Poder Judicial de la Nación DEFRAUDACION: ADMINISTRACION FRAUDULENTA. PERJUICIO. Licitaciones. Contrataciones del estado en violación a las reglamentaciones sobre llamado a licitación. La exigencia de perjuicio económico para tener por configurado el delito de defraudación por administración fraudulenta (art. 174 inc. 5°° en función del art. 173 inc. 7 del Código Penal) se ve satisfecha con la violación al deber de respetar un mecanismo legal de contratación que corresponde para cada caso licitación pública- mediante el cual se hubiesen podido obtener precios mas ventajosos merced a la confrontación de ofertas. (Conf. causa n° 23.636, ASAMPAULISE, J, O,@ del 22.12.92). C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler AONOFRE LOTTO, Antonio y otros...@@ 6.2.2007 Causa 39.066 Reg. 25 J. 10 - S. 19 NOTA: Ver lo resuelto en autos AAIELLO, José C.@ del 13.2.2007 en la que la misma Sala I se integra con los jueces Irurzun y Luraschi. COMPETENCIA: MARCAS: PROPIEDAD LITERARIA. CONCURSO DE DELITOS. CONCURSO IDEAL. DESIGNACIONES. Publicación y venta de una obra literaria y falsificación del logo del sello editor titular del derecho de autor. Es competente la justicia federal para investigar la edición y venta de una obra literaria en violación a la ley 11.723 en la que además se falsificó el logotipo registrado como marca de la editorial titular de los derechos de autor en tanto con la misma maniobra se la habría damnificado doble y simultaneamente. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 13.2.2007 ATERAN NOUGES, Rafael A. s/planteo de incompetencia@@ Causa 39.740 Reg. 62 J. 6 - S. 11. COMPETENCIA: MARCAS. USO DE MARCA AJENA. (Ley 22.362). DELITOS CONTRA LA SALUD PUBLICA. (Art. 200 del Código Penal). Rellenado de envases medicinales con productos inactivos terapéuticamente. CONCURSO DE DELITOS. Es competente la justicia federal para entender en la causa incoada por el relleno de envases de medicamentos originales que ostentan una marca registrada con sustancias sin capacidad terapéutica. C.C.C. Fed. Sala I 15.2.2007 Causa 39.679 Cavallo - Freiler AN.N. Competencia@@ Reg. 76 NOTA: Se citó C.S.J.N. AINSTITUTO SIDUS S.A.@ del 111.7.2000. J. 11 - S. 22. Poder Judicial de la Nación DEVOLUCION Y ENETREGA DE EFECTOS: AUTOMOTORES. DEPOSITO JUDICIAL. Res. C.S.J.N. 1215/89. Improcedencia de la entrega de un automotor secuestrado a quien no es su titular registral. No corresponde la entrega de un automotor a quien no siendo el titular registral solo puede alegar su adquisición de buena fe. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freler ASANCHEZ PEREYRA, Luis E.@ 20.2.2007 Causa 39.857 Reg. 93 J. 2 - S. 3. NOTA: Se citó Res. 1215/89 de la C.S.J.N. FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO: FALSEDAD IDEOLOGICA. Contenido del documento. Certificación de la firma por funcionario bancario. DOCUMENTO PRIVADO. Sólo sobre lo que el documento prueba con efectos jurídicamente propios de un documento público puede considerarse como falsedad ideológica punible. Entonces, una planilla con datos agregados por un no funcionario -vicepresidente de S.A.E.- cuya firma es certificada por un funcionario del banco nación no es documento público y sí lo es privado, sin perjuicio, claro está, de su significación con el delito tentado de defraudación y su modalidad concursal. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 11.2.2007 AMULET, Antonio V. s/procesamiento@@ Causa 24.469 Reg. 26.351 J. 12 - S. 23. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 11 de febrero de 2.007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Dr. Sergio Alejandro Barneche, defensor de Antonio Víctor Mulet, contra la resolución que en copia luce a fs. 1/6 de este incidente, mediante la cual el Sr. Juez de grado resolvió procesar sin prisión preventiva al nombrado en orden al delito de falsedad ideológica (artículo 293 del Código Penal), en concurso real con el delito de defraudación en perjuicio de la administración pública, en grado de tentativa, en calidad de partícipe necesario (artículos 174, inciso 5°, 306 y 310 del Código Procesal Penal de la Nación). II- El recurrente se agravia, básicamente, por considerar que no se ha comprobado en el sumario que su defendido haya obrado con dolo, destacando la multiplicidad de funciones que tiene a su cargo entre las que se encuentran fundamentalmente las de tipo cultural y no las administrativas. Asimismo, manifiesta que por vincularse la conducta atribuida a su pupilo con un instrumento privado, no cabe asignarle alcance penal ya que el delito de falsedad ideológica sólo alcanza a instrumentos públicos (fs. 17/18 del presente). III- En primer lugar, debe señalarse que los datos insertos en el certificado de Servicios y Remuneraciones emitido por la Administración Nacional de la Seguridad Social (formulario PS.6.2) -que se reputan falsos- no han sido certificados por funcionario alguno, sino que únicamente se ha certificado la firma de Mulet ante un funcionario del Banco de la Nación Argentina. De esta forma, la inserción de datos falsos en la planilla en cuestión, no constituye el delito de falsedad ideológica, puesto que sólo sobre aquello que el documento prueba con efectos jurídicamente propios de un documento público puede considerarse la falsedad ideológica punible (conf. de esta Sala, causa n° 11.791, registro n° 12.715 del 27/12/95), revistiendo por lo tanto categoría de instrumento privado. En consecuencia, y sin perjuicio de la relación concursal que observó el Sr. Juez de grado entre este delito y la tentativa de defraudación, el procesamiento dispuesto a su respecto no puede mantenerse. Sentado lo anterior, y en cuanto al agravio del apelante relativo a la ausencia de dolo en el Poder Judicial de la Nación accionar de su pupilo, se advierte que las constancias obrantes en el expediente resultan suficientes para tener por acreditada con el grado de certeza requerido en esta etapa procesal, la responsabilidad de Antonio Víctor Mulet en el intento de defraudar a la administración pública mediante la utilización del documento mencionado. En efecto, debe destacarse lo informado por el presidente de la Sociedad Argentina de Escritores en cuanto a que Mulet no se encontraba facultado por el Estatuto Social para firmar dicha documentación (ver fs. 12 y13 del expediente administrativo), extremo que resulta poco probable haya sido ignorado por el imputado al momento de certificar el formulario cuestionado, máxime teniendo en cuenta el cargo que ostentaba -vicepresidente de la entidad-. Asimismo, y en relación a lo expresado por la defensa en torno a la multiplicidad de funciones que tenía el nombrado a su cargo, corresponde indicar que tal como lo refirió en su declaración indagatoria, el certificado le fue entregado directamente por Margarita Caro y no a través de alguna vía administrativa, siendo así, la falta de recaudos adoptados por Mulet para constatar la veracidad de los datos insertos en la planilla, a esta altura sólo puede interpretarse como una complicidad dolosa en la maniobra, resultando inaceptables las manifestaciones tales como: AYo confío en esta persona porque la he visto trabajar, ... Para firmar el certificado hacía todo de palabra, es decir porque confíe en esa persona...@, realizadas en su descargo (ver fs. 120/122 del ppal.). Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR PARCIALMENTE el punto I de la resolución que en copia obra a fs. 1/6 de este incidente en cuanto decreta el procesamiento sin prisión preventiva de Antonio Víctor Mulet, MODIFICANDO la calificación legal por la del delito de defraudación en perjuicio de la administración pública, en grado de tentativa, en calidad de partícipe necesario. Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la instancia anterior donde deberán producirse las restantes notificaciones que correspondan.@@ INTERECEPCION DE CORRESPONDENCIA: Embalajes para su traslado al exterior. . Art. 234 del C.P.P.N. NULIDADES PROCESALES. Encomienda. Inspección y apertura de los embalajes sospechosos que la contienen. ACTA DE SECUESTRO. No es nulo lo actuado por funcionarios policiales que, con autorización del juez interviniente por intermedio de su secretario de juzgado, inspeccionan a través de orificios, embalajes con destino al extranjero y a instancias del despachante de aduana a quien el remitente le encomendó esa operación cuyas características permiten considerarla sospechosa. No es nula la apertura de esos mismos embalajes ordenada por el juez interviniente de la manera expuesta anteriormente, si la inspección ordenada dio como resultado el hallazgo de sustancia estupefaciente. No es nulo el secuestro de la sustancia estupefacientes hallada de esa manera. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 6.2.2006 AOUTEDA, Carlos A. y otro s/procesamiento@@ Causa 24.845 Reg. 26.363 J. 4 - S. 8. NOTA; Ver fallo completo y sumario perteneciente a los misma sentencia. ABuenos Aires, 6 de febrero de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Dr. Ernesto Cañete, defensor de Antonio Ortiz y Carlos A. Outeda, contra el auto que en copias luce a fs. 1/6, mediante el cual se dispuso el procesamiento con prisión preventiva de los nombrados por considerarlos partícipes primarios del delito de transporte de estupefacientes (artículos 45 del Código Penal y 5, inciso Ac@, de la ley 23.737). II- Que el planteo de nulidad efectuado por el recurrente respecto del proceder policial que diera origen a esta pesquisa y lo actuado en consecuencia, halla sustento en dos argumentos diferenciados: Primero, alega la inexistencia de circunstancias previas que permitieran sospechar la comisión de un delito -y por ende, que tornaran razonable la requisa de los objetos en los que finalmente se encontró el material estupefaciente-. Segundo, sostiene que dicha disposición no habría emanado del magistrado sino de la secretaria del juzgado, por lo que no cumple con los requisitos legales exigidos por el código de forma. La pretensión de la defensa no será receptada favorablemente. De inicio, cabe recordar que el legajo encuentra su génesis en la presentación efectuada por el despachante de aduana Sergio E. Ibarlucea ante la prevención policial, en la cual relató que ciertos aspectos de un trámite desarrollado para el envío de dos prensas hidráulicas a Madrid, España -tales como su informalidad y el anonimato Poder Judicial de la Nación en que se manejaron los clientes, a pesar de las importantes sumas de dinero involucradas- llamaron su atención, conduciéndolo a sospechar la concurrencia de un delito. En aquella oportunidad, el denunciante trasladó los objetos enunciados a la sede de la comisaría. La situación fue comunicada al Juzgado interviniente, que ordenó realizar un orificio en la mercadería para verificar su contenido. Mediante ese accionar se constató la presencia de sustancia tóxica de uso prohibido en el interior. Por esa razón, el Tribunal dispuso abrir las bases de las prensas, culminando ello en el secuestro de 32 envoltorios conteniendo más de 33 kilogramos de cocaína. Para empezar, esta Sala entiende válido afirmar que los extremos descriptos por Ibarlucea, configuraban un cuadro previo que, objetivamente, permitía sospechar (en los términos requeridos por el ordenamiento ritual) que en el interior de las prensas hidráulicas podría encontrarse algún material ilícito. De ahí que no se advierta la alegada violación de normas procedimentales ni de derechos constitucionalmente consagrados. Por otro lado, en lo que hace al restante agravio volcado por el impugnante, se aprecia que la invocada falta de control jurisdiccional sobre las medidas de prueba realizadas en sede prevencional no resulta tal. En efecto, surge a fs. 1 y 2 del ppal. que en la misma fecha de inicio del sumario ello fue puesto en conocimiento del a quo (artículo 186 del código adjetivo), quien ordenó ciertas diligencias preliminares cuyos resultados le fueron inmediatamente informados (ver fs. 4/5 y 6 del ppal.). Luego, ratificó la labor de la prevención y dispuso nuevas medidas que, cumplidas, le fueron elevadas conjuntamente con las restantes actuaciones (fs. 12 del ppal.). El hecho de que esas comunicaciones y consultas fueran evacuadas a través del Secretario del Tribunal no altera la situación en la medida en que, sin dudas, obró en el marco de las facultades inherentes a su cargo y en ejercicio de su rol como principal auxiliar y coadyudante del Juez a cargo (artículo 135 del Reglamento para la Justicia Nacional), en cuyo nombre actuó y a quien en estas condiciones sólo cabe atribuir las directivas así impartidas; máxime cuando ellas fueron avaladas por la actuación del magistrado en la causa y guardan, por otra parte, coherencia con la línea de investigación que se le imprimió al sumario luego, en sede judicial (en igual sentido, ver causa n°° 23.719 AJaimovich@@, reg. n°° 26.232 del 26/12/06). En virtud de lo hasta aquí desarrollado, se rechazará el planteo de nulidad impetrado por la defensa, en consonancia con lo solicitado por la Sra. Fiscal General Adjunto, Dra. Eugenia Anzorreguy de Silva, a fs. 33/4 de esta incidencia. III- Respecto del fondo de la cuestión, el apelante afirma, en este orden, 1) que los elementos de cargo obrantes en la causa no alcanzan a demostrar la participación dolosa de sus asistidos en el hecho imputado; 2) que no puede concluirse, como lo hizo el a quo, que el transporte de material de estupefaciente por el que se procesó a los encartados haya sido consumado, sino que, al haberse visto frustrado el envío de la droga a su presunto destino final (España), el ilícito quedó tentado; y 3) que de sostenerse que los justiciables pueden ser responsabilizados en orden a ese hecho, sólo pueden serlo en los términos del artículo 46 del Código Penal. Con apoyo en tales críticas, propugna la revocatoria -o en subsidio la modificación- del auto apelado. Pues bien, de seguido el Tribunal habrá de dar respuesta a los interrogantes planteados. Los elementos obrantes en el legajo son contestes a la hora de señalar las distintas etapas que antecedieron al envío de las prensas hidráulicas hasta la sede de la empresa Argentina Cargo S.R.L. (en la que trabajaba el denunciante) para su posterior viaje hacia la ciudad de Madrid: fueron adquiridas en la ferretería AEl Huemul@ sita en San Justo, Pcia. de Bs. As; retiradas de allí por una mujer todavía no identificada en autos, que las llevó luego a la compañía denominada ALa Seguridad@, con sede en esta ciudad, donde fueron embaladas dentro de dos cajas. Finalmente fue el propio Ibarlucea quien las recogió de ese lugar, en cumplimiento de lo pactado con su cliente. Toda la operación fue contratada, dirigida y controlada vía teléfono celular y correo electrónico, por una persona que dijo llamarse AJuan C. Ramírez@ y que, a fin de mantenerse en el anonimato, no se presentó en ningún momento en los lugares reseñados. Por ese motivo, luego de constatado el contenido de la mercadería que esta persona pretendía trasladar hasta España promediando el mes de noviembre de 2006, el instructor orientó la investigación a desentrañar su identidad y la de cualquier partícipe del hecho, disponiendo, entre otras medidas, la intervención del abonado que aportó el sindicado ARamírez@ para ser contactado (n° 156-487-3080). En lo que aquí interesa, vale destacar que producto de esa tarea -en el marco de la cual se advirtió la concurrencia de varias conversaciones con destinatarios residentes en España, vinculadas a la operación ilegal descripta-, se verificó un llamado en el cual este individuo hizo saber a personal de la ferretería AEl Huemul@ que con fecha 7 de diciembre, se acercaría (dijo) un tercero al comercio a fin de retirar una copia de las facturas correspondientes a la venta de las prensas en cuestión. En la fecha pactada, Antonio Ortiz se presentó en el lugar para hacer ese pedido. Según los preventores intentó darse a la fuga ante la presencia policial, circunstancia que motivó a ordenar su inmediata detención y requisa. En dicho momento tenía en su poder las facturas reclamadas, junto con un papel con las anotaciones AAv. J.M. Rosas 2564-S. Justo Ferr-Huemul- SR. J.C. Ramírez@ y AJ.L. Serrano. 40 días compro prensa@, un recibo de seña de la Agencia de Viajes ANobel Tour@ a nombre de Carlos Outeda en concepto de ASeña Aéreo a Madrid@ y una hoja con las inscripciones AOuteda/Carlos@@ y los n° de vuelo AAR1980L- 16NOV-EZEMAD GK-1-1550-0730 + 1 CHARTER y AR 1943-01- DEC-MAD-EZE GK-1 1000@, entre otros elementos (ver fs. 312/5 y 316/7 del ppal., los resaltados nos pertenecen). Así, se dispuso el allanamiento de su domicilio. En ese lugar estaba el hombre referido en los efectos incautados, Carlos A. Outeda, hallándose además anotaciones vinculadas a un hotel en Madrid (ver fs. 382 y 383 del ppal.). En base a este relato, esta Sala se encuentra en condiciones de afirmar que resulta acertada la atribución de responsabilidad que ha efectuado el a quo respecto de los imputados. Ello, partiendo de las circunstancias de hecho y lugar que rodearon a la detención de Ortiz, los distintos efectos secuestrados de entre sus prendas, que denotan una clara alusión a diferentes aspectos y etapas de la maniobra delictiva investigada -tanto anteriores al descubrimiento de su comisión, como de aquellas que habrían de continuar produciéndose en sede extranjera- y que reflejan el papel activo que le cupo al nombrado en los momentos reseñados. Lo mismo puede afirmarse con relación a Outeda, tomando en consideración que los datos volcados entre los papeles hallados en poder, justamente, de su consorte de causa -en cuya vivienda fue aprehendido- Poder Judicial de la Nación conllevan a la presunción, por demás fundada en las constancias del legajo, de que el verdadero motivo de su viaje a Madrid (viaje que no negó) sería el de recibir la sustancia tóxica de uso prohibido en su destino final -sobre el punto, adviértase que la fecha de su viaje coincide con aquella en que, según lo pautado, debía ser remitida la droga-. Consecuencia de ello, difícilmente pueda controvertirse la conclusión de que el justiciable tuvo un rol central en el conjunto de la operatoria desplegada. Y en este marco, dada la complejidad, especiales características y grado de organización constatados respecto de la maniobra investigada, aunados a los extremos destacados en los dos párrafos anteriores, es válido descartar, a esta altura, el desconocimiento alegado por los encartados respecto de los sucesos que los involucran y afirmar su participación dolosa en ellos. Aclarado lo anterior, y tal como se ha planteado el debate, el Tribunal abordará ahora los cuestionamientos introducidos con relación a la calificación legal escogida por el Sr. Juez grado para encuadrar los hechos. Como se vio más arriba, la operación ventilada en autos se constituyó por diferentes etapas, utilizadas para ocultar y embalar la importante cantidad de material estupefaciente finalmente secuestrada, en las que se cumplió con distintos trabajos y que, necesariamente, implicaron un traslado de la droga, anterior a su secuestro definitivo. Repárese, en este sentido, que para el momento en que el denunciante tuvo acceso a las cajas requisadas, la sustancia ya estaba dentro de las prensas hidráulicas. Es aquí donde desacierta el recurrente al sostener que el transporte del estupefaciente nunca fue consumado, pues para que ese ilícito llegue a ese nivel de desarrollo del iter criminis no resulta exigencia típica que el traslado del material culmine, arribando éste a su destino final, sino que lo necesario es que -como en el caso- haya comenzado ese accionar, toda vez que nos encontramos ante un delito de actividad, en el que el tipo penal se agota con la realización de una acción que, si bien debe ser lesiva de un bien jurídico, no necesita producir un resultado material (ver causa n° 17.516 ACastillo@, reg. n° 18.493 del 20/3/01, y más recientemente, causa n° 24.618 ASuárez@, reg. n° 26.149 del 12/12/06). En la medida en que el extremo legalmente requerido se cumplió en autos, debe concluirse que el transporte fue efectivamente concretado, en tanto la mercadería fue interceptada cuando ya había sido puesta en poder de la empresa AArgentina Cargo S.R.L.@ dedicada al despacho de aduana. Del examen que se viene realizando, surge evidente que tal etapa y todas las anteriores a que la droga arribe a posesión de la firma, se encontraron ínsitas en la cadena de tráfico de la sustancia, en vista de la cantidad, pureza, forma de acondicionamiento y embalaje del estupefaciente, así como del modo en que era portado. Para concluir, en el actual estado de cosas, se confirmará el procesamiento dictado en orden al encuadre típico discernido por el Sr. Juez de grado, ello sin perjuicio de otras calificaciones en que podrían enmarcarse con mayor precisión los sucesos analizados, que no pueden ser abordadas por el Tribunal en la presente so riesgo de exceder el marco del recurso interpuesto incurriendo en violaciones a la garantía que veda la reformatio in pejus. El estudio de esta cuestión, por lo dicho, se encomienda al a quo. Por último, contestando el restante agravio de la defensa, es válido afirmar, con sustento en las apreciaciones efectuadas supra sobre la prueba indiciaria, variada y unívoca reunida hasta el momento, que el aporte que realizaron los imputados en el hecho reprochado resultó esencial para la concreción de la operatoria, por lo que el grado de participación primaria endilgado por el instructor deviene acertado y será homologado. IV- Que dada la amenaza de pena que se ciñe sobre los justiciables en virtud del delito por el que se los procesó, corresponde confirmar la prisión preventiva impuesta sobre ellos, de conformidad con lo estipulado por los artículos 312, 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación y reiterada doctrina del Tribunal sobre el punto (ver causa n° 20.961 ABeraja@, rta el 02/06/2005, reg n° 23.744, entre muchas otras). Pero además, en autos, existen elementos que siguiendo los parámetros del artículo 319 del ordenamiento ritual, ciertamente crean la presunción de que, en caso de recuperar su libertad, los imputados se fugarán o entorpecerán el curso de la investigación. Las circunstancias que rodearon a la aprehensión de Ortiz, el modus operandi utilizado para perpetrar la maniobra, las diferentes personas presuntamente involucradas en ésta -algunas no identificadas al momento- y los vínculos en el exterior con que contarían los encausados, son indicios importantes en ese sentido. A ello deben aunarse los antecedentes que registran ambos procesados, que surgen de los testimonios de sentencias obrantes en el expediente: Ortiz fue condenado con fecha 14/12/1997 a la pena de 3 años y 6 meses de prisión en orden al delito de tenencia de estupefacientes -art. 14, primer párrafo, de la ley 23.737- (fs. 373 del ppal.) y con fecha 21/12/2003 a la pena de 6 años y 6 meses de prisión por el delito de tentativa de contrabando de estupefacientes destinados a ser comercializados fuera del territorio nacional -arts. 866, segundo párrafo, 871 y 872 de la ley 22.415-, declarándolo reincidente (ver fs. 374 del ppal.). Outeda, por su parte, fue condenado con fecha 11/11/03, a la pena de 4 años de prisión por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (vid. fs. 404 del ppal.). Por todo lo expuesto, no existiendo agravio en punto a los embargos decretados, SE RESUELVE: I- NO HACER LUGAR al planteo de nulidad efectuado por la defensa. II- CONFIRMAR el auto en crisis en todo cuanto decide y fuera materia de apelación. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las restantes notificaciones del caso.@ INTERCEPCION DE CORRESPONDENCIA: REGISTRO DE PERSONAS Y LUGARES. Poder Judicial de la Nación REQUISA PERSONAL. INSPECCION DE LUGARES. Consultas de los preventores al juez interviniente por intermedio del secretario de juzgado. Ordenes emanadas del juez por intermedio del secretario del juzgado. El hecho de que la inspección de embalajes para ser transportados al extranjero, su apertura y el secuestro de sustancia estupefacientes hallados en su interior hayan sido ordenados previo a ser consultado por los preventores por el juez interviniente por intermedio del secretario de su juzgado, no invalida lo actuado en la medida de que éste, obró en el marco de las facultades inherentes a su cargo y en ejercicio de su rol como principal auxiliar y coadyuvante del juez a cargo (art. 135 del reglamento para la Justicia Nacional), en cuyo nombre actuó y a quien en estas condiciones sólo cabe atribuir las directivas impartidas; máxime cuando ellas fueron avaladas por la actuación del magistrado en la causa y guardan, por otra parte, coherencia con la líneas de investigación que se le imprimió al sumario luego, en sede judicial. (ver causa AJAIMOVICH@ del 26.12.2006). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 6.2.2006 AOUTEDA, Carlos A. y otro s/procesamiento@@ Causa 24.845 Reg. 26.363 J. 4 - S. 8. NOTA; Ver fallo completo y sumario perteneciente a los misma sentencia. NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE FUNCIONES PUBLICAS: Contrataciones del estado. Adjudicación de obras en violación de las normas sobre licitaciones. La adopción de un mecanismo de contratación directa y adjudicación de obras en un contexto de irregularidades tales como ausencia de motivos de urgencia, invitación arbitraria de empresas para ofertar , obviar la intervención de los departamentos administrativos específicos (dep. de Jurídicos) y defectos en la tramitación de los expedientes) permiten sostener fundadamente que el funcionario público involucrado se interesó en el sentido del art. 265 del Código Penal en el resultado de ese negocio con el fin de beneficiar a una empresa que en definitiva es la que resultó contratada. (del voto del Dr. Cavallo). C.C.C. Fed. Sala I Cavallo (S/su voto) - Irurzun (s/su voto)- Luraschi (s/su voto). 13.2.2007 AAIELLO, Carmelo y otros....@@ Causa 38.306 Reg. 56 J. 3 - S. 5. NOTA I: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 13 de febrero de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: El Dr. Gabriel Cavallo dijo: I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Fiscal, Dr. Federico Delgado, a fojas 349, contra el auto que luce a fojas 321/47 por el cual el a quo sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto Luis Dadín (art. 336, inc. 2 del C.P.P.N.). II. La causa tuvo su inicio en la denuncia formulada por el Dr. Carlos Manuel Garrido, Director de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción, en donde señaló una serie de irregularidades en las Poder Judicial de la Nación contrataciones directas llevadas a cabo por el Comité Federal de Radiodifusión Bde aquí en más COMFERB en el año 1999 respecto de la adquisición e instalación de antenas receptoras para cuatro sedes nuevas ubicadas en San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, y en los partidos de Moreno, Tigre, Florencio Varela y para la delimitación del área correspondiente a la Delegación Pilar, en la Provincia de Buenos Aires, que tramitaron bajo los expedientes administrativos n° 3140/99, 3096/99, 3095/99, 3093/99 y 3094/99 respectivamente. Se agravia el Fiscal por cuanto sostiene que los encausados alegaron razones de urgencia y que eligieron el camino de la parcialización de las obras para que los montos de cada una de ellas no superara los cien mil pesos ($100.000), y de esa manera, amparándose en lo normado por el artículo 56, inciso 3° apartado Aa@ de la Ley de Contabilidad de la Nación, llevar a cabo contrataciones directas. También señala que tanto Mendiburo Radiosistemas Bfirma adjudicada en todas las contratacionesB, como las otras empresas que presentaron los presupuestos en cada uno de los cinco expedientes, no se encontraban registradas en la Inspección General de Justicia y que tampoco se hallaron datos de éstas en la Administración Federal de Ingresos Públicos. A partir de ello, solicitó que se revoque el resolutorio impugnado y se dicte el procesamiento de los encausados. Asimismo, el Fiscal de Cámara Ben los términos del art.454 del C.P.P.N.B se manifestó acerca de la Aparticular dinámica@ con la que se llevó a cabo el proceso de contratación y la circunstancia de no haber resuelto la situación procesal de Néstor Mendiburo, titular de la firma en cuestión. En los mismos términos se presentaron las defensas de los encausados solicitando que se confirme el decisorio apelado. III. Ahora bien, de las constancias de la causa surge que los procesos de contratación cuestionados los llevó a cabo el Coordinador General de Inspecciones del COMFER, Sr. Roberto Luis Dadín y que quien aprobó el mecanismo de excepción y las adjudicaciones a la empresa AMendiburo Radiosistemas@ fue el Interventor del Comité, Dr. José Carmelo Aiello. Mediante la resolución n° 778/99 fueron creadas las nuevas delegaciones y con motivo de adjudicar los contratos de locación de los inmuebles donde se asentarían, en el mes de julio de 1999 se llamó a licitación pública n° 9/99 y se tramitaron los expedientes n° 3140/99, 3093/99, 3094/99, 3095/99 y 3096/99. En los mismos sumarios se realizó la contratación directa de la instalación de antenas que ahora viene cuestionada. Para empezar, cabe tener en cuenta que la defensa de Aiello, en sus diversas presentaciones (fs. 246/64, 280/93 y 363/71), señaló que se convocó en todos los casos a un concurso de precios para los antenamientos y que la contratación se le adjudicó al oferente que mayores condiciones técnicas y menor monto proponía. Además menciona que previo a la aprobación se le dio intervención a los estamentos jurídicos, técnicos y contables. Con relación al monto y a la urgencia de las obras, Aiello señaló que la parcialización se realizó en virtud de que cada antenamiento es particular y lleva un estudio de factibilidad propio, motivo por el cual no puede incluirse a todas en un solo paquete ni hacerse una licitación en conjunto, y que la urgencia se debió entre otras cosas a un tema presupuestario y que si el proyecto no se concretaba antes de fin de año, difícilmente podría realizarse porque las partidas dinerarias no consumidas antes de ese período no estarían vigentes para el próximo presupuesto. Por su lado, la defensa de Dadín (ver presentaciones de fs. 265/8 y 294/8) giró en torno a que sólo presentó cuatro solicitudes de gastos para la adquisición de antenas y que luego ninguna otra intervención le cupo en el desarrollo de trámite administrativo. Señaló también que se advierte una clara persecución de tinte político. Sin embargo, a mi criterio, del análisis de los expedientes administrativos se puede observar que la contratación directa para la provisión y montaje de antenas en tales delegaciones estuvo rodeada de una serie de graves irregularidades administrativas que impiden homologar el decisorio del juez instructor. En efecto, según surge del expediente administrativo n° 3140/99, el 27 de octubre del año 1999 el Interventor Aiello Ba través de la licitación públicaB aprobó la locación de un inmueble en la ciudad de San Carlos de Bariloche. Lo relevante de esta situación es que con fecha 26 de octubre de ese año obra una solicitud de gastos firmada por el Sr. Dadín para la adquisición de una torre con antena receptora de AM/FM y T.V.A. para cubrir necesidades urgentes de fiscalización en la nueva delegación, con lo cual queda claro que se realizó la solicitud de gastos sobre un inmueble que todavía no había sido alquilado. En ella se menciona que el solicitante es la Dirección de Fiscalización de Emisiones e Inspecciones, aunque no figura la firma del director. Con igual fecha, el Interventor Aiello autorizó el procedimiento de contratación directa al amparo del artículo 56, inciso 3°, apartado a) de la Ley de Contabilidad de la Nación (referente a operaciones inferiores a cien mil pesos) para la provisión y montaje de una torre con antena receptora de AM/FM y T.V.A. para cubrir necesidades urgentes de fiscalización. En esa misma jornada la Dirección de Contrataciones del COMFER remitió un oficio firmado por la Dra. Gimena E. Fernández Patri BA/C ContratacionesB, invitando a cotizar a la firma Link Comunicaciones, la cual confeccionó el presupuesto ese preciso día y lo presentó al siguiente. El 27 de octubre de ese año se convocó a cotizar a las empresas Torre Sur Comunicaciones y Mendiburo Radiosistemas, las cuales también confeccionaron los presupuestos en el día y lo presentaron al siguiente ante el Cómite. Posteriormente obra una nota del Sr. Dadín de fecha 1 de noviembre de 1999, en donde remite a la Dirección General de Administración y Finanzas los presupuestos solicitados por la Coordinación General a las empresas antes señaladas. A los dos días mediante resolución n° 1246/99, el Interventor Aiello aprobó la contratación directa en favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $26.832. El 9 de noviembre de 1999 la Coordinación General de Servicios Auxiliares solicitó a la Dirección General de Administración y Finanzas la ampliación de la orden de compra original para proceder a la interconexión interna. Atento a esto, la empresa Mendiburo Radiosistemas presenta un presupuesto sin fecha y el 7 de diciembre de ese año se cumple con la orden señalada. Poder Judicial de la Nación En el segundo expediente administrativo Bn°3093/99B se desprende que luego de aprobarse la locación de un inmueble en la ciudad de Florencio Varela, con fecha 6 de diciembre de 1999 el Interventor Aiello autorizó el procedimiento de contratación directa bajo las mismas necesidades que en el caso anterior. Cabe resaltar que no consta en este expediente la solicitud de gastos observada en el caso anterior, ya que la incorporada a fs. 87, carente de fecha, pertenece a un inmueble que no fue objeto de alquiler, y tampoco se encuentran incorporados los oficios mediante los cuales se habría invitado a cotizar a las empresas. Luego obra una nota del Sr. Dadín fechada tres días antes de la autorización del mecanismo de excepción por la cual remite a la Dirección General de Administración y Finanzas los presupuestos solicitados por la Coordinación General a su cargo a las empresas ATorre Sur Comunicaciones@, AAdeco Radiosistemas A y AMendiburo Radiosistemas@. A su vez, estos tres presupuestos tienen fecha 6 de diciembre del año 1999, o sea, el mismo día en que se autorizó la contratación directa y tres días después de que supuestamente habían sido enviados a la Dirección General de Administración y Finanzas. En idéntica fecha, el Ing. José María Porteiro BCoordinador General Área TécnicaB, informa que Mendiburo Radiosistemas es la única firma que se ajusta a lo solicitado en el Anexo de especificaciones técnicas que forma parte del Pliego de Bases y Condiciones, aunque de hecho ese Pliego no está agregado al expediente. El 7 de diciembre de ese año mediante resolución 1246/99, el Interventor Aiello aprobó la contratación en favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $35.438 y también se efectuó la orden de compra. Esa misma jornada, y habiendo concluido el antenamiento y cableado externo, se estimó conveniente ampliar esa orden con el fin de completar la obra. Ante esto, y a partir de un presupuesto sin fecha que presentó la empresa contratante, ese mismo día se emitió la orden de compra ampliatoria, con la firma del Interventor Aiello. Respecto del expediente administrativo n°3094/99, y luego de haberse aprobado la contratación directa para la locación del inmueble en la ciudad de Pilar, el 5 de octubre del año 1999 se realizó la solicitud de gastos firmada por el Dr. Federico Rodolfo Figueroa BDirector de Fiscalización de Emisiones e InspeccionesB para adquirir una antena receptora de AM/FM y T.V.A. y, ese mismo día, el Dr. Aiello autorizó la contratación directa ampárandose en el mismo motivo que en los casos anteriores. En este caso, a diferencia de todos los otros expedientes, se adjuntó un Pliego de Bases y Condiciones que establecía entre otras cosas, que A... las propuestas deberán ser presentadas en un sobre cerrado que deberá ser identificado con los datos del presente llamado, no debiendo existir referencia alguna de la firma que lo presenta...@. Para ello, en esa jornada se remitieron los oficios Bcon firma de la Dr. Gimena E. Fernández PatriB invitando a las mismas empresas que en el caso anterior a cotizar para la contratación en cuestión. Lo cierto es que las condiciones fijadas en el Pliego nunca se cumplieron, ya que no se encuentra en el expediente la constancia de apertura de los sobres cerrados con los presupuestos enviados por las empresas. El 13 de octubre de 1999, mediante resolución n°733/99, el Interventor Aiello aprobó nuevamente la contratación directa en favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $45.070 y emitió la orden de compra a favor de esta empresa. Habiendo concluido el antenamiento y cableado externo, también en este caso, el 6 de diciembre de ese año se estimó conveniente ampliar la orden con el fin de completar la obra. Por esto, nuevamente ante un presupuesto sin fecha que presentó la contratante, el día siguiente se emitió la orden de compra ampliatoria, con la firma del Interventor Aiello. Del análisis del expediente 3095/99 surge que luego de aprobarse la contratación directa el 20 de octubre del año 1999 para la locación de un inmueble en la localidad de Tigre, esa misma jornada el Sr. Dadín solicitó gastos para la adquisición de una torre con antena receptora AM/FM y T.V.A, con igual justificación que en el caso anterior y que el Dr. Aiello autorizó el mecanismo de la contratación directa por los mismos motivos expuestos en los casos precedentes. Los presupuestos fueron solicitados el 29 de octubre de ese año a las firmas Torre Sur Comunicaciones, Link Radiosistemas y a Mendiburo Radiosistemas. Al día siguiente las dos primeras presentaron sus propuestas, mientras que la restante también la presentó, pero sin fecha. El 2 de noviembre de 1999 el Sr. Dadín remite los tres presupuestos mediante la nota de pase que se repite en todos los expedientes y también ese día se hace el informe técnico. En la jornada siguiente, mediante resolución n° 871/99, el Interventor Aiello aprueba nuevamente la contratación directa en favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $35.438. Un día después se confecciona la orden de compra con igual fundamento que en los casos anteriores y finalmente el 6 de noviembre de ese año se estima conveniente ampliar esa orden con el fin de completar la obra y ante el presupuesto sin fecha presentado por Mendiburo Radiosistemas se amplia la orden original. Por último, en el expediente n°3096/99 se puede observar la misma dinámica señalada precedentemente, puesto que luego de haberse aprobado el 19 de octubre del año 1999 la contratación directa para la locación de un inmueble en la localidad de Moreno, el Sr. Dadín realiza tres días después la solicitud de gastos por las mismas necesidades ya expuestas en los demás casos, y también en esa fecha, el Dr. Aiello autoriza el mecanismo de excepción bajo el extremo de que se trataba de operaciones menores a los cien mil pesos ($100.000). Los presupuestos fueron solicitados otra vez a las mismas empresas que figuraban en los expedientes 3140/99 y 3095/99. Una vez más, el Sr. Dadín remite los presupuestos a la Dirección General de Administración y Finanzas, y luego del informe técnico, el 2 de noviembre del año en cuestión el Interventor Aiello aprueba mediante resolución n° 863/99, nuevamente la contratación directa a favor de Mendiburo Radiosistemas por la suma de $35.438. En idéntica fecha se emitió la orden de compra y el 6 de diciembre de 1999 se solicitó ampliarla por la misma causa que en todos los expedientes, y ante otro presupuesto sin fecha, al día siguiente se realizó la orden de ampliación. Poder Judicial de la Nación De lo expuesto hasta aquí se desprende que las contrataciones se han visto rodeadas de manifiestas irregularidades entre las que cabe mencionar la cantidad de actos que se realizaron en un mismo día, errores en las fechas, falta de constancias de las invitaciones a cotizar y falta de Pliego de Bases y Condiciones que derivaron en las cinco contrataciones directas en favor de la empresa Mendiburo Radiosistemas. Sin embargo, esos no fueron los únicos defectos detectados, pues advierto que tampoco se respetaron los principios esenciales de la contratación pública, lo que permite apreciar lo arbitrario del trámite. En efecto, a partir de todo lo señalado y en concordancia con lo que surge de la lectura del dictamen n°000205 de fecha 23 de febrero del año 2001, agregado a fojas 176/86 del expediente 3140/99 firmado por el Dr. Marcelo Roitbarg BDirector de Dirección de recursos y sumariosB y el Dr. Alejandro Fabio Pereyra BDirector General de Asuntos Legales y NormativaB que a su vez fuera pedido por la Unidad de Auditoría Interna del Organismo por tener relación con el Informe n° 17 COMFER/UAI/00, de fecha 25 de julio de 2000 (agregado a fojas 147/77 de ese mismo expediente) se advierte que el procedimiento de excepción seguido Bcontratación directaB no se ajustaba a las prescripciones acordadas por el Artículo 56, inciso 3°, apartado Aa@ de la Ley de Contabilidad y que tampoco habrían existido razones de urgencia, ni de cualquier otra índole, para prescindir de una licitación pública o privada. Si bien el hecho de que la instalación de las antenas debía efectuarse en cinco lugares distintos haría pensar que estaba justificada la tramitación por separado de las contrataciones por cuestiones técnicas, geográficas y económicas, tal como lo alegan los imputados, esta hipótesis queda totalmente desvirtuada desde el momento en que se advierte que pese a tal circunstancia siempre se convocó a ofertar a las mismas empresas, que en el expediente 3093/99 pese al cambio del inmueble no se modificó la calidad del producto y, sobre todo, que en definitiva resultó siempre adjudicataria Mendiburo Radiosistemas. A ello se suma, que en ninguno de los expedientes se dejó constancia de cuáles eran los motivos de urgencia que impedían la realización del mecanismo de contratación correspondiente (licitación pública o privada), extremo que, por otro lado, cabe descartarlo pues ya desde hacía varios meses se sabía de la necesidad de tal contratación toda vez que, precisamente, el fundamento del alquiler de los inmuebles era la instalación de estas antenas. No debemos olvidar que las razones de urgencia deben ser debidamente fundadas por la autoridad competente que autorice el procedimiento de excepción, tienen que responder a circunstancias objetivas y su magnitud ser tal que impida la realización de otro procedimiento de elección en tiempo oportuno, situación que no se refleja en estas contrataciones. No obstante el error en el tipo de mecanismo de contratación, esta circunstancia tampoco implicaba que en la contratación directa no deban preservarse las formas básicas que aseguren la transparencia del obrar de la Administración y el principio de igualdad entre los oferentes. Hay que destacar la falta de confidencialidad en las ofertas efectuadas y la exclusión en la intervención de la Oficina de Compras de la Dirección de Administración y Finanzas del COMFER en cada una de las contrataciones, situación que permitió elegir y solicitar los presupuestos a las empresas sin su aprobación y previo análisis de sus cualidades, como indica el dictamen mencionado. Al respecto, es menester señalar que ninguna de las empresas llamadas a ofertar se encontraban registradas ante la Inspección General de Justicia (fs. 16/17), como así tampoco en el padrón de la Administración Federal de Ingresos Públicos (fs. 25/7). Lo único que surge, consultado que fue el Padrón General de Contribuyentes de dicho organismo, es que Néstor Mendiburo se encuentra inscripto en la Agencia n°16 desde el 17 de marzo de 1992 y a partir del 1° de enero de 1999 inició actividades relacionadas con la electrónica y las comunicaciones. Es decir, se contrató en forma directa a una empresa que habría iniciado actividades relacionadas con la electrónica y las comunicaciones unos meses antes de la contratación, sin ningún tipo de verificación de condiciones y antecedentes en el rubro que garanticen su solvencia. A este cuadro se suma que en ningún caso se contó con el dictamen jurídico previo Besencial en el procedimiento administrativoB lo que acentúa la arbitrariedad con la que se llevaron a cabo las contrataciones. En suma, el conjunto de irregularidades señaladas permiten afirmar, con el grado de probabilidad que esta etapa requiere, que los imputados direccionaron las contrataciones mediante la adopción de un mecanismo de excepción que no correspondía al caso, la invitación a empresas sin ningún tipo de antecedentes a ofertar, la ausencia de la intervención necesaria de dependencias de control (oficina de compras y del departamento jurídico), con el objetivo de adjudicar a la empresa Mendiburo Radiosistemas la provisión de las antenas por un monto total de $194.616. En estas condiciones, en el contexto en que fueron realizadas las contrataciones resulta desacertado el dictado del temperamento recurrido, pues los elementos reunidos son suficientes para el procesamiento de Roberto Luis Dadín y José Carmelo Aiello (art. 306 del código de forma), tal como lo solicitara el Sr. Agente Fiscal. Cabe aclarar que con los elementos reunidos hasta el momento no puede sostenerse que haya existido un perjuicio patrimonial Baspecto sobre el que el a quo deberá profundizar la investigaciónB, circunstancia que impide analizar la hipótesis delictiva a la luz del delito de administración fraudulenta (artículo 173, inciso 7° del Código Penal). Por tal motivo, la calificación legal que corresponde es la prevista en el artículo 265 del Código Penal, dado que las circunstancias que rodearon a la contratación directa de la empresa AMendiburo Radiosistemas@ evidenciaron una actividad que tuvo la virtualidad de afectar la imparcialidad de la administración pública, comprometiendo su transparencia. Previo al análisis de la figura, cabe señalar que la circunstancia de que los hechos se hayan cometido tanto antes como después de la modificación introducida por la ley 25.188 al tipo penal en nada afecta a su calificación legal provisoria como conductas de negociaciones incompatibles pues, tanto bajo una u otra redacción, se satisfacen los requisitos típicos (en similar sentido, de la Sala Segunda, causa n° 22.335 ATabuada@ del 21/10/2005, reg. n° 24.346). Poder Judicial de la Nación Para ello debe tenerse en cuenta que la conducta punible consiste en que el funcionario público actúe como parte interesada en una negociación y, simultáneamente, represente al Estado en su manifestación negociadora. Es decir, que exista un desdoblamiento en la personalidad del funcionario público, con miras a obtener un beneficio. El funcionario público debe haberse interesado en un contrato o relación, introduciéndose en la voluntad negociadora de la Administración Pública, orientando la misma para producir un beneficio particular y que no se habría producido si las negociaciones contractuales entre las partes no se hubieran visto afectadas por la mentada injerencia. Repárese que el bien jurídico protegido por tal figura es Ael fiel y debido desempeño de las funciones de la administración en sentido amplio de manera que la actuación de los órganos no sólo sea imparcial, sino que se encuentre a cubierto de toda sospecha de parcialidad@ (conf. Soler, Sebastián ADerecho Penal Argentino@, ed. Tea 1992, Tomo V, pág. 246). De allí que no se requiera un perjuicio económico para la Administración Pública, ni tampoco, el lucro personal del autor. Ricardo Núñez señala que lo punible no es un acto de fraude patrimonial o su intento, sino en sí mismo, por los peligros que implica, el simple acto del agente de tomar interés ajeno al de la administración pública. Así , ha definido al interesarse A...como un interés ajeno al que representa en razón de su cargo...@ (conf. autor citado ATratado de Derecho Penal@ Tomo VII, Ed. Lerner, 1992, pág. 128). A su vez, Marcelo Sancinetti sostiene que Ael >interés= que la figura requiere del funcionario público no se refiere a la concreción de éste en un beneficio para sí y un perjuicio al Estado, sino más bien a un actuar interesado en el que el funcionario persigue un interés con independencia del resultado final. Ello es así en la medida en que...la actuación parcial del funcionario se verifica...en una injerencia orientada a obtener un beneficio condicionando la voluntad de la administración por la inserción del interés particular@ (conf. autor citado ANegociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas@, Doctrina Penal, Ed. Depalma, 1986, ps. 74/75). Cabe aclarar que en numerosos precedentes jurisprudenciales, esta Cámara ha adoptado un criterio amplio de la figura de negociaciones incompatibles, entendiendo que también pueda ser cometido por un funcionario que no contrata consigo mismo, siempre que vuelque sobre el negocio un interés ajeno al de la administración pública. Así lo relevante es el desvío de poder que ejerce el funcionario en desmedro del necesario interés unilateral que debe arrimar toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la voluntad negocial de la administración por la inserción de un interés particular (conf. esta Sala I, c. n11 22.371 AMartínez de Hoz@@, rta. el 15 de noviembre de 1990, reg. n11 742; c. n11 28.847 ALira@@, rta. el 4 de noviembre de 1997, reg. n11 943; c. n11 34.844 ADirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor@@, rta. el 19 de mayo de 2003, reg. n11 384 y c. n°° 38.242 ABastos@@, rta. el 1 de marzo de 2006, reg. n°° 109; Sala II c. n11 12.480 ANicolini@@, rta. el 29 de mayo de 1996, reg. n11 13.177; c. n11 12.307 ATedesco Balut@@, rta. el 16 de septiembre de 1996, reg. n11 13.497; c.n°° 22.335 ATabuada@@, rta. el 21 de octubre de 2005, reg. n°° 24.346 y c.n°° 23.318 AAcuña@@, rta. el 21 de septiembre de 2006, reg. n°° 25.725, entre otras). Entonces, en el caso concreto, la conducta de Aiello de haber en todos los casos aprobado el mecanismo de la contratación directa y luego la adjudicación a la empresa Mendiburo, en el contexto de irregularidades descriptas (ausencia de motivos de urgencia, invitación arbitraria de las empresas para ofertar, no darle intervención al departamento jurídicos, defectos en la tramitación de los expedientes, etc.), permiten sostener fundadamente que se interesó en el sentido del art. 265 del Código Penal en el resultado de ese negocio con el fin de beneficiar a una empresa que en definitiva resultó contratada. Por su parte, la intervención de Dadín también merece el mismo reproche pues fue él quien se encargó de pasos esenciales del trámite de los expedientes que permitieron terminar contratando con la firma en cuestión, pues efectuó las solicitudes de gastos y la dependencia a su cargo solicitó y recibió los presupuestos de las empresas, y luego los remitió a otras áreas para la conclusión del trámite. En el contexto en que ocurrieron los hechos no se advierte que los nombrados hayan podido actuar bajo algún tipo de error sobre los elementos del tipo objetivo que merezca su tratamiento en esta etapa preparatoria. Y en cuanto a las justificaciones dadas en sus descargos por el modo de actuar, cabe señalar que resultan irrelevantes para descartar la antijuridicidad de sus conductas, pues ni los problemas presupuestarios ni las demás alegaciones permiten explicar por qué se terminó seleccionando a una empresa mediante un trámite que no respetó ninguno de los requisitos formales de la contratación estatal. Las demás defensas efectuadas por los imputados ya han sido respondidas en su mayoría, mientras que las restantes no alcanzan a desvirtuar este cuadro probatorio que llevará a cautelarlos provisoriamente. IV. De acuerdo a esta solución corresponderá al a quo el análisis y decisión de las medidas de cautela en los términos de los artículos 312 y 518 del Código Procesal Penal de la Nación, a los fines de no privar de instancia. Por último, el juez de grado deberá proseguir con la investigación en los términos señalados por el Sr. Fiscal de Cámara en su escrito de fojas 361vta., analizando la posibilidad de solicitar las declaraciones de otras personas relacionadas con los hechos mencionados, como así también profundizar la pesquisa en torno al posible perjuicio patrimonial contra el Estado Nacional. Por lo expuesto, propongo al Acuerdo: I. REVOCAR la resolución obrante a fs. 321/47 en cuanto sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto Luis Dadín y DECRETAR EL PROCESAMIENTO de los nombrados por encontrarlos, prima facie, autores del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de las funciones públicas (artículos 45 y 265 del Código Penal y artículo 306 del Código Procesal Penal de la Nación). II. Ordenar al magistrado a quo proceder conforme lo dispuesto en los considerandos. El Dr. Martín Irurzun dijo: I- He sido designado para intervenir en el presente conflicto a los efectos de Poder Judicial de la Nación resolver sobre el recurso de apelación deducido a fs. 349 por el Sr. Fiscal Federal, Dr. Federico Delgado contra la resolución del 8 de julio de 2005 que sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto Luis Dadin. Radicadas las actuaciones ante esta Alzada, el Sr. Fiscal General Dr. Germán M. Moldes expresó agravios -art. 454, segundo párrafo del Código Procesal Penal de la Nación-, solicitando por las consideraciones allí vertidas la revocación del pronunciamiento impugnado y la prosecución de la investigación respecto de los aquí imputados y de Néstor R. Mendiburo (fs. 361). A fs. 363, los Dres Carlos López Luján y Luis Miguel Vila, letrados defensores de José Carmelo Aiello mejoraron fundamentos del decisorio criticado postulando su confirmación. A fs. 373 se hace lugar a la excusación del Dr. Eduardo Freiler para intervenir en esta causa -6 de octubre de 2005-, a fs. 374 se suspende el pase al Acuerdo -22 de mayo de 2006- y se ordena la notificación a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. A fs. 398 resulta desinsaculado el suscripto para continuar entendiendo en las presentes actuaciones -1 de noviembre de 2006-. Por último, a fs. 403 pasaron los autos nuevamente al acuerdo para resolver y se remitieron las presentes actuaciones a la vocalía a mi cargo -13 de noviembre de 2006-. II- Sentado ello, y en lo que hace al planteo en cuestión debo señalar que la presente causa tiene su origen en la denuncia formulada por el entonces Director de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción, Dr. Carlos Manuel Garrido a raíz de la presentación efectuada ante esa oficina por el Dr. Gustavo López, interventor del COMFER, con el objeto que se analicen los términos del dictamen jurídico emitido por la Dirección General de Asuntos Legales y Normativas de ese organismo respecto de irregularidades en las contrataciones y adjudicaciones de las obras destinadas a instalar antenas receptoras en la delegación en la Ciudad de San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, en tres nuevas delegaciones en las localidades de Tigre, Moreno y Florencio Varela en la Provincia de Buenos Aires, y en la delegación Pilar (ver dictamen 205/01 obrante a fs. 178/86 del expediente 3140/99). El Fiscal de Control Administrativo de la Oficina Anticorrupción, Dr. José Massoni, consideró que aun cuando los hechos materia de denuncia podrían constituir ilícitos penales, carecían de significación a los efectos de habilitar la apertura de una investigación preliminar y remitió los expedientes para que sean investigados por la Justicia Federal -Resolución n° 1222/01-. El Representante del Ministerio Público impulsó la acción y solicitó las indagatorias de José Carmelo Aiello y Roberto Dadín, por considerar que los nombrados eludieron las normas que rigen la materia -Dto. Ley N° 23.354 (Ley de Contabilidad de la Nación) y sus reglamentaciones-, llevando a cabo contrataciones directas parciales, para que los montos de cada una de ellas fueran menores a pesos cien mil, y de esa forma, se adjudicaron a AMendiburo Radiosistemas@ las obras que debían llevarse a cabo en las nuevas sedes del Comité, amparándose en lo normado por el referido artículo 56 inciso 3° apartado Aa@ de la Ley de Contabilidad de la Nación, lo que habría ocasionado un perjuicio a las arcas del Estado (cfr. dictamen de fs. 3/4 y fs. 271/6). El mencionado dictamen suscripto por los auditores Dra. Liliana O. Bentolila y Hector Manuel Froiz concluía A...habiéndose llevado a cabo cinco contrataciones directas por el mismo objeto, en la misma fecha, otorgadas al mismo oferente, superando el importe de $ 100.000 surge que de haberse efectuado una licitación (pública o privada) podría haberse obtenido un mejor precio, y encuadrar la adquisición a la normativa legal vigente....@ (cfr. informe n° 17 del 24/7/00). El a quo llevó a cabo numerosas medidas, con el objeto de corroborar la denuncia efectuada, entre ellas, solicitó a la Auditoria General de la Nación, a la Sindicatura General de la Nación y a la Procuración del Tesoro de la Nación, sucesivamente, un análisis global de las contrataciones cuestionadas y concretamente la determinación del eventual perjuicio al patrimonio público como consecuencias del fraccionamiento del objeto de contratación en cinco contrataciones directas en lugar de efectuarse un llamado a licitación pública o privada. Los mencionados organismos informaron, en similares términos, que no resultaba posible acceder a lo solicitado (fs. 28, fs. 30/1, fs. 37, fs. 217 y fs. 227/8). Asimismo, respecto de los precios de referencia correspondiente a la adquisición, provisión y montaje de Torres con antena receptora de AM/FM y TVA cuestionadas, la Gerencia de Normativa y Proyectos Especiales de la SIGEN, por Memorando N° 149/02 informó que no resultaba posible satisfacer lo requerido ya que las variaciones del mercado hacían imposible retrotraer precios y tampoco se daba la alternativa de contar en sus archivos con operaciones de la época que reunieran similares características (fs. 60 y fs. 79). Por su parte, la defensa de Aiello sostuvo en su descargo que autorizó el procedimiento de la contratación directa al amparo del artículo 56, inciso 3° apartado a) de la Ley de Contabilidad de la Nación y sus normas reglamentarias para la provisión y montaje de Torre con antenas receptoras AM/FM y T.V.A. con fundamento en las necesidades urgentes de fiscalización de las respectivas delegaciones, que la oficina de Compra y Contrataciones participó en todo el procedimiento y que intervino sólo cuando el trámite ya se encontraba concluido. Agregó, que no existieron irregularidades sino premura en la apertura de las delegaciones y que obedeció a dos causas fácticas fundamentales: a) La presupuestaria y b) El cumplimiento de los cronogramas de adjudicación de emisoras, aprobados por distintos Decretos del Poder Ejecutivo Nacional. También manifestó que A...desde la creación del organismo hasta ese lapso, jamás las antenas se adquirieron por el mecanismo de la licitación pública existiendo en ese entonces 28 de ellas en el organismo....que las antenas no constan en el inventario del COMFER...toda vez que son finalmente donadas a los organismo de seguridad a cambio que éstos se encarguen del desmantelamiento, ya que resulta mas costo el desmantelarlas y reutilizarlas...que...son especificas para cada lugar, hallándose cada una enclavada en un ámbito específico y contando con las características técnicas especificas para dicha área y todo lo cual permite deducir que de las 28 antenas que posee el Comité ninguna posee las mismas características técnicas...@ (cfr. fs. 310). Ambos imputados señalaron que no puede hacerse una licitación en conjunto porque cada antenamiento es particular y lleva a un estudio de factibilidad propio donde juegan elementos como la topografía del terreno, el lugar a ser instalada, el área de cobertura, la existencia de edificación y bosques, los vientos, etc. La defensa de Dadín giró en torno a su falta de participación en la tramitación de los Poder Judicial de la Nación expedientes ya que únicamente presentó cuatro Asolicitudes de gastos@, las que debieron ser analizadas en los departamentos de legales, técnica y finanzas previo a su adjudicación. III- Sin perjuicio de considerar el acierto o no de las contrataciones efectuadas, no puede dejar de señalarse que a juicio del suscripto, lo resuelto por el Sr. Juez instructor, resulta al menos prematuro, pues no se encuentra corroborado el argumento que en su descargo ha efectuado la defensa de los aquí imputados. Además no se ha acreditado si las contrataciones efectuadas ocasionaron perjuicio para el organismo, por cuanto no se llevó a cabo ningún informe pericial, ni de alguna otra naturaleza que permita al menos conjeturar que los importes abonados se encontrarían dentro de los parámetros lógicos que fijaba el mercado, tampoco se logró determinar si el trámite licitatorio hubiera evitado el eventual perjuicio para el organismo, invocado por el recurrente, toda vez que de la lectura de los expedientes surge que AMendiburo Radiosistemas@ resultó la empresa adjudicada por menor precio y ajustarse a lo solicitado según el informe técnico respectivo. Si bien no existen en autos constancia alguna que indique que los precios abonados hayan sido sobreestimados o abultados, tal circunstancia deviene imprescindible previo a resolver en el sentido efectuado por el Sr. Juez instructor. En cuanto al agravio del recurrente, es relevante señalar, sin agotar con ello los elementos de prueba no estimados, que tampoco se han incorporado al legajo pruebas que demuestren algún tipo de vinculación previa entre los funcionarios y la empresa contratada que permita sospechar una intención de favorecimiento económico hacia aquella, téngase presente que el Sr. Fiscal no asignó ninguna relevancia a la tarea realizada por la empresa contratada que habría continuado percibiendo los pagos durante la gestión del Dr. Gustavo López sin ninguna objeción, lo que demostraría cabalmente su existencia. IV- Lo expuesto exige que se profundice la investigación con el objeto de determinar científicamente, por expertos en la materia, el eventual monto del perjuicio invocado, así como la intervención de los funcionarios que de una u otra manera avalaron la adjudicación y además proveer al descargo efectuado por la defensa respecto de lo manifestado por la Contadora Bentolila al prestar declaración testimonial (cfr. fs. 40 y fs. 310/11). Por todo ello, el suscripto entiende que corresponde revocar el sobreseimiento apelado y disponer con relación a los nombrados la declaración de falta de mérito para procesar o sobreseer, en los términos del artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación, sin perjuicio de lo que determine la prosecución de la investigación. Por ello, propongo al Acuerdo: I- REVOCAR la resolución recurrida en cuanto sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto Luis Dadín y DECLARAR que en la presente causa no existe mérito para procesar ni para sobreseer a los nombrados en orden al hecho por el que han sido indagados (artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación). El Dr. Eduardo Luraschi dijo: I- Conforme surge de fs.406/7 he sido designado para integrar la Sala I de este Tribunal ante la divergente opinión de mis colegas preopinantes en torno de la cuestión traída a estudio, es decir el tratamiento del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Fiscal (FS. 349) respecto de lo resuelto a fs. 321/347 en cuanto se dispone sobreseer a José Carmelo AIELLO y a Roberto Luis DADIN en orden a los delitos por los que fueran indagados, con la declaración de que la formación de la presente en nada afecta el buen nombre y honor de que pudieren gozar (arts. 334 y 336 inciso 2° del C.P.P.N.) II- En esta instancia se aprecia a fs. 361 el dictamen del Sr. Fiscal General quien propicia se revoque el decisorio cuestionado mediante el cual se dispusieran los sobreseimientos aludidos y se ordene proseguir la investigación respecto de los encartados y de Néstor R. Mendiburu. Para sostener su postura se remite en general a los argumentos del Fiscal de la anterior instancia, sin perjuicio de lo cual pone de manifiesto la existencia de falencias administrativas que presentan los expedientes en cuestión, las que permitieron evitar cumplir con la legislación vigente, posibilitando adjudicar de modo directo el objeto de la contratación a una empresa que -dice- se supone relacionada a uno de los indagados, circunstancias estas que no fueron abordadas con la nitidez y precisión en el decisorio de referencia. Por su parte (fs.363/371) se presentan los Dres. Carlos López Luján y Luis Miguel Vila en su carácter defensores de José Carmelo Aiello en esta caso propiciando la confirmación del auto apelado, señalando que no comparten el criterio esbozado por el recurrente desde que en rigor, ninguno de los eventos administrativos en estudio se llevaron a cabo a través de una contratación directa, sino que la locación de inmuebles se concretó mediante una licitación pública, mientras que para el antenamiento se recurrió a un concurso de precios, pese a la inexistencia -en este caso- de impedimento alguno para recurrir a la contratación directa. Efectúan además una reseña del marco normativo que avala tal proceder y las situaciones específicas de cada expediente concluyendo en que la actividad desarrollada se halla ajustada a las disposiciones legales. III- Así las cosas debo adelantar que habré de concordar con la postura de mi colega preopinante, por lo que considero debe revocarse la resolución recurrida, resultando atinada también su propuesta en el sentido de que el Tribunal se pronuncie con arreglo a lo dispuesto del art. 309 del Código ritual para con los encartados y, a partir de lo cual, llevar adelante las necesarias medidas probatorias indicadas por el Dr. Irurzun. Deben tenerse presente además las manifestaciones de José Carmelo AIELLO (fs.308/312) en las que puntualiza otras diligencias cuya realización fue omitida y a su criterio -el que comparto- devienen conducentes para el esclarecimiento de los hechos; esto es a partir de establecer en forma precisa la actividad desarrollada por otros funcionarios del organismo que contribuyeran a la adopción de las decisiones que se cuestionan, disponer su convocatoria a efectos de que suministren toda la información de la que dispusieran. Tampoco debe soslayarse la comparecencia de los responsables de las empresas participantes en la operatoria, con el fin de que expliciten todas las circunstancias que fueran de su conocimiento sobre cada caso en particular. En igual sentido -probatorio- se impone corroborar las variadas afirmaciones de Roberto Luis DADIN al prestar declaración indagatoria (fs. 318/319), debiendo disponerse las medidas que resultaren conducentes a tal fin. En virtud del Acuerdo al que ha arribado el Tribunal, se RESUELVE: REVOCAR la resolución recurrida en cuanto sobresee a José Carmelo Aiello y a Roberto Luis Dadín y DECLARAR que en la presente causa no existe mérito para procesar ni para sobreseer a los nombrados en Poder Judicial de la Nación orden al hecho por el que han sido indagados (artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal de Cámara y devuélvase sin más trámite junto con la documentación, debiéndose cumplimentar en la anterior instancia las notificaciones a las que hubiere lugar. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ PENA: INHABILITACION. Caducidad. Cumplimiento. El artículo 20 ter del código de fondo claramente dispone la restitución al estado que el condenado tenía antes de la sentencia, no constituyendo ello una restitutio in integrum sino el otorgamiento al penado del uso de los derechos y capacidades que por la pena de inhabilitación se le habían quitado, sin que desaparezca la condena ni suponga la reposición en el cargo público, tutela o curatela (v. Núñez, Derecho Penal, Parte general, p. 368). C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi 28.2.2007 AM.; F. @ s/caducidad de condena@@ Causa 24.734 Reg. 26.454 J. 1 - S. 1. NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma sentencia. PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: INTERRUPCION. Comisión de un nuevo delito. Proceso en tramite por hecho interruptor. La existencia de proceso en trámite por un delito que habría interrumpido el curso de la acción penal de otro anterior impide tenerlo a éste por prescripto. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi 15.2.2007 ATELECHEA, Walter s/prescripción...@@ Causa 24.522 Reg. 26.395 J. 10 - 19 NOTA I: Ver en sentido contrario la Sala I en autos AHERRERO@ del 28.11.2006. NOTA II: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 15 de febrero de 2007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Señor Fiscal Federal, Dr. Oscar Ricardo Amirante (ver fs. 24/vta.), contra el punto I de la decisión adoptada por el Juez de grado a fs. 22vta./23vta. mediante la cual resolvió declarar extinguida la acción penal en la presente causa por prescripción y, en consecuencia, sobreseer a Walter Enrique Telechea. Radicado el incidente ante esta Alzada, el Señor Fiscal General Adjunto, Dr. Carlos Racedo, presentó el memorial agregado a fs. 34/35. Por su parte, el Defensor Público Oficial, Dr. Juan Martín Hermida, mejoró fundamentos en favor de Telechea en el escrito que luce a fs. 36/37vta. II- Que conforme se desprende del informe obrante a fs. 19 y la certificación realizada a fs. 22 de este legajo, Telechea registra un proceso en trámite ante el Juzgado Correccional n° 2 de Quilmes, por un hecho que habría acontecido el día 29 de septiembre de 2004. A partir de ello, teniendo en cuenta el momento en que el nombrado fue llamado a prestar declaración indagatoria en este sumario por el delito de falsificación de documentos públicos, el 28 de octubre de 1999 (ver fs.32vta.), puede advertirse que, el proceso que tramita por el Departamento Judicial de Quilmes incidiría en el curso de la prescripción de la acción en la presente causa, motivo por el cual -de momentono puede homologarse el temperamento adoptado por el Señor Juez de grado (conf. causa n°° 23.256 AMoyal, José Armando s/prescripción de la acción@@, reg. n°° 25.036 del 27/4/06 y sus citas). En virtud de lo expuesto el Tribunal RESUELVE: REVOCAR la resolución obrante a fs. 22vta./23vta. de este incidente en todo cuanto decide Poder Judicial de la Nación y ha sido materia de apelación. Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la anterior instancia, junto con las actuaciones principales, debiendo practicarse en dicha sede las restantes notificaciones que corredan@ PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: CONCURSO DE DELITOS. CONCURSO IDEAL. PENA. Penas alternativas o conjuntas y principales o accesorias. Prescripción por hecho y no por calificaciones. Selección de la pena que determinara el plazo. AEs la conducta como fenómeno fáctico la que genera -mediante el nacimiento de la acción- la persecución represiva estatal, independientemente de que la apreciación dogmática de la que ésta puede ser objeto, se corresponda por una o mas figuras delictivas; es por ello, que no corresponde la prescripción de la acción penal por calificaciones sino por hechos. Es que, Adelito@ es una conducta humana individualizada mediante un dispositivo legal -tipo penal- que revela su prohibición -típica- que por no estar permitida por ningún precepto jurídico -causa de justificación- es contraria al orden jurídico -antijurídica- y que, por serle exigible al autor que actuara de otra manera, le es también reprochable -culpa-. Por otra parte, la circunstancia de que la conducta está prevista o prohibida por mas de un tipo penal -multiplemente típica- no genera nuevas conductas delictivas, sino que su efecto es revelar un mayor disvalor del único hecho, situación representada en el concurso ideal@. (Conf. causa AMARCHIONE@ del 27.6.2006). En este sentido, el término de prescripción es único si se trata de delitos reprimidos con penas alternativas o conjuntas o si una pena es principal y la otra accesoria. En este aspecto se ha pronunciado la Cámara Nacional de Casación Penal (Sala II, causa ATELIS, José M.) Al sostener que A...la prescripción no se rige entonces por la pena de naturaleza mas grave, sino por la pena a la que le corresponde el mayor término de prescripción. Es por ello que si dos delitos concurren idealmente. (como en el caso analizado), la prescripción de la acción se rige por el termino correspondiente a la pena mayor, porue ésta es la única pena aplicable...@ (En igual sentido C.N.C.P. Sala IV ALLANOS, Pablo@ del 11.12.2001). A mayor abundamiento, corresponde señalar que la modificación del art. 67 verificada en ocasión del dictado de la Ley 25.990, no revierte el criterio antes expuesto por cuanto al imputarse un hecho único no corresponde efectuar procesalmente el desdoblamiento del mismo en base a calificaciones legales (C.C.C. Fed. Sala II AMAIDANA@ del.4.11.2001). C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi 15.2.2007 ADECHERT, Martín s/prescripción@@ Causa 24.695 Reg. 26.396 J. 7 - S. 14. Poder Judicial de la Nación PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: CONSTITUCION NACIONAL.(art. 18) TRATADOS INTERNACIONALES. DELITOS DE LESA HUMANIDAD. LEY. LEY PENAL EN EL TIEMPO. Ley 26.200. Ley de Implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad cometidos con anterioridad a su entrada en vigencia. La sanción de la Ley 26.200 que expresamente declara imprescriptibles los delitos de lesa humanidad no debe interpretarse en el sentido de que el legislador declare que los delitos de esa naturaleza cometidos con anterioridad a su entrada en vigencia se hallan extinguidos por esa causal ni contradice ni enerva la reiterada y uniforme jurisprudencia dictada en tal sentido. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi 22.2.2007 AIncd. de prescripción...de GARCIA VELASCO...@@ Causa 24.850 Reg. 26.442 J. 12 - S. 23. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 22 de febrero de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fs.96/99 por el doctor Alfredo A.A. Solari, letrado defensor de Pablo Eduardo García Velasco, contra la resolución que luce a fs.86/89 en cuanto no hace lugar a la solicitud de prescripción de la acción penal que dedujo a fojas 1. II- En primer lugar corresponde rechazar la nulidad introducida en el escrito de apelación, ya que aunque la defensa le coloque el rótulo de nulidades a cada una de los motivos que ensayó, resultan meras apreciaciones que traducen su discrepancia con el modo en que ha sido resulta la cuestión, que a criterio de este Tribunal está debidamente fundada. III- Ahora bien, pasando a analizar el fondo de la cuestión debatida, y aunque los argumentos ensayados por el doctor Alfredo A.A. Solari resultan una reedición de aquellos que fueron respondidos por este Tribunal al confirmar su procesamiento, agrega en esta oportunidad en el memorial que luce a fs.109/13, que a partir de la reciente sanción de la ley n°26.200 (BO 9-01-07), se ha puesto de manifiesto la voluntad del legislador en respetar y salvaguardar el principio de legalidad del artículo 18 de la Constitución Nacional, por lo que corresponde hacer lugar a la excepción interpuesta y decretarse la prescripción de la acción penal de su pupilo. En tal sentido, como la norma establece en el artículo 13 APrincipio de legalidad@ que: ANinguno de los delitos previstos en el Estatuto de Roma ni en la presente ley pueden ser aplicados en violación al artículo 18 de la Constitución Nacional. El juzgamiento de esos hechos debe efectuarse de acuerdo con las normas previstas en el derecho vigente@, interpreta la defensa que debe descartarse que los hechos endilgados a su pupilo puedan ser considerados Adelitos de lesa humanidad@ y en consecuencia Aimprescriptibles@, ya que la mencionada categoría no era derecho vigente en la época en que se perpetraron (el subrayado nos pertenece). IV- Llegado el momento de resolver, y en virtud de que este Tribunal no comparte la interpretación que el doctor Solari efectúa del artículo 13 de la ley 26.200, habremos de acudir a las pautas reconocidas por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en tanto sostuvo que: A...en toda tarea de interpretación de normas es pertinente rastrear el espíritu que informa a aquellas en procura de su aplicación racional, puesto que no es el espíritu de la ley el que debe subordinarse a las palabras sino estas a aquel...@(D.90 XXXVIII. S. 11.XXXVIII -T.328; y en igual sentido entre muchos otros 310:1012, 310:1797; 310:414; 310:933). Y por otra parte, teniendo en cuenta que nuestro Máximo Tribunal también sostiene que: A...la primera pauta de interpretación de la ley es dar pleno efecto a la voluntad del legislador, cuya primera fuente es la letra de la ley, en esta tarea no pueden descartarse los antecedentes parlamentarios, que resultan útiles para conocer su sentido y alcance...@(Fallos 313:1149; 317:779; 317:1505; 318:1818; 321:2594), también nos referiremos a esos antecedentes. En consecuencia y en cuanto al espíritu emana de la ley 26.200 debe tenerse en cuenta que es la ALey de Implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional@, a través de la cual se contribuye a que el Estado Argentino cumpla con los compromisos internacionales por los cuales se obligó a adecuar su legislación interna a fin de que se avance en el juzgamiento de los crímenes que fueron definidos en el Estatuto de Roma; al tiempo que ha venido a cerrar definitivamente la discusión en punto a distintas cuestiones que ya habían sido receptadas jurisprudencialmente. En punto a sus antecedentes parlamentarios, de la Sesión Ordinaria del 16 de septiembre de 2006 de la Cámara de Senadores, versión taquigráfica, del Orden del Día 742, se desprende que el cuerpo trató este proyecto en el año 2004, oportunidad en que fue ampliamente estudiado en la Comisión de Asuntos Constitucionales, con el auxilio de prestigiosos juristas de la talla de Raúl Zaffaroni y Julio Maier, y oídas numerosas organizaciones no gubernamentales como Ammesty International, el Centro de Estudios Legales y Sociales, la Cruz Roja, etc. Aunque finalmente se aprobó el proyecto por unanimidad, caducó en la Cámara de Diputados; y dos años después -en el 2006-, se presenta nuevamente para su tratamiento con las modificaciones ya incorporadas y remitiéndose en el tratamiento de los artículos al amplio debate del año 2004. Poder Judicial de la Nación Puntualmente en relación al artículo 13, se desprende de la Versión Taquigráfica de la Sesión Ordinaria de la Cámara de Senadores, del día 23 de junio de 2004, Orden del Dia 431, que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) efectuó una presentación ante la Comisión de Asuntos Constitucionales para cambiar la parte in fine y modificar la frase Aderecho interno@ por Aderecho vigente@. Surge de ese documento, al que puede accederse por internet, que: A...esta propuesta responde a diversas consideraciones desarrolladas sobre el conflicto de intereses que podría existir entre normas ya aprobadas y promulgadas por el Poder Ejecutivo, como por ejemplo, la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad...y entoncesa fin de que no haya colisión con la interpretación de las leyes que con posterioridad realiza el Poder Judicial...se ha resuelto aceptar la modificación cambiando las palabras derecho interno por derecho vigente...@. Se ha sostenido en torno a esta modificación que: A... apunta a dejar plasmada una formula que permita la aplicación de las normas y los principios de Derecho Penal Internacional para el juzgamiento de esta clase de crímenes...el reemplazo de la expresión Aderecho interno@ por Aderecho vigente@ busca evitar que el artículo señalado pudiera ser interpretado como un argumento en contra de la jurisprudencia argentina reciente que ha venido aplicando la norma consuetudinaria de imprescriptibilidad de los crímenes contra la humanidad en el juzgamiento de los hechos ocurridos durante la última dictadura militar...@ (ver AEl Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la necesidad de adecuar la Legislación Nacional. Estado de la Cuestión en Argentina. Pablo F. Parenti Revista de Derecho Penal y Proceso Penal, n°16, pág.19891905, Buenos Aires 2005, Lexis Nexis). En consecuencia, lejos ha quedado la interpretación que pretende asignarle la defensa a la frase Aderecho vigente@, para obtener una declaración de prescripción de los hechos que se le atribuyen a su pupilo, ya que por el contrario, cabe concluir que esa expresión contempla la aplicación del derecho de gentes reconocido por nuestra Constitución Nacional y receptado jurisprudencialmente con anterioridad a esta norma. Cabe agregar a lo dicho, que la ley 26.200 también recepta la imprescriptibilidad de los delitos llamados de Alesa humanidad@ a través del artículo 11 que dice: ALa ación y la pena de los delitos previstos en los artículos 8, 9 y 10 de la presente ley y aquellos que en el futuro sean competencia de la Corte Penal Internacional, son imprescriptibles@. Ante ello, debe recordarse que a Pablo Eduardo García Velasco este Tribunal le confirmó el procesamiento por la privación ilegal de la libertad y posterior desaparición forzada de Rodolfo Walsh y los daños a su vivienda en la localidad de San Vicente y desapoderamiento de sus bienes, conductas sobre las cuales se dijo que: A...llevan el sello característico de los crímenes contra la humanidad pues se inserta en un ataque de naturaleza sistemática y en gran escala, en contra de la población civil, en todo o en parte...@ (ver causa n°23.516, reg. n°25.427, rta. el 18/7/2006, y artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional). Se sostuvo que ALas formas particulares de los actos ilegales... son menos cruciales que la definición de los factores de escala y política deliberada, al igual que tengan como objetivo la población civil en todo o en parte... El término >dirigido en contra de cualquier población civil= debe hacer referencia a actos cometidos como parte de un ataque generalizado y sistemático en contra de una población civil por motivos nacionales, políticos, étnicos, raciales o religiosos. Los actos particulares referidos en la definición son los actos cometidos deliberadamente como parte de ese ataque.@ (ADraft Statute for an International Criminal Court@, en: Report of the ILC on the work of its fortysixth session, 2.5.- 22/7/1994, Ga, Oficial Records, Forty-sixth session, Supplement n1 10 (A/49/10), par. 42-91, pp. 29161, en Ambos, Kai AImpunidad y Derecho Penal Internacional@, p. 95, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1999).En consecuencia, no han perdido virtualidad las afirmaciones de este Tribunal que sostuvo que nos encontramos ante delitos de lesa humanidad, como crimen de derecho internacional cuya imprescriptibilidad, contenido, naturaleza y condiciones de responsabilidad son establecidas por normas internacionales con independencia de los criterios que puedan discernirse en el derecho interno de los Estados. Éstos, a su vez, se encuentran obligados a juzgar y castigar a los responsables de esos crímenes, y la norma que así lo establece es una norma imperativa del derecho internacional que pertenece al ius cogens o derecho de gentes. En igual sentido se expidió la Corte Suprema de Justicia de la Nación que sostuvo: "la desaparición forzada de personas constituye una violación múltiple y continuada de numerosos derechos reconocidos en la Convención y que los estados partes están obligados a respetar y garantizar", y ello sin perjuicio de la ley positiva del Estado que se trate, pues si bien no existía al tiempo de los hechos "ningún texto convencional en vigencia, aplicable a los Estados Partes en la Convención, que emplee esta calificación, la doctrina y la práctica internacionales han calificado muchas veces las desapariciones como un delito contra la humanidad" (conf. Caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29 de julio de 1988 Serie C N° 4; luego reiterado en el caso Godinez Cruz, sentencia del 20 de enero de 1989, Serie C N° 5; y recientemente en el caso Blake, sentencia del 24 de enero de 1998, Serie C N° 36, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo, conf. Preámbulo de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas citados en CSJN, A. 533. XXXVIII. Arancibia Clavel, Enrique Lautaro s/ homicidio calificado y asociación ilícita y otros -causa n° 259- rta el 24/08/2004). Por otra parte, en la anterior intervención de este Tribunal, también se le dio respuesta a lo alegado por la defensa en cuanto a que el Código Penal no contiene la categoría de crimen contra la humanidad. Se dijo que: A...la expresión desaparición forzada de personas no es más que un nomen iuris para la violación sistemática de una multiplicidad de derechos humanos, a cuya protección se había comprometido internacionalmente el Estado argentino desde el comienzo mismo del desarrollo de esos derechos en la comunidad internacional una vez finalizada la guerra (Carta de Naciones Unidas del 26 de junio de 1945, la Carta de Organización de los Estados Americanos del 30 de abril de 1948, y la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre del 2 de mayo de 1948)" (dictamen del señor Procurador General en la causa M.960.XXXVII "Massera, Emilio Eduardo s/ incidente de excarcelación", sentencia del 15 de abril de 2004). Debe sumarse a lo anterior que el art. 7.1, inc. h, del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, considera como crimen de lesa humanidad la "Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género definido en el párrafo 3, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de la competencia de la Corte...". Poder Judicial de la Nación Finalmente, debe dejarse sentado que el art. II de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, luego de definir los crímenes imprescriptibles, dispone "Si se cometiere alguno de los crímenes mencionados en el artículo I, las disposiciones de la presente Convención se aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera sea su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración". En cuanto al argumento que nuevamente introduce el doctor Solari en el apartado Ac@ del memorial de fs.109/112, relativo a que hasta la sanción y entrada en vigencia de la constitución de 1994 no había delitos imprescriptibles, ya le fue respondido que el Máximo Tribunal ha dejado sentado que: Ala ratificación en años recientes de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas por parte de nuestro país sólo ha significado, como ya se adelantara, la reafirmación por vía convencional del carácter de lesa humanidad postulado desde antes para esa práctica estatal, puesto que la evolución del derecho internacional a partir de la segunda guerra mundial permite afirmar que para la época de los hechos imputados el derecho internacional de los derechos humanos condenaba ya la desaparición forzada de personas como crimen de lesa humanidad@ (ver causa Arancibia ya citada). Todo lo dicho hasta aquí resulta congruente con lo que tiempo antes dijo esta Alzada al sostener la imprescriptibilidad de este tipo de delitos, cuando señaló que el escollo que constituye el artículo 18 de la Constitución Nacional, en tanto desconoce la validez de la aplicación de normas ex post facto, sólo puede ser salvado a través del reconocimiento de que esa regla no puede ser invocada en el ámbito del derecho penal internacional, en el que se enmarcaban esos acontecimientos. Ello, a su vez, se sustenta en la preeminencia del Derecho de Gentes establecida por el artículo 118 de la Constitución Nacional (ver de esta Sala, la causa n° 17.889, AIncidente de apelación de Simón, Julio@, rta el 9/11/2001, reg n°19.192 y sus citas). En esa misma línea la Corte Suprema sostuvo que Alos delitos como el genocidio, la tortura, la desaparición forzada de personas, el homicidio y cualquier otro tipo de actos dirigidos a perseguir y exterminar opositores políticos -entre los que debemos contar el formar parte de un grupo destinado a llevar adelante esta persecución-, pueden ser considerados crímenes contra la humanidad, porque atentan contra el derecho de gentes tal como lo prescribe el art. 118 de la Constitución Nacional@ (ver causa Arancibia Clavel ya citada). Para concluir debe señalarse que en el precedente AArancibia Clavel@, nuestro máximo Tribunal se refiere expresamente a lo que es Aderecho vigente@ y declaró que la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 26 de noviembre de 1968, aprobada por el Congreso Nacional mediante Ley 24.584 del 1 de noviembre de 1995, e incorporada al bloque de Pactos con jerarquía Constitucionala partir de la ley 25.778: A...constituye la culminación de un largo proceso que comenzó en los primeros años de 1960 cuando la prescripción amenazaba con convertirse en fuente de impunidad de los crímenes practicadosdurante la segunda guerra mundial...que esta Convención sólo afirma la imprescriptibilidad, lo que importa el reconocimiento de una norma ya vigente (ius cogenes) en función del derecho internacional público de origen consuetudinario. De esta manera no se fuerza la prohibición de retroactividad de la ley penal, sino que se reafirma un principio instalado por la costumbre internacional, que ya tenía vigencia al tiempo de la comisión de los hechos. Que en rigor no se trata propiamente de la vigencia retroactiva de la norma internacional convencional,toda vez que su carácter de norma consuetudinariade derecho internacional anterior a la ratificación de la Convención de 1968 era ius cogens...@ (Considerando 27 a 29 del voto de los doctores Zaffaroni y Highton de Nolasco). Habiendose dado respuesta ha cada uno de los agravios ensayados por la defensa, y en virtud de las consideraciones efectuadas, habrá de confirmarse la la resolución recurrida. Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución que luce a fs.86/9 en todo cuanto dispone y fuera materia de apelación. Regístrese, notifíquese al Fiscal General y remítase al juzgado origen a fin de que se efectúen las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@@ QUERELLANTE: LEGITIMIDAD ACTIVA. Intereses difusos. Asociaciones civiles. (Art. 43 de la C.N.). Si bien es cierto que se les ha reconocido a las asociaciones civiles la posibilidad de acudir al procedimiento previsto por el art. 43 de la Constitución Nacional ello no implica ni se extiende a las circunstancias que el ordenamiento procesal exige - de conformidad con el art. 82 del C.P.P.N. para conferirles la condición de particulares ofendidos por el o los hechos imputados. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 1.2.2007 APORTAL DE BELEN, s/ser querellante@@ Causa 24.539 Reg. 26.352 J. 12 - S. 23. NOTA: Ver lo resuelto por la misma Sala en los autos ADRES. ESTEVA Y CASTELLANO@ del 13.2.2003. Poder Judicial de la Nación ABuenos Aires, 1 de febrero de 2.007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Dr. Aurelio García Elorrio, en representación de la asociación civil APortal de Belén@, contra la decisión del Sr. Juez a quo que en copia luce a fs. 4 del presente en cuanto no hace lugar al pedido formulado por el mencionado letrado de ser tenido como parte querellante. II- El representante de la Asociación Civil APortal de Belén@ invoca como fundamento de su condición de Aparticular ofendido@ por el hecho imputado, que puede aceptarse excepcionalmente la intervención de una entidad creada por el Estado precisamente para proteger los derechos humanos fundamentales de las víctimas. Específicamente, mencionó que: A... si atento que nuestros estatutos prevén expresamente la posibilidad de defender a los niños no nacidos en forma colectiva, ... a tenor de lo dispuesto por el art. 43 de la C.N., con mucha más razón podemos ser querellantes en las causas penales donde se investigue como fue que se aprobaron dichos fármacos para coadyuvar en la identificación y sanción de los responsables...@ (ver documentación aportada en la audiencia oral -fs. 19 del presente.) III- Debe indicarse que en relación a lo manifestado por el pretenso querellante en cuanto a que la C.S.J.N. le ha reconocido a la Asociación Civil APortal de Belén@ la posibilidad de acudir al procedimiento previsto en el artículo 43 de la Constitución Nacional, y puntualmente, representar los intereses colectivos de los niños no nacidos (APortal de Belén- Asociación Civil sin Fines de Lucro c/ Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación s/amparo@, P. 709. XXXVI, del 05/03/2002), que ello no implica ni se extiende a las circunstancias que el ordenamiento procesal exige -de conformidad con el artículo 82- para conferir a esa entidad la condición de Aparticularmente ofendida@ por el hecho imputado, siendo ese cuerpo normativo al cual debe sujetarse cualquier decisión en ese sentido (ver causa n° 24.641 AFuncionarios de la A.N.M.A.T s/ ser querellante@, registro n° 26.268 del 27/12/06). Sentado lo anterior, y en cuanto a la posible condición de Aparticular ofendido@ que podría revestir la Asociación Civil mencionada, advierten los suscriptos que esta cuestión ya fue analizada en el marco de un similar planteo por los representantes de esa entidad en la causa n°19.635 ADres. Esteva y Castellano s/ ser querellante@ de fecha 13/2/03 (registro n° 20.825), a los que cabe remitirse en razón a la brevedad. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución apelada en todo cuanto decide y ha sido materia de recurso. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las notificaciones a que hubiera lugar.-@ RECURSO ORDINARIO DE APELACION: EXTRADICION. EXCEPCIONES PREVIAS. FALTA DE ACCION. PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL. Recurso ordinario de apelación contra el auto que rechaza una excepción previa en el proceso de extradición. Procede el recurso ordinario de apelación contra la sentencia de la Cámara que confirma el auto que no hace lugar a la excepción de falta de acción por prescripción de la acción penal deducida en un proceso de extradición. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 15.2.2007 AKEPEC ANZIC, Antonio s/rec. ordinario...@@ Causa 39.619 Reg. 73 J. 7 - S. 14 NOTA: Ver fallo completo. REINCIDENCIA: Caducidad del registro. Art. 51 del C.P. Antecedentes penales. Prohibición de informar. PRESCRIPCION DE LA PENA. La norma del art. 51 del Código Penal, lejos de importar un régimen de prescripción de antecedentes, no tiene mas alcance que el de restringir los casos en que esos registros se pueden informar (C.C.C. Fed. Sala II ANIEVES, Manuel@ del 22.2.85. Poder Judicial de la Nación En este sentido, la norma arriba indicada AYimpideYinformarse sobre las condenas anteriores, debido a la caducidad del registro. Consecuentemente, las sanciones que caducaron no deben ser incluídas en la certificación de antecedentesY Se trata, en definitiva, de la prohibición de informar Bpor parte de cualquier registro oficial- de sentencias condenatorias una vez transcurrido el plazo fijado por la ley. Pero, en ningún caso se prohíbe el registro de antecedentes (conf. Tieghi, Osvaldo N. >Comentario al Código Penal, Parte General=, p. 506, Zavalía Editor, 1995)Y@ (in re C.N.P.E. Sala AA@, junio 24-998 AROMANO, Luis E.@, L.L. (.1999-B., 653/4). C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi 28.2.2007 AM; F/caducidad de condena@@ Causa 24.734 Reg. 26.454 J. 1 - S. 1. NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma sentencia. ABuenos Aires, 28 de febrero de 2007. VISTOS Y CONSIDERANDO: I. Que viene el presente a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación deducido a fs. 380 vta. por el Sr. Fiscal Dr. Carlos Stornelli, contra la resolución de fs. 379/380 mediante la cual se declarara la caducidad de la condena oportunamente dictada en relación a AF. J. M.@@ (art. 51, 2° párrafo del Código Penal) Bpunto I-, disponiéndose su rehabilitación respecto del uso y goce de los derechos y capacidades de los que fuera privado (art. 20 ter del Código Penal) Bpunto II-. Luce a fs. 388/vta. el memorial presentado en la oportunidad prevista por el art. 538 del Código de Procedimientos en Materia Penal (Ley 2372), ocasión en la que la Sra. Fiscal General Adjunto Dra. Graciela Sterchele remitiera a los fundamentos que esgrimiera a fs. 356/7, en los que expresara que no resultan de aplicación al caso las previsiones del artículo 51 segundo párrafo inciso 1° del código de fondo toda vez que AM.@ fue condenado, a la vez que a una pena de prisión, a la de inhabilitación especial perpetua, lo que remite al inciso 3° de dicha norma Bcuyo plazo no ha transcurrido-, en función del segundo párrafo in fine del art. 20 ter del Código Penal, solicitando en consecuencia la revocatoria del decisorio en cuestión. II. El 17 de mayo de 1993 (v. fs. 175/185) se dictó sentencia condenando al nombrado como autor penalmente responsable del delito de estafa a una administración pública, en concurso real con falsificación de instrumento público, cometida en forma reiterada (7 hechos), a la pena de dos años y seis meses de prisión en suspenso, inhabilitación especial perpetua y al pago de las costas causídicas, decisorio éste que fuera confirmado parcialmente el 10 de diciembre del mismo año (v. fs. 215/219 vta., punto I), modificándose la calificación por la de coautor penalmente responsable del delito de estafa a una administración pública en concurso ideal con el de falsificación de documento público en forma reiterada (7 hechos), siendo notificado de ello el 3 de enero de 1994 (cfr. fs. 220 vta.). A fs. 323/vta.@M.@ solicitó se comunicara a diversos organismos la caducidad de la condena, motivando la intervención de esta Sala a fs. 359/vta., luego de la cual se certificaron sus antecedentes, obrando a fs. 374 el informe suministrado por el Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal del que surge la inexistencia de otros distintos al que motivara su condena (cfr. asimismo, informe policial de fs. 331). Asimismo, el nombrado ofreció la reparación del daño en la medida de lo posible (v. fs. 366/vta.), lo que fuera aceptado por la Sra. Juez a quo a fs. 370 primer párrafo y efectivizado a fs. 375/6 vta. (v. fs. 377 y 378), dictándose luego el decisorio que viene aquí recurrido. III. En primer lugar, corresponde señalar que la norma del artículo 51, lejos de importar un régimen de prescripción del antecedente, no tiene más alcance que el de restringir los casos en que esos registros se pueden informar (cfr. C.C.C. Fed. Sala II, ANieves, Manuel@, c. 3743, Reg. 4271 rta. 22/02/85, voto del Dr. D=Alessio). En este sentido, la norma arriba indicada AYimpideYinformarse sobre las condenas anteriores, debido a la caducidad del registro. Consecuentemente, las sanciones que caducaron no deben ser incluídas en la certificación de antecedentesY Se trata, en definitiva, de la prohibición de informar Bpor parte de cualquier registro oficial- de sentencias condenatorias una vez transcurrido el plazo fijado por la ley. Pero, en ningún caso se prohíbe el registro de antecedentes (conf. Tieghi, Osvaldo N. >Comentario al Código Penal, Parte General=, p. 506, Zavalía Editor, 1995)Y@ (in re C.N.P.E. Sala AA@@, junio 24-998 ARomano, Luis E.@@, L.L. (.1999-B., 653/4). Así ha sucedido en este caso, en que a los efectos de evaluar si concurren las exigencias del art. 20 ter del Código Penal, los informes remitidos por el Registro Nacional de Reincidencia no hicieron mención alguna a la pena de prisión que fuera dejada en suspenso, desde cuyo dictado ya había transcurrido el plazo establecido en el art. 51, segundo párrafo, inc. 1° del código de fondo (v. fs. 337 y 374). Siendo así, carece de respaldo normativo la declaración de caducidad de condena efectuada en el punto I. del pronunciamiento apelado. Además, teniendo en consideración las comunicaciones libradas anteriormente (fs. 342 y 345), que debieron ser rectificadas luego de que esta Sala revocara el pronunciamiento dictado primeramente en el mismo sentido (fs. 363 y 364), y que en esta nueva oportunidad también se ha ordenado proceder de igual modo una vez que la resolución quede firme (fs. 379/80), el Tribunal entiende que corresponde revocar ese punto con el objeto de prevenir cualquier confusión que pudiere generar la declaración judicial de caducidad cuestionada, respecto de la pena de inhabilitación absoluta perpetua cuyo plazo de caducidad no ha operado (art. 51 segundo párrafo inc. 3° del Código Penal). IV. Ahora bien; con relación a ésta última, debe señalarse que el artículo 20 ter del código Poder Judicial de la Nación de fondo claramente dispone la restitución al estado que el condenado tenía antes de la sentencia, no constituyendo ello una restitutio in integrum sino el otorgamiento al penado del uso de los derechos y capacidades que por la pena de inhabilitación se le habían quitado, sin que desaparezca la condena ni suponga la reposición en el cargo público, tutela o curatela (v. Núñez, Derecho Penal, Parte general, p. 368). En este sentido, y en relación a los sostenido por la Sra. Fiscal General Adjunto a fs. 356/7, si bien es cierto que en su presentación original de fs. 323/vta. AM.@ no formuló petición alguna en cuanto a este extremo, su escrito posterior de fs. 366/7 claramente constituye la solicitud requerida para rehabilitar al condenado. Tal como sostuvieran los suscriptos a fs. 359/vta. (Reg. 25.178), Adebe recordarse que la inhabilitación especial (art. 20 del C.P.) se trata de una sanción de seguridad del desempeño delictuoso de los empleados o funcionarios públicos, de carácter más bien preventivo y que se aplica a efectos de limitar la actividad del sujeto en el terreno en que se cometió el delito (cfr. Fontán Balestra, Derecho Penal, Parte general, p. 557; Núñez, t.II, p.437/8; Soler, t.II, p.395). La propia normativa que impone la inhabilitación, tiene previsto un sistema de rehabilitación para que, superado cierto lapso, -en el caso de autos, cinco años por tratarse de una inhabilitación especial perpetua-, el condenado pueda recuperar el uso y goce de los derechos que le fueron retaceados por la condena de que se trate@. Así, y en lo que atañe a las previsiones del segundo párrafo del art. 20 ter del Código Penal, en lo que se refiere al Acomportamiento correcto@ exigido por la norma, que importa la no comisión de delitos (v. ATratado de Derecho Penal@, E. Zaffaroni, p. 248, citado por Núñez en ALas disposiciones Generales del Código Penal@, p. 69), ello se encuentra debidamente corroborado a través de los informes ya citados. Además, ha manifestado que por su edad -70 años- no está en condición de ejercer el cargo por el que fuera inhabilitado, por lo cual Ano es de temer que incurra en nuevos abusos@. Por último, y en lo que se refiere a la Areparación@, la norma señala como condición que el inhabilitado haya reparado en la medida de lo posible los daños civiles causados por el delito (cfr. art. 29 del código de fondo), cuya prueba está a cargo del condenado. En este aspecto, entiende el Tribunal que las presentaciones de AM.@de fs. 366 y 375 denotan acabadamente el acto positivo de su voluntad en tal sentido, no siendo motivo de cuestionamiento alguno por parte de los Representantes del Ministerio Público Fiscal. En mérito a lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I. REVOCAR el punto dispositivo I. del decisorio de fs. 379/380, acorde lo indicado en el apartado III. de los considerandos. II. CONFIRMAR el punto II. de la resolución de fs. 379/380 en cuanto declara la rehabilitación de AF. J.: M.@ (art. 20 ter del C.P.) respecto del uso y goce de los derechos y capacidades de que fuera privado. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, a los efectos de que allí se practiquen las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@ REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: Requisitos. COMPETENCIA. Dictamen sobre la competencia no equivalente a un impulso de la acción. FISCAL. DELEGACION DE LA INSTRUCCION. Dentro del abanico de posibilidades con que cuenta el representante del Ministerio Público Fiscal, dictaminar sobre la competencia no es desde ningún aspecto asimilable a impulsar la acción. Ello así, si tal dictamen esta lejos de contener una relación circunstanciada del hecho para motivar la instrucción de la causa, las condiciones personales del imputado y tampoco la indicación de las diligencias que estime útiles para la averiguación de la verdad. Es que lo esencial a tener en cuenta además, es que no se exterioriza la voluntad de impulsar la ación penal. ni la de asumir la dirección de la investigación en los términos que prevé el art. 196 del C.P.P.N. En el caso en que el juez haya delegado la instrucción, no es necesario que el fiscal formule el pertinente requerimiento pero, en tal caso, debe existir de su parte la voluntad de impulsar la acción, traducida en el acto de aceptar y asumir la dirección de la investigación. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 6.2.2007 ARESPONSABLE HOSPITAL NAVAL s/Ley 24.051" Causa 39.685 Reg. 13 NOTA: Ver fallo completo. J. 9 - S. 17. Poder Judicial de la Nación ABuenos Aires, 6 de febrero de 2007.- Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: Estas actuaciones vienen a conocimiento del Tribunal en virtud del recurso de apelación deducido a fojas 4/5 vta. del legajo por el titular de la Fiscalía N°2, Dr. Carlos Rivolo, en contra del interlocutorio que en fotocopias glosa a fojas 1/3 vta. de la incidencia. En el citado pronunciamiento se dispone rechazar la nulidad oportunamente articulada por el Agente fiscal, respecto del punto dispositivo II del auto de fojas 19/21 del principal, por el cual el a quo tiene por impulsada la acción penal en las presentes. A poco de recibirse la denuncia por presunta infracción a la ley 24.051-t.o. ley 25.612-, el juez en turno delegó la instrucción del sumario, en virtud de las previsiones del artículo 196 del ritual, en el Ministerio Público Fiscal -fs.15 del ppal.-. Inmediatamente, el Dr. Rivolo -sin identificar a los imputados ni circunscribir los hechos sobre los cuales debía versar la investigación como tampoco proponer diligencias útiles para promover la acción penal (cfr. art.188 C.P.P.N.)- propició la declaración de incompetencia en razón de la materia y la remisión del legajo a la justicia ordinaria. Su opinión no fue compartida por el sentenciante, quien dispuso no hacer lugar por el momento- a la incompetencia postulada -pto.I-, tuvo por impulsada la acción penal y reasumió la investigación pto.II El fiscal tilda de nula la decisión aludida por cuanto sostiene que su dictamen acerca de la incompetencia del Tribunal no constituye per se impulso de la acción penal. Considera que se han violentado las previsiones de los artículos 166 y 167 inciso 2do. del Código ritual, referida a la intervención de los sujetos que conforman la triología procesal, en la medida que el escrito por el que únicamente solicitó la declinatoria de competencia adolece de los requisitos básicos para dar por impulsada la acción penal ni exterioriza su voluntad en ese sentido. La cuestión debe analizarse bajo la interpretación armónica de las previsiones contenidas por los artículos 5, 180, 188 y 195 de la ley de ritos y el artículo 120 de la Constitución Nacional. Dentro del abanico de posibilidades con que cuenta el representante del Ministerio Público Fiscal, dictaminar acerca de la competencia del tribunal no es desde ningún aspecto asimilable a impulsar la acción penal. Como se adelantó, el dictamen obrante a fojas 17/18 del principal lejos está de contener una relación circunstanciada del hecho para motivar la instrucción de la causa, las condiciones personales del imputado y menos aún, la indicación de aquellas diligencias que el agente fiscal reputa útiles para la averiguación de la verdad-conf. art. 188 -3° párrafo- C.P.P.N.. Pero lo singular y más trascendente es que no exterioriza la voluntad del órgano de impulsar la acción penal (art. 188 C.P.P.N.), ni tampoco de asumir la dirección de la investigación en los términos que prevé el artículo 196 del cuerpo legal citado. Si bien se ha entendido que cuando el Juez delega la instrucción no es necesario que el fiscal formule el pertinente requerimiento (C.26.238 ALavie, Rosa@@ del 11/4/94, reg.303 ), no es menos cierto que debe existir de su parte la voluntad de impulsar la acción, traducida en ese supuesto, en aceptar y asumir la dirección de la investigación. En este sentido, la ley expresamente contempla que frente al anoticiamiento de una denuncia por parte del juez, el fiscal Aformulará requerimiento conforme el artículo 188 o pedirá que la denuncia sea desestimada o remitida a otra jurisdicción@ -art. 180 primer párrafo C.P.P.N.-, y que cuando el juez opte por hacer uso de la facultad que le acuerda el artículo 196 del digesto de rito, el fiscal Aasumirá la dirección de la investigación conforme las reglas establecidas en el título II del Libro II de este Código o pedirá que la denuncia sea desestimada o remitida a otra jurisdicción@ -art.180, segundo párrafo-. La inusitada interpretación que realiza el juez a quo desatiende lisa y llanamente esos preceptos legales y, aunque curiosamente abunda sobre el rol que tanto la Constitución como las leyes reglamentarias le asignan al Ministerio Público Fiscal, de seguido avasalla su función requirente y el principio ne procedat iudex ex officio. Como ya hemos sostenido, el principio ne procedat iudex ex officio es un pilar del modelo constitucional del proceso penal. Ferrajoli lo explica recurriendo a una cita de Tocqueville: ACaracterística del poder judicial es la de no poder actuar más que cuando se recurre a él, o según la expresión legal, cuando se apela a él...Por naturaleza el poder judicial carece de acción. Es preciso ponerle movimiento para que se mueva...El poder judicial violentaría en cierto modo esa naturaleza pasiva si actuase por sí mismo...@@ (Ferrajoli, Luigi ADerecho y Razón@@, Ed.Trotta, Valladolid, pág.644, n°°108) -v.C.38.122 APalacios, M.J.s/nulidad@@ del 30/11/05, reg.1392-. En base a las consideraciones formuladas precedentemente, la resolución obrante a fojas 19/21 deviene nula en los términos del artículo 167, inciso 2° del ordenamiento procesal. Por lo expuesto, SE RESUELVE: I- REVOCAR el interlocutorio que en fotocopias luce a fojas 1/3 vta.de la incidencia en todo cuanto decide y ha sido materia de recurso II- DECLARAR la nulidad de la resolución que luce a fojas 19/21 vta. del principal, en lo atingente a tener por impulsada la acción penal en las presentes actuaciones -punto dispositivo II- (art. 167 inciso 2° C.P.P.N.). Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvanse, sirviendo la presente de atenta nota de envío.@ SECRETO DEL SUMARIO: QUERELLANTE. Acceso a las constancias de la causa. Poder Judicial de la Nación No habiéndose decretado el secreto del sumario, la decisión restrictiva de no permitir a la querella el acceso al expediente, sustentada únicamente en la circunstancia de no haberse indagado a persona alguna, resulta contraria al derecho constitucionalmente reconocida a esa parte de actuar y formular acusación en el enjuiciamiento que, en consecuancia con las reglas fijadas en el ordenamiento ritual y con el fin mismo de la instrucción, incluiye la posibilidad de identificar y perseguir penalmente a los responsables del presunto delito cometido en su perjuicio. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Luraschi AANACABE, Omildo N....@@ 1.2.2006 Causa 24.540 Reg. 26.347 J. 11 - S. 22. NOTA: C.C.C. Sala VII AMESSINA@ 28.5.2003y C.C.C. Fed. Sala II; AALARCON@@ DEL 27..12.2005; ASALVIA@ del 5.9.2006 y sus citas. TENENCIA DE ARMAS DE GUERRA: TENENCIA DE EXPLOSIVOS. Tenencia de elementos destinados a cometer delitos contra la seguridad común.(Art. 189 bis. párrafo primero de Código Penal). Bomba AMolotov@. Las referencias que se hicieran acerca de que las Abombas@ estaban destinadas a Ahacer bardo@ es indicativa de que la tenencia de ese material inflamable respondía a la voluntad de contribuir a delitos indeterminados, que configura el especial elemento subjetivo del tipo acuñado por el primer párrafo del art. 189 bis del C.P. (conf. Nuñez, Ricardo C., ATratado de Derecho Penal@, t. V, vol. I, pág. 63/4, Marcos Lerner Editora, Córdoba, 1992 Las bombas molotov, lejos de constituir meras botellas con un contenido líquido de venta libre, son utilizadas como elementos incendiarios y su tenencia importa un serio peligro abstracto@ (in re C.C.C. Fed., Sala I, ABERTRAND, Miguel@, reg. n° 804 del 18/11/93). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Luraschi 5.1.2006 AIncd. De apel. de RODRIGUEZ SUAREZ, Matías M....@@ Causa 24.730 Reg. 26.312 J. 2 - S. 4. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 5 de enero de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I. Que viene el presente incidente a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación deducido a fs. 11/14 por el Dr. Gustavo E. Kollman, titular de la Defensoría Oficial n° 2, contra el punto II. de la resolución de fs. 1/9 que decretó el procesamiento con prisión preventiva de Matías Maximiliano Rodríguez Suárez en orden al delito previsto y reprimido por el art. 189 bis primer párrafo del Código Penal, y ordenó trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de cinco mil pesos ($5000). En la oportunidad prevista por el art. 454 segundo párrafo del Código Procesal Penal, el Sr. Defensor expresó agravios señalando que no se halla acreditado que el hecho en cuestión estuviera enderezado a AYcontribuir a la comisión de delitos contra la seguridad común@, indicando en tal sentido que las expresiones efectuadas por Walter Sebastián Buet y Matías Noguera, en las que el Sr. Juez instructor sustentara su decisorio, no resultan suficiente prueba de la existencia de esa intención; en el caso del primero, por encontrarse imputado al momento de su exposición, y con relación a Noguera, por la vaguedad de sus expresiones. Agregó que en el suceso que llevara a la detención de su pupilo y co-imputados en estos obrados, no se constató la AYefectiva concurrencia de la ultra intención requerida por el tipo penal bajo análisis, pues no surge de autos que su concreción se haya visto truncada por suceso externo algunoY@. A juicio de la defensa que las Abombas molotov@ no hayan sido efectivamente utilizadas demuestra que AYjamás existió la pretensión de valerse de las mismas para atentar Poder Judicial de la Nación contra la seguridad común@. Por último, remarca en relación particular a su asistido, que no se ha demostrado a su respecto la realización de ninguna de las acciones típicas previstas en el art. 189 bis primera parte del código de fondo, solicitando en consecuencia se revoque el decisorio y se dicte el sobreseimiento de Rodríguez Suárez. En lo que atañe a la prisión preventiva que se le impusiera, expresó que su dictado no cumple con el requisito de fundamentación exigido por el art. 123 del Código Procesal Penal, no dándose en el caso el peligro de fuga y demás causales restrictivas de la libertad, peticionando Ben forma subsidiaria a lo anterior- se revoque la medida asegurativa impuesta, ordenando su inmediata libertad, a la vez que impetró la reducción del monto del embargo que fuera fijado. II. El 12 de junio de 2005 y en oportunidad de verificarse incidentes en cercanías del bar denominado ADark@, situado en Av. De Mayo 912 de esta Ciudad, que culminó con el homicidio de quien resultara ser Iván Alexis Kotelchuk, personal policial procedió al secuestro de una bolsa plástica con cuatro botellas de vidrio cuyo contenido, pericia mediante, permitió establecer que se trataba de las comúnmente denominadas Abombas molotov@ (cfr. informe de fs. 11 y 84). Según se acreditó en la instrucción practicada en por la fiscalía actuante, ese hecho se produjo luego de que integrantes de un grupo de skinheads Bde la submodalidad denominada sharp- provocaron una pelea con jóvenes identificados con la Acultura dark@. Kotelchuk falleció luego de ser apuñalado por distintas personas. La instrucción practicada con relación a la muerte de Kotelchuk fue practicada por la justicia ordinaria de esta ciudad (expte. n° 39.205/2005 del Juzgado de Instrucción n° 48 de esta ciudad). Al disponerse la elevación de las actuaciones a juicio (quedando radicado el expte. ante Tribunal Oral en lo Criminal n° 28 de esta ciudad bajo el n° 2.159), se remitieron copias de lo allí actuado a la justicia federal para que se investigue el delito previsto en el art. 189 bis primer párrafo del Cód. Penal, de competencia de este fuero de excepción. En esa investigación se descartó que el fallecimiento de Kotelchuk pueda considerarse constitutivo del delito de homicidio en riña Bart. 95 del Cód. Penal-, por cuanto se comprobó la existencia de un acuerdo circunstancial entre todos los que realizaron ese ataque Bentre ello, Rodríguez Suárez- que indica que el homicidio se había realizado con el concurso premeditado de dos o más personas Bart. 80 inc. 6° del Cód. Penal- (ver presentación fiscal postulando procesamiento, resolución de la Cámara de Apelaciones confirmando el procesamiento dictado por el juez instructor y requerimiento fiscal de elevación a juicio, en copias a fs. 12/5vta., 16/22 y 23/41vta.). La presencia de Matías Maximiliano Rodríguez Suárez en todo el trayecto que realizó esa noche el grupo antes de que dejaran en el lugar las Abombas molotov@ que llevaban consigo, encuentra corroboración en las expresiones de María José Ayala (fs. 103), Walter Buet (fs. 106/8), Dina Fernández Campos (v. fs. 120), Gastón Baltasar Moyano (v. fs. 130), Gonzalo Adrián Servi (fs. 142) y Matías Noguera (v. fs. 150/152), entre otros. Conforme lo declarado, el día de mención en el inmueble ubicado en Hipólito Irigoyen 1357, piso 7°, Departamento AG@ de esta Ciudad, propiedad de María José Ayala, diversas personas entre las que se hallaban Julio César Ramundo, Matías Rodríguez Suárez y Ariel Esteban Pardal se reunieron a fin de concurrir al recital del conjunto de rock AComando Suicida@ en un local CBGB situado en Bartolomé Mitre al 1500. En el departamento, el primero de los nombrados habría colocado las botellas en una bolsa plástica, que iban portando por la calle diferentes individuos. Conforme indicara Noguera en su exposición, estos últimos -aquí imputados- mencionaron que el objetivo de ello era Aarmar bardo@ en ocasión del recital. Luego del enfrentamiento que culminó con el deceso de Kotelchuk, se halló e incautó una sevillana utilizada en el hecho y las botellas molotov al costado de un puesto de diarios situado en la vereda del lugar, en presencia de los testigos Pedro Ezequiel Rabinovich y Eduardo Nicolás Grosso Martín (v. fs. 7, 8, 9, 10, 76 y 77). Cierto es que conforme surge de las actuaciones, las huellas digitales que pudieron obtenerse de las botellas secuestradas no se corresponden con las del aquí encartado Rodríguez Suárez (ver req. fiscal de elev. a juicio cit.); sin embargo, existe un cuadro probatorio inicial que permite afirmar Bsiempre dentro del grado de provisoriedad que reviste esta etapa- que el nombrado y sus consortes de causa Bademás de otros individuos todavía no debidamente identificados- tuvieron bajo su esfera conjunta de dominio el material explosivo referido desde que salieron del departamento mencionado hasta que lo dejaron abandonado en la escena del hecho, independientemente de quien o quienes lo hayan portado en particular. No puede dejar de advertir el Tribunal que hasta aquí lo único que se ha realizado en esta instrucción es agregar copias certificadas de las declaraciones y otras constancias recabadas en la investigación practicada respecto del homicidio de Kotelchuk, y que resulta imperativo practicar medidas probatorias que en concreto se dirijan a profundizar el conocimiento de este otro aspecto de la actividad que realizó el grupo investigado la noche mencionada. No obstante, esta apreciación no desconoce que los elementos de prueba reunidos de esa forma, ya son suficientes para respaldar el procesamiento dictado. Por lo pronto, debe valorarse que el testigo Noguera refirió haber escuchado a Ramundo hablar con Rodríguez Suárez y Pardal expresando que había armado bombas molotov para Ahacer bardo@ en el recital. También que en oportunidad de su indagatoria en sede del Juzgado de Instrucción, Walter Adrián Buet expresó que su amigo Roque Girón le refirió que en el lugar del hecho habían estado, entre otros, los tres imputados en estas actuaciones, y Julio Ramundo había fabricado varias bombas molotov para tirar en el espectáculo musical de AComando Suicida@. En relación al cuestionamiento que la defensa realizó respecto de las manifestaciones de Buet por su condición de co-imputado en el homicidio de Kotelchuk Bfinalmente sobreseído, ver fs. 43/5-, este Tribunal ha tenido ocasión de sostener que la versión de los hechos vertida por los co-procesados solamente puede estimarse cierta cuando no traten de descargar su propia responsabilidad en sus consortes de causa, por lo que, desde este punto de vista, no se halla cuestionado su valor probatorio. Ello, por cuanto al ser indagado, a Buet no se le imputó su vinculación con las llamadas Abombas molotov@, respecto de las cuales brindara información en respuesta a una pregunta que se le efectuó en el transcurso del acto. A su vez, la referencia que se hiciera acerca de que estas Abombas@ estaban destinadas a Ahacer bardo@ es indicativa de que la tenencia de ese material inflamable respondía a la voluntad de contribuir a delitos indeterminados, que configura el especial elemento subjetivo que la defensa considera ausente en el caso (conf. Nuñez, Ricardo C., ATratado de Derecho Penal@@, t. V, vol. I, pág. 63/4, Marcos Lerner Editora, Córdoba, 1992). Poder Judicial de la Nación En efecto, debe tenerse presente que Ala bomba molotov, lejos de constituir meras botellas con un contenido líquido de venta libre, es utilizada como elemento incendiario y su tenencia importa un serio peligro abstracto@ (in re C.C.C. Fed., Sala I, ABertrand, Miguel@@, reg. n°° 804 del 18/11/93). Siendo así, no puede considerarse que la referencia a que se iría a Ahacer bardo@ con ese material carece de vinculación con la intención de provocar delitos contra la seguridad común, si se tiene en cuenta que este tipo de bombas consisten en un material altamente inflamable, de fácil manipulación y detonación, y que en condiciones aptas para ser utilizadas (ver peritaje, en copia a fs. 11/vta.) fueron portadas en la vía pública y llevadas a un recital donde Bse supone- concurriría una importante cantidad de personas. Debe valorarse además el desarrollo general de los sucesos Bprovocación de pelea, portación, exhibición y efectiva utilización de armas blancas- y la conclusión a la que se arribó en la investigación realizada en sede ordinaria acerca de que esa noche habría existido una especie de rito iniciático en el grupo skinhead involucrado (ver requerimiento fiscal de elevación a juicio cit., puntos III. 1.B, IV. 1.A y 1.C). En el contexto reseñado carece de sustento la afirmación de la defensa acerca de que no puede considerarse comprobado que la tenencia del material inflamable haya respondido a una intención de provocar delitos contra la seguridad común. Que no se hayan aprovechado las ocasiones en que se pudo haber realizado algún acto delictivo concreto con ese material no comprueba la inexistencia de esa finalidad, sobre todo si se advierte que fue olvidado por un miembro del grupo en el lugar donde fue hallado al precipitarse los acontecimientos con la muerte de Kotelchuk (ver copia de declaración indagatoria de Gastón Baltazar Moyano, fs. 128/31vta.). Estas consideraciones sustentan a juicio de los suscriptos la afirmación de que el hecho resulta constitutivo del delito previsto en el art. 189 bis primer párrafo del Cód. Penal. IV. En lo que a la prisión preventiva se refiere, encuentra el Tribunal que el desarrollo efectuado por el Sr. Magistrado instructor cumple acabadamente las pautas exigidas por el artículo 123 del código de forma. Respecto de dicha medida, es de señalar que Ael derecho de gozar de libertad hasta el momento en que se dicte sentencia de condena, no constituye una salvaguarda contra el arresto, detención o prisión preventiva, disposiciones cautelares éstas que cuentan con respaldo constitucional en la medida que tiendan a la efectiva realización del proceso penal a través de presunciones basadas en la expectativa de pena aplicable al hecho imputado evitando su entorpecimiento, ya que establecen circunstancias que se erigen como pautas valorativas positivas que, de concurrir, conllevan a hacer excepción al principio general que consagra el derecho a estar en libertad durante el proceso.@ (C.C.C. Fed. Sala II, c. n° 20.961, rta. el 2.6.05, reg. 23.744). En igual sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha admitido la consideración de la magnitud de pena en expectativa como pauta de evaluación del encierro preventivo, afirmando que AYla seriedad del delito y la eventual severidad de la pena son dos factores que deben tenerse en cuenta para evaluar la posibilidad de que el procesado intente fugarse para eludir la acción de la justicia. Sin embargo, tampoco resultan suficientes, luego de transcurrido cierto plazo, para justificar la continuación de la prisión preventiva@ (Conf. Informe n° 2/97 del 11.3.97). La postura reseñada no implica un criterio de índole material, sino que, muy por el contrario, determina que en materia de excarcelación sólo deba ponderarse la peligrosidad procesal, la que remite al riesgo de elusión de la acción de la justicia o entorpecimiento de las investigaciones, únicos extremos que legitiman la privación de la libertad con fines cautelares atento lo dispuesto en los artículos 312, 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación. Este fue el criterio adoptado por el Tribunal en numerosos precedentes en que se interpretaron los artículos mencionados (ver esta Sala, causa n° 14.426 AGreen, Gustavo A. s/excarcelación@, reg. N° 15.475, rta. el 4.6.98; n° 13.604 ASeligmann, Miguel y otros s/procesamiento@, reg. N° 15.926, rta. el 2.11.98; n° 16.926 ABernasconi, Hernán s/procesamiento y prisión preventiva@, reg. N° 18.182, rta. el 17.11.00; n° 21.590 ABrewer, Nicholas y otros s/procesamiento@, reg. N° 22.859, rta. el 16.9.04, entre muchas otras). Así las cosas, examinada la situación de Matías Maximiliano Martínez Suárez a la luz de las previsiones a las que se refiere el art. 312 primer supuesto del código de forma, así como las reglas establecidas por el art. 317 en función del art. 316 primera parte del segundo párrafo del mismo cuerpo legal, entienden los suscriptos que la prisión preventiva dictada a su respecto debe ser confirmada. Cabe agregar a lo expuesto que la objetiva valoración del hecho hace prever fundadamente que, en caso de recuperar su libertad, el procesado intentará eludir la acción de la justicia (art. 319 del mismo cuerpo legal), teniendo en cuenta que enfrenta una posible condena de cumplimiento efectivo (art. 26 del Cód. Penal) de carácter severo por la conjunción de este proceso y el que se le sigue ante la Justicia Ordinaria By del cual estos obrados son desprendimiento-, en la que se halla procesado con prisión preventiva en orden al delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y clausurada la instrucción al respecto, con intervención del Tribunal Oral en lo Criminal n° 28. V. En lo que atañe al embargo trabado respecto de los bienes de Rodríguez Suárez, se advierte que el pronunciamiento apelado carece de fundamentación que respalde la correspondencia del monto fijado con lo estipulado en el art. 518 del código procesal, en razón de lo cual corresponde declarar la nulidad parcial de ese punto debiendo expedirse nuevamente el Sr. Juez de grado al respecto (art. 123 del Cód. Proc. Penal de la Nación). En mérito a lo expuesto, es que el Tribunal RESUELVE: I- CONFIRMAR el punto II. de la resolución que en copias luce a fs. 1/9 en cuanto decreta el PROCESAMIENTO CON PRISIÓN PREVENTIVA de Matías Maximiliano RODRÍGUEZ SUÁREZ en orden al delito previsto en el artículo 189 bis párrafo primero del Código Penal. II- DECLARAR la NULIDAD PARCIAL de ese punto en cuanto ordena trabar EMBARGO sobre los bienes del procesado (art. 123 del Cód. Proc. Penal de la Nación). Regístrese; hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la instancia anterior donde deberán efectuarse las notificaciones a que hubiere lugar.