5CFE01-200 - congreso forestal español

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5CFE01-200
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Herramientas de apoyo a la gestión forestal de las masas de Pinus nigra Arn. y Pinus
sylvestris L. de la Tinença de Benifassà (Castellón)
MARTÍN ALCÓN, S.*, BELTRÁN BARBA, M.* y ROJAS BRIALES, E.
Departamento de Producción Vegetal, Universidad Politécnica de Valencia. Camí de Vera, s/n. 46022 Valencia.
* Dirección actual: Centre Tecnològic Forestal de Catalunya. Ctra. Sant Llorenç de Morunys, km. 2. 25280 Solsona, Lleida.
Email: [email protected]
Resumen
Se presentan en este trabajo herramientas de apoyo a la gestión de las masas de Pinus nigra
Arn. y Pinus sylvestris L. de la Tinença de
Benifassà (Castellón). En primer lugar se desarrollan curvas de calidad de estación de tipo
anamórfico para ambas especies. Posteriormente se presentan las denominadas tablas de
densidad óptima, las cuales muestran los valores de densidad y diámetro para cada calidad en
función de la edad de turno, en una masa teórica compuesta únicamente de árboles
dominantes. Se establecen tres calidades para ambas especies. Para P. nigra los Índices de
Sitio a una edad de referencia de 80 años son de 12,25 (cIII), 14,75 (cII) y 17,25 (cI). Para P.
sylvestris los Índices de Sitio a la misma edad de referencia son de 10,25 (cIII), 12,75 (cII) y
15,25 (cI). Las tablas de densidad óptima se muestran para ambas especies en el rango de
clases de edad comprendido entre 60 y 140, que comprenden los turnos más comunes para
estas especies en el ámbito de estudio. La aplicación práctica de estas herramientas pasa por
establecer la edad de inicio de la fase de regeneración en base a los objetivos de gestión
(diámetro final, estabilidad de la masa, etc.), buscar en las tablas de densidad óptima el
número de árboles de porvenir (Z), y planificar las intervenciones necesarias para alcanzar
dicha densidad a la edad determinada.
Palabras clave
Índice de Sitio, Tablas de densidad óptima, masas regulares, pino laricio, pino albar.
1. Introducción
La planificación forestal a escala comarcal constituye un reto para el desarrollo forestal
sostenible. A ésta se hace referencia ya en las instrucciones de ordenación de montes de 1930,
pero su desarrollo en España todavía no ha eclosionado hoy en día. Su impulso debe tener un
efecto directo en la dinamización rural de las comarcas forestales, y de esta forma en el
equilibrio territorial. Debe contribuir en gran medida a maximizar la conservación de los
espacios forestales, la satisfacción de las demandas sociales y la utilización de los recursos
que proporcionan. Una de las principales demandas que se le atribuye a la planificación
forestal a escala comarcal es la de dinamizar la gestión forestal privada. Para ello, el
establecimiento de unas directrices que propongan herramientas que faciliten y favorezcan la
gestión operativa de los recursos forestales debe ser un objetivo primordial.
La Tinença de Benifassà es una comarca natural de clara vocación forestal. Su situación
actual deriva de varios siglos de fuerte interacción humana, en los que el paisaje fue
modulado por las actividades agrícolas, ganaderas y forestales. El abandono del medio rural y
por ende de los usos tradicionales que se ha producido en las últimas décadas, ha
desencadenado en un incremento notable de la superficie forestal arbolada. En la actualidad,
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la gestión forestal está dificultada por la baja rentabilidad de los aprovechamientos forestales,
en parte debida a la situación generada tras décadas de cortas regresivas y escasa planificación
de la gestión. Además, el hecho de que la propiedad forestal se encuentre profundamente
dividida en pequeñas explotaciones representa un hándicap añadido a esta planificación. En
este contexto, Pinus nigra Arn. salzmanii (Dunal) Franco y Pinus sylvestris L. han sido
objeto, desde antaño, de los aprovechamientos forestales más importantes del ámbito de
estudio, probablemente junto con el de quercíneas para leñas y carbón. La superficie ocupada
por ambas especies se aproxima al 45 % de la superficie total. Pese a esto, no existe ningún
estudio previo sobre el crecimiento y producción de estas masas, así como ningún
instrumento de ayuda a la gestión.
