Acoso escolar entre niñas: poco visible, pero preocupante Intimidar

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Acoso escolar entre niñas: poco visible,
pero preocupante
Intimidar y excluir son algunos métodos. Consecuencias psicológicas
son más lesivas y duraderas.
Para ser parte del 'club' de amigas de Sara, Laura tuvo que llevarle colombinas,
darle su merienda y, en ocasiones, sus útiles. Incluso, tuvo que cargar una botella
de
agua
sucia
y
llevarla
a
casa.
La crueldad de las niñas puede ser aun más hiriente que los problemas que los
muchachos
suelen
resolver
con
un
golpe.
Ellas crean intrigas, riegan chismes y excluyen a quien les venga en gana. De
acuerdo con los expertos, este tipo de intimidación tiende a pasar desapercibida
para los adultos, porque creen que se trata de simples peleas de amigas; además, si
son pequeñas, lo normal es que las niñas no entiendan por lo que están pasando.
Eso fue lo que le pasó a Laura, que a sus 8 años cursa el tercer grado en un colegio
femenino. Se siente excluida de los juegos, porque Sara la considera torpe. "Mi hija
me dice que no quiere ir a estudiar. Se queja de dolor de estómago casi todos los
días y afirma que no tiene amigas y por eso busca a Sara, pero ella es agresiva y
descalificadora. No entiendo por qué insiste en buscarla", cuenta Adriana, la mamá
de
Laura.
Es una situación compleja, porque para muchas niñas ser incluidas es clave,
"incluso al precio de la injusticia con sus demás amigas", aseguran las psicólogas
estadounidenses Michelle Anthony y Reyna Lindert, en su libro Matoneo entre
niñas.
De acuerdo con las expertas, las investigaciones muestran que las niñas pueden ser
tan agresivas como los niños al usar palabras crueles y peyorativas. Además,
excluyen,
traicionan,
expanden
rumores
y
humillan.
Enrique Chaux, docente de la Universidad de los Andes y experto en temas de
violencia escolar, explica que "entre niños es más común la intimidación física y con
insultos (se empujan, se golpean); entre ellas, se ve la intimidación indirecta, de
forma
encubierta
y
menos
evidente".
Y agrega la psicóloga de familia María Helena López que "las niñas tienen
modalidades de acoso social muchas veces más lesivas, como hacer quedar en
ridículo, inventar apodos o amenazar con divulgar algún hecho privado". Todos
advierten que esta clase de agresión relacional, presente en el día a día de las niñas
desde temprana edad, puede ser tan dolorosa como los golpes e incluso tener
efectos
emocionales
y
físicos
más
duraderos.
Además de los dolores de cabeza y de estómago con los que suele manifestarse la
situación en las víctimas, Anthony y Lindert sostienen que estas experiencias de
crueldad pueden acarrear un impacto negativo en la percepción que tienen las
pequeñas de ellas mismas y en sus habilidades para aprender. Su desempeño
escolar,
está
comprobado,
tiende
a
ser
más
bajo.
Y Chaux señala que la intimidación escolar no se ciñe a agresiones esporádicas o a
peleas entre amigas. Se trata de una situación repetida y sistemática contra la
misma
persona,
durante
varias
semanas,
meses
e
incluso
años.
Entre las niñas suele darse la exclusión permanente: la afectada no es invitada a
juegos, fiestas o paseos; es blanco de habladurías, de descalificación e intimidación
virtual.
En el colegio de Laura, dice una docente de primaria, es frecuente ver a niñas en
actitud de matoneo. "Les digo que no me gusta verlas actuar de esa forma y las
invito a ponerse en los zapatos de las otras... En clase las cambio de puesto para que
no conformen grupos cerrados y aprendan a compartir con niñas diferentes, a
conocerlas",
termina
la
profesora.
¿Qué
deben
hacer
Consejos
padres
y
docentes?
para
padres
De acuerdo con Enrique Chaux, prevenir la agresión es la clave del éxito desde los
primeros años de preescolar. En esta etapa hay que desarrollar en los niños la
empatía (que a uno le duela el dolor de los otros, comprender lo que los demás
sienten) y la asertividad, es decir, la capacidad de ser firme y defender sus derechos
o
los
de
otros
sin
recurrir
a
la
agresión.
