contradicción de tesis 119/2006-ps

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CONTRADICCIÓN DE TESIS: 153/2006-PS.
ENTRE LAS SUSTENTADAS POR LOS TRIBUNALES COLEGIADOS PRIMERO EN MATERIA CIVIL
DEL CUARTO CIRCUITO, TERCERO EN MATERIA DE TRABAJO DEL CUARTO CIRCUITO, SEGUNDO
DEL QUINTO CIRCUITO Y PRIMERO DEL OCTAVO CIRCUITO.
MINISTRO PONENTE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ
SECRETARIO: FERNANDO A. CASASOLA MENDOZA
SÍNTESIS
TEMA: ¿La tarjeta de circulación vehicular es el documento idóneo para acreditar la propiedad del vehículo automotriz que se describe en la misma y, además, resulta
apta para justificar el interés jurídico de quien impugna, por la vía de amparo, la inconstitucionalidad de algún señalamiento y embargo llevado a cabo sobre un vehículo
automotriz en cuya tarjeta de circulación vehicular aparece a su nombre?
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO
EN
MATERIA
CIVIL
DEL
CUARTO CIRCUITO.
Integración:
Mag. Alfredo Sánchez Castelán
Mag. Arturo Ramírez Pérez
Mag. Lucio Castillo González
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO
EN MATERIA DEL TRABAJO DEL
CUARTO CIRCUITO.
Integración:
Mag. Rodolfo R. Ríos Vázquez
Mag. Enrique Cerdán Lira
Mag. José Luis Torres
“…Ahora, debe recordarse
que el quejoso compareció
como
tercero
extraño
alegando ser propietario del
vehículo
que
fuera
embargado en el juicio
natural; y para justificar dicho
derecho real se concretó a
exhibir con su demanda la
tarjeta
de
circulación
vehicular…
Octava Época
Novena Época
Fuente: Semanario Judicial de la Fuente: Semanario Judicial de la
Federación
Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 1994
Tomo: XVIII, Octubre de 2003
Tesis: V. 2o. 125 A
Tesis: IV.3o.T.42 K
Página: 341
Página: 1143
Pues
bien,
aunque
ciertamente asiste carácter de
prueba plena a la señalada
documentación, por merecer
calidad
de
instrumental
pública al ser expedida por
una autoridad, que se trata de
la competente en recabar el
impuesto sobre la tenencia de
vehículos; se determina que
la justificación por parte del
quejoso de contar con una
VEHÍCULOS. LA TARJETA DE
CIRCULACIÓN ADMINICULADA
AL RECIBO DE PAGO DE
TENENCIA SON APTOS PARA
DEMOSTRAR SU PROPIEDAD.
De la interpretación que la
Suprema Corte de Justicia de la
Nación hizo en relación con el
valor probatorio de la tarjeta de
circulación en la jurisprudencia
2a./J. 53/96, derivada de la
contradicción de tesis visible en la
página 177 del Semanario
Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo IV, del mes de
noviembre de 1996, de rubro:
"VEHÍCULOS
DE
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO PRIMER TRIBUNAL
DEL QUINTO CIRCUITO.
OCTAVO CIRCUITO
Integración:
Mag. Ricardo Rivas Pérez
Mag. Alicia Rodríguez Cruz
Mag. Genaro Rivera
POSESION DE VEHICULOS. DE
LAS
TARJETAS
DE
CIRCULACION VIGENTES SE
DERIVA UNA PRESUNCION
LEGAL EN FAVOR DE SU
TITULAR (LEGISLACION DEL
ESTADO DE SONORA). Con las
tarjetas de circulación vigentes de
los vehículos a nombre de los
quejosos, se deriva en favor de
éstos la presunción legal de que
son propietarios y poseedores de
los mismos, dado que la fracción
IV del artículo 42 de la Ley de
Tránsito del Estado de Sonora
prevé que: "La obtención de
placas y tarjetas de circulación en
COLEGIADO
PROPOSICIÓN
Integración:
Mag. Fernando Villarreal Delgado
Mag. Marco Arroyo Montero
Mag. José Machorro Castillo
Novena Época
Fuente: Semanario Judicial
Federación y su Gaceta
Tomo: X, Noviembre de 1999
Tesis: VIII.1o.34 C
Página: 1037
DEL
de
la Sí existe contradicción de tesis.
Debe prevalecer con carácter de
jurisprudencia, en términos del
artículo 192 de la Ley de
Amparo, el criterio que sustenta
VEHÍCULOS.
LA
TARJETA
DE esta Primera Sala de la
CIRCULACIÓN
O
COPIA Suprema Corte de Justicia de la
CERTIFICADA DE LA MISMA, SON Nación a continuación:
DOCUMENTOS
IDÓNEOS
PARA
ACREDITAR LA PROPIEDAD Y TARJETA DE CIRCULACIÓN
POSESIÓN Y EL INTERÉS JURÍDICO VEHICULAR. NO ES UN
PARA PROMOVER EL JUICIO DE DOCUMENTO IDÓNEO, POR
AMPARO. El interés jurídico se traduce SÍ MISMO, PARA ACREDITAR
en la existencia de un derecho subjetivo EL INTERÉS JURÍDICO DE
jurídicamente tutelado y la posterior QUIEN PROMUEVE EL JUICIO
violación o desconocimiento del mismo, DE AMPARO EN CALIDAD DE
DEL
lo
que
configura
uno
de
los PROPIETARIO
presupuestos para promover el juicio de VEHÍCULO AUTOMOTRIZ A
garantías en los términos de lo que QUE SE REFIERE. Esta
establecen los artículos 4o. y 73, Suprema Corte de Justicia de la
fracción V de la Ley de Amparo. Es así Nación ha sostenido en diversas
que para determinar cuál es el derecho tesis que el interés jurídico en el
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
tarjeta
que
permite
la
circulación de un vehículo de
motor, solamente se traduce
en un indicio que impide
obtener
una
presunción
humana que, soportada en la
lógica, haga concluir en que
efectivamente cuenta con la
propiedad del bien mueble
correspondiente…
De donde se sigue que
aquellos datos derivados del
texto de la tarjeta exhibida,
solamente es bastante para
entender que en su período
de vigencia fue cubierto el
impuesto respectivo, a cargo
de la persona cuyo nombre
ahí aparece; pero para
efectos de justificación de un
derecho de propiedad sobre
el
vehículo
automotriz,
solamente se erige como un
indicio que no logra por sí
solo hacer obtener una
presunción
humana
que
sólidamente
otorgue
en
amparo el interés jurídico
correspondiente…”.
II
PROCEDENCIA EXTRANJERA.
EL INTERÉS JURÍDICO PARA
PROMOVER EL AMPARO EN
CONTRA DEL SECUESTRO,
DESPOSEIMIENTO, DECOMISO
O CUALQUIER ACTO DE
AUTORIDAD QUE AFECTE EL
DERECHO DE PROPIEDAD O
POSESIÓN DE LOS MISMOS,
SE DEMUESTRA CON EL SOLO
ACREDITAMIENTO,
POR
PARTE DE LA QUEJOSA, DE
ESTOS DERECHOS.", se deduce
que tal documento es idóneo y
suficiente para acreditar la
propiedad de un vehículo, cuando
sostiene que para comprobar el
interés
jurídico
deben
demostrarse los derechos de
propiedad o posesión del bien
reclamado, lo cual es factible
acreditar con la copia certificada
de la tarjeta de circulación; lo que
permite
concluir
que
en
tratándose
de
la
tercería
excluyente de dominio, la tarjeta
de circulación adminiculada con el
recibo de pago de tenencia, son
suficientes para acreditar que
quien aparece en los documentos
es el propietario del bien mueble
que se describe en los mismos.
los casos de vehículos nuevos,
deberá realizarse dentro de los
quince días siguientes al de la
fecha de adquisición...". Para
efecto de lo anterior se requiere:
IV. Acreditar la propiedad del
vehículo
con
la
factura
correspondiente,
o
la
legal
posesión con carta de venta a
plazos,
o
cualquier
otra
documentación en los términos del
derecho
común,
luego,
tal
presunción legal, que admite
prueba en contrario, es apta y
eficaz para demostrar el interés
jurídico de los promoventes del
amparo, siempre y cuando las
documentales de mérito hayan
sido expedidas con anterioridad al
acto reclamado. Efectivamente,
siendo la tarjeta de circulación
documento público que acredita
plenamente que el vehículo
relativo está inscrito a nombre de
determinada persona, quien pagó
los respectivos impuestos y que
está reconocida como propietaria
por
las
oficinas
públicas
recaudadoras,
existe
la
presunción de que esa misma
persona es poseedora de la
unidad automotriz de que se trata
y, por ende, tal documental es
suficiente
para
acreditar
la
posesión para los efectos del
juicio de garantías.
jurídicamente protegido, debe estarse a
la naturaleza del acto que se reclama, y
de ser éste el embargo de un vehículo
automotriz, el referido interés jurídico se
demuestra fehacientemente con datos
inequívocos, tales como la exhibición de
la factura que ampare la propiedad o
algún otro documento que se le
equipare, como lo es la tarjeta de
circulación expedida a nombre del
peticionario de garantías, o copia
certificada de la misma, siempre que sea
anterior a la fecha del embargo y se
encuentre vigente, pues de ésta se
desprende que el quejoso tiene la
posesión y propiedad actual de los
bienes, por ser un documento público
que constata plenamente que el bien
mueble está inscrito ante las autoridades
administrativas correspondientes y a
nombre de determinada persona, y que
ésta se encuentra reconocida como
propietaria
ante
las
oficinas
recaudadoras; aunado al hecho de que
son documentos públicos, dotados de
valor probatorio pleno en términos del
artículo 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación
supletoria a la Ley de Amparo.
juicio
de
amparo
debe
acreditarse fehacientemente y
no inferirse con base en
presunciones. El interés jurídico
está directamente vinculado con
el derecho que se dice
vulnerado por el acto de
autoridad, por lo cual, cuando se
acude al juicio de amparo
reclamando el acto consistente
en el embargo trabado sobre un
vehículo automotriz por afectar
el derecho de propiedad del
quejoso, debe demostrarse que
el quejoso es titular de tal
derecho a fin de demostrar el
interés jurídico en el juicio de
amparo. Ahora bien, la tarjeta de
circulación
vehicular
sólo
permite la identificación del
vehículo automotriz referido en
ella, es decir, su alcance
probatorio se limita a comprobar
que el vehículo que describe
cuenta con el permiso de
circulación respectivo; de ahí
que dicha tarjeta, por sí misma,
no sea un documento idóneo
para acreditar la propiedad del
vehículo, pues sólo establece
una presunción respecto de ese
derecho y, como se ha dicho, el
interés jurídico debe acreditarse
fehacientemente y no con base
en presunciones.
CONTRADICCIÓN DE TESIS: 153/2006-PS.
ENTRE
LAS
SUSTENTADAS
POR
LOS
TRIBUNALES COLEGIADOS
PRIMERO
EN
MATERIA CIVIL DEL CUARTO CIRCUITO,
TERCERO EN MATERIA DE TRABAJO DEL
CUARTO CIRCUITO, SEGUNDO DEL QUINTO
CIRCUITO Y PRIMERO DEL OCTAVO CIRCUITO.
MINISTRO PONENTE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ
SECRETARIO: FERNANDO A. CASASOLA MENDOZA
México, Distrito Federal.
Acuerdo
de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
dieciocho de abril de dos mil siete.
V I S T O S para resolver los autos de la contradicción de tesis
153/2006-PS, y
R E S U L T A N D O:
PRIMERO. DENUNCIA DE LA CONTRADICCIÓN. Mediante
oficio recibido el veinticinco de octubre de dos mil seis, en la Oficina de
Certificación Judicial y Correspondencia de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, el Presidente del Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Cuarto Circuito denunció la posible contradicción de
tesis entre los siguientes criterios: 1) El sustentado por dicho órgano
colegiado en el amparo en revisión 252/2006, en el sentido de que la
prueba documental pública consistente en la tarjeta de circulación no
acredita por sí sola la propiedad de un vehículo automotriz y, en
consecuencia, tampoco el interés jurídico del quejoso; 2) El sustentado
por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto Circuito al
fallar el amparo directo 463/2003, en el sentido de que la tarjeta de
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
circulación y el recibo de pago correspondiente a la tenencia sí son
documentos idóneos para acreditar la propiedad de un vehículo
automotriz; 3) El sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito en el amparo en revisión 103/94, en el sentido de que
la prueba documental consistente en la tarjeta de circulación hace
presumir propietario a la persona señalada en la misma y, en
consecuencia, sí acredita el interés jurídico de quien promueve el
juicio de amparo; y 4) El sustentado por el Primer Tribunal Colegiado
del Octavo Circuito al resolver el amparo en revisión 896/98, en el
sentido de que la tarjeta de circulación o su copia certificada por
notario público es suficiente para tener por demostrada la propiedad
de un vehículo automotriz y, en consecuencia, acreditar el interés
jurídico del promovente en el juicio de amparo.
SEGUNDO. TRÁMITE DE LA DENUNCIA. El seis de noviembre
de dos mil seis, el Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación admitió a trámite la denuncia de contradicción
y ordenó registrarla bajo el número 153/2006-PS; de igual forma,
mediante acuerdo de veintisiete de febrero de dos mil siete, la
consideró debidamente integrada y ordenó turnar los autos a la
ponencia del Ministro José Ramón Cossío Díaz, así como dar vista al
Procurador General de la República, para que dentro del término de
treinta
días
expusiera
su
parecer
respecto
de
la
presente
contradicción.
Mediante certificación de veintiocho de febrero de dos mil siete el
Secretario de Acuerdos de esta Primera Sala señaló que el plazo
concedido al procurador para exponer su parecer respecto a este
conflicto, transcurriría del primero de marzo al trece de abril del
presente año.
2
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Por oficio número DGC/DCC/527/2007 del veintisiete de marzo
de dos mil siete, el Agente del Ministerio Público de la Federación de la
adscripción manifestó que es improcedente la contradicción de tesis; y
para el caso de que se estime procedente, debe prevalecer el criterio de
que la tarjeta de circulación genera la presunción de la propiedad del
vehículo y, por tanto, sí es suficiente para demostrar el interés jurídico en
el amparo y
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. COMPETENCIA. Esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer y resolver
sobre la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad
con lo dispuesto por los artículos 107, fracción XIII, párrafo primero de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 197-A de la
Ley de Amparo; y 21, fracción VIII de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación en relación con los puntos segundo y cuarto
del Acuerdo General 5/2001, y punto segundo del diverso Acuerdo
4/2002 del Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en virtud de que se trata de una denuncia de contradicción
suscitada entre criterios de Tribunales Colegiados de Circuito en
materia civil, respecto de la cual se estima innecesaria la intervención
del Tribunal Pleno.
