El libro electrónico y sus aplicaciones bibliotecarias

El libro electrónico y sus aplicaciones bibliotecarias
Autores José Antonio Cordón García, Raquel Gómez Díaz y Julio Alonso Arévalo
Tutoras José Antonio Cordón García, Raquel Gómez Díaz y Julio Alonso Arévalo
Módulo 1. Los cambios tecnológicos en el sector editorial:
revolución de los medios y revolución de los contenidos
1.1. La revolución digital y el mundo de la edición: de lo analógico a
lo digital
Desde finales de la década de los 80 ha existido un sentimiento ampliamente extendido en el
ámbito editorial sobre el impacto que las nuevas tecnologías de la información tendrían en el
mismo, incluso cuando no estaba completamente claro en qué consistiría dicho impacto. El
“futuro digital” ha sido objeto de múltiples encuentros, conferencias, seminarios, foros de
discusión organizados por instituciones que comenzaron a preocuparse por las repercusiones
que las innovaciones técnicas podrían tener en la creación, producción y distribución de
contenidos, que, simplificadamente, es el objeto de la edición convencional.
El interés por la digitalización no ha sido meramente especulativo. Se invirtieron grandes
cantidades de dinero en llevarla a efecto por parte de grandes compañías interesadas en
aplicar los nuevos métodos y comprobar sus rendimientos. El mundo del libro, genéricamente,
se convirtió en el terreno de experimentación activa y comprometida por parte de
organizaciones y empresas que querían estar o procurar estar en el “futuro digital”.
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Después de varios lustros de especulación y experimentación estamos en condiciones de hacer
algunas valoraciones y balances sobre lo que han supuestos estos. Las desmesuradas
expectativas con que se contemplaba la edición digital a mediados de los 90 se atemperaron
considerablemente a la luz de los resultados obtenidos por muchas de las iniciativas previas.
Podríamos distinguir cuatro fases claramente diferenciadas en los debates sobre digitalización
y edición.
1.1.1. Fase 1ª: confianza absoluta en la revolución digital
En la década de los 90 se produjo un movimiento efervescente en torno a la edición digital y a
sus posibilidades en el que existía el convencimiento de estar asistiendo a la desaparición
definitiva del libro y los formatos convencionales. Un ilustrador ejemplo de ello lo constituye la
reunión celebrada en Italia bajo los auspicios de Umberto Eco bajo el significativo título de “El
futuro del Libro” en el que participaron los más importantes defensores de y detractores del
“argumento digital”.
Con la consolidación definitiva de Internet como el gran sistema de comunicación global, hubo
muchos que pensaron en la posibilidad de que ocurriera con el libro impreso lo mismo que
había ocurrido con el vinilo en el ámbito musical, que se convirtiera en pieza de coleccionista
para los recopiladores de rarezas, eclipsado por la emergencia de las nuevas tecnologías que
permitirían el suministro de contenidos vía on line.
Se pensaba, a la luz de las nuevas posibilidades, que era mucho más barato y rápido el
suministro de contenidos a través de la red que mediante el sistema convencional en el que
estaban implicados una gran cantidad de actores, desde el autor, el editor, el impresor, el
distribuidor, etc., resolviendo, además, de un golpe todos los problemas implicados en el
antiguo sistema: de almacenamiento, de devoluciones, de plazos, etc. Observando lo que
había ocurrido en el mundo de la música, muchos editores se pronunciaron a favor de
sustanciales inversiones encaminadas a la experimentación con las nuevas tecnologías,
temerosos de que si no se introducían en este ámbito podrían verse desplazados en el futuro
por aquellos actores más precoces e incluso expulsados del nicho de mercado que ocupaban en
la edición convencional. Esta percepción optimista sobre el futuro de la edición digital fue
interiorizada igualmente por sectores externos al editorial que también efectuaron fuertes
inversiones en un terreno que se vaticinaba como exitoso en el desarrollo de nuevas
oportunidades de mercado en la que confluían el mundo de la edición y el de las nuevas
tecnologías.
Se hablaba mucho de “desintermediación” y muchos editores y actores de la cadena de
suministro editorial, intentaban imaginar cómo y qué posición podían ocupar para asegurar su
futuro en un mundo donde más y más contenidos podían ser gestionados y suministrados en
un formato digital, prescindiendo de las figuras tradicionalmente ocupadas de ello.
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Figura 2. Cadena tradicional de suministro de contenidos
1.1.2. Fase 2ª: Primeros fracasos
Hacia el año 2000 las desmesuradas expectativas generadas en mitad de los 90 habían
comenzado a desinflarse, dando paso a un abierto escepticismo acerca de la capacidad de la
revolución digital de transformar el ámbito de la edición, al menos en la forma y manera
prevista. Para muchas de las empresas editoriales que habían desembolsado sustanciales
cantidades para la experimentación con las nuevas tecnologías, en muchos casos para la
creación de dispositivos de lectura como los ebook, los decepcionantes resultados obtenidos
les obligaban a reajustar sus prioridades. De manera que a partir de entonces comienza un
periodo de recesión o contracción en el ámbito de la edición electrónica de libros.
La situación no podía ser más paradójica cuando no mucho antes numerosas consultorías
habían predicho que, en pocos años, la edición de libros electrónicos, experimentaría un
crecimiento espectacular ocupando un lugar sustancial en el mercado del libro. Entre los
informes más frecuentemente citados figura el publicado en el año 2000 por
PrinceWaterhouseCoopers que vaticinaba una explosión del gasto en libros electrónicos ,
estimando que para el 2004 alcanzaría 5.4 billones de dolares y representaría el 17% del
mercado. Un estudio realizado por Arthur Andersen, encargado por la Association of American
Publishers, y publicado en las mismas fechas, predecía que el mercado del libro electronico se
situaría entre los 2,3 y 3, 4 billones de dolares en torno al año 2005, ocupando un 10% del
mercado.
Estas desmesuradas expectativas fueron estimuladas, o estuvieron alimentadas, por
experiencias como la de la salida a la red de la novela de Stephen King’s en Marzo de 2000,
Riding de Bullet, disponible sólo digitalmente, que podía ser descargada por 2,50 dolares. Se
produjo una respuesta positiva de carácter masivo, con 400.000 descargas en las primeras 20
horas. Sin embargo esta experiencia no se generalizó para el resto de las obras que
comenzaban a editarse en formato electrónico y las predicciones de los informes anteriores se
adivinaron como claramente desproporcionadas.
Para el 2002 muchas de las divisiones de edición electrónica o de desarrollo de dispositivos
para libros electrónicos fueron cerradas o radicalmente reducidas de tamaño.
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Figura 3. Antecedentes del e-book
1.1.3. Fase 3ª: Precaución y abandonos
La tercera fase en los debates en torno a la edición electrónica la podemos denominar como de
cautelosa experimentación. Las elevadas sumas invertidas y las desmesuradas expectativas
despertadas en la década de los 90 parecían corresponder a otra era. Un nuevo modo de
cautela y austeridad comenzó a imponerse, determinada tanto por la decepción de los años
anteriores como por las dificultades económicas por las que atravesaba el sector editorial. Esto
no quiere decir que se abandonase la investigación. Al contrario, se siguieron desarrollando
interesantes proyectos que darían sus frutos algunos años más tarde. Pero se trataba de una
investigación más calculada, centrada y especializada. Las áreas en las que se había fracasado
en el desarrollo de la edición electrónica se marginaron, y se centró la experimentación en
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aquellas otras en la que las expectativas de mercado eran más prometedoras, tales como las
obras de referencia, la literatura profesional y la edición científica.
1.1.4. Fase 4ª: la explosión de los dispositivos electrónicos
Después de algunos años de vacilaciones, de iniciativas dudosas, de prospecciones tímidas, de
modelos de negocio poco pensados o desarrollados, la eclosión del libro electrónico es una
realidad inobjetable.
En Estados Unidos se han vendido varios millones de dispositivos de lectura en el último año.
Amazom, Sony, y Barnes and Noble que comercializan respectivamente el Kindle, el Sony
Reader, y el Nook confiesan haber sido desbordados por las peticiones de venta. La consultora
Forrester Resarch calcula que en los próximos años las ventas superarán los 13 millones. En el
resto del mundo, el fenómeno es similar.
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Figura 4. Modelos de e-books
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¿Qué ha ocurrido para que se produzca esta explosión? ¿Qué factores han desencadenado este
fenómeno?
En primer lugar la edición electrónica es una realidad contundente en todos los países del
mundo occidental. Si las revistas científicas abrieron el camino consolidándose como
paradigmas digitales irreversibles en el ámbito académico, las monografías científicas, y las
más comerciales, después de varios años sujetas a movimientos de signo contradictorio, en los
que los avances y retrocesos se sucedían al hilo de los éxitos y fracasos tecnológicos, han
iniciado un camino que se va afianzando progresivamente. Los datos así lo aseveran. La ratio
de crecimiento en producción y demanda de libros electrónicos ha crecido aproximadamente
un 20% en los últimos años.
Figura 5. Ventas de libros electrónicos
En Segundo lugar la edición electrónica en general y los libros electrónicos en particular están
llegando de manera natural al usuario final, pudiéndose hablar de que el eslabón final de la
cadena editorial, punto sensible y crítico para la implantación de cualquier producto, muestra
un grado de receptividad creciente hacia los nuevos productos. Los estudios desarrollados por
Springer, Publishers Communication Groups, Centre for Information Behaviour and the
Evaluation of Research (CIBER), o el Joint Information Systems Committee, confirman este
supuesto. Los usuarios encuestados en diversos ámbitos manifiestan un interés creciente en
los formatos electrónicos para la consulta de monografías, tanto para fines de estudio y de
investigación como para la lectura recreativa, y sostienen su creciente y definitivo uso para los
próximos años.
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En tercer lugar el sector editorial es consciente de
la inminencia e inevitabilidad del proceso de
migración o de sustitución parcial, si no completa
de un modelo por otro. En la última feria de
Frankfurt se efectuó una encuesta a 1.000
expertos del sector de 30 países diferentes que
concluyeron en 2018 la edición digital superará a
la edición clásica. La encuesta llegó a otras
conclusiones interesantes para el sector: en China
la edición digital se multiplicará por 3 en los
próximos años, rompiendo el monopolio de
Estados Unidos; el buscador Google, Amazon y los
propios consumidores llevarán el libro digital a
superar al libro clásico en 2018; La venta de
libros por Internet ha sido elegido como el hito
más importante de las historia de la edición en los
últimos 60 años. Un signo de estos cambios es
que la Feria del libro de Frankfurt dejará pronto
de ser Book Fair para ser Media Fair, debido al
empuje de los soportes digitales. En España se ha
celebrado en noviembre de 2009 la primera feria del libro digital en la que Editoriales digitales
como Publidisa, Leer-e, Grammata, Luarna Ediciones, 36L Books, Edicat, Liceus, Soopbook,
Biblio 3000 y Bubok, mostraron mediante stands, mesas redondas, talleres, etc. experiencias,
contenidos y dispositivos relacionados con el libro digital y con toda su cadena de valor así
como nuevas fórmulas educativas, artísticas y productivas propiciadas por el libro digital.
Importantes organizaciones, instituciones y redes sociales especializadas que cumplen una
labor prescriptora, como la Biblioteca Nacional, la Asociación de Revistas Digitales de España
(ARDE), la Asociación Española de Responsables de Comunidad (AERCO), Ediciona,
Literaturas.com; Libro de notas, Revista de Libros, Dosdoce.com e Ilustrae, aportaron
igualmente una visión integral del potencial que se fragua actualmente bajo la denominación
de “industria de contenidos digitales escritos.”
En cuarto lugar, y en consonancia con lo anterior, la oferta de libros electrónicos, es cada vez
más amplia. Además de Amazom, Sony o Barnes and Noble, que ofertan más de medio millón
de libros electrónicos en sus respectivas tiendas, son numerosos los editores que se han
lanzado a la ocupación de un nicho de mercado presumiblemente rentable en muy poco
tiempo. En España varias empresas han comenzado también a trabajar con los nuevos
formatos.
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En quinto lugar, pero no menos importante, hay que mencionar la extraordinaria variedad
alcanzada en la oferta de dispositivos de lectura y la mejora permanente en sus prestaciones y
diseño. La aparición de la tinta electrónica representó el paso del Rubicon de unos lectores
hasta entonces regidos por el sistema de pantalla retroiluminada, muy molestos para la vista,
a otros donde el efecto papel conseguido era absoluto. En la actualidad la calidad de
representación, conseguida a través de unos niveles de grises cada vez mayores y la
progresiva implantación del color (como ocurre con los últimos dispositivos presentados como
el Nook de Barnes and Noble) han convertido a los mismos en especialmente atractivos para la
lectura de todo tipo de textos. Si a esto se le une una capacidad de almacenamiento cada vez
mayor (de hasta varios miles de libros), un peso cada vez menor (en torno a los 200 gr.), y
unos niveles de conectividad cada vez más elevados, via wifi o 3G, el éxito de los mismos está
garantizado.
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1.2. Impacto de la digitalización en la edición
Cuando se habla de edición electrónica, no se puede centrar el debate en la transmisión de
contenidos únicamente. Evidentemente, resulta impactante la predicción de la desaparición del
libro o de la muerte del libro impreso tal y como lo conocemos desde gutenberg. Pero centrar
la atención solamente en ese aspecto de la revolución digital es perder de vista otras
perspectivas igualmente interesantes, obviar un conjunto de transformaciones que ya se han
producido con implicaciones importantes en el ámbito editorial. Transformaciones que han
afectado desde la fotocomposición, al diseño y a otros principios que han constituido la base de
la toma de decisiones de muchos editores durante siglos, tales como cuantas copias de un libro
es preciso efectuar, o cuantas se guardan en un almacén. Independientemente de lo que
ocurra con los libros electrónicos como medio emergente y significativo para los lectores, la
revolución digital ha transformado el negocio editorial de una forma profunda e irreversible.
Con objeto de contextualizar el impacto de la digitalización en el sector editorial, es necesario
