperaturas del calor
irradiado.
En este caso procederemos a alejarnos lo máximo
posible del incendio, siendo muy importante cerrar
cuantas puertas nos encontremos al paso, para intentar
disminuir el aporte de oxígeno y su propagación.
Una vez nos encontremos lo más distante posible nos
haremos ver a través de alguna ventana o terraza y
pediremos auxilio gritando, es importante que se nos
oiga y localice para el posterior rescate al comenzar la
intervención de los bomberos.
Es preciso recordar que en un siniestro con personas en
peligro, el primer objetivo será el rescate, seguido de la
extinción aunque en determinadas intervenciones se
tengan que simultanear ambas actuaciones.
CASO NÚMERO 2:
¿Que hacer si el incendio se produce en una
vivienda situada por encima de la nuestra?
En este caso el humo generalmente no llegará a
afectarnos y el peligro disminuirá gradualmente cuanto
mas lejos del incendio nos encontremos.
La tendencia ante un incendio es abandonar la vivienda
y el edificio una vez que se ha tenido conocimiento de
éste, en tal caso y al comprobar la probable ausencia de
humos casi con seguridad que se abandonará el edificio
prácticamente en masa.
Probablemente no haya concluido la evacuación
cuando los bomberos empiecen a intervenir por el
interior del edificio, originándose
diversas
aglomeraciones con las personas que bajan, a partir de
este encuentro aumentará el riesgo de caídas por la
posibilidad de pisar las mangueras y resbalar, debido a
la prisa que llevan y el ansia de llegar cuanto antes al
exterior.
Esta necesidad de escapar y el escaso peligro para las
personas que se disponen a abandonar el edificio, hace
que los bomberos comprendan la situación, permitan la
evacuación y no recomienden permanecer en sus casas
una vez que ya la han abandonado y les queda poco
para salir del edificio, en otras casos como veremos
mas adelante, sí conlleva un riesgo bastante alto el
Autor: Salvador Pérez Acosta, Cabo R.C. Bomberos de Málaga
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abandonar la vivienda aún encontrándose el incendio
por encima de nosotros.
En el ejemplo nº 3 se observa cómo en la cuarta planta
se produce el incendio, la ausencia de humo en
determinadas circunstancias desde la tercera planta
hacia abajo, hace que las personas emprendan la huída
hacia la calle.
Por otro lado si estamos lejos y por debajo del incendio
no nos afectará el humo ni cualquier otro elemento, por
tanto no habrá necesidad de abandonar la vivienda.
Como se comentaba anteriormente no siempre que el
incendio esté por encima de nosotros dejará de
afectarnos el humo y podremos abandonar el edificio
tranquilamente.
Observando el ejemplo nº 2 comprenderemos
fácilmente la situación, se produce un incendio en la
planta novena de las diez que tiene el edificio, el humo
irá inundando las plantas en sentido descendente si no
encuentra salida al exterior, o ésta no es capaz de
absorber la cantidad de humo que vaya generando el
incendio.
Hemos de tener presente pues, que si el incendio se
produce en las últimas plantas pueden ser varias en
sentido descendente las afectadas por el humo, por
tanto no será prudente abandonar la vivienda si
tenemos que atravesar una concentración de tal
magnitud que podría estar afectando a dos, tres, cuatro
e incluso algunas plantas más, suficiente recorrido para
poner en peligro la vida de las personas que se
atrevieran a pasar por éste espacio cubierto de un denso
humo.
La visibilidad sería prácticamente nula y la respiración
casi imposible, lo que originaría continuos golpes de
tos, escozor de ojos, ceguera, etc., además se correría
un riesgo enorme de caer desplomados al suelo pues
pocas inhalaciones de monóxido de carbono podrían
ser suficientes para que sobreviniera un desmayo.
Los trabajos de extinción y ventilación no suelen tardar
mucho tiempo, aunque les parezca una eternidad a las
personas que se ven inmersas en esta situación. Se dan
casos en incendios de este tipo bastante significativos.
Vecinos que no han tenido conocimiento que en su
bloque se producía un incendio, (por lo general de
madrugada) y una vez extinguido, al comprobar los
bomberos la seguridad de los inquilinos han llegado a
enterarse mostrando su asombro.
Estas personas al desconocer la existencia del incendio
no han actuado ni corrido riesgos de quemaduras e
intoxicaciones, efectos sufridos por otros vecinos que
sí intentaron huir sin éxito.
Igualmente se tiene la tendencia de llamar por el
portero electrónico a todos los pisos donde se cree
pudieran permanecer personas para que abandonen el
edificio. Si bien la intención es la de ayudar, pudiera
tener consecuencias negativas para un gran numero de
ellas por el desconocimiento de los riesgos a los que se
pudieran exponer en su huída.
Podría darse el caso de estar incendiada la entrada al
bloque y ante tal situación lo más prudente seria
permanecer en la vivienda, pues casi con total
seguridad que no se consiguiera pasar debido a las altas
temperaturas generadas en la única salida del edificio.
RECUERDE: SI ABANDONA SU
VIVIENDA TENGA LA CERTEZA
DE QUE NO LE AFECTARÁ EL
HUMO.