Varios modelos de Índice de Sitio han sido desarrollados en España tanto para P.
sylvestris (e. g. GARCÍA ABEJÓN, 1981; GARCÍA ABEJÓN y GÓMEZ LORANCA, 1984;
ROJO y MONTERO, 1996; BRAVO y MONTERO 2001 y PALAHÍ et al. 2004) como para
P. nigra (BAUTISTA et al. 2005; GÓMEZ LORANCA, 1996; PALAHÍ y GRAU, 2003) que
han derivado en diversas herramientas como tablas de producción o modelos de gestión
(GONZÁLEZ et al. 1999; GONZÁLEZ, 2006). Generalmente se trata de herramientas
diseñadas a escala de los grandes sistemas montañosos peninsulares, cuya aplicación práctica
debe pasar por una obligada adaptación a las particularidades de cada zona concreta. Las
condiciones propias de las estaciones forestales en la Tinença de Benifassà, especialmente
marcadas por su elevada mediterraneidad, la escasez de suelos, y la larga tradición de gestión
regresiva, hacen que las herramientas anteriores no sean, a priori, directamente aplicables. Su
adaptación conllevaría grandes errores que pueden evitarse desarrollando nuevos modelos
que, estadísticamente comparados con la realidad, prueben ser los más apropiados (ORTEGA
y MONTERO, 1988).
Otras herramientas que han sido desarrolladas para servir de apoyo a la gestión
mediante el manejo de la densidad son los SDMD (Stand Density Management Diagrams)
(BARRIO y ÁLVAREZ, 2005) o el TMS (Target Tree Management System) (ABETZ, 2002).
En el TMS la planificación de las intervenciones se basa en el control del espacio de
crecimiento de un número de árboles de futuro previamente establecido, para una especie y
estación determinadas. En este estudio se realiza una aproximación a esta metodología
mediante unas tablas denominadas tablas de densidad óptima (TDO).
2. Objetivos
El objetivo de este estudio es desarrollar modelos de calidad de estación para Pinus
nigra Arn. salzmanii (Dunal) Franco y para Pinus sylvestris L. apropiados a las
particularidades de la Tinença de Benifassà (Castellón). Además se pretende, a partir de
dichos modelos, generar una TDO para cada especie y calidad de estación. Estas tablas
muestran valores de densidad y diámetro para cada calidad en función de la edad, en una
masa teórica compuesta únicamente de árboles dominantes, que sirven de apoyo a la
planificación de las intervenciones en masas regulares. Con estas herramientas el gestor
dispondrá de los instrumentos mínimos para orientarse en la gestión de estas masas con
modelos desarrollados en la zona y el planificador dispondrá de las referencias que le ahorren
tener que diseñar expresamente los modelos de los cuales orientarse.
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3. Metodología
Ámbito de estudio
La comarca de La Tinença de Benifassà forma parte de la última estribación oriental del
Sistema Ibérico, al sur de la depresión del Ebro, en un área orientada E-W situada en el límite
septentrional de la Comunidad Valenciana (0° 8’ E, 40° 39’ N). El ámbito elegido para el
desarrollo de este estudio viene definido por el P.O.R.N. de La Tinença de Benifassà, con una
superficie de 25.814 ha. El aspecto geomorfológico general que caracteriza el paisaje
comarcal es el relieve muy quebrado sobre calizas, con un gradiente altitudinal superior a los
1.000 metros, y con orientaciones en todos los sentidos sin llegar a predominar ninguna. El
clima es característico de la montaña mediterránea interior, donde el alejamiento de la costa y
la altitud confieren rasgos de continentalidad. La precipitación media anual varía entre 600 y
800 mm, y la temperatura media anual entre 9 y 12 °C (SIGMAPA, 2009). Una detallada
descripción del ámbito de estudio puede encontrarse en GVA (2005).
Las formaciones forestales más abundantes en la Tinença son frecuentemente masas
mixtas donde aparece al menos una especie del género Pinus. La presencia de masas puras es
poco común, si bien los carrascales ocupan cierta superficie. P. nigra aparece a partir de los
600 ó 700 m.s.n.m. y en las cotas más altas P. sylvestris, en especial a partir de 1000 m.s.n.m.
(Figura 1).
