GEOGRAFÍA (2º Bº) CURSO 2015-2016 CÓMO PREPARAR UN TEMA

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GEOGRAFÍA (2º Bº)
CURSO 2015-2016
CÓMO PREPARAR UN TEMA
1. CONSIDERACIONES PREVIAS:
1.1. Consulta el documento “TEMAS PARA LAS PAEU Y CRITERIOS DE
CORRECCIÓN” en la página web del Departamento de Geografía y Ordenación del
Territorio de la UNIZAR:
http://geografia.unizar.es/data/Criterios_correcion_Temas_PAEU.pdf
1.2. Estos son los “consejos” que el Departamento de Geografía nos transmite:
 Es importante responder a TODOS los epígrafes que se indican en el enunciado
del tema. Es frecuente que se "salten" algunos y eso resta puntuación.
 Es fundamental redactar el tema con orden y coherencia.
 Es recomendable organizar cada tema con los siguientes apartados:
0. Pequeña introducción al tema
1. Desarrollo del tema incluyendo todos epígrafes del enunciado
2. Pequeña conclusión.
 Hay que procurar no incluir opiniones personales o tendencias políticas en el
desarrollo del tema. No se está preguntando por la opinión personal y hay que
tratar de ser objetivos y cuidar esta cuestión. En los temas socio-económicos se
tiene una gran tendencia a hacer esto y se pierden "energías" en ello pues no se
pueden valorar las opiniones personales.
 Como sugerencia se recomienda la redacción personal de cada tema incluyendo
ejemplos bien conocidos e interiorizados por el alumno. Puede ser interesante
también la “corrección” posterior del tema por el propio alumno, entre
compañeros o por el profesor.
1.3. Estos son “mis consejos”:
 Tened en cuenta las instrucciones de la UNIZAR.
 Sabed siempre de qué trata el tema, qué aspectos hay que estudiar y redactar del
tema, en qué orden, cómo y en qué se relacionan unos apartados y otros del tema.
2. EJEMPLO:
2.1.
Estas son las pautas que fija el Departamento de Geografía: para el Tema 1
“LOS RASGOS FUNDAMENTALES DEL RELIEVE PENINSULAR: LAS GRANDES
UNIDADES MORFOESTRUCTURALES (MACIZO HERCÍNICO IBÉRICO,
CORDILLERAS ALPINAS Y DEPRESIONES TERCIARIAS) Y LOS TIPOS DE
FORMAS DEL RELIEVE DOMINANTES” se puntuarán los siguientes aspectos:
o Hasta 1 punto si el alumno expone los rasgos fundamentales de la organización del
relieve peninsular en las grandes unidades morfoestructurales que lo conforman.
o Hasta 1 punto por describir las características litológicas, formas de relieve
estructurales y formas de modelado dominantes del zócalo hercínico.
o Hasta 1 punto por describir las características litológicas, formas de relieve
estructurales y formas de modelado dominantes de las cordilleras alpinas.
o Hasta 1 punto por describir las características litológicas, formas de relieve
estructurales y formas de modelado dominantes de las depresiones terciarias.
Este puede ser un guión amplio
2.2. Ejemplo de GUIÓN para estudiar y desarrollar el tema:
Relieve = conjunto de formas que presenta la superficie terrestre
= resultado de = fuerzas internas de la Tierra (estructura) y
= fuerzas externas (erosión, modelado).
Rasgos del relieve/territorio español = forma maciza
= altitud media elevada (660 m)
= disposición periférica (muralla)
(Relieve (español) resultado de una evolución geológica (eras) + modelado
Arcaica: afloramiento macizos materiales antiguos
Primaria: orogénesis herciniana
Secundaria: erosión, transporte y sedimentación
Terciaria: orogénesis alpina.
Cuaternaria: modelado glaciar, terrazas fluviales)
(Se puede contar esto cuando hables de cada unidad morfoestructural. En todo caso, no repetirlo)
Resultado: formación de unidades morfoestructurales con características litológicas,
relieves estructurales y modelado distintos.
