Poder Judicial de la Nación

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DEFRAUDACION:
ADMINISTRACION
FRAUDULENTA.
PERJUICIO.
Licitaciones.
Contrataciones del estado en violación a las reglamentaciones sobre llamado a licitación.
La exigencia de perjuicio económico para tener por configurado el delito de defraudación por
administración fraudulenta (art. 174 inc. 5°° en función del art. 173 inc. 7 del Código Penal) se ve satisfecha
con la violación al deber de respetar un mecanismo legal de contratación que corresponde para cada caso licitación pública- mediante el cual se hubiesen podido obtener precios mas ventajosos merced a la
confrontación de ofertas. (Conf. causa n° 23.636, ASAMPAULISE, J, O,@ del 22.12.92).
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
AONOFRE LOTTO, Antonio y otros...@@
6.2.2007
Causa 39.066
Reg. 25
J. 10 - S. 19
NOTA: Ver lo resuelto en autos AAIELLO, José C.@ del 13.2.2007 en la que la misma Sala I se integra con
los jueces Irurzun y Luraschi.
COMPETENCIA: MARCAS: PROPIEDAD LITERARIA. CONCURSO DE DELITOS.
CONCURSO IDEAL. DESIGNACIONES. Publicación y venta de una obra literaria y falsificación del logo
del sello editor titular del derecho de autor.
Es competente la justicia federal para investigar la edición y venta de una obra literaria en violación a
la ley 11.723 en la que además se falsificó el logotipo registrado como marca de la editorial titular de los
derechos de autor en tanto con la misma maniobra se la habría damnificado doble y simultaneamente.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
13.2.2007
ATERAN NOUGES, Rafael A. s/planteo de incompetencia@@
Causa 39.740
Reg. 62
J. 6 - S. 11.
COMPETENCIA: MARCAS. USO DE MARCA AJENA. (Ley 22.362). DELITOS CONTRA LA
SALUD PUBLICA. (Art. 200 del Código Penal). Rellenado de envases medicinales con productos inactivos
terapéuticamente. CONCURSO DE DELITOS.
Es competente la justicia federal para entender en la causa incoada por el relleno de envases de
medicamentos originales que ostentan una marca registrada con sustancias sin capacidad terapéutica.
C.C.C. Fed. Sala I
15.2.2007
Causa 39.679
Cavallo - Freiler
AN.N. Competencia@@
Reg. 76
NOTA: Se citó C.S.J.N. AINSTITUTO SIDUS S.A.@ del 111.7.2000.
J. 11 - S. 22.
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DEVOLUCION Y ENETREGA DE EFECTOS: AUTOMOTORES. DEPOSITO JUDICIAL.
Res. C.S.J.N. 1215/89. Improcedencia de la entrega de un automotor secuestrado a quien no es su titular
registral.
No corresponde la entrega de un automotor a quien no siendo el titular registral solo puede alegar su
adquisición de buena fe.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freler
ASANCHEZ PEREYRA, Luis E.@
20.2.2007
Causa 39.857
Reg. 93
J. 2 - S. 3.
NOTA: Se citó Res. 1215/89 de la C.S.J.N.
FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO: FALSEDAD IDEOLOGICA. Contenido del
documento. Certificación de la firma por funcionario bancario. DOCUMENTO PRIVADO.
Sólo sobre lo que el documento prueba con efectos jurídicamente propios de un documento público
puede considerarse como falsedad ideológica punible.
Entonces, una planilla con datos agregados por un no funcionario -vicepresidente de S.A.E.- cuya
firma es certificada por un funcionario del banco nación no es documento público y sí lo es privado, sin
perjuicio, claro está, de su significación con el delito tentado de defraudación y su modalidad concursal.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
11.2.2007
AMULET, Antonio V. s/procesamiento@@
Causa 24.469
Reg. 26.351
J. 12 - S. 23.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 11 de febrero de 2.007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto por el Dr. Sergio Alejandro Barneche, defensor de Antonio Víctor Mulet, contra la
resolución que en copia luce a fs. 1/6 de este incidente, mediante la cual el Sr. Juez de grado resolvió procesar sin prisión
preventiva al nombrado en orden al delito de falsedad ideológica (artículo 293 del Código Penal), en concurso real con el
delito de defraudación en perjuicio de la administración pública, en grado de tentativa, en calidad de partícipe necesario
(artículos 174, inciso 5°, 306 y 310 del Código Procesal Penal de la Nación).
II- El recurrente se agravia, básicamente, por considerar que no se ha comprobado en el
sumario que su defendido haya obrado con dolo, destacando la multiplicidad de funciones que tiene a su cargo entre las
que se encuentran fundamentalmente las de tipo cultural y no las administrativas. Asimismo, manifiesta que por
vincularse la conducta atribuida a su pupilo con un instrumento privado, no cabe asignarle alcance penal ya que el delito
de falsedad ideológica sólo alcanza a instrumentos públicos (fs. 17/18 del presente).
III- En primer lugar, debe señalarse que los datos insertos en el certificado de Servicios y
Remuneraciones emitido por la Administración Nacional de la Seguridad Social (formulario PS.6.2) -que se reputan
falsos- no han sido certificados por funcionario alguno, sino que únicamente se ha certificado la firma de Mulet ante un
funcionario del Banco de la Nación Argentina.
De esta forma, la inserción de datos falsos en la planilla en cuestión, no constituye el delito
de falsedad ideológica, puesto que sólo sobre aquello que el documento prueba con efectos jurídicamente propios de un
documento público puede considerarse la falsedad ideológica punible (conf. de esta Sala, causa n° 11.791, registro n°
12.715 del 27/12/95), revistiendo por lo tanto categoría de instrumento privado.
En consecuencia, y sin perjuicio de la relación concursal que observó el Sr. Juez de grado
entre este delito y la tentativa de defraudación, el procesamiento dispuesto a su respecto no puede mantenerse.
Sentado lo anterior, y en cuanto al agravio del apelante relativo a la ausencia de dolo en el
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accionar de su pupilo, se advierte que las constancias obrantes en el expediente resultan suficientes para tener por
acreditada con el grado de certeza requerido en esta etapa procesal, la responsabilidad de Antonio Víctor Mulet en el
intento de defraudar a la administración pública mediante la utilización del documento mencionado.
En efecto, debe destacarse lo informado por el presidente de la Sociedad Argentina de
Escritores en cuanto a que Mulet no se encontraba facultado por el Estatuto Social para firmar dicha documentación (ver
fs. 12 y13 del expediente administrativo), extremo que resulta poco probable haya sido ignorado por el imputado al
momento de certificar el formulario cuestionado, máxime teniendo en cuenta el cargo que ostentaba -vicepresidente de la
entidad-.
Asimismo, y en relación a lo expresado por la defensa en torno a la multiplicidad de
funciones que tenía el nombrado a su cargo, corresponde indicar que tal como lo refirió en su declaración indagatoria, el
certificado le fue entregado directamente por Margarita Caro y no a través de alguna vía administrativa, siendo así, la falta
de recaudos adoptados por Mulet para constatar la veracidad de los datos insertos en la planilla, a esta altura sólo puede
interpretarse como una complicidad dolosa en la maniobra, resultando inaceptables las manifestaciones tales como: AYo
confío en esta persona porque la he visto trabajar, ... Para firmar el certificado hacía todo de palabra, es decir porque
confíe en esa persona...@, realizadas en su descargo (ver fs. 120/122 del ppal.).
Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR PARCIALMENTE el punto I de la resolución que en copia obra a fs. 1/6
de este incidente en cuanto decreta el procesamiento sin prisión preventiva de Antonio Víctor Mulet, MODIFICANDO la
calificación legal por la del delito de defraudación en perjuicio de la administración pública, en grado de tentativa, en
calidad de partícipe necesario.
Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la instancia anterior donde
deberán producirse las restantes notificaciones que
correspondan.@@
INTERECEPCION DE CORRESPONDENCIA: Embalajes para su traslado al exterior. . Art.
234 del C.P.P.N.
NULIDADES
PROCESALES. Encomienda. Inspección y apertura de los embalajes
sospechosos que la contienen. ACTA DE SECUESTRO.
No es nulo lo actuado por funcionarios policiales que, con autorización del juez interviniente por
intermedio de su secretario de juzgado,
inspeccionan a través de orificios,
embalajes con destino al
extranjero y a instancias del despachante de aduana a quien el remitente le encomendó esa operación cuyas
características permiten considerarla sospechosa.
No es nula la apertura de esos mismos embalajes ordenada por el juez interviniente de la manera
expuesta anteriormente, si la inspección ordenada dio como resultado el hallazgo de sustancia estupefaciente.
No es nulo el secuestro de la sustancia estupefacientes hallada de esa manera.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
6.2.2006
AOUTEDA, Carlos A. y otro s/procesamiento@@
Causa 24.845
Reg. 26.363
J. 4 - S. 8.
NOTA; Ver fallo completo y sumario perteneciente a los misma sentencia.
ABuenos Aires, 6 de febrero de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto por el Dr. Ernesto Cañete, defensor de Antonio Ortiz y Carlos A. Outeda, contra el auto
que en copias luce a fs. 1/6, mediante el cual se dispuso el procesamiento con prisión preventiva de los nombrados por
considerarlos partícipes primarios del delito de transporte de estupefacientes (artículos 45 del Código Penal y 5, inciso Ac@,
de la ley 23.737).
II- Que el planteo de nulidad efectuado por el recurrente respecto del proceder policial que
diera origen a esta pesquisa y lo actuado en consecuencia, halla sustento en dos argumentos diferenciados:
Primero, alega la inexistencia de circunstancias previas que permitieran sospechar la
comisión de un delito -y por ende, que tornaran razonable la requisa de los objetos en los que finalmente se encontró el
material estupefaciente-. Segundo, sostiene que dicha disposición no habría emanado del magistrado sino de la secretaria
del juzgado, por lo que no cumple con los requisitos legales exigidos por el código de forma.
La pretensión de la defensa no será receptada favorablemente.
De inicio, cabe recordar que el legajo encuentra su génesis en la presentación efectuada por
el despachante de aduana Sergio E. Ibarlucea ante la prevención policial, en la cual relató que ciertos aspectos de un
trámite desarrollado para el envío de dos prensas hidráulicas a Madrid, España -tales como su informalidad y el anonimato
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en que se manejaron los clientes, a pesar de las importantes sumas de dinero involucradas- llamaron su atención,
conduciéndolo a sospechar la concurrencia de un delito.
En aquella oportunidad, el denunciante trasladó los objetos enunciados a la sede de la
comisaría. La situación fue comunicada al Juzgado interviniente, que ordenó realizar un orificio en la mercadería para
verificar su contenido. Mediante ese accionar se constató la presencia de sustancia tóxica de uso prohibido en el interior.
Por esa razón, el Tribunal dispuso abrir las bases de las prensas, culminando ello en el secuestro de 32 envoltorios
conteniendo más de 33 kilogramos de cocaína.
Para empezar, esta Sala entiende válido afirmar que los extremos descriptos por Ibarlucea,
configuraban un cuadro previo que, objetivamente, permitía sospechar (en los términos requeridos por el ordenamiento
ritual) que en el interior de las prensas hidráulicas podría encontrarse algún material ilícito. De ahí que no se advierta la
alegada violación de normas procedimentales ni de derechos constitucionalmente consagrados.
Por otro lado, en lo que hace al restante agravio volcado por el impugnante, se aprecia que la
invocada falta de control jurisdiccional sobre las medidas de prueba realizadas en sede prevencional no resulta tal.
En efecto, surge a fs. 1 y 2 del ppal. que en la misma fecha de inicio del sumario ello fue
puesto en conocimiento del a quo (artículo 186 del código adjetivo), quien ordenó ciertas diligencias preliminares cuyos
resultados le fueron inmediatamente informados (ver fs. 4/5 y 6 del ppal.). Luego, ratificó la labor de la prevención y
dispuso nuevas medidas que, cumplidas, le fueron elevadas conjuntamente con las restantes actuaciones (fs. 12 del ppal.).
El hecho de que esas comunicaciones y consultas fueran evacuadas a través del
Secretario del Tribunal no altera la situación en la medida en que, sin dudas, obró en el marco de las facultades
inherentes a su cargo y en ejercicio de su rol como principal auxiliar y coadyudante del Juez a cargo (artículo 135
del Reglamento para la Justicia Nacional), en cuyo nombre actuó y a quien en estas condiciones sólo cabe atribuir
las directivas así impartidas; máxime cuando ellas fueron avaladas por la actuación del magistrado en la causa y
guardan, por otra parte, coherencia con la línea de investigación que se le imprimió al sumario luego, en sede
judicial (en igual sentido, ver causa n°° 23.719 AJaimovich@@, reg. n°° 26.232 del 26/12/06).
En virtud de lo hasta aquí desarrollado, se rechazará el planteo de nulidad impetrado por la
defensa, en consonancia con lo solicitado por la Sra. Fiscal General Adjunto, Dra. Eugenia Anzorreguy de Silva, a fs. 33/4
de esta incidencia.
III- Respecto del fondo de la cuestión, el apelante afirma, en este orden, 1) que los
elementos de cargo obrantes en la causa no alcanzan a demostrar la participación dolosa de sus asistidos en el hecho
imputado; 2) que no puede concluirse, como lo hizo el a quo, que el transporte de material de estupefaciente por el que se
procesó a los encartados haya sido consumado, sino que, al haberse visto frustrado el envío de la droga a su presunto
destino final (España), el ilícito quedó tentado; y 3) que de sostenerse que los justiciables pueden ser responsabilizados en
orden a ese hecho, sólo pueden serlo en los términos del artículo 46 del Código Penal. Con apoyo en tales críticas,
propugna la revocatoria -o en subsidio la modificación- del auto apelado.
Pues bien, de seguido el Tribunal habrá de dar respuesta a los interrogantes planteados.
Los elementos obrantes en el legajo son contestes a la hora de señalar las distintas etapas
que antecedieron al envío de las prensas hidráulicas hasta la sede de la empresa Argentina Cargo S.R.L. (en la que
trabajaba el denunciante) para su posterior viaje hacia la ciudad de Madrid: fueron adquiridas en la ferretería AEl Huemul@
sita en San Justo, Pcia. de Bs. As; retiradas de allí por una mujer todavía no identificada en autos, que las llevó luego a la
compañía denominada ALa Seguridad@, con sede en esta ciudad, donde fueron embaladas dentro de dos cajas. Finalmente
fue el propio Ibarlucea quien las recogió de ese lugar, en cumplimiento de lo pactado con su cliente.
Toda la operación fue contratada, dirigida y controlada vía teléfono celular y correo
electrónico, por una persona que dijo llamarse AJuan C. Ramírez@ y que, a fin de mantenerse en el anonimato, no se
presentó en ningún momento en los lugares reseñados. Por ese motivo, luego de constatado el contenido de la mercadería
que esta persona pretendía trasladar hasta España promediando el mes de noviembre de 2006, el instructor orientó la
investigación a desentrañar su identidad y la de cualquier partícipe del hecho, disponiendo, entre otras medidas, la
intervención del abonado que aportó el sindicado ARamírez@ para ser contactado (n° 156-487-3080).
En lo que aquí interesa, vale destacar que producto de esa tarea -en el marco de la cual se
advirtió la concurrencia de varias conversaciones con destinatarios residentes en España, vinculadas a la operación ilegal
descripta-, se verificó un llamado en el cual este individuo hizo saber a personal de la ferretería AEl Huemul@ que con
fecha 7 de diciembre, se acercaría (dijo) un tercero al comercio a fin de retirar una copia de las facturas correspondientes a
la venta de las prensas en cuestión. En la fecha pactada, Antonio Ortiz se presentó en el lugar para hacer ese pedido.
Según los preventores intentó darse a la fuga ante la presencia policial, circunstancia que
motivó a ordenar su inmediata detención y requisa. En dicho momento tenía en su poder las facturas reclamadas, junto con
un papel con las anotaciones AAv. J.M. Rosas 2564-S. Justo Ferr-Huemul- SR. J.C. Ramírez@ y AJ.L. Serrano. 40 días
compro prensa@, un recibo de seña de la Agencia de Viajes ANobel Tour@ a nombre de Carlos Outeda en concepto de
ASeña Aéreo a Madrid@ y una hoja con las inscripciones AOuteda/Carlos@@ y los n° de vuelo AAR1980L- 16NOV-EZEMAD GK-1-1550-0730 + 1 CHARTER y AR 1943-01- DEC-MAD-EZE GK-1 1000@, entre otros elementos (ver fs. 312/5
y 316/7 del ppal., los resaltados nos pertenecen).
Así, se dispuso el allanamiento de su domicilio. En ese lugar estaba el hombre referido en
los efectos incautados, Carlos A. Outeda, hallándose además anotaciones vinculadas a un hotel en Madrid (ver fs. 382 y
383 del ppal.).
En base a este relato, esta Sala se encuentra en condiciones de afirmar que resulta acertada
la atribución de responsabilidad que ha efectuado el a quo respecto de los imputados.
Ello, partiendo de las circunstancias de hecho y lugar que rodearon a la detención de Ortiz,
los distintos efectos secuestrados de entre sus prendas, que denotan una clara alusión a diferentes aspectos y etapas de la
maniobra delictiva investigada -tanto anteriores al descubrimiento de su comisión, como de aquellas que habrían de
continuar produciéndose en sede extranjera- y que reflejan el papel activo que le cupo al nombrado en los momentos
reseñados.
Lo mismo puede afirmarse con relación a Outeda, tomando en consideración que los datos
volcados entre los papeles hallados en poder, justamente, de su consorte de causa -en cuya vivienda fue aprehendido-
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conllevan a la presunción, por demás fundada en las constancias del legajo, de que el verdadero motivo de su viaje a
Madrid (viaje que no negó) sería el de recibir la sustancia tóxica de uso prohibido en su destino final -sobre el punto,
adviértase que la fecha de su viaje coincide con aquella en que, según lo pautado, debía ser remitida la droga-.
Consecuencia de ello, difícilmente pueda controvertirse la conclusión de que el justiciable tuvo un rol central en el
conjunto de la operatoria desplegada.
Y en este marco, dada la complejidad, especiales características y grado de organización
constatados respecto de la maniobra investigada, aunados a los extremos destacados en los dos párrafos anteriores, es
válido descartar, a esta altura, el desconocimiento alegado por los encartados respecto de los sucesos que los involucran y
afirmar su participación dolosa en ellos.
Aclarado lo anterior, y tal como se ha planteado el debate, el Tribunal abordará ahora los
cuestionamientos introducidos con relación a la calificación legal escogida por el Sr. Juez grado para encuadrar los
hechos.
Como se vio más arriba, la operación ventilada en autos se constituyó por diferentes etapas,
utilizadas para ocultar y embalar la importante cantidad de material estupefaciente finalmente secuestrada, en las que se
cumplió con distintos trabajos y que, necesariamente, implicaron un traslado de la droga, anterior a su secuestro definitivo.
Repárese, en este sentido, que para el momento en que el denunciante tuvo acceso a las cajas requisadas, la sustancia ya
estaba dentro de las prensas hidráulicas.
Es aquí donde desacierta el recurrente al sostener que el transporte del estupefaciente nunca
fue consumado, pues para que ese ilícito llegue a ese nivel de desarrollo del iter criminis no resulta exigencia típica que el
traslado del material culmine, arribando éste a su destino final, sino que lo necesario es que -como en el caso- haya
comenzado ese accionar, toda vez que nos encontramos ante un delito de actividad, en el que el tipo penal se agota con la
realización de una acción que, si bien debe ser lesiva de un bien jurídico, no necesita producir un resultado material (ver
causa n° 17.516 ACastillo@, reg. n° 18.493 del 20/3/01, y más recientemente, causa n° 24.618 ASuárez@, reg. n° 26.149 del
12/12/06).
En la medida en que el extremo legalmente requerido se cumplió en autos, debe concluirse
que el transporte fue efectivamente concretado, en tanto la mercadería fue interceptada cuando ya había sido puesta en
poder de la empresa AArgentina Cargo S.R.L.@ dedicada al despacho de aduana. Del examen que se viene realizando, surge
evidente que tal etapa y todas las anteriores a que la droga arribe a posesión de la firma, se encontraron ínsitas en la
cadena de tráfico de la sustancia, en vista de la cantidad, pureza, forma de acondicionamiento y embalaje del
estupefaciente, así como del modo en que era portado.
Para concluir, en el actual estado de cosas, se confirmará el procesamiento dictado en orden
al encuadre típico discernido por el Sr. Juez de grado, ello sin perjuicio de otras calificaciones en que podrían enmarcarse
con mayor precisión los sucesos analizados, que no pueden ser abordadas por el Tribunal en la presente so riesgo de
exceder el marco del recurso interpuesto incurriendo en violaciones a la garantía que veda la reformatio in pejus. El
estudio de esta cuestión, por lo dicho, se encomienda al a quo.
Por último, contestando el restante agravio de la defensa, es válido afirmar, con sustento en
las apreciaciones efectuadas supra sobre la prueba indiciaria, variada y unívoca reunida hasta el momento, que el aporte
que realizaron los imputados en el hecho reprochado resultó esencial para la concreción de la operatoria, por lo que el
grado de participación primaria endilgado por el instructor deviene acertado y será homologado.
IV- Que dada la amenaza de pena que se ciñe sobre los justiciables en virtud del delito por
el que se los procesó, corresponde confirmar la prisión preventiva impuesta sobre ellos, de conformidad con lo estipulado
por los artículos 312, 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación y reiterada doctrina del Tribunal sobre el punto
(ver causa n° 20.961 ABeraja@, rta el 02/06/2005, reg n° 23.744, entre muchas otras).
Pero además, en autos, existen elementos que siguiendo los parámetros del artículo 319 del
ordenamiento ritual, ciertamente crean la presunción de que, en caso de recuperar su libertad, los imputados se fugarán o
entorpecerán el curso de la investigación.
Las circunstancias que rodearon a la aprehensión de Ortiz, el modus operandi utilizado para
perpetrar la maniobra, las diferentes personas presuntamente involucradas en ésta -algunas no identificadas al momento- y
los vínculos en el exterior con que contarían los encausados, son indicios importantes en ese sentido.
A ello deben aunarse los antecedentes que registran ambos procesados, que surgen de los
testimonios de sentencias obrantes en el expediente:
Ortiz fue condenado con fecha 14/12/1997 a la pena de 3 años y 6 meses de prisión en orden
al delito de tenencia de estupefacientes -art. 14, primer párrafo, de la ley 23.737- (fs. 373 del ppal.) y con fecha
21/12/2003 a la pena de 6 años y 6 meses de prisión por el delito de tentativa de contrabando de estupefacientes
destinados a ser comercializados fuera del territorio nacional -arts. 866, segundo párrafo, 871 y 872 de la ley 22.415-,
declarándolo reincidente (ver fs. 374 del ppal.).
Outeda, por su parte, fue condenado con fecha
11/11/03, a la pena de 4 años de prisión por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (vid. fs.
404 del ppal.).
Por todo lo expuesto, no existiendo agravio en punto a los embargos decretados, SE
RESUELVE:
I- NO HACER LUGAR al planteo de nulidad efectuado por la defensa.
II- CONFIRMAR el auto en crisis en todo cuanto decide y fuera materia de apelación.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde
deberán efectuarse las restantes notificaciones del caso.@
INTERCEPCION DE CORRESPONDENCIA: REGISTRO DE PERSONAS Y LUGARES.
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REQUISA PERSONAL. INSPECCION DE LUGARES. Consultas de los preventores al juez interviniente
por intermedio del secretario de juzgado. Ordenes emanadas del juez por intermedio del secretario del
juzgado.
El hecho de que la inspección de embalajes para ser transportados al extranjero, su apertura y el
secuestro de sustancia estupefacientes hallados en su interior hayan sido ordenados previo a ser consultado
por los preventores por el juez interviniente por intermedio del secretario de su juzgado, no invalida lo
actuado en la medida de que éste, obró en el marco de las facultades inherentes a su cargo y en ejercicio de su
rol como principal auxiliar y coadyuvante del juez a cargo (art. 135 del reglamento para la Justicia
Nacional), en cuyo nombre actuó y a quien en estas condiciones sólo cabe atribuir las directivas impartidas;
máxime cuando ellas fueron avaladas por la actuación del magistrado en la causa y guardan, por otra parte,
coherencia con la líneas de investigación que se le imprimió al sumario luego, en sede judicial. (ver causa
AJAIMOVICH@ del 26.12.2006).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
6.2.2006
AOUTEDA, Carlos A. y otro s/procesamiento@@
Causa 24.845
Reg. 26.363
J. 4 - S. 8.
NOTA; Ver fallo completo y sumario perteneciente a los misma sentencia.
NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE FUNCIONES
PUBLICAS: Contrataciones del estado. Adjudicación de obras en violación de las normas sobre
licitaciones.
La adopción de un mecanismo de contratación directa y adjudicación de obras en un contexto de
irregularidades tales como ausencia de motivos de urgencia, invitación arbitraria de empresas para ofertar ,
obviar la intervención de los departamentos administrativos específicos (dep. de Jurídicos) y defectos en la
tramitación de los expedientes) permiten sostener fundadamente que el funcionario público involucrado se
interesó en el sentido del art. 265 del Código Penal en el resultado de ese negocio con el fin de beneficiar a
una empresa que en definitiva es la que resultó contratada. (del voto del Dr. Cavallo).
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo (S/su voto) - Irurzun (s/su voto)- Luraschi (s/su voto).
13.2.2007
AAIELLO, Carmelo y otros....@@
Causa 38.306
Reg. 56
J. 3 - S. 5.
NOTA I: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 13 de febrero de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
El Dr. Gabriel Cavallo dijo:
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en
virtud del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Fiscal, Dr. Federico Delgado, a fojas 349, contra el auto que luce a
fojas 321/47 por el cual el a quo sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto Luis Dadín (art. 336, inc. 2 del C.P.P.N.).
II. La causa tuvo su inicio en la denuncia formulada por el Dr. Carlos Manuel
Garrido, Director de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción, en donde señaló una serie de irregularidades en las
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contrataciones directas llevadas a cabo por el Comité Federal de Radiodifusión Bde aquí en más COMFERB en el año
1999 respecto de la adquisición e instalación de antenas receptoras para cuatro sedes nuevas ubicadas en San Carlos de
Bariloche, Provincia de Río Negro, y en los partidos de Moreno, Tigre, Florencio Varela y para la delimitación del área
correspondiente a la Delegación Pilar, en la Provincia de Buenos Aires, que tramitaron bajo los expedientes
administrativos n° 3140/99, 3096/99, 3095/99, 3093/99 y 3094/99 respectivamente.
Se agravia el Fiscal por cuanto sostiene que los encausados alegaron razones de
urgencia y que eligieron el camino de la parcialización de las obras para que los montos de cada una de ellas no superara
los cien mil pesos ($100.000), y de esa manera, amparándose en lo normado por el artículo 56, inciso 3° apartado Aa@ de la
Ley de Contabilidad de la Nación, llevar a cabo contrataciones directas.
También señala que tanto Mendiburo Radiosistemas Bfirma adjudicada en todas
las contratacionesB, como las otras empresas que presentaron los presupuestos en cada uno de los cinco expedientes, no se
encontraban registradas en la Inspección General de Justicia y que tampoco se hallaron datos de éstas en la
Administración Federal de Ingresos Públicos. A partir de ello, solicitó que se revoque el resolutorio impugnado y se dicte
el procesamiento de los encausados.
Asimismo, el Fiscal de Cámara Ben los términos del art.454 del C.P.P.N.B se
manifestó acerca de la Aparticular dinámica@ con la que se llevó a cabo el proceso de contratación y la circunstancia de no
haber resuelto la situación procesal de Néstor Mendiburo, titular de la firma en cuestión.
En los mismos términos se presentaron las defensas de los encausados solicitando
que se confirme el decisorio apelado.
III. Ahora bien, de las constancias de la causa surge que los procesos de
contratación cuestionados los llevó a cabo el Coordinador General de Inspecciones del COMFER, Sr. Roberto Luis Dadín
y que quien aprobó el mecanismo de excepción y las adjudicaciones a la empresa AMendiburo Radiosistemas@ fue el
Interventor del Comité, Dr. José Carmelo Aiello.
Mediante la resolución n° 778/99 fueron creadas las nuevas delegaciones y con
motivo de adjudicar los contratos de locación de los inmuebles donde se asentarían, en el mes de julio de 1999 se llamó a
licitación pública n° 9/99 y se tramitaron los expedientes n° 3140/99, 3093/99, 3094/99, 3095/99 y 3096/99. En los
mismos sumarios se realizó la contratación directa de la instalación de antenas que ahora viene cuestionada.
Para empezar, cabe tener en cuenta que la defensa de Aiello, en sus diversas
presentaciones (fs. 246/64, 280/93 y 363/71), señaló que se convocó en todos los casos a un concurso de precios para los
antenamientos y que la contratación se le adjudicó al oferente que mayores condiciones técnicas y menor monto proponía.
Además menciona que previo a la aprobación se le dio intervención a los estamentos jurídicos, técnicos y contables.
Con relación al monto y a la urgencia de las obras, Aiello señaló que la
parcialización se realizó en virtud de que cada antenamiento es particular y lleva un estudio de factibilidad propio, motivo
por el cual no puede incluirse a todas en un solo paquete ni hacerse una licitación en conjunto, y que la urgencia se debió
entre otras cosas a un tema presupuestario y que si el proyecto no se concretaba antes de fin de año, difícilmente podría
realizarse porque las partidas dinerarias no consumidas antes de ese período no estarían vigentes para el próximo
presupuesto.
Por su lado, la defensa de Dadín (ver presentaciones de fs. 265/8 y 294/8) giró en
torno a que sólo presentó cuatro solicitudes de gastos para la adquisición de antenas y que luego ninguna otra intervención
le cupo en el desarrollo de trámite administrativo. Señaló también que se advierte una clara persecución de tinte político.
Sin embargo, a mi criterio, del análisis de los expedientes administrativos se
puede observar que la contratación directa para la provisión y montaje de antenas en tales delegaciones estuvo rodeada de
una serie de graves irregularidades administrativas que impiden homologar el decisorio del juez instructor.
En efecto, según surge del expediente administrativo n° 3140/99, el 27 de octubre
del año 1999 el Interventor Aiello Ba través de la licitación públicaB aprobó la locación de un inmueble en la ciudad de
San Carlos de Bariloche. Lo relevante de esta situación es que con fecha 26 de octubre de ese año obra una solicitud de
gastos firmada por el Sr. Dadín para la adquisición de una torre con antena receptora de AM/FM y T.V.A. para cubrir
necesidades urgentes de fiscalización en la nueva delegación, con lo cual queda claro que se realizó la solicitud de gastos
sobre un inmueble que todavía no había sido alquilado. En ella se menciona que el solicitante es la Dirección de
Fiscalización de Emisiones e Inspecciones, aunque no figura la firma del director.
Con igual fecha, el Interventor Aiello autorizó el procedimiento de contratación
directa al amparo del artículo 56, inciso 3°, apartado a) de la Ley de Contabilidad de la Nación (referente a operaciones
inferiores a cien mil pesos) para la provisión y montaje de una torre con antena receptora de AM/FM y T.V.A. para cubrir
necesidades urgentes de fiscalización.
En esa misma jornada la Dirección de Contrataciones del COMFER remitió un
oficio firmado por la Dra. Gimena E. Fernández Patri BA/C ContratacionesB, invitando a cotizar a la firma Link
Comunicaciones, la cual confeccionó el presupuesto ese preciso día y lo presentó al siguiente.
El 27 de octubre de ese año se convocó a cotizar a las empresas Torre Sur
Comunicaciones y Mendiburo Radiosistemas, las cuales también confeccionaron los presupuestos en el día y lo
presentaron al siguiente ante el Cómite.
Posteriormente obra una nota del Sr. Dadín de fecha 1 de noviembre de 1999, en
donde remite a la Dirección General de Administración y Finanzas los presupuestos solicitados por la Coordinación
General a las empresas antes señaladas.
A los dos días mediante resolución n° 1246/99, el Interventor Aiello aprobó la
contratación directa en favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $26.832.
El 9 de noviembre de 1999 la Coordinación General de Servicios Auxiliares
solicitó a la Dirección General de Administración y Finanzas la ampliación de la orden de compra original para proceder a
la interconexión interna. Atento a esto, la empresa Mendiburo Radiosistemas presenta un presupuesto sin fecha y el 7 de
diciembre de ese año se cumple con la orden señalada.
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En el segundo expediente administrativo Bn°3093/99B se desprende que luego de
aprobarse la locación de un inmueble en la ciudad de Florencio Varela, con fecha 6 de diciembre de 1999 el Interventor
Aiello autorizó el procedimiento de contratación directa bajo las mismas necesidades que en el caso anterior. Cabe resaltar
que no consta en este expediente la solicitud de gastos observada en el caso anterior, ya que la incorporada a fs. 87,
carente de fecha, pertenece a un inmueble que no fue objeto de alquiler, y tampoco se encuentran incorporados los oficios
mediante los cuales se habría invitado a cotizar a las empresas.
Luego obra una nota del Sr. Dadín fechada tres días antes de la autorización del
mecanismo de excepción por la cual remite a la Dirección General de Administración y Finanzas los presupuestos
solicitados por la Coordinación General a su cargo a las empresas ATorre Sur Comunicaciones@, AAdeco Radiosistemas A y
AMendiburo Radiosistemas@.
A su vez, estos tres presupuestos tienen fecha 6 de diciembre del año 1999, o sea,
el mismo día en que se autorizó la contratación directa y tres días después de que supuestamente habían sido enviados a la
Dirección General de Administración y Finanzas. En idéntica fecha, el Ing. José María Porteiro BCoordinador General
Área TécnicaB, informa que Mendiburo Radiosistemas es la única firma que se ajusta a lo solicitado en el Anexo de
especificaciones técnicas que forma parte del Pliego de Bases y Condiciones, aunque de hecho ese Pliego no está
agregado al expediente.
El 7 de diciembre de ese año mediante resolución 1246/99, el Interventor Aiello
aprobó la contratación en favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $35.438 y también se efectuó la orden de
compra. Esa misma jornada, y habiendo concluido el antenamiento y cableado externo, se estimó conveniente ampliar esa
orden con el fin de completar la obra.
Ante esto, y a partir de un presupuesto sin fecha que presentó la empresa
contratante, ese mismo día se emitió la orden de compra ampliatoria, con la firma del Interventor Aiello.
Respecto del expediente administrativo n°3094/99, y luego de haberse aprobado la
contratación directa para la locación del inmueble en la ciudad de Pilar, el 5 de octubre del año 1999 se realizó la solicitud
de gastos firmada por el Dr. Federico Rodolfo Figueroa BDirector de Fiscalización de Emisiones e InspeccionesB para
adquirir una antena receptora de AM/FM y T.V.A. y, ese mismo día, el Dr. Aiello autorizó la contratación directa
ampárandose en el mismo motivo que en los casos anteriores.
En este caso, a diferencia de todos los otros expedientes, se adjuntó un Pliego de
Bases y Condiciones que establecía entre otras cosas, que A... las propuestas deberán ser presentadas en un sobre cerrado
que deberá ser identificado con los datos del presente llamado, no debiendo existir referencia alguna de la firma que lo
presenta...@.
Para ello, en esa jornada se remitieron los oficios Bcon firma de la Dr. Gimena E.
Fernández PatriB invitando a las mismas empresas que en el caso anterior a cotizar para la contratación en cuestión.
Lo cierto es que las condiciones fijadas en el Pliego nunca se cumplieron, ya que
no se encuentra en el expediente la constancia de apertura de los sobres cerrados con los presupuestos enviados por las
empresas.
El 13 de octubre de 1999, mediante resolución n°733/99, el Interventor Aiello
aprobó nuevamente la contratación directa en favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $45.070 y emitió la orden
de compra a favor de esta empresa. Habiendo concluido el antenamiento y cableado externo, también en este caso, el 6 de
diciembre de ese año se estimó conveniente ampliar la orden con el fin de completar la obra. Por esto, nuevamente ante un
presupuesto sin fecha que presentó la contratante, el día siguiente se emitió la orden de compra ampliatoria, con la firma
del Interventor Aiello.
Del análisis del expediente 3095/99 surge que luego de aprobarse la contratación
directa el 20 de octubre del año 1999 para la locación de un inmueble en la localidad de Tigre, esa misma jornada el Sr.
Dadín solicitó gastos para la adquisición de una torre con antena receptora AM/FM y T.V.A, con igual justificación que
en el caso anterior y que el Dr. Aiello autorizó el mecanismo de la contratación directa por los mismos motivos expuestos
en los casos precedentes.
Los presupuestos fueron solicitados el 29 de octubre de ese año a las firmas Torre
Sur Comunicaciones, Link Radiosistemas y a Mendiburo Radiosistemas. Al día siguiente las dos primeras presentaron sus
propuestas, mientras que la restante también la presentó, pero sin fecha.
El 2 de noviembre de 1999 el Sr. Dadín remite los tres presupuestos mediante la
nota de pase que se repite en todos los expedientes y también ese día se hace el informe técnico.
En la jornada siguiente, mediante resolución n° 871/99, el Interventor Aiello
aprueba nuevamente la contratación directa en favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $35.438. Un día después
se confecciona la orden de compra con igual fundamento que en los casos anteriores y finalmente el 6 de noviembre de
ese año se estima conveniente ampliar esa orden con el fin de completar la obra y ante el presupuesto sin fecha presentado
por Mendiburo Radiosistemas se amplia la orden original.
Por último, en el expediente n°3096/99 se puede observar la misma dinámica
señalada precedentemente, puesto que luego de haberse aprobado el 19 de octubre del año 1999 la contratación directa
para la locación de un inmueble en la localidad de Moreno, el Sr. Dadín realiza tres días después la solicitud de gastos por
las mismas necesidades ya expuestas en los demás casos, y también en esa fecha, el Dr. Aiello autoriza el mecanismo de
excepción bajo el extremo de que se trataba de operaciones menores a los cien mil pesos ($100.000).
Los presupuestos fueron solicitados otra vez a las mismas empresas que figuraban
en los expedientes 3140/99 y 3095/99.
Una vez más, el Sr. Dadín remite los presupuestos a la Dirección General de
Administración y Finanzas, y luego del informe técnico, el 2 de noviembre del año en cuestión el Interventor Aiello
aprueba mediante resolución n° 863/99, nuevamente la contratación directa a favor de Mendiburo Radiosistemas por la
suma de $35.438. En idéntica fecha se emitió la orden de compra y el 6 de diciembre de 1999 se solicitó ampliarla por la
misma causa que en todos los expedientes, y ante otro presupuesto sin fecha, al día siguiente se realizó la orden de
ampliación.
Poder Judicial de la Nación
De lo expuesto hasta aquí se desprende que las contrataciones se han visto
rodeadas de manifiestas irregularidades entre las que cabe mencionar la cantidad de actos que se realizaron en un mismo
día, errores en las fechas, falta de constancias de las invitaciones a cotizar y falta de Pliego de Bases y Condiciones que
derivaron en las cinco contrataciones directas en favor de la empresa Mendiburo Radiosistemas.
Sin embargo, esos no fueron los únicos defectos detectados, pues advierto que
tampoco se respetaron los principios esenciales de la contratación pública, lo que permite apreciar lo arbitrario del trámite.
En efecto, a partir de todo lo señalado y en concordancia con lo que surge de la
lectura del dictamen n°000205 de fecha 23 de febrero del año 2001, agregado a fojas 176/86 del expediente 3140/99
firmado por el Dr. Marcelo Roitbarg BDirector de Dirección de recursos y sumariosB y el Dr. Alejandro Fabio Pereyra
BDirector General de Asuntos Legales y NormativaB que a su vez fuera pedido por la Unidad de Auditoría Interna del
Organismo por tener relación con el Informe n° 17 COMFER/UAI/00, de fecha 25 de julio de 2000 (agregado a fojas
147/77 de ese mismo expediente) se advierte que el procedimiento de excepción seguido Bcontratación directaB no se
ajustaba a las prescripciones acordadas por el Artículo 56, inciso 3°, apartado Aa@ de la Ley de Contabilidad y que tampoco
habrían existido razones de urgencia, ni de cualquier otra índole, para prescindir de una licitación pública o privada.
Si bien el hecho de que la instalación de las antenas debía efectuarse en cinco
lugares distintos haría pensar que estaba justificada la tramitación por separado de las contrataciones por cuestiones
técnicas, geográficas y económicas, tal como lo alegan los imputados, esta hipótesis queda totalmente desvirtuada desde el
momento en que se advierte que pese a tal circunstancia siempre se convocó a ofertar a las mismas empresas, que en el
expediente 3093/99 pese al cambio del inmueble no se modificó la calidad del producto y, sobre todo, que en definitiva
resultó siempre adjudicataria Mendiburo Radiosistemas.
A ello se suma, que en ninguno de los expedientes se dejó constancia de cuáles
eran los motivos de urgencia que impedían la realización del mecanismo de contratación correspondiente (licitación
pública o privada), extremo que, por otro lado, cabe descartarlo pues ya desde hacía varios meses se sabía de la necesidad
de tal contratación toda vez que, precisamente, el fundamento del alquiler de los inmuebles era la instalación de estas
antenas.
No debemos olvidar que las razones de urgencia deben ser debidamente fundadas
por la autoridad competente que autorice el procedimiento de excepción, tienen que responder a circunstancias objetivas y
su magnitud ser tal que impida la realización de otro procedimiento de elección en tiempo oportuno, situación que no se
refleja en estas contrataciones.
No obstante el error en el tipo de mecanismo de contratación, esta circunstancia
tampoco implicaba que en la contratación directa no deban preservarse las formas básicas que aseguren la transparencia
del obrar de la Administración y el principio de igualdad entre los oferentes.
Hay que destacar la falta de confidencialidad en las ofertas efectuadas y la
exclusión en la intervención de la Oficina de Compras de la Dirección de Administración y Finanzas del COMFER en
cada una de las contrataciones, situación que permitió elegir y solicitar los presupuestos a las empresas sin su aprobación
y previo análisis de sus cualidades, como indica el dictamen mencionado.
Al respecto, es menester señalar que ninguna de las empresas llamadas a ofertar
se encontraban registradas ante la Inspección General de Justicia (fs. 16/17), como así tampoco en el padrón de la
Administración Federal de Ingresos Públicos (fs. 25/7). Lo único que surge, consultado que fue el Padrón General de
Contribuyentes de dicho organismo, es que Néstor Mendiburo se encuentra inscripto en la Agencia n°16 desde el 17 de
marzo de 1992 y a partir del 1° de enero de 1999 inició actividades relacionadas con la electrónica y las comunicaciones.
Es decir, se contrató en forma directa a una empresa que habría iniciado
actividades relacionadas con la electrónica y las comunicaciones unos meses antes de la contratación, sin ningún tipo de
verificación de condiciones y antecedentes en el rubro que garanticen su solvencia.
A este cuadro se suma que en ningún caso se contó con el dictamen jurídico
previo Besencial en el procedimiento administrativoB lo que acentúa la arbitrariedad con la que se llevaron a cabo las
contrataciones.
En suma, el conjunto de irregularidades señaladas permiten afirmar, con el grado
de probabilidad que esta etapa requiere, que los imputados direccionaron las contrataciones mediante la adopción de un
mecanismo de excepción que no correspondía al caso, la invitación a empresas sin ningún tipo de antecedentes a ofertar,
la ausencia de la intervención necesaria de dependencias de control (oficina de compras y del departamento jurídico), con
el objetivo de adjudicar a la empresa Mendiburo Radiosistemas la provisión de las antenas por un monto total de
$194.616.
En estas condiciones, en el contexto en que fueron realizadas las contrataciones
resulta desacertado el dictado del temperamento recurrido, pues los elementos reunidos son suficientes para el
procesamiento de Roberto Luis Dadín y José Carmelo Aiello (art. 306 del código de forma), tal como lo solicitara el Sr.
Agente Fiscal.
Cabe aclarar que con los elementos reunidos hasta el momento no puede
sostenerse que haya existido un perjuicio patrimonial Baspecto sobre el que el a quo deberá profundizar la investigaciónB,
circunstancia que impide analizar la hipótesis delictiva a la luz del delito de administración fraudulenta (artículo 173,
inciso 7° del Código Penal).
Por tal motivo, la calificación legal que corresponde es la prevista en el artículo
265 del Código Penal, dado que las circunstancias que rodearon a la contratación directa de la empresa AMendiburo
Radiosistemas@ evidenciaron una actividad que tuvo la virtualidad de afectar la imparcialidad de la administración pública,
comprometiendo su transparencia.
Previo al análisis de la figura, cabe señalar que la circunstancia de que los hechos
se hayan cometido tanto antes como después de la modificación introducida por la ley 25.188 al tipo penal en nada afecta
a su calificación legal provisoria como conductas de negociaciones incompatibles pues, tanto bajo una u otra redacción,
se satisfacen los requisitos típicos (en similar sentido, de la Sala Segunda, causa n° 22.335 ATabuada@ del 21/10/2005, reg.
n° 24.346).
Poder Judicial de la Nación
Para ello debe tenerse en cuenta que la conducta punible consiste en que el
funcionario público actúe como parte interesada en una negociación y, simultáneamente, represente al Estado en su
manifestación negociadora. Es decir, que exista un desdoblamiento en la personalidad del funcionario público, con miras a
obtener un beneficio.
El funcionario público debe haberse interesado en un contrato o relación,
introduciéndose en la voluntad negociadora de la Administración Pública, orientando la misma para producir un beneficio
particular y que no se habría producido si las negociaciones contractuales entre las partes no se hubieran visto afectadas
por la mentada injerencia.
Repárese que el bien jurídico protegido por tal figura es Ael fiel y debido
desempeño de las funciones de la administración en sentido amplio de manera que la actuación de los órganos no sólo sea
imparcial, sino que se encuentre a cubierto de toda sospecha de parcialidad@ (conf. Soler, Sebastián ADerecho Penal
Argentino@, ed. Tea 1992, Tomo V, pág. 246). De allí que no se requiera un perjuicio económico para la Administración
Pública, ni tampoco, el lucro personal del autor.
Ricardo Núñez señala que lo punible no es un acto de fraude patrimonial o su
intento, sino en sí mismo, por los peligros que implica, el simple acto del agente de tomar interés ajeno al de la
administración pública. Así , ha definido al interesarse A...como un interés ajeno al que representa en razón de su cargo...@
(conf. autor citado ATratado de Derecho Penal@ Tomo VII, Ed. Lerner, 1992, pág. 128).
A su vez, Marcelo Sancinetti sostiene que Ael >interés= que la figura requiere del
funcionario público no se refiere a la concreción de éste en un beneficio para sí y un perjuicio al Estado, sino más bien a
un actuar interesado en el que el funcionario persigue un interés con independencia del resultado final. Ello es así en la
medida en que...la actuación parcial del funcionario se verifica...en una injerencia orientada a obtener un beneficio
condicionando la voluntad de la administración por la inserción del interés particular@ (conf. autor citado ANegociaciones
incompatibles con el ejercicio de funciones públicas@, Doctrina Penal, Ed. Depalma, 1986, ps. 74/75).
Cabe aclarar que en numerosos precedentes jurisprudenciales, esta Cámara
ha adoptado un criterio amplio de la figura de negociaciones incompatibles, entendiendo que también pueda ser
cometido por un funcionario que no contrata consigo mismo, siempre que vuelque sobre el negocio un interés ajeno
al de la administración pública.
Así lo relevante es el desvío de poder que ejerce el funcionario en desmedro
del necesario interés unilateral que debe arrimar toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia
beneficiante, condicionando la voluntad negocial de la administración por la inserción de un interés particular
(conf. esta Sala I, c. n11 22.371 AMartínez de Hoz@@, rta. el 15 de noviembre de 1990, reg. n11 742; c. n11 28.847 ALira@@,
rta. el 4 de noviembre de 1997, reg. n11 943; c. n11 34.844 ADirección Nacional del Registro de la Propiedad
Automotor@@, rta. el 19 de mayo de 2003, reg. n11 384 y c. n°° 38.242 ABastos@@, rta. el 1 de marzo de 2006, reg. n°° 109;
Sala II c. n11 12.480 ANicolini@@, rta. el 29 de mayo de 1996, reg. n11 13.177; c. n11 12.307 ATedesco Balut@@, rta. el 16 de
septiembre de 1996, reg. n11 13.497; c.n°° 22.335 ATabuada@@, rta. el 21 de octubre de 2005, reg. n°° 24.346 y c.n°° 23.318
AAcuña@@, rta. el 21 de septiembre de 2006, reg. n°° 25.725, entre otras).
Entonces, en el caso concreto, la conducta de Aiello de haber en todos los
casos aprobado el mecanismo de la contratación directa y luego la adjudicación a la empresa Mendiburo, en el
contexto de irregularidades descriptas (ausencia de motivos de urgencia, invitación arbitraria de las empresas para
ofertar, no darle intervención al departamento jurídicos, defectos en la tramitación de los expedientes, etc.),
permiten sostener fundadamente que se interesó en el sentido del art. 265 del Código Penal en el resultado de ese
negocio con el fin de beneficiar a una empresa que en definitiva resultó contratada.
Por su parte, la intervención de Dadín también merece el mismo reproche pues fue
él quien se encargó de pasos esenciales del trámite de los expedientes que permitieron terminar contratando con la firma
en cuestión, pues efectuó las solicitudes de gastos y la dependencia a su cargo solicitó y recibió los presupuestos de las
empresas, y luego los remitió a otras áreas para la conclusión del trámite.
En el contexto en que ocurrieron los hechos no se advierte que los nombrados
hayan podido actuar bajo algún tipo de error sobre los elementos del tipo objetivo que merezca su tratamiento en esta
etapa preparatoria. Y en cuanto a las justificaciones dadas en sus descargos por el modo de actuar, cabe señalar que
resultan irrelevantes para descartar la antijuridicidad de sus conductas, pues ni los problemas presupuestarios ni las demás
alegaciones permiten explicar por qué se terminó seleccionando a una empresa mediante un trámite que no respetó
ninguno de los requisitos formales de la contratación estatal.
Las demás defensas efectuadas por los imputados ya han sido respondidas en su
mayoría, mientras que las restantes no alcanzan a desvirtuar este cuadro probatorio que llevará a cautelarlos
provisoriamente.
IV. De acuerdo a esta solución corresponderá al a quo el análisis y decisión de las
medidas de cautela en los términos de los artículos 312 y 518 del Código Procesal Penal de la Nación, a los fines de no
privar de instancia.
Por último, el juez de grado deberá proseguir con la investigación en los términos
señalados por el Sr. Fiscal de Cámara en su escrito de fojas 361vta., analizando la posibilidad de solicitar las declaraciones
de otras personas relacionadas con los hechos mencionados, como así también profundizar la pesquisa en torno al posible
perjuicio patrimonial contra el Estado Nacional.
Por lo expuesto, propongo al Acuerdo: I. REVOCAR la resolución obrante a fs.
321/47 en cuanto sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto Luis Dadín y DECRETAR EL PROCESAMIENTO de
los nombrados por encontrarlos, prima facie, autores del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de las
funciones públicas (artículos 45 y 265 del Código Penal y artículo 306 del Código Procesal Penal de la Nación). II.
Ordenar al magistrado a quo proceder conforme lo dispuesto en los considerandos.
El Dr. Martín Irurzun dijo:
I- He sido designado para intervenir en el presente conflicto a los efectos de
Poder Judicial de la Nación
resolver sobre el recurso de apelación deducido a fs. 349 por el Sr. Fiscal Federal, Dr. Federico Delgado contra la
resolución del 8 de julio de 2005 que sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto Luis Dadin.
Radicadas las actuaciones ante esta Alzada, el Sr. Fiscal General Dr. Germán M.
Moldes expresó agravios -art. 454, segundo párrafo del Código Procesal Penal de la Nación-, solicitando por las
consideraciones allí vertidas la revocación del pronunciamiento impugnado y la prosecución de la investigación respecto
de los aquí imputados y de Néstor R. Mendiburo (fs. 361).
A fs. 363, los Dres Carlos López Luján y Luis Miguel Vila, letrados defensores de José
Carmelo Aiello mejoraron fundamentos del decisorio criticado postulando su confirmación.
A fs. 373 se hace lugar a la excusación del Dr. Eduardo Freiler para intervenir en esta causa
-6 de octubre de 2005-, a fs. 374 se suspende el pase al Acuerdo -22 de mayo de 2006- y se ordena la notificación a la
Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
A fs. 398 resulta desinsaculado el suscripto para continuar entendiendo en las presentes
actuaciones -1 de noviembre de 2006-.
Por último, a fs. 403 pasaron los autos nuevamente al acuerdo para resolver y se remitieron
las presentes actuaciones a la vocalía a mi cargo -13 de noviembre de 2006-.
II- Sentado ello, y en lo que hace al planteo en cuestión debo señalar que la presente causa
tiene su origen en la denuncia formulada por el entonces Director de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción, Dr.
Carlos Manuel Garrido a raíz de la presentación efectuada ante esa oficina por el Dr. Gustavo López, interventor del
COMFER, con el objeto que se analicen los términos del dictamen jurídico emitido por la Dirección General de Asuntos
Legales y Normativas de ese organismo respecto de irregularidades en las contrataciones y adjudicaciones de las obras
destinadas a instalar antenas receptoras en la delegación en la Ciudad de San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro,
en tres nuevas delegaciones en las localidades de Tigre, Moreno y Florencio Varela en la Provincia de Buenos Aires, y en
la delegación Pilar (ver dictamen 205/01 obrante a fs. 178/86 del expediente 3140/99).
El Fiscal de Control Administrativo de la Oficina Anticorrupción, Dr. José Massoni,
consideró que aun cuando los hechos materia de denuncia podrían constituir ilícitos penales, carecían de significación a
los efectos de habilitar la apertura de una investigación preliminar y remitió los expedientes para que sean investigados
por la Justicia Federal -Resolución n° 1222/01-.
El Representante del Ministerio Público impulsó la acción y solicitó las indagatorias de José
Carmelo Aiello y Roberto Dadín, por considerar que los nombrados eludieron las normas que rigen la materia -Dto. Ley
N° 23.354 (Ley de Contabilidad de la Nación) y sus reglamentaciones-, llevando a cabo contrataciones directas parciales,
para que los montos de cada una de ellas fueran menores a pesos cien mil, y de esa forma, se adjudicaron a AMendiburo
Radiosistemas@ las obras que debían llevarse a cabo en las nuevas sedes del Comité, amparándose en lo normado por el
referido artículo 56 inciso 3° apartado Aa@ de la Ley de Contabilidad de la Nación, lo que habría ocasionado un perjuicio a
las arcas del Estado (cfr. dictamen de fs. 3/4 y fs. 271/6).
El mencionado dictamen suscripto por los auditores Dra. Liliana O. Bentolila y Hector
Manuel Froiz concluía A...habiéndose llevado a cabo cinco contrataciones directas por el mismo objeto, en la misma
fecha, otorgadas al mismo oferente, superando el importe de $ 100.000 surge que de haberse efectuado una licitación
(pública o privada) podría haberse obtenido un mejor precio, y encuadrar la adquisición a la normativa legal vigente....@
(cfr. informe n° 17 del 24/7/00).
El a quo llevó a cabo numerosas medidas, con el objeto de corroborar la denuncia efectuada,
entre ellas, solicitó a la Auditoria General de la Nación, a la Sindicatura General de la Nación y a la Procuración del
Tesoro de la Nación, sucesivamente, un análisis global de las contrataciones cuestionadas y concretamente la
determinación del eventual perjuicio al patrimonio público como consecuencias del fraccionamiento del objeto de
contratación en cinco contrataciones directas en lugar de efectuarse un llamado a licitación pública o privada. Los
mencionados organismos informaron, en similares términos, que no resultaba posible acceder a lo solicitado (fs. 28, fs.
30/1, fs. 37, fs. 217 y fs. 227/8).
Asimismo, respecto de los precios de referencia correspondiente a la adquisición, provisión
y montaje de Torres con antena receptora de AM/FM y TVA cuestionadas, la Gerencia de Normativa y Proyectos
Especiales de la SIGEN, por Memorando N° 149/02 informó que no resultaba posible satisfacer lo requerido ya que las
variaciones del mercado hacían imposible retrotraer precios y tampoco se daba la alternativa de contar en sus archivos con
operaciones de la época que reunieran similares características (fs. 60 y fs. 79).
Por su parte, la defensa de Aiello sostuvo en su descargo que autorizó el procedimiento de
la contratación directa al amparo del artículo 56, inciso 3° apartado a) de la Ley de Contabilidad de la Nación y sus
normas reglamentarias para la provisión y montaje de Torre con antenas receptoras AM/FM y T.V.A. con fundamento en
las necesidades urgentes de fiscalización de las respectivas delegaciones, que la oficina de Compra y Contrataciones
participó en todo el procedimiento y que intervino sólo cuando el trámite ya se encontraba concluido.
Agregó, que no existieron irregularidades sino premura en la apertura de las delegaciones y
que obedeció a dos causas fácticas fundamentales: a) La presupuestaria y b) El cumplimiento de los cronogramas de
adjudicación de emisoras, aprobados por distintos Decretos del Poder Ejecutivo Nacional.
También manifestó que A...desde la creación del organismo hasta ese lapso, jamás las
antenas se adquirieron por el mecanismo de la licitación pública existiendo en ese entonces 28 de ellas en el
organismo....que las antenas no constan en el inventario del COMFER...toda vez que son finalmente donadas a los
organismo de seguridad a cambio que éstos se encarguen del desmantelamiento, ya que resulta mas costo el
desmantelarlas y reutilizarlas...que...son especificas para cada lugar, hallándose cada una enclavada en un ámbito
específico y contando con las características técnicas especificas para dicha área y todo lo cual permite deducir que de
las 28 antenas que posee el Comité ninguna posee las mismas características técnicas...@ (cfr. fs. 310).
Ambos imputados señalaron que no puede hacerse una licitación en conjunto porque cada
antenamiento es particular y lleva a un estudio de factibilidad propio donde juegan elementos como la topografía del
terreno, el lugar a ser instalada, el área de cobertura, la existencia de edificación y bosques, los vientos, etc.
La defensa de Dadín giró en torno a su falta de participación en la tramitación de los
Poder Judicial de la Nación
expedientes ya que únicamente presentó cuatro Asolicitudes de gastos@, las que debieron ser analizadas en los
departamentos de legales, técnica y finanzas previo a su adjudicación.
III- Sin perjuicio de considerar el acierto o no de las contrataciones efectuadas, no puede
dejar de señalarse que a juicio del suscripto, lo resuelto por el Sr. Juez instructor, resulta al menos prematuro, pues no se
encuentra corroborado el argumento que en su descargo ha efectuado la defensa de los aquí imputados.
Además no se ha acreditado si las contrataciones efectuadas ocasionaron perjuicio para el
organismo, por cuanto no se llevó a cabo ningún informe pericial, ni de alguna otra naturaleza que permita al menos
conjeturar que los importes abonados se encontrarían dentro de los parámetros lógicos que fijaba el mercado, tampoco se
logró determinar si el trámite licitatorio hubiera evitado el eventual perjuicio para el organismo, invocado por el
recurrente, toda vez que de la lectura de los expedientes surge que AMendiburo Radiosistemas@ resultó la empresa
adjudicada por menor precio y ajustarse a lo solicitado según el informe técnico respectivo.
Si bien no existen en autos constancia alguna que indique que los precios abonados hayan
sido sobreestimados o abultados, tal circunstancia deviene imprescindible previo a resolver en el sentido efectuado por el
Sr. Juez instructor.
En cuanto al agravio del recurrente, es relevante señalar, sin agotar con ello los elementos
de prueba no estimados, que tampoco se han incorporado al legajo pruebas que demuestren algún tipo de vinculación
previa entre los funcionarios y la empresa contratada que permita sospechar una intención de favorecimiento económico
hacia aquella, téngase presente que el Sr. Fiscal no asignó ninguna relevancia a la tarea realizada por la empresa
contratada que habría continuado percibiendo los pagos durante la gestión del Dr. Gustavo López sin ninguna objeción, lo
que demostraría cabalmente su existencia.
IV- Lo expuesto exige que se profundice la investigación con el objeto de determinar
científicamente, por expertos en la materia, el eventual monto del perjuicio invocado, así como la intervención de los
funcionarios que de una u otra manera avalaron la adjudicación y además proveer al descargo efectuado por la defensa
respecto de lo manifestado por la Contadora Bentolila al prestar declaración testimonial (cfr. fs. 40 y fs. 310/11).
Por todo ello, el suscripto entiende que corresponde revocar el sobreseimiento apelado y
disponer con relación a los nombrados la declaración de falta de mérito para procesar o sobreseer, en los términos del
artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación, sin perjuicio de lo que determine la prosecución de la investigación.
Por ello, propongo al Acuerdo:
I- REVOCAR la resolución recurrida en cuanto sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto
Luis Dadín y DECLARAR que en la presente causa no existe mérito para procesar ni para sobreseer a los nombrados en
orden al hecho por el que han sido indagados (artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación).
El Dr. Eduardo Luraschi dijo:
I- Conforme surge de fs.406/7 he sido designado para integrar la Sala I de este Tribunal ante
la divergente opinión de mis colegas preopinantes en torno de la cuestión traída a estudio, es decir el tratamiento del
recurso de apelación interpuesto por el Sr. Fiscal (FS. 349) respecto de lo resuelto a fs. 321/347 en cuanto se dispone
sobreseer a José Carmelo AIELLO y a Roberto Luis DADIN en orden a los delitos por los que fueran indagados, con la
declaración de que la formación de la presente en nada afecta el buen nombre y honor de que pudieren gozar (arts. 334 y
336 inciso 2° del C.P.P.N.)
II- En esta instancia se aprecia a fs. 361 el dictamen del Sr. Fiscal General quien propicia se
revoque el decisorio cuestionado mediante el cual se dispusieran los sobreseimientos aludidos y se ordene proseguir la
investigación respecto de los encartados y de Néstor R. Mendiburu. Para sostener su postura se remite en general a los
argumentos del Fiscal de la anterior instancia, sin perjuicio de lo cual pone de manifiesto la existencia de falencias
administrativas que presentan los expedientes en cuestión, las que permitieron evitar cumplir con la legislación vigente,
posibilitando adjudicar de modo directo el objeto de la contratación a una empresa que -dice- se supone relacionada a uno
de los indagados, circunstancias estas que no fueron abordadas con la nitidez y precisión en el decisorio de referencia.
Por su parte (fs.363/371) se presentan los Dres. Carlos López Luján y Luis Miguel Vila en
su carácter defensores de José Carmelo Aiello en esta caso propiciando la confirmación del auto apelado, señalando que
no comparten el criterio esbozado por el recurrente desde que en rigor, ninguno de los eventos administrativos en estudio
se llevaron a cabo a través de una contratación directa, sino que la locación de inmuebles se concretó mediante una
licitación pública, mientras que para el antenamiento se recurrió a un concurso de precios, pese a la inexistencia -en este
caso- de impedimento alguno para recurrir a la contratación directa. Efectúan además una reseña del marco normativo que
avala tal proceder y las situaciones específicas de cada expediente concluyendo en que la actividad desarrollada se halla
ajustada a las disposiciones legales.
III- Así las cosas debo adelantar que habré de concordar con la postura de mi colega
preopinante, por lo que considero debe revocarse la resolución recurrida, resultando atinada también su propuesta en el
sentido de que el Tribunal se pronuncie con arreglo a lo dispuesto del art. 309 del Código ritual para con los encartados y,
a partir de lo cual, llevar adelante las necesarias medidas probatorias indicadas por el Dr. Irurzun.
Deben tenerse presente además las manifestaciones de José Carmelo AIELLO (fs.308/312)
en las que puntualiza otras diligencias cuya realización fue omitida y a su criterio -el que comparto- devienen conducentes
para el esclarecimiento de los hechos; esto es a partir de establecer en forma precisa la actividad desarrollada por otros
funcionarios del organismo que contribuyeran a la adopción de las decisiones que se cuestionan, disponer su convocatoria
a efectos de que suministren toda la información de la que dispusieran. Tampoco debe soslayarse la comparecencia de los
responsables de las empresas participantes en la operatoria, con el fin de que expliciten todas las circunstancias que fueran
de su conocimiento sobre cada caso en particular. En igual sentido -probatorio- se impone corroborar las variadas
afirmaciones de Roberto Luis DADIN al prestar declaración indagatoria (fs. 318/319), debiendo disponerse las medidas
que resultaren conducentes a tal fin.
En virtud del Acuerdo al que ha arribado el Tribunal, se RESUELVE:
REVOCAR la resolución recurrida en cuanto sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto
Luis Dadín y DECLARAR que en la presente causa no existe mérito para procesar ni para sobreseer a los nombrados en
Poder Judicial de la Nación
orden al hecho por el que han sido indagados (artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal de Cámara y devuélvase sin más trámite junto con la
documentación, debiéndose cumplimentar en la anterior instancia las notificaciones a las que hubiere lugar.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
PENA: INHABILITACION. Caducidad. Cumplimiento.
El artículo 20 ter del código de fondo claramente dispone la restitución al estado que el condenado tenía antes
de la sentencia, no constituyendo ello una restitutio in integrum sino el otorgamiento al penado del uso de los derechos y
capacidades que por la pena de inhabilitación se le habían quitado, sin que desaparezca la condena ni suponga la
reposición en el cargo público, tutela o curatela (v. Núñez, Derecho Penal, Parte general, p. 368).
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
28.2.2007
AM.; F. @ s/caducidad de condena@@
Causa 24.734
Reg. 26.454
J. 1 - S. 1.
NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma sentencia.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: INTERRUPCION. Comisión de un nuevo delito.
Proceso en tramite por hecho interruptor.
La existencia de proceso en trámite por un delito que habría interrumpido el curso de la acción penal
de otro anterior impide tenerlo a éste por prescripto.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
15.2.2007
ATELECHEA, Walter s/prescripción...@@
Causa 24.522
Reg. 26.395
J. 10 - 19
NOTA I: Ver en sentido contrario la Sala I en autos AHERRERO@ del 28.11.2006.
NOTA II: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 15 de febrero de 2007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto por el Señor Fiscal Federal, Dr. Oscar Ricardo Amirante (ver fs. 24/vta.), contra el punto
I de la decisión adoptada por el Juez de grado a fs. 22vta./23vta. mediante la cual resolvió declarar extinguida la acción
penal en la presente causa por prescripción y, en consecuencia, sobreseer a Walter Enrique Telechea.
Radicado el incidente ante esta Alzada, el Señor Fiscal General Adjunto, Dr. Carlos Racedo,
presentó el memorial agregado a fs. 34/35. Por su parte, el Defensor Público Oficial, Dr. Juan Martín Hermida, mejoró
fundamentos en favor de Telechea en el escrito que luce a fs. 36/37vta.
II- Que conforme se desprende del informe obrante a fs. 19 y la certificación realizada a fs.
22 de este legajo, Telechea registra un proceso en trámite ante el Juzgado Correccional n° 2 de Quilmes, por un hecho que
habría acontecido el día 29 de septiembre de 2004.
A partir de ello, teniendo en cuenta el momento en que el nombrado fue llamado a
prestar declaración indagatoria en este sumario por el delito de falsificación de documentos públicos, el 28 de
octubre de 1999 (ver fs.32vta.), puede advertirse que, el proceso que tramita por el Departamento Judicial de
Quilmes incidiría en el curso de la prescripción de la acción en la presente causa, motivo por el cual -de momentono puede homologarse el temperamento adoptado por el Señor Juez de grado (conf. causa n°° 23.256 AMoyal, José
Armando s/prescripción de la acción@@, reg. n°° 25.036 del 27/4/06 y sus citas).
En virtud de lo expuesto el Tribunal RESUELVE:
REVOCAR la resolución obrante a fs. 22vta./23vta. de este incidente en todo cuanto decide
Poder Judicial de la Nación
y ha sido materia de apelación.
Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la anterior instancia, junto con
las actuaciones principales, debiendo practicarse en dicha sede las restantes notificaciones que corredan@
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: CONCURSO DE DELITOS. CONCURSO
IDEAL. PENA. Penas alternativas o conjuntas y principales o accesorias. Prescripción por hecho y no por
calificaciones. Selección de la pena que determinara el plazo.
AEs la conducta como fenómeno fáctico la que genera -mediante el nacimiento de la acción- la
persecución represiva estatal, independientemente de que la apreciación dogmática de la que ésta puede ser
objeto, se corresponda por una o mas figuras delictivas; es por ello, que no corresponde la prescripción de la
acción penal por calificaciones sino por hechos. Es que, Adelito@ es una conducta humana individualizada
mediante un dispositivo legal -tipo penal- que revela su prohibición -típica- que por no estar permitida por
ningún precepto jurídico -causa de justificación- es contraria al orden jurídico -antijurídica- y que, por serle
exigible al autor que actuara de otra manera, le es también reprochable -culpa-. Por otra parte, la circunstancia
de que la conducta está prevista o prohibida por mas de un tipo penal -multiplemente típica- no genera nuevas
conductas delictivas, sino que su efecto es revelar un mayor disvalor del único hecho, situación representada
en el concurso ideal@. (Conf. causa AMARCHIONE@ del 27.6.2006).
En este sentido, el término de prescripción es único si se trata de delitos reprimidos con penas
alternativas o conjuntas o si una pena es principal y la otra accesoria. En este aspecto se ha pronunciado la
Cámara Nacional de Casación Penal (Sala II, causa ATELIS, José M.) Al sostener que A...la prescripción no
se rige entonces por la pena de naturaleza mas grave, sino por la pena a la que le corresponde el mayor
término de prescripción. Es por ello que si dos delitos concurren idealmente. (como en el caso analizado), la
prescripción de la acción se rige por el termino correspondiente a la pena mayor, porue ésta es la única pena
aplicable...@ (En igual sentido C.N.C.P. Sala IV ALLANOS, Pablo@ del 11.12.2001).
A mayor abundamiento, corresponde señalar que la modificación del art. 67 verificada en ocasión
del dictado de la Ley 25.990, no revierte el criterio antes expuesto por cuanto al imputarse un hecho único no
corresponde efectuar procesalmente el desdoblamiento del mismo en base a calificaciones legales (C.C.C.
Fed. Sala II AMAIDANA@ del.4.11.2001).
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
15.2.2007
ADECHERT, Martín s/prescripción@@
Causa 24.695
Reg. 26.396
J.
7
-
S.
14.
Poder Judicial de la Nación
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: CONSTITUCION NACIONAL.(art. 18)
TRATADOS INTERNACIONALES. DELITOS DE LESA HUMANIDAD. LEY. LEY PENAL EN EL
TIEMPO. Ley 26.200. Ley de Implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad cometidos con anterioridad a su entrada en vigencia.
La sanción de la Ley 26.200 que expresamente declara imprescriptibles los delitos de lesa
humanidad no debe interpretarse en el sentido de que el legislador declare que los delitos de esa naturaleza
cometidos con anterioridad a su entrada en vigencia se hallan extinguidos por esa causal ni contradice ni
enerva la reiterada y uniforme jurisprudencia dictada en tal sentido.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
22.2.2007
AIncd. de prescripción...de GARCIA VELASCO...@@
Causa 24.850
Reg. 26.442
J. 12 - S. 23.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 22 de febrero de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto a fs.96/99 por el doctor Alfredo A.A. Solari, letrado defensor de Pablo Eduardo García
Velasco, contra la resolución que luce a fs.86/89 en cuanto no hace lugar a la solicitud de prescripción de la acción penal
que dedujo a fojas 1.
II- En primer lugar corresponde rechazar la nulidad introducida en el escrito de apelación,
ya que aunque la defensa le coloque el rótulo de nulidades a cada una de los motivos que ensayó, resultan meras
apreciaciones que traducen su discrepancia con el modo en que ha sido resulta la cuestión, que a criterio de este Tribunal
está debidamente fundada.
III- Ahora bien, pasando a analizar el fondo de la cuestión debatida, y aunque los
argumentos ensayados por el doctor Alfredo A.A. Solari resultan una reedición de aquellos que fueron respondidos por
este Tribunal al confirmar su procesamiento, agrega en esta oportunidad en el memorial que luce a fs.109/13, que a partir
de la reciente sanción de la ley n°26.200 (BO 9-01-07), se ha puesto de manifiesto la voluntad del legislador en respetar y
salvaguardar el principio de legalidad del artículo 18 de la Constitución Nacional, por lo que corresponde hacer lugar a la
excepción interpuesta y decretarse la prescripción de la acción penal de su pupilo.
En tal sentido, como la norma establece en el artículo 13 APrincipio de legalidad@ que:
ANinguno de los delitos previstos en el Estatuto de Roma ni en la presente ley pueden ser aplicados en violación al
artículo 18 de la Constitución Nacional. El juzgamiento de esos hechos debe efectuarse de acuerdo con las normas
previstas en el derecho vigente@, interpreta la defensa que debe descartarse que los hechos endilgados a su pupilo puedan
ser considerados Adelitos de lesa humanidad@ y en consecuencia Aimprescriptibles@, ya que la mencionada categoría no era
derecho vigente en la época en que se perpetraron (el subrayado nos pertenece).
IV- Llegado el momento de resolver, y en virtud de que este Tribunal no comparte la
interpretación que el doctor Solari efectúa del artículo 13 de la ley 26.200, habremos de acudir a las pautas reconocidas
por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en tanto sostuvo que: A...en toda tarea de interpretación
de normas es pertinente rastrear el espíritu que informa a aquellas en procura de su aplicación racional, puesto que no es
el espíritu de la ley el que debe subordinarse a las palabras sino estas a aquel...@(D.90 XXXVIII. S. 11.XXXVIII -T.328; y en igual sentido entre muchos otros 310:1012, 310:1797; 310:414; 310:933).
Y por otra parte, teniendo en cuenta que nuestro Máximo Tribunal también sostiene que:
A...la primera pauta de interpretación de la ley es dar pleno efecto a la voluntad del legislador, cuya primera fuente es la
letra de la ley, en esta tarea no pueden descartarse los antecedentes parlamentarios, que resultan útiles para conocer su
sentido y alcance...@(Fallos 313:1149; 317:779; 317:1505; 318:1818; 321:2594), también nos referiremos a esos
antecedentes.
En consecuencia y en cuanto al espíritu emana de la ley 26.200 debe tenerse en cuenta que
es la ALey de Implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional@, a través de la cual se contribuye a
que el Estado Argentino cumpla con los compromisos internacionales por los cuales se obligó a adecuar su legislación
interna a fin de que se avance en el juzgamiento de los crímenes que fueron definidos en el Estatuto de Roma; al tiempo
que ha venido a cerrar definitivamente la discusión en punto a distintas cuestiones que ya habían sido receptadas
jurisprudencialmente.
En punto a sus antecedentes parlamentarios, de la Sesión Ordinaria del 16 de septiembre de
2006 de la Cámara de Senadores, versión taquigráfica, del Orden del Día 742, se desprende que el cuerpo trató este
proyecto en el año 2004, oportunidad en que fue ampliamente estudiado en la Comisión de Asuntos Constitucionales, con
el auxilio de prestigiosos juristas de la talla de Raúl Zaffaroni y Julio Maier, y oídas numerosas organizaciones no
gubernamentales como Ammesty International, el Centro de Estudios Legales y Sociales, la Cruz Roja, etc.
Aunque finalmente se aprobó el proyecto por unanimidad, caducó en la Cámara de
Diputados; y dos años después -en el 2006-, se presenta nuevamente para su tratamiento con las modificaciones ya
incorporadas y remitiéndose en el tratamiento de los artículos al amplio debate del año 2004.
Poder Judicial de la Nación
Puntualmente en relación al artículo 13, se desprende de la Versión Taquigráfica de la
Sesión Ordinaria de la Cámara de Senadores, del día 23 de junio de 2004, Orden del Dia 431, que el Centro de Estudios
Legales y Sociales (CELS) efectuó una presentación ante la Comisión de Asuntos Constitucionales para cambiar la parte
in fine y modificar la frase Aderecho interno@ por Aderecho vigente@.
Surge de ese documento, al que puede accederse por internet, que: A...esta propuesta
responde a diversas consideraciones desarrolladas sobre el conflicto de intereses que podría existir entre normas ya
aprobadas y promulgadas por el Poder Ejecutivo, como por ejemplo, la imprescriptibilidad de los delitos de lesa
humanidad...y entoncesa fin de que no haya colisión con la interpretación de las leyes que con posterioridad realiza el
Poder Judicial...se ha resuelto aceptar la modificación cambiando las palabras derecho interno por derecho vigente...@.
Se ha sostenido en torno a esta modificación que: A... apunta a dejar plasmada una formula
que permita la aplicación de las normas y los principios de Derecho Penal Internacional para el juzgamiento de esta
clase de crímenes...el reemplazo de la expresión Aderecho interno@ por Aderecho vigente@ busca evitar que el artículo
señalado pudiera ser interpretado como un argumento en contra de la jurisprudencia argentina reciente que ha venido
aplicando la norma consuetudinaria de imprescriptibilidad de los crímenes contra la humanidad en el juzgamiento de los
hechos ocurridos durante la última dictadura militar...@ (ver AEl Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la
necesidad de adecuar la Legislación Nacional. Estado de la Cuestión en Argentina. Pablo F. Parenti Revista de Derecho
Penal y Proceso Penal, n°16, pág.19891905, Buenos Aires 2005, Lexis Nexis).
En consecuencia, lejos ha quedado la interpretación que pretende asignarle la defensa a la
frase Aderecho vigente@, para obtener una declaración de prescripción de los hechos que se le atribuyen a su pupilo, ya que
por el contrario, cabe concluir que esa expresión contempla la aplicación del derecho de gentes reconocido por nuestra
Constitución Nacional y receptado jurisprudencialmente con anterioridad a esta norma.
Cabe agregar a lo dicho, que la ley 26.200 también recepta la imprescriptibilidad de los
delitos llamados de Alesa humanidad@ a través del artículo 11 que dice: ALa ación y la pena de los delitos previstos en los
artículos 8, 9 y 10 de la presente ley y aquellos que en el futuro sean competencia de la Corte Penal Internacional, son
imprescriptibles@.
Ante ello, debe recordarse que a Pablo Eduardo García Velasco este Tribunal le confirmó el
procesamiento por la privación ilegal de la libertad y posterior desaparición forzada de Rodolfo Walsh y los daños a su
vivienda en la localidad de San Vicente y desapoderamiento de sus bienes, conductas sobre las cuales se dijo que:
A...llevan el sello característico de los crímenes contra la humanidad pues se inserta en un ataque de naturaleza
sistemática y en gran escala, en contra de la población civil, en todo o en parte...@ (ver causa n°23.516, reg. n°25.427, rta.
el 18/7/2006, y artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional).
Se sostuvo que ALas formas particulares de los actos ilegales... son menos cruciales que la
definición de los factores de escala y política deliberada, al igual que tengan como objetivo la población civil en todo o
en parte... El término >dirigido en contra de cualquier población civil= debe hacer referencia a actos cometidos como
parte de un ataque generalizado y sistemático en contra de una población civil por motivos nacionales, políticos, étnicos,
raciales o religiosos. Los actos particulares referidos en la definición son los actos cometidos deliberadamente como
parte de ese ataque.@ (ADraft Statute for an International Criminal Court@, en: Report of the ILC on the work of its fortysixth session, 2.5.- 22/7/1994, Ga, Oficial Records, Forty-sixth session, Supplement n1 10 (A/49/10), par. 42-91, pp. 29161, en Ambos, Kai AImpunidad y Derecho Penal Internacional@, p. 95, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1999).En consecuencia, no han perdido virtualidad las afirmaciones de este Tribunal que sostuvo
que nos encontramos ante delitos de lesa humanidad, como crimen de derecho internacional cuya imprescriptibilidad,
contenido, naturaleza y condiciones de responsabilidad son establecidas por normas internacionales con independencia de
los criterios que puedan discernirse en el derecho interno de los Estados. Éstos, a su vez, se encuentran obligados a juzgar
y castigar a los responsables de esos crímenes, y la norma que así lo establece es una norma imperativa del derecho
internacional que pertenece al ius cogens o derecho de gentes.
En igual sentido se expidió la Corte Suprema de Justicia de la Nación que sostuvo: "la
desaparición forzada de personas constituye una violación múltiple y continuada de numerosos derechos reconocidos en
la Convención y que los estados partes están obligados a respetar y garantizar", y ello sin perjuicio de la ley positiva del
Estado que se trate, pues si bien no existía al tiempo de los hechos "ningún texto convencional en vigencia, aplicable a los
Estados Partes en la Convención, que emplee esta calificación, la doctrina y la práctica internacionales han calificado
muchas veces las desapariciones como un delito contra la humanidad" (conf. Caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29
de julio de 1988 Serie C N° 4; luego reiterado en el caso Godinez Cruz, sentencia del 20 de enero de 1989, Serie C N° 5; y
recientemente en el caso Blake, sentencia del 24 de enero de 1998, Serie C N° 36, de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. Asimismo, conf. Preámbulo de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas citados
en CSJN, A. 533. XXXVIII. Arancibia Clavel, Enrique Lautaro s/ homicidio calificado y asociación ilícita y otros -causa
n° 259- rta el 24/08/2004).
Por otra parte, en la anterior intervención de este Tribunal, también se le dio respuesta a lo
alegado por la defensa en cuanto a que el Código Penal no contiene la categoría de crimen contra la humanidad.
Se dijo que: A...la expresión desaparición forzada de personas no es más que un nomen iuris
para la violación sistemática de una multiplicidad de derechos humanos, a cuya protección se había comprometido
internacionalmente el Estado argentino desde el comienzo mismo del desarrollo de esos derechos en la comunidad
internacional una vez finalizada la guerra (Carta de Naciones Unidas del 26 de junio de 1945, la Carta de Organización
de los Estados Americanos del 30 de abril de 1948, y la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos
del 10 de diciembre de 1948, y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre del 2 de mayo de
1948)" (dictamen del señor Procurador General en la causa M.960.XXXVII "Massera, Emilio Eduardo s/ incidente de
excarcelación", sentencia del 15 de abril de 2004).
Debe sumarse a lo anterior que el art. 7.1, inc. h, del Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional, considera como crimen de lesa humanidad la "Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia
fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género definido en el párrafo 3, u
otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con
cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de la competencia de la Corte...".
Poder Judicial de la Nación
Finalmente, debe dejarse sentado que el art. II de la Convención sobre la Imprescriptibilidad
de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, luego de definir los crímenes imprescriptibles, dispone
"Si se cometiere alguno de los crímenes mencionados en el artículo I, las disposiciones de la presente Convención se
aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o
que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera sea
su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración".
En cuanto al argumento que nuevamente introduce el doctor Solari en el apartado Ac@ del
memorial de fs.109/112, relativo a que hasta la sanción y entrada en vigencia de la constitución de 1994 no había delitos
imprescriptibles, ya le fue respondido que el Máximo Tribunal ha dejado sentado que: Ala ratificación en años recientes
de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas por parte de nuestro país sólo ha significado,
como ya se adelantara, la reafirmación por vía convencional del carácter de lesa humanidad postulado desde antes para
esa práctica estatal, puesto que la evolución del derecho internacional a partir de la segunda guerra mundial permite
afirmar que para la época de los hechos imputados el derecho internacional de los derechos humanos condenaba ya la
desaparición forzada de personas como crimen de lesa humanidad@ (ver causa Arancibia ya citada).
Todo lo dicho hasta aquí resulta congruente con lo que tiempo antes dijo esta Alzada al
sostener la imprescriptibilidad de este tipo de delitos, cuando señaló que el escollo que constituye el artículo 18 de la
Constitución Nacional, en tanto desconoce la validez de la aplicación de normas ex post facto, sólo puede ser salvado a
través del reconocimiento de que esa regla no puede ser invocada en el ámbito del derecho penal internacional, en el que
se enmarcaban esos acontecimientos. Ello, a su vez, se sustenta en la preeminencia del Derecho de Gentes establecida por
el artículo 118 de la Constitución Nacional (ver de esta Sala, la causa n° 17.889, AIncidente de apelación de Simón, Julio@,
rta el 9/11/2001, reg n°19.192 y sus citas).
En esa misma línea la Corte Suprema sostuvo que Alos delitos como el genocidio, la tortura,
la desaparición forzada de personas, el homicidio y cualquier otro tipo de actos dirigidos a perseguir y exterminar
opositores políticos -entre los que debemos contar el formar parte de un grupo destinado a llevar adelante esta
persecución-, pueden ser considerados crímenes contra la humanidad, porque atentan contra el derecho de gentes tal
como lo prescribe el art. 118 de la Constitución Nacional@ (ver causa Arancibia Clavel ya citada).
Para concluir debe señalarse que en el precedente AArancibia Clavel@, nuestro máximo
Tribunal se refiere expresamente a lo que es Aderecho vigente@ y declaró que la Convención sobre la Imprescriptibilidad
de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 26 de
noviembre de 1968, aprobada por el Congreso Nacional mediante Ley 24.584 del 1 de noviembre de 1995, e incorporada
al bloque de Pactos con jerarquía Constitucionala partir de la ley 25.778: A...constituye la culminación de un largo proceso
que comenzó en los primeros años de 1960 cuando la prescripción amenazaba con convertirse en fuente de impunidad de
los crímenes practicadosdurante la segunda guerra mundial...que esta Convención sólo afirma la imprescriptibilidad, lo
que importa el reconocimiento de una norma ya vigente (ius cogenes) en función del derecho internacional público de
origen consuetudinario. De esta manera no se fuerza la prohibición de retroactividad de la ley penal, sino que se
reafirma un principio instalado por la costumbre internacional, que ya tenía vigencia al tiempo de la comisión de los
hechos. Que en rigor no se trata propiamente de la vigencia retroactiva de la norma internacional convencional,toda vez
que su carácter de norma consuetudinariade derecho internacional anterior a la ratificación de la Convención de 1968
era ius cogens...@ (Considerando 27 a 29 del voto de los doctores Zaffaroni y Highton de Nolasco).
Habiendose dado respuesta ha cada uno de los agravios ensayados por la defensa, y en virtud
de las consideraciones efectuadas, habrá de confirmarse la la resolución recurrida.
Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución que luce a fs.86/9 en todo cuanto
dispone y fuera materia de apelación.
Regístrese, notifíquese al Fiscal General y remítase al juzgado origen a fin de que se
efectúen las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@@
QUERELLANTE: LEGITIMIDAD ACTIVA. Intereses difusos. Asociaciones civiles. (Art. 43 de la
C.N.).
Si bien es cierto que se les ha reconocido a las asociaciones civiles la posibilidad de acudir al
procedimiento previsto por el art. 43 de la Constitución Nacional ello no implica ni se extiende a las
circunstancias que el ordenamiento procesal exige - de conformidad con el art. 82 del C.P.P.N. para
conferirles la condición de particulares ofendidos por el o los hechos imputados.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
1.2.2007
APORTAL DE BELEN, s/ser querellante@@
Causa 24.539
Reg. 26.352
J. 12 - S. 23.
NOTA: Ver lo resuelto por la misma Sala en los autos ADRES. ESTEVA Y CASTELLANO@ del 13.2.2003.
Poder Judicial de la Nación
ABuenos Aires, 1 de febrero de 2.007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso
de apelación interpuesto por el Dr. Aurelio García Elorrio, en representación de la asociación civil APortal de Belén@,
contra la decisión del Sr. Juez a quo que en copia luce a fs. 4 del presente en cuanto no hace lugar al pedido formulado por
el mencionado letrado de ser tenido como parte querellante.
II- El representante de la Asociación Civil APortal de Belén@ invoca como fundamento de su
condición de Aparticular ofendido@ por el hecho imputado, que puede aceptarse excepcionalmente la intervención de una
entidad creada por el Estado precisamente para proteger los derechos humanos fundamentales de las víctimas.
Específicamente, mencionó que: A... si atento que nuestros estatutos prevén expresamente la posibilidad de defender a los
niños no nacidos en forma colectiva, ... a tenor de lo dispuesto por el art. 43 de la C.N., con mucha más razón podemos
ser querellantes en las causas penales donde se investigue como fue que se aprobaron dichos fármacos para coadyuvar
en la identificación y sanción de los responsables...@ (ver documentación aportada en la audiencia oral -fs. 19 del presente.)
III- Debe indicarse que en relación a lo manifestado por el pretenso querellante en cuanto a que
la C.S.J.N. le ha reconocido a la Asociación Civil APortal de Belén@ la posibilidad de acudir al procedimiento previsto en
el artículo 43 de la Constitución Nacional, y puntualmente, representar los intereses colectivos de los niños no nacidos
(APortal de Belén- Asociación Civil sin Fines de Lucro c/ Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación s/amparo@, P.
709. XXXVI, del 05/03/2002), que ello no implica ni se extiende a las circunstancias que el ordenamiento procesal exige
-de conformidad con el artículo 82- para conferir a esa entidad la condición de Aparticularmente ofendida@ por el hecho
imputado, siendo ese cuerpo normativo al cual debe sujetarse cualquier decisión en ese sentido (ver causa n° 24.641
AFuncionarios de la A.N.M.A.T s/ ser querellante@, registro n° 26.268 del 27/12/06).
Sentado lo anterior, y en cuanto a la posible condición de Aparticular ofendido@ que podría
revestir la Asociación Civil mencionada, advierten los suscriptos que esta cuestión ya fue analizada en el marco de un
similar planteo por los representantes de esa entidad en la causa n°19.635 ADres. Esteva y Castellano s/ ser querellante@ de
fecha 13/2/03 (registro n° 20.825), a los que cabe remitirse en razón a la brevedad.
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución apelada en todo cuanto decide y ha sido materia de recurso.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las
notificaciones a que hubiera lugar.-@
RECURSO ORDINARIO DE APELACION: EXTRADICION. EXCEPCIONES PREVIAS.
FALTA DE ACCION. PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL. Recurso ordinario de apelación contra
el auto que rechaza una excepción previa en el proceso de extradición.
Procede el recurso ordinario de apelación contra la sentencia de la Cámara que
confirma el auto que no hace lugar a la excepción de falta de acción por prescripción de la acción penal
deducida en un proceso de extradición.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
15.2.2007
AKEPEC ANZIC, Antonio s/rec. ordinario...@@
Causa 39.619
Reg. 73
J. 7 - S. 14
NOTA: Ver fallo completo.
REINCIDENCIA: Caducidad del registro. Art. 51 del C.P. Antecedentes penales. Prohibición de
informar. PRESCRIPCION DE LA PENA.
La norma del art. 51 del Código Penal, lejos de importar un régimen de
prescripción de antecedentes, no tiene mas alcance que el de restringir los casos en que esos registros se
pueden informar (C.C.C. Fed. Sala II ANIEVES, Manuel@ del 22.2.85.
Poder Judicial de la Nación
En este sentido, la norma arriba indicada AYimpideYinformarse sobre las
condenas anteriores, debido a la caducidad del registro. Consecuentemente, las sanciones que caducaron no
deben ser incluídas en la certificación de antecedentesY Se trata, en definitiva, de la prohibición de informar
Bpor parte de cualquier registro oficial- de sentencias condenatorias una vez transcurrido el plazo fijado por
la ley. Pero, en ningún caso se prohíbe el registro de antecedentes (conf. Tieghi, Osvaldo N. >Comentario al
Código Penal, Parte General=, p. 506, Zavalía Editor, 1995)Y@ (in re C.N.P.E. Sala AA@, junio 24-998
AROMANO, Luis E.@, L.L. (.1999-B., 653/4).
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
28.2.2007
AM; F/caducidad de condena@@
Causa 24.734
Reg. 26.454
J. 1 - S. 1.
NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma sentencia.
ABuenos Aires, 28 de febrero de 2007.
VISTOS Y CONSIDERANDO:
I. Que viene el presente a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de
apelación deducido a fs. 380 vta. por el Sr. Fiscal Dr. Carlos Stornelli, contra la resolución de fs. 379/380 mediante la cual
se declarara la caducidad de la condena oportunamente dictada en relación a AF. J. M.@@ (art. 51, 2° párrafo del Código
Penal) Bpunto I-, disponiéndose su rehabilitación respecto del uso y goce de los derechos y capacidades de los que fuera
privado (art. 20 ter del Código Penal) Bpunto II-.
Luce a fs. 388/vta. el memorial presentado en la oportunidad prevista por el art. 538 del
Código de Procedimientos en Materia Penal (Ley 2372), ocasión en la que la Sra. Fiscal General Adjunto Dra. Graciela
Sterchele remitiera a los fundamentos que esgrimiera a fs. 356/7, en los que expresara que no resultan de aplicación al
caso las previsiones del artículo 51 segundo párrafo inciso 1° del código de fondo toda vez que AM.@ fue condenado, a la
vez que a una pena de prisión, a la de inhabilitación especial perpetua, lo que remite al inciso 3° de dicha norma Bcuyo
plazo no ha transcurrido-, en función del segundo párrafo in fine del art. 20 ter del Código Penal, solicitando en
consecuencia la revocatoria del decisorio en cuestión.
II. El 17 de mayo de 1993 (v. fs. 175/185) se dictó sentencia condenando al nombrado como
autor penalmente responsable del delito de estafa a una administración pública, en concurso real con falsificación de
instrumento público, cometida en forma reiterada (7 hechos), a la pena de dos años y seis meses de prisión en suspenso,
inhabilitación especial perpetua y al pago de las costas causídicas, decisorio éste que fuera confirmado parcialmente el 10
de diciembre del mismo año (v. fs. 215/219 vta., punto I), modificándose la calificación por la de coautor penalmente
responsable del delito de estafa a una administración pública en concurso ideal con el de falsificación de documento
público en forma reiterada (7 hechos), siendo notificado de ello el 3 de enero de 1994 (cfr. fs. 220 vta.).
A fs. 323/vta.@M.@ solicitó se comunicara a diversos organismos la caducidad de la condena,
motivando la intervención de esta Sala a fs. 359/vta., luego de la cual se certificaron sus antecedentes, obrando a fs. 374 el
informe suministrado por el Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal del que surge la inexistencia de
otros distintos al que motivara su condena (cfr. asimismo, informe policial de fs. 331).
Asimismo, el nombrado ofreció la reparación del daño en la medida de lo posible (v. fs.
366/vta.), lo que fuera aceptado por la Sra. Juez a quo a fs. 370 primer párrafo y efectivizado a fs. 375/6 vta. (v. fs. 377 y
378), dictándose luego el decisorio que viene aquí recurrido.
III. En primer lugar, corresponde señalar que la norma del artículo 51, lejos de importar un
régimen de prescripción del antecedente, no tiene más alcance que el de restringir los casos en que esos registros se
pueden informar (cfr. C.C.C. Fed. Sala II, ANieves, Manuel@, c. 3743, Reg. 4271 rta. 22/02/85, voto del Dr. D=Alessio).
En este sentido, la norma arriba indicada AYimpideYinformarse sobre las condenas
anteriores, debido a la caducidad del registro. Consecuentemente, las sanciones que caducaron no deben ser incluídas
en la certificación de antecedentesY Se trata, en definitiva, de la prohibición de informar Bpor parte de cualquier
registro oficial- de sentencias condenatorias una vez transcurrido el plazo fijado por la ley. Pero, en ningún caso se
prohíbe el registro de antecedentes (conf. Tieghi, Osvaldo N. >Comentario al Código Penal, Parte General=, p. 506,
Zavalía Editor, 1995)Y@ (in re C.N.P.E. Sala AA@@, junio 24-998 ARomano, Luis E.@@, L.L. (.1999-B., 653/4).
Así ha sucedido en este caso, en que a los efectos de evaluar si concurren las exigencias del
art. 20 ter del Código Penal, los informes remitidos por el Registro Nacional de Reincidencia no hicieron mención alguna
a la pena de prisión que fuera dejada en suspenso, desde cuyo dictado ya había transcurrido el plazo establecido en el art.
51, segundo párrafo, inc. 1° del código de fondo (v. fs. 337 y 374).
Siendo así, carece de respaldo normativo la declaración de caducidad de condena efectuada
en el punto I. del pronunciamiento apelado. Además, teniendo en consideración las comunicaciones libradas anteriormente
(fs. 342 y 345), que debieron ser rectificadas luego de que esta Sala revocara el pronunciamiento dictado primeramente en
el mismo sentido (fs. 363 y 364), y que en esta nueva oportunidad también se ha ordenado proceder de igual modo una
vez que la resolución quede firme (fs. 379/80), el Tribunal entiende que corresponde revocar ese punto con el objeto de
prevenir cualquier confusión que pudiere generar la declaración judicial de caducidad cuestionada, respecto de la pena de
inhabilitación absoluta perpetua cuyo plazo de caducidad no ha operado (art. 51 segundo párrafo inc. 3° del Código
Penal).
IV. Ahora bien; con relación a ésta última, debe señalarse que el artículo 20 ter del código
Poder Judicial de la Nación
de fondo claramente dispone la restitución al estado que el condenado tenía antes de la sentencia, no constituyendo
ello una restitutio in integrum sino el otorgamiento al penado del uso de los derechos y capacidades que por la pena
de inhabilitación se le habían quitado, sin que desaparezca la condena ni suponga la reposición en el cargo público,
tutela o curatela (v. Núñez, Derecho Penal, Parte general, p. 368).
En este sentido, y en relación a los sostenido por la Sra. Fiscal General Adjunto a fs. 356/7,
si bien es cierto que en su presentación original de fs. 323/vta. AM.@ no formuló petición alguna en cuanto a este extremo,
su escrito posterior de fs. 366/7 claramente constituye la solicitud requerida para rehabilitar al condenado.
Tal como sostuvieran los suscriptos a fs. 359/vta. (Reg. 25.178), Adebe recordarse que la
inhabilitación especial (art. 20 del C.P.) se trata de una sanción de seguridad del desempeño delictuoso de los empleados
o funcionarios públicos, de carácter más bien preventivo y que se aplica a efectos de limitar la actividad del sujeto en el
terreno en que se cometió el delito (cfr. Fontán Balestra, Derecho Penal, Parte general, p. 557; Núñez, t.II, p.437/8;
Soler, t.II, p.395). La propia normativa que impone la inhabilitación, tiene previsto un sistema de rehabilitación para que,
superado cierto lapso, -en el caso de autos, cinco años por tratarse de una inhabilitación especial perpetua-, el
condenado pueda recuperar el uso y goce de los derechos que le fueron retaceados por la condena de que se trate@.
Así, y en lo que atañe a las previsiones del segundo párrafo del art. 20 ter del Código Penal,
en lo que se refiere al Acomportamiento correcto@ exigido por la norma, que importa la no comisión de delitos (v.
ATratado de Derecho Penal@, E. Zaffaroni, p. 248, citado por Núñez en ALas disposiciones Generales del Código
Penal@, p. 69), ello se encuentra debidamente corroborado a través de los informes ya citados. Además, ha manifestado
que por su edad -70 años- no está en condición de ejercer el cargo por el que fuera inhabilitado, por lo cual Ano es de temer
que incurra en nuevos abusos@.
Por último, y en lo que se refiere a la Areparación@, la norma señala como condición que el
inhabilitado haya reparado en la medida de lo posible los daños civiles causados por el delito (cfr. art. 29 del código de
fondo), cuya prueba está a cargo del condenado.
En este aspecto, entiende el Tribunal que las presentaciones de AM.@de fs. 366 y 375 denotan
acabadamente el acto positivo de su voluntad en tal sentido, no siendo motivo de cuestionamiento alguno por parte de los
Representantes del Ministerio Público Fiscal.
En mérito a lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I. REVOCAR el punto dispositivo I. del decisorio de fs. 379/380, acorde lo indicado en el
apartado III. de los considerandos.
II. CONFIRMAR el punto II. de la resolución de fs. 379/380 en cuanto declara la
rehabilitación de AF. J.: M.@ (art. 20 ter del C.P.) respecto del uso y goce de los derechos y capacidades de que fuera
privado.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, a los
efectos de que allí se practiquen las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@
REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: Requisitos. COMPETENCIA. Dictamen
sobre la competencia no equivalente a un impulso de la acción. FISCAL. DELEGACION DE LA
INSTRUCCION.
Dentro del abanico de posibilidades con que cuenta el representante del Ministerio Público Fiscal,
dictaminar sobre la competencia no es desde ningún aspecto asimilable a impulsar la acción.
Ello así, si tal dictamen esta lejos de contener una relación circunstanciada del hecho para motivar la
instrucción de la causa, las condiciones personales del imputado y tampoco la indicación de las diligencias
que estime útiles para la averiguación de la verdad.
Es que lo esencial a tener en cuenta además, es que no se exterioriza la voluntad de impulsar la ación
penal. ni la de asumir la dirección de la investigación en los términos que prevé el art. 196 del C.P.P.N.
En el caso en que el juez haya delegado la instrucción, no es necesario que el fiscal formule el
pertinente requerimiento pero, en tal caso, debe existir de su parte la voluntad de impulsar la acción, traducida
en el acto de aceptar y asumir la dirección de la investigación.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
6.2.2007
ARESPONSABLE HOSPITAL NAVAL s/Ley 24.051"
Causa 39.685
Reg. 13
NOTA: Ver fallo completo.
J. 9 - S. 17.
Poder Judicial de la Nación
ABuenos Aires, 6
de febrero de 2007.-
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
Estas actuaciones vienen a conocimiento del Tribunal en virtud del recurso de
apelación deducido a fojas 4/5 vta. del legajo por el titular de la Fiscalía N°2, Dr. Carlos Rivolo, en contra del
interlocutorio que en fotocopias glosa a fojas 1/3 vta. de la incidencia. En el citado pronunciamiento se dispone rechazar
la nulidad oportunamente articulada por el Agente fiscal, respecto del punto dispositivo II del auto de fojas 19/21 del
principal, por el cual el a quo tiene por impulsada la acción penal en las presentes.
A poco de recibirse la denuncia por presunta infracción a la ley 24.051-t.o.
ley 25.612-, el juez en turno delegó la instrucción del sumario, en virtud de las previsiones del artículo 196 del ritual, en
el Ministerio Público Fiscal -fs.15 del ppal.-. Inmediatamente, el Dr. Rivolo -sin identificar a los imputados ni
circunscribir los hechos sobre los cuales debía versar la investigación como tampoco proponer diligencias útiles para
promover la acción penal (cfr. art.188 C.P.P.N.)- propició la declaración de incompetencia en razón de la materia y la
remisión del legajo a la justicia ordinaria. Su opinión no fue compartida por el sentenciante, quien dispuso no hacer lugar por el momento- a la incompetencia postulada -pto.I-, tuvo por impulsada la acción penal y reasumió la investigación pto.II
El fiscal tilda de nula la decisión aludida por cuanto sostiene que su dictamen
acerca de la incompetencia del Tribunal no constituye per se impulso de la acción penal. Considera que se han violentado
las previsiones de los artículos 166 y 167 inciso 2do. del Código ritual, referida a la intervención de los sujetos que
conforman la triología procesal, en la medida que el escrito por el que únicamente solicitó la declinatoria de competencia
adolece de los requisitos básicos para dar por impulsada la acción penal ni exterioriza su voluntad en ese sentido.
La cuestión debe analizarse bajo la interpretación armónica de las previsiones
contenidas por los artículos 5, 180, 188 y 195 de la ley de ritos y el artículo 120 de la Constitución Nacional.
Dentro del abanico de posibilidades con que cuenta el representante del
Ministerio Público Fiscal, dictaminar acerca de la competencia del tribunal no es desde ningún aspecto asimilable a
impulsar la acción penal.
Como se adelantó, el dictamen obrante a fojas 17/18 del principal lejos está
de contener una relación circunstanciada del hecho para motivar la instrucción de la causa, las condiciones personales del
imputado y menos aún, la indicación de aquellas diligencias que el agente fiscal reputa útiles para la averiguación de la
verdad-conf. art. 188 -3° párrafo- C.P.P.N.. Pero lo singular y más trascendente es que no exterioriza la voluntad del
órgano de impulsar la acción penal (art. 188 C.P.P.N.), ni tampoco de asumir la dirección de la investigación en los
términos que prevé el artículo 196 del cuerpo legal citado.
Si bien se ha entendido que cuando el Juez delega la instrucción no es
necesario que el fiscal formule el pertinente requerimiento (C.26.238 ALavie, Rosa@@ del 11/4/94, reg.303 ), no es
menos cierto que debe existir de su parte la voluntad de impulsar la acción, traducida en ese supuesto, en aceptar y
asumir la dirección de la investigación.
En este sentido, la ley expresamente contempla que frente al
anoticiamiento de una denuncia por parte del juez, el fiscal Aformulará requerimiento conforme el artículo 188 o
pedirá que la denuncia sea desestimada o remitida a otra jurisdicción@ -art. 180 primer párrafo C.P.P.N.-, y que
cuando el juez opte por hacer uso de la facultad que le acuerda el artículo 196 del digesto de rito, el fiscal Aasumirá
la dirección de la investigación conforme las reglas establecidas en el título II del Libro II de este Código o pedirá que
la denuncia sea desestimada o remitida a otra jurisdicción@ -art.180, segundo párrafo-.
La inusitada interpretación que realiza el juez a quo desatiende lisa y
llanamente esos preceptos legales y, aunque curiosamente abunda sobre el rol que tanto la Constitución como las leyes
reglamentarias le asignan al Ministerio Público Fiscal, de seguido avasalla su función requirente y el principio ne procedat
iudex ex officio.
Como ya hemos sostenido, el principio ne procedat iudex ex officio es un
pilar del modelo constitucional del proceso penal. Ferrajoli lo explica recurriendo a una cita de Tocqueville:
ACaracterística del poder judicial es la de no poder actuar más que cuando se recurre a él, o según la expresión
legal, cuando se apela a él...Por naturaleza el poder judicial carece de acción. Es preciso ponerle movimiento para
que se mueva...El poder judicial violentaría en cierto modo esa naturaleza pasiva si actuase por sí mismo...@@
(Ferrajoli, Luigi ADerecho y Razón@@, Ed.Trotta, Valladolid, pág.644, n°°108) -v.C.38.122 APalacios, M.J.s/nulidad@@
del 30/11/05, reg.1392-.
En base a las consideraciones formuladas precedentemente, la resolución
obrante a fojas 19/21 deviene nula en los términos del artículo 167, inciso 2° del ordenamiento procesal.
Por lo expuesto, SE RESUELVE:
I- REVOCAR el interlocutorio que en fotocopias luce a fojas 1/3 vta.de la
incidencia en todo cuanto decide y ha sido materia de recurso
II- DECLARAR la nulidad de la resolución que luce a fojas 19/21 vta. del
principal, en lo atingente a tener por impulsada la acción penal en las presentes actuaciones -punto dispositivo II- (art. 167
inciso 2° C.P.P.N.).
Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvanse, sirviendo la
presente de atenta nota de envío.@
SECRETO DEL SUMARIO: QUERELLANTE. Acceso a las constancias de la causa.
Poder Judicial de la Nación
No habiéndose decretado el secreto del sumario, la decisión restrictiva de no permitir a la
querella el acceso al expediente, sustentada únicamente en la circunstancia de no haberse indagado a persona
alguna, resulta contraria al derecho constitucionalmente reconocida a esa parte de actuar y formular acusación
en el enjuiciamiento que, en consecuancia con las reglas fijadas en el ordenamiento ritual y con el fin mismo
de la instrucción, incluiye la posibilidad de identificar y perseguir penalmente a los responsables del presunto
delito cometido en su perjuicio.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Luraschi
AANACABE, Omildo N....@@
1.2.2006
Causa 24.540
Reg. 26.347
J. 11 - S. 22.
NOTA: C.C.C. Sala VII AMESSINA@ 28.5.2003y C.C.C. Fed. Sala II; AALARCON@@ DEL 27..12.2005;
ASALVIA@ del 5.9.2006 y sus citas.
TENENCIA DE ARMAS DE GUERRA: TENENCIA DE EXPLOSIVOS. Tenencia de elementos
destinados a cometer delitos contra la seguridad común.(Art. 189 bis. párrafo primero de Código Penal).
Bomba AMolotov@.
Las referencias que se hicieran acerca de que las Abombas@ estaban destinadas a Ahacer bardo@ es
indicativa de que la tenencia de ese material inflamable respondía a la voluntad de contribuir a delitos
indeterminados, que configura el especial elemento subjetivo del tipo acuñado por el primer párrafo del art.
189 bis del C.P. (conf. Nuñez, Ricardo C., ATratado de Derecho Penal@, t. V, vol. I, pág. 63/4, Marcos Lerner
Editora, Córdoba, 1992
Las bombas molotov, lejos de constituir meras botellas con un contenido líquido de venta libre, son
utilizadas como elementos incendiarios y su tenencia importa un serio peligro abstracto@ (in re C.C.C. Fed.,
Sala I, ABERTRAND, Miguel@, reg. n° 804 del 18/11/93).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Luraschi
5.1.2006
AIncd. De apel. de RODRIGUEZ SUAREZ, Matías M....@@
Causa 24.730
Reg. 26.312
J. 2 - S. 4.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 5 de enero de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I. Que viene el presente incidente a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de
apelación deducido a fs. 11/14 por el Dr. Gustavo E. Kollman, titular de la Defensoría Oficial n° 2, contra el punto II. de
la resolución de fs. 1/9 que decretó el procesamiento con prisión preventiva de Matías Maximiliano Rodríguez Suárez en
orden al delito previsto y reprimido por el art. 189 bis primer párrafo del Código Penal, y ordenó trabar embargo sobre sus
bienes hasta cubrir la suma de cinco mil pesos ($5000).
En la oportunidad prevista por el art. 454 segundo párrafo del Código Procesal Penal, el Sr. Defensor
expresó agravios señalando que no se halla acreditado que el hecho en cuestión estuviera enderezado a AYcontribuir a la
comisión de delitos contra la seguridad común@, indicando en tal sentido que las expresiones efectuadas por Walter
Sebastián Buet y Matías Noguera, en las que el Sr. Juez instructor sustentara su decisorio, no resultan suficiente prueba de
la existencia de esa intención; en el caso del primero, por encontrarse imputado al momento de su exposición, y con
relación a Noguera, por la vaguedad de sus expresiones.
Agregó que en el suceso que llevara a la detención de su pupilo y co-imputados en estos obrados, no se
constató la AYefectiva concurrencia de la ultra intención requerida por el tipo penal bajo análisis, pues no surge de autos
que su concreción se haya visto truncada por suceso externo algunoY@. A juicio de la defensa que las Abombas molotov@
no hayan sido efectivamente utilizadas demuestra que AYjamás existió la pretensión de valerse de las mismas para atentar
Poder Judicial de la Nación
contra la seguridad común@. Por último, remarca en relación particular a su asistido, que no se ha demostrado a su
respecto la realización de ninguna de las acciones típicas previstas en el art. 189 bis primera parte del código de fondo,
solicitando en consecuencia se revoque el decisorio y se dicte el sobreseimiento de Rodríguez Suárez.
En lo que atañe a la prisión preventiva que se le impusiera, expresó que su dictado no cumple con el
requisito de fundamentación exigido por el art. 123 del Código Procesal Penal, no dándose en el caso el peligro de fuga y
demás causales restrictivas de la libertad, peticionando Ben forma subsidiaria a lo anterior- se revoque la medida
asegurativa impuesta, ordenando su inmediata libertad, a la vez que impetró la reducción del monto del embargo que fuera
fijado.
II. El 12 de junio de 2005 y en oportunidad de verificarse incidentes en cercanías del bar denominado
ADark@, situado en Av. De Mayo 912 de esta Ciudad, que culminó con el homicidio de quien resultara ser Iván Alexis
Kotelchuk, personal policial procedió al secuestro de una bolsa plástica con cuatro botellas de vidrio cuyo contenido,
pericia mediante, permitió establecer que se trataba de las comúnmente denominadas Abombas molotov@ (cfr. informe de
fs. 11 y 84). Según se acreditó en la instrucción practicada en por la fiscalía actuante, ese hecho se produjo luego de que
integrantes de un grupo de skinheads Bde la submodalidad denominada sharp- provocaron una pelea con jóvenes
identificados con la Acultura dark@. Kotelchuk falleció luego de ser apuñalado por distintas personas.
La instrucción practicada con relación a la muerte de Kotelchuk fue practicada por la justicia
ordinaria de esta ciudad (expte. n° 39.205/2005 del Juzgado de Instrucción n° 48 de esta ciudad). Al disponerse la
elevación de las actuaciones a juicio (quedando radicado el expte. ante Tribunal Oral en lo Criminal n° 28 de esta ciudad
bajo el n° 2.159), se remitieron copias de lo allí actuado a la justicia federal para que se investigue el delito previsto en el
art. 189 bis primer párrafo del Cód. Penal, de competencia de este fuero de excepción.
En esa investigación se descartó que el fallecimiento de Kotelchuk pueda considerarse constitutivo
del delito de homicidio en riña Bart. 95 del Cód. Penal-, por cuanto se comprobó la existencia de un acuerdo circunstancial
entre todos los que realizaron ese ataque Bentre ello, Rodríguez Suárez- que indica que el homicidio se había realizado con
el concurso premeditado de dos o más personas Bart. 80 inc. 6° del Cód. Penal- (ver presentación fiscal postulando
procesamiento, resolución de la Cámara de Apelaciones confirmando el procesamiento dictado por el juez instructor y
requerimiento fiscal de elevación a juicio, en copias a fs. 12/5vta., 16/22 y 23/41vta.).
La presencia de Matías Maximiliano Rodríguez Suárez en todo el trayecto que realizó esa noche el
grupo antes de que dejaran en el lugar las Abombas molotov@ que llevaban consigo, encuentra corroboración en las
expresiones de María José Ayala (fs. 103), Walter Buet (fs. 106/8), Dina Fernández Campos (v. fs. 120), Gastón Baltasar
Moyano (v. fs. 130), Gonzalo Adrián Servi (fs. 142) y Matías Noguera (v. fs. 150/152), entre otros.
Conforme lo declarado, el día de mención en el inmueble ubicado en Hipólito Irigoyen 1357, piso 7°,
Departamento AG@ de esta Ciudad, propiedad de María José Ayala, diversas personas entre las que se hallaban Julio César
Ramundo, Matías Rodríguez Suárez y Ariel Esteban Pardal se reunieron a fin de concurrir al recital del conjunto de rock
AComando Suicida@ en un local CBGB situado en Bartolomé Mitre al 1500. En el departamento, el primero de los
nombrados habría colocado las botellas en una bolsa plástica, que iban portando por la calle diferentes individuos.
Conforme indicara Noguera en su exposición, estos últimos -aquí imputados- mencionaron que el objetivo de ello era
Aarmar bardo@ en ocasión del recital.
Luego del enfrentamiento que culminó con el deceso de Kotelchuk, se halló e incautó una sevillana utilizada
en el hecho y las botellas molotov al costado de un puesto de diarios situado en la vereda del lugar, en presencia de los
testigos Pedro Ezequiel Rabinovich y Eduardo Nicolás Grosso Martín (v. fs. 7, 8, 9, 10, 76 y 77).
Cierto es que conforme surge de las actuaciones, las huellas digitales que pudieron obtenerse de
las botellas secuestradas no se corresponden con las del aquí encartado Rodríguez Suárez (ver req. fiscal de elev. a juicio
cit.); sin embargo, existe un cuadro probatorio inicial que permite afirmar Bsiempre dentro del grado de provisoriedad que
reviste esta etapa- que el nombrado y sus consortes de causa Bademás de otros individuos todavía no debidamente
identificados- tuvieron bajo su esfera conjunta de dominio el material explosivo referido desde que salieron del
departamento mencionado hasta que lo dejaron abandonado en la escena del hecho, independientemente de quien o
quienes lo hayan portado en particular.
No puede dejar de advertir el Tribunal que hasta aquí lo único que se ha realizado en esta
instrucción es agregar copias certificadas de las declaraciones y otras constancias recabadas en la investigación practicada
respecto del homicidio de Kotelchuk, y que resulta imperativo practicar medidas probatorias que en concreto se dirijan a
profundizar el conocimiento de este otro aspecto de la actividad que realizó el grupo investigado la noche mencionada. No
obstante, esta apreciación no desconoce que los elementos de prueba reunidos de esa forma, ya son suficientes para
respaldar el procesamiento dictado.
Por lo pronto, debe valorarse que el testigo Noguera refirió haber escuchado a Ramundo hablar con
Rodríguez Suárez y Pardal expresando que había armado bombas molotov para Ahacer bardo@ en el recital. También que
en oportunidad de su indagatoria en sede del Juzgado de Instrucción, Walter Adrián Buet expresó que su amigo Roque
Girón le refirió que en el lugar del hecho habían estado, entre otros, los tres imputados en estas actuaciones, y Julio
Ramundo había fabricado varias bombas molotov para tirar en el espectáculo musical de AComando Suicida@.
En relación al cuestionamiento que la defensa realizó respecto de las manifestaciones de Buet
por su condición de co-imputado en el homicidio de Kotelchuk Bfinalmente sobreseído, ver fs. 43/5-, este Tribunal ha
tenido ocasión de sostener que la versión de los hechos vertida por los co-procesados solamente puede estimarse cierta
cuando no traten de descargar su propia responsabilidad en sus consortes de causa, por lo que, desde este punto de vista,
no se halla cuestionado su valor probatorio. Ello, por cuanto al ser indagado, a Buet no se le imputó su vinculación con las
llamadas Abombas molotov@, respecto de las cuales brindara información en respuesta a una pregunta que se le efectuó en
el transcurso del acto.
A su vez, la referencia que se hiciera acerca de que estas Abombas@ estaban destinadas a
Ahacer bardo@ es indicativa de que la tenencia de ese material inflamable respondía a la voluntad de contribuir a
delitos indeterminados, que configura el especial elemento subjetivo que la defensa considera ausente en el caso
(conf. Nuñez, Ricardo C., ATratado de Derecho Penal@@, t. V, vol. I, pág. 63/4, Marcos Lerner Editora, Córdoba,
1992).
Poder Judicial de la Nación
En efecto, debe tenerse presente que Ala bomba molotov, lejos de constituir meras botellas
con un contenido líquido de venta libre, es utilizada como elemento incendiario y su tenencia importa un serio peligro
abstracto@ (in re C.C.C. Fed., Sala I, ABertrand, Miguel@@, reg. n°° 804 del 18/11/93).
Siendo así, no puede considerarse que la referencia a que se iría a Ahacer bardo@ con ese material
carece de vinculación con la intención de provocar delitos contra la seguridad común, si se tiene en cuenta que este tipo de
bombas consisten en un material altamente inflamable, de fácil manipulación y detonación, y que en condiciones aptas
para ser utilizadas (ver peritaje, en copia a fs. 11/vta.) fueron portadas en la vía pública y llevadas a un recital donde Bse
supone- concurriría una importante cantidad de personas.
Debe valorarse además el desarrollo general de los sucesos Bprovocación de pelea, portación,
exhibición y efectiva utilización de armas blancas- y la conclusión a la que se arribó en la investigación realizada en sede
ordinaria acerca de que esa noche habría existido una especie de rito iniciático en el grupo skinhead involucrado (ver
requerimiento fiscal de elevación a juicio cit., puntos III. 1.B, IV. 1.A y 1.C).
En el contexto reseñado carece de sustento la afirmación de la defensa acerca de que no puede
considerarse comprobado que la tenencia del material inflamable haya respondido a una intención de provocar delitos
contra la seguridad común. Que no se hayan aprovechado las ocasiones en que se pudo haber realizado algún acto
delictivo concreto con ese material no comprueba la inexistencia de esa finalidad, sobre todo si se advierte que fue
olvidado por un miembro del grupo en el lugar donde fue hallado al precipitarse los acontecimientos con la muerte de
Kotelchuk (ver copia de declaración indagatoria de Gastón Baltazar Moyano, fs. 128/31vta.).
Estas consideraciones sustentan a juicio de los suscriptos la afirmación de que el hecho resulta
constitutivo del delito previsto en el art. 189 bis primer párrafo del Cód. Penal.
IV. En lo que a la prisión preventiva se refiere, encuentra el Tribunal que el desarrollo efectuado
por el Sr. Magistrado instructor cumple acabadamente las pautas exigidas por el artículo 123 del código de forma.
Respecto de dicha medida, es de señalar que Ael derecho de gozar de libertad hasta el momento
en que se dicte sentencia de condena, no constituye una salvaguarda contra el arresto, detención o prisión preventiva,
disposiciones cautelares éstas que cuentan con respaldo constitucional en la medida que tiendan a la efectiva realización
del proceso penal a través de presunciones basadas en la expectativa de pena aplicable al hecho imputado evitando su
entorpecimiento, ya que establecen circunstancias que se erigen como pautas valorativas positivas que, de concurrir,
conllevan a hacer excepción al principio general que consagra el derecho a estar en libertad durante el proceso.@ (C.C.C.
Fed. Sala II, c. n° 20.961, rta. el 2.6.05, reg. 23.744).
En igual sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha admitido la
consideración de la magnitud de pena en expectativa como pauta de evaluación del encierro preventivo, afirmando que
AYla seriedad del delito y la eventual severidad de la pena son dos factores que deben tenerse en cuenta para evaluar la
posibilidad de que el procesado intente fugarse para eludir la acción de la justicia. Sin embargo, tampoco resultan
suficientes, luego de transcurrido cierto plazo, para justificar la continuación de la prisión preventiva@ (Conf. Informe n°
2/97 del 11.3.97).
La postura reseñada no implica un criterio de índole material, sino que, muy por el contrario,
determina que en materia de excarcelación sólo deba ponderarse la peligrosidad procesal, la que remite al riesgo de
elusión de la acción de la justicia o entorpecimiento de las investigaciones, únicos extremos que legitiman la privación de
la libertad con fines cautelares atento lo dispuesto en los artículos 312, 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación.
Este fue el criterio adoptado por el Tribunal en numerosos precedentes en que se interpretaron
los artículos mencionados (ver esta Sala, causa n° 14.426 AGreen, Gustavo A. s/excarcelación@, reg. N° 15.475, rta. el
4.6.98; n° 13.604 ASeligmann, Miguel y otros s/procesamiento@, reg. N° 15.926, rta. el 2.11.98; n° 16.926 ABernasconi,
Hernán s/procesamiento y prisión preventiva@, reg. N° 18.182, rta. el 17.11.00; n° 21.590 ABrewer, Nicholas y otros
s/procesamiento@, reg. N° 22.859, rta. el 16.9.04, entre muchas otras).
Así las cosas, examinada la situación de Matías Maximiliano Martínez Suárez a la luz de las
previsiones a las que se refiere el art. 312 primer supuesto del código de forma, así como las reglas establecidas por el art.
317 en función del art. 316 primera parte del segundo párrafo del mismo cuerpo legal, entienden los suscriptos que la
prisión preventiva dictada a su respecto debe ser confirmada.
Cabe agregar a lo expuesto que la objetiva valoración del hecho hace prever fundadamente que,
en caso de recuperar su libertad, el procesado intentará eludir la acción de la justicia (art. 319 del mismo cuerpo legal),
teniendo en cuenta que enfrenta una posible condena de cumplimiento efectivo (art. 26 del Cód. Penal) de carácter severo
por la conjunción de este proceso y el que se le sigue ante la Justicia Ordinaria By del cual estos obrados son
desprendimiento-, en la que se halla procesado con prisión preventiva en orden al delito de homicidio agravado por el
concurso premeditado de dos o más personas y clausurada la instrucción al respecto, con intervención del Tribunal Oral en
lo Criminal n° 28.
V. En lo que atañe al embargo trabado respecto de los bienes de Rodríguez Suárez, se
advierte que el pronunciamiento apelado carece de fundamentación que respalde la correspondencia del monto fijado con
lo estipulado en el art. 518 del código procesal, en razón de lo cual corresponde declarar la nulidad parcial de ese punto
debiendo expedirse nuevamente el Sr. Juez de grado al respecto (art. 123 del Cód. Proc. Penal de la Nación).
En mérito a lo expuesto, es que el Tribunal RESUELVE:
I- CONFIRMAR el punto II. de la resolución que en copias luce a fs. 1/9 en cuanto decreta
el PROCESAMIENTO CON PRISIÓN PREVENTIVA de Matías Maximiliano RODRÍGUEZ SUÁREZ en orden
al delito previsto en el artículo 189 bis párrafo primero del Código Penal.
II- DECLARAR la NULIDAD PARCIAL de ese punto en cuanto ordena trabar
EMBARGO sobre los bienes del procesado (art. 123 del Cód. Proc. Penal de la Nación).
Regístrese; hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la instancia anterior donde
deberán efectuarse las notificaciones a que hubiere lugar.@
Poder Judicial de la Nación
ABUSO DE AUTORIDAD: Desempeño de fuerzas policiales en ocasión de un tumulto.
No se vislumbra omisión alguna como para encuadrar el accionar en el art. 248 del C. Penal; si
resulta clara la actividad que desempeñaron fuerzas de seguridad durante el desarrollo de tumultos callejeros
y si no se evaluó acertadamente el agravamiento de la situación y la magnitud de la violencia en ciernes - de
acuerdo a las imágenes que en forma directa entregaban las emisoras de televisión- y en consecuencia, que las
fuerzas del orden fueron desbordadas; no parece ser esta situación una conducta pasible de reproche en este
ámbito jurisdiccional, puesto que para que se configure el delito bajo análisis es menester la existencia de
dolo.
