El Big Bang - Docencia en Matemática Aplicada

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Fascículo
23
RETO
Un bloque de madera con dimensiones
5 x 10 x 30 cm flota en el agua. La distancia vertical de la superficie del agua
al borde superior del bloque es 2,5 cm.
Si queremos colocar encima otro
bloque idéntico, cuál será ahora la
distancia de la superficie del agua al
borde superior del segundo bloque.
Bowling
La venezolana Alicia Marcano ganó medalla
de plata en los XV Juegos Panamericanos de
Río de Janeiro 2007. Marcano subió al segundo
lugar del podio al totalizar 631 puntos.
Página 6.
El Big Bang
Imagen: Fluctuaciones de la
radiación cósmica de fondo
medida por la sonda espacial
WMAP (2003)
Página 4.
Es imposible que el Big
Bang esté incorrecto.
Joseph Silk
(Reino Unido, 1943)
Agua hirviendo
Una manifestación de la energía calórica
de la Tierra son los géiseres, los cuales se
forman cuando el agua subterránea se
calienta por acción del magma
y los gases asociados.
Página 8.
fundación EMPRESAS POLAR > física a diario > fascículo 23
Fisicosas
Radiación cósmica de fondo
on relación al origen de nuestro Universo, una de
las evidencias físicas más sólidas que apoyan al
modelo del Big Bang fue el descubrimiento de la
radiación cósmica de fondo por Arno Penzias y Robert
Wilson, en 1964. La teoría predice que, al comienzo de la
explosión, materia y energía debieron tener una densidad
extremadamente alta y por lo tanto estar muy calientes.
Con la expansión, el Universo temprano progresivamente se enfrió hasta que a los 500.000 años aproximadamente
su temperatura bajó a 3.000 K permitiendo la formación
de átomos y la fuga de radiación (luz) en todas las direcciones. Más aún, la expansión produjo un corrimiento a
temperaturas más bajas que hoy en día se traduce en una
de alrededor de 3 K.
Las primeras predicciones de la radiación de fondo cósmica
fueron hechas en los años cuarenta por George Gamow
quien estimó inicialmente una temperatura de 50 K para
después revisarla a 5 K. Sin embargo, esta importante
predicción fue olvidada durante veinte años hasta el descubrimiento de Penzias y Wilson en la década de 1960.
El fenómeno de la radiación cósmica de fondo fue ampliamente confirmado en 1992 con la sonda espacial de la
NASA Cosmic Background Explorer (COBE), la cual refinó la
temperatura residual de la radiación a 2,725 K y comprobó
su naturaleza altamente isótropa y, en 2003, por la Wilkinson
Microwave Anistropy Probe (WMAP), la cual determinó la
edad del Universo en 13,7 millardos de años.
Isbelia Martín (Universidad Simón Bolívar, Caracas)
Claudio Mendoza (IVIC/CeCalCULA)
Espectro de la radiación cósmica
de fondo que demuestra su
naturaleza térmica con una
temperatura de 2,725 K.
Comparación de la resolución de las fluctuaciones de la radiación cósmica de
fondo medidas por las sondas espaciales COBE (1992) y WMAP (2003) que se
han utilizado para determinar propiedades cosmológicas del Universo.
fundación EMPRESAS POLAR > física a diario > fascículo 23
Gerardo Lara, profesor de física en el Liceo Eduardo Egui Arocha
ice que en todas partes está presente esta ciencia, tanto en el caminar de las
personas, como en el vuelo de las aves. De esos ejemplos extrae metáforas que
intentan enamorar a sus estudiantes del conocimiento.
Ser profesor de física, una de las temidas “tres Marías” del bachillerato, no le produce
ningún complejo a Gerardo Lara. Por el contrario, él tiene fe en sus estudiantes del Liceo
Bolivariano Luis Eduardo Egui Arocha, ubicado en la Urbanización Los Castores en San
Antonio de Los Altos, pues sabe que hoy en día los jóvenes son más curiosos que nunca
y que buscan información por sus propios medios, mucho más que hace apenas unos
años. “Nosotros, como docentes, debemos guiarlos para que su búsqueda sea cada vez
más placentera”.