ANÁLISIS DEL MACIZO HERCÍNICO IBÉRICO (guión):
Localización, formación (orogénesis herciniana, erosión posterior, acción de la orogénesis
alpina), roquedo (antiguo, silíceo) que se fractura, relieve estructural (fallas germánicas,
erosión diferencial con relieves apalachenses), modelado (sobre granito, producto de la
erosión glaciar, modelado de ladera, acción de los ríos, unidades de relieve concretas
(elevadas: sistema central, montes de Toledo, macizo galaico-leonés, sierra morena, zona
occidental de la cordillera cantábrica y zonas hundidas: zonas occidentales del Duero, Tajo
y Guadiana)
ANÁLISIS DE LAS CORDILLERAS ALPINAS (desarrollado al máximo, sería
conveniente resumir o sintetizar este apartado):
Presentan tres subámbitos:
1. Las zonas en las que aflora un roquedo hercínico entre pliegues de estratos de
material calcáreo. Se trata de zonas del zócalo que, por diversas causas, como
reelevaciones de finales del terciario, exhumaciones tras una enérgica erosión de la
cobertera mesozoica o por haber quedado al descubierto por el movimiento de los
mantos de corrimiento, afloran en las cadenas alpinas. Las encontramos en la zona
axial de los Pirineos, en las alineaciones septentrionales de las sierras litorales y
prelitorales de la Cordillera Costero-catalana, en la Sierra de la Demanda y en zona
central del Sistema Ibérico, y en las Sierras Penibéticas. Su roquedo y sus relieves
estructurales son similares a los del dominio hercínico.
2. Las zonas de estratos carbonatados plegados por el movimiento alpino. Las
encontramos en las zonas elevadas del tercio noreste de la Península Ibérica,
abarcando la mitad oriental de la Cordillera Cantábrica, los Montes Vascos, las
sierras Interiores y Exteriores de los Pirineos, y gran parte del Sistema Ibérico.
La formación de este conjunto se debe al movimiento orogénico alpino (período
terciario) que plegó los sedimentos depositados en los fondos marinos en el
Mesozoico. De forma general, podemos establecer dos ámbitos: los mares poco
profundos que bordeaban los macizos hercínicos, donde los sedimentos acumulados
tuvieron una importancia relativa, y las profundas fosas que se formaron al norte y
al sur del Macizo Ibérico, como secuencias de la apertura del océano Atlántico, en las
que se acumularon una gran cantidad de sedimentos. En el primer ámbito,
encontramos relieves estructurales plegados, jurásicos, inclinados, tumbados, etc. y
relieves sajónicos, donde los plegamientos se fracturan por las líneas de falla del
zócalo. En el segundo, además de los diversos tipos de plegamiento antedichos,
tenemos amplios mantos de corrimiento.
localizan:
Localización:
• Zonas
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3. Los Sistemas Béticos presentan una gran complejidad. Su formación se debe a las
fases finales del movimiento alpino (en el Mioceno), cuando las placas Ibérica y
africana se aproximaron, plegando los amplios sedimentos que se acumulaban en la
fosa existente entre los macizos Ibérico y Bético-rifeño (abierta en el mesozoico como
secuencia de la apertura del océano Atlántico) y fracturando este último macizo. El
resultado fue una gran cadena montañosa que iba de forma continua desde Baleares
al norte de África, atravesando los actuales Sistemas Béticos. A principios del
cuaternario, un reajuste hundió dos fosas: una que separó la Baleares de los sistemas,
constituyéndolas como un archipiélago, y otra que dio lugar al Estrecho de Gibraltar,
dividiendo la cordillera en dos sectores: el ibérico y el africano (el Rif). Además estos
procesos se vieron acompañados por vulcanismos.
El roquedo predominante es sedimentario de origen marino y edad mesozoica o de
principios del terciario. Se trata de rocas plásticas, que respondieron a los empujes
del movimiento alpino plegándose. Ejemplos son las areniscas, calizas y margas.
Los relieves estructurales son plegados, y se articulan en amplios mantos de corrimiento
que se deslizaron hacia el norte, dejando al sur sus raíces. El roquedo de estas zonas
plegadas es similar al de las zonas plegadas alpinas.
Formas de modelado:
- Los paisajes kársticos son típicos de los dominios carbonatados o calcáreos, donde el
agua tiene una elevada capacidad erosiva (disuelve el principal componente de las
rocas: carbonato de calcio). Las formas de modelado más comunes son cañones,
dolinas, úvalas y poljes, los lapiaces, las simas y grutas (donde son frecuentes las
estalactitas y las estalagmitas), etc.
- La erosión glaciar la encontramos en las zonas altas de los sistemas montañosos de la
mitad norte y en Sierra Nevada. Sus orígenes y resultados ya se han comentado
antes.
- Las formas de erosión en laderas y la originada por los ríos han sido explicadas antes.
Unidades de relieve:
-Zona oriental o cántabra de la Cordillera Cantábrica presenta un relieve estructurado
en tres zonas: unas alineaciones litorales, una zona de fosas (Liébana y Santander) y
las mayores alturas en las alineaciones interiores. Sus alturas no suelen superar los
1.500 m, destacando Peña Labra, con 2.017.
