raúl cruz mazuera

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CEM CÓDIGO DE BUENAS PRÁCTICAS: SUGERENCIAS Y OBSERVACIONES
I.
DE PARTE DE LA ANE, CRC, MINTIC
1.1 Incluir en la propuesta aspectos adicionales contenidos en el documento
PLAN DE ACCIÓN ENTRE LA ADMINISTRACIÓN Y LOS OPERADORES DE
TELECOMUNICACIONES: CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS, SALUD Y MEDIO
AMBIENTE, de febrero de 2011, cuya elaboración fue coordinada por la ANE, LA CRC y
el MINTIC, tales como:
1.1.1 Transferencia de conocimiento sobre los campos electromagnéticos y sus
implicaciones. Objetivo:
Implementar la transferencia de conocimiento entre los diferentes actores del sector TIC y
la comunidad en general sobre los campos electromagnéticos y sus implicaciones.
Resultados: Divulgación y socialización de estudios sobre la incidencia de los campos
electromagnéticos en la salud y en el medio ambiente.
1.1.2 Salud y medio ambiente.
Verificación del cumplimiento de las potencias máximas de los campos
electromagnéticos.
Objetivo: Desarrollar un plan sostenible de mediciones de campos electromagnéticos que
permitan su financiación y ubicación de sitios estratégicos.
Resultados: Plan de mediciones de campos electromagnéticos en Colombia.
1.1.3 Socialización con la comunidad.
Objetivo: Llevar a cabo la ejecución del plan de socialización, con el propósito de crear
canales de comunicación eficaces, en especial con las administraciones municipales y la
comunidad en general.
Resultados:
1. Plan de socialización
2. Plan de capacitación
3. Cartilla actualizada
II. GUÍAS DEL MPS
2.1 Documentos:
**LINEA BASE SOBRE POSIBLES EFECTOS EN SALUD GENERADOS POR LA
EXPOSICIÓN A CARGAS ELECTROMAGNÉTICAS CEM PRODUCIDAS POR
ANTENAS DE TELEFONÍA MÓVIL . CONVENIO COOPERACIÓN TÉCNICA No. 637
DE 2009, MINISTERIO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL, ORGANIZACIÓN
PANAMERICANA DE LA SALUD, JULIO DE 2010.
** ANEXO LINEA BASE SOBRE POSIBLES EFECTOS EN SALUD GENERADOS POR
LA EXPOSICION A CARGAS ELECTROMAGNETICAS CEM PRODUCIDAS POR
ANTENAS DE TELEFONIA MOVIL. Del mismo Convenio anterior.
2.1.1 OBJETIVO GENERAL DEL DOCUMENTO:
Formular recomendaciones en salud sobre la exposición a los campos
electromagnéticos generados de las estaciones base de telefonía móvil,
fundamentado en la evidencia científica disponible, recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud y la normatividad internacional vigente.
Publicaciones de la OMS
OMS Hoja Informativa N° 263, Octubre 2001.
Campos electromagnéticos y salud pública. Campos de frecuencia extremadamente
baja ELF (<300 Hz) y el cáncer. Usando la clasificación estándar de la Agencia
Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (International Agency Research
Cancer, IARC) que pesa las evidencias de estudios en seres humanos, en animales y
de laboratorio, los campos magnéticos ELF fueron clasificados como ―posiblemente
carcinógenos a los seres humanos”, basados en estudios epidemiológicos de
leucemia en niños. La evidencia para el resto de los cánceres en niños y adultos, así
como otros tipos de exposiciones (es decir los campos estáticos y los campos
eléctricos ELF) fueron considerados no clasificables debido a la insuficiente o
inconsistente información científica.
Hoja Informativa N° 263, Octubre 2001.
Campos electromagnéticos y salud pública. Campos de frecuencia extremadamente
baja ELF (< 300 Hz) y el cáncer. Usando la clasificación estándar de la Agencia
Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (International Agency Research
Cancer, IARC) que pesa las evidencias de estudios en seres humanos, en animales y
de laboratorio, los campos magnéticos ELF fueron clasificados como “posiblemente
carcinógenos a los seres humanos”, basados en estudios epidemiológicos de
leucemia en niños. La evidencia para el resto de los cánceres en niños y adultos, así
como otros tipos de exposiciones (es decir los campos estáticos y los campos
eléctricos ELF) fueron considerados no clasificables debido a la insuficiente o
inconsistente información científica.
Para enero de 2002, la OMS publica una aclaración sobre la hipotética relación entre
las estaciones de base de la telefonía móvil y el cáncer en la que indica que a partir
de la información de la nota descriptiva No. 263, se creó confusión en la comunidad,
la cual proviene tal vez del hecho de que en junio de 2001 la Agencia Internacional de
Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), organismo de la OMS especializado en el
cáncer, clasificó los campos magnéticos de baja frecuencia (50 - 60 Hz) como un
posible carcinógeno para el hombre. En dicha aclaración solicita a los periodistas y el
público en general identificar la diferencia entre los valores de frecuencia de los CEM
de 50 a 60 Hz, campos de frecuencia extremadamente bajos (<300 Hz) y los campos
emitidos por las estaciones base de telefonía móvil que se sitúan en el espectro de
radiofrecuencias (10 MHz - 300 GHz), superior a 10 GHz. El resultado es que el
fundamento para limitar la exposición humana a esos campos es totalmente diferente:
el calentamiento de los tejidos en el caso de los campos radiofrecuencia de alta
frecuencia, y la inducción de corrientes eléctricas en el organismo en el caso de los
campos de frecuencia extremadamente baja.