SEGUNDO. LEGITIMACIÓN DEL DENUNCIANTE. La denuncia
de contradicción de tesis proviene de parte legítima, de conformidad
con lo previsto por los artículos 107, fracción XIII, segundo párrafo
constitucional y 197-A, párrafo primero de la Ley de Amparo pues, en
el caso, la contradicción de tesis fue denunciada por el Magistrado
Presidente del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto
3
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Circuito, por lo que formalmente se actualiza el supuesto de
legitimación a que aluden los referidos preceptos.
TERCERO.-
EJECUTORIAS
QUE
PARTICIPAN
EN
LA
CONTRADICCIÓN. En primer lugar, debe determinarse si en el caso
existe o no contradicción de criterios, para lo cual es necesario
analizar las ejecutorias que participan en la misma.
1) El Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Cuarto
Circuito, al resolver el amparo en revisión 252/2006, se pronunció
respecto de un asunto en el cual un tercero extraño a juicio demandó
por la vía de amparo indirecto el señalamiento y embargo de un
vehículo automotriz en un juicio ejecutivo mercantil, alegando ser su
legítimo propietario.
El quejoso para acreditar la propiedad del vehículo y justificar su
interés jurídico, se concretó a exhibir la tarjeta de circulación vehicular
en la cual aparecía él como propietario. Sin embargo, el Juez de
Distrito determinó que dicha prueba documental sólo podría generar la
presunción de que dicho vehículo automotriz había sido de su
propiedad durante la vigencia de ese documento, y que al no coincidir
la fecha de la vigencia de aquél con la fecha del embargo, no podía
entonces justificarse la propiedad aducida en el juicio de amparo y, en
consecuencia, tampoco el interés jurídico del promovente.
Al respecto, este Tribunal Colegiado determinó que la tarjeta de
circulación vehicular exhibida por el quejoso sólo era apta para
acreditar el permiso de circulación del vehículo automotriz descrito por
la misma, así como el pago del impuesto correspondiente durante la
vigencia de aquélla, pero que para efectos de justificar la propiedad
del vehículo automotriz, ésta sólo constituía un indicio que por sí solo
4
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
era insuficiente para acreditar la propiedad de aquél, y que, por tanto,
tratándose de un juicio de amparo indirecto, no era el documento
idóneo para justificar el interés jurídico de quien lo promueve.
Así, el Tribunal Colegiado consideró lo que a continuación se
transcribe:
“…CUARTO.- Por su parte, también debe puntualizarse de
inicio –porque de ahí devendrá todo el posterior análisis
que regirá este considerando– que las aseveraciones
iniciales que propone el impugnante frente a las tesis
empleadas en su resolución por el juez federal, parten de
una premisa inexacta.
A ese efecto, conviene dejar asentado desde este
momento que las consideraciones propias del juez de
amparo, para emitir su opinión sobre por qué no estaba
acreditado el interés jurídico del quejoso, prácticamente se
circunscribieron a la estimación de que, si bien la única
documental exhibida (tarjeta de circulación) podría generar
la presunción de que en el año de la vigencia de ese
documento el impetrante era el propietario del vehículo ahí
descrito, no menos verdad era que, no existiendo relación
entre la fecha de ese documento y la fecha del embargo,
no se justificaba entonces la propiedad que ocurría el
peticionario a defender en amparo, dado que de otra
manera ‘…cualquiera de los posteriores dueños de un vehículo, en
caso de que los hubiera, podrían comparecer como terceros extraños
con solo exhibir una tarjeta de circulación atrasada…’.
Ahora, para resolverlo así, según lo revela la sentencia
impugnada, el juzgador de amparo se sustentó en tres
diversas tesis, sustentadas por diversos órganos de
jurisdicción, a saber:
1).- La tesis VIII,1º.34 C, consultable en la página 1037, del
tomo X, noviembre de 1999, Novena Época, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, que sustentó el
Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito al resolver el
amparo en revisión 896/98, del rubro: ‘VEHÍCULOS. LA
TARJETA DE CIRCULACIÓN O COPIA CERTIFICADA DE
LA MISMA, SON DOCUMENTOS IDÓNEOS PARA
ACREDITAR LA PROPIEDAD Y POSESIÓN Y EL
5
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
INTERÉS JURÍDICO PARA PROMOVER EL JUICIO DE
AMPARO’.
2).- La tesis V.2º.125 A del Segundo Tribunal Colegiado
del Quinto Circuito, visible en la página 341 del tomo XIV,
octubre de 1994, Octava Época, del Semanario Judicial de
la Federación, con el rubro: ‘POSESIÓN DE VEHÍCULOS.
DE LAS TARJETAS DE CIRCULACIÓN VIGENTES SE
DERIVA UNA PRESUNCIÓN LEGAL A FAVOR DE SU
TITULAR (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA)’,
emitida al resolver el amparo en revisión 103/94.
3).- La diversa tesis que se localiza en la página 371, tomo
XI, mayo de 1993, Octava Época, del Semanario Judicial
de la Federación, que, derivado de la resolución dictada en
el amparo en revisión 569/92, emitiera el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, de la voz:
‘POSESIÓN DE VEHÍCULOS. ES NECESARIO QUE
EXISTA RELACIÓN ENTRE LA FECHA DE EXPEDICIÓN
DE LA TARJETA DE CIRCULACIÓN Y LA DEL EMBARGO
RESPECTIVO PARA ACREDITAR LA’.
La apreciación equívoca del disconforme, que fuera
anticipada líneas anteriores, radica en que los
planteamientos y soluciones jurídicas contenidos en los
citados precedentes, participan de la naturaleza de tesis
aisladas, más no así de la calidad de jurisprudencia
definida que hayan sustentado aquellos Tribunales
Colegiados de la Federación, pues no aparece que el
criterio jurídico contenido en cada una de los rubros y
textos de esas tesis hubiese derivado del pronunciamiento
de cinco diversas ejecutorias, de la manera y con la
obligatoriedad que se indica en el artículo 193 de la Ley de
Amparo, cuya disposición se impone transcribir:
‘Artículo 193.- La jurisprudencia que establezca cada uno de los
Tribunales Colegiados de Circuito es obligatoria para los tribunales
unitarios, los juzgados de Distrito, los tribunales militares y judiciales
del fuero común de los Estados y del Distrito Federal, y los
Tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales.
Las resoluciones de los Tribunales Colegiados de Circuito
constituyen jurisprudencia siempre que lo resuelto en ellas se
sustente en cinco sentencias no interrumpidas por otra en contrario, y
que hayan sido aprobadas por unanimidad de votos de los
magistrados que integran cada tribunal colegiado.’
Entonces, partiendo de esa aseveración inexacta, es que
no puede válidamente sostener el impugnante que aquella
6
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
tesis que como fundamento fuera empleada en último
término por el a quo, no resultaba aplicable por ser ‘aislada
e improcedente’ (con lo que quiere hacer ver que las
primeras dos citadas sí resultaban aplicables al caso); pues
no existiendo obligatoriedad en su observancia y
acatamiento, debido a que no contaba con calidad de
jurisprudencia, es evidente que cada una de aquellas tres
diversas tesis aisladas fueron utilizadas en un mismo plano
de fundamentación e igualdad convictiva, en la forma en
que conceptuó las cosas el juzgador de amparo.
En ese contexto y estimando además que en la resolución
del presente recurso a este Tribunal no pueden constreñirlo
las soluciones jurídicas contenidas en aquellas tesis, no
por que no se trate de jurisprudencia, sino porque las
emitieron tribunales de la misma jerarquía que éste Pleno;
se viene al conocimiento que de nuevo equivoca en su
afirmación el impugnante, cuando refiriéndose a la
segunda de aquellas tesis sostiene, según el texto de la
misma, que la exhibición de una tarjeta de circulación, para
justificar en amparo el derecho a un vehículo, se deduzca y
obtenga una ‘presunción legal’.
Es cierto que, dentro de la segunda de aquellas tesis
citadas, el Tribunal Federal que la sustentó habló de la
existencia de una presunción legal.
Sin embargo, a juicio de este órgano de jurisdicción, el
propio texto de la tesis sirve de contra argumentación al
revelarse que, más que una presunción de índole legal, en
realidad aquel Tribunal se estuvo refiriendo en todo
momento a una presunción de carácter humana, pues la
referencia que hizo sobre que era necesario acreditar la
propiedad de un vehículo para obtener una tarjeta de
circulación, lo emitió con base en el ejercicio mental de
suponer que si la autoridad administrativa expidió una de
esas tarjetas, entonces seguramente se le justificó ante ella
un derecho de propiedad, por ser éste el requisito para
expedir esa documental; más el método deductivo anterior,
se insiste, participa o entra en el campo de las
presunciones humanas porque, a diferencia de éstas, las
presunciones legales son aquellas en donde es el propio
legislador quien impone que, justificada tal o cual cosa o
hecho, todos deben presumir una consecuencia necesaria.
7
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Es decir, el tribunal sustentante de aquella tesis en ningún
momento estableció que la ley disponía expresamente la
conclusión que vertía (presunción legal, según lo dispuesto
en la fracción I del artículo 190 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, supletorio de la ley de la materia),
sino que, el contexto en que reprodujo su análisis, pone en
evidencia que los integrantes de ése órgano jurisdiccional
presumieron propietario derivado del hecho comprobado
de la expedición de una tarjeta de circulación (presunción
humana a que se refiere la fracción II del mismo artículo 190 citado).
De manera que, con base en la existencia de una
presunción legal a su favor, no puede afirmar válida y
correctamente el revisionista que el a quo federal, por una
parte, debió abstenerse de acatar la última de las tres tesis
que aplicó, y por otra parte, que sólo debió ceñirse a los
primeros dos criterios utilizados.
En el mismo orden de ideas, debe también decirse que es
desacertada –y por ende infundada– la afirmación que
eleva el impugnante para pretender poner en evidencia la
‘naturaleza interpretativa’ de la tesis (no de lo dicho en sí
mismo por el a quo, al hablar de la no justificación del
interés jurídico) citada en último término dentro del fallo del
a quo.
Lo anterior porque es inexacto lo que se asevera por el
impugnante cuando sostiene que aquella tesis se refiere a
los casos en que ‘…la gente mañosamente cambian de
propietario y dan de baja el vehículo a nombre de quien resulte ser
propietario, precisamente después de un embargo trabado, de ahí
que evadan la acción de un posible embargo y consecuentemente
evadir la acción de la justicia civil…’, pues de la lectura del texto
de la tesis aparece que el respectivo Tribunal Colegiado,
de ningún modo habló de la mala fe que indica el
revisionista, ni aún de quienes pretendan aparecer como
diversos propietarios de un vehículo una vez trabado un
embargo o con miras a llevarse a cabo, sino que dicha
tesis se refirió en todo momento a la posibilidad de que los
anteriores dueños de un vehículo, por contar también con
tarjeta de circulación expedida, puedan al igual que el
quejoso que sí ocurrió con su tarjeta de circulación vigente,
comparecer y obtener en amparo.
Tampoco son fundadas las apreciaciones que formula el
impugnante con el fin de insistir en la inaplicación al caso
8
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
de la tercera de aquellas tesis, en cuanto pretende
sostener como requisito para la validez de su aplicación el
que se dejara asentado que las primeras dos tesis citadas
por el juez federal hubieren sido ‘dadas de baja’ o
resultaren ‘nulas’; pues es claro que, según lo estatuido en
aquel artículo 193 de la Ley de Amparo, al no resultar
obligatoria para un Tribunal Colegiado la tesis que sustente
un tribunal de la misma categoría, es claro que quien
sustentó la tercera tesis aplicada por el juzgador en la
sentencia recurrida, no podría válidamente dejar
insubsistente o sin efectos alguna diversa tesis sustentada
por otro órgano de la misma categoría.
Como también resulta infundado el motivo de queja que se
eleva reconociendo como punto de partida la aplicación
que, para resolver la litis constitucional, hizo el a quo del
Código Federal de Procedimientos Civiles supletorio de la
Ley de Amparo.
Esto último porque, si bien se refirió el juez al artículo 197
de aquel ordenamiento procesal civil, en lo que hacía a la
valoración de la prueba que iba a realizar en su sentencia;
es claro que ello lo efectuó con el fin de determinar si la
parte quejosa en el amparo llegaba a acreditar
cumplidamente el interés jurídico que adujo se le estaba
perjudicando con el acto de autoridad.
Luego, irrelevante resultaba el que nada hubiese dicho el
juez sobre si la parte tercero perjudicada no llegó a aportar
pruebas tendientes a justificar que el quejoso no era
propietario del vehículo; pues es evidente que solo de
haber tenido por justificado debidamente un interés jurídico
mediante aquella tarjeta de circulación exhibida, es que
hubiese estado en aptitud de atender alguna diversa
probanza que, rendida en autos, fuere a perjudicar la
eficacia demostrativa derivada de esa documental.
Por otro lado, aunque pueda conceptuarse en esencia
fundada la dolencia toral que se contiene en los restantes
motivos de disenso contenidos en el pliego presentado por
quien impugna; se determina que, a fin de cuentas, se
impondría la ineficacia de tales motivos de disconformidad
pues, por más que fuere desacertada la apreciación del a
quo federal (sobre que resultaba determinante, para la
justificación del interés jurídico, la necesaria vigencia de la
tarjeta de circulación) y que, por consiguiente, en
9
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
substitución a esas consideraciones deba reasumirse
jurisdicción sobre el punto en específico, de todas formas
este Tribunal Colegiado concluye en la no justificación del
interés jurídico y, por lo tanto, ha de reiterarse el
sobreseimiento del amparo, aunque por los motivos que
aquí habrán de precisarse.
En efecto, en la sentencia combatida se exigió al quejoso,
como requisito necesario para estimar la afectación a su
interés jurídico, el que la tarjeta de circulación se
encontrara vigente en el año en que ocurrió el embargo, lo
que adujo no aconteció debido a que aquella documental
se expidió en 2002, mientras que el embargo fue en 2005.
Lo anterior porque, consideró la autoridad (según
fundamentación que empleó), debía tenerse que si se
había expedido la tarjeta de circulación a favor del quejoso,
era porque en la fecha de vigencia de ese documento
debía tenerse como propietario a tal persona, dado que
para obtener el documento debió justificar dicha calidad.
Sin embargo, se estima por este Tribunal Colegiado,
cuando menos a primera impresión y de seguirse el mismo
orden idealístico de la presunción humana de que echó
mano el a quo federal que, entonces, la circunstancia de
que no se renovara en los años posteriores aquella tarjeta
de circulación, no incidiría en el derecho de propiedad que
se presumió en inicio, porque una cosa es la justificación
de ese derecho que se asegura ya tuvo lugar previamente
ante la autoridad administrativa y con la documentación
respectiva, y una muy diversa e independiente sería el
incumplimiento en que después se incurriera sobre el pago
del impuesto de tenencia y uso de
vehículos que
anualmente se cobra por el Estado.
