A ñ o 7 – N ° 2 – 2 01 5 - 1 I S S N v e r s i ó n i m p r e s a : 071 9 - 3 4 3 2 I S S N v e r s i ó n d i g i t a l : 071 8 - 5­ 7 6 6 Encrucijada Americana Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 1 10-09-2015 10:46:41 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 2 10-09-2015 10:46:41 PRESENTACIÓN Esta edición de Encrucijada Americana, correspondiente al Año 7 N° 2, pone el foco en un importante tema que por largo tiempo ha estado relegado a un segundo plano, tanto en Chile como en buena parte de nuestra región. Nos referimos al debate en torno al desarrollo económico, que en décadas pasadas tuvo gran incidencia en la disciplina económica y las ciencias sociales en general. Desde la segunda mitad del siglo XX, el tema del (sub)desarrollo económico fue gravitante en gran parte de las ciencias sociales y el eje a través del cual comenzaron a surgir múltiples visiones y disputas respecto a la naturaleza, dinámica y contradicciones del capitalismo en América Latina. Las lecturas modernizadoras –por ejemplo– empezaron a ser replicadas por representantes del estructuralismo cepalino y de la teoría de la dependencia, corriente esta última que contribuyó a radicalizar la discusión. Sin embargo, aquel debate sobre el desarrollo tuvo un quiebre en los años ochenta. El fracaso de la industrialización por sustitución de importaciones hizo repensar y reformular la estrategia de desarrollo. El consecuente giro neoliberal no sólo se impuso políticamente sino que, además, como lo ha planteado el economista Gabriel Palma, definió –con una fuerza casi religiosa– una verdad que abortó en la práctica la reflexión sobre el desarrollo y restringió el ámbito de lo posible en materia económica y política. En la actualidad, y producto de aquella imposición, la ortodoxia económica –chilena y latinoamericana– estima que el tema del desarrollo no debe ser considerado como un objeto de estudio con dignidad propia, sino más bien como el resultado natural de las fuerzas del mercado. Bajo este enfoque basta con entender cómo funciona el mercado para tener la llave para comprender no solo el crecimiento económico y la transformación productiva, sino el bienestar social y la consolidación democrática. Por otro lado, para una creciente literatura crítica, emergente en la región desde los noventas, el desarrollo económico dejó de ser un eje de análisis. Más aún “lo económico” comenzó a ser mirado con cierta duda: ante la crítica al excesivo economicismo del marxismo en los setentas, la crítica sacó de su eje de problematización gran parte del área de la transformación productiva y lo giró hacia problemáticas “extra económicas”. De este modo inició la vuelta a lo “local”, al análisis centrado en la microfísica de los poderes dispersos sobre el tejido social, a reconsiderar la forma de democracia y la emergencia de las identidades culturales como puntos centrales del debate. Sin duda tales temas ayudaron a reabrir problemas y a reformular preguntas por largo tiempo silenciadas, pero no abordaron la discusión sobre la economía política del desarrollo. En consecuencia, el debate sobre el desarrollo no ha vuelto a tener la centralidad y trascendencia que alguna vez tuvo. Aquello no tendría por qué preocuparnos si no fuera porque su pregunta fundamental –que apunta a explicar la riqueza y la pobreza de las naciones– sigue siendo un tema sin resolver en la teoría y –más importante– en la práctica latinoamericana. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 3 3 10-09-2015 10:46:41 A pesar de lo anterior, en la última década han surgido nuevos estudios sobre el desarrollo económico y debates relativos al rol de las instituciones, el régimen de Estado, las clases y las formas de inserción en la globalización que han construido un nuevo horizonte de análisis que creemos importante difundir en América Latina. En esta nueva edición de Encrucijada hemos querido hacer justamente eso, difundir estas nuevas perspectivas y volver a poner el acento en el desarrollo económico y su economía política. Para eso contamos con los aportes de destacados académicos e investigadores tanto nacionales como internacionales. En este número presentamos seis artículos agrupados en dos secciones: I. Heterodoxia y desarrollo económico; y II. Puntos de vista: crimen organizado en Colombia y paradiplomacia en el Cono Sur. La primera sección –que es por cierto la principal– cuenta con dos artículos de dos profesores expertos en economía política del desarrollo –ambos radicados en prestigiosas universidades del Reino Unido– que han sido traducidos especialmente para esta edición. Cuenta también con otros dos artículos de investigadores procedentes de Chile, Cuba y Angola. El primer trabajo, del profesor de la Universidad de Cambridge Ha-Joon Chang, titulado Instituciones y desarrollo económico: teoría, políticas e historia, cuestiona la visión convencional que se establece entre instituciones liberales y desarrollo económico. Haciendo una lectura crítica y heterodoxa del rol de las instituciones en el proceso de cambio estructural, Chang nos sugiere una vuelta al análisis histórico para poder observar aquello que no suele ser contado de los procesos de desarrollo. El siguiente artículo, titulado ¿Son los países desarrollados y en vías de desarrollo estructuralmente diferentes? un análisis del pensamiento de Kalecki, del profesor de la Universidad de Oxford Diego Sánchez-Ancochea, busca mostrar la vitalidad del pensamiento postkeynesiano a partir de la obra de Michal Kalecki. Sánchez-Ancochea revisa la especificidad de la condición de “subdesarrollo” e identifica una matriz teórica a partir de la cual es posible vincular exitosamente lo político con lo económico en lo relativo al desarrollo. En tercer lugar, incluimos un artículo de los académicos chilenos Mauricio Rifo y Beatriz Silva que se titula Alternativas de desarrollo o alternativas al desarrollo, en el que se hace una crítica al discurso desarrollista. A partir de un análisis teórico detallado, los autores buscan revitalizar el rol de los movimientos sociales y su crítica anticapitalista como posible alternativa a la crisis contemporánea. Finalmente, el último artículo de esta sección, Acercamiento al debate teórico sobre el desarrollo socioeconómico. Una perspectiva desde la economía política, del profesor cubano Roberto Muñoz y el angoleño Bonifácio Vissetaca, busca –por medio de un análisis tanto histórico como teórico– repasar las diferentes perspectivas que existen hoy sobre el desarrollo. Para ello utiliza enfoques convencionales y alternativas no convencionales actualmente en boga. En la segunda sección, incluimos dos escritos que constituyen un aporte para entender la realidad latinoamericana, especialmente en lo que se refiere al rol y la incidencia en distintos ámbitos de actores no estatales y de actores subnacionales. 4 Revista Encrucijada Americana -­Año 7 N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión digital: 0718-5766 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 4 10-09-2015 10:46:41 El primero de ellos, de los académicos colombianos Luis Fernando Trejos y Geanny Rendón, titulado Ilegalidad, debilidad estatal y reconfiguración cooptada del estado en la región Caribe colombiana, analiza las causas que han posibilitado el surgimiento, desarrollo y evolución de distintos actores armados ilegales que por medio de la fuerza o la amenaza de su uso, han logrado disputarle al Estado el monopolio de la fuerza, el tributo y el control territorial, particularmente en la región Caribe. El segundo, titulado Las “nuevas diplomacias” en las relaciones argentino-chilenas. transgubernamentalismo y acción subnacional, de la académica argentina Miryam Colacrai, discute las transformaciones que ha experimentado la política exterior a causa de las relaciones de interdependencia que establecen los actores subnacionales, y examina particularmente el incremento de las relaciones entre regiones, provincias y gobiernos locales de Argentina y Chile. Estimados lectores, Con este esfuerzo hemos querido juntar, en un mismo espacio –en esta encrucijada–, a académicos internacionales de reconocida trayectoria y a jóvenes interesados en la emergente temática del desarrollo, todo con el objetivo de contribuir a difundir visiones alternativas y continuar abriendo ventanas y puertas, tanto en Chile como en América Latina, al perenne desafío del desarrollo. Además, hemos querido explorar dos facetas específicas de la realidad latinoamericana –el crimen organizado en el Caribe colombiano y la paradiplomacia argentino-chilena– con el fin de aportar a la comprensión de los problemas, desafíos y transformaciones que experimenta la región. Esperamos en que esta edición de Encrucijada Americana sea del interés de todos ustedes: académicos, investigadores y estudiantes interesados en conocer y contrastar diversas perspectivas de la realidad de nuestro continente y del mundo. José Miguel Ahumada Editor invitado Traductor Daniel Bello Editor Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 5 5 10-09-2015 10:46:42 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 6 10-09-2015 10:46:42 ÍNDICE PRESENTACIÓN.............................................................................................................3 José Miguel Ahumada Daniel Bello I. HETERODOXIA Y DESARROLLO ECONÓMICO Instituciones y desarrollo económico: teoría, políticas e historia....................................11 Ha-Joon Chang ¿Son los países desarrollados y en vías de desarrollo estructuralmente diferentes? un análisis del pensamiento de Kalecki.........................................................................37 Diego Sánchez-Ancochea Alternativas de desarrollo o alternativas al desarrollo.....................................................63 Mauricio Rifo y Beatriz Silva Acercamiento al debate teórico sobre el desarrollo socioeconómico. Una perspectiva desde la economía política..................................................................83 Roberto Muñoz y Bonifácio Vissetaca II. PUNTOS DE VISTA: CRIMEN ORGANIZADO EN COLOMBIA Y PARADIPLOMACIA EN EL CONO SUR Ilegalidad, debilidad estatal y reconfiguración cooptada del Estado en la región Caribe colombiana........................................................................................................99 Luis Fernando Trejos y Geanny Rendón Las “nuevas diplomacias” en las relaciones argentino-chilenas. Transgubernamentalismo y acción subnacional..........................................................115 Miryam Colacrai Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 7 7 10-09-2015 10:46:42 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 8 10-09-2015 10:46:42 I. HETERODOXIA Y DESARROLLO ECONÓMICO 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 9 10-09-2015 10:46:42 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 10 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA1 Institutions and economic development: theory, policy and history Ha-Joon Chang2 [email protected] Recibido: 9 de enero de 2015 Aprobado: 15 de julio de 2015 Traducción: José Miguel Ahumada Resumen: Este artículo busca avanzar en nuestro entendimiento del institucionalismo económico, examinando críticamente el actual discurso dominante sobre la relación entre instituciones y desarrollo económico. Primero, sostendré que el discurso sufre de un conjunto de problemas teóricos su rechazo a la línea de causalidad desde desarrollo a instituciones, su incapacidad de ver la imposibilidad del libre mercado, y su creencia de que el mercado más libre y con más fuerte protección a los derechos de propiedad privada es el mejor camino para el desarrollo económico. Segundo, propongo que la supuesta evidencia que muestra la superioridad de las instituciones liberales depende demasiado de estudios econométricos transversales, que sufren de conceptos defectuosos, medidas erróneas y muestras heterogéneas. Finalmente, sostengo que el discurso actualmente dominante sobre instituciones y desarrollo tiene un pobre entendimiento del cambio institucional mismo, lo que lo lleva usualmente a tener un optimismo indebido o unas posiciones pesimistas sobre la viabilidad de reformas institucionales. Palabras Clave: Instituciones, desarrollo económico, economía política, historia. Abstract: This article tries to advance our understanding of institutional economics by critically examining the currently dominant discourse on institutional and economic development. First, I argue that the discourse suffers from a number of theoretical problems -its neglect of the causality running from development to institutions, its inability to see the impossibility of a free market, and its belief that the freest market and the strongest protection of private property are best for economic development. Second, I point out that the supposed evidence showing the superiority of “liberalized” institutions relies too much on cross-section econometric studies, which suffer from defective concepts, flawed measurements and heterogeneous samples. Finally, I argue that the currently dominant discourse on institutions and development has a poor understanding of changes in institutions themselves, which often Originamente publicado en: Journal of Institutional Economics (2011), 7:4, 473-498. La publicación de este artículo ha sido autorizada por el autor y por el Journal of Institutional Economics. 1 2 Profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Cambridge. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 11 11 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang makes it take unduly optimistic or pessimistic positions about the feasibility of institutional reform. Key words: Institutions, economic development, political economy, history. I. INTRODUCCIÓN Lo que alguna vez fuera un área marginal de investigación, el estudio de las instituciones se ha vuelto uno de los tópicos más populares en el desarrollo económico en los últimos 1015 años. Influenciado por un renacer general del interés en las instituciones en la economía, representado en el surgimiento del Nuevo Institucionalismo en los 1980s, las instituciones comenzaron a ganar popularidad a comienzos de los 1990s como una explicación de las diferencias internacionales en desarrollo económico, hasta en lugares como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que han sido más bien hostiles a aquella noción (Stein, 2008: 38-42). Sin embargo, es desde finales de los 1990s que las instituciones han tomado un lugar central en el debate sobre el desarrollo económico. Desde finales de los 1990s, la visión respecto a que instituciones de baja calidad son la causa central de los problemas económicos en los países en ‘vías de desarrollo’ se ha generalizado. En concordancia, el FMI y el Banco Mundial comenzaron a imponer diversas ‘condicionalidades relacionadas con la gobernanza’, requiriendo que los países prestatarios adopten ‘mejores’ instituciones que fortalezcan la ‘gobernanza’ (ver Kapur y Webber, 2000). En la misma línea, muchos gobiernos de países ricos también han comenzado a demandar condicionalidades de gobernanza a las ayudas bilaterales. No hay una definición consensuada de qué son estas ‘mejores’ instituciones, usualmente llamadas ‘Instituciones de Estándares Globales; (IEGs). Sin embargo, existen instituciones que típicamente se encuentran en los países anglo-americanos, que son vistas como maximizadores de la libertad del mercado y sólidas protectoras de los derechos de propiedad privada3. Las presiones para que los países en desarrollo adopten IEGs también vienen de diversos acuerdos de inversiones bilaterales, regionales y multilaterales que comenzaron a propagarse desde mediados de 1990s. Por ejemplo, la OMC (Organización Mundial del Comercio) ha forzado a países en desarrollo a adoptar derechos de propiedad intelectual (DPIs) del estilo de EEUU a través de los acuerdos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (ADPIC). Por dar otro ejemplo, el notorio capítulo 11 del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de Las más frecuentemente mencionadas son: (i) sistema legal que, al permitir todas las transacciones excepto las explícitamente prohibidas, promueva contratos libres; (ii) un sistema industrial basado en la propiedad privada, que ha requerido significativas privatizaciones en diversos países; (iii) un sistema financiero basado en un mercado bursátil desarrollado con fácil F&A (fusiones y adquisiciones), que asegure que el mejor equipo gerencial disponible diriga cada empresa; (iv) un régimen de regulación financiero que aliente la “prudencia” y la “estabilidad”, incluyendo un Banco Central políticamente independiente y la estricta observancia del ratio de adecuación de capital de Bancos de Pagos Internacionales (BPI); (v) un sistema de gobernanza corporativa orientada a los “interesados” (share-olders), que asegure que las corporaciones sean dirigidas en función de los propietarios; (vi) un mercado laboral flexible que permita rápidas reasignaciones de empleos en respuesta a cambios de precios; (vii) un sistema político que restringa las acciones arbitrarias de los dirigentes políticos y sus agentes (i.e. burócratas) a través de la descentralización del poder y la minimización de la discresionalidad de los agentes del sector público (para una crítica teórica y empírica del discurso de IEGs, ver Chang, 2005). 3 12 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 12 10-09-2015 10:46:42 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 América del Norte) ha cambiado completamente las instituciones vía las cuales los gobiernos de los países miembros regulan a las corporaciones transnacionales. Sin precedente alguno, el capítulo permite a los inversionistas extranjeros demandar al gobierno del país receptor directamente en caso de que piensen que han sido expropiados por el gobierno, no solo directamente a través de confiscaciones, sino también indirectamente a través de regulaciones que reduzcan las ganancias. Sumado a las condicionalidades y reglas internacionales de los préstamos/ayuda, los países en desarrollo han estado sujetos de manera creciente a mayores presiones informales para adoptar las IEGs. No solo el Banco Mundial y el FMI, también la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el G7, el Foro Económico Mundial, y muchos otros think-tanks y foros de políticas dominados por los países ricos, han promovido la visión de que los países en desarrollo deberían adoptar las IEGs. La prensa financiera internacional rutinariamente presenta a los países con instituciones ajenas al patrón americano, incluyendo muchos países desarrollados, como carentes de calidad institucional4. Estos comentarios negativos de la prensa han comenzado a ser tomados más seriamente por los países en desarrollo en el periodo reciente, porque la creciente apertura de los mercados de capitales ha aumentado significativamente el poder de los inversionistas extranjeros, que están altamente influenciados por la prensa financiera internacional. Por supuesto, la discusión anterior, respecto a las fuerzas externas, no implica que no existan presiones internas para la adopción de IEGs en los países en desarrollo. Las IEGs son instituciones que favorecen inherentemente a los ricos por sobre los pobres, al capital por sobre el trabajo, y al capital financiero por sobre el capital industrial. Por lo tanto, muchos ricos, especialmente capitalistas financieros, en países en desarrollo han estado muy a favor de las IEGs. A su vez, algunas de las ideologías de libre mercado en los países en desarrollo son aún más dogmáticas que las de los países desarrollados en una manera que los latinoamericanos describen como “más papistas que el Papa”. El explosivo crecimiento en la investigación académica del rol de las instituciones en el desarrollo económico fue incentivado y, a la vez, estimuló las crecientes demandas de reformas institucionales en los países en desarrollo. En algunas ocasiones, aquellas investigaciones fueron realizadas por las mismas organizaciones que demandan las reformas. Los mejores ejemplos son la serie de papers “Governance Matters” (Mark I, publicado en 1999 y Mark VIII, publicado en 2009 por el grupo de investigación dirigido por Daniel Kaufmann; ver Kaufmann et al., 1999, 2002, 2003, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009) y los reportes anuales Doing Business, ambos publicados por el Banco Mundial. Sin embargo, muchas de estas investigaciones fueron provistas por economistas académicos, algunas veces como directa respuesta a demandas del mundo real, pero a su vez influenciados por la moda académica y la alta capacidad de publicación que entrega un tema de investigación relativamente nuevo. Al margen de estas presiones, las instituciones de los países desarrollados no anglo-americanos se han mostrado bastante durables, en parte porque aquellos que presionaban a aquellos países no tenían suficiente poder financiero sobre ellos, mientras que las fuerzas que defendían las instituciones existentes eran bastante fuertes. De este modo, las diferencias institucionales entre países ricos son aún bastante grandes, aunque se hayan reducido recientemente en comparación con el periodo entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y el surgimiento del neoliberalismo en los 1980s. Sobre la diversidad institucional del capitalismo, ver Albert (1991), Streeck (1992), Chang (1997) y Hall y Soskice (2001). 4 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 13 13 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang En este artículo intentaré de evaluar críticamente el discurso dominante actualmente respecto a la relación entre instituciones y desarrollo económico, que argumenta que las instituciones que maximizan la libertad del mercado y protegen de forma más fuerte los derechos de propiedad privada son las mejores para el desarrollo económico. Aunque creo firmemente que el mercado y la propiedad privada son instituciones esenciales para el desarrollo económico, afirmaré en el artículo que la comprensión que se encuentra en el discurso dominante respecto a la relación entre instituciones de mercado y propiedad privada, por un lado, y el desarrollo económico, por otro, es bastante simplista. Luego sostendré que la evidencia empírica detrás del discurso dominante, si bien puede verse a primera vista como bastante impresionante, no supera un escrutinio más cuidadoso. Esto es seguido por una discusión sobre cómo el discurso actualmente dominante sobre instituciones y desarrollo sufre de una muy deficiente teoría sobre cómo las mismas instituciones cambian. II. LOS PROBLEMAS TEÓRICOS DEL DISCURSO DOMINANTE SOBRE INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO. El discurso actualmente dominante sobre instituciones y desarrollo sufre de dos problemas teóricos. El primero es que asume casi exclusivamente la causalidad que va de instituciones a desarrollo económico, ignorando la importante posibilidad de que sea el desarrollo económico el que cambie las instituciones. Segundo, aunque nos centremos en la causalidad de instituciones a desarrollo económico, la relación es teorizada de una forma bastante simplista, lineal y estática. a. ¿Conducen las mejores instituciones al desarrollo económico? La visión actualmente dominante sostiene que las instituciones son las últimas determinantes del desempeño económico (v.g. en lo relativo a los últimos análisis en esta línea, ver Acemoglu et al., 2005; North, 2005). Sin embargo, la causalidad en la otra dirección –esto es, de desarrollo económico a las instituciones– es usualmente rechazado5. El desarrollo económico cambia las instituciones a través de diversos canales. Primero, el aumento de las riquezas, debido al crecimiento económico, puede crear mayores demandas para instituciones de mejor calidad (e.g., demandas de instituciones políticas con mayor transparencia y rendición de cuentas). Segundo, mayores riquezas también hacen que las mejores instituciones sean asequibles. Las instituciones son costosas de establecer y ejecutar, y mientras mayores sean sus cualidades más “caras” son (ver abajo). Tres, el desarrollo económico crea nuevos agentes de cambio que demandan nuevas instituciones. En el siglo XVIII, los capitalistas industriales emergentes apoyaron el desarrollo de la banca contra la oposición de los terratenientes, mientras que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el creciente poder de la clase obrera llevó al surgimiento de estados de bienestar y leyes Acemoglu et al. (2001) es una excepción parcial en el sentido que reconocen la existencia de las dos causalidades en un plano teórico, pero es sólo una excepción parcial ya que concluye, a través del uso de variables instrumentales, que empíricamente la causalidad va de las instituciones al desarrollo. 5 14 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 14 10-09-2015 10:46:42 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 laborales protectoras, contra los capitalistas que pensaron que aquellas instituciones traerían el fin de la civilización como la conocían. De hecho, existe bastante evidencia histórica que sugiere que la causalidad podría ser más fuerte en esta última dirección (desarrollo económico mejorando las instituciones) que en la primera (mejores instituciones promoviendo desarrollo económico). Los actuales países ricos adquirieron la mayoría de las instituciones que la visión dominante hoy en día considera como pre requisitos para el desarrollo económico después, no antes, de su desarrollo económico –democracia, moderna burocracia, DPIs, responsabilidad limitada, leyes de bancarrota, banca, banco central, reglamentos de seguridad, etc. (Chang, 2002a: capítulo 3). Más específicamente, los mismos países angloamericanos, cuyas instituciones son hoy consideradas IEGs, carecían de la mayoría de aquella instituciones en las primeras etapas de sus respectivos desarrollos y las adquirieron en su mayoría sólo después de hacerse ricos (Chang, 2005). Si la causalidad es más fuerte en la dirección de desarrollo a instituciones, en vez de al revés, los recursos financieros y humanos que los países en desarrollo gastan para adquirir IEGs, podrían ser mejor usados para otras políticas que estimulen más directamente el desarrollo económico –como gasto en educación, inversión en infraestructura, o subsidios industriales– especialmente cuando éstos también indirectamente promueven el desarrollo institucional, promoviendo aún más el desarrollo económico. Un elemento que hace más complejo el análisis de la causalidad es el efecto de desarrollo “tardío” (Chang, 2002a: capítulo 4). En la misma forma en que estos países pueden importar mejores tecnologías sin tener que pagar el costo total de su elaboración, los países de desarrollo tardío pueden importar instituciones superiores sin tener que pagar su desarrollo. Por lo tanto, hoy en día los países en desarrollo tienden a tener instituciones que están más desarrolladas que lo que los estándares de desarrollo material hubiera estrictamente demandado, haciendo difícil identificar la relación exacta entre instituciones y desarrollo. Dado todo esto, al mirar exclusivamente una dirección de causalidad, esto es, de las instituciones al desarrollo económico, el discurso actualmente dominante sobre instituciones y desarrollo nos brinda una lectura parcial. Debemos mirar también a la causalidad en la otra dirección, si queremos tener un completo entendimiento de cómo las instituciones y el desarrollo económico interactúan una con otra y dar, a su vez, correctas recomendaciones políticas. b. ¿Son las instituciones liberales mejores para el desarrollo económico? Aunque restrinjamos la dirección de causalidad a la que va de las instituciones al desarrollo económico, las teorías sobre la relación entre las dos que el discurso actualmente dominante ofrece son bastante simplistas. Estas teorías argumentan básicamente que las instituciones liberales (o las que los Europeos llaman usualmente “liberales”), que protegen los derechos de propiedad privada más fuertemente y proveen el máximo de libertad económica (especialmente la libertad empresarial para buscar ganancias), promoverán de mejor manera las inversiones y, de este Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 15 15 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang modo, el crecimiento (v.g. Acemoglu et al., 2001; La Porta et al., 2008). Así, por ejemplo el sistema ‘common-law’ (anglo-americano) es visto como más alentador para el empresariado y el crecimiento económico que el sistema ‘civil-law’ (Continental, especialmente francés), porque el primero provee mejores protecciones al inversionista y acreedores mientras minimiza la regulación estatal. Por poner otro ejemplo, se argumenta que un sistema de gobernanza empresarial centrado en el accionista (otra vez, anglo-americano), promueve las inversiones y el crecimiento al brindar seguridad al inversionista respecto a