Es que el art. 248 del Código Penal tiene por objeto procurar que A...las funciones públicas sean
ejercidas conforme a lo que la ley manda...@, pero A...queda amenazado con pena sólo un apartamiento
considerable de la línea de actuación que marcan las reglas. Esto ya que no es dable concebir que el
funcionario público, en la totalidad de los actos de la vida oficial cotidiana, esté continuamente bajo la
coacción de la ley penal, porque si así fuese le resultaría imposible cumplir cualquier tarea con
espontaneidad...@(Conf. ADelitos Propios de los Funcionarios Públicos@, Marco Antonio Terragni, Ed.
Jurídicas Cuyo, año 2003, pág. 60).
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
ABELIZ, Gustavo s/sobreseimiento@@
14.3.2007
Causa 24.616
Reg. 26.527
J. 5 - S. 10.
NOTA: Ver transcripción del falo completo.
ABuenos Aires, 14 de marzo de 2007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal con motivo
del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Fiscal (fs. 208) respecto del auto de fs. 206/207 mediante el cual se
sobresee a Gustavo Beliz en orden a los hechos descriptos en el decisorio, con la expresa mención de que la formación de
la presente en nada afecta el buen nombre y honor del que gozare (art. 336 inc. 3 del C.P.P.N.).
II- En esta instancia luce la presentación (fs. 306/308) del Sr. Fiscal General Dr. Germán
Moldes, quien avalando la postura de su inferior jerárquico propicia que se revoque la resolución apelada en cuanto
dispone el sobreseimiento de Gustavo O. Béliz y se ordene continuar con la investigación.
Fundamenta su petición en que -a su criterio- la instrucción se halla inconclusa, lo que torna
inapropiado resolver la cuestión en base a un conocimiento parcial de los hechos. Deben por ello, en principio,
reconstruirse históricamente los acontecimientos para luego establecer si se correlacionan con alguna figura delictiva.
Sostiene que a esta altura no hay duda sobre cuál es el hecho y en tal sentido se remite a descripciones de los
acontecimientos efectuadas en diversas ocasiones durante la sustanciación del presente (ver al respecto fs. 306 vta., punto
c.1.). Pondera en definitiva que aún no está esclarecido qué hicieron el Ministro de Justicia y Seguridad y los estamentos
inferiores -de quienes dependía la Policía Federal- entre las 12.30 -inicio de las acciones violentas- y las 18.00 hs. momento en el cual la Policía actuó por orden judicial- todo ello del día 16 de julio de 2004. Agrega que establecer lo
acontecido en ese lapso constituye el eje de la investigación, y a continuación señala las medidas de prueba que para ello
debieran llevarse a cabo.
III- Al abordar la cuestión los suscriptos se plantean de inicio la hipótesis sobre la
posibilidad de proseguir la investigación en la presente, frente a la existencia de la sentencia definitiva y condenatoria que
recayera sobre diversas personas que participaron de los sucesos, que -a instancias del Sr. Fiscal General- luce incorporada
a fs. 220/302; siendo que en alguna medida lo que aquí se pretende esclarecer habría sido tratado en dicho
pronunciamiento en el que se describe con precisión el accionar de las fuerzas del orden durante los sucesos investigados.
Más aún, también puede recurrirse al relato que sobre dicho proceder se efectúa en la denuncia que diera origen a la causa
n° 13.967/04 como bien ilustra el preciso informe de fs. 162/163, ciertamente asignándole connotaciones disvaliosas, de
ahí la presentación.
Siendo ello así, pareciera que no resulta necesario llevar adelante las medidas propuestas por
el Sr. Fiscal General, dado que como él mismo consigna no hay duda sobre cuál es el hecho materia de investigación, por
tanto el Tribunal considera que puede resolver la cuestión que lo convoca con los elementos ya colectados hasta el
presente, evitando llevar adelante medidas que pudieran resultar redundantes.
IV- En tales condiciones deben ponerse de relieve las actuaciones que lucen a fs. 197/206
remitidas por la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal Argentina, las que contienen informes
de las diversas dependencias cuyos efectivos participaran en los sucesos ocurridos el 15 de julio de 2004. Se especifica en
Poder Judicial de la Nación
ellas tanto el emplazamiento del personal, como su posterior desplazamiento conforme el desarrollo de los sucesos lo
exigía, e incluso se consignan las directivas recibidas; emanadas tanto de la Fiscalía en lo Criminal de Instrucción como
del Juzgado interviniente; todo lo cual evidencia un actividad y un despliegue que por sí solo contrasta con la inacción que
se pretende atribuir a las autoridades.
Así las cosas puede colegirse del análisis de todas las probanzas allegadas al legajo,
que no se vislumbra omisión alguna en la conducta del encartado como para encuadrar su accionar en el art. 248
del C. Penal; siendo clara la actividad que desempeñaron las fuerzas de seguridad durante los acontecimientos. Si
no se evaluó acertadamente el agravamiento de la situación y la magnitud de la violencia en ciernes -quien puede
olvidar las imágenes que en forma directa entregaban las emisoras de televisión- y en consecuencia, las fuerzas del
orden fueron desbordadas; no parece ser esta situación una conducta pasible de reproche en este ámbito
jurisdiccional, puesto que para que se configure el delito bajo análisis es menester la existencia de dolo, tal la
entidad de la infracción, situación que no se vislumbra en la conducta del encartado.
Es
que el art. 248 del Código Penal tiene por objeto procurar que A...las funciones públicas sean ejercidas conforme a lo
que la ley manda...@@, pero A...queda amenazado con pena sólo un apartamiento considerable de la línea de actuación
que marcan las reglas. Esto ya que no es dable concebir que el funcionario público, en la totalidad de los actos de la
vida oficial cotidiana, esté continuamente bajo la coacción de la ley penal, porque si así fuese le resultaría imposible
cumplir cualquier tarea con espontaneidad...@@(Conf. ADelitos Propios de los Funcionarios Públicos@@, Marco Antonio
Terragni, Ed. Jurídicas Cuyo, año 2003, pág. 60).
Por todo lo expuesto el Tribunal considera la decisión del Juez de grado acertada debiendo
por ello homologarse y, en consecuencia RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución que luce a fs. 206/207 en todo cuando decide y fuera materia
de recurso.
Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia a fin de que
se lleven a cabo las restantes notificaciones a que hubiere lugar.- A
ACTA DE SECUESTRO: NULIDADES PROCESALES. Falta de detalle de los objetos
secuestrados.
El acta de secuestro es un elemento de prueba que debe ponderarse a la luz de los principios y reglas
de potencialidad probatoria en la medida en que ella sea apreciada en consonancia con los restantes medios
adquisitivos (Conf. AVIDEO CLUB EL SOTANO@ Reg. 746/06; AGONZALEZ LOZADA@ Reg. 130/03
AESQUIVEL@ Reg. 85/02 y ASILVA PIKUS@ Reg. 357/04 entre otros).
Por este motivo, la falta de detalle pormenorizado de los discos compactos incautados, no se presenta
como una nulidad del acta, sino que podrá, eventualmente, resentir su valor probatorio y en tal inteligencia
deberá ser evaluada oportunamente. Y es que tal acta se complementa con otras probanzas que existan en la
causa y que poseen plena validez a tal efecto, todo lo cual debe ser evaluado en su conjunto y no en forma
aislada. (BERDULARI@ Reg. 1165/06 entre otras).
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
AHUAITA GABANCHO, Eduardo s/sobreseimiento@
6.3.2007
Causa 39.765
Reg. 149
J. 12 - 23.
AUTO DE PROCESAMIENTO: NULIDADES PROCESALES. REQUERIMIENTO FISCAL
DE INSTRUCCION. DECLARACION INDAGATORIA. Nulidad de auto de procesamiento por vaguedad
en la descripción de los hechos requeridos, indagados y por los que se dictara el procesamiento.
Es nulo el auto de procesamiento que no contiene una descripción Bni en la indagatoria tampocoB de una
conducta concreta que pudiera dar lugar a imputación de delitos. Ello ocurre, aunque en el decisorio se hace sólo una
Poder Judicial de la Nación
genérica referencia, por ejemplo, al caso de numerosos retiros de fondos y su falta de acreditación, si no se describe
cuáles fueron concretamente esos actos con las circunstancias de tiempo, modo y lugar que le permitiría al encartado
conocer la base fáctica de la imputación y así ejercer su derecho de defensa.
De lo que se trata, tal como llevamos dicho en otros precedentes (de esta Sala, causa n° 36.252
"CONSTANTINO", del 09/12/04, reg. n° 1307 y causa n° 39.759 AMÁRQUEZ MARTÍN@, del 28/12/06, reg. n° 1439 ),
es de otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso en condiciones que aseguren que esa declaración
sea un acto de defensa. No podrá afirmarse que "escuchar al imputado" garantiza su derecho de defensa si no existe, entre
otras circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el conocimiento de esa imputación correctamente deducida
(intimación).
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
AOTONDO, Nicolás A. s/procesamiento@@
6.3.2007
Causa 39.666
Reg. 150
J. 2 - S. 3.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 6 de marzo de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de
apelación interpuesto a fs. 846/847 por la defensa de Nicolás Alejandro Otondo Abente y Diego Maximiliano Pisacco
contra la resolución del a quo que decreta el procesamiento de los nombrados (829/845). Al primero lo encuentra prima
facie autor penalmente responsable del delito de defraudación agravada por haber sido cometida en perjuicio de la
administración pública en concurso ideal con la figura de incumplimiento de los deberes de funcionario público ( "hecho
1") (art. 172, en función del art. 174, inciso 5° y 249 del Código Penal) y partícipe necesario en el "hecho 2", calificado
como defraudación agravada por haber sido cometida en perjuicio de la administración pública; mientras que al segundo
lo encuentra prima facie autor penalmente responsable del "hecho 2".
Conforme surge del requerimiento de instrucción obrante a fs. 10, el objeto procesal de estos
actuados puede dividirse en dos situaciones. La primera de ellas consiste en que Otondo Ben su carácter de Jefe de la
División Contencioso del Departamento de Asuntos Legales del Instituto de Vivienda de la Fuerza AéreaB habría retirado
fondos de dinero pertenecientes al organismo mencionado a los efectos de imputarlos a gastos judiciales, sin haber
presentado posteriormente aquellos comprobantes que acreditarían la aplicación efectiva del dinero retirado de acuerdo a
su destino específico ("hecho 1").
La segunda hipótesisconsiste en la contratación del Dr. Pisacco como abogado externo del
organismo para prestar colaboración en el seguimiento de los juicios del Instituto, siendo que dicho abogado no habría
efectuado ninguna presentación y que los honorarios liquidados a su nombre habrían sido retirados por Otondo ("hecho
2").
IIEn lo que concierne al procesamiento dictado en orden al "hecho 1" consideramos que
debe ser anulado dado que no se ha descripto en el auto recurrido Bni en la indagatoriaB
B una conducta concreta
que pudiera dar lugar a los delitos imputados. En efecto, aunque en el decisorio se haga una genérica referencia a
numerosos retiros de fondos y su falta de acreditación, no se describió cuáles fueron concretamente esos actos con
las circunstancias de tiempo, modo y lugar que le permitiría al encartado conocer la base fáctica de la imputación y
así ejercer su derecho de defensa.
De lo que se trata, tal como llevamos dicho en otros precedentes (de esta Sala, causa n°°
36.252 "Constantino", del 09/12/04, reg. n°° 1307 y causa n°° 39.759 AMárquez Martín@@, del 28/12/06, reg. n°° 1439 ),
es de otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso en condiciones que aseguren que esa
declaración sea un acto de defensa. No podrá afirmarse que "escuchar al imputado" garantiza su derecho de
defensa si no existe, entre otras circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el conocimiento de esa
imputación correctamente deducida (intimación).
Este último extremo lo reglamenta el art. 298
del Código Procesal Penal de la Nación al establecer la obligación del juez de informar "detalladamente al imputado el
hecho que se le atribuye". En efecto, afirma Maier que "[c]omo se trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual
se la intima debe reunir las mismas calidades que advirtiéramos para aquélla; debe consistir, así, en la noticia íntegra,
clara, precisa, y circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado. No se cumple esta condición de validez si
sólo se advierte sobre la ley penal supuestamente infringida, o se da noticia del nomen iuris del hecho punible imputado, o
se recurre, para cumplir la condición, a conceptos o abstracciones que no describen concretamente la acción u omisión
atribuida, con todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar que la definen como un comportamiento singular de la
vida del imputado..." (Cfr. Maier, Julio B. J., "Derecho Procesal Penal argentino", Del Puerto, Buenos Aires, 1996, T. 1, p.
560; en un sentido similar, Vélez Mariconde, Alfredo, "Derecho Procesal Penal", Tomo II, Marcos Lerner editora,
Córdoba, 1986, p. 218/9).
Como ha sostenido reiteradamente esta Cámara, el conocimiento acabado de la imputación
es un requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio (conf. causa nro. 28.103, "Caviasca, G. M. y otros
s/procesamiento", rta. 11/12/96, reg. nro. 1095, entre otras, y más recientemente causa nro. 34.059 "Santos, Rubén J. y
otros s/procesamiento", reg. nro. 748, rta. 26/07/02 y causa n° 39.759 AMárquez Martín@, del 28/12/06, reg. n° 1439).
Al mismo tiempo, tal omisión en la descripción de la imputación impide verificar el respeto
del principio de congruencia que exige la correlación necesaria entre el hecho descripto en la indagatoria y el contenido en
Poder Judicial de la Nación
el procesamiento, y que a su vez será el mismo de la eventual acusación y sentencia, de llegar a dicha etapa del proceso.
En el caso concreto, debería habérsele hecho saber a Otondo, entre otras cosas, cuáles
fueron los retiros de fondos realizados con indicación de fecha y monto (señalando, por ejemplo, el memorandum
correspondiente por él firmado), indicado cuáles de los retiros de fondos no fueron utilizados para el destino para el cual
habían sido requeridos (señalando, por ejemplo, la respuesta de los distintos Juzgados a quienes se les requirió
información sobre los juicios del IVIFA) y explicado cuáles fueron las maniobras defraudatorias en concreto en que
intervino.
Esta Sala en su anterior intervención en estos actuados Bcuando confirmó la falta de mérito
dictada a Otondo en tal oportunidadB indicó que el a quo debía Averificar en cada caso concreto si faltaba el comprobante
y más allá de dicha carencia, si la tarea efectivamente se realizó@ (fs. 583). Sin embargo, nada de ello ha sido llevado a
cabo en autos y, por lo tanto, la imputación se encuentra huérfana de sustento fáctico.
Esta afectación al derecho de defensa indefectiblemente importa la necesidad de ampliar la
declaración indagatoria de Otondo por el "hecho 1"-la que deberá realizarse observando los requisitos precedentemente
señalados- y la nulidad de su auto de procesamiento en tanto aquélla representa un presupuesto de validez de éste
(artículos 166, 168, segundo párrafo, y 307 del Código Procesal Penal de la Nación y artículo 18 de la Constitución
Nacional).
III- En relación con el "hecho 2" consideramos que, tal como sostiene la defensa de Otondo
y Pisacco, el plexo probatorio reunido hasta el presente no permite fundar la medida a que alude el artículo 306 del
Código ritual, toda vez que aún restan medidas por efectuar que pueden arrojar luz a las circunstancias que rodearon la
contratación y posterior actuación de Pisacco.
En ocasión de confirmar la falta de mérito de Otondo con respecto a este hecho sostuvimos
la necesariedad de investigar si resultaba una práctica común en el IVIFA el cobro de los honorarios profesionales de
terceras personas. Si bien el Presidente del IVIFA, Brigadier Miguel Ángel Sisco, informó que la señalada no configura
una práctica habitual en el organismo (fs. 709), lo cierto es que su gestión fue posterior a la fecha de los hechos
investigados.
Más allá de la calificación legal que en definitiva corresponda Bsiendo que la escogida no
parece la correcta, dada la ausencia del despliegue de un ardid idóneo en la imputaciónB, lo cierto es que desde una óptica
penal es necesario contar con pruebas suficientes que permitan acreditar Bcon el grado de probabilidad propio de esta
etapaB la configuración de los elementos típicos del delito atribuido.
Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I- DECLARAR LA NULIDAD PARCIAL del procesamiento que obra a fs. 829/845
respecto de Nicolás Alejandro Otondo Abente exclusivamente en lo que hace al "hecho 1"; DEBIENDO el a quo
proceder de acuerdo a lo indicado en los considerando (arts. 298 y 308 del C.P.P.N; y 18 C.N).
II- REVOCAR la resolución del a quo que dispuso el procesamiento de Nicolás Alejandro
Otondo Abente y de Diego Maximiliano Pisacco respecto al Ahecho 2"; y DECRETAR LA FALTA DE MÉRITO de los
nombrados, debiendo el a quo continuar la investigación en el sentido indicado en los considerandos (art. 309 C.P.P.N).
Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y remítase a la anterior instancia a fin
de que se practiquen las notificaciones de rigor.
Sirva la presente de muy atenta nota de envío.@
COMPETENCIA: COMPETENCIA POR LA MATERIA. FALSIFICACION de SELLOS,
TIMBRES y MARCAS. (Art. 289 del C.P.).
No es competente la Justicia Federal para intervenir en las actuaciones llevadas adelante por
infracción al art. 289 (t.o. 24.721) del Código Penal máxime cuando en ella, no se ve involucrado ningún
funcionario federal ni se encuentre cuestionado el desempeño o buen servicio de los empleados nacionales ni
afectadas las arcas del estado.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler - Farah
27.3.2007
N.N. Infracción art. 289 inc. 3°° del C.P....@@
Causa 40.068
Reg. 219
J. 9 - S. 18.
Poder Judicial de la Nación
COMPETENCIA:
POR
LA
MATERIA.
DELITOS
CONTRA
LOS
MEDIOS
DE
COMUNICACION.
Sustracción de cables telefónicos.
Es doctrina de este Tribunal que en aquellos casos en que los damnificados se hallan impedidos de
establecer comunicaciones por medio de sus líneas telefónicas, se ve afectada de modo concreto la prestación
del servicio público del que son usuarios (AAGIACOMOTTI, Oscar@ del 27.5.92) así como la de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en cuanto a que si existió una efectiva interrupción del servicio público de
telecomunicaciones corresponde declarar la competencia de la Justicia Federal (Fallos327:2080).
Ese es el caso en que se denuncian diversos episodios de corte y sustracción de cables telefónicos
pertenecientes a la empresa ATelecom Argentina S.A.@ en distintos puntos de la Ciudad, en cada uno de los
cuales un determinado número de usurarios se vieron perjudicados por la interrupción del servicio.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
AIncd. de incompetencia en autos....@@
1.3.2007
Causa 24.892
Reg. 26.471
J. 3 - S. 6.
COMPETENCIA: POR EL LUGAR. CONSTITUCION NACIONAL. Juez natural. Asignación de
competencia a un Tribunal creado con posterioridad al hecho motivo del proceso.
Lleva dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que A...Otras son las razones que gravitan para
considerar válidas, desde el punto de vista constitucional, las nuevas leyes de competencia que impliquen
cambiar la radicación de causas luego de los hechos que le hayan dado origen@. ALa posibilidad de ejecutar
reformas debe ser siempre facultad de la legislatura, y se crearía una interminable confusión en los
procedimientos si cada caso debiera ser solamente sustanciado de acuerdo a las reglas procesales vigentes
cuando lo hechos ocurrieron y sólo por los tribunales existentes...@(Treatise oon Constitucional Limitations,
cap. 9 párrafo 272, citado en Fallos 234:482). Pero una vez ejercida dicha potestad toda transgresión que
implicare el juzgamiento de una causa por un juez distinto al previsto por esas leyes, constituye, sin duda, una
violación de la garantía mencionada...@ (Fallos 319:804).
Además ha dicho el mencionado Tribunal A....si esos jueces han dejado de serlo, o su jurisdicción ha
sido restringida por obra de la ley, entonces no puede afirmarse que sigan teniendo poder para juzgar las
causas de que se trate, por donde resulta evidente que cuando otros tribunales permanentes asumen el poder
jurisdiccional que a ellos correspondía no les quitan o sacan algo que siguiera estando dentro de sus
atribuciones...@ (Fallos 234:482).
Por ello, corresponde continuar la causa al titular del juzgado federal creado por ley con
Poder Judicial de la Nación
posterioridad al hecho que la generó, con la competencia por el lugar y la materia que ella le asignara.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
AVELIZ BUSTOS, Edgar s/incompetencia@@
1.3.2007
Causa 24.727
Reg. 26.478
J. 11 - 22.
COMPETENCIA: POR LA MATERIA. POR EL LUGAR. FALSIFICACION DE DOCUMENTO
PUBLICO. Certificados de desguace de vehículos automotores. DEFRAUDACION. Estafa. Maniobra para
beneficiarse con descuentos. (Plan canje).
La denuncia que diera cuenta de la utilización en forma fraudulenta de certificados de desguace y
destrucción de vehículos automotores, ya sea por resultar falsos algunos y otros por haber sido emitidos por el
Registro Nacional de la Propiedad Automotor como consecuencia de que se denunciara falsamente el extravío
de la certificación original, con el objeto de beneficiarse del régimen de descuento denominado A plan canje
automotor@ en la adquisición de vehículos de ese tipo, debe tramitar ante el juez federal donde fue utilizada
esa documentación.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Cattani - Luraschi
20.3.2007
Incd. de incompetencia en autos...@@
Causa 24.742
Reg. 26.548
J. 1o - S. 20.
NOTA: En el mismo sentido se expidió la Sala II en autos registrados bajos los números 21.549/50/51/52.
DEFRAUDACION: ADMINISTRACION FRAUDULENTA. CONCURSO DE DELITOS. Unica
administración con múltiples hechos punibles de administración infiel.
El ejercicio de una administración de carácter público implica la ejecución de diversos actos, muchos
de los cuales necesariamente deben ser válidos. Sostener lo contrario constituiría una afirmación
absolutamente alejada de la realidad.
En consecuencia, la necesaria existencia de determinados actos legítimos ejecutados durante una
misma administración no alcanza de ningún modo parea descartar la ilicitud de otros actos que merecen el
impulso de la correspondiente investigación penal.
Entonces, el hecho de que respecto de un hecho denunciado se haya declarado su atipicidad, no
parece acertado que el alcance de esta declaración se extienda a los demás.
Es que, si dentro de una administración considerada fraudulenta, no todos los actos realizados son
ilícitos, la presencia de un acto ilícito no implica sostener la ilicitud de todos.
Poder Judicial de la Nación
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
ASANTANDER, Carlos A. s/excepción de falta de acción@@
8.3.2007
Causa 39.986
Reg. 162
J. 10 -S. 20.
DENUNCIA: NULIDADES PROCESALES. NOTITIA CRIMINIS. Causa iniciada por datos aportados
por la persona unida en aparente matrimonio con el luego imputado (concubino). Causa iniciada de esa
manera por violencia familiar de la que se desprende otra imputación.
Es nulo, desde su inicio, lo actuado por el delito de falsificación de recetas médicas originados como
consecuencia de los dichos prestados por quien estaba unida en aparente matrimonio -concubina- contra el
imputado y en el marco de un caso de violencia familiar del cual son un desprendimiento.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
13.3.2007
APARODI, Enrique A. s/nulidad@@
Causa 39.896
Reg. 174
J. 4 - S. 7.
DETENCION DOMICILIARIA: MENORES. Detención domiciliaria de la madre de los menores.
CONSTITUCION NACIONAL. CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO.
Conforme lo establece el Preámbulo de la citada Convención, el niño para el pleno y armonioso desarrollo de su
personalidad debe crecer en el seno de la familia, así como que ésta es el grupo fundamental de la sociedad y medio
natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros y en particular de los niños.
Sin embargo, esto no constituye un principio absoluto. Así, la Declaración de los Derechos del Niño establece
que éste deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres siempre que sea posible -principio 6°°-. En el
mismo sentido el artículo 9 de la Convención a la que ya se hizo referencia prevé la posibilidad de que los niños puedan
ser separados de sus padres cuando las autoridades competentes lo determinen -inciso 1°-, y específicamente cuando la
separación sea resultado de la detención o el encarcelamiento de los progenitores, estableciendo, a la vez, que los Estados
deberán respetar el derecho del niño que este separado de uno o ambos padres a mantener con ellos relaciones personales
y contacto directo, salvo que ello fuere contrario al interés superior del menor -incisos 3° y 4°- (ver de la Sala IV de la
C.N.C.P., voto del Dr. Gustavo Hornos en causa n° 6667, caratulada AABREGÚ s/ rec. casación@, reg. n° 7749.4 del 298-06).
Pero la circunstancia apuntada no releva al Estado de la obligación de generar los mecanismos que
razonablemente resguarden el interés superior del niño, para lo cual nuestro ordenamiento interno establece múltiples y
conducentes instancias -artículos 17, reglamentado por el Anexo I del decreto 415/06, 32 y 41/2 de la ley 26.061, y
artículos 310, 367, 377, 381/2, 389/93, 413/4, 428, 457 y 491/4, entre otros, del Código Civil- .
Nótese además que al sancionarse la normativa vigente sobre ejecución de la pena privativa de libertad -ley
Poder Judicial de la Nación
24.660- no se pasó por alto situaciones como las que atraviesa la encartada, y aún así no se las incluyó dentro de los
supuestos en los que procedería la prisión domiciliaria. En ese sentido, resulta de interés recordar lo establecido en los
artículos 195 y 196, entre otros, de dicha norma: según el primero Ala interna podrá retener consigo a sus hijos menores
de cuatro años...@, mientras que según el restante Aal cumplirse la edad fijada en el artículo anterior, si el progenitor no
estuviere en condiciones de hacerse cargo del hijo, la administración penitenciaria dará intervención a la autoridad judicial
o administrativa que corresponda@.
C.C.C. Fed. Sala II
6.3.2007
Causa 24.872
Irurzun - Luraschi
AGUZMAN, Sandra M. s/arresto domiciliario@
Reg. 26.499
J. 4 - S. 7.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 6 de marzo de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Vuelve este legajo a estudio del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a
fs. 92 por el Dr. Juan Martín Hermida contra la resolución que obra agregada a fs. 90/1 a través de la cual el Sr. Juez a quo
no hizo lugar al arresto domiciliario de Sandra Miriam Guzmán solicitado a fs. 66/80, todas de este legajo (artículo 10 del
Código Penal de la Nación y 33 de la Ley 24.660, y decreto 1058/97 Aa contrario sensu@).
En su impugnación, el recurrente entendió que la modificación en la modalidad de
cumplimiento del encierro que viene soportando Guzmán por la del arresto domiciliario constituye la solución que mejor
se adecua al estricto cumplimiento de los derechos de los niños amparados por nuestra Carta Magna, desde que la prisión
preventiva dictada por el instructor implica la permanencia de su hijo de seis meses de edad en la unidad de detención
donde se encuentra alojada y el desmembramiento del núcleo familiar, constituido además por dos hijas menores -13 y 17
años-. Así, sostuvo que en el caso de autos corresponde realizar una aplicación analógica in bonam partem de los
supuestos que para el cumplimiento de la prisión preventiva disponen el artículo 314 del Código Procesal Penal de la
Nación, con remisión al artículo 10 del Código Penal de la Nación, y los artículos 11, 32 y 33 de la ley 24.660.
II- Adentrados los suscriptos al estudio de la cuestión planteada, adelantan que no habrá de
proceder la aplicación del instituto solicitado por la defensa.
En efecto, nótese en primer término que la normativa que cita prevé que Ael juez ordenará
la detención domiciliaria de las personas a las cuales pueda corresponder de acuerdo al Código Penal, cumplimiento de
la pena de prisión en el domicilio@ -artículo 314 del Código Procesal Penal-, que Acuando la prisión no excediera de seis
meses podrán ser detenidas en sus propias casas las mujeres honestas y las personas mayores de 60 años o
valetudinarias@ -artículo 10 del Código Penal- y que Ael condenado mayor de 70 años o el que padezca una enfermedad
incurable en período terminal podrá cumplir la pena impuesta en detención domiciliaria, por resolución del juez de
ejecución o juez competente, cuando mediare pedido de un familiar, persona o institución responsable que asuma su
cuidado previo informes médicos, psicológico y social que fundadamente lo justifique@ -artículo 33 de la ley 24.660-,
disposición esta última que resulta aplicable a los procesados de acuerdo a lo establecido en el artículo 11 de la
mencionada ley.
Como se puede observar, ninguno de los supuestos que se establecen para la procedencia de
la detención domiciliaria se encuentran presentes en el caso que nos ocupa.
III- Sin perjuicio de ello, y siendo que, según el recurrente, la detención que viene sufriendo
Sandra Guzmán conculca intereses superiores, como son los establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño,
corresponde que se hagan algunas salvedades al respecto.
Así, cabe señalar que no escapa a los suscriptos que conforme lo establece el
Preámbulo de la citada Convención, el niño para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad debe crecer en
el seno de la familia, así como que ésta es el grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento
y el bienestar de todos sus miembros y en particular de los niños.
Sin embargo, esto no constituye un principio absoluto. Así, la Declaración de los
Derechos del Niño establece que éste deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres siempre que
sea posible -principio 6°°-. En el mismo sentido el artículo 9 de la Convención a la que ya se hizo referencia prevé la
posibilidad de que los niños puedan ser separados de sus padres cuando las autoridades competentes lo determinen
-inciso 1°°-, y específicamente cuando la separación sea resultado de la detención o el encarcelamiento de los
progenitores, estableciendo, a la vez, que los Estados deberán respetar el derecho del niño que este separado de uno
o ambos padres a mantener con ellos relaciones personales y contacto directo, salvo que ello fuere contrario al
interés superior del menor -incisos 3°° y 4°°- (ver de la Sala IV de la C.N.C.P., voto del Dr. Gustavo Hornos en causa
n°° 6667, caratulada AAbregú s/ rec. casación@@, reg. n°° 7749.4 del 29-8-06).
Pero la circunstancia apuntada no releva al Estado de la obligación de generar los
mecanismos que razonablemente resguarden el interés superior del niño, para lo cual nuestro ordenamiento
interno establece múltiples y conducentes instancias -artículos 17, reglamentado por el Anexo I del decreto 415/06,
Poder Judicial de la Nación
32 y 41/2 de la ley 26.061, y artículos 310, 367, 377, 381/2, 389/93, 413/4, 428, 457 y 491/4, entre otros, del Código
Civil- .
Nótese además que al sancionarse la normativa vigente sobre ejecución de la pena
privativa de libertad -ley 24.660- no se pasó por alto situaciones como las que atraviesa la encartada, y aún así no se
las incluyó dentro de los supuestos en los que procedería la prisión domiciliaria. En ese sentido, resulta de interés
recordar lo establecido en los artículos 195 y 196, entre otros, de dicha norma: según el primero Ala interna podrá
retener consigo a sus hijos menores de cuatro años...@@, mientras que según el restante Aal cumplirse la edad fijada
en el artículo anterior, si el progenitor no estuviere en condiciones de hacerse cargo del hijo, la administración
penitenciaria dará intervención a la autoridad judicial o administrativa que corresponda@@.
Y si bien actualmente en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, existen varios
proyectos de reforma al artículo 33 de la ley de ejecución de la pena privativa de la libertad, en los que se propone agregar
a los supuestos previstos por la norma para la procedencia de la detención domiciliaria el de la madre de un niño menor de
cinco años (exptes.4820-D-2006, 269-D-2006 y 639 -O.V.-2006; Trámite Parlamentario 117), ello no ha sido sancionado
por el legislador.
IV- Recapitulando, cabe señalar que no resulta irrazonable ni contrario a previsiones de
jerarquía constitucional alguna que la situación de Sandra Guzmán no se encuentre contemplada en la actualidad como
uno de los supuestos en los que podría corresponder la detención domiciliaria, desde que éstos últimos tienen por sustento
particulares situaciones vinculadas en forma directa con la persona del imputado privado de libertad y, en principio, no
están dirigidas a tutelar otras circunstancias que puedan ser derivación indirecta del estado de detención (ver de la Sala I
de la Cámara Nacional de Casación Penal causa n° 7630, caratulada AHernández, Silvia s/ queja@, reg. n° 9454 del 20-92006 y de la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico causa n° 55.392, caratulada
AHernández, Silvia s/ prisión domiciliaria@, reg. n° 543, del 17-7-2006).
En consecuencia, y tal como se adelantara, habrá de homologarse el resolutorio en crisis,
pero no sin antes encomendar al Sr. Juez de grado que adopte la totalidad de las medidas necesarias para resguardar la
integridad física y psíquica de los hijos de Sandra Guzmán mientras dure su detención, otorgándole intervención para ello,
de corresponder, a los organismos y a las autoridades competentes. Ello sin perjuicio de que, de darse el caso, corresponda
evaluar la aplicación de algunas de las distintas modalidades de cumplimiento de la prisión preventiva que prevén el
artículo 313 del código de forma y el artículo 166 de la ley 24.660 -en cuanto a esto último ver de esta Sala causa n°
23.278, caratulada ABarbosa s/detención domiciliaria@, reg. 24.529 del 24-11-2005 y su cita-.
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR el resolutorio agregado a fs. 90/1 de este legajo, DEBIENDO el Sr. Juez de
grado proceder del modo indicado en el último párrafo del considerando IV.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General mediante oficio de estilo, y devuélvase al
Juzgado de origen sin más trámite.@
EXTRADICION: EXCEPCIONES PREVIAS. Oportunidad y etapa procesal para su planteamiento.
(Art. 30 de la Ley 24.767).
Tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, A....el art. 30 de la Ley 24.767 es
suficientemente claro en cuanto consagra que finalizado el trámite administrativo y recibido el pedido de
extradición en sede judicial, el juez dispondrá la citación a juicio salvo que el requerido diera su
consentimiento para ser extraditado (art. 28). O si se comprobara que la persona detenida no es la requerida
(art.29)....@, y que A...sólo superada la etapa del juicio (art.30 segundo y tercer párrafo) el ordenamiento
legal habilita a la autoridad judicial a pronunciarse acerca de la procedencia o improcedencia del pedido de
extradición (art. 32)@. (Fallos 327:306, AGARCIA, Daniel@@ del 27.12.2006, y C.C.C. Fed. Sala I
AFINKELSTEIN@@ del 5.5.2006 y AGOBIERNO DE LA REP. FED. DE ALEMANIA@@ del 16.5.2006, y de
la Sala II AMICHAEL MICHALASHVILI@@ del 15.4.2004.
Por ello y en tanto no se han producido ninguna de las causales que evitaran la sustanciación del
respectivo juicio, debe posponerse a la etapa de juicio el planteo de la defensa basado en que el requerimiento
de extradición lo es respecto de un hecho juzgado en el país.
Poder Judicial de la Nación
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
ADURAN SAENZ, Pedro s/excep. De falta de acción...@@
1.3.2007
Causa 40.088
Reg. 136
J. 9 - S. 17.
FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO: TENENCIA DE DOCUMENTO
NACIONAL DE IDENTIDAD AJENO. USO. art. 33 inc. Ad@@ de la Ley 20.974. Uso de partida de
nacimiento ajena. Atipicidad.
El uso de una partida de nacimiento ajena es un hecho que no constituye el delito previsto en el art.
33 inc. Ad@@ de la Ley 20.974, que solo incrimina el uso ilegítimo de documentos nacionales de identidad.
Estos últimos son los que extiende el Registro Nacional de las Personas de acuerdo a lo que establece la
propia ley en el art. 2°°, inc. Ac@@ (Ver C.C.C. Fed. Sala I AFRETES@ del 10.7.2003) y no puede extenderse a
cualquiera que, de ser falso, estaría comprendido en el art. 292, 2do. y 3er párrafos del Código Penal
porque se haría así una interpretación analógica de la ley penal, violatoria del principio de legalidad que
consagra el art. 18 de la Constitución Nacional.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
AMONTOYA LLANTOP, Javier E. s/procesamiento@@
6.3.2007
Causa 24.638
Reg. 26.494
J. 12 - S. 23.
NOTA: Se citó además Fallos 184:126.
FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO: FALSEDAD IDEOLOGICA. Opiniones
vertidas en un dictamen.
En relación con los elementos que conforman el tipo previsto en el artículo 293 del código
sustantivo y especificamente en punto al destino del documento, debe tenerse en presente que A...La ley no
pretende punir como falsedad ideológica la mentira sobre cualquier factor de composición del documento, aún
cuando fuesen formalmente requeridos, sino la mentira sobre circunstancias que son sustancialmente
imprescindibles para su destino como específica figura jurídica, es decir sobre el destino que se informa en el
sentido jurídico del documento. Sólo sobre aquello que el documento prueba con efectos juridicamente
propios del documento público puede considerarse la falsedad ideológica punible según el art. 293 (cnf.
Carlos Creus AFalsificación de documento en general@, pag. 139, Ed. Astrea, Bs. As., 1993).
Por ello es que un dictamen al que se lo tilda de haber contenido una opinión basada en
Poder Judicial de la Nación
informaciones que no se encuentran rendidas en el expediente administrativo correspondiente, no es el
documento a que refiere la norma penal en cuestión, mas allá de la influencia que pudo tener en la decisión a
que diera lugar.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun -Luraschi
21.3.2007
ARAMIRES, Raúl s/sobresemiento@
Causa 24.419
Reg. 26.560
J. 12 - S. 24.
NULIDADES PROCESALES: NULIDAD DE SENTENCIA. Déficit en la fundamentación de los
extremos probatorios de la existencia de delito y su atribuibilidad. FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTO
PUBLICO. USO DE DOCUMENTO PUBLICO FALSIFICADO. AUTO DE PROCESAMIENTO.
Elementos subjetivos del tipo penal por el que se procesa.
La motivación, como exigencia para la validez de los pronunciamientos judiciales, (art. 123 del
C.P.P.N.) supone la exteriorización del porque de las conclusiones de hecho y de derecho que el tribunal
afirma para arribar a la solución del caso: se reconoce que una sentencia está fundada, al menos en lo que hace
a la reconstrucción histórica de los hechos, cuando menciona los elementos de prueba a través de los cuales
arriba racionalmente a una determinada conclusión fáctica, esos elementos han sido válidamente
incorporados al proceso y son aptos para ser valorados (legitimidad de la valoración), y exterioriza la
variación probatoria...siguiendo las leyes del pensamiento humano...de la experiencia y de la psicología
común. (Maier, Julio B. J. ADerecho Procesal Penal) I- Fundamentos- Ed. Del Puerto, Bs. As., 2004 p. 482).
Así, es nula la decisión acerca de la utilización de un formulario de transferencia de automotor (08),
con la firma del titular falsificada - fallecido- certificada por escribano público, con la única referencia a estas
circunstancias
como fundamento de un auto de procesamiento , en tanto ello no alcanza para que
mínimamente pueda considerarse probado el aspecto subjetivo del tipo penal involucrado, máxime cuando la
prueba pericial caligráfica rendida en los autos concluye en la ajenidad de los procesados en la falsificación de
ese documento.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
20.3.2007
ANAVAZIO, Mario y otros s/procesamiento...@@
Causa 39.729
Reg. 197
J. 8 - 15.
REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: QUERELLANTE. Solicitud de
desestimación de la denuncia efectuada por el Fiscal. NULIDADES PROCESALES. NULIDAD DE
SENTENCIA.
Poder Judicial de la Nación
AComo ya tuve oportunidad de manifestar en anteriores decisiones, el poder de jurisdicción en orden
a los delitos de acción pública nace sólo a partir del ejercicio de la acción por parte de los representantes del
Ministerio Público (dejándose a salvo los delitos dependientes de instancia privada). Por ello, en autos, la
inexistencia del requerimiento de instrucción fiscal importa ausencia de jurisdicción...@. (del voto del Dr.
Cavallo).
A...Ya tuve oportunidad de señalar que el derecho de la víctima a una tutela judicial efectiva al que
aluden los tratados internacionales en la materia requiere para su efectiva materialización el reconocimiento
de la posibilidad de dar curso a una investigación judicial, aún en forma autónoma, sin perjuicio del control de
razonabilidad y pertinencia a la que pueda estar sujeta dicha petición (Conf...@ THOMAS HATTI@@ del
1.9.2005.
Entonces....@la resolución en crisis resulta prematura, toda vez que, mínimamente debieran
extremarse las medidas probatorias que permitan determinar si de la maniobras denunciadas puede derivar la
comisión de un hecho delictivo, ya sea a la luz de alguno de los supuestos típicos previstos en el art. 117 bis.
del Código Procesal Penal de la Nación, o bien cualquier otra calificación que surja con el avance de la
investigación, todo ello, sin perjuicio de la posibilidad que tiene el querellante de intentar que su conflicto sea
reparado por otra vía.(del voto del Dr. Freiler).
Es nula la resolución del juez de primera instancia que basa la desestimación de la denuncia recurrida
por el posteriormente constituido como parte
querellante por análogos fundamentos vertidos en autos
ABANESTO S.A.@ del 14.10.2005. (del voto por la mayoría del Dr. Irurzun).
ANo es válido desestimar la denuncia con el exclusivo argumento de que no se ha producido el
requerimiento fiscal de instrucción, cuando la actuación del pretenso querellante particular descarta que el
juez esté actuando de oficio ante la falta de impulso de la acción penal. esta situación, en efecto, exige que el
magistrado se expida sobre la relevancia penal de los hechos denunciados, de manera que para ello
inexorablemente debe declararse la nulidad del auto desestimatorio de la denuncia.@ (C.C.C. Fed. Sala II
AAEROLINEAS ARGENTINAS@ del 19.4.2006. (del voto del Dr. Luraschi por la mayoría y con expresa
adhesión al voto del Dr. Irurzun).
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo (en minoría p/sus fundamentos) - Freiler (en minoría
p/sus fundamentos) - Irurzun (por la mayoría s/sus
fundamentos) - Luraschi (por la mayoría s/sus fundamentos).
2.3.2007
Causa 39.761
ABANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA...@
Reg. 142
J. 2 S. 3.
REQUERIMIENTO FISCAL DE ELEVACION A JUICIO: NULIDADES PROCESALES.
Principio de congruencia. ASOCIACION ILICITA. Calificación en el dictamen como organizador.
Introducción de una agravante del mismo delito. DECLARACION INDAGATORIA.
Poder Judicial de la Nación
Las invocadas apreciaciones de que: Ano cualquier aporte indispensable para la asociación es
sinónimo de ser organizador@, Ano cualquiera que inicia gestiones para constituir una sociedad es
organizador@ y Ano cualquier fundador es organizador@, no tienen incidencia alguna en los hechos
extensamente descriptos en la indagatoria -de un modo claro y preciso-, que no puede dar lugar a equívocos, y
que se calificaron provisoriamente como constitutivos de los delitos de asociación ilícita y defraudación a la
administración pública -artículo 174 inc.5°° y 210 del C.P.-, sin que en ese acto se especificara el grado de
participación ni la forma en que concurrían.
Por el contrario, habiendo tomado conocimiento la defensa de los términos por los cuáles ha sido acusado su
pupilo, cuenta con la posibilidad de efectuar una adecuada defensa al contestar la acusación, e incluso puede ofrecer
aquellas pruebas que considere pertinentes para esclarecer la participación que le cupo, de conformidad con lo previsto en
el artículo 355 del Código Procesal Penal de la Nación; resultando la etapa -ampliamente contradictoria- de juicio la
apropiada para definir la calificación jurídica habrá de asignársele a los hechos.
A lo dicho se le debe sumar que la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido: A...que el
encuadramiento legal que se pone de manifiesto al incoarse una acción penal, o al requerirse por parte del
fiscal la prosecución de la instrucción; como la sospecha que evidencia el juez acerca de la participación de
una persona en ese hecho penalmente relevante al recibirle declaración indagatoria según la imputación
asumida, y la calificación legal que se hace al dictarse su procesamiento, son actos meramente provisionales
y que no causan estado. Incluso los encuadramientos legales allí atribuídos son susceptibles de sufrir
modificaciones...@ (ver de la Sala II, causa 1230 AIMEXAR@, reg. n°1640, rta. el 9/10/1997).
También se dijo que: A...Si bien es cierto que el principio de congruencia debe verificarse a partir de
la correlación existente entre los términos en que quedó sustanciada la acusación y el contenido de la
sentencia, esta correlación no obedece a meras razones de simetría judicial, sino que debe haber identidad
esencial respecto de la plataforma fáctica que se verificó en la imputación inicial, el requerimiento de
elevación y la sentencia condenatoria, sin que sea indispensable que la calificación jurídica definitivamente
asignada deba ser la misma que la provisoriamente dada en el procesamiento y en el requerimiento fiscal...@
(ver causa n° 4395-Sala II-A HERRERA, Félix Benicio s/recurso de casación@ registro 5798 del 26/6/2003).
Por su parte, afirmó la Sala III que: A...la regla que determina que debe existir correlación entre la
acusación y la sentencia, fija cual será el ámbito de la decisión de los jueces que se corresponde con el hecho
descripto en el primero de los actos procesales señalados. En este sentido...el hecho fijado en la sentencia
deberá ser idéntico en sus aspectos esenciales al descripto en la acusación, pero podrán ser completados con
detalles y circunstancias obtenidas durante el debate...@ (Cafferata Nores, José I.; Tarditti, Aída: Código
Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, tomo II, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2003, p. 264)... Alo que
interesa, entonces, es el acontecimiento histórico imputado, como situación de vida ya sucedida (...) que se
pone a cargo de alguien como protagonista...@ (Maier, Julio B. J.: Derecho procesal penal, I. Fundamentos,
segunda edición, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, p. 569).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que el cambio de calificación no configura
agravio constitucional alguno siempre que la condena verse sobre los mismos hechos que fueran objeto de
debate en la causa (Fallos 316:1793).( ver Causa nro. 5488 AMOREYRA, Rubén Omar s/ recurso de
casación@, reg.n°° 504/2005 , rta. el 16/6/2005)
Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, ha dicho que: A... normalmente durante las
Poder Judicial de la Nación
etapas preliminares del proceso no tiene lugar una acabada descripción del hecho imputado, lo que lleva muchas veces a
que su significación jurídico-penal tampoco sea precisa, y que junto con una determinada calificación jurídica, subsistan
varias otras de distinto modo (conjuntamente, subsidiariamente, etc). Frente a esta indeterminación puede también
encontrarse el Tribunal de juicio. La estructura de nuestro proceso penal y concretamente la regulación de la etapa
denominada Acrítica instructoria@ (art.346/353 del C.P.P.N.), posibilitan, por ejemplo, que la calificación jurídica, e
incluso la plataforma fáctica, contenida en los requerimientos de elevación a juicio y en el auto de elevación a juicio
respecto de un mismo hecho sean disímiles...en estos supuestos...debe tenerse en consideración la imputación más
gravosa de las posibles con relación al hecho objeto de juicio...@ (ver causa n°1856 ACLEBAÑER@, reg. n°3133.4, rta. el
19/2/2001).
En consecuencia, no habrá de prosperar la petición de nulidad del requerimiento de elevación a juicio del
Ministerio Público que planteo la defensa del imputado.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
22.3.2007
AIncd. de nulidad de VAZQUEZ, José...@@
Causa 24.803
Reg. 26.566
J. 2 - S. 3.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires,
22 de marzo de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto a fojas 17/23 por el doctor Marcos G. Salt, contra la resolución que luce a fojas15/6 en
cuanto rechaza el planteo de nulidad del requerimiento de elevación a juicio formulado por el Fiscal.
La defensa invoca que la calificación más gravosa y sorpresiva de organizador de una
asociación ilícita por la cual fue acusado Eduardo José Vázquez, viola el principio de congruencia y el derecho de defensa
en juicio, ya que el nombrado fue procesado como integrante de ese tipo de asociación.
Ahora bien, aunque a través del memorial que luce a fs.42/56, el doctor Salt pretende
demostrar que la modificación en el grado de participación en el delito -previsto por el artículo 210 del Código Penal-,
implica en este caso en particular un cambio en la base fáctica de los hechos que se le atribuyen a su pupilo, de los
ejemplos que utiliza para sostener su tesis se desprende lo contrario.
En efecto, las invocadas apreciaciones de que: Ano cualquier aporte indispensable para
la asociación es sinónimo de ser organizador@, Ano cualquiera que inicia gestiones para constituir una sociedad es
organizador@ y Ano cualquier fundador es organizador@, no tienen incidencia alguna en los hechos extensamente
descriptos en la indagatoria -de un modo claro y preciso-, que no puede dar lugar a equívocos, y que se calificaron
provisoriamente como constitutivos de los delitos de asociación ilícita y defraudación a la administración pública artículo 174 inc.5°° y 210 del C.P.-, sin que en ese acto se especificara el grado de participación ni la forma en que
concurrían.
Por el contrario, habiendo tomado conocimiento el doctor Salt de los términos por los cuáles
ha sido acusado su pupilo, cuenta con la posibilidad de efectuar una adecuada defensa al contestar la acusación, e incluso
puede ofrecer aquellas pruebas que considere pertinentes para esclarecer la participación que le cupo, de conformidad con
lo previsto en el artículo 355 del Código Procesal Penal de la Nación; resultando la etapa -ampliamente contradictoria- de
juicio la apropiada para definir la calificación jurídica habrá de asignársele a los hechos.
A lo dicho se le debe sumar que la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal ha
sostenido: A...que el encuadramiento legal que se pone de manifiesto al incoarse una acción penal, o al requerirse por
parte del fiscal la prosecución de la instrucción; como la sospecha que evidencia el juez acerca de la participación de
una persona en ese hecho penalmente relevante al recibirle declaración indagatoria según la imputación asumida, y la
calificación legal que se hace al dictarse su procesamiento, son actos meramente provisionales y que no causan estado.
Incluso los encuadramientos legales allí atribuídos son susceptibles de sufrir modificaciones...@ (ver de la Sala II, causa
1230 AImexar@, reg. n°1640, rta. el 9/10/1997).
También se dijo que: A...Si bien es cierto que el principio de congruencia debe verificarse a
partir de la correlación existente entre los términos en que quedó sustanciada la acusación y el contenido de la sentencia,
esta correlación no obedece a meras razones de simetría judicial, sino que debe haber identidad esencial respecto de la
plataforma fáctica que se verificó en la imputación inicial, el requerimiento de elevación y la sentencia condenatoria, sin
que sea indispensable que la calificación jurídica definitivamente asignada deba ser la misma que la provisoriamente
dada en el procesamiento y en el requerimiento fiscal...@ (ver causa n° 4395-Sala II-A Herrera, Félix Benicio s/recurso de
casación@ registro 5798 del 26/6/2003).
Por su parte, afirmó la Sala III que: A...la regla que determina que debe existir correlación
entre la acusación y la sentencia, fija cual será el ámbito de la decisión de los jueces que se corresponde con el hecho
descripto en el primero de los actos procesales señalados. En este sentido...el hecho fijado en la sentencia deberá ser
Poder Judicial de la Nación
idéntico en sus aspectos esenciales al descripto en la acusación, pero podrán ser completados con detalles y
circunstancias obtenidas durante el debate...@ (Cafferata Nores, José I.; Tarditti, Aída: Código Procesal Penal de la
Provincia de Córdoba, tomo II, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2003, p. 264)... Alo que interesa, entonces, es el
acontecimiento histórico imputado, como situación de vida ya sucedida (...) que se pone a cargo de alguien como
protagonista...@ (Maier, Julio B. J.: Derecho procesal penal, I. Fundamentos, segunda edición, Editores del Puerto,
Buenos Aires, 1999, p. 569).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que el cambio de calificación no
configura agravio constitucional alguno siempre que la condena verse sobre los mismos hechos que fueran objeto de
debate en la causa (Fallos 316:1793).( ver Causa nro. 5488 AMoreyra, Rubén Omar s/ recurso de casación@, reg.n°°
504/2005 , rta. el 16/6/2005)
Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, ha dicho que: A...
normalmente durante las etapas preliminares del proceso no tiene lugar una acabada descripción del hecho imputado, lo
que lleva muchas veces a que su significación jurídico-penal tampoco sea precisa, y que junto con una determinada
calificación jurídica, subsistan varias otras de distinto modo (conjuntamente, subsidiariamente, etc). Frente a esta
indeterminación puede también encontrarse el Tribunal de juicio. La estructura de nuestro proceso penal y
concretamente la regulación de la etapa denominada Acrítica instructoria@ (art.346/353 del C.P.P.N.), posibilitan, por
ejemplo, que la calificación jurídica, e incluso la plataforma fáctica, contenida en los requerimientos de elevación a
juicio y en el auto de elevación a juicio respecto de un mismo hecho sean disímiles...en estos supuestos...debe tenerse en
consideración la imputación más gravosa de las posibles con relación al hecho objeto de juicio...@ (ver causa n°1856
AClebañer@, reg. n°3133.4, rta. el 19/2/2001).
En consecuencia, no habrá de prosperar la petición de nulidad del requerimiento de
elevación a juicio del Ministerio Público que planteo la defensa del imputado.
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución que luce a fs.15/6 en todo cuanto decide y fuera materia de
apelación.
Regístrese, notifíquese al Fiscal General y remítase al Juzgado de origen a fin de que se
efectúen en dicha sede las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@
MENORRES: ALTERACION DE IDENTIDAD. SUSTRACCION DE MENORES. Tipo objetivo.
Alteración de la identidad de un menor sin que se lo retenga u oculte.
No es necesario que se retenga u oculte al menor para tener por configurado el tipo objetivo del
delito de alteración de su identidad, siendo que este tipo penal puede ser consumado Apor un acto cualquiera@
(art. 139, segundo párrafo del Código Penal según ley 24.410).
C.C.C. Fed. Sala II
2.3.2007
Causa 24.739
Irurzun - Luraschi
AS. G.; A. s/proc. art 139....@
Reg. 26.481
J. 8 - S. 15.
NOTA: Ver transcripción completa de la sentencia anotada.
ABuenos Aires, 2 de marzo de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I. Llega la presente incidencia a conocimiento y decisión de esta Sala, a raíz del recurso de
apelación interpuesto a fojas 6/8, por la Dra. Roxana Beatriz Genovés, abogada defensora de AA.; S. G.@, contra la
resolución que en fotocopias obra glosada a fojas 1/4, por cuanto en ella se decidió procesar a la nombrada en orden a los
delitos de alteración de identidad de un menor de 10 años en concurso ideal con falsedad ideológica de documento
destinado a acreditar la identidad de las personas y en concurso real con reducción a servidumbre, a título de autora
(artículos 45, 54, 55, 139, inciso segundo, 140 y 293, segundo párrafo, del Código Penal).
II. Los motivos de apelación esgrimidos en el escrito de referencia, se centran en: a) que A S.
G.@ no retuvo ni ocultó al menor AJ.J.@; b) que no tenía intención de alterar la identidad de éste o, en todo caso, que su
obrar estuvo viciado por un error que recae sobre la prohibición de su conducta; c) que de acuerdo a las constancias de
autos no es posible vislumbrar peligro de perjuicio alguno a raíz de la falsedad ideológica en cuestión, ya que la
documentación no llegó a ser usada; d) que su asistida carecía de conciencia y voluntad de crear el estado de peligro
Poder Judicial de la Nación
inherente a la falsedad instrumental o, en su defecto, incurrió en un error de prohibición; e) que la alteración de la
identidad del menor y la falsedad ideológica no constituyen conductas antijurídicas por existir un estado de necesidad
justificante en tanto se hallaban en juego la vida y la salud de AE. H.; S.@ y de su hijo durante el parto y después de él
respecto de este último; y f) que no existe en estos actuados prueba alguna que demuestre que AS.@ no Aestaba bajo por su
propia voluntad@ en la casa de su defendida antes de marzo de 2006.
Al tiempo de brindar los fundamentos en los términos del artículo 454 del libro adjetivo, la
defensa incorporó dos nuevos agravios que rondaron: g) la falta de perjuicio por la comisión del delito normado en el
artículo 139, inciso segundo, del Código Penal, citando como sustento jurisprudencia de esta Sala del 16 de febrero de
1993, con relación al elemento subjetivo Apropósito de causar perjuicio@ y h) la imposibilidad típica de incluir entre los
instrumentos conminados con pena más grave enunciados en el segundo párrafo del artículo 293 del Código Penal, a los
mencionados en el segundo párrafo del artículo 292 del mismo cuerpo legal, entre los que se encuentra el D.N.I..
III.
A. Sentado lo expuesto, cabe decir que el testimonio brindado por la denunciante AE. H.; S.@
donde le imputó a AA.; S. G.@ haberla reducido a servidumbre, antes de abril de 2006, contrariamente a lo alegado por la
defensa, encuentra apoyo en:
1. Las lesiones habidas en el cuerpo de AE. H.; S.@, vistas por Rosalía Martínez Bejarano,
conforme se desprende de su declaración testimonial glosada a fojas 40/41 del principal, y que justificaron que fuera
alojada, junto a su bebé, en la casa de un vecino llamado Rufino Valdivia Apara así evitar que regresara a la casa de la
Sra. Albina, ya que allí corría peligro@; y las halladas en el infante -brazo y cordón umbilical inflamado-, constatadas en
el Hospital Rivadavia, según los testimonios de AH. S.@ y de la nombrada Martínez Bejarano, prestados a fojas 35/36 y
recién citadas, ambas del principal;
2. El conocimiento de otros vecinos de los malos tratos a los que era sometida AE. H.; S.@
por parte de AA.; S. G.@, también de acuerdo a lo manifestado testimonialmente por Rosalía Martínez Bejarano (fs. cits.);
3. Lo que según relatan testigos expresó AA.; S. G.@ al ir a buscar a la casa de Rufino
Valdivia a AH. S.@, a quien A...de mala manera...increpó......qué hacía en esa casa, quién la había sacado de la suya...y le
exigió que regresara...@; más la negativa de la imputada de contar con las A...las pulseritas identificatorias entregadas en
el hospital y los documentos de AJ.J.@...@, a lo que agregó que este último A...había nacido en su domicilio...@ (ver
testimonio de Rosalía Martínez Bejarano referido precedentemente).
4. Lo volcado en el informe efectuado por profesionales del Hospital Rivadavia sobre la
comunicación que la Sra. Romero -hija de AA.; S. G.@- habría mantenido con familiares de AH.@AS.@, en la cual les habría
dicho que ésta había fallecido y sobre la amenaza que aquella le habría hecho a todas las personas que la ayudaron (ver
fojas 13 y 33/34 del principal).
B. Dicho contexto y las limitaciones de AH. S.@ para valerse por sus propios medios en la
República Argentina -ya que habría ingresado a este país en agosto de 2005, en forma clandestina y con la ayuda de AA.;
S. G.@, por carecer de documentación de identidad, proveniente de Bolivia y, además, la circunstancia de hablar sólo el
idioma Aquechua@- también hacen plausible su versión de los hechos en cuanto a que el 17 de febrero de 2006 fue
Apresionada@ por A S. G.@ a utilizar el documento de identidad de esta última para concurrir a un control de embarazo en el
Hospital Rivadavia, en tanto le manifestara que no la atenderían como indocumentada (ver informe de la licenciada María
Luisa Remonte obrante a fojas 33/34 del principal), para, a partir de ello y producido el parto de su hijo fuera inscripto
como AJ.J. S.@.
Respecto de esta segunda imputación, la recurrente no cuestiona la materialidad del suceso,
es decir, la alteración de la identidad del menor de 10 años, mediante su conducta tendiente a hacer insertar en
instrumentos públicos destinados a acreditar el estado civil e identidad -partida de nacimiento y documento nacional de
identidad- la falsa creencia de que éste, inscripto bajo aquel nombre, era su hijo y no de AE. H.; S.@. Sino que sus
argumentos ponen en tela de juicio que tal conducta pudiere hallar encuadre legal en los delitos previstos en los artículos
139, inciso segundo, y 293, segundo párrafo, ambos del Código Penal.
Se adelanta que tal posición de la defensa habrá de ser rechazada.
Ello así pues, no es necesario que se retenga u oculte al menor para tener por configurado el
tipo objetivo del delito de alteración de identidad, siendo que este tipo penal puede ser consumado Apor un acto
cualquiera@ (artículo 139, segundo párrafo, del Código Penal según ley 24.410, sancionada el 30 de noviembre de 1994).
Y aquí debe tenerse presente que la imputada se habría valido de la ardidosa presentación en
el Hospital Rivadavia, a través de su hija Irma Romero AS.@, de su documento de identidad -o de una fotocopia de él- para
que AE. H.; S.@ el 17 de febrero de 2006 -cuando se hizo un control del embarazo-fuera identificada con su nombre;
asegurándose de ese modo, que el día del nacimiento del bebé, la parturienta nuevamente fuera tenida por A S. G.@ -el 26
de febrero siguiente- y, por tanto, se procediese a registrar al menor con el apellido AS.@, siendo ella quien llevó adelante
los trámites de la inscripción.
Ciertamente que tal maniobra pudo alcanzar un resultado exitoso, a partir de las
circunstancias que rodearon la estadía de AH. S.@ en la República Argentina ya referidas más arriba, esto es, su ilegal
ingreso a este país debido a la falta de documentación expedida por las autoridades bolivianas que acreditasen su
verdadera identidad, la dependencia de la nombrada para alcanzar su subsistencia y la de su futuro hijo y la dificultad que
tenía para comunicarse con terceros, dado que sólo hablaba el idioma quechua; siendo que, todo ello, unido a la necesidad
de atención médica para alcanzar el alumbramiento, generó la posibilidad de que A S. G.@ cuente con medios idóneos para
coaccionarla con el fin de que utilizase su documento de identidad y que más tarde se produjese el desenlace
precedentemente reseñado.
C. Por otra parte, cabe recordar que la misma imputada reconoce haber entregado su
documento de identidad para que el menor fuera inscripto con su apellido en el acta de nacimiento y consecuentemente en
el documento nacional de identidad N° 47.065.858, donde se lo identifica como AJ.J.@ AS.@; por lo que mal puede decirse
Poder Judicial de la Nación
que careció del dolo requerido tanto para la comisión del delito de alteración de identidad de un menor de 10 años, como
del delito de falsedad ideológica.
D. Los alegados estados de necesidad justificante y error de prohibición, tampoco se
condicen con las restantes circunstancias que rodearon los hechos en estudio.
Es que, más allá de las conclusiones a las que pudieren arribarse en una etapa del proceso
que permita un debate más amplio de este asunto, de momento debe señalarse que la inicial actitud de AA.; S. G.@ en estos
sucesos, consistente en entregar su documento nacional de identidad -o una fotocopia de él-, a su hija, Yrma o Irma
Romero AS.@, para que con dicha constancia sea ésta quien acompañase a AE. H.; S.@ el 17 de febrero de 2006 al Hospital
Rivadavia, con el fin de que se valiera de ella, como su interlocutora al tiempo en que se realizara un control de su
embarazo, sumada a: 1) la posterior negativa de Romero a volver a exhibir dicha identificación al personal médico que así
lo requirió, 2) al hecho de haber sido la aquí imputada quien personalmente -y sin ir junto a la verdadera madre- retiró la
partida de nacimiento y el documento nacional de identidad del menor AJ.J.@ y 3) a que, pese a ello, no le entregara dicha
documentación a esta última, pese a haberle sido requerido; son elementos de cargo que enervan, en este estadio del
proceso, tanto su alegada causal de justificación como la de exculpación sobre este particular (ver fojas 33, 35/36, 48,
51/52, 79, 86/89 y 237/238 del principal).
Tras lo dicho, cabe aclarar que no es creíble lo narrado por A S. G.@ en torno a que sólo
acompañó a AH. S.@ a retirar los documentos de AJ.J.@ a la Delegación del Registro Civil habida en el Hospital Rivadavia,
puesto que fue ella misma la que suscribió las constancias de retiro como la verdadera madre de aquel.
Además, y amén de no haberse acreditado que se niega la atención médica hospitalaria a
indocumentados, el pretendido estado de necesidad que habría motivado la conducta de A S. G.@, de proveerle su
documento de identificación, objetivamente no se encuentra constituido.
Ello así pues, aún en su hipótesis, la conservación de la vida y la salud de la nombrada y de
su hijo AJ.J.@ no requería que se continuase manteniendo tal falsedad, al punto de seguir adelante con la inscripción del
nacimiento como hijo de la imputada. Tal es así, que el Hospital Rivadavia aceptó la internación de AH. S.@ y su hijo aún
sin contar con documentos de identidad en su poder desde 6 de abril al mes de diciembre de 2006 (ver fojas 33/34,
149/155, 182, 189, 225/227 y 273vta. del principal).
E. En punto a la Aposibilidad real@ de perjuicio como exigencia típica en las falsedades
documentales de instrumentos públicos, tiene dicho esta Sala que: A...la confección de un documento público constituye un
hecho ilícito autónomo que debe ser perseguido penalmente de manera independiente del que con posterioridad se
cometiera con el mismo, en razón de que el momento consumativo de la falsedad de documentos públicos coincide con su
creación e impide que la comisión de un ulterior delito, en este caso la estafa, pueda interpretarse como constitutivo de
un mismo hecho, cuando en realidad se han vulnerado dos bienes jurídicos distintos...@. A mayor abundamiento, también
ha sostenido el tribunal que: A...la falsificación de documento público no requiere de su uso para dar por consumado el
ilícito...@ (Ver causa N° 23.110, ASegovia, Walter A. s/competencia@, del 20/09/05, Reg. N° 24.220; causa N° 21.097,
ARanco, César R. y otra s/competencia@, del 01/07/04, Reg. N° 22.601 y 13.763, ARestivo, Enrique Jorge
s/procesamiento@, del el 28/10/97, Reg. N° 14.793. En igual sentido: causa N° 14.663, AIUD, Fernando s/sobreseimiento@,
del 8/10/98, Reg. N° 15.854; causa N° 16.250, ADe Antoni, Néstor O. s/falta de mérito@, del 7/3/2000, Reg. N° 17.295 y
causa N° 22.622, del 28/6/05, Reg. N° 23.858, y sus citas, entre muchos otros).
Por lo demás, aún en la tesitura de la defensa, no debe perderse de vista que el certificado de
nacimiento del menor AJ.J.@, fue usado para expedir el documento nacional de identidad de éste.
F. En orden al agravio reseñado en el ítem Ag@ del considerando II de la presente, habrá de
señalarse que si bien la jurisprudencia de este Tribunal consideraba que el art. 139, inc. 2°, del Código Penal contenía el
propósito de causar perjuicio como un especial elemento subjetivo (ALavallen@, del 18/4/89, Reg. N° 6440; ARuffo@, del
16/2/93, Reg. N° 9626 y AMiara@ del 19/12/95, Reg. N° 12.661); tal interpretación, necesariamente debió variar a partir de
la reforma introducida por la Ley 24.410 que, entre otras cosas, ha suprimido dicho elemento del artículo 138 del Código
Penal, en el que se consideraba que se encontraba descripto el tipo básico de la figura agravada contenida en el artículo
139 del mismo cuerpo legal. Dicha variación legislativa ha significado que A...situaciones que antes fueron consideradas
impunes resulten ahora típicas, con lo cual la alegación de motivos >benévolos= por parte de los imputados carece de
relevancia. Por ello, constituye el delito previsto y penado por el art. 139, inc. 2° y 293 del Código Penal la inscripción
como hija sin que existiera vínculo biológico con ella...@ (Confr. causa N° 16.968, AD. F. y otras s/inf. Art. 139, inc. 2° y
293 del Código Penal@, del 20/12/00, Reg. N° 18.295, entre otras).
G. Finalmente, en lo que hace a la crítica del pronunciamiento impugnado enunciada en el
ítem Ah@ del considerando precedente, corresponde tener presente que esta Sala ha venido sosteniendo que una adecuada
hermenéutica legislativa lleva a concluir que el segundo párrafo del artículo 293 del Código Penal (redacción según Ley
24.410), al remitir al artículo anterior, lo hace tanto al párrafo segundo como al tercero, atendiendo a las características
intrínsecas de la clase de instrumentos públicos a los que sus enumeraciones refieren (ver en tal sentido ver causa N°
15.926, AM., E. L. s/procesamiento@, del 2/12/99, Reg. N° 17.084, entre otras).
Siguiendo esta tesitura, ha expresado Carlos Creus que A...es difícil comprender un tipo
penal que, no conteniendo una enunciación taxativa y circunstanciada de los objetos del delito, se remita a una
equiparación que, imprescindiblemente, requiere la consideración de aquellos objetos que obran como presupuestos de
equiparación, sin abarcarlos a su vez; entonces el tipo de remisión prácticamente quedaría sin sustento al eliminar la
propia relación de equiparación. Por nuestra parte no logramos entender cómo a una ley de nítida trascendencia
interpretativa -como es la ley 21.766- se le puede hacer asumir una consecuencia de la magnitud típica que se le asigna
en la doctrina expuesta [aludiendo a la aquí planteada por la defensa]. En realidad, el párr. último del art. 293 se refiere
al tipo del párr. último del art. 292, y ese tipo no radica en el párr. 3° de esa disposición, sino en ese párrafo en
conjunción con el párr. 2°, y es en éste donde se describe la conducta de la figura especial. Es verdad que en la ley hay
una incorrección, un defecto de técnica legislativa, pero es un error corregible, que no vulnera el principio de legalidad
Poder Judicial de la Nación
ni paga tributo a la incongruencia...@ (Carlos Creus, Derecho penal, Parte especial, T° II, 5° ed. actualizada, 1°
reimpresión, Astrea, abril de 1996, págs. 452/453 -lo volcado entre corchetes no es del texto original y lo destacado en
negrillas nos pertenece-).
Poder Judicial de la Nación
IV. Tras lo expuesto, es dable concluir con el grado de probabilidad requerido por el artículo
306 del libro adjetivo que antes de abril de 2006 predominó la voluntad de AA.; S. G.@, sobre la de AE. H.; S.@, siendo los
aludidos en los párrafos que anteceden indicios de peso para tener por cierto, entonces, no sólo que la coaccionó durante
los trámites de identificación sucedidos en el Hospital Rivadavia, sino también que fue forzada a realizar las tareas
domésticas de la casa sin remuneración alguna, que era alimentada con las sobras de la comida que compartía la
imputada con su cónyuge e hijos, que era golpeada y privada de salir de la vivienda -salvo que lo hiciera con sus
parientes y para buscar agua-, y que su hijo también era mal tratado; con lo cual es dable considerar configurado
el sometimiento propio de la figura prevista en la primera hipótesis del artículo 140 del Código Penal, en concurso
real con alteración de identidad de un menor de diez años en concurso ideal con falsedad ideológica de certificado
de nacimiento y de documento nacional de identidad, sin perjuicio de la calificación legal que en definitiva pudiere
corresponder.
V. Previo a finalizar no puede dejar de advertirse que las secuelas de los delitos aquí
investigados, vienen condicionando la declarada decisión de AE. H.; S.@ de regresar a su país de origen con su hijo. Nótese
en tal sentido que según se desprende de fojas 216/220 y 232/233 del principal, en los autos N° 47.062/06 del Juzgado
Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 10, caratulados A@ S. G.@, AJ.J.@ s/ protección de persona@, se procura
esclarecer la situación de identidad del menor condicionando ello a lo que surja de la presente investigación (se requirió si
se ha realizado Aprueba pericial de ADN@, lo que fue respondido a fojas 268 en forma negativa, más sin precisar que en
autos ninguna parte ha cuestionado que el niño es hijo de AH. S.@, ni poner en su conocimiento la medida ordenada a fs.
266).
En razón de tales circunstancias y sin perjuicio de no constituir este asunto el motivo por el
cual se habilitara el presente recurso, corresponde exhortar al Sr. Juez de la instancia anterior y a los restantes Magistrados
y funcionarios a los que les competa intervenir en el caso, para que agilicen las vías de comunicación y adopten todos los
medios necesarios para que se atienda su situación conforme a derecho y con la premura que ésta exige.
En virtud de los fundamentos precedentes el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución recurrida en todo cuanto decide y fue materia de apelación,
EXHORTANDO al Sr. Juez de primera instancia y a los restantes Magistrados y funcionarios que intervienen en el caso
en los términos consignados en el considerando V de la presente.
Regístrese, devuélvanse los autos principales, hágase saber al Sr. Fiscal General, y remítase
este incidente al Juzgado de origen, donde deberán realizarse las restantes notificaciones que correspondan y librar los
oficios con copia de la presente a los mencionados funcionarios.-.@
MENORES: ALTERACION DEL ESTADO CIVIL. Alegación de motivos Abenévolos@. Art. 139, inc. 2°°
y 292 del Código Penal.
Si bien la jurisprudencia de este Tribunal consideraba que el art. 139, inc. 2°° del Código Penal
contenía el propósito de causar perjuicio como un especial elemento subjetivo (LAVALLEN@ del 18.4.89,
Reg. 6440; ARUFFO@ del 16.2.93 y AMIARA@ del 19.12.95) tal interpretación necesariamente debió variar a
partir de la reforma introducida por la Ley 24.410 que, entre otras cosas, ha suprimido dicho elemento del art.
138 del Código Penal, en el que se encontraba descripto el tipo básico de la figura agravada contenida en el
art. 139 del mismo cuerpo legal. Dicha variación legislativa ha significado que A....situaciones que antes eran
consideradas impunes resultan ahora típicas, con lo cual la alegación de motivos Abenévolos@ por parte de los
autores carecen de relevancia. Por ello, constituye el delito previsto y penado por el art. 139, inc. 2°° y 293 del
Código Penal la inscripción como hijo sin que existiera vínculo biológico con el autor (AD.F. y otras@@ art.
139 inc. 2°° y 293 del Código Penal@@) del 20.12.2000.
C.C.C. Fed. Sala II
2.3.2007
Causa 24.739
Irurzun - Luraschi
AS. G.; A. s/proc. art 139....@
Reg. 26.481
NOTA: Ver transcripción completa de la sentencia anotada.
J. 8 - S. 15.
Poder Judicial de la Nación
RECURSO DE CASACION: PRISION PREVENTIVA. Prórroga. PLAZOS PROCESALES.
Procedencia del recurso contra el auto que prorroga la prisión preventiva.En tanto es equiparable a una
sentencia definitiva, pues restringe la libertad del imputado con anterioridad al fallo final ocasionando un
perjuicio de imposible reparación ulterior afectando un derecho que requiere tutela inmediata, procede el
recurso de casación contra el auto que prorroga la prisión preventiva.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
ACAPDEVILLA, Carlos O. s/casación...@@
8.3.2007
Causa 24.781
Reg. 26.513
J. 12 - S. 23.
REDUCCION A SERVIDUMBRE: Trabajos domésticos y maltratos. Sustitución de la identidad de
menores.
Forzar a una persona a realizar tareas domésticas sin remuneración alguna, suministrarle como alimento las
sobras de la comida que compartía la imputada con su cónyuge e hijos, golpearla y privarla de salir de la vivienda salvo que lo hiciera con sus parientes y para buscar agua- y maltratar a su hijo; puede considerarse por configurado el
sometimiento propio de la figura prevista en la primera hipótesis del artículo 140 del Código Penal.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
AS. G.; A. s/proc. art 139....@
2.3.2007
Causa 24.739
Reg. 26.481
J. 8 - S. 15.
ABUSO DE AUTORIDAD: Juez de la Ciudad de Buenos Aires que ordena la clausura de un buque
casino surto en el puerto de la Ciudad fuera del ámbito de su jurisdicción.
Es constitutiva del delito de abuso de autoridad (art. 248 del C.P.), la conducta de un juez en lo
Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires que toma una medida -clausura- fuera
del ámbito de su jurisdicción. Esto así en tanto ordenó, con gran despliegue de personal de su juzgado y de la
Poder Judicial de la Nación
Prefectura la clausura de las instalaciones de un casino instalado en un buque surto en el puerto de la Ciudad
en contra de una decisión expresa de la justicia federal y en clara violación de la Constitución Nacional y de
las Leyes Nacionales y Provinciales.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
AGALLARDO, Roberto A. s/procesamiento@
20.4.2007
Causa 39.744
Reg. 301
J. 5 - S. 9.
NOTA: Además el tribunal reitera su doctrina expuesta en autos ACASINOS DE BUENOS AIRES@ del
6.6.2006 y respecto del tema COMPETENCIA, en donde se halle en cuestión un buque amarrado en el puerto
de la Ciudad de Buenos Aires.
NOTA II: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 20 de abril de 2006.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I.El Dr. Huñis interpone recurso de apelación a fs. 21/22 contra la resolución de fs.
1/18, por la que el Sr. juez de grado decretó el procesamiento sin prisión preventiva de Roberto Andrés Gallardo en orden
al delito previsto por el art. 248 del Código Penal de la Nación.
A fs. 31 obra agregada la constancia que da cuenta que la defensa no hizo uso del
derecho que le acuerda el art. 454 del Código Procesal Penal de la Nación.
II.Se inician las presentes actuaciones con fecha 5 de abril del corriente año, a raíz
de los testimonios remitidos por el nombrado Gallardo en su calidad de Juez en lo Contencioso Administrativo y
Tributario de la Ciudad de Buenos Aires.
De ellos surge que, en el marco de lo actuado en el expediente n° 9933/8, ordenó
la interdicción judicial de los buques-casino, para que los mismos no pudieran ser utilizados dentro de la jurisdicción de la
ciudad de Buenos Aires. Ante la denuncia que presentó el Dr. Monner Sans por el incumplimiento de dicha medida,
formó el incidente n° 9933/11 en el que ordenó la clausura del barco-casino APRINCESS@, ubicado en la dársena sur del
puerto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la extracción de testimonios a fin de que se investigue la posible
comisión del delito de desobediencia por parte de los integrantes del Directorio de la empresa Casino de Buenos Aires
S.A., los cuales dieron origen a la presente causa(cf. fs. 1/14).
Presentado en este proceso, el Dr. Hachelias en representación de la nombrada
firma, expresó que el actuar del Juez Gallardo en el marco de aquel incidente encuadraría en los delitos de abuso de
autoridad, violación de los deberes de funcionario público y allanamiento ilegal. Acompaña en su respaldo testimonios de
la causa n° 30.861/2005 del Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal n° 2, que dan cuenta de la
medida cautelar preventiva allí dictada con fecha 5 de octubre de 2005 por el Magistrado a cargo (Dr. Sergio Fernández),
que ordenaba A...abstenerse de adoptar cualquier tipo de disposición que importara alterar, modificar, innovar, afectar y
o restringir los derechos de la firma Casino de Buenos Aires S.A., respecto de la explotación de la concesión otorgada
por Lotería Nacional S.E. mediante resoluciones 292/99 y 84/02, y que se llevara a cabo a bordo del buque de bandera
Nacional APRINCESS@; debiendo asimismo los demandados abstenerse de toda acción o de la adopción de cualquier tipo
de medida que implique desconocer la vigencia del convenio de fecha 30/10/03, suscripto entre Lotería Nacional S.E. y el
Instituto de Juegos y Apuestas de la ciudad de Buenos Aires...@ (v. fs. 35/61).
Asimismo, el mencionado letrado relató los hechos acaecidos el 27 de marzo del
año en curso, a raíz de la orden de clausura dispuesta por el juez local. Señaló que ese día se hizo presente en el citado
buque una mujer que dijo ser Secretaria del Juzgado a cargo del Dr. Gallardo junto con varias personas, quien requirió la
presencia del Capitán, señor Magariño, a quien condujo a un costado como Aqueriendo mantener una reunión en privado@
(sic. fs. 59). Ante ello, el suscripto junto con otro apoderado de la firma, solicitaron información sobre el contenido de la
diligencia, recibiendo como respuesta que en otro momento se les comunicaría lo pertinente. Luego, a través del
nombrado Magariño, tomaron conocimiento de la clausura dispuesta por lo que intentaron hacer saber a la funcionaria de
la existencia de la orden emanada del Juzgado Contencioso Administrativo Federal n° 2, lo cual no pudo concretarse en
virtud de la negativa brindada por ella, tanto a escuchar cualquier tipo de planteo, como a dejar constancia en un acta de
los derechos que pretendían hacer valer.
En estas circunstancias fue que la funcionaria ingresó al buque, ordenó al personal
de Prefectura Naval Argentina allí presente que no permitiera el ingreso de ninguna persona ajena al juzgado, e inició el
desalojo instando a los individuos que allí se encontraban a que se retiraran del lugar, orden esta que no cumplieron todos
ellos. En este punto, resaltó que tal ingreso se concretó sin ninguna autorización de su representada, en contra de su
voluntad y excluyéndolo del acto.
Por último, señaló que la Secretaria se retiró del lugar, no sin antes impartir la
orden a los representantes de la fuerza de seguridad mencionada de prohibir el ingreso al barco y colocar fajas con la
leyenda Aclausura@ con una copia de una resolución judicial en lugares visibles.
Dicha clausura fue dejada sin efecto el mismo día por el Magistrado a cargo del
Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal a las 21:50 horas.
A fs. 316/319 obra la declaración del Capitán Magariño, conteste con lo relatado
Poder Judicial de la Nación
precedentemente, quien agregó que los representantes de la firma allí presentes intentaron notificar a la funcionaria de lo
dispuesto por el Dr. Fernández sin obtener resultado alguno y concluyó que nunca le informaron cual era el motivo de la
clausura dispuesta ni tampoco comprendió el esfuerzo desarrollado para cumplir semejante tarea cuando sólo ingresaron al
primer nivel del buque -posee cuatro- y no concretaron el desalojo.
Por otra parte, a fs. 361/363, el Prefecto Horacio Andrés Da Silva expresó que al
inicio de la diligencia llevada a cabo por la Dra. Dane, le informó que tenía un acta labrada a través de la cual la notificaba
de una resolución dictada por el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal n° 2, que disponía una medida de no
innovar sobre el buque, ante ello, la mencionada funcionaria se negó a notificarse por lo que el declarante procedió a
imponerla verbalmente del contenido de la misma. Sin perjuicio de ello, continuó con la diligencia. Agregó que procedió a
notificar al Dr. Fernández lo sucedido quien, horas después, dejó sin efecto dicha clausura.
También resultan contestes con esta versión los dichos del Dr. Blanco Bermúdez abogado de la firma Casinos de Buenos Aires S.A.-, quien también señaló que a viva voz informó de la medida de no
innovar dispuesta sin obtener respuesta (cf. fs. 323/325).
Con posterioridad a la diligencia precedentemente descripta, el día 17 de mayo del
corriente año, luego de haber solicitado la intervención de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que dirima el
conflicto jurisdiccional suscitado, en el marco del mismo expediente, el juez Gallardo ordenó un nuevo operativo,
consistente en efectivizar un vallado perimetral que impidiera el acceso de vehículos y personas hacia el lugar en donde se
encontraba el Aclausurado@ buque APRINCESS@, para lo cual solicitó la custodia de la Policía Federal sobre el personal de
la Guardia Urbana compelida a cumplir la orden. Dicha medida se libró en contraposición con la ya emitida por el
Juzgado Federal y de cuya plena vigencia se había informado mediante oficios de estilo a la citada fuerza de seguridad
(cf. fs. 354/358 de las fotocopias certificadas del expediente n° 30.861/05 ya mencionado, que corre por cuerda).
A fs. 447/452 se encuentra agregada la declaración indagatoria del Dr. Gallardo,
en la cual manifestó que su accionar estuvo regido por lo que establecen los artículo 129 de la Constitución Nacional y 6,
8, 10, 14, 50 y 106 del la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por la ley de juegos local n° 538, la ley
de juegos complementaria n° 916, sentencias confirmatorias de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo y Tributario, jurisprudencia en materia de juego y sobre la determinación del ámbito territorial de
actuación de la justicia local emanada del Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
Destacó que fue él quien solicitó la intervención de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación (v. fotocopias agregadas a fs. 303/307), para poner fin a este conflicto -expediente n° 524, Letra AG@, Tomo
42, P.V.A., actualmente en trámite por ante la Secretaría n° 1 del mencionado Tribunal a la espera de los autos
principales-.
Manifestó que la presente disputa podría tratarse de un conflicto de competencia
pero nunca de un delito como el que se le imputa, y que la empresa denunciante, a su criterio, utiliza el fuero penal como
un mecanismo de presión frente a su actuación jurisdiccional.
También señaló que las posturas esgrimidas por la Procuración del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires y el Tribunal Superior de la Ciudad respaldan su desempeño en el marco del expediente n° 9933.
Por último, destaco que la medida llevada a cabo con fecha 17 de mayo próximo
pasado correspondió a la dinámica del expediente y se limitó a impedir el acceso al buque por vía terrestre sin actuar ni
sobre el barco ni sobre el agua, ello así en virtud de los conflictos surgidos anteriormente y a fin de dar cumplimiento a la
interdicción ordenada originalmente.
III.Ahora bien, para determinar si los hechos antes descriptos constituyen la conducta
ilícita que se le imputa al encartado, en primer término debe establecerse si el actuar de la autoridad local se desarrolló
fuera del ámbito de su jurisdicción, invadiendo la competencia de autoridades nacionales, o bien, si se desenvolvió dentro
de los límites de su jurisdicción.
Al respecto debo adelantar que ya expresé mi criterio en los autos n° 37.278,
ACASINO de Bs. As. s/inhibitoria@, reg. n° 537, rta. el 06/06/06, basado en los argumentos que allí expuse y a cuyas
constancias me remito por razones de brevedad, donde concluí que A...el nuevo status reconocido a la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires a partir de la reforma constitucional de 1994, más que alterar el reconocimiento de la competencia
originaria de la Corte y los tribunales inferiores de la Nación, viene a reafirmar que materias como las que nos ocupa
deben ser de su incumbencia exclusiva ya que está implícita en los poderes que la Nación no ha delegado...@.
Deviene oportuno recordar que la ley n° 24.588, que reglamentó el artículo 129 carácter refrendado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallos 320:875-, introducido en la Carta Magna por
la reforma del año 1994, concedió un nuevo status jurídico a la ciudad Autónoma de Buenos Aires y estableció que la
Nación conserva todo el poder no atribuido por la Constitución Nacional al gobierno de la ciudad y es titular de todos
aquellos bienes, derechos, poderes y atribuciones necesarios para el ejercicio de sus funciones. Cabe agregar que entre
ellos se encuentra el poder de policía de la navegación que no fue transferido ni por la Nación, ni por la mencionada
norma, ni es originario de la ciudad.
Así también lo ha entendido el Procurador General de la Nación, Dr. Esteban
Righi, quien al emitir su dictamen en la cuestión de competencia planteada por Gallardo, ya mencionada precedentemente,
sostuvo que A...corresponde entender a la justicia federal, sobre la base de considerar que en los establecimientos de
utilidad pública de la Nación sólo imperan la jurisdicción y las leyes nacionales en lo afectado o inherente a esa utilidad
Nacional para servir a objetivos expresamente encomendados al gobierno federal por la Constitución y las leyes
nacionales...en lo no comprendido en ese uso, las provincias mantendrán su jurisdicción o podrán ejercer actos que de
esta se deriven, en tanto no interfieran directa o indirectamente en las actividades normales que tal utilidad nacional
implica...@ (cf. fotocopias agregadas a fs. 401).
Es menester señalar que en el precedente ya citado, expresé que lo afirmado A...no
importa desconocer el poder de policía local y sus atribuciones, dado que el establecimiento de la jurisdicción marítima
nacional y las atribuciones y potestades en esta materia, del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo (art. 75, incs. 10, 12,
13, 18, 26, y art. 99, inc. 2 y 126 de la C.N.), de ninguna manera excluyen el poder de policía local sobre los
Poder Judicial de la Nación
establecimientos de utilidad pública Aen tanto no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines@, como queda
plasmado expresamente en el artículo 75, inc. 30 in fine, de la Constitución Nacional. Esta disposición, proviene de la
reforma de 1994, que procuró resolver la duda interpretativa que generaba la anterior redacción y adaptar el antiguo
artículo 67, inc. 27, al nuevo status jurídico de la ciudad...@ (c. n° 37.278).
En el mismo sentido, nuestro más Alto Tribunal dijo que A...aún sobre un buque
amarrado en el puerto de la ciudad, puede postularse la doctrina de los poderes concurrentes entre el Estado soberano y
los Estados miembros autónomos (artículos 1, 5, 75 y 121 de la C. N.), que deben ser ejercidos de manera compartida,
siempre y cuando no se produzca una situación de incompatibilidad o interferencia con el Gobierno de la Nación@ -el
resaltado me pertenece- (Competencia N° 599 XXXV ACasino Estrella de la Fortuna s/allanamiento - causa n° 1666",
16/04/02, T. 325, P. 766).
Sin perjuicio de ello, no puede dejar de reconocerse que estas normas dieron
origen a una discusión acerca de si esto implica el traslado del dominio sobre el puerto desde el Poder Ejecutivo hacia el
gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Sin hesitación alguna, así lo afirma la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires,
desde que en su artículo 8, inciso 4, declara que ejerce el dominio y el control de sus instalaciones, se encuentren o no
concesionadas.
Más allá de las dudas que esta declaración me genera, no logro encontrar dicha
inteligencia ni en las normas mencionadas de Garantías, ley 24.588 (B.O. 30-11-95 conocida como ley Cafiero) ni en la de
Reformas del Estado n° 23.696 y su consecuente Ley de Puertos n° 24.093, por la que se Aprovincializan@ todos los
puertos nacionales excluyendo entre otros al Puerto de Buenos Aires.
En efecto, mediante ley 24.093 se preveía el traspaso de la administración o el
dominio de los puertos nacionales: ATítulo III -De la administración y operatoria portuaria
.CAPITULO I - De la transferencia del dominio, administración o explotación
portuaria nacional de los Estados provinciales y/o a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y/o a la actividad
privada.
Art. 11 - A solicitud de las provincias y/o de la Municipalidad de la Ciudad de
Buenos Aires, en cuyos territorios se sitúen puertos de propiedad y/o administrados por el Estado Nacional, y mediante el
procedimiento que al respecto determine la reglamentación, el Poder Ejecutivo les transferirá a título gratuito, el dominio
y/o administración portuaria.
En caso que las jurisdicciones indicadas en el párrafo anterior no demostrasen
interés por la mencionada transferencia del dominio o administración de esos puertos, el Poder Ejecutivo podrá
mantenerlos bajo la órbita del Estado Nacional, transferirlos a la actividad privada o bien desafectarlos@.
Pero ese capítulo fue observado por el Poder Ejecutivo mediante Decreto 1029
(ADLA LII - C, 2848), no encontrándose entonces normativa donde basar aquélla pretensión dominial porteña.
Mas aún, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no participa siquiera en la
administración ni en la operatoria portuaria, de acuerdo a lo estipulado en el Capítulo II de la Ley de Puertos, que en su
art. 12 reza: AEn el caso especial de los puertos de Buenos Aires, Rosario, Bahía Blanca, Quequén y Santa Fé, la
transferencia prevista en el artículo anterior se efectuará a condición de que, previamente, se hayan constituido sociedades
de derecho privado o entes públicos no estatales que tendrán a su cargo la administración de cada uno de esos puertos...@
(resaltado propio).
La operatoria del Puerto de Buenos Aires se encuentra bajo la Administración
General de Puertos S.E. en liquidación, hasta tanto se concrete el traspaso de la administración bajo las condiciones que
dicha ley establece.
No obstante resulta imperativo distinguir dos institutos bien diferentes. El dominio
y la jurisdicción.
En este punto, resulta ilustrativo retrotraernos a la discusión entablada por el
Senador de la Provincia de Buenos Aires Bartolomé Mitre y el Ministro del Interior Dalmacio Vélez Sarsfield, con
motivo del debate parlamentario del proyecto de ley para construir el puerto de Buenos Aires, de la cual destaco la postura
defendida por el primero de ellos al distinguir conceptualmente entre dominio y jurisdicción, en una de sus intervenciones.
Así, Bartolomé Mitre sostuvo que A...el Poder Nacional...como poder público, representante de la propiedad común, hay
un campo basto en que ejerce una jurisdicción o un imperio exclusivo y absoluto, y es sobre la superficie de las aguas
navegables. Esto no quiere decir que el Poder Nacional sea el dueño de esas aguas: es simplemente regulador...El
gobierno general no posee a título de soberanía en el orden federal sino el -terreno suficiente para pisar y moverse, y
accidental y condicionalmente los territorios que guarda en depósito para emanciparlos más tarde...@ (cf. Alberto
Bianchi, AEl puerto (recuerdos de un debate histórico)@, Suplemento La Ley Constitucional, 1° de noviembre de 2006,
págs. 91/97).
Bianchi sostiene que si bien generalmente el dominio y la jurisdicción van de la
mano, existen excepciones, puesto que no es lo mismo ser el dueño de una cosa que ejercer su jurisdicción, lo que
ejemplifica con el caso de los ríos navegables, cuyos lechos y riberas son de dominio de las provincias que atraviesan, sin
perjuicio de lo cual la Nación posee la jurisdicción. Le atribuye a Mitre haber conceptualizado la diferencia y señala la
confirmación por parte de la Corte Suprema en el año 1909 en Fallos 111:179 donde dijo: AEl poder de reglamentar la
libre navegación puede ejercerse con igual amplitud y eficacia cualquiera que sea el propietario del lecho de esos ríos; y
el de reglar el comercio marítimo y terrestre con las naciones extranjeras y de las provincias entre sí es concordante con el
art. 1°, sección 8; cláusula 3a. de la constitución de Estados Unidos, bajo el imperio de la cual los tribunales federales han
reconocido en numerosos fallos que los estados existentes en la época de la adopción de la constitución y los admitidos
posteriormente en la Unión, tienen el dominio de ríos que corren por sus territorios y en parte de los que le sirven de
límites; reconociendo a la vez que la nación no está sujeta a pagar indemnizaciones por la tierra bajo el agua que ocupe
para mejorar la navegación, y que no haya sido antes utilizada en muelles, etc., por concesionarios adquirientes de los
estados particulares...en los pactos preexistentes al que alude el preámbulo de la constitución nacional, se encuentra
también explícitamente consignada la propiedad provincial sobre los ríos, y este antecedente, histórico -contribuye á fijar
el alcance é importancia de los conceptos antes transcriptos del artículo 107, demostrando al mismo tiempo que, sena
cuales fueren las diferencias por lo que hace al origen y reglas de interpretación, entre nuestra ley fundamental y la de los
Poder Judicial de la Nación
Estados Unidos, ellos no existen en lo concerniente al dominio del lecho de las aguas navegables...La propiedad provincial
sobre canales navegables y ríos, explícitamente consignada en constitución, habilita a las provincias para ejercer sobre las
playas de los que atraviesen ó limiten sus respectivos territorios todos los derechos comprendidos en el dominio público,
incluso el de transmitir a particulares en determinadas condiciones las cosas que constituyen a esfera propia de ese
dominio alterando modificando su destino como lo han hecho en lo federal las leyes números 1257, 2414 y 2599 respecto
de la playa del Río de la Plata, frente de la capital; todo ello, sin perjuicio de los poderes de la nación para dejar sin efecto
los actos de las mismas provincias ó de sus causahabientes, contrarios á la libertad de la navegación ó á las medidas que el
congreso haya sancionado en uso de sus atribuciones constitucionales@. ( Fallos 111 en ps. 191/193).
Luego de ese análisis, Bianchi esboza una solución al conflicto en estudio y
postula la interpretación armónica de las normas citadas en conjunto con el artículo 75, incisos 10 y 30 de la Carta Magna
que otorga facultad al Congreso para reglamentar la libre navegación de los ríos interiores y a habilitar los puertos que
considere conveniente y lo autoriza a ejercer una legislación exclusiva dentro del territorio de la Capital Federal, es decir
que la aplicación de normas de carácter local debe realizarse, sin lugar a dudas, respetando los límites fijados por otras de
rango superior.
No obstante, no puedo dejar de señalar que la jurisprudencia de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación ha adoptado distintas posturas -finalismo y exclusivismo-, a lo largo de los años respecto de la
jurisdicción del Estado Nacional sobre los establecimientos de utilidad nacional, de las cuales aún la de carácter más
federal circunscribe la injerencia de la autoridad local a todo aquello que no interfiera en los fines de aquel.
En los autos ya citados AGobierno Nacional y Sociedad Puerto de Rosario
c/Provincia de Santa Fe@ (Fallos 111:179, año 1909) y años más tarde en la causa ARoberto Ángel Franck v. Provincia de
Buenos Aires@ (Fallos 275:357, año 1969), sostuvo que corresponde a cada una de las provincias el dominio de los ríos
que corren por su territorio, sin perjuicio de la jurisdicción nacional respecto de todo lo que se relaciona con la navegación
interestadual (en el mismo sentido Fallos 297:236, año 1977, entre otros), allí vemos plasmada la tendencia Afinalista@.
Mientras que la posición Aexclusivista@ se advierte en el expediente AMarconetti L.T.D.A. Sociedad Anónima s/apelación
multa del Departamento Provincial del Trabajo@ (Fallos 271:186) donde expresó que sólo el Gobierno Federal tiene la
potestad de legislar, ejecutar y de juzgar en los lugares que la Constitución ha querido reservar para su jurisdicción en
razón de la utilidad común que ellos revisten para toda la Nación.
En suma, aún admitiendo el criterio más amplio respecto de la participación de la
autoridad local sobre establecimientos nacionales, dicha injerencia encuentra una frontera infranqueable delimitada por
los fines nacionales.
El riesgo que se produzca esa posibilidad afectación ha sido admitida incluso por
la Sala II de la Cámara Contenciosa Administrativa y Tributaria de la ciudad Autónoma de Buenos Aires que, al expedirse
sobre la constitucionalidad del convenio firmado entre el Instituto del Juego y Lotería Nacional Sociedad del Estado, con
fecha 14 de noviembre de 2005, dijo que: A...no escapa al Tribunal las dificultades existentes para efectivizar de manera
inmediata la clausura de la Sala de Casino ubicada en el Puerto de la Ciudad..., atento la posible afectación de bienes e
intereses de Lotería Nacional Sociedad del Estado y las limitaciones fácticas impuestas por la dependencia aún de la
totalidad de la Policía Federal del Estado Nacional y las disposiciones de la ley 24.588...@.
Todo ello me permite afirmar que aún cuando pueda discutirse si la ciudad
Autónoma de Buenos Aires detenta o no el dominio sobre el puerto de Buenos Aires, ninguna duda cabe acerca de que es
la jurisdicción del Gobierno Nacional la que allí impera, lo que excluye la intervención de la justicia local.
Hasta aquí me he referido al elemento objetivo que requiere el delito enrostrado al
imputado Gallardo, lo que me permite sostener que actuó fuera del ámbito de su jurisdicción, en clara violación a lo
establecido por la Constitución Nacional y las leyes nacionales y provinciales.
Para confirmar el auto de mérito que se cuestiona, en tanto, resta establecer el
elemento subjetivo, estos es si lo hizo sabiendas de dicha transgresión. Ello, teniendo en cuenta que el Magistrado local
como tal, debe conocer cuáles son los límites de su jurisdicción.
En este orden de ideas, entiendo que nuevamente llega a conocimiento de esta
instancia un recurrente y aparente conflicto de jurisdicción. Aparente porque así parece pretenderlo quien conoce -conoce
y debe conocer de acuerdo al principio iuria curia novit- necesariamente los principios que regulan la competencia
jurisdiccional, las formas de entablar los conflictos que a su respecto se generen, sus métodos de resolución y la
supremacía normativa que reglamentan un estado de derecho como el nuestro, desde que haya sido aceptada normativa y
jurisprudencialmente aquella -ya clásica- teoría del derecho de Hans Kelsen que, a nuestras necesidades, graficara con su
famosa Apirámide@.
Nuestro maestro que a pesar de haber ofrecido su oratoria en ésta, nuestra ciudad
de Buenos Aires, parece no haber contemplado por entonces, situación alguna que quedara Afuera@ de su famosa
Apirámide@ .
Estos principios no han variado por el nuevo Acontrato@ que diera origen a la
reforma constitucional de 1994, por lo que me estoy refiriendo a principios pacíficamente aceptados en nuestro país,
incluso desde antes de la sanción de la Constitución Nacional de 1853.
Hago alusión al todavía vigente concepto de Acausa de almirantazgo@ que regula
nuestra constitución asignándole categoría federal.
Ha sido éste un elemento esencial al momento de determinar la necesidad de la
existencia de un fuero federal en este país y en todos aquellos donde se pretendió una organización que afianzara esta
forma de gobierno.
Nótese que ya la ley 48 en su art. 2, inc. 1 dispone : ALos jueces nacionales de
secciones conocerán en primera instancia de las causas siguientes:
1° Las que sean especialmente regidas por la Constitución nacional, las leyes que hayan sancionado y sancionare el
Congreso y los tratados públicos con naciones extranjeras@
Por ello, la versión brindada por el encartado Gallardo al momento de su
declaración indagatoria no logra desvirtuar el cuadro probatorio reunido a su respecto, comprendido por los testimonios
Poder Judicial de la Nación
brindados por quienes presenciaron los hechos bajo estudio, como así también los testimonios de la causa n° 30.861/2005
del Juzgado Contencioso Administrativo Federal n° 2, y las demás constancias aunadas al expediente enumeradas por el a
quo en la decisión impugnada.
Sin perjuicio de ello, no escapa a mi análisis que para que la conducta ilícita
reprochada alcance a un funcionario público, debe resultar patente que emplee la autoridad recibida de alguno de los
poderes públicos como instrumento para violar la Constitución o las leyes de las que debiera ser su celoso guardián.
Al respecto, Sebastián Soler expresó que A...el abuso de autoridad presenta, pues,
la doble forma del ejercicio de una facultad que se sabe inexistente como tal, y la del ejercicio de una facultad existente
en condiciones conocidamente falsas...en un caso, se afirma y ejerce un poder que se sabe ilegal; en el otro, se afirman o
suponen hechos que se saben falsos como condiciones del acto de autoridad. En un caso se traiciona la ley abiertamente,
en el otro se simula obedecerla...@ (aut. cit., ADerecho Penal Argentino@, Tomo V, ed. TEA, año 1996, Buenos Aires, pág.
183).
En esta dirección, queda claro que las medidas ordenadas en el marco del
incidente n° 9933/11 por el imputado invadieron extraña jurisdicción, a lo que debe sumarse la desaprensión demostrada a
los límites que su propio Superior le impusiera al confirmar parcialmente su resolución en el expediente n° 9933 (autos
principales), en la que dicho Tribunal señaló las dificultades que implicaría clausurar de manera inmediata la sala de
casino ubicada en el puerto de la ciudad (cf. fs. 367 y 371/vta.), lo que permite sostener que su obrar se desarrolló a
sabiendas de hacerlo por fuera de su competencia.
También encuentro acreditado que dicho actuar se concretó en pleno
conocimiento de la incompatibilidad existente entre su proceder y lo ordenado por el Juzgado Federal a cargo del Dr.
Fernández, toda vez que la medida llevada a cabo el día 17 de mayo se efectuó con posterioridad a su presentación ante el
Máximo Tribunal de la Nación solicitando la solución del conflicto, sin aguardar la resolución de la misma ni que
existiera algún motivo de urgencia que lo justificara.
Otro dato relevante a destacar es la forma en que se llevaron a cabo las
mencionadas diligencias, es decir, con un gran despliegue de personal del juzgado, los que según los testigos se
condujeron en forma prepotente, sumado al alto perfil que les confirió mediante la presencia de los medios masivos de
comunicación y la forma en que solicitó la colaboración de las fuerzas de seguridad -bajo apercibimiento de considerarlas
incursas en el delito de desobediencia-, a sabiendas de la orden contraria previa existente emanada de un Juez Federal, la
cual se encontraba confirmada por la Sala III de la Cámara de Apelaciones del Fuero Contencioso Administrativo Federal
(v. fs. 243/247).
Tampoco resulta intranscendente el hecho de que ya la Corte Suprema de Justicia
de la Nación había emitido su opinión en la competencia ACasino Estrella de la Fortuna s/allanamiento@ mencionada
anteriormente, donde afirmó que correspondía entender a la justicia federal.
Todo lo expresado precedentemente no hace más que confirmar la intencionalidad
con la que actuó el imputado, lo que configura el dolo directo exigido por la figura penal que se le reprocha, requisito
esencial requerido por el tipo.
En este sentido, sostiene Carlos Creus que A...es delito doloso que en sus formas
activas requiere el conocimiento de la oposición a la ley, de la resolución o la orden...En el aspecto volitivo, el agente
debe querer oponerse a la ley, desconociéndola; no se trata, pues, de la aplicación incorrecta de la ley por una viciosa
interpretación de ella; el tipo, pues, sólo se conforma con el dolo directo...@(aut. cit., ADerecho Penal Parte Especial Tomo II@, Ed. Astrea, Capital Federal, 1996, pág. 260/61).
Por ello, entiendo que Gallardo, voluntariamente, ordenó las medidas cuestionadas
a sabiendas de que las mismas violaban el ámbito de la jurisdicción nacional, y por demás ajena a la que como titular del
Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, la Constitución Nacional le
confirió. En consecuencia, voto por confirmar el auto de mérito recurrido.
IV.Párrafo aparte merece la atención de un extremo vital a la permanencia y salud de
las instituciones.
Como es sabido el servicio de justicia no será tal, ni mucho menos un poder -en
tanto uno de aquellos en los que el gobierno del estado se divide según la concepción derivada del iluminismo francés-, en
tanto y en cuanto, no cuente con una herramienta capaz de asegurar el cumplimiento de sus decisiones. Es lo que se
conoce como el poder de imperium. Concebido éste como necesario a los efectos de asegurar la determinación estatal en
las materias conferidas a su jurisdicción. Sin ese imperium, no tendría sentido alguno la constitución de un poder -en este
caso el judicial-, ni posibilidad de realizarse el derecho material que le fue confiado.
A esos efectos, - todo indica inobjetable- es que se ha constituido y conferido un
poder coactivo que por el nombramiento de Apolicía@ ha llevado a confundirlo con el poder de policía administrativo local
que nada tiene que ver con aquel brazo de la vindicta pública que utiliza a los fines de realizar sus cometidos.
Suponer que un juez de competencias locales -de las que siquiera se han
otorgado- tenga capacidad de AANULAR@ decisiones de un juez federal, es lisa y llanamente reconocer poder de veto a un
juez local sobre las decisiones federales.
Y mucho más aún cuando fuerzas federales desconozcan una orden judicial
federal para favorecer una orden judicial LOCAL.
Es que para que un juez federal sea tal y sus decisiones tengan el carácter que tal
autoridad imprime, las fuerzas de seguridad, dependientes del poder político, deben poder asegurar el ejercicio y
ejecutoriedad de sus funciones.
Caso contrario se configuraría el Avacío de poder@ que afectaría nuestra forma
democrática de vida.
Es en ese sentido que se impone que el a quo enderece la presente investigación a
los efectos de determinar el posible incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos o algún otro delito de acción
pública que se haya configurado en el contexto de haber dejado sin cumplimiento -haber omitido- una orden federal -en el
Poder Judicial de la Nación
caso, la emanada de un juez federal, titular del Juzgado Contencioso y Administrativo Federal n° 2, Dr. Sergio Gustavo
Fernández-.
Por otra parte, tampoco puede obviarse lo señalado por los apoderados de la
empresa ACasino de Buenos Aires S.A.@ a fs. 59/61, respecto de la conducta desplegada por la Dra. Dane, como
funcionaria a cargo de la Secretaría n° 3 del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario de la ciudad de Buenos
Aires n° 2, por lo que deberá el señor juez de grado profundizar la investigación en ese sentido.
V.Por último, debo señalar si bien al momento de manifestar su voluntad recursiva,
la defensa expresó que también recurría el monto del embargo, en el desarrollo de los fundamentos, nada señaló al
respecto Por ello, en ejercicio del control de admisibilidad que compete a este Tribunal de acuerdo con lo establecido por
el artículo 444, segundo párrafo, del Código Procesal Penal de la Nación, se advierte que -más allá de habérsele
otorgado trámite en esta Alzada- el recurso de apelación interpuesto no reúne los requisitos de específica motivación
establecidos por el artículo 438 de la misma norma legal, por lo que habrá de declararse mal concedido.........@
COMPETENCIA: TRAMITE. Requisitos para su declaración y respaldo probatorio de la decisión del
juez declinante. Demora en la tramitación del proceso. Posibilidad de resolver inmediatamente en ese caso.
Es al juez que declina su competencia quien debe zanjar los aspectos de hecho conducentes , antes de
resolver sobre el punto, mas aún si existen peculiaridades en el caso que obligan a no demorar su trámite. pero
existiendo peculiaridades en el caso que obligan a no demorar más su trámite, se invertirá la operatoria del
principio señalado.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Farah
AMACHUCA, Raúl R. s/competencia@@
10.4.2007
Causa 40.139
Reg. 248
J. 3 - S. 6.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 10 de abril de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I.
Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal con motivo del recurso de
apelación interpuesto por la defensa de Raúl Rolando Machuca contra el auto a través del cual el a quo resolvió no aceptar
la competencia que le atribuyó el Juzgado Federal n° 3 de la ciudad de La Plata.
Los hechos que constituyen la materia de investigación se circunscriben a la desaparición
forzada de María Paula Álvarez y de Daniel Omar Favero. Los nombrados habrían sido ilegítimamente detenidos el 24 de
junio de 1977 en la puerta del departamento Ae@ del segundo piso del edificio sito en la calle 57 n° 880 de la ciudad de La
Plata y hasta el día de hoy se desconocen sus paraderos.
De acuerdo con la hipótesis delictiva de inicio, el personal policial que habría intervenido en
el procedimiento a través del cual se produjo la detención ilegal de los nombrados era el perteneciente a una Apatota@ de la
Brigada de Investigaciones de La Plata de la Policía bonaerense.
II.
a. Este Tribunal ya se ha expresado en reiteradas ocasiones sobre los parámetros que deben
seguirse para la determinación de la competencia en investigaciones de delitos de terrorismo de Estado cometidos en
nuestro país entre 1976 y 1983 (ver c. 36.772, AFerro Carlos Enrique s/ inhibitoria@, del 24/11/2005, reg. 1377; c. 37.159,
ABergés, Jorge A.@, reg. 998, del 22/9/2005, c. 38.743 AMolina Gregorio Rafael s/ inhibitoria@, reg. , del día de la fecha).
Tal como se expuso en los precedentes citados, la Policía de la Provincia de Buenos Aires,
al momento de los hechos investigados, respondía al Comando de Zona 1 en la jurisdicción del Comando del Cuerpo de
Ejército I, de tal forma que el Jefe de dicha fuerza de seguridad dependía directamente del Comandante del Primer Cuerpo
de Ejército. A partir de ello se estructuraron dos líneas de comando: una ordinaria que operaba a través de las subzonas,
áreas o subáreas, con la subordinación operacional de la Dirección General de Seguridad de la Policía de la Provincia y
otra que a través de la Jefatura de la Policía (que, como se ha dicho, recibía sus órdenes del Comandante del Primer
Cuerpo del Ejército) contaba con la Dirección General de Investigaciones, la de Inteligencia y la de Asuntos Judiciales.
La primera línea subordinaba, en la faz operacional, varias reparticiones policiales
dependientes de la citada Dirección General de Seguridad (unidades regionales, cuerpos, comisarías, destacamentos, etc.)
-sin que fuera necesario la previa intervención o conocimiento del Jefe de Policía- en las que se mantenía alojados a las
personas privadas de su libertad por orden de las Subzonas o Áreas. Por su parte, aquellas personas privadas de su libertad
a través de la segunda ("Línea de Comando Jefatura"), permanecieron en cautiverio en dependencias de la Dirección
General de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, entre ellas: la Brigada de Investigaciones de
Quilmes (conocida también como "Puesto Malvinas", "Pozo de Quilmes" u "Omega"), la División Delitos contra la
Poder Judicial de la Nación
Propiedad y Seguridad Personal (denominación que recibiera desde el 21/10/1974 hasta enero de 1977) o sede de las
Direcciones de Investigaciones, Seguridad e Inteligencia, Área Metropolitana (a partir de enero de 1977) en Banfield
("Pozo de Banfield"), Destacamento N° 16 del Cuerpo de Camineros (llamado "COT I Martínez"), Sección Cuatrerismo
de Lanús con asiento en la localidad de Don Bosco ("Puesto Vasco"), Sección Cuatrerismo de La Plata con asiento en
Arana (llamado "Arana"), Brigada de Investigaciones de La Plata y Brigada de Investigaciones de San Justo.
Los hechos cometidos en virtud de órdenes vertidas a través de la ALínea de Comando
Jefatura@ son actualmente investigados por el juez remitente en el ámbito de la Secretaría Especial de la dependencia a su
cargo (causa n° 1).
b. Estas últimas circunstancias, de acuerdo con las características de los hechos investigados
en autos, indicarían -a primera vista- que corresponde confirmar la decisión del a quo de rechazar la competencia que le
fuera atribuida -tal como con precisión requiere el Agente Fiscal, Dr. Delgado, a fojas 23/5-.
No obstante, existen aspectos que nos convencen de adoptar la decisión contraria.
En efecto, el hecho de que se encuentre cuestionada la efectiva participación del imputado
Machuca en el procedimiento que habría dado lugar a la detención ilegítima de las víctimas de autos es un extremo que
podría atentar contra la idea de que las desapariciones investigadas fueron cometidas a través de la ALínea de Comando
Jefatura@. Si bien este punto no es suficiente para fundar por sí mismo la competencia del a quo en el caso (dado que, por
principio, sería el juez que declina su competencia quien debe zanjar este aspecto antes de resolver la cuestión), existen
peculiaridades de la presente instrucción que obligan a no demorar más el trámite y a invertir la operatoria del principio
señalado.
En tal sentido, los más de tres años y medio que estas actuaciones estuvieron a la espera de
una decisión del Tribunal de Alzada en torno a la incompetencia declarada a fojas 82/4 del principal, la falta de
coordinación en la actuación de los representantes del Ministerio Público Fiscal en autos, y la disparidad de criterios que
el juez remitente evidencia respecto de su competencia en investigaciones del tipo de la presente, son extremos que -junto
al señalado en el párrafo anterior- nos convencen de que una más pronta y mejor administración de justicia se lograría si el
a quo mantuviera su conocimiento en la causa, al menos hasta que -eventualmente- se descarte de modo definitivo su
competencia en estas actuaciones.
Por todo lo expuesto, este Tribunal RESUELVE:
- REVOCAR el auto que luce a fojas 29/34 de esta incidencia, debiendo el a quo continuar
conociendo en las presentes actuaciones de acuerdo con lo expuesto en los considerandos (artículos 37 y ccs. del
C.P.P.N.).
Sirva la presente de atenta nota de remisión.@
DECLARACION INDAGATORIA: NULIDADES PROCESALES. Ausencia de la defensa en el
acto de recepción de la declaración indagatoria.
El hecho de que la defensa no haya rubricado las actas donde se formalizaran las indagatorias, lo que
lleva a presumir su ausencia al menos durante parte del acto, no conlleva sanción invalidante.
La presencia de la asistencia técnica, a tenor de las previsiones del art. 195 del C.P.P.N. es eventual
y de índole facultativa, salvo requerimiento expreso en contrario (C.C.C. Fed. Sala I AREYNOSO, Angel M.@
del 2.5.1999).
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
ACERONE, Pedro y otras...@
19.4.2007
Causa 40.170
Reg. 295
J. 2 - S. 3.
DEFRAUDACION: ESTAFA. ESTAFA PROCESAL. CONCURSO DE DELITOS. Apoderado que
tramita y cobra un crédito obtenido merced a una sentencia favorable luego del fallecimiento del poderdante.
La conducta del abogado que a sabiendas y valiéndose de su calidad de apoderado, realiza los
tramites legales pertinentes para obtener el cobro de una sentencia favorable luego del fallecimiento de su
Poder Judicial de la Nación
poderdante induciendo a engaño al juez constituye el delito de estafa procesal y no el de esta figura en
concurso real con el de estafa en perjuicio de los herederos del causante poderdante.
La realidad fáctica así descripta sólo encuentra adecuación típica en el art. 172 del Código Penal.
Es que, el caso es un claro supuesto de Aestafa en triangulo@, porque se produce un desdoblamiento entre la
víctima del engaño y el ofendido por la estafa. Victima del engaño y disponente es el juez, y ofendido por la
estafa es la persona a la que afecta la resolución patrimonial dispositiva. No se discute que la estafa procesal
es una estafa común, con la única particularidad que se desarrolla en el ámbito jurisdiccional y que la el sujeto
engañado es la persona del juez (Gladys N. Romero). ADelito de Estafa- Análisis de Modernas Conductas
Típicas de Estafa- Nuevas Formas de Ardid o Engaño@, Ed. Hammurabi, Bs. As. 1998, p. 348/9).
El Código Penal no trae la descripción especifica de este tipo de estafa, pero resulta subsumible en su
art. 172 (C.N.C.P. Sala IV ARUISANCHEZ LAUREA, Angel@ del 26.6.96). En este sentido se decidió que
la estafa procesal se encuentra incluida en ese mismo artículo 172 y requiere la existencia de un expediente
judicial donde se materializa en los requisitos propios de la figura en cuestión ( Andrés D´Alessio ACódigo
Penal Comentado y Anotado - Parte Especial@ Ed. La Ley Bs. As. p. 464 y 465).
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
12.4.2007
ANOFAL, Carlos s/procesamiento...@
Causa 39.995
Reg. 283
J. 5 - S. 9.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 12 de abril de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
La defensora particular de Carlos Nofal interpone a fojas 11/13 del legajo recurso de
apelación, en contra de la resolución que en fotocopias glosa a fojas 1/8 -dipositivos I) y II)- por la cuál se dispone
procesar, sin prisión preventiva, a su asistido por considerarlo Aprima facie@ autor responsable del delito de estafa procesal
en los autos N° 13.299/93 del registro del Juzgado en lo Civil de esta Ciudad -art. 173 inc. 8° C.P.- en concurso real con el
delito de estafa, en calidad de coautor, reprimido por el artículo 172 del mismo cuerpo legal y manda a trabar embargo
sobre sus bienes hasta cubrir la suma de ocho mil pesos ($8.000).
Se imputa al encartado haber intervenido en la maniobra estafatoria en perjuicio de los
herederos de Jorge del Valle Clavero, toda vez que se cobró en la Caja de Valores S.A., con fecha 20 de diciembre del
2000, el resarcimiento patrimonial que correspondía al nombrado por haber resultado parte vencedora en la causa por
daños y perjuicios tramitada ante el Juzgado Civil N° 100 de esta Ciudad- expte. N° 13.299/93-. Para perpetrar la
maniobra se utilizó un DNI apócrifo, con los datos del extinto y la foto de Acosta Andrada.
El doctor Nofal, como apoderado de Clavero, llevó adelante la sustanciación de la mencionada causa y realizó los trámites
pertinentes para posibilitar el cobro de los bonos ante la Caja de Valores S.A.,y no habría advertido al magistrado
interviniente acerca del fallecimiento de su mandante, acaecido el 6 de abril de 1994.
El principal descargo ensayado por el encartado radica en sostener que desconoció el deceso
de su poderdante, habiendo limitado su accionar a cumplir el mandato legal conferido en virtud del poder general para
litigar obrante en el expediente civil. Afirma que el único contacto que tuvo con Clavero fue al iniciarse la causa, que vino
acompañado por Acosta Andrada, quien se lo presentó para que llevara adelante la acción por daños y perjuicios. Que
durante la tramitación del pleito no fue necesaria la comparecencia de su representado, ni siquiera ante la absolución de
posiciones ofrecida por la demandada, desde que ésta no fue instada por negligencia del oferente. Aclara que no se
comunicó con Clavero cuando recibió en el estudio la cédula de notificación que daba cuenta de la sentencia favorable a la
pretensión de aquél, del mismo modo que deja en claro que fue Acosta Andrada, que para entonces trabajaba en su
estudio, quien debía encargarse de comunicarle a Clavero que los fondos estaban expeditos para su cobro en la Caja de
Valores S.A.-conf. indagatoria fs.683/87 vta.En autos está debidamente acreditado que Carlos Nofal, en su carácter de apoderado de
Jorge del Valle Clavero, inició en el mes de marzo de 1993, ante el Juzgado Nacional en lo Civil N° 100, demanda por
daños y perjuicios en contra de Rodolfo Cocabelos y la Caja Nacional de Ahorro y Seguros -conf. fs. 1/vta. y 4/8 del
expte.n° 13.299/93-.
El 6 de abril de 1994 fallece Jorge del Valle Clavero conforme surge de la documentación
obrante a fojas 512/3, circunstancia que no se encuentra reflejada en ningún tramo del expediente civil.
Aún cuando no se cuenta con los testimonios de Jorge Román y de Guillermo Clavero, ha
quedado demostrado que éstos desconocían que su padre era titular de un crédito, en virtud del resultado de la sentencia
recaída en autos el 15 de setiembre de 1999 -fs. 200/5-. Las constancias del expediente n° 56.458/94 AClavero, Jorge del
Valle y Perotti, Adelaida Ruffina s/sucesión ab-intestato@ grafican adecuadamente acerca de dicha circunstancia, en la
medida que no hay registro de que hayan denunciado la existencia de la mencionada acreencia para integrar al acervo
hereditario -conf. pto.3 fs. 6/vta., fs. 36/vta. y fs. 52-.
Más allá del desconocimiento alegado por el encartado acerca del deceso de su mandante, y
Poder Judicial de la Nación
de pretender circunscribir la maniobra estafatoria a la autoría de Andrada Acosta, repárese que fue éste quien
efectivamente cobró los bonos ante la Caja de Valores S.A., munido de un documento nacional de identidad con su foto vide constancias fs. 214,318/20 y peritaje fs. 341/3- distintas particularidades evidenciadas a lo largo del sumario por
daños y perjuicios ponen de manifiesto que no podía ser ajeno a tal realidad.
Así, por ejemplo, a fojas 42 se ha certificado que en el beneficio de litigar sin gastos
iniciado a favor de Clavero (expte.13.301/93), se decreta la caducidad de la instancia, sin duda, por inactividad del
solicitante. Como consecuencia de ello, se intima a Clavero en diversas oportunidades a reponer la tasa de justicia,
notificándoselo en el domicilio de su apoderado. Resulta llamativo que el letrado no haya intentado comunicarse con su
cliente -fallecido para esa época-, para hacerle saber acerca de lo acontecido en el expediente. Como colofón, ante el
lógico incumplimiento en que incurre el actor, el representante del fisco solicita certificado para iniciar ejecución fiscal,
ello sin la menor objeción del doctor Nofal (vide fs.64 expte.13.299/93).
De igual modo, resulta poco creíble que el encartado haya iniciado los trámites de ejecución
de sentencia y aceptado el cobro de la indemnización en bonos sin haber intentado en forma previa ponerse en contacto
con su mandante para ver si éste aceptaba la modalidad de pago propuesta-conf. fs. 212 y 232 expte. 13.299/93-.Ya para
esta altura del proceso civil está demostrado que Julio César Acosta Andrada lo secunda en la tramitación del juicio.
Adviértase que este último es autorizado en forma expresa por aquél para retirar fotocopias y demás documentación, a fin
de ser presentada ante el Ministerio de Economía y la Caja de Valores S.A.-v. diligencias fs. 230 vta., 261; 267 vta.Sin llegar a valorar en la especie la directa incriminación proferida por Acosta Andrada en
contra del encartado, ya que por razones obvias reviste comprometida su objetividad, no corresponde acoger
favorablemente la defensa que intenta el encartado para eximirse de responsabilidad en punto a que confió exclusivamente
en aquél la tarea de notificar a su mandante que ya contaba con los fondos expeditos para ser retirados.
Dicha afirmación aparece controvertida con su propia versión, en cuanto reconoce que lo
único importante para comunicar a su cliente era A...avisarle del cobro, era que venga a cobrar...@, amén de la
particularidad de haber estado al tanto de que Acosta Andrada creía tener derecho sobre lo reclamado A...Él siempre me
manifestó que en el juicio de Clavero...tenía derecho a cobrar porque él era el chofer, entonces yo le dije que yo nunca
había hecho el reclamo en nombre de él, que siempre lo había hecho en nombre de Clavero....Él fantaseaba con la idea
de que al chofer le correspondía un 30% de la indemnización@(vide fs. indagatoria fs.683/687 vta.), y que por ende, podía
tener intereses contrapuestos a los de Clavero.
Resulta igualmente inverosímil que el imputado pretenda hacer creer que delegó el cobro de
los honorarios pactados con Clavero al inicio de la causa, en Acosta Andrada, cuando él mismo reconoce la especial
situación procesal que aquejaba en esa época a su consorte de causa A...yo firmé un acta donde me comprometía a darle
trabajo...le dije a él, Ael día que no venís yo no puedo asumir la responsabilidad de salir a buscarte, así que ese día me
llamas a mí o al Servicio Penitenciario@. Si consideraba la posibilidad de que Acosta Andrada no cumpliera con la
obligación asumida, parece poco probable que le haya confiado en forma exclusiva la misión de cobrar sus emolumentos
después de tantos años de labor.