@ Poder Judicial de la Nación ABUSO DE AUTORIDAD: Desempeño de fuerzas policiales en ocasión de un tumulto. No se vislumbra omisión alguna como para encuadrar el accionar en el art. 248 del C. Penal; si resulta clara la actividad que desempeñaron fuerzas de seguridad durante el desarrollo de tumultos callejeros y si no se evaluó acertadamente el agravamiento de la situación y la magnitud de la violencia en ciernes - de acuerdo a las imágenes que en forma directa entregaban las emisoras de televisión- y en consecuencia, que las fuerzas del orden fueron desbordadas; no parece ser esta situación una conducta pasible de reproche en este ámbito jurisdiccional, puesto que para que se configure el delito bajo análisis es menester la existencia de dolo. Es que el art. 248 del Código Penal tiene por objeto procurar que A...las funciones públicas sean ejercidas conforme a lo que la ley manda...@, pero A...queda amenazado con pena sólo un apartamiento considerable de la línea de actuación que marcan las reglas. Esto ya que no es dable concebir que el funcionario público, en la totalidad de los actos de la vida oficial cotidiana, esté continuamente bajo la coacción de la ley penal, porque si así fuese le resultaría imposible cumplir cualquier tarea con espontaneidad...@(Conf. ADelitos Propios de los Funcionarios Públicos@, Marco Antonio Terragni, Ed. Jurídicas Cuyo, año 2003, pág. 60). C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi ABELIZ, Gustavo s/sobreseimiento@@ 14.3.2007 Causa 24.616 Reg. 26.527 J. 5 - S. 10. NOTA: Ver transcripción del falo completo. ABuenos Aires, 14 de marzo de 2007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal con motivo del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Fiscal (fs. 208) respecto del auto de fs. 206/207 mediante el cual se sobresee a Gustavo Beliz en orden a los hechos descriptos en el decisorio, con la expresa mención de que la formación de la presente en nada afecta el buen nombre y honor del que gozare (art. 336 inc. 3 del C.P.P.N.). II- En esta instancia luce la presentación (fs. 306/308) del Sr. Fiscal General Dr. Germán Moldes, quien avalando la postura de su inferior jerárquico propicia que se revoque la resolución apelada en cuanto dispone el sobreseimiento de Gustavo O. Béliz y se ordene continuar con la investigación. Fundamenta su petición en que -a su criterio- la instrucción se halla inconclusa, lo que torna inapropiado resolver la cuestión en base a un conocimiento parcial de los hechos. Deben por ello, en principio, reconstruirse históricamente los acontecimientos para luego establecer si se correlacionan con alguna figura delictiva. Sostiene que a esta altura no hay duda sobre cuál es el hecho y en tal sentido se remite a descripciones de los acontecimientos efectuadas en diversas ocasiones durante la sustanciación del presente (ver al respecto fs. 306 vta., punto c.1.). Pondera en definitiva que aún no está esclarecido qué hicieron el Ministro de Justicia y Seguridad y los estamentos inferiores -de quienes dependía la Policía Federal- entre las 12.30 -inicio de las acciones violentas- y las 18.00 hs. momento en el cual la Policía actuó por orden judicial- todo ello del día 16 de julio de 2004. Agrega que establecer lo acontecido en ese lapso constituye el eje de la investigación, y a continuación señala las medidas de prueba que para ello debieran llevarse a cabo. III- Al abordar la cuestión los suscriptos se plantean de inicio la hipótesis sobre la posibilidad de proseguir la investigación en la presente, frente a la existencia de la sentencia definitiva y condenatoria que recayera sobre diversas personas que participaron de los sucesos, que -a instancias del Sr. Fiscal General- luce incorporada a fs. 220/302; siendo que en alguna medida lo que aquí se pretende esclarecer habría sido tratado en dicho pronunciamiento en el que se describe con precisión el accionar de las fuerzas del orden durante los sucesos investigados. Más aún, también puede recurrirse al relato que sobre dicho proceder se efectúa en la denuncia que diera origen a la causa n° 13.967/04 como bien ilustra el preciso informe de fs. 162/163, ciertamente asignándole connotaciones disvaliosas, de ahí la presentación. Siendo ello así, pareciera que no resulta necesario llevar adelante las medidas propuestas por el Sr. Fiscal General, dado que como él mismo consigna no hay duda sobre cuál es el hecho materia de investigación, por tanto el Tribunal considera que puede resolver la cuestión que lo convoca con los elementos ya colectados hasta el presente, evitando llevar adelante medidas que pudieran resultar redundantes. IV- En tales condiciones deben ponerse de relieve las actuaciones que lucen a fs. 197/206 remitidas por la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal Argentina, las que contienen informes de las diversas dependencias cuyos efectivos participaran en los sucesos ocurridos el 15 de julio de 2004. Se especifica en Poder Judicial de la Nación ellas tanto el emplazamiento del personal, como su posterior desplazamiento conforme el desarrollo de los sucesos lo exigía, e incluso se consignan las directivas recibidas; emanadas tanto de la Fiscalía en lo Criminal de Instrucción como del Juzgado interviniente; todo lo cual evidencia un actividad y un despliegue que por sí solo contrasta con la inacción que se pretende atribuir a las autoridades. Así las cosas puede colegirse del análisis de todas las probanzas allegadas al legajo, que no se vislumbra omisión alguna en la conducta del encartado como para encuadrar su accionar en el art. 248 del C. Penal; siendo clara la actividad que desempeñaron las fuerzas de seguridad durante los acontecimientos. Si no se evaluó acertadamente el agravamiento de la situación y la magnitud de la violencia en ciernes -quien puede olvidar las imágenes que en forma directa entregaban las emisoras de televisión- y en consecuencia, las fuerzas del orden fueron desbordadas; no parece ser esta situación una conducta pasible de reproche en este ámbito jurisdiccional, puesto que para que se configure el delito bajo análisis es menester la existencia de dolo, tal la entidad de la infracción, situación que no se vislumbra en la conducta del encartado. Es que el art. 248 del Código Penal tiene por objeto procurar que A...las funciones públicas sean ejercidas conforme a lo que la ley manda...@@, pero A...queda amenazado con pena sólo un apartamiento considerable de la línea de actuación que marcan las reglas. Esto ya que no es dable concebir que el funcionario público, en la totalidad de los actos de la vida oficial cotidiana, esté continuamente bajo la coacción de la ley penal, porque si así fuese le resultaría imposible cumplir cualquier tarea con espontaneidad...@@(Conf. ADelitos Propios de los Funcionarios Públicos@@, Marco Antonio Terragni, Ed. Jurídicas Cuyo, año 2003, pág. 60). Por todo lo expuesto el Tribunal considera la decisión del Juez de grado acertada debiendo por ello homologarse y, en consecuencia RESUELVE: CONFIRMAR la resolución que luce a fs. 206/207 en todo cuando decide y fuera materia de recurso. Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia a fin de que se lleven a cabo las restantes notificaciones a que hubiere lugar.- A ACTA DE SECUESTRO: NULIDADES PROCESALES. Falta de detalle de los objetos secuestrados. El acta de secuestro es un elemento de prueba que debe ponderarse a la luz de los principios y reglas de potencialidad probatoria en la medida en que ella sea apreciada en consonancia con los restantes medios adquisitivos (Conf. AVIDEO CLUB EL SOTANO@ Reg. 746/06; AGONZALEZ LOZADA@ Reg. 130/03 AESQUIVEL@ Reg. 85/02 y ASILVA PIKUS@ Reg. 357/04 entre otros). Por este motivo, la falta de detalle pormenorizado de los discos compactos incautados, no se presenta como una nulidad del acta, sino que podrá, eventualmente, resentir su valor probatorio y en tal inteligencia deberá ser evaluada oportunamente. Y es que tal acta se complementa con otras probanzas que existan en la causa y que poseen plena validez a tal efecto, todo lo cual debe ser evaluado en su conjunto y no en forma aislada. (BERDULARI@ Reg. 1165/06 entre otras). C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler AHUAITA GABANCHO, Eduardo s/sobreseimiento@ 6.3.2007 Causa 39.765 Reg. 149 J. 12 - 23. AUTO DE PROCESAMIENTO: NULIDADES PROCESALES. REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION. DECLARACION INDAGATORIA. Nulidad de auto de procesamiento por vaguedad en la descripción de los hechos requeridos, indagados y por los que se dictara el procesamiento. Es nulo el auto de procesamiento que no contiene una descripción Bni en la indagatoria tampocoB de una conducta concreta que pudiera dar lugar a imputación de delitos. Ello ocurre, aunque en el decisorio se hace sólo una Poder Judicial de la Nación genérica referencia, por ejemplo, al caso de numerosos retiros de fondos y su falta de acreditación, si no se describe cuáles fueron concretamente esos actos con las circunstancias de tiempo, modo y lugar que le permitiría al encartado conocer la base fáctica de la imputación y así ejercer su derecho de defensa. De lo que se trata, tal como llevamos dicho en otros precedentes (de esta Sala, causa n° 36.252 "CONSTANTINO", del 09/12/04, reg. n° 1307 y causa n° 39.759 AMÁRQUEZ MARTÍN@, del 28/12/06, reg. n° 1439 ), es de otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso en condiciones que aseguren que esa declaración sea un acto de defensa. No podrá afirmarse que "escuchar al imputado" garantiza su derecho de defensa si no existe, entre otras circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el conocimiento de esa imputación correctamente deducida (intimación). C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler AOTONDO, Nicolás A. s/procesamiento@@ 6.3.2007 Causa 39.666 Reg. 150 J. 2 - S. 3. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 6 de marzo de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fs. 846/847 por la defensa de Nicolás Alejandro Otondo Abente y Diego Maximiliano Pisacco contra la resolución del a quo que decreta el procesamiento de los nombrados (829/845). Al primero lo encuentra prima facie autor penalmente responsable del delito de defraudación agravada por haber sido cometida en perjuicio de la administración pública en concurso ideal con la figura de incumplimiento de los deberes de funcionario público ( "hecho 1") (art. 172, en función del art. 174, inciso 5° y 249 del Código Penal) y partícipe necesario en el "hecho 2", calificado como defraudación agravada por haber sido cometida en perjuicio de la administración pública; mientras que al segundo lo encuentra prima facie autor penalmente responsable del "hecho 2". Conforme surge del requerimiento de instrucción obrante a fs. 10, el objeto procesal de estos actuados puede dividirse en dos situaciones. La primera de ellas consiste en que Otondo Ben su carácter de Jefe de la División Contencioso del Departamento de Asuntos Legales del Instituto de Vivienda de la Fuerza AéreaB habría retirado fondos de dinero pertenecientes al organismo mencionado a los efectos de imputarlos a gastos judiciales, sin haber presentado posteriormente aquellos comprobantes que acreditarían la aplicación efectiva del dinero retirado de acuerdo a su destino específico ("hecho 1"). La segunda hipótesisconsiste en la contratación del Dr. Pisacco como abogado externo del organismo para prestar colaboración en el seguimiento de los juicios del Instituto, siendo que dicho abogado no habría efectuado ninguna presentación y que los honorarios liquidados a su nombre habrían sido retirados por Otondo ("hecho 2"). IIEn lo que concierne al procesamiento dictado en orden al "hecho 1" consideramos que debe ser anulado dado que no se ha descripto en el auto recurrido Bni en la indagatoriaB B una conducta concreta que pudiera dar lugar a los delitos imputados. En efecto, aunque en el decisorio se haga una genérica referencia a numerosos retiros de fondos y su falta de acreditación, no se describió cuáles fueron concretamente esos actos con las circunstancias de tiempo, modo y lugar que le permitiría al encartado conocer la base fáctica de la imputación y así ejercer su derecho de defensa. De lo que se trata, tal como llevamos dicho en otros precedentes (de esta Sala, causa n°° 36.252 "Constantino", del 09/12/04, reg. n°° 1307 y causa n°° 39.759 AMárquez Martín@@, del 28/12/06, reg. n°° 1439 ), es de otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso en condiciones que aseguren que esa declaración sea un acto de defensa. No podrá afirmarse que "escuchar al imputado" garantiza su derecho de defensa si no existe, entre otras circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el conocimiento de esa imputación correctamente deducida (intimación). Este último extremo lo reglamenta el art. 298 del Código Procesal Penal de la Nación al establecer la obligación del juez de informar "detalladamente al imputado el hecho que se le atribuye". En efecto, afirma Maier que "[c]omo se trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual se la intima debe reunir las mismas calidades que advirtiéramos para aquélla; debe consistir, así, en la noticia íntegra, clara, precisa, y circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado. No se cumple esta condición de validez si sólo se advierte sobre la ley penal supuestamente infringida, o se da noticia del nomen iuris del hecho punible imputado, o se recurre, para cumplir la condición, a conceptos o abstracciones que no describen concretamente la acción u omisión atribuida, con todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar que la definen como un comportamiento singular de la vida del imputado..." (Cfr. Maier, Julio B. J., "Derecho Procesal Penal argentino", Del Puerto, Buenos Aires, 1996, T. 1, p. 560; en un sentido similar, Vélez Mariconde, Alfredo, "Derecho Procesal Penal", Tomo II, Marcos Lerner editora, Córdoba, 1986, p. 218/9). Como ha sostenido reiteradamente esta Cámara, el conocimiento acabado de la imputación es un requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio (conf. causa nro. 28.103, "Caviasca, G. M. y otros s/procesamiento", rta. 11/12/96, reg. nro. 1095, entre otras, y más recientemente causa nro. 34.059 "Santos, Rubén J. y otros s/procesamiento", reg. nro. 748, rta. 26/07/02 y causa n° 39.759 AMárquez Martín@, del 28/12/06, reg. n° 1439). Al mismo tiempo, tal omisión en la descripción de la imputación impide verificar el respeto del principio de congruencia que exige la correlación necesaria entre el hecho descripto en la indagatoria y el contenido en Poder Judicial de la Nación el procesamiento, y que a su vez será el mismo de la eventual acusación y sentencia, de llegar a dicha etapa del proceso. En el caso concreto, debería habérsele hecho saber a Otondo, entre otras cosas, cuáles fueron los retiros de fondos realizados con indicación de fecha y monto (señalando, por ejemplo, el memorandum correspondiente por él firmado), indicado cuáles de los retiros de fondos no fueron utilizados para el destino para el cual habían sido requeridos (señalando, por ejemplo, la respuesta de los distintos Juzgados a quienes se les requirió información sobre los juicios del IVIFA) y explicado cuáles fueron las maniobras defraudatorias en concreto en que intervino. Esta Sala en su anterior intervención en estos actuados Bcuando confirmó la falta de mérito dictada a Otondo en tal oportunidadB indicó que el a quo debía Averificar en cada caso concreto si faltaba el comprobante y más allá de dicha carencia, si la tarea efectivamente se realizó@ (fs. 583). Sin embargo, nada de ello ha sido llevado a cabo en autos y, por lo tanto, la imputación se encuentra huérfana de sustento fáctico. Esta afectación al derecho de defensa indefectiblemente importa la necesidad de ampliar la declaración indagatoria de Otondo por el "hecho 1"-la que deberá realizarse observando los requisitos precedentemente señalados- y la nulidad de su auto de procesamiento en tanto aquélla representa un presupuesto de validez de éste (artículos 166, 168, segundo párrafo, y 307 del Código Procesal Penal de la Nación y artículo 18 de la Constitución Nacional). III- En relación con el "hecho 2" consideramos que, tal como sostiene la defensa de Otondo y Pisacco, el plexo probatorio reunido hasta el presente no permite fundar la medida a que alude el artículo 306 del Código ritual, toda vez que aún restan medidas por efectuar que pueden arrojar luz a las circunstancias que rodearon la contratación y posterior actuación de Pisacco. En ocasión de confirmar la falta de mérito de Otondo con respecto a este hecho sostuvimos la necesariedad de investigar si resultaba una práctica común en el IVIFA el cobro de los honorarios profesionales de terceras personas. Si bien el Presidente del IVIFA, Brigadier Miguel Ángel Sisco, informó que la señalada no configura una práctica habitual en el organismo (fs. 709), lo cierto es que su gestión fue posterior a la fecha de los hechos investigados. Más allá de la calificación legal que en definitiva corresponda Bsiendo que la escogida no parece la correcta, dada la ausencia del despliegue de un ardid idóneo en la imputaciónB, lo cierto es que desde una óptica penal es necesario contar con pruebas suficientes que permitan acreditar Bcon el grado de probabilidad propio de esta etapaB la configuración de los elementos típicos del delito atribuido. Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I- DECLARAR LA NULIDAD PARCIAL del procesamiento que obra a fs. 829/845 respecto de Nicolás Alejandro Otondo Abente exclusivamente en lo que hace al "hecho 1"; DEBIENDO el a quo proceder de acuerdo a lo indicado en los considerando (arts. 298 y 308 del C.P.P.N; y 18 C.N). II- REVOCAR la resolución del a quo que dispuso el procesamiento de Nicolás Alejandro Otondo Abente y de Diego Maximiliano Pisacco respecto al Ahecho 2"; y DECRETAR LA FALTA DE MÉRITO de los nombrados, debiendo el a quo continuar la investigación en el sentido indicado en los considerandos (art. 309 C.P.P.N). Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y remítase a la anterior instancia a fin de que se practiquen las notificaciones de rigor. Sirva la presente de muy atenta nota de envío.@ COMPETENCIA: COMPETENCIA POR LA MATERIA. FALSIFICACION de SELLOS, TIMBRES y MARCAS. (Art. 289 del C.P.). No es competente la Justicia Federal para intervenir en las actuaciones llevadas adelante por infracción al art. 289 (t.o. 24.721) del Código Penal máxime cuando en ella, no se ve involucrado ningún funcionario federal ni se encuentre cuestionado el desempeño o buen servicio de los empleados nacionales ni afectadas las arcas del estado. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler - Farah 27.3.2007 N.N. Infracción art. 289 inc. 3°° del C.P....@@ Causa 40.068 Reg. 219 J. 9 - S. 18. Poder Judicial de la Nación COMPETENCIA: POR LA MATERIA. DELITOS CONTRA LOS MEDIOS DE COMUNICACION. Sustracción de cables telefónicos. Es doctrina de este Tribunal que en aquellos casos en que los damnificados se hallan impedidos de establecer comunicaciones por medio de sus líneas telefónicas, se ve afectada de modo concreto la prestación del servicio público del que son usuarios (AAGIACOMOTTI, Oscar@ del 27.5.92) así como la de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en cuanto a que si existió una efectiva interrupción del servicio público de telecomunicaciones corresponde declarar la competencia de la Justicia Federal (Fallos327:2080). Ese es el caso en que se denuncian diversos episodios de corte y sustracción de cables telefónicos pertenecientes a la empresa ATelecom Argentina S.A.@ en distintos puntos de la Ciudad, en cada uno de los cuales un determinado número de usurarios se vieron perjudicados por la interrupción del servicio. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi AIncd. de incompetencia en autos....@@ 1.3.2007 Causa 24.892 Reg. 26.471 J. 3 - S. 6. COMPETENCIA: POR EL LUGAR. CONSTITUCION NACIONAL. Juez natural. Asignación de competencia a un Tribunal creado con posterioridad al hecho motivo del proceso. Lleva dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que A...Otras son las razones que gravitan para considerar válidas, desde el punto de vista constitucional, las nuevas leyes de competencia que impliquen cambiar la radicación de causas luego de los hechos que le hayan dado origen@. ALa posibilidad de ejecutar reformas debe ser siempre facultad de la legislatura, y se crearía una interminable confusión en los procedimientos si cada caso debiera ser solamente sustanciado de acuerdo a las reglas procesales vigentes cuando lo hechos ocurrieron y sólo por los tribunales existentes...@(Treatise oon Constitucional Limitations, cap. 9 párrafo 272, citado en Fallos 234:482). Pero una vez ejercida dicha potestad toda transgresión que implicare el juzgamiento de una causa por un juez distinto al previsto por esas leyes, constituye, sin duda, una violación de la garantía mencionada...@ (Fallos 319:804). Además ha dicho el mencionado Tribunal A....si esos jueces han dejado de serlo, o su jurisdicción ha sido restringida por obra de la ley, entonces no puede afirmarse que sigan teniendo poder para juzgar las causas de que se trate, por donde resulta evidente que cuando otros tribunales permanentes asumen el poder jurisdiccional que a ellos correspondía no les quitan o sacan algo que siguiera estando dentro de sus atribuciones...@ (Fallos 234:482). Por ello, corresponde continuar la causa al titular del juzgado federal creado por ley con Poder Judicial de la Nación posterioridad al hecho que la generó, con la competencia por el lugar y la materia que ella le asignara. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi AVELIZ BUSTOS, Edgar s/incompetencia@@ 1.3.2007 Causa 24.727 Reg. 26.478 J. 11 - 22. COMPETENCIA: POR LA MATERIA. POR EL LUGAR. FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO. Certificados de desguace de vehículos automotores. DEFRAUDACION. Estafa. Maniobra para beneficiarse con descuentos. (Plan canje). La denuncia que diera cuenta de la utilización en forma fraudulenta de certificados de desguace y destrucción de vehículos automotores, ya sea por resultar falsos algunos y otros por haber sido emitidos por el Registro Nacional de la Propiedad Automotor como consecuencia de que se denunciara falsamente el extravío de la certificación original, con el objeto de beneficiarse del régimen de descuento denominado A plan canje automotor@ en la adquisición de vehículos de ese tipo, debe tramitar ante el juez federal donde fue utilizada esa documentación. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Cattani - Luraschi 20.3.2007 Incd. de incompetencia en autos...@@ Causa 24.742 Reg. 26.548 J. 1o - S. 20. NOTA: En el mismo sentido se expidió la Sala II en autos registrados bajos los números 21.549/50/51/52. DEFRAUDACION: ADMINISTRACION FRAUDULENTA. CONCURSO DE DELITOS. Unica administración con múltiples hechos punibles de administración infiel. El ejercicio de una administración de carácter público implica la ejecución de diversos actos, muchos de los cuales necesariamente deben ser válidos. Sostener lo contrario constituiría una afirmación absolutamente alejada de la realidad. En consecuencia, la necesaria existencia de determinados actos legítimos ejecutados durante una misma administración no alcanza de ningún modo parea descartar la ilicitud de otros actos que merecen el impulso de la correspondiente investigación penal. Entonces, el hecho de que respecto de un hecho denunciado se haya declarado su atipicidad, no parece acertado que el alcance de esta declaración se extienda a los demás. Es que, si dentro de una administración considerada fraudulenta, no todos los actos realizados son ilícitos, la presencia de un acto ilícito no implica sostener la ilicitud de todos. Poder Judicial de la Nación C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler ASANTANDER, Carlos A. s/excepción de falta de acción@@ 8.3.2007 Causa 39.986 Reg. 162 J. 10 -S. 20. DENUNCIA: NULIDADES PROCESALES. NOTITIA CRIMINIS. Causa iniciada por datos aportados por la persona unida en aparente matrimonio con el luego imputado (concubino). Causa iniciada de esa manera por violencia familiar de la que se desprende otra imputación. Es nulo, desde su inicio, lo actuado por el delito de falsificación de recetas médicas originados como consecuencia de los dichos prestados por quien estaba unida en aparente matrimonio -concubina- contra el imputado y en el marco de un caso de violencia familiar del cual son un desprendimiento. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 13.3.2007 APARODI, Enrique A. s/nulidad@@ Causa 39.896 Reg. 174 J. 4 - S. 7. DETENCION DOMICILIARIA: MENORES. Detención domiciliaria de la madre de los menores. CONSTITUCION NACIONAL. CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO. Conforme lo establece el Preámbulo de la citada Convención, el niño para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad debe crecer en el seno de la familia, así como que ésta es el grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros y en particular de los niños. Sin embargo, esto no constituye un principio absoluto. Así, la Declaración de los Derechos del Niño establece que éste deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres siempre que sea posible -principio 6°°-. En el mismo sentido el artículo 9 de la Convención a la que ya se hizo referencia prevé la posibilidad de que los niños puedan ser separados de sus padres cuando las autoridades competentes lo determinen -inciso 1°-, y específicamente cuando la separación sea resultado de la detención o el encarcelamiento de los progenitores, estableciendo, a la vez, que los Estados deberán respetar el derecho del niño que este separado de uno o ambos padres a mantener con ellos relaciones personales y contacto directo, salvo que ello fuere contrario al interés superior del menor -incisos 3° y 4°- (ver de la Sala IV de la C.N.C.P., voto del Dr. Gustavo Hornos en causa n° 6667, caratulada AABREGÚ s/ rec. casación@, reg. n° 7749.4 del 298-06). Pero la circunstancia apuntada no releva al Estado de la obligación de generar los mecanismos que razonablemente resguarden el interés superior del niño, para lo cual nuestro ordenamiento interno establece múltiples y conducentes instancias -artículos 17, reglamentado por el Anexo I del decreto 415/06, 32 y 41/2 de la ley 26.061, y artículos 310, 367, 377, 381/2, 389/93, 413/4, 428, 457 y 491/4, entre otros, del Código Civil- . Nótese además que al sancionarse la normativa vigente sobre ejecución de la pena privativa de libertad -ley Poder Judicial de la Nación 24.660- no se pasó por alto situaciones como las que atraviesa la encartada, y aún así no se las incluyó dentro de los supuestos en los que procedería la prisión domiciliaria. En ese sentido, resulta de interés recordar lo establecido en los artículos 195 y 196, entre otros, de dicha norma: según el primero Ala interna podrá retener consigo a sus hijos menores de cuatro años...@, mientras que según el restante Aal cumplirse la edad fijada en el artículo anterior, si el progenitor no estuviere en condiciones de hacerse cargo del hijo, la administración penitenciaria dará intervención a la autoridad judicial o administrativa que corresponda@. C.C.C. Fed. Sala II 6.3.2007 Causa 24.872 Irurzun - Luraschi AGUZMAN, Sandra M. s/arresto domiciliario@ Reg. 26.499 J. 4 - S. 7. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 6 de marzo de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Vuelve este legajo a estudio del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fs. 92 por el Dr. Juan Martín Hermida contra la resolución que obra agregada a fs. 90/1 a través de la cual el Sr. Juez a quo no hizo lugar al arresto domiciliario de Sandra Miriam Guzmán solicitado a fs. 66/80, todas de este legajo (artículo 10 del Código Penal de la Nación y 33 de la Ley 24.660, y decreto 1058/97 Aa contrario sensu@). En su impugnación, el recurrente entendió que la modificación en la modalidad de cumplimiento del encierro que viene soportando Guzmán por la del arresto domiciliario constituye la solución que mejor se adecua al estricto cumplimiento de los derechos de los niños amparados por nuestra Carta Magna, desde que la prisión preventiva dictada por el instructor implica la permanencia de su hijo de seis meses de edad en la unidad de detención donde se encuentra alojada y el desmembramiento del núcleo familiar, constituido además por dos hijas menores -13 y 17 años-. Así, sostuvo que en el caso de autos corresponde realizar una aplicación analógica in bonam partem de los supuestos que para el cumplimiento de la prisión preventiva disponen el artículo 314 del Código Procesal Penal de la Nación, con remisión al artículo 10 del Código Penal de la Nación, y los artículos 11, 32 y 33 de la ley 24.660. II- Adentrados los suscriptos al estudio de la cuestión planteada, adelantan que no habrá de proceder la aplicación del instituto solicitado por la defensa. En efecto, nótese en primer término que la normativa que cita prevé que Ael juez ordenará la detención domiciliaria de las personas a las cuales pueda corresponder de acuerdo al Código Penal, cumplimiento de la pena de prisión en el domicilio@ -artículo 314 del Código Procesal Penal-, que Acuando la prisión no excediera de seis meses podrán ser detenidas en sus propias casas las mujeres honestas y las personas mayores de 60 años o valetudinarias@ -artículo 10 del Código Penal- y que Ael condenado mayor de 70 años o el que padezca una enfermedad incurable en período terminal podrá cumplir la pena impuesta en detención domiciliaria, por resolución del juez de ejecución o juez competente, cuando mediare pedido de un familiar, persona o institución responsable que asuma su cuidado previo informes médicos, psicológico y social que fundadamente lo justifique@ -artículo 33 de la ley 24.660-, disposición esta última que resulta aplicable a los procesados de acuerdo a lo establecido en el artículo 11 de la mencionada ley. Como se puede observar, ninguno de los supuestos que se establecen para la procedencia de la detención domiciliaria se encuentran presentes en el caso que nos ocupa. III- Sin perjuicio de ello, y siendo que, según el recurrente, la detención que viene sufriendo Sandra Guzmán conculca intereses superiores, como son los establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño, corresponde que se hagan algunas salvedades al respecto. Así, cabe señalar que no escapa a los suscriptos que conforme lo establece el Preámbulo de la citada Convención, el niño para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad debe crecer en el seno de la familia, así como que ésta es el grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros y en particular de los niños. Sin embargo, esto no constituye un principio absoluto. Así, la Declaración de los Derechos del Niño establece que éste deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres siempre que sea posible -principio 6°°-. En el mismo sentido el artículo 9 de la Convención a la que ya se hizo referencia prevé la posibilidad de que los niños puedan ser separados de sus padres cuando las autoridades competentes lo determinen -inciso 1°°-, y específicamente cuando la separación sea resultado de la detención o el encarcelamiento de los progenitores, estableciendo, a la vez, que los Estados deberán respetar el derecho del niño que este separado de uno o ambos padres a mantener con ellos relaciones personales y contacto directo, salvo que ello fuere contrario al interés superior del menor -incisos 3°° y 4°°- (ver de la Sala IV de la C.N.C.P., voto del Dr. Gustavo Hornos en causa n°° 6667, caratulada AAbregú s/ rec. casación@@, reg. n°° 7749.4 del 29-8-06). Pero la circunstancia apuntada no releva al Estado de la obligación de generar los mecanismos que razonablemente resguarden el interés superior del niño, para lo cual nuestro ordenamiento interno establece múltiples y conducentes instancias -artículos 17, reglamentado por el Anexo I del decreto 415/06, Poder Judicial de la Nación 32 y 41/2 de la ley 26.061, y artículos 310, 367, 377, 381/2, 389/93, 413/4, 428, 457 y 491/4, entre otros, del Código Civil- . Nótese además que al sancionarse la normativa vigente sobre ejecución de la pena privativa de libertad -ley 24.660- no se pasó por alto situaciones como las que atraviesa la encartada, y aún así no se las incluyó dentro de los supuestos en los que procedería la prisión domiciliaria. En ese sentido, resulta de interés recordar lo establecido en los artículos 195 y 196, entre otros, de dicha norma: según el primero Ala interna podrá retener consigo a sus hijos menores de cuatro años...@@, mientras que según el restante Aal cumplirse la edad fijada en el artículo anterior, si el progenitor no estuviere en condiciones de hacerse cargo del hijo, la administración penitenciaria dará intervención a la autoridad judicial o administrativa que corresponda@@. Y si bien actualmente en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, existen varios proyectos de reforma al artículo 33 de la ley de ejecución de la pena privativa de la libertad, en los que se propone agregar a los supuestos previstos por la norma para la procedencia de la detención domiciliaria el de la madre de un niño menor de cinco años (exptes.4820-D-2006, 269-D-2006 y 639 -O.V.-2006; Trámite Parlamentario 117), ello no ha sido sancionado por el legislador. IV- Recapitulando, cabe señalar que no resulta irrazonable ni contrario a previsiones de jerarquía constitucional alguna que la situación de Sandra Guzmán no se encuentre contemplada en la actualidad como uno de los supuestos en los que podría corresponder la detención domiciliaria, desde que éstos últimos tienen por sustento particulares situaciones vinculadas en forma directa con la persona del imputado privado de libertad y, en principio, no están dirigidas a tutelar otras circunstancias que puedan ser derivación indirecta del estado de detención (ver de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal causa n° 7630, caratulada AHernández, Silvia s/ queja@, reg. n° 9454 del 20-92006 y de la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico causa n° 55.392, caratulada AHernández, Silvia s/ prisión domiciliaria@, reg. n° 543, del 17-7-2006). En consecuencia, y tal como se adelantara, habrá de homologarse el resolutorio en crisis, pero no sin antes encomendar al Sr. Juez de grado que adopte la totalidad de las medidas necesarias para resguardar la integridad física y psíquica de los hijos de Sandra Guzmán mientras dure su detención, otorgándole intervención para ello, de corresponder, a los organismos y a las autoridades competentes. Ello sin perjuicio de que, de darse el caso, corresponda evaluar la aplicación de algunas de las distintas modalidades de cumplimiento de la prisión preventiva que prevén el artículo 313 del código de forma y el artículo 166 de la ley 24.660 -en cuanto a esto último ver de esta Sala causa n° 23.278, caratulada ABarbosa s/detención domiciliaria@, reg. 24.529 del 24-11-2005 y su cita-. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR el resolutorio agregado a fs. 90/1 de este legajo, DEBIENDO el Sr. Juez de grado proceder del modo indicado en el último párrafo del considerando IV. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General mediante oficio de estilo, y devuélvase al Juzgado de origen sin más trámite.@ EXTRADICION: EXCEPCIONES PREVIAS. Oportunidad y etapa procesal para su planteamiento. (Art. 30 de la Ley 24.767). Tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, A....el art. 30 de la Ley 24.767 es suficientemente claro en cuanto consagra que finalizado el trámite administrativo y recibido el pedido de extradición en sede judicial, el juez dispondrá la citación a juicio salvo que el requerido diera su consentimiento para ser extraditado (art. 28). O si se comprobara que la persona detenida no es la requerida (art.29)....@, y que A...sólo superada la etapa del juicio (art.30 segundo y tercer párrafo) el ordenamiento legal habilita a la autoridad judicial a pronunciarse acerca de la procedencia o improcedencia del pedido de extradición (art. 32)@. (Fallos 327:306, AGARCIA, Daniel@@ del 27.12.2006, y C.C.C. Fed. Sala I AFINKELSTEIN@@ del 5.5.2006 y AGOBIERNO DE LA REP. FED. DE ALEMANIA@@ del 16.5.2006, y de la Sala II AMICHAEL MICHALASHVILI@@ del 15.4.2004. Por ello y en tanto no se han producido ninguna de las causales que evitaran la sustanciación del respectivo juicio, debe posponerse a la etapa de juicio el planteo de la defensa basado en que el requerimiento de extradición lo es respecto de un hecho juzgado en el país. Poder Judicial de la Nación C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler ADURAN SAENZ, Pedro s/excep. De falta de acción...@@ 1.3.2007 Causa 40.088 Reg. 136 J. 9 - S. 17. FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO: TENENCIA DE DOCUMENTO NACIONAL DE IDENTIDAD AJENO. USO. art. 33 inc. Ad@@ de la Ley 20.974. Uso de partida de nacimiento ajena. Atipicidad. El uso de una partida de nacimiento ajena es un hecho que no constituye el delito previsto en el art. 33 inc. Ad@@ de la Ley 20.974, que solo incrimina el uso ilegítimo de documentos nacionales de identidad. Estos últimos son los que extiende el Registro Nacional de las Personas de acuerdo a lo que establece la propia ley en el art. 2°°, inc. Ac@@ (Ver C.C.C. Fed. Sala I AFRETES@ del 10.7.2003) y no puede extenderse a cualquiera que, de ser falso, estaría comprendido en el art. 292, 2do. y 3er párrafos del Código Penal porque se haría así una interpretación analógica de la ley penal, violatoria del principio de legalidad que consagra el art. 18 de la Constitución Nacional. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi AMONTOYA LLANTOP, Javier E. s/procesamiento@@ 6.3.2007 Causa 24.638 Reg. 26.494 J. 12 - S. 23. NOTA: Se citó además Fallos 184:126. FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO: FALSEDAD IDEOLOGICA. Opiniones vertidas en un dictamen. En relación con los elementos que conforman el tipo previsto en el artículo 293 del código sustantivo y especificamente en punto al destino del documento, debe tenerse en presente que A...La ley no pretende punir como falsedad ideológica la mentira sobre cualquier factor de composición del documento, aún cuando fuesen formalmente requeridos, sino la mentira sobre circunstancias que son sustancialmente imprescindibles para su destino como específica figura jurídica, es decir sobre el destino que se informa en el sentido jurídico del documento. Sólo sobre aquello que el documento prueba con efectos juridicamente propios del documento público puede considerarse la falsedad ideológica punible según el art. 293 (cnf. Carlos Creus AFalsificación de documento en general@, pag. 139, Ed. Astrea, Bs. As., 1993). Por ello es que un dictamen al que se lo tilda de haber contenido una opinión basada en Poder Judicial de la Nación informaciones que no se encuentran rendidas en el expediente administrativo correspondiente, no es el documento a que refiere la norma penal en cuestión, mas allá de la influencia que pudo tener en la decisión a que diera lugar. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun -Luraschi 21.3.2007 ARAMIRES, Raúl s/sobresemiento@ Causa 24.419 Reg. 26.560 J. 12 - S. 24. NULIDADES PROCESALES: NULIDAD DE SENTENCIA. Déficit en la fundamentación de los extremos probatorios de la existencia de delito y su atribuibilidad. FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTO PUBLICO. USO DE DOCUMENTO PUBLICO FALSIFICADO. AUTO DE PROCESAMIENTO. Elementos subjetivos del tipo penal por el que se procesa. La motivación, como exigencia para la validez de los pronunciamientos judiciales, (art. 123 del C.P.P.N.) supone la exteriorización del porque de las conclusiones de hecho y de derecho que el tribunal afirma para arribar a la solución del caso: se reconoce que una sentencia está fundada, al menos en lo que hace a la reconstrucción histórica de los hechos, cuando menciona los elementos de prueba a través de los cuales arriba racionalmente a una determinada conclusión fáctica, esos elementos han sido válidamente incorporados al proceso y son aptos para ser valorados (legitimidad de la valoración), y exterioriza la variación probatoria...siguiendo las leyes del pensamiento humano...de la experiencia y de la psicología común. (Maier, Julio B. J. ADerecho Procesal Penal) I- Fundamentos- Ed. Del Puerto, Bs. As., 2004 p. 482). Así, es nula la decisión acerca de la utilización de un formulario de transferencia de automotor (08), con la firma del titular falsificada - fallecido- certificada por escribano público, con la única referencia a estas circunstancias como fundamento de un auto de procesamiento , en tanto ello no alcanza para que mínimamente pueda considerarse probado el aspecto subjetivo del tipo penal involucrado, máxime cuando la prueba pericial caligráfica rendida en los autos concluye en la ajenidad de los procesados en la falsificación de ese documento. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 20.3.2007 ANAVAZIO, Mario y otros s/procesamiento...@@ Causa 39.729 Reg. 197 J. 8 - 15. REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: QUERELLANTE. Solicitud de desestimación de la denuncia efectuada por el Fiscal. NULIDADES PROCESALES. NULIDAD DE SENTENCIA. Poder Judicial de la Nación AComo ya tuve oportunidad de manifestar en anteriores decisiones, el poder de jurisdicción en orden a los delitos de acción pública nace sólo a partir del ejercicio de la acción por parte de los representantes del Ministerio Público (dejándose a salvo los delitos dependientes de instancia privada). Por ello, en autos, la inexistencia del requerimiento de instrucción fiscal importa ausencia de jurisdicción...@. (del voto del Dr. Cavallo). A...Ya tuve oportunidad de señalar que el derecho de la víctima a una tutela judicial efectiva al que aluden los tratados internacionales en la materia requiere para su efectiva materialización el reconocimiento de la posibilidad de dar curso a una investigación judicial, aún en forma autónoma, sin perjuicio del control de razonabilidad y pertinencia a la que pueda estar sujeta dicha petición (Conf...@ THOMAS HATTI@@ del 1.9.2005. Entonces....@la resolución en crisis resulta prematura, toda vez que, mínimamente debieran extremarse las medidas probatorias que permitan determinar si de la maniobras denunciadas puede derivar la comisión de un hecho delictivo, ya sea a la luz de alguno de los supuestos típicos previstos en el art. 117 bis. del Código Procesal Penal de la Nación, o bien cualquier otra calificación que surja con el avance de la investigación, todo ello, sin perjuicio de la posibilidad que tiene el querellante de intentar que su conflicto sea reparado por otra vía.(del voto del Dr. Freiler). Es nula la resolución del juez de primera instancia que basa la desestimación de la denuncia recurrida por el posteriormente constituido como parte querellante por análogos fundamentos vertidos en autos ABANESTO S.A.@ del 14.10.2005. (del voto por la mayoría del Dr. Irurzun). ANo es válido desestimar la denuncia con el exclusivo argumento de que no se ha producido el requerimiento fiscal de instrucción, cuando la actuación del pretenso querellante particular descarta que el juez esté actuando de oficio ante la falta de impulso de la acción penal. esta situación, en efecto, exige que el magistrado se expida sobre la relevancia penal de los hechos denunciados, de manera que para ello inexorablemente debe declararse la nulidad del auto desestimatorio de la denuncia.@ (C.C.C. Fed. Sala II AAEROLINEAS ARGENTINAS@ del 19.4.2006. (del voto del Dr. Luraschi por la mayoría y con expresa adhesión al voto del Dr. Irurzun). C.C.C. Fed. Sala I Cavallo (en minoría p/sus fundamentos) - Freiler (en minoría p/sus fundamentos) - Irurzun (por la mayoría s/sus fundamentos) - Luraschi (por la mayoría s/sus fundamentos). 2.3.2007 Causa 39.761 ABANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA...@ Reg. 142 J. 2 S. 3. REQUERIMIENTO FISCAL DE ELEVACION A JUICIO: NULIDADES PROCESALES. Principio de congruencia. ASOCIACION ILICITA. Calificación en el dictamen como organizador. Introducción de una agravante del mismo delito. DECLARACION INDAGATORIA. Poder Judicial de la Nación Las invocadas apreciaciones de que: Ano cualquier aporte indispensable para la asociación es sinónimo de ser organizador@, Ano cualquiera que inicia gestiones para constituir una sociedad es organizador@ y Ano cualquier fundador es organizador@, no tienen incidencia alguna en los hechos extensamente descriptos en la indagatoria -de un modo claro y preciso-, que no puede dar lugar a equívocos, y que se calificaron provisoriamente como constitutivos de los delitos de asociación ilícita y defraudación a la administración pública -artículo 174 inc.5°° y 210 del C.P.-, sin que en ese acto se especificara el grado de participación ni la forma en que concurrían. Por el contrario, habiendo tomado conocimiento la defensa de los términos por los cuáles ha sido acusado su pupilo, cuenta con la posibilidad de efectuar una adecuada defensa al contestar la acusación, e incluso puede ofrecer aquellas pruebas que considere pertinentes para esclarecer la participación que le cupo, de conformidad con lo previsto en el artículo 355 del Código Procesal Penal de la Nación; resultando la etapa -ampliamente contradictoria- de juicio la apropiada para definir la calificación jurídica habrá de asignársele a los hechos. A lo dicho se le debe sumar que la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido: A...que el encuadramiento legal que se pone de manifiesto al incoarse una acción penal, o al requerirse por parte del fiscal la prosecución de la instrucción; como la sospecha que evidencia el juez acerca de la participación de una persona en ese hecho penalmente relevante al recibirle declaración indagatoria según la imputación asumida, y la calificación legal que se hace al dictarse su procesamiento, son actos meramente provisionales y que no causan estado. Incluso los encuadramientos legales allí atribuídos son susceptibles de sufrir modificaciones...@ (ver de la Sala II, causa 1230 AIMEXAR@, reg. n°1640, rta. el 9/10/1997). También se dijo que: A...Si bien es cierto que el principio de congruencia debe verificarse a partir de la correlación existente entre los términos en que quedó sustanciada la acusación y el contenido de la sentencia, esta correlación no obedece a meras razones de simetría judicial, sino que debe haber identidad esencial respecto de la plataforma fáctica que se verificó en la imputación inicial, el requerimiento de elevación y la sentencia condenatoria, sin que sea indispensable que la calificación jurídica definitivamente asignada deba ser la misma que la provisoriamente dada en el procesamiento y en el requerimiento fiscal...@ (ver causa n° 4395-Sala II-A HERRERA, Félix Benicio s/recurso de casación@ registro 5798 del 26/6/2003). Por su parte, afirmó la Sala III que: A...la regla que determina que debe existir correlación entre la acusación y la sentencia, fija cual será el ámbito de la decisión de los jueces que se corresponde con el hecho descripto en el primero de los actos procesales señalados. En este sentido...el hecho fijado en la sentencia deberá ser idéntico en sus aspectos esenciales al descripto en la acusación, pero podrán ser completados con detalles y circunstancias obtenidas durante el debate...@ (Cafferata Nores, José I.; Tarditti, Aída: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, tomo II, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2003, p. 264)... Alo que interesa, entonces, es el acontecimiento histórico imputado, como situación de vida ya sucedida (...) que se pone a cargo de alguien como protagonista...@ (Maier, Julio B. J.: Derecho procesal penal, I. Fundamentos, segunda edición, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, p. 569). La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que el cambio de calificación no configura agravio constitucional alguno siempre que la condena verse sobre los mismos hechos que fueran objeto de debate en la causa (Fallos 316:1793).( ver Causa nro. 5488 AMOREYRA, Rubén Omar s/ recurso de casación@, reg.n°° 504/2005 , rta. el 16/6/2005) Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, ha dicho que: A... normalmente durante las Poder Judicial de la Nación etapas preliminares del proceso no tiene lugar una acabada descripción del hecho imputado, lo que lleva muchas veces a que su significación jurídico-penal tampoco sea precisa, y que junto con una determinada calificación jurídica, subsistan varias otras de distinto modo (conjuntamente, subsidiariamente, etc). Frente a esta indeterminación puede también encontrarse el Tribunal de juicio. La estructura de nuestro proceso penal y concretamente la regulación de la etapa denominada Acrítica instructoria@ (art.346/353 del C.P.P.N.), posibilitan, por ejemplo, que la calificación jurídica, e incluso la plataforma fáctica, contenida en los requerimientos de elevación a juicio y en el auto de elevación a juicio respecto de un mismo hecho sean disímiles...en estos supuestos...debe tenerse en consideración la imputación más gravosa de las posibles con relación al hecho objeto de juicio...@ (ver causa n°1856 ACLEBAÑER@, reg. n°3133.4, rta. el 19/2/2001). En consecuencia, no habrá de prosperar la petición de nulidad del requerimiento de elevación a juicio del Ministerio Público que planteo la defensa del imputado. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 22.3.2007 AIncd. de nulidad de VAZQUEZ, José...@@ Causa 24.803 Reg. 26.566 J. 2 - S. 3. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 22 de marzo de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fojas 17/23 por el doctor Marcos G. Salt, contra la resolución que luce a fojas15/6 en cuanto rechaza el planteo de nulidad del requerimiento de elevación a juicio formulado por el Fiscal. La defensa invoca que la calificación más gravosa y sorpresiva de organizador de una asociación ilícita por la cual fue acusado Eduardo José Vázquez, viola el principio de congruencia y el derecho de defensa en juicio, ya que el nombrado fue procesado como integrante de ese tipo de asociación. Ahora bien, aunque a través del memorial que luce a fs.42/56, el doctor Salt pretende demostrar que la modificación en el grado de participación en el delito -previsto por el artículo 210 del Código Penal-, implica en este caso en particular un cambio en la base fáctica de los hechos que se le atribuyen a su pupilo, de los ejemplos que utiliza para sostener su tesis se desprende lo contrario. En efecto, las invocadas apreciaciones de que: Ano cualquier aporte indispensable para la asociación es sinónimo de ser organizador@, Ano cualquiera que inicia gestiones para constituir una sociedad es organizador@ y Ano cualquier fundador es organizador@, no tienen incidencia alguna en los hechos extensamente descriptos en la indagatoria -de un modo claro y preciso-, que no puede dar lugar a equívocos, y que se calificaron provisoriamente como constitutivos de los delitos de asociación ilícita y defraudación a la administración pública artículo 174 inc.5°° y 210 del C.P.-, sin que en ese acto se especificara el grado de participación ni la forma en que concurrían. Por el contrario, habiendo tomado conocimiento el doctor Salt de los términos por los cuáles ha sido acusado su pupilo, cuenta con la posibilidad de efectuar una adecuada defensa al contestar la acusación, e incluso puede ofrecer aquellas pruebas que considere pertinentes para esclarecer la participación que le cupo, de conformidad con lo previsto en el artículo 355 del Código Procesal Penal de la Nación; resultando la etapa -ampliamente contradictoria- de juicio la apropiada para definir la calificación jurídica habrá de asignársele a los hechos. A lo dicho se le debe sumar que la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido: A...que el encuadramiento legal que se pone de manifiesto al incoarse una acción penal, o al requerirse por parte del fiscal la prosecución de la instrucción; como la sospecha que evidencia el juez acerca de la participación de una persona en ese hecho penalmente relevante al recibirle declaración indagatoria según la imputación asumida, y la calificación legal que se hace al dictarse su procesamiento, son actos meramente provisionales y que no causan estado. Incluso los encuadramientos legales allí atribuídos son susceptibles de sufrir modificaciones...@ (ver de la Sala II, causa 1230 AImexar@, reg. n°1640, rta. el 9/10/1997). También se dijo que: A...Si bien es cierto que el principio de congruencia debe verificarse a partir de la correlación existente entre los términos en que quedó sustanciada la acusación y el contenido de la sentencia, esta correlación no obedece a meras razones de simetría judicial, sino que debe haber identidad esencial respecto de la plataforma fáctica que se verificó en la imputación inicial, el requerimiento de elevación y la sentencia condenatoria, sin que sea indispensable que la calificación jurídica definitivamente asignada deba ser la misma que la provisoriamente dada en el procesamiento y en el requerimiento fiscal...@ (ver causa n° 4395-Sala II-A Herrera, Félix Benicio s/recurso de casación@ registro 5798 del 26/6/2003). Por su parte, afirmó la Sala III que: A...la regla que determina que debe existir correlación entre la acusación y la sentencia, fija cual será el ámbito de la decisión de los jueces que se corresponde con el hecho descripto en el primero de los actos procesales señalados. En este sentido...el hecho fijado en la sentencia deberá ser Poder Judicial de la Nación idéntico en sus aspectos esenciales al descripto en la acusación, pero podrán ser completados con detalles y circunstancias obtenidas durante el debate...@ (Cafferata Nores, José I.; Tarditti, Aída: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, tomo II, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2003, p. 264)... Alo que interesa, entonces, es el acontecimiento histórico imputado, como situación de vida ya sucedida (...) que se pone a cargo de alguien como protagonista...@ (Maier, Julio B. J.: Derecho procesal penal, I. Fundamentos, segunda edición, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, p. 569). La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que el cambio de calificación no configura agravio constitucional alguno siempre que la condena verse sobre los mismos hechos que fueran objeto de debate en la causa (Fallos 316:1793).( ver Causa nro. 5488 AMoreyra, Rubén Omar s/ recurso de casación@, reg.n°° 504/2005 , rta. el 16/6/2005) Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, ha dicho que: A... normalmente durante las etapas preliminares del proceso no tiene lugar una acabada descripción del hecho imputado, lo que lleva muchas veces a que su significación jurídico-penal tampoco sea precisa, y que junto con una determinada calificación jurídica, subsistan varias otras de distinto modo (conjuntamente, subsidiariamente, etc). Frente a esta indeterminación puede también encontrarse el Tribunal de juicio. La estructura de nuestro proceso penal y concretamente la regulación de la etapa denominada Acrítica instructoria@ (art.346/353 del C.P.P.N.), posibilitan, por ejemplo, que la calificación jurídica, e incluso la plataforma fáctica, contenida en los requerimientos de elevación a juicio y en el auto de elevación a juicio respecto de un mismo hecho sean disímiles...en estos supuestos...debe tenerse en consideración la imputación más gravosa de las posibles con relación al hecho objeto de juicio...@ (ver causa n°1856 AClebañer@, reg. n°3133.4, rta. el 19/2/2001). En consecuencia, no habrá de prosperar la petición de nulidad del requerimiento de elevación a juicio del Ministerio Público que planteo la defensa del imputado. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución que luce a fs.15/6 en todo cuanto decide y fuera materia de apelación. Regístrese, notifíquese al Fiscal General y remítase al Juzgado de origen a fin de que se efectúen en dicha sede las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@ MENORRES: ALTERACION DE IDENTIDAD. SUSTRACCION DE MENORES. Tipo objetivo. Alteración de la identidad de un menor sin que se lo retenga u oculte. No es necesario que se retenga u oculte al menor para tener por configurado el tipo objetivo del delito de alteración de su identidad, siendo que este tipo penal puede ser consumado Apor un acto cualquiera@ (art. 139, segundo párrafo del Código Penal según ley 24.410). C.C.C. Fed. Sala II 2.3.2007 Causa 24.739 Irurzun - Luraschi AS. G.; A. s/proc. art 139....@ Reg. 26.481 J. 8 - S. 15. NOTA: Ver transcripción completa de la sentencia anotada. ABuenos Aires, 2 de marzo de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I. Llega la presente incidencia a conocimiento y decisión de esta Sala, a raíz del recurso de apelación interpuesto a fojas 6/8, por la Dra. Roxana Beatriz Genovés, abogada defensora de AA.; S. G.@, contra la resolución que en fotocopias obra glosada a fojas 1/4, por cuanto en ella se decidió procesar a la nombrada en orden a los delitos de alteración de identidad de un menor de 10 años en concurso ideal con falsedad ideológica de documento destinado a acreditar la identidad de las personas y en concurso real con reducción a servidumbre, a título de autora (artículos 45, 54, 55, 139, inciso segundo, 140 y 293, segundo párrafo, del Código Penal). II. Los motivos de apelación esgrimidos en el escrito de referencia, se centran en: a) que A S. G.@ no retuvo ni ocultó al menor AJ.J.@; b) que no tenía intención de alterar la identidad de éste o, en todo caso, que su obrar estuvo viciado por un error que recae sobre la prohibición de su conducta; c) que de acuerdo a las constancias de autos no es posible vislumbrar peligro de perjuicio alguno a raíz de la falsedad ideológica en cuestión, ya que la documentación no llegó a ser usada; d) que su asistida carecía de conciencia y voluntad de crear el estado de peligro Poder Judicial de la Nación inherente a la falsedad instrumental o, en su defecto, incurrió en un error de prohibición; e) que la alteración de la identidad del menor y la falsedad ideológica no constituyen conductas antijurídicas por existir un estado de necesidad justificante en tanto se hallaban en juego la vida y la salud de AE. H.; S.@ y de su hijo durante el parto y después de él respecto de este último; y f) que no existe en estos actuados prueba alguna que demuestre que AS.@ no Aestaba bajo por su propia voluntad@ en la casa de su defendida antes de marzo de 2006. Al tiempo de brindar los fundamentos en los términos del artículo 454 del libro adjetivo, la defensa incorporó dos nuevos agravios que rondaron: g) la falta de perjuicio por la comisión del delito normado en el artículo 139, inciso segundo, del Código Penal, citando como sustento jurisprudencia de esta Sala del 16 de febrero de 1993, con relación al elemento subjetivo Apropósito de causar perjuicio@ y h) la imposibilidad típica de incluir entre los instrumentos conminados con pena más grave enunciados en el segundo párrafo del artículo 293 del Código Penal, a los mencionados en el segundo párrafo del artículo 292 del mismo cuerpo legal, entre los que se encuentra el D.N.I.. III. A. Sentado lo expuesto, cabe decir que el testimonio brindado por la denunciante AE. H.; S.@ donde le imputó a AA.; S. G.@ haberla reducido a servidumbre, antes de abril de 2006, contrariamente a lo alegado por la defensa, encuentra apoyo en: 1. Las lesiones habidas en el cuerpo de AE. H.; S.@, vistas por Rosalía Martínez Bejarano, conforme se desprende de su declaración testimonial glosada a fojas 40/41 del principal, y que justificaron que fuera alojada, junto a su bebé, en la casa de un vecino llamado Rufino Valdivia Apara así evitar que regresara a la casa de la Sra. Albina, ya que allí corría peligro@; y las halladas en el infante -brazo y cordón umbilical inflamado-, constatadas en el Hospital Rivadavia, según los testimonios de AH. S.@ y de la nombrada Martínez Bejarano, prestados a fojas 35/36 y recién citadas, ambas del principal; 2. El conocimiento de otros vecinos de los malos tratos a los que era sometida AE. H.; S.@ por parte de AA.; S. G.@, también de acuerdo a lo manifestado testimonialmente por Rosalía Martínez Bejarano (fs. cits.); 3. Lo que según relatan testigos expresó AA.; S. G.@ al ir a buscar a la casa de Rufino Valdivia a AH. S.@, a quien A...de mala manera...increpó......qué hacía en esa casa, quién la había sacado de la suya...y le exigió que regresara...@; más la negativa de la imputada de contar con las A...las pulseritas identificatorias entregadas en el hospital y los documentos de AJ.J.@...@, a lo que agregó que este último A...había nacido en su domicilio...@ (ver testimonio de Rosalía Martínez Bejarano referido precedentemente). 4. Lo volcado en el informe efectuado por profesionales del Hospital Rivadavia sobre la comunicación que la Sra. Romero -hija de AA.; S. G.@- habría mantenido con familiares de AH.@AS.@, en la cual les habría dicho que ésta había fallecido y sobre la amenaza que aquella le habría hecho a todas las personas que la ayudaron (ver fojas 13 y 33/34 del principal). B. Dicho contexto y las limitaciones de AH. S.@ para valerse por sus propios medios en la República Argentina -ya que habría ingresado a este país en agosto de 2005, en forma clandestina y con la ayuda de AA.; S. G.@, por carecer de documentación de identidad, proveniente de Bolivia y, además, la circunstancia de hablar sólo el idioma Aquechua@- también hacen plausible su versión de los hechos en cuanto a que el 17 de febrero de 2006 fue Apresionada@ por A S. G.@ a utilizar el documento de identidad de esta última para concurrir a un control de embarazo en el Hospital Rivadavia, en tanto le manifestara que no la atenderían como indocumentada (ver informe de la licenciada María Luisa Remonte obrante a fojas 33/34 del principal), para, a partir de ello y producido el parto de su hijo fuera inscripto como AJ.J. S.@. Respecto de esta segunda imputación, la recurrente no cuestiona la materialidad del suceso, es decir, la alteración de la identidad del menor de 10 años, mediante su conducta tendiente a hacer insertar en instrumentos públicos destinados a acreditar el estado civil e identidad -partida de nacimiento y documento nacional de identidad- la falsa creencia de que éste, inscripto bajo aquel nombre, era su hijo y no de AE. H.; S.@. Sino que sus argumentos ponen en tela de juicio que tal conducta pudiere hallar encuadre legal en los delitos previstos en los artículos 139, inciso segundo, y 293, segundo párrafo, ambos del Código Penal. Se adelanta que tal posición de la defensa habrá de ser rechazada. Ello así pues, no es necesario que se retenga u oculte al menor para tener por configurado el tipo objetivo del delito de alteración de identidad, siendo que este tipo penal puede ser consumado Apor un acto cualquiera@ (artículo 139, segundo párrafo, del Código Penal según ley 24.410, sancionada el 30 de noviembre de 1994). Y aquí debe tenerse presente que la imputada se habría valido de la ardidosa presentación en el Hospital Rivadavia, a través de su hija Irma Romero AS.@, de su documento de identidad -o de una fotocopia de él- para que AE. H.; S.@ el 17 de febrero de 2006 -cuando se hizo un control del embarazo-fuera identificada con su nombre; asegurándose de ese modo, que el día del nacimiento del bebé, la parturienta nuevamente fuera tenida por A S. G.@ -el 26 de febrero siguiente- y, por tanto, se procediese a registrar al menor con el apellido AS.@, siendo ella quien llevó adelante los trámites de la inscripción. Ciertamente que tal maniobra pudo alcanzar un resultado exitoso, a partir de las circunstancias que rodearon la estadía de AH. S.@ en la República Argentina ya referidas más arriba, esto es, su ilegal ingreso a este país debido a la falta de documentación expedida por las autoridades bolivianas que acreditasen su verdadera identidad, la dependencia de la nombrada para alcanzar su subsistencia y la de su futuro hijo y la dificultad que tenía para comunicarse con terceros, dado que sólo hablaba el idioma quechua; siendo que, todo ello, unido a la necesidad de atención médica para alcanzar el alumbramiento, generó la posibilidad de que A S. G.@ cuente con medios idóneos para coaccionarla con el fin de que utilizase su documento de identidad y que más tarde se produjese el desenlace precedentemente reseñado. C. Por otra parte, cabe recordar que la misma imputada reconoce haber entregado su documento de identidad para que el menor fuera inscripto con su apellido en el acta de nacimiento y consecuentemente en el documento nacional de identidad N° 47.065.858, donde se lo identifica como AJ.J.@ AS.@; por lo que mal puede decirse Poder Judicial de la Nación que careció del dolo requerido tanto para la comisión del delito de alteración de identidad de un menor de 10 años, como del delito de falsedad ideológica. D. Los alegados estados de necesidad justificante y error de prohibición, tampoco se condicen con las restantes circunstancias que rodearon los hechos en estudio. Es que, más allá de las conclusiones a las que pudieren arribarse en una etapa del proceso que permita un debate más amplio de este asunto, de momento debe señalarse que la inicial actitud de AA.; S. G.@ en estos sucesos, consistente en entregar su documento nacional de identidad -o una fotocopia de él-, a su hija, Yrma o Irma Romero AS.@, para que con dicha constancia sea ésta quien acompañase a AE. H.; S.@ el 17 de febrero de 2006 al Hospital Rivadavia, con el fin de que se valiera de ella, como su interlocutora al tiempo en que se realizara un control de su embarazo, sumada a: 1) la posterior negativa de Romero a volver a exhibir dicha identificación al personal médico que así lo requirió, 2) al hecho de haber sido la aquí imputada quien personalmente -y sin ir junto a la verdadera madre- retiró la partida de nacimiento y el documento nacional de identidad del menor AJ.J.@ y 3) a que, pese a ello, no le entregara dicha documentación a esta última, pese a haberle sido requerido; son elementos de cargo que enervan, en este estadio del proceso, tanto su alegada causal de justificación como la de exculpación sobre este particular (ver fojas 33, 35/36, 48, 51/52, 79, 86/89 y 237/238 del principal). Tras lo dicho, cabe aclarar que no es creíble lo narrado por A S. G.@ en torno a que sólo acompañó a AH. S.@ a retirar los documentos de AJ.J.@ a la Delegación del Registro Civil habida en el Hospital Rivadavia, puesto que fue ella misma la que suscribió las constancias de retiro como la verdadera madre de aquel. Además, y amén de no haberse acreditado que se niega la atención médica hospitalaria a indocumentados, el pretendido estado de necesidad que habría motivado la conducta de A S. G.@, de proveerle su documento de identificación, objetivamente no se encuentra constituido. Ello así pues, aún en su hipótesis, la conservación de la vida y la salud de la nombrada y de su hijo AJ.J.@ no requería que se continuase manteniendo tal falsedad, al punto de seguir adelante con la inscripción del nacimiento como hijo de la imputada. Tal es así, que el Hospital Rivadavia aceptó la internación de AH. S.@ y su hijo aún sin contar con documentos de identidad en su poder desde 6 de abril al mes de diciembre de 2006 (ver fojas 33/34, 149/155, 182, 189, 225/227 y 273vta. del principal). E. En punto a la Aposibilidad real@ de perjuicio como exigencia típica en las falsedades documentales de instrumentos públicos, tiene dicho esta Sala que: A...la confección de un documento público constituye un hecho ilícito autónomo que debe ser perseguido penalmente de manera independiente del que con posterioridad se cometiera con el mismo, en razón de que el momento consumativo de la falsedad de documentos públicos coincide con su creación e impide que la comisión de un ulterior delito, en este caso la estafa, pueda interpretarse como constitutivo de un mismo hecho, cuando en realidad se han vulnerado dos bienes jurídicos distintos...@. A mayor abundamiento, también ha sostenido el tribunal que: A...la falsificación de documento público no requiere de su uso para dar por consumado el ilícito...@ (Ver causa N° 23.110, ASegovia, Walter A. s/competencia@, del 20/09/05, Reg. N° 24.220; causa N° 21.097, ARanco, César R. y otra s/competencia@, del 01/07/04, Reg. N° 22.601 y 13.763, ARestivo, Enrique Jorge s/procesamiento@, del el 28/10/97, Reg. N° 14.793. En igual sentido: causa N° 14.663, AIUD, Fernando s/sobreseimiento@, del 8/10/98, Reg. N° 15.854; causa N° 16.250, ADe Antoni, Néstor O. s/falta de mérito@, del 7/3/2000, Reg. N° 17.295 y causa N° 22.622, del 28/6/05, Reg. N° 23.858, y sus citas, entre muchos otros). Por lo demás, aún en la tesitura de la defensa, no debe perderse de vista que el certificado de nacimiento del menor AJ.J.@, fue usado para expedir el documento nacional de identidad de éste. F. En orden al agravio reseñado en el ítem Ag@ del considerando II de la presente, habrá de señalarse que si bien la jurisprudencia de este Tribunal consideraba que el art. 139, inc. 2°, del Código Penal contenía el propósito de causar perjuicio como un especial elemento subjetivo (ALavallen@, del 18/4/89, Reg. N° 6440; ARuffo@, del 16/2/93, Reg. N° 9626 y AMiara@ del 19/12/95, Reg. N° 12.661); tal interpretación, necesariamente debió variar a partir de la reforma introducida por la Ley 24.410 que, entre otras cosas, ha suprimido dicho elemento del artículo 138 del Código Penal, en el que se consideraba que se encontraba descripto el tipo básico de la figura agravada contenida en el artículo 139 del mismo cuerpo legal. Dicha variación legislativa ha significado que A...situaciones que antes fueron consideradas impunes resulten ahora típicas, con lo cual la alegación de motivos >benévolos= por parte de los imputados carece de relevancia. Por ello, constituye el delito previsto y penado por el art. 139, inc. 2° y 293 del Código Penal la inscripción como hija sin que existiera vínculo biológico con ella...@ (Confr. causa N° 16.968, AD. F. y otras s/inf. Art. 139, inc. 2° y 293 del Código Penal@, del 20/12/00, Reg. N° 18.295, entre otras). G. Finalmente, en lo que hace a la crítica del pronunciamiento impugnado enunciada en el ítem Ah@ del considerando precedente, corresponde tener presente que esta Sala ha venido sosteniendo que una adecuada hermenéutica legislativa lleva a concluir que el segundo párrafo del artículo 293 del Código Penal (redacción según Ley 24.410), al remitir al artículo anterior, lo hace tanto al párrafo segundo como al tercero, atendiendo a las características intrínsecas de la clase de instrumentos públicos a los que sus enumeraciones refieren (ver en tal sentido ver causa N° 15.926, AM., E. L. s/procesamiento@, del 2/12/99, Reg. N° 17.084, entre otras). Siguiendo esta tesitura, ha expresado Carlos Creus que A...es difícil comprender un tipo penal que, no conteniendo una enunciación taxativa y circunstanciada de los objetos del delito, se remita a una equiparación que, imprescindiblemente, requiere la consideración de aquellos objetos que obran como presupuestos de equiparación, sin abarcarlos a su vez; entonces el tipo de remisión prácticamente quedaría sin sustento al eliminar la propia relación de equiparación. Por nuestra parte no logramos entender cómo a una ley de nítida trascendencia interpretativa -como es la ley 21.766- se le puede hacer asumir una consecuencia de la magnitud típica que se le asigna en la doctrina expuesta [aludiendo a la aquí planteada por la defensa]. En realidad, el párr. último del art. 293 se refiere al tipo del párr. último del art. 292, y ese tipo no radica en el párr. 3° de esa disposición, sino en ese párrafo en conjunción con el párr. 2°, y es en éste donde se describe la conducta de la figura especial. Es verdad que en la ley hay una incorrección, un defecto de técnica legislativa, pero es un error corregible, que no vulnera el principio de legalidad Poder Judicial de la Nación ni paga tributo a la incongruencia...@ (Carlos Creus, Derecho penal, Parte especial, T° II, 5° ed. actualizada, 1° reimpresión, Astrea, abril de 1996, págs. 452/453 -lo volcado entre corchetes no es del texto original y lo destacado en negrillas nos pertenece-). Poder Judicial de la Nación IV. Tras lo expuesto, es dable concluir con el grado de probabilidad requerido por el artículo 306 del libro adjetivo que antes de abril de 2006 predominó la voluntad de AA.; S. G.@, sobre la de AE. H.; S.@, siendo los aludidos en los párrafos que anteceden indicios de peso para tener por cierto, entonces, no sólo que la coaccionó durante los trámites de identificación sucedidos en el Hospital Rivadavia, sino también que fue forzada a realizar las tareas domésticas de la casa sin remuneración alguna, que era alimentada con las sobras de la comida que compartía la imputada con su cónyuge e hijos, que era golpeada y privada de salir de la vivienda -salvo que lo hiciera con sus parientes y para buscar agua-, y que su hijo también era mal tratado; con lo cual es dable considerar configurado el sometimiento propio de la figura prevista en la primera hipótesis del artículo 140 del Código Penal, en concurso real con alteración de identidad de un menor de diez años en concurso ideal con falsedad ideológica de certificado de nacimiento y de documento nacional de identidad, sin perjuicio de la calificación legal que en definitiva pudiere corresponder. V. Previo a finalizar no puede dejar de advertirse que las secuelas de los delitos aquí investigados, vienen condicionando la declarada decisión de AE. H.; S.@ de regresar a su país de origen con su hijo. Nótese en tal sentido que según se desprende de fojas 216/220 y 232/233 del principal, en los autos N° 47.062/06 del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 10, caratulados A@ S. G.@, AJ.J.@ s/ protección de persona@, se procura esclarecer la situación de identidad del menor condicionando ello a lo que surja de la presente investigación (se requirió si se ha realizado Aprueba pericial de ADN@, lo que fue respondido a fojas 268 en forma negativa, más sin precisar que en autos ninguna parte ha cuestionado que el niño es hijo de AH. S.@, ni poner en su conocimiento la medida ordenada a fs. 266). En razón de tales circunstancias y sin perjuicio de no constituir este asunto el motivo por el cual se habilitara el presente recurso, corresponde exhortar al Sr. Juez de la instancia anterior y a los restantes Magistrados y funcionarios a los que les competa intervenir en el caso, para que agilicen las vías de comunicación y adopten todos los medios necesarios para que se atienda su situación conforme a derecho y con la premura que ésta exige. En virtud de los fundamentos precedentes el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución recurrida en todo cuanto decide y fue materia de apelación, EXHORTANDO al Sr. Juez de primera instancia y a los restantes Magistrados y funcionarios que intervienen en el caso en los términos consignados en el considerando V de la presente. Regístrese, devuélvanse los autos principales, hágase saber al Sr. Fiscal General, y remítase este incidente al Juzgado de origen, donde deberán realizarse las restantes notificaciones que correspondan y librar los oficios con copia de la presente a los mencionados funcionarios.-.@ MENORES: ALTERACION DEL ESTADO CIVIL. Alegación de motivos Abenévolos@. Art. 139, inc. 2°° y 292 del Código Penal. Si bien la jurisprudencia de este Tribunal consideraba que el art. 139, inc. 2°° del Código Penal contenía el propósito de causar perjuicio como un especial elemento subjetivo (LAVALLEN@ del 18.4.89, Reg. 6440; ARUFFO@ del 16.2.93 y AMIARA@ del 19.12.95) tal interpretación necesariamente debió variar a partir de la reforma introducida por la Ley 24.410 que, entre otras cosas, ha suprimido dicho elemento del art. 138 del Código Penal, en el que se encontraba descripto el tipo básico de la figura agravada contenida en el art. 139 del mismo cuerpo legal. Dicha variación legislativa ha significado que A....situaciones que antes eran consideradas impunes resultan ahora típicas, con lo cual la alegación de motivos Abenévolos@ por parte de los autores carecen de relevancia. Por ello, constituye el delito previsto y penado por el art. 139, inc. 2°° y 293 del Código Penal la inscripción como hijo sin que existiera vínculo biológico con el autor (AD.F. y otras@@ art. 139 inc. 2°° y 293 del Código Penal@@) del 20.12.2000. C.C.C. Fed. Sala II 2.3.2007 Causa 24.739 Irurzun - Luraschi AS. G.; A. s/proc. art 139....@ Reg. 26.481 NOTA: Ver transcripción completa de la sentencia anotada. J. 8 - S. 15. Poder Judicial de la Nación RECURSO DE CASACION: PRISION PREVENTIVA. Prórroga. PLAZOS PROCESALES. Procedencia del recurso contra el auto que prorroga la prisión preventiva.En tanto es equiparable a una sentencia definitiva, pues restringe la libertad del imputado con anterioridad al fallo final ocasionando un perjuicio de imposible reparación ulterior afectando un derecho que requiere tutela inmediata, procede el recurso de casación contra el auto que prorroga la prisión preventiva. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi ACAPDEVILLA, Carlos O. s/casación...@@ 8.3.2007 Causa 24.781 Reg. 26.513 J. 12 - S. 23. REDUCCION A SERVIDUMBRE: Trabajos domésticos y maltratos. Sustitución de la identidad de menores. Forzar a una persona a realizar tareas domésticas sin remuneración alguna, suministrarle como alimento las sobras de la comida que compartía la imputada con su cónyuge e hijos, golpearla y privarla de salir de la vivienda salvo que lo hiciera con sus parientes y para buscar agua- y maltratar a su hijo; puede considerarse por configurado el sometimiento propio de la figura prevista en la primera hipótesis del artículo 140 del Código Penal. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi AS. G.; A. s/proc. art 139....@ 2.3.2007 Causa 24.739 Reg. 26.481 J. 8 - S. 15. ABUSO DE AUTORIDAD: Juez de la Ciudad de Buenos Aires que ordena la clausura de un buque casino surto en el puerto de la Ciudad fuera del ámbito de su jurisdicción. Es constitutiva del delito de abuso de autoridad (art. 248 del C.P.), la conducta de un juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires que toma una medida -clausura- fuera del ámbito de su jurisdicción. Esto así en tanto ordenó, con gran despliegue de personal de su juzgado y de la Poder Judicial de la Nación Prefectura la clausura de las instalaciones de un casino instalado en un buque surto en el puerto de la Ciudad en contra de una decisión expresa de la justicia federal y en clara violación de la Constitución Nacional y de las Leyes Nacionales y Provinciales. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah AGALLARDO, Roberto A. s/procesamiento@ 20.4.2007 Causa 39.744 Reg. 301 J. 5 - S. 9. NOTA: Además el tribunal reitera su doctrina expuesta en autos ACASINOS DE BUENOS AIRES@ del 6.6.2006 y respecto del tema COMPETENCIA, en donde se halle en cuestión un buque amarrado en el puerto de la Ciudad de Buenos Aires. NOTA II: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 20 de abril de 2006. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I.El Dr. Huñis interpone recurso de apelación a fs. 21/22 contra la resolución de fs. 1/18, por la que el Sr. juez de grado decretó el procesamiento sin prisión preventiva de Roberto Andrés Gallardo en orden al delito previsto por el art. 248 del Código Penal de la Nación. A fs. 31 obra agregada la constancia que da cuenta que la defensa no hizo uso del derecho que le acuerda el art. 454 del Código Procesal Penal de la Nación. II.Se inician las presentes actuaciones con fecha 5 de abril del corriente año, a raíz de los testimonios remitidos por el nombrado Gallardo en su calidad de Juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires. De ellos surge que, en el marco de lo actuado en el expediente n° 9933/8, ordenó la interdicción judicial de los buques-casino, para que los mismos no pudieran ser utilizados dentro de la jurisdicción de la ciudad de Buenos Aires. Ante la denuncia que presentó el Dr. Monner Sans por el incumplimiento de dicha medida, formó el incidente n° 9933/11 en el que ordenó la clausura del barco-casino APRINCESS@, ubicado en la dársena sur del puerto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la extracción de testimonios a fin de que se investigue la posible comisión del delito de desobediencia por parte de los integrantes del Directorio de la empresa Casino de Buenos Aires S.A., los cuales dieron origen a la presente causa(cf. fs. 1/14). Presentado en este proceso, el Dr. Hachelias en representación de la nombrada firma, expresó que el actuar del Juez Gallardo en el marco de aquel incidente encuadraría en los delitos de abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público y allanamiento ilegal. Acompaña en su respaldo testimonios de la causa n° 30.861/2005 del Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal n° 2, que dan cuenta de la medida cautelar preventiva allí dictada con fecha 5 de octubre de 2005 por el Magistrado a cargo (Dr. Sergio Fernández), que ordenaba A...abstenerse de adoptar cualquier tipo de disposición que importara alterar, modificar, innovar, afectar y o restringir los derechos de la firma Casino de Buenos Aires S.A., respecto de la explotación de la concesión otorgada por Lotería Nacional S.E. mediante resoluciones 292/99 y 84/02, y que se llevara a cabo a bordo del buque de bandera Nacional APRINCESS@; debiendo asimismo los demandados abstenerse de toda acción o de la adopción de cualquier tipo de medida que implique desconocer la vigencia del convenio de fecha 30/10/03, suscripto entre Lotería Nacional S.E. y el Instituto de Juegos y Apuestas de la ciudad de Buenos Aires...@ (v. fs. 35/61). Asimismo, el mencionado letrado relató los hechos acaecidos el 27 de marzo del año en curso, a raíz de la orden de clausura dispuesta por el juez local. Señaló que ese día se hizo presente en el citado buque una mujer que dijo ser Secretaria del Juzgado a cargo del Dr. Gallardo junto con varias personas, quien requirió la presencia del Capitán, señor Magariño, a quien condujo a un costado como Aqueriendo mantener una reunión en privado@ (sic. fs. 59). Ante ello, el suscripto junto con otro apoderado de la firma, solicitaron información sobre el contenido de la diligencia, recibiendo como respuesta que en otro momento se les comunicaría lo pertinente. Luego, a través del nombrado Magariño, tomaron conocimiento de la clausura dispuesta por lo que intentaron hacer saber a la funcionaria de la existencia de la orden emanada del Juzgado Contencioso Administrativo Federal n° 2, lo cual no pudo concretarse en virtud de la negativa brindada por ella, tanto a escuchar cualquier tipo de planteo, como a dejar constancia en un acta de los derechos que pretendían hacer valer. En estas circunstancias fue que la funcionaria ingresó al buque, ordenó al personal de Prefectura Naval Argentina allí presente que no permitiera el ingreso de ninguna persona ajena al juzgado, e inició el desalojo instando a los individuos que allí se encontraban a que se retiraran del lugar, orden esta que no cumplieron todos ellos. En este punto, resaltó que tal ingreso se concretó sin ninguna autorización de su representada, en contra de su voluntad y excluyéndolo del acto. Por último, señaló que la Secretaria se retiró del lugar, no sin antes impartir la orden a los representantes de la fuerza de seguridad mencionada de prohibir el ingreso al barco y colocar fajas con la leyenda Aclausura@ con una copia de una resolución judicial en lugares visibles. Dicha clausura fue dejada sin efecto el mismo día por el Magistrado a cargo del Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal a las 21:50 horas. A fs. 316/319 obra la declaración del Capitán Magariño, conteste con lo relatado Poder Judicial de la Nación precedentemente, quien agregó que los representantes de la firma allí presentes intentaron notificar a la funcionaria de lo dispuesto por el Dr. Fernández sin obtener resultado alguno y concluyó que nunca le informaron cual era el motivo de la clausura dispuesta ni tampoco comprendió el esfuerzo desarrollado para cumplir semejante tarea cuando sólo ingresaron al primer nivel del buque -posee cuatro- y no concretaron el desalojo. Por otra parte, a fs. 361/363, el Prefecto Horacio Andrés Da Silva expresó que al inicio de la diligencia llevada a cabo por la Dra. Dane, le informó que tenía un acta labrada a través de la cual la notificaba de una resolución dictada por el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal n° 2, que disponía una medida de no innovar sobre el buque, ante ello, la mencionada funcionaria se negó a notificarse por lo que el declarante procedió a imponerla verbalmente del contenido de la misma. Sin perjuicio de ello, continuó con la diligencia. Agregó que procedió a notificar al Dr. Fernández lo sucedido quien, horas después, dejó sin efecto dicha clausura. También resultan contestes con esta versión los dichos del Dr. Blanco Bermúdez abogado de la firma Casinos de Buenos Aires S.A.-, quien también señaló que a viva voz informó de la medida de no innovar dispuesta sin obtener respuesta (cf. fs. 323/325). Con posterioridad a la diligencia precedentemente descripta, el día 17 de mayo del corriente año, luego de haber solicitado la intervención de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que dirima el conflicto jurisdiccional suscitado, en el marco del mismo expediente, el juez Gallardo ordenó un nuevo operativo, consistente en efectivizar un vallado perimetral que impidiera el acceso de vehículos y personas hacia el lugar en donde se encontraba el Aclausurado@ buque APRINCESS@, para lo cual solicitó la custodia de la Policía Federal sobre el personal de la Guardia Urbana compelida a cumplir la orden. Dicha medida se libró en contraposición con la ya emitida por el Juzgado Federal y de cuya plena vigencia se había informado mediante oficios de estilo a la citada fuerza de seguridad (cf. fs. 354/358 de las fotocopias certificadas del expediente n° 30.861/05 ya mencionado, que corre por cuerda). A fs. 447/452 se encuentra agregada la declaración indagatoria del Dr. Gallardo, en la cual manifestó que su accionar estuvo regido por lo que establecen los artículo 129 de la Constitución Nacional y 6, 8, 10, 14, 50 y 106 del la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por la ley de juegos local n° 538, la ley de juegos complementaria n° 916, sentencias confirmatorias de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario, jurisprudencia en materia de juego y sobre la determinación del ámbito territorial de actuación de la justicia local emanada del Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. Destacó que fue él quien solicitó la intervención de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (v. fotocopias agregadas a fs. 303/307), para poner fin a este conflicto -expediente n° 524, Letra AG@, Tomo 42, P.V.A., actualmente en trámite por ante la Secretaría n° 1 del mencionado Tribunal a la espera de los autos principales-. Manifestó que la presente disputa podría tratarse de un conflicto de competencia pero nunca de un delito como el que se le imputa, y que la empresa denunciante, a su criterio, utiliza el fuero penal como un mecanismo de presión frente a su actuación jurisdiccional. También señaló que las posturas esgrimidas por la Procuración del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Tribunal Superior de la Ciudad respaldan su desempeño en el marco del expediente n° 9933. Por último, destaco que la medida llevada a cabo con fecha 17 de mayo próximo pasado correspondió a la dinámica del expediente y se limitó a impedir el acceso al buque por vía terrestre sin actuar ni sobre el barco ni sobre el agua, ello así en virtud de los conflictos surgidos anteriormente y a fin de dar cumplimiento a la interdicción ordenada originalmente. III.Ahora bien, para determinar si los hechos antes descriptos constituyen la conducta ilícita que se le imputa al encartado, en primer término debe establecerse si el actuar de la autoridad local se desarrolló fuera del ámbito de su jurisdicción, invadiendo la competencia de autoridades nacionales, o bien, si se desenvolvió dentro de los límites de su jurisdicción. Al respecto debo adelantar que ya expresé mi criterio en los autos n° 37.278, ACASINO de Bs. As. s/inhibitoria@, reg. n° 537, rta. el 06/06/06, basado en los argumentos que allí expuse y a cuyas constancias me remito por razones de brevedad, donde concluí que A...el nuevo status reconocido a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a partir de la reforma constitucional de 1994, más que alterar el reconocimiento de la competencia originaria de la Corte y los tribunales inferiores de la Nación, viene a reafirmar que materias como las que nos ocupa deben ser de su incumbencia exclusiva ya que está implícita en los poderes que la Nación no ha delegado...@. Deviene oportuno recordar que la ley n° 24.588, que reglamentó el artículo 129 carácter refrendado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallos 320:875-, introducido en la Carta Magna por la reforma del año 1994, concedió un nuevo status jurídico a la ciudad Autónoma de Buenos Aires y estableció que la Nación conserva todo el poder no atribuido por la Constitución Nacional al gobierno de la ciudad y es titular de todos aquellos bienes, derechos, poderes y atribuciones necesarios para el ejercicio de sus funciones. Cabe agregar que entre ellos se encuentra el poder de policía de la navegación que no fue transferido ni por la Nación, ni por la mencionada norma, ni es originario de la ciudad. Así también lo ha entendido el Procurador General de la Nación, Dr. Esteban Righi, quien al emitir su dictamen en la cuestión de competencia planteada por Gallardo, ya mencionada precedentemente, sostuvo que A...corresponde entender a la justicia federal, sobre la base de considerar que en los establecimientos de utilidad pública de la Nación sólo imperan la jurisdicción y las leyes nacionales en lo afectado o inherente a esa utilidad Nacional para servir a objetivos expresamente encomendados al gobierno federal por la Constitución y las leyes nacionales...en lo no comprendido en ese uso, las provincias mantendrán su jurisdicción o podrán ejercer actos que de esta se deriven, en tanto no interfieran directa o indirectamente en las actividades normales que tal utilidad nacional implica...@ (cf. fotocopias agregadas a fs. 401). Es menester señalar que en el precedente ya citado, expresé que lo afirmado A...no importa desconocer el poder de policía local y sus atribuciones, dado que el establecimiento de la jurisdicción marítima nacional y las atribuciones y potestades en esta materia, del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo (art. 75, incs. 10, 12, 13, 18, 26, y art. 99, inc. 2 y 126 de la C.N.), de ninguna manera excluyen el poder de policía local sobre los Poder Judicial de la Nación establecimientos de utilidad pública Aen tanto no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines@, como queda plasmado expresamente en el artículo 75, inc. 30 in fine, de la Constitución Nacional. Esta disposición, proviene de la reforma de 1994, que procuró resolver la duda interpretativa que generaba la anterior redacción y adaptar el antiguo artículo 67, inc. 27, al nuevo status jurídico de la ciudad...@ (c. n° 37.278). En el mismo sentido, nuestro más Alto Tribunal dijo que A...aún sobre un buque amarrado en el puerto de la ciudad, puede postularse la doctrina de los poderes concurrentes entre el Estado soberano y los Estados miembros autónomos (artículos 1, 5, 75 y 121 de la C. N.), que deben ser ejercidos de manera compartida, siempre y cuando no se produzca una situación de incompatibilidad o interferencia con el Gobierno de la Nación@ -el resaltado me pertenece- (Competencia N° 599 XXXV ACasino Estrella de la Fortuna s/allanamiento - causa n° 1666", 16/04/02, T. 325, P. 766). Sin perjuicio de ello, no puede dejar de reconocerse que estas normas dieron origen a una discusión acerca de si esto implica el traslado del dominio sobre el puerto desde el Poder Ejecutivo hacia el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Sin hesitación alguna, así lo afirma la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, desde que en su artículo 8, inciso 4, declara que ejerce el dominio y el control de sus instalaciones, se encuentren o no concesionadas. Más allá de las dudas que esta declaración me genera, no logro encontrar dicha inteligencia ni en las normas mencionadas de Garantías, ley 24.588 (B.O. 30-11-95 conocida como ley Cafiero) ni en la de Reformas del Estado n° 23.696 y su consecuente Ley de Puertos n° 24.093, por la que se Aprovincializan@ todos los puertos nacionales excluyendo entre otros al Puerto de Buenos Aires. En efecto, mediante ley 24.093 se preveía el traspaso de la administración o el dominio de los puertos nacionales: ATítulo III -De la administración y operatoria portuaria .CAPITULO I - De la transferencia del dominio, administración o explotación portuaria nacional de los Estados provinciales y/o a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y/o a la actividad privada. Art. 11 - A solicitud de las provincias y/o de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, en cuyos territorios se sitúen puertos de propiedad y/o administrados por el Estado Nacional, y mediante el procedimiento que al respecto determine la reglamentación, el Poder Ejecutivo les transferirá a título gratuito, el dominio y/o administración portuaria. En caso que las jurisdicciones indicadas en el párrafo anterior no demostrasen interés por la mencionada transferencia del dominio o administración de esos puertos, el Poder Ejecutivo podrá mantenerlos bajo la órbita del Estado Nacional, transferirlos a la actividad privada o bien desafectarlos@. Pero ese capítulo fue observado por el Poder Ejecutivo mediante Decreto 1029 (ADLA LII - C, 2848), no encontrándose entonces normativa donde basar aquélla pretensión dominial porteña. Mas aún, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no participa siquiera en la administración ni en la operatoria portuaria, de acuerdo a lo estipulado en el Capítulo II de la Ley de Puertos, que en su art. 12 reza: AEn el caso especial de los puertos de Buenos Aires, Rosario, Bahía Blanca, Quequén y Santa Fé, la transferencia prevista en el artículo anterior se efectuará a condición de que, previamente, se hayan constituido sociedades de derecho privado o entes públicos no estatales que tendrán a su cargo la administración de cada uno de esos puertos...@ (resaltado propio). La operatoria del Puerto de Buenos Aires se encuentra bajo la Administración General de Puertos S.E. en liquidación, hasta tanto se concrete el traspaso de la administración bajo las condiciones que dicha ley establece. No obstante resulta imperativo distinguir dos institutos bien diferentes. El dominio y la jurisdicción. En este punto, resulta ilustrativo retrotraernos a la discusión entablada por el Senador de la Provincia de Buenos Aires Bartolomé Mitre y el Ministro del Interior Dalmacio Vélez Sarsfield, con motivo del debate parlamentario del proyecto de ley para construir el puerto de Buenos Aires, de la cual destaco la postura defendida por el primero de ellos al distinguir conceptualmente entre dominio y jurisdicción, en una de sus intervenciones. Así, Bartolomé Mitre sostuvo que A...el Poder Nacional...como poder público, representante de la propiedad común, hay un campo basto en que ejerce una jurisdicción o un imperio exclusivo y absoluto, y es sobre la superficie de las aguas navegables. Esto no quiere decir que el Poder Nacional sea el dueño de esas aguas: es simplemente regulador...El gobierno general no posee a título de soberanía en el orden federal sino el -terreno suficiente para pisar y moverse, y accidental y condicionalmente los territorios que guarda en depósito para emanciparlos más tarde...@ (cf. Alberto Bianchi, AEl puerto (recuerdos de un debate histórico)@, Suplemento La Ley Constitucional, 1° de noviembre de 2006, págs. 91/97). Bianchi sostiene que si bien generalmente el dominio y la jurisdicción van de la mano, existen excepciones, puesto que no es lo mismo ser el dueño de una cosa que ejercer su jurisdicción, lo que ejemplifica con el caso de los ríos navegables, cuyos lechos y riberas son de dominio de las provincias que atraviesan, sin perjuicio de lo cual la Nación posee la jurisdicción. Le atribuye a Mitre haber conceptualizado la diferencia y señala la confirmación por parte de la Corte Suprema en el año 1909 en Fallos 111:179 donde dijo: AEl poder de reglamentar la libre navegación puede ejercerse con igual amplitud y eficacia cualquiera que sea el propietario del lecho de esos ríos; y el de reglar el comercio marítimo y terrestre con las naciones extranjeras y de las provincias entre sí es concordante con el art. 1°, sección 8; cláusula 3a. de la constitución de Estados Unidos, bajo el imperio de la cual los tribunales federales han reconocido en numerosos fallos que los estados existentes en la época de la adopción de la constitución y los admitidos posteriormente en la Unión, tienen el dominio de ríos que corren por sus territorios y en parte de los que le sirven de límites; reconociendo a la vez que la nación no está sujeta a pagar indemnizaciones por la tierra bajo el agua que ocupe para mejorar la navegación, y que no haya sido antes utilizada en muelles, etc., por concesionarios adquirientes de los estados particulares...en los pactos preexistentes al que alude el preámbulo de la constitución nacional, se encuentra también explícitamente consignada la propiedad provincial sobre los ríos, y este antecedente, histórico -contribuye á fijar el alcance é importancia de los conceptos antes transcriptos del artículo 107, demostrando al mismo tiempo que, sena cuales fueren las diferencias por lo que hace al origen y reglas de interpretación, entre nuestra ley fundamental y la de los Poder Judicial de la Nación Estados Unidos, ellos no existen en lo concerniente al dominio del lecho de las aguas navegables...La propiedad provincial sobre canales navegables y ríos, explícitamente consignada en constitución, habilita a las provincias para ejercer sobre las playas de los que atraviesen ó limiten sus respectivos territorios todos los derechos comprendidos en el dominio público, incluso el de transmitir a particulares en determinadas condiciones las cosas que constituyen a esfera propia de ese dominio alterando modificando su destino como lo han hecho en lo federal las leyes números 1257, 2414 y 2599 respecto de la playa del Río de la Plata, frente de la capital; todo ello, sin perjuicio de los poderes de la nación para dejar sin efecto los actos de las mismas provincias ó de sus causahabientes, contrarios á la libertad de la navegación ó á las medidas que el congreso haya sancionado en uso de sus atribuciones constitucionales@. ( Fallos 111 en ps. 191/193). Luego de ese análisis, Bianchi esboza una solución al conflicto en estudio y postula la interpretación armónica de las normas citadas en conjunto con el artículo 75, incisos 10 y 30 de la Carta Magna que otorga facultad al Congreso para reglamentar la libre navegación de los ríos interiores y a habilitar los puertos que considere conveniente y lo autoriza a ejercer una legislación exclusiva dentro del territorio de la Capital Federal, es decir que la aplicación de normas de carácter local debe realizarse, sin lugar a dudas, respetando los límites fijados por otras de rango superior. No obstante, no puedo dejar de señalar que la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha adoptado distintas posturas -finalismo y exclusivismo-, a lo largo de los años respecto de la jurisdicción del Estado Nacional sobre los establecimientos de utilidad nacional, de las cuales aún la de carácter más federal circunscribe la injerencia de la autoridad local a todo aquello que no interfiera en los fines de aquel. En los autos ya citados AGobierno Nacional y Sociedad Puerto de Rosario c/Provincia de Santa Fe@ (Fallos 111:179, año 1909) y años más tarde en la causa ARoberto Ángel Franck v. Provincia de Buenos Aires@ (Fallos 275:357, año 1969), sostuvo que corresponde a cada una de las provincias el dominio de los ríos que corren por su territorio, sin perjuicio de la jurisdicción nacional respecto de todo lo que se relaciona con la navegación interestadual (en el mismo sentido Fallos 297:236, año 1977, entre otros), allí vemos plasmada la tendencia Afinalista@. Mientras que la posición Aexclusivista@ se advierte en el expediente AMarconetti L.T.D.A. Sociedad Anónima s/apelación multa del Departamento Provincial del Trabajo@ (Fallos 271:186) donde expresó que sólo el Gobierno Federal tiene la potestad de legislar, ejecutar y de juzgar en los lugares que la Constitución ha querido reservar para su jurisdicción en razón de la utilidad común que ellos revisten para toda la Nación. En suma, aún admitiendo el criterio más amplio respecto de la participación de la autoridad local sobre establecimientos nacionales, dicha injerencia encuentra una frontera infranqueable delimitada por los fines nacionales. El riesgo que se produzca esa posibilidad afectación ha sido admitida incluso por la Sala II de la Cámara Contenciosa Administrativa y Tributaria de la ciudad Autónoma de Buenos Aires que, al expedirse sobre la constitucionalidad del convenio firmado entre el Instituto del Juego y Lotería Nacional Sociedad del Estado, con fecha 14 de noviembre de 2005, dijo que: A...no escapa al Tribunal las dificultades existentes para efectivizar de manera inmediata la clausura de la Sala de Casino ubicada en el Puerto de la Ciudad..., atento la posible afectación de bienes e intereses de Lotería Nacional Sociedad del Estado y las limitaciones fácticas impuestas por la dependencia aún de la totalidad de la Policía Federal del Estado Nacional y las disposiciones de la ley 24.588...@. Todo ello me permite afirmar que aún cuando pueda discutirse si la ciudad Autónoma de Buenos Aires detenta o no el dominio sobre el puerto de Buenos Aires, ninguna duda cabe acerca de que es la jurisdicción del Gobierno Nacional la que allí impera, lo que excluye la intervención de la justicia local. Hasta aquí me he referido al elemento objetivo que requiere el delito enrostrado al imputado Gallardo, lo que me permite sostener que actuó fuera del ámbito de su jurisdicción, en clara violación a lo establecido por la Constitución Nacional y las leyes nacionales y provinciales. Para confirmar el auto de mérito que se cuestiona, en tanto, resta establecer el elemento subjetivo, estos es si lo hizo sabiendas de dicha transgresión. Ello, teniendo en cuenta que el Magistrado local como tal, debe conocer cuáles son los límites de su jurisdicción. En este orden de ideas, entiendo que nuevamente llega a conocimiento de esta instancia un recurrente y aparente conflicto de jurisdicción. Aparente porque así parece pretenderlo quien conoce -conoce y debe conocer de acuerdo al principio iuria curia novit- necesariamente los principios que regulan la competencia jurisdiccional, las formas de entablar los conflictos que a su respecto se generen, sus métodos de resolución y la supremacía normativa que reglamentan un estado de derecho como el nuestro, desde que haya sido aceptada normativa y jurisprudencialmente aquella -ya clásica- teoría del derecho de Hans Kelsen que, a nuestras necesidades, graficara con su famosa Apirámide@. Nuestro maestro que a pesar de haber ofrecido su oratoria en ésta, nuestra ciudad de Buenos Aires, parece no haber contemplado por entonces, situación alguna que quedara Afuera@ de su famosa Apirámide@ . Estos principios no han variado por el nuevo Acontrato@ que diera origen a la reforma constitucional de 1994, por lo que me estoy refiriendo a principios pacíficamente aceptados en nuestro país, incluso desde antes de la sanción de la Constitución Nacional de 1853. Hago alusión al todavía vigente concepto de Acausa de almirantazgo@ que regula nuestra constitución asignándole categoría federal. Ha sido éste un elemento esencial al momento de determinar la necesidad de la existencia de un fuero federal en este país y en todos aquellos donde se pretendió una organización que afianzara esta forma de gobierno. Nótese que ya la ley 48 en su art. 2, inc. 1 dispone : ALos jueces nacionales de secciones conocerán en primera instancia de las causas siguientes: 1° Las que sean especialmente regidas por la Constitución nacional, las leyes que hayan sancionado y sancionare el Congreso y los tratados públicos con naciones extranjeras@ Por ello, la versión brindada por el encartado Gallardo al momento de su declaración indagatoria no logra desvirtuar el cuadro probatorio reunido a su respecto, comprendido por los testimonios Poder Judicial de la Nación brindados por quienes presenciaron los hechos bajo estudio, como así también los testimonios de la causa n° 30.861/2005 del Juzgado Contencioso Administrativo Federal n° 2, y las demás constancias aunadas al expediente enumeradas por el a quo en la decisión impugnada. Sin perjuicio de ello, no escapa a mi análisis que para que la conducta ilícita reprochada alcance a un funcionario público, debe resultar patente que emplee la autoridad recibida de alguno de los poderes públicos como instrumento para violar la Constitución o las leyes de las que debiera ser su celoso guardián. Al respecto, Sebastián Soler expresó que A...el abuso de autoridad presenta, pues, la doble forma del ejercicio de una facultad que se sabe inexistente como tal, y la del ejercicio de una facultad existente en condiciones conocidamente falsas...en un caso, se afirma y ejerce un poder que se sabe ilegal; en el otro, se afirman o suponen hechos que se saben falsos como condiciones del acto de autoridad. En un caso se traiciona la ley abiertamente, en el otro se simula obedecerla...@ (aut. cit., ADerecho Penal Argentino@, Tomo V, ed. TEA, año 1996, Buenos Aires, pág. 183). En esta dirección, queda claro que las medidas ordenadas en el marco del incidente n° 9933/11 por el imputado invadieron extraña jurisdicción, a lo que debe sumarse la desaprensión demostrada a los límites que su propio Superior le impusiera al confirmar parcialmente su resolución en el expediente n° 9933 (autos principales), en la que dicho Tribunal señaló las dificultades que implicaría clausurar de manera inmediata la sala de casino ubicada en el puerto de la ciudad (cf. fs. 367 y 371/vta.), lo que permite sostener que su obrar se desarrolló a sabiendas de hacerlo por fuera de su competencia. También encuentro acreditado que dicho actuar se concretó en pleno conocimiento de la incompatibilidad existente entre su proceder y lo ordenado por el Juzgado Federal a cargo del Dr. Fernández, toda vez que la medida llevada a cabo el día 17 de mayo se efectuó con posterioridad a su presentación ante el Máximo Tribunal de la Nación solicitando la solución del conflicto, sin aguardar la resolución de la misma ni que existiera algún motivo de urgencia que lo justificara. Otro dato relevante a destacar es la forma en que se llevaron a cabo las mencionadas diligencias, es decir, con un gran despliegue de personal del juzgado, los que según los testigos se condujeron en forma prepotente, sumado al alto perfil que les confirió mediante la presencia de los medios masivos de comunicación y la forma en que solicitó la colaboración de las fuerzas de seguridad -bajo apercibimiento de considerarlas incursas en el delito de desobediencia-, a sabiendas de la orden contraria previa existente emanada de un Juez Federal, la cual se encontraba confirmada por la Sala III de la Cámara de Apelaciones del Fuero Contencioso Administrativo Federal (v. fs. 243/247). Tampoco resulta intranscendente el hecho de que ya la Corte Suprema de Justicia de la Nación había emitido su opinión en la competencia ACasino Estrella de la Fortuna s/allanamiento@ mencionada anteriormente, donde afirmó que correspondía entender a la justicia federal. Todo lo expresado precedentemente no hace más que confirmar la intencionalidad con la que actuó el imputado, lo que configura el dolo directo exigido por la figura penal que se le reprocha, requisito esencial requerido por el tipo. En este sentido, sostiene Carlos Creus que A...es delito doloso que en sus formas activas requiere el conocimiento de la oposición a la ley, de la resolución o la orden...En el aspecto volitivo, el agente debe querer oponerse a la ley, desconociéndola; no se trata, pues, de la aplicación incorrecta de la ley por una viciosa interpretación de ella; el tipo, pues, sólo se conforma con el dolo directo...@(aut. cit., ADerecho Penal Parte Especial Tomo II@, Ed. Astrea, Capital Federal, 1996, pág. 260/61). Por ello, entiendo que Gallardo, voluntariamente, ordenó las medidas cuestionadas a sabiendas de que las mismas violaban el ámbito de la jurisdicción nacional, y por demás ajena a la que como titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, la Constitución Nacional le confirió. En consecuencia, voto por confirmar el auto de mérito recurrido. IV.Párrafo aparte merece la atención de un extremo vital a la permanencia y salud de las instituciones. Como es sabido el servicio de justicia no será tal, ni mucho menos un poder -en tanto uno de aquellos en los que el gobierno del estado se divide según la concepción derivada del iluminismo francés-, en tanto y en cuanto, no cuente con una herramienta capaz de asegurar el cumplimiento de sus decisiones. Es lo que se conoce como el poder de imperium. Concebido éste como necesario a los efectos de asegurar la determinación estatal en las materias conferidas a su jurisdicción. Sin ese imperium, no tendría sentido alguno la constitución de un poder -en este caso el judicial-, ni posibilidad de realizarse el derecho material que le fue confiado. A esos efectos, - todo indica inobjetable- es que se ha constituido y conferido un poder coactivo que por el nombramiento de Apolicía@ ha llevado a confundirlo con el poder de policía administrativo local que nada tiene que ver con aquel brazo de la vindicta pública que utiliza a los fines de realizar sus cometidos. Suponer que un juez de competencias locales -de las que siquiera se han otorgado- tenga capacidad de AANULAR@ decisiones de un juez federal, es lisa y llanamente reconocer poder de veto a un juez local sobre las decisiones federales. Y mucho más aún cuando fuerzas federales desconozcan una orden judicial federal para favorecer una orden judicial LOCAL. Es que para que un juez federal sea tal y sus decisiones tengan el carácter que tal autoridad imprime, las fuerzas de seguridad, dependientes del poder político, deben poder asegurar el ejercicio y ejecutoriedad de sus funciones. Caso contrario se configuraría el Avacío de poder@ que afectaría nuestra forma democrática de vida. Es en ese sentido que se impone que el a quo enderece la presente investigación a los efectos de determinar el posible incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos o algún otro delito de acción pública que se haya configurado en el contexto de haber dejado sin cumplimiento -haber omitido- una orden federal -en el Poder Judicial de la Nación caso, la emanada de un juez federal, titular del Juzgado Contencioso y Administrativo Federal n° 2, Dr. Sergio Gustavo Fernández-. Por otra parte, tampoco puede obviarse lo señalado por los apoderados de la empresa ACasino de Buenos Aires S.A.@ a fs. 59/61, respecto de la conducta desplegada por la Dra. Dane, como funcionaria a cargo de la Secretaría n° 3 del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario de la ciudad de Buenos Aires n° 2, por lo que deberá el señor juez de grado profundizar la investigación en ese sentido. V.Por último, debo señalar si bien al momento de manifestar su voluntad recursiva, la defensa expresó que también recurría el monto del embargo, en el desarrollo de los fundamentos, nada señaló al respecto Por ello, en ejercicio del control de admisibilidad que compete a este Tribunal de acuerdo con lo establecido por el artículo 444, segundo párrafo, del Código Procesal Penal de la Nación, se advierte que -más allá de habérsele otorgado trámite en esta Alzada- el recurso de apelación interpuesto no reúne los requisitos de específica motivación establecidos por el artículo 438 de la misma norma legal, por lo que habrá de declararse mal concedido.........@ COMPETENCIA: TRAMITE. Requisitos para su declaración y respaldo probatorio de la decisión del juez declinante. Demora en la tramitación del proceso. Posibilidad de resolver inmediatamente en ese caso. Es al juez que declina su competencia quien debe zanjar los aspectos de hecho conducentes , antes de resolver sobre el punto, mas aún si existen peculiaridades en el caso que obligan a no demorar su trámite. pero existiendo peculiaridades en el caso que obligan a no demorar más su trámite, se invertirá la operatoria del principio señalado. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Farah AMACHUCA, Raúl R. s/competencia@@ 10.4.2007 Causa 40.139 Reg. 248 J. 3 - S. 6. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 10 de abril de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal con motivo del recurso de apelación interpuesto por la defensa de Raúl Rolando Machuca contra el auto a través del cual el a quo resolvió no aceptar la competencia que le atribuyó el Juzgado Federal n° 3 de la ciudad de La Plata. Los hechos que constituyen la materia de investigación se circunscriben a la desaparición forzada de María Paula Álvarez y de Daniel Omar Favero. Los nombrados habrían sido ilegítimamente detenidos el 24 de junio de 1977 en la puerta del departamento Ae@ del segundo piso del edificio sito en la calle 57 n° 880 de la ciudad de La Plata y hasta el día de hoy se desconocen sus paraderos. De acuerdo con la hipótesis delictiva de inicio, el personal policial que habría intervenido en el procedimiento a través del cual se produjo la detención ilegal de los nombrados era el perteneciente a una Apatota@ de la Brigada de Investigaciones de La Plata de la Policía bonaerense. II. a. Este Tribunal ya se ha expresado en reiteradas ocasiones sobre los parámetros que deben seguirse para la determinación de la competencia en investigaciones de delitos de terrorismo de Estado cometidos en nuestro país entre 1976 y 1983 (ver c. 36.772, AFerro Carlos Enrique s/ inhibitoria@, del 24/11/2005, reg. 1377; c. 37.159, ABergés, Jorge A.@, reg. 998, del 22/9/2005, c. 38.743 AMolina Gregorio Rafael s/ inhibitoria@, reg. , del día de la fecha). Tal como se expuso en los precedentes citados, la Policía de la Provincia de Buenos Aires, al momento de los hechos investigados, respondía al Comando de Zona 1 en la jurisdicción del Comando del Cuerpo de Ejército I, de tal forma que el Jefe de dicha fuerza de seguridad dependía directamente del Comandante del Primer Cuerpo de Ejército. A partir de ello se estructuraron dos líneas de comando: una ordinaria que operaba a través de las subzonas, áreas o subáreas, con la subordinación operacional de la Dirección General de Seguridad de la Policía de la Provincia y otra que a través de la Jefatura de la Policía (que, como se ha dicho, recibía sus órdenes del Comandante del Primer Cuerpo del Ejército) contaba con la Dirección General de Investigaciones, la de Inteligencia y la de Asuntos Judiciales. La primera línea subordinaba, en la faz operacional, varias reparticiones policiales dependientes de la citada Dirección General de Seguridad (unidades regionales, cuerpos, comisarías, destacamentos, etc.) -sin que fuera necesario la previa intervención o conocimiento del Jefe de Policía- en las que se mantenía alojados a las personas privadas de su libertad por orden de las Subzonas o Áreas. Por su parte, aquellas personas privadas de su libertad a través de la segunda ("Línea de Comando Jefatura"), permanecieron en cautiverio en dependencias de la Dirección General de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, entre ellas: la Brigada de Investigaciones de Quilmes (conocida también como "Puesto Malvinas", "Pozo de Quilmes" u "Omega"), la División Delitos contra la Poder Judicial de la Nación Propiedad y Seguridad Personal (denominación que recibiera desde el 21/10/1974 hasta enero de 1977) o sede de las Direcciones de Investigaciones, Seguridad e Inteligencia, Área Metropolitana (a partir de enero de 1977) en Banfield ("Pozo de Banfield"), Destacamento N° 16 del Cuerpo de Camineros (llamado "COT I Martínez"), Sección Cuatrerismo de Lanús con asiento en la localidad de Don Bosco ("Puesto Vasco"), Sección Cuatrerismo de La Plata con asiento en Arana (llamado "Arana"), Brigada de Investigaciones de La Plata y Brigada de Investigaciones de San Justo. Los hechos cometidos en virtud de órdenes vertidas a través de la ALínea de Comando Jefatura@ son actualmente investigados por el juez remitente en el ámbito de la Secretaría Especial de la dependencia a su cargo (causa n° 1). b. Estas últimas circunstancias, de acuerdo con las características de los hechos investigados en autos, indicarían -a primera vista- que corresponde confirmar la decisión del a quo de rechazar la competencia que le fuera atribuida -tal como con precisión requiere el Agente Fiscal, Dr. Delgado, a fojas 23/5-. No obstante, existen aspectos que nos convencen de adoptar la decisión contraria. En efecto, el hecho de que se encuentre cuestionada la efectiva participación del imputado Machuca en el procedimiento que habría dado lugar a la detención ilegítima de las víctimas de autos es un extremo que podría atentar contra la idea de que las desapariciones investigadas fueron cometidas a través de la ALínea de Comando Jefatura@. Si bien este punto no es suficiente para fundar por sí mismo la competencia del a quo en el caso (dado que, por principio, sería el juez que declina su competencia quien debe zanjar este aspecto antes de resolver la cuestión), existen peculiaridades de la presente instrucción que obligan a no demorar más el trámite y a invertir la operatoria del principio señalado. En tal sentido, los más de tres años y medio que estas actuaciones estuvieron a la espera de una decisión del Tribunal de Alzada en torno a la incompetencia declarada a fojas 82/4 del principal, la falta de coordinación en la actuación de los representantes del Ministerio Público Fiscal en autos, y la disparidad de criterios que el juez remitente evidencia respecto de su competencia en investigaciones del tipo de la presente, son extremos que -junto al señalado en el párrafo anterior- nos convencen de que una más pronta y mejor administración de justicia se lograría si el a quo mantuviera su conocimiento en la causa, al menos hasta que -eventualmente- se descarte de modo definitivo su competencia en estas actuaciones. Por todo lo expuesto, este Tribunal RESUELVE: - REVOCAR el auto que luce a fojas 29/34 de esta incidencia, debiendo el a quo continuar conociendo en las presentes actuaciones de acuerdo con lo expuesto en los considerandos (artículos 37 y ccs. del C.P.P.N.). Sirva la presente de atenta nota de remisión.@ DECLARACION INDAGATORIA: NULIDADES PROCESALES. Ausencia de la defensa en el acto de recepción de la declaración indagatoria. El hecho de que la defensa no haya rubricado las actas donde se formalizaran las indagatorias, lo que lleva a presumir su ausencia al menos durante parte del acto, no conlleva sanción invalidante. La presencia de la asistencia técnica, a tenor de las previsiones del art. 195 del C.P.P.N. es eventual y de índole facultativa, salvo requerimiento expreso en contrario (C.C.C. Fed. Sala I AREYNOSO, Angel M.@ del 2.5.1999). C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah ACERONE, Pedro y otras...@ 19.4.2007 Causa 40.170 Reg. 295 J. 2 - S. 3. DEFRAUDACION: ESTAFA. ESTAFA PROCESAL. CONCURSO DE DELITOS. Apoderado que tramita y cobra un crédito obtenido merced a una sentencia favorable luego del fallecimiento del poderdante. La conducta del abogado que a sabiendas y valiéndose de su calidad de apoderado, realiza los tramites legales pertinentes para obtener el cobro de una sentencia favorable luego del fallecimiento de su Poder Judicial de la Nación poderdante induciendo a engaño al juez constituye el delito de estafa procesal y no el de esta figura en concurso real con el de estafa en perjuicio de los herederos del causante poderdante. La realidad fáctica así descripta sólo encuentra adecuación típica en el art. 172 del Código Penal. Es que, el caso es un claro supuesto de Aestafa en triangulo@, porque se produce un desdoblamiento entre la víctima del engaño y el ofendido por la estafa. Victima del engaño y disponente es el juez, y ofendido por la estafa es la persona a la que afecta la resolución patrimonial dispositiva. No se discute que la estafa procesal es una estafa común, con la única particularidad que se desarrolla en el ámbito jurisdiccional y que la el sujeto engañado es la persona del juez (Gladys N. Romero). ADelito de Estafa- Análisis de Modernas Conductas Típicas de Estafa- Nuevas Formas de Ardid o Engaño@, Ed. Hammurabi, Bs. As. 1998, p. 348/9). El Código Penal no trae la descripción especifica de este tipo de estafa, pero resulta subsumible en su art. 172 (C.N.C.P. Sala IV ARUISANCHEZ LAUREA, Angel@ del 26.6.96). En este sentido se decidió que la estafa procesal se encuentra incluida en ese mismo artículo 172 y requiere la existencia de un expediente judicial donde se materializa en los requisitos propios de la figura en cuestión ( Andrés D´Alessio ACódigo Penal Comentado y Anotado - Parte Especial@ Ed. La Ley Bs. As. p. 464 y 465). C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 12.4.2007 ANOFAL, Carlos s/procesamiento...@ Causa 39.995 Reg. 283 J. 5 - S. 9. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 12 de abril de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: La defensora particular de Carlos Nofal interpone a fojas 11/13 del legajo recurso de apelación, en contra de la resolución que en fotocopias glosa a fojas 1/8 -dipositivos I) y II)- por la cuál se dispone procesar, sin prisión preventiva, a su asistido por considerarlo Aprima facie@ autor responsable del delito de estafa procesal en los autos N° 13.299/93 del registro del Juzgado en lo Civil de esta Ciudad -art. 173 inc. 8° C.P.- en concurso real con el delito de estafa, en calidad de coautor, reprimido por el artículo 172 del mismo cuerpo legal y manda a trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de ocho mil pesos ($8.000). Se imputa al encartado haber intervenido en la maniobra estafatoria en perjuicio de los herederos de Jorge del Valle Clavero, toda vez que se cobró en la Caja de Valores S.A., con fecha 20 de diciembre del 2000, el resarcimiento patrimonial que correspondía al nombrado por haber resultado parte vencedora en la causa por daños y perjuicios tramitada ante el Juzgado Civil N° 100 de esta Ciudad- expte. N° 13.299/93-. Para perpetrar la maniobra se utilizó un DNI apócrifo, con los datos del extinto y la foto de Acosta Andrada. El doctor Nofal, como apoderado de Clavero, llevó adelante la sustanciación de la mencionada causa y realizó los trámites pertinentes para posibilitar el cobro de los bonos ante la Caja de Valores S.A.,y no habría advertido al magistrado interviniente acerca del fallecimiento de su mandante, acaecido el 6 de abril de 1994. El principal descargo ensayado por el encartado radica en sostener que desconoció el deceso de su poderdante, habiendo limitado su accionar a cumplir el mandato legal conferido en virtud del poder general para litigar obrante en el expediente civil. Afirma que el único contacto que tuvo con Clavero fue al iniciarse la causa, que vino acompañado por Acosta Andrada, quien se lo presentó para que llevara adelante la acción por daños y perjuicios. Que durante la tramitación del pleito no fue necesaria la comparecencia de su representado, ni siquiera ante la absolución de posiciones ofrecida por la demandada, desde que ésta no fue instada por negligencia del oferente. Aclara que no se comunicó con Clavero cuando recibió en el estudio la cédula de notificación que daba cuenta de la sentencia favorable a la pretensión de aquél, del mismo modo que deja en claro que fue Acosta Andrada, que para entonces trabajaba en su estudio, quien debía encargarse de comunicarle a Clavero que los fondos estaban expeditos para su cobro en la Caja de Valores S.A.-conf. indagatoria fs.683/87 vta.En autos está debidamente acreditado que Carlos Nofal, en su carácter de apoderado de Jorge del Valle Clavero, inició en el mes de marzo de 1993, ante el Juzgado Nacional en lo Civil N° 100, demanda por daños y perjuicios en contra de Rodolfo Cocabelos y la Caja Nacional de Ahorro y Seguros -conf. fs. 1/vta. y 4/8 del expte.n° 13.299/93-. El 6 de abril de 1994 fallece Jorge del Valle Clavero conforme surge de la documentación obrante a fojas 512/3, circunstancia que no se encuentra reflejada en ningún tramo del expediente civil. Aún cuando no se cuenta con los testimonios de Jorge Román y de Guillermo Clavero, ha quedado demostrado que éstos desconocían que su padre era titular de un crédito, en virtud del resultado de la sentencia recaída en autos el 15 de setiembre de 1999 -fs. 200/5-. Las constancias del expediente n° 56.458/94 AClavero, Jorge del Valle y Perotti, Adelaida Ruffina s/sucesión ab-intestato@ grafican adecuadamente acerca de dicha circunstancia, en la medida que no hay registro de que hayan denunciado la existencia de la mencionada acreencia para integrar al acervo hereditario -conf. pto.3 fs. 6/vta., fs. 36/vta. y fs. 52-. Más allá del desconocimiento alegado por el encartado acerca del deceso de su mandante, y Poder Judicial de la Nación de pretender circunscribir la maniobra estafatoria a la autoría de Andrada Acosta, repárese que fue éste quien efectivamente cobró los bonos ante la Caja de Valores S.A., munido de un documento nacional de identidad con su foto vide constancias fs. 214,318/20 y peritaje fs. 341/3- distintas particularidades evidenciadas a lo largo del sumario por daños y perjuicios ponen de manifiesto que no podía ser ajeno a tal realidad. Así, por ejemplo, a fojas 42 se ha certificado que en el beneficio de litigar sin gastos iniciado a favor de Clavero (expte.13.301/93), se decreta la caducidad de la instancia, sin duda, por inactividad del solicitante. Como consecuencia de ello, se intima a Clavero en diversas oportunidades a reponer la tasa de justicia, notificándoselo en el domicilio de su apoderado. Resulta llamativo que el letrado no haya intentado comunicarse con su cliente -fallecido para esa época-, para hacerle saber acerca de lo acontecido en el expediente. Como colofón, ante el lógico incumplimiento en que incurre el actor, el representante del fisco solicita certificado para iniciar ejecución fiscal, ello sin la menor objeción del doctor Nofal (vide fs.64 expte.13.299/93). De igual modo, resulta poco creíble que el encartado haya iniciado los trámites de ejecución de sentencia y aceptado el cobro de la indemnización en bonos sin haber intentado en forma previa ponerse en contacto con su mandante para ver si éste aceptaba la modalidad de pago propuesta-conf. fs. 212 y 232 expte. 