distinguir al menos cuatro niveles diferentes en los cuales se produce este:
1. Sistemas operativos.
2. La gestión y manipulación de contenidos.
3. El marketing y la distribución.
4. El suministro de contenidos.
1.2.1. Sistemas operativos
El nivel en el que más inmediatamente han incidido las nuevas tecnologías en el sector
editorial es en el de los sistemas operativos y el flujo de información. Como en otros muchos
sectores industriales, los sistemas de gestión en casi todas las editoriales existentes están en
la actualidad absolutamente automatizados, y la información gestionada es compilada y
distribuida forma electrónica. Muchas editoriales han creado secciones con sistemas de edición
que almacenan los datos bibliográficos y otras informaciones de los títulos que publican, de tal
manera que pueda acceder a ellos cualquier miembro de la organización que esté conectado
en red. Datos financieros, de producción, cálculo de precios, tiradas, márgenes de beneficios y
otras rutinas editoriales han sido igualmente automatizadas, así como el cálculo de los
derechos y otras transacciones. Una alta proporción de las comunicaciones con los clientes y
autores se efectúa electrónicamente.
Desde mitad de los años 80 hasta la mitad de los 90 se ha producido en el ámbito editorial una
migración desde una cultura de gestión de la información basada en el papel hacia una cultura
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basada en la pantalla, con todos los gastos, tanto en infraestructuras como en formación de
personal, y en el mantenimiento de ambas, asociados a ellas.
Pero la digitalización no ha afectado únicamente a los flujos de transmisión de información,
también ha afectado de manera sustancial a la propia cadena de trabajo editorial.
Los sistemas de gestión del stock también se han visto fuertemente implicados en la
automatización. Esto ha supuesto importantes ventajas competitivas para las empresas de
distribución, que han expandido considerablemente su capacidad de gestión del stock
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almacenado al tiempo que disminuido el tiempo de respuesta a las solicitudes individuales o
institucionales.
1.2.2. La gestión y manipulación de contenidos
Estas transformaciones son extrapolables a otros sectores industriales, y aunque representan
un elemento capital en los cambios experimentados por el sector editorial, más profundas son
las modificaciones introducidas en la gestión de contenidos. Con la revolución digital ha
quedado claramente establecido que el núcleo del negocio editorial es la adquisición y el
desarrollo de contenidos. Esto no quiere decir que antes de la revolución digital no fuera esta
la principal función de los editores. Pero una de las consecuencias de la digitalización es que ha
obligado a los editores a pararse a pensar sobre cuál es su contribución distintiva a la cadena
de valor añadido de la edición. Si ellos no crean, lo hacen los autores, en muchos casos no
imprimen, ni componen, ni corrigen (son tareas cada vez más externalizadas) ¿Qué hacen los
editores? ¿Cómo contribuyen o que añaden a la cadena de valor de la creación?
Ellos añaden el capital que representan la experiencia y la habilidad en la gestión de los
contenidos, entre otras cosas. Esto les permite añadir valor al original entregado por el autor,
trabajar con él en el proceso de revisión, depurarlo e incluso transformarlo para obtener un
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producto mejor definido. El editor está fuertemente implicado en la selección y mejora, cuando
sea oportuno de los contenidos seleccionados. La decisión acerca de cómo hacer que esos
contenidos estén disponibles, si publicarlo como libro impreso o en cualquier otro formato, las
decisiones acerca de las mejor forma de explotar esos contenidos obteniendo las mejores
rentabilidades en el mercado también son de su incumbencia.
En la medida en que los editores están en el negocio de la adquisición y gestión de contenidos,
su trabajo es particularmente susceptible de digitalización, por la simple razón de que los
contenidos con los que trabajan, textos e imágenes principalmente, son susceptibles de ser
digitalizados. Por lo tanto el proceso completo de creación, gestión, desarrollo y
transformación de los contenidos puede, en principio, ser mantenido en forma digital, desde la
escritura del texto original hasta la generación de un archivo digital que puede ser utilizado por
el impresor.
Una parte central de la historia de la edición en los últimos 20 años ha consistido en la
progresiva aplicación de la automatización a los procesos que intervienen en la cadena
editorial. En muchas editoriales la digitalización de todo el workflow process (¿cadena o flujo?)
está lejos de completarse, y algunas etapas, como la corrección, continuan efectuándose de
manera manual. Pero la digitalización de todo el workflow process es una tendencia inevitable
e irreversible.
1.2.3. El marketing y la distribución
Otra área en la que la digitalización ha afectado profundamente al ámbito editorial ha sido en
la del marketing, y más generalmente en las relaciones entre los editores y sus clientes. Con el
desarrollo de Internet muchos editores han invertido en el desarrollo de sitios web con objeto
de tener una presencia online y mayor visibilidad. Inicialmente los sitios web fueron
considerados por los editores poco más que como un catálogo on line, un entorno en el cual
sus libros podían ser listados y vendidos. Pero progresivamente Internet se fue convirtiendo en
algo más, ofreciendo otras prestaciones igualmente interesantes y consistentes para el editor:
un medio a través del cual proveer de un amplio elenco de servicios a los clientes, que podía
ser usado proactivamente para el mercado del libro y para indagar sobre este. El surgimiento
de librerías electrónicas como Amazon representa la apertura de nuevos canales y
oportunidades de mercado en el ámbito editorial.
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Además, la comunicación electrónica se ha incrementado ya que el medio principal a través del
cual los editores interactúan con sus autores actuales y potenciales, por una parte, y con sus
clientes actuales y potenciales, es Internet. Las relaciones entre editores y lectores o usuarios
finales han sido tradicionalmente muy débil, ya que los inmediatos clientes en la cadena del
libro han sido siempre los distribuidores y los libreros. Pero la comunicación electrónica ha
facilitado una relación mucho más directa de investigación de mercado y de feedback. Son
numerosas las páginas web editoriales en las que se insertan comentarios de los lectores a los
libros publicados, así como recomendaciones directas de estos, o en las que se insertan
encuestas para conocer la opinión de los clientes sobre una determinada obra, un rango de
obras o una línea editorial. En el ámbito de la edición científica o académica es muy fácil para
el staff editorial contactar con el cuerpo de profesores, de potenciales prescriptores de una
obra determinada, para solicitar su punto de vista o su colaboración en la difusión de la
misma. Muchos editores poseen una base de datos con sus contactos en el ámbito académico
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que pueden usar con fines tanto editoriales como de marketing. Estos contactos constituyen
una red de usuarios reales y potenciales que permite a los editores llegar a sus clientes
potenciales mucho más rápidamente. Esto les permite igualmente crear canales de marketing
específicos para los diferentes títulos de la editorial, según los perfiles de usuarios que hayan
ido creando. En cierto sentido los editores pueden ser considerados como empresas de
servicios insertas en una red de comunicación que es progresivamente electrónica y dentro de
la cual buscan, entre otras cosas, coordinar la creación y desarrollo de contenidos con las
necesidades y deseos de los lectores, usuarios finales e intermediarios relevantes.
1.2.4. El marketing institucional
El nivel en el cual el impacto de la revolución digital es potencialmente más profundo en el
sector editorial, aunque todavía difícil de indagar, es en el nivel de suministro de contenidos.
Es potencialmente el más profundo porque el suministro de contenidos electrónicamente a los
usuarios finales, en lugar del libro físicamente considerado, transformará radicalmente el
modelo de negocio editorial. Muchos de los costes asociados a la cadena del libro impreso
(aparte de los gastos de papel, tinta, y encuadernación) tales como los gastos de almacenaje,
transporte a los puntos de venta, devoluciones de invendidos, etc. desaparecerán. En este
escenario los elementos de intermediación pierden sentido, estableciéndose una relación
directa entre el cliente y el sitio web del editor o de la librería electrónica. Los costes asociados
con la producción, almacenamiento y transporte se eliminan, así como desaparece el problema
de las devoluciones.
¿Qué tipo de contenidos son los más apropiados para el suministro electrónico de documentos?
¿Cuál es el valor añadido que pueden encontrar los usuarios finales en los mismos, para que
estén dispuestos a pagar por ellos?
Hay seis aspectos que revisten una importancia especial:
1. Facilidad de acceso.
2. Adaptabilidad.
3. Economía de escala (capacidad de proveer acceso a una gran cantidad de materiales
con costes decrecientes).
4. Potencia de búsqueda.
5. Intertextualidad (hipervicunlación de documentos, crossref).
6. Capacidad multimedia.
Los factores anteriores determinan las razones por las que las nuevas tecnologías pueden
conferir valor añadido a los contenidos, pero la profundidad en que la que intervengan
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dependerá de los contenidos en sí mismos. Unos contenidos se prestan mejor que otros al
suministro en un contexto online. En este sentido podemos considerar varias formas básicas
con objeto de diferenciar los ajustes que se están produciendo y se producirán en los distintos
casos.
1.3. Los web based ebook
En los últimos años hemos visto aparecer modelos de negocio centrados en el suministro de
monografías electrónicas con un nivel de implantación cada vez mayor en el ámbito de la
información académica. Experiencias como las de Questia (www.questia.com/Index.jsp),
Ebrary (www.ebrary.com/), Netlibrary (www.netlibrary.com/) o desarrollos como los
efectuados
por
Oxford
University
Online
(OSO)
(www.oxfordscholarship.com/oso/public/index.html), así lo acreditan.
La creación y mantenimiento de colecciones de libros electrónicos y otros materiales, de tal
manera que puedan ser consultados y leídos por los usuarios finales sin necesidad de
adquirirlos, es un hecho cada vez más frecuente en el ámbito académico y universitario,
generando auténticas bibliotecas virtuales. Lo que cambia con respecto al modelo tradicional
es que las bibliotecas únicamente compran el derecho de acceso a las obras, pero no las obras.
Las bibliotecas, generalmente, no son propietarias de los contenidos, sólo están licenciadas
para su consulta por los editores, que mantienen el copyright de los mismos. Son los
agregadores los que comercializan y distribuyen los contenidos con condiciones de uso y
acceso muy variables. Pioneros en este terreno han sido NetLibrary, Ebrary y Questia.
1.3.1. Netlibrary
El modelo de Netlibrary (www.netlibrary.com) se basa en la idea de que los libros mantenidos
en sus colecciones deben ser vendidos, título por título, a bibliotecas universitarias e
institucionales. Los bibliotecarios pueden comprar un rango de títulos de Netlibrary al precio de
la edición convencional. Además la biblioteca paga una tasa por el mantenimiento de los
mismos.
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Figura 6. Netlibrary
Uno de los aspectos más controvertidos de este agregador es que sólo permite la consulta de
un usuario por título, tal y como las bibliotecas operan con los libros impresos. Esto representa
un grave inconveniente para bibliotecarios y usuarios cuando precisamente una de las mayores
ventajas de los documentos electrónicos, sean de la naturaleza que sean, es la consulta
multiusuario.
En el trasfondo de esta decisión se encuentra la reticencia de los editores a una posible
canibalización del mercado del libro impreso por el electrónico, como ha ocurrido en el ámbito
de las publicaciones periódicas. Se trata de una resistencia impropia de quien ha de explorar
las nuevas posibilidades de un modelo de negocio completamente diferente, en tiempos,
procesos y funciones del analógico. Resistencia que subyace igualmente en la demora de
conversión de títulos impresos a títulos digitales y en la escasa tasa de transferencia de
catálogos impresos a electrónicos, con las consiguientes deficiencias, en cuanto a actualización
se refiere, de una gran cantidad de las colecciones que se ofrecen.
Estas limitaciones han sido criticadas recurrentemente por parte de profesionales y usuarios y
están en el trasfondo de los cambios en el suministro de obras decidido en algunas bibliotecas.
1.3.2. Questia
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El modelo de Questia (www.questia.com) se basa en las suscripciones individuales de los
estudiantes, y éste es el principal problema de su modelo de negocio: buscar exclusivamente
un fundamento individual para la distribución de contenidos. Pensar que los estudiantes
aceptarían pagar por el acceso a contenidos educativos en un grado que permitiera mantener
un negocio de este tipo, es ser excesivamente optimista.
Figura 7. Questia
Como indica en su exposición de motivos:
“Although the agreements licensing the content on Questia from publishers
prohibits us from selling directly to libraries, Questia is a great resource for
librarians who routinely assist undergraduate students in their research
efforts to recommend to their students. Librarians can use the free Questia
search function to mine the contents of their own collections and direct
students to appropriate titles in their stacks. Questia can help you help
students find the right information quickly and easily”.
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1.3.3. Ebrary
En 2000 se crea Ebrary con un propósito diferente a las de Netlibrary y Questia. La idea básica
de Ebrary (www.ebrary.com) es la de permitir que cualquiera pueda hojear el texto completo
de un libro gratuitamente, como haría en cualquier librería o biblioteca, y cobrarle sólo cuando
decida comprar el libro o parte del libro. Ebrary únicamente percibiría una cantidad cuando los
individuos decidieran realizar alguna acción como copiar un texto, descargarlo, imprimirlo, etc.
Es decir, que el modelo se basaba en el pago por uso únicamente. Pero pronto hubieron de
cambiar de orientación dirigiendo su oferta al mercado institucional, particularmente al de las
bibliotecas académicas y universitarias, compitiendo en este terreno con Netlibrary, pero a
diferencia de ésta, en lugar de la venta de libros individuales Ebrary ofrece acceso a una base
de datos de libros a texto completo accesible mediante suscripción anual.
Figura 8. Elibrary
Este cambio ilustra fehacientemente el modelo de negocio preponderante en el ámbito de la
edición digital en la actualidad. Su fundamento institucional constituye la clave del éxito. Es su