Por eso, no representa para él un obstáculo la supuesta aversión que los liceístas tienen
contra las disciplinas científicas. “La física es la herramienta que describe al mundo y en
todo está presente: en el caminar de las personas, en la mirada de dos jóvenes, en el vuelo
del ave. Sólo debemos extraer los ejemplos más enriquecedores para capturar la atención
de los jóvenes y embriagarlos con esas cosas sencillas que envuelve la física”.
¿Los programas de física del bachillerato se ajustan a los desafíos que plantea esta
área en la actualidad?
Entramos en un campo difícil porque los programas en su momento estaban actualizados,
pero ese currículo se evalúa muy poco, por cierto, un tema actual. En el quehacer diario
debemos concentrar al joven para que no pierda la visión de lo que queremos presentar.
¿En el liceo en el que da clases se ensaya alguna metodología especial para impartir
la materia?
Sí. Existe un grupo de colegas dado por entero a buscar, actualizar, amoldar, reconciliar
los saberes como un todo. En los Altos Mirandinos somos vistos como una institución
fiable. En la tercera etapa integramos las áreas; así, matemática y física las dicta un docente
en tercer año (noveno grado), y el área de sociales la dicta otro. Esto con el fin de reducir
el número de profesores para el niño o niña de los diferentes grados.
¿Qué es lo que más le fascina, le interesa o le gusta a sus alumnos sobre la física?
El año escolar pasado un grupo visitó el Parque Nacional El Ávila, con la finalidad de medir
la aceleración de gravedad de la Tierra a ese nivel, y comparar los resultados con otro
grupo que se desplazó para Chichiriviche en el estado Falcón. De esa manera ellos se
divierten y aprenden.
Y a usted, ¿qué le parece más atrayente de esta disciplina?
En ella he descubierto una belleza increíble, describo lo que me rodea y eso me ha dado
una y mil razones para seguir fascinado y cada día ver una nueva razón.
¿Qué importancia debería tener la física en los nuevos programas educativos?
En el mundo que estamos trazando existe una visión holística de los saberes. Debemos
conocer del todo y de cada una de sus partes para entender un evento aislado o algo que
nos parece descabellado, y así encontrar una explicación científica y ajustada a un marco
referencial.
La física es la herramienta que describe al mundo
Gerardo Lara es un profesor a tiempo completo, aunque sus
alumnos son heterogéneos. Da clases de física en el Liceo
Bolivariano Luis Eduardo Egui Arocha; de álgebra lineal en
la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza
Armada y de estadística en la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador.
Caraqueño, nacido hace 51 años, se graduó inicialmente de
técnico químico. Se hizo profesor de matemática pero su
esposa, Aura, hizo que se enamorara de la física. “Ella se
retiraba todos los fines de semana a estudiar física teórica
para su maestría y me nombraba a Yoichiro Nambu (un
famoso físico japonés)”. Completó su formación de pregrado
en el Instituto Pedagógico de Caracas, luego hizo un
postgrado de ampliación en Métodos Estadísticos en la
Universidad Central de Venezuela y una maestría en
Educación, mención Enseñanza de la Física.
Amante de la poesía y de la fotografía, su mayor orgullo son
sus cuatro hijos que se han dedicado a profesiones tan
diversas como la ingeniería, la citotecnología, las artes
culinarias y la arquitectura.
Para ser exitoso tiene una fórmula: “50% pasión, 50% interés,
100% organización y 250% gente que te comprenda”. Entre
los científicos que admira está el físico y matemático
estadounidense Brian Greene, de quien le maravillan sus
aportes a la teoría de las supercuerdas la cual, quizás algún
día, “permitirá entender el Universo desde el microcosmos”.