13.299/93-.Ya para esta altura del proceso civil está demostrado que Julio César Acosta Andrada lo secunda en la tramitación del juicio. Adviértase que este último es autorizado en forma expresa por aquél para retirar fotocopias y demás documentación, a fin de ser presentada ante el Ministerio de Economía y la Caja de Valores S.A.-v. diligencias fs. 230 vta., 261; 267 vta.Sin llegar a valorar en la especie la directa incriminación proferida por Acosta Andrada en contra del encartado, ya que por razones obvias reviste comprometida su objetividad, no corresponde acoger favorablemente la defensa que intenta el encartado para eximirse de responsabilidad en punto a que confió exclusivamente en aquél la tarea de notificar a su mandante que ya contaba con los fondos expeditos para ser retirados. Dicha afirmación aparece controvertida con su propia versión, en cuanto reconoce que lo único importante para comunicar a su cliente era A...avisarle del cobro, era que venga a cobrar...@, amén de la particularidad de haber estado al tanto de que Acosta Andrada creía tener derecho sobre lo reclamado A...Él siempre me manifestó que en el juicio de Clavero...tenía derecho a cobrar porque él era el chofer, entonces yo le dije que yo nunca había hecho el reclamo en nombre de él, que siempre lo había hecho en nombre de Clavero....Él fantaseaba con la idea de que al chofer le correspondía un 30% de la indemnización@(vide fs. indagatoria fs.683/687 vta.), y que por ende, podía tener intereses contrapuestos a los de Clavero. Resulta igualmente inverosímil que el imputado pretenda hacer creer que delegó el cobro de los honorarios pactados con Clavero al inicio de la causa, en Acosta Andrada, cuando él mismo reconoce la especial situación procesal que aquejaba en esa época a su consorte de causa A...yo firmé un acta donde me comprometía a darle trabajo...le dije a él, Ael día que no venís yo no puedo asumir la responsabilidad de salir a buscarte, así que ese día me llamas a mí o al Servicio Penitenciario@. Si consideraba la posibilidad de que Acosta Andrada no cumpliera con la obligación asumida, parece poco probable que le haya confiado en forma exclusiva la misión de cobrar sus emolumentos después de tantos años de labor. Por último, el hecho de que Nofal -a instancias de la intimación del Tribunal de que se notifique a su cliente en el domicilio real- haya desistido explícitamente de perseguir sus honorarios en relación al actor conf. escritos fs. 345 y 364 del expte. 13.299/93- no puede tener otra explicación que el firme propósito del nombrado de evitar que se alertase a los hijos de Clavero, acerca de la existencia del juicio de su padre. En suma, las circunstancias fácticas relatadas precedentemente convencen a los suscriptos acerca de haberse reunido en autos elementos de convicción suficientes para estimar a esta altura del proceso, signado por su provisoriedad, que el encartado, valiéndose de su calidad de apoderado de Jorge Clavero, realizó los trámites legales pertinentes para inducir a engaño al titular del Juzgado en lo Civil n°100. A sabiendas del fallecimiento de su cliente, y contándose con una sentencia favorable al extinto, indujo al magistrado interviniente a librar oficio para que se transfieran los fondos depositados por la parte perdidosa a la orden del Tribunal en la Caja de Valores S.A.. Asimismo, logró que se transfiriera en la misma entidad, en una cuenta a la orden del señor Jorge del Valle Clavero -vide copia de oficio diligenciado fs.302/304 expte. civil citadolos siete mil seiscientos once con veinticinco centavos (7611, 25) bonos dólares Serie III, con más sus acreencias. La maniobra estafatoria se habría consumado mediante la presentación por parte de su consorte de causa, y ante la Caja de Valores S.A., de un documento de identidad apócrifo que les habría permitido retirar los fondos en cuestión, como si el que realmente se hubiese presentado a realizar la gestión hubiese sido Jorge del Valle Clavero. La disposición patrimonial fue en perjuicio exclusivo de sus legítimos herederos. Resta abordar el aspecto referido a la calificación legal asignada a la conducta del imputado. Como se ha visto, el juez de grado consideró que estaba en presencia de dos hechos vinculados por una relación material de concurso. Por un lado la estafa en perjuicio de los herederos de Clavero y por el otro, la estafa procesal en perjuicio del juez civil. A criterio de los suscriptos, la realidad fáctica descripta, tal como le fuera impuesta al encartado en oportunidad de serle recabados sus dichos indagatorios, sólo encuentra adecuación en el artículo 172 del plexo sustantivo. El caso que se ventila en autos es un claro supuesto de Aestafa en triángulo@, porque se produce un desdoblamiento entre la víctima del engaño y el ofendido por la estafa. Víctima del engaño y disponente es el juez, y ofendido por la estafa es la persona a la que afecta la resolución patrimonial dispositiva. No se discute que la estafa procesal es una estafa común, con la única particularidad que se desarrolla en el ámbito jurisdiccional y que el sujeto engañado es la persona del juez (Romero, Gladys N.@Delito de estafa- Análisis de modernas conductas típicas de estafaNuevas formas de ardid o engaño@, Ed. Hammurabi, Bs.As. 1998, pág.348/9). Este código no trae la descripción específica de este tipo de estafa, pero resulta subsumible en el artículo 172 del Código Penal -CNCasación Penal, Sala IV, C.N° 353 ARuisánchez Laurés, Ángel@, reg. N°613, del 26/6/96-. En este sentido, se decidió que la estafa procesal se encuentra incluida en el artículo 172 del código penal y requiere la existencia de un expediente judicial donde se materialicen los requisitos propios de la figura en cuestión (D=Alessio, Andrés ACódigo Penal Comentado y Anotado- Parte Especial -La Ley; Bs.As. 2004, págs.464 y 465). Conforme se ha relatado antecedentemente, estamos en presencia de una defraudación Poder Judicial de la Nación dirigida a inducir en error al juez civil, quien teniendo la facultad de producir la disposición patrimonial, decidió sobre ella. El modo empleado para llevar adelante la maniobra ha sido la ocultación del fallecimiento de Jorge Clavero, continuando con el pleito como si el mandato conferido en el año 1993 siguiera vigente. Como cualquier defraudación, ésta se consumó con el perjuicio patrimonial derivado de la ocultación de dicha circunstancia, al haber cobrado la indemnización del juicio que tenía como destinatarios finales a los hijos, que habrían sufrido un perjuicio económico ante la merma de su haber hereditario. Por último, es menester señalar que a pesar que la defensa apeló el dispositivo II) del fallo citado, no ha expuesto los motivos que sustentan su agravio, razón por la cuál, en virtud del control de admisibilidad que detenta esta alzada a tenor de las previsiones del artículo 444 del código ritual, el remedio articulado, en relación a este punto en particular, será declarado mal concedido. Por las razones expuestas precedentemente, el Tribunal RESUELVE: I- CONFIRMAR PARCIALMENTE el punto dispositivo I) de la resolución que en fotocopias luce a fojas 1/8 de la incidencia, en cuanto dispone procesar a Carlos Pedro Nofal en orden a la maniobra por la que fuera indagado, MODIFICANDO la calificación legal asignada, sin perjuicio de la que en definitiva quepa adjudicar, como infracción al artículo 172 del Código Penal, (art. 306 C.P.P.N.). II- DECLARAR mal concedida la apelación deducida contra el dispositivo II) del auto de fojas 1/8, conforme se señala en los considerandos (art. 444 C.P.P.N.). Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y remítase a Primera Instancia a fin de que se practiquen las demás notificaciones. Sirva la presente de atenta nota de envío. @ DEVOLUCION DE EFECTOS: ESTUPEFACIENTES. (Art. 39 de la Ley 23.737). Elementos con valor probatorio o adquiridos como producto del ilícito investigado. En tanto los secuestrados resulten elementos que pueden acreditar la configuración del hecho ilícito atribuido al imputado, del mismo modo que puedan haber sido adquiridos con su producido, al menos, mientras perdure la sustanciación del proceso y a resultas de éste, deben quedar sujetos a disposición del juzgados a los fines del art. 23 del Código Penal y mas específicamente del artículo 39 de la Ley 23.737. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah APEDROZA, José L. s/devolución de efectos@@ 12.4.2007 Causa 39.904 Reg. 281 J. 3 - S. 5. ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. CONSTITUCION NACIONAL. Constitucionalidad. No obstante dejar a salvo los fundamentos desarrollados por la mayoría del Tribunal en los autos ABARAJ, Bernardo@ del 30.11.1994, no encuentro nuevos argumentos que permitan soslayar el criterio asentado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los precedentes ACAPORALE, Susana@ y ADI PRATO, Sergio@ del 24.10.95 debe considerarse constitucional la conducta descripta por el art. 14, segundo párrafo de la Ley 23.737. (del voto del Dr. Cavallo al que adhirió el Dr. Farah El Dr. Freiler reitera el criterio que expuso al expedirse en autos ACIPOLATTI@ del 7.6.2005 votando por la inconstitucionalidad de dicha norma) C.C.C. Fed. Sala 10.4.2007 Cavallo (por la mayoría s>/su voto) Farah (´pr la mayoría s/su voto- Freiler (en disidencia). Poder Judicial Judicial de la Nación 10.4.2007 Causa 40.020 AMONTANS, Claudio@ Reg. 263 J. 9 - S. 18. NOTA I: Ver fallo completo. NOTA II: Ver además lo resuelto por la misma sala en autos ATOLOZA, Marcos E.@ del 24.4.2007. ABuenos Aires, 10 de abril de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Representante del Ministerio Público Fiscal, Dr. Carlos Ernesto Stornelli, contra el auto que luce a fojas 46/7 en cuanto declara la prescripción de la acción penal y en consecuencia el sobreseimiento de Claudio David Montans. Se agravia el Ministerio Público Fiscal por entender que en virtud de la cantidad de material estupefaciente secuestrado y las circunstancias que rodearon el secuestro de dicha sustancia, la conducta desplegada por el encausado encuadraría en la figura residual del artículo 14, párrafo primero de la ley 23.737. La presente causa tuvo su inicio el 11 de enero de 2004 a raíz del procedimiento llevado a cabo por la prevención, momento en el que se le secuestró a Claudio David Montans y a Juan José Calabria Callejero sustancia estupefaciente -este último fue procesado como autor penalmente responsable del delito de tenencia simple de estupefacientes, previsto y reprimido por el artículo 14, primera parte, de la ley 23.737, y su expediente se encuentra actualmente en la etapa de juicio-. Respecto de Montans, el a quo estimó que su conducta encuadraría en la figura de tenencia de estupefacientes para consumo personal (art. 14, párrafo segundo de la ley 23.737), razón por la cual, habiendo transcurrido el plazo máximo de pena al que está sujeto dicho delito, declaró la prescripción de la acción penal. El Doctor Gabriel Cavallo dijo: Sin perjuicio de las dificultades para identificar la droga que se le achaca al imputado, a la luz de las características de los sucesos investigados corresponde subsumir la conducta de Montans Btal como lo hace el a quoB en el tipo previsto en el artículo 14, segundo párrafo de la ley 23.737-tenencia de estupefacientes para consumo personal-, figura que prevé una pena máxima de dos años de prisión. En este sentido, se ve avalado el hecho de que la droga cuya tenencia se le reprochara al imputado haya sido para consumo personal no solo por los dichos del imputado, quien ha reconocido su calidad de consumidor, sino también por la cantidad de material estupefaciente incautado y el informe del Cuerpo Médico Forense (fs. 130/2). Con relación a la constitucionalidad de tal norma, y no obstante dejar a salvo los fundamentos desarrollados por la mayoría del Tribunal en los autos ABaraj, Bernardo s/sobreseimiento@ (reg. n° 905, rta. el 30/11/94), no encuentro nuevos argumentos que permitan soslayar el criterio asentado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los precedentes caratulados ACaporale, Susana y otros s/infracción a la ley 23.737" y ADi Prato, Sergio Marcelo y otro s/infracción a la ley 23.737", ambos resueltos con fecha 24/10/95. Por otro lado, y con relación a la extinción de la acción penal por prescripción, debe considerarse que Montans fue llamado a prestar declaración indagatoria el 12 de enero de 2004, y que a la fecha ha transcurrido el lapso necesario para que opere la extinción de la acción penal por prescripción sin que se hubiera verificado ningún supuesto de interrupción. Por tanto, transcurrido el tiempo previsto en el artículo 62, inciso 2° del Código Penal, corresponde confirmar la decisión cuestionada. El Doctor Eduardo Freiler dijo: Coincido con mi colega en que los hechos motivo de estudio se subsumen en el artículo 14, segundo párrafo de la ley 23.737-tenencia de estupefacientes para consumo personal-. Ello, teniendo en consideración los dichos del imputado, quien ha reconocido su calidad de consumidor, así como también las características que rodearon al hecho, la escasa cantidad del material estupefaciente incautado y el informe del Cuerpo Médico Forense (fs. 130/2). No obstante lo señalado, como lo he dicho en la causa N° 36.989, caratulada ACipolatti, Hugo s/procesamiento@, Registro N° 571 del 7 de junio de 2005, sostengo que debe declararse la inconstitucionalidad del artículo 14, segunda parte, de la Ley 23.737, aún de oficio (C.S.J.N., B. 1160. XXXVI ABanco Finanzas S.A. s/quiebra@ del 19 de agosto de 2004), por lo que corresponde decretar el sobreseimiento de Claudio David Montans en orden al delito por el que fuera imputado (artículo 336 del C.P.P.N.). El Doctor Eduardo Farah dijo: Que adhiero a los fundamentos expresados por el Dr. Cavallo y voto en igual sentido. En virtud del acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución de fs. 46/7 en cuanto decide DECLARAR EXTINGUIDA LA ACCIÓN PENAL POR PRESCRIPCIÓN respecto de Claudio David Montans, de las restantes condiciones obrantes en autos y en consecuencia SOBRESEERLO ( artículo 336 inciso 1 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase para que se cumpla con las restantes notificaciones. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA CON FINES DE COMERCIALIZACION. (Art. 5°° inc. Poder Judicial Judicial de la Nación Ac@@ de la Ley 23.737). Valoración de la prueba. Pautas para considerar la tenencia de esa manera. El secuestro de dos cajitas conteniendo, una, veintiocho comprimidos y la otra cuarenta de metilendioximentanfetamina (extasis), mas la suma de ciento setenta y seis pesos, mientras su portador las contabilizaba en la palma de su mano en el interior de un local bailable autorizan a sostener con el grado de probabilidad exigido para el dictado de un auto de procesamiento que estamos en presencia de una infracción al art. 5 inc. Ac@@ de la Ley 23.737. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah AALCAS, Bruno J. s/procesamiento.....@@ 12.4.2007 Causa 40.346 Reg. 276 J. 1 - S. 1. ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. SIMPLE. COMERCIALIZACION. Principios generales sobre la apreciación de la prueba. Cantidad. La acreditación de la finalidad que exige el segundo párrafo del art. 14 de la Ley 23.737 no pude ajustarse a parámetros cuantitativos estancos , toda vez que idénticas cantidades podrían ser compatibles en un caso y no en otro con esa actividad dependiendo del tipo de sustancia y lamodalidad de consumo. C.C.C. Fed. Sla II Cattani - Irurzun Luraschi APICOSI, Marcelo E. s/procesamiento@@ 3.4.2007 Causa 24.756 Reg. 26.624 J. 5 - S. 20. NOTA: Se citó C.C.C. Fed. Sala II AMADROSTOMO, Matías@ del 21.9.2007. Ver además: AVARGAS, Jorges/procesamiento@@ del 17.4.2007 y ACONTRERAS BOTHELLO, Miguel J.@ del 24.4.2007. ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. Cantidad de sustancia secuestrada. Intrascedencia a terceros. Atipicidad. La evaluación de si la droga está destinada al consumo personal no puede ajustarse a parámetros cuantitativos rígidos, toda vez que idénticas cantidades podrán ser compatibles en un caso -y no en otro- con dicho fin, dependiendo del tipo de estupefaciente involucrado y las demás particularidades que envuelven cada actividad de consumo (cf. causa n° 24.330 AMADROSTOMO@ del 21/9/06, reg. n° 25.727; y causa n° 24.129 ACORSARO@ del 10/10/06, reg. n° 25.837; entre otras). Por otra parte, desde el punto de vista subjetivo, una persona que acude al uso de la marihuana para aliviar los episodios de dolor que su enfermedad le provoca, y que probablemente ya desarrolló algún grado de dependencia psíquica a la sustancia , aparece razonable la invocada necesidad de garantizarse su disponibilidad con la tenencia de una cantidad que ordinariamente, siendo otras las circunstancias, podría considerarse inadecuada al acotado margen de un caso de uso estrictamente individual (cf., entre otras, causa Poder Judicial Judicial de la Nación n° 24.081 ADUARTE@ del 15/8/06, reg. n° 25.541; causa n° 24.429 ACRISTINO@ del 30/11/06, reg. n° 26.093; y causa n° 24.129 ACORSARO@, ya citada). Ha de concluirse entonces en la irrelevancia penal de la conducta en el contexto en el que se verificó la tenencia de la sustancia destinada al uso personal de la imputada -en la intimidad de su vivienda- y no se deriva ningún elemento que permita atribuirle aquí la finalidad de desarrollar un consumo que trascienda de sí misma abarcando a un número indeterminado de sujetos. De este modo, queda descartado en autos el riesgo potencial para la salud pública que puede justificar la restricción al ámbito de privacidad individual que conlleva la intervención punitiva que regla la ley 23.737 (cf. la jurisprudencia sentada por esta Sala en la causa n° 23.552 AT.@ del 9/5/06, reg. n° 25.071, cuya legitimidad en un supuesto con estas particulares características exige un examen incluso más riguroso atento a la íntima vinculación que la actividad de consumo plantea en el caso concreto con el derecho a la salud individual y éste, a su vez, con el principio de autonomía personal constitucionalmente reconocido (CSJN, Fallos 306:1892, y los dictámenes del Procurador General de la Nación a los que remitió el Máximo Tribunal en Fallos 323:1339 y 326:4931). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi AC.; P. P. s/procesamiento@@ 24.4.2007 Causa 24.560 Reg. 266.705 J. 1 - S. 1. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 24 de abril de 2.007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Que vuelven estas actuaciones a conocimiento y decisión de los suscriptos en virtud de la apelación interpuesta por el Sr. Defensor Oficial, Dr. Gustavo E. Kollmann, contra la resolución de la Juez a quo por la que procesó nuevamente a su asistida, xxxxxx x. xxxxxxxxx, en orden a la figura prevista en el artículo 14 primer párrafo de la ley 23.737 y trabó embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de quinientos pesos (puntos dispositivos I y II del decisorio obrante a f. 19/23). II- En primer término y en cuanto a la defectuosa fundamentación de la que adolecería la decisión recurrida, teniendo particularmente en cuenta el criterio restrictivo que impera en materia de nulidades (Fallos 323:929 y 325:1404, entre otros), no habrán de compartir los suscriptos dicha apreciación. Más allá de que hubiese resultado deseable, especialmente a partir de los señalamientos que hiciera la Sala al revocar el auto de procesamiento dictado en una ocasión anterior (cf. decisión del 9/3/06, reg. n° 24.867), un abordaje más profundo y detallado de las múltiples aristas que convergen en el suceso traído a estudio, lo cierto es que tratadas las cuestiones esenciales, efectuado el análisis de mérito correspondiente y cubiertas las demás exigencias del artículo 308 del código de rito, el pronunciamiento no resulta nulo por lo que en este aspecto la pretensión de la defensa se rechazará. III- Despejada esta cuestión preliminar corresponde ya adentrarnos en el análisis de los agravios de naturaleza sustantiva. Cabe señalar de inicio que si bien la materialidad de la tenencia no se halla discutida, sí lo está que ella respondiera a una finalidad específica susceptible de hacer variar -en primer término- la calificación legal y hasta la consideración del hecho como conducta penalmente relevante. Sobre el particular, la magistrada a quo sostuvo en su decisión que no contaba con elementos que la llevaran a presumir que el material estupefaciente que se secuestró a xxxxxxxxx tuviera el destino de consumo referido en su indagatoria y explicó, a esos efectos, que sus dichos en cuanto alegó un uso medicinal debían descartarse pues no había logrado probar A...que estuviese llevando a cabo un tratamiento terapéutico en base al suministro de marihuana, en razón de que ningún galeno le recetara tal sustancia, para la dolencia que ella manifestara tener...@ (f. 22 in fine). Fue así cómo subsumió el hecho en la figura del artículo 14 primer párrafo de la ley 23.737. Pues bien, la Sala no puede sino disentir con esa solución; también con el razonamiento que le da sustento, que equivocadamente descarta la aplicación de la figura atenuada en base a la falta de acreditación de elementos que la estructura típica no requiere: es que la no comprobación de una específica finalidad terapéutica -extremo en cuyo examen no debió haberse obviado la perspectiva subjetiva del consumidor- no rechaza per se la mucho más genérica finalidad de uso personal, puede ser que la última abarque la primera -al igual que hipótesis tales como las de consumo por esparcimiento o mero placer- sin embargo es claro que una y otra no deben confundirse. Teniendo ello como norte, emprenderemos entonces el análisis. El tipo penal acogido en el resolutorio en crisis, conforme se lleva dicho en reiterados pronunciamientos, resulta de aplicación a los supuestos en que falta la acreditación de alguna de las dos finalidades contempladas en la ley: la de comercio del artículo 5° inciso Ac@ o la de consumo personal del artículo 14 párrafo segundo (cf., entre otras, causa n° 21.373 AMusicó@ del 18/5/04, reg. n° 22.456, y causa n° 24.244 ACollazo@ del 3/10/06, reg. n° 25.792). Como se verá, lejos está de ser la descripta la situación que se plantea en estos actuados. El domicilio de la encausada -donde se secuestró el estupefaciente cuya tenencia se le reprocha- y la línea telefónica allí instalada estuvieron sujetos en el marco de esta investigación por un lapso de casi dos meses a la vigilancia de la Sección Precursores Químicos de la Superintendencia Drogas Peligrosas de la Policía Federal; Poder Judicial Judicial de la Nación no obstante, ninguna circunstancia surgió de dichas medidas -tampoco del allanamiento posteriormente practicado- que apunte en dirección a las hipótesis delictivas del citado artículo 5° (cf. informes de f. 148, 158, 161 y 184, y transcripciones a f. 22/37, 46/8 y 57/135 del ppal.) o que en su caso descarte la de uso personal; antes bien, se aprecia lo contrario. En efecto, el estupefaciente secuestrado durante ese procedimiento -marihuana- fue encontrado en la habitación perteneciente a xxxxxxxx, en condiciones y junto a elementos que denotaban un consumo usual y reciente: una porción compacta y envuelta guardada en el interior del armario y de la mesa de luz; otra parte picada y acondicionada para fumar en un cigarrillo que se halló sobre la cama junto a un paquete de papeles para armado y una Apituca@; y el resto ya consumido, en colillas que estaban dispuestas en una especie de cenicero (cf. el acta de secuestro a f. 195, las declaraciones de los preventores y testigos a f. 196/200, y el acta de apertura a f. 232, todas del ppal.). Por otra parte, corresponde tener aquí presente que de conformidad con los precedentes del Tribunal la evaluación de si la droga está destinada al consumo personal no puede ajustarse a parámetros cuantitativos rígidos, toda vez que idénticas cantidades podrán ser compatibles en un caso -y no en otro- con dicho fin, dependiendo del tipo de estupefaciente involucrado y las demás particularidades que envuelven cada actividad de consumo (cf. causa n°° 24.330 AMadrostomo@@ del 21/9/06, reg. n°° 25.727; y causa n°° 24.129 ACorsaro@@ del 10/10/06, reg. n°° 25.837; entre otras). Por ello es que atendiendo al tipo de sustancia, el modo y lugar en que estaba dispuesta y el hallazgo junto a ella de elementos característicos de la práctica de consumo, la cantidad incautada en autos no empece a la calificación del hecho como tenencia para uso personal; menos aún, si se repara en que los profesionales del Cuerpo Médico Forense al evaluar a la imputada concluyeron en que resultaba verosímil A...que sea una persona afecta o haya estado afectada al uso indebido periódico de marihuana... [y] que sea un[a] dependiente psíquic[a] a sustancias psicoactivas...@ (cf. el informe a f. 282/4 del ppal.). Por lo demás, existe en este particular caso una razón adicional que descarta la subsunción jurídica del suceso en el tipo penal del artículo 14 primer párrafo y que -además- ubica a la conducta analizada entre las hipótesis de tenencia para consumo que carecen de potencionalidad para poner en riesgo a la salud pública: el singular objetivo que con ella se persiguió. En este punto es que cobra vital relevancia el descargo que desacertadamente rechazó la Juez de grado y que, a partir de su confrontación con diversos elementos del sumario, aquí corresponde tener por cierto (cf., respecto del uso terapéutico alegado por xxxxxxxx, la declaración de Fernando M. Bertoni a f. 249/50 y en especial el testimonio de la Dra. Stella M. Coromiras, médica psiquiatra, a f. 361/2; y respecto de los síntomas y la patología que la nombrada refirió, el certificado médico a f. 280, su ratificación a f. 376 y el informe más reciente del Cuerpo Médico Forense a f. 394/6, todas del ppal.). Es que desde el punto de vista subjetivo de una persona que acude al uso de la marihuana para aliviar los episodios de dolor que su enfermedad le provoca, y que probablemente ya desarrolló algún grado de dependencia psíquica a la sustancia (ver informe citado ut supra), aparece razonable la invocada necesidad de garantizarse su disponibilidad con la tenencia de una cantidad que ordinariamente, siendo otras las circunstancias, podría considerarse inadecuada al acotado margen de un caso de uso estrictamente individual (cf., entre otras, causa n°° 24.081 ADuarte@@ del 15/8/06, reg. n°° 25.541; causa n°° 24.429 ACristino@@ del 30/11/06, reg. n°° 26.093; y causa n°° 24.129 ACorsaro@@, ya citada). Este Tribunal habrá entonces de coincidir con la defensa en la irrelevancia penal de la conducta realizada por la imputada; siendo en la tipicidad donde, a criterio de los suscriptos y sin perjuicio de ciertas circunstancias susceptibles de ser analizadas en estadios posteriores de la teoría del delito, corresponde ya resolver la cuestión. Ello así, por cuanto del contexto en el que se verificó la tenencia de la sustancia destinada al uso personal de la imputada -en la intimidad de su vivienda, de la forma y en las circunstancias explicitadas a lo largo de este decisorio- no se deriva ningún elemento que permita atribuirle aquí la finalidad de desarrollar un consumo que trascienda de sí misma abarcando a un número indeterminado de sujetos. De este modo, queda descartado en autos el riesgo potencial para la salud pública que puede justificar la restricción al ámbito de privacidad individual que conlleva la intervención punitiva que regla la ley 23.737 (cf. la jurisprudencia sentada por esta Sala en la causa n°° 23.552 AThomas@@ del 9/5/06, reg. n°° 25.071, a cuyos fundamentos cabe remitirse in extenso), cuya legitimidad en un supuesto con estas particulares características exige un examen incluso más riguroso atento a la íntima vinculación que la actividad de consumo plantea en el caso concreto con el derecho a la salud individual y éste, a su vez, con el principio de autonomía personal constitucionalmente reconocido (CSJN, Fallos 306:1892, y los dictámenes del Procurador General de la Nación a los que remitió el Máximo Tribunal en Fallos 323:1339 y 326:4931). Así y de conformidad con la postura adoptada en aquél precedente, se dictará el sobreseimiento de xxxxxxx xxxxx xxxxxxx, por resultar atípica la tenencia de estupefacientes objeto de este sumario. Por todo lo expuesto, el TRIBUNAL RESUELVE: I- RECHAZAR el planteo de NULIDAD por falta de motivación del auto recurrido introducido por el Dr. Gustavo E. Kollmann (artículo 123 del Código Procesal Penal de la Nación). II- REVOCAR el resolutorio apelado y SOBRESEER a xxxxxxx xxxxx xxxxxxxx en relación al hecho por el que fue indagada, declarando que la formación de este proceso no afecta el buen nombre y honor de que hubiere gozado (artículo 336 inciso 3 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y remítase a primera instancia, donde deberán efectuarse las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@ EXCARCELACION: CONSTITUCION NACIONAL. Derecho a la libertad física y ambulatoria. Poder Judicial Judicial de la Nación RIEGO PROCESAL. Es doctrina del Tribunal que siendo que la Constitución Nacional consagra categóricamente el derecho a la libertad física y ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a todo individuo como inocente hasta que un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante una sentencia firme, debe descartarse toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contempla como fundamento la existencia de riesgos procesales concretos; esto es, peligro de fuga o entorpecimiento de las investigaciones. Este extremo se comprueba en el caso en que al alta amenaza de pena del delito imputado- violación al art. 5 inc.@@c@@ de la Ley 23.737- representa una circunstancia que a priori genera una presunción en contra de la libertad provisional. Sumado a ello debe evaluarse en contra de la soltura, la posible relación del imputado con una organización criminal que por su magnitud y sus conexiones internacionales y la falta de un domicilio fijodan fundamento a la medida de cautela personal. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah ABONTA ORTIZ, Juan M. s/procesamiento...@ 17.4.2007 Causa 40.293 Reg. 290 J. 4 - S. 8. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 17 de abril de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los recursos de apelación interpuestos por las defensas de Juan Miguel Bonta Ortiz (fs. 12/13) y de Blanca Violeta Bendezú Salvatierra (fs. 9/11) contra el pronunciamiento del a quo que dispuso el procesamiento con prisión preventiva de los nombrados por considerarlos prima facie autores penalmente responsables del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (artículos 45 del Código Penal, 5° inciso Ac@ de la ley 23.737 y 312, inciso 1° del Código Procesal Penal de la Nación). Se inició la presente investigación el día 14 de junio de 2005 en virtud de una denuncia anónima efectuada vía telefónica ante personal de la Dirección General de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina. En esa ocasión, el denunciante dio cuenta de que en el domicilio donde vivía AJulio@, ubicado en el barrio ALos Piletones@ de Villa Soldati -manzana 9, casa 27-, se estaban vendiendo drogas de todo tipo (fs. 1). Por esta razón, se realizaron tareas de investigación sobre ese y otros domicilios del asentamiento, entre los cuales se encontraba el de la calle Barros Pazos 3645, en el que pudo constatarse que se realizaban actividades compatibles con las previstas en la ley 23.737 (fs. 131/132 y 135). El 19 de julio de 2006 se procedió al allanamiento de diversos domicilios y se secuestró gran cantidad de material estupefaciente. Cabe destacar que, con anterioridad al libramiento de las diferentes órdenes de allanamiento, se estableció que en el domicilio de la calle Barros Pazos 3645 habían cesado las actividades compatibles con la comercialización de sustancias estupefacientes, motivo por el cual dicha finca no se encontró en el grupo de las allanadas el 19 de julio pasado (fs. 261). Ahora bien, sobre la base de investigaciones posteriores se pudo determinar que las actividades delictivas se habrían reanudado en dicho lugar (fs. 886/894, 1080/1097, 1134/1135), motivo por el cual se procedió a su allanamiento, donde se secuestró material estupefaciente, dinero de baja denominación, teléfonos celulares y documentación personal (fs. 1150, 1151, 1152, 1187), y se detuvo a las personas que allí se encontraban BJuan Miguel Bonta Ortiz y Blanca Violeta Bendezú SalvatierraB. De esta forma, el hecho que se les imputa a los procesados es haber tenido en su poder con fines de comercialización el material estupefaciente encautado en el lugar Bespecíficamente 10,152 gramos de cocaína distribuídos en 27 envoltoriosB (ver estudio pericial y acta de apertura realizados por la División ALaboratorio Químico@ a fs. 1185 y 1258/1259). II- Situación procesal de Blanca Violeta Bendezú Salvatierra: En relación con la imputada, debemos resaltar que con anterioridad al allanamiento del domicilio de la calle Barros Pazos 3645 Bmomento en el cual se produjo su detenciónB no existían elementos de cargo en el expediente en su contra. En efecto, se sospechaba que en el lugar vivía una mujer de nombre Susana Rivera Saya, quien tenía una quemadura en su cara. Es por ello que puede afirmarse que Bendezú Salvatierra Bquien no posee ni el nombre ni la seña particular señaladaB no es la persona individualizada por la policía como autora de conductas en infracción a la ley 23.737. Por lo demás, el hecho de haberse encontrado en la vivienda el día del allanamiento no es una circunstancia con la entidad suficiente como para responsabilizarla por la tenencia con fines de comercialización de la droga secuestrada en el lugar. En consecuencia, de momento By más allá de los motivos en virtud de los cuales la nombrada se encontraba en el Poder Judicial Judicial de la Nación domicilio en cuestión al momento del allanamientoB no puede descartarse su descargo relativo a su ajenidad respecto de la droga encautada. Por tales motivos, este Tribunal entiende que debe adoptarse, por el momento, un temperamento expectante respecto de Blanca Violeta Bendezú Salvatierra. III-Situación procesal de Juan Miguel Bonta Ortiz: En primer lugar, corresponde poner de resalto que en su declaración indagatoria el nombrado desconoció los hechos imputados y manifestó ser consumidor habitual de sustancias estupefacientes, motivo por el cual dijo concurrir al domicilio de Barros Pazos 3645 a fin de obtener drogas. Asimismo, refirió que dentro del domicilio allanado se secuestró su documentación debido a que se encontraba buscando trabajo y que, en virtud de no poseer domicilio, los dueños del lugar le permitían asearse, lavar su ropa y dejar sus pertenencias en la finca para que se las cuiden (fs. 1194/1195). Tal como sostiene el a quo, consideramos que el descargo del imputado no tiene entidad suficiente para contrarrestar las probanzas de la causa. En efecto, de las declaraciones de los preventores se desprende que el imputado se encontraba en el domicilio en cuestión no sólo al momento del allanamiento, sino también a diario. En particular, de la declaración testimonial del Inspector Giaconne de fs. 1149 se advierte que fue Bonta Ortiz quien indicó al Personal de la División Operaciones Metropolitanas el lugar donde comercializaban las drogas. Los elementos de prueba que permiten arribar a la conclusión acusatoria surgen de las inteligencias de fs. 131/132, 135, 261, 886/894, 1080/1097 y 1095, del acta circunstanciada de fs. 1150, del acta de detención y notificación de derechos de fs. 1152, de la certificación actuarial de efectos de fs. 1187, del estudio pericial y del acta de apertura realizados por la División ALaboratorio Químico@ de fs. 1185 y 1258/1259. Se agravia la defensa al sostener que ni de las tareas de inteligencia practicadas por el personal de la Policía Federal Argentina ni de las filmaciones obtenidas aparece el imputado como interviniente en los sucesos investigados. Sin embargo, de diversas declaraciones de los preventores surge la descripción de un hombre con características similares a las de Bonta Ortiz. Ejemplo de esto lo constituyen las declaraciones del Cabo Victoria Elizabeth Portillo a fs. 1095, la declaración del Inspector Carlos Giacone a fs. 1112 y la de fs. 1149. Por estas razones, consideramos que existe el grado de probabilidad necesario para avalar la decisión apelada en este sentido. Por último, la defensa se agravia del grado de participación atribuido a Bonta Ortiz (autoría) y propone su modificación al grado de participación. Al respecto, y más allá de la precariedad de este punto en esta etapa procesal,corresponde mencionar que prima facie existen elementos en la causa que nos permiten concordar con el grado de participación atribuida en la resolución recurrida. A su vez, corresponde señalar que resulta adecuada la calificación legal escogida por el a quo en el auto apelado. En efecto, el comportamiento de Bonta Ortíz encuadra en la figura prevista por el artículo 5, inciso Ac@ de la ley 23.737 en tanto habría tenido en su poder estupefacientes con fines de comercialización. Las tareas de inteligencia realizadas en la presente investigación dan cuenta de que desde el domicilio allanado se han realizado en diversas oportunidades intercambios de objetos con personas que se acercaban al lugar, acciones estas compatibles con actos de comercio. Luego, el acondicionamiento de la droga secuestrada avala a priori la hipótesis de la tenencia para comerciar. IV-Prisión preventiva y embargo: Ya ha dicho esta Sala en reiterados pronunciamientos que siendo que la Constitución Nacional consagra categóricamente el derecho a la libertad física y ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a todo individuo como inocente hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante una sentencia firme, debe descartarse toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contemple como fundamento la existencia de riesgos procesales concretos; esto es, peligro de fuga o entorpecimiento de las investigaciones. Sobre la base de las consideraciones expuestas, corresponde analizar la existencia de riesgos procesales en autos que permitan restringir preventivamente la libertad ambulatoria del imputado. En primer lugar, debemos señalar que existen elementos en la causa que permiten, en principio, tener por acreditada la materialidad de los hechos investigados (ver punto III de la presente). La alta amenaza de pena del delito imputado representa una circunstancia que, a priori, genera una presunción en contra de la libertad provisional del nombrado. A su vez, las tareas de inteligencia llevadas a cabo arrojaron una posible relación entre Bonta Ortiz y la organización investigada en estos actuados (se vio, por ejemplo, a Sara García Pizarro entrar y salir con habitualidad de la finca en la que se encontraba el imputado al momento de su detención Bver fs. 131/132 y 135B). Por esta razón, elementos tales como la magnitud de la organización y sus conexiones con el exterior dan también fundamento al encierro preventivo de Bonta Ortiz. Por último, la circunstancia de que el imputado al momento de ser detenido no registrara un domicilio fijo (fs. 1150/1151) es otro elemento que obsta a la concesión de su libertad. No obstante, corresponde que el Juez de grado arbitre los medios necesarios a fin de corroborar lo expresado por la defensa del nombrado a fs. 1296 en el sentido de que su primo, Alejandro Bonta, lo habría autorizado a vivir en su casa, situada en Cortagena n° 2927 de esta Ciudad, en caso de recuperar la libertad. Resta señalar que, al menos de momento, no existen en estos actuados otros medios menos lesivos que permitan neutralizar los riesgos procesales señalados. Por otra parte, aparece manifiesto en el presente el requisito de la proporcionalidad de la medida frente a la pena en expectativa. Con relación al monto del embargo apelado, las razones esgrimidas por el a quo para su determinación resultan adecuadas y ajustadas a los parámetros del artículo 518 del C.P.P.N. Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I- CONFIRMAR el decisorio apelado en cuanto decreta el procesamiento con prisión preventiva de Juan Miguel Bonta Ortiz por considerarlo prima facie autor penalmente responsable del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (artículos 45 del Código Penal, 5°, inciso Ac@ de la ley 23.737 y 312, inciso 1° del Código Procesal Penal de la Nación). II- CONFIRMAR el embargo trabado sobre los bienes de Juan Miguel Bonta Ortiz por el Poder Judicial Judicial de la Nación monto de tres mil quinientos cuarenta y cuatro pesos con setenta y siete centavos ($3.544,67) (artículo 518 Código Procesal Penal de la Nación). III- REVOCAR el procesamiento con prisión preventiva de Blanca Violeta Bendezú Salvatierra y su respectivo embargo, y DICTAR LA FALTA DE MÉRITO de la nombrada en orden a los hechos por los que fuera indagada, debiendo el a quo ordenar su inmediata libertad en caso de no mediar medidas restrictivas al respecto. Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y remítase a la anterior instancia a fin de que se practiquen las notificaciones de rigor, se cumpla. Sirva la presente de muy atenta nota de envío.@ EXHORTO: DECLARACION INDAGATORIA. Procedencia de recepcionarla por vía de exhorto. Es procedente la recepción de declaración indagatoria solicitada por un juez extranjero en el marco de la más amplia colaboración en la investigación e intensificación de cooperación jurídica en materia penal (Convenio de Asistencia Judicial con España - Ley 23.708). Es que lo motivos que se puedan esgrimir en contra en punto a convertir un medio de defensa en uno de prueba, pueden ser sanjados requiriendo al exhortante el cumplimiento de las condiciones exigidas por nuestro ordenamiento procesal para llevar a cabo ese acto. (Ver AGUERRA, Carlos D.@ del 27.6.2002; APICHI, Silvia C.@ del 23.4.2004 y AMINISTERIO de RR.EE. S/exhorto@ 16.11.2006. C.C.C. Fed. Sala II 26.4.2007 Causa 25.178 Cattani - Irurzun - Luraschi AMINISTERIO de RELACIONES EXTERIORES s/exhorto@ Reg. 3042/2007 J. 4 - S. 8. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 26 de abril de 2.007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Que las presentes actuaciones se elevan a conocimiento del Tribunal para resolver en torno al recurso de apelación presentado por el Sr. Fiscal Dr. Federico Delgado contra el auto de fs. 118/120 en el que el a quo resolvió rechazar la rogatoria n1 3042/07 y ordenó devolverla a su procedencia. II- Es dable destacar que el presente sumario se inició a partir de la recepción del exhorto remitido por el Juez de Instrucción n1 1 de Murcia, Reino de España, a efectos de que se le reciba declaración indagatoria a Fernando José Navarro en el marco de una causa en que se investiga una denuncia por la supuesta comisión de delitos societarios promovida por Federico Bonoli Grazian. Para resolver como lo hizo, el Juez de grado entendió que las constancias remitidas no eran suficientes y el hecho imputado no se encontraba debidamente individualizado. Finalmente, consideró que la declaración en lugar de ser un medio de defensa sería un medio de investigación para el acusador, concluyendo entonces que no se encontraban dadas las condiciones necesarias para llevar adelante el acto procesal pretendido, y en consecuencia, rechazó la rogatoria recibida. III- Ahora bien, en el estado actual de las cosas, el Tribunal no habrá compartir lo resuelto por el Juez instructor. Es que para la solución del caso, ha de atenderse al marco de la más amplia colaboración en la investigación e intensificación de cooperación jurídica en material penal, conforme surge del Convenio de Aprobación de un Tratado de Extradición y Asistencia Judicial en Materia Penal con España -ver artículos 28, 37 y 40 de la Ley 23.708-. Que bajo tales lineamientos, los motivos alegados por el Sr. Juez de grado no debieron llevar al rechazo de la rogatoria cursada, sino a requerir al exhortante el cumplimiento de las condiciones exigidas por nuestro ordenamiento procesal para llevar a cabo el acto peticionado (conf. esta Sala en causa n11 18.731 AGuerra, Carlos Daniel s/ devolución de exhorto@@, reg. n11 19.919, rta. 27/06/02; causa n1121.269 APicchi, Silvia Cristina s/ diligenciamiento internacional@@, reg. n11 22.340, rta. 23/04/04, y causa n11 24.392 AMinisterio de RR.EE. S/ exhorto J. Penal 811 -R.O.U.@@, reg. n11 26.023, rta. 16/11/06). Así las cosas, el auto apelado habrá de ser revocado debiendo el a quo, devueltas que sean las presentes actuaciones, corroborar en primer término la subsistencia de interés por parte del Magistrado exhortante en el diligenciamiento de la medida en cuestión, haciéndole saber asimismo que en caso positivo deberá remitir copias de las partes pertinentes del sumario que haga a la prueba del hecho investigado y a la participación del encausado, ello a fin de dar acabado cumplimiento a las exigencias del art. 298 del Código Procesal de la Nación. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: REVOCAR el decisorio de fs. 118/120 en todo cuanto decide y ha sido materia de apelación, DEBIENDO el a quo proceder conforme lo señalado en el último párrafo del Considerando III. Poder Judicial Judicial de la Nación Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal de Cámara y remítase este legajo a su origen donde deberán efectuarse las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@ FALSIFICACION DE DOCUMENTO CONCURSO IDEAL. DEFRAUDACION. PUBLICO: CONCURSO DE DELITOS. Concurso ideal entre la falsificación de documento y la defraudación en la venta de un automóvil. NULIDADES PROCESALES. NULIDAD DE SENTENCIA. EXCEPCIONES PREVIAS. COSA JUZGADA. LITIS PENDENCIA. La falsificación de documentación de carácter público y la defraudación cometida merced a su uso concurren idealmente. (art. 54 del C.P.). Mediando condena por el delito de defraudación y encubrimiento, es nulo, por existir cosa juzgada, el auto de procesamiento por el delito de falsificación del documento público utilizado como medio para lograr el primero de esos delitos. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah SOZZO, Héctor G. s/delito acción pública@@ 4.4.2007 Causa 39.801 Reg. 241 J. 12 - S. 23. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 4 de abril de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Defensor Oficial Dr. Gustavo Kollmann a fs. 6/7, contra los puntos I y II de la resolución de fs. 1/5 en la que se dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de Héctor Guillermo Sozzo por considerarlo prima facie partícipe necesario del delito de falsificación de documento público destinado a acreditar la habilitación para circular y la propiedad de un vehículo automotor (art. 292, 11 párrafo del C.P.), y manda a trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de cinco mil pesos ($ 5000.-). Se le imputa al nombrado, conforme fuera relatado en la intimación de fs.570 de las actuaciones principales:Ahaber adulterado y utilizado la documentación automotor pertenecientes al vehículo marca Renault Kangoo dominio colocado DIK-587, cuyos datos fueron insertos en la verificación policial n113349550 del 12 de junio de 2002, en la cédula verde control RALC 16.332.534, el formulario 08 n113847137, con firma del vendedor Oscar Domingo Antacle y su cónyuge Sandra Teresa Marquez, las cuales fueron desconocidas por éstos, pero, pese a lo cual estas fueron certificadas ante la escribana pública Dra. María Susana Alonso, bajo actuación notarial C008169401, como así también el título de propiedad de ese rodado control RALC n1 7015215, el cual, junto con la cédula verde, no respondía a los controles de rigor . Esa documentación se presentó ante el Registro Seccional de la Capital n1 75 en relación al legajo B del dominio DIK-587, por Jorge Antonio Hoffman, previo acuerdo y transferencia dominial con una persona que dijo ser Domingo Oscar Antacle, quien utilizara una fotocopia del DNI duplicado n1 13.566.079, pero que, según informe de la División de Rastros, la huella dactilar inserta responde a Héctor Guillermo Sozzo@. La defensa del Sr. Sozzo, en la oportunidad prevista por el artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación, se agravia de que la investigación llevada a cabo en las presentes actuaciones vulnera el principio que proscribe la doble persecución penal, en tanto que, al momento de su presentación, los mismos acontecimientos que aquí constituyen el objeto procesal, estarían siendo juzgados en otra causa radicada en el fuero de instrucción. Asimismo, señala que las pruebas recolectadas en autos no resultan suficientes para dar sustento al temperamento adoptado por el Sr. Juez de grado en el decisorio apelado, y subsidiariamente considera que el monto del embargo ordenado es desproporcionado. En dirección evacuar la primera de las cuestiones suscitadas, deviene ineludible volver sobre los hechos que han sido -y son- objeto de investigación en una y otra judicatura, ya que ello, será lo que permita discernir si nos encontramos ante conductas cuyo juzgamiento en distintas sedes pueda implicar una violación a la garantía de non bis in idem. Con fecha 23 de mayo de 2002, el Sr. Armando Conde formuló denuncia ante la Seccional 441, con motivo de la sustracción de su vehículo marca Renault Kangoo, dominio DPF-838, color gris, chasis n1 8A1FC0225YL088293 y motor n1 F8QK630C30C350442, ocurrida en la misma fecha, quedando el trámite de dicha investigación a cargo de la Fiscalía Nacional de Instrucción de Instrucción N1 30 (expte. n1 41.763/02, AN.N. s/ robo@). Paralelamente, Antonio Hoffman denunció ante el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N1 18, Secretaría N1 156, haber sido víctima de un engaño en la compra de ese automotor cuyo origen ilícito había sido fraudulentamente disimulado (expte n1 45.784/02, AHoffman s/ estafa@). Relató que a raíz de un aviso publicado en los clasificados del diario Clarín, tomó conocimiento de que se ofrecía a la venta un rodado Renault Kangoo. Agregó que se comunicó al teléfono celular que allí figuraba (n1 155-221-4125) y realizó una oferta de compra en la que Poder Judicial Judicial de la Nación ofreció como parte de pago su rodado particular marca Fiat Duna, dominio CJB-450. La operación se concretó con fecha 20 de junio de 2002, oportunidad en la que el vendedor le exhibió el D.N.I. 13.566.079, a nombre de Domingo Oscar Antacle, y le hizo entrega de un formulario 08 con su firma certificada ante la Escribana María Susana Alonso, del título de propiedad del vehículo, la cédula verde, la verificación policial del rodado de fecha 12/06/02, un informe de dominio de fecha 3/06/02 y una serie de patentes impagas. El Sr. Hoffman concurrió al Registro de la Propiedad Automotor, Seccional 75, a fin de realizar los trámites de transferencia y presentó la documentación señalada en el párrafo anterior, pero al cabo de unos días regresó al registro y se le hizo saber que existían irregularidades tanto en el título de automotor, como en la cédula verde presentadas, indicándole que se trataban de documentos apócrifos. Se le exhibió copia del D.N.I. de Antacle, que obraba en el correspondiente legajo, advirtiendo Hoffman que los rasgos de la persona que le vendió el auto diferían a los de quien figuraba en la fotografía del mismo. En el marco de este sumario, a través de un peritaje efectuado por la División de Laboratorio Químico de la P.F.A., se determinó que el vehículo adquirido por Hoffman tenía los números de chasis y motor modificados, y que en realidad se trataba del vehículo originalmente dominio DPF-838, que se le había sustraído a Armando Conde, motivo por el cual se dispuso la acumulación de ambos legajos del fuero criminal La causa se resolvió con fecha 9 de octubre de 2006, oportunidad en que el Tribunal Oral en lo Criminal N1 27 de la Capital Federal condenó a Héctor Guillermo Sozzo como autor penalmente responsable del delito de encubrimiento agravado por el ánimo de lucro, el que concurre materialmente con el delito de estafa (arts. 45, 55, 172 y 277 inciso 2 b) del Código Penal), a la pena de un año de prisión, de cumplimiento efectivo, más el pago de las costas (art. 29, inc. 31 del C.P. y art. 531 del CPPN) (ver fs. 28/31de esta incidencia). Ahora bien, efectuadas las consideraciones que preceden, los suscriptos entienden que la falsificación de la documentación -atribuida a Sozzo- y la posterior maniobra defraudatoria sufrida por Hoffman, resultan acontecimientos inescindibles entre sí, y por tanto, forman parte de una única conducta en los términos del artículo 54 del Código de fondo. Ello en base a que, de no existir la documentación apócrifa que luego fue presentada ante el registro por el Sr. Hoffman, éste no hubiera realizado la operación en la cual resultó patrimonialmente perjudicado. Por ello, analizados los considerandos de la sentencia mencionada, se desprende que el Sr. Sozzo llevó a cabo la maniobra defraudatoria allí pesquisada, valiéndose de la misma documentación apócrifa cuya investigación motivara el inicio de las presentes actuaciones. Esto significa que el Tribunal Oral en lo Criminal N1 27, para incriminar al Sr. Sozzo en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 172 del Código de fondo, tuvo especial consideración en dicha circunstancia y al respecto refirió que A... la conducta constitutiva del delito de encubrimiento agravado, concurre en forma real con el delito de estafa. Esto es así porque Sozzo indujo a error a Hoffaman, a fin de que realizara una deposesión patrimonial que lo perjudicó, mediante la utilización de documentos adulterados y simulando ser otra persona, lo que constituye, a todas luces un ardid como medio comisivo para lograr su fin@ (fs. 30 vta). El destino final de la maniobra perpetrada por el Sr. Sozzo se encontraba dirigido a lograr que Hoffman adquiriese el automóvil en cuestión, y se integró por una pluralidad de movimientos, que a su vez, desde un punto de vista normativo, recayeron en diversos tipos penales (art. 292 y 172 C.P.). Así, la circunstancia de que la pluralidad sea solamente de desvalores hace que pueda considerarse que las figuras analizadas se encuentran relacionadas a través de un concurso ideal, existiendo Auna conducta única con tipicidad plural@(Zaffaroni, E. R., Derecho Penal. Parte General, Ed. Ediar, Bs. As., 2002, p. 865). En este sentido, la secuencia causal en la estafa es una actividad engañosa que despliega el agente y que induce a error a una persona, quien, en virtud de ese error, realiza una prestación que resulta perjudicial para su patrimonio, y en el caso de autos, el engaño desplegado por el imputado se materializó a través de la utilización de los documentos apócrifos, Ahechos estos que se encuentran absorbidos por la maniobra defraudatoria@(CCCF, Sala I, c. 33.789, AGonzález, S. s/ proces.@, reg. 1039, rta. 4/10/02). Por consiguiente, la pretensión de analizar por separado de la falsificación y la estafa, implica solamente A´duplicar´ el juicio de reproche ya formulado en torno a la unidad de conducta...@ (causa AGonzalez, S. s/proces.@ citada anteriormente). El artículo 11 del Código instrumental prevé esta situación y expresamente dispone que nadie podrá ser Aperseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho@. Tal como refiere Julio Maier, a fin de establecer cuándo existe persecución penal múltiple, tres son los elementos que deben merituarse: identidad de la persona (eadem persona), identidad del objeto de la persecución (eadem res) e identidad de la causa de la persecución (eadem causa petendi) (cfr. Maier, Julio, Derecho Procesal Penal, Tomo I, Ed. del Puerto, Bs. As., 2003). En relación con el primero de los elementos, se entiende que Ael medio para lograr la disposición patrimonial perjudicial es el fraude, que está integrado por las acciones tendientes a simular hechos falsos, disimular los verdaderos, o falsear de cualquier modo la verdad...@ (Creus, C., Derecho Penal. Parte Especial, T. I, Ed. Astrea, Bs. As., 1999, p. 466 ). En el caso bajo estudio no cabe duda de que el Sr. Sozzo se valió de los documentos espúreos para causar Ael error del sujeto a quien se dirige la acción...@ (Creus, C., op. cit., p. 466). Respecto a la segunda de las exigencias, A(...) Se trata de impedir que la imputación concreta, como atribución de un comportamiento determinado históricamente, se repita, cualquiera sea el significado jurídico que se le ha otorgado, en una y otra ocasión, el nomen iuris empleado para calificar la imputación o designar el hecho. Se mira al hecho como acontecimiento real, que sucede en un lugar y en un momento o período determinados, sin que la posibilidad de subsunción en distintos conceptos jurídicos afecte la regla , permitiendo una nueva persecución penal, bajo una valoración distinta a la anterior@ (Maier, J., op. cit., p. 606/607). En este sentido, tal como se afirmó párrafos atrás, la maniobra delictiva es única, consistente en la utilización de los documentos apócrifos destinados a acreditar la habilitación para circular y la propiedad del automotor, en dirección a producir un engaño en la persona del comprador. Existe, por tanto, una identidad real, hay unicidad del hecho reprochable penalmente, permaneciendo intacto como acontecimiento fáctico, más allá de las diferentes connotaciones jurídicas que le puedan corresponder. En lo atinente a la tercera identidad, referida a la causa de la persecución, contempla Poder Judicial Judicial de la Nación supuestos en que Auna regla jurídica impide agotar el caso porque inhibe la sentencia de mérito o bien porque impide unificar procesalmente la pretensión punitiva@. Sobre el punto debe advertirse, que la mencionada no constituye estrictamente otro supuesto de identidad, sino más bien, un supuesto de excepción, en el que en diversas circunstancias Ase excluyen los efectos negativos del principio, a pesar de que nadie puede dudar de que ha existido una persecución penal@ (Maier, J., op. cit, p. 623). En consecuencia, y al amparo de la garantía contra la doble persecución por un mismo hecho, derivación de los principios de inviolabilidad de la defensa y el debido proceso contenidos en el artículo 18 de la Constitución Nacional, deviene contrario a derecho el desdoblamiento formulado oportunamente. Asimismo, y atento lo expuesto párrafos atrás con relación al estado de las actuaciones tramitadas por ante el fuero en lo criminal de esta ciudad, y teniendo en cuenta que A[e]l respeto a la cosa juzgada es uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta nuestro régimen constitucional ...@ (Fallos 324:2114), deberá así declararse en relación a los hechos que fueran objeto de condena. Por lo expuesto este TRIBUNAL resuelve: DECLARAR LA NULIDAD de la imputación formulada a fs. 570 de las actuaciones principales y de todo lo actuado en consecuencia (arts. 11, 166 y cctes. del CPPN) y DECLARAR la existencia de COSA JUZGADA respecto los hechos por los que el Sr. Héctor Guillermo Sozzo fuera condenado en el Tribunal Criminal Oral N1 27 de esta capital (causa N12344). Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase a primera instancia a fin de que se practiquen las notificaciones de rigor. Sirva la presente de atenta nota de envío.-@ MALVERSACION DE CAUDALES PUBLICOS:. Art. 260 del C.P. No dar el destino debido a un inmueble cedido por la Nación. El tipo penal acuñado por el art. 260 del Código Penal consiste en cambiar de destino a bienes y en la órbita de la administración pública. en resguardo del interés de que los que son puestos a disposición del funcionario sean administrados con la finalidad prevista, y no, en no darle a esos bienes el destino que había sido estipulado. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi AGERONES, Diego Fernandoi...@ 10.4.2007 Causa 24.625 Reg. 26.643 J. 7 - S. 14. NOTA: Ver fallo completo. //////////////nos Aires, 10 de abril de 2.007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan estas actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud de los recursos de apelación interpuestos por el Dr. Gustavo Frasquet, letrado defensor de Fernando Geronés, y por el Dr. Martín Cejas, abogado defensor de Francisco Mirabella, contra la resolución de fs. 356/66vta. del expte. principal que decretó el procesamiento de sus defendidos en orden al delito previsto en el artículo 260 del Cód. Penal y ordenó el embargo sobre sus bienes por la suma de cincuenta mil pesos ($ 50.000). II- El razonamiento expuesto por el Sr. Juez de grado en la resolución apelada no sustenta la imputación de que los encausados han aplicado bienes públicos a un destino diferente del que estaban destinados. En efecto, se parte de que la transferencia del terreno que la Onabe Ba través de la intervención sucesiva de los imputados Barone y Mirabella- efectúo a la Municipalidad de Quilmes Bbajo la intendencia del imputado Fernando Geronés- encontró respaldo legal en las previsiones de la ley 24.146. Lo que constituye motivo de imputación consiste en que Bfinalmente- sobre el terreno cedido no se ejecutaron las obras a cargo del municipio para las cuales había sido requerido, y que por ese motivo permaneció siendo ocupado por distintos puestos de venta, en la misma situación en que se encontraba antes de que sean formalmente transferidos. El juez instructor considera que esto constituye una aplicación de bienes públicos distinta a la prevista, que corresponde ser imputada por omisión al intendente municipal por no cumplir con la obligación asumida al recibir el predio, y a los funcionarios nacionales por no haber controlado y exigido que las obras comprometidas sean realizadas, y por no haber revocado la transferencia del inmueble. Este Tribunal considera que la situación reseñada no es compatible con la que caracteriza a la malversación del art. 260 del Cód. Penal, en la cual se sanciona penalmente la existencia de un cambio de destino de los bienes en la órbita de la administración pública (conf. Creus, Carlos ADelitos contra la administración pública@@, pág. 317, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1981) en resguardo del interés de que los bienes que Poder Judicial Judicial de la Nación son puestos a disposición del funcionario sean administrados con la finalidad prevista (conf. Soler, Sebastián ADerecho penal argentino@@, t. V, pág. 232, TEA, Buenos Aires, 1996). Por el contrario, lo que se ha cuestionado como delictivo es una omisión de dar a los bienes públicos el destino que había sido estipulado, Cabe resaltar que los argumentos que se han expuesto como descargo a esa imputación se dirigen a explicar las dificultades presupuestarias que enfrentó el municipio para realizar las obras y a negar que Ben tal situación- la ley 24.146 imponga a los funcionarios nacionales el Adeber legal@@ de revocar la tranferencia del inmueble. En la medida en que en la resolución apelada no aborda ninguna de esas cuestiones al señalar la existencia de una omisión reprochable penalmente, y que tampoco se ha revelado en este proceso la existencia de algún tipo de connivencia para permitir que los terrenos permanezcan siendo ocupados por personas ajenas a la administración, el procesamiento decretado respecto de Geronés y Mirabella será revocado, así como también el procesamiento de Barone por aplicación del efecto extensivo del resultado de la apelación presentada por los otros dos imputados. Por último, debe señalarse que existe un error de foliatura en el expediente principal a partir de fs. 150, que deberá ser subsanado cuando se devuelva la causa a la anterior instancia. Por lo expuesto, SE RESUELVE: REVOCAR la resolución apelada en cuanto dispone el procesamiento y embargo respecto de Francisco Osvaldo Mirabella, Eduardo Anibal Barone y Fernando Diego Geronés, y DECLARAR que no existen mérito para procesarlos ni sobreseerlos por el hecho que les fuera imputado (arts. 309 y 441 primer párrafo del Cód. Proc. Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia donde deberán ser practicadas las restantes notificaciones y subsanar el error de foliatura señalado. MENORES: REGIMEN TUTELAR. Interés superior del niño. Régimen de visitas. Pautas. Vinculo sanguineo. Interpretación. Corresponde atender al interés superior del niño en cualquier medida a adoptarse a su respecto (art. 3°° inc. 1°° de la Convención sobre los Derechos del Niño y art. 3°° de la ley 26.061 ALey de Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes@@ Se impone entonces considerar y hacer prevalecer por sobre todos los intereses en juego A Y el del sujeto más vulnerable y necesitado de protección a través del mantenimiento de situaciones de equilibrio que aparecen como más estables, evitando así nuevos conflictos cuyas consecuencias resultan impredecibles@ (conf. CSJN, A. 418. XLI. A., F. s/protección de personas. Resuelta el 13 de marzo de 2007. Cons. 9°°, con cita de Fallos: 312:371, disidencia de los jueces Fayt y Baqué, cons. 6°° y 7°°). Es importante también tener en cuenta que se ha puntualizado que la Aprecedencia sanguínea no es con todo absolutra, sino que constituye una presunción conectada Bentre otros extremos- con el hecho de que la familia biológica es el ámbito inicial de la vida de toda persona y que cualquier cambio implica necesariamente un trauma y también una duplicidad. No se trata por tanto, de una barrera infranqueable para la consideración de situaciones en las cuales la permanencia en ese espacio original fue de hecho interrumpida@ (como es el caso)@ o genera sufrimientos y daños aun mayores que los propios de un cambio. Un enfoque no dogmático lleva a la cuidadosa consideración de estos últimos casos desde la perspectiva libre de prejuicios que ordena utilizar el art. 3.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño@@ (conf. CSJN, causa recién citada. Cons. 10 con cita de Fallos: 328:2870, voto de los jueces Fayt, Zaffaroni y Argibay, cons. 6°°). Es en ese marco que debe comprenderse el régimen de guarda provisoria y revinculación periódica de la menor con su padre biológico, como resultado de la evaluación de la situación que mejor preserva la integridad física y psíquica de la niña por sobre cualquier otro interés que haya quedado involucrado, con sustento en toda una serie de informes coincidentes de especialistas -asistentes sociales, psicólogos, psiquiatras- requeridos para brindar una valoración objetiva sobre la cuestión. Poder Judicial de la Nación C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi 12.4.2007 AA.D.; M. s/restablecimiento visitas...@ Causa 24.363 Reg. 26.656 J.7 - S. 13. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 12 de abril de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el querellante particular AM. I.; A. D.@, con el patrocinio letrado de la Dra. Karina Valobra, contra el decreto que en fotocopias luce a f. 1/2vta. de este legajo, mediante el cual el Señor Juez de Grado dispuso -en su punto 6- tener presente su solicitud de que se disponga el urgente restablecimiento de visitas con su hija AV.J.@. II- Mediante la presentación que luce a f. 511/3vta. del expediente tutelar la querella solicitó que se restablezca el proceso de revinculación con su hija -que fuera suspendido a f. 480vta.- y se restablezca el régimen de visitas establecido. El Señor Juez instructor tuvo presente la petición y requirió la opinión de las profesionales que se encuentran afectadas en el expediente tutelar (la Lic. Pereira de la Oficina de Delegados Judiciales de esta Cámara y la Lic. Ferratti, terapeuta de AV.@ del Hospital Rivadavia). Aclaró que, contrariamente a lo entendido por la querella, el proceso de revinculación del padre biológico con la menor no fue dejado sin efecto, y que se había ordenado la confección de los informes pertinentes para continuar con el procedimiento (ver decreto de f. 515/6 del legao tutelar). III- Los agravios del recurrente Ben principio- se dirigieron a cuestionar esa decisión señalando que el Juez a quo ha subordinado su petición a las opiniones de las profesionales mencionadas, y que ese modo de proceder implicó una decisión que modificó el régimen de visitas que se estaba llevando a cabo mediante un encuentro semanal. En la audiencia oral realizada en esta instancia (art. 454 del Código adjetivo), el querellante AA. D.@ informó personalmente junto a la abogada que lo patrocina, expresando su preocupación por el tiempo transcurrido en el incidente tutelar sin que se haya llegado a una solución definitiva. Manifestó que a esta altura del proceso corresponde que se invierta el régimen de tenencia de la menor, que a su entender debe detentar él mismo por el padre biológico, invocando en apoyo de su postura el interés superior de la niña y su derecho a la identidad. IV- Debe señalarse que el Señor Juez de Grado decidió suspender el régimen de visitas que se estaban llevando a cabo entre AA.@ y AV.@ (f. 480vta del expte. tutelar) a raíz de que las circunstancias que manifestara la testigo Zapata respecto del nombrado (f. 478/9) imponían la necesidad de evaluar la situación con las profesionales que lo asisten en esta cuestión. De las actuaciones complementarias recibidas en esta instancia se advierte que con posterioridad al decisorio impugnado el magistrado dispuso que continuén los encuentros entre AA.@ D.@ y su hija, y que sean realizados semanalmente en ACentro de Salud Mental para el Derecho a la Identidad@ a cargo de la Licenciada Lo Giudice (ver f. 551 del legajo tutelar y f. 22, 26/7 y 35/vta. de las actuaciones complementarias). Aún cuando Ben partelos agravios que la querella ha expuesto en esta apelación han sido así disipados, el Tribunal advierte que igualmente es necesario efectuar ciertas consideraciones en torno a la cuestión que ha sido sometida a su conocimiento, en atención a la delicada situación en que ha quedado expuesta la menor a partir del hecho investigado en esta causa, en la que confluyen aspectos psicológicos, jurídicos y afectivos, en ciertos puntos contrapuestos. En respuesta al cuestionamiento que ha efectuado el querellante a la actividad del juez instructor en el legajo tutelar, los suscriptos señalan que es preciso aceptar que corresponde atender al interés superior de la niña en cualquier medida a adoptarse a su respecto (art. 3°° inc. 1°° de la Convención sobre los Derechos del Niño y art. 3°° de la ley 26.061 ALey de Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes@@). Cabe recordar que en casos de estas carácterísticas se impone AYconsiderar y hacer prevalecer por sobre todos los intereses en juego Y el del sujeto más vulnerable y necesitado de protección a través del mantenimiento de situaciones de equilibrio que aparecen como más estables, evitando así nuevos conflictos cuyas consecuencias resultan impredecibles@@ (conf. CSJN, A. 418. XLI. A., F. s/protección de personas. Resuelta el 13 de marzo de 2007. Cons. 9°°, con cita de Fallos: 312:371, disidencia de los jueces Fayt y Baqué, cons. 6°° y 7°°). Por la similitud que guarda con la situación planteada en este legajo, es importante también tener en cuenta que se ha puntualizado que la Aprecedencia sanguínea no es con todo absolutra, sino que constituye una presunción conectada Bentre otros extremos- con el hecho de que la familia biológica es el ámbito inicial de la vida de toda persona y que cualquier cambio implica necesariamente un trauma y también una duplicidad. No se trata por tanto, de una barrera infranqueable para la consideración de situaciones en las cuales la permanencia en ese espacio original fue de hecho interrumpida (como es el caso) o genera sufrimientos y daños aun mayores que los propios de un cambio. Un enfoque no dogmático lleva a la cuidadosa consideración de estos últimos casos desde la perspectiva libre de prejuicios que ordena utilizar el art. 3.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño@@ (conf. CSJN, causa recién citada. Cons. 10 con cita de Fallos: 328:2870, voto de los jueces Fayt, Zaffaroni y Argibay, cons. 6°°). Es en ese marco que debe comprenderse el régimen de guarda provisoria y revinculación periódica de la menor con su padre biológico que ha establecido el magistrado a cargo del legajo, Poder Judicial de la Nación como resultado de la evaluación de la situación que mejor preserva la integridad física y psíquica de la niña por sobre cualquier otro interés que haya quedado involucrado, con sustento en toda una serie de informes coincidentes de especialistas -asistentes sociales, psicólogos, psiquiatras- requeridos para brindar una valoración objetiva sobre la cuestión. A partir de tales consideraciones, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR el auto de f. 1/2vta. de este legajo en todo cuanto decide y fuera materia de apelación. Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la anterior instancia junto con el legajo tutelar y las actuaciones complementarias recibidas, debiendo practicarse en dicha sede las restantes notificaciones a que hubiere lugar. PROPIEDAD INTELECTUAL. LITERARIA O ARTISTICA: CONSTITUCION NACIONAL. DELITO. TEORIA DE LA INSIGNIFICANCIA. El editar, vender o reproducir por cualquier medio o instrumento una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derecho habiente, previstos en el inciso a) del art. 72 de la Ley de Propiedad Científica , Literaria y Artística, al suponer tipos penales en que el bien jurídico tutelado admite lesiones graduables, puede llegar a abarcar supuestos fácticos de insignificancia. Dicha Aafectación insignificante del bien jurídico@, de ser advertida, podría ser combatida mediante el reconocimiento de que la conducta es atípica, o bien cuestionando la graduación de la eventual pena a imponer, empero la virtual admisión de la teoría de la insignificancia no es la vía idónea para controvertir, desde una óptica constitucional, el estándar de razonabilidad que tuvo en miras el legislador para prohibir conductas, que por la gravedad de los conflictos que provocan, en abstracto, lesionan bienes jurídicos que merecen tutela penal. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 4.4.2007 APETRELLA, Ricardo A. y otros s/procesamiento y embargo@@ Causa 39.809 Reg. 243 J. 4 - S. 7. NOTA: Ver fallo completo y sumario relacionado perteneciente a la misma sentencia. 2Buenos Aires, 4 de abril de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Los recursos de apelación deducidos por el doctor Suárez, en representación de Pablo Herrera y Ernesto Sosa -fs.23/5 y 26/7-; el doctor Aguirre, defensor particular de Ricardo Petrella, Ángel Miguel Del Castaño, Claudio Natinzon, Eduardo Aceval y Sergio Maganas, respectivamente a fojas 28/31 vta.y 37/9 vta. y a fojas 32/vta. por el señor Defensor Oficial, en representación de Carlos Alberto Porret y Héctor Fernando Carballo. Los letrados particulares se agravian de los puntos dispositivos del auto que en fotocopias luce a fojas 1/14 vta. en donde respectivamente se dispone cautelar a sus asistidos por encontrarlos Aprima facie@ autores del delito tipificado por el artículo 72 inciso Aa@ de la ley 11.723 y se les traba embargo hasta cubrir la suma de pesos dos mil -$2.000-. El doctor Gustavo Kollmann circunscribe la apelación a este último aspecto, por considerar excesiva la cantidad establecida por el juez. De otra parte, en este instancia jurisdiccional el doctor Aguirre solicita se declare la inconstitucionalidad del artículo 72 inciso Aa@ de la ley 11.723, al entender que la norma en cuestión se contrapone con el principio de reserva receptado en el artículo 19 de la Constitución Nacional. Puntualmente, en los casos concretos de Natinzon, Aceval y Del Castaño pretende poner de resalto que el quehacer delictivo que se les imputa, en base a las paupérrimas pruebas traídas a colación por el juzgador para sustentar su pronunciamiento, tan sólo reflejan que la misma podría permanecer en la esfera íntima de los nombrados, sin contar con aptitud para perjudicar a terceros -conf. memorial fs.76/87-. Poder Judicial de la Nación La maniobra investigada en autos consiste en la exhibición y puesta en venta de diversos discos compactos apócrifos incautados en operativos llevados a cabo en puestos internos del Parque Rivadavia, los que se identifican con los números 12, 20, 25, 32, 37, 46, 77 y 81. II- Genéricamente, la declaración de inconstitucionalidad en relación a una disposición legal, es un acto de suma gravedad institucional, ya que las leyes dictadas por el Congreso gozan de una presunción de legitimidad que opera plenamente, y que obliga a ejercer dicha atribución con sobriedad y prudencia, únicamente cuando la repugnancia de la norma con la cláusula constitucional sea manifiesta, clara e indudable. De lo contrario, se desequilibraría el sistema constitucional de los tres poderes, que no está fundado en que cada uno de ellos actúe destruyendo la función de los otros, sino que lo haga con la armonía que exige el cumplimiento de los fines del Estado, para lo cual se requiere el respeto de las normas constitucionales y del poder encargado de dictar la ley (Fallos: 285:369; 300:241,1087; 312:520). Tal como sostiene la señora Fiscal General Adjunta a fojas 92/3 vta. del legajo, el cuestionamiento que el doctor Aguirre introduce por esta vía heterodoxa para alcanzar tamaña sanción respecto del artículo 72 inciso a) de la ley 11.723 luce insustancial en su formulación, por cuanto no logra explicitar de que modo la falta de prueba de cargo en un proceso penal, y en el caso particular que nos ocupa, necesariamente lleva a determinar que la norma en pugna está reñida con la Constitución Nacional. Más allá de no advertirse vulneración al principio de reserva previsto por el artículo 19 de la Carta Magna, tampoco habrá de darse acogida al planteo formulado con fundamento en que la afectación insignificante del bien jurídico trasuntó en la ausencia de perjuicio a terceras personas. El editar, vender o reproducir por cualquier medio o instrumento una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derecho habiente, previstos en el inciso a) del artículo 72 de la Ley de Propiedad Científica, Literaria y Artística, al suponer tipos penales en que el bien jurídico tutelado admite lesiones graduables, puede llegar a abarcar supuestos fácticos de insignificancia. Dicha Aafectación insignificante del bien jurídico@ , de ser advertida en autos, podría ser combatida mediante el reconocimiento de que la conducta es atípica, o bien cuestionando la graduación de la eventual pena a imponer, empero la virtual admisión en la especie de la teoría de la insignificancia no es la vía idónea para controvertir, desde una óptica constitucional, el estándar de razonabilidad que tuvo en miras el legislador para prohibir conductas, que por la gravedad de los conflictos que provocan, en abstracto lesionan bienes jurídicos que merecen tutela legal. III- En lo que a la cuestión de fondo concierne, el juez de grado ha realizado un análisis exhaustivo y minucioso de la realidad fáctica pesquisada, detallando pormenorizadamente los distintos elementos de convicción habidos en las actuaciones, tales como el resultado de los secuestros, testimonios de los preventores y conclusiones de estudios periciales efectuados sobre un muestreo del material incautado. Ha vinculado las pruebas colectadas con aquéllas otras obtenidas a partir de las tareas de inteligencias llevadas a cabo en las causas conexas n°3482/03 y 12.875/04. Ha expuesto los descargos ensayados por cada uno de los imputados en sus respectivas indagatorias, dando razón de cuáles son las circunstancias y los motivos que lo convencen para no dar pábulo a sus dichos. Asimismo, en función de las probanzas incorporadas al legajo, asignó un marco jurídico acertado a las conductas atribuidas a los encartados, sustentado sus afirmaciones en jurisprudencia y doctrina aplicable al caso. En síntesis, las apreciaciones formuladas por el a quo son plenamente compartidas por esta Alzada, arribándose a la conclusión, contrariamente a lo sostenido por las partes, de que no se ha dejado margen para que a esta altura del proceso signado por su provisoriedad, pueda llegar a dudarse acerca de que existe un hecho delictuoso y que los imputados son culpables como partícipes de éste (art.306 C.P.P.N.), con la salvedad que más adelante se hará respecto a la particular situación de Sergio Maganas (art. 309 C.P.P.N.). Así, respecto de Pablo Herrera se han incorporado legalmente al proceso datos objetivos, idóneos conviccionalmente para producir en el juzgador un conocimiento probable acerca de los extremos de la imputación que pesa en su contra. Los elementos incorporados legalmente han sido valorados con total libertad, respetando las reglas de la sana crítica, demostrando que el encartado tenía poder de disposición sobre el material exhibido en el puesto de venta n°32 del Parque Rivadavia porque era el titular del permiso de uso precario otorgado por la Dirección General de Industria y Comercio de la Ciudad de Buenos Aires (conf. fs. 245 y 250/vta.). Es menester señalar que se constaron infracciones al rubro de venta autorizado por la autoridad municipal-libros y revistas-(conf. testimonio Rodrigo Cozzani fs.21/vta. e informe fs.246 vta.). El encartado admite a fojas 460/1 haber dado un lugar en su puesto a su tío y a un joven llamado Marcelo, respecto del cuál no puede precisar apellido ni domicilio a pesar de estar relacionado comercialmente con él desde el año 2003. Trata de desvincularse de la maniobra atribuida aduciendo que no tenía tiempo de atender el local en forma personal, quedando en consecuencia a cargo de las personas que lo trabajan por él. Parece inverosímil que el encartado supiera que uno de los encargados se dedicaba a la venta de un rubro vedado en su propio local y que no estuviera al tanto acerca de la naturaleza falsaria de los 2.400 Cds. incautados cuando él mismo dice que a veces pasaba a revisarlos para ver qué se podía llevar. Ernesto Sosa intenta exculparse argumentando que no tenía el dominio funcional del puesto N°32 y que su sola presencia el día del operativo fue ocasional y resulta insuficiente para que se le atribuya responsabilidad. El acta circunstanciada obrante a fojas 3 y el informe de fs. 333 vta. dan cuenta que los días 3 y 4 de junio estaba al frente del puesto como encargado del local de donde se incautaron los Cds. apócrifos, y en el mejor de los casos, aún cuando pueda admitirse que no tenía dominio exclusivo sobre el puesto, hasta él mismo admite que tenía co-dominio en la medida que compartía el lugar con AMarcelo@, respecto de quien, suspicazmente no puede aportar dato alguno a pesar de trabajar juntos, según sus dichos, desde hacía seis meses. El ignoto personaje,@Aque se Poder Judicial de la Nación dedicaba a la compra y venta de discos...@, presuntamente autorizado por su sobrino Pablo Herrera Avendía desde adentro del puesto...Los dos guardábamos nuestras cosas dentro del puesto@-conf. fs.458/9Por su parte, el principal argumento sobre la que el doctor Aguirre sustenta la defensa de Del Castaño, Aceval y Natinzon es la de considerar que no se han tenido en cuenta los descargos ensayados por sus asistidos. Del Castaño refiere a fojas 443/4 haber comprado 80 Cds. para su uso personal -para sus familiares-, los cuáles estaban embalados en una caja y no estaban exhibidos para la venta. Su afirmación queda controvertida con el Acta circunstanciada obrante a fojas 4 en la que se constata Airregularidad manifiesta en el ejercicio de la actividad permitida consistente en venta de CD y DVD apócrifos...@, el acta de incautación de fojas 105 y la declaración del Inspector Andrés De Carlo (fs. 103) los que dan cuenta acerca del hallazgo de los Cds. presuntamente falsos, que sólo con posterioridad al operativo en cuestión fueron colocados en una caja. Natinzon sólo puede argumentar que no sabe como llegaron al puesto 46 los discos compactos secuestrados por la prevención-fs. 369/70-, mientras que Aceval, titular del permiso precario del local n° 77, manifiesta que la jornada previa al procedimiento de autos, mientras un pariente atendía su negocio, un desconocido dejó una caja para que viera si le interesaba algún título. En ella se encontraron los Cds. apócrifos (conf. indag. fs.382/3 vta.). Su descargo resulta insuficiente para revertir el temperamento adoptado por el juez de grado, máxime cuando, contrariamente a lo alegado, y según testimoniara el Principal Carlos José Favata, los elementos que por su apariencia externa aparecían como apócrifos fueron introducidos en dos cajas con posterioridad a su relevamiento (conf. testimonio fs. 1197vta. y acta mecanografiada fs.121). Ricardo Alberto Petrella es el encargado del puesto de venta N° 20 del Parque Rivadavia y es titular del permiso de uso precario otorgado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El 3 de junio de 2004, cuando se llevó a cabo el operativo coordinado por la Secretaria de Seguridad Interior con epicentro en el Parque Rivadavia, fueron halladas en el suelo -vía pública- detrás del puesto n°20 de Petrella, tres cajas que contenía, cada una de ellas, aproximadamente trescientos discos compactos. En esa oportunidad el nombrado impidió se accediera a su negocio (conf. actas de fs.1/2 y de fs. 12/vta.; dichos en sede policial de los preventores Giachino y Acero -fs.11/vta y 14/vta. respectivamente- y del inspector municipal Rodrigo Cozzani a fs. 21/vta.-. En el allanamiento llevado a cabo el 4/6/04, se incautaron del lugar nueve mil ciento ochenta y nueve discos compactos correspondientes a títulos de películas, programas de computación y música así como tres carpetas de catálogos. Dichos extremos están corroborados con el acta obrante a fojas 137/vta. y la versión del Subinspector Cundino, quien formalizó el procedimiento en cuestión -fs. 136/vta.A pesar que el incusado sólo contaba con autorización para vender libros y revistas usados -conf. credencial que en fotocopias luce a fojas 148 y contrato de permiso precario de uso de fs. 149/50 vta.-, resulta ilustrativo traer a colación la versión del Principal Carlos Favata -v.fs. 67/vta.- quien relata como luego de apersonarse en un puesto elegido al azar, el n°20, seleccionó de una carpeta un programa de computación con inscripción manuscrita AIBM via voice millenium 7 cast@, abonándo al vendedor cinco pesos para su adquisición, sin recibir ticket o comprobante de la compra. Cabe destacar que los Cds. que Petrella tenía para su venta resultan apócrifos conforme surge de las conclusiones técnicas de los informes de fojas 226/8 y 231/5. En suma, los elementos de prueba evaluados permiten tener por acreditado con el grado de probabilidad que se exige a esta altura de la investigación, que los objetos secuestrados en el puesto n° 20 en infracción a la ley 11.723 habrían estado dispuestos para su venta y que su titular Petrella debe responder por la conducta imputada a título de autor-art. 72 inc. a) op.cit-. Él se habría dedicado a comercializar los elementos incautados a pesar de no contar con la autorización de los titulares de los derechos de autor, que amén de no avalar la edición de sus obras en esas condiciones, seguramente tampoco aceptarían su comercialización. En tal inteligencia, habrá de homologarse la resolución de mérito adoptada por el a quo respecto del encartado. Ahora bien, como se adelantara, distinta es la solución que se adoptara respecto de Sergio Maganas. El imputado afirma en la declaración obrante a fojas 481/2vta., que la caja que encontraron cerrada sobre el mostrador de su puesto no le pertenecía. Expone haber solicitado a los funcionarios intervinientes que hicieran constar el estado en que ésta fue encontrada, petición que fue desoída por los funcionarios que intervinieron en la ocasión. Siendo que al pie del acta de fojas 126/vta. luce que el imputado la suscribió en disconformidad, se estima pertinente, a fin de una apropiada evacuación de citas, escuchar a Lucas Diego Bilotti, Marcos Acosta y a la Inspectora Margarita Fonseca para que ilustren al Tribunal acerca del modo en que fueron hallados los efectos secuestrados. Ello, en orden a despejar cualquier dudas que puedan albergarse en relación al descargo ensayado por el imputado. Por ello, habrá de revocarse el procesamiento dispuesto por el magistrado, correspondiendo pronunciarse respecto de Maganas a tenor de las previsiones del artículo 309 del ordenamiento ritual. Resta señalar que, el estado más avanzado de la pesquisa así como la incorporación al legajo de elementos de prueba distintos a los oportunamente evaluados en la instancia -conf. fs. 302- convencen al Tribunal acerca de la necesidad de revisar la competencia material de este fuero de excepción, de conformidad con la asignación jurídica atribuida a la conducta por la que se procesara a los encartados y a las previsiones del artículo 76 de la ley 11.723. Poder Judicial de la Nación IV) Párrafo aparte merece el tema referente a la determinación del monto de embargo que necesariamente debe acompañar el dictado de un procesamiento. El juez basa su cálculo exclusivamente en dos pautas, advirtiendo que sólo una de ellas, Anaturaleza del delito imputado@ a la que hace mención de un modo, por cierto demasiado vago al no recalcar su contenido eminentemente económico, es aplicable a la especie. Es que la otra pauta citada está referida al Amínimo de pena de multa que... (el delito imputado)...contempla@, siendo que el artículo 72 inciso a) de la ley sólo prevé pena privativa de libertad y el secuestro de la edición en infracción a la norma. La medida cautelar en pugna tiene como finalidad garantizar en medida suficiente una eventual pena pecuniaria, la indemnización civil y los gastos originados por la tramitación de la causa, integrado por la tasa de justicia y los honorarios de abogados, procuradores y peritos. En tal sentido, y a pesar que Carlos Porret y Héctor Fernando Carvallo son asistidos por el señor Defensor Oficial, los extremos señalados precedentemente persuaden al Tribunal de que la cantidad de dos mil pesos establecida por el juez de grado como embargo luce ajustada a derecho. Por las consideraciones efectuadas precedentemente, el Tribunal RESUELVE: IRECHAZAR el planteo de inconstitucionalidad formulado por el doctor Néstor Daniel Aguirre. II- CONFIRMAR los puntos dispositivos I, VII, IX, XI, XIII, XV del interlocutorio que en fotocopias glosa a fojas 1/14 vta. del legajo, en cuanto disponen los procesamientos, sin prisión preventiva, de Ricardo Alberto PETRELLA, Ernesto Armando SOSA, Pablo Fabián HERRERA, Ángel Miguel DEL CASTAÑO, Claudio Norberto NATINZON y Eduardo Horacio ACEVAL, en orden a las conductas por la que fueron indagados, por encontrarlos respectivamente autores responsables del delito previsto y reprimido por el artículo 72 -inciso a)- de la ley 11.723 (art. 306 C.P.P.N.)III- REVOCAR el dispositivo V) del interlocutorio citado en todo cuanto decide y ha sido materia de recurso en relación a definir la situación procesal de Sergio Daniel MAGANAS, y disponer que en las presentes actuaciones no hay mérito suficiente para pronunciarse respecto del nombrado, en orden a la conducta por la que fuera procesado, a tenor de las disposiciones de los artículos 306 ni 334 del ordenamiento ritual, debiendo el señor juez de grado proceder conforme se sugiere en los considerandos (art.309 C.P.P.N.). IV- CONFIRMAR los dispositivos II, IV, VIII, X, XII, XIV, XVI y XVIII del fallo apelado en cuanto dispone trabar embargo sobre los bienes y/o dinero de los encartados hasta cubrir la suma de pesos dos mil $2.000- (art. 518 C.P.P.N.). IV- RECOMENDAR al señor juez a quo que proceda a revisar la competencia material del Tribunal, devueltas que sean las actuaciones a la anterior instancia, por las razones expuestas en los considerandos. Regístrese, hágase saber a Fiscalía de Cámara y devuélvase a Primera Instancia a fin de que se practiquen las demás notificaciones de rigor. Sirva la presente de atenta nota de envío. @ RECONOCIMIENTO EN RUEDA DE PERSONAS: RECONOCIMIENTO IMPROPIO. RECONOCIMIENTO POR FOTOGRAFIAS. Reconocimiento de quien no es imputado. Para poder efectuar una imputación concreta, resulta imperioso determinar primero quienes son los posibles imputados, siendo conducente el reconocimiento efectuado, conforme lo establecido por el art. 274 del Código Procesal, por medio de legajos fotográficos no significando para estos afectación alguna derivada de esta circunstancia. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Farah 10.4.2007 AGAMEN, Héctor y otros s/apelación...@@ Causa 39.440 Reg. 258 J. 3 - S. 6. NOTA I: Se citó C.N.C.P. Sala III APALACIO, Gustavo G.@ del 20.5.2003; AGUARDIA, Hugo C.@ del 15.9.1995 y ABLOISE, Rubén D.@ del 10.5.2001. NOTA II: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 10 de abril de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: Poder Judicial de la Nación I- Llegan las presentes actuaciones en virtud de los recursos de apelación interpuestos por las defensas de Hugo Pascarelli, Roberto Carlos Zeoliti, Diego Salvador Chemes, Héctor Humberto Gamen, Pedro Alberto AD.@ Sáenz, Ramón Antonio Erlan y José Néstor Maidana, contra la resolución que en copia obra a fs. 1/264vta. de este incidente, por la cual el juez instructor decretó el procesamiento de los nombrados. Las conductas por las que vienen cautelados han sido calificadas por el a quo como hechos de homicidio agravado (art. 80 inc. 2 del Código Penal) Bpor este delito sólo Pascarelli, Gamen y Duran SéanzB; privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas (art. 144 bis inc. 1° y último párrafo -ley 14.616en función del art. 142, inc. 1° -ley 20.642-), agravadas en virtud del art. 144 bis último párrafo en función del art. 142 inciso 5° del Código Penal; en concurso real con imposición de tormentos reiterados (art. 144 ter, primer párrafo conforme ley 14.616 y art. 55 del Código Penal). Salvo la defensa de Pascarelli, el resto también recurrió la prisión preventiva decretada a sus asistidos, mientras que el embargo sólo lo recurrieron los representantes de Zeolitti y Gamen. Los Dres. Eduardo H. O=Connor y Nemesio González, en representación de Pascarelli, se agraviaron, entre otras cosas, porque a la fecha de los hechos atribuídos al nombrado se encontraba fuera del país; porque advierten, según ellos, defectos en la descripción de las circunstancias de tiempo, lugar y modo de los sucesos imputados sin fundamento; y porque resultó ajeno a la existencia y desenvolvimiento eventual del denominado centro clandestino AEl Vesubio@ (fs. 300/303). A su vez, el Dr. Juan Gregorio Halaman, defensor de Roberto Carlos Zeoliti, señaló que resultaba arbitrario el decisorio por cuanto se le atribuyeron ochenta y ocho casos (n°1 al 14 y 84 al 157) ocurridos durante períodos en que no prestaba servicios en el lugar de los hechos. También criticó los criterios de autoría para atribuirle responsabilidad y la calificación jurídica de los hechos como casos de tortura. Agregó que su cliente no firmó ningún decreto, plan o directiva y que ninguno de los testigos indicó su presencia en los operativos, sólo lo señalan como miembro subalterno del personal penitenciario que componía una de las guardias rotativas. También dijo que no se ha acreditado su autoría en el delito de tormentos, las que sólo eran aplicadas por los interrogadores, ni en el dominio del hecho en el delito de privación ilegal de la libertad, entre otras cosas, por el bajo rango que ocupaba. Por último, también se agravió por la prisión preventiva, solicitando al respecto la inconstitucionalidad de los arts. 312, 316 y concordantes, y por lo excesivo del embargo. El Dr. Enrique Julio Villarreal, por la defensa de Diego Salvador Chemes, se agravió por cuanto entiende que su cliente al momento de los hechos no era funcionario público, pues sólo tenía el rango de subadjuntor y adjuntor del Servicio Penitenciario Federal y no tenía la facultad de formar o ejecutar la voluntad estatal; criticó la calidad de coautor atribuida pues por su cargo nunca tuvo el dominio de la situación y sólo cuidó el predio del AVesubio@ y esa orden para él no implicaba Ala de cometer delitos u orden antijurídica@; y señaló que su cliente si sabía o no lo que sucedía ahí dentro, su responsabilidad se encontraría dentro del art. 46 del Código Penal; y que no debía responder por hechos ocurridos fuera del período en que no estuvo en servicio. También sostuvo que se afectó el derecho al debido proceso y defensa en juicio por el reconocimiento de su foto por parte de las víctimas por la violación del art. 274 del Código Procesal Penal de la Nación (fs. 354/355 y 399/401). Por su parte, el Dr. Gerardo Ibáñez, en representación de Héctor Humberto Gamen (fs. 356/71), criticó, entre otras cosas, el plexo probatorio reunido y su valoración (p. ej. el testimonio de Elena Alfaro, de Norberto Cendon, de Ernesto Jorge Álvarez); indicó que jamás reconoció haber estado en AEl Vesubio@, lugar ajeno al imputado y a la Brigada X. Por otro lado, sostuvo que se estaría afectando la cosa juzgada material en razón de que ya la Cámara Federal habría dicho que Anada hay que permita establecer fundadamente que el nombrado contaba con capacidad decisoria@ (8/7/87), y que no se ha incorporado ningún elemento que modifique ese estado, salvo los dichos de Alfaro, a los que cuestionó. En cuanto a la prisión preventiva sostuvo que el magistrado se apartó de los precedentes del superior que habían beneficiado a personas en igual situación; y también criticó lo excesivo del embargo. Por último, los Dres. Rodolfo E. Catinelli y Eduardo Peralta, defensores oficiales de Pedro Alberto Duran Sáenz, Ramón Antonio Erlan y José Néstor Maidana, señalaron, entre otras cosas, que el magistrado efectuó una construcción forzada de los hechos en violación del principio de congruencia, pues afirman que los testimonios no vinculan a sus defendidos; que se omitió considerar la situación del país y se basó en afirmaciones dogmáticas. En los que hace a la prisión preventiva solicitó que se apliquen los precedentes de la Cámara Nacional de Casación Penal APazo@ y AOlivera Róvere@. Las partes mejoraron fundamentos en esta instancia a fs. 509/11, 512/523, 524/550 y 552/574 de esta incidencia. II- En atención a la extinción de la acción penal por muerte decretada respecto de Alberto Neuendorf se declarará abstracto el recurso interpuesto por su defensa. III- En primer lugar se dará respuesta a los planteos de nulidad efectuados por las partes. a. Nulidad del reconocimiento fotográfico. La defensa de Chemes planteó la nulidad del reconocimiento fotográfico realizado por el instructor. Al respecto dijo que se afectó el derecho al debido proceso y defensa en juicio por la violación del art. 274 del Código Procesal Penal de la Nación. A criterio del Tribunal la mencionada norma no ha sido transgredida pues las circunstancias del caso concreto se ajustaban a sus prescripciones. En efecto, aquí se intentaba establecer la responsabilidad penal por los hechos ocurridos durante la última dictadura militar como consecuencia de la implementación del aparato ilegal de represión en la jurisdicción que estuvo bajo la órbita del Cuerpo Primero del Ejército. La magnitud de tales sucesos se desprende, entre otras cosas, de las numerosas víctimas, de los centros clandestinos de detención que sucesivamente funcionaron y de la gran cantidad de miembros de las fuerzas de seguridad que intervinieron para poder perpetrarlos. Sin embargo, como se ha visto, una característica del sistema ilegal era, precisamente, procurar, desde su génesis, lograr la impunidad de sus integrantes Bfundamento, entre otros, de los tabicamientos de los Poder Judicial de la Nación detenidos y de la utilización de apodos por parte de los represoresB, por lo que, como se dijo en otras oportunidades, no puede esperarse que a la instrucción lleguen documentos que den formal cuenta de la identificación de cada nombre con el apodo pertinente y el lugar en que prestaron servicios. Ahora bien, pese a que a fs. 13327 el fiscal había requerido la indagatoria genérica de varias personas por su actuación en el centro clandestino de detención AEl Vesubio@@, lo cierto es que, ante la multiplicidad de sucesos delictivos y los numerosos posibles responsables, para poder efectuar una imputación concreta resultaba imperativo intentar establecer previamente quiénes pudieran haber sido los imputados por cada uno de los hechos, motivo por el cual se presentó como conducente la formación de dos legajos integrados por numerosas fotografías (en total 202) de ex integrantes de las fuerzas de seguridad, en las que no aparecía sus nombres y, paralelamente, otro anexo donde se dejaba constancia de la identidad de cada una de dichas fotografías. Por tal motivo, siendo que a los testigos se les exhibía únicamente los primeros legajos a efectos de que señalasen a aquellos responsables de los hechos que los damnificaron, respetando las prescripciones del art. 274 del código de forma, ninguna afectación se advierte para quienes hasta el momento no revestían calidad de imputados (en similar sentido, conf. precedentes de la CNCP: Sala III, APalacio, Gustavo Gabriel s/ recurso de casación@@, 20/05/2003, reg. 265; Sala III, AGuardia, Hugo Carlos y otros s/rec. casación@@, 15/09/1995, reg. 184 bis; Sala III, ABloise, Rubén Darío s/ rec. de casación@@, 10/05/2001, reg.4304). b. Nulidad por defectos en la descripción de los hechos. Ya en estas actuaciones hemos tenido oportunidad de señalar cuáles eran los recaudos que debía reunir la descripción del hecho en la indagatoria para satisfacer el principio constitucional que reglamenta el art. 298 del Código Procesal Penal de la Nación, es decir, aquel que nuestra Constitución Nacional consagra expresamente en cuanto a que Aes inviolable la defensa en juicio, de la persona y de los derechos@ (art.18) (ver causa n° 36.252 AConstantino@, reg. 1307, del 9/12/04). Siguiendo los parámetros allí delineados, este Tribunal no advierte afectación alguna a dicho principio en el modo en que fue descripto el suceso endilgado a Pascarelli, pues el a quo a la vez que le mencionó el nombre de las víctimas y la fecha del suceso y modalidades, señaló que tales hechos habrían ocurrido en ocasión del cargo que ocupó como jefe de la respectiva área militar en la que se encontraba el centro clandestino de detención AEl Vesubio@. Tales extremos descriptos, que hacen a las exigencias de tiempo, modo y lugar, en el contexto de la investigación que lleva a cabo el instructor, esto es, aquellos sucesos enmarcados en el ámbito criminal de la lucha contra el terrorismo vigente durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional, superan los recaudos legales. De este modo, se ha satisfecho la exigencia del conocimiento acabado de la imputación necesaria para ejercer una adecuada defensa en juicio (conf. de esta Sala, causa nro. 28.103, ACaviasca, G. M. y otros s/procesamiento@, rta. 11/12/96, reg. nro. 1095, entre otras, y más recientemente causa nro. 34.059 ASantos, Rubén J. y otros s/ procesamiento@, reg. nro. 748, rta. 26/07/02; y en similar sentido, de la Sala Segunda, causa n° 18.313 APerren, J. E. s/ nulidad@, rta. el 28/12/01, reg. n° 19.380). c. Nulidad por defectos de motivación. Asimismo, en la medida en que el a quo señaló cuáles eran aquellos elementos de prueba que daban cimiento a sus conclusiones sobre las responsabilidad de los procesados, corresponde rechazar los agravios sobre falta de motivación esgrimidos por las defensa, resultando el recurso de apelación el marco adecuado para darle respuesta a sus planteos, tal como sostiene el Fiscal General Adjunto. IV- En lo que hace a la cuestión de fondo, cabe recordar que, como quedara demostrado en la causa 13/84 de este Tribunal (ver especialmente Capítulos XI y XX), con el advenimiento del gobierno militar se produjo en forma generalizada en el territorio de la Nación un aumento significativo en el número de desapariciones de personas. Ello fue consecuencia del plan criminal aprobado por los ex comandantes de las fuerzas armadas por el cual en forma secreta y predominantemente verbal ordenaron a sus subordinados que: a) privaran de su libertad en forma ilegal a las personas que considerasen sospechosas de tener relación con organizaciones terroristas; b) que las condujeran a lugares de detención clandestinos; c) que ocultaran todos estos hechos a los familiares de las víctimas y negaran haber efectuado la detención a los jueces que tramitaran los habeas corpus; d) que aplicaran torturas a las personas capturadas para extraer la información que consideren necesaria; y e) que, de acuerdo a la información obtenida dispusieran: la libertad, la legalización de la detención o la muerte de la víctima. Precisamente, en esta oportunidad el magistrado de la anterior instancia responsabilizó a los imputados por su intervención en el centro clandestino de detención denominado AEl Vesubio@ y la suerte corrida por la personas que fueron allí detenidas. En la causa no se encuentra discutida la existencia de este centro clandestino, situado en la autopista Richieri y Camino de Cintura, localidad de La Matanza, Provincia de Buenos Aires. Tampoco que operó desde abril de 1976 a septiembre de 1978 bajo la órbita del Primer Cuerpo del Ejército ni que allí fueron trasladadas numerosas personas secuestradas a las que se les aplicó tormentos y se las mantuvo privadas de su libertad, siendo que algunas fueron asesinadas, otras aún permanecen en condición de desaparecidas y otras pudieron recuperar su libertad. En lo relativo a los hechos que damnificaron a las víctimas por los que vienen procesados los encartados, el grado de revisión que deba efectuar esta Alzada se restringirá al marco del recurso dado por los agravios expresos de los recurrentes. Al respecto, cabe señalar que ni las defensas en los agravios, ni los imputados en sus descargos, cuestionaron la materialidad de tales casos concretos, sino que, básicamente, orientaron sus críticas a la responsabilidad que se les atribuía en virtud de la cadena de mandos o lo actuado en aquella época. Por tales motivos, y teniendo en cuenta que muchos de esos casos ya fueron corroborados por esta Cámara en decisiones anteriores (entre ellas, la sentencia de la causa n° 13/84), a la vez que el juez se ha encargado de señalar aquella prueba relevante que los sustentaban (testimoniales en todos los casos; legajos de CONADEP; autopsias; informes periodísticos; etc.), se tendrán por acreditados prima facie en esta etapa del proceso. Poder Judicial de la Nación Superado ello, corresponde el análisis de la situación procesal de los imputados. a. Situación procesal de Héctor Humberto Gamen, Hugo Idelberto Pascarelli y Pedro Alberto Duran Saenz . En primer lugar, encontramos el caso de Héctor Humberto Gamen, Hugo Idelberto Pascarelli y Pedro Alberto Duran Saenz, personas a las que se les reprocha haber participado en los hechos en virtud de su intervención en la Central de Reunión de Inteligencia. Contra los nombrados, la resolución puesta en crisis conforma un cuadro de imputación con distintas dimensiones: temporal y territorial. Se responsabiliza a los imputados por hechos que habrían ocurrido en un centro clandestino de detención sobre el que habrían tenido jurisdicción por estar al mando de unidades militares entre los años 1976 y 1978. Por lo tanto, la eventual responsabilidad penal de los procesados en las presentes actuaciones gira en torno a hechos respecto de los cuales se encontraron espacial y temporalmente distantes de su ejecución. Esta característica del caso nos obliga a expedirnos, primeramente, respecto de las reglas de imputación que posibilitan considerar responsable a los imputados a pesar de no haberse encontrado involucrado en la ejecución directa de los hechos investigados. Posteriormente, nos ocuparemos de controlar si existen elementos probatorios en autos para dar por acreditada la vinculación de los casos con los procesados. Cabe aclarar que se tratan de los mismos lineamientos seguidos por este Tribunal recientemente al momento de analizar la responsabilidad de Jorge Olivera Róvere, quien fuera el Jefe de la Subzona Capital Federal (causa n°° 36.873, del 9/2/06, reg. n°° 55), entre otros decisorios. En oportunidad de expedirse en la sentencia del juicio a las juntas militares que usurparon el poder en Argentina entre los años 1976 y 1983 (la aludida causa 13/84), este Tribunal ya se pronunció a favor del dominio del hecho como elemento idóneo para caracterizar al autor de un delito. En este sentido, y luego de describir la evolución doctrinaria sobre el punto, la Cámara dijo que A...[e]n la República Argentina, si bien un número importante de autores siguió los lineamientos de la teoría formalB Bobjetiva en materia de autoría...., se advierte un notable giro de la doctrina más moderna hacia la teoría del dominio del hecho lo que permite suponer su definitiva aceptación, especialmente en punto a la autoría mediata@@ (considerando séptimo, punto 3, a de la causa 13/84). Puntualmente sobre la autoría mediata, y con base en lo señalado anteriormente, este Tribunal sostuvo que A...la forma que asume el dominio del hecho en la autoría mediata es la del dominio de la voluntad del ejecutor, a diferencia del dominio de la acción, propio de la autoría directa, y del dominio funcional, que caracteriza a la coautoría. En la autoría mediata el autor, pese a no realizar conducta típica, mantiene el dominio del hecho a través de un tercero cuya voluntad, por alguna razón, se encuentra sometida a sus designios.... [S]e acepta un supuesto en el que puede coexistir la autoría mediata con un ejecutor responsable. Según Claus Roxin, junto al dominio de la voluntad por miedo o por error, hay que contemplar la del dominio de la voluntad a través de un aparato organizado de poder. Lo característico es la fungibilidad del ejecutor, quien no opera como una persona individual sino como un engranaje mecánico. Al autor le basta con controlar los resortes del aparato, pues si alguno de los ejecutores elude la tarea aparecerá otro inmediatamente en su lugar que lo hará sin que se perjudique la realización del plan total@@ (considerando séptimo, punto 5, a de la causa 13/84). Sostuvo la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en ocasión de revisar la sentencia de este Tribunal, que A...los superiores conservan el dominio de los acontecimientos a través de la utilización de una estructura organizada de poder, circunstancia que los constituye en autores mediatos de los delitos así cometidos. Son características relevantes de esta forma de aparición de la autoría mediata, el dominio que posee quien maneja discrecionalmente el sistema, no ya sobre una voluntad concreta, sino sobre una voluntad indeterminada puesto que, cualquiera sea el ejecutor de la orden delictiva, el hecho se producirá. Ello así, toda vez que, otra de las notas salientes de esta forma de autoría es la fungibilidad del ejecutor, quien no opera individualmente, sino como engranaje dentro del sistema, bastándole al autor con controlar los resortes de la estructura pues, aun cuando alguno de los ejecutores eluda la tarea, será reemplazado en forma inmediata por otro, que la efectuará. Esta concepción de la autoría mediata es plenamente aplicable a la causa, ya que la estructura jerárquica de la institución militar posibilita, a quien se encuentra en su vértice, la utilización de todo o parte de las fuerzas bajo su mando, en la comisión de hechos ilícitos@@ (Fallos: 309:1689, considerando 15 del voto de los Ministros Enrique Santiago Petracchi y Jorge Antonio Bacqué). Los párrafos precedentes son suficientes para ilustrar el criterio de este Tribunal a partir del cual puede considerarse autor (mediato) de un hecho criminal al jefe que, a través de un aparato de poder, domina la voluntad del ejecutor (subordinado al jefe). Como se adelantara, también en la mencionada causa n° 36.873 AOlivera Róvere s/procesamiento con prisión preventiva@ (reg. n° 55 del 9/2/06) la Sala se ha expedido respecto a la responsabilidad de quien ejerciera Ben su carácter de Segundo Comandante del Cuerpo del Ejército IB, la Jefatura de la Subzona Capital Federal en el período comprendido entre marzo y diciembre de 1976. En esa oportunidad se consideró importante establecer si la posición jerárquica de Olivera Róvere entre marzo y diciembre de 1976 Bla cual no estaba controvertidaB permitía responsabilizarlo penalmente como autor (mediato) de los hechos investigados. A tal fin se analizó, primeramente, que ya en la Directiva del Comandante General del Ejército n° 404/75 (Alucha contra la subversión@) se establecía que A[l]os Comandos y Jefaturas de todos los niveles tendrán la responsabilidad directa e indelegable en la ejecución de la totalidad de las operaciones@ (punto 5, apartado g). A ello se sumó que el Tribunal ya se había expedido afirmativamente respecto de la responsabilidad de los Comandantes de Subzona con relación a hechos ocurridos en centros clandestinos de detención dentro de su jurisdicción. Puntualmente, en ocasión de pronunciarse sobre la situación de José Montes Bjefe de la Subzona Capital Federal con posterioridad a Olivera RóvereB esta Cámara dijo que Ade acuerdo a su emplazamiento en la Poder Judicial de la Nación cadena de mandos, recibió órdenes del jefe de la zona, las que a su vez retransmitió a sus subordinados, entre los que se encontraban quienes se hallaban a cargo de los centros o cumplían respecto de ellos cualquier otro tipo de función....En tal medida, y habida cuenta de la índole de las funciones del enjuiciado, del carácter de las órdenes que impartió y del dominio que del aparato organizado de poder tenía, cabe asignarle responsabilidad, bien que con el carácter provisorio que este tipo de resolución impone@ (fojas 1830/1). Este mismo criterio fue el que permitió a este Tribunal considerar a otros Comandantes de Subzona a priori responsables como autores de hechos con características similares a los investigados en la presente y, en consecuencia, dictar sus prisiones preventivas rigurosas (ver, en este sentido, a fojas 1831/3 la situación de Andrés Aníbal Ferrero, titular de la Subzona Capital Federal, y a fojas 2205/9 los casos de Hipólito Rafael Mariani y César Miguel Comes, titulares sucesivos de la Subzona 1.6). Con relación al punto también se expresaron los representantes del Ministerio Público a fojas 333 de estas actuaciones. En efecto, en los albores de esta investigación los Dres. Strassera y Moreno Ocampo sostuvieron que Aresulta necesario profundizar la investigación sobre la estructura de mandos que actuó en la represión ilegal, sin embargo no nos caben dudas que el Comandante de la Subzona en la que funcionaba un Centro Clandestino, es en principio responsable de lo que allí ocurría, así como de los homicidios vinculados con su jurisdicción@. Las afirmaciones precedentes dieron cimiento a la idea de que los hechos ocurridos en el ámbito de centros clandestinos de detención son imputables Ba título de autoríaB al Comandante de la Subzona en cuya jurisdicción se situaban los centros. Lo mismo ocurrió con aquellos otros militares responsables de cargos ubicados dentro de la cadena de mandos encargados de recibir, retrasmitir y, en algunos casos, hacer ejecutar las órdenes vinculadas con la llamada lucha contra la subversión, como fue el caso de aquellos que fueron jefes de área (ver causa n° 37.079, reg. n° 429, del 17/05/2006). Establecido ello, entendemos que en autos se ha reunido un cuadro probatorio suficiente como para confirmar los procesamientos de Héctor Humberto Gamen, Hugo Idelberto Pascarelli y Pedro Alberto Duran Saenz por la responsabilidad en los hechos atribuidos. Para ello no puede perderse de vista que no es la primera vez que este Tribunal debe analizar sucesos ocurridos en el centro clandestino de detención AEl Vesubio@. Recuérdese que el 13 de abril de 1987 se decretó la prisión preventiva rigurosa de Juan Bautista Sasiaiñ y de los aquí procesados Pedro Alberto Duran Saenz y Héctor Humberto Gamen (fs. 1863/1870). En dicha oportunidad, en lo que aquí interesa, se logró establecer que el General de Brigada Juan Bautista Sasiaiñ, como Comandante de la Décima Brigada de Infantería, estuvo a cargo entre diciembre de 1976 y diciembre de 1978 de la Subzona I de la Zona de Defensa I, ámbito en el que ocurrieron los sucesos que vienen a estudio. Asimismo, se estableció, en virtud de lo relatado por el nombrado en la causa n° 44, que a principios de 1977 el Comando de la Brigada reestructuró su dispositivo y los procedimientos operativos, adelantándose a un lugar central del sector más comprometido de la subzona, un puesto de comando táctico que se denominó Central de Reunión de Información (CRI) que actuó en las dependencias del regimiento de Infantería 3 de La Tablada, bajo la conducción directa del Segundo Comandante de la Brigada Bque en esa época fue ocupado por GamenB, y que operaba con personal de las Divisiones de Inteligencia Bentre los que estaba como auxiliar Duran SaenzB y Operaciones. Se acreditó también que dicha jefatura de subzona fue responsable de dos centros clandestinos de detención: AEl Vesubio@ y ALa Cacha@. Tal afirmación se desprendió de que los centros operaron dentro de su jurisdicción, de los testimonios que señalaban la presencia en esos lugares de Oficiales Jefes destinados en esa época en dicha subzona (casos de Sasaiñ, Luque y Duran Saenz), y los dichos del personal del Servicio Penitenciario Federal que reconocieron haber participado en comisión, bajo control operacional del Ejército, en dependencias del regimiento de Infantería 3 La Tablada. a.1. En esta oportunidad, al imputado Gamen, quien ya se encuentra procesado por hechos ocurridos en AEl Vesubio@ y a la espera del juicio oral, se le atribuyen nuevos sucesos de ese centro clandestino de detención. En primer lugar, resulta relevante la circunstancia de que él fue el Segundo Comandante de la Brigada de Infantería Xa. y Jefe de la Central de Reunión de Informaciones para determinar su ubicación dentro de la cadena de mandos de las ordenes ilícitas impartidas relativas al AVesubio@, lo que se ve corroborado por los testimonios de algunas de las víctimas, las directivas militares y los dichos de otros responsables en la llamado lucha contra la subversión de esa jurisdicción (Juan Bautista Sasiaiñ, Ernesto Jorge Álvarez, Héctor Arnaldo Voegeli, entre otros). Este conjunto de elementos cargosos resultan suficientes como para acreditar prima facie su responsabilidad por los secuestros, tormentos y homicidios cometidos entre el 29 de abril de 1976 y el mes de septiembre de 1977. Tampoco debe desatenderse a que estos extremos se corroboran con las constancias de su legajo personal militar, del que surge que desde el 9 de diciembre de 1975 hasta diciembre de 1977 estuvo a cargo del comando de Brigada de Infantería X; que lo calificaron con nota sobresaliente otros responsables directos de la cadena de mandos en la lucha contra la subversión, como Olivera Rovere, Suárez Mason, Montes, Sasiain y Sigwald; y que no registra licencias relevantes (ver documentación que corre por cuerda). Al mismo tiempo, también debe rechazarse el agravio relativo a la existencia de cosa juzgada pues, en primer lugar, aquella resolución que menciona la parte se trataba de hechos o casos distintos, a la vez que la decisión se vinculaba exclusivamente con los efectos de la ley 23.521 (fs. 1863/1870 y 4168/4175 de las copias de los autos principales), cuya no aplicación al caso ya ha sido resuelta por este Tribunal (causa n° 36.253 ACrespi@ del 13/07/2004, reg. n° 670), a cuyas consideraciones nos remitimos. En estas condiciones, sumado a que las restante críticas efectuadas por la defensa no alcanzan a desvirtuar el cuadro probatorio descripto, corresponde confirmar el decisorio recurrido en cuanto se lo procesa por los hechos que damnificaron a las siguientes personas: Gabriel Oscar Marotta (1); Hugo Manuel Mattión (2); Raymundo Gleyser (2bis); Graciela Alicia Dellatorre (3); Alicia Elena Carriquiriborde de Rubio (4); Ana Lía Delfina Magliaro (5); Graciela Perla Jatib (6); José Valeriano Quiroga (7); Federico Julio Martul (8); Gabriel Eduardo Poder Judicial de la Nación Dunayevich (9); Mirta Lovazzano (10); Julio Vanodio (11); Noemí Fernández Álvarez (12); Horacio Ramiro Vivas (13); Marisa Serra (14); Silvia de Raffaelli (15); Luis María Gemetro (16); Luis Alberto Fabbri (17); Catalina Juliana Oviedo de Ciuffo (18); Daniel Jesús Ciuffo (19); Luis Eduardo de Cristófaro (20); María Cristina Bernat (21); Julián Bernat (22); Claudio Gimbini (23); Elizabeth Kasserman (24); Rodolfo Goldín (25); Mario Sagroy (26); Esteban Adrián o Adriani (27); Manuel Arasymiw (28); Juan Enrique Velázquez Rosano (29); Elba Lucía Gándara Castromán (30); María Teresa Trotta de Castelli (32); Roberto Castelli (33); Cayetano Luciano Scimia (34); Ana María Di Salvo de Kiernan (35); Eduardo Jorge Kiernan (36); Genoveva Ares (38); Ofelia Alicia Cassano (39); Enrique Horacio Taramasco (40); Héctor Germán Oesterheld (41); Oscar Roger Mario Guidot (42); María Luisa Martínez de González (43); Generosa Frattasi (44); Nelo Antonio Gasparini (45); Juan Marcelo Soler Guinnar (47); Graciela Moreno (48); Juan Farías (49); Omar Jorge Farías (50); Juan Carlos Farías (51); Pablo Antonio Míguez (52); Irma Beatriz Márquez Sayago (53); Jorge Antonio Capello (54); Rosa Luján Taranto de Altamiranda (55); Horacio Altamiranda (56); Silvia Angélica Corazza de Sánchez (57); Diego Julio Guagnini (58); Emilio Guagnini (59); Marta María Brea (60); Juan Carlos Galán (61); Pablo Marcelo Córdoba (62); María Cristina Michia (63); Aldo Norberto Gallo (64); Alicia Ramona Endolz de Luciani (66); Hugo Norberto Luciani (67); María Susana Reyes (68); Liliana Mabel Bietti (69); Ricardo Daniel Wejchenberg (71); Roberto Jorge Berrozpe (72); Carlos Alberto De Lorenzo (73); Álvaro Aragón (74); Virgilio Washington Martínez (75); Aurora Alicia Barrenat de Martínez (76); y María Rosa Pargas de Camps (77). a.2. A Pascarelli se lo responsabiliza por los sucesos ocurridos durante el tiempo en que, como Jefe del Grupo de Artillería I, estuvo a cargo del Área 114, en cuya jurisdicción estuvo emplazado AEl Vesubio@, esto es, desde el 29 de abril de 1976 al 28 de junio del mismo año. Por tales motivos, se le atribuyó responsabilidad por los siguientes casos que habrían ocurrido en dicho período: Gabriel Oscar Marotta (1); Hugo Manuel Mattión (2); Raymundo Gleyser (2bis); Graciela Alicia Dellatorre (3); Alicia Elena Carriquiriborde de Rubio (4); Ana Lía Delfina Magliaro (5); Graciela Perla Jatib (6); José Valeriano Quiroga (7); Federico Julio Martul (8); Gabriel Eduardo Dunayevich (9); Mirta Lovazzano (10); Julio Vanodio (11); Noemí Fernández Álvarez (12); Horacio Ramiro Vivas (13); y Marisa Serra (14). Ya este tribunal tuvo oportunidad de señalar la responsabilidad que tuvieron los jefes de área por los hechos que ocurrieron dentro de su jurisdicción (causa n° 37.079 ASuarez Mason@, 17/05/2006, reg. n° 429). Entre otros elementos, se tuvo en cuenta lo narrado por el coimputado Carlos Guillermo Suárez Mason (fs. 4788/4822 del principal) sobre cómo operaban en la Zona I, la que tuvo a su cargo en el período aquí analizado (entre los años 1976 y 1979). Al respecto, explicó que debido a la gran población que tenía optó por una Aconducción descentralizada@ con las subzonas y precisó que ATransmití la responsabilidad que había de conducir las operaciones, les fui dando detalles de cómo hacerlas@. Estas subzonas, agregó, Atuvieron la responsabilidad total e indelegable lo cual no exime de que informaran para realizar todas las operaciones antisubversivas y su correspondiente coordinación, por lo tanto se realizaban en esa zona operaciones, se informaban los resultados globales y pasaban los detenidos que tuvieren que no fueren puestos en libertad a disposición del Consejo de Guerra, a disposición de la justicia o a disposición del PEN...