capacidad de penetración en las bibliotecas académicas y universitarias lo que fundamenta su
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capacidad de pervivencia y desarrollo. Todas las iniciativas que han intentado conferirle una
proyección individual han fracasado hasta el momento. En cierto modo esto es comprensible
pues tratándose en su mayoría de textos dirigidos al estudio y la investigación son utilizados
por el usuario para consultas breves y lecturas fragmentarias, no de tapa a tapa como los
libros convencionales. Los estudios de usuarios así lo demuestran (Gunter, 2006; Wilkins,
2007).
COMPAÑÍA
NetLibrary
Questia
Ebrary
Suscripción
mensual
para acceder a la base
de datos. Dirigida a
suscriptores individuales
y no a bibliotecas y
centros de información.
Se puede ojear
toda la base de
datos,
imputándose los
gastos por copia e
impresión.
Dirigida tanto a
particulares como
a instituciones
MODELO DE NEGOCIO
Suscripción
a
títulos individuales
con la limitación
de un usuario por
copia.
TIPO DE PRODUCTOS
Monografías académicas
Libros electrónicos
y libros de ensayo, así
que cubren una
como
artículos
en
amplia
variedad
ciencias
sociales
y
de disciplinas
humanidades
EXHAUSTIVIDAD
CONTENIDOS
No está completo cuando
no
ha
sido
posible
En algunos libros
obtener los derechos de
faltan gráficos e
Completo.
las
ilustraciones.
ilustraciones
Aproximadamente
un
60% de las imágenes
LICENCIAS PARA USO
Se permite el uso
para clase pero no
se
pueden
reservar libros por
anticipado.
Se
puede
imprimir
solo una página al
Archivo de
recursos para
trabajos de
investigación
El uso para clase no está
permitido. Se necesitan
comprar paquetes de Se permite el uso
temas para estudiantes. en clase.
Se
pueden
imprimir
paginas
pero
con
limitación del número de
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mismo tiempo.
palabras.
PRESTAMO
INTERBIBLIOTECARIO
No está permitido
No está permitido
No está permitido
DATOS DE USO
Informes
estadísticos por
título, temas
más populares,
rotaciones, etc.
Produce estadísticas
internamente que no
comparte con los
clientes
Estadísticas de
uso de los
recursos.
Netlibrary, Ebrary o Questia desempeñan el mismo papel que los distribuidores en el ámbito
del mercado convencional del libro, en el sentido de que adquieren contenidos que acercan al
usuario final a través de otra instancia como puede ser la biblioteca o la librería. Pero a
diferencia del distribuidor convencional, mero intermediario entre los eslabones de la cadena
editorial, el distribuidor digital confiere un valor añadido a los contenidos mediante el
desarrollo de software de búsqueda y otras prestaciones, terreno que junto con el de las
colecciones que ofrecen, es en el que se libra la competencia entre ellos.
1.3.4. Safari
Pero el cambio más significativo que se está produciendo en este sector es el de la aparición
de nuevos actores como los distribuidores tradicionales que están comenzando a entrar en
este nuevo terreno de juego, o los consorcios de editores que se lanzan a la exploración del
mercado del libro electrónico como ocurre con Safari Books, un joint venture entre O’Really y
Pearson dos editores de libros de información y tecnología (O’Really Media y Pearson
Technology Group), alianza exitosa cuyo catálogo fue adquirido por numerosas bibliotecas.
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Figura 9. Safari
Un número creciente de editores se está posicionando en el mercado de los contenidos
digitales buscando modelos alternativos a los planteados por los agregadores e intermediarios
de distinto tipo que hemos visto anteriormente.
Una de las iniciativas desarrolladas en este ámbito es la protagonizada por Taylor and Francis.
En el año 2007 esta firma ofrecía unos 15.000 títulos en su colección online
(http://www.ebookstore.tandf.co.uk/html/index.asp). En este caso el editor retiene el control
del contenido. Puede trabajar con cualquier otro socio, pero sin cederle los derechos. El editor
decide el precio de los contenidos y recibe la mayor parte de los ingresos que genera,
exceptuando las tasas que cede al socio tecnológico o al librero virtual. El editor también
retiene el control en cuanto a la calidad del producto final.
Este modelo posee un indudable atractivo para los editores. Les permite retener el control de
sus contenidos y pagar a los vendedores, librerías y socios tecnológicos del mismo modo que
en la edición convencional se pagaba a los distribuidores y libreros.
Sin embargo el sistema plantea problemas. El modelo de negocio que sostiene esta concepción
está orientado hacia el consumidor individual. Sin embargo los hechos evidencian que esta
demanda no tiene la suficiente fuerza como para consolidar este modelo de negocio. El nivel
de demanda de los consumidores individuales es demasiado bajo como para favorecer
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previsiones optimistas a corto plazo. Los editores que se han lanzado a este escenario han
comprobado que el nivel de ingresos es bajo y crece muy lentamente, rompiendo las
expectativas iniciales.
1.4. La edición para dispositivos de lectura
Hasta ahora los hechos han demostrado que el suministro de libros electrónicos vía web
reviste un carácter eminentemente institucional, habiendo fracasado todas las iniciativas
dirigidas hacia un consumo individual, fundamentalmente las orientadas hacia la literatura y el
ocio. La naturaleza de las colecciones de libros ofertadas, las limitaciones de uso de los
mismos impuestas mediante contrato, y las condiciones de lectura, pantalla de ordenador
preferentemente, abocaban inevitablemente a este canal. Sin embargo están apareciendo en
el mercado alternativas cada vez más sólidas encaminadas al consumo individual de la lectura
electrónica. Alternativas que tienen que ver con el desarrollo de los dispositivos dedicados a la
lectura de libros electrónicos (e-book reader), cuya penetración en el mercado es cada vez
más importante. Aunque estos dispositivos no son nuevos, y han experimentado numerosos
altibajos en su implantación, están surgiendo como una posibilidad consistente de consumo y
lectura.
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El desarrollo de los libros electrónicos se ha basado hasta hace poco en un modelo de negocio
centrado en el ámbito institucional y más concretamente en el universitario y académico, con
un sistema de lectura preferentemente en pantalla, y un escaso desarrollo de la distribución y
consumo de carácter individual fundamentada en el uso de dispositivos portátiles de lectura.
Pero desde hace unos años se están sucediendo movimientos de diverso signo, empresariales
y tecnológicos, que están provocando un cambio completo de escenario, resolviendo muchos
de los problemas que habían existido hasta ahora con respecto a los e-book readers. Desde
que en el 2002 Random House y Harper Collins comenzaran a vender versiones electrónicas de
sus libros son muchas las editoriales que han empezado a frecuentar este mercado, aunque el
hito lo marcan Amazon, cuando en 2005 compra Mobipocket en su estrategia de desarrollo de
e-book, que desembocó en 2007 con la creación del Kindle, un dispositivo de lectura portátil
del que se han vendido hasta el momento cientos de miles de unidades, y Google con su
proyecto de Google Books que ha puesto en la red cientos de miles de libros descargables en
diferentes formatos. Al tiempo que se producen estos movimientos empresariales tendentes a
subsanar el problema del catálogo de libros disponibles, se produce otro hecho fundamental, la
aparición de la tinta electrónica (e-ink) que permite incorporar a los dispositivos de lectura el
efecto papel, debido a la ausencia de iluminación propia y al alto contraste que alcanza,
además de que garantiza un bajo consumo, pues la energía únicamente se emplea en el
cambio de página.
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1.4.1. Aparición de dispositivos en color, con altos niveles de
conexión
Figura 10. E-book con tinta en color
Es en este contexto en el que empiezan a aparecer dispositivos de lectura que responden a un
concepto completamente nuevo, en el que la portabilidad, la movilidad y la accesibilidad son
fundamentales. Amazon lanza en 2007 el Kindle, del que en 2009 y 2010 han aparecido
sucesivas versiones, con conexión wifi a la biblioteca de Amazon y la posibilidad de descargar
miles de libros, así como periódicos o blogs. Aparecen también el Sony PRS-505, o el reciente
PRS-700, el ILiad con posibilidades de marcaje, subrayado, actualización del software online,
etc. En 2010 aparece igualmente un nuevo concepto de lector asociado a todas las
prestaciones que ofrece internet.
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Figura 11. iPad
Es el Ipad de Apple, un tablet pc de 10 pulgadas con conexión wifi y 3g y en color, asociado a
Iboostore, con una oferta de varios cientos de miles de títulos. Lo mismo ocurre con el Nook
de Barnes and Noble, dispositivo en color con el respaldo de la mayor cadena de librerías de
Estados Unidos. Las pantallas van aumentando de tamaño y la legibilidad, gracias a la
tecnología de tinta electrónica, se aproxima completamente al papel. La portabilidad y la
ergonomía son cada vez mayores en unos dispositivos con un peso equivalente al de un libro
de bolsillo y con una capacidad de almacenamiento en crecimiento, con posibilidades de
ampliación considerables mediante la incorporación de memorias externas en las cuales se
pueden almacenar miles de títulos. Por otra parte a finales de 2009 y comienzos de 2010 han
aparecido los primeros prototipos en color, al tiempo que se han incrementado las
posibilidades de conectividad via wifi o 3G. La implantación cada vez más generalizada de
estos dispositivos ha hecho que algunas bibliotecas como las públicas de San Francisco,
Boston, Michigan o la New York Public Library comiencen a favorecer el préstamo de libros
electrónicos descargables en dispositivos
Estos movimientos están propiciando la emergencia de un mercado alternativo y
complementario al de la distribución y consumo web. Ahora bien, con ser elocuentes los
hechos comentados, por ahora son indicativos de un fenómeno incipiente y, en todo caso,
testimonios de un tendencia, pero para que se produzca la consolidación de la misma se han
de superar una serie de problemas de distinta naturaleza relacionados con los cambios que
toda renovación tecnológica en el ámbito de la escritura y lectura reviste, problemas
relacionados con las técnicas de producción y reproducción de los textos, los soportes de lo
escrito y las prácticas de lectura.
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1.4.2. Iniciativas editoriales para el libro electrónico
Cada vez son más los editores que están entrando en el mercado del libro digital. Amazon
mantiene un catálogo de libros electrónicos descargables en dispositivos portátiles rico y
variado. En 2009 Barnes and Noble, la mayor cadena de librerías del mundo, ha creado un
tienda virtual para la venta de libros electrónicos, con 700.000 títulos en su catálogo, muchos
de ellos, cerca de 500 mil son obras libres de derechos, sin embargo son obras incompatibles
con los dispositivos de lectura de Sony y con el Kindle de Amazon, pues la cadena ha
desarrollado su propio dispositivo.
Por su parte Apple, que en enero de 2010 ha presentado su esperado tablet IPad, con el
objetivo, entre otros, de convertirlo en uno de los estándares dominantes para la lectura de
libros electrónicos, ha vinculado al mismo la tienda Ibooks Store, siguiendo con ello la misma
estrategia que en su momento articuló para el Ipod con Itunes, o para el Iphone con App
Store. Además, Apple ha anunciado acuerdos con cinco grandes de la industria editorial
estadounidense: Penguin, HarperCollins, Simon & Schuster, Macmillan y Hachett Book Group y
McGraw-Hill para la distribución de sus obras a través de Ibooks Store.
En España son varias las empresas que han comenzado a trabajar con los nuevos formatos,
pero la oferta es muy limitada y centrada fundamentalmente en obras clásicas, exentas de
derechos, o de autores noveles o muy poco conocidos. Recientemente la empresa de Carmen
Balcells, la conocida agente literaria, ha firmado un contrato con e-leer, empresa dedicada a la
edición de libros electrónicos, para la comercialización en los nuevos formatos de 100 de sus
autores. Santillana, Planeta y Mondadori también han creado una plataforma editorial para
negociar los derechos para e-books de sus autores, al igual que lo han hecho Vicens Vives y la
cooperativa editorial Abacus. La editorial catalana Grup 62 y el Institut Cambó también han
puesto en marcha una colección de clásicos en formato ebook que representa su primera
incursión en el mercado digital. La colección la abren ‘Tragèdies tebanes’ de Sófocles y ‘La
poesia erótica’ de Ovidio. Los libros estarán disponibles en EPUB, Mobipocket y PDF, y se
comercializan en distintos canales de venta, desde la propia Grup 62 hasta Casa del Libro, El
Corte Inglés o Todoebook, entre otros
Se trata de iniciativas interesantes pero todavía muy tímidas para la creación de un mercado
atractivo y competitivo, cuya concreción dependerá del grado de maduración que vayan
alcanzando.
1.5. Problemas que se han de resolver
De cualquier modo aún quedan varios problemas por resolver en relación a los libros
electrónicos:
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1.
Formatos.
2.
Derechos digitales.
3.
Precios de las obras y de los dispositivos.
4.
Préstamo en bibliotecas.
1.5.1. Formatos
En primer lugar está la cuestión del formato, en la actualidad son muchos los formatos que
conviven, muchos de ellos con carácter propietario, dificultando la migración e intercambio de
información entre dispositivos y usuarios. En la actualidad casi todos los fabricantes de
dispositivos de lectura han actualizado estos para que acepten el formato ePub, estándar
abierto desarrollado por el IDPF (International Digital Publishing Forum). Sony, uno de los
mayores competidores de Amazom, lo incorporó hace tiempo abandonando completamente su
formato propietario. iRex, también comenzará a dar soporte a este formato para finales de
2009, al igual que Shortcovers. Google ha puesto a disposición de los usuarios más de un
millón de libros, con carácter gratuito, en este formato.
1.5.2. Derechos digitales
En segundo lugar hay que mencionar el desarrollo de DRM (digital Right Management), esto es
el sistema que permite a los editores gestionar los derechos de los libros electrónicos, que se
traduce en la práctica en el control sobre los usos que se pueda hacer de ellos. Es cierto que el
éxito de los modelos comerciales en internet depende en gran medida de los sistemas de
protección de los derechos digitales. Pero, el DRM puede estar sujeto a malas prácticas. No
hace mucho Amazom retiró de los catálogos bibliográficos de sus clientes, las obras 1984 y
Rebelión en la granja, de George Orwell. La compañía no disponía de los correspondientes
derechos de autor y tras la denuncia de sus propietarios, se vio en la obligación de retirar los
dos libros de los Kindle de sus clientes y a devolverles lo que habían pagado por ellos. No
quedan claros cuales son los derechos de los clientes sobre las obras. Si con el libro en papel el