No obstante lo anterior, este Pleno considera que, ya se
trate de una tarjeta de circulación vencida o vigente con
respecto a la fecha de traba del embargo, la sola exhibición
que en el juicio de amparo se haga del indicado
documento, aún ante el valor probatorio pleno que le asiste
por tratarse de instrumental pública, no hace obtener, por
sí sola, una presunción humana suficientemente sólida que
llegue a la justificación fehaciente del interés jurídico del
impetrante.
10
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Así es y para sustentar lo anterior, debe originalmente
convenirse en que la palabra indicio se conceptúa como
aquel dato objetivo que puede dar pie –sobre todo al existir
varios de ellos que conducen a un mismo fin– a concluir en
la justificación de un hecho.
Según el Diccionario de Derecho de Rafael de Pina y
Rafael de Pina Vara (Editorial Porrúa, sociedad anónima,
México, 1998, vigésima quinta edición, página 318), el
indicio es la ‘Prueba indirecta deducida de una
circunstancia o circunstancias –es decir, de cualquier
accidente de tiempo, lugar, modo, etc. – que, en relación
con un hecho o acto determinado, permite racionalmente
fundar su existencia. El indicio no debe ser confundido con
la presunción, aunque entre ellos exista cierta semejanza
aparente’.
Por su parte, sabido es que tratándose de la prueba de
presunciones, existen aquellas llamadas legales, que son
las deducciones que el mismo legislador estableció
expresamente, en tanto que las denominadas como
‘humanas’ serán aquellas que obtiene el juzgador,
mediante un análisis lógico de las cosas e inclusive
mediante cuestionamientos de elemental raciocinio, para
llegar al convencimiento de un hecho que se desconocía,
partiendo de otro que sí se conoce directamente.
El mismo artículo 218 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, supletorio de la ley de amparo,
establece que el valor probatorio de las presunciones
humanas quedarán al prudente arbitrio del tribunal; de
donde es dable reiterar aquella aseveración hecha
anteriormente, en el sentido de que tendrán especial
incidencia las reglas que impone la lógica, sobre la
justificación o no de determinados hechos, cuando el
juzgador deba llegar a la conclusión de un determinado
hecho que no se conoce directamente, partiendo de otro
hecho que sí es conocido.
Cobra aplicación a lo anterior, la tesis aislada de la Tercera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se
consulta en la página 2152, del tomo LV, Quinta Época, del
Semanario Judicial de la Federación, del tenor siguiente:
‘PRESUNCIONES NATURALEZA DE LA PRUEBA DE’.
(transcribe).
11
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
También es dable citar, por las razones que la informan, la
diversa tesis aislada de la entonces Sala Auxiliar del mismo
Alto Tribunal, que se consulta a página 1121, del tomo
CXXIII, Quinta Época, del Semanario Judicial de la
Federación, que se transcribe: ‘PRESUNCIONES
HUMANAS, NO REQUIEREN SU OFRECIMIENTO POR
LAS PARTES’. (transcribe).
Ahora, debe recordarse que el quejoso compareció como
tercero extraño alegando ser propietario del vehículo que
fuera embargado en el juicio natural; y para justificar dicho
derecho real se concretó a exhibir con su demanda la
tarjeta de circulación vehicular que presenta el número
00105649624, que extendiera a su nombre el Gobierno del
Estado de Nuevo León, de un vehículo nacional marca
chrysley, stratus, modelo 1997, con placas de circulación
RVE-4750, con fecha de expedición de la tarjeta el quince
de agosto de dos mil dos, y con vigencia al treinta y uno de
diciembre de dos mil dos.
Tales datos característicos del vehículo automotriz a que
se refiere dicha documental, es coincidente con aquellos
datos que para describir el bien embargado se asentaron
en la diligencia actuarial de veinticuatro de noviembre de
dos mil cinco (folio 35 a 37 del amparo), pues aunque en la
tarjeta no aparece el número completo que como de la
serie del vehículo se asentó en el acta, sí existe
coincidencia entre los datos de la marca del auto, su tipo, y
sobre todo las placas de circulación; de donde se sigue
que el automotriz que se embargara en juicio, es el mismo
a que se refiere la tarjeta de circulación exhibida en
amparo.
Pues bien, aunque ciertamente asiste carácter de prueba
plena a la señalada documentación, por merecer calidad
de instrumental pública al ser expedida por una autoridad,
que se trata de la competente en recabar el impuesto sobre
la tenencia de vehículos; se determina que la justificación
por parte del quejoso de contar con una tarjeta que permite
la circulación de un vehículo de motor, solamente se
traduce en un indicio que impide obtener una presunción
humana que, soportada en la lógica, haga concluir en que
efectivamente cuenta con la propiedad del bien mueble
correspondiente
12
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Es verdad que el artículo 1º de la Ley del Impuesto Sobre
Tenencia o Uso de Vehículos, en sus primeros dos
párrafos, dispone lo siguiente:
‘ARTICULO 1°.- Están obligadas al pago del impuesto establecido
en esta Ley, las personas físicas y las morales tenedoras o usuarias
de los vehículos a que se refiere la misma. Para los efectos de esta
Ley, se presume que el propietario es tenedor o usuario del
vehículo…’
Sin embargo, debe establecerse primeramente que la
presunción de que habla dicha autoridad en el segundo
párrafo, es solamente para la autoridad que cobra el
impuesto y, además, parte primeramente de la justificación
de la propiedad, para de ahí derivar la tenencia o uso del
vehículo; de manera que no es dable que este órgano
jurisdiccional emplee dicha ‘presunción legal’.
Además, de la disposición legal en comento solamente es
posible derivar, en estimación conjunta con el documento
de referencia que presentó el quejoso, que ante la
autoridad exactora hubo de exhibirse alguna prueba para
que, teniéndolo la autoridad como ‘tenedor o usuario’, se
viera conminado a cubrir aquel impuesto; pero en ninguna
forma es dable necesariamente deducir, del hecho
consistente en la expedición y entrega al quejoso de
aquella tarjeta, un hecho diverso y desconocido como lo es
la indudable adquisición de la propiedad del vehículo, si se
parte de que son variadas las formas o medios de adquirir
los bienes muebles, y la sola tarjeta de circulación no
revela el modo de adquisición del vehículo.
De donde se sigue que aquellos datos derivados del texto
de la tarjeta exhibida, solamente es bastante para entender
que en su período de vigencia fue cubierto el impuesto
respectivo, a cargo de la persona cuyo nombre ahí
aparece; pero para efectos de justificación de un derecho
de propiedad sobre el vehículo automotriz, solamente se
erige como un indicio que no logra por sí solo hacer
obtener una presunción humana que sólidamente otorgue
en amparo el interés jurídico correspondiente.
Inclusive, nótese que el quejoso ni siquiera expresó en su
demanda de garantías si la propiedad que adujo la hubiese
adquirido por compraventa, permuta, donación, cesión de
derechos, etcétera; lo que incide o perjudica todavía más
en la obtención de una presunción humana.
13
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Esto último porque, sabido es, carácter esencial del
derecho es la certeza y, la labor de la autoridad judicial en
la calificación del derecho que se pretende sea protegido
con el amparo, debe entonces participar de elementos
suficientes que hagan concluir en el acreditamiento de un
interés jurídico.
Asumir posición contraria a la conclusión anterior implicaría
que la actividad jurisdiccional, a desarrollar en el análisis y
resolución de una litis constitucional, quede subsumida y
dependa en su totalidad de la labor de calificación que
hubiere realizado –correctamente o no– la autoridad
administrativa, cuando ante ella se pretenda justificar un
derecho de propiedad que deba cubrir el impuesto de la
tenencia y uso de un vehículo de motor; lo que claramente
trastoca la función de decir el derecho propia de un órgano
de jurisdicción, que es quien podrá determinar los medios y
términos en que el quejoso hubiere adquirido el derecho de
propiedad que ostenta, inclusive, si la transmisión del
dominio de la cosa estuviere o no sujeta a término o
condición alguna.
De manera que, de forma análoga a lo que sustentó el
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dentro
de la tesis de jurisprudencia 1/2002, relacionado con la
necesaria justificación del título por el cual posee el
quejoso; se determina que, por igualdad de razón, quien
pretende ser amparado en algún derecho de propiedad,
deberá de aportar elementos suficientes que revelen ese
derecho real, según el título que encuadre en alguna de las
figuras jurídicas contempladas en la legislación civil; siendo
el rubro y texto de la señalada jurisprudencia (consultable
en la página 5, del tomo XV, febrero de 2002, Novena
Época, del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta), el siguiente: ‘POSESIÓN. PARA QUE SEA OBJETO
DE PROTECCIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO,
CUANDO EL QUEJOSO SE OSTENTA COMO PERSONA
EXTRAÑA AL JUICIO DEL ORDEN CIVIL, DEBE ACREDITAR SU
DERECHO A POSEER CON UN TÍTULO SUSTENTADO EN
ALGUNA FIGURA JURÍDICA O PRECEPTO DE LAS
LEGISLACIONES SECUNDARIAS RELATIVAS’. (transcribe)
A modo de mayor abundamiento, se establece que la
conclusión vertida presenta semejanza con el caso de
bienes inmuebles en donde, el derecho de su propiedad,
no puede tenerse satisfecho con una certificación de una
14
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
anotación o inscripción en el Registro Público, como así lo
sustentó en la Quinta Época la ya extinta Tercera Sala del
más Alto Tribunal del país, en la tesis visible a página
1650, tomo XCII, del Semanario Judicial de la Federación,
que se impone reproducir: ‘PROPIEDAD DE INMUEBLES,
PRUEBA DE LA’. (transcribe).
Todo lo antes explicado hace que este tribunal, a la postre,
no comparta la solución jurídica que sobre el tema de
referencia se contiene en la ya señalada tesis que
sustentara el Primer Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito, del rubro: ‘VEHÍCULOS. LA TARJETA DE
CIRCULACIÓN O COPIA CERTIFICADA DE LA MISMA, SON
DOCUMENTOS IDÓNEOS PARA ACREDITAR LA PROPIEDAD Y
POSESIÓN Y EL INTERÉS JURÍDICO PARA PROMOVER EL
JUICIO DE AMPARO, citada en la sentencia recurrida y con la
cual el revisionista pretende obtener en amparo.
Por otra parte, no se inadvierte que, en cuanto al precisado
tema del derecho de propiedad, el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia de Trabajo de este mismo Cuarto
Circuito, resolviendo el amparo directo 463/2003, efectuó
un pronunciamiento categórico, derivado de lo concluido en
un expediente de contradicción de tesis, en el sentido de
que la tarjeta de circulación de un vehículo era por sí
misma suficiente para justificar la propiedad de ese
mueble.
En efecto, en el asunto de referencia tal tribunal sustentó la
tesis IV.3º.T.42 K, que puede consultarse en la página
1143, del tomo XVIII, octubre de 2003, Novena Época, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, del rubro
y texto siguientes: ‘VEHÍCULOS. LA TARJETA DE
CIRCULACIÓN ADMINICULADA AL RECIBO DE PAGO DE
TENENCIA SON APTOS PARA DEMOSTRAR SU PROPIEDAD’.
(transcribe).
Sin embargo, no se comparte el criterio y solución jurídica
contenido en dicho precedente, en la medida en que, en
relación con el tópico jurídico que se analiza en esta
resolución y a juicio de este Tribunal, fue sacado de
contexto e interpretado de forma errónea lo resuelto por el
más Alto Tribunal del país, en la tesis jurisprudencial citada
por dicho colegiado.
Efectivamente, la jurisprudencia de referencia que emitiera
la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
15
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Nación derivó de la resolución recaída al expediente de
número 24/96, relativo a la contradicción de tesis existente
entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Octavo Circuito y los Tribunales Colegiados Tercero y
Sexto en Materia Administrativa del Primer Circuito. Del
cuerpo de esa resolución, se transcribe lo siguiente:
‘…CUARTO.- A continuación, por razón de método, cabe determinar
en forma preliminar, si del análisis de las ejecutorias que han
quedado transcritas, así como de los precedentes que las conforman,
se desprende si existe o no contradicción de criterios entre los
sustentados por el Sexto y Tercero Tribunales Colegiados en Materia
Administrativa del Primer Circuito, y el Segundo Tribunal Colegiado
del Octavo Circuito.
El Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, sustenta el
criterio consistente en que el interés jurídico para promover un juicio
de amparo vinculado con vehículos de procedencia extranjera, puede
acreditarse con las documentales que demuestren que la quejosa es
la propietaria del vehículo que fue secuestrado por la autoridad
administrativa, puesto que su esfera de derecho se vio afectada por
un acto de autoridad, que como tal, debe cumplir con los extremos
que la Constitución le impone, sin que sea menester que se
demuestre la legal estancia en el país del vehículo, pues ello será
materia del procedimiento administrativo correspondiente, además de
que este requisito lo exige la Suprema Corte de Justicia en relación
con la suspensión del acto reclamado.
Los restantes tribunales afirman que el interés jurídico para promover
un juicio de amparo vinculado con vehículos de procedencia
extranjera, sólo se demuestra con la legal estancia en el país de
dichos vehículos.
Del análisis comparativo entre los criterios sustentados por los
tribunales contendientes, se llega a la convicción de que sí existe
contradicción de criterios entre los sustentados por dichos tribunales,
dado que si el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito
afirma que el interés jurídico en juicios de amparo vinculados con
vehículos de procedencia extranjera se puede demostrar con la
propiedad de los mismos, sin ser necesario acreditar su legal
estancia en el país, y si los restantes tribunales sustentan el criterio
de que el interés jurídico en amparos de esa índole sólo se
comprueba con la demostración de su legal estancia, resulta
indudable que sí hay contradicción, puesto que el Segundo Tribunal
Colegiado del Octavo Circuito niega lo que el Tercero y Sexto
Tribunales Colegiados en Materia Administrativa del Primer Circuito
afirman; es decir, que el interés jurídico en amparos vinculados con
vehículos de procedencia extranjera sólo se comprueba con la legal
estancia de los mismos en el país.
Sirve de apoyo a la consideración anterior, aplicada por analogía, la
tesis sostenida por la anterior Tercera Sala, que esta Segunda Sala
hace suya, visible en la página ciento cincuenta y tres del tomo VI,
Primera Parte, de la Octava Época, que dice: ‘CONTRADICCIÓN
DE TESIS. PARA QUE SE GENERE, SE REQUIERE QUE UNA
16
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
TESIS AFIRME LO QUE LA OTRA NIEGUE O VICEVERSA’.