Figura 1: Localización de la zona de estudio. Distribución en España de P. sylvestris y P. nigra según el Mapa Forestal de
España 1:200.000. (Fuente: elaboración propia)
Preparación de los datos
Para el desarrollo de modelos de calidad de estación y la determinación de las
densidades óptimas se utilizó un inventario de árboles dominantes. Se seleccionaron en
campo árboles dominantes repartidos uniformemente en el área de estudio. Estos árboles
debían haber crecido en masas que presentaran tangencia de copas en espesura completa
(GONZÁLEZ, 2005), situados a una distancia del borde de la masa de más del doble de su
altura, abarcando el mayor rango de edades posibles y sin signos de haber crecido bajo la
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dominancia de otros árboles. Los árboles dominantes fueron seleccionados siguiendo la
clasificación sociológica establecida por la IUFRO (GONZÁLEZ, 2005). Un total de 98 pies
de P. nigra y 96 pies de P. sylvestris fueron inventariados. De ellos se recogió la siguiente
información: altura total (m), medida con VERTEX III; edad, medida con barrena de Pressler;
diámetro normal (cm), medido con cinta diamétrica; área de copa (m2), calculada a partir de
los diámetros cruzados medidos con la ayuda de escuadra óptica y crecimiento en diámetro de
los últimos 10 años, medido sobre el core extraído (cm) (Tabla 1).
Tabla 1: Resumen de las variables de la muestra de árboles dominantes utilizadas para la construcción de los modelos.
Especie
Edad
P. sylvestris
(n=96)
P. nigra
(n=98)
Media
Mínimo
Máximo
Media
Mínimo
Máximo
H (m)
71
16
173
66
11
175
11,3
3,8
19,2
12,6
3,4
20,4
DBH
Área de copa ID10
(cm)
(m2)
(cm)
26,4
30,73
3,5
7,7
5,04
1,6
49,9
101,76
8,8
26,8
27,79
3,9
7,8
2,34
1,4
58,5
106,92
8,6
Curvas de calidad de estación
En primer lugar, se superpusieron las curvas de calidad existentes para el Sistema
Ibérico (GÓMEZ LORANCA, 1996; GARCÍA ABEJÓN, 1981) sobre los pares de valores
altura-edad procedentes del inventario de árboles dominantes. Una vez se compararon los
datos con los modelos existentes se procedió a la elaboración de modelos propios.
De las diferentes técnicas para construir curvas de calidad de estación (CLUTTER et al.
1983) se ha seguido el método de la curva guía y el método de estimación de parámetros, por
ser a priori los más adecuados a nuestros datos. En ambos métodos se ajustó una curva a
todos los pares de datos altura-edad, denominada curva guía. Seguidamente, en el método de
la curva guía se generaron las tres curvas correspondientes a las diferentes calidades variando
un parámetro de la ecuación de la curva guía, mientras que en el método de estimación de
parámetros se estimaron parámetros propios de cada calidad al ajustarlas independientemente.
Para el ajuste de la nube de puntos de altura-edad se probaron las funciones de la Tabla 2,
descritas en KIVISTE et al. (2002), elegidas por haber sido utilizadas anteriormente para la
modelización del crecimiento forestal en España (ROJO y MONTERO, 1996; PITA, 1964;
PALAHÍ et al. 2004).
Tabla 2: Funciones candidatas para los modelos de calidad de estación
Nombre
Korf 1939
(Bailey-Clutter o Schumacher)
Hossfeld 1822
Mitscherlich 1919
(Richards-Chapman)
Parámetro específico de
la estación
Expresión
H 0 = eα × e
β ⎛⎜ 1 γ ⎞⎟
t2
H0 =
α + βt + γt 2
H0
(
= α (1 − e
α
⎝ t ⎠
)
)
⎛ 1 ⎞
− β (t −γ ) ⎜⎝ γ ⎟⎠
γ
α
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Se aplicó una regresión no lineal mediante mínimos cuadrados en SPSS (SPSS Inc.,
2008) con el algoritmo de Levenberg-Marquard para la estimación de los parámetros, excepto
en el modelo de Mitscherlich, para el que se usó la programación secuencial cuadrática
porque sus parámetros tienen restricciones. La función de pérdida se definió como la suma de
los residuos al cuadrado.