lector adquiría derecho sobre la copia, Amazon ha puesto de relieve con su actuación, que el
propietario de un Kindle solo adquiere el derecho de lectura. El problema del DRM es que
condiciona los formatos abiertos como ePub. En el momento en que libro con formato ePub
contiene un sistema de DRM suprime su condición de abierto y libre para depender de las
especificaciones del DRM que se esté aplicando.
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1.5.3. Precios de las obras y de los dispositivos
En tercer lugar, está el problema de la oferta y precios de las obras y de los precios de los
dispositivos. Para que el libro electrónico se implante definitivamente es necesario que exista
un oferta rica y variada, a precios competitivos con la edición en papel y con un nivel de
novedad comparable con esta. Por otra parte los precios de los dispositivos han de bajar
considerablemente para que su presencia en el mercado final se generalice. En un encuesta
desarrollada entre la población para analizar la penetración y conocimiento de los e-books, los
usuarios aducían el poco hábito de lectura y el precio como razones principales para no
emplear un dispositivo portátil, y en cuanto a este último se mostraban dispuestos a pagar una
media de 80 euros por dispositivo.
1.5.4. Préstamo en bibliotecas
Finalmente los libros electrónicos, y los dispositivos de lectura han de llegar a las bibliotecas y
estar sujetos a sistemas de préstamo que faciliten su uso y consulta entre los usuarios. Hasta
ahora son muy pocas las experiencias las bibliotecas que lo han puesto en marcha (Biblioteca
de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Biblioteca de la Universidad Pompeu i Fabra,
Biblioteca Gabriel Ferraté, Biblioteca de la Facultad de Informática de la Universidad
Complutense de Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, etc.) pero la experiencias se irá
consolidando a lo largo de 2010. Las bibliotecas venían trabajando en un contexto digital
desde que las revistas electrónicas desplazaron al papel en la producción y recepción de
contenidos científicos. Ahora es el momento del libro electrónico.
1.6. Escenarios de futuro
Los modelos de negocio que se avecinan son múltiples y versátiles, previéndose una
permanente adaptación a las condiciones del mercado y la evolución de la tecnología. Además
se han de tener en cuenta la aparición de otros escenarios de creación y distribución como el
representado por los audiolibros digitales o la distribución a móviles.
Los audiobooks digitales han incrementado su curva de crecimiento en los últimos años. El
mercado de los audiobooks digitales es una realidad, como lo confirma su importante
presencia en el catálogo de iTunes en donde se pueden encontrar más de 20,000 títulos
descargables. Esto ha hecho que muchos editores estén firmando acuerdos de distribución con
iTunes Audible, MediaBay y OverDrive, que proveen la encriptación y la penetración de
mercado. Las ventas en este ámbito están aumentando a una ratio de un 40% por año. Según
la Audio Publisher's Association las descargas representan un 6% del volumen total de ventas
de audiobooks en USA, un mercado de 1.000 millones de dólares.
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Por otra parte está surgiendo una línea de negocio considerable en el mercado de los e-books
para teléfonos móviles sobre todo en los países asiáticos. Los libros se descargan y transfieren
desde el PC o directamente desde el móvil, y se leen en pantalla a través de aplicaciones Java.
Los usuarios pueden buscar por autor, título o género y los lectores pueden escribir reseñas,
enviar mails al autor, todo a través del móvil. Este sistema permite la descarga de novelas
completas o por capítulos, transferibles directamente al móvil o por medicación del Pc.
Existen ya determinadas experiencias de cierta relevancia. Random House compró la empresa
Vocel, que ofrece tests de preparación para el examen SAT (requerido en USA para ingresar a
la universidad), clases de idiomas y juegos de estrategia, todo a través del móvil. La
Enciclopedia Británica ofrece un servicio de consulta a sus obras, tanto la enciclopedia como
diccionarios Webster, a través del móvil en un joint venture con la empresa SkyZone
Entertainment. Se han efectuado más de 8 millones de descargas de e-book para iPhone e
iPod Touch. Los libros de Amazom se pueden descargar a la BlakBerry gracias a la aplicación
Kindlebb, y en la actualidad hay una oferta de más de 40.000 títulos, que serán
comercializados igualmente para el Iphone. Harlequin, Feedbooks,Project Gutenberg, Munseys,
BookGlutton,Random House, MacMillan, etc., proveen contendidos para descargas directas en
móvil. Japón, donde 2 de cada 3 habitantes posee un móvil, lidera el mercado de novelas en
teléfonos. Los grandes editores japoneses como Shinchosha Co.'s, Shincho Keitai Bunko
("Shincho Mobile-Phone Collection"), han comenzado a crear websites de contenido para
aprovechar el potencial de las descargas de “novelas móviles” El sitio Japonés Bunko
Yomihodai, lanzado en 2003, ofrece una gran cantidad de títulos y tiene decenas de miles de
abonados a su servicio. Ofrecen servicios de suscripción con uso ilimitado con precios entre
$0.91 y $2.73 o $3.64 por libro a los operadores móviles. El hito editorial para móviles fue una
serie llamada “Deep Love”. La novela fue un éxito, con más de 20 millones de descargas.
Posteriormente fue publicada en papel y generó una serie de manga y una película.
En España Telefónica y Vodafone han llegado a acuerdos con Publidisa, la Biblioteca Nacional y
TodoEbook para la distribución de contenidos digitales a través de móviles. La evolución de los
terminales con pantallas cada vez más grandes y una mejor resolución facilitará esta nueva
forma de distribución. La importancia que pueden cobrar estos dispositivos, más versátiles en
prestaciones y ubicuidad que los lectores electrónicos convencionales plantea la duda de cuál
será el prototipo que se imponga en la distribución de contenidos digitales.
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Módulo 2. Los dispositivos de lectura
2.1. Introducción
El término e-book o libro electrónico es un término ambiguo, ya que se refiere tanto a una
obra individual en formato digital como al dispositivo electrónico que permite la lectura de
libros en formato digital. La realización de esta lectura puede hacerse desde distintos
dispositivos como pueden ser un PC, una PDA, un portátil, y en general cualquier dispositivo
que posea una pantalla y memoria. Aunque en sentido más estricto, un e-book o un e-reader
es un tipo de dispositivos concreto cuya función es servir exclusivamente de libro electrónico.
Figura 12 Libro en papel vs libro electrónico
Por tanto, los ebook son dispositivos compactos, rectangulares por norma general, que se
caracterizan por un diseño que permite emular la versatilidad del libro de papel tradicional y
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cuyo elemento más importante es la Pantalla que suele tener un tamaño que oscila entre las 6
y las 10 pulgadas.
Permiten la inversión las pantallas por lo que la lectura puede hacerse en sentido vertical u
horizontal.
Figura 13. Posición de lectura en el libro electrónico
Los antecedentes de este tipo de dispositivos son las pantallas retroiluminadas pero fueron
un fracaso porque la lectura en este tipo de dispositivos produce la fatiga ocular debido a la
respuesta del ojo ante la iluminación. El consumo de energía era mayor, lo que implicaba la
disminución de la autonomía. Además, este tipo de dispositivos necesitaban pantallas de cristal
líquido para mostrar el contenido, a diferencia de los dispositivos actuales que utilizan la tinta
digital cuyo efecto óptico simula la tinta tradicional, disminuyendo la fatiga ocular.
2.2. La tinta electrónica
El gran avance en los dispositivos de lectura electrónica ha sido la aparición del papel
electrónico y de la tinta electrónica asociada a este, que tiene un "efecto papel" debido a la
ausencia de iluminación propia y alto contraste obtenido y su bajo consumo.
Las pantallas que permiten la lectura de la tinta digital están formadas por tres capas, una con
microtransmisores eléctricos, otra con el polímero y la tercera con una lámina protectora. En el
polímero encontramos una matriz de millones de cápsulas que están flotando en un gel que
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permite que sean estimuladas electromagnéticamente. Mediante esta estimulación cada
cápsula pasa a mostrar su cara blanca o negra, de manera que en la pantalla se representa un
texto o una imagen.
Fuente de la imagen:
http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/hardware/2005/07/15/143752.php
Figura 14. Tinta electrónica
2.2.1. Funcionamiento de la tinta electrónica
La tinta electrónica funciona de dos maneras distintas en función de la tecnología que utilice:
gyricon o e-ink.
Gyricon, desarrollada por Xerox es la pionera. En este caso las cápsulas son esferas con dos
partes, una mitad negra y otra blanca, la primera cargada positivamente y la blanca
negativamente. De esta forma al estar sumergida en gel si el transmisor eléctrico es positivo la
parte negra tiende a subir y si se aplica una carga negativa aparecerá la blanca, la
combinación de estas cápsulas consigue representar los textos o gráficos.
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Figura 15. Tinta electrónica II
Fuente: http://archive.electronicdesign.com
Al aplicar una carga eléctrica las pequeñas esferas de plástico giran 180 grados y se quedan
fijas en la parte superior de la capa “encendiendo” el píxel. Después de aplicar una segunda
carga, la esfera gira nuevamente 180 grados y vuelve a su posición original. No se vuelve a
producir desgaste de energía hasta que se tiene que crear otra página.
Figura 16. Tinta electrónica III
Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/32/Bolas_de_gyricon.jpg
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Figura 17. Tinta electrónica IV
E-Ink, desarrollada posteriormente es la más utilizada ya que consigue una mayor resolución.
En este caso las cápsulas están rellenas de partículas de titanio blancas y negras cargadas
eléctricamente, sumergidas en un líquido viscoso. Cada cápsula está asociada a dos
transmisores y de esta forma se puede conseguir que asciendan todas las partículas negras,
todas las blancas o mitad y mitad, de manera similar al método usado por Xerox.
El resultado: Una pantalla que permite leer incluso a la luz del sol con un ángulo de visión de
180 grados y que no consume energía para mantener la imagen en pantalla. En cuanto a la
autonomía, puede ser muy alta, del orden de 8.000 a 10.000 páginas por carga de la batería,
básicamente porque una vez plasmada una imagen las esferas no necesitan voltaje para
mantenerse en su situación.
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Figura 18 La tinta electrónica desde el punto de vista del usuario
2.2.2. Ventajas de la tinta electrónica
Las principales ventajas de la tinta electrónica son resoluciones efectivas superiores a los 150
dpi, superando claramente a los 70 dpi de las TFT o LCD. Como no necesita retroiluminación y
dispone de mayor brillo que las TFT permite la visualización desde cualquier ángulo, incluso
con luz del sol. También se consigue un ahorro de energía considerable, ya que el consume de
energía tan sólo se produce cuando se crea el texto o la imagen, con independencia del tiempo
en que la pantalla presente la misma imagen.
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2.2.3. Inconvenientes de la tinta electrónica
Debido a que las esferas que conforman la base de la tinta electrónica necesitan actualizar la
información, esta tecnología presenta todavía problemas de lentitud a la hora de pasar de una
página a otra, además ese parpadeo página tras página es lo más molesto de la lectura de un
libro electrónico en dispositivos con esta tecnología.
Aunque tal vez el principal inconveniente es la reproducción de los colores, a pesar de que hay
dispositivos que permiten las pantallas a color, éstas son muy caras (12.000€ aprox.), pero su
velocidad de actualización no es muy elevada.
2.3. Criterios de evaluación de los dispositivos
A la hora de adquirir un lector es necesario tener en cuenta una serie de criterios que permitan
la comparación de los distintos lectores.
2.3.1. La empresa que los comercializa
Aunque en principio el que la empresa que fabrica o comercializa el dispositivo no sea una
cuestión que de por sí le añada calidad a un dispositivo, es cierto que este dato puede
ayudarnos a decantarnos por aquellas empresas con mayor solvencia en el mercado puesto
que en caso de fallo o reclamación es de suponer que el servicio de atención al cliente aporte
mejores resultados.
Cada vez es más habitual que los usuarios se preocupen por buscar información acerca de las
empresas en foros y se contraste la información obtenida por estos medios con la información
con la que proporciona la propia empresa.
2.3.2. La fecha de aparición
El grado de envejecimiento de estos dispositivos es muy alto. A la hora de adquirir un
dispositivo tenemos que tener en cuenta si se sigue fabricando o ya está obsoleto.
2.3.3. Peso y tamaño
Los modelos de libros electrónicos actuales son relativamente ligeros (desde poco más de 150
gramos. El grosor suele ser en torno a 1 cm.
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El tamaño de la pantalla suele medirse en pulgadas y estas oscilan entre las 6 y 10 pulgadas.
Figura 19. Grosor medio del libro electrónico
El tamaño medio del dispositivo varía en función del tamaño de la pantalla y también del
número de botones que tengan. Así con el mismo tamaño de pantalla (6 pulgadas) el Kindel 2
mide 203 x 135 x 90 mm mientras que el Cybook 118 x 188 x 8.5 mm
Figura 20. Tamaño del libro electrónico
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2.3.4. Acceso a la información
El acceso a la información puede ser de dos maneras mediante la pantalla táctil o mediante
controles físicos (botones).
2.3.4.1. Acceso táctil
Algunos dispositivos tienen la pantalla táctil, es decir que mediante un toque directo sobre su
superficie se pueden elegir distintas opciones. En los dispositivos que no tienen esta
característica, es acceso a la información se hace mediante menús.
Figura 21. Pantalla táctil
2.3.4.2. Acceso mediante controles físicos
Los controles físicos, normalmente en el lateral, son muy incómodos y en general de mala
calidad. Aunque varían de unos modelos a otros en general son muy parecidos.
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Figura 22. Disposición de los botones
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Figura 23. Botones del Papyre
Una de las características considerablemente mejorables de los lectores actuales son los
menús: clásicos y con opciones pobres.
Figura 24. Menú de uno de los modelos de Sony
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Figura 25. Menú del Sony
El interfaz muy mejorable se alía con unos controles físicos que también tienen todo un camino
largo que recorrer hasta alcanzar los niveles de otros gadgets a los que los consumidores
están acostumbrados.
Las opciones que suelen presentar los menús son:

