MINISTERIO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Reclamación nº 264/2016 Resolución nº 338/2016 RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES En Madrid, a 29 de abril de 2016 VISTA la reclamación interpuesta por D. F. J. M. G., en nombre y representación de FOMENTO DE CONSTRUCCIONES Y CONTRATAS S.A. (FCC), contra el acuerdo de adjudicación del contrato “Servicios de limpieza viaria, recogida de residuos y jardinería del Port Vell. Expte. 012/2014”, convocado por la Autoridad Portuaria de Barcelona, este Tribunal, en sesión del día de la fecha, ha adoptado la siguiente resolución: ANTECEDENTES DE HECHO Primero. La Gerencia Urbanística Port 2000, de la Autoridad Portuaria de Barcelona (en adelante, Port 2000 o el órgano de contratación) convocó, mediante anuncio publicado en el DOUE y en el BOE el día 21 de febrero de 2015, licitación por procedimiento abierto para contratar los servicios de limpieza viaria, recogida de residuos y jardinería en el Port Vell, con un valor estimado de 6.575.000 euros. A la licitación concurrieron siete empresas, entre ellas la ahora recurrente. Segundo. La licitación se llevó a cabo de conformidad con los trámites previstos en la Ley 31/2007, de 30 de octubre, sobre procedimientos de contratación en los sectores del agua, la energía, los transportes y los servicios postales (en adelante LCSE), así como en la Orden FOM/4003/2008, de 22 de julio, por la que se aprueban las normas y reglas generales de los procedimientos de contratación de Puertos del Estado y Autoridades Portuarias. Tercero. Tras los trámites oportunos, el 23 de julio de 2015, en sesión pública de la mesa de contratación, se comunicó la puntuación técnica asignada a cada oferta y se procedió AVDA. GENERAL PERÓN, 38, 8ª PLTA. 28071 - MADRID TEL: 91.349.13.19 FAX: 91.349.14.41 [email protected] 2 a la apertura de las proposiciones económicas. La oferta de URBASER obtuvo la segunda puntuación más alta en la oferta técnica (88,50 puntos), correspondiendo la puntuación más alta (89,15 puntos) a la ahora recurrente, FOMENTO DE CONSTRUCCIONES Y CONTRATAS S.A (en lo sucesivo, FCC). Al proceder a la apertura de las ofertas económicas se constató que la presentada por URBASER S.A. (1.023.729,11 euros) comportaba una baja del 20,6% sobre el precio de licitación, por lo que resultaba incursa en presunción de anormalidad de acuerdo con la cláusula 2 del Anexo nº 4 del Pliego de condiciones de contratación (PCA) y el anexo III de la Orden FOM/4003/2008 citada. Por esta razón, se requirió a URBASER –juntamente con otra de las licitadoras, cuya baja era del 25,2%- para que aportara “la documentación que justifique su oferta económica”. Cuarto. Una vez presentada la citada documentación justificativa, la mesa de contratación propuso el 9 de septiembre de 2015, de conformidad con el correspondiente informe técnico, la exclusión de la oferta de URBASER y la adjudicación en favor de FCC, lo que así se acordó por el Consejo de Port 2000 en sesión de 23 de septiembre. Tal acuerdo fue notificado a URBASER el 5 de octubre de 2015, siendo así que la referida mercantil interpuso contra él la correspondiente reclamación, según lo previsto en los artículos 101 y siguientes de la LCSE, que fue tramitada en este Tribunal con el número 1098/2015. Quinto. El 13 de noviembre de 2015 este Tribunal dictó la resolución 1053/2015 por la que estimó la citada reclamación, anulando el acuerdo de adjudicación en su momento adoptado y ordenando “la retroacción de las actuaciones hasta el momento de valoración de las ofertas económicas que debe incluir también la presentada por URBASER”. Sexto. A fin de dar cumplimiento a la citada resolución, la Mesa de Contratación realizó una nueva valoración de las ofertas económicas presentadas, con inclusión de la correspondiente a la mercantil URBASER, formulando a sus resultas una nueva propuesta de adjudicación, esta vez en favor de la referida URBASER. De esta forma, el 25 de noviembre de 2015 el Consejo de Port 2000 adoptó un nuevo acuerdo de TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 3 adjudicación en favor de la antedicha mercantil, que fue remitido a los distintos licitadores el 26 de noviembre de 2015. Séptimo. El 15 de diciembre de 2015 la mercantil FCC presentó, al amparo de lo previsto en los artículos 101 y siguientes de la LCSE, reclamación contra el citado acuerdo de adjudicación, a la que este Tribunal asignó el número 1276/2015. Octavo. El 22 de enero de 2016 este Tribunal dictó la resolución 44/2016 por la que, estimando parcialmente dicha reclamación, anulaba el acuerdo de adjudicación impugnado “ordenando la retroacción de las actuaciones a fin de que pueda realizarse una nueva valoración de las proposiciones presentadas en lo que atañe criterio f) de valoración de la calidad técnica del Anexo 4 del Pliego de Condiciones (“localización del taller”), con arreglo a lo expresado en el epígrafe 11 del fundamento quinto, así como en el fundamento sexto, de la presente resolución”. Los así citados epígrafe 11 del fundamento quinto y fundamento sexto de la citada resolución eran del siguiente tenor literal: “11.