Hoja descriptiva N°. 296, Diciembre 2005. Hipersensibilidad Electromagnética
(Electromagnetic hypersensitivity, EHS)
Los síntomas experimentados más comunes incluyen síntomas dermatológicos
(enrojecimiento, hormigueo y sensación de quemaduras) además de síntomas
neurasténicos y vegetativos (fatiga, cansancio, dificultades de concentración, vértigo,
nauseas, palpitación del corazón, y trastornos digestivos). El conjunto de síntomas no es
parte de ningún síndrome reconocido.
Nota descriptiva N° 304, Mayo de 2006.
Campos electromagnéticos y salud pública. Estaciones base y Tecnologías Inalámbricas.
Teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de
investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna prueba científica convincente
de que las débiles señales de radiofrecuencia procedentes de las estaciones de base y de
las redes inalámbricas tengan efectos adversos en la salud.
Nota descriptiva N°322, Junio de 2007
En lo que respecta la exposición a corto plazo a CEM de frecuencia elevada, ha
quedado científicamente demostrado que ésta tiene efectos adversos para la salud
(ICNIRP, 2003). Las instancias normativas deben adoptar directrices internacionales
sobre los límites de exposición destinadas a proteger a los trabajadores y al público
en general frente a esos efectos adversos. Los programas de protección contra los
CEM han de incluir mediciones de exposición correspondientes a fuentes en las que
cabe prever que los niveles de exposición excedan los valores límite. En cuanto a los
efectos a largo plazo, no existen evidencias suficientes para establecer una
correlación entre la exposición a campos magnéticos de FEB y la leucemia infantil, por
lo que no está claro qué beneficios reportaría para la salud una reducción de los
niveles de exposición.
De todos los datos acumulados hasta el momento, ninguno ha demostrado que las
señales de radiofrecuencia producidas por las estaciones de base tengan efectos
adversos a corto o largo plazo en la salud. Dado que las redes inalámbricas suelen
producir señales de radiofrecuencia más bajas que las estaciones de base, no cabe temer
que la exposición a dichas redes sea perjudicial para la salud.
2.1.2 ONDAS ELECTROMAGNETICAS Y SU IMPACTO EN LA SALUD
De acuerdo con la OMS, en la publicación en su página de internet hace referencia a
que la exposición a campos electromagnéticos no es un fenómeno nuevo y que sin
embargo, a finales del siglo veinte (XX) e inicio del siglo veintiuno (XXI) la exposición
ambiental ha aumentado de forma continua conforme la creciente demanda de
electricidad, el constante avance de las tecnologías y los cambios en los hábitos
sociales, que han generado más y más fuentes artificiales de campos
electromagnéticos. En este mismo documento afirma que todos estamos expuestos a
una combinación compleja de campos eléctricos y magnéticos débiles, tanto en el
hogar como en los sitios de trabajo, desde los que producen la generación y
transmisión de electricidad, los electrodomésticos y los equipos industriales, a los
producidos por las telecomunicaciones y la difusión de radio y televisión.
Los campos eléctricos de frecuencia baja influyen en el organismo, como en cualquier
otro material formado por partículas cargadas. Cuando los campos eléctricos actúan
sobre materiales conductores, afectan a la distribución de las cargas eléctricas en la
superficie y provocan una corriente que atraviesa el organismo hasta el suelo.
También inducen corrientes circulantes en el organismo cuya intensidad depende de
la intensidad del campo magnético exterior. Si es suficientemente intenso, las
corrientes podrían estimular los nervios y músculos o afectar a otros procesos
biológicos.
Tanto los campos eléctricos como los magnéticos inducen tensiones eléctricas y
corrientes en el organismo, pero incluso justo debajo de una línea de transmisión de
electricidad de alta tensión las corrientes inducidas son muy pequeñas comparadas
con los umbrales para la producción de sacudidas eléctricas u otros efectos eléctricos.
El principal efecto biológico de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia es el
calentamiento. Este fenómeno se utiliza en los hornos de microondas para calentar
alimentos.
Los niveles de campos de radiofrecuencia a los que normalmente están expuestas las
personas son mucho menores que los necesarios para producir un calentamiento
significativo. Las directrices actuales se basan en el efecto calefactor de las ondas de
radio. Los científicos están investigando también la posibilidad de que existan efectos
debidos a la exposición a largo plazo a niveles inferiores al umbral para el
calentamiento del organismo.
La OMS, en sus publicaciones hasta la fecha, menciona que no se han confirmado
efectos adversos para la salud debidos a la exposición a largo plazo a campos de baja
intensidad de frecuencia de radio o de frecuencia de red, pero aclara que los
científicos continúan investigando activamente en este tema.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la cual es una agencia
de la OMS especializada en la investigación del cáncer, presentó en junio de 2001 los
resultados de la revisión de estudios relacionados a la carcinogenicidad de los campos
eléctricos y magnéticos estáticos, para esto emplearon la clasificación estándar de la
misma agencia (IARC) que pesa las evidencias de estudios en seres humanos, en
animales y de laboratorio. Finalmente concluyen de esta revisión que los campos
magnéticos ELF fueron clasificados como posiblemente carcinógenos a los seres
humanos, basados en estudios epidemiológicos de leucemia en niños. La evidencia que
evaluaron “para el resto de los cánceres en niños y adultos, así como otros tipos de
exposiciones (es decir los campos estáticos y los campos eléctricos ELF) fueron
consideradas no clasificables debido a la insuficiente o inconsistente información científica
al respecto”.
La IARC hace la aclaración de que el término "Posiblemente carcinógeno a los seres
humanos" es una clasificación usada para denotar un agente para el cual hay limitada
evidencia de carcinogenicidad en humanos y evidencia menos que suficiente para
carcinogenicidad en animales de experimento”.
