orellana c dapello - Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos

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PODER JUDICIAL DE LA PROVINCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO
SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA- SALA CRIMINAL, LABORAL Y
MINAS
“ORELLANA SANDRA NATALIA C/ DAPELLO HECTOR ROBERTO Y/U
OTROS S/ DIFERENCIA DE SUELDOS, ETC. - CASACIÓN LABORAL”EXPTE. Nº 17.643 – AÑO 2011
RESOL. SERIE “B” N° 271
En la Ciudad de Santiago del Estero, a los trece días del mes de septiembre
de dos mil doce, la Sala Criminal, Laboral y Minas del Excmo. Superior
Tribunal de Justicia, integrada por el Dr. Agustín Pedro Rímini Olmedo,
como Presidente, y los Dres. Raúl Alberto Juárez Carol y Armando
Lionel Suárez, como Vocales y, a los efectos del art. 188 de la
Constitución
Provincial,
con
los Dres.
Eduardo
José
Ramón
Llugdar y Sebastián Diego Argibay, asistidos por la Secretaria Judicial
Autorizante, Dra. Isabel Mercedes Sonzini de Vittar, a los efectos de
resolver el recurso interpuesto contra la resolución de fs. 437/445
del Expte. Nº 17.643 – Año 2011 – caratulado: “Orellana Sandra
Natalia c/ Dapello Hector Roberto y/u otros s/ Diferencia de
Sueldos, etc. - Casación Laboral”. Establecido el orden de pase a
estudio, resultó designado para hacerlo en primer término el Dr. Raúl
Alberto Juárez Carol, y en segundo y tercer lugar, los Dres. Agustín
Pedro Rímini Olmedo y Armando Lionel Suárez respectivamente; y a
los efectos del art. 188 de la Constitución Provincial, los Dres. Eduardo
José Ramón Llugdar y Sebastián Diego Argibay.
El Sr. Vocal, Dr. Raúl Alberto Juárez Carol dijo:
Y Vistos:
Para dictar sentencia en los autos del epígrafe. Y Considerando:
I) Que llegan los presentes autos a este Tribunal en virtud del recurso de
casación formulado por la parte actora (fs. 447/448), en contra de la
sentencia definitiva dictada por la Excma. Cámara de Trabajo y Minas de
Tercera Nominación, en fecha once de junio de dos mil nueve, obrante a
fojas 437/445, por la que se resuelve admitir parcialmente la demanda. Que
tal recurso es concedido por el Tribunal de origen por ante esta Sala, la que
lo declara bien concedido y ordena el trámite de ley, quedando a despacho
para resolver, previo dictamen fiscal.II) El Sr. Fiscal General del Ministerio Público, dictamina a fs. 501/502 en
forma negativa sobre los agravios referidos a las cuestiones planteadas, por
considerarlas de orden fáctico (hechos y prueba), que son privativas del
Tribunal de mérito y no advirtiendo absurdo o arbitrariedad, a excepción del
rubro omitido sobre jornada nocturna, viabilizando su admisión.III) Que en su escrito recursivo citado y de acuerdo a los antecedentes de
la litis que explaya, el fundante casacionista censura y sostiene en lo
esencial, que la sentencia dictada se formula con arbitrariedad manifiesto,
con violación de la ley y errónea aplicación del derecho, puesto que existe
por el Tribunal a quo (en dirección a los rubros rechazados) una falta de
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merituación debida probatoria de la causa, respecto de la documental
contable y la omisión de su exhibición de elementos de contralor previstos
por los artículos 52 y 54 L.C.T., como presunción a favor de las
afirmaciones del trabajador, sobre las circunstancias que debían constar en
tales asientos, obviando la aplicación del art. 55 L.C.T. y 78 C.P.L. Ley
3.603. Seguidamente alega también la omisión de tratamiento y concesión