- Falta de titularidad e idoneidad de las instalaciones ofertadas como base operativa/taller de servicio y consiguiente incumplimiento de los requisitos del Pliego, que, a juicio de la actora, deberían determinar la exclusión de su oferta o, cuando menos, la revisión de la puntuación otorgada en el criterio f), relativo a la “localización del taller”, de valoración de calidad técnica de la oferta recogido en el Anexo 4 del Pliego de Condiciones Alega la actora que la adjudicataria ha propuesto en su oferta la adscripción al servicio de una base operativa sita en la C/Mar nº 36 de Barcelona, cuya disponibilidad no ha acreditado, tratándose de un local actualmente libre y disponible para alquiler. Por lo demás, afirma que la puerta de acceso al citado local tiene unas dimensiones insuficientes para determinados vehículos, como también que el citado local, al carecer de agua, desagües y extracción de humos, entre otros extremos, “no puede llegar a obtener la licencia de actividad como taller”. TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 4 Sobre esta base, postula la exclusión de la oferta de la actora o, subsidiariamente, que se revise la puntuación asignada en el criterio f), relativo a la “localización del taller” (en el que se valorará “la distancia existente entre la base o el taller y el Port Vell”, siendo así que la “base más próxima tendrá 10 puntos” y “ la más lejana 0 puntos”, todo ello con aplicación de un factor de ponderación de 0,5), de valoración de calidad técnica de la oferta recogido en el Anexo 4 del Pliego de Condiciones, a fin de que se tome como local de referencia para la actora no ya el situado en la C/Mar nº 36, sino el adicionalmente ofrecido sito en la C/Juniper Serra, nº 59, situado a una considerablemente mayor distancia (8 km) del Port Vell. En este punto, debe destacarse, ciertamente, que el apartado 7.1.4 del PPT exige, como una de las instalaciones necesarias para la ejecución del contrato, contar con una “base operativa/taller de servicio”, que, como allí se expresa, “deberá estar completamente equipada para llevar a cabo las operaciones de mantenimiento del material móvil”, añadiendo que “se valorará positivamente su proximidad a la zona Port Vell”. Esta última previsión debe ponerse en conexión con el criterio de valoración de calidad técnica f) del Anexo 4 del Pliego de Condiciones, “localización del taller”, al que ya se ha hecho referencia. Sentado lo anterior, es lo cierto que la adjudicataria, en el apartado 1.4 del Volumen 4 de su Memoria (página 137 del documento 18 del expediente) dice proponer una base operativa que estará disponible desde el inicio del contrato, sita en la C/Mar nº 36 de Barcelona, señalando luego que “la instalación es un recinto del que principalmente salen los vehículos de los servicios”, pero “también un lugar donde aparcar los vehículos, en el que sea posible realizar de manera sistemática reparaciones, mantenimiento, aprovisionamiento y control de vehículo” y añadiendo que, entre las funciones desarrolladas por la citada base, figuraba la de “taller de vehículos: zona reservada para el mantenimiento preventivo y correctivo de la maquinaria” .Todo ello sin perjuicio de ofrecer, a mayor abundamiento, la puesta a disposición del servicio, de ser necesario, de una base central sita en la C/Juniper Serra nº 59, “provista de unos grandes talleres TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 5 mecánicos, con una plantilla de 24 mecánicos y toda la maquinaria específica de talleres”. La actora realiza en su escrito de recurso una serie de consideraciones con las que pretende demostrar que tal local no puede ser físicamente apto para desarrollar tales actividades. Si bien es cierto que tales consideraciones no se ven adveradas por evidencia probatoria alguna, no lo es menos que URBASER afirma en su escrito de alegaciones(página 28), en términos que no se compadecen con la literalidad de la oferta a que se ha hecho mención, que dicho local se oferta como “base operativa”, “no tratándose por tanto de un taller de mantenimiento y reparación de vehículos”, cuando lo cierto es