1()" JORNADAS -17-18, 1996 Inestabilidades carpianas. Diagnóstico y tratamiento DR. M. GARCIA-ELIAS lnstitu{Kaplan, Barcelona Hospital General de Cataluña, Sant Cugat, Barcelona Clasificación de las Inestabilidades carpianas Existen dos tipos principales de inestabilidad: las inestabilidades disociativas y las nodisociativas. Las inestabilidades carpianas disociativas, conocidas por el acrónimo de CID ("Carpallnstability Dissocrative"), incluyen todos aquellos casos en los que el. colapso carpiano es debido a una disrupción, ósea o ligamentosa, entre huesos de una misma hilera. Segun cual sea la hilera afectada, las CID pueden ser proximales o distales. Las inestabilidades carpiánas no-disociativas, o C.I.N.D. ("Carpallnstabillty Non Dissociative"), son aquellas en las que no existe disrupción entre los huesos de una misma hilera. En ellas es la relación entre las hileras la que está afectada. Según cual sea la articulación inestable hablamos de CIND radiocarpiana, mediocarpiana o combinada radiocarpiana/mediocarpiana. Etiopatogenia En la génesis de toda inestabilidad carpiana podemos encontrar factores predisponentes (laxitud o deformidad congénita de la muñeca, sobrecarga funcional profesio- nal o deportiva, etc.), factores desencadenantes (rotura traumática o inflamatoria de algún grupo ligamentoso, fractura ósea, epifisiolisis, etc.) y factores agravantes (distensión secundaria de otros grupos ligamentosos, degeneración articular, necrosis ósea, etc). Dichos factores producirán un tipo u otro de inestabilidad segun cuales sean las estructuras estabilizadoras que se hayan vulnerado. Inestabilidades disociativas (C.I.D.) Las causas más frecuentes de este tipo de inestabilidad son las pseudoartrosis de escafoides, las disociaciones escafolunares y las disociaciones lunopiramidales. 1. Inestabilidad secundaria a pseudoartrosis de escafoides Siendo el escafoides una de los principales elementos estabilizadores de la muñeca, no es de extrañar que sus alteraciones (fracturas, pseudoartrosis, etc.) sean una de las causas más frecuentes de inestabilidad carpiana. En ellas, el fragmento distal del escafoides experimenta una tendencia a colocarse en flexión respecto al eje longitudinal del carpo. El fragmento proximal no sigue esa tendencia, sino que es arrastrado por el semilunar y el piramidal hacia una anormal extensión (DISI). Ello conduce a la típica angulación de vértice dorsal del escafoides con la consiguiente alteración de la estabilidad global del carpo. 2. Inestabilidad en la disociación escafo-lunar: La pérdida de relación entre el escafoides y el semilunar, debida ala rotura de los ligamentos escafolunares, produce un tipo de inestabilidad parecido al de las pseudoartrosis de escafoides, excepto que en este caso es todo el escafoides el que sufre una anormal flexión palmar con subluxación dorsal de su polo proximal. El semilunar, no siendo ya controlado lateralmente por el escafoides, sigue al piramidal hacia una anormal extensión (DISI), a la vez que experimenta un característico desplazamiento en forma de supinación y traslación cubital. Dicho desplazamiento provoca una diástasis del espacio escafolunar (Signo de Terry Thomas), con la consiguiente incongruencia articular radiocarpiana y mediocarpiana. J. Inestabilidad secundaria a la disociación !uno-piramidal: La distensión o rotura de la membrana interósea piramidolunar y de los ligamentos dorsales insertados en el piramidal (dorsal radio-piramidal y escafoides-piramidal) produce otro tipo de inestabilidad disociativa proximal. En este caso el semilunar se ve desprovisto de todo control por parte del piramidal con lo que es arrastrado por el escafoides hacia una anormal flexión (VISI). Por su parte, el piramidal, al no poseer un soporte rígido donde apoyarse, migra proximalmente. Con ello la congruencia articular mediocarpiana, y como consecuencia su función, queda muy alterada. Inestabilidades No-disociativas (C.I.N.D.) 1.1nestabilidades radiocarpianas: Son las inestabilidades debidas al fracaso de los