La física en la historia
Andrés Bello y la cosmografía
Yajaira Freites, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Caracas
ndrés Bello (1781-1865), a la par de sus intereses lingüísticos, literarios y jurídicos, también
se ocupó de temas científicos desde su época juvenil en Caracas. Escribió el tratado
Cosmografía o descripción del Universo conforme a los últimos descubrimientos, publicado
en Santiago de Chile en 1848. En quince capítulos estudió la forma, dimensiones y movimientos
de la Tierra, el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas. Más aún, disertó sobre la gravitación universal,
los cometas, los aerolitos y, finalmente, sobre el calendario, exponiendo los métodos para el cálculo
de la fecha de Pascua. Utilizó la literatura científica más actualizada de la época, como por ejemplo
las obras del inglés John Herschel, del francés François Arago y las revistas Foreign Quarterly Review
y Nautical Almanac.
Bello señaló que para saber la distancia entre la Tierra y las estrellas se procedía “computando el
tiempo que la luz emplea en atravesar ese espacio”. En ese entonces, se calculaba que la luz viajaba
a 70.000 leguas por segundo. Por esta razón, la luz de la estrella de la más pequeña magnitud se
tardaría por lo menos mil años en ser percibida por el hombre, de modo que cuando éste la notara,
se estaría “leyendo una historia de mil años de fecha”. Y en cuanto a los planetas, para la época de
Bello se conocían a Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno y Urano, llamados zodiacales por
moverse dentro de la zona celeste denominada el “zodíaco”; y los ultrazodiacales, Vesta, Juno,
Ceres y Palas, ubicados entre las órbitas de Marte y Júpiter que hoy se identifican como asteroides,
habiéndose detectado unos 2.000 de ellos.
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El Big Bang, el Universo y la cosmo
Héctor Rago, Universidad de Los Andes, Mérida
n el siglo XX, la humanidad se regaló a sí misma la más hermosa historia
jamás contada: la historia del Universo. El descubrimiento de la expansión
universal, realizado por Edwin Hubble en
1929, y el de la radiación cósmica de fondo
hecho por Penzias y Wilson en 1964 nos
hablaron de un universo en evolución y,
por tanto, susceptible de ser estudiado
con las leyes de la física. Milenios de
prejuicios e interminables disputas filosóficas y teológicas cedieron así su lugar a la
descripción científica del Universo. Como
el jazz, la cosmología es hija del siglo XX.
Hoy sabemos con razonable confianza que
en el Universo que observamos hay centenares de millardos de galaxias distribuidas
más o menos uniformemente, y que se
alejan unas de otras en una gigantesca
estampida cósmica cada vez más acelerada. Sabemos además que hubo una época
en la que no había ni galaxias ni estrellas,
ni siquiera átomos ni núcleos atómicos. El
Universo era una sopa de partículas fundamentales en condiciones extremas que se
expandía vertiginosamente tras el más
violento parto del que se tenga noticia: el
Big Bang.
¿Por qué nosotros?
¿Por qué es precisamente ahora cuando
la ciencia nos ofrece una visión coherente
y verificable de la evolución del Universo?
¿Podemos entonces prever su evolución
desde fracciones de segundo después del
Big Bang hasta ahora? Esencialmente, porque es ahora cuando disponemos de una
tecnología suficientemente poderosa para
“ver” al Universo en todas las regiones del
espectro de luz; podemos colocar telescopios en el espacio para eludir las perturbaciones de la atmósfera; es posible mirar
objetos situados a cientos de millones de
años-luz y saber cómo eran cuando nos
enviaron su luz; poseemos computadoras
capaces de almacenar y manipular datos
valiosos y, finalmente, disponemos de
leyes y teorías de la física apropiadas: una
excelente teoría de la gravedad (la relatividad general de Einstein) y una comprensión de las intimidades de la materia
gracias a la teoría cuántica. Si en el siglo
XVII la humanidad pudo descifrar el
funcionamiento del Sistema Solar, en el
siglo XX el Universo comenzó a revelarnos
todos sus otros secretos.