que tanto el PPT (que, como ya se ha dicho, utiliza la expresión “base operativa/taller de servicio” y, por ende, afirma que “deberá estar completamente equipada para llevar a cabo las operaciones de mantenimiento del material móvil”) como la propia oferta vienen a identificar ambos conceptos. Finalmente, el órgano de contratación, en el informe emitido con ocasión de la presente reclamación, afirma que dicho local puede servir como base, si bien destaca que la adjudicataria deberá acudir “para las grandes reparaciones a su base de la calle Fray Junípero Serra”. Atendido todo lo expuesto, debe manifestarse, por un lado, que no ha lugar atribuir a los hechos expresados entidad bastante para fundamentar la pretensión de exclusión hecha valer por la actora, toda vez que, por un lado, está fuera de discusión la aptitud como base operativa/taller de servicio de las también ofertadas instalaciones de la C/Juniper Serra, con las que la adjudicataria, en todo caso, vendría a llenar las exigencias del PPT. No obstante, tales hechos sí evidenciarían, atendidas las propias manifestaciones realizadas por URBASER en su escrito de alegaciones, que el local sito en la C/del Mar 36 no reúne, en rigor, las condiciones exigidas para ser considerado como “base operativa”, en tanto en tales alegaciones se admite que no se oferta como “taller de mantenimiento y reparación de vehículos”, cuando lo cierto es que el PPT exige de la base operativa “estar completamente equipada para llevar a cabo las operaciones de mantenimiento del material móvil”. Partiendo de esta consideración, atendido que a la adjudicataria le fue otorgada la máxima puntuación en la valoración del criterio de calidad TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 6 vinculado a la “localización del taller”, tal y como resulta del informe técnico obrante como documento nº 13 del expediente (página 18, donde se afirma que “propone la base de que dispone en la calle del Mar nº 36 de Barcelona, situada a 0,42 Km del Port Vell se conceden 10 puntos al ser la base más próxima al Port Vell”) y en la medida en que, dado que el Pliego de Condiciones prescribe la ponderación relativa del citado criterio (puramente objetivo, en tanto que vinculado a la proximidad geográfica) al afirmar que la “base más próxima tendrá 10 puntos” y “ la más lejana 0 puntos”, de suerte que la distancia a que se sitúen las bases consideradas como más próxima y más lejana determina la puntuación asignada a los restantes licitadores, debe concluirse en la pertinencia de estimar la pretensión subsidiaria hecha valer por la actora en este punto y, por ende, en la efectiva necesidad de que, previa la retroacción de actuaciones, por el órgano de contratación se proceda a revisar la puntuación otorgada en dicho criterio de carácter estrictamente objetivo a los licitadores, tomando como base operativa de la mercantil URBASER la sita en la C/Juniper Serra 59, al no poder reconocerse dicha condición, atendidas las propias manifestaciones realizadas en sus alegaciones al recurso y lo prevenido en la cláusula 7.1.4 del PPT , a la ofertada como tal, sita en la C/ Mar nº 36. (….) Sexto. A tenor de todo lo expuesto, debe concluirse en la pertinencia de estimar parcialmente la reclamación interpuesta, en los estrictos términos detallados en el epígrafe 11 del fundamento precedente, anulando así el acuerdo de adjudicación con retroacción de las actuaciones, a fin de que por el órgano de contratación se proceda a revisar la puntuación otorgada a los distintos licitadores en el criterio f) de valoración de la calidad técnica del Anexo 4 del Pliego de Condiciones (“localización del taller”), tomando a tal fin como base operativa/taller de servicio de la mercantil URBASER la sita en la C/Juniper Serra 59, al no poder reconocerse dicha condición a la ofertada como tal, sita en la C/ Mar nº 36.” Noveno. La reclamante presentó, el 4 de febrero de 2016, ante la Autoridad Portuaria de Barcelona escrito por el que interesaba que, a fin de dar debido cumplimiento a la citada TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 7 resolución, se requiriera de los distintos licitadores la presentación de diversa documentación complementaria en relación con el local ofertado como taller/base de operaciones, a lo que el órgano de contratación accedió, librando así los correspondientes requerimientos a todos los licitadores el 11 de febrero de 2016, y ello en los estrictos términos que habían sido interesados por la actora. Décimo. Recibida la documentación así requerida, la Ponencia Técnica emitió, el 8 de marzo de 2016, un nuevo informe de valoración del