- El Sistema Ibérico: mide 400 km en dirección NO-SE, desde la Sierra de la Demanda
hasta el norte de la provincia de Alicante. Su anchura supera en algunas zonas los
100 km. Su apariencia no es la de una cordillera continua, sino la de un conjunto de
sierras independizadas por la erosión. El conjunto presenta cuatro zonas
diferenciadas:
• La zona noroccidental con las mayores alturas, por ejemplo, en las sierras de la
Demanda (2.265 m), la Cebollera (2.147 m), el Moncayo (2.386 m) o los Picos de
Urbión (2.228 m).
• La zona sur, con alturas en torno a los 1.500 m, donde tenemos la Paramera de Molina,
el macizo de Albarracín, los Montes Universales o la Serranía de Cuenca. En el
sureste, donde las alturas son intermedias (entre 1.500 y un poco más de 2.000 m),
están las sierras del Maestrazgo, Javalambre y Gúdar.
• Una zona central con afloraciones de rocas hercínicas
• Separando las tres zonas tenemos una larga fosa tectónica por la que discurren los
valles del Jalón y del Jiloca, y que está rellena de materiales arcillosos postalpinos.
- Los Pirineos: se extienden desde el Golfo de Vizcaya hasta el Cabo de Creus, con una
longitud de 435 km. Su anchura máxima es de unos 150 km, de los que dos terceras
partes se encuentran en territorio español y el resto en Francia. Las mayores alturas
pirenaicas las tenemos en la zona central, en territorio de la comunidad autónoma
aragonesa. Su pico más elevado es el Aneto, que mide 3.404 m. El relieve pirenaico
tiene la zonificación típicamente alpina:
- Una zona axial, que se corresponde con la del zócalo exhumado, donde se dan las
mayores alturas y donde los ríos han individualizado los macizos de Panticosa, La
Almunia-Barrosa, Posets- Maladeta o Lardana)
- Unas sierras interiores que se corresponden con la zona de plegamientos que se apoya
en la zona axial. Es una zona de alturas que pueden llegar casi a los 3.000 metros, en
la que la erosión ha individualizado los macizos de Monte Perdido, Bisaurín,
Collarada, Telera, Tendeñera, Cotiella y Cadí.
- Una depresión interior que se corresponde con la zona hundida del zócalo sobre la que
descansan plegamientos, encima de los cuales se depositaron, tras el movimiento
alpino, sedimentos arcillosos. Esta depresión se prolonga entre Pamplona y Tremp, y
es llamada la “Canal de Berdún”.
- Unas sierras exteriores, situadas entre la depresión interior y el valle del Ebro, de
estructura plegada y alturas que raramente superan los 2.000 metros. En ellas
encontramos las sierras de Sevil, Balcels, Guara, Gratal, Loarre o Pedraforça.
- Los Montes Vascos: ocupan la práctica totalidad del territorio de esa comunidad
autónoma (algo más de 7.000 km2) y su pico más alto es el Aitxurri, de 1.551 m. Se
organiza en dos grandes anticlinales y un sinclinal interior (la llamada Llanada
Alavesa), cada uno de anticlinales presenta pequeños plegamientos.
- La Cordillera Costero-catalana: tiene una longitud de unos 250 km, yendo desde los
Pirineos hasta el Sistema Ibérico, bordeando la costa mediterránea. Su anchura oscila
entre los 30 y los 40 km. Presenta cuatro zonas:
• Una depresión costera, sumergida en el mar, que sólo está emergida en la zona de
Barcelona y Palafrugell.
• Una cadena costera.
• Una depresión prelitoral.
• Una cadena prelitoral, que es donde se encuentran las mayores alturas, y que enlaza
con el valle del Ebro. Es esta cadena donde se encuentran las sierras de Montseny,
Montserrat, Montsant y el Puerto de Beceite.
- Los Sistemas Béticos: de 620 km de longitud, van desde Cádiz al Cabo de la Nao. Su
altura máxima es el pico más alto de la península Ibérica, el Mulhacén, de 4.482 m.
Presentan cuatro zonas diferenciadas:
• La sierras Penibéticas al sur son las zonas en las que aparece el zócalo exhumado, en
las que se dan la mayores alturas (Sierra Nevada, con los picos de Mulhacén y
Veleta)
• Una depresión interior, que es un conjunto de fosas (hoyas de Antequera, Guadix,
Baza, etc.) cubiertas con sedimentos postalpinos.
• Las sierras Subbéticas que se corresponden con la zona de pliegues y mantos de
corrimiento. Destacan las sierras de Grazalema, Antequera y Jabalón.