CASO NÚMERO 3:
¿ Que hacer si el incendio se produce en una
vivienda situada por debajo de la nuestra?
Para éste otro caso nos servirá el ejemplo nº 3, todas las
personas que trataran de bajar por encima de la cuarta
planta se verían afectadas por el humo y seguramente
por las altas temperaturas.
Cuanto más tiempo estuvieran expuestas al humo
mayor peligro correrían, en muchos casos inician la
bajada porque consideran que la concentración de
humos es soportable, pero no tienen en cuenta que en
una determinada planta las elevadas temperaturas les
pueden impedir continuar hacia la salida, lo que les
obligaría a ascender de nuevo y protegerse en sus
casas, habiendo estado sometidos a un sobreesfuerzo,
inhalando continuas dosis de monóxido de carbono,
con el consiguiente riesgo que ello conlleva, así como a
sufrir serias quemaduras ( en numerosos casos los
quemados no llegan siquiera a ver las llamas).
Por consiguiente la conducta a seguir sería la de
permanecer en casa, cerrar todas las puertas, ventanas y
/ o cualquier elemento por donde pudiera entrar el
humo, poner trapos humedecidos en las rendijas y
aunque no sea fácil, permanecer lo más tranquilo
posible. La conclusión de la extinción y ventilación no
suele tardar en exceso.
RECUERDE: ABANDONAR LA
VIVIENDA SI EL FUEGO ESTÁ
POR DEBAJO DE NOSOTROS,
PUEDE RESULTAR MUY
PELIGROSO.
CASO NÚMERO 4:
¿Qué hacer si el incendio se produce en la misma
planta que la nuestra?
La situación como en la mayoría de los casos va a estar
influenciada en función de la planta en que nos
Autor: Salvador Pérez Acosta, Cabo R.C. Bomberos de Málaga
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encontremos con respecto a la totalidad de que
disponga el edificio.
No será lo mismo que arda una vivienda de la última
planta del edificio que una segunda o tercera.
En el primer supuesto, podríamos vernos afectados
caso de abandonar la vivienda por el humo como en el
ejemplo nº 2, con el riesgo ya conocido.
En el caso siguiente el humo podría afectarnos en un
corto espacio de tiempo, por lo que se podría pasar con
relativa tranquilidad hacia abajo, pero las calorías
generadas por estar tan cerca del incendio nos podrían
impedir acercarnos al primer tramo de escaleras. Por
tanto, incluso en el caso que aparente tener poco
peligro, este podría aparecer de pronto y ponernos en
una situación delicada.
Este seria el caso en el que el rellano de escalera por
planta tuviera un espacio reducido, pero existen
edificios en los que en la misma planta disponen de
largos pasillos, en éstos casos siempre se tendrá en
cuenta la posible inundación de éstos por el humo,
aumentando el riesgo al intentar atravesarlo por estar
expuestos durante más tiempo a una atmósfera tóxica.
RECUERDE: ASEGURESE SI
ABANDONA LA VIVIENDA QUE
TENDRÁ ÉXITO EN SU SALIDA A
LA CALLE.
RECUERDE: NO OLVIDE
CERRAR LA PUERTA SI
ABANDONA
SU VIVIENDA.
SUPUESTO DE ESTRATIFICACIÓN
Este fenómeno PPN, conocido por los bomberos pero
ignorado por la gran mayoría de los ciudadanos, se
puede presentar en el interior de un edificio,
generalmente de muchas plantas, se produce cuando el
humo y los gases generados en un incendio comienzan
a ascender, debido a la mayor temperatura de estos que
la existente en el interior del bloque, a medida que
suben van perdiendo temperatura, pudiéndose dar el
caso de igualarse con la del interior del edificio, en este
caso y a la altura que se produzca, el humo se
estratifica y densifica, formando una nube en el interior
del edificio, por encima de esta capa pueden existir
determinadas plantas que no se verán afectadas por los
humos, con la apariencia de no ocurrir nada en las
plantas inferiores, pero impedirá el paso de cualquier
persona que intente descender desde esta zona libre de
humos, por consiguiente y como en la mayoría de los
casos, lo más prudente y seguro será permanecer en
casa hasta que se concluya con la extinción y
ventilación de todo el edificio.
CONSECUENCIAS AL DEJAR
PUERTAS ABIERTAS
Observando el ejemplo nº 1 vemos que se origina un
incendio en la segunda planta, y en la cuarta al
encontrarse la puerta abierta comienzan a circular
humos y gases calientes generados en el incendio de la
segunda planta. Éste hecho favorecerá la oxigenación
del fuego, generándose corrientes de aire de elevadas
temperaturas, capaces de quemar a cualquier persona
que se encuentre por las escaleras, incluso varias
plantas por encima de la cuarta.
La progresión de un incendio en una vivienda no suele
ser muy rápida, al tener ésta cierto grado de
confinamiento, paredes, techo, suelo, puertas, etc. por
tanto, la propagación de una vivienda a otra quedará
prácticamente descartada si el resto mantienen puertas
y ventanas cerradas.
En el ejemplo nº 1 el riesgo de propagación a la cuarta
planta será elevado, y aún más si la dirección del viento
favorece la propagación como se muestra en el dibujo,
con un aporte de aire desde el exterior.
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