meritado criterio de adjudicación, a cuyos efectos, tal y como se indicaba en la resolución 44/2016 de este Tribunal, tomó en consideración para la mercantil URBASER S.A. el local sito en la C/Juniper Serra 59. A sus resultas, la recurrente pasó a obtener una valoración en dicho criterio de 7,6 puntos (frente a los 5,9 que le habían sido asignados con anterioridad), mientras que para URBASER S.A. la puntuación pasó a ser de 5 puntos (frente a los 10 antes asignados). De esta forma, la puntuación técnica total obtenida por la recurrente pasó a ser de 90,83 puntos, mientras que la de URBASER S.A. se vio reducida a 83,50 puntos. No obstante, como quiera que sus respectivas puntuaciones en la oferta económica eran de 94,92 y de 100 puntos, la puntuación global resultante fue de 93,28 y de 93,40 puntos. Undécimo. De conformidad con el citado informe de la Ponencia Técnica, el Consejo de Port 2000 adoptó, el 16 de marzo de 2016, un nuevo acuerdo de adjudicación en favor de URBASER S.A., que fue remitido a los distintos licitadores el 17 de marzo de 2016 y notificado ese mismo día a la actora FCC. Decimosegundo. El 5 de abril de 2016 la mercantil FCC presentó, al amparo de lo previsto en los artículos 101 y siguientes de la LCSE, reclamación contra el citado acuerdo de adjudicación en la que cuestionaba la valoración de la oferta técnica de la adjudicataria en el concreto criterio a que se contraía la retroacción ordenada por la resolución 44/2016 de este Tribunal, reclamación esta a la que se asignó el número 264/2016. TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 8 Decimotercero. El 14 de abril de 2016 este Tribunal dictó resolución por la que acordaba mantener la suspensión del expediente de contratación, producida como consecuencia de lo dispuesto en el artículo 104.3 de la LCSE. Decimocuarto. Por la Secretaría del Tribunal se dio traslado del recurso a los restantes licitadores para que formularan las alegaciones que conviniesen a su derecho, siendo así que, a sus resultas, el 18 de abril de 2016 la adjudicataria URBASER S.A. presentó alegaciones por las que interesaba la desestimación del recurso. FUNDAMENTOS DE DERECHO Primero. El escrito de interposición de recurso, debe calificarse como reclamación en los procedimientos de adjudicación, prevista en el capítulo I del Título VII de la LCSE (arts. 101 y siguientes), por cuanto se refiere a una entidad contratante del sector de los puertos marítimos, incluida entre las enumeradas en la Disposición adicional segunda de dicha ley. La presente reclamación se interpone contra la Resolución de adjudicación en un contrato de servicios cuya adjudicación se hace con arreglo a lo dispuesto en la LCSE, al ser su valor estimado superior a 414.000 € (artículo 16). La competencia para resolver corresponde a este Tribunal de conformidad con el artículo 101 de dicha norma. Segundo. La empresa reclamante concurrió a la licitación y de ver estimada su pretensión podría devenir adjudicataria del contrato, por lo que está legitimada para recurrir de acuerdo con el artículo 102 de la LCSE. Tercero. Por lo demás, se han cumplido las prescripciones formales y de plazo establecidas en el artículo 104 de la LCSE. Cuarto. Entrando en el fondo de la reclamación, cumple destacar que la actora funda su acción en la afirmación de que el acuerdo de adjudicación no resulta debidamente motivado, en tanto obvia toda referencia a las razones determinantes de la adjudicación y, más aún, a las respectivas puntuaciones obtenidas por los licitadores, limitándose a incorporar el acuerdo de adjudicación, la identificación de la empresa adjudicataria y las condiciones de tal adjudicación (“de acuerdo con los precios unitarios ofertados, que para el primer año de contrato dan un importe anual orientativo de 767.537,07 € por el servicio TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 9 de limpieza viaria, 104.904,39 € por el servicio de recogida de residuos y 151.287,65 € por el servicio de jardinería, todas las cantidades con IVA excluido; y un plazo del contrato de cuatro (4) años, con posibilidad de prórroga por un (1) año más”), lo que, a su entender, comporta manifiesta infracción de la previsión del artículo 83 LCSE (“adjudicación de los contratos”) . En relación con este primer alegato, es sabido que este Tribunal tiene reiteradamente afirmado, desde sus primeros pronunciamientos y tratando de la motivación de la adjudicación de los contratos sometidos al TRLCSP (en este sentido, la Resolución 272/2011, de 10 de noviembre) que “la Administración ha de expresar las razones que la inducen a otorgar preferencia a uno de los