del rubro jornada nocturna. Basado en dichos motivos, asevera que debe
revocarse el fallo impugnado y en consecuencia solicita al Tribunal Casatorio
que dicte sentencia, haciendo lugar al recurso y rubros, con costas.IV) El recurso en mi estima no debe prosperar. A titulo de introito diré, los
agravios referenciados, en principio sólo suscitan el examen de cuestiones
de hecho y prueba, por referirse lo vinculado a la motivación fáctica de los
rubros y extrañas por ende a la vía del recurso de casación, y cabría hacer
excepción a dicha regla, cuando surge absurdo o arbitrariedad
perspicuamente demostrado. Siguiendo una adecuada interpretación
normativa de las vías de acceso previstas por la ley laboral de rito, y a
efectos de no desvirtuar el verdadero alcance y esencia del recurso
casatorio, este Tribunal ha señalado con particular énfasis, que resulta
esencial el cumplimiento por parte del recurrente de una cabal
demostración de la violación de la ley o la aplicación falsa o errónea que
denuncia del fallo impugnado, de manera de suministrar con ello,
fundamentos que estén referidos directa y concretamente a los conceptos
que estructuran la construcción jurídica en que se asienta la sentencia,
especialmente teniendo en cuenta que estamos frente a una vía
extraordinaria y por ende limitada y restringida como es la casación. Es de
enfatizar entonces, que “al Tribunal de la Casación sólo le corresponde el
contralor de la ley sustantiva aplicada por los tribunales de mérito. Su
misión se limita a la revisión del derecho contenido en la sentencia. Todo lo
que se refiere a la determinación del objeto y al ejercicio de los poderes
discrecionales quedan fuera de su ámbito” (De la Rúa, “Recurso de
Casación”, pág. 104/105 N° 102). Asimismo, los magistrados no están
obligados a seguir a las partes en cada una de las argumentaciones, ni a
ponderar todas ellas, puede desechar las alegaciones y/o probanzas que
considere innecesarias o inconducentes con relación al objeto. Estos
conceptos han sido reiteradamente señalados por la jurisprudencia” (cfr. DE
SANTO - “El Proceso Civil”- T. VIII-A, p. 19, Edit. Universidad, 1987) y esta
Sala ha expresado consecuentemente: “En el proceso laboral, como en el
civil, la selección y valoración de las pruebas es función privativa de los
jueces de la causa, quienes no están obligados a seguir a las partes en
todas sus alegaciones, sino a tomar en cuenta sólo aquellas que estimen
conducentes para la mejor solución del litigio” (conf. ST, 21942, sent. del
15-III-2006; ST, 21943, sent. del 17-III-2006; ST, 23031, sent. del 7-VII2006; ST, 23021, sent. del 21-VI-2006; ST, 23102, sent. del 10-VII-2006;
ST, 23131, sent. del 10-XI-2006; ST, 22114, sent. del 18-IV-2006; ST,
23223, sent. del 3-IV-2007; ST, 23457, sent. del 26-III-2008; ST, 23549,
sent. del 10-III-2008; ST, 23636, sent. del 15-IV-2008, Base JUSE en
JUBA). En efecto, “seleccionar los medios de prueba computables y
atribuirles la jerarquía pertinente es, en principio, facultad privativa de los
jueces de la instancia ordinaria y exenta de casación” (Morello y otros,
Código Proc. Civ. y Com. Comentados, pág. 279 y jurisp. allí citada).-------
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V) Corresponde señalar, en primer lugar, que la facultad revisora de esta
casación está circunscripta al contenido de la sentencia y a la concreta
impugnación contra ella formulada. El éxito de la impugnación, supone
entonces la configuración de aquel error grave y grosero, concretado en una
