Acto de investidura y toma de posesión como Rector Magnífico de la Universidad de Oviedo Dr. D. Santiago García Granda Biblioteca de la Universidad de Oviedo Lunes, 16 de mayo de 2016 Señor Presidente del Gobierno del Principado de Asturias. Queridos Rectores de la Universidad de Oviedo: Alberto Marcos Vallaure, Juan Sebastián López Arranz, Juan Vázquez y Vicente Gotor. Vicerrector de la Universidad de Cantabria. Dignísimas autoridades. Compañeras y compañeros de la Comunidad Universitaria. Querido Equipo Rectoral. Señoras y Señores. Bienvenida y agradecimientos Decía Albert Einstein que “llocura ye facer lo mesmo una y otra vegada y esperar resultaos diferentes” camudando’l protocolu voi aniciar el mio discursu en asturiano pa facer reconocimientu a lo más importante que una persona tien na vida que ye la so familia. Gracies a la mio madre, a la mio muyer, al mio fíu, a los mios hermanos y a los que ya nun tais con nos, pol vuestru sofitu y afeutu que fae posible que tea yo güei equí. Ya en castellán entamo col resto del discursu. Nuevamente, como cada cuatro años, nos hallamos en la Biblioteca Central –en una cálida tarde de primavera- dándole sentido a la tradición universitaria y, también, poniendo de relieve la evidencia de nuestro funcionamiento democrático tras el proceso electoral que nuestra Institución ha desarrollado. Por ello nos encontramos aquí y debo, debemos, dar las gracias. En primer lugar a los presentes porque, ciertamente lo más gratificante para un Rector –yo al menos lo siento así-, más aún para un Rector novel que hace su primer discurso de toma de posesión, es vuestra presencia aquí por cuanto supone de apoyo a este nuevo Equipo Rectoral pero, sobre todo y especialmente, de apoyo a la Universidad de Oviedo que es quien nos convoca. Vuestra compañía, la de todas y todos –incluso los que estáis fuera de esta Biblioteca siguiendo el acto a través de diferentes medios, a quienes saludo también afectuosamente, - no sólo aporta cercanía y calidez, sino significado institucional y relevancia social. Tener y mantener esta “química” entre Universidad, Comunidad y Sociedad será un gran y motivador reto, al que puedo contribuir desde la humildad de mi experiencia como especialista en “química”, y todo eso debe redundar en una mejor universidad, en definitiva, “cristalizar” las ideas y los sentimientos para poder purificarlos y obtener su utilidad para todos en común y digo esto en evocación de la cristalografía, cuya pasión también me ha identificado profesionalmente. Vayan dirigidos, pues, estos primeros párrafos para saludar a los distintos representantes institucionales y sociales y a la vez agradecerles su colaboración en los diversos ámbitos y sectores de nuestra actividad. Un saludo que hago en nombre de las mujeres y hombres que integramos la Universidad de Oviedo, conscientes de los recursos materiales y apoyos morales que ponen a nuestra disposición y que hemos de devolver a la sociedad transformados en conocimiento, capital humano e innovación; está es nuestra ú nica razón de ser y a ella nos debemos. También quiero saludar de manera especial y dar una cordial bienvenida a esta Biblioteca a los representantes de las instituciones públicas y privadas que nos honran con su presencia. A las diputadas y diputados que apoyan la estrategia institucional con nuestra Universidad; a las alcaldesas y alcaldes, concejales y concejalas de nuestros ayuntamientos, especialmente de los que son sedes universitarias con los que mantenemos una estrecha colaboración que pretendemos intensificar; a los consejeros y demás miembros del Gobierno del Principado de Asturias, cuyas competencias resultan claves para el devenir de nuestra institución. Y por supuesto quiero saludar como representante de la Institución, a todos los miembros de la Comunidad Universitaria que nos acompañan hoy, estudiantes, personal de administración y servicios y personal docente e investigador. A todos, los que estáis hoy aquí y los que no han podido venir, tengo que agradeceros el esfuerzo, dedicación y buen hacer que día a día realizáis para que la Universidad de Oviedo sea una institución mejor. Apuntes de nostalgia Para mi todo esto empezó hace ya algunos años, como dice el famoso texto de nuestro querido escritor, José Manuel García González “Marcos del Torniello” en Vercidiu –donde nací- a la vera del cabu Peñes, xunto a la mar… Todo lo que soy, y permítidme esta licencia emocional, se lo debo a mi pueblo, Verdiciu, en el Concejo de Gozón. Al esfuerzo y ganas de superación de mi familia pues –hace más de 50 años- no era fácil “mandar” a un hijo/a la universidad y los que peinamos canas lo sabemos. Ahora tampoco es fácil pero en aquel entonces era un sueño. Pero también debo agradecer a mis maestras de la escuela de Verdiciu la primera de ellas fue mi madre- porque me ayudaron a forjar la persona que soy y como diría un paisano “coles sos coses bones y les sos coses males”. Mis maestras me inculcaron siempre el valor de la formación y eso ha sido una constante en mi vida. En palabras del Nobel de la Paz, Nelson Mandela, “la educación es el arma más potente para cambiar el mundo”. A riesgo de que se me pueda tildar de ingenuo, sigo queriendo cambiar el mundo y, desde aquí, aprovecho esta efímera atalaya – física por los escalones que nos separan- pero metafórica por cuanto tiene de humildad, para pedir a las administraciones públicas, a los agentes sociales y económicos y a los miembros de la Comunidad Universitaria que me ayuden, que nos ayuden, en este empeño de cambiar la Universidad de Oviedo. He de seros sumamente sincero, estoy aquí porque tuve un sueño de cambio como asturiano, primero, como universitario, después. Ya lo decía Calderón de la Barca “la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña”. Pero ha sido, afortunadamente para mí, un sueño compartido pues esas ganas de cambio han sido impulsadas por un grupo de universitarias y universitarios –tienen cara, nombres y apellidos, están en mi cabeza pero, especialmente, en mi corazónaunque para alivio de los presentes voy a omitir la lista pero la tengo presente -cual lista de cosas importantes para no olvidarla-. Me hacen sentirme acompañado ante el vértigo y la responsabilidad que produce la gestión universitaria. A ellos y ellas les debo el estar hoy aquí, gracias de corazón por esforzaros cada día desde hace muchos meses; por vuestro trabajo desinteresado y constante; por confiar en mí; por compartir ideas e iniciativas; por no rendiros frente a las adversidades; por soñar que nuestra opción era posible; por inspirar ilusión y ganas y, sobre todo, por recordarme en todo momento que si pones empeño e ilusión logras tus metas, como nos sugiere Ovidio con su ingénium mála saépe móvent, pues apunta que “el genio surge de la dificultad”. Y haciendo honor a uno de los lemas de nuestra campaña, debo dar las gracias al EQUIPO EFICIENTE Y CERCANO con el que he contado y seguiré contando y buena muestra de ello es el Equipo Rectoral que me acompañará los próximos años. Nuevo equipo rectoral Decía Miguel de Unamuno que “Es menester que los hombres tengan ideas. Yo sin negar esto, diría más bien: es menester que las ideas tengan hombres” y permitidme añadir a estas palabras de nuestro insigne escritor “mujeres y nombres”. Pues bien, Señoras y Señores, os presento -como ya lo hice hace unos días en el Paraninfo- al Equipo de Gobierno que dirigirá la Universidad en los próximos años. Son magníficos profesionales, mejores personas y están dispuestos a anteponer la transparencia, la ética, la eficacia y la honradez en la acción de gobierno a cualquier otro valor individual. Trabajaremos siempre por el interés general, por una universidad pública y de calidad, actuando desde la responsabilidad y con una administración eficiente, tratando de aglutinar las aspiraciones legítimas de la comunidad universitaria. Quizás con los ajetreos lógicos de todo este proceso, he olvidado deciros –pero qué mejor momento que este para hacerlo- que sois formidables. Gracias por vuestra generosidad y por acompañarme en esta ilusionante tarea. Me comprometo a retribuir vuestro gesto compartiendo con vosotras y vosotros lo único que tengo de valor: trayectoria y experiencia, mi dedicación, mi esfuerzo, mis ganas, el empeño de mi honor en la palabra dada. Seremos de verdad un equipo y los logros, pero también los fracasos, serán de todas y todos. Por cierto, no están todos los que son pero los que están son los que tenían que ser. En los próximos días los Directores y Directoras de Área completarán la estructura organizativa y, a buen seguro, será un equipo eficiente, cercano, representativo y, sobre todo –no les quepan dudas- comprometido con la Universidad y con Asturias. Nuestras ilusiones, vuestros retos Señoras y señores, Durante los últimos dos años y, de manera más intensa, en los últimos meses y en campaña electoral, he repetido de manera incesante que queremos hacer una universidad más transparente, más dinámica y más cercana. Tenemos equipo y ahora tocan las ideas pero, como decía Ramón y Cajal, “las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas”. Y les aseguro que vamos a poner