solicitantes frente al resto de los concursantes, haciendo desaparecer así cualquier atisbo de arbitrariedad y permitiendo, al mismo tiempo que el no beneficiario pueda contradecir, en su caso, las razones motivadoras del acto y el órgano judicial apreciar si se ha actuado o no dentro de los límites impuestos a la actividad de los poderes públicos”. Sin embargo, este Tribunal tiene también señalado que la doctrina así elaborada en relación con la adjudicación de los contratos sometidos al TRLCSP no es sin más trasladable a los contratos sujetos a la LCSE. En este sentido, se afirmó, entre otras, en la resolución 328/2015: “En cuanto a la aplicación de estos criterios interpretativos a los contratos sujetos a la Ley 31/2007, y pese a que, según decíamos en la Resolución 363/2013, en principio son de aplicación las mismas exigencias de motivación en uno y otro texto, lo cierto es que los arts. 83 y 84 de la Ley referida contienen una diferencia sustancial en orden al momento en el cual ha de expresarse una motivación completa o suficiente que respete nuestra doctrina sobre la necesidad de que el interesado conozca los extremos que le pudieran llevar a impugnar, en su caso, tal actuación. Por una parte, el art. 83.2, aunque refleja también, en la comunicación de la adjudicación a los no adjudicatarios, la necesidad de que ésta sea motivada; sin embargo, por otra parte, el art. 84.3 indica, como hemos visto, que "las entidades contratantes comunicarán, a todo candidato o licitador descartado en TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 10 un plazo que no podrá en ningún caso sobrepasar los quince días a partir de la recepción de una solicitud por escrito los motivos ..". Y, sobre esta base, se concluía en la citada resolución 328/2015: “Si examinamos a la luz de las previas consideraciones la notificación del acuerdo de adjudicación aquí impugnado, se advierte que, por una parte, es cierto que su contenido se ciñe a indicar las puntuaciones globalmente obtenidas por el licitador y el adjudicatario, sin detallar el desglose de puntuación correspondiente a los distintos criterios aplicados ni razonar cuáles hubieran sido las razones para asignar estas puntuaciones a las distintas ofertas. Pero, en aplicación del art. 82.3 y 84.3 precitados, la obligación de motivar con mayor amplitud y sujeción a nuestra doctrina general la decisión de adjudicación se hubiera generado a requerimiento expreso del interesado; cuando, en nuestro caso la recurrente no pidió vista del expediente ni ampliación de la información tras la notificación de la adjudicación. Por tanto, la notificación aquí impugnada fue en todo conforme a Derecho, y el incumplimiento por el interesado de la carga de requerir expresamente y por escrito mayor información genera que deba pechar con las consecuencias de dicho incumplimiento”. Esta doctrina ha sido, a su vez, matizada en la resolución 964/2015, en la que se afirma que “el hecho de que el artículo 84.3 LCSE permita a los candidatos no seleccionados dirigirse a la entidad contratante a fin de obtener información suplementaria acerca de “los motivos del rechazo de su candidatura o de su oferta (…) y, con respecto a todo contratista que haya efectuado una oferta admisible, las características y ventajas relativas de la oferta seleccionada, así como el nombre del adjudicatario”,(…) no debe servir para que las entidades a las que se aplica la LCSE prescindan del deber de motivación que proclama el artículo 83.2 LCSE”, añadiendo que “aun constatando que el artículo 83.2 LCSE es mucho menos riguroso que el artículo 151.4 TRLCSP”, el acto de notificación inicial “debe ser bastante para permitir el adecuado ejercicio de los derechos de defensa o, si se prefiere, interponer reclamación suficientemente fundada”. TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 11 Ahora bien, esa misma resolución advierte que “cuestión distinta es que el interesado que pretenda invocar la insuficiencia de la motivación haya de agotar previamente el trámite del artículo 84.3 LCSE”. Y, más aún lo es que, como señala la resolución 68/2016, el inicial defecto de motivación de la resolución de adjudicación pueda verse subsanado si se llegase a permitir “el acceso al expediente con carácter previo a la interposición de la reclamación, en cuyo caso se hubiera evitado la indefensión real y material”, afirmando que, “en tal caso, estaríamos ante una motivación denominada doctrinalmente “motivación in aliunde” que consiste en fundamentar el sentido de un acto administrativo sobre informes o documentos técnicos que obran en el expediente administrativo”, sobre la que