La historia térmica del Universo
La historia del Universo es la descripción
de los distintos procesos físicos que
ocurren en una sopa de partículas
elementales que se enfría por la expansión.
La cosmología nos brinda una descripción
que se simplifica en esta gráfica.
Átomo de
hidrógeno
Núcleo de
hidrógeno
Núcleo
de helio
Neutrón
Quark
Protón
Electrón
1 segundo
EL TIEMPO COMIENZA
Tiempo
10-43 segundos
Temperatura
10-32 segundos
1027 ºC
Cuando el Universo tenía una cienmilésima
de segundo, su temperatura era de mil millardos de grados. En esa época se formó la
materia como la conocemos hoy en día, partículas tales como los protones, neutrones y
electrones. Además, había antimateria y luz
(fotones), todos en estricto equilibrio térmico.
10-6 segundos
1013 ºC
Entre los 10 s y los primeros minutos, la temperatura era de unos mil millones de grados,
similar a la de los centros de las estrellas. Las
energías permitían reacciones nucleares que
formaron los núcleos de los primeros elementos químicos: hidrógeno, deuterio, helio y
litio. Inmediatamente la temperatura se hizo
demasiado baja para seguir “cocinando”
elementos más pesados.
fundación EMPRESAS POLAR > física a diario > fascículo 23
“En el comienzo hubo una explosión. Pero no como las que estamos
acostumbrados en la Tierra, que comienzan en un centro definido
y se expanden envolviendo más y más aire alrededor, sino una
explosión que ocurrió simultáneamente en todas partes, llenando
todo el espacio desde el comienzo, con cada partícula de materia
alejándose una de las otras”. Steven Weinberg (EEUU, 1933)
logía
Protogalaxia
Galaxia
La edad actual del Universo es de 13,7 millardos
de años. Tiene una temperatura de 3 K que
corresponde a un espectro luminoso en la
región de las microondas. Es la radiación que
descubrieron Penzias y Wilson, la cual nos brinda
información valiosísima acerca del Universo a
los 380 000 años de edad.
Átomo de helio
Hoy en día
3 minutos
108 ºC
300 000 años
104 ºC
1 millardo años
-200 ºC
A los 380 000 años, la temperatura era de unos
3 000 K, y la energía de los fotones no impedía
que los núcleos y los electrones formaran átomos. La materia en forma de átomos es transparente a la luz, de modo que ésta y la materia
no volverían a interactuar. Los fotones viajarían
entonces libremente, sólo sintiendo los efectos
de la expansión.
14 millardos años
-270 ºC
A los cien millones de años, la materia comenzó a colapsar bajo la fuerza de gravedad a
partir de pequeñísimas perturbaciones en su
densidad. Las partes más densas comenzaron
a formar estrellas y galaxias. El Universo se
había enfriado a unos 30 K. En los centros
estelares se fraguaban lentamente los elementos químicos más pesados que quedarían dispersos en el espacio al explotar las
estrellas por falta de combustible.
El lado oscuro del Universo
Las observaciones indican que la materia
que nos compone tanto a nosotros como
a las estrellas es apenas el 5% de toda la
materia existente en el Universo. Los
efectos gravitacionales y otras evidencias
nos hablan del 25% de una materia que
no vemos, materia oscura, en donde
están “empotradas” las galaxias. No sabemos qué tipo de materia es. Los físicos
trabajan activamente por descubrirla en
laboratorios llamados aceleradores. Más
extraño aún es el 70% restante: llamada
energía oscura, produce una repulsión
gravitacional que es responsable de una
expansión universal acelerada. En su versión más simple, se le asocia con la energía
del espacio vacío pero todo intento de
calcular su valor fracasa estrepitosamente.
Con esa composición de la materia del
Universo, la geometría del espacio es
euclidiana, es decir, no tiene curvatura.