(transcribe).
QUINTO.- Expuesto lo anterior, esta Segunda Sala estima que debe
prevalecer el criterio sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado
del Octavo Circuito, en atención a las siguientes consideraciones. El
interés jurídico se traduce en un derecho jurídicamente tutelado y es
uno de los presupuestos para promover el juicio de garantías en los
términos de lo que establecen los artículos 4° y 73, fracción V, de la
Ley de Amparo.
Como derecho jurídicamente protegido, es lógico establecer que para
promover un juicio de garantías, debe de estarse a la naturaleza del
acto que se reclama.
Por tanto, si los actos reclamados se hacen consistir en despojo,
secuestro o decomiso, entre otros actos de la misma naturaleza, que
implican afectación o menoscabo del derecho de propiedad o
posesión, resulta indiscutible que para comprobar el interés jurídico,
cuando se reclaman violaciones al derecho de propiedad de bienes
muebles como lo son los vehículos, evidentemente el referido interés
jurídico debe demostrarse de manera fehaciente con datos
inequívocos, tales como la exhibición de la factura que ampare la
propiedad o posesión o algún otro documento que se le equipare, de
los cuales se desprenda que el quejoso, tenga la propiedad o
posesión actual de los bienes.
Ciertamente, porque quien es propietario o poseedor de un vehículo
tiene interés jurídico para impugnar, mediante el juicio de amparo el
secuestro, desposeimiento o decomiso con las documentales que
acrediten que la quejosa es la propietaria del mismo, puesto que su
esfera de derecho se vio afectada por un acto de autoridad, que
como tal, debe cumplir con los extremos que la Constitución le
impone.
Lo anterior se desprende del artículo 4° de la Ley de Amparo, en
concordancia con lo que dispone el artículo 107, fracción I, de la
Constitución General de la República, según los cuales el juicio de
amparo puede promoverse por la parte a quien perjudique el acto
reclamado y tal perjuicio inmediato y directo, da el presupuesto
indispensable para la procedencia del juicio de garantías, es decir,
precisamente el interés jurídico para controvertir la legalidad o
constitucionalidad del acto de autoridad.
Luego, si la quejosa acredita que es la propietaria o poseedora del
vehículo secuestrado (esto último porque en materia de inmuebles la
posesión hace presumir la propiedad), bien sea con la copia
certificada de la tarjeta de circulación, de la que se desprenda que la
propietaria del vehículo fronterizo es precisamente la quejosa; o bien
con la factura en la que conste la adquisición del vehículo por el
peticionario de garantías; o con cualquier otra prueba idónea y
fehaciente que demuestre los multicitados derechos de propiedad o
posesión, así como la existencia de los actos reclamados
consistentes en el secuestro o decomiso del vehículo de procedencia
extranjera, es obvio que con tales extremos, se demuestra el interés
jurídico de la peticionaria de garantías.
No es óbice a lo anterior, lo que sostienen los Tribunales Colegiados
contendientes, en el sentido de que debe demostrarse, al acudir a la
instancia constitucional, la legal estancia en el país del vehículo
17
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
secuestrado, pues los actos reclamados consisten en el secuestro o
decomiso de un vehículo y sólo afectan la propiedad o posesión del
mismo, y no su derecho de importación, por lo que la legal o ilegal
estancia en el país del multicitado automotriz, será materia del
procedimiento administrativo que contra la quejosa se siga, en su
caso.
Consiguientemente, debe establecerse que esta Sala hace suyas las
consideraciones expresadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Octavo Circuito al examinar el problema sobre el que gira la
contradicción, por ser las que se apegan a derecho.
Por otro lado, debe aclararse que si bien la anterior Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo el criterio
jurisprudencial publicado con el número 19/94 en la página un mil
setenta y tres del volumen ‘jurisprudencia por Contradicción’,
Segunda Sala, de rubro: ‘VEHÍCULOS DE PROCEDENCIA
EXTRANJERA, SUSPENSIÓN TRATÁNDOSE DE. PARA SU
PROCEDENCIA ES NECESARIO DEMOSTRAR LA LEGAL
ESTANCIA EN EL PAÍS’, ese criterio no es de invocarse en el juicio
de amparo principal para sostener que el interés jurídico para
impugnar el secuestro o decomiso de vehículos de procedencia
extranjera, sólo se demuestra con la legal estancia en el país de los
mismos, pues el criterio que se sustenta se basa en fundamentos y
motivaciones independientes al procedimiento incidental, y no existe
inconveniente jurídico alguno si se llega o no a la misma conclusión
al dictarse sentencia en lo principal.
Así las cosas, esta Segunda Sala considera que debe prevalecer con
el carácter de obligatorio, en los términos del último párrafo del
artículo 192 de la Ley de Amparo, el criterio que sustenta el Segundo
Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, redactado en los términos
que a continuación se indican: ‘VEHÍCULOS DE PROCEDENCIA
EXTRANJERA. EL INTERÉS JURÍDICO PARA PROMOVER EL
AMPARO EN CONTRA DEL SECUESTRO, DESPOSEIMIENTO,
DECOMISO O CUALQUIER ACTO DE AUTORIDAD QUE AFECTE
EL DERECHO DE PROPIEDAD O POSESIÓN DE LOS MISMOS,
SE DEMUESTRA CON EL SOLO ACREDITAMIENTO, POR PARTE
DE LA QUEJOSA, DE ESTOS DERECHOS’ (transcribe)’.
La lectura detenida de la sentencia de referencia permite
establecer, contrario a la conclusión categórica que
emitiera aquel Tribunal Colegiado, que con su resolución el
Supremo Tribunal solamente dilucidó el punto de
contradicción, a saber: Si la justificación del interés jurídico
necesario para el amparo, tratándose de vehículos de
procedencia extranjera, se cumple con la acreditación de
su propiedad, o bien, con la legal estancia en el país, que
de dicho bien mueble acredite el quejoso.
Entonces, partiendo de lo anterior es que se evidencia que,
el tema relacionado a si la tarjeta de circulación resulta
documento suficiente para la justificación de la propiedad
de un vehículo, no fue el tópico central abordado y sobre el
18
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
cual se haya emitido pronunciamiento de fondo por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la emisión de
aquella tesis de jurisprudencia.
Lo anterior se corrobora cuando, en el texto trascrito,
aparece que el Alto Tribunal señala que: ‘si los actos
reclamados se hacen consistir en despojo, secuestro o
decomiso, entre otros actos de la misma naturaleza, que
implican afectación o menoscabo del derecho de propiedad
o posesión, resulta indiscutible que para comprobar el
interés jurídico, cuando se reclaman violaciones al derecho
de propiedad de bienes muebles como lo son los
vehículos, evidentemente el referido interés jurídico debe
demostrarse de manera fehaciente con datos inequívocos,
tales como la exhibición de la factura que ampare la
propiedad o posesión o algún otro documento que se le
equipare, de los cuales se desprenda que el quejoso, tenga
la propiedad o posesión actual de los bienes…’;
declaración que pone claramente de manifiesto que dicha
resolución solamente partía de que, habiéndose tenido
acreditado por el órgano jurisdiccional aquel derecho de
propiedad –con la documentación que correspondiera–, no
era dable exigir además la legal estancia del vehículo
extranjero, para tener colmado su interés jurídico en
amparo.
Es verdad que, más adelante, dentro de la misma
resolución se indicó por el Alto Tribunal:
‘…Luego, si la quejosa acredita que es la propietaria o poseedora
del vehículo secuestrado (esto último porque en materia de
inmuebles la posesión hace presumir la propiedad), bien sea con la
copia certificada de la tarjeta de circulación, de la que se desprenda
que la propietaria del vehículo fronterizo es precisamente la quejosa;
o bien con la factura en la que conste la adquisición del vehículo por
el peticionario de garantías; o con cualquier otra prueba idónea y
fehaciente que demuestre los multicitados derechos de propiedad o
posesión, así como la existencia de los actos reclamados
consistentes en el secuestro o decomiso del vehículo de procedencia
extranjera, es obvio que con tales extremos, se demuestra el interés
jurídico de la peticionaria de garantías…’
Empero, no debe atenderse aisladamente la parte en que
se alude a que la propiedad se acredita ‘…bien sea con la
copia certificada de la tarjeta de circulación…’; pues
sobresale en el párrafo reproducido que, en su inicio, se
estableció ‘…si la quejosa acredita…’, para luego
adicionarse que esa acreditación pudiera efectuarse ‘…o
19
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
con cualquier otra prueba idónea y fehaciente que
demuestre los multicitados derechos de propiedad o
posesión…’; todo lo cual revela que la Suprema Corte de
Justicia, lo que estaba precisando, consistía en que, de la
forma en que fuere a tenerse por justificado aquel derecho
de propiedad, la comprobación de la legal estancia en el
país del vehículo de que se trate, irrelevante resultaba para
que el quejoso contara con interés jurídico en amparo.
Es decir, la referencia hecha por el Alto Tribunal a la
documentación que se relacionara con el derecho de
propiedad o posesión, devino no porque estuviere
haciendo un pronunciamiento de fondo sobre los requisitos
de acreditación de ese derecho, sino de que precisamente
a esos documentos aludían las tesis que entraban en
contradicción, según se corrobora de la trascripción que
hizo de diversas ejecutorias de amparo emitidas por los
Tribunales Colegiados contendientes.
Todo lo anterior se confirma con los términos en que fuera
redactado el rubro de la tesis cuando, refiriéndose a los
derechos de propiedad o posesión que se afecten por los
actos de autoridad, asienta que el interés jurídico del
quejoso
‘…SE
DEMUESTRA
CON
EL
SOLO
ACREDITAMIENTO, POR PARTE DE LA QUEJOSA, DE
ESTOS DERECHOS…’, sin aludir o calificar la factura,
tarjeta de circulación o alguna otra documental.
De manera que, entonces, lo acabado de explicar sobre el
porqué no se comparte aquella tesis de Tribunal Colegiado,
robustece con mayor razón el previo estudio hecho por
este Pleno, sobre la no suficiencia de la tarjeta de
circulación para justificar el derecho de propiedad de un
vehículo, como base para el interés jurídico de quien acude
al amparo.
Por último, analizadas que fueron las copias certificadas
remitidas por la autoridad responsable como apoyo de su
respectivo informe, se impone establecer que no pasa
inadvertido que el impetrante no señaló con su demanda,
como autoridad responsable, al Actuario adscrito al
Juzgado Menor del municipio de San Pedro Garza García,
Nuevo León, siendo que fue dicho ejecutor quien decretó el
formal embargo de que se dolía el peticionario, pues de la
demanda de amparo aparece que éste último se concretó a
señalar que se le había informado sobre el embargo
20
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
trabado en el juicio tramitado ante dicho juzgado; además
de que, por igual, se omitió señalar con calidad de terceros
perjudicados a los codemandados Ismael Bernal Cadena
(éste a quien se embargó el vehículo) y Elvira Valdivia
Hernández, dado que el quejoso resultaba tercero extraño
a ese litigio.
Sin embargo, se estima innecesario ordenar la reposición
del procedimiento del juicio de amparo con el fin de llamar
formalmente a aquella autoridad y emplazar a los
señalados terceros perjudicados, pues es claro que, dado
el análisis realizado en líneas anteriores, dicha autoridad y
terceros perjudicados no resentirán perjuicio alguno en la
medida en que su situación no presentará ninguna
variación, al imponerse el sobreseimiento del amparo cuya
reposición, a la postre, solamente retrasaría la solución del
asunto.
Sirve de fundamento, por las razones que la informan, la
tesis P. CXIII/98, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, visible en la página 254, del tomo VIII,
diciembre de 1998, Novena Época, del Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, del tenor literal siguiente:
‘PROCEDIMIENTO.
ES
INNECESARIO
ORDENAR
SU
REPOSICIÓN CUANDO SE ADVIERTA QUE NO SE CAUSARÁ
PERJUICIO A LA AUTORIDAD RESPONSABLE NO LLAMADA A
JUICIO, PORQUE PROCEDE NEGAR EL AMPARO CONTRA EL
ACTO A ELLA IMPUTADO’. (transcribe).
Como también es el caso citar la tesis aislada que emitiera
el mismo Pleno de aquel Alto Tribunal, misma que se
consulta en la página 45, del Tomo VII, Febrero de 1998,
Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, del rubro y texto siguientes: ‘TERCERO
PERJUDICADO. NO PROCEDE REPONER EL PROCEDIMIENTO
POR FALTA DE SU EMPLAZAMIENTO LEGAL, CUANDO SE
ADVIERTE DE MANERA NOTORIA QUE LA RESOLUCIÓN LO
BENEFICIARÁ’. (transcribe).
Por último, todas las consideraciones y fundamentos
anteriores permiten advertir que surge una divergencia de
criterios entre lo sustentado en la presente resolución y
diversos criterios citados con anterioridad, a saber: 1).- La
tesis aislada del Segundo Tribunal Colegiado del Quinto
Circuito, del rubro: ‘POSESIÓN DE VEHÍCULOS. DE LAS
TARJETAS DE CIRCULACIÓN VIGENTES SE DERIVA UNA
PRESUNCIÓN LEGAL EN FAVOR DE SU TITULAR
21
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA)’; 2).- La tesis
aislada del Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito,
del rubro: ‘VEHÍCULOS. LA TARJETA DE CIRCULACIÓN O
COPIA CERTIFICADA DE LA MISMA, SON DOCUMENTOS
IDÓNEOS PARA ACREDITAR LA PROPIEDAD Y POSESIÓN Y EL
INTERÉS JURÍDICO PARA PROMOVER EL JUICIO DE AMPARO’;
y, 3).- La tesis aislada del Tercer Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Cuarto Circuito, del rubro:
‘VEHÍCULOS. LA TARJETA DE CIRCULACIÓN ADMINICULADA
AL RECIBO DE PAGO DE TENENCIA SON APTOS PARA
DEMOSTRAR SU PROPIEDAD’.
Por lo tanto, con fundamento en el último párrafo del
artículo 196, en relación con el numeral 197-A, ambos de
la Ley de Amparo, por conducto de la Presidencia de este
Tribunal, denúnciese ante la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, la contradicción de
referencia, a fin de que resuelva lo que en derecho
proceda respecto a la denuncia ordenada.
Consecuentemente, las explicaciones y fundamentos antes
utilizados con relación a la injustificación del quejoso sobre
el derecho de propiedad que acudió a aducir en su favor,
hacen concluir que no acreditó su interés jurídico,
deviniendo improcedente el juicio de garantías en términos
del artículo 73, fracción V, de la Ley de Amparo, lo que
ocasiona el sobreseimiento que por esa causal de
improcedencia estableció el a quo federal, según lo
dispuesto en la fracción III del numeral 74 de la ley de la
materia. Por tanto, con las explicaciones y fundamentos
antes señalados –que substituyen a los establecidos por el
a quo–, se impone confirmar la sentencia recurrida…”
(fojas de la 20 a la 55 del proyecto).