Por último, el hecho de que Nofal -a instancias de la intimación del Tribunal de que se
notifique a su cliente en el domicilio real- haya desistido explícitamente de perseguir sus honorarios en relación al actor conf. escritos fs. 345 y 364 del expte. 13.299/93- no puede tener otra explicación que el firme propósito del nombrado de
evitar que se alertase a los hijos de Clavero, acerca de la existencia del juicio de su padre.
En suma, las circunstancias fácticas relatadas precedentemente convencen a los suscriptos
acerca de haberse reunido en autos elementos de convicción suficientes para estimar a esta altura del proceso, signado por
su provisoriedad, que el encartado, valiéndose de su calidad de apoderado de Jorge Clavero, realizó los trámites legales
pertinentes para inducir a engaño al titular del Juzgado en lo Civil n°100.
A sabiendas del fallecimiento de su cliente, y contándose con una sentencia favorable al
extinto, indujo al magistrado interviniente a librar oficio para que se transfieran los fondos depositados por la parte
perdidosa a la orden del Tribunal en la Caja de Valores S.A.. Asimismo, logró que se transfiriera en la misma entidad, en
una cuenta a la orden del señor Jorge del Valle Clavero -vide copia de oficio diligenciado fs.302/304 expte. civil citadolos siete mil seiscientos once con veinticinco centavos (7611, 25) bonos dólares Serie III, con más sus acreencias.
La maniobra estafatoria se habría consumado mediante la presentación por parte de su
consorte de causa, y ante la Caja de Valores S.A., de un documento de identidad apócrifo que les habría permitido retirar
los fondos en cuestión, como si el que realmente se hubiese presentado a realizar la gestión hubiese sido Jorge del Valle
Clavero. La disposición patrimonial fue en perjuicio exclusivo de sus legítimos herederos.
Resta abordar el aspecto referido a la calificación legal asignada a la conducta del imputado.
Como se ha visto, el juez de grado consideró que estaba en presencia de dos hechos
vinculados por una relación material de concurso. Por un lado la estafa en perjuicio de los herederos de Clavero y por el
otro, la estafa procesal en perjuicio del juez civil.
A criterio de los suscriptos, la realidad fáctica descripta, tal como le fuera impuesta al
encartado en oportunidad de serle recabados sus dichos indagatorios, sólo encuentra adecuación en el artículo 172 del
plexo sustantivo.
El caso que se ventila en autos es un claro supuesto de Aestafa en triángulo@, porque se
produce un desdoblamiento entre la víctima del engaño y el ofendido por la estafa. Víctima del engaño y disponente es el
juez, y ofendido por la estafa es la persona a la que afecta la resolución patrimonial dispositiva. No se discute que la estafa
procesal es una estafa común, con la única particularidad que se desarrolla en el ámbito jurisdiccional y que el sujeto
engañado es la persona del juez (Romero, Gladys N.@Delito de estafa- Análisis de modernas conductas típicas de estafaNuevas formas de ardid o engaño@, Ed. Hammurabi, Bs.As. 1998, pág.348/9).
Este código no trae la descripción específica de este tipo de estafa, pero resulta subsumible
en el artículo 172 del Código Penal -CNCasación Penal, Sala IV, C.N° 353 ARuisánchez Laurés, Ángel@, reg. N°613, del
26/6/96-. En este sentido, se decidió que la estafa procesal se encuentra incluida en el artículo 172 del código penal y
requiere la existencia de un expediente judicial donde se materialicen los requisitos propios de la figura en cuestión
(D=Alessio, Andrés ACódigo Penal Comentado y Anotado- Parte Especial -La Ley; Bs.As. 2004, págs.464 y 465).
Conforme se ha relatado antecedentemente, estamos en presencia de una defraudación
Poder Judicial de la Nación
dirigida a inducir en error al juez civil, quien teniendo la facultad de producir la disposición patrimonial, decidió sobre
ella. El modo empleado para llevar adelante la maniobra ha sido la ocultación del fallecimiento de Jorge Clavero,
continuando con el pleito como si el mandato conferido en el año 1993 siguiera vigente.
Como cualquier defraudación, ésta se consumó con el perjuicio patrimonial derivado de la
ocultación de dicha circunstancia, al haber cobrado la indemnización del juicio que tenía como destinatarios finales a los
hijos, que habrían sufrido un perjuicio económico ante la merma de su haber hereditario.
Por último, es menester señalar que a pesar que la defensa apeló el dispositivo II) del fallo
citado, no ha expuesto los motivos que sustentan su agravio, razón por la cuál, en virtud del control de admisibilidad que
detenta esta alzada a tenor de las previsiones del artículo 444 del código ritual, el remedio articulado, en relación a este
punto en particular, será declarado mal concedido.
Por las razones expuestas precedentemente, el Tribunal RESUELVE:
I- CONFIRMAR PARCIALMENTE el punto dispositivo I) de la resolución que en
fotocopias luce a fojas 1/8 de la incidencia, en cuanto dispone procesar a Carlos Pedro Nofal en orden a la maniobra por la
que fuera indagado, MODIFICANDO la calificación legal asignada, sin perjuicio de la que en definitiva quepa adjudicar,
como infracción al artículo 172 del Código Penal, (art. 306 C.P.P.N.).
II- DECLARAR mal concedida la apelación deducida contra el dispositivo II) del auto de
fojas 1/8, conforme se señala en los considerandos (art. 444 C.P.P.N.).
Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y remítase a Primera Instancia a fin de que
se practiquen las demás notificaciones.
Sirva la presente de atenta nota de envío. @
DEVOLUCION DE EFECTOS: ESTUPEFACIENTES. (Art. 39 de la Ley 23.737). Elementos
con valor probatorio o adquiridos como producto del ilícito investigado.
En tanto los secuestrados resulten elementos que pueden acreditar la configuración del hecho ilícito
atribuido al imputado, del mismo modo que puedan haber sido adquiridos con su producido, al menos,
mientras perdure la sustanciación del proceso y a resultas de éste, deben quedar sujetos a disposición del
juzgados a los fines del art. 23 del Código Penal y mas específicamente del artículo 39 de la Ley 23.737.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
APEDROZA, José L. s/devolución de efectos@@
12.4.2007
Causa 39.904
Reg. 281
J. 3 - S. 5.
ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. CONSTITUCION NACIONAL.
Constitucionalidad.
No obstante dejar a salvo los fundamentos desarrollados por la mayoría del Tribunal en los autos
ABARAJ, Bernardo@ del 30.11.1994, no encuentro nuevos argumentos que permitan soslayar el criterio
asentado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los precedentes ACAPORALE, Susana@ y ADI
PRATO, Sergio@ del 24.10.95 debe considerarse constitucional la conducta descripta por el art. 14, segundo
párrafo de la Ley 23.737. (del voto del Dr. Cavallo al que adhirió el Dr. Farah El Dr. Freiler reitera el criterio
que expuso al expedirse en autos ACIPOLATTI@ del 7.6.2005 votando por la inconstitucionalidad de dicha
norma)
C.C.C. Fed. Sala 10.4.2007
Cavallo (por la mayoría s>/su voto) Farah (´pr la mayoría s/su
voto- Freiler (en disidencia).
Poder Judicial
Judicial de la Nación
10.4.2007
Causa 40.020
AMONTANS, Claudio@
Reg. 263
J. 9 - S. 18.
NOTA I: Ver fallo completo.
NOTA II: Ver además lo resuelto por la misma sala en autos ATOLOZA, Marcos E.@ del 24.4.2007.
ABuenos Aires, 10 de abril de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto por el Representante del Ministerio Público Fiscal, Dr. Carlos Ernesto Stornelli, contra el
auto que luce a fojas 46/7 en cuanto declara la prescripción de la acción penal y en consecuencia el sobreseimiento de
Claudio David Montans.
Se agravia el Ministerio Público Fiscal por entender que en virtud de la cantidad de material
estupefaciente secuestrado y las circunstancias que rodearon el secuestro de dicha sustancia, la conducta desplegada por el
encausado encuadraría en la figura residual del artículo 14, párrafo primero de la ley 23.737.
La presente causa tuvo su inicio el 11 de enero de 2004 a raíz del procedimiento llevado a
cabo por la prevención, momento en el que se le secuestró a Claudio David Montans y a Juan José Calabria Callejero
sustancia estupefaciente -este último fue procesado como autor penalmente responsable del delito de tenencia simple de
estupefacientes, previsto y reprimido por el artículo 14, primera parte, de la ley 23.737, y su expediente se encuentra
actualmente en la etapa de juicio-.
Respecto de Montans, el a quo estimó que su conducta encuadraría en la figura de tenencia
de estupefacientes para consumo personal (art. 14, párrafo segundo de la ley 23.737), razón por la cual, habiendo
transcurrido el plazo máximo de pena al que está sujeto dicho delito, declaró la prescripción de la acción penal.
El Doctor Gabriel Cavallo dijo:
Sin perjuicio de las dificultades para identificar la droga que se le achaca al imputado, a la
luz de las características de los sucesos investigados corresponde subsumir la conducta de Montans Btal como lo hace el a
quoB en el tipo previsto en el artículo 14, segundo párrafo de la ley 23.737-tenencia de estupefacientes para consumo
personal-, figura que prevé una pena máxima de dos años de prisión.
En este sentido, se ve avalado el hecho de que la droga cuya tenencia se le reprochara al
imputado haya sido para consumo personal no solo por los dichos del imputado, quien ha reconocido su calidad de
consumidor, sino también por la cantidad de material estupefaciente incautado y el informe del Cuerpo Médico Forense
(fs. 130/2).
Con relación a la constitucionalidad de tal norma, y no obstante dejar a salvo los
fundamentos desarrollados por la mayoría del Tribunal en los autos ABaraj, Bernardo s/sobreseimiento@ (reg. n° 905, rta. el
30/11/94), no encuentro nuevos argumentos que permitan soslayar el criterio asentado por la Corte Suprema de Justicia de
la Nación en los precedentes caratulados ACaporale, Susana y otros s/infracción a la ley 23.737" y ADi Prato, Sergio
Marcelo y otro s/infracción a la ley 23.737", ambos resueltos con fecha 24/10/95.
Por otro lado, y con relación a la extinción de la acción penal por prescripción, debe
considerarse que Montans fue llamado a prestar declaración indagatoria el 12 de enero de 2004, y que a la fecha ha
transcurrido el lapso necesario para que opere la extinción de la acción penal por prescripción sin que se hubiera
verificado ningún supuesto de interrupción.
Por tanto, transcurrido el tiempo previsto en el artículo 62, inciso 2° del Código Penal,
corresponde confirmar la decisión cuestionada.
El Doctor Eduardo Freiler dijo:
Coincido con mi colega en que los hechos motivo de estudio se subsumen en el artículo 14,
segundo párrafo de la ley 23.737-tenencia de estupefacientes para consumo personal-.
Ello, teniendo en consideración los dichos del imputado, quien ha reconocido su calidad de
consumidor, así como también las características que rodearon al hecho, la escasa cantidad del material estupefaciente
incautado y el informe del Cuerpo Médico Forense (fs. 130/2).
No obstante lo señalado, como lo he dicho en la causa N° 36.989, caratulada ACipolatti,
Hugo s/procesamiento@, Registro N° 571 del 7 de junio de 2005, sostengo que debe declararse la inconstitucionalidad del
artículo 14, segunda parte, de la Ley 23.737, aún de oficio (C.S.J.N., B. 1160. XXXVI ABanco Finanzas S.A. s/quiebra@
del 19 de agosto de 2004), por lo que corresponde decretar el sobreseimiento de Claudio David Montans en orden al delito
por el que fuera imputado (artículo 336 del C.P.P.N.).
El Doctor Eduardo Farah dijo:
Que adhiero a los fundamentos expresados por el Dr. Cavallo y voto en igual sentido.
En virtud del acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución de fs. 46/7 en cuanto decide DECLARAR EXTINGUIDA
LA ACCIÓN PENAL POR PRESCRIPCIÓN respecto de Claudio David Montans, de las restantes condiciones
obrantes en autos y en consecuencia SOBRESEERLO ( artículo 336 inciso 1 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase para que se cumpla con las
restantes notificaciones.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA CON FINES DE COMERCIALIZACION. (Art. 5°° inc.
Poder Judicial
Judicial de la Nación
Ac@@ de la Ley 23.737). Valoración de la prueba. Pautas para considerar la tenencia de esa manera.
El secuestro de dos cajitas conteniendo, una, veintiocho comprimidos
y la otra cuarenta de
metilendioximentanfetamina (extasis), mas la suma de ciento setenta y seis pesos, mientras su portador las
contabilizaba en la palma de su mano en el interior de un local bailable autorizan a sostener con el grado de
probabilidad exigido para el dictado de un auto de procesamiento que estamos en presencia de una infracción
al art. 5 inc. Ac@@ de la Ley 23.737.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
AALCAS, Bruno J. s/procesamiento.....@@
12.4.2007
Causa 40.346
Reg. 276
J. 1 - S. 1.
ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. SIMPLE. COMERCIALIZACION.
Principios generales sobre la apreciación de la prueba. Cantidad.
La acreditación de la finalidad que exige el segundo párrafo del art. 14 de la Ley 23.737 no pude
ajustarse a parámetros cuantitativos estancos , toda vez que idénticas cantidades podrían ser compatibles en un
caso y no en otro con esa actividad dependiendo del tipo de sustancia y lamodalidad de consumo.
C.C.C. Fed. Sla II
Cattani - Irurzun Luraschi
APICOSI, Marcelo E. s/procesamiento@@
3.4.2007
Causa 24.756
Reg. 26.624
J. 5 - S. 20.
NOTA: Se citó C.C.C. Fed. Sala II AMADROSTOMO, Matías@ del 21.9.2007. Ver además: AVARGAS,
Jorges/procesamiento@@ del 17.4.2007 y ACONTRERAS BOTHELLO, Miguel J.@ del 24.4.2007.
ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. Cantidad de sustancia secuestrada.
Intrascedencia a terceros. Atipicidad.
La evaluación de si la droga está destinada al consumo personal no puede ajustarse a parámetros
cuantitativos rígidos, toda vez que idénticas cantidades podrán ser compatibles en un caso -y no en otro- con
dicho fin, dependiendo del tipo de estupefaciente involucrado y las demás particularidades que envuelven
cada actividad de consumo (cf. causa n° 24.330 AMADROSTOMO@ del 21/9/06, reg. n° 25.727; y causa n°
24.129 ACORSARO@ del 10/10/06, reg. n° 25.837; entre otras).
Por otra parte, desde el punto de vista subjetivo, una persona que acude al uso de la marihuana para
aliviar los episodios de dolor que su enfermedad le provoca, y que probablemente ya desarrolló algún grado
de dependencia psíquica a la sustancia ,
aparece razonable la invocada necesidad de garantizarse su
disponibilidad con la tenencia de una cantidad que ordinariamente, siendo otras las circunstancias, podría
considerarse inadecuada al acotado margen de un caso de uso estrictamente individual (cf., entre otras, causa
Poder Judicial
Judicial de la Nación
n° 24.081 ADUARTE@ del 15/8/06, reg. n° 25.541; causa n° 24.429 ACRISTINO@ del 30/11/06, reg. n°
26.093; y causa n° 24.129 ACORSARO@, ya citada).
Ha de concluirse entonces en la irrelevancia penal de la conducta en el contexto en el que se verificó
la tenencia de la sustancia destinada al uso personal de la imputada -en la intimidad de su vivienda- y no se
deriva ningún elemento que permita atribuirle aquí la finalidad de desarrollar un consumo que trascienda de sí
misma abarcando a un número indeterminado de sujetos. De este modo, queda descartado en autos el riesgo
potencial para la salud pública que puede justificar la restricción al ámbito de privacidad individual que
conlleva la intervención punitiva que regla la ley 23.737 (cf. la jurisprudencia sentada por esta Sala en la
causa n° 23.552 AT.@ del 9/5/06, reg. n° 25.071, cuya legitimidad en un supuesto con estas particulares
características exige un examen incluso más riguroso atento a la íntima vinculación que la actividad de
consumo plantea en el caso concreto con el derecho a la salud individual y éste, a su vez, con el principio de
autonomía personal constitucionalmente reconocido (CSJN, Fallos 306:1892, y los
dictámenes del
Procurador General de la Nación a los que remitió el Máximo Tribunal en Fallos 323:1339 y 326:4931).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
AC.; P. P. s/procesamiento@@
24.4.2007
Causa 24.560
Reg. 266.705
J. 1 - S. 1.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 24 de abril de 2.007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Que vuelven estas actuaciones a conocimiento y decisión de los suscriptos en virtud de la
apelación interpuesta por el Sr. Defensor Oficial, Dr. Gustavo E. Kollmann, contra la resolución de la Juez a quo por la
que procesó nuevamente a su asistida, xxxxxx x. xxxxxxxxx, en orden a la figura prevista en el artículo 14 primer párrafo
de la ley 23.737 y trabó embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de quinientos pesos (puntos dispositivos I y II del
decisorio obrante a f. 19/23).
II- En primer término y en cuanto a la defectuosa fundamentación de la que adolecería la
decisión recurrida, teniendo particularmente en cuenta el criterio restrictivo que impera en materia de nulidades (Fallos
323:929 y 325:1404, entre otros), no habrán de compartir los suscriptos dicha apreciación.
Más allá de que hubiese resultado deseable, especialmente a partir de los señalamientos que
hiciera la Sala al revocar el auto de procesamiento dictado en una ocasión anterior (cf. decisión del 9/3/06, reg. n° 24.867),
un abordaje más profundo y detallado de las múltiples aristas que convergen en el suceso traído a estudio, lo cierto es que
tratadas las cuestiones esenciales, efectuado el análisis de mérito correspondiente y cubiertas las demás exigencias del
artículo 308 del código de rito, el pronunciamiento no resulta nulo por lo que en este aspecto la pretensión de la defensa se
rechazará.
III- Despejada esta cuestión preliminar corresponde ya adentrarnos en el análisis de los
agravios de naturaleza sustantiva. Cabe señalar de inicio que si bien la materialidad de la tenencia no se halla discutida, sí
lo está que ella respondiera a una finalidad específica susceptible de hacer variar -en primer término- la calificación legal
y hasta la consideración del hecho como conducta penalmente relevante.
Sobre el particular, la magistrada a quo sostuvo en su decisión que no contaba con
elementos que la llevaran a presumir que el material estupefaciente que se secuestró a xxxxxxxxx tuviera el destino de
consumo referido en su indagatoria y explicó, a esos efectos, que sus dichos en cuanto alegó un uso medicinal debían
descartarse pues no había logrado probar A...que estuviese llevando a cabo un tratamiento terapéutico en base al
suministro de marihuana, en razón de que ningún galeno le recetara tal sustancia, para la dolencia que ella manifestara
tener...@ (f. 22 in fine). Fue así cómo subsumió el hecho en la figura del artículo 14 primer párrafo de la ley 23.737.
Pues bien, la Sala no puede sino disentir con esa solución; también con el razonamiento que
le da sustento, que equivocadamente descarta la aplicación de la figura atenuada en base a la falta de acreditación de
elementos que la estructura típica no requiere: es que la no comprobación de una específica finalidad terapéutica -extremo
en cuyo examen no debió haberse obviado la perspectiva subjetiva del consumidor- no rechaza per se la mucho más
genérica finalidad de uso personal, puede ser que la última abarque la primera -al igual que hipótesis tales como las de
consumo por esparcimiento o mero placer- sin embargo es claro que una y otra no deben confundirse. Teniendo ello como
norte, emprenderemos entonces el análisis.
El tipo penal acogido en el resolutorio en crisis, conforme se lleva dicho en reiterados
pronunciamientos, resulta de aplicación a los supuestos en que falta la acreditación de alguna de las dos finalidades
contempladas en la ley: la de comercio del artículo 5° inciso Ac@ o la de consumo personal del artículo 14 párrafo segundo
(cf., entre otras, causa n° 21.373 AMusicó@ del 18/5/04, reg. n° 22.456, y causa n° 24.244 ACollazo@ del 3/10/06, reg. n°
25.792). Como se verá, lejos está de ser la descripta la situación que se plantea en estos actuados.
El domicilio de la encausada -donde se secuestró el estupefaciente cuya tenencia se le
reprocha- y la línea telefónica allí instalada estuvieron sujetos en el marco de esta investigación por un lapso de casi dos
meses a la vigilancia de la Sección Precursores Químicos de la Superintendencia Drogas Peligrosas de la Policía Federal;
Poder Judicial
Judicial de la Nación
no obstante, ninguna circunstancia surgió de dichas medidas -tampoco del allanamiento posteriormente practicado- que
apunte en dirección a las hipótesis delictivas del citado artículo 5° (cf. informes de f. 148, 158, 161 y 184, y
transcripciones a f. 22/37, 46/8 y 57/135 del ppal.) o que en su caso descarte la de uso personal; antes bien, se aprecia lo
contrario.
En efecto, el estupefaciente secuestrado durante ese procedimiento -marihuana- fue
encontrado en la habitación perteneciente a xxxxxxxx, en condiciones y junto a elementos que denotaban un consumo
usual y reciente: una porción compacta y envuelta guardada en el interior del armario y de la mesa de luz; otra parte
picada y acondicionada para fumar en un cigarrillo que se halló sobre la cama junto a un paquete de papeles para armado
y una Apituca@; y el resto ya consumido, en colillas que estaban dispuestas en una especie de cenicero (cf. el acta de
secuestro a f. 195, las declaraciones de los preventores y testigos a f. 196/200, y el acta de apertura a f. 232, todas del
ppal.).
Por otra parte, corresponde tener aquí presente que de conformidad con los precedentes del
Tribunal la evaluación de si la droga está destinada al consumo personal no puede ajustarse a parámetros
cuantitativos rígidos, toda vez que idénticas cantidades podrán ser compatibles en un caso -y no en otro- con dicho
fin, dependiendo del tipo de estupefaciente involucrado y las demás particularidades que envuelven cada actividad
de consumo (cf. causa n°° 24.330 AMadrostomo@@ del 21/9/06, reg. n°° 25.727; y causa n°° 24.129 ACorsaro@@ del 10/10/06,
reg. n°° 25.837; entre otras).
Por ello es que atendiendo al tipo de sustancia, el modo y lugar en que estaba dispuesta y el
hallazgo junto a ella de elementos característicos de la práctica de consumo, la cantidad incautada en autos no empece a la
calificación del hecho como tenencia para uso personal; menos aún, si se repara en que los profesionales del Cuerpo
Médico Forense al evaluar a la imputada concluyeron en que resultaba verosímil A...que sea una persona afecta o haya
estado afectada al uso indebido periódico de marihuana... [y] que sea un[a] dependiente psíquic[a] a sustancias
psicoactivas...@ (cf. el informe a f. 282/4 del ppal.).
Por lo demás, existe en este particular caso una razón adicional que descarta la subsunción
jurídica del suceso en el tipo penal del artículo 14 primer párrafo y que -además- ubica a la conducta analizada entre las
hipótesis de tenencia para consumo que carecen de potencionalidad para poner en riesgo a la salud pública: el singular
objetivo que con ella se persiguió. En este punto es que cobra vital relevancia el descargo que desacertadamente rechazó
la Juez de grado y que, a partir de su confrontación con diversos elementos del sumario, aquí corresponde tener por cierto
(cf., respecto del uso terapéutico alegado por xxxxxxxx, la declaración de Fernando M. Bertoni a f. 249/50 y en especial el
testimonio de la Dra. Stella M. Coromiras, médica psiquiatra, a f. 361/2; y respecto de los síntomas y la patología que la
nombrada refirió, el certificado médico a f. 280, su ratificación a f. 376 y el informe más reciente del Cuerpo Médico
Forense a f. 394/6, todas del ppal.).
Es que desde el punto de vista subjetivo de una persona que acude al uso de la
marihuana para aliviar los episodios de dolor que su enfermedad le provoca, y que probablemente ya desarrolló
algún grado de dependencia psíquica a la sustancia (ver informe citado ut supra), aparece razonable la invocada
necesidad de garantizarse su disponibilidad con la tenencia de una cantidad que ordinariamente, siendo otras las
circunstancias, podría considerarse inadecuada al acotado margen de un caso de uso estrictamente individual (cf.,
entre otras, causa n°° 24.081 ADuarte@@ del 15/8/06, reg. n°° 25.541; causa n°° 24.429 ACristino@@ del 30/11/06, reg. n°°
26.093; y causa n°° 24.129 ACorsaro@@, ya citada).
Este Tribunal habrá entonces de coincidir con la defensa en la irrelevancia penal de la
conducta realizada por la imputada; siendo en la tipicidad donde, a criterio de los suscriptos y sin perjuicio de ciertas
circunstancias susceptibles de ser analizadas en estadios posteriores de la teoría del delito, corresponde ya resolver la
cuestión.
Ello así, por cuanto del contexto en el que se verificó la tenencia de la sustancia
destinada al uso personal de la imputada -en la intimidad de su vivienda, de la forma y en las circunstancias
explicitadas a lo largo de este decisorio- no se deriva ningún elemento que permita atribuirle aquí la finalidad de
desarrollar un consumo que trascienda de sí misma abarcando a un número indeterminado de sujetos. De este
modo, queda descartado en autos el riesgo potencial para la salud pública que puede justificar la restricción al
ámbito de privacidad individual que conlleva la intervención punitiva que regla la ley 23.737 (cf. la jurisprudencia
sentada por esta Sala en la causa n°° 23.552 AThomas@@ del 9/5/06, reg. n°° 25.071, a cuyos fundamentos cabe remitirse
in extenso), cuya legitimidad en un supuesto con estas particulares características exige un examen incluso más
riguroso atento a la íntima vinculación que la actividad de consumo plantea en el caso concreto con el derecho a la
salud individual y éste, a su vez, con el principio de autonomía personal constitucionalmente reconocido (CSJN,
Fallos 306:1892, y los dictámenes del Procurador General de la Nación a los que remitió el Máximo Tribunal en
Fallos 323:1339 y 326:4931).
Así y de conformidad con la postura adoptada en aquél precedente, se dictará el
sobreseimiento de xxxxxxx xxxxx xxxxxxx, por resultar atípica la tenencia de estupefacientes objeto de este sumario.
Por todo lo expuesto, el TRIBUNAL RESUELVE:
I- RECHAZAR el planteo de NULIDAD por falta de motivación del auto recurrido
introducido por el Dr. Gustavo E. Kollmann (artículo 123 del Código Procesal Penal de la Nación).
II- REVOCAR el resolutorio apelado y SOBRESEER a xxxxxxx xxxxx xxxxxxxx en
relación al hecho por el que fue indagada, declarando que la formación de este proceso no afecta el buen nombre y honor
de que hubiere gozado (artículo 336 inciso 3 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y remítase a primera instancia, donde deberán
efectuarse las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@
EXCARCELACION: CONSTITUCION NACIONAL. Derecho a la libertad física y ambulatoria.
Poder Judicial
Judicial de la Nación
RIEGO PROCESAL.
Es doctrina del Tribunal que siendo que la Constitución Nacional consagra categóricamente el
derecho a la libertad física y ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a todo individuo como
inocente hasta que un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante una sentencia
firme, debe descartarse toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contempla como
fundamento la existencia de riesgos procesales concretos; esto es, peligro de fuga o entorpecimiento de las
investigaciones.
Este extremo se comprueba en el caso en que al alta amenaza de pena del delito imputado- violación
al art. 5 inc.@@c@@ de la Ley 23.737- representa una circunstancia que a priori genera una presunción en contra
de la libertad provisional.
Sumado a ello debe evaluarse en contra de la soltura, la posible relación del imputado con una
organización criminal que por su magnitud y sus conexiones internacionales y la falta de un domicilio fijodan
fundamento a la medida de cautela personal.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
ABONTA ORTIZ, Juan M. s/procesamiento...@
17.4.2007
Causa 40.293
Reg. 290
J. 4 - S. 8.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 17 de abril de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los recursos
de apelación interpuestos por las defensas de Juan Miguel Bonta Ortiz (fs. 12/13) y de Blanca Violeta Bendezú Salvatierra
(fs. 9/11) contra el pronunciamiento del a quo que dispuso el procesamiento con prisión preventiva de los nombrados por
considerarlos prima facie autores penalmente responsables del delito de tenencia de estupefacientes con fines de
comercialización (artículos 45 del Código Penal, 5° inciso Ac@ de la ley 23.737 y 312, inciso 1° del Código Procesal Penal
de la Nación).
Se inició la presente investigación el día 14 de junio de 2005 en virtud de una denuncia
anónima efectuada vía telefónica ante personal de la Dirección General de Drogas Peligrosas de la Policía Federal
Argentina. En esa ocasión, el denunciante dio cuenta de que en el domicilio donde vivía AJulio@, ubicado en el barrio ALos
Piletones@ de Villa Soldati -manzana 9, casa 27-, se estaban vendiendo drogas de todo tipo (fs. 1).
Por esta razón, se realizaron tareas de investigación sobre ese y otros domicilios del
asentamiento, entre los cuales se encontraba el de la calle Barros Pazos 3645, en el que pudo constatarse que se realizaban
actividades compatibles con las previstas en la ley 23.737 (fs. 131/132 y 135).
El 19 de julio de 2006 se procedió al allanamiento de diversos domicilios y se secuestró
gran cantidad de material estupefaciente.
Cabe destacar que, con anterioridad al libramiento de las diferentes órdenes de allanamiento,
se estableció que en el domicilio de la calle Barros Pazos 3645 habían cesado las actividades compatibles con la
comercialización de sustancias estupefacientes, motivo por el cual dicha finca no se encontró en el grupo de las allanadas
el 19 de julio pasado (fs. 261).
Ahora bien, sobre la base de investigaciones posteriores se pudo determinar que las
actividades delictivas se habrían reanudado en dicho lugar (fs. 886/894, 1080/1097, 1134/1135), motivo por el cual se
procedió a su allanamiento, donde se secuestró material estupefaciente, dinero de baja denominación, teléfonos celulares y
documentación personal (fs. 1150, 1151, 1152, 1187), y se detuvo a las personas que allí se encontraban BJuan Miguel
Bonta Ortiz y Blanca Violeta Bendezú SalvatierraB.
De esta forma, el hecho que se les imputa a los procesados es haber tenido en su poder con
fines de comercialización el material estupefaciente encautado en el lugar Bespecíficamente 10,152 gramos de cocaína
distribuídos en 27 envoltoriosB (ver estudio pericial y acta de apertura realizados por la División ALaboratorio Químico@ a
fs. 1185 y 1258/1259).
II- Situación procesal de Blanca Violeta Bendezú Salvatierra:
En relación con la imputada, debemos resaltar que con anterioridad al allanamiento del
domicilio de la calle Barros Pazos 3645 Bmomento en el cual se produjo su detenciónB no existían elementos de cargo en
el expediente en su contra. En efecto, se sospechaba que en el lugar vivía una mujer de nombre Susana Rivera Saya, quien
tenía una quemadura en su cara. Es por ello que puede afirmarse que Bendezú Salvatierra Bquien no posee ni el nombre ni
la seña particular señaladaB no es la persona individualizada por la policía como autora de conductas en infracción a la ley
23.737. Por lo demás, el hecho de haberse encontrado en la vivienda el día del allanamiento no es una circunstancia con la
entidad suficiente como para responsabilizarla por la tenencia con fines de comercialización de la droga secuestrada en el
lugar. En consecuencia, de momento By más allá de los motivos en virtud de los cuales la nombrada se encontraba en el
Poder Judicial
Judicial de la Nación
domicilio en cuestión al momento del allanamientoB no puede descartarse su descargo relativo a su ajenidad respecto de la
droga encautada.
Por tales motivos, este Tribunal entiende que debe adoptarse, por el momento, un
temperamento expectante respecto de Blanca Violeta Bendezú Salvatierra.
III-Situación procesal de Juan Miguel Bonta Ortiz:
En primer lugar, corresponde poner de resalto que en su declaración indagatoria el
nombrado desconoció los hechos imputados y manifestó ser consumidor habitual de sustancias estupefacientes, motivo
por el cual dijo concurrir al domicilio de Barros Pazos 3645 a fin de obtener drogas. Asimismo, refirió que dentro del
domicilio allanado se secuestró su documentación debido a que se encontraba buscando trabajo y que, en virtud de no
poseer domicilio, los dueños del lugar le permitían asearse, lavar su ropa y dejar sus pertenencias en la finca para que se
las cuiden (fs. 1194/1195).
Tal como sostiene el a quo, consideramos que el descargo del imputado no tiene entidad
suficiente para contrarrestar las probanzas de la causa. En efecto, de las declaraciones de los preventores se desprende que
el imputado se encontraba en el domicilio en cuestión no sólo al momento del allanamiento, sino también a diario. En
particular, de la declaración testimonial del Inspector Giaconne de fs. 1149 se advierte que fue Bonta Ortiz quien indicó al
Personal de la División Operaciones Metropolitanas el lugar donde comercializaban las drogas.
Los elementos de prueba que permiten arribar a la conclusión acusatoria surgen de las
inteligencias de fs. 131/132, 135, 261, 886/894, 1080/1097 y 1095, del acta circunstanciada de fs. 1150, del acta de
detención y notificación de derechos de fs. 1152, de la certificación actuarial de efectos de fs. 1187, del estudio pericial y
del acta de apertura realizados por la División ALaboratorio Químico@ de fs. 1185 y 1258/1259.
Se agravia la defensa al sostener que ni de las tareas de inteligencia practicadas por el
personal de la Policía Federal Argentina ni de las filmaciones obtenidas aparece el imputado como interviniente en los
sucesos investigados. Sin embargo, de diversas declaraciones de los preventores surge la descripción de un hombre con
características similares a las de Bonta Ortiz. Ejemplo de esto lo constituyen las declaraciones del Cabo Victoria Elizabeth
Portillo a fs. 1095, la declaración del Inspector Carlos Giacone a fs. 1112 y la de fs. 1149. Por estas razones, consideramos
que existe el grado de probabilidad necesario para avalar la decisión apelada en este sentido.
Por último, la defensa se agravia del grado de participación atribuido a Bonta Ortiz (autoría)
y propone su modificación al grado de participación. Al respecto, y más allá de la precariedad de este punto en esta etapa
procesal,corresponde mencionar que prima facie existen elementos en la causa que nos permiten concordar con el grado
de participación atribuida en la resolución recurrida.
A su vez, corresponde señalar que resulta adecuada la calificación legal escogida por el a
quo en el auto apelado. En efecto, el comportamiento de Bonta Ortíz encuadra en la figura prevista por el artículo 5, inciso
Ac@ de la ley 23.737 en tanto habría tenido en su poder estupefacientes con fines de comercialización. Las tareas de
inteligencia realizadas en la presente investigación dan cuenta de que desde el domicilio allanado se han realizado en
diversas oportunidades intercambios de objetos con personas que se acercaban al lugar, acciones estas compatibles con
actos de comercio. Luego, el acondicionamiento de la droga secuestrada avala a priori la hipótesis de la tenencia para
comerciar.
IV-Prisión preventiva y embargo:
Ya ha dicho esta Sala en reiterados pronunciamientos que siendo que la Constitución
Nacional consagra categóricamente el derecho a la libertad física y ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a
todo individuo como inocente hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante
una sentencia firme, debe descartarse toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contemple
como fundamento la existencia de riesgos procesales concretos; esto es, peligro de fuga o entorpecimiento de las
investigaciones.
Sobre la base de las consideraciones expuestas, corresponde analizar la existencia de riesgos
procesales en autos que permitan restringir preventivamente la libertad ambulatoria del imputado.
En primer lugar, debemos señalar que existen elementos en la causa que permiten, en
principio, tener por acreditada la materialidad de los hechos investigados (ver punto III de la presente).
La alta amenaza de pena del delito imputado representa una circunstancia que, a priori,
genera una presunción en contra de la libertad provisional del nombrado.
A su vez, las tareas de inteligencia llevadas a cabo arrojaron una posible relación entre
Bonta Ortiz y la organización investigada en estos actuados (se vio, por ejemplo, a Sara García Pizarro entrar y salir con
habitualidad de la finca en la que se encontraba el imputado al momento de su detención Bver fs. 131/132 y 135B). Por
esta razón, elementos tales como la magnitud de la organización y sus conexiones con el exterior dan también fundamento
al encierro preventivo de Bonta Ortiz.
Por último, la circunstancia de que el imputado al momento de ser detenido no registrara un
domicilio fijo (fs. 1150/1151) es otro elemento que obsta a la concesión de su libertad. No obstante, corresponde que el
Juez de grado arbitre los medios necesarios a fin de corroborar lo expresado por la defensa del nombrado a fs. 1296 en el
sentido de que su primo, Alejandro Bonta, lo habría autorizado a vivir en su casa, situada en Cortagena n° 2927 de esta
Ciudad, en caso de recuperar la libertad.
Resta señalar que, al menos de momento, no existen en estos actuados otros medios menos
lesivos que permitan neutralizar los riesgos procesales señalados. Por otra parte, aparece manifiesto en el presente el
requisito de la proporcionalidad de la medida frente a la pena en expectativa.
Con relación al monto del embargo apelado, las razones esgrimidas por el a quo para su
determinación resultan adecuadas y ajustadas a los parámetros del artículo 518 del C.P.P.N.
Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I- CONFIRMAR el decisorio apelado en cuanto decreta el procesamiento con prisión
preventiva de Juan Miguel Bonta Ortiz por considerarlo prima facie autor penalmente responsable del delito de tenencia
de estupefacientes con fines de comercialización (artículos 45 del Código Penal, 5°, inciso Ac@ de la ley 23.737 y 312,
inciso 1° del Código Procesal Penal de la Nación).
II- CONFIRMAR el embargo trabado sobre los bienes de Juan Miguel Bonta Ortiz por el
Poder Judicial
Judicial de la Nación
monto de tres mil quinientos cuarenta y cuatro pesos con setenta y siete centavos ($3.544,67) (artículo 518 Código
Procesal Penal de la Nación).
III- REVOCAR el procesamiento con prisión preventiva de Blanca Violeta Bendezú
Salvatierra y su respectivo embargo, y DICTAR LA FALTA DE MÉRITO de la nombrada en orden a los hechos por los
que fuera indagada, debiendo el a quo ordenar su inmediata libertad en caso de no mediar medidas restrictivas al
respecto.
Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y remítase a la anterior instancia a fin
de que se practiquen las notificaciones de rigor, se cumpla.
Sirva la presente de muy atenta nota de envío.@
EXHORTO: DECLARACION INDAGATORIA. Procedencia de recepcionarla por vía de exhorto.
Es procedente la recepción de declaración indagatoria solicitada por un juez extranjero en el marco
de la más amplia colaboración en la investigación e intensificación de cooperación jurídica en materia penal
(Convenio de Asistencia Judicial con España - Ley 23.708).
Es que lo motivos que se puedan esgrimir en contra en punto a convertir un medio de defensa en uno
de prueba, pueden ser sanjados requiriendo al exhortante el cumplimiento de las condiciones exigidas por
nuestro ordenamiento procesal para llevar a cabo ese acto. (Ver AGUERRA, Carlos D.@ del 27.6.2002;
APICHI, Silvia C.@ del 23.4.2004 y AMINISTERIO de RR.EE. S/exhorto@ 16.11.2006.
C.C.C. Fed. Sala II
26.4.2007
Causa 25.178
Cattani - Irurzun - Luraschi
AMINISTERIO de RELACIONES EXTERIORES s/exhorto@
Reg. 3042/2007
J. 4 - S. 8.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 26 de abril de 2.007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Que las presentes actuaciones se elevan a conocimiento del Tribunal para resolver en
torno al recurso de apelación presentado por el Sr. Fiscal Dr. Federico Delgado contra el auto de fs. 118/120 en el que el a
quo resolvió rechazar la rogatoria n1 3042/07 y ordenó devolverla a su procedencia.
II- Es dable destacar que el presente sumario se inició a partir de la recepción del exhorto
remitido por el Juez de Instrucción n1 1 de Murcia, Reino de España, a efectos de que se le reciba declaración indagatoria
a Fernando José Navarro en el marco de una causa en que se investiga una denuncia por la supuesta comisión de delitos
societarios promovida por Federico Bonoli Grazian.
Para resolver como lo hizo, el Juez de grado entendió que las constancias remitidas no eran
suficientes y el hecho imputado no se encontraba debidamente individualizado. Finalmente, consideró que la declaración
en lugar de ser un medio de defensa sería un medio de investigación para el acusador, concluyendo entonces que no se
encontraban dadas las condiciones necesarias para llevar adelante el acto procesal pretendido, y en consecuencia, rechazó
la rogatoria recibida.
III- Ahora bien, en el estado actual de las cosas, el Tribunal no habrá compartir lo resuelto
por el Juez instructor.
Es que para la solución del caso, ha de atenderse al marco de la más amplia
colaboración en la investigación e intensificación de cooperación jurídica en material penal, conforme surge del
Convenio de Aprobación de un Tratado de Extradición y Asistencia Judicial en Materia Penal con España -ver
artículos 28, 37 y 40 de la Ley 23.708-.
Que bajo tales lineamientos, los motivos alegados por el Sr. Juez de grado no debieron
llevar al rechazo de la rogatoria cursada, sino a requerir al exhortante el cumplimiento de las condiciones exigidas por
nuestro ordenamiento procesal para llevar a cabo el acto peticionado (conf. esta Sala en causa n11 18.731 AGuerra,
Carlos Daniel s/ devolución de exhorto@@, reg. n11 19.919, rta. 27/06/02; causa n1121.269 APicchi, Silvia Cristina s/
diligenciamiento internacional@@, reg. n11 22.340, rta. 23/04/04, y causa n11 24.392 AMinisterio de RR.EE. S/ exhorto J.
Penal 811 -R.O.U.@@, reg. n11 26.023, rta. 16/11/06).
Así las cosas, el auto apelado habrá de ser revocado debiendo el a quo, devueltas que sean
las presentes actuaciones, corroborar en primer término la subsistencia de interés por parte del Magistrado exhortante en
el diligenciamiento de la medida en cuestión, haciéndole saber asimismo que en caso positivo deberá remitir copias de las
partes pertinentes del sumario que haga a la prueba del hecho investigado y a la participación del encausado, ello a fin de
dar acabado cumplimiento a las exigencias del art. 298 del Código Procesal de la Nación.
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
REVOCAR el decisorio de fs. 118/120 en todo cuanto decide y ha sido materia de
apelación, DEBIENDO el a quo proceder conforme lo señalado en el último párrafo del Considerando III.
Poder Judicial
Judicial de la Nación
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal de Cámara y remítase este legajo a su origen donde
deberán efectuarse las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@
FALSIFICACION
DE
DOCUMENTO
CONCURSO IDEAL. DEFRAUDACION.
PUBLICO: CONCURSO DE DELITOS.
Concurso ideal entre la falsificación de documento y la
defraudación en la venta de un automóvil. NULIDADES PROCESALES. NULIDAD DE SENTENCIA.
EXCEPCIONES PREVIAS. COSA JUZGADA. LITIS PENDENCIA.
La falsificación de documentación de carácter público y la defraudación cometida merced a su uso
concurren idealmente. (art. 54 del C.P.).
Mediando condena por el delito de defraudación y encubrimiento, es nulo, por existir cosa juzgada,
el auto de procesamiento por el delito de falsificación del documento público utilizado como medio para
lograr el primero de esos delitos.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
SOZZO, Héctor G. s/delito acción pública@@
4.4.2007
Causa 39.801
Reg. 241
J. 12 - S. 23.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 4 de abril de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto por el Sr. Defensor Oficial Dr. Gustavo Kollmann a fs. 6/7, contra los puntos I y II de la
resolución de fs. 1/5 en la que se dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de Héctor Guillermo Sozzo por
considerarlo prima facie partícipe necesario del delito de falsificación de documento público destinado a acreditar la
habilitación para circular y la propiedad de un vehículo automotor (art. 292, 11 párrafo del C.P.), y manda a trabar
embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de cinco mil pesos ($ 5000.-).
Se le imputa al nombrado, conforme fuera relatado en la intimación de fs.570 de las
actuaciones principales:Ahaber adulterado y utilizado la documentación automotor pertenecientes al vehículo marca
Renault Kangoo dominio colocado DIK-587, cuyos datos fueron insertos en la verificación policial n113349550 del 12 de
junio de 2002, en la cédula verde control RALC 16.332.534, el formulario 08 n113847137, con firma del vendedor Oscar
Domingo Antacle y su cónyuge Sandra Teresa Marquez, las cuales fueron desconocidas por éstos, pero, pese a lo cual
estas fueron certificadas ante la escribana pública Dra. María Susana Alonso, bajo actuación notarial C008169401,
como así también el título de propiedad de ese rodado control RALC n1 7015215, el cual, junto con la cédula verde, no
respondía a los controles de rigor . Esa documentación se presentó ante el Registro Seccional de la Capital n1 75 en
relación al legajo B del dominio DIK-587, por Jorge Antonio Hoffman, previo acuerdo y transferencia dominial con una
persona que dijo ser Domingo Oscar Antacle, quien utilizara una fotocopia del DNI duplicado n1 13.566.079, pero que,
según informe de la División de Rastros, la huella dactilar inserta responde a Héctor Guillermo Sozzo@.
La defensa del Sr. Sozzo, en la oportunidad prevista por el artículo 454 del Código Procesal
Penal de la Nación, se agravia de que la investigación llevada a cabo en las presentes actuaciones vulnera el principio que
proscribe la doble persecución penal, en tanto que, al momento de su presentación, los mismos acontecimientos que aquí
constituyen el objeto procesal, estarían siendo juzgados en otra causa radicada en el fuero de instrucción.
Asimismo, señala que las pruebas recolectadas en autos no resultan suficientes para dar
sustento al temperamento adoptado por el Sr. Juez de grado en el decisorio apelado, y subsidiariamente considera que el
monto del embargo ordenado es desproporcionado.
En dirección evacuar la primera de las cuestiones suscitadas, deviene ineludible volver sobre
los hechos que han sido -y son- objeto de investigación en una y otra judicatura, ya que ello, será lo que permita discernir
si nos encontramos ante conductas cuyo juzgamiento en distintas sedes pueda implicar una violación a la garantía de non
bis in idem.
Con fecha 23 de mayo de 2002, el Sr. Armando Conde formuló denuncia ante la Seccional
441, con motivo de la sustracción de su vehículo marca Renault Kangoo, dominio DPF-838, color gris, chasis n1
8A1FC0225YL088293 y motor n1 F8QK630C30C350442, ocurrida en la misma fecha, quedando el trámite de dicha
investigación a cargo de la Fiscalía Nacional de Instrucción de Instrucción N1 30 (expte. n1 41.763/02, AN.N. s/ robo@).
Paralelamente, Antonio Hoffman denunció ante el Juzgado Nacional en lo Criminal de
Instrucción N1 18, Secretaría N1 156, haber sido víctima de un engaño en la compra de ese automotor cuyo origen ilícito
había sido fraudulentamente disimulado (expte n1 45.784/02, AHoffman s/ estafa@). Relató que a raíz de un aviso
publicado en los clasificados del diario Clarín, tomó conocimiento de que se ofrecía a la venta un rodado Renault Kangoo.
Agregó que se comunicó al teléfono celular que allí figuraba (n1 155-221-4125) y realizó una oferta de compra en la que
Poder Judicial
Judicial de la Nación
ofreció como parte de pago su rodado particular marca Fiat Duna, dominio CJB-450. La operación se concretó con fecha
20 de junio de 2002, oportunidad en la que el vendedor le exhibió el D.N.I. 13.566.079, a nombre de Domingo Oscar
Antacle, y le hizo entrega de un formulario 08 con su firma certificada ante la Escribana María Susana Alonso, del título
de propiedad del vehículo, la cédula verde, la verificación policial del rodado de fecha 12/06/02, un informe de dominio
de fecha 3/06/02 y una serie de patentes impagas.
El Sr. Hoffman concurrió al Registro de la Propiedad Automotor, Seccional 75, a fin de
realizar los trámites de transferencia y presentó la documentación señalada en el párrafo anterior, pero al cabo de unos
días regresó al registro y se le hizo saber que existían irregularidades tanto en el título de automotor, como en la cédula
verde presentadas, indicándole que se trataban de documentos apócrifos. Se le exhibió copia del D.N.I. de Antacle, que
obraba en el correspondiente legajo, advirtiendo Hoffman que los rasgos de la persona que le vendió el auto diferían a los
de quien figuraba en la fotografía del mismo.
En el marco de este sumario, a través de un peritaje efectuado por la División de Laboratorio
Químico de la P.F.A., se determinó que el vehículo adquirido por Hoffman tenía los números de chasis y motor
modificados, y que en realidad se trataba del vehículo originalmente dominio DPF-838, que se le había sustraído a
Armando Conde, motivo por el cual se dispuso la acumulación de ambos legajos del fuero criminal
La causa se resolvió con fecha 9 de octubre de 2006, oportunidad en que el Tribunal Oral en
lo Criminal N1 27 de la Capital Federal condenó a Héctor Guillermo Sozzo como autor penalmente responsable del delito
de encubrimiento agravado por el ánimo de lucro, el que concurre materialmente con el delito de estafa (arts. 45, 55, 172 y
277 inciso 2 b) del Código Penal), a la pena de un año de prisión, de cumplimiento efectivo, más el pago de las costas (art.
29, inc. 31 del C.P. y art. 531 del CPPN) (ver fs. 28/31de esta incidencia).
Ahora bien, efectuadas las consideraciones que preceden, los suscriptos entienden que la
falsificación de la documentación -atribuida a Sozzo- y la posterior maniobra defraudatoria sufrida por Hoffman, resultan
acontecimientos inescindibles entre sí, y por tanto, forman parte de una única conducta en los términos del artículo 54 del
Código de fondo. Ello en base a que, de no existir la documentación apócrifa que luego fue presentada ante el registro por
el Sr. Hoffman, éste no hubiera realizado la operación en la cual resultó patrimonialmente perjudicado.
Por ello, analizados los considerandos de la sentencia mencionada, se desprende que el Sr.
Sozzo llevó a cabo la maniobra defraudatoria allí pesquisada, valiéndose de la misma documentación apócrifa cuya
investigación motivara el inicio de las presentes actuaciones. Esto significa que el Tribunal Oral en lo Criminal N1 27,
para incriminar al Sr. Sozzo en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 172 del Código de fondo, tuvo especial
consideración en dicha circunstancia y al respecto refirió que A... la conducta constitutiva del delito de encubrimiento
agravado, concurre en forma real con el delito de estafa. Esto es así porque Sozzo indujo a error a Hoffaman, a fin de
que realizara una deposesión patrimonial que lo perjudicó, mediante la utilización de documentos adulterados y
simulando ser otra persona, lo que constituye, a todas luces un ardid como medio comisivo para lograr su fin@ (fs. 30
vta).
El destino final de la maniobra perpetrada por el Sr. Sozzo se encontraba dirigido a lograr
que Hoffman adquiriese el automóvil en cuestión, y se integró por una pluralidad de movimientos, que a su vez, desde un
punto de vista normativo, recayeron en diversos tipos penales (art. 292 y 172 C.P.). Así, la circunstancia de que la
pluralidad sea solamente de desvalores hace que pueda considerarse que las figuras analizadas se encuentran relacionadas
a través de un concurso ideal, existiendo Auna conducta única con tipicidad plural@(Zaffaroni, E. R., Derecho Penal. Parte
General, Ed. Ediar, Bs. As., 2002, p. 865).
En este sentido, la secuencia causal en la estafa es una actividad engañosa que despliega el
agente y que induce a error a una persona, quien, en virtud de ese error, realiza una prestación que resulta perjudicial para
su patrimonio, y en el caso de autos, el engaño desplegado por el imputado se materializó a través de la utilización de los
documentos apócrifos, Ahechos estos que se encuentran absorbidos por la maniobra defraudatoria@(CCCF, Sala I, c.
33.789, AGonzález, S. s/ proces.@, reg. 1039, rta. 4/10/02).
Por consiguiente, la pretensión de analizar por separado de la falsificación y la estafa,
implica solamente A´duplicar´ el juicio de reproche ya formulado en torno a la unidad de conducta...@ (causa AGonzalez,
S. s/proces.@ citada anteriormente).
El artículo 11 del Código instrumental prevé esta situación y expresamente dispone que
nadie podrá ser Aperseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho@. Tal como refiere Julio Maier, a fin de
establecer cuándo existe persecución penal múltiple, tres son los elementos que deben merituarse: identidad de la persona
(eadem persona), identidad del objeto de la persecución (eadem res) e identidad de la causa de la persecución (eadem
causa petendi) (cfr. Maier, Julio, Derecho Procesal Penal, Tomo I, Ed. del Puerto, Bs. As., 2003).
En relación con el primero de los elementos, se entiende que Ael medio para lograr la
disposición patrimonial perjudicial es el fraude, que está integrado por las acciones tendientes a simular hechos falsos,
disimular los verdaderos, o falsear de cualquier modo la verdad...@ (Creus, C., Derecho Penal. Parte Especial, T. I, Ed.
Astrea, Bs. As., 1999, p. 466 ). En el caso bajo estudio no cabe duda de que el Sr. Sozzo se valió de los documentos
espúreos para causar Ael error del sujeto a quien se dirige la acción...@ (Creus, C., op. cit., p. 466).
Respecto a la segunda de las exigencias, A(...) Se trata de impedir que la imputación
concreta, como atribución de un comportamiento determinado históricamente, se repita, cualquiera sea el significado
jurídico que se le ha otorgado, en una y otra ocasión, el nomen iuris empleado para calificar la imputación o designar el
hecho. Se mira al hecho como acontecimiento real, que sucede en un lugar y en un momento o período determinados, sin
que la posibilidad de subsunción en distintos conceptos jurídicos afecte la regla , permitiendo una nueva persecución
penal, bajo una valoración distinta a la anterior@ (Maier, J., op. cit., p. 606/607).
En este sentido, tal como se afirmó párrafos atrás, la maniobra delictiva es única, consistente
en la utilización de los documentos apócrifos destinados a acreditar la habilitación para circular y la propiedad del
automotor, en dirección a producir un engaño en la persona del comprador.
Existe, por tanto, una identidad real, hay unicidad del hecho reprochable penalmente,
permaneciendo intacto como acontecimiento fáctico, más allá de las diferentes connotaciones jurídicas que le puedan
corresponder.
En lo atinente a la tercera identidad, referida a la causa de la persecución, contempla
Poder Judicial
Judicial de la Nación
supuestos en que Auna regla jurídica impide agotar el caso porque inhibe la sentencia de mérito o bien porque impide
unificar procesalmente la pretensión punitiva@. Sobre el punto debe advertirse, que la mencionada no constituye
estrictamente otro supuesto de identidad, sino más bien, un supuesto de excepción, en el que en diversas circunstancias Ase
excluyen los efectos negativos del principio, a pesar de que nadie puede dudar de que ha existido una persecución penal@
(Maier, J., op. cit, p. 623).
En consecuencia, y al amparo de la garantía contra la doble persecución por un mismo
hecho, derivación de los principios de inviolabilidad de la defensa y el debido proceso contenidos en el artículo 18 de la
Constitución Nacional, deviene contrario a derecho el desdoblamiento formulado oportunamente.
Asimismo, y atento lo expuesto párrafos atrás con relación al estado de las actuaciones
tramitadas por ante el fuero en lo criminal de esta ciudad, y teniendo en cuenta que A[e]l respeto a la cosa juzgada es uno
de los pilares fundamentales sobre los que se asienta nuestro régimen constitucional ...@ (Fallos 324:2114), deberá así
declararse en relación a los hechos que fueran objeto de condena.
Por lo expuesto este TRIBUNAL resuelve:
DECLARAR LA NULIDAD de la imputación formulada a fs. 570 de las actuaciones
principales y de todo lo actuado en consecuencia (arts. 11, 166 y cctes. del CPPN) y DECLARAR la existencia de COSA
JUZGADA respecto los hechos por los que el Sr. Héctor Guillermo Sozzo fuera condenado en el Tribunal Criminal Oral
N1 27 de esta capital (causa N12344).
Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase a primera instancia a fin de
que se practiquen las notificaciones de rigor.
Sirva la presente de atenta nota de envío.-@
MALVERSACION DE CAUDALES PUBLICOS:. Art. 260 del C.P. No dar el destino debido a
un inmueble cedido por la Nación.
El tipo penal acuñado por el art. 260 del Código Penal consiste en cambiar de destino a bienes y en
la órbita de la administración pública. en resguardo del interés de que los que son puestos a disposición del
funcionario sean administrados con la finalidad prevista, y no, en no darle a esos bienes el destino que había
sido estipulado.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
AGERONES, Diego Fernandoi...@
10.4.2007
Causa 24.625
Reg. 26.643
J. 7 - S. 14.
NOTA: Ver fallo completo.
//////////////nos Aires,
10
de abril de 2.007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan estas actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud de los recursos
de apelación interpuestos por el Dr. Gustavo Frasquet, letrado defensor de Fernando Geronés, y por el Dr. Martín Cejas,
abogado defensor de Francisco Mirabella, contra la resolución de fs. 356/66vta. del expte. principal que decretó el
procesamiento de sus defendidos en orden al delito previsto en el artículo 260 del Cód. Penal y ordenó el embargo sobre
sus bienes por la suma de cincuenta mil pesos ($ 50.000).
II- El razonamiento expuesto por el Sr. Juez de grado en la resolución apelada no sustenta
la imputación de que los encausados han aplicado bienes públicos a un destino diferente del que estaban destinados.
En efecto, se parte de que la transferencia del terreno que la Onabe Ba través de la
intervención sucesiva de los imputados Barone y Mirabella- efectúo a la Municipalidad de Quilmes Bbajo la intendencia
del imputado Fernando Geronés- encontró respaldo legal en las previsiones de la ley 24.146.
Lo que constituye motivo de imputación consiste en que Bfinalmente- sobre el terreno
cedido no se ejecutaron las obras a cargo del municipio para las cuales había sido requerido, y que por ese motivo
permaneció siendo ocupado por distintos puestos de venta, en la misma situación en que se encontraba antes de
que sean formalmente transferidos. El juez instructor considera que esto constituye una aplicación de bienes
públicos distinta a la prevista, que corresponde ser imputada por omisión al intendente municipal por no cumplir
con la obligación asumida al recibir el predio, y a los funcionarios nacionales por no haber controlado y exigido
que las obras comprometidas sean realizadas, y por no haber revocado la transferencia del inmueble.
Este Tribunal considera que la situación reseñada no es compatible con la que
caracteriza a la malversación del art. 260 del Cód. Penal, en la cual se sanciona penalmente la existencia de un
cambio de destino de los bienes en la órbita de la administración pública (conf. Creus, Carlos ADelitos contra la
administración pública@@, pág. 317, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1981) en resguardo del interés de que los bienes que
Poder Judicial
Judicial de la Nación
son puestos a disposición del funcionario sean administrados con la finalidad prevista (conf. Soler, Sebastián
ADerecho penal argentino@@, t. V, pág. 232, TEA, Buenos Aires, 1996).
Por el contrario, lo que se ha cuestionado como delictivo es una omisión de dar a los
bienes públicos el destino que había sido estipulado, Cabe resaltar que los argumentos que se han expuesto como
descargo a esa imputación se dirigen a explicar las dificultades presupuestarias que enfrentó el municipio para
realizar las obras y a negar que Ben tal situación- la ley 24.146 imponga a los funcionarios nacionales el Adeber
legal@@ de revocar la tranferencia del inmueble.
En la medida en que en la resolución apelada no aborda ninguna de esas cuestiones al
señalar la existencia de una omisión reprochable penalmente, y que tampoco se ha revelado en este proceso la existencia
de algún tipo de connivencia para permitir que los terrenos permanezcan siendo ocupados por personas ajenas a la
administración, el procesamiento decretado respecto de Geronés y Mirabella será revocado, así como también el
procesamiento de Barone por aplicación del efecto extensivo del resultado de la apelación presentada por los otros dos
imputados.
Por último, debe señalarse que existe un error de foliatura en el expediente principal a partir
de fs. 150, que deberá ser subsanado cuando se devuelva la causa a la anterior instancia.
Por lo expuesto, SE RESUELVE:
REVOCAR la resolución apelada en cuanto dispone el procesamiento y embargo respecto
de Francisco Osvaldo Mirabella, Eduardo Anibal Barone y Fernando Diego Geronés, y DECLARAR que no existen
mérito para procesarlos ni sobreseerlos por el hecho que les fuera imputado (arts. 309 y 441 primer párrafo del Cód. Proc.
Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia donde
deberán ser practicadas las restantes notificaciones y subsanar el error de foliatura señalado.
MENORES: REGIMEN TUTELAR. Interés superior del niño. Régimen de visitas. Pautas. Vinculo
sanguineo. Interpretación.
Corresponde atender al interés superior del niño en cualquier medida a adoptarse a su respecto (art.
3°° inc. 1°° de la Convención sobre los Derechos del Niño y art. 3°° de la ley 26.061 ALey de Protección
integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes@@
Se impone entonces considerar y hacer prevalecer por sobre todos los intereses en juego A Y el del
sujeto más vulnerable y necesitado de protección a través del mantenimiento de situaciones de equilibrio que
aparecen como más estables, evitando así nuevos conflictos cuyas consecuencias resultan impredecibles@
(conf. CSJN, A. 418. XLI. A., F. s/protección de personas. Resuelta el 13 de marzo de 2007. Cons. 9°°,
con cita de Fallos: 312:371, disidencia de los jueces Fayt y Baqué, cons. 6°° y 7°°).
Es importante también tener en cuenta que se ha puntualizado que la Aprecedencia sanguínea no es
con todo absolutra, sino que constituye una presunción conectada Bentre otros extremos- con el hecho de que
la familia biológica es el ámbito inicial de la vida de toda persona y que cualquier cambio implica
necesariamente un trauma y también una duplicidad. No se trata por tanto, de una barrera infranqueable para
la consideración de situaciones en las cuales la permanencia en ese espacio original fue de hecho
interrumpida@ (como es el caso)@ o genera sufrimientos y daños aun mayores que los propios de un cambio.
Un enfoque no dogmático lleva a la cuidadosa consideración de estos últimos casos desde la perspectiva libre
de prejuicios que ordena utilizar el art. 3.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño@@ (conf. CSJN,
causa recién citada. Cons. 10 con cita de Fallos: 328:2870, voto de los jueces Fayt, Zaffaroni y Argibay,
cons. 6°°).
Es en ese marco que debe comprenderse el régimen de guarda provisoria y revinculación periódica
de la menor con su padre biológico, como resultado de la evaluación de la situación que mejor preserva la
integridad física y psíquica de la niña por sobre cualquier otro interés que haya quedado involucrado, con
sustento en toda una serie de informes coincidentes de especialistas -asistentes sociales, psicólogos,
psiquiatras- requeridos para brindar una valoración objetiva sobre la cuestión.
Poder Judicial de la Nación
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
12.4.2007
AA.D.; M. s/restablecimiento visitas...@
Causa 24.363
Reg. 26.656
J.7 - S. 13.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 12 de abril de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto por el querellante particular AM. I.; A. D.@, con el patrocinio letrado de la Dra. Karina
Valobra, contra el decreto que en fotocopias luce a f. 1/2vta. de este legajo, mediante el cual el Señor Juez de Grado
dispuso -en su punto 6- tener presente su solicitud de que se disponga el urgente restablecimiento de visitas con su hija
AV.J.@.
II- Mediante la presentación que luce a f. 511/3vta. del expediente tutelar la querella
solicitó que se restablezca el proceso de revinculación con su hija -que fuera suspendido a f. 480vta.- y se restablezca el
régimen de visitas establecido.
El Señor Juez instructor tuvo presente la petición y requirió la opinión de las profesionales
que se encuentran afectadas en el expediente tutelar (la Lic. Pereira de la Oficina de Delegados Judiciales de esta Cámara
y la Lic. Ferratti, terapeuta de AV.@ del Hospital Rivadavia). Aclaró que, contrariamente a lo entendido por la querella, el
proceso de revinculación del padre biológico con la menor no fue dejado sin efecto, y que se había ordenado la
confección de los informes pertinentes para continuar con el procedimiento (ver decreto de f. 515/6 del legao tutelar).
III- Los agravios del recurrente Ben principio- se dirigieron a cuestionar esa decisión
señalando que el Juez a quo ha subordinado su petición a las opiniones de las profesionales mencionadas, y que ese modo
de proceder implicó una decisión que modificó el régimen de visitas que se estaba llevando a cabo mediante un encuentro
semanal.
En la audiencia oral realizada en esta instancia (art. 454 del Código adjetivo), el querellante
AA. D.@ informó personalmente junto a la abogada que lo patrocina, expresando su preocupación por el tiempo
transcurrido en el incidente tutelar sin que se haya llegado a una solución definitiva. Manifestó que a esta altura del
proceso corresponde que se invierta el régimen de tenencia de la menor, que a su entender debe detentar él mismo por el
padre biológico, invocando en apoyo de su postura el interés superior de la niña y su derecho a la identidad.
IV- Debe señalarse que el Señor Juez de Grado decidió suspender el régimen de visitas que
se estaban llevando a cabo entre AA.@ y AV.@ (f. 480vta del expte. tutelar) a raíz de que las circunstancias que manifestara
la testigo Zapata respecto del nombrado (f. 478/9) imponían la necesidad de evaluar la situación con las profesionales que
lo asisten en esta cuestión.
De las actuaciones complementarias recibidas en esta instancia se advierte que con
posterioridad al decisorio impugnado el magistrado dispuso que continuén los encuentros entre AA.@ D.@ y su hija, y que
sean realizados semanalmente en ACentro de Salud Mental para el Derecho a la Identidad@ a cargo de la Licenciada Lo
Giudice (ver f. 551 del legajo tutelar y f. 22, 26/7 y 35/vta. de las actuaciones complementarias). Aún cuando Ben partelos agravios que la querella ha expuesto en esta apelación han sido así disipados, el Tribunal advierte que igualmente es
necesario efectuar ciertas consideraciones en torno a la cuestión que ha sido sometida a su conocimiento, en atención a la
delicada situación en que ha quedado expuesta la menor a partir del hecho investigado en esta causa, en la que confluyen
aspectos psicológicos, jurídicos y afectivos, en ciertos puntos contrapuestos.
En respuesta al cuestionamiento que ha efectuado el querellante a la actividad del juez
instructor en el legajo tutelar, los suscriptos señalan que es preciso aceptar que corresponde atender al interés superior
de la niña en cualquier medida a adoptarse a su respecto (art. 3°° inc. 1°° de la Convención sobre los Derechos del
Niño y art. 3°° de la ley 26.061 ALey de Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes@@).
Cabe recordar que en casos de estas carácterísticas se impone AYconsiderar y hacer
prevalecer por sobre todos los intereses en juego Y el del sujeto más vulnerable y necesitado de protección a través
del mantenimiento de situaciones de equilibrio que aparecen como más estables, evitando así nuevos conflictos
cuyas consecuencias resultan impredecibles@@ (conf. CSJN, A. 418. XLI. A., F. s/protección de personas. Resuelta el
13 de marzo de 2007. Cons. 9°°, con cita de Fallos: 312:371, disidencia de los jueces Fayt y Baqué, cons. 6°° y 7°°).
Por la similitud que guarda con la situación planteada en este legajo, es importante
también tener en cuenta que se ha puntualizado que la Aprecedencia sanguínea no es con todo absolutra, sino que
constituye una presunción conectada Bentre otros extremos- con el hecho de que la familia biológica es el ámbito
inicial de la vida de toda persona y que cualquier cambio implica necesariamente un trauma y también una
duplicidad. No se trata por tanto, de una barrera infranqueable para la consideración de situaciones en las cuales
la permanencia en ese espacio original fue de hecho interrumpida (como es el caso) o genera sufrimientos y daños
aun mayores que los propios de un cambio. Un enfoque no dogmático lleva a la cuidadosa consideración de estos
últimos casos desde la perspectiva libre de prejuicios que ordena utilizar el art. 3.1 de la Convención sobre los
Derechos del Niño@@ (conf. CSJN, causa recién citada. Cons. 10 con cita de Fallos: 328:2870, voto de los jueces Fayt,
Zaffaroni y Argibay, cons. 6°°).
Es en ese marco que debe comprenderse el régimen de guarda provisoria y
revinculación periódica de la menor con su padre biológico que ha establecido el magistrado a cargo del legajo,
Poder Judicial de la Nación
como resultado de la evaluación de la situación que mejor preserva la integridad física y psíquica de la niña por
sobre cualquier otro interés que haya quedado involucrado, con sustento en toda una serie de informes
coincidentes de especialistas -asistentes sociales, psicólogos, psiquiatras- requeridos para brindar una valoración
objetiva sobre la cuestión.
A partir de tales consideraciones, el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR el auto de f. 1/2vta. de este legajo en todo cuanto decide y fuera materia de
apelación.
Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la anterior instancia junto con
el legajo tutelar y las actuaciones complementarias recibidas, debiendo practicarse en dicha sede las restantes
notificaciones a que hubiere lugar.
PROPIEDAD INTELECTUAL. LITERARIA O ARTISTICA: CONSTITUCION
NACIONAL. DELITO. TEORIA DE LA INSIGNIFICANCIA.
El editar, vender o reproducir por cualquier medio o instrumento una obra inédita o publicada sin
autorización de su autor o derecho habiente, previstos en el inciso a) del art. 72 de la Ley de Propiedad
Científica , Literaria y Artística, al suponer tipos penales en que el bien jurídico tutelado admite lesiones
graduables, puede llegar a abarcar supuestos fácticos de insignificancia.
Dicha Aafectación insignificante del bien jurídico@, de ser advertida, podría ser combatida mediante
el reconocimiento de que la conducta es atípica, o bien cuestionando la graduación de la eventual pena a
imponer, empero la virtual admisión de la teoría de la insignificancia no es la vía idónea para controvertir,
desde una óptica constitucional, el estándar de razonabilidad que tuvo en miras el legislador para prohibir
conductas, que por la gravedad de los conflictos que provocan, en abstracto, lesionan bienes jurídicos que
merecen tutela penal.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
4.4.2007
APETRELLA, Ricardo A. y otros s/procesamiento y
embargo@@
Causa 39.809
Reg. 243
J. 4 - S. 7.
NOTA: Ver fallo completo y sumario relacionado perteneciente a la misma sentencia.
2Buenos Aires, 4 de abril de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Los recursos de apelación deducidos por el doctor Suárez, en representación de Pablo
Herrera y Ernesto Sosa -fs.23/5 y 26/7-; el doctor Aguirre, defensor particular de Ricardo Petrella, Ángel Miguel Del
Castaño, Claudio Natinzon, Eduardo Aceval y Sergio Maganas, respectivamente a fojas 28/31 vta.y 37/9 vta. y a fojas
32/vta. por el señor Defensor Oficial, en representación de Carlos Alberto Porret y Héctor Fernando Carballo.
Los letrados particulares se agravian de los puntos dispositivos del auto que en fotocopias
luce a fojas 1/14 vta. en donde respectivamente se dispone cautelar a sus asistidos por encontrarlos Aprima facie@ autores
del delito tipificado por el artículo 72 inciso Aa@ de la ley 11.723 y se les traba embargo hasta cubrir la suma de pesos dos
mil -$2.000-. El doctor Gustavo Kollmann circunscribe la apelación a este último aspecto, por considerar excesiva la
cantidad establecida por el juez.
De otra parte, en este instancia jurisdiccional el doctor Aguirre solicita se declare la
inconstitucionalidad del artículo 72 inciso Aa@ de la ley 11.723, al entender que la norma en cuestión se contrapone con el
principio de reserva receptado en el artículo 19 de la Constitución Nacional. Puntualmente, en los casos concretos de
Natinzon, Aceval y Del Castaño pretende poner de resalto que el quehacer delictivo que se les imputa, en base a las
paupérrimas pruebas traídas a colación por el juzgador para sustentar su pronunciamiento, tan sólo reflejan que la misma
podría permanecer en la esfera íntima de los nombrados, sin contar con aptitud para perjudicar a terceros -conf. memorial
fs.76/87-.
Poder Judicial de la Nación
La maniobra investigada en autos consiste en la exhibición y puesta en venta de diversos
discos compactos apócrifos incautados en operativos llevados a cabo en puestos internos del Parque Rivadavia, los que
se identifican con los números 12, 20, 25, 32, 37, 46, 77 y 81.
II- Genéricamente, la declaración de inconstitucionalidad en relación a una disposición
legal, es un acto de suma gravedad institucional, ya que las leyes dictadas por el Congreso gozan de una presunción de
legitimidad que opera plenamente, y que obliga a ejercer dicha atribución con sobriedad y prudencia, únicamente cuando
la repugnancia de la norma con la cláusula constitucional sea manifiesta, clara e indudable. De lo contrario, se
desequilibraría el sistema constitucional de los tres poderes, que no está fundado en que cada uno de ellos actúe
destruyendo la función de los otros, sino que lo haga con la armonía que exige el cumplimiento de los fines del Estado,
para lo cual se requiere el respeto de las normas constitucionales y del poder encargado de dictar la ley (Fallos: 285:369;
300:241,1087; 312:520).
Tal como sostiene la señora Fiscal General Adjunta a fojas 92/3 vta. del legajo, el
cuestionamiento que el doctor Aguirre introduce por esta vía heterodoxa para alcanzar tamaña sanción respecto del
artículo 72 inciso a) de la ley 11.723 luce insustancial en su formulación, por cuanto no logra explicitar de que modo la
falta de prueba de cargo en un proceso penal, y en el caso particular que nos ocupa, necesariamente lleva a determinar
que la norma en pugna está reñida con la Constitución Nacional.
Más allá de no advertirse vulneración al principio de reserva previsto por el artículo 19 de la
Carta Magna, tampoco habrá de darse acogida al planteo formulado con fundamento en que la afectación insignificante
del bien jurídico trasuntó en la ausencia de perjuicio a terceras personas.
El editar, vender o reproducir por cualquier medio o instrumento una obra inédita o
publicada sin autorización de su autor o derecho habiente, previstos en el inciso a) del artículo 72 de la Ley de Propiedad
Científica, Literaria y Artística, al suponer tipos penales en que el bien jurídico tutelado admite lesiones graduables,
puede llegar a abarcar supuestos fácticos de insignificancia.
Dicha Aafectación insignificante del bien jurídico@ , de ser advertida en autos, podría ser
combatida mediante el reconocimiento de que la conducta es atípica, o bien cuestionando la graduación de la eventual
pena a imponer, empero la virtual admisión en la especie de la teoría de la insignificancia no es la vía idónea para
controvertir, desde una óptica constitucional, el estándar de razonabilidad que tuvo en miras el legislador para prohibir
conductas, que por la gravedad de los conflictos que provocan, en abstracto lesionan bienes jurídicos que merecen tutela
legal.
III- En lo que a la cuestión de fondo concierne, el juez de grado ha realizado un análisis
exhaustivo y minucioso de la realidad fáctica pesquisada, detallando pormenorizadamente los distintos elementos de
convicción habidos en las actuaciones, tales como el resultado de los secuestros, testimonios de los preventores y
conclusiones de estudios periciales efectuados sobre un muestreo del material incautado. Ha vinculado las pruebas
colectadas con aquéllas otras obtenidas a partir de las tareas de inteligencias llevadas a cabo en las causas conexas
n°3482/03 y 12.875/04. Ha expuesto los descargos ensayados por cada uno de los imputados en sus respectivas
indagatorias, dando razón de cuáles son las circunstancias y los motivos que lo convencen para no dar pábulo a sus
dichos. Asimismo, en función de las probanzas incorporadas al legajo, asignó un marco jurídico acertado a las conductas
atribuidas a los encartados, sustentado sus afirmaciones en jurisprudencia y doctrina aplicable al caso.
En síntesis, las apreciaciones formuladas por el a quo son plenamente compartidas por esta
Alzada, arribándose a la conclusión, contrariamente a lo sostenido por las partes, de que no se ha dejado margen para que
a esta altura del proceso signado por su provisoriedad, pueda llegar a dudarse acerca de que existe un hecho delictuoso y
que los imputados son culpables como partícipes de éste (art.306 C.P.P.N.), con la salvedad que más adelante se hará
respecto a la particular situación de Sergio Maganas (art. 309 C.P.P.N.).
Así, respecto de Pablo Herrera se han incorporado legalmente al proceso datos objetivos,
idóneos conviccionalmente para producir en el juzgador un conocimiento probable acerca de los extremos de la
imputación que pesa en su contra.
Los elementos incorporados legalmente han sido valorados con total libertad, respetando las
reglas de la sana crítica, demostrando que el encartado tenía poder de disposición sobre el material exhibido en el puesto
de venta n°32 del Parque Rivadavia porque era el titular del permiso de uso precario otorgado por la Dirección General
de Industria y Comercio de la Ciudad de Buenos Aires (conf. fs. 245 y 250/vta.). Es menester señalar que se constaron
infracciones al rubro de venta autorizado por la autoridad municipal-libros y revistas-(conf. testimonio Rodrigo Cozzani
fs.21/vta. e informe fs.246 vta.).
El encartado admite a fojas 460/1 haber dado un lugar en su puesto a su tío y a un joven
llamado Marcelo, respecto del cuál no puede precisar apellido ni domicilio a pesar de estar relacionado comercialmente
con él desde el año 2003. Trata de desvincularse de la maniobra atribuida aduciendo que no tenía tiempo de atender el
local en forma personal, quedando en consecuencia a cargo de las personas que lo trabajan por él.
Parece inverosímil que el encartado supiera que uno de los encargados se dedicaba a la
venta de un rubro vedado en su propio local y que no estuviera al tanto acerca de la naturaleza falsaria de los 2.400 Cds.
incautados cuando él mismo dice que a veces pasaba a revisarlos para ver qué se podía llevar.
Ernesto Sosa intenta exculparse argumentando que no tenía el dominio funcional del puesto
N°32 y que su sola presencia el día del operativo fue ocasional y resulta insuficiente para que se le atribuya
responsabilidad.
El acta circunstanciada obrante a fojas 3 y el informe de fs. 333 vta. dan cuenta que los días
3 y 4 de junio estaba al frente del puesto como encargado del local de donde se incautaron los Cds. apócrifos, y en el
mejor de los casos, aún cuando pueda admitirse que no tenía dominio exclusivo sobre el puesto, hasta él mismo admite
que tenía co-dominio en la medida que compartía el lugar con AMarcelo@, respecto de quien, suspicazmente no puede
aportar dato alguno a pesar de trabajar juntos, según sus dichos, desde hacía seis meses. El ignoto personaje,@Aque se
Poder Judicial de la Nación
dedicaba a la compra y venta de discos...@, presuntamente autorizado por su sobrino Pablo Herrera Avendía desde
adentro del puesto...Los dos guardábamos nuestras cosas dentro del puesto@-conf. fs.458/9Por su parte, el principal argumento sobre la que el doctor Aguirre sustenta la defensa de
Del Castaño, Aceval y Natinzon es la de considerar que no se han tenido en cuenta los descargos ensayados por sus
asistidos.
Del Castaño refiere a fojas 443/4 haber comprado 80 Cds. para su uso personal -para sus
familiares-, los cuáles estaban embalados en una caja y no estaban exhibidos para la venta.
Su afirmación queda controvertida con el Acta circunstanciada obrante a fojas 4 en la que se
constata Airregularidad manifiesta en el ejercicio de la actividad permitida consistente en venta de CD y DVD
apócrifos...@, el acta de incautación de fojas 105 y la declaración del Inspector Andrés De Carlo (fs. 103) los que dan
cuenta acerca del hallazgo de los Cds. presuntamente falsos, que sólo con posterioridad al operativo en cuestión fueron
colocados en una caja.
Natinzon sólo puede argumentar que no sabe como llegaron al puesto 46 los discos
compactos secuestrados por la prevención-fs. 369/70-, mientras que Aceval, titular del permiso precario del local n° 77,
manifiesta que la jornada previa al procedimiento de autos, mientras un pariente atendía su negocio, un desconocido dejó
una caja para que viera si le interesaba algún título. En ella se encontraron los Cds. apócrifos (conf. indag. fs.382/3 vta.).
Su descargo resulta insuficiente para revertir el temperamento adoptado por el juez de grado, máxime cuando,
contrariamente a lo alegado, y según testimoniara el Principal Carlos José Favata, los elementos que por su apariencia
externa aparecían como apócrifos fueron introducidos en dos cajas con posterioridad a su relevamiento (conf. testimonio
fs. 1197vta. y acta mecanografiada fs.121).
Ricardo Alberto Petrella es el encargado del puesto
de venta N° 20 del Parque Rivadavia y es titular del permiso de uso precario otorgado por el gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires.
El 3 de junio de 2004, cuando se llevó a cabo el operativo coordinado por la Secretaria de
Seguridad Interior con epicentro en el Parque Rivadavia, fueron halladas en el suelo -vía pública- detrás del puesto n°20
de Petrella, tres cajas que contenía, cada una de ellas, aproximadamente trescientos discos compactos. En esa oportunidad
el nombrado impidió se accediera a su negocio (conf. actas de fs.1/2 y de fs. 12/vta.; dichos en sede policial de los
preventores Giachino y Acero -fs.11/vta y 14/vta. respectivamente- y del inspector municipal Rodrigo Cozzani a fs.
21/vta.-.
En el allanamiento llevado a cabo el 4/6/04, se incautaron del lugar nueve mil ciento
ochenta y nueve discos compactos correspondientes a títulos de películas, programas de computación y música así como
tres carpetas de catálogos. Dichos extremos están corroborados con el acta obrante a fojas 137/vta. y la versión del
Subinspector Cundino, quien formalizó el procedimiento en cuestión -fs. 136/vta.A pesar que el incusado sólo contaba con autorización para vender libros y revistas usados
-conf. credencial que en fotocopias luce a fojas 148 y contrato de permiso precario de uso de fs. 149/50 vta.-, resulta
ilustrativo traer a colación la versión del Principal Carlos Favata -v.fs. 67/vta.- quien relata como luego de apersonarse en
un puesto elegido al azar, el n°20, seleccionó de una carpeta un programa de computación con inscripción manuscrita
AIBM via voice millenium 7 cast@, abonándo al vendedor cinco pesos para su adquisición, sin recibir ticket o
comprobante de la compra.
Cabe destacar que los Cds. que Petrella tenía para su venta resultan apócrifos conforme
surge de las conclusiones técnicas de los informes de fojas 226/8 y 231/5.
En suma, los elementos de prueba evaluados permiten tener por acreditado con el grado de
probabilidad que se exige a esta altura de la investigación, que los objetos secuestrados en el puesto n° 20 en infracción a
la ley 11.723 habrían estado dispuestos para su venta y que su titular Petrella debe responder por la conducta imputada a
título de autor-art. 72 inc. a) op.cit-. Él se habría dedicado a comercializar los elementos incautados a pesar de no contar
con la autorización de los titulares de los derechos de autor, que amén de no avalar la edición de sus obras en esas
condiciones, seguramente tampoco aceptarían su comercialización.
En tal inteligencia, habrá de homologarse la resolución de mérito adoptada por el a quo
respecto del encartado.
Ahora bien, como se adelantara, distinta es la solución que se adoptara respecto de Sergio
Maganas.
El imputado afirma en la declaración obrante a fojas 481/2vta., que la caja que encontraron
cerrada sobre el mostrador de su puesto no le pertenecía. Expone haber solicitado a los funcionarios intervinientes que
hicieran constar el estado en que ésta fue encontrada, petición que fue desoída por los funcionarios que intervinieron en la
ocasión.
Siendo que al pie del acta de fojas 126/vta. luce que el imputado la suscribió en
disconformidad, se estima pertinente, a fin de una apropiada evacuación de citas, escuchar a Lucas Diego Bilotti, Marcos
Acosta y a la Inspectora Margarita Fonseca para que ilustren al Tribunal acerca del modo en que fueron hallados los
efectos secuestrados. Ello, en orden a despejar cualquier dudas que puedan albergarse en relación al descargo ensayado
por el imputado.
Por ello, habrá de revocarse el procesamiento dispuesto por el magistrado, correspondiendo
pronunciarse respecto de Maganas a tenor de las previsiones del artículo 309 del ordenamiento ritual.
Resta señalar que, el estado más avanzado de la pesquisa así como la incorporación al
legajo de elementos de prueba distintos a los oportunamente evaluados en la instancia -conf. fs. 302- convencen al
Tribunal acerca de la necesidad de revisar la competencia material de este fuero de excepción, de conformidad con la
asignación jurídica atribuida a la conducta por la que se procesara a los encartados y a las previsiones del artículo 76 de la
ley 11.723.
Poder Judicial de la Nación
IV) Párrafo aparte merece el tema referente a la determinación del monto de embargo que
necesariamente debe acompañar el dictado de un procesamiento.
El juez basa su cálculo exclusivamente en dos pautas, advirtiendo que sólo una de ellas,
Anaturaleza del delito imputado@ a la que hace mención de un modo, por cierto demasiado vago al no recalcar su
contenido eminentemente económico, es aplicable a la especie. Es que la otra pauta citada está referida al Amínimo de
pena de multa que... (el delito imputado)...contempla@, siendo que el artículo 72 inciso a) de la ley sólo prevé pena
privativa de libertad y el secuestro de la edición en infracción a la norma.
La medida cautelar en pugna tiene como finalidad garantizar en medida suficiente una
eventual pena pecuniaria, la indemnización civil y los gastos originados por la tramitación de la causa, integrado por la
tasa de justicia y los honorarios de abogados, procuradores y peritos.
En tal sentido, y a pesar que Carlos Porret y Héctor Fernando Carvallo son asistidos por el
señor Defensor Oficial, los extremos señalados precedentemente persuaden al Tribunal de que la cantidad de dos mil
pesos establecida por el juez de grado como embargo luce ajustada a derecho.
Por las consideraciones efectuadas precedentemente, el Tribunal RESUELVE: IRECHAZAR el planteo de inconstitucionalidad formulado por el doctor Néstor Daniel Aguirre.
II- CONFIRMAR los puntos dispositivos I, VII, IX, XI, XIII, XV del interlocutorio que en
fotocopias glosa a fojas 1/14 vta. del legajo, en cuanto disponen los procesamientos, sin prisión preventiva, de Ricardo
Alberto PETRELLA, Ernesto Armando SOSA, Pablo Fabián HERRERA, Ángel Miguel DEL CASTAÑO, Claudio
Norberto NATINZON y Eduardo Horacio ACEVAL, en orden a las conductas por la que fueron indagados, por
encontrarlos respectivamente autores responsables del delito previsto y reprimido por el artículo 72 -inciso a)- de la ley
11.723 (art. 306 C.P.P.N.)III- REVOCAR el dispositivo V) del interlocutorio citado en todo cuanto decide y ha sido
materia de recurso en relación a definir la situación procesal de Sergio Daniel MAGANAS, y disponer que en las
presentes actuaciones no hay mérito suficiente para pronunciarse respecto del nombrado, en orden a la conducta por la
que fuera procesado, a tenor de las disposiciones de los artículos 306 ni 334 del ordenamiento ritual, debiendo el señor
juez de grado proceder conforme se sugiere en los considerandos (art.309 C.P.P.N.).
IV- CONFIRMAR los dispositivos II, IV, VIII, X, XII, XIV, XVI y XVIII del fallo apelado
en cuanto dispone trabar embargo sobre los bienes y/o dinero de los encartados hasta cubrir la suma de pesos dos mil $2.000- (art. 518 C.P.P.N.).
IV- RECOMENDAR al señor juez a quo que proceda a revisar la competencia material del
Tribunal, devueltas que sean las actuaciones a la anterior instancia, por las razones expuestas en los considerandos.
Regístrese, hágase saber a Fiscalía de Cámara y devuélvase a Primera Instancia a fin de que
se practiquen las demás notificaciones de rigor.
Sirva la presente de atenta nota de envío. @
RECONOCIMIENTO EN RUEDA DE PERSONAS: RECONOCIMIENTO IMPROPIO.
RECONOCIMIENTO POR FOTOGRAFIAS. Reconocimiento de quien no es imputado.
Para poder efectuar una imputación concreta, resulta imperioso determinar primero quienes son los
posibles imputados, siendo conducente el reconocimiento efectuado, conforme lo establecido por el art. 274
del Código Procesal, por medio de legajos fotográficos no significando para estos afectación alguna derivada
de esta circunstancia.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Farah
10.4.2007
AGAMEN, Héctor y otros s/apelación...@@
Causa 39.440
Reg. 258
J. 3 - S. 6.
NOTA I: Se citó C.N.C.P. Sala III APALACIO, Gustavo G.@ del 20.5.2003; AGUARDIA, Hugo C.@ del
15.9.1995 y ABLOISE, Rubén D.@ del 10.5.2001.
NOTA II: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 10 de abril de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
Poder Judicial de la Nación
I- Llegan las presentes actuaciones en virtud de los recursos de apelación interpuestos por
las defensas de Hugo Pascarelli, Roberto Carlos Zeoliti, Diego Salvador Chemes, Héctor Humberto Gamen, Pedro
Alberto AD.@ Sáenz, Ramón Antonio Erlan y José Néstor Maidana, contra la resolución que en copia obra a fs. 1/264vta.
de este incidente, por la cual el juez instructor decretó el procesamiento de los nombrados.
Las conductas por las que vienen cautelados han sido calificadas por el a quo como hechos
de homicidio agravado (art. 80 inc. 2 del Código Penal) Bpor este delito sólo Pascarelli, Gamen y Duran SéanzB;
privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas (art. 144 bis inc. 1° y último párrafo -ley 14.616en función del art. 142, inc. 1° -ley 20.642-), agravadas en virtud del art. 144 bis último párrafo en función del art. 142
inciso 5° del Código Penal; en concurso real con imposición de tormentos reiterados (art. 144 ter, primer párrafo
conforme ley 14.616 y art. 55 del Código Penal).
Salvo la defensa de Pascarelli, el resto también recurrió la prisión preventiva decretada a sus
asistidos, mientras que el embargo sólo lo recurrieron los representantes de Zeolitti y Gamen.
Los Dres. Eduardo H. O=Connor y Nemesio González, en representación de Pascarelli, se
agraviaron, entre otras cosas, porque a la fecha de los hechos atribuídos al nombrado se encontraba fuera del país; porque
advierten, según ellos, defectos en la descripción de las circunstancias de tiempo, lugar y modo de los sucesos imputados
sin fundamento; y porque resultó ajeno a la existencia y desenvolvimiento eventual del denominado centro clandestino
AEl Vesubio@ (fs. 300/303).
A su vez, el Dr. Juan Gregorio Halaman, defensor de Roberto Carlos Zeoliti, señaló que
resultaba arbitrario el decisorio por cuanto se le atribuyeron ochenta y ocho casos (n°1 al 14 y 84 al 157) ocurridos
durante períodos en que no prestaba servicios en el lugar de los hechos. También criticó los criterios de autoría para
atribuirle responsabilidad y la calificación jurídica de los hechos como casos de tortura. Agregó que su cliente no firmó
ningún decreto, plan o directiva y que ninguno de los testigos indicó su presencia en los operativos, sólo lo señalan como
miembro subalterno del personal penitenciario que componía una de las guardias rotativas. También dijo que no se ha
acreditado su autoría en el delito de tormentos, las que sólo eran aplicadas por los interrogadores, ni en el dominio del
hecho en el delito de privación ilegal de la libertad, entre otras cosas, por el bajo rango que ocupaba. Por último, también
se agravió por la prisión preventiva, solicitando al respecto la inconstitucionalidad de los arts. 312, 316 y concordantes, y
por lo excesivo del embargo.
El Dr. Enrique Julio Villarreal, por la defensa de Diego Salvador Chemes, se agravió por
cuanto entiende que su cliente al momento de los hechos no era funcionario público, pues sólo tenía el rango de
subadjuntor y adjuntor del Servicio Penitenciario Federal y no tenía la facultad de formar o ejecutar la voluntad estatal;
criticó la calidad de coautor atribuida pues por su cargo nunca tuvo el dominio de la situación y sólo cuidó el predio del
AVesubio@ y esa orden para él no implicaba Ala de cometer delitos u orden antijurídica@; y señaló que su cliente si sabía o
no lo que sucedía ahí dentro, su responsabilidad se encontraría dentro del art. 46 del Código Penal; y que no debía
responder por hechos ocurridos fuera del período en que no estuvo en servicio. También sostuvo que se afectó el derecho
al debido proceso y defensa en juicio por el reconocimiento de su foto por parte de las víctimas por la violación del art.
274 del Código Procesal Penal de la Nación (fs. 354/355 y 399/401).
Por su parte, el Dr. Gerardo Ibáñez, en representación de Héctor Humberto Gamen (fs.
356/71), criticó, entre otras cosas, el plexo probatorio reunido y su valoración (p. ej. el testimonio de Elena Alfaro, de
Norberto Cendon, de Ernesto Jorge Álvarez); indicó que jamás reconoció haber estado en AEl Vesubio@, lugar ajeno al
imputado y a la Brigada X. Por otro lado, sostuvo que se estaría afectando la cosa juzgada material en razón de que ya la
Cámara Federal habría dicho que Anada hay que permita establecer fundadamente que el nombrado contaba con
capacidad decisoria@ (8/7/87), y que no se ha incorporado ningún elemento que modifique ese estado, salvo los dichos de
Alfaro, a los que cuestionó. En cuanto a la prisión preventiva sostuvo que el magistrado se apartó de los precedentes del
superior que habían beneficiado a personas en igual situación; y también criticó lo excesivo del embargo.
Por último, los Dres. Rodolfo E. Catinelli y Eduardo Peralta, defensores oficiales de Pedro
Alberto Duran Sáenz, Ramón Antonio Erlan y José Néstor Maidana, señalaron, entre otras cosas, que el magistrado
efectuó una construcción forzada de los hechos en violación del principio de congruencia, pues afirman que los
testimonios no vinculan a sus defendidos; que se omitió considerar la situación del país y se basó en afirmaciones
dogmáticas. En los que hace a la prisión preventiva solicitó que se apliquen los precedentes de la Cámara Nacional de
Casación Penal APazo@ y AOlivera Róvere@.
Las partes mejoraron fundamentos en esta instancia a fs. 509/11, 512/523, 524/550 y
552/574 de esta incidencia.
II- En atención a la extinción de la acción penal por muerte decretada respecto de Alberto
Neuendorf se declarará abstracto el recurso interpuesto por su defensa.
III- En primer lugar se dará respuesta a los planteos de nulidad efectuados por las partes.
a. Nulidad del reconocimiento fotográfico.
La defensa de Chemes planteó la nulidad del reconocimiento fotográfico realizado por el
instructor. Al respecto dijo que se afectó el derecho al debido proceso y defensa en juicio por la violación del art. 274 del
Código Procesal Penal de la Nación.
A criterio del Tribunal la mencionada norma no ha sido transgredida pues las circunstancias
del caso concreto se ajustaban a sus prescripciones. En efecto, aquí se intentaba establecer la responsabilidad penal por
los hechos ocurridos durante la última dictadura militar como consecuencia de la implementación del aparato ilegal de
represión en la jurisdicción que estuvo bajo la órbita del Cuerpo Primero del Ejército. La magnitud de tales sucesos se
desprende, entre otras cosas, de las numerosas víctimas, de los centros clandestinos de detención que sucesivamente
funcionaron y de la gran cantidad de miembros de las fuerzas de seguridad que intervinieron para poder perpetrarlos.
Sin embargo, como se ha visto, una característica del sistema ilegal era, precisamente,
procurar, desde su génesis, lograr la impunidad de sus integrantes Bfundamento, entre otros, de los tabicamientos de los
Poder Judicial de la Nación
detenidos y de la utilización de apodos por parte de los represoresB, por lo que, como se dijo en otras oportunidades, no
puede esperarse que a la instrucción lleguen documentos que den formal cuenta de la identificación de cada nombre con
el apodo pertinente y el lugar en que prestaron servicios.
Ahora bien, pese a que a fs. 13327 el fiscal había requerido la indagatoria genérica de
varias personas por su actuación en el centro clandestino de detención AEl Vesubio@@, lo cierto es que, ante la
multiplicidad de sucesos delictivos y los numerosos posibles responsables, para poder efectuar una imputación
concreta resultaba imperativo intentar establecer previamente quiénes pudieran haber sido los imputados por
cada uno de los hechos, motivo por el cual se presentó como conducente la formación de dos legajos integrados por
numerosas fotografías (en total 202) de ex integrantes de las fuerzas de seguridad, en las que no aparecía sus
nombres y, paralelamente, otro anexo donde se dejaba constancia de la identidad de cada una de dichas
fotografías.
Por tal motivo, siendo que a los testigos se les exhibía únicamente los primeros legajos
a efectos de que señalasen a aquellos responsables de los hechos que los damnificaron, respetando las
prescripciones del art. 274 del código de forma, ninguna afectación se advierte para quienes hasta el momento no
revestían calidad de imputados (en similar sentido, conf. precedentes de la CNCP: Sala III, APalacio, Gustavo
Gabriel s/ recurso de casación@@, 20/05/2003, reg. 265; Sala III, AGuardia, Hugo Carlos y otros s/rec. casación@@,
15/09/1995, reg. 184 bis; Sala III, ABloise, Rubén Darío s/ rec. de casación@@, 10/05/2001, reg.4304).
b. Nulidad por defectos en la descripción de los hechos.
Ya en estas actuaciones hemos tenido oportunidad de señalar cuáles eran los recaudos que
debía reunir la descripción del hecho en la indagatoria para satisfacer el principio constitucional que reglamenta el art.
298 del Código Procesal Penal de la Nación, es decir, aquel que nuestra Constitución Nacional consagra expresamente en
cuanto a que Aes inviolable la defensa en juicio, de la persona y de los derechos@ (art.18) (ver causa n° 36.252
AConstantino@, reg. 1307, del 9/12/04).
Siguiendo los parámetros allí delineados, este Tribunal no advierte afectación alguna a
dicho principio en el modo en que fue descripto el suceso endilgado a Pascarelli, pues el a quo a la vez que le mencionó
el nombre de las víctimas y la fecha del suceso y modalidades, señaló que tales hechos habrían ocurrido en ocasión del
cargo que ocupó como jefe de la respectiva área militar en la que se encontraba el centro clandestino de detención AEl
Vesubio@. Tales extremos descriptos, que hacen a las exigencias de tiempo, modo y lugar, en el contexto de la
investigación que lleva a cabo el instructor, esto es, aquellos sucesos enmarcados en el ámbito criminal de la lucha contra
el terrorismo vigente durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional, superan los recaudos legales.
De este modo, se ha satisfecho la exigencia del conocimiento acabado de la imputación
necesaria para ejercer una adecuada defensa en juicio (conf. de esta Sala, causa nro. 28.103, ACaviasca, G. M. y otros
s/procesamiento@, rta. 11/12/96, reg. nro. 1095, entre otras, y más recientemente causa nro. 34.059 ASantos, Rubén J. y
otros s/ procesamiento@, reg. nro. 748, rta. 26/07/02; y en similar sentido, de la Sala Segunda, causa n° 18.313 APerren, J.
E. s/ nulidad@, rta. el 28/12/01, reg. n° 19.380).
c. Nulidad por defectos de motivación.
Asimismo, en la medida en que el a quo señaló cuáles eran aquellos elementos de prueba
que daban cimiento a sus conclusiones sobre las responsabilidad de los procesados, corresponde rechazar los agravios
sobre falta de motivación esgrimidos por las defensa, resultando el recurso de apelación el marco adecuado para darle
respuesta a sus planteos, tal como sostiene el Fiscal General Adjunto.
IV- En lo que hace a la cuestión de fondo, cabe recordar que, como quedara demostrado en
la causa 13/84 de este Tribunal (ver especialmente Capítulos XI y XX), con el advenimiento del gobierno militar se
produjo en forma generalizada en el territorio de la Nación un aumento significativo en el número de desapariciones de
personas. Ello fue consecuencia del plan criminal aprobado por los ex comandantes de las fuerzas armadas por el cual en
forma secreta y predominantemente verbal ordenaron a sus subordinados que: a) privaran de su libertad en forma ilegal a
las personas que considerasen sospechosas de tener relación con organizaciones terroristas; b) que las condujeran a
lugares de detención clandestinos; c) que ocultaran todos estos hechos a los familiares de las víctimas y negaran haber
efectuado la detención a los jueces que tramitaran los habeas corpus; d) que aplicaran torturas a las personas capturadas
para extraer la información que consideren necesaria; y e) que, de acuerdo a la información obtenida dispusieran: la
libertad, la legalización de la detención o la muerte de la víctima.
Precisamente, en esta oportunidad el magistrado de la anterior instancia responsabilizó a los
imputados por su intervención en el centro clandestino de detención denominado AEl Vesubio@ y la suerte corrida por la
personas que fueron allí detenidas.
En la causa no se encuentra discutida la existencia de este centro clandestino, situado en la
autopista Richieri y Camino de Cintura, localidad de La Matanza, Provincia de Buenos Aires. Tampoco que operó desde
abril de 1976 a septiembre de 1978 bajo la órbita del Primer Cuerpo del Ejército ni que allí fueron trasladadas numerosas
personas secuestradas a las que se les aplicó tormentos y se las mantuvo privadas de su libertad, siendo que algunas
fueron asesinadas, otras aún permanecen en condición de desaparecidas y otras pudieron recuperar su libertad.
En lo relativo a los hechos que damnificaron a las víctimas por los que vienen procesados
los encartados, el grado de revisión que deba efectuar esta Alzada se restringirá al marco del recurso dado por los
agravios expresos de los recurrentes. Al respecto, cabe señalar que ni las defensas en los agravios, ni los imputados en sus
descargos, cuestionaron la materialidad de tales casos concretos, sino que, básicamente, orientaron sus críticas a la
responsabilidad que se les atribuía en virtud de la cadena de mandos o lo actuado en aquella época.
Por tales motivos, y teniendo en cuenta que muchos de esos casos ya fueron corroborados
por esta Cámara en decisiones anteriores (entre ellas, la sentencia de la causa n° 13/84), a la vez que el juez se ha
encargado de señalar aquella prueba relevante que los sustentaban (testimoniales en todos los casos; legajos de
CONADEP; autopsias; informes periodísticos; etc.), se tendrán por acreditados prima facie en esta etapa del proceso.
Poder Judicial de la Nación
Superado ello, corresponde el análisis de la situación procesal de los imputados.
a. Situación procesal de Héctor Humberto Gamen, Hugo Idelberto Pascarelli y Pedro
Alberto Duran Saenz .
En primer lugar, encontramos el caso de Héctor Humberto Gamen, Hugo Idelberto
Pascarelli y Pedro Alberto Duran Saenz, personas a las que se les reprocha haber participado en los hechos en virtud de
su intervención en la Central de Reunión de Inteligencia.
Contra los nombrados, la resolución puesta en crisis conforma un cuadro de imputación con
distintas dimensiones: temporal y territorial. Se responsabiliza a los imputados por hechos que habrían ocurrido en un
centro clandestino de detención sobre el que habrían tenido jurisdicción por estar al mando de unidades militares entre los
años 1976 y 1978. Por lo tanto, la eventual responsabilidad penal de los procesados en las presentes actuaciones gira en
torno a hechos respecto de los cuales se encontraron espacial y temporalmente distantes de su ejecución.
Esta característica del caso nos obliga a expedirnos, primeramente, respecto de las
reglas de imputación que posibilitan considerar responsable a los imputados a pesar de no haberse encontrado
involucrado en la ejecución directa de los hechos investigados. Posteriormente, nos ocuparemos de controlar si
existen elementos probatorios en autos para dar por acreditada la vinculación de los casos con los procesados.
Cabe aclarar que se tratan de los mismos lineamientos seguidos por este Tribunal
recientemente al momento de analizar la responsabilidad de Jorge Olivera Róvere, quien fuera el Jefe de la
Subzona Capital Federal (causa n°° 36.873, del 9/2/06, reg. n°° 55), entre otros decisorios.
En oportunidad de expedirse en la sentencia del juicio a las juntas militares que
usurparon el poder en Argentina entre los años 1976 y 1983 (la aludida causa 13/84), este Tribunal ya se
pronunció a favor del dominio del hecho como elemento idóneo para caracterizar al autor de un delito.
En este sentido, y luego de describir la evolución doctrinaria sobre el punto, la Cámara
dijo que A...[e]n la República Argentina, si bien un número importante de autores siguió los lineamientos de la
teoría formalB
Bobjetiva en materia de autoría...., se advierte un notable giro de la doctrina más moderna hacia la
teoría del dominio del hecho lo que permite suponer su definitiva aceptación, especialmente en punto a la autoría
mediata@@ (considerando séptimo, punto 3, a de la causa 13/84).
Puntualmente sobre la autoría mediata, y con base en lo señalado anteriormente, este
Tribunal sostuvo que A...la forma que asume el dominio del hecho en la autoría mediata es la del dominio de la
voluntad del ejecutor, a diferencia del dominio de la acción, propio de la autoría directa, y del dominio funcional,
que caracteriza a la coautoría. En la autoría mediata el autor, pese a no realizar conducta típica, mantiene el
dominio del hecho a través de un tercero cuya voluntad, por alguna razón, se encuentra sometida a sus
designios.... [S]e acepta un supuesto en el que puede coexistir la autoría mediata con un ejecutor responsable.
Según Claus Roxin, junto al dominio de la voluntad por miedo o por error, hay que contemplar la del dominio de
la voluntad a través de un aparato organizado de poder. Lo característico es la fungibilidad del ejecutor, quien no
opera como una persona individual sino como un engranaje mecánico. Al autor le basta con controlar los resortes
del aparato, pues si alguno de los ejecutores elude la tarea aparecerá otro inmediatamente en su lugar que lo hará
sin que se perjudique la realización del plan total@@ (considerando séptimo, punto 5, a de la causa 13/84).
Sostuvo la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en ocasión de revisar la sentencia
de este Tribunal, que A...los superiores conservan el dominio de los acontecimientos a través de la utilización de
una estructura organizada de poder, circunstancia que los constituye en autores mediatos de los delitos así
cometidos. Son características relevantes de esta forma de aparición de la autoría mediata, el dominio que posee
quien maneja discrecionalmente el sistema, no ya sobre una voluntad concreta, sino sobre una voluntad
indeterminada puesto que, cualquiera sea el ejecutor de la orden delictiva, el hecho se producirá. Ello así, toda vez
que, otra de las notas salientes de esta forma de autoría es la fungibilidad del ejecutor, quien no opera
individualmente, sino como engranaje dentro del sistema, bastándole al autor con controlar los resortes de la
estructura pues, aun cuando alguno de los ejecutores eluda la tarea, será reemplazado en forma inmediata por
otro, que la efectuará. Esta concepción de la autoría mediata es plenamente aplicable a la causa, ya que la
estructura jerárquica de la institución militar posibilita, a quien se encuentra en su vértice, la utilización de todo o
parte de las fuerzas bajo su mando, en la comisión de hechos ilícitos@@ (Fallos: 309:1689, considerando 15 del voto
de los Ministros Enrique Santiago Petracchi y Jorge Antonio Bacqué).
Los párrafos precedentes son suficientes para ilustrar el criterio de este Tribunal a
partir del cual puede considerarse autor (mediato) de un hecho criminal al jefe que, a través de un aparato de
poder, domina la voluntad del ejecutor (subordinado al jefe).
Como se adelantara, también en la mencionada causa n° 36.873 AOlivera Róvere
s/procesamiento con prisión preventiva@ (reg. n° 55 del 9/2/06) la Sala se ha expedido respecto a la responsabilidad de
quien ejerciera Ben su carácter de Segundo Comandante del Cuerpo del Ejército IB, la Jefatura de la Subzona Capital
Federal en el período comprendido entre marzo y diciembre de 1976.
En esa oportunidad se consideró importante establecer si la posición jerárquica de Olivera
Róvere entre marzo y diciembre de 1976 Bla cual no estaba controvertidaB permitía responsabilizarlo penalmente como
autor (mediato) de los hechos investigados.
A tal fin se analizó, primeramente, que ya en la Directiva del Comandante General del
Ejército n° 404/75 (Alucha contra la subversión@) se establecía que A[l]os Comandos y Jefaturas de todos los niveles
tendrán la responsabilidad directa e indelegable en la ejecución de la totalidad de las operaciones@ (punto 5, apartado g).
A ello se sumó que el Tribunal ya se había expedido afirmativamente respecto de la
responsabilidad de los Comandantes de Subzona con relación a hechos ocurridos en centros clandestinos de detención
dentro de su jurisdicción. Puntualmente, en ocasión de pronunciarse sobre la situación de José Montes Bjefe de la
Subzona Capital Federal con posterioridad a Olivera RóvereB esta Cámara dijo que Ade acuerdo a su emplazamiento en la
Poder Judicial de la Nación
cadena de mandos, recibió órdenes del jefe de la zona, las que a su vez retransmitió a sus subordinados, entre los que se
encontraban quienes se hallaban a cargo de los centros o cumplían respecto de ellos cualquier otro tipo de función....En
tal medida, y habida cuenta de la índole de las funciones del enjuiciado, del carácter de las órdenes que impartió y del
dominio que del aparato organizado de poder tenía, cabe asignarle responsabilidad, bien que con el carácter provisorio
que este tipo de resolución impone@ (fojas 1830/1).
Este mismo criterio fue el que permitió a este Tribunal considerar a otros Comandantes de
Subzona a priori responsables como autores de hechos con características similares a los investigados en la presente y, en
consecuencia, dictar sus prisiones preventivas rigurosas (ver, en este sentido, a fojas 1831/3 la situación de Andrés Aníbal
Ferrero, titular de la Subzona Capital Federal, y a fojas 2205/9 los casos de Hipólito Rafael Mariani y César Miguel
Comes, titulares sucesivos de la Subzona 1.6).
Con relación al punto también se expresaron los representantes del Ministerio Público a
fojas 333 de estas actuaciones. En efecto, en los albores de esta investigación los Dres. Strassera y Moreno Ocampo
sostuvieron que Aresulta necesario profundizar la investigación sobre la estructura de mandos que actuó en la represión
ilegal, sin embargo no nos caben dudas que el Comandante de la Subzona en la que funcionaba un Centro Clandestino, es
en principio responsable de lo que allí ocurría, así como de los homicidios vinculados con su jurisdicción@.
Las afirmaciones precedentes dieron cimiento a la idea de que los hechos ocurridos en el
ámbito de centros clandestinos de detención son imputables Ba título de autoríaB al Comandante de la Subzona en cuya
jurisdicción se situaban los centros. Lo mismo ocurrió con aquellos otros militares responsables de cargos ubicados
dentro de la cadena de mandos encargados de recibir, retrasmitir y, en algunos casos, hacer ejecutar las órdenes
vinculadas con la llamada lucha contra la subversión, como fue el caso de aquellos que fueron jefes de área (ver causa n°
37.079, reg. n° 429, del 17/05/2006).
Establecido ello, entendemos que en autos se ha reunido un cuadro probatorio suficiente
como para confirmar los procesamientos de Héctor Humberto Gamen, Hugo Idelberto Pascarelli y Pedro Alberto Duran
Saenz por la responsabilidad en los hechos atribuidos.
Para ello no puede perderse de vista que no es la primera vez que este Tribunal debe
analizar sucesos ocurridos en el centro clandestino de detención AEl Vesubio@. Recuérdese que el 13 de abril de 1987 se
decretó la prisión preventiva rigurosa de Juan Bautista Sasiaiñ y de los aquí procesados Pedro Alberto Duran Saenz y
Héctor Humberto Gamen (fs. 1863/1870). En dicha oportunidad, en lo que aquí interesa, se logró establecer que el
General de Brigada Juan Bautista Sasiaiñ, como Comandante de la Décima Brigada de Infantería, estuvo a cargo entre
diciembre de 1976 y diciembre de 1978 de la Subzona I de la Zona de Defensa I, ámbito en el que ocurrieron los sucesos
que vienen a estudio.
Asimismo, se estableció, en virtud de lo relatado por el nombrado en la causa n° 44, que a
principios de 1977 el Comando de la Brigada reestructuró su dispositivo y los procedimientos operativos, adelantándose a
un lugar central del sector más comprometido de la subzona, un puesto de comando táctico que se denominó Central de
Reunión de Información (CRI) que actuó en las dependencias del regimiento de Infantería 3 de La Tablada, bajo la
conducción directa del Segundo Comandante de la Brigada Bque en esa época fue ocupado por GamenB, y que operaba
con personal de las Divisiones de Inteligencia Bentre los que estaba como auxiliar Duran SaenzB y Operaciones.
Se acreditó también que dicha jefatura de subzona fue responsable de dos centros
clandestinos de detención: AEl Vesubio@ y ALa Cacha@. Tal afirmación se desprendió de que los centros operaron dentro
de su jurisdicción, de los testimonios que señalaban la presencia en esos lugares de Oficiales Jefes destinados en esa
época en dicha subzona (casos de Sasaiñ, Luque y Duran Saenz), y los dichos del personal del Servicio Penitenciario
Federal que reconocieron haber participado en comisión, bajo control operacional del Ejército, en dependencias del
regimiento de Infantería 3 La Tablada.
a.1. En esta oportunidad, al imputado Gamen, quien ya se encuentra procesado por hechos
ocurridos en AEl Vesubio@ y a la espera del juicio oral, se le atribuyen nuevos sucesos de ese centro clandestino de
detención. En primer lugar, resulta relevante la circunstancia de que él fue el Segundo Comandante de la Brigada de
Infantería Xa. y Jefe de la Central de Reunión de Informaciones para determinar su ubicación dentro de la cadena de
mandos de las ordenes ilícitas impartidas relativas al AVesubio@, lo que se ve corroborado por los testimonios de algunas
de las víctimas, las directivas militares y los dichos de otros responsables en la llamado lucha contra la subversión de esa
jurisdicción (Juan Bautista Sasiaiñ, Ernesto Jorge Álvarez, Héctor Arnaldo Voegeli, entre otros). Este conjunto de
elementos cargosos resultan suficientes como para acreditar prima facie su responsabilidad por los secuestros, tormentos
y homicidios cometidos entre el 29 de abril de 1976 y el mes de septiembre de 1977.
Tampoco debe desatenderse a que estos extremos se corroboran con las constancias de su
legajo personal militar, del que surge que desde el 9 de diciembre de 1975 hasta diciembre de 1977 estuvo a cargo del
comando de Brigada de Infantería X; que lo calificaron con nota sobresaliente otros responsables directos de la cadena de
mandos en la lucha contra la subversión, como Olivera Rovere, Suárez Mason, Montes, Sasiain y Sigwald; y que no
registra licencias relevantes (ver documentación que corre por cuerda).
Al mismo tiempo, también debe rechazarse el agravio relativo a la existencia de cosa
juzgada pues, en primer lugar, aquella resolución que menciona la parte se trataba de hechos o casos distintos, a la vez
que la decisión se vinculaba exclusivamente con los efectos de la ley 23.521 (fs. 1863/1870 y 4168/4175 de las copias de
los autos principales), cuya no aplicación al caso ya ha sido resuelta por este Tribunal (causa n° 36.253 ACrespi@ del
13/07/2004, reg. n° 670), a cuyas consideraciones nos remitimos.
En estas condiciones, sumado a que las restante críticas efectuadas por la defensa no
alcanzan a desvirtuar el cuadro probatorio descripto, corresponde confirmar el decisorio recurrido en cuanto se lo procesa
por los hechos que damnificaron a las siguientes personas: Gabriel Oscar Marotta (1); Hugo Manuel Mattión (2);
Raymundo Gleyser (2bis); Graciela Alicia Dellatorre (3); Alicia Elena Carriquiriborde de Rubio (4); Ana Lía Delfina
Magliaro (5); Graciela Perla Jatib (6); José Valeriano Quiroga (7); Federico Julio Martul (8); Gabriel Eduardo
Poder Judicial de la Nación
Dunayevich (9); Mirta Lovazzano (10); Julio Vanodio (11); Noemí Fernández Álvarez (12); Horacio Ramiro Vivas (13);
Marisa Serra (14); Silvia de Raffaelli (15); Luis María Gemetro (16); Luis Alberto Fabbri (17); Catalina Juliana Oviedo
de Ciuffo (18); Daniel Jesús Ciuffo (19); Luis Eduardo de Cristófaro (20); María Cristina Bernat (21); Julián Bernat (22);
Claudio Gimbini (23); Elizabeth Kasserman (24); Rodolfo Goldín (25); Mario Sagroy (26); Esteban Adrián o Adriani
(27); Manuel Arasymiw (28); Juan Enrique Velázquez Rosano (29); Elba Lucía Gándara Castromán (30); María Teresa
Trotta de Castelli (32); Roberto Castelli (33); Cayetano Luciano Scimia (34); Ana María Di Salvo de Kiernan (35);
Eduardo Jorge Kiernan (36); Genoveva Ares (38); Ofelia Alicia Cassano (39); Enrique Horacio Taramasco (40); Héctor
Germán Oesterheld (41); Oscar Roger Mario Guidot (42); María Luisa Martínez de González (43); Generosa Frattasi
(44); Nelo Antonio Gasparini (45); Juan Marcelo Soler Guinnar (47); Graciela Moreno (48); Juan Farías (49); Omar
Jorge Farías (50); Juan Carlos Farías (51); Pablo Antonio Míguez (52); Irma Beatriz Márquez Sayago (53); Jorge
Antonio Capello (54); Rosa Luján Taranto de Altamiranda (55); Horacio Altamiranda (56); Silvia Angélica Corazza de
Sánchez (57); Diego Julio Guagnini (58); Emilio Guagnini (59); Marta María Brea (60); Juan Carlos Galán (61); Pablo
Marcelo Córdoba (62); María Cristina Michia (63); Aldo Norberto Gallo (64); Alicia Ramona Endolz de Luciani (66);
Hugo Norberto Luciani (67); María Susana Reyes (68); Liliana Mabel Bietti (69); Ricardo Daniel Wejchenberg (71);
Roberto Jorge Berrozpe (72); Carlos Alberto De Lorenzo (73); Álvaro Aragón (74); Virgilio Washington Martínez (75);
Aurora Alicia Barrenat de Martínez (76); y María Rosa Pargas de Camps (77).
a.2. A Pascarelli se lo responsabiliza por los sucesos ocurridos durante el tiempo en que,
como Jefe del Grupo de Artillería I, estuvo a cargo del Área 114, en cuya jurisdicción estuvo emplazado AEl Vesubio@,
esto es, desde el 29 de abril de 1976 al 28 de junio del mismo año. Por tales motivos, se le atribuyó responsabilidad por
los siguientes casos que habrían ocurrido en dicho período: Gabriel Oscar Marotta (1); Hugo Manuel Mattión (2);
Raymundo Gleyser (2bis); Graciela Alicia Dellatorre (3); Alicia Elena Carriquiriborde de Rubio (4); Ana Lía Delfina
Magliaro (5); Graciela Perla Jatib (6); José Valeriano Quiroga (7); Federico Julio Martul (8); Gabriel Eduardo
Dunayevich (9); Mirta Lovazzano (10); Julio Vanodio (11); Noemí Fernández Álvarez (12); Horacio Ramiro Vivas (13);
y Marisa Serra (14).
Ya este tribunal tuvo oportunidad de señalar la responsabilidad que tuvieron los jefes de
área por los hechos que ocurrieron dentro de su jurisdicción (causa n° 37.079 ASuarez Mason@, 17/05/2006, reg. n° 429).
Entre otros elementos, se tuvo en cuenta lo narrado por el coimputado Carlos Guillermo Suárez Mason (fs. 4788/4822 del
principal) sobre cómo operaban en la Zona I, la que tuvo a su cargo en el período aquí analizado (entre los años 1976 y
1979). Al respecto, explicó que debido a la gran población que tenía optó por una Aconducción descentralizada@ con las
subzonas y precisó que ATransmití la responsabilidad que había de conducir las operaciones, les fui dando detalles de
cómo hacerlas@. Estas subzonas, agregó, Atuvieron la responsabilidad total e indelegable lo cual no exime de que
informaran para realizar todas las operaciones antisubversivas y su correspondiente coordinación, por lo tanto se
realizaban en esa zona operaciones, se informaban los resultados globales y pasaban los detenidos que tuvieren que no
fueren puestos en libertad a disposición del Consejo de Guerra, a disposición de la justicia o a disposición del PEN...@.
A preguntas del Tribunal acerca de los límites de la mencionada descentralización,
respondió que ella llegaba AHasta los comandantes de subzonas, pero ellos a su vez tenían una cierta capacidad para
descentralizar en lo que llamaban áreas. Las subzonas estaban compuestas por áreas...Cada uno resolvía dentro de su
Subzona este modus operandi, no es cierto, con respecto a la capacidad que le dieran o no a los jefes de área@,
reconociendo que era informado de los resultados de lo ocurrido.
Toda esta organización se ve reflejada a su vez en la Orden de Operaciones n° 9/77 firmada
por Suárez Mason cuando estaba a cargo de la Zona I (fs. 10.815/35 de las fotocopias de los autos principales).
En estas condiciones, cabe rechazar el agravio sobre la falta de responsabilidad en los
hechos, pues el nombrado fue designado como Jefe del Área 114, dentro de cuya jurisdicción estuvo emplazado AEl
Vesubio@, cargo éste creado específicamente para la lucha contra la subversión, tal como el reconociera.
Al mismo tiempo, la alegada ausencia del país en dicho período no se corresponde con las
constancias de su legajo personal. En efecto, de allí surge que desde el 15 de octubre de 1975 al 16 de octubre de 1976
estuvo a cargo de la jefatura del Grupo de Artillería I (jefe de área); que en dicho período los que se encargaron de
calificarlo con nota sobresaliente eran sus superiores en la cadena de mandos por la lucha contra la subversión (Adolfo
Sigwald y Héctor Humberto Gamen); y no hay registros de viajes al extranjero o licencias fuera de esas fechas, pues sólo
tomó vacaciones de 30 días en febrero y en diciembre de 1976 o viajó a Estados Unidos del 1° de agosto de 1977 (ver fs.
27.734/27.739 de las fotocopias de los principales).
Por tales motivos, sumado a los restantes elementos valorados por el a quo Bentre los que
cabe mencionar los dichos de otros militares como Jorge Crespi, Sasiaiñ, Adolfo SigwaldB, corresponde homologar la
cautela provisoria de Hugo Pascarelli por los hechos imputados.
a.3. Por último, encontramos la situación de Pedro Alberto Duran Sáenz respecto de quien
cabe señalar que su condición de jefe del centro clandestino de detención AEl Vesubio@ y que utilizaba el apodo de
ADelta@ son extremos que se encuentran corroborados en la prueba mencionada por el a quo. En este sentido, resultan de
interés los testimonios de Ana María Di Salvo, Eduardo Kiernan, Elena Alfaro, Susana Reyes, Genovesa Ares, Jorge
Federico Watts entre otros, los reconocimientos fotográficos, el cargo y destino que tenía en esa época en el Ejército
Argentino y los dichos del coimputado Zeoliti en la causa 35.040, mencionada por el juez.
De estos testimonios no sólo se desprende la relevancia que tenía dentro del centro, sino
también su intervención en las actividades ilícitas allí perpetradas: interrogatorios bajo torturas, secuestros y violaciones
de detenidas. Asimismo, este carácter de jefe del centro, sumado a sus funciones en la llamada Central de Reunión de
Información (circunstancias ya analizadas por este Tribunal en el decisorio del 13/04/1987), necesariamente lleva a
sostener que intervino en la retransmisión de las órdenes superiores sobre el destino de las personas detenidas
ilegalmente, circunstancia que lo convierte en autor mediato de los homicidios ocurridos durante el lapso en que estuvo a
cargo.
Poder Judicial de la Nación
También aquí resulta relevante la información que surge del legajo personal del ejército,
pues confirma que ocupó el cargo señalado en esa época y, principalmente, que fue calificado por otros responsables en
la cadena de mandos como Gamen y Sasiaiñ.