El Índice de Sitio (SI) se define como la altura dominante media que alcanza cada
calidad a una edad de referencia considerada. Para este estudio se adoptó 80 años como edad
de referencia. Para establecer el SI de cada calidad se dividió el rango de variación de la altura
dominante en la edad de referencia en tres intervalos homogéneos. El valor central del tercil
inferior se tomó como el SI de la calidad III (cIII), el del tercil intermedio como el SI de la
calidad II (cII) y el del tercil superior como el SI de la calidad I (cI). La clasificación de los
puntos por calidades se hizo mediante dos curvas anamórficas, que se hicieron pasar por los
valores de la altura límites entre calidades a la edad de referencia. Estas dos curvas
delimitaron para todo el rango los datos que pertenecían a cada calidad.
A partir de la curva guía dos tipos de curvas de calidad fueron generadas, anamórficas y
polimórficas. Las anamórficas se crearon variando el parámetro de cada función que
representa las condiciones de la estación y manteniendo constantes el resto. El valor del
parámetro variado se calculó al despejarlo de la ecuación de ajuste inicial adoptando la edad
de referencia y el SI de cada calidad. Las curvas polimórficas fueron creadas ajustando de
forma independiente los pares de datos que pertenecen a cada calidad, estimando los
parámetros del modelo.
La selección del modelo definitivo respondió a una evaluación del comportamiento
estadístico, del resultado gráfico y del realismo biológico de las curvas creadas con cada
función candidata. El análisis estadístico se basó en los criterios de evaluación descritos por
AMARO et al. (1998) y mostrados en la Tabla 3. Una vez establecidos los modelos se calculó
el límite de la función de cada calidad cuando la edad tiende a infinito para averiguar la
asíntota horizontal.
Tabla 3: Criterios de evaluación del comportamiento de los modelos (esti: valor i-ésimo estimado; obsi: valor i-ésimo
observado; n: número de observaciones; p: número de parámetros)
Criterio
Abreviatura
Residuo
medio
Cociente de
varianzas
Error medio
cuadrático
Mres
VR
RMS
∑ (est
n
Fórmula
est i − obs i
∑
n
i =1
n
i =1
n
∑ (obs
i =1
Valor
deseado
i
0
i
− est
)
− obs
1
2
)
2
Residuo
medio
absoluto
AMres
Coeficiente de
determinación
R2
n
n
∑ (esti − obsi )2
i =1
n− p
0
n
est i − obs i
i =1
n
∑
1−
∑ (est
i =1
n
2
∑ (obs
i =1
0
− obsi )
i
i
− obs
)
2
1
Tablas de densidades óptimas
El crecimiento en altura de los árboles depende principalmente de las condiciones de la
estación y la edad. No obstante, el crecimiento de la copa y el desarrollo en diámetro están
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además influenciados por la disponibilidad de espacio de crecimiento. Una de las claves
importantes en la gestión silvícola es el control del espacio de crecimiento adaptado a los
objetivos particulares de gestión.
A partir de los datos procedentes del inventario de árboles dominantes se obtuvieron las
relaciones del diámetro normal y del área de copa con la edad, para cada calidad y especie.
Para el ajuste de los datos de diámetro y de área de copa se utilizó una curva sigmoidal por
ofrecer los mejores resultados en la prueba de estimación de curvas de SPSS (SPSS Inc.,
2008). Conociendo el área de copa del árbol dominante medio de cada clase de edad, se
calculó la densidad (Z) necesaria para alcanzar una FCC del 85, 80 y 75 % para las masas de
calidad I, II y III respectivamente. En las tablas se muestran los valores de altura dominante,
diámetro cuadrático medio y densidad que describen masas compuestas únicamente por
árboles dominantes. El valor de densidad mostrado, denominado Z, se corresponde con el
número de árboles de porvenir que se establecerían en el modelo a seguir para la gestión de
un rodal concreto.
4. Resultados
Curvas de calidad de estación
En la Figura 2 se presenta la comparación gráfica de los valores de altura-edad de los 98
árboles dominantes de P. nigra con las curvas de calidad desarrolladas para el Sistema Ibérico
por GÓMEZ LORANCA (1996) y de los 96 árboles dominantes de P. sylvestris con las
curvas de calidad desarrolladas por GARCÍA ABEJÓN (1981). Se observa como en las
edades iniciales hay una distribución más o menos homogénea en todas las calidades, incluso
con valores por encima de las curvas de más calidad, mientras que a partir de los 40-50 años
no aparecen árboles clasificados en las mejores calidades.