que otros ‘stakeholders’ de la compañía en que inviertan no tendrán control ni podrán “aprovecharse” de la empresa. Los gerentes, trabajadores, y proveedores, que obtendrán la misma compensación independiente las ganancias de la compañía y, de este modo, carecen de incentivos para maximizar las ganancias. Sin embargo, la relación entre instituciones y desarrollo económico es muchísimo más compleja que eso. c. ¿Generan más rápido crecimiento las instituciones que proveen mayor libertad económica? Examinemos primero la proposición de que las instituciones que garantizan mayores grados de libertad económica serán las mejores para promover crecimiento económico y desarrollo6. Para comenzar, aunque estemos de acuerdo con que el mercado más libre sea lo mejor para el desarrollo económico, no existe una medida objetiva para determinar qué es, de hecho, un ‘mercado libre’ (para una exploración teórica más profunda sobre este punto, ver Chang, 2002b; para los detalles empíricos de los ejemplos a continuación, ver Chang, 2002a). Si quisiéramos un mercado financiero lo más libre posible, ¿deberíamos permitir a las personas poder crear bancos sin una mínima cantidad de capital y emitir sus propias monedas? Los seguidores de la escuela Americana de bancos-gratuitos dirían que sí, mientras que otros, incluyendo muchos economistas a favor del mercado libre, dirían que no. ¿Debería un país que busca un máximo de libertad de mercado en el mercado laboral permitir el trabajo infantil? Eso fue lo que pensaron los economistas a favor del mercado libre en el siglo XIX, pero hoy en día son pocos los defensores del mercado laboral libre que dirían eso. Hasta principios del siglo XX, muchas personas pensaron que era inaceptable que el gobierno pusiera límites a las horas de trabajo, al menos para los hombres adultos. Por ejemplo, en 1905, la Corte Suprema de EEUU sentenció como inconstitucional una ley del estado de Nueva York que limitaba la jornada laboral de los panaderos a un máximo de 10 horas porque “restringe la libertad del panadero de trabajar el tiempo que desee” (Garraty y Carnes, 2000:607). Hoy en día, la mayoría de la gente aceptaría tales restricciones como algo perfectamente normal. En el siglo XIX, la mayoría de los economistas a favor del libre mercado pensaban que las patentes, al No entraré en la compleja y difícil pregunta relativa a la relación entre crecimiento económico y desarrollo económico. Es suficiente decir aquí que crecimiento económico, al menos cuando es generado a través de la transformación de la estructura productiva de la economía, es el motor principal del desarrollo económico y, por lo tanto, el desarrollo económico sin crecimiento es imposible, aunque si bien crecimiento económico sin desarrollo es posible, no es ni deseable ni sustentable. Para una crítica a la actual visión convencional del concepto de desarrollo, ver Chang (2010). 6 16 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 16 10-09-2015 10:46:42 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 restringir la competencia en el mercado de las ideas, iban en contra los principios del mercado libre. Hoy, la mayoría, aunque no todos, defienden las patentes. Estos ejemplos muestran que la misma definición de mercado libre depende de si el observador acepta los valores políticos y éticos arraigados en las instituciones que enmarcan al mercado. Si es imposible definir objetivamente los límites de un mercado libre, no podemos saber cuál arreglo institucional maximizará la libertad económica (cualquiera sea el impacto sobre el crecimiento económico y el desarrollo). Segundo, aunque ignoremos la imposibilidad de definir objetivamente un mercado libre, diversas teorías nos dicen que la estructura institucional que provee máximas libertades a los negocios es poco probable que sea la más eficiente desde el punto de vista social. Esto es dicho no solo por economistas heterodoxos sino también por economistas neoclásicos de la tradición de las fallas de mercado. Por poner un ejemplo clásico y aceptado por muchos economistas neoclásicos convencionales, permitir que las empresas puedan adquirir cualquier compañía que deseen puede conducir a un grado de monopolio que podría ser bueno para los intereses de la empresa, pero impone altos costos sociales relativos al grado de monopolio en la economía. Otro ejemplo, la crisis global del 2008 ha mostrado que dar a las empresas financieras la libertad de acumular riesgo individual, sin considerar el riesgo sistémico, es definitivamente negativo para la economía en su conjunto. Tercero, tampoco es correcto pensar que dar el máximo de libertad a las empresas es bueno para el sector empresarial como un todo. Hay regulaciones que pueden restringir la libertad de las empresas en el corto plazo, pero pueden promover sus intereses en el largo plazo. Por ejemplo, las empresas individuales se pueden beneficiar en el corto plazo de contratar trabajo infantil (y por lo tanto, las regulaciones al trabajo infantil las perjudicarían), pero dañaría a las empresas en su conjunto en el largo plazo al momento de perjudicar la salud y educación de los niños, y por lo tanto reduciendo la calidad de la fuerza laboral en el futuro. En este caso, sería de hecho pro-empresas que el gobierno regulara el trabajo infantil y muchos capitalistas lo apoyarían. A éstos no les importa aceptar aquellas regulaciones mientras el gobierno asegure que todas las empresas la respetarán por igual. En otras palabras, restringir la libertad individual de las empresas podría ser bueno para el sector empresarial, especialmente en el largo plazo, al margen del impacto en el resto de la economía. Cuarto, es altamente debatible si mayor libertad de mercado es mejor para el desarrollo económico. Para comenzar, como lo muestra el Teorema Lipsey-Lancaster de la Segunda Mejor Opción, no podemos juzgar a priori si un mayor grado de liberalización del mercado generará resultados en la eficiencia (en la asignación de recursos), a menos que todos los mercados estén completamente liberalizados (Lipsey y Lancaster, 1956). Más aún, aunque un mercado más libre pudiera ser más eficiente en la asignación de recursos, no se puede argumentar que aquella economía crecerá más rápido, como lo han admitido hasta algunos prominentes economistas neoclásicos (v.g. Krueger, 1980). Más aún, existen muchas teorías económicas no-neoclásicas que afirman que el mercado libre podría ser menos positivo a la hora de generar crecimiento que mercados que están, dependiendo de las circunstancias, protegidos, regulados, administrados o monopolizados –como sostiene la argumentación sobre la industria naciente de Alexander Hamilton (1789) y Friedrich List (1841; List, 1885), la teoría de la innovación de Joseph Schumpeter (1987), y la literatura más reciente sobre la Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 17 17 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang economía de la innovación (ver Freeman, 1982; Nelson y Winter, 1982; Lundvall 1992; Lall y Teubal, 1998; Kim y Nelson, 2000; Cimoli et al., 2009). d. ¿Es el aumento de la protección a los derechos de propiedad privada bueno para el crecimiento? Argumentos similares se pueden decir en lo relativo a la proposición de que una protección más fuerte a los derechos de propiedad privada es mejor para el crecimiento. El discurso actualmente dominante sobre instituciones y desarrollo asume que esta posición es indisputable, pero existen varias razones para cuestionar dicha proposición. Primero que todo, el discurso dominante no le presta suficiente atención a derechos de propiedad distintos a los privados, estatales o de acceso-público. La superioridad de la propiedad privada se sostiene sobre la base de afirmar que la propiedad estatal es ineficiente debido a las restricciones a la competencia y los problemas de agente-principal, mientras que el acceso-público conduciría a la “tragedia de los comunes”. Sin embargo, en realidad, existe una amplia variedad de derechos de propiedad que no encajan en este esquema. Un ejemplo es la propiedad comunal sobre los recursos de uso común con características de “bienes públicos”. Investigaciones, principalmente las realizadas por Ostrom (1990, 2007), muestran que lo que podría parecer como un sistema de derechos de propiedad de acceso-público (v.g. los bosques de aldeas) frecuentemente conllevan complejas reglas sobre quién puede hacer qué y cuándo. Los recientes debates sobre shareware han mostrado cómo éste implica un sistema comunal de derechos de propiedad, donde existen reglas sobre cómo las personas pueden usarlo (e.g. no pueden obtener ganancias comerciales con versiones del software que han mejorado). También existen formas híbridas de derechos de propiedad. Las cooperativas agrícolas, que combinan propiedad privada sobre ciertos insumos (e.g. tierra, ganado) con propiedad comunal en otros (e.g. productos lácteos, tractores) son un ejemplo clásico. Las denominadas Empresas de Poblados y Aldeas (EPA) de China son ejemplos más recientes. El control último de la propiedad de las EPA son los estados locales (municipios y aldeas), pero generalmente se administran como si fueran propiedad privada (de los jefes políticos locales y los administradores de las empresas). Segundo, hay muchas teorías con suficiente evidencia que muestran por qué la propiedad estatal o comunal podría ser superior a la privada en lograr eficiencia social y crecimiento económico en un conjunto de circunstancias. Ya he comentado el caso de la propiedad comunal, pero varias teorías de las fallas del mercado –especialmente las fallas del mercado de capitales, monopolios naturales y externalidades– muestran que la propiedad estatal podría ser más eficiente en ciertas circunstancias (para una revisión de éstas teorías, ver Chang, 2008). De hecho, existen muchos ejemplos de empresas estatales en países como Singapur, Francia, Finlandia, Noruega y Taiwán que no sólo son eficientes en el sentido estrecho del término (asignación de recursos) sino que también condujeron el crecimiento económico de sus países vía exitosas exportaciones y dinamismo tecnológico (para mayores detalles, ver Chang, 2008). 18 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 18 10-09-2015 10:46:42 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 Tercero, como ha sido enfatizado por Hodgson (2009), la misma noción de “propiedad” –no la mera posesión sino posesión institucionalizada– está basada en la existencia de un tercer agente que pueda legitimar, dirimir y garantizar los principales derechos a los propietarios. Esto implica que la relación entre poseedores de derechos de propiedad privada y el Estado no puede ser antagónica, como típicamente se ha asumido en el discurso dominante. Por ejemplo, el Estado de Singapur es muy conocido por ser un Estado fuerte que protege muy bien los derechos de propiedad privada. Sin embargo, la capacidad del Estado de Singapur que le permite ofrecer aquella protección está fundada en un alto nivel de control Estatal. Primero, la fortaleza del Estado de Singapur se debe en gran medida a la sólida posición fiscal gracias a sus altamente eficientes empresas estatales, que colectivamente producen más del 20% del PIB del país. Segundo, una base importante de la alta legitimidad política del Estado de Singapur reside en su capacidad de ofrecer viviendas asequibles y de gran calidad, que a su vez es posible porque el Estado es dueño de todo el suelo del país y es dueño de una enorme corporación de vivienda que ofrece el 85% de las viviendas del país. En otras palabras, un alto grado de propiedades estatales puede en ciertos casos ser exactamente lo que permite a los países ofrecer una sólida protección de los derechos de propiedad privada. Finalmente, y quizás más importante para nuestro objetivo, aunque nos enfoquemos solo en la propiedad privada, no podemos decir que una protección más fuerte de la propiedad privada llevará a más altos niveles de inversiones y crecimiento. Dependerá del tipo de derechos de propiedad que están siendo protegidos. Por ejemplo, se ha demostrado que una fuerte protección a los derechos de propiedad de los terratenientes ha sido dañina para el desarrollo económico en muchos –aunque no todos– los países. Por poner otro ejemplo, una excesiva protección a los poseedores de acciones de las empresas y de otros activos líquidos puede, de hecho, reducir la inversión real y de este modo, el crecimiento, al generar presiones de corto-plazo a los gerentes, que tienen que satisfacer la impaciencia de los dueños de activos altamente móviles. Aún otro ejemplo, como hemos visto en la reciente crisis financiera, si se crean tipos inadecuados de activos, una mayor protección de los derechos del inversor puede dañar el crecimiento económico. e. ¿Es la relación entre instituciones y desarrollo económico siempre la misma? Además de ser simplista sobre la forma en que las instituciones pueden afectar el desarrollo económico, el discurso dominante hoy en día sobre instituciones y desarrollo falla en reconocer que la relación no es lineal, sino que varía a través de sociedades, y cambia a lo largo del tiempo en la misma sociedad. Primero, aunque una institución en ciertas dosis pueda promover el crecimiento, esta misma, en dosis mayores, puede obstaculizarlo. Así, mientras alguna protección a los derechos de propiedad es absolutamente necesaria para que haya inversiones y crecimiento, una muy fuerte protección de los derechos de propiedad puede reducirlos. Este punto ha sido enfatizado en recientes debates sobre los derechos de propiedad intelectual (DPIs). El debate ha revelado que, mientras alguna protección de los DPIs puede ser necesaria para motivar a las empresas a invertir en la generación de conocimientos, al menos en ciertas industrias (e.g. químico, farmacéutico, software), demasiada protección de los DPIs puede ser negativo para Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 19 19 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang la sociedad (Chang, 2001; Stiglitz, 2007:capítulo 4). Una alta protección a los DPIs aumenta el costo del monopolio (artificial), que podría más que compensar los beneficios de la mayor innovación que podría traer (o no, ya que la innovación es un proceso inherentemente incierto). Más aún, si es demasiada, la protección de los DPIs podría dificultar la innovación haciendo la difusión tecnológica excesivamente cara, previniendo el intercambio de ideas e incrementando las posibilidades de