Atrás

Adelante

Comenzar la lectura

Marcas de página

Modo de búsqueda

Vista (que permite ver las opciones de presentación de la información)

Tipo de fuente

Tamaño de la fuente

Azanzado (idomas…)
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2.3.5. Resolución y escala de grises
La resolución de la pantalla también varía según el tamaño de la misma, pero los modelos más
habituales nos ofrecen dos principalmente: 1024×768 píxeles para los modelos de mayor
tamaño (10 pulgadas) y 800×600 píxeles para los más habituales de 6 pulgadas.
Figura 26. Escalas de grises de los dispositivos
Por el momento la mayoría de los lectores funcionan con tinta electrónica en Blanco y Negro.
El contraste y la definición se miden en niveles de escalas de grises dependiendo del modelo.
Esos niveles de grises suelen fluctuar entre los 4 y los 16.
2.3.6. Capacidad de almacenamiento
Los dispositivos cuentan con dos tipos de memorias, una interna y otra externa.

Interna: 512 a 2 GB
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
Externa: Tarjetas SD de 2 a 16 Gb
A pesar de que el tamaño de los libros electrónicos varía en función de su formato, en un
mismo dispositivo podemos almacenar al mismo tiempo un gran número de libros.
2.3.7. Conectividad
Capacidad para conectarse a para poder acceder a internet y consultar, prestar o comprar
libros u otros contenidos desde el mismo lector. Hay dos formas: Wi-fi y 3G. La primera
necesita de una red inalámbrica. 3G es la abreviación de tercera-generación en telefonía móvil.
2.3.8. Batería
Teniendo en cuenta que la tinta electrónica tan sólo consume batería cuando al “escribir” la
página lo que interesa es medir el número de páginas que permite escribir. No siempre se
conoce este parámetro.
2.3.9. Formatos soportados
Un formato es la estructura de un archivo que define la forma en que se guarda y representa
la información en la pantalla de un dispositivo o en impresora. Puede ser muy simple, como los
archivos guardados como texto plano del tipo TXT o muy complejo como aquellos que incluyen
varios tipos de instrucciones y códigos de control utilizados por programas.
Es muy importante que un lector sea versátil leyendo todo tipo de formatos. Aunque cada vez
los dispositivos leen más formatos, es necesario conocer cómo los lee, ya que no es lo mismo
que lea un pdf como una imagen a que lo readapte y lo lea como texto.
En un principio las empresas crearon sus propios formatos propietarios, pero poco se han ido
dando cuenta de que es suelen tener más éxito aquellos dispositivos que permiten leer tanto
formatos propietarios como abiertos.
A continuación se indican las características de algunos de los formatos más extendidos.
2.3.9.1. AZW
Es el formato creado para dar soporte al lector de libros electrónicos comercializado por
Amazon. Está basado en Mobipocket, con una pequeña diferencia en el esquema del número
de serie (utiliza un asterisco en lugar de un signo de dólar). Tiene su propio formato DRM. La
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extensión en el nombre de fichero para los eBooks protegidos del Kindle es .azw en lugar de
las tradicionales .prc o .mobi de los mobipockets.
2.3.9.2. ePub
Es un nuevo estándar de libros digitales de código abierto creado por el International Digital
Publishing Forum (IDPF). Está basado en XML y es apoyado por la mayoría de empresas del
sector de la publicación. La mayor ventaja de ePub es que su contenido adapta
automáticamente al tamaño de la pantalla, o mejor decir que ePub es un formato readaptable.
Esto es muy importante ya que el PDF se ve bien sólo en los dispositivos para los que fue
diseñado (A4). Sony fue la primera empresa en incorporar este formato abierto junto con la
solución de Adobe Digiral Editions para proteger las copias de editores temerosos de la
piratería (DRM).
La importancia de este formatos se la proporcionó Google Books, al incluir este estándar en su
base de libros digitalizados, de modo que a la opción de descargarlos en PDF se añadía la de
descargarlos en EPUB. En agosto de 2009 más de un millón de libros del dominio público
estaban disponibles en Google Books.
2.3.9.3. FB2
FictionBook es un formato XML para el almacenamiento de libros donde cada elemento del
libro es descrito por etiquetas. Su objetivo principal es su precisión de mantenimiento de la
estructura del libro acompañado de la prestación de esfuerzo de conversión (incluyendo
automático) de los archivos FictionBook a otros formatos populares: TXT, DOC, RTF, HTML,
etc. Además de que, muchas aplicaciones de lectura permite leer el formato FictionBook sin
convertir.
2.3.9.4. OEB
(Open eBook) Es un lenguaje de marcado perteneciente a la familia XML. Este formato libre
patrocinado por el consorcio NIST (Instituto Nacional para Estándares y Tecnología de los
Estados Unidos) que agrupa los principales proveedores de contenidos así como las principales
empresas de dispositivos y desarrolladores de programas y software para generar y distribuir
ebook.
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2.3.9.5. oPF
Paquetes de libros digitales de código abierto OEB. Es un archivo ZIP más un archivo de
manifiesto. Dentro del paquete se define un subconjunto de XHTML. La extensión de archivo
por defecto es .OPF
2.3.9.6. PDF
Adobe Portable Document es el formato documental por excelencia. Es un formato no líquido
que no permite ser redimensionado, por lo cual se adapta mal a las pantallas de los Lectores.
Entre sus ventajas se puede citar su portabilidad y su estandarización ISO. Es el formato más
utilizado debido a su fácil uso en el enorme parque instalado de PC, ordenadores portátiles y
netbooks.
2.3.9.7. Prc
El Mobipocket es un formato de libro basado en el estándar Open eBook usando XHTML puede
incluir JavaScript y marcos. También apoya nativos consultas SQL para ser utilizada con bases
de datos integrados.
2.3.10. Diseño
Se van adaptando al mercado y para que resulten más atractivos los van fabricando en
distintos colores.
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Figura 27. Diseño de colores del Cool-er
2.4. Modelos
Los primeros modelos libros electrónicos fueron los que tenían las pantallas retroiluminadas,
pero no tuvieron mucho éxito. Los primeros modelos de libros electrónicos con tinta digital
tenían un precio elevado, pero en menos de un año estamos asistiendo al abaratamiento de los
mismos por lo que ahora se está empezando a popularizar. En el mercado existen muchos
modelos. En el siguiente apartado se darán las especificaciones de algunos de ellos.
2.4.1. Kindle
Empresa: Amazon.
Fecha de salida al mercado: 19/11/2007
Peso: 289 gr.
Dimensiones: 134 x 190 x 18mm
Pantalla: 6 pulgadas ; 800x600
Escala de grises: 4
Táctil: no
Memoria: 180MB
Batería: Li-ion 1530mAh. 15 horas de duración
Formatos: AZW, PRC/MOBI (no DRM), MP3, TXT
De momento la penetración del Kindle es mayoritaria en el
mercado americano. La ventaja del Amazon Kindle respecto
a otros lectores es la conexión que permite comprar un libro
en línea. (Se accede en cualquier lugar con cobertura 3G sin abonar cuota, pagándose sólo por libro descargado-).
Además a través de la página de Amazón hay más de
480.000 títulos de libros disponibles y se permite descargar
primeros capítulos de forma gratuita antes de comprarlos.
Figura 28. Ficha técnica del Kindle
2.4.2. Kindle 2
El nuevo Kindle 2 cuenta con más autonomía de la batería, es mucho más delgado, puede
almacenar millar y medio de títulos en su memoria y además cuenta con una función de
lectura en voz alta que está integrada en el propio dispositivo.
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Empresa: Amazon.
Fecha de salida al mercado: 09/02/2009
Peso: 289 gr.
Dimensiones: 203 x 135 x 90 mm
Pantalla: 6 pulgadas ; 800x600
Escala de grises: 16 escalas de grises
Táctil: no
Memoria: 2GB
Bateria: 4 dias con wifi conectado.
Formatos: Kindle (AZW), PDF, TXT, Audible (formatos 4,
Audible mejorado (AAX)), MP3, MOBI sin protección, la
República Popular China de forma nativa, HTML, DOC, RTF,
JPEG, GIF, PNG, BMP
Figura 29. Ficha técnica del Kindle 2
2.4.3. Kindle versión DX
Su pantalla es de 9.7 pulgadas, interfaz giratorio (como en
el iPhone), capacidad para almacenar 275.000 libros y
soporte de PDF.
Empresa: Amazon
Fecha de salida al mercado: 06/05/2009
Dimensiones: 26,4 x 18,2 x 0.96 cm
Peso: 530 gramos
Pantalla: 9.7 pulgadas. 1200 × 824 píxeles
Escalas de grises: 16
Táctil: No.
Batería: ¿?
Memoria: 4GB
Formatos: Kindle (AZW), PDF, TXT, Audible (formatos 4,
Audible mejorado (AAX)), MP3, MOBI sin protección, la
República Popular China de forma nativa, HTML, DOC, RTF,
JPEG, GIF, PNG, BMP
Figura 30. Ficha técnica del Kindle DX
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2.4.4. Cooler
Este es uno de los modelos que se está popularizando debido a su bajo precio.
Empresa: www.coolreaders.eu
Fecha de salida al mercado: 26/05/2009
Dimensiones: 183 x 117.74 x 10.89 mm
Peso: 178 g
Pantalla: 6 pulgadas; 800x600; 8 escalas de
grises
Táctil: no
Bateria: Li-Polymer battery (1000 mAh); 8000
pasadas de página
Memoria: 1gb
Formatos: PDF, EPUB, FB2, RTF, TXT, HTML, PRC,
JPG y MP3
Figura 31. Ficha técnica del Cool-er
Este lector lo comercializa en España la editorial Luarna Ediciones, que también publica y
comercializa libros en formato electrónico.
Entre sus ventajas está el precio, actualmente es uno de los dispositivos más baratos. Entre
sus inconvenientes está tarda en cargar los libros debido a que su conexión usb es más lenta
que en otros dispositivos.
2.4.5. Cybook
Empresa: Bookeen
Fecha de salida al mercado: 29/10/2007
Dimensiones: 118 x 188 x 8.5 mm (4.7" x 7.4" x 0.3")
Peso: 174 g (batería incluida)
Pantalla: 6 pulgadas ; 800x600; 4 escalas de gris
Pantalla táctil: No
Batería: Li-Polymer 1000mAh; 8000 páginas
Memoria interna: 64MB Flash
Formatos soportados: OEB-XHTML, TXT, HTML, PDF (non DRM),
PRC/MOBI, JPG, GIF, PNG, MP3
Figura 32. Ficha técnica del Cybook
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2.4.6. I-REX – iLiad
Dispone de pantalla táctil de Tinta Electrónica de E-Ink con resolución de 768 x 1024 pixels.
Una de sus ventajas es la calidad del texto. También reproduce mucho mejor que sus rivales
los dibujos y fotografías, gracias a disponer de al menos el doble de tonos de gris que sus
competidores. Puede descargar automáticamente actualizaciones de su sistema operativo con
su conexión a Internet. Además permite recibir suscripciones a periódicos y revistas mediante