añade la citada resolución 68/2016: “Su fundamento legal se encuentra en el artículo 89.5 Ley 30/1992 conforme al cual: “5.La aceptación de informes o dictámenes servirá de motivación a la resolución cuando se incorporen al texto de la misma”. El Tribunal Supremo considera igualmente válida esta forma de motivación, y así cabe citar la STS de 11 de Febrero de 2011 (recurso nº 161/2009): “Siguiendo con las exigencias propias de la motivación, debemos añadir que la motivación puede contenerse en el propio acto, o bien puede realizarse por referencia a informes o dictámenes, ex artículo 89.5 de la Ley 30/1992, cuando se incorporen al texto de la misma. Ahora bien, esta exigencia de la incorporación de los informes, contenida en el mentado artículo 89.5 “in fine” ha sido matizada por la jurisprudencia de este Tribunal Supremo – Sentencias de 21 de noviembre de 2005, 12 de julio de 2004, 7 de julio de 2003, 16 de abril de 2001, 14 de marzo de 2000 y 31 de julio de 1990- en el sentido de considerar que si tales informes constan en el expediente administrativo y el destinatario ha tenido cumplido acceso al mismo, la motivación mediante esta técnica “in aliunde” satisface las exigencias de la motivación, pues permite el conocimiento por el receptor del acto de la justificación de lo decidido por la Administración”. Trasladando esta doctrina al supuesto analizado, puede comprobarse que, indudablemente, la resolución de adjudicación que fue notificada el 17 de marzo de 2016 a la actora no llenaba los requisitos exigidos por el artículo 84.3 LCSE, de acuerdo con la TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 12 doctrina que acaba de exponerse. Pero no es menos cierto que, como reconoce la actora en su recurso, antes la interposición del mismo tuvo acceso “previa solicitud (…) al expediente administrativo y a los informes técnicos obrantes en el mismo y en los que podemos suponer que se ha basado la resolución de adjudicación, es especial, el denominado informe que emite la ponencia técnica relativa a la resolución 44/2016 del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, de la licitación del servicio”, es decir, al informe de 3 de marzo de 2016 que, como se expresa en el antecedente de hecho décimo de esta resolución. Por tanto, por mucho que aquélla primera notificación de la resolución de adjudicación no se acomodara a las exigencias del artículo 83.4 LCSE, tal defecto procedimental no habría llegado a generar efectiva indefensión, debiendo por ello reputarse como una mera irregularidad no invalidante, al haber venido a ser subsanado por el ulterior acceso por parte de la reclamante al expediente administrativo y, dentro del mismo, al informe técnico que, con nueva valoración de las ofertas de los licitadores, vino a dar cumplimiento a lo prescrito por este Tribunal en su resolución 44/2016. Debe, por todo ello, desestimarse el motivo de impugnación así hecho valer. Quinto. A continuación, alega la actora que el informe de valoración elaborado por la Ponencia Técnica y, con ello, la resolución de adjudicación a la que sirve de motivación “in aliunde”, no incorpora “la necesaria motivación de que los locales ofertados por los licitadores cumplen con los requisitos del pliego”. El alegato no puede ser estimado. En efecto, debe recordarse que la resolución 44/2016 dictada por este Tribunal establecía claramente (en términos que eran consonantes con lo que, expresamente, había interesado la actora) que el órgano de contratación, a la hora de “revisar la puntuación otorgada a los distintos licitadores en el criterio f) de valoración de la calidad técnica del Anexo 4 del Pliego de Condiciones (“localización del taller”)” para dar cumplimiento a lo allí resuelto, debía tomar “a tal fin como base operativa/taller de servicio de la mercantil URBASER la sita en la C/Juniper Serra 59”. TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 13 En tanto dicha resolución no fue recurrida y devino firme y en tanto era, en dicho extremo, concordante con lo interesado por la reclamante (que no cuestionó en dicha ocasión la idoneidad de los locales ofertados por los restantes licitadores), no es dable a la actora pretender en este momento revisar tal pronunciamiento y cuestionar la propia procedencia de tomar como base operativa de la adjudicataria el referido local sito en la C/Juniper Serra 59 ni, para los restantes licitadores, los respectivos locales por ellos ofrecidos. Este punto debe, en efecto, considerarse resuelto con carácter definitivo en la resolución 44/2016 y no puede ser objeto de nueva discusión en el presente recurso, por vedarlo, en primer