2) El Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Cuarto Circuito, al resolver el amparo directo 463/2003, analizó un
asunto en el cual, en un juicio laboral, fue promovida una tercería
excluyente de dominio en la que se demandó el levantamiento de un
embargo que recayó respecto de un vehículo automotriz, cuyo
propietario adujo ser el tercerista.
22
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
La parte tercerista para acreditar la propiedad del vehículo
automotriz exhibió la tarjeta de circulación vehicular y el recibo de
pago correspondiente a la tenencia; ante esto, la Junta de Conciliación
y Arbitraje del conocimiento la declaró procedente, lo cual motivó que
se interpusiera un juicio de amparo directo.
Los conceptos de violación alegados por la parte quejosa en su
demanda de amparo combatían, en esencia, que los documentos
exhibidos por la parte tercerista no eran los idóneos para acreditar la
propiedad del vehículo automotriz que había sido embargado.
Al respecto, este Tribunal Colegiado estimó que los documentos
exhibidos por la parte tercerista, consistentes en la tarjeta de
circulación vehicular y el recibo de pago correspondiente a la tenencia,
sí eran suficientes para acreditar la propiedad del vehículo automotriz,
lo cual expuso al resolver con base en los razonamientos que a
continuación se transcriben:
“…SÉPTIMO.- Son infundados los conceptos de violación.
En efecto, son infundados los conceptos de violación, en
los que alega el quejoso indebida valoración de las
pruebas documentales, consistentes en la tarjeta de
circulación folio 723490 expedida por la Secretaría de
Finanzas y Tesorería General del Estado a favor de ...... y,
del recibo de pago de control vehicular, folio 723490, ya
que a su juicio no son idóneas para acreditar la propiedad
del bien mueble reclamado y, que de los mismos se
advertía que el vehículo pertenecía a la demandada del
juicio principal, Ruta 301, y que era destinado al servicio
público, aunado a que no se acompañó la factura que era
el documento idóneo para acreditar la propiedad.
Es infundado ya que los documentos allegados para
acreditar la propiedad del bien mueble reclamado son
suficientes.
23
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
De las constancias de autos se desprende que el tercerista
...... reclamó ante la junta, mediante la tercería excluyente
de dominio, el embargo trabado por el actuario adscrito a la
responsable en el bien mueble consistente en un ómnibus
marca Chevrolet Panel 30, modelo 1992, número de serie
3GCHP42X6NM206833, con placas de circulación 164850R del Estado de Nuevo León.
Para justificar la propiedad de ese bien se acompañó la
tarjeta de circulación folio 723490, expedida por la
Secretaría de Finanzas y Tesorería General del Estado, el
siete de septiembre de dos mil, a su favor y, el recibo de
pago de control vehicular folio 723490.
La junta al emitir el laudo correspondiente, analizó las
citadas documentales, otorgándoles valor, cuando razonó:
‘...esta junta estima que el promovente de la tercería
ciudadano ......, deberá de probar que los bienes que se
encuentran embargados dentro del expediente laboral
número 4/i/3/99 que contiene la reclamación promovida por
…… en contra de Ruta 301 Revolución Mercado Juárez,
son de su propiedad, y no de la demandada de mérito, ya
que él lo afirma... Esta junta procede al análisis y estudio
de las pruebas que la parte incidentista allega consistentes
en copia Notariada de: tarjeta de circulación con folio
número 723490, expedida por la Secretaría de Finanzas y
Tesorería General del Estado, a favor del ciudadano ......,
adminiculada con el recibo de pago de control vehicular
número 723490, expedido por la citada Secretaría de
Finanzas y Tesorería General del Estado de fecha siete de
septiembre del dos mil y con nombre de propietario del
vehículo ……, se advierte que la tarjeta de circulación y el
recibo expedido por la Secretaría de Finanzas y Tesorería
General del Estado, son documentos privados que al
provenir de un tercero sólo prueban a favor de éste, quien
quiere beneficiarse con él y contra su contraparte en juicio,
y toda vez que si bien es cierto dichas documentales
fueron impugnadas por la contraria, también lo es que el
bien mueble que se describe en el mismo coincide con el
señalado en la diligencia de embargo de fecha catorce de
noviembre del dos mil, y toda vez que dichas documentales
están expedidas a nombre del agraviado, y en las cuales
se encuentra plenamente identificado el bien mueble
embargado en el juicio principal, de tal forma que se pueda
determinar claramente su identidad con los descritos en la
tarjeta de circulación y el recibo antes mencionado. De tal
24
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
suerte que, si en la especie se advierte que el incidentista
dentro del procedimiento de tercería aportó como pruebas
para acreditar la titularidad del bien embargado la tarjeta de
circulación que ampara el mismo y a favor del incidentista,
es claro pues concluir que con estas documentales se
acredita la propiedad del bien embargado dentro del
expediente laboral 4/i/3/99; por lo anterior, se declara
procedente la tercería excluyente de dominio..."
Es correcta la determinación de la responsable porque los
documentos aportados por el tercerista sí son suficientes
para acreditar la propiedad del vehículo, ya que la tarjeta
de circulación y, el recibo de pago de tenencia acreditan
que aquél está inscrito a nombre del tercerista y, que éste
paga los respectivos impuestos, estando reconocido como
propietario del vehículo ante las oficinas recaudadoras.
Entonces, si en la tercería se acompañó como prueba la
tarjeta de circulación y el recibo de pago correspondiente,
ambas pruebas son idóneas para acreditar la propiedad del
bien mueble reclamado.
Al respecto, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación ha determinado que los derechos de
propiedad son factibles de acreditar con la tarjeta de
circulación, en la jurisprudencia 53/96, sustentada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, derivada de la contradicción de tesis, publicada en
el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo
IV del mes de noviembre de 1996, visible en la página 177,
que
dice:
‘VEHÍCULOS
DE
PROCEDENCIA
EXTRANJERA.
EL
INTERÉS
JURÍDICO
PARA
PROMOVER
EL
AMPARO
EN
CONTRA
DEL
SECUESTRO,
DESPOSEIMIENTO,
DECOMISO
O
CUALQUIER ACTO DE AUTORIDAD QUE AFECTE EL
DERECHO DE PROPIEDAD O POSESIÓN DE LOS
MISMOS,
SE
DEMUESTRA
CON
EL
SOLO
ACREDITAMIENTO, POR PARTE DE LA QUEJOSA, DE
ESTOS DERECHOS’. (transcribe).
Este criterio ya había sido sustentado por la entonces
Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
la tesis que aparece publicada en el Semanario Judicial de
la Federación, tomo XLVII, visible en la página 3061, en la
cual sostiene que la tarjeta de circulación expedida a favor
de determinada persona, constituye una prueba presuntiva
25
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
de la propiedad del vehículo y que adminiculada a una
testimonial acreditan plenamente la posesión; tesis que
dice: ‘AUTOMÓVILES, PRUEBA DE LA POSESIÓN DE
LOS’. (transcribe).
No obsta para concluir lo anterior que la responsable haya
omitido analizar las objeciones que respecto a dichos
documentos hizo el ahora quejoso, entre los que destaca,
que de los documentos se advierte que el vehículo
pertenecía o se incluía en la concesión de la ruta 301 al
aparecer redactado en él ‘R-301’ ya que las documentales
aportadas son suficientes para tener por acreditado que el
propietario es el tercerista Javier Alberto Peña Zúñiga, de
suerte que aun cuando la junta analizara tales objeciones,
ello no cambiaría el sentido de su laudo, dado el valor que
merecen la tarjeta y el recibo para demostrar la susodicha
propiedad. Además, el hecho de que la tarjeta de
circulación contenga tal redacción en manera alguna
resulta viable jurídicamente para acreditar que la
propietaria del vehículo corresponda a persona distinta y,
menos aún que por contener como texto las siglas ‘R-301’
ello demuestre que el mueble sea propiedad de la empresa
que fue demandada en el juicio laboral que motivó la
tercería.
De lo anterior, a criterio de este órgano colegiado, se desprende que la
junta responsable, sí analizó correctamente las pruebas aportadas por
el tercerista, al decidir sobre los conceptos de mérito, y
externó las causas inmediatas, o razones particulares por
las cuales les otorgó eficacia para justificar las
pretensiones, amén de que invocó los preceptos legales
que estimó pertinentes para fijar la litis e imponer las
cargas probatorias, por ende, en este aspecto, el laudo
reclamado no infringe las garantías individuales invocadas
por la quejosa...”.
Dichos razonamientos dieron lugar a la tesis IV.3o.T.42 K, cuyo
tenor literal es el siguiente:
“VEHÍCULOS.
LA
TARJETA
DE
CIRCULACIÓN
ADMINICULADA AL RECIBO DE PAGO DE TENENCIA
SON APTOS PARA DEMOSTRAR SU PROPIEDAD. De
26
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
la interpretación que la Suprema Corte de Justicia de la
Nación hizo en relación con el valor probatorio de la tarjeta
de circulación en la jurisprudencia 2a./J. 53/96, derivada de
la contradicción de tesis visible en la página 177 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IV,
del mes de noviembre de 1996, de rubro: "VEHÍCULOS DE
PROCEDENCIA EXTRANJERA. EL INTERÉS JURÍDICO
PARA PROMOVER EL AMPARO EN CONTRA DEL
SECUESTRO,
DESPOSEIMIENTO,
DECOMISO
O
CUALQUIER ACTO DE AUTORIDAD QUE AFECTE EL
DERECHO DE PROPIEDAD O POSESIÓN DE LOS
MISMOS,
SE
DEMUESTRA
CON
EL
SOLO
ACREDITAMIENTO, POR PARTE DE LA QUEJOSA, DE
ESTOS DERECHOS.", se deduce que tal documento es
idóneo y suficiente para acreditar la propiedad de un
vehículo, cuando sostiene que para comprobar el interés
jurídico deben demostrarse los derechos de propiedad o
posesión del bien reclamado, lo cual es factible acreditar
con la copia certificada de la tarjeta de circulación; lo que
permite concluir que en tratándose de la tercería
excluyente
de
dominio,
la
tarjeta
de
circulación
adminiculada con el recibo de pago de tenencia, son
suficientes para acreditar que quien aparece en los
documentos es el propietario del bien mueble que se
describe en los mismos”. 1
Este mismo tribunal reiteró su criterio al resolver los amparos
directos 542/2003 y 544/2003.
1
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, del tomo XVIII,
octubre de 2003, Pág. 1143.
27
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
3) El Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito al
resolver el amparo en revisión 103/94, se pronunció respecto de un
asunto en el que dos terceros extraños a juicio demandaron por la vía
de amparo indirecto el señalamiento y embargo de algunos vehículos
automotrices, cuya legítima propiedad alegaron tener.
Dichos quejosos para acreditar la propiedad de los vehículos
automotrices y justificar su interés jurídico en el juicio de amparo, se
concretaron a exhibir las tarjetas de circulación en las que aparecían
ellos como sus supuestos legítimos propietarios.
Ante esto, el Juez de Distrito determinó que dichas pruebas
documentales sólo podían generar la presunción de que aquellos
vehículos automotrices habían sido de su propiedad durante la
vigencia de esos documentos, pero que al no coincidir la fecha de su
vigencia con la fecha en la cual fueron trabados los embargos, no
podía acreditarse la propiedad de los mismos, ni tampoco el interés
jurídico necesario para la interposición del juicio de amparo.
No obstante, este Tribunal Colegiado consideró que las tarjetas
de circulación vehicular exhibidas por los quejosos sí eran idóneas
para acreditar la propiedad de los vehículos automotrices descritos en
las mismas y, por consiguiente, tratándose de la interposición de un
juicio de amparo indirecto, sí justificaban el interés jurídico de quienes
lo promovieron sólo con base en ellas.
Así, el Tribunal Colegiado resolvió lo que a continuación se
transcribe:
28
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
“…CUARTO.- Los agravios expresados por los
impugnantes en relación con la posesión de los vehículos
materia de la litis constitucional, son fundados.
En efecto, les asiste la razón a los revisionistas cuando
sostienen que las documentales públicas consistentes en
tarjetas de circulación expedidas por el gobierno del Estado
de Sonora, son aptas para acreditar que ante las
autoridades estatales, los titulares de las mismas
demostraron ser propietarios de los vehículos a que se
refieren y que, con base en ello, se les permite circular
legalmente, de acuerdo a las leyes fiscales y demás
legislaciones emitidas con anterioridad al acto reclamado,
aunado tal medio convictivo, dicen, a las pruebas
testimonial y presunción legal.
Ello es así, pues efectivamente con las citadas tarjetas de
circulación de los vehículos a nombre de los inconformes
(fojas 11 y 12), se deriva a favor de éstos la presunción
legal de que son propietarios y poseedores de los mismos,
dado que la fracción IV del artículo 42 de la Ley de Tránsito
del Estado de Sonora prevé que: ‘La obtención de placas y
tarjetas de circulación en los casos de vehículos nuevos, deberá
realizarse dentro de los quince días siguientes al de la fecha de
adquisición…. Para efecto de lo anterior se requiere: IV.- acreditar la
propiedad del vehículo con la factura correspondiente, o la legal
posesión con carta de venta a plazos, o cualquier otra
documentación en los términos del Derecho Común’.
Ahora bien, tal presunción legal, que admite prueba en
contrario y que en la especie no se aportó, es apta y eficaz
para demostrar el interés jurídico de los promoventes del
amparo, máxime que la testimonial a cargo de ……(fojas
98 a 100), aunque no es probanza plenamente eficaz por
las irregularidades existentes en su desahogo, sí es de
valor indiciario favorable a aquéllos , amén de que,
igualmente, se aprecia que las documentales de mérito
fueron expedidas el dos de julio de mil novecientos noventa
y tres y siete de marzo de mil novecientos noventa y dos, o
sea, con anterioridad al embargo reclamado que sobre los
mismos se realizó el dieciocho de agosto de mil
novecientos noventa y tres (fojas 51 a 53), por las
autoridades laborales señaladas como responsables.
Efectivamente, siendo la tarjeta de circulación documento
público que acredita plenamente que el vehículo relativo
está inscrito a nombre de determinada persona, quien pagó
29
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
los respectivos impuestos y que está reconocida como
propietaria por las oficinas públicas recaudadoras, existe la
presunción de que esa misma persona es poseedora de la
unidad automotriz de que se trata y, por ende, tal
documental es suficiente para acreditar la posesión para
los efectos del juicio de garantías.
Luego se impone revocar la sentencia venida en vía de
revisión, por lo que, con fundamento en la fracción III del
artículo 91 de la Ley de Amparo, este Tribunal Colegiado
entra al estudio del concepto de violación omitido por el
Juez de Distrito…”.