conclusión del sentenciante visiblemente incoherente y contradictoria en el
orden lógico formal e incompatible con las constancias objetivas que
resultan de la causa, pues no cualquier equívoco o disentimiento autoriza a
tener por acreditado el absurdo, ni puede este Tribunal sustituir con su
propio criterio al de los jueces de mérito. En el caso, la crítica fundada en
las discrepancias interpretativas acerca del contenido de las pruebas y/o
presunciones aplicables no resulta apta para demostrar la configuración del
absurdo o arbitrariedad denunciado. Ergo, cabe recordar, que resulta
insuficiente el recurso extraordinario de casación, que se estructura sobre la
base de argumentos que sólo evidencian la pretensión de disputarle al
juzgador de grado la facultad privativa que tiene de seleccionar, jerarquizar
y meritar los elementos probatorios adquiridos durante la sustanciación del
trámite. Establecido lo anterior, debe señalarse que la eficacia probatoria de
la presunción propugnada en los términos de la normativa mencionada por
el recurrente, pierde su operatividad si como sucedió en el caso, el Tribunal
de grado, ha establecido el rechazo de diversos rubros requeridos por el
trabajador sobre la base de prueba que estimo idónea. Es real que esta Sala
ha expresado: “El libro que prescribe el art. 52 de la Ley de Contrato de
Trabajo debe ser llevado por todo empleador sin excepción y cualquiera sea
el número del dependientes que ocupe, por lo que la falta de exhibición del
mismo debe ser tenida en cuenta como presunción a favor de las
afirmaciones del actor respecto de las circunstancias que debían constar en
tales asientos, en el caso, fecha de ingreso, conforme el art. 55 de la
mencionada normativa” (ST 21907 S 19-9-2005, Juez RIMINI OLMEDO
(SD), “Ibañez Nora a. y otros c/ Club Centro Recreativo y/u otros”; Juse en
web JUBA). Sin embargo, en este punto, es preciso señalar que, la
presunción prevista en el art. 55 de la Ley de Contrato de Trabajo, ídem la
normativa procesal, cuya aplicación reclama el impugnante, es “iuris
tantum” y puede ser enervada por prueba en contrario. “Se trata de una
presunción "simple", "relativa" o "iuris tantum" que admite prueba en
contrario, puesto que la ley no la establece como "absoluta" o "iuris et de
iure". Consecuentemente, el empleador puede demostrar que lo aseverado
en la demanda, y que la ley manda presumir como cierto, no lo es en
realidad.” (Etala, Carlos Alberto y Maza, Miguel Ángel, D.T. on line). Así
expone la doctrina: “En cuanto a la presunción dispuesta en el art. 55, LCT,
que se genera en favor del trabajador en caso de que la empresa no lleve
libros, ni exhiba la documentación legalmente exigida (arts. 52 y 54, LCT),
es necesario aclarar dos cuestiones: En primer lugar, se trata de una
presunción iuris tantum , es decir que puede ser desvirtuada por prueba en
contrario. En segundo lugar -respecto de su alcance-, se tienen por ciertas
las afirmaciones del trabajador consignadas en la demanda judicial
exclusivamente sobre las circunstancias que deben constar en tales libros;
por lo cual, si una empresa no lleva libros o no registró a una persona, no
genera, per se, la presunción de que existe contrato de trabajo” (GRISOLIA,
Julio Armando, “Manual de Derecho Laboral”, pág. 103, Edit. Abeledo
Perrot, 10ª edic. ampl. y act., 2010). “De acuerdo con lo preceptuado por el
artículo 55 de la LCT, la falta de exhibición de los elementos de contralor