• Las sierras Prebéticas que se encuentran en el extremo norte de la zona de
plegamientos, donde los mantos de corrimiento tienen menor importancia. Las más
importantes son las sierras de Cazorla y Segura.
LAS DEPRESIONES TERCIARIAS (desarrollo amplio)
1. Las depresiones exteriores al Macizo Ibérico hundidas en el movimiento alpino y en su
secuela miocénica. La primera, a la vez que se levantaban los Pirineos, la segunda, cuando
lo hacían los Sistemas Béticos. Se trata de depresiones tectónicas, que fueron cubiertas por
las aguas del mar. La Depresión del Ebro. La Depresión del Guadalquivir.
2. Las zonas del Macizo Ibérico que el movimiento alpino hundió se encontraban
basculadas hacia el este, lo que permitió que las aguas del mar las cubriesen. Cuando se
levantó el Sistema Ibérico, se formaron mares interiores y lagos. El resultado fue el depósito
de sedimentos postalpinos de origen marino y lacustre. A finales del terciario, cuando el
Macizo Ibérico se rebasculó hacia el oeste, estas depresiones se elevaron, y se constituyeron
en los cursos altos de los ríos Duero, Tajo y Guadiana, que comenzaron su labor erosiva
sobre esos materiales terciarios.
3. Las depresiones y zonas hundidas del interior de los sistemas montañosos. Las
encontramos en la Depresión Interior pirenaica, en Depresión Prelitoral de la Costerocatalana, en la fosa del Jalón-Jiloca del Sistema Ibérico, en la Depresión Intrabética, y en
otras zonas hundidas del dominio hercínico. Se trata también de depresiones tectónicas
que, en muchos casos, han alojado masas de agua, y que han sido lugar de depósito de
sedimentos procedentes de las zonas elevadas que las rodean.
El roquedo de estas zonas es arcilloso. Se trata de sedimentos dispuestos de forma
estratificada de rocas plásticas y poco resistentes a la erosión, entre las que destacan las
arcillas, las margas, los yesos, las sales y finos estratos de areniscas y calizas. También
encontramos, especialmente en los bordes de las depresiones, rocas sedimentarias de
origen continental, como los conglomerados.
El relieve estructural es horizontal ya que ningún movimiento orogénico ha actuado sobre
esos sedimentos.
Las formas de modelado:
- Son propias las del relieve tabular, especialmente en el centro de las depresiones, donde
los ríos y otros agentes erosivos han actuado sobre los sedimentos horizontales, dando
lugar a una erosión diferencial que ha originado formas de modelado como las muelas,
las coronas y los páramos, las mesas y los cerros testigo. En los taludes abruptos de
rocas deleznables se forman abarrancamientos y cárcavas, que dan lugar a badlands.
Los glacis son suaves cuestas que enlazan las zonas elevadas con las de menor altura,
etc.
- En las zonas de enlace entre las depresiones y las cadenas montañosas circundantes,
encontramos:
• Sedimentos detríticos procedentes de la erosión de esas cadenas, que dan lugar a
alineaciones de conglomerados, cuando estos son más resistentes a la erosión que las
rocas próximas, quedan en resalte, formando mallos o tormos (relieve montserratiano)
• Estratos de sedimentos terciarios ligeramente ondulados, como consecuencia de la
influencia de las tectónicas que levantaron las cordilleras próximas. El resultado son
relieves en cuesta que forman suaves sierras.
• Zonas deprimidas, denominadas hoyas. Son el resultado de la fuerza erosiva de los ríos
que descienden desde las cadenas montañosas sobre materiales fácilmente erosionables.
La erosión diferencial hace que la erosión sea mucho más acusada en esta zonas, que en
las que las bordean, donde areniscas y calizas resisten mejor a la misma.
- En las zonas ricas en yesos, encontramos formas kársticas, como dolinas.
- En las zonas llanas, los ríos pierden velocidad y capacidad erosiva, dando lugar a anchos
valles, en los que meandros y galachos aplanan el fondo de los valles, dan lugar a
acantilados, etc. Los depósitos de los ríos en forma de terrazas o campiñas han sido
explicados antes.
Unidades de relieve:
- La Depresión del Ebro: mide unos 380 km de longitud y 150 de anchura máxima,
situándose entre la zona más oriental de la Cordillera Cantábrica, los Montes Vascos, los
Pirineos, la Cordillera Costero-catalana y el Sistema Ibérico. Presenta dos zonas
diferenciadas:
• Los bordes, donde la depresión enlaza con los sistemas montañosos que la bordean,
encontramos los “somontanos”.
• El centro de la depresión, donde nos encontramos con el modelado típico del relieve
tabular.