Figura 2: Comparación de los datos de este estudio con las curvas de calidad para el Sistema Ibérico de GARCÍA ABEJÓN
(1981) para P. nigra (a) y de GÓMEZ LORANCA (1996) para P. sylvestris (b).
En el análisis de los pares de datos altura-edad para la construcción de modelos propios
se observó, para la edad de 80 años, una variación del rango de alturas de entre 9 y 16,5 m
para P. sylvestris y entre 11 y 18,5 m. Estos rangos de alturas fueron divididos en tres
intervalos de anchura igual a 2,5 m, asimilando el valor central de cada uno como SI de las
tres calidades consideradas. Para P. sylvestris los índices fueron 10,25 (SIcIII), 12,75 (SIcII) y
15,25 (SIcI) y los límites entre calidades fueron 11,5 m entre cIII y cII y 14 m entre cII y cI.
Para P. nigra los índices fueron 12,25 (SIcIII), 14,75 (SIcII) y 17,25 (SIcI) y los límites fueron
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13,5 m entre cIII y cII y 16 m entre cII y cI. Con estas alturas referidas a la edad de 80 años se
elaboraron curvas anamórficas y polimórficas con cada función candidata. Los seis modelos
de curvas de calidad se evaluaron en un primer paso por su resultado gráfico y su sentido
biológico. Los modelos polimórficos presentaron los peores ajustes gráficos, y en algunos
casos carecieron de significado biológico, especialmente para las calidades altas, por lo que
fueron descartados (Figura 3).
Figura 3: Ejemplo de curvas de calidad polimórficas elaboradas con la función de Korf para P. sylvestris.
La Tabla 4 muestra los resultados de la evaluación estadística de los modelos
anamórficos. Finalmente, el modelo anamórfico elaborado con la función de Hossfeld fue
seleccionado como el modelo definitivo para las curvas de calidad de P. nigra. Para P.
sylvestris se seleccionó el modelo elaborado con la función de Mistchterlich. La Tabla 5
muestra los parámetros de las ecuaciones de las curvas de cada calidad y especie,
representadas gráficamente en la Figura 4.
Tabla 4: Resultados del comportamiento estadístico de los modelos candidatos (en negrita los modelos elegidos).
Modelo
P. nigra
P. sylvestris
Korf 1939
Hossfeld 1822
Mitscherlich 1919
Korf 1939
Hossfeld 1822
Mitscherlich 1919
Mres
VR
RMS
AMres R2
-0,077 1,212
2,656
1,173 0,752
-0,002 1,138
1,228
0,780 0,885
-0,199 1,153
2,483
1,124 0,769
-0,049 1,342
1,188
0,809 0,861
-0,174 1,203
4,218
1,386 0,507
-0,066 1,337
1,081
0,772 0,874
Tabla 5: Estimación de los parámetros de los modelos definitivos de calidad de estación.
Especie
P. nigra
(Hossfeld)
P. sylvestris
(Mitscherlich)
α (error std.)
cI
cII
cIII
cI
cII
cIII
25,342 (6,839)
17,922 (1,031)
14,299 (0,933)
12,046 (0,724)
Parámetros
β (error std.)
γ (error std.)
0,049 (0,003)
0,059 (0,003)
0,411 (0,288)
0,073 (0,003)
0,016 (0,006)
2,018 (0,449)
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Las asíntotas horizontales de las curvas de calidad para P. nigra fueron de 20,4 m para
la calidad I, 16,9 m para la calidad II y 13,7 m para la calidad III. En el modelo de P.
sylvestris, la asíntota horizontal resultó 17,9 m para la curva de la calidad I, 14,3 m para la
calidad II y 12 m para la calidad III.
Figura 4: Curvas de calidad adoptadas para Pinus nigra (a) y Pinus sylvestris (b).
Tablas de densidad óptima
Las TDO propuestas (Tabla 6 y Tabla 7) muestran los valores de densidad y diámetro para
cada calidad en función de la edad de turno, en una masa teórica compuesta únicamente de
árboles dominantes. En las tablas se muestran las clases de edad comprendidas entre la 60 y la
140 para abarcar los turnos más comunes en la gestión de ambas especies. El valor Z se
refiere al número de árboles de porvenir por hectárea para una edad de turno y calidad
determinada.
Tabla 6: Tabla de densidad óptima a diferentes turnos para las tres calidades de P. nigra.