ligamentos estabilizadores del cóndilo carpiano sobre la glenoide radial. Las causas mas frecuentes son dos: 1 ) una anormal inclinación de la glenoides radial; y 2) una insuficiencia de los ligamentos que evitan la subluxación carpiana. Cuando la glenoides radial presenta una inclinación cubital aumentada o en direcciones no adecuadas, las fuerzas tangenciales a la superficie articular que actúan sobre el cóndilo carpiano pueden ser superiores alas que puedan resistir los ligamentos encargados de neutralizarlas. En tal caso, dichos ligamentos tenderán á distenderse progresivamente, llegando incluso a romperse, con lo que puede aparecer una grave subluxación global de todo el macizo carpiano. Las causas más frecuentes que abocan a dicha situación son la deformidad congénita de Madelung, y las consolidaciones anómalas de fracturas del extremo distal del radio. Si no existen anomalías en la inclinación de la glenoide radial, pero se lesionan los ligamentos radiocarpianos encargados de mantener al cóndilo carpiano en posición normal, éste se verá obligado a deslizarse en sentido cubito-palmar. Dicho desplazamiento conllevará una alteración de toda la cinemática articular de la muñeca con la consiguiente inestabilidad. Este tipo de lesión es raramente traumática, y en cambio X JORNADAS CANARIAS DE TRAUMATOLOGIA Y CIRUGIA ORTOPEDICA 17 © Del documento,los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria,2011. El concepto de inestabilidad carpiana ha evolucionado notablemente en los últimos años. Inicialmente se entendía que una muñeca era inestable cuando la alineación carpiana estaba alterada. A partir de ello, se describieron cuatro tipos distintos de inestabilidad: 1) inestabilidad en extensión el segmento intercalado [Dorsallntercalated Segment lnstability (D.I.S.I.)], cuando el semilunar, entendido como segmento intercalado, se coloca en una anormal extensión en relación al resto de la columna central del carpo (radio y hueso grande); 2) Inestabilidad en flexión del segmento intercalado [Volar lntercalated Segment lnstability (V. l. S./.)], cuando en el plano sagital el semilunar se encuentra anormalmente flexionado, 3) Inestabilidad en traslación cubital [Uinar translocation] cuando la hilera proximal se encuentra anormalmente desplazada (rotada y/o trasladada) en sentido cubital en relación al radio y 4) inestabilidad en traslación dorsal [Dorsal translocation], cuando el cóndilo carpiano, como consecuencia de una fractura de radio, se encuentra anormalmente desplazada en sentido dorsal. Si inestabilidad se define como una alteración de la posición y/o alineación de los huesos carpianos, toda inestabilidad debería poder ser diagnosticada mediante radiografías simples de muñeca, y en cambio, esto no es siempre así. Efectivamente, existen casos en que la alteración sólo aparece bajo determinadas condiciones de carga o en posiciones de la muñeca muy concretas. Son las denominadas inestabilidades dinámicas, en contraposición a las inestabilidades permanentes o estáticas. Es decir, una muñeca inestable no siempre significa una muñeca mal alineada. A la definición inicial de inestabilidad también se le ha criticado el hecho de señalar como patológica toda alteración de la alineación carpiana cuando existen muñecas laxas con un grado notable de desalineación, y sin embargo, desde el punto de vista funcional y clínico, son muñecas totalmente normales. Dichas muñecas no deberían ser catalogadas como patológicas, sino como variaciones de la normalidad. A fin de solucionar este problema, una serie de autores han propuesto definir a las inestabilida~ carpianas como aquellas situaciones en las cuales la muñeca es incapaz de sostener cargas fisiológicas sin producir síntomas. Aún siendo ésta una definición más correcta que la anterior, sigue pareciendo inadecuada por cuanto no considera inestable todas aquellas muñecas con un colapso carpiano crónico, con cambios artrósicos notables, en que el paciente puede realizar fuerzas de prensión notables, e incluso levantar pesos sin