@. A preguntas del Tribunal acerca de los límites de la mencionada descentralización, respondió que ella llegaba AHasta los comandantes de subzonas, pero ellos a su vez tenían una cierta capacidad para descentralizar en lo que llamaban áreas. Las subzonas estaban compuestas por áreas...Cada uno resolvía dentro de su Subzona este modus operandi, no es cierto, con respecto a la capacidad que le dieran o no a los jefes de área@, reconociendo que era informado de los resultados de lo ocurrido. Toda esta organización se ve reflejada a su vez en la Orden de Operaciones n° 9/77 firmada por Suárez Mason cuando estaba a cargo de la Zona I (fs. 10.815/35 de las fotocopias de los autos principales). En estas condiciones, cabe rechazar el agravio sobre la falta de responsabilidad en los hechos, pues el nombrado fue designado como Jefe del Área 114, dentro de cuya jurisdicción estuvo emplazado AEl Vesubio@, cargo éste creado específicamente para la lucha contra la subversión, tal como el reconociera. Al mismo tiempo, la alegada ausencia del país en dicho período no se corresponde con las constancias de su legajo personal. En efecto, de allí surge que desde el 15 de octubre de 1975 al 16 de octubre de 1976 estuvo a cargo de la jefatura del Grupo de Artillería I (jefe de área); que en dicho período los que se encargaron de calificarlo con nota sobresaliente eran sus superiores en la cadena de mandos por la lucha contra la subversión (Adolfo Sigwald y Héctor Humberto Gamen); y no hay registros de viajes al extranjero o licencias fuera de esas fechas, pues sólo tomó vacaciones de 30 días en febrero y en diciembre de 1976 o viajó a Estados Unidos del 1° de agosto de 1977 (ver fs. 27.734/27.739 de las fotocopias de los principales). Por tales motivos, sumado a los restantes elementos valorados por el a quo Bentre los que cabe mencionar los dichos de otros militares como Jorge Crespi, Sasiaiñ, Adolfo SigwaldB, corresponde homologar la cautela provisoria de Hugo Pascarelli por los hechos imputados. a.3. Por último, encontramos la situación de Pedro Alberto Duran Sáenz respecto de quien cabe señalar que su condición de jefe del centro clandestino de detención AEl Vesubio@ y que utilizaba el apodo de ADelta@ son extremos que se encuentran corroborados en la prueba mencionada por el a quo. En este sentido, resultan de interés los testimonios de Ana María Di Salvo, Eduardo Kiernan, Elena Alfaro, Susana Reyes, Genovesa Ares, Jorge Federico Watts entre otros, los reconocimientos fotográficos, el cargo y destino que tenía en esa época en el Ejército Argentino y los dichos del coimputado Zeoliti en la causa 35.040, mencionada por el juez. De estos testimonios no sólo se desprende la relevancia que tenía dentro del centro, sino también su intervención en las actividades ilícitas allí perpetradas: interrogatorios bajo torturas, secuestros y violaciones de detenidas. Asimismo, este carácter de jefe del centro, sumado a sus funciones en la llamada Central de Reunión de Información (circunstancias ya analizadas por este Tribunal en el decisorio del 13/04/1987), necesariamente lleva a sostener que intervino en la retransmisión de las órdenes superiores sobre el destino de las personas detenidas ilegalmente, circunstancia que lo convierte en autor mediato de los homicidios ocurridos durante el lapso en que estuvo a cargo. Poder Judicial de la Nación También aquí resulta relevante la información que surge del legajo personal del ejército, pues confirma que ocupó el cargo señalado en esa época y, principalmente, que fue calificado por otros responsables en la cadena de mandos como Gamen y Sasiaiñ. En estas condiciones, se confirmará su procesamiento por los hechos que damnificaron a: Luis María Gemetro (16); Luis Alberto Fabbri (17); Catalina Juliana Oviedo de Ciuffo (18); Daniel Jesús Ciuffo (19); Luis Eduardo de Cristófaro (20); María Cristina Bernat (21); Julián Bernat (22); Claudio Gimbini (23); Elizabeth Kasserman (24); Rodolfo Goldín (25); Mario Sagroy (26); Esteban Adrián o Adriani (27); Manuel Arasymiw (28); Juan Enrique Velázquez Rosano (29); Elba Lucía Gándara Castromán (30); María Teresa Trotta de Castelli (32); Roberto Castelli (33); Cayetano Luciano Scimia (34); Ana María Di Salvo de Kiernan (35); Eduardo Jorge Kiernan (36); Genoveva Ares (38); Ofelia Alicia Cassano (39); Enrique Horacio Taramasco (40); Héctor Germán Oesterheld (41); Oscar Roger Mario Guidot (42); María Luisa Martínez de González (43); Generosa Frattasi (44); Nelo Antonio Gasparini (45); Juan Marcelo Soler Guinnar (47); Graciela Moreno (48); Juan Farías (49); Omar Jorge Farías (50); Juan Carlos Farías (51); Pablo Antonio Míguez (52); Irma Beatriz Márquez Sayago (53); Jorge Antonio Capello (54); Rosa Luján Taranto de Altamiranda (55); Horacio Altamiranda (56); Silvia Angélica Corazza de Sánchez (57); Diego Julio Guagnini (58); Emilio Guagnini (59); Marta María Brea (60); Juan Carlos Galán (61); Pablo Marcelo Córdoba (62); María Cristina Michia (63); Aldo Norberto Gallo (64); Alicia Ramona Endolz de Luciani (66); Hugo Norberto Luciani (67); María Susana Reyes (68); Liliana Mabel Bietti (69); Ricardo Daniel Wejchenberg (71); Roberto Jorge Berrozpe (72); Carlos Alberto De Lorenzo (73); Álvaro Aragón (74); Virgilio Washington Martínez (75); Aurora Alicia Barrenat de Martínez (76); María Rosa Pargas de Camps (77); Francoise Marie Dauthier (78); Juan Carlos Benítez (80); y Antonio Ángel Potenza (81). a.4. En conclusión, en el caso de los nombrados Gamen, Pascarelli y Duran Sáenz, resultan relevantes las funciones que cumplían en la llamada lucha contra la subversión, el tipo de órdenes que impartían y retransmitían y el dominio que del aparato organizado de poder tenían, como para el dictado del procesamiento recurrido (art. 306 del Código procesal Penal de la Nación). b. Situación procesal de Roberto Carlos Zeoliti, Diego Salvador Chemes, Ramón Antonio Erlán y José Néstor Maidana. En este punto nos abocaremos al análisis de las imputaciones dirigidas contra quienes se habrían desempeñado directamente dentro del centro clandestino de detención AEl Vesubio@ como guardias de las personas privadas de su libertad. En primer lugar, encontramos que todos pertenecieron al Servicio Penitenciario Federal y en aquella época estuvieron en la Escuela Penitenciaria o en la Dirección General del Cuerpo Penitenciario y, como ellos reconocieron (ver declaraciones mencionadas por el a quo en su resolutorio), por órdenes del Sub Director Nacional Inspector General Raymundo Dolz, prestaron funciones de custodia en el predio en que funcionó AEl Vesubio@ bajo el control operacional del Regimiento III de Infantería de La Tablada del Ejército Argentino, aunque manifestaron desconocer lo que ocurriría dentro de ese lugar. No obstante esto último, la coincidencia de los testimonios de varias de las víctimas, como así también la contundencia de los reconocimientos fotográficos que se han efectuado, permiten afirmar, con el grado de probabilidad que esta etapa requiere, que los nombrados efectivamente intervinieron en los hechos ilícitos por los que vienen procesados. De ellos se desprende, a grandes rasgos, que los encartados eran responsables de custodiar a las personas detenidas, de mantenerlas en condiciones infrahumanas descriptas y, en algunos casos, también de realizar operativos de secuestros y golpear y torturar a las víctimas. b.1. La intervención de Roberto Carlos Zeoliti como guardia en AEl Vesubio@ y que actuaba bajo el apodo ASapo@ se encuentra prima facie demostrada por los elementos mencionados por el instructor en su decisorio, entre los que se encuentran los testimonios de personas detenidas en ese centro clandestino (p. ej. Elena Alfaro, Ana María Di Salvo, Eduardo Kiernan, Susana Reyes, Juan Antonio Frega, Faustino Fernández, Inés Vázquez), los reconocimientos fotográficos mencionados por el a quo, y por los propios dichos del imputado en otra causa. La contundencia de tales elementos, sumado a que tales extremos no fueron controvertidos por la defensa, nos libera de efectuar mayores precisiones. Si bien el imputado desconoció haber prestado funciones en ese centro en determinados períodos, lo cierto es que algunos de los detenidos en aquellas fechas lo reconocieron por apodo como uno de los guardias de menor jerarquía. Tal es el caso de Guillermo Horacio Dascal, quien estuvo en AEl Vesubio@ entre los días 11 de mayo al 19 de junio de 1978; de Inés Vázquez, detenida entre los días 19 de julio de 1978 y 19 de mayo de 1979; Enrique Jorge Varrín, detenido entre el 2 de agosto hasta el 13 de septiembre de 1978; Juan Antonio Frega detenido entre el 3 de agosto y el 13 de septiembre de 1978, quien además lo reconoció fotográficamente; Faustino José Carlos Fernández, detenido entre el 10 de agosto y 12 de septiembre de 1978; Darío Emilio Machado, detenido entre el 12 de agosto al 12 de septiembre de 1978; y Raúl Eduardo Contreras, detenido entre los días 19 de agosto y 12 de septiembre de 1978. Ahora bien, en lo que hace a sus defensas, más allá del modo en que Zeoliti haya podido prestar sus funciones en el centro clandestino de detención, en la medida en que fue uno de los responsables de cuidar y mantener a las personas detenidas, ello resulta suficiente como para confirmar su procesamiento por las privaciones ilegales de la libertad, tormentos y homicidios ocurridos en ese período. Si bien varios de los testimonios de las víctimas lo identifican como perteneciente a la Aguardia buena@ y que efectuaba concesiones, lo cierto es que colaboró, día a día y a lo largo de más de un año, para que los detenidos permanecieran en las condiciones infrahumanas que el mismo se encargó de describir del siguiente modo: Aencapuchados@, Aesposados de a dos@, Ahallándose fijos mediante esposas o grilletes a la pared@, que les costaba estar parados porque los grilletes estaban bajos, que los que regresaban de la casa de los interrogatorios volvían Amal, Adoloridos@; y que salían del centro Adurante la noche...ubicándoselos en el baúl de Poder Judicial de la Nación dichos rodados@ (ver declaración de la causa n° 35.040); todas estas circunstancias evidenciaban la clandestinidad e ilegitimidad del estado de detención de las víctimas y las condiciones en que ella tenía lugar. En todo caso, el trato dispensado a los detenidos será una de las pautas que habrá de tenerse en cuenta, eventualmente, al momento de graduar su culpabilidad, pero de modo alguno puede fundar su exclusión. Por su parte, en el caso del ex agente del Servicio Penitenciario Federal Diego Salvador Chemes, también encontramos que el instructor, a través de declaraciones testimoniales y reconocimientos fotográficos de las víctimas, logró identificarlo como uno de los guardias del AVesubio@ que actuaba bajo el apodo APolaco@ o AChávez@ (ver declaraciones de Susana Reyes, Silvia Saladino, Juan Antonio Frega, Elena Alfaro, Faustino Fernández, Pablo Martínez Sameck, Rolando Zanzi, Inéz Vázquez, Horacio Russo, Guillermo Lorusso). De los testimonios reunidos se desprende la intervención del nombrado en las tareas de custodia de los detenidos, en algunos operativos de secuestro y en la aplicación de mano propia de golpes y maltrato cotidiano (Faustino José Carlos Fernández, Pablo Martínez Sameck, Juan Antonio Frega, Rolando Zanzi, entre otros de los mencionados en el decisorio). En estas condiciones, los intentos de la defensa por desvincularlo de los hechos ocurridos no tendrán acogida favorable, pues los elementos mencionados, sumado a que el propio imputado reconoció custodiar el predio Baunque negó conocer lo que sucedía dentroB, alcanzan para el dictado del auto provisorio recurrido. Por lo dicho hasta aquí, se confirmará el procesamiento de los nombrados Roberto Carlos Zeoliti y Diego Salvador Chemes por los hechos que damnificaron a: Gabriel Oscar Marotta (1); Hugo Manuel Mattión (2); Raymundo Gleyser (2bis); Graciela Alicia Dellatorre (3); Alicia Elena Carriquiriborde de Rubio (4); Ana Lía Delfina Magliaro (5); Graciela Perla Jatib (6); José Valeriano Quiroga (7); Federico Julio Martul (8); Gabriel Eduardo Dunayevich (9); Mirta Lovazzano (10); Julio Vanodio (11); Noemí Fernández Álvarez (12); Horacio Ramiro Vivas (13); Marisa Serra (14); Silvia de Raffaelli (15); Luis María Gemetro (16); Luis Alberto Fabbri (17); Catalina Juliana Oviedo de Ciuffo (18); Daniel Jesús Ciuffo (19); Luis Eduardo de Cristófaro (20); María Cristina Bernat (21); Julián Bernat (22); Claudio Gimbini (23); Elizabeth Kasserman (24); Rodolfo Goldín (25); Mario Sagroy (26); Esteban Adrián o Adriani (27); Manuel Arasymiw (28); Juan Enrique Velázquez Rosano (29); Elba Lucía Gándara Castromán (30); María Teresa Trotta de Castelli (32); Roberto Castelli (33); Cayetano Luciano Scimia (34); Ana María Di Salvo de Kiernan (35); Eduardo Jorge Kiernan (36); Gabriel Alberto García (37); Genoveva Ares (38); Ofelia Alicia Cassano (39); Enrique Horacio Taramasco (40); Héctor Germán Oesterheld (41); Oscar Roger Mario Guidot (42); María Luisa Martínez de González (43); Generosa Frattasi (44); Nelo Antonio Gasparini (45); Elena Isabel Alfaro (46); Juan Marcelo Soler Guinnar (47); Graciela Moreno (48); Juan Farías (49); Omar Jorge Farías (50); Juan Carlos Farías (51); Pablo Antonio Míguez (52); Irma Beatriz Márquez Sayago (53); Jorge Antonio Capello (54); Rosa Luján Taranto de Altamiranda (55); Horacio Altamiranda (56); Silvia Angélica Corazza de Sánchez (57); Diego Julio Guagnini (58); Emilio Guagnini (59); Marta María Brea (60); Juan Carlos Galán (61); Pablo Marcelo Córdoba (62); María Cristina Michia (63); Aldo Norberto Gallo (64); Hugo Pascual Luciani (65); Alicia Ramona Endolz de Luciani (66); Hugo Norberto Luciani (67); María Susana Reyes (68); Liliana Mabel Bietti (69); Emérito Darío Pérez (70); Ricardo Daniel Wejchenberg (71); Roberto Jorge Berrozpe (72); Carlos Alberto De Lorenzo (73); Álvaro Aragón (74); Virgilio Washington Martínez (75); Aurora Alicia Barrenat de Martínez (76); María Rosa Pargas de Camps (77); Francoise Marie Dauthier (78); Eduardo Jaime José Arias (79); Juan Carlos Benítez (80); Antonio Ángel Potenza (81); Javier Antonio Casaretto (82); Arturo Osvaldo Chillida (83); Raúl Alberto Iglesias (84); Laura Isabel Feldman (85); Blanca Estela Angerosa (86); Juan Carlos Martiré (87); Mauricio Fabián Weinstein (88); Gabriela Juárez Celman (89); Marcelo Olalla de Labra (90); Daniel Horacio Olalla de Labrá (91); Claudio Niro (92); Osvaldo Alberto Scarfia (93); Alejandra Naftal (94); Alfredo Luis Chávez (95); Samuel Leonardo Zaidman (96); Gustavo Alberto Franquet (97); Mirta Diez (98); Guillermo Horacio Dascal (99); Marta Liliana Sipes (100); Guillermo Enrique Moralli (101); Martín Vázquez (102); Silvia Irene Saladino (103); Nieves Marta Kanje (104); Cecilia Vázquez de Lutzky (105); Inés Vázquez (106); Paulino Alberto Guarido (107); Mónica Haydée Piñeiro (108); Juan Miguel Thanhauser (109); Rolando Alberto Zanzi Vigouroux (110); Mauricio Alberto Poltarak (111); Esther Gersberg de Díaz Salazar (112); Luis Miguel Díaz Salazar (113); Jorge Federico Watts (114); Roberto Oscar Arrigo (115); Horacio Hugo Russo (116); Osvaldo Luis Russo (117); Luis Pérez (118); Enrique Jorge Varrín (119); Juan Antonio Frega (120); Dora Beatriz Garín (121); Lidia Curto Campanella (122); Alfredo Eduardo Peña (123); Beatriz Leonor Perosio (124); Alfredo Eugenio Smith (125); María Celia Kriado (126); Juan Carlos Paniagua (127); María Angélica Pérez de Micflik (128); Saúl Micflik (129); Faustino José Carlos Fernández (130); Osvaldo Domingo Balbi (131); Estrella Iglesias Espasandín (132); Laura Isabel Waen (133); Darío Emilio Machado (134); Javier Gustavo Goldín (135); Arnaldo Jorge Piñón (136); Cristina María Navarro (137); Víctor Voloch (138); Hugo Vaisman (139); Héctor Hugo Cavallo (140); Roberto Luis Cristina (141); Rubén Bernardo Kriscautzky (142); Osvaldo Stein (143); Jorge Rodolfo Montero (144); Elías Semán (145); Abraham Hochman (146); José Portillo (147); María Elena Rita Fernández (148); Pablo Martínez Sameck (149); Roberto Luis Gualdi (150); Miguel Fuks (151); Raúl Eduardo Contreras (152); Ernesto Szerszewiz (153); Guillermo Alberto Lorusso (154); Norma Raquel Falcone (155); Claudio Lutman (156); y Cecilia Laura Ayerdi (157). b.2. También entendemos que se encuentra demostrada la intervención de Ramón Antonio Erlán y de José Néstor Maidana en los hechos atribuídos. En efecto, en el caso del primero de los nombrados, de la prueba testimonial y del reconocimiento fotográfico surge que habría actuado como jefe de una de las guardias en AEl Vesubio@ bajo el apodo APancho@ (ver declaraciones de María Susana Reyes, Elena Alfaro, Ana María Di Salvo, Eduardo Kiernan, Horacio Russo, Guillermo Lorusso, María Angélica Pérez de Micflik, Faustino Fernández, Inés Vázquez, Javier Goldín, Jorge Watts, Juan Antonio Frega, entre otras). En cuanto al trato dispensado a las víctimas, más allá de cuanto ya se dijo, encontramos relatos que lo vinculan con actos de violencia (ver declaración de María Angélica Pérez). En virtud de ello habremos de confirmar la medida cautelar recurrida por los casos de: Luis María Gemetro (16); Luis Alberto Fabbri (17); Catalina Juliana Oviedo de Ciuffo (18); Daniel Jesús Ciuffo (19); Luis Poder Judicial de la Nación Eduardo de Cristófaro (20); María Cristina Bernat (21); Julián Bernat (22); Claudio Gimbini (23); Elizabeth Kasserman (24); Rodolfo Goldín (25); Mario Sagroy (26); Esteban Adrián o Adriani (27); Manuel Arasymiw (28); Juan Enrique Velázquez Rosano (29); Elba Lucía Gándara Castromán (30); María Teresa Trotta de Castelli (32); Roberto Castelli (33); Cayetano Luciano Scimia (34); Ana María Di Salvo de Kiernan (35); Eduardo Jorge Kiernan (36); Gabriel Alberto García (37); Genoveva Ares (38); Ofelia Alicia Cassano (39); Enrique Horacio Taramasco (40); Héctor Germán Oesterheld (41); Oscar Roger Mario Guidot (42); María Luisa Martínez de González (43); Generosa Frattasi (44); Nelo Antonio Gasparini (45); Elena Isabel Alfaro (46); Juan Marcelo Soler Guinnar (47); Graciela Moreno (48); Juan Farías (49); Omar Jorge Farías (50); Juan Carlos Farías (51); Pablo Antonio Míguez (52); Irma Beatriz Márquez Sayago (53); Jorge Antonio Capello (54); Rosa Luján Taranto de Altamiranda (55); Horacio Altamiranda (56); Silvia Angélica Corazza de Sánchez (57); Diego Julio Guagnini (58); Emilio Guagnini (59); Marta María Brea (60); Juan Carlos Galán (61); Pablo Marcelo Córdoba (62); María Cristina Michia (63); Aldo Norberto Gallo (64); Hugo Pascual Luciani (65); Alicia Ramona Endolz de Luciani (66); Hugo Norberto Luciani (67); María Susana Reyes (68); Liliana Mabel Bietti (69); Emérito Darío Pérez (70); Ricardo Daniel Wejchenberg (71); Roberto Jorge Berrozpe (72); Carlos Alberto De Lorenzo (73); Álvaro Aragón (74); Virgilio Washington Martínez (75); Aurora Alicia Barrenat de Martínez (76); María Rosa Pargas de Camps (77); Francoise Marie Dauthier (78); Eduardo Jaime José Arias (79); Juan Carlos Benítez (80); Antonio Ángel Potenza (81); Javier Antonio Casaretto (82); Arturo Osvaldo Chillida (83); Raúl Alberto Iglesias (84); Laura Isabel Feldman (85); Blanca Estela Angerosa (86); Juan Carlos Martiré (87); Mauricio Fabián Weinstein (88); Gabriela Juárez Celman (89); Marcelo Olalla de Labra (90); Daniel Horacio Olalla de Labrá (91); Claudio Niro (92); Osvaldo Alberto Scarfia (93); Alejandra Naftal (94); Alfredo Luis Chávez (95); Samuel Leonardo Zaidman (96); Gustavo Alberto Franquet (97); Mirta Diez (98); Guillermo Horacio Dascal (99); Marta Liliana Sipes (100); Guillermo Enrique Moralli (101); Martín Vázquez (102); Silvia Irene Saladino (103); Nieves Marta Kanje (104); Cecilia Vázquez de Lutzky (105); Inés Vázquez (106); Paulino Alberto Guarido (107); Mónica Haydée Piñeiro (108); Juan Miguel Thanhauser (109); Rolando Alberto Zanzi Vigouroux (110); Mauricio Alberto Poltarak (111); Esther Gersberg de Díaz Salazar (112); Luis Miguel Díaz Salazar (113); Jorge Federico Watts (114); Roberto Oscar Arrigo (115); Horacio Hugo Russo (116); Osvaldo Luis Russo (117); Luis Pérez (118); Enrique Jorge Varrín (119); Juan Antonio Frega (120); Dora Beatriz Garín (121); Lidia Curto Campanella (122); Alfredo Eduardo Peña (123); Beatriz Leonor Perosio (124); Alfredo Eugenio Smith (125); María Celia Kriado (126); Juan Carlos Paniagua (127); María Angélica Pérez de Micflik (128); Saúl Micflik (129); Faustino José Carlos Fernández (130); Osvaldo Domingo Balbi (131); Estrella Iglesias Espasandín (132); Laura Isabel Waen (133); Darío Emilio Machado (134); Javier Gustavo Goldín (135); Arnaldo Jorge Piñón (136); Cristina María Navarro (137); Víctor Voloch (138); Hugo Vaisman (139); Héctor Hugo Cavallo (140); Roberto Luis Cristina (141); Rubén Bernardo Kriscautzky (142); Osvaldo Stein (143); Jorge Rodolfo Montero (144); Elías Semán (145); Abraham Hochman (146); José Portillo (147); María Elena Rita Fernández (148); Pablo Martínez Sameck (149); Roberto Luis Gualdi (150); Miguel Fuks (151); Raúl Eduardo Contreras (152); Ernesto Szerszewiz (153); Guillermo Alberto Lorusso (154); Norma Raquel Falcone (155); Claudio Lutman (156); y Cecilia Laura Ayerdi (157). Por su parte, José Néstor Maidana, quien sólo se encuentra procesado por los casos mencionados n° 46 a 157, también fue reconocido por fotografías por sobrevivientes y sindicado como uno de los jefes de una de las guardias del lugar y que actuaba bajo el apodo AParaguayo@ o AMatos@ (ver declaraciones de Ana María Di Salvo, Eduardo Kiernan, Jorge Federico Watts, Juan Antonio Frega, Inés Vázquez, Javier Goldín, Russo, Nieves Kanje, entre otros). También existen numerosos testimonios que lo relacionan con actos de violencia de propia mano y una actitud de suma agresividad en el cumplimiento de sus ilícitas tareas (declaraciones de Faustino Fernández, Guillermo Lorusso, Mónica Piñeiro y Roberto Gualdi, entre otros). En estas condiciones, resulta acertado su procesamiento por los hechos por los que viene cautelado. De este modo se advierte que los agravios de la defensa de Erlán y Maidana no pueden prosperar pues se ha visto cómo testimonios directos, además de los reconocimientos fotográficos, los involucran en los ilícitos atribuídos, en tanto que, el carácter antijurídico de sus conductas de modo alguno se justifica por la situación imperante en el país. b.3. En conclusión, en todos estos casos, los elementos probatorios que directamente vinculan a los imputados con la custodia de los detenidos ilegales (testimoniales y reconocimientos fotográficos), sumado a que ellos mismos reconocen haber cumplido funciones en ese edificio, resultan suficiente como para homologar sus procesamientos (art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación). V- Calificación legal. Atento a las características de los hechos que en la presente se darán por probados con el grado de convicción exigido por el art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación, entiende también el Tribunal que la calificación legal escogida por el a quo resulta correcta. En primer lugar, cabe responder a las defensa de Chemes y Zeoliti que aunque los imputados hayan respondido a órdenes de sus superiores, lo cierto es que fueron ellos quienes determinaron, a lo largo de más de un año, la forma en la que específicamente se materializaron las órdenes que cumplían, circunstancia que les otorgó el dominio de la acción y el consecuente carácter de autores. AEl ejecutor, si bien no puede ser desbancado de su dominio de la acción, sin embargo es al mismo tiempo un engranajeBsustituible en cualquier momentoB en la maquinaria del poder, y esta doble perspectiva impulsa al sujeto de detrás, junto con él, al centro del acontecer@ (Claus Roxin. Autoría y Dominio del hecho en Derecho Penal. Marcial Pons, sexta edición, Madrid, 1998, página 271y siguientes). Por su parte, resulta irrelevante para la configuración del delito el agravio vinculado con la ausencia de la calidad de funcionario esgrimida por la defensa de Chemes en atención a su bajo rango en el escalafón. En numerosos precedentes, invariablemente, esta Sala ha sostenido que posee el carácter de funcionario público todo aquel que participa de las funciones públicas, mediante la facultad delegada de manera permanente o accidental en la Poder Judicial de la Nación formación o ejecución de la voluntad estatal para realizar un fin público (causa AGiana@ del 06/08/1999, reg. n° 695; causa n° 33.257 AJuzgado Federal n° 5" del 16/08/2001, reg. n° 661, y sus citas). En un sentido similar, la Sala Primera de la Cámara Nacional de Casación Penal señaló que Aa los efectos del derecho penal, los conceptos de funcionario y empleado público han de equiparse; que lo relevante para adquirir esas categorías es que el agente participe en el ejercicio de la función pública...@ (causa n° 5539 AVila@, del 06/09/2004, reg. n° 6988, y sus citas). Por lo tanto, la calidad de funcionario público de los imputados se encuentra satisfecha desde su condición de miembros de las fuerzas de seguridad del estado y las funciones específicas que el mismo reconoce haber realizado (art. 77 del Código Penal). En lo que hace a las privaciones ilegales de la libertad que se dieron por acreditadas corresponde su inclusión en el tipo penal descripto por el art. 144 bis, inciso 1° y último párrafo (ley 14.616), agravado por el art. 142 inc. 1° (ley 20.642) del Código Penal. Ya ha dicho este Tribunal que ALos hechos... debido a los caracteres de la aprehensión, presentaron el común denominador de tratarse de detenciones ordenadas por funcionarios públicos que abusaron de sus funciones y no guardaron las formalidades prescriptas por la ley. Esta violación contra la libertad individual (artículo 18 de la Constitución Nacional) se ve agravada por haber mediado violencias y amenazas, teniendo en cuenta tanto la >vis absoluta= como la >vis moral= ejercida sobre las víctimas. Fue característica de todos estos hechos la actuación de grupos de personas armadas que respondieron al comando operacional de alguna de las tres fuerzas Bvestidas de uniforme o de civilB que luego de ingresar a los domicilios de las víctimas, o de interceptarlas en la vía pública, o de individualizarlas a la salida de sus trabajos, las reducían con el blandir de sus armas o con la acción física directa, muchas veces en medio de procedimientos espectaculares, y las conducían a centros clandestinos de detención. Nunca mediaron órdenes de detención ni allanamiento expedidas por autoridades competentes. Por otro lado, también fue objeto de prueba concluyente que la permanencia en los lugares de cautiverio se caracterizó por el sometimiento de los reducidos a interrogatorios acompañados de tormentos y por circunstancias de vida ultrajantes a la condición humana...@ (considerando quinto, punto I, causa 13/84). Las características reseñadas permitieron en aquella oportunidad adecuar los hechos en la misma figura legal escogida ahora por el a quo, razón por la cual y siendo que el grupo de hechos imputados a los aquí procesados comparte estos elementos definitorios, será homologada dicha calificación. En similar dirección, se confirmará la calificación de en los términos de los arts. 79 y 80 inc. 2° del Código Penal. Así se estableció que ALas muertes que se han tenido por probadas...fueron predeterminadas y concretadas actuando sobre seguro, atento al estado de indefensión en que se encontraban las víctimas y las circunstancias que rodearon sus ejecuciones lo cual permite tipificar >prima facie= a tales sucesos como homicidios agravados con alevosía, reiterados, en las personas de las víctimas enunciadas (arts. 55, 79 y 80 inc. 2° del Código Penal)@ (cfr. fojas 4825/4848 de estas actuaciones). Por último, en lo relativo al delito de tormentos corresponde reiterar lo dicho por este Tribunal recientemente (causa n° 38.732 ADel Cerro, Juan Antonio@ del 28/09/2006, reg. n° 1055). Independientemente de aquellos casos en los que se ha corroborado la aplicación de tormentos a los detenidos (picana y otros elementos de tortura), se avalará la aplicación de la figura prevista en el artículo 144 tercero, primer párrafo del Código Penal a los casos en que se encuentre a priori acreditada la privación ilegítima de una persona en condiciones inhumanas de cautiverio generalizadas y sistemáticas, tal como ocurrió en todos los casos por los que este Tribunal confirmó la responsabilidad a priori de los imputados. Basta recordar que los detenidos eran sometidos en los centros clandestinos de detención By el Vesubio no fue una excepciónB a tabicamiento, engrillamiento Bque en este centro les impedía estar de pieB, supresión de la identidad, condiciones de cautividad en tubos o leoneras, supresión de toda forma de comunicación humana, castigos permanentes, amenazas de torturas, deficiente alimentación, falta de higiene, exposición en desnudez y otros padecimientos de connotación sexual, imposición de sesiones de tormentos físicos, brutalidad antisemita, entre otras agresiones. Este Tribunal comparte, entonces, la idea de que tales condiciones de cautiverio importan en sí mismas la imposición de tormentos en los términos del artículo señalado. Vale aclarar, al respecto, que la decisión del a quo de subsumir estas conductas en el delito de tormentos Bcuando con anterioridad, frente a acciones similares, la calificación escogida era sólo la de privación ilegítima de la libertad (temperamento que, a su vez, fue confirmado por este Tribunal)B no es una circunstancia que incida sobre la base fáctica respecto de la cual se desarrolla este proceso. Es decir, una vez determinada la materialidad de los hechos en torno a los cuales se efectuará, eventualmente, la audiencia de debate, y más allá del encuadre jurídico que se le asigne a los sucesos en esta instancia, el juicio de subsunción definitivo tendrá lugar en el hipotético juicio. VILas cuestiones relativas a la libertad provisional de los imputados de autos ya fueron resueltas recientemente por esta Alzada en los respectivos incidentes de excarcelación Blos que se encuentran actualmente en la Cámara Nacional de Casación PenalB, motivo por el cual, en atención a que no han variado las circunstancias tenidas en cuenta en su momento, habremos de confirmar las prisiones preventivas de Zeoliti y Gamen. Con relación al monto de los embargos apelados, las razones esgrimidas por el a quo para su determinación resultan adecuadas y ajustadas a los parámetros del artículo 518 del C.P.P.N. Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I- DECLARAR ABSTRACTO el recurso interpuesto por la defensa de Alberto Neuendorf conforme lo dicho en el considerando II de la presente. II- NO HACER LUGAR a los planteos de nulidad de las defensas desarrollados en el considerando III de la presente. Poder Judicial de la Nación III- CONFIRMAR los puntos dispositivos nos. I, II, IV, VI, VIII, XI y XIII, del auto recurrido en cuando decreta el procesamiento con prisión preventiva de Hugo Pascarelli, Roberto Carlos Zeoliti, Diego Salvador Chemes, Héctor Humberto Gamen, Pedro Alberto Duran Sáenz, Ramón Antonio Erlan y José Néstor Maidana, en todo en cuanto decide y fuera materia de apelación (art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación). IV- CONFIRMAR los puntos dispositivos mencionados en cuando decreta el embargo de los imputados Roberto Carlos Zeoliti y Héctor Humberto Gamen (art. 518 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la instancia anterior, donde deberán practicarse las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@ PARTICIPACION CRIMINAL: AUTORIA MEDIATA. DOMINIO DEL HECHO. Delitos cometidos a traves de un aparato organizado desde el poder. (Jefes de área). Ante el caso en que la responsabilidad gira en torno a hechos respecto de los cuales el imputado se encontró espacial y temporalmente distante de su ejecución obliga a analizar, primeramente, las reglas de imputación que posibilitan considerarlos responsables a pesar de no haberse encontrado involucrado en la ejecución directa de los hechos investigados. Posteriormente, corresponde ocuparse de controlar si existen elementos probatorios para dar por acreditada la vinculación de los casos con los procesados. Cabe aclarar que se tratan de los mismos lineamientos seguidos por este Tribunal recientemente al momento de analizar la responsabilidad de Jorge Olivera Róvere, quien fuera el Jefe de la Subzona Capital Federal (causa n° 36.873, del 9/2/06, reg. n° 55), entre otros decisorios. En oportunidad de expedirse en la sentencia del juicio a las juntas militares que usurparon el poder en Argentina entre los años 1976 y 1983 (la aludida causa 13/84), este Tribunal ya se pronunció a favor del dominio del hecho como elemento idóneo para caracterizar al autor de un delito. En este sentido, y luego de describir la evolución doctrinaria sobre el punto, la Cámara dijo que A...[e]n la República Argentina, si bien un número importante de autores siguió los lineamientos de la teoría formalBobjetiva en materia de autoría...., se advierte un notable giro de la doctrina más moderna hacia la teoría del dominio del hecho lo que permite suponer su definitiva aceptación, especialmente en punto a la autoría mediata@ (considerando séptimo, punto 3, a de la causa 13/84). Puntualmente sobre la autoría mediata, y con base en lo señalado anteriormente, este Tribunal sostuvo que A...la forma que asume el dominio del hecho en la autoría mediata es la del dominio de la voluntad del ejecutor, a diferencia del dominio de la acción, propio de la autoría directa, y del dominio funcional, que caracteriza a la coautoría. En la autoría mediata el autor, pese a no realizar conducta típica, mantiene el dominio del hecho a través de un tercero cuya voluntad, por alguna razón, se encuentra sometida a sus designios.... [S]e acepta un supuesto en el que puede coexistir la autoría mediata con un ejecutor responsable. Según Claus Roxin, junto al dominio de la voluntad por miedo o por error, hay que contemplar la del dominio de la voluntad a través de un aparato organizado de poder. Lo característico es la fungibilidad del ejecutor, quien no opera como una persona individual sino como un engranaje mecánico. Al autor le basta con controlar los resortes del aparato, pues si alguno de los ejecutores elude la tarea aparecerá otro inmediatamente en su lugar que lo hará sin que se perjudique la realización del plan total@ (considerando séptimo, punto 5, a de la causa 13/84). Poder Judicial de la Nación Sostuvo la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en ocasión de revisar la sentencia de este Tribunal, que A...los superiores conservan el dominio de los acontecimientos a través de la utilización de una estructura organizada de poder, circunstancia que los constituye en autores mediatos de los delitos así cometidos. Son características relevantes de esta forma de aparición de la autoría mediata, el dominio que posee quien maneja discrecionalmente el sistema, no ya sobre una voluntad concreta, sino sobre una voluntad indeterminada puesto que, cualquiera sea el ejecutor de la orden delictiva, el hecho se producirá. Ello así, toda vez que, otra de las notas salientes de esta forma de autoría es la fungibilidad del ejecutor, quien no opera individualmente, sino como engranaje dentro del sistema, bastándole al autor con controlar los resortes de la estructura pues, aun cuando alguno de los ejecutores eluda la tarea, será reemplazado en forma inmediata por otro, que la efectuará. Esta concepción de la autoría mediata es plenamente aplicable a la causa, ya que la estructura jerárquica de la institución militar posibilita, a quien se encuentra en su vértice, la utilización de todo o parte de las fuerzas bajo su mando, en la comisión de hechos ilícitos@ (Fallos: 309:1689, considerando 15 del voto de los Ministros Enrique Santiago Petracchi y Jorge Antonio Bacqué). Los párrafos precedentes son suficientes para ilustrar a partir del cual puede considerarse autor (mediato) de un hecho criminal al jefe que, a través de un aparato de poder, domina la voluntad del ejecutor (subordinado al jefe). C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Farah 10.4.2007 AGAMEN, Héctor y otros s/apelación...@@ Causa 39.440 Reg. 258 J. 3 - S. 6. NOTA I: Ver fallo completo. NOTA II: Ver además lo resuelto en autos AROLON, Augusto I.@ de la misma Sala y fecha registrada con el número 270 y ABARDA, Alberto P. y otros@ del 24.4.2007 RECURSO DE APELACION: COMPETENCIA. CONEXIDAD. Iapelabilidad del auto que no hace lugar a una solicitud de acumulación de causas. Es doctrina del Tribunal que las resoluciones sobre conexidad entre causas son irrecurribles, regla que encuentra una excepción en cuanto se halle afectada una garantía constitucional. ( ADR. ORTIZ ALMONACID@ del 12.3.96, ALANATA, Jorge@ del 29.8.93). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - irurzun - Lurashi 4.4.2007 AHUÑIS, Ricardo...@ Causa 24.975 Reg. 26.632 RECURSO DE APELACION: ADHESION. Costas. J. 1 - S. 2. Poder Judicial de la Nación Dictado el sebreseimiento del imputado por prescripción de la acción penal y apelada por la defensa el dispositivo que exime al querellante de la carga de las costas al imponerlas en el orden causado, resulta improcedente la adhesión del querellante a esta última. Ello así porque, aún con el criterio amplio sostenido reiteradamente por el tribunal, no es admisible la adhesión del querellante a la apelación de un punto accesorio de la resolución y que permitiría que se revise, y eventualmente que se modifique en contra de la defensa, la cuestión de fondo fallada a su favor que no fue objeto de impugnación originaria o lo fue en forma defectuosa. Por ello corresponde el rechazo de dicha adhesión y entrar en el fondo de la apelación del querellante contra el dispositivo que da por prescrpta la acción penal. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 19.4.2007 AVAZQUEZ, Enrique s/prescripción...@ Causa 23.427 Reg. 26.688 J. 1 - S. 2. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 19 de abril de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Dr. Oscar Luis Vignale -defensor de Enrique Vázquez-, contra el punto dispositivo III del decisorio que luce a f. 333/5 de este legajo, en cuanto la Señora Juez de Grado dispuso eximir totalmente a la parte querellante del pago de las costas que incumba abonar al imputado, quedando la responsabilidad por el pago de ellas en el orden causado. Su agravio se centra en considerar que conforme a lo dispuesto por el artículo 531 del Código Procesal Penal de la Nación, las costas de esta incidencia deben ser soportadas por la querella al ser la parte vencida y no haber tenido razón plausible para litigar. A su vez, dentro del plazo previsto por el Código Procesal Penal de la Nación, el Dr. Juan Martín Romero Victorica -en su condición de querellante-, presentó un escrito a los fines de adherir al recurso concedido a la defensa, solicitando se revoquen los puntos dispositivos I y II del mencionado auto, en cuanto declaró extinguida la acción penal por prescripción respecto de Enrique Vázquez y dictó, en consecuencia, el sobreseimiento del nombrado (f. 353/6). Por su parte, el Dr Oscar Luis Vignale se opuso a la admisibilidad de la pretensión del querellante (f. 369/71). II- Puestos a analizar la procedencia de la adhesión al recurso que formulara el Dr. Romero Victorica, se debe destacar que si bien este Tribunal sostiene la admisibilidad del mentado instituto con un criterio amplio (ver de esta Sala, causa n° 16.646 ADefelice, Alicia@, reg. 17.740 del 7/7/00 y causa n° 23.722 APiana, Enrique@ reg. n° 25.324 del 6/7/06), el caso traído a estudio presenta particularidades que imponen el desarrollo de las siguientes consideraciones. Sin duda la adhesión amplía el campo cognoscitivo de la Alzada, mas dicha ampliación no es ilimitada. En este sentido, y a fin de resguardar el derecho de defensa en juicio del imputado, otorgándole plenas posibilidades de ejercer las facultades recursivas que le otorga la ley procesal, no puede admitirse la adhesión del querellante a la apelación de un punto accesorio de la resolución por parte de éste -como en el presente caso- que permitiría que se revise y -eventualmente- se modifique en su contra la cuestión de fondo fallada a su favor que no fue objeto de impugnación originaria o lo fue en forma defectuosa. Así las cosas, toda vez que la adhesión efectuada por el querellante abarca a un punto principal de la decisión -que no fue recurrido-, esto es, la prescripción de la acción penal y el sobreseimiento del querellado, y que el objeto de la impugnación originaria se circunscribe a una cuestión accesoria -las costas del incidente de prescripción-, es que será declarada inadmisible. En virtud de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: DECLARAR INADMISIBLE la adhesión efectuada por la querella al recurso interpuesto por la defensa de Enrique Vázquez. Regístrese y notifíquese a las partes de lo aquí resuelto. En punto a la cuestión debatida en el marco del recurso y atento a lo que surge de f. 351, 359 y 363, fíjese nueva fecha de audiencia para el Dr. Romero Victorica para el día 8 de mayo a las 10.00 horas -horario que se establece para el caso de informe oral-, a fin de que mejore fundamentos. Notifíquese.@ Poder Judicial de la Nación RECURSO DE CASACION: PRISION PREVENTIVA. Arresto domiciliario. Denegatoria de la solicitud de arresto domiciliario. En tanto la decisión que no hace lugar a la solicitud de arresto domiciliario ocasiona un perjuicio de imposible reparación ulterior y se sostiene la errónea aplicación de la ley sustantiva en detrimento del conjunto de normas constitucionales y legales que conforman los derechos del niño, procede el recurso de casación contra ella. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 19.4.2007 AGUZMAN, Sandra M. s/arresto domiciliario@@ Causa 24.872 Reg. 26.689 J. 4 - S. 7. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 19 de abril de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Que a fojas 118/29 de la presente incidencia el Sr. Defensor Oficial Dr. Juan Martín Hermida dedujo recurso de casación contra el pronunciamiento de esta Sala obrante a fs. 112/4, en cuanto confirmó la resolución dispuesta por el a quo que no hizo lugar al arresto domiciliario de su asistida. II- Que objetivamente el recurso cumple con las condiciones de tiempo y forma, habiendo sido interpuesto ante el tribunal que dictó la decisión, por quien se encuentra legalmente facultado para hacerlo y con interés en recurrir, toda vez que aquella ha sido contraria al derecho invocado por la parte. En punto a los restantes requisitos exigidos para la procedencia del remedio se advierte que se dirige contra una sentencia equiparable a definitiva, pues el auto impugnado ocasiona un perjuicio de imposible reparación ulterior por afectar derechos que requieren tutela inmediata (ver de la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal causa n° 6667, caratulada AAbregú, Adriana Teresa s/ recurso de casación@, reg. n° 7749.4, del 29-8-06). III- Por otra parte, y más allá de como ha sido encuadrado el remedio introducido, la naturaleza del planteo suscita cuestión federal y excita la intervención de la Cámara Nacional de Casación Penal por cuanto se sostiene la errónea aplicación de la ley sustantiva en detrimento del conjunto de normas constitucionales y legales que conforman los derechos del niño/a (artículos 18 y 75 inciso 22 de la Constitución Nacional, artículos 2.2, 3, 6.2 y 27.1 de la Convención de los Derechos del Niño, artículo 19 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 33 de la ley 24.660, y artículo 10 del Código Penal de la Nación), de modo que se reclama la admisibilidad de la vía casatoria por invocarse agravios de naturaleza federal (conf. causa n°° 23.101 AMendoza@@, reg. n°° 24.387 del 1-11-05 y causa n°° 21.599 AOrentrajch@@ reg. n°° 23.031 del 29-10-04, entre otras). En virtud de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: CONCEDER el recurso de casación interpuesto por la defensa de Sandra Miriam Guzmán a fs. 118/29 de este legajo en los términos del inciso 1° del artículo 456 del Código Procesal Penal de la Nación. Regístrese y emplácese a las partes para que comparezcan a mantener el recurso o adherir a él ante la Cámara Nacional de Casación Penal, en el término de tres días a contar desde que las actuaciones tuvieran entrada en aquella. Fecho, elévese la presente a dicho Tribunal de Alzada.@ RECURSO EXTRAORDINARIO: Tacha de inconstitucionalidad de una ley. CONSTITUCION NACIONAL. Presunción de legitimidad. Genéricamente, la declaración de inconstitucionalidad en relación a una disposición legal, es un acto de suma gravedad institucional, ya que las leyes dictadas por el Congreso gozan de una presunción de Poder Judicial de la Nación legitimidad que opera plenamente, y que obliga a ejercer dicha atribución con sobriedad y prudencia, únicamente cuando la repugnancia de la norma con la cláusula constitucional sea manifiesta, clara e indudable. De lo contrario, se desequilibraría el sistema constitucional de los tres poderes, que está fundado en que cada uno de ellos actúe destruyendo la función de los otros, sino que lo haga con la armonía que exige el cumplimiento de los fines del Estado para lo cual se requiere el respeto de las cormas constitucionales y del poder encargado de dictar la ley (Fallos: 285:369; 300:241, 1087; 312:520). C.C.C. Fed. Sala I Frailer - Farah 4.4.2007 APETRELLA, Ricardo A. y otros s/procesamiento y embargo@@ Causa 39.809 Reg. 243 J. 4 - S. 7. NOTA: Ver fallo completo y sumario relacionado perteneciente a la misma sentencia. SUSPENSION DEL JUICIO A PRUEBA: Art. 293 del C.P.P. REPARACION DEL DAÑO CAUSADO. Principios generales. La propuesta de reparación no debe entenderse como la indemnización prevista por el art. 29 del Código Penal (Conf. Zaffaroni, Alagia, Slokar ADerecho Penal, Parte General@ Ed. Ediar, Buenos Aires, 2000, p. 928). Y no persigue estrictamente un fin resarcitorio sino que procura brindar una respuesta a la víctima a través de alguna forma de desagravio frente al daño que pueda haber causado, como un intento de cristalizar en el imputado la existencia de un posible afectado por el hecho que se le atribuye (Conf. Gustavo Vitale, ASuspensión del proceso Penal a Prueba@, 2da. edición. Editores del Puerto, Buenos Aires 2004. P. 166/67. Finalmente debe recordarse que la ley no exige la conformidad de la presunta víctima, de este modo, si el ofendido decide no aceptar el ofrecimiento, la suspensión puede disponerse igualmente si el órgano judicial lo entiende razonable, pues el damnificado podrá efectuar el reclamo correspondiente en el fuero civil. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 3.4.2007 ADE ZUANE, Gino y otro...@ Causa 24.639 Reg. 26.625 J. 11 - S.12 NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 3 de abril de 2007.Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal para resolver el recurso de apelación interpuesto por el Señor Fiscal Federal, Dr. Miguel Angel Osorio (ver fs. 5/vta), contra el decisorio que en copias luce a fs. 1/4 por el cual se resolvió hacer lugar a la suspensión del juicio a prueba solicitada por Gino De Zuane y Antonio Franchini. Radicado el incidente ante esta Alzada, la Señora Fiscal General Adjunto, Dra. Eugenia Anzorreguy de Silva, expresó agravios en la presentación agregada a fs. 26/7. Poder Judicial de la Nación A su turno el Dr. Roberto Raúl Daray, defensor de los nombrados, mejoró fundamentos mediante el escrito de fs. 36/41. II- El representante del Ministerio Público Fiscal entiende que en el caso que nos ocupa, el monto propuesto en concepto de reparación del daño causado no resulta razonable en atención a la naturaleza de la maniobra investigada ni en función de la situación patrimonial de los imputados. Señala que por tal razón no puede considerarse satisfecho el requisito de ofrecimiento de reparación a la víctima, previsto como condición de admisibilidad para la procedencia del instituto de la probation. III- Resulta oportuno recordar que los hechos que dieran origen a la tramitación de esta causa, a partir de la denuncia efectuada por el abogado del Banco de la Nación Argentina, se ciñen a la falta de constitución de prenda fija sobre maquinaria importada, financiada por la institución a través de dos operaciones de crédito de comercio exterior (conf. auto de procesamiento de fs. 303/324 y su confirmación por esta Sala, a fs. 430/432 de la causa principal). Ese hecho perjudicó a la entidad bancaria en el concurso preventivo solicitado por la empresa de los imputados, al quedar desplazado al lugar de un acreedor quirografario y tornarse así incierto el cobro del crédito otorgado. Así las cosas, aún a riesgo de parecer reiterativo, resulta importante señalar que el ofrecimiento de reparación que se cuestiona en este legajo, debe circunscribirse estrictamente a los sucesos investigados en el marco de la presente causa y por los cuales se ha decretado el procesamiento de los encartados. Es decir, el daño estará constituido por la porción del crédito verificado que el banco se vea impedido de cobrar como consecuencia de haber quedado relegado a la condición de acreedor quirografario. En tal sentido, advierten los suscriptos que los Amontos defraudatorios@ a los que hace referencia el representante del Ministerio Público Fiscal para demostrar que es irrazonable el ofrecimiento de reparación, representan el total de las acreencias -privilegiadas y quirografarias- verificadas por el Banco de la Nación Argentina en el trámite del concurso preventivo de AEl Detalle S.A.@. Por su parte, cuando la damnificada se opuso al ofrecimiento efectuado, no señaló pauta alguna que pueda ser tomada como referencia al momento de mensurar la propuesta. Cualquier objeción sobre este punto, debió haber determinado con mayor claridad cuál sería el perjuicio que habrían ocasionado a la institución bancaria los hechos aquí investigados en función del resultado del proceso de liquidación de los activos de la empresa luego de la declaración de quiebra. Aclarado ello, este Tribunal considera que el ofrecimiento de reparación del daño causado efectuado en oportunidad de celebrarse la audiencia del artículo 293 del Código Procesal Penal, no es irrazonable si se tiene en cuenta el monto total que se hubiese pagado al culminar el término de probation, ni frente a las posibilidades patrimoniales de los encartados que se pudieron comprobar en autos. En tal sentido, cabe recordar que en noviembre de 2004 se decretó la quiebra de la empresa donde los encartados desempeñaban su actividad laboral y que ambos se encuentran actualmente jubilados por haber cumplimentado los requisitos de edad (ver informes de fs. 458/60, fs. 461/4, fs. 608/9 y fs. 611/2 del principal). No debe perderse de vista que la propuesta de reparación no debe entenderse como la indemnización prevista en el artículo 29 del Código Penal (confr. Zaffaroni, Alagia, Slokar ADerecho Penal, Parte General@@, Ediar, Buenos Aires, 2000, pág. 928), y que no persigue estrictamente un fin resarcitorio sino que procura brindar una respuesta a la víctima a través de alguna forma de desagravio frente al daño que pueda habérsele causado, como un intento de internalizar en el imputado la existencia de un posible afectado por el hecho que se le atribuye (confr. Gustavo Vitale, ASuspensión del proceso penal a prueba@@, 2da. Edición, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2004, pág. 166/167). Finalmente, debe recordarse que la ley no exige la conformidad de la presunta víctima, de este modo, si el ofendido decide no aceptar el ofrecimiento, como ha ocurrido en el caso, la suspensión puede disponerse igualmente si el órgano judicial la entiende razonable, pues el damnificado podrá efectuar el reclamo correspondiente en el fuero civil (confr. Gustavo Vitale, obra citada, pág. 168). Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución de fs. 1/4 en todo cuanto ella decide y ha sido materia de apelación. Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la anterior instancia, debiendo practicarse en dicha sede las restantes notificaciones que correspondan.@ VIOLACION DE SECRETOS: PROTECCION DE DATOS PERSONALES. Arts. 117 bis. y 157 bis. del Código Penal y Ley 25.326. EVASION TRIBUTARIA Y PREVISIONAL. Art. 13 en función del 112 de la Ley 24.769. FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO. Constancia de CUIL o CUIT. CALUMNIAS o INJURIAS. DELITOS CONTRA EL HONOR. DELITOS Documentos informáticos. INFORMATICOS. Poder Judicial de la Nación La existencia de un grupo de personas que se dedicarían a la entrega de documentos adulterados, para posteriormente en algunos casos ingresar sus datos en el sistema informático de la Anses, con la finalidad de obtener un número de CUIL o CUIT, abonando para ello una suma de dinero no encuadran en la figura típica seleccionada por la magistrada de grado (artículo 13 en función del 12 de la ley 24.769). Ello así por cuanto, más allá de la correcta adecuación de la conducta en alguno de los verbos típicos previstos por la citada norma -lo que sólo podría lograrse mediante la realización de algunas medidas de prueba que permitieran demostrar que los imputados Aadulteraron@ un registro ya existente- lo cierto es que, el presente caso no es uno de aquellos en los que la finalidad en la modificación o adulteración del registro o soportes documentales o informáticos del fisco nacional , relativos a las obligaciones tributarias o de recursos de la seguridad social, sea hecha con el propósito de Adisimular la real situación fiscal de un obligado@. En este sentido, no puede sostenerse que la obtención de una constancia de CUIL sea un hecho susceptible de ser considerado en los términos antes señalados, elemento exigido por la norma en cuestión. Descartado entonces este encuadre legal, habremos de abocarnos a determinar si el hecho investigado resulta típico a la luz de alguna de las normas penales vigentes. La ley 25.326 de AProtección de Datos Personales@, reglamentaria del derecho constitucional de Hábeas Data incluido en el artículo 43 de nuestra Carta Magna, incorporó en nuestro ordenamiento de fondo dos nuevos tipos penales: el artículo 117 bis dentro del Título II correspondiente a los ADelitos contra el honor@ y el artículo 157 bis en el Capítulo III de la AViolación de secretos@ del Título V de los ADelitos contra la libertad@. En lo que atañe a nuestro caso en concreto, pareciera que la conducta reprochada podría encontrarse alcanzada por las previsiones legales del artículo 117 bis. Sin embargo, si bien este artículo en su inciso 1° reprime con pena de prisión de un mes a dos años al que A...insertara o hiciera insertar a sabiendas datos falsos en un archivo de datos personales.@, no puede soslayarse su ubicación sistemática dentro del Código Penal, por lo que si tenemos en cuenta el bien jurídico protegido por el título la nueva figura parece limitarse sólo a la inserción de datos falsos que disminuyan el honor. Por tal motivo, la única interpretación adecuada del citado artículo, es la de considerar que contempla las acciones que desacreditan o deshonran , pese a que ello no surge del texto de la ley. (ver D=Alessio, Andrés ACódigo Penal comentado y anotado@ Parte Especial, pág. 150, Editorial La Ley, Buenos Aires, noviembre de 2004). Más aún, de la lectura del debate parlamentario de la ley 25.326, y con relación a la inclusión de este artículo en particular surgió la discusión en punto a determinar si no se trataba de una norma ya incluida en nuestro Código Penal - delito de calumnias e injurias- de lo que puede desprenderse el sentido que los legisladores le han dado a esta figura y cuál es el bien jurídico que con ella se intenta proteger (conf. AAntecedentes Parlamentarios@, Año 2001 A, Editorial La Ley, pág. 482, Tratamiento en el Senado, parágrafo 222). Por lo expuesto, es que tampoco podrá considerarse típica en los términos de dicha norma legal, en tanto la ubicación de la figura en este título exige que la conducta pesquisada tenga el alcance antes señalado lo que no se corrobora en autos. Por último, habrá de descartarse también que se trate de una falsificación en los términos del artículo 293 el ordenamiento de fondo. Ello así, por cuanto en el caso sub examine la inserción de los datos falsos se Poder Judicial de la Nación produce en un registro informático no pudiendo considerarse que éste sea un instrumento público en los términos del mencionado artículo. Al respecto, es dable tener en cuenta que el problema en penalizar la falsedad de un documento informático radica en que éste no ha sido contemplado en la legislación civil, y por eso carece de un valor similar al que tiene un documento tradicional que cumpla con los requisitos exigidos por la ley, tanto para un instrumento público como para uno privado. Por ello es que, y aún cuando la legislación ha ido incluyendo específicamente algunos supuestos en los cuales parece asimilar un concepto al otro, tal el caso de las citadas leyes de AProtección de Datos Personales@ y de ARégimen Penal Tributario@ -artículo 12 de la ley 24.769 primer supuesto en que se recepta penalmente la protección de un documento informático de la administración publica-, figuras que han sido descartadas a lo largo de este resolutorio, cabe concluir que los hechos que se les imputaran no encuadran tampoco en las previsiones del artículo 293 del Código Penal ni en ninguna otra norma penal. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 17.4.2007 AMARTINEZ RODRIGUEZ, Hugo R. y otros...@@ Causa 39.627 Reg. 294 J. 1 - S. 1. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 14 de abril de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los recursos de apelación interpuestos por la defensa de Hugo René Martínez Rodríguez a fs. 44/5 vta. contra el punto VIII del resolutorio de fs. 1/32 vta. en cuanto decreta su procesamiento por considerarlo partícipe necesario del delito previsto y reprimido en el artículo 12 de la ley 24.769 en treinta y nueve oportunidades y manda trabar embargo sobre sus bienes por la suma de cincuenta mil pesos ($ 50.000.-) y la Daniel Alberto González y Emanuel González a fs. 38/40 contra los puntos IX y X del mismo decisorio, en cuanto decreta el procesamiento de los nombrados por considerarlos autores penalmente responsables del delito previsto en el artículo 13 en función del 12 de la ley 24.769 en el caso del primero en treinta y siete oportunidades y en el del segundo en dos ocasiones. II- Se agravia la asistencia letrada de Martínez Rodríguez al considerar que no existen elementos en autos que permitan tener por acreditado que su asistido conociera la maniobra que se investiga. De otra parte, la defensa de Daniel Alberto González y Emanuel González, alega que el a quo sólo merituó como elementos cargosos en su contra escuchas telefónicas que no los involucran como así también la declaración indagatoria de un coimputado. Asimismo, cuestiona la calificación legal escogida y la ausencia de dolo en el accionar de los nombrados. III-Las presentes actuaciones tienen su origen como consecuencia de las tareas de investigación llevadas a cabo por personal de la División Operaciones del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal Argentina, quienes detectaron en inmediaciones de la Dirección Nacional de Migraciones el desarrollo de actividades relacionadas con la posible comercialización de Documentos Nacionales de Identidad falsos. Poder Judicial de la Nación Efectivamente, pudo determinarse la existencia de un grupo de personas que se dedicarían a la entrega de documentos adulterados, para posteriormente en algunos casos ingresar sus datos en el sistema informático de la Anses, con la finalidad de obtener un número de CUIL o CUIT, abonando para ello una suma de dinero. El avance de la investigación permitió establecer que estos ingresos se habían producido en la U.D.A.I. de Quilmes., habiéndose expedido las correspondientes constancias. Ahora bien, esta Alzada ceñida al marco del recurso habrá de resolver en orden a la situación procesal de quienes habrían participado en la inscripción y posterior emisión de las constancias referidas, encontrándose firme los procesamientos de los partícipes en las falsificaciones de Documento Nacionales de Identidad para extranjeros secuestrados en autos. IV- Sentado ello cabe señalar que, teniendo en cuenta la imputación que pesa sobre los encartados, esta Alzada advierte que los hechos no encuadran en la figura típica seleccionada por la magistrada de grado (artículo 13 en función del 12 de la ley 24.769). Ello así por cuanto, más allá de la correcta adecuación de la conducta en alguno de los verbos típicos previstos por la citada norma -lo que sólo podría lograrse mediante la realización de algunas medidas de prueba que permitieran demostrar que Emanuel y Daniel González Aadulteraron@@ un registro ya existente- lo cierto es que , como bien lo señala la defensa, el presente caso no es uno de aquellos en los que la finalidad en la modificación o adulteración del registro o soportes documentales o informáticos del fisco nacional , relativos a las obligaciones tributarias o de recursos de la seguridad social, sea hecha con el propósito de Adisimular la real situación fiscal de un obligado@. En este sentido, no puede sostenerse que la obtención de una constancia de CUIL sea un hecho susceptible de ser considerado en los términos antes señalados, elemento exigido por la norma en cuestión. Descartado entonces este encuadre legal, habremos de abocarnos a determinar si el hecho investigado resulta típico a la luz de alguna de las normas penales vigentes. La ley 25.326 de AProtección de Datos Personales@@, reglamentaria del derecho constitucional de Hábeas Data incluido en el artículo 43 de nuestra Carta Magna, incorporó en nuestro ordenamiento de fondo dos nuevos tipos penales: el artículo 117 bis dentro del Título II correspondiente a los ADelitos contra el honor@@ y el artículo 157 bis en el Capítulo III de la AViolación de secretos@@ del Título V de los ADelitos contra la libertad@@. En lo que atañe a nuestro caso en concreto, pareciera que la conducta reprochada podría encontrarse alcanzada por las previsiones legales del artículo 117 bis. Sin embargo, si bien este artículo en su inciso 1°° reprime con pena de prisión de un mes a dos años al que A...insertara o hiciera insertar a sabiendas datos falsos en un archivo de datos personales.@, no puede soslayarse su ubicación sistemática dentro del Código Penal, por lo que si tenemos en cuenta el bien jurídico protegido por el título la nueva figura parece limitarse sólo a la inserción de datos falsos que disminuyan el honor. Por tal motivo, la única interpretación adecuada del citado artículo, es la de considerar que contempla las acciones que desacreditan o deshonran , pese a que ello no surge del texto de la ley. (ver D==Alessio, Andrés ACódigo Penal comentado y anotado@@ Parte Especial, pág. 150, Editorial La Ley, Buenos Aires, noviembre de 2004). Más aún, de la lectura del debate parlamentario de la ley 25.326, y con relación a la inclusión de este artículo en particular surgió la discusión en punto a determinar si no se trataba de una norma ya incluida en nuestro Código Penal - delito de calumnias e injurias- de lo que puede desprenderse el sentido que los legisladores le han dado a esta figura y cuál es el bien jurídico que con ella se intenta proteger (conf. AAntecedentes Parlamentarios@@, Año 2001 A, Editorial La Ley, pág. 482, Tratamiento en el Senado, parágrafo 222). Por lo expuesto, es que tampoco podrá considerarse típica en los términos de dicha norma legal, en tanto la ubicación de la figura en este título exige que la conducta pesquisada tenga el alcance antes señalado lo que no se corrobora en autos. Por último, habrá de descartarse también que se trate de una falsificación en los términos del artículo 293 el ordenamiento de fondo. Ello así, por cuanto en el caso sub examine la inserción de los datos falsos se produce en un registro informático no pudiendo considerarse que éste sea un instrumento público en los términos del mencionado artículo. Al respecto, es dable tener en cuenta que el problema en penalizar la falsedad de un documento informático radica en que éste no ha sido contemplado en la legislación civil, y por eso carece de un valor similar al que tiene un documento tradicional que cumpla con los requisitos exigidos por la ley, tanto para un instrumento público como para uno privado. Por ello es que, y aún cuando la legislación ha ido incluyendo específicamente algunos supuestos en los cuales parece asimilar un concepto al otro, tal el caso de las citadas leyes de AProtección de Datos Personales@@ y de ARégimen Penal Tributario@@ -artículo 12 de la ley 24.769 primer supuesto en que se recepta penalmente la protección de un documento informático de la administración publica-, figuras que han sido descartadas a lo largo de este resolutorio, cabe concluir que los hechos que se les imputaran no encuadran tampoco en las previsiones del artículo 293 del Código Penal ni en ninguna otra norma penal. V- Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I-REVOCAR el punto VIII del resolutorio de fs. 1/32 vta. y y en consecuencia SOBRESEER en la presente causa a Hugo René Martínez Rodríguez en orden al delito por el que fuera indagado haciendo expresa mención que la formación del presente sumario en nada afecta el buen nombre y honor del que hubiera gozado el nombrado (artículo 336, inciso 3° del Código Procesal Penal de la Nación). II-REVOCAR el punto IX del decisorio apelado y en consecuencia SOBRESEER en la presente causa a Daniel Alberto González en orden al delito por el que fuera indagado haciendo expresa mención que la formación del presente sumario en nada afecta el buen nombre y honor del que hubiera gozado el nombrado (artículo 336, inciso 3° del Código Procesal Penal de la Nación). Poder Judicial de la Nación III-REVOCAR el punto X del auto recurrido y en consecuencia SOBRESEER en la presente causa a Emanuel González en orden al delito por el que fuera indagado haciendo expresa mención que la formación del presente sumario en nada afecta el buen nombre y honor del que hubiera gozado el nombrado (artículo 336, inciso 3° del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase a primera instancia a fin de que se practiquen las notificaciones pertinentes Sirva la presente de atenta nota de envío.@ Poder Judicial de la Nación ACTOS DE LOS PREVENTORES: OFICINA ANTICORRUPCION. NULIDADES PROCESALES. Atribuciones de investigación autónoma conferidas por la Ley 25.233. Iniciación de la causa. REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION. No se advierte que se haya afectado el principio ne procedat iudex ex officio, si en el marco de otra investigación surgieron otras evidencias que permitirían suponer la existencia de hechos delictivos distintos a los que conformaban el objeto procesal de esa causa cuando estos fueron denunciados por el Director de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción (D.I.F.A.). Ademas la Oficina Anticorrupción tiene facultades autónomas de investigación frente a presuntos actos de corrupción ocurridos en el sector público nacional (Conf. la Ley 25.233 y Decreto 102/99), motivo por el cual, en la medida en que los informes que pueda requerir se enmarcan dentro de tales atribuciones, no se advierte afectación alguna a los derechos del imputado, máxime cuando ella se refiere al seguimiento del circuito de fondos de determinados subsidios. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah ALAPADULA, Carlos F. s/procesamiento@@ 24.5.2007 Causa 38.987 Reg. 463 J. 2 - S. 3. COMPETENCIA: MENORES. Competencia del Fuero federal. Hechos atribuidos a mayores y menores. Aún cuando los suscriptos en casos similares -art. 14, segundo párrafo, de la Ley 23.737 y art. 1°°, Ley 22.278, insistieron en la necesidad de un fuero especial que cumpla con el estándar de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, el criterio adverso, al menos de parte de la Cámara Nacional de Casación Penal, (Sala II. AA.., W.D. s/comp.@ del 20.10.2006, AA.R.A. s/comp.@ del 20.2.2007 y Sala I AL. Y. A. s/comp.@ del 7.9.2006 ) , los incontables conflictos de competencia generados y el tiempo por ellos insumidos en detrimento de la adopción del temperamento que manda la ley en beneficio del menor, llevan a rever dicho criterio para proveer una respuesta inmediata que atienda con eficacia el interés superior del niño, preocupación que inspiró las anteriores intervenciones. Por tanto, en el caso, razones de economía procesal y una rápida acción de justicia que atienda al efectivo derecho de defensa de las partes comprometidas hacen conveniente la intervención del juez que previno, esto es, el federal. ( Del voto de los dres. Freiler y Cavallo). No corresponde escindir el conocimiento sobre el mismo y único hecho en función de la edad de los prevenidos, máxime cuando la competencia federal dispuesta en el art.34 de la Ley 23.737 para los delitos en ella prevista es, como en los demás casos contemplados en la Constitución Nacional, la Ley 48 y el art. 33 del Cp:P:PN:, privativa y excluyente de la intervención de otros magistrados no federales, el conocimiento de este fuero federal no resulta un obstáculo para asegurar los derechos que le confiere la Convención de los Derechos del Niño, en la medida que cuenta con los medios necesarios para esos fines. (del voto del Dr. Farah). Poder Judicial de la Nación C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah (por s/fundamentos) 27.5.2007 AIncid. de Incomp. de G.; L: N:@@ Causa 40.266 Reg. 424 J. 12 - S. 23. NOTA I: En el fallo anotado, el Tribunal revisa la doctrina que vienen sosteniendo desde el fallo A.; W.D. s/procesamiento@ del 10.4.2006. NOTA II: Ver fallo completo. NOTA III: En el mismo sentido la Sala en autos AIncd. de incompetencia....@ del 24.5.2007. ABuenos Aires, 27 de mayo de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: El Dr. Eduardo R. Freiler y el Dr. Gabriel R. Cavallo dijeron: El a-quo, en su resolución de fs. 1/7, dispuso el procesamiento con prisión preventiva de Marco Avila Pérez en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 5° inciso AC@ de la ley 23.737, a la vez que declaró la incompetencia parcial en razón de la materia y remitió testimonios a la Excma. Cámara del Crimen de esta ciudad a fin de desinsacular el Juzgado de Menores que continuara con la pesquisa en relación a AL G.@ El Juez a cargo del Juzgado Nacional de Menores N° 4 de esta ciudad no aceptó la competencia atribuida -ver fs. 8/10-. El Magistrado de este fuero mantuvo su decisión -ver fs. 11/12-, de forma tal que quedó trabada la cuestión de competencia negativa, lo que corresponde aquí resolver. La opinión de los suscriptos en relación al fuero competente para intervenir en las causas que involucran a menores en calidad de imputados ya ha sido expuesta en los autos AÁ, W.@ (c. 38.655, rta. el 10/04/06, reg. 290, entre muchos otros), consideraciones que damos aquí por reproducidas por razones de brevedad. Sin embargo, lo peculiar del presente caso radica en que se ha escindido cuanto atañe a la conducta de Gorbarán del resto de los originarios consortes de causa, cuya situación procesal ha sido resuelta en el sentido indicado. En suma, un mismo suceso estaría siendo investigado por dos magistrados, situación que no sólo es disfuncional, sino que también abre la posibilidad a sentencias contradictorias. A ello se agrega que la situación del menor encuadra en lo previsto por el artículo 11 de la ley 22.278, lo que indica que la remisión al fuero de menores sería al sólo efecto de declarar la inimputabilidad de Leandro Gorbarán, sobretodo teniendo en cuenta el reemplazo del régimen tutelar (c. 39.520 AG. F. D. y O s/ expediente tutelar@, rta. 6/12/06, reg. 1344). Aún cuando los suscriptos ante casos similares -art. 14, segundo párrafo, ley 23.737 y art. 11, ley 22.278- insistió en la necesidad de un fuero especial que cumpla con el estándar de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, el criterio adverso, al menos de parte de la Cámara Nacional de Casación Penal (cfr. Sala II, c. 7272, AA., W. D. s/ comp.@, rta. 20/10/06, reg. 9146; c. 7682, AA., R. A. s/ comp.@, rta. 20/02/07, reg. 9517 y Sala I, c. 7536, AL. Y. A. s/ comp.@, rta. 7/09/06, reg. 9388), los incontables conflictos de competencia generados y el tiempo por ellos insumido en detrimento de la adopción del temperamento que manda la ley en beneficio del menor, nos llevan a reveer dicho criterio para proveer una respuesta inmediata que atienda con eficacia el interés superior del niño, preocupación que desde un primer momento nos ha inspirado. Ello, claro está, en tanto se dé el supuesto ut supra mencionado. Por tanto, en este excepcional supuesto, razones de economía procesal y una rápida administración de justicia que atienda al efectivo derecho de defensa de las partes comprometidas, hacen conveniente, tal como lo sostiene la Sra. Fiscal General Adjunta, que el Juez que previno, es decir el Juez federal, sea quien de modo inmediato resuelva en ese sentido respecto de AG.@ (cfr. art. 11, ley 22.278), y prosiga con la encuesta ante la hipótesis remanente de comercio de estupefacientes. Por lo expuesto el TRIBUNAL resuelve: DECLARAR la competencia del Juzgado Federal N1 12, Secretaría N1 23 para seguir interviniendo en la presente investigación. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal y devuélvase al Juzgado de origen donde deberán efectuarse las restantes notificaciones que hubiere lugar. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ COMPETENCIA: POR LA MATERIA. POR EL LUGAR. Delitos cometidos desde unidades penitenciarias. En principio- es competente este fuero de excepción para intervenir en la investigación de hechos que han sido cometidos desde establecimientos penitenciarios federales y respecto de los cuales no se puede descartar que hayan afectado el normal desempeño de la institución nacional involucrada (Conf. CSJN; Poder Judicial de la Nación Competencia n° 739, XLI, AHANSELMANN, Eduardo s/ privación ilegal de la libertad@, del 29/11/05; Competencia n° 924, XLII, AMANGONE; Gustavo s/ extorsión@, del 24/10/06). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi AN.N. s/archivo@@ 24.5.2007 Causa 25.184 Reg. 26.843 J. 3 - S. 5. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 24 de mayo de 2.007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Que contra la resolución obrante a fs. 24/vta. que dispuso archivar el presente sumario en los términos del artículo 195, segundo párrafo, del código adjetivo, el Sr. Fiscal Dr. Carlos Cearras interpuso recurso de apelación a fs. 25, por considerar que el magistrado de este fuero no se encuentra habilitado para dictar ese pronunciamiento, ya que es la justicia ordinaria a la que corresponde intervenir en el hecho que motivó la presente pesquisa. II- Al respecto, cabe recordar que esta Alzada ha sostenido que las cuestiones de competencia deben prevalecer a cualquier consideración que corresponda realizar en torno a la prosecución o no de la instrucción, análisis que queda reservado al magistrado a quien en definitiva se adjudique el conocimiento de la causa (ver causa n° 25.185, reg. n° 26.761, rta. el 8/05/07). No obstante, la decisión apelada no ha transgredido la disposición del artículo 36 del código de forma, toda vez que -en principio- es competente este fuero de excepción para intervenir en la investigación de hechos como el denunciado a fs. 1/2 que han sido cometidos desde establecimientos penitenciarios federales y respecto de los cuales no se puede descartar, aún, que hayan afectado el normal desempeño de la institución nacional involucrada (Conf. CSJN; Competencia n°° 739, XLI, AHanselmann, Eduardo s/ privación ilegal de la libertad@@, del 29/11/05; Competencia n°° 924, XLII, AMangone; Gustavo s/ extorsión@@, del 24/10/06). Sentado ello, respecto del fondo de la cuestión entienden los suscriptos que el archivo dispuesto resulta prematuro, toda vez que para individualizar al sujeto activo de la maniobra resulta pertinente determinar si la unidad penitenciaria desde la que se efectuaron los llamados telefónicos extorsivos cuenta con algún tipo de registro de las comunicaciones realizadas por los internos. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: REVOCAR la decisión que luce a fs. 24/vta. en todo cuanto decide y ha sido materia recursiva, DEBIENDO el juez instructor proceder de acuerdo con lo anteriormente señalado. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las restantes notificaciones que correspondan.@ DECLARACION INDAGATORIA: NULIDAD. Falta de oportunidad de enfrentar eficazmente la imputación. Facultad de ser oído. Falta de descripción del hecho punible. Imputación genérica. AUTO DE PROCESAMIENTO. Nuestra Constitución Nacional consagra expresamente que A...es inviolable la defensa en juicio, de la persona y de los derechos...@ (Art. 18). Uno de los aspectos que la doctrina y la jurisprudencia han reconocido como constitutivo de ese derecho es la facultad de ser oído. Otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso sólo cobra sentido si se cumplen los presupuestos que la convierten en un acto de defensa. Esto es, no podrá afirmarse que Aescuchar al imputado@ garantiza su derecho de defensa si no existe, entre otras circunstancias, algo de que defenderse (imputación) ( Ver de la Sala I ACONSTANTINO@, del 9.12.2004. Este último extremo lo reglamenta el art. 298 del C.P.P.N. al establecer la obligación del juez de informar Adetalladamente al imputado el hecho que se le atribuye@. En efecto, afirma Maier que AComo se trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual se la intima debe reunir las mismas cualidades que advirtiéramos para aquella; debe consistir, así, en la noticia íntegra, clara, precisa y circunstanciada del hecho concreto que se le atribuye al imputado. No se cumple esta condición de validez si sólo se advierte Nación ción Poder Judicial de la Na sobre la ley penal supuestamente infringida, o se da noticia del nomen iuris del hecho punible imputado, o se recurre, para cumplir la condición, a conceptos o abstracciones que no describen concretamente a la acicón u omisión atribuida, con todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar que la definen como un comportamiento singular de la vida del imputado...@(Conf. Maier, Julio B. J. ADerecho Procesal Penal@, Ed. del Puerto, Buenos Aires, 1996, T. I p. 560). Como ha sostenido reiteradamente esta Cámara, el conocimiento acabado de la imputación es un requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio. ( Sala I ACAVIASCA, G. M. @del 11.12.96 entre otros y mas recientemente ASANTOS Ruben@ del 26.7.2002). Así, el tipo de maniobras de las que trata la causa tales como, procedimientos administrativos, controles, órdenes de pago, desvío de fondos- exigen, sin lugar a dudas, una adecuada descripción de las circunstancias relativas a la intervención por la cual se responsabiliza penalmente al autor, con indicación concreta de expedientes, de fechas, de momentos consumativos y de la prueba que respalde la incriminación efectuada. Además una correcta descripción del modo en que acontecieron los sucesos demanda la mención de la conducta reprochada y las características que la conforman. Es decir, la pluralidad de acontecimientos cometidos de un modo similar no puede traducirse en la utilización de fórmulas genéricas o en meras afirmaciones de verbos típicos. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah ALAPADULA, Carlos F. s/procesamiento@ 24.5.2007 Causa 38.987 Reg. 460 J. 2 - S. 3. NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma sentencia. ABuenos Aires, 24 de mayo de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I. Las actuaciones se radicaron ante este Tribunal de Alzada con motivo de los recursos de apelación interpuestos contra el auto que obra en fotocopias a fojas 1/20 por el abogado defensor de Carlos Felix Lapadula (por el punto dispositivo I), por el Agente Fiscal, Dr. Gerardo Di Masi y por el Coordinador de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción, Pablo Piqué (ambos por los puntos dispositivos II, III y IV). A través del auto de mérito recurrido, en el punto dispositivo I, el a quo decretó el procesamiento de Lapadula AYen orden a los hechos relacionados con los exptes. 3536/99, 1210/99, 6614/00, 1094/99, 4513/99 y 1407/98, los cuales resultan constitutivos de los delitos de administración fraudulenta llevada a cabo en perjuicio de una administración públicaY@ -sic-. En el punto dispositivo II decretó la falta de mérito del nombrado AYrespecto del subsidio de $ 300.000 otorgado por Resolución 1981/00, respecto del cheque 63491641 y la rendición de cuentas del subsidio otorgado por resolución 1700/98Y@-sic-. A su vez, en el punto dispositivo III y en el siguiente el Magistrado decretó la falta de mérito de Juan Carlos Ponce y de María Sol González Montalvo en orden a los hechos por los que fueron indagados. En el informe presentado en los términos previstos por el artículo 454 del Código de rito, el Dr. Daray solicitó que se declare la nulidad de la declaración indagatoria o del auto de procesamiento de su asistido por considerar que se habría afectado el derecho de defensa en juicio de Lapadula. En lo sustancial el letrado defensor señala que en el acto de la indagatoria no se le hicieron conocer detalladamente los hechos imputados. Destacó la falta de determinación de los hechos o de las maniobras o de los procedimientos que se considerarían delictivos, circunstancias éstas que, a su vez, se habrían reflejado en el auto de procesamiento cuestionado. Además la Fiscal de Cámara, Dra. Graciela Sterchele y el representante de la Oficina Anticorrupción solicitaron la nulidad parcial del punto dispositivo II mediante el que se decreta la falta de mérito de Lapadula en orden a la rendición de cuentas del subsidio otorgado por Resolución 1700/98. Por su parte, la Dra. Sterchele también estimó que el pronunciamiento esgrimido con relación a Ponce estaría teñido de invalidez en virtud de que el Juez de grado habría basado su decisión, entre otros argumentos, en prueba a producir, esta es la realización de un peritaje contable. No obstante ello, consideró que cabía privilegiar la impugnación sobre la invalidación y remediar esa situación en base a los elementos existentes en la causa. II. Los hechos que se investigan en estas actuaciones se relacionan con las irregularidades detectadas en el trámite, la concesión y rendición de subsidios destinados a distintas obras sociales, cuyo objetivo fundamental se orientaba a reducir sus pasivos por deudas prestacionales y cobertura de déficits operativos. Tales procedimientos debían realizarse de acuerdo con lo previsto en las resoluciones 577/98 y 1040/98 de la Administración de Programas Especiales (APE), organismo descentralizado del Ministerio de Salud, siendo que no habrían sido acatadas las condiciones allí establecidas, habiéndose, además, producido el desvío de tales fondos para favorecer a determinadas empresas y personas. En líneas generales, esto es lo que surge del requerimiento de instrucción que obra a fojas 43 de la Nación ción Poder Judicial de la Na causa principal. A fs. 61 el Agente Fiscal, con la intención de clarificar el objeto procesal de la causa, impulsó el ejercicio de la acción penal por los motivos antes indicados aunque, en esa ocasión, ciñó el marco de la investigación a las irregularidades detectadas en los expedientes nro. 3536/99, 7754/00, 1094/99, 1210/99, 7410/99, 4513/99, 6614/00, 5560/00, 2042/99 y 2480/98. Especificó que las conductas a investigar consistirían en la aplicación de los fondos a fines diferentes de los contemplados en la resolución de adjudicación, al pago en efectivo de los montos otorgados y a la existencia de pagos sin resolución aprobatoria del subsidio. A su vez, agregó a la pesquisa el presunto desvío de los fondos con que se subsidiaria a la Obra Social del Personal de la Industria del Caucho en el expediente nro. 1407/98 cuyo destino final podría estar relacionado con ex funcionarios de APE. Ahora bien, luego de efectuar el análisis de las piezas procesales cuestionadas por el defensor de Lapadula es posible advertir ciertas irregularidades en la declaración indagatoria prestada por el nombrado, las que posteriormente inciden en el procesamiento dictado a su respecto, en tanto impiden considerar que éste haya tenido oportunidad de enfrentar eficazmente la imputación que se le efectúa. Nuestra Constitución consagra expresamente que Aes inviolable la defensa en juicio, de la persona y de los derechos@ (art.18). Uno de los aspectos que la doctrina y la jurisprudencia han reconocido como constitutivo de ese derecho es la facultad de ser oído. Cabe aclarar que, otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso sólo cobra sentido si se cumplen los presupuestos que la convierten en un acto de defensa. Esto es, no podrá afirmarse que Aescuchar al imputado@ garantiza su derecho de defensa si no existe, entre otras circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el conocimiento de esa imputación correctamente deducida (intimación) conf. de esta Sala C.N°° 36.252 "Constantino", del 09/12/04, reg. n°° 1307-. Este último extremo lo reglamenta el artículo 298 del Código Procesal Penal de la Nación al establecer la obligación del juez de informar Adetalladamente al imputado el hecho que se le atribuye@. En efecto, afirma Maier que AComo se trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual se la intima debe reunir las mismas calidades que advirtiéramos para aquélla; debe consistir, así, en la noticia íntegra, clara, precisa, y circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado. No se cumple esta condición de validez si sólo se advierte sobre la ley penal supuestamente infringida, o se da noticia del nomen iuris del hecho punible imputado, o se recurre, para cumplir la condición, a conceptos o abstracciones que no describen concretamente la acción u omisión atribuida, con todas las circunstancias de modo, tiempo y lugar que la definen como un comportamiento singular de la vida del imputado...@ (Conf. Maier, Julio B. J., ADerecho Procesal Penal@, Ed. del Puerto, Buenos Aires, 1996, T. 1, p. 560). Como ha sostenido reiteradamente esta Cámara, el conocimiento acabado de la imputación es un requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio (conf. causa nro. 28.103, ACaviasca, G. M. y otros s/procesamiento@, rta. 11/12/96, reg. nro. 1095, entre otras, y más recientemente causa nro. 34.059 ASantos, Rubén J. y otros s/procesamiento@, reg. nro. 748, rta. 26/07/02). En este caso puntual se estima que el tipo de maniobras que se presentan -procedimientos administrativos, controles, órdenes de pago, desvío de fondos- exigen, sin lugar a dudas, una adecuada descripción de las circunstancias relativas a la intervención por la cual se responsabiliza penalmente al autor, con indicación concreta de expedientes, de fechas, de momentos consumativos y de la prueba que respalde la incriminación que se le efectúa. Una correcta descripción del modo en que acontecieron los sucesos investigados demanda, además de la mención de la conducta reprochada, las características que la conformaron. Es decir, la pluralidad de acontecimientos cometidos de un modo similar no puede traducirse en la utilización de fórmulas genéricas o en meras enunciaciones de verbos típicos. Al momento de recibir la declaración indagatoria de Lapadula el a quo no cumplió con los aspectos que se han señalado exigidos por la garantía que protege el principio de la defensa en juicio en este sentido. En efecto, en el acta respectiva se asentó: AEn este acto se le hace saber el hecho que se imputa, a saber: el haber autorizado sistemáticamente, en su carácter de presidente de APE, el otorgamiento de subsidios a distintas obras sociales y asociaciones de obras sociales, sin ejecutar los mecanismos de control establecidos en la normativa vigente y pese a la falta de cumplimiento por parte de aquellas de los requisitos establecidos para tal fin Así como haber permitido, mediante la omisión del control suficiente, distintas irregularidades detectadas en las rendiciones presentadas por las beneficiarias, todo lo cual habría permitido un perjuicio de la administración pública. Como así también el haber recepcionado en su calidad de integrante de la empresa Sanatorios y Clínicas Asociadas S.A. la suma de $ 140.000 (a través de Alianza Médica S.A. y Adherir ésta última mandante del Sanatorio mencionado-) y, como miembro de Belgrano Viejo SRL (Cuit 30-63330788-8), en este caso a través de su socio Juan Ignacio Lapadula, la suma $ 100.000 provenientes de pagos realizados por Hekalba S.A., montos éstos que conforme el circuito financiero seguido por DIFA y SIGEN corresponderían a subsidios otorgados por APE a OSPIC.@ -conf. fs. 362/3-. En la descripción de los hechos imputados sólo se recurrió a una formulación genérica relativa al accionar en que habría incurrido el imputado, sin haberse efectuado el detalle de las circunstancias fácticas que relacionadas entre sí permitirían suponer una hipótesis delictiva. Se ha obviado la referencia concreta de las conductas que se le atribuyen, con las respectivas especificaciones relativas a las características de autor, modo, lugar y tiempo de comisión. Es evidente que no se hizo referencia a ninguno de los expedientes mencionados posteriormente en el auto recurrido ni tampoco a cada una de las intervenciones que se le reprocha por su actuación en los expedientes. El accionar debió ser descripto de manera circunstanciada dado que tampoco hubiera bastado con efectuar una mera mención de los legajos si ello no estuviera acompañado de las particularidades que los diferencian entre sí, de forma tal que el imputado no se vea obligado a esgrimir una defensa genérica, sino que pueda atacar específicamente cada extremo de la imputación. Al mismo tiempo, tal omisión en la descripción de la imputación impide verificar el respeto por el principio de congruencia que exige la correlación necesaria entre los hechos descriptos en la indagatoria y el contenido en el procesamiento y que a su vez, será el mismo de la eventual acusación y sentencia, de llegar a dicha etapa el proceso (conf. de esta Sala C.N° 39.666 AOtondo, Nicolás A. s/ procesamiento@, reg. nro. 150, rta. 06/03/07). Las consideraciones precedentes dejan en evidencia que el acto a través del cual se recibió Nación ción Poder Judicial de la Na declaración indagatoria a Lapadula no contó con las formas previstas para garantizar el derecho a ser oído. Esto es, a partir de las deficiencias antes señaladas puede concluirse fundadamente que no existió una adecuada intimación de los hechos imputados. Ello indefectiblemente importa la necesidad de ampliar la declaración indagatoria -la que deberá realizarse observando los requisitos precedentemente señalados- y la nulidad de su auto de procesamiento en tanto aquélla representa un presupuesto de validez de éste (artículos 166, 168, segundo párrafo, y 307 del C.P.P.N.). Por iguales motivos habrá de aplicarse idéntica sanción procesal a la falta de mérito dictada en autos respecto de Lapadula pues las conductas respectivas tampoco fueron correctamente descriptas. Cabe efectuar las mismas consideraciones para los casos de Juan Carlos Ponce y de María Sol González Montalvo, toda vez que a la hora de ser indagados si bien se les mencionaron datos aislados que formarían parte de los sucesos investigados no fueron impuestos de los extremos básicos que se relacionarían específicamente con la maniobra delictiva que se investiga. Al igual que en el caso anterior no se hizo referencia alguna a los expedientes administrativos que contendrían la documentación que los involucraría, ni cuál sería específicamente el accionar reprochado a cada uno de ellos (conf. fs. 370/71 vta. y 387/8). En las respectivas indagatorias no se explicitó el conjunto de circunstancias irregulares que tornarían ilícito el accionar de los imputados, extremo que resulta imposible de soslayar a la hora de analizar sus situaciones procesales. En este sentido, adviértase que en el dictamen fiscal que obra a fs. 317/320 en el que se solicita la declaración indagatoria de Ponce y Montalvo, en principio, es posible advertir que el reproche penal que recaería en cabeza de los nombrados estaría dado por sus participaciones en una compleja maniobra delictiva en la que se encuentra involucrado, al menos, un funcionario público, sin embargo al momento de indagarlos no les fue precisada cuál habría sido la participación concreta en los sucesos que permitiría responsabilizarlos penalmente. Esa deficiencia se refleja en el auto de mérito que se examina, donde el a quo luego de efectuar un atomizado detalle de los hechos materia de investigación, culmina haciendo referencia al caso concreto de cada uno de los imputados descartando una posible connivencia de Ponce y Montalvo con Lapadula sin haberse referido específica y concretamente a esa situación en las respectivas declaraciones indagatorias. Frente a ello, sólo cabe efectuar una nueva intimación de los hechos imputados a fin de resguardar los derechos de defensa en juicio de los encausados. Por lo tanto habrá de anularse el pronunciamiento efectuado con relación a Ponce y Montalvo, toda vez que a los fines de analizar los recursos de apelación incoados por el Ministerio Público Fiscal y por la querella, quienes solicitan los procesamientos de los nombrados, este Tribunal se ve impedido de analizar sus conductas en base a los extremos antes señalados. Frente a la decisión que determinará la nulidad de la resolución recurrida no cabe efectuar otro análisis con respecto al resto de las cuestiones planteadas por los recurrentes. Por todo lo expuesto, este Tribunal RESUELVE: DECLARAR la nulidad de la resolución que obra a fojas 1/20 de esta incidencia (artículos 307 y 308 del Código Procesal Penal de la Nación ) debiendo el Magistrado de primera instancia proceder de acuerdo con lo señalado en los considerandos. Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y devuélvase a su procedencia donde deberán practicarse el resto de las notificaciones. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ DEFRAUDACION: ADMINISTRACION FRAUDULENTA. (Art. 173 inc. 7 del C.P.)APROPIACION INDEBIDA. HURTO. (improcedencia) Cajero que retiene para sí el importe recepcionado. Probada la circunstancia de que los cajeros tenían a su cargo el manejo de bienes pecuniarios ajenos en tanto tenían a su cargo el manejo de bienes pecuniarios ajenos se encuentran reunidos los requisitos exigidos por el tipo penal exigido para el delito de administración infiel acuñado por el art. 173 inc. 7 del Código Penal, agravado - en el caso- por perjudicar a la administración pública (art. 174 inc. 5°°) y no el delito de hurto. (art. 162). Es que la acción típica es la de violar los deberes -en función del manejo, administración o custodia de bienes ajenos que ejerce el agente-, esto es exceder arbitrariamente las facultades conferidas -mediante actos no permitidos - o incumplir las obligaciones acordadas (D´Alessio, Andrés, Código Penal Comentado y Anotado, Parte Especial, Ed. La Ley, Buenos Aires, noviembre de 2004 y sus citas). En efecto, es presupuesto del delito que el agente ejerza un poder - manejo, administración o custodia de los bienes ajenos que ejerce el agente- esto es exceder arbitrariamente las facultades conferidas -mediante actos no permitidos- o incumpliendo las obligaciones acordadas (op.cit.). Nación ción Poder Judicial de la Na En efecto, es presupuesto del delito que el agente ejerza un poder -manejo, administración o custodiasobre los bienes o intereses de otros, por disposición de la ley, de una autoridad o por cualquier otro acto jurídico. Ese es el caso del cajero que, receptando una suma de dinero no otorgan el correspondiente recibo de pago exigido -timbrado- apropiándose de su impotre. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler - Farah 22.5.2007 ANOIR, Mirta y otros s/procesamiento@@ Causa 39.595 Reg. 433 J. 8 - S. 16. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 22 de mayo de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I-Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los recursos de apelación interpuestos por el Señor Defensor Oficial en representación de Nancy Judith Carstens a fs.45/46 contra los puntos XIII y XIV del resolutorio de fs. 1/32 de esta incidencia en cuanto decretan el procesamiento sin prisión preventiva de su asistida por considerarla autora penalmente responsable del delito de defraudación por administración infiel en perjuicio de la administración pública (artículos 174, inciso 5° en función del artículo 173, inciso 7°del Código Penal) y manda trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de pesos diez mil ($10.000.-) y por la defensa de Mirta Isabel Noir (puntos I y II del decisorio de fs. 1/32), Silvina Angélica Pucci (puntos III y IV), María Cristina Venanzo (puntos V y VI), Viviana Laura Carbonelli (puntos VII y VIII), Romina Alejandra Orozco (puntos IX y X), Lorena Beatriz Orozco (puntos XI y XII) y de María Laura Thouzeau (puntos XV y XVI) en cuanto decreta los procesamientos sin prisión preventiva de las nombradas por considerarlas autoras penalmente responsables del delito de defraudación por administración infiel en perjuicio de la administración pública (artículos 174, inciso 5° en función del artículo 173, inciso 7°del Código Penal) y manda trabar embargo sobre sus bienes. II- Se agravia el Señor Defensor Oficial en punto a la calificación legal escogida por el a quo, solicitando que sea modificada por la de la figura prevista en el artículo 162, en función del 163 bis del Código Penal y como consecuencia de ello se declare la extinción de la acción penal por prescripción y se sobresea a su pupila. Por su parte, la defensa de Mirta Isabel Noir, Silvina Angélica Pucci, María Cristina Venanzo, Viviana Laura Carbonelli, Romina Alejandra Orozco, Lorena Beatriz Orozco y de María Laura Thouzeau, cuestiona en primer término el procedimiento llevado a cabo el día 12 de febrero de 2004, el que diera lugar al inicio de estos actuados por haberse vulnerado a su criterio las garantías constitucionales de sus asistidas, solicitando su nulidad, las de las detenciones y requisa personal de Noir y Thouzeau y la de todo lo actuado en consecuencia. Además, se agravia al considerar que los peritajes realizados sobre las máquinas timbradoras resultan inidóneos no pudiendo ser utilizados como elementos de cargo, como así también del encuadre jurídico adoptado por el magistrado de grado en tanto considera que no se encuentra acreditado el perjuicio patrimonial sufrido por la Policía Federal Argentina. Por último, resta señalar que ambas defensas requieren se reduzcan los montos de los embargos por considerarlos excesivos. III-En primer término, y tal como lo ha sostenido en reiteradas oportunidades esta Alzada, no obstante que la nulidad ha sido introducida por una vía heterodoxa, corresponde que el Tribunal se pronuncie sobre tal extremo en la medida que el planteo guarda conexión con el mérito del recurso de apelación deducido (conf. c.n° 35.837 AFebrero, Eduardo s/ nulidad@, Reg. n° 95, rta. el 26/02/04 de esta Sala, entre otras). Corrida que le fuera la correspondiente vista a la Señora Representante del Ministerio Público Fiscal, a fs. 114/5 vta. propició el rechazo de las nulidades articuladas, criterio que habrá de ser compartido por los suscriptos. Al respecto, y en el caso sub examine, habrá de tenerse en cuenta que la detención y la posterior requisa de las encartadas se produjo inmediatamente después de que se observaran anormalidades en los timbrados de los trámites de dos solicitantes de documentos, Liliana Beatriz Weisbach y Fabián Marcelo Feiguin, sin que en ambos casos se les otorgara el correspondiente recibo de pago. Ante tal situación, se requirió la presencia de personal de la Comisaría n° 22, quienes a criterio de los suscriptos actuaron dentro del marco de las atribuciones que les confieren los artículos 284, inciso 4° y 285 del ordenamiento de forma con arreglo a lo dispuesto por el artículo 183 del mismo cuerpo legal. Ello así por cuanto la circunstancia descripta permite sostener que nos encontramos ante un caso de flagrancia en los términos del citado artículo 285, en tanto los autores habrían sido sorprendidos inmediatamente después de haber cometido el hecho reputado de ilícito y en oportunidad en que los solicitantes de los documentos no habían finalizado aún el trámite en cuestión y se hallaban todavía a esos fines en el interior de la dependencia policial. Al respecto, cabe recordar que habrá flagrancia cuando se trate de una Alesión actual o inmediata de un bien jurídico protegido, que se está cometiendo de manera evidente...@ , Aes decir cuando el delincuente ya ha comenzado a realizar actos ejecutivos, externos y directos...@ (conf. ADiccionario de Ciencias Penales@ Director Carlos García Valdez, Editorial Edisofer, Madrid 2000, p.170). En virtud de lo señalado, es dable concluir que los preventores se encontraban habilitados para actuar de la manera que lo hicieron teniendo en cuenta a la vez que la policía deberá investigar por iniciativa propia los delitos de acción pública , impedir que los hechos cometidos sean llevados a consecuencias ulteriores, individualizar a los culpables y reunir las pruebas para dar base al acusación (artículo 183 del C.P.P.N.). Nación ción Poder Judicial de la Na Asimismo, debe adunarse la realización del acto en presencia de testigos habiéndose cumplido asimismo con los requisitos exigidos por el artículo 138 del Código de forma respecto del firmado de las respectivas actas, y con el inmediato aviso al órgano judicial de conformidad con lo establecido en el artículo 186 del C.P.P.N. (ver fs.3 y fs. 21 de los autos principales). Por último debe recordarse que la procedencia de las nulidades debe interpretarse en forma restrictiva, conforme el criterio sentado por los artículos 2 y 166 del Código Procesal Penal de la Nación (ver. c. n1 26949 ALoguercio, Vicente@, reg. n1 970, rta. el 9/11/95; c. n1 28794 Champi Jalisto, Magdalena s/ nulidad; reg. N1 574; rta. El 24/7/97; c. n1 30380 ADIAZ, Walter s/ procesamiento@, reg. 1058, rta. el 10/12/98 y c. n1 31615 ABossa, Marcelo y otro s/ procesamiento@, reg. n1 108, rta. 9/3/2000, entre muchos otros). Con relación a este tópico la Cámara Nacional de Casación Penal tuvo oportunidad de pronunciarse, sosteniendo que A...la concurrencia de sospecha suficiente y urgencia que legitiman el accionar policial constituyen extremos de hecho y prueba que regularmente encuentran su ámbito de discusión en la etapa de debate del proceso penal...@ (Conf. C.N.C.P., Sala I AFrancisconi, Diego s/rec,. De casación@, reg. 671, del 21de septiembre de 1995 y Sala II, ATorres, Mirta y otro s/ recurso de casación@, reg. n1 2617, rta. el 11/6/99). Todas estas consideraciones resultan más que elocuentes y encuadran perfectamente con los pormenores del caso, desvirtuando así los agravios de la defensa al respecto. IV- Sentado lo precedentemente expuesto, corresponde abocarnos al fondo de la cuestión traída a conocimiento de los suscriptos. Se inician las presentes actuaciones como consecuencia del procedimiento llevado a cabo por personal de la Comisaría 22 de la Policía Federal Argentina en el interior de la dependencia de dicho organismo ubicado en la calle Azopardo 620 de esta Capital en la Sección Timbrados del Departamento Identificaciones Personales, más precisamente en el sector de cajas registradoras, en virtud de las irregularidades detectadas en este sector en el cobro de estampillados y timbrados en los formularios de trámite de documentación. En dicha oportunidad, tal como ya fuera reseñado, el personal preventor fue convocado en virtud de haberse individualizado a dos solicitantes cuyos formularios presentaban timbrados ilegibles, quienes habrían manifestado que las cajeras que les habían cobrado omitieron entregar los comprobantes de pago correspondientes. Así pues, se procedió a la detención de las dos agentes que se encontraban al frente de las cajas n° 3 y 4 y al secuestro de todos aquellos elementos que pudieran ser relevantes para la causa. La maniobra investigada habría consistido en el ingreso y cobro de un primer formulario de solicitud de documentación -cédula de identidad, pasaporte o certificación de antecedentes- en el que asentaban el timbrado que expedía la máquina asignada a cada una de las operadoras involucradas, para luego percibir de manera ilegítima el cobro de un segundo trámite de igual valor que no era ingresado, imprimiendo el timbrado correspondiente en el ticket del trámite anterior que no fuera entregado a los interesados, habiéndose determinado en autos la modalidad cómo se habría llevado a cabo dicha maniobra (ver fs.2937/47). De esta manera, se pudo determinar una importante cantidad de trámites irregulares en los cuáles se habría implementado la operación descripta, en qué cajas se habían llevado a cabo y quiénes eran las personas que operaban las máquinas de cobro correspondientes (ver fs. 3077/84). El avance de la investigación y el profuso plexo probatorio reunido en la causa, el que ha sido valorado correctamente por el a quo, permiten tener por acreditado, con el grado de probabilidad inherente a esta etapa procesal tanto la materialidad de los hechos investigados como la participación responsable que le cupo a cada una de las encartadas en los hechos que se les endilgan, extremos que no han sido cuestionados por las defensas en sus apelaciones. Por último, y respecto de los cuestionamientos del apelante en punto al peritaje realizado sobre las máquinas timbradoras, resta señalar que no se advierte agravio alguno por el hecho de que las máquinas timbradoras siguieron utilizándose hasta la fecha en que se efectuó el estudio técnico sobre ellas, desde que de las constancias de la causa no se desprende cómo dicha circunstancia pudo afectar el resultado del peritaje en cuestión, cuya ejecución en esas condiciones fue notificado debidamente a las partes sin que formularán observación alguna al respecto. V- Centrada la discusión en orden a la calificación legal adoptada respecto de las conductas desplegadas por las imputadas, cabe adelantar que a criterio de los suscriptos la misma luce acertada. Ello así por cuanto, se encuentra probado en autos que las imputadas -en su calidad de cajeras- tenían a su cargo el manejo de bienes pecuniarios ajenos, requisito exigido por el tipo penal de que se trata (conf. c.n° 35.511 AAlmaraz, Antonio y otro s/procesamiento@, reg. n° 61, rta el 19/2/04 de esta Sala). Precisamente, la acción típica es la de violar los deberes -en función del manejo, administración o custodia de los bienes ajenos que ejerce el agente-, esto es exceder arbitrariamente las facultades conferidas -mediante actos no permitidos- o incumplir las obligaciones acordadas (ver Código Penal comentado y anotado, Parte Especial , D=Alessio, Andrés, pág.485, La Ley, Buenos Aires, noviembre de 2004, y sus citas). En efecto, es presupuesto del delito que el agente ejerza un poder -manejo, administración o custodia- sobre los bienes o intereses de otros, por disposición de la ley, de una autoridad o por cualquier otro acto jurídico, circunstancia que se corrobora en el presente caso (ver disposiciones de fs. 1748/77; 2181/2427 e informe de fs. 3077/84). En el marco de esos manejos de fondos la maniobra investigada, tal como les fuera descripta al momento de prestar declaración indagatoria, constituiría a la par de un abuso de confianza, una violación de sus deberes y el consecuente perjuicio de los intereses confiados. Dicho perjuicio económico a las arcas públicas se materializa en la falta de percepción por parte del Estado de los importes correspondientes a la tramitación de los distintos documentos de que se trata, el que ha sido calculado en setecientos treinta y cinco mil setecientos veintitres pesos ($735.723.-), teniendo en cuenta sólo aquellos trámites de personas que los gestionaron por primera vez y que fueran observados por la División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal Argentina. Al respecto, debe repararse en, que tanto el informe de fs. 1528/1622 confeccionado por la Sección Pericias Contables de la Policía Federal Argentina, como Nación ción Poder Judicial de la Na las distintas auditorías practicadas en la dependencia investigada (fs. 2166/80 y 2788/2846) permitieron determinar la existencia de notables diferencias en la relación trámites cobrados/realizados. Respecto del cambio de calificación propiciado por el Señor Defensor Oficial artículo 162, en función del 163 bis del Código Penal-, cabe señalar que el mismo no puede tener acogida favorable toda vez que el tipo penal señalado por la defensa reprime a A...el que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble total o parcialmente ajena.@ siendo que en el caso de marras la imputada tenía a su cargo -de manera legítima- el manejo de bienes o intereses pecuniarios ajenos, de suerte que -a diferencia de aquel delito- en éste el autor detenta legítimamente aquello que luego, merced a la violación de sus deberes, convierte en provecho propio, razón por la cual no puede subsumirse la conducta reprochada en la figura legal escogida por el apelante. Con relación a esta cuestión, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad lleva dicho que A...Encuadra en el delito de administración infiel... la conducta del cajero de un banco que se apodera del dinero ingresado con omisión de realizar la rendición, la que es conglobante de varios actos pues se advierte la violación de un deber de fidelidad derivado de un compromiso previo que debiera haberse caracterizado por el recto gobierno y custodia de la propiedad ajena@ (conf. C.N.C.C., Sala V, c.n°11.661 APacenza, Cayetano@ rta. el 26/8/99 y en igual sentido Sala VII, c. n°6917 AVera, Héctor@ rta.el 9/9/97). Por último, resta señalar que los elementos reunidos en autos permiten afirmar que las imputadas tenían conocimiento de las circunstancias detalladas anteriormente, en tanto teniendo en cuenta la modalidad como se habría llevado a cabo la maniobra investigada, la mecánica de las máquinas timbradoras en su correcto funcionamiento y la cantidad de trámites en los que se observó su implementación, cabe concluir que la impresión de los timbrados en los formularios observados no pudo ser efectuada de manera involuntaria. En consecuencia, la calificación legal escogida por el a quo habrá de ser confirmada, no prosperando el resto de los planteos del Señor Defensor Oficial, y sin perjuicio de la que en definitiva pudiera corresponder en tanto se advierte que la conducta desplegada podría encuadrar en las previsiones del artículo 261 del Código Penal. VI-Con relación a las apelaciones reseñadas en orden a los montos de los embargos, es dable señalar que los mismos han sido fijados teniendo en cuenta las pautas establecidas en el ordenamiento formalartículo 518 del ordenamiento formal-. En este sentido, cabe recordar que la naturaleza cautelar del auto que ordena el embargo tiene como fin garantizar en medida suficiente la eventual pena pecuniaria y la efectividad de las responsabilidades civiles emergentes, por lo que la mensuración del monto a imponer, debe guardar el mayor correlato posible con el perjuicio causado, que en principio surge de la maniobra delictiva desplegada (conf. c.n°24.708 ALópez Hermida@, reg. n° 341, rta el 07/06/93 de esta Sala, entre otras). Dicho análisis ha sido realizado correctamente por el Señor Juez de grado en el decisorio apelado, habiendo merituado los distintos hechos endilgados a las imputadas, advirtiéndose que los montos fijados guardan relación entre sí conforme las responsabilidades atribuidas a cada una de ellos. Cabe concluir pues que las sumas fijadas lucen adecuadas de conformidad con los elementos de la causa según lo prescribe el artículo 518 del Código de rito, razón por la cual habrá de homologarse el decisorio apelado al respecto. VII- Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I) RECHAZAR la nulidad articulada por el Doctor Fermín Iturbide. II) CONFIRMAR el resolutorio de fs. 1/32 en todo cuanto decide y fuera materia de apelación. Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y devuélvase a primera instancia a fin de que se practiquen las notificaciones pertinentes. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ DELITO: DELITOS CULPOSOS. Accidente ferroviario. CAUSALIDAD. IMPUTACION OBJETIVA. Relación entre la violación del deber de cuidado y la causación del resultado. RIESGO PERMITIDO: Falta de prueba para la determinación del incremento de riesgo.En materia de tipicidad por imprudencia A..no basta con que la conducta sea violatoria del deber de cuidado y cause resultado, sino que además, debe mediar una relación de determinación entre la violación del deber de cuidado y la causación del resultado, es decir la violación del deber de cuidado debe ser determinante del resultado.A (Zaffaroni, Eugenio R. Manual de Derecho General, Parte General, pág. 433/4, Ediar, Buenos Aires, 1993). Así, si no se demuestra que el deber de cuidado violado al omitir dar aviso, en el caso, de la rotura de una barrera, mantenga ese vínculo de determinación con la producción del choque de una camioneta contra un tren y el consecuente fallecimiento de la víctima, no es posible afirmar que ese resultado es la realización del Nación ción Poder Judicial de la Na incremento del riesgo que corresponde a su omisión. En efecto, ello es así si no queda claro cuál pudo haber sido la incidencia en que la camioneta haya embestido al tren, de que no se hayan colocado banderilleros en el lugar. Tampoco si no está determinada la vinculación con el fallecimiento del acompañante como consecuencia del impacto o el arrastre del vehículo luego de la colisión, de que el tren no haya aminorado la velocidad al arribar al paso a nivel por no advertir ni haber sido advertido que existía un mal funcionamiento en la barrera. Es que ello es así desde que se advierte que no se ha otorgado la debida atención a la relevancia que pudiere llegar a tener la posible existencia de un segundo riesgo presente en la situación fáctica que plantea el caso, que bien podría explicar ese resultado en forma exclusiva o de modo conjunto con el creado por la omisión que imputada (ver Cancio Meliá, Manuel ALíneas básicas de la Teoría de la Imputación objetiva@, págs. 143/54 y 170/7, Ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2001). C.C.C. Fed. sala II Cattani - Luraschi - Irurzun 8.5.2007 ABERON, José R. S./procesamiento@@ Causa 244.444 Reg. 26.768 J. 2 - S. 3. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 8 de mayo de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I - Llega la presente incidencia a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación deducido por el Dr. Carlos H. Rojas, en su rol de letrado defensor, contra la decisión que decretó el procesamiento de su asistido, José Ricardo Berón, en orden al delito previsto y reprimido por el art. 84 del C.P. El recurrente sostiene que no obran elementos de cargo que vinculen a su defendido con la muerte de Miguel Alfredo Doy y responsabiliza de dicho deceso al conductor del vehículo que colisionó con el tren, Luis Torres Martínez (conf. argumentos detallados en el memorial glosado a fs. 34/41 de la presente). II- Con relación al planteo de inadmisibilidad del recurso de apelación efectuado por la querella, cabe recordar que esta Sala ha sostenido que A...de lo que se trata al momento de la interposición (artículo 450 del código de rito) es de señalar aquellas premisas en que se apoya el Juez y que, a criterio del impugnante, resultan erróneas o merecen una valoración diferente a la asignada; Amotivar@ no puede confundirse con Afundamentar@, esto último no resulta obligatorio y constituye, por otra parte, el objeto de la audiencia prevista por el art. 454 de ese ordenamiento@. Bajo estas pautas no es dable sino concluir que la apelación en examen cumple acabadamente con el recaudo de motivación, por cuanto contiene una indicación precisa de los aspectos de la imputación que, a criterio de la defensa de Berón, fueron interpretados por el Juez en forma desacertada. Asimismo, dicha postura fue mejorada con los fundamentos expuestos en el memorial de fs. 34/41, motivo por el cual se rechazará el planteo formulado por la parte querellante al respecto. III- Se encuentra acreditado que entre la 1:30 y 2:00 hs. de la madrugada del día 8 de febrero del año 2005, la barrera del lado izquierdo del paso a nivel de la Av. Corrientes correspondiente a la línea ferroviaria Gral. San Martín fue dañada por el paso de un camión recolector de basura. El boletero de la estación Chacarita, Jorge Oscar Obregón, dio aviso al Puesto de Control de Trenes sito en la estación Retiro -PCT- de dicha avería para que se proceda a su reparación. La noticia fue recibida por el procesado José Ricardo Berón, quien omitió comunicar al Área de Mantenimiento de Señalamiento y notificar al personal de conducción de trenes -maquinista y ayudante de maquinista- de lo sucedido. En la fecha indicada a las 5:35 hs. aproximadamente, una camioneta Ford Eco Scort, dominio EQH-508, conducida por Luis Auxilio Torres Martínez impactó contra una formación ferroviaria y se produjo el deceso de Miguel Alfredo Doy, quien viajaba en la parte delantera del rodado indicado del lado del acompañante. Ante este panorama el juez instructor ha decretado, la falta de mérito de Luis Auxilio Torres Martínez y el procesamiento de José Ricardo Berón en orden al delito de homicidio culposo. A este último responsabiliza del hecho porque su función en el PCT lo colocaba en la obligación de dar aviso a las áreas correspondientes para evitar que sucedieran accidentes en el lugar. La defensa del procesado al expresar sus agravios no cuestiona el incumplimiento que se atribuye a su defendido en el rol de encargado del puesto de control de trenes, sino que señala que el fallecimiento de Miguel Doy igualmente se hubiera producido dado la imprudente forma de conducir de Torres Martínez. IV- De inicio, cabe señalar que el juez instructor al analizar la situación del procesado Berón en el auto impugnado, se limitó a concluir que su omisión como operador de dar aviso del desperfecto fue crucial, pese a que también afirmó que la UGOFE no extremó los cuidados debidos para preservar la seguridad del servicio ferroviario y del tránsito automotor que circulaba por el lugar, enumerando una serie de deficiencias con relación al funcionamiento de dicha empresa al momento del hecho, que no tienen vinculación con la posible responsabilidad penal del imputado. El Tribunal observa que si bien la omisión que se le imputa a Berón incrementó el riesgo de que se produjeran accidentes en la zona como consecuencia de la rotura de la barrera, no existe evidencia que respalde la afirmación de que la colisión de la camioneta con el tren y la muerte de la persona que viajaba como acompañante puedan Nación ción Poder Judicial de la Na ser imputadas a esa omisión, al menos en forma exclusiva. Ello, en tanto sólo se ha comprobado que de haber dado noticia de la avería de la barrera la formación ferroviaria habría transitado el paso a nivel a baja velocidad, las señales lumínicas hubieran cambiado de color dando aviso al maquinista de la situación de peligro existente, y un banderillero habría estado a cargo de la señalización del cruce hasta que la barrera fuera reparada (ver al respecto testimonios de Orlando Fabián Avila de fs. 2, 249 y 572, de Pablo R. Panizza de fs. 10 y 263, de Alberto José Luján de fs 422/3 y de Horacio Faggiani de fs. 627/630 y 896). Sin embargo, este conjunto de circunstancias no descarta la posible relevancia que pudiere llegar a tener la forma en que conducía la camioneta su coimputado Torres Martínez. En tal sentido, la defensa hace referencia a una serie de elementos que indican que las señales lumínico-sonoras funcionaban correctamente y había personal policial señalizando el lugar, no obstante lo cual el vehículo vino zigzagueando por la Avenida Corrientes, esquivó a un rodado que se encontraba aguardando el paso del tren y terminó embistiendo al primer vagón de la formación ferroviaria (conforme declaraciones del Sargento Hilario Lorenzo Cáceres de fs. 3, 298/9 y 325/6, del Cabo Primero Claudio de fs. 8 y 247, del testigo civil presencial Pedro Manuel Navarro de fs. 2 y 251 y de los testimonios recolectados en la nota periodística efectuada por el programa de T.V América Noticias). Sobre ese punto, esta Sala se ve impedida de expedirse en profundidad debido a que la falta de mérito dictada por el juez instructor respecto de Torres Martínez no ha sido apelada para que sea revisada en esta instancia. No obstante, corresponde tener en cuenta que en materia de tipicidad por imprudencia A...no basta con que la conducta sea violatoria del deber de cuidado y cause resultado, sino que además, debe mediar una relación de determinación entre la violación del deber de cuidado y la causación del resultado, es decir la violación del deber de cuidado debe ser determinante del resultado.@ (Zaffaroni, Eugenio R. Manual de Derecho General, Parte General, pág. 433/4, Ediar, Buenos Aires, 1993). En este caso, la Sala advierte que el procesamiento apelado no demuestra que el deber de cuidado violado por José Ricardo Berón al omitir dar aviso de la rotura de la barrera mantenga ese vínculo de determinación con la producción del choque de la camioneta contra el tren y el consecuente fallecimiento de Doy, como para afirmar que ese resultado es la realización del incremento del riesgo que corresponde a su omisión. En efecto, todavía no queda claro cuál pudo haber sido la incidencia en que la camioneta haya embestido al tren, de que no se hayan colocado banderilleros en el lugar. Tampoco está determinada la vinculación con el fallecimiento del acompañante como consecuencia del impacto o el arrastre del vehículo luego de la colisión, de que el tren no haya aminorado la velocidad al arribar al paso a nivel por no advertir ni haber sido advertido que existía un mal funcionamiento en la barrera. Por lo pronto, y como están planteadas las cosas en esta instrucción, el Tribunal advierte que no se ha otorgado debida atención a la relevancia que pudiere llegar a tener la posible existencia de un segundo riesgo presente en la situación fáctica que plantea el caso, generado por las circunstancias señaladas por la defensa del procesado, que bien podría explicar ese resultado en forma exclusiva o de modo conjunto con el creado por la omisión que se le imputa a Berón (ver Cancio Meliá, Manuel ALíneas básicas de la Teoría de la Imputación objetiva@@, págs. 143/54 y 170/7, Ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2001). En virtud de todo lo expuesto, el procesamiento dispuesto respecto de José Ricardo Berón será recovado, disponiéndose que no existe mérito para procesarlo ni sobreseerlo. Como consecuencia de ello, también se revocará el embargo dispuesto sobre los bienes del nombrado. V- A partir de las consideraciones efectuadas en el considerando anterior, se advierte que resultaría útil para la investigación arbitrar las medidas necesarias a efectos de efectuar la reconstrucción del hecho, requerir a la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE) la filmación producida por la cámara de video ubicada en la locomotora de la formación férrea involucrada, como así también disponer aquellas diligencias tendientes a dar con el paradero de las personas que prestaron sus testimonios en la nota periodística enviada en VHS por el Canal Televisivo América Noticias, las cuales habrían estado presentes en el momento de la colisión. Ademas, los suscriptos consideran que corresponde también ahondar la investigación con relación a las lesiones que sufrieron Javier Isidoro Moreno Marcos y Fernando Rodriguez Morán, como así también evaluar en lo sucesivo la posible aplicación de la figura penal prevista en el art. 196 del C.P, que es la que otorgaría competencia en el caso a esta justicia de excepción (CSJN, Fallos: 326:4900). Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: REVOCAR los puntos dispositivos I) y II) el decisorio impugnado, y DECLARAR que NO EXISTE MERITO para procesar ni sobreseer a José Ricardo Berón, DEBIENDO el Juez a cargo de la instrucción proceder del modo señalado en punto el V) . Regístrese, hagase saber al Señor Fiscal y devuélvase a primera instancia donde deberán realizarse las restantes notificaciones que correspondan.@ DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO ARQUEOLOGICO y PALEONTOLOGICO: (Art. 48 de la Ley 25.743). Compra y venta. Piezas provenientes del extranjero. EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD. ERROR DE PROHIBICION. Nación ción Poder Judicial de la Na Este Tribunal ya ha tenido oportunidad de expedirse acerca del conocimiento virtual de la ilicitud de la conducta, lo cual condiciona, a su vez, la culpabilidad de su autor. Así, se sostuvo, citando a Roxin, que Alos medios para evitar un error de prohibición son reflexión e información@, y que Ael imputado se encontraba en condiciones de actualizar su conocimiento en relación con los objetos que tenía en su poder, situación que descarta cualquier eximente de responsabilidad@ (causa n° 24.230 ADOULGERIAN@, reg. n° 25.770, rta. el 28/09/06). Para ello, se tendrán en especial consideración las circunstancias y precio en que fueron puestas a la venta los productos; lo vertido a modo de publicidad en la descripción de los artículos -donde se expresa APatrimonio Nacional de Bolivia, Tiwanaku@, Aestos trozos de vasijas antiguas fueron recogidas de las ruinas de Tiwanaku@, Aestas piezas deberían estar en un museo@ (fs. 4/7 ppal.)- y los resultados de los peritajes efectuados en el marco de la pesquisa, en los cuales se determinó, en cuanto al material arqueológico secuestrado, que se trata de fragmentos de cerámica correspondientes a períodos de influencia incaica en Bolivia. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 24.5.2007 ALUCERO, Martín s/procesamiento@ Causa 25.079 Reg. 26.848 J. 6 - S. 11. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 24 de mayo de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Defensor Oficial, Dr. Gustavo E. Kollman, en representación de Martín Lucero contra el auto que en copias luce a fs. 1/3 mediante el cual el juez a quo dispuso el procesamiento sin prisión preventiva del nombrado por considerarlo prima facie autor penalmente responsable del delito previsto y reprimido por el artículo 48 de la Ley 25.743, y mandó trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de mil pesos ($1.000). II- Que previo adentrarse en cualquier otra cuestión, corresponde dar tratamiento a los planteos de nulidad formulados por la defensa en el marco de esta incidencia. a) Primeramente, cabe reiterar lo sostenido por esta Sala en cuanto a que en las actuaciones generadas ante las fuerzas de seguridad, solamente es necesario correr la vista que manda el artículo 180 del Código Procesal Penal de la Nación cuando la denuncia presentada es elevada al Tribunal sin cumplir con diligencia prevencional alguna, circunstancia que no se verifica en el caso que nos ocupa. A su vez, no debe perderse de vista que la ausencia del requerimiento fiscal de instrucción no acarrea la nulidad de lo actuado -en ese sentido- por infracción al principio ne procedat iudex ex officio, en tanto la fiscalía fue puesta en conocimiento de toda la información surgiente de las diligencias, consintiendo -incluso- el llamado a indagatoria del justiciable dispuesto por el instructor en orden a los hechos descriptos a fs. 97/99 del principal. Así las cosas, queda claro que el impulso de la acción estuvo presente durante el transcurso y progreso de la pesquisa, no existiendo, en consecuencia, un perjuicio real que pueda conllevar a la sanción propiciada por el recurrente (ver en igual sentido causa n° 22.740 AHerrera@, reg. n° 23.856, del 28/06/05 y causa n° 24.753 APaesa Sanchez@, reg. n° 26.487, del 6/3/07). b) Por otra parte, con relación a la alegada ausencia de motivación del auto en crisis, el Tribunal advierte que el decisorio de mención contiene los motivos de hecho y de derecho que otorgan fundamento a las soluciones a las que arribó el Sr. Juez de Grado sobre los puntos que requirieron su opinión. Siendo así, y en tanto cualquier cuestionamiento sobre el acierto o error de la evaluación efectuada resulta ajeno a la vía intentada, habrá de rechazarse la nulidad introducida en este sentido. III- Dicho cuanto precede, y adentrándose en el marco del recurso de apelación propiamente dicho, el Tribunal habrá de analizar de seguido lo que se refiere al grado de comprobación de los hechos y la responsabilidad que le habría correspondido al encausado en ellos, no sin antes consignar, en relación con lo planteado por el recurrente, que para su encuadre típico la conducta examinada solo requiere que los materiales comercializados provengan de yacimientos arqueológicos y paleontológicos, siendo la excavación y el Asaqueo de tumbas@ solo algunas de las maneras posibles de acceder a ellos. Pues bien, consideran los suscriptos que asiste razón al a quo al considerar que existen elementos probatorios que permiten tener por acreditado -con el grado de probabilidad a esta altura requerido- que el imputado habría puesto a la venta, en el sitio de internet Awww.deremate.com@ y bajo el seudónimo AMJL112", productos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos ubicados en Nación ción Poder Judicial de la Na la República de Bolivia (ver impresiones de las páginas de internet a fs. 4/7; diligencia de fs.11; declaraciones de fs. 19/20 y 25; acta de allanamiento de fs.22; material fotográfico de los objetos secuestrados de fs. 23/24, peritajes de fs. 41/42 y 44 y fotografías encontradas en el CPU del imputado obrante a fs. 49/52 -todas ellas del principal-). Para ello, se tendrán en especial consideración las circunstancias y precio en que Lucero puso a la venta los productos; lo vertido en la descripción de los artículos -donde expresa APatrimonio Nacional de Bolivia, Tiwanaku@, Aestos trozos de vasijas antiguas fueron recogidas de las ruinas de Tiwanaku@, Aestas piezas deberían estar en un museo@ (fs. 4/7 ppal.)