nuestro empeño en que estas ideas se conviertan en realidad, poco a poco, pero de forma imparable pues nada hay peor que el conformismo. Estas ideas son compromisos y están recogidas en este documento de 40 páginas que me acompaña casi a todas partes y con el que me habréis visto (Enseñar el programa levantándolo con la mano). Este programa, fruto de multitud de reuniones y de propuestas diversas, se ha convertido en una guía de gobierno para los próximos cuatro años pero, tras el proceso electoral, haremos integración de las ideas y sugerencias que los otros candidatos han propuesto porque a todos nos ha unido un objetivo común irrenunciable: mejorar la Universidad de Oviedo. Pero…la duda se sitúa por dónde empezar. Pascal ya profetizaba que “lo último que uno sabe acerca de una tarea es por dónde empezar”. Sin embargo, les aseguro que tengo claro por dónde. En primer lugar invitando, nueva y públicamente, a los otros tres candidatos para que, si tienen a bien aceptar mi propuesta formen parte del Consejo de Gobierno de la Universidad y que su experiencia y visión contribuya positivamente. En segundo lugar, siguiendo las sabias palabras de Cervantes, defendiendo que “los deseos se sustentan en esperanzas” y son, precisamente, estos deseos los que cristalizan en propuestas que me apresuro a describir a modo de síntesis. Aquí debo recordar el otro lema de nuestra campaña “Tus ilusiones, nuestros retos” pues empeño la confianza depositada en la convicción de que caminaremos hacia un modelo descentralizado, eficiente, innovador e ilusionante. Muchos son los sustratos de esta ilusión con propuestas pensadas a corto, medio y largo plazo, viables, integradoras, sensibles a la diversidad de la Universidad de Oviedo y comprometidas con Asturias. La ilusión de la eficacia y la vocación de servicio público La ilusión de las universitarias y los universitarios Para el personal docente e investigador el compromiso a limitar a 24 ECTS el máximo de dedicación docente; desarrollar un reconocimiento de actividades docentes, de gestión e investigadoras justo; promover el relevo generacional; garantizar la estabilización y promoción del PDI; incrementar la formación continua a través de la creación del Instituto de Investigación e Innovación Educativa; modificar el sistema de evaluación docente y garantizar una condiciones de trabajo estables y dignas al profesorado contratado. Para las y los estudiantes el compromiso decidido de eliminar el actual régimen de permanencia; crear la Mesa del estudiante; garantizar que el colectivo de estudiantes elija de manera democrática a sus representantes; mantener la congelación de tasas de matrícula e incrementar en lo posible el sistema propio de becas y ayudas. Para el personal de administración y servicios el compromiso de negociar con las organizaciones sindicales una nueva RPT de referencia plurianual; impulsar la oferta de empleo público posibilitando la estabilidad, promoción y rejuvenecimiento; incentivar la formación tecnológica e idiomática; favorecer la conciliación laboral y familiar; mejorar la carrera profesional y recuperar derechos perdidos e impulsar la acción social. La ilusión de compromiso con la sociedad, con Asturias Este principal compromiso se vislumbra en la Extensión Universitaria que el Grupo de Oviedo impulsó. Se trata de un legado de gran valor que seguiremos apoyando y promoviendo al máximo nivel. No en vano, tal y como reza en la placa conmemorativa que se encuentra en la fachada del Paraninfo, consideramos la extensión universitaria “como instrumento permanente de las relaciones sociedaduniversidad y como expresión de la vocación que debe presidir la labor universitaria”. Además, os confieso que soy un firme convencido de que la Universidad Oviedo no es sólo la capital, Gijón, Mieres y Avilés, también lo son Salas, Castrillón, Langreo y todos los municipios de Asturias. Allí donde la universidad tenga instalaciones u organice actividades hay universidad. Pero voy más allá, debemos hacer que la universidad de Oviedo sea realmente una institución sentida por toda la ciudadanía asturiana. Por eso en nuestra acción de gobierno tiene especial relevancia las propuestas de transparencia institucional; igualdad; apoyo a una universidad inclusiva, deporte, turismo y proyección internacional. Creo que las sinergias y el trabajo conjunto de las instituciones redundarán positivamente en el tejido económico y social de nuestra región. Además, el impulso a la literatura, el cine, el teatro y la música en lengua asturiana serán claves en nuestro mandato donde crearemos, la