EDAD
60
80
100
120
140
Calidad I
Calidad II
Calidad III
H0
Dg
Z
H0
Dg
Z
H0
Dg
Z
15,9 31,5 261 13,7 29,5 294 11,5 26,2 339
17,2 36,1 226 14,7 33,8 251 12,2 29,6 284
18,0 39,6 207 15,2 37,2 228 12,6 31,9 256
18,5 42,5 195 15,6 39,9 214 12,8 33,4 238
18,8 44,9 187 15,8 42,2 204 12,9 34,6 227
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Tabla 7: Tabla de densidad óptima a diferentes turnos para las tres calidades de P. sylvestris.
EDAD
60
80
100
120
140
Calidad I
Calidad II
Calidad III
H0
Dg
Z
H0
Dg
Z
H0
Dg
Z
14,1 34,2 263 11,8 27,4 287
9,5 23,1 328
15,3 36,8 225 12,8 30,5 253 10,3 25,7 288
16,0 38,4 205 13,4 32,5 235 10,8 27,3 267
16,6 39,5 193 13,9 33,9 223 11,1 28,5 254
16,9 40,3 185 14,2 35,0 216 11,4 29,4 245
5. Discusión
Este estudio ha presentado modelos de calidad de estación y Tablas de Densidad
Óptima para Pinus nigra y Pinus sylvestris en la Tinença de Benifassà, sureste del Sistema
Ibérico, basados en datos procedentes del inventario de 98 árboles dominantes de P. nigra y
96 de P. sylvestris. La carencia de datos en las edades superiores a 100 años, pero sobre todo
de datos en edades inferiores a los 40 años en calidades altas, ha supuesto una dificultad para
la modelización. Ha sido difícil encontrar árboles representativos del potencial productivo de
la estación. Esto puede estar debido por un lado al estado degradado de las masas que durante
décadas han sufrido los efectos regresivos de la gestión por huroneo. Otra posible causa es la
abundancia de masas procedentes de la recolonización de antiguas tierras agrícolas
marginales y de pastos, que se encuentran generalmente en su primera generación y no
responden al potencial productivo de la estación.
Esta escasez de árboles representativos del potencial productivo de la estación conllevó
a realizar un muestreo dirigido de árboles dominantes basado en un criterio sociológico en
lugar de otros tipos de muestreo que obtienen la altura dominante mediante técnicas
estadísticas. Una metodología similar para el muestreo de árboles dominantes fue utilizada
por CALAMA et al. (2004) para Pinus uncinata Ram. ex D.C. en el Pirineo español. Las
características de este inventario volante, junto con la ausencia de datos de parcelas
permanentes y de análisis de tronco no permiten utilizar el método de ecuaciones en
diferencias para la modelización del crecimiento en altura (VON GADOW et al. 2007). Por
ello, se ha elegido el método de la curva guía y el de estimación de parámetros. Para la
elección de 80 años como edad de referencia para el ajuste de los modelos de calidad de
estación se han tenido en cuenta principalmente las siguientes consideraciones: que fuera un
valor inferior o igual al turno mínimo generalmente utilizado y cercana a la edad de rotación,
y un buen estimador de la altura en otras edades (ÁLVAREZ et al. 2004).
La metodología de determinación de las curvas polimórficas implica que cada calidad
se debe ajustar por separado, por lo que se necesita una cantidad de datos suficiente de cada
calidad y uniformemente distribuida por todo el rango de edades (ROJO y MONTERO,
1996). En nuestro caso, las curvas polimórficas construidas no ofrecen buenos resultados
debido a la falta de datos en edades jóvenes, especialmente de la mejor calidad. Por todo ello,
las curvas finalmente propuestas fueron curvas anamórficas. El anamorfismo de las curvas
significa que la tasa relativa de crecimiento (∂H 0 ∂t ) H 0 y el máximo del crecimiento
corriente en altura dominante son constantes para todas las calidades. Esto puede ser visto
como una inconveniencia (BAILEY y CLUTTER, 1974), pues se considera que las curvas
polimórficas obtenidas por el método de estimación de parámetros tienen un mayor sentido
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biológico (GONZÁLEZ, 2005), aunque tampoco están exentas de otros inconvenientes como
la variabilidad de las curvas en función de la edad de referencia utilizada (VON GADOW et
al., 2007). Pese a esto, los modelos anamórficos finalmente propuestos ofrecen un correcto
ajuste estadístico a nuestros datos. Esto podría significar una mejor adaptación de las curvas
propuestas a las características de la zona con respecto a las curvas de calidad de estación
existentes para el Sistema Ibérico (GÓMEZ LORANCA, 1996; GARCÍA ABEJÓN, 1981),
aunque esto debería ser contrastado mediante análisis de tronco o seguimiento de parcelas
permanentes.