RSS.
Empresa: iRex Technologies
Fecha de salida al mercado: xx/05/2008
Dimensiones: 216 x 155 x 16mm
Peso: 388 g
Pantalla: 1024x768, 8 pulgadas
Escalas de gris: 16
Táctil: Si
Batería: Li-ion 1100mAh; 15 horas
Memoria: 128MB
Formatos: PDF, HTML, TXT, JPG, BMP, PNG,
PRC/MOBI (others via: FBReader, Gargoyle), DJVU
Figura 33. Ficha técnica del I-Rex Ilead
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2.4.7. Nook
Empresa: http://www.barnesandnoble.com
Fecha de salida al mercado: 25/10/2009
Dimensiones: 196 x 114 x 13 mm
Peso: 317 g
Pantalla: 6 pulgadas + una pantalla LCD de 3,5
pulgadas 800x600
Escalas de grises: 16
Táctil: La pantalla de tinta electrónica NO; La pantalla
LCD SI.
Batería: Rechargeable Lithium Polymer battery. No se
tiene información acerca de las pasadas de página.
Memoria: 2gb.
Formatos: PDF, EPUB, FB2, RTF, TXT, HTML, PRC, JPG,
MP3, JPEG, GIF, PNG, BMP.
Figura 34. Ficha técnica del Nook
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2.4.8. Papyre
Este e-book es de la empresa española Facthor. Su pantalla de 800x600 pixeles 6 pulgadas,
aún que bajo nuestro punto de vista sería recomendable que los creadores de lectores
empezasen a introducir pantallas de 7 u 8 pulgadas. El Papyre presenta 4 escalas de grises.
Empresa:
española).
Facthor
(único
eBook
de
fabricación
Dimensiones: 184 x 120.5 x 9.9mm.
Peso: 210 g.
Pantalla: 800x600 ; 6 pulgadas.
Escala de grises: 4.
Táctil: No.
Batería: Li-ION 950mAh ; 10.000 páginas.
Memoria: 512MB.
Formatos: PDF, RTF, DOC, HTML, TXT, FB2 (XML),
CHM, WOLF, RAR, ZIP, JPG, MP3, DJVU y otros.
Figura 35. Ficha técnica del Papyre
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2.4.9. Comparativa de los e-books
Kindle
Kindle Kindle Cool2
DX
er
CyBoo iRex
k
iLiad
Nook
Papyr PRSe 6.1 700
Imagen
Coolrea
Bookeen iRe x
ders
barnesand Gramm
Sony
noble
ata
Empresa
Amazon Amazon Amazon
Fecha
19/11/2 09/02/2 06/05/2 26/05/2 29/10/2 xx/05/2 25/10/200
007
009
009
009
007
008
9
Peso
289g
289g
530g
178s
174g
388g
317g
210g
283g
183
x
134
x 203
x 264
x
118
x 216
x
184 x 127.6 x
Dimensione
117.74
196 x 114
190
x 135
x 182
x
188
x 155
x
120.5 x 174.3 x
s
x 10.89
x 13 mm
18mm 90 mm 96 mm
8.5 mm 16mm
9.9mm 9.7 mm
mm
6
6
9.7
6
6
8
6
6
Tamaño de
pulgada pulgada pulgada pulgada pulgada pulgada 6 pulgadas pulgad pulgada
la pantalla
s
s
s
s
s
s
as
s
Escala de
grises
4
Resolución
800x60 800x60 1200
0
0
824
Táctil
No
6
No
16
No
8
4
16
16
× 800x60 800x60 1024x7
800x600
0
0
68
No
No
No
Sí
4
8
800x60 800x60
0
0
No
Sí
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Tipo de
memoria
SD
MMC
Capacidad
de
180MB
almacenami
ento
/ SD
MMC
/ SD
MMC
/ SD
MMC
2GB
4GB
1GB
/ SD
MMC
64MB
/
MMC,
SD
CF Type SD / MMC
MMC
II
128MB
2gb
512MB
Wireless Wireless Wireless
Conectivida
Wifi,
USB
2.0, USB
,
USB ,
3G, ,
3G, USB 2.0 USB 2.0
d
USB 1.1 Wifi, 3G
1.1
2.0
USB 2.0 USB 2.0
Batería
15
horas
4
dias
*Por
con wifi
determi
conecta
nar
do.
8000
pasadas
de
página
8000
pasadas 15
de
horas
página
PDF,
HTML,
OEBAZW,
TXT,
XHTML,
PDF,
PDF,
JPG,
TXT,
TXT,
EPUB,
BMP,
AZW,
AZW,
HTML,
AAX,
FB2,
PNG,
PRC/MO PRC/MO
PDF
MP3,
RTF,
PRC/MO
Formatos
BI
(no BI
(no
(non
HTML, TXT,
BI
soportados DRM), DRM),
DRM),
DOC,
HTML,
(others
MP3,
MP3,
PRC/MO
RTF,
PRC,
via:
TXT
TXT
BI, JPG,
JPEG,
JPG
y
FBRead
GIF,
GIF
y MP3
er,
PNG,
PNG
Gargoyl
MP3
e),
DJVU
D
/
/ Memory
Stick
Pro Duo
USB
2.0
7.500
10.000 pasada
páginas s
de
página
PDF,
RTF,
BBeB,
DOC, ePub,
HTML, TXT,
RTF,
PDF, EPUB, TXT,
PDF,
FB2, RTF, FB2
TXT, HTML, (XML), Microso
PRC, JPG, CHM, ft®
MP3, JPEG, WOLF, Word,
GIF, PNG, RAR,
JPEG,
BMP.
ZIP,
GIF,
JPG,
PNG,
MP3,
and
DJVU y BMP
otros
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2.5. Conversores de formatos
El formato documental por excelencia PDF al ser un formato no líquido no permite ser
redimensionado, por lo cual se adapta mal a las pantallas de los Lectores. Aunque con el
avance tecnológico algunos lectores han empezado a tratar los archivos PDF como
redimensionales o repaginables, sin embargo no todos ellos aunque lo lean lo hacen con la
misma fidelidad, es decir con capacidad de reflujo para readaptarlos a la pantalla del
dispositivo.
Cuando comenzaron a salir al mercado los lectores de libros electrónicos cada empresa
empezó a tener sus propios formatos propietarios (AZW, MobiPockect, FB2… ), creándose una
“Torre de Babel” de formatos que hacía que aquellos que eran válidos para un dispositivo no lo
eran para otro. Esta situación en absoluto asumible, y desde luego nada sostenible, empieza a
normalizarse a partir de dos hechos fundamentales:
Sony opta por incorporar ePuB junto con la solución de Adobe Digiral Editions para proteger las
copias de editores temerosos de la piratería (DRM).
El empuje decisivo a la adopción de este formato lo proporcionó Google Books, al incluir este
estándar en su base de libros digitalizados, de modo que a la opción de descargarlos en PDF se
añadía la de descargarlos en EPUB. En agosto de 2009 más de un millón de libros del dominio
público estaban disponibles en Google Books en este formato; lo cual marca el camino para
que ePuB prácticamente sea el formato estándar de lectura para libros electrónicos.
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Figura 36. Google Libros descargable en formato PDF y ePub
ePub – es un nuevo estándar de libros digitales de código abierto creado por el International
Digital Publishing Forum (IDPF). EPUB está basado en XML y es apoyado por la mayoría de
empresas del sector de la publicación. La mayor ventaja de ePub es que su contenido adapta
automáticamente al tamaño de la pantalla, o mejor decir que ePub es un formato readaptable.
Esto es muy importante ya que el PDF se ve bien sólo en los dispositivos para los que fue
diseñado normalmente para formato Din A4.
Es muy importante que un Lector sea versátil leyendo todo tipo de formatos. Cada vez los
dispositivos de lectura van teniendo mayor capacidad de lectura de formatos. Es importante
también como lo lee, es decir que sea capaz de readaptar los archivos PDF.
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Figura 37. Formatos más populares
En cualquier caso es conveniente conocer los diferentes conversores de formatos para poder
transformar un archivo desde un formatos menos compatible a otro más compatibles como
ePuB.
2.5.1. PDF Creator
PDF Creator es un programa de software libre que instala una impresora virtual en tu
ordenador, de manera que puedes exportar cualquier archivo que hayas escrito tanto en Word,
como bloc de notas como cualquier editor de texto, a formato PDF. Se puede descargar
gratuitamente en la dirección http://sourceforge.net/projects/pdfcreator/
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Figura 38. PDF Creator
Su manejo es muy sencillo. Cuando deseamos convertir un documento a PDF le decimos que lo
queremos imprimir como hacemos habitualmente, y cuando nos aparece una ventana
emergente con las distintas impresoras en la cual disponemos de la opción PDF Creator.
Posteriormente nos solicitará que guardemos el archivo PDF con un nombre en una ubicación
determinada.
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Figura 39. Imprimir como PDF Creator
2.5.2. Calibre
El calibre es un programa libre de administración de bibliotecas conversión de eBooks. Se trata
de un programa muy completo, que podemos descargar en http://calibre-ebook.com/
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Figura 40. Calibre
Cuando queremos convertir un documento pulsamos sobre añadir libros. Nos pedirá que
incorporemos el archivo desde su carpeta original desde nuestro ordenador.
Una vez añadido elegimos la opción “Convertir Libros electrónicos”.
Desde esta opción nos proporciona todos los metadatos del libro (Título, autor, editorial,
colección, materias...) que nosotros podemos completar, o elegir una portada de una imagen
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que tomemos de internet o desde un archivo. Y nos permite convertirlo a todos los formatos
posibles (ePuB, FB2, AZW, Mobi,...).
Figura 41. Metadatos de Calibre
Para hacer la conversión elegimos el formato de salida entre los diferentes posibles.
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Los metadatos del documento nos valen como catálogo de nuestra biblioteca personal para
poder buscar y encontrar cualquier libro que tengamos en nuestro ordenador.
También dispone de un visor-editor para poder ver o modificar el documento en ePuB, para
cambiar el texto a negrita, salto de línea, márgenes... etc.
Figura 42. Visor/Editor de Calibre
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2.4.3. ePuB 2Go
Se trata de un conversor en línea, es decir, que no tenemos que instalar ningún programa en
nuestro ordenador, simplemente entramos en la página http://www.epub2go.com y desde esta
nos da dos opciones:
1. Convertir un archivo PDF de Internet. Únicamente debemos pegar la dirección URL del
documento y pulsar en convertir a PDF “Get PDF”.
2. Convertir un archivo PDF de nuestro ordenador. Nos abrirá un cuadro del explorador de
Windows para seleccionar la carpeta en donde tenemos el archivo PDF y proceder a su
conversión a ePuB.
Figura 43. EpuB 2 Go
El inconveniente es que sólo convierte archivos PDF a ePuB, pero en un momento dado es una
opción sencilla y rápida para efectuar la conversión.
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2.5.4. Conversor Grammata
Se trata de un conversor creado por la empresa española que comercializa el lector Papyre, su
conversor es de uso gratuito, que podemos descargar desde su página web.
http://grammata.es/descargas/software
Este conversor te facilitará mucho la tarea ya que se ha desarrollado de la forma más sencilla,
permitiéndote convertir archivos PDF, RTF, HTML, o bien una dirección Web. Una vez
convertido el archivo, puedes editarlo con un editor de HTML o con el que trae el propio
conversor, pudiendo ahí cambiar los tipos de letra y otros aspectos del archivo original.
Lo primero que nos pide es elegir el título del documento. Es muy importante introducirlo, ya
que ese título es el que va a tener el documento cuando lo leamos en el dispositivo.
Figura 44. Conversor Grammata
Una vez añadido, simplemente elegimos el formato entre los cuatro posibles, y le decimos
donde queremos descargar el documento final en el formato elegido.
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2.5.5. Sigil
Este programa sirve para editar o crear documentos en formato EPUB, o en el propio formato