Oficina Universitaria de Normalización Lingüística y potenciaremos la imagen corporativa trilingüe en español, por supuesto, en asturiano y en inglés. Queremos, en suma, que Asturias sea un contexto de creatividad e innovación en todos los campos del saber y aquí la Universidad tiene que ser un actor clave. La ilusión de una gobernanza moderna y activa Todas estas ilusiones señaladas requieren de una gestión de gobierno más ágil. Son muchos los cambios que se deben incorporar a pesar de las dificultades, pero trataremos de adoptar las medidas que sean necesarias con diálogo, buscando consensos, escuchando a todas y a todos desde la responsabilidad de gestión encomendada, teniendo en mente la provechosa máxima de Benjamin Franklin de que “la peor decisión es la indecisión”. La ilusión por devolver la ilusión Finalmente, nuestro principal reto –junto con la gestión propiamente dicha - es devolver la ilusión a la comunidad universitaria a los que tienen aquí su desarrollo laboral y a los que nos eligen para permanecer un período de su vida y a los que queremos ofrecer un vinculo permanente. Por ello, estoy convencido que las medidas que implementaremos constituyen ilusiones, no como aspectos ilusorios, sino como iniciativas sólidas cargadas de esperanza y realidad que contribuirán a mejorar nuestra universidad. Digo reales porque el programa que desarrollaremos contiene, además, un minucioso análisis de viabilidad económica que lo hace posible desde el esfuerzo conjunto, el apoyo institucional y la contribución de toda la comunidad universitaria. Cierre En este momento, y como no rehúyo los retos que tengo, que tenemos por delante, recuerdo las palabras de Constantino Cavafis que decía “Cuando emprendas tu viaje a Ítaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias.” Pues bien, os invito a este viaje en el que nadie sobra y en el que todas las personas e instituciones somos necesarias. Por ello aprovecho para agradecer también a mi antecesor como Rector su esfuerzo en la gestión de una complicada etapa en la Universidad de Oviedo y a todo el Equipo Rectoral saliente la labor realizada. Mi más sincera gratitud a todos los que hoy nos acompañáis; a los que nos han hecho llegar su apoyo; a las instituciones y empresas aquí representadas; a todos mis colegas de la Comunidad Universitaria y a mi familia y amigos por su apoyo crítico pero, también, por su comprensión. También, permitidme, agradecer de manera especial a los que han hecho posible este acto, a pesar de lo acelerado en su organización, a todo el personal del Edificio Histórico, a la Oficina de Apoyo Institucional y Protocolo Académico y al Coro Universitario que, con su profesionalidad y compromiso, aportan solemnidad, bello arte y una cara más amable a los actos institucionales. Acabo. Confío en que, no sólo dentro de cuatro años, sino que poco a poco podáis comprobar que haré honor a la palabra dada, que no defraudaremos la confianza recibida y que los compromisos adquiridos los iremos desarrollando a pesar de las dificultades y los obstáculos que vayan surgiendo. También pido a todos que confíen en nosotros, que cuenten con nosotros. Seamos, entre todas y todos, parte de las soluciones que debamos adoptar para mejorar nuestra Institución. Estamos en un momento de cambio en el que Sociedad, Universidad y Administración debemos diseñar nuestro presente y futuro desde la corresponsabilidad que la ciudadanía nos exige. Está en nuestras manos. En la confianza que tengamos en nosotros mismos, en nuestras capacidades y en el trabajo conjunto tenemos el rumbo fijado del viaje al que os he invitado hace unos momentos. Por ello tomaré prestadas unas palabras de un Químico-Físico, también Rector de esta Universidad que tomó posesión en 1960 José Virgili Vinadé, quien en su discurso afirmaba “no deseo éxitos personales, sino perseverancia en el trabajo y eficacia en la labor”. La Universidad es este lugar de encuentro dónde todas y todos pueden definir y orientar su desarrollo esperando encontrar – y les aseguro que intentaremos que así sea- calidad, innovación, proyección internacional, responsabilidad, colaboración y liderazgo en la sociedad del conocimiento. Ahora como Rector, tal y como he reiterado, deseo convertir las ilusiones de la Comunidad Universitaria en los retos de toda la institución y para ello, –tal y como afirmara el famoso pedagogo Paulo Freire- creo firmemente que “la educación en verdad, necesita tanto de la formación técnica, científica y profesional como de sueños y utopía” y así quiero finalizar mi intervención. Muchas gracias.