Finalmente destaca que esta clasificación es la más débil de tres categorías
establecidas y usadas por IARC para clasificar los agentes carcinógenos potenciales
basados en evidencia científica publicada. ("es carcinógeno a los seres humanos",
"probablemente carcinógeno a los seres humanos" y "posiblemente carcinógeno a los
seres humanos"). En la siguiente tabla se presentan algunos ejemplos de agentes
bien conocidos, que han sido clasificados por la IARC.
Tabla 6. Clasificación de carcinogenicidad
CLASIFICACIÓN
Carcinogénico para los seres humanos
(usualmente basado en fuertes evidencias
de carcinogenicidad en humanos)
Probablemente carcinogénico para los
seres humanos
(Usualmente basados en fuertes evidencias
de carcinogenicidad en animales)
Posiblemente carcinogénico para los
seres humanos
(Usualmente basados en evidencias en
seres humanos consideradas como creíbles
pero por otras explicaciones no pueden ser
excluidas)
EJEMPLO DE AGENTES
Asbestos
Gas de mostaza
Tabaco (Fumadores pasivos y activos)
Radiación Gamma
Escape de motores diesel
Lámparas de sol
Radiación UV
Formaldehido
Café
Estireno
Escape de motores gasolineros
Humos de soldadura
Campos magnéticos ELF
2.1.3 EFECTOS BIOLÓGICOS
La OMS en su publicación del documento “Los campos Electromagnéticos (CEM) Resumen de los efectos sobre la salud“, realiza las siguientes afirmaciones:
1. No se pone en cuestión que por encima de determinados umbrales los campos
electromagnéticos puedan desencadenar efectos biológicos.
2. De acuerdo con experimentos realizados en voluntarios sanos, la exposición a corto
plazo a los niveles presentes en el medio ambiente o en el hogar no produce ningún
efecto perjudicial de hecho.
3. La exposición a niveles más altos, que podrían ser perjudiciales, está limitada por
directrices nacionales e internacionales.
4. La controversia que se plantea actualmente se centra en si bajos niveles de
exposición a largo plazo pueden o no provocar respuestas biológicas e influir en el
bienestar de las personas.
En conclusión los campos de frecuencia pueden ser un determinante de las
afectaciones de la salud, por lo cual es necesario continuar con las investigaciones de
los campos de baja frecuencia, dado que su impacto en una exposición a muy largo
plazo aun es desconocida y podría llevar a un deterioro en el estado de salud y
bienestar de la población. De la misma manera es necesario tener en cuenta la
clasificación de la IARC, quien establece que los campos magnéticos ELF son
“posiblemente carcinógenos a los seres humanos”.
Finalmente se puede afirmar que son numerosos los trabajos que hacen referencia al
posible efecto cancerígeno de las radiaciones no ionizantes y a los efectos o síntomas
que pueden derivarse de la exposición a los mismos, sin embargo los resultados
obtenidos por los diferentes autores son inconsistentes, resultan ser estudios muy
diferentes en cuanto a su diseño, ejecución e interpretación de los resultados realizados. Ni
los efectos encontrados ni sus implicaciones sobre la salud humana están lo suficientemente
esclarecidos desde el punto de vista científico. Sin embargo los estudios realizados hasta
ahora y publicados actualmente, se constituyen en la base primordial para dar continuidad a
la formulación de nuevos estudios y generación de directrices de prevención en este tema.
Los efectos biológicos producidos por las ondas electromagnéticas en los seres vivos,
obedecen, en la mayoría de los casos, de la cantidad de energía absorbida por el
organismo. Esta cantidad de energía, que dependerá de las características eléctricas
y geométricas del sujeto expuesto en relación con la frecuencia incidente, se
degradará, en última instancia, en forma de calor en el interior del sujeto. Clasificando
así los efectos biológicos de la radiación entre dos tipos: efectos térmicos y efectos no
térmicos.
Efectos Térmicos. Los efectos térmicos se caracterizan por producir un aumento en la
temperatura de los tejidos expuestos. En el cuerpo humano este incremento de la
temperatura corporal se distribuye irregularmente dependiendo de su mayor o menor
comportamiento como dieléctrico o conductor. Como consecuencia se establecen
gradientes térmicos en el interior del organismo. No se puede predecir el efecto que
esta absorción de energía provoca en la salud, si no se tiene en cuenta la acción de
todos los mecanismos termorreguladores del cuerpo humano, los ciclos de irradiación
a los que está sometido y la capacidad de disipación con el entorno. Cuando el calor
acumulado exceda a la capacidad de disipación del sistema termorregulador del
organismo, se producirá una hipertermia, que puede dar a lugar a lesiones locales
como quemaduras, hemorragias, necrosis o muerte tisular.
Efectos No Térmicos. En los últimos tiempos se han observado problemas en la salud
pública, posiblemente relacionados con radiaciones electromagnéticas, que no son
imputables a los efectos térmicos de la radiación. Los resultados de las
investigaciones realizadas, tratan de explicar efectos mediante distintos mecanismos,
que se resumen en los siguientes grupos:
- Interacciones a nivel molecular, celular o tisular.
- Interferencias directas con procesos bioeléctricos, en órganos que muestren una
actividad eléctrica especialmente modulada (alteraciones registradas en
electroencefalogramas y en electromiogramas).
- Alteraciones en la transmisión genética.
- Alteraciones en el comportamiento.
2.1.4 MONITOREO DE CAMPOS ELECTROMAGNETICOS
En los centros urbanos pueden emplearse CEM de distintas frecuencias, pertenecientes a
distintos servicios, por lo que es posible que en un punto dado se sienta de manera
simultánea el efecto de más de una fuente. Por lo general, los puntos de medición en los
centros urbanos no suelen ser zonas abiertas en las que los CEM se reciben de forma
directa, sino puntos donde el CEM resultante se construye mediante la suma vectorial de
los múltiples efectos que provocan los obstáculos circundantes. Ya sea en lugares
cerrados - como un hospital, un colegio o una vivienda - o en zonas de tránsito - como
una calle de la ciudad o un parque -, el punto de medición se ve afectado por diversos
CEM provenientes de distintas fuentes conocidas previamente o no.