Dichos razonamientos dieron lugar a la tesis V. 2o. 125 A, cuyo
tenor literal es el siguiente:
“POSESION DE VEHICULOS. DE LAS TARJETAS DE
CIRCULACION
VIGENTES
SE
DERIVA
UNA
PRESUNCION LEGAL EN FAVOR DE SU TITULAR
(LEGISLACION DEL ESTADO DE SONORA).
Con las
tarjetas de circulación vigentes de los vehículos a nombre
de los quejosos, se deriva en favor de éstos la presunción
legal de que son propietarios y poseedores de los mismos,
dado que la fracción IV del artículo 42 de la Ley de Tránsito
del Estado de Sonora prevé que: "La obtención de placas y
tarjetas de circulación en los casos de vehículos nuevos,
deberá realizarse dentro de los quince días siguientes al de
la fecha de adquisición...". Para efecto de lo anterior se
requiere: IV. Acreditar la propiedad del vehículo con la
factura correspondiente, o la legal posesión con carta de
venta a plazos, o cualquier otra documentación en los
términos del derecho común, luego, tal presunción legal,
que admite prueba en contrario, es apta y eficaz para
demostrar el interés jurídico de los promoventes del
amparo, siempre y cuando las documentales de mérito
30
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
hayan sido expedidas con anterioridad al acto reclamado.
Efectivamente, siendo la tarjeta de circulación documento
público que acredita plenamente que el vehículo relativo
está inscrito a nombre de determinada persona, quien pagó
los respectivos impuestos y que está reconocida como
propietaria por las oficinas públicas recaudadoras, existe la
presunción de que esa misma persona es poseedora de la
unidad automotriz de que se trata y, por ende, tal
documental es suficiente para acreditar la posesión para
los efectos del juicio de garantías”. 2
4) El Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito al
resolver el amparo en revisión 896/98, analizó un asunto en el cual un
tercero extraño a juicio recurrió a demandar por la vía de amparo
indirecto el señalamiento y embargo de un vehículo automotriz en un
juicio ejecutivo mercantil, cuya legítima propiedad alegaba, quien para
acreditarlo acompañó a su demanda la copia certificada de la tarjeta
de circulación vehicular en la cual aparecía él como su propietario.
El Juez de Distrito determinó que ese documento era insuficiente
para justificar la supuesta afectación de su interés jurídico, pues
sostuvo que la tarjeta de circulación vehicular sólo era apta para
demostrar que el vehículo automotriz descrito en ella podía transitar en
el lugar de su expedición, mas no para acreditar la propiedad del
vehículo.
Sin embargo, al resolver la revisión interpuesta en contra de esa
resolución, el Tribunal Colegiado consideró que la prueba documental
consistente en la copia certificada de la tarjeta de circulación vehicular
2
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, del tomo XIV, octubre de
1994, Pág. 341.
31
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
sí era suficiente para acreditar la propiedad del vehículo automotriz y,
además, justificar el interés jurídico de quien promueve en el juicio de
amparo.
De esta forma, este Tribunal Colegiado resolvió tal y como a
continuación se transcribe:
“QUINTO.- Los agravios vertidos por el impugnante
resultan fundados y suficientes para revocar la sentencia y
otorgar el amparo federal solicitado.
Antes de entrar al estudio del presente asunto, cabe hacer
mención de los antecedentes del juicio, los cuales se
desprenden de autos.
En razón del juicio ejecutivo mercantil número 448/98,
promovido por.... en contra de..., tramitado ante el Juez
Tercero Menor Local Letrado del distrito judicial de
Monterrey, Nuevo León, se envió el exhorto 23/98 al Juez
Local Letrado en materia civil del distrito judicial de Saltillo,
con el objeto de que se requiriera de pago a la parte
demandada y de ser necesario se embargaran bienes
propiedad de la misma para garantizar el adeudo
reclamado, diligencia realizada por el actuario adscrito al
juzgado de Saltillo en treinta y uno de agosto de mil
novecientos noventa y ocho (foja 38), la cual fue atendida
directamente con la parte demandada.... y en la que se
embargó un automóvil marca Ford Topaz, modelo 1992,
color rojo, número de serie AL92NM5537, placas de
circulación EVB6780 del Estado de Coahuila.
Ahora bien, en contra del embargo decretado, se interpone
por...., amparo indirecto ante el Juez Primero de Distrito en
el Estado de Coahuila, al que le correspondió el número
estadístico 615/98-III,
quejoso que se ostentó como
tercero extraño al juicio natural, diciendo ser propietario del
bien afecto al embargo en el juicio ejecutivo mercantil de
referencia. En quince de octubre de mil novecientos
noventa y ocho, el Juez de Distrito dicta sentencia en la
que sobresee en el juicio de garantías en base a que
aduce el quejoso no acreditó su interés jurídico, dado que
el único medio de prueba que allegó al juicio para
32
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
demostrar la propiedad y posesión del bien que decía
afectado por el embargo, había sido una copia certificada
de la tarjeta de circulación expedida a su nombre, misma
que a criterio del juzgador, resultaba insuficiente para
demostrar el interés jurídico del quejoso, por lo que
sobresee invocando la fracción V, del artículo 73 de la ley
de amparo. Inconforme la parte quejosa interpuso el
presente recurso de revisión.
Como se dijo, los agravios que hace valer el impugnante
son fundados y en ellos
sintéticamente arguye el
inconforme en sus agravios, que el Juez de Distrito
indebidamente decretó el sobreseimiento, considerando
que carecía de interés jurídico, por no acreditar, con la
documental consistente en copia certificada por notario
público de la tarjeta de circulación, ser propietario del
vehículo afectado por el embargo, dado que a criterio del a
quo, el documento idóneo para acreditarlo es la factura del
bien mueble en comento, misma que no fue exhibida por el
quejoso, o en su defecto, afirma debió adminicular la
documental ofrecida con otras diversas probanzas.
Argumentos éstos que considera el impugnante le causan
agravio, ya que manifiesta que con la sola copia fotostática
certificada por notario público de la tarjeta de circulación
expedida a su nombre, acredita ser propietario y poseedor
del vehículo embargado en el juicio ejecutivo mercantil, en
el cual es tercero extraño.
En efecto, el interés jurídico se traduce en la existencia de
un derecho subjetivo jurídicamente tutelado y la posterior
violación o desconocimiento del mismo y es uno de los
presupuestos para promover el juicio de garantías en los
términos de lo que establecen los artículos 4 y 73, fracción
V de la Ley de Amparo. Como derecho jurídicamente
protegido, es lógico establecer que para promover un juicio
de garantías debe estarse a la naturaleza del acto que se
reclama; por tanto, si como en la especie el acto reclamado
se hace consistir en el embargo, resulta indiscutible que
para comprobar el interés jurídico, cuando se reclaman
violaciones al derecho de propiedad o posesión de bienes
muebles, como lo son los vehículos automotrices, el
referido interés jurídico debe demostrarse de manera
fehaciente con datos inequívocos, tales como la exhibición
de la factura que ampare la propiedad o posesión, o algún
otro documento que se le equipare, como lo es la tarjeta de
circulación o copia certificada de la misma, de los cuales se
33
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
desprenda que el quejoso, tiene la posesión o propiedad
actual de los bienes; ciertamente, porque quien es
propietario o poseedor de un vehículo, tiene interés jurídico
para impugnar mediante el juicio de amparo el embargo
con base precisamente en las documentales que acrediten
que es propietario o poseedor del mismo, atento a que su
esfera de derechos, se ve afectada por un acto de
autoridad que, como tal, debe cumplir con los extremos
que la Constitución le impone.
Lo anterior se desprende del artículo 4 de la Ley de
Amparo, en concordancia con lo que dispone el artículo
107, fracción I de la Constitución General de la República,
según los cuales, el juicio de amparo puede promoverse
por la parte a quien perjudique el acto reclamado y tal
perjuicio que debe ser inmediato y directo, presupuesto
indispensable para la procedencia del juicio de garantías,
es decir, precisamente el interés jurídico necesario para
controvertir la legalidad o constitucionalidad del acto de
autoridad.
Por consecuencia, en la especie es incorrecto el proceder
del a quo al decretar el sobreseimiento en el juicio de
garantías origen del recurso que nos ocupa, al estimar que
el quejoso carecía de interés jurídico para acudir al juicio
de amparo ya que, contrario a su opinión, este tribunal
federal considera que con la documental ofrecida por el
solicitante de garantías, consistente en la copia certificada
por notario público de la tarjeta de circulación expedida a
su nombre el día veintitrés de agosto de mil novecientos
noventa y siete y de vigencia permanente, es suficiente
para tener por demostrada la posesión y propiedad del
vehículo de referencia, por ser ésta un documento
público, que constata plenamente que el bien mueble está
inscrito a nombre de determinada persona, el quejoso, y
que ésta se encuentra reconocida como propietaria en las
oficinas recaudadoras. Por lo tanto, al ser la tarjeta de
circulación un documento de tal naturaleza, tiene pleno
valor probatorio en los términos del artículo 202, del
Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación
supletoria a la Ley de Amparo; máxime que se aprecia que
dicha documental no fue objetada por alguna de las partes
en el juicio de amparo. Resulta aplicable en lo conducente,
la tesis jurisprudencial emanada de la contradicción de
tesis 24/96, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, visible en el Semanario
34
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
tomo IV, noviembre de 1996, tesis 2ª./J.53/96, página 177,
que a la letra dice: ‘VEHÍCULOS DE PROCEDENCIA
EXTRANJERA. EL INTERÉS JURÍDICO PARA PROMOVER EL
AMPARO EN CONTRA DEL SECUESTRO, DESPOSEIMIENTO,
DECOMISO O CUALQUIER ACTO DE AUTORIDAD QUE AFECTE
EL DERECHO DE PROPIEDAD O POSESIÓN DE LOS MISMOS,
SE DEMUESTRA CON EL SOLO ACREDITAMIENTO, POR PARTE
DE LA QUEJOSA, DE ESTOS DERECHOS’. (transcribe).
De lo anteriormente expuesto, se concluye que el aquí
compareciente sí acreditó su interés jurídico, y al no operar
la causal de improcedencia invocada por el a quo, lo
procedente es revocar la sentencia y levantar el
sobreseimiento decretado y entrar al estudio de los
conceptos de violación aducidos por el quejoso en la
demanda de garantías, de acuerdo con lo que dispone el
artículo 91, fracción III de la Ley de Amparo, mismo que a
la letra dice:
‘Artículo 91.- El Tribunal Pleno, las Salas de la Suprema Corte o los
Tribunales Colegiados de Circuito, al conocer de los asuntos en
revisión, observarán las siguientes reglas:......III.- Si consideran
infundada la causa de improcedencia expuesta por el Juez de
Distrito o la autoridad que haya conocido del juicio de amparo en los
casos del artículo 37, para sobreseer en él en la audiencia
constitucional después de que las partes hayan rendido pruebas y
presentado sus alegatos, podrán confirmar el sobreseimiento si
apareciere probado otro motivo legal, o bien revocar la resolución
recurrida y entrar al fondo del asunto, para pronunciar la sentencia
que corresponda, concediendo o negando el amparo’.
SEXTO.- Los conceptos de violación expuestos por el
quejoso resultan fundados y suficientes para otorgar el
amparo y protección de la Justicia Federal.
En esencia aduce el quejoso a manera de conceptos de
violación, que se vulneran en su perjuicio las garantías
individuales consagradas en los artículos 14 y 16
constitucionales, en virtud de que en el juicio ejecutivo
mercantil 448/98, le fue embargado un bien mueble de su
propiedad, siendo un vehículo Ford Topaz color rojo,
modelo 1993, con número de serie AL9255337, placas
EVB6780 del Estado de Coahuila, juicio en el que el
quejoso es tercero extraño, por lo que afirma que al ser
legitimo propietario y poseedor del bien afectado en
comento se vulnera su esfera de derecho.
35
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
De autos del juicio ejecutivo mercantil 448/98, se advierte
que las partes contendientes en dicho negocio son..... y
......, actor y demandada respectivamente, sin que el
quejoso sea parte ni tiene intervención alguna en el juicio,
por lo tanto, es cierto que es una persona extraña al
procedimiento afectatorio.
Ahora bien, en treinta y uno de agosto de mil novecientos
noventa y ocho, como se desprende del acta respectiva, se
llevó a cabo una diligencia por el actuario adscrito al
Juzgado Local Letrado en Materia Civil de la ciudad de
Saltillo, Coahuila, en la que se embargó un vehículo marca
Ford Topaz rojo, modelo 1992, con número de serie
AL925537, placas EVB6780 del Estado de Coahuila;
vehículo que afirma el quejoso es de su propiedad y
posesión, anexando para probar tales derechos una copia
certificada de la tarjeta de circulación expedida a su
nombre el día veintitrés de agosto de mil novecientos
noventa y siete y de vigencia permanente, y en la que se
identifica en lo esencial el bien afecto al embargo;
documental con la cual, como se ha precisado en el
anterior considerando de la presente ejecutoria, el quejoso
si demuestra sus derechos de propiedad y posesión sobre
el vehículo multicitado con anterioridad al embargo. Por
ende, al haber sido embargado el bien de referencia en un
juicio en el cual el quejoso es tercero extraño y sin ser oído
y vencido, se le causa una afectación a sus garantías
individuales, específicamente, las previstas en los artículos
14 y 16 constitucionales. Son aplicables al respecto, las
tesis visibles en el Semanario Judicial de la Federación,
tomo IX abril, página 660 y Octava Época, Gaceta, Tomo
68, que expresan: ‘TERCERO EXTRAÑO, EMBARGO SOBRE
BIENES DE SU POSESIÓN VIOLATORIO DE GARANTÍAS’.
(transcribe) --- ‘POSESIÓN DE VEHÍCULOS, LA TARJETA DE
CIRCULACIÓN
ES
SUFICIENTE
PARA
ACREDITARLA’.
(transcribe).
En consecuencia, de lo anteriormente expuesto, procede
en su lugar revocar la sentencia en la parte impugnada y
conceder el amparo y protección de la justicia federal al
quejoso,
al
resultar
violentadas
sus
garantías
constitucionales.