estancamiento tecnológico producido por las disputas entre poseedores de patentes interrelacionadas (Chang, 2007a: capítulo 6). Segundo, aunque la misma institución en la misma dosis pueda ser positiva para un país, podría ser negativa para otro. Así, tomando el ejemplo de los DPIs otra vez, un nivel de protección de DPIs que podría traer beneficios a un país rico podría ser dañino para un país en desarrollo. Cualquiera sea el nivel de protección de los DPIs, un país en desarrollo es más probable que tenga pocos agentes económicos capaces de responder a los incentivos proveídos por la protección vía innovaciones tecnológicas. Al mismo tiempo, debe pagar, en términos proporcionales, mayores costos de protección de DPIs (e.g. licencias de los royalties) que lo que los países ricos deben pagar, dado que poseen pocas patentes y propiedades intelectuales (Chang, 2001). Por lo tanto, lo que sería un grado óptimo de protección de DPIs para un país desarrollado podría ser muy alto para un país en desarrollo, y vice versa. Tercero, aunque en la misma dosis y en el mismo país, la misma institución podría promover crecimiento en un determinado periodo pero no en otro. Por ejemplo, es ampliamente aceptado que la concentración de la propiedad de la tierra promovió el desarrollo agrícola en Japón hasta la Primera Guerra Mundial, cuando los terratenientes estaban personalmente envueltos en el cultivo e invertían en la irrigación y adelantos tecnológicos, pero aquella concentración de propiedad devino en un obstáculo al desarrollo luego de la Primera guerra Mundial, ya que la mayoría de los terratenientes devinieron en agentes ausentes del proceso de producción, no estando interesado en invertir en aumentar la productividad agrícola (FAO, 1966). Esto significó que la supresión de los derechos de propiedad de los terratenientes en la reforma agraria de la post-Segunda Guerra Mundial ayudó en el subsecuente desarrollo económico de Japón, mientras que si el mismo ejercicio hubiera sido hecho en el siglo XIX hubiera traído consecuencias económicas negativas. Uno no necesita ser Marxista para ver que las instituciones (o las relaciones de producción, en los términos marxistas) que alguna vez promovieron el desarrollos de las capacidades productivas de la sociedad (o las fuerzas de producción en la jerga marxiana) puede devenir en un obstáculo para las mismas a través del tiempo. f. Observaciones finales He mostrado que las teorías institucionales convencionales tienen un entendimiento altamente problemático de la relación entre instituciones y desarrollo económico. Primero, en cierta medida, ignoran el impacto del desarrollo económico sobre las instituciones y se enfocan exclusivamente en cómo las instituciones afectan al desarrollo. Segundo, consideran que las instituciones que proveen un alto nivel de libertad a las empresas y fuerte protección a los derechos de propiedad privada generan mayor crecimiento, mientras existen muchas teorías, incluyendo teorías neoclásicas, que argumentan lo contrario. Tercero, las teorías 20 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 20 10-09-2015 10:46:42 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 institucionales convencionales observan erróneamente la relación entre instituciones y desarrollo económico como lineal y uniforme a través del tiempo y del espacio. Estas son serias deficiencias para teorías que pretenden ofrecer explicaciones sobre el crecimiento y el cambio estructural a través de largos periodos de tiempo. III. ¿QUÉ DECIR SOBRE LA EVIDENCIA? No se preocupe de la teoría, el interlocutor del discurso dominante argüirá, existe suficiente evidencia empírica para mostrar que las instituciones que proveen el mayor grado de libertad de contrato, que limitan más estrictamente el poder del gobierno, y protegen mejor la propiedad privada –lo que podemos denominar instituciones liberales– son mejores a la hora de promover el crecimiento. Mientras sepamos que estas instituciones funcionan, se argumentará, ¿por qué preocuparnos de no comprender completamente por qué funcionan? De hecho, hoy en día existe una enorme cantidad de estudios econométricos de cortetransversal mostrando que existe una correlación entre el grado de “liberalidad” de las instituciones y el crecimiento económico a través de los países (para algunos análisis de la literatura, ver Aron, 2000; Chang, 2007b; La Porta et al., 2008). Sin embargo, como mostraré a continuación, la evidencia es muchísimo más frágil de lo que los partidarios de la visión dominante desean que creamos. a. Análisis de corte transversal versus análisis de series temporales Para comenzar, la mayoría de la evidencia que brinda el discurso dominante son estudios econométricos de corte transversal. Son muy pocos los estudios que observan la relación entre cambios institucionales y crecimiento en un país a lo largo del tiempo. ¿Importa esto? Yo creo que sí. Dado que la relación entre instituciones y desarrollo difiere a través de los países (ver más arriba), las evidencias de series-temporales ofrecen una mejor comprensión que los estudios de corte transversal, que agrupa todos los países desde Suazilandia a Suiza, como a los economistas del desarrollo nos gusta decir. Esto significa que la evidencia de seriestemporales también debe ser analizada. Ahora bien, dado que la relación es compleja, hasta la evidencia de series temporales no puede ser únicamente econométrica, ya que no puede capturar las complejidades que caracterizan el campo de las instituciones, sino que debe incluir narrativas históricas y estudios históricos comparados. Y es ahí donde existen fuertes evidencias de series-temporales contra la teoría dominante de las instituciones y el desarrollo económico, especialmente si no nos confinamos exclusivamente a la evidencia econométrica. Primero, el crecimiento económico ha caído dramáticamente en los países en desarrollo de la África Sub-Sahariana y de América Latina, que han, bajo enormes presiones externas, radicalmente reformado sus instituciones en una dirección neoliberal durante las últimas tres décadas. Estos países estaban creciendo mucho más rápido en los 1960s y 1970s, cuando Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 21 21 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang carecían de aquellas instituciones liberales7. Especialmente cuando consideramos que éstas reformas institucionales eran precedidas y acompañadas por supuestas “buenas” políticas de liberalización y apertura (ver arriba), es difícil evitar la conclusión de que las reformas institucionales neoliberales podrían no ayudar al crecimiento. Segundo, tomemos el caso de Corea del Sur. Siendo uno de los países golpeado por la crisis financiera de 1997, el FMI, la Secretaría del Tesoro de EEUU y acreedores, le solicitaron a Corea introducir importantes reformas institucionales y adoptar IEGs, especialmente en relación a las finanzas y la gobernanza empresarial. Sin embargo, luego de estas reformas, la tendencia al crecimiento del país ha caído (en vez de aumentar) dramáticamente: el ingreso per cápita cayó de 6% por año en los cuatro años anteriores a menos de 4% después de la crisis. Tercero, entre el final de la Segunda Guerra Mundial y el surgimiento del neoliberalismo a finales de los 1970s, los países capitalistas ricos introdujeron o fortalecieron un conjunto de instituciones regulatorias, como aumento de la regulación comercial, fuertísimas restricciones a las actividades financieras, nacionalización de la industria y las finanzas, leyes en defensa de los trabajadores, aumento de los impuestos, el Estado de Bienestar, etc. Sin embargo, durante ese periodo –conocido como la Época Dorada del Capitalismo– aquellos países crecieron cuatro vez más rápido que el periodo liberal clásico (1820-1950) y dos veces más rápido que durante el subsiguiente periodo neoliberal (1980-2009)8. En otras palabras, un conjunto de evidencia de series temporales parece contradecir los resultados a los análisis econométricos de corte-transversal. Sin embargo, esta aparente contradicción se hace más fácil de comprender si admitimos que los resultados de cortetransversales en sí mismo son muy problemáticos. b. Midiendo la calidad de las instituciones Por su propia naturaleza, la calidad de las instituciones es muy difícil, sino completamente imposible de cuantificar, en contraste con variables de políticas, como una tasa arancelaria o la tasa de inflación. Por lo tanto, las cualidades instituciones son usualmente medidas por ciertos índices basados en juicios cualitativos. Estos índices son usualmente elaborados por organizaciones pro políticas de libre mercado e instituciones anglo-americanas (e.g. el Banco Mundial, proveedores de información comercial, Heritage Foundation, el Foro Económico Mundial). Dadas estas inclinaciones, no intentan identificar y medir las instituciones que podrían ayudar al crecimiento pero que no se adecúan a la narrativa liberalizadora, por ejemplo, los estados de bienestar9. Y en la medida Entre 1960 y los 1980s, el ingreso per cápita de América Latina creció a 3,1% por año, mientras que la Africa SubSahariana a un 1,6%. Entre 1980 y 2009, las tasas de crecimiento cayeron a 1,1% y 0,2% por año respectivamente (elaboración propia en base a los datos del Banco Mundial y las Naciones Unidas). 7 El crecimiento promedio del ingreso per cápita fue cercano a 4% durante la Epoca Dorada, comparado con 1-1,5% anterior (1820-1950) (Glyn et al., 1990:42, Tabla 2.1). Durante el periodo neoliberal entre 1980 y 2009, dicho crecimiento fue de sólo un 1,7% (cálculos propios en base a datos del Banco Mundial y el FMI). 8 Desde la perspectiva liberal, un mayor Estado de Bienestar reduce el crecimiento al momento de imponer impuestos a los creadores de riquezas y reducir la compulsión a los trabajadores para trabajar más. Sin embargo, un mayor Estado 9 22 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 22 10-09-2015 10:46:42 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 en que estas instituciones regulatorias que promueven el crecimiento son importantes, por lo menos en algunos países, dejarlos de lado del universo institucional lleva a tener una visión parcial de cómo las instituciones pueden o no promover el crecimiento y el desarrollo. Más aún, muchos de estos índices están basados en encuestas entre empresarios (particularmente extranjeros) y expertos (e.g. académicos y analistas financieros), muchos de los cuales fueron entrenados en EEUU. Como resultado, tienen un sesgo hacia las políticas de libre mercado y las instituciones anglo-americanas. Dado estos sesgos, cuando a un país le está yendo bien económicamente, se tiende a juzgar sus instituciones como si fueran más liberales de lo que realmente son, ya que para muchos de ellos, un país que está obteniendo buenos resultados económicos debe tener, por definición, instituciones liberales. Aunque ignoremos aquellos sesgos políticos, los resultados de los índices están fuertemente influenciados más por el clima general de los negocios que por las características inherentes de las instituciones cuya calidad pretenden medir (Rodrik, 2009:188). Por ejemplo, muchas personas que pensaban que, antes de la crisis de 1997, las instituciones de los países del Este y Sudeste Asiático eran bastante buenas y estaban mejorando, comenzaron sorpresivamente a criticar las deficiencias institucionales de aquellos países luego del estallido de la crisis (Chang, 2000). Así, por todas estas razones, los datos están sesgados desde sus propias fuentes. Un buen (malo) desempeño es probable que tenga una más alta (baja) puntuación que la que debería tener. Cuando las medidas de calidad están en sí mismas sesgadas, necesitamos ser muy cuidadosos en aceptar los resultados de los estudios econométricos que usan dichas medidas. Las mediciones de calidad de las instituciones se vuelven aún más difíciles cuando los objetos de medición son conceptos compuestos, hechos en base a diferentes instituciones concretas. Ejemplos incluyen “instituciones” (v.g. Glaeser et al., 2004), “gobernanza” (v.g. Kaufmann et al., 1999, 2002, 2003, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009) o “sistema de derechos de propiedad” (v.g., Acemoglu et al., 2001). Para comenzar, es cuestionable si podemos sumar cualquier tipo de instituciones diferentes en un concepto compuesto y medir su calidad. El desafío es aún mayor para conceptos como “instituciones” y “gobernanza”, pero hasta “sistema de derechos de propiedad”, que es un concepto menos abarcativo, está compuesto de una amplísima gama de elementos institucionales, como leyes inmobiliarias, leyes de planificación urbana, leyes de ordenamiento territorial, leyes de impuestos, leyes de herencia, contratos legales, derechos de sociedades, leyes de bancarrota, derechos de propiedad intelectual, leyes sobre propiedad común, para nombrar sólo las más importantes. ¿Hace algún sentido, en el plano teórico, sumarlas en un mismo concepto? Más aún, en la práctica, estos índices usualmente mezclan variables incompatibles, mezclan variables que capturan diferencias en la forma de las instituciones (como democracia, independencia judicial, ausencia de propiedades estatales) y en las funciones que desempeñan de Bienestar puede promover el crecimiento, si usa los seguros de desempleo y los programas de recalificación laboral para aumentar el deseo y las capacidades de los trabajadores de cambiar de trabajos, como es el caso de Escandinavia. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 23 23 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang (como el estado de derecho, respeto a la propiedad privada, eficiencia del gobierno, ejecución de los contratos, mantenimiento de la estabilidad de los precios, control de la corrupción). Aunque pudiera ser deseable tener una medida comprensiva de calidad institucional, no tiene sentido mezclar las variables de funciones con las de formas10. Como resultado, las variables que miden la calidad institucional en general son aún menos confiables que aquellas que miden la calidad de instituciones más concretas, como la democracia o la independencia del banco central. c. Problemas de heterogeneidad de la muestra Los estudios econométricos que sustentan el discurso dominante sobre la relación entre instituciones y desarrollo económico asumen, sin mucha reflexión crítica, que la relación es la misma a través de los países. En la medida en que el problema es reconocido, variables dummy, especialmente variables dummy “regionales” (e.g. dummy África) son usados para parcialmente abordarlo, no obstante aquello es una opción ateórica. Sin embargo, si la relación difiere a través de los países, esto implica que, en términos estadísticos, la “condición de homogeneidad” es violada. Esto hace inestable a los parámetros y, por lo tanto, el resultado es sensible a la muestra. Ya he hablado sobre el ejemplo de las instituciones de los DPIs, cuya relación con el crecimiento económico difiere a través de los países ricos y pobres. Por poner otro ejemplo, un banco central independiente puede ser bueno para países que se especialicen en finanzas, ya que aseguraría que los intereses de las finanzas se pusieran por sobre los intereses de otros sectores de la economía (por ejemplo, mantener una moneda fuerte, fuerte actitud hacia la inflación y, en caso que tenga un alto poder regulatorio, un menos indulgente enfoque hacia la regulación financiera). En contraste, un banco central independiente podría no ser positivo para otros países, especialmente para los en vías de desarrollo, que necesitan sustanciales inversiones y por lo tanto, un enfoque más flexible hacia la inflación por un lado, y una dura regulación financiera, dado que su pequeño mercado financiero podría ser fácilmente manipulado, por otro lado. Por supuesto, la violación de la condición de homogeneidad es un problema común a todos los estudios de corte-transversal, y no sólo a los enfocados en la relación entre instituciones y crecimiento, pero el problema podría ser más grave en el caso de estos últimos. La relación, como se presentó más arriba, es mucho más compleja y más pobremente comprendida que otras relaciones económicas, por lo que la probabilidad de heterogeneidad en la muestra es aún más grande. 10 En respuesta a esta confusión, algunos han argumentado que las variables de funciones deberían ser preferidas a las de formas (Aron, 2000). Sin embargo, no podemos ignorar totalmente las formas. Si hiciéramos eso, seríamos como un nutricionista que recomienda comer en base a una “dieta saludable y balanceada” sin decirle a la gente cuánto y qué debe comer. 24 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 24 10-09-2015 10:46:42 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 d. Vuelta a las teorías – teorías del cambio institucional Cuando la deficiencia institucional fue identificada como la explicación clave –o por lo menos una de las explicaciones fundamentales– para resolver la incógnita de los magros resultados de las “buenas” (liberales) políticas, los partidarios de aquellas políticas podían tomar dos cursos de acción. Un curso de acción, que no fue tomado, hubiera sido en reconocer que aquellas políticas funcionan bien en economías que tienen instituciones liberales (lo que, en sí mismo, es una proposicón dudosa, pero otorguemos el beneficio de la duda por el momento), pero no en economías que carecen de aquellas instituciones. Así, hubieran podido dejar de lado sus recomendaciones de políticas de aplicación universal y hubieran procedido a recomendar a cada país únicamente políticas diseñadas en base a los marcos institucionales característicos de cada uno. Este curso de acción, desafortunadamente, no fue seguido. El curso de acción tomado fue el de cambiar las instituciones, en vez de las políticas, en línea con las autodenominadas IEGs. Así, por ejemplo, se argumentaba que la desregulación había fallado en muchos países, no porque era una política equivocada, pero porque los derechos de propiedad privada estaban pobremente protegidos en aquellos países, por lo tanto fallaban en asegurar al inversionista que podría apropiarse de todas las ganancias de sus inversiones. En ese caso, se argumentaba, lo correcto sería fortalecer la protección de los derechos de propiedad, en vez de retroceder en la desregulación. Igualmente, desde esta perspectiva, podría decirse que la privatización fracasó en brindar los resultados esperados no porque la propiedad privada no funcione en los particulares casos en cuestión, sino porque las corporaciones privadas no estaban bien gobernadas debido a pobres reglas institucionales, especialmente una débil protección a los derechos de los accionistas (shareholders). Otra vez, la respuesta correcta sería, desde su perspectiva, mejorar la gobernanza institucional corporativa para luego profundizar las privatizaciones, en vez de dar marcha atrás o, definitivamente, parar la privatización. e. El costo de oportunidad de las instituciones Cualquiera sea el mérito teórico del enfoque de IEGs, en lo relativo a las reformas institucionales, éste requiere, para funcionar, de una premisa medular respecto al mundo real. Nos referimos a la premisa de que las instituciones pueden cambiar fácilmente. Por muy correctas que sean las IEGs que el discurso dominante recomienda, éstas serían un castillo en el aire si el hecho de transformar no-IEGSs en IEGs, o importar IEGs a países con carencia institucional (por ejemplo, algunos países no tenían leyes de patentes antes del ADPIC) fuera muy difícil. Más aún, aunque no fuera muy costoso estándares absolutos, cambiar instituciones para que algunas políticas sean más efectivas podría ser una mala estrategia si adoptar políticas diferentes fuera aún menos costoso (asumiendo, por supuesto, que los beneficios de las dos estrategias fuera el mismo). Para ilustrar el punto, permítanme usar uno de mis ejemplos anteriores. Supongamos que usted ha identificado en las débiles instituciones de gobernanza empresarial el motivo por el que las privatizaciones no han funcionado bien en un país. Como alguien convencido en Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 25 25 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang las superioridades de la propiedad privada, usted podría desear que el país se aferrara a la privatización, pero como un economista consciente de la escasez y siempre preocupado de los costos de oportunidades (por lo menos de acuerdo a la definición de economía de Lionel Robbins como “la ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos”), usted recomendaría el curso de acción, solo si el valor total de los costos de cambiar las instituciones de gobernanza empresarial (el costo de cambio en sí mismo –ver más abajo sobre esto– más los efectos negativos futuros, si es que hubieran) son superados por el valor total de sus beneficios (el aumento de la eficiencia y el crecimiento debido a una mejor gobernanza de las empresas privatizadas). Pero, ¿cuántas personas realmente hacen aquellos análisis costo-beneficio antes de recomendar las reformas al sistema de gobernanza empresarial, o antes de recomendar cualquier tipo de cambio institucional? Muy pocas, si consideramos el entusiasmo con que han presionado por reformas institucionales en los países en desarrollo. El punto que estoy tratando de hacer es que existen costos involucrados en establecer y dirigir nuevas instituciones. Por ejemplo, un país podría copiar el marco legal de patentes y de otros DPIs de EEUU y declarar que ahora posee las correctas instituciones de DPIs, pero estas leyes no se implementarán automáticamente. Se necesitan agencias que puedan implementarlas, una oficina de patentes que pueda evaluar y procesar las requisitos de patentes, abogados especialistas en patentes que puedan manejar las disputas, cortes de patentes para resolver las disputas, inspectores que puedan apresar a los violadores de copyrights, etc. Todo esto requiere de recursos humanos y financieros. Cuando los recursos humanos y financieros son reubicados de sus usos actuales de modo de dirigirlos a las nuevas instituciones, el bienestar social se verá afectado si aquellos recursos eran utilizados para cosas más necesarias. Por ejemplo, si para adoptar instituciones de DPI de “estándares globales”, el gobierno de un país en desarrollo debe despedir un conjunto de profesores de colegios, doctores y enfermeras para contratar más inspectores que apresen a gente que copia DVDs, muchas personas dirán que el costo de oportunidad de aquellas instituciones es demasiado alto. De este modo, aún para una institución que pudiéramos estar seguros que traería muchos beneficios, debemos, antes de recomendarlo, considerar los costos necesarios para su establecimiento y futura administración. Desafortunadamente, muchos economistas ignoran el tema de los costos de oportunidad de las reformas institucionales, cuando se trata de implementar aquellas instituciones que desean. f. Dos visiones convencionales sobre el cambio institucional –voluntarismo versus fatalismo A estas alturas, se debe hacer notar que no todos los interlocutores del discurso dominante piensan que las instituciones son fáciles de modificar. De hecho, algunos piensan que el cambio institucional es prácticamente imposible. Ellos piensan que las instituciones están determinadas por cosas inmutables como el clima y la cultura, por lo que no se pueden cambiar, a excepción de que sea a través de impactos exógenos que marcan épocas, como la colonización. 26 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 26 10-09-2015 10:46:42 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 Así, por ejemplo, el clima templado de EEUU, supuestamente ha hecho de la propiedad en pequeña escala de la tierra la institución natural de la posesión, conllevando mayores demandas por democracia y educación por parte de los pequeños propietarios, lo que, a su vez, hizo de EEUU un país rico al restringir el ámbito de expropiaciones arbitrarias del gobierno. En contraste, el clima tropical de América Latina supuestamente llevó a una agricultura dominada por los latifundios, produciendo resultados opuestos (Engerman y Sokoloff, 1997). Por poner otro ejemplo, cuando los europeos colonizaron los países tropicales, trajeron consigo malas instituciones, principalmente enfocadas a la extracción de recursos, porque no deseaban asentarse en aquellos territorios debido a las enfermedades tropicales existentes, mientras que trajeron buenas instituciones en los asentamientos de colonizadores en las zonas templadas, porque deseaban vivir allí. Estas instituciones, se argumenta, han determinado cuán bien la propiedad privada ha sido protegida en un país, por lo tanto, determinando su desempeño económico hasta el día de hoy (Acemoglu et al., 2001). Por poner aún otro ejemplo, la cultura política de Botswana, históricamente heredada, orientada hacia el consenso y con fuerte influencia en las propias bases sociales, supuestamente ha permitido a sus líderes post-coloniales realizar un sistema inclusivo de derechos de propiedad privada, que ha permitido al país evitar la “maldición de los recursos” (posee muchísimos diamantes) y logran un desarrollo económico exitoso (Acemoglu et al., 2003). El resultado de esta visión es que el destino del país está previamente “escrito”. Las instituciones son relevantes, o más que relevantes. Son, se puede sostener, lo medular para explicar cuál país tiene mejor desempeño que los otros. Pero no son algo que podamos cambiar, son el producto de cosas inmutables como el clima o la cultura, afectados solo por impactos exógenos que hacen época, como el colonialismo. Así, curiosamente, el discurso dominante sobre instituciones y desarrollo parece preferir soluciones extremas cuando se refiere a cambios institucionales. Por un lado, tenemos un discurso en extremo voluntarista de la escuela de IEGs, que cree que las instituciones pueden ser cambiadas muy fácilmente y hay voluntad política. Por otro, tenemos un discurso de extremo fatalismo de la escuela del clima y la cultura, que cree que los patrones institucionales están profundamente influenciados por factores inmutables (o por lo menos muy cercanos a la inmutabilidad), como el clima y la cultura, y por lo tanto hay muy poco que podamos hacer al respecto. g. Contra el voluntarismo de la escuela de IEGs Aunque podríamos no querer (y no deberíamos, como argumentaré más adelante) ir tan lejos como aceptar que un país no pueda salir de su trazado histórico en que se encuentra debido a una “tradición” de larga-data o a algún evento que marcó una época, el extremo voluntarismo de la literatura de IEGs es injustificado. Existen muchas razones por la que las instituciones no pueden cambiar a voluntad. Ahora bien, en el discurso racionalista de las IEGs, todo líder racional de un gobierno debería adoptar IEGs, ya que han demostrado ser las mejores instituciones, esto es, a Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 27 27 10-09-2015 10:46:42 Ha-Joon Chang menos que estén motivados por auto-interés y deseen preservar instituciones socialmente ineficientes que los benefician personalmente. Los beneficios podrían ser de tipo material (por ejemplo, propiedad concentrada de la tierra, como en muchos países en desarrollo hoy en día) o ideacional (por ejemplo el Patrón Oro en los 1920s, o la ideología Marxista en la Unión Soviética antes de su caída (sobre el rol de las ideas en el cambio institucional, ver Blyth, (2003)). Sin embargo, el cambio institucional es difícil de realizar no únicamente porque los que tienen poder (financiero, político e ideológico) deseen preservar el marco institucional que perpetúa sus intereses. Primero, el marco teórico de elección racional que tiene el discurso de IEGs nos hace pensar que las instituciones son productos de elecciones de individuos racionales (y egoístas), pero los seres humanos son productos de las instituciones existentes, que son a su vez una mezcla de elecciones deliberadas hecha por agentes en el pasado y las instituciones que han existido antes de ellos y que los han, parcialmente formado (esto es lo que Chang y Evan (2005) llaman el rol “constitutivo” de las instituciones). Dado esto, las propias nociones de auto-interés y racionalidad son definidas históricamente. Lo que los agentes quieren y cómo piensan que pueden lograrlo depende de quienes son las personas en cuestión. Así visto, al momento de rechazar implantar IEGs, un país puede no estar actuando “irracionalmente” o estar dirigido por las elecciones “racionales” de gobernantes egoístas, como los convencionales economistas institucionalistas les gusta pensar. Aquel país podría estar siguiendo sus propias nociones de racionalidad, eficiencia y justicia. En este sentido, el patrón de dependencia (pathdependence), en el proceso de evolución institucional, opera a un nivel más fundamental del que tendemos a pensar. Segundo, desde el momento en que algunas instituciones han sido deliberadamente diseñadas y codificadas, generalmente contienen ciertas reglas que las hacen difícil de cambiar. Las instituciones son concebidas para que sean estables, de otra forma, no tendrían utilidad. Así, si uno está diseñando una nueva institución, uno se asegurará de que no será muy fácil de cambiar. Y el grado en que uno haga difícil de cambiar una institución, implicará cuán importante se considera esa institución. De este modo, típicamente la Constitución será mucho más difícil de cambiar que leyes menores. En otras palabras, las instituciones generalmente poseen inherentemente mecanismos contra el cambio. Tercero, en otras ocasiones, cambios institucionales potencialmente beneficiosos no se realizan porque sólo cambios simultáneos en instituciones complementarias pueden traer suficientes beneficios (Aoki, 2007). Por ejemplo, la reforma agraria funcionará sólo cuando los cambios en la propiedad de la tierra vengan acompañadas de la introducción de instituciones que puedan ofrecer inputs asequibles (v.g. crédito, infraestructura, fertilizantes) a los nuevos pequeños agricultores, como las cooperativas, las corporaciones de irrigación pública, bancos rurales públicos, como se ha visto en los casos del Este Asiático y EEUU (Chang, 2009). A menos que aquellas instituciones de apoyo hayan sido correctamente identificados (o las suficientes, al menos) e implantadas al mismo tiempo, introducir una nueva institución podría no generar los beneficios esperados. 