lugar, el principio denominado, con cierta impropiedad, “cosa juzgada administrativa”, que, en último término, constituye, como señaló este Tribunal en la resolución 58/2016, aplicación de la doctrina de los actos firmes y consentidos (cfr.: Sentencias del Tribunal Supremo, Sala III, de 12 de junio de 1997 y 5 de abril de 1965 ; Dictámenes del Consejo de Estado de 27 de junio de 2002–expediente 1656/2002-, 18 de julio de 2002 –expediente 1877/2002-, 5 de diciembre de 2002 –expediente 3307/2002- y 3 de marzo de 2005 –expediente 93/2005-) y que veda reproducir ante este Tribunal cuestiones que ya fueron resueltas por decisión de éste contra la que no se dedujo recurso contencioso-administrativo (cfr.: Resoluciones 110/2012 195/2012, 413/2013, 216/2014, 535/2014 y 24/2015, entre otras). Entender otra cosa y admitir, en efecto, que pudieran plantearse con ocasión de una segunda reclamación interpuesta contra el acto que da ejecución a una previa resolución de este Tribunal cuestiones que, pudiendo haber sido suscitadas en aquélla ocasión, no lo hubieran sido, podría dar lugar, como se señaló en la resolución 1056/2015, “a un continuo bucle de recursos, que entorpecería de forma exponencial la debida tramitación de los procedimientos de licitación, con el consiguiente perjuicio para los intereses públicos, cuya salvaguarda también constituye uno de los principios fundamentales de la contratación pública.” En segundo lugar, también obstaría a ello el conocido principio de actos propios, cuya aplicación en la esfera del Derecho administrativo ha sido reiteradamente admitida por la doctrina jurisprudencial, tanto con relación a la Administración como al administrado (SSTS de 1-6-1999, 28-9-2004, 14-7-2005, 15-11-2005 y 6-2-2007).Y es que, como declara la STS de 28 marzo 2006, con cita de las precedentes de 25 de septiembre de 1986, 24 de enero y 13 de junio de 1989 y 22 de septiembre de 2003, es un principio TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 14 general de Derecho el de que nadie puede ir contra sus propios actos, lo que implica “la exigencia de un deber de comportamiento que consiste en la necesidad de observar de cara al futuro la conducta que los actos anteriores hacían prever y aceptar las consecuencias vinculantes que se desprenden de los propios actos, constituyendo un supuesto de lesión a la confianza legítima de las partes "venire contra 'factum' proprium". Debe, por todo ello, desestimarse dicho motivo de impugnación. Sexto. En tercer lugar, alega la actora que el criterio de valoración f), “localización del taller”, tal y como viene definido en el Anexo 4 del Pliego de Condiciones, es nulo de pleno derecho, toda vez que al indicar que “se valorará la distancia existente entre la base o el taller y el Port Vell”, añadiendo que “la base más próxima tendrá 10 puntos y la más alejada 0 puntos”, no se precisa si se trata de una proximidad en el espacio o en el tiempo (postulando la actora que el método más correcto es el de la valoración de la proximidad en el tiempo, que no el de proximidad en el espacio, que ha sido el seguido en el informe de la Ponencia Técnica que sirve de motivación “in aliunde” a la adjudicación). En segundo lugar, afirma que, incluso si se admitiera como válida la valoración con arreglo a la proximidad en el espacio, el citado informe de la Ponencia Técnica no detalla cómo se han medido las distancias luego valoradas, siendo así que se ha padecido error en la expresión de las coordenadas asignadas a la base/taller de FCC que, a su juicio, altera el resultado de la valoración. El alegato debe ser igualmente desestimado. En lo que se refiere al primer extremo, es decir, al propio método de valoración del criterio y a la pretendida imprecisión del pliego, debe recordarse que la resolución 44/2016 de este Tribunal dejó resuelta esta cuestión, al afirmar, en términos de evidente rotundidad y que excluyen toda eventual imprecisión, que “el Pliego de Condiciones prescribe la ponderación relativa del citado criterio (puramente objetivo, en tanto que vinculado a la proximidad geográfica) al afirmar que la “base más próxima tendrá 10 puntos” y “ la más lejana 0 puntos”, de suerte que la distancia a que se sitúen las bases consideradas como más próxima y más lejana determina la puntuación asignada a los restantes licitadores”. TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 15 Esta expresa afirmación del carácter geográfico del criterio de proximidad objeto de valoración debe excluir todo debate sobre el particular, con base en parejos argumentos a los que, girando en torno a la denominada “cosa juzgada