Una vez escogido el método de medición apropiado, se debe prestar atención al tipo de
tarea o actividad que se realiza en el punto que se desea caracterizar. Si está ubicado
dentro de una institución dedicada a la salud o a la educación, es estrictamente necesario
realizar la medición en el lugar donde se encuentra el paciente o el alumno, según el
caso, pues se deben medir los campos a la altura en que la persona realiza sus tareas.
Estas particularidades deben mencionarse explícitamente en el protocolo de medición.
Además, se debe establecer que solo se utilicen instrumentos calibrados y respaldados
con certificados de validez internacional, de manera que las mediciones presenten un
grado de exactitud adecuado, independientemente del organismo o del profesional que
las realice. Esto permitirá comparar los valores con los de otros estudios y perfeccionar la
técnica.
2.1.5 PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN
El principio de precaución se aplica cuando una evaluación científica indica que hay
motivos razonables de preocupación por los potenciales efectos peligrosos sobre la
salud o el medio ambiente, a pesar de los niveles de protección adoptados. Su
aplicación es muy apropiada desde el punto de vista de la salud pública, ya que entra
en el ámbito de actuación de la prevención primaria. La verdad es que este principio
podría denominarse como «principio de previsión», ya que tiene una connotación
innovadora y anticipatoria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) por medio del proyecto internacional
CEM fundado en 1996, inició el reconocimiento de los recursos disponibles de
agencias internacionales, nacionales e instituciones científicas importantes para
valorar los efectos en la salud y el ambiente debido a la exposición a campos
eléctricos y magnéticos en el rango de frecuencia de 0 a 300 GHz. El proyecto CEM
fue planteado para obtener una serie de actividades y promover investigaciones que
permitan elaborar avances en las estimaciones del riesgo a la salud para construir e
identificar cualquier impacto ambiental proveniente de la exposición a los CEM.
Los enfoques de precaución, tales como el Principio de Precaución están
encaminados a incertidumbres sobre posibles, pero no comprobados efectos en la
salud. Tales políticas de gestión de riesgos proveen una oportunidad para avanzar en
temas emergentes y así incluir consideraciones de beneficio, costo que puede
considerarse como una adición para el enfoque basado en la ciencia y en la asistencia
para la toma de decisiones de política pública.
Algunos gobiernos nacionales y locales han adoptado “el evitamiento prudente”, una
variante del principio de precaución, como una opción de política. Esto fue
originalmente usado para campos de baja frecuencia y se describe como un uso
simple, fácilmente exitoso de medidas de bajo a modesto (prudente) costo para
reducir la exposición individual o pública a los CEM, aún en la ausencia de certeza de
que las medidas pueden reducir el riesgo.
El reconocimiento explícito de que un riesgo puede no existir, es un elemento clave
del enfoque de precaución. Si la comunidad científica concluye que no hay ningún
riesgo proveniente de la exposición a los CEM o que la posibilidad de un riesgo es
muy especulativa, entonces la respuesta apropiada para las preocupaciones del
público debería ser un efectivo programa de educación. Si un riesgo debido a CEM
fuera establecido, entonces sería apropiado confiar en la comunidad científica para
recomendar medidas específicas de protección usando los criterios establecidos de
evaluación y gestión de riesgos a la salud pública.
Principio de exposición tan baja como sea razonablemente posible.
Propone reducir los niveles de las emisiones al valor mínimo que permita la tecnología
disponible (ALARA, As Low As Reasonably Achievable). Este principio fue el utilizado
en la Conferencia Internacional de Planificación de Estaciones Base de Salzburgo,
celebrado en junio del 2000. Entre sus conclusiones se propone emplear ALARA en
las comunicaciones móviles, sugiriendo un valor mínimo deseable de 10 µW/cm2, lo
cual introduciría serias limitaciones de calidad y cobertura del servicio, generando un
problema social de naturaleza muy diversa y con riesgos adicionales para el
ciudadano, teniendo en cuenta los costos, la tecnología, los beneficios para la salud
pública, la seguridad y otras preocupaciones sociales y económicos.
En este tema, como en otras áreas de la salud pública, sería necesaria una estrategia
sanitaria, estatal, claramente definida, que permitiera aplicar eficazmente el principio
de precaución, tal y como se acepta en la Unión Europea, evitando el uso inapropiado
de la utilización de la nueva tecnología especialmente en el campo de las
telecomunicaciones y del entretenimiento
Criterios para las medidas de prevención
Los responsables públicos, agentes sectoriales y los profesionales competentes en
cada una de las áreas involucradas, deben considerar la forma actual de "percepción
social del riesgo" y asumir la toma de decisiones en un entorno de un cierto grado de
incertidumbre científica y de inquietud de la población. Cada uno, en el nivel de
responsabilidad que le compete, debe contribuir a diseñar y aplicar las medidas de
prevención necesarias para suprimir o limitar a un nivel mínimo aceptable el riesgo
(real o supuesto) sobre la salud y el medio ambiente de un producto, proceso o
sistema que sea compatible con el aprovechamiento de sus beneficios. En el caso
particular de los campos electromagnéticos, es necesario considerar las
características particulares de los sistemas técnicos concretos:
• La evidencia científica: es el conocimiento cierto hasta el momento, pero que está
permanentemente sometido a la controversia científica que surge de las hipótesis de
trabajo fruto de nuevas investigaciones.
La evaluación del riesgo: es la valoración que realizan los expertos en salud
pública, a la luz del estado de la investigación, de los peligros potenciales de un
determinado sistema técnico. Normalmente, la realizan las Autoridades Sanitarias a
partir de un informe de una comisión multidisciplinar independiente de expertos.