sufrir síntomas. Es decir, que el concepto de estabilidad debería incluir no solamente la posibilidad de aceptar cargas fisiológicas, sino también la de poder moverse alo largo de toda su excursión articular. Así pues, la definición que mejor traduce el pensamiento biomecánico actual es la siguiente: "Una muñeca es inestable, cuando es incapaz de mantener una relación normal entre los elementos que la componen bajo cargas fisiológicas y en todo el arco normal de movimiento". Bajo dicha definición, se consideran inestables tanto aquellas situaciones que impiden una normal movilidad (alteración cinemática) como aquellas en que no pueden transmitirse cargas .normalmente (alteración de la estática carpiana). En conclusión, bajo dicho prisma, los términos "inestabilidad" y "disfunción" son sinónimos. DR. M. GARCIA-ELIAS Diagnóstico clínico El principal síntoma de las inestabilidades carpianas es el dolor esporádico, que se acentúa al realizar determinados movimientos, al ejecutar ciertas presas, o en tareas repetitivas, y que calma con el reposo. A menudo existe pérdida de fuerza y sensación de inestabilidad, acompañada de crujidos o chasquidos articulares. También puede existir pérdida de movilidad, parestesias nocturnas o hinchazón recurrente de la muñeca. Mediante una palpación digital cuidadosa de la muñeca en reposo y en movimiento, hay que buscar puntos dolorosos selectivos, localizar chasquidos, prominencias óseas, tumoraciones de partes blandas, etc. Un dolor selectivo en la tabaquera anatómica debe hacernos pensar en una fractura del escafoides, pero también en una disociación escafolunar. En cambio, ante un dolor en la mitad interna del dorso de la muñeca, justo por debajo de la cabeza del cubito, debemos sospechar, entre otras patologías, una disociación piramidolunar, una lesión del fibrocartílago triangular, un síndrome de impactación cubito-carpiano, o una fractura de la cresta dorsal del piramidal. A veces son útiles ciertas maniobras encaminadas a reproducir o acentuar movimientos anómalos típicos de según qué tipos de inestabilidad. Las maniobras más conocidas son las siguientes: -Maniobra de Walson: Si en una disociación escafolunar presionamos con el pulgar la tuberosidad del escafoides para impedir su flexión, y a la vez inclinamos radialmente la mano, provocaremos una subluxación dorsal de su polo proximal, típica de esta lesión. - Maniobra de Kleinman: Si existe una disociación piramidolunar, presionando al pisiforme por la cara palmar y al semilunar por la dorsal produciremos una molestia muy notable, aparte de un desplazamiento anormal de dichas estructuras. -Maniobra de Reagan:También en la disociación piramidolunar, si manipulamos el piramidal en sentido anteroposterior, mientras bloqueamos con la otra mano el semilunar, encontraremos un aumento de la movilidad piramidolunar, amenudo acompañado de chasquidos y dolor típicos de esta lesión. Tratamiento Cuando la inestabilidad carpiana es debida exclusivamente a una alteración de la arquitectura ósea (pseudoartrosis angulada de escafoides, consolidación anómala del radio, etc.), un buen resultado puede alcanzarse corrigiendo el defecto óseo mediante osteotomias, injertos óseos en cuña, y osteosíntesis. En inestabilidades agudas secundarias a disrupciones ligamentosas deberá intentarse la reparación de dichas estructuras. En muchos casos, dada la precariedad de las suturas realizadas, es aconsejable reforzar las mismas con plastias capsulares que aseguren una mejor contención de los elementos óseos afectados. Cuando la lesión lleva ya unas semanas de evolución, todo intento de reducción a cielo cerrado suele fracasar. En este estadio, aparte de la reducción y fijación percutanea de los desplazamientos óseos, existen dos alternativas: o bien se utilizan ligamentoplastias con tendón autólogo o material sintético que reemplacen los ligamentos ausentes, o bien se practican artrodesis parciales de los segmentos inestables. Las artrodesis parciales más utilizadas son la escafoides - trapecio - trapezoide, escafoides - semilunar - hueso grande, piramidal- semilunar, ganchoso - piramidal y radio- semilunar. Las inestabilidades de muñeca que por su cronicidad han desarrollado una severa degeneración articular tanto radiocarpiana como mediocarpiana precisan un tratamiento más radical. En ellas toda cirugía reparadora capsuloligamentosa carece de sentido por cuanto que no elimina la causa que produce el frecuente dolor e incapacidad que presentan estos pacientes. Habitualmente la artrosis se inicia en el espacio radioescafoideo por lo que intervenciones tales como la descrita por Watson (exéresis del escafoides asociada a artrodesis hueso grande semilunar) suelen dar buenos resultados. Cuando la artrosis incluye las demás articulaciones del carpo, solamente una artroplastia de interposición o de sustitución, o una artrodesis total radiocarpiana puede devolver cierto grado de función indolora de la mano afecta. Bibliografía recomendada Diagnóstico radiológico En la proyección radiográfica pastero-anterior debemos valorar tres parámetros: 1 ) la continuidad de itls llamados "arcos carpianos" de Gilula (líneas imaginarias que unen los perfiles proximales y distales de los huesos de una misma hilera), 2) la simetría de los espacios articulares, y 3) los perfiles óseos. En la disociación escafolunar, por ejemplo, encontraremos un espacio escafolunar aumentado, un escafoides acortado con el clásico signo del anillo, y un semilunar de forma triangular. En la disociación piramidolunar, en cambio, tendremos una discontinuidad del arco carpiano proximal y un semilunar en forma de media luna de concavidad hacia el lado radial. Utilizando mediciones obtenidas sobre esta misma proyección, se calculan dos índices de gran utilidad. Uno relaciona la altura carpiana con la longitud del tercer metacarpiano ("carpal height ratio" de Youm y McMurtry). el otro mide la traslación cubital del carpo en relación tambien con el tercer metacarpiano ("carpal translocation index' de Chamay y :1) Delia Santa). El primero aparece alterado en aquellos procesos en los que existe un colapso carpiano significativo, mientras que el segundo investiga las inestabilidades radiocarpianas con traslación cubital del carpo. En la proyección de perfil se han descrito una serie de ángulos, formados por los ejes de cada hueso carpiano, cuyos valores nos pueden ayudar en el diagnóstico. Así, un ángulo escafolunar superior a los 60 grados, asociado a un ángulo radiolunar superior a los 30 grados (extensión del semilunar). debe hacernos sospechar una disociación escafolunar. En cambio, un ángulo escafolunar normal (entre 30 y 60 grados), asociado aun ángulo radiolunar inferior a los -10 grados (flexión del semilunar), 18 nos sugiere o una disociación piramidolunar o una inestabilidad mediocarpiana. La disociación pirámidolunar presentará un ángulo pirámidolunar anormal, o sea inferior a cero grados, mientras que en el caso de una inestabilidad mediocarpiana el ángulo pirámido-lunar será normal (entre cero y 30 grados). © Del documento,los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria,2011. muy frecuente en la artritis reumatoidea. 2.1nestabilidades mediocarpianas Pertenecen aeste grupo aquellas inestabilidades en las cuales existe una disfunción carpiana afectando predominantemente la articulación mediocarpiana. La causa más frecuente de este tipo de inestabilidad es la insuficiencia de los complejos ligamentosos palmares piramidal-ganchoso-hueso grande y escafoides trapecio-trapezoide. Dicha insuficiencia puede ser debida a traumatismo (rotura), congénita (laxitud), o secundaria a una mala alineació~ carpiana tras fractura de Col les. 1. AMADIO P.C.: Carpal kinematics and instability: A clinical and anatomic primer. Clin Anat 1991; 4:1-12. 2. DOBVNS J.H., LINSCHEID R.L., MACKSOUND W.S.: Carpal instability nondissociative .. J Hand Surg 1994; 198:763-773. 3. FISK G.R.: Carpal instability and the fractured scaphoid. Annals Royal Coll Surg England 1970; 46:63-76. 4. 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