El Big Bang
A medida que consideramos instantes más
cercanos al Big Bang, la física se hace más
incierta. Es probable que en los primerísimos instantes haya ocurrido una fase de
expansión acelerada exponencialmente
llamada inflación. Los modelos inflacionarios logran explicar algunos aspectos
de nuestro Universo. Si seguimos retrocediendo en el tiempo, llegamos a un punto
donde la densidad, la temperatura y la tasa
de expansión se vuelven infinitas. Cuando aparecen infinitos, los físicos suelen
hablar de una singularidad. En el instante
del Big Bang, las ecuaciones matemáticas
colapsan y resultan inútiles para estimar
resultados. Estos infinitos nos dicen que
la teoría llegó a su límite de validez, perdió
capacidad de predicción y debe ser reemplazada tal vez por la elusiva teoría de
“gravedad cuántica”. Cualquier afirmación
que se haga sobre el Big Bang en ese lapso es temeraria. Por ahora. Esta ignorancia,
sin embargo, no le quita méritos a la descripción general que es extraordinariamente exitosa. Entender mejor la naturaleza del Big Bang es un reto para la física por
venir, y clave para entender mejor el origen
de nuestro Universo.
SABÍAS QUE... La mayor parte de la
masa que llena el Universo aún no se
ha localizado. El límite de observación
está entre 20 micras y 11 000 millones
de años luz.
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Prueba y verás
La fuente burbujeante
Parque Tecnológico de Mérida
on una hoja de papel haz un cilindro de diámetro un poco
menor que la boca de una botella de refresco. Consigue
unas gomitas azucaradas. Si son muy grandes, las cortas
al tamaño adecuado para que quepan dentro del cilindro. Con un
dedo tapa el extremo inferior del cilindro y llénalo con las gomitas.
Pídele a un compañero que destape un refresco. Una vez destapado
pon el cilindro sobre su boca y deja caer las gomitas dentro de él.
Apártate y observa qué sucede.
Verás aparecer grandes cantidades de burbujas dentro de la botella
que de repente salen violentamente, semejando a una fuente. ¿Por
qué?
Todos los refrescos tienen disuelta en su interior una gran cantidad
del gas dióxido de carbono (CO2) a presión. Cuando se destapa un
refresco uno ve las burbujas que se forman y, además, uno escucha
el gas saliendo. Pero da la casualidad de que las burbujas no se
forman solas, siempre necesitan un lugar donde poder formarse:
una mota de sucio, una superficie irregular, etc. Así que al introducir
todas las gomitas azucaradas (con tantas irregularidades “azucaradas”), estamos multiplicando por cientos los centros de formación de las burbujas. De esta manera el CO2 presente se libera casi
de inmediato y expulsa el líquido de la botella violentamente,
pareciéndose a una fuente.
¡Esta experiencia se debe realizar al aire libre, para no ensuciar!
Deportes
Golpeando al pin
1
para tumbar 10
Rogelio F. Chovet
l bowling (bolos o boliche en español) es casi tan
antiguo como la invención de la rueda: existía como
pasatiempo en Egipto desde el año 5200 a.C.
aproximadamente. Los griegos y los romanos tuvieron
también alguna forma de este juego.
Actualmente se practica sobre una superficie horizontal de
madera pulida de un poco más de un metro de ancho y
18 m de longitud. Una partida consta de diez jugadas, y el
objetivo es intentar derribar todos los pines (bolos) con sólo
uno o dos lanzamientos por jugada. Cuando se derriban
todos los pines con la primera bola se llama “strike”. Si no se
consigue en la primera, pero se logran tumbar los que
quedaron con una segunda bola, se anota un“spare”. Cuando
se alcanza un strike el jugador obtiene 10 puntos y se le
suman los resultados de los dos lanzamientos siguientes.
En caso de spare, se obtienen los mismos 10 puntos pero
sólo se adiciona lo que se logra en el siguiente tiro. Cada
partida o juego consta de 10 oportunidades y el máximo
puntaje que se puede obtener es de 300 puntos.