administrativa”, se expusieron en el fundamento precedente. Sentado lo anterior, es lo cierto que, contra lo afirmado en la reclamación de la actora, el informe emitido por la Ponencia Técnica el 3 de marzo de 2016 sí detalla, en su primera página, el criterio seguido para la medición de la referida distancia, al expresar que “se ha tomado como destino del trayecto el punto del perímetro del Port Vell que se identifica en plano adjunto, en el anejo nº 2”, acompañando luego diversos planos en los que aparecen reflejados los trayectos seguidos para llegar al indicado destino desde cada una de las bases/talleres ofertados y la distancia respectiva. En el informe complementario remitido, al amparo del artículo 105.2 LSE, con ocasión de la presente reclamación, la citada Ponencia Técnica detalla aún más la metodología seguida para el cálculo de las referidas distancias, advirtiendo que la “medición fue llevada a cabo por los servicios técnicos de Port 2000, de forma directa, contabilizando los kilómetros registrados por el vehículo de la Gerencia en el recorrido de los trayectos definidos para cada licitador”, y ello tomando como referencia la puerta del taller de cada licitador y atendiendo al valor medio de los trayectos de ida y vuelta. Y se añade que, en este contexto, el error padecido en las coordenadas que, a título informativo, se atribuyeron al taller de FCC no tuvo incidencia en la medición, al haberse llevado a cabo en términos reales, que no con arreglo a herramientas tales como Google Maps, que se descartó por imprecisa. El método de medición así descrito se ofrece a la consideración de este Tribunal como plenamente racional. Es innecesario decir que los rotundos y taxativos asertos que, sobre la práctica de la referida medición, se contienen en el informe técnico complementario aludido deben (atendidas las reglas generales sobre valoración de la prueba resultantes de los artículos 319 y 326 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que son analógicamente aplicables) tenerse por ciertos en tanto no sean desvirtuados por otros medios de prueba válidos. Partiendo de este hecho y, por tanto, de la afirmación del TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 16 carácter directo de las mediciones realizadas y atendido que la actora esgrime como único argumento para cuestionar sus resultados los pretendidos valores arrojados por el empleo de la herramienta Google Maps (que, a su entender, llevaría a concluir que la distancia del taller de FCC es de 7,20 kilómetros, en lugar de los 7,40 tomados en consideración por la Ponencia Técnica), cuyos valores, a su vez, son cuestionados por la adjudicataria URBASER S.A. en sus alegaciones (ofreciendo capturas de imágenes de la citada herramienta de las que resultarían distancias superiores- 9 y 8,5 km, con un valor medio de 8,75 km- a las postuladas por la reclamante), debe concluirse que la actora no ha aportado prueba válida suficiente para desvirtuar el buen fundamento de las mediciones (que el órgano de contratación refiere como directas) que sirven de fundamento a la valoración realizada por la Ponencia Técnica (y, por ende, a la resolución de adjudicación objeto de esta reclamación), cuyos términos deben prevalecer sobre las pretensiones de la reclamante. Debe, por todo ello, confirmarse la resolución de adjudicación recurrida, desestimando la reclamación hecha valer por la actora. Por todo lo anterior, VISTOS los preceptos legales de aplicación, ESTE TRIBUNAL, en sesión celebrada en el día de la fecha ACUERDA: Primero. Desestimar la reclamación interpuesta por D. F. J. M. G., en nombre y representación de FOMENTO DE CONSTRUCCIONES Y CONTRATAS S.A. (FCC), contra el acuerdo de adjudicación del contrato “Servicios de limpieza viaria, recogida de residuos y jardinería del Port Vell. Expte. 012/2014”, convocado por la Autoridad Portuaria de Barcelona. Segundo. Levantar la suspensión del procedimiento de contratación. Tercero. Declarar que no se aprecia la concurrencia de mala fe o temeridad en la interposición de la reclamación, por lo que no procede la imposición de la sanción prevista en el artículo 106.5 LCSE. TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016 17 Esta resolución es definitiva en la vía administrativa y contra la misma cabe interponer recurso contencioso-administrativo ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional, en el plazo dos meses, a contar desde el día siguiente a la recepción de esta notificación, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 11, letra f) y 46.1 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES Expdte. TACRC – 264/2016