En estas condiciones, se confirmará su procesamiento por los hechos que damnificaron a:
Luis María Gemetro (16); Luis Alberto Fabbri (17); Catalina Juliana Oviedo de Ciuffo (18); Daniel Jesús Ciuffo (19);
Luis Eduardo de Cristófaro (20); María Cristina Bernat (21); Julián Bernat (22); Claudio Gimbini (23); Elizabeth
Kasserman (24); Rodolfo Goldín (25); Mario Sagroy (26); Esteban Adrián o Adriani (27); Manuel Arasymiw (28); Juan
Enrique Velázquez Rosano (29); Elba Lucía Gándara Castromán (30); María Teresa Trotta de Castelli (32); Roberto
Castelli (33); Cayetano Luciano Scimia (34); Ana María Di Salvo de Kiernan (35); Eduardo Jorge Kiernan (36);
Genoveva Ares (38); Ofelia Alicia Cassano (39); Enrique Horacio Taramasco (40); Héctor Germán Oesterheld (41);
Oscar Roger Mario Guidot (42); María Luisa Martínez de González (43); Generosa Frattasi (44); Nelo Antonio Gasparini
(45); Juan Marcelo Soler Guinnar (47); Graciela Moreno (48); Juan Farías (49); Omar Jorge Farías (50); Juan Carlos
Farías (51); Pablo Antonio Míguez (52); Irma Beatriz Márquez Sayago (53); Jorge Antonio Capello (54); Rosa Luján
Taranto de Altamiranda (55); Horacio Altamiranda (56); Silvia Angélica Corazza de Sánchez (57); Diego Julio Guagnini
(58); Emilio Guagnini (59); Marta María Brea (60); Juan Carlos Galán (61); Pablo Marcelo Córdoba (62); María Cristina
Michia (63); Aldo Norberto Gallo (64); Alicia Ramona Endolz de Luciani (66); Hugo Norberto Luciani (67); María
Susana Reyes (68); Liliana Mabel Bietti (69); Ricardo Daniel Wejchenberg (71); Roberto Jorge Berrozpe (72); Carlos
Alberto De Lorenzo (73); Álvaro Aragón (74); Virgilio Washington Martínez (75); Aurora Alicia Barrenat de Martínez
(76); María Rosa Pargas de Camps (77); Francoise Marie Dauthier (78); Juan Carlos Benítez (80); y Antonio Ángel
Potenza (81).
a.4. En conclusión, en el caso de los nombrados Gamen, Pascarelli y Duran Sáenz, resultan
relevantes las funciones que cumplían en la llamada lucha contra la subversión, el tipo de órdenes que impartían y
retransmitían y el dominio que del aparato organizado de poder tenían, como para el dictado del procesamiento recurrido
(art. 306 del Código procesal Penal de la Nación).
b. Situación procesal de Roberto Carlos Zeoliti, Diego Salvador Chemes, Ramón
Antonio Erlán y José Néstor Maidana.
En este punto nos abocaremos al análisis de las imputaciones dirigidas contra quienes se
habrían desempeñado directamente dentro del centro clandestino de detención AEl Vesubio@ como guardias de las
personas privadas de su libertad.
En primer lugar, encontramos que todos pertenecieron al Servicio Penitenciario Federal y en
aquella época estuvieron en la Escuela Penitenciaria o en la Dirección General del Cuerpo Penitenciario y, como ellos
reconocieron (ver declaraciones mencionadas por el a quo en su resolutorio), por órdenes del Sub Director Nacional
Inspector General Raymundo Dolz, prestaron funciones de custodia en el predio en que funcionó AEl Vesubio@ bajo el
control operacional del Regimiento III de Infantería de La Tablada del Ejército Argentino, aunque manifestaron
desconocer lo que ocurriría dentro de ese lugar.
No obstante esto último, la coincidencia de los testimonios de varias de las víctimas, como
así también la contundencia de los reconocimientos fotográficos que se han efectuado, permiten afirmar, con el grado de
probabilidad que esta etapa requiere, que los nombrados efectivamente intervinieron en los hechos ilícitos por los que
vienen procesados. De ellos se desprende, a grandes rasgos, que los encartados eran responsables de custodiar a las
personas detenidas, de mantenerlas en condiciones infrahumanas descriptas y, en algunos casos, también de realizar
operativos de secuestros y golpear y torturar a las víctimas.
b.1. La intervención de Roberto Carlos Zeoliti como guardia en AEl Vesubio@ y que actuaba
bajo el apodo ASapo@ se encuentra prima facie demostrada por los elementos mencionados por el instructor en su
decisorio, entre los que se encuentran los testimonios de personas detenidas en ese centro clandestino (p. ej. Elena Alfaro,
Ana María Di Salvo, Eduardo Kiernan, Susana Reyes, Juan Antonio Frega, Faustino Fernández, Inés Vázquez), los
reconocimientos fotográficos mencionados por el a quo, y por los propios dichos del imputado en otra causa. La
contundencia de tales elementos, sumado a que tales extremos no fueron controvertidos por la defensa, nos libera de
efectuar mayores precisiones.
Si bien el imputado desconoció haber prestado funciones en ese centro en determinados
períodos, lo cierto es que algunos de los detenidos en aquellas fechas lo reconocieron por apodo como uno de los
guardias de menor jerarquía. Tal es el caso de Guillermo Horacio Dascal, quien estuvo en AEl Vesubio@ entre los días 11
de mayo al 19 de junio de 1978; de Inés Vázquez, detenida entre los días 19 de julio de 1978 y 19 de mayo de 1979;
Enrique Jorge Varrín, detenido entre el 2 de agosto hasta el 13 de septiembre de 1978; Juan Antonio Frega detenido entre
el 3 de agosto y el 13 de septiembre de 1978, quien además lo reconoció fotográficamente; Faustino José Carlos
Fernández, detenido entre el 10 de agosto y 12 de septiembre de 1978; Darío Emilio Machado, detenido entre el 12 de
agosto al 12 de septiembre de 1978; y Raúl Eduardo Contreras, detenido entre los días 19 de agosto y 12 de septiembre
de 1978.
Ahora bien, en lo que hace a sus defensas, más allá del modo en que Zeoliti haya podido
prestar sus funciones en el centro clandestino de detención, en la medida en que fue uno de los responsables de cuidar y
mantener a las personas detenidas, ello resulta suficiente como para confirmar su procesamiento por las privaciones
ilegales de la libertad, tormentos y homicidios ocurridos en ese período. Si bien varios de los testimonios de las víctimas
lo identifican como perteneciente a la Aguardia buena@ y que efectuaba concesiones, lo cierto es que colaboró, día a día y
a lo largo de más de un año, para que los detenidos permanecieran en las condiciones infrahumanas que el mismo se
encargó de describir del siguiente modo: Aencapuchados@, Aesposados de a dos@, Ahallándose fijos mediante esposas o
grilletes a la pared@, que les costaba estar parados porque los grilletes estaban bajos, que los que regresaban de la casa de
los interrogatorios volvían Amal, Adoloridos@; y que salían del centro Adurante la noche...ubicándoselos en el baúl de
Poder Judicial de la Nación
dichos rodados@ (ver declaración de la causa n° 35.040); todas estas circunstancias evidenciaban la clandestinidad e
ilegitimidad del estado de detención de las víctimas y las condiciones en que ella tenía lugar.
En todo caso, el trato dispensado a los detenidos será una de las pautas que habrá de tenerse
en cuenta, eventualmente, al momento de graduar su culpabilidad, pero de modo alguno puede fundar su exclusión.
Por su parte, en el caso del ex agente del Servicio Penitenciario Federal Diego Salvador
Chemes, también encontramos que el instructor, a través de declaraciones testimoniales y reconocimientos fotográficos
de las víctimas, logró identificarlo como uno de los guardias del AVesubio@ que actuaba bajo el apodo APolaco@ o
AChávez@ (ver declaraciones de Susana Reyes, Silvia Saladino, Juan Antonio Frega, Elena Alfaro, Faustino Fernández,
Pablo Martínez Sameck, Rolando Zanzi, Inéz Vázquez, Horacio Russo, Guillermo Lorusso).
De los testimonios reunidos se desprende la intervención del nombrado en las tareas de
custodia de los detenidos, en algunos operativos de secuestro y en la aplicación de mano propia de golpes y maltrato
cotidiano (Faustino José Carlos Fernández, Pablo Martínez Sameck, Juan Antonio Frega, Rolando Zanzi, entre otros de
los mencionados en el decisorio).
En estas condiciones, los intentos de la defensa por desvincularlo de los hechos ocurridos no
tendrán acogida favorable, pues los elementos mencionados, sumado a que el propio imputado reconoció custodiar el
predio Baunque negó conocer lo que sucedía dentroB, alcanzan para el dictado del auto provisorio recurrido.
Por lo dicho hasta aquí, se confirmará el procesamiento de los nombrados Roberto Carlos
Zeoliti y Diego Salvador Chemes por los hechos que damnificaron a: Gabriel Oscar Marotta (1); Hugo Manuel Mattión
(2); Raymundo Gleyser (2bis); Graciela Alicia Dellatorre (3); Alicia Elena Carriquiriborde de Rubio (4); Ana Lía Delfina
Magliaro (5); Graciela Perla Jatib (6); José Valeriano Quiroga (7); Federico Julio Martul (8); Gabriel Eduardo
Dunayevich (9); Mirta Lovazzano (10); Julio Vanodio (11); Noemí Fernández Álvarez (12); Horacio Ramiro Vivas (13);
Marisa Serra (14); Silvia de Raffaelli (15); Luis María Gemetro (16); Luis Alberto Fabbri (17); Catalina Juliana Oviedo
de Ciuffo (18); Daniel Jesús Ciuffo (19); Luis Eduardo de Cristófaro (20); María Cristina Bernat (21); Julián Bernat (22);
Claudio Gimbini (23); Elizabeth Kasserman (24); Rodolfo Goldín (25); Mario Sagroy (26); Esteban Adrián o Adriani
(27); Manuel Arasymiw (28); Juan Enrique Velázquez Rosano (29); Elba Lucía Gándara Castromán (30); María Teresa
Trotta de Castelli (32); Roberto Castelli (33); Cayetano Luciano Scimia (34); Ana María Di Salvo de Kiernan (35);
Eduardo Jorge Kiernan (36); Gabriel Alberto García (37); Genoveva Ares (38); Ofelia Alicia Cassano (39); Enrique
Horacio Taramasco (40); Héctor Germán Oesterheld (41); Oscar Roger Mario Guidot (42); María Luisa Martínez de
González (43); Generosa Frattasi (44); Nelo Antonio Gasparini (45); Elena Isabel Alfaro (46); Juan Marcelo Soler
Guinnar (47); Graciela Moreno (48); Juan Farías (49); Omar Jorge Farías (50); Juan Carlos Farías (51); Pablo Antonio
Míguez (52); Irma Beatriz Márquez Sayago (53); Jorge Antonio Capello (54); Rosa Luján Taranto de Altamiranda (55);
Horacio Altamiranda (56); Silvia Angélica Corazza de Sánchez (57); Diego Julio Guagnini (58); Emilio Guagnini (59);
Marta María Brea (60); Juan Carlos Galán (61); Pablo Marcelo Córdoba (62); María Cristina Michia (63); Aldo Norberto
Gallo (64); Hugo Pascual Luciani (65); Alicia Ramona Endolz de Luciani (66); Hugo Norberto Luciani (67); María
Susana Reyes (68); Liliana Mabel Bietti (69); Emérito Darío Pérez (70); Ricardo Daniel Wejchenberg (71); Roberto
Jorge Berrozpe (72); Carlos Alberto De Lorenzo (73); Álvaro Aragón (74); Virgilio Washington Martínez (75); Aurora
Alicia Barrenat de Martínez (76); María Rosa Pargas de Camps (77); Francoise Marie Dauthier (78); Eduardo Jaime José
Arias (79); Juan Carlos Benítez (80); Antonio Ángel Potenza (81); Javier Antonio Casaretto (82); Arturo Osvaldo
Chillida (83); Raúl Alberto Iglesias (84); Laura Isabel Feldman (85); Blanca Estela Angerosa (86); Juan Carlos Martiré
(87); Mauricio Fabián Weinstein (88); Gabriela Juárez Celman (89); Marcelo Olalla de Labra (90); Daniel Horacio Olalla
de Labrá (91); Claudio Niro (92); Osvaldo Alberto Scarfia (93); Alejandra Naftal (94); Alfredo Luis Chávez (95); Samuel
Leonardo Zaidman (96); Gustavo Alberto Franquet (97); Mirta Diez (98); Guillermo Horacio Dascal (99); Marta Liliana
Sipes (100); Guillermo Enrique Moralli (101); Martín Vázquez (102); Silvia Irene Saladino (103); Nieves Marta Kanje
(104); Cecilia Vázquez de Lutzky (105); Inés Vázquez (106); Paulino Alberto Guarido (107); Mónica Haydée Piñeiro
(108); Juan Miguel Thanhauser (109); Rolando Alberto Zanzi Vigouroux (110); Mauricio Alberto Poltarak (111); Esther
Gersberg de Díaz Salazar (112); Luis Miguel Díaz Salazar (113); Jorge Federico Watts (114); Roberto Oscar Arrigo
(115); Horacio Hugo Russo (116); Osvaldo Luis Russo (117); Luis Pérez (118); Enrique Jorge Varrín (119); Juan
Antonio Frega (120); Dora Beatriz Garín (121); Lidia Curto Campanella (122); Alfredo Eduardo Peña (123); Beatriz
Leonor Perosio (124); Alfredo Eugenio Smith (125); María Celia Kriado (126); Juan Carlos Paniagua (127); María
Angélica Pérez de Micflik (128); Saúl Micflik (129); Faustino José Carlos Fernández (130); Osvaldo Domingo Balbi
(131); Estrella Iglesias Espasandín (132); Laura Isabel Waen (133); Darío Emilio Machado (134); Javier Gustavo Goldín
(135); Arnaldo Jorge Piñón (136); Cristina María Navarro (137); Víctor Voloch (138); Hugo Vaisman (139); Héctor
Hugo Cavallo (140); Roberto Luis Cristina (141); Rubén Bernardo Kriscautzky (142); Osvaldo Stein (143); Jorge
Rodolfo Montero (144); Elías Semán (145); Abraham Hochman (146); José Portillo (147); María Elena Rita Fernández
(148); Pablo Martínez Sameck (149); Roberto Luis Gualdi (150); Miguel Fuks (151); Raúl Eduardo Contreras (152);
Ernesto Szerszewiz (153); Guillermo Alberto Lorusso (154); Norma Raquel Falcone (155); Claudio Lutman (156); y
Cecilia Laura Ayerdi (157).
b.2. También entendemos que se encuentra demostrada la intervención de Ramón Antonio
Erlán y de José Néstor Maidana en los hechos atribuídos.
En efecto, en el caso del primero de los nombrados, de la prueba testimonial y del
reconocimiento fotográfico surge que habría actuado como jefe de una de las guardias en AEl Vesubio@ bajo el apodo
APancho@ (ver declaraciones de María Susana Reyes, Elena Alfaro, Ana María Di Salvo, Eduardo Kiernan, Horacio
Russo, Guillermo Lorusso, María Angélica Pérez de Micflik, Faustino Fernández, Inés Vázquez, Javier Goldín, Jorge
Watts, Juan Antonio Frega, entre otras). En cuanto al trato dispensado a las víctimas, más allá de cuanto ya se dijo,
encontramos relatos que lo vinculan con actos de violencia (ver declaración de María Angélica Pérez).
En virtud de ello habremos de confirmar la medida cautelar recurrida por los casos de: Luis
María Gemetro (16); Luis Alberto Fabbri (17); Catalina Juliana Oviedo de Ciuffo (18); Daniel Jesús Ciuffo (19); Luis
Poder Judicial de la Nación
Eduardo de Cristófaro (20); María Cristina Bernat (21); Julián Bernat (22); Claudio Gimbini (23); Elizabeth Kasserman
(24); Rodolfo Goldín (25); Mario Sagroy (26); Esteban Adrián o Adriani (27); Manuel Arasymiw (28); Juan Enrique
Velázquez Rosano (29); Elba Lucía Gándara Castromán (30); María Teresa Trotta de Castelli (32); Roberto Castelli (33);
Cayetano Luciano Scimia (34); Ana María Di Salvo de Kiernan (35); Eduardo Jorge Kiernan (36); Gabriel Alberto
García (37); Genoveva Ares (38); Ofelia Alicia Cassano (39); Enrique Horacio Taramasco (40); Héctor Germán
Oesterheld (41); Oscar Roger Mario Guidot (42); María Luisa Martínez de González (43); Generosa Frattasi (44); Nelo
Antonio Gasparini (45); Elena Isabel Alfaro (46); Juan Marcelo Soler Guinnar (47); Graciela Moreno (48); Juan Farías
(49); Omar Jorge Farías (50); Juan Carlos Farías (51); Pablo Antonio Míguez (52); Irma Beatriz Márquez Sayago (53);
Jorge Antonio Capello (54); Rosa Luján Taranto de Altamiranda (55); Horacio Altamiranda (56); Silvia Angélica
Corazza de Sánchez (57); Diego Julio Guagnini (58); Emilio Guagnini (59); Marta María Brea (60); Juan Carlos Galán
(61); Pablo Marcelo Córdoba (62); María Cristina Michia (63); Aldo Norberto Gallo (64); Hugo Pascual Luciani (65);
Alicia Ramona Endolz de Luciani (66); Hugo Norberto Luciani (67); María Susana Reyes (68); Liliana Mabel Bietti (69);
Emérito Darío Pérez (70); Ricardo Daniel Wejchenberg (71); Roberto Jorge Berrozpe (72); Carlos Alberto De Lorenzo
(73); Álvaro Aragón (74); Virgilio Washington Martínez (75); Aurora Alicia Barrenat de Martínez (76); María Rosa
Pargas de Camps (77); Francoise Marie Dauthier (78); Eduardo Jaime José Arias (79); Juan Carlos Benítez (80); Antonio
Ángel Potenza (81); Javier Antonio Casaretto (82); Arturo Osvaldo Chillida (83); Raúl Alberto Iglesias (84); Laura Isabel
Feldman (85); Blanca Estela Angerosa (86); Juan Carlos Martiré (87); Mauricio Fabián Weinstein (88); Gabriela Juárez
Celman (89); Marcelo Olalla de Labra (90); Daniel Horacio Olalla de Labrá (91); Claudio Niro (92); Osvaldo Alberto
Scarfia (93); Alejandra Naftal (94); Alfredo Luis Chávez (95); Samuel Leonardo Zaidman (96); Gustavo Alberto
Franquet (97); Mirta Diez (98); Guillermo Horacio Dascal (99); Marta Liliana Sipes (100); Guillermo Enrique Moralli
(101); Martín Vázquez (102); Silvia Irene Saladino (103); Nieves Marta Kanje (104); Cecilia Vázquez de Lutzky (105);
Inés Vázquez (106); Paulino Alberto Guarido (107); Mónica Haydée Piñeiro (108); Juan Miguel Thanhauser (109);
Rolando Alberto Zanzi Vigouroux (110); Mauricio Alberto Poltarak (111); Esther Gersberg de Díaz Salazar (112); Luis
Miguel Díaz Salazar (113); Jorge Federico Watts (114); Roberto Oscar Arrigo (115); Horacio Hugo Russo (116);
Osvaldo Luis Russo (117); Luis Pérez (118); Enrique Jorge Varrín (119); Juan Antonio Frega (120); Dora Beatriz Garín
(121); Lidia Curto Campanella (122); Alfredo Eduardo Peña (123); Beatriz Leonor Perosio (124); Alfredo Eugenio Smith
(125); María Celia Kriado (126); Juan Carlos Paniagua (127); María Angélica Pérez de Micflik (128); Saúl Micflik (129);
Faustino José Carlos Fernández (130); Osvaldo Domingo Balbi (131); Estrella Iglesias Espasandín (132); Laura Isabel
Waen (133); Darío Emilio Machado (134); Javier Gustavo Goldín (135); Arnaldo Jorge Piñón (136); Cristina María
Navarro (137); Víctor Voloch (138); Hugo Vaisman (139); Héctor Hugo Cavallo (140); Roberto Luis Cristina (141);
Rubén Bernardo Kriscautzky (142); Osvaldo Stein (143); Jorge Rodolfo Montero (144); Elías Semán (145); Abraham
Hochman (146); José Portillo (147); María Elena Rita Fernández (148); Pablo Martínez Sameck (149); Roberto Luis
Gualdi (150); Miguel Fuks (151); Raúl Eduardo Contreras (152); Ernesto Szerszewiz (153); Guillermo Alberto Lorusso
(154); Norma Raquel Falcone (155); Claudio Lutman (156); y Cecilia Laura Ayerdi (157).
Por su parte, José Néstor Maidana, quien sólo se encuentra procesado por los casos
mencionados n° 46 a 157, también fue reconocido por fotografías por sobrevivientes y sindicado como uno de los jefes de
una de las guardias del lugar y que actuaba bajo el apodo AParaguayo@ o AMatos@ (ver declaraciones de Ana María Di
Salvo, Eduardo Kiernan, Jorge Federico Watts, Juan Antonio Frega, Inés Vázquez, Javier Goldín, Russo, Nieves Kanje,
entre otros). También existen numerosos testimonios que lo relacionan con actos de violencia de propia mano y una
actitud de suma agresividad en el cumplimiento de sus ilícitas tareas (declaraciones de Faustino Fernández, Guillermo
Lorusso, Mónica Piñeiro y Roberto Gualdi, entre otros).
En estas condiciones, resulta acertado su procesamiento por los hechos por los que viene
cautelado.
De este modo se advierte que los agravios de la defensa de Erlán y Maidana no pueden
prosperar pues se ha visto cómo testimonios directos, además de los reconocimientos fotográficos, los involucran en los
ilícitos atribuídos, en tanto que, el carácter antijurídico de sus conductas de modo alguno se justifica por la situación
imperante en el país.
b.3. En conclusión, en todos estos casos, los elementos probatorios que directamente
vinculan a los imputados con la custodia de los detenidos ilegales (testimoniales y reconocimientos fotográficos), sumado
a que ellos mismos reconocen haber cumplido funciones en ese edificio, resultan suficiente como para homologar sus
procesamientos (art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación).
V- Calificación legal.
Atento a las características de los hechos que en la presente se darán por probados con el
grado de convicción exigido por el art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación, entiende también el Tribunal que la
calificación legal escogida por el a quo resulta correcta.
En primer lugar, cabe responder a las defensa de Chemes y Zeoliti que aunque los
imputados hayan respondido a órdenes de sus superiores, lo cierto es que fueron ellos quienes determinaron, a lo largo de
más de un año, la forma en la que específicamente se materializaron las órdenes que cumplían, circunstancia que les
otorgó el dominio de la acción y el consecuente carácter de autores. AEl ejecutor, si bien no puede ser desbancado de su
dominio de la acción, sin embargo es al mismo tiempo un engranajeBsustituible en cualquier momentoB en la maquinaria
del poder, y esta doble perspectiva impulsa al sujeto de detrás, junto con él, al centro del acontecer@ (Claus Roxin.
Autoría y Dominio del hecho en Derecho Penal. Marcial Pons, sexta edición, Madrid, 1998, página 271y siguientes).
Por su parte, resulta irrelevante para la configuración del delito el agravio vinculado con la
ausencia de la calidad de funcionario esgrimida por la defensa de Chemes en atención a su bajo rango en el escalafón. En
numerosos precedentes, invariablemente, esta Sala ha sostenido que posee el carácter de funcionario público todo aquel
que participa de las funciones públicas, mediante la facultad delegada de manera permanente o accidental en la
Poder Judicial de la Nación
formación o ejecución de la voluntad estatal para realizar un fin público (causa AGiana@ del 06/08/1999, reg. n° 695;
causa n° 33.257 AJuzgado Federal n° 5" del 16/08/2001, reg. n° 661, y sus citas).
En un sentido similar, la Sala Primera de la Cámara Nacional de Casación Penal señaló que
Aa los efectos del derecho penal, los conceptos de funcionario y empleado público han de equiparse; que lo relevante para
adquirir esas categorías es que el agente participe en el ejercicio de la función pública...@ (causa n° 5539 AVila@, del
06/09/2004, reg. n° 6988, y sus citas).
Por lo tanto, la calidad de funcionario público de los imputados se encuentra satisfecha
desde su condición de miembros de las fuerzas de seguridad del estado y las funciones específicas que el mismo reconoce
haber realizado (art. 77 del Código Penal).
En lo que hace a las privaciones ilegales de la libertad que se dieron por acreditadas
corresponde su inclusión en el tipo penal descripto por el art. 144 bis, inciso 1° y último párrafo (ley 14.616), agravado
por el art. 142 inc. 1° (ley 20.642) del Código Penal.
Ya ha dicho este Tribunal que ALos hechos... debido a los caracteres de la aprehensión,
presentaron el común denominador de tratarse de detenciones ordenadas por funcionarios públicos que abusaron de sus
funciones y no guardaron las formalidades prescriptas por la ley. Esta violación contra la libertad individual (artículo 18
de la Constitución Nacional) se ve agravada por haber mediado violencias y amenazas, teniendo en cuenta tanto la >vis
absoluta= como la >vis moral= ejercida sobre las víctimas. Fue característica de todos estos hechos la actuación de grupos
de personas armadas que respondieron al comando operacional de alguna de las tres fuerzas Bvestidas de uniforme o de
civilB que luego de ingresar a los domicilios de las víctimas, o de interceptarlas en la vía pública, o de individualizarlas a
la salida de sus trabajos, las reducían con el blandir de sus armas o con la acción física directa, muchas veces en medio de
procedimientos espectaculares, y las conducían a centros clandestinos de detención. Nunca mediaron órdenes de
detención ni allanamiento expedidas por autoridades competentes. Por otro lado, también fue objeto de prueba
concluyente que la permanencia en los lugares de cautiverio se caracterizó por el sometimiento de los reducidos a
interrogatorios acompañados de tormentos y por circunstancias de vida ultrajantes a la condición humana...@
(considerando quinto, punto I, causa 13/84).
Las características reseñadas permitieron en aquella oportunidad adecuar los hechos en la
misma figura legal escogida ahora por el a quo, razón por la cual y siendo que el grupo de hechos imputados a los aquí
procesados comparte estos elementos definitorios, será homologada dicha calificación.
En similar dirección, se confirmará la calificación de en los términos de los arts. 79 y 80
inc. 2° del Código Penal. Así se estableció que ALas muertes que se han tenido por probadas...fueron predeterminadas y
concretadas actuando sobre seguro, atento al estado de indefensión en que se encontraban las víctimas y las
circunstancias que rodearon sus ejecuciones lo cual permite tipificar >prima facie= a tales sucesos como homicidios
agravados con alevosía, reiterados, en las personas de las víctimas enunciadas (arts. 55, 79 y 80 inc. 2° del Código
Penal)@ (cfr. fojas 4825/4848 de estas actuaciones).
Por último, en lo relativo al delito de tormentos corresponde reiterar lo dicho por este
Tribunal recientemente (causa n° 38.732 ADel Cerro, Juan Antonio@ del 28/09/2006, reg. n° 1055). Independientemente
de aquellos casos en los que se ha corroborado la aplicación de tormentos a los detenidos (picana y otros elementos de
tortura), se avalará la aplicación de la figura prevista en el artículo 144 tercero, primer párrafo del Código Penal a los
casos en que se encuentre a priori acreditada la privación ilegítima de una persona en condiciones inhumanas de
cautiverio generalizadas y sistemáticas, tal como ocurrió en todos los casos por los que este Tribunal confirmó la
responsabilidad a priori de los imputados. Basta recordar que los detenidos eran sometidos en los centros clandestinos de
detención By el Vesubio no fue una excepciónB a tabicamiento, engrillamiento Bque en este centro les impedía estar de
pieB, supresión de la identidad, condiciones de cautividad en tubos o leoneras, supresión de toda forma de comunicación
humana, castigos permanentes, amenazas de torturas, deficiente alimentación, falta de higiene, exposición en desnudez y
otros padecimientos de connotación sexual, imposición de sesiones de tormentos físicos, brutalidad antisemita, entre otras
agresiones.
Este Tribunal comparte, entonces, la idea de que tales condiciones de cautiverio importan en
sí mismas la imposición de tormentos en los términos del artículo señalado.
Vale aclarar, al respecto, que la decisión del a quo de subsumir estas conductas en el delito
de tormentos Bcuando con anterioridad, frente a acciones similares, la calificación escogida era sólo la de privación
ilegítima de la libertad (temperamento que, a su vez, fue confirmado por este Tribunal)B no es una circunstancia que
incida sobre la base fáctica respecto de la cual se desarrolla este proceso. Es decir, una vez determinada la materialidad de
los hechos en torno a los cuales se efectuará, eventualmente, la audiencia de debate, y más allá del encuadre jurídico que
se le asigne a los sucesos en esta instancia, el juicio de subsunción definitivo tendrá lugar en el hipotético juicio.
VILas cuestiones relativas a la libertad provisional de los imputados de autos ya
fueron resueltas recientemente por esta Alzada en los respectivos incidentes de excarcelación Blos que se encuentran
actualmente en la Cámara Nacional de Casación PenalB, motivo por el cual, en atención a que no han variado las
circunstancias tenidas en cuenta en su momento, habremos de confirmar las prisiones preventivas de Zeoliti y Gamen.
Con relación al monto de los embargos apelados, las razones esgrimidas por el a quo para
su determinación resultan adecuadas y ajustadas a los parámetros del artículo 518 del C.P.P.N.
Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I- DECLARAR ABSTRACTO el recurso interpuesto por la defensa de Alberto
Neuendorf conforme lo dicho en el considerando II de la presente.
II- NO HACER LUGAR a los planteos de nulidad de las defensas desarrollados en el
considerando III de la presente.
Poder Judicial de la Nación
III- CONFIRMAR los puntos dispositivos nos. I, II, IV, VI, VIII, XI y XIII, del auto
recurrido en cuando decreta el procesamiento con prisión preventiva de Hugo Pascarelli, Roberto Carlos Zeoliti, Diego
Salvador Chemes, Héctor Humberto Gamen, Pedro Alberto Duran Sáenz, Ramón Antonio Erlan y José Néstor
Maidana, en todo en cuanto decide y fuera materia de apelación (art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación).
IV- CONFIRMAR los puntos dispositivos mencionados en cuando decreta el embargo de
los imputados Roberto Carlos Zeoliti y Héctor Humberto Gamen (art. 518 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la instancia anterior, donde
deberán practicarse las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@
PARTICIPACION CRIMINAL: AUTORIA MEDIATA. DOMINIO DEL HECHO. Delitos
cometidos a traves de un aparato organizado desde el poder. (Jefes de área).
Ante el caso en que la responsabilidad gira en torno a hechos respecto de los cuales el imputado se
encontró espacial y temporalmente distante de su ejecución obliga a analizar, primeramente, las reglas de
imputación que posibilitan considerarlos responsables a pesar de no haberse encontrado involucrado en la
ejecución directa de los hechos investigados. Posteriormente, corresponde ocuparse de controlar si existen
elementos probatorios para dar por acreditada la vinculación de los casos con los procesados.
Cabe aclarar que se tratan de los mismos lineamientos seguidos por este Tribunal recientemente al
momento de analizar la responsabilidad de Jorge Olivera Róvere, quien fuera el Jefe de la Subzona Capital
Federal (causa n° 36.873, del 9/2/06, reg. n° 55), entre otros decisorios.
En oportunidad de expedirse en la sentencia del juicio a las juntas militares que usurparon el poder
en Argentina entre los años 1976 y 1983 (la aludida causa 13/84), este Tribunal ya se pronunció a favor del
dominio del hecho como elemento idóneo para caracterizar al autor de un delito.
En este sentido, y luego de describir la evolución doctrinaria sobre el punto, la Cámara dijo que
A...[e]n la República Argentina, si bien un número importante de autores siguió los lineamientos de la teoría
formalBobjetiva en materia de autoría...., se advierte un notable giro de la doctrina más moderna hacia la
teoría del dominio del hecho lo que permite suponer su definitiva aceptación, especialmente en punto a la
autoría mediata@ (considerando séptimo, punto 3, a de la causa 13/84).
Puntualmente sobre la autoría mediata, y con base en lo señalado anteriormente, este Tribunal
sostuvo que A...la forma que asume el dominio del hecho en la autoría mediata es la del dominio de la
voluntad del ejecutor, a diferencia del dominio de la acción, propio de la autoría directa, y del dominio
funcional, que caracteriza a la coautoría. En la autoría mediata el autor, pese a no realizar conducta típica,
mantiene el dominio del hecho a través de un tercero cuya voluntad, por alguna razón, se encuentra sometida
a sus designios.... [S]e acepta un supuesto en el que puede coexistir la autoría mediata con un ejecutor
responsable. Según Claus Roxin, junto al dominio de la voluntad por miedo o por error, hay que contemplar
la del dominio de la voluntad a través de un aparato organizado de poder. Lo característico es la fungibilidad
del ejecutor, quien no opera como una persona individual sino como un engranaje mecánico. Al autor le basta
con controlar los resortes del aparato, pues si alguno de los ejecutores elude la tarea aparecerá otro
inmediatamente en su lugar que lo hará sin que se perjudique la realización del plan total@ (considerando
séptimo, punto 5, a de la causa 13/84).
Poder Judicial de la Nación
Sostuvo la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en ocasión de revisar la sentencia de este
Tribunal, que A...los superiores conservan el dominio de los acontecimientos a través de la utilización de una
estructura organizada de poder, circunstancia que los constituye en autores mediatos de los delitos así
cometidos. Son características relevantes de esta forma de aparición de la autoría mediata, el dominio que
posee quien maneja discrecionalmente el sistema, no ya sobre una voluntad concreta, sino sobre una voluntad
indeterminada puesto que, cualquiera sea el ejecutor de la orden delictiva, el hecho se producirá. Ello así,
toda vez que, otra de las notas salientes de esta forma de autoría es la fungibilidad del ejecutor, quien no
opera individualmente, sino como engranaje dentro del sistema, bastándole al autor con controlar los resortes
de la estructura pues, aun cuando alguno de los ejecutores eluda la tarea, será reemplazado en forma
inmediata por otro, que la efectuará. Esta concepción de la autoría mediata es plenamente aplicable a la
causa, ya que la estructura jerárquica de la institución militar posibilita, a quien se encuentra en su vértice, la
utilización de todo o parte de las fuerzas bajo su mando, en la comisión de hechos ilícitos@ (Fallos: 309:1689,
considerando 15 del voto de los Ministros Enrique Santiago Petracchi y Jorge Antonio Bacqué).
Los párrafos precedentes son suficientes para ilustrar a partir del cual puede considerarse autor
(mediato) de un hecho criminal al jefe que, a través de un aparato de poder, domina la voluntad del ejecutor
(subordinado al jefe).
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Farah
10.4.2007
AGAMEN, Héctor y otros s/apelación...@@
Causa 39.440
Reg. 258
J. 3 - S. 6.
NOTA I: Ver fallo completo.
NOTA II: Ver además lo resuelto en autos AROLON, Augusto I.@ de la misma Sala y fecha registrada con el
número 270 y ABARDA, Alberto P. y otros@ del 24.4.2007
RECURSO DE APELACION: COMPETENCIA. CONEXIDAD. Iapelabilidad del auto que no
hace lugar a una solicitud de acumulación de causas.
Es doctrina del Tribunal que las resoluciones sobre conexidad entre causas son irrecurribles, regla
que encuentra una excepción en cuanto se halle afectada una garantía constitucional. ( ADR. ORTIZ
ALMONACID@ del 12.3.96, ALANATA, Jorge@ del 29.8.93).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - irurzun - Lurashi
4.4.2007
AHUÑIS, Ricardo...@
Causa 24.975
Reg. 26.632
RECURSO DE APELACION: ADHESION. Costas.
J. 1 - S. 2.
Poder Judicial de la Nación
Dictado el sebreseimiento del imputado por prescripción de la acción penal y apelada por la defensa
el dispositivo que exime al querellante de la carga de las costas al imponerlas en el orden causado, resulta
improcedente la adhesión del querellante a esta última.
Ello así porque, aún con el criterio amplio sostenido reiteradamente por el tribunal, no es admisible
la adhesión del querellante a la apelación de un punto accesorio de la resolución y que permitiría que se
revise, y eventualmente que se modifique en contra de la defensa, la cuestión de fondo fallada a su favor
que no fue objeto de impugnación originaria o lo fue en forma defectuosa.
Por ello corresponde el rechazo de dicha adhesión y entrar en el fondo de la apelación del
querellante contra el dispositivo que da por prescrpta la acción penal.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
19.4.2007
AVAZQUEZ, Enrique s/prescripción...@
Causa 23.427
Reg. 26.688
J. 1 - S. 2.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 19 de abril de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud
del recurso de apelación interpuesto por el Dr. Oscar Luis Vignale -defensor de Enrique Vázquez-, contra el punto
dispositivo III del decisorio que luce a f. 333/5 de este legajo, en cuanto la Señora Juez de Grado dispuso eximir
totalmente a la parte querellante del pago de las costas que incumba abonar al imputado, quedando la responsabilidad por
el pago de ellas en el orden causado.
Su agravio se centra en considerar que conforme a lo dispuesto por el artículo 531 del
Código Procesal Penal de la Nación, las costas de esta incidencia deben ser soportadas por la querella al ser la parte
vencida y no haber tenido razón plausible para litigar.
A su vez, dentro del plazo previsto por el Código Procesal Penal de la Nación, el Dr. Juan
Martín Romero Victorica -en su condición de querellante-, presentó un escrito a los fines de adherir al recurso concedido
a la defensa, solicitando se revoquen los puntos dispositivos I y II del mencionado auto, en cuanto declaró extinguida la
acción penal por prescripción respecto de Enrique Vázquez y dictó, en consecuencia, el sobreseimiento del nombrado (f.
353/6).
Por su parte, el Dr Oscar Luis Vignale se opuso a la admisibilidad de la pretensión del
querellante (f. 369/71).
II- Puestos a analizar la procedencia de la adhesión al recurso que formulara el Dr. Romero
Victorica, se debe destacar que si bien este Tribunal sostiene la admisibilidad del mentado instituto con un criterio amplio
(ver de esta Sala, causa n° 16.646 ADefelice, Alicia@, reg. 17.740 del 7/7/00 y causa n° 23.722 APiana, Enrique@ reg. n°
25.324 del 6/7/06), el caso traído a estudio presenta particularidades que imponen el desarrollo de las siguientes
consideraciones.
Sin duda la adhesión amplía el campo cognoscitivo de la Alzada, mas dicha ampliación no
es ilimitada.
En este sentido, y a fin de resguardar el derecho de defensa en juicio del imputado,
otorgándole plenas posibilidades de ejercer las facultades recursivas que le otorga la ley procesal, no puede
admitirse la adhesión del querellante a la apelación de un punto accesorio de la resolución por parte de éste -como
en el presente caso- que permitiría que se revise y -eventualmente- se modifique en su contra la cuestión de fondo
fallada a su favor que no fue objeto de impugnación originaria o lo fue en forma defectuosa.
Así las cosas, toda vez que la adhesión efectuada por el querellante abarca a un punto
principal de la decisión -que no fue recurrido-, esto es, la prescripción de la acción penal y el sobreseimiento del
querellado, y que el objeto de la impugnación originaria se circunscribe a una cuestión accesoria -las costas del incidente
de prescripción-, es que será declarada inadmisible.
En virtud de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
DECLARAR INADMISIBLE la adhesión efectuada por la querella al recurso interpuesto
por la defensa de Enrique Vázquez.
Regístrese y notifíquese a las partes de lo aquí resuelto.
En punto a la cuestión debatida en el marco del recurso y atento a lo que surge de f. 351,
359 y 363, fíjese nueva fecha de audiencia para el Dr. Romero Victorica para el día 8 de mayo a las 10.00 horas -horario
que se establece para el caso de informe oral-, a fin de que mejore fundamentos. Notifíquese.@
Poder Judicial de la Nación
RECURSO DE CASACION: PRISION PREVENTIVA. Arresto domiciliario. Denegatoria de la
solicitud de arresto domiciliario.
En tanto la decisión que no hace lugar a la solicitud de arresto domiciliario ocasiona un perjuicio de
imposible reparación ulterior y se sostiene la errónea aplicación de la ley sustantiva en detrimento del
conjunto de normas constitucionales y legales que conforman los derechos del niño, procede el recurso de
casación contra ella.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun
19.4.2007
AGUZMAN, Sandra M. s/arresto domiciliario@@
Causa 24.872
Reg. 26.689
J. 4 - S. 7.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 19 de abril de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Que a fojas 118/29 de la presente incidencia el Sr. Defensor Oficial Dr. Juan Martín
Hermida dedujo recurso de casación contra el pronunciamiento de esta Sala obrante a fs. 112/4, en cuanto confirmó la
resolución dispuesta por el a quo que no hizo lugar al arresto domiciliario de su asistida.
II- Que objetivamente el recurso cumple con las condiciones de tiempo y forma, habiendo
sido interpuesto ante el tribunal que dictó la decisión, por quien se encuentra legalmente facultado para hacerlo y con
interés en recurrir, toda vez que aquella ha sido contraria al derecho invocado por la parte.
En punto a los restantes requisitos exigidos para la procedencia del remedio se advierte que
se dirige contra una sentencia equiparable a definitiva, pues el auto impugnado ocasiona un perjuicio de imposible
reparación ulterior por afectar derechos que requieren tutela inmediata (ver de la Sala IV de la Cámara Nacional de
Casación Penal causa n° 6667, caratulada AAbregú, Adriana Teresa s/ recurso de casación@, reg. n° 7749.4, del 29-8-06).
III- Por otra parte, y más allá de como ha sido encuadrado el remedio introducido, la
naturaleza del planteo suscita cuestión federal y excita la intervención de la Cámara Nacional de Casación Penal
por cuanto se sostiene la errónea aplicación de la ley sustantiva en detrimento del conjunto de normas
constitucionales y legales que conforman los derechos del niño/a (artículos 18 y 75 inciso 22 de la Constitución
Nacional, artículos 2.2, 3, 6.2 y 27.1 de la Convención de los Derechos del Niño, artículo 19 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, artículo 33 de la ley 24.660, y artículo 10 del Código Penal de la Nación), de
modo que se reclama la admisibilidad de la vía casatoria por invocarse agravios de naturaleza federal (conf. causa
n°° 23.101 AMendoza@@, reg. n°° 24.387 del 1-11-05 y causa n°° 21.599 AOrentrajch@@ reg. n°° 23.031 del 29-10-04, entre
otras).
En virtud de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
CONCEDER el recurso de casación interpuesto por la defensa de Sandra Miriam Guzmán
a fs. 118/29 de este legajo en los términos del inciso 1° del artículo 456 del Código Procesal Penal de la Nación.
Regístrese y emplácese a las partes para que comparezcan a mantener el recurso o adherir a
él ante la Cámara Nacional de Casación Penal, en el término de tres días a contar desde que las actuaciones tuvieran
entrada en aquella.
Fecho, elévese la presente a dicho Tribunal de Alzada.@
RECURSO EXTRAORDINARIO: Tacha de inconstitucionalidad de una ley. CONSTITUCION
NACIONAL. Presunción de legitimidad.
Genéricamente, la declaración de inconstitucionalidad en relación a una disposición legal, es un acto
de suma gravedad institucional, ya que las leyes dictadas por el Congreso gozan de una presunción de
Poder Judicial de la Nación
legitimidad que opera plenamente, y que obliga a ejercer dicha atribución con sobriedad y prudencia,
únicamente cuando la repugnancia de la norma con la cláusula constitucional sea manifiesta, clara e
indudable. De lo contrario, se desequilibraría el sistema constitucional de los tres poderes, que está fundado
en que cada uno de ellos actúe destruyendo la función de los otros, sino que lo haga con la armonía que exige
el cumplimiento de los fines del Estado para lo cual se requiere el respeto de las cormas constitucionales y
del poder encargado de dictar la ley (Fallos: 285:369; 300:241, 1087; 312:520).
C.C.C. Fed. Sala I
Frailer - Farah
4.4.2007
APETRELLA, Ricardo A. y otros s/procesamiento y
embargo@@
Causa 39.809
Reg. 243
J. 4 - S. 7.
NOTA: Ver fallo completo y sumario relacionado perteneciente a la misma sentencia.
SUSPENSION DEL JUICIO A PRUEBA: Art. 293 del C.P.P. REPARACION DEL DAÑO
CAUSADO. Principios generales.
La propuesta de reparación no debe entenderse como la indemnización prevista por el art. 29 del
Código Penal (Conf. Zaffaroni, Alagia, Slokar ADerecho Penal, Parte General@ Ed. Ediar, Buenos Aires,
2000, p. 928). Y no persigue estrictamente un fin resarcitorio sino que procura brindar una respuesta a la
víctima a través de alguna forma de desagravio frente al daño que pueda haber causado, como un intento de
cristalizar en el imputado la existencia de un posible afectado por el hecho que se le atribuye (Conf. Gustavo
Vitale, ASuspensión del proceso Penal a Prueba@, 2da. edición. Editores del Puerto, Buenos Aires 2004. P.
166/67.
Finalmente debe recordarse que la ley no exige la conformidad de la presunta víctima, de este modo,
si el ofendido decide no aceptar el ofrecimiento, la suspensión puede disponerse igualmente si el órgano
judicial lo entiende razonable, pues el damnificado podrá efectuar el reclamo correspondiente en el fuero
civil.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
3.4.2007
ADE ZUANE, Gino y otro...@
Causa 24.639
Reg. 26.625
J. 11 - S.12
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 3 de abril de 2007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal para resolver el
recurso de apelación interpuesto por el Señor Fiscal Federal, Dr. Miguel Angel Osorio (ver fs. 5/vta), contra el decisorio
que en copias luce a fs. 1/4 por el cual se resolvió hacer lugar a la suspensión del juicio a prueba solicitada por Gino De
Zuane y Antonio Franchini.
Radicado el incidente ante esta Alzada, la Señora Fiscal General Adjunto, Dra. Eugenia
Anzorreguy de Silva, expresó agravios en la presentación agregada a fs. 26/7.
Poder Judicial de la Nación
A su turno el Dr. Roberto Raúl Daray, defensor de los nombrados, mejoró fundamentos
mediante el escrito de fs. 36/41.
II- El representante del Ministerio Público Fiscal entiende que en el caso que nos ocupa, el
monto propuesto en concepto de reparación del daño causado no resulta razonable en atención a la naturaleza de la
maniobra investigada ni en función de la situación patrimonial de los imputados.
Señala que por tal razón no puede considerarse satisfecho el requisito de ofrecimiento de
reparación a la víctima, previsto como condición de admisibilidad para la procedencia del instituto de la probation.
III- Resulta oportuno recordar que los hechos que dieran origen a la tramitación de esta
causa, a partir de la denuncia efectuada por el abogado del Banco de la Nación Argentina, se ciñen a la falta de
constitución de prenda fija sobre maquinaria importada, financiada por la institución a través de dos operaciones de
crédito de comercio exterior (conf. auto de procesamiento de fs. 303/324 y su confirmación por esta Sala, a fs. 430/432 de
la causa principal).
Ese hecho perjudicó a la entidad bancaria en el concurso preventivo solicitado por la
empresa de los imputados, al quedar desplazado al lugar de un acreedor quirografario y tornarse así incierto el cobro del
crédito otorgado.
Así las cosas, aún a riesgo de parecer reiterativo, resulta importante señalar que el
ofrecimiento de reparación que se cuestiona en este legajo, debe circunscribirse estrictamente a los sucesos investigados
en el marco de la presente causa y por los cuales se ha decretado el procesamiento de los encartados. Es decir, el daño
estará constituido por la porción del crédito verificado que el banco se vea impedido de cobrar como consecuencia de
haber quedado relegado a la condición de acreedor quirografario.
En tal sentido, advierten los suscriptos que los Amontos defraudatorios@ a los que hace
referencia el representante del Ministerio Público Fiscal para demostrar que es irrazonable el ofrecimiento de reparación,
representan el total de las acreencias -privilegiadas y quirografarias- verificadas por el Banco de la Nación Argentina en
el trámite del concurso preventivo de AEl Detalle S.A.@.
Por su parte, cuando la damnificada se opuso al ofrecimiento efectuado, no señaló pauta
alguna que pueda ser tomada como referencia al momento de mensurar la propuesta.
Cualquier objeción sobre este punto, debió haber determinado con mayor claridad cuál sería
el perjuicio que habrían ocasionado a la institución bancaria los hechos aquí investigados en función del resultado del
proceso de liquidación de los activos de la empresa luego de la declaración de quiebra.
Aclarado ello, este Tribunal considera que el ofrecimiento de reparación del daño causado
efectuado en oportunidad de celebrarse la audiencia del artículo 293 del Código Procesal Penal, no es irrazonable si se
tiene en cuenta el monto total que se hubiese pagado al culminar el término de probation, ni frente a las posibilidades
patrimoniales de los encartados que se pudieron comprobar en autos.
En tal sentido, cabe recordar que en noviembre de 2004 se decretó la quiebra de la empresa
donde los encartados desempeñaban su actividad laboral y que ambos se encuentran actualmente jubilados por haber
cumplimentado los requisitos de edad (ver informes de fs. 458/60, fs. 461/4, fs. 608/9 y fs. 611/2 del principal).
No debe perderse de vista que la propuesta de reparación no debe entenderse como la
indemnización prevista en el artículo 29 del Código Penal (confr. Zaffaroni, Alagia, Slokar ADerecho Penal, Parte
General@@, Ediar, Buenos Aires, 2000, pág. 928), y que no persigue estrictamente un fin resarcitorio sino que
procura brindar una respuesta a la víctima a través de alguna forma de desagravio frente al daño que pueda
habérsele causado, como un intento de internalizar en el imputado la existencia de un posible afectado por el
hecho que se le atribuye (confr. Gustavo Vitale, ASuspensión del proceso penal a prueba@@, 2da. Edición, Editores
del Puerto, Buenos Aires, 2004, pág. 166/167).
Finalmente, debe recordarse que la ley no exige la conformidad de la presunta víctima, de
este modo, si el ofendido decide no aceptar el ofrecimiento, como ha ocurrido en el caso, la suspensión puede disponerse
igualmente si el órgano judicial la entiende razonable, pues el damnificado podrá efectuar el reclamo correspondiente en
el fuero civil (confr. Gustavo Vitale, obra citada, pág. 168).
Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución de fs. 1/4 en todo cuanto ella decide y ha sido materia de
apelación.
Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la anterior instancia, debiendo
practicarse en dicha sede las restantes notificaciones que correspondan.@
VIOLACION DE SECRETOS: PROTECCION DE DATOS PERSONALES. Arts. 117 bis. y 157
bis. del Código Penal y Ley 25.326. EVASION TRIBUTARIA Y PREVISIONAL. Art. 13 en función
del 112 de la Ley 24.769. FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO. Constancia de CUIL o
CUIT. CALUMNIAS o INJURIAS. DELITOS CONTRA EL HONOR. DELITOS
Documentos informáticos.
INFORMATICOS.
Poder Judicial de la Nación
La existencia de un grupo de personas que se dedicarían a la entrega de documentos adulterados,
para posteriormente en algunos casos ingresar sus datos en el sistema informático de la Anses, con la
finalidad de obtener un número de CUIL o CUIT, abonando para ello una suma de dinero no encuadran en la
figura típica seleccionada por la magistrada de grado (artículo 13 en función del 12 de la ley 24.769).
Ello así por cuanto, más allá de la correcta adecuación de la conducta en alguno de los verbos típicos
previstos por la citada norma -lo que sólo podría lograrse mediante la realización de algunas medidas de
prueba que permitieran demostrar que los imputados Aadulteraron@ un registro ya existente- lo cierto es que,
el presente caso no es uno de aquellos en los que la finalidad en la modificación o adulteración del registro o
soportes documentales o informáticos del fisco nacional , relativos a las obligaciones tributarias o de recursos
de la seguridad social, sea hecha con el propósito de Adisimular la real situación fiscal de un obligado@.
En este sentido, no puede sostenerse que la obtención de una constancia de CUIL sea un hecho
susceptible de ser considerado en los términos antes señalados, elemento exigido por la norma en cuestión.
Descartado entonces este encuadre legal, habremos de abocarnos a determinar si el hecho
investigado resulta típico a la luz de alguna de las normas penales vigentes.
La ley 25.326 de AProtección de Datos Personales@, reglamentaria del derecho constitucional de
Hábeas Data incluido en el artículo 43 de nuestra Carta Magna, incorporó en nuestro ordenamiento de fondo
dos nuevos tipos penales: el artículo 117 bis dentro del Título II correspondiente a los ADelitos contra el
honor@ y el artículo 157 bis en el Capítulo III de la AViolación de secretos@ del Título V de los ADelitos contra
la libertad@.
En lo que atañe a nuestro caso en concreto, pareciera que la conducta reprochada podría encontrarse
alcanzada por las previsiones legales del artículo 117 bis. Sin embargo, si bien este artículo en su inciso 1°
reprime con pena de prisión de un mes a dos años al que A...insertara o hiciera insertar a sabiendas datos
falsos en un archivo de datos personales.@, no puede soslayarse su ubicación sistemática dentro del Código
Penal, por lo que si tenemos en cuenta el bien jurídico protegido por el título la nueva figura parece limitarse
sólo a la inserción de datos falsos que disminuyan el honor.
Por tal motivo, la única interpretación adecuada del citado artículo, es la de considerar que
contempla las acciones que desacreditan o deshonran , pese a que ello no surge del texto de la ley. (ver
D=Alessio, Andrés ACódigo Penal comentado y anotado@ Parte Especial, pág. 150, Editorial La Ley, Buenos
Aires, noviembre de 2004).
Más aún, de la lectura del debate parlamentario de la ley 25.326, y con relación a la inclusión de este
artículo en particular surgió la discusión en punto a determinar si no se trataba de una norma ya incluida en
nuestro Código Penal - delito de calumnias e injurias- de lo que puede desprenderse el sentido que los
legisladores le han dado a esta figura y cuál es el bien jurídico que con ella se intenta proteger (conf.
AAntecedentes Parlamentarios@, Año 2001 A, Editorial La Ley, pág. 482, Tratamiento en el Senado,
parágrafo 222).
Por lo expuesto, es que tampoco podrá considerarse típica en los términos de dicha norma legal, en
tanto la ubicación de la figura en este título exige que la conducta pesquisada tenga el alcance antes señalado
lo que no se corrobora en autos.
Por último, habrá de descartarse también que se trate de una falsificación en los términos del artículo
293 el ordenamiento de fondo. Ello así, por cuanto en el caso sub examine la inserción de los datos falsos se
Poder Judicial de la Nación
produce en un registro informático no pudiendo considerarse que éste sea un instrumento público en los
términos del mencionado artículo.
Al respecto, es dable tener en cuenta que el problema en penalizar la falsedad de un documento
informático radica en que éste no ha sido contemplado en la legislación civil, y por eso carece de un valor
similar al que tiene un documento tradicional que cumpla con los requisitos exigidos por la ley, tanto para un
instrumento público como para uno privado.
Por ello es que, y aún cuando la legislación ha ido incluyendo específicamente algunos supuestos en
los cuales parece asimilar un concepto al otro, tal el caso de las citadas leyes de AProtección de Datos
Personales@ y de ARégimen Penal Tributario@ -artículo 12 de la ley 24.769 primer supuesto en que se recepta
penalmente la protección de un documento informático de la administración publica-, figuras que han sido
descartadas a lo largo de este resolutorio, cabe concluir que los hechos que se les imputaran no encuadran
tampoco en las previsiones del artículo 293 del Código Penal ni en ninguna otra norma penal.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Farah
17.4.2007
AMARTINEZ RODRIGUEZ, Hugo R. y otros...@@
Causa 39.627
Reg. 294
J. 1 - S. 1.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 14 de abril de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los
recursos de apelación interpuestos por la defensa de Hugo René Martínez Rodríguez a fs. 44/5 vta. contra el punto VIII
del resolutorio de fs. 1/32 vta. en cuanto decreta su procesamiento por considerarlo partícipe necesario del delito previsto
y reprimido en el artículo 12 de la ley 24.769 en treinta y nueve oportunidades y manda trabar embargo sobre sus bienes
por la suma de cincuenta mil pesos ($ 50.000.-) y la Daniel Alberto González y Emanuel González a fs. 38/40 contra los
puntos IX y X del mismo decisorio, en cuanto decreta el procesamiento de los nombrados por considerarlos autores
penalmente responsables del delito previsto en el artículo 13 en función del 12 de la ley 24.769 en el caso del primero en
treinta y siete oportunidades y en el del segundo en dos ocasiones.
II- Se agravia la asistencia letrada de Martínez Rodríguez al considerar que no existen
elementos en autos que permitan tener por acreditado que su asistido conociera la maniobra que se investiga.
De otra parte, la defensa de Daniel Alberto González y Emanuel González, alega que el a
quo sólo merituó como elementos cargosos en su contra escuchas telefónicas que no los involucran como así también la
declaración indagatoria de un coimputado. Asimismo, cuestiona la calificación legal escogida y la ausencia de dolo en el
accionar de los nombrados.
III-Las presentes actuaciones tienen su origen como consecuencia de las tareas de
investigación llevadas a cabo por personal de la División Operaciones del Departamento de Asuntos Extranjeros de la
Policía Federal Argentina, quienes detectaron en inmediaciones de la Dirección Nacional de Migraciones el desarrollo de
actividades relacionadas con la posible comercialización de Documentos Nacionales de Identidad falsos.
Poder Judicial de la Nación
Efectivamente, pudo determinarse la existencia de un grupo de personas que se
dedicarían a la entrega de documentos adulterados, para posteriormente en algunos casos ingresar sus datos en el
sistema informático de la Anses, con la finalidad de obtener un número de CUIL o CUIT, abonando para ello una
suma de dinero. El avance de la investigación permitió establecer que estos ingresos se habían producido en la
U.D.A.I. de Quilmes., habiéndose expedido las correspondientes constancias.
Ahora bien, esta Alzada ceñida al marco del recurso habrá de resolver en orden a la
situación procesal de quienes habrían participado en la inscripción y posterior emisión de las constancias referidas,
encontrándose firme los procesamientos de los partícipes en las falsificaciones de Documento Nacionales de Identidad
para extranjeros secuestrados en autos.
IV- Sentado ello cabe señalar que, teniendo en cuenta la imputación que pesa sobre los
encartados, esta Alzada advierte que los hechos no encuadran en la figura típica seleccionada por la magistrada de
grado (artículo 13 en función del 12 de la ley 24.769).
Ello así por cuanto, más allá de la correcta adecuación de la conducta en alguno de los
verbos típicos previstos por la citada norma -lo que sólo podría lograrse mediante la realización de algunas
medidas de prueba que permitieran demostrar que Emanuel y Daniel González Aadulteraron@@ un registro ya
existente- lo cierto es que , como bien lo señala la defensa, el presente caso no es uno de aquellos en los que la
finalidad en la modificación o adulteración del registro o soportes documentales o informáticos del fisco nacional ,
relativos a las obligaciones tributarias o de recursos de la seguridad social, sea hecha con el propósito de
Adisimular la real situación fiscal de un obligado@.
En este sentido, no puede sostenerse que la obtención de una constancia de CUIL sea
un hecho susceptible de ser considerado en los términos antes señalados, elemento exigido por la norma en
cuestión.
Descartado entonces este encuadre legal, habremos de abocarnos a determinar si el
hecho investigado resulta típico a la luz de alguna de las normas penales vigentes.
La ley 25.326 de AProtección de Datos Personales@@, reglamentaria del derecho
constitucional de Hábeas Data incluido en el artículo 43 de nuestra Carta Magna, incorporó en nuestro
ordenamiento de fondo dos nuevos tipos penales: el artículo 117 bis dentro del Título II correspondiente a los
ADelitos contra el honor@@ y el artículo 157 bis en el Capítulo III de la AViolación de secretos@@ del Título V de los
ADelitos contra la libertad@@.
En lo que atañe a nuestro caso en concreto, pareciera que la conducta reprochada
podría encontrarse alcanzada por las previsiones legales del artículo 117 bis. Sin embargo, si bien este artículo en
su inciso 1°° reprime con pena de prisión de un mes a dos años al que A...insertara o hiciera insertar a sabiendas
datos falsos en un archivo de datos personales.@, no puede soslayarse su ubicación sistemática dentro del Código
Penal, por lo que si tenemos en cuenta el bien jurídico protegido por el título la nueva figura parece limitarse sólo
a la inserción de datos falsos que disminuyan el honor.
Por tal motivo, la única interpretación adecuada del citado artículo, es la de considerar
que contempla las acciones que desacreditan o deshonran , pese a que ello no surge del texto de la ley. (ver
D==Alessio, Andrés ACódigo Penal comentado y anotado@@ Parte Especial, pág. 150, Editorial La Ley, Buenos Aires,
noviembre de 2004).
Más aún, de la lectura del debate parlamentario de la ley 25.326, y con relación a la
inclusión de este artículo en particular surgió la discusión en punto a determinar si no se trataba de una norma ya
incluida en nuestro Código Penal - delito de calumnias e injurias- de lo que puede desprenderse el sentido que los
legisladores le han dado a esta figura y cuál es el bien jurídico que con ella se intenta proteger (conf. AAntecedentes
Parlamentarios@@, Año 2001 A, Editorial La Ley, pág. 482, Tratamiento en el Senado, parágrafo 222).
Por lo expuesto, es que tampoco podrá considerarse típica en los términos de dicha
norma legal, en tanto la ubicación de la figura en este título exige que la conducta pesquisada tenga el alcance
antes señalado lo que no se corrobora en autos.
Por último, habrá de descartarse también que se trate de una falsificación en los
términos del artículo 293 el ordenamiento de fondo. Ello así, por cuanto en el caso sub examine la inserción de los
datos falsos se produce en un registro informático no pudiendo considerarse que éste sea un instrumento público
en los términos del mencionado artículo.
Al respecto, es dable tener en cuenta que el problema en penalizar la falsedad de un
documento informático radica en que éste no ha sido contemplado en la legislación civil, y por eso carece de un
valor similar al que tiene un documento tradicional que cumpla con los requisitos exigidos por la ley, tanto para
un instrumento público como para uno privado.
Por ello es que, y aún cuando la legislación ha ido incluyendo específicamente algunos
supuestos en los cuales parece asimilar un concepto al otro, tal el caso de las citadas leyes de AProtección de Datos
Personales@@ y de ARégimen Penal Tributario@@ -artículo 12 de la ley 24.769 primer supuesto en que se recepta
penalmente la protección de un documento informático de la administración publica-, figuras que han sido
descartadas a lo largo de este resolutorio, cabe concluir que los hechos que se les imputaran no encuadran
tampoco en las previsiones del artículo 293 del Código Penal ni en ninguna otra norma penal.
V- Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I-REVOCAR el punto VIII del resolutorio de fs. 1/32 vta. y
y en consecuencia SOBRESEER en la presente causa a Hugo René Martínez Rodríguez en orden al delito por el que
fuera indagado haciendo expresa mención que la formación del presente sumario en nada afecta el buen nombre y honor
del que hubiera gozado el nombrado (artículo 336, inciso 3° del Código Procesal Penal de la Nación).
II-REVOCAR el punto IX del decisorio apelado y en consecuencia SOBRESEER en la
presente causa a Daniel Alberto González en orden al delito por el que fuera indagado haciendo expresa mención que la
formación del presente sumario en nada afecta el buen nombre y honor del que hubiera gozado el nombrado (artículo
336, inciso 3° del Código Procesal Penal de la Nación).
Poder Judicial de la Nación
III-REVOCAR el punto X del auto recurrido y en consecuencia SOBRESEER en la
presente causa a Emanuel González en orden al delito por el que fuera indagado haciendo expresa mención que la
formación del presente sumario en nada afecta el buen nombre y honor del que hubiera gozado el nombrado (artículo
336, inciso 3° del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase a primera instancia a fin de
que se practiquen las notificaciones pertinentes
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
Poder Judicial de la Nación
ACTOS
DE
LOS
PREVENTORES:
OFICINA
ANTICORRUPCION.
NULIDADES
PROCESALES. Atribuciones de investigación autónoma conferidas por la Ley 25.233. Iniciación de la
causa. REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION.
No se advierte que se haya afectado el principio ne procedat iudex ex officio, si en el marco de otra
investigación surgieron otras evidencias que permitirían suponer la existencia de hechos delictivos distintos a
los que conformaban el objeto procesal de esa causa cuando estos fueron denunciados por el Director de
Investigaciones de la Oficina Anticorrupción (D.I.F.A.).
Ademas la Oficina Anticorrupción tiene facultades autónomas de investigación frente a presuntos
actos de corrupción ocurridos en el sector público nacional (Conf. la Ley 25.233 y Decreto 102/99), motivo
por el cual, en la medida en que los informes que pueda requerir se enmarcan dentro de tales atribuciones, no
se advierte afectación alguna a los derechos del imputado, máxime cuando ella se refiere al seguimiento del
circuito de fondos de determinados subsidios.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah
ALAPADULA, Carlos F. s/procesamiento@@
24.5.2007
Causa 38.987
Reg. 463
J. 2 - S. 3.
COMPETENCIA: MENORES. Competencia del Fuero federal. Hechos atribuidos a mayores y
menores.
Aún cuando los suscriptos en casos similares -art. 14, segundo párrafo, de la Ley 23.737 y art.
1°°, Ley 22.278, insistieron en la necesidad de un fuero especial que cumpla con el estándar de la Convención
Internacional de los Derechos del Niño, el criterio adverso, al menos de parte de la Cámara Nacional de
Casación Penal, (Sala II. AA.., W.D. s/comp.@ del 20.10.2006, AA.R.A. s/comp.@ del 20.2.2007 y Sala I AL. Y.
A. s/comp.@ del 7.9.2006 ) , los incontables conflictos de competencia generados y el tiempo por ellos
insumidos en detrimento de la adopción del temperamento que manda la ley en beneficio del menor, llevan a
rever dicho criterio para proveer una respuesta inmediata que atienda con eficacia el interés superior del niño,
preocupación que inspiró las anteriores intervenciones.
Por tanto, en el caso, razones de economía procesal y una rápida acción de justicia que atienda al
efectivo derecho de defensa de las partes comprometidas hacen conveniente la intervención del juez que
previno, esto es, el federal. ( Del voto de los dres. Freiler y Cavallo).
No corresponde escindir el conocimiento sobre el mismo y único hecho en función de la edad de los
prevenidos, máxime cuando la competencia federal dispuesta en el art.34 de la Ley 23.737 para los delitos en
ella prevista es, como en los demás casos contemplados en la Constitución Nacional, la Ley 48 y el art. 33
del Cp:P:PN:, privativa y excluyente de la intervención de otros magistrados no federales, el conocimiento
de este fuero federal no resulta un obstáculo para asegurar los derechos que le confiere la Convención de los
Derechos del Niño, en la medida que cuenta con los medios necesarios para esos fines. (del voto del Dr.
Farah).
Poder Judicial de la Nación
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah (por s/fundamentos)
27.5.2007
AIncid. de Incomp. de G.; L: N:@@
Causa 40.266
Reg. 424
J. 12 - S. 23.
NOTA I: En el fallo anotado, el Tribunal revisa la doctrina que vienen sosteniendo desde el fallo A.; W.D.
s/procesamiento@ del 10.4.2006.
NOTA II: Ver fallo completo.
NOTA III: En el mismo sentido la Sala en autos AIncd. de incompetencia....@ del 24.5.2007.
ABuenos Aires, 27 de mayo de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
El Dr. Eduardo R. Freiler y el Dr. Gabriel R. Cavallo dijeron:
El a-quo, en su resolución de fs. 1/7, dispuso el procesamiento con prisión preventiva de
Marco Avila Pérez en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 5° inciso AC@ de la ley 23.737, a la vez que
declaró la incompetencia parcial en razón de la materia y remitió testimonios a la Excma. Cámara del Crimen de esta
ciudad a fin de desinsacular el Juzgado de Menores que continuara con la pesquisa en relación a AL G.@
El Juez a cargo del Juzgado Nacional de Menores N° 4 de esta ciudad no aceptó la
competencia atribuida -ver fs. 8/10-. El Magistrado de este fuero mantuvo su decisión -ver fs. 11/12-, de forma tal que
quedó trabada la cuestión de competencia negativa, lo que corresponde aquí resolver.
La opinión de los suscriptos en relación al fuero competente para intervenir en las causas que
involucran a menores en calidad de imputados ya ha sido expuesta en los autos AÁ, W.@ (c. 38.655, rta. el 10/04/06, reg.
290, entre muchos otros), consideraciones que damos aquí por reproducidas por razones de brevedad.
Sin embargo, lo peculiar del presente caso radica en que se ha escindido cuanto atañe a la
conducta de Gorbarán del resto de los originarios consortes de causa, cuya situación procesal ha sido resuelta en el sentido
indicado. En suma, un mismo suceso estaría siendo investigado por dos magistrados, situación que no sólo es disfuncional,
sino que también abre la posibilidad a sentencias contradictorias.
A ello se agrega que la situación del menor encuadra en lo previsto por el artículo 11 de la ley
22.278, lo que indica que la remisión al fuero de menores sería al sólo efecto de declarar la inimputabilidad de Leandro
Gorbarán, sobretodo teniendo en cuenta el reemplazo del régimen tutelar (c. 39.520 AG. F. D. y O s/ expediente tutelar@,
rta. 6/12/06, reg. 1344).
Aún cuando los suscriptos ante casos similares -art. 14, segundo párrafo, ley 23.737 y art. 11,
ley 22.278- insistió en la necesidad de un fuero especial que cumpla con el estándar de la Convención Internacional sobre
los Derechos del Niño, el criterio adverso, al menos de parte de la Cámara Nacional de Casación Penal (cfr. Sala II, c.
7272, AA., W. D. s/ comp.@, rta. 20/10/06, reg. 9146; c. 7682, AA., R. A. s/ comp.@, rta. 20/02/07, reg. 9517 y Sala I, c.
7536, AL. Y. A. s/ comp.@, rta. 7/09/06, reg. 9388), los incontables conflictos de competencia generados y el tiempo por
ellos insumido en detrimento de la adopción del temperamento que manda la ley en beneficio del menor, nos llevan a
reveer dicho criterio para proveer una respuesta inmediata que atienda con eficacia el interés superior del niño,
preocupación que desde un primer momento nos ha inspirado. Ello, claro está, en tanto se dé el supuesto ut supra
mencionado.
Por tanto, en este excepcional supuesto, razones de economía procesal y una rápida
administración de justicia que atienda al efectivo derecho de defensa de las partes comprometidas, hacen conveniente, tal
como lo sostiene la Sra. Fiscal General Adjunta, que el Juez que previno, es decir el Juez federal, sea quien de modo
inmediato resuelva en ese sentido respecto de AG.@ (cfr. art. 11, ley 22.278), y prosiga con la encuesta ante la hipótesis
remanente de comercio de estupefacientes.
Por lo expuesto el TRIBUNAL resuelve:
DECLARAR la competencia del Juzgado Federal N1 12, Secretaría N1 23 para seguir
interviniendo en la presente investigación.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal y devuélvase al Juzgado de origen donde deberán
efectuarse las restantes notificaciones que hubiere lugar.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
COMPETENCIA: POR LA MATERIA. POR EL LUGAR.
Delitos cometidos desde unidades
penitenciarias.
En principio- es competente este fuero de excepción para intervenir en la investigación de hechos que
han sido cometidos desde establecimientos penitenciarios federales y respecto de los cuales no se puede
descartar que hayan afectado el normal desempeño de la institución nacional involucrada (Conf. CSJN;
Poder Judicial de la Nación
Competencia n° 739, XLI, AHANSELMANN, Eduardo s/ privación ilegal de la libertad@, del 29/11/05;
Competencia n° 924, XLII, AMANGONE; Gustavo s/ extorsión@, del 24/10/06).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
AN.N. s/archivo@@
24.5.2007
Causa 25.184
Reg. 26.843
J. 3 - S. 5.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 24 de mayo de 2.007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Que contra la resolución obrante a fs. 24/vta. que dispuso archivar el presente sumario en
los términos del artículo 195, segundo párrafo, del código adjetivo, el Sr. Fiscal Dr. Carlos Cearras interpuso recurso de
apelación a fs. 25, por considerar que el magistrado de este fuero no se encuentra habilitado para dictar ese
pronunciamiento, ya que es la justicia ordinaria a la que corresponde intervenir en el hecho que motivó la presente
pesquisa.
II- Al respecto, cabe recordar que esta Alzada ha sostenido que las cuestiones de
competencia deben prevalecer a cualquier consideración que corresponda realizar en torno a la prosecución o no de la
instrucción, análisis que queda reservado al magistrado a quien en definitiva se adjudique el conocimiento de la causa (ver
causa n° 25.185, reg. n° 26.761, rta. el 8/05/07).
No obstante, la decisión apelada no ha transgredido la disposición del artículo 36 del código
de forma, toda vez que -en principio- es competente este fuero de excepción para intervenir en la investigación de
hechos como el denunciado a fs. 1/2 que han sido cometidos desde establecimientos penitenciarios federales y
respecto de los cuales no se puede descartar, aún, que hayan afectado el normal desempeño de la institución
nacional involucrada (Conf. CSJN; Competencia n°° 739, XLI, AHanselmann, Eduardo s/ privación ilegal de la
libertad@@, del 29/11/05; Competencia n°° 924, XLII, AMangone; Gustavo s/ extorsión@@, del 24/10/06).
Sentado ello, respecto del fondo de la cuestión entienden los suscriptos que el archivo
dispuesto resulta prematuro, toda vez que para individualizar al sujeto activo de la maniobra resulta pertinente determinar
si la unidad penitenciaria desde la que se efectuaron los llamados telefónicos extorsivos cuenta con algún tipo de registro
de las comunicaciones realizadas por los internos.
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
REVOCAR la decisión que luce a fs. 24/vta. en todo cuanto decide y ha sido materia
recursiva, DEBIENDO el juez instructor proceder de acuerdo con lo anteriormente señalado.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde
deberán efectuarse las restantes notificaciones que correspondan.@
DECLARACION
INDAGATORIA: NULIDAD. Falta de oportunidad de enfrentar eficazmente la
imputación. Facultad de ser oído. Falta de descripción del hecho punible. Imputación genérica. AUTO DE
PROCESAMIENTO.
Nuestra Constitución Nacional consagra expresamente que A...es inviolable la defensa en juicio, de la
persona y de los derechos...@ (Art. 18). Uno de los aspectos que la doctrina y la jurisprudencia han reconocido
como constitutivo de ese derecho es la facultad de ser oído.
Otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso sólo cobra sentido si se cumplen los
presupuestos que la convierten en un acto de defensa. Esto es, no podrá afirmarse que Aescuchar al imputado@
garantiza su derecho de defensa si no existe, entre otras circunstancias, algo de que defenderse (imputación) (
Ver de la Sala I ACONSTANTINO@, del 9.12.2004.
Este último extremo lo reglamenta el art. 298 del C.P.P.N. al establecer la obligación del juez de
informar Adetalladamente al imputado el hecho que se le atribuye@. En efecto, afirma Maier que AComo se
trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual se la intima debe reunir las mismas cualidades que
advirtiéramos para aquella; debe consistir, así, en la noticia íntegra, clara, precisa y circunstanciada del
hecho concreto que se le atribuye al imputado. No se cumple esta condición de validez si sólo se advierte
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
sobre la ley penal supuestamente infringida, o se da noticia del nomen iuris del hecho punible imputado, o se
recurre, para cumplir la condición, a conceptos o abstracciones que no describen concretamente a la acicón u
omisión atribuida, con todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar que la definen como un
comportamiento singular de la vida del imputado...@(Conf. Maier, Julio B. J. ADerecho Procesal Penal@, Ed.
del Puerto, Buenos Aires, 1996, T. I p. 560).
Como ha sostenido reiteradamente esta Cámara, el conocimiento acabado de la imputación es un
requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio. ( Sala I ACAVIASCA, G. M. @del 11.12.96
entre otros y mas recientemente ASANTOS Ruben@ del 26.7.2002).
Así, el tipo de maniobras de las que trata la causa tales como, procedimientos administrativos,
controles, órdenes de pago, desvío de fondos- exigen, sin lugar a dudas, una adecuada descripción de las
circunstancias relativas a la intervención por la cual se responsabiliza penalmente al autor, con indicación
concreta de expedientes, de fechas, de momentos consumativos y de la prueba que respalde la incriminación
efectuada.
Además una correcta descripción del modo en que acontecieron los sucesos demanda la mención de
la conducta reprochada y las características que la conforman. Es decir, la pluralidad de acontecimientos
cometidos de un modo similar no puede traducirse en la utilización de fórmulas genéricas o en meras
afirmaciones de verbos típicos.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah
ALAPADULA, Carlos F. s/procesamiento@
24.5.2007
Causa 38.987
Reg. 460
J. 2 - S. 3.
NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma sentencia.
ABuenos Aires, 24 de mayo de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I. Las actuaciones se radicaron ante este Tribunal de Alzada con motivo de los recursos de
apelación interpuestos contra el auto que obra en fotocopias a fojas 1/20 por el abogado defensor de Carlos Felix
Lapadula (por el punto dispositivo I), por el Agente Fiscal, Dr. Gerardo Di Masi y por el Coordinador de Investigaciones
de la Oficina Anticorrupción, Pablo Piqué (ambos por los puntos dispositivos II, III y IV).
A través del auto de mérito recurrido, en el punto dispositivo I, el a quo decretó el
procesamiento de Lapadula AYen orden a los hechos relacionados con los exptes. 3536/99, 1210/99, 6614/00, 1094/99,
4513/99 y 1407/98, los cuales resultan constitutivos de los delitos de administración fraudulenta llevada a cabo en
perjuicio de una administración públicaY@ -sic-. En el punto dispositivo II decretó la falta de mérito del nombrado
AYrespecto del subsidio de $ 300.000 otorgado por Resolución 1981/00, respecto del cheque 63491641 y la rendición de
cuentas del subsidio otorgado por resolución 1700/98Y@-sic-.
A su vez, en el punto dispositivo III y en el siguiente el Magistrado decretó la falta de
mérito de Juan Carlos Ponce y de María Sol González Montalvo en orden a los hechos por los que fueron indagados.
En el informe presentado en los términos previstos por el artículo 454 del Código de rito, el
Dr. Daray solicitó que se declare la nulidad de la declaración indagatoria o del auto de procesamiento de su asistido por
considerar que se habría afectado el derecho de defensa en juicio de Lapadula. En lo sustancial el letrado defensor señala
que en el acto de la indagatoria no se le hicieron conocer detalladamente los hechos imputados. Destacó la falta de
determinación de los hechos o de las maniobras o de los procedimientos que se considerarían delictivos, circunstancias
éstas que, a su vez, se habrían reflejado en el auto de procesamiento cuestionado.
Además la Fiscal de Cámara, Dra. Graciela Sterchele y el representante de la Oficina
Anticorrupción solicitaron la nulidad parcial del punto dispositivo II mediante el que se decreta la falta de mérito de
Lapadula en orden a la rendición de cuentas del subsidio otorgado por Resolución 1700/98.
Por su parte, la Dra. Sterchele también estimó que el pronunciamiento esgrimido con
relación a Ponce estaría teñido de invalidez en virtud de que el Juez de grado habría basado su decisión, entre otros
argumentos, en prueba a producir, esta es la realización de un peritaje contable. No obstante ello, consideró que cabía
privilegiar la impugnación sobre la invalidación y remediar esa situación en base a los elementos existentes en la causa.
II. Los hechos que se investigan en estas actuaciones se relacionan con las irregularidades
detectadas en el trámite, la concesión y rendición de subsidios destinados a distintas obras sociales, cuyo objetivo
fundamental se orientaba a reducir sus pasivos por deudas prestacionales y cobertura de déficits operativos. Tales
procedimientos debían realizarse de acuerdo con lo previsto en las resoluciones 577/98 y 1040/98 de la Administración de
Programas Especiales (APE), organismo descentralizado del Ministerio de Salud, siendo que no habrían sido acatadas las
condiciones allí establecidas, habiéndose, además, producido el desvío de tales fondos para favorecer a determinadas
empresas y personas. En líneas generales, esto es lo que surge del requerimiento de instrucción que obra a fojas 43 de la
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
causa principal.
A fs. 61 el Agente Fiscal, con la intención de clarificar el objeto procesal de la causa,
impulsó el ejercicio de la acción penal por los motivos antes indicados aunque, en esa ocasión, ciñó el marco de la
investigación a las irregularidades detectadas en los expedientes nro. 3536/99, 7754/00, 1094/99, 1210/99, 7410/99,
4513/99, 6614/00, 5560/00, 2042/99 y 2480/98. Especificó que las conductas a investigar consistirían en la aplicación de
los fondos a fines diferentes de los contemplados en la resolución de adjudicación, al pago en efectivo de los montos
otorgados y a la existencia de pagos sin resolución aprobatoria del subsidio. A su vez, agregó a la pesquisa el presunto
desvío de los fondos con que se subsidiaria a la Obra Social del Personal de la Industria del Caucho en el expediente nro.
1407/98 cuyo destino final podría estar relacionado con ex funcionarios de APE.
Ahora bien, luego de efectuar el análisis de las piezas procesales cuestionadas por el
defensor de Lapadula es posible advertir ciertas irregularidades en la declaración indagatoria prestada por el nombrado, las
que posteriormente inciden en el procesamiento dictado a su respecto, en tanto impiden considerar que éste haya tenido
oportunidad de enfrentar eficazmente la imputación que se le efectúa.
Nuestra Constitución consagra expresamente que Aes inviolable la defensa en juicio, de la
persona y de los derechos@ (art.18). Uno de los aspectos que la doctrina y la jurisprudencia han reconocido como
constitutivo de ese derecho es la facultad de ser oído.
Cabe aclarar que, otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso
sólo cobra sentido si se cumplen los presupuestos que la convierten en un acto de defensa. Esto es, no podrá
afirmarse que Aescuchar al imputado@ garantiza su derecho de defensa si no existe, entre otras circunstancias,
algo de qué defenderse (imputación) y el conocimiento de esa imputación correctamente deducida (intimación) conf. de esta Sala C.N°° 36.252 "Constantino", del 09/12/04, reg. n°° 1307-.
Este último extremo lo reglamenta el artículo 298 del Código Procesal Penal de la Nación al
establecer la obligación del juez de informar Adetalladamente al imputado el hecho que se le atribuye@. En efecto,
afirma Maier que AComo se trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual se la intima debe reunir las mismas
calidades que advirtiéramos para aquélla; debe consistir, así, en la noticia íntegra, clara, precisa, y circunstanciada del
hecho concreto que se atribuye al imputado. No se cumple esta condición de validez si sólo se advierte sobre la ley penal
supuestamente infringida, o se da noticia del nomen iuris del hecho punible imputado, o se recurre, para cumplir la
condición, a conceptos o abstracciones que no describen concretamente la acción u omisión atribuida, con todas las
circunstancias de modo, tiempo y lugar que la definen como un comportamiento singular de la vida del imputado...@
(Conf. Maier, Julio B. J., ADerecho Procesal Penal@, Ed. del Puerto, Buenos Aires, 1996, T. 1, p. 560).
Como ha sostenido reiteradamente esta Cámara, el conocimiento acabado de la imputación
es un requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio (conf. causa nro. 28.103, ACaviasca, G. M. y otros
s/procesamiento@, rta. 11/12/96, reg. nro. 1095, entre otras, y más recientemente causa nro. 34.059 ASantos, Rubén J. y
otros s/procesamiento@, reg. nro. 748, rta. 26/07/02).
En este caso puntual se estima que el tipo de maniobras que se presentan -procedimientos
administrativos, controles, órdenes de pago, desvío de fondos- exigen, sin lugar a dudas, una adecuada descripción de las
circunstancias relativas a la intervención por la cual se responsabiliza penalmente al autor, con indicación concreta de
expedientes, de fechas, de momentos consumativos y de la prueba que respalde la incriminación que se le efectúa.
Una correcta descripción del modo en que acontecieron los sucesos investigados demanda,
además de la mención de la conducta reprochada, las características que la conformaron. Es decir, la pluralidad de
acontecimientos cometidos de un modo similar no puede traducirse en la utilización de fórmulas genéricas o en meras
enunciaciones de verbos típicos.
Al momento de recibir la declaración indagatoria de Lapadula el a quo no cumplió con los
aspectos que se han señalado exigidos por la garantía que protege el principio de la defensa en juicio en este sentido.
En efecto, en el acta respectiva se asentó: AEn este acto se le hace saber el hecho que se
imputa, a saber: el haber autorizado sistemáticamente, en su carácter de presidente de APE, el otorgamiento de subsidios
a distintas obras sociales y asociaciones de obras sociales, sin ejecutar los mecanismos de control establecidos en la
normativa vigente y pese a la falta de cumplimiento por parte de aquellas de los requisitos establecidos para tal fin Así
como haber permitido, mediante la omisión del control suficiente, distintas irregularidades detectadas en las rendiciones
presentadas por las beneficiarias, todo lo cual habría permitido un perjuicio de la administración pública. Como así
también el haber recepcionado en su calidad de integrante de la empresa Sanatorios y Clínicas Asociadas S.A. la suma de
$ 140.000 (a través de Alianza Médica S.A. y Adherir ésta última mandante del Sanatorio mencionado-) y, como miembro
de Belgrano Viejo SRL (Cuit 30-63330788-8), en este caso a través de su socio Juan Ignacio Lapadula, la suma $
100.000 provenientes de pagos realizados por Hekalba S.A., montos éstos que conforme el circuito financiero seguido por
DIFA y SIGEN corresponderían a subsidios otorgados por APE a OSPIC.@ -conf. fs. 362/3-.
En la descripción de los hechos imputados sólo se recurrió a una formulación genérica
relativa al accionar en que habría incurrido el imputado, sin haberse efectuado el detalle de las circunstancias fácticas que
relacionadas entre sí permitirían suponer una hipótesis delictiva. Se ha obviado la referencia concreta de las conductas que
se le atribuyen, con las respectivas especificaciones relativas a las características de autor, modo, lugar y tiempo de
comisión.
Es evidente que no se hizo referencia a ninguno de los expedientes mencionados
posteriormente en el auto recurrido ni tampoco a cada una de las intervenciones que se le reprocha por su actuación en los
expedientes. El accionar debió ser descripto de manera circunstanciada dado que tampoco hubiera bastado con efectuar
una mera mención de los legajos si ello no estuviera acompañado de las particularidades que los diferencian entre sí, de
forma tal que el imputado no se vea obligado a esgrimir una defensa genérica, sino que pueda atacar específicamente cada
extremo de la imputación.
Al mismo tiempo, tal omisión en la descripción de la imputación impide verificar el respeto
por el principio de congruencia que exige la correlación necesaria entre los hechos descriptos en la indagatoria y el
contenido en el procesamiento y que a su vez, será el mismo de la eventual acusación y sentencia, de llegar a dicha etapa
el proceso (conf. de esta Sala C.N° 39.666 AOtondo, Nicolás A. s/ procesamiento@, reg. nro. 150, rta. 06/03/07).
Las consideraciones precedentes dejan en evidencia que el acto a través del cual se recibió
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declaración indagatoria a Lapadula no contó con las formas previstas para garantizar el derecho a ser oído. Esto es, a partir
de las deficiencias antes señaladas puede concluirse fundadamente que no existió una adecuada intimación de los hechos
imputados.
Ello indefectiblemente importa la necesidad de ampliar la declaración indagatoria -la que
deberá realizarse observando los requisitos precedentemente señalados- y la nulidad de su auto de procesamiento en tanto
aquélla representa un presupuesto de validez de éste (artículos 166, 168, segundo párrafo, y 307 del C.P.P.N.). Por iguales
motivos habrá de aplicarse idéntica sanción procesal a la falta de mérito dictada en autos respecto de Lapadula pues las
conductas respectivas tampoco fueron correctamente descriptas.
Cabe efectuar las mismas consideraciones para los casos de Juan Carlos Ponce y de María
Sol González Montalvo, toda vez que a la hora de ser indagados si bien se les mencionaron datos aislados que formarían
parte de los sucesos investigados no fueron impuestos de los extremos básicos que se relacionarían específicamente con la
maniobra delictiva que se investiga. Al igual que en el caso anterior no se hizo referencia alguna a los expedientes
administrativos que contendrían la documentación que los involucraría, ni cuál sería específicamente el accionar
reprochado a cada uno de ellos (conf. fs. 370/71 vta. y 387/8).
En las respectivas indagatorias no se explicitó el conjunto de circunstancias irregulares que
tornarían ilícito el accionar de los imputados, extremo que resulta imposible de soslayar a la hora de analizar sus
situaciones procesales. En este sentido, adviértase que en el dictamen fiscal que obra a fs. 317/320 en el que se solicita la
declaración indagatoria de Ponce y Montalvo, en principio, es posible advertir que el reproche penal que recaería en
cabeza de los nombrados estaría dado por sus participaciones en una compleja maniobra delictiva en la que se encuentra
involucrado, al menos, un funcionario público, sin embargo al momento de indagarlos no les fue precisada cuál habría
sido la participación concreta en los sucesos que permitiría responsabilizarlos penalmente.
Esa deficiencia se refleja en el auto de mérito que se examina, donde el a quo luego de
efectuar un atomizado detalle de los hechos materia de investigación, culmina haciendo referencia al caso concreto de
cada uno de los imputados descartando una posible connivencia de Ponce y Montalvo con Lapadula sin haberse referido
específica y concretamente a esa situación en las respectivas declaraciones indagatorias. Frente a ello, sólo cabe efectuar
una nueva intimación de los hechos imputados a fin de resguardar los derechos de defensa en juicio de los encausados.
Por lo tanto habrá de anularse el pronunciamiento efectuado con relación a Ponce y
Montalvo, toda vez que a los fines de analizar los recursos de apelación incoados por el Ministerio Público Fiscal y por la
querella, quienes solicitan los procesamientos de los nombrados, este Tribunal se ve impedido de analizar sus conductas
en base a los extremos antes señalados.
Frente a la decisión que determinará la nulidad de la resolución recurrida no cabe efectuar
otro análisis con respecto al resto de las cuestiones planteadas por los recurrentes.
Por todo lo expuesto, este Tribunal RESUELVE: DECLARAR la nulidad de la resolución
que obra a fojas 1/20 de esta incidencia (artículos 307 y 308 del Código Procesal Penal de la Nación ) debiendo el
Magistrado de primera instancia proceder de acuerdo con lo señalado en los considerandos.
Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y devuélvase a su procedencia donde
deberán practicarse el resto de las notificaciones.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
DEFRAUDACION:
ADMINISTRACION
FRAUDULENTA.
(Art.
173
inc.
7
del
C.P.)APROPIACION INDEBIDA. HURTO. (improcedencia) Cajero que retiene para sí el importe
recepcionado.
Probada la circunstancia de que los cajeros tenían a su cargo el manejo de bienes pecuniarios ajenos
en tanto tenían a su cargo el manejo de bienes pecuniarios ajenos se encuentran reunidos los requisitos
exigidos por el tipo penal exigido para el delito de administración infiel acuñado por el art. 173 inc. 7 del
Código Penal, agravado - en el caso- por perjudicar a la administración pública (art. 174 inc. 5°°) y no el
delito de hurto. (art. 162).
Es que la acción típica es la de violar los deberes -en función del manejo, administración o custodia de
bienes ajenos que ejerce el agente-, esto es exceder arbitrariamente las facultades conferidas -mediante actos
no permitidos - o incumplir las obligaciones acordadas (D´Alessio, Andrés, Código Penal Comentado y
Anotado, Parte Especial, Ed. La Ley, Buenos Aires, noviembre de 2004 y sus citas).
En efecto, es presupuesto del delito que el agente ejerza un poder - manejo, administración o custodia
de los bienes ajenos que ejerce el agente- esto es exceder arbitrariamente las facultades conferidas -mediante
actos no permitidos- o incumpliendo las obligaciones acordadas (op.cit.).
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
En efecto, es presupuesto del delito que el agente ejerza un poder -manejo, administración o custodiasobre los bienes o intereses de otros, por disposición de la ley, de una autoridad o por cualquier otro acto
jurídico.
Ese es el caso del cajero que, receptando una suma de dinero no otorgan el correspondiente recibo de
pago exigido -timbrado- apropiándose de su impotre.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler - Farah
22.5.2007
ANOIR, Mirta y otros s/procesamiento@@
Causa 39.595
Reg. 433
J. 8 - S. 16.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 22 de mayo de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I-Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los
recursos de apelación interpuestos por el Señor Defensor Oficial en representación de Nancy Judith Carstens a fs.45/46
contra los puntos XIII y XIV del resolutorio de fs. 1/32 de esta incidencia en cuanto decretan el procesamiento sin prisión
preventiva de su asistida por considerarla autora penalmente responsable del delito de defraudación por administración
infiel en perjuicio de la administración pública (artículos 174, inciso 5° en función del artículo 173, inciso 7°del Código
Penal) y manda trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de pesos diez mil ($10.000.-) y por la defensa de
Mirta Isabel Noir (puntos I y II del decisorio de fs. 1/32), Silvina Angélica Pucci (puntos III y IV), María Cristina
Venanzo (puntos V y VI), Viviana Laura Carbonelli (puntos VII y VIII), Romina Alejandra Orozco (puntos IX y X),
Lorena Beatriz Orozco (puntos XI y XII) y de María Laura Thouzeau (puntos XV y XVI) en cuanto decreta los
procesamientos sin prisión preventiva de las nombradas por considerarlas autoras penalmente responsables del delito de
defraudación por administración infiel en perjuicio de la administración pública (artículos 174, inciso 5° en función del
artículo 173, inciso 7°del Código Penal) y manda trabar embargo sobre sus bienes.
II- Se agravia el Señor Defensor Oficial en punto a la calificación legal escogida
por el a quo, solicitando que sea modificada por la de la figura prevista en el artículo 162, en función del 163 bis del
Código Penal y como consecuencia de ello se declare la extinción de la acción penal por prescripción y se sobresea a su
pupila.
Por su parte, la defensa de Mirta Isabel Noir, Silvina Angélica Pucci, María Cristina
Venanzo, Viviana Laura Carbonelli, Romina Alejandra Orozco, Lorena Beatriz Orozco y de María Laura Thouzeau,
cuestiona en primer término el procedimiento llevado a cabo el día 12 de febrero de 2004, el que diera lugar al inicio de
estos actuados por haberse vulnerado a su criterio las garantías constitucionales de sus asistidas, solicitando su nulidad, las
de las detenciones y requisa personal de Noir y Thouzeau y la de todo lo actuado en consecuencia. Además, se agravia al
considerar que los peritajes realizados sobre las máquinas timbradoras resultan inidóneos no pudiendo ser utilizados
como elementos de cargo, como así también del encuadre jurídico adoptado por el magistrado de grado en tanto considera
que no se encuentra acreditado el perjuicio patrimonial sufrido por la Policía Federal Argentina.
Por último, resta señalar que ambas defensas requieren se reduzcan los montos de
los embargos por considerarlos excesivos.
III-En primer término, y tal como lo ha sostenido en reiteradas oportunidades esta
Alzada, no obstante que la nulidad ha sido introducida por una vía heterodoxa, corresponde que el Tribunal se pronuncie
sobre tal extremo en la medida que el planteo guarda conexión con el mérito del recurso de apelación deducido (conf. c.n°
35.837 AFebrero, Eduardo s/ nulidad@, Reg. n° 95, rta. el 26/02/04 de esta Sala, entre otras).
Corrida que le fuera la correspondiente vista a la Señora Representante del
Ministerio Público Fiscal, a fs. 114/5 vta. propició el rechazo de las nulidades articuladas, criterio que habrá de ser
compartido por los suscriptos.
Al respecto, y en el caso sub examine, habrá de tenerse en cuenta que la detención y
la posterior requisa de las encartadas se produjo inmediatamente después de que se observaran anormalidades en los
timbrados de los trámites de dos solicitantes de documentos, Liliana Beatriz Weisbach y Fabián Marcelo Feiguin, sin que
en ambos casos se les otorgara el correspondiente recibo de pago. Ante tal situación, se requirió la presencia de personal
de la Comisaría n° 22, quienes a criterio de los suscriptos actuaron dentro del marco de las atribuciones que les confieren
los artículos 284, inciso 4° y 285 del ordenamiento de forma con arreglo a lo dispuesto por el artículo 183 del mismo
cuerpo legal.
Ello así por cuanto la circunstancia descripta permite sostener que nos encontramos
ante un caso de flagrancia en los términos del citado artículo 285, en tanto los autores habrían sido sorprendidos
inmediatamente después de haber cometido el hecho reputado de ilícito y en oportunidad en que los solicitantes de los
documentos no habían finalizado aún el trámite en cuestión y se hallaban todavía a esos fines en el interior de la
dependencia policial. Al respecto, cabe recordar que habrá flagrancia cuando se trate de una Alesión actual o inmediata de
un bien jurídico protegido, que se está cometiendo de manera evidente...@ , Aes decir cuando el delincuente ya ha
comenzado a realizar actos ejecutivos, externos y directos...@ (conf. ADiccionario de Ciencias Penales@ Director Carlos
García Valdez, Editorial Edisofer, Madrid 2000, p.170).
En virtud de lo señalado, es dable concluir que los preventores se encontraban
habilitados para actuar de la manera que lo hicieron teniendo en cuenta a la vez que la policía deberá investigar por
iniciativa propia los delitos de acción pública , impedir que los hechos cometidos sean llevados a consecuencias ulteriores,
individualizar a los culpables y reunir las pruebas para dar base al acusación (artículo 183 del C.P.P.N.).
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Asimismo, debe adunarse la realización del acto en presencia de testigos habiéndose
cumplido asimismo con los requisitos exigidos por el artículo 138 del Código de forma respecto del firmado de las
respectivas actas, y con el inmediato aviso al órgano judicial de conformidad con lo establecido en el artículo 186 del
C.P.P.N. (ver fs.3 y fs. 21 de los autos principales).
Por último debe recordarse que la procedencia de las nulidades debe interpretarse en
forma restrictiva, conforme el criterio sentado por los artículos 2 y 166 del Código Procesal Penal de la Nación (ver. c. n1
26949 ALoguercio, Vicente@, reg. n1 970, rta. el 9/11/95; c. n1 28794 Champi Jalisto, Magdalena s/ nulidad; reg. N1
574; rta. El 24/7/97; c. n1 30380 ADIAZ, Walter s/ procesamiento@, reg. 1058, rta. el 10/12/98 y c. n1 31615 ABossa,
Marcelo y otro s/ procesamiento@, reg. n1 108, rta. 9/3/2000, entre muchos otros).
Con relación a este tópico la Cámara Nacional de Casación Penal tuvo oportunidad de pronunciarse, sosteniendo que
A...la concurrencia de sospecha suficiente y urgencia que legitiman el accionar policial constituyen extremos de hecho y
prueba que regularmente encuentran su ámbito de discusión en la etapa de debate del proceso penal...@ (Conf. C.N.C.P.,
Sala I AFrancisconi, Diego s/rec,. De casación@, reg. 671, del 21de septiembre de 1995 y Sala II, ATorres, Mirta y otro s/
recurso de casación@, reg. n1 2617, rta. el 11/6/99).
Todas estas consideraciones resultan más que elocuentes y encuadran
perfectamente con los pormenores del caso, desvirtuando así los agravios de la defensa al respecto.
IV- Sentado lo precedentemente expuesto, corresponde abocarnos al fondo de la
cuestión traída a conocimiento de los suscriptos.
Se inician las presentes actuaciones como consecuencia del procedimiento llevado a
cabo por personal de la Comisaría 22 de la Policía Federal Argentina en el interior de la dependencia de dicho organismo
ubicado en la calle Azopardo 620 de esta Capital en la Sección Timbrados del Departamento Identificaciones Personales,
más precisamente en el sector de cajas registradoras, en virtud de las irregularidades detectadas en este sector en el cobro
de estampillados y timbrados en los formularios de trámite de documentación. En dicha oportunidad, tal como ya fuera
reseñado, el personal preventor fue convocado en virtud de haberse individualizado a dos solicitantes cuyos formularios
presentaban timbrados ilegibles, quienes habrían manifestado que las cajeras que les habían cobrado omitieron entregar
los comprobantes de pago correspondientes.
Así pues, se procedió a la detención de las dos agentes que se encontraban al frente
de las cajas n° 3 y 4 y al secuestro de todos aquellos elementos que pudieran ser relevantes para la causa.
La maniobra investigada habría consistido en el ingreso y cobro de un primer
formulario de solicitud de documentación -cédula de identidad, pasaporte o certificación de antecedentes- en el que
asentaban el timbrado que expedía la máquina asignada a cada una de las operadoras involucradas, para luego percibir de
manera ilegítima el cobro de un segundo trámite de igual valor que no era ingresado, imprimiendo el timbrado
correspondiente en el ticket del trámite anterior que no fuera entregado a los interesados, habiéndose determinado en autos
la modalidad cómo se habría llevado a cabo dicha maniobra (ver fs.2937/47).
De esta manera, se pudo determinar una importante cantidad de trámites irregulares
en los cuáles se habría implementado la operación descripta, en qué cajas se habían llevado a cabo y quiénes eran las
personas que operaban las máquinas de cobro correspondientes (ver fs. 3077/84).
El avance de la investigación y el profuso plexo probatorio reunido en la causa, el
que ha sido valorado correctamente por el a quo, permiten tener por acreditado, con el grado de probabilidad inherente a
esta etapa procesal tanto la materialidad de los hechos investigados como la participación responsable que le cupo a cada
una de las encartadas en los hechos que se les endilgan, extremos que no han sido cuestionados por las defensas en sus
apelaciones.
Por último, y respecto de los cuestionamientos del apelante en punto al peritaje
realizado sobre las máquinas timbradoras, resta señalar que no se advierte agravio alguno por el hecho de que las
máquinas timbradoras siguieron utilizándose hasta la fecha en que se efectuó el estudio técnico sobre ellas, desde que de
las constancias de la causa no se desprende cómo dicha circunstancia pudo afectar el resultado del peritaje en cuestión,
cuya ejecución en esas condiciones fue notificado debidamente a las partes sin que formularán observación alguna al
respecto.
V- Centrada la discusión en orden a la calificación legal adoptada respecto de las
conductas desplegadas por las imputadas, cabe adelantar que a criterio de los suscriptos la misma luce acertada.
Ello así por cuanto, se encuentra probado en autos que las imputadas -en su calidad
de cajeras- tenían a su cargo el manejo de bienes pecuniarios ajenos, requisito exigido por el tipo penal de que se trata
(conf. c.n° 35.511 AAlmaraz, Antonio y otro s/procesamiento@, reg. n° 61, rta el 19/2/04 de esta Sala).
Precisamente, la acción típica es la de violar los deberes -en función del manejo,
administración o custodia de los bienes ajenos que ejerce el agente-, esto es exceder arbitrariamente las facultades
conferidas
-mediante actos no permitidos- o incumplir las obligaciones acordadas (ver Código Penal comentado y anotado, Parte
Especial , D=Alessio, Andrés, pág.485, La Ley, Buenos Aires, noviembre de 2004, y sus citas).
En efecto, es presupuesto del delito que el agente ejerza un poder -manejo,
administración o custodia- sobre los bienes o intereses de otros, por disposición de la ley, de una autoridad o por cualquier
otro acto jurídico, circunstancia que se corrobora en el presente caso (ver disposiciones de fs. 1748/77; 2181/2427 e
informe de fs. 3077/84).
En el marco de esos manejos de fondos la maniobra investigada, tal como les fuera
descripta al momento de prestar declaración indagatoria, constituiría a la par de un abuso de confianza, una violación de
sus deberes y el consecuente perjuicio de los intereses confiados. Dicho perjuicio económico a las arcas públicas se
materializa en la falta de percepción por parte del Estado de los importes correspondientes a la tramitación de los distintos
documentos de que se trata, el que ha sido calculado en setecientos treinta y cinco mil setecientos veintitres pesos
($735.723.-), teniendo en cuenta sólo aquellos trámites de personas que los gestionaron por primera vez y que fueran
observados por la División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal Argentina. Al respecto, debe repararse en, que
tanto el informe de fs. 1528/1622 confeccionado por la Sección Pericias Contables de la Policía Federal Argentina, como
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las distintas auditorías practicadas en la dependencia investigada (fs. 2166/80 y 2788/2846) permitieron determinar la
existencia de notables diferencias en la relación trámites cobrados/realizados.
Respecto del cambio de calificación propiciado por el Señor Defensor Oficial artículo 162, en función del 163 bis del Código Penal-, cabe señalar que el mismo no puede tener acogida favorable toda
vez que el tipo penal señalado por la defensa reprime a A...el que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble total o
parcialmente ajena.@ siendo que en el caso de marras la imputada tenía a su cargo -de manera legítima- el manejo de
bienes o intereses pecuniarios ajenos, de suerte que -a diferencia de aquel delito- en éste el autor detenta legítimamente
aquello que luego, merced a la violación de sus deberes, convierte en provecho propio, razón por la cual no puede
subsumirse la conducta reprochada en la figura legal escogida por el apelante.
Con relación a esta cuestión, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y
Correccional de esta ciudad lleva dicho que A...Encuadra en el delito de administración infiel... la conducta del cajero de
un banco que se apodera del dinero ingresado con omisión de realizar la rendición, la que es conglobante de varios actos
pues se advierte la violación de un deber de fidelidad derivado de un compromiso previo que debiera haberse
caracterizado por el recto gobierno y custodia de la propiedad ajena@ (conf. C.N.C.C., Sala V, c.n°11.661 APacenza,
Cayetano@ rta. el 26/8/99 y en igual sentido Sala VII, c. n°6917 AVera, Héctor@ rta.el 9/9/97).
Por último, resta señalar que los elementos reunidos en autos permiten afirmar que
las imputadas tenían conocimiento de las circunstancias detalladas anteriormente, en tanto teniendo en cuenta la
modalidad como se habría llevado a cabo la maniobra investigada, la mecánica de las máquinas timbradoras en su correcto
funcionamiento y la cantidad de trámites en los que se observó su implementación, cabe concluir que la impresión de los
timbrados en los formularios observados no pudo ser efectuada de manera involuntaria.
En consecuencia, la calificación legal escogida por el a quo habrá de ser
confirmada, no prosperando el resto de los planteos del Señor Defensor Oficial, y sin perjuicio de la que en definitiva
pudiera corresponder en tanto se advierte que la conducta desplegada podría encuadrar en las previsiones del artículo 261
del Código Penal.
VI-Con relación a las apelaciones reseñadas en orden a los montos de los embargos,
es dable señalar que los mismos han sido fijados teniendo en cuenta las pautas establecidas en el ordenamiento formalartículo 518 del ordenamiento formal-.
En este sentido, cabe recordar que la naturaleza cautelar del auto que ordena el
embargo tiene como fin garantizar en medida suficiente la eventual pena pecuniaria y la efectividad de las
responsabilidades civiles emergentes, por lo que la mensuración del monto a imponer, debe guardar el mayor correlato
posible con el perjuicio causado, que en principio surge de la maniobra delictiva desplegada (conf. c.n°24.708 ALópez
Hermida@, reg. n° 341, rta el 07/06/93 de esta Sala, entre otras).
Dicho análisis ha sido realizado correctamente por el Señor Juez de grado en el
decisorio apelado, habiendo merituado los distintos hechos endilgados a las imputadas, advirtiéndose que los montos
fijados guardan relación entre sí conforme las responsabilidades atribuidas a cada una de ellos.
Cabe concluir pues que las sumas fijadas lucen adecuadas de conformidad con los
elementos de la causa según lo prescribe el artículo 518 del Código de rito, razón por la cual habrá de homologarse el
decisorio apelado al respecto.
VII- Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I) RECHAZAR la nulidad articulada por el Doctor Fermín Iturbide.
II) CONFIRMAR el resolutorio de fs. 1/32 en todo cuanto decide y fuera materia
de apelación.
Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y devuélvase a primera
instancia a fin de que se practiquen las notificaciones pertinentes.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
DELITO: DELITOS CULPOSOS. Accidente ferroviario. CAUSALIDAD. IMPUTACION OBJETIVA.
Relación entre la violación del deber de cuidado y la causación del resultado. RIESGO PERMITIDO: Falta
de prueba para la determinación del incremento de riesgo.En materia de tipicidad por imprudencia A..no basta con que la conducta sea violatoria del deber de
cuidado y cause resultado, sino que además, debe mediar una relación de determinación entre la violación
del deber de cuidado y la causación del resultado, es decir la violación del deber de cuidado debe ser
determinante del resultado.A (Zaffaroni, Eugenio R. Manual de Derecho General, Parte General, pág. 433/4,
Ediar, Buenos Aires, 1993).
Así, si no se demuestra que el deber de cuidado violado al omitir dar aviso, en el caso, de la rotura de
una barrera, mantenga ese vínculo de determinación con la producción del choque de una camioneta contra un
tren y el consecuente fallecimiento de la víctima, no es posible afirmar que ese resultado es la realización del
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incremento del riesgo que corresponde a su omisión.
En efecto, ello es así si no queda claro cuál pudo haber sido la incidencia en que la camioneta haya
embestido al tren, de que no se hayan colocado banderilleros en el lugar. Tampoco si no está determinada la
vinculación con el fallecimiento del acompañante como consecuencia del impacto o el arrastre del vehículo
luego de la colisión, de que el tren no haya aminorado la velocidad al arribar al paso a nivel por no advertir ni
haber sido advertido que existía un mal funcionamiento en la barrera.
Es que ello es así desde que se advierte que no se ha otorgado la debida atención a la relevancia que
pudiere llegar a tener la posible existencia de un segundo riesgo presente en la situación fáctica que plantea el
caso, que bien podría explicar ese resultado en forma exclusiva o de modo conjunto con el creado por la
omisión que imputada (ver Cancio Meliá, Manuel ALíneas básicas de la Teoría de la Imputación objetiva@,
págs. 143/54 y 170/7, Ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2001).
C.C.C. Fed. sala II
Cattani - Luraschi - Irurzun
8.5.2007
ABERON, José R. S./procesamiento@@
Causa 244.444
Reg. 26.768
J. 2 - S. 3.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 8 de mayo de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I - Llega la presente incidencia a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación deducido por el Dr. Carlos H. Rojas, en su rol de letrado defensor, contra la decisión que decretó el
procesamiento de su asistido, José Ricardo Berón, en orden al delito previsto y reprimido por el art. 84 del C.P.
El recurrente sostiene que no obran elementos de cargo que vinculen a su defendido con la
muerte de Miguel Alfredo Doy y responsabiliza de dicho deceso al conductor del vehículo que colisionó con el tren, Luis
Torres Martínez (conf. argumentos detallados en el memorial glosado a fs. 34/41 de la presente).
II- Con relación al planteo de inadmisibilidad del recurso de apelación efectuado por la
querella, cabe recordar que esta Sala ha sostenido que A...de lo que se trata al momento de la interposición (artículo 450
del código de rito) es de señalar aquellas premisas en que se apoya el Juez y que, a criterio del impugnante, resultan
erróneas o merecen una valoración diferente a la asignada; Amotivar@ no puede confundirse con Afundamentar@, esto
último no resulta obligatorio y constituye, por otra parte, el objeto de la audiencia prevista por el art. 454 de ese
ordenamiento@.
Bajo estas pautas no es dable sino concluir que la apelación en examen cumple
acabadamente con el recaudo de motivación, por cuanto contiene una indicación precisa de los aspectos de la imputación
que, a criterio de la defensa de Berón, fueron interpretados por el Juez en forma desacertada. Asimismo, dicha postura fue
mejorada con los fundamentos expuestos en el memorial de fs. 34/41, motivo por el cual se rechazará el planteo
formulado por la parte querellante al respecto.
III- Se encuentra acreditado que entre la 1:30 y 2:00 hs. de la madrugada del día 8 de
febrero del año 2005, la barrera del lado izquierdo del paso a nivel de la Av. Corrientes correspondiente a la línea
ferroviaria Gral. San Martín fue dañada por el paso de un camión recolector de basura. El boletero de la estación
Chacarita, Jorge Oscar Obregón, dio aviso al Puesto de Control de Trenes sito en la estación Retiro -PCT- de dicha avería
para que se proceda a su reparación. La noticia fue recibida por el procesado José Ricardo Berón, quien omitió comunicar
al Área de Mantenimiento de Señalamiento y notificar al personal de conducción de trenes -maquinista y ayudante de
maquinista- de lo sucedido.
En la fecha indicada a las 5:35 hs. aproximadamente, una camioneta Ford Eco Scort,
dominio EQH-508, conducida por Luis Auxilio Torres Martínez impactó contra una formación ferroviaria y se produjo el
deceso de Miguel Alfredo Doy, quien viajaba en la parte delantera del rodado indicado del lado del acompañante.
Ante este panorama el juez instructor ha decretado, la falta de mérito de Luis Auxilio Torres
Martínez y el procesamiento de José Ricardo Berón en orden al delito de homicidio culposo. A este último responsabiliza
del hecho porque su función en el PCT lo colocaba en la obligación de dar aviso a las áreas correspondientes para evitar
que sucedieran accidentes en el lugar.
La defensa del procesado al expresar sus agravios no cuestiona el incumplimiento que se
atribuye a su defendido en el rol de encargado del puesto de control de trenes, sino que señala que el fallecimiento de
Miguel Doy igualmente se hubiera producido dado la imprudente forma de conducir de Torres Martínez.
IV- De inicio, cabe señalar que el juez instructor al analizar la situación del procesado
Berón en el auto impugnado, se limitó a concluir que su omisión como operador de dar aviso del desperfecto fue crucial,
pese a que también afirmó que la UGOFE no extremó los cuidados debidos para preservar la seguridad del servicio
ferroviario y del tránsito automotor que circulaba por el lugar, enumerando una serie de deficiencias con relación al
funcionamiento de dicha empresa al momento del hecho, que no tienen vinculación con la posible responsabilidad penal
del imputado.
El Tribunal observa que si bien la omisión que se le imputa a Berón incrementó el riesgo de
que se produjeran accidentes en la zona como consecuencia de la rotura de la barrera, no existe evidencia que respalde la
afirmación de que la colisión de la camioneta con el tren y la muerte de la persona que viajaba como acompañante puedan
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ser imputadas a esa omisión, al menos en forma exclusiva.
Ello, en tanto sólo se ha
comprobado que de haber dado noticia de la avería de la barrera la formación ferroviaria habría transitado el paso a nivel a
baja velocidad, las señales lumínicas hubieran cambiado de color dando aviso al maquinista de la situación de peligro
existente, y un banderillero habría estado a cargo de la señalización del cruce hasta que la barrera fuera reparada (ver al
respecto testimonios de Orlando Fabián Avila de fs. 2, 249 y 572, de Pablo R. Panizza de fs. 10 y 263, de Alberto José
Luján de fs 422/3 y de Horacio Faggiani de fs. 627/630 y 896).
Sin embargo, este conjunto de circunstancias no descarta la posible relevancia que pudiere
llegar a tener la forma en que conducía la camioneta su coimputado Torres Martínez. En tal sentido, la defensa hace
referencia a una serie de elementos que indican que las señales lumínico-sonoras funcionaban correctamente y había
personal policial señalizando el lugar, no obstante lo cual el vehículo vino zigzagueando por la Avenida Corrientes,
esquivó a un rodado que se encontraba aguardando el paso del tren y terminó embistiendo al primer vagón de la formación
ferroviaria (conforme declaraciones del Sargento Hilario Lorenzo Cáceres de fs. 3, 298/9 y 325/6, del Cabo Primero
Claudio de fs. 8 y 247, del testigo civil presencial Pedro Manuel Navarro de fs. 2 y 251 y de los testimonios recolectados
en la nota periodística efectuada por el programa de T.V América Noticias).
Sobre ese punto, esta Sala se ve impedida de expedirse en profundidad debido a que la falta
de mérito dictada por el juez instructor respecto de Torres Martínez no ha sido apelada para que sea revisada en esta
instancia.
No obstante, corresponde tener en cuenta que en materia de tipicidad por imprudencia
A...no basta con que la conducta sea violatoria del deber de cuidado y cause resultado, sino que además, debe mediar
una relación de determinación entre la violación del deber de cuidado y la causación del resultado, es decir la
violación del deber de cuidado debe ser determinante del resultado.@ (Zaffaroni, Eugenio R. Manual de Derecho
General, Parte General, pág. 433/4, Ediar, Buenos Aires, 1993).
En este caso, la Sala advierte que el procesamiento apelado no demuestra que el deber
de cuidado violado por José Ricardo Berón al omitir dar aviso de la rotura de la barrera mantenga ese vínculo de
determinación con la producción del choque de la camioneta contra el tren y el consecuente fallecimiento de Doy,
como para afirmar que ese resultado es la realización del incremento del riesgo que corresponde a su omisión.
En efecto, todavía no queda claro cuál pudo haber sido la incidencia en que la
camioneta haya embestido al tren, de que no se hayan colocado banderilleros en el lugar. Tampoco está
determinada la vinculación con el fallecimiento del acompañante como consecuencia del impacto o el arrastre del
vehículo luego de la colisión, de que el tren no haya aminorado la velocidad al arribar al paso a nivel por no
advertir ni haber sido advertido que existía un mal funcionamiento en la barrera.
Por lo pronto, y como están planteadas las cosas en esta instrucción, el Tribunal
advierte que no se ha otorgado debida atención a la relevancia que pudiere llegar a tener la posible existencia de un
segundo riesgo presente en la situación fáctica que plantea el caso, generado por las circunstancias señaladas por la
defensa del procesado, que bien podría explicar ese resultado en forma exclusiva o de modo conjunto con el creado
por la omisión que se le imputa a Berón (ver Cancio Meliá, Manuel ALíneas básicas de la Teoría de la Imputación
objetiva@@, págs. 143/54 y 170/7, Ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2001).
En virtud de todo lo expuesto, el procesamiento dispuesto respecto de José Ricardo Berón
será recovado, disponiéndose que no existe mérito para procesarlo ni sobreseerlo. Como consecuencia de ello, también se
revocará el embargo dispuesto sobre los bienes del nombrado.
V- A partir de las consideraciones efectuadas en el considerando anterior, se advierte que
resultaría útil para la investigación arbitrar las medidas necesarias a efectos de efectuar la reconstrucción del hecho,
requerir a la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE) la filmación producida por la cámara de
video ubicada en la locomotora de la formación férrea involucrada, como así también disponer aquellas diligencias
tendientes a dar con el paradero de las personas que prestaron sus testimonios en la nota periodística enviada en VHS por
el Canal Televisivo América Noticias, las cuales habrían estado presentes en el momento de la colisión.
Ademas, los suscriptos consideran que corresponde también ahondar la investigación con
relación a las lesiones que sufrieron Javier Isidoro Moreno Marcos y Fernando Rodriguez Morán, como así también
evaluar en lo sucesivo la posible aplicación de la figura penal prevista en el art. 196 del C.P, que es la que otorgaría
competencia en el caso a esta justicia de excepción (CSJN, Fallos: 326:4900).
Por todo lo expuesto, el
Tribunal RESUELVE:
REVOCAR los puntos dispositivos I) y II) el decisorio impugnado, y DECLARAR que
NO EXISTE MERITO para procesar ni sobreseer a José Ricardo Berón, DEBIENDO el Juez a cargo de la instrucción
proceder del modo señalado en punto el V) .
Regístrese, hagase saber al Señor Fiscal y devuélvase a primera instancia donde deberán
realizarse las restantes notificaciones que correspondan.@
DELITOS
CONTRA
EL
PATRIMONIO
ARQUEOLOGICO
y
PALEONTOLOGICO: (Art. 48 de la Ley 25.743). Compra y venta. Piezas provenientes del
extranjero. EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD. ERROR DE PROHIBICION.
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Este Tribunal ya ha tenido oportunidad de expedirse acerca del conocimiento virtual de la ilicitud de
la conducta, lo cual condiciona, a su vez, la culpabilidad de su autor. Así, se sostuvo, citando a Roxin, que
Alos medios para evitar un error de prohibición son reflexión e información@, y que Ael imputado se
encontraba en condiciones de actualizar su conocimiento en relación con los objetos que tenía en su poder,
situación que descarta cualquier eximente de responsabilidad@ (causa n° 24.230 ADOULGERIAN@, reg. n°
25.770, rta. el 28/09/06).
Para ello, se tendrán en especial consideración las circunstancias y precio en que fueron puestas a la
venta los productos; lo vertido a modo de publicidad en la descripción de los artículos -donde se expresa
APatrimonio Nacional de Bolivia, Tiwanaku@, Aestos trozos de vasijas antiguas fueron recogidas de las ruinas
de Tiwanaku@, Aestas piezas deberían estar en un museo@ (fs. 4/7 ppal.)- y los resultados de los peritajes
efectuados en el marco de la pesquisa, en los cuales se determinó, en cuanto al material arqueológico
secuestrado, que se trata de fragmentos de cerámica correspondientes a períodos de influencia incaica en
Bolivia.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
24.5.2007
ALUCERO, Martín s/procesamiento@
Causa 25.079
Reg. 26.848
J. 6 - S. 11.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 24 de mayo de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en
virtud del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Defensor Oficial, Dr. Gustavo E. Kollman, en
representación de Martín Lucero contra el auto que en copias luce a fs. 1/3 mediante el cual el juez a quo
dispuso el procesamiento sin prisión preventiva del nombrado por considerarlo prima facie autor penalmente
responsable del delito previsto y reprimido por el artículo 48 de la Ley 25.743, y mandó trabar embargo sobre
sus bienes hasta cubrir la suma de mil pesos ($1.000).
II- Que previo adentrarse en cualquier otra cuestión, corresponde dar tratamiento a
los planteos de nulidad formulados por la defensa en el marco de esta incidencia.
a) Primeramente, cabe reiterar lo sostenido por esta Sala en cuanto a que en las
actuaciones generadas ante las fuerzas de seguridad, solamente es necesario correr la vista que manda el
artículo 180 del Código Procesal Penal de la Nación cuando la denuncia presentada es elevada al Tribunal sin
cumplir con diligencia prevencional alguna, circunstancia que no se verifica en el caso que nos ocupa. A su
vez, no debe perderse de vista que la ausencia del requerimiento fiscal de instrucción no acarrea la nulidad de
lo actuado -en ese sentido- por infracción al principio ne procedat iudex ex officio, en tanto la fiscalía fue
puesta en conocimiento de toda la información surgiente de las diligencias, consintiendo -incluso- el llamado
a indagatoria del justiciable dispuesto por el instructor en orden a los hechos descriptos a fs. 97/99 del
principal. Así las cosas, queda claro que el impulso de la acción estuvo presente durante el transcurso y
progreso de la pesquisa, no existiendo, en consecuencia, un perjuicio real que pueda conllevar a la sanción
propiciada por el recurrente (ver en igual sentido causa n° 22.740 AHerrera@, reg. n° 23.856, del 28/06/05 y
causa n° 24.753 APaesa Sanchez@, reg. n° 26.487, del 6/3/07).
b) Por otra parte, con relación a la alegada ausencia de motivación del auto en crisis,
el Tribunal advierte que el decisorio de mención contiene los motivos de hecho y de derecho que otorgan
fundamento a las soluciones a las que arribó el Sr. Juez de Grado sobre los puntos que requirieron su opinión.
Siendo así, y en tanto cualquier cuestionamiento sobre el acierto o error de la evaluación efectuada resulta
ajeno a la vía intentada, habrá de rechazarse la nulidad introducida en este sentido.
III- Dicho cuanto precede, y adentrándose en el marco del recurso de apelación
propiamente dicho, el Tribunal habrá de analizar de seguido lo que se refiere al grado de comprobación de los
hechos y la responsabilidad que le habría correspondido al encausado en ellos, no sin antes consignar, en
relación con lo planteado por el recurrente, que para su encuadre típico la conducta examinada solo requiere
que los materiales comercializados provengan de yacimientos arqueológicos y paleontológicos, siendo la
excavación y el Asaqueo de tumbas@ solo algunas de las maneras posibles de acceder a ellos.
Pues bien, consideran los suscriptos que asiste razón al a quo al considerar que
existen elementos probatorios que permiten tener por acreditado -con el grado de probabilidad a esta altura
requerido- que el imputado habría puesto a la venta, en el sitio de internet Awww.deremate.com@ y bajo el
seudónimo AMJL112", productos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos ubicados en
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
la República de Bolivia (ver impresiones de las páginas de internet a fs. 4/7; diligencia de fs.11; declaraciones
de fs. 19/20 y 25; acta de allanamiento de fs.22; material fotográfico de los objetos secuestrados de fs. 23/24,
peritajes de fs. 41/42 y 44 y fotografías encontradas en el CPU del imputado obrante a fs. 49/52 -todas ellas
del principal-).
Para ello, se tendrán en especial consideración las circunstancias y precio en
que Lucero puso a la venta los productos; lo vertido en la descripción de los artículos -donde expresa
APatrimonio Nacional de Bolivia, Tiwanaku@, Aestos trozos de vasijas antiguas fueron recogidas de las
ruinas de Tiwanaku@, Aestas piezas deberían estar en un museo@ (fs. 4/7 ppal.)- y los resultados de los
peritajes efectuados en el marco de la pesquisa, en los cuales se determinó, en cuanto al material
arqueológico secuestrado, que se trata de fragmentos de cerámica correspondientes a períodos de
influencia incaica en Bolivia.
Por otro lado, habrá de agregarse que este Tribunal ha tenido oportunidad de
expedirse recientemente -en circunstancias de hecho similares- acerca del conocimiento virtual de la
ilicitud de la conducta sub examine, lo cual condiciona, a su vez, la culpabilidad de su autor. Allí se
sostuvo, citando a Roxin, que Alos medios para evitar un error de prohibición son reflexión e
información@@, y que Ael imputado se encontraba en condiciones de actualizar su conocimiento en relación
con los objetos que tenía en su poder, situación que descarta cualquier eximente de responsabilidad@
(causa n°° 24.230 ADoulgerian@@, reg. n°° 25.770, rta. el 28/09/06). Así es que, si bien este presupuesto de la
responsabilidad del encausado no se encuentra traído a debate, cabe señalar que en este caso no se presentan
particularidades que permitan apartarse de los extremos citados.
