LAS DIEZ FALLAS MAS CORRIENTES DE UN PROFESOR.

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LAS DIEZ FALLAS MAS CORRIENTES DE UN PROFESOR.
La relación “alumno –profesor” ha sido siempre cuestionada, criticada, moldeada, vuelta a corregir y hasta
hoy algunos piensan que dentro de muy pocos años, sencillamente desaparecerá. Esa relación ha ido,
como el hombre, desarrollándose y cambiando con el paso del tiempo. Pero son quizá mucho los
maestros y también los padres de familia, que siguen cayendo en errores comunes que definitivamente
truncan el aprendizaje del alumno.
El doctor Bernabé Tierno Jiménez, un profesor español que durante toda la vida se ha preocupado por el
problema educativo actual, escribió un manual titulado El fracaso escolar, editado por Plaza y Janés. A
manera de prólogo lo denomina los “LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL EDUCADOR”
1. FALTA DE SEGURIDAD.
En este punto no solamente entra en juego la necesidad de ofrecer seguridad al alumno, sino el hecho de
mostrarse seguro ante él. “existen muchos estilos de personalidad entre los profesores. Aquellos que
aparecen frente a los estudiantes como personas en las que la autoridad no es muy clara, que no tienen
firmeza en sus opiniones o dudan en sus apreciaciones, no están brindando al alumno un ejemplo muy
digno de seguir”. Los maestros inestables, que no preparan el contenido de sus clases y se “enredan”
frente a los estudiantes, seguramente pierden “imagen” y respeto.
2. NO SER QUERIDO Y RESPETADO.
El profesor Bernabé es partidario de una “pedagogía amorosa, siempre en actitud de servicio”.
Efectivamente está comprobado que la relación entre la educación y un ambiente cálido y afectivo es uno
de los factores más importantes para obtener el mayor rendimiento de un estudiante. “El profesor amable,
que muestra cierto grado de calidez y afectividad, especialmente con sus alumnos niños y adolescentes,
puede estar seguro de contar con su apoyo y de las que realizarán los máximos esfuerzos por aprender”.
Este tipo de maestro se convierte en la figura “buena” (en el sentido de la palabra correcta y no
confundiendo con pasar a ser el maestro “bobo”) que el estudiante quiere imitar.
3. USO DE GESTOS IRACUNDOS, AMENAZAS Y HUMILLACIONES…
Esta actitud del educador era usual en épocas anteriores. Al fin y al cabo, los estudiantes eran menos
activos, menos independientes y asumían este tipo de relación “profesor-alumno” como algo que debía
ser… porque sí. “los muchachos de hoy jamás admitirían ser tratados de esta manera, pues de una u otra
forma han ido formando conciencia de tener derechos como estudiantes y como seres humanos”. ,
Además, los malos tratos conllevan a una dificultad tremenda de establecer buenas relaciones humanas y
evitan la posibilidad de un cambio en el nivel académico de un estudiante, calificado como “el bruto del
curso”. Y como dice el autor del libro, 2 el niño va almacenando grandes dosis de agresividad, represión,
frustración que más pronto o más tarde generarán actos violentos y agresivos contra si mismos, contra
los demás o contra la sociedad.
4. FALTA DE CRITERIO PROPIO E INDEPENDENCIA.
Se debe entender en dos sentidos en dos sentidos. Primero, respetando las opiniones del alumno si está
equivocado en sus apreciaciones. Pero siempre con educación no con el consabido grito en el aula.
Segundo, la falta de criterio e independencia en el mismo profesor. “algunos se la pasan todo el tiempo
repitiendo los contenidos de los libros, mientras el estudiante percibe rápidamente que su maestro es
incapaz de polemizar con los autores o con los textos, que no tiene ni pizca de criterio y se limita a seguir
con toda disciplina lo indicado por otros. En fin, que nuestra independencia con respecto a otras figuras
de autoridad. Es decir, que él asume, negándose y negando a sus alumnos, la posibilidad de criticar
constructivamente, los mandatos de los superiores. “las cosas funcionan así porque alguien lo dijo y
punto”. Así aparecen ante el estudiante como una persona completamente sometida intelectual y
disciplinariamente.
5. FALTA DE MADUREZ SIQUICA.
“Son tantas cosas lo que podría ser anotado como inmadurez síquica… Pero entre ellas es muy
importante el control de las emociones. Un profesor que no controla sus emociones se torna irritable, se
molesta por cualquier cosa, es incapaz de soportar una broma. Los alumnos son dados a imponerle retos
al educador, y algunos de ellos no aceptan esa actitud del estudiante como tal, sino que “caen” en la
trampa como un chiquillo, se molestan, gritan y, en fin, “pierden los estribos” delante de su clase.