- y los resultados de los peritajes efectuados en el marco de la pesquisa, en los cuales se determinó, en cuanto al material arqueológico secuestrado, que se trata de fragmentos de cerámica correspondientes a períodos de influencia incaica en Bolivia. Por otro lado, habrá de agregarse que este Tribunal ha tenido oportunidad de expedirse recientemente -en circunstancias de hecho similares- acerca del conocimiento virtual de la ilicitud de la conducta sub examine, lo cual condiciona, a su vez, la culpabilidad de su autor. Allí se sostuvo, citando a Roxin, que Alos medios para evitar un error de prohibición son reflexión e información@@, y que Ael imputado se encontraba en condiciones de actualizar su conocimiento en relación con los objetos que tenía en su poder, situación que descarta cualquier eximente de responsabilidad@ (causa n°° 24.230 ADoulgerian@@, reg. n°° 25.770, rta. el 28/09/06). Así es que, si bien este presupuesto de la responsabilidad del encausado no se encuentra traído a debate, cabe señalar que en este caso no se presentan particularidades que permitan apartarse de los extremos citados. Ahora bien, sin perjuicio de confirmarse el resolutorio impugnado, por considerar reunidos los elementos suficientes para el presente estadio procesal, se estima procedente que el juez interviniente exhorte a la República de Bolivia, a efectos de que, por intermedio de quien corresponda, se sirvan informar las características materiales, importancia histórica, cultural y científica del sitio ATiwanaku@, y la existencia de protección legal de cualquier índole a su respecto. IV- Por último, teniendo en cuenta que en estos obrados no existe parte querellante, que el delito por el cual se cautela a Lucero no tiene prevista pena pecuniaria, y que en autos lo asiste la defensa de oficio, habrá de reducirse el monto del embargo oportunamente fijado, toda vez que no puede perderse de vista que su finalidad en este proceso penal no es otra cosa que asegurar la satisfacción de los gastos causídicos (ver Sala II causa n° 16.880 ACarpio, Daniel A. s/ monto de caución@, reg. n° 17.854, rta. el 17/8/00 y sus citas, entre muchas otras; y artículo 518 del Código Procesal Penal de la Nación). En razón de todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I- CONFIRMAR el auto en crisis en cuanto decide el procesamiento sin prisión preventiva de Martin Jonatan Lucero en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 48 de la Ley 25.743, DEBIENDO el Sr. Juez a quo proceder del modo indicado en el Considerando III in fine de la presente resolución. II- REDUCIR el monto del embargo dispuesto en el caso y, en consecuencia, fijarlo en la suma de pesos sesenta y nueve con sesenta y siete centavos ($ 69,67). Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y remítase a la anterior instancia, donde deberán practicarse las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@ ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. TENENCIA SIMPLE. Pautas objetivas de calificación. Inaplicabilidad del mecanismo de descarte. El Tribunal hace suyos los fundamentos expuestos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los autos AVEGA GIMENEZ, Claudio Esteban@ del 27.12.2006 EN cuanto sostiene que la exigencia típica de que la tenencia para uso personal deba surgir inequívocamente de la escasa cantidad y demás circunstancias, no puede conducir a que si el sentenciante abriga dudas respecto del destino de la droga quede excluida la aplicación de aquel tipo penal y la imputación termine siendo alcanzada por la figura de tenencia simple....semejante conclusión supone vaciar de contenido el principio in dubia pro reo incluye también los elementos subjetivos del tipo penal, cuya averiguación y reconstrucción resultaN imprescindibles para aplicar la ley penal. La falta de certeza de estos últimos también debe computarse a favor del imputado....de allí que, ante la proposición que afirma que no se puede acreditar la finalidad de consumo personal, puede postularse que también es formalmente cierto que no se puede acreditar que esa finalidad no existiera; y esta conclusión, Nación ción Poder Judicial de la Na favor rei, impide el juicio condenatorio que solo admite la certeza...en un afín pero diverso orden de ideas el criterio que soslaya que el tipo penal en cuestión, tenencia para uso personal- no solo alcanza al consumidor asiduo sino también al ocasional o esporádico y, que en consecuencia, de no acreditar la dependencia física o psíquica a estupefacientes...ello podría incidir, a todo evento, en la aplicación de lo dispuesto por los arts. 17 y 18 de la Ley 23.737, pero no desplazar la figura de tenencia para uso personal. Por ello, el criterio que establece que al no poder determinarse si la tenencia es para uso personal corresponde estar a la figura básica de la tenencia simple no es aplicable. (del voto de los Dres. Cavallo y Farah). C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Farah - Freiler (en disidencia) 10.5.2007 AGALVAN,, Juan C. s/procesamiento@@ Causa 40.182 Reg. 392 NOTA I: El Dr. Freiler, al emitir su voto, se remitió a lo J. 5 - S. 9. por el expresado en los autos AC; H. s/sobreseimiento@ del 7.6.2005 proponiendo el sobreseimiento del procesado. NOTA II: En el mismo sentido se expidió el Tribunal al resolver en autos ALLANO, Vicenta@ del 8.5.2007. y ALEMUS, Amilcar@ del 22.5.2007. NOTA III: Ver fallo completo. ABuenos Aires, de Mayo de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: El doctor Gabriel R. Cavallo y el doctor Eduardo G. Farah dijeron: Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Señor Agente Fiscal , contra el punto I del auto que luce a fojas 70/1 en cuanto decreta el procesamiento sin prisión preventiva de Juan Carlos Galván, en orden al delito previsto en el artículo 14, segundo párrafo, de la ley 23.737 y suspende el trámite de la causa en los términos del art. 18 del citado cuerpo legal. Se agravia el Señor Fiscal en su escrito de fs. 81/2, donde fundamenta que la cantidad no era insignificante ni escasa; que no puede sostenerse con certeza que el imputado haya tenido la droga para consumirla específicamente; y además que el sólo hecho de que una persona sea consumidora de estupefacientes no garantiza que deba aplicarse la figura de tenencia para consumo y que por lo tanto, a su entender, tiene que considerarse lo sostenido por esta Sala I en cuanto a que al no poder determinarse si es para consumir o para comercializar corresponde estar a la figura básica de tenencia simple. A juicio de los suscriptos, los agravios expresados no merecen ser atendidos, por lo que la resolución apelada habrá de ser confirmada. Ello así, en primer lugar, porque las circunstancias que rodearon la detención de Juan Carlos Galván y el secuestro del material estupefaciente que éste llevaba consigo, contrariamente a lo sostenido por el recurrente, resultan reveladoras de la finalidad de consumo personal a que dicha tenencia se refiere. En tal sentido, no puede pasarse por alto que, de la declaración del Sargento Néstor Maturano (preventor en autos) obrante a fs. 1 del principal, se desprende que observó a un sujeto que corría cruzando las vías y se subió a un automóvil , circunstancia que lo lleva al mencionado policía a detener la marcha del vehículo y a incautarle al imputado un envoltorio de nylon color blanco con sustancia blanca compactada dividida en cuatro o cinco fragmentos de color amarillento similar a la pasta base, que extrajo del bolsillo de su pantalón, no observando conducta alguna de Galván que resulte indicativa de una intención distinta, como podría ser la de intentar una operación de venta o suministro. En segundo lugar, la cantidad incautada en autos 49,25 gramos de cocaína, con los que es dable preparar 61 cigarrillos, según pericia de fs. 49/50 del principal) no es de tal significación que impida considerar que Galván tuviera consigo el material para su propio consumo, máxime cuando otros elementos de juicio incorporados al expediente sugieren la misma conclusión: la propia confesión del imputado (obrante a fs. 58/9 del principal) y el informe correspondiente al examen médico a que fue sometido en tanto concluye que A... Es verosímil por sus antecedentes y el presente exámen, que el causante sea una persona afecta al uso indebido de drogas. Su estadio evolutivo correspondería al de uso habitual...del examen efectuado surge como indispensable y conveniente la aplicación de un tratamiento curativo en forma ambulatoria, tendiente a lograr una actitud responsable ante los estupefacientes.@ Por último, se tiene en cuenta que resulta de aplicación al caso lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos AVega Giménez, Claudio Esteban s/ tenencia simple de estupefacientes@@ (Causa V.1283.XL, del 27/12/2006.), donde sostuvo que... A... el Tribunal estima que la exigencia típica de que la tenencia para uso personal deba surgir inequívocamente de la escasa cantidad y demás circunstancias, no puede conducir a que si el sentenciante abrigara dudas respecto del destino de la droga quede excluida la aplicación de aquel tipo penal y la imputación termine siendo alcanzada por la figura de tenencia simple, tal como sostuvo el tribunal apelado ..@@ pues A... semejante conclusión supone vaciar de contenido al principio in dubio pro reo ...@@, agregando que A... la valoración de los hechos o circunstancias fácticas alcanzadas por el in dubio pro reo incluye también los elementos subjetivos del tipo penal, cuya averiguación y reconstrucción resulta imprescindible para aplicar la ley penal. La falta de certeza de estos últimos también debe computarse a favor del imputado ... de allí Nación ción Poder Judicial de la Na que, ante la proposición que afirma que no se pudo acreditar la finalidad de consumo personal, puede postularse que también es formalmente cierto que no se pudo acreditar que esa finalidad no existiera; y esta conclusión, favor rei, impide el juicio condenatorio que solo admite la certeza ... en un afín pero diverso orden de ideas, la solución del a quo soslaya que el tipo penal en cuestión -tenencia para uso personal- no solo alcanza al Aconsumidor asiduo@@ sino también al ocasional o esporádico, y que en consecuencia, de no acreditarse la dependencia física o psíquica a estupefacientes ... ello podría incidir, a todo evento, en la aplicación de lo dispuesto por los arts. 17 y 18 de la Ley 23.737, pero no desplazar la figura de tenencia para consumo personal@@. De todo ello se desprende que la calificación legal adoptada por el Magistrado de la anterior instancia luce adecuada, circunstancia por la que votamos por confirmar al auto apelado en todo cuanto decide. El doctor Eduardo Freiler dijo : Coincido con mis colegas en que los hechos motivo de estudio se subsumen en el art. 14 -2° párrafo- de la ley 23.737(tenencia de estupefacientes para consumo personal). No obstante, como lo he dicho en causa 36.989, ACipolatti, Hugo s/procesamiento@, resuelta el 7 de Junio de 2005, registro 571, sostengo que debe declararse la inconstitucionalidad de dicha disposición legal, aún de oficio (CSJN , B. 1160 XXXVI ABanco Comercial de Finanzas S.A. s/quiebra, resuelta el 19 de Agosto de 2004), por lo que corresponde se revoque el procesamiento dispuesto con respecto a Marcos Esteban Toloza en orden al delito por el que fuera imputado y se sobresea al nombrado en orden al hecho por el que fuera indagado. En mérito del Acuerdo que antecede, se RESUELVE: I) CONFIRMAR el punto I del decisorio de fs. 70/71 de los autos principales, en cuanto se dispone el procesamiento sin prisión preventiva de Juan Carlos Galván , en orden al delito previsto por el artículo 14, segundo párrafo de la ley 23.737 (art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación). II) CONFIRMAR el punto III del mismo decisorio en cuanto, dispone la suspensión del trámite como lo establece el art. 18 de la ley 23.737. Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y devuélvase a fin de que se practiquen las notificaciones a que hubiere lugar. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ EXCARCELACION: CONSTITUCION NACIONAL. Principios generales. Expectativa de pena. Es criterio de esta Sala que el derecho a gozar de libertad hasta el momento que se dicte la sentencia no constituye una salvaguarda contra el arresto, la detención o la prisión preventiva, medidas cautelares que cuentan con respaldo constitucional en tanto tiendan a la efectiva realización del proceso penal a través de presunciones basadas en la expectativa de la pena aplicable al hecho imputado evitando su entorpecimiento, ya que establecen circunstancias que se erigen como pautas valorativas positivas que, de concurrir, conllevan a hacer excepción al principio general que consagra el derecho a estar en libertad durante el proceso (conf. causa n°° 24.858, reg. n°° 26.402 del 15/2/07 y causa n°° 24.865, reg. n°° 26.403 del 15/2/07, y sus respectivas citas) C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 3.5.2007 AYZAZIGA, Bautista J. s/excarcelación@ Causa 25.107 Reg. 26.745 J. 7 - S. 14. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 3 de mayo de 2.007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Dr. Juan Alfredo Sánchez Ortiz, contra el auto que en copia luce a fs.27/30 de este legajo, en cuanto el Señor Juez de grado dispuso denegar el beneficio de excarcelación a Juan Carlos Yzaziga Bautista. II- En primer lugar, cabe referir que la cuestión aquí traída a estudio ya fue resuelta por este Tribunal en ocasión de evaluar el pedido de excarcelación efectuado por la anterior defensa del imputado (fs. 21 del presente). En esa oportunidad se ha mencionado el criterio de esta Sala en cuanto a que el derecho a gozar de libertad hasta el momento que se dicte la sentencia no constituye una salvaguarda contra el arresto, la detención o la prisión preventiva, medidas cautelares que cuentan con respaldo constitucional en tanto tiendan a la efectiva realización del proceso penal a través de presunciones basadas en la expectativa de la pena aplicable al hecho imputado evitando su entorpecimiento, ya que establecen circunstancias que se erigen como pautas valorativas positivas que, de concurrir, conllevan a hacer excepción al principio general que consagra el derecho a Nación ción Poder Judicial de la Na estar en libertad durante el proceso (conf. causa n°° 24.858, reg. n°° 26.402 del 15/2/07 y causa n°° 24.865, reg. n°° 26.403 del 15/2/07, y sus respectivas citas). III- Por lo demás, y respecto de los precedentes de la Sala I de esta Cámara que señala el recurrente como fundamento de su solicitud, debe referirse que además de no compartir los suscriptos el criterio allí expuesto, no concurren en este caso los extremos que en ellos se mencionan. En efecto, el hecho que el imputado al momento de ser detenido por el personal policial como así también en las oportunidades de prestar declaración indagatoria en sede judicial haya referido que vivía en un domicilio que posteriormente se corroboró era inexistente, resulta una circunstancia que, lejos de configurar las hipótesis que confluyen en los decisorios de la otra Sala, da cuenta de la existencia de los riesgos procesales que legitiman la privación de la libertad con fines cautelares. Sentado ello, y al no advertirse nuevos elementos que ameriten apartarse de lo expresado en la anterior intervención de esta Alzada, se RESUELVE: CONFIRMAR la resolución apelada en todo lo que decide y ha sido materia de recurso. Regístrese, hágase saber al Señor Fiscal General y remítase a la anterior instancia donde deberán efectuarse las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@ FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO: USO DE DOCUMENTO PUBLICO. (art. 296 del C.P.). Cuestiones relacionadas con la finalidad para el cual el documento fue expedido. Lo que castiga el artículo 296 del código sustantivo es el empleo del documento en el tráfico jurídico, bastando la realización de cualquier acto jurídico para el cual el instrumento es reconocido como valioso, ya sea presentándolo a las autoridades para su registración o intentando hacer valer los derechos que emanarían de él por vía jurisdiccional o privada (Conf. Carlos Creus ADerecho Penal. Parte Especial@, Tomo 2, ed. Astrea, Buenos Aires 1.996, pag.473), lo cual se verifica cuando el imputado se presentó ante la entidad estatal denunciante haciendo valer actas notariales adulteradas a fin de obtener reconocimiento legal, independientemente de quien resulte ser el particular afectado. C.C.C. Fed. Sala I Cattani - Irurzun - Luraschi 15.5.2007 AMONTORO HERGUETE, Claudio s/procesamiento@@ Causa 24.783 Reg. 26.800 J. 8 - S. 16. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 15 de mayo de 2.007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Vuelven las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fs. 238 por el Dr. Esteban Vergara contra el punto I del resolutorio que luce a fs. 229/35, ambas del principal, en cuanto dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de su defendido Claudio Rodolfo Montoro Herguete en orden al delito previsto en el artículo 296 del Código Penal. II- Tanto en el escrito de apelación como en la audiencia prevista en el artículo 454 del código adjetivo la defensa solicitó que se revoque la decisión incriminatoria adoptada, por considerar que no se ha configurado el dolo que requiere la figura en análisis de conformidad con las explicaciones brindadas por el imputado en su descargo. III- En primer término, debe señalarse en torno a la materialidad del hecho pesquisado que Montoro Herguete reconoció en su declaración de fs. 220/2 vta. haber presentado ante la Unidad de Coordinación de Legalizaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores Comercio Internacional y Culto una nota dirigida a una de las empresas que representa en carácter de abogado y escribano de la República del Uruguay donde consta una transferencia de dinero en moneda extranjera junto con una actuación notarial de certificación de firma y una legalización de la rúbrica del notario del Colegio de Escribanos de esta ciudad, las que como quedó demostrado mediante el estudio pericial obrante a fs. 64/7 son falsas. Ahora bien, luego de examinar los mencionados documentos se advierte una incongruencia entre el obrante a fs. 4 y los de fs. 6 y 7 -que lo certifican-, que solo resulta compatible con la falsedad de estos últimos. Es que, teniendo en cuenta que de acuerdo con el informe obrante a fs. 60/1 el primero es aquél que oportunamente fue presentado ante el Ministerio por el encausado, surge de él con evidencia que se trata de una simple fotocopia, de modo que no se entiende cómo la actuación notarial de fs. 6 podría certificar la autenticidad de la firma allí inserta y, en igual sentido, que el código de barras que obra en aquel como constancia de la legalización por el Colegio Público de Escribanos no sea un adhesivo original sino que integre el fotocopiado. Nación ción Poder Judicial de la Na En razón de ello, no es razonable sostener que el encartado en su calidad de escribano no advirtiera la falsedad de tales instrumentos o, como mínimo, la mentada falta de coherencia entre los documentos certificantes y el certificado. Respecto del planteo introducido por el recurrente en cuanto a que el encartado no obró con voluntad de utilizar el documento de acuerdo con la finalidad de su creación, cabe destacar que lo que castiga el artículo 296 del código sustantivo es el empleo del documento en el tráfico jurídico, bastando la realización de cualquier acto jurídico para el cual el instrumento es reconocido como valioso, ya sea presentándolo a las autoridades para su registración o intentando hacer valer los derechos que emanarían de él por vía jurisdiccional o privada (Conf. Carlos Creus ADerecho Penal. Parte Especial@@, Tomo 2, ed. Astrea, Buenos Aires 1.996, pag.473), lo cual se verifica en autos ya que el imputado se presentó ante la entidad estatal denunciante haciendo valer las actas notariales adulteradas a fin de obtener reconocimiento legal, independientemente de quien resulte ser el particular afectado. A partir de tal valoración, de momento y con las constancias existentes resulta acertado el temperamento adoptado, sin perjuicio del mayor panorama que se obtenga con el transcurso de la investigación, ya que a fin de esclarecer más acabadamente el hecho resta aún corroborar cómo obtuvo el imputado la documentación cuestionada y quién se beneficiaba con ella. A tal fin resulta pertinente individualizar a Elvira Paolini Bocardelli, a quien se atribuye la declaración que se intentó dotar de validez legal en el exterior, así como efectuar las averiguaciones apropiadas en torno al número de cuenta allí aludida y la respectiva transferencia, asimismo sería relevante determinar la existencia de las empresas mencionadas por el imputado en oportunidad de prestar declaración indagatoria e individualizar a sus responsables; todo ello sin mengua de las restantes medidas que se consideren conducentes para profundizar la pesquisa. Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR el auto obrante a fs. 229/35 en todo cuanto decide y ha sido materia recursiva. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las restantes notificaciones que correspondan.@ FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones. Los deberes y facultades del fiscal nacional de investigaciones administrativas se encuentran enumerados en el artículo 45 de la LOMP y reglamentados en el Reglamento interno de la FIA (resolución n°° 18/05 de la Procuración General de la Nación, del 10 de marzo de 2005). Ahora bien, en lo atinente a la actuación de la FIA en causas penales, los límites de su intervención puede esquematizarse del siguiente modo: a. En primer término, el fiscal nacional de investigaciones administrativas tiene el deber de denunciar los delitos que conozca como consecuencia de las investigaciones practicadas en la administración nacional centralizada y descentralizada, empresas, sociedades y todo ente en que el Estando tenga participación -cuyos autores sean agentes públicos y se trate de hechos vinculados con el ejercicio de su función-. b. Las acciones penales emergentes de esas denuncias efectuadas por la FIA quedan a cargo de los fiscales competentes ante los tribunales donde queden radicadas las respectivas denuncias. Mientras los fiscales de estas causas tengan un criterio favorable al impulso de la acción penal, el fiscal nacional de investigaciones administrativas podrá intervenir en estos procesos proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción. c. En toda causa penal en la que se investigue algún delito cometido por un agente público en el marco del ejercicio de su función, e independientemente del origen de la investigación -esto es, haya sido el expediente iniciado en virtud de denuncia de la FIA o no- el fiscal nacional de investigaciones administrativas puede i) intervenir en el proceso proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción y ii) asumir directamente el ejercicio de la acción penal con desplazamiento del fiscal de la causa, siempre que este último manifestara un criterio contrario a la prosecución del proceso y el representante de la FIA considerara que existe mérito para su continuación. Nación ción Poder Judicial de la Na C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 3.5.2007 AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@ Causa 39.999 Reg. 350 J. 6 - S. 11. NOTA: ver fallo completo. ABuenos Aires, 3 de mayo de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I. Corresponde que este Tribunal conozca en estas actuaciones con motivo del recurso de apelación interpuesto por el Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas contra la decisión a través de la cual el a quo resolvió no permitir que el recurrente obtenga copias del expediente ni que compulse las actuaciones (fojas 322 del principal). La decisión cuestionada se funda, en el hecho de que el apelante carece de facultades para realizar tales acciones en el supuesto de autos, toda vez que el fiscal competente del caso no ha manifestado una voluntad contraria a la prosecución de la acción penal. Para dar una acabada respuesta a la presente controversia este Tribunal analizará a continuación cuáles son los límites de la actuación del titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas en expedientes en los que se efectúa imputación formal de delito contra un agente integrante de la Administración nacional centralizada y descentralizada, o de las empresas, sociedades u otro ente en que el Estado tenga participación. II. La Fiscalía de Investigaciones Administrativas (en adelante, FIA) integra el Ministerio Público Fiscal (artículo 43 de la Ley Orgánica del Ministerio Público -en adelante, LOMP-). Los deberes y facultades del fiscal nacional de investigaciones administrativas se encuentran enumerados en el artículo 45 de la LOMP y reglamentados en el Reglamento interno de la FIA (resolución n°° 18/05 de la Procuración General de la Nación, del 10 de marzo de 2005). Ahora bien, en lo atinente a la actuación de la FIA en causas penales, los límites de su intervención puede esquematizarse del siguiente modo: a. En primer término, el fiscal nacional de investigaciones administrativas tiene el deber de denunciar los delitos que conozca como consecuencia de las investigaciones practicadas en la Administración nacional centralizada y descentralizada, empresas, sociedades y todo ente en que el Estando tenga participación cuyos autores sean agentes públicos y se trate de hechos vinculados con el ejercicio de su función-. b. Las acciones penales emergentes de esas denuncias efectuadas por la FIA quedan a cargo de los fiscales competentes ante los tribunales donde queden radicadas las respectivas denuncias. Mientras los fiscales de estas causas tengan un criterio favorable al impulso de la acción penal, el fiscal nacional de investigaciones administrativas podrá intervenir en estos procesos proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción. c. En toda causa penal en la que se investigue algún delito cometido por un agente público en el marco del ejercicio de su función, e independientemente del origen de la investigación -esto es, haya sido el expediente iniciado en virtud de denuncia de la FIA o no- el fiscal nacional de investigaciones administrativas puede i) intervenir en el proceso proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción y ii) asumir directamente el ejercicio de la acción penal con desplazamiento del fiscal de la causa, siempre que este último manifestara un criterio contrario a la prosecución del proceso y el representante de la FIA considerara que existe mérito para su continuación. III. La participación de la FIA como parte coadyuvante (punto II. b y II. c. i) emerge, por un lado, de la última parte del artículo 45 inciso Ac@@ de la ley 24.946, a través de la cual se dispone que los fiscales de las causas iniciadas por denuncia de la FIA tendrán a cargo el ejercicio de la acción penal con la intervención necesaria del fiscal nacional de investigaciones administrativas. El artículo 48 del mismo cuerpo legal, por otro lado, establece la obligación del juez de toda causa en la que se efectúa imputación formal de delito a un agente público por hechos vinculados con el ejercicio de su función de poner esta circunstancia en conocimiento del fiscal de investigaciones administrativas. El sentido de esta notificación a la FIA -en tanto prescinde del criterio que el fiscal de la causa haya manifestado en torno a la prosecución de la acción penal- puede fundarse en dos aspectos. Primeramente, en el hecho de que tal notificación permitiría dar comienzo a la investigación administrativa de la conducta del agente público -si es que ésta no existía-. A su vez, esta comunicación debe interpretarse como una forma de darle una participación coadyuvante al fiscal de investigaciones administrativas en tales actuaciones. Estos preceptos legales que envisten a la FIA con funciones coadyuvantes para desarrollar en cualquier causa penal -sea cual fuere su forma de inicio- en la que se investiga a un agente público por la comisión de un delito en el marco del ejercicio de su función, se encuentran claramente reglamentados en el Reglamento Interno de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. Al respecto, y de modo genérico, a través del artículo 30.5 del Reglamento se establece que es una facultad de la FIA la de Aintervenir en causas judiciales, cualquiera hubiera sido la vía de inicio de éstas, proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción@@. De un modo más específico, y en ocasión de definir la participación de la FIA en causas penales, el artículo 45.1. establece que ésta A...podrá tener en el marco de las causas judiciales contra funcionarios públicos -cualquiera hubiere sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de participación que a continuación se listan: 45.1.1. Intervención en proceso penal: en cuyo caso, contará con funciones concurrentes con las del fiscal de la causa, pudiendo solicitar medidas de prueba y sugerir cursos de acción. 45.1.2. Coadyuvante en proceso penal: en cuyo caso actuará junto con el fiscal de la causa, definiendo de consuno la estrategia de intervención@@. Nación ción Poder Judicial de la Na De modo consecuente con estas disposiciones, el Reglamento faculta a la FIA a realizar tareas de seguimiento de las causas, con el objeto de evaluar -entre otras cosas- la conveniencia o necesidad de sugerir medidas de prueba o cursos de acción (ver artículo 45.1.3.). Por otro lado, con relación a la participación de la FIA como parte acusadora (punto c. ii), entiende este Tribunal que tal prerrogativa puede extenderse, en la medida en que se den las condiciones legalmente requeridas para ello, a toda causa penal -prescindiendo de su forma de inicio-. En efecto, el hecho de que esta facultad se encuentre contemplada en la misma norma que establece el deber de la FIA de efectuar las denuncias señaladas en el punto a. (artículo 45 inc. Ac@@ de la LOMP) no es un motivo válido para suponer que el ejercicio de esta potestad se encuentra limitado sólo a aquellas causas que se hayan iniciado como producto de una denuncia efectuada por la misma FIA. Además, y de modo concluyente, el Reglamento Interno de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas reglamenta esta prerrogativa sin dejar márgenes de duda en este punto. En este sentido, el artículo 45 de tal Reglamento (anteriormente citado) establece que la FIA podrá tener en el marco de las causas judiciales contra funcionarios públicos -cualquiera hubiera sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de participación que a continuación se listan: A...45.1.4. Acción penal subsidiaria: tendrá lugar cuando el fiscal de la causa resuelva no impulsar la acción y la FIA tenga opinión en contrario. En este caso, la actuación de la FIA estará regida por las previsiones del CPP previstas para el fiscal de la causa@@ (en sentido concordante, ver artículos 31.5., 31.8. y ccs.). IV. De lo expuesto surge lo equívoco de la afirmación del a quo relativa a que Ala Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas puede actuar como parte en el proceso, cuando se cumplan dos requisitos, a saber, que el proceso se haya iniciado por denuncia de la propia Fiscalía y que el Fiscal competente sea contrario a la prosecución de la acción@@ (fojas 345 vta. del principal). En efecto, y tal como se ha explicado anteriormente, en modo alguno puede sostenerse que la actuación de la FIA se encuentre restringida en los términos esbozados en el auto apelado. Una correcta interpretación de las normas que rigen la actuación de la FIA demuestra que este organismo tiene legitimación para intervenir en toda causa penal en la que se investigue a un agente de la Administración Nacional centralizada o descentralizada, o de empresas, sociedades o cualquier otro ente en que el Estado tenga participación, por hechos vinculados con el ejercicio de su función. Esta participación, a su vez, podrá ser en carácter de parte coadyuvante -si es que el fiscal competente se encuentra impulsando la acción penal en tales actuaciones- o bien como parte acusadora -si es que el fiscal de la causa manifestó un criterio contrario a la prosecución de la acción penal en tal proceso-. Esto último, claro está, en nada se contrapone con el principio de unidad de actuación que caracteriza al ejercicio de las funciones del Ministerio Público. Es la misma LOMP la que manda a entender tal principio Asin perjuicio de la autonomía que corresponda como consecuencia de la especificidad de las funciones de los fiscales, defensores, tutores o curadores públicos, en razón de los diversos intereses que deben atender como tales@@ (artículo 1°°, tercer párrafo). Es, justamente, la especificidad de la FIA respecto del fiscal de la causa la que genera el marco de autonomía necesario para postular tanto la participación coadyuvante como acusadora de este organismo en las causas penales indicadas. Por todo lo expuesto, es que este Tribunal RESUELVE: - REVOCAR el auto de fojas 322 de la causa principal, a través de la cual se rechazó la solicitud del Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas de tomar vista y extraer copias de las presentes actuaciones. Regístrese, notifíquese y remítase a primera instancia debiendo el a quo ajustar su proceder a los dicho en los considerandos de este pronunciamiento.@ FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones. Participación como parte coadyudante. La participación de la FIA como parte coadyuvante (punto II. b y II. c. i) emerge, por un lado, de la última parte del artículo 45 inciso Ac@@ de la ley 24.946, a través de la cual se dispone que los fiscales de las causas iniciadas por denuncia de la FIA tendrán a cargo el ejercicio de la acción penal con la intervención necesaria del fiscal nacional de investigaciones administrativas. Estos preceptos legales que envisten a la FIA con funciones coadyuvantes para desarrollar en cualquier causa penal -sea cual fuere su forma de inicio- en la que se investiga a un agente público por la comisión de un delito en el marco del ejercicio de su función, se encuentran claramente reglamentados en el Reglamento Interno de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. Nación ción Poder Judicial de la Na C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 3.5.2007 AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@ Causa 39.999 Reg. 350 J. 6 - S. 11. NOTA: ver fallo completo. FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones. Intervención necesaria. NULIDADES PROCESALES. El artículo 48 de la Ley 24.946, establece la obligación del juez de toda causa en la que se efectúa imputación formal de delito a un agente público por hechos vinculados con el ejercicio de su función de poner esta circunstancia en conocimiento del fiscal de investigaciones administrativas. El sentido de esta notificación a la FIA -en tanto prescinde del criterio que el fiscal de la causa haya manifestado en torno a la prosecución de la acción penal- puede fundarse en dos aspectos. Primeramente, en el hecho de que tal notificación permitiría dar comienzo a la investigación administrativa de la conducta del agente público -si es que ésta no existía-. A su vez, esta comunicación debe interpretarse como una forma de darle una participación coadyuvante al fiscal de investigaciones administrativas en tales actuaciones. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 3.5.2007 AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@ Causa 39.999 Reg. 350 J. 6 - S. 11. NOTA: ver fallo completo y sumarios pertenecientes a la misma sentencia. FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones. Intervención necesaria. Facultad de realizar seguimiento de causas. De proponer pruebas y acusar. De modo genérico, a través del artículo 30.5 de su Reglamento se establece que es una facultad de la FIA la de Aintervenir en causas judiciales, cualquiera hubiera sido la vía de inicio de éstas, proponiendo medidas de prueba y sugiriendo cursos de acción@. De un modo más específico, y en ocasión de definir la participación de la FIA en causas penales, el artículo 45.1. establece que ésta A...podrá tener en el marco de las causas judiciales contra funcionarios públicos -cualquiera hubiere sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de participación que a continuación se listan: 45.1.1. Intervención en proceso penal: en cuyo caso, contará con funciones concurrentes con las del fiscal de la causa, pudiendo solicitar medidas de prueba y sugerir cursos de acción. 45.1.2. Coadyuvante en proceso penal: en cuyo caso actuará junto con el fiscal de la causa, definiendo de consuno la estrategia de intervención@. De modo consecuente con estas disposiciones, el Reglamento faculta a la FIA a realizar tareas de seguimiento de las causas, con el objeto de evaluar -entre otras cosas- la conveniencia o necesidad de sugerir medidas de prueba o cursos de acción (ver artículo 45.1.3.). Nación ción Poder Judicial de la Na Por otro lado, con relación a la participación de la FIA como parte acusadora (punto c. ii), entiende este Tribunal que tal prerrogativa puede extenderse, en la medida en que se den las condiciones legalmente requeridas para ello, a toda causa penal -prescindiendo de su forma de inicio-. En efecto, el hecho de que esta facultad se encuentre contemplada en la misma norma que establece el deber de la FIA de efectuar las denuncias señaladas en el punto a. (artículo 45 inc. Ac@ de la LOMP) no es un motivo válido para suponer que el ejercicio de esta potestad se encuentra limitado sólo a aquellas causas que se hayan iniciado como producto de una denuncia efectuada por la misma FIA. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 3.5.2007 AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@ Causa 39.999 Reg. 350 J. 6 - S. 11. NOTA: Ver fallo completo y sumarios pertenecientes a la misma sentencia. FISCAL: FISCALIA NACIONAL DE INVESTIGACIONES ADMINISTRATIVAS. Atribuciones. Acusador exclusivo. El artículo 45 de su Reglamento establece que la FIA podrá tener en el marco de las causas judiciales contra funcionarios públicos -cualquiera hubiera sido la vía de inicio de las actuaciones- los tipos de participación que a continuación se listan: A...45.1.4. Acción penal subsidiaria: tendrá lugar cuando el fiscal de la causa resuelva no impulsar la acción y la FIA tenga opinión en contrario. En este caso, la actuación de la FIA estará regida por las previsiones del CPP previstas para el fiscal de la causa@ (en sentido concordante, ver artículos 31.5., 31.8. y ccs.). De lo expuesto surge lo equívoco de la afirmación de que Ala Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas puede actuar como parte en el proceso, cuando se cumplan dos requisitos, a saber, que el proceso se haya iniciado por denuncia de la propia Fiscalía y que el Fiscal competente sea contrario a la prosecución de la acción@. Una correcta interpretación de las normas que rigen la actuación de la FIA demuestra que este organismo tiene legitimación para intervenir en toda causa penal en la que se investigue a un agente de la Administración Nacional centralizada o descentralizada, o de empresas, sociedades o cualquier otro ente en que el Estado tenga participación, por hechos vinculados con el ejercicio de su función. Esta participación, a su vez, podrá ser en carácter de parte coadyuvante -si es que el fiscal competente se encuentra impulsando la acción penal en tales actuaciones- o bien como parte acusadora -si es que el fiscal de la causa manifestó un criterio contrario a la prosecución de la acción penal en tal proceso-. Esto último, claro está, en nada se contrapone con el principio de unidad de actuación que caracteriza al ejercicio de las funciones del Ministerio Público. Es la misma LOMP la que manda a entender tal principio Asin perjuicio de la autonomía que corresponda como consecuencia de la especificidad de las funciones de los fiscales, defensores, tutores o curadores públicos, en razón de los diversos intereses que deben atender como tales@ (artículo 1°, tercer párrafo). Nación ción Poder Judicial de la Na Es, justamente, la especificidad de la FIA respecto del fiscal de la causa la que genera el marco de autonomía necesario para postular tanto la participación coadyuvante como acusadora de este organismo en las causas penales indicadas. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler 3.5.2007 AIncd. de apel. de la FISCALIA DE INVESTIGACIONES...@@ Causa 39.999 Reg. 350 J. 6 - S. 11. NOTA: ver fallo completo. HONORARIOS: Honorarios del defensor oficial. Querellante condenado en costas. Las costas impuestas al querellante no abarcan el pago de honorario alguno al defensor oficial. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Luraschi Causa 24.697 Reg. 26.849 24.5.2007 AKOLLMAN, Gustavo s/regulación de honorarios@@ J. 11 - S. 11. NOTA: Ver sumario perteneciente a los mismos actuados y transcripción del fallo completo. MEDIDAS PRECAUTORIAS: NULIDADES PROCESALES. Fundamentos contradictorios. Es nulo lo decidido respecto de un embargo si los fundamentos para su imposición resultan contradictorios, desde que expresamente se mencionó que el delito por el que se procesó al encausado no tiene pena de multa ni se ha acreditado un perjuicio a terceros que pudiera implicar una futura indemnización civil, no obstante lo cual se le estipuló un monto elevado ($15.000)que no se condice con esos fundamentos. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 10.5.2007 AGOMEZ MEDINA; Daniel E. s/procesamiento@ Causa 24.143 Reg. 26.782 J. 2 - S. 3. NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma resolución. NULIDADES PROCESALES: TRAMITE. Nulidad introducida en el escrito donde se interpone recurso de apelación. (Art. 170 del C.P.P.N.). No es nula la formación de un incidente de nulidad si esta fué articulada en ocasión de plantear formalmente un recurso de apelación. Nación ción Poder Judicial de la Na 24.5.2007 Freiler - Cavallo - Farah ALAPADULA, Carlos s/nulidad@@ Causa 39.453 Reg. 463 J. 2 - S. 3. NOTA: Ver sumario relacionado perteneciente a la misma resolución y la transcripción del fallo completo. PLAZOS PROCESALES: PRINCIPIOS PROCESALES. Supletoriedad de las normas procesales civiles. RECURSO DE APELACION. HONORARIOS. La aplicación del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación es supletorio de todo aquello que no esté previsto por el ordenamiento procesal penal, no siendo los plazos recursivos materia no reglada por éste último. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun- Luraschi Causa 24.697 Reg. 26.849 24.5.2007 AKOLLMAN, Gustavo s/regulación de honorarios@@ J. 11 - S. 11. NOTA: Ver sumario perteneciente a los mismos actuados y transcripción del fallo completo. PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: FUNCIONARIO PUBLICO. Capacidad para entorpecer la investigación. El alcance asignado por el legislador en la disposición del segundo párrafo del art. 67 del código sustantivo, relativo a la causal de suspensión allí establecida, radica en evitar que todo aquel que esté incorporado formalmente a la administración pública o que, simplemente participe en el ejercicio de funciones públicas, obstaculice o impida el ejercicio de la acción sin distinción de la influencia que pudiera ejercer a tales fines (Conf. causa ACAVALLO, Domingo F. s/prescripción@ del 30.11.2006). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 10.5.2007 AGOMEZ MEDINA, Daniel E.@ Causa 24.380 Reg. 26.781 J. 2 - S. 3. NOTA: N. del R. ver lo resuelto por la Sala I en autos AMARTINO, Jorge H. s/prescripcion...@. PRESCRIPCION DE LA ACCION PENAL: LEY. LEY PENAL . LEY PENAL MAS BENIGNA. DEFRAUDACION. ADMINISTRACION FRAUDULENTA. (art. 27 del C.P. s/ley 23.077 y 25.188). Delito de ejecución permanente. Nación ción Poder Judicial de la Na El art. 2 del Código Penal no obliga a aplicar la ley más benigna cuando dos o más leyes rijan sucesivamente durante el tiempo que dure la Acomisión del hecho@, sino que obliga a aplicar la ley mas benigna de las que rijan en el tiempo intermedio entre la comisión y de la extinción de los efectos de la condena. A ello debe agregarse que si el accionar se sigue cometiendo durante la vigencia de la nueva ley, ésta es aplicable, con lo que no se viola la irretroactividad de la ley penal ni rige el principio del artículo 2°° del código de fondo, porque la primera ley a tomar en cuenta para hacer jugar la regla de la retroactividad de la ley mas benigna es la del tiempo en que se desarrolla la última parte de la conducta (conf. Guillermo J., Fierro, La Ley Penal y el derecho Transitorio@, Ed. Depalma 1978, p. 220/6). En este marco se ha señalado que debe tomarse como referenciapara la aplicación de la norma en cuestión el tiempo del último acto de la conducta o el momento de la conclusión de la acción, lo que no afecta el principio de legalidad, porque la conducta siguió realizándose durante la vigencia de la nueva ley. (conf. Carlos Creus ADerecho Penal Parte General, p. 95/6 Ed. Astrea, Bs. As. 2004). Así, en el caso de la administración fraudulenta debe tomarse la fecha en que ésta culminó. Entonces teniendo en cuenta la fecha en que culminó la administración fraudulenta pesquisada, esto es 10 de diciembre de 1999, resulta procedente la aplicación de la ley 25.188, modificatoria del artículo 67 del Código Penal, por ser la norma vigente al término del suceso investigado en el sumario (incorporada a nuestro ordenamiento jurídico al día 1° de noviembre de 1999, al sancionarse la ley de Etica Pública). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Luraschi 15.5.2007 AAZZARITI, Carlos A. s/prescripción...@@ Causa 24.821 Reg. 26.802 J. 2 - S. 4. NOTA I: Ver fallo completo. NOTA II: En el mismo sentido ver lo resuelto en autos AMORINI, Ricardo M.@@ por la misma Sala II con fecha 15.5.2007. PRUEBA TESTIMONIAL: ADQUISICION. Art. 200 del Código Procesal Penal de la Nación. CONSTITUCION NACIONAL. TRATADOS INTERNACIONALES. DEFENSA EN JUICIO. Posibilidad de que la defensa asista a la declaración testimonial durante el sumario. RECURSO DE APELACION: RECURSO DE QUEJA. Improcedencia. La Convención Americana sobre Derechos Humanos -Pacto San José de Costa Ricaconsagra Ael derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal@ -art. 8 inc.f)-, mientras que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reza que ADurante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad,...a interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las mismas condiciones que los testigos de cargo; ...@ -art. 14.3 e)-. Los instrumentos legales de mención han reconocido expresamente el derecho de la defensa de participar en los interrogatorios de los testigos, sin supeditar el ejercicio de esta facultad a la etapa del juicio. Nación ción Poder Judicial de la Na Frente al expreso pedido de la defensa formulado en tiempo oportuno y con causa razonable durante la instrucción, su rechazo, meramente al amparo de que tales declaraciones no son definitivas y pueden ser reproducidas en el debate propiamente dicho, importa en el caso cercenar el derecho de control de la prueba de cargo o de descargo que puede servir de fundamento para la adopción de decisiones que, como el procesamiento, la prisión preventiva o el sobreseimiento, entre otras, no por ser materializadas en esa fase dejan de producir consecuencias respecto del imputado, alguna de ellas de tardía reparación en el proceso. En síntesis, los alcances de la norma contenida en el artículo 200 del CPPN no pueden establecerse en base a su sola literalidad, sino atendiendo a una interpretación sistemática del ordenamiento jurídico que excluya la posibilidad de limitar el control de la prueba por parte de la defensa en el sumario solo a las medidas o diligencias definitivas e irreproducibles. Por otro lado, la experiencia judicial indica -sobre todo la que se adquiere del desempeño de la magistratura en juicio oral- que en muchos casos el ejercicio de esa facultad recién en la etapa del debate pone en evidencia situaciones o circunstancias que, de haber sido conocidas antes, hubieran determinado una más pronta y eficaz administración de justicia. (Del voto del Dr. Farah). La negativa del instructor a que la defensa asista a la declaración prestada por un testigo, no causa, en el marco de esta etapa instructoria del proceso -por naturaleza, escasamente contradictoria-, gravamen concreto a esa parte, en la medida que no se observa impedimento alguno que torne presumible la imposibilidad del testigo de concurrir al -eventual- debate en los términos del artículo 200 del código de forma (ver causa n° 22.848 ADr. Fernando F. Castejón s/recurso de queja, reg. 24.090 del 30/8/05). Ello, sin perjuicio de señalar que en este caso un efectivo control de la defensa sobre la producción de la misma hubiera aparejado mayor celeridad y menor desgaste jurisdiccional a los fines de la prosecución de la investigación. (del voto del Dr. Irurzun) C.C.C. Fed. Sala I Farah (por sus fundamentos - Irurzun (por sus fundamentos). 16.5.2007 ADE LA RUA, Fernando@ Causa 40.344 Reg. 412 J. 3 - S. 6. NOTA: En ámbos votos se rechaza el recurso de queja intentado. (ver). NOTA II: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 16 de mayo de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: El Dr.Eduardo Farah dijo: Estas actuaciones vienen a conocimiento del Tribunal, en virtud del recurso de queja articulado por el letrado defensor de Fernando de la Rúa por habérsele denegado en la anterior instancia el recurso de apelación, deducido en forma subsidiaria al de reposición, interpuesto contra el auto del 28 de setiembre del 2006, en el que el señor Juez instructor no admitió el pedido de la defensa de participar en las audiencias testimoniales dispuestas en autos. El magistrado fundamentó su decisión, en que la asistencia de los letrados a las declaraciones de los testigos Ase encuentra sujeta a la condición de que por su enfermedad u otro impedimento sea presumible que no podrán concurrir al debate, circunstancia que no se evidencia en el caso, descartándose que sean actos definitivos e irreproducibles.@. A partir de la reforma del año 1994, se ha adjudicado jerarquía constitucional a una serie de tratados internacionales, cuyas previsiones resultan complementarias de los derechos y garantías reconocidos por nuestra Carta Magna -art. 75 inc.22 C.N.-. En relación al caso que nos ocupa, la Convención Americana sobre Derechos Humanos -Pacto San José de Costa Rica- consagra Ael derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal@@ -art. 8 inc.f)-, mientras que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reza que ADurante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad,...a interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las mismas condiciones que los testigos de cargo; ...@ -art. 14.3 e)-. Los instrumentos legales de mención han reconocido expresamente el derecho de la defensa de participar en los interrogatorios de los testigos, sin supeditar el ejercicio de esta facultad a la etapa del juicio. Nación ción Poder Judicial de la Na Frente al expreso pedido de la defensa formulado en tiempo oportuno y con causa razonable durante la instrucción, su rechazo, meramente al amparo de que tales declaraciones no son definitivas y pueden ser reproducidas en el debate propiamente dicho, importa en el caso cercenar el derecho de control de la prueba de cargo o de descargo que puede servir de fundamento para la adopción de decisiones que, como el procesamiento, la prisión preventiva o el sobreseimiento, entre otras, no por ser materializadas en esa fase dejan de producir consecuencias respecto del imputado, alguna de ellas de tardía reparación en el proceso. En síntesis, los alcances de la norma contenida en el artículo200 del CPPN no pueden establecerse en base a su sola literalidad, sino atendiendo a una interpretación sistemática del ordenamiento jurídico que excluya la posibilidad de limitar el control de la prueba por parte de la defensa en el sumario solo a las medidas o diligencias definitivas e irreproducibles. Por otro lado, la experiencia judicial indica -sobre todo la que se adquiere del desempeño de la magistratura en juicio oral- que en muchos casos el ejercicio de esa facultad recién en la etapa del debate pone en evidencia situaciones o circunstancias que, de haber sido conocidas antes, hubieran determinado una más pronta y eficaz administración de justicia. Ahora bien: sobre la base de tales reglas corresponde analizar la procedencia de la queja articulada en autos a efectos de admitirla o denegarla. Puesto que la queja es consecuencia de la denegación de un recurso de apelación, es menester establecer si existe un gravamen actual que autorice a habilitar la vía intentada. Y en ese cometido se advierte, aún cuando los testimonios del caso se han recibido en el expediente, que el aludido gravamen no es actual sino eventual, es decir, que se produciría si tales declaraciones son utilizadas como prueba de cargo en una resolución de mérito que afecte al imputado cuya defensa pretendió ejercer el derecho en análisis, de modo análogo a la situación planteada -ya no frente a un gravamen eventual sino concreto - en un caso que resolvió la Corte Suprema de Justicia de la Nación en fecha reciente (ABenitez, Aníbal L.@ del 12/12/2006). Por esta razón, y en las condiciones destacadas, propongo al acuerdo desestimar la queja articulada por el Doctor Miguel Ángel Almeyra, en su condición de abogado defensor de Fernando de la Rúa. El Dr. Martín Irurzun dijo: I- La negativa del instructor a que la defensa asista a la declaración prestada por un testigo, no causa, en el marco de esta etapa instructoria del proceso -por naturaleza, escasamente contradictoria-, gravamen concreto a esa parte, en la medida que no se observa impedimento alguno que torne presumible la imposibilidad del testigo de concurrir al -eventual- debate en los términos del artículo 200 del código de forma (ver causa n°° 22.848 ADr. Fernando F. Castejón s/recurso de queja, reg. 24.090 del 30/8/05). Ello, sin perjuicio de señalar que en este caso un efectivo control de la defensa sobre la producción de la misma hubiera aparejado mayor celeridad y menor desgaste jurisdiccional a los fines de la prosecución de la investigación. Por otra parte, procede indicar que la providencia dictada por el a quo no resulta susceptible de ser apelada, pues no concurren los extremos del artículo 449 del Código Procesal Penal de la Nación, desde que para tal supuesto no se prevé su impugnabilidad -artículo 202 del mencionado ordenamiento-. En cuanto al planteo de inconstitucionalidad propuesto por la defensa, cabe señalar que el impugnante lo funda -en lo sustancial- en la contradicción del artículo 200 del Código Procesal Penal de la Nación con las normas supranacionales incorporadas al artículo 75, inc. 22 de la Constitución Nacional, aduciendo A...que estando en las exclusivas manos del instructor la elección discrecional de esos testimonios....el serio riesgo de que la discrecionalidad degenere en arbitrariedad, es tan clara como el agua la flagrante violación a la garantía de la defensa del imputado...@. Más esa genérica afirmación de ningún modo logra fundamentar en el caso y de manera concreta el actual gravamen que invoca. Por el contrario, su tratamiento debe partir del conocimiento de que A...la declaración de inconstitucionalidad de una ley es un acto de suma gravedad institucional y debe ser considerada como una última ratio del orden jurídico...@ (Fallos 200:180; 247:387; 249:51; 307:531; entre otros) y que, A...no basta la aserción de que, en cierto supuesto, la norma legal puede ser inválida. La declaración judicial de tal invalidez supone necesariamente que se haya afirmado y probado que el supuesto referido se cumple en autos....@ (Fallos 182:398; 190:142; entre otros) (ver de esta Sala causa n° 24.849 AIrusta Cornet, Jorge s/inconstitucionalidad@, reg. 26.374 del 13/2/07). Sobre el punto, la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido que las leyes dictadas de acuerdo con los mecanismos previstos en la Carta Fundamental gozan de una presunción de legitimidad que opera plenamente y obliga a ejercer dicha atribución con sobriedad y prudencia, únicamente cuando la repugnancia de la norma con la cláusula constitucional sea manifiesta, clara e indudable; por lo que el planteo que pretende poner en marcha tan delicada facultad, debe ofrecer una adecuada fundamentación (Fallos: 226:688; 242:73; 300:241 y 1087; C.N.C.P., Sala IV, causa n° 1506, AValdez, Francisco Antonio s/rec. de inconstitucionalidad@, reg. n° 2108, del 4/10/99, entre otras). II- Por lo demás, solo me resta agregar que habiendo tomado conocimiento que han sido solicitados los autos principales, estimo conveniente señalar que es opinión del suscripto que en las cuestiones en que -a contrario de la presente- resulte imprescindible su compulsa, se proceda a actualizar el juego de fotocopias certificadas que en noventa y cuatro cuerpos fueron oportunamente consultadas en ocasión de adoptar el resolutorio del 21 de diciembre de 2005, ello con el objeto de evitar demoras en la tramitación de la causa. Por lo expuesto considero que corresponde NO HACER LUGAR al recurso de queja interpuesto por el Dr. Miguel Angel Almeyra. En base al Acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: NO HACER LUGAR a la queja articulada a fojas 2/4 vta. del legajo por el doctor Miguel Angel Almeyra, en su condición de abogado defensor de Fernando de la Rúa. Regístrese y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán practicarse las notificaciones que correspondan (art.478 1° párrafo del C.P.P.N.).@ Nación ción Poder Judicial de la Na QUERELLANTE: Desempeño como querellante por quien resulta procesado en otra causa. FALSO TESTIMONIO. Es pacífica la doctrina y la jurisprudencia en cuanto a que no resulta admisible revestir roles contrapuestos en la misma causa y aún en conexas en las que A medie identidad o alguna especial vinculación impediente entre los objetos de ambos procesos@ (Navarro - Daray, La Querella, DIN, Buenos Aires, 1999, pág. 15). Sin embargo, el principio general que rige la materia, en palabras de los autores ya citados, determina que: ALa condición de estar imputado en otra u otras causas no obsta... a la legitimación activa de quien la requiere@ (Navarro - Daray, ob. cit.., p. 15). Como se advierte, tal precedente resulta aplicable, mutatis mutandi, en el proceso en que se investigan conductas desarrolladas durante el trámite de la causa, - falso testimonio- que fueron reputadas, en principio, como ilícitas durante el debate sustanciado en el juicio oral que motivó que dicho tribunal extrajera testimonios a fin de que fueran debidamente investigadas .Dicha circunstancia, entonces, justifica el inicio de una causa separadamente del original y, por ende, la actuación como querellantes de quienes habrían resultado damnificados por las conductas allí pesquisadas, sin que pueda válidamente sostenerse que tal intervención resulta una Acontraquerella@. C.C.C. Fed. Sala I Gonzalez - Rimondi - Bruzzone 22.5.2007 AMULLEN, E. G. y otros s/apelación@ C. 40.329 Reg. 421 NOTA I: ver fallo completo NOTA II: (*) El tribunal ACLARA mediante una resolución posterior, agregando la palabra faltante: investigaciones ABuenos Aires, 22 de mayo de 2007. AUTOS Y VISTOS: El presente incidente llega a estudio del tribunal en virtud de los recursos de apelación deducidos por las respectivas defensas de los encartados Eamon G. Mullen y José C. Barbaccia, por un lado, y Juan José Galeano, por otro, contra el auto de fs. 45/46 vta., en cuanto rechazó el planteo de apartamiento del rol de querellantes que revisten Anastacio Irineo Leal, Oscar Eusebio Bacigalupo, Raúl Edilio Ibarra, Víctor Carlos Cruz, Daniel Emilio Quinteros, Marcelo Gustavo Albarracín, Jorge Horacio Rago, Argentino Gabriel Lasala, Miguel Ángel Arancibia, Bautista Alberto Huici, Juan José y Juan Carlos Ribelli. Los remedios procesales de mención fueron concedidos a fs. 56 y mantenidos a fs. 98, por la asistencia de Mullen y Barbaccia, y a fs. 102, por la de Galeano.Celebrada la audiencia prevista en el art. 454 del C.P.P.N. -mejorando fundamentos el letrado patrocinante de la querella cuya legitimación se cuestiona mediante el informe oral del que da cuenta la constancia de fs. 127 y expresando agravios la asistencia técnica de Mullen y Barbaccia a fs. 130/136 vta. y la de Galeano a fs. 128/129-, han quedado estos obrados en condiciones de ser resueltos. Y CONSIDERANDO: I. Que los incidentistas se agravian por considerar que los querellantes de mención, imputados en la causa AAMIA@, se erigen en las presentes actuaciones como acusadores privados utilizando esta posición como instrumento de defensa, es decir como Acontra querella@. De tal razonamiento derivan que, ante la alegada identidad objetiva de dicho proceso con el presente, resulta procesalmente incompatible que los ex policías revistan roles contrapuestos (imputados acusadores) en los actuados mencionados. II. Llegado el momento de resolver, los suscriptos entendemos que el planteo no puede tener acogida favorable. Si bien es correcta la afirmación de que la sentencia recaída en la causa AAMIA@ no se encuentra firme, ya que se hallan pendientes de resolución los recursos extraordinarios interpuestos contra el resolutorio de la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, en cuanto no hizo lugar al recurso de casación deducido por el Ministerio Público Fiscal y algunos de los querellantes (A.M.I.A., D.A.I.A. y AGrupo de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la A.M.I.A.@) y por lo tanto confirmó la sentencia atacada, lo cierto es que el objeto procesal de aquella pesquisa difiere del que resulta materia de investigación en ésta, en la que se investigan las conductas, en principio, ilícitas desplegadas en el marco de aquel expediente (léase: peculado, coacción, privación de la libertad) y no el atentado cometido en la sede de la mutual judía. No escapa a nuestro conocimiento que es pacífica la doctrina y la jurisprudencia en cuanto a que no resulta admisible revestir roles contrapuestos en la misma causa y aún en conexas en las que Amedie identidad o alguna especial vinculación impediente entre los objetos de ambos procesos@ (Navarro - Daray, La Querella, DIN, Buenos Aires, 1999, pág. 15). Sin Nación ción Poder Judicial de la Na embargo, estas hipótesis no se adecuan al presente caso, siendo aplicable el principio general que rige la materia; éste, en palabras de los autores ya citados, determina que: ALa condición de estar imputado en otra u otras causas no obsta ... a la legitimación activa de quien la requiere@ (Navarro - Daray, ob. cit., p. 15). Tal aserción se ve complementada con el criterio que en este punto sustenta la Sala Especial de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad. Ésta sostiene que la circunstancia de que un imputado en una causa atribuya a un testigo de cargo el delito de falso testimonio Ano es materia que quepa escindirse de la causa principal con la cual guarda indudable relación de conexidad, pues recién cuando el magistrado pondera la prueba respectiva decide acerca de la viabilidad o no de la imputación formulada, (es que) corresponde hacer lugar a la separación de las investigaciones(*) 17.914, rta.: 15/12/06). Como se advierte, tal precedente resulta aplicable, mutatis mutandi, al presente caso, toda vez que en este proceso se investigan conductas desarrolladas durante el trámite de la causa AAMIA@ que fueron reputadas, en principio, como ilícitas durante el debate sustanciado en el T.O.C.F. 3. Ello motivó que dicho tribunal extrajera testimonios, a fin de que fueran debidamente investigadas. Dicha circunstancia, entonces, justifica el inicio de este expediente separadamente del original y, por ende, la actuación como querellantes de quienes habrían resultado damnificados por las conductas aquí pesquisadas, sin que pueda válidamente sostenerse que tal intervención resulta una Acontra querella@. Más allá de ello, luego de una acabada lectura de los recursos extraordinarios articulados por el Ministerio Público fiscal y por la querella unificada de A.M.I.A., D.A.I.A. y el AGrupo de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la A.M.I.A.@ -reservados en Secretaría-, es dable colegir que éstos (y lo que eventualmente pueda decidir al respecto la C.S.J.N.) no tienen incidencia en la resolución del presente, ya que en dichas piezas no se cuestiona la declaración de nulidad propiciada en la causa AMIA, como consecuencia de las conductas que se reputaran como ilícitas, sino la supuesta omisión del tribunal de ponderar la existencia de un curso de prueba independiente. Tan es así, que los acusadores particulares sostienen en su recurso que si bien no niegan las irregularidades, nulidades y excesos de la instrucción de aquella causa -a punto tal que revisten calidad de querellantes en estas actuaciones-, lo cierto es que consideran que las sospechas sobre Telleldín y los policías no fueron elaboradas. En definitiva, entendiendo que la legitimación cuestionada deviene ajustada a derecho y que por lo tanto no existe motivo para apartar a los querellantes mencionados en párrafos precedentes de ese rol. Un análisis diferenciado merece la situación de Juan Carlos Ribelli. De acuerdo a la certificación precedente, se aprecia que éste se encuentra aún imputado en la causa AMIA, en relación al atentado, contando con un auto de falta de mérito a su respecto desde el año 1999. Tal circunstancia, por sí, habilitaría a separarlo del rol de acusador privado, por entenderse que podría estar utilizando estos actuados como una contra querella. Sin embargo, de la lectura de la sentencia del TOCF 3, de fecha 29 de octubre de 2004, se advierte que pese a no haber llegado la situación procesal de Juan Carlos Ribelli a esa instancia del proceso, de todos modos, se extrajeron testimonios en relación a los sucesos que lo habrían damnificado, a fin de investigar la responsabilidad que en ellos podía caberles a Armando Antonio Calabró, a Jorge Sebastián Menno, a José Jofré, a Juan José Galeano y a los aquí incidentistas, Mullen y Barbaccia. Tal decisión motivó el inicio de la causa n? 15.984/04, radicada en primer término en el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal n? 8, Secretaría n? 16. Posteriormente, dicho tribunal declinó competencia por existir causales de conexidad entre ese expediente y la presente causa n? 9789/00, la que por ese entonces tramitaba ante el Juzgado Federal n? 11, Secretaría n? 22. Así fue que, aceptada la competencia por este último tribunal, el Sr. agente fiscal impulsó la acción en base a los sucesos que damnificaran a Juan Carlos Ribelli, indicados por el TOCF 3. Ante la recusación del titular del Juzgado Federal n? 11, las actuaciones (entre otras conexas) fueron remitidas al tribunal actualmente interviniente (Federal 4), el que acumuló materialmente la causa n? 15.984/04 a las actuaciones principales (n? 9789), obrando aquellas a partir de fs. 9.381. Presentado el caso de tal forma, se advierte que más allá de que la legitimación como querellante decidida por el primigenio instructor resulta anterior a la extracción de testimonios (decreto del 5/7/04, obrante a fs. 7.137 de los principales), ello no obsta a la aplicación de la doctrina previamente aplicada, toda vez que con la posterior acumulación material de dichos testimonios a los actuados principales, esa circunstancia se vio claramente subsanada. Es así entonces que, al igual que en los casos anteriores, la legitimación como parte de Juan Carlos Ribelli aparece adecuada, por lo que no habrá de ser apartado del rol que actualmente esgrime en el proceso. III. En virtud de lo dispuesto, debemos pronunciarnos sobre las costas procesales. Al respecto, habremos de apartarnos del principio general que las impone a la parte vencida, en autos, la defensa de Mullen y Barbaccia, ello toda vez que entendemos que concurre la excepción prevista en el art. 531 del C.P.P.N.. A tal punto resulta atendible el agravio del incidentista que el propio patrocinante de la querella, al informar oralmente y sincerándose ante el Tribunal, sostuvo que le resultó dificultoso encontrar jurisprudencia que respaldara su postura, limitándose a citar antecedentes que datan de hace más de diez años, los que, por otro lado, ya fueron transcriptos, en la porción pertinente, en la resolución atacada. Por lo expuesto el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR el auto de fs. 45/46 vta. en cuanto ha sido materia de recursos, sin costas (art. 531, última parte del C.P.P.N.). Devuélvase, regístrese y practíquense las notificaciones correspondientes en la instancia de origen; sirva lo proveído de atenta nota de envío. RECURSO DE CASACION: Nación ción Poder Judicial de la Na Fundada la procedencia de la vía casatoria en la arbitraria interpretación de la normativa procesal arts. 2 y 439 del Código Procesal Penal de la Nación- en detrimento de normas constitucionales y tratados internacionales de jerarquía constitucional que integran las garantías del debido proceso, de defensa en juicio de la víctima y de la doble instancia judicial (arts. 18 y 75, inciso 22, de la Constitución Nacional y art. 8, ap. 1°° y 25 del la Convención Americana sobre Derechos Humanos) del modo que se reclama su admisibilidad por invocarse agravios de naturaleza federal esta vía recursiva resulta procedente. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 24.5.2007 AVAZQUEZ, Enrique s/rec. de casación@@ Causa 23.427 Reg. 26.844 J. 1 - S. 2. NOTA: Se citó C.C.C. Fed. A SILVERA@ del 19.4.2007 y AGUZMAN@ del 19.4.2007. RECURSO EXTRAORDINARIO: RECUSACION: EXCUSACION. Rechazo de una inhibición. Improcedencia. excepciones. El rechazo de recusaciones de magistrados no constituye sentencia definitiva ni es equiparable a tal (Fallos 311:565; 317:771; 321:1920; 321:3504; 322:1941; 326:1046 entre muchos otros), principio al que sólo solo se consideró hacer excepción en caso de situaciones extraordinarias en que se exigía asegurar una inobjetable administración de justicia (Fallos 327:1513; 321:3679 -voto de los Ministros Boggiano y López, 316:826; 314:107; 311:266 y 306:1392). C.C.C. Fed. Sala II Freiler - Cavallo - Luraschi 9.5.2007 AVIDELA, Jorge R. s/rec. extraordinario@@ Causa 24.451 Reg. 26.773 J. 5 - S. 10. REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: QUERELLA. QUERELLANTE. Solicitud de desestimación del fiscal. Impulso del querellante. En aquellos supuestos en que el agente fiscal ha pedido la desestimación de la denuncia, el proceso podrá se de todos modos impulsado por el accionante particular, cuando lo haya. C.C.C. Fed. Sala II Freiler - Farah 17.5.2007 AP.G.N., s/desestimación@@ Causa 40.191 Reg. 419 J. 9 - S. 18. NOTA I: Se citó Fallos 321:2021, C.N.C.P. Sala II AMASSA, Sergio T.@ del 5.12.06 y C.C.C. Fed. Sala I AT. ; H. del 1.9.2005 (voto en disidencia del Dr. Freiler). Nación ción Poder Judicial de la Na NOTA II: ver fallo completo. ABuenos Aires, 17 de mayo de 2007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: Llegan las presentes actuaciones a conocimiento del Tribunal en virtud del recurso de apelación deducido por el querellante a fojas 119/22 contra la resolución de fojas 110/4 del legajo, en tanto desestima la denuncia formulada, por inexistencia de delito (art. 180, último párrafo C.P.P.N.). El juez de grado, sin hacer un análisis sobre la cuestión de fondo que se denuncia, funda su pronunciamiento en que la ausencia de impulso fiscal determina Ala inexistencia de acción penal a reprimir o dilucidar@ por lo cuál considera que, en base a la normativa legal vigente, corresponde proceder al archivo de las actuaciones (v.fs. 114). Cabe señalar que, siguiendo la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el precedente ASantillán@ (Fallos 321:2021), recogida a su vez por la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal (vide c.n°5861 ALih Yuh Lin@ del 21/9/2005 y c.n° 6829 AMassa, Sergio Tomás@ del 5/12/06) y por esta Sala -en anterior integración-, en la causa n°35.023 AT. H s/abuso de autoridad@, del 1/9/05, reg.927 -voto en disidencia del Dr.Freiler-, en aquellos supuestos en que el agente fiscal ha pedido la desestimación de la denuncia, el proceso puede ser de todos modos impulsado por el accionante particular, cuando lo haya. Repárese en tal sentido que en el caso que nos ocupa el doctor Posse, en su calidad de querellante -conf. fs. 83-, presenta un escrito con la finalidad de impulsar la acción penal-vide fs. 96/102-. En estas hipótesis, tratándose de delitos de acción pública, el fiscal originario será mantenido como parte necesaria no acusadora en la sustanciación del legajo, encargándose únicamente de ejercer el control de legalidad. En consecuencia, y atento los argumentos vertidos precedentemente, a juicio del Tribunal, devueltas que sean las actuaciones a la anterior instancia el juez de grado deberá pronunciarse respecto a la cuestión de fondo denunciada por el apelante. Por las consideraciones formuladas, SE RESUELVE: REVOCAR el interlocutorio apelado que luce a fojas 110/4 en cuanto desestima la presente denuncia, debiendo procederse, devueltas que sean las actuaciones a la anterior instancia, conforme lo señalado en los considerandos (art. 180 CPPN). Regístrese, hágase saber a Fiscalía de Cámara y remítase a Primera Instancia a fin de que se practiquen las demás notificaciones de rigor. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: Elevación de las actuaciones al Fiscal General por parte del Juez en desacuerdo con el pedido de sobreseimiento por parte del Fiscal. NULIDADES PROCESALES. RECURSO DE APELACION. QUEJA. Es nulo el auto a través del cual el juez eleva las actuaciones al Fiscal General a efectos de que éste dirima su conflicto con el agente fiscal. Ello no sólo porque el señor Juez carece de facultades expresas en la ley procesal para ordenar esa elevación, sino porque tal proceder es producto de una construcción pretoriana in malam partem que, en tanto se opone al principio constitucional de legalidad material, coloca al imputado en una situación injustificadamente perjudicial (Ver causa ABUSTAMANTE, Vicente A.@ del 2.1.2006). Esto último, claro está, no impide que a través de mecanismos internos propios y exclusivos del Ministerio Público Fiscal consecuentes con el principio de unidad y coherencia de éste-, los fiscales generales controlen los criterios de los agentes fiscales antes de que éstos formalicen sus opiniones en el proceso. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler - Farah 31.5.2007 ARec. de queja por apel...DR. MERCAU@ Causa 40.235 Reg. 478 NOTA I: Las actuaciones ingresan al Tribunal con el objeto de resolver un recurso de queja. NOTA II: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 31 de mayo de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de queja interpuesto por el Dr. Héctor Mercau, defensor de Angelina Venezia, contra el decisorio de fs. 2334, por el Nación ción Poder Judicial de la Na cual el Señor Juez de grado resuelve no hacer lugar al recurso de apelación, respecto del auto de fs. 2313/2317, que elevó las presentes actuaciones en consulta al Señor Fiscal General, frente al pedido de sobreseimiento formulado por el Señor Fiscal de grado. II. Corresponde invalidar el auto a través del cual el a quo elevó las actuaciones al Fiscal General a efectos de que éste dirima su conflicto con el agente fiscal. Ello no sólo porque el Señor Juez carece de facultades expresas en la ley procesal para ordenar esa elevación, sino porque tal proceder es producto de una construcción pretoriana in malam partem que, en tanto se opone al principio constitucional de legalidad material, coloca al imputado en una situación injustificadamente perjudicial. (Causa n° 39.534 A Bustamante, Vicente A.@, reg. n° 1185, rta. el 2/11/06). Esto último, claro está, no impide que -a través de mecanismos internos propios y exclusivos del Ministerio Público Fiscal consecuentes con el principio de unidad y coherencia de éste-, los fiscales generales controlen los criterios de los agentes fiscales antes de que éstos formalicen sus opiniones en el proceso. En virtud de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: DECLARAR la NULIDAD del auto de fecha 28 de diciembre de 2006 -glosado a fs.2313/17-, por el cual se dispuso elevar las actuaciones al Señor Fiscal General y de todo lo actuado en consecuencia (art. 168 in fine del Código Procesal Penal de la Nación). Registrese, hágase saber al Señor Fiscal de Cámara y devuélvase a primera instancia, a fin de que se practiquen las notificaciones que correspondan. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: QUERELLANTE. Solicitud de desestimación por parte del Fiscal Impulso de la acción por el querellante exclusivamente. Tal como lo señalara esta misma Sala al resolver los autos n° 24.596 (Reg. n°° 26.578, rta. el 27.3.07), Alos derechos y facultades del particular ofendido como sujeto procesal hallan amparo en la garantía constitucional del Adebido proceso@, que asegura a todos los litigantes por igual el derecho a obtener una sentencia fundada previo juicio llevado en legal forma (C.S.J.N. Fallos 321:2021 ASANTILLÁN@, rta. el 13.8.98). Ello, en el marco del derecho a la jurisdicción consagrado de modo implícito en el artículo 18 de la Constitución Nacional y cuyo alcance como posibilidad de ocurrir ante un órgano jurisdiccional en procura de Justicia y obtener de él sentencia útil relativa a los derechos de los litigantes, es coincidente con el que le otorgan los arts. 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos@@. En este sentido es que la actuación de la parte querellante debe reconocerse en el ordenamiento ritual de forma independiente Bno adhesiva- al ejercicio de la acción pública por el Ministerio Público Fiscal (conf. de esta Sala, c. n° 23.277 AALARCÓN@, rta. el 27.12.05, reg. n° 24.664; c. n° 23.228 ASANTIBÁÑEZ@@, rta. 2.3.06, reg. n° 24.842; c. n° 23.433 AARIC EXPRESS@@, rta. el 29.3.06, reg. n° 24.923; c. n° 23.476 ACAMPOS@, rta. el 17.3.06, reg. n° 24.894; c. n° 23.445 AESPÓSITO@, rta. 4.4.06, reg. n° 24.945; c. n° 23.658 APAPPALARDO@, del 25.4.06, reg. 25.025; entre otras)@. Se ha resuelto en esta línea de interpretación, que Ael querellante se encuentra legitimado para impulsar el proceso en solitario desde el comienzo de la causa penal, o en la etapa de juicio, sin que sea necesario, a tal efecto, el acompañamiento del Ministerio Público@, aún cuando la intervención del representante de la vindicta pública siga siendo indispensable, aunque más no sea para defender la legalidad y los intereses de la sociedad (C.N.C.P. Sala II, c. 5926 ABaza, Gustavo Daniel s/recurso de casación@, reg. 8128.2, rta. 23.11.05; C.N.C.P. Sala I ALINARES, MARTÍN MAXIMILIANO S/RECURSO DE CASACIÓN@@, reg. 7721, rta. 6.6.05; con citas de C.S.J.N. Fallos 321:2021). C.C.C. Fed. Sala I Luraschi - Irurzun 10.5.2007 ATISCORNIA, Guillermo s/desestimación...@@ Causa 24.999 Reg. 26.793 NOTA: Ver fallo completo. J. 6 - S. 11 Poder Judicial de la Nación ABuenos Aires, 10 de mayo de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I. Que viene el presente a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación deducido a fs. 360/3 vta., por el Dr. Guillermo Juan Tiscornia contra la resolución de fs. 356/359 vta. en cuanto dispuso desestimar la denuncia incoada por el nombrado por no constituír delito los hechos anoticiados (art. 180 del Código Procesal Penal de la Nación) BPunto I-, y no hacer lugar a su solicitud de ser tenido por parte querellante Bpunto II-. En la oportunidad reglada por el art. 454 segundo párrafo del código de forma (cfr. fs. 376/433 vta. y 434) el último nombrado solicitó se declare la nulidad por falta de motivación, tanto del dictamen Fiscal formulado por el Dr. Luis Comparatore, como de la decisión del Sr. Juez a quo, y se tenga por ya efectuado el requerimiento de instrucción AYen base a todas y cada una de las presentaciones escritas aquí formuladasY@. Indicó al respecto que la resolución cuestionada concluye arbitrariamente en la inexistencia de delito en virtud de que la acción penal no fue legalmente promovida ante el pedido desestimatorio formulado por el Ministerio Público, extremo que imposibilita al acusador particular a continuar la acción, lo cual entiende erróneo e inconstitucional. II. Luego de la anterior intervención de esta Sala (cfr. fs. 269/271), el Sr. Fiscal General (v. fs. 274/vta.) entendió que, en virtud de la nulidad dictada en relación al requerimiento de instrucción de fs. 97, AY la función de control asignada a esta Fiscalía General sobre los requerimientos desvinculantesY no puede ser ejercida, ya que no existe acto alguno sobre el que volcar comentarios de aprobación o rechazoY@, devolviendo los obrados a la instancia anterior a fin que el Sr. agente fiscal expresara su opinión sobre la denuncia presentada por el Dr. Guillermo Tiscornia, AYen alguna de las opciones contenidas por el art. 180Y@. En dicha ocasión, el Dr. Di Masi a fs. 305 solicitó la declinatoria de competencia en favor del Juzgado n° 6 del Fuero por conexidad con la causa n° 3589/06 ABark, Jorge y otros s/exacciones ilegales@ de esa sede, lo que así fuera resuelto a fs. 311/312, motivando el traslado previsto por el art. 180 del código de forma (cfr. fs. 315), y la solicitud de desestimación, por inexistencia de delito, efectuada por el titular de la Fiscalía Federal n° 5, Dr. Luis Comparatore Bfs. 316/319-, receptada favorablemente a fs. 356/9 vta. en la resolución aquí apelada. III. En cuanto a la legitimación del pretenso querellante para recurrir el auto que desestima la denuncia Bpunto I-, los suscriptos han de dar aquí por reproducidas las consideraciones vertidas a fs. 269/271 apartado II. de los considerandos, razón por la cual, y atendiendo asimismo a las previsiones del art. 84 del Código Procesal Penal, la vía impugnativa planteada se halla debidamente habilitada para su consideración en esta sede. IV. Con relación a la solicitud reiteradamente manifestada por el Dr. Guillermo Tiscornia, de ser tenido por parte querellante en estas actuaciones, encuentran los suscriptos que, al contrario de lo sostenido por el Sr. Juez instructor Bquien recién se expidiera al respecto a fs. 356/9 vta.-, las circunstancias que denuncia el presentante revisten las características exigidas para el otorgamiento de la legitimación que pretende. En efecto; esta Sala ha indicado en diversas oportunidades que el bien jurídico protegido no es una pauta definitoria para determinar la legitimación procesal activa, siendo sólo necesario establecer si en relación al supuesto delito, se pudo derivar algún perjuicio directo y real para el pretenso querellante (cfr. C.C.C Fed. Sala II. c. 14.829 ALlaneza, Luis María@@, Reg. 15.801, rta. 22.9.98 y sus citas). En este sentido, los extremos aducidos por el nombrado en su denuncia revisten entidad suficiente en los términos indicados en el primer párrafo del presente apartado, razón por la cual y conforme lo establecido por el art. 82 y ccdtes. del Código Procesal Penal de la Nación, habrá de tenérselo por parte querellante. V. En lo que atañe a las nulidades introducidas por el apelante, ha de señalarse que no se advierte en la resolución impugnada una afectación a las previsiones del art. 123 del código de forma, toda vez que Bmás allá del acierto o desacierto que la misma pueda llevar- el Magistrado ha indicado los fundamentos de su decisión, razón por la cual los planteos realizados resultan una mera discrepancia con el criterio sostenido, los que hallarán debida respuesta en el marco del presente recurso. VI. El Sr. Juez a quo, en ocasión de hacer propios los términos mediante los cuales el Sr. Representante del Ministerio Público Fiscal propugnara la desestimación de las actuaciones por inexistencia de delito, señaló además su AYdisenso (con la postura) del pretenso querellante, que sostiene que >la validez del requerimiento de instrucción impetrado=Y@ por él, pese al pedido efectuado por el Sr. Fiscal, permite la apertura de la investigación. Fundó ello en la exposición de Motivos del Proyecto del Código Procesal Penal del Dr. Ricardo Levene (h) y en el texto del artículo 180 del citado cuerpo legal, concluyendo que ante la falta de impulso procesal AYlas alternativas no contemplan la posibilidad de una instrucción de oficio, como lo solicita el pretenso querellante, sino la de un análisis de los argumentos que llevaron a solicitar la desestimación de esta denuncia devenida en querella, o en su caso, acudir al temperamento señalado por el Superior en el acápite IV de la resolución de fs. 269/271@. Ahora bien; tal como lo señalara esta misma Sala al resolver los autos n°° 24.596 (Reg. n°° 26.578, rta. el 27.3.07), Alos derechos y facultades del particular ofendido como sujeto procesal hallan amparo en la garantía constitucional del Adebido proceso@@, que asegura a todos los litigantes por igual el derecho a obtener una sentencia fundada previo juicio llevado en legal forma (C.S.J.N. Fallos 321:2021 ASantillán@@, rta. el 13.8.98). Ello, en el marco del derecho a la jurisdicción consagrado de modo implícito en el artículo 18 de la Constitución Nacional y cuyo alcance como posibilidad de ocurrir ante un órgano jurisdiccional en procura de Justicia y obtener de él sentencia útil relativa a los derechos de los litigantes, es coincidente con el que le otorgan los arts. 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos@@. AEn este sentido es que la actuación de la parte querellante debe reconocerse en el ordenamiento ritual de forma independiente Bno adhesiva- al ejercicio de la acción pública por el Ministerio Público Fiscal (conf. de esta Sala, c. n°° 23.277 AAlarcón@@, rta. el 27.12.05, reg. n°° 24.664; c. n°° 23.228 ASantibáñez@@, rta. 2.3.06, reg. n°° 24.842; c. n°° 23.433 AAric Express@@, rta. el 29.3.06, reg. n°° 24.923; c. n°° 23.476 ACampos@@, rta. el 17.3.06, reg. n°° 24.894; c. n°° 23.445 AEspósito@@, rta. 4.4.06, reg. n°° 24.945; c. n°° 23.658 APappalardo@@, del 25.4.06, reg. 25.025; entre otras)@@. Se ha resuelto en esta línea de interpretación, que Ael querellante se encuentra legitimado para impulsar el proceso en solitario desde el comienzo de la causa penal, o en la etapa de juicio, sin que sea necesario, a tal Poder Judicial de la Nación efecto, el acompañamiento del Ministerio Público@, aún cuando la intervención del representante de la vindicta pública siga siendo indispensable, aunque más no sea para defender la legalidad y los intereses de la sociedad (C.N.C.P. Sala II, c. 5926 ABaza, Gustavo Daniel s/recurso de casación@@, reg. 8128.2, rta. 23.11.05; C.N.C.P. Sala I ALinares, Martín Maximiliano s/recurso de casación@@, reg. 7721, rta. 6.6.05; con citas de C.S.J.N. Fallos 321:2021). VII. Observa el Tribunal que en el decisorio en crisis se ha hecho hincapié en el supuesto previsto por el art. 248 del código de fondo, que conforma sólo uno de los eventos denunciados. Sin embargo, el mismo tampoco ha sido debidamente despejado al no haberse recabado ante la Procuración General de la Nación antecedentes sobre la situación del Sr. Fiscal, Dr. Carlos Rívolo, en relación a lo aquí manifestado. Por otra parte, tampoco se han verificado las circunstancias expuestas por el presentante, en cuanto a que los elementos en sustento aportados para la denuncia que originara la causa conexa, revisten similitud con otras formuladas en diversas jurisdicciones y por distintos motivos (cfr. fs. 4), ni profundizado lo atinente a la publicación a través de los medios de lo obrado en la investigación preliminar. No se ha practicado diligencia alguna de aquéllas propuestas por el presentante (cfr. fs. 1/16) -cuya pertinencia deberá evaluar el a quo conforme los términos del art. 199 del código de forma-, que permita corroborar debidamente la totalidad de los extremos denunciados, tornándose en consecuencia prematuro el decisorio adoptado, el cual, en virtud de ello, habrá de ser revocado. En mérito a lo expuesto, es que el Tribunal RESUELVE: I. REVOCAR la resolución de fs. 356/359 vta., punto II, y tener por parte querellante en las presentes actuaciones al Dr. Guillermo Juan Tiscornia, sujeto a las resultas de la causa y a la jurisdicción del Juzgado interviniente (art. 82 y ccdtes. del Código Procesal Penal de la Nación). II. RECHAZAR las nulidades articuladas por el querellante (art. 69 y 123 a contrario sensu del Código Procesal Penal). III. REVOCAR el punto I. de la resolución de fs. 356/359 vta. en todo cuanto decide y fuera materia de apelación. Regístrese; hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a su procedencia, debiendo el Sr. Juez instructor realizar las restantes notificaciones a que hubiere lugar y cumplimentar lo dispuesto en los Aconsiderandos@.@ REQUERIMIENTO FISCAL DE INSTRUCCION: NULIDADES PROCESALES. Principio de congruencia. Hechos y calificaciones. No es correcto sostener la invalidez de la requisitoria por no guardar coherencia la calificación jurídica seleccionada por el acusador con el hecho que se describe, si estando este adecuadamente descripto, la disparidad de criterio acerca del encuadramiento típico, el error en que el acusador podría haber incurrido o, aun, la eventual contradicción entre el hecho reprochado y su calificación, no afectan el ulterior derecho de defensa del imputado acerca del hecho endilgado...@ (conf. Navarro Guillermo - Daray Roberto. Código Procesal Penal de la Nación, tomo I, Pensamiento Jurídico Editora, 1996, p. 730). En consecuencia, independientemente de la calificación que se le de al hecho en la oportunidad prevista por el artículo 347 del código de forma, no puede afirmarse que la base fáctica se ha modificado, ya que no varió el suceso histórico que se les endilga a lo imputados, quienes han podido efectuar una adecuada defensa al contestar la acusación y pueden ofrecer -en la oportunidad prevista por el artículo 355 del ordenamiento procesal- las pruebas que estimen convenientes a efectos de esclarecer la referida imputación. Siguiendo este criterio, cabe recordar que la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal ha dicho que: A...si el hecho imputado estuvo siempre en juego a lo largo del proceso, y si la mutación de encuadramiento realizada por el fiscal fue llevada a cabo al completarse la acusación durante el juicio, la defensa estuvo siempre en condiciones de oponerse a la imputación integralmente considerada, por lo que no se afectó el principio de congruencia ni el derecho de defensa en juicio...@ (ver causa n° 1097, ASAUCEDO, Clemente s/recurso de Casación@, reg. n° 1601.1, rta. 11/6/97). En igual sentido sostuvo la Sala II del mencionado Tribunal que: A...el encuadramiento legal que se pone de manifiesto al incoarse una acción penal, o al requerirse por parte del fiscal la prosecución de la instrucción; como la sospecha que evidencia el juez acerca de la participación de una persona en ese hecho penalmente relevante al recibirle declaración indagatoria según la imputación asumida, y la calificación legal que se hace al dictarse su procesamiento, son Poder Judicial de la Nación actos meramente provisionales y que no causan estado. Incluso los encuadramientos legales allí atribuidos son susceptibles de sufrir modificaciones...@ (ver de la Sala II, causa n° 1230 AIMEXAR@, reg. n° 1640, rta. el 9/10/97). Ese mismo Tribunal agregó en otras actuaciones que: A...Si bien es cierto que el principio de congruencia debe verificarse a partir de la correlación existente entre los términos en que quedó sustanciada la acusación y el contenido de la sentencia, esta correlación no obedece a meras razones de simetría judicial, sino que debe haber identidad esencial respecto de la plataforma fáctica que se verificó en la imputación inicial, el requerimiento de elevación y la sentencia condenatoria, sin que sea indispensable que la calificación jurídica definitivamente asignada deba ser la misma que la provisoriamente dada en el procesamiento y en el requerimiento fiscal...@ (ver causa n° 4395-Sala II- AHERRERA, Félix Benicio s/recurso de casación@, reg. 5798 del 26/6/2003). Por su parte, afirmó la Sala III que: A...la regla que determina que debe existir correlación entre la acusación y la sentencia, fija cual será el ámbito de decisión de los jueces que se corresponde con el hecho descripto en el primero de los actos procesales señalados. En este sentido... el hecho fijado en la sentencia deberá ser idéntico en sus aspectos esenciales al descripto en la acusación, pero podrán ser completados con detalles y circunstancias obtenidas durante el debate...@ (Cafferata Nores, José I.; Tarditti Aída: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, tomo II, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2003, p. 264)... A lo que interesa, entonces, es el acontecimiento histórico imputado, como situación de vida ya sucedida (...) que se pone a cargo de alguien como protagonista...@ (Maier, Julio B. J.:Derecho Procesal Penal, I. Fundamentos, segunda edición, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, p.569). La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que A... el cambio de calificación no configura agravio constitucional alguno siempre que la condena verse sobre los mismos hechos que fueran objeto de debate en la causa@ (Fallos 316: 1793) (ver causa n° 5488 AMOREYRA, Rubén Omar s/ recurso de casación@, reg. n° 504/2005, rta. el 16/6/2005). Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, ha dicho que: A...normalmente durante las etapas preliminares del proceso no tiene lugar una acabada descripción del hecho imputado, lo que lleva muchas veces a que su significación jurídico-penal tampoco sea precisa, y que junto con una determinada calificación jurídica, subsistan varias otras de distinto modo (conjuntamente, subsidiariamente, etc.). Frente a esa indeterminación puede también encontrarse el Tribunal de juicio. La estructura de nuestro proceso penal y concretamente la regulación de la etapa denominada Acrítica instructoria@ (art. 346/353 del C.P.P.N.), posibilitan, por ejemplo, que la calificación jurídica, e incluso la plataforma fáctica, contenida en los requerimientos de elevación a juicio y en el auto de elevación a juicio respecto de un mismo hecho sean disímiles... en estos supuestos... debe tenerse en consideración la imputación más gravosa de las posibles con relación al hecho objeto de juicio...@ (ver causa n° 1856 ACLEBAÑER@@, reg. n° 3133.4, rta. el 19/2/2001). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 15.5.2007 AFERNANDEZ MADERO, Jaime s/nulidad@@ Causa 24.962 Reg. 26.799 J. 5 - S. 10. NOTA: Ver fallo completo. ABue nos Aires, 15 de mayo de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I - Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fs. 28/34 por el Agente Fiscal, Dr. Carlos Ernesto Stornelli, contra la resolución obrante en copia a fs.24/27 todas del legajo, en cuanto declara la nulidad del requerimiento de elevación a juicio formulado por el nombrado. II - Una vez ante esta Alzada, el Dr. Roberto Luqui, querellante en la causa, adhirió al recurso impetrado por el representante del Ministerio Público a fs. 60/61. A su turno el Dr. Marcelo Sgro, letrado defensor de Jaime Fernández Madero presentó memorial. a fs. 66/69 vta., solicitando se confirme la resolución recurrida por las consideraciones allí expuestas. El Sr. Fiscal General, Dr. Germán Moldes, hizo lo propio a fs. 70 y vta. remitiéndose a las expresiones del Fiscal de la anterior instancia, solicitando se revoque lo resuelto por el Sr. Juez a quo y se declare la validez del requerimiento de elevación a juicio. III - El Sr. Juez de grado sostiene en la resolución recurrida que en ningún momento se atribuyó y reprochó a los encausados como Ahecho@, el posible perjuicio a la administración pública y por consiguiente, no han podido efectuar defensa alguna por esa imputación, violando el principio de congruencia y el derecho de defensa en juicio, ya que modifica la hipótesis fáctica por la que fueron indagados y procesados en estos obrados. Poder Judicial de la Nación Contrariamente a lo sostenido por el magistrado instructor, este Tribunal comparte el criterio esbozado por el representante del Ministerio Público en tanto considera que en el requerimiento de elevación a juicio no se han modificado los hechos que extensamente les fueron descriptos en la oportunidad prevista por el artículo 294 del ritual y se calificaron provisoriamente como constitutivos de los delitos de estafa procesal y uso de instrumento público ideológicamente falso y en base a los cuales se dispuso su procesamiento (ver fs. 287/317). Es que es claro que el requerimiento versa sobre el mismo hecho, más allá del encuadre legal que le asigne, que de modo alguno ha implicado la incorporación por parte del acusador público de nuevos elementos fácticos para ser llevados al debate, ni valorado pruebas sobre las cuales los encausados no hayan podido manifestarse. En este sentido, A... no es correcto sostener la invalidez de la requisitoria por no guardar coherencia la calificación jurídica seleccionada por el acusador con el hecho que se describe, si estando este adecuadamente descripto, la disparidad de criterio acerca del encuadramiento típico, el error en que el acusador podría haber incurrido o, aun, la eventual contradicción entre el hecho reprochado y su calificación, no afectan el ulterior derecho de defensa del imputado acerca del hecho endilgado...@ (conf. Navarro Guillermo - Daray Roberto. Código Procesal Penal de la Nación, tomo I, Pensamiento Jurídico Editora, 1996, p. 730). En consecuencia, independientemente de la calificación que se le de al hecho en la oportunidad prevista por el artículo 347 del código de forma, no puede afirmarse que la base fáctica se ha modificado, ya que no varió el suceso histórico que se les imputa a Jaime Fernández Madero, Bernardo Abel Coll, Silvina Dowbley de Toselli, Claudio Mario Festa, Pablo Gabriel Ortíz y Jaime de Olazábal, quienes han podido efectuar una adecuada defensa al contestar la acusación y pueden ofrecer -en la oportunidad prevista por el artículo 355 del ordenamiento procesal- las pruebas que estimen convenientes a efectos de esclarecer la referida imputación. Siguiendo este criterio, cabe recordar que la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal ha dicho que: A...si el hecho imputado estuvo siempre en juego a lo largo del proceso, y si la mutación de encuadramiento realizada por el fiscal fue llevada a cabo al completarse la acusación durante el juicio, la defensa estuvo siempre en condiciones de oponerse a la imputación integralmente considerada, por lo que no se afectó el principio de congruencia ni el derecho de defensa en juicio...@ (ver causa n°° 1097, ASaucedo, Clemente s/recurso de Casación@@, reg. n°° 1601.1, rta. 11/6/97). En igual sentido sostuvo la Sala II del mencionado Tribunal que: A...el encuadramiento legal que se pone de manifiesto al incoarse una acción penal, o al requerirse por parte del fiscal la prosecución de la instrucción; como la sospecha que evidencia el juez acerca de la participación de una persona en ese hecho penalmente relevante al recibirle declaración indagatoria según la imputación asumida, y la calificación legal que se hace al dictarse su procesamiento, son actos meramente provisionales y que no causan estado. Incluso los encuadramientos legales allí atribuidos son susceptibles de sufrir modificaciones...@ (ver de la Sala II, causa n°° 1230 AImexar@@, reg. n°° 1640, rta. el 9/10/97). Ese mismo Tribunal agregó en otras actuaciones que: A...Si bien es cierto que el principio de congruencia debe verificarse a partir de la correlación existente entre los términos en que quedó sustanciada la acusación y el contenido de la sentencia, esta correlación no obedece a meras razones de simetría judicial, sino que debe haber identidad esencial respecto de la plataforma fáctica que se verificó en la imputación inicial, el requerimiento de elevación y la sentencia condenatoria, sin que sea indispensable que la calificación jurídica definitivamente asignada deba ser la misma que la provisoriamente dada en el procesamiento y en el requerimiento fiscal...@ (ver causa n°° 4395Sala II- AHerrera, Félix Benicio s/recurso de casación@@, reg. 5798 del 26/6/2003). Por su parte, afirmó la Sala III que: A...la regla que determina que debe existir correlación entre la acusación y la sentencia, fija cual será el ámbito de decisión de los jueces que se corresponde con el hecho descripto en el primero de los actos procesales señalados. En este sentido... el hecho fijado en la sentencia deberá ser idéntico en sus aspectos esenciales al descripto en la acusación, pero podrán ser completados con detalles y circunstancias obtenidas durante el debate...@ (Cafferata Nores, José I.; Tarditti Aída: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, tomo II, Editorial Mediterránea, Córdoba, 2003, p. 264)... A lo que interesa, entonces, es el acontecimiento histórico imputado, como situación de vida ya sucedida (...) que se pone a cargo de alguien como protagonista...@ (Maier, Julio B. J.:Derecho Procesal Penal, I. Fundamentos, segunda edición, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, p.569). La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que A... el cambio de calificación no configura agravio constitucional alguno siempre que la condena verse sobre los mismos hechos que fueran objeto de debate en la causa@ (Fallos 316: 1793) (ver causa n°° 5488 AMoreyra, Rubén Omar s/ recurso de casación@@, reg. n°° 504/2005, rta. el 16/6/2005). Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, ha dicho que: A...normalmente durante las etapas preliminares del proceso no tiene lugar una acabada descripción del hecho imputado, lo que lleva muchas veces a que su significación jurídico-penal tampoco sea precisa, y que junto con una determinada calificación jurídica, subsistan varias otras de distinto modo (conjuntamente, subsidiariamente, etc.). Frente a esa indeterminación puede también encontrarse el Tribunal de juicio. La estructura de nuestro proceso penal y concretamente la regulación de la etapa denominada Acrítica instructoria@ (art. 346/353 del C.P.P.N.), posibilitan, por ejemplo, que la calificación jurídica, e incluso la plataforma fáctica, contenida en los requerimientos de elevación a juicio y en el auto de elevación a juicio respecto de un mismo hecho sean disímiles... en estos supuestos... debe tenerse en consideración la imputación más gravosa de las posibles con relación al hecho objeto de juicio...@ (ver causa n°° 1856 AClebañer@@, reg. n°° 3133.4, rta. el 19/2/2001). En consecuencia, y dado que la pretendida calificación legal sostenida por el Ministerio Público no carece de base fáctica que la sustente, y que ella es la misma que se viene imputando, habrá de revocarse la resolución puesta en crisis a fin de permitir que las presentes actuaciones pasen a la etapa de juicio, en donde deberá llevarse a cabo el amplio debate sobre los hechos y eventualmente determinarse cuál es la calificación que en definitiva corresponde asignarles. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: Poder Judicial de la Nación REVOCAR el decisorio que en copias luce a fs. 24/27 del legajo en todo cuanto decide y fuera materia de apelación. Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal General y remítase al Juzgado de origen a fin de que se efectúen en dicha sede las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@ REQUISA PERSONAL: FLAGRANCIA. NULIDADES PROCESALES. Debe considerarse flagrancia cuando Ael delincuente ya ha comenzado a realizar actos ejecutivos externos y directos@. Así debe considerarse la conducta de quienes son sorprendidos mientras recepcionaban pagos sin otorgar el correspondiente recibo en fraude de la administración pública. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Freiler - Farah 22.5.2007 ANOIR, Mirte y otros s/procesamiento@@ Causa 39.595 Reg. 433 J. 8 - S. 16. NOTA: Se citó ADiccionario de Ciencias Penales@ Ed. Edisofer, Madrid 2000 p. 170) SOBRESEIMIENTO: Instrucción de dilatada tramitación. Duración del proceso. Agotamiento de la investigación. Debe dictarse auto de sobreseimiento con la mención de que la formación de la causa no afecta el buen nombre y honor que hubiere gozado con anterioridad a su iniciación, cuando tras una dilatada instrucción la hipótesis inicial atribuida al imputado no ha sido adecuadamente corroborada con el grado de probabilidad requerida por la ley procesal. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo 3.5.2007 ANUEVOS EMPRENDIMIENTOS S.R.L. s/sobreseimiento@@ Causa 40.301 Reg. 340 J. 1 - S. 2. NOTA: Se citó C.N.C.P. Sala I ADE LUCA, Marta@ del 22.4.2003. y C.C.C. Fed. Sala I ALABROUSSE, María S.@ del 9.4.2002. TENTATIVA: TENTATIVA INIDONEA. (Art. 44 del C.P.). Tipicidad. FALSIFICACION DE DOCUMENTO PUBLICO. Falsificación burda. La mera inidoneidad del medio utilizada en la acción no excluye per se la tipicidad de la conducta, conforme los extremos previstos en el art. 44 del Código Penal. Poder Judicial de la Nación Por ello es que no corresponde sobreseer sin mas y sí profundizar la investigación, en el caso de presentarse como burda la falsificación documental investigada. C.C.C. Fed. sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 22.5.2007 AAYERSA, Diego L. s/sobreseimiento@@ Causa 24.818 Reg. 26.827 J. 11 - S 22. NOTA: Se citó AAZNAR GUTIERREZ, Alberto@ del29.6.2006. USURPACION DE AUTORIDAD TITULOS U HONORES: Art. 146 inc. 3°°. Funcionario que extiende una autorización para la cual no está facultado. (SE.NA.SA.). Incurre en el delito de usurpación de autoridad el agente del SENASA, que actuó excediendo sus funciones por cuanto certificó mercaderías -productos chacinados- supuestamente producidas por una empresa respecto de la cual no tenía asignada funciones de control y que además, resulta irregular en cuanto a la empresa supuestamente autorizada. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 10.5.2007 AGOMEZ MEDINA; Daniel E. s/procesamiento@ Causa 24.143 Reg. 26.782 J. 2 - S. 3. NOTA: Ver fallo completo y sumario perteneciente a la misma resolución. ABuenos Aires, 10 de mayo de 2.007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a estudio del Tribunal en virtud del recurso de apelación deducido por el Sr. Defensor Público Oficial, Dr. Gustavo E. Kollmann, contra el decisorio obrante a fs. 254/59 de los autos principales por el cual el Sr. Juez Instructor ordenó el procesamiento de Daniel E. Gómez Medina en orden a la comisión del delito previsto por el artículo 246, inciso 3° del Código Penal y mando trabar embargo sobre sus bienes hasta alcanzar la suma de quince mil pesos ($ 15.000). II- Que la defensa se agravió por considerar que no se han conformado los elementos objetivos y subjetivos requeridos para que se tenga por configurado el tipo penal que se le enrostró a su asistido, y que no han sido desvirtuadas por ninguna probanza sus manifestaciones brindadas a tenor del art. 294 del Código Procesal Penal de la Nación, peticionando así se revoque el decisorio en cuestión. Asimismo señaló que el monto del embargo fijado como consecuencia de la cautela dictada resulta excesivo, solicitando sea reducido. III- Sentada la pretensión de la defensa de Gómez Medina, se pasará ahora a resolver su situación procesal. Pues bien, cabe consignar que para esta etapa instructora y de acuerdo con el grado de certeza exigido por el artículo 306 del código de rito, las distintas constancias agregadas al sumario son suficientes para el dictado de su procesamiento, motivo que conllevará a su confirmación, sin perjuicio de la calificación legal que en definitiva pudieran caberle a los hechos y no obstante la declaración de nulidad que recaerá sobre el punto relativo al monto del embargo, cuyos fundamentos serán desarrollados más adelante. Poder Judicial de la Nación Se encuentra acreditado que el imputado, quien es agente del SENASA, actuó excediendo sus funciones por cuanto certificó mercaderías -productos chacinados- supuestamente producidas por una empresa respecto de la cual no tenía asignada funciones de control, extremo que aparece corroborado por la declaración de Elsa C. Hauscarriague, veterinaria a cargo de su inspección, quien manifestó que nunca trabajó con Gómez Medina ni lo autorizó a reemplazarla en sus tareas (fs. 241/2 del ppal.). Dicha certificación también resultó irregular ya que en el ACertificado Sanitario Patagonia@ N° 564800 se hacía referencia a productos elaborados por la firma ATrigo Hermanos@ a los que se los identificaba con numeración correspondiente a esa firma (fs. 103), cuando dicho establecimiento no reconoció como propia esa mercadería y su representante es quien denunció toda la maniobra en cuestión (fs. 8/11). A partir de ello, se encuentra suficientemente probado a esta altura que el imputado, mediante su accionar, autorizó el transporte de mercaderías sin su debido y regular control, mediante la extensión del instrumento ya citado -también irregular- , sabiendo que no podía emitir dicha constancia ya que se trataba de una función ajena a su área de competencia y no contaba con la autorización para expedirlo en caso de ausencia de la funcionaria encargada del mismo, incumpliendo así sus deberes y arrogándose facultades de terceras personas. Así las cosas y teniendo en cuenta que cuando se ordena un procesamiento no se emite más que un juicio de probabilidad, donde los elementos afirmativos deben ser superiores a los negativos, para orientar el proceso a la acusación, se encuentra probado, con la certeza propia de esta etapa preliminar, que Daniel E. Gómez Medina actuó de manera irregular y a sabiendas de ello, por lo que el dictado de su procesamiento aparece acertado, más allá del encuadre legal que en definitiva corresponda. IV- Por último, y respecto al monto del embargo dispuesto en autos, toda vez que los fundamentos para su imposición resultan contradictorios, desde que expresamente se mencionó que el delito por el que se procesó al encausado no tiene pena de multa ni se ha acreditado un perjuicio a terceros que pudiera implicar una futura indemnización civil, no obstante lo cual se le estipuló un monto elevado que no se condice con esos fundamentos, corresponderá declarar su nulidad y vueltas que sean las actuaciones a su procedencia, el a quo deberá fijarlo nuevamente. Por todo lo expuesto, este Tribunal RESUELVE: I- CONFIRMAR el punto I de la resolución obrante a fs. 254/59 de las actuaciones principales en cuanto decreta el procesamiento sin prisión preventiva de Daniel E. Gómez Medina en orden a los hechos materia de investigación. II- DECLARAR la NULIDAD del punto II del decisorio de mención, debiendo el a quo proceder conforme lo indicado a su respecto (artículo 123 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y remítase a la anterior instancia, donde deberán practicarse las restantes notificaciones a que hubiere lugar.@ 2367 Poder Judicial de la Nación ABUSO DE AUTORIDAD: Abuso de autoridad en el retraso en el pago a proveedores o prestadores. Retardo en la toma de decisiones y de pagos. Delitos de omisión. Este Tribunal ha sostenido respecto al delitos de violación de los deberes de funcionario público que: A...el funcionario debe obrar siempre Ailegalmente@. Procede así cuando actúa a sabiendas de que su proceder es contrario a lo que debe ser con arreglo a la norma jurídica aplicable. La existencia de una justa causa para apartarse del dispositivo legal o reglamentario pertinente, excluye el tipo del artículo 249...@ (CCCF, Sala I, Causa n° 32.876 ABRAMER MARKOVIC s/ sob.@, reg. n° 533, rta. el 12/6/00). Asimismo, se ha sostenido que Ala omisión debe ser Ailegalmente@ cometida. En este punto, la función de la palabra es la de marcar a un tiempo el contenido objetivo y el subjetivo de la acción. Debe tratarse de una conducta omisiva ilegal y debe actuarse en conocimiento de esa Ailegalidad@; es decir, la omisión ha de ser maliciosa. Si un juez falla las causas que humanamente se pueden fallar, si un empleado revisa los expedientes en cantidad proporcionada al trabajo normal, no se dirá que Ailegalmente@ omiten estudiar o resolver el resto, aún cuando la ley haya establecido los términos en los que ellos debía cumplirse. El vencimiento de un término legal no importa en sí mismo la comisión de este delito. Por el contrario, la existencia de un término no excluye la posibilidad de comisión. Debiendo referirse la omisión a alguno de los actos que el funcionario deberá ejecutar, el delito queda consumado cuando en consideración a ese acto debido pueda afirmarse que ha dolosamente omitido, retardado o que habiendo mediado pedido o interpelación el funcionario ha rehusado cumplirlo...@ (Soler, Sebastián, ADerecho Penal Argentino@, Tomo V, pág. 190, Ed. Tea, 1996, la negrita nos pertenece). Estos requisitos del tipo penal analizado no se realizan cuando de las pruebas reunidas se desprende un comportamiento que revela uniformidad en la operatoria de pagos de una repartición pública y no una actitud intencional hacia algunos sus proveedores o prestadores o cuando los retrasos en el pago obedece a razones de índole técnica. C.C.C. Fed. Sala I Cavallo - Farah 7.6.2007 ARODRIGUEZ, Sandra M. y otros s/sobres...@@ Causa 39.618 Reg. 524 J. 7 - S. 14. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 7 de junio de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fs. 2047/2051 por la parte querellante -Dr. Carlos H. Ortega, en representación de la Cámara Argentina de Clínicas y Establecimientos Psiquiátricos- contra el decisorio de fs. 2021/2035, en cuanto decreta el sobreseimiento de Sandra Mónica RODRÍGUEZ -a cargo del Departamento de Salud Mental de la Gerencia de Prestaciones Médicas del I.N.S.S.J.P. del P.A.M.I. y de José Manuel CORCHUELO BLASCO -Interventor de dicho Instituto-, por considerar que los nombrados no habrían obrado con conocimiento y voluntad de realizar las conductas prohibidas. Por su parte, a fs. 2040/2041el Representante del Ministerio Público Fiscal -Dr. Jorge. A. Berlanda- interpuso recurso de apelación contra el punto II del mismo decisorio, respecto del sobreseimiento de CORCHUELO BLASCO. II. Se le imputa a RODRÍGUEZ haber retrasado durante su gestión, injustificadamente e intencionalmente, los pagos a prestadores de servicios de salud mental correspondiente al mes de noviembre de 2001 y en consecuencia, haber puesto en peligro la vida de los pacientes psiquiátricos por colocarlos en situación de desamparo o abandono, cuando era su deber cuidarlos a través del pago por parte de dicho organismo en tiempo y forma, a las prestaciones realizadas por las clínicas psiquiátricas: A Sistema de Salud Formosa SA@; ASanta Cruz Fueguina SA@; ASalud Mental Rionegrina SA@; ARAM Salud Mental SRL@, entre otras, en las cuales aquellos pacientes se hallaban internados. Asimismo, se le endilgó a la nombrada no haber cumplido con las obligaciones contractuales que ligaban el Departamento de Salud Mental a su cargo, con las clínicas prestadoras del servicio de 2368 Poder Judicial de la Nación psiquiatría. III. Se agravia la querella en cuanto estima que en los expedientes de pago se hacían Aobservaciones@ a prestaciones ya brindadas, lo que motivaba el pase del expediente a otras áreas, retardando en demasía la cancelación de la deuda a los prestadores, habiendo incluso incurrido en un retraso en el pago de aproximadamente ocho meses con algunas clínicas psiquiátricas. Agregó que RODRÍGUEZ habría obrado con dolo al obstaculizar la tramitación normal de los expedientes de cobro (artículo 249 del Código Penal) y al emitir la Circular 05/00 en infracción con la ley 19.032 de creación del P.A.M.I., como así también en contraposición con los artículos 75, inciso 22 y 14 bis de la Constitución Nacional, con el Preámbulo y el artículo 22, primera parte, de la Declaración Universal de Derechos Humanos, con el Preámbulo y el artículo 12, inciso 1° y 2°, apartado Ab@ del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y con el Preámbulo y artículos I, V, XI y XVI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (artículo 248, primera parte, del mismo cuerpo legal). Cabe destacar que la circular 05/00 suscripta por la nombrada -dejada sin efecto por su similar n° 01/03, preveía una metodología de relevamiento de las prestaciones ambulatorias (conf. fs. 45/6 de los autos principales) Finalmente, estimó que también habría incurrido en el delito de abandono de persona previsto en el artículo 106 del Código Penal, por considerar que existió un perjuicio indirecto a las instituciones Psiquiátricas y un perjuicio directo a los pacientes psiquiátricos allí internados. IV. Por otro lado, a CORCHUELO BLASCO se le imputa, en su carácter de interventor, haber obrado con arbitrariedad al momento de decidir a que prestador se debía abonar, como así también no haber arbitrado los medios necesarios para que se abonaran prestaciones impagas desde diciembre de 2001 al mes de mayo de 2002, dado que sólo se habría efectuado denuncias de índole administrativas que estarían A...paralizadas ...@. Al respecto, se agravia el Representante del Ministerio Público Fiscal, toda vez que considera que la decisión del a quo con relación a CORCHUELO BLASCO resulta prematura, por lo que estima pertinente que se escuchara al nombrado en declaración indagatoria. V. Situación de Sandra Mónica RODRÍGUEZ: Cabe destacar que tanto el delito de violación de los deberes de funcionario público, el de abuso de autoridad, como así también el de abandono de personas, requieren la voluntad y el conocimiento por parte de los imputados para que se configuren, situación que no ha sido corroborada en autos. Con relación al primer delito analizado, este Tribunal ha sostenido que: A...el funcionario debe obrar siempre Ailegalmente@. Procede así cuando actúa a sabiendas de que su proceder es contrario a lo que debe ser con arreglo a la norma jurídica aplicable. La existencia de una justa causa para apartarse del dispositivo legal o reglamentario pertinente, excluye el tipo del artículo 249...@ (CCCF, Sala I, Causa n°° 32.876 ABramer Markovic s/ sob.@@, reg. n°° 533, rta. el 12/6/00) Asimismo, se ha sostenido que Ala omisión debe ser Ailegalmente@ cometida. En este punto, la función de la palabra es la de marcar a un tiempo el contenido objetivo y el subjetivo de la acción. Debe tratarse de una conducta omisiva ilegal y debe actuarse en conocimiento de esa Ailegalidad@; es decir, la omisión ha de ser maliciosa. Si un juez falla las causas que humanamen0te se pueden fallar, si un empleado revisa los expedientes en cantidad proporcionada al trabajo normal, no se dirá que Ailegalmente@ omiten estudiar o resolver el resto, aún cuando la ley haya establecido los términos en los que ellos debía cumplirse. El vencimiento de un término legal no importa en sí mismo la comisión de este delito. Por el contrario, la existencia de un término no excluye la posibilidad de comisión. Debiendo referirse la omisión a alguno de los actos que el funcionario deberá ejecutar, el delito queda consumado cuando en consideración a ese acto debido pueda afirmarse que ha dolosamente omitido, retardado o que habiendo mediado pedido o interpelación el funcionario ha rehusado cumplirlo...@ (Soler, Sebastián, ADerecho Penal Argentino@@, Tomo V, pág. 190, Ed. Tea, 1996, la negrita nos pertenece). En este contexto, a fs. 576/592, se recibe declaración a Sandra M. RODRÍGUEZ en los términos del artículo 294 del ordenamiento ritual, quien sostuvo que la circular 05/00 Asugiere@ una metodología que no es impuesta, desde el momento que la dicente como parte del Instituto conoce las dificultades operativas y falta de profesionales que padece el organismo. Se trata, entonces, de un mínimo control de prestaciones del cual no se desprende en forma directa la obligatoriedad para los pagos. Agregó que, el Instituto suele poseer dilaciones administrativas debido a los cambios de gestión en sus cuadros intermedios o superiores y que en virtud de los informes con observaciones negativas, la diciente debía remitir los expedientes a la Asesoría Jurídica de Prestaciones Médicas para su estudio. Sentado ello, confrontadas las constancias en autos y no habiendo sido desvirtuado el descargo de la nombrada, se puede sostener que RODRIGUEZ no ha obrado con la Ailegalidad@ requerida por la normativa penal. Ello tiene sustento, tanto en el informe pericial que obra a fs. 1887/1891, de donde se desprende que: A... no obstante no haber cumplido el I.N.S.S.J.P. en algunas oportunidades con los plazos de pago comprometidos, en las distintas instancias contractuales detalladas (...) las modalidades de pago han sido respetadas.@, como así también, en lo declarado por el perito contador Alberto Alonso a fs. 1905, quien sostuvo que: A...la operatoria de pago fue uniforme más allá de los desvíos no significativos que no modifican el concepto central establecido. (...) el sistema de pago fue respetado genéricamente en forma uniforme, esto es, no se observaron desvíos significativos en cuanto al procedimiento habitual del P.A.M.I...@; como así también tiene apoyatura en lo manifestado por Federico David -perito contador-, en la declaración testimonial que luce a fs. 1907, quien agregó que: A...se pudo determinar que existía al momento del informe una deuda con los prestadores del área metropolitana equivalente a dos meses y medio de prestación a cada uno de ellos, la cual fue incluida en una consolidación de deuda... (...). Respecto a la deuda corriente se pudo determinar que la gran mayoría sufría un retraso en sus cobros de tres meses, excepto prestadores que fueron identificados en el informe que tenían un retraso entre cinco y seis meses. Dichos retrasos obedecería a cuestiones de índole técnica. 2369 Poder Judicial de la Nación Ahora bien, respecto al retraso en el pago a las clínicas prestacionales del servicio de psiquiatría que se le reprocha a la imputada, cuyo Amecanismo@ -tal como lo postuló la querella-consistía en realizar Aobservaciones@ previo al pago del servicio y derivar el expediente a otras áreas, corresponde destacar que la tarea de la aquí imputada consistía en asegurar que los servicios médicos de psiquiatría se brinden correctamente, resultando necesario en el caso de no cumplir con ello, Aobservar@ el funcionamiento prestacional de la clínica psiquiátrica y remitir el expediente otra área como es la Gerencia de Asuntos Jurídicas, ante una posible penalidad. Se debe tener en cuenta, que en el caso de no realizarse dicho procedimiento podía ocurrir que se pagase directamente a la clínica psiquiátrica y que, luego de comprobada una irregularidad se disponga una penalidad la que devenía incongruente si el pago se había realizado con anterioridad. A ello se suma, el marco de emergencia prestacional que venía afectando al Instituto y otras organismos estatales, que derivó en la promulgación del Decreto n° 486/02 del Poder Ejecutivo Nacional. Por otro lado, con relación a la falta del pago del servicio pestacional que se le endilga a la nombrada, se debe destacar que la instancia última del mismo, le correspondía a la Gerencia Económica Financiera de dicho Instituto y no a la Gerencia de la cual RODRÍGUEZ era Jefa. Respecto de el segundo delito en estudio -abuso de autoridad- se desprende de la lectura de la circular 05/01que no infringe la normativa vigente ni excede las atribuciones propias de la nombrada, como así tampoco demanda la notificación de dicha circular a las clínicas psiquiátricas, dado que la misma posee carácter de circular interna dentro del instituto. En efecto, a fs. 1249 luce agregado el informe de Mónica Valdemoros Subgerente de Recursos Humanos de la I.N.S.S.J.P.-, quien hace saber las tareas inherentes al Jefe de Departamento de Salud Mental, el cual debe funcionar como grupo de trabajo, las que comprenderían: la participación, el análisis, evaluación y acreditación de los prestadores psiquiátricos como así también, la planificación, ejecución y evaluación de las acciones para la prevención en la Salud Mental de los pacientes del Instituto. Por lo tanto, mal puede sostenerse que RODRÍGUEZ al implementar la circular 05/01 -en tanto requiere la solicitud de informes a las delegaciones de todo el país y a las instancias de control (auditorías internas y externas) entre otros datos referidos a los afiliados-, más allá de su escasa funcionalidad y practicidad, se encontraba contradiciendo la reglamentación vigente en la materia. Por último, con relación al delito de abandono de persona previsto por el artículo 106 del Código Penal tampoco se encuentra configurado, en virtud de no haberse acreditado ni el elemento subjetivo del tipo penal, ni los elementos objetivos del mismo. Al respecto, más allá de aquellos retardos incurridos en los pagos a los prestadores, los pacientes han sido atendidos en las clínicas psiquiátricas respectivas, a lo que se suma que dichas demoras no resultaron ser intencionales, sino que se habrían generaron por Aobservaciones@ realizadas ante irregularidades detectadas en los servicios prestacionales que brindaban dichas clínicas psiquiátricas. En consecuencia, conforme los elementos de prueba colectados y analizados, el retraso en la tramitación de los expedientes de pago no puede considerarse que ha sido realizado por RODRÍGUEZ con la intención requerida por la norma penal. Sin embargo, habiendose corroborado retrasos involuntarios, debería evaluarse si en el caso en estudio, resulta procedente o no, algún tipo de sanción administrativa o bien se ha incurrido en algún incumplimiento contractual que habilite la sede civil. VI. Situación de José Manuel CORCHUELO BLASCO: Con relación al nombrado esta Alzada estima aplicable los argumentos precedentemente expuestos, que fueron desarrollados respecto delitos que se le imputaran a Rodríguez. Se debe destacar que no se ha corroborado en autos que CORCHUELO BLASCO en su carácter de interventor, haya decidido arbitrariamente diferir los pagos de las prestaciones analizadas, encontrando ello explicación por el contrario, en el circuito burocrático que el expediente de pago recorría previo a su efectivización, poseyendo apoyatura dicho retraso involuntario, en el peritaje anteriormente citado. Por lo tanto, también se adoptará respecto al nombrado, el criterio liberatorio previsto por el artículo 336 del Código Procesal Penal de la Nación. VII. Por último, se advierte que Raúl Horacio PISTORIO, Diego Enrique CAPURRO ROBLES y Ernesto Edgardo TRIVISONNO, han sido imputados en autos conforme surge del requerimiento fiscal que luce agregado a fs. 1483/1485, por lo que se estima pertinente que el Señor Juez de grado, provea lo necesario a fin de resolver las situaciones procesales de los mismos. Por lo expuesto, este Tribunal RESUELVE: I. CONFIRMAR el punto I) de la resolución que luce 2021/2035, en cuanto decreta el sobreseimiento de Sandra Mónica RODRÍGUEZ, en orden a los hechos por la cual fuera indagada (art. 336, inc. 3° del Código Procesal Penal de la Nación). II. CONFIRMAR el punto II) del mismo decisorio en cuanto dispone el sobreseimiento de José Manuel CORCHUELO BLASCO, en orden a los hechos denunciados y por los cuales resultó imputado por ante la Fiscalía actuante. III. DISPONER que Señor Juez de grado provea lo necesario a fin de resolver la situación procesal respecto de Raúl Horacio PISTORIO, Diego Enrique CAPURRO ROBLES y Ernesto Edgardo TRIVISONNO. Regístrese, notifíquese al Representante del Ministerio Público Fiscal y devuélvase, a fin de que se practiquen las notificaciones que correspondan. Sirva la presente de atenta nota de envío.