Ahora bien, sin perjuicio de confirmarse el resolutorio impugnado, por considerar
reunidos los elementos suficientes para el presente estadio procesal, se estima procedente que el juez
interviniente exhorte a la República de Bolivia, a efectos de que, por intermedio de quien corresponda, se
sirvan informar las características materiales, importancia histórica, cultural y científica del sitio ATiwanaku@,
y la existencia de protección legal de cualquier índole a su respecto.
IV- Por último, teniendo en cuenta que en estos obrados no existe parte querellante,
que el delito por el cual se cautela a Lucero no tiene prevista pena pecuniaria, y que en autos lo asiste la
defensa de oficio, habrá de reducirse el monto del embargo oportunamente fijado, toda vez que no puede
perderse de vista que su finalidad en este proceso penal no es otra cosa que asegurar la satisfacción de los
gastos causídicos (ver Sala II causa n° 16.880 ACarpio, Daniel A. s/ monto de caución@, reg. n° 17.854, rta. el
17/8/00 y sus citas, entre muchas otras; y artículo 518 del Código Procesal Penal de la Nación).
En razón de todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I- CONFIRMAR el auto en crisis en cuanto decide el procesamiento sin prisión
preventiva de Martin Jonatan Lucero en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 48 de la Ley
25.743, DEBIENDO el Sr. Juez a quo proceder del modo indicado en el Considerando III in fine de la
presente resolución.
II- REDUCIR el monto del embargo dispuesto en el caso y, en consecuencia, fijarlo
en la suma de pesos sesenta y nueve con sesenta y siete centavos ($ 69,67).
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y remítase a la anterior instancia,
donde deberán practicarse las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@
ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. TENENCIA SIMPLE.
Pautas
objetivas de calificación. Inaplicabilidad del mecanismo de descarte.
El Tribunal hace suyos los fundamentos expuestos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
los autos AVEGA GIMENEZ, Claudio Esteban@ del 27.12.2006 EN cuanto sostiene que la exigencia típica
de que la tenencia para uso personal deba surgir inequívocamente de la escasa cantidad y demás
circunstancias, no puede conducir a que si el sentenciante abriga dudas respecto del destino de la droga quede
excluida la aplicación de aquel tipo penal y la imputación termine siendo alcanzada por la figura de tenencia
simple....semejante conclusión supone vaciar de contenido el principio in dubia pro reo incluye también los
elementos subjetivos del tipo penal, cuya averiguación y reconstrucción resultaN imprescindibles para aplicar
la ley penal. La falta de certeza de estos últimos también debe computarse a favor del imputado....de allí que,
ante la proposición que afirma que no se puede acreditar la finalidad de consumo personal, puede postularse
que también es formalmente cierto que no se puede acreditar que esa finalidad no existiera; y esta conclusión,
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
favor rei, impide el juicio condenatorio que solo admite la certeza...en un afín pero diverso orden de ideas el
criterio que soslaya que el tipo penal en cuestión, tenencia para uso personal- no solo alcanza al consumidor
asiduo sino también al ocasional o esporádico y, que en consecuencia, de no acreditar la dependencia física o
psíquica a estupefacientes...ello podría incidir, a todo evento, en la aplicación de lo dispuesto por los arts. 17
y 18 de la Ley 23.737, pero no desplazar la figura de tenencia para uso personal.
Por ello, el criterio que establece que al no poder determinarse si la tenencia es para uso personal
corresponde estar a la figura básica de la tenencia simple no es aplicable. (del voto de los Dres. Cavallo y
Farah).
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Farah - Freiler (en disidencia)
10.5.2007
AGALVAN,, Juan C. s/procesamiento@@
Causa 40.182
Reg. 392
NOTA I: El Dr. Freiler, al emitir su voto, se remitió a lo
J. 5 - S. 9.
por el expresado en los autos AC; H.
s/sobreseimiento@ del 7.6.2005 proponiendo el sobreseimiento del procesado.
NOTA II: En el mismo sentido se expidió el Tribunal al resolver en autos ALLANO, Vicenta@ del 8.5.2007. y
ALEMUS, Amilcar@ del 22.5.2007.
NOTA III: Ver fallo completo.
ABuenos Aires,
de Mayo de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
El doctor Gabriel R. Cavallo y el doctor Eduardo G. Farah dijeron:
Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de
apelación interpuesto por el Señor Agente Fiscal , contra el punto I del auto que luce a fojas 70/1 en cuanto decreta el
procesamiento sin prisión preventiva de Juan Carlos Galván, en orden al delito previsto en el artículo 14, segundo párrafo,
de la ley 23.737 y suspende el trámite de la causa en los términos del art. 18 del citado cuerpo legal.
Se agravia el Señor Fiscal en su escrito de fs. 81/2, donde fundamenta que la cantidad no era
insignificante ni escasa; que no puede sostenerse con certeza que el imputado haya tenido la droga para consumirla
específicamente; y además que el sólo hecho de que una persona sea consumidora de estupefacientes no garantiza que
deba aplicarse la figura de tenencia para consumo y que por lo tanto, a su entender, tiene que considerarse lo sostenido por
esta Sala I en cuanto a que al no poder determinarse si es para consumir o para comercializar corresponde estar a la figura
básica de tenencia simple.
A juicio de los suscriptos, los agravios expresados no merecen ser atendidos, por lo que la
resolución apelada habrá de ser confirmada.
Ello así, en primer lugar, porque las circunstancias que rodearon la detención de Juan Carlos
Galván y el secuestro del material estupefaciente que éste llevaba consigo, contrariamente a lo sostenido por el recurrente,
resultan reveladoras de la finalidad de consumo personal a que dicha tenencia se refiere. En tal sentido, no puede pasarse
por alto que, de la declaración del Sargento Néstor Maturano (preventor en autos) obrante a fs. 1 del principal, se
desprende que observó a un sujeto que corría cruzando las vías y se subió a un automóvil , circunstancia que lo lleva al
mencionado policía a detener la marcha del vehículo y a incautarle al imputado un envoltorio de nylon color blanco con
sustancia blanca compactada dividida en cuatro o cinco fragmentos de color amarillento similar a la pasta base, que
extrajo del bolsillo de su pantalón, no observando conducta alguna de Galván que resulte indicativa de una intención
distinta, como podría ser la de intentar una operación de venta o suministro.
En segundo lugar, la cantidad incautada en autos 49,25 gramos de cocaína, con los que es
dable preparar 61 cigarrillos, según pericia de fs. 49/50 del principal) no es de tal significación que impida considerar que
Galván tuviera consigo el material para su propio consumo, máxime cuando otros elementos de juicio incorporados al
expediente sugieren la misma conclusión: la propia confesión del imputado (obrante a fs. 58/9 del principal) y el informe
correspondiente al examen médico a que fue sometido en tanto concluye que A... Es verosímil por sus antecedentes y el
presente exámen, que el causante sea una persona afecta al uso indebido de drogas. Su estadio evolutivo correspondería al
de uso habitual...del examen efectuado surge como indispensable y conveniente la aplicación de un tratamiento curativo
en forma ambulatoria, tendiente a lograr una actitud responsable ante los estupefacientes.@
Por último, se tiene en cuenta que resulta de aplicación al caso lo resuelto por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en autos AVega Giménez, Claudio Esteban s/ tenencia simple de estupefacientes@@
(Causa V.1283.XL, del 27/12/2006.), donde sostuvo que... A... el Tribunal estima que la exigencia típica de que la
tenencia para uso personal deba surgir inequívocamente de la escasa cantidad y demás circunstancias, no puede
conducir a que si el sentenciante abrigara dudas respecto del destino de la droga quede excluida la aplicación de
aquel tipo penal y la imputación termine siendo alcanzada por la figura de tenencia simple, tal como sostuvo el
tribunal apelado ..@@ pues A... semejante conclusión supone vaciar de contenido al principio in dubio pro reo ...@@,
agregando que A... la valoración de los hechos o circunstancias fácticas alcanzadas por el in dubio pro reo incluye
también los elementos subjetivos del tipo penal, cuya averiguación y reconstrucción resulta imprescindible para
aplicar la ley penal. La falta de certeza de estos últimos también debe computarse a favor del imputado ... de allí
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que, ante la proposición que afirma que no se pudo acreditar la finalidad de consumo personal, puede postularse
que también es formalmente cierto que no se pudo acreditar que esa finalidad no existiera; y esta conclusión, favor
rei, impide el juicio condenatorio que solo admite la certeza ... en un afín pero diverso orden de ideas, la solución
del a quo soslaya que el tipo penal en cuestión -tenencia para uso personal- no solo alcanza al Aconsumidor asiduo@@
sino también al ocasional o esporádico, y que en consecuencia, de no acreditarse la dependencia física o psíquica a
estupefacientes ... ello podría incidir, a todo evento, en la aplicación de lo dispuesto por los arts. 17 y 18 de la Ley
23.737, pero no desplazar la figura de tenencia para consumo personal@@.
De todo ello se desprende que la calificación legal adoptada por el Magistrado de la anterior
instancia luce adecuada, circunstancia por la que votamos por confirmar al auto apelado en todo cuanto decide.
El doctor Eduardo Freiler dijo :
Coincido con mis colegas en que los hechos motivo de estudio se subsumen en el art. 14 -2°
párrafo- de la ley 23.737(tenencia de estupefacientes para consumo personal).
No obstante, como lo he dicho en causa 36.989, ACipolatti, Hugo s/procesamiento@, resuelta el
7 de Junio de 2005, registro 571, sostengo que debe declararse la inconstitucionalidad de dicha disposición legal, aún de
oficio (CSJN , B. 1160 XXXVI ABanco Comercial de Finanzas S.A. s/quiebra, resuelta el 19 de Agosto de 2004), por lo
que corresponde se revoque el procesamiento dispuesto con respecto a Marcos Esteban Toloza en orden al delito por el
que fuera imputado y se sobresea al nombrado en orden al hecho por el que fuera indagado.
En mérito del Acuerdo que antecede, se RESUELVE:
I) CONFIRMAR el punto I del decisorio de fs. 70/71 de los autos principales, en cuanto se
dispone el procesamiento sin prisión preventiva de Juan Carlos Galván , en orden al delito previsto por el artículo 14,
segundo párrafo de la ley 23.737 (art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación).
II) CONFIRMAR el punto III del mismo decisorio en cuanto, dispone la suspensión del
trámite como lo establece el art. 18 de la ley 23.737.
Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y devuélvase a fin de que se practiquen
las notificaciones a que hubiere lugar.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
EXCARCELACION: CONSTITUCION NACIONAL. Principios generales. Expectativa de pena.
Es criterio de esta Sala que el derecho a gozar de libertad hasta el momento que se dicte la sentencia
no constituye una salvaguarda contra el arresto, la detención o la prisión preventiva, medidas cautelares que
cuentan con respaldo constitucional en tanto tiendan a la efectiva realización del proceso penal a través de
presunciones basadas en la expectativa de la pena aplicable al hecho imputado evitando su entorpecimiento,
ya que establecen circunstancias que se erigen como pautas valorativas positivas que, de concurrir, conllevan
a hacer excepción al principio general que consagra el derecho a estar en libertad durante el proceso (conf.
causa n°° 24.858, reg. n°° 26.402 del 15/2/07 y causa n°° 24.865, reg. n°° 26.403 del 15/2/07, y sus respectivas
citas)
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
3.5.2007
AYZAZIGA, Bautista J. s/excarcelación@
Causa 25.107
Reg. 26.745
J. 7 - S. 14.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 3 de mayo de 2.007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto por el Dr. Juan Alfredo Sánchez Ortiz, contra el auto que en copia luce a fs.27/30 de este
legajo, en cuanto el Señor Juez de grado dispuso denegar el beneficio de excarcelación a Juan Carlos Yzaziga Bautista.
II- En primer lugar, cabe referir que la cuestión aquí traída a estudio ya fue resuelta por este
Tribunal en ocasión de evaluar el pedido de excarcelación efectuado por la anterior defensa del imputado (fs. 21 del
presente).
En esa oportunidad se ha mencionado el criterio de esta Sala en cuanto a que el derecho a
gozar de libertad hasta el momento que se dicte la sentencia no constituye una salvaguarda contra el arresto, la
detención o la prisión preventiva, medidas cautelares que cuentan con respaldo constitucional en tanto tiendan a la
efectiva realización del proceso penal a través de presunciones basadas en la expectativa de la pena aplicable al
hecho imputado evitando su entorpecimiento, ya que establecen circunstancias que se erigen como pautas
valorativas positivas que, de concurrir, conllevan a hacer excepción al principio general que consagra el derecho a
Nación
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estar en libertad durante el proceso (conf. causa n°° 24.858, reg. n°° 26.402 del 15/2/07 y causa n°° 24.865, reg. n°°
26.403 del 15/2/07, y sus respectivas citas).
III- Por lo demás, y respecto de los precedentes de la Sala I de esta Cámara que señala el
recurrente como fundamento de su solicitud, debe referirse que además de no compartir los suscriptos el criterio allí
expuesto, no concurren en este caso los extremos que en ellos se mencionan.
En efecto, el hecho que el imputado al momento de ser detenido por el personal policial como
así también en las oportunidades de prestar declaración indagatoria en sede judicial haya referido que vivía en un
domicilio que posteriormente se corroboró era inexistente, resulta una circunstancia que, lejos de configurar las hipótesis
que confluyen en los decisorios de la otra Sala, da cuenta de la existencia de los riesgos procesales que legitiman la
privación de la libertad con fines cautelares.
Sentado ello, y al no advertirse nuevos elementos que ameriten apartarse de lo expresado en
la anterior intervención de esta Alzada, se RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución apelada en
todo lo que decide y ha sido materia de recurso.
Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la anterior instancia donde
deberán efectuarse las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@
FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO: USO DE DOCUMENTO PUBLICO. (art.
296 del C.P.). Cuestiones relacionadas con la finalidad para el cual el documento fue expedido.
Lo que castiga el artículo 296 del código sustantivo es el empleo del documento en el tráfico
jurídico, bastando la realización de cualquier acto jurídico para el cual el instrumento es reconocido como
valioso, ya sea presentándolo a las autoridades para su registración o intentando hacer valer los derechos que
emanarían de él por vía jurisdiccional o privada (Conf. Carlos Creus ADerecho Penal. Parte Especial@, Tomo
2, ed. Astrea, Buenos Aires 1.996, pag.473), lo cual se verifica cuando el imputado se presentó ante la entidad
estatal denunciante haciendo valer actas notariales adulteradas a fin de obtener reconocimiento legal,
independientemente de quien resulte ser el particular afectado.
C.C.C. Fed. Sala I
Cattani - Irurzun - Luraschi
15.5.2007
AMONTORO HERGUETE, Claudio s/procesamiento@@
Causa 24.783
Reg. 26.800
J. 8 - S. 16.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 15 de mayo de 2.007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto a fs. 238 por el Dr. Esteban Vergara contra el punto I del resolutorio que luce a fs.
229/35, ambas del principal, en cuanto dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de su defendido Claudio Rodolfo
Montoro Herguete en orden al delito previsto en el artículo 296 del Código Penal.
II- Tanto en el escrito de apelación como en la audiencia prevista en el artículo 454 del
código adjetivo la defensa solicitó que se revoque la decisión incriminatoria adoptada, por considerar que no se ha
configurado el dolo que requiere la figura en análisis de conformidad con las explicaciones brindadas por el imputado en
su descargo.
III- En primer término, debe señalarse en torno a la materialidad del hecho pesquisado que
Montoro Herguete reconoció en su declaración de fs. 220/2 vta. haber presentado ante la Unidad de Coordinación
de Legalizaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores Comercio Internacional y Culto una nota dirigida a una
de las empresas que representa en carácter de abogado y escribano de la República del Uruguay donde consta una
transferencia de dinero en moneda extranjera junto con una actuación notarial de certificación de firma y una
legalización de la rúbrica del notario del Colegio de Escribanos de esta ciudad, las que como quedó demostrado
mediante el estudio pericial obrante a fs. 64/7 son falsas.
Ahora bien, luego de examinar los mencionados documentos se advierte una incongruencia
entre el obrante a fs. 4 y los de fs. 6 y 7 -que lo certifican-, que solo resulta compatible con la falsedad de estos últimos.
Es que, teniendo en cuenta que de acuerdo con el informe obrante a fs. 60/1 el primero es aquél que oportunamente fue
presentado ante el Ministerio por el encausado, surge de él con evidencia que se trata de una simple fotocopia, de modo
que no se entiende cómo la actuación notarial de fs. 6 podría certificar la autenticidad de la firma allí inserta y, en igual
sentido, que el código de barras que obra en aquel como constancia de la legalización por el Colegio Público de
Escribanos no sea un adhesivo original sino que integre el fotocopiado.
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
En razón de ello, no es razonable sostener que el encartado en su calidad de escribano no
advirtiera la falsedad de tales instrumentos o, como mínimo, la mentada falta de coherencia entre los documentos
certificantes y el certificado.
Respecto del planteo introducido por el recurrente en cuanto a que el encartado no obró con
voluntad de utilizar el documento de acuerdo con la finalidad de su creación, cabe destacar que lo que castiga el artículo
296 del código sustantivo es el empleo del documento en el tráfico jurídico, bastando la realización de cualquier
acto jurídico para el cual el instrumento es reconocido como valioso, ya sea presentándolo a las autoridades para su
registración o intentando hacer valer los derechos que emanarían de él por vía jurisdiccional o privada (Conf.
Carlos Creus ADerecho Penal. Parte Especial@@, Tomo 2, ed. Astrea, Buenos Aires 1.996, pag.473), lo cual se verifica
en autos ya que el imputado se presentó ante la entidad estatal denunciante haciendo valer las actas notariales
adulteradas a fin de obtener reconocimiento legal, independientemente de quien resulte ser el particular afectado.
A partir de tal valoración, de momento y con las constancias existentes resulta acertado el
temperamento adoptado, sin perjuicio del mayor panorama que se obtenga con el transcurso de la investigación, ya que a
fin de esclarecer más acabadamente el hecho resta aún corroborar cómo obtuvo el imputado la documentación cuestionada
y quién se beneficiaba con ella.
A tal fin resulta pertinente individualizar a Elvira Paolini Bocardelli, a quien se atribuye la
declaración que se intentó dotar de validez legal en el exterior, así como efectuar las averiguaciones apropiadas en torno al
número de cuenta allí aludida y la respectiva transferencia, asimismo sería relevante determinar la existencia de las
empresas mencionadas por el imputado en oportunidad de prestar declaración indagatoria e individualizar a sus
responsables; todo ello sin mengua de las restantes medidas que se consideren conducentes para profundizar la pesquisa.
Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR el auto obrante a fs. 229/35 en todo cuanto decide y ha sido materia recursiva.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde
deberán efectuarse las restantes notificaciones que correspondan.@
FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones.
Los deberes y facultades del fiscal nacional de investigaciones administrativas se encuentran
enumerados en el artículo 45 de la LOMP y reglamentados en el Reglamento interno de la FIA (resolución
n°° 18/05 de la Procuración General de la Nación, del 10 de marzo de 2005).
Ahora bien, en lo atinente a la actuación de la FIA en causas penales, los límites de su intervención
puede esquematizarse del siguiente modo:
a. En primer término, el fiscal nacional de investigaciones administrativas tiene el deber de denunciar
los delitos que conozca como consecuencia de las investigaciones practicadas en la administración nacional
centralizada y descentralizada, empresas, sociedades y todo ente en que el Estando tenga participación -cuyos
autores sean agentes públicos y se trate de hechos vinculados con el ejercicio de su función-.
b. Las acciones penales emergentes de esas denuncias efectuadas por la FIA quedan a cargo de los
fiscales competentes ante los tribunales donde queden radicadas las respectivas denuncias. Mientras los
fiscales de estas causas tengan un criterio favorable al impulso de la acción penal, el fiscal nacional de
investigaciones administrativas podrá intervenir en estos procesos proponiendo medidas de prueba y
sugiriendo cursos de acción.
c. En toda causa penal en la que se investigue algún delito cometido por un agente público en el marco
del ejercicio de su función, e independientemente del origen de la investigación -esto es, haya sido el
expediente iniciado en virtud de denuncia de la FIA o no- el fiscal nacional de investigaciones administrativas
puede i) intervenir en el proceso proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción y ii) asumir
directamente el ejercicio de la acción penal con desplazamiento del fiscal de la causa, siempre que este último
manifestara un criterio contrario a la prosecución del proceso y el representante de la FIA considerara que
existe mérito para su continuación.
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
3.5.2007
AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@
Causa 39.999
Reg. 350
J. 6 - S. 11.
NOTA: ver fallo completo.
ABuenos Aires, 3 de mayo de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I. Corresponde que este Tribunal conozca en estas actuaciones con motivo del recurso de
apelación interpuesto por el Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas contra la decisión a través de la cual el a
quo resolvió no permitir que el recurrente obtenga copias del expediente ni que compulse las actuaciones (fojas 322 del
principal).
La decisión cuestionada se funda, en el hecho de que el apelante carece de facultades para
realizar tales acciones en el supuesto de autos, toda vez que el fiscal competente del caso no ha manifestado una voluntad
contraria a la prosecución de la acción penal.
Para dar una acabada respuesta a la presente controversia este Tribunal analizará a
continuación cuáles son los límites de la actuación del titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas
en expedientes en los que se efectúa imputación formal de delito contra un agente integrante de la Administración
nacional centralizada y descentralizada, o de las empresas, sociedades u otro ente en que el Estado tenga participación.
II.
La Fiscalía de Investigaciones Administrativas (en adelante, FIA) integra el Ministerio
Público Fiscal (artículo 43 de la Ley Orgánica del Ministerio Público -en adelante, LOMP-).
Los deberes y facultades del fiscal nacional de investigaciones administrativas se
encuentran enumerados en el artículo 45 de la LOMP y reglamentados en el Reglamento interno de la FIA
(resolución n°° 18/05 de la Procuración General de la Nación, del 10 de marzo de 2005).
Ahora bien, en lo atinente a la actuación de la FIA en causas penales, los límites de su
intervención puede esquematizarse del siguiente modo:
a. En primer término, el fiscal nacional de investigaciones administrativas tiene el deber
de denunciar los delitos que conozca como consecuencia de las investigaciones practicadas en la Administración
nacional centralizada y descentralizada, empresas, sociedades y todo ente en que el Estando tenga participación cuyos autores sean agentes públicos y se trate de hechos vinculados con el ejercicio de su función-.
b. Las acciones penales emergentes de esas denuncias efectuadas por la FIA quedan a
cargo de los fiscales competentes ante los tribunales donde queden radicadas las respectivas denuncias. Mientras
los fiscales de estas causas tengan un criterio favorable al impulso de la acción penal, el fiscal nacional de
investigaciones administrativas podrá intervenir en estos procesos proponiendo medidas de prueba y sugiriendo
cursos de acción.
c. En toda causa penal en la que se investigue algún delito cometido por un agente
público en el marco del ejercicio de su función, e independientemente del origen de la investigación -esto es, haya
sido el expediente iniciado en virtud de denuncia de la FIA o no- el fiscal nacional de investigaciones
administrativas puede i) intervenir en el proceso proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción y
ii) asumir directamente el ejercicio de la acción penal con desplazamiento del fiscal de la causa, siempre que este
último manifestara un criterio contrario a la prosecución del proceso y el representante de la FIA considerara que
existe mérito para su continuación.
III.
La participación de la FIA como parte coadyuvante (punto II. b y II. c. i) emerge, por
un lado, de la última parte del artículo 45 inciso Ac@@ de la ley 24.946, a través de la cual se dispone que los fiscales de
las causas iniciadas por denuncia de la FIA tendrán a cargo el ejercicio de la acción penal con la intervención
necesaria del fiscal nacional de investigaciones administrativas.
El artículo 48 del mismo cuerpo legal, por otro lado, establece la obligación del juez de
toda causa en la que se efectúa imputación formal de delito a un agente público por hechos vinculados con el
ejercicio de su función de poner esta circunstancia en conocimiento del fiscal de investigaciones administrativas. El
sentido de esta notificación a la FIA -en tanto prescinde del criterio que el fiscal de la causa haya manifestado en
torno a la prosecución de la acción penal- puede fundarse en dos aspectos. Primeramente, en el hecho de que tal
notificación permitiría dar comienzo a la investigación administrativa de la conducta del agente público -si es que
ésta no existía-. A su vez, esta comunicación debe interpretarse como una forma de darle una participación
coadyuvante al fiscal de investigaciones administrativas en tales actuaciones.
Estos preceptos legales que envisten a la FIA con funciones coadyuvantes para
desarrollar en cualquier causa penal -sea cual fuere su forma de inicio- en la que se investiga a un agente público
por la comisión de un delito en el marco del ejercicio de su función, se encuentran claramente reglamentados en el
Reglamento Interno de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
Al respecto, y de modo genérico, a través del artículo 30.5 del Reglamento se establece
que es una facultad de la FIA la de Aintervenir en causas judiciales, cualquiera hubiera sido la vía de inicio de éstas,
proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción@@.
De un modo más específico, y en ocasión de definir la participación de la FIA en causas
penales, el artículo 45.1. establece que ésta A...podrá tener en el marco de las causas judiciales contra funcionarios
públicos -cualquiera hubiere sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de participación que a continuación se
listan: 45.1.1. Intervención en proceso penal: en cuyo caso, contará con funciones concurrentes con las del fiscal de
la causa, pudiendo solicitar medidas de prueba y sugerir cursos de acción. 45.1.2. Coadyuvante en proceso penal:
en cuyo caso actuará junto con el fiscal de la causa, definiendo de consuno la estrategia de intervención@@.
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De modo consecuente con estas disposiciones, el Reglamento faculta a la FIA a realizar
tareas de seguimiento de las causas, con el objeto de evaluar -entre otras cosas- la conveniencia o necesidad de
sugerir medidas de prueba o cursos de acción (ver artículo 45.1.3.).
Por otro lado, con relación a la participación de la FIA como parte acusadora (punto c.
ii), entiende este Tribunal que tal prerrogativa puede extenderse, en la medida en que se den las condiciones
legalmente requeridas para ello, a toda causa penal -prescindiendo de su forma de inicio-.
En efecto, el hecho de que esta facultad se encuentre contemplada en la misma norma
que establece el deber de la FIA de efectuar las denuncias señaladas en el punto a. (artículo 45 inc. Ac@@ de la LOMP)
no es un motivo válido para suponer que el ejercicio de esta potestad se encuentra limitado sólo a aquellas causas
que se hayan iniciado como producto de una denuncia efectuada por la misma FIA.
Además, y de modo concluyente, el Reglamento Interno de la Fiscalía de Investigaciones
Administrativas reglamenta esta prerrogativa sin dejar márgenes de duda en este punto.
En este sentido, el artículo 45 de tal Reglamento (anteriormente citado) establece que la
FIA podrá tener en el marco de las causas judiciales contra funcionarios públicos -cualquiera hubiera sido la vía de
inicio de las actuaciones- los tipos de participación que a continuación se listan: A...45.1.4. Acción penal subsidiaria:
tendrá lugar cuando el fiscal de la causa resuelva no impulsar la acción y la FIA tenga opinión en contrario. En
este caso, la actuación de la FIA estará regida por las previsiones del CPP previstas para el fiscal de la causa@@ (en
sentido concordante, ver artículos 31.5., 31.8. y ccs.).
IV.
De lo expuesto surge lo equívoco de la afirmación del a quo relativa a que Ala Fiscalía
Nacional de Investigaciones Administrativas puede actuar como parte en el proceso, cuando se cumplan dos
requisitos, a saber, que el proceso se haya iniciado por denuncia de la propia Fiscalía y que el Fiscal competente sea
contrario a la prosecución de la acción@@ (fojas 345 vta. del principal).
En efecto, y tal como se ha explicado anteriormente, en modo alguno puede sostenerse
que la actuación de la FIA se encuentre restringida en los términos esbozados en el auto apelado. Una correcta
interpretación de las normas que rigen la actuación de la FIA demuestra que este organismo tiene legitimación
para intervenir en toda causa penal en la que se investigue a un agente de la Administración Nacional centralizada
o descentralizada, o de empresas, sociedades o cualquier otro ente en que el Estado tenga participación, por hechos
vinculados con el ejercicio de su función.
Esta participación, a su vez, podrá ser en carácter de parte coadyuvante -si es que el
fiscal competente se encuentra impulsando la acción penal en tales actuaciones- o bien como parte acusadora -si es
que el fiscal de la causa manifestó un criterio contrario a la prosecución de la acción penal en tal proceso-.
Esto último, claro está, en nada se contrapone con el principio de unidad de actuación
que caracteriza al ejercicio de las funciones del Ministerio Público. Es la misma LOMP la que manda a entender
tal principio Asin perjuicio de la autonomía que corresponda como consecuencia de la especificidad de las funciones
de los fiscales, defensores, tutores o curadores públicos, en razón de los diversos intereses que deben atender como
tales@@ (artículo 1°°, tercer párrafo).
Es, justamente, la especificidad de la FIA respecto del fiscal de la causa la que genera el
marco de autonomía necesario para postular tanto la participación coadyuvante como acusadora de este
organismo en las causas penales indicadas.
Por todo lo expuesto, es que este Tribunal RESUELVE:
- REVOCAR el auto de fojas 322 de la causa principal, a través de la cual se rechazó la
solicitud del Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas de tomar vista y extraer copias de las presentes
actuaciones.
Regístrese, notifíquese y remítase a primera instancia debiendo el a quo ajustar su proceder a
los dicho en los considerandos de este pronunciamiento.@
FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones.
Participación como parte coadyudante.
La participación de la FIA como parte coadyuvante (punto II. b y II. c. i) emerge, por un lado,
de la última parte del artículo 45 inciso Ac@@ de la ley 24.946, a través de la cual se dispone que los fiscales de
las causas iniciadas por denuncia de la FIA tendrán a cargo el ejercicio de la acción penal con la intervención
necesaria del fiscal nacional de investigaciones administrativas.
Estos preceptos legales que envisten a la FIA con funciones coadyuvantes para desarrollar en
cualquier causa penal -sea cual fuere su forma de inicio- en la que se investiga a un agente público por la
comisión de un delito en el marco del ejercicio de su función, se encuentran claramente reglamentados en el
Reglamento Interno de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
3.5.2007
AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@
Causa 39.999
Reg. 350
J. 6 - S. 11.
NOTA: ver fallo completo.
FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones.
Intervención necesaria. NULIDADES PROCESALES.
El artículo 48 de la Ley 24.946, establece la obligación del juez de toda causa en la que se efectúa
imputación formal de delito a un agente público por hechos vinculados con el ejercicio de su función de poner
esta circunstancia en conocimiento del fiscal de investigaciones administrativas. El sentido de esta
notificación a la FIA -en tanto prescinde del criterio que el fiscal de la causa haya manifestado en torno a la
prosecución de la acción penal- puede fundarse en dos aspectos. Primeramente, en el hecho de que tal
notificación permitiría dar comienzo a la investigación administrativa de la conducta del agente público -si es
que ésta no existía-. A su vez, esta comunicación debe interpretarse como una forma de darle una
participación coadyuvante al fiscal de investigaciones administrativas en tales actuaciones.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
3.5.2007
AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@
Causa 39.999
Reg. 350
J. 6 - S. 11.
NOTA: ver fallo completo y sumarios pertenecientes a la misma sentencia.
FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones.
Intervención necesaria. Facultad de realizar seguimiento de causas. De proponer pruebas y acusar.
De modo genérico, a través del artículo 30.5 de su Reglamento se establece que es una facultad de la
FIA la de Aintervenir en causas judiciales, cualquiera hubiera sido la vía de inicio de éstas, proponiendo
medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción@.
De un modo más específico, y en ocasión de definir la participación de la FIA en causas penales, el
artículo 45.1. establece que ésta A...podrá tener en el marco de las causas judiciales contra funcionarios
públicos -cualquiera hubiere sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de participación que a
continuación se listan: 45.1.1. Intervención en proceso penal: en cuyo caso, contará con funciones
concurrentes con las del fiscal de la causa, pudiendo solicitar medidas de prueba y sugerir cursos de acción.
45.1.2. Coadyuvante en proceso penal: en cuyo caso actuará junto con el fiscal de la causa, definiendo de
consuno la estrategia de intervención@.
De modo consecuente con estas disposiciones, el Reglamento faculta a la FIA a realizar tareas de
seguimiento de las causas, con el objeto de evaluar -entre otras cosas- la conveniencia o necesidad de sugerir
medidas de prueba o cursos de acción (ver artículo 45.1.3.).
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
Por otro lado, con relación a la participación de la FIA como parte acusadora (punto c. ii), entiende
este Tribunal que tal prerrogativa puede extenderse, en la medida en que se den las condiciones legalmente
requeridas para ello, a toda causa penal -prescindiendo de su forma de inicio-.
En efecto, el hecho de que esta facultad se encuentre contemplada en la misma norma que establece el
deber de la FIA de efectuar las denuncias señaladas en el punto a. (artículo 45 inc. Ac@ de la LOMP) no es un
motivo válido para suponer que el ejercicio de esta potestad se encuentra limitado sólo a aquellas causas que
se hayan iniciado como producto de una denuncia efectuada por la misma FIA.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
3.5.2007
AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@
Causa 39.999
Reg. 350
J. 6 - S. 11.
NOTA: Ver fallo completo y sumarios pertenecientes a la misma sentencia.
FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones.
Acusador exclusivo.
El artículo 45 de su Reglamento establece que la FIA podrá tener en el marco de las causas judiciales
contra funcionarios públicos -cualquiera hubiera sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de
participación que a continuación se listan: A...45.1.4. Acción penal subsidiaria: tendrá lugar cuando el fiscal de
la causa resuelva no impulsar la acción y la FIA tenga opinión en contrario. En este caso, la actuación de la
FIA estará regida por las previsiones del CPP previstas para el fiscal de la causa@ (en sentido concordante, ver
artículos 31.5., 31.8. y ccs.).
De lo expuesto surge lo equívoco de la afirmación de que Ala Fiscalía Nacional de Investigaciones
Administrativas puede actuar como parte en el proceso, cuando se cumplan dos requisitos, a saber, que el
proceso se haya iniciado por denuncia de la propia Fiscalía y que el Fiscal competente sea contrario a la
prosecución de la acción@.
Una correcta interpretación de las normas que rigen la actuación de la FIA demuestra que este
organismo tiene legitimación para intervenir en toda causa penal en la que se investigue a un agente de la
Administración Nacional centralizada o descentralizada, o de empresas, sociedades o cualquier otro ente en
que el Estado tenga participación, por hechos vinculados con el ejercicio de su función.
Esta participación, a su vez, podrá ser en carácter de parte coadyuvante -si es que el fiscal competente
se encuentra impulsando la acción penal en tales actuaciones- o bien como parte acusadora -si es que el fiscal
de la causa manifestó un criterio contrario a la prosecución de la acción penal en tal proceso-.
Esto último, claro está, en nada se contrapone con el principio de unidad de actuación que caracteriza
al ejercicio de las funciones del Ministerio Público. Es la misma LOMP la que manda a entender tal principio
Asin perjuicio de la autonomía que corresponda como consecuencia de la especificidad de las funciones de los
fiscales, defensores, tutores o curadores públicos, en razón de los diversos intereses que deben atender como
tales@ (artículo 1°, tercer párrafo).
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
Es, justamente, la especificidad de la FIA respecto del fiscal de la causa la que genera el marco de
autonomía necesario para postular tanto la participación coadyuvante como acusadora de este organismo en
las causas penales indicadas.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler
3.5.2007
AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@
Causa 39.999
Reg. 350
J. 6 - S. 11.
NOTA: ver fallo completo.
HONORARIOS: Honorarios del defensor oficial. Querellante condenado en costas.
Las costas impuestas al querellante no abarcan el pago de honorario alguno al defensor oficial.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Luraschi
Causa 24.697
Reg. 26.849
24.5.2007
AKOLLMAN, Gustavo s/regulación de honorarios@@
J. 11 - S. 11.
NOTA: Ver sumario perteneciente a los mismos actuados y transcripción del fallo completo.
MEDIDAS PRECAUTORIAS: NULIDADES PROCESALES. Fundamentos contradictorios.
Es nulo lo decidido respecto de un embargo si los fundamentos para su imposición resultan
contradictorios, desde que expresamente se mencionó que el delito por el que se procesó al encausado no
tiene pena de multa ni se ha acreditado un perjuicio a terceros que pudiera implicar una futura indemnización
civil, no obstante lo cual se le estipuló un monto elevado ($15.000)que no se condice con esos fundamentos.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
10.5.2007
AGOMEZ MEDINA; Daniel E. s/procesamiento@
Causa 24.143
Reg. 26.782
J. 2 - S. 3.
NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma resolución.
NULIDADES PROCESALES: TRAMITE. Nulidad introducida en el escrito donde se interpone
recurso de apelación. (Art. 170 del C.P.P.N.).
No es nula la formación de un incidente de nulidad si esta fué articulada en ocasión de plantear
formalmente un recurso de apelación.
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
24.5.2007
Freiler - Cavallo - Farah
ALAPADULA, Carlos s/nulidad@@
Causa 39.453
Reg. 463
J. 2 - S. 3.
NOTA: Ver sumario relacionado perteneciente a la misma resolución y la transcripción del fallo completo.
PLAZOS PROCESALES: PRINCIPIOS PROCESALES. Supletoriedad de las normas procesales
civiles. RECURSO DE APELACION. HONORARIOS.
La aplicación del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación es supletorio de todo aquello que
no esté previsto por el ordenamiento procesal penal, no siendo los plazos recursivos materia no reglada por
éste último.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun- Luraschi
Causa 24.697
Reg. 26.849
24.5.2007
AKOLLMAN, Gustavo s/regulación de honorarios@@
J. 11 - S. 11.
NOTA: Ver sumario perteneciente a los mismos actuados y transcripción del fallo completo.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: FUNCIONARIO PUBLICO. Capacidad para
entorpecer la investigación.
El alcance asignado por el legislador en la disposición del segundo párrafo del art. 67 del código
sustantivo, relativo a la causal de suspensión allí establecida, radica en evitar que todo aquel que esté
incorporado formalmente a la administración pública o que, simplemente participe en el ejercicio de
funciones públicas, obstaculice o impida el ejercicio de la acción sin distinción de la influencia que pudiera
ejercer a tales fines (Conf. causa ACAVALLO, Domingo F. s/prescripción@ del 30.11.2006).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
10.5.2007
AGOMEZ MEDINA, Daniel E.@
Causa 24.380
Reg. 26.781
J. 2 - S. 3.
NOTA: N. del R. ver lo resuelto por la Sala I en autos AMARTINO, Jorge H. s/prescripcion...@.
PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: LEY. LEY PENAL . LEY PENAL MAS
BENIGNA. DEFRAUDACION. ADMINISTRACION FRAUDULENTA. (art. 27 del C.P. s/ley 23.077 y
25.188). Delito de ejecución permanente.
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
El art. 2 del Código Penal no obliga a aplicar la ley más benigna cuando dos o más leyes rijan
sucesivamente durante el tiempo que dure la Acomisión del hecho@, sino que obliga a aplicar la ley mas
benigna de las que rijan en el tiempo intermedio entre la comisión y de la extinción de los efectos de la
condena. A ello debe agregarse que si el accionar se sigue cometiendo durante la vigencia de la nueva ley,
ésta es aplicable, con lo que no se viola la irretroactividad de la ley penal ni rige el principio del artículo 2°°
del código de fondo, porque la primera ley a tomar en cuenta para hacer jugar la regla de la retroactividad de
la ley mas benigna es la del tiempo en que se desarrolla la última parte de la conducta (conf. Guillermo J.,
Fierro, La Ley Penal y el derecho Transitorio@, Ed. Depalma 1978, p. 220/6).
En este marco se ha señalado que debe tomarse como referenciapara la aplicación de la
norma en cuestión el tiempo del último acto de la conducta o el momento de la conclusión de la acción, lo que
no afecta el principio de legalidad, porque la conducta siguió realizándose durante la vigencia de la nueva ley.
(conf. Carlos Creus ADerecho Penal Parte General, p. 95/6 Ed. Astrea, Bs. As. 2004).
Así, en el caso de la administración fraudulenta debe tomarse la fecha en que ésta culminó.
Entonces teniendo en cuenta la fecha en que culminó la administración fraudulenta
pesquisada, esto es 10 de diciembre de 1999, resulta procedente la aplicación de la ley 25.188, modificatoria
del artículo 67 del Código Penal, por ser la norma vigente al término del suceso investigado en el sumario
(incorporada a nuestro ordenamiento jurídico al día 1° de noviembre de 1999, al sancionarse la ley de Etica
Pública).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Luraschi
15.5.2007
AAZZARITI, Carlos A. s/prescripción...@@
Causa 24.821
Reg. 26.802
J. 2 - S. 4.
NOTA I: Ver fallo completo.
NOTA II: En el mismo sentido ver lo resuelto en autos AMORINI, Ricardo M.@@ por la misma Sala II con
fecha 15.5.2007.
PRUEBA TESTIMONIAL: ADQUISICION. Art. 200 del Código Procesal Penal de la Nación.
CONSTITUCION NACIONAL. TRATADOS INTERNACIONALES. DEFENSA EN JUICIO. Posibilidad
de que la defensa asista a la declaración testimonial durante el sumario. RECURSO DE APELACION:
RECURSO DE QUEJA. Improcedencia.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos -Pacto San José de Costa Ricaconsagra Ael derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal@ -art. 8 inc.f)-,
mientras que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reza que ADurante el proceso, toda
persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad,...a interrogar o hacer interrogar a los
testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en
las mismas condiciones que los testigos de cargo; ...@ -art. 14.3 e)-.
Los instrumentos legales de mención han reconocido expresamente el derecho de la defensa
de participar en los interrogatorios de los testigos, sin supeditar el ejercicio de esta facultad a la etapa del
juicio.
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
Frente al expreso pedido de la defensa formulado en tiempo oportuno y con causa razonable
durante la instrucción, su rechazo, meramente al amparo de que tales declaraciones no son definitivas y
pueden ser reproducidas en el debate propiamente dicho, importa en el caso cercenar el derecho de control de
la prueba de cargo o de descargo que puede servir de fundamento para la adopción de decisiones que, como el
procesamiento, la prisión preventiva o el sobreseimiento, entre otras, no por ser materializadas en esa fase
dejan de producir consecuencias respecto del imputado, alguna de ellas de tardía reparación en el proceso. En
síntesis, los alcances de la norma contenida en el artículo 200 del CPPN no pueden establecerse en base a su
sola literalidad, sino atendiendo a una interpretación sistemática del ordenamiento jurídico que excluya la
posibilidad de limitar el control de la prueba por parte de la defensa en el sumario solo a las medidas o
diligencias definitivas e irreproducibles.
Por otro lado, la experiencia judicial indica -sobre todo la que se adquiere del desempeño de
la magistratura en juicio oral- que en muchos casos el ejercicio de esa facultad recién en la etapa del debate
pone en evidencia situaciones o circunstancias que, de haber sido conocidas antes, hubieran determinado una
más pronta y eficaz administración de justicia. (Del voto del Dr. Farah).
La negativa del instructor a que la defensa asista a la declaración prestada por un testigo, no
causa, en el marco de esta etapa instructoria del proceso -por naturaleza, escasamente contradictoria-,
gravamen concreto a esa parte, en la medida que no se observa impedimento alguno que torne presumible la
imposibilidad del testigo de concurrir al -eventual- debate en los términos del artículo 200 del código de
forma (ver causa n° 22.848 ADr. Fernando F. Castejón s/recurso de queja, reg. 24.090 del 30/8/05). Ello, sin
perjuicio de señalar que en este caso un efectivo control de la defensa sobre la producción de la misma
hubiera aparejado mayor celeridad y menor desgaste jurisdiccional a los fines de la prosecución de la
investigación. (del voto del Dr. Irurzun)
C.C.C. Fed. Sala I
Farah (por sus fundamentos - Irurzun (por sus fundamentos).
16.5.2007
ADE LA RUA, Fernando@
Causa 40.344
Reg. 412
J. 3 - S. 6.
NOTA: En ámbos votos se rechaza el recurso de queja intentado. (ver).
NOTA II: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 16 de mayo de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
El Dr.Eduardo Farah dijo:
Estas actuaciones vienen a conocimiento del Tribunal, en virtud del recurso de
queja articulado por el letrado defensor de Fernando de la Rúa por habérsele denegado en la anterior instancia el recurso
de apelación, deducido en forma subsidiaria al de reposición, interpuesto contra el auto del 28 de setiembre del 2006, en el
que el señor Juez instructor no admitió el pedido de la defensa de participar en las audiencias testimoniales dispuestas en
autos. El magistrado fundamentó su decisión, en que la asistencia de los letrados a las declaraciones de los testigos Ase
encuentra sujeta a la condición de que por su enfermedad u otro impedimento sea presumible que no podrán concurrir
al debate, circunstancia que no se evidencia en el caso, descartándose que sean actos definitivos e irreproducibles.@.
A partir de la reforma del año 1994, se ha adjudicado jerarquía constitucional a una
serie de tratados internacionales, cuyas previsiones resultan complementarias de los derechos y garantías reconocidos por
nuestra Carta Magna -art. 75 inc.22 C.N.-.
En relación al caso que nos ocupa, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos -Pacto San José de Costa Rica- consagra Ael derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en
el tribunal@@ -art. 8 inc.f)-, mientras que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reza que ADurante el
proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad,...a interrogar o hacer interrogar a los
testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las mismas
condiciones que los testigos de cargo; ...@ -art. 14.3 e)-.
Los instrumentos legales de mención han reconocido expresamente el derecho
de la defensa de participar en los interrogatorios de los testigos, sin supeditar el ejercicio de esta facultad a la
etapa del juicio.
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
Frente al expreso pedido de la defensa formulado en tiempo oportuno y con
causa razonable durante la instrucción, su rechazo, meramente al amparo de que tales declaraciones no son
definitivas y pueden ser reproducidas en el debate propiamente dicho, importa en el caso cercenar el derecho de
control de la prueba de cargo o de descargo que puede servir de fundamento para la adopción de decisiones que,
como el procesamiento, la prisión preventiva o el sobreseimiento, entre otras, no por ser materializadas en esa fase
dejan de producir consecuencias respecto del imputado, alguna de ellas de tardía reparación en el proceso. En
síntesis, los alcances de la norma contenida en el artículo200 del CPPN no pueden establecerse en base a su sola
literalidad, sino atendiendo a una interpretación sistemática del ordenamiento jurídico que excluya la posibilidad
de limitar el control de la prueba por parte de la defensa en el sumario solo a las medidas o diligencias definitivas e
irreproducibles.
Por otro lado, la experiencia judicial indica -sobre todo la que se adquiere del
desempeño de la magistratura en juicio oral- que en muchos casos el ejercicio de esa facultad recién en la etapa del
debate pone en evidencia situaciones o circunstancias que, de haber sido conocidas antes, hubieran determinado
una más pronta y eficaz administración de justicia.
Ahora bien: sobre la base de tales reglas corresponde analizar la procedencia de la
queja articulada en autos a efectos de admitirla o denegarla. Puesto que la queja es consecuencia de la denegación de un
recurso de apelación, es menester establecer si existe un gravamen actual que autorice a habilitar la vía intentada.
Y en ese cometido se advierte, aún cuando los testimonios del caso se han recibido
en el expediente, que el aludido gravamen no es actual sino eventual, es decir, que se produciría si tales declaraciones son
utilizadas como prueba de cargo en una resolución de mérito que afecte al imputado cuya defensa pretendió ejercer el
derecho en análisis, de modo análogo a la situación planteada -ya no frente a un gravamen eventual sino concreto - en un
caso que resolvió la Corte Suprema de Justicia de la Nación en fecha reciente (ABenitez, Aníbal L.@ del 12/12/2006).
Por esta razón, y en las condiciones destacadas, propongo al acuerdo desestimar la
queja articulada por el Doctor Miguel Ángel Almeyra, en su condición de abogado defensor de Fernando de la Rúa.
El Dr. Martín Irurzun dijo:
I- La negativa del instructor a que la defensa asista a la declaración prestada
por un testigo, no causa, en el marco de esta etapa instructoria del proceso -por naturaleza, escasamente
contradictoria-, gravamen concreto a esa parte, en la medida que no se observa impedimento alguno que torne
presumible la imposibilidad del testigo de concurrir al -eventual- debate en los términos del artículo 200 del código
de forma (ver causa n°° 22.848 ADr. Fernando F. Castejón s/recurso de queja, reg. 24.090 del 30/8/05). Ello, sin
perjuicio de señalar que en este caso un efectivo control de la defensa sobre la producción de la misma hubiera
aparejado mayor celeridad y menor desgaste jurisdiccional a los fines de la prosecución de la investigación.
Por otra parte, procede indicar que la providencia dictada por el a quo no resulta
susceptible de ser apelada, pues no concurren los extremos del artículo 449 del Código Procesal Penal de la Nación, desde
que para tal supuesto no se prevé su impugnabilidad -artículo 202 del mencionado ordenamiento-.
En cuanto al planteo de inconstitucionalidad propuesto por la defensa, cabe señalar
que el impugnante lo funda -en lo sustancial- en la contradicción del artículo 200 del Código Procesal Penal de la Nación
con las normas supranacionales incorporadas al artículo 75, inc. 22 de la Constitución Nacional, aduciendo A...que estando
en las exclusivas manos del instructor la elección discrecional de esos testimonios....el serio riesgo de que la
discrecionalidad degenere en arbitrariedad, es tan clara como el agua la flagrante violación a la garantía de la defensa
del imputado...@. Más esa genérica afirmación de ningún modo logra fundamentar en el caso y de manera concreta el
actual gravamen que invoca.
Por el contrario, su tratamiento debe partir del conocimiento de que A...la
declaración de inconstitucionalidad de una ley es un acto de suma gravedad institucional y debe ser considerada como
una última ratio del orden jurídico...@ (Fallos 200:180; 247:387; 249:51; 307:531; entre otros) y que, A...no basta la
aserción de que, en cierto supuesto, la norma legal puede ser inválida. La declaración judicial de tal invalidez supone
necesariamente que se haya afirmado y probado que el supuesto referido se cumple en autos....@ (Fallos 182:398;
190:142; entre otros) (ver de esta Sala causa n° 24.849 AIrusta Cornet, Jorge s/inconstitucionalidad@, reg. 26.374 del
13/2/07).
Sobre el punto, la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido que las leyes
dictadas de acuerdo con los mecanismos previstos en la Carta Fundamental gozan de una presunción de legitimidad que
opera plenamente y obliga a ejercer dicha atribución con sobriedad y prudencia, únicamente cuando la repugnancia de la
norma con la cláusula constitucional sea manifiesta, clara e indudable; por lo que el planteo que pretende poner en marcha
tan delicada facultad, debe ofrecer una adecuada fundamentación (Fallos: 226:688; 242:73; 300:241 y 1087; C.N.C.P.,
Sala IV, causa n° 1506, AValdez, Francisco Antonio s/rec. de inconstitucionalidad@, reg. n° 2108, del 4/10/99, entre otras).
II- Por lo demás, solo me resta agregar que habiendo tomado conocimiento que han
sido solicitados los autos principales, estimo conveniente señalar que es opinión del suscripto que en las cuestiones en que
-a contrario de la presente- resulte imprescindible su compulsa, se proceda a actualizar el juego de fotocopias certificadas
que en noventa y cuatro cuerpos fueron oportunamente consultadas en ocasión de adoptar el resolutorio del 21 de
diciembre de 2005, ello con el objeto de evitar demoras en la tramitación de la causa.
Por lo expuesto considero que corresponde NO HACER LUGAR al recurso de
queja interpuesto por el Dr. Miguel Angel Almeyra.
En base al Acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE:
NO HACER LUGAR a la queja articulada a fojas 2/4 vta. del legajo por el doctor Miguel Angel Almeyra, en su
condición de abogado defensor de Fernando de la Rúa.
Regístrese y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán practicarse las
notificaciones que correspondan (art.478 1° párrafo del C.P.P.N.).@
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
QUERELLANTE: Desempeño como querellante por quien resulta procesado en otra causa. FALSO
TESTIMONIO.
Es pacífica la doctrina y la jurisprudencia en cuanto a que no resulta admisible revestir roles
contrapuestos en la misma causa y aún en conexas en las que A medie identidad o alguna especial vinculación
impediente entre los objetos de ambos procesos@ (Navarro - Daray, La Querella, DIN, Buenos Aires, 1999,
pág. 15). Sin embargo, el principio general que rige la materia, en palabras de los autores ya citados,
determina que: ALa condición de estar imputado en otra u otras causas no obsta... a la legitimación activa de
quien la requiere@ (Navarro - Daray, ob. cit.., p. 15).
Como se advierte, tal precedente resulta aplicable, mutatis mutandi, en el proceso en que se
investigan conductas desarrolladas durante el trámite de la causa, - falso testimonio- que fueron reputadas, en
principio, como ilícitas durante el debate sustanciado en el juicio oral que motivó que dicho tribunal extrajera
testimonios a fin de que fueran debidamente investigadas .Dicha circunstancia, entonces, justifica el inicio de
una causa
separadamente del original y, por ende, la actuación como querellantes de quienes habrían
resultado damnificados por las conductas allí pesquisadas, sin que pueda válidamente sostenerse que tal
intervención resulta una Acontraquerella@.
C.C.C. Fed. Sala I
Gonzalez - Rimondi - Bruzzone
22.5.2007
AMULLEN, E. G. y otros s/apelación@
C. 40.329
Reg. 421
NOTA I: ver fallo completo
NOTA II: (*) El tribunal ACLARA mediante una resolución posterior, agregando la palabra faltante: investigaciones
ABuenos Aires, 22 de mayo de 2007.
AUTOS Y VISTOS:
El presente incidente llega a estudio del tribunal en virtud de los recursos de apelación deducidos por
las respectivas defensas de los encartados Eamon G. Mullen y José C. Barbaccia, por un lado, y Juan José Galeano, por
otro, contra el auto de fs. 45/46 vta., en cuanto rechazó el planteo de apartamiento del rol de querellantes que revisten
Anastacio Irineo Leal, Oscar Eusebio Bacigalupo, Raúl Edilio Ibarra, Víctor Carlos Cruz, Daniel Emilio Quinteros,
Marcelo Gustavo Albarracín, Jorge Horacio Rago, Argentino Gabriel Lasala, Miguel Ángel Arancibia, Bautista Alberto
Huici, Juan José y Juan Carlos Ribelli.
Los remedios procesales de mención fueron concedidos a fs. 56 y mantenidos a fs. 98, por la asistencia
de Mullen y Barbaccia, y a fs. 102, por la de Galeano.Celebrada la audiencia prevista en el art. 454 del C.P.P.N.
-mejorando fundamentos el letrado patrocinante de la querella cuya legitimación se cuestiona mediante el informe oral del
que da cuenta la constancia de fs. 127 y expresando agravios la asistencia técnica de Mullen y Barbaccia a fs. 130/136 vta.
y la de Galeano a fs. 128/129-, han quedado estos obrados en condiciones de ser resueltos.
Y CONSIDERANDO:
I. Que los incidentistas se agravian por considerar que los querellantes de mención, imputados en la
causa AAMIA@, se erigen en las presentes actuaciones como acusadores privados utilizando esta posición como
instrumento de defensa, es decir como Acontra querella@.
De tal razonamiento derivan que, ante la alegada identidad objetiva de dicho proceso con el presente,
resulta procesalmente incompatible que los ex policías revistan roles contrapuestos (imputados acusadores) en los
actuados mencionados.
II. Llegado el momento de resolver, los suscriptos entendemos que el planteo no puede tener acogida
favorable. Si bien es correcta la afirmación de que la sentencia recaída en la causa AAMIA@ no se encuentra firme, ya que
se hallan pendientes de resolución los recursos extraordinarios interpuestos contra el resolutorio de la Sala II de la Cámara
Nacional de Casación Penal, en cuanto no hizo lugar al recurso de casación deducido por el Ministerio Público Fiscal y
algunos de los querellantes (A.M.I.A., D.A.I.A. y AGrupo de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la
A.M.I.A.@) y por lo tanto confirmó la sentencia atacada, lo cierto es que el objeto procesal de aquella pesquisa difiere del
que resulta materia de investigación en ésta, en la que se investigan las conductas, en principio, ilícitas desplegadas en el
marco de aquel expediente (léase: peculado, coacción, privación de la libertad) y no el atentado cometido en la sede de la
mutual judía.
No escapa a nuestro conocimiento que es pacífica la doctrina y la jurisprudencia en cuanto a que no resulta admisible
revestir roles contrapuestos en la misma causa y aún en conexas en las que Amedie identidad o alguna especial vinculación
impediente entre los objetos de ambos procesos@ (Navarro - Daray, La Querella, DIN, Buenos Aires, 1999, pág. 15). Sin
Nación
ción
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embargo, estas hipótesis no se adecuan al presente caso, siendo aplicable el principio general que rige la materia; éste, en
palabras de los autores ya citados, determina que: ALa condición de estar imputado en otra u otras causas no obsta ... a la
legitimación activa de quien la requiere@ (Navarro - Daray, ob. cit., p. 15).
Tal aserción se ve complementada con el criterio que en este punto sustenta la Sala Especial de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad. Ésta sostiene que la circunstancia de que
un imputado en una causa atribuya a un testigo de cargo el delito de falso testimonio Ano es materia que quepa escindirse
de la causa principal con la cual guarda indudable relación de conexidad, pues recién cuando el magistrado pondera la
prueba respectiva decide acerca de la viabilidad o no de la imputación formulada, (es que) corresponde hacer lugar a la
separación de las investigaciones(*) 17.914, rta.: 15/12/06).
Como se advierte, tal precedente resulta aplicable, mutatis mutandi, al presente caso, toda vez que en
este proceso se investigan conductas desarrolladas durante el trámite de la causa AAMIA@ que fueron reputadas, en
principio, como ilícitas durante el debate sustanciado en el T.O.C.F. 3. Ello motivó que dicho tribunal extrajera
testimonios, a fin de que fueran debidamente investigadas. Dicha circunstancia, entonces, justifica el inicio de este
expediente separadamente del original y, por ende, la actuación como querellantes de quienes habrían resultado
damnificados por las conductas aquí pesquisadas, sin que pueda válidamente sostenerse que tal intervención resulta una
Acontra querella@.
Más allá de ello, luego de una acabada lectura de los recursos extraordinarios articulados por el
Ministerio Público fiscal y por la querella unificada de A.M.I.A., D.A.I.A. y el AGrupo de Familiares y Amigos de las
Víctimas del Atentado a la A.M.I.A.@ -reservados en Secretaría-, es dable colegir que éstos (y lo que eventualmente pueda
decidir al respecto la C.S.J.N.) no tienen incidencia en la resolución del presente, ya que en dichas piezas no se cuestiona
la declaración de nulidad propiciada en la causa AMIA, como consecuencia de las conductas que se reputaran como
ilícitas, sino la supuesta omisión del tribunal de ponderar la existencia de un curso de prueba independiente. Tan es así,
que los acusadores particulares sostienen en su recurso que si bien no niegan las irregularidades, nulidades y excesos de la
instrucción de aquella causa -a punto tal que revisten calidad de querellantes en estas actuaciones-, lo cierto es que
consideran que las sospechas sobre Telleldín y los policías no fueron elaboradas.
En definitiva, entendiendo que la
legitimación cuestionada deviene ajustada a derecho y que por lo tanto no existe motivo para apartar a los querellantes
mencionados en párrafos precedentes de ese rol.
Un análisis diferenciado merece la situación de Juan Carlos Ribelli. De acuerdo a la certificación
precedente, se aprecia que éste se encuentra aún imputado en la causa AMIA, en relación al atentado, contando con un
auto de falta de mérito a su respecto desde el año 1999.
Tal circunstancia, por sí, habilitaría a separarlo del rol de acusador privado, por entenderse que podría
estar utilizando estos actuados como una contra querella. Sin embargo, de la lectura de la sentencia del TOCF 3, de fecha
29 de octubre de 2004, se advierte que pese a no haber llegado la situación procesal de Juan Carlos Ribelli a esa instancia
del proceso, de todos modos, se extrajeron testimonios en relación a los sucesos que lo habrían damnificado, a fin de
investigar la responsabilidad que en ellos podía caberles a Armando Antonio Calabró, a Jorge Sebastián Menno, a José
Jofré, a Juan José Galeano y a los aquí incidentistas, Mullen y Barbaccia.
Tal decisión motivó el inicio de la causa n? 15.984/04, radicada en primer término en el Juzgado en lo
Criminal y Correccional Federal n? 8, Secretaría n? 16. Posteriormente, dicho tribunal declinó competencia por existir
causales de conexidad entre ese expediente y la presente causa n? 9789/00, la que por ese entonces tramitaba ante el
Juzgado Federal n? 11, Secretaría n? 22. Así fue que, aceptada la competencia por este último tribunal, el Sr. agente fiscal
impulsó la acción en base a los sucesos que damnificaran a Juan Carlos Ribelli, indicados por el TOCF 3.
Ante la recusación del titular del Juzgado Federal n? 11, las actuaciones (entre otras conexas) fueron
remitidas al tribunal actualmente interviniente (Federal 4), el que acumuló materialmente la causa n? 15.984/04 a las
actuaciones principales (n? 9789), obrando aquellas a partir de fs. 9.381.
Presentado el caso de tal forma, se advierte que más allá de que la legitimación como querellante
decidida por el primigenio instructor resulta anterior a la extracción de testimonios (decreto del 5/7/04, obrante a fs. 7.137
de los principales), ello no obsta a la aplicación de la doctrina previamente aplicada, toda vez que con la posterior
acumulación material de dichos testimonios a los actuados principales, esa circunstancia se vio claramente subsanada.
Es así entonces que, al igual que en los casos anteriores, la legitimación como parte de Juan Carlos
Ribelli aparece adecuada, por lo que no habrá de ser apartado del rol que actualmente esgrime en el proceso.
III. En virtud de lo dispuesto, debemos pronunciarnos sobre las costas procesales.
Al respecto, habremos de apartarnos del principio general que las impone a la parte vencida, en autos,
la defensa de Mullen y Barbaccia, ello toda vez que entendemos que concurre la excepción prevista en el art. 531 del
C.P.P.N..
A tal punto resulta atendible el agravio del incidentista que el propio patrocinante de la querella, al informar oralmente y
sincerándose ante el Tribunal, sostuvo que le resultó dificultoso encontrar jurisprudencia que respaldara su postura,
limitándose a citar antecedentes que datan de hace más de diez años, los que, por otro lado, ya fueron transcriptos, en la
porción pertinente, en la resolución atacada.
Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR el auto de fs. 45/46 vta. en cuanto ha sido materia de recursos, sin costas (art. 531, última
parte del C.P.P.N.).
Devuélvase, regístrese y practíquense las notificaciones correspondientes en la instancia de origen; sirva
lo proveído de atenta nota de envío.
RECURSO DE CASACION:
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
Fundada la procedencia de la vía casatoria en la arbitraria interpretación de la normativa procesal arts. 2 y 439 del Código Procesal Penal de la Nación- en detrimento de normas constitucionales y tratados
internacionales de jerarquía constitucional que integran las garantías del debido proceso, de defensa en juicio de
la víctima y de la doble instancia judicial (arts. 18 y 75, inciso 22, de la Constitución Nacional y art. 8, ap. 1°°
y 25 del la Convención Americana sobre Derechos Humanos) del modo que se reclama su admisibilidad por
invocarse agravios de naturaleza federal esta vía recursiva resulta procedente.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
24.5.2007
AVAZQUEZ, Enrique s/rec. de casación@@
Causa 23.427
Reg. 26.844
J. 1 - S. 2.
NOTA: Se citó C.C.C. Fed. A SILVERA@ del 19.4.2007 y AGUZMAN@ del 19.4.2007.
RECURSO EXTRAORDINARIO: RECUSACION: EXCUSACION. Rechazo de una inhibición.
Improcedencia. excepciones.
El rechazo de recusaciones de magistrados no constituye sentencia definitiva ni es equiparable
a tal (Fallos 311:565; 317:771; 321:1920; 321:3504; 322:1941; 326:1046 entre muchos otros), principio al que
sólo solo se consideró hacer excepción en caso de situaciones extraordinarias en que se exigía asegurar una
inobjetable administración de justicia (Fallos 327:1513; 321:3679 -voto de los Ministros Boggiano y López,
316:826; 314:107; 311:266 y 306:1392).
C.C.C. Fed. Sala II
Freiler - Cavallo - Luraschi
9.5.2007
AVIDELA, Jorge R. s/rec. extraordinario@@
Causa 24.451
Reg. 26.773
J. 5 - S. 10.
REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: QUERELLA. QUERELLANTE. Solicitud
de desestimación del fiscal. Impulso del querellante.
En aquellos supuestos en que el agente fiscal ha pedido la desestimación de la denuncia, el
proceso podrá se de todos modos impulsado por el accionante particular, cuando lo haya.
C.C.C. Fed. Sala II
Freiler - Farah
17.5.2007
AP.G.N., s/desestimación@@
Causa 40.191
Reg. 419
J. 9 - S. 18.
NOTA I: Se citó Fallos 321:2021, C.N.C.P. Sala II AMASSA, Sergio T.@ del 5.12.06 y C.C.C. Fed. Sala I AT. ;
H. del 1.9.2005 (voto en disidencia del Dr. Freiler).
Nación
ción
Poder Judicial de la Na
NOTA II: ver fallo completo.
ABuenos Aires, 17 de mayo de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
Llegan las presentes actuaciones a conocimiento del Tribunal
en virtud del recurso de apelación deducido por el querellante a fojas 119/22 contra la resolución de fojas 110/4 del legajo,
en tanto desestima la denuncia formulada, por inexistencia de delito (art. 180, último párrafo C.P.P.N.).
El juez de grado, sin hacer un análisis sobre la cuestión de fondo que se denuncia,
funda su pronunciamiento en que la ausencia de impulso fiscal determina Ala inexistencia de acción penal a reprimir o
dilucidar@ por lo cuál considera que, en base a la normativa legal vigente, corresponde proceder al archivo de las actuaciones
(v.fs. 114).
Cabe señalar que, siguiendo la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en el precedente ASantillán@ (Fallos 321:2021), recogida a su vez por la Sala II de la Cámara Nacional de Casación
Penal (vide c.n°5861 ALih Yuh Lin@ del 21/9/2005 y c.n° 6829 AMassa, Sergio Tomás@ del 5/12/06) y por esta Sala -en
anterior integración-, en la causa n°35.023 AT. H s/abuso de autoridad@, del 1/9/05, reg.927 -voto en disidencia del
Dr.Freiler-, en aquellos supuestos en que el agente fiscal ha pedido la desestimación de la denuncia, el proceso puede
ser de todos modos impulsado por el accionante particular, cuando lo haya. Repárese en tal sentido que en el caso
que nos ocupa el doctor Posse, en su calidad de querellante -conf. fs. 83-, presenta un escrito con la finalidad de
impulsar la acción penal-vide fs. 96/102-.
En estas hipótesis, tratándose de delitos de acción pública, el fiscal originario será
mantenido como parte necesaria no acusadora en la sustanciación del legajo, encargándose únicamente de ejercer el control
de legalidad.
En consecuencia, y atento los argumentos vertidos precedentemente, a juicio del
Tribunal, devueltas que sean las actuaciones a la anterior instancia el juez de grado deberá pronunciarse respecto a la
cuestión de fondo denunciada por el apelante.
Por las consideraciones formuladas, SE RESUELVE: REVOCAR el interlocutorio
apelado que luce a fojas 110/4 en cuanto desestima la presente denuncia, debiendo procederse, devueltas que sean las
actuaciones a la anterior instancia, conforme lo señalado en los considerandos (art. 180 CPPN).
Regístrese, hágase saber a Fiscalía de Cámara y remítase a Primera Instancia a fin de
que se practiquen las demás notificaciones de rigor.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: Elevación de las
actuaciones al Fiscal
General por parte del Juez en desacuerdo con el pedido de sobreseimiento por parte del Fiscal. NULIDADES
PROCESALES. RECURSO DE APELACION. QUEJA.
Es nulo el auto a través del cual el juez eleva las actuaciones al Fiscal General a efectos de que éste
dirima su conflicto con el agente fiscal. Ello no sólo porque el señor Juez carece de facultades expresas en la ley
procesal para ordenar esa elevación, sino porque tal proceder es producto de una construcción pretoriana in
malam partem que, en tanto se opone al principio constitucional de legalidad material, coloca al imputado en
una situación injustificadamente perjudicial (Ver causa ABUSTAMANTE, Vicente A.@ del 2.1.2006).
Esto último, claro está, no impide que a través de mecanismos internos propios y exclusivos del
Ministerio Público Fiscal consecuentes con el principio de unidad y coherencia de éste-, los fiscales generales
controlen los criterios de los agentes fiscales antes de que éstos formalicen sus opiniones en el proceso.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler - Farah
31.5.2007
ARec. de queja por apel...DR. MERCAU@
Causa 40.235
Reg. 478
NOTA I: Las actuaciones ingresan al Tribunal con el objeto de resolver un recurso de queja.
NOTA II: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 31 de mayo de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del
recurso de queja interpuesto por el Dr. Héctor Mercau, defensor de Angelina Venezia, contra el decisorio de fs. 2334, por el
Nación
ción
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cual el Señor Juez de grado resuelve no hacer lugar al recurso de apelación, respecto del auto de fs. 2313/2317, que elevó las
presentes actuaciones en consulta al Señor Fiscal General, frente al pedido de sobreseimiento formulado por el Señor Fiscal
de grado.
II. Corresponde invalidar el auto a través del cual el a quo elevó las actuaciones al
Fiscal General a efectos de que éste dirima su conflicto con el agente fiscal. Ello no sólo porque el Señor Juez carece de
facultades expresas en la ley procesal para ordenar esa elevación, sino porque tal proceder es producto de una construcción
pretoriana in malam partem que, en tanto se opone al principio constitucional de legalidad material, coloca al imputado en
una situación injustificadamente perjudicial. (Causa n° 39.534 A Bustamante, Vicente A.@, reg. n° 1185, rta. el 2/11/06).
Esto último, claro está, no impide que -a través de mecanismos internos propios y
exclusivos del Ministerio Público Fiscal consecuentes con el principio de unidad y coherencia de éste-, los fiscales generales
controlen los criterios de los agentes fiscales antes de que éstos formalicen sus opiniones en el proceso.
En virtud de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
DECLARAR la NULIDAD del auto de fecha 28 de diciembre de 2006 -glosado a
fs.2313/17-, por el cual se dispuso elevar las actuaciones al Señor Fiscal General y de todo lo actuado en consecuencia (art.
168 in fine del Código Procesal Penal de la Nación).
Registrese, hágase saber al Señor Fiscal de Cámara y devuélvase a primera instancia, a
fin de que se practiquen las notificaciones que correspondan.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: QUERELLANTE. Solicitud de
desestimación por parte del Fiscal Impulso de la acción por el querellante exclusivamente.
Tal como lo señalara esta misma Sala al resolver los autos n° 24.596 (Reg. n°° 26.578, rta. el 27.3.07),
Alos derechos y facultades del particular ofendido como sujeto procesal hallan amparo en la garantía
constitucional del Adebido proceso@, que asegura a todos los litigantes por igual el derecho a obtener una
sentencia fundada previo juicio llevado en legal forma (C.S.J.N. Fallos 321:2021 ASANTILLÁN@, rta. el
13.8.98). Ello, en el marco del derecho a la jurisdicción consagrado de modo implícito en el artículo 18 de la
Constitución Nacional y cuyo alcance como posibilidad de ocurrir ante un órgano jurisdiccional en procura de
Justicia y obtener de él sentencia útil relativa a los derechos de los litigantes, es coincidente con el que le
otorgan los arts. 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14.1 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos@@.
En este sentido es que la actuación de la parte querellante debe reconocerse en el ordenamiento ritual de forma
independiente Bno adhesiva- al ejercicio de la acción pública por el Ministerio Público Fiscal (conf. de esta Sala, c. n°
23.277 AALARCÓN@, rta. el 27.12.05, reg. n° 24.664; c. n° 23.228 ASANTIBÁÑEZ@@, rta. 2.3.06, reg. n° 24.842; c. n°
23.433 AARIC EXPRESS@@, rta. el 29.3.06, reg. n° 24.923; c. n° 23.476 ACAMPOS@, rta. el 17.3.06, reg. n° 24.894; c. n°
23.445 AESPÓSITO@, rta. 4.4.06, reg. n° 24.945; c. n° 23.658 APAPPALARDO@, del 25.4.06, reg. 25.025; entre otras)@.
Se ha resuelto en esta línea de interpretación, que Ael querellante se encuentra legitimado para impulsar el proceso
en solitario desde el comienzo de la causa penal, o en la etapa de juicio, sin que sea necesario, a tal efecto, el
acompañamiento del Ministerio Público@, aún cuando la intervención del representante de la vindicta pública siga siendo
indispensable, aunque más no sea para defender la legalidad y los intereses de la sociedad (C.N.C.P. Sala II, c. 5926 ABaza,
Gustavo Daniel s/recurso de casación@, reg. 8128.2, rta. 23.11.05; C.N.C.P. Sala I ALINARES, MARTÍN MAXIMILIANO
S/RECURSO DE CASACIÓN@@, reg. 7721, rta. 6.6.05; con citas de C.S.J.N. Fallos 321:2021).
C.C.C. Fed. Sala I
Luraschi - Irurzun
10.5.2007
ATISCORNIA, Guillermo s/desestimación...@@
Causa 24.999
Reg. 26.793
NOTA: Ver fallo completo.
J. 6 - S. 11
Poder Judicial de la Nación
ABuenos Aires, 10 de mayo de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I. Que viene el presente a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación
deducido a fs. 360/3 vta., por el Dr. Guillermo Juan Tiscornia contra la resolución de fs. 356/359 vta. en cuanto dispuso
desestimar la denuncia incoada por el nombrado por no constituír delito los hechos anoticiados (art. 180 del Código Procesal
Penal de la Nación) BPunto I-, y no hacer lugar a su solicitud de ser tenido por parte querellante Bpunto II-.
En la oportunidad reglada por el art. 454 segundo párrafo del código de forma (cfr. fs. 376/433 vta. y
434) el último nombrado solicitó se declare la nulidad por falta de motivación, tanto del dictamen Fiscal formulado por el
Dr. Luis Comparatore, como de la decisión del Sr. Juez a quo, y se tenga por ya efectuado el requerimiento de instrucción
AYen base a todas y cada una de las presentaciones escritas aquí formuladasY@.
Indicó al respecto que la resolución cuestionada concluye arbitrariamente en la inexistencia de delito en
virtud de que la acción penal no fue legalmente promovida ante el pedido desestimatorio formulado por el Ministerio
Público, extremo que imposibilita al acusador particular a continuar la acción, lo cual entiende erróneo e inconstitucional.
II. Luego de la anterior intervención de esta Sala (cfr. fs. 269/271), el Sr. Fiscal General (v. fs. 274/vta.)
entendió que, en virtud de la nulidad dictada en relación al requerimiento de instrucción de fs. 97, AY la función de control
asignada a esta Fiscalía General sobre los requerimientos desvinculantesY no puede ser ejercida, ya que no existe acto
alguno sobre el que volcar comentarios de aprobación o rechazoY@, devolviendo los obrados a la instancia anterior a fin que
el Sr. agente fiscal expresara su opinión sobre la denuncia presentada por el Dr. Guillermo Tiscornia, AYen alguna de las
opciones contenidas por el art. 180Y@.
En dicha ocasión, el Dr. Di Masi a fs. 305 solicitó la declinatoria de competencia en favor del Juzgado n°
6 del Fuero por conexidad con la causa n° 3589/06 ABark, Jorge y otros s/exacciones ilegales@ de esa sede, lo que así fuera
resuelto a fs. 311/312, motivando el traslado previsto por el art. 180 del código de forma (cfr. fs. 315), y la solicitud de
desestimación, por inexistencia de delito, efectuada por el titular de la Fiscalía Federal n° 5, Dr. Luis Comparatore Bfs.
316/319-, receptada favorablemente a fs. 356/9 vta. en la resolución aquí apelada.
III. En cuanto a la legitimación del pretenso querellante para recurrir el auto que desestima la denuncia
Bpunto I-, los suscriptos han de dar aquí por reproducidas las consideraciones vertidas a fs. 269/271 apartado II. de los
considerandos, razón por la cual, y atendiendo asimismo a las previsiones del art. 84 del Código Procesal Penal, la vía
impugnativa planteada se halla debidamente habilitada para su consideración en esta sede.
IV. Con relación a la solicitud reiteradamente manifestada por el Dr. Guillermo Tiscornia, de ser tenido
por parte querellante en estas actuaciones, encuentran los suscriptos que, al contrario de lo sostenido por el Sr. Juez
instructor Bquien recién se expidiera al respecto a fs. 356/9 vta.-, las circunstancias que denuncia el presentante revisten las
características exigidas para el otorgamiento de la legitimación que pretende.
En efecto; esta Sala ha indicado en diversas oportunidades que el bien jurídico protegido no es una
pauta definitoria para determinar la legitimación procesal activa, siendo sólo necesario establecer si en relación al
supuesto delito, se pudo derivar algún perjuicio directo y real para el pretenso querellante (cfr. C.C.C Fed. Sala II. c.
14.829 ALlaneza, Luis María@@, Reg. 15.801, rta. 22.9.98 y sus citas).
En este sentido, los extremos aducidos por el nombrado en su denuncia revisten entidad suficiente en los
términos indicados en el primer párrafo del presente apartado, razón por la cual y conforme lo establecido por el art. 82 y
ccdtes. del Código Procesal Penal de la Nación, habrá de tenérselo por parte querellante.
V. En lo que atañe a las nulidades introducidas por el apelante, ha de señalarse que no se advierte en la
resolución impugnada una afectación a las previsiones del art. 123 del código de forma, toda vez que Bmás allá del acierto o
desacierto que la misma pueda llevar- el Magistrado ha indicado los fundamentos de su decisión, razón por la cual los
planteos realizados resultan una mera discrepancia con el criterio sostenido, los que hallarán debida respuesta en el marco
del presente recurso.
VI. El Sr. Juez a quo, en ocasión de hacer propios los términos mediante los cuales el Sr.
Representante del Ministerio Público Fiscal propugnara la desestimación de las actuaciones por inexistencia de
delito, señaló además su AYdisenso (con la postura) del pretenso querellante, que sostiene que >la validez del
requerimiento de instrucción impetrado=Y@ por él, pese al pedido efectuado por el Sr. Fiscal, permite la apertura de la
investigación.
Fundó ello en la exposición de Motivos del Proyecto del Código Procesal Penal del Dr. Ricardo Levene
(h) y en el texto del artículo 180 del citado cuerpo legal, concluyendo que ante la falta de impulso procesal AYlas
alternativas no contemplan la posibilidad de una instrucción de oficio, como lo solicita el pretenso querellante, sino la de
un análisis de los argumentos que llevaron a solicitar la desestimación de esta denuncia devenida en querella, o en su caso,
acudir al temperamento señalado por el Superior en el acápite IV de la resolución de fs. 269/271@.
Ahora bien; tal como lo señalara esta misma Sala al resolver los autos n°° 24.596 (Reg. n°° 26.578, rta.
el 27.3.07), Alos derechos y facultades del particular ofendido como sujeto procesal hallan amparo en la garantía
constitucional del Adebido proceso@@, que asegura a todos los litigantes por igual el derecho a obtener una sentencia
fundada previo juicio llevado en legal forma (C.S.J.N. Fallos 321:2021 ASantillán@@, rta. el 13.8.98). Ello, en el marco
del derecho a la jurisdicción consagrado de modo implícito en el artículo 18 de la Constitución Nacional y cuyo
alcance como posibilidad de ocurrir ante un órgano jurisdiccional en procura de Justicia y obtener de él sentencia
útil relativa a los derechos de los litigantes, es coincidente con el que le otorgan los arts. 8.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos@@.
AEn este sentido es que la actuación de la parte querellante debe reconocerse en el ordenamiento
ritual de forma independiente Bno adhesiva- al ejercicio de la acción pública por el Ministerio Público Fiscal (conf. de
esta Sala, c. n°° 23.277 AAlarcón@@, rta. el 27.12.05, reg. n°° 24.664; c. n°° 23.228 ASantibáñez@@, rta. 2.3.06, reg. n°° 24.842;
c. n°° 23.433 AAric Express@@, rta. el 29.3.06, reg. n°° 24.923; c. n°° 23.476 ACampos@@, rta. el 17.3.06, reg. n°° 24.894; c. n°°
23.445 AEspósito@@, rta. 4.4.06, reg. n°° 24.945; c. n°° 23.658 APappalardo@@, del 25.4.06, reg. 25.025; entre otras)@@.
Se ha resuelto en esta línea de interpretación, que Ael querellante se encuentra legitimado para
impulsar el proceso en solitario desde el comienzo de la causa penal, o en la etapa de juicio, sin que sea necesario, a tal
Poder Judicial de la Nación
efecto, el acompañamiento del Ministerio Público@, aún cuando la intervención del representante de la vindicta pública
siga siendo indispensable, aunque más no sea para defender la legalidad y los intereses de la sociedad (C.N.C.P. Sala
II, c. 5926 ABaza, Gustavo Daniel s/recurso de casación@@, reg. 8128.2, rta. 23.11.05; C.N.C.P. Sala I ALinares, Martín
Maximiliano s/recurso de casación@@, reg. 7721, rta. 6.6.05; con citas de C.S.J.N. Fallos 321:2021).
VII. Observa el Tribunal que en el decisorio en crisis se ha hecho hincapié en el supuesto previsto por el
art. 248 del código de fondo, que conforma sólo uno de los eventos denunciados. Sin embargo, el mismo tampoco ha sido
debidamente despejado al no haberse recabado ante la Procuración General de la Nación antecedentes sobre la situación del
Sr. Fiscal, Dr. Carlos Rívolo, en relación a lo aquí manifestado.
Por otra parte, tampoco se han verificado las circunstancias expuestas por el presentante, en cuanto a que
los elementos en sustento aportados para la denuncia que originara la causa conexa, revisten similitud con otras formuladas
en diversas jurisdicciones y por distintos motivos (cfr. fs. 4), ni profundizado lo atinente a la publicación a través de los
medios de lo obrado en la investigación preliminar.
No se ha practicado diligencia alguna de aquéllas propuestas por el presentante (cfr. fs. 1/16) -cuya
pertinencia deberá evaluar el a quo conforme los términos del art. 199 del código de forma-, que permita corroborar
debidamente la totalidad de los extremos denunciados, tornándose en consecuencia prematuro el decisorio adoptado, el cual,
en virtud de ello, habrá de ser revocado.
En mérito a lo expuesto, es que el Tribunal RESUELVE:
I. REVOCAR la resolución de fs. 356/359 vta., punto II, y tener por parte querellante en las
presentes actuaciones al Dr. Guillermo Juan Tiscornia, sujeto a las resultas de la causa y a la jurisdicción del Juzgado
interviniente (art. 82 y ccdtes. del Código Procesal Penal de la Nación).
II. RECHAZAR las nulidades articuladas por el querellante (art. 69 y 123 a contrario sensu del Código
Procesal Penal).
III. REVOCAR el punto I. de la resolución de fs. 356/359 vta. en todo cuanto decide y fuera materia de
apelación.
Regístrese; hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a su procedencia, debiendo el Sr. Juez
instructor realizar las restantes notificaciones a que hubiere lugar y cumplimentar lo dispuesto en los Aconsiderandos@.@
REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: NULIDADES PROCESALES. Principio de
congruencia. Hechos y calificaciones.
No es correcto sostener la invalidez de la requisitoria por no guardar coherencia la calificación jurídica
seleccionada por el acusador con el hecho que se describe, si estando este adecuadamente descripto, la disparidad de
criterio acerca del encuadramiento típico, el error en que el acusador podría haber incurrido o, aun, la eventual
contradicción entre el hecho reprochado y su calificación, no afectan el ulterior derecho de defensa del imputado acerca del
hecho endilgado...@ (conf. Navarro Guillermo - Daray Roberto. Código Procesal Penal de la Nación, tomo I, Pensamiento
Jurídico Editora, 1996, p. 730).
En consecuencia, independientemente de la calificación que se le de al hecho en la oportunidad prevista por el
artículo 347 del código de forma, no puede afirmarse que la base fáctica se ha modificado, ya que no varió el suceso
histórico que se les endilga a lo imputados, quienes han podido efectuar una adecuada defensa al contestar la acusación y
pueden ofrecer -en la oportunidad prevista por el artículo 355 del ordenamiento procesal- las pruebas que estimen
convenientes a efectos de esclarecer la referida imputación.
Siguiendo este criterio, cabe recordar que la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal ha dicho que: A...si el
hecho imputado estuvo siempre en juego a lo largo del proceso, y si la mutación de encuadramiento realizada por el fiscal
fue llevada a cabo al completarse la acusación durante el juicio, la defensa estuvo siempre en condiciones de oponerse a la
imputación integralmente considerada, por lo que no se afectó el principio de congruencia ni el derecho de defensa en
juicio...@ (ver causa n° 1097, ASAUCEDO, Clemente s/recurso de Casación@, reg. n° 1601.1, rta. 11/6/97).
En igual sentido sostuvo la Sala II del mencionado Tribunal que: A...el encuadramiento legal que se pone de
manifiesto al incoarse una acción penal, o al requerirse por parte del fiscal la prosecución de la instrucción; como la
sospecha que evidencia el juez acerca de la participación de una persona en ese hecho penalmente relevante al recibirle
declaración indagatoria según la imputación asumida, y la calificación legal que se hace al dictarse su procesamiento, son
Poder Judicial de la Nación
actos meramente provisionales y que no causan estado. Incluso los encuadramientos legales allí atribuidos son susceptibles
de sufrir modificaciones...@ (ver de la Sala II, causa n° 1230 AIMEXAR@, reg. n° 1640, rta. el 9/10/97).
Ese mismo Tribunal agregó en otras actuaciones que: A...Si bien es cierto que el principio de congruencia debe
verificarse a partir de la correlación existente entre los términos en que quedó sustanciada la acusación y el contenido de la
sentencia, esta correlación no obedece a meras razones de simetría judicial, sino que debe haber identidad esencial
respecto de la plataforma fáctica que se verificó en la imputación inicial, el requerimiento de elevación y la sentencia
condenatoria, sin que sea indispensable que la calificación jurídica definitivamente asignada deba ser la misma que la
provisoriamente dada en el procesamiento y en el requerimiento fiscal...@ (ver causa n° 4395-Sala II- AHERRERA, Félix
Benicio s/recurso de casación@, reg. 5798 del 26/6/2003).
Por su parte, afirmó la Sala III que: A...la regla que determina que debe existir correlación entre la acusación y la
sentencia, fija cual será el ámbito de decisión de los jueces que se corresponde con el hecho descripto en el primero de los
actos procesales señalados. En este sentido... el hecho fijado en la sentencia deberá ser idéntico en sus aspectos esenciales
al descripto en la acusación, pero podrán ser completados con detalles y circunstancias obtenidas durante el debate...@
(Cafferata Nores, José I.; Tarditti Aída: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, tomo II, Editorial Mediterránea,
Córdoba, 2003, p. 264)... A lo que interesa, entonces, es el acontecimiento histórico imputado, como situación de vida ya
sucedida (...) que se pone a cargo de alguien como protagonista...@ (Maier, Julio B. J.:Derecho Procesal Penal, I.
Fundamentos, segunda edición, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, p.569).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que A... el cambio de calificación no configura agravio
constitucional alguno siempre que la condena verse sobre los mismos hechos que fueran objeto de debate en la causa@
(Fallos 316: 1793) (ver causa n° 5488 AMOREYRA, Rubén Omar s/ recurso de casación@, reg. n° 504/2005, rta. el
16/6/2005).
Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, ha dicho que: A...normalmente durante las etapas
preliminares del proceso no tiene lugar una acabada descripción del hecho imputado, lo que lleva muchas veces a que su
significación jurídico-penal tampoco sea precisa, y que junto con una determinada calificación jurídica, subsistan varias
otras de distinto modo (conjuntamente, subsidiariamente, etc.). Frente a esa indeterminación puede también encontrarse el
Tribunal de juicio. La estructura de nuestro proceso penal y concretamente la regulación de la etapa denominada Acrítica
instructoria@ (art. 346/353 del C.P.P.N.), posibilitan, por ejemplo, que la calificación jurídica, e incluso la plataforma
fáctica, contenida en los requerimientos de elevación a juicio y en el auto de elevación a juicio respecto de un mismo hecho
sean disímiles... en estos supuestos... debe tenerse en consideración la imputación más gravosa de las posibles con relación
al hecho objeto de juicio...@ (ver causa n° 1856 ACLEBAÑER@@, reg. n° 3133.4, rta. el 19/2/2001).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
15.5.2007
AFERNANDEZ MADERO, Jaime s/nulidad@@
Causa 24.962
Reg. 26.799
J. 5 - S. 10.
NOTA: Ver fallo completo.
ABue nos Aires, 15 de mayo de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I - Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto a fs. 28/34 por el Agente Fiscal, Dr. Carlos Ernesto Stornelli, contra la resolución obrante
en copia a fs.24/27 todas del legajo, en cuanto declara la nulidad del requerimiento de elevación a juicio formulado por el
nombrado.
II - Una vez ante esta Alzada, el Dr. Roberto Luqui, querellante en la causa, adhirió al recurso
impetrado por el representante del Ministerio Público a fs. 60/61.
A su turno el Dr. Marcelo Sgro, letrado defensor de Jaime Fernández Madero presentó
memorial. a fs. 66/69 vta., solicitando se confirme la resolución recurrida por las consideraciones allí expuestas.
El Sr. Fiscal General, Dr. Germán Moldes, hizo lo propio a fs. 70 y vta. remitiéndose a las
expresiones del Fiscal de la anterior instancia, solicitando se revoque lo resuelto por el Sr. Juez a quo y se declare la validez
del requerimiento de elevación a juicio.
III - El Sr. Juez de grado sostiene en la resolución recurrida que en ningún momento se
atribuyó y reprochó a los encausados como Ahecho@, el posible perjuicio a la administración pública y por consiguiente, no
han podido efectuar defensa alguna por esa imputación, violando el principio de congruencia y el derecho de defensa en
juicio, ya que modifica la hipótesis fáctica por la que fueron indagados y procesados en estos obrados.
Poder Judicial de la Nación
Contrariamente a lo sostenido por el magistrado instructor, este Tribunal comparte el criterio
esbozado por el representante del Ministerio Público en tanto considera que en el requerimiento de elevación a juicio no se
han modificado los hechos que extensamente les fueron descriptos en la oportunidad prevista por el artículo 294 del ritual y
se calificaron provisoriamente como constitutivos de los delitos de estafa procesal y uso de instrumento público
ideológicamente falso y en base a los cuales se dispuso su procesamiento (ver fs. 287/317).
Es que es claro que el requerimiento versa sobre el mismo hecho, más allá del encuadre legal
que le asigne, que de modo alguno ha implicado la incorporación por parte del acusador público de nuevos elementos
fácticos para ser llevados al debate, ni valorado pruebas sobre las cuales los encausados no hayan podido manifestarse.
En este sentido, A... no es correcto sostener la invalidez de la requisitoria por no guardar
coherencia la calificación jurídica seleccionada por el acusador con el hecho que se describe, si estando este
adecuadamente descripto, la disparidad de criterio acerca del encuadramiento típico, el error en que el acusador podría
haber incurrido o, aun, la eventual contradicción entre el hecho reprochado y su calificación, no afectan el ulterior
derecho de defensa del imputado acerca del hecho endilgado...@ (conf. Navarro Guillermo - Daray Roberto. Código
Procesal Penal de la Nación, tomo I, Pensamiento Jurídico Editora, 1996, p. 730).
En consecuencia, independientemente de la calificación que se le de al hecho en la
oportunidad prevista por el artículo 347 del código de forma, no puede afirmarse que la base fáctica se ha
modificado, ya que no varió el suceso histórico que se les imputa a Jaime Fernández Madero, Bernardo Abel Coll,
Silvina Dowbley de Toselli, Claudio Mario Festa, Pablo Gabriel Ortíz y Jaime de Olazábal, quienes han podido
efectuar una adecuada defensa al contestar la acusación y pueden ofrecer -en la oportunidad prevista por el artículo
355 del ordenamiento procesal- las pruebas que estimen convenientes a efectos de esclarecer la referida imputación.
Siguiendo este criterio, cabe recordar que la Sala I de la Cámara Nacional de Casación
Penal ha dicho que: A...si el hecho imputado estuvo siempre en juego a lo largo del proceso, y si la mutación de
encuadramiento realizada por el fiscal fue llevada a cabo al completarse la acusación durante el juicio, la defensa estuvo
siempre en condiciones de oponerse a la imputación integralmente considerada, por lo que no se afectó el principio de
congruencia ni el derecho de defensa en juicio...@ (ver causa n°° 1097, ASaucedo, Clemente s/recurso de Casación@@, reg.
n°° 1601.1, rta. 11/6/97).
En igual sentido sostuvo la Sala II del mencionado Tribunal que: A...el encuadramiento
legal que se pone de manifiesto al incoarse una acción penal, o al requerirse por parte del fiscal la prosecución de la
instrucción; como la sospecha que evidencia el juez acerca de la participación de una persona en ese hecho penalmente
relevante al recibirle declaración indagatoria según la imputación asumida, y la calificación legal que se hace al dictarse
su procesamiento, son actos meramente provisionales y que no causan estado. Incluso los encuadramientos legales allí
atribuidos son susceptibles de sufrir modificaciones...@ (ver de la Sala II, causa n°° 1230 AImexar@@, reg. n°° 1640, rta. el
9/10/97).
Ese mismo Tribunal agregó en otras actuaciones que: A...Si bien es cierto que el principio
de congruencia debe verificarse a partir de la correlación existente entre los términos en que quedó sustanciada la
acusación y el contenido de la sentencia, esta correlación no obedece a meras razones de simetría judicial, sino que debe
haber identidad esencial respecto de la plataforma fáctica que se verificó en la imputación inicial, el requerimiento de
elevación y la sentencia condenatoria, sin que sea indispensable que la calificación jurídica definitivamente asignada
deba ser la misma que la provisoriamente dada en el procesamiento y en el requerimiento fiscal...@ (ver causa n°° 4395Sala II- AHerrera, Félix Benicio s/recurso de casación@@, reg. 5798 del 26/6/2003).
Por su parte, afirmó la Sala III que: A...la regla que determina que debe existir correlación
entre la acusación y la sentencia, fija cual será el ámbito de decisión de los jueces que se corresponde con el hecho
descripto en el primero de los actos procesales señalados. En este sentido... el hecho fijado en la sentencia deberá ser
idéntico en sus aspectos esenciales al descripto en la acusación, pero podrán ser completados con detalles y
circunstancias obtenidas durante el debate...@ (Cafferata Nores, José I.; Tarditti Aída: Código Procesal Penal de la
Provincia de Córdoba, tomo II, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2003, p. 264)... A lo que interesa, entonces, es el
acontecimiento histórico imputado, como situación de vida ya sucedida (...) que se pone a cargo de alguien como
protagonista...@ (Maier, Julio B. J.:Derecho Procesal Penal, I. Fundamentos, segunda edición, Editores del Puerto,
Buenos Aires, 1999, p.569).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que A... el cambio de calificación no
configura agravio constitucional alguno siempre que la condena verse sobre los mismos hechos que fueran objeto de
debate en la causa@ (Fallos 316: 1793) (ver causa n°° 5488 AMoreyra, Rubén Omar s/ recurso de casación@@, reg. n°°
504/2005, rta. el 16/6/2005).
Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, ha dicho que:
A...normalmente durante las etapas preliminares del proceso no tiene lugar una acabada descripción del hecho imputado,
lo que lleva muchas veces a que su significación jurídico-penal tampoco sea precisa, y que junto con una determinada
calificación jurídica, subsistan varias otras de distinto modo (conjuntamente, subsidiariamente, etc.). Frente a esa
indeterminación puede también encontrarse el Tribunal de juicio. La estructura de nuestro proceso penal y
concretamente la regulación de la etapa denominada Acrítica instructoria@ (art. 346/353 del C.P.P.N.), posibilitan, por
ejemplo, que la calificación jurídica, e incluso la plataforma fáctica, contenida en los requerimientos de elevación a
juicio y en el auto de elevación a juicio respecto de un mismo hecho sean disímiles... en estos supuestos... debe tenerse en
consideración la imputación más gravosa de las posibles con relación al hecho objeto de juicio...@ (ver causa n°° 1856
AClebañer@@, reg. n°° 3133.4, rta. el 19/2/2001).
En consecuencia, y dado que la pretendida calificación legal sostenida por el Ministerio
Público no carece de base fáctica que la sustente, y que ella es la misma que se viene imputando, habrá de revocarse la
resolución puesta en crisis a fin de permitir que las presentes actuaciones pasen a la etapa de juicio, en donde deberá
llevarse a cabo el amplio debate sobre los hechos y eventualmente determinarse cuál es la calificación que en definitiva
corresponde asignarles.
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
Poder Judicial de la Nación
REVOCAR el decisorio que en copias luce a fs. 24/27 del legajo en todo cuanto decide y fuera
materia de apelación.
Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal General y remítase al Juzgado de origen a fin de que se
efectúen en dicha sede las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@
REQUISA PERSONAL: FLAGRANCIA. NULIDADES PROCESALES.
Debe considerarse flagrancia cuando Ael delincuente ya ha comenzado a realizar actos ejecutivos
externos y directos@. Así debe considerarse la conducta de quienes son sorprendidos mientras recepcionaban
pagos sin otorgar el correspondiente recibo en fraude de la administración pública.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Freiler - Farah
22.5.2007
ANOIR, Mirte y otros s/procesamiento@@
Causa 39.595
Reg. 433
J. 8 - S. 16.
NOTA: Se citó ADiccionario de Ciencias Penales@ Ed. Edisofer, Madrid 2000 p. 170)
SOBRESEIMIENTO: Instrucción de dilatada tramitación. Duración del proceso. Agotamiento de la
investigación.
Debe dictarse auto de sobreseimiento con la mención de que la formación de la causa no afecta el buen
nombre y honor que hubiere gozado con anterioridad a su iniciación, cuando tras una dilatada instrucción la
hipótesis inicial atribuida al imputado no ha sido adecuadamente corroborada con el grado de probabilidad
requerida por la ley procesal.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo
3.5.2007
ANUEVOS EMPRENDIMIENTOS S.R.L. s/sobreseimiento@@
Causa 40.301
Reg. 340
J. 1 - S. 2.
NOTA: Se citó C.N.C.P. Sala I ADE LUCA, Marta@ del 22.4.2003. y C.C.C. Fed. Sala I ALABROUSSE,
María S.@ del 9.4.2002.
TENTATIVA: TENTATIVA INIDONEA. (Art. 44 del C.P.). Tipicidad. FALSIFICACION DE
DOCUMENTO PUBLICO. Falsificación burda.
La mera inidoneidad del medio utilizada en la acción no excluye per se la tipicidad de la conducta,
conforme los extremos previstos en el art. 44 del Código Penal.
Poder Judicial de la Nación
Por ello es que no corresponde sobreseer sin mas y sí profundizar la investigación, en el caso de
presentarse como burda la falsificación documental investigada.
C.C.C. Fed. sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
22.5.2007
AAYERSA, Diego L. s/sobreseimiento@@
Causa 24.818
Reg. 26.827
J. 11 - S 22.
NOTA: Se citó AAZNAR GUTIERREZ, Alberto@ del29.6.2006.
USURPACION DE AUTORIDAD TITULOS U HONORES: Art. 146 inc. 3°°. Funcionario que
extiende una autorización para la cual no está facultado. (SE.NA.SA.).
Incurre en el delito de usurpación de autoridad el agente del SENASA, que actuó excediendo sus
funciones por cuanto certificó mercaderías -productos chacinados- supuestamente producidas por una empresa
respecto de la cual no tenía asignada funciones de control y que además, resulta irregular en cuanto a la empresa
supuestamente autorizada.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
10.5.2007
AGOMEZ MEDINA; Daniel E. s/procesamiento@
Causa 24.143
Reg. 26.782
J. 2 - S. 3.
NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma resolución.
ABuenos Aires, 10 de mayo de 2.007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a estudio del Tribunal en virtud del recurso de apelación
deducido por el Sr. Defensor Público Oficial, Dr. Gustavo E. Kollmann, contra el decisorio obrante a fs. 254/59 de los autos
principales por el cual el Sr. Juez Instructor ordenó el procesamiento de Daniel E. Gómez Medina en orden a la comisión del
delito previsto por el artículo 246, inciso 3° del Código Penal y mando trabar embargo sobre sus bienes hasta alcanzar la
suma de quince mil pesos ($ 15.000).
II- Que la defensa se agravió por considerar que no se han conformado los elementos objetivos
y subjetivos requeridos para que se tenga por configurado el tipo penal que se le enrostró a su asistido, y que no han sido
desvirtuadas por ninguna probanza sus manifestaciones brindadas a tenor del art. 294 del Código Procesal Penal de la
Nación, peticionando así se revoque el decisorio en cuestión.
Asimismo señaló que el monto del embargo fijado como consecuencia de la cautela dictada
resulta excesivo, solicitando sea reducido.
III- Sentada la pretensión de la defensa de Gómez Medina, se pasará ahora a resolver su
situación procesal.
Pues bien, cabe consignar que para esta etapa instructora y de acuerdo con el grado de certeza
exigido por el artículo 306 del código de rito, las distintas constancias agregadas al sumario son suficientes para el dictado
de su procesamiento, motivo que conllevará a su confirmación, sin perjuicio de la calificación legal que en definitiva
pudieran caberle a los hechos y no obstante la declaración de nulidad que recaerá sobre el punto relativo al monto del
embargo, cuyos fundamentos serán desarrollados más adelante.
Poder Judicial de la Nación
Se encuentra acreditado que el imputado, quien es agente del SENASA, actuó excediendo
sus funciones por cuanto certificó mercaderías -productos chacinados- supuestamente producidas por una
empresa respecto de la cual no tenía asignada funciones de control, extremo que aparece corroborado por la
declaración de Elsa C. Hauscarriague, veterinaria a cargo de su inspección, quien manifestó que nunca trabajó
con Gómez Medina ni lo autorizó a reemplazarla en sus tareas (fs. 241/2 del ppal.).
Dicha certificación también resultó irregular ya que en el ACertificado Sanitario Patagonia@
N° 564800 se hacía referencia a productos elaborados por la firma ATrigo Hermanos@ a los que se los identificaba con
numeración correspondiente a esa firma (fs. 103), cuando dicho establecimiento no reconoció como propia esa
mercadería y su representante es quien denunció toda la maniobra en cuestión (fs. 8/11).
A partir de ello, se encuentra suficientemente probado a esta altura que el imputado,
mediante su accionar, autorizó el transporte de mercaderías sin su debido y regular control, mediante la extensión del
instrumento ya citado -también irregular- , sabiendo que no podía emitir dicha constancia ya que se trataba de una
función ajena a su área de competencia y no contaba con la autorización para expedirlo en caso de ausencia de la
funcionaria encargada del mismo, incumpliendo así sus deberes y arrogándose facultades de terceras personas.
Así las cosas y teniendo en cuenta que cuando se ordena un procesamiento no se emite más
que un juicio de probabilidad, donde los elementos afirmativos deben ser superiores a los negativos, para orientar el
proceso a la acusación, se encuentra probado, con la certeza propia de esta etapa preliminar, que Daniel E. Gómez
Medina actuó de manera irregular y a sabiendas de ello, por lo que el dictado de su procesamiento aparece acertado, más
allá del encuadre legal que en definitiva corresponda.
IV- Por último, y respecto al monto del embargo dispuesto en autos, toda vez que los
fundamentos para su imposición resultan contradictorios, desde que expresamente se mencionó que el delito por
el que se procesó al encausado no tiene pena de multa ni se ha acreditado un perjuicio a terceros que pudiera
implicar una futura indemnización civil, no obstante lo cual se le estipuló un monto elevado que no se condice con
esos fundamentos, corresponderá declarar su nulidad y vueltas que sean las actuaciones a su procedencia, el a quo
deberá fijarlo nuevamente.
Por todo lo expuesto, este Tribunal RESUELVE:
I- CONFIRMAR el punto I de la resolución obrante a fs. 254/59 de las actuaciones
principales en cuanto decreta el procesamiento sin prisión preventiva de Daniel E. Gómez Medina en orden a los hechos
materia de investigación.
II- DECLARAR la NULIDAD del punto II del decisorio de mención, debiendo el a quo
proceder conforme lo indicado a su respecto (artículo 123 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y remítase a la anterior instancia, donde
deberán practicarse las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@
2367
Poder Judicial de la Nación
ABUSO DE AUTORIDAD: Abuso de autoridad en el retraso en el pago a proveedores o prestadores.
Retardo en la toma de decisiones y de pagos. Delitos de omisión.
Este Tribunal ha sostenido respecto al delitos de violación de los deberes de funcionario público
que: A...el funcionario debe obrar siempre Ailegalmente@. Procede así cuando actúa a sabiendas de que su
proceder es contrario a lo que debe ser con arreglo a la norma jurídica aplicable. La existencia de una justa
causa para apartarse del dispositivo legal o reglamentario pertinente, excluye el tipo del artículo 249...@
(CCCF, Sala I, Causa n° 32.876 ABRAMER MARKOVIC s/ sob.@, reg. n° 533, rta. el 12/6/00).
Asimismo, se ha sostenido que Ala omisión debe ser Ailegalmente@ cometida. En este punto, la
función de la palabra es la de marcar a un tiempo el contenido objetivo y el subjetivo de la acción. Debe
tratarse de una conducta omisiva ilegal y debe actuarse en conocimiento de esa Ailegalidad@; es decir, la
omisión ha de ser maliciosa. Si un juez falla las causas que humanamente se pueden fallar, si un empleado
revisa los expedientes en cantidad proporcionada al trabajo normal, no se dirá que Ailegalmente@ omiten
estudiar o resolver el resto, aún cuando la ley haya establecido los términos en los que ellos debía cumplirse.
El vencimiento de un término legal no importa en sí mismo la comisión de este delito. Por el contrario, la
existencia de un término no excluye la posibilidad de comisión.
Debiendo referirse la omisión a alguno de los actos que el funcionario deberá ejecutar, el delito
queda consumado cuando en consideración a ese acto debido pueda afirmarse que ha dolosamente omitido,
retardado o que habiendo mediado pedido o interpelación el funcionario ha rehusado cumplirlo...@ (Soler,
Sebastián, ADerecho Penal Argentino@, Tomo V, pág. 190, Ed. Tea, 1996, la negrita nos pertenece).
Estos requisitos del tipo penal analizado no se realizan cuando de las pruebas reunidas se desprende
un comportamiento que revela uniformidad en la operatoria de pagos de una repartición pública y no una
actitud intencional hacia algunos sus proveedores o prestadores o cuando los retrasos en el pago obedece a
razones de índole técnica.
C.C.C. Fed. Sala I
Cavallo - Farah
7.6.2007
ARODRIGUEZ, Sandra M. y otros s/sobres...@@
Causa 39.618
Reg. 524
J. 7 - S. 14.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 7 de junio de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto a fs. 2047/2051 por la parte querellante -Dr. Carlos H. Ortega, en representación de la
Cámara Argentina de Clínicas y Establecimientos Psiquiátricos- contra el decisorio de fs. 2021/2035, en cuanto decreta el
sobreseimiento de Sandra Mónica RODRÍGUEZ -a cargo del Departamento de Salud Mental de la Gerencia de
Prestaciones Médicas del I.N.S.S.J.P. del P.A.M.I. y de José Manuel CORCHUELO BLASCO -Interventor de dicho
Instituto-, por considerar que los nombrados no habrían obrado con conocimiento y voluntad de realizar las conductas
prohibidas.
Por su parte, a fs. 2040/2041el Representante del Ministerio Público Fiscal -Dr.
Jorge. A. Berlanda- interpuso recurso de apelación contra el punto II del mismo decisorio, respecto del sobreseimiento de
CORCHUELO BLASCO.
II. Se le imputa a RODRÍGUEZ haber retrasado durante su gestión,
injustificadamente e intencionalmente, los pagos a prestadores de servicios de salud mental correspondiente al mes de
noviembre de 2001 y en consecuencia, haber puesto en peligro la vida de los pacientes psiquiátricos por colocarlos en
situación de desamparo o abandono, cuando era su deber cuidarlos a través del pago por parte de dicho organismo en
tiempo y forma, a las prestaciones realizadas por las clínicas psiquiátricas: A Sistema de Salud Formosa SA@; ASanta Cruz
Fueguina SA@; ASalud Mental Rionegrina SA@; ARAM Salud Mental SRL@, entre otras, en las cuales aquellos pacientes se
hallaban internados.
Asimismo, se le endilgó a la nombrada no haber cumplido con las obligaciones
contractuales que ligaban el Departamento de Salud Mental a su cargo, con las clínicas prestadoras del servicio de
2368
Poder Judicial de la Nación
psiquiatría.
III. Se agravia la querella en cuanto estima que en los expedientes de pago se
hacían Aobservaciones@ a prestaciones ya brindadas, lo que motivaba el pase del expediente a otras áreas, retardando en
demasía la cancelación de la deuda a los prestadores, habiendo incluso incurrido en un retraso en el pago de
aproximadamente ocho meses con algunas clínicas psiquiátricas.
Agregó que RODRÍGUEZ habría obrado con dolo al obstaculizar la tramitación
normal de los expedientes de cobro (artículo 249 del Código Penal) y al emitir la Circular 05/00 en infracción con la ley
19.032 de creación del P.A.M.I., como así también en contraposición con los artículos 75, inciso 22 y 14 bis de la
Constitución Nacional, con el Preámbulo y el artículo 22, primera parte, de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, con el Preámbulo y el artículo 12, inciso 1° y 2°, apartado Ab@ del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales y con el Preámbulo y artículos I, V, XI y XVI de la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre (artículo 248, primera parte, del mismo cuerpo legal).
Cabe destacar que la circular 05/00 suscripta por la nombrada -dejada sin efecto
por su similar n° 01/03, preveía una metodología de relevamiento de las prestaciones ambulatorias (conf. fs. 45/6 de los
autos principales)
Finalmente, estimó que también habría incurrido en el delito de abandono de
persona previsto en el artículo 106 del Código Penal, por considerar que existió un perjuicio indirecto a las instituciones
Psiquiátricas y un perjuicio directo a los pacientes psiquiátricos allí internados.
IV. Por otro lado, a CORCHUELO BLASCO se le imputa, en su carácter de
interventor, haber obrado con arbitrariedad al momento de decidir a que prestador se debía abonar, como así también no
haber arbitrado los medios necesarios para que se abonaran prestaciones impagas desde diciembre de 2001 al mes de
mayo de 2002, dado que sólo se habría efectuado denuncias de índole administrativas que estarían A...paralizadas ...@.
Al respecto, se agravia el Representante del Ministerio Público Fiscal, toda vez
que considera que la decisión del a quo con relación a CORCHUELO BLASCO resulta prematura, por lo que estima
pertinente que se escuchara al nombrado en declaración indagatoria.
V. Situación de Sandra Mónica RODRÍGUEZ:
Cabe destacar que tanto el delito de violación de los deberes de funcionario
público, el de abuso de autoridad, como así también el de abandono de personas, requieren la voluntad y el conocimiento
por parte de los imputados para que se configuren, situación que no ha sido corroborada en autos.
Con relación al primer delito analizado, este Tribunal ha sostenido que: A...el
funcionario debe obrar siempre Ailegalmente@. Procede así cuando actúa a sabiendas de que su proceder es contrario a
lo que debe ser con arreglo a la norma jurídica aplicable. La existencia de una justa causa para apartarse del
dispositivo legal o reglamentario pertinente, excluye el tipo del artículo 249...@ (CCCF, Sala I, Causa n°° 32.876
ABramer Markovic s/ sob.@@, reg. n°° 533, rta. el 12/6/00)
Asimismo, se ha sostenido que Ala omisión debe ser Ailegalmente@ cometida. En
este punto, la función de la palabra es la de marcar a un tiempo el contenido objetivo y el subjetivo de la acción. Debe
tratarse de una conducta omisiva ilegal y debe actuarse en conocimiento de esa Ailegalidad@; es decir, la omisión ha de
ser maliciosa. Si un juez falla las causas que humanamen0te se pueden fallar, si un empleado revisa los expedientes en
cantidad proporcionada al trabajo normal, no se dirá que Ailegalmente@ omiten estudiar o resolver el resto, aún cuando
la ley haya establecido los términos en los que ellos debía cumplirse. El vencimiento de un término legal no importa en
sí mismo la comisión de este delito. Por el contrario, la existencia de un término no excluye la posibilidad de comisión.
Debiendo referirse la omisión a alguno de los actos que el funcionario deberá
ejecutar, el delito queda consumado cuando en consideración a ese acto debido pueda afirmarse que ha dolosamente
omitido, retardado o que habiendo mediado pedido o interpelación el funcionario ha rehusado cumplirlo...@ (Soler,
Sebastián, ADerecho Penal Argentino@@, Tomo V, pág. 190, Ed. Tea, 1996, la negrita nos pertenece).
En este contexto, a fs. 576/592, se recibe declaración a Sandra M. RODRÍGUEZ
en los términos del artículo 294 del ordenamiento ritual, quien sostuvo que la circular 05/00 Asugiere@ una metodología
que no es impuesta, desde el momento que la dicente como parte del Instituto conoce las dificultades operativas y falta de
profesionales que padece el organismo. Se trata, entonces, de un mínimo control de prestaciones del cual no se desprende
en forma directa la obligatoriedad para los pagos.
Agregó que, el Instituto suele poseer dilaciones administrativas debido a los
cambios de gestión en sus cuadros intermedios o superiores y que en virtud de los informes con observaciones negativas,
la diciente debía remitir los expedientes a la Asesoría Jurídica de Prestaciones Médicas para su estudio.
Sentado ello, confrontadas las constancias en autos y no habiendo sido
desvirtuado el descargo de la nombrada, se puede sostener que RODRIGUEZ no ha obrado con la Ailegalidad@ requerida
por la normativa penal.
Ello tiene sustento, tanto en el informe pericial que obra a fs. 1887/1891, de donde
se desprende que: A... no obstante no haber cumplido el I.N.S.S.J.P. en algunas oportunidades con los plazos de pago
comprometidos, en las distintas instancias contractuales detalladas (...) las modalidades de pago han sido respetadas.@,
como así también, en lo declarado por el perito contador Alberto Alonso a fs. 1905, quien sostuvo que: A...la operatoria de
pago fue uniforme más allá de los desvíos no significativos que no modifican el concepto central establecido. (...) el
sistema de pago fue respetado genéricamente en forma uniforme, esto es, no se observaron desvíos significativos en
cuanto al procedimiento habitual del P.A.M.I...@; como así también tiene apoyatura en lo manifestado por Federico David
-perito contador-, en la declaración testimonial que luce a fs. 1907, quien agregó que: A...se pudo determinar que existía al
momento del informe una deuda con los prestadores del área metropolitana equivalente a dos meses y medio de
prestación a cada uno de ellos, la cual fue incluida en una consolidación de deuda... (...). Respecto a la deuda corriente
se pudo determinar que la gran mayoría sufría un retraso en sus cobros de tres meses, excepto prestadores que fueron
identificados en el informe que tenían un retraso entre cinco y seis meses. Dichos retrasos obedecería a cuestiones de
índole técnica.
2369
Poder Judicial de la Nación
Ahora bien, respecto al retraso en el pago a las clínicas prestacionales del
servicio de psiquiatría que se le reprocha a la imputada, cuyo Amecanismo@ -tal como lo postuló la querella-consistía en
realizar Aobservaciones@ previo al pago del servicio y derivar el expediente a otras áreas, corresponde destacar que la tarea
de la aquí imputada consistía en asegurar que los servicios médicos de psiquiatría se brinden correctamente, resultando
necesario en el caso de no cumplir con ello, Aobservar@ el funcionamiento prestacional de la clínica psiquiátrica y remitir
el expediente otra área como es la Gerencia de Asuntos Jurídicas, ante una posible penalidad. Se debe tener en cuenta, que
en el caso de no realizarse dicho procedimiento podía ocurrir que se pagase directamente a la clínica psiquiátrica y que,
luego de comprobada una irregularidad se disponga una penalidad la que devenía incongruente si el pago se había
realizado con anterioridad.
A ello se suma, el marco de emergencia prestacional que venía afectando al
Instituto y otras organismos estatales, que derivó en la promulgación del Decreto n° 486/02 del Poder Ejecutivo Nacional.
Por otro lado, con relación a la falta del pago del servicio pestacional que se le
endilga a la nombrada, se debe destacar que la instancia última del mismo, le correspondía a la Gerencia Económica
Financiera de dicho Instituto y no a la Gerencia de la cual RODRÍGUEZ era Jefa.
Respecto de el segundo delito en estudio -abuso de autoridad- se desprende de la
lectura de la circular 05/01que no infringe la normativa vigente ni excede las atribuciones propias de la nombrada, como
así tampoco demanda la notificación de dicha circular a las clínicas psiquiátricas, dado que la misma posee carácter de
circular interna dentro del instituto.
En efecto, a fs. 1249 luce agregado el informe de Mónica Valdemoros Subgerente de Recursos Humanos de la I.N.S.S.J.P.-, quien hace saber las tareas inherentes al Jefe de Departamento de
Salud Mental, el cual debe funcionar como grupo de trabajo, las que comprenderían: la participación, el análisis,
evaluación y acreditación de los prestadores psiquiátricos como así también, la planificación, ejecución y evaluación de
las acciones para la prevención en la Salud Mental de los pacientes del Instituto. Por lo tanto, mal puede sostenerse que
RODRÍGUEZ al implementar la circular 05/01 -en tanto requiere la solicitud de informes a las delegaciones de todo el
país y a las instancias de control (auditorías internas y externas) entre otros datos referidos a los afiliados-, más allá de su
escasa funcionalidad y practicidad, se encontraba contradiciendo la reglamentación vigente en la materia.
Por último, con relación al delito de abandono de persona previsto por el artículo
106 del Código Penal tampoco se encuentra configurado, en virtud de no haberse acreditado ni el elemento subjetivo del
tipo penal, ni los elementos objetivos del mismo.
Al respecto, más allá de aquellos retardos incurridos en los pagos a los
prestadores, los pacientes han sido atendidos en las clínicas psiquiátricas respectivas, a lo que se suma que dichas demoras
no resultaron ser intencionales, sino que se habrían generaron por Aobservaciones@ realizadas ante irregularidades
detectadas en los servicios prestacionales que brindaban dichas clínicas psiquiátricas.
En consecuencia, conforme los elementos de prueba colectados y analizados, el
retraso en la tramitación de los expedientes de pago no puede considerarse que ha sido realizado por RODRÍGUEZ con la
intención requerida por la norma penal. Sin embargo, habiendose corroborado retrasos involuntarios, debería evaluarse si
en el caso en estudio, resulta procedente o no, algún tipo de sanción administrativa o bien se ha incurrido en algún
incumplimiento contractual que habilite la sede civil.
VI. Situación de José Manuel CORCHUELO BLASCO:
Con relación al nombrado esta Alzada estima aplicable los argumentos
precedentemente expuestos, que fueron desarrollados respecto delitos que se le imputaran a Rodríguez.
Se debe destacar que no se ha corroborado en autos que CORCHUELO BLASCO
en su carácter de interventor, haya decidido arbitrariamente diferir los pagos de las prestaciones analizadas, encontrando
ello explicación por el contrario, en el circuito burocrático que el expediente de pago recorría previo a su efectivización,
poseyendo apoyatura dicho retraso involuntario, en el peritaje anteriormente citado. Por lo tanto, también se adoptará
respecto al nombrado, el criterio liberatorio previsto por el artículo 336 del Código Procesal Penal de la Nación.
VII. Por último, se advierte que Raúl Horacio PISTORIO, Diego Enrique
CAPURRO ROBLES y Ernesto Edgardo TRIVISONNO, han sido imputados en autos conforme surge del requerimiento
fiscal que luce agregado a fs. 1483/1485, por lo que se estima pertinente que el Señor Juez de grado, provea lo necesario a
fin de resolver las situaciones procesales de los mismos.
Por lo expuesto, este Tribunal RESUELVE:
I. CONFIRMAR el punto I) de la resolución que luce 2021/2035, en cuanto
decreta el sobreseimiento de Sandra Mónica RODRÍGUEZ, en orden a los hechos por la cual fuera indagada (art. 336, inc.
3° del Código Procesal Penal de la Nación).
II. CONFIRMAR el punto II) del mismo decisorio en cuanto dispone el
sobreseimiento de José Manuel CORCHUELO BLASCO, en orden a los hechos denunciados y por los cuales resultó
imputado por ante la Fiscalía actuante.
III. DISPONER que Señor Juez de grado provea lo necesario a fin de resolver la
situación procesal respecto de Raúl Horacio PISTORIO, Diego Enrique CAPURRO ROBLES y Ernesto Edgardo
TRIVISONNO.
Regístrese, notifíquese al Representante del Ministerio Público Fiscal y
devuélvase, a fin de que se practiquen las notificaciones que correspondan.
Sirva la presente de atenta nota de envío.-
AUTO DE ELEVACION A JUICIO: RECURSO DE APELACION. RECURSO DE
2370
Poder Judicial de la Nación
CASACION. Efectos de la interposición del recurso. Auto de elevación estando pendiente de resolución un
recurso. Doble conforme.
Una vez que la situación procesal del imputado ha sido evaluada por el Juez instructor y la Cámara de
Apelaciones, resulta posible sustanciar la etapa de crítica instructoria en la forma establecida por el artículo 346 del
C.P.P.N. y elevar la causa a juicio si así se resuelve como resultado de la discusión entablada en ese marco (cf. causa n1
23.368 AENRE s/nulidad de la vista del artículo 346 CPPN@ del 20/4/06, reg. n1 25.009, causa n1 22.468 AInc. de
nulidad de vista del 346 CPPN@ del 28/7/05, reg. n1 23.972; y causa n1 23.601 AORENTRAJCH, Pedro y otros
s/nulidad del requerimiento de elevación a juicio@ del 30/3/06, reg. n1 24.934, ver asimismo en particular lo sostenido
por esta Alzada en esta causa, incidente n1 23.150 AAcosta, Jorge s/falta de acción@, resuelta el 8/11/05, registro n1
24.439).
Así, se ha dicho que no obsta a que la instrucción quede clausurada que subsista alguna vía de impugnación
extraordinaria interpuesta por el imputado pues la actividad de control jurisdiccional efectuada hasta entonces -expresada
en decisiones concordantes de ambas instancias, que satisfacen consecuentemente la exigencia de la Adoble conformidad
judicial@- amerita que se le asigne a la imputación verosimilitud suficiente para permitir el avance progresivo del proceso
hacia su destino principal: el debate oral y contradictorio (cf. precedentes citados, a cuyos términos cabe remitirse .
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
14.6.2007
APAZO, Carlos J. s/inconstitucionalidad@@
Causa25.320
Reg.26.998
J.12 - S. 23.
NOTA I: (n. de. r.) Ver lo resuelto por la misma Sala en autos AIncd. de nulidad de vista del art. 346" del 28.7.2005.NOTA II: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 14 de junio de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan estas actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de
apelación interpuesto a fojas 31/43 por el doctor Alfredo A.A. Solari, defensor de Carlos José Pazo, contra la decisión
obrante a fojas 26/29 en la cual se dispuso rechazar: I- el pedido de suspensión del trámite del proceso, II- el pedido de
llamado a declaración indagatoria de Ricardo Miguel Cavallo y III- la declaración de inconstitucionalidad del artículo 349
del Código Procesal de la Nación, planteados por esa parte.
II- En primer lugar el apelante cuestiona la resolución sosteniendo que el trámite de la causa
Aesta legalmente suspendido en razón de recursos pendientes contra resoluciones sin cuyo carácter firme no es
legalmente posible avanzar@ pues:
a) aún no se encuentra firme, por estar recurrida, la resolución por medio de la cual el a quo rechazó la nulidad de estas
actuaciones por haberse impulsado la acción penal Aex officio@, encontrándose esta cuestión a estudio de la C.N.C.P., Sala
IV c. 6850 AIncidente de Acosta, Jorge s/recurso de queja@;
b) ni tampoco lo está, por estar igualmente recurrida, la resolución que rechazó la prescripción, ante la C.N.P.C en la
causa 7252 de la Sala III APazo, Carlos José@.
En cuanto a la cuestión introducida en el apartado a), constituye un debate que ha devenido
abstracto a partir de que el punto ha sido resuelto por la Sala IV de la C.N.C.P. con fecha 26 de abril del corriente
rechazando la queja intentada.