La percepción del riesgo: la oposición social a la innovación depende de la
percepción social del riesgo. La decisión de aceptación o rechazo de un supuesto
riesgo está asociado a muchos factores sociodemográficos como edad, sexo, cultura
y educación y finalmente al comportamiento individual de las personas en situaciones
concretas.
El Principio de Precaución: es el fundamento normativo al que se acogen las
autoridades públicas para imponer restricciones a los agentes económicos en los
casos en que no hay evidencia científica de los peligros de un determinado sistema
técnico pero existen algunas incertidumbres. En el caso que nos ocupa la comunidad
científica todavía continúa investigando posibles efectos con el fin de descartarlos o
confirmarlos.
La regulación y autorregulación: son las normas concretas de obligado
cumplimiento que imponen los poderes públicos (regulación) o que se autoimponen
(autorregulación) los fabricantes y operadores para garantizar el cumplimiento del
Principio de Precaución. Se trata de una normativa compleja que, en el caso de las
estaciones radioeléctricas, comienza con limitaciones sobre los lugares de ubicación,
la realización de un proyecto técnico que garantice la seguridad de la instalación, su
inspección por una autoridad competente, etc.
• La visión (percepción) del problema por los diferentes agentes e instituciones
implicados: los distintos agentes tienen visiones parciales muy diferentes del problema
según el rol o responsabilidad que les compete. científicos, responsables de salud
pública, de urbanismo, de la administración de telecomunicaciones, partidos políticos,
asociaciones de consumidores, asociaciones de vecinos, fabricantes u operadores de
servicios de telecomunicación son algunos de los más destacados.
La percepción social del riesgo: es la traslación al campo de la opinión pública de la
percepción del riesgo. Es quizás el problema circunstancial más importante en estos
momentos.
2.1.6 MEDIDAS DE PROTECCIÓN
Es importante la ejecución de investigaciones sobre la formulación de políticas de
protección de la salud y su aplicación en sectores con incertidumbre científica, en
concreto sobre el uso del principio de precaución, su interpretación y la evaluación del
impacto de las medidas de precaución para campos magnéticos de ELF y otros
agentes clasificados como “posibles carcinógenos para los seres humanos”.
Los países seleccionan sus propios estándares nacionales para exposición a campos
electromagnéticos. Sin embargo, la mayoría de los estándares nacionales están
basados en las recomendaciones establecidas por la Comisión Internacional de
Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP). Esta organización, evalúa los
efectos científicos de todo el mundo. La ICNIRP produce recomendaciones sobre
límites de exposición a campos electromagnéticos.
Las guías de la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante
desarrolladas para la exposición de los CEM cubren el rango de frecuencia de las
radiaciones no ionizantes de 0 a 300 GHz. Están basados sobre investigaciones
completas de toda la literatura reconocida por formas y divulgada. Los límites de
exposición están establecidos en los efectos de la exposición aguda de corto plazo antes
que en la exposición de largo plazo, ya que la información probada sobre los efectos a la
exposición de los CEM de bajo nivel a largo plazo es considerada insuficiente para
establecer límites cuantitativos. Aplicando consecuencias de la exposición aguda de corto
plazo, las recomendaciones internacionales utilizan el nivel de exposición aproximado o
nivel umbral que potencialmente llevaría a efectos biológicos adversos. Para permitir las
incertidumbres científicas, el nivel umbral más bajo será reducido para derivar los valores
límites para la exposición humana.
2.1.7 RECOMENDACIONES DE LA OMS
Estas recomendaciones son producto de la monografía realizada por la OMS, en el
marco del proyecto OMS-CEM iniciada en 1997.
• Los encargados de formular las políticas deberían establecer recomendaciones para
la exposición a campos de ELF tanto del público en general como de los trabajadores.
La mejor fuente de orientación para los niveles de exposición y los principios
aplicables a la revisión científica son las recomendaciones internacionales.
• Los encargados de formular las políticas deberían establecer un programa de
protección para los CEM ELF que incluya mediciones de los campos de todas las
fuentes a fin de asegurarse que no se superen los límites de exposición del público en
general o de los trabajadores.
• Siempre que no se pongan en peligro los beneficios para la salud, sociales y
económicos de la energía eléctrica, es razonable y se justifica la aplicación de
procedimientos de precaución de muy bajo costo para reducir la exposición.
• Los encargados de formular las políticas, los planificadores comunitarios y los
fabricantes deberían aplicar medidas de muy bajo costo al construir nuevas
instalaciones y diseñar nuevos equipos, incluyendo aparatos eléctricos.
• Se debe estudiar la introducción de cambios en las prácticas de ingeniería para
reducir la exposición a campos de ELF procedentes de equipos o dispositivos,
siempre que se obtengan otros beneficios adicionales, tales como mayor seguridad o
un costo escaso o nulo.
• Cuando se planteen cambios en las fuentes existentes de campos ELF, se debería
considerar los aspectos de seguridad, la fiabilidad y los aspectos económicos
involucrados.
• Las autoridades locales deberían hacer cumplir las normas sobre las instalaciones
eléctricas a fin de reducir corrientes a tierra accidentales cuando se construyan
nuevos locales o cuando se renueven las instalaciones eléctricas ya existentes,
manteniendo al mismo tiempo la seguridad. Las medidas preventivas para identificar
infracciones o problemas existentes en las instalaciones eléctricas resultarían
costosas y probablemente no estarían justificadas.
• Las autoridades nacionales deberían aplicar una estrategia eficaz y de comunicación
abierta a fin de que todas las partes interesadas puedan adoptar decisiones
fundamentadas; debe estar incluida la información sobre la manera en que las
personas pueden reducir su propia exposición.