36
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Dichos razonamientos dieron lugar a la tesis VIII.1o.34 C, cuyo
tenor literal es el siguiente:
“VEHÍCULOS. LA TARJETA DE CIRCULACIÓN O COPIA
CERTIFICADA DE LA MISMA, SON DOCUMENTOS
IDÓNEOS
PARA
POSESIÓN
Y
ACREDITAR
EL
LA
INTERÉS
PROPIEDAD
JURÍDICO
Y
PARA
PROMOVER EL JUICIO DE AMPARO. El interés jurídico
se traduce en la existencia de un derecho subjetivo
jurídicamente
tutelado
y
la
posterior
violación
o
desconocimiento del mismo, lo que configura uno de los
presupuestos para promover el juicio de garantías en los
términos de lo que establecen los artículos 4o. y 73,
fracción V de la Ley de Amparo. Es así que para
determinar cuál es el derecho jurídicamente protegido,
debe estarse a la naturaleza del acto que se reclama, y de
ser éste el embargo de un vehículo automotriz, el referido
interés jurídico se demuestra fehacientemente con datos
inequívocos, tales como la exhibición de la factura que
ampare la propiedad o algún otro documento que se le
equipare, como lo es la tarjeta de circulación expedida a
nombre del peticionario de garantías, o copia certificada de
la misma, siempre que sea anterior a la fecha del embargo
y se encuentre vigente, pues de ésta se desprende que el
quejoso tiene la posesión y propiedad actual de los bienes,
por ser un documento público que constata plenamente
que el bien mueble está inscrito ante las autoridades
administrativas
correspondientes
y
a
nombre
de
determinada persona, y que ésta se encuentra reconocida
como propietaria ante las oficinas recaudadoras; aunado al
hecho de que son documentos públicos, dotados de valor
37
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
probatorio pleno en términos del artículo 202 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria
a la Ley de Amparo”. 3
Este mismo tribunal reiteró su criterio al resolver el amparo en
revisión 132/2003.
CUARTO. EXISTENCIA DE LA CONTRADICCIÓN. Para que
haya materia a dilucidar respecto de cuál criterio es el que debe
prevalecer, deben concurrir los siguientes supuestos:
a) Que al resolver los negocios se examinen cuestiones
jurídicas esencialmente iguales y se adopten posiciones o
criterios jurídicos discrepantes;
b) Que la diferencia de criterios se presente en las
consideraciones,
razonamientos
o
interpretaciones
jurídicas de las sentencias respectivas, y
c) Que los diferentes criterios provengan del examen de los
mismos elementos.
Al respecto, es aplicable la jurisprudencia 26/2001, emitida por el
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de rubro:
‘CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE
CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA’ 4 .
Cabe señalar que, aun cuando los criterios sustentados por los
tribunales contendientes no constituyen jurisprudencia debidamente
3
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, del tomo X,
noviembre de 1999, Pág. 1037.
4
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XIII, abril de 2001, página 76.
38
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
integrada, ello no es requisito indispensable para proceder a su
análisis y establecer si existe la contradicción planteada y, en su caso,
cuál es el criterio que debe prevalecer, siendo aplicable la tesis L/94,
de rubro: ‘CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN
NO ES NECESARIO QUE SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS’,
emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación 5 .
En principio, se advierte que en lo que respecta a la
confrontación de las consideraciones emitidas por el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito y las demás
sostenidas por los tribunales contendientes, se llega a la conclusión de
que es inexistente la contradicción de tesis, pues a pesar de que de la
lectura de la tesis emitida por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
de
Trabajo
del
Cuarto
Circuito,
aparentemente
existe
una
contradicción de criterios con los demás tribunales colegiados
contendientes, en realidad ésta no se actualiza porque en los negocios
resueltos por este tribunal colegiado no se examinaron cuestiones
jurídicas esencialmente iguales, es decir, partió del análisis de
elementos distintos.
En efecto, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo
del Cuarto Circuito analizó asuntos en los que fueron promovidas
tercerías excluyentes de dominio en contra de señalamientos y
embargos que fueron realizados sobre vehículos automotrices cuya
propiedad aducían tener los terceristas, quienes para acreditarlo
exhibieron dos pruebas documentales: 1) la tarjeta de circulación
vehicular y 2) el recibo de pago correspondiente a la tenencia,
documentos en los cuales ellos aparecían como propietarios; en
cambio, los demás tribunales contendientes examinaron asuntos en
los
que
se
demandó
por
la
vía
de
amparo
indirecto
la
5
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, tomo 83, noviembre de 1994, página 35.
39
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
inconstitucionalidad de señalamientos y embargos que fueron
realizados sobre vehículos automotrices cuya propiedad era alegada
por los quejosos, quienes para acreditarlo se concretaron a exhibir
únicamente la prueba documental consistente en la tarjeta de
circulación vehicular, misma en la que ellos aparecían como
propietarios.
Así, mientras el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo
del Cuarto Circuito tomó en consideración dos elementos para
pronunciarse respecto de la acreditación de la propiedad de los
vehículos embargados: la tarjeta de circulación vehicular y el
pago correspondiente a la tenencia, los demás tribunales
contendientes lo hicieron únicamente tomando en consideración un
elemento: la tarjeta de circulación vehicular, lo cual viene a
comprobar que el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Cuarto Circuito no partió del análisis de los mismos elementos.
Por el contrario, de la confrontación de las consideraciones
emitidas por los demás tribunales contendientes, se llega a la
conclusión de que sí existe contradicción de criterios, pues en
los
negocios
resueltos
se
examinaron
cuestiones
jurídicas
esencialmente iguales y se adoptaron posiciones o criterios jurídicos
discrepantes,
obteniéndose
la
diferencia
de
criterios
en
los
razonamientos, proviniendo del análisis de los mismos elementos,
como se demuestra a continuación.
En primer lugar, se destaca que estos tribunales colegiados sí
examinaron los mismos elementos, pues, sin excepción alguna, todos
resolvieron asuntos en los que se demandó por la vía de amparo
indirecto la inconstitucionalidad de señalamientos y embargos que
40
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
fueron realizados sobre vehículos automotrices cuya propiedad fue
aducida por los quejosos, quienes para acreditarlo se concretaron a
exhibir únicamente la prueba documental consistente en la tarjeta de
circulación vehicular, misma en la cual aparecían ellos como sus
propietarios.
En segundo lugar, estos tribunales colegiados analizaron la
misma cuestión jurídica, la cual fue: determinar si la tarjeta de
circulación vehicular era por sí misma el documento idóneo para
acreditar la propiedad del vehículo automotriz descrito por la misma y,
consecuentemente, dilucidar si dicho documento servía para justificar
también el interés jurídico de quien por la vía de amparo impugna la
inconstitucionalidad de algún señalamiento y embargo realizado sobre
un vehículo automotriz en cuya tarjeta de circulación aparece a su
nombre; sin embargo, el criterio adoptado por los tribunales al resolver
la litis fue distinta.
En efecto, mientras el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Cuarto Circuito consideró que la tarjeta de circulación no era el
documento idóneo para acreditar por sí misma la propiedad del
vehículo automotriz descrito en ella, ni tampoco era apta para justificar
el interés jurídico de quien por la vía de amparo impugna la
inconstitucionalidad de algún señalamiento y embargo realizado sobre
un vehículo automotriz en cuya tarjeta de circulación aparece a su
nombre, los Tribunales Colegiados Segundo del Quinto Circuito y
Primero del Octavo Circuito consideraron que sí era el documento
idóneo para acreditar ambas cuestiones.
De esta forma se llegó a la conclusión de que sí se realizó el
examen de los mismos elementos –la tarjeta de circulación vehicular–,
respecto de una misma cuestión jurídica –determinar si dicha prueba
41
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
documental era por sí misma suficiente para acreditar la propiedad del
vehículo automotriz descrito en ella y, en consecuencia, era apta para
justificar el interés jurídico de quien por la vía de amparo impugna la
inconstitucionalidad de algún señalamiento y embargo realizado sobre
un vehículo automotriz en cuya tarjeta de circulación aparece a su
nombre–. No obstante, las decisiones a las cuales llegaron los
tribunales contendientes fueron divergentes.
Establecido lo anterior, el problema a dilucidar en la presente
contradicción de tesis, toda vez que se ha declarado existente, es el
siguiente: Cuando se reclama en un juicio de amparo el embargo
trabado sobre un vehículo automotriz por quien aduce ser el
propietario del mismo ¿la tarjeta de circulación de ese vehículo
en la que aparece el nombre del quejoso es apta para acreditar el
interés jurídico de éste?
QUINTO.
DETERMINACIÓN
DEL
CRITERIO
A
PREVALECER. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación considera que debe prevalecer, con carácter de
jurisprudencia, el criterio sustentado en esta resolución, en atención a
los razonamientos que a continuación se exponen:
Con la finalidad de brindar mayor seguridad jurídica y determinar
cuál es el criterio que debe prevalecer en el presente asunto, en
principio, debe analizarse lo relativo al interés jurídico, en qué consiste
y cómo debe acreditarse. Posteriormente, se analizará el documento
llamado tarjeta de circulación vehicular para determinar su finalidad, su
valor y alcance probatorio, y así estar en posibilidad de determinar si la
tarjeta de circulación es apta o no para acreditar el interés jurídico del
quejoso.
42
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
I. INTERÉS JURÍDICO.
La figura del interés jurídico se encuentra íntimamente
relacionada con el principio de instancia de parte agraviada
establecido por el artículo 4° de la Ley de Amparo 6 , según el cual el
acto que se reclame de la autoridad responsable cause un perjuicio a
la persona que se estime afectada.
De esta manera, el interés jurídico necesario para promover el
juicio de amparo contra leyes o actos de autoridad solamente lo tiene
el titular del derecho afectado y no terceras personas, aun cuando
éstas resientan de manera indirecta, mediata o inmediata alguna
lesión o afectación por el acto de autoridad, por grave que éste
pudiera parecer.
Entonces, el interés jurídico está en relación directa con el
derecho afectado y el promovente del juicio de amparo es el que debe
ser el titular de tal derecho. La tutela del derecho sólo comprende
bienes jurídicos reales y objetivos; por ello, las afectaciones a ese
derecho deben ser igualmente susceptibles de apreciarse en forma
objetiva para que puedan constituir un perjuicio, de modo que la
naturaleza intrínseca de ese acto reclamado es la que determina el
perjuicio o afectación en la esfera jurídica del particular, sin que pueda
hablarse entonces de agravio cuando los daños o perjuicios que una
persona pueda sufrir no afecten real y efectivamente sus bienes
legalmente amparados.
6
Artículo 4o.- El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien perjudique
la ley, el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro acto que se reclame, pudiendo
hacerlo por sí, por su representante, por su defensor si se trata de un acto que corresponda a una
causa criminal, por medio de algún pariente o persona extraña en los casos en que esta ley lo
permita expresamente; y sólo podrá seguirse por el agraviado, por su representante legal o por su
defensor.
43
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Es aplicable a lo anterior, la tesis que a continuación se
transcribe:
“INTERÉS
JURÍDICO
EN
EL
AMPARO
QUÉ
LO
CONSTITUYE. El artículo 4o. de la Ley de Amparo
contempla, para la procedencia del juicio de garantías, que
el acto reclamado cause un perjuicio a la persona física o
moral que se estime afectada, lo que ocurre cuando ese
acto lesiona sus intereses jurídicos, en su persona o en su
patrimonio, y que de manera concomitante es lo que
provoca la génesis de la acción constitucional. Así, como la
tutela del derecho sólo comprende a bienes jurídicos
reales y objetivos, las afectaciones deben igualmente ser
susceptibles de apreciarse en forma objetiva para que
puedan constituir un perjuicio, teniendo en cuenta que el
interés jurídico debe acreditarse en forma fehaciente y no
inferirse con base en presunciones; de modo que la
naturaleza intrínseca de ese acto o ley reclamados es la
que determina el perjuicio o afectación en la esfera
normativa del particular, sin que pueda hablarse entonces
de agravio cuando los daños o perjuicios que una persona
puede sufrir, no afecten real y efectivamente sus bienes
legalmente amparados.” 7
7
Tesis emitida por la Tercera Sala de la anterior integración de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, tomo II,
Primera Parte, julio a diciembre de 1988, página: 224. Precedente: Amparo en revisión 1441/88.
Guadalupe Henderson Calderón. 29 de agosto de 1988. Cinco votos. Ponente: Sergio Hugo
Chapital Gutiérrez. Secretario: Jaime Raúl Oropeza García.
44
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Dicho lo anterior, es evidente que el interés jurídico debe
acreditarse o comprobarse, pero ¿de qué forma debe hacerse?
¿Puede ser de forma presuntiva o debe ser plena o fehacientemente?
Esta Suprema Corte ha sostenido el criterio reiterado de que el
interés jurídico para efectos del juicio de amparo debe acreditarse
plena o fehacientemente, sin que pueda inferirse con base en
presunciones, por el carácter excepcional que tiene el juicio de
garantías y los efectos que debe tener la sentencia que conceda el
amparo, ya que encierra una declaración de restitución de esos
derechos afectados o violados por el acto de autoridad.
Son aplicables a lo anterior, las tesis de jurisprudencia y aislada
que a continuación se transcriben:
“INTERÉS
PROBARSE
JURÍDICO,
AFECTACIÓN
FEHACIENTEMENTE.
DEL.
En
el
DEBE
juicio
de
amparo, la afectación del interés jurídico debe acreditarse
en
forma
fehaciente
y
no
inferirse
con
base
en
presunciones.” 8
“INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. LAS COPIAS
FOTOSTÁTICAS SIMPLES, POR SÍ SOLAS, NO LO
ACREDITAN. Conforme a lo dispuesto por el artículo 217
del
Código
Federal
de
Procedimientos
Civiles,
de
aplicación supletoria a la Ley de Amparo, el valor
probatorio de las fotografías de documentos, o de
cualesquiera otras aportadas por los descubrimientos de la
ciencia, cuando carecen de certificación, queda al prudente
8
Tesis de jurisprudencia número 2a./J. 16/94, emitida por la Segunda Sala de la anterior
integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo 82, Octubre de 1994, página 17.