Respecto a lo señalado en el apartado b) cabe destacar que sin perjuicio de si correspondería
o no a esta Alzada adentrarse en el tema en el marco de este incidente, en función a cómo fue planteado por la defensa, su
tratamiento no puede obviarse a partir del expreso reclamo que en tal sentido formula esa parte a través del recurso
articulado. Y sobre el punto es pacífica y reiterada la jurisprudencia de este Tribunal en cuanto a que una vez que la
situación procesal del imputado ha sido evaluada por el Juez instructor y la Cámara de Apelaciones, resulta
posible sustanciar la etapa de crítica instructoria en la forma establecida por el artículo 346 y elevar la causa a
juicio si así se resuelve como resultado de la discusión entablada en ese marco (cf. causa n11 23.368 AENRE s/nulidad
de la vista del artículo 346 CPPN@@ del 20/4/06, reg. n11 25.009, causa n11 22.468 AInc. de nulidad de vista del 346
CPPN@@ del 28/7/05, reg. n11 23.972; y causa n11 23.601 AOrentrajch, Pedro y otros s/nulidad del requerimiento de
elevación a juicio@@ del 30/3/06, reg. n11 24.934, ver asimismo en particular lo sostenido por esta Alzada en esta causa,
incidente n11 23.150 AAcosta, Jorge s/falta de acción@@, resuelta el 8/11/05, registro n11 24.439).
Así, se ha dicho que no obsta a que la instrucción quede clausurada que subsista
alguna vía de impugnación extraordinaria interpuesta por el imputado pues la actividad de control jurisdiccional
efectuada hasta entonces -expresada en decisiones concordantes de ambas instancias, que satisfacen
consecuentemente la exigencia de la Adoble conformidad judicial@@- amerita que se le asigne a la imputación
verosimilitud suficiente para permitir el avance progresivo del proceso hacia su destino principal: el debate oral y
contradictorio (cf. precedentes citados, a cuyos términos cabe remitirse ).
2371
Poder Judicial de la Nación
III- En cuanto al agravio esgrimido por la defensa contra el punto II de la resolución en
crisis, además de resultar una decisión propia del instructor -y por ende irrecurrible ante la Alzada-, constituye una
discusión que ya resultaba abstracta al tiempo de dictarse la resolución cuestionada por cuanto el juzgado de primera
instancia ya había ordenado la indagatoria de Cavallo con fecha 27 de diciembre de 2006 (fojas 23616/7 del principal).
IV- Por último se agravia la defensa en cuanto no se ha declarado la inconstitucionalidad del
artículo 349 del Código Procesal Penal, que a su criterio coarta la amplitud de la defensa en juicio como inviolablemente
garantiza el artículo 18 de la Constitución Nacional, puesto que impide la contradicción plena a la acusación fiscal. Así
esta norma no permitiría al defensor ni controvertir los presupuestos fácticos, ni los jurídicos, de la requisitoria,
limitándole las facultades a las de mera interposición de excepciones no planteadas anteriormente, o instar el
sobreseimiento.
En punto a esto, no se advierte que la norma cuestionada implique un menoscabo al derecho
de defensa alegado; así ha dicho esta Sala ante similar planteo que con tal procedimiento no se vería conculcado el
derecho de defensa, ni la igualdad ante la ley o el debido proceso, habida cuenta de la posibilidad del defensor de oponerse
al pedido de elevación a juicio argumentando las objeciones pertinentes, tal como lo faculta el artículo 349 del C.P.P.N. y
éste es el derecho que se asigna a la defensa sin soslayar que A...el verdadero ámbito del Ajuicio@ es el debate, en donde la
inmediación, oralidad y el contradictorio aseguran las condiciones del art. 18 de la Constitución Nacional...@ (c.n122.571
AIncidente de nulidad de González, María Haydeé@, reg. n1 23.883, resuelta el 30/6/05 y sus citas; y causa n1 18.716,
AMagliano, Lucio s/nulidad e inconstitucionalidad@, resuelta el 16/4/02, registro n1 19.660).
Por todo lo expuesto este Tribunal RESUELVE:
I- DECLARA PARCIALMENTE ABSTRACTO el punto I de la resolución de fojas
26/29 (I.a), y CONFIRMAR el restante (I. b).
II- DECLARAR ABSTRACTO el punto II de la citada decisión.
III- CONFIRMAR el punto dispositivo III de la resolución apelada en todo cuanto decide y
fue materia de apelación.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde
deberán ser practicadas las restantes notificaciones del caso.@
COHECHO: TRAFICO DE INFLUENCIAS. EXTORSION. AMENAZAS. Diferencias entre estas
figuras.
Solicitud de dinero para favorecerlo en una causa judicial para no sufrir medidas precautorias personales y
patrimoniales. Empleado judicial.
Al igual que lo que ocurre en los delitos de coacción o amenaza, para que se configure el delito de
extorsión se requiere que el sujeto activo haya amenazado o intimidado a la víctima con la producción de un
mal Bdaño u ofensaB a causar por él. En palabras de Molinario: ALa producción del mal debe depender de la
acción del sujeto amenazador, por lo menos en alguna medida. Si así no fuera, el anuncio sería de males que
sucederán con independencia de la intervención del sujeto. Y en ese caso su acción no sería considerada jamás
una amenaza, pues no basta anunciar males, sino que deben anunciarse males futuros y cuya efectivización
dependa de quien los anuncia.@ (Molinario, Alfredo, Los delitos, Tomo II, Ed. tea, Bs. As., 1996, pág. 28 y
289; en igual sentido, Núñez, Ricardo, ATratado de Derecho Penal@, Tomo V Parte Especial, ed. Lerner,
Buenos Aires 1978, pág. 256).
Entonces, esta hipótesis queda desplazada, si los sujetos activos no estaban amenazando a la
víctima sino proponiendo un negocio ilícito que consistía en beneficiarlo indebidamente, para lo cual le
brindarían información de un sumario judicial que lo involucraría y, según decían, armarían informes y
pericias que, en principio, le permitiría liberarse de la causa penal. Aunque hayan efectuado referencias a una
posible detención y otros perjuicios, esto sólo ocurriría eventualmente por el curso del proceso y, por eso
mismo, ellos ofrecían su intervención para evitarlo ilícitamente
Ello ocurre, además , si se da el caso de numerosos contactos entre los imputados y el denunciante,
el hecho de que los encuentros se realizaron en un local de propiedad de éste último y, sobre todo, el tenor de
la conversaciones mantenidas entre ellos no permiten inferir que los sujetos hayan tenido el ánimo de
2372
Poder Judicial de la Nación
intimidar o amenazar, sino, antes bien, que de lo que se trataba era de cerrar un acuerdo espurio.
Precisamente, es esto último lo que inclina por analizar el hecho desde la órbita de aquellas figuras
que ponen en peligro el normal funcionamiento de la Administración Pública, pues ese es el bien jurídico que
aquí se ha podido ver afectado. En este sentido, el encuadre jurídico correcto es el del delito de tráfico de
influencia agravado previsto en el segundo párrafo del artículo 256 bis del Código Penal, que no requiere
ninguna cualidad especial del sujeto activo.
En definitiva, la conducta típica que consiste en solicitar dinero para hacer valer indebidamente su influencia
ante un funcionario público prima facie demostrada, consistente en un pedido dinerario a quien se encontraba siendo
investigado en una causa penal era precisamente para influir ante aquellos empleados o funcionarios del juzgado con
poder de incidencia en su favor.
Al mismo tiempo, la influencia indebida a la que se refiere el tipo penal supone o consiste en la
posibilidad de una interferencia en el proceso de decisión del funcionario público, la que, por otro lado, debe
ser real y comprobable (al respecto, Carlos Creus y Jorge E. Buompadre, Derecho penal, parte especial,
Tomo 2, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2007, pág. 301). Cabe aclarar en este punto que, conforme se desprende
del debate parlamentario que precedió a la sanción del delito, no se requiere ninguna relación en particular
entre el sujeto activo y el funcionario (por ejemplo, de jerarquía o parentesco), sino sólo la posibilidad de
influenciarlo de un modo indebido cualidad que posee quien por trabajar en el juzgado ante el que se
desarrollaba la investigación tenía la posibilidad cierta de incidir directa o indirectamente en el proceso de
toma de decisiones del juez.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah
11.7.2007
ALEON, Ariel y otros s/procesamiento@@
Causa 39.561
Reg. 747
J. 11 - S. 22.
NOTA: Ver fallo completo y sumarios pertenecientes a la misma sentencia.
COMPETENCIA: POR LA MATERIA. Delito atribuido a un Juez de Ejecución Penal de la Ciudad de
Buenos Aires. Detenido condenado por la justicia común. Incompetencia Federal.
No es competente la Justicia Federal para entender en el delito que habría cometido un Juez de
Ejecución Penal de la Ciudad de Buenos Aires en ocasión en que habría dilatado indebidamente el tramite de
ejecución de una pena impuesta por la Justicia ordinaria.
C.C.C. Fed. Sala II
4.7.2007
Causa 25.366
Cattani - Irurzun - Luraschi
ALOPEZ, Axel...@@
Reg. 27.073
J. 3 - S. 6.
COMPETENCIA: POR LAS PERSONAS. CALUMNIAS E INJURIAS. Ofensas a un Ministro del
Poder Ejecutivo Nacional. Competencia federal aún cuando esas ofensas refieren a un desempeño público
2373
Poder Judicial de la Nación
anterior al ostentado.
Es competente la Justicia Federal para entender en la querella deducida por quien ostenta el cargo de
Ministro del Poder Ejecutivo Nacional contra quien lo habría calumniado e injuriado por su actuación anterior
a la asunción de ese cargo como intendente de una localidad bonaerense, en tanto no puede negarse a priori
que lo afecte actualmente en ese cargo ministerial.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah
28.6.2007
AIncd. de COMPETENCIA@@
Causa 40.143
Reg. 665
J. 1 - S. 2.
DECLARACION INDAGATORIA: NULIDADES PROCESALES. Estado de sospecha. Base
fáctica para el llamado. Recepción: Requisitos de validez. NULIDADES PROCESALES.
En lo que hace al Aestado de sospecha@, el código adjetivo no señala ningún requisito en particular, y
en consecuencia parece claramente excesivo pretender que a través de ese estado de sospecha Alos imputados
conocieran lo que (el juez) guardaba en su fuero íntimo...@.
Sin perjuicio de ello, este Tribunal ha sostenido que: Aexiste motivo bastante en el sentido del art.
292 -alude al Código Procesal de Córdoba, antecedente directo del nacional y análogo al artículo 294- si los
elementos probatorios son suficientes para sospechar, incluso con dudas, que ha sucedido lo que el artículo
supone@ (Código Procesal Penal, anotado y comentado por Núñez, Ricardo C., segunda edición actualizada,
Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1986, pág. 262 y su cita; ver causa n°18.313 APerren, Jorge s/
nulidad@, reg. n°19.380 del 28/10/01).
En esa misma dirección se dijo: A...que si bien la facultad de convocar a prestar declaración
indagatoria es discrecional del juez, ésta -para no transitar la arbitrariedad-, debe hallar sustento en los
antecedentes que obren en los actuados...@ (ver Causa n° 24.651 ARodríguez@, reg. n° 26.301, rta. el
28/12/2006; Causa n° 23.654
AGranillo Ocampo@, reg. n° 25.157, rta. el 26/5/2006; Causa n°18.973
AIncidente de recusación@, reg. n°20.517, rta. el 3/12/2003; Causa n°18.887 ASanguinetti@, reg. n°20.122,
rta. el 3/9/2002, entre muchas otras ); existiendo en autos innumerables pruebas que llevan a descartar la
afirmación de que el instructor no tuvo razones plausibles para disponer la citación del imputado.
Por otra parte, y en relación a la audiencia de indagatoria en sí misma, se sostuvo que: A...la validez o
invalidez está dada por su efectividad a los fines que le son propios. En tal sentido, si se admite que la
declaración indagatoria constituye un medio de defensa para el imputado, la validez de esa descripción
resultará de su pertinencia para que éste pueda desarrollar en forma efectiva esa garantía...@ (ver causa
n°18.313 APerren, Jorge s/ nulidad@@, reg. n°19.380 del 28/10/01).
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
21.6.2007
AMONTES, Oscar A....@@
Causa 25.303
Reg. 27.023
J. 12 - S. 23.
2374
Poder Judicial de la Nación
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 21 de junio de 2007
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto a fojas 38/9 por el doctor Adolfo Casabal Elía -defensor de Oscar Antonio Montes y
Carlos Guillermo Suárez Mason-, contra la resolución que luce 24/7 en cuanto no hace lugar a las nulidades articuladas a
fojas 1/5 de esta incidencia.
II- Ante la ausencia de memorial o comparecencia a la audiencia prevista a fojas 75 de esta
incidencia, debemos remitirnos a los agravios que el doctor Casabal Elía ensayó en el escrito de apelación, oportunidad en
la que sostuvo que en el llamado a declaración indagatoria de sus pupilos: A...el juez recurrido no expresó... aunque el
Código Procesal Penal de la Nación no se lo diga explícitamente, las razones de su sospecha de criminalidad, y así
entonces impidió que ambos imputados conocieran lo que el magistrado guardaba en su fuero íntimo...@.
Por otra parte se agravia de que en la audiencia, las pruebas y los hechos le fueran
expresados con lo que tildó como A...listados imposibles de digerir...@, y solicita finalmente, como una consecuencia de
estas nulidades, la invalidación del procesamiento decretado.
III- En lo que hace al Aestado de sospecha@, y como la propia defensa lo reconoce, el
código adjetivo no señala ningún requisito en particular, y en consecuencia parece claramente excesivo pretender
que a través de ese estado de sospecha Alos imputados conocieran lo que (el juez) guardaba en su fuero íntimo...@.
Sin perjuicio de ello, este Tribunal ha sostenido que: Aexiste motivo bastante en el
sentido del art. 292 -alude al Código Procesal de Córdoba, antecedente directo del nacional y análogo al artículo 294si los elementos probatorios son suficientes para sospechar, incluso con dudas, que ha sucedido lo que el artículo
supone@ (Código Procesal Penal, anotado y comentado por Núñez, Ricardo C., segunda edición actualizada, Marcos
Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1986, pág. 262 y su cita; ver causa n°°18.313 APerren, Jorge s/ nulidad@@, reg.
n°°19.380 del 28/10/01).
En esa misma dirección se dijo: A...que si bien la facultad de convocar a prestar
declaración indagatoria es discrecional del juez, ésta -para no transitar la arbitrariedad-, debe hallar sustento en los
antecedentes que obren en los actuados...@ (ver Causa n°° 24.651 ARodríguez@@, reg. n°° 26.301, rta. el 28/12/2006;
Causa n°° 23.654 AGranillo Ocampo@@, reg. n°° 25.157, rta. el 26/5/2006; Causa n°°18.973 AIncidente de recusación@@,
reg. n°°20.517, rta. el 3/12/2003; Causa n°°18.887 ASanguinetti@@, reg. n°°20.122, rta. el 3/9/2002, entre muchas otras );
existiendo en autos innumerables pruebas que llevan a descartar la afirmación de que el instructor no tuvo razones
plausibles para disponer la citación del imputado.
Por otra parte, y en relación a la audiencia de indagatoria en sí misma, se sostuvo que:
A...la validez o invalidez está dada por su efectividad a los fines que le son propios. En tal sentido, si se admite que la
declaración indagatoria constituye un medio de defensa para el imputado, la validez de esa descripción resultará de su
pertinencia para que éste pueda desarrollar en forma efectiva esa garantía...@ (ver causa n°°18.313 APerren, Jorge s/
nulidad@@, reg. n°°19.380 del 28/10/01).
En consecuencia, y como lo señala el Ministerio Público en su escrito de fojas 18/23, de las
declaraciones glosadas a fojas 21.521/551 y 22.083/112 del principal, que corresponden a las vertidas por los imputados
Suárez Mason y Montes, se desprende que contienen un detalle circunstanciado de los delitos atribuídos y una nómina
precisa de la prueba en que se apoya, y que en ambos casos estuvo presente su asistencia letrada, el doctor Casabal Elía,
que mantuvo una entrevista previa en los estrados del Tribunal con sus pupilos, habiéndose garantizado en consecuencia
el derecho de defensa, ya que el letrado contó con la posibilidad de revisar la prueba y las actuaciones en aquella
oportunidad, e incluso solicitar su postergación si requería aún más tiempo para ello, en lugar de permitir que se llevara a
cabo el acto y luego pretender su invalidación.
Finalmente, ante el rechazo de los planteos articulados, no corresponde analizar la supuesta
nulidad del procesamiento dictado que sólo se fundamenta en una derivación de los anteriormente rechazados.
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR la resolución que luce a fojas 24/7 en todo cuanto dispone y fuera materia
de apelación.
Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal General y remítase al Juzgado de origen a fin de que se
efectúen en dicha sede las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@
DECLARACION INDAGATORIA: DEFENSA EN JUICIO. DEFENSOR. NULIDADES
PROCESALES. Nulidad de la declaración indagatoria sin notificar previamente al defensor de tal acto.
Consentimiento del indagado.
Aunque no sea una condición de validez la presencia del defensor en el acto mismo de la indagatoria,
una sana interpretación de los arts. 107 y 197 del C.P.P.N. imponen necesariamente la obligación de
notificarlo en tiempo útil a fin de su eventual concurrencia al acto. Es que las normas reglamentarias del
2375
Poder Judicial de la Nación
derecho de defensa vedan, salvo que el juez haya autorizado al imputado a defenderse personalmente, la
posibilidad de recibir declaración indagatoria sin la previa designación de un defensor, a quien habrá que
notificar para poder hacer efectivo el derecho de defensa en juicio.
Ese estado de indefensión se da cuando el imputado, en ningún momento, tiene la posibilidad cierta
de contar con la defensa técnica exigida por la garantía consagrada en el art. 18 de la Constitución Nacional,
cuando el defensor oficial fue designado en el mismo acto de la indagatoria y toma conocimiento de ello
tiempo después al ser notificado del procesamiento y a pesar de que éste último renuncie a designar letrado
defensor en tanto el juez no lo autorizó a defenderse personalmente. (Del voto de los Dres. Cavallo y Freiler.
El Dr. Farah votó en disidencia).
El deber de notificar al asistente técnico del encausado antes de la declaración indagatoria, cae
cuando éste, expresamente, ha renunciado a ser asistido por aquel en dicho acto, ya que el derecho de asistir a
la declaración es una facultad reconocida en interés del imputado y no de la defensa, en virtud de lo normado
por los arts. 107, 197, 294 y 295 del C.P.P.N. (AFERNANDEZ TERRAZA@@ del 8.7.1999). (del voto en
disidencia del Dr. Farah).
C.C.C. Fed. Sala I
19.6.2007
Causa 39.997
Freiler - Cavallo - Farah (en disidencia).
ASEGOVIA, Fernando A. s/nulidad y procesamiento@@
Reg. 577
J. 5 - S. 10.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 19 de junio de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
El doctor Eduardo Guillermo Farah:
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento del Tribunal en virtud del recurso de
apelación interpuesto por la defensa de Fernando Ariel Segovia contra la decisión del magistrado de primera instancia que
dispuso su procesamiento en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 14, segundo párrafo, de la ley 23737.
II. En ocasión de fundar la apelación, al igual que al informar en los términos del artículo
454 del Código Procesal Penal de la Nación, la asistencia letrada de Segovia postuló la nulidad de la declaración
indagatoria de su asistido en tanto no se había dado intervención a esa parte, como así tampoco el nombrado fue
Anotificado del derecho que le brinda el artículo 197 del Código de rito@ (ver. Fs. 15). Finalmente, solicitó se declare la
nulidad del auto recurrido por falta de fundamentación, en los términos del artículo 123 y 308 del ordenamiento ritual.
Corrida la vista al representante del Ministerio Público Fiscal, éste se expidió por el rechazo
de las nulidades deducidas.
Al respecto cabe señalar que, de la compulsa de la causa, no se advierte afectación alguna al
derecho de defensa en el sentido que lo aduce el recurrente.
En primer lugar, corresponde señalar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha
señalado que tratándose de una materia de relieve constitucional, Ala renuncia al derecho de ser asistido por un letrado
defensor durante el acto de la declaración indagatoriaYno puede presumirse sino que debe resultar de un acto inequívoco
de voluntad, de modo que los Tribunales deben suplir el silencio de los imputados para evitar su indefensión@ (conf. Fallos
237:158; 296:65; 298:578 y 308:1557).
Repárese, que de la lectura de la declaración indagatoria de Segovia, éste fue debidamente
impuesto del derecho que le asiste respecto de la designación de abogado defensor o en su caso la designación del
defensor oficial, a lo que manifestó Ade que por el momento no desea designar abogado defensor@, sin perjuicio de lo cual
el magistrado de la anterior instancia le hizo saber que su defensa sería ejercida por el doctor Gustavo Kollmann (conf. fs.
73).
Siguiendo los lineamientos trazados por la C.S.J.N., este Tribunal ha sostenido
reiteradamente que Ael deber de notificar al asistente técnico del encausado antes de la declaración indagatoria, cae cuando
éste expresamente ha renunciado a ser asistido por aquél en dicho acto, ya que el derecho de asistir a esa declaración es
una facultad reconocida en interés del imputado y no de la defensa, ello en virtud de lo normado en los artículos 107, 197,
294 y 295 del Código Procesal Penal de la Nación@ (conf. causa n1 15490 AFernández Terraza@, rta. el 8 de julio de 1999,
reg. n1 16593 y sus citas).
En igual sentido la Cámara Nacional de Casación Penal sostuvo que Ade ningún modo puede
imponerse como requisito de validez de la indagatoria la notificación del acto a la defensa para posibilitar su presencia o
entrevista previa, cuando el imputado no las requiereY.y que la garantía de defensa en juicio se encuentra amparada si al
imputado, al momento de recibírsele declaración indagatoria se le hace conocer todos los derechos que le asisten
(C.N.C.P. Sala III AGuillen@ rta. 2/05/1997 y sus citas).
En segundo término, surge de la declaración indagatoria de Segovia que Ase lo invita a hacer
2376
Poder Judicial de la Nación
uso del derecho que le acuerda el artículo 197 del C.P.P.N., de entrevistarse previamente con su abogado defensor, de lo
que manifiesta que no desea hacer uso de tal derecho@ (conf. fs. 73vta), razón por la cual la medida extrema solicitada no
puede prosperar.
Finalmente, el planteo restante tampoco habrá de recibir una respuesta favorable, en la
medida que la resolución cuestionada satisface los recaudos formales aplicables, ya que más allá de apreciar un desarrollo
limitado en sus consideraciones, no existen vicios u omisiones esenciales y cumple con la descripción del hecho y su
calificación de manera clara y razonada, advirtiendo que los argumentos vertidos por la defensa se refieren al mérito o
contenido de dicha decisión, atacable por la vía que se ha intentado en el presente incidente. En consecuencia, nos
encontramos frente al caso de absorción de la nulidad por la apelación.
Asimismo, debe recordarse el carácter restrictivo con el que deben considerarse las
nulidades, lo que se encuentra establecido en los artículos 2 y 166 del Código Procesal Penal de la Nación (conf. c. n1
33698 ASuárez, R. D. s/ procesamiento@, reg. n1 1060, rta. el 8 de octubre de 2002).
III. Tal como se dijera precedentemente al descartar los planteos de nulidad, los agravios de
la defensa deben interpretarse como cuestionamientos propios de la evaluación de la prueba y de la decisión a la que se
arribó en consecuencia.
Sentado lo expuesto, debe señalarse que discrepo con el auto de mérito adoptado por el
magistrado de la anterior instancia y adelanto que será revocado.
Los elementos de prueba colectados en la causa, que sostendrían la hipótesis delictiva
reprochada a Segovia, de momento, no resultan suficientes para sujetarlo al proceso.
Es así que cobran relevancia los argumentos desarrollados por la asistencia letrada del
nombrado, en orden a que no se ha podido acreditar debidamente y respecto de su asistido, la tenencia del material
estupefaciente incautado en autos.
Conforme se desprende de la declaración testimonial del preventor Aldo Ariel Berneda, éste
observa que AYlos masculinos ascienden en forma rápida al automóvil en que circulabanY@ y que al identificarse como
policía Ase abre la puerta del acompañante y viendo que arroja algo hacia el asfaltoYdonde estaba la parte trasera del
automóvil@ (conf. fs. 1).
Repárese, que de ese mismo testimonio surge que Segovia se encontraba sentado en la
posición de conductor del vehículo, mientras que su consorte de causa estaba a su lado.
Lo expuesto, se compadece con lo sostenido por el imputado al ser indagado, principalmente
en orden a que el material estupefaciente no le pertenecía.
En ese sentido, resulta conducente con el avance de la investigación, escuchar
testimonialmente en sede jurisdiccional al personal policial interviniente en el procedimiento que originara estos actuados
a los efectos de que brinden mayores precisiones en torno a las dudas generadas sobre la efectiva disposición del material
estupefaciente por parte de Segovia.
Asimismo, luce adecuado recibir declaración a los testigos del procedimiento a fin de que
aporten datos que puedan resultar relevantes para la pesquisa, como así también arbitrar todas aquellas otras medidas que
el juez de grado estime pertinente con el progreso de la investigación.
Es por ello que voto por:
I. rechazar los planteos de nulidad articulados por la defensa de Fernando Ariel Segovia.
II. revocar el auto que -en fotocopias- luce a fs. 1 y en consecuencia dictar la falta de merito
para procesar, como así también para sobreseer, a Fernando Ariel Segovia en orden al delito por el que fuera indagado.
Los doctores Gabriel R. Cavallo y Eduardo R. Freiler dijeron:
I- Para dar respuesta al planteo de nulidad de la indagatoria debe tenerse en cuenta que de
las constancias de la causa se desprende que con fecha 26 de junio de 2006 el a quo tomó conocimiento de que Fernando
Ariel Segovia, quien tenía un pedido de captura en razón de su inasistencia a prestar declaración indagatoria, se hallaba
detenido a disposición de otro tribunal. Al día siguiente solicitó su traslado para el 3 de julio. Ese día se recibió
declaración indagatoria al nombrado de cuya acta se desprende que, luego de hacerle saber sus derechos, el imputado
manifestó que por el momento no deseaba designar abogado defensor. Sin perjuicio de ello, el a quo le designó el
defensor oficial y continuó la indagatoria, en la que Segovia efectuó su descargo (73/74 del principal).
Posteriormente, el 7 de noviembre de 2006 el juez resolvió decretar el procesamiento sin
prisión preventiva de Segovia en orden al delito de tenencia de estupefacientes para consumo personal, trabó embargo
sobre sus bienes y suspendió el trámite para imponerle una medida de seguridad en los términos del art. 18 de la ley
23.737 (fs. 91 del principal).
Finalmente, con fecha 13 de noviembre de ese año se produjo la primera notificación en
todo el expediente al Defensor Oficial, Dr. Gustavo Kollman (fs. 92 del principal).
II- Que de la reseña efectuada se advierte que asiste razón al recurrente en cuanto a que en
autos se ha configurado una afectación a la garantía de defensa en juicio. En efecto, el alcance de la garantía no se limita
exclusivamente a no ser privado de la oportunidad de ser oído, sino que también se extiende a la posibilidad cierta de tener
un defensor que lo asesore acerca de las consecuencias procesales de sus actos y manifestaciones, que es precisamente lo
que se encuentra discutido en autos.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sentado al respecto que esta garantía, en
materia penal, A...no se reduce al otorgamiento de facultades para el ejercicio del poder de defensa, sino que se extiende
Bsegún los casosB a la provisión por el estado de los medios necesarios para que el juicio al que se refiere el art. 18 de la
Constitución Nacional, se desarrolle en paridad de condiciones respecto de quien ejerce la acción pública y quien debe
soportar la imputación mediante la efectiva intervención del defensor@ (Fallos 308:1558; 237:158).
Sobre este punto, la ley procesal es muy estricta en cuanto al modo en que debe asegurarse
la intervención del defensor en actos relevantes del proceso. En lo que aquí interesa, encontramos que los artículos 107 y
197 del Código Procesal Penal de la Nación disponen que en la primera oportunidad, y en todo caso antes de la
indagatoria, el juez invitará al imputado a designar defensor entre los abogados de la matrícula y si el imputado no lo
hiciere hasta ese momento, el juez designará de oficio al defensor oficial, salvo que autorice al imputado a defenderse
2377
Poder Judicial de la Nación
personalmente. A su vez, la segunda de las normas mencionadas agrega que AEl defensor, podrá entrevistarse con su
asistido inmediatamente antes de practicarse los actos aludidos en los artículos 184 penúltimo párrafo, y 294 bajo pena de
nulidad de los mismos.@
Y aunque no sea una condición de validez la presencia del defensor en el acto mismo de la
indagatoria (art. 295 C.P.P.N.), una sana interpretación de los artículos 107 y 197 imponen necesariamente la obligación
de notificarlo en tiempo útil a fin de su eventual concurrencia al acto (de esta Sala, causa n° 25.208 ARossi@ del 7/4/94,
reg. n° 174; en similar sentido, Alejandro Carrió, El derecho a la entrevista previa en el nuevo Código Procesal Penal.
Los primeros fallos, LL 1993-D, 369).
Tal afirmación se sustenta en la reiterada doctrina del Máximo Tribunal en cuanto a que en
los procesos criminales no basta con que formalmente se haya legitimado a un defensor para actuar en juicio, sino que se
le debe haber dado oportunidad útil y efectiva de hacerlo en defensa del justiciable (Fallos 189:34; 304:1886; 308:1559;
311:2502: y 327:5097, entre muchos otros).
En síntesis, las normas reglamentarias del derecho de defensa vedan, salvo que el juez haya
autorizado al imputado a defenderse personalmente, la posibilidad de recibir declaración indagatoria sin la previa
designación de un defensor, a quien habrá que notificar para poder hacer efectivo el principio.
En el caso concreto, ha existido un verdadero estado de indefensión de Segovia pues en
ningún momento tuvo la posibilidad cierta de contar con la defensa técnica exigida por la garantía consagrada en el art. 18
de la Constitución Nacional. No sólo la designación del defensor oficial fue efectuada en el mismo acto de la indagatoria,
en clara contravención de los arts. 107 y 197 del código de rito, sino que su asistencia técnica recién tomó conocimiento
de ello varios meses después al ser notificado del procesamiento, por lo que se le impidió toda oportunidad de actuar en la
causa ya sea asesorando al imputado o controlando el proceso.
Al mismo tiempo, si bien el imputado en el acto habría renunciado al derecho a designar un
letrado defensor, dicha manifestación resultó irrelevante en la medida en que el instructor ante ello no lo autorizó a
defenderse personalmente sino que, como se vio, entendió que debía ser asistido por el defensor oficial (art. 107 del
código de rito), por lo que debió necesariamente haberlo notificado.
En suma, en el proceso no se ha cumplido con los recaudos legales que garantizan
plenamente el ejercicio del derecho de defensa en juicio, circunstancia que se ve severamente agravada por el hecho de
que Segovia se hallaba privado de su libertad por orden de otro juzgado (en igual sentido, CS Fallos 189:34).
En atención a que el defecto señalado conducirá a la nulidad de la indagatoria y todos los
actos siguientes por ser éstos su consecuencia directa (art. 197, 166 y 172 del código de rito), resulta innecesario entrar al
análisis de las demás cuestiones introducidas por el recurrente.
Es por todo lo expuesto que votamos porque se declare la nulidad de la declaración
indagatoria y todo lo actuado posteriormente (arts. 166, 197 y 172 del Código Procesal Penal de la Nación).
En virtud del Acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: DECLARAR la nulidad de
la declaración indagatoria de Fernando Ariel Segovia y todo lo actuado posteriormente (arts. 166, 197 y 172 del Código
Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber al señor Fiscal de Cámara y devuélvase a primera instancia a fin de
que se practiquen las notificaciones a las que hubiere lugar.
Sirva la presente de atenta nota de envío.@
DEFRAUDACION: ESTAFA. ARDID. Inidoneidad del ardid. El Estado como sujeto pasivo. Cobro
indebido de haberes previsionales. Poderdante fallecido.
No puede considerarse desplegado el ardid idóneo exigido para el delito de estafa, a la conducta del
apoderado del beneficiario previsional fallecido que cobra los haberes por ese concepto si dicho deceso fue
debidamente inscripto en el organismo estatal competente desde que a partir de este momento solo la
ineficiencia del estado en arbitrar los medios necesarios para que la administradora de la seguridad social
(ANSES) entre en conocimiento de la defunción explica ese pago indebido de los haberes jubilatorios
devengados con posterioridad al fallecimiento
Es que el Estado debe establecer un mecanismo eficaz de intercambio de información entre sus
organismos y por ende, además, debe ser considerado un sujeto -víctima- con altas posibilidades de defensa
(aunque de hecho no las haya utilizado) motivo por el cual el ardid dsplegado por los imputados en este caso
resulta inidoneo.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah
2378
Poder Judicial de la Nación
12.6.2007
AMOLINARI, y otros s/defraudación@@
Causa 40.213
Reg. 550
J. 4 - S. 7.
NOTA I: (N. del R..) Ver además de la Sala I los casos ALUCHINI, María@ y ALORENZO, Adriana@
ambas del 3.10.2006 y de la Sala II AWOLOSZYN, Esteban@ del 14.4.2005 (respecto de fondos depósitados
en ese mismo concepto en una cuenta bancaria).
NOTA II: Ver en el mismo sentido lo resuelto en autos ACAMERINI, Federico@ del 21.6.2007.
NOTAIII: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 12 de junio de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
IA fs. 4 se encuentra glosado el recurso de apelación interpuesto por el representante del
Ministerio Público Fiscal, Dr. Gerardo D. Pollicita, contra la resolución de fs. 176/9, por la que el Sr. Juez de grado
dispuso el sobreseimiento de Rosa Eva Cardoso, Elena Norma Melfi y Silvia Cecilia Bermúdez.
El origen de esta causa tuvo lugar en razón de la denuncia formulada el día 28 de abril de
2003 por Gabriela Fernanda Sustas, en representación de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES). En
esa oportunidad dio cuenta del cobro indebido por parte de los imputados Rosa Eva Cardoso, Elena Norma Melfi y Silvia
Cecilia Bermúdez de los haberes jubilatorios de Moises Cardoso (beneficio n1 15-5-0409525-0), Eduardo Melfi (beneficio
n1 10-0-5343184-0) y Angélica Pérez (beneficio n1 13-0-090141-0) -respectivamente-, con posterioridad a la muerte de
los nombrados en último término, mediante la presentación de un poder que los habilitaba al efecto.
De acuerdo a las pruebas recolectadas el Sr. Moises Cardoso habría percibido
indebidamente los haberes correspondientes al período comprendido entre el 11 de diciembre de 1998 y el 31 de enero de
1999, el Sr. Eduardo Melfi entre el 11 de enero y el 28 de febrero de 1999 y la Sra. Angélica Pérez entre el 11 de diciembre
de 1998 y el 31 de marzo de1999 (cfr. Expedientes de Recupero Extrajudicial n1 024-99804680710-820, 02499804680639-820 y 024998047537-820 respectivamente, y actas de defunción donde constan los decesos de los
beneficiarios).
Por tanto, en base a las pruebas de la causa la materialidad de los hechos se encuentra
acreditada.
El Juez de Primera Instancia sostuvo que los hechos de la causa se subsumían bajo la figura
del artículo 174, inciso 51 del Código Penal y fundó el sobreseimiento de los imputados en la atipicidad de la conducta
generada por la ausencia de dolo.
En la oportunidad prevista por el artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación, la
representante del Ministerio Público Fiscal ante esta Alzada, Dra. Eugenia Anzorreguy de Silva, funda su agravio en los
mismos argumentos vertidos por el Fiscal de grado en su apelación, entendiendo que el temperamento liberatorio
adoptado deviene prematuro (fs. 265).
IIAhora bien, avocándonos a la cuestión traída a estudio, los suscriptos consideran que los
hechos bajo análisis no se subsumen bajo la figura de estafa en perjuicio de la administración pública (art. 174, inc. 51, en
función del art. 172 del C.P.).
En efecto, en la estafa es necesario que el autor del delito, mediante la introducción de un
ardid idóneo, haga incurrir a otro en error, quien de ese modo efectúa una disposición patrimonial que le ocasiona un
perjuicio también de contenido patrimonial. La figura legal requiere para su configuración la presencia de cuatro
elementos típicos, a saber: engaño o ardid inicial, error en el sujeto pasivo, disposición patrimonial y perjuicio patrimonial
-y su ineludible concatenación causal-.
Los suscriptos entienden que en estos actuados no se ha configurado un ardid idóneo para
generar el error que motivó el pago indebido de los haberes jubilatorios.
El ardid es el astuto despliegue de medios engañosos. En palabras de Soler A... para constituir
ardid se requiere el despliegue intencional de alguna actividad cuyo efecto sea el de hacer aparecer, a los ojos del otro
sujeto, una situación falsa como verdadera y determinante@ (Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, TEA, Bs. As.,
1996, p. 348).
A fin de que el elemento típico del delito de estafa sea configurado, el ardid debe ser idóneo.
El análisis de la idoneidad del ardid no puede prescindir de tomar en cuenta la calidad del sujeto engañado o, en su caso,
de la víctima del delito (que podría haber prevenido el error). Una misma conducta desplegada por un agente puede ser
considerada en un caso ardidosa y en otro caso carente de idoneidad engañosa, al ser distintos los sujetos pasivos del
error.
Enseña Soler que, a fin de analizar la idoneidad del ardid, debe tomarse en cuenta
A... la situación concreta, comprendiendo dentro de la totalidad del ardid las condiciones mentales y culturales del
destinatario expresamente buscado@ (op. cit., p. 369).
En igual sentido, este Tribunal ha dicho que A... habrá que evaluarse en cada caso la especial
relación que se da entre la víctima y el victimario, midiéndose las características de la conducta del primero, en relación a
la capacidad del segundo@ (Sala I, c. 18.633, ALetteri, Domingo s/ defraudación@, rta. 25/10/84, reg. 596).
Ahora bien, a la luz de las consideraciones expuestas, los suscriptos entendienden que en el
caso de marras, la conducta desplegada por los imputados no puede considerarse un ardid idóneo. En este sentido, debe
tenerse presente que el fallecimiento de Moises Cardoso, Eduardo Melfi y Angélica Pérez fue debidamente inscripto en el
organismo estatal competente. A partir de esta circunstancia, sólo la ineficiencia del Estado en arbitrar los medios
2379
Poder Judicial de la Nación
necesarios para que el ANSES entre en conocimiento de la defunción explica el pago indebido de los haberes jubilatorios
después de los fallecimientos.
Dado que el Estado debe establecer un mecanismo eficaz de intercambio de información
entre sus organismos, se lo considera un sujeto (víctima) con altas posibilidades de defensa (aunque de hecho no las haya
utilizado), motivo por el que el ardid desplegado por los imputados en este caso deviene inevitablemente inidóneo.
El hecho de exhibir un poder - extinguido en razón de la muerte del otorgantepretendiendo el cobro de haberes jubilatorios de una persona fallecida no constituye un medio idóneo para
engañar a la ANSES (o al empleado que la representa), en la medida que el fallecimiento esté debidamente
inscripto.
Desde otro punto de análisis, la negligencia de la víctima impide considerar que en autos
exista relación de causalidad configurativa del delito. Es imprescindible distinguir la situación del que simplemente creyó
de la de aquél que fue engañado: para que haya defraudación la víctima debe ser engañada, y no engañarse. Para que un
sujeto sea jurídicamente protegido, la ley exige que el error no se derive de su torpeza, porque cuando la ignorancia del
verdadero estado de cosas proviene de una negligencia culpable el error no puede alegarse.
Enseña Romero que AEn la teoría se ha negado la relación de causalidad entre el engaño y el
error cuando la víctima no ha obrado con la diligencia debida. De acuerdo con ello, para que exista verdadera relación de
causalidad entre el engaño y el error producido en la víctima, es preciso que el sujeto pasivo no sea negligente, es decir,
que el error no provenga de su propia torpeza, sino del engaño sufrido@ (Romero, Gladys N., Delito de Estafa, Ed.
Hammurabi, Bs. As.,1998, p. 197). Continúa citando a Groizard: ASiendo el engaño el elemento esencial de la
delincuencia, claro es que hay que suponer, para admitir su eficacia, determinadas condiciones de defensa para no dejarse
engañar en la persona contra quien el delito se fragua. Una absoluta falta de perspicacia, una estúpida credulidad o una
extraordinaria indolencia para enterarse de las cosas , puede llegar a ser causa de que la defraudación, más que producto
de un engaño, deba considerarse efecto censurable de abandono, como falta de diligencia@ (Op. cit., pp. 197/8).
Con igual criterio, resolvió esta Cámara en la causa ATesler Edgardo@ al sostener que Apara
que exista verdadera relación de causalidad entre el engaño y el error producido en la víctima, es preciso que el sujeto
pasivo no sea negligente...@ (Sala II, c. 5718, ATesler, Egardo G. y O. s/ defraudación@, rta. 22/05/89, reg. 64.899).
Todo lo expuesto no impide advertir el carácter irregular de la actuación de los imputados circunstancia que habilitaría a una reparación civil-. Mas, lo cierto es que desde una óptica penal, el perjuicio patrimonial
sufrido por la ANSES se debe a la ineficiencia estatal más que las maniobras de los imputados.
No obstante lo referido respecto de la figura del artículo 174 inciso 51 del C.P., y dado que
no puede descartarse en autos la subsunción de los hechos investigados en la figura del artículo 175, inciso 21 del Código
Penal, corresponde que el a quo proceda conforme el artículo 294 del Código de forma, y cite a los imputados a prestar
declaración indagatoria.
Por lo expuesto este TRIBUNAL resuelve:
REVOCAR la resolución de fs. 176/9 en cuanto dispone el sobreseimiento de Rosa Eva
Cardoso, Elena Norma Melfi y Silvia Cecilia Bermúdez, debiendo el Sr. Juez de grado proceder conforme lo expuesto en
los considerandos.
Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase a primera instancia a fin de
que se practiquen las notificaciones de rigor.
Sirva la presente de atenta nota de envío.-@
DELITOS CONTRA LA SALUD PUBLICA: ADULTERACION DE MEDICAMENTOS.
ASOCIACION ILICITA. CONCURSO DE DELITOS.
La organización de personas con el objeto de fabricar y comercializar
productos medicinales
adulterados, constituye el delito de asociación ilícita en concurso real con el de tipificado por el art. 200 último párrafo- del Código Penal.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah
20.7.2007
ALAKOVSKY, Beatriz M. s/procesamiento@@
Causa 40.072
Reg. 837
NOTA: Ver fallo completo.
2380
J. 5 - S. 9.
Poder Judicial de la Nación
DELITOS
CONTRA
EL
PATRIMONIO
ARQUEOLOGICO
Y
PALEONTOLOGICO:
(Art. 48 de la Ley 25.743). COMERCIALIZACION. Tráfico.
ALMACENAMIENTO. Elementos que
forman parte de una colección no registrada. Acción típica.
El Artículo 48 de la Ley 25.743 sanciona a quien Atransportare, almacenare, comprare, vendiere,
industrializare o de cualquier modo pusiere en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de
yacimientos arqueológicos y paleontológicos@. A razón del objetivo perseguido por esta ley, cual es el de
preservar y proteger el patrimonio arqueológico y paleontológico, y el aprovechamiento científico y cultural
del mismo, se desprende que, para su subsunción típica, el almacenamiento de este tipo de objetos deberá ser
considerado una parte integrante de la actividad de tráfico ilícito, que en distintas modalidades se reprime
mediante esa norma.
En este sentido, cabe resaltar lo valorado por los legisladores en el debate parlamentario de la ley en
análisis, donde se señaló que Aprevenir el deterioro, la destrucción o la pérdida, sea por ignorancia o por el
ánimo de lucrar con estos bienes que integran el patrimonio de la Nación, es una responsabilidad del Estado.
Estos hechos que se vienen sucediendo y acelerando en las últimas décadas muestran (...) un preocupante
tráfico de los bienes arqueológicos y paleontológicos argentinos@ (ver Debate Parlamentario de la Ley de
Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, Cámara de Senadores de la Nación, 10° Reunión,
5° Sesión Ordinaria, 4 de junio de 2003).
Entonces si no se ha revelado que la exhibición de los elementos esté vinculada con una actividad de
comercialización como la que prevé el artículo 48 citado debe descartarse la ocurrencia de dicho delito, sin
perjuicio de que se profundice la investigación para determinar la manera en que el imputado habría tomado
posesión de las piezas que conforman su colección.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
21.6.2007
AFERNANDEZ CHITI, Jorge s/sobreseimiento@@
Causa 25.290
Reg. 27.011
J. 5 - S. 10.
NOTA: Veer fallo completo.
ABuenos Aires, 21 de junio de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del
recurso de apelación interpuesto por el Sr. Agente Fiscal Dr. Carlos Miguel Cearras contra el auto que luce a fs. 100/1,
mediante el cual el juez a quo resolvió sobreseer a Jorge Fernández Chiti.
II- Previo a toda otra cuestión, habrán de avocarse los suscriptos al planteo de nulidad
formulado por el representante del Ministerio Público Fiscal en la oportunidad prevista por el artículo 454 del
ordenamiento ritual.
La pretensión del impugnante, en este sentido, no habrá de tener acogida favorable. En
principio, es de destacar que el instructor ordenó la realización de las diligencias que consideró conducentes para
comprobar la existencia de un hecho delictuoso (ver fs. 31/73, 74, 76/90, 100) y que la decisión criticada encontró
apoyatura en el cuadro probatorio reunido a partir de esas medidas. Siendo ello así, cualquier cuestionamiento sobre la
pertinencia de la evaluación efectuada resulta ajeno a la vía intentada, y será examinado en el marco del recurso de
apelación propiamente dicho.
III- Despejado lo anterior, resta analizar si las actividades realizadas por el imputado
adquieren relevancia penal en los términos de la ley 25.743.
Por un lado, el artículo 48 sanciona a quien Atransportare, almacenare, comprare,
vendiere, industrializare o de cualquier modo pusiere en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de
yacimientos arqueológicos y paleontológicos@. A razón del objetivo perseguido por esta ley, cual es el de preservar y
proteger el patrimonio arqueológico y paleontológico, y el aprovechamiento científico y cultural del mismo, se
2381
Poder Judicial de la Nación
desprende que, para su subsunción típica, el almacenamiento de este tipo de objetos deberá ser considerado una
parte integrante de la actividad de tráfico ilícito, que en distintas modalidades se reprime mediante esa norma.
En este sentido, cabe resaltar lo valorado por los legisladores en el debate
parlamentario de la ley en análisis, donde se señaló que Aprevenir el deterioro, la destrucción o la pérdida, sea por
ignorancia o por el ánimo de lucrar con estos bienes que integran el patrimonio de la Nación, es una responsabilidad
del Estado. Estos hechos que se vienen sucediendo y acelerando en las últimas décadas muestran (...) un preocupante
tráfico de los bienes arqueológicos y paleontológicos argentinos@ (ver Debate Parlamentario de la Ley de Protección
del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, Cámara de Senadores de la Nación, 10°° Reunión, 5°° Sesión
Ordinaria, 4 de junio de 2003).
En el sub examine, lo hasta aquí reunido permite descartar tal extremo, desde que la
investigación realizada en el lugar donde el imputado tiene la colección de piezas arqueológicas no ha revelado que
la exhibición de los elementos esté vinculada con una actividad de comercialización como la que prevé el artículo 48
citado.
IV- Este Tribunal no desconoce la relevancia del informe agregado fs.128, de donde surge
que tanto Fernandez Chiti, en su carácter de titular del Instituto de Ceramología Condorhuasi, como la colección
arqueológica que forma parte del mismo, se encuentran registrados -desde el 22 de mayo del corriente- en la Dirección
General de Patrimonio, de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural dependiente del Ministerio de Cultura del Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires, órgano de aplicación en el ámbito local de la ley 25.743.
No obstante, habrá de revocarse el decisorio atacado, sin perjuicio de aclarar que los
argumentos del apelante, basados en la circunstancia de no hallarse acreditada en autos la registración de los objetos
arqueológicos, se refieren -en realidad- a aspectos susceptibles de ser ventilados en la órbita administrativa -tal como lo
establece el artículo 45 de la ley 25.743- y no en sede de la justicia penal.
De todos modos, y en lo que a la óptica penal concierne, se advierte que lo manifestado a fs.
54 en el transcurso de la investigación y en la declaración testimonial de fs. 24, impone profundizar la pesquisa a efectos
de determinar fehacientemente las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que el imputado habría tomado posesión de
las piezas que conforman su colección. A tal fin, deviene indispensable que se cite a prestar declaración testimonial a la
Licenciada Sandra Guillermo, quien según lo expresa la defensa (fs. 142 vta.), estaría efectuando una inspección periódica
en el lugar con motivo de la registración de la colección, así como disponer medidas en la dirección que menciona el Sr.
Fiscal General Adjunto Dr. Germán Moldes en su memorial -punto c, tercer párrafo- vinculada con la información que
pudiera resultar de utilidad, en poder de la autoridad de aplicación de la legislación que precedió a la que rige en este
momento.
En razón de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
REVOCAR la resolución recurrida en todo cuanto decide y fuera materia de apelación,
DEBIENDO el Sr. Juez de grado proceder del modo indicado en el Considerando IV de la presente.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde
deberán efectuarse las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@
DELITO EXPERIMENTAL: AGENTE PROVOCADOR. AGENTE ENCUBIERTO. Personal
policial que cumpliendola orden judicial de realizar tareas de Ainteligencia@ sobre un local dedicado a la venta
de prendas de vestir en infracción a la ley marcaria. MARCAS. NULIDADES PROCESALES. CELADA.
La jurisprudencia es pacífica en torno a que la utilización de un agente provocador es contraria a
nuestro ordenamiento jurídico.
Por ello, sin en el curso del desarrollo de tareas de inteligencia ordenadas judicialmente para
comprobar la existencia en venta de mercadería presuntamente en infracción a la ley de protección de las
marcas registradas, un agente policial concurre a un local comercial haciéndose pasar por un cliente
interesado en obtener una remera de determinada marca y el vendedor accede al pedido del supuesto cliente
incuestionablemente, el agente policial produjo la venta prohibida penalmente por la ley marcaria, de modo
que su actuación es propia de un agente provocador y, como tal, repugnante a la luz de la garantía contra la
autoincriminación consagrada en el artículo 18 de la Constitución Nacional.
En otras palabras se infiere
que la policía tuvo una actitud creadora del delito en tanto el
ocultamiento de la identidad policial y la incitación del agente tuvo por objeto generar la venta prohibida por
el artículo 31, inciso Ad@@ de la ley 22.362. De esta forma, nos encontramos ante la existencia de un delito
experimental provocado por la intervención de un agente provocador.
2382
Poder Judicial de la Nación
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah (s/su voto)
19.7.2007
ALEVY, Gustavo R. s/procesamiento@
Causa 40.510
Reg. 836
J. 9 - S. 17.
NOTA: Ver fallo completo.
////////////////nos Aires, 19 de julio de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
Los Dres. Gabriel Cavallo y Eduardo Freiler dijeron:
ILlegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de
apelación interpuesto por la defensa de Gustavo Ramón Levy (fs. 7 del incidente) contra la resolución del a quo mediante
la cual decretó el procesamiento del nombrado por considerarlo prima facie autor penalmente responsable del delito
previsto en el art. 31, inciso Ad@ de la ley 22.362 (fs. 1/5).
Se inicia la presente investigación el 18 de enero de 2006 cuando personal de la Seccional
16a. de la policía Federal Argentina Bmientras se encontraba recorriendo el área jurisdiccionalB pudo observar que sobre
la calle Lima Oeste (cerca de su intersección con la calle Pavón de esta ciudad) existía un local comercial, sin
denominación, en el cual se exhibían para la venta prendas de vestir con marcas estampadas de firmas reconocidas, tales
como AAdidas@ y APuma@, no siendo aparentemente originales (fs. 1).
Como consecuencia de esta circunstancia, el Sr. Fiscal formuló el correspondiente
requerimiento de instrucción (fs. 13) y el Juez de primera instancia ordenó la realización de tareas de inteligencia (fs. 14 y
29).
Fue así como, tal como surge de la declaración de fs. 39/40, el 29 de marzo de 2006, un
agente policial ingresó al local comercial de manera encubierta, A...se hizo pasar por cliente y fue atendido por una
persona...a quien le solicitó si tenía alguna remera PUMA y ADIDAS, debido a que quería elegir una para comprarla@.
De esta forma, el vendedor extrajo diversas remeras y el agente policial A[e]ligió una de ellas, siendo ésta con inscripción
PUMA de color azul y vivos grises, le abonó la suma de 10$ en efectivo y el deponente le solicitó la correspondiente
factura a su nombre@.
Sobre la base de estas consideraciones, se ordenó el allanamiento del domicilio en cuestión
(fs. 65/66), donde se secuestró material en contravención a la ley marcaria (fs. 72). Se trata de dos buzos con la inscripción
ALevy´s@ (que resultaron ser apócrifos Bsegún pericia de fs. 88/89B) y doce camisas con la inscripción APierre
Balmain@ (que no fue posible establecer su falsedad o autenticidad por no contar con material genuino de dicha marca).
IIAdelantamos que declararemos la nulidad de la resolución recurrida en virtud de las
irregularidades producidas en el obrar policial que desencadenó en el allanamiento en el que se secuestraron los elementos
cuyo comercio se le reprochan a Levy (ver declaración indagatoria del imputado de fs. 101/102).
Para fundar nuestra posición realizaremos algunas consideraciones en torno a las figuras del
agente encubierto y del agente provocador.
Existe una clara distinción entre la herramienta procesal del agente encubierto (que oculta su
calidad de agente de las fuerzas de seguridad a los fines de investigar o prevenir un delito) y el agente provocador (que
crea la voluntad o instiga a cometer el delito con el fin de someter a su autor a la justicia).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya en el año 1990, expresó que la utilización
excepcional de la herramienta del agente encubierto no es por sí sola inconstitucional, mas aclaró que el uso de un agente
provocador es siempre extraña a nuestro ordenamiento jurídico.
En la causa AFiscal c/ Fernández, Víctor Hugo s/ av. infracción ley 20.771", del 11 de
diciembre de 1990, Fallos 313:1305, la C.S.J.N expresó: AQue es criterio de esta Corte que el empleo de un agente
encubierto para la averiguación de los delitos no es por sí mismo contrario a garantías constitucionales. Una cuidadosa
comprensión de la realidad de nuestra vida social común, y en especial el hecho comprobado de que ciertos delitos de
gravedad se preparan e incluso ejecutan en la esfera de intimidad de los involucrados en ellos, como sucede
particularmente con el tráfico de estupefacientes, impone reconocer que esos delitos sólo son susceptibles de ser
descubiertos y probados si los órganos encargados de la prevención logran ser admitidos en el círculo de intimidad en el
que ellos tienen lugar@.
Sin embargo, el máximo tribunal aclaró: AQue la conformidad en el orden jurídico del
empleo de agentes encubiertos requiere que el comportamiento de ese agente se mantenga dentro de los principios del
Estado de derecho..., lo que no sucede cuando el agente encubierto se involucra de tal manera que hubiese creado o
instigado la ofensa criminal en la cabeza del delincuente, pues la función de quienes ejecutan la ley es la prevención del
crimen y la aprehensión de los criminales, pero esa función no incluye la de producir el crimen tentando a personas
inocentes a cometer esas violaciones (confr. ASorrels v. U.S.@, 287 US 435). De tal modo, cabe distinguir los casos en
que los agentes del gobierno simplemente aprovechan las oportunidades o facilidades que otorga el acusado predispuesto
a cometer el delito, de los que son Aproducto de la actividad creativa@ de los oficiales que ejecutan la ley (confr. Además
del caso citado de 287 US 435, ASherman v. U.S.@, 356 US 369 y AHampton v. U.S.@, 425, US 484) en los que procede
desechar las pruebas obtenidas por la actividad Acriminógena@ de la policía bajo lo que en el derecho americano se
conoce como defensa de entrapment (confr. AWoo Wai v. U.S.@, 223 US 412 y AU.S. Russell@, 411 US 423, además
del ya citado caso de 287 US 435)@.
El agente provocador A...obra siempre persiguiendo un fin de signo contrario al que en
apariencia aspira y por ello provoca la comisión de un hecho como medio necesario para conseguir la reacción en el
sentido deseado, cuando incita a otro a cometer un delito no lo hace con el fin de lesionar o poner en peligro el bien
2383
Poder Judicial de la Nación
jurídico afectado, sino con el propósito de que el provocado se haga acreedor de una pena...@ (Luis Felipe Ruiz Antón,
AEl agente provocador en el Derecho Penal@, Editorial Edersa, Madrid, 1982).
Sobre el agente provocador, la Sala II de este Tribunal tiene dicho que A[e]s por regla
general una herramienta preventiva dirigida a peligros futuros y no al esclarecimiento de hechos pretéritos; previo a su
intervención no existe el delito, es él como instigador quien incide para lograr la exteriorización de la voluntad de los aquí
encausados, Acreando@ el delito. Por lo tanto, el agente provocador precisa para su admisibilidad procesal, de un
normativo específico, circunstancia ésta no sólo no prevista sino contraria a nuestro ordenamiento legal@ (causa n
14.914, ASchroeder, Juan Jorge y otros s/ falsificación de doc.@, reg. 16.519, del 10 de junio de 1999).
A su vez, la Sala II de la C.N.C.P, en la causa n 1.569, AGaete Martínez, Rufo Edgar s/
recurso de casación@, reg. 2591, del 3 de junio de 1999, sostuvo: ANo obstante existir en el sistema norteamericano un
test objetivo y otro subjetivo para determinar la existencia de entrapment, para su procedencia ambos supuestos concurren
en la exigencia probatoria de que el imputado haya sido inducido a cometer el crimen por el agente encubierto que el
imputado o una persona standard no lo hubiera cometido a no ser por la inducción recibida y que el agente actuó como tal
con el único objetivo de obtener evidencia para llegar a un pronunciamiento de condena@.
De esta forma, la jurisprudencia es pacífica en torno a que la utilización de un agente
provocador es contraria a nuestro ordenamiento jurídico.
Ahora bien, con posterioridad al fallo 313:1305 de la C.S.J.N (ya citado) y en relación con
la utilización de la figura del Aagente encubierto@, se dictó la ley n 24.424 (boletín oficial 09/01/1995, modificatoria de
la ley n 23.737), que en el artículo 31 bis estipuló: ADurante el curso de una investigación y a los efectos de comprobar
la comisión de algún delito previsto en esta ley o en el artículo 866 del Código Aduanero, de impedir su consumación, de
lograr la individualización o detención de los autores, partícipes o encubridores, o para obtener y asegurar los medios de
prueba necesarios, el juez por resolución fundada podrá disponer, si las finalidades de la investigación no pudieran ser
logradas de otro modo, que agentes de las fuerzas de seguridad en actividad, actuando en forma encubierta: a) Se
introduzcan como integrantes de organizaciones delictivas que tengan entre sus fines la comisión de los delitos previstos
en esta ley o en el artículo 866 del Código Aduanero, y b) Participen en la realización de alguno de los hechos previstos
en esta ley o en el artículo 866 del Código Aduanero...@
De esta forma, con la sanción de la ley n 24.424 el legislador ha establecido que la
aplicación de la figura del Aagente encubierto@ está reservada en nuestro derecho para el esclarecimiento de delitos
previstos en la ley 23.737 o en el artículo 866 del Código Aduanero, siempre que se den ciertas condiciones y que el juez
lo autorice por auto fundado.
De modo consecuente con todo lo expuesto precedentemente, puede concluirse que el
agente provocador resulta incompatible con normas fundamentales de nuestro ordenamiento jurídico, mientras que la
herramienta del agente encubierto se encuentra limitada en sus posibilidades de implementación a ciertos delitos y bajo
condiciones muy excepcionales.
IIIEn lo que sigue expondremos las razones que median en el caso para tener por nulos todos
los actos procesales producidos desde la visita del agente policial al comercio de Levy en adelante (fs. 39/40).
Con respecto a la actuación del personal policial al que se le encomendara la realización de
las tareas de inteligencia, cabe destacar que su obrar no sólo excedió el marco de la autorización judicial (ver fs. 14 y 29),
sino que utilizó métodos propios del llamado Aagente provocador@.
En el curso de tales tareas, un agente policial concurrió al local comercial investigado
haciéndose pasar por un cliente interesado en obtener una remera de marca AAdidas@ o APuma@. Fue así como el
propio agente solicitó una remera de tales características al vendedor, quien accedió al pedido del supuesto cliente y, tras
el pago de la suma de $10 y confeccionar la correspondiente factura, le entregó el pedido efectuado.
Incuestionablemente, el agente policial produjo la venta prohibida penalmente por la ley
marcaria, de modo que su actuación es propia de un agente provocador y, como tal, repugnante a la luz de la garantía
contra la autoincriminación consagrada en el artículo 18 de la Constitución Nacional.
En otras palabras, las constancias de la causa reseñadas en el punto I de la presente
resolución permiten inferir que la policía tuvo una actitud creadora del delito que motiva estas actuaciones. El
ocultamiento de la identidad policial y la incitación del agente tuvo por objeto generar la venta prohibida por el artículo
31, inciso Ad@ de la ley 22.362. De esta forma, nos encontramos ante la existencia de un delito experimental provocado
por la intervención de un agente provocador.
Ahora bien, establecida la invalidez de la actuación policial que surge de fs. 39/40, igual
suerte debe correr el allanamiento al que diera origen, el secuestro de la mercadería y todos los actos procesales que en su
consecuencia se produjeron, debiendo excluirse la prueba obtenida en tanto esta fue habida ilegítimamente.
AEllo así porque la incautación del cuerpo del delito no es entonces sino el fruto de un
procedimiento ilegítimo, y reconocer su idoneidad para sustentar la condena equivaldría a admitir la utilidad del empleo
de medios ilícitos en la persecución penal, haciendo valer contra el procesado la evidencia obtenida con desconocimiento
de garantías constitucionales, lo cual no sólo es contradictorio con el reproche formulado, sino que compromete la buena
administración de justicia al pretender constituirla en beneficiaria del hecho ilícito@ (C.S.J.N. AFiorentino Diego Enrique
s/ tenencia ilegítima de estupefacientes@, del 27/11/1984, Fallos 306:1752).
Sobre la base de estas consideraciones, corresponde declarar la nulidad de todo lo actuado a
partir del accionar del agente policial mencionado, cuyo desarrollo ha viciado insalvablemente el posterior secuestro de las
prendas en infracción a la ley marcaria.
Resta aclarar que, sin perjuicio de que advertimos el legítimo interés de la sociedad en la
represión estatal de delitos, debe entenderse que ese interés social cede cuando el logro de tal cometido implica avalar o
consentir actos que emanan del mismo Estado y que desamparan a los ciudadanos ante el avance de éste sobre sus
derechos fundamentales, sin importar en tal caso, la índole y las características del asunto sometido a la decisión del
órgano jurisdiccional.
Tal como ha sostenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallos 303: 1938, A...la
2384
Poder Judicial de la Nación
regla es la exclusión de cualquier medio probatorio obtenido por vías ilegítimas porque de lo contrario se desconocería el
derecho al debido proceso que tiene todo habitante de acuerdo a las garantías otorgadas por nuestra Constitución
Nacional...@.
A partir del caso Rayford (Fallos: 308: 733) la C.S.J.N. ha establecido que A...si en el
proceso existe un solo cauce de investigación y este estuvo viciado de ilegalidad, tal circunstancia contamina de nulidad
todas las pruebas quese hubieran originado a partir de aquél (considerando 6 , doctrina reiterada en los casos ARuiz@,
Fallos 310:1847 y AFrancomano@ Fallos 310:2384)@.
En este sentido, del examen de las actuaciones no surge que exista un cauce independiente
que permita evitar la exclusión de la prueba obtenida ilegítimamente.
De esta forma, habida cuenta de la irregularidad de la actuación policial y la consecuente
exclusión del material cargoso de autos, es que corresponde adoptar un temperamento de tipo liberatorio respecto de Levy.
Tal es nuestro voto.
El Dr. Eduardo Farah dijo:
Comparto la solución a la que arriban mis colegas. No obstante, es otro a mi juicio el
argumento a partir del cual corresponde concluir de tal modo.
En efecto, la irregularidad del obrar policial -y la consecuente invalidez del allanamiento y
secuestro del material investigado en autos- emerge del exceso en que habría incurrido el agente Gomes en la actividad
formalizada a fojas 39 de este expediente.
Adviértase, al respecto, que habida cuenta de la previa intervención judicial en el caso, el
marco de la actuación policial se encontraba limitado por el auto obrante a fojas 29, a través del cual el juez a quo sólo
había encomendado la Aintensificación de las tareas de inteligencia@ con el objeto de determinar si en el local en
cuestión se continuaba Aexhibiendo para la venta indumentaria de las marcas ´Adidas´ y ´Puma´ en infracción a la ley
22.362, debiendo tomarse nuvas vistas fotográficas de dicho comercio@.
A partir de estas circunstancias es que comparto la solución que los Dres. Cavallo y Freiler
le dan al caso.
En virtud del acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE:
I) DECLARAR LA NULIDAD de todo lo actuado a partir de fs. 39 del presente
expediente (artículo 166 y siguientes del Código Procesal Penal de la Nación).
II) SOBRESEER a Gustavo Ramón Levy en orden al delito por el que fuera indagado
dejando expresa constancia que la formación de la presente no afecta al buen nombre y honor del que hubiera gozado con
anterioridad (artículo 336, inciso 2 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y remítase a la anterior instancia a fin de
que se practiquen las notificaciones a las que hubiere lugar.
Sirva la presente de atenta nota de envío.
ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. TENENCIA SIMPLE. Deficit
probatorio para seleccionar la primera y adoptar la segunda hipótesis.
La imposibilidad de acreditar si la tenencia era para consumo personal o con fines de
comercialización conduce a la aplicación de la figura básica de tenencia simple estipulada por el artículo 14,
primer párrafo, de la ley 23.737 (causa n°° 24.244, reg. n°° 25.792, del 3/10/06; causa n°° 25.109, reg. n°°
26.859, del 24/05/07).
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Luraschi - Irurzun
5.6.2007
APERRONE, Ricardo R. s/procesamiento@@
Causa 25.088
Reg. 26.902
J. 2 - S. 3.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 5 de junio de 2.007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
I- Llegan estas actuaciones a estudio y decisión del Tribunal en virtud del recurso de
apelación interpuesto por la Sra. Defensora Oficial, Dra. Perla Martínez de Buck, contra el punto I de la resolución que
luce a fs. 43/5 del expediente principal, en cuanto dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de Ricardo Rodolfo
Perrone en orden al delito de tenencia simple de estupefacientes (artículo 14, primer párrafo, de la ley 23.737).
La recurrente se agravió de la calificación legal adoptada en ese decisorio, por considerar
que la droga imputada a su asistido estaba destinada a su consumo personal.
II- En primer lugar, cabe señalar que la materialidad del hecho imputado -la cual no ha sido
cuestionada- se encuentra demostrada a partir de las actas obrantes a fs. 1/2, 3 y 4/5; declaraciones de los agentes de
Prefectura Naval Argentina a fs. 16 y 19; declaraciones testimoniales de fs. 17 y 18; declaración en sede judicial del
Oficial Verón a fs. 36 y adelanto del estudio pericial de fs. 51.
2385
Poder Judicial de la Nación
En cuanto a la cuestión objeto de este recurso, luego de valorar las constancias mencionadas
los suscriptos concluyen que, de momento, resulta acertado el encuadre jurídico que el magistrado de grado ha efectuado
respecto del hecho endilgado.
Ello así, porque mas allá de la calidad de consumidor habitual de estupefacientes alegada por
el imputado al realizar su descargo a fs. 41/2, posteriormente corroborada por el examen médico agregado en su legajo de
personalidad, todavía no resultan claras las circunstancias en que fue observado con las pastillas de éxtasis por el personal
preventor en oportunidad de celebrarse la fiesta de música electrónica.
A tal fin, se advierte la necesidad de agotar la instrucción de acuerdo con lo actuado a fs. 31,
35 y 36 para esclarecer que estaba haciendo Perrone con el estupefaciente incautado antes de ser aprehendido, resultando
pertinente contar con la declaración del preventor Oviedo quien junto con los agentes Ibarrola y Verón formara parte del
personal de la Prefectura Naval Argentina que llevó a cabo el procedimiento practicado en el Complejo Costa Salguero
que condujo, entre otros, a su detención.
Por lo pronto, corresponde aplicar el criterio de esta Alzada en cuanto a que la
imposibilidad de acreditar si la tenencia era para consumo personal o con fines de comercialización conduce a la
aplicación de la figura básica de tenencia simple estipulada por el artículo 14, primer párrafo, de la ley 23.737
(causa n°° 24.244, reg. n°° 25.792, del 3/10/06; causa n°° 25.109, reg. n°° 26.859, del 24/05/07).
Por lo expuesto, este Tribunal RESUELVE:
CONFIRMAR el punto I del auto obrante a fs. 43/5 en cuanto ordenó el procesamiento del
encausado en orden el delito previsto en el artículo 14, primer párrafo, de la ley 23.737.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde
deberán efectuarse las restantes notificaciones que correspondan.-@
EXCARCELACION: Monto de la pena conminada como indicador de riesgo procesal. Condena
anterior. Conducta demostrativa de su intención de lograr impunidad. Peligro de fuga y entorpecimiento del
proceso.
Obsta a la concesión de la excarcelación la importante amenaza de pena que se cierne sobre el
encausado en virtud de la gravosa imputación que se le efectuara primero en su indagatoria y luego al ser
procesado (artículos 150, 184 inciso 1°°, 186 inciso 1°° y 237 agravado en los términos del artículo 238
inciso 2°°, todos
del Código Penal) pues constituye un fuerte indicador del riesgo procesal presente en su
caso.
En adición, el imputado registra como antecedente una condena a tres años de prisión de ejecución
condicional por la comisión del delito de tenencia ilegítima de arma de guerra -artículo 189, 4°° párrafo, del
Código Penal, conf. ley 25.086-, circunstancia que permite sostener que, de recaer condena en autos, no
procederá a su respecto el beneficio contemplado por el artículo 26 del Código Penal. Este punto -nada
menor- ciertamente robustece la afirmación precedentemente consignada.
A ello cabe agregar el rol central que -según se presume- le habría cabido en la gestación y dirección
del accionar reprochado, cuyas especiales características y formas de comisión denotan una palpable intención
de sus responsables de lograr la impunidad por diferentes medios, ya sea evitando ser identificados,
impidiéndole el paso al personal policial a fin de no permitirle un correcto despliegue de su tarea preventiva,
buscando no ser avistados en el lugar de los sucesos -por ejemplo, accediendo a éste por distintas arterias- o
alejándose coordinadamente de allí luego de producidos numerosos e importantes daños, agrediendo a los
miembros de las fuerzas de seguridad físicamente y con objetos contundentes para no ser detenidos. El marco
referido da cuenta del grado de organización y cohesión verificado entre las personas involucradas, algunas de
las cuales fueron cauteladas mientras que otras todavía no han podido ser debidamente identificadas.
A este cuadro -determinante, por cierto- deben aunarse las especiales circunstancias en que fue
aprehendido luego de alejarse del lugar de los hechos, intentando eludir el accionar policial escapando por los
2386
Poder Judicial de la Nación
techos de las edificaciones aledañas a una propiedad utilizada por la agrupación que lidera, en cuyos entornos
se suscitaron incidentes y agresiones en perjuicio de efectivos de las fuerzas de seguridad.
Como se ve, la prueba variada y unívoca descripta conduce a afirmar que la posibilidad de que el
encartado vaya a eludir el accionar de la justicia es cierta y concreta.
C.C.C. Fed. Sala II
Cattani - Irurzun - Luraschi
13.6.2007
AESTECHE, Fernando s/excarcelación@
Causa 25.223
Reg. 26.980
J. 4 - S. 7.
NOTA: En el mismo sentido y respecto de la misma persona se expidió el Tribunal en los autos caratulados
AISASI, Joaquin@, y ALESACANO, Raul@ del 13.6.2007.
ABuenos Aires, 13 de junio de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I- Que la defensa de Fernando Luis Esteche interpuso recurso de apelación contra el auto
obrante a fs. 3/6, mediante el cual se denegó la excarcelación solicitada por el nombrado.
II- Como primer punto, y adentrándose en el tratamiento de los planteos de invalidez
efectuados por la defensa en el marco de esta incidencia, el Tribunal no observa que el acto de indagatoria de Esteche
adolezca de los vicios alegados por su asistencia técnica.
Es que en la audiencia señalada se realizó una adecuada descripción de los hechos
endilgados, con referencias concretas a las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que acaecieron y a las
consecuencias lesivas que trajeron aparejados, así como a la participación que le habría cabido al justiciable en ellos.
Además, se efectuó una pormenorizada mención de las pruebas que daban sustento a dicha imputación, cumpliéndose
también con los demás requisitos impuestos por el ordenamiento ritual.
Así las cosas, y descartada la concurrencia de defectos formales, resulta claro que el
justiciable contó con la posibilidad de defenderse en forma efectiva de las conductas que se le achacaron. Mal puede
entenderse, en este contexto, que se hayan violentado sus garantías constitucionales.
Por lo demás, la plataforma fáctica descripta en esa ocasión es exactamente la misma que
fuera materia de evaluación y decisión con posterioridad al definirse la situación procesal de Esteche, tal como lo exige el
principio de congruencia que debe reglar todas las etapas del enjuiciamiento.
III- Por otro lado, la nulidad promovida contra el auto en crisis tampoco habrá de prosperar.
Ello, toda vez que la citada resolución contiene las razones de hecho y derecho que le
otorgan fundamento, siendo que los varios argumentos vertidos por el recurrente en pos de su postura no se vinculan a la
eventual deficiencia o apariencia de la motivación realizada, sino a su disenso con la decisión a que arribó el a quo, asunto
ajeno a la vía intentada y propio del marco de la apelación interpuesta, en el que será debidamente abordado.
IV- Ingresando ya en el fondo del debate que nos ocupa, de inicio, la importante amenaza
de pena que se cierne sobre el encausado en virtud de la gravosa imputación que se le efectuara primero en su
indagatoria y luego al ser procesado (artículos 150, 184 inciso 1°°, 186 inciso 1°° y 237 agravado en los términos del
artículo 238 inciso 2°°, todos del Código Penal) resulta un dato insoslayable, pues constituye un fuerte indicador
del riesgo procesal presente en su caso.
En adición, el nombrado registra como antecedente una condena a tres años de prisión
de ejecución condicional por la comisión del delito de tenencia ilegítima de arma de guerra -artículo 189, 4°°
párrafo, del Código Penal, conf. ley 25.086-, dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal n°° 4 de esta
ciudad el 18 de marzo de 2003 (ver fs. 144/6 del ppal.), circunstancia que permite sostener que, de recaer condena
en autos, no procederá a su respecto el beneficio contemplado por el artículo 26 del Código Penal. Este punto -nada
menor- ciertamente robustece la afirmación precedentemente consignada.
A ello cabe agregar el rol central que -según se presume- le habría cabido en la
gestación y dirección del accionar reprochado, cuyas especiales características y formas de comisión denotan una
palpable intención de sus responsables de lograr la impunidad por diferentes medios, ya sea evitando ser
identificados, impidiéndole el paso al personal policial a fin de no permitirle un correcto despliegue de su tarea
preventiva, buscando no ser avistados en el lugar de los sucesos -por ejemplo, accediendo a éste por distintas
arterias- o alejándose coordinadamente de allí luego de producidos numerosos e importantes daños, agrediendo a
los miembros de las fuerzas de seguridad físicamente y con objetos contundentes para no ser detenidos. El marco
referido da cuenta del grado de organización y cohesión verificado entre las personas involucradas, algunas de las
cuales fueron cauteladas mientras que otras todavía no han podido ser debidamente identificadas.
A este cuadro -determinante, por cierto- deben aunarse las especiales circunstancias en
que Esteche fue aprehendido luego de alejarse del lugar de los hechos, intentando eludir el accionar policial
escapando por los techos de las edificaciones aledañas a una propiedad utilizada por la agrupación que lidera, en
cuyos entornos se suscitaron incidentes y agresiones en perjuicio de efectivos de las fuerzas de seguridad.
Como se ve, la prueba variada y unívoca descripta conduce a afirmar que la
posibilidad de que el encartado vaya a eludir el accionar de la justicia es cierta y concreta.
En conclusión, partiendo de la gravedad y características de los hechos endilgados a Esteche,
el antecedente condenatorio que registra, así como de la actitud evasiva que -a priori- habría asumido en el contexto de los
sucesos y al ser detenido, el Tribunal considera que los extremos apuntados permiten sostener que, de recuperar su
libertad, el justiciable habrá de fugarse o entorpecer el curso de la investigación. Por ende, su excarcelación, al momento,
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Poder Judicial de la Nación
resulta inviable (en los términos de los artículos 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación y en los del 319 de ese
ordenamiento).
Ello, claro está, en el actual estado de cosas y sin perjuicio de la evaluación más profunda
que, sobre el mérito de los elementos probatorios obrantes en el legajo, quepa efectuar al revisar el auto procesamiento
con prisión preventiva dictado a su respecto, oportunidad adecuada para un abordaje más concreto de los argumentos
vertidos por la defensa en torno al grado de responsabilidad atribuido al nombrado en los hechos.
Por lo expuesto, SE RESUELVE:
I- NO HACER LUGAR a los planteos de nulidad formulados por la defensa.
II- CONFIRMAR el auto recurrido en todo cuanto decide y fuera materia de apelación.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde
deberán efectuarse las restantes notificaciones que correspondan.@
EXCARCELACION: RIESGO PROCESAL. Monto de la pena. Arraigo. Dudas sobre la identidad del
procesado.
Es demostrativo de la existencia de riesgo procesal circunstancias tales como la alta amenaza de
pena correspondiente al delito imputado (art. 5°° inc. Ac@@ de la ley 23.737) ello en cuanto, a priori, genera una
presunción en contra de la libertad provisional de los imputados. A su vez, también genera el mismo efecto el
hecho de que los procesados sean indocumentados o se encuentre en una situación irregular en el país y
especialmente que tengan a su núcleo familiar en el exterior a lo que debe sumarse que existan dudas sobre la
verdadera identidad de uno de los imputados o que otro de ellos havría dado un domicilio inexistente.
C.C.C. Fed. Sala I
Freiler - Cavallo - Farah
19.6.2007
AMARTINEZ LOPEZ, José L. s/procesamiento...@@
Causa 40.554
Reg. 576
J. 11 - S. 22.
NOTA: Ver fallo completo.
ABuenos Aires, 19 de junio de 2007.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
ILlegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los recursos de
apelación interpuestos por las defensas de Aldo Mitma Campos (fs. 28/29), de Martín Bravo Luque (fs. 30), de José
Leonardo Martínez López (fs. 48) y de José Alberto Vilchez Orejón (fs. 49) contra la resolución del a quo obrante a fs.
1/14 mediante la cual dispuso el procesamiento de los nombrados en orden al delito de tenencia de estupefacientes con
fines de comercialización (art. 5, inciso Ac@ de la ley 23.737). Cabe aclarar que la defensa de Mitma Campos sólo se limitó
a recurrir la decisión en lo atinente a la prisión preventiva, y que la defensa de Vilchez Orejón y Martínez López no
recurrió esta medida cautelar al momento de apelar.
Por su parte, el Sr. Agente Fiscal a fs. 19/21 recurrió los puntos dispositivos n° IX, X, XI,
XII, XIII, XIV y XV del citado auto, por medio de los cuales el Señor juez sobreseyó a los nombrados y a Estefanía
Elízabeth Altamirano o Carolina Edith Altamirano, Alexis Giovanni Blossierts Arteaga y María Celeste Fernández en
torno al delito de tenencia ilegítima de armas.
IISe inicia la presente investigación el 31 de agosto de 2006 en virtud de una denuncia
anónima recibida en Gendarmería Nacional Argentina. En esa ocasión, se daba cuenta de que en el inmueble sito en la
calle Chile 2265, Capital Federal, se comercializaban estupefacientes.
A esta denuncia se acumularon numerosas denuncias más, como consecuencia de las cuales
el Juez de primera instancia ordenó la realización de tareas de inteligencia sobre el domicilio denunciado.
En virtud de los resultados de estas medidas, se identificó a distintas personas relacionadas al
comercio de estupefacientes (fs. 111, 130, 138, 209, 233 y 362, entre otras) y a las habitaciones n° 2 y 3 del domicilio de
Chile 2265 como el lugar en donde se produciría la comercialización (fs. 362, entre otras), por lo que finalmente se ordenó
la realización del allanamiento de las habitaciones mencionadas.
En la habitación N° 3 Bocupada en el momento del allanamiento por Aldo Mitma Campos y
María Celeste FernándezB se secuestró gran cantidad de envoltorios conteniendo material estupefaciente, una importante
cantidad de dinero en cambio y envoltorios de nylon similares a los que en su interior contenían estupefacientes.
Por su parte, en la habitación n° 2 se secuestró material estupefaciente acondicionado para su
venta, dos armas, un rallador con restos de sustancia, dinero en baja denominación, un pasaporte expedido por la
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Poder Judicial de la Nación
República del Perú a nombre de Martín Bravo Luque, un documento n° 08167972 (expedido por el Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil de la República del Perú) a nombre de la misma persona y una licencia de conducir a nombre
de Miguel Ángel Castiglioni n° 8.521.263.
A su vez, en el piso del pasillo ubicado frente a las habitaciones allanadas Bdonde se
encontraban, entre otros, Martín Bravo Luque y José Alberto Vilchez Orejón y José Leonardo Martínez LópezB también
se secuestraron numerosos envoltorios con material estupefaciente, un rallador, un colador y una pipa de armado casero,
todos ellos con restos de sustancia estupefaciente.
A fs. 660/664 se encuentra agregado el peritaje sobre la sustancia ilícita secuestrada en autos,
por el cual se determinó que se trata de cocaína.
IIIAhora bien, a fin de lograr una adecuada exposición de las situaciones procesales de los
encausados deviene adecuado analizar cada una de ellas por separado.
Por ello, en relación con la situación procesal de Aldo Mitma Campos, debemos resaltar
que la defensa no apeló el procesamiento del nombrado, sino tan solo su prisión preventiva. Por esta razón, nos
circunscribiremos al estudio de la medida cautelar en el punto V-.
Con relación a Martín Bravo Luque, compartimos la valoración probatoria que el a quo
efectuó de los elementos de cargo que obran en la causa a su respecto.
En primer lugar, corresponde señalar que el nombrado fue detenido en el pasillo frente a las
habitaciones n° 2 y 3 al momento del allanamiento, habiendo en el piso diversos elementos vinculados a la venta de
drogas.
En segundo lugar, en la habitación n° 2 se encontró un pasaporte y un documento (n°
08167972) a su nombre, lo que permitiría inferir que el imputado residía en tal habitación. Si bien es cierto que el
nombrado sostuvo en su descargo (fs. 506/508) que los documentos se los habría dado a un tal AGimenez@ o AJimenez@
como garantía de la compra de una de las habitaciones del domicilio Chile 2265 By que sería, entonces esa persona la que
viviría en la habitaciónB, tal afirmación no ha sido respaldada por elemento alguno, dando resultado negativo la
identificación de AGimenez@ o AJimenez@, por lo que no permite desvirtuar los elementos de prueba que obran en estos
actuados en su contra.
En este sentido, a fs. 425 luce el testimonio de Manuel Antonio Torrico Marchan
Bdomiciliado en Chile 2265B quien dio cuenta de que Luque vive en la habitación n°2 y la declaración del Inspector
Gastón Acuña en donde da cuenta de que vecinos del lugar habrían manifestado no conocer a ningún AGimenez@ o
AJimenez@ y que en la habitación n° 2 vivía un masculino de nombre AMarcelo@, AParaguayo@ o APatachin@ quien habría
vendido la habitación a un tal AMartín@ (conforme fs. 641).
Por otro lado, también son relevantes los testimonios que refieren que los imputados en esta
causa indistintamente vendían droga (conforme fs. 477/478, entre otras), que el consorte de causa Martínez López entraba
y salía de las habitaciones n° 2 y 3, y que el material estupefaciente se compraba desde la reja del domicilio de la calle
Chile 2265 (y no dentro de cada una de las habitaciones internas).
Por estas razones, consideramos que existe el grado de conocimiento requerido por el
artículo 306 del C.P.P.N., para sostener que Martín Bravo Luque tenía el estupefaciente incautado para su
comercialización.
En relación con José Alberto Vilchez Orejón, también concordamos con el a quo al
considerar que se encuentra reunido a su respecto el grado de conocimiento requerido por el artículo 306 del C.P.P.N.
En efecto, el nombrado fue detenido en el momento del allanamiento mientras se encontraba
en el pasillo frente a las habitaciones n° 2 y 3, llevando consigo la suma de $321. Esta circunstancia, sumada al hecho de
que fue identificado en las tareas de inteligencia como AElmer Osco Gutierrez@, quien tenía participación en la venta de
estupefacientes investigada según fs. 130 vta., 233 y 362, impiden que el descargo del imputado Ben el sentido de que sólo
habría estado de visita en el domicilio de Chile 2265 al momento del allanamientoB permita desvirtuar la imputación
delictiva en su contra.
A estas circunstancias, se suman las consideraciones realizadas al momento de analizar la
situación procesal de Bravo Luque (en el sentido de que todos indistintamente vendían droga, que entraban y salían de las
habitaciones y que el material estupefaciente se vendía desde la reja del domicilio cuestionado).
Respecto de José Leonardo Martínez López, también confirmaremos la resolución
recurrida en este punto. En efecto, el nombrado fue detenido al momento del allanamiento mientras se encontraba en el
pasillo frente a las habitaciones n° 2 y 3 de la calle Chile 2265.
Por otro lado, conforme surge de la declaración de la Cabo Fredes de la PFA a fs. 429 éste
habría arrojado un elemento al piso al notar la presencia policial minutos antes del allanamiento Bdebiendo recordar que
no pudo determinarse cuál de los elementos secuestrados fue el arrojado por el imputadoB, donde se incautaron elementos
vinculados a la venta de droga.
Esta circunstancia, sumada al hecho de que Martínez López sería el individuo identificado
como Ael cabezón@ en las tareas de inteligencia (fs. 429), quien Bconforme se sostuvoB entraba y salía de las habitaciones
n° 2 y 3 y habría sido señalado por los vecinos del lugar como uno de los involucrados en el comercio de estupefacientes,
resultan suficientes para acreditar su vinculación con los hechos por los cuales se lo responsabiliza y genera que su
descargo aparezca sólo como un intento de mejorar su situación procesal.
IVEn lo atinente a la calificación legal escogida por el a quo en el auto apelado, entendemos
que la misma luce adecuada, sin perjuicio de la que en definitiva corresponda.
En efecto, el comportamiento de los procesados encuadra en la figura prevista por el artículo
5, inciso Ac@ de la ley 23.737 en tanto habrían tenido el material estupefaciente incautado con fines de comercialización.
Las tareas de inteligencia realizadas en la presente investigación dan cuenta de que en el domicilio allanado se han
realizado en diversas oportunidades intercambios de estupefacientes con personas que se acercaban al lugar (fs. 130, 233,
2389
Poder Judicial de la Nación
362, entre otras), siendo que muchos de los compradores fueron luego detenidos portando sustancia prohibida (confrontar
fs. 310/311, 316 y 391/393).
Sobre el punto, corresponde señalar al magistrado que pesa una imputación sobre Marcos
Nicolás Paredes que no ha sido evaluada en autos (confrontar fs. 316 y siguientes) circunstancia que deberá ser
regularizada una vez devueltas las actuaciones.
Luego, la cantidad de droga secuestrada, la circunstancia de que fuera hallada distribuida en
pequeños envoltorios y el secuestro de elementos de fraccionamiento (bolsas de nylon, rallador y colador) permiten
descartar la posibilidad de que la tuvieran para su propio consumo y avalan, en principio, la hipótesis del comercio. (Ver,
en especial, el acta de allanamiento de fs.403/406).
VEn lo que concierne al encierro preventivo de los imputados en autos debemos realizar las
siguientes consideraciones.
En primer lugar, debemos recalcar que el Dr. Fernando Ponga, defensor de José Alberto
Vilchez Orejón (hoy su asistencia está en cabeza del Dr. Juan Martín Hermida, defensor oficial) y de José Leonardo
Martínez López, no se ha agraviado de la prisión preventiva que pesa contra sus pupilos al momento de interponer los
recursos de apelación, planteando recién en esta instancia la nulidad de la medida cautelar.
Por ello, no encontrándose habilitada esta instancia para entrar a analizar el acierto o no de la
prisión preventiva de los nombrados, y considerando que la nulidad solicitada no puede ser tratada en el marco del recurso
de apelación limitado por el propio letrado, es que habrá de remitirse la presente a primera instancia a fin de que el Sr.
Juez le de el curso correspondiente.
Con respecto a Aldo Mitma Campos y a Martín Bravo Luque, avalaremos lo resuelto por el
a quo en tanto aparece como verosímil la existencia del riesgo procesal al que el Juez hace referencia. En primer
término, la alta amenaza de pena del delito imputado representa una circunstancia que, a priori, genera una
presunción en contra de la libertad provisional de los imputados. A su vez, también genera el mismo efecto el hecho
de que los procesados sean indocumentados o, como en el caso de Bravo Luque, se encuentre en una situación
irregular en el país, y especialmente que tengan a su núcleo familiar en el exterior.
A ello debe sumarse que existen dudas sobre la verdadera identidad de Aldo Mitma
Campos (fs. 557) y que Martín Bravo Luque habría dado un domicilio inexistente (según surge del legajo personal
de Bravo Luque)
VIEl Sr. Fiscal, en su recurso de apelación, se agravió de los sobreseimientos dictados en la
resolución recurrida en relación con el delito de tenencia simple de armas de fuego de uso civil (artículo 189 bis del
Código Penal) y postuló la incompetencia del fuero federal sobre el hecho.
Sostuvo que el artículo 33, inciso 1°, apartado Ae@ del C.P.P.N. al referirse a la competencia
del Juez Federal , establece el supuesto de infracción al artículo 189 bis (1), (3) y (5) del C.P., encontrándose ajena a la
competencia de este fuero la simple tenencia de armas de fuego de uso civil sin la debida autorización legal (2), como es
el caso.
Por estas razones, y siendo que compartimos en un todo los argumentos expuesto por el Sr.
Fiscal, es que revocaremos los sobreseimientos dispuestos respecto de Martín Bravo Luque, Estefanía Elízabeth
Altamirano o Carolina Edith Altamirano, José Leonardo Martínez López, Alexis Giovanni Blossierts Arteaga, Aldo
Mitma Campos, María Celeste Fernández y José Alberto Vilchez Orejón en orden al artículo 189 bis del Código Penal,
declarando la incompetencia del Juezgado Federal N° 11 para seguir en la investigación del suceso.
Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I- CONFIRMAR el decisorio apelado en cuanto decreta el procesamiento de Martín Bravo
Luque, José Leonardo Martínez López y José Alberto Vilchez Orejón por considerarlos prima facie autores penalmente
responsables del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización previsto y reprimido en el artículo 5°,
inciso Ac@ de la ley 23.737(art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación).
II- CONFIRMAR la prisión preventiva respecto de Aldo Mitma Campos y Martín Bravo
Luque (art. 312, 316, 317 y 319 C.P.P.N.).
III- REVOCAR los sobreseimientos dictados respecto de Martín Bravo Luque, Estefanía
Elízabeth Altamirano o Carolina Edith Altamirano, José Leonardo Martínez López, Alexis Giovanni Blossierts Arteaga,
Aldo Mitma Campos, María Celeste Fernández y José Alberto Vilchez Orejón por el delito de tenencia ilegítima de armas
(artículo 189 bis del Código Penal) y DECLARAR LA INCOMPETENCIA del Juzgado Nacional Criminal y
Correccional Federal N° 11, debiendo remitirse a la Excelentísima Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y
Correccional.
Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y remítase a la anterior instancia a fin
de que el magistrado proceda de acuerdo a lo señalado en los considerandos respecto del planteo de la defensa de
Martínez López y Vilchez Orejón y a fin de que se practiquen las notificaciones de rigor.
Sirva la presente de muy atenta nota de envío.@
EXCEPCIONES PREVIAS: INDULTO. COSA JUZGADA. LITIS PENDENCIA. Ne bis in idem.
Doble juzgamiento. CONSTITUCION NACIONAL. Hechos por los cuales no medió acusación.
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Poder Judicial de la Nación
La reapertura de un proceso penal no importa un nuevo juzgamiento por los mismos hechos y la
consecuente violación al principio ne bis in ídem, si los que se le reprochan a los imputados no formaron
parte de una acusación fiscal -en los términos del artículo 361 del C.J.M.-. Por ello corresponde descartar la
aplicación al caso de la garantía constitucional contra la doble persecución penal.
C.C.C. Fed. Sala II
Irurzun - Luraschi
19.7.2007
AACOSTA, Jorge E. y otros s/proc. y P.P....@
Causa 24.898
Reg. 27.149
J. 12 - S. 23.
NOTA I: Ver fallo completo.
NOTA II: Los delitos motivo de procesamiento han sido considerados como de lesa humanidad.
ABuenos Aires, 19 de julio de 2007.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud de los recursos
de apelación interpuestos a fs. 201/2 por el Dr. Fernando Goldaracena, defensor de Jorge Enrique Perren, Jorge Luis
Magnacco y Antonio Vañek -contra los puntos dispositivos 15, 47 y 51-; a fs. 203 por Carlos Hernán Franco, defensor de
Carlos Jaime Fraguio -puntos dispositivos 43 y 44-; a fs. 308/10 por Raúl Álvaro Landini, defensor de Julio Antonio
Torti -puntos dispositivos 63 y 64-; a fs. 313/39 por Alfredo A.A. Solari, defensor de Alberto Eduardo González, Juan
Carlos Rolón, Néstor Omar Savio, Raúl Enrique Scheller, Carlos José Pazo, Miguel Ángel Benazzi Berisso y Oscar
Rubén Lanzón -puntos dispositivos 11, 12, 21, 22, 23, 24, 35, 36, 53, 54, 59, 60, 65 y 66-; a fs. 340/2 por la Dra.
Verónica M. Blanco, defensora oficial de Jorge Eduardo Acosta, Alfredo Ignacio Astiz, Manuel Jacinto García, Antonio
Pernías, Jorge Raúl González, Jorge Carlos Rádice, Néstor Omar Savio, Víctor Francisco Cardo, Ernesto Frimón Weber,
Ricardo Guillermo Corbetta, Juan Antonio Azic, Carlos Orlando Generoso, Héctor Antonio Febres, Rogelio Martínez
Pizarro y Eugenio Batista Vilardo -puntos dispositivos 1, 2, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 13, 14, 17, 18, 23, 24, 27, 28, 29, 30, 31, 32,
33, 34, 37, 38, 45, 46, 55, 56, 57 y 58-; a fs. 343/5 el Dr. Marcelo A. Riguera, defensor de Roberto Pérez Froio -punto
dispositivo 60 y 61-; a fs. 385/6 por el Dr. Guillermo Felipe Coronel, defensor de Julio César Coronel -puntos
dispositivos 39 y 40-; a fs. 387/390 el Dr. Sebastián Olmedo Barrios, defensor de Hugo Enrique Damario -puntos
dispositivos 41 y 42-; a fs. 403/4 por el Dr. Norberto N. Giletta, defensor de Francisco Lucio Rioja y Pedro Antonio
Santamaría -puntos dispositivos 19, 20, 25 y 26- y finalmente a fs. 459/63 por el Dr. Adolfo Casabal Elía, defensor de
Guillermo Suárez Mason y Oscar Antonio Montes -puntos dispositivos 3, 4, 49 y 50- , todos contra la resolución que luce
a fs. 1/200 de esta incidencia (fs. 23.224/23.522 del principal) que dispone:
1°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Jorge Eduardo Acosta de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por imposición de
tormentos con resultado muerte, y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con
abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código
Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si.
2°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
treinta millones de pesos ($ 230.000.000).
3°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Oscar Antonio Montes de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por imposición de
tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con
abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código
Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si.
4°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
cuarenta y cinco millones de pesos ($245.000.000).
5°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Alfredo Ignacio Astiz de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por imposición de
tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con
abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código
Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si.
6°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
cincuenta y ocho millones de pesos ($258.000.000).
7°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Manuel Jacinto García de las demás
2391
Poder Judicial de la Nación
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada y por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal
de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse
cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa
de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis
inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo
cual concurre materialmente entre si.
8°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
treinta y un millones de pesos ($ 231.000.000).
9°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Antonio Pernías de las demás condiciones
personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos
cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad
agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con
violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación
ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y
último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual
concurre materialmente entre si.
10°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
cuarenta y cinco millones de pesos ($245.000.000).
11°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Alberto Eduardo González de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de
la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse
cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa
de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis
inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo
cual concurre materialmente entre si.
12°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($ 263.000.000).
13°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Raúl Jorge González de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de
la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones; por imposición de
tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con
abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código
Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si.
14°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($ 263.000.000).
15°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Jorge Enrique Perren de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual
concurre materialmente entre si.
16°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000).
17°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Jorge Carlos Rádice de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual
concurre materialmente entre si.
18°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000).
19°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Francisco Lucio Rioja de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual
concurre materialmente entre si
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Poder Judicial de la Nación
20°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
cuarenta y cinco millones de pesos ($245.000.000).
21°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Juan Carlos Rolón de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de
la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse
cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa
de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis
inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo
cual concurre materialmente entre si.
22°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000).
23°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Néstor Omar Savio de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de
la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse
cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa
de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis
inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo
cual concurre materialmente entre si.
24°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000).
25°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Pedro Antonio Santamaría de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí fueron descriptos; por privación ilegal
de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse
cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa
de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis
inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo
cual concurre materialmente entre si.
26°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000).
27°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Víctor Francisco Cardo de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual
concurre materialmente entre si.
28°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000).
29°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Ernesto Frimon Weber de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada y por su participación en los hechos que allí fueron identificados; por privación
ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por
haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por
tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55,
144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616),
todo lo cual concurre materialmente entre si.
30°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000).
31°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Ricardo Guillermo Corbetta de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada y por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual
concurre materialmente entre si.
32°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
sesenta y seis millones de pesos ($266.000.000).
33°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Juan Antonio Azic de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos, (arts. 55, 144 ter primer párrafo
del C.P. conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si.
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Poder Judicial de la Nación
34°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de sesenta y
un millones de pesos ($61.000.000).
35°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Raúl Enrique Scheller de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada, y por imposición de tormentos con resultado muerte (arts. 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre
materialmente entre si.
36°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de ciento
noventa y ocho millones de pesos ($198.000.000).
37°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Héctor Antonio Febres de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada y por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual
concurre materialmente entre si.
38°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos
setenta y un millones de pesos ($271.000.000).
39) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Julio César Coronel de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todos los
cuales concurren materialmente entre si.
40°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000).
41°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Hugo Enrique Damario de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de por hallarlo
coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su
participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un
funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por
imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un
funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último
párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si.
42°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000).
43°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Carlos Jaime Fraguio de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; y por imposición de tormentos con resultado muerte (arts. 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales
concurren materialmente entre si.
44°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de ochenta
y nueve millones de pesos ($89.000.000).
45°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Carlos Orlando Generoso de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales
concurren materialmente entre si.
46°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000).
47°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Jorge Luis Magnacco de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales
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Poder Judicial de la Nación
concurren materialmente entre si.
48°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
trescientos cincuenta y cinco millones de pesos ($355.000.000).
49°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Carlos Guillermo Suárez Mason de las
demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición
de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales
concurren materialmente entre si.
50°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos cincuenta y ocho millones de pesos ($258.000.000).
51°) no hacer lugar a la excepción de indulto planteada y dictar auto de procesamiento con prisión
preventiva de Antonio Vañek de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente
responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí
identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso
de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con
resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus
funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme
texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si
52°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos cuarenta y un millones de pesos ($241.000.000).
53°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Carlos José Pazo de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales
concurren materialmente entre si.
54°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000).
55°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Rogelio José Martínez Pizarro de las
demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición
de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la
libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido
con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de
privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso
1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales
concurren materialmente entre si.
56°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
cuatrocientos veinte millones de pesos ($420.000.000).
57°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Eugenio Batista Vilardo de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de tormentos
cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad
agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con
violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación
ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y
último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales
concurren materialmente entre si.
58°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000).
59°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Miguel Ángel Benazzi Berisso de las
demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición
de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí identificados; por privación ilegal
de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse
cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa
de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis
inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los
cuales concurren materialmente entre si.
60°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
trescientos cincuenta y cinco millones de pesos ($355.000.000).
61°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Roberto Pérez Froio de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal
de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse
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Poder Judicial de la Nación
cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa
de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis
inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los
cuales concurren materialmente entre si.
62°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000).
63°) no hacer lugar a la excepción de indulto planteada y dictar auto de procesamiento con prisión
preventiva de Julio Antonio Torti de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor
penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en
los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un
funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por
imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un
funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último
párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si.
64°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de
doscientos setenta y tres millones de pesos ($273.000.000).
65°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Oscar Rubén Lanzón de las demás
condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de
tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí se identificaron (arts. 55 y 144 ter primer
párrafo conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si.
66°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de sesenta
millones de pesos ($60.000.000).
II. Radicadas las actuaciones en esta Alzada, en la oportunidad prevista por el artículo 454 del Código
Procesal Penal, presentaron memorial los querellantes, Horacio Verbitsky -Presidente del Centro de Estudios Legales y
Sociales- y Carolina Varsky, solicitando en la presentación agregada a fs. 604/11, que se confirmen los procesamientos
decretados; por el contrario, los Dres. Norberto A. Giletta y Norberto N. Giletta a fs. 505/547, la Dra. Verónica Blanco a
fs. 548/84, el Dr. Carlos Hernán Franco a fs. 585/593, los Dres. Sergio Bianchi y Marcelo Riguera a fs. 594/603, el Dr.
Guillermo Felipe Coronel a fs. 612/8, el Dr. Sebastián Olmedo Barrios a fs. 619/622, el Dr. Raúl Álvaro Landini a fs.
623/6, el Dr. Juan María Aberg Cobo a fs. 627/32 y el Dr. Fernando Goldaracena a fs. 633/640, solicitaron en las
mencionadas presentaciones que los procesamientos decretados sean revocados, y efectuaron otros planteos que, por
resultar comunes a los distintos co-imputados, serán agrupados y tratados a continuación en forma conjunta.
III. Cuestiones preliminares:
1. Nulidades:
A) En primer lugar habrán de ser rechazadas las nulidades introducidas por las defensas, en cuanto se
refieren a la falta de descripción de los hechos y las pruebas, y a una Ainexistente@ o Adeficiente@ relación de ellos con la
imputación concreta que se les efectúa a sus pupilos, extremos que llevan a tachar de arbitraria la resolución recurrida
(ver en tal sentido los escritos de los Dres. Carlos Hernán Franco -fs.585/93-; Guillermo Felipe Coronel -fs.612/8-;
Sebastián Olmedo Barrios -fs.619/22-; Raúl Álvaro Landini -fs.623/6-; y Fernando Goldaracena -ver fs.633/41-)
Contrariamente a lo afirmado, a criterio de este Tribunal la decisión cuestionada está suficientemente
motivada conforme las exigencias del art. 308 del Código Procesal Penal, para conformar un acto jurisdiccional válido,
ya que se encuentra fundada en las constancias de la causa.
En tal sentido, aunque las partes invoquen la existencia de supuestas nulidades, los planteos
ensayados resultan ser agravios mediante los cuales expresan su disconformidad con el modo en que fue resulta la
cuestión, los que encontrarán debida respuesta por la vía de las apelaciones articuladas.
Por otra parte, y en relación a las críticas formuladas por los letrados en contra de la valoración de los
medios de prueba obtenidos en el proceso, con un claro predominio de testimonios de víctimas (ver específicamente los
memoriales de los Dres. Giletta de fs. 507/23, 504/47, Olmedo Barrios de fs.619/23, Aberg Cobo a fs. 627/32 y
Goldaracena a fs. 633/41), corresponde traer como referencia al respecto, las pautas señaladas en la causa n1 13/84 por
esta Cámara.
Se dijo en esa oportunidad que: A...la declaración testimonial es un medio de prueba que se privilegia
frente a modos particulares de ejecución en los que deliberadamente se borran las huellas, o bien se trata de delitos que
no dejen rastros de su perpetración, o se cometen al amparo de la privacidad. En tales supuestos a los testigos se los
llama necesarios@.
AEn la especie, la manera clandestina en que se encaró la represión, la deliberada destrucción de
documentos y de huellas, el anonimato en que procuraron escudarse sus autores, avala el aserto@.
ANo debe extrañar, entonces, que la mayoría de quienes actuaron como órganos de prueba revistan la
calidad de parientes o de víctimas. Son testigos necesarios@ (causa n1 13/84, Sentencia de fecha 9 de diciembre de
1985, Tomo I, pág. 294, Imprenta del Congreso de la Nación, 1987).
Esta cita reiterada ante cada ocasión en que las asistencias letradas plantean este agravio, resulta
imprescindible ante hechos que tuvieron como principal método operativo la eliminación física de las víctimas y de todas
aquellas personas que quisieran conocer el destino de familiares y amigos.
Por caso puede citarse la resolución de este Tribunal dictada en la causa n° 24.004 ADomon, Alice y
otras@, Reg. 25.879, resuelta el 17 de octubre de 2006, en la que se describió cómo el aparato represivo secuestró, torturó
y ultimó a familiares que procuraban obtener algún dato sobre parientes y amigos desaparecidos.
Ello también descalifica los cuestionamientos sobre los dichos de las víctimas que permanecieron
con vida intentando presentarlos como parte en una negociación, cuando, como ya se ha visto, sus captores tenían
disposición absoluta sobre sus actividades, bienes y vida, de modo que sus valiosos aportes a este proceso no merecen ser
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Poder Judicial de la Nación
opacados por las motivaciones que hubiera podido tener el aparato represivo para mantenerlos con vida.
Sentado ello resulta inapropiada la pretensión de las defensas que apunta a descalificar las declaraciones
obrantes en la causa invocando supuestas faltas de precisión, sin perjuicio de que los letrados cuentan con la posibilidad
de solicitar que en la posterior etapa de debate se recreen los testimonios, y se los interrogue sobre aquellos aspectos que
consideren necesario esclarecer.
Finalmente, debe señalarse que de acuerdo al principio de la sana crítica racional, el a quo no sólo
describió los elementos probatorios colectados, sino que efectuó su valoración crítica, expresando las razones que,
surgidas de las pruebas colectadas, determinan la decisión adoptada.
Se observa que el resolutorio apelado contiene, en el Considerando II, una descripción de la prueba
relacionada con los hechos que aquí se investigan, y en el Considerando III una valoración preliminar, que se amplía en
ese mismo acápite al analizar cada situación en particular, siendo ése el momento donde evalúa su pertinencia, y los
vincula con otras constancias de la causa y con la conclusión a la que arribará.
Así descriptos, valorados y relacionados con otras probanzas arrimadas a la investigación, los
testimonios son pruebas concretas y suficientes que crean la convicción necesaria para corroborar los hechos, con el
grado de certeza que requiere esta etapa procesal, a lo que debe añadirse que al ser perfectamente reproducibles en la
etapa de debate, vedan la posibilidad de perjuicio y alejan toda pretensión de nulificarla, debiendo en consecuencia
rechazarse las nulidades invocadas.
B) Tampoco habrá de aceptarse la nulidad que introdujeron los Dres. Giletta en los memoriales que
lucen a fs. 507/23 y 524/47 y el Dr. Solari en su apelación de fs. 311/39, alegando la falta de competencia del Tribunal
que por resolución en pleno dispuso continuar con el trámite de los sumarios paralizados, bajo las disposiciones del
Código Procesal Penal de la Nación.
En efecto, aunque la aplicación de las leyes de Apunto final@ (ley 23.492) y de Aobediencia
debida@ (ley 23.521) detuvieron el trámite del proceso, con el dictado de la ley 25.779 que declaró insanablemente nulas
a las normas referidas, esta Cámara en pleno dispuso continuarlas, ocasión en la que afirmó: A...la sanción del Código
Procesal Penal de la Nación (ley n°23.984) y de las leyes 24.556 y 24.820, por las que se incorporó a nuestro orden
normativo interno, con rango constitucional, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas,
impide continuar bajo el procedimiento instaurado por la ley 23.049 y veda la intervención del Consejo Supremo de las
Fuerzas Armadas...@ (reg. n°04/03 P del 1/09/2003).
Por otra parte, como se sostuvo en las anteriores oportunidades en que se efectuaron planteos
similares: A...las resoluciones 3/03P y 4/03P constituyen actos de superintendencia enmarcados en atribuciones
reglamentarias referidos en la asignación de un juzgado para entender en un expediente, y que, por ende, resultan
ajenas a la actividad jurisdiccional que tiene sustento en el Código Procesal Penal de la Nación...@ (ver resolución del
Tribunal en Pleno del 16/9/2003).
Ahora bien, aunque la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal abrió la queja y concedió el
12 de septiembre de 2003 -reg. n°5696.4- el recurso de casación interpuesto por el Dr. Solari contra dicho decisorio (en
representación del co-imputado Scheller), y ese planteo aún no está resuelto, recientemente rechazó la queja intentada por
el mismo letrado contra la resolución de este Tribunal en la que no hizo lugar a la nulidad que pretendía Ade todo lo
actuado@ fundándola en el efecto suspensivo de aquél recurso (ver registro n°8.431.4, rta. el 22/3/2007).
En consecuencia deviene conducente recordar que esta Alzada sostuvo en esa oportunidad que: A...un
alcance tal importa una postergación de la investigación de estos crímenes de lesa humanidad, retardando las
obligaciones asumidas en ese sentido por la Argentina y desvirtuando los objetivos que nuestro país tuvo en miras al
suscribir los tratados internacionales...@ (ver causa n° 23.169 AIncidente de falta de acción@, reg. n° 24.440, rta. el
8/11/2005), decisión que a partir del rechazo de la queja que a su respecto dispusiera la Cámara Nacional de Casación
Penal, torna inconsistente los agravios ensayados, sin perjuicio de lo que en definitiva resuelva el mencionado Tribunal
casatorio en cuanto al fondo de la cuestión.
C) No tendrán acogida favorable los diferentes planteos que bajo el rótulo de nulidad ensayó el Dr.
Alfredo A.A. Solari (ver fs. 312/39), alegando que el juez a quo incurre en errores de subsunción de los tipos penales.
En tal sentido, en cuanto al primer error de subsunción que invoca, fundado en la existencia de
diferentes decretos que a su entender permitían a sus pupilos actuar del modo en que lo hicieron, deberá estarse a la
amplia respuesta que se le dará en el apartado 3 del presente Considerando.
En cuanto a la segunda cuestión de subsunción que menciona el letrado, este Tribunal entiende que es
inadecuado sostener que el instructor no distingue o no diferencia (como la exigía la ley 14.616) cuáles son las conductas
que constituyen Atormentos@ (previstas y reprimidas en el artículo 144 ter primer párrafo), y cuáles Aseveridades@,
Avejaciones@ y Aapremios@ (previstas y penadas en el artículo 144 bis., incisos 2 y 3).
Por el contrario, debe remitirse la defensa a la extensa explicación que efectúa el a quo a lo largo del
Considerando IV, oportunidad en la que expresa el motivo por el cual califica los hechos de uno u otro modo, extremos
que llevan a descartar la nulidad solicitada, sin perjuicio de la calificación que en definitiva se le asigne en estos actuados
y en la posterior etapa de debate.
D) Finalmente en cuanto a la nulidad que invoca el Dr. Solari, relacionada con la incorrecta
imputación de casos cuyas víctimas se desconocen (AN.N@), y aquellos en los que se omite consignar la fecha del hecho
atribuido (ver fs.312/39); así como la sostenida por el Dr. Goldaracena, quien afirma que la lista de casos es Asumamente
vaga e imprecisa@ (ver fs. 633/41), deberá estarse al posterior análisis que se efectuará en los Considerandos V. y VI. en
donde nos ocuparemos de los casos en el marco de la apelación.
E) Para concluir debe decirse que también habrá de rechazarse la nulidad que interpuso el Dr. Landini
a fs. 623/6, en cuanto tacha de arbitraria la resolución dictada por el instructor, alegando que no trató la excepción de
indulto que interpuso en la indagatoria y/o que la trató erróneamente como excepción de cosa juzgada.
Contrariamente a lo afirmado, fue el propio letrado el que las planteó bajo el mismo fundamento,
desprendiéndose del acta de indagatoria que luce a foja 21.584 del principal que: AYopone la excepción de indulto y cosa
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Poder Judicial de la Nación
juzgada fundada en el antecedente AAquino, Mercedes s/denuncia Caso Martinelli Oliva s/plantea inconstitucionalidad
del decreto 1002/89@ resuelta por la CSJN el 14/10/92 (315:2421); todo ello con violación al principio non bis in ídem.
Agrega además que a este respecto, que se encuentra también en trámite ante la mencionada Sala IV de la Casación la
causa n° 6498, originada en el incidente n° 55, en el cual plantea la excepción de falta de acción por cosa juzgada; el
que a su vez resulta copia del planteo oportunamente deducido en el incidente n° 35 inconstitucionalidad indulto
1002/89, promovido por la querella a cargo del Dr. Rodolfo Yanzón, y que a su vez tramita actualmente ante la misma
Sala IV de Casación bajo el n° 6110, sin haber sido resuelta a la fechaY@.
Es así como, en la oportunidad de expedirse sobre la situación procesal de Julio Antonio Torti Considerando III, apartado 30, punto C- el a quo luego efectúa una amplia fundamentación para proceder a rechazar el
planteo, concluye:AYde la mera confrontación de los hechos que se enrostran en la causa n° 761 y los que se investigan
ante esta magistratura se debe concluir que el nombrado Torti no ha sufrido -en relación a los hechos enrostrados ante
este Tribunal-, una persecución penal por parte de un estamento de la Justicia Nacional, por lo que debe ser
rechazadoY@.
En consecuencia, la nulidad introducida no puede tener favorable acogida, ya que más allá de la
disconformidad y discrepancia que la defensa tenga con la solución adoptada, el planteo ha sido debidamente contestado,
sin perjuicio de que, como lo indica el letrado en la indagatoria de su pupilo, aún se encuentren pendientes de resolución
ante la Cámara Nacional de Casación Penal los incidentes en los que se debatió ampliamente ese tema, oportunidad en la
que se ensayaron idénticos agravios.
Cabe recordar en tal sentido, que cuando este Tribunal se expidió sobre la inconstitucionalidad del
decreto 1002/89, sostuvo en punto a la alegada violación del ne bis in ídem que: AYcon el análisis de los antecedentes de
esta investigación surge que la reapertura de este expediente para los imputados no importa un nuevo juzgamiento por
los mismos hechos y la consecuente violación al principio ne bis in ídem, dado que los hechos que se le reprochan a los
imputados de autos no formaron parte de una acusación fiscal -en los términos del artículo 361 del C.J.M.-. Por ello
corresponde descartar la aplicación al caso de la garantía constitucional contra la doble persecución penal.
Dicho en otros términos los sobreseimientos dictados respecto de los imputados de este incidente no
son un obstáculo para la tramitación de este procesoY@.
Y por otra parte, en relación al antecedente AAquino@ que la parte invoca para oponer la excepción de
indulto se señaló:AYla discusión planteada con anterioridad a la reapertura de la causa se centró en cuestiones técnico
formales sobre la oportunidad en la que se dicta el indulto (a procesados o a condenados), pero no en abordar el
problema fundamental de los límites jurídico-materiales de la medida analizada. El problema que plantea la aplicación
del decreto cuestionado es si los delitos que aquí se imputan pueden ser indultados o si, por el contrario, el Estado
argentino tiene el deber de perseguirlos y penarlos.
En la época en que fue dictado el perdón analizado existían normas de rangos supra legales que
permitirían cuestionar su legitimidad. Luego de la reforma constitucional de 1994 resulta evidente la inconducencia de
la discusión sobre la condición de condenados o procesados de sus beneficiarios y la necesidad de centrar el debate en
determinar si los hechos calificados como crímenes contra la humanidad pueden ser perdonados por parte de algunos
de los poderes del Estado a través de actos propios.
Tal situación remite a la obligación internacional derivada del artículo 2° de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. Allí establece que ASi el ejercicio de los derechos y las libertades mencionados en
el artículo 1° no estuviere garantizado por disposiciones legislativas de otro carácter; los Estados Partes se
comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y las disposiciones de esta Convención las
medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades@Y
AYLa obligación de adoptar medidas, en consonancia con el deber de garantía, versa también sobre
la eliminación de las normas incompatibles con los tratados y comprende la obligación de no dictar tales medidas
cuando ellas conduzcan a violar esos derechos y libertades (al respecto: C.I.D.H., Responsabilidad internacional por
expedición y aplicación de leyes violatorias de la Convención-artículos 1 y 2, Convención Americana sobre Derechos
Humanos-, Opinión Consultiva OC-14/94 del 9 de diciembre de 1994). Esto es perfectamente aplicable al caso en
estudio, ya que Anadie puede sostener seriamente que [el indulto] sea más intocable que una ley [...] particularmente en
cuanto a la lesión de derechos que puede implicar@ (Zaffaroni, Eugenio Raúl; Alagia, Alejandro; Slokar, Alejandro;
ADerecho Penal. Parte General@, Ediar, Buenos Aires, 2000, pág. 850).
En 1994, finalmente, se produjo la reforma constitucional que no sólo acogió esta doctrina sino que
fue más allá ampliándola. A la vez que reconoció la mayor jerarquía normativa de los tratados respecto de las leyes
nacionales, en el actual artículo 75, inciso 22 de la Constitución Nacional, dio rango constitucional a un grupo
determinado de instrumentos internacionales, y agregó un mecanismo de decisión para otorgar esa jerarquía a otros
tratados de derechos humanos.
Así, es indudable que esta nueva perspectiva del problema impone revisar los criterios relativos a la
jerarquía de las normas internas y los instrumentos internacionales. En rigor, corresponde modificar los parámetros
tradicionalmente utilizados y adaptarlos a la nueva realidad impuesta no sólo por vía jurisprudencial del Máximo
Tribunal, sino por la propia Constitución.
Además, como se recordará, para la fecha de la firma del decreto 1002/89 (6 de octubre de 1989) el
Congreso ya había aprobado la Convención Americana de Derechos Humanos (desde el 11 de marzo de 1984), así como
también el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (desde el 17 de abril de 1986) y la Convención contra la
Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (desde el 30 de julio de 1986). A su vez, en función
del criterio sentado por la Corte Suprema de Justicia según el cual los tratados internacionales quedan incorporados a
la legislación del país a partir de su aprobación por el Congreso Nacional (Fallos 202:353), esas normas
convencionales formaban parte del derecho interno.
De tal modo que la contradicción que se advierte entre el decreto analizado y los tratados
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Poder Judicial de la Nación
internacionales invocados impone al Estado argentino la obligación de suprimir las normas y prácticas que de cualquier
naturaleza impliquen una violación a los derechos y garantías que emanan de esos instrumentos.
Es por ello que habiéndose dictado normas de ese tenor no corresponde aplicarlas si de tal
circunstancia pudiere derivar responsabilidad para el Estado Argentino, por la actividad de, al menos uno de sus
poderes soberanos. Así la única vía posible para evitar tal situación la constituye el desconocimiento de la validez del
decreto 1002/89.
Esta consecuencia es la única posible aún ante la existencia de derecho convencional en la materia,
pues la consideración de los hechos como crímenes contra la humanidad genera en cada Estado miembro de la
comunidad internacional la obligación de juzgar y castigar a sus autores, en tanto delitos de esa naturaleza lesionan
valores que la humanidad no duda en calificar como esenciales y constitutivos de la persona humanaY@ (ver causa n°
22.544 AVañek@, reg n° 23.944, rta. el 8/7/2005).
Por lo expuesto, se rechazan las nulidades introducidas por el Dr. Landini.
2. Cosa Juzgada:
Sostienen los Dres. Norberto Ángel Giletta y Norberto N. Giletta B ver fs. 507/23 y 524/47- que debe
respetarse la plena validez de las leyes n° 23.492 de APunto Final@ y n° 23.521 de AObediencia Debida@, ya que la ley n°
25.779 que las declara nulas, no puede0 generar efectos retroactivos, porque viola la seguridad jurídica que podría derivar
de la revisión de situaciones que se suponían definitivas e incorporadas al bagaje de sus asistidos.
Debe reiterarse que este Tribunal ha sostenido que: A...frente a la categoría de los delitos que se
investigan en autos, no parece razonable que sus eventuales autores pudieran suponer válidamente que poseían un
derecho adquirido a las soluciones parciales y temporarias que limitaron su juzgamiento.
Por el contrario, existe una expectativa razonable en que el Estado asuma la obligación derivada del
artículo 118 de la Constitución Nacional -no sólo ante sus nacionales, sino frente a la comunidad internacional- de
juzgamiento de los delitos contra el derecho de gentes -de los que forman parte los crímenes contra la humanidad- como
categoría de ilícitos de persecución obligatoria...@ (ver causa n° 22.544 AVañek@, reg n° 23.944, rta. el 8/7/2005).
Sin embargo la Corte Suprema de Justicia le asignó rango constitucional al principio de inmutabilidad
de las sentencias firmes, incluyéndolo dentro del derecho de propiedad reconocido en el artículo 17 de la Constitución
Nacional (ver Fallos 296:129; 299:373; 301:762).
Esta última interpretación de la cosa juzgada -en virtud de la cual se la considera un bien que ingresa
al patrimonio del beneficiario del pronunciamiento y del cual no puede ser privado sin violentar su propiedad- resulta
incompatible con los alcances del concepto de propiedad sentado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Ello así, pues en el caso AMarzioni@ -informe 39/96- la Comisión limitó el concepto de propiedad al vincularlo con el
dominio, u otros derechos de uso, control y disposición sobre cosas u objetos determinados.
En tales condiciones el mencionado criterio del máximo Tribunal aparece desmedido frente a la
realidad de que la cosa juzgada no constituye algo connatural a la sentencia sino una creación del ordenamiento jurídico
que puede asignar o no ese efecto, o limitarlo sin vulnerar en principio derecho alguno.
En esa dirección el mismo Tribunal señaló que: A...la institución de la cosa juzgada, como todas las
instituciones legales, debe organizarse sobre bases compatibles con los derechos y garantías constitucionales...@ y que
Asin duda para la validez de la cosa juzgada se requiere su compatibilidad con la garantía de la defensa en juicio. Por
esa razón como enseña la teoría procesal no a toda sentencia judicial puede reconocérsele fuerza de resolución
inmutable sino sólo a aquéllas que han sido precedidas de un proceso contradictorio, en el que el vencido haya tenido
adecuada y sustancial oportunidad de audiencia y prueba...@ (Fallos 238:18 y 255:162).
Y aún más, sostuvo que: A...no puede invocarse tal principio cuando no ha existido un auténtico y
verdadero proceso judicial, ni puede aceptarse que, habiendo sido establecida la institución de la cosa juzgada para
asegurar derechos legítimamente adquiridos, cubra también aquellos supuestos en los que se reconoce que ha mediado
sólo un Remedios de juicio que concluye con una resolución dictada en obediencia de órdenes impartidas por el Poder
Ejecutivo, provincial o nacional...@ (Fallos 279:54).
Es por ello que la institución de la cosa juzgada debe ser analizada y construida sobre pilares
compatibles con los derechos y garantías constitucionales, no pudiendo reconocerse como inmutable toda sentencia que
no ha respetado la defensa en juicio y el acceso a la jurisdicción. Una resolución judicial adoptada por un tribunal
nacional que responda a una mera aplicación de una ley o decreto cuya validez ha sido fundadamente objetada, que viola
obligaciones internacionales del Estado o vulnere derechos humanos protegidos internacionalmente, no puede invocarse
con el carácter de inmutabilidad que otorga el instituto jurídico de la res judicata.
Dicho instituto, constituye una garantía judicial estrechamente enlazada con el principio non bis in
ídem, pero su análisis no puede ser elemental, formal, superficial y automático sino fruto del examen sustancial y de
fondo, debidamente tamizado por el filtro de las pautas internacionales. En ese sentido, su validez está subordinada y
condicionada al cumplimiento de los requisitos y la observancia de los estándares sobre el debido proceso, o proceso
justo, de allí que la intangibilidad de la cosa juzgada esté condicionada a que la decisión judicial a la que se le quiere
atribuir tal cualidad, sea el resultado de un proceso ante un tribunal independiente, imparcial y competente, y de un
procedimiento con la observancia de las garantías judiciales.
Ante ello, no puede hablarse de doble juzgamiento en este caso, pues se trata de reasumir una
pretensión punitiva en una misma causa y respecto de personas que venían siendo juzgadas.
3. Los reglamentos militares y la obediencia debida:
A fin de responder al planteo de obediencia debida efectuado por la defensora oficial Verónica M.