• Las autoridades locales deben mejorar la planificación de las instalaciones emisoras
de CEM ELF, incluyendo el mejoramiento de las consultas entre la industria, los
gobiernos locales y los ciudadanos al establecer las principales fuentes de emisión de
CEM ELF.
• Los gobiernos y la industria deberían promover programas de investigación para
reducir la incertidumbre de la evidencia científica sobre los efectos de la exposición a
campos ELF en la salud.
2.1.8 PROPUESTA PARA LA UBICACIÓN DE LAS BASES DE TELEFONIA MOVIL DENTRO DEL
AREA URBANA
El desarrollo de la telefonía móvil ha experimentado un crecimiento casi exponencial,
que ha generado una rápida expansión de las redes de telecomunicaciones y por
tanto aumento significativo de la contaminación electromagnética y de la percepción
social del riesgo asociado a estas infraestructuras. La legislación estatal no ha
resuelto el impacto social y ambiental de las redes de telefonía móvil.
La cobertura del servicio de telefonía móvil está condicionada por la limitación en la
potencia de emisión de los teléfonos móviles y su capacidad de alcance a las
estaciones base, por tanto, la potencia emitida por las estaciones base se ha
establecido en niveles reducidos, acordes con la limitación de alcance de los
terminales. Ello obliga a distribuir estas estaciones de manera regular, proporcionando
una adecuada cobertura de servicio, originando de esta forma un impacto paisajístico
en los medios urbanos repercutiendo en la calidad de visual de las diferentes
ciudades.
Por tal razón es importante que la distribución de las bases de telefonía celular se adapte
a las zonas urbanas bajo los principios de prevención y protección sanitaria para el
público en general. Para ello, es importante tener en cuenta los límites de exposición a
campos electromagnéticos establecidos bajo las restricciones de la legislación vigente. De
esta forma se presenta a continuación una propuesta de ubicación de las bases de
telefonía en las áreas urbanas).
Estudio de Factibilidad: se debe realizar un estudio que muestre los aspectos
referentes al dimensionamiento de las condiciones físicas, eléctricas y
medioambientales de la instalación de las bases de telefonía móvil, los equipos y
condiciones técnicas necesarias para la oferta y prestación del servicio. Factores que
determinen el tamaño y localización de la infraestructura, perímetro urbano y
disponibilidad de los recursos físicos.
Elaboración de plan de manejo ambiental: para la ubicación de las bases de telefonía
móvil, además de los requisitos exigidos por la normatividad vigente se propone,
teniendo en cuenta el riesgo asociado, la elaboración de un plan de manejo ambiental,
que incluya el control de los aspectos ambientales a considerar en los diferentes
procedimientos a tener en cuenta en la operación de la base de telefonía celular
enmarcados dentro de la normatividad ambiental, y el reporte periódico de información
a la autoridad ambiental.
Zonificación territorial: con el fin de evitar la afectación al entorno paisajístico y urbano de
las ciudades es importante que cada ciudad permita la ubicación de las bases de telefonía
móvil en un punto determinado de su territorio teniendo en cuenta lo establecido dentro
del ordenamiento territorial. Dentro de la zonificación territorial para la ubicación de la
bases de telefonía móvil se deben tener en cuenta las siguientes áreas.
• Áreas urbanas de exclusión: se debe establece para cada uno de los centros
urbanos un área de exclusión, donde no se admitirán instalaciones, las cuales se
delimitan en los planos correspondientes, que se consideran parte integrante de los
proyectos de instalación de bases de telefonía móvil (estas áreas se deben delimitar
teniendo en cuenta las zonas industriales, residenciales, comerciales, de uso múltiple,
entre otras que establezca el POT). Las distancias mínimas de la ubicación de las
bases de telefonía celular a los centros geriátricos, centros educativos y centro de
salud deben depender de las mediciones y límites de exposición – monitoreo
constante de emisiones.
Áreas protegidas: la instalación de antenas dentro de los límites determinados por
la Ley para las Áreas Protegidas no debe ser permitida, además de otros espacios
rurales en que se afecten zonas de especial valor paisajístico, ecológico o patrimonial,
aún cuando éstas no formen parte de las áreas Protegidas.
Instalaciones conjuntas: con el fin de minimizar los impactos generados por las
instalaciones de las bases de telefonía celular se sugiere siempre que sea posible,
procurar que una misma estructura sirva de soporte a más de una empresa de
comunicaciones.
Documentación y presentación del proyecto: la ubicación de cualquier estructura o
equipo destinado a la transmisión y/o recepción de ondas, dentro de las áreas
urbanas deben contar con la expresa y previa autorización de las entidades
competentes (Secretarias de Planeación, Ministerio de Comunicaciones), quienes se
encargaran de estudiar los proyectos de telecomunicaciones los cuales deben incluir
los requisitos establecidos en la legislación vigente así como:
Planos de ubicación del predio a escala adecuada, donde se proyecte la
instalación, indicando la ubicación relativa de elementos relevantes en las
proximidades como rutas, caminos, calles, viviendas, otras construcciones, etc.
Planos de la estructura, indicando dimensiones y materiales, documentos
referentes a la implementación, construcción, operación y mantenimiento de las
instalaciones.
Plan de mantenimiento para la estructura con el correspondiente aval técnico,
especificando los trabajos a realizarse en tal sentido, así como la periodicidad de los
mismos.
En caso de desuso de la estructura es importante tener presente el plan de
desmantelamiento y recuperación del área usada.
• Memoria descriptiva donde se expliciten las características electromagnéticas en
que funcionarán las transmisiones, e indicando las medidas de seguridad que se
comprometen a mantener, así como las distancias de protección que se prevean.
Todos los proyectos presentados a las autoridades competentes deberán ser
firmados por los representantes de cada una de las empresas quienes serán los
responsable de la operación y resultados de cada uno de los proyectos.