previsto en los artículos 52 y 54 constituirá una presunción a favor de las
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afirmaciones hechas por el trabajador, respecto de los datos que debían
figurar en tales registros (ej.: fecha de ingreso, sueldo, categoría, etc.). La
presunción del artículo 55 de la LCT lleva a tener por ciertas no sólo la
remuneración sino también la categoría laboral invocadas por el actor,
incumbiendo al empleador la prueba en contrario (CNAT, sala III, 28-2-85,
T. S. S. 1985-825). La presunción que establece el artículo 55 de la LCT es
iuris tantum, por lo que los recibos firmados y reconocidos por el trabajador
son hábiles para controvertirla (CNAT, sala II, 30-12-91, D. T. 1992-A438)” [cf. RUBIO, Valentín y colab. , “Régimen Legal del Contrato de
Trabajo, Ley 20.744”, Colección de leyes anotadas, 1ª edic.,Edit. RubinzalCulzoni}. En consecuencia, la circunstancia de que el Tribunal de la causa
no haya aplicado lisa y llanamente la presunción del art. 55 de la LCT no
autoriza a este Alto Cuerpo a revocar dicha decisión. “No cualquier
disentimiento autoriza a tener por acreditado el absurdo, ni tampoco puede
este Tribunal sustituir con su propio criterio al de los jueces de mérito. El
absurdo no queda configurado aún cuando el criterio del sentenciante pueda
ser calificado de objetable, discutible o poco convincente, porque se
requiere algo más: el error grave, grosero y manifiesto que conduzca a
conclusiones inconciliables con las constancias de la causa” (conf. ST,
23952, sent. del 12-V-2009; ST, 24290, sent. del 23-III-2010; ST, 24048,
sent. del 15-XII-2010, Base JUBA). Por consiguiente, “las discrepancias del
recurrente con el criterio seguido por los jueces en la selección y valoración
de las pruebas, no sustenta la tacha de arbitrariedad en que se pretende
fundar una casación, aún cuando se invoque error en la solución que se
impugna” (conf. STJ, 23330, sent. del 23-IV-2007; STJ, 23390, sent. del
12-VII-2007; STJ, 23389, sent. del 10-VII-2007; STJ, 23531, sent. del 27XII-2007, Base JUSE en JUBA).Así, confrontando la argumentación recursiva con la sentencia podemos
decir que, en el sub examine, no obstante invocarse arbitrariedad, de la
confrontación de los agravios con el fallo impugnado surge que toda la
argumentación recursoria, pese al matiz que el recurrente aspira otorgarle,
se vincula con el criterio con que el Tribunal a quo analizó las constancias
de autos, ponderó las pruebas y aplicó el derecho laboral en ejercicio de
facultades privativas, ajenas a esta instancia. En apretada síntesis, la
apreciación de las circunstancias fácticas y la valoración de los elementos
probatorios
colectados
durante
la
sustanciación
del
proceso,
fundamentalmente lo que atañe a su selección, jerarquización, mérito y
eficacia, constituyen facultades privativas de los tribunales de trabajo,
excluidas en principio de la revisión extraordinaria, salvo la cabal
demostración de absurdo o arbitrariedad. Tal vicio, no logra ser demostrado
por el recurrente; de la lectura de los fundamentos del recurso en estudio y
de la resolución materia de casación, no se advierte la existencia de dicho
supuesto de excepción. La crítica traduce -tan sólo- una mera discrepancia
subjetiva con la valoración formulada por el Tribunal de trabajo en uso de
sus potestades privativas y los agravios deben ser rechazados.Vale si destacar dos cuestiones: respecto de las diferencias salariales y el
CCT aplicable, debo decir que amen de lo expresado por los Sres.