28 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 28 10-09-2015 10:46:43 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 En este sentido, no es sólo por la “estupidez” y el auto-interés de aquellos que dirigen países en desarrollo, que poseen instituciones supuestamente inferiores, que las reformas institucionales no suceden fácilmente. Es también por el rol constitutivo de las instituciones, la resistencia al cambio inherente a éstas y la interdependencia entre las instituciones. Dado que el entendimiento del cambio institucional proveniente del discurso de IEGs está en las antípodas de lo que pensamos que caracteriza el proceso de cambio institucional, debemos ser muy reacios a su extremo voluntarismo. h. Contra el fatalismo de la escuela climática-cultural Ahora bien, criticar a la escuela de IEGs por su extremo voluntarismo es bastante fácil y sin dificultad alguna. Sin embargo, aquello no implica que debamos ir al otro extremo y concordar con aquellos que piensan que los cambios institucionales son básicamente imposibles y que, por lo tanto, el arreglo institucional que un país ha heredado determinará el curso de su historia –a menos que tengamos un inmenso shock exógeno como la colonización. La Historia está llena de ejemplos de grandes cambios institucionales hechos a través de acciones humana deliberadas, no totalmente determinadas por las estructuras institucionales existentes. ¿Cómo es esto posible? ¿No dije recién que las instituciones son muy difíciles de cambiar? El discurso dominante sobre instituciones en la tradición de la escuela climática-cultural contiene varios elementos diversos, y por lo tanto, puede usualmente ser descrita como prodesarrollista, anti-desarrollista o como uno desee, dependiendo de qué elementos decidamos observar. En este sentido, las explicaciones que yacen en la cultura y las instituciones (como materialización de los valores culturales) pueden fácilmente degenerar en justificaciones ex post. Permítanme ilustrar este punto con un par de ejemplos. Primero, tomemos el caso del Confucionismo. Hoy en día, muchas personas afirman que es una cultura inherentemente pro-desarrollista. De hecho, si iluminamos su énfasis en la educación, su noción de “mandato divino” (que brinda voz a la comunidad y justifica los cambios dinásticos), su énfasis en la frugalidad, etc., no podríamos tener una mejor cultura para el desarrollo económico. Sin embargo, si enfatizamos su naturaleza jerárquica (que supuestamente ahoga la creatividad; ver Krugman, (1994)), su tendencia a la burocracia, su aborrecimiento a los artesanos y comerciantes (ingenieros y empresarios en los tiempos modernos), no podríamos tener una peor cultura para el desarrollo económico. De hecho, hasta los 1950s, muchas personas, incluyendo los propios asiáticos, argumentaban que los países del Este Asiático no eran desarrollados debido al Confucionismo. Ahora bien, contrastemos esto con el Islam, que hoy es considerado como la última cultura anti-desarrollista. De hecho, si nos enfocamos solo en el énfasis en la vida después de la muerte, en la represión a las mujeres (aunque uno debe notar que en Irán más del 60% de los estudiantes en universidades son mujeres, y que más de la mitad del equipo de profesionales del Banco Central de Malasia son también mujeres), y sus caracteres a favor del militarismo (cristalizados en la noción de Jihad), terminaríamos con un imagen que no muy promisoria para el desarrollo económico. Sin embargo, podríamos centrarnos en su respeto al comercio (el mismo Profeta era un comerciante), su cultura contractual, su carencia de jerarquías sociales, Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 29 29 10-09-2015 10:46:43 Ha-Joon Chang su fuerte tradición legalista (los países Musulmanes han tenido jueces cualificados antes que los países Cristianos), y su énfasis en al aprendizaje (el mundo Musulmán fue el primer centro mundial de las ciencias y las matemáticas alrededor del siglo X), y terminaríamos viendo al Islam como aún más pro-desarrollista que el Confucianismo (ver Chang, (2007a); sin embargo, para una discusión de los aspectos anti-desarrollistas del sistema legal Musulmán, como las leyes de herencias, ver Kuran, (2004)). Por supuesto, no nos centramos en aquellas caracterizaciones del Islam, no porque estas características no estén allí, sino porque los países Musulmanes no han sido muy exitosos en el desarrollo económico. Por poner otro ejemplo, Francia es usualmente visto como un país de una cultura e instituciones dirigistas, al menos desde los días de Jean-Baptiste Colbert, el ministro de finanzas de Louis XIV. Sin embargo, el laissez-faire también era fuerte en la tradición francesa. Entre la caída de Napoleón y la Segunda Guerra Mundial, el país era, en cierta medida, más liberal en sus políticas económicas que la liberal Inglaterra de la época (Kuisel, (1981); Chang, (2002a: capítulo 2)). La actual “tradición” francesa del dirigismo resucitó en los 1950s después de un siglo y medio de coma. El punto es que, aunque aceptemos que las instituciones de un país (y la cultura que les subyace) estén dadas, acciones deliberadas aún importan porque siempre existen elementos en el complejo institucional/cultural de un país que están presionando en diferentes direcciones. Dependiendo de cómo las personas interpretan sus “tradiciones”, qué aspectos de ésta desean tomar, y qué interpretación triunfa en las batallas políticas e ideológicas, un país puede evolucionar en diferentes direcciones. Más importante, en el largo plazo, las “tradiciones” no son inmutables. Culturas e instituciones cambian, y muchas veces en forma dramática. Por ejemplo, como se indicó más arriba, la cultura Musulmana era más tolerante, de mentalidad científica, y pro-comercial que la cristiana hasta por lo menos el siglo XVI. La intolerancia devino en algo dominante sólo recientemente, con el declive económico general del mundo Musulmán. Como también se indicó más arriba, las sociedades Confusianas, incluyendo, más recientemente, la propia China, han transformado lo que alguna vez fue una cultura anti-desarrollista y han creado a lo largo del último medio siglo el milagro económico más grande de la historia de la humanidad. Una razón de ese cambio cultural e institucional es que, como apunté arriba, el desarrollo económico trae cambios culturales/institucionales tanto como éstos traen desarrollo económico. Por ejemplo, la industrialización hace a las personas más “racionales” y “disciplinadas”. Esto se puede observar en el hecho de que antes de que sus países hayan logrado un alto grado de industrialización, los alemanes y japoneses eran descritos por los visitantes de países económicamente más desarrollados como flojos, irracionales y hasta incapaces congénitamente de manejar maquinarias, completamente diferentes de sus modernos estereotipos raciales (para más detalles, ver Chang (2007a: capítulo 9)). Por ejemplo, en 1903, el misionero Americano Sidney Gulick observó que muchos Japoneses “dan una impresión…de ser flojos y completamente indiferentes al paso del tiempo” (Gulick, 1903:117). Gulick no era un observador casual. El vivió en Japón por 25 años (18881913), hablaba japonés a la perfección, y enseñaba en Universidades Japonesas. Después 30 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 30 10-09-2015 10:46:43 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 de su retorno a EEUU, se volvió un activista de la igualdad racial para los asiáticos en EEUU. Sin embargo, hasta él vio una amplia confirmación de los, en ese entonces, estereotipos de la cultura Japonesa como personas “emocionales” que poseían cualidades como “liviandad del corazón, libres de cualquier ansiedad sobre el futuro, viviendo principalmente para el presente” (ibid.:82). Antes de su despegue económico a mediados del siglo XIX, los alemanes eran típicamente descritos por los ingleses como “personas desganadas y duras” (Hodgskin, 1820:50). Mary Shelley, la autora de Frankenstein, escribió con exasperación luego de un particularmente frustrante altercado con un chofer alemán: “los alemanes nunca andan con prisa” (Shelley, 1843, 276). No eran sólo los ingleses. Un empresario francés que contrató a trabajadores alemanes alegó que “trabajan cuanto y cuando desean” (Landes, 1998:281). Hablando de las excesivas emociones de los alemanes, Sir Arthur Brooke Faulkner, un físico que sirvió en la armada Británica, indicó que “algunos se reirán de todos sus dolores y otros caerán en la melancolía” (Faulkner, 1833:155). Dado que Sir Arthur era irlandés, esto hubiera sido, de acuerdo a nuestros estereotipos culturales actuales, ¡cómo un finlandés describiendo un jamaicano como un tipo melancólico! Otra, y posiblemente más importante, razón para el cambio cultural/institucional es que, para parafrasear a Marx, son los humanos los que cambian instituciones, aunque no en el contexto institucional elegido por ellos. En el discurso institucional dominante, esto es imposible porque no hay una real agencialidad humana. Los intereses materiales que motivan a la gente a cambiar instituciones (por ejemplo, la presión por democracia de los pequeños agricultores independientes) están predeterminados por condiciones económica “objetivas” (o hasta naturales), que son obvias para cualquier agente racional (esto es, cualquiera), y por lo tanto no existe una real “opción” sobre qué hacer (Chang y Evans, 2005). O alternativamente, somos sólo vectores de memes culturales –como la cultura política “democrática” de Botswana o la “ética laboral” confuciana. Sin embargo, en realidad, las personas toman decisiones que no son totalmente determinadas por los intereses económicos “objetivos”. Ideas e instituciones que encarnan los individuos influencian cómo las personas perciben sus intereses (y por lo tanto, en último término, no existe tal cosa como interés “objetivo”) y algunas veces hace que las personas desafíen sus propios intereses “objetivos” debido a las ideas que han internalizado11 Sólo podremos ser capaces de quebrar con el determinismo climático-cultural prevalenciente en el discurso institucional dominante (unless they indulge themselves in boundless optimism of the GSI discourse) si reconocemos, por un lado, la complejidad de 11 Un ejemplo interesante es el caso de la agencia de planificación de Corea del Sur, el Consejo de Planificación Económica (CPE). A pesar de ser el centro de intervención gubernamental hasta los 1970s, por diversas razones muchos burócratas del CPE adoptaron una ideología neoliberal desde los 1980s. A principios de los 1990s, algunos burócratas del CPE estaban llamando hasta a la eliminación de su propio ministerio. Esto va en contra las premisas fundamentales de auto-interés de la economía ortodoxa. A menos que aceptemos la impotancia de la agencialidad humana y la influencia de las ideologías en esto, no podremos nunca ser capaces de entender por qué éstos burócratas fueron en contra sus intereses “objetivos” y presionaron por la reducción de su propio poder e influencia. Para más detalles, ver Chang y Evans (2005). Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 31 31 10-09-2015 10:46:43 Ha-Joon Chang la naturaleza y la evolución de la cultura y las instituciones, y aceptamos la importancia de la agencialidad humana en el cambio institucional, por el otro. CONCLUSIONES He examinado críticamente el reciente discurso dominante sobre el rol de las instituciones y el desarrollo económico. He examinado críticamente las teorías que el discurso dominante usa para explicar la relación entre instituciones y desarrollo económico y discutido sus limitaciones. No solo las teorías ignoran la influencia del desarrollo económico en el cambio institucional, pero también son parciales (a favor de las soluciones de liberalización), simplistas, lineales y ponen insuficiente atención al hecho de que la relación podría diferir a través del tiempo y del espacio. La evidencia que se muestra por el discurso dominante a favor de sus proposiciones de que las instituciones “liberales” que entregan el máximo de libertad empresarial y mayor protección a los derechos de propiedad privada son mejores para el desarrollo económico también resultan ser muy parciales, conceptualmente cuestionables, y llenos de problemas prácticos de medición. Los problemas inherentes en definir y medir la calidad institucional, especialmente en lo relativo a la composición (por ejemplo, con conceptos como gobernanza, derechos de propiedad) son ignorados y las limitaciones de las regresiones de corte transversal por la altísima heterogeneidad en sus muestras, no son consideradas seriamente. El discurso dominante sobre instituciones y desarrollo tiene también un pobre entendimiento de cómo las instituciones en sí mismo cambian. Al margen de su usual énfasis en los recursos escasos y los costos de oportunidades, los economistas institucionalistas mainstream ignoran casi completamente los temas de los costos de establecer y dirigir instituciones, de este modo haciendo sus propuestas de reformas institucionales aparecer más atractivas de lo que realmente son. También, en términos metodológicos, estos economistas son o completamente optimistas sobre las posibilidades de cambio institucional (el discurso de IEGs) o absolutamente pesimistas (la escuela climática-cultural). He argumentado que estas “soluciones extremas” son el resultado de una muy simplista visión sobre qué son las instituciones y cómo cambian. Solo teorías que consideren tanto los constreñimientos estructurales como la real agencialidad humana pueden seriamente ayudarnos a buscar matices entre estos dos absurdos extremos. Me gustaría concluir el artículo con una solicitud. Y es que los economistas institucionalistas necesitan poner más atención al mundo real, tanto del presente como del pasado. No a la historia de cuento de hadas del mundo que ha caracterizado a los economistas institucionalistas mainstream hoy en día (desde la Revolución Gloriosa a la cultura política de Botswana), sino al capitalismo como ha funcionado realmente. Muy frecuentemente, las teorías económicas institucionalistas, incluyendo las versiones no-neoclásicas, se han desarrollado sobre la base de entendimiento estilizado de la realidad. Sin embargo, como he intentado mostrar en este artículo, la realidad es usualmente más extraña que la ficción y por lo tanto nuestras teorías necesitan estar más basadas en experiencias del mundo real –tanto de nuestra historia pasada como eventos contemporáneos. Solo sobre esta base seremos capaces de desarrollar teorías que sean lo suficientemente matizadas para desarrollar conclusiones políticas que vayan más allá del eufórico voluntarismo de la escuela de IEGs y la simpleza mental del determinismo 32 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 32 10-09-2015 10:46:43 INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO: TEORÍA, POLÍTICAS E HISTORIA - pp. 11-36 de la escuela climática-cultural. Las instituciones se han transformado en algo políticamente demasiado importante para ser dejado a aquellos que creen en estos argumentos extremistas y simplistas. BIBLIOGRAFÍA Acemoglu, D., Johnson, S. y Robinson, J. A. (2001). The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation, American Economic Review n°91(5): 1369– 1401. ------. (2003). An African Success Story: Botswana, en D. Rodrik (ed.), In Search of Prosperity: Analytic Narratives on Economic Growth (págs. 80-119), Princeton: Princeton University Press. ------. (2005). Institutions as the Fundamental Cause of Long-Run Growth, en P. Aghion y S. Durlauf (eds.), Handbook of Economic Growth (págs. 385-472) Amsterdam: NorthHolland. Albert, M. (1991), Capitalism vs. Capitalism, New York: FourWalls EightWindows. Aoki, M. (2007). Endogenizing Institutions and Institutional Changes, Journal of Institutional Economics, n°3(1): 1–31. Aron, J. (2000). 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Kalecki enfatizó el diferente rol que cumplen las restricciones de la demanda y de la oferta agregada sobre ambos tipos de países. En los países ricos la producción estaba determinada por la demanda, mientras que en los países en vías de desarrollo la producción estaba sujeta a cuellos de botellas tanto en el sector alimentario como en el sector externo. Esta diferencia también tenía implicaciones para el crecimiento económico y la distribución. Sin embargo, uno no debiera interpretar la teoría de Kalecki simplemente en términos de diferentes supuestos económicos (´closures´ del modelo), ya que su análisis va muchísimo más allá, incorporando diferencias en políticas clasistas y en la estructura del estado, ambas variables analizadas en este paper. Concluyo con una evaluación de la utilidad de las ideas de Kalecki bajo la globalización. El enfoque político-económico Kaleckiano ofrece un útil punto de partida para analizar las diferencias entre ambos tipos de países, pero requiere de una adaptación a los cambios que han tomado lugar a nivel global en las últimas tres décadas. En particular, debemos considerer el rol de las empresas transnacionales y las instituciones financieras y la reducción de la importancia de los cuellos de botella agrícolas en muchos países semi-industrializados. Palabras clave: Kalecki, estructura económica, países desarrollados, países subdesarrollados, economía política, globalización. Abstract: This paper compares Kalecki´s ideas on the economic structure of developed and developing countries. Kalecki highlighted the different role that aggregate demand and supply constraints played on both kinds of country. In rich countries output was determined by demand, while in developing societies production was subject to bottlenecks in the food and external sectors. This difference also had implications for economic growth and (income) 1 Universidad de Oxford. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 37 37 10-09-2015 10:46:43 Diego Sánchez-Ancochea distribution. Nevertheless, one should not interpret Kalecki´s theory simply in terms of different “closures”, since his analysis goes well beyond, incorporating differences in class politics and the structure of the State, both of which are reviewed in this paper. The Kaleckian politicoeconomic approach offers a useful starting point to analyze the differences between both kinds of countries, but requires adaptations to the global changes that have taken place over the last three decades. We should incorporate, in particular, the role of transnational corporations and financial institutions and the reduction in the importance of the agricultural bottleneck in many semi-industrialized countries. Key words: Kalecki, economic structure, developed countries, developing countries, political economy, globalization. “Es posible ahora observar que la diferencia entre economías no socialistas altamente desarrolladas y subdesarrolladas puede ser formulada en una forma muy simple. En un caso, los recursos disponibles deben ser utilizados y el capitalismo moderno ha aprendido el truco para hacerlo. En el otro caso, los recursos deben ser creados y esto requiere tanto de reformas de amplio alcance como cambios revolucionarios” Kalecki (1967, 27) I. INTRODUCCIÓN Las últimas décadas han presenciado la reaparición de la economía del desarrollo como una disciplina dentro del pensamiento económico convencional. Una nueva agenda de investigación se ha desarrollado, concentrándose en las fallas de información, el rol de las instituciones y la posibilidad de divergencia de ingresos entre países. Sustentándose en los trabajos de Rosenstein Rodan y Hirschmanm, un número creciente de economistas del desarrollo han cuestionado la exclusiva concentración de la disciplina en el rol del mercado en la asignación de recursos y el predomonio de supuestos de convergencia (Ray, 2000). Reconociendo que el proceso de desarrollo económico puede tener múltiples equilibrios y que muchos países en vías de desarrollo están atrapados en una trampa de bajos-ingresos, esta “nueva” teoría del desarrollo presenta un mejor entendimiento de las diferencias entre los países desarrollados y subdesarrollados que las teorías Neoliberales. Sin embargo, con frecuencia estos nuevos análisis aún presuponen que todos los países pueden ser situados en un continuo: todos tienen desafíos y problemas económicos que pueden ser resueltos transformando las estructurales institucionales. Algunas escuelas dentro de la economía heterodoxa han propuesto una perspectiva más compleja sobre las diferencias entre países. Los Estructuralistas Latinoamericanos, por ejemplo, consideran que existen diferencias de largo plazo entre los países desarrollados y subdesarrollados, derivados de su diferente posición en la economía global (Rodríguez, 1980; Sánchez-Ancochea, 2005). Especializaciones exportadoras divergentes, diferentes estructuras socio-económicas y diferentes mecanismos de generación y difusión de las innovaciones tecnológicas resultan en permamentes asimetrías entre los países del Centro y la Periferia. Varios enfoques dependentistas han usado este principio para crear un enfoque 38 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 38 10-09-2015 10:46:43 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 más radical respecto del proceso de desarrollo, en el cual muchos de los problemas de los países subdesarrollados son el resultado de sus relaciones con los países desarrollados (para una síntesis, ver Vernengo, 2006). Algunos economistas anglosajones que trabajan en la extensa tradición Post-keynesianiana han usado preceptos estructuralistas para explorar dichas diferencias (Taylor (1991, 2005) es probablemente uno de los mejores ejemplos). Sin embargo, aquellos son una excepción más que una regla, ya que la mayoría de los economistas postkeynesianos, siguiendo la ruta de Keynes, se han concentrado en los análisis de los países desarrollados y de sus instituciones. Sus modelos se centran en el rol de la demanda agregada y mercados financieros consolidados, y usualmente no toman en consideración las características específicas de los países subdesarrollados. El trabajo de uno de los pioneros de la economía post-keynesiana, Michal Kalecki, constituye una brillante excepción y un punto de arranque para remediar este problema. A pesar de ser más conocido por el descubrimiento de la demanda efectiva de manera independiente de J.M Keynes (Robinson, 1976) y por el estudio de las economías socialistas, Kalecki también hizo importantes contribuciones en el área del desarrollo económico (Sachs, 2004). Enfatizó la necesidad de “demarcar teóricamente las diferencias entre las estructuras “capitalistas”... y las formaciones sociales periféricas” (White, 1977:305) y consideró que el rol del estado y de la política económica en los dos conjuntos de países son radicalmente diferentes. Los intereses de Kalecki yacen no solo en su distinción sistemática entre los países desarrollados y subdesarrollados, sino que también en la habilidad para combinar los factores políticos y económicos. Sus trabajos exploran las relaciones económicas básicas que caracterizan un conjunto de países en el corto y largo plazo, pero también las diferentes estructuras de clases subyacentes. Como resultado, Kalecki ofrece un excelente punto de partida para explorar las diferencias entre países desarrollados y subdesarrollados, bajo la actual etapa del capitalismo global. La figura 1 sistematiza las principales conclusiones de Kalecki sobre la comparación entre ambos tipos de países. La principal diferencia económica yace en la relativa importancia de la demanda efectiva en la determinación de la producción y el crecimiento. Mientras que en los países desarrollados el exceso de capacidad productiva en la mayoría de los sectores es la regla tanto en el corto como en el largo plazo y, de este modo, el nivel de demanda agregada es crucial, en los países subdesarrollados la falta de capital y los cuellos de botellas en sectores claves convierten a los factores de oferta en más importantes. Esta distinción central nos ayuda a explicar las diferencias entre ambos tipos de países en muchas otras variables económicas como la distribución del ingreso y los cambios en los precios relativos. También sirven para entender por qué, para Kalecki, el estado debería jugar un rol completamnte diferente en ambos tipos de economías. El objetivo de este documento es discutir las ideas resumidas en la figura 1 con cierto detalle y evaluar su significancia en el contexto de la globalización. Argumento que el enfoque político-económico Kaleckiano ofrece un punto de partida útil para analizar las diferencias entre distintos tipos de economías, pero requiere actualizaciones ante el cambiante escenario global que ha emergido en las últimas tres décadas. En particular, el análisis de las diferencias Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 39 39 10-09-2015 10:46:43 Diego Sánchez-Ancochea entre los países desarrollados y subdesarrollados debería considerar cuidadosamente el rol de las empresas transnacionales y las instituciones financieras, así como el menor peso relativo que ahora tienen los cuellos de botellas en los sectores agrícolas en los países semiindustrializados. Para explorar y evaluar todos estos puntos, primero describo el modelo de determinación de la producción, los determinantes del crecimiento económico, el rol del estado y la estructura de clases en el trabajo de Kalecki, para el caso de los países desarrollados (sección 2) y luego, para el caso de los países subdesarrollados (sección 2). El texto finaliza con una discusión sobre la actual utilidad del enfoque de Kalecki sobre el desarrollo económico. Figura 1. Diferencias Estructurales entre los países Desarrollados y Subdesarrollados en el pensamiento de Kalecki Países Desarrollados Países Subdesarrollados El producto está determinado por la demanda efectiva, debido a la existencia de exceso de capacidades en la mayoría de los sectores. Equilibrio de corto plazo es obtenido vía únicamente ajustes cuantitativos. El producto está limitado por cuellos de botellas en ciertos sectores, particularmente el sector agrícola y el sector externo. Cambios en los precios relativos son la fuerza principal de equilibrio en el corto plazo (a pesar de que ajustes cuantitativos también ocurren). Distribución del ingreso La distribución del ingreso está determinada por el margen sobre el precio (´markup´). El markup está, a su vez, determinado por el grado de monopolio, que depende de factores institucionales como la estructura industrial y/o el peso relativo de los sindicatos. La expansión de la demanda efectiva por sí misma no cambia la distribución del ingreso. La participación del salario está directamente determinado por el precio de los bienes de primera necesidad (especialmente comida) y no por el markup del sector industrial. Los cuellos de botellas institucionales en la agricultura y no la fortaleza de los sindicatos son los principales factores que influencian la distribución del ingreso. Las expansiones de la demanda efectiva darán paso a una reducción del salario real y de la participación del salario. Sectores claves Sector industrial. El sector primario juega un rol menor (Kalecki no explica por qué). Sector agrícola. Sector exportador (aunque Kalecki no invierte mucho tiempo en analizar este sector). Determinantes del crecimiento La tasa de crecimiento de la demanda efectiva, especialmente inversión. Kalecki se concentra en la explicación de los determinantes