45
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
arbitrio judicial como indicios. Esta Suprema Corte, en
diversas tesis de jurisprudencia, ha sostenido que el
quejoso debe probar fehacientemente su interés
jurídico,
por
fotostáticas
ello
sin
debe
estimarse
certificación
son
que
las
copias
insuficientes
para
demostrarlo, si no existe en autos otro elemento que,
relacionado con aquéllas, pudiera generar convicción de
que el acto reclamado afecta real y directamente los
derechos jurídicamente tutelados del quejoso.”(énfasis
añadido) 9
“INTERÉS JURÍDICO. DEBE ACREDITARSE PARA LA
PROCEDENCIA DEL AMPARO. Al establecer los artículos
4o, 76 y 80 de la ley de Amparo, respectivamente, el
principio
de
instancia
de
parte
agraviada,
el
de
particularidad de la sentencia de amparo que prohíbe
hacer una declaración general de la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de la ley o acto reclamado y los
efectos que debe tener la sentencia dictada en un juicio de
garantías que conceda el amparo, en cuanto que encierra
una declaración de restitución para el caso concreto,
legalmente debe exigirse para la procedencia del juicio
constitucional
que
los
promoventes
acrediten
plenamente su interés jurídico para el efecto de que si
así lo estima fundado la autoridad que conozca del juicio
de garantías, esté en posibilidad de conceder la protección
de la justicia federal respecto de personas determinadas,
en forma particularizada por su interés, y a la vez conceda
9
Tesis de jurisprudencia número 2a./J. 21/98, emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo VII, Abril de 1998, página: 213
46
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
la protección en el efecto procedente, lo cual no se podría
satisfacer si el interés de los promoventes del amparo no
se acredita plenamente, toda vez que existe la posibilidad
de conceder el amparo por una ley o un acto que, en
principio, no les causen ningún perjuicio en sus derechos,
por no estar dirigidos a ellos y, en ese caso, los efectos
restitutorios del amparo serían en contra de lo establecido
por los preceptos de la Ley de Amparo.”(énfasis añadido)10
Por ello, la comprobación del interés jurídico tiene que vincularse
directamente con el bien que se dice afectado, esto es, con el carácter
con que acude el quejoso al juicio de garantías, por lo que debe
acreditar fehacientemente ser el titular del derecho que se estima
vulnerado por el acto de autoridad. Así, si el quejoso se ostenta como
propietario de un bien y aduce que se le ha afectado ese derecho de
propiedad con el acto reclamado, es inconcuso que para acreditar su
interés jurídico debe demostrar que es titular del derecho de propiedad
respecto del mencionado bien.
Resulta ilustrativa para lo anterior, la tesis que a continuación se
transcribe:
“INTERÉS JURÍDICO. NO LO TIENEN LOS SIMPLES
OCUPANTES O HABITANTES DEL INMUEBLE. El
interés jurídico necesario para promover amparo contra
leyes o actos de autoridad, solamente lo tiene el titular
del derecho afectado y no terceras personas, aunque
éstas
resientan
de
manera
indirecta,
mediata
o
inmediata, alguna lesión o afectación, por grave que
10
Tesis aislada número XXV/89, emitida por la Tercera Sala de la anterior integración de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación,
Octava Época, Tomo III, Primera Parte, Enero a Junio de 1989, Página: 338.
47
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
pudiera parecer, pues de aceptar lo contrario, se llegaría
al absurdo de sostener la incongruencia jurídica de que
ante un acto autoritario que afectara el derecho de
posesión, se promovieran por separado tantos juicios de
amparo como personas habitaran el inmueble relativo,
incluyendo la servidumbre; por ello, aunque el quejoso
alegue habitar el inmueble, del que es propietario su hijo,
ello no le incorpora derecho autónomo alguno para acudir
al juicio de amparo, pues tal circunstancia no demuestra
la posesión que pudiera ser garantizada por la ley.” 11
II. LA TARJETA DE CIRCULACIÓN.
La tarjeta de circulación vehicular es el documento oficial
expedido por las autoridades administrativas correspondientes,
mediante el cual se identifica el vehículo automotriz ahí descrito, con la
finalidad de llevar a cabo el control de los vehículos que circulan en el
lugar donde sea expedido.
Dicho documento señala los datos característicos del vehículo
automotriz, como lo son: nombre del propietario; domicilio del
propietario; placas de matrícula de circulación; modelo, tipo y clase de
vehículo; marca, número de serie y número de motor; capacidad y uso;
fecha de expedición; denominación y logotipo de la Dependencia
gubernamental que la expide; códigos de clasificación del vehículo y
su respectiva interpretación, entre otros, lo cual dependerá de la
regulación específica de cada entidad federativa.
11
Tesis aislada número 2a. LIII/97, emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo V, Mayo de 1997, página 333.
48
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
No obstante, es importante señalar que la tarjeta de circulación
vehicular al contener los datos relativos al propietario del vehículo
automotriz ahí descrito, sólo establece una presunción respecto de la
propiedad del bien, la cual deriva del
principio consistente en que
el poseedor de un bien es el propietario del mismo (posesión
originaria). Esta presunción también se establece en el segundo
párrafo del artículo 1º de la Ley del Impuesto Sobre Tenencia o Uso de
Vehículos, que dice:
“Artículo 1°.- Están obligadas al pago del impuesto
establecido en esta Ley, las personas físicas y las morales
tenedoras o usuarias de los vehículos a que se refiere la
misma.
Para los efectos de esta Ley, se presume que el propietario es
tenedor o usuario del vehículo…”.
Sin embargo, este documento no acredita por sí mismo que
quien aparece como propietario en él en verdad lo sea, puesto que la
propiedad del vehículo puede haberse transmitido de cualquier forma
sin que se haya hecho la actualización correspondiente de los datos
de
la
tarjeta
de
circulación
ante
la
autoridad
administrativa
correspondiente, lo cual no afecta en cuanto al permiso de circulación
que contiene esa tarjeta pues no es requisito indispensable para
permitir la circulación del vehículo que quien lo usa sea su legítimo
propietario.
Consecuentemente, no debe perderse de vista que la tarjeta de
circulación vehicular es sólo el documento que permite la identificación
del vehículo automotriz referido en la misma, como ya se dijo, esto es,
el documento que precisa cuáles son las características de la unidad
49
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
que tiene el permiso para circular, mas no el que acredita plenamente
quién es su propietario.
Lo anterior no significa que se le reste valor probatorio a la
tarjeta de circulación como prueba documental, pues si bien puede
considerarse que es una prueba plena al ser expedida por la autoridad
competente, no significa que tenga el alcance y eficacia probatorias
para demostrar fehacientemente el derecho de propiedad respecto del
vehículo cuyos datos aparecen en la misma. Esto es, a pesar de ser
una prueba que tiene valor probatorio pleno, no tiene el alcance
probatorio para acreditar la propiedad del vehículo automotriz referido
en la misma.
III. CRITERIO QUE DEBE PREVALECER.
De acuerdo con la exposición precedente, es posible concluir
que el interés jurídico está directamente vinculado con el derecho que
se dice afectado por el acto de autoridad, de tal manera que, para
demostrar que el quejoso tiene interés jurídico para efectos de la
procedencia del juicio de amparo, debe acreditar fehacientemente ser
el titular de tal derecho.
En el caso que nos ocupa, cuando el quejoso se ostenta como
propietario de un bien que ha sido sujeto de un embargo y acude al
juicio de amparo impugnando tal acto que viola en su perjuicio el
derecho de propiedad que dice tener sobre ese bien, la pregunta es si
la tarjeta de circulación de dicho vehículo automotriz en la que aparece
el nombre del peticionario de garantías como propietario del mismo es
apta para tener por acreditado su interés jurídico.
50
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
De acuerdo con lo antes expuesto, es posible concluir que la
tarjeta de circulación por sí misma no es el documento apto para
acreditar fehacientemente que la persona que aparece como
propietario del vehículo en el mismo es el titular de los derechos de
propiedad de ese bien, pues si bien, como se ha dicho, la referida
tarjeta puede establecer una presunción respecto de la propiedad del
automóvil de que se trata, para efectos de acreditar el interés jurídico
tal presunción es insuficiente toda vez que, como ha quedado
precisado en apartados anteriores, el interés jurídico debe acreditarse
fehacientemente y no inferirse con base en presunciones.
No pasa inadvertido el criterio sostenido por la Segunda Sala de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la
Contradicción de tesis 24/96, en la que determinó, entre otras cosas,
que los derechos de propiedad y posesión de los vehículos
automotrices eran factibles de acreditarse con la sola exhibición de la
copia certificada de la tarjeta de circulación. Dicho criterio quedó
plasmado en la tesis jurisprudencial 53/96, cuyo rubro es el siguiente:
“VEHÍCULOS DE PROCEDENCIA EXTRANJERA. EL INTERÉS
JURÍDICO PARA PROMOVER EL AMPARO EN CONTRA DEL
SECUESTRO, DESPOSEIMIENTO, DECOMISO O CUALQUIER
ACTO
DE
AUTORIDAD
QUE
AFECTE
EL
DERECHO
DE
PROPIEDAD O POSESIÓN DE LOS MISMOS, SE DEMUESTRA
CON EL SOLO ACREDITAMIENTO, POR PARTE DE LA QUEJOSA,
DE ESTOS DERECHOS”. 12
12
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV,
Noviembre de 1996, página 177. El texto de la tesis es el siguiente: El interés jurídico se traduce
en un derecho jurídicamente tutelado y es uno de los presupuestos para promover el juicio de
garantías en los términos de lo que establecen los artículos 4o. y 73, fracción V, de la Ley de
Amparo. Como derecho jurídicamente protegido, es incontrovertible que para promover un juicio de
garantías, debe de estarse a la naturaleza del acto que se reclama. Por tanto, si los actos
reclamados se hacen consistir en desposeimiento, secuestro o decomiso de vehículos de
procedencia extranjera, entre otros actos de la misma naturaleza, que implican afectación o
menoscabo del derecho de propiedad o posesión, resulta lógico que para comprobar el interés
jurídico, sólo deben demostrarse tales derechos de propiedad o posesión respecto de los mismos,
de manera fehaciente, con datos inequívocos, bien con la copia certificada de la tarjeta de
51
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Sin embargo, dicha tesis no resuelve el tema de la presente
contradicción pues habla indistintamente de la posesión y de la
propiedad de los vehículos de procedencia extranjera, sin decir de
forma expresa con qué documento se acredita cada uno de estos
derechos, es decir, esta tesis sólo dice que se deben acreditar los
derechos de propiedad o posesión que el quejoso tiene sobre un
vehículo automotriz de procedencia extranjera para demostrar el
interés jurídico en el juicio de amparo, lo cual se puede hacer con
diversos documentos, entre los que se encuentra la tarjeta de
circulación. A pesar de ello, dicha tesis sólo habla genéricamente de la
comprobación de esos derechos sin mencionar en forma expresa con
qué documento se acredita cada uno de esos derechos, lo cual es
importante pues al ser distintos estos derechos, su forma de
acreditarse es también distinta.
Asimismo, debe decirse que el criterio sostenido en la presente
resolución no pugna con los sostenidos por esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación en anteriores épocas respecto de que la tarjeta
de circulación es apta para acreditar la posesión de un vehículo,
precisamente porque lo que se cuestiona en esta contradicción es si
circulación, de la que se desprenda que la propietaria del vehículo fronterizo es precisamente la
quejosa; o bien con la factura en la que conste la adquisición del vehículo por la peticionaria de
garantías; o con cualquier otra prueba idónea y fehaciente que demuestre esos extremos, así como
la existencia de los actos reclamados consistentes en el desposeimiento, secuestro o decomiso del
vehículo de procedencia extranjera. Ciertamente, porque quien es propietario o poseedor de un
vehículo respecto del cual penden actos de autoridad tales como secuestro, desposeimiento o
decomiso, el interés jurídico se demuestra con las documentales que acrediten que la quejosa es la
propietaria o poseedora del mismo, puesto que su esfera de derecho de propiedad o posesión se
vio afectada por el acto de autoridad, que como tal, debe cumplir con los extremos que la
Constitución le impone. Lo anterior se desprende del artículo 4o. de la Ley de Amparo, en
concordancia con lo que dispone el artículo 1O7, fracción I, de la Constitución General de la
República, según los cuales el juicio de amparo puede promoverse por la parte a quien perjudique
el acto reclamado y tal perjuicio inmediato y directo, da el presupuesto indispensable para la
procedencia del juicio de garantías, sin que sea necesario para acudir a la instancia constitucional,
el que también se demuestre la legal estancia en el país del multicitado vehículo de procedencia
extranjera, pues los actos reclamados sólo afectan la propiedad o posesión que respecto del
mismo tiene la quejosa, y no su derecho de importación, por lo que la legal o ilegal estancia en el
país del multicitado automotor, será materia del procedimiento administrativo que, en su caso, se
siga contra la formulante del amparo.
52
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
dicho documento acredita la propiedad de un vehículo y, en
consecuencia, el interés jurídico para acudir al juicio de amparo, de
donde se advierte que son temas distintos.
Consecuentemente,
debe
prevalecer
con
carácter
de
jurisprudencia, en términos del artículo 192 de la Ley de Amparo, el
criterio que sustenta esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación a continuación:
TARJETA DE CIRCULACIÓN VEHICULAR. NO ES UN
DOCUMENTO
ACREDITAR
IDÓNEO,
EL
POR
INTERÉS
SÍ
MISMO,
JURÍDICO
DE
PARA
QUIEN
PROMUEVE EL JUICIO DE AMPARO EN CALIDAD DE
PROPIETARIO DEL VEHÍCULO AUTOMOTRIZ A QUE
SE REFIERE. Esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha sostenido en diversas tesis que el interés
jurídico en el juicio de amparo debe acreditarse
fehacientemente
presunciones.
y
no
inferirse
con
base
en
El interés jurídico está directamente
vinculado con el derecho que se dice vulnerado por el
acto de autoridad, por lo cual, cuando se acude al
juicio de amparo reclamando el acto consistente en el
embargo trabado sobre un vehículo automotriz por
afectar el derecho de propiedad del quejoso, debe
demostrarse que el quejoso es titular de tal derecho a
fin de demostrar el interés jurídico en el juicio de
amparo. Ahora bien, la tarjeta de circulación vehicular
sólo permite la identificación del vehículo automotriz
referido en ella, es decir, su alcance probatorio se
limita a comprobar que el vehículo que describe cuenta
con el permiso de circulación respectivo; de ahí que
53
CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
dicha tarjeta, por sí misma, no sea un documento
idóneo para acreditar la propiedad del vehículo, pues
sólo establece una presunción respecto de ese
derecho y, como se ha dicho, el interés jurídico debe
acreditarse
fehacientemente
y
no
con
base
en
presunciones.
Por lo expuesto y fundado,
SE
R E S U E L V E:
PRIMERO. Sí existe la contradicción de tesis a que este
expediente se refiere, en los términos del considerando cuarto de esta
resolución.
SEGUNDO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el
criterio sustentado por esta Primera Sala, en los términos de la tesis
redactada en el último considerando del presente fallo.
TERCERO. Dése publicidad a la tesis jurisprudencial que se
sustenta en la presente resolución, en términos del artículo 195 de la
Ley de Amparo.
Notifíquese y, en su oportunidad, archívese el expediente como
asunto concluido.
.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
Sergio A. Valls Hernández, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 153/2006-PS.
Cordero de García Villegas y Presidente José Ramón Cossío Díaz
(Ponente). Ausente el señor Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo.
Firman el Ministro Presidente de la Sala y Ponente, con el
Secretario de Acuerdos, quien autoriza y da fe.
PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE.
MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ
EL SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA
LIC. FRANCISCO OCTAVIO ESCUDERO CONTRERAS
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