2.1.9 RECOMENDACIONES
La revisión realizada permitió identificar diferentes recomendaciones comunes
dirigidas al control de la exposición en los campos electromagnéticos generados por
las Estaciones Base de Telefonía Móvil (EBTM), las cuales se presentan a
continuación.
2.1.9.1 RECOMENDACIONES DE ORDEN NACIONAL Y TERRITORIAL
*Pese a no contar con evidencia científica suficiente que compruebe la existencia de
efectos en la salud por exposición a campos electromagnéticos generados por EBTM,
las autoridades gubernamentales, operadores y población deben actuar bajo el
principio de precaución.
* Se debe adoptar un estándar normativo internacional para la protección de la salud
de los ciudadanos y la reducción de la exposición ocupacional a campos
electromagnéticos. Las recomendaciones de la OMS basadas en el desarrollo del
ICNIRP es el estándar de mayor difusión.
* En aras de garantizar la transparencia y disminuir la incertidumbre y el rechazo por
desconocimiento parte de la población a la instalación de EBTM se recomienda que
las entidades gubernamentales (Ministerio de Comunicaciones y Viceministerio de
Salud) fomenten la divulgación de información por parte de los operadores, acerca de
los riesgos en salud asociados a la operación de las estaciones base de telefonía
celular.
*Con el ánimo de proteger a la población sensible (niños, mujeres embarazadas,
adultos mayores y personas con hipersensibilidad), debe articularse la instalación de
estaciones base de telefonía celular con los planes de ordenamiento territorial (POT) o
la instancia que corresponda según el nivel de aplicación (PBOT, EOT). Para esto
deben trabajar de forma conjunta las Secretarías de Planeación, Comunicación,
Ambiente y Salud o quienes realicen esas funciones.
*La instalación de nuevas EBTM debe estar sujeta a registro ante la autoridad
ambiental competente quien exigirá la entrega de reportes semestrales con las
mediciones del campo electromagnético emitido y los aspectos técnicos a que haya
lugar. Este registro debe incluir también a las EBTM ya instaladas. El Ministerio de
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial recopilará la información del país.
*En el orden territorial (departamentos y municipios), las autoridades correspondientes
deben aplicar las normativas nacionales y el principio de rigor subsidiario, cuando las
características del territorio así lo requieran.
*En caso de no existir, debe realizarse un diagnóstico de las EBTM instaladas en el
país, que permita consolidar una base de datos con el censo de las mismas, ubicación
geográfica y medición periódica de las emisiones del espectro electromagnético. El
Ministerio de Comunicaciones puede liderar esta actividad y compartir la información
con los agentes interesados (Viceministerio de Salud, Ministerio de Ambiente,
autoridades territoriales y población civil.
*Fomentar la acción interinstitucional de las entidades del Estado, en cabeza del
Ministerio de Comunicaciones y con la participación de representantes del sector
salud, ambiente y educación para establecer los lineamientos nacionales para el
control de las EBTM
*Promover la creación de una comisión nacional de expertos que contemple diferentes
perfiles profesionales del sector de la salud, ambiente y comunicaciones, que se
encargarían de autorizar la ubicación de las EBTM al hacer una evaluación y análisis
del entorno del lugar solicitado de emplazamiento de las mismas.
*Incrementar, en cabeza del Viceministerio de Salud, la investigación epidemiológica,
clínica y experimental, aumentando los recursos para un grupo de trabajo
independiente que asesore al gobierno en la creación de políticas públicas [64], sobre
los efectos de la exposición a los CEM procedentes de cualquier fuente emisora [34].
*El Ministerio de Comunicaciones, en conjunto con el Ministerio de Ambiente y el
Viceministerio de Salud, deben adoptar una normativa básica, con base en los
estándares internacionales que recoja los principios de precaución, prudencia y de
exposición tan baja como sea posible, en relación con todo el espectro
electromagnético, incluidos los aspectos relacionados con productos sanitarios, como
prótesis metálicas, desfibriladores cardíacos e implantes cocleares [34], con el fin de
regular el emplazamiento de las estaciones base de telefonía móvil en el territorio.
Elaborar un registro de antenas de telefonía móvil en los municipios, con información
disponible de acceso público. Además, es necesaria la elaboración de mapas de
mediciones de emisiones del CEM, por parte de organismos independientes, con el fin
de realizar un diagnóstico de la situación actual de los niveles de exposición a las
radiaciones no ionizantes generadas por los Servicios de Telecomunicaciones. Esta
información, deberá ser pública y de fácil acceso [35,64]. Aspectos de orden público
pueden limitar la viabilidad de esta recomendación.
La ficha de información debería contar con los siguientes datos [44]:
Lugar de identificación.
Coordenadas.
Fecha de inicio de funcionamiento.
Número de antenas por estaciones base.
Orientación de la antena (azimut)
Tipo (sectorial, omnidireccional)
Inclinación total (eléctrica y mecánica)
Amplitud del rayo (lateral y vertical)
Poder total de salida (poder de radio efectivo isotrópico)
Frecuencia (MHz)
*Crear una red de monitorización de la emisión de radiaciones en tiempo real para las
grandes ciudades por parte del ministerio de comunicaciones, esta información podrá
consultarse en las páginas de los ministerios de comunicaciones, ambiente y
viceministerio de salud.
*Analizar, en cabeza del Viceministerio de Salud y el IDEAM, los posibles efectos de
la instalación de Wi-Fi en escuelas o centros similares y potenciar, en la medida de lo
posible, el cableado como alternativa.
*El Ministerio de Comunicaciones debe incorporar el concepto de las mejores técnicas
disponibles al desarrollo de las telecomunicaciones y otras tecnologías que usen
campos electromagnéticos.