Camaristas, el CCT 415/05 que cita el presentante comenzó regir en
Septiembre 2005 -Fecha de homologación: 05/09/2005, D.T. en LL on line(cuya operatividad no puede se retroactiva) aplicándose anteriormente el
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CCT 371/03 (que renovó el CCT 322/99) vigente por ultraactividad, los que
no fueron citados conforme el art. 8 L.C.T. y no impone su aplicación
oficiosa, ni por vía del principio llamado “iura novit curia”. Expuso esta Sala:
“Dado que por imperio del art. 8º de la ley de contrato de trabajo, se
condiciona la aplicación de un convenio colectivo a que éste hubiere estado
debidamente individualizado en la etapa procesal oportuna, carece de toda
virtualidad su alegación o prueba posterior; sin que corresponda la
aplicación en la materia del principio `iura novit curia’ ”(POSE, Carlos, “Ley
de Contrato de Trabajo”, 2da. edic. act., pág. 20, Edit. David Grinberg,
2004). O sea, “Si bien conforme a la regla iura novit curia el juzgador tiene
la facultad y el deber de discutir los conflictos litigiosos y dirimirlos según el
derecho vigente, calificando automáticamente la realidad fáctica y
subsumiéndola en las normas que la rigen, con prescindencia de los
fundamentos jurídicos que enuncien las partes, el aludido principio sólo
alcanza a las normas de origen estatal, que se presumen por todos
conocidas, y no a las que, como el convenio colectivo de trabajo, son de
génesis contractual” [Sup. Trib. Just., Resol. Serie B nº 269, 17/1072011,
“Ledesma Carlos Alberto c/ Gorostiza Servicios Sociales”; Ídem ST 24443 S
17-10-2011, Base JUSE]. En orden al agravio, dirigido a lograr la admisión
del rubro: “jornada nocturna”, debe rechazarse el mismo, toda vez, que no
habiendo formado parte de la traba de la litis (ver fs. 117/118), no existía
obligación jurisdiccional de expedirse, conforme al principio de congruencia
y el derecho de defensa.Por todo lo expresado, dictamen del Sr. Fiscal General, doctrina y
jurisprudencia reseñadas. Voto por: I) Rechazar el recurso de casación
interpuesto por la parte accionante, en contra de la en contra de la
sentencia definitiva dictada por la Excma. Cámara de Trabajo y Minas de
Tercera Nominación, en fecha once de junio de dos mil nueve, obrante a
fojas 437/445, en lo que fue materia de agravios. II) Con costas en esta
instancia a la vencida, pero eximiendo de su pago a la recurrente actora,
conforme lo normado por el art. 122 del CPL Ley 3603 y modif..A estas mismas cuestiones, el Dr. Agustín Pedro Rímini Olmedo dijo:
Que comparte los argumentos esgrimidos por el Vocal preopinante, Dr.
Raúl Alberto Juárez Carol, emitiendo su voto en idéntico sentido.
A las mismas cuestiones, el Dr. Armando Lionel Suárez, dijo: Que se
adhiere en un todo a lo sustentado por el Dr. Raúl Alberto Juárez
Carol votando en igual forma. Con lo que se dió por terminado el Acto,
firmando los Sres. Vocales, por ante mí, que doy fe. Fdo: Raúl Alberto
Juárez Carol - Agustín Pedro Rímini Olmedo - Armando Lionel Suárez - Ante
mí: Dra. Isabel M. Sonzini de Vittar - Secretaria Judicial Autorizante - Es
copia fiel del original, doy fe.
Santiago del Estero, trece de septiembre del año dos mil doce.En mérito al resultado de la votación que antecede, la Sala Criminal,
Laboral y Minas del Excmo. Superior Tribunal de Justicia, Resuelve: I)
Rechazar el recurso de casación interpuesto por la parte accionante, en
contra de la en contra de la sentencia definitiva dictada por la Excma.
Cámara de Trabajo y Minas de Tercera Nominación, en fecha once de junio
5
de dos mil nueve, obrante a fojas 437/445, en lo que fue materia de
agravios. II) Con costas en esta instancia a la vencida, pero eximiendo de
su pago a la recurrente actora, conforme lo normado por el art. 122 del CPL
Ley 3603 y modif.. Protocolícese, expídase copia para agregar a autos,
hágase saber y oportunamente archívese. Fdo: Raúl Alberto Juárez Carol Agustín Pedro Rímini Olmedo - Armando Lionel Suárez - Ante mí: Dra.
Isabel M. Sonzini de Vittar - Secretaria Judicial Autorizante - Es copia fiel del
original, doy fe.
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