de las decisiones de inversión. La tasa de crecimiento de las producción de bienes de primera necesidad. Una expansión de la demanda efectiva implicará una inflación a menos que las constricciones del lado de la producción sean resueltas. La determinación del producto en el corto-plazo 40 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 40 10-09-2015 10:46:43 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 Composición de clase Rol del Estado Trabajadores industriales y empresas capitalistas oligopólicas. Conflicto de poder entre ambos determina tanto la distribución del ingreso como las políticas del Estado. Estructura de clases compleja en el cual los actores rurales juegan un lugar central. Las relaciones de poder y estructura de propiedad en la agricultura explican los bajos niveles de crecimiento del ingreso nacional. La estructura de clases lleva a la mantención del status quo y limita las efectividad de las intervenciones del Estado. Expansión de la demanda efectiva. La intervención del estado beneficia todas las clases sociales pero está limitada por la oposición de los grandes capitalistas a políticas expansivas. Aumento en la tasa general de inversión con una concentración en la agricultura y en el sector externo. Eliminación de los cuellos de botellas institucionales en la agricultura (a través de reforma agraria, etc.). Planificación es necesaria para asegurar altas tasas de crecimiento. La intervención estatal es negativa para los actores poderosos. Elaboración propia. II. LA ESTRUCTURA ECONÓMICA DE LOS PAÍSES DESARROLLADOS a. La determinación del producto en los países desarrollados: el rol de la demanda agregada2 A pesar de que Kalecki ha sido usualmente tratado como un discípulo de Keynes, en lo que respecta al descubrimiento del concepto de demanda efectiva, su modelo fue desarrollado antes que el del economista inglés y difiere de éste en varios elementos importantes, particularmente en su acento en la relevancia de la distribución del ingreso, las clases sociales y los precios en la determinación del ingreso (Laski, 1987). El modelo básico de Kalecki asume una economía cerrada sin sector público. El ingreso nacional es igual al producto naciona y existen las siguientes relaciones causales básicas: 1. Ingreso nacional (=producto nacional) se distribuye entre ganancias, G, y salarios, S. 2. La participación del trabajo en el ingreso nacional está determinado a través de una teoría de precios basada en el margen o markup donde el grado de monopolio juega un rol central. 3. La demanda de inversión determina el nivel de ganancias. En esta sección presentaré sólo las ideas de Kalecki que son importantes para la comparación entre los países desarrollados y subdesarrollados. Para un completo análisis del modelo de Kalecki ver Sawyer (1982, 1985c). 2 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 41 41 10-09-2015 10:46:43 Diego Sánchez-Ancochea Aunque una discusión de la teoría de Kalecki sobre los precios va más allá del alcance de este texto, es importante subrayar sus principales elementos si queremos entender cómo se determina la participación del trabajo en el ingreso nacional3. Kalecki distingue dos tipos de precios: precios “determinados por la demanda” y precios “determinados por el costo”. Los precios “determinados por la demanda” son característicos del sector primario (que tiene una oferta relativamente inelástica en el corto plazo) y no tienen un rol significativo en las economías desarrolladas. Los precios “determinados por el costo”, por el contrario, son mayoritarios en el resto de sectores, en los cuales la oferta es normalmente flexible debido a la existencia de exceso de capacidad. Los precios “determinados por el costo” son cruciales para la determinación de los ingresos entre las clases sociales. Kalecki desarrolla un modelo de determinación de los precios al nivel de la empresa, donde los mismos dependen del costo básico promedio (salarios y materiales) y del precio promedio en la industria y lo agrega posteriormente al nivel de la industria.4 Como es bien sabido en la literatura Post-keynesiana, una variable central del análisis es el “grado de monopolio”, que refleja el poder que tienen las empresas en diferentes sectores de fijar precios. El grado de monopolio depende del nivel de concentración de la industria, la importancia de la publicidad en relación a las ventas, el grado de intensidad del capital (medida por el ratio de gastos generales y costos básicos) y la fortaleza de los sindicatos (Kalecki, 1971, capítulo 5)5. Keynes usa la teoría del markup para determinar el análisis de la distribución del ingreso y de la demanda efectiva. Un conjunto de simplificaciones en relación a la estructura económica le permite concluir que la participación del trabajo en la industria depende del grado de monopolio (que determina el markup) y del ratio del costo material al costo salarial (Kalecki, 1971, capítulo 6). Mientras que la participación del salario depende de factores institucionales y técnicos, el nivel de ganancia está determinado por la demanda de inversión6. Aunque el modelo de una economía cerrada que Kalecki usa para demostrar este hecho es ya bien conocido en la literatura, podría ser útil reiterarlo aquí: 3 La siguiente explicación está basada en Kalecki (1971), capítulos 5 y 6. El proceso de agregación no está exento de problemas. Para Steedman (1992), el hecho de que la teoría del margen (mark-up price) de Kalecki se abstraiga de las relaciones intraindustriales y use el concepto no realista de integración vertical debilita todas sus conclusiones. Por ejemplo, para él no es posible establecer ninguna relación clara entre el promedio del markup y la participación del salario. Estas críticas, sin embargo, no toman en consideración el hecho de que a teoría de los precios de Kalecki es una de análisis parcial (Sawyer, 1992), en el cual “no es la precisión matemática la que es importante sino la relevancia en términos de la aplicación potencial concreta para el análisis del producto, empleo y crecimiento” (Kriesler, 1992). Este análisis y no la teoría del precio en sí misma es la que nos interesa en este texto. 4 El concepto de grados de monopolios ha sido usualmente malentendido (Robinson, 1977). No debería ser visto como la diferencia entre el precio y costo marginal o el costo promedio (como Lerner hiciera), pero como “aquellas influencias institucionales y del entorno que afectan el comportamiento de las empresas en la fijación de precios” (Reynolds, 1996: 76). Para una evaluación crítica del concepto de “grados de monopolio” en Kalecki ver Balasubramanian (1997: 61-2). 5 El hecho de que las ganancias y salarios (medidas como participación de salarios) están determinadas en forma tan diferente muestra que, en una sociedad capitalista, los pagos al trabajo y al capital son muy diferentes. Mientras que los trabajadores reciben un pago por sus servicios productivos, las empresas capitalistas están facultadas para obtener una parte del producto social neto en tanto dueños de los medios de producción (Nell, 1992). Esta conclusión es también válida para los países subdesarrollados. 6 42 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 42 10-09-2015 10:46:43 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 1. Los trabajadores no ahorran y como resultado los salarios son su único ingreso7; 2. Las ganancias son el único ingreso de la clase capitalista (los salarios de los administradores de la empresa son tratados como ganancias); 3. Los capitalistas gastan sus ganancias en consumo (Ck) e inversión (I); 4. El consumo capitalista (Ck) depende de las ganancias pasadas. Todas estas premisas pueden ser resumidas en el siguiente conjunto de ecuaciones: (1) Y = S + G (2) Y = Ck + Cs + I (3) S = Cs (4) G = Ck + I (5) Ck = cG + A Donde c es la propensión marginal al consumo derivado de las ganancias, A es un parámetro y por simplicidad se ha asumido que las ganancias son estables a lo largo del tiempo (Gt = Gt+1) Tres conclusiones inmediatas pueden ser derivadas de este modelo. Primero, la ecuación (4) debería interpretarse como que en una economía capitalista los gastos capitalistas determinan la ganancia y no al revés. Esto porque “los capitalistas pueden decidir invertir más en un determinado periodo que en uno anterior, pero no pueden decidir ganar más” (Kalecki, 1971:79). Segundo, las ganancias resultan de las decisiones de inversión de los capitalistas, que determinan la trayectoria de una economía8. Esto puede ser visto fácilmente si sustituimos la ecuación (4) por la (5). G = cG + A + I, que significa que, G = (A + I) / (1-c) Tercero, las decisiones de inversión, en conjunto con los márgenes sobre el precio establecidos por las empresas, determinan el nivel del ingreso nacional (Reynolds, 1996) en las economías capitalistas avanzadas. La ecuación (7) y la (1) constituyen las bases para determinan el producto en el corto plazo, que es igual al total de salarios más las ganancias: (7) G = (A + I) / (1-c) (8) S= aY donde a es la participación del salario Ya que Y = S + G = aY + G Y = P/(1-a) y sustituyendo G por su valor obtenemos, Esta premisa refleja el hecho empírico de que en el capitalismo “el motor impulsor hacia el ahorro no es un “gusto” por el ahorro, sino un requisito de supervivencia y crecimiento de las empresas” (Sawyer, 1982:105) 7 Kalecki asume que el consumo actual de los capitalistas depende de las ganancias pasadas y como resultado se deriva que las ganancias están determinadas por inversiones pasadas y no por las actuales. Para mantener las cosas simples, sin embargo, en esta exposición nos abstraeremos de este problema relativo al tiempo. 8 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 43 43 10-09-2015 10:46:43 Diego Sánchez-Ancochea (9) Y = (I+A)/(1-a)(1-c) La ecuación (9) sintetiza el modelo de Kalecki de determinación del producto en el corto plazo para países desarrollados. El producto nacional depende del grado de monopolio y del ratio de materia prima al costo salarial (ambos conjuntamente determinan la participación del salario, a) las decisiones de inversión y consumo fijo de los capitalistas, y la propensión marginal al consumo en relación a las ganancias. La introducción de premisas más realistas sobre la economía agrega algunos nuevos factores al total producido, pero no cambia la estructura de de los factores del modelo. En particular, la inclusión del gobierno y del sector externo dará paso a los siguientes cambios en la ecuación (9): 1. La participación del salario en el total producido ahora será igual a V/Y = a`Y + Gb/Y donde Gb representa el costo salarial en el sector público y se asume como independiente al total producido, y a` “no depende meramente de los factores subyacentes en la distribución del ingreso nacional, sino que está influenciado también por los efectos del sistema tributario sobre las ganancias” (Kalecki, 1971:98). 2. G neta luego de impuestos = I + (X-M) + DP + Ck, donde (X-M) y DP corresponden a balanza comercial y déficit público respectivamente (Kalecki, 1971, capítulo 7). 3. El total producido, Y, es igual al total de ingresos (S + G) más el total de impuestos indirectos, E (que Kalecki asume como estables en el corto plazo). Como resultado, el producto total nacional en una economía abierta con sector público es igual a: (9`) Y = [(I`+ B + A) / (1 - a`)(1 - c) +E ; donde I`= I + (X-M) + GP9. Las ecuaciones (9) y (9`) ilustran el vínculo directo entre la distribución del ingreso y la determinación del producto en la perspectiva de Kalecki y muestran por qué el análisis de clase es tan importante. Ambas ecuaciones también señalan dos importantes elementos en la interpretación de Kalecki sobre las economías desarrolladas que permiten distinguirlas de de las economías subdesarrolladas. Primero, el total producido está determinado por la demanda efectiva y la distribución del ingreso y es consistente con la existencia de desempleo10. Segundo, el comportamiento de la economía está determinado por el sector manufacturero mientras que el sector primario, al margen de ser inelástico en el corto plazo, no tiene un rol sustancial. A pesar de que Kalecki no explica por qué ese sería el caso, la capacidad de los países desarrollados de importar bienes primarios y pagarlos con exportaciones industriales y el pequeño tamaño del sector agrícola y minero en la economía son dos explicaciones plausibles para estas importantes características de los países desarrollados. Nótese que en la ecuación Y representa el total del producto nacional y no el ingreso nacional. En la ecuación (11) Y representa ambos ya que ambos son iguales. 9 10 Como Kalecki muestra en el capítulo 3 de su libro de 1971, una reducción en el salario real sólo sería efectivo en reducir el desempleo en el corto plazo, cuando la reducción de la demanda por consumo se iguala por un aumento de la demanda efectiva derivadas de las ganancias. Pero esto no es probable que suceda, porque el consumo capitalista es relativamente estable en el corto plazo, y la demanda de inversiones depende de las ganancias en el largo plazo. 44 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 44 10-09-2015 10:46:43 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 b. Los determinantes del crecimiento en los países desarrollados Para Kalecki, el estudio del crecimiento en el largo plazo no es muy diferente del análisis de los equilibrios y fluctuaciones de corto plazo. Él consideraba que “las tendencias de largo plazo son un componente de cambio lento de una cadena de situaciones de periodos cortos; no es una entidad independiente” (Kalecki, 1991:435)11. De esta forma, no es sorprendente que en su análisis el crecimiento de largo plazo en las economías desarrolladas esté determinado por la demanda efectiva, generada principalmente por las inversiones, y que la explicación de las determinantes de las decisiones de inversión sea el objetivo central de la teoría del crecimiento. Kalecki no estuvo satisfecho con el énfasis Keynesiano en el “animal spirit” como explicación de las inversiones, considerándolo como algo en cierta medida irracional (Robinson, 1977). En su perspectiva, las nuevas inversiones están determinadas por tres factores: 1. El nivel de ahorro bruto de las ganancias (S). El hecho de que en Kalecki el modelo de inversiones de corto plazo siempre genere una cantidad total de ahorros derivados de las ganancias al nivel macro no elimina las restricciones de financiamiento al nivel de la