- AUTO DE ELEVACION A JUICIO: RECURSO DE APELACION. RECURSO DE 2370 Poder Judicial de la Nación CASACION. Efectos de la interposición del recurso. Auto de elevación estando pendiente de resolución un recurso. Doble conforme. Una vez que la situación procesal del imputado ha sido evaluada por el Juez instructor y la Cámara de Apelaciones, resulta posible sustanciar la etapa de crítica instructoria en la forma establecida por el artículo 346 del C.P.P.N. y elevar la causa a juicio si así se resuelve como resultado de la discusión entablada en ese marco (cf. causa n1 23.368 AENRE s/nulidad de la vista del artículo 346 CPPN@ del 20/4/06, reg. n1 25.009, causa n1 22.468 AInc. de nulidad de vista del 346 CPPN@ del 28/7/05, reg. n1 23.972; y causa n1 23.601 AORENTRAJCH, Pedro y otros s/nulidad del requerimiento de elevación a juicio@ del 30/3/06, reg. n1 24.934, ver asimismo en particular lo sostenido por esta Alzada en esta causa, incidente n1 23.150 AAcosta, Jorge s/falta de acción@, resuelta el 8/11/05, registro n1 24.439). Así, se ha dicho que no obsta a que la instrucción quede clausurada que subsista alguna vía de impugnación extraordinaria interpuesta por el imputado pues la actividad de control jurisdiccional efectuada hasta entonces -expresada en decisiones concordantes de ambas instancias, que satisfacen consecuentemente la exigencia de la Adoble conformidad judicial@- amerita que se le asigne a la imputación verosimilitud suficiente para permitir el avance progresivo del proceso hacia su destino principal: el debate oral y contradictorio (cf. precedentes citados, a cuyos términos cabe remitirse . C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 14.6.2007 APAZO, Carlos J. s/inconstitucionalidad@@ Causa25.320 Reg.26.998 J.12 - S. 23. NOTA I: (n. de. r.) Ver lo resuelto por la misma Sala en autos AIncd. de nulidad de vista del art. 346" del 28.7.2005.NOTA II: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 14 de junio de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan estas actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fojas 31/43 por el doctor Alfredo A.A. Solari, defensor de Carlos José Pazo, contra la decisión obrante a fojas 26/29 en la cual se dispuso rechazar: I- el pedido de suspensión del trámite del proceso, II- el pedido de llamado a declaración indagatoria de Ricardo Miguel Cavallo y III- la declaración de inconstitucionalidad del artículo 349 del Código Procesal de la Nación, planteados por esa parte. II- En primer lugar el apelante cuestiona la resolución sosteniendo que el trámite de la causa Aesta legalmente suspendido en razón de recursos pendientes contra resoluciones sin cuyo carácter firme no es legalmente posible avanzar@ pues: a) aún no se encuentra firme, por estar recurrida, la resolución por medio de la cual el a quo rechazó la nulidad de estas actuaciones por haberse impulsado la acción penal Aex officio@, encontrándose esta cuestión a estudio de la C.N.C.P., Sala IV c. 6850 AIncidente de Acosta, Jorge s/recurso de queja@; b) ni tampoco lo está, por estar igualmente recurrida, la resolución que rechazó la prescripción, ante la C.N.P.C en la causa 7252 de la Sala III APazo, Carlos José@. En cuanto a la cuestión introducida en el apartado a), constituye un debate que ha devenido abstracto a partir de que el punto ha sido resuelto por la Sala IV de la C.N.C.P. con fecha 26 de abril del corriente rechazando la queja intentada. Respecto a lo señalado en el apartado b) cabe destacar que sin perjuicio de si correspondería o no a esta Alzada adentrarse en el tema en el marco de este incidente, en función a cómo fue planteado por la defensa, su tratamiento no puede obviarse a partir del expreso reclamo que en tal sentido formula esa parte a través del recurso articulado. Y sobre el punto es pacífica y reiterada la jurisprudencia de este Tribunal en cuanto a que una vez que la situación procesal del imputado ha sido evaluada por el Juez instructor y la Cámara de Apelaciones, resulta posible sustanciar la etapa de crítica instructoria en la forma establecida por el artículo 346 y elevar la causa a juicio si así se resuelve como resultado de la discusión entablada en ese marco (cf. causa n11 23.368 AENRE s/nulidad de la vista del artículo 346 CPPN@@ del 20/4/06, reg. n11 25.009, causa n11 22.468 AInc. de nulidad de vista del 346 CPPN@@ del 28/7/05, reg. n11 23.972; y causa n11 23.601 AOrentrajch, Pedro y otros s/nulidad del requerimiento de elevación a juicio@@ del 30/3/06, reg. n11 24.934, ver asimismo en particular lo sostenido por esta Alzada en esta causa, incidente n11 23.150 AAcosta, Jorge s/falta de acción@@, resuelta el 8/11/05, registro n11 24.439). Así, se ha dicho que no obsta a que la instrucción quede clausurada que subsista alguna vía de impugnación extraordinaria interpuesta por el imputado pues la actividad de control jurisdiccional efectuada hasta entonces -expresada en decisiones concordantes de ambas instancias, que satisfacen consecuentemente la exigencia de la Adoble conformidad judicial@@- amerita que se le asigne a la imputación verosimilitud suficiente para permitir el avance progresivo del proceso hacia su destino principal: el debate oral y contradictorio (cf. precedentes citados, a cuyos términos cabe remitirse ). 2371 Poder Judicial de la Nación III- En cuanto al agravio esgrimido por la defensa contra el punto II de la resolución en crisis, además de resultar una decisión propia del instructor -y por ende irrecurrible ante la Alzada-, constituye una discusión que ya resultaba abstracta al tiempo de dictarse la resolución cuestionada por cuanto el juzgado de primera instancia ya había ordenado la indagatoria de Cavallo con fecha 27 de diciembre de 2006 (fojas 23616/7 del principal). IV- Por último se agravia la defensa en cuanto no se ha declarado la inconstitucionalidad del artículo 349 del Código Procesal Penal, que a su criterio coarta la amplitud de la defensa en juicio como inviolablemente garantiza el artículo 18 de la Constitución Nacional, puesto que impide la contradicción plena a la acusación fiscal. Así esta norma no permitiría al defensor ni controvertir los presupuestos fácticos, ni los jurídicos, de la requisitoria, limitándole las facultades a las de mera interposición de excepciones no planteadas anteriormente, o instar el sobreseimiento. En punto a esto, no se advierte que la norma cuestionada implique un menoscabo al derecho de defensa alegado; así ha dicho esta Sala ante similar planteo que con tal procedimiento no se vería conculcado el derecho de defensa, ni la igualdad ante la ley o el debido proceso, habida cuenta de la posibilidad del defensor de oponerse al pedido de elevación a juicio argumentando las objeciones pertinentes, tal como lo faculta el artículo 349 del C.P.P.N. y éste es el derecho que se asigna a la defensa sin soslayar que A...el verdadero ámbito del Ajuicio@ es el debate, en donde la inmediación, oralidad y el contradictorio aseguran las condiciones del art. 18 de la Constitución Nacional...@ (c.n122.571 AIncidente de nulidad de González, María Haydeé@, reg. n1 23.883, resuelta el 30/6/05 y sus citas; y causa n1 18.716, AMagliano, Lucio s/nulidad e inconstitucionalidad@, resuelta el 16/4/02, registro n1 19.660). Por todo lo expuesto este Tribunal RESUELVE: I- DECLARA PARCIALMENTE ABSTRACTO el punto I de la resolución de fojas 26/29 (I.a), y CONFIRMAR el restante (I. b). II- DECLARAR ABSTRACTO el punto II de la citada decisión. III- CONFIRMAR el punto dispositivo III de la resolución apelada en todo cuanto decide y fue materia de apelación. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán ser practicadas las restantes notificaciones del caso.@ COHECHO: TRAFICO DE INFLUENCIAS. EXTORSION. AMENAZAS. Diferencias entre estas figuras. Solicitud de dinero para favorecerlo en una causa judicial para no sufrir medidas precautorias personales y patrimoniales. Empleado judicial. Al igual que lo que ocurre en los delitos de coacción o amenaza, para que se configure el delito de extorsión se requiere que el sujeto activo haya amenazado o intimidado a la víctima con la producción de un mal Bdaño u ofensaB a causar por él. En palabras de Molinario: ALa producción del mal debe depender de la acción del sujeto amenazador, por lo menos en alguna medida. Si así no fuera, el anuncio sería de males que sucederán con independencia de la intervención del sujeto. Y en ese caso su acción no sería considerada jamás una amenaza, pues no basta anunciar males, sino que deben anunciarse males futuros y cuya efectivización dependa de quien los anuncia.@ (Molinario, Alfredo, Los delitos, Tomo II, Ed. tea, Bs. As., 1996, pág. 28 y 289; en igual sentido, Núñez, Ricardo, ATratado de Derecho Penal@, Tomo V Parte Especial, ed. Lerner, Buenos Aires 1978, pág. 256). Entonces, esta hipótesis queda desplazada, si los sujetos activos no estaban amenazando a la víctima sino proponiendo un negocio ilícito que consistía en beneficiarlo indebidamente, para lo cual le brindarían información de un sumario judicial que lo involucraría y, según decían, armarían informes y pericias que, en principio, le permitiría liberarse de la causa penal. Aunque hayan efectuado referencias a una posible detención y otros perjuicios, esto sólo ocurriría eventualmente por el curso del proceso y, por eso mismo, ellos ofrecían su intervención para evitarlo ilícitamente Ello ocurre, además , si se da el caso de numerosos contactos entre los imputados y el denunciante, el hecho de que los encuentros se realizaron en un local de propiedad de éste último y, sobre todo, el tenor de la conversaciones mantenidas entre ellos no permiten inferir que los sujetos hayan tenido el ánimo de 2372 Poder Judicial de la Nación intimidar o amenazar, sino, antes bien, que de lo que se trataba era de cerrar un acuerdo espurio. Precisamente, es esto último lo que inclina por analizar el hecho desde la órbita de aquellas figuras que ponen en peligro el normal funcionamiento de la Administración Pública, pues ese es el bien jurídico que aquí se ha podido ver afectado. En este sentido, el encuadre jurídico correcto es el del delito de tráfico de influencia agravado previsto en el segundo párrafo del artículo 256 bis del Código Penal, que no requiere ninguna cualidad especial del sujeto activo. En definitiva, la conducta típica que consiste en solicitar dinero para hacer valer indebidamente su influencia ante un funcionario público prima facie demostrada, consistente en un pedido dinerario a quien se encontraba siendo investigado en una causa penal era precisamente para influir ante aquellos empleados o funcionarios del juzgado con poder de incidencia en su favor. Al mismo tiempo, la influencia indebida a la que se refiere el tipo penal supone o consiste en la posibilidad de una interferencia en el proceso de decisión del funcionario público, la que, por otro lado, debe ser real y comprobable (al respecto, Carlos Creus y Jorge E. Buompadre, Derecho penal, parte especial, Tomo 2, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2007, pág. 301). Cabe aclarar en este punto que, conforme se desprende del debate parlamentario que precedió a la sanción del delito, no se requiere ninguna relación en particular entre el sujeto activo y el funcionario (por ejemplo, de jerarquía o parentesco), sino sólo la posibilidad de influenciarlo de un modo indebido cualidad que posee quien por trabajar en el juzgado ante el que se desarrollaba la investigación tenía la posibilidad cierta de incidir directa o indirectamente en el proceso de toma de decisiones del juez. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah 11.7.2007 ALEON, Ariel y otros s/procesamiento@@ Causa 39.561 Reg. 747 J. 11 - S. 22. NOTA: Ver fallo completo y sumarios pertenecientes a la misma sentencia. COMPETENCIA: POR LA MATERIA. Delito atribuido a un Juez de Ejecución Penal de la Ciudad de Buenos Aires. Detenido condenado por la justicia común. Incompetencia Federal. No es competente la Justicia Federal para entender en el delito que habría cometido un Juez de Ejecución Penal de la Ciudad de Buenos Aires en ocasión en que habría dilatado indebidamente el tramite de ejecución de una pena impuesta por la Justicia ordinaria. C.C.C. Fed. Sala II 4.7.2007 Causa 25.366 Cattani - Irurzun - Luraschi ALOPEZ, Axel...@@ Reg. 27.073 J. 3 - S. 6. COMPETENCIA: POR LAS PERSONAS. CALUMNIAS E INJURIAS. Ofensas a un Ministro del Poder Ejecutivo Nacional. Competencia federal aún cuando esas ofensas refieren a un desempeño público 2373 Poder Judicial de la Nación anterior al ostentado. Es competente la Justicia Federal para entender en la querella deducida por quien ostenta el cargo de Ministro del Poder Ejecutivo Nacional contra quien lo habría calumniado e injuriado por su actuación anterior a la asunción de ese cargo como intendente de una localidad bonaerense, en tanto no puede negarse a priori que lo afecte actualmente en ese cargo ministerial. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah 28.6.2007 AIncd. de COMPETENCIA@@ Causa 40.143 Reg. 665 J. 1 - S. 2. DECLARACION INDAGATORIA: NULIDADES PROCESALES. Estado de sospecha. Base fáctica para el llamado. Recepción: Requisitos de validez. NULIDADES PROCESALES. En lo que hace al Aestado de sospecha@, el código adjetivo no señala ningún requisito en particular, y en consecuencia parece claramente excesivo pretender que a través de ese estado de sospecha Alos imputados conocieran lo que (el juez) guardaba en su fuero íntimo...@. Sin perjuicio de ello, este Tribunal ha sostenido que: Aexiste motivo bastante en el sentido del art. 292 -alude al Código Procesal de Córdoba, antecedente directo del nacional y análogo al artículo 294- si los elementos probatorios son suficientes para sospechar, incluso con dudas, que ha sucedido lo que el artículo supone@ (Código Procesal Penal, anotado y comentado por Núñez, Ricardo C., segunda edición actualizada, Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1986, pág. 262 y su cita; ver causa n°18.313 APerren, Jorge s/ nulidad@, reg. n°19.380 del 28/10/01). En esa misma dirección se dijo: A...que si bien la facultad de convocar a prestar declaración indagatoria es discrecional del juez, ésta -para no transitar la arbitrariedad-, debe hallar sustento en los antecedentes que obren en los actuados...@ (ver Causa n° 24.651 ARodríguez@, reg. n° 26.301, rta. el 28/12/2006; Causa n° 23.654 AGranillo Ocampo@, reg. n° 25.157, rta. el 26/5/2006; Causa n°18.973 AIncidente de recusación@, reg. n°20.517, rta. el 3/12/2003; Causa n°18.887 ASanguinetti@, reg. n°20.122, rta. el 3/9/2002, entre muchas otras ); existiendo en autos innumerables pruebas que llevan a descartar la afirmación de que el instructor no tuvo razones plausibles para disponer la citación del imputado. Por otra parte, y en relación a la audiencia de indagatoria en sí misma, se sostuvo que: A...la validez o invalidez está dada por su efectividad a los fines que le son propios. En tal sentido, si se admite que la declaración indagatoria constituye un medio de defensa para el imputado, la validez de esa descripción resultará de su pertinencia para que éste pueda desarrollar en forma efectiva esa garantía...@ (ver causa n°18.313 APerren, Jorge s/ nulidad@@, reg. n°19.380 del 28/10/01). C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi 21.6.2007 AMONTES, Oscar A....@@ Causa 25.303 Reg. 27.023 J. 12 - S. 23. 2374 Poder Judicial de la Nación NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 21 de junio de 2007 Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto a fojas 38/9 por el doctor Adolfo Casabal Elía -defensor de Oscar Antonio Montes y Carlos Guillermo Suárez Mason-, contra la resolución que luce 24/7 en cuanto no hace lugar a las nulidades articuladas a fojas 1/5 de esta incidencia. II- Ante la ausencia de memorial o comparecencia a la audiencia prevista a fojas 75 de esta incidencia, debemos remitirnos a los agravios que el doctor Casabal Elía ensayó en el escrito de apelación, oportunidad en la que sostuvo que en el llamado a declaración indagatoria de sus pupilos: A...el juez recurrido no expresó... aunque el Código Procesal Penal de la Nación no se lo diga explícitamente, las razones de su sospecha de criminalidad, y así entonces impidió que ambos imputados conocieran lo que el magistrado guardaba en su fuero íntimo...@. Por otra parte se agravia de que en la audiencia, las pruebas y los hechos le fueran expresados con lo que tildó como A...listados imposibles de digerir...@, y solicita finalmente, como una consecuencia de estas nulidades, la invalidación del procesamiento decretado. III- En lo que hace al Aestado de sospecha@, y como la propia defensa lo reconoce, el código adjetivo no señala ningún requisito en particular, y en consecuencia parece claramente excesivo pretender que a través de ese estado de sospecha Alos imputados conocieran lo que (el juez) guardaba en su fuero íntimo...@. Sin perjuicio de ello, este Tribunal ha sostenido que: Aexiste motivo bastante en el sentido del art. 292 -alude al Código Procesal de Córdoba, antecedente directo del nacional y análogo al artículo 294si los elementos probatorios son suficientes para sospechar, incluso con dudas, que ha sucedido lo que el artículo supone@ (Código Procesal Penal, anotado y comentado por Núñez, Ricardo C., segunda edición actualizada, Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1986, pág. 262 y su cita; ver causa n°°18.313 APerren, Jorge s/ nulidad@@, reg. n°°19.380 del 28/10/01). En esa misma dirección se dijo: A...que si bien la facultad de convocar a prestar declaración indagatoria es discrecional del juez, ésta -para no transitar la arbitrariedad-, debe hallar sustento en los antecedentes que obren en los actuados...@ (ver Causa n°° 24.651 ARodríguez@@, reg. n°° 26.301, rta. el 28/12/2006; Causa n°° 23.654 AGranillo Ocampo@@, reg. n°° 25.157, rta. el 26/5/2006; Causa n°°18.973 AIncidente de recusación@@, reg. n°°20.517, rta. el 3/12/2003; Causa n°°18.887 ASanguinetti@@, reg. n°°20.122, rta. el 3/9/2002, entre muchas otras ); existiendo en autos innumerables pruebas que llevan a descartar la afirmación de que el instructor no tuvo razones plausibles para disponer la citación del imputado. Por otra parte, y en relación a la audiencia de indagatoria en sí misma, se sostuvo que: A...la validez o invalidez está dada por su efectividad a los fines que le son propios. En tal sentido, si se admite que la declaración indagatoria constituye un medio de defensa para el imputado, la validez de esa descripción resultará de su pertinencia para que éste pueda desarrollar en forma efectiva esa garantía...@ (ver causa n°°18.313 APerren, Jorge s/ nulidad@@, reg. n°°19.380 del 28/10/01). En consecuencia, y como lo señala el Ministerio Público en su escrito de fojas 18/23, de las declaraciones glosadas a fojas 21.521/551 y 22.083/112 del principal, que corresponden a las vertidas por los imputados Suárez Mason y Montes, se desprende que contienen un detalle circunstanciado de los delitos atribuídos y una nómina precisa de la prueba en que se apoya, y que en ambos casos estuvo presente su asistencia letrada, el doctor Casabal Elía, que mantuvo una entrevista previa en los estrados del Tribunal con sus pupilos, habiéndose garantizado en consecuencia el derecho de defensa, ya que el letrado contó con la posibilidad de revisar la prueba y las actuaciones en aquella oportunidad, e incluso solicitar su postergación si requería aún más tiempo para ello, en lugar de permitir que se llevara a cabo el acto y luego pretender su invalidación. Finalmente, ante el rechazo de los planteos articulados, no corresponde analizar la supuesta nulidad del procesamiento dictado que sólo se fundamenta en una derivación de los anteriormente rechazados. Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR la resolución que luce a fojas 24/7 en todo cuanto dispone y fuera materia de apelación. Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal General y remítase al Juzgado de origen a fin de que se efectúen en dicha sede las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@ DECLARACION INDAGATORIA: DEFENSA EN JUICIO. DEFENSOR. NULIDADES PROCESALES. Nulidad de la declaración indagatoria sin notificar previamente al defensor de tal acto. Consentimiento del indagado. Aunque no sea una condición de validez la presencia del defensor en el acto mismo de la indagatoria, una sana interpretación de los arts. 107 y 197 del C.P.P.N. imponen necesariamente la obligación de notificarlo en tiempo útil a fin de su eventual concurrencia al acto. Es que las normas reglamentarias del 2375 Poder Judicial de la Nación derecho de defensa vedan, salvo que el juez haya autorizado al imputado a defenderse personalmente, la posibilidad de recibir declaración indagatoria sin la previa designación de un defensor, a quien habrá que notificar para poder hacer efectivo el derecho de defensa en juicio. Ese estado de indefensión se da cuando el imputado, en ningún momento, tiene la posibilidad cierta de contar con la defensa técnica exigida por la garantía consagrada en el art. 18 de la Constitución Nacional, cuando el defensor oficial fue designado en el mismo acto de la indagatoria y toma conocimiento de ello tiempo después al ser notificado del procesamiento y a pesar de que éste último renuncie a designar letrado defensor en tanto el juez no lo autorizó a defenderse personalmente. (Del voto de los Dres. Cavallo y Freiler. El Dr. Farah votó en disidencia). El deber de notificar al asistente técnico del encausado antes de la declaración indagatoria, cae cuando éste, expresamente, ha renunciado a ser asistido por aquel en dicho acto, ya que el derecho de asistir a la declaración es una facultad reconocida en interés del imputado y no de la defensa, en virtud de lo normado por los arts. 107, 197, 294 y 295 del C.P.P.N. (AFERNANDEZ TERRAZA@@ del 8.7.1999). (del voto en disidencia del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala I 19.6.2007 Causa 39.997 Freiler - Cavallo - Farah (en disidencia). ASEGOVIA, Fernando A. s/nulidad y procesamiento@@ Reg. 577 J. 5 - S. 10. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 19 de junio de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: El doctor Eduardo Guillermo Farah: I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por la defensa de Fernando Ariel Segovia contra la decisión del magistrado de primera instancia que dispuso su procesamiento en orden al delito previsto y reprimido por el artículo 14, segundo párrafo, de la ley 23737. II. En ocasión de fundar la apelación, al igual que al informar en los términos del artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación, la asistencia letrada de Segovia postuló la nulidad de la declaración indagatoria de su asistido en tanto no se había dado intervención a esa parte, como así tampoco el nombrado fue Anotificado del derecho que le brinda el artículo 197 del Código de rito@ (ver. Fs. 15). Finalmente, solicitó se declare la nulidad del auto recurrido por falta de fundamentación, en los términos del artículo 123 y 308 del ordenamiento ritual. Corrida la vista al representante del Ministerio Público Fiscal, éste se expidió por el rechazo de las nulidades deducidas. Al respecto cabe señalar que, de la compulsa de la causa, no se advierte afectación alguna al derecho de defensa en el sentido que lo aduce el recurrente. En primer lugar, corresponde señalar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha señalado que tratándose de una materia de relieve constitucional, Ala renuncia al derecho de ser asistido por un letrado defensor durante el acto de la declaración indagatoriaYno puede presumirse sino que debe resultar de un acto inequívoco de voluntad, de modo que los Tribunales deben suplir el silencio de los imputados para evitar su indefensión@ (conf. Fallos 237:158; 296:65; 298:578 y 308:1557). Repárese, que de la lectura de la declaración indagatoria de Segovia, éste fue debidamente impuesto del derecho que le asiste respecto de la designación de abogado defensor o en su caso la designación del defensor oficial, a lo que manifestó Ade que por el momento no desea designar abogado defensor@, sin perjuicio de lo cual el magistrado de la anterior instancia le hizo saber que su defensa sería ejercida por el doctor Gustavo Kollmann (conf. fs. 73). Siguiendo los lineamientos trazados por la C.S.J.N., este Tribunal ha sostenido reiteradamente que Ael deber de notificar al asistente técnico del encausado antes de la declaración indagatoria, cae cuando éste expresamente ha renunciado a ser asistido por aquél en dicho acto, ya que el derecho de asistir a esa declaración es una facultad reconocida en interés del imputado y no de la defensa, ello en virtud de lo normado en los artículos 107, 197, 294 y 295 del Código Procesal Penal de la Nación@ (conf. causa n1 15490 AFernández Terraza@, rta. el 8 de julio de 1999, reg. n1 16593 y sus citas). En igual sentido la Cámara Nacional de Casación Penal sostuvo que Ade ningún modo puede imponerse como requisito de validez de la indagatoria la notificación del acto a la defensa para posibilitar su presencia o entrevista previa, cuando el imputado no las requiereY.y que la garantía de defensa en juicio se encuentra amparada si al imputado, al momento de recibírsele declaración indagatoria se le hace conocer todos los derechos que le asisten (C.N.C.P. Sala III AGuillen@ rta. 2/05/1997 y sus citas). En segundo término, surge de la declaración indagatoria de Segovia que Ase lo invita a hacer 2376 Poder Judicial de la Nación uso del derecho que le acuerda el artículo 197 del C.P.P.N., de entrevistarse previamente con su abogado defensor, de lo que manifiesta que no desea hacer uso de tal derecho@ (conf. fs. 73vta), razón por la cual la medida extrema solicitada no puede prosperar. Finalmente, el planteo restante tampoco habrá de recibir una respuesta favorable, en la medida que la resolución cuestionada satisface los recaudos formales aplicables, ya que más allá de apreciar un desarrollo limitado en sus consideraciones, no existen vicios u omisiones esenciales y cumple con la descripción del hecho y su calificación de manera clara y razonada, advirtiendo que los argumentos vertidos por la defensa se refieren al mérito o contenido de dicha decisión, atacable por la vía que se ha intentado en el presente incidente. En consecuencia, nos encontramos frente al caso de absorción de la nulidad por la apelación. Asimismo, debe recordarse el carácter restrictivo con el que deben considerarse las nulidades, lo que se encuentra establecido en los artículos 2 y 166 del Código Procesal Penal de la Nación (conf. c. n1 33698 ASuárez, R. D. s/ procesamiento@, reg. n1 1060, rta. el 8 de octubre de 2002). III. Tal como se dijera precedentemente al descartar los planteos de nulidad, los agravios de la defensa deben interpretarse como cuestionamientos propios de la evaluación de la prueba y de la decisión a la que se arribó en consecuencia. Sentado lo expuesto, debe señalarse que discrepo con el auto de mérito adoptado por el magistrado de la anterior instancia y adelanto que será revocado. Los elementos de prueba colectados en la causa, que sostendrían la hipótesis delictiva reprochada a Segovia, de momento, no resultan suficientes para sujetarlo al proceso. Es así que cobran relevancia los argumentos desarrollados por la asistencia letrada del nombrado, en orden a que no se ha podido acreditar debidamente y respecto de su asistido, la tenencia del material estupefaciente incautado en autos. Conforme se desprende de la declaración testimonial del preventor Aldo Ariel Berneda, éste observa que AYlos masculinos ascienden en forma rápida al automóvil en que circulabanY@ y que al identificarse como policía Ase abre la puerta del acompañante y viendo que arroja algo hacia el asfaltoYdonde estaba la parte trasera del automóvil@ (conf. fs. 1). Repárese, que de ese mismo testimonio surge que Segovia se encontraba sentado en la posición de conductor del vehículo, mientras que su consorte de causa estaba a su lado. Lo expuesto, se compadece con lo sostenido por el imputado al ser indagado, principalmente en orden a que el material estupefaciente no le pertenecía. En ese sentido, resulta conducente con el avance de la investigación, escuchar testimonialmente en sede jurisdiccional al personal policial interviniente en el procedimiento que originara estos actuados a los efectos de que brinden mayores precisiones en torno a las dudas generadas sobre la efectiva disposición del material estupefaciente por parte de Segovia. Asimismo, luce adecuado recibir declaración a los testigos del procedimiento a fin de que aporten datos que puedan resultar relevantes para la pesquisa, como así también arbitrar todas aquellas otras medidas que el juez de grado estime pertinente con el progreso de la investigación. Es por ello que voto por: I. rechazar los planteos de nulidad articulados por la defensa de Fernando Ariel Segovia. II. revocar el auto que -en fotocopias- luce a fs. 1 y en consecuencia dictar la falta de merito para procesar, como así también para sobreseer, a Fernando Ariel Segovia en orden al delito por el que fuera indagado. Los doctores Gabriel R. Cavallo y Eduardo R. Freiler dijeron: I- Para dar respuesta al planteo de nulidad de la indagatoria debe tenerse en cuenta que de las constancias de la causa se desprende que con fecha 26 de junio de 2006 el a quo tomó conocimiento de que Fernando Ariel Segovia, quien tenía un pedido de captura en razón de su inasistencia a prestar declaración indagatoria, se hallaba detenido a disposición de otro tribunal. Al día siguiente solicitó su traslado para el 3 de julio. Ese día se recibió declaración indagatoria al nombrado de cuya acta se desprende que, luego de hacerle saber sus derechos, el imputado manifestó que por el momento no deseaba designar abogado defensor. Sin perjuicio de ello, el a quo le designó el defensor oficial y continuó la indagatoria, en la que Segovia efectuó su descargo (73/74 del principal). Posteriormente, el 7 de noviembre de 2006 el juez resolvió decretar el procesamiento sin prisión preventiva de Segovia en orden al delito de tenencia de estupefacientes para consumo personal, trabó embargo sobre sus bienes y suspendió el trámite para imponerle una medida de seguridad en los términos del art. 18 de la ley 23.737 (fs. 91 del principal). Finalmente, con fecha 13 de noviembre de ese año se produjo la primera notificación en todo el expediente al Defensor Oficial, Dr. Gustavo Kollman (fs. 92 del principal). II- Que de la reseña efectuada se advierte que asiste razón al recurrente en cuanto a que en autos se ha configurado una afectación a la garantía de defensa en juicio. En efecto, el alcance de la garantía no se limita exclusivamente a no ser privado de la oportunidad de ser oído, sino que también se extiende a la posibilidad cierta de tener un defensor que lo asesore acerca de las consecuencias procesales de sus actos y manifestaciones, que es precisamente lo que se encuentra discutido en autos. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sentado al respecto que esta garantía, en materia penal, A...no se reduce al otorgamiento de facultades para el ejercicio del poder de defensa, sino que se extiende Bsegún los casosB a la provisión por el estado de los medios necesarios para que el juicio al que se refiere el art. 18 de la Constitución Nacional, se desarrolle en paridad de condiciones respecto de quien ejerce la acción pública y quien debe soportar la imputación mediante la efectiva intervención del defensor@ (Fallos 308:1558; 237:158). Sobre este punto, la ley procesal es muy estricta en cuanto al modo en que debe asegurarse la intervención del defensor en actos relevantes del proceso. En lo que aquí interesa, encontramos que los artículos 107 y 197 del Código Procesal Penal de la Nación disponen que en la primera oportunidad, y en todo caso antes de la indagatoria, el juez invitará al imputado a designar defensor entre los abogados de la matrícula y si el imputado no lo hiciere hasta ese momento, el juez designará de oficio al defensor oficial, salvo que autorice al imputado a defenderse 2377 Poder Judicial de la Nación personalmente. A su vez, la segunda de las normas mencionadas agrega que AEl defensor, podrá entrevistarse con su asistido inmediatamente antes de practicarse los actos aludidos en los artículos 184 penúltimo párrafo, y 294 bajo pena de nulidad de los mismos.@ Y aunque no sea una condición de validez la presencia del defensor en el acto mismo de la indagatoria (art. 295 C.P.P.N.), una sana interpretación de los artículos 107 y 197 imponen necesariamente la obligación de notificarlo en tiempo útil a fin de su eventual concurrencia al acto (de esta Sala, causa n° 25.208 ARossi@ del 7/4/94, reg. n° 174; en similar sentido, Alejandro Carrió, El derecho a la entrevista previa en el nuevo Código Procesal Penal. Los primeros fallos, LL 1993-D, 369). Tal afirmación se sustenta en la reiterada doctrina del Máximo Tribunal en cuanto a que en los procesos criminales no basta con que formalmente se haya legitimado a un defensor para actuar en juicio, sino que se le debe haber dado oportunidad útil y efectiva de hacerlo en defensa del justiciable (Fallos 189:34; 304:1886; 308:1559; 311:2502: y 327:5097, entre muchos otros). En síntesis, las normas reglamentarias del derecho de defensa vedan, salvo que el juez haya autorizado al imputado a defenderse personalmente, la posibilidad de recibir declaración indagatoria sin la previa designación de un defensor, a quien habrá que notificar para poder hacer efectivo el principio. En el caso concreto, ha existido un verdadero estado de indefensión de Segovia pues en ningún momento tuvo la posibilidad cierta de contar con la defensa técnica exigida por la garantía consagrada en el art. 18 de la Constitución Nacional. No sólo la designación del defensor oficial fue efectuada en el mismo acto de la indagatoria, en clara contravención de los arts. 107 y 197 del código de rito, sino que su asistencia técnica recién tomó conocimiento de ello varios meses después al ser notificado del procesamiento, por lo que se le impidió toda oportunidad de actuar en la causa ya sea asesorando al imputado o controlando el proceso. Al mismo tiempo, si bien el imputado en el acto habría renunciado al derecho a designar un letrado defensor, dicha manifestación resultó irrelevante en la medida en que el instructor ante ello no lo autorizó a defenderse personalmente sino que, como se vio, entendió que debía ser asistido por el defensor oficial (art. 107 del código de rito), por lo que debió necesariamente haberlo notificado. En suma, en el proceso no se ha cumplido con los recaudos legales que garantizan plenamente el ejercicio del derecho de defensa en juicio, circunstancia que se ve severamente agravada por el hecho de que Segovia se hallaba privado de su libertad por orden de otro juzgado (en igual sentido, CS Fallos 189:34). En atención a que el defecto señalado conducirá a la nulidad de la indagatoria y todos los actos siguientes por ser éstos su consecuencia directa (art. 197, 166 y 172 del código de rito), resulta innecesario entrar al análisis de las demás cuestiones introducidas por el recurrente. Es por todo lo expuesto que votamos porque se declare la nulidad de la declaración indagatoria y todo lo actuado posteriormente (arts. 166, 197 y 172 del Código Procesal Penal de la Nación). En virtud del Acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: DECLARAR la nulidad de la declaración indagatoria de Fernando Ariel Segovia y todo lo actuado posteriormente (arts. 166, 197 y 172 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber al señor Fiscal de Cámara y devuélvase a primera instancia a fin de que se practiquen las notificaciones a las que hubiere lugar. Sirva la presente de atenta nota de envío.@ DEFRAUDACION: ESTAFA. ARDID. Inidoneidad del ardid. El Estado como sujeto pasivo. Cobro indebido de haberes previsionales. Poderdante fallecido. No puede considerarse desplegado el ardid idóneo exigido para el delito de estafa, a la conducta del apoderado del beneficiario previsional fallecido que cobra los haberes por ese concepto si dicho deceso fue debidamente inscripto en el organismo estatal competente desde que a partir de este momento solo la ineficiencia del estado en arbitrar los medios necesarios para que la administradora de la seguridad social (ANSES) entre en conocimiento de la defunción explica ese pago indebido de los haberes jubilatorios devengados con posterioridad al fallecimiento Es que el Estado debe establecer un mecanismo eficaz de intercambio de información entre sus organismos y por ende, además, debe ser considerado un sujeto -víctima- con altas posibilidades de defensa (aunque de hecho no las haya utilizado) motivo por el cual el ardid dsplegado por los imputados en este caso resulta inidoneo. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah 2378 Poder Judicial de la Nación 12.6.2007 AMOLINARI, y otros s/defraudación@@ Causa 40.213 Reg. 550 J. 4 - S. 7. NOTA I: (N. del R..) Ver además de la Sala I los casos ALUCHINI, María@ y ALORENZO, Adriana@ ambas del 3.10.2006 y de la Sala II AWOLOSZYN, Esteban@ del 14.4.2005 (respecto de fondos depósitados en ese mismo concepto en una cuenta bancaria). NOTA II: Ver en el mismo sentido lo resuelto en autos ACAMERINI, Federico@ del 21.6.2007. NOTAIII: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 12 de junio de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: IA fs. 4 se encuentra glosado el recurso de apelación interpuesto por el representante del Ministerio Público Fiscal, Dr. Gerardo D. Pollicita, contra la resolución de fs. 176/9, por la que el Sr. Juez de grado dispuso el sobreseimiento de Rosa Eva Cardoso, Elena Norma Melfi y Silvia Cecilia Bermúdez. El origen de esta causa tuvo lugar en razón de la denuncia formulada el día 28 de abril de 2003 por Gabriela Fernanda Sustas, en representación de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES). En esa oportunidad dio cuenta del cobro indebido por parte de los imputados Rosa Eva Cardoso, Elena Norma Melfi y Silvia Cecilia Bermúdez de los haberes jubilatorios de Moises Cardoso (beneficio n1 15-5-0409525-0), Eduardo Melfi (beneficio n1 10-0-5343184-0) y Angélica Pérez (beneficio n1 13-0-090141-0) -respectivamente-, con posterioridad a la muerte de los nombrados en último término, mediante la presentación de un poder que los habilitaba al efecto. De acuerdo a las pruebas recolectadas el Sr. Moises Cardoso habría percibido indebidamente los haberes correspondientes al período comprendido entre el 11 de diciembre de 1998 y el 31 de enero de 1999, el Sr. Eduardo Melfi entre el 11 de enero y el 28 de febrero de 1999 y la Sra. Angélica Pérez entre el 11 de diciembre de 1998 y el 31 de marzo de1999 (cfr. Expedientes de Recupero Extrajudicial n1 024-99804680710-820, 02499804680639-820 y 024998047537-820 respectivamente, y actas de defunción donde constan los decesos de los beneficiarios). Por tanto, en base a las pruebas de la causa la materialidad de los hechos se encuentra acreditada. El Juez de Primera Instancia sostuvo que los hechos de la causa se subsumían bajo la figura del artículo 174, inciso 51 del Código Penal y fundó el sobreseimiento de los imputados en la atipicidad de la conducta generada por la ausencia de dolo. En la oportunidad prevista por el artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación, la representante del Ministerio Público Fiscal ante esta Alzada, Dra. Eugenia Anzorreguy de Silva, funda su agravio en los mismos argumentos vertidos por el Fiscal de grado en su apelación, entendiendo que el temperamento liberatorio adoptado deviene prematuro (fs. 265). IIAhora bien, avocándonos a la cuestión traída a estudio, los suscriptos consideran que los hechos bajo análisis no se subsumen bajo la figura de estafa en perjuicio de la administración pública (art. 174, inc. 51, en función del art. 172 del C.P.). En efecto, en la estafa es necesario que el autor del delito, mediante la introducción de un ardid idóneo, haga incurrir a otro en error, quien de ese modo efectúa una disposición patrimonial que le ocasiona un perjuicio también de contenido patrimonial. La figura legal requiere para su configuración la presencia de cuatro elementos típicos, a saber: engaño o ardid inicial, error en el sujeto pasivo, disposición patrimonial y perjuicio patrimonial -y su ineludible concatenación causal-. Los suscriptos entienden que en estos actuados no se ha configurado un ardid idóneo para generar el error que motivó el pago indebido de los haberes jubilatorios. El ardid es el astuto despliegue de medios engañosos. En palabras de Soler A... para constituir ardid se requiere el despliegue intencional de alguna actividad cuyo efecto sea el de hacer aparecer, a los ojos del otro sujeto, una situación falsa como verdadera y determinante@ (Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, TEA, Bs. As., 1996, p. 348). A fin de que el elemento típico del delito de estafa sea configurado, el ardid debe ser idóneo. El análisis de la idoneidad del ardid no puede prescindir de tomar en cuenta la calidad del sujeto engañado o, en su caso, de la víctima del delito (que podría haber prevenido el error). Una misma conducta desplegada por un agente puede ser considerada en un caso ardidosa y en otro caso carente de idoneidad engañosa, al ser distintos los sujetos pasivos del error. Enseña Soler que, a fin de analizar la idoneidad del ardid, debe tomarse en cuenta A... la situación concreta, comprendiendo dentro de la totalidad del ardid las condiciones mentales y culturales del destinatario expresamente buscado@ (op. cit., p. 369). En igual sentido, este Tribunal ha dicho que A... habrá que evaluarse en cada caso la especial relación que se da entre la víctima y el victimario, midiéndose las características de la conducta del primero, en relación a la capacidad del segundo@ (Sala I, c. 18.633, ALetteri, Domingo s/ defraudación@, rta. 25/10/84, reg. 596). Ahora bien, a la luz de las consideraciones expuestas, los suscriptos entendienden que en el caso de marras, la conducta desplegada por los imputados no puede considerarse un ardid idóneo. En este sentido, debe tenerse presente que el fallecimiento de Moises Cardoso, Eduardo Melfi y Angélica Pérez fue debidamente inscripto en el organismo estatal competente. A partir de esta circunstancia, sólo la ineficiencia del Estado en arbitrar los medios 2379 Poder Judicial de la Nación necesarios para que el ANSES entre en conocimiento de la defunción explica el pago indebido de los haberes jubilatorios después de los fallecimientos. Dado que el Estado debe establecer un mecanismo eficaz de intercambio de información entre sus organismos, se lo considera un sujeto (víctima) con altas posibilidades de defensa (aunque de hecho no las haya utilizado), motivo por el que el ardid desplegado por los imputados en este caso deviene inevitablemente inidóneo. El hecho de exhibir un poder - extinguido en razón de la muerte del otorgantepretendiendo el cobro de haberes jubilatorios de una persona fallecida no constituye un medio idóneo para engañar a la ANSES (o al empleado que la representa), en la medida que el fallecimiento esté debidamente inscripto. Desde otro punto de análisis, la negligencia de la víctima impide considerar que en autos exista relación de causalidad configurativa del delito. Es imprescindible distinguir la situación del que simplemente creyó de la de aquél que fue engañado: para que haya defraudación la víctima debe ser engañada, y no engañarse. Para que un sujeto sea jurídicamente protegido, la ley exige que el error no se derive de su torpeza, porque cuando la ignorancia del verdadero estado de cosas proviene de una negligencia culpable el error no puede alegarse. Enseña Romero que AEn la teoría se ha negado la relación de causalidad entre el engaño y el error cuando la víctima no ha obrado con la diligencia debida. De acuerdo con ello, para que exista verdadera relación de causalidad entre el engaño y el error producido en la víctima, es preciso que el sujeto pasivo no sea negligente, es decir, que el error no provenga de su propia torpeza, sino del engaño sufrido@ (Romero, Gladys N., Delito de Estafa, Ed. Hammurabi, Bs. As.,1998, p. 197). Continúa citando a Groizard: ASiendo el engaño el elemento esencial de la delincuencia, claro es que hay que suponer, para admitir su eficacia, determinadas condiciones de defensa para no dejarse engañar en la persona contra quien el delito se fragua. Una absoluta falta de perspicacia, una estúpida credulidad o una extraordinaria indolencia para enterarse de las cosas , puede llegar a ser causa de que la defraudación, más que producto de un engaño, deba considerarse efecto censurable de abandono, como falta de diligencia@ (Op. cit., pp. 197/8). Con igual criterio, resolvió esta Cámara en la causa ATesler Edgardo@ al sostener que Apara que exista verdadera relación de causalidad entre el engaño y el error producido en la víctima, es preciso que el sujeto pasivo no sea negligente...@ (Sala II, c. 5718, ATesler, Egardo G. y O. s/ defraudación@, rta. 22/05/89, reg. 64.899). Todo lo expuesto no impide advertir el carácter irregular de la actuación de los imputados circunstancia que habilitaría a una reparación civil-. Mas, lo cierto es que desde una óptica penal, el perjuicio patrimonial sufrido por la ANSES se debe a la ineficiencia estatal más que las maniobras de los imputados. No obstante lo referido respecto de la figura del artículo 174 inciso 51 del C.P., y dado que no puede descartarse en autos la subsunción de los hechos investigados en la figura del artículo 175, inciso 21 del Código Penal, corresponde que el a quo proceda conforme el artículo 294 del Código de forma, y cite a los imputados a prestar declaración indagatoria. Por lo expuesto este TRIBUNAL resuelve: REVOCAR la resolución de fs. 176/9 en cuanto dispone el sobreseimiento de Rosa Eva Cardoso, Elena Norma Melfi y Silvia Cecilia Bermúdez, debiendo el Sr. Juez de grado proceder conforme lo expuesto en los considerandos. Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y devuélvase a primera instancia a fin de que se practiquen las notificaciones de rigor. Sirva la presente de atenta nota de envío.-@ DELITOS CONTRA LA SALUD PUBLICA: ADULTERACION DE MEDICAMENTOS. ASOCIACION ILICITA. CONCURSO DE DELITOS. La organización de personas con el objeto de fabricar y comercializar productos medicinales adulterados, constituye el delito de asociación ilícita en concurso real con el de tipificado por el art. 200 último párrafo- del Código Penal. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah 20.7.2007 ALAKOVSKY, Beatriz M. s/procesamiento@@ Causa 40.072 Reg. 837 NOTA: Ver fallo completo. 2380 J. 5 - S. 9. Poder Judicial de la Nación DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO ARQUEOLOGICO Y PALEONTOLOGICO: (Art. 48 de la Ley 25.743). COMERCIALIZACION. Tráfico. ALMACENAMIENTO. Elementos que forman parte de una colección no registrada. Acción típica. El Artículo 48 de la Ley 25.743 sanciona a quien Atransportare, almacenare, comprare, vendiere, industrializare o de cualquier modo pusiere en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos@. A razón del objetivo perseguido por esta ley, cual es el de preservar y proteger el patrimonio arqueológico y paleontológico, y el aprovechamiento científico y cultural del mismo, se desprende que, para su subsunción típica, el almacenamiento de este tipo de objetos deberá ser considerado una parte integrante de la actividad de tráfico ilícito, que en distintas modalidades se reprime mediante esa norma. En este sentido, cabe resaltar lo valorado por los legisladores en el debate parlamentario de la ley en análisis, donde se señaló que Aprevenir el deterioro, la destrucción o la pérdida, sea por ignorancia o por el ánimo de lucrar con estos bienes que integran el patrimonio de la Nación, es una responsabilidad del Estado. Estos hechos que se vienen sucediendo y acelerando en las últimas décadas muestran (...) un preocupante tráfico de los bienes arqueológicos y paleontológicos argentinos@ (ver Debate Parlamentario de la Ley de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, Cámara de Senadores de la Nación, 10° Reunión, 5° Sesión Ordinaria, 4 de junio de 2003). Entonces si no se ha revelado que la exhibición de los elementos esté vinculada con una actividad de comercialización como la que prevé el artículo 48 citado debe descartarse la ocurrencia de dicho delito, sin perjuicio de que se profundice la investigación para determinar la manera en que el imputado habría tomado posesión de las piezas que conforman su colección. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 21.6.2007 AFERNANDEZ CHITI, Jorge s/sobreseimiento@@ Causa 25.290 Reg. 27.011 J. 5 - S. 10. NOTA: Veer fallo completo. ABuenos Aires, 21 de junio de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Sr. Agente Fiscal Dr. Carlos Miguel Cearras contra el auto que luce a fs. 100/1, mediante el cual el juez a quo resolvió sobreseer a Jorge Fernández Chiti. II- Previo a toda otra cuestión, habrán de avocarse los suscriptos al planteo de nulidad formulado por el representante del Ministerio Público Fiscal en la oportunidad prevista por el artículo 454 del ordenamiento ritual. La pretensión del impugnante, en este sentido, no habrá de tener acogida favorable. En principio, es de destacar que el instructor ordenó la realización de las diligencias que consideró conducentes para comprobar la existencia de un hecho delictuoso (ver fs. 31/73, 74, 76/90, 100) y que la decisión criticada encontró apoyatura en el cuadro probatorio reunido a partir de esas medidas. Siendo ello así, cualquier cuestionamiento sobre la pertinencia de la evaluación efectuada resulta ajeno a la vía intentada, y será examinado en el marco del recurso de apelación propiamente dicho. III- Despejado lo anterior, resta analizar si las actividades realizadas por el imputado adquieren relevancia penal en los términos de la ley 25.743. Por un lado, el artículo 48 sanciona a quien Atransportare, almacenare, comprare, vendiere, industrializare o de cualquier modo pusiere en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos@. A razón del objetivo perseguido por esta ley, cual es el de preservar y proteger el patrimonio arqueológico y paleontológico, y el aprovechamiento científico y cultural del mismo, se 2381 Poder Judicial de la Nación desprende que, para su subsunción típica, el almacenamiento de este tipo de objetos deberá ser considerado una parte integrante de la actividad de tráfico ilícito, que en distintas modalidades se reprime mediante esa norma. En este sentido, cabe resaltar lo valorado por los legisladores en el debate parlamentario de la ley en análisis, donde se señaló que Aprevenir el deterioro, la destrucción o la pérdida, sea por ignorancia o por el ánimo de lucrar con estos bienes que integran el patrimonio de la Nación, es una responsabilidad del Estado. Estos hechos que se vienen sucediendo y acelerando en las últimas décadas muestran (...) un preocupante tráfico de los bienes arqueológicos y paleontológicos argentinos@ (ver Debate Parlamentario de la Ley de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, Cámara de Senadores de la Nación, 10°° Reunión, 5°° Sesión Ordinaria, 4 de junio de 2003). En el sub examine, lo hasta aquí reunido permite descartar tal extremo, desde que la investigación realizada en el lugar donde el imputado tiene la colección de piezas arqueológicas no ha revelado que la exhibición de los elementos esté vinculada con una actividad de comercialización como la que prevé el artículo 48 citado. IV- Este Tribunal no desconoce la relevancia del informe agregado fs.128, de donde surge que tanto Fernandez Chiti, en su carácter de titular del Instituto de Ceramología Condorhuasi, como la colección arqueológica que forma parte del mismo, se encuentran registrados -desde el 22 de mayo del corriente- en la Dirección General de Patrimonio, de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural dependiente del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, órgano de aplicación en el ámbito local de la ley 25.743. No obstante, habrá de revocarse el decisorio atacado, sin perjuicio de aclarar que los argumentos del apelante, basados en la circunstancia de no hallarse acreditada en autos la registración de los objetos arqueológicos, se refieren -en realidad- a aspectos susceptibles de ser ventilados en la órbita administrativa -tal como lo establece el artículo 45 de la ley 25.743- y no en sede de la justicia penal. De todos modos, y en lo que a la óptica penal concierne, se advierte que lo manifestado a fs. 54 en el transcurso de la investigación y en la declaración testimonial de fs. 24, impone profundizar la pesquisa a efectos de determinar fehacientemente las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que el imputado habría tomado posesión de las piezas que conforman su colección. A tal fin, deviene indispensable que se cite a prestar declaración testimonial a la Licenciada Sandra Guillermo, quien según lo expresa la defensa (fs. 142 vta.), estaría efectuando una inspección periódica en el lugar con motivo de la registración de la colección, así como disponer medidas en la dirección que menciona el Sr. Fiscal General Adjunto Dr. Germán Moldes en su memorial -punto c, tercer párrafo- vinculada con la información que pudiera resultar de utilidad, en poder de la autoridad de aplicación de la legislación que precedió a la que rige en este momento. En razón de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: REVOCAR la resolución recurrida en todo cuanto decide y fuera materia de apelación, DEBIENDO el Sr. Juez de grado proceder del modo indicado en el Considerando IV de la presente. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las restantes notificaciones a que hubiera lugar.@ DELITO EXPERIMENTAL: AGENTE PROVOCADOR. AGENTE ENCUBIERTO. Personal policial que cumpliendola orden judicial de realizar tareas de Ainteligencia@ sobre un local dedicado a la venta de prendas de vestir en infracción a la ley marcaria. MARCAS. NULIDADES PROCESALES. CELADA. La jurisprudencia es pacífica en torno a que la utilización de un agente provocador es contraria a nuestro ordenamiento jurídico. Por ello, sin en el curso del desarrollo de tareas de inteligencia ordenadas judicialmente para comprobar la existencia en venta de mercadería presuntamente en infracción a la ley de protección de las marcas registradas, un agente policial concurre a un local comercial haciéndose pasar por un cliente interesado en obtener una remera de determinada marca y el vendedor accede al pedido del supuesto cliente incuestionablemente, el agente policial produjo la venta prohibida penalmente por la ley marcaria, de modo que su actuación es propia de un agente provocador y, como tal, repugnante a la luz de la garantía contra la autoincriminación consagrada en el artículo 18 de la Constitución Nacional. En otras palabras se infiere que la policía tuvo una actitud creadora del delito en tanto el ocultamiento de la identidad policial y la incitación del agente tuvo por objeto generar la venta prohibida por el artículo 31, inciso Ad@@ de la ley 22.362. De esta forma, nos encontramos ante la existencia de un delito experimental provocado por la intervención de un agente provocador. 2382 Poder Judicial de la Nación C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah (s/su voto) 19.7.2007 ALEVY, Gustavo R. s/procesamiento@ Causa 40.510 Reg. 836 J. 9 - S. 17. NOTA: Ver fallo completo. ////////////////nos Aires, 19 de julio de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: Los Dres. Gabriel Cavallo y Eduardo Freiler dijeron: ILlegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por la defensa de Gustavo Ramón Levy (fs. 7 del incidente) contra la resolución del a quo mediante la cual decretó el procesamiento del nombrado por considerarlo prima facie autor penalmente responsable del delito previsto en el art. 31, inciso Ad@ de la ley 22.362 (fs. 1/5). Se inicia la presente investigación el 18 de enero de 2006 cuando personal de la Seccional 16a. de la policía Federal Argentina Bmientras se encontraba recorriendo el área jurisdiccionalB pudo observar que sobre la calle Lima Oeste (cerca de su intersección con la calle Pavón de esta ciudad) existía un local comercial, sin denominación, en el cual se exhibían para la venta prendas de vestir con marcas estampadas de firmas reconocidas, tales como AAdidas@ y APuma@, no siendo aparentemente originales (fs. 1). Como consecuencia de esta circunstancia, el Sr. Fiscal formuló el correspondiente requerimiento de instrucción (fs. 13) y el Juez de primera instancia ordenó la realización de tareas de inteligencia (fs. 14 y 29). Fue así como, tal como surge de la declaración de fs. 39/40, el 29 de marzo de 2006, un agente policial ingresó al local comercial de manera encubierta, A...se hizo pasar por cliente y fue atendido por una persona...a quien le solicitó si tenía alguna remera PUMA y ADIDAS, debido a que quería elegir una para comprarla@. De esta forma, el vendedor extrajo diversas remeras y el agente policial A[e]ligió una de ellas, siendo ésta con inscripción PUMA de color azul y vivos grises, le abonó la suma de 10$ en efectivo y el deponente le solicitó la correspondiente factura a su nombre@. Sobre la base de estas consideraciones, se ordenó el allanamiento del domicilio en cuestión (fs. 65/66), donde se secuestró material en contravención a la ley marcaria (fs. 72). Se trata de dos buzos con la inscripción ALevy´s@ (que resultaron ser apócrifos Bsegún pericia de fs. 88/89B) y doce camisas con la inscripción APierre Balmain@ (que no fue posible establecer su falsedad o autenticidad por no contar con material genuino de dicha marca). IIAdelantamos que declararemos la nulidad de la resolución recurrida en virtud de las irregularidades producidas en el obrar policial que desencadenó en el allanamiento en el que se secuestraron los elementos cuyo comercio se le reprochan a Levy (ver declaración indagatoria del imputado de fs. 101/102). Para fundar nuestra posición realizaremos algunas consideraciones en torno a las figuras del agente encubierto y del agente provocador. Existe una clara distinción entre la herramienta procesal del agente encubierto (que oculta su calidad de agente de las fuerzas de seguridad a los fines de investigar o prevenir un delito) y el agente provocador (que crea la voluntad o instiga a cometer el delito con el fin de someter a su autor a la justicia). La Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya en el año 1990, expresó que la utilización excepcional de la herramienta del agente encubierto no es por sí sola inconstitucional, mas aclaró que el uso de un agente provocador es siempre extraña a nuestro ordenamiento jurídico. En la causa AFiscal c/ Fernández, Víctor Hugo s/ av. infracción ley 20.771", del 11 de diciembre de 1990, Fallos 313:1305, la C.S.J.N expresó: AQue es criterio de esta Corte que el empleo de un agente encubierto para la averiguación de los delitos no es por sí mismo contrario a garantías constitucionales. Una cuidadosa comprensión de la realidad de nuestra vida social común, y en especial el hecho comprobado de que ciertos delitos de gravedad se preparan e incluso ejecutan en la esfera de intimidad de los involucrados en ellos, como sucede particularmente con el tráfico de estupefacientes, impone reconocer que esos delitos sólo son susceptibles de ser descubiertos y probados si los órganos encargados de la prevención logran ser admitidos en el círculo de intimidad en el que ellos tienen lugar@. Sin embargo, el máximo tribunal aclaró: AQue la conformidad en el orden jurídico del empleo de agentes encubiertos requiere que el comportamiento de ese agente se mantenga dentro de los principios del Estado de derecho..., lo que no sucede cuando el agente encubierto se involucra de tal manera que hubiese creado o instigado la ofensa criminal en la cabeza del delincuente, pues la función de quienes ejecutan la ley es la prevención del crimen y la aprehensión de los criminales, pero esa función no incluye la de producir el crimen tentando a personas inocentes a cometer esas violaciones (confr. ASorrels v. U.S.@, 287 US 435). De tal modo, cabe distinguir los casos en que los agentes del gobierno simplemente aprovechan las oportunidades o facilidades que otorga el acusado predispuesto a cometer el delito, de los que son Aproducto de la actividad creativa@ de los oficiales que ejecutan la ley (confr. Además del caso citado de 287 US 435, ASherman v. U.S.@, 356 US 369 y AHampton v. U.S.@, 425, US 484) en los que procede desechar las pruebas obtenidas por la actividad Acriminógena@ de la policía bajo lo que en el derecho americano se conoce como defensa de entrapment (confr. AWoo Wai v. U.S.@, 223 US 412 y AU.S. Russell@, 411 US 423, además del ya citado caso de 287 US 435)@. El agente provocador A...obra siempre persiguiendo un fin de signo contrario al que en apariencia aspira y por ello provoca la comisión de un hecho como medio necesario para conseguir la reacción en el sentido deseado, cuando incita a otro a cometer un delito no lo hace con el fin de lesionar o poner en peligro el bien 2383 Poder Judicial de la Nación jurídico afectado, sino con el propósito de que el provocado se haga acreedor de una pena...@ (Luis Felipe Ruiz Antón, AEl agente provocador en el Derecho Penal@, Editorial Edersa, Madrid, 1982). Sobre el agente provocador, la Sala II de este Tribunal tiene dicho que A[e]s por regla general una herramienta preventiva dirigida a peligros futuros y no al esclarecimiento de hechos pretéritos; previo a su intervención no existe el delito, es él como instigador quien incide para lograr la exteriorización de la voluntad de los aquí encausados, Acreando@ el delito. Por lo tanto, el agente provocador precisa para su admisibilidad procesal, de un normativo específico, circunstancia ésta no sólo no prevista sino contraria a nuestro ordenamiento legal@ (causa n 14.914, ASchroeder, Juan Jorge y otros s/ falsificación de doc.@, reg. 16.519, del 10 de junio de 1999). A su vez, la Sala II de la C.N.C.P, en la causa n 1.569, AGaete Martínez, Rufo Edgar s/ recurso de casación@, reg. 2591, del 3 de junio de 1999, sostuvo: ANo obstante existir en el sistema norteamericano un test objetivo y otro subjetivo para determinar la existencia de entrapment, para su procedencia ambos supuestos concurren en la exigencia probatoria de que el imputado haya sido inducido a cometer el crimen por el agente encubierto que el imputado o una persona standard no lo hubiera cometido a no ser por la inducción recibida y que el agente actuó como tal con el único objetivo de obtener evidencia para llegar a un pronunciamiento de condena@. De esta forma, la jurisprudencia es pacífica en torno a que la utilización de un agente provocador es contraria a nuestro ordenamiento jurídico. Ahora bien, con posterioridad al fallo 313:1305 de la C.S.J.N (ya citado) y en relación con la utilización de la figura del Aagente encubierto@, se dictó la ley n 24.424 (boletín oficial 09/01/1995, modificatoria de la ley n 23.737), que en el artículo 31 bis estipuló: ADurante el curso de una investigación y a los efectos de comprobar la comisión de algún delito previsto en esta ley o en el artículo 866 del Código Aduanero, de impedir su consumación, de lograr la individualización o detención de los autores, partícipes o encubridores, o para obtener y asegurar los medios de prueba necesarios, el juez por resolución fundada podrá disponer, si las finalidades de la investigación no pudieran ser logradas de otro modo, que agentes de las fuerzas de seguridad en actividad, actuando en forma encubierta: a) Se introduzcan como integrantes de organizaciones delictivas que tengan entre sus fines la comisión de los delitos previstos en esta ley o en el artículo 866 del Código Aduanero, y b) Participen en la realización de alguno de los hechos previstos en esta ley o en el artículo 866 del Código Aduanero...@ De esta forma, con la sanción de la ley n 24.424 el legislador ha establecido que la aplicación de la figura del Aagente encubierto@ está reservada en nuestro derecho para el esclarecimiento de delitos previstos en la ley 23.737 o en el artículo 866 del Código Aduanero, siempre que se den ciertas condiciones y que el juez lo autorice por auto fundado. De modo consecuente con todo lo expuesto precedentemente, puede concluirse que el agente provocador resulta incompatible con normas fundamentales de nuestro ordenamiento jurídico, mientras que la herramienta del agente encubierto se encuentra limitada en sus posibilidades de implementación a ciertos delitos y bajo condiciones muy excepcionales. IIIEn lo que sigue expondremos las razones que median en el caso para tener por nulos todos los actos procesales producidos desde la visita del agente policial al comercio de Levy en adelante (fs. 39/40). Con respecto a la actuación del personal policial al que se le encomendara la realización de las tareas de inteligencia, cabe destacar que su obrar no sólo excedió el marco de la autorización judicial (ver fs. 14 y 29), sino que utilizó métodos propios del llamado Aagente provocador@. En el curso de tales tareas, un agente policial concurrió al local comercial investigado haciéndose pasar por un cliente interesado en obtener una remera de marca AAdidas@ o APuma@. Fue así como el propio agente solicitó una remera de tales características al vendedor, quien accedió al pedido del supuesto cliente y, tras el pago de la suma de $10 y confeccionar la correspondiente factura, le entregó el pedido efectuado. Incuestionablemente, el agente policial produjo la venta prohibida penalmente por la ley marcaria, de modo que su actuación es propia de un agente provocador y, como tal, repugnante a la luz de la garantía contra la autoincriminación consagrada en el artículo 18 de la Constitución Nacional. En otras palabras, las constancias de la causa reseñadas en el punto I de la presente resolución permiten inferir que la policía tuvo una actitud creadora del delito que motiva estas actuaciones. El ocultamiento de la identidad policial y la incitación del agente tuvo por objeto generar la venta prohibida por el artículo 31, inciso Ad@ de la ley 22.362. De esta forma, nos encontramos ante la existencia de un delito experimental provocado por la intervención de un agente provocador. Ahora bien, establecida la invalidez de la actuación policial que surge de fs. 39/40, igual suerte debe correr el allanamiento al que diera origen, el secuestro de la mercadería y todos los actos procesales que en su consecuencia se produjeron, debiendo excluirse la prueba obtenida en tanto esta fue habida ilegítimamente. AEllo así porque la incautación del cuerpo del delito no es entonces sino el fruto de un procedimiento ilegítimo, y reconocer su idoneidad para sustentar la condena equivaldría a admitir la utilidad del empleo de medios ilícitos en la persecución penal, haciendo valer contra el procesado la evidencia obtenida con desconocimiento de garantías constitucionales, lo cual no sólo es contradictorio con el reproche formulado, sino que compromete la buena administración de justicia al pretender constituirla en beneficiaria del hecho ilícito@ (C.S.J.N. AFiorentino Diego Enrique s/ tenencia ilegítima de estupefacientes@, del 27/11/1984, Fallos 306:1752). Sobre la base de estas consideraciones, corresponde declarar la nulidad de todo lo actuado a partir del accionar del agente policial mencionado, cuyo desarrollo ha viciado insalvablemente el posterior secuestro de las prendas en infracción a la ley marcaria. Resta aclarar que, sin perjuicio de que advertimos el legítimo interés de la sociedad en la represión estatal de delitos, debe entenderse que ese interés social cede cuando el logro de tal cometido implica avalar o consentir actos que emanan del mismo Estado y que desamparan a los ciudadanos ante el avance de éste sobre sus derechos fundamentales, sin importar en tal caso, la índole y las características del asunto sometido a la decisión del órgano jurisdiccional. Tal como ha sostenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallos 303: 1938, A...la 2384 Poder Judicial de la Nación regla es la exclusión de cualquier medio probatorio obtenido por vías ilegítimas porque de lo contrario se desconocería el derecho al debido proceso que tiene todo habitante de acuerdo a las garantías otorgadas por nuestra Constitución Nacional...@. A partir del caso Rayford (Fallos: 308: 733) la C.S.J.N. ha establecido que A...si en el proceso existe un solo cauce de investigación y este estuvo viciado de ilegalidad, tal circunstancia contamina de nulidad todas las pruebas quese hubieran originado a partir de aquél (considerando 6 , doctrina reiterada en los casos ARuiz@, Fallos 310:1847 y AFrancomano@ Fallos 310:2384)@. En este sentido, del examen de las actuaciones no surge que exista un cauce independiente que permita evitar la exclusión de la prueba obtenida ilegítimamente. De esta forma, habida cuenta de la irregularidad de la actuación policial y la consecuente exclusión del material cargoso de autos, es que corresponde adoptar un temperamento de tipo liberatorio respecto de Levy. Tal es nuestro voto. El Dr. Eduardo Farah dijo: Comparto la solución a la que arriban mis colegas. No obstante, es otro a mi juicio el argumento a partir del cual corresponde concluir de tal modo. En efecto, la irregularidad del obrar policial -y la consecuente invalidez del allanamiento y secuestro del material investigado en autos- emerge del exceso en que habría incurrido el agente Gomes en la actividad formalizada a fojas 39 de este expediente. Adviértase, al respecto, que habida cuenta de la previa intervención judicial en el caso, el marco de la actuación policial se encontraba limitado por el auto obrante a fojas 29, a través del cual el juez a quo sólo había encomendado la Aintensificación de las tareas de inteligencia@ con el objeto de determinar si en el local en cuestión se continuaba Aexhibiendo para la venta indumentaria de las marcas ´Adidas´ y ´Puma´ en infracción a la ley 22.362, debiendo tomarse nuvas vistas fotográficas de dicho comercio@. A partir de estas circunstancias es que comparto la solución que los Dres. Cavallo y Freiler le dan al caso. En virtud del acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: I) DECLARAR LA NULIDAD de todo lo actuado a partir de fs. 39 del presente expediente (artículo 166 y siguientes del Código Procesal Penal de la Nación). II) SOBRESEER a Gustavo Ramón Levy en orden al delito por el que fuera indagado dejando expresa constancia que la formación de la presente no afecta al buen nombre y honor del que hubiera gozado con anterioridad (artículo 336, inciso 2 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber a la Fiscalía de Cámara y remítase a la anterior instancia a fin de que se practiquen las notificaciones a las que hubiere lugar. Sirva la presente de atenta nota de envío. ESTUPEFACIENTES: TENENCIA PARA USO PERSONAL. TENENCIA SIMPLE. Deficit probatorio para seleccionar la primera y adoptar la segunda hipótesis. La imposibilidad de acreditar si la tenencia era para consumo personal o con fines de comercialización conduce a la aplicación de la figura básica de tenencia simple estipulada por el artículo 14, primer párrafo, de la ley 23.737 (causa n°° 24.244, reg. n°° 25.792, del 3/10/06; causa n°° 25.109, reg. n°° 26.859, del 24/05/07). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Luraschi - Irurzun 5.6.2007 APERRONE, Ricardo R. s/procesamiento@@ Causa 25.088 Reg. 26.902 J. 2 - S. 3. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 5 de junio de 2.007.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I- Llegan estas actuaciones a estudio y decisión del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por la Sra. Defensora Oficial, Dra. Perla Martínez de Buck, contra el punto I de la resolución que luce a fs. 43/5 del expediente principal, en cuanto dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de Ricardo Rodolfo Perrone en orden al delito de tenencia simple de estupefacientes (artículo 14, primer párrafo, de la ley 23.737). La recurrente se agravió de la calificación legal adoptada en ese decisorio, por considerar que la droga imputada a su asistido estaba destinada a su consumo personal. II- En primer lugar, cabe señalar que la materialidad del hecho imputado -la cual no ha sido cuestionada- se encuentra demostrada a partir de las actas obrantes a fs. 1/2, 3 y 4/5; declaraciones de los agentes de Prefectura Naval Argentina a fs. 16 y 19; declaraciones testimoniales de fs. 17 y 18; declaración en sede judicial del Oficial Verón a fs. 36 y adelanto del estudio pericial de fs. 51. 2385 Poder Judicial de la Nación En cuanto a la cuestión objeto de este recurso, luego de valorar las constancias mencionadas los suscriptos concluyen que, de momento, resulta acertado el encuadre jurídico que el magistrado de grado ha efectuado respecto del hecho endilgado. Ello así, porque mas allá de la calidad de consumidor habitual de estupefacientes alegada por el imputado al realizar su descargo a fs. 41/2, posteriormente corroborada por el examen médico agregado en su legajo de personalidad, todavía no resultan claras las circunstancias en que fue observado con las pastillas de éxtasis por el personal preventor en oportunidad de celebrarse la fiesta de música electrónica. A tal fin, se advierte la necesidad de agotar la instrucción de acuerdo con lo actuado a fs. 31, 35 y 36 para esclarecer que estaba haciendo Perrone con el estupefaciente incautado antes de ser aprehendido, resultando pertinente contar con la declaración del preventor Oviedo quien junto con los agentes Ibarrola y Verón formara parte del personal de la Prefectura Naval Argentina que llevó a cabo el procedimiento practicado en el Complejo Costa Salguero que condujo, entre otros, a su detención. Por lo pronto, corresponde aplicar el criterio de esta Alzada en cuanto a que la imposibilidad de acreditar si la tenencia era para consumo personal o con fines de comercialización conduce a la aplicación de la figura básica de tenencia simple estipulada por el artículo 14, primer párrafo, de la ley 23.737 (causa n°° 24.244, reg. n°° 25.792, del 3/10/06; causa n°° 25.109, reg. n°° 26.859, del 24/05/07). Por lo expuesto, este Tribunal RESUELVE: CONFIRMAR el punto I del auto obrante a fs. 43/5 en cuanto ordenó el procesamiento del encausado en orden el delito previsto en el artículo 14, primer párrafo, de la ley 23.737. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las restantes notificaciones que correspondan.-@ EXCARCELACION: Monto de la pena conminada como indicador de riesgo procesal. Condena anterior. Conducta demostrativa de su intención de lograr impunidad. Peligro de fuga y entorpecimiento del proceso. Obsta a la concesión de la excarcelación la importante amenaza de pena que se cierne sobre el encausado en virtud de la gravosa imputación que se le efectuara primero en su indagatoria y luego al ser procesado (artículos 150, 184 inciso 1°°, 186 inciso 1°° y 237 agravado en los términos del artículo 238 inciso 2°°, todos del Código Penal) pues constituye un fuerte indicador del riesgo procesal presente en su caso. En adición, el imputado registra como antecedente una condena a tres años de prisión de ejecución condicional por la comisión del delito de tenencia ilegítima de arma de guerra -artículo 189, 4°° párrafo, del Código Penal, conf. ley 25.086-, circunstancia que permite sostener que, de recaer condena en autos, no procederá a su respecto el beneficio contemplado por el artículo 26 del Código Penal. Este punto -nada menor- ciertamente robustece la afirmación precedentemente consignada. A ello cabe agregar el rol central que -según se presume- le habría cabido en la gestación y dirección del accionar reprochado, cuyas especiales características y formas de comisión denotan una palpable intención de sus responsables de lograr la impunidad por diferentes medios, ya sea evitando ser identificados, impidiéndole el paso al personal policial a fin de no permitirle un correcto despliegue de su tarea preventiva, buscando no ser avistados en el lugar de los sucesos -por ejemplo, accediendo a éste por distintas arterias- o alejándose coordinadamente de allí luego de producidos numerosos e importantes daños, agrediendo a los miembros de las fuerzas de seguridad físicamente y con objetos contundentes para no ser detenidos. El marco referido da cuenta del grado de organización y cohesión verificado entre las personas involucradas, algunas de las cuales fueron cauteladas mientras que otras todavía no han podido ser debidamente identificadas. A este cuadro -determinante, por cierto- deben aunarse las especiales circunstancias en que fue aprehendido luego de alejarse del lugar de los hechos, intentando eludir el accionar policial escapando por los 2386 Poder Judicial de la Nación techos de las edificaciones aledañas a una propiedad utilizada por la agrupación que lidera, en cuyos entornos se suscitaron incidentes y agresiones en perjuicio de efectivos de las fuerzas de seguridad. Como se ve, la prueba variada y unívoca descripta conduce a afirmar que la posibilidad de que el encartado vaya a eludir el accionar de la justicia es cierta y concreta. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Luraschi 13.6.2007 AESTECHE, Fernando s/excarcelación@ Causa 25.223 Reg. 26.980 J. 4 - S. 7. NOTA: En el mismo sentido y respecto de la misma persona se expidió el Tribunal en los autos caratulados AISASI, Joaquin@, y ALESACANO, Raul@ del 13.6.2007. ABuenos Aires, 13 de junio de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I- Que la defensa de Fernando Luis Esteche interpuso recurso de apelación contra el auto obrante a fs. 3/6, mediante el cual se denegó la excarcelación solicitada por el nombrado. II- Como primer punto, y adentrándose en el tratamiento de los planteos de invalidez efectuados por la defensa en el marco de esta incidencia, el Tribunal no observa que el acto de indagatoria de Esteche adolezca de los vicios alegados por su asistencia técnica. Es que en la audiencia señalada se realizó una adecuada descripción de los hechos endilgados, con referencias concretas a las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que acaecieron y a las consecuencias lesivas que trajeron aparejados, así como a la participación que le habría cabido al justiciable en ellos. Además, se efectuó una pormenorizada mención de las pruebas que daban sustento a dicha imputación, cumpliéndose también con los demás requisitos impuestos por el ordenamiento ritual. Así las cosas, y descartada la concurrencia de defectos formales, resulta claro que el justiciable contó con la posibilidad de defenderse en forma efectiva de las conductas que se le achacaron. Mal puede entenderse, en este contexto, que se hayan violentado sus garantías constitucionales. Por lo demás, la plataforma fáctica descripta en esa ocasión es exactamente la misma que fuera materia de evaluación y decisión con posterioridad al definirse la situación procesal de Esteche, tal como lo exige el principio de congruencia que debe reglar todas las etapas del enjuiciamiento. III- Por otro lado, la nulidad promovida contra el auto en crisis tampoco habrá de prosperar. Ello, toda vez que la citada resolución contiene las razones de hecho y derecho que le otorgan fundamento, siendo que los varios argumentos vertidos por el recurrente en pos de su postura no se vinculan a la eventual deficiencia o apariencia de la motivación realizada, sino a su disenso con la decisión a que arribó el a quo, asunto ajeno a la vía intentada y propio del marco de la apelación interpuesta, en el que será debidamente abordado. IV- Ingresando ya en el fondo del debate que nos ocupa, de inicio, la importante amenaza de pena que se cierne sobre el encausado en virtud de la gravosa imputación que se le efectuara primero en su indagatoria y luego al ser procesado (artículos 150, 184 inciso 1°°, 186 inciso 1°° y 237 agravado en los términos del artículo 238 inciso 2°°, todos del Código Penal) resulta un dato insoslayable, pues constituye un fuerte indicador del riesgo procesal presente en su caso. En adición, el nombrado registra como antecedente una condena a tres años de prisión de ejecución condicional por la comisión del delito de tenencia ilegítima de arma de guerra -artículo 189, 4°° párrafo, del Código Penal, conf. ley 25.086-, dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal n°° 4 de esta ciudad el 18 de marzo de 2003 (ver fs. 144/6 del ppal.), circunstancia que permite sostener que, de recaer condena en autos, no procederá a su respecto el beneficio contemplado por el artículo 26 del Código Penal. Este punto -nada menor- ciertamente robustece la afirmación precedentemente consignada. A ello cabe agregar el rol central que -según se presume- le habría cabido en la gestación y dirección del accionar reprochado, cuyas especiales características y formas de comisión denotan una palpable intención de sus responsables de lograr la impunidad por diferentes medios, ya sea evitando ser identificados, impidiéndole el paso al personal policial a fin de no permitirle un correcto despliegue de su tarea preventiva, buscando no ser avistados en el lugar de los sucesos -por ejemplo, accediendo a éste por distintas arterias- o alejándose coordinadamente de allí luego de producidos numerosos e importantes daños, agrediendo a los miembros de las fuerzas de seguridad físicamente y con objetos contundentes para no ser detenidos. El marco referido da cuenta del grado de organización y cohesión verificado entre las personas involucradas, algunas de las cuales fueron cauteladas mientras que otras todavía no han podido ser debidamente identificadas. A este cuadro -determinante, por cierto- deben aunarse las especiales circunstancias en que Esteche fue aprehendido luego de alejarse del lugar de los hechos, intentando eludir el accionar policial escapando por los techos de las edificaciones aledañas a una propiedad utilizada por la agrupación que lidera, en cuyos entornos se suscitaron incidentes y agresiones en perjuicio de efectivos de las fuerzas de seguridad. Como se ve, la prueba variada y unívoca descripta conduce a afirmar que la posibilidad de que el encartado vaya a eludir el accionar de la justicia es cierta y concreta. En conclusión, partiendo de la gravedad y características de los hechos endilgados a Esteche, el antecedente condenatorio que registra, así como de la actitud evasiva que -a priori- habría asumido en el contexto de los sucesos y al ser detenido, el Tribunal considera que los extremos apuntados permiten sostener que, de recuperar su libertad, el justiciable habrá de fugarse o entorpecer el curso de la investigación. Por ende, su excarcelación, al momento, 2387 Poder Judicial de la Nación resulta inviable (en los términos de los artículos 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación y en los del 319 de ese ordenamiento). Ello, claro está, en el actual estado de cosas y sin perjuicio de la evaluación más profunda que, sobre el mérito de los elementos probatorios obrantes en el legajo, quepa efectuar al revisar el auto procesamiento con prisión preventiva dictado a su respecto, oportunidad adecuada para un abordaje más concreto de los argumentos vertidos por la defensa en torno al grado de responsabilidad atribuido al nombrado en los hechos. Por lo expuesto, SE RESUELVE: I- NO HACER LUGAR a los planteos de nulidad formulados por la defensa. II- CONFIRMAR el auto recurrido en todo cuanto decide y fuera materia de apelación. Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las restantes notificaciones que correspondan.@ EXCARCELACION: RIESGO PROCESAL. Monto de la pena. Arraigo. Dudas sobre la identidad del procesado. Es demostrativo de la existencia de riesgo procesal circunstancias tales como la alta amenaza de pena correspondiente al delito imputado (art. 5°° inc. Ac@@ de la ley 23.737) ello en cuanto, a priori, genera una presunción en contra de la libertad provisional de los imputados. A su vez, también genera el mismo efecto el hecho de que los procesados sean indocumentados o se encuentre en una situación irregular en el país y especialmente que tengan a su núcleo familiar en el exterior a lo que debe sumarse que existan dudas sobre la verdadera identidad de uno de los imputados o que otro de ellos havría dado un domicilio inexistente. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Cavallo - Farah 19.6.2007 AMARTINEZ LOPEZ, José L. s/procesamiento...@@ Causa 40.554 Reg. 576 J. 11 - S. 22. NOTA: Ver fallo completo. ABuenos Aires, 19 de junio de 2007. Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: ILlegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal en virtud de los recursos de apelación interpuestos por las defensas de Aldo Mitma Campos (fs. 28/29), de Martín Bravo Luque (fs. 30), de José Leonardo Martínez López (fs. 48) y de José Alberto Vilchez Orejón (fs. 49) contra la resolución del a quo obrante a fs. 1/14 mediante la cual dispuso el procesamiento de los nombrados en orden al delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (art. 5, inciso Ac@ de la ley 23.737). Cabe aclarar que la defensa de Mitma Campos sólo se limitó a recurrir la decisión en lo atinente a la prisión preventiva, y que la defensa de Vilchez Orejón y Martínez López no recurrió esta medida cautelar al momento de apelar. Por su parte, el Sr. Agente Fiscal a fs. 19/21 recurrió los puntos dispositivos n° IX, X, XI, XII, XIII, XIV y XV del citado auto, por medio de los cuales el Señor juez sobreseyó a los nombrados y a Estefanía Elízabeth Altamirano o Carolina Edith Altamirano, Alexis Giovanni Blossierts Arteaga y María Celeste Fernández en torno al delito de tenencia ilegítima de armas. IISe inicia la presente investigación el 31 de agosto de 2006 en virtud de una denuncia anónima recibida en Gendarmería Nacional Argentina. En esa ocasión, se daba cuenta de que en el inmueble sito en la calle Chile 2265, Capital Federal, se comercializaban estupefacientes. A esta denuncia se acumularon numerosas denuncias más, como consecuencia de las cuales el Juez de primera instancia ordenó la realización de tareas de inteligencia sobre el domicilio denunciado. En virtud de los resultados de estas medidas, se identificó a distintas personas relacionadas al comercio de estupefacientes (fs. 111, 130, 138, 209, 233 y 362, entre otras) y a las habitaciones n° 2 y 3 del domicilio de Chile 2265 como el lugar en donde se produciría la comercialización (fs. 362, entre otras), por lo que finalmente se ordenó la realización del allanamiento de las habitaciones mencionadas. En la habitación N° 3 Bocupada en el momento del allanamiento por Aldo Mitma Campos y María Celeste FernándezB se secuestró gran cantidad de envoltorios conteniendo material estupefaciente, una importante cantidad de dinero en cambio y envoltorios de nylon similares a los que en su interior contenían estupefacientes. Por su parte, en la habitación n° 2 se secuestró material estupefaciente acondicionado para su venta, dos armas, un rallador con restos de sustancia, dinero en baja denominación, un pasaporte expedido por la 2388 Poder Judicial de la Nación República del Perú a nombre de Martín Bravo Luque, un documento n° 08167972 (expedido por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil de la República del Perú) a nombre de la misma persona y una licencia de conducir a nombre de Miguel Ángel Castiglioni n° 8.521.263. A su vez, en el piso del pasillo ubicado frente a las habitaciones allanadas Bdonde se encontraban, entre otros, Martín Bravo Luque y José Alberto Vilchez Orejón y José Leonardo Martínez LópezB también se secuestraron numerosos envoltorios con material estupefaciente, un rallador, un colador y una pipa de armado casero, todos ellos con restos de sustancia estupefaciente. A fs. 660/664 se encuentra agregado el peritaje sobre la sustancia ilícita secuestrada en autos, por el cual se determinó que se trata de cocaína. IIIAhora bien, a fin de lograr una adecuada exposición de las situaciones procesales de los encausados deviene adecuado analizar cada una de ellas por separado. Por ello, en relación con la situación procesal de Aldo Mitma Campos, debemos resaltar que la defensa no apeló el procesamiento del nombrado, sino tan solo su prisión preventiva. Por esta razón, nos circunscribiremos al estudio de la medida cautelar en el punto V-. Con relación a Martín Bravo Luque, compartimos la valoración probatoria que el a quo efectuó de los elementos de cargo que obran en la causa a su respecto. En primer lugar, corresponde señalar que el nombrado fue detenido en el pasillo frente a las habitaciones n° 2 y 3 al momento del allanamiento, habiendo en el piso diversos elementos vinculados a la venta de drogas. En segundo lugar, en la habitación n° 2 se encontró un pasaporte y un documento (n° 08167972) a su nombre, lo que permitiría inferir que el imputado residía en tal habitación. Si bien es cierto que el nombrado sostuvo en su descargo (fs. 506/508) que los documentos se los habría dado a un tal AGimenez@ o AJimenez@ como garantía de la compra de una de las habitaciones del domicilio Chile 2265 By que sería, entonces esa persona la que viviría en la habitaciónB, tal afirmación no ha sido respaldada por elemento alguno, dando resultado negativo la identificación de AGimenez@ o AJimenez@, por lo que no permite desvirtuar los elementos de prueba que obran en estos actuados en su contra. En este sentido, a fs. 425 luce el testimonio de Manuel Antonio Torrico Marchan Bdomiciliado en Chile 2265B quien dio cuenta de que Luque vive en la habitación n°2 y la declaración del Inspector Gastón Acuña en donde da cuenta de que vecinos del lugar habrían manifestado no conocer a ningún AGimenez@ o AJimenez@ y que en la habitación n° 2 vivía un masculino de nombre AMarcelo@, AParaguayo@ o APatachin@ quien habría vendido la habitación a un tal AMartín@ (conforme fs. 641). Por otro lado, también son relevantes los testimonios que refieren que los imputados en esta causa indistintamente vendían droga (conforme fs. 477/478, entre otras), que el consorte de causa Martínez López entraba y salía de las habitaciones n° 2 y 3, y que el material estupefaciente se compraba desde la reja del domicilio de la calle Chile 2265 (y no dentro de cada una de las habitaciones internas). Por estas razones, consideramos que existe el grado de conocimiento requerido por el artículo 306 del C.P.P.N., para sostener que Martín Bravo Luque tenía el estupefaciente incautado para su comercialización. En relación con José Alberto Vilchez Orejón, también concordamos con el a quo al considerar que se encuentra reunido a su respecto el grado de conocimiento requerido por el artículo 306 del C.P.P.N. En efecto, el nombrado fue detenido en el momento del allanamiento mientras se encontraba en el pasillo frente a las habitaciones n° 2 y 3, llevando consigo la suma de $321. Esta circunstancia, sumada al hecho de que fue identificado en las tareas de inteligencia como AElmer Osco Gutierrez@, quien tenía participación en la venta de estupefacientes investigada según fs. 130 vta., 233 y 362, impiden que el descargo del imputado Ben el sentido de que sólo habría estado de visita en el domicilio de Chile 2265 al momento del allanamientoB permita desvirtuar la imputación delictiva en su contra. A estas circunstancias, se suman las consideraciones realizadas al momento de analizar la situación procesal de Bravo Luque (en el sentido de que todos indistintamente vendían droga, que entraban y salían de las habitaciones y que el material estupefaciente se vendía desde la reja del domicilio cuestionado). Respecto de José Leonardo Martínez López, también confirmaremos la resolución recurrida en este punto. En efecto, el nombrado fue detenido al momento del allanamiento mientras se encontraba en el pasillo frente a las habitaciones n° 2 y 3 de la calle Chile 2265. Por otro lado, conforme surge de la declaración de la Cabo Fredes de la PFA a fs. 429 éste habría arrojado un elemento al piso al notar la presencia policial minutos antes del allanamiento Bdebiendo recordar que no pudo determinarse cuál de los elementos secuestrados fue el arrojado por el imputadoB, donde se incautaron elementos vinculados a la venta de droga. Esta circunstancia, sumada al hecho de que Martínez López sería el individuo identificado como Ael cabezón@ en las tareas de inteligencia (fs. 429), quien Bconforme se sostuvoB entraba y salía de las habitaciones n° 2 y 3 y habría sido señalado por los vecinos del lugar como uno de los involucrados en el comercio de estupefacientes, resultan suficientes para acreditar su vinculación con los hechos por los cuales se lo responsabiliza y genera que su descargo aparezca sólo como un intento de mejorar su situación procesal. IVEn lo atinente a la calificación legal escogida por el a quo en el auto apelado, entendemos que la misma luce adecuada, sin perjuicio de la que en definitiva corresponda. En efecto, el comportamiento de los procesados encuadra en la figura prevista por el artículo 5, inciso Ac@ de la ley 23.737 en tanto habrían tenido el material estupefaciente incautado con fines de comercialización. Las tareas de inteligencia realizadas en la presente investigación dan cuenta de que en el domicilio allanado se han realizado en diversas oportunidades intercambios de estupefacientes con personas que se acercaban al lugar (fs. 130, 233, 2389 Poder Judicial de la Nación 362, entre otras), siendo que muchos de los compradores fueron luego detenidos portando sustancia prohibida (confrontar fs. 310/311, 316 y 391/393). Sobre el punto, corresponde señalar al magistrado que pesa una imputación sobre Marcos Nicolás Paredes que no ha sido evaluada en autos (confrontar fs. 316 y siguientes) circunstancia que deberá ser regularizada una vez devueltas las actuaciones. Luego, la cantidad de droga secuestrada, la circunstancia de que fuera hallada distribuida en pequeños envoltorios y el secuestro de elementos de fraccionamiento (bolsas de nylon, rallador y colador) permiten descartar la posibilidad de que la tuvieran para su propio consumo y avalan, en principio, la hipótesis del comercio. (Ver, en especial, el acta de allanamiento de fs.403/406). VEn lo que concierne al encierro preventivo de los imputados en autos debemos realizar las siguientes consideraciones. En primer lugar, debemos recalcar que el Dr. Fernando Ponga, defensor de José Alberto Vilchez Orejón (hoy su asistencia está en cabeza del Dr. Juan Martín Hermida, defensor oficial) y de José Leonardo Martínez López, no se ha agraviado de la prisión preventiva que pesa contra sus pupilos al momento de interponer los recursos de apelación, planteando recién en esta instancia la nulidad de la medida cautelar. Por ello, no encontrándose habilitada esta instancia para entrar a analizar el acierto o no de la prisión preventiva de los nombrados, y considerando que la nulidad solicitada no puede ser tratada en el marco del recurso de apelación limitado por el propio letrado, es que habrá de remitirse la presente a primera instancia a fin de que el Sr. Juez le de el curso correspondiente. Con respecto a Aldo Mitma Campos y a Martín Bravo Luque, avalaremos lo resuelto por el a quo en tanto aparece como verosímil la existencia del riesgo procesal al que el Juez hace referencia. En primer término, la alta amenaza de pena del delito imputado representa una circunstancia que, a priori, genera una presunción en contra de la libertad provisional de los imputados. A su vez, también genera el mismo efecto el hecho de que los procesados sean indocumentados o, como en el caso de Bravo Luque, se encuentre en una situación irregular en el país, y especialmente que tengan a su núcleo familiar en el exterior. A ello debe sumarse que existen dudas sobre la verdadera identidad de Aldo Mitma Campos (fs. 557) y que Martín Bravo Luque habría dado un domicilio inexistente (según surge del legajo personal de Bravo Luque) VIEl Sr. Fiscal, en su recurso de apelación, se agravió de los sobreseimientos dictados en la resolución recurrida en relación con el delito de tenencia simple de armas de fuego de uso civil (artículo 189 bis del Código Penal) y postuló la incompetencia del fuero federal sobre el hecho. Sostuvo que el artículo 33, inciso 1°, apartado Ae@ del C.P.P.N. al referirse a la competencia del Juez Federal , establece el supuesto de infracción al artículo 189 bis (1), (3) y (5) del C.P., encontrándose ajena a la competencia de este fuero la simple tenencia de armas de fuego de uso civil sin la debida autorización legal (2), como es el caso. Por estas razones, y siendo que compartimos en un todo los argumentos expuesto por el Sr. Fiscal, es que revocaremos los sobreseimientos dispuestos respecto de Martín Bravo Luque, Estefanía Elízabeth Altamirano o Carolina Edith Altamirano, José Leonardo Martínez López, Alexis Giovanni Blossierts Arteaga, Aldo Mitma Campos, María Celeste Fernández y José Alberto Vilchez Orejón en orden al artículo 189 bis del Código Penal, declarando la incompetencia del Juezgado Federal N° 11 para seguir en la investigación del suceso. Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I- CONFIRMAR el decisorio apelado en cuanto decreta el procesamiento de Martín Bravo Luque, José Leonardo Martínez López y José Alberto Vilchez Orejón por considerarlos prima facie autores penalmente responsables del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización previsto y reprimido en el artículo 5°, inciso Ac@ de la ley 23.737(art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación). II- CONFIRMAR la prisión preventiva respecto de Aldo Mitma Campos y Martín Bravo Luque (art. 312, 316, 317 y 319 C.P.P.N.). III- REVOCAR los sobreseimientos dictados respecto de Martín Bravo Luque, Estefanía Elízabeth Altamirano o Carolina Edith Altamirano, José Leonardo Martínez López, Alexis Giovanni Blossierts Arteaga, Aldo Mitma Campos, María Celeste Fernández y José Alberto Vilchez Orejón por el delito de tenencia ilegítima de armas (artículo 189 bis del Código Penal) y DECLARAR LA INCOMPETENCIA del Juzgado Nacional Criminal y Correccional Federal N° 11, debiendo remitirse a la Excelentísima Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional. Regístrese, hágase saber al Ministerio Público Fiscal y remítase a la anterior instancia a fin de que el magistrado proceda de acuerdo a lo señalado en los considerandos respecto del planteo de la defensa de Martínez López y Vilchez Orejón y a fin de que se practiquen las notificaciones de rigor. Sirva la presente de muy atenta nota de envío.@ EXCEPCIONES PREVIAS: INDULTO. COSA JUZGADA. LITIS PENDENCIA. Ne bis in idem. Doble juzgamiento. CONSTITUCION NACIONAL. Hechos por los cuales no medió acusación. 2390 Poder Judicial de la Nación La reapertura de un proceso penal no importa un nuevo juzgamiento por los mismos hechos y la consecuente violación al principio ne bis in ídem, si los que se le reprochan a los imputados no formaron parte de una acusación fiscal -en los términos del artículo 361 del C.J.M.-. Por ello corresponde descartar la aplicación al caso de la garantía constitucional contra la doble persecución penal. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Luraschi 19.7.2007 AACOSTA, Jorge E. y otros s/proc. y P.P....@ Causa 24.898 Reg. 27.149 J. 12 - S. 23. NOTA I: Ver fallo completo. NOTA II: Los delitos motivo de procesamiento han sido considerados como de lesa humanidad. ABuenos Aires, 19 de julio de 2007. Y VISTOS Y CONSIDERANDO: I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal en virtud de los recursos de apelación interpuestos a fs. 201/2 por el Dr. Fernando Goldaracena, defensor de Jorge Enrique Perren, Jorge Luis Magnacco y Antonio Vañek -contra los puntos dispositivos 15, 47 y 51-; a fs. 203 por Carlos Hernán Franco, defensor de Carlos Jaime Fraguio -puntos dispositivos 43 y 44-; a fs. 308/10 por Raúl Álvaro Landini, defensor de Julio Antonio Torti -puntos dispositivos 63 y 64-; a fs. 313/39 por Alfredo A.A. Solari, defensor de Alberto Eduardo González, Juan Carlos Rolón, Néstor Omar Savio, Raúl Enrique Scheller, Carlos José Pazo, Miguel Ángel Benazzi Berisso y Oscar Rubén Lanzón -puntos dispositivos 11, 12, 21, 22, 23, 24, 35, 36, 53, 54, 59, 60, 65 y 66-; a fs. 340/2 por la Dra. Verónica M. Blanco, defensora oficial de Jorge Eduardo Acosta, Alfredo Ignacio Astiz, Manuel Jacinto García, Antonio Pernías, Jorge Raúl González, Jorge Carlos Rádice, Néstor Omar Savio, Víctor Francisco Cardo, Ernesto Frimón Weber, Ricardo Guillermo Corbetta, Juan Antonio Azic, Carlos Orlando Generoso, Héctor Antonio Febres, Rogelio Martínez Pizarro y Eugenio Batista Vilardo -puntos dispositivos 1, 2, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 13, 14, 17, 18, 23, 24, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 37, 38, 45, 46, 55, 56, 57 y 58-; a fs. 343/5 el Dr. Marcelo A. Riguera, defensor de Roberto Pérez Froio -punto dispositivo 60 y 61-; a fs. 385/6 por el Dr. Guillermo Felipe Coronel, defensor de Julio César Coronel -puntos dispositivos 39 y 40-; a fs. 387/390 el Dr. Sebastián Olmedo Barrios, defensor de Hugo Enrique Damario -puntos dispositivos 41 y 42-; a fs. 403/4 por el Dr. Norberto N. Giletta, defensor de Francisco Lucio Rioja y Pedro Antonio Santamaría -puntos dispositivos 19, 20, 25 y 26- y finalmente a fs. 459/63 por el Dr. Adolfo Casabal Elía, defensor de Guillermo Suárez Mason y Oscar Antonio Montes -puntos dispositivos 3, 4, 49 y 50- , todos contra la resolución que luce a fs. 1/200 de esta incidencia (fs. 23.224/23.522 del principal) que dispone: 1°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Jorge Eduardo Acosta de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por imposición de tormentos con resultado muerte, y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 2°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos treinta millones de pesos ($ 230.000.000). 3°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Oscar Antonio Montes de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 4°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos cuarenta y cinco millones de pesos ($245.000.000). 5°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Alfredo Ignacio Astiz de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 6°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos cincuenta y ocho millones de pesos ($258.000.000). 7°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Manuel Jacinto García de las demás 2391 Poder Judicial de la Nación condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada y por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 8°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos treinta y un millones de pesos ($ 231.000.000). 9°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Antonio Pernías de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 10°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos cuarenta y cinco millones de pesos ($245.000.000). 11°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Alberto Eduardo González de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 12°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($ 263.000.000). 13°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Raúl Jorge González de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 14°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($ 263.000.000). 15°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Jorge Enrique Perren de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 16°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000). 17°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Jorge Carlos Rádice de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 18°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000). 19°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Francisco Lucio Rioja de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si 2392 Poder Judicial de la Nación 20°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos cuarenta y cinco millones de pesos ($245.000.000). 21°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Juan Carlos Rolón de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 22°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000). 23°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Néstor Omar Savio de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 24°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000). 25°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Pedro Antonio Santamaría de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí fueron descriptos; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 26°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000). 27°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Víctor Francisco Cardo de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 28°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000). 29°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Ernesto Frimon Weber de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada y por su participación en los hechos que allí fueron identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 30°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y tres millones de pesos ($263.000.000). 31°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Ricardo Guillermo Corbetta de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada y por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 32°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos sesenta y seis millones de pesos ($266.000.000). 33°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Juan Antonio Azic de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos, (arts. 55, 144 ter primer párrafo del C.P. conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 2393 Poder Judicial de la Nación 34°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de sesenta y un millones de pesos ($61.000.000). 35°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Raúl Enrique Scheller de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada, y por imposición de tormentos con resultado muerte (arts. 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 36°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de ciento noventa y ocho millones de pesos ($198.000.000). 37°) ampliar el procesamiento con prisión preventiva de Héctor Antonio Febres de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada y por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todo lo cual concurre materialmente entre si. 38°) ampliar el embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos setenta y un millones de pesos ($271.000.000). 39) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Julio César Coronel de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal, conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 40°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000). 41°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Hugo Enrique Damario de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 42°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000). 43°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Carlos Jaime Fraguio de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; y por imposición de tormentos con resultado muerte (arts. 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 44°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de ochenta y nueve millones de pesos ($89.000.000). 45°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Carlos Orlando Generoso de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 46°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000). 47°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Jorge Luis Magnacco de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí descriptos; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales 2394 Poder Judicial de la Nación concurren materialmente entre si. 48°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de trescientos cincuenta y cinco millones de pesos ($355.000.000). 49°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Carlos Guillermo Suárez Mason de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 50°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos cincuenta y ocho millones de pesos ($258.000.000). 51°) no hacer lugar a la excepción de indulto planteada y dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Antonio Vañek de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si 52°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos cuarenta y un millones de pesos ($241.000.000). 53°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Carlos José Pazo de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 54°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000). 55°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Rogelio José Martínez Pizarro de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 56°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de cuatrocientos veinte millones de pesos ($420.000.000). 57°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Eugenio Batista Vilardo de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 58°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000). 59°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Miguel Ángel Benazzi Berisso de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí identificados; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 60°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de trescientos cincuenta y cinco millones de pesos ($355.000.000). 61°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Roberto Pérez Froio de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse 2395 Poder Judicial de la Nación cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 62°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos setenta y seis millones de pesos ($276.000.000). 63°) no hacer lugar a la excepción de indulto planteada y dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Julio Antonio Torti de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos que allí se identificaron; por privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones y por haberse cometido con violencia y amenazas en forma reiterada; por imposición de tormentos con resultado muerte y por tentativa de privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones (arts. 42, 55, 144 bis inciso 1° y último párrafo y 144 ter primer y último párrafos del Código Penal conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 64°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de doscientos setenta y tres millones de pesos ($273.000.000). 65°) dictar auto de procesamiento con prisión preventiva de Oscar Rubén Lanzón de las demás condiciones personales obrantes en autos por hallarlo coautor penalmente responsable de los delitos de imposición de tormentos cometido en forma reiterada por su participación en los hechos allí se identificaron (arts. 55 y 144 ter primer párrafo conforme texto de la ley 14.616), todos los cuales concurren materialmente entre si. 66°) mando trabar embargo sobre los bienes y/o dinero del nombrado hasta cubrir la suma de sesenta millones de pesos ($60.000.000). II. Radicadas las actuaciones en esta Alzada, en la oportunidad prevista por el artículo 454 del Código Procesal Penal, presentaron memorial los querellantes, Horacio Verbitsky -Presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales- y Carolina Varsky, solicitando en la presentación agregada a fs. 604/11, que se confirmen los procesamientos decretados; por el contrario, los Dres. Norberto A. Giletta y Norberto N. Giletta a fs. 505/547, la Dra. Verónica Blanco a fs. 548/84, el Dr. Carlos Hernán Franco a fs. 585/593, los Dres. Sergio Bianchi y Marcelo Riguera a fs. 594/603, el Dr. Guillermo Felipe Coronel a fs. 612/8, el Dr. Sebastián Olmedo Barrios a fs. 619/622, el Dr. Raúl Álvaro Landini a fs. 623/6, el Dr. Juan María Aberg Cobo a fs. 627/32 y el Dr. Fernando Goldaracena a fs. 633/640, solicitaron en las mencionadas presentaciones que los procesamientos decretados sean revocados, y efectuaron otros planteos que, por resultar comunes a los distintos co-imputados, serán agrupados y tratados a continuación en forma conjunta. III. Cuestiones preliminares: 1. Nulidades: A) En primer lugar habrán de ser rechazadas las nulidades introducidas por las defensas, en cuanto se refieren a la falta de descripción de los hechos y las pruebas, y a una Ainexistente@ o Adeficiente@ relación de ellos con la imputación concreta que se les efectúa a sus pupilos, extremos que llevan a tachar de arbitraria la resolución recurrida (ver en tal sentido los escritos de los Dres. Carlos Hernán Franco -fs.585/93-; Guillermo Felipe Coronel -fs.612/8-; Sebastián Olmedo Barrios -fs.619/22-; Raúl Álvaro Landini -fs.623/6-; y Fernando Goldaracena -ver fs.633/41-) Contrariamente a lo afirmado, a criterio de este Tribunal la decisión cuestionada está suficientemente motivada conforme las exigencias del art. 308 del Código Procesal Penal, para conformar un acto jurisdiccional válido, ya que se encuentra fundada en las constancias de la causa. En tal sentido, aunque las partes invoquen la existencia de supuestas nulidades, los planteos ensayados resultan ser agravios mediante los cuales expresan su disconformidad con el modo en que fue resulta la cuestión, los que encontrarán debida respuesta por la vía de las apelaciones articuladas. Por otra parte, y en relación a las críticas formuladas por los letrados en contra de la valoración de los medios de prueba obtenidos en el proceso, con un claro predominio de testimonios de víctimas (ver específicamente los memoriales de los Dres. Giletta de fs. 507/23, 504/47, Olmedo Barrios de fs.619/23, Aberg Cobo a fs. 627/32 y Goldaracena a fs. 633/41), corresponde traer como referencia al respecto, las pautas señaladas en la causa n1 13/84 por esta Cámara. Se dijo en esa oportunidad que: A...la declaración testimonial es un medio de prueba que se privilegia frente a modos particulares de ejecución en los que deliberadamente se borran las huellas, o bien se trata de delitos que no dejen rastros de su perpetración, o se cometen al amparo de la privacidad. En tales supuestos a los testigos se los llama necesarios@. AEn la especie, la manera clandestina en que se encaró la represión, la deliberada destrucción de documentos y de huellas, el anonimato en que procuraron escudarse sus autores, avala el aserto@. ANo debe extrañar, entonces, que la mayoría de quienes actuaron como órganos de prueba revistan la calidad de parientes o de víctimas. Son testigos necesarios@ (causa n1 13/84, Sentencia de fecha 9 de diciembre de 1985, Tomo I, pág. 294, Imprenta del Congreso de la Nación, 1987). Esta cita reiterada ante cada ocasión en que las asistencias letradas plantean este agravio, resulta imprescindible ante hechos que tuvieron como principal método operativo la eliminación física de las víctimas y de todas aquellas personas que quisieran conocer el destino de familiares y amigos. Por caso puede citarse la resolución de este Tribunal dictada en la causa n° 24.004 ADomon, Alice y otras@, Reg. 25.879, resuelta el 17 de octubre de 2006, en la que se describió cómo el aparato represivo secuestró, torturó y ultimó a familiares que procuraban obtener algún dato sobre parientes y amigos desaparecidos. Ello también descalifica los cuestionamientos sobre los dichos de las víctimas que permanecieron con vida intentando presentarlos como parte en una negociación, cuando, como ya se ha visto, sus captores tenían disposición absoluta sobre sus actividades, bienes y vida, de modo que sus valiosos aportes a este proceso no merecen ser 2396 Poder Judicial de la Nación opacados por las motivaciones que hubiera podido tener el aparato represivo para mantenerlos con vida. Sentado ello resulta inapropiada la pretensión de las defensas que apunta a descalificar las declaraciones obrantes en la causa invocando supuestas faltas de precisión, sin perjuicio de que los letrados cuentan con la posibilidad de solicitar que en la posterior etapa de debate se recreen los testimonios, y se los interrogue sobre aquellos aspectos que consideren necesario esclarecer. Finalmente, debe señalarse que de acuerdo al principio de la sana crítica racional, el a quo no sólo describió los elementos probatorios colectados, sino que efectuó su valoración crítica, expresando las razones que, surgidas de las pruebas colectadas, determinan la decisión adoptada. Se observa que el resolutorio apelado contiene, en el Considerando II, una descripción de la prueba relacionada con los hechos que aquí se investigan, y en el Considerando III una valoración preliminar, que se amplía en ese mismo acápite al analizar cada situación en particular, siendo ése el momento donde evalúa su pertinencia, y los vincula con otras constancias de la causa y con la conclusión a la que arribará. Así descriptos, valorados y relacionados con otras probanzas arrimadas a la investigación, los testimonios son pruebas concretas y suficientes que crean la convicción necesaria para corroborar los hechos, con el grado de certeza que requiere esta etapa procesal, a lo que debe añadirse que al ser perfectamente reproducibles en la etapa de debate, vedan la posibilidad de perjuicio y alejan toda pretensión de nulificarla, debiendo en consecuencia rechazarse las nulidades invocadas. B) Tampoco habrá de aceptarse la nulidad que introdujeron los Dres. Giletta en los memoriales que lucen a fs. 507/23 y 524/47 y el Dr. Solari en su apelación de fs. 311/39, alegando la falta de competencia del Tribunal que por resolución en pleno dispuso continuar con el trámite de los sumarios paralizados, bajo las disposiciones del Código Procesal Penal de la Nación. En efecto, aunque la aplicación de las leyes de Apunto final@ (ley 23.492) y de Aobediencia debida@ (ley 23.521) detuvieron el trámite del proceso, con el dictado de la ley 25.779 que declaró insanablemente nulas a las normas referidas, esta Cámara en pleno dispuso continuarlas, ocasión en la que afirmó: A...la sanción del Código Procesal Penal de la Nación (ley n°23.984) y de las leyes 24.556 y 24.820, por las que se incorporó a nuestro orden normativo interno, con rango constitucional, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, impide continuar bajo el procedimiento instaurado por la ley 23.049 y veda la intervención del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas...@ (reg. n°04/03 P del 1/09/2003). Por otra parte, como se sostuvo en las anteriores oportunidades en que se efectuaron planteos similares: A...las resoluciones 3/03P y 4/03P constituyen actos de superintendencia enmarcados en atribuciones reglamentarias referidos en la asignación de un juzgado para entender en un expediente, y que, por ende, resultan ajenas a la actividad jurisdiccional que tiene sustento en el Código Procesal Penal de la Nación...@ (ver resolución del Tribunal en Pleno del 16/9/2003). Ahora bien, aunque la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal abrió la queja y concedió el 12 de septiembre de 2003 -reg. n°5696.4- el recurso de casación interpuesto por el Dr. Solari contra dicho decisorio (en representación del co-imputado Scheller), y ese planteo aún no está resuelto, recientemente rechazó la queja intentada por el mismo letrado contra la resolución de este Tribunal en la que no hizo lugar a la nulidad que pretendía Ade todo lo actuado@ fundándola en el efecto suspensivo de aquél recurso (ver registro n°8.431.4, rta. el 22/3/2007). En consecuencia deviene conducente recordar que esta Alzada sostuvo en esa oportunidad que: A...un alcance tal importa una postergación de la investigación de estos crímenes de lesa humanidad, retardando las obligaciones asumidas en ese sentido por la Argentina y desvirtuando los objetivos que nuestro país tuvo en miras al suscribir los tratados internacionales...@ (ver causa n° 23.169 AIncidente de falta de acción@, reg. n° 24.440, rta. el 8/11/2005), decisión que a partir del rechazo de la queja que a su respecto dispusiera la Cámara Nacional de Casación Penal, torna inconsistente los agravios ensayados, sin perjuicio de lo que en definitiva resuelva el mencionado Tribunal casatorio en cuanto al fondo de la cuestión. C) No tendrán acogida favorable los diferentes planteos que bajo el rótulo de nulidad ensayó el Dr. Alfredo A.A. Solari (ver fs. 312/39), alegando que el juez a quo incurre en errores de subsunción de los tipos penales. En tal sentido, en cuanto al primer error de subsunción que invoca, fundado en la existencia de diferentes decretos que a su entender permitían a sus pupilos actuar del modo en que lo hicieron, deberá estarse a la amplia respuesta que se le dará en el apartado 3 del presente Considerando. En cuanto a la segunda cuestión de subsunción que menciona el letrado, este Tribunal entiende que es inadecuado sostener que el instructor no distingue o no diferencia (como la exigía la ley 14.616) cuáles son las conductas que constituyen Atormentos@ (previstas y reprimidas en el artículo 144 ter primer párrafo), y cuáles Aseveridades@, Avejaciones@ y Aapremios@ (previstas y penadas en el artículo 144 bis., incisos 2 y 3). Por el contrario, debe remitirse la defensa a la extensa explicación que efectúa el a quo a lo largo del Considerando IV, oportunidad en la que expresa el motivo por el cual califica los hechos de uno u otro modo, extremos que llevan a descartar la nulidad solicitada, sin perjuicio de la calificación que en definitiva se le asigne en estos actuados y en la posterior etapa de debate. D) Finalmente en cuanto a la nulidad que invoca el Dr. Solari, relacionada con la incorrecta imputación de casos cuyas víctimas se desconocen (AN.N@), y aquellos en los que se omite consignar la fecha del hecho atribuido (ver fs.312/39); así como la sostenida por el Dr. Goldaracena, quien afirma que la lista de casos es Asumamente vaga e imprecisa@ (ver fs. 633/41), deberá estarse al posterior análisis que se efectuará en los Considerandos V. y VI. en donde nos ocuparemos de los casos en el marco de la apelación. E) Para concluir debe decirse que también habrá de rechazarse la nulidad que interpuso el Dr. Landini a fs. 623/6, en cuanto tacha de arbitraria la resolución dictada por el instructor, alegando que no trató la excepción de indulto que interpuso en la indagatoria y/o que la trató erróneamente como excepción de cosa juzgada. Contrariamente a lo afirmado, fue el propio letrado el que las planteó bajo el mismo fundamento, desprendiéndose del acta de indagatoria que luce a foja 21.584 del principal que: AYopone la excepción de indulto y cosa 2397 Poder Judicial de la Nación juzgada fundada en el antecedente AAquino, Mercedes s/denuncia Caso Martinelli Oliva s/plantea inconstitucionalidad del decreto 1002/89@ resuelta por la CSJN el 14/10/92 (315:2421); todo ello con violación al principio non bis in ídem. Agrega además que a este respecto, que se encuentra también en trámite ante la mencionada Sala IV de la Casación la causa n° 6498, originada en el incidente n° 55, en el cual plantea la excepción de falta de acción por cosa juzgada; el que a su vez resulta copia del planteo oportunamente deducido en el incidente n° 35 inconstitucionalidad indulto 1002/89, promovido por la querella a cargo del Dr. Rodolfo Yanzón, y que a su vez tramita actualmente ante la misma Sala IV de Casación bajo el n° 6110, sin haber sido resuelta a la fechaY@. Es así como, en la oportunidad de expedirse sobre la situación procesal de Julio Antonio Torti Considerando III, apartado 30, punto C- el a quo luego efectúa una amplia fundamentación para proceder a rechazar el planteo, concluye:AYde la mera confrontación de los hechos que se enrostran en la causa n° 761 y los que se investigan ante esta magistratura se debe concluir que el nombrado Torti no ha sufrido -en relación a los hechos enrostrados ante este Tribunal-, una persecución penal por parte de un estamento de la Justicia Nacional, por lo que debe ser rechazadoY@. En consecuencia, la nulidad introducida no puede tener favorable acogida, ya que más allá de la disconformidad y discrepancia que la defensa tenga con la solución adoptada, el planteo ha sido debidamente contestado, sin perjuicio de que, como lo indica el letrado en la indagatoria de su pupilo, aún se encuentren pendientes de resolución ante la Cámara Nacional de Casación Penal los incidentes en los que se debatió ampliamente ese tema, oportunidad en la que se ensayaron idénticos agravios. Cabe recordar en tal sentido, que cuando este Tribunal se expidió sobre la inconstitucionalidad del decreto 1002/89, sostuvo en punto a la alegada violación del ne bis in ídem que: AYcon el análisis de los antecedentes de esta investigación surge que la reapertura de este expediente para los imputados no importa un nuevo juzgamiento por los mismos hechos y la consecuente violación al principio ne bis in ídem, dado que los hechos que se le reprochan a los imputados de autos no formaron parte de una acusación fiscal -en los términos del artículo 361 del C.J.M.