6. CREAR EN EL NIÑO ESTADOS DE ANSIEDAD.
Muchos educadores son un genio para esto. “utilizan apodos, comparaciones y otras actitudes negativas
cuando se refieren a un alumno o al trabajo realizado por ese estudiante. Son maestros que predisponen
fácilmente al alumno al nerviosismo y la inseguridad. ¿Por qué? Porque son muy críticos. Generalmente
juzgan más el resultado que el proceso de aprendizaje: si la respuesta está bien…buena nota. Si está
correcta, pero en el camino hubo una falla… entonces el trabajo no sirve para nada. Así, se desconoce el
esfuerzo hecho y las posibilidades nuevas de aprendizaje que tuvo el alumno”. También se cran estados
de ansiedad. “Además, les encanta sentirse los “cuchillas” del colegio, amenazando con notas, con
previas imprevistas, convencidos erróneamente de que los estudiantes mejorarán si viven ansiosos. Tal
vez con ello si se obliga al alumno a estudiar, pero definitivamente no está cimentando el aprendizaje. Por
ejemplo: memorizar, recitar y a la hora ya no se acuerda de nada”.
Es un error garrafal comparar, denigrar, hacer sentir al alumno que “no puede” , resaltar para mal a uno u
otro estudiante, no aceptar opiniones, no dar informaciones precisas sobre metodología, calificaciones,
métodos de prueba, horarios, condiciones dentro de la clase, etcétera.
7. NO PROPORCIONAR AL NIÑO NIVELES DE AUTOESTIMA.
Hacer sentir al niño inseguro, le creará una especie de “freno” para que desarrolle. Algunos profesores no
hacen ver al estudiante que tal vez puede dar más de lo que tiene, que su esfuerzo es aceptado y tenido en
cuenta, que las personas son diferentes y por lo tanto cada uno rinde de una manera particular y que fallar
una vez no es sinónimo de fracaso total. De esta manera se ataca la seguridad personal del alumno y su
estima, se le hace dudar de su seguridad y de su capacidad.
8. DESCONOCER EL RITMO EVOLUTIVO DEL NIÑO.
Dependiendo de la edad en que se encuentra, el alumno tiene determinada capacidad de aprendizaje y
razonamiento que es necesario conocer, además de ciertas características de personalidad y desarrollo
sicosocial. Por ejemplo, el niño de 8 años no puede hacer análisis ni deducciones, tiene cierto nivel de
pensamiento que le prohíbe ir más allá y si el educador desconoce esto, le exigirá demasiado haciéndole
sentir inseguro o se saltará etapas de enseñanza. En el caso de adolescentes, muchas veces se
desconoce su profunda independencia hacia los mayores y dependencia del grupo. “Así, necesitan hacer
las tares en grupo, sentirse respaldados en las exposiciones por sus compañeros. Y algunos profesores
piensan que es una “alcahuetería” y “compinchería” permitiendo que se reúnan para realizar sus trabajos.
En otras etapas son profundamente curiosos, en otras sufren temores. Todo ello lo debe conocer y
analizar el educador porque definitivamente la capacidad de aprendizaje cambia con la edad.
9. NO SER AUTENTICO (A)
“Somos los adultos, padres y profesores…quienes sin darnos cuenta enseñamos a nuestros hijos a mentir
y falsear…Además que “los niños reconocen fácilmente, son muy astutos-al profesor que finge, que es
hipócrita, que no es consistente en sus planteamientos, que cambia de forma de ser constantemente. Por
un momento es afable y abierto a la relación y luego, porque alguien le hizo una broma, se convierte en
irascible, histérico…algunas veces apoya, otras se muestra inseguro.
10. OLVIDAR QUE PARA BIEN O PARA MAL. EDUCADORES Y PADRES SOMOS EL
MODELO
“Los niños aprenden mucho más por lo que viven y ven, que por lo que se les trasmite verbalmente. El
profesor y los padres son modelos, comenzando por lo que es masculinidad o feminidad. Son modelos de
relaciones humanas: ¿Cómo se comporta con sus alumnos y con sus compañeros?, ¿Cuál es su estilo de
lenguaje, es correcta su dicción, ¿cómo trasmite sus enseñanzas? el educador siempre debe recordar que
más que el contenido mismo, la forma de trasmitir el mensaje es la clave para que su relación con los
alumnos sea cada vez más amistosa y fructífera.
EL MEJOR EDUCADOR ES EL QUE GARANTIZA QUE TODOS LOS ALUMNOS
APRENDAN BIEN LO QUE TIENEN QUE APRENDER, EN EL MOMENTO EN QUE LO
TIENEN QUE APRENDER Y QUE LO APRENDAN EN FELICIDAD.
La docencia no es la profesión del educador. La docencia es una estrategia profesional,
como lo es la consulta para el médico o el dibujo para el arquitecto.
La profesión del educador no es dar clase; su profesión es lograr que todos los alumnos
aprendan con calidad y calidez.