- La Depresión del Guadalquivir: tiene 330 km de longitud y una anchura máxima de 200
km. Está bordeada por Sierra Morena y los Sistemas Béticos. Concluye, al suroeste, en la
desembocadura en el océano Atlántico, en una marisma. Predomina claramente el
relieve tabular.
- Las depresiones terciarias meseteñas ocupan las zonas orientales de los valles del Duero,
Tajo y Guadiana. En ellas, encontramos dos zonas:
• La central, articulada en torno al cauce de los ríos Duero, Tajo y Guadiana y al curso
medio y bajo de sus afluentes. Es una zona de “campiñas”, que son llanuras suavemente
onduladas, formadas por los depósitos fluviales, los lechos de inundación, etc.
• Las zonas más alejadas del lecho de los ríos presentan páramos: grandes llanuras
elevadas, que la erosión fluvial ha fragmentado en diversas unidades, dando lugar a la
percepción de serranías o de pequeños conjuntos montañosos. Son ejemplos: La Nava,
Peñafiel o Tudela de Duero, en el norte, y La Mancha, La Alcarria y la Mesa de Ocaña,
en el sur.
-Las depresiones interiores de los sistemas montañosos presentan una estructura dividida
en dos zonas:
• En los bordes aparecen alineaciones de conglomerados, formando mallos, y ondulaciones
de los sedimentos terciarios o de flysch.
• En las zonas centrales aparecen relieves tabulares típicos.
POSIBLE CONCLUSIÓN COMENTANDO EL RELIEVE LITORAL (RESUMIR)
El litoral peninsular español mide unos 3.167 Km., de los que 1.663 corresponden a la zona bañada por el
Mediterráneo (desde Punta Falcó, al Norte del Cabo de Creus, hasta Gibraltar), 770 Km. a la zona cantábrica
(desde Bidasoa hasta la ría de Foz) y 735 a la zona atlántica (sector andaluz y sector gallego). Su morfología es
muy variada, dependiendo de la disposición de las cadenas montañosas (paralelas o transversales a la costa),
del roquedo (más o menos resistente a la erosión), de la fuerza erosiva de los mares, y de la tectónica: el lento
pero progresivo hundimiento del oeste peninsular hace que el mar vaya invadiendo progresivamente zonas
litorales antes continentales e impidiendo la continuidad de los sedimentos en las mismas; por el contrario, en
el litoral mediterráneo, donde domina un progresivo levantamiento, los sedimentos forman grandes playas,
que el mar no puede atacar.
Se pueden establecer las siguientes zonas:
• El litoral cantábrico es de costas rectilíneas y abruptas, con escasas playas. Son formas de modelado típicas
las rasas: amplias superficies rectilíneas situadas a unos metros de la costa, que las aguas erosionaron en
etapas interglaciares, cuando el nivel del mar era superior al actual.
• El litoral atlántico tiene dos zonas claramente diferenciadas:
o El litoral gallego, dominado por las rías (separadas por Finisterre, tenemos al norte las rías “altas”, y al sur
las “bajas”), que no son sino el resultado de la invasión de los valles fluviales (excavados por los ríos en las
duras rocas graníticas) por las aguas del mar.
o El litoral atlántico andaluz, que está dominado por los procesos de las marismas del Guadalquivir. Las
marismas presentan un medio propio. El agua salada recorre canales de entrada (esteros) y de
salida (caños), y el viento y las aguas marinas dan lugar a flechas litorales y cordones de dunas en la zona de
costa.
• El litoral mediterráneo presenta cuatro zonas diferenciadas:
o La Costa Brava, donde las Sierras Litoral de la Costero-catalana discurren paralelas al mar, exponiendo a la
erosión sus duras rocas silíceas. Su litoral es abrupto y presenta frecuentes acantilados.
o El Delta del Ebro es una gran llanura aluvial de unas 28.260 Ha, compuesta por albuferas, marismas y
lagunas en su mayor parte. Se formó después de la última glaciación.
o Desde el Cabo de Gata al Delta del Ebro es la zona de los “arcos”, en la que las estribaciones de las
cordilleras discurren transversales a la costa, permitiendo que entre ellas los ríos depositen sedimentos,
que forman “medias lunas”, en las que dominan amplias playas. La estabilidad tectónica o el
levantamiento de la zona continental dificultan la labor erosiva del mar.
o El litoral mediterráneo andaluz es rectilíneo y abrupto y discurre paralelo a las Sierras Penibéticas. No
obstante, el progresivo levantamiento de la masa continental está favoreciendo que se forme una franja de
terreno en la que los sedimentos dan lugar a playas de arena.
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