SIGIL, pero también es válido como conversor. Para ello, deberemos de abrir el archivo en su
formato original, en Word si es un .doc, o rtf, o en Adobe si es un formato PDF; con la opción
editar seleccionar todo, y copiar.
Figura 45. Sigil
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A continuación abrir SIGIL y pegar el texto seleccionado en este editor. Posteriormente le
diremos que salve el documento como ePuB.
Figura 46. Salvar archivo como ePuB desde Sigil
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Con Sigil podemos hacer algunos retoques como justificar, alinear, cambiar tipo de letra,
negrita... etc.
Figura 47. Editor Sigil
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Módulo 3. Libros electrónicos en la Biblioteca
3.1. Introducción
Las bibliotecas fueron uno de los servicios públicos pioneros en estar presentes en Internet, en
un principio ofreciendo su catálogo automatizado en línea, y posteriormente, como
corresponde al concepto de biblioteca virtual, proporcionaron servicios que ya prestaban de
manera presencial a través de la red; tales como el de referencia en línea, préstamo,
formación en información, etc. A medida que los procesos de digitalización fueron avanzando,
se comenzó a ofertar servicios de acceso al documento digital (bases de datos, paquetes de
revistas electrónicos, repositorios). Hoy por hoy no se puede concebir una biblioteca científica
que no proporcione un nutrido paquete de revistas electrónicas a sus usuarios, ya que no sería
competitiva.
Casi simultáneamente a las revistas se incorporaron las primeras colecciones de libros
electrónicos; aunque al contrario de las revista que enseguida fueron asimiladas a la dinámica
de trabajo de los usuarios, los libros electrónicos tuvieron un más que discreto impacto sobre
el público, buena prueba de ello es que los primero proyectos editoriales en este sentido
fueron un estrepitoso fracaso como fue el caso de veintinueve.com cuando en 2001 Planeta
lanza este proyecto con una inversión millonaria que pretendía aglutinar la venta de libros
electrónicos de diferentes editoriales y que apenas tuvo un año de vida debido al escaso
volumen de ventas.
Ante ello cabe preguntarse porque la revista electrónica fue objeto de esa atención, mientras
el libro electrónico no; la respuesta es sencilla. La revista es un producto que bajo un título
común agrupa contribuciones independientes de diferentes autores, que son fácilmente
desglosables en partes de una decena de páginas que se puede guardar en una memoria o leer
en pantalla, e incluso imprimir para su lectura en papel; mientras que en general un libro por
su carácter monográfico exige de una lectura secuencial y continuada de varios centenares de
páginas, que no merecería la pena imprimir, y aún menos consultar en una pantalla de un
ordenador.
Algunos estudios que entonces llevaron a cabo a través de experiencias con usuarios en
bibliotecas universitarias así lo demuestran, con promedios de tiempo de lectura de apenas
unos minutos por documento, y en los que los usuarios no consideran el libro electrónico como
un elemento sustitutivo de su contraparte en papel, si no como un mecanismo de consulta
para ampliar o refrendar alguna información. Y en muy pocas ocasiones era utilizado para su
consulta en una lectura continua y secuencial como haríamos con un libro impreso.
En estos momentos esta situación podríamos decir que está siendo reversible gracias a los
nuevos dispositivos dedicados de manera exclusiva a la lectura de libros electrónicos (e-
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readers), que debido a la comodidad de lectura que proporcionan las pantallas de tinta
electrónica, simulan casi perfectamente el efecto papel, lo que ha puesto de relieve el nuevo
potencial del libro electrónico como parte de esa tercer revolución digital que se inició con las
bases de datos en CD-ROM, y que posteriormente vino a través de las revistas en línea, y
ahora se hace patente con el libro electrónico.
Los editores empiezan a concebir un mercado incipiente en el que no quieren quedar fuera de
contexto; aunque por otro lado muestran la prudencia ante lo que vislumbran que puede
suponer para sus modelos de negocio la canibalización del soporte digital frente al impreso.
En esa misma dinámica las bibliotecas deseosas de atraer usuarios conocedores de los
recursos digitales y capitalizar la creciente popularidad de los lectores electrónicos, están
expandiendo sus colecciones de libros hacia este nuevo formato. Muchas bibliotecas
extranjeras y algunas españolas ya vienen ofreciendo un servicio de préstamo de libros
electrónicos a sus usuarios. Esta situación es ya habitual en las bibliotecas públicas
norteamericanas y del Reino Unido. En Estados Unidos más de 5400 bibliotecas públicas ya
ofrecen libros electrónicos. La New York Public Library1 tiene alrededor de 18.300 títulos
electrónicos, que si comparamos con su colección de libros impresos que asciende a 860.500
títulos, los libros digitales apenas representan el 1% del total. Sin embargo la llegada de los
nuevos formatos está teniendo un efecto importante en cuanto al número de libros prestados,
que en apenas un par de años ha pasado de los 607.275 prestados en 2007 a casi 1 millón en
20092, según los datos aportados por OverDrive3, que es la empresa proveedora de libros
electrónicos para la mayoría de las bibliotecas públicas; en este mismo sentido apuntan los
datos aportados por NetLibrary, una división de OCLC sin ánimo de lucro y otro de los
proveedores de libros electrónicos a bibliotecas que ofrece un catálogo de más de 190.000
títulos, y que da servicio a unas 5000 bibliotecas públicas, que ha visto crecer la circulación de
libros electrónicos en un 21 por % en el último año.
3.2. Los libros electrónicos y el préstamo
Cuando se habla de préstamo de e-books en bibliotecas se dan dos modalidades:
1. El préstamo del dispositivo de lectura (e-reader).
2. El préstamo del libro en soporte electrónico (e-book).
3. Algunas bibliotecas prestan el dispositivo y también dan acceso a una colección de
libros electrónico de producción propia y otros bajo licencia.
1
New York Public Library. eNYPL Collection of Downloadable Media. http://www.nypl.org/ebooks
Rich, M., "New Envoy’s Old Advice for Children: Read More ". The New York Times, Published: October 14, 2009
2010. http://www.nytimes.com/2010/01/05/books/05paterson.html
3
OverDrive. http://www.overdrive.com/
2
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3.2.1. Préstamo del dispositivo
En el primero de los casos plateados, la biblioteca presta a sus usuarios un dispositivo de
lectura (e-reader, o lector de libros electrónicos).
Figura 48. Servicio de préstamo dispositivos de lectura
Se trata en definitiva de un servicio de consulta y de préstamo de estos aparatos, que
pretende familiarizar a los lectores con el uso de estos dispositivos, que ponen en servicio de la
misma manera que ya es habitual el servicio de préstamo de ordenadores portátiles que se
viene haciendo ya hace algunos años en nuestras bibliotecas.
3.2.2. El préstamo del libro electrónico
En este proyecto se integran eBooks, Audiolibros, Juegos, etc.
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Lo primero que nos encontramos es un catálogo muy visual basado en la capacidad de
identificación de las portadas, con las nuevas incorporaciones de eBooks tanto en formato PDF
como en ePuB. La biblioteca, a través de su catálogo automatizado en Internet, oferta una
creciente colección de libros en soporte electrónico (e-books), que se pueden leer y descargar
a través de una amplia variedad de dispositivos de lectura (iPods, smartphones, ordenadores,
o e-readers).
Figura 49. Catálogo de la NYPL
El catálogo nos ofrece una información enriquecida, pues no solo nos proporciona información
del libro y sus elementos catalográficos y de identificación, sino que también nos proporciona
información sobre el autor, la trama y el contenido de la obra, y nos sugiere otros títulos que
también nos pueden interesar si nos interesa el título que estamos consultando, así como los
formatos y usos disponibles del mismo.
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Figura 50. Información enriquecida del catálogo en la NYPL
El proceso de préstamo es muy similar al que hacen las bibliotecas con los libros impresos, a
excepción de las ventajas que supone no tener que desplazarse a la biblioteca y la inmediatez
que supone poder coger en préstamo el libro desde cualquier lugar independientemente del
horario, así como tampoco tener que ir de nuevo a devolverlo.
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Figura 51. Búsqueda, préstamo y reserva en la NYPL
Cuando accedemos a prestar o reservar ese libro -en caso de que esté prestado- nos pedirá
nuestros datos de identificación. El número de carnet de la biblioteca y el PIN que le hayamos
asignado.
Figura 52. Identificación para proceder al préstamo o reserva
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Lo primero que llama la atención en el modo en que se está ofertando el libro electrónico en
préstamo en las bibliotecas públicas, es el hecho de la similitud existente entre el proceso de
préstamo del libro impreso y el digital, obviándose las posibilidades multiusuario que tiene éste
última; ya que sólo una o un limitado número de personas pueden acceder al préstamo de
cada ejemplar en función de los condiciones que establece el proveedor. Si la biblioteca quiere
disponer de más ejemplares del mismo libro deberá de adquirir más licencias de acceso; y si el
libro está prestado el usuario podrá reservarlo al igual que se hace con los libros impresos
habitualmente. De manera que cuando el tiempo de préstamo expira - habitualmente es a las
2 o 3 semanas- el libro electrónico que dispone de un DRM o gestor de derechos digitales
impide su acceso automáticamente en el dispositivo del lector; y el sistema manda un aviso a
la persona que lo ha solicitado en reserva para que pueda descargarlo en su dispositivo.
Acostumbrados a que un documento digital es un objeto multiusuario y a su vez tiene una
dimensión multiespacial (disponible para cuantas descargas simultaneas quieran hacerse del
mismo las 24 horas del día) llama la atención la excesiva cautela que imponen estas
plataformas donde el libro se concibe más como una unidad física que como una unidad
virtual.
Las ventajas de este sistema de préstamo son evidentes:

El usuario no tiene que desplazarse a la biblioteca. Cuenta con la inmediatez de hacer el
préstamo desde su domicilio.

Tampoco tiene que ir a devolverlo, pues el sistema por medio del DRM impide que el
documento sea leído transcurrido el plazo.

Por la misma razón no se sanciona al usuario, pues nunca lo va a entregar tarde.

El libro no ocupa espacio, con lo cual la biblioteca no tiene que hacer previsiones
espaciales.

Tampoco se deteriora.

Se incrementa el número de préstamos. (NPNY un 15 % más de préstamos).
El inconveniente fundamental es que se pierde al lector presencial, al usuario que visita la
biblioteca concebida ésta como lugar de encuentro, más allá de la funcionalidad de la propia
lectura.
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3.2.3. Colecciones propias
Algunas bibliotecas, sobre todo universitarias están creando colecciones de recursos propios en
formatos legibles como ePub, PDF y rtf. a partir de colecciones de su editorial o de la
producción propia de la entidad en repositorios científicos de documentos en acceso abierto de
los que posee los derechos de autor.
Es
el
caso
de
la
Biblioteca
de
la
Universidad
Pompeu
i
Fabra
http://www.upf.edu/bibtic/es/recursos/ebooks.html que Incluye el préstamo de los libros y
textos electrónicos contratados por la Biblioteca de la UPF, y otros accesibles a través de
Internet y de libre acceso seleccionados en función de su calidad e interés. Para conocer los
títulos disponibles tiene un buscador por libro y por materia, la mayoría en formato PDF.
Figura 53. La Biblioteca de la Universitat Pompeu Fabra
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3.2.4. Localizadores
Empresas como Sony y distribuidores como OverDrive están ofreciendo servicios de
localización de eBooks, auténticas geoaplicaciones para encontrar en que biblioteca más
próxima a nuestro domicilio disponemos de un libro electrónico. En Library Finder4 de Sony se
pueden encontrar las bibliotecas públicas más cercanas (en los EE.UU. y Canadá) que ofrecen
los títulos de libros electrónicos, y la posibilidad de llevarlos en préstamo tal y como se haría
con un libro en papel de la biblioteca pública, únicamente tenemos que ser usuarios de esa
biblioteca o de esa red. Simplemente se ingresa el código postal, o bien el estado o provincia,
y a continuación encuentra la biblioteca más cercana a nosotros que dispone de este servicio y
para poder navegar, buscar y descargar libros electrónicos en formato PDF y/o ePub
optimizado que nos interesen.
Figura 54. Localizador Sony Library Finder
4
Library Finder http://sonysearch.overdrive.com/
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Existe otro localizador proporcionado por OverDrive, una de las empresas líderes del sector
que permite la búsqueda de documentos electrónicos en bibliotecas que tienen contratada esta
plataforma http://search.overdrive.com/
Figura 55. Localizador de OverDrive
3.3. Modelos de adquisición
En general los editores están teniendo una actitud cautelosa ya que sospechan que el
préstamo de libros electrónicos podría afectar negativamente a la venta de libros impresos,
como es el caso de la editora y distribuidora Macmillan que no permite que se ofrezcan los
libros electrónicos que comercia en bibliotecas públicas. Los editores están Intentando perfilar
un modelo de negocio que compatibilice los intereses de todos los agentes concurrentes
(autores, editores y lectores), también están considerando otros aspectos que afectan a la
comercialización de los libros electrónicos para bibliotecas proponiendo distintos modelos de
comercialización editorial diferentes, ya que en su opinión los libros electrónicos poseen unas
características propias que benefician a las bibliotecas, como es que no se desgastan, no
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ocupan espacio en estantes, y en teoría podrían ser leídos por múltiples personas al mismo
tiempo y perjudicarían sus intereses. Los modelos que se proponen de comercialización en
bibliotecas están en una etapa de concreción que van desde poner un precio para la biblioteca
que compense las posibles pérdidas por las ventas que dejarían de efectuar; así por ejemplo
"El símbolo perdido” se vende a 9,99 dólares en la página de la tienda de Sony (Reader Store),
y el precio del mismo libro para una biblioteca es de 29,99 dólares, y si la biblioteca necesita
más ejemplares debe comprar varias licencias de acceso al mismo libro, que se prestará de
una en una vez. Otro modelo es la compra de una copia, y pagar una tarifa de licencia cada
vez que alguien lo descarga. Hasta ahora el precio de un libro impreso era el mismo para un
consumidor que para una biblioteca, con el libro electrónico la situación cambia.
Los editores de contenidos científicos que comercian con bibliotecas universitarias son más
proclives a modelos de suscripción similares a los que ya se realizan con las revistas
electrónicas, que consisten en que la biblioteca paga una tarifa anual por acceso ilimitado a
ciertos libros, que los usuarios previa identificación en la intranet pueden descargar en formato
PDF sin ninguna limitación. Aunque en ocasiones los títulos que ofrecen no son de la suficiente
actualidad, ya que el ejemplar digital se comercializa una vez que han cubierto los ingresos
necesarios, con lo cual suelen tener una barrera de 3 a 5 años desde su publicación impresa
hasta que este se ofrece en formato digital, que si bien para las áreas de Humanidades el
índice de obsolescencia puede ser suficiente, no lo es así para las áreas eminentemente
científicas donde el nivel de actualización requerido es mayor.
Otro tema que está afectando a la industria editorial es el de las copias piratas. Un estudio
realizado por Attributor5 estima que hubo 9 millones de descargas ilegales de libros con
derechos de autor en los meses finales del año pasado; Attributor, que trabaja para editoriales
como Hachette Book Group y John Wiley & Sons, monitoreó de 25 sitios web que ofrecen a los
lectores contenidos descargables en busca de 913 títulos de sus clientes en categorías que van
desde libros de negocios e inversiones a libros de ficción. Los resultados arrojaron datos como
que se descargaron 1.082 veces copias ilegales del libro "Freakonomics", de Steven D. Levitt y
Stephen J. Dubner, y 7.951 veces "Ángeles y demonios", de Dan Brown. El estudio no hizo un
seguimiento de todos los títulos publicados por los clientes de la compañía, aunque no todas
las copias piratas representan una venta perdida, ya que muchas personas que puede
descargar de forma ilegal un libro electrónico nunca lo habría comprado, así la pérdida
potencial de la industria editorial se estima que podría estar en torno a los 3 mil millones de
dólares.
5
Rich, M., "Report Says 9 Million Books Pirated Online". The New York Times, Published: October 14, 2009.
http://www.nytimes.com/2010/01/15/arts/15arts-REPORTSAYS9M_BRF.html
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3.3.1. Modelo de suscripción de revistas electrónicas
Hacemos mención a él porque se trata de un modelo ya experimentado con más de 10 años de
funcionamiento en bibliotecas universitarias y de investigación, y que nos puede aportar una
experiencia válida para comprender los nuevos modelos de negocio y adquisición de libros
electrónicos (ver figura).
Figura 56. Modelo de adquisición de revistas tradicional y digital
3.3.1.1. Adquisición unitaria frente a adquisición múltiple
En el modelo clásico de adquisición de revistas las mismas se compran de manera unitaria, es
decir nos suscribimos a una revista que la biblioteca o quienes correspondan han seleccionado;
frente a ello en el modelo digital el procedimiento es la suscripción a un paquete de revistas
que son las que oferta un determinado distribuidor. En ese paquete habrá unas revistas que
nos interesen más y otras menos, pero si queremos tener las revistas que nos interesan en
formato electrónico debemos de suscribirnos a todo el paquete. Así una biblioteca elegirá
suscribirse a aquellos paquetes que contengan las revistas que respondan a los intereses y
necesidades de información de sus usuarios, y a los objetivos de investigación de nuestro
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centro. El aspecto positivo es que vamos a disponer de una colección mucho mayor de títulos,
aunque no todos ellos sean igualmente relevantes a los intereses de la institución.
3.3.1.2. Compra del producto frente a licencia de acceso
Cuando nos suscribimos a una revista compramos el producto físico, es decir la revista, de
manera que cuando cancelamos esa suscripción seguimos disponiendo de la colección
existente hasta ese momento. En el modelo digital por lo que pagamos es por poder acceder a
ese producto, a través de una “Licencia de acceso”, es decir, no compramos la revista, de
manera que cuando cancelamos la suscripción a ese paquete perdemos el acceso a los
números por los que en su día pagamos - aunque no siempre es así.
3.3.1.3. Precio unitario frente a precio variable
Cuando hacemos una suscripción a una revista en papel tiene un precio común para todas
aquellos entidades que deseen disponer de la suscripción, a lo sumo existe una diferencia
entre lo que pagaría un usuario individual y una entidad; pero cualquier organización
independientemente de su tamaño u otras cuestiones pagaría lo mismo que otra. En el modelo
digital el precio es variable en función de algunos factores como puede ser el tipo de licencia
(usuarios, multiusuario), tamaño de la universidad, etc. Por lo que al final el precio es
diferente para una entidad o para otra, dependiendo entre otras cuestiones de la capacidad de
negociación de los gestores con los comerciales de las multinacionales para tener un precio lo
más competitivo posible. De ahí que muchas de las bibliotecas hayan creado consorcios
asociándose con otras bibliotecas dedicados a la adquisición de recursos electrónicos, para
poder disponer de más recursos para sus usuarios con el mismo presupuesto que si lo hicieran
ellos solos6.
3.3.2. Modelos de adquisición de eBooks
Como antes señalamos en este momento estamos en una etapa de experimentación con los
diferentes
modelos
de
negocio
editorial
en
la
relación
entre
editores
y
bibliotecas/compradores, con lo cual encontramos varias propuestas que se están llevando a
cabo, que trataremos de esbozar de la manera más comprensible7.
6
Anglada, L., Comellas, N., Roig, J., and Tort, M., "Contratar, organizar y acceder a las revistas electrónicas en las
bibliotecas de las universidades de Catalunya". Consorci de Biblioteques Universitàries de Catalunya, 2004.
http://www.cbuc.cat/cbuc/content/download/930/5289/version/3/file/Serialscast.pdf
7
Martín González, Juan Carlos. Factores clave para la adquisición de eBooks. Madrid: IGME, 2010 Disponible en:
http://www.igme.es/internet/novedades/JornadasIGME/J2/Juan%20Carlos%20Martin-Nuria%20Sauri_Swets.pdf
[consultado el 20 de mayo de 2010]
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Entre los diferentes elementos en juego están:
1. Modelo de adquisición: Compra frente a suscripción.
2. Uso único o colectivo.
3. Proveedor: Agregador o editor.
4. Modo de selección: "Pick and choose" versus Colección.
3.3.2.1. Modelo de adquisición: compra frente a suscripción
Los editores ofrecen dos posibilidades compra a perpetuidad del libro electrónico o hacer una
suscripción. La compra implica una adquisición permanente, igual que lo haría un cliente
habitual, pero a un precio diferente si lo compra la efectúa una entidad, este incremento ha de
servir para compensar la pérdida que supondría para la editorial por los usos que se hagan del
mismo en la biblioteca. La ventaja es que si compramos el libro electrónico disponemos del
mismo a perpetuidad, el inconveniente es el precio, ya que adquirir una licencia de acceso es
más barato respecto al total de los libros que dispondremos que la comprar por unidad.
3.3.2.2. Uso único o colectivo
Una de las ventajas del formato digital frente al impreso es la capacidad de uso múltiple del
documento por varias personas simultáneamente. El uso único supone que ese libro vamos a
prestarlo como una unidad física, tal cual si fuera un documento en papel, es decir un uso
simultáneo por lector.
3.3.2.3. Proveedor: Agregador o editor
El sistema de adquisición se puede realizar a través de dos agentes diferentes el agregador
que es una plataforma común a varias editoriales, lo que supone que estas tengan una mayor
visibilidad, y eso se traduzca en más ventas; o bien directamente desde el propio editor del
libro. Agregadores serían las plataformas de venta web tales como Amazón, Todoebooks,
Luarna, etc. Aunque a veces los agregadores también pueden ser a la vez editores. El editor,
en general, ofrece colecciones frente al agregador que ofrece libro a libro; y además una
cuestión importante el editor no suele utilizar DRM, con lo cual la uso es multiusario, y otra
ventaja es que el interfaz de recuperación y búsqueda es el mismo que tenemos para las
revistas., posibilitando buscar en un producto u otro o ambos a la vez.
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Figura 57. Empresas de Editores y Agregadores de Libros electrónicos
3.3.2.4. Modo de selección: “Pick and choose” versus Colección
“Pick and choose” es la elección de libro individualmente de uno en uno, tal como
habitualmente se hacía en el modelo tradicional en formato impreso, frente al modelo de venta
de colecciones completas seleccionadas por el propio editor. La ventaja de “Pick and choose”
es que elegimos lo que nosotros queremos para cubrir las necesidades de nuestros usuarios; el
inconveniente es que es más caro hacer selección individual que comprar una licencia para una
colección completa. También supone un esfuerzo mayor por parte de la biblioteca, y conlleva la
ventaja de no hacer un gasto inútil en libros que no deseas o que ya tienes en tu biblioteca.
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Figura 58. Modelos de comercialización
3.3.3. Prácticas de adquisición
En cuanto a qué está sucediendo en la práctica de la adquisición de libros electrónicos para la
biblioteca, destacaríamos dos grandes modelos: Por un lado cómo es el modelo que se está
llevando a cabo en bibliotecas públicas y cómo se realiza en bibliotecas de investigación.
3.3.3.1. Las bibliotecas públicas
En su mayoría siguen el modelo OverDrive, que es el que vienen utilizando la mayoría de las
bibliotecas públicas estadounidense y canadienses. OverDrive es una empresa de distribución
de contenidos digitales que trabaja con bibliotecas, editoriales y empresas instalando una
plataforma adaptable a la web del cliente que permite administrar, proteger y prestar o vender
audiolibros, libros electrónicos, música y vídeos de forma segura. El catálogo de OverDrive
contiene actualmente más de 200.000 títulos de distintas editoriales.
Tal y como apuntamos, el préstamo en este sistema es de un libro por usuario, y si la
biblioteca quiere disponer de más ejemplares deberá disponer de una segunda licencia.
Realmente reproduce el sistema tradicional de préstamo con la salvedad de que lo podemos
acceder a cualquier hora y desde cualquier sitio. Los libros llevarían un DRM que les invalida
para su lectura una vez transcurrido el plazo de préstamo, y es entonces cuando el usuario
que lo tiene en reserva puede volver a descargarlo en el dispositivo.
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Figura 59. Catálogo de libros electrónicos en biblioteca pública
3.3.3.2. Bibliotecas científicas
Que optan por dos modelos suscripciones a través de editores y agregadores.
Los editores siguen habitualmente el mismo modelo que se viene utilizando para las revistas
electrónicas, es decir acceso multiusuarios previa identificación en la intranet. Aunque tienen
modelos alternativos como Pick and choose.
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Figura 60. Catálogo de libros electrónicos en biblioteca científica
3.3.4. Preferencias
Las preferencias de los bibliotecarios en cuanto a la selección de libros electrónicos se orientan
a escoger títulos individuales en lugar de colecciones, y preferentemente de editores o desde
agregadores. Con preferencias al modelo de acceso controlado sin DRM, es decir a través de
identificación del lector, lo cual implica el acceso multiusuario.
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Figura 61. Preferencias de las bibliotecas
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Módulo 4. Bibliografía
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