¿De que sirve dar clase (hacer docencia) si los alumnos no aprenden? Así como el
paciente que no se mejora es un fracaso para el médico, o el edificio o el puente que se
cae es un fracaso profesional para el ingeniero, si el alumno no aprende lo que tiene que
aprender en el momento en que lo debe aprender, es un fracaso par el educador.
La sociedad le paga al educador para que los alumnos aprendan. El derecho del alumno
es aprender. Ir a la escuela es un requisito necesario para acceder a este derecho. De
esta definición se derivan varias implicaciones:
 Un buen profesional en educación no culpa al alumno del fracaso. Curiosamente
la educación la planifican los adultos, la administran los adultos, la pagan los
adultos, la hacen los adultos… ¡y si algo sale mal se culpa al alumno del fracaso.
 Diariamente, entre las 7 de la mañana y la 10 de la noche, asisten al sistema
educativo unos 10 millones de personas (contando prescolar, primaria,
secundaria, universidad, educación técnica, nocturna y de adultos.
 Imaginemos un país en donde diariamente 10 millones de personas, cada 45
minutos aprenden lo que esperan aprender y lo aprenden con éxito y felicidad. ¿de
qué van hablar estos alumnos cuando lleguen a sus casas?
¿De quién van hablar bien todos los días?... De sus maestros. Y cuando todos
hablan bien de una profesión, esa profesión tiene prestigio. Garantizar que todos
aprendan bien y felizmente es nuestro poder.
 Una escuela es buena cuando todos los alumnos aprenden lo que tienen que
aprender en el momento que lo tienen que aprender y en un ambiente de
convivencia y felicidad.
 Los educadores debemos comprender y hacer comprender a los padres de familia
y a la sociedad, que todos los niños son capaces de aprender en la escuela si
juntamos nuestros esfuerzos y les damos las oportunidades necesarias.
CARTA DE UN NIÑO A SU MAESTRO
Enséñame cómo aprender y no qué aprender; enséñame a pensar y no tan sólo que debo pensar. Así
desarrollaré mi inteligencia y no simplemente mi memoria.
Señálame mis cualidades y reconoce mis habilidades. La confianza que así desarrolle en mis capacidades,
me animará a esforzarme y me hará sentir valioso.
No me insultes con palabras y con gestos desobligantes. Me hacen sentir menospreciado y sin ánimo para
corregir mis faltas o debilidades.
Ten en cuenta mi progreso y no solo el resultado final. A veces con poco esfuerzo logro mucho, pero es
más meritorio cuando pongo todo mi empeño, así logre poco.
No me examines procurando rajarme, ni te ufanes de haberlo logrado. Mis notas deben reflejar mi
desempeño y no lo harán si las utilizas para desquitarte.
Cuando me corrijas, hazlo sin maltratarme física o emocionalmente. Si atacas mi persona o mi
personalidad, deterioras mi autoestima y no mejoras mi disciplina.
Confía en mí y demuéstrame tu confianza. Cuando me repites la misma cosa una y otra vez, me doy
cuenta de tu desconfianza y me precipitas a fracasar.
Trátame con cariño, cortesía y respeto. De esta manera te admiraré más y sólo así desarrollaré un
verdadero respeto hacia ti.
No me amenaces y si lo haces, cúmplelo. Si no cumples lo prometido, aprenderé que, que haga lo que
haga, saldré eximido.
No me ruegues ni me implores que me porte bien: Te obedeceré cuando me lo exijas con mucha firmeza y
sin hostilidad.
Procura hacer las clases amenas e interesantes, en las que yo pueda participar, me aburres cuando todo
es rutina, cuando sólo tú hablas y yo no puedo aportar.
Cuando te pregunte no me digas: “eso ya te lo expliqué”. A veces tus explicaciones no son claras para
mí. Si pregunto es porque quiero aprender.
No tengas preferencias. Cuando alabas a uno ignoras a los otros, deterioras nuestras relaciones y haces
de mis compañeros mis grandes enemigos.
Cuando me criticas me induces a defenderme y a no aceptar mis defectos. Sólo si puedo aceptar mis fallas
podré tratar de corregirlas. Ten en cuenta que aprendo más de quien aprecio que de quien me desprecia.
No aceptes mis excusas por el incumplimiento de mis tareas. Cuando debo asumir las consecuencias de
mis faltas, aprendo a responsabilizarme demis deberes.
Escúchame con atención e interés. Si me ignoras o me callas cuando trato de expresarme, entiendo que
mis ideas son tontas y que mi inteligencia es corta.
No me compares con mis compañeros. Recuerda que no soy ni puedo ser igual a nadie y que también
tengo grandes cualidades.
Trata de conocerme y apreciarme como persona. Conociendo mis habilidades particulares podrás
ofrecerme oportunidades para triunfar.
Ayúdame a desarrollar mis cualidades y no simplemente mis capacidades. Ten en cuenta que, antes que
ser un buen estudiante, debo ser un buen ser humano.
Su alumno…..
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