Blanco y el Dr. Juan María Aberg Cobo (ver fs. 548/84 y fs. 627/32, respectivamente); y al incorrecto procesamiento que
esgrimen los Dres. Alfredo A. Solari y Raúl Álvaro Landini (v.fs. 312/39 y fs. 623/6, respectivamente), en cuanto
afirman que se descontextualizaron los hechos, ya que en la época en que se produjeron el Poder Ejecutivo había
decretado Estado de Sitio y dictado diferentes decretos que fueron el marco legal constitucionalmente establecido para
ALuchar contra la subversión@, circunstancias que justifican la actuación de los imputados, habrá de reiterarse lo sostenido
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Poder Judicial de la Nación
por este Tribunal al responder idénticos agravios en las causas n° 23.516 AGarcía Velazco@ -ya citada- y n° 23.997,
APernías s/procesamiento@, reg. n° 25.808, rta. el 5/10/2006@:
AYen la República Argentina, a lo largo de todo 1975, e incluso con anterioridad, los responsables
militares de cada una de las Fuerzas Armadas, con la ayuda de las Fuerzas de Seguridad, Servicios de Inteligencia y
apoyo de grupos de civiles, tomaron la decisión no sólo de derrocar a la Presidenta constitucional, María Estela
Martínez de Perón, mediante un golpe de Estado que se materializó el 24 de marzo de 1976, sino también de diseñar,
desarrollar y ejecutar un plan criminal sistemático de secuestro, tortura, desaparición y, finalmente, eliminación física
de toda aquella parte de la ciudadanía que reputaban sospechosa de ser "subversiva", entendiendo por tal las que por
sus actividades, relaciones, adscripción política o forma de pensar resultaban en apariencia incompatibles con su
proyecto político y social. La selección de quiénes tendrían la consideración de subversivos se haría en función de su
adscripción a determinadas actividades y sectores, fundamentalmente por motivos políticos e ideológicos, aunque
también influirían los étnicos y religiosos.
Desde el 24 de marzo de 1976 -fecha del golpe de Estado- hasta el 10 de diciembre de 1983, las
Fuerzas Armadas argentinas usurparon ilegalmente el gobierno y pusieron en marcha el llamado "Proceso de
Reorganización Nacional" y la denominada "Lucha contra la subversión", cuya finalidad, en realidad, era la destrucción
sistemática de personas que se opusiesen a la concepción de nación sostenida por aquellos militares, y a las que se
identificaría como opuestas a la "Civilización Occidental y Cristiana".
desarrollaba el Plan de Seguridad Nacional, y que se definía en la Orden Secreta de Febrero de 1976, en la que se
contenía la doctrina y las acciones concretas para tomar por la fuerza el poder político e imponer el terror generalizado
a través de la tortura masiva y la eliminación física o desaparición forzada de miles de personas que se opusieran a las
doctrinas emanadas de la cúpula militar.
Tal manera de proceder suponía la secreta o tácita derogación de las normas legales en vigor y respondía a
planes aprobados y ordenados a sus respectivas fuerzas por los Comandantes militares, según las disposiciones de las
Juntas Militares. Ello referido a un organigrama de grupos, organizaciones y supuestas bandas armadas, que,
subvirtiendo -a criterio de los detentadores del poder- el orden constitucional y alterando gravemente la paz pública,
cometieron toda una cadena de hechos violentos e ilegales que desembocaron en una represión generalizada y en un
estado de absoluto terror de toda la población.
En punto a los diferentes Reglamentos -RC-8-3, del 29.7.69; RC-8-2 del 20.9.68; RC-5-1 del 8.11.68; RV-15010; RC-9-1 del 17.12.76; decretos 2770, 2771 y 2772, entre otros, de 1975-, los que in extenso fueron analizados en las
causas citadas, se dijo que: A... evidencian el funcionamiento concreto de esa estructura represiva. Son la
exteriorización más clara de un acuerdo criminal, el testimonio escrito de un plan sistemático, organizado, fríamente
concebido y ejecutado contra gran parte de la sociedad civil, que incluyó el secuestro, el terrorismo, la tortura, el
sabotaje y la muerte.
Frente al tenor de las normas reglamentarias mencionadas la afirmación de que los militares actuaron
cumpliendo con las órdenes que recibieran y, por ese motivo, justificadamente es un absurdo. Más cuando se llega al
extremo de traer a colación normas que, como el Areglamento de operación sicológica@ (sic), autoriza para ese tipo de
acción la compulsión física, las torturas, las amenazas, los chantajes, el seguimiento físico, los secuestros, los raptos, el
terrorismo y los desmanes.
El contenido material de los reglamentos analizados impone a los subordinados la obligación de
revisar la orden que de allí nazca, toda vez que por ser intrínsecamente antijurídica no tiene carácter vinculante para
quien dice estar sujeto a su cumplimiento.
Control que no debe ser sólo formal ya que si bien el cumplimiento de las órdenes es un presupuesto esencial
para la existencia de cualquier organización estatal, dado que resulta impensable el funcionamiento de un sistema de
jerarquías administrativas en el que los inferiores controlen permanentemente las órdenes de los superiores a fin de
decidir si deben o no cumplirlas, no es menos cierto que admitir la obediencia de un mandato que contraríe los
principios más básicos del Estado de Derecho resultaría muy peligroso por su contenido autoritario.
Esta intención de fundamentar normativamente crímenes que lesionaron derechos humanos
fundamentales, no sólo obliga a descartar la justificación que intentaron argumentar sino que permite afirmar que, por
repugnar la conciencia universal, esas reglas debieron ser desobedecidas por los imputados, sin que quepa admitir
ninguna forma de actuar erróneo, vencible o invencible.
En este mismo sentido la Corte Suprema de Justicia de la Nación con palabras del Procurador General
sostuvo ya en 1868 que Ala orden ... no es suficiente para cubrir al agente subordinado que haya ejecutado esa orden y
ponerlo al abrigo de toda responsabilidad penal si el acto... constituye en sí mismo un crimen@ (Fallos 5:181, citado en
CCCFed., Sala I, ACalzada, Oscar Hugo@, rta el 08/07/1988, del voto del Dr. Archimbal).
La obediencia debida, entonces, no puede ser invocada como eximente de la responsabilidad penal en la
comisión de crímenes contra la humanidad. Es decir, no existe exención de responsabilidad penal frente a los delitos de
esa índole cometidos como consecuencia del cumplimiento de órdenes de un superior jerárquico.
No puede admitirse la falta de conciencia de la ilicitud de las muertes alevosas, detenciones ilegales,
torturas, etc, en tiempo de paz toda vez que es evidente que los imputados prefirieron cumplirlas al haber aceptado su
papel en el contexto general de la Alucha contra la subversión@ iniciada por las fuerzas armadas y de seguridad a las
que pertenecían...@.
En virtud de lo dicho habrá de rechazarse la aplicación al caso de la justificación que fuera alegada
por las defensas.
4. Prescripción:
Frente al planteo ensayado por los Dres. Norberto Ángel Giletta y Norberto N. Giletta -fs. 507/23 y
524/47-; Carlos Hernán Franco -fs. 585/93-; y Alfredo A. A. Solari -fs.312/39-, alegando que los delitos que se le
imputan a sus asistidos se encuentran prescriptos, debe señalarse que al resolver la causa n° 23.516 AGarcía Velasco y
otros s/procesamiento, rta. el 18/07/06, reg. n°25.247, entre otras, este Tribunal sostuvo que:
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AYlas conductas ilícitas en las que los nombrados intervinieron llevan el sello característico de los
crímenes contra la humanidad, pues se inserta en un ataque de naturaleza sistemática y en gran escala, en contra de la
población civil, en todo o en parte.
Nos encontramos ante delitos de lesa humanidad, como crimen de derecho internacional cuya
imprescriptibilidad, contenido, naturaleza y condiciones de responsabilidad son establecidas por normas internacionales
con independencia de los criterios que puedan discernirse en el derecho interno de los Estados. Éstos, a su vez, se
encuentran obligados a juzgar y castigar a los responsables de esos crímenes, y la norma que así lo establece es una
norma imperativa del derecho internacional que pertenece al ius cogens o derecho de gentes.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que: "la desaparición forzada de personas
constituye una violación múltiple y continuada de numerosos derechos reconocidos en la Convención y que los estados
partes están obligados a respetar y garantizar", y ello sin perjuicio de la ley positiva del Estado que se trate, pues si bien
no existía al tiempo de los hechos "ningún texto convencional en vigencia, aplicable a los Estados Partes en la
Convención, que emplee esta calificación, la doctrina y la práctica internacionales han calificado muchas veces las
desapariciones como un delito contra la humanidad" (conf. Caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29 de julio de 1988
Serie C N° 4; luego reiterado en el caso Godinez Cruz, sentencia del 20 de enero de 1989, Serie C N° 5; y recientemente
en el caso Blake, sentencia del 24 de enero de 1998, Serie C N° 36, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Asimismo, conf. Preámbulo de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas citados en
CSJN, A. 533. XXXVIII. AArancibia Clavel, Enrique Lautaro s/ homicidio calificado y asociación ilícita y otros@ causa
n° 259, rta el 24/08/2004).
En punto al agravio que esgrimen las defensas, que aún cuando se le asigne el pretendido carácter de
crímenes de lesa humanidad atroces o aberrantes, no corresponde su aplicación retroactiva, ya que hasta la sanción y
entrada en vigencia de la Constitución de 1994 no había delitos imprescriptibles, debe recordarse que el Máximo
Tribunal ha dejado sentado que: Ala ratificación en años recientes de la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas por parte de nuestro país sólo ha significado, como ya se adelantara, la reafirmación por vía
convencional del carácter de lesa humanidad postulado desde antes para esa práctica estatal, puesto que la evolución
del derecho internacional a partir de la segunda guerra mundial permite afirmar que para la época de los hechos
imputados el derecho internacional de los derechos humanos condenaba ya la desaparición forzada de personas como
crimen de lesa humanidad@ (ver causa Arancibia ya citada).
Esto resulta congruente con lo que, tiempo antes, indicó esta Alzada al referirse a la
imprescriptibilidad de este tipo de delitos, en cuanto sostuvo que el escollo que constituye el artículo 18 de la
Constitución Nacional, en tanto desconoce la validez de la aplicación de normas ex post facto, sólo puede ser salvado a
través del reconocimiento de que esa regla no puede ser invocada en el ámbito del derecho penal internacional, en el
que se enmarcaban esos acontecimientos. Ello, a su vez, se sustenta en la preeminencia del Derecho de Gentes
establecida por el artículo 118 de la Constitución Nacional (ver de esta Sala, la causa n° 17.889, AIncidente de
apelación de Simón, Julio@, rta el 9/11/2001, reg n°19.192 y sus citas).
En esa misma línea la Corte Suprema dijo que: Alos delitos como el genocidio, la tortura, la
desaparición forzada de personas, el homicidio y cualquier otro tipo de actos dirigidos a perseguir y exterminar
opositores políticos -entre los que debemos contar el formar parte de un grupo destinado a llevar adelante esta
persecución-, pueden ser considerados crímenes contra la humanidad, porque atentan contra el derecho de gentes tal
como lo prescribe el art. 118 de la Constitución Nacional@ (ver causa Arancibia ya citada).
Para concluir debe señalarse que en en ese mismo precedente, en los Considerandos 27 a 29 del voto
de los Dres. Zaffaroni y Highton de Nolasco se afirmó que la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes
de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 26 de noviembre de
1968, aprobada por el Congreso Nacional mediante Ley 24.584 del 1 de noviembre de 1995, e incorporada al bloque de
Pactos con jerarquía Constitucional a partir de la ley 25.778: A...constituye la culminación de un largo proceso que
comenzó en los primeros años de 1960 cuando la prescripción amenazaba con convertirse en fuente de impunidad de los
crímenes practicados durante la segunda guerra mundial...que esta Convención sólo afirma la imprescriptibilidad, lo
que importa el reconocimiento de una norma ya vigente (ius cogenes) en función del derecho internacional público de
origen consuetudinario. De esta manera no se fuerza la prohibición de retroactividad de la ley penal, sino que se
reafirma un principio instalado por la costumbre internacional, que ya tenía vigencia al tiempo de la comisión de los
hechos. Que en rigor no se trata propiamente de la vigencia retroactiva de la norma internacional convencional, toda
vez que su carácter de norma consuetudinaria de derecho internacional anterior a la ratificación de la Convención de
1968 era ius cogens...@.
En consecuencia, frente a la alegada inexistencia de categoría de crimen contra la humanidad de
nuestro Código Penal debe señalarse: A...la expresión desaparición forzada de personas no es más que un nomen iuris
para la violación sistemática de una multiplicidad de derechos humanos, a cuya protección se había comprometido
internacionalmente el Estado argentino desde el comienzo mismo del desarrollo de esos derechos en la comunidad
internacional una vez finalizada la guerraY@ (Carta de Naciones Unidas del 26 de junio de 1945, la Carta de
Organización de los Estados Americanos del 30 de abril de 1948, y la aprobación de la Declaración Universal de
Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre del
2 de mayo de 1948)" (dictamen del señor Procurador General en la causa M.960.XXXVII "Massera, Emilio Eduardo s/
incidente de excarcelación", sentencia del 15 de abril de 2004).
Debe sumarse a lo anterior que el art. 7.1, inc. h, del Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional, considera como crimen de lesa humanidad la persecución de un grupo o colectividad con identidad
propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género definido en el
párrafo 3, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en
conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de la competencia de la Corte.
Finalmente debe dejarse sentado que el art. II de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los
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Poder Judicial de la Nación
Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, luego de definir los crímenes imprescriptibles, dispone "Si
se cometiere alguno de los crímenes mencionados en el artículo I, las disposiciones de la presente Convención se
aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o
que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera sea
su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración".
Por otra parte, aunque el Dr. Carlos Hernán Franco alega que a partir de la sanción de la ley 26.200 no
puede continuar insistiéndose con el argumento de que los delitos imputados a su pupilo son imprescriptibles, esta Alzada
también se expidió con anterioridad sobre la interpretación del artículo 13 de la mencionada ley, que difiere
sustancialmente de la que pretende otorgarle el nombrado.
En efecto, se afirmó al resolver la Causa n°24.850 AIncidente de prescripción de la acción penal de
García Velasco@, registro n°26.442, del 22/2/2007, que ninguno de los argumentos antes ensayados perdieron virtualidad
con la entrada en vigencia de la ley de Implementación del Estatuto de Roma, ya que el texto del artículo 13 de esa
normativa debía interpretarse de acuerdo a las pautas fijadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Se dijo que: A...en toda tarea de interpretación de normas es pertinente rastrear el espíritu que
informa a aquellas en procura de su aplicación racional, puesto que no es el espíritu de la ley el que debe subordinarse a
las palabras sino éstas a aquél...@(D.90 XXXVIII. S. 11.XXXVIII -T.328-; y en igual sentido entre muchos otros 310:1012,
310:1797; 310:414; 310:933).
Y por otra parte, teniendo en cuenta que nuestro Máximo Tribunal también sostiene que: A...la
primera pauta de interpretación de la ley es dar pleno efecto a la voluntad del legislador, cuya primera fuente es la letra
de la ley, en esta tarea no pueden descartarse los antecedentes parlamentarios, que resultan útiles para conocer su
sentido y alcance...@(Fallos 313:1149; 317:779; 317:1505; 318:1818; 321:2594), también nos referiremos a esos
antecedentes.
En consecuencia y en cuanto al espíritu que emana de la ley 26.200 debe tenerse en cuenta que es la
ALey de Implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional@, a través de la cual se contribuye a que el
Estado Argentino cumpla con los compromisos internacionales por los cuales se obligó a adecuar su legislación interna
a fin de que se avance en el juzgamiento de los crímenes que fueron definidos en el Estatuto de Roma; al tiempo que ha
venido a cerrar definitivamente la discusión en punto a distintas cuestiones que ya habían sido receptadas
jurisprudencialmente.
En cuanto a sus antecedentes parlamentarios, de la Sesión Ordinaria del 16 de septiembre de 2006 de
la Cámara de Senadores, versión taquigráfica, del Orden del Día 742, se desprende que el cuerpo trató este proyecto en
el año 2004, oportunidad en que fue ampliamente estudiado en la Comisión de Asuntos Constitucionales, con el auxilio
de prestigiosos juristas de la talla de Raúl Zaffaroni y Julio Maier, y oídas numerosas organizaciones no
gubernamentales como Amnesty International, el Centro de Estudios Legales y Sociales, la Cruz Roja, etc.
Aunque finalmente se aprobó el proyecto por unanimidad, caducó en la Cámara de Diputados; y dos
años después -en el 2006-, se presenta nuevamenteYcon las modificaciones ya incorporadas y remitiéndose en el
tratamiento de los artículos al amplio debate del año 2004.
Puntualmente en relación al artículo 13, se desprende de la Versión Taquigráfica de la Sesión
Ordinaria de la Cámara de Senadores, del día 23 de junio de 2004, Orden del Día 431, que el Centro de Estudios
Legales y Sociales (CELS) efectuó una presentación ante la Comisión de Asuntos Constitucionales para cambiar la parte
in fine y modificar la frase Aderecho interno@ por Aderecho vigente@.
Surge de ese documento, al que puede accederse por internet, que: A...esta propuesta responde a
diversas consideraciones desarrolladas sobre el conflicto de intereses que podría existir entre normas ya aprobadas y
promulgadas por el Poder Ejecutivo, como por ejemplo, la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad...y
entonces a fin de que no haya colisión con la interpretación de las leyes que con posterioridad realiza el Poder
Judicial...se ha resuelto aceptar la modificación cambiando las palabras derecho interno por derecho vigente...@.
Se ha sostenido en torno a esta modificación que: A... apunta a dejar plasmada una formula que
permita la aplicación de las normas y los principios de Derecho Penal Internacional para el juzgamiento de esta clase
de crímenes...el reemplazo de la expresión Aderecho interno@ por Aderecho vigente@ busca evitar que el artículo señalado
pudiera ser interpretado como un argumento en contra de la jurisprudencia argentina reciente que ha venido aplicando
la norma consuetudinaria de imprescriptibilidad de los crímenes contra la humanidad en el juzgamiento de los hechos
ocurridos durante la última dictadura militar...@ (ver AEl Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la
necesidad de adecuar la Legislación Nacional. Estado de la Cuestión en Argentina. Pablo F. Parenti Revista de Derecho
Penal y Proceso Penal, n°16, pág.1989/1905, Buenos Aires 2005, Lexis Nexis).
En consecuencia, lejos ha quedado la interpretación que pretende asignarle la defensa a la frase
Aderecho vigente@, para obtener una declaración de prescripción de los hechos que se le atribuyen a su pupilo, ya que
por el contrario, cabe concluir que esa expresión contempla la aplicación del derecho de gentes reconocido por nuestra
Constitución Nacional y receptado jurisprudencialmente con anterioridad a esta norma.
Cabe agregar a lo dicho, que la ley 26.200 también recepta la imprescriptibilidad de los delitos
llamados de Alesa humanidad@ a través del artículo 11 que dice: ALa acción y la pena de los delitos previstos en los
artículos 8, 9 y 10 de la presente ley y aquellos que en el futuro sean competencia de la Corte Penal Internacional, son
imprescriptibles@.
Por todo lo dicho, corresponde rechazar el planteo de prescripción ensayado por las defensas.
5b. Otras Consideraciones:
a. Párrafo aparte, corresponde señalar que al momento de receptar las declaraciones indagatorias a la
totalidad de los imputados cuya situación se tratara en el auto aquí traído a estudio, en el caso de María del Carmen
Moyano de Poblete se incurrió en un error de tipeo al individualizarlo con el número A68@, habiéndose asentado el
número correcto (A268@) al transcribirse el mismo en los ítems Asituación procesal deY@ los encartados y en los
dispositivos pertinentes.
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Asimismo, se incurrió en similar error al detallarse los hechos imputados a Julio César Coronel en el
ítem A17.A Situación procesalY@ del decisorio apelado, al indicarse bajo el número A80) AGirondo, Alberto Eduardo@, el
caso del nombrado, a quien corresponde en realidad el número A280@, correctamente citado en la indagatoria y dispositivo
pertinente.
Idéntico suceso al precedentemente indicado se verificó en el ítem A15.A Situación procesal de
Ernesto Frimón Weber@, al haber asentado erróneamente A27) Ponce de Fernández, Ana María@, A31) Mattarollo, Raúl
Humberto@ y AActis Goretta, Nilda Noemí@, correspondiendo en realidad los números A327)@, A331)@ y el omitido A453)@
respectivamente, correctamente indicados en la indagatoria y dispositivo atinentes al nombrado.
Al citar los hechos imputados a Alberto Eduardo González (cfr. punto 6.A. Situación procesal deY),
el Juzgado omitió volcar los casos n° 401) ASerrat, Oscar@ y 451) AFreier, Verónica@, por los cuales fuera indagado y
resuelta su situación.
Lo mismo acaeció en relación a Carlos Orlando Generoso, respecto de quien en el punto 21.A
Situación procesal deY, la instancia anterior omitió volcar el caso n° 233) ABallesteros, Carlos@, por el cual fuera
indagado y resuelta su situación.
Idéntico extremo se verificó al tratar en el ítem 8.A la situación procesal de Jorge Enrique Perrén,
donde no se mencionó el caso A330) Olleros, Inés@, por el cual sí fuera oído y determinada su vinculación.
Al tratar la situación procesal de Raúl Enrique Scheller (punto 31.A), en el desarrollo efectuado, se
indicó AReinhold, Marcelo Carlos@, omitiendo precederlo del número del caso A352@, correctamente asentado en los actos
de indagatoria y dispositivos pertinentes.
En lo atinente a Néstor Omar Savio, al citarse los hechos imputados (v. ítem 12.A Situación procesal
deY), el Juzgado excluyó asentar el caso número A380) de Correa, Laura@, al tiempo que individualizó bajo el número
A90) Milia de Pirles, María Alicia@ el caso de la nombrada (n°A290@). Respecto de los mismos, fue efectivamente
indagado, adoptándose el decisorio pertinente.
De igual forma, al consignarse los hechos atribuídos a Juan Antonio Azic en el apartado A18.A.
Situación procesal deY@, el Juzgado obvió asentar los casos A357) Sofientini, Ana María@, A362) Pomponi, Jorge Oscar
Francisco@ y A450) Cardozo, Hilda Yolanda@, por los cuales fuera efectivamente indagado y resuelta su situación.
Ello también se verificó en el apartado A19.A Situación procesal de Hugo Enrique Damario@, al
omitirse indicar los casos A445) Conde, Diana Noemí@ y A446) Lewin, Miriam@, que sí fueran indicados en la indagatoria
y dispositivos pertinentes.
También acaeció la misma circunstancia: en el punto A25.A. Situación procesal de Carlos José Pazo@,
donde no se volcaran los casos A442) N.N. hijo de Greco, Dora Cristina@ y A443) N.N. masculino >Marcos=@,
correctamente asentados en la indagatoria y dispositivos atinentes; en el ítem A23.A. Situación procesal de Carlos
Guillermo Suárez Mason@, donde no se asentaran los casos A262) Amado, Raúl@, A264) Raab, Enrique@, A297) N.N.
Lorenzo ó el tío@, A364) Dubiau, Federico Marcelo@ y A428) Orlando, Irene@, por los cuales sí fuera indagado y resuelta su
situación; en el apartado A10.A. Situación procesal de Francisco Lucio Rioja@, al no mencionarse el caso A180) Romero,
Carlos Gumersindo@, respecto del cual fuera indagado y adoptado el decisorio pertinente; y en el punto A33.A Situación
procesal de Oscar Rubén Lanzón@, donde se omitió consignar el caso n° A446) Lewin, Myriam@, por el cual se lo indagara
y resolviera su situación.
Las circunstancias hasta aquí apuntadas no invalidan los actos mencionados al tratarse de errores
materiales que en nada han modificado las circunstancias fácticas por las cuales el Sr. Juez a quo interrogara a los
imputados y adoptara los decisorios pertinentes.
b. Un suceso particular se verificó en ocasión de recibírsele declaración indagatoria a Héctor Antonio
Febres al interrogársele en relación al caso n° A425) Josefa Prada de Olivieri@, evento por el cual ya había sido oído con
anterioridad y resuelta su situación (cfr. al respecto, causa n° 21.574 AFebres, Héctor A. s/procesamiento@, rta. por esta
Sala II el 16.11.04, Reg. n° 23.106), el cual no fue tratado ni incluido en el auto que aquí se revisa.
Surge de ello entonces, que la inclusión del caso de mentas en la oportunidad prevista por el art. 294
del código de forma lo fue debido a un error material.
IV. La E.S.M.A.:
Tal como oportunamente se acreditara en la sentencia dictada en la causa n° 13/84, y reiteradamente
lo señalara este Tribunal en los diversos pronunciamientos adoptados en relación a esta investigación (cfr. entre otros, c.
n° 24.309, rta. el 19.12.06, reg. n° 26.175), Aen la Escuela de Mecánica de la Armada funcionó un centro clandestino de
detención donde las personas allí alojadas eran ilegalmente detenidas -en la mayoría de los casos- por el Grupo de Tareas
3.3.2, -que actuaba autónomamente en el ámbito jurisdiccional que se había reservado la Armada para sí en sus propias
unidades-, alojadas en el lugar y custodiadas por personal de esa Fuerza, siendo sometidas a condiciones inhumanas de
vida, interrogatorios, y tormentos, algunos de ellos seguidos de muerte@.
AAlgunos resultaban liberados, otros eran puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y,
muchos, trasladados continuando desaparecidos al presente@.
AYa hemos señalado la coincidencia al respecto, emergente de los dichos brindados por quienes
permanecieron cautivos dentro de ese centro clandestino, en cuanto a que el Grupo de Tareas 3.3.2 se dividía en tres
sectores: inteligencia, operación y logística. En relación a ello, corresponde reiterar que Ala actividad central del sector
inteligencia, radicaba en realizar tareas de investigación e interrogar a los detenidos, aunque también podían participar en
operativos destinados a detener personas determinadas@.
AEste grupo era comandado por Jorge Acosta, y formaba parte del mismo Francis Whamond, alias
APablo@ o ADuque@, Antonio Pernías alias ARata@, AMartín@ o ATrueno@ y el oficial Scheller apodado
AMariano@ o APingüino@.
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APor su parte, los miembros del sector operativo, llevaban adelante los secuestros, y el patrullaje de
las calles. Esta sección se encontraba dividida en miembros permanentes y rotativos, comandada por Enrique Yon y Jorge
Perren, y entre sus integrantes se encontraba Juan Carlos Rolón@.
APor último, el grupo de logística era el que se dedicaba a la administración de los bienes que eran
apropiados a los secuestrados. En éste se desenvolvían Jorge Rádice, alias ARuger@ o AGabriel@ (quien también
participaba de los secuestros) y el teniente de Navio Spinelli alias AFelipe@, entre otros@.
ARefiere al respecto Graciela Daleo (ver fs.560/1), que ninguno de los grupos era estanco, que el Jefe
máximo de la Escuela de Mecánica de la Armada era Rubén Jacinto Chamorro y el Jefe del grupo de Tareas era Jorge
Raúl Vildoza. En punto a quiénes integraban cada sector señaló, que Jorge Acosta comandaba el sector inteligencia,
presenciaba las torturas, pero que éstas eran ejecutadas por Pernías y Whamond. El sector operativo, finalmente, estaba
comandado por Yon y Perren y en logística mencionó a Rádice@.
ACoincide con ello lo dicho en la declaración testimonial prestada por Martín Tomás Gras
Craviotto, ante el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Argentina en España, que en copia luce a
fs.1078/88 (quien dijo haber sido secuestrado el 14 de enero de 1977, y trasladado a la ESMA), refiriendo que en la
ESMA existía un grupo Aoperativo@ de oficiales, encargado de secuestrar a futuros interrogados. Que esta sección se
encontraba dividida en Apermanentes@ y Arotativos@. Los primeros actuaban como fuerza de choque, y estaban
comandados por un oficial de la Armada, pero constituido en su mayor parte por oficiales y suboficiales de la Policía
Federal Argentina, Prefectura Naval y Servicio Penitenciario Federal, a diferencia de los Arotativos@ que sólo lo
integraban oficiales de marina, que cubrían por períodos de 90 días tareas operativas para conocer el Aesfuerzo de la
guerra@. @
ARicardo Héctor Coquet (detenido el 10 de marzo de 1977 y alojado en la ESMA hasta el mes de
diciembre de 1978), explicó que en una oportunidad, el ATigre@ Acosta le ordenó que confeccionara distintos diplomas
para algunos oficiales dándole el nombre real de los mismos mediante un listado, sin perjuicio de que el deponente aclaró
que ya conocía los verdaderos nombres de Jorge Rádice, Acosta y Francis William Whamond. Y que en esa ocasión
Acosta le expresó: A...Serafín esto es entre vos y yo, si vos lo entregas a otro detenido, te vas para arriba, es más si se
enteran otros oficiales que te lo di a vos creo que yo me voy para arriba. Esto se lo tendría que haber dado a un
civil...@, circunstancia que le permitió comprender la importancia de que esos nombres se conocieran@.
AEn su presentación de fs. 9689, Coquet refirió que en su secuestro, junto con su primo Oscar Rizo,
participó el Oficial de la Policía Federal Roberto Oscar González, el Teniente de la Armada Pablo García Velasco, el
Sargento de la Policía Federal Juan Carlos Linares y un miembro del Servicio Penitenciario Federal apodado AYoli@. Fue
conducido a la E.S.M.A., y torturado con paso de corriente eléctrica y golpes, conductas de las que participaron García
Velazco, el Capitán de Corbeta Jorge Eduardo Acosta, el Capitán Carlos José Pazo y el Teniente de Navío Antonio
Pernías, quien era el que manejaba la Apicana@.
AEn términos similares se expidió Marcelo Hernández (ver fs.1897/1899), quien dijo que durante su
cautiverio trabajó en el sector de fotografía junto con Emilio Dellasoppa, y recordó haber fotografiado en diversas
oportunidades a distintos oficiales, mencionando entre otros a Rádice@.
APor su parte, en su presentación de fs. 9651/vta. Alberto E. Girondo indicó haber sido secuestrado el
15 de mayo de 1977 y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue interrogado por Jorge Acosta y
Cortés, a la vez que fue sometido a amenazas y golpes por parte del Teniente Pablo García Velazco y el Teniente de
Navío Pernías@.
AA su turno, Horacio Edgardo Peralta (v. presentación de fs. 10.049), refirió haber sido secuestrado
junto a Hebe Lorenzo el 26 de agosto de 1976 y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue torturado
por el Oficial Pablo García Velazco, apodado Dante. Señaló que en el centro se desempeñaban el Capitán Jorge Eduardo
Acosta, alias Tigre y el Teniente Jorge García Velazco, (Serra), hermano gemelo del Oficial antes nombrado@.
AAdriana Marcus, en su escrito de fs. 11.075 relató haber sido secuestrada el 26 de agosto de 1978, y
conducida a la E.S.M.A., lugar en el que AYen varias oportunidades Astiz nos visitaba en la habitación para hablar de
política, prestarnos libros (por ej. El Eternauta de Oesterheld o los libros de Jean Larteguy para que entendiéramos
cuál era la estrategia del grupo de tareas 3.3.2.). Agregó que AY en una época fui obligada a trabajar en El Dorado,
área de inteligencia y operativos, donde tenía que traducir un dossier sobre la historia de los grupos armados del
argentino al alemán. Además fui obligada a desgrabar conversaciones telefónicas de teléfonos intervenidos por ellos.
Compartí, en esa época, el lugar con Amalia Larralde y María Cristina AldiniY. En la casa de Zapiola tuve que
seleccionar artículos de los diarios, junto con Amalia Larralde y otros tres secuestradosY Frecuentemente venían
Acosta, Astiz y otros a supervisarnosY@
AMarta Remedios Álvarez (v. fs. 8249), secuestrada junto a su esposo Adolfo Killman, una mujer de
nombre ARita@ y el marido de ésta, que era conscripto, el 26 de junio de 1976, y conducidos a la ESMA, relató que AY a
las 7 de la tarde vienen a preguntarme si quiero declarar algo, me llevan a un cuarto y ahí soy interrogada, me
interrogan Whamond y Pernías, había más pero no los reconozco había gente de policía, de la marina, y de ejércitoY.
Fui torturada y paran la tortura cuando entra alguien y dice que mi marido les había dicho que yo estaba embarazadaY.
De >Rita= escucho que la interrogan y después no supe más nada, dos días después me llevan a un lugar que está en
capucha me hacen ver a mi compañero y estaba Pernías. Se arma un gran revuelo en esos días porque en un operativo
matan a un compañero de Pernías, de nombre Mayol, por esto nos golpeanY Bajamos encapuchados y la orden era
sacarse la capucha cuando se encendía la pantalla, a veces estaba Pernías, Whamond y Chamorro, se quedaban a ver la
película, Acosta no se quedabaY. En el tema del Centro Piloto París estaban Pernías, Lucy Carazzo, Marisa Murgier y
el Capitán Yon que está muerto, creo que después fue BenazziYPernías y Rolón Yestaban en inteligencia, eran los
encargadosY@.
AEn su testimonial de fs. 12.041, Mercedes Inés Carazzo -secuestrada el 21 de octubre de 1976 y
liberada el 1° de abril de 1980-, relató que en la E.S.M.A. fue torturada durante dos días por Francis William Whamond
(a) Duque y Benazzi, y que en el lugar se desempeñaban el Tigre Acosta, Chamorro, D=Imperio, Perren -quien la lleva a
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Poder Judicial de la Nación
Francia-; Scheller, Juan Rolón, Miguel Benazzi; Rádice, Antonio Pernías, Alfredo Astiz, Alberto González Menotti,
Gonzalo Sánchez, Héctor Febres, Miguel Cavallo, Carlos Generoso "Fragote"; Juan Carlos Linares; Alejandro Spinelli;
Francis Whamond; Orlando González; Jorge Luis Magnacco, el médico AManzanita@, Víctor Cardo, Sergio y Pedro
Bolita, todos ellos pertenecientes al grupo de tareas 3.3.2. Relató AY. que en el mes de diciembre de 1977 se encontraba
en la ciudad de París, ciudad a la que fuera llevada en dos oportunidades en razón de las actividades del llamado
ACentro Piloto París@. Que a París fue llevada por el Capitán Pérez Florio que actuaba en Cancillería, por Jorge Perren
y junto a la detenida Marta Bazán. Que la actividad del Centro Piloto París@ en su primer viaje, fue de sondeo y para la
ocasión se alquiló un departamento en la Rue du Pont de Lodge, aparentando ser sociólogas vinculadas con la marina;
Marta Bazán y la declarante mantuvieron una entrevista con el embajador Anchorena y Helena Holmberg.
Posteriormente volvió a la ESMA. Luego se organiza un segundo viaje para el cual algunos marinos opinaban que no
debía volver por >mi concepción social demócrata=. Que nuevamente viajó a los pocos días. Que los dos viajes fueron
muy poco espaciados en el tiempo. Que viajó junto a su hija de diez años en esa época, con documentos falsos fabricados
en la ESMA por Miguel Ángel Lauletta. .. Que la actividad en el ACentro Piloto París@ consistía en la lectura de
periódicos de España, Francia, Italia, Inglaterra y en menor medida de Portugal y otros países. Que regresó a Buenos
Aires cuando Alfredo Astiz fue identificado por dos argentinos residentes en París, ello ocurrió en agosto de 1978. De
allí la llevan a Madrid, España siendo que el grupo se encontraba a cargo de Antonio Pernías manteniendo la actividad
de prensa y la revisión de un libro preparado en la ESMA sobre el terrorismo en Argentina y Europa. Que en Madrid
estuvo hasta marzo o abril de 1979 fecha en que todos regresan a Buenos AiresYy es llevada a trabajar a un centro de
documentación ubicado en la calle Zapiola y Jaramillo, que había sido casa de familiares de Rádice, el que a su vez era
el responsable de ese centro de trabajo. Entre las víctimas de ese lugar también se encontraba Nelson Latorre -el pelado
Diego-, Amalia Larralde y Adriana MarcusY Que su domicilio en Perú lo tuvo que informar a Cavallo, D=Imperio y
Pernías habiendo recibido visitas o (mantenido) contacto con Cavallo y Pernías hasta diciembre de 1981Y.@
ASimilar exposición brindó Andrés Ramón Castillo -v. fs. 12.051- quien señaló que AY Perren era un
oficial de Inteligencia, era uno de los Jefes en el Grupo de Tareas. Señala que debajo de Acosta quien tenía más
jerarquía y poder dentro del grupo de Tareas era Perren. Que vio a Perren prácticamente desde su secuestro hasta que
fuera destinado al Centro Piloto ParísY@
ACastillo refirió también (cfr. actas mecanografiadas de la Causa n° 13) los seudónimos utilizados por
algunos de los integrantes del Grupo. Así, explicó que a Chamorro le apodaban ADelfín@ ó AMáximo@; a Jorge Acosta
Atigre@; a Parra ALeón@.
AJuan Alberto Gasparini testificó a fs. 12.295 que AYa cargo de las tareas de microfilmaciones se
encontraba un oficial de marina, dependiente de la ESMA, quienes manejaban a la mano de obra cautiva. Que al
respecto, recuerda los nombres del Teniente de Navío Juan Carlos Rolón, Teniente de Fragata Alfredo Astiz y el
Teniente de Fragata Alberto González MenotiY; Pablo García Velazco quien abandonó la armada y se domicilia en
España, por cuanto se casó con una ciudadana española; Teniente de Navío Antonio Pernías, Capitán de Corbeta Jorge
Perren, Teniente de Navío Miguel Ángel Benazzi, Teniente de Fragata Miguel Ángel Cavallo y el Capitán de Corbeta
Francis William Whamond quien en esos momentos se encontraba retirado y que participaba en la represión de la ESMA
en forma voluntariaY.@
ASara Solarz de Osantinsky (v. fs. 12.300) refirió haber sido sometida a tormentos en la E.S.M.A. y
AYque luego supo que las personas que estaban allí eran Acosta y PerníasY Que luego el Capitán Pernías de la Armada
le preguntó a la dicente acerca sobre qué temas la habían interrogado los hombres del EjércitoY@. Que en abril de 1978
aproximadamente AYse estaban trasladando a todos los detenidos de la ESMA, incluso al grupo al que pertenecía la
dicente, es decir aquellos que permanecían durante mucho tiempo con vida en la ESMA, fueron trasladados a una quinta
en Del Viso, provincia de Buenos Aires, perteneciente al padre de Pernías. Que este traslado fue con motivo de mostrar
a un periodista inglés que en la ESMA no funcionaba un centro de detenciónY@. Agregó que AYentre los Oficiales de la
ESMA Y los permanentes eran Acosta, Pernías, Yon, Astiz, Perren, Febres, Schilling, (Scheller), Rolón, entre otrosY@.
ALiliana Noemí Gardelia (exposición de fs. 12.403) testificó haber sido secuestrada el 25 de
noviembre de 1977, en la Ciudad de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, y conducida a la E.S.M.A. antes de la
navidad de ese año, mencionando entre los represores que se desempeñaban en el lugar a Pernías, Astiz y Scheller@.
AA su tiempo, Ana María Martí (v. fs. 13.030) relató haber sido secuestrada por Alfredo Ignacio
Astiz, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue interrogada por Pernías y sometida a tormentos por
García Velasco@.
AMiriam Lewin de García (v. actas mecanografiadas de la causa n° 13) refirió los apodos del Capitán
Bildoza -AGastón@-, el Teniente Savio -ANorberto@, Aladrillo@-; el Teniente Rádice -AGabriel@, ARoger@-, el Teniente Astiz
BACuervo@, AÁngel@, Arubio@-; el Capitán Luis D=Imperio -AAbdala@-, el Teniente Cavallo -AMarcelo@, ASérpico@-; entre el
personal de Prefectura, una persona de apellido Carnoto -Aespejaime-@; Mazzola -AMayor@, indicando asimismo que había
un grupo de oficiales afectados a la función de tortura, entre ellos Acosta, Pernías, Ael gordo Juan Carlos@ -de Policía
Federal-; y el subprefecto Febres@.
AEn iguales circunstancias, Lázaro Gladstein se refirió a Scheller como AMariano@, AMiranda@ ó
Apingüino@, y al suboficial de Prefectura como AFreddy@ ó AClaudio@Y@ (cfr. en relación a lo hasta aquí transcripto, los
autos n° 18.400 caratulados AIncidente de apelación de Astiz, Alfredo@, y reiterado en las causas nros. 23.997, 23.998 y
24.309, entre otras, de esta misma Sala).
Por otra parte, cabe agregar que Alfredo Julio Margari (Legajo n° 34, fs. 2) testificó que fue
AYsecuestrado Bjunto con Carlos García-, por tres individuos de civil, uno de ellos de apellido Whebe, apodado A220", y
lo trasladan a la ESMA, primero a un sótano donde es golpeado por ADaniel@ Fabre (prefectura), luego al altillo,
Acapucha@, se le asigna el n° 032. Diez días después Fabre le informa que va a desempeñar tareas de mantenimiento
junto a un grupo de cuatro suboficiales Azorro@ y Ayacaré@, y detenidosY Luego pasó a trabajar en una imprenta
dentro de la ESMA realizando una revista de contrainteligencia que se enviaba por correo a diversas personalidades. A
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los dos meses, el Capitán de Marina Jorge Ael tigre@ Acosta y un tal ASantiago@ le informaron que pasaría a trabajar,
durante el día, en la imprenta de Gral. Hornos en Barracas junto con los detenidos Carlos García y Daniel Lastra, y a
la noche siguió en la de ESMA confeccionando D.N.I. y cédulas falsas. Durante su detención concurrió a visitar a sus
padres acompañado por AFabre@, un médico apodado ATomy@ y un oficial de policía Abicho@. En mayo de 1979
llamó desde la casa de los padres a la ESMA y le dijeron que no tenía que regresar, quedando libreY Que
Yreiteradamente escuchaba gritos de dolor provenientes de dicha sala, lugar al que en una oportunidad y encontrándose
vacía, el compareciente ingresó notando que había un colchón elástico y una picana. Que a los pocos días del episodio
antes referido, Amalia Larralde le comentó que había sido torturada. Otros detenidos: Myriam Lewin de García,
Graciela Daleo, Castillo, Norma Esther Arrostito -viendo que la retiraban sin señales de vida luego de una sesión de
torturas-; Elisa Tokar; ASerafín@; ARosita@; ACaín@; AMarcelo@, ALa cabra@; AQuica@ Osatinsky; Solarz,
esposo de la anterior; AAhumada@. Que dentro de la ESMA funcionaba lo que se llamaba el Grupo de Tareas,
comúnmente denominado G.T.3.3, comandado por Chamorro, Director de la Escuela, estando también el antes
nombrado Capitán Acosta quien aparentemente tenía la máxima autoridad dentro del grupo; luego estaban el Teniente
Pernías, el Teniente Scheller apodado AMariano@, el Teniente Astiz apodado AÁngel@ ó ARubio@; oficial de Policía
González apodado AFederico@; también otro policía Juan Carlos Linares@.
Al serle exhibidas las fotografías obrantes a fs. 6 hasta la 80 inclusive incorporadas al Agregado por
cuerda separada N° 27 del Anexo XVII de la causa caratulada ABasterra, V.@, refirió AY que reconoce las de fs. 6 como
perteneciente a Astiz; la de fs. 10 perteneciente a Acosta; la de fs. 29 sabe que era un oficial de Marina que estaba en la
ESMA aunque no recuerda su nombre; la de fs. 30 corresponde a un suboficial apodado Ael sordo@; la de fs. 31 a
Peyón; la de fs. 47 a Linares; la de fs. 48 a Sergio; la de fs. 56 al de un suboficial que como antes expusiera lo llevaba a
la imprenta de Barracas y al edificio Libertad cuyo nombre ignora y la de fs. 72 corresponde al Almirante Chamorro@.
María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111) refirió en relación al personal vinculado a los
detenidos allí alojados, que los mismos eran -entre otros- AYAcosta, que era el jefe del lugar; Pernía oficial de
inteligencia al que apodaban Atrueno@, Juan Carlos Linares, que era de Policía Federal, otro de apellido Whebe
apodado A220", P.F., un oficial de marina apodado Mariano, otro oficial llamado Juan Carlos Rolón, que fue jefe de
pecera; ... otro oficial de apellido Astiz al que apodaban Aniño@.... Que este grupo de gente actuaba en lo que sería
inteligencia, por dichos de la gente que se encontraba detenida en el lugar, eran los que torturabanY@
Amalia María Larralde (Legajo n° 1, testimonio de fs. 135/141), señaló que A.. dentro de la ESMA la
tortura era una cosa cotidiana sabiendo por dichos de algunos oficiales, entre ellos Astiz, o en algunos casos por
haberlos, visto que los torturadores eran Pernía que era Teniente de Navío y se apodada AMartín@, un oficial de
Marina de apellido Whamond, el Teniente de Corbeta Navarro apodado Rafael, el Teniente Carella, cree que apodado
Apalanca@, el Capitán Perren quien junto con Acosta dirigía dentro de la Escuela; el Prefecto Fabre; Carnot a quien
apodaban Aespejaime@; el Teniente Dunda o Donda, apodado Apalito@; otro apodado Ael gordo Tomás@, oficial de
Marina, el Teniente Astiz apodado Arubio@, Aángel@; el Teniente Alberto González Menotti llamado Agato@, Cavallo,
apodado ASergio@ o ASerpico@, otro oficial de Marina apodado AGiba@, otro oficial de Prefectura apodado
AClaudio@. Que con respecto al Capitán Perren recuerda que en octubre aproximadamente de 1978 torturó junto con
Scheller a un detenido, Jorge Caffatti....@.
V. Hechos en particular:
Siguiendo el orden efectuado por el Juzgado instructor, se indicarán los hechos que integran las
imputaciones recreándose en primer término la descripción efectuada por el Sr. Juez a quo, y, en su caso, citándose luego
las pruebas pertinentes. Ello, sin perjuicio de otras evaluaciones que sobre los mismos se formulen en siguientes
apartados.
En lo que atañe a los casos numerados A1)@ a A173)@ inclusive, el Tribunal reiterará Ben lo pertinentelo apuntado al respecto al expedirse en los autos n° 24.309 AAcosta, Jorge E. y otros s/procesamiento@, resuelto el 19 de
diciembre de 2006.
Caso n°° 1)
Lilia María Álvarez fue originalmente privada de su libertad el 6 de abril de 1976, en su domicilio
situado en Capital Federal, y conducida a la E.S.M.A., lugar en el que fue interrogada en relación al paradero de Norma
Kennedy; liberada cuatro días después, fue nuevamente detenida en forma ilegítima el 13 de mayo de 1976 (cfr. legajo
Conadep n° 5709).
Caso n°° 2)
Armando Rodolfo Gremico y su esposa fueron detenidos en Vicente López, Provincia de Buenos
Aires, el día 19 de abril de 1976 por un grupo armado que se identificó como perteneciente a la Policía Federal, siendo
trasladado a la E.S.M.A.
Relató el nombrado (cfr. Legajo n° 85) que fue sometido a tormentos mediante la aplicación de
corriente eléctrica, siendo interrogado en relación a diversas personas, entre ellas Lizaso, Floreal Avellaneda y Coelho.
Días después, fue liberado.
En relación a su caso, este Tribunal ya se ha expedido al resolver en las causas n° 21.422, y 24.309.
Casos n°° 3), 4), 5), 6) y 7)
Jorge Héctor Lizaso -caso n° 3-, María del Carmen Núñez de Lizaso -caso n° 4-, Irma Leticia
Lizaso de Delgado -caso n° 5- y su marido -caso n° 6-, y Amelia Lizaso -caso n° 7-, fueron privados ilegalmente de su
libertad el día 20 de abril de 1976. El primero de los nombrados, habría sido muerto por integrantes del Grupo de Tareas
3.3.2 y su cuerpo conducido a la E.S.M.A, ello conforme las referencias efectuadas de oídas por Graciela Beatriz Daleo y
Andrés Castillo. Todos ellos, con excepción de Amelia Lizaso, continúan desaparecidos a la fecha (cfr. asimismo, Legajo
Conadep n° 4816).
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A esta altura, se puede tener por probado que fueron privados de la libertad por el Grupo de Tareas
3.3.2, sin perjuicio de que sea necesario profundizar en mayores circunstancias de lo ocurrido, para lo cual, habiendo sido
liberada la última nombrada, habrán de recabarse sus expresiones a fin de dilucidar debidamente el desarrollo de los
eventos.
Caso n°° 8)
Oscar Alejandro Lagrotta fue detenido en abril de 1976 y conducido a la Escuela de Mecánica de la
Armada. Continúa desaparecido a la fecha (cfr. fs. 7209, 7211, 7789, 8964, del principal, y Legajo Conadep n° 7076).
Casos n°° 9) y 10)
Hugo César Bogarín -caso n° 9- y su novia Alejandra Margarita Lépido -caso n° 10-, fueron
secuestrados en Talar de Pacheco, Pcia. de Buenos Aires, el día 7 de mayo de 1976, siendo conducidos a la E.S.M.A. El
primero de los nombrados fue sometido a tormentos y finalmente liberado el 31 de mayo del mismo año, en tanto Lépido
continúa desaparecida.
Los casos de los nombrados fueron tratados por este Tribunal al resolver los autos n° 21.422 y 24.309
(cfr., asimismo, fs. 3608, 4058, 5428, 5619, y 7359 del principal).
Casos n°° 11), 12), 13), 14), 15), 16), 17), 18) y 19):
Las personas cuya situación se reseñará a continuación, se hallaban vinculadas entre sí a través de las
actividades que desarrollaban juntamente con los sacerdotes que se citarán en último término, en el barrio de emergencia
situado en el bajo Flores de esta Capital Federal.
María Esther Lorusso Lamle -caso n° 11- fue ilegalmente detenida en su domicilio de Capital
Federal, el día 14 de mayo de 1976 por un grupo de personas que refirieron pertenecer a las Fuerzas Armadas, extremo
éste que encuentra corroboración a través de las expresiones vertidas por sus hermanos Arturo Andrés Lorusso y Carlos
Alberto Lorusso, y el encargado del edificio, Ernesto Duarte, quienes brindaron declaración en el Legajo n° 92 (causa n°
4333 del Juzgado Federal n° 4). Al igual que las demás personas que aquí se han de mencionar, fue conducida a la
Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha.
Beatriz Carolina Carbonell de Pérez Weiss -caso n° 12- y Horacio Pérez Weiss -caso n° 13fueron privados ilegalmente de su libertad el día 14 de mayo de 1976, en su domicilio situado en esta Capital Federal, por
un grupo de personas armadas.
Ello encuentra corroboración a través del recurso de hábeas corpus n° 111 que tramitara ante el
Juzgado n° 2 del Fuero, las expresiones vertidas por Aída Weiss de Pérez Madrid y Héctor Pérez Weiss en el citado
Legajo n° 92, y los dichos de Hernán Fuentes suministrados en ocasión de sustanciarse la causa n° 13 (cfr. actas
mecanografiadas). Ambos fueron trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecidos.
César Armando Lugones -caso n° 14- y María Marta Vázquez de Lugones -caso n° 15- fueron
ilegalmente detenidos el día 14 de mayo de 1976 en su domicilio de esta Capital Federal.
Ello encuentra verificación a través de los expedientes n° 43.042 del Juzgado de Instrucción n° 27;
197 del Juzgado Federal n° 1; 11.621 y 13.000, ambos del Juzgado Federal n° 2, todos ellos correspondientes a sendos
recursos de hábeas corpus, y de los dichos de Eugenio Ambrosio Lugones (cfr. Legajo n° 92).
Ambos fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecidos.
Mónica María Candelaria Mignone -caso n° 16- fue detenida ilegítimamente el día 14 de mayo de
1976 en su domicilio situado en la Capital Federal, extremo que halla corroboración a través de los dichos de sus
progenitores, Emilio Fermín Mignone y Angélica Paula Sosa de Mignone, vertidos en el Legajo n° 92, y de la encargada
del edificio y su esposo, Elida Ruiz de Parrilli y Oscar Parrilli, suministrados ante esta Cámara en oportunidad de
sustanciarse la Causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas).
Fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, y hasta la fecha continúa desaparecida.
Marta Mónica Quinteiro -caso n° 17- también fue ilegalmente detenida el día 14 de mayo de 1976
por personal de la Armada Argentina, en ocasión de retirarse de la sede de la Sociedad Militar de Seguros de Vida donde
trabajaba, avalado ello a través de las exposiciones de su padre, Capitán de Navío Oscar Quinteiro, Alicia Carmen Prince,
Luis Manuel Pereira y Américo Tallarico vertidas en el Legajo n° 92.
Fue conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida.
Los anteriormente mencionados se encuentran asimismo citados en el libro ANunca Más - Informe de
la Comisión Nacional sobre la desaparición de personas@ al señalarse en la página 360 ALaicos: Entre los miembros
militantes católicos laicos que fueron víctimas desaparecidas o asesinados por el terrorismo de Estado, figuran
integrantes de movimientos juveniles cristianos, catequistas, etc. tales comoY Mónica Mignone (Legajo n° 1387),
Mónica Quinteiro (Legajo n° 1386 y testimonio del sacerdote Orlando Yorio); María Martha Vázquez (Legajo n°
1386)Y; César Lugones (Legajo n° 1386)Y referente a la causa >Lorusso, Arturo Andrés s/privación ilegítima de la
libertad= y tantos otros@(cfr. asimismo, fs. 9706 del principal).
Respecto de ellos fue interrogado en la Escuela de Mecánica de la Armada el sacerdote Orlando
Virgilio Yorio -caso n° 18-, quien fuera privado ilegalmente de su libertad el día 23 de mayo de 1976 en la comunidad
jesuítica del Barrio Rivadavia -bajo Flores- en esta Capital Federal, junto con el sacerdote Francisco Jalics, siendo
ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometidos a torturas. Los nombrados fueron liberados el día
22 de octubre de 1976.
A las expresiones obrantes en el Legajo n° 92, brindadas por los nombrados, María Funes de
Permiola y los sacerdotes Jorge Breñaza y Rodolfo Alfredo Ricciardelli, deben sumarse los antecedentes reunidos por la
Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y reflejados en el ANunca Más@. En este sentido, en la página 349
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se transcribe el testimonio del Padre Yorio -legajo n° 6328- quien refiriera AYla persona que me interrogaba perdió la
paciencia, se enojó diciéndome: >vos no sos un guerrillero, no estás en la violencia, pero vos no te das cuenta que al irte
a vivir allí (en la villa) con tu cultura, unís a la gente, unís a los pobres y unir a los pobres es subversiónY Alrededor de
los días 17 ó 18 volvió el otro hombre que me había tratado respetuosamente en el interrogatorio y me dijo: >Yusted es
un cura idealista, un místico, diría yo, un cura piola, solamente tiene un error que es haber interpretado demasiado
materialmente la doctrina de Cristo. Cristo habla de los pobres, pero cuando habla de los pobres habla de los pobres de
espíritu y usted hizo una interpretación materialista de eso, y se ha ido a vivir con los pobres materialmente. En la
Argentina, los pobres de espíritu son los ricos y usted, en adelante, deberá dedicarse a ayudar más a los ricos que son
los que realmente están necesitados espiritualmente@.
Asimismo, en la página 355 textualmente se indica AYorio, Orlando Virgilio. Sacerdote jesuita, fue
secuestrado el 23 de mayo de 1976 en su casa del Barrio Rivadavia, límite con la Villa del Barrio de Flores, y liberado el
23 de octubre del mismo año. Durante ese lapso estuvo en calidad de detenido-desaparecido junto con el Padre Víctor
Jalics. Ambos estuvieron prisioneros en la Escuela de Mecánica de la Armada y posteriormente en una casa en Don
Torcuato: AEn determinado momento del interrogatorio se pusieron a discutir entre ellos, pude escuchar que comentaban
la conveniencia o no de un rastrilleo en la villa, por lo que supongo que estaba en sus intenciones hacerlo. Supuse que
eran de Aeronáutica o Marina, oficiales, por el lenguaje que utilizabanY sentía que estaba en un sótano, permaneciendo
en el suelo, siempre con la capucha, sentí como que en el lugar había mucha gente y había alguien que cuidaba Y vienen
y me atan las manos por detrásY me ponen grillos en los dos pies con candado a una bala de cañón y me dejan
encerrado en ese lugar que es muy pequeño Y pido para ir al baño y no me hacen caso Y así permanezco por unos dos o
tres días sin tomar agua, sin comer, a veces entran para insultarme, para amenazarme de muerte, me decían que no era
sacerdoteY empecé a pensar que me encontraba en la Escuela de Mecánica de la Armada por los ruidos que escuchaba,
paso de trenes y de aviones que volaban muy bajoY Pasado el 25 de mayo vinieron a darme una inyección en la nalga,
pude sentir el ruidito como de un grabador y seguidamente comencé a dormirmeY me llevaron subiendo un ascensor uno
o dos pisos, a un lugar grande donde había mucha gente tirada en el suelo, se oían ruidos de cadenas y de tanques de
agua que se llenaban Y pude oír gente que se quejaba Y me sacan afuera y me introducen en un autoY en ese momento
deduje que era la puerta de rejas de la Escuela de Mecánica de la Armada Y se comunicaron por radio, a una pregunta
la contestación >fue a su popa=Y Al otro día vino un hombre, era el mismo que me había preguntado por Mónica
QuinteiroY nos preguntó si nos habíamos dado cuenta de quién nos había tomado, y el Padre Jalics le contestó: ALa
Escuela de Mecánica de la Armada@, y el interrogador asintió diciendo: >Ysepan que esto es una guerra y en una guerra
a veces pagan justos por pecadoresY sepan que entre nosotros hay problemas, que entre nosotros hay gente que solo
quiere matar como esa persona de gamulán que participó en el operativo que los capturóY=. Al cabo de cinco meses, el
23 de octubre, a eso de las 5 de la tarde, nos dan una inyecciónY noto que me marea un poco, nos cargan en una
camioneta, anduvimos no sé cuánto, nos dieron otra inyección, y más tarde otraY y no puedo recordar más, quisimos
incorporarnos, nos caímosY. Despertamos cuando empezaba a haber luzY caminamos algo más de un kilómetro, hasta
que encontramos un ranchito, golpeamos y un paisano nos atendió: >si, yo antes de ayer vi un helicóptero que bajó a la
tarde=, dijo. Le preguntamos dónde estábamos, nos dijo que en CañuelasY. El 25 de octubre se reunía la Conferencia
EpiscopalY@
Francisco Jalics -caso n°19- por su parte, es mencionado en la página 352, donde se indica AJalics,
Francisco. Sacerdote jesuita, fue secuestrado el 23 de mayo de 1976 en el Barrio Rivadavia (en el límite con la villa del
Bajo Flores). Estuvo prisionero en E.S.M.A. y posteriormente en una casa de Don Torcuato. Fue liberado el 23 de
octubre de 1976 junto con el Padre Yorio, sacerdote de la misma Comunidad. Salió del país. AYtambién estaba conmigo
el Padre Jalics, otro integrante de la ComunidadY Comienzo a conversar con el Padre Jalics quien me cuenta que
durante el operativo de la detención de ambos, le vio a uno de los participantes un ancla en el cinto, y que estando
detenido, en ocasión de celebrarse el 25 de mayo, hubo algo así como una formación allí afuera y pudo escuchar un
discurso que se iniciaba conY=de la Escuela de Mecánica de la Armada....=. Junto con el Padre Jalics sacamos la
conclusión de que habíamos sido sacados de la E.S.M.A.@Y AMe di cuenta de que estaba en campo abierto (lo habían
liberado) recién me animé a quitarme la venda, miré las estrellas, además el Padre Jalics estaba a mi ladoY (nos dejó un
helicóptero)@ (testimonio del sacerdote Orlando Virgilio Yorio, Legajo n° 6328).
Jalics declaró por exhorto en la Causa n° 13, constatando lo hasta aquí señalado e indicando, al igual
que en el caso de Yorio, que se le inyectó una droga para ser interrogado, experimentando mareos y somnolencia.
En relación a los casos de Yorio y Jalics, este Tribunal se ha expedido al resolver en los autos n°
21.422 y 24.309.
Casos n°° 20), 21) y 22):
Juan José Pedro Blatón -caso n° 20- y María Juana Caimán de Blatón -caso n° 21- fueron
ilegalmente detenidos el día 28 de mayo de 1976, en el domicilio de Villa Adelina, Provincia de Buenos Aires. El
primero de los nombrados permaneció en el inmueble custodiado por un grupo armado, en tanto su mujer fue conducida
al lugar de trabajo del hijo de ambos, Francisco Juan Blatón -caso n° 22-, quien fue allí detenido, y liberada María
Juana Caimán de Blaton.
Juan José Blatón y Francisco Juan Blatón fueron trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada,
donde el último nombrado fue sometido a tormentos, continuando desaparecido a la fecha. Juan José Blatón fue liberado
el 1° de junio de 1976.
Las situaciones precedentemente descriptas encuentran sustento en los recursos de hábeas corpus
interpuestos en favor de Francisco Juan Blatón (n° 157, 618 y 662 del Juzgado Federal n° 5; 11.522 y 11.523 del Juzgado
Federal n° 2; 307 del Juzgado Federal n° 1 y 2697 del Juzgado Federal n° 4) y en las expresiones vertidas ante la
Conadep (Legajo n° 264) por Juan J. Blatón y María Caimán de Blatón.
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Casos n°° 23) y 24):
Alejandro Calabria -caso n° 23- y Enrique Ramón Tapia -caso n° 24- fueron ilegalmente privados
de su libertad el 30 de mayo de 1976, siendo conducidos a la E.S.M.A. y trasladados en el mes de enero de 1977,
continuando ambos desaparecidos a la fecha.
La permanencia de los nombrados en el lugar encuentra corroboración en las expresiones testificales
de Miguel Ángel Lauletta (cfr. fs. 11.738) quien expresara que Tapia fue Atrasladado@ en enero de 1977 y que ambos,
junto con una tercera persona apodada ACassius@ -trasladada en 1976, quien presuntamente sería Daniel Fernández,
conforme el testimonio de Marta Remedios Álvarez de fs. 14.111, a lo que deben sumarse las expresiones de Lauletta y
Roberto Ahumada- le refirieron que en E.S.M.A. se encargaron originalmente de la represión a los integrantes de la
organización AE.R.P.@, y que el Capitán Whamond les había planteado la posibilidad de realizar un proceso de
recuperación.
Asimismo, a fs. 14.224/8 Bursalino relató haber visto en la E.S.M.A. a Enrique Tapia y Alejandro
Calabria.
Por su parte, Marta Remedios Álvarez expresó en su testimonio que fueron trasladados Alejandro
Calabria y Enrique Tapia, entre otros, teniendo claro ello porque ese día bajaron a un grupo de detenidos y les dijeron que
le iban a dar una inyección que era una vacuna (cfr. fs. 14.111/14.115).
Asimismo, Alejandro Blanco García expresó haber visto en la ESMA a Alejandro Calabria.
Casos n°° 25), 50), 51), 65), 66), 96) y 97):
José Antonio Cacabelos -caso n° 25- fue ilegalmente detenido en la vía pública, en la localidad de
Florida, Partido de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, el día 7 de junio de 1976 y conducido a la Escuela de
Mecánica de la Armada, donde fue interrogado en relación al paradero de su hermana Esperanza María Cacabelos de
Salcedo y el marido de ésta, Edgardo Salcedo, quienes fueran muertos en un enfrentamiento el día 12 de junio del mismo
año. En el centro clandestino que allí funcionó, José Antonio Cacabelos compartió la detención con sus hermanas Cecilia
y Ana María, ésta última fue la única que recuperó su libertad, mientras que José Antonio permanece desaparecido a la
fecha.
Lo expuesto encuentra corroboración en lo obrado en el Legajo n° 33, los dichos vertidos ante la
Conadep por Ana María Cacabelos y Laura Alicia Reborati, quien estuviera detenida en la E.S.M.A., y las expresiones
vertidas ante esta Cámara en oportunidad de instruirse la Causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas) por José Cacabelos
Muñiz, padre de la víctima, así como en los testimonios de Alfredo Bursalino (fs. 14.224/8) y Marta Remedios Álvarez
(fs. 14.111), quien expresara que José Cacabelos fue trasladado junto a otros detenidos, recordando ello por cuanto ese
día bajaron a un grupo y les dijeron que les iban a dar una inyección, que era Auna vacuna@.
En relación a Esperanza María Cacabelos -caso n° 50- y Edgardo de Jesús Salcedo -caso n° 51cabe señalar que el 12 de julio de 1976, personal perteneciente a un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la
Armada se hizo presente en el domicilio de la calle Oro N° 2511, departamento AC@, de la Ciudad de Buenos Aires,
produciéndose un "enfrentamiento" -aunque ante la ausencia de victimarios heridos podría tratarse de un homicidio- que
culminó con la muerte del matrimonio y la posterior entrega del hijo de ambos, a la época de los hechos de un año y
medio de edad, a sus abuelos.
En lo atinente al enfrentamiento obran los dichos testificales de Alberto Frank (cfr. fs. 144 del Legajo
n° 33), así como del Contralmirante Salvio Olegario Menéndez (v. fs. 214 de dicho Legajo), quien refirió haberse
desempeñado como Subdirector de la Escuela de Mecánica de la Armada con el grado de Capitán de Fragata desde
febrero a julio de 1976, y a raíz de las heridas sufridas en el hecho antes detallado, pasó a retiro.
Asimismo, Marta R. Álvarez en su testimonio de fs. 14.111/5 relató que Menéndez fue herido en un
enfrentamiento en la calle Santa Fe y Oro el 12 de julio de 1976, ocasión en la que murió María Esperanza Cacabelos y
Edgardo Salcedo, y que Acosta bajó al sótano en esa fecha y dijo que Aél era el jefe@.
José Cacabelos Muñiz relató que en la noche del día 15 de julio de 1976, luego del sepelio de
Esperanza María Cacabelos y Edgardo Salcedo, recibió un llamado telefónico de su hijo José Antonio -que permanecía
secuestrado en la E.S.M.A.-, quien ya conocía lo sucedido con su hermana y su cuñado.
A fs. 121 y 122 del legajo de mención, obran incorporadas en copias las partidas de defunción de
Esperanza María Cacabelos y de Edgardo de Jesús Salcedo. La primera, falleció a consecuencia de una herida de bala
en la cabeza, en tanto Salcedo recibió seis impactos, de los cuales uno le produjo una herida en la cabeza y el otro en el
tórax, siendo éstos los que le ocasionaron la muerte. Esto último se desprende del tratamiento brindado al caso de los aquí
nombrados en el desarrollo de la sentencia dictada en la Causa n° 13 (Casos nros. 464 y 465) y del Sumario n° 824 del
Consejo de Guerra Especial Estable n° 1/1.
En lo que atañe a Esperanza María Cacabelos -caso n° 50- y Edgardo de Jesús Salcedo -caso n° 51-,
conforme surge del expediente del Consejo de Guerra Especial Estable 1/1 ya citado, así como del resultado de las
autopsias realizadas a los nombrados, y tal como se sostuviera al analizar la situación de éstos en oportunidad del
desarrollo de la sentencia dictada en la Causa n° 13/84, no puede descartarse que la muerte de ambos haya acaecido
efectivamente en el marco de un enfrentamiento, situación ésta que deberá ahondarse a los fines de su debida
clarificación, y determinar en forma fehaciente si en este hecho intervino personal del Grupo de Tareas 3.3.2. En virtud
de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos
imputados a quienes se les reprochara este evento.
Susana Díaz era la propietaria del departamento de la calle Oro 2511 donde se produjo el
enfrentamiento que culminó con las muertes de Esperanza María Cacabelos y Edgardo Salcedo, inmueble éste que había
facilitado a la pareja, en tanto Díaz pasó a residir junto a Mirta Grosso -caso n° 65- en el departamento situado frente al
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anterior. Norma Beatriz Díaz, -caso n° 66- hermana de la primera, concertó encontrarse con la nombrada en Canning y
Corrientes en esta Capital Federal el día 17 de agosto de 1976, fecha en la que fue interceptada por un grupo armado
compuesto entre otros, por una persona apodada Tigre, siendo conducida a la Av. Forest, indicándosele que señalara a su
hermana, toda vez que tenían conocimiento, por haber detenido el día 16 del mismo mes y año a Mirta Grosso a quien
interrogaron bajo tortura, que la misma se presentaría en el lugar.
Conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada (cfr. Legajo n° 88) Norma Díaz vio en el lugar a
Mirta Grosso quien fue trasladada una semana antes de producirse la liberación de Díaz, acaecida el 8 de septiembre de
1976. Durante su permanencia en la E.S.M.A., Díaz fue interrogada por Tigre, Dante, e Inglés.
Mirta Grosso continúa desaparecida.
El 11 de octubre de 1976 en una confitería de Corrientes y Dorrego en esta Capital Federal, un grupo
armado procedió al secuestro de Cecilia Inés Cacabelos -caso n° 96-, cuyo hermano José Antonio secuestrado meses
antes, insistía telefónicamente desde la E.S.M.A. e incluso en una visita que efectuara a su progenitor acompañado de un
individuo armado, sobre su paradero, acordándose finalmente la entrevista el día y lugar indicado entre la nombrada, su
hermana Ana María Cacabelos -caso n° 97- y José Antonio, verificándose en la oportunidad la detención de ambas
mujeres, quienes fueron trasladadas al mismo centro de detención.
Ana María Cacabelos recuperó su libertad horas después, encontrándose Cecilia Inés Cacabelos
desaparecida (cfr., asimismo, Causa n° 13, casos nros. 476 y 477 de la sentencia).
Casos n°° 26) y 27):
Jorge Soria -caso n° 26- y Beatriz Porrini de Soria -caso n° 27- fueron ilegalmente privados de su
libertad el día 15 de junio de 1976, en su domicilio situado en San Antonio de Padua, Pcia. de Buenos Aires, siendo
ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fueron sometidos a tormentos, permaneciendo
desaparecidos a la fecha.
Noelia Blanca Pardini de Soria relató en su presentación ante la Comisión Nacional sobre la
Desaparición de Personas que en oportunidad del procedimiento que concluyera con la detención de su hijo y nuera, el
hijo de la pareja fue entregado a una vecina de apellido Lara. Agregó luego en su declaración ante la Justicia Militar (cfr.
Legajo n° 97) que al día siguiente un grupo armado, encabezado por el Capitán Astiz, ingresó a su domicilio
interrogándola sobre sus hijos. Asimismo y en relación al primer evento, testificó en igual sede María del Carmen Rosello
de Arbas, vecina del matrimonio (cfr. fs. 21 del legajo de mención).
Caso n°° 28):
Conforme surge del Legajo n° 93, Julio César Arin Delacourt -caso n° 28- y su esposa Mercedes
Leonor Cuadrelli fueron vistos por última vez por los padres del nombrado, la noche del 16 de junio de 1976. Los
progenitores concurrieron al inmueble ocupado por la pareja la mañana del día siguiente, encontrando el lugar en
completo desorden, con los muebles destrozados, advirtiéndose el faltante de algunos bienes (cfr. presentaciones de
Oberto Domingo Arin y exposición de fs. 44/45). El denunciante refirió ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición
de Personas que un ex integrante de la E.S.M.A., de nombre Raúl Bertoia, le indicó que su hijo estuvo allí alojado. A la
fecha, continúa desaparecido.
Casos n°° 29) y 30):
Miriam Anita Dvatman -caso n° 29- junto con su hija Julieta -caso n° 30-, entonces de 4 años de
edad, fueron ilegalmente detenidas el 20 de junio de 1976 en el sur de la Provincia de Buenos Aires en ocasión de
concurrir al Área Federal de la Organización Montoneros. Trasladada a la E.S.M.A., fue sometida a tormentos,
recuperando su libertad en el mes de julio de 1978 en que viajó a Madrid con un pasaje de Aerolíneas Argentinas oblado
por la Armada Argentina.
La nombrada fue vista en la E.S.M.A., conforme las referencias de oídas formuladas por Graciela
Beatriz Daleo (cfr. Legajo n° 67), así como también por Miguel Ángel Lauletta (v. su testimonio de fs. 11.738), Marta
Remedios Álvarez (v. fs. 14.111) quien compartiera el lugar de alojamiento con la nombrada, y Mercedes Inés Carazzo
(v. fs. 12.417).
Caso n°° 31):
El día 25 de junio de 1976 se produjo la detención ilegal de Franca Jarach, quien fuera conducida a
la E.S.M.A., siendo trasladada un mes después, continuando desaparecida a la fecha.
En relación a la nombrada, Marta Remedios Álvarez en su exposición de fs. 14.111/5 indicó que
estaba encerrada en un cuarto cuando Pernías le dijo que le iba a traer a alguien conocido, haciendo ingresar al lugar a
Franca Jarach, hija de Vera Jarach, quien había sido secuestrada junto a Cassius Clay y cuyo nombre cree que era Daniel
Fernández, el 25 de junio de 1976.
Caso n°° 32):
El 25 de junio de 1976 Daniel Fernández fue ilegalmente privado de su libertad, siendo conducido a
la Escuela de Mecánica de la Armada, donde permaneció alojado hasta su traslado acaecido entre los meses de
julio/agosto del mismo año. Continúa desaparecido.
El nombrado, bajo el apodo de Cassius Clay ó Cassius es mencionado por Marta Álvarez en su
testimonio de fs. 14.111/5 (cfr. asimismo, expresiones de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738).
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Poder Judicial de la Nación
Caso n°° 33):
Rocío Martínez fue ilegalmente detenida el 25 de junio de 1976, siendo trasladada a la E.S.M.A.,
continuando desaparecida a la fecha. (V. Legajo Conadep n° 3182).
Casos n°° 34), 35), 36) y 37):
El 26 de junio de 1976, en Vicente López, Provincia de Buenos Aires, se produjo la privación ilegal
de la libertad de Javier Otero (caso n° 35)-conscripto de la E.S.M.A.-, su esposa de nombre Rita (caso n° 34), y de la
pareja compuesta por Adolfo Kilmann (caso n° 37) y Marta Remedios Álvarez (caso n° 36). Las dos mujeres fueron
introducidas en un rodado en tanto los hombres lo fueron, también esposados y encapuchados, en el interior del baúl del
vehículo, al tiempo que en el departamento por ellos ocupado se produjo una detonación.
Conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, Adolfo Kilmann fue sometido a tormentos
conforme lo expresado por Marta Remedios Álvarez, sobre cuya permanencia en ese centro clandestino de detención se
refirieron por conocimiento propio o de oídas, Graciela Beatriz Daleo (cfr. sus dichos obrantes en el Legajo n° 67), María
Inés Pilar Imaz de Allende -Legajo 111- , Andrés Castillo (cfr. Legajo Conadep n° 4816), Miguel Ángel Lauletta (fs.
11.738), y Alfredo Bursalino (v. fs. 14.224/8).
A partir de los meses de agosto/septiembre del año 1978, Marta Remedios Álvarez contó con
salidas temporarias, recuperando finalmente su libertad en junio de 1979 (cfr. su testimonio de fs. 14.111 del principal).
Los demás nombrados, continúan desaparecidos a la fecha.
Caso n°° 38):
Alfredo Bursalino fue ilegalmente privado de su libertad en el mes de junio de 1976, siendo
trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada donde estuvo clandestinamente detenido hasta el 1° de enero de 1978
en que recuperó su libertad.
Su permanencia en el lugar se encuentra corroborada a través de sus propias manifestaciones de fs.
14.224/8, las expresiones de Marisa Murgier, quien fuera vista por María Inés Pilar Imaz de Allende (cfr. Legajo 111);
Graciela García, Graciela Beatriz Daleo (v. Legajo 87), Miguel Ángel Lauletta (cfr. su testimonio de fs. 11.738), Marta
Remedios Álvarez (fs. 14.111), Amalia María Larralde (legajo n° 1), Hebe Lorenzo, Horacio Peralta, y Mercedes Inés
Carazzo (fs. 12.417).
Caso n°° 39):
Marta Angélica Álvarez de Repetto fue detenida el 14 de septiembre de 1976 en su domicilio en la
Ciudad de Corrientes, por personal policial que ofició con la asistencia de un testigo. Quienes la custodiaban le
informaron que se hallaban a la espera del arribo de oficiales militares quienes la interrogarían, siendo luego trasladada al
Regimiento n° 9 de dicha Ciudad, dependiente del Tercer Cuerpo de Ejército, donde permaneció alojada hasta que el 3 de
diciembre de 1976 fue trasladada al Instituto APeletier@, por haber sido puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional
mediante Decreto 2438 del 11 de octubre del citado año.
Lo precedentemente expuesto surge del Legajo de Conadep n° 7055 en el que la nombrada detallara lo
acaecido, así como del tratamiento que de su caso (n° 273) se efectuara en el desarrollo de la sentencia dictada en la Causa
n° 13.
De lo aquí consignado, surge que no intervino en la detención, ni en el sometimiento a la ilegal
privación de libertad, personal del Grupo de Tareas 3.3.2 y/o de la Armada Argentina, no obrando, tampoco, probanzas
que permitan establecer que la nombrada hubiera sido conducida por circunstancia alguna a la E.S.M.A.
En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal
Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento. Asimismo, reintegradas que le sean las
actuaciones, el Sr. Juez a quo deberá remitir testimonios de las partes pertinentes a conocimiento del Juzgado con
jurisdicción en el lugar donde el evento habría tenido verificación, a los fines de su debida dilucidación.
Casos n°° 40), 41), 42), 43) y 44):
Alfredo Leaden (caso n° 40), Alfredo Kelly (caso n° 41), Pedro Duffau (caso n° 42) -todos ellos
sacerdotes-, Salvador Barbeito (caso n° 43) y José Barletta (caso n° 44) -ambos, seminaristas-, pertenecientes a la orden
de los APalotinos@, fueron muertos el día 4 de julio de 1976 en la Parroquia San Patricio, ubicada en esta Capital Federal.
Graciela Beatriz Daleo y Andrés Castillo, no obstante haber permanecido ilegalmente detenidos en la
E.S.M.A. en época distinta, (cfr. Legajo CONADEP n° 4816 y Legajo n° 87, entre otros), refirieron en relación a ello que
Aa mediados de 1976 fueron asesinados tres sacerdotes y dos seminaristas de la orden de los Palotinos, que vivían en una
parroquia en Buenos Aires, el teniente Pernías participó en esta operación, según sus propios dichos jactanciosos@.
A ello, deben agregarse los antecedentes reunidos por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de
Personas volcados en el libro ANunca Más@, Págs. 356 y Cdte.: AEn la madrugada del 4 de julio de 1976, fueron
asesinados los sacerdotes de la comunidad palotina de San Patricio, Alfredo Leaden, Pedro Duffau y Alfredo Kelly y los
seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletta. Los religiosos fueron muertos a tiros en la Parroquia de San Patricio
del barrio de Belgrano. El padre Alfredo Leaden, de 57 años, era delegado de la Congregación de los Palotinos
Irlandeses; el Padre Pedro Duffau de 65 años, era profesor; el Padre Alfredo Kelly, de 40 años, era director del
Seminario de Catequesis en Belgrano y profesor en el Colegio de las Esclavas del Santísimo Sacramento; Salvador
Barbeito, de 29 años, era seminarista, profesor de filosofía, psicología y catequista además de rector del Colegio San
Marón; Emilio Barletta, de 25 años, era seminarista y profesor. Tanto amigos como feligreses de los religiosos
asesinados coincidieron en que éstos habían predicado siempre la paz y condenaban la violencia. La noche del crimen,
personas del vecindario vieron un automóvil Peugeot negro largamente estacionado frente a la Parroquia, con cuatro
hombres adentro y, también un patrullero que se detuvo junto a ellos y luego se alejó. Seguramente los asesinos
aguardaban que se encontrasen en la parroquia todos sus moradores para entrar en acción. Las primeras personas que a
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la mañana ingresaban a la Parroquia encontraron sobre las paredes y una alfombra leyendas que después fueron
retiradas; las leyendas decían: >así vengamos a nuestros compañeros de Coordinación Federal= (en cuyo comedor se
había colocado hacía poco una bomba homicida) y >esto les pasa por envenenar la mente de la juventud=. De la parroquia
desaparecieron objetos y papeles. El 7 de julio la Conferencia Episcopal elevó una nota a la Junta Militar donde, entre
otras cosas, decía >consideramos los graves hechos de violencia que han sacudido últimamente y en forma desconocida al
país, hiriendo íntimamente el corazón de la Iglesia. Nos referimos, naturalmente, al incalificable asesinato de una
comunidad religiosa en la Parroquia de San Patricio en Buenos AiresY=. Y el 5 de julio, en el sermón pronunciado
durante el oficio celebrado en San Patricio, el sacerdote asuncionista Roberto Favre decía >es necesario rogar a Dios no
sólo por estas muertes sino por las innumerables desapariciones que ocurren cotidianamenteY=AEl suceso narrado coincidió en el tiempo con la recepción de otra carpeta >confidencial= que contenía
documentación perteneciente a los Padres Palotinos Y el cura párroco Alfredo Leaden y Pedro Duffau y los
seminaristas José Emilio Barletta y Salvador Barbeito. Agrega el declarante que entre la actividad ejercida por el
Ministerio del Interior, estaba la vigilancia sobre aquéllos sacerdotes denominados >tercermundistas= existiendo un
archivo de 300 nombres con informaciones detalladas sobre la actividad de cada uno de ellos. En referencia al caso de
los Padres Palotinos, el declarante posee en su poder una agenda telefónica de uno de los sacerdotes, que guardó como
prueba de que dicha documentación se encontraba en dependencias del Ministerio del Interior en la época de
referenciaY@ (declaración prestada por el ex oficial de la Policía Federal Argentina Peregrino Fernández, ante el Grupo de
Trabajo sobre Desapariciones Forzadas en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con sede en
Ginebra).
Ahora bien; la genérica mención que se realiza en el auto de mérito a Alos antecedentes@ de la causa n°
7970 caratulada ABarbeito, Salvador y otros víctimas de homicidio@, del registro del Juzgado n° 3 del Fuero, sin que los
mismos hayan sido individualizados ni debidamente analizados por el Sr. Magistrado instructor, ni correlacionados
acabadamente con los aquí imputados, resultan insuficientes a los fines del pronunciamiento adoptado, cuya nulidad
parcial y en lo que a éste evento se refiere, habrá de ser declarada, debiendo el Sr. Juez subsanar debidamente ello
reintegradas que le sean las actuaciones.
Caso n°° 45):
Liliana Elvira Pontoriero fue ilegalmente detenida el 4 de julio de 1976 en su domicilio situado en
Lanús, Provincia de Buenos Aires, y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue interrogada y torturada,
siendo liberada el día 28 de julio de 1976. Durante su permanencia en el lugar vio a Bettina Tarnopolsky, tomando
conocimiento que allí se hallaba el resto de la familia de la nombrada (cfr. fs. 3528 y 10.360 del principal).
Caso n°° 46):
Laura Alicia Reboratti fue ilegalmente privada de su libertad en su domicilio situado en la localidad
de Martínez, Provincia de Buenos Aires, el día 6 de julio de 1976, y trasladada a la E.S.M.A., recuperando su libertad.
Durante su detención, la nombrada vio en dicho centro clandestino a José Antonio Cacabelos (cfr. desarrollo de su caso y
Legajo n° 33).
Sobre su caso ya ha tenido este Tribunal oportunidad de pronunciarse al tratar las causas n° 20.749 y
21.422 (cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 9862, y fs. 3090, 3589, 4077, entre otras, del principal).
Casos n°° 47), 48) y 49):
Conforme surge del Legajo n° 57, José Enrique Ravignani (caso n° 47) fue ilegalmente detenido en
su domicilio en esta Capital Federal, el día 8 de julio de 1976 por un grupo armado que buscaba a su hija María Teresa
Ravignani (caso n° 48), trasladándose con el nombrado al domicilio de otra hija, de nombre María Cecilia, donde
permanecieron hasta que se produjo una comunicación de la anterior informando que había sido detenida. José Enrique
Ravignani fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar donde halló a María Teresa Ravignani,
embarazada de dos meses, y a su marido, Ricardo Hugo Darío Manuele (caso n° 49). El progenitor escuchó cuando
interrogaban a su hija y la tortura a la que fue sometido su yerno.
José Enrique Ravignani recuperó su libertad el día 9 del mismo mes y año. Los demás nombrados,
continúan desaparecidos
Caso n°° 52):
Alejandro Hugo López relató ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y en
oportunidad de su exposición durante la sustanciación de la causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas, fs. 1223/8, Anexo VI,
y Legajo n° 7) que encontrándose cumpliendo el servicio militar en la Oficina de Compras del Departamento de
Ingeniería de la Escuela de Mecánica de la Armada, fue ilegalmente detenido el 13 de julio de 1976. También fue
golpeado y torturado mediante el paso de corriente eléctrica al tiempo que se lo interrogó sobre el origen de una bolsa de
clavos que le habría dado a otro conscripto de apellido Tarnopolsky, a quien en ese momento no conocía y respecto del
cual luego supo que habría colocado una bomba en un macetero dentro del quincho de oficiales, que fue descubierta junto
con los clavos por los que se le interrogaba. Refirió haber sido sometido a tormentos y conducido días después a la
Comisaría 24° de la Policía Federal, junto con otros compañeros de camada del citado Tarnopolsky, lugar desde el que
recuperó la libertad el día 18 de julio de 1976.
Casos n°° 53), 54), 55), 56) y 57):
Las constancias obrantes en el Legajo n° 123, de los recursos de hábeas corpus y denuncias de
privación ilegal de la libertad efectuadas ante los Juzgados de Instrucción n° 33 (causa n° 2489), Juzgado Federal n° 3
(causas n° 7421 y 34/76), Juzgado Federal n° 1 (causas n° 58/79, 59/77), y Juzgado Federal n° 2 (causa n° 11.542),
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permiten establecer que Sergio Tarnopolsky (caso n° 53) se hallaba cumpliendo el servicio militar obligatorio en la
Escuela de Mecánica de la Armada, lugar en el que fue ilegítimamente privado de su libertad el 13 de julio de 1976,
continuando desaparecido a la fecha.
Del testimonio brindado por Alejandro Hugo López (cfr. actas mecanografiadas) -cuyo caso se relató
anteriormente- surge que por comentarios tomó conocimiento que el nombrado Tarnopolsky fue sometido a torturas,
siendo Autilizado@ para probar la eficacia de los chalecos antibalas.
A su respecto, la Armada formó el expediente n° 130/76 AR@ como parte de deserción en el que se
indicó que la víctima se retiró de la E.S.M.A. el día 13 de julio de 1976 en uso de licencia local (cfr asimismo, tratamiento
brindado al caso en la causa n° 13 -n° 202-).
Asimismo, Rolando Pisarello y María del Huerto Milesi (v. Legajo n° 6) refirieron en la presentación
de fs. 4 que tuvieron conocimiento que en el lugar estuvo Adetenido Yun soldado conscripto de marina llamado
TarnopolskyY@.
La esposa del anterior, Laura Inés Del Duca (caso n° 54), fue privada de su libertad el día 16 de julio
de 1976 en su domicilio de Capital Federal, y conducida a la E.S.M.A., donde permaneció alojada, siendo sometida a
tormentos, continuando desaparecida a la fecha.
Hugo Tarnopolsky (caso n° 55) y Blanca Edith Edelberg de Tarnopolsky (caso n° 56), fueron
detenidos en su domicilio de la Capital Federal el día 16 de julio de 1976 por un grupo armado, perteneciente al Grupo de
Tareas 3.3.2., y trasladados al domicilio de Rosa Daneman de Edelberg, lugar donde fuera secuestrada la hija de los
primeros, Bettina Tarnopolsky (caso n° 57).
La totalidad de los nombrados fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo
sometidos a tormentos, continuando desaparecidos a la fecha.
Amén de lo señalado al inicio del presente desarrollo, las circunstancias precedentemente consignadas
encuentran corroboración en las expresiones vertidas durante la sustanciación de la Causa n° 13 por Liliana Elvira
Pontoriero y Juan Guelar, quienes estuvieran clandestinamente detenidos en la E.S.M.A. en la época de los sucesos, así
como por las manifestaciones de Lila Pastoriza quien no obstante haber permanecido alojada en dicho centro en época
distinta, refirió que allí se hacía mención a la permanencia en el lugar de la familia Tarnopolsky, así como que Sergio
había sido ayudante del Capitán Jorge Acosta. En términos similares se pronunció ante la Conadep Andrés Castillo (cfr.
Legajo n° 4816).
De igual forma, la similar manera en que los grupos de tareas desplegados utilizaron para ingresar a
los departamentos ocupados por Laura Del Duca y el matrimonio Tarnopolsky, mediante la voladura de las respectivas
puertas de acceso, halla corroboración en los testimonios de José Daniel Pugliese y Luis Morgan, brindados en la Causa n°
13 -v. fs. 12.238 del principal-.
Asimismo, a fs.11.999 obra la exposición testimonial brindada por Daniel Tarnopolsky, quien en la
ocasión ratificara la declaración que brindó a fs. 1180/1182 del legajo de Domon-Duquet, donde relatara lo acaecido.
Por su parte, Marta R. Álvarez en su exposición de fs. 14.111/5 se refirió a esta familia y los
tormentos que padecieran, en tanto Mercedes Inés Carazzo en su exposición de fs. 12.417 expresó que durante su
detención en la E.S.M.A. supo que también había estado en el lugar la familia Tarnopolsky, al igual que Alfredo Bursalino
(fs. 14.224).
Caso n°° 58):
El periodista Víctor Eduardo Seib (Conf. ANunca MásY@, pág. 374), resultó privado ilegalmente de su
libertad el 30 de julio de 1976, siendo conducido a la E.S.M.A. donde fue sometido a tormentos, continuando
desaparecido a la fecha.
Fue visto en la ESMA por Marta Remedios Álvarez (v. fs. 14.111).
Caso n°° 59):
Nora Oppenhaimer fue detenida en julio de 1976, y trasladada a la Escuela de Mecánica de la
Armada, continuando desaparecida a la fecha.
Su permanencia en la E.S.M.A. y posterior Atraslado@ encuentra corroboración en las manifestaciones
vertidas por Marta Remedios Álvarez en su exposición de fs. 14.111/5.
Casos n°° 60) y 61):
Haydée Cirulo de Carniglia y Esther Carniglia -hija de la anterior-, fueron ilegalmente detenidas el
4 de agosto de 1976 y conducidas a la E.S.M.A., continuando desaparecidas a la fecha (cfr. Legajos Conadep n° 6136 y
6053, respectivamente; y fs. 7209, 7789, 8964, 10.264 entre otras, del principal).
Caso n°° 62):
El 5 de agosto de 1976 un grupo armado irrumpió en el domicilio de Ángela María Aieta de Gullo,
quien fue ilegalmente privada de su libertad y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, y continúa desaparecida
a la fecha.
La nombrada fue vista en la E.S.M.A. por Norma Noemí Díaz (cfr. Legajo Conadep n° 2354, Legajo
n° 88), Graciela Daleo y Andrés Castillo -éstos, según referencias de oídas- (cfr. Legajo n° 4816 -Conadep-), Horacio
Peralta, Hebe Lorenzo (cfr. fs. 10.049 y Legajos Conadep n° 2941 y 7628) y Marta Remedios Álvarez (cfr. su testimonio
de fs. 14.111)
Casos n°° 63) y 64):
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Los periodistas Eduardo (Edgardo) Suárez -caso n° 63-, (cfr. ANunca MásY@, págs. 374 y 434) y
Patricia Villar de Suárez -caso n° 64- resultaron ilegalmente detenidos el día 12 de agosto de 1976, fueron conducidos a
la Escuela de Mecánica de la Armada, y continúan desaparecidos al presente (cfr. Legajo n° 166).
Fueron vistos en la E.S.M.A. por Marta Remedios Álvarez (cfr. su testimonio de fs. 14.111/5).
Casos n°° 67) y 68):
Horacio Edgardo Peralta (caso n° 67) y su pareja, Hebe Inés Lorenzo (caso n° 68), fueron
ilegalmente detenidos el día 26 de agosto de 1976 en esta Capital Federal, siendo ambos conducidos a la Escuela de
Mecánica de la Armada y sometidos a torturas mediante el paso de corriente eléctrica, en el transcurso de las cuales
Lorenzo sufrió paros cardíacos.
Peralta fue liberado el 19 de octubre de 1976, en tanto Lorenzo fue derivada a la cárcel de Devoto
(Unidad n1 2 del S.P.F.), donde permaneció hasta el 4 de abril de 1977, en que fue liberada bajo vigilancia y expulsada al
Paraguay, radicándose posteriormente en Francia (cfr. asimismo, presentación de Horacio Edgardo Peralta obrante a fs.
10.049 del principal).
Marta Remedios Álvarez (v. fs. 14.111) refirió haber visto a Peralta en la ESMA (cfr. asimismo,
Legajos Conadep n° 2941 y 7628).
Caso n°° 69):
Osvaldo Ramón Cheula fue detenido y liberado en dos oportunidades, siendo conducido en ambas
ocasiones, a la Escuela de Mecánica de la Armada. El primer evento se verificó entre el 27 de agosto y el 5 de septiembre
de 1976, lapso durante el cual fue torturado. Posteriormente, fue nuevamente detenido el 16 de noviembre de 1976,
permaneciendo clandestinamente alojado en dicha sede hasta el 23 de noviembre de 1976.
Su caso ya fue tratado por este Tribunal al expedirse en las causas n° 24.122 y 24.309.
Caso n°° 70):
Pedro Solís fue privado de su libertad el 28 de agosto de 1976, conducido a la E.S.M.A., desaparecido
a la fecha.
Al respecto, resulta conducente señalar lo asentado en el libro ANunca Más@ (v. págs. 338 y 439): Ano
se preocupe señora que lo vamos a cuidar bien, me dijeron los hombres vestidos de fajina y de civil, muy armados, que
entraron a nuestra casa y se llevaron a mi marido. Vinieron el 28 de agosto de 1976 a las 2 y 30 hs. Buscaban a nuestra
hija María Cristina, que hacía cuatro años que ya no vivía con nosotros. Después de revisar toda la casa dijeron que
tenían que llevarse a mi esposo por ser el de más edad@. Legajo n° 776.- Pedro Solís tenía 77 años. Era jubilado de la
Policía Federal y se atendía constantemente en el Hospital Churruca pues padecía de arteriosclerosis e hipertensión
arterial@(cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 4887).
El nombrado fue visto en la E.S.M.A. por Marta Remedios Álvarez (cfr. su testimonio de fs.
14.111/5).
Caso n°° 71):
Bajo el apodo de AInés@ o AMaría@, -embarazada-, esta persona habría sido privada ilegalmente de
su libertad en el mes de agosto de 1976 y conducida a la E.S.M.A.
Ahora bien; la mera indicación efectuada por el Sr. Magistrado en el sentido arriba citado, no alcanza
para sustentar el reproche que se formula. En este sentido, por cuanto se carece de otro tipo de dato que permita conocer
su real identidad, no surgiendo de autos mención por parte de otros detenidos, y/u otros elementos convictitos, que
permitan sostener su permanencia en el centro que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, y/o la
participación de los aquí imputados en la privación de su libertad, circunstancia que exige una mayor profundización por
parte de la instrucción.
En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal
Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento.
Caso n°° 72):
El 1° de septiembre de 1976 Inés Adriana Cobo fue ilegalmente detenida en esta Capital Federal,
siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha.
La nombrada, también conocida como ALa Conejo Inés@ fue vista en ese lugar por Miguel Ángel
Lauletta (cfr. fs. 11.738) quien señalara que la misma fue Atrasladada@ en enero de 1977. Alfredo Bursalino (v. fs. 14.224)
refirió que Aen el dorado@ estaba Inés Cobo, junto con Marta Álvarez, quien así lo confirmara en su testimonio de fs.
14.111/5 al expresar que compartió mucho tiempo de su propio cautiverio con la nombrada, quien fue trasladada junto
con Tapia, Calabria, Cacabelos y Di Doménico.
Caso n°° 73):
Zulema Elganame resultó muerta en su domicilio situado en Lomas de Zamora, Provincia de Buenos
Aires, y el auto en crisis sostiene que lo fue por personal integrante del Grupo de Tareas 3.3.2, el día 6 de septiembre de
1976. A su vez, es mencionada por Graciela Beatriz Daleo y Andrés Ramón Castillo (Legajo 4816 de la Conadep), e
integra el listado de personas secuestradas por personal de la E.S.M.A., que fueran ejecutadas y/o que continúan
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desaparecidas, enviado por el Juzgado Central de Instrucción N° 5 de la Audiencia Nacional de Madrid (cfr. fs. 8521 del
mismo).
No obstante lo precedentemente apuntado, no se encuentra debidamente esclarecido, ni determinado al menos, dentro del grado de certeza exigido para esta etapa-, la efectiva intervención en el hecho de los aquí imputados,
lo que habrá de ser debidamente profundizado. En virtud de ello, corresponde proceder conforme lo reglado por el art. 309
del Código Procesal Penal respecto de aquéllos encartados a quienes se les reprochara este evento.
Casos n°° 74), 75), 76), 77) y 78):
El 6 de septiembre de 1976 personal presuntamente perteneciente al Grupo de Tareas 3.3.2 luego de
haber rodeado el inmueble de la calle Uriarte 1058 de esta Ciudad, irrumpió en el departamento AC@ del cuarto piso,
ocupado por Jorge Simón Adjiman -caso n° 74- y su esposa Estela María Gache de Adjiman -caso n° 75-, las dos hijas
menores del matrimonio, la madre del primero, Hilda Brotman de Adjiman, y su hermano Luis Daniel Adjiman -caso n°
76-, abatieron a los dos primeros y secuestraron al último, quien fue conducido al domicilio de otro hermano, Leonardo
Natalio Adjiman -caso n° 77- y su esposa Soledad Schajaer -caso n° 78-, ubicado en la localidad de Lomas de Zamora,
Provincia de Buenos Aires, quienes resultaron asesinados en esa morada.
Luis Daniel Adjiman habría sido trasladado a un centro clandestino de detención, -presuntamente la
Escuela de Mecánica de la Armada-, lugar donde fuera visto por sus familiares Luis Brotman, Sergio Bejerman y Dora
Najles de Brotman, continuando desaparecido al presente (cfr. asimismo, constancias del Legajo n° 87).
Ahora bien; en lo que atañe Jorge Simón Adjiman -caso n° 74-, y Estela Gacche de Adjiman -caso
n° 75- conforme surge de lo obrado en el Legajo n° 87 (cfr. especialmente expresiones de Graciela Castelli a fs. 56/7 vta.,
Máxima Iñiguez a fs. 62/64 vta., y el informe de fecha 14 de septiembre de 1976 labrado por la Comisaría 250 dando
cuenta del enfrentamiento armado ocurrido en el inmueble de la pareja -Uriarte 1058, 4° AC@- y que culminara con la
muerte de los mismos), no puede descartarse que el deceso de ambos haya acaecido efectivamente en el marco de un
enfrentamiento, situación ésta que deberá ahondarse a los fines de su debida clarificación, y determinar en forma
fehaciente si en el hecho intervinieron los encartados a los que se les formulara reproche. En virtud de ello, habrá de
adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se
les reprochara este evento.
Igual temperamento se adoptará en relación al caso de Leonardo Natalio Adjiman -caso n° 77- y su
esposa Soledad Schajaer -caso n° 78-, quienes el mismo día habrían sido abatidos en un enfrentamiento verificado en el
domicilio de la pareja ubicado en la localidad de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, circunstancia que no ha
sido debidamente profundizada.
Así, reintegradas que le sean las actuaciones, el Sr. Juez a quo deberá recabar los testimonios de los
vecinos de los lugares donde se produjeron los hechos, a la época de los sucesos; la intervención judicial pertinente Ben su
caso-, y cualquier otra diligencia que se estime conducente en procura de aclarar debidamente las circunstancias arriba
detalladas.
En lo que hace a la situación de Luis Daniel Adjiman -caso n° 76-, teniendo en cuenta que el mismo
fue oído por su tía Dora Najles de Brotman -ver caso n° 81 en el centro clandestino de detención que, conforme los dichos
de Sergio Bejerman -ver caso n° 83- trata de aquél que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar al que
también fuera conducido el resto del grupo familiar compuesto por Isaac Brotman -caso n° 80- y Florencia María Brotman
-v. caso n° 82, las imputaciones formuladas a los encartados en relación a estos eventos habrán de ser confirmadas. No
obstante ello, resulta necesario contar con las ampliaciones del testimonio de Sergio Bejerman y oír en autos a los demás
miembros de la familia mencionada a fin de obtener mayores detalles sobre lo acaecido.
Casos n°° 79), 80), 81), 82) y 83):
Familiares de las personas arriba citadas, fueron privadas ilegalmente de su libertad el mismo día 6 de
septiembre de 1976, y trasladados Bpresuntamente- a la Escuela de Mecánica de la Armada conforme se indicará:
Luis Félix Brotman -caso n° 79- en su domicilio de Vidal 3088, de esta Ciudad, en ocasión de
hallarse reunido con un grupo de compañeros de escuela. En el lugar de detención permaneció esposado y con grilletes en
los pies, oyendo las voces de Sergio Bejerman -caso n°83- Luis Daniel Adjiman quien le narrara la muerte de sus
hermanos Jorge y Leonardo.
Fue liberado el día 7 de septiembre de 1976 en cercanías de su domicilio, lugar al que fuera conducido
por Dante (cfr. fs. 49/51 del Legajo n° 87 ya citado).
Isaac Brotman -caso n° 80- y su esposa Dora Najles de Brotman -caso n° 81- fueron secuestrados
de su domicilio de Malabia 320, piso 1°, AA@, de esta Ciudad, siendo trasladados primero a un depósito de ropa situado en
la calle Campichuelo, y luego al domicilio de la hija del matrimonio, Florencia María Brotman -caso n° 82- ubicado en
Cochabamba 2148, Capital Federal, lugar donde ella y su marido, Sergio Martín Bejerman -caso n° 83- fueron también
ilegalmente detenidos.
Isaac Brotman -caso n° 80- y Dora Najles de Brotman -caso n° 81- fueron liberados el 10 de
septiembre de 1976. Esta última escuchó la voz de su sobrino Luis Daniel Adjiman durante su permanencia en el centro
clandestino de detención.
Sergio Martín Bejerman -caso n° 83- durante su alojamiento en el lugar fue sometido a tormentos e
interrogado, y finalmente liberado, junto a esposa Florencia María Brotman de Bejerman -caso n° 82- el 10 de
septiembre de 1976 (cfr. asimismo, Legajo n° 87 y recurso de habeas corpus n° 2266 del registro del Juzgado de Sentencia
Letra AC@).
2415
Poder Judicial de la Nación
El caso de Sergio Bejerman fue tratado por el Tribunal al resolver las causas n° 21.422 y 24.309.
Asimismo, y atendiendo a lo resuelto por el Sr. Juez a quo con fecha 21 de mayo de 2007 (cfr. fs.
25.748/9 de los autos principales), se solicitó a la Excma. Cámara Nacional de Casación Penal el Incidente respectivo, el
cual no ha sido receptado al presente. En este aserto, y siendo nuevamente valorados los casos vinculados a ello,
corresponde indicar que en ocasión de tratarse estos hechos al resolver los autos n° 24.309, erróneamente se consignó en
la parte dispositiva, y bajo el número A80@ -que describe lo acaecido a Isaac Brotman-, al evento que damnificara a Sergio
Bejerman, a cuyo caso atañe la identificación n° A83@, circunstancia que originó citar inexactamente los números de los
casos asignados a estas víctimas. Ello conllevó a resolver incorrectamente la situación del allí imputado Jorge Eduardo
Acosta respecto del nombrado Bejerman, por cuyas circunstancias no fuera indagado, correspondiendo en consecuencia
modificar parcialmente dicho decisorio y esclarecer que el mismo no alcanza al hecho que damnificara a Sergio Bejerman,
lo que así se deja aclarado mediante la presente decisión.
Caso n°° 84):
El 15 de septiembre de 1976 Juan Carlos Perchante fue privado ilegalmente de su libertad, y
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido a la fecha. (V. asimismo, Legajo Conadep
n° 7624 y fs. 8573 del principal).
Casos n°° 85) y 86):
Juan Domingo Plaza Taborda -caso n° 85- fue ilegalmente detenido en una confitería de la Ciudad
de La Plata, Provincia de Buenos Aires, el 16 de septiembre de 1976, siendo conducido a la E.S.M.A, donde se lo sometió
a torturas, y continúa desaparecido a la fecha.
En relación al nombrado, de los antecedentes remitidos por Juzgado Central de Instrucción n° 5 de la
Audiencia Nacional de Madrid a fs. 8526 surge que el mismo habría sido privado de su libertad entre diciembre de 1977 y
enero de 1978.
Su esposa -caso n° 86- fue igualmente privada de su libertad y trasladada a la E.S.M.A., continuando
desaparecida. Al respecto, el Sr. Juez a quo, reintegrados que le sean los obrados, deberá realizar las diligencias necesarias
en procura de la correcta individualización de esta víctima.
Caso n°° 87):
Laura Susana Di Doménico fue ilegalmente detenida en la ciudad de Santa Fe, Provincia del mismo
nombre, el 24 de septiembre de 1976 por personal que se identificó como perteneciente a la Policía de esa ciudad,
presuntamente bajo las órdenes del Capitán AMartello@, habiendo el Jefe de Operaciones del Área, Tte. Cnel. Rodríguez
Carranza, ordenado el traslado de la nombrada a la E.S.M.A. (cfr. presentación de fs. 3/4 del Legajo n° 151, efectuada por
Adalberto Elio Di Doménico).
Al respecto, en su exposición de fs. 5 del legajo de mención brindada ante la Comisión Nacional sobre
la Desaparición de Personas, Graciela Beatriz Daleo refirió ACon respecto a Di Doménico (Leg. 538) sabe que Laura
estuvo en la ESMA porque se lo dijo directamente el Capitán de Corbeta Jorge Acosta, alias >Tigre= y después fue
trasladada a Superintendencia de Coordinación Federal@.
Asimismo, Miguel Ángel Lauletta en su testimonio de fs. 11.738 del principal, indicó que el día de su
secuestro fue introducido en un vehículo en cuyo interior se hallaba APilar@ Laura Di Doménico, siendo ambos conducidos
a la E.S.M.A., continuando la nombrada desaparecida (cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 6336).
Di Doménico habría sido trasladada al centro clandestino de detención AAtlético@ (cfr. casos 91, 92 y
93).
Al respecto, Marta Remedios Álvarez (v. fs. 14.111) relató haber compartido la detención en la
E.S.M.A. con Di Doménico, quien luego fuera trasladada junto con Tapia, Calabria, Cacabelos y Oppenheimer.
Caso n°° 88):
Pablo Joaquín Mainer Gómez fue ilegalmente privado de su libertad el 29 de septiembre de 1976 en
ocasión de cumplir el servicio militar en el Distrito Militar La Plata del Ejército Argentino bajo las órdenes del Cnel.
Carlos Nicolás Romanella, quien así lo confirmara en ocasión de su exposición testimonial brindada durante la
sustanciación de la Causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas).
El nombrado permaneció clandestinamente detenido en la Brigada de Investigaciones de La Plata, de
la Policía de la Provincia de Buenos Aires y bajo dependencia operacional del Primer Cuerpo del Ejército, extremo éste
que así se dio por acreditado en la citada Causa n° 13 (cfr. caso n° 26).
De lo aquí consignado, surge en principio que no intervinieron en la detención, ni en el sometimiento a
la ilegal privación de libertad, las personas aquí imputadas, no obrando, tampoco, probanzas que permitan establecer que
Mainer Gómez hubiera sido conducido a la E.S.M.A.
En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal
Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento, debiendo el Sr. Magistrado constatar si el
mismo resulta objeto de tratamiento en actuaciones instruidas ante Juzgados del Fuero de ésta u otra jurisdicción, y, en su
caso, proceder a la remisión de los testimonios pertinentes a los fines de su debido esclarecimiento.
Casos n°° 89) y 116):
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Poder Judicial de la Nación
Roberto Ahumada -caso n° 89- fue ilegalmente detenido en septiembre del año 1976, y conducido a
la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos, resultando finalmente liberado. Su permanencia en
el lugar encuentra corroboración en lo manifestado por Miguel Ángel Lauletta (cfr. fs. 11.738) y Mercedes Inés Carazzo
(fs. 14.217), así como por las expresiones vertidas al respecto por Alfredo Julio Margari (Legajo n° 34) y Ricardo Héctor
Coquet (Legajo n° 124).
María Laura Tacca de Ahumada -caso n° 116- fue ilegalmente detenida en el mes de octubre de
1976, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometida a tormentos, lugar en el que permaneció hasta
-presuntamente- mediados de 1977 en que fue liberada. En este sentido, Miguel Ángel Lauletta (cfr. testimonio de fs.
11.738) refirió que la nombrada estuvo en la E.S.M.A. y que fue liberada a fines del año 1978, corroborando Mercedes
Inés Carazzo (v. fs. 12.417) su permanencia en el lugar, al igual que Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124) y Marta
Remedios Álvarez (fs. 14.111).
El caso de los nombrados, ya fue tratado por este Tribunal al expedirse en las causas n° 24.122 y
24.309.
Caso n°° 90):
Hernán Firpo fue visto, clandestinamente detenido, en la Escuela de Mecánica de la Armada en
septiembre de 1976 (v. Legajo Conadep n° 9842).
Casos n°° 91), 92) y 93):
Surge del decisorio en crisis que entre los meses de septiembre y octubre de 1976 se habrían producido
las privaciones ilegales de la libertad de los apodados AQuique@@ -caso n° 91-, Aloco Nicolás@@ -caso n° 93-, así como de un
estudiante de arquitectura -caso n° 92-, quienes desde la Escuela de Mecánica de la Armada fueron trasladados al centro
clandestino de detención AAtlético@ junto a Laura Di Doménico, Irene Torrents Bermann (quien fuera vista en la E.S.M.A.
por Miguel Ángel Lauletta, conforme su testimonio de fs. 11.738, encontrándose desaparecida), e Inés Cobo.
Ahora bien; la mera indicación efectuada por el Sr. Magistrado en el sentido arriba citado, no alcanza
para sustentar el reproche que se formula en relación a los llamados AQuique@@ -caso n° 91-, y Aloco Nicolás@@ -caso n° 93-.
En este sentido, por cuanto se carece de otro tipo de dato que permita conocer sus reales identidades, no surgiendo de
autos mención por parte de otros detenidos, y/u otros elementos convictivos, que permitan sostener su permanencia en el
centro que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, y/o la participación de los encartados en la privación de
sus libertades, circunstancia que exige una mayor profundización por parte de la instrucción.
En el caso del Aestudiante de arquitectura@@ -caso n° 92-, si bien podría presumirse que guarda
vinculación con los casos n° 115 y 121 a 125, lo cierto es que, al igual que en las situaciones precedentemente
mencionadas, deberá profundizarse la pesquisa a los mismos fines allí indicados.
En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal
Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento.
Casos n°° 94) y 95):
El 8 de octubre de 1976 en su domicilio de Florida, Provincia de Buenos Aires, un grupo armado
procedió a la ilegal detención de Elizabeth Andrea Turrá -caso n° 94- quien fue trasladada a la Escuela de Mecánica de
la Armada y liberada a los tres días (cfr. legajo n° 15, y fs. 1954, 7527 y 10.360, entre otras, del principal).
Su novio, Luis Alberto Vázquez -caso n° 95- fue secuestrado en su domicilio de esta Capital Federal,
el día 9 de octubre de 1976 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos. Fue
liberado el 22 de octubre de 1976 (cfr. Legajo n° 15 y recurso de hábeas corpus n° 5668 del Juzgado de Sentencia Letra
T), habiendo sido su caso motivo de tratamiento por este Tribunal al expedirse en los autos n° 21.422 y 24.309.
Caso n°° 98):
Miguel Ángel Lauletta fue ilegalmente privado de su libertad el 14 de octubre de 1976 en el inmueble
de Pasaje Yapeyú y México, de esta Ciudad, oportunidad en la que se secuestró material del servicio de documentación de
la organización Montoneros. Fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, liberado en primera instancia en el
mes de marzo de 1979 y, luego de veinte días, fue nuevamente secuestrado, permaneciendo clandestinamente detenido por
el término de un mes.
Su alojamiento en la E.S.M.A. surge, además, de las expresiones vertidas por el nombrado a fs. 11.738
y por Ricardo Coquet (v. legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (v. legajo 111), Rolando Pisarello y María del
Huerto Milesi en el Legajo n° 6; Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.041 y 12.417), Liliana Noemí Gardella (fs.12.403), Marta
Remedios Álvarez (fs. 14.111) y Ana María Martí (fs. 13.030).
Caso n°° 99):
Susana Noemí Díaz Pecach fue ilegalmente detenida el 14 de octubre de 1976 en esta Capital
Federal, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, -extremo éste corroborado a través de la presentación
efectuada por Graciela Daleo en el Legajo 151, quien aporta los nombres de diversas personas allí alojadas en tiempo
anterior y concomitante con la nombrada-, continuando desaparecida a la fecha (cfr. Legajo Conadep n° 1525, y fs.
10.717 del principal).
Casos n°° 100) y 101):
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Poder Judicial de la Nación
Diana Iris García -caso n° 100- y Graciela Beatriz García Romero -caso n° 101- fueron detenidas
ilegalmente el 15 de octubre de 1976 en Córdoba y San Martín, de esta Ciudad, siendo trasladadas a la Escuela de
Mecánica de la Armada, continuando desaparecida la primera de las nombradas.
García Romero fue torturada y, posteriormente, obligada a realizar distinto tipo de tareas. En este
sentido, durante el año 1978 desarrolló durante el día, trabajos en la Cancillería, sumándose en el año 1979, labores que
efectuaba en el inmueble de Libertad entre Av. Santa Fe y Arenales, también de esta Ciudad. En este lugar trabajó junto
con Alfredo Bursalino (cfr. caso n° 38 del presente), donde también concurrían los integrantes del Grupo de Tareas Yon y
Horacio. En 1979, trabajó en el Ministerio de Bienestar Social junto con Marta Bazán -quien es mencionada en este
sentido por Ricardo Coquet (Legajo n° 124), Rolando Pisarello, María del Huerto Milesi (legajo n° 6) e Imaz de Allende
(Legajo n° 111)-, y Miriam Lewin -consignada en estos términos por Imaz de Allende y Graciela Daleo- siendo que en esa
época era controlada telefónicamente por Yon. En 1980, el Tigre Acosta la llamó por teléfono y con el advenimiento de la
democracia también se presentó en el despacho de su hermana en Tribunales.
Corrobora su permanencia en el lugar el testimonio brindado a fs. 11.738 por Miguel Ángel Lauletta, y
a fs. 14.111 por Marta Remedios Álvarez.
Caso n°° 102):
María Isabel Murgier fue ilegalmente detenida el 16 de octubre de 1976, y conducida a la Escuela de
Mecánica de la Armada donde luego, le encomendaron la realización de tareas en el Ministerio de Relaciones Exteriores y
en el ACentro Piloto París@. Finalmente fue liberada.
Lo expuesto encuentra, además, corroboración en las expresiones de María Inés del Pilar Imaz de
Allende (Legajo n° 111) y Graciela Beatriz Daleo (Legajo n° 87), y en los testimonios de Marta R. Álvarez (v. fs.8249,
14.111), Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) quien refiriera que la misma fue liberada en 1978 y Mercedes Inés Carazzo
(fs. 12.417)
Caso n°° 103):
Héctor Eugenio Talbot Wright fue privado de su libertad el 16 de octubre de 1976, y trasladado a la
Escuela de Mecánica de la Armada, lugar al que llegó muerto conforme las expresiones vertidas de oídas por Graciela
Beatriz Daleo y Andrés Ramón Castillo (cfr. Legajo Conadep 4186).
Ahora bien; la sola indicación efectuada por el Sr. Magistrado en el sentido arriba citado, sustentada en
meras referencias efectuadas por quienes permanecieron en ese centro en época distinta al hecho en cuestión, no alcanza
para sustentar el reproche que se formula. En este sentido, por cuanto se carece de otro tipo de dato que permita sostener
su permanencia en el centro que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, y/o la participación de los aquí
imputados en la privación de su libertad, así como su presunto fallecimiento, circunstancia que exige una mayor
profundización por parte de la instrucción.
En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal
Penal respecto de aquéllos encartados a quienes se les reprochara este evento.
Casos n°° 104) y 105):
Carlos Alberto Caprioli -caso n° 104- y su esposa -caso n° 105- embarazada, fueron ilegalmente
detenidos el 18 de octubre de 1976, siendo conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar donde la mujer
habría dado a luz. Fueron liberados.
Al respecto, Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 y 14.224) expresó que Caprioli fue liberado en el
año 1978, habiéndose expedido en relación a su permanencia en la E.S.M.A. Alfredo Bursalino en su testimonio de fs.
14.224/8, y Marta Remedios Álvarez a fs. 14.111.
Carlos Alberto Caprioli compartía el estudio con Jaime Said (cfr. presentación de fs. 9700/02 del
principal y caso n° 139).
Reintegradas que le sean las actuaciones, el Sr. Magistrado a cargo de la instrucción deberá realizar las
diligencias indispensables en procura de la debida identificación de la esposa de Carlos A. Carpioli.
Caso n°° 106):
Lisandro Raúl Cubas fue privado ilegalmente de su libertad en La Tablada, Provincia de Buenos
Aires, el 20 de octubre de 1976, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos, de
resultas de los cuales debió ser trasladado para su atención al Hospital Naval. Durante su permanencia en el lugar, realizó
trabajos vinculados a documentación, fue trasladado a Puerto Belgrano donde permaneció por espacio de un mes, y pudo
visitar a sus familiares, hasta que se produjo su liberación el 19 de enero de 1979 en que partió rumbo a Venezuela junto a
Rosario Quiroga quien también estuvo allí alojada.
Lo expuesto encuentra corroboración en el tratamiento dado a su caso (n° 399) en el desarrollo de la
sentencia de la Causa n° 13, su exposición anexada a dichos obrados, así como a través de las expresiones de Ricardo
Coquet (legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 111), Andrés Ramón Castillo y Graciela Beatriz Daleo
(legajo 4186), Rosario Quiroga, Ana María Martí, Sara Solarz de Osatinsky y Miriam Lewin de García, entre otros (cfr.
actas mecanografiadas de la Causa n° 13), en el testimonio de Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738), en las
manifestaciones vertidas ante la Conadep por Rolando Ramón Pisarello y María del Huerto Milesi (v. Legajo n° 6); en sus
propias expresiones de fs. 8317, 11.038, 11.624, y 14.505/20 y su presentación de fs. 8263; el testimonio de Mercedes
Inés Carazzo (fs. 12.417), Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111) y Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738).
Caso n°°107):
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Marta Bazán de Levenson fue ilegalmente detenida el 20 de octubre de 1976 y trasladada a la
Escuela de Mecánica de la Armada donde permaneció hasta su liberación.
Su alojamiento en el lugar se encuentra asimismo corroborada a través de las expresiones de Ricardo
Coquet (legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 111), Rolando Pisarello y María del Huerto Milesi
(legajo n° 6), y en los testimonios de Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) quien señalara que la nombrada fue liberada en
1978, Marta Remedios Álvarez (fs. 12.11) y de Mercedes Inés Carazzo de fs. 12.041.
Casos n°° 108), 109) y 110):
Guillermo Raúl Rodríguez -caso n° 108-, apodado ABetopo@, su esposa -caso n° 109- y su cuñada caso n° 110-, fueron ilegalmente privados de su libertad el 20 de octubre de 1976 por un grupo armado perteneciente a la
Fuerza Aérea Argentina y, posteriormente, conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada. A principios de 1977,
Rodríguez fue transitoriamente derivado al AClub Atlético@, retornando luego a la E.S.M.A.. Finalmente fue Atrasladado@
junto a su esposa y cuñada -embarazada- a fines de ese año, y hasta hoy todos ellos continúan desaparecidos.
Al respecto, Silvia Labayrú -quien estuvo clandestinamente detenida en la E.S.M.A.- indicó en la
presentación de fs. 196 del Legajo n° 97, ABetopo: era miembro de la conducción regional de la Organización Poder
Obrero. Estaba divorciado y tenía una hija de diez años. Era doctor en física y química. Fue secuestrado por Fuerza
Aérea junto con su segunda mujer. Ambos son trasladados@.
Asimismo, Lisandro Raúl Cubas señaló haber visto a la esposa y cuñada de ABetopo@ Rodríguez, con
quien compartía el lugar donde dormían, agregando que este hombre integraba la Organización Comunista Poder Obrero.
Ambas mujeres fueron trasladadas por espacio de tres o cuatro días a una dependencia policial, de la que retornaron física
y anímicamente destrozadas.
Por su parte, Miguel Ángel Lauletta testificó a fs. 11.738 que Rodríguez continúa desaparecido al
presente. Su permanencia en el lugar se encuentra asimismo indicada por Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.041).
El Sr. Juez a quo deberá profundizar la investigación en procura de la obtención de los datos
identificatorios de quienes aquí surgen individualizadas por la Aesposa@ y la Acuñada@ de Guillermo R. Rodríguez.
Caso n°° 111):
Hugo Luis Onofri fue ilegítimamente detenido el 20 de octubre de 1976 siendo conducido a la
Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos en los que intervino personal del Ejército. Según la
carta que Lisandro Cubas enviara a la hermana de la víctima (ver fotocopia glosada en el Legajo 104), Onofri habría
muerto durante una sesión de tortura a principios de 1977. Continúa desaparecido.
Su permanencia en la E.S.M.A. encuentra, además, corroboración en el testimonio de Miguel Ángel
Lauletta (cfr. fs. 11.738).
Atento lo indicado por Lisandro Cubas (v. primer párrafo del presente), el Sr. Juez a quo deberá
producir las diligencias que resulten necesarias a fin de establecer fehacientemente tal supuesto.
Caso n°° 112):
María Marcela Gordillo Gómez fue ilegalmente detenida el 10 de octubre de 1976 y conducida a la
Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha. Su permanencia en el lugar encuentra
corroboración en las referencias efectuadas por Graciela Daleo y Andrés Ramón Castillo -legajo 4816- (cfr. asimismo,
Legajo Conadep n° 6761; y fs. 6868, 7783, 8568 -entre otras- del principal).
Casos n°° 113), 156), 158), 159) y 160):
Mercedes Inés Carazzo -caso n° 113- fue privada de su libertad el 21 de octubre de 1976 por personal
de la Armada. Fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada donde se la sometió a tormentos mediante la
aplicación de pasajes de corriente eléctrica. Durante su permanencia en el lugar se la destinó al denominado ACentro Piloto
París@, y luego a España (cfr. al respecto, dichos de Lisandro Raúl Cubas -ANunca Más@, pág. 143-, Amalia Larralde -fs.
10.346 y legajo n° 1-, Beatriz Elisa Tokar -fs, 8137-, Marta Remedios Álvarez -fs. 8249-, la propia víctima -fs. 12.041 y
12.247-, María Inés Pilar Imaz de Allende -legajo 111-, y testimonio de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738). En abril de
1980 salió del país rumbo a Perú donde se radicó.
Marcelo Daniel Kurlat -caso n° 156- fue secuestrado el 9 de diciembre de 1976 en San Isidro, Pcia.
de Buenos Aires, oportunidad en la que resultó gravemente herido, siendo conducido a la enfermería de la Escuela de
Mecánica de la Armada, donde fuera visto por su esposa Mercedes Inés Carazzo. Esa misma noche, Marcelo Daniel
Kurlat murió en el camino hacia el Hospital Naval, permaneciendo desaparecido a la fecha.
Referencias a ello surgen de las expresiones vertidas ante la Conadep (legajo n° 4816) por Graciela B.
Daleo y Andrés R. Castillo y del testimonio de Miguel Ángel Lauletta obrante a fs. 11.738.
Asimismo, Lidia Alicia Zunino de Rossini -caso n° 158-, Enrique José Suárez -caso n° 159- y
Marcelo Cerviño -caso n° 160- fueron ilegalmente detenidos el 10 de diciembre de 1976 en el domicilio de la primera,
situado en Martínez, Pcia. de Buenos Aires, en oportunidad de un procedimiento realizado por personal del Grupo de
Tareas 3.3.2, de resultas del cual Zunino de Rossini resultara gravemente herida.
En diversas publicaciones del 14 de diciembre de 1976 se reflejó un comunicado del Comando del I°
Cuerpo de Ejército, dando cuenta de distintos operativos realizados entre los días 9 y 12 de diciembre de 1976 en virtud de
los cuales fueran detenidas personas citadas como integrantes de la columna norte de la Organización Montoneros:
Enrique José Suárez (a) AQuique@ o ACacho@, Marcelo Cerviño (a) AAlejandro@, Lidia Alicia Zunino (a) ALeticia@,
María Elvira Motto (a) ABombón@, Luis María Delpech (a) AChico@, Marcelo Kurlat (a) AMonramono@ y dos
personas individualizadas como AFermín@(quien es mencionado por Alfredo Julio Margari en su legajo 34) e AIgnacio@.