-. Por ello corresponde descartar la aplicación al caso de la garantía constitucional contra la doble persecución penal. Dicho en otros términos los sobreseimientos dictados respecto de los imputados de este incidente no son un obstáculo para la tramitación de este procesoY@. Y por otra parte, en relación al antecedente AAquino@ que la parte invoca para oponer la excepción de indulto se señaló:AYla discusión planteada con anterioridad a la reapertura de la causa se centró en cuestiones técnico formales sobre la oportunidad en la que se dicta el indulto (a procesados o a condenados), pero no en abordar el problema fundamental de los límites jurídico-materiales de la medida analizada. El problema que plantea la aplicación del decreto cuestionado es si los delitos que aquí se imputan pueden ser indultados o si, por el contrario, el Estado argentino tiene el deber de perseguirlos y penarlos. En la época en que fue dictado el perdón analizado existían normas de rangos supra legales que permitirían cuestionar su legitimidad. Luego de la reforma constitucional de 1994 resulta evidente la inconducencia de la discusión sobre la condición de condenados o procesados de sus beneficiarios y la necesidad de centrar el debate en determinar si los hechos calificados como crímenes contra la humanidad pueden ser perdonados por parte de algunos de los poderes del Estado a través de actos propios. Tal situación remite a la obligación internacional derivada del artículo 2° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Allí establece que ASi el ejercicio de los derechos y las libertades mencionados en el artículo 1° no estuviere garantizado por disposiciones legislativas de otro carácter; los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y las disposiciones de esta Convención las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades@Y AYLa obligación de adoptar medidas, en consonancia con el deber de garantía, versa también sobre la eliminación de las normas incompatibles con los tratados y comprende la obligación de no dictar tales medidas cuando ellas conduzcan a violar esos derechos y libertades (al respecto: C.I.D.H., Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes violatorias de la Convención-artículos 1 y 2, Convención Americana sobre Derechos Humanos-, Opinión Consultiva OC-14/94 del 9 de diciembre de 1994). Esto es perfectamente aplicable al caso en estudio, ya que Anadie puede sostener seriamente que [el indulto] sea más intocable que una ley [...] particularmente en cuanto a la lesión de derechos que puede implicar@ (Zaffaroni, Eugenio Raúl; Alagia, Alejandro; Slokar, Alejandro; ADerecho Penal. Parte General@, Ediar, Buenos Aires, 2000, pág. 850). En 1994, finalmente, se produjo la reforma constitucional que no sólo acogió esta doctrina sino que fue más allá ampliándola. A la vez que reconoció la mayor jerarquía normativa de los tratados respecto de las leyes nacionales, en el actual artículo 75, inciso 22 de la Constitución Nacional, dio rango constitucional a un grupo determinado de instrumentos internacionales, y agregó un mecanismo de decisión para otorgar esa jerarquía a otros tratados de derechos humanos. Así, es indudable que esta nueva perspectiva del problema impone revisar los criterios relativos a la jerarquía de las normas internas y los instrumentos internacionales. En rigor, corresponde modificar los parámetros tradicionalmente utilizados y adaptarlos a la nueva realidad impuesta no sólo por vía jurisprudencial del Máximo Tribunal, sino por la propia Constitución. Además, como se recordará, para la fecha de la firma del decreto 1002/89 (6 de octubre de 1989) el Congreso ya había aprobado la Convención Americana de Derechos Humanos (desde el 11 de marzo de 1984), así como también el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (desde el 17 de abril de 1986) y la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (desde el 30 de julio de 1986). A su vez, en función del criterio sentado por la Corte Suprema de Justicia según el cual los tratados internacionales quedan incorporados a la legislación del país a partir de su aprobación por el Congreso Nacional (Fallos 202:353), esas normas convencionales formaban parte del derecho interno. De tal modo que la contradicción que se advierte entre el decreto analizado y los tratados 2398 Poder Judicial de la Nación internacionales invocados impone al Estado argentino la obligación de suprimir las normas y prácticas que de cualquier naturaleza impliquen una violación a los derechos y garantías que emanan de esos instrumentos. Es por ello que habiéndose dictado normas de ese tenor no corresponde aplicarlas si de tal circunstancia pudiere derivar responsabilidad para el Estado Argentino, por la actividad de, al menos uno de sus poderes soberanos. Así la única vía posible para evitar tal situación la constituye el desconocimiento de la validez del decreto 1002/89. Esta consecuencia es la única posible aún ante la existencia de derecho convencional en la materia, pues la consideración de los hechos como crímenes contra la humanidad genera en cada Estado miembro de la comunidad internacional la obligación de juzgar y castigar a sus autores, en tanto delitos de esa naturaleza lesionan valores que la humanidad no duda en calificar como esenciales y constitutivos de la persona humanaY@ (ver causa n° 22.544 AVañek@, reg n° 23.944, rta. el 8/7/2005). Por lo expuesto, se rechazan las nulidades introducidas por el Dr. Landini. 2. Cosa Juzgada: Sostienen los Dres. Norberto Ángel Giletta y Norberto N. Giletta B ver fs. 507/23 y 524/47- que debe respetarse la plena validez de las leyes n° 23.492 de APunto Final@ y n° 23.521 de AObediencia Debida@, ya que la ley n° 25.779 que las declara nulas, no puede0 generar efectos retroactivos, porque viola la seguridad jurídica que podría derivar de la revisión de situaciones que se suponían definitivas e incorporadas al bagaje de sus asistidos. Debe reiterarse que este Tribunal ha sostenido que: A...frente a la categoría de los delitos que se investigan en autos, no parece razonable que sus eventuales autores pudieran suponer válidamente que poseían un derecho adquirido a las soluciones parciales y temporarias que limitaron su juzgamiento. Por el contrario, existe una expectativa razonable en que el Estado asuma la obligación derivada del artículo 118 de la Constitución Nacional -no sólo ante sus nacionales, sino frente a la comunidad internacional- de juzgamiento de los delitos contra el derecho de gentes -de los que forman parte los crímenes contra la humanidad- como categoría de ilícitos de persecución obligatoria...@ (ver causa n° 22.544 AVañek@, reg n° 23.944, rta. el 8/7/2005). Sin embargo la Corte Suprema de Justicia le asignó rango constitucional al principio de inmutabilidad de las sentencias firmes, incluyéndolo dentro del derecho de propiedad reconocido en el artículo 17 de la Constitución Nacional (ver Fallos 296:129; 299:373; 301:762). Esta última interpretación de la cosa juzgada -en virtud de la cual se la considera un bien que ingresa al patrimonio del beneficiario del pronunciamiento y del cual no puede ser privado sin violentar su propiedad- resulta incompatible con los alcances del concepto de propiedad sentado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ello así, pues en el caso AMarzioni@ -informe 39/96- la Comisión limitó el concepto de propiedad al vincularlo con el dominio, u otros derechos de uso, control y disposición sobre cosas u objetos determinados. En tales condiciones el mencionado criterio del máximo Tribunal aparece desmedido frente a la realidad de que la cosa juzgada no constituye algo connatural a la sentencia sino una creación del ordenamiento jurídico que puede asignar o no ese efecto, o limitarlo sin vulnerar en principio derecho alguno. En esa dirección el mismo Tribunal señaló que: A...la institución de la cosa juzgada, como todas las instituciones legales, debe organizarse sobre bases compatibles con los derechos y garantías constitucionales...@ y que Asin duda para la validez de la cosa juzgada se requiere su compatibilidad con la garantía de la defensa en juicio. Por esa razón como enseña la teoría procesal no a toda sentencia judicial puede reconocérsele fuerza de resolución inmutable sino sólo a aquéllas que han sido precedidas de un proceso contradictorio, en el que el vencido haya tenido adecuada y sustancial oportunidad de audiencia y prueba...@ (Fallos 238:18 y 255:162). Y aún más, sostuvo que: A...no puede invocarse tal principio cuando no ha existido un auténtico y verdadero proceso judicial, ni puede aceptarse que, habiendo sido establecida la institución de la cosa juzgada para asegurar derechos legítimamente adquiridos, cubra también aquellos supuestos en los que se reconoce que ha mediado sólo un Remedios de juicio que concluye con una resolución dictada en obediencia de órdenes impartidas por el Poder Ejecutivo, provincial o nacional...@ (Fallos 279:54). Es por ello que la institución de la cosa juzgada debe ser analizada y construida sobre pilares compatibles con los derechos y garantías constitucionales, no pudiendo reconocerse como inmutable toda sentencia que no ha respetado la defensa en juicio y el acceso a la jurisdicción. Una resolución judicial adoptada por un tribunal nacional que responda a una mera aplicación de una ley o decreto cuya validez ha sido fundadamente objetada, que viola obligaciones internacionales del Estado o vulnere derechos humanos protegidos internacionalmente, no puede invocarse con el carácter de inmutabilidad que otorga el instituto jurídico de la res judicata. Dicho instituto, constituye una garantía judicial estrechamente enlazada con el principio non bis in ídem, pero su análisis no puede ser elemental, formal, superficial y automático sino fruto del examen sustancial y de fondo, debidamente tamizado por el filtro de las pautas internacionales. En ese sentido, su validez está subordinada y condicionada al cumplimiento de los requisitos y la observancia de los estándares sobre el debido proceso, o proceso justo, de allí que la intangibilidad de la cosa juzgada esté condicionada a que la decisión judicial a la que se le quiere atribuir tal cualidad, sea el resultado de un proceso ante un tribunal independiente, imparcial y competente, y de un procedimiento con la observancia de las garantías judiciales. Ante ello, no puede hablarse de doble juzgamiento en este caso, pues se trata de reasumir una pretensión punitiva en una misma causa y respecto de personas que venían siendo juzgadas. 3. Los reglamentos militares y la obediencia debida: A fin de responder al planteo de obediencia debida efectuado por la defensora oficial Verónica M. Blanco y el Dr. Juan María Aberg Cobo (ver fs. 548/84 y fs. 627/32, respectivamente); y al incorrecto procesamiento que esgrimen los Dres. Alfredo A. Solari y Raúl Álvaro Landini (v.fs. 312/39 y fs. 623/6, respectivamente), en cuanto afirman que se descontextualizaron los hechos, ya que en la época en que se produjeron el Poder Ejecutivo había decretado Estado de Sitio y dictado diferentes decretos que fueron el marco legal constitucionalmente establecido para ALuchar contra la subversión@, circunstancias que justifican la actuación de los imputados, habrá de reiterarse lo sostenido 2399 Poder Judicial de la Nación por este Tribunal al responder idénticos agravios en las causas n° 23.516 AGarcía Velazco@ -ya citada- y n° 23.997, APernías s/procesamiento@, reg. n° 25.808, rta. el 5/10/2006@: AYen la República Argentina, a lo largo de todo 1975, e incluso con anterioridad, los responsables militares de cada una de las Fuerzas Armadas, con la ayuda de las Fuerzas de Seguridad, Servicios de Inteligencia y apoyo de grupos de civiles, tomaron la decisión no sólo de derrocar a la Presidenta constitucional, María Estela Martínez de Perón, mediante un golpe de Estado que se materializó el 24 de marzo de 1976, sino también de diseñar, desarrollar y ejecutar un plan criminal sistemático de secuestro, tortura, desaparición y, finalmente, eliminación física de toda aquella parte de la ciudadanía que reputaban sospechosa de ser "subversiva", entendiendo por tal las que por sus actividades, relaciones, adscripción política o forma de pensar resultaban en apariencia incompatibles con su proyecto político y social. La selección de quiénes tendrían la consideración de subversivos se haría en función de su adscripción a determinadas actividades y sectores, fundamentalmente por motivos políticos e ideológicos, aunque también influirían los étnicos y religiosos. Desde el 24 de marzo de 1976 -fecha del golpe de Estado- hasta el 10 de diciembre de 1983, las Fuerzas Armadas argentinas usurparon ilegalmente el gobierno y pusieron en marcha el llamado "Proceso de Reorganización Nacional" y la denominada "Lucha contra la subversión", cuya finalidad, en realidad, era la destrucción sistemática de personas que se opusiesen a la concepción de nación sostenida por aquellos militares, y a las que se identificaría como opuestas a la "Civilización Occidental y Cristiana". desarrollaba el Plan de Seguridad Nacional, y que se definía en la Orden Secreta de Febrero de 1976, en la que se contenía la doctrina y las acciones concretas para tomar por la fuerza el poder político e imponer el terror generalizado a través de la tortura masiva y la eliminación física o desaparición forzada de miles de personas que se opusieran a las doctrinas emanadas de la cúpula militar. Tal manera de proceder suponía la secreta o tácita derogación de las normas legales en vigor y respondía a planes aprobados y ordenados a sus respectivas fuerzas por los Comandantes militares, según las disposiciones de las Juntas Militares. Ello referido a un organigrama de grupos, organizaciones y supuestas bandas armadas, que, subvirtiendo -a criterio de los detentadores del poder- el orden constitucional y alterando gravemente la paz pública, cometieron toda una cadena de hechos violentos e ilegales que desembocaron en una represión generalizada y en un estado de absoluto terror de toda la población. En punto a los diferentes Reglamentos -RC-8-3, del 29.7.69; RC-8-2 del 20.9.68; RC-5-1 del 8.11.68; RV-15010; RC-9-1 del 17.12.76; decretos 2770, 2771 y 2772, entre otros, de 1975-, los que in extenso fueron analizados en las causas citadas, se dijo que: A... evidencian el funcionamiento concreto de esa estructura represiva. Son la exteriorización más clara de un acuerdo criminal, el testimonio escrito de un plan sistemático, organizado, fríamente concebido y ejecutado contra gran parte de la sociedad civil, que incluyó el secuestro, el terrorismo, la tortura, el sabotaje y la muerte. Frente al tenor de las normas reglamentarias mencionadas la afirmación de que los militares actuaron cumpliendo con las órdenes que recibieran y, por ese motivo, justificadamente es un absurdo. Más cuando se llega al extremo de traer a colación normas que, como el Areglamento de operación sicológica@ (sic), autoriza para ese tipo de acción la compulsión física, las torturas, las amenazas, los chantajes, el seguimiento físico, los secuestros, los raptos, el terrorismo y los desmanes. El contenido material de los reglamentos analizados impone a los subordinados la obligación de revisar la orden que de allí nazca, toda vez que por ser intrínsecamente antijurídica no tiene carácter vinculante para quien dice estar sujeto a su cumplimiento. Control que no debe ser sólo formal ya que si bien el cumplimiento de las órdenes es un presupuesto esencial para la existencia de cualquier organización estatal, dado que resulta impensable el funcionamiento de un sistema de jerarquías administrativas en el que los inferiores controlen permanentemente las órdenes de los superiores a fin de decidir si deben o no cumplirlas, no es menos cierto que admitir la obediencia de un mandato que contraríe los principios más básicos del Estado de Derecho resultaría muy peligroso por su contenido autoritario. Esta intención de fundamentar normativamente crímenes que lesionaron derechos humanos fundamentales, no sólo obliga a descartar la justificación que intentaron argumentar sino que permite afirmar que, por repugnar la conciencia universal, esas reglas debieron ser desobedecidas por los imputados, sin que quepa admitir ninguna forma de actuar erróneo, vencible o invencible. En este mismo sentido la Corte Suprema de Justicia de la Nación con palabras del Procurador General sostuvo ya en 1868 que Ala orden ... no es suficiente para cubrir al agente subordinado que haya ejecutado esa orden y ponerlo al abrigo de toda responsabilidad penal si el acto... constituye en sí mismo un crimen@ (Fallos 5:181, citado en CCCFed., Sala I, ACalzada, Oscar Hugo@, rta el 08/07/1988, del voto del Dr. Archimbal). La obediencia debida, entonces, no puede ser invocada como eximente de la responsabilidad penal en la comisión de crímenes contra la humanidad. Es decir, no existe exención de responsabilidad penal frente a los delitos de esa índole cometidos como consecuencia del cumplimiento de órdenes de un superior jerárquico. No puede admitirse la falta de conciencia de la ilicitud de las muertes alevosas, detenciones ilegales, torturas, etc, en tiempo de paz toda vez que es evidente que los imputados prefirieron cumplirlas al haber aceptado su papel en el contexto general de la Alucha contra la subversión@ iniciada por las fuerzas armadas y de seguridad a las que pertenecían...@. En virtud de lo dicho habrá de rechazarse la aplicación al caso de la justificación que fuera alegada por las defensas. 4. Prescripción: Frente al planteo ensayado por los Dres. Norberto Ángel Giletta y Norberto N. Giletta -fs. 507/23 y 524/47-; Carlos Hernán Franco -fs. 585/93-; y Alfredo A. A. Solari -fs.312/39-, alegando que los delitos que se le imputan a sus asistidos se encuentran prescriptos, debe señalarse que al resolver la causa n° 23.516 AGarcía Velasco y otros s/procesamiento, rta. el 18/07/06, reg. n°25.247, entre otras, este Tribunal sostuvo que: 2400 Poder Judicial de la Nación AYlas conductas ilícitas en las que los nombrados intervinieron llevan el sello característico de los crímenes contra la humanidad, pues se inserta en un ataque de naturaleza sistemática y en gran escala, en contra de la población civil, en todo o en parte. Nos encontramos ante delitos de lesa humanidad, como crimen de derecho internacional cuya imprescriptibilidad, contenido, naturaleza y condiciones de responsabilidad son establecidas por normas internacionales con independencia de los criterios que puedan discernirse en el derecho interno de los Estados. Éstos, a su vez, se encuentran obligados a juzgar y castigar a los responsables de esos crímenes, y la norma que así lo establece es una norma imperativa del derecho internacional que pertenece al ius cogens o derecho de gentes. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que: "la desaparición forzada de personas constituye una violación múltiple y continuada de numerosos derechos reconocidos en la Convención y que los estados partes están obligados a respetar y garantizar", y ello sin perjuicio de la ley positiva del Estado que se trate, pues si bien no existía al tiempo de los hechos "ningún texto convencional en vigencia, aplicable a los Estados Partes en la Convención, que emplee esta calificación, la doctrina y la práctica internacionales han calificado muchas veces las desapariciones como un delito contra la humanidad" (conf. Caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29 de julio de 1988 Serie C N° 4; luego reiterado en el caso Godinez Cruz, sentencia del 20 de enero de 1989, Serie C N° 5; y recientemente en el caso Blake, sentencia del 24 de enero de 1998, Serie C N° 36, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo, conf. Preámbulo de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas citados en CSJN, A. 533. XXXVIII. AArancibia Clavel, Enrique Lautaro s/ homicidio calificado y asociación ilícita y otros@ causa n° 259, rta el 24/08/2004). En punto al agravio que esgrimen las defensas, que aún cuando se le asigne el pretendido carácter de crímenes de lesa humanidad atroces o aberrantes, no corresponde su aplicación retroactiva, ya que hasta la sanción y entrada en vigencia de la Constitución de 1994 no había delitos imprescriptibles, debe recordarse que el Máximo Tribunal ha dejado sentado que: Ala ratificación en años recientes de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas por parte de nuestro país sólo ha significado, como ya se adelantara, la reafirmación por vía convencional del carácter de lesa humanidad postulado desde antes para esa práctica estatal, puesto que la evolución del derecho internacional a partir de la segunda guerra mundial permite afirmar que para la época de los hechos imputados el derecho internacional de los derechos humanos condenaba ya la desaparición forzada de personas como crimen de lesa humanidad@ (ver causa Arancibia ya citada). Esto resulta congruente con lo que, tiempo antes, indicó esta Alzada al referirse a la imprescriptibilidad de este tipo de delitos, en cuanto sostuvo que el escollo que constituye el artículo 18 de la Constitución Nacional, en tanto desconoce la validez de la aplicación de normas ex post facto, sólo puede ser salvado a través del reconocimiento de que esa regla no puede ser invocada en el ámbito del derecho penal internacional, en el que se enmarcaban esos acontecimientos. Ello, a su vez, se sustenta en la preeminencia del Derecho de Gentes establecida por el artículo 118 de la Constitución Nacional (ver de esta Sala, la causa n° 17.889, AIncidente de apelación de Simón, Julio@, rta el 9/11/2001, reg n°19.192 y sus citas). En esa misma línea la Corte Suprema dijo que: Alos delitos como el genocidio, la tortura, la desaparición forzada de personas, el homicidio y cualquier otro tipo de actos dirigidos a perseguir y exterminar opositores políticos -entre los que debemos contar el formar parte de un grupo destinado a llevar adelante esta persecución-, pueden ser considerados crímenes contra la humanidad, porque atentan contra el derecho de gentes tal como lo prescribe el art. 118 de la Constitución Nacional@ (ver causa Arancibia ya citada). Para concluir debe señalarse que en en ese mismo precedente, en los Considerandos 27 a 29 del voto de los Dres. Zaffaroni y Highton de Nolasco se afirmó que la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 26 de noviembre de 1968, aprobada por el Congreso Nacional mediante Ley 24.584 del 1 de noviembre de 1995, e incorporada al bloque de Pactos con jerarquía Constitucional a partir de la ley 25.778: A...constituye la culminación de un largo proceso que comenzó en los primeros años de 1960 cuando la prescripción amenazaba con convertirse en fuente de impunidad de los crímenes practicados durante la segunda guerra mundial...que esta Convención sólo afirma la imprescriptibilidad, lo que importa el reconocimiento de una norma ya vigente (ius cogenes) en función del derecho internacional público de origen consuetudinario. De esta manera no se fuerza la prohibición de retroactividad de la ley penal, sino que se reafirma un principio instalado por la costumbre internacional, que ya tenía vigencia al tiempo de la comisión de los hechos. Que en rigor no se trata propiamente de la vigencia retroactiva de la norma internacional convencional, toda vez que su carácter de norma consuetudinaria de derecho internacional anterior a la ratificación de la Convención de 1968 era ius cogens...@. En consecuencia, frente a la alegada inexistencia de categoría de crimen contra la humanidad de nuestro Código Penal debe señalarse: A...la expresión desaparición forzada de personas no es más que un nomen iuris para la violación sistemática de una multiplicidad de derechos humanos, a cuya protección se había comprometido internacionalmente el Estado argentino desde el comienzo mismo del desarrollo de esos derechos en la comunidad internacional una vez finalizada la guerraY@ (Carta de Naciones Unidas del 26 de junio de 1945, la Carta de Organización de los Estados Americanos del 30 de abril de 1948, y la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre del 2 de mayo de 1948)" (dictamen del señor Procurador General en la causa M.960.XXXVII "Massera, Emilio Eduardo s/ incidente de excarcelación", sentencia del 15 de abril de 2004). Debe sumarse a lo anterior que el art. 7.1, inc. h, del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, considera como crimen de lesa humanidad la persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género definido en el párrafo 3, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de la competencia de la Corte. Finalmente debe dejarse sentado que el art. II de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los 2401 Poder Judicial de la Nación Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, luego de definir los crímenes imprescriptibles, dispone "Si se cometiere alguno de los crímenes mencionados en el artículo I, las disposiciones de la presente Convención se aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera sea su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración". Por otra parte, aunque el Dr. Carlos Hernán Franco alega que a partir de la sanción de la ley 26.200 no puede continuar insistiéndose con el argumento de que los delitos imputados a su pupilo son imprescriptibles, esta Alzada también se expidió con anterioridad sobre la interpretación del artículo 13 de la mencionada ley, que difiere sustancialmente de la que pretende otorgarle el nombrado. En efecto, se afirmó al resolver la Causa n°24.850 AIncidente de prescripción de la acción penal de García Velasco@, registro n°26.442, del 22/2/2007, que ninguno de los argumentos antes ensayados perdieron virtualidad con la entrada en vigencia de la ley de Implementación del Estatuto de Roma, ya que el texto del artículo 13 de esa normativa debía interpretarse de acuerdo a las pautas fijadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Se dijo que: A...en toda tarea de interpretación de normas es pertinente rastrear el espíritu que informa a aquellas en procura de su aplicación racional, puesto que no es el espíritu de la ley el que debe subordinarse a las palabras sino éstas a aquél...@(D.90 XXXVIII. S. 11.XXXVIII -T.328-; y en igual sentido entre muchos otros 310:1012, 310:1797; 310:414; 310:933). Y por otra parte, teniendo en cuenta que nuestro Máximo Tribunal también sostiene que: A...la primera pauta de interpretación de la ley es dar pleno efecto a la voluntad del legislador, cuya primera fuente es la letra de la ley, en esta tarea no pueden descartarse los antecedentes parlamentarios, que resultan útiles para conocer su sentido y alcance...@(Fallos 313:1149; 317:779; 317:1505; 318:1818; 321:2594), también nos referiremos a esos antecedentes. En consecuencia y en cuanto al espíritu que emana de la ley 26.200 debe tenerse en cuenta que es la ALey de Implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional@, a través de la cual se contribuye a que el Estado Argentino cumpla con los compromisos internacionales por los cuales se obligó a adecuar su legislación interna a fin de que se avance en el juzgamiento de los crímenes que fueron definidos en el Estatuto de Roma; al tiempo que ha venido a cerrar definitivamente la discusión en punto a distintas cuestiones que ya habían sido receptadas jurisprudencialmente. En cuanto a sus antecedentes parlamentarios, de la Sesión Ordinaria del 16 de septiembre de 2006 de la Cámara de Senadores, versión taquigráfica, del Orden del Día 742, se desprende que el cuerpo trató este proyecto en el año 2004, oportunidad en que fue ampliamente estudiado en la Comisión de Asuntos Constitucionales, con el auxilio de prestigiosos juristas de la talla de Raúl Zaffaroni y Julio Maier, y oídas numerosas organizaciones no gubernamentales como Amnesty International, el Centro de Estudios Legales y Sociales, la Cruz Roja, etc. Aunque finalmente se aprobó el proyecto por unanimidad, caducó en la Cámara de Diputados; y dos años después -en el 2006-, se presenta nuevamenteYcon las modificaciones ya incorporadas y remitiéndose en el tratamiento de los artículos al amplio debate del año 2004. Puntualmente en relación al artículo 13, se desprende de la Versión Taquigráfica de la Sesión Ordinaria de la Cámara de Senadores, del día 23 de junio de 2004, Orden del Día 431, que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) efectuó una presentación ante la Comisión de Asuntos Constitucionales para cambiar la parte in fine y modificar la frase Aderecho interno@ por Aderecho vigente@. Surge de ese documento, al que puede accederse por internet, que: A...esta propuesta responde a diversas consideraciones desarrolladas sobre el conflicto de intereses que podría existir entre normas ya aprobadas y promulgadas por el Poder Ejecutivo, como por ejemplo, la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad...y entonces a fin de que no haya colisión con la interpretación de las leyes que con posterioridad realiza el Poder Judicial...se ha resuelto aceptar la modificación cambiando las palabras derecho interno por derecho vigente...@. Se ha sostenido en torno a esta modificación que: A... apunta a dejar plasmada una formula que permita la aplicación de las normas y los principios de Derecho Penal Internacional para el juzgamiento de esta clase de crímenes...el reemplazo de la expresión Aderecho interno@ por Aderecho vigente@ busca evitar que el artículo señalado pudiera ser interpretado como un argumento en contra de la jurisprudencia argentina reciente que ha venido aplicando la norma consuetudinaria de imprescriptibilidad de los crímenes contra la humanidad en el juzgamiento de los hechos ocurridos durante la última dictadura militar...@ (ver AEl Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la necesidad de adecuar la Legislación Nacional. Estado de la Cuestión en Argentina. Pablo F. Parenti Revista de Derecho Penal y Proceso Penal, n°16, pág.1989/1905, Buenos Aires 2005, Lexis Nexis). En consecuencia, lejos ha quedado la interpretación que pretende asignarle la defensa a la frase Aderecho vigente@, para obtener una declaración de prescripción de los hechos que se le atribuyen a su pupilo, ya que por el contrario, cabe concluir que esa expresión contempla la aplicación del derecho de gentes reconocido por nuestra Constitución Nacional y receptado jurisprudencialmente con anterioridad a esta norma. Cabe agregar a lo dicho, que la ley 26.200 también recepta la imprescriptibilidad de los delitos llamados de Alesa humanidad@ a través del artículo 11 que dice: ALa acción y la pena de los delitos previstos en los artículos 8, 9 y 10 de la presente ley y aquellos que en el futuro sean competencia de la Corte Penal Internacional, son imprescriptibles@. Por todo lo dicho, corresponde rechazar el planteo de prescripción ensayado por las defensas. 5b. Otras Consideraciones: a. Párrafo aparte, corresponde señalar que al momento de receptar las declaraciones indagatorias a la totalidad de los imputados cuya situación se tratara en el auto aquí traído a estudio, en el caso de María del Carmen Moyano de Poblete se incurrió en un error de tipeo al individualizarlo con el número A68@, habiéndose asentado el número correcto (A268@) al transcribirse el mismo en los ítems Asituación procesal deY@ los encartados y en los dispositivos pertinentes. 2402 Poder Judicial de la Nación Asimismo, se incurrió en similar error al detallarse los hechos imputados a Julio César Coronel en el ítem A17.A Situación procesalY@ del decisorio apelado, al indicarse bajo el número A80) AGirondo, Alberto Eduardo@, el caso del nombrado, a quien corresponde en realidad el número A280@, correctamente citado en la indagatoria y dispositivo pertinente. Idéntico suceso al precedentemente indicado se verificó en el ítem A15.A Situación procesal de Ernesto Frimón Weber@, al haber asentado erróneamente A27) Ponce de Fernández, Ana María@, A31) Mattarollo, Raúl Humberto@ y AActis Goretta, Nilda Noemí@, correspondiendo en realidad los números A327)@, A331)@ y el omitido A453)@ respectivamente, correctamente indicados en la indagatoria y dispositivo atinentes al nombrado. Al citar los hechos imputados a Alberto Eduardo González (cfr. punto 6.A. Situación procesal deY), el Juzgado omitió volcar los casos n° 401) ASerrat, Oscar@ y 451) AFreier, Verónica@, por los cuales fuera indagado y resuelta su situación. Lo mismo acaeció en relación a Carlos Orlando Generoso, respecto de quien en el punto 21.A Situación procesal deY, la instancia anterior omitió volcar el caso n° 233) ABallesteros, Carlos@, por el cual fuera indagado y resuelta su situación. Idéntico extremo se verificó al tratar en el ítem 8.A la situación procesal de Jorge Enrique Perrén, donde no se mencionó el caso A330) Olleros, Inés@, por el cual sí fuera oído y determinada su vinculación. Al tratar la situación procesal de Raúl Enrique Scheller (punto 31.A), en el desarrollo efectuado, se indicó AReinhold, Marcelo Carlos@, omitiendo precederlo del número del caso A352@, correctamente asentado en los actos de indagatoria y dispositivos pertinentes. En lo atinente a Néstor Omar Savio, al citarse los hechos imputados (v. ítem 12.A Situación procesal deY), el Juzgado excluyó asentar el caso número A380) de Correa, Laura@, al tiempo que individualizó bajo el número A90) Milia de Pirles, María Alicia@ el caso de la nombrada (n°A290@). Respecto de los mismos, fue efectivamente indagado, adoptándose el decisorio pertinente. De igual forma, al consignarse los hechos atribuídos a Juan Antonio Azic en el apartado A18.A. Situación procesal deY@, el Juzgado obvió asentar los casos A357) Sofientini, Ana María@, A362) Pomponi, Jorge Oscar Francisco@ y A450) Cardozo, Hilda Yolanda@, por los cuales fuera efectivamente indagado y resuelta su situación. Ello también se verificó en el apartado A19.A Situación procesal de Hugo Enrique Damario@, al omitirse indicar los casos A445) Conde, Diana Noemí@ y A446) Lewin, Miriam@, que sí fueran indicados en la indagatoria y dispositivos pertinentes. También acaeció la misma circunstancia: en el punto A25.A. Situación procesal de Carlos José Pazo@, donde no se volcaran los casos A442) N.N. hijo de Greco, Dora Cristina@ y A443) N.N. masculino >Marcos=@, correctamente asentados en la indagatoria y dispositivos atinentes; en el ítem A23.A. Situación procesal de Carlos Guillermo Suárez Mason@, donde no se asentaran los casos A262) Amado, Raúl@, A264) Raab, Enrique@, A297) N.N. Lorenzo ó el tío@, A364) Dubiau, Federico Marcelo@ y A428) Orlando, Irene@, por los cuales sí fuera indagado y resuelta su situación; en el apartado A10.A. Situación procesal de Francisco Lucio Rioja@, al no mencionarse el caso A180) Romero, Carlos Gumersindo@, respecto del cual fuera indagado y adoptado el decisorio pertinente; y en el punto A33.A Situación procesal de Oscar Rubén Lanzón@, donde se omitió consignar el caso n° A446) Lewin, Myriam@, por el cual se lo indagara y resolviera su situación. Las circunstancias hasta aquí apuntadas no invalidan los actos mencionados al tratarse de errores materiales que en nada han modificado las circunstancias fácticas por las cuales el Sr. Juez a quo interrogara a los imputados y adoptara los decisorios pertinentes. b. Un suceso particular se verificó en ocasión de recibírsele declaración indagatoria a Héctor Antonio Febres al interrogársele en relación al caso n° A425) Josefa Prada de Olivieri@, evento por el cual ya había sido oído con anterioridad y resuelta su situación (cfr. al respecto, causa n° 21.574 AFebres, Héctor A. s/procesamiento@, rta. por esta Sala II el 16.11.04, Reg. n° 23.106), el cual no fue tratado ni incluido en el auto que aquí se revisa. Surge de ello entonces, que la inclusión del caso de mentas en la oportunidad prevista por el art. 294 del código de forma lo fue debido a un error material. IV. La E.S.M.A.: Tal como oportunamente se acreditara en la sentencia dictada en la causa n° 13/84, y reiteradamente lo señalara este Tribunal en los diversos pronunciamientos adoptados en relación a esta investigación (cfr. entre otros, c. n° 24.309, rta. el 19.12.06, reg. n° 26.175), Aen la Escuela de Mecánica de la Armada funcionó un centro clandestino de detención donde las personas allí alojadas eran ilegalmente detenidas -en la mayoría de los casos- por el Grupo de Tareas 3.3.2, -que actuaba autónomamente en el ámbito jurisdiccional que se había reservado la Armada para sí en sus propias unidades-, alojadas en el lugar y custodiadas por personal de esa Fuerza, siendo sometidas a condiciones inhumanas de vida, interrogatorios, y tormentos, algunos de ellos seguidos de muerte@. AAlgunos resultaban liberados, otros eran puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y, muchos, trasladados continuando desaparecidos al presente@. AYa hemos señalado la coincidencia al respecto, emergente de los dichos brindados por quienes permanecieron cautivos dentro de ese centro clandestino, en cuanto a que el Grupo de Tareas 3.3.2 se dividía en tres sectores: inteligencia, operación y logística. En relación a ello, corresponde reiterar que Ala actividad central del sector inteligencia, radicaba en realizar tareas de investigación e interrogar a los detenidos, aunque también podían participar en operativos destinados a detener personas determinadas@. AEste grupo era comandado por Jorge Acosta, y formaba parte del mismo Francis Whamond, alias APablo@ o ADuque@, Antonio Pernías alias ARata@, AMartín@ o ATrueno@ y el oficial Scheller apodado AMariano@ o APingüino@. 2403 Poder Judicial de la Nación APor su parte, los miembros del sector operativo, llevaban adelante los secuestros, y el patrullaje de las calles. Esta sección se encontraba dividida en miembros permanentes y rotativos, comandada por Enrique Yon y Jorge Perren, y entre sus integrantes se encontraba Juan Carlos Rolón@. APor último, el grupo de logística era el que se dedicaba a la administración de los bienes que eran apropiados a los secuestrados. En éste se desenvolvían Jorge Rádice, alias ARuger@ o AGabriel@ (quien también participaba de los secuestros) y el teniente de Navio Spinelli alias AFelipe@, entre otros@. ARefiere al respecto Graciela Daleo (ver fs.560/1), que ninguno de los grupos era estanco, que el Jefe máximo de la Escuela de Mecánica de la Armada era Rubén Jacinto Chamorro y el Jefe del grupo de Tareas era Jorge Raúl Vildoza. En punto a quiénes integraban cada sector señaló, que Jorge Acosta comandaba el sector inteligencia, presenciaba las torturas, pero que éstas eran ejecutadas por Pernías y Whamond. El sector operativo, finalmente, estaba comandado por Yon y Perren y en logística mencionó a Rádice@. ACoincide con ello lo dicho en la declaración testimonial prestada por Martín Tomás Gras Craviotto, ante el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Argentina en España, que en copia luce a fs.1078/88 (quien dijo haber sido secuestrado el 14 de enero de 1977, y trasladado a la ESMA), refiriendo que en la ESMA existía un grupo Aoperativo@ de oficiales, encargado de secuestrar a futuros interrogados. Que esta sección se encontraba dividida en Apermanentes@ y Arotativos@. Los primeros actuaban como fuerza de choque, y estaban comandados por un oficial de la Armada, pero constituido en su mayor parte por oficiales y suboficiales de la Policía Federal Argentina, Prefectura Naval y Servicio Penitenciario Federal, a diferencia de los Arotativos@ que sólo lo integraban oficiales de marina, que cubrían por períodos de 90 días tareas operativas para conocer el Aesfuerzo de la guerra@. @ ARicardo Héctor Coquet (detenido el 10 de marzo de 1977 y alojado en la ESMA hasta el mes de diciembre de 1978), explicó que en una oportunidad, el ATigre@ Acosta le ordenó que confeccionara distintos diplomas para algunos oficiales dándole el nombre real de los mismos mediante un listado, sin perjuicio de que el deponente aclaró que ya conocía los verdaderos nombres de Jorge Rádice, Acosta y Francis William Whamond. Y que en esa ocasión Acosta le expresó: A...Serafín esto es entre vos y yo, si vos lo entregas a otro detenido, te vas para arriba, es más si se enteran otros oficiales que te lo di a vos creo que yo me voy para arriba. Esto se lo tendría que haber dado a un civil...@, circunstancia que le permitió comprender la importancia de que esos nombres se conocieran@. AEn su presentación de fs. 9689, Coquet refirió que en su secuestro, junto con su primo Oscar Rizo, participó el Oficial de la Policía Federal Roberto Oscar González, el Teniente de la Armada Pablo García Velasco, el Sargento de la Policía Federal Juan Carlos Linares y un miembro del Servicio Penitenciario Federal apodado AYoli@. Fue conducido a la E.S.M.A., y torturado con paso de corriente eléctrica y golpes, conductas de las que participaron García Velazco, el Capitán de Corbeta Jorge Eduardo Acosta, el Capitán Carlos José Pazo y el Teniente de Navío Antonio Pernías, quien era el que manejaba la Apicana@. AEn términos similares se expidió Marcelo Hernández (ver fs.1897/1899), quien dijo que durante su cautiverio trabajó en el sector de fotografía junto con Emilio Dellasoppa, y recordó haber fotografiado en diversas oportunidades a distintos oficiales, mencionando entre otros a Rádice@. APor su parte, en su presentación de fs. 9651/vta. Alberto E. Girondo indicó haber sido secuestrado el 15 de mayo de 1977 y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue interrogado por Jorge Acosta y Cortés, a la vez que fue sometido a amenazas y golpes por parte del Teniente Pablo García Velazco y el Teniente de Navío Pernías@. AA su turno, Horacio Edgardo Peralta (v. presentación de fs. 10.049), refirió haber sido secuestrado junto a Hebe Lorenzo el 26 de agosto de 1976 y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue torturado por el Oficial Pablo García Velazco, apodado Dante. Señaló que en el centro se desempeñaban el Capitán Jorge Eduardo Acosta, alias Tigre y el Teniente Jorge García Velazco, (Serra), hermano gemelo del Oficial antes nombrado@. AAdriana Marcus, en su escrito de fs. 11.075 relató haber sido secuestrada el 26 de agosto de 1978, y conducida a la E.S.M.A., lugar en el que AYen varias oportunidades Astiz nos visitaba en la habitación para hablar de política, prestarnos libros (por ej. El Eternauta de Oesterheld o los libros de Jean Larteguy para que entendiéramos cuál era la estrategia del grupo de tareas 3.3.2.). Agregó que AY en una época fui obligada a trabajar en El Dorado, área de inteligencia y operativos, donde tenía que traducir un dossier sobre la historia de los grupos armados del argentino al alemán. Además fui obligada a desgrabar conversaciones telefónicas de teléfonos intervenidos por ellos. Compartí, en esa época, el lugar con Amalia Larralde y María Cristina AldiniY. En la casa de Zapiola tuve que seleccionar artículos de los diarios, junto con Amalia Larralde y otros tres secuestradosY Frecuentemente venían Acosta, Astiz y otros a supervisarnosY@ AMarta Remedios Álvarez (v. fs. 8249), secuestrada junto a su esposo Adolfo Killman, una mujer de nombre ARita@ y el marido de ésta, que era conscripto, el 26 de junio de 1976, y conducidos a la ESMA, relató que AY a las 7 de la tarde vienen a preguntarme si quiero declarar algo, me llevan a un cuarto y ahí soy interrogada, me interrogan Whamond y Pernías, había más pero no los reconozco había gente de policía, de la marina, y de ejércitoY. Fui torturada y paran la tortura cuando entra alguien y dice que mi marido les había dicho que yo estaba embarazadaY. De >Rita= escucho que la interrogan y después no supe más nada, dos días después me llevan a un lugar que está en capucha me hacen ver a mi compañero y estaba Pernías. Se arma un gran revuelo en esos días porque en un operativo matan a un compañero de Pernías, de nombre Mayol, por esto nos golpeanY Bajamos encapuchados y la orden era sacarse la capucha cuando se encendía la pantalla, a veces estaba Pernías, Whamond y Chamorro, se quedaban a ver la película, Acosta no se quedabaY. En el tema del Centro Piloto París estaban Pernías, Lucy Carazzo, Marisa Murgier y el Capitán Yon que está muerto, creo que después fue BenazziYPernías y Rolón Yestaban en inteligencia, eran los encargadosY@. AEn su testimonial de fs. 12.041, Mercedes Inés Carazzo -secuestrada el 21 de octubre de 1976 y liberada el 1° de abril de 1980-, relató que en la E.S.M.A. fue torturada durante dos días por Francis William Whamond (a) Duque y Benazzi, y que en el lugar se desempeñaban el Tigre Acosta, Chamorro, D=Imperio, Perren -quien la lleva a 2404 Poder Judicial de la Nación Francia-; Scheller, Juan Rolón, Miguel Benazzi; Rádice, Antonio Pernías, Alfredo Astiz, Alberto González Menotti, Gonzalo Sánchez, Héctor Febres, Miguel Cavallo, Carlos Generoso "Fragote"; Juan Carlos Linares; Alejandro Spinelli; Francis Whamond; Orlando González; Jorge Luis Magnacco, el médico AManzanita@, Víctor Cardo, Sergio y Pedro Bolita, todos ellos pertenecientes al grupo de tareas 3.3.2. Relató AY. que en el mes de diciembre de 1977 se encontraba en la ciudad de París, ciudad a la que fuera llevada en dos oportunidades en razón de las actividades del llamado ACentro Piloto París@. Que a París fue llevada por el Capitán Pérez Florio que actuaba en Cancillería, por Jorge Perren y junto a la detenida Marta Bazán. Que la actividad del Centro Piloto París@ en su primer viaje, fue de sondeo y para la ocasión se alquiló un departamento en la Rue du Pont de Lodge, aparentando ser sociólogas vinculadas con la marina; Marta Bazán y la declarante mantuvieron una entrevista con el embajador Anchorena y Helena Holmberg. Posteriormente volvió a la ESMA. Luego se organiza un segundo viaje para el cual algunos marinos opinaban que no debía volver por >mi concepción social demócrata=. Que nuevamente viajó a los pocos días. Que los dos viajes fueron muy poco espaciados en el tiempo. Que viajó junto a su hija de diez años en esa época, con documentos falsos fabricados en la ESMA por Miguel Ángel Lauletta. .. Que la actividad en el ACentro Piloto París@ consistía en la lectura de periódicos de España, Francia, Italia, Inglaterra y en menor medida de Portugal y otros países. Que regresó a Buenos Aires cuando Alfredo Astiz fue identificado por dos argentinos residentes en París, ello ocurrió en agosto de 1978. De allí la llevan a Madrid, España siendo que el grupo se encontraba a cargo de Antonio Pernías manteniendo la actividad de prensa y la revisión de un libro preparado en la ESMA sobre el terrorismo en Argentina y Europa. Que en Madrid estuvo hasta marzo o abril de 1979 fecha en que todos regresan a Buenos AiresYy es llevada a trabajar a un centro de documentación ubicado en la calle Zapiola y Jaramillo, que había sido casa de familiares de Rádice, el que a su vez era el responsable de ese centro de trabajo. Entre las víctimas de ese lugar también se encontraba Nelson Latorre -el pelado Diego-, Amalia Larralde y Adriana MarcusY Que su domicilio en Perú lo tuvo que informar a Cavallo, D=Imperio y Pernías habiendo recibido visitas o (mantenido) contacto con Cavallo y Pernías hasta diciembre de 1981Y.@ ASimilar exposición brindó Andrés Ramón Castillo -v. fs. 12.051- quien señaló que AY Perren era un oficial de Inteligencia, era uno de los Jefes en el Grupo de Tareas. Señala que debajo de Acosta quien tenía más jerarquía y poder dentro del grupo de Tareas era Perren. Que vio a Perren prácticamente desde su secuestro hasta que fuera destinado al Centro Piloto ParísY@ ACastillo refirió también (cfr. actas mecanografiadas de la Causa n° 13) los seudónimos utilizados por algunos de los integrantes del Grupo. Así, explicó que a Chamorro le apodaban ADelfín@ ó AMáximo@; a Jorge Acosta Atigre@; a Parra ALeón@. AJuan Alberto Gasparini testificó a fs. 12.295 que AYa cargo de las tareas de microfilmaciones se encontraba un oficial de marina, dependiente de la ESMA, quienes manejaban a la mano de obra cautiva. Que al respecto, recuerda los nombres del Teniente de Navío Juan Carlos Rolón, Teniente de Fragata Alfredo Astiz y el Teniente de Fragata Alberto González MenotiY; Pablo García Velazco quien abandonó la armada y se domicilia en España, por cuanto se casó con una ciudadana española; Teniente de Navío Antonio Pernías, Capitán de Corbeta Jorge Perren, Teniente de Navío Miguel Ángel Benazzi, Teniente de Fragata Miguel Ángel Cavallo y el Capitán de Corbeta Francis William Whamond quien en esos momentos se encontraba retirado y que participaba en la represión de la ESMA en forma voluntariaY.@ ASara Solarz de Osantinsky (v. fs. 12.300) refirió haber sido sometida a tormentos en la E.S.M.A. y AYque luego supo que las personas que estaban allí eran Acosta y PerníasY Que luego el Capitán Pernías de la Armada le preguntó a la dicente acerca sobre qué temas la habían interrogado los hombres del EjércitoY@. Que en abril de 1978 aproximadamente AYse estaban trasladando a todos los detenidos de la ESMA, incluso al grupo al que pertenecía la dicente, es decir aquellos que permanecían durante mucho tiempo con vida en la ESMA, fueron trasladados a una quinta en Del Viso, provincia de Buenos Aires, perteneciente al padre de Pernías. Que este traslado fue con motivo de mostrar a un periodista inglés que en la ESMA no funcionaba un centro de detenciónY@. Agregó que AYentre los Oficiales de la ESMA Y los permanentes eran Acosta, Pernías, Yon, Astiz, Perren, Febres, Schilling, (Scheller), Rolón, entre otrosY@. ALiliana Noemí Gardelia (exposición de fs. 12.403) testificó haber sido secuestrada el 25 de noviembre de 1977, en la Ciudad de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, y conducida a la E.S.M.A. antes de la navidad de ese año, mencionando entre los represores que se desempeñaban en el lugar a Pernías, Astiz y Scheller@. AA su tiempo, Ana María Martí (v. fs. 13.030) relató haber sido secuestrada por Alfredo Ignacio Astiz, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue interrogada por Pernías y sometida a tormentos por García Velasco@. AMiriam Lewin de García (v. actas mecanografiadas de la causa n° 13) refirió los apodos del Capitán Bildoza -AGastón@-, el Teniente Savio -ANorberto@, Aladrillo@-; el Teniente Rádice -AGabriel@, ARoger@-, el Teniente Astiz BACuervo@, AÁngel@, Arubio@-; el Capitán Luis D=Imperio -AAbdala@-, el Teniente Cavallo -AMarcelo@, ASérpico@-; entre el personal de Prefectura, una persona de apellido Carnoto -Aespejaime-@; Mazzola -AMayor@, indicando asimismo que había un grupo de oficiales afectados a la función de tortura, entre ellos Acosta, Pernías, Ael gordo Juan Carlos@ -de Policía Federal-; y el subprefecto Febres@. AEn iguales circunstancias, Lázaro Gladstein se refirió a Scheller como AMariano@, AMiranda@ ó Apingüino@, y al suboficial de Prefectura como AFreddy@ ó AClaudio@Y@ (cfr. en relación a lo hasta aquí transcripto, los autos n° 18.400 caratulados AIncidente de apelación de Astiz, Alfredo@, y reiterado en las causas nros. 23.997, 23.998 y 24.309, entre otras, de esta misma Sala). Por otra parte, cabe agregar que Alfredo Julio Margari (Legajo n° 34, fs. 2) testificó que fue AYsecuestrado Bjunto con Carlos García-, por tres individuos de civil, uno de ellos de apellido Whebe, apodado A220", y lo trasladan a la ESMA, primero a un sótano donde es golpeado por ADaniel@ Fabre (prefectura), luego al altillo, Acapucha@, se le asigna el n° 032. Diez días después Fabre le informa que va a desempeñar tareas de mantenimiento junto a un grupo de cuatro suboficiales Azorro@ y Ayacaré@, y detenidosY Luego pasó a trabajar en una imprenta dentro de la ESMA realizando una revista de contrainteligencia que se enviaba por correo a diversas personalidades. A 2405 Poder Judicial de la Nación los dos meses, el Capitán de Marina Jorge Ael tigre@ Acosta y un tal ASantiago@ le informaron que pasaría a trabajar, durante el día, en la imprenta de Gral. Hornos en Barracas junto con los detenidos Carlos García y Daniel Lastra, y a la noche siguió en la de ESMA confeccionando D.N.I. y cédulas falsas. Durante su detención concurrió a visitar a sus padres acompañado por AFabre@, un médico apodado ATomy@ y un oficial de policía Abicho@. En mayo de 1979 llamó desde la casa de los padres a la ESMA y le dijeron que no tenía que regresar, quedando libreY Que Yreiteradamente escuchaba gritos de dolor provenientes de dicha sala, lugar al que en una oportunidad y encontrándose vacía, el compareciente ingresó notando que había un colchón elástico y una picana. Que a los pocos días del episodio antes referido, Amalia Larralde le comentó que había sido torturada. Otros detenidos: Myriam Lewin de García, Graciela Daleo, Castillo, Norma Esther Arrostito -viendo que la retiraban sin señales de vida luego de una sesión de torturas-; Elisa Tokar; ASerafín@; ARosita@; ACaín@; AMarcelo@, ALa cabra@; AQuica@ Osatinsky; Solarz, esposo de la anterior; AAhumada@. Que dentro de la ESMA funcionaba lo que se llamaba el Grupo de Tareas, comúnmente denominado G.T.3.3, comandado por Chamorro, Director de la Escuela, estando también el antes nombrado Capitán Acosta quien aparentemente tenía la máxima autoridad dentro del grupo; luego estaban el Teniente Pernías, el Teniente Scheller apodado AMariano@, el Teniente Astiz apodado AÁngel@ ó ARubio@; oficial de Policía González apodado AFederico@; también otro policía Juan Carlos Linares@. Al serle exhibidas las fotografías obrantes a fs. 6 hasta la 80 inclusive incorporadas al Agregado por cuerda separada N° 27 del Anexo XVII de la causa caratulada ABasterra, V.@, refirió AY que reconoce las de fs. 6 como perteneciente a Astiz; la de fs. 10 perteneciente a Acosta; la de fs. 29 sabe que era un oficial de Marina que estaba en la ESMA aunque no recuerda su nombre; la de fs. 30 corresponde a un suboficial apodado Ael sordo@; la de fs. 31 a Peyón; la de fs. 47 a Linares; la de fs. 48 a Sergio; la de fs. 56 al de un suboficial que como antes expusiera lo llevaba a la imprenta de Barracas y al edificio Libertad cuyo nombre ignora y la de fs. 72 corresponde al Almirante Chamorro@. María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111) refirió en relación al personal vinculado a los detenidos allí alojados, que los mismos eran -entre otros- AYAcosta, que era el jefe del lugar; Pernía oficial de inteligencia al que apodaban Atrueno@, Juan Carlos Linares, que era de Policía Federal, otro de apellido Whebe apodado A220", P.F., un oficial de marina apodado Mariano, otro oficial llamado Juan Carlos Rolón, que fue jefe de pecera; ... otro oficial de apellido Astiz al que apodaban Aniño@.... Que este grupo de gente actuaba en lo que sería inteligencia, por dichos de la gente que se encontraba detenida en el lugar, eran los que torturabanY@ Amalia María Larralde (Legajo n° 1, testimonio de fs. 135/141), señaló que A.. dentro de la ESMA la tortura era una cosa cotidiana sabiendo por dichos de algunos oficiales, entre ellos Astiz, o en algunos casos por haberlos, visto que los torturadores eran Pernía que era Teniente de Navío y se apodada AMartín@, un oficial de Marina de apellido Whamond, el Teniente de Corbeta Navarro apodado Rafael, el Teniente Carella, cree que apodado Apalanca@, el Capitán Perren quien junto con Acosta dirigía dentro de la Escuela; el Prefecto Fabre; Carnot a quien apodaban Aespejaime@; el Teniente Dunda o Donda, apodado Apalito@; otro apodado Ael gordo Tomás@, oficial de Marina, el Teniente Astiz apodado Arubio@, Aángel@; el Teniente Alberto González Menotti llamado Agato@, Cavallo, apodado ASergio@ o ASerpico@, otro oficial de Marina apodado AGiba@, otro oficial de Prefectura apodado AClaudio@. Que con respecto al Capitán Perren recuerda que en octubre aproximadamente de 1978 torturó junto con Scheller a un detenido, Jorge Caffatti....@. V. Hechos en particular: Siguiendo el orden efectuado por el Juzgado instructor, se indicarán los hechos que integran las imputaciones recreándose en primer término la descripción efectuada por el Sr. Juez a quo, y, en su caso, citándose luego las pruebas pertinentes. Ello, sin perjuicio de otras evaluaciones que sobre los mismos se formulen en siguientes apartados. En lo que atañe a los casos numerados A1)@ a A173)@ inclusive, el Tribunal reiterará Ben lo pertinentelo apuntado al respecto al expedirse en los autos n° 24.309 AAcosta, Jorge E. y otros s/procesamiento@, resuelto el 19 de diciembre de 2006. Caso n°° 1) Lilia María Álvarez fue originalmente privada de su libertad el 6 de abril de 1976, en su domicilio situado en Capital Federal, y conducida a la E.S.M.A., lugar en el que fue interrogada en relación al paradero de Norma Kennedy; liberada cuatro días después, fue nuevamente detenida en forma ilegítima el 13 de mayo de 1976 (cfr. legajo Conadep n° 5709). Caso n°° 2) Armando Rodolfo Gremico y su esposa fueron detenidos en Vicente López, Provincia de Buenos Aires, el día 19 de abril de 1976 por un grupo armado que se identificó como perteneciente a la Policía Federal, siendo trasladado a la E.S.M.A. Relató el nombrado (cfr. Legajo n° 85) que fue sometido a tormentos mediante la aplicación de corriente eléctrica, siendo interrogado en relación a diversas personas, entre ellas Lizaso, Floreal Avellaneda y Coelho. Días después, fue liberado. En relación a su caso, este Tribunal ya se ha expedido al resolver en las causas n° 21.422, y 24.309. Casos n°° 3), 4), 5), 6) y 7) Jorge Héctor Lizaso -caso n° 3-, María del Carmen Núñez de Lizaso -caso n° 4-, Irma Leticia Lizaso de Delgado -caso n° 5- y su marido -caso n° 6-, y Amelia Lizaso -caso n° 7-, fueron privados ilegalmente de su libertad el día 20 de abril de 1976. El primero de los nombrados, habría sido muerto por integrantes del Grupo de Tareas 3.3.2 y su cuerpo conducido a la E.S.M.A, ello conforme las referencias efectuadas de oídas por Graciela Beatriz Daleo y Andrés Castillo. Todos ellos, con excepción de Amelia Lizaso, continúan desaparecidos a la fecha (cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 4816). 2406 Poder Judicial de la Nación A esta altura, se puede tener por probado que fueron privados de la libertad por el Grupo de Tareas 3.3.2, sin perjuicio de que sea necesario profundizar en mayores circunstancias de lo ocurrido, para lo cual, habiendo sido liberada la última nombrada, habrán de recabarse sus expresiones a fin de dilucidar debidamente el desarrollo de los eventos. Caso n°° 8) Oscar Alejandro Lagrotta fue detenido en abril de 1976 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Continúa desaparecido a la fecha (cfr. fs. 7209, 7211, 7789, 8964, del principal, y Legajo Conadep n° 7076). Casos n°° 9) y 10) Hugo César Bogarín -caso n° 9- y su novia Alejandra Margarita Lépido -caso n° 10-, fueron secuestrados en Talar de Pacheco, Pcia. de Buenos Aires, el día 7 de mayo de 1976, siendo conducidos a la E.S.M.A. El primero de los nombrados fue sometido a tormentos y finalmente liberado el 31 de mayo del mismo año, en tanto Lépido continúa desaparecida. Los casos de los nombrados fueron tratados por este Tribunal al resolver los autos n° 21.422 y 24.309 (cfr., asimismo, fs. 3608, 4058, 5428, 5619, y 7359 del principal). Casos n°° 11), 12), 13), 14), 15), 16), 17), 18) y 19): Las personas cuya situación se reseñará a continuación, se hallaban vinculadas entre sí a través de las actividades que desarrollaban juntamente con los sacerdotes que se citarán en último término, en el barrio de emergencia situado en el bajo Flores de esta Capital Federal. María Esther Lorusso Lamle -caso n° 11- fue ilegalmente detenida en su domicilio de Capital Federal, el día 14 de mayo de 1976 por un grupo de personas que refirieron pertenecer a las Fuerzas Armadas, extremo éste que encuentra corroboración a través de las expresiones vertidas por sus hermanos Arturo Andrés Lorusso y Carlos Alberto Lorusso, y el encargado del edificio, Ernesto Duarte, quienes brindaron declaración en el Legajo n° 92 (causa n° 4333 del Juzgado Federal n° 4). Al igual que las demás personas que aquí se han de mencionar, fue conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha. Beatriz Carolina Carbonell de Pérez Weiss -caso n° 12- y Horacio Pérez Weiss -caso n° 13fueron privados ilegalmente de su libertad el día 14 de mayo de 1976, en su domicilio situado en esta Capital Federal, por un grupo de personas armadas. Ello encuentra corroboración a través del recurso de hábeas corpus n° 111 que tramitara ante el Juzgado n° 2 del Fuero, las expresiones vertidas por Aída Weiss de Pérez Madrid y Héctor Pérez Weiss en el citado Legajo n° 92, y los dichos de Hernán Fuentes suministrados en ocasión de sustanciarse la causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas). Ambos fueron trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecidos. César Armando Lugones -caso n° 14- y María Marta Vázquez de Lugones -caso n° 15- fueron ilegalmente detenidos el día 14 de mayo de 1976 en su domicilio de esta Capital Federal. Ello encuentra verificación a través de los expedientes n° 43.042 del Juzgado de Instrucción n° 27; 197 del Juzgado Federal n° 1; 11.621 y 13.000, ambos del Juzgado Federal n° 2, todos ellos correspondientes a sendos recursos de hábeas corpus, y de los dichos de Eugenio Ambrosio Lugones (cfr. Legajo n° 92). Ambos fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecidos. Mónica María Candelaria Mignone -caso n° 16- fue detenida ilegítimamente el día 14 de mayo de 1976 en su domicilio situado en la Capital Federal, extremo que halla corroboración a través de los dichos de sus progenitores, Emilio Fermín Mignone y Angélica Paula Sosa de Mignone, vertidos en el Legajo n° 92, y de la encargada del edificio y su esposo, Elida Ruiz de Parrilli y Oscar Parrilli, suministrados ante esta Cámara en oportunidad de sustanciarse la Causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas). Fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, y hasta la fecha continúa desaparecida. Marta Mónica Quinteiro -caso n° 17- también fue ilegalmente detenida el día 14 de mayo de 1976 por personal de la Armada Argentina, en ocasión de retirarse de la sede de la Sociedad Militar de Seguros de Vida donde trabajaba, avalado ello a través de las exposiciones de su padre, Capitán de Navío Oscar Quinteiro, Alicia Carmen Prince, Luis Manuel Pereira y Américo Tallarico vertidas en el Legajo n° 92. Fue conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida. Los anteriormente mencionados se encuentran asimismo citados en el libro ANunca Más - Informe de la Comisión Nacional sobre la desaparición de personas@ al señalarse en la página 360 ALaicos: Entre los miembros militantes católicos laicos que fueron víctimas desaparecidas o asesinados por el terrorismo de Estado, figuran integrantes de movimientos juveniles cristianos, catequistas, etc. tales comoY Mónica Mignone (Legajo n° 1387), Mónica Quinteiro (Legajo n° 1386 y testimonio del sacerdote Orlando Yorio); María Martha Vázquez (Legajo n° 1386)Y; César Lugones (Legajo n° 1386)Y referente a la causa >Lorusso, Arturo Andrés s/privación ilegítima de la libertad= y tantos otros@(cfr. asimismo, fs. 9706 del principal). Respecto de ellos fue interrogado en la Escuela de Mecánica de la Armada el sacerdote Orlando Virgilio Yorio -caso n° 18-, quien fuera privado ilegalmente de su libertad el día 23 de mayo de 1976 en la comunidad jesuítica del Barrio Rivadavia -bajo Flores- en esta Capital Federal, junto con el sacerdote Francisco Jalics, siendo ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometidos a torturas. Los nombrados fueron liberados el día 22 de octubre de 1976. A las expresiones obrantes en el Legajo n° 92, brindadas por los nombrados, María Funes de Permiola y los sacerdotes Jorge Breñaza y Rodolfo Alfredo Ricciardelli, deben sumarse los antecedentes reunidos por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y reflejados en el ANunca Más@. En este sentido, en la página 349 2407 Poder Judicial de la Nación se transcribe el testimonio del Padre Yorio -legajo n° 6328- quien refiriera AYla persona que me interrogaba perdió la paciencia, se enojó diciéndome: >vos no sos un guerrillero, no estás en la violencia, pero vos no te das cuenta que al irte a vivir allí (en la villa) con tu cultura, unís a la gente, unís a los pobres y unir a los pobres es subversiónY Alrededor de los días 17 ó 18 volvió el otro hombre que me había tratado respetuosamente en el interrogatorio y me dijo: >Yusted es un cura idealista, un místico, diría yo, un cura piola, solamente tiene un error que es haber interpretado demasiado materialmente la doctrina de Cristo. Cristo habla de los pobres, pero cuando habla de los pobres habla de los pobres de espíritu y usted hizo una interpretación materialista de eso, y se ha ido a vivir con los pobres materialmente. En la Argentina, los pobres de espíritu son los ricos y usted, en adelante, deberá dedicarse a ayudar más a los ricos que son los que realmente están necesitados espiritualmente@. Asimismo, en la página 355 textualmente se indica AYorio, Orlando Virgilio. Sacerdote jesuita, fue secuestrado el 23 de mayo de 1976 en su casa del Barrio Rivadavia, límite con la Villa del Barrio de Flores, y liberado el 23 de octubre del mismo año. Durante ese lapso estuvo en calidad de detenido-desaparecido junto con el Padre Víctor Jalics. Ambos estuvieron prisioneros en la Escuela de Mecánica de la Armada y posteriormente en una casa en Don Torcuato: AEn determinado momento del interrogatorio se pusieron a discutir entre ellos, pude escuchar que comentaban la conveniencia o no de un rastrilleo en la villa, por lo que supongo que estaba en sus intenciones hacerlo. Supuse que eran de Aeronáutica o Marina, oficiales, por el lenguaje que utilizabanY sentía que estaba en un sótano, permaneciendo en el suelo, siempre con la capucha, sentí como que en el lugar había mucha gente y había alguien que cuidaba Y vienen y me atan las manos por detrásY me ponen grillos en los dos pies con candado a una bala de cañón y me dejan encerrado en ese lugar que es muy pequeño Y pido para ir al baño y no me hacen caso Y así permanezco por unos dos o tres días sin tomar agua, sin comer, a veces entran para insultarme, para amenazarme de muerte, me decían que no era sacerdoteY empecé a pensar que me encontraba en la Escuela de Mecánica de la Armada por los ruidos que escuchaba, paso de trenes y de aviones que volaban muy bajoY Pasado el 25 de mayo vinieron a darme una inyección en la nalga, pude sentir el ruidito como de un grabador y seguidamente comencé a dormirmeY me llevaron subiendo un ascensor uno o dos pisos, a un lugar grande donde había mucha gente tirada en el suelo, se oían ruidos de cadenas y de tanques de agua que se llenaban Y pude oír gente que se quejaba Y me sacan afuera y me introducen en un autoY en ese momento deduje que era la puerta de rejas de la Escuela de Mecánica de la Armada Y se comunicaron por radio, a una pregunta la contestación >fue a su popa=Y Al otro día vino un hombre, era el mismo que me había preguntado por Mónica QuinteiroY nos preguntó si nos habíamos dado cuenta de quién nos había tomado, y el Padre Jalics le contestó: ALa Escuela de Mecánica de la Armada@, y el interrogador asintió diciendo: >Ysepan que esto es una guerra y en una guerra a veces pagan justos por pecadoresY sepan que entre nosotros hay problemas, que entre nosotros hay gente que solo quiere matar como esa persona de gamulán que participó en el operativo que los capturóY=. Al cabo de cinco meses, el 23 de octubre, a eso de las 5 de la tarde, nos dan una inyecciónY noto que me marea un poco, nos cargan en una camioneta, anduvimos no sé cuánto, nos dieron otra inyección, y más tarde otraY y no puedo recordar más, quisimos incorporarnos, nos caímosY. Despertamos cuando empezaba a haber luzY caminamos algo más de un kilómetro, hasta que encontramos un ranchito, golpeamos y un paisano nos atendió: >si, yo antes de ayer vi un helicóptero que bajó a la tarde=, dijo. Le preguntamos dónde estábamos, nos dijo que en CañuelasY. El 25 de octubre se reunía la Conferencia EpiscopalY@ Francisco Jalics -caso n°19- por su parte, es mencionado en la página 352, donde se indica AJalics, Francisco. Sacerdote jesuita, fue secuestrado el 23 de mayo de 1976 en el Barrio Rivadavia (en el límite con la villa del Bajo Flores). Estuvo prisionero en E.S.M.A. y posteriormente en una casa de Don Torcuato. Fue liberado el 23 de octubre de 1976 junto con el Padre Yorio, sacerdote de la misma Comunidad. Salió del país. AYtambién estaba conmigo el Padre Jalics, otro integrante de la ComunidadY Comienzo a conversar con el Padre Jalics quien me cuenta que durante el operativo de la detención de ambos, le vio a uno de los participantes un ancla en el cinto, y que estando detenido, en ocasión de celebrarse el 25 de mayo, hubo algo así como una formación allí afuera y pudo escuchar un discurso que se iniciaba conY=de la Escuela de Mecánica de la Armada....=. Junto con el Padre Jalics sacamos la conclusión de que habíamos sido sacados de la E.S.M.A.@Y AMe di cuenta de que estaba en campo abierto (lo habían liberado) recién me animé a quitarme la venda, miré las estrellas, además el Padre Jalics estaba a mi ladoY (nos dejó un helicóptero)@ (testimonio del sacerdote Orlando Virgilio Yorio, Legajo n° 6328). Jalics declaró por exhorto en la Causa n° 13, constatando lo hasta aquí señalado e indicando, al igual que en el caso de Yorio, que se le inyectó una droga para ser interrogado, experimentando mareos y somnolencia. En relación a los casos de Yorio y Jalics, este Tribunal se ha expedido al resolver en los autos n° 21.422 y 24.309. Casos n°° 20), 21) y 22): Juan José Pedro Blatón -caso n° 20- y María Juana Caimán de Blatón -caso n° 21- fueron ilegalmente detenidos el día 28 de mayo de 1976, en el domicilio de Villa Adelina, Provincia de Buenos Aires. El primero de los nombrados permaneció en el inmueble custodiado por un grupo armado, en tanto su mujer fue conducida al lugar de trabajo del hijo de ambos, Francisco Juan Blatón -caso n° 22-, quien fue allí detenido, y liberada María Juana Caimán de Blaton. Juan José Blatón y Francisco Juan Blatón fueron trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde el último nombrado fue sometido a tormentos, continuando desaparecido a la fecha. Juan José Blatón fue liberado el 1° de junio de 1976. Las situaciones precedentemente descriptas encuentran sustento en los recursos de hábeas corpus interpuestos en favor de Francisco Juan Blatón (n° 157, 618 y 662 del Juzgado Federal n° 5; 11.522 y 11.523 del Juzgado Federal n° 2; 307 del Juzgado Federal n° 1 y 2697 del Juzgado Federal n° 4) y en las expresiones vertidas ante la Conadep (Legajo n° 264) por Juan J. Blatón y María Caimán de Blatón. 2408 Poder Judicial de la Nación Casos n°° 23) y 24): Alejandro Calabria -caso n° 23- y Enrique Ramón Tapia -caso n° 24- fueron ilegalmente privados de su libertad el 30 de mayo de 1976, siendo conducidos a la E.S.M.A. y trasladados en el mes de enero de 1977, continuando ambos desaparecidos a la fecha. La permanencia de los nombrados en el lugar encuentra corroboración en las expresiones testificales de Miguel Ángel Lauletta (cfr. fs. 11.738) quien expresara que Tapia fue Atrasladado@ en enero de 1977 y que ambos, junto con una tercera persona apodada ACassius@ -trasladada en 1976, quien presuntamente sería Daniel Fernández, conforme el testimonio de Marta Remedios Álvarez de fs. 14.111, a lo que deben sumarse las expresiones de Lauletta y Roberto Ahumada- le refirieron que en E.S.M.A. se encargaron originalmente de la represión a los integrantes de la organización AE.R.P.@, y que el Capitán Whamond les había planteado la posibilidad de realizar un proceso de recuperación. Asimismo, a fs. 14.224/8 Bursalino relató haber visto en la E.S.M.A. a Enrique Tapia y Alejandro Calabria. Por su parte, Marta Remedios Álvarez expresó en su testimonio que fueron trasladados Alejandro Calabria y Enrique Tapia, entre otros, teniendo claro ello porque ese día bajaron a un grupo de detenidos y les dijeron que le iban a dar una inyección que era una vacuna (cfr. fs. 14.111/14.115). Asimismo, Alejandro Blanco García expresó haber visto en la ESMA a Alejandro Calabria. Casos n°° 25), 50), 51), 65), 66), 96) y 97): José Antonio Cacabelos -caso n° 25- fue ilegalmente detenido en la vía pública, en la localidad de Florida, Partido de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, el día 7 de junio de 1976 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue interrogado en relación al paradero de su hermana Esperanza María Cacabelos de Salcedo y el marido de ésta, Edgardo Salcedo, quienes fueran muertos en un enfrentamiento el día 12 de junio del mismo año. En el centro clandestino que allí funcionó, José Antonio Cacabelos compartió la detención con sus hermanas Cecilia y Ana María, ésta última fue la única que recuperó su libertad, mientras que José Antonio permanece desaparecido a la fecha. Lo expuesto encuentra corroboración en lo obrado en el Legajo n° 33, los dichos vertidos ante la Conadep por Ana María Cacabelos y Laura Alicia Reborati, quien estuviera detenida en la E.S.M.A., y las expresiones vertidas ante esta Cámara en oportunidad de instruirse la Causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas) por José Cacabelos Muñiz, padre de la víctima, así como en los testimonios de Alfredo Bursalino (fs. 14.224/8) y Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111), quien expresara que José Cacabelos fue trasladado junto a otros detenidos, recordando ello por cuanto ese día bajaron a un grupo y les dijeron que les iban a dar una inyección, que era Auna vacuna@. En relación a Esperanza María Cacabelos -caso n° 50- y Edgardo de Jesús Salcedo -caso n° 51cabe señalar que el 12 de julio de 1976, personal perteneciente a un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada se hizo presente en el domicilio de la calle Oro N° 2511, departamento AC@, de la Ciudad de Buenos Aires, produciéndose un "enfrentamiento" -aunque ante la ausencia de victimarios heridos podría tratarse de un homicidio- que culminó con la muerte del matrimonio y la posterior entrega del hijo de ambos, a la época de los hechos de un año y medio de edad, a sus abuelos. En lo atinente al enfrentamiento obran los dichos testificales de Alberto Frank (cfr. fs. 144 del Legajo n° 33), así como del Contralmirante Salvio Olegario Menéndez (v. fs. 214 de dicho Legajo), quien refirió haberse desempeñado como Subdirector de la Escuela de Mecánica de la Armada con el grado de Capitán de Fragata desde febrero a julio de 1976, y a raíz de las heridas sufridas en el hecho antes detallado, pasó a retiro. Asimismo, Marta R. Álvarez en su testimonio de fs. 14.111/5 relató que Menéndez fue herido en un enfrentamiento en la calle Santa Fe y Oro el 12 de julio de 1976, ocasión en la que murió María Esperanza Cacabelos y Edgardo Salcedo, y que Acosta bajó al sótano en esa fecha y dijo que Aél era el jefe@. José Cacabelos Muñiz relató que en la noche del día 15 de julio de 1976, luego del sepelio de Esperanza María Cacabelos y Edgardo Salcedo, recibió un llamado telefónico de su hijo José Antonio -que permanecía secuestrado en la E.S.M.A.-, quien ya conocía lo sucedido con su hermana y su cuñado. A fs. 121 y 122 del legajo de mención, obran incorporadas en copias las partidas de defunción de Esperanza María Cacabelos y de Edgardo de Jesús Salcedo. La primera, falleció a consecuencia de una herida de bala en la cabeza, en tanto Salcedo recibió seis impactos, de los cuales uno le produjo una herida en la cabeza y el otro en el tórax, siendo éstos los que le ocasionaron la muerte. Esto último se desprende del tratamiento brindado al caso de los aquí nombrados en el desarrollo de la sentencia dictada en la Causa n° 13 (Casos nros. 464 y 465) y del Sumario n° 824 del Consejo de Guerra Especial Estable n° 1/1. En lo que atañe a Esperanza María Cacabelos -caso n° 50- y Edgardo de Jesús Salcedo -caso n° 51-, conforme surge del expediente del Consejo de Guerra Especial Estable 1/1 ya citado, así como del resultado de las autopsias realizadas a los nombrados, y tal como se sostuviera al analizar la situación de éstos en oportunidad del desarrollo de la sentencia dictada en la Causa n° 13/84, no puede descartarse que la muerte de ambos haya acaecido efectivamente en el marco de un enfrentamiento, situación ésta que deberá ahondarse a los fines de su debida clarificación, y determinar en forma fehaciente si en este hecho intervino personal del Grupo de Tareas 3.3.2. En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento. Susana Díaz era la propietaria del departamento de la calle Oro 2511 donde se produjo el enfrentamiento que culminó con las muertes de Esperanza María Cacabelos y Edgardo Salcedo, inmueble éste que había facilitado a la pareja, en tanto Díaz pasó a residir junto a Mirta Grosso -caso n° 65- en el departamento situado frente al 2409 Poder Judicial de la Nación anterior. Norma Beatriz Díaz, -caso n° 66- hermana de la primera, concertó encontrarse con la nombrada en Canning y Corrientes en esta Capital Federal el día 17 de agosto de 1976, fecha en la que fue interceptada por un grupo armado compuesto entre otros, por una persona apodada Tigre, siendo conducida a la Av. Forest, indicándosele que señalara a su hermana, toda vez que tenían conocimiento, por haber detenido el día 16 del mismo mes y año a Mirta Grosso a quien interrogaron bajo tortura, que la misma se presentaría en el lugar. Conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada (cfr. Legajo n° 88) Norma Díaz vio en el lugar a Mirta Grosso quien fue trasladada una semana antes de producirse la liberación de Díaz, acaecida el 8 de septiembre de 1976. Durante su permanencia en la E.S.M.A., Díaz fue interrogada por Tigre, Dante, e Inglés. Mirta Grosso continúa desaparecida. El 11 de octubre de 1976 en una confitería de Corrientes y Dorrego en esta Capital Federal, un grupo armado procedió al secuestro de Cecilia Inés Cacabelos -caso n° 96-, cuyo hermano José Antonio secuestrado meses antes, insistía telefónicamente desde la E.S.M.A. e incluso en una visita que efectuara a su progenitor acompañado de un individuo armado, sobre su paradero, acordándose finalmente la entrevista el día y lugar indicado entre la nombrada, su hermana Ana María Cacabelos -caso n° 97- y José Antonio, verificándose en la oportunidad la detención de ambas mujeres, quienes fueron trasladadas al mismo centro de detención. Ana María Cacabelos recuperó su libertad horas después, encontrándose Cecilia Inés Cacabelos desaparecida (cfr., asimismo, Causa n° 13, casos nros. 476 y 477 de la sentencia). Casos n°° 26) y 27): Jorge Soria -caso n° 26- y Beatriz Porrini de Soria -caso n° 27- fueron ilegalmente privados de su libertad el día 15 de junio de 1976, en su domicilio situado en San Antonio de Padua, Pcia. de Buenos Aires, siendo ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fueron sometidos a tormentos, permaneciendo desaparecidos a la fecha. Noelia Blanca Pardini de Soria relató en su presentación ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas que en oportunidad del procedimiento que concluyera con la detención de su hijo y nuera, el hijo de la pareja fue entregado a una vecina de apellido Lara. Agregó luego en su declaración ante la Justicia Militar (cfr. Legajo n° 97) que al día siguiente un grupo armado, encabezado por el Capitán Astiz, ingresó a su domicilio interrogándola sobre sus hijos. Asimismo y en relación al primer evento, testificó en igual sede María del Carmen Rosello de Arbas, vecina del matrimonio (cfr. fs. 21 del legajo de mención). Caso n°° 28): Conforme surge del Legajo n° 93, Julio César Arin Delacourt -caso n° 28- y su esposa Mercedes Leonor Cuadrelli fueron vistos por última vez por los padres del nombrado, la noche del 16 de junio de 1976. Los progenitores concurrieron al inmueble ocupado por la pareja la mañana del día siguiente, encontrando el lugar en completo desorden, con los muebles destrozados, advirtiéndose el faltante de algunos bienes (cfr. presentaciones de Oberto Domingo Arin y exposición de fs. 44/45). El denunciante refirió ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas que un ex integrante de la E.S.M.A., de nombre Raúl Bertoia, le indicó que su hijo estuvo allí alojado. A la fecha, continúa desaparecido. Casos n°° 29) y 30): Miriam Anita Dvatman -caso n° 29- junto con su hija Julieta -caso n° 30-, entonces de 4 años de edad, fueron ilegalmente detenidas el 20 de junio de 1976 en el sur de la Provincia de Buenos Aires en ocasión de concurrir al Área Federal de la Organización Montoneros. Trasladada a la E.S.M.A., fue sometida a tormentos, recuperando su libertad en el mes de julio de 1978 en que viajó a Madrid con un pasaje de Aerolíneas Argentinas oblado por la Armada Argentina. La nombrada fue vista en la E.S.M.A., conforme las referencias de oídas formuladas por Graciela Beatriz Daleo (cfr. Legajo n° 67), así como también por Miguel Ángel Lauletta (v. su testimonio de fs. 11.738), Marta Remedios Álvarez (v. fs. 14.111) quien compartiera el lugar de alojamiento con la nombrada, y Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417). Caso n°° 31): El día 25 de junio de 1976 se produjo la detención ilegal de Franca Jarach, quien fuera conducida a la E.S.M.A., siendo trasladada un mes después, continuando desaparecida a la fecha. En relación a la nombrada, Marta Remedios Álvarez en su exposición de fs. 14.111/5 indicó que estaba encerrada en un cuarto cuando Pernías le dijo que le iba a traer a alguien conocido, haciendo ingresar al lugar a Franca Jarach, hija de Vera Jarach, quien había sido secuestrada junto a Cassius Clay y cuyo nombre cree que era Daniel Fernández, el 25 de junio de 1976. Caso n°° 32): El 25 de junio de 1976 Daniel Fernández fue ilegalmente privado de su libertad, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde permaneció alojado hasta su traslado acaecido entre los meses de julio/agosto del mismo año. Continúa desaparecido. El nombrado, bajo el apodo de Cassius Clay ó Cassius es mencionado por Marta Álvarez en su testimonio de fs. 14.111/5 (cfr. asimismo, expresiones de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738). 2410 Poder Judicial de la Nación Caso n°° 33): Rocío Martínez fue ilegalmente detenida el 25 de junio de 1976, siendo trasladada a la E.S.M.A., continuando desaparecida a la fecha. (V. Legajo Conadep n° 3182). Casos n°° 34), 35), 36) y 37): El 26 de junio de 1976, en Vicente López, Provincia de Buenos Aires, se produjo la privación ilegal de la libertad de Javier Otero (caso n° 35)-conscripto de la E.S.M.A.-, su esposa de nombre Rita (caso n° 34), y de la pareja compuesta por Adolfo Kilmann (caso n° 37) y Marta Remedios Álvarez (caso n° 36). Las dos mujeres fueron introducidas en un rodado en tanto los hombres lo fueron, también esposados y encapuchados, en el interior del baúl del vehículo, al tiempo que en el departamento por ellos ocupado se produjo una detonación. Conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, Adolfo Kilmann fue sometido a tormentos conforme lo expresado por Marta Remedios Álvarez, sobre cuya permanencia en ese centro clandestino de detención se refirieron por conocimiento propio o de oídas, Graciela Beatriz Daleo (cfr. sus dichos obrantes en el Legajo n° 67), María Inés Pilar Imaz de Allende -Legajo 111- , Andrés Castillo (cfr. Legajo Conadep n° 4816), Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738), y Alfredo Bursalino (v. fs. 14.224/8). A partir de los meses de agosto/septiembre del año 1978, Marta Remedios Álvarez contó con salidas temporarias, recuperando finalmente su libertad en junio de 1979 (cfr. su testimonio de fs. 14.111 del principal). Los demás nombrados, continúan desaparecidos a la fecha. Caso n°° 38): Alfredo Bursalino fue ilegalmente privado de su libertad en el mes de junio de 1976, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada donde estuvo clandestinamente detenido hasta el 1° de enero de 1978 en que recuperó su libertad. Su permanencia en el lugar se encuentra corroborada a través de sus propias manifestaciones de fs. 14.224/8, las expresiones de Marisa Murgier, quien fuera vista por María Inés Pilar Imaz de Allende (cfr. Legajo 111); Graciela García, Graciela Beatriz Daleo (v. Legajo 87), Miguel Ángel Lauletta (cfr. su testimonio de fs. 11.738), Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111), Amalia María Larralde (legajo n° 1), Hebe Lorenzo, Horacio Peralta, y Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.417). Caso n°° 39): Marta Angélica Álvarez de Repetto fue detenida el 14 de septiembre de 1976 en su domicilio en la Ciudad de Corrientes, por personal policial que ofició con la asistencia de un testigo. Quienes la custodiaban le informaron que se hallaban a la espera del arribo de oficiales militares quienes la interrogarían, siendo luego trasladada al Regimiento n° 9 de dicha Ciudad, dependiente del Tercer Cuerpo de Ejército, donde permaneció alojada hasta que el 3 de diciembre de 1976 fue trasladada al Instituto APeletier@, por haber sido puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional mediante Decreto 2438 del 11 de octubre del citado año. Lo precedentemente expuesto surge del Legajo de Conadep n° 7055 en el que la nombrada detallara lo acaecido, así como del tratamiento que de su caso (n° 273) se efectuara en el desarrollo de la sentencia dictada en la Causa n° 13. De lo aquí consignado, surge que no intervino en la detención, ni en el sometimiento a la ilegal privación de libertad, personal del Grupo de Tareas 3.3.2 y/o de la Armada Argentina, no obrando, tampoco, probanzas que permitan establecer que la nombrada hubiera sido conducida por circunstancia alguna a la E.S.M.A. En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento. Asimismo, reintegradas que le sean las actuaciones, el Sr. Juez a quo deberá remitir testimonios de las partes pertinentes a conocimiento del Juzgado con jurisdicción en el lugar donde el evento habría tenido verificación, a los fines de su debida dilucidación. Casos n°° 40), 41), 42), 43) y 44): Alfredo Leaden (caso n° 40), Alfredo Kelly (caso n° 41), Pedro Duffau (caso n° 42) -todos ellos sacerdotes-, Salvador Barbeito (caso n° 43) y José Barletta (caso n° 44) -ambos, seminaristas-, pertenecientes a la orden de los APalotinos@, fueron muertos el día 4 de julio de 1976 en la Parroquia San Patricio, ubicada en esta Capital Federal. Graciela Beatriz Daleo y Andrés Castillo, no obstante haber permanecido ilegalmente detenidos en la E.S.M.A. en época distinta, (cfr. Legajo CONADEP n° 4816 y Legajo n° 87, entre otros), refirieron en relación a ello que Aa mediados de 1976 fueron asesinados tres sacerdotes y dos seminaristas de la orden de los Palotinos, que vivían en una parroquia en Buenos Aires, el teniente Pernías participó en esta operación, según sus propios dichos jactanciosos@. A ello, deben agregarse los antecedentes reunidos por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas volcados en el libro ANunca Más@, Págs. 356 y Cdte.: AEn la madrugada del 4 de julio de 1976, fueron asesinados los sacerdotes de la comunidad palotina de San Patricio, Alfredo Leaden, Pedro Duffau y Alfredo Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletta. Los religiosos fueron muertos a tiros en la Parroquia de San Patricio del barrio de Belgrano. El padre Alfredo Leaden, de 57 años, era delegado de la Congregación de los Palotinos Irlandeses; el Padre Pedro Duffau de 65 años, era profesor; el Padre Alfredo Kelly, de 40 años, era director del Seminario de Catequesis en Belgrano y profesor en el Colegio de las Esclavas del Santísimo Sacramento; Salvador Barbeito, de 29 años, era seminarista, profesor de filosofía, psicología y catequista además de rector del Colegio San Marón; Emilio Barletta, de 25 años, era seminarista y profesor. Tanto amigos como feligreses de los religiosos asesinados coincidieron en que éstos habían predicado siempre la paz y condenaban la violencia. La noche del crimen, personas del vecindario vieron un automóvil Peugeot negro largamente estacionado frente a la Parroquia, con cuatro hombres adentro y, también un patrullero que se detuvo junto a ellos y luego se alejó. Seguramente los asesinos aguardaban que se encontrasen en la parroquia todos sus moradores para entrar en acción. Las primeras personas que a 2411 Poder Judicial de la Nación la mañana ingresaban a la Parroquia encontraron sobre las paredes y una alfombra leyendas que después fueron retiradas; las leyendas decían: >así vengamos a nuestros compañeros de Coordinación Federal= (en cuyo comedor se había colocado hacía poco una bomba homicida) y >esto les pasa por envenenar la mente de la juventud=. De la parroquia desaparecieron objetos y papeles. El 7 de julio la Conferencia Episcopal elevó una nota a la Junta Militar donde, entre otras cosas, decía >consideramos los graves hechos de violencia que han sacudido últimamente y en forma desconocida al país, hiriendo íntimamente el corazón de la Iglesia. Nos referimos, naturalmente, al incalificable asesinato de una comunidad religiosa en la Parroquia de San Patricio en Buenos AiresY=. Y el 5 de julio, en el sermón pronunciado durante el oficio celebrado en San Patricio, el sacerdote asuncionista Roberto Favre decía >es necesario rogar a Dios no sólo por estas muertes sino por las innumerables desapariciones que ocurren cotidianamenteY=AEl suceso narrado coincidió en el tiempo con la recepción de otra carpeta >confidencial= que contenía documentación perteneciente a los Padres Palotinos Y el cura párroco Alfredo Leaden y Pedro Duffau y los seminaristas José Emilio Barletta y Salvador Barbeito. Agrega el declarante que entre la actividad ejercida por el Ministerio del Interior, estaba la vigilancia sobre aquéllos sacerdotes denominados >tercermundistas= existiendo un archivo de 300 nombres con informaciones detalladas sobre la actividad de cada uno de ellos. En referencia al caso de los Padres Palotinos, el declarante posee en su poder una agenda telefónica de uno de los sacerdotes, que guardó como prueba de que dicha documentación se encontraba en dependencias del Ministerio del Interior en la época de referenciaY@ (declaración prestada por el ex oficial de la Policía Federal Argentina Peregrino Fernández, ante el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con sede en Ginebra). Ahora bien; la genérica mención que se realiza en el auto de mérito a Alos antecedentes@ de la causa n° 7970 caratulada ABarbeito, Salvador y otros víctimas de homicidio@, del registro del Juzgado n° 3 del Fuero, sin que los mismos hayan sido individualizados ni debidamente analizados por el Sr. Magistrado instructor, ni correlacionados acabadamente con los aquí imputados, resultan insuficientes a los fines del pronunciamiento adoptado, cuya nulidad parcial y en lo que a éste evento se refiere, habrá de ser declarada, debiendo el Sr. Juez subsanar debidamente ello reintegradas que le sean las actuaciones. Caso n°° 45): Liliana Elvira Pontoriero fue ilegalmente detenida el 4 de julio de 1976 en su domicilio situado en Lanús, Provincia de Buenos Aires, y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue interrogada y torturada, siendo liberada el día 28 de julio de 1976. Durante su permanencia en el lugar vio a Bettina Tarnopolsky, tomando conocimiento que allí se hallaba el resto de la familia de la nombrada (cfr. fs. 3528 y 10.360 del principal). Caso n°° 46): Laura Alicia Reboratti fue ilegalmente privada de su libertad en su domicilio situado en la localidad de Martínez, Provincia de Buenos Aires, el día 6 de julio de 1976, y trasladada a la E.S.M.A., recuperando su libertad. Durante su detención, la nombrada vio en dicho centro clandestino a José Antonio Cacabelos (cfr. desarrollo de su caso y Legajo n° 33). Sobre su caso ya ha tenido este Tribunal oportunidad de pronunciarse al tratar las causas n° 20.749 y 21.422 (cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 9862, y fs. 3090, 3589, 4077, entre otras, del principal). Casos n°° 47), 48) y 49): Conforme surge del Legajo n° 57, José Enrique Ravignani (caso n° 47) fue ilegalmente detenido en su domicilio en esta Capital Federal, el día 8 de julio de 1976 por un grupo armado que buscaba a su hija María Teresa Ravignani (caso n° 48), trasladándose con el nombrado al domicilio de otra hija, de nombre María Cecilia, donde permanecieron hasta que se produjo una comunicación de la anterior informando que había sido detenida. José Enrique Ravignani fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar donde halló a María Teresa Ravignani, embarazada de dos meses, y a su marido, Ricardo Hugo Darío Manuele (caso n° 49). El progenitor escuchó cuando interrogaban a su hija y la tortura a la que fue sometido su yerno. José Enrique Ravignani recuperó su libertad el día 9 del mismo mes y año. Los demás nombrados, continúan desaparecidos Caso n°° 52): Alejandro Hugo López relató ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y en oportunidad de su exposición durante la sustanciación de la causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas, fs. 1223/8, Anexo VI, y Legajo n° 7) que encontrándose cumpliendo el servicio militar en la Oficina de Compras del Departamento de Ingeniería de la Escuela de Mecánica de la Armada, fue ilegalmente detenido el 13 de julio de 1976. También fue golpeado y torturado mediante el paso de corriente eléctrica al tiempo que se lo interrogó sobre el origen de una bolsa de clavos que le habría dado a otro conscripto de apellido Tarnopolsky, a quien en ese momento no conocía y respecto del cual luego supo que habría colocado una bomba en un macetero dentro del quincho de oficiales, que fue descubierta junto con los clavos por los que se le interrogaba. Refirió haber sido sometido a tormentos y conducido días después a la Comisaría 24° de la Policía Federal, junto con otros compañeros de camada del citado Tarnopolsky, lugar desde el que recuperó la libertad el día 18 de julio de 1976. Casos n°° 53), 54), 55), 56) y 57): Las constancias obrantes en el Legajo n° 123, de los recursos de hábeas corpus y denuncias de privación ilegal de la libertad efectuadas ante los Juzgados de Instrucción n° 33 (causa n° 2489), Juzgado Federal n° 3 (causas n° 7421 y 34/76), Juzgado Federal n° 1 (causas n° 58/79, 59/77), y Juzgado Federal n° 2 (causa n° 11.542), 2412 Poder Judicial de la Nación permiten establecer que Sergio Tarnopolsky (caso n° 53) se hallaba cumpliendo el servicio militar obligatorio en la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar en el que fue ilegítimamente privado de su libertad el 13 de julio de 1976, continuando desaparecido a la fecha. Del testimonio brindado por Alejandro Hugo López (cfr. actas mecanografiadas) -cuyo caso se relató anteriormente- surge que por comentarios tomó conocimiento que el nombrado Tarnopolsky fue sometido a torturas, siendo Autilizado@ para probar la eficacia de los chalecos antibalas. A su respecto, la Armada formó el expediente n° 130/76 AR@ como parte de deserción en el que se indicó que la víctima se retiró de la E.S.M.A. el día 13 de julio de 1976 en uso de licencia local (cfr asimismo, tratamiento brindado al caso en la causa n° 13 -n° 202-). Asimismo, Rolando Pisarello y María del Huerto Milesi (v. Legajo n° 6) refirieron en la presentación de fs. 4 que tuvieron conocimiento que en el lugar estuvo Adetenido Yun soldado conscripto de marina llamado TarnopolskyY@. La esposa del anterior, Laura Inés Del Duca (caso n° 54), fue privada de su libertad el día 16 de julio de 1976 en su domicilio de Capital Federal, y conducida a la E.S.M.A., donde permaneció alojada, siendo sometida a tormentos, continuando desaparecida a la fecha. Hugo Tarnopolsky (caso n° 55) y Blanca Edith Edelberg de Tarnopolsky (caso n° 56), fueron detenidos en su domicilio de la Capital Federal el día 16 de julio de 1976 por un grupo armado, perteneciente al Grupo de Tareas 3.3.2., y trasladados al domicilio de Rosa Daneman de Edelberg, lugar donde fuera secuestrada la hija de los primeros, Bettina Tarnopolsky (caso n° 57). La totalidad de los nombrados fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo sometidos a tormentos, continuando desaparecidos a la fecha. Amén de lo señalado al inicio del presente desarrollo, las circunstancias precedentemente consignadas encuentran corroboración en las expresiones vertidas durante la sustanciación de la Causa n° 13 por Liliana Elvira Pontoriero y Juan Guelar, quienes estuvieran clandestinamente detenidos en la E.S.M.A. en la época de los sucesos, así como por las manifestaciones de Lila Pastoriza quien no obstante haber permanecido alojada en dicho centro en época distinta, refirió que allí se hacía mención a la permanencia en el lugar de la familia Tarnopolsky, así como que Sergio había sido ayudante del Capitán Jorge Acosta. En términos similares se pronunció ante la Conadep Andrés Castillo (cfr. Legajo n° 4816). De igual forma, la similar manera en que los grupos de tareas desplegados utilizaron para ingresar a los departamentos ocupados por Laura Del Duca y el matrimonio Tarnopolsky, mediante la voladura de las respectivas puertas de acceso, halla corroboración en los testimonios de José Daniel Pugliese y Luis Morgan, brindados en la Causa n° 13 -v. fs. 12.238 del principal-. Asimismo, a fs.11.999 obra la exposición testimonial brindada por Daniel Tarnopolsky, quien en la ocasión ratificara la declaración que brindó a fs. 1180/1182 del legajo de Domon-Duquet, donde relatara lo acaecido. Por su parte, Marta R. Álvarez en su exposición de fs. 14.111/5 se refirió a esta familia y los tormentos que padecieran, en tanto Mercedes Inés Carazzo en su exposición de fs. 12.417 expresó que durante su detención en la E.S.M.A. supo que también había estado en el lugar la familia Tarnopolsky, al igual que Alfredo Bursalino (fs. 14.224). Caso n°° 58): El periodista Víctor Eduardo Seib (Conf. ANunca MásY@, pág. 374), resultó privado ilegalmente de su libertad el 30 de julio de 1976, siendo conducido a la E.S.M.A. donde fue sometido a tormentos, continuando desaparecido a la fecha. Fue visto en la ESMA por Marta Remedios Álvarez (v. fs. 14.111). Caso n°° 59): Nora Oppenhaimer fue detenida en julio de 1976, y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha. Su permanencia en la E.S.M.A. y posterior Atraslado@ encuentra corroboración en las manifestaciones vertidas por Marta Remedios Álvarez en su exposición de fs. 14.111/5. Casos n°° 60) y 61): Haydée Cirulo de Carniglia y Esther Carniglia -hija de la anterior-, fueron ilegalmente detenidas el 4 de agosto de 1976 y conducidas a la E.S.M.A., continuando desaparecidas a la fecha (cfr. Legajos Conadep n° 6136 y 6053, respectivamente; y fs. 7209, 7789, 8964, 10.264 entre otras, del principal). Caso n°° 62): El 5 de agosto de 1976 un grupo armado irrumpió en el domicilio de Ángela María Aieta de Gullo, quien fue ilegalmente privada de su libertad y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, y continúa desaparecida a la fecha. La nombrada fue vista en la E.S.M.A. por Norma Noemí Díaz (cfr. Legajo Conadep n° 2354, Legajo n° 88), Graciela Daleo y Andrés Castillo -éstos, según referencias de oídas- (cfr. Legajo n° 4816 -Conadep-), Horacio Peralta, Hebe Lorenzo (cfr. fs. 10.049 y Legajos Conadep n° 2941 y 7628) y Marta Remedios Álvarez (cfr. su testimonio de fs. 14.111) Casos n°° 63) y 64): 2413 Poder Judicial de la Nación Los periodistas Eduardo (Edgardo) Suárez -caso n° 63-, (cfr. ANunca MásY@, págs. 374 y 434) y Patricia Villar de Suárez -caso n° 64- resultaron ilegalmente detenidos el día 12 de agosto de 1976, fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, y continúan desaparecidos al presente (cfr. Legajo n° 166). Fueron vistos en la E.S.M.A. por Marta Remedios Álvarez (cfr. su testimonio de fs. 14.111/5). Casos n°° 67) y 68): Horacio Edgardo Peralta (caso n° 67) y su pareja, Hebe Inés Lorenzo (caso n° 68), fueron ilegalmente detenidos el día 26 de agosto de 1976 en esta Capital Federal, siendo ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometidos a torturas mediante el paso de corriente eléctrica, en el transcurso de las cuales Lorenzo sufrió paros cardíacos. Peralta fue liberado el 19 de octubre de 1976, en tanto Lorenzo fue derivada a la cárcel de Devoto (Unidad n1 2 del S.P.F.), donde permaneció hasta el 4 de abril de 1977, en que fue liberada bajo vigilancia y expulsada al Paraguay, radicándose posteriormente en Francia (cfr. asimismo, presentación de Horacio Edgardo Peralta obrante a fs. 10.049 del principal). Marta Remedios Álvarez (v. fs. 14.111) refirió haber visto a Peralta en la ESMA (cfr. asimismo, Legajos Conadep n° 2941 y 7628). Caso n°° 69): Osvaldo Ramón Cheula fue detenido y liberado en dos oportunidades, siendo conducido en ambas ocasiones, a la Escuela de Mecánica de la Armada. El primer evento se verificó entre el 27 de agosto y el 5 de septiembre de 1976, lapso durante el cual fue torturado. Posteriormente, fue nuevamente detenido el 16 de noviembre de 1976, permaneciendo clandestinamente alojado en dicha sede hasta el 23 de noviembre de 1976. Su caso ya fue tratado por este Tribunal al expedirse en las causas n° 24.122 y 24.309. Caso n°° 70): Pedro Solís fue privado de su libertad el 28 de agosto de 1976, conducido a la E.S.M.A., desaparecido a la fecha. Al respecto, resulta conducente señalar lo asentado en el libro ANunca Más@ (v. págs. 338 y 439): Ano se preocupe señora que lo vamos a cuidar bien, me dijeron los hombres vestidos de fajina y de civil, muy armados, que entraron a nuestra casa y se llevaron a mi marido. Vinieron el 28 de agosto de 1976 a las 2 y 30 hs. Buscaban a nuestra hija María Cristina, que hacía cuatro años que ya no vivía con nosotros. Después de revisar toda la casa dijeron que tenían que llevarse a mi esposo por ser el de más edad@. Legajo n° 776.- Pedro Solís tenía 77 años. Era jubilado de la Policía Federal y se atendía constantemente en el Hospital Churruca pues padecía de arteriosclerosis e hipertensión arterial@(cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 4887). El nombrado fue visto en la E.S.M.A. por Marta Remedios Álvarez (cfr. su testimonio de fs. 14.111/5). Caso n°° 71): Bajo el apodo de AInés@ o AMaría@, -embarazada-, esta persona habría sido privada ilegalmente de su libertad en el mes de agosto de 1976 y conducida a la E.S.M.A. Ahora bien; la mera indicación efectuada por el Sr. Magistrado en el sentido arriba citado, no alcanza para sustentar el reproche que se formula. En este sentido, por cuanto se carece de otro tipo de dato que permita conocer su real identidad, no surgiendo de autos mención por parte de otros detenidos, y/u otros elementos convictitos, que permitan sostener su permanencia en el centro que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, y/o la participación de los aquí imputados en la privación de su libertad, circunstancia que exige una mayor profundización por parte de la instrucción. En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento. Caso n°° 72): El 1° de septiembre de 1976 Inés Adriana Cobo fue ilegalmente detenida en esta Capital Federal, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha. La nombrada, también conocida como ALa Conejo Inés@ fue vista en ese lugar por Miguel Ángel Lauletta (cfr. fs. 11.738) quien señalara que la misma fue Atrasladada@ en enero de 1977. Alfredo Bursalino (v. fs. 14.224) refirió que Aen el dorado@ estaba Inés Cobo, junto con Marta Álvarez, quien así lo confirmara en su testimonio de fs. 14.111/5 al expresar que compartió mucho tiempo de su propio cautiverio con la nombrada, quien fue trasladada junto con Tapia, Calabria, Cacabelos y Di Doménico. Caso n°° 73): Zulema Elganame resultó muerta en su domicilio situado en Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, y el auto en crisis sostiene que lo fue por personal integrante del Grupo de Tareas 3.3.2, el día 6 de septiembre de 1976. A su vez, es mencionada por Graciela Beatriz Daleo y Andrés Ramón Castillo (Legajo 4816 de la Conadep), e integra el listado de personas secuestradas por personal de la E.S.M.A., que fueran ejecutadas y/o que continúan 2414 Poder Judicial de la Nación desaparecidas, enviado por el Juzgado Central de Instrucción N° 5 de la Audiencia Nacional de Madrid (cfr. fs. 8521 del mismo). No obstante lo precedentemente apuntado, no se encuentra debidamente esclarecido, ni determinado al menos, dentro del grado de certeza exigido para esta etapa-, la efectiva intervención en el hecho de los aquí imputados, lo que habrá de ser debidamente profundizado. En virtud de ello, corresponde proceder conforme lo reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos encartados a quienes se les reprochara este evento. Casos n°° 74), 75), 76), 77) y 78): El 6 de septiembre de 1976 personal presuntamente perteneciente al Grupo de Tareas 3.3.2 luego de haber rodeado el inmueble de la calle Uriarte 1058 de esta Ciudad, irrumpió en el departamento AC@ del cuarto piso, ocupado por Jorge Simón Adjiman -caso n° 74- y su esposa Estela María Gache de Adjiman -caso n° 75-, las dos hijas menores del matrimonio, la madre del primero, Hilda Brotman de Adjiman, y su hermano Luis Daniel Adjiman -caso n° 76-, abatieron a los dos primeros y secuestraron al último, quien fue conducido al domicilio de otro hermano, Leonardo Natalio Adjiman -caso n° 77- y su esposa Soledad Schajaer -caso n° 78-, ubicado en la localidad de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, quienes resultaron asesinados en esa morada. Luis Daniel Adjiman habría sido trasladado a un centro clandestino de detención, -presuntamente la Escuela de Mecánica de la Armada-, lugar donde fuera visto por sus familiares Luis Brotman, Sergio Bejerman y Dora Najles de Brotman, continuando desaparecido al presente (cfr. asimismo, constancias del Legajo n° 87). Ahora bien; en lo que atañe Jorge Simón Adjiman -caso n° 74-, y Estela Gacche de Adjiman -caso n° 75- conforme surge de lo obrado en el Legajo n° 87 (cfr. especialmente expresiones de Graciela Castelli a fs. 56/7 vta., Máxima Iñiguez a fs. 62/64 vta., y el informe de fecha 14 de septiembre de 1976 labrado por la Comisaría 250 dando cuenta del enfrentamiento armado ocurrido en el inmueble de la pareja -Uriarte 1058, 4° AC@- y que culminara con la muerte de los mismos), no puede descartarse que el deceso de ambos haya acaecido efectivamente en el marco de un enfrentamiento, situación ésta que deberá ahondarse a los fines de su debida clarificación, y determinar en forma fehaciente si en el hecho intervinieron los encartados a los que se les formulara reproche. En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento. Igual temperamento se adoptará en relación al caso de Leonardo Natalio Adjiman -caso n° 77- y su esposa Soledad Schajaer -caso n° 78-, quienes el mismo día habrían sido abatidos en un enfrentamiento verificado en el domicilio de la pareja ubicado en la localidad de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, circunstancia que no ha sido debidamente profundizada. Así, reintegradas que le sean las actuaciones, el Sr. Juez a quo deberá recabar los testimonios de los vecinos de los lugares donde se produjeron los hechos, a la época de los sucesos; la intervención judicial pertinente Ben su caso-, y cualquier otra diligencia que se estime conducente en procura de aclarar debidamente las circunstancias arriba detalladas. En lo que hace a la situación de Luis Daniel Adjiman -caso n° 76-, teniendo en cuenta que el mismo fue oído por su tía Dora Najles de Brotman -ver caso n° 81 en el centro clandestino de detención que, conforme los dichos de Sergio Bejerman -ver caso n° 83- trata de aquél que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar al que también fuera conducido el resto del grupo familiar compuesto por Isaac Brotman -caso n° 80- y Florencia María Brotman -v. caso n° 82, las imputaciones formuladas a los encartados en relación a estos eventos habrán de ser confirmadas. No obstante ello, resulta necesario contar con las ampliaciones del testimonio de Sergio Bejerman y oír en autos a los demás miembros de la familia mencionada a fin de obtener mayores detalles sobre lo acaecido. Casos n°° 79), 80), 81), 82) y 83): Familiares de las personas arriba citadas, fueron privadas ilegalmente de su libertad el mismo día 6 de septiembre de 1976, y trasladados Bpresuntamente- a la Escuela de Mecánica de la Armada conforme se indicará: Luis Félix Brotman -caso n° 79- en su domicilio de Vidal 3088, de esta Ciudad, en ocasión de hallarse reunido con un grupo de compañeros de escuela. En el lugar de detención permaneció esposado y con grilletes en los pies, oyendo las voces de Sergio Bejerman -caso n°83- Luis Daniel Adjiman quien le narrara la muerte de sus hermanos Jorge y Leonardo. Fue liberado el día 7 de septiembre de 1976 en cercanías de su domicilio, lugar al que fuera conducido por Dante (cfr. fs. 49/51 del Legajo n° 87 ya citado). Isaac Brotman -caso n° 80- y su esposa Dora Najles de Brotman -caso n° 81- fueron secuestrados de su domicilio de Malabia 320, piso 1°, AA@, de esta Ciudad, siendo trasladados primero a un depósito de ropa situado en la calle Campichuelo, y luego al domicilio de la hija del matrimonio, Florencia María Brotman -caso n° 82- ubicado en Cochabamba 2148, Capital Federal, lugar donde ella y su marido, Sergio Martín Bejerman -caso n° 83- fueron también ilegalmente detenidos. Isaac Brotman -caso n° 80- y Dora Najles de Brotman -caso n° 81- fueron liberados el 10 de septiembre de 1976. Esta última escuchó la voz de su sobrino Luis Daniel Adjiman durante su permanencia en el centro clandestino de detención. Sergio Martín Bejerman -caso n° 83- durante su alojamiento en el lugar fue sometido a tormentos e interrogado, y finalmente liberado, junto a esposa Florencia María Brotman de Bejerman -caso n° 82- el 10 de septiembre de 1976 (cfr. asimismo, Legajo n° 87 y recurso de habeas corpus n° 2266 del registro del Juzgado de Sentencia Letra AC@). 2415 Poder Judicial de la Nación El caso de Sergio Bejerman fue tratado por el Tribunal al resolver las causas n° 21.422 y 24.309. Asimismo, y atendiendo a lo resuelto por el Sr. Juez a quo con fecha 21 de mayo de 2007 (cfr. fs. 25.748/9 de los autos principales), se solicitó a la Excma. Cámara Nacional de Casación Penal el Incidente respectivo, el cual no ha sido receptado al presente. En este aserto, y siendo nuevamente valorados los casos vinculados a ello, corresponde indicar que en ocasión de tratarse estos hechos al resolver los autos n° 24.309, erróneamente se consignó en la parte dispositiva, y bajo el número A80@ -que describe lo acaecido a Isaac Brotman-, al evento que damnificara a Sergio Bejerman, a cuyo caso atañe la identificación n° A83@, circunstancia que originó citar inexactamente los números de los casos asignados a estas víctimas. Ello conllevó a resolver incorrectamente la situación del allí imputado Jorge Eduardo Acosta respecto del nombrado Bejerman, por cuyas circunstancias no fuera indagado, correspondiendo en consecuencia modificar parcialmente dicho decisorio y esclarecer que el mismo no alcanza al hecho que damnificara a Sergio Bejerman, lo que así se deja aclarado mediante la presente decisión. Caso n°° 84): El 15 de septiembre de 1976 Juan Carlos Perchante fue privado ilegalmente de su libertad, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido a la fecha. (V. asimismo, Legajo Conadep n° 7624 y fs. 8573 del principal). Casos n°° 85) y 86): Juan Domingo Plaza Taborda -caso n° 85- fue ilegalmente detenido en una confitería de la Ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires, el 16 de septiembre de 1976, siendo conducido a la E.S.M.A, donde se lo sometió a torturas, y continúa desaparecido a la fecha. En relación al nombrado, de los antecedentes remitidos por Juzgado Central de Instrucción n° 5 de la Audiencia Nacional de Madrid a fs. 8526 surge que el mismo habría sido privado de su libertad entre diciembre de 1977 y enero de 1978. Su esposa -caso n° 86- fue igualmente privada de su libertad y trasladada a la E.S.M.A., continuando desaparecida. Al respecto, el Sr. Juez a quo, reintegrados que le sean los obrados, deberá realizar las diligencias necesarias en procura de la correcta individualización de esta víctima. Caso n°° 87): Laura Susana Di Doménico fue ilegalmente detenida en la ciudad de Santa Fe, Provincia del mismo nombre, el 24 de septiembre de 1976 por personal que se identificó como perteneciente a la Policía de esa ciudad, presuntamente bajo las órdenes del Capitán AMartello@, habiendo el Jefe de Operaciones del Área, Tte. Cnel. Rodríguez Carranza, ordenado el traslado de la nombrada a la E.S.M.A. (cfr. presentación de fs. 3/4 del Legajo n° 151, efectuada por Adalberto Elio Di Doménico). Al respecto, en su exposición de fs. 5 del legajo de mención brindada ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, Graciela Beatriz Daleo refirió ACon respecto a Di Doménico (Leg. 538) sabe que Laura estuvo en la ESMA porque se lo dijo directamente el Capitán de Corbeta Jorge Acosta, alias >Tigre= y después fue trasladada a Superintendencia de Coordinación Federal@. Asimismo, Miguel Ángel Lauletta en su testimonio de fs. 11.738 del principal, indicó que el día de su secuestro fue introducido en un vehículo en cuyo interior se hallaba APilar@ Laura Di Doménico, siendo ambos conducidos a la E.S.M.A., continuando la nombrada desaparecida (cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 6336). Di Doménico habría sido trasladada al centro clandestino de detención AAtlético@ (cfr. casos 91, 92 y 93). Al respecto, Marta Remedios Álvarez (v. fs. 14.111) relató haber compartido la detención en la E.S.M.A. con Di Doménico, quien luego fuera trasladada junto con Tapia, Calabria, Cacabelos y Oppenheimer. Caso n°° 88): Pablo Joaquín Mainer Gómez fue ilegalmente privado de su libertad el 29 de septiembre de 1976 en ocasión de cumplir el servicio militar en el Distrito Militar La Plata del Ejército Argentino bajo las órdenes del Cnel. Carlos Nicolás Romanella, quien así lo confirmara en ocasión de su exposición testimonial brindada durante la sustanciación de la Causa n° 13 (cfr. actas mecanografiadas). El nombrado permaneció clandestinamente detenido en la Brigada de Investigaciones de La Plata, de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y bajo dependencia operacional del Primer Cuerpo del Ejército, extremo éste que así se dio por acreditado en la citada Causa n° 13 (cfr. caso n° 26). De lo aquí consignado, surge en principio que no intervinieron en la detención, ni en el sometimiento a la ilegal privación de libertad, las personas aquí imputadas, no obrando, tampoco, probanzas que permitan establecer que Mainer Gómez hubiera sido conducido a la E.S.M.A. En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento, debiendo el Sr. Magistrado constatar si el mismo resulta objeto de tratamiento en actuaciones instruidas ante Juzgados del Fuero de ésta u otra jurisdicción, y, en su caso, proceder a la remisión de los testimonios pertinentes a los fines de su debido esclarecimiento. Casos n°° 89) y 116): 2416 Poder Judicial de la Nación Roberto Ahumada -caso n° 89- fue ilegalmente detenido en septiembre del año 1976, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos, resultando finalmente liberado. Su permanencia en el lugar encuentra corroboración en lo manifestado por Miguel Ángel Lauletta (cfr. fs. 11.738) y Mercedes Inés Carazzo (fs. 14.217), así como por las expresiones vertidas al respecto por Alfredo Julio Margari (Legajo n° 34) y Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124). María Laura Tacca de Ahumada -caso n° 116- fue ilegalmente detenida en el mes de octubre de 1976, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometida a tormentos, lugar en el que permaneció hasta -presuntamente- mediados de 1977 en que fue liberada. En este sentido, Miguel Ángel Lauletta (cfr. testimonio de fs. 11.738) refirió que la nombrada estuvo en la E.S.M.A. y que fue liberada a fines del año 1978, corroborando Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417) su permanencia en el lugar, al igual que Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124) y Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111). El caso de los nombrados, ya fue tratado por este Tribunal al expedirse en las causas n° 24.122 y 24.309. Caso n°° 90): Hernán Firpo fue visto, clandestinamente detenido, en la Escuela de Mecánica de la Armada en septiembre de 1976 (v. Legajo Conadep n° 9842). Casos n°° 91), 92) y 93): Surge del decisorio en crisis que entre los meses de septiembre y octubre de 1976 se habrían producido las privaciones ilegales de la libertad de los apodados AQuique@@ -caso n° 91-, Aloco Nicolás@@ -caso n° 93-, así como de un estudiante de arquitectura -caso n° 92-, quienes desde la Escuela de Mecánica de la Armada fueron trasladados al centro clandestino de detención AAtlético@ junto a Laura Di Doménico, Irene Torrents Bermann (quien fuera vista en la E.S.M.A. por Miguel Ángel Lauletta, conforme su testimonio de fs. 11.738, encontrándose desaparecida), e Inés Cobo. Ahora bien; la mera indicación efectuada por el Sr. Magistrado en el sentido arriba citado, no alcanza para sustentar el reproche que se formula en relación a los llamados AQuique@@ -caso n° 91-, y Aloco Nicolás@@ -caso n° 93-. En este sentido, por cuanto se carece de otro tipo de dato que permita conocer sus reales identidades, no surgiendo de autos mención por parte de otros detenidos, y/u otros elementos convictivos, que permitan sostener su permanencia en el centro que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, y/o la participación de los encartados en la privación de sus libertades, circunstancia que exige una mayor profundización por parte de la instrucción. En el caso del Aestudiante de arquitectura@@ -caso n° 92-, si bien podría presumirse que guarda vinculación con los casos n° 115 y 121 a 125, lo cierto es que, al igual que en las situaciones precedentemente mencionadas, deberá profundizarse la pesquisa a los mismos fines allí indicados. En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este evento. Casos n°° 94) y 95): El 8 de octubre de 1976 en su domicilio de Florida, Provincia de Buenos Aires, un grupo armado procedió a la ilegal detención de Elizabeth Andrea Turrá -caso n° 94- quien fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada y liberada a los tres días (cfr. legajo n° 15, y fs. 1954, 7527 y 10.360, entre otras, del principal). Su novio, Luis Alberto Vázquez -caso n° 95- fue secuestrado en su domicilio de esta Capital Federal, el día 9 de octubre de 1976 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos. Fue liberado el 22 de octubre de 1976 (cfr. Legajo n° 15 y recurso de hábeas corpus n° 5668 del Juzgado de Sentencia Letra T), habiendo sido su caso motivo de tratamiento por este Tribunal al expedirse en los autos n° 21.422 y 24.309. Caso n°° 98): Miguel Ángel Lauletta fue ilegalmente privado de su libertad el 14 de octubre de 1976 en el inmueble de Pasaje Yapeyú y México, de esta Ciudad, oportunidad en la que se secuestró material del servicio de documentación de la organización Montoneros. Fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, liberado en primera instancia en el mes de marzo de 1979 y, luego de veinte días, fue nuevamente secuestrado, permaneciendo clandestinamente detenido por el término de un mes. Su alojamiento en la E.S.M.A. surge, además, de las expresiones vertidas por el nombrado a fs. 11.738 y por Ricardo Coquet (v. legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (v. legajo 111), Rolando Pisarello y María del Huerto Milesi en el Legajo n° 6; Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.041 y 12.417), Liliana Noemí Gardella (fs.12.403), Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111) y Ana María Martí (fs. 13.030). Caso n°° 99): Susana Noemí Díaz Pecach fue ilegalmente detenida el 14 de octubre de 1976 en esta Capital Federal, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, -extremo éste corroborado a través de la presentación efectuada por Graciela Daleo en el Legajo 151, quien aporta los nombres de diversas personas allí alojadas en tiempo anterior y concomitante con la nombrada-, continuando desaparecida a la fecha (cfr. Legajo Conadep n° 1525, y fs. 10.717 del principal). Casos n°° 100) y 101): 2417 Poder Judicial de la Nación Diana Iris García -caso n° 100- y Graciela Beatriz García Romero -caso n° 101- fueron detenidas ilegalmente el 15 de octubre de 1976 en Córdoba y San Martín, de esta Ciudad, siendo trasladadas a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida la primera de las nombradas. García Romero fue torturada y, posteriormente, obligada a realizar distinto tipo de tareas. En este sentido, durante el año 1978 desarrolló durante el día, trabajos en la Cancillería, sumándose en el año 1979, labores que efectuaba en el inmueble de Libertad entre Av. Santa Fe y Arenales, también de esta Ciudad. En este lugar trabajó junto con Alfredo Bursalino (cfr. caso n° 38 del presente), donde también concurrían los integrantes del Grupo de Tareas Yon y Horacio. En 1979, trabajó en el Ministerio de Bienestar Social junto con Marta Bazán -quien es mencionada en este sentido por Ricardo Coquet (Legajo n° 124), Rolando Pisarello, María del Huerto Milesi (legajo n° 6) e Imaz de Allende (Legajo n° 111)-, y Miriam Lewin -consignada en estos términos por Imaz de Allende y Graciela Daleo- siendo que en esa época era controlada telefónicamente por Yon. En 1980, el Tigre Acosta la llamó por teléfono y con el advenimiento de la democracia también se presentó en el despacho de su hermana en Tribunales. Corrobora su permanencia en el lugar el testimonio brindado a fs. 11.738 por Miguel Ángel Lauletta, y a fs. 14.111 por Marta Remedios Álvarez. Caso n°° 102): María Isabel Murgier fue ilegalmente detenida el 16 de octubre de 1976, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde luego, le encomendaron la realización de tareas en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en el ACentro Piloto París@. Finalmente fue liberada. Lo expuesto encuentra, además, corroboración en las expresiones de María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111) y Graciela Beatriz Daleo (Legajo n° 87), y en los testimonios de Marta R. Álvarez (v. fs.8249, 14.111), Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) quien refiriera que la misma fue liberada en 1978 y Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.417) Caso n°° 103): Héctor Eugenio Talbot Wright fue privado de su libertad el 16 de octubre de 1976, y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar al que llegó muerto conforme las expresiones vertidas de oídas por Graciela Beatriz Daleo y Andrés Ramón Castillo (cfr. Legajo Conadep 4186). Ahora bien; la sola indicación efectuada por el Sr. Magistrado en el sentido arriba citado, sustentada en meras referencias efectuadas por quienes permanecieron en ese centro en época distinta al hecho en cuestión, no alcanza para sustentar el reproche que se formula. En este sentido, por cuanto se carece de otro tipo de dato que permita sostener su permanencia en el centro que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, y/o la participación de los aquí imputados en la privación de su libertad, así como su presunto fallecimiento, circunstancia que exige una mayor profundización por parte de la instrucción. En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos encartados a quienes se les reprochara este evento. Casos n°° 104) y 105): Carlos Alberto Caprioli -caso n° 104- y su esposa -caso n° 105- embarazada, fueron ilegalmente detenidos el 18 de octubre de 1976, siendo conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar donde la mujer habría dado a luz. Fueron liberados. Al respecto, Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 y 14.224) expresó que Caprioli fue liberado en el año 1978, habiéndose expedido en relación a su permanencia en la E.S.M.A. Alfredo Bursalino en su testimonio de fs. 14.224/8, y Marta Remedios Álvarez a fs. 14.111. Carlos Alberto Caprioli compartía el estudio con Jaime Said (cfr. presentación de fs. 9700/02 del principal y caso n° 139). Reintegradas que le sean las actuaciones, el Sr. Magistrado a cargo de la instrucción deberá realizar las diligencias indispensables en procura de la debida identificación de la esposa de Carlos A. Carpioli. Caso n°° 106): Lisandro Raúl Cubas fue privado ilegalmente de su libertad en La Tablada, Provincia de Buenos Aires, el 20 de octubre de 1976, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos, de resultas de los cuales debió ser trasladado para su atención al Hospital Naval. Durante su permanencia en el lugar, realizó trabajos vinculados a documentación, fue trasladado a Puerto Belgrano donde permaneció por espacio de un mes, y pudo visitar a sus familiares, hasta que se produjo su liberación el 19 de enero de 1979 en que partió rumbo a Venezuela junto a Rosario Quiroga quien también estuvo allí alojada. Lo expuesto encuentra corroboración en el tratamiento dado a su caso (n° 399) en el desarrollo de la sentencia de la Causa n° 13, su exposición anexada a dichos obrados, así como a través de las expresiones de Ricardo Coquet (legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 111), Andrés Ramón Castillo y Graciela Beatriz Daleo (legajo 4186), Rosario Quiroga, Ana María Martí, Sara Solarz de Osatinsky y Miriam Lewin de García, entre otros (cfr. actas mecanografiadas de la Causa n° 13), en el testimonio de Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738), en las manifestaciones vertidas ante la Conadep por Rolando Ramón Pisarello y María del Huerto Milesi (v. Legajo n° 6); en sus propias expresiones de fs. 8317, 11.038, 11.624, y 14.505/20 y su presentación de fs. 8263; el testimonio de Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.417), Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111) y Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738). Caso n°°107): 2418 Poder Judicial de la Nación Marta Bazán de Levenson fue ilegalmente detenida el 20 de octubre de 1976 y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada donde permaneció hasta su liberación. Su alojamiento en el lugar se encuentra asimismo corroborada a través de las expresiones de Ricardo Coquet (legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 111), Rolando Pisarello y María del Huerto Milesi (legajo n° 6), y en los testimonios de Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) quien señalara que la nombrada fue liberada en 1978, Marta Remedios Álvarez (fs. 12.11) y de Mercedes Inés Carazzo de fs. 12.041. Casos n°° 108), 109) y 110): Guillermo Raúl Rodríguez -caso n° 108-, apodado ABetopo@, su esposa -caso n° 109- y su cuñada caso n° 110-, fueron ilegalmente privados de su libertad el 20 de octubre de 1976 por un grupo armado perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina y, posteriormente, conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada. A principios de 1977, Rodríguez fue transitoriamente derivado al AClub Atlético@, retornando luego a la E.S.M.A.. Finalmente fue Atrasladado@ junto a su esposa y cuñada -embarazada- a fines de ese año, y hasta hoy todos ellos continúan desaparecidos. Al respecto, Silvia Labayrú -quien estuvo clandestinamente detenida en la E.S.M.A.