Si
su
niña
es
la
víctima...
- Estén atentos a cualquier cambio en su tono de voz, expresión facial o selección de
palabras,
así
como
su
estado
de
ánimo.
- Tengan en cuenta los indicadores de estrés infantil: cambios en su
comportamiento familiar y disminución del nivel de entusiasmo por actividades
que
solían
gustarle.
.
- Pregúntenle con quién jugó ese día en el colegio, si se sentó con alguna amiga
nueva, si le ha pasado algo; profundice en detalles para saber cómo se siente.
- Cuando sientan que hay un problema de este estilo, hagan una lista de ideas para
identificar
posibles
soluciones
a
la
agresión.
- Recurran a juegos de representación para ayudarle a enfrentar el problema;
recuérdenle que cuando los amigos nos tratan mal, hay que hacerse valer y
respetar.
- Motiven a la niña a tener nuevas amigas y a acercarse a aquellas que son amables
y
amorosas.
-
Ayúdenla
a
fortalecer
su
círculo
de
amigas
externas
al
colegio.
- Inscríbanla en actividades extracurriculares para que interactúen con otras niñas.
- Lean libros y vean películas que muestren las relaciones sociales y se destaquen
las
cualidades
de
los
buenos
amigos
y
compañeros.
- Ayúdenla a descubrir sus propias habilidades: hagan una lista inicial y agreguen
un
logro
nuevo
cada
día.
Si
su
hija
es
la
matona...
- Escúchela sin juicios, insultos o amenazas y ayúdele a darse cuenta de que
cometió un error. No se refiere a ella como persona sino a comportamientos
específicos.
-Hablen con ella con franqueza e invítenla a ponerse en los zapatos de la niña que
agredida. Pregúntenle: ¿Cómo te sentirías si fueras la única a la que no invitan a
una
fiesta?
- Indíquele claramente a su hija las consecuencias que habrá si esto vuelve a pasar.
-Es muy importante que ella se disculpe y haga algo por enmendar su error. Que
repare el daño. Una buena alternativa es que escriba una carta en la que pida
disculpas.
-Vea con ella una película que le permita a su hija identificarse con el personaje más
débil y que le sirva para entender que no está bien lastimar a los demás.
- Reitérele su afecto y disposición a ayudarla para que corrija este comportamiento.
Consejos
para
maestros
Es clave que los docentes aprendan a detectar la intimidación entre las niñas. Un
primer paso es observar a sus estudiantes en los recreos y a la hora de almuerzo,
para detectar malos tratos y exclusiones
-A comienzo de año, dejen claro que el mal trato hacia los otros es inaceptable.
-Creen en el salón una comunidad solidaria: pídanles a sus alumnas recortes donde
se reflejen actitudes positivas, como ayudar a otros y respeto a las diferencias.
-Motiven a sus estudiantes a que halaguen un acto amable de sus compañeras al
final de cada día.
-Pídanles que le escriban una carta a alguien en la que destaquen lo que más les
gusta de esa persona.
-Díganles a las niñas populares, a las líderes, que ayuden a frenar el matoneo
cuando se presente: que apoyen a la niña victima de la agresión.
-Acostúmbrenlas a celebrar públicamente los logros de sus compañeras.
-Dediquen una cartelera a compartir el aprecio por las demás o para recompensar
las buenas acciones de las niñas, y sus logros académicos y actitudinales.
-Hablen en clase de lo que se siente estar furioso y cómo lidiar con este sentimiento.
-Cuando haya un acto de crueldad hacia alguien, ayuden a la víctima a identificar a
sus aliadas.
-Creen buzones y medios electrónicos para que las estudiantes reporten la
intimidación.
Fuentes: 'Matoneo entre niñas, un libro indispensable para padres y maestros'.
Michelle Anthony, M.A., Ph.D., y Reyna Lindert, Ph.D., de Editorial Panamericana;
Enrique Chaux, investigador de la U. de los Andes y autor del libro 'Educacion,
convivencia y agresión escolar'. María Helena López, psicóloga familiar y autora de
los libros 'La intimidación escolar o Bullying: un asunto serio', y '¡Basta ya! El
bullying
puede
parar'.
Por:
ANDREA
LINARES
GÓMEZ
Redactora de Vida de Hoy.
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