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Poder Judicial de la Nación
Todos ellos habrían sido trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando
desaparecidos a la fecha. Cabe acotar que Marcelo Cerviño figura en la lista aportada por Silvia Labayrú, que integra el
Legajo 97, en la que se indicó: AMarcelo Cerviño: asesinado en el año 1976@ -fs. 193-, así como también es mencionado
en el listado suministrado por Daleo y Castillo en el Legajo 4816.
Asimismo Miguel Ángel Lauletta en su testimonio de fs. 11.738, indicó que Cerviño y Juárez
llegaron muertos a la E.S.M.A., lugar en el que vio detenida a Carazzo (cfr. asimismo, el testimonio de la nombrada
brindado a fs. 12.417).
Caso n°°114):
Gabriela Yofre fue ilegalmente detenida el 28 de octubre de 1976 en esta Ciudad, y conducida a la
Escuela de Mecánica de la Armada. Continúa desaparecida a la fecha.
La nombrada fue vista en el lugar mencionado por Mercedes Inés Carazzo (cfr. fs. 12.417).
Caso n°° 115):
Hernán Abriata fue privado de su libertad el 30 de octubre de 1976, en su domicilio ubicado en esta
Ciudad, y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada. Permanece desaparecido hasta el día de hoy.
En relación a ello, en el Legajo n° 48 obran las expresiones de Carlos Alberto Abriata (fs. 1, 6/7),
Beatriz Cantarini de Abriata (fs. 78/82) -padres de la víctima-, Mónica Dittmar (fs. 10 y 87) y Claudia Mariana Dittmar (
84/86), esposa y cuñada del nombrado, quienes coinciden en relatar las circunstancias de la detención, por parte de
personal presumiblemente perteneciente a Coordinación Federal.
Asimismo, sobre su permanencia en la E.S.M.A. obran las expresiones testificales de Oscar Alberto
Repossi (fs. 90/96), Carlos Oscar Loza (fs. 97/102 y 112), Rodolfo Luis Picheni (fs. 102/106) quienes fueran secuestrados
y conducidos a la E.S.M.A. en la semana de navidad de 1976, época en la cual compartieron el lugar de alojamiento con
Hernán Abriata quien les relató que desde su detención había sido interrogado por una pareja sobre la localización de
una persona estudiante de arquitectura, que había permanecido unos días en una quinta cuya ubicación no supo brindarles
y que esperaba recuperar su libertad.
Caso n°° 117):
AToto@ Méndez resultó privado ilegalmente de su libertad en octubre de 1976, conducido a la
E.S.M.A., y permanece desaparecido a la fecha.
En relación al nombrado, Marta Remedios Álvarez testificó a fs. 14.111/5 que el nombrado llegó
muerto al centro, en tanto su hija, que estaba con él, fue llevada a la Casa Cuna. Ambas circunstancias deberán ser
ahondadas por el Sr. Juez a quo.
Caso n°° 118):
Pedro Álvarez fue secuestrado en octubre de 1976. Conducido a la E.S.M.A., fue posteriormente
trasladado y continúa desaparecido hasta hoy. (V. Legajo Conadep n° 9664).
Caso n°° 119):
Jorge Mende fue ilegalmente detenido el día 1° de noviembre de 1976, conducido a la Escuela de
Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos, y hasta la fecha se encuentra desaparecido.
Conforme la presentación de fs. 9709 del principal, el nombrado habría sido privado de su libertad el
16 de diciembre de 1976 (cfr., asimismo, Legajo Conadep n° 7318; y fs. 365, 8963, 7783/8 del principal, entre otras).
Casos n°° 120) y 138):
Luis Alberto Lucero -caso n° 120-, ayudante docente de la Escuela de Mecánica de la Armada, fue
secuestrado el día 4 de noviembre de 1976 en oportunidad de presentarse en el lugar en respuesta a un telegrama que
recibiera vinculado al pago de ajustes adeudados. Fue sometido a tormentos. Posteriormente también fue ilegalmente
detenida su novia, María Elina Corsi. A la fecha continúa desaparecido (cfr. Legajo n° 80 y ANunca MásY@, pág. 434).
María Elina Corsi (caso n° 138) -pareja del anterior-, fue ilegalmente detenida el 22 de noviembre de
1976 en su domicilio de esta Capital Federal, por un grupo de personas que dijeron pertenecer a la Armada Argentina,
siendo trasladada a la E.S.M.A., continuando desaparecida al presente.
Casos n°° 121), 122), 123), 124) y 125):
El 7 de noviembre de 1976 en la zona de Ciudad de la Paz y Olazábal, fueron secuestrados los
estudiantes de arquitectura Daniel Colombo -caso n° 121- alias Chino, Antonio Blanco García -caso n° 122-, Eduardo
Alberto Cárrega -caso n° 123-, Ricardo Omar Lois -caso n° 124-, y Hugo José Agosti -caso n° 125-. Todos ellos
fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Conforme relatara Antonio Blanco García en el Legajo n° 28, al momento de ser aprehendidos se
encontraba en el interior de uno de los vehículos otro compañero de la facultad, Alejandro Calabria -cfr. caso 23 del
presente-, a quien, al igual que a los demás nombrados precedentemente, viera en la E.S.M.A.
Antonio Blanco García fue golpeado y amenazado de muerte. Recuperó posteriormente su libertad y
reside en España; durante su permanencia en la E.S.M.A. pudo ver a Ricardo Omar Lois esposado, con antifaz y
abatido, habiendo sido sometido a tormentos al igual que Hugo José Agosti.
Colombo, Lois y Agosti continúan desaparecidos.
Caso n°° 126):
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Poder Judicial de la Nación
Alejandro Monforte fue ilegalmente privado de su libertad el 10 de noviembre de 1976 en su
domicilio de la localidad de Munro, Provincia de Buenos Aires, trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada donde
fue sometido a torturas, y liberado el 24 de noviembre de 1976.
Su caso fue motivo de tratamiento por parte de este Tribunal al expedirse en las causas n° 21.422 y
24.309.
Casos n°° 127) y 128):
Los abogados Liliana María Andrés de Antokoletz -caso n° 127- y su esposo, Daniel Víctor
Antokoletz -caso n° 128- fueron ilegalmente privados de su libertad el 10 de noviembre de 1976 en el domicilio de
Guatemala 4860, 6° A27@ de esta Ciudad, por un grupo de las fuerzas conjuntas.
Conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, Andrés de Antokoletz fue sometida a torturas,
recuperando su libertad el 17 de noviembre de 1976.
La nombrada relató en el Legajo n° 1386 -Conadep- (cfr. asimismo, ANunca MásY@, pág. 418; v.,
asimismo, págs. 431 y 434) las circunstancias de la detención de la que fueran objeto, así como las torturas a las que ella
misma y su esposo fueran sometidos (cfr. asimismo, presentación de fs. 9336)
Daniel Víctor Antokoletz continúa desaparecido.
En relación a este evento, Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417) testificó haber visto en la E.S.M.A. a
Daniel Antokoletz, y que el Capitán Acosta se jactaba del secuestro del matrimonio, ambos Apertenecientes al E.R.P.@.
Caso n°° 129):
Carlos Alberto Bayón fue ilegalmente detenido el 10 de noviembre de 1976, luego trasladado a la
Escuela de Mecánica de la Armada -circunstancia ésta referida de oídas por Graciela Daleo y Andrés Castillo en el Legajo
n° 4816-, y finalmente desaparecido hasta el presente. (V. Legajo Conadep n° 5769 y presentación de fs. 8960 del
principal).
Caso n°°130):
Irene Laura Torrents Bermann fue secuestrada en la vía pública, el 13 de noviembre de 1976,
conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, y permanece desaparecida a la fecha. Conforme lo referido por su
padre en la presentación de fs. 9 del Legajo n° 81, la nombrada habría sido vista en la E.S.M.A. por Lisandro Raúl Cubas
(cfr. fs. 11038 y 11.624 del principal), Sara Solarz de Osatinsky (fs. 12.300, entre otras), Ana María Martí (fs. 13.030),
María Milia de Pirles (fs. 11.320), Daleo y Castillo (legajo Conadep 4816), y trasladada posteriormente al AAtlético@ .
Su permanencia en la E.S.M.A. encuentra además corroboración en las expresiones de Miguel Ángel
Lauletta (fs. 11.738).
Casos n°° 131), 132), 133), 134), 135), 136) y 139):
El día 15 de noviembre de 1976 se realizó un procedimiento en el domicilio de Riglos 744 de esta
Ciudad, en el cual se hallaban Alberto Ezequiel Said -caso n° 131-, su madre Lidia Cohen de Said, Ricardo Aníbal
Dios Castro -caso n° 135-, Mariano Héctor Krauthmer -caso 136-, su esposa Beatriz de Krauthmer -caso n° 134- ,
Raúl Osvaldo Ocampo -caso n° 132- y su esposa Salvadora Ayala -caso n° 133-.
En el lugar fallecieron Ricardo Aníbal Dios Castro y Mariano Héctor Krauthmer, en tanto
Alberto Ezequiel Said fue herido en un brazo por un disparo de arma de fuego, siendo obligado a ascender a un rodado
junto con Beatriz Krauthmer mientras en otro vehículo trasladaron a Raúl Ocampo y Salvadora Ayala. Todos ellos
fueron conducidos a la E.S.M.A.
Beatriz Krauthmer y Salvadora Ayala fueron liberadas al día siguiente, mientras que Alberto
Ezequiel Said realizó dos comunicaciones telefónicas con sus familiares, la última de las cuales versó sobre el paradero
de su hermano Jaime Eduardo Said, quien luego fuera privado de su libertad el 24 de noviembre de 1976. Alberto Said y
Raúl Osvaldo Ocampo continúan desaparecidos.
Días después, el 24 de noviembre de 1976, en Sarmiento y Uriburu en esta Capital Federal y en
presencia de su padre, Moisés Said, se produjo la ilegal detención de Jaime Eduardo Said -caso n° 139-, quien fuera
trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, permaneciendo desaparecido a la fecha (cfr. al respecto, el Legajo n° 9
y presentación de fs. 9700/2 del principal).
Respecto de Ricardo Aníbal Dios Castro -caso n° 135- y Mariano Héctor Krauthmer -caso n° 136, encuentran los suscriptos necesario que el Sr. Magistrado disponga la realización de las diligencias que resulten
necesarias a fin de constatar los antecedentes existentes en relación a ese procedimiento y las circunstancias en que se
habría producido el fallecimiento de los nombrados, para lo cual aparece necesario escuchar a Beatriz Krauthmer y
Salvadora Ayala. En su caso, deberán también ampliarse las indagatorias pertinentes en relación puntual a este evento. En
virtud de ello, y hasta tanto se clarifique en la forma indicada lo acaecido, es que habrá de adoptarse el temperamento
reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este suceso.
Caso n°°137):
Enrique Horacio Cortelletti fue ilegalmente detenido el 22 de noviembre de 1976 en esta Ciudad de
Buenos Aires; trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada fue sometido a torturas mediante la aplicación de pasajes
de corriente eléctrica. Un mes después fue conducido a la Comisaría 210. de la Policía Federal Argentina, siéndole
informado que se hallaba detenido a disposición de autoridades militares y derivado a la Cárcel de Devoto (Unidad n1 2
del S.P.F.) el día 27 de diciembre de 1976 y posteriormente a la Unidad 9 de La Plata, hasta el 19 de agosto de 1977 en
que recuperó su libertad.
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Poder Judicial de la Nación
Sin perjuicio de lo hasta aquí reseñado, encuentra el Tribunal necesario que, reintegrados que le sean
los obrados, el Sr. Juez instructor amplíe las expresiones del nombrado a fin que efectúe un relato pormenorizado de lo
acaecido durante su permanencia en la E.S.M.A.
Casos n°° 140) y 141):
Alberto Samuel Falicoff -caso n° 140- fue secuestrado el 25 de noviembre de 1976 y, al igual que su
esposa -caso n° 141-, fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada. La mujer fue posteriormente liberada,
mientras que Falicoff continúa desaparecido. Su permanencia en la E.S.M.A. fue indicada a través de las referencias
brindadas -de oídas- por Graciela Daleo y Andrés Castillo (cfr. Legajo 4816) -v. asimismo, ANunca MásY@, pág. 434-.
Casos n°° 142) y 143):
Emilio Enrique Dellasoppa -caso n° 142- y Roberto Hugo Farsi (caso n° 143) -abogado-, ambos
pertenecientes a la organización Montoneros, fueron ilegalmente detenidos el 26 de noviembre de 1976 en Pasteur entre
Sarmiento y Cangallo de esta Ciudad, y fueron trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Dellasoppa fue sometido a torturas y alcanzado por disparos de armas de fuego cuando intentó
escapar al ser conducido por sus captores a una reunión en Corrientes y Estado de Israel, siendo nuevamente trasladado a
la E.S.M.A. y torturado. Permaneció en el sector denominado capucha hasta el 23 de diciembre de 1976 en que fue
derivado al sótano, en el sector clasificación de archivos y, finalmente fue liberado.
Su permanencia en la E.S.M.A. encuentra, además, corroboración a través de las expresiones de
Ricardo Héctor Coquet obrante en el Legajo n° 124 y en los testimonios de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738,
Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.417) y Marcelo Hernández (v. fs. 1897/9).
Farsi continúa desaparecido (cfr. al respecto, ANunca MásY@, pág. 431).
Caso n°° 144):
El abogado Néstor Julio España fue ilegalmente detenido el 27 de noviembre de 1976 en esta Capital
Federal y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fuera visto por Emilio Dellasoppa (cfr. caso 142 y
ANunca Más Y@, pág. 432). A la fecha, permanece desaparecido (v. asimismo, Legajo Conadep n° 1673).
Caso n°° 145):
Tal como indicara el Sr. Magistrado a quo , el sacerdote Pablo María Gazzarri fue visto por última
vez el 27 de noviembre de 1976, cuando regresaba a la casa de su padre en esta Capital Federal, con el automóvil que éste
le había prestado para transportar algunos muebles de la Congregación de Hermanos del Evangelio Carlos de Foucauld, a
la cual pertenecía. Ilegalmente detenido, fue trasladado a la E.S.M.A., siendo sometido a torturas, continuando
desaparecido.(Cfr. asimismo, testimonio de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738 y de Marta Remedios Álvarez de fs.
14.111).
Al respecto, en el informe elaborado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y
compilado en el ANunca Más@ -pág. 352 B se indica: AGazarri, Pablo María. Sacerdote. Trabajaba en la parroquia de
Nuestra Señora del Carmen de Villa Urquiza (Capital Federal), y estaba por ingresar en la Fraternidad del Evangelio
(Padre Carlos de Foucauld), para la cual se había postulado con el fin de dedicarse más al apostolado entre los pobres. El
Padre Gazzarri fue secuestrado el 27 de noviembre de 1976. Según testigos, fue interceptado en la calle, cerca de la casa
de sus padres, por personas que vestían uniforme de policía. Había recibido amenazas contra su vida, especialmente
después de la masacre de los Padres Palotinos. Siendo seminarista, tuvo como asesor espiritual al actual Cardenal Eduardo
Pironio, quien luego del secuestro trató inútilmente de obtener informes de parte de las autoridades argentinas. Fue visto
prisionero en la Escuela de Mecánica de la Armada y fue >trasladado= en los primeros días de enero de 1977@. AEl
sacerdote Pablo Gazzarri fue secuestrado en noviembre de 1976 y brutalmente torturado. Tuve conocimiento de él porque
lo comentaban los guardias. Estaba en el camarote del fondo de la >L= de >capucha=. Lo pusieron luego en el suelo cerca
de mí, donde le comenté lo de la misa en el segundo piso y le pedí asesoramiento espiritual que no me pudo dar ya que
para la primera semana del =77 fue >trasladado=@ (Testimonio de Lisandro Raúl Cubas, Legajo n° 6974).
Caso n°° 146):
María Elena Médici fue secuestrada el 1° de diciembre de 1976, trasladada a la Escuela de Mecánica
de la Armada, y continúa en condición de desaparecida al presente.
En la presentación obrante a fs. 194 del Legajo n° 97, Silvia Labayrú refiere que la nombrada fue
trasladada ese mismo mes y año.
Asimismo, en su testimonio de fs. 12.417, Mercedes Inés Carazzo refirió que la víctima estuvo en ese
lugar y que su apodo era ALala@(cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 9921).
Caso n°°147):
Isabel Olga Terraf de D==Brewil fue secuestrada el 1° de diciembre de 1976 y conducida a la Escuela
de Mecánica de la Armada. Permanece desaparecida al presente (v. Legajo Conadep n° 11.110).
Caso n°° 148):
AMariana@@, vista en la E.S.M.A. el 1° de diciembre de 1976, continúa desaparecida.
Ahora bien; la mera indicación efectuada por el Sr. Magistrado en el sentido arriba citado, no alcanza
para sustentar el reproche que se formula. En este sentido, por cuanto se carece de otro tipo de dato que permita conocer
su real identidad, no surgiendo de autos mención por parte de otros detenidos, y/u otros elementos convictivos, que
permitan sostener su permanencia en el centro que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, y/o la
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Poder Judicial de la Nación
participación de los aquí imputados en la privación de su libertad, circunstancia que exige una mayor profundización por
parte de la instrucción.
En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal
Penal respecto de aquéllos encartados a quienes se les reprochara este evento.
Caso n°° 149):
Norma Esther Arrostito fue secuestrada el 2 de diciembre de 1976 y trasladada a la Escuela de
Mecánica de la Armada, no obstante haber informado el I° Cuerpo de Ejército, mediante un comunicado de prensa del 3
del mismo mes y año, que había muerto en un enfrentamiento.
Arrostito fue sometida a torturas y su permanencia en la E.S.M.A. hasta el 15 de enero de 1978 en
que se habría producido su fallecimiento a raíz de una inyección aplicada por un médico, encuentra corroboración,
además, en las referencias brindadas por Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (
Legajo n° 111), Alfredo Margari (Legajo n° 35) -quien vio cuando era retirada sin vida-, Graciela Beatriz Daleo y Andrés
Ramón Castillo (Conadep, legajo 4816); en la presentación glosada a fs. 196 del Legajo n° 97 efectuada por Silvia
Labayrú, en el testimonio de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738, y en las manifestaciones vertidas por Rolando Pisarello
y María del Huerto Milesi en el Legajo n° 6, así como en los dichos de Alejandro Hugo López (fs. 1223/8), Juan Gasparini
(fs. 12.295), María Milia de Pirles (fs. 11.320), Jorge Pomponi, Nilda Haydée Orazi, Pilar Calveiro de Campiglia -cfr.
actas mecanografiadas de la Causa n° 13/84-, y Alberto Girondo (fs. 11.825).
Asimismo, en la misiva mecanografiada presuntamente efectuada por Horacio Maggio (v. fs. 6 del
Legajo n° 9), éste relató que Arrostito falleció el 15 de enero de 1978 y que AYese día, en forma o modo poco claro, se
desmaya luego que le es colocada una inyección y fallece en el Hospital Naval, según nos informa verbalmente a todos
los que allí estábamos el Cap. Acosta (a) Tigre ó Santiago. Lo cierto es que nunca más vuelve a su celda@.
Caso n°° 150):
Nora Débora Friszman fue ilegalmente detenida en la vía pública el 2 de diciembre de 1976 en esta
Capital Federal, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha.
Su permanencia en el lugar le fue referida a su hermana Adriana Friszman, quien fuera secuestrada en
mayo de 1977 y también allí clandestinamente alojada, por sus interrogadores (cfr. Legajo Conadep 1944).
Casos n°° 151), 152), 153) y 154):
Mario Lorenzo Koncurat -caso n° 151- y Claudia Josefina Urondo de Koncurat -caso n° 152fueron secuestrados el 3 de diciembre de 1976 en esta Ciudad y trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada,
continuando desaparecidos al presente (cfr. asimismo, ANunca MásY@, pág. 434)
Al respecto, Silvia Labayrú en su presentación de fs. 195 del Legajo 95 indicó: AYUrondo: era hija de
Francisco Urondo (poeta). Es asesinada en diciembre de 1976@.
Mercedes Inés Carazzo a fs. 12.417 testificó haberlos visto en la E.S.M.A.
El mismo día, los hermanos Sebastián Carlos -caso n° 153- y Nicolás Marcos Koncurat -caso n°
154- fueron secuestrados de la guardería situada en Pasaje El Maestro 155 de esta Ciudad o de la localidad de Moreno,
Provincia de Buenos Aires, por fuerzas militares. Ambos fueron conducidos al Instituto de Menores ARiglós@ el 6 de
diciembre, y el 11 de enero de 1977 entregados a sus abuelos paternos.
En lo que se refiere a los arriba citados, reintegrados que sean los obrados, el Sr. Juez a quo deberá
recabar mayores antecedentes al Instituto de Menores ARiglós@ que permitan conocer las circunstancias por las cuales los
nombrados ingresaron al mismo, fuerza o individuo/s que los entregaron, constancias labradas y cualquier otro dato que
resulte de interés a los fines de esta investigación.
Caso n°° 155):
Ernesto Raúl Casariego fue ilegalmente privado de su libertad el 7 de diciembre de 1976 en esta
Capital Federal, y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada. Su permanencia en esa sede fue señalada por
Graciela Beatriz Daleo y Andrés R. Castillo en el Legajo n° 4816, y por Miguel Ángel Lauletta en su testimonio de fs.
11.738 (v. asimismo, Legajo Conadep n° 8767).
Caso n°° 157):
Federico Ramón Ibáñez fue secuestrado el 9 de diciembre de 1976 y conducido a la Escuela de
Mecánica de la Armada, hasta su liberación. Su permanencia en el lugar encuentra sustento en las expresiones testificales
vertidas a fs. 11.738 por Miguel Ángel Lauletta y por María Inés del Pilar Imáz de Allende (Legajo n° 111).
Caso n°°161):
Norma Leticia Batsche Valdés fue ilegalmente detenida el 15 de diciembre de 1976 y trasladada a la
Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha (cfr. Legajo Conadep 493).
Casos n°° 162), 163), 164) y 165):
Rodolfo Luis Picheni -caso n° 162-, Héctor Guelfi -caso n° 164- Carlos Oscar Loza -caso n° 163- y
Oscar Alberto Repossi -caso n° 165- fueron secuestrados el 16 de diciembre de 1976 mientras realizaban trabajos de
refacción en la sede del Partido Comunista situado en Herrera 1737 de esta Ciudad, siendo trasladados a la Escuela de
Mecánica de la Armada y sometidos a tormentos. Todos ellos fueron liberados en San Fernando, Pcia. de Buenos Aires, el
6 de enero de 1977 (cfr. Legajo n° 43, fs. 60/62, 63/66, 67/69, 70/72, 173/177, 187/188, 189/190 y 195/vta.).
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Los casos de los nombrados fueron tratados por este Tribunal, al expedirse en los autos n° 21.422 y
24.309.
Caso n°°166):
Miguel Ángel Zabala Rodríguez fue detenido -y presuntamente muerto- el 22 de diciembre de 1976,
continuando desaparecido al presente (v. Legajo Conadep n° 10.075).
Casos n°°167), 168) y 169):
Graciela Alicia Beretta -caso n° 167- fue ilegalmente detenida el 28 de diciembre de 1976 a la salida
de su trabajo en el Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones Militares -Cerrito 572- por un grupo
de personas armadas que se encontraban entre aquellas que aguardaban para ingresar en el cine AMetro@. Fue trasladada
a la Escuela de Mecánica de la Armada y continúa desaparecida a la fecha.
El primo de la víctima, Héctor Juan Yrimia, fue liberado luego de aproximadamente 48 horas de
cautiverio en la E.S.M.A., entre las Avenidas de los Incas y Forest de esta Capital Federal, oportunidad en la que sus
captores le hicieron saber que sus primas estaban detenidas en el mismo lugar donde él había estado.
María Magdalena Beretta -caso n° 168-, hermana de la anterior, fue ilegalmente privada de su
libertad el 28 de diciembre de 1976 en el departamento de su tía, Susana Posse de Yrimia ubicado en Donizetti 121, piso
61, depto. AA@, de Capital Federal por individuos vestidos de civil con armas largas que ocuparon el corredor y los
pasillos del edificio. Fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada y continúa desaparecida.
Asimismo, el primo de las nombradas, Héctor Juan Yrimia -caso n° 169- fue secuestrado en su
estudio jurídico de Av. De Mayo 1316, 16° AH@ de esta Ciudad, el 28 de diciembre de 1976, siendo trasladado a la
E.S.M.A. e interrogado en relación a las actividades de las nombradas precedentemente, siendo liberado 48 horas después,
informándosele que sus primas estaban detenidas en el mismo lugar donde él había estado.
Lo precedentemente expuesto encuentra corroboración, además, en las constancias del Legajo 1121 y
en la referencia aportada por Silvia Labayrú a fs. 195 del Legajo 97 en que indica AMaría Beretta: es trasladada en enero
de 1977@, AGraciela Beretta: es trasladada junto con la anterior (su hermana)@. Asimismo, en el ANunca MásY@ -pág.
431- se consigna A AAbogados desaparecidos: Y BERETTA, GRACIELA ALICIA, CI 06162337, 27 (años); 28.12.976
(fecha desaparición); 3669 (Legajo)@ (cfr., además, Legajos Conadep n° 570 y 571).
Casos n°°170) ,171), 203), 204), 205) y 283):
Silvia Labayrú de Lennie -caso n° 170-, fue ilegalmente detenida el 29 de diciembre de 1976 y
trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo sometida a tormentos. Allí, dio a luz un niño -caso n° 171- que
fue entregado a sus familiares, siendo liberada el 16 de junio de 1978 y una semana más tarde en compañía de su hijo,
viajó rumbo a Madrid en un vuelo de la compañía AVarig@ con pasajes adquiridos por la Armada.
Las circunstancias indicadas encuentran sustento, además en las manifestaciones que conforman el
Legajo n° 82, en su presentación glosada en el Legajo n° 97, y en las expresiones de Ricardo Coquet (Legajo n° 124),
María del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111), Graciela Daleo, Ramón Castillo (v. legajo 4816) y en el testimonio de
Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738).
Durante su permanencia en la E.S.M.A. debió acompañar a Alfredo Astiz en el intento de infiltración
en el grupo que se reunía en la Iglesia de Santa Cruz (cfr. casos 684 y 216 de la sentencia dictada en la Causa n° 13).
Nilva Berta Zucarinno de Lennie -caso n° 203-, Santiago Alberto Lennie -caso n° 204- y la hija de
ambos, Sandra Lennie de Osuna, -caso n° 205-, fueron privados ilegalmente de la libertad el día 16 de enero de 1977 en
el domicilio de la localidad de City Bell, siendo todos ellos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar
donde fueron sometidos a condiciones inhumana de vida, en tanto Sandra Lennie fue objeto de tormentos en presencia de
sus padres y cuñada, mientras se los interrogaba por el paradero de María Cristina Lennie.
Nilva Berta Zuccarino de Lennie y Santiago Lennie fueron liberados el 9 de febrero de 1977, en
tanto Sandra Lennie recuperó su libertad el 6 de marzo del mismo año (cfr. asimismo, tratamiento de los casos 489, 490
y 491 de la Causa n° 13/84).
María Cristina Lennie -caso n° 283-, fue privada ilegalmente de su libertad el día 18 de mayo de
1977, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada lugar donde, conforme las expresiones vertidas por Silvia
Labayrú de Lennie, habría muerto (cfr. desarrollo de su caso n° 489 en la sentencia de la Causa n° 13/84). También se
pronunciaron en este aspecto, Graciela Daleo, Andrés Castillo y Lisandro Raúl Cubas.
Los casos de la totalidad de los nombrados fueron tratados por este Tribunal al resolver los autos n°
21.422 y 24.309.
Caso n°° 172):
Oscar Paz fue secuestrado en diciembre de 1976 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada,
siendo posteriormente liberado.
En el lugar, fue visto por María del Pilar Imaz de Allende (cfr. legajo n° 111) y Miguel Ángel Lauletta
quien en su testimonio de fs. 11.738 expresó que el nombrado fue liberado en el año 1978 (v. Legajo Conadep 10.610).
Caso n°° 173):
Mariana Ferrari fue ilegalmente privada de su libertad a fines del año 1976 y trasladada a la Escuela
de Mecánica de la Armada, donde fuera vista por Silvia Labayrú quien en su presentación obrante a fs. 194 del Legajo n°
97 indicó: AMariana Ferrari: detenida en diciembre de 1976. Su hermano es torturador en Coordinación Federal. Es
>trasladada= en enero de 1977@.
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Poder Judicial de la Nación
A la fecha continúa desaparecida (cfr. Legajo Conadep n° 9935).
Caso n°° 174):
Jaime José Colmenares fue ilegalmente detenido el día 2 de enero de 1977 en Rosario -Pcia. de Santa
Fe- y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Continúa desaparecido.
Al respecto, obran las presentaciones y antecedentes de fs. 9158 y 11.003.
Casos n°° 175) y 176):
Edmundo Ramón Landin -caso n° 175- y su esposa María Hachman de Landin -caso n° 176fueron ilegalmente detenidos el 5 de enero de 1977 en la localidad de San Martín y conducidos a la Escuela de Mecánica
de la Armada. Ambos resultaron liberados días después.
El caso de los nombrados, fue tratado por este Tribunal al expedirse en los autos n° 21.422.
Casos n°°177), 178) y 179):
Pablo González Langarica -caso n° 177-, Delia de González Langarica -caso n° 178- y sus dos
hijas -caso n° 179- de 2 y 5 años de edad, fueron privados ilegítimamente de su libertad el 10 de enero de 1977, siendo
conducidos a la ESMA y posteriormente liberados.
Miguel Ángel Lauletta a fs. 11.738 del principal, testificó que ATonio@ González Langarica fue
liberado en 1977.
Caso n°° 180):
Carlos Gumersindo Romero resultó ilegalmente detenido el 10 de enero de 1977, siendo trasladado a
la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido.
En relación al nombrado, obran las expresiones de fs. 265.
Caso n°°182):
Marcelo Camilo Hernández fue ilegalmente privado de su libertad el día 10 de enero de 1977 en
ocasión de hallarse en el estudio del abogado Conrado Higinio Gómez. Trasladado a la ESMA, fue sometido a tormentos,
resultando liberado a fines de 1978.
Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), y María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111)
refirieron haberlo visto en dicho centro clandestino de detención, en tanto Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del
principal) manifestó que el nombrado fue liberado en 1978. También en relación a su detención en ese centro clandestino,
se cuenta con las expresiones de Víctor Aníbal Fatala (cfr. actas mecanografiadas causa n° 13/84), Alberto Girando (fs.
8651), Lisandro Raúl Cubas (v. actas mecanografiadas), Miriam Lewin (cfr. actas mecanografiadas), Susana Ramus (v.
actas mecanografiadas), Graciela Daleo (fs. 560 y Legajo Conadep 4816), Carlos García (v. actas mecanografiadas),
Andrés Castillo (fs.12.051), Emilio Dellasoppa (cfr. actas mecanografiadas) y Marta Remedios Álvarez (fs. 8249).
El relato de su detención y traslado a la Escuela de Mecánica de la Armada ha sido indicado por este
Tribunal al resolver los autos n° 23.039.
Casos n°° 183), 186), 187), 188), y 189):
Conforme el relato efectuado por el Sr. Juez a quo, el 11 de enero de 1977 personas armadas
pertenecientes al grupo de tareas 3.3.2 efectuó un procedimiento en el domicilio de Sánchez de Bustamante 731, 9° AA@ de
esta Ciudad, ocupado por Mónica Edith Jáuregui -caso n° 187-, sus hijos Emiliano Miguel Gasparini (nacido el 5 de
mayo de 1975) -caso n° 188- y Arturo Benigno Gasparini (nacido el 24 de agosto de 1976) -caso n° 189-, y por
Azucena Victorina Buono (ú Olga Delia Aldaya ó N.N. Gutiérrez) -caso n° 186-.
Tal como se acreditara en ocasión del desarrollo de los casos n° 434 y 435 en la Causa n° 13/84, el día
indicado un grupo de tres o más personas luego de averiguar sobre los moradores del piso y departamento indicados,
irrumpieron en el lugar, produciéndose el deceso de ambas mujeres como resultado de los numerosos impactos de bala
recibidos (v. asimismo, expediente n° 0059/26/77 del Consejo de Guerra Especial Estable 1/1 AJáuregui, Mónica EdithAldaya, Olga Delia s/atentado y resistencia a la autoridad y homicidio@).
La identificación de quien originalmente se individualizara como AOlga Delia Aldaya@ ó aún, como
AN.N. de apellido Gutiérrez@ se produjo a raíz del trabajo realizado por el Equipo de Antropología Forense.
En relación a este enfrentamiento, en su indagatoria de fs. 22.516/22549, Jorge Enrique Perrén indicó
Aquiero referirme especialmente al caso del detenido y ahora testigo Gaspari -Juan Alberto Gasparini- cuya esposa y otra
mujer que la acompañaba munida de documentos falsos por los cuales fue identificada hace pocos años se negaron a
entregarse en un allanamiento, combatieron a tiro limpio, tiraron una granada de mano de fabricación montonera al
palier al cual cayó rodando por los escalones y por suerte falló el mecanismo de explosión y dado que el combate se
realizó entre departamentos, a través del aire luz del edificio, inclusive arrojando a dicho aire luz una granada de mano
que sí explotó varios pisos abajo. Es absurda la acusación de un presunto asesinato basándolo en presuntos dichos de un
oficial muerto hace muchos años de apellido ASuárez@ y sabido además el interés de captura de terroristas vivos para no
perder las cadenas de información. Ambos cuerpos fueron entregados a sus familiares, es de muy mala fe sostener la
captura ilegal de él o los hijos de Gasparini dado que se cumplió la ley al ser entregados en depósito a la Casa Cuna, tal
cual manifiesta Gasparini, y dos semanas después, autorizados por la Jueza de Menores del caso, entregados a una de las
abuelas. Quiero recalcar como índice de la mendacidad del Sr. Gasparini que pese a sus dichos fue él quien nos dijo que
la esposa estaba desarmada y no se iba a defender y fue él quien llamó por el portero eléctrico a la esposa implorándole
que se entregara pacíficamente y recibiendo como respuesta un rosario de insultos@.
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Ahora bien; en lo que hace a Mónica Edith Jáuregui -caso n° 187- y Azucena Victorina Buono caso n° 186-, quienes resultaran muertas en la oportunidad arriba mencionada, encuentra el Tribunal que -sin perjuicio de
la calificación que en definitiva corresponda- se halla suficientemente acreditada la intervención del grupo de tareas
integrado por los imputados a los que se le formulara reproche, quienes habrán de responder en orden a la ilegal privación
de la libertad verificada en relación a las mismas y que culminara con sus decesos.
Los menores fueron conducidos a la Casa Cuna, donde permanecieron por espacio de dos meses,
oportunidad en la que fueron entregados a la abuela materna, Norma Campana.
En relación a los arriba citados Emiliano Miguel Gasparini -caso n° 188- y Arturo Benigno
Gasparini -caso n° 189-, los elementos colectados alcanzan igualmente, y sin perjuicio de la calificación que corresponda,
para dar por suficientemente acreditada la ilegal privación de la libertad que sufrieran en ocasión del suceso que culminara
con la muerte de su progenitora, sin perjuicio de lo cual, el Sr. Juez de grado deberá profundizar la investigación en lo
atinente a la presunta entrega de los mismos a la Casa Cuna, con intervención de un Juzgado de Menores.
Juan Alberto Gasparini -caso n° 183- fue ilegalmente privado de su libertad el día 10 de enero de
1977 en la oficina del abogado Conrado Gómez, por un grupo de la Marina integrado por quince individuos, siendo
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos y obligado a acompañar a un grupo de
la Unidad de Tareas 3.3.2 a su domicilio, donde se produjo el hecho narrado anteriormente. Finalmente, fue liberado en
diciembre de 1978.
Su permanencia en dicho lugar encuentra corroboración en los dichos de Ricardo Héctor Coquet
(legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), Amalia María Larralde de Gasparini (fs. 45 del
Legajo n° 1); Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal); Marcelo Hernández, Lisandro Raúl Cubas, Marta
Remedios Álvarez (v. fs. 14.111) y sus propios testimonios de fs. 12.295 y 12.593.
El relato de su detención y traslado a la Escuela de Mecánica de la Armada ha sido indicado por este
Tribunal al resolver los autos n° 23.039.
Caso n°°184):
N.N. femenino apodada AVictoria@@ habría sido privada ilegalmente de su libertad el 10 de enero de
1977, siendo trasladada, ya fallecida, a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 185):
Beatriz Ofelia Mancebo fue ilegalmente detenida el 11 de enero de 1977 en esta Ciudad. Conducida a
la ESMA, continúa desaparecida (cfr. presentación de fs. 8660, 9709, 8522, 8963, del principal y Legajo n° 9876
Conadep).
Caso n°° 193):
Ana María Stiefkens de Pardo fue privada de su libertad el 11 de enero de 1977 en Ramos Mejía,
Provincia de Buenos Aires. Conducida a la ESMA, continúa desaparecida (cfr. presentación de fs. 9160, 10.579, 10.712 y
17.182/6 del principal).
Caso n°° 194):
Emilio Carlos Assales fue ilegalmente detenido el 11 de enero de 1977, siendo conducido a la
Escuela de Mecánica de la Armada, siendo trasladado en marzo de 1977. Continúa desaparecido (v. fs. 8502 del
principal).
Casos n°°195), 196) y 197):
Jorge Carlos Muneta -caso n° 195- resultó ilegalmente privado de su libertad el 12 de enero de 1977,
siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada y posteriormente trasladado, continuando desaparecido.
Cándida García de Muneta (caso n° 196) -madre del anterior- fue ilegalmente detenida en horas de
la madrugada del 13 de enero de 1977, en el inmueble de la calle Melo y Pueyrredón de esta Ciudad, junto con su nuera
Susana Jorgelina Ramus -caso n° 197-, por personal del Grupo de Tareas 3.3.2, siendo ambas conducidas a la Escuela de
Mecánica de la Armada. Ramus habría sido sometida a tormentos.
García de Muneta continúa desaparecida, en tanto Ramus fue liberada el 13 de enero de 1979.
Miguel Ángel Lauletta en su testimonio de fs. 11.738 del principal refirió haber visto a la última
nombrada en la ESMA, circunstancia ésta corroborada a través de las expresiones vertidas por Ricardo Héctor Coquet
(Legajo n° 124) y María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111).
Asimismo, Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.041), Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111), Graciela Daleo,
Andrés Castillo, Carlos García y Miriam Lewin refirieron haber observado la permanencia de Ramus en dicho centro
clandestino de detención.
Asimismo, Susana Jorgelina Ramus se pronunció sobre la ilegal detención de Cándida García y
Jorge Muneta.
Caso n°°198):
Fernando Perera fue privado de su libertad el 14 de enero de 1977 en la vía pública, resultando con
fractura de cráneo a raíz de los golpes a los que fuera sometido en dicha ocasión. Conducido a la ESMA, se le aplicaron
torturas, a raíz de lo cual se produjo su deceso.
En este sentido, Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal) refirió que el nombrado murió
durante la tortura, la cual habría sido aplicada por Jorge Acosta, extremo que deberá ser debidamente profundizado por el
Sr. Juez a quo.
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Poder Judicial de la Nación
Caso n°°199):
Martín Tomás Gras fue privado ilegalmente de su libertad el día 14 de enero de 1977, junto con
Fernando Perera, por un grupo armado que lo trasladó a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue sometido a
tormentos por medio de paso de corriente eléctrica, siendo luego obligado a desarrollar tareas de recopilación de artículos
periodísticos, recuperando su libertad en agosto de 1978 en que fue conducido a Bolivia para, en agosto de 1979, partir
rumbo a España.
Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal), la propia víctima (fs. 12.028 y Legajo n° 71),
Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), Amalia María Larralde (fs.
135/141 del Legajo n° 1), testificaron sobre su permanencia en dicho lugar (cfr. asimismo, desarrollo del caso n° 207 en la
Causa n° 13/84).
Caso n°° 200):
Carlos Figueredo Ríos fue ilegalmente privado de su libertad el 14 de enero de 1977, siendo
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometido a torturas. Fue liberado el 18 de marzo de 1977.
Su caso fue motivo de tratamiento por este Tribunal al resolver la causa n° 21.422.
Casos n°° 201), 202) y 307):
Hugo Alberto Castro -caso n° 201- y su esposa Ana Rubel de Castro -caso n° 202- fueron privados
ilegalmente de la libertad el día 15 de enero de 1977 en La Lucila, provincia de Buenos Aires. Conducidos a la ESMA,
Rubel de Castro, embarazada de tres meses, fue sometida a tormentos, habiendo nacido el hijo -caso n° 307- de la pareja
aproximadamente en el mes de junio de 1977. Continúan desaparecidos.
Al respecto, Alfredo Bursalino testificó a fs. 14.224/8 del principal que en ocasión de ocupar el
inmueble de un amigo ubicado en Seguí y Canning, por el portero eléctrico escuchó la voz de Alberto Castro desaparecido- y, al abrir la puerta, se hallaba el nombrado junto con diez personas más, siendo esposado y al llegar a la
calle, donde se hallaban dos o tres autos y más gente, vio a la esposa de Castro, de quien no recuerda el nombre.
Mercedes Inés Carazzo testificó a fs. 12.417 haber visto, entre las embarazadas que dieron a luz en la
ESMA a AAna de Castro@.
Asimismo, Ana María Martí (v. fs. 13.030) se expidió sobre la permanencia de los nombrados en
dicho centro clandestino de detención.
Caso n°° 206):
César Miguel Vela Álzaga Unzué resultó privado de su libertad el 18 de enero de 1977 siendo
trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. presentación de fs. 8964 y sgtes. del
principal).
Caso n°° 207):
Hilda Adriana Fernández fue ilegalmente privada de su libertad el 21 de enero de 1997 y conducida
a la ESMA, continuando desaparecida (cfr. testimonial de Marta Álvarez de fs. 11.263 del principal).
Caso n°° 208):
Alicia Graciana Eguren de Cooke fue ilegítimamente detenida el 26 de enero de 1977 y trasladada a
la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha.
Su permanencia en dicho centro encuentra corroboración en las expresiones de Miguel Ángel Lauletta
(fs. 11.738).
Caso n°° 209):
Ada Solari fue ilegalmente privada de su libertad y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada,
resultando luego liberada.
En relación a ello, no se encuentran circunstanciadas su presunta detención y posterior liberación, ni
corroborado por testimonios que la nombrada haya permanecido en el centro clandestino que funcionaba en la Escuela de
Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado.
En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado
por el art. 309 del Código de forma.
Casos n°° 210) y 211):
Se sostiene que Carlos Caride -caso n° 210- y Norma Susana Burgos -caso n° 211- fueron
ilegalmente privados de su libertad en la vía pública, -Rivadavia y Sargento Cabral- en la localidad de Ramos Mejía,
Provincia de Buenos Aires, el 26 de enero de 1977 por un grupo perteneciente al Grupo de Tareas 3.3.2, oportunidad en la
que Caride habría resultado gravemente herido, arribando muerto a la ESMA.
Burgos fue conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Cabe señalar
que en ocasión de sustanciarse la Causa n° 13/84 la nombrada refirió haber sido detenida el día 21 de enero de 1977
mientras esperaba un medio de transporte en la localidad de Ramos Mejía, Pcia. de Buenos Aires. De sus expresiones se
desprende que fue sometida a tormentos, así como que debió efectuar diversas tareas durante su permanencia en la ESMA,
la cual halla corroboración en las expresiones vertidas por María Alicia Milia de Pirles, Sara Solarz de Osatinsky, Ana
María Martí, Raúl Lisandro Cubas, Rosario Quiroga, Jaime Dri, Silvia Labayrú, Pilar Calveiro de Campiglia, Graciela
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Poder Judicial de la Nación
Daleo, Martín Grass, Andrés Castillo, Lila Pastoriza de Josami, Miriam Lewin (cfr. desarrollo de su caso n° 483 en la
Causa n° 13/84).
Asimismo, María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), Amalia María Larralde (Legajo n° 1,
fs. 135/141), Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal), refieren haber visto a Burgos en ese centro clandestino de
detención.
La nombrada recuperó su libertad el 26 de enero de 1979 en que viajó al exterior mediante un pasaje
abonado por la Dirección de Personal Naval de la Armada Argentina.
En lo que atañe a Carlos Caride -caso n° 210)-, en su exposición indagatoria Jorge Enrique Perrén
indicó que Carlos Caride -pareja de Susana Norma Burgos- habría muerto en un enfrentamiento, el cual habría acaecido
entre 1974 y 1975. Ahora bien, las circunstancias apuntadas por el Sr. Magistrado en la enunciación del caso, no surgen
acreditadas al no encontrarse corroboradas, siquiera, por quien fuera su pareja, Norma Susana Burgos, quien resultara
ilegalmente detenida en la fecha arriba citada y permaneciera en la E.S.M.A. por espacio de dos años (cfr. su caso). El
desarrollo del hecho, tal como fue realizado, incumple las previsiones del art. 123 del código de forma, privando de
validez al temperamento adoptado, cuya nulidad parcial habrá de ser declarada (art. 168 inc. 3° del C.P.P.), debiendo el Sr.
Juez subsanar acabadamente ello, reintegrados que le sean los autos.
Caso n°° 213):
Raúl Alberto Rossini Macías fue ilegalmente privado de su libertad el 28 de enero de 1977 en
Vicente López, Provincia de Buenos Aires, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando
desaparecido al presente (cfr. presentación de fs. 9160 del principal).
Caso n°° 214):
En relación a Fernando Vaca Narvaja el Sr. Magistrado instructor indicó que Ase intentó privarlo
ilegalmente de su libertad en el mes de enero de 1977, dado su carácter de miembro de la conducción nacional de la
organización >Montoneros=, lo que finalmente no pudo concretarse@. Tuvo por probado una tentativa de privación ilegal de
la libertad.
Sin embargo, lo exiguo de la referencia realizada, en tanto no se establecen las circunstancias de
tiempo, modo y lugar en que ello se habría verificado, ni la correlación del hecho con los pertinentes imputados, afectan
su fundamentación, privando ello de validez al temperamento adoptado y conllevando a su nulidad parcial (artículos 123
y 168, inciso 3° del C.P.P.N.).
Caso n°° 215):
Arpi Seta Yeramian fue ilegalmente detenida en enero de 1977 y conducida a la Escuela de Mecánica
de la Armada, continuando desaparecida (cfr. presentación de fs. 9706).
En su testimonio de fs. 11.738, Miguel Ángel Lauletta refirió haberla visto en dicho centro clandestino
de detención.
Caso n°° 216):
Se sostiene que un N.N. masculino apodado ALucho@@ o Ael negro@@ habría sido privado de su libertad
en enero de 1977 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido.
Caso n°° 217):
Se ha indicado en el decisorio que aquí viene apelado, que una N.N. femenina, apodada AVioleta@@
habría sido privada de su libertad en enero de 1977.
Caso n°° 218):
Godoberto Fernández habría sido privado de su libertad en enero de 1977 y conducido a la ESMA,
continuando desaparecido.
En relación a este hecho, no se encuentran circunstanciadas su presunta detención y posterior
liberación, ni corroborado por testimonios que el nombrado haya permanecido en el centro clandestino que funcionaba en
la Escuela de Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado.
En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado
por el art. 309 del Código de forma.
Caso n°° 219):
Se afirma que un N.N. masculino apodado ABanfield@@, fue privado de su libertad en enero de 1977 y
conducido a la ESMA.
Caso n°° 220):
Aviador alemán de Luftwaffe ilegalmente detenido en enero de 1977, conducido a la Escuela de
Mecánica de la Armada. Habría sido trasladado el 5 de junio de dicho año, continuando desaparecido.
Las referencias al respecto surgen de las expresiones vertidas por Andrés Ramón Castillo y Graciela
Beatriz Daleo (cfr. legajo Conadep 4816), no resultando las mismas suficientes para sostener el reproche formulado al no
brindar otras precisiones sobre la víctima que, unidas a otros elementos, permitan dilucidar acabadamente lo acaecido.
Caso n°° 221):
Iñaki Jorge Ignacio Areta fue privado ilegalmente de la libertad y conducido a la Escuela de
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Poder Judicial de la Nación
Mecánica de la Armada, continuando desaparecido.
En relación al nombrado -cuya ilegal detención habrá de tenerse por suficientemente acreditada-,
Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738) testificó que llegó muerto a la ESMA, circunstancia que deberá ser debidamente
ahondada por el Sr. Magistrado a quo reintegradas que le sean las actuaciones.
Caso n°° 222):
Se ha indicado que un individuo de apellido Pagés Larraya, presuntamente de quince años de edad,
fue privado de su libertad y trasladado a la ESMA, continuando desaparecido.
María Inés Imaz de Allende en el Legajo 111 hizo mención a la presencia de un niño de 15 años en
dicho centro clandestino de detención (cfr. asimismo, presentación de fs. 10.361 del principal). Este evento, no obstante
tenerse por suficientemente acreditado -dentro del grado de provisoriedad que exige esta etapa- habrá de ser debidamente
profundizado por el Sr. Juez instructor.
Caso n°° 223):
Antonio Alejandro Casaretto fue ilegalmente privado de su libertad el 12 de febrero de 1977 en
Tapiales, Pcia. de Buenos Aires y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue torturado, continuando
desaparecido (cfr. presentación de fs. 2962 y 3603).
Caso n°° 224):
Horacio Domingo Maggio fue ilegalmente privado de su libertad el 15 de febrero de 1977 y
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue sometido a tormentos, lugar del que fugó el 17 de marzo de
1978. El 4 de octubre de 1978 fue nuevamente capturado y muerto en dicha ocasión, exhibiéndose su cadáver en el
estacionamiento del casino de oficiales de la ESMA.
Ello encuentra corroboración en las expresiones vertidas por Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738),
Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111) y por María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 111).
Asimismo, a fs. 6 del Legajo n° 9 obra una carta manuscrita presuntamente por la víctima en la que
narra su detención, permanencia y fuga de la Escuela de Mecánica de la Armada, refiriéndose a la situación de otros
detenidos.
Caso n°° 225):
Elsa Rabinovich de Levenson fue ilegalmente privada de su libertad el 17 de febrero de 1977, siendo
conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue torturada. Continúa desaparecida.
Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) expresó haber visto en el lugar a la nombrada, -suegra de Marta
Bazán-, acotando que se halla desaparecida; sobre su permanencia en la ESMA también se pronunció Marta Remedios
Álvarez (fs. 14.111).
Caso n°° 226):
Beatriz Esther Di Leo ó D==Elía resultó ilegalmente privada de su libertad el 23 de febrero de 1977 en
Castelar, Provincia de Buenos Aires; conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, fue sometida a tormentos,
continuando desaparecida (cfr. presentación de fs. 2962 y 10.620 del principal).
Caso n°° 227):
Carlos Alberto Chiappolini a) AMartín@ fue ilegalmente privado de su libertad el 26 de febrero de
1977 por un grupo armado que se identificó como perteneciente a Coordinación Federal, siendo conducido a la Escuela de
Mecánica de la Armada, continuando desaparecido al presente (cfr. presentación de fs. 11.516 del principal).
Ricardo Coquet refirió que el nombrado habría muerto como consecuencia de los tormentos a los que
fue sometido, extremo éste que deberá ser debidamente dilucidado por el Sr. Juez a quo.
Caso n°° 228):
Ignacio Pedro Ojea Quintana fue ilegalmente detenido el 26 de febrero de 1977 en esta Ciudad por
un grupo perteneciente a la unidad de tareas 3.3.2., y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada (cfr. presentación
de fs. 9859).
Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738), Ricardo Héctor Coquet (legajo 124), y María Inés del Pilar
Imaz de Allende (legajo n° 111) testificaron haber visto al nombrado en la ESMA.
Caso n°° 229):
Rafael Spina fue ilegalmente privado de su libertad el 26 de febrero de 1977, siendo conducido a la
Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido a la fecha.
Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del principal), refirió su presencia en dicho centro clandestino de
detención.
Caso n°° 230):
Ariel Adrián Ferrari resultó privado ilegalmente de su libertad el 27 de febrero de 1977, resultando
herido en dicha oportunidad, falleciendo en el trayecto hacia la ESMA (cfr. presentación de fs. 9164 del principal).
Graciela Daleo y Andrés Castillo refirieron que el nombrado llegó muerto a dicho centro,
circunstancia también mencionada por María Milia de Pirles, Ana María Martí y Sara Solarz de Osatinsky.
Las referencias citadas permiten sustentar la ilegal privación de la libertad del nombrado, debiendo no
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Poder Judicial de la Nación
obstante ello, profundizarse la investigación en lo atinente a la presunta muerte de Ferrari en las circunstancias citadas y,
en su caso, ampliar las indagatorias de los imputados en relación a ello.
Caso n°° 231):
Daniel Lastra fue privado ilegalmente de la libertad el 27 de febrero de 1977, siendo conducido a la
Escuela de Mecánica de la Armada. Posteriormente, fue liberado.
Alfredo Julio Margari (legajo n° 34), detenido en la ESMA, testificó haber sido llevado a realizar
trabajos de impresión al local de la calle Gral. Hornos en Barracas, lugar en el que también laboraba Daniel Lastra.
Asimismo, Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 27) y
Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) corroboran su permanencia en dicho centro clandestino de detención.
Caso n°° 232):
Juan José Marzano fue ilegalmente privado de su libertad el 27 de febrero de 1977 y conducido a la
Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue sometido a tormentos, continuando desaparecido (cfr. fs. 3610 y 8963 del
principal).
Caso n°° 233):
Carlos Ballesteros resultó privado ilegítimamente de su libertad el 27 de febrero de 1977, siendo
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 7850, 8523 y 8963 del principal).
Caso n°° 234):
Oscar Smith fue privado de su libertad en febrero de 1977 y conducido a la ESMA, continuando
desaparecido (cfr. fs. 151, 289, 362, 3696, entre otras, del principal).
Caso n°° 235):
Se ha afirmado que un N.N. masculino apodado Apingüino@@ habría sido privado de su libertad en
febrero de 1977, conducido a la ESMA, donde fue sometido a tormentos.
Caso n°° 236):
Federico Emilio Francisco Mera nació en cautiverio, en el Hospital Naval ADr. Pedro Mallo@, el 1°
de marzo de 1977, mientras su madre Marta Remedios Álvarez se hallaba clandestinamente detenida en la ESMA, lugar
en el que permaneció junto a su progenitora durante tres meses.
Conforme se indicara en oportunidad de resolver los autos n° 24.309 de este Tribunal, Marta
Remedios Álvarez -v. su caso n° 36- fue secuestrada junto a su pareja Adolfo Killman el 26 de junio de 1976, en Vicente
López, Provincia de Buenos Aires, sobre cuya permanencia en ese centro clandestino de detención se refirieron por
conocimiento propio o de oídas, Graciela Beatriz Daleo (cfr. sus dichos obrantes en el Legajo n° 67), María Inés Pilar
Imaz de Allende -Legajo 111- , Andrés Castillo (cfr. Legajo Conadep n° 4816), Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738), Hebe
Lorenzo, Horacio Peralta y Alfredo Bursalino (v. fs. 14.224/8).
A partir de los meses de agosto/septiembre del año 1978, Marta Remedios Álvarez contó con salidas
temporarias, recuperando finalmente su libertad en junio de 1979 (cfr. su testimonio de fs. 14.111 del principal).
Caso n°° 237):
Sostiene el a quo que Roberto Distéfano habría sido muerto el 1° de marzo de 1977 por personal del
Grupo de Tareas 3.3.2, permaneciendo desaparecido.
Al respecto, corresponde señalar que contrariamente a tal afirmación, en el dispositivo del auto de
mérito se imputó a los encartados la privación ilegal de la libertad agravada en relación a este hecho, extremo éste que
resulta incongruente con la descripción que efectuara el Magistrado y que se reseñara en el primer párrafo del presente
caso, al igual que tampoco surge desarrollado el evento en cuestión. En este sentido, es que habrá de declararse la nulidad
parcial en lo que a este hecho se refiere, debiendo ser ello debidamente subsanado reintegradas que sean las actuaciones al
Sr. Magistrado instructor, quien deberá evaluar si se encuentran suficientemente indagados al respecto.
Caso n°° 238):
Hugo Sosa ó Juan Carlos Sosa Gómez fue detenido ilegalmente en la vía pública en Haedo, el 16 de
marzo de 1977, oportunidad en la que al intentar escapar, fue alcanzado por impactos de disparos de armas de fuego e
introducido en el baúl de un vehículo Ford Falcon, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando
desaparecido a la fecha (cfr. fs. 363, 3966 y 7789 del principal).
Caso n°° 239):
José Luis Canosa fue ilegalmente detenido el 1° de marzo de 1977 y trasladado a la Escuela de
Mecánica de la Armada, continuando desaparecido a la fecha.
Su permanencia en dicho centro clandestino de detención encuentra corroboración en las expresiones
de Ricardo Héctor Coquet -que menciona que el nombrado fue trasladado- (v. legajo n° 124), y Miguel Ángel Lauletta quien refiere su apodo AMarcelo@- (v. fs. 11.738 del principal).
Caso n°° 240):
En oportunidad de expedirnos al resolver los autos n° 23.998, esta Sala indicó que Ricardo Héctor
Coquet fue detenido en la vía pública de esta Ciudad de Buenos Aires el 10 de marzo de 1977, siendo trasladado a la
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E.S.M.A. -donde permaneció hasta su liberación el 3 de diciembre de 1978-, bajo condiciones inhumanas de vida, y
sometido a tormentos e interrogado por quienes identificara como García Velasco, Jorge Acosta, Paso y Pernías.
Indicó en relación al caso de las monjas francesas que AYFebres, Astiz, Pernías y a un oficial del
Ejército que tenía un defecto en una pierna y a quien le decían AMaco@, los que permanentemente entraban y salían de
la sala donde dichas personas eran torturadas. También le consta que la chica conocida como Amunú@ fue torturada
por el oficial de Marina Schéller ya que la vio cuando ingresaba a la sala donde se hallaba Amunú@ y rato después
escuchó sus gritos de dolor e incluso la propia víctima le comentó que había sido torturada por SCHELLER... Que
recuerda haber visto al Almirante Chamorro paseando por el lugar donde se hallaban los detenidos, hablando incluso
con algunos de ellos, entre los que recuerda a Norma Arrostito. Esta también el Teniente Vildozza quien era el jefe de lo
que llamaban el Grupo de Tareas, aunque en realidad el jefe era Acosta; el Capitán de Fragata Paso quien era el jefe de
personal; el Teniente Pernías quien estuvo en operativo y en inteligencia; un oficial Francis Whamond quien estaba en
inteligencia; el Teniente Scheller alias AMariano@ o APingüino@; el Oficial Perrén también de inteligencia; el Capitán
D=Imperio apodado AAbdala@, quien estaba en el servicio de Informaciones Navales; un oficial apodado Afibra@; el
Teniente Astiz quien esta en operaciones; el Teniente Savio apodado ANorberto@; los hermanos mellizos García
Velazco, uno de ellos apodado ADante@; el Teniente de Navío Yon; el oficial González Menotti; el Teniente Rádice; el
Subcomisario Ernesto Weber apodado A220"; el oficial de Prefectura Gonzalo Sánchez apodado Achispa@; de apellido
Amoroso, del S.P.F.... También recuerda haber visto a Roualdes y a Minicucci que concurrían a la EscuelaY@
Coquet fue visto en la E.S.M.A. por Adriana Marcus (cfr. fs. 11.075), Miguel Ángel Lauletta (v. fs.
11.738) y María Inés Imaz de Allende (v. fs. 7/10 del Legajo 111).
Caso n°° 241):
Lidia Cristina Vieyra fue ilegalmente privada de su libertad el 11 de marzo de 1977 en esta Ciudad,
siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue torturada. Fue liberada el 25 de julio de 1978 en que
salió del país rumbo a Inglaterra (cfr. presentación de fs. 10.050 del principal).
La permanencia de la nombrada en dicho centro clandestino de detención halla corroboración en las
expresiones vertidas por Ricardo Héctor Coquet (legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), Ana
María Martí (quien menciona el apodo de la nombrada, Ala chinita@ Bfs. 13.030), Ricardo Coquet (legajo 124), Marta
Remedios Álvarez (fs. 14.111), Graciela Daleo, Carlos García, Miriam Lewin, Emilio Dellasoppa, y Miguel Ángel
Lauletta (v. fs. 11.738).
Caso n°° 242):
José María Salgado fue privado ilegítimamente de su libertad el 12 de marzo de 1977 en Avellaneda,
Provincia de Buenos Aires, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue torturado.
Posteriormente fue entregado al Departamento Coordinación Federal de la Policía Federal (v. presentación de fs.
8706/10).
En la E.S.M.A. fue visto por Sara Solarz de Osatinsky, Ana María Martín María Alicia Milia de Pirles,
Graciela Daleo y Andrés Castillo (cfr. desarrollo de su caso n° 397 en la sentencia dictada en la Causa n° 13/84).
Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) relató que el nombrado estuvo en la ESMA, así como las
circunstancias de su entrega a Coordinación Federal, agregando que AYa los pocos días aparece la noticia de que habría
muerto en un enfrentamientoY@; en idénticos términos se expresó Ricardo Coquet a fs. 3 del legajo n° 124.
Sobre tal enfrentamiento, obra el expediente n° 0057-170 caratulado AGaud, Carlos Alberto; Salgado,
José María, 1 N.N. femenino y otros@ del Consejo de Guerra Especial Estable n° 1/1, relacionado al suceso entre Afuerzas
legales@ y los nombrados, acaecido el 2 de junio de 1977 en la calle Canalejas entre Acoyte e Hidalgo de esta Ciudad,
encontrándose agregada la autopsia del nombrado de la que surge que éste recibió diez impactos de bala en la zona ventral
y dorsal, Gaud veinticinco impactos de bala y la mujer no identificada trece disparos, en tanto el vehículo en cuyo interior
resultaron abatidos sólo presentaba nueve, habiéndose dado por probado en la sentencia dictada en la causa n° 13/84 ya
citada, Aque en la acción participaron más de tres personas, integrantes de la Armada Argentina, que actuaron sin correr
riesgo frente a la imposibilidad en que se hallaba el interfecto de defenderse@.
Su caso fue tratado por el Tribunal al resolver la causa n° 21.422 y en relación al caso de Rodolfo
Walsh tratado en la causa n° 23.516.
Caso n°° 243):
María Cristina Bustos de Coronel fue ilegalmente detenida el 14 de marzo de 1977, siendo
conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. fs. 362 y 8523 del principal).
Caso n°° 244):
Se incluye también a una N.N. femenina, apodada ATeresa@@, ilegalmente privada de su libertad el 14
de marzo de 1977, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 245):
Ana María Martí resultó ilegalmente detenida el 18 de marzo de 1977 en la estación ferroviaria AEl
Tropezón@. Fue conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se la sometió a tormentos, recuperando su
libertad el 19 de diciembre de 1978, viajando al exterior con pasajes aportados por la ESMA.
A sus propias expresiones dando cuenta de lo acaecido (v. fs. 10.823 de la Causa n° 13/84; fs. 45 del
Legajo n° 1 de Amalia Larralde), deben sumarse los de Ricardo Héctor Coquet (v. fs. 3 del Legajo n° 124), María Inés del
Pilar Imaz de Allende (v. fs. 7/10 del legajo 111), Amalia María Larralde (fs. 135/141 del Legajo n° 1), Miriam Lewin,
Lisandro Cubas, Andrés Castillo y Graciela Daleo (v. actas mecanografiadas) -entre otros-.
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Su caso fue tratado por este Tribunal al pronunciarse en ocasión de resolver los autos n° 21.422.
Caso n°° 246):
Carlos Guillermo Mazzucco fue ilegalmente detenido el 20 de marzo de 1977 y conducido a la
ESMA, continuando desaparecido a la fecha (cfr. asimismo, Legajo n° 7301 de Conadep).
Casos n°° 247) y 248):
Ariel Aisemberg -caso n° 247- y Luis Daniel Aisemberg -caso n° 248- fueron ilegalmente privados
de su libertad el 20 de marzo de 1977, siendo ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se los
sometió a tormentos, permaneciendo desaparecidos a la fecha.
El caso de los nombrados fue tratado por este Tribunal al expedirnos en los autos n° 21.422.
Caso n°° 249):
Ricardo Carpintero Lobo fue ilegalmente privado de su libertad el 25 de marzo de 1977; trasladado a
la Escuela de Mecánica de la Armada, permaneció allí alojado con el apodo de ACoya@, siendo posteriormente trasladado.
Continúa desaparecido.
Casos n°° 250) y 325):
María Hilda Pérez de Donda -caso n° 250- se hallaba embarazada de cinco meses al momento de ser
privada ilegalmente de su libertad el día 28 de marzo de 1977, en Castelar, Pcia. de Buenos Aires, por personal de la
Fuerza Aérea. Conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, dio a luz a una niña en agosto de 1977. A la fecha
continúa desaparecida.
En su presentación de fs. 10.050 del principal, Lydia Cristina Vieyra, también ilegalmente detenida en
dicho centro clandestino, refirió haber ayudado en el parto de Hilda Pérez de Donda, asistiendo al médico naval Jorge
Luis Magnacco en el nacimiento de la beba (cfr. asimismo, copias de fs. 12.657).
A los quince días del alumbramiento, Pérez de Donda fue retirada del lugar por personal de
Aeronáutica, mientras que su hija -caso n° 325- permaneció tres días más en la E.S.M.A., al cabo de lo cual también fue
retirada de ese sitio.
El caso de la hija de la nombrada (Victoria Analía Donda Pérez) fue tratado por el Tribunal al resolver
el 30 de agosto de 2006 (reg. n° 25.606), en la causa n° 24.185 la sustracción y sustitución de identidad de la menor -por
la de Claudia Analía Leonora Azic-, por el que se procesara a Juan Antonio Azic en actuaciones del registro del Juzgado
Federal n° 3, Secretaría n° 5.
La permanencia de Hilda Pérez de Donda en ese centro y el alumbramiento antes referido encuentra,
además, corroboración en las expresiones de Ana María Martí (v. fs. 13.030).
Caso n°° 251):
Refiere a un N.N. masculino apodado AJorge@@, privado de su libertad en marzo de 1977, que fue
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 252):
También un N.N. masculino apodado ARoni@@, privado de su libertad en marzo de 1977, fue
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 253):
Otro N.N. masculino apodado ARogelio@@, fue privado de su libertad en marzo de 1977 y conducido a
la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 254):
Un N.N. masculino llamado Manuel, fue ilegalmente privado de su libertad en Mar del Plata, y
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 255):
Rolando Hugo Hieckel ó Jeckel ó Meifel, fue ilegalmente privado de su libertad entre el 18 de
marzo y el 1° de abril de 1977; conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continúa desaparecido a la fecha (cfr.
fs. 2337 y Legajo n° 6855 de Conadep).
Caso n°° 256):
Daniel Marcelo Schapira fue ilegalmente detenido entre el 7 y el 10 de abril de 1977 en un colectivo
que circulaba en las cercanías de San Juan y Boedo en esta Ciudad. Conducido a la ESMA, fue sometido a tormentos.
Continúa desaparecido.
Su permanencia en este centro clandestino de detención encuentra corroboración en las expresiones de
Andrés Castillo y en los de su esposa, Lydia Cohen de Said, quien refirió haber tomado conocimiento de ello a través de
los dichos de Horacio Maggio, en el período en que éste se había fugado de la ESMA.
Su caso fue tratado por este Tribunal al resolver en la causa n° 21.422.
Casos n°° 257) y 258):
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Luis Esteban Matsuyama -caso n° 257- y Patricia Silvia Olivier -caso n° 258- fueron privados
ilegítimamente de la libertad el 11 de abril de 1977, en el inmueble de Av. Corrientes 5810, 6° A37@ de esta Ciudad, siendo
ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, y sometidos a tormentos (cfr. fs. 1882, 3043, 3208, 9153,
9159, 10.171, y 11.006, del principal).
Caso n°° 259):
Carlos Alberto Maguid fue ilegalmente privado de su libertad en Lima, República del Perú, el 12 de
abril de 1977. Trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada por el Capitán Luis D=Imperio, permaneció allí
clandestinamente detenido (cfr. fs. 151, 678, 7789, 8964, 10.368, 10351 y presentación de fs. 16.162/3 del principal).
Caso n°° 260):
Oscar Vicente Delgado fue privado ilegítimamente de su libertad en La Falda, Provincia de Córdoba,
el 12 de abril de 1977. Fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde permaneció con el apodo
ACamacho@. Trasladado nuevamente a Córdoba, continúa desaparecido (v. presentación de fs. 16.189/vta. del principal).
Caso n°° 261):
Graciela Silvia Rovin Zuviría de Amado fue ilegalmente detenida en su domicilio en esta Ciudad, el
día 14 de abril de 1977 y conducida a la ESMA, fue sometida a tormentos. Continúa desaparecida.
Sus padres indicaron que la misma fue retenida en la ESMA conforme lo mencionara la víctima apodada ALa Gallega@- en una comunicación, circunstancia también sostenida por Carlos Muñoz (cfr. actas
mecanografiadas).
Caso n°° 262):
Raúl Amado fue ilegalmente privado de su libertad y conducido a la Escuela de Mecánica de la
Armada, siendo posteriormente liberado.
Al respecto, no se encuentran debidamente acreditadas su presunta detención y posterior liberación, ni
corroborado por testimonios que el nombrado haya permanecido en el centro clandestino que funcionaba en la Escuela de
Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado.
En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado
por el art. 309 del Código de forma.
Caso n° 263):
Nora Edith Peirano fue privada ilegalmente de su libertad y conducida a la Escuela de Mecánica de
la Armada, continuando desaparecida.
En relación a ello, no se encuentran suficientemente fundamentadas las circunstancias de su presunta
detención ni corroborado por testimonios que la nombrada haya permanecido en el centro clandestino que funcionaba en
la Escuela de Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado.
En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado
por el art. 309 del Código de forma.
Casos n°° 264) y 265):
Enrique Raab -caso n° 264- y Daniel Eduardo Giron -caso n° 265- fueron privados ilegalmente de
su libertad el 16 de abril de 1977, en horas de la madrugada, del domicilio de Viamonte 335, 5° AF@ de esta Ciudad, por un
numeroso grupo armado, vestidos de fajina y que dijeron pertenecer a la Policía, siendo ambos conducidos a la Escuela de
Mecánica de la Armada.
Conforme el tratamiento dado al caso del primero de los nombrados en la causa n° 13/84 (caso n°
485), Girón relató las circunstancias del procedimiento en el que resultara herido en un brazo el periodista del diario ALa
Opinión@ Enrique Raab y que diera origen a la causa n° 23.456 del Juzgado de Instrucción n° 8, luego registrada bajo el
n° 18/85-S del Juzgado de Instrucción n° 18 de la Armada Argentina.
Girón permaneció en la ESMA durante una semana, lapso durante el cual viera a Raab, quien
continúa desaparecido a la fecha.
La presencia de los nombrados en el lugar encuentra corroboración en las expresiones vertidas en el
expediente ya citado por Lisandro Raúl Cubas.
Caso n°° 266):
Nilda Haydee Orazi fue ilegalmente detenida el 30 de abril de 1977 en su domicilio en esta Ciudad,
introducida en un patrullero de la Seccional 450 de la Policía Federal y trasladada a dicha seccional, donde fue golpeada,
siendo luego conducida al centro clandestino de detención AAtlético@. Posteriormente, se ordenó su traslado a la Escuela
de Mecánica de la Armada, siendo liberada el 20 de diciembre de 1978 en que viajó a España, lugar desde el cual debió
mantener contacto con la ESMA y con el Cnel. Roualdes por medio de misivas.
Su permanencia en el centro que aquí nos ocupa, encuentra corroboración en las expresiones vertidas
por Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111), Miguel Ángel Lauletta
(v. fs. 11.738 del principal), y Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417).
Caso n°° 267):
N.N. masculino apodado AJuan Manuel@@ ilegalmente privado de su libertad en abril de 1977, fue
trasladado a la ESMA.
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Casos n°° 268) y 308):
María del Carmen Moyano de Poblete (caso n° 268) -embarazada de varios meses- fue ilegalmente
detenida en abril de 1977 en la provincia de Córdoba por fuerzas presuntamente pertenecientes al Tercer Cuerpo de
Ejército y posteriormente trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, hasta que en el mes de junio de 1977 fue
trasladada a la enfermería dando a luz a una niña -caso n° 308-. Continúa desaparecida (cfr. copias de fs. 12.657 del
principal).
Su presencia en el lugar encuentra corroboración en las expresiones vertidas a fs. 12.417 por Mercedes
Inés Carazzo.
Caso n°° 269):
N.N. femenina apodada ASusanita@@ fue ilegalmente privada de su libertad y conducida a la Escuela
de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida.
Caso n°° 270):
Mirta Alicia Di Paolo de Caballero resultó ilegalmente detenida el 1° de mayo de 1977 en La Plata,
Provincia de Buenos Aires, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. fs.
10.348 del principal).
Caso n°° 271):
N.N. masculino apodado APaco@@ fue privado ilegalmente de la libertad el 4 de mayo de 1977 y
trasladado a la ESMA. Continúa desaparecido.
Caso n°° 272):
Pilar Calveiro de Campiglia fue ilegalmente privada de su libertad el día 7 de mayo de 1977 en San
Antonio de Padua, Provincia de Buenos Aires, siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Conforme se acreditara durante la sustanciación de la Causa n° 13/84 (cfr. el desarrollo de su
caso n° 486), la nombrada permaneció detenida desde la fecha antes citada hasta el 17 de junio de 1977, en el centro
clandestino de detención denominado Mansión Seré; entre el 17 de junio de 1977 y el 10 de agosto de 1977 en la ESMA;
entre 10 de agosto de 1977y el 17 de octubre de 1977 en una Comisaría y una dependencia de la Armada situada en
Panamericana y Thames; y desde el 17 de octubre de 1977 hasta el 25 de octubre de 1978, nuevamente en la ESMA.
Conforme sus propias manifestaciones, durante su permanencia en el centro que aquí nos ocupa, no
fue sometida a tormentos, habiendo recuperado su libertad el día indicado y viajado a España junto con Lila Pastoriza de
Josami por medio de un pasaje de la empresa Iberia que le aportara la Armada Argentina.
Su permanencia en la Escuela de Mecánica encuentra además corroboración en las expresiones de
Miriam Lewin, Lila Pastoriza, Milia de Pirles, Ana María Martí, Martín Gras, Graciela Beatriz Daleo, Andrés Castillo,
Víctor Basterra, María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), y Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal).
Caso n°° 273):
Enrique Osvaldo Berroeta fue privado de su libertad en forma ilegítima el 9 de mayo de 1977.
Trasladado a la ESMA, continúa desaparecido (cfr. fs. 7779, 7789, 7793, 8962 y 10.348 del principal).
Caso n°° 274):
Alejandra Magdalena Renou fue ilegalmente detenida el 9 de mayo de 1977, siendo trasladada a la
Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. Legajo n° 4273 de Conadep).
Caso n°° 275):
Pablo Antonio Miguez fue ilegalmente detenido el 12 de mayo de 1977, siendo trasladado a la
Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 8962 y 10.348 del principal).
Casos n°° 276) y 277):
María Luján Cicconi -caso n° 276- y Luis Daddone -caso n° 277- fueron privados ilegalmente de la
libertad el día 14 de mayo de 1977 en el domicilio de Daddone, situado en Olivos -Pcia. de Buenos Aires-. Cicconi habría
sido conducida en primer término a Campo de Mayo y luego a la ESMA, lugar adonde también fue trasladado Daddone.
La mujer resultó liberada el 25 de mayo de 1977 en la zona de Olivos, continuando Daddone
desaparecido a la fecha.(Cfr. fs. 9389, 9101 y 10.366).
Caso n°° 278):
Antonio Nelson Latorre fue ilegalmente privado de su libertad el 14 de mayo de 1977, siendo
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Fue liberado en 1979.
Ello halla corroboración en las expresiones de Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738), María Inés
Carazzo (fs. 12.041) quien menciona su apodo Ael pelado Diego@; María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), y
Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124).
Casos n°° 279) y 393):
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María Graciela Tauro de Rochistein -caso n° 279-, embarazada de cuatro meses y medio, fue
ilegalmente privada de su libertad el 15 de mayo de 1977 en Hurlingham, Provincia de Buenos Aires. Conducida a la
Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida.
Su permanencia en el lugar encuentra corroboración en el testimonio de Mercedes Carazzo (v. fs.
12.417) quien refiere que Tauro se hallaba embarazada y que conversó con la nombrada antes y después del parto.
Su hijo -caso n° 393- nació en cautiverio en el mes de octubre de 1977, mientras su madre María
Graciela Tauro se hallaba ilegítimamente privada de su libertad en la E.S.M.A., bajo condiciones inhumanas de vida.
Indicó el Magistrado en el auto de mérito, q
ue durante su cautiverio, la madre era conocida con el apodo de
ARaquel@, y de esta forma fue mencionada por Sara Solarz de Osatinsky como Ala mujer que había sido secuestrada por
la Fuerza Aérea en la Ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires, y que habría dado a luz un varón en la pieza donde
se hallaban recluidas las embarazadas@.
También bajo dicho apodo fue mencionada por Ana María Martí (v. fs. 13.030).
Casos n°° 280) y 319):
Alberto Eduardo Girondo -caso n° 280-, ilegalmente privado de su libertad el día 15 de mayo de
1977 en la vía pública, en esta Ciudad, fue herido en la ocasión por varios impactos de bala en su pierna izquierda, siendo
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Amén de sus propias expresiones (cfr. legajo n° 63 y fs. 11.825 de las actas mecanografiadas de la
causa n° 13/84; presentación de fs. 9651 del principal), su permanencia en la ESMA encuentra corroboración en las
expresiones de Lila Pastoriza, Silvia Labayrú, Pilar Calveiro de Campiglia, Jaime Dri, Graciela Daleo (cfr. desarrollo de
su caso n° 488 en la Causa n° 13/84), Carlos García, Miriam Lewin, Martín Tomás Gras, Emilio Dellasoppa.
Asimismo, obran al respecto los testimonios de Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417) quien menciona
su apodo (AMateo@), Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124), y María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo 111).
El nombrado recuperó su libertad el 19 de enero de 1979 fecha en la que viajó a París con un pasaje
aportado por la Armada Argentina, junto con María Alicia Milia de Pirles.
Asimismo, el 16 de junio de 1977, María Mercedes Bogliolo de Girondo -caso n° 319- resultó
gravemente herida durante un operativo realizado en el domicilio que compartía con su cónyuge Alberto Eduardo
Girondo, -Pasaje Owen s/n de esta Ciudad-, siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde habría
permanecido bajo condiciones inhumanas de vida hasta su fallecimiento.
Al respecto, en su testimonio de fs. 11.738, Miguel Ángel Lauletta indicó que la nombrada llegó
muerta a la ESMA
Caso n°° 281):
Francisco Eduardo Marín fue ilegalmente privado de su libertad el 15 de mayo de 1977, en esta
Ciudad, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido.
Al respecto, a fs. 14.111/5, Marta Remedios Álvarez refirió que Francisco Marín llegó muerto a ese
centro clandestino de detención y que su hijo fue entregado a los abuelos. Graciela Daleo y Andrés Castillo también se
expidieron al respecto.
Caso n°° 282):
Sara Solarz de Osatinsky fue privada de su libertad en esta Capital Federal el día 14 ó 18 de mayo de
1977 (cfr. desarrollo de su caso n° 226 en la Causa n° 13/84), siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada,
donde se la sometió a tormentos y luego destinada a diversas tareas, entre ellas asistir a las embarazadas en los partos.
Recuperó su libertad el 19 de diciembre de 1978 en que viajó a España con pasajes aportados por la
Armada Argentina.
Lo expuesto encuentra sustento en sus propias manifestaciones (v. fs. 10849 de la Causa n° 13/84, sus
expresiones vía exhorto incorporadas en la Causa A-90 -Legajo n° 1 de Larralde- y su testimonio brindado en Ginebra en
febrero de 1984 glosado a fs. 12/13 del legajo 23), así como su exposición glosada a fs. 12.300 y 14.675/14.775; en el
testimonio de Alfredo Julio Margari (fs. 2 del Legajo n° 34), Ana María Larralde (legajo n° 1), Ricardo Héctor Coquet (v.
fs. 3 del Legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (v. fs. 7/10 del legajo 111); Rosario Quiroga, Lisandro Cubas
(v. actas mecanografiadas), Graciela Daleo y Andrés Castillo (cfr. Legajo Conadep 4816 y fs. 560 y 12.051); Miguel
Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del principal), Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.417 del principal) -entre otros-.
Su caso fue tratado por el Tribunal al resolver los autos n° 20.984.
Caso n°° 284):
Andrés Ramón Castillo, ilegalmente privado de su libertad el 19 de mayo de 1977 en la vía pública
de esta Ciudad, fue conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde permaneció detenido hasta el 22 de febrero
de 1979 en que salió del país rumbo a Venezuela con un pasaje aportado por la Armada Argentina, cargado a la cuenta de
la Dirección General de Personal Naval (0990033).
Su permanencia en la ESMA encuentra corroboración, además de sus propias expresiones (v. fs. 5832
de las actas mecanografiadas de la Causa n° 13, y fs. 12051 del principal), en las manifestaciones brindadas por Jaime Dri,
Lisandro Cubas, Carlos García, Miriam Lewin, Pilar Calveiro de Campiglia, Alberto Girondo, Graciela Daleo, Silvia
Labayrú de Lennie (cfr. de su caso n° 400 en la Causa n° 13/84); Alfredo Julio Margari (Legajo n° 34); Ricardo Héctor
Coquet (Legajo n° 124); María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111); y Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del
principal), entre otros.
Su caso fue tratado por este Tribunal al resolver los autos n° 21.422.
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Casos n°° 285), 286) y 348):
Mirta Mónica Alonso Blanco de Hueravilo -caso n° 285- fue ilegalmente privada de su libertad el
día 19 de mayo de 1977 en ocasión de asistir al sepelio de su abuelo, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la
Armada, y sometida a tormentos, continuando desaparecida.
La nombrada se hallaba embarazada, habiendo dado a luz un varón el 11 de agosto de 1977, que luego
-13 de diciembre de 1977- fue abandonado en las escaleras del Hospital Elizalde con sus datos (cfr. presentación de fs.
11.535)
Oscar Lautaro Hueravilo -caso n° 286- fue privado ilegítimamente de su libertad el día 19 de mayo
de 1977, en su domicilio en esta Ciudad, siendo conducido a la E.S.M.A., donde fue torturado, continuando desaparecido.
Emiliano Lautaro Hueravilo Alonso -caso n° 348- nació en cautiverio el día 11 de agosto de 1977.
Conforme el relato efectuado por el Sr. Juez a quo, el día 13 de diciembre de 1977, fue abandonado en la puerta del
Hospital Pedro de Elizalde (ex Casa Cuna) de la Ciudad de Buenos Aires, con una carta que indicaba su nombre, apellido,
fecha y hora de nacimiento. Luego de seis meses, el niño fue entregado a sus abuelos paternos por autoridad judicial. La
madre fue trasladada a los diez días de tener el niño.
Ana María Martí (v. fs. 13.030) refirió haber visto a Mirta Alonso de Hueravilo en la ESMA, lugar
donde dio a luz a un niño.
Caso n°° 287):
Omar Eduardo Cigliutti Meiani resultó privado ilegítimamente de su libertad el día 25 de mayo de
1977, en esta Ciudad, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido.
Sobre su permanencia en la ESMA se pronunció Lila V. Pastoriza (cfr. presentación de fs. 8249 del
principal y su exposición ante la CONADEP de fs. 8249/8253).
Casos n°° 288) y 289):
Roberto Gustavo Santi -caso n° 288- fue privado ilegítimamente de su libertad el día 27 de mayo de
1977, junto con su madre María Esther Iglesias de Santi -caso n° 289-, en la Ciudad de Buenos Aires, siendo ambos
interceptados por un grupo de personas vestidas de civil, que descendieron de dos automóviles particulares estacionados
en el lugar desde más temprano. Fueron trasladados a la Escuela de Mecánica de Armada y sometidos a tormentos.
La presencia de los nombrados en el lugar encuentra corroboración en las expresiones vertidas por
Ricardo Héctor Coquet en el Legajo n° 124, y Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738).
Caso n°° 290):
María Alicia Milia de Pirles resultó ilegalmente privada de su libertad en la localidad de Florida,
Provincia de Buenos Aires, el día 28 de mayo de 1977, fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo
sometida a tormentos, recuperando su libertad el 19 de enero de 1979 en que viajó al exterior con pasajes y
documentación aportada por la Armada.
A sus expresiones colectadas en ocasión de sustanciarse la causa n° 13/84 (v. fs. 11.320), deben
agregarse como corroborantes de su ilegal permanencia en el lugar los vertidos por Jaime Dri, Pilar Calveiro de
Campiglia, Rosario Quiroga, Miriam Lewin, Carlos García, Lisandro Cubas, Andrés Castillo; Graciela Daleo (Legajo n°
20), María Inés Pilar Imaz de Allende (legajo 111, fs. 7/10) quien refirió que Milia de Pirles habría sido torturada por
Antonio Pernías; Amalia María Larralde (fs. 135/141 del Legajo n° 1), Ricardo Héctor Coquet (v. Legajo 124), Miguel
Ángel Lauletta (fs. 11.738).
Su caso fue tratado por este Tribunal al expedirnos en los autos n° 21.422.
Casos n°° 291), 292), 293), 294) y 295):
Juan Julio Roqué -caso n° 291- fue abatido el día 29 de mayo de 1977, en un operativo conjunto de
las fuerzas militares, en el domicilio sito en la calle El Ceibo 1021, Haedo, Provincia de Buenos Aires, en un operativo según indicara el Magistrado instructor- a cargo de Jorge Rádice.
Sobre el particular, Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del principal) testificó que en dicho
domicilio, donde también habitaba Ael tío@ ó ALorenzo@, se produjo un enfrentamiento en el que falleció Julio Roque, en
tanto Mercedes Inés Carazzo (fs. 11.728) indicó haberlo visto muerto en la ESMA, circunstancia ésta también referida por
Susana Norma Burgos y Martín Tomás Gras.
Al respecto, en su indagatoria Jorge Enrique Perrén refirió que Julio Roqué (a) ALino@ murió Aen
combate@.
En la misma oportunidad, fueron ilegalmente privados de su libertad Elvio Héctor Vassallo -caso n°
292-, Julio César Vassallo -caso n° 293-, su hermano Alejandro Héctor Vassallo -caso n° 294- y la madre de ambos,
Ada Nelly De Valentini -caso n° 295-, siendo todos ellos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, sometidos
a condiciones inhumanas de vida, y a golpes el primero de los nombrados, siendo luego liberados al cabo de dos semanas,
con excepción de Elvio Héctor Vassallo que lo fue en noviembre de 1979.
Al respecto, obran los testimonios de Elvio Vassallo (fs. 17.518), Alejandro Vassallo (fs. 17.521),
Julio César Vassallo (fs.17.524), y Mercedes Inés Carazo (fs. 12.417) quien relató haber visto a AVassallo (el tío) y a su
hijo que era un chico de unos 14 ó 15 años@.
Caso n°° 296):
N.N. masculino, apellidado ALONSO, privado ilegalmente de su libertad en mayo de 1977, fue
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada.
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Casos n°° 297), 298) y 299):
N.N. masculino, apodado ALorenzo@ o Ael tío@ -caso n° 297-; N.N. femenina, esposa de
ALorenzo@ o Ael tío@ -caso n° 298- ; hijos de ALorenzo@ o Ael tío@ -caso n° 299-, privados ilegalmente de la
libertad en mayo de 1977, fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo finalmente liberados.
Sobre el particular, al igual que se indicara al tratar los casos de Julio Roqué y Elvio Vassallo,
corresponde señalar que en su testimonio de fs. 11.738 Miguel Ángel Lauletta refirió AYAel tío@ o ALorenzo@, mayo
1977, en su casa se produce un enfrentamiento en el que muere Julio Roque -liberado 1979-@@, en tanto Mercedes Inés
Carazzo (v. fs. 12.417) expresó haber visto en la ESMA a AYJuan Julio Roque (lino) (lo vio muerto), Vasallo (el tío), y a
su hijo que era un chico de unos 14 o 15 añosY@.
Sobre la presencia de Ael tío@ en este centro clandestino de detención también se expresó Alfredo Julio
Margari (cfr. fs. 2 del Legajo n° 34), Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo
n° 111) que lo cita como Atío Lorenzo@, Josefa Prada de Olivieri (Legajo n° 10).
Las circunstancias apuntadas en el segundo párrafo del presente, llevan al Tribunal a entender
necesario que el Sr. Juez a quo, reintegradas que le sean las actuaciones, realice las diligencias necesarias a fin de
esclarecer acabadamente la vinculación entre los casos indicados. Ello, por cuanto no puede descartarse que el llamado
>Lorenzo= ó >el tío=, >su esposa= e >hijos=, se traten en realidad de Elvio, Julio y Alejandro Vasallo y Ada de Valentini (cfr.
los casos 292, 293, 294 y 295), circunstancia por la cual habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del
código de forma.
Caso n°° 300):
N.N. masculino, apodado AManolo@, privado ilegalmente de su libertad en el mes de mayo de
1977, fue conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 301):
N.N. masculino, médico pediatra paraguayo, ilegalmente privado de su libertad en mayo de 1977,
en la provincia de Chaco, fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 302):
José Ascone resultó ilegalmente detenido en mayo de 1977, siendo conducido a la Escuela de
Mecánica de la Armada (cfr. fs. 367, 2629, 7789, 8964 del principal, y Legajo n° 351 de Conadep).
Casos n°° 303) y 324):
Miriam Ovando -caso n° 303-, alias ATita@, fue ilegalmente privada de su libertad y trasladada desde
Coordinación Federal a la Escuela de Mecánica de la Armada en mayo de 1977, lugar donde dio a luz un hijo -caso n°
324- en julio de dicho año. Luego, fue regresada a la sede de Coordinación Federal, continuando desaparecida.
Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417 del principal) vio a la víctima en la ESMA, en tanto Ana María
Martí (cfr. copias de su testimonio glosadas a fs. 13.030) refirió que en la habitación de las embarazadas vio -entre otras- a
ATita@.
Casos n°° 304) y 305):
Sra. de Numa Laplane -caso n° 304- e hija del Gral. Numa Laplane -caso n° 305-, fueron
ilegalmente privadas de su libertad en mayo de 1977 y trasladadas a la Escuela de Mecánica de la Armada.
En relación a ello, no se encuentran suficientemente fundamentadas las circunstancias de sus presuntas
detenciones ni corroborado por testimonios que la nombradas hayan permanecido en el centro clandestino que funcionaba
en la Escuela de Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado. Nótese en este aspecto que en
la exposición de fs. 265 se indica que las mismas habrían sido detenidas por el Primer Cuerpo de Ejército, sin que surjan
mayores diligencias posteriores que permitan corroborar la ilegal detención de las nombradas en el centro aquí en
cuestión.
En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado
por el art. 309 del Código de forma.
Caso n°° 306):
Adriana Friszman fue ilegalmente privada de su libertad en mayo de 1977, época a la cual se hallaba
embarazada de siete meses; conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo liberada al cabo de un mes (cfr.
asimismo, desarrollo del caso n° 150).
Casos n°° 309), 310), 311) y 312):
Felisa Violeta María Wagner de Galli -caso n° 309-, su nuera Patricia Teresa Flynn de Galli -caso
n° 310-, la hija de ésta Marianela Galli -caso n° 311- de un año y medio de edad, y el padre de la nombrada, Mario
Guillermo Enrique Galli -caso n° 312- fueron ilegalmente privados de su libertad el 12 de junio de 1977 en el domicilio
de Aranguren 548 de esta Ciudad, siendo conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Mario Guillermo Enrique Galli fue sometido a tormentos, continuando los mayores mencionados
desaparecidos a la fecha, en tanto la niña fue liberada tres días después de la ilegal detención.
Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) testificó la presencia de Mario Galli, su esposa y su madre en
la ESMA, circunstancia también corroborada por Ricardo Héctor Coquet (v. legajo 124) y por Lila Pastoriza (cfr.
presentación de fs. 8249 del principal y su exposición ante la CONADEP de fs. 8249/8253), quien mencionara al primero
de los nombrados.
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Poder Judicial de la Nación
Los casos de los aquí nombrados, fueron tratados por el Tribunal al resolver la causa n° 21.422.
Casos n°° 313) y 314):
Gloria Kehoe de Infante Allende -caso n° 313- y Adolfo Infante Allende -caso n° 314- resultaron
ilegalmente privados de su libertad el 13 de junio de 1977, en el domicilio de Sucre 2212, de esta Ciudad, por personas
armadas que indicaron pertenecer a las fuerzas de seguridad, siendo trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada,
donde Adolfo Infante Allende fue sometido a tormentos. Ambos continúan desaparecidos.
En relación a Adolfo Vicente Infante Allende obran los dichos de Lila Victoria Pastoriza (cfr.
presentación de fs. 8249 del principal y su exposición ante la CONADEP de fs. 8249/8253), dando cuenta de haberlo visto
en la ESMA.
Más allá de darse por suficientemente acreditadas las ilegales privaciones de la libertad de la que
fueran objeto los nombrados, ello no resulta suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en
perjuicio de Infante al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación
al respecto.
Caso n°° 315):
Luis Alberto Vilellia fue ilegalmente privado de su libertad el 13 de junio de 1977, y conducido a la
Escuela de Mecánica de la Amada, continuando desaparecido (cfr. fs. 8526 y 8962 del principal, y Legajo n° 8393 de
Conadep).
Casos n°° 316) y 317):
Silvia Wikinsky -caso n° 316- y Fernando Kron -caso n° 317- fueron ilegalmente detenidos el 14 de
junio de 1977 en las cercanías de la estación Villa Adelina, provincia de Buenos Aires, siendo trasladados a la Escuela de
Mecánica de la Armada, donde fueron sometidos a tormentos. Ambos fueron liberados el 11 de febrero de 1978 (cfr. sus
expresiones en la causa n° 13/84).
Su caso fue tratado por este Tribunal al resolver los autos n° 21.422.
Caso n°° 318):
Lila Victoria Pastoriza fue privada ilegalmente de su libertad en la zona de plaza Serrano en esta
Ciudad el día 15 de junio de 1977, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometida a tormentos.
A sus propias manifestaciones (v. antecedentes de la causa n° 13/84; presentación de fs. 8249 del
principal y su exposición ante la CONADEP de fs. 8249/8253), deben sumarse las corroborantes de María Inés del Pilar
Imaz de Allende (legajo 111), Amalia María Larralde (fs. 135/141 del Legajo n° 1), y Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738
del principal), entre otros.
Casos n°° 320), 321) y 403):
Susana Beatriz Pegoraro -caso n° 320- y Juan Pegoraro (caso n° 321) -padre e hija- fueron
ilegalmente privados de la libertad el día 18 de junio de 1977 y conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada.
En dicho lugar fueron vistos por María Milia de Pirles (fs. 11.320), Sara Solarz de Osatinsky (fs.
12.300), Raúl L. Cubas (v. actas mecanografiadas), Ana María Martí (v. fs. 13.030), quienes además corroboraron que
Susana Pegoraro se hallaba embarazada, habiendo dado a luz una nena (caso n° 403) entre los meses de noviembre y
diciembre de 1977. Asimismo, Víctor Melchor Basterra relató haber visto en uno de los baños de la ESMA, al marido de
la nombrada (cfr. asimismo, fs. 12.657 del principal).
Susana y Juan Pegoraro continúan desaparecidos a la fecha.
Caso n°° 322):
Juan Domingo Tejerina resultó ilegalmente privado de su libertad el 29 de junio de 1977 en Morón,
Pcia. de Buenos Aires, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 366,
6922 y 10.352 del principal, y Legajo n° 5048 de Conadep).
Caso n°° 323):
N.N. masculino, apodado Aperuano@ resultó ilegalmente detenido en junio de 1977, siendo
trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Caso n°° 326):
Jorge Omar Lazarte fue ilegalmente privado de su libertad el 17 de julio de 1977, siendo conducido
a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 7789, 8526, 8962 y 10.352 del principal, y
Legajo n° 2758 Conadep).
Caso n°°327):
Ana María Ponce de Fernández fue privada ilegítimamente de su libertad el día 18 de julio de 1977,
en el jardín zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, siendo conducida a la ESMA donde fue torturada. Continúa
desaparecida.
Su permanencia en el lugar encuentra corroboración en las expresiones de María Inés del Pilar Imaz de
Allende (legajo n° 111).
Caso n°° 328):
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Poder Judicial de la Nación
Se sostuvo que Gustavo Alberto Grigera fue ilegalmente privado de su libertad en el interior del
Hospital Italiano, el día 18 de julio de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue
sometido a tormentos.
El Magistrado indicó en su relato, que Ael hallazgo de sus restos se produjo el día 28 de agosto de
1977, en el Hospital Churruca de la Ciudad de Buenos Aires o el 20 de agosto de 1977, en la Morgue Judicial, donde el
cuerpo de la víctima había sido remitido por orden del Comando de la subzona Capital@.
Al respecto, y conforme surge del Legajo n° 753 de esta Cámara, la detención se habría producido en
el Hospital Italiano y conforme medios periodísticos de la época, en la oportunidad se habría procedido a la detención de
dos individuos, en tanto un tercero se hallaba en grave estado por la ingestión de una pastilla de cianuro. Sobre éste último
punto, el hermano de la víctima, Pablo Rafael Grigera, testificó a fs. 21 del citado expediente que el certificado de
defunción que originalmente fuera entregado a la familia indicaba como causa del deceso Aparo cardíaco por
envenenamiento por cianuro@, certificado éste que luego resultó falso. La entrega del cadáver fue efectuada por orden del
Comando Zona I, con firma del Coronel Ferro, en la Morgue Judicial el 19 de agosto de 1977 -cfr. testimonio indicado-.
Según testificara la madre de Grigera (v. fs. 51 del Legajo), un médico colega del nombrado, también
perteneciente al Hospital Italiano, de apellido Genoud, informó a la familia que el día 18 de julio de 1977 personal militar
retiró al mismo de ese nosocomio, habiendo presuntamente suscripto una constancia de que se lo hacía Acon vida@, la cual
habría sido efectuada por un ACapitán Luro@, constancia ésta que fue destruida posteriormente por la misma persona.
Agrega la progenitora no recordar la fecha del fallecimiento de su hijo, no siendo la que obra asentada en la partida de
defunción finalmente obtenida (25 de agosto -v. fs.27-), así como que al momento de concurrir su marido al Comando
Zona I, el Coronel Ferro le habría manifestado que la Armada podía hacerse cargo del sepelio, lo que fue rechazado.
A fs. 67/8 obra un informe aportado por el apoderado del Hospital Italiano dando cuenta que el 18 de
julio de 1977 Ase produjo en el ámbito del H. Italiano un procedimiento con la intervención de fuerzas que dijeron ser de
Seguridad de la Armada y policiales que se encontraban en persecución del Dr. Grigera; éste fue encontrado por
personas que pertenecían a estas fuerzas en una dependencia del Hospital cuando -en apariencia, por propia voluntadhabía ingerido una sustancia venenosa y se encontraba en estado de coma; conducido por el personal mencionado a la
guardia de nuestro establecimiento, fue tratado médicamenteY el paciente fue canalizado y se le suministró el antídoto
correspondiente al envenenamiento por ingestión de cianuro. Encontrándose aún con vida, el Dr. Grigera fue retirado
por las fuerzas que ejecutaban el procedimiento, habiendo suscripto quien comandaba, el libro de la guardia, donde se
habían anotado sucintamente las circunstancias arriba apuntadasY. El libro de guardiaY fue robado por un grupo
armado algunos días después del suceso relatado, en horas de la nocheY@ (cfr. en igual sentido, testimonio del Dr. Luis
Mayorga de fs. 75/82).
La Morgue Judicial (v. fs. 146) informó que el cuerpo de Gustavo Alberto Grigera fue remitido a esa
dependencia por la Seccional 110. de la Policía Federal, el día 17 de agosto de 1977, a disposición del Comando Subzona
Capital Federal del Ejército Argentino, habiendo sido entregado a los deudos sin autopsia (cfr. asimismo, nota de la
Comisaría 110 en copias obrante a fs. 167 y fs. 169).
Caso n°° 329):
Héctor Hidalgo Solá fue privado ilegalmente de su libertad el día 18 ó 19 de julio de 1977 (cfr.
desarrollo de su caso n° 206 en la Causa n° 13/84), habría sido conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada,
continuando desaparecido (cfr. fs. 2982, 7725 y 10.361 del principal).
Caso n°° 330):
Inés Olleros fue detenida en ocasión de un operativo efectuado por personal de la Escuela de
Mecánica de la Armada, el día 19 de julio de 1977 en ocasión de procederse a la detención íntegra del pasaje del colectivo
de la línea 187, interno n° 13, siendo todos ellos conducidos a la Comisaría 400. de la Policía Federal desde donde, con
excepción de Olleros, recuperaran su libertad.
Su caso, bajo el n° 208, fue tratado por esta Cámara en oportunidad del dictado de la Sentencia en la
Causa n° 13/84, ocasión en la que se señalara AEstá probado que el día 19 de julio de 1977, en horas de la noche, fue
interceptado el colectivo de la línea 187, interno 13, donde viajaba Inés Olleros, por fuerzas de la Escuela de Mecánica
de la Armada, las que luego de privar de su libertad a todos los pasajeros los condujeron a la seccional 490. de la Policía
Federal donde fueron identificados y liberados paulatinamente, salvo la causante, a la que se le imputó la tenencia o
distribución de panfletos de índole subversiva.
Ello surge de los distintos testimonios colectados tanto ante este Tribunal como ante el Juzgado
Nacional de Primera Instancia en lo Criminal de Sentencia Letra AV@, acción de hábeas corpus que lleva el registro 346
de la Secretaría n° 30 presentado a favor de la causante por César Olleros.
El chofer del colectivo en cuestión, José Luis Giorno (fs. 14/15 de la citada acción y ante este
Tribunal), expresó con lujo de detalles lo sucedido, que se ajusta a la acción referida en el primer párrafo del presente.
Los otros testimonios que se detallarán a continuación permiten reconstruir históricamente el episodio que tuvo a la
causante como protagonista. En efecto, se encuentra acreditado en autos que ese día el colectivo de la línea 187, interno
13, fue llevado por fuerzas de la Escuela de Mecánica de la Armada con todos los pasajeros hasta el interior de la
seccional 490 de la Policía Federal; entre los pasajeros se encontraba la causante Inés Olleros (Confr. Libro
Memorandum secuestrado por el Juzgado de Sentencia, perteneciente a la citada seccional policial) ya que está
instrumentado el procedimiento (fs. 5 del hábeas corpus citado), surgiendo de ese libro, que lleva el n° 40, dicha
circunstancia.
José Leiría y Luis Feijóo, quienes también depusieron ante este Tribunal y en la acción judicial de
hábeas corpus citada (conf. fs. 123 y 129), detallaron lo sucedido, corroborando en lo pertinente las manifestaciones del
conductor del rodado.
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Poder Judicial de la Nación
Cobra singular relevancia, a los efectos de dar por tierra con la versión oficial de los hechos, lo
expresado por Carlos Domingo Massa (fs. 99 del citado expediente de Sentencia), chofer del colectivo de la línea 111,
interno 13, quién expresó que contrariamente a lo sostenido en todo momento por la autoridad policial su colectivo no
fue objeto de procedimiento similar al investigado, siendo incierto que el 19 de agosto de 1977 (como habría sucedido
según versión oficial de las fuerzas de seguridad) fuera interceptado en la vía pública, ya que para esa hora y ese día
estaba en el garage; ni tampoco el día 19 de julio de 1977 en horas de la noche, exhibiendo para acreditar tales
afirmaciones, las planillas correspondientes.
En tales condiciones, en atención a que los restantes pasajeros oídos ante el Juzgado de Sentencia
relatan el hecho en forma concordante, se concluye que Olleros ingresó a la Seccional policial y no salió de allí con el
resto de los demorados. Tal es lo que se desprende de los dichos de Delinda Elena Fortunata Sabi de Carrasco (fs. 120)
quien destaca que una vez que la joven ingresó con ellos, no volvió a salir y no la volvió a ver debiendo añadirse que esta
testigo expresó que cuando era llevada a su domicilio en un vehículo militar un soldado le comentó que viajaban en el
colectivo con una terrorista. También deben destacarse a tales efectos los dichos de los pasajeros Humberto Mangiarano
(fs. 124), Simón Cura (fs. 125), Esteban Ernesto Merlo (fs. 126), Luis Alberto Fornos (fs. 127), Rafael Núñez Haedo (fs.
128), Catalina Ana Marsoni (fs. 134), José Medina (fs. 135) y José de Oliveira (fs. 136), los que se producen en forma
harto convictiva relatando lo sucedido en el lapso que medió entre la intervención militar por parte de integrantes de la
Escuela de Mecánica de la Armada y la liberación de ellos.
Durante su detención, se hicieron múltiples gestiones Boficiales y oficiosas- ante autoridades en
procura de la averiguación de su paradero y libertad, tal como lo relatara al Tribunal César Olleros, padre de la
causante.
Entre las oficiales, cabe citar la acción de hábeas corpus presentada ante el Juzgado de Sentencia
Letra AV@ y la instrucción del sumario criminal ante el Juzgado de Instrucción n° 25.
A ello se suma lo que resulta de la documentación adjuntada al juicio, entre la que merece señalarse
la comunicación del Ministerio del Interior al progenitor de la causante, de fecha 1° de abril de 1982, en la que se le
informa acerca del resultado negativo de las diligencias practicadas en pos de la averiguación de su paradero. La
comunicación del entonces Comando en Jefe de la Armada, de fecha 9 de agosto de 1977, por la que se le hace saber al
señor Olleros que Alamentablemente la Armada no tiene antecedentes ni conocimiento del hecho relacionado con la
señorita Inés Olleros@. También merece una valoración especial, puesto que a pocos días del hecho en el que intervino
personal de la Escuela de Mecánica de la Armada (confr. Citado libro Memorandum n° 40 de la Secc. 490 de la Policía
Federal), la propia institución dijo carecer de toda información sobre el citado procedimiento.
Con fecha 16 de agosto de 1977 esa institución ratifica la información precedente, en carta misiva
dirigida a la progenitora de la víctima.
Está probado que con fecha 2 de agosto y 1° de septiembre de 1977 se efectuaron presentaciones ante
la entonces Junta Militar, sin resultado positivo.
Con fecha 25 de julio de 1978, el Ministerio del Interior comunicó que no existían constancias del
procedimiento en relación a la aprehensión de la causante, ratificando una comunicación anterior, del 13 de octubre de
1977, en igual sentido.
Se han adjuntado datos, por otra parte, sobre las presentaciones ante autoridades eclesiásticas e
internacionales en materia de derechos humanos y sus resultados negativos hasta la fecha.
Está probado que con motivo de una solicitud judicial la autoridad requerida contestó negativamente.
En efecto, no bien se presentó el hábeas corpus se informó al juez de la causa que no se había llevado
a cabo procedimiento alguno que involucrara a la causante Inés Olleros. Ello evidentemente no contemplaba la realidad
de lo sucedido, habiéndose falseado los hechos, al punto que insistiendo paulatinamente el Juzgado interventor se llega a
decir que si bien no existió el procedimiento con el colectivo 187, interno n° 13, sí existió el relacionado con el colectivo
111, interno n° 13, en el mismo lugar y con la misma modalidad que el aquí juzgado. Posteriores diligencias del Juzgado
de Sentencia permitieron establecer que ese colectivo, ni el día 19 de agosto de 1977 ni el 19 de julio de 1977, fecha real
del hecho, estuvo en la vía pública a la hora de acaecimiento de los sucesos. En efecto, como ya se señalara se cuenta con
los dichos del chofer que relata tal circunstancia y del policía Osvaldo Celestino Vicente Giarletta (fs. 41) quien expresó
que la fecha real del hecho fue la consignada y no la que errónea o falsamente declara la autoridad de intervención
(confr. fs. 12, 22, 38 y 40 de la citada acción judicial); ratificando las citadas circunstancias los dichos del Subcomisario
Dante Manuel Cardozo (fs. 48) que a esa hora se encontraba prestando servicios en la Seccional 490 de la Policía
Federal, siendo testigo presencial del ingreso de los pasajeros custodiados por un contingente de la Escuela de Mecánica
de la Armada. Ello a su vez, aparece corroborado por las afirmaciones de los policías Juan Carlos Pérez (fs. 50) quien
registró el operativo en el Libro de Memorandum, interno de la seccional n° 400, donde habitualmente se registran los
operativos de las fuerzas conjuntas, recordando que entre los pasajeros estaba la Olleros, Alberto Guillermo Celery (fs.
54), José Eduardo Corzo (fs. 62), Ricardo Luis Cappelletti (fs. 64), Ramón Antonio Soraide (fs. 64 vta.), Carlos Francisco
Tudesco (fs. 67), José Héctor López (fs 69 vta.), León Carlos Ventura (fs. 73), Jorge Ernesto Schuller (fs. 74), Juan Luis
Díaz (fs. 75 vta.), Aníbal Alejandro Baudano (fs. 76), Jorge Enrique Perez (fs. 78), Virgilio Medina (fs. 80), Antonio
Moreyra (fs. 79), Juan Domingo Santos (fs. 86), Roberto Aurelio Rodríguez (fs. 87) y Guillermo Jorge Arena (fs. 89 vta.),
los que demuestran la realidad de lo sucedido, revelando a su vez la existencia del mentado procedimiento relacionado
con el colectivo de la línea 111, interno 13, y la realidad del hecho materia de juzgamiento, surgiendo de tales elementos
de juicio una evidente falsedad en la contestación al Magistrado que requería los informes, lo que demuestra la falta de
interés en esclarecer el evento y su autoría y la ligereza con que fue tomado el pedido judicial. Ello surge del informe de
fs. 61 del citado hábeas corpus, donde el entonces Comando en Jefe del Ejército, pone en conocimiento del Juzgado, que
le es imposible proporcionar la nómina del personal actuante en el procedimiento Apor razones operacionales@,
eufemismo con el que se pretende encubrir el accionar de las fuerzas intervinientes llegándose incluso a destruir la
documentación que instrumenta el mismo, a fin de prevenir casos como el presente.
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Poder Judicial de la Nación
A pesar de ello, del aludido Libro Memorandum interno n° 40 de la seccional policial citada, en su
folio n° 4, se desprende que ese día, a las 23, la Escuela de Mecánica de la Armada remitió a los pasajeros del colectivo,
registrándose entre ellos la causante, cuya filiación se transcribe.
Es evidente que este accionar pretendía ocultar a las investigaciones de la justicia el destino final de
la causante, ya que si bien el entonces Director de la Escuela de Mecánica de la Armada, el Contralmirante Chamorro
(confr. fs. 100 de la citada acción judicial), dice que el 19 de julio de 1977 no existieron novedades en cuanto a la
operación de marras, tal informe es mendaz ya que se ha demostrado que el personal actuante alegó que se encontraron
panfletos subversivos e incluso se habla de un arma hallada en este procedimiento, por lo que no siendo liberada la
Olleros, es evidente que quedó en el interior de la seccional policial, donde en ese momento intervenía personal de la
Marina, por tratarse aparentemente de un procedimiento antisubversivo sin que se haya dado intervención, al parecer, a
la autoridad correspondiente a cuyo orden debieron anotar a la detenida.
De todo esto se desprende que la Armada Nacional, bajo la comandancia del Almirante Massera,
respondió el requerimiento de informes que se le efectuara, en forma falsa.
También resultan falsos los informes evacuados por dicha fuerza al juez del hábeas corpus, de fecha 8
de noviembre de 1979 y 24 de junio de 1980 (fs. 482 y 606), en los que se insiste en que en la fecha en cuestión hubo
procedimientos pero Asin novedades@.
A Inés Olleros se la mantuvo clandestinamente en cautiverio en la Escuela de Mecánica de la
Armada, que actuaba bajo el comando operacional del Primer Cuerpo de Ejército.
Para ello el Tribunal se remite, en la parte pertinente a los elementos de convicción mencionados en
anterior oportunidad.
También se valoran los dichos de Andrés Castillo quien al declarar ante el Tribunal dijo que durante
su cautiverio en esa Escuela de Mecánica de la Armada oyó referencias acerca del procedimiento que se examina, y que
existía un problema puesto que los funcionarios policiales, que no tenían que decir nada sobre el procedimiento,
contravinieron esta orden existiendo desinteligencias entre lo actuado por personal policial y personal de aquél instituto.
Todo este cúmulo probatorio que arroja certidumbre acerca de que fueran efectivos de la Esma, que
la privaron de la libertad a Inés Olleros, fortalecen los dichos de Lila Victoria Pastoriza de Hosami, que asevera haber
visto a la causante en el interior de la Escuela de Mecánica de la Armada, en el sector denominado Acapuchita@,
narrándole la misma que fue detenida en oportunidad de realizarse un operativo de control en el colectivo donde viajaba,
reconociendo ella ante la testigo que era afiliada comunista (confr. declaraciones ante este Tribunal).
Es de hacer notar que en oportunidad de serle exhibida a la Pastoriza la fotografía de la causante, la
reconoció.
Párrafo aparte merecen las consideraciones efectuadas por la defensa del Almirante Massera
respecto de este caso. Es cierto, como allí se dice, que existe una divergencia que no debe dejar de tenerse en cuenta, en
el sentido de que la persona reconocida por Pastoriza dentro de la Escuela de Mecánica de la Armada respondía allí al
nombre de ACecilia@. Sin embargo, el cúmulo de probanzas que se han venido sopesando torna irrelevante tal
divergencia, solitaria ante las múltiples coincidencias. Las dificultades que habría evidenciado la precitada testigo para
reconocer a ACecilia@ en las fotografías que se le exhibieron no solo son comprensibles -dado el tiempo transcurrido
entre el momento en que había dejado de ver a la nombrada y su deposición, máxime teniendo en cuenta que solo podía
haberla visto en condiciones poco favorables para la retención y durante muy corto lapso- sino que sería mucho más
sospechoso un reconocimiento inmediato. Por último, no es extraño que Pastoriza sea la única persona que mencione a la
causante si recordamos que aquélla misma expuso durante su testimonio que en tal ocasión se encontraba en el sector allí
denominado Acapuchita@ en el cual se hallaban muchas personas, mencionando que la mayoría de quienes
contemporáneamente con Olleros se encontraban en dicho sitio, se encuentran a la fecha desaparecidos.
No está probado que en ocasión de su cautiverio fuera sometida a algún mecanismo de tortura.
En efecto, las afirmaciones del señor Fiscal de Cámara en este sentido, no se haya probado en autos
por ningún elemento de convicción.
No está probado que Inés Olleros haya sido puesta en libertad, lo que se desprende de las constancias
adquiridas en la investigación pertinente y los dichos de sus familiares (confr. acción de hábeas corpus y sumario
criminal citados)Y@.
Caso n°° 331):
Raúl Humberto Mattarollo -empleado administrativo del Hospital Ferroviario central- fue
ilegalmente detenido el 21 de julio de 1977 en la localidad de Quilmes, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la
Armada, y sometido a tormentos, continuando desaparecido.
Más allá de tenerse por suficientemente acreditada la ilegal privación de la libertad, ello no resulta
suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en su perjuicio al no hallarse basada en mayores
elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto (cfr. fs. 6528, 8828 y 9624 del principal).
Caso n°° 332):
Jaime Abraham Ramallo Chávez resultó ilegalmente privado de su libertad el 22 de julio de 1977 en
cercanías del Hospital Ferroviario, por un grupo de personas vestidas de civil y armadas, con la intervención de diversos
vehículos (un Torino color blanco, un Renault y un taxi marca Ford Falcon), siendo conducido a la Escuela de Mecánica
de la Armada. Se sostiene que fue sometido a tormentos. Continúa desaparecido (cfr. presentación de fs. 9709 del
principal).
Ahora bien; no obstante tenerse por debidamente acreditada la ilegal privación de la libertad, ello no
resulta suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en su perjuicio al no hallarse basada en mayores
elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto.
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Caso n°° 333):
Alejandro Daniel Ferrari, médico, fue detenido ilegalmente por dos personas vestidas de civil que
dijeron pertenecer a la Policía Federal, mientras prestaba servicios en el Hospital Ferroviario Central, el día 22 de julio de
1977. Trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continúa desaparecido (cfr. presentación de fs. 9709 del
principal).
No obstante tenerse por acreditada la ilegal privación de la libertad, ello no resulta suficiente para
sostener de igual forma la imposición de tormentos en su perjuicio al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo
en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto.
Casos n°° 334) y 335):
María José Rapela de Mangone -caso n° 334- y José Héctor Mangone -caso n° 335- fueron
ilegalmente privados de su libertad el día 30 de julio de 1977, en el domicilio de Atacama 973 de Ituzaingó, Provincia de
Buenos Aires, siendo trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada (cfr. copias de fs. 12.657 del principal).
Conforme se estableciera al tratarse el caso de Rapela de Mangone y su marido (cfr. n° 209 y 497 de la
Causa n° 13/84), la nombrada habría perdido su embarazo durante su permanencia en el lugar mencionado (v. expresiones
de Lilia Victoria Pastoriza de Josami y Graciela Daleo), habiendo sido vista en la ESMA por Mercedes Inés Carazzo (v.
fs. 12.417) y Ana María Martí (v. fs. 13.030).
Ambos continúan desaparecidos.
Caso n°° 336):
Luis Saúl Kiper -médico del Hospital Ferroviario Central- fue ilegalmente privado de su libertad el
30 de julio de 1977, mientras cumplía sus tareas de médico en la Asistencia Pública de Boulogne Sur Mer, en la Provincia
de Buenos Aires, por un grupo de personas vestidas de civil que se identificaron como pertenecientes a la División
Alcaloides de la Policía Federal, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Se sostiene que allí fue
sometido a torturas. Continúa desaparecido (cfr. presentaciones de fs. 9305 y 9601 del principal).
No obstante tenerse por acreditada la ilegal privación de la libertad, ello no resulta suficiente para
sostener de igual forma la imposición de tormentos en su perjuicio al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo
en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto.
Caso n°° 337):
N.N. femenina, apodada AJulia@, ilegalmente privada de su libertad en julio de 1977, por el B.I.N.
3 de La Plata, fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada donde permaneció bajo condiciones inhumanas de
vida.
Caso n°° 338):
Grupo integrado por 10 ó 12 personas no identificadas, secuestradas en Villa del Sur, Provincia
de Buenos Aires: conforme el relato efectuado por el Sr. Magistrado instructor, fueron ilegítimamente privados de su
libertad en el mes de julio de 1977 y, luego, fueron conducidos a la E.S.M.A.
Caso n°° 339):
Graciela Beatriz Di Piazza fue ilegalmente privada de su libertad el 4 de agosto de 1977, siendo
conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr.fs. 8525, 8962 y 10.348 del principal y
Legajo n° 1487 Conadep).
Caso n°° 340):
Daniel Oscar Mune fue ilegalmente privado de su libertad en 4 de agosto de 1977, siendo trasladado
a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 6424 y 10.352 del principal).
Caso n°° 341):
Rodolfo Fernández Pondal resultó ilegalmente privado de su libertad el 5 de agosto de 1977, siendo
trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 7789, 7855, 8525 y 8963 del
principal).
Casos n°° 342) y 343):
Alfredo ó Máximo Nicoletti -caso n° 342- y Marta Peuriot de Nicoletti -caso n° 343-, fueron
ilegalmente privados de su libertad el 10 de agosto de 1977, conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, y
liberados a mediados de 1978.
Miguel Ángel Lauletta testificó (fs.11.738) haber visto a los nombrados en la ESMA, así como que los
mismos fueron liberados, indicando en este sentido que ello ocurrió en el año 1979; también indica la presencia de
Nicoletti en el lugar, las expresiones de Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124).
Caso n°°344):
N.N. masculino, apodado ARamiro@, fue ilegalmente privado de su libertad el 10 de agosto de
1977, y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, hasta su liberación en 1978.
En relación a una persona con este apodo, Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11738) refirió que la misma
recuperó su libertad en 1979.
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Casos n°° 345) y 346):
María Cristina Mura de Corsiglia -caso n° 345- y Hugo Arnaldo Corsiglia -caso n° 346- resultaron
privados ilegalmente de la libertad el 10 de agosto de 1977, el último de los nombrados, por personal de la Fuerza Aérea,
en su domicilio de Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires. Ambos fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la
Armada. Se afirma que fueron sometidos a tormentos, continuando desaparecidos (cfr. presentación de 9852).
No obstante tenerse por acreditadas las ilegales privaciones de la libertad, ello no resulta suficiente
para sostener de igual forma la imposición de tormentos en perjuicio de los nombrados, al no hallarse basada en mayores
elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto.
Caso n°° 347):
Claudio Julio Samaha fue ilegalmente detenido el 11 de agosto de 1977, siendo conducido a la
Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 7855, 8525, 8962, del principal, y Legajo n° 9001
Conadep).
Caso n°° 349):
María Susana Leira de Bogliano fue ilegalmente privada de su libertad el 12 de agosto de 1977 en
Villa Elisa, -La Plata-, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. Legajo n°
2789 Conadep).
Caso n°° 350):
Rodolfo José Lorenzo, fue ilegítimamente privado de su libertad el 13 de agosto de 1977, siendo
conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desparecido (cfr. Legajo n° 2944 Conadep).
Caso n°° 351), 352) y 438):
Susana Beatriz Siver de Reinhold (caso n° 351) -embarazada de cuatro meses- fue ilegalmente
detenida por personal del Servicio de Inteligencia Naval, en un procedimiento llevado a cabo el día 14 de agosto de 1977,
en el domicilio ubicado en la calle Pasco N° 67, de la localidad de Haedo, Provincia de Buenos Aires, perteneciente a la
familia Reinhold. Conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde permaneció -a disposición del S.I.N.continuando desaparecida (cfr. presentación de fs. 12.016 y copias de fs. 12.657).
Al respecto, Mercedes Inés Carazzo testificó a fs. 12.417 haber visto en la ESMA a Siver de Reinhold
.
Por su parte, Marcelo Carlos Reinhold -caso n° 352- fue privado de su libertad en forma ilegal, junto
con su amigo Alejandro Roberto Odell, el mismo día 14 de agosto de 1977, en Haedo, Provincia de Buenos Aires,
siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometido a tormentos. El 9 de noviembre de 1977 su cadáver
fue hallado -junto con el de otras tres personas no identificadas- en el interior de un rodado incinerado (cfr. presentación
de fs. 12.016).
En relación a Reinhold, obra en esta Cámara el Legajo n° 119 del que surge la identificación
efectuada al cadáver hallado junto a otros tres no individualizados el día 10 de noviembre de 1977 a la altura del Km. 34
de la Ruta Panamericana (acceso a Pilar), quien, al igual que Siver de Reinhold fueran vistos en la ESMA por Sara Solarz
de Osatinsky.
Laura Reinhold Siver (caso n° 438) -conforme el relato efectuado por el Sr. Juez a quo- nació en
cautiverio en el mes de enero de 1978, en el Hospital Naval, mientras su madre se hallaba ilegítimamente privada de su
libertad en las instalaciones de la E.S.M.A., luego de lo cual fue inmediatamente devuelta a dicho centro, aún bajo los
efectos de la anestesia. Susana Siver de Reinhold pudo permanecer alrededor de quince días con su hijita, amamantándola.
Unas horas antes de ser trasladada, escribió una carta a los abuelos de la niña, a quienes supuestamente entregarían la
criatura. Luego, se llevaron a Siver de la E.S.M.A y la niña nunca fue entregada a sus abuelos.
Caso n°° 353):
Alejandro Roberto Odell fue ilegalmente privado de su libertad el día 14 de agosto de 1977 en
Haedo, Pcia. de Buenos Aires, junto con Marcelo Reinhold. Conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada,
continuando desaparecido (cfr. fs. 443, 503, 2690, 3617, 8525 del principal y Legajo n° 7524 Conadep).
Caso n°° 354):
Hugo Chaer fue ilegalmente privado de su libertad por personal del Servicio de Información Naval, el
14 de agosto de 1977, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, hasta su liberación en septiembre del
mismo año (cfr. fs. 3659 principal y Legajo n° 6263 Conadep).
Caso n°° 355):
Respecto de María Inés del Pilar Imaz de Allende este Tribunal al expedirse en los autos n° 23.998,
indicó que la misma fue secuestrada el 15 de agosto de 1977 y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde
permaneció hasta su liberación el 30 de diciembre de 1978.
Su caso, asimismo, fue tratado por los suscriptos al expedirnos en los autos n° 21.422.
Caso n°° 356)
Osvaldo Portas fue ile
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