La técnica de lanzamiento es muy importante ya que la
forma en que la bola golpea al pin 1 determina que se
consiga el strike. Si se le da completamente de frente a este
pin, lo más seguro será que queden los pines 7 y 10, situación
que se denomina “split”. Por ello es importante que el golpe
sea descentrado con respecto al pin 1 y que a la bola se le
dé un efecto de rotación (espín) para que ayude a que no
quede ningún pin parado.
Área de
lanzamiento
4,5 m
18 m
2
2
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La física en... el tractor gravitatorio
Remolcador de asteroides
Parque Tecnológico de Mérida
egún algunas teorías, hace millones
de años cayó un asteroide cuyo impacto eliminó a los dinosaurios de la
faz de la Tierra. Si actualmente se identificara un asteroide que amenazara colisionar
con la Tierra produciendo una catástrofe,
¿qué podríamos hacer? Entre las varias
alternativas propuestas, estaría el uso del
llamado tractor gravitatorio (TG).
Se piensa que esta propuesta es más
efectiva que hacer detonar, por ejemplo,
una bomba atómica para dividir el asteroide en trozos menores tal como ocurre
en la película Armageddon. La razón es
que se conoce poco sobre la composición
interna de los asteroides, su rotación y
sobre el momento adecuado para impactarlos sin empeorar la situación.
El TG es una nave o remolcador espacial
que usa la atracción gravitacional entre su
masa y la del asteroide como cable de
remolque. Es capaz de mantenerse separado del asteroide a una distancia fija
(aproximadamente 1,5 el radio del asteroide), y tiene un sistema de propulsión que
le permite moverse en la dirección
necesaria para desviar la ruta del asteroide
usando la atracción gravitacional, y así
evitar que colisione con la Tierra.
El principio cosmológico
Claudio Mendoza, IVIC/CeCalCULA
a aplicación de la teoría de la relatividad general
de Einstein a las estructuras de gran escala del Universo conduce a una gama de soluciones dinámicas
que fueron estudiadas por Alexander Friedmman y
Georges Lemaître en los años veinte. De éstas, la que ha
imperado en la actualidad ha sido la propuesta por
Friedmann que se conoce como el Big Bang caliente y
se basa en el Principio cosmológico: “el Universo es en
promedio homogéneo e isótropo”. Si se toman en cuenta
estas dos condiciones, la evolución del Universo sólo
tiene dos posibilidades, una de contracción o una de
expansión, y la velocidad relativa entre dos puntos en
el espacio en cualquier momento es proporcional a su
separación, o sea, la relación que Hubble encontró en
sus observaciones sobre la recesión de las galaxias
lejanas.
El Principio cosmológico refrenda el postulado de Copérnico en el siglo XVI sobre la inexistencia de “observadores
especiales” y el de Newton en el siglo XVII sobre la
universalidad de las leyes físicas. Sin embargo, no tiene
fundamentos en ninguna teoría física, es decir, no puede
ser demostrado matemáticamente, pero su evidencia
moderna más contundente es la isotropía de la radiación
cósmica de fondo.
Edwin Hubble (EEUU, 1889-1953) observando en el telescopio Hooker de 100”
del Observatorio del Monte Wilson,
California. A fines de la década de 1920,
Hubble hace un descubrimiento de
trascendental importancia sobre el
orden cosmológico de nuestro Universo:
las galaxias distantes se alejan de
nosotros a velocidades proporcionales
a sus distancias, lo que implica que el
Universo se expande.
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Planeta Tierra: ¿es caliente su interior?
Inírida Rodríguez, Universidad Central de Venezuela, Caracas
no de los factores que podemos medir para responder esa interrogante es el flujo
de calor, esto es, la cantidad de energía que fluye a través de una unidad de área
en un tiempo unitario. La misma es proporcional al gradiente geotérmico o incremento de la temperatura con la profundidad, del orden de 20 ºC/km cerca de la superficie.