*El Ministerio de Comunicaciones debe adoptar las medidas necesarias para la
inspección y control público de este tipo de actividades con la dotación de los medios
técnicos y humanos necesarios [35]. Los reportes deben estar disponibles para los
agentes interesados (Viceministerio de Salud, Ministerio de Ambiente, autoridades
territoriales y población civil).
*Realizar campañas informativas para promover un uso racional del teléfono móvil,
con objeto de reducir las exposiciones innecesarias y excesivas. Debe hacerse
especial énfasis en la realización de campañas contra el uso del teléfono en niños
menores de 14 años y mujeres embarazadas. Los fabricantes deben etiquetar y
clasificar sus productos en función de sus potencias de emisión y tasas de absorción
específica en un formato que sea comprensible por el usuario.
*El Ministerio de Comunicaciones debe promover la aplicación de las medidas más
eficaces desde el punto de vista tecnológico para la utilización compartida de las
estaciones base donde sea viable, y la minimización de las emisiones y del impacto
visual.
PARA LA POBLACIÓN EN GENERAL
*Una mesa de trabajo intersectorial, con participación de los ministerios de
Comunicaciones, Ambiente, Viceministerio de Salud y los operadores deben generar
e implementar estrategias de educación para la población en la que se indique como
reducir la exposición a los campos electromagnéticos (CEM) emitidos por los sistemas
de telefonía móvil y por otros equipos o sistemas.
*Se considera que la población menor de 18 años puede ser particularmente sensible
a este fenómeno, y por lo tanto, convendría extremar las medidas educativas con los
niños, recomendando el no uso del teléfono móvil por este sector de la población.
*Es importante minimizar los niveles de exposición a las emisiones del teléfono
mediante las siguientes buenas prácticas:
a. la utilización de dispositivos de manos libres
b. hacer llamadas cortas (de 2 a 3 minutos)
c. apagar el teléfono cuando no se utiliza
d. evitar su uso cuando hay baja cobertura.
PARA LA INDUSTRIA
*Desarrollo o importación de dispositivos con emisiones optimizadas y que incorporen
a las bases de emisiones todas aquellas mejoras que pueden contribuir a minimizar
las exposiciones. En este sentido, el Ministerio de Ambiente, en mesa de trabajo con
el Ministerio de Comunicaciones y el Viceministerio de Salud debe elaborar una guía
de las opciones tecnológicas disponibles para reducir la exposición de espacios a los
CEM.
*El Ministerio de Comunicaciones debe promover entre las operadoras de telefonía
móvil que, dentro de lo posible, compartan infraestructuras para reducir el número de
mástiles y estaciones base, y la intensidad de la exposición de la población a los
CEM.
*Establecer un auténtico diálogo entre la industria, las Administraciones Públicas y el
tejido social, en relación con los criterios para la instalación de nuevas antenas GSM y
garantizar al menos que las escuelas, guarderías, centros médicos y de cuidado para
personas sensibles (adulto mayor, inmunosuprmidos), se sitúen a una distancia
específica fijada de acuerdo con criterios científicos.
Adicionalmente, se deben contemplar las siguientes acciones colectivas que deberían
ser desarrolladas por los responsables de las instalaciones.
*El Ministerio de Comunicaciones debe promover la autorregulación por parte de los
operadores que permita establecer un programa de protección para los CEM que
incluya mediciones de los campos de todas las fuentes a fin de asegurarse que no se
superen los límites de exposición del público en general o de los trabajadores; y
aplicar, desde el diseño de los proyectos los procedimientos de precaución para
reducir la exposición. Deben incluirse mecanismos de reducción del ruido, u otros
aspectos ambientales que puedan generarse en las instalaciones.
*Desarrollar una estrategia eficaz de comunicación abierta con la comunidad
sostenida en el tiempo haciendo énfasis en la manera en que las personas pueden
reducir su propia exposición y comunicar sus inquietudes.
*Como parte de la función social de las entidades, se recomienda considerar el apoyo
financiero a un programa de seguimiento de los efectos en salud en la comunidad.
2.1.10 ASPECTOS OPERACIONALES
Según estudios epidemiológicos destacados en el tema como el realizado por el Dr.
Roger Santini en Francia, en el que se encontraron algunos bioefectos reportados por
personas expuestas hasta 300 m de estaciones base, respecto a lo que precede y a
fin de proteger a las poblaciones próximas a las estaciones repetidoras y a los
usuarios de teléfonos celulares, conviene aplicar el principio de precaución y poner en
práctica medidas de radioprotección descritas en el libro de R. Santini:
1. Para las estaciones repetidoras de telefonía móvil:
No deben instalarse a menos de 300 metros de zonas residenciales o lugares con
población vulnerable (colegios, jardines infantiles, hospitales, parques recreativo y
hogares geriátricos)
En ningún caso el lóbulo principal del haz de microondas que sale de la antena
estará orientado hacia las viviendas o lugares de vida.
En los alrededores de las antenas, los ciudadanos no deberán estar expuestos a
una densidad de potencia de las microondas pulsadas superior a 0´1 W / cm2 (0´61
V/m).
A fin de respetar a las personas electrosensibles y a las poblaciones más frágiles
(niños, personas mayores, enfermos, inmunodeprimidos) la regla en los alrededores
de las antenas repetidoras de telefonía móvil susceptibles de afectar a estas
poblaciones particulares debería ser una densidad de potencia de las microondas
pulsadas próxima al nivel cero.
2. Para los usuarios de teléfonos celulares:
La comunicación telefónica no debería sobrepasar una duración de 2 a 3 minutos
con un máximo de 4 a 5 comunicaciones por día.
Los jóvenes menores de 16 años no le utilizarán más que en caso de urgencia
como está recomendado en los informes oficiales en Gran Bretaña y Rusia.
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