- indicó en la presentación de fs. 196 del Legajo n° 97, ABetopo: era miembro de la conducción regional de la Organización Poder Obrero. Estaba divorciado y tenía una hija de diez años. Era doctor en física y química. Fue secuestrado por Fuerza Aérea junto con su segunda mujer. Ambos son trasladados@. Asimismo, Lisandro Raúl Cubas señaló haber visto a la esposa y cuñada de ABetopo@ Rodríguez, con quien compartía el lugar donde dormían, agregando que este hombre integraba la Organización Comunista Poder Obrero. Ambas mujeres fueron trasladadas por espacio de tres o cuatro días a una dependencia policial, de la que retornaron física y anímicamente destrozadas. Por su parte, Miguel Ángel Lauletta testificó a fs. 11.738 que Rodríguez continúa desaparecido al presente. Su permanencia en el lugar se encuentra asimismo indicada por Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.041). El Sr. Juez a quo deberá profundizar la investigación en procura de la obtención de los datos identificatorios de quienes aquí surgen individualizadas por la Aesposa@ y la Acuñada@ de Guillermo R. Rodríguez. Caso n°° 111): Hugo Luis Onofri fue ilegítimamente detenido el 20 de octubre de 1976 siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos en los que intervino personal del Ejército. Según la carta que Lisandro Cubas enviara a la hermana de la víctima (ver fotocopia glosada en el Legajo 104), Onofri habría muerto durante una sesión de tortura a principios de 1977. Continúa desaparecido. Su permanencia en la E.S.M.A. encuentra, además, corroboración en el testimonio de Miguel Ángel Lauletta (cfr. fs. 11.738). Atento lo indicado por Lisandro Cubas (v. primer párrafo del presente), el Sr. Juez a quo deberá producir las diligencias que resulten necesarias a fin de establecer fehacientemente tal supuesto. Caso n°° 112): María Marcela Gordillo Gómez fue ilegalmente detenida el 10 de octubre de 1976 y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha. Su permanencia en el lugar encuentra corroboración en las referencias efectuadas por Graciela Daleo y Andrés Ramón Castillo -legajo 4816- (cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 6761; y fs. 6868, 7783, 8568 -entre otras- del principal). Casos n°° 113), 156), 158), 159) y 160): Mercedes Inés Carazzo -caso n° 113- fue privada de su libertad el 21 de octubre de 1976 por personal de la Armada. Fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada donde se la sometió a tormentos mediante la aplicación de pasajes de corriente eléctrica. Durante su permanencia en el lugar se la destinó al denominado ACentro Piloto París@, y luego a España (cfr. al respecto, dichos de Lisandro Raúl Cubas -ANunca Más@, pág. 143-, Amalia Larralde -fs. 10.346 y legajo n° 1-, Beatriz Elisa Tokar -fs, 8137-, Marta Remedios Álvarez -fs. 8249-, la propia víctima -fs. 12.041 y 12.247-, María Inés Pilar Imaz de Allende -legajo 111-, y testimonio de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738). En abril de 1980 salió del país rumbo a Perú donde se radicó. Marcelo Daniel Kurlat -caso n° 156- fue secuestrado el 9 de diciembre de 1976 en San Isidro, Pcia. de Buenos Aires, oportunidad en la que resultó gravemente herido, siendo conducido a la enfermería de la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fuera visto por su esposa Mercedes Inés Carazzo. Esa misma noche, Marcelo Daniel Kurlat murió en el camino hacia el Hospital Naval, permaneciendo desaparecido a la fecha. Referencias a ello surgen de las expresiones vertidas ante la Conadep (legajo n° 4816) por Graciela B. Daleo y Andrés R. Castillo y del testimonio de Miguel Ángel Lauletta obrante a fs. 11.738. Asimismo, Lidia Alicia Zunino de Rossini -caso n° 158-, Enrique José Suárez -caso n° 159- y Marcelo Cerviño -caso n° 160- fueron ilegalmente detenidos el 10 de diciembre de 1976 en el domicilio de la primera, situado en Martínez, Pcia. de Buenos Aires, en oportunidad de un procedimiento realizado por personal del Grupo de Tareas 3.3.2, de resultas del cual Zunino de Rossini resultara gravemente herida. En diversas publicaciones del 14 de diciembre de 1976 se reflejó un comunicado del Comando del I° Cuerpo de Ejército, dando cuenta de distintos operativos realizados entre los días 9 y 12 de diciembre de 1976 en virtud de los cuales fueran detenidas personas citadas como integrantes de la columna norte de la Organización Montoneros: Enrique José Suárez (a) AQuique@ o ACacho@, Marcelo Cerviño (a) AAlejandro@, Lidia Alicia Zunino (a) ALeticia@, María Elvira Motto (a) ABombón@, Luis María Delpech (a) AChico@, Marcelo Kurlat (a) AMonramono@ y dos personas individualizadas como AFermín@(quien es mencionado por Alfredo Julio Margari en su legajo 34) e AIgnacio@. 2419 Poder Judicial de la Nación Todos ellos habrían sido trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecidos a la fecha. Cabe acotar que Marcelo Cerviño figura en la lista aportada por Silvia Labayrú, que integra el Legajo 97, en la que se indicó: AMarcelo Cerviño: asesinado en el año 1976@ -fs. 193-, así como también es mencionado en el listado suministrado por Daleo y Castillo en el Legajo 4816. Asimismo Miguel Ángel Lauletta en su testimonio de fs. 11.738, indicó que Cerviño y Juárez llegaron muertos a la E.S.M.A., lugar en el que vio detenida a Carazzo (cfr. asimismo, el testimonio de la nombrada brindado a fs. 12.417). Caso n°°114): Gabriela Yofre fue ilegalmente detenida el 28 de octubre de 1976 en esta Ciudad, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada. Continúa desaparecida a la fecha. La nombrada fue vista en el lugar mencionado por Mercedes Inés Carazzo (cfr. fs. 12.417). Caso n°° 115): Hernán Abriata fue privado de su libertad el 30 de octubre de 1976, en su domicilio ubicado en esta Ciudad, y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada. Permanece desaparecido hasta el día de hoy. En relación a ello, en el Legajo n° 48 obran las expresiones de Carlos Alberto Abriata (fs. 1, 6/7), Beatriz Cantarini de Abriata (fs. 78/82) -padres de la víctima-, Mónica Dittmar (fs. 10 y 87) y Claudia Mariana Dittmar ( 84/86), esposa y cuñada del nombrado, quienes coinciden en relatar las circunstancias de la detención, por parte de personal presumiblemente perteneciente a Coordinación Federal. Asimismo, sobre su permanencia en la E.S.M.A. obran las expresiones testificales de Oscar Alberto Repossi (fs. 90/96), Carlos Oscar Loza (fs. 97/102 y 112), Rodolfo Luis Picheni (fs. 102/106) quienes fueran secuestrados y conducidos a la E.S.M.A. en la semana de navidad de 1976, época en la cual compartieron el lugar de alojamiento con Hernán Abriata quien les relató que desde su detención había sido interrogado por una pareja sobre la localización de una persona estudiante de arquitectura, que había permanecido unos días en una quinta cuya ubicación no supo brindarles y que esperaba recuperar su libertad. Caso n°° 117): AToto@ Méndez resultó privado ilegalmente de su libertad en octubre de 1976, conducido a la E.S.M.A., y permanece desaparecido a la fecha. En relación al nombrado, Marta Remedios Álvarez testificó a fs. 14.111/5 que el nombrado llegó muerto al centro, en tanto su hija, que estaba con él, fue llevada a la Casa Cuna. Ambas circunstancias deberán ser ahondadas por el Sr. Juez a quo. Caso n°° 118): Pedro Álvarez fue secuestrado en octubre de 1976. Conducido a la E.S.M.A., fue posteriormente trasladado y continúa desaparecido hasta hoy. (V. Legajo Conadep n° 9664). Caso n°° 119): Jorge Mende fue ilegalmente detenido el día 1° de noviembre de 1976, conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos, y hasta la fecha se encuentra desaparecido. Conforme la presentación de fs. 9709 del principal, el nombrado habría sido privado de su libertad el 16 de diciembre de 1976 (cfr., asimismo, Legajo Conadep n° 7318; y fs. 365, 8963, 7783/8 del principal, entre otras). Casos n°° 120) y 138): Luis Alberto Lucero -caso n° 120-, ayudante docente de la Escuela de Mecánica de la Armada, fue secuestrado el día 4 de noviembre de 1976 en oportunidad de presentarse en el lugar en respuesta a un telegrama que recibiera vinculado al pago de ajustes adeudados. Fue sometido a tormentos. Posteriormente también fue ilegalmente detenida su novia, María Elina Corsi. A la fecha continúa desaparecido (cfr. Legajo n° 80 y ANunca MásY@, pág. 434). María Elina Corsi (caso n° 138) -pareja del anterior-, fue ilegalmente detenida el 22 de noviembre de 1976 en su domicilio de esta Capital Federal, por un grupo de personas que dijeron pertenecer a la Armada Argentina, siendo trasladada a la E.S.M.A., continuando desaparecida al presente. Casos n°° 121), 122), 123), 124) y 125): El 7 de noviembre de 1976 en la zona de Ciudad de la Paz y Olazábal, fueron secuestrados los estudiantes de arquitectura Daniel Colombo -caso n° 121- alias Chino, Antonio Blanco García -caso n° 122-, Eduardo Alberto Cárrega -caso n° 123-, Ricardo Omar Lois -caso n° 124-, y Hugo José Agosti -caso n° 125-. Todos ellos fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada. Conforme relatara Antonio Blanco García en el Legajo n° 28, al momento de ser aprehendidos se encontraba en el interior de uno de los vehículos otro compañero de la facultad, Alejandro Calabria -cfr. caso 23 del presente-, a quien, al igual que a los demás nombrados precedentemente, viera en la E.S.M.A. Antonio Blanco García fue golpeado y amenazado de muerte. Recuperó posteriormente su libertad y reside en España; durante su permanencia en la E.S.M.A. pudo ver a Ricardo Omar Lois esposado, con antifaz y abatido, habiendo sido sometido a tormentos al igual que Hugo José Agosti. Colombo, Lois y Agosti continúan desaparecidos. Caso n°° 126): 2420 Poder Judicial de la Nación Alejandro Monforte fue ilegalmente privado de su libertad el 10 de noviembre de 1976 en su domicilio de la localidad de Munro, Provincia de Buenos Aires, trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a torturas, y liberado el 24 de noviembre de 1976. Su caso fue motivo de tratamiento por parte de este Tribunal al expedirse en las causas n° 21.422 y 24.309. Casos n°° 127) y 128): Los abogados Liliana María Andrés de Antokoletz -caso n° 127- y su esposo, Daniel Víctor Antokoletz -caso n° 128- fueron ilegalmente privados de su libertad el 10 de noviembre de 1976 en el domicilio de Guatemala 4860, 6° A27@ de esta Ciudad, por un grupo de las fuerzas conjuntas. Conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, Andrés de Antokoletz fue sometida a torturas, recuperando su libertad el 17 de noviembre de 1976. La nombrada relató en el Legajo n° 1386 -Conadep- (cfr. asimismo, ANunca MásY@, pág. 418; v., asimismo, págs. 431 y 434) las circunstancias de la detención de la que fueran objeto, así como las torturas a las que ella misma y su esposo fueran sometidos (cfr. asimismo, presentación de fs. 9336) Daniel Víctor Antokoletz continúa desaparecido. En relación a este evento, Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417) testificó haber visto en la E.S.M.A. a Daniel Antokoletz, y que el Capitán Acosta se jactaba del secuestro del matrimonio, ambos Apertenecientes al E.R.P.@. Caso n°° 129): Carlos Alberto Bayón fue ilegalmente detenido el 10 de noviembre de 1976, luego trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada -circunstancia ésta referida de oídas por Graciela Daleo y Andrés Castillo en el Legajo n° 4816-, y finalmente desaparecido hasta el presente. (V. Legajo Conadep n° 5769 y presentación de fs. 8960 del principal). Caso n°°130): Irene Laura Torrents Bermann fue secuestrada en la vía pública, el 13 de noviembre de 1976, conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, y permanece desaparecida a la fecha. Conforme lo referido por su padre en la presentación de fs. 9 del Legajo n° 81, la nombrada habría sido vista en la E.S.M.A. por Lisandro Raúl Cubas (cfr. fs. 11038 y 11.624 del principal), Sara Solarz de Osatinsky (fs. 12.300, entre otras), Ana María Martí (fs. 13.030), María Milia de Pirles (fs. 11.320), Daleo y Castillo (legajo Conadep 4816), y trasladada posteriormente al AAtlético@ . Su permanencia en la E.S.M.A. encuentra además corroboración en las expresiones de Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738). Casos n°° 131), 132), 133), 134), 135), 136) y 139): El día 15 de noviembre de 1976 se realizó un procedimiento en el domicilio de Riglos 744 de esta Ciudad, en el cual se hallaban Alberto Ezequiel Said -caso n° 131-, su madre Lidia Cohen de Said, Ricardo Aníbal Dios Castro -caso n° 135-, Mariano Héctor Krauthmer -caso 136-, su esposa Beatriz de Krauthmer -caso n° 134- , Raúl Osvaldo Ocampo -caso n° 132- y su esposa Salvadora Ayala -caso n° 133-. En el lugar fallecieron Ricardo Aníbal Dios Castro y Mariano Héctor Krauthmer, en tanto Alberto Ezequiel Said fue herido en un brazo por un disparo de arma de fuego, siendo obligado a ascender a un rodado junto con Beatriz Krauthmer mientras en otro vehículo trasladaron a Raúl Ocampo y Salvadora Ayala. Todos ellos fueron conducidos a la E.S.M.A. Beatriz Krauthmer y Salvadora Ayala fueron liberadas al día siguiente, mientras que Alberto Ezequiel Said realizó dos comunicaciones telefónicas con sus familiares, la última de las cuales versó sobre el paradero de su hermano Jaime Eduardo Said, quien luego fuera privado de su libertad el 24 de noviembre de 1976. Alberto Said y Raúl Osvaldo Ocampo continúan desaparecidos. Días después, el 24 de noviembre de 1976, en Sarmiento y Uriburu en esta Capital Federal y en presencia de su padre, Moisés Said, se produjo la ilegal detención de Jaime Eduardo Said -caso n° 139-, quien fuera trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, permaneciendo desaparecido a la fecha (cfr. al respecto, el Legajo n° 9 y presentación de fs. 9700/2 del principal). Respecto de Ricardo Aníbal Dios Castro -caso n° 135- y Mariano Héctor Krauthmer -caso n° 136, encuentran los suscriptos necesario que el Sr. Magistrado disponga la realización de las diligencias que resulten necesarias a fin de constatar los antecedentes existentes en relación a ese procedimiento y las circunstancias en que se habría producido el fallecimiento de los nombrados, para lo cual aparece necesario escuchar a Beatriz Krauthmer y Salvadora Ayala. En su caso, deberán también ampliarse las indagatorias pertinentes en relación puntual a este evento. En virtud de ello, y hasta tanto se clarifique en la forma indicada lo acaecido, es que habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos imputados a quienes se les reprochara este suceso. Caso n°°137): Enrique Horacio Cortelletti fue ilegalmente detenido el 22 de noviembre de 1976 en esta Ciudad de Buenos Aires; trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada fue sometido a torturas mediante la aplicación de pasajes de corriente eléctrica. Un mes después fue conducido a la Comisaría 210. de la Policía Federal Argentina, siéndole informado que se hallaba detenido a disposición de autoridades militares y derivado a la Cárcel de Devoto (Unidad n1 2 del S.P.F.) el día 27 de diciembre de 1976 y posteriormente a la Unidad 9 de La Plata, hasta el 19 de agosto de 1977 en que recuperó su libertad. 2421 Poder Judicial de la Nación Sin perjuicio de lo hasta aquí reseñado, encuentra el Tribunal necesario que, reintegrados que le sean los obrados, el Sr. Juez instructor amplíe las expresiones del nombrado a fin que efectúe un relato pormenorizado de lo acaecido durante su permanencia en la E.S.M.A. Casos n°° 140) y 141): Alberto Samuel Falicoff -caso n° 140- fue secuestrado el 25 de noviembre de 1976 y, al igual que su esposa -caso n° 141-, fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada. La mujer fue posteriormente liberada, mientras que Falicoff continúa desaparecido. Su permanencia en la E.S.M.A. fue indicada a través de las referencias brindadas -de oídas- por Graciela Daleo y Andrés Castillo (cfr. Legajo 4816) -v. asimismo, ANunca MásY@, pág. 434-. Casos n°° 142) y 143): Emilio Enrique Dellasoppa -caso n° 142- y Roberto Hugo Farsi (caso n° 143) -abogado-, ambos pertenecientes a la organización Montoneros, fueron ilegalmente detenidos el 26 de noviembre de 1976 en Pasteur entre Sarmiento y Cangallo de esta Ciudad, y fueron trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada. Dellasoppa fue sometido a torturas y alcanzado por disparos de armas de fuego cuando intentó escapar al ser conducido por sus captores a una reunión en Corrientes y Estado de Israel, siendo nuevamente trasladado a la E.S.M.A. y torturado. Permaneció en el sector denominado capucha hasta el 23 de diciembre de 1976 en que fue derivado al sótano, en el sector clasificación de archivos y, finalmente fue liberado. Su permanencia en la E.S.M.A. encuentra, además, corroboración a través de las expresiones de Ricardo Héctor Coquet obrante en el Legajo n° 124 y en los testimonios de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738, Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.417) y Marcelo Hernández (v. fs. 1897/9). Farsi continúa desaparecido (cfr. al respecto, ANunca MásY@, pág. 431). Caso n°° 144): El abogado Néstor Julio España fue ilegalmente detenido el 27 de noviembre de 1976 en esta Capital Federal y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fuera visto por Emilio Dellasoppa (cfr. caso 142 y ANunca Más Y@, pág. 432). A la fecha, permanece desaparecido (v. asimismo, Legajo Conadep n° 1673). Caso n°° 145): Tal como indicara el Sr. Magistrado a quo , el sacerdote Pablo María Gazzarri fue visto por última vez el 27 de noviembre de 1976, cuando regresaba a la casa de su padre en esta Capital Federal, con el automóvil que éste le había prestado para transportar algunos muebles de la Congregación de Hermanos del Evangelio Carlos de Foucauld, a la cual pertenecía. Ilegalmente detenido, fue trasladado a la E.S.M.A., siendo sometido a torturas, continuando desaparecido.(Cfr. asimismo, testimonio de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738 y de Marta Remedios Álvarez de fs. 14.111). Al respecto, en el informe elaborado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y compilado en el ANunca Más@ -pág. 352 B se indica: AGazarri, Pablo María. Sacerdote. Trabajaba en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Villa Urquiza (Capital Federal), y estaba por ingresar en la Fraternidad del Evangelio (Padre Carlos de Foucauld), para la cual se había postulado con el fin de dedicarse más al apostolado entre los pobres. El Padre Gazzarri fue secuestrado el 27 de noviembre de 1976. Según testigos, fue interceptado en la calle, cerca de la casa de sus padres, por personas que vestían uniforme de policía. Había recibido amenazas contra su vida, especialmente después de la masacre de los Padres Palotinos. Siendo seminarista, tuvo como asesor espiritual al actual Cardenal Eduardo Pironio, quien luego del secuestro trató inútilmente de obtener informes de parte de las autoridades argentinas. Fue visto prisionero en la Escuela de Mecánica de la Armada y fue >trasladado= en los primeros días de enero de 1977@. AEl sacerdote Pablo Gazzarri fue secuestrado en noviembre de 1976 y brutalmente torturado. Tuve conocimiento de él porque lo comentaban los guardias. Estaba en el camarote del fondo de la >L= de >capucha=. Lo pusieron luego en el suelo cerca de mí, donde le comenté lo de la misa en el segundo piso y le pedí asesoramiento espiritual que no me pudo dar ya que para la primera semana del =77 fue >trasladado=@ (Testimonio de Lisandro Raúl Cubas, Legajo n° 6974). Caso n°° 146): María Elena Médici fue secuestrada el 1° de diciembre de 1976, trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, y continúa en condición de desaparecida al presente. En la presentación obrante a fs. 194 del Legajo n° 97, Silvia Labayrú refiere que la nombrada fue trasladada ese mismo mes y año. Asimismo, en su testimonio de fs. 12.417, Mercedes Inés Carazzo refirió que la víctima estuvo en ese lugar y que su apodo era ALala@(cfr. asimismo, Legajo Conadep n° 9921). Caso n°°147): Isabel Olga Terraf de D==Brewil fue secuestrada el 1° de diciembre de 1976 y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada. Permanece desaparecida al presente (v. Legajo Conadep n° 11.110). Caso n°° 148): AMariana@@, vista en la E.S.M.A. el 1° de diciembre de 1976, continúa desaparecida. Ahora bien; la mera indicación efectuada por el Sr. Magistrado en el sentido arriba citado, no alcanza para sustentar el reproche que se formula. En este sentido, por cuanto se carece de otro tipo de dato que permita conocer su real identidad, no surgiendo de autos mención por parte de otros detenidos, y/u otros elementos convictivos, que permitan sostener su permanencia en el centro que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, y/o la 2422 Poder Judicial de la Nación participación de los aquí imputados en la privación de su libertad, circunstancia que exige una mayor profundización por parte de la instrucción. En virtud de ello, habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del Código Procesal Penal respecto de aquéllos encartados a quienes se les reprochara este evento. Caso n°° 149): Norma Esther Arrostito fue secuestrada el 2 de diciembre de 1976 y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, no obstante haber informado el I° Cuerpo de Ejército, mediante un comunicado de prensa del 3 del mismo mes y año, que había muerto en un enfrentamiento. Arrostito fue sometida a torturas y su permanencia en la E.S.M.A. hasta el 15 de enero de 1978 en que se habría producido su fallecimiento a raíz de una inyección aplicada por un médico, encuentra corroboración, además, en las referencias brindadas por Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende ( Legajo n° 111), Alfredo Margari (Legajo n° 35) -quien vio cuando era retirada sin vida-, Graciela Beatriz Daleo y Andrés Ramón Castillo (Conadep, legajo 4816); en la presentación glosada a fs. 196 del Legajo n° 97 efectuada por Silvia Labayrú, en el testimonio de Miguel Ángel Lauletta de fs. 11.738, y en las manifestaciones vertidas por Rolando Pisarello y María del Huerto Milesi en el Legajo n° 6, así como en los dichos de Alejandro Hugo López (fs. 1223/8), Juan Gasparini (fs. 12.295), María Milia de Pirles (fs. 11.320), Jorge Pomponi, Nilda Haydée Orazi, Pilar Calveiro de Campiglia -cfr. actas mecanografiadas de la Causa n° 13/84-, y Alberto Girondo (fs. 11.825). Asimismo, en la misiva mecanografiada presuntamente efectuada por Horacio Maggio (v. fs. 6 del Legajo n° 9), éste relató que Arrostito falleció el 15 de enero de 1978 y que AYese día, en forma o modo poco claro, se desmaya luego que le es colocada una inyección y fallece en el Hospital Naval, según nos informa verbalmente a todos los que allí estábamos el Cap. Acosta (a) Tigre ó Santiago. Lo cierto es que nunca más vuelve a su celda@. Caso n°° 150): Nora Débora Friszman fue ilegalmente detenida en la vía pública el 2 de diciembre de 1976 en esta Capital Federal, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha. Su permanencia en el lugar le fue referida a su hermana Adriana Friszman, quien fuera secuestrada en mayo de 1977 y también allí clandestinamente alojada, por sus interrogadores (cfr. Legajo Conadep 1944). Casos n°° 151), 152), 153) y 154): Mario Lorenzo Koncurat -caso n° 151- y Claudia Josefina Urondo de Koncurat -caso n° 152fueron secuestrados el 3 de diciembre de 1976 en esta Ciudad y trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecidos al presente (cfr. asimismo, ANunca MásY@, pág. 434) Al respecto, Silvia Labayrú en su presentación de fs. 195 del Legajo 95 indicó: AYUrondo: era hija de Francisco Urondo (poeta). Es asesinada en diciembre de 1976@. Mercedes Inés Carazzo a fs. 12.417 testificó haberlos visto en la E.S.M.A. El mismo día, los hermanos Sebastián Carlos -caso n° 153- y Nicolás Marcos Koncurat -caso n° 154- fueron secuestrados de la guardería situada en Pasaje El Maestro 155 de esta Ciudad o de la localidad de Moreno, Provincia de Buenos Aires, por fuerzas militares. Ambos fueron conducidos al Instituto de Menores ARiglós@ el 6 de diciembre, y el 11 de enero de 1977 entregados a sus abuelos paternos. En lo que se refiere a los arriba citados, reintegrados que sean los obrados, el Sr. Juez a quo deberá recabar mayores antecedentes al Instituto de Menores ARiglós@ que permitan conocer las circunstancias por las cuales los nombrados ingresaron al mismo, fuerza o individuo/s que los entregaron, constancias labradas y cualquier otro dato que resulte de interés a los fines de esta investigación. Caso n°° 155): Ernesto Raúl Casariego fue ilegalmente privado de su libertad el 7 de diciembre de 1976 en esta Capital Federal, y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada. Su permanencia en esa sede fue señalada por Graciela Beatriz Daleo y Andrés R. Castillo en el Legajo n° 4816, y por Miguel Ángel Lauletta en su testimonio de fs. 11.738 (v. asimismo, Legajo Conadep n° 8767). Caso n°° 157): Federico Ramón Ibáñez fue secuestrado el 9 de diciembre de 1976 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, hasta su liberación. Su permanencia en el lugar encuentra sustento en las expresiones testificales vertidas a fs. 11.738 por Miguel Ángel Lauletta y por María Inés del Pilar Imáz de Allende (Legajo n° 111). Caso n°°161): Norma Leticia Batsche Valdés fue ilegalmente detenida el 15 de diciembre de 1976 y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha (cfr. Legajo Conadep 493). Casos n°° 162), 163), 164) y 165): Rodolfo Luis Picheni -caso n° 162-, Héctor Guelfi -caso n° 164- Carlos Oscar Loza -caso n° 163- y Oscar Alberto Repossi -caso n° 165- fueron secuestrados el 16 de diciembre de 1976 mientras realizaban trabajos de refacción en la sede del Partido Comunista situado en Herrera 1737 de esta Ciudad, siendo trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometidos a tormentos. Todos ellos fueron liberados en San Fernando, Pcia. de Buenos Aires, el 6 de enero de 1977 (cfr. Legajo n° 43, fs. 60/62, 63/66, 67/69, 70/72, 173/177, 187/188, 189/190 y 195/vta.). 2423 Poder Judicial de la Nación Los casos de los nombrados fueron tratados por este Tribunal, al expedirse en los autos n° 21.422 y 24.309. Caso n°°166): Miguel Ángel Zabala Rodríguez fue detenido -y presuntamente muerto- el 22 de diciembre de 1976, continuando desaparecido al presente (v. Legajo Conadep n° 10.075). Casos n°°167), 168) y 169): Graciela Alicia Beretta -caso n° 167- fue ilegalmente detenida el 28 de diciembre de 1976 a la salida de su trabajo en el Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones Militares -Cerrito 572- por un grupo de personas armadas que se encontraban entre aquellas que aguardaban para ingresar en el cine AMetro@. Fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada y continúa desaparecida a la fecha. El primo de la víctima, Héctor Juan Yrimia, fue liberado luego de aproximadamente 48 horas de cautiverio en la E.S.M.A., entre las Avenidas de los Incas y Forest de esta Capital Federal, oportunidad en la que sus captores le hicieron saber que sus primas estaban detenidas en el mismo lugar donde él había estado. María Magdalena Beretta -caso n° 168-, hermana de la anterior, fue ilegalmente privada de su libertad el 28 de diciembre de 1976 en el departamento de su tía, Susana Posse de Yrimia ubicado en Donizetti 121, piso 61, depto. AA@, de Capital Federal por individuos vestidos de civil con armas largas que ocuparon el corredor y los pasillos del edificio. Fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada y continúa desaparecida. Asimismo, el primo de las nombradas, Héctor Juan Yrimia -caso n° 169- fue secuestrado en su estudio jurídico de Av. De Mayo 1316, 16° AH@ de esta Ciudad, el 28 de diciembre de 1976, siendo trasladado a la E.S.M.A. e interrogado en relación a las actividades de las nombradas precedentemente, siendo liberado 48 horas después, informándosele que sus primas estaban detenidas en el mismo lugar donde él había estado. Lo precedentemente expuesto encuentra corroboración, además, en las constancias del Legajo 1121 y en la referencia aportada por Silvia Labayrú a fs. 195 del Legajo 97 en que indica AMaría Beretta: es trasladada en enero de 1977@, AGraciela Beretta: es trasladada junto con la anterior (su hermana)@. Asimismo, en el ANunca MásY@ -pág. 431- se consigna A AAbogados desaparecidos: Y BERETTA, GRACIELA ALICIA, CI 06162337, 27 (años); 28.12.976 (fecha desaparición); 3669 (Legajo)@ (cfr., además, Legajos Conadep n° 570 y 571). Casos n°°170) ,171), 203), 204), 205) y 283): Silvia Labayrú de Lennie -caso n° 170-, fue ilegalmente detenida el 29 de diciembre de 1976 y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo sometida a tormentos. Allí, dio a luz un niño -caso n° 171- que fue entregado a sus familiares, siendo liberada el 16 de junio de 1978 y una semana más tarde en compañía de su hijo, viajó rumbo a Madrid en un vuelo de la compañía AVarig@ con pasajes adquiridos por la Armada. Las circunstancias indicadas encuentran sustento, además en las manifestaciones que conforman el Legajo n° 82, en su presentación glosada en el Legajo n° 97, y en las expresiones de Ricardo Coquet (Legajo n° 124), María del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111), Graciela Daleo, Ramón Castillo (v. legajo 4816) y en el testimonio de Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738). Durante su permanencia en la E.S.M.A. debió acompañar a Alfredo Astiz en el intento de infiltración en el grupo que se reunía en la Iglesia de Santa Cruz (cfr. casos 684 y 216 de la sentencia dictada en la Causa n° 13). Nilva Berta Zucarinno de Lennie -caso n° 203-, Santiago Alberto Lennie -caso n° 204- y la hija de ambos, Sandra Lennie de Osuna, -caso n° 205-, fueron privados ilegalmente de la libertad el día 16 de enero de 1977 en el domicilio de la localidad de City Bell, siendo todos ellos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar donde fueron sometidos a condiciones inhumana de vida, en tanto Sandra Lennie fue objeto de tormentos en presencia de sus padres y cuñada, mientras se los interrogaba por el paradero de María Cristina Lennie. Nilva Berta Zuccarino de Lennie y Santiago Lennie fueron liberados el 9 de febrero de 1977, en tanto Sandra Lennie recuperó su libertad el 6 de marzo del mismo año (cfr. asimismo, tratamiento de los casos 489, 490 y 491 de la Causa n° 13/84). María Cristina Lennie -caso n° 283-, fue privada ilegalmente de su libertad el día 18 de mayo de 1977, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada lugar donde, conforme las expresiones vertidas por Silvia Labayrú de Lennie, habría muerto (cfr. desarrollo de su caso n° 489 en la sentencia de la Causa n° 13/84). También se pronunciaron en este aspecto, Graciela Daleo, Andrés Castillo y Lisandro Raúl Cubas. Los casos de la totalidad de los nombrados fueron tratados por este Tribunal al resolver los autos n° 21.422 y 24.309. Caso n°° 172): Oscar Paz fue secuestrado en diciembre de 1976 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo posteriormente liberado. En el lugar, fue visto por María del Pilar Imaz de Allende (cfr. legajo n° 111) y Miguel Ángel Lauletta quien en su testimonio de fs. 11.738 expresó que el nombrado fue liberado en el año 1978 (v. Legajo Conadep 10.610). Caso n°° 173): Mariana Ferrari fue ilegalmente privada de su libertad a fines del año 1976 y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fuera vista por Silvia Labayrú quien en su presentación obrante a fs. 194 del Legajo n° 97 indicó: AMariana Ferrari: detenida en diciembre de 1976. Su hermano es torturador en Coordinación Federal. Es >trasladada= en enero de 1977@. 2424 Poder Judicial de la Nación A la fecha continúa desaparecida (cfr. Legajo Conadep n° 9935). Caso n°° 174): Jaime José Colmenares fue ilegalmente detenido el día 2 de enero de 1977 en Rosario -Pcia. de Santa Fe- y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Continúa desaparecido. Al respecto, obran las presentaciones y antecedentes de fs. 9158 y 11.003. Casos n°° 175) y 176): Edmundo Ramón Landin -caso n° 175- y su esposa María Hachman de Landin -caso n° 176fueron ilegalmente detenidos el 5 de enero de 1977 en la localidad de San Martín y conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada. Ambos resultaron liberados días después. El caso de los nombrados, fue tratado por este Tribunal al expedirse en los autos n° 21.422. Casos n°°177), 178) y 179): Pablo González Langarica -caso n° 177-, Delia de González Langarica -caso n° 178- y sus dos hijas -caso n° 179- de 2 y 5 años de edad, fueron privados ilegítimamente de su libertad el 10 de enero de 1977, siendo conducidos a la ESMA y posteriormente liberados. Miguel Ángel Lauletta a fs. 11.738 del principal, testificó que ATonio@ González Langarica fue liberado en 1977. Caso n°° 180): Carlos Gumersindo Romero resultó ilegalmente detenido el 10 de enero de 1977, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido. En relación al nombrado, obran las expresiones de fs. 265. Caso n°°182): Marcelo Camilo Hernández fue ilegalmente privado de su libertad el día 10 de enero de 1977 en ocasión de hallarse en el estudio del abogado Conrado Higinio Gómez. Trasladado a la ESMA, fue sometido a tormentos, resultando liberado a fines de 1978. Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), y María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111) refirieron haberlo visto en dicho centro clandestino de detención, en tanto Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del principal) manifestó que el nombrado fue liberado en 1978. También en relación a su detención en ese centro clandestino, se cuenta con las expresiones de Víctor Aníbal Fatala (cfr. actas mecanografiadas causa n° 13/84), Alberto Girando (fs. 8651), Lisandro Raúl Cubas (v. actas mecanografiadas), Miriam Lewin (cfr. actas mecanografiadas), Susana Ramus (v. actas mecanografiadas), Graciela Daleo (fs. 560 y Legajo Conadep 4816), Carlos García (v. actas mecanografiadas), Andrés Castillo (fs.12.051), Emilio Dellasoppa (cfr. actas mecanografiadas) y Marta Remedios Álvarez (fs. 8249). El relato de su detención y traslado a la Escuela de Mecánica de la Armada ha sido indicado por este Tribunal al resolver los autos n° 23.039. Casos n°° 183), 186), 187), 188), y 189): Conforme el relato efectuado por el Sr. Juez a quo, el 11 de enero de 1977 personas armadas pertenecientes al grupo de tareas 3.3.2 efectuó un procedimiento en el domicilio de Sánchez de Bustamante 731, 9° AA@ de esta Ciudad, ocupado por Mónica Edith Jáuregui -caso n° 187-, sus hijos Emiliano Miguel Gasparini (nacido el 5 de mayo de 1975) -caso n° 188- y Arturo Benigno Gasparini (nacido el 24 de agosto de 1976) -caso n° 189-, y por Azucena Victorina Buono (ú Olga Delia Aldaya ó N.N. Gutiérrez) -caso n° 186-. Tal como se acreditara en ocasión del desarrollo de los casos n° 434 y 435 en la Causa n° 13/84, el día indicado un grupo de tres o más personas luego de averiguar sobre los moradores del piso y departamento indicados, irrumpieron en el lugar, produciéndose el deceso de ambas mujeres como resultado de los numerosos impactos de bala recibidos (v. asimismo, expediente n° 0059/26/77 del Consejo de Guerra Especial Estable 1/1 AJáuregui, Mónica EdithAldaya, Olga Delia s/atentado y resistencia a la autoridad y homicidio@). La identificación de quien originalmente se individualizara como AOlga Delia Aldaya@ ó aún, como AN.N. de apellido Gutiérrez@ se produjo a raíz del trabajo realizado por el Equipo de Antropología Forense. En relación a este enfrentamiento, en su indagatoria de fs. 22.516/22549, Jorge Enrique Perrén indicó Aquiero referirme especialmente al caso del detenido y ahora testigo Gaspari -Juan Alberto Gasparini- cuya esposa y otra mujer que la acompañaba munida de documentos falsos por los cuales fue identificada hace pocos años se negaron a entregarse en un allanamiento, combatieron a tiro limpio, tiraron una granada de mano de fabricación montonera al palier al cual cayó rodando por los escalones y por suerte falló el mecanismo de explosión y dado que el combate se realizó entre departamentos, a través del aire luz del edificio, inclusive arrojando a dicho aire luz una granada de mano que sí explotó varios pisos abajo. Es absurda la acusación de un presunto asesinato basándolo en presuntos dichos de un oficial muerto hace muchos años de apellido ASuárez@ y sabido además el interés de captura de terroristas vivos para no perder las cadenas de información. Ambos cuerpos fueron entregados a sus familiares, es de muy mala fe sostener la captura ilegal de él o los hijos de Gasparini dado que se cumplió la ley al ser entregados en depósito a la Casa Cuna, tal cual manifiesta Gasparini, y dos semanas después, autorizados por la Jueza de Menores del caso, entregados a una de las abuelas. Quiero recalcar como índice de la mendacidad del Sr. Gasparini que pese a sus dichos fue él quien nos dijo que la esposa estaba desarmada y no se iba a defender y fue él quien llamó por el portero eléctrico a la esposa implorándole que se entregara pacíficamente y recibiendo como respuesta un rosario de insultos@. 2425 Poder Judicial de la Nación Ahora bien; en lo que hace a Mónica Edith Jáuregui -caso n° 187- y Azucena Victorina Buono caso n° 186-, quienes resultaran muertas en la oportunidad arriba mencionada, encuentra el Tribunal que -sin perjuicio de la calificación que en definitiva corresponda- se halla suficientemente acreditada la intervención del grupo de tareas integrado por los imputados a los que se le formulara reproche, quienes habrán de responder en orden a la ilegal privación de la libertad verificada en relación a las mismas y que culminara con sus decesos. Los menores fueron conducidos a la Casa Cuna, donde permanecieron por espacio de dos meses, oportunidad en la que fueron entregados a la abuela materna, Norma Campana. En relación a los arriba citados Emiliano Miguel Gasparini -caso n° 188- y Arturo Benigno Gasparini -caso n° 189-, los elementos colectados alcanzan igualmente, y sin perjuicio de la calificación que corresponda, para dar por suficientemente acreditada la ilegal privación de la libertad que sufrieran en ocasión del suceso que culminara con la muerte de su progenitora, sin perjuicio de lo cual, el Sr. Juez de grado deberá profundizar la investigación en lo atinente a la presunta entrega de los mismos a la Casa Cuna, con intervención de un Juzgado de Menores. Juan Alberto Gasparini -caso n° 183- fue ilegalmente privado de su libertad el día 10 de enero de 1977 en la oficina del abogado Conrado Gómez, por un grupo de la Marina integrado por quince individuos, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometido a tormentos y obligado a acompañar a un grupo de la Unidad de Tareas 3.3.2 a su domicilio, donde se produjo el hecho narrado anteriormente. Finalmente, fue liberado en diciembre de 1978. Su permanencia en dicho lugar encuentra corroboración en los dichos de Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), Amalia María Larralde de Gasparini (fs. 45 del Legajo n° 1); Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal); Marcelo Hernández, Lisandro Raúl Cubas, Marta Remedios Álvarez (v. fs. 14.111) y sus propios testimonios de fs. 12.295 y 12.593. El relato de su detención y traslado a la Escuela de Mecánica de la Armada ha sido indicado por este Tribunal al resolver los autos n° 23.039. Caso n°°184): N.N. femenino apodada AVictoria@@ habría sido privada ilegalmente de su libertad el 10 de enero de 1977, siendo trasladada, ya fallecida, a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 185): Beatriz Ofelia Mancebo fue ilegalmente detenida el 11 de enero de 1977 en esta Ciudad. Conducida a la ESMA, continúa desaparecida (cfr. presentación de fs. 8660, 9709, 8522, 8963, del principal y Legajo n° 9876 Conadep). Caso n°° 193): Ana María Stiefkens de Pardo fue privada de su libertad el 11 de enero de 1977 en Ramos Mejía, Provincia de Buenos Aires. Conducida a la ESMA, continúa desaparecida (cfr. presentación de fs. 9160, 10.579, 10.712 y 17.182/6 del principal). Caso n°° 194): Emilio Carlos Assales fue ilegalmente detenido el 11 de enero de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo trasladado en marzo de 1977. Continúa desaparecido (v. fs. 8502 del principal). Casos n°°195), 196) y 197): Jorge Carlos Muneta -caso n° 195- resultó ilegalmente privado de su libertad el 12 de enero de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada y posteriormente trasladado, continuando desaparecido. Cándida García de Muneta (caso n° 196) -madre del anterior- fue ilegalmente detenida en horas de la madrugada del 13 de enero de 1977, en el inmueble de la calle Melo y Pueyrredón de esta Ciudad, junto con su nuera Susana Jorgelina Ramus -caso n° 197-, por personal del Grupo de Tareas 3.3.2, siendo ambas conducidas a la Escuela de Mecánica de la Armada. Ramus habría sido sometida a tormentos. García de Muneta continúa desaparecida, en tanto Ramus fue liberada el 13 de enero de 1979. Miguel Ángel Lauletta en su testimonio de fs. 11.738 del principal refirió haber visto a la última nombrada en la ESMA, circunstancia ésta corroborada a través de las expresiones vertidas por Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124) y María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111). Asimismo, Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.041), Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111), Graciela Daleo, Andrés Castillo, Carlos García y Miriam Lewin refirieron haber observado la permanencia de Ramus en dicho centro clandestino de detención. Asimismo, Susana Jorgelina Ramus se pronunció sobre la ilegal detención de Cándida García y Jorge Muneta. Caso n°°198): Fernando Perera fue privado de su libertad el 14 de enero de 1977 en la vía pública, resultando con fractura de cráneo a raíz de los golpes a los que fuera sometido en dicha ocasión. Conducido a la ESMA, se le aplicaron torturas, a raíz de lo cual se produjo su deceso. En este sentido, Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal) refirió que el nombrado murió durante la tortura, la cual habría sido aplicada por Jorge Acosta, extremo que deberá ser debidamente profundizado por el Sr. Juez a quo. 2426 Poder Judicial de la Nación Caso n°°199): Martín Tomás Gras fue privado ilegalmente de su libertad el día 14 de enero de 1977, junto con Fernando Perera, por un grupo armado que lo trasladó a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue sometido a tormentos por medio de paso de corriente eléctrica, siendo luego obligado a desarrollar tareas de recopilación de artículos periodísticos, recuperando su libertad en agosto de 1978 en que fue conducido a Bolivia para, en agosto de 1979, partir rumbo a España. Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal), la propia víctima (fs. 12.028 y Legajo n° 71), Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), Amalia María Larralde (fs. 135/141 del Legajo n° 1), testificaron sobre su permanencia en dicho lugar (cfr. asimismo, desarrollo del caso n° 207 en la Causa n° 13/84). Caso n°° 200): Carlos Figueredo Ríos fue ilegalmente privado de su libertad el 14 de enero de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometido a torturas. Fue liberado el 18 de marzo de 1977. Su caso fue motivo de tratamiento por este Tribunal al resolver la causa n° 21.422. Casos n°° 201), 202) y 307): Hugo Alberto Castro -caso n° 201- y su esposa Ana Rubel de Castro -caso n° 202- fueron privados ilegalmente de la libertad el día 15 de enero de 1977 en La Lucila, provincia de Buenos Aires. Conducidos a la ESMA, Rubel de Castro, embarazada de tres meses, fue sometida a tormentos, habiendo nacido el hijo -caso n° 307- de la pareja aproximadamente en el mes de junio de 1977. Continúan desaparecidos. Al respecto, Alfredo Bursalino testificó a fs. 14.224/8 del principal que en ocasión de ocupar el inmueble de un amigo ubicado en Seguí y Canning, por el portero eléctrico escuchó la voz de Alberto Castro desaparecido- y, al abrir la puerta, se hallaba el nombrado junto con diez personas más, siendo esposado y al llegar a la calle, donde se hallaban dos o tres autos y más gente, vio a la esposa de Castro, de quien no recuerda el nombre. Mercedes Inés Carazzo testificó a fs. 12.417 haber visto, entre las embarazadas que dieron a luz en la ESMA a AAna de Castro@. Asimismo, Ana María Martí (v. fs. 13.030) se expidió sobre la permanencia de los nombrados en dicho centro clandestino de detención. Caso n°° 206): César Miguel Vela Álzaga Unzué resultó privado de su libertad el 18 de enero de 1977 siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. presentación de fs. 8964 y sgtes. del principal). Caso n°° 207): Hilda Adriana Fernández fue ilegalmente privada de su libertad el 21 de enero de 1997 y conducida a la ESMA, continuando desaparecida (cfr. testimonial de Marta Álvarez de fs. 11.263 del principal). Caso n°° 208): Alicia Graciana Eguren de Cooke fue ilegítimamente detenida el 26 de enero de 1977 y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida a la fecha. Su permanencia en dicho centro encuentra corroboración en las expresiones de Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738). Caso n°° 209): Ada Solari fue ilegalmente privada de su libertad y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, resultando luego liberada. En relación a ello, no se encuentran circunstanciadas su presunta detención y posterior liberación, ni corroborado por testimonios que la nombrada haya permanecido en el centro clandestino que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado. En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado por el art. 309 del Código de forma. Casos n°° 210) y 211): Se sostiene que Carlos Caride -caso n° 210- y Norma Susana Burgos -caso n° 211- fueron ilegalmente privados de su libertad en la vía pública, -Rivadavia y Sargento Cabral- en la localidad de Ramos Mejía, Provincia de Buenos Aires, el 26 de enero de 1977 por un grupo perteneciente al Grupo de Tareas 3.3.2, oportunidad en la que Caride habría resultado gravemente herido, arribando muerto a la ESMA. Burgos fue conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada. Cabe señalar que en ocasión de sustanciarse la Causa n° 13/84 la nombrada refirió haber sido detenida el día 21 de enero de 1977 mientras esperaba un medio de transporte en la localidad de Ramos Mejía, Pcia. de Buenos Aires. De sus expresiones se desprende que fue sometida a tormentos, así como que debió efectuar diversas tareas durante su permanencia en la ESMA, la cual halla corroboración en las expresiones vertidas por María Alicia Milia de Pirles, Sara Solarz de Osatinsky, Ana María Martí, Raúl Lisandro Cubas, Rosario Quiroga, Jaime Dri, Silvia Labayrú, Pilar Calveiro de Campiglia, Graciela 2427 Poder Judicial de la Nación Daleo, Martín Grass, Andrés Castillo, Lila Pastoriza de Josami, Miriam Lewin (cfr. desarrollo de su caso n° 483 en la Causa n° 13/84). Asimismo, María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), Amalia María Larralde (Legajo n° 1, fs. 135/141), Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal), refieren haber visto a Burgos en ese centro clandestino de detención. La nombrada recuperó su libertad el 26 de enero de 1979 en que viajó al exterior mediante un pasaje abonado por la Dirección de Personal Naval de la Armada Argentina. En lo que atañe a Carlos Caride -caso n° 210)-, en su exposición indagatoria Jorge Enrique Perrén indicó que Carlos Caride -pareja de Susana Norma Burgos- habría muerto en un enfrentamiento, el cual habría acaecido entre 1974 y 1975. Ahora bien, las circunstancias apuntadas por el Sr. Magistrado en la enunciación del caso, no surgen acreditadas al no encontrarse corroboradas, siquiera, por quien fuera su pareja, Norma Susana Burgos, quien resultara ilegalmente detenida en la fecha arriba citada y permaneciera en la E.S.M.A. por espacio de dos años (cfr. su caso). El desarrollo del hecho, tal como fue realizado, incumple las previsiones del art. 123 del código de forma, privando de validez al temperamento adoptado, cuya nulidad parcial habrá de ser declarada (art. 168 inc. 3° del C.P.P.), debiendo el Sr. Juez subsanar acabadamente ello, reintegrados que le sean los autos. Caso n°° 213): Raúl Alberto Rossini Macías fue ilegalmente privado de su libertad el 28 de enero de 1977 en Vicente López, Provincia de Buenos Aires, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido al presente (cfr. presentación de fs. 9160 del principal). Caso n°° 214): En relación a Fernando Vaca Narvaja el Sr. Magistrado instructor indicó que Ase intentó privarlo ilegalmente de su libertad en el mes de enero de 1977, dado su carácter de miembro de la conducción nacional de la organización >Montoneros=, lo que finalmente no pudo concretarse@. Tuvo por probado una tentativa de privación ilegal de la libertad. Sin embargo, lo exiguo de la referencia realizada, en tanto no se establecen las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ello se habría verificado, ni la correlación del hecho con los pertinentes imputados, afectan su fundamentación, privando ello de validez al temperamento adoptado y conllevando a su nulidad parcial (artículos 123 y 168, inciso 3° del C.P.P.N.). Caso n°° 215): Arpi Seta Yeramian fue ilegalmente detenida en enero de 1977 y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. presentación de fs. 9706). En su testimonio de fs. 11.738, Miguel Ángel Lauletta refirió haberla visto en dicho centro clandestino de detención. Caso n°° 216): Se sostiene que un N.N. masculino apodado ALucho@@ o Ael negro@@ habría sido privado de su libertad en enero de 1977 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido. Caso n°° 217): Se ha indicado en el decisorio que aquí viene apelado, que una N.N. femenina, apodada AVioleta@@ habría sido privada de su libertad en enero de 1977. Caso n°° 218): Godoberto Fernández habría sido privado de su libertad en enero de 1977 y conducido a la ESMA, continuando desaparecido. En relación a este hecho, no se encuentran circunstanciadas su presunta detención y posterior liberación, ni corroborado por testimonios que el nombrado haya permanecido en el centro clandestino que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado. En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado por el art. 309 del Código de forma. Caso n°° 219): Se afirma que un N.N. masculino apodado ABanfield@@, fue privado de su libertad en enero de 1977 y conducido a la ESMA. Caso n°° 220): Aviador alemán de Luftwaffe ilegalmente detenido en enero de 1977, conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Habría sido trasladado el 5 de junio de dicho año, continuando desaparecido. Las referencias al respecto surgen de las expresiones vertidas por Andrés Ramón Castillo y Graciela Beatriz Daleo (cfr. legajo Conadep 4816), no resultando las mismas suficientes para sostener el reproche formulado al no brindar otras precisiones sobre la víctima que, unidas a otros elementos, permitan dilucidar acabadamente lo acaecido. Caso n°° 221): Iñaki Jorge Ignacio Areta fue privado ilegalmente de la libertad y conducido a la Escuela de 2428 Poder Judicial de la Nación Mecánica de la Armada, continuando desaparecido. En relación al nombrado -cuya ilegal detención habrá de tenerse por suficientemente acreditada-, Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738) testificó que llegó muerto a la ESMA, circunstancia que deberá ser debidamente ahondada por el Sr. Magistrado a quo reintegradas que le sean las actuaciones. Caso n°° 222): Se ha indicado que un individuo de apellido Pagés Larraya, presuntamente de quince años de edad, fue privado de su libertad y trasladado a la ESMA, continuando desaparecido. María Inés Imaz de Allende en el Legajo 111 hizo mención a la presencia de un niño de 15 años en dicho centro clandestino de detención (cfr. asimismo, presentación de fs. 10.361 del principal). Este evento, no obstante tenerse por suficientemente acreditado -dentro del grado de provisoriedad que exige esta etapa- habrá de ser debidamente profundizado por el Sr. Juez instructor. Caso n°° 223): Antonio Alejandro Casaretto fue ilegalmente privado de su libertad el 12 de febrero de 1977 en Tapiales, Pcia. de Buenos Aires y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue torturado, continuando desaparecido (cfr. presentación de fs. 2962 y 3603). Caso n°° 224): Horacio Domingo Maggio fue ilegalmente privado de su libertad el 15 de febrero de 1977 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue sometido a tormentos, lugar del que fugó el 17 de marzo de 1978. El 4 de octubre de 1978 fue nuevamente capturado y muerto en dicha ocasión, exhibiéndose su cadáver en el estacionamiento del casino de oficiales de la ESMA. Ello encuentra corroboración en las expresiones vertidas por Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738), Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111) y por María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 111). Asimismo, a fs. 6 del Legajo n° 9 obra una carta manuscrita presuntamente por la víctima en la que narra su detención, permanencia y fuga de la Escuela de Mecánica de la Armada, refiriéndose a la situación de otros detenidos. Caso n°° 225): Elsa Rabinovich de Levenson fue ilegalmente privada de su libertad el 17 de febrero de 1977, siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue torturada. Continúa desaparecida. Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) expresó haber visto en el lugar a la nombrada, -suegra de Marta Bazán-, acotando que se halla desaparecida; sobre su permanencia en la ESMA también se pronunció Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111). Caso n°° 226): Beatriz Esther Di Leo ó D==Elía resultó ilegalmente privada de su libertad el 23 de febrero de 1977 en Castelar, Provincia de Buenos Aires; conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, fue sometida a tormentos, continuando desaparecida (cfr. presentación de fs. 2962 y 10.620 del principal). Caso n°° 227): Carlos Alberto Chiappolini a) AMartín@ fue ilegalmente privado de su libertad el 26 de febrero de 1977 por un grupo armado que se identificó como perteneciente a Coordinación Federal, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido al presente (cfr. presentación de fs. 11.516 del principal). Ricardo Coquet refirió que el nombrado habría muerto como consecuencia de los tormentos a los que fue sometido, extremo éste que deberá ser debidamente dilucidado por el Sr. Juez a quo. Caso n°° 228): Ignacio Pedro Ojea Quintana fue ilegalmente detenido el 26 de febrero de 1977 en esta Ciudad por un grupo perteneciente a la unidad de tareas 3.3.2., y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada (cfr. presentación de fs. 9859). Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738), Ricardo Héctor Coquet (legajo 124), y María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111) testificaron haber visto al nombrado en la ESMA. Caso n°° 229): Rafael Spina fue ilegalmente privado de su libertad el 26 de febrero de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido a la fecha. Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del principal), refirió su presencia en dicho centro clandestino de detención. Caso n°° 230): Ariel Adrián Ferrari resultó privado ilegalmente de su libertad el 27 de febrero de 1977, resultando herido en dicha oportunidad, falleciendo en el trayecto hacia la ESMA (cfr. presentación de fs. 9164 del principal). Graciela Daleo y Andrés Castillo refirieron que el nombrado llegó muerto a dicho centro, circunstancia también mencionada por María Milia de Pirles, Ana María Martí y Sara Solarz de Osatinsky. Las referencias citadas permiten sustentar la ilegal privación de la libertad del nombrado, debiendo no 2429 Poder Judicial de la Nación obstante ello, profundizarse la investigación en lo atinente a la presunta muerte de Ferrari en las circunstancias citadas y, en su caso, ampliar las indagatorias de los imputados en relación a ello. Caso n°° 231): Daniel Lastra fue privado ilegalmente de la libertad el 27 de febrero de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Posteriormente, fue liberado. Alfredo Julio Margari (legajo n° 34), detenido en la ESMA, testificó haber sido llevado a realizar trabajos de impresión al local de la calle Gral. Hornos en Barracas, lugar en el que también laboraba Daniel Lastra. Asimismo, Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 27) y Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) corroboran su permanencia en dicho centro clandestino de detención. Caso n°° 232): Juan José Marzano fue ilegalmente privado de su libertad el 27 de febrero de 1977 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue sometido a tormentos, continuando desaparecido (cfr. fs. 3610 y 8963 del principal). Caso n°° 233): Carlos Ballesteros resultó privado ilegítimamente de su libertad el 27 de febrero de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 7850, 8523 y 8963 del principal). Caso n°° 234): Oscar Smith fue privado de su libertad en febrero de 1977 y conducido a la ESMA, continuando desaparecido (cfr. fs. 151, 289, 362, 3696, entre otras, del principal). Caso n°° 235): Se ha afirmado que un N.N. masculino apodado Apingüino@@ habría sido privado de su libertad en febrero de 1977, conducido a la ESMA, donde fue sometido a tormentos. Caso n°° 236): Federico Emilio Francisco Mera nació en cautiverio, en el Hospital Naval ADr. Pedro Mallo@, el 1° de marzo de 1977, mientras su madre Marta Remedios Álvarez se hallaba clandestinamente detenida en la ESMA, lugar en el que permaneció junto a su progenitora durante tres meses. Conforme se indicara en oportunidad de resolver los autos n° 24.309 de este Tribunal, Marta Remedios Álvarez -v. su caso n° 36- fue secuestrada junto a su pareja Adolfo Killman el 26 de junio de 1976, en Vicente López, Provincia de Buenos Aires, sobre cuya permanencia en ese centro clandestino de detención se refirieron por conocimiento propio o de oídas, Graciela Beatriz Daleo (cfr. sus dichos obrantes en el Legajo n° 67), María Inés Pilar Imaz de Allende -Legajo 111- , Andrés Castillo (cfr. Legajo Conadep n° 4816), Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738), Hebe Lorenzo, Horacio Peralta y Alfredo Bursalino (v. fs. 14.224/8). A partir de los meses de agosto/septiembre del año 1978, Marta Remedios Álvarez contó con salidas temporarias, recuperando finalmente su libertad en junio de 1979 (cfr. su testimonio de fs. 14.111 del principal). Caso n°° 237): Sostiene el a quo que Roberto Distéfano habría sido muerto el 1° de marzo de 1977 por personal del Grupo de Tareas 3.3.2, permaneciendo desaparecido. Al respecto, corresponde señalar que contrariamente a tal afirmación, en el dispositivo del auto de mérito se imputó a los encartados la privación ilegal de la libertad agravada en relación a este hecho, extremo éste que resulta incongruente con la descripción que efectuara el Magistrado y que se reseñara en el primer párrafo del presente caso, al igual que tampoco surge desarrollado el evento en cuestión. En este sentido, es que habrá de declararse la nulidad parcial en lo que a este hecho se refiere, debiendo ser ello debidamente subsanado reintegradas que sean las actuaciones al Sr. Magistrado instructor, quien deberá evaluar si se encuentran suficientemente indagados al respecto. Caso n°° 238): Hugo Sosa ó Juan Carlos Sosa Gómez fue detenido ilegalmente en la vía pública en Haedo, el 16 de marzo de 1977, oportunidad en la que al intentar escapar, fue alcanzado por impactos de disparos de armas de fuego e introducido en el baúl de un vehículo Ford Falcon, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido a la fecha (cfr. fs. 363, 3966 y 7789 del principal). Caso n°° 239): José Luis Canosa fue ilegalmente detenido el 1° de marzo de 1977 y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido a la fecha. Su permanencia en dicho centro clandestino de detención encuentra corroboración en las expresiones de Ricardo Héctor Coquet -que menciona que el nombrado fue trasladado- (v. legajo n° 124), y Miguel Ángel Lauletta quien refiere su apodo AMarcelo@- (v. fs. 11.738 del principal). Caso n°° 240): En oportunidad de expedirnos al resolver los autos n° 23.998, esta Sala indicó que Ricardo Héctor Coquet fue detenido en la vía pública de esta Ciudad de Buenos Aires el 10 de marzo de 1977, siendo trasladado a la 2430 Poder Judicial de la Nación E.S.M.A. -donde permaneció hasta su liberación el 3 de diciembre de 1978-, bajo condiciones inhumanas de vida, y sometido a tormentos e interrogado por quienes identificara como García Velasco, Jorge Acosta, Paso y Pernías. Indicó en relación al caso de las monjas francesas que AYFebres, Astiz, Pernías y a un oficial del Ejército que tenía un defecto en una pierna y a quien le decían AMaco@, los que permanentemente entraban y salían de la sala donde dichas personas eran torturadas. También le consta que la chica conocida como Amunú@ fue torturada por el oficial de Marina Schéller ya que la vio cuando ingresaba a la sala donde se hallaba Amunú@ y rato después escuchó sus gritos de dolor e incluso la propia víctima le comentó que había sido torturada por SCHELLER... Que recuerda haber visto al Almirante Chamorro paseando por el lugar donde se hallaban los detenidos, hablando incluso con algunos de ellos, entre los que recuerda a Norma Arrostito. Esta también el Teniente Vildozza quien era el jefe de lo que llamaban el Grupo de Tareas, aunque en realidad el jefe era Acosta; el Capitán de Fragata Paso quien era el jefe de personal; el Teniente Pernías quien estuvo en operativo y en inteligencia; un oficial Francis Whamond quien estaba en inteligencia; el Teniente Scheller alias AMariano@ o APingüino@; el Oficial Perrén también de inteligencia; el Capitán D=Imperio apodado AAbdala@, quien estaba en el servicio de Informaciones Navales; un oficial apodado Afibra@; el Teniente Astiz quien esta en operaciones; el Teniente Savio apodado ANorberto@; los hermanos mellizos García Velazco, uno de ellos apodado ADante@; el Teniente de Navío Yon; el oficial González Menotti; el Teniente Rádice; el Subcomisario Ernesto Weber apodado A220"; el oficial de Prefectura Gonzalo Sánchez apodado Achispa@; de apellido Amoroso, del S.P.F.... También recuerda haber visto a Roualdes y a Minicucci que concurrían a la EscuelaY@ Coquet fue visto en la E.S.M.A. por Adriana Marcus (cfr. fs. 11.075), Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) y María Inés Imaz de Allende (v. fs. 7/10 del Legajo 111). Caso n°° 241): Lidia Cristina Vieyra fue ilegalmente privada de su libertad el 11 de marzo de 1977 en esta Ciudad, siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue torturada. Fue liberada el 25 de julio de 1978 en que salió del país rumbo a Inglaterra (cfr. presentación de fs. 10.050 del principal). La permanencia de la nombrada en dicho centro clandestino de detención halla corroboración en las expresiones vertidas por Ricardo Héctor Coquet (legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), Ana María Martí (quien menciona el apodo de la nombrada, Ala chinita@ Bfs. 13.030), Ricardo Coquet (legajo 124), Marta Remedios Álvarez (fs. 14.111), Graciela Daleo, Carlos García, Miriam Lewin, Emilio Dellasoppa, y Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738). Caso n°° 242): José María Salgado fue privado ilegítimamente de su libertad el 12 de marzo de 1977 en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue torturado. Posteriormente fue entregado al Departamento Coordinación Federal de la Policía Federal (v. presentación de fs. 8706/10). En la E.S.M.A. fue visto por Sara Solarz de Osatinsky, Ana María Martín María Alicia Milia de Pirles, Graciela Daleo y Andrés Castillo (cfr. desarrollo de su caso n° 397 en la sentencia dictada en la Causa n° 13/84). Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) relató que el nombrado estuvo en la ESMA, así como las circunstancias de su entrega a Coordinación Federal, agregando que AYa los pocos días aparece la noticia de que habría muerto en un enfrentamientoY@; en idénticos términos se expresó Ricardo Coquet a fs. 3 del legajo n° 124. Sobre tal enfrentamiento, obra el expediente n° 0057-170 caratulado AGaud, Carlos Alberto; Salgado, José María, 1 N.N. femenino y otros@ del Consejo de Guerra Especial Estable n° 1/1, relacionado al suceso entre Afuerzas legales@ y los nombrados, acaecido el 2 de junio de 1977 en la calle Canalejas entre Acoyte e Hidalgo de esta Ciudad, encontrándose agregada la autopsia del nombrado de la que surge que éste recibió diez impactos de bala en la zona ventral y dorsal, Gaud veinticinco impactos de bala y la mujer no identificada trece disparos, en tanto el vehículo en cuyo interior resultaron abatidos sólo presentaba nueve, habiéndose dado por probado en la sentencia dictada en la causa n° 13/84 ya citada, Aque en la acción participaron más de tres personas, integrantes de la Armada Argentina, que actuaron sin correr riesgo frente a la imposibilidad en que se hallaba el interfecto de defenderse@. Su caso fue tratado por el Tribunal al resolver la causa n° 21.422 y en relación al caso de Rodolfo Walsh tratado en la causa n° 23.516. Caso n°° 243): María Cristina Bustos de Coronel fue ilegalmente detenida el 14 de marzo de 1977, siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. fs. 362 y 8523 del principal). Caso n°° 244): Se incluye también a una N.N. femenina, apodada ATeresa@@, ilegalmente privada de su libertad el 14 de marzo de 1977, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 245): Ana María Martí resultó ilegalmente detenida el 18 de marzo de 1977 en la estación ferroviaria AEl Tropezón@. Fue conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se la sometió a tormentos, recuperando su libertad el 19 de diciembre de 1978, viajando al exterior con pasajes aportados por la ESMA. A sus propias expresiones dando cuenta de lo acaecido (v. fs. 10.823 de la Causa n° 13/84; fs. 45 del Legajo n° 1 de Amalia Larralde), deben sumarse los de Ricardo Héctor Coquet (v. fs. 3 del Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (v. fs. 7/10 del legajo 111), Amalia María Larralde (fs. 135/141 del Legajo n° 1), Miriam Lewin, Lisandro Cubas, Andrés Castillo y Graciela Daleo (v. actas mecanografiadas) -entre otros-. 2431 Poder Judicial de la Nación Su caso fue tratado por este Tribunal al pronunciarse en ocasión de resolver los autos n° 21.422. Caso n°° 246): Carlos Guillermo Mazzucco fue ilegalmente detenido el 20 de marzo de 1977 y conducido a la ESMA, continuando desaparecido a la fecha (cfr. asimismo, Legajo n° 7301 de Conadep). Casos n°° 247) y 248): Ariel Aisemberg -caso n° 247- y Luis Daniel Aisemberg -caso n° 248- fueron ilegalmente privados de su libertad el 20 de marzo de 1977, siendo ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se los sometió a tormentos, permaneciendo desaparecidos a la fecha. El caso de los nombrados fue tratado por este Tribunal al expedirnos en los autos n° 21.422. Caso n°° 249): Ricardo Carpintero Lobo fue ilegalmente privado de su libertad el 25 de marzo de 1977; trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, permaneció allí alojado con el apodo de ACoya@, siendo posteriormente trasladado. Continúa desaparecido. Casos n°° 250) y 325): María Hilda Pérez de Donda -caso n° 250- se hallaba embarazada de cinco meses al momento de ser privada ilegalmente de su libertad el día 28 de marzo de 1977, en Castelar, Pcia. de Buenos Aires, por personal de la Fuerza Aérea. Conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, dio a luz a una niña en agosto de 1977. A la fecha continúa desaparecida. En su presentación de fs. 10.050 del principal, Lydia Cristina Vieyra, también ilegalmente detenida en dicho centro clandestino, refirió haber ayudado en el parto de Hilda Pérez de Donda, asistiendo al médico naval Jorge Luis Magnacco en el nacimiento de la beba (cfr. asimismo, copias de fs. 12.657). A los quince días del alumbramiento, Pérez de Donda fue retirada del lugar por personal de Aeronáutica, mientras que su hija -caso n° 325- permaneció tres días más en la E.S.M.A., al cabo de lo cual también fue retirada de ese sitio. El caso de la hija de la nombrada (Victoria Analía Donda Pérez) fue tratado por el Tribunal al resolver el 30 de agosto de 2006 (reg. n° 25.606), en la causa n° 24.185 la sustracción y sustitución de identidad de la menor -por la de Claudia Analía Leonora Azic-, por el que se procesara a Juan Antonio Azic en actuaciones del registro del Juzgado Federal n° 3, Secretaría n° 5. La permanencia de Hilda Pérez de Donda en ese centro y el alumbramiento antes referido encuentra, además, corroboración en las expresiones de Ana María Martí (v. fs. 13.030). Caso n°° 251): Refiere a un N.N. masculino apodado AJorge@@, privado de su libertad en marzo de 1977, que fue conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 252): También un N.N. masculino apodado ARoni@@, privado de su libertad en marzo de 1977, fue conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 253): Otro N.N. masculino apodado ARogelio@@, fue privado de su libertad en marzo de 1977 y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 254): Un N.N. masculino llamado Manuel, fue ilegalmente privado de su libertad en Mar del Plata, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 255): Rolando Hugo Hieckel ó Jeckel ó Meifel, fue ilegalmente privado de su libertad entre el 18 de marzo y el 1° de abril de 1977; conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continúa desaparecido a la fecha (cfr. fs. 2337 y Legajo n° 6855 de Conadep). Caso n°° 256): Daniel Marcelo Schapira fue ilegalmente detenido entre el 7 y el 10 de abril de 1977 en un colectivo que circulaba en las cercanías de San Juan y Boedo en esta Ciudad. Conducido a la ESMA, fue sometido a tormentos. Continúa desaparecido. Su permanencia en este centro clandestino de detención encuentra corroboración en las expresiones de Andrés Castillo y en los de su esposa, Lydia Cohen de Said, quien refirió haber tomado conocimiento de ello a través de los dichos de Horacio Maggio, en el período en que éste se había fugado de la ESMA. Su caso fue tratado por este Tribunal al resolver en la causa n° 21.422. Casos n°° 257) y 258): 2432 Poder Judicial de la Nación Luis Esteban Matsuyama -caso n° 257- y Patricia Silvia Olivier -caso n° 258- fueron privados ilegítimamente de la libertad el 11 de abril de 1977, en el inmueble de Av. Corrientes 5810, 6° A37@ de esta Ciudad, siendo ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, y sometidos a tormentos (cfr. fs. 1882, 3043, 3208, 9153, 9159, 10.171, y 11.006, del principal). Caso n°° 259): Carlos Alberto Maguid fue ilegalmente privado de su libertad en Lima, República del Perú, el 12 de abril de 1977. Trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada por el Capitán Luis D=Imperio, permaneció allí clandestinamente detenido (cfr. fs. 151, 678, 7789, 8964, 10.368, 10351 y presentación de fs. 16.162/3 del principal). Caso n°° 260): Oscar Vicente Delgado fue privado ilegítimamente de su libertad en La Falda, Provincia de Córdoba, el 12 de abril de 1977. Fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde permaneció con el apodo ACamacho@. Trasladado nuevamente a Córdoba, continúa desaparecido (v. presentación de fs. 16.189/vta. del principal). Caso n°° 261): Graciela Silvia Rovin Zuviría de Amado fue ilegalmente detenida en su domicilio en esta Ciudad, el día 14 de abril de 1977 y conducida a la ESMA, fue sometida a tormentos. Continúa desaparecida. Sus padres indicaron que la misma fue retenida en la ESMA conforme lo mencionara la víctima apodada ALa Gallega@- en una comunicación, circunstancia también sostenida por Carlos Muñoz (cfr. actas mecanografiadas). Caso n°° 262): Raúl Amado fue ilegalmente privado de su libertad y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo posteriormente liberado. Al respecto, no se encuentran debidamente acreditadas su presunta detención y posterior liberación, ni corroborado por testimonios que el nombrado haya permanecido en el centro clandestino que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado. En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado por el art. 309 del Código de forma. Caso n° 263): Nora Edith Peirano fue privada ilegalmente de su libertad y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida. En relación a ello, no se encuentran suficientemente fundamentadas las circunstancias de su presunta detención ni corroborado por testimonios que la nombrada haya permanecido en el centro clandestino que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado. En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado por el art. 309 del Código de forma. Casos n°° 264) y 265): Enrique Raab -caso n° 264- y Daniel Eduardo Giron -caso n° 265- fueron privados ilegalmente de su libertad el 16 de abril de 1977, en horas de la madrugada, del domicilio de Viamonte 335, 5° AF@ de esta Ciudad, por un numeroso grupo armado, vestidos de fajina y que dijeron pertenecer a la Policía, siendo ambos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada. Conforme el tratamiento dado al caso del primero de los nombrados en la causa n° 13/84 (caso n° 485), Girón relató las circunstancias del procedimiento en el que resultara herido en un brazo el periodista del diario ALa Opinión@ Enrique Raab y que diera origen a la causa n° 23.456 del Juzgado de Instrucción n° 8, luego registrada bajo el n° 18/85-S del Juzgado de Instrucción n° 18 de la Armada Argentina. Girón permaneció en la ESMA durante una semana, lapso durante el cual viera a Raab, quien continúa desaparecido a la fecha. La presencia de los nombrados en el lugar encuentra corroboración en las expresiones vertidas en el expediente ya citado por Lisandro Raúl Cubas. Caso n°° 266): Nilda Haydee Orazi fue ilegalmente detenida el 30 de abril de 1977 en su domicilio en esta Ciudad, introducida en un patrullero de la Seccional 450 de la Policía Federal y trasladada a dicha seccional, donde fue golpeada, siendo luego conducida al centro clandestino de detención AAtlético@. Posteriormente, se ordenó su traslado a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo liberada el 20 de diciembre de 1978 en que viajó a España, lugar desde el cual debió mantener contacto con la ESMA y con el Cnel. Roualdes por medio de misivas. Su permanencia en el centro que aquí nos ocupa, encuentra corroboración en las expresiones vertidas por Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111), Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del principal), y Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417). Caso n°° 267): N.N. masculino apodado AJuan Manuel@@ ilegalmente privado de su libertad en abril de 1977, fue trasladado a la ESMA. 2433 Poder Judicial de la Nación Casos n°° 268) y 308): María del Carmen Moyano de Poblete (caso n° 268) -embarazada de varios meses- fue ilegalmente detenida en abril de 1977 en la provincia de Córdoba por fuerzas presuntamente pertenecientes al Tercer Cuerpo de Ejército y posteriormente trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, hasta que en el mes de junio de 1977 fue trasladada a la enfermería dando a luz a una niña -caso n° 308-. Continúa desaparecida (cfr. copias de fs. 12.657 del principal). Su presencia en el lugar encuentra corroboración en las expresiones vertidas a fs. 12.417 por Mercedes Inés Carazzo. Caso n°° 269): N.N. femenina apodada ASusanita@@ fue ilegalmente privada de su libertad y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida. Caso n°° 270): Mirta Alicia Di Paolo de Caballero resultó ilegalmente detenida el 1° de mayo de 1977 en La Plata, Provincia de Buenos Aires, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. fs. 10.348 del principal). Caso n°° 271): N.N. masculino apodado APaco@@ fue privado ilegalmente de la libertad el 4 de mayo de 1977 y trasladado a la ESMA. Continúa desaparecido. Caso n°° 272): Pilar Calveiro de Campiglia fue ilegalmente privada de su libertad el día 7 de mayo de 1977 en San Antonio de Padua, Provincia de Buenos Aires, siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada. Conforme se acreditara durante la sustanciación de la Causa n° 13/84 (cfr. el desarrollo de su caso n° 486), la nombrada permaneció detenida desde la fecha antes citada hasta el 17 de junio de 1977, en el centro clandestino de detención denominado Mansión Seré; entre el 17 de junio de 1977 y el 10 de agosto de 1977 en la ESMA; entre 10 de agosto de 1977y el 17 de octubre de 1977 en una Comisaría y una dependencia de la Armada situada en Panamericana y Thames; y desde el 17 de octubre de 1977 hasta el 25 de octubre de 1978, nuevamente en la ESMA. Conforme sus propias manifestaciones, durante su permanencia en el centro que aquí nos ocupa, no fue sometida a tormentos, habiendo recuperado su libertad el día indicado y viajado a España junto con Lila Pastoriza de Josami por medio de un pasaje de la empresa Iberia que le aportara la Armada Argentina. Su permanencia en la Escuela de Mecánica encuentra además corroboración en las expresiones de Miriam Lewin, Lila Pastoriza, Milia de Pirles, Ana María Martí, Martín Gras, Graciela Beatriz Daleo, Andrés Castillo, Víctor Basterra, María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), y Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal). Caso n°° 273): Enrique Osvaldo Berroeta fue privado de su libertad en forma ilegítima el 9 de mayo de 1977. Trasladado a la ESMA, continúa desaparecido (cfr. fs. 7779, 7789, 7793, 8962 y 10.348 del principal). Caso n°° 274): Alejandra Magdalena Renou fue ilegalmente detenida el 9 de mayo de 1977, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. Legajo n° 4273 de Conadep). Caso n°° 275): Pablo Antonio Miguez fue ilegalmente detenido el 12 de mayo de 1977, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 8962 y 10.348 del principal). Casos n°° 276) y 277): María Luján Cicconi -caso n° 276- y Luis Daddone -caso n° 277- fueron privados ilegalmente de la libertad el día 14 de mayo de 1977 en el domicilio de Daddone, situado en Olivos -Pcia. de Buenos Aires-. Cicconi habría sido conducida en primer término a Campo de Mayo y luego a la ESMA, lugar adonde también fue trasladado Daddone. La mujer resultó liberada el 25 de mayo de 1977 en la zona de Olivos, continuando Daddone desaparecido a la fecha.(Cfr. fs. 9389, 9101 y 10.366). Caso n°° 278): Antonio Nelson Latorre fue ilegalmente privado de su libertad el 14 de mayo de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Fue liberado en 1979. Ello halla corroboración en las expresiones de Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738), María Inés Carazzo (fs. 12.041) quien menciona su apodo Ael pelado Diego@; María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111), y Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124). Casos n°° 279) y 393): 2434 Poder Judicial de la Nación María Graciela Tauro de Rochistein -caso n° 279-, embarazada de cuatro meses y medio, fue ilegalmente privada de su libertad el 15 de mayo de 1977 en Hurlingham, Provincia de Buenos Aires. Conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida. Su permanencia en el lugar encuentra corroboración en el testimonio de Mercedes Carazzo (v. fs. 12.417) quien refiere que Tauro se hallaba embarazada y que conversó con la nombrada antes y después del parto. Su hijo -caso n° 393- nació en cautiverio en el mes de octubre de 1977, mientras su madre María Graciela Tauro se hallaba ilegítimamente privada de su libertad en la E.S.M.A., bajo condiciones inhumanas de vida. Indicó el Magistrado en el auto de mérito, q ue durante su cautiverio, la madre era conocida con el apodo de ARaquel@, y de esta forma fue mencionada por Sara Solarz de Osatinsky como Ala mujer que había sido secuestrada por la Fuerza Aérea en la Ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires, y que habría dado a luz un varón en la pieza donde se hallaban recluidas las embarazadas@. También bajo dicho apodo fue mencionada por Ana María Martí (v. fs. 13.030). Casos n°° 280) y 319): Alberto Eduardo Girondo -caso n° 280-, ilegalmente privado de su libertad el día 15 de mayo de 1977 en la vía pública, en esta Ciudad, fue herido en la ocasión por varios impactos de bala en su pierna izquierda, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Amén de sus propias expresiones (cfr. legajo n° 63 y fs. 11.825 de las actas mecanografiadas de la causa n° 13/84; presentación de fs. 9651 del principal), su permanencia en la ESMA encuentra corroboración en las expresiones de Lila Pastoriza, Silvia Labayrú, Pilar Calveiro de Campiglia, Jaime Dri, Graciela Daleo (cfr. desarrollo de su caso n° 488 en la Causa n° 13/84), Carlos García, Miriam Lewin, Martín Tomás Gras, Emilio Dellasoppa. Asimismo, obran al respecto los testimonios de Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417) quien menciona su apodo (AMateo@), Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124), y María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo 111). El nombrado recuperó su libertad el 19 de enero de 1979 fecha en la que viajó a París con un pasaje aportado por la Armada Argentina, junto con María Alicia Milia de Pirles. Asimismo, el 16 de junio de 1977, María Mercedes Bogliolo de Girondo -caso n° 319- resultó gravemente herida durante un operativo realizado en el domicilio que compartía con su cónyuge Alberto Eduardo Girondo, -Pasaje Owen s/n de esta Ciudad-, siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde habría permanecido bajo condiciones inhumanas de vida hasta su fallecimiento. Al respecto, en su testimonio de fs. 11.738, Miguel Ángel Lauletta indicó que la nombrada llegó muerta a la ESMA Caso n°° 281): Francisco Eduardo Marín fue ilegalmente privado de su libertad el 15 de mayo de 1977, en esta Ciudad, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido. Al respecto, a fs. 14.111/5, Marta Remedios Álvarez refirió que Francisco Marín llegó muerto a ese centro clandestino de detención y que su hijo fue entregado a los abuelos. Graciela Daleo y Andrés Castillo también se expidieron al respecto. Caso n°° 282): Sara Solarz de Osatinsky fue privada de su libertad en esta Capital Federal el día 14 ó 18 de mayo de 1977 (cfr. desarrollo de su caso n° 226 en la Causa n° 13/84), siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se la sometió a tormentos y luego destinada a diversas tareas, entre ellas asistir a las embarazadas en los partos. Recuperó su libertad el 19 de diciembre de 1978 en que viajó a España con pasajes aportados por la Armada Argentina. Lo expuesto encuentra sustento en sus propias manifestaciones (v. fs. 10849 de la Causa n° 13/84, sus expresiones vía exhorto incorporadas en la Causa A-90 -Legajo n° 1 de Larralde- y su testimonio brindado en Ginebra en febrero de 1984 glosado a fs. 12/13 del legajo 23), así como su exposición glosada a fs. 12.300 y 14.675/14.775; en el testimonio de Alfredo Julio Margari (fs. 2 del Legajo n° 34), Ana María Larralde (legajo n° 1), Ricardo Héctor Coquet (v. fs. 3 del Legajo 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (v. fs. 7/10 del legajo 111); Rosario Quiroga, Lisandro Cubas (v. actas mecanografiadas), Graciela Daleo y Andrés Castillo (cfr. Legajo Conadep 4816 y fs. 560 y 12.051); Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del principal), Mercedes Inés Carazzo (fs. 12.417 del principal) -entre otros-. Su caso fue tratado por el Tribunal al resolver los autos n° 20.984. Caso n°° 284): Andrés Ramón Castillo, ilegalmente privado de su libertad el 19 de mayo de 1977 en la vía pública de esta Ciudad, fue conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde permaneció detenido hasta el 22 de febrero de 1979 en que salió del país rumbo a Venezuela con un pasaje aportado por la Armada Argentina, cargado a la cuenta de la Dirección General de Personal Naval (0990033). Su permanencia en la ESMA encuentra corroboración, además de sus propias expresiones (v. fs. 5832 de las actas mecanografiadas de la Causa n° 13, y fs. 12051 del principal), en las manifestaciones brindadas por Jaime Dri, Lisandro Cubas, Carlos García, Miriam Lewin, Pilar Calveiro de Campiglia, Alberto Girondo, Graciela Daleo, Silvia Labayrú de Lennie (cfr. de su caso n° 400 en la Causa n° 13/84); Alfredo Julio Margari (Legajo n° 34); Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124); María Inés del Pilar Imaz de Allende (Legajo n° 111); y Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal), entre otros. Su caso fue tratado por este Tribunal al resolver los autos n° 21.422. 2435 Poder Judicial de la Nación Casos n°° 285), 286) y 348): Mirta Mónica Alonso Blanco de Hueravilo -caso n° 285- fue ilegalmente privada de su libertad el día 19 de mayo de 1977 en ocasión de asistir al sepelio de su abuelo, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, y sometida a tormentos, continuando desaparecida. La nombrada se hallaba embarazada, habiendo dado a luz un varón el 11 de agosto de 1977, que luego -13 de diciembre de 1977- fue abandonado en las escaleras del Hospital Elizalde con sus datos (cfr. presentación de fs. 11.535) Oscar Lautaro Hueravilo -caso n° 286- fue privado ilegítimamente de su libertad el día 19 de mayo de 1977, en su domicilio en esta Ciudad, siendo conducido a la E.S.M.A., donde fue torturado, continuando desaparecido. Emiliano Lautaro Hueravilo Alonso -caso n° 348- nació en cautiverio el día 11 de agosto de 1977. Conforme el relato efectuado por el Sr. Juez a quo, el día 13 de diciembre de 1977, fue abandonado en la puerta del Hospital Pedro de Elizalde (ex Casa Cuna) de la Ciudad de Buenos Aires, con una carta que indicaba su nombre, apellido, fecha y hora de nacimiento. Luego de seis meses, el niño fue entregado a sus abuelos paternos por autoridad judicial. La madre fue trasladada a los diez días de tener el niño. Ana María Martí (v. fs. 13.030) refirió haber visto a Mirta Alonso de Hueravilo en la ESMA, lugar donde dio a luz a un niño. Caso n°° 287): Omar Eduardo Cigliutti Meiani resultó privado ilegítimamente de su libertad el día 25 de mayo de 1977, en esta Ciudad, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido. Sobre su permanencia en la ESMA se pronunció Lila V. Pastoriza (cfr. presentación de fs. 8249 del principal y su exposición ante la CONADEP de fs. 8249/8253). Casos n°° 288) y 289): Roberto Gustavo Santi -caso n° 288- fue privado ilegítimamente de su libertad el día 27 de mayo de 1977, junto con su madre María Esther Iglesias de Santi -caso n° 289-, en la Ciudad de Buenos Aires, siendo ambos interceptados por un grupo de personas vestidas de civil, que descendieron de dos automóviles particulares estacionados en el lugar desde más temprano. Fueron trasladados a la Escuela de Mecánica de Armada y sometidos a tormentos. La presencia de los nombrados en el lugar encuentra corroboración en las expresiones vertidas por Ricardo Héctor Coquet en el Legajo n° 124, y Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738). Caso n°° 290): María Alicia Milia de Pirles resultó ilegalmente privada de su libertad en la localidad de Florida, Provincia de Buenos Aires, el día 28 de mayo de 1977, fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo sometida a tormentos, recuperando su libertad el 19 de enero de 1979 en que viajó al exterior con pasajes y documentación aportada por la Armada. A sus expresiones colectadas en ocasión de sustanciarse la causa n° 13/84 (v. fs. 11.320), deben agregarse como corroborantes de su ilegal permanencia en el lugar los vertidos por Jaime Dri, Pilar Calveiro de Campiglia, Rosario Quiroga, Miriam Lewin, Carlos García, Lisandro Cubas, Andrés Castillo; Graciela Daleo (Legajo n° 20), María Inés Pilar Imaz de Allende (legajo 111, fs. 7/10) quien refirió que Milia de Pirles habría sido torturada por Antonio Pernías; Amalia María Larralde (fs. 135/141 del Legajo n° 1), Ricardo Héctor Coquet (v. Legajo 124), Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738). Su caso fue tratado por este Tribunal al expedirnos en los autos n° 21.422. Casos n°° 291), 292), 293), 294) y 295): Juan Julio Roqué -caso n° 291- fue abatido el día 29 de mayo de 1977, en un operativo conjunto de las fuerzas militares, en el domicilio sito en la calle El Ceibo 1021, Haedo, Provincia de Buenos Aires, en un operativo según indicara el Magistrado instructor- a cargo de Jorge Rádice. Sobre el particular, Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738 del principal) testificó que en dicho domicilio, donde también habitaba Ael tío@ ó ALorenzo@, se produjo un enfrentamiento en el que falleció Julio Roque, en tanto Mercedes Inés Carazzo (fs. 11.728) indicó haberlo visto muerto en la ESMA, circunstancia ésta también referida por Susana Norma Burgos y Martín Tomás Gras. Al respecto, en su indagatoria Jorge Enrique Perrén refirió que Julio Roqué (a) ALino@ murió Aen combate@. En la misma oportunidad, fueron ilegalmente privados de su libertad Elvio Héctor Vassallo -caso n° 292-, Julio César Vassallo -caso n° 293-, su hermano Alejandro Héctor Vassallo -caso n° 294- y la madre de ambos, Ada Nelly De Valentini -caso n° 295-, siendo todos ellos conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, sometidos a condiciones inhumanas de vida, y a golpes el primero de los nombrados, siendo luego liberados al cabo de dos semanas, con excepción de Elvio Héctor Vassallo que lo fue en noviembre de 1979. Al respecto, obran los testimonios de Elvio Vassallo (fs. 17.518), Alejandro Vassallo (fs. 17.521), Julio César Vassallo (fs.17.524), y Mercedes Inés Carazo (fs. 12.417) quien relató haber visto a AVassallo (el tío) y a su hijo que era un chico de unos 14 ó 15 años@. Caso n°° 296): N.N. masculino, apellidado ALONSO, privado ilegalmente de su libertad en mayo de 1977, fue conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. 2436 Poder Judicial de la Nación Casos n°° 297), 298) y 299): N.N. masculino, apodado ALorenzo@ o Ael tío@ -caso n° 297-; N.N. femenina, esposa de ALorenzo@ o Ael tío@ -caso n° 298- ; hijos de ALorenzo@ o Ael tío@ -caso n° 299-, privados ilegalmente de la libertad en mayo de 1977, fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo finalmente liberados. Sobre el particular, al igual que se indicara al tratar los casos de Julio Roqué y Elvio Vassallo, corresponde señalar que en su testimonio de fs. 11.738 Miguel Ángel Lauletta refirió AYAel tío@ o ALorenzo@, mayo 1977, en su casa se produce un enfrentamiento en el que muere Julio Roque -liberado 1979-@@, en tanto Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417) expresó haber visto en la ESMA a AYJuan Julio Roque (lino) (lo vio muerto), Vasallo (el tío), y a su hijo que era un chico de unos 14 o 15 añosY@. Sobre la presencia de Ael tío@ en este centro clandestino de detención también se expresó Alfredo Julio Margari (cfr. fs. 2 del Legajo n° 34), Ricardo Héctor Coquet (Legajo n° 124), María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111) que lo cita como Atío Lorenzo@, Josefa Prada de Olivieri (Legajo n° 10). Las circunstancias apuntadas en el segundo párrafo del presente, llevan al Tribunal a entender necesario que el Sr. Juez a quo, reintegradas que le sean las actuaciones, realice las diligencias necesarias a fin de esclarecer acabadamente la vinculación entre los casos indicados. Ello, por cuanto no puede descartarse que el llamado >Lorenzo= ó >el tío=, >su esposa= e >hijos=, se traten en realidad de Elvio, Julio y Alejandro Vasallo y Ada de Valentini (cfr. los casos 292, 293, 294 y 295), circunstancia por la cual habrá de adoptarse el temperamento reglado por el art. 309 del código de forma. Caso n°° 300): N.N. masculino, apodado AManolo@, privado ilegalmente de su libertad en el mes de mayo de 1977, fue conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 301): N.N. masculino, médico pediatra paraguayo, ilegalmente privado de su libertad en mayo de 1977, en la provincia de Chaco, fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 302): José Ascone resultó ilegalmente detenido en mayo de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada (cfr. fs. 367, 2629, 7789, 8964 del principal, y Legajo n° 351 de Conadep). Casos n°° 303) y 324): Miriam Ovando -caso n° 303-, alias ATita@, fue ilegalmente privada de su libertad y trasladada desde Coordinación Federal a la Escuela de Mecánica de la Armada en mayo de 1977, lugar donde dio a luz un hijo -caso n° 324- en julio de dicho año. Luego, fue regresada a la sede de Coordinación Federal, continuando desaparecida. Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417 del principal) vio a la víctima en la ESMA, en tanto Ana María Martí (cfr. copias de su testimonio glosadas a fs. 13.030) refirió que en la habitación de las embarazadas vio -entre otras- a ATita@. Casos n°° 304) y 305): Sra. de Numa Laplane -caso n° 304- e hija del Gral. Numa Laplane -caso n° 305-, fueron ilegalmente privadas de su libertad en mayo de 1977 y trasladadas a la Escuela de Mecánica de la Armada. En relación a ello, no se encuentran suficientemente fundamentadas las circunstancias de sus presuntas detenciones ni corroborado por testimonios que la nombradas hayan permanecido en el centro clandestino que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, extremo que habrá de ser debidamente dilucidado. Nótese en este aspecto que en la exposición de fs. 265 se indica que las mismas habrían sido detenidas por el Primer Cuerpo de Ejército, sin que surjan mayores diligencias posteriores que permitan corroborar la ilegal detención de las nombradas en el centro aquí en cuestión. En virtud de ello, es que en lo que atañe a este evento, corresponde adoptar el temperamento reglado por el art. 309 del Código de forma. Caso n°° 306): Adriana Friszman fue ilegalmente privada de su libertad en mayo de 1977, época a la cual se hallaba embarazada de siete meses; conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, siendo liberada al cabo de un mes (cfr. asimismo, desarrollo del caso n° 150). Casos n°° 309), 310), 311) y 312): Felisa Violeta María Wagner de Galli -caso n° 309-, su nuera Patricia Teresa Flynn de Galli -caso n° 310-, la hija de ésta Marianela Galli -caso n° 311- de un año y medio de edad, y el padre de la nombrada, Mario Guillermo Enrique Galli -caso n° 312- fueron ilegalmente privados de su libertad el 12 de junio de 1977 en el domicilio de Aranguren 548 de esta Ciudad, siendo conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada. Mario Guillermo Enrique Galli fue sometido a tormentos, continuando los mayores mencionados desaparecidos a la fecha, en tanto la niña fue liberada tres días después de la ilegal detención. Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11.738) testificó la presencia de Mario Galli, su esposa y su madre en la ESMA, circunstancia también corroborada por Ricardo Héctor Coquet (v. legajo 124) y por Lila Pastoriza (cfr. presentación de fs. 8249 del principal y su exposición ante la CONADEP de fs. 8249/8253), quien mencionara al primero de los nombrados. 2437 Poder Judicial de la Nación Los casos de los aquí nombrados, fueron tratados por el Tribunal al resolver la causa n° 21.422. Casos n°° 313) y 314): Gloria Kehoe de Infante Allende -caso n° 313- y Adolfo Infante Allende -caso n° 314- resultaron ilegalmente privados de su libertad el 13 de junio de 1977, en el domicilio de Sucre 2212, de esta Ciudad, por personas armadas que indicaron pertenecer a las fuerzas de seguridad, siendo trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde Adolfo Infante Allende fue sometido a tormentos. Ambos continúan desaparecidos. En relación a Adolfo Vicente Infante Allende obran los dichos de Lila Victoria Pastoriza (cfr. presentación de fs. 8249 del principal y su exposición ante la CONADEP de fs. 8249/8253), dando cuenta de haberlo visto en la ESMA. Más allá de darse por suficientemente acreditadas las ilegales privaciones de la libertad de la que fueran objeto los nombrados, ello no resulta suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en perjuicio de Infante al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto. Caso n°° 315): Luis Alberto Vilellia fue ilegalmente privado de su libertad el 13 de junio de 1977, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Amada, continuando desaparecido (cfr. fs. 8526 y 8962 del principal, y Legajo n° 8393 de Conadep). Casos n°° 316) y 317): Silvia Wikinsky -caso n° 316- y Fernando Kron -caso n° 317- fueron ilegalmente detenidos el 14 de junio de 1977 en las cercanías de la estación Villa Adelina, provincia de Buenos Aires, siendo trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fueron sometidos a tormentos. Ambos fueron liberados el 11 de febrero de 1978 (cfr. sus expresiones en la causa n° 13/84). Su caso fue tratado por este Tribunal al resolver los autos n° 21.422. Caso n°° 318): Lila Victoria Pastoriza fue privada ilegalmente de su libertad en la zona de plaza Serrano en esta Ciudad el día 15 de junio de 1977, y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde fue sometida a tormentos. A sus propias manifestaciones (v. antecedentes de la causa n° 13/84; presentación de fs. 8249 del principal y su exposición ante la CONADEP de fs. 8249/8253), deben sumarse las corroborantes de María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo 111), Amalia María Larralde (fs. 135/141 del Legajo n° 1), y Miguel Ángel Lauletta (fs. 11.738 del principal), entre otros. Casos n°° 320), 321) y 403): Susana Beatriz Pegoraro -caso n° 320- y Juan Pegoraro (caso n° 321) -padre e hija- fueron ilegalmente privados de la libertad el día 18 de junio de 1977 y conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada. En dicho lugar fueron vistos por María Milia de Pirles (fs. 11.320), Sara Solarz de Osatinsky (fs. 12.300), Raúl L. Cubas (v. actas mecanografiadas), Ana María Martí (v. fs. 13.030), quienes además corroboraron que Susana Pegoraro se hallaba embarazada, habiendo dado a luz una nena (caso n° 403) entre los meses de noviembre y diciembre de 1977. Asimismo, Víctor Melchor Basterra relató haber visto en uno de los baños de la ESMA, al marido de la nombrada (cfr. asimismo, fs. 12.657 del principal). Susana y Juan Pegoraro continúan desaparecidos a la fecha. Caso n°° 322): Juan Domingo Tejerina resultó ilegalmente privado de su libertad el 29 de junio de 1977 en Morón, Pcia. de Buenos Aires, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 366, 6922 y 10.352 del principal, y Legajo n° 5048 de Conadep). Caso n°° 323): N.N. masculino, apodado Aperuano@ resultó ilegalmente detenido en junio de 1977, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada. Caso n°° 326): Jorge Omar Lazarte fue ilegalmente privado de su libertad el 17 de julio de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 7789, 8526, 8962 y 10.352 del principal, y Legajo n° 2758 Conadep). Caso n°°327): Ana María Ponce de Fernández fue privada ilegítimamente de su libertad el día 18 de julio de 1977, en el jardín zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, siendo conducida a la ESMA donde fue torturada. Continúa desaparecida. Su permanencia en el lugar encuentra corroboración en las expresiones de María Inés del Pilar Imaz de Allende (legajo n° 111). Caso n°° 328): 2438 Poder Judicial de la Nación Se sostuvo que Gustavo Alberto Grigera fue ilegalmente privado de su libertad en el interior del Hospital Italiano, el día 18 de julio de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde fue sometido a tormentos. El Magistrado indicó en su relato, que Ael hallazgo de sus restos se produjo el día 28 de agosto de 1977, en el Hospital Churruca de la Ciudad de Buenos Aires o el 20 de agosto de 1977, en la Morgue Judicial, donde el cuerpo de la víctima había sido remitido por orden del Comando de la subzona Capital@. Al respecto, y conforme surge del Legajo n° 753 de esta Cámara, la detención se habría producido en el Hospital Italiano y conforme medios periodísticos de la época, en la oportunidad se habría procedido a la detención de dos individuos, en tanto un tercero se hallaba en grave estado por la ingestión de una pastilla de cianuro. Sobre éste último punto, el hermano de la víctima, Pablo Rafael Grigera, testificó a fs. 21 del citado expediente que el certificado de defunción que originalmente fuera entregado a la familia indicaba como causa del deceso Aparo cardíaco por envenenamiento por cianuro@, certificado éste que luego resultó falso. La entrega del cadáver fue efectuada por orden del Comando Zona I, con firma del Coronel Ferro, en la Morgue Judicial el 19 de agosto de 1977 -cfr. testimonio indicado-. Según testificara la madre de Grigera (v. fs. 51 del Legajo), un médico colega del nombrado, también perteneciente al Hospital Italiano, de apellido Genoud, informó a la familia que el día 18 de julio de 1977 personal militar retiró al mismo de ese nosocomio, habiendo presuntamente suscripto una constancia de que se lo hacía Acon vida@, la cual habría sido efectuada por un ACapitán Luro@, constancia ésta que fue destruida posteriormente por la misma persona. Agrega la progenitora no recordar la fecha del fallecimiento de su hijo, no siendo la que obra asentada en la partida de defunción finalmente obtenida (25 de agosto -v. fs.27-), así como que al momento de concurrir su marido al Comando Zona I, el Coronel Ferro le habría manifestado que la Armada podía hacerse cargo del sepelio, lo que fue rechazado. A fs. 67/8 obra un informe aportado por el apoderado del Hospital Italiano dando cuenta que el 18 de julio de 1977 Ase produjo en el ámbito del H. Italiano un procedimiento con la intervención de fuerzas que dijeron ser de Seguridad de la Armada y policiales que se encontraban en persecución del Dr. Grigera; éste fue encontrado por personas que pertenecían a estas fuerzas en una dependencia del Hospital cuando -en apariencia, por propia voluntadhabía ingerido una sustancia venenosa y se encontraba en estado de coma; conducido por el personal mencionado a la guardia de nuestro establecimiento, fue tratado médicamenteY el paciente fue canalizado y se le suministró el antídoto correspondiente al envenenamiento por ingestión de cianuro. Encontrándose aún con vida, el Dr. Grigera fue retirado por las fuerzas que ejecutaban el procedimiento, habiendo suscripto quien comandaba, el libro de la guardia, donde se habían anotado sucintamente las circunstancias arriba apuntadasY. El libro de guardiaY fue robado por un grupo armado algunos días después del suceso relatado, en horas de la nocheY@ (cfr. en igual sentido, testimonio del Dr. Luis Mayorga de fs. 75/82). La Morgue Judicial (v. fs. 146) informó que el cuerpo de Gustavo Alberto Grigera fue remitido a esa dependencia por la Seccional 110. de la Policía Federal, el día 17 de agosto de 1977, a disposición del Comando Subzona Capital Federal del Ejército Argentino, habiendo sido entregado a los deudos sin autopsia (cfr. asimismo, nota de la Comisaría 110 en copias obrante a fs. 167 y fs. 169). Caso n°° 329): Héctor Hidalgo Solá fue privado ilegalmente de su libertad el día 18 ó 19 de julio de 1977 (cfr. desarrollo de su caso n° 206 en la Causa n° 13/84), habría sido conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 2982, 7725 y 10.361 del principal). Caso n°° 330): Inés Olleros fue detenida en ocasión de un operativo efectuado por personal de la Escuela de Mecánica de la Armada, el día 19 de julio de 1977 en ocasión de procederse a la detención íntegra del pasaje del colectivo de la línea 187, interno n° 13, siendo todos ellos conducidos a la Comisaría 400. de la Policía Federal desde donde, con excepción de Olleros, recuperaran su libertad. Su caso, bajo el n° 208, fue tratado por esta Cámara en oportunidad del dictado de la Sentencia en la Causa n° 13/84, ocasión en la que se señalara AEstá probado que el día 19 de julio de 1977, en horas de la noche, fue interceptado el colectivo de la línea 187, interno 13, donde viajaba Inés Olleros, por fuerzas de la Escuela de Mecánica de la Armada, las que luego de privar de su libertad a todos los pasajeros los condujeron a la seccional 490. de la Policía Federal donde fueron identificados y liberados paulatinamente, salvo la causante, a la que se le imputó la tenencia o distribución de panfletos de índole subversiva. Ello surge de los distintos testimonios colectados tanto ante este Tribunal como ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal de Sentencia Letra AV@, acción de hábeas corpus que lleva el registro 346 de la Secretaría n° 30 presentado a favor de la causante por César Olleros. El chofer del colectivo en cuestión, José Luis Giorno (fs. 14/15 de la citada acción y ante este Tribunal), expresó con lujo de detalles lo sucedido, que se ajusta a la acción referida en el primer párrafo del presente. Los otros testimonios que se detallarán a continuación permiten reconstruir históricamente el episodio que tuvo a la causante como protagonista. En efecto, se encuentra acreditado en autos que ese día el colectivo de la línea 187, interno 13, fue llevado por fuerzas de la Escuela de Mecánica de la Armada con todos los pasajeros hasta el interior de la seccional 490 de la Policía Federal; entre los pasajeros se encontraba la causante Inés Olleros (Confr. Libro Memorandum secuestrado por el Juzgado de Sentencia, perteneciente a la citada seccional policial) ya que está instrumentado el procedimiento (fs. 5 del hábeas corpus citado), surgiendo de ese libro, que lleva el n° 40, dicha circunstancia. José Leiría y Luis Feijóo, quienes también depusieron ante este Tribunal y en la acción judicial de hábeas corpus citada (conf. fs. 123 y 129), detallaron lo sucedido, corroborando en lo pertinente las manifestaciones del conductor del rodado. 2439 Poder Judicial de la Nación Cobra singular relevancia, a los efectos de dar por tierra con la versión oficial de los hechos, lo expresado por Carlos Domingo Massa (fs. 99 del citado expediente de Sentencia), chofer del colectivo de la línea 111, interno 13, quién expresó que contrariamente a lo sostenido en todo momento por la autoridad policial su colectivo no fue objeto de procedimiento similar al investigado, siendo incierto que el 19 de agosto de 1977 (como habría sucedido según versión oficial de las fuerzas de seguridad) fuera interceptado en la vía pública, ya que para esa hora y ese día estaba en el garage; ni tampoco el día 19 de julio de 1977 en horas de la noche, exhibiendo para acreditar tales afirmaciones, las planillas correspondientes. En tales condiciones, en atención a que los restantes pasajeros oídos ante el Juzgado de Sentencia relatan el hecho en forma concordante, se concluye que Olleros ingresó a la Seccional policial y no salió de allí con el resto de los demorados. Tal es lo que se desprende de los dichos de Delinda Elena Fortunata Sabi de Carrasco (fs. 120) quien destaca que una vez que la joven ingresó con ellos, no volvió a salir y no la volvió a ver debiendo añadirse que esta testigo expresó que cuando era llevada a su domicilio en un vehículo militar un soldado le comentó que viajaban en el colectivo con una terrorista. También deben destacarse a tales efectos los dichos de los pasajeros Humberto Mangiarano (fs. 124), Simón Cura (fs. 125), Esteban Ernesto Merlo (fs. 126), Luis Alberto Fornos (fs. 127), Rafael Núñez Haedo (fs. 128), Catalina Ana Marsoni (fs. 134), José Medina (fs. 135) y José de Oliveira (fs. 136), los que se producen en forma harto convictiva relatando lo sucedido en el lapso que medió entre la intervención militar por parte de integrantes de la Escuela de Mecánica de la Armada y la liberación de ellos. Durante su detención, se hicieron múltiples gestiones Boficiales y oficiosas- ante autoridades en procura de la averiguación de su paradero y libertad, tal como lo relatara al Tribunal César Olleros, padre de la causante. Entre las oficiales, cabe citar la acción de hábeas corpus presentada ante el Juzgado de Sentencia Letra AV@ y la instrucción del sumario criminal ante el Juzgado de Instrucción n° 25. A ello se suma lo que resulta de la documentación adjuntada al juicio, entre la que merece señalarse la comunicación del Ministerio del Interior al progenitor de la causante, de fecha 1° de abril de 1982, en la que se le informa acerca del resultado negativo de las diligencias practicadas en pos de la averiguación de su paradero. La comunicación del entonces Comando en Jefe de la Armada, de fecha 9 de agosto de 1977, por la que se le hace saber al señor Olleros que Alamentablemente la Armada no tiene antecedentes ni conocimiento del hecho relacionado con la señorita Inés Olleros@. También merece una valoración especial, puesto que a pocos días del hecho en el que intervino personal de la Escuela de Mecánica de la Armada (confr. Citado libro Memorandum n° 40 de la Secc. 490 de la Policía Federal), la propia institución dijo carecer de toda información sobre el citado procedimiento. Con fecha 16 de agosto de 1977 esa institución ratifica la información precedente, en carta misiva dirigida a la progenitora de la víctima. Está probado que con fecha 2 de agosto y 1° de septiembre de 1977 se efectuaron presentaciones ante la entonces Junta Militar, sin resultado positivo. Con fecha 25 de julio de 1978, el Ministerio del Interior comunicó que no existían constancias del procedimiento en relación a la aprehensión de la causante, ratificando una comunicación anterior, del 13 de octubre de 1977, en igual sentido. Se han adjuntado datos, por otra parte, sobre las presentaciones ante autoridades eclesiásticas e internacionales en materia de derechos humanos y sus resultados negativos hasta la fecha. Está probado que con motivo de una solicitud judicial la autoridad requerida contestó negativamente. En efecto, no bien se presentó el hábeas corpus se informó al juez de la causa que no se había llevado a cabo procedimiento alguno que involucrara a la causante Inés Olleros. Ello evidentemente no contemplaba la realidad de lo sucedido, habiéndose falseado los hechos, al punto que insistiendo paulatinamente el Juzgado interventor se llega a decir que si bien no existió el procedimiento con el colectivo 187, interno n° 13, sí existió el relacionado con el colectivo 111, interno n° 13, en el mismo lugar y con la misma modalidad que el aquí juzgado. Posteriores diligencias del Juzgado de Sentencia permitieron establecer que ese colectivo, ni el día 19 de agosto de 1977 ni el 19 de julio de 1977, fecha real del hecho, estuvo en la vía pública a la hora de acaecimiento de los sucesos. En efecto, como ya se señalara se cuenta con los dichos del chofer que relata tal circunstancia y del policía Osvaldo Celestino Vicente Giarletta (fs. 41) quien expresó que la fecha real del hecho fue la consignada y no la que errónea o falsamente declara la autoridad de intervención (confr. fs. 12, 22, 38 y 40 de la citada acción judicial); ratificando las citadas circunstancias los dichos del Subcomisario Dante Manuel Cardozo (fs. 48) que a esa hora se encontraba prestando servicios en la Seccional 490 de la Policía Federal, siendo testigo presencial del ingreso de los pasajeros custodiados por un contingente de la Escuela de Mecánica de la Armada. Ello a su vez, aparece corroborado por las afirmaciones de los policías Juan Carlos Pérez (fs. 50) quien registró el operativo en el Libro de Memorandum, interno de la seccional n° 400, donde habitualmente se registran los operativos de las fuerzas conjuntas, recordando que entre los pasajeros estaba la Olleros, Alberto Guillermo Celery (fs. 54), José Eduardo Corzo (fs. 62), Ricardo Luis Cappelletti (fs. 64), Ramón Antonio Soraide (fs. 64 vta.), Carlos Francisco Tudesco (fs. 67), José Héctor López (fs 69 vta.), León Carlos Ventura (fs. 73), Jorge Ernesto Schuller (fs. 74), Juan Luis Díaz (fs. 75 vta.), Aníbal Alejandro Baudano (fs. 76), Jorge Enrique Perez (fs. 78), Virgilio Medina (fs. 80), Antonio Moreyra (fs. 79), Juan Domingo Santos (fs. 86), Roberto Aurelio Rodríguez (fs. 87) y Guillermo Jorge Arena (fs. 89 vta.), los que demuestran la realidad de lo sucedido, revelando a su vez la existencia del mentado procedimiento relacionado con el colectivo de la línea 111, interno 13, y la realidad del hecho materia de juzgamiento, surgiendo de tales elementos de juicio una evidente falsedad en la contestación al Magistrado que requería los informes, lo que demuestra la falta de interés en esclarecer el evento y su autoría y la ligereza con que fue tomado el pedido judicial. Ello surge del informe de fs. 61 del citado hábeas corpus, donde el entonces Comando en Jefe del Ejército, pone en conocimiento del Juzgado, que le es imposible proporcionar la nómina del personal actuante en el procedimiento Apor razones operacionales@, eufemismo con el que se pretende encubrir el accionar de las fuerzas intervinientes llegándose incluso a destruir la documentación que instrumenta el mismo, a fin de prevenir casos como el presente. 2440 Poder Judicial de la Nación A pesar de ello, del aludido Libro Memorandum interno n° 40 de la seccional policial citada, en su folio n° 4, se desprende que ese día, a las 23, la Escuela de Mecánica de la Armada remitió a los pasajeros del colectivo, registrándose entre ellos la causante, cuya filiación se transcribe. Es evidente que este accionar pretendía ocultar a las investigaciones de la justicia el destino final de la causante, ya que si bien el entonces Director de la Escuela de Mecánica de la Armada, el Contralmirante Chamorro (confr. fs. 100 de la citada acción judicial), dice que el 19 de julio de 1977 no existieron novedades en cuanto a la operación de marras, tal informe es mendaz ya que se ha demostrado que el personal actuante alegó que se encontraron panfletos subversivos e incluso se habla de un arma hallada en este procedimiento, por lo que no siendo liberada la Olleros, es evidente que quedó en el interior de la seccional policial, donde en ese momento intervenía personal de la Marina, por tratarse aparentemente de un procedimiento antisubversivo sin que se haya dado intervención, al parecer, a la autoridad correspondiente a cuyo orden debieron anotar a la detenida. De todo esto se desprende que la Armada Nacional, bajo la comandancia del Almirante Massera, respondió el requerimiento de informes que se le efectuara, en forma falsa. También resultan falsos los informes evacuados por dicha fuerza al juez del hábeas corpus, de fecha 8 de noviembre de 1979 y 24 de junio de 1980 (fs. 482 y 606), en los que se insiste en que en la fecha en cuestión hubo procedimientos pero Asin novedades@. A Inés Olleros se la mantuvo clandestinamente en cautiverio en la Escuela de Mecánica de la Armada, que actuaba bajo el comando operacional del Primer Cuerpo de Ejército. Para ello el Tribunal se remite, en la parte pertinente a los elementos de convicción mencionados en anterior oportunidad. También se valoran los dichos de Andrés Castillo quien al declarar ante el Tribunal dijo que durante su cautiverio en esa Escuela de Mecánica de la Armada oyó referencias acerca del procedimiento que se examina, y que existía un problema puesto que los funcionarios policiales, que no tenían que decir nada sobre el procedimiento, contravinieron esta orden existiendo desinteligencias entre lo actuado por personal policial y personal de aquél instituto. Todo este cúmulo probatorio que arroja certidumbre acerca de que fueran efectivos de la Esma, que la privaron de la libertad a Inés Olleros, fortalecen los dichos de Lila Victoria Pastoriza de Hosami, que asevera haber visto a la causante en el interior de la Escuela de Mecánica de la Armada, en el sector denominado Acapuchita@, narrándole la misma que fue detenida en oportunidad de realizarse un operativo de control en el colectivo donde viajaba, reconociendo ella ante la testigo que era afiliada comunista (confr. declaraciones ante este Tribunal). Es de hacer notar que en oportunidad de serle exhibida a la Pastoriza la fotografía de la causante, la reconoció. Párrafo aparte merecen las consideraciones efectuadas por la defensa del Almirante Massera respecto de este caso. Es cierto, como allí se dice, que existe una divergencia que no debe dejar de tenerse en cuenta, en el sentido de que la persona reconocida por Pastoriza dentro de la Escuela de Mecánica de la Armada respondía allí al nombre de ACecilia@. Sin embargo, el cúmulo de probanzas que se han venido sopesando torna irrelevante tal divergencia, solitaria ante las múltiples coincidencias. Las dificultades que habría evidenciado la precitada testigo para reconocer a ACecilia@ en las fotografías que se le exhibieron no solo son comprensibles -dado el tiempo transcurrido entre el momento en que había dejado de ver a la nombrada y su deposición, máxime teniendo en cuenta que solo podía haberla visto en condiciones poco favorables para la retención y durante muy corto lapso- sino que sería mucho más sospechoso un reconocimiento inmediato. Por último, no es extraño que Pastoriza sea la única persona que mencione a la causante si recordamos que aquélla misma expuso durante su testimonio que en tal ocasión se encontraba en el sector allí denominado Acapuchita@ en el cual se hallaban muchas personas, mencionando que la mayoría de quienes contemporáneamente con Olleros se encontraban en dicho sitio, se encuentran a la fecha desaparecidos. No está probado que en ocasión de su cautiverio fuera sometida a algún mecanismo de tortura. En efecto, las afirmaciones del señor Fiscal de Cámara en este sentido, no se haya probado en autos por ningún elemento de convicción. No está probado que Inés Olleros haya sido puesta en libertad, lo que se desprende de las constancias adquiridas en la investigación pertinente y los dichos de sus familiares (confr. acción de hábeas corpus y sumario criminal citados)Y@. Caso n°° 331): Raúl Humberto Mattarollo -empleado administrativo del Hospital Ferroviario central- fue ilegalmente detenido el 21 de julio de 1977 en la localidad de Quilmes, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, y sometido a tormentos, continuando desaparecido. Más allá de tenerse por suficientemente acreditada la ilegal privación de la libertad, ello no resulta suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en su perjuicio al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto (cfr. fs. 6528, 8828 y 9624 del principal). Caso n°° 332): Jaime Abraham Ramallo Chávez resultó ilegalmente privado de su libertad el 22 de julio de 1977 en cercanías del Hospital Ferroviario, por un grupo de personas vestidas de civil y armadas, con la intervención de diversos vehículos (un Torino color blanco, un Renault y un taxi marca Ford Falcon), siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Se sostiene que fue sometido a tormentos. Continúa desaparecido (cfr. presentación de fs. 9709 del principal). Ahora bien; no obstante tenerse por debidamente acreditada la ilegal privación de la libertad, ello no resulta suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en su perjuicio al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto. 2441 Poder Judicial de la Nación Caso n°° 333): Alejandro Daniel Ferrari, médico, fue detenido ilegalmente por dos personas vestidas de civil que dijeron pertenecer a la Policía Federal, mientras prestaba servicios en el Hospital Ferroviario Central, el día 22 de julio de 1977. Trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continúa desaparecido (cfr. presentación de fs. 9709 del principal). No obstante tenerse por acreditada la ilegal privación de la libertad, ello no resulta suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en su perjuicio al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto. Casos n°° 334) y 335): María José Rapela de Mangone -caso n° 334- y José Héctor Mangone -caso n° 335- fueron ilegalmente privados de su libertad el día 30 de julio de 1977, en el domicilio de Atacama 973 de Ituzaingó, Provincia de Buenos Aires, siendo trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada (cfr. copias de fs. 12.657 del principal). Conforme se estableciera al tratarse el caso de Rapela de Mangone y su marido (cfr. n° 209 y 497 de la Causa n° 13/84), la nombrada habría perdido su embarazo durante su permanencia en el lugar mencionado (v. expresiones de Lilia Victoria Pastoriza de Josami y Graciela Daleo), habiendo sido vista en la ESMA por Mercedes Inés Carazzo (v. fs. 12.417) y Ana María Martí (v. fs. 13.030). Ambos continúan desaparecidos. Caso n°° 336): Luis Saúl Kiper -médico del Hospital Ferroviario Central- fue ilegalmente privado de su libertad el 30 de julio de 1977, mientras cumplía sus tareas de médico en la Asistencia Pública de Boulogne Sur Mer, en la Provincia de Buenos Aires, por un grupo de personas vestidas de civil que se identificaron como pertenecientes a la División Alcaloides de la Policía Federal, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada. Se sostiene que allí fue sometido a torturas. Continúa desaparecido (cfr. presentaciones de fs. 9305 y 9601 del principal). No obstante tenerse por acreditada la ilegal privación de la libertad, ello no resulta suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en su perjuicio al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto. Caso n°° 337): N.N. femenina, apodada AJulia@, ilegalmente privada de su libertad en julio de 1977, por el B.I.N. 3 de La Plata, fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada donde permaneció bajo condiciones inhumanas de vida. Caso n°° 338): Grupo integrado por 10 ó 12 personas no identificadas, secuestradas en Villa del Sur, Provincia de Buenos Aires: conforme el relato efectuado por el Sr. Magistrado instructor, fueron ilegítimamente privados de su libertad en el mes de julio de 1977 y, luego, fueron conducidos a la E.S.M.A. Caso n°° 339): Graciela Beatriz Di Piazza fue ilegalmente privada de su libertad el 4 de agosto de 1977, siendo conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr.fs. 8525, 8962 y 10.348 del principal y Legajo n° 1487 Conadep). Caso n°° 340): Daniel Oscar Mune fue ilegalmente privado de su libertad en 4 de agosto de 1977, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 6424 y 10.352 del principal). Caso n°° 341): Rodolfo Fernández Pondal resultó ilegalmente privado de su libertad el 5 de agosto de 1977, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 7789, 7855, 8525 y 8963 del principal). Casos n°° 342) y 343): Alfredo ó Máximo Nicoletti -caso n° 342- y Marta Peuriot de Nicoletti -caso n° 343-, fueron ilegalmente privados de su libertad el 10 de agosto de 1977, conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada, y liberados a mediados de 1978. Miguel Ángel Lauletta testificó (fs.11.738) haber visto a los nombrados en la ESMA, así como que los mismos fueron liberados, indicando en este sentido que ello ocurrió en el año 1979; también indica la presencia de Nicoletti en el lugar, las expresiones de Ricardo Héctor Coquet (legajo n° 124). Caso n°°344): N.N. masculino, apodado ARamiro@, fue ilegalmente privado de su libertad el 10 de agosto de 1977, y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, hasta su liberación en 1978. En relación a una persona con este apodo, Miguel Ángel Lauletta (v. fs. 11738) refirió que la misma recuperó su libertad en 1979. 2442 Poder Judicial de la Nación Casos n°° 345) y 346): María Cristina Mura de Corsiglia -caso n° 345- y Hugo Arnaldo Corsiglia -caso n° 346- resultaron privados ilegalmente de la libertad el 10 de agosto de 1977, el último de los nombrados, por personal de la Fuerza Aérea, en su domicilio de Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires. Ambos fueron conducidos a la Escuela de Mecánica de la Armada. Se afirma que fueron sometidos a tormentos, continuando desaparecidos (cfr. presentación de 9852). No obstante tenerse por acreditadas las ilegales privaciones de la libertad, ello no resulta suficiente para sostener de igual forma la imposición de tormentos en perjuicio de los nombrados, al no hallarse basada en mayores elementos, debiendo en consecuencia, profundizarse la investigación al respecto. Caso n°° 347): Claudio Julio Samaha fue ilegalmente detenido el 11 de agosto de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 7855, 8525, 8962, del principal, y Legajo n° 9001 Conadep). Caso n°° 349): María Susana Leira de Bogliano fue ilegalmente privada de su libertad el 12 de agosto de 1977 en Villa Elisa, -La Plata-, siendo trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecida (cfr. Legajo n° 2789 Conadep). Caso n°° 350): Rodolfo José Lorenzo, fue ilegítimamente privado de su libertad el 13 de agosto de 1977, siendo conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desparecido (cfr. Legajo n° 2944 Conadep). Caso n°° 351), 352) y 438): Susana Beatriz Siver de Reinhold (caso n° 351) -embarazada de cuatro meses- fue ilegalmente detenida por personal del Servicio de Inteligencia Naval, en un procedimiento llevado a cabo el día 14 de agosto de 1977, en el domicilio ubicado en la calle Pasco N° 67, de la localidad de Haedo, Provincia de Buenos Aires, perteneciente a la familia Reinhold. Conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde permaneció -a disposición del S.I.N.continuando desaparecida (cfr. presentación de fs. 12.016 y copias de fs. 12.657). Al respecto, Mercedes Inés Carazzo testificó a fs. 12.417 haber visto en la ESMA a Siver de Reinhold . Por su parte, Marcelo Carlos Reinhold -caso n° 352- fue privado de su libertad en forma ilegal, junto con su amigo Alejandro Roberto Odell, el mismo día 14 de agosto de 1977, en Haedo, Provincia de Buenos Aires, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada y sometido a tormentos. El 9 de noviembre de 1977 su cadáver fue hallado -junto con el de otras tres personas no identificadas- en el interior de un rodado incinerado (cfr. presentación de fs. 12.016). En relación a Reinhold, obra en esta Cámara el Legajo n° 119 del que surge la identificación efectuada al cadáver hallado junto a otros tres no individualizados el día 10 de noviembre de 1977 a la altura del Km. 34 de la Ruta Panamericana (acceso a Pilar), quien, al igual que Siver de Reinhold fueran vistos en la ESMA por Sara Solarz de Osatinsky. Laura Reinhold Siver (caso n° 438) -conforme el relato efectuado por el Sr. Juez a quo- nació en cautiverio en el mes de enero de 1978, en el Hospital Naval, mientras su madre se hallaba ilegítimamente privada de su libertad en las instalaciones de la E.S.M.A., luego de lo cual fue inmediatamente devuelta a dicho centro, aún bajo los efectos de la anestesia. Susana Siver de Reinhold pudo permanecer alrededor de quince días con su hijita, amamantándola. Unas horas antes de ser trasladada, escribió una carta a los abuelos de la niña, a quienes supuestamente entregarían la criatura. Luego, se llevaron a Siver de la E.S.M.A y la niña nunca fue entregada a sus abuelos. Caso n°° 353): Alejandro Roberto Odell fue ilegalmente privado de su libertad el día 14 de agosto de 1977 en Haedo, Pcia. de Buenos Aires, junto con Marcelo Reinhold. Conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, continuando desaparecido (cfr. fs. 443, 503, 2690, 3617, 8525 del principal y Legajo n° 7524 Conadep). Caso n°° 354): Hugo Chaer fue ilegalmente privado de su libertad por personal del Servicio de Información Naval, el 14 de agosto de 1977, siendo trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, hasta su liberación en septiembre del mismo año (cfr. fs. 3659 principal y Legajo n° 6263 Conadep). Caso n°° 355): Respecto de María Inés del Pilar Imaz de Allende este Tribunal al expedirse en los autos n° 23.998, indicó que la misma fue secuestrada el 15 de agosto de 1977 y conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada donde permaneció hasta su liberación el 30 de diciembre de 1978. Su caso, asimismo, fue tratado por los suscriptos al expedirnos en los autos n° 21.422. Caso n°° 356) Osvaldo Portas fue ile