La evidencia sismológica, obtenida a partir de la determinación de velocidades, sugiere
que ese factor decrece notablemente cuando profundizamos en el interior de la Tierra, si
no la temperatura alcanzaría valores propios de roca fundida a 100 km de profundidad y
no transmitiría las ondas S, lo cual no es cierto.
El valor promedio mundial es 1,5 unidades de flujo calórico (HFU) y este calor es radiado
al espacio. Los valores máximos, en un rango de 2,0 a 2,5 HFU, han sido determinados en
regiones donde existen manifestaciones de magma, gases o agua caliente en la superficie
terrestre. En estas zonas se observan las muestras más espectaculares de actividad
volcánica cuando, a través de conos o fisuras, el magma incandescente asciende y es
expulsado al exterior, donde eventualmente se solidifica y forma lavas que quedan como
vestigio de la erupción. El magma sometido a la presión confinante de la carga de rocas
suprayacentes, contiene cantidades variables de gas (principalmente vapor de agua, H2,
CO, CO2, sulfuros de H2). Si el magma es espeso y el ascenso rápido, la erupción es violenta;
si es ligero, el gas escapa en forma gradual y la erupción es más suave, acompañada de
coladas de lava. Otra manifestación de energía calórica en la Tierra se advierte en los
géiseres, cuando el agua subterránea, calentada por acción del magma y gases asociados,
o por rocas calientes que la rodean, es eyectada a la superficie en forma intermitente, como
una fontana de agua caliente y vapor que puede alcanzar alturas considerables.
En la Tierra existen unos 500 volcanes activos, pero sólo en unos 20 o 30 ocurren erupciones
cada año. La mayoría se mantiene durmiente, en lapsos de relativa o total inactividad entre
erupciones que pueden durar de decenas a miles de años. Y de pronto, con cierta, escasa
o nula advertencia, despiertan... No es fácil detectar los síntomas, a veces se producen
sismos de baja magnitud, cambios en el campo magnético y en la topografía alrededor
del volcán… Si pudiéramos detectarlos, la predicción del momento cumbre de la erupción
podría prevenir la pérdida de vidas, pero nuestra capacidad para impedir muertes, el daño
a bienes y cultivos es ciertamente muy limitada.
Exploraciones planetarias
Misión Cassini-Huygens a Saturno
Claudio Mendoza, IVIC/CeCalCULA
una distancia de 1,4 millardos de kilómetros del Sol, Saturno es el
sexto planeta y el segundo en tamaño con un diámetro ecuatorial
de 119 300 km. Es algo achatado en los polos debido a su rápida
rotación, su día sólo dura 10h 39m, pero le toma 29,5 años darle la vuelta al
Sol. Está compuesto en su mayor parte por hidrógeno gaseoso con trazas de
helio y metano, y tiene unos vientos fortísimos con velocidades de 500 m/s
en la región ecuatorial. El bello y complejo sistema de anillos, compuesto de
piedritas y cubitos de hielo, lo distingue del resto de los planetas, y sus numerosas y misteriosas lunas lo hacen científicamente muy atractivo, en particular
la más grande, Titán, que es una de las pocas del Sistema Solar con atmósfera.
La misión espacial Cassini-Huygens despegó de la Tierra en octubre de 1997
y llegó a Saturno siete años después, en junio de 2004, con unas metas
ambiciosas. Es la primera vez que se estudia a Saturno desde una sonda
(Cassini) que va a estar en órbita alrededor del planeta por varios años, y la
primera vez también que se hace aterrizar otra, Huygens, sobre la superficie
de su luna Titán. Esta misión ha sido resultado de una colaboración internacional
de tres agencias espaciales y 17 naciones.
En sus primeros tres años, esta misión ha renovado el entendimiento del
complicado sistema de Saturno: los anillos, la magnetosfera, las lunas y, sobre
todo, la composición de la atmósfera, las nubes y la superficie de Titán, donde
encontramos mucho parecido con los procesos climáticos terrestres.
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