Se han obtenido curvas de calidad bastante diferenciadas entre ambas especies por
haber utilizado modelos distintos para el ajuste de los pares altura-edad. Las curvas
resultantes describen una mayor diferenciación en altura entre calidades en las primeras
edades para P. sylvestris, que podría deberse a una menor cantidad de datos en ese rango. Por
otro lado, según las asíntotas de las curvas propuestas, se alcanzan valores de altura a edades
avanzadas inferiores en P. sylvestris, lo que puede ser debido a que en general habita zonas de
condiciones más adversas, como mayor exposición a vientos o escasez de suelos, que resultan
en una peor calidad de estación.
Las TDO propuestas muestran las características principales de una masa compuesta por
árboles dominantes para un rango de edades de entre 60 y 140 años considerando que en este
rango se encuentran todos los posibles turnos de ambas especies en el ámbito de estudio. Para
la construcción de las tablas se han considerado valores de Fcc de 85, 80 y 75 % para las
calidades I, II y III respectivamente, en ambas especies, por considerar que estas son las Fcc
más adecuadas a la calidad de estación existente. Otros autores (GONZALEZ et al., 1999)
proponen Fcc ligeramente más altas (del 90 % para las calidades superiores para P. nigra en
el Prepirineo catalán), donde la productividad de las calidades mayores es superior. En las
TDO presentadas se muestra que se pueden obtener valores altos de Dg para ambas especies,
similares a otras regiones como el Sistema Central (ROJO y MONTERO, 1996) o el
Prepirineo catalán (GONZÁLEZ et al., 1999), a pesar de que la altura que alcanzan los
árboles es inferior a estas otras regiones.
6. Conclusiones
Se considera que las herramientas propuestas en el presente estudio son un importante
avance para la adecuada gestión de las masas de P. nigra y P. sylvestris de la Tinença de
Benifassà, sureste del Sistema Ibérico. El tipo de gestión practicado en la mayoría de
propiedades particulares ha sido el huroneo, tipo de corta selectiva basada en la extracción de
los mejores pies basada únicamente en un criterio diamétrico. Las herramientas propuestas
pretenden servir de apoyo a la práctica de una silvicultura que aumente la producción de
madera de calidad y limite la aplicación de cortas diamétricas. El predominio de masas
jóvenes procedentes de invasión espontánea de cultivos y pastizales abandonados o de
repoblación donde deben comenzar a aplicarse claras selectivas hace que estas herramientas
sean de gran utilidad. Los cambios en la gestión derivados de su aplicación podrían llevar a
medio plazo a una mejora de las condiciones de la masa en general, que podrían hacer
necesario una revisión de estas herramientas.
La aplicación de las herramientas propuestas se concreta en: (1) determinar la calidad de
la estación a partir de las curvas de calidad, para lo que es necesario conocer la edad y la
altura dominante mediante una metodología adaptada a las condiciones de la masa
(BENGOA, 1999). (2) Establecer la edad de inicio de la fase de regeneración en base a los
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objetivos de gestión (diámetro final, estabilidad de la masa, etc.), y buscar en las TDO el
número de árboles de porvenir (Z). (3) Planificar las intervenciones necesarias para alcanzar
dicha densidad a la edad determinada, concentrando las más intensas en la primera mitad del
turno (RÍO et al., 2008).
Se considera necesario abordar el estudio de nuevas herramientas para la gestión de
masas irregulares. Una correcta gestión de las masas en estructura irregular ofrece ciertas
ventajas para las pequeñas propiedades privadas, como la periodicidad de rentas. Además, la
gestión en estructura de masa irregular podría presentar ciertas ventajas en las zonas donde,
debido a las fuertes pendientes o a sus valores naturales, se hace necesaria una cubierta
arbórea permanente (GONZÁLEZ, 2005).
Agradecimientos
Agradecemos a Iván Jesús Romero, José Victorio García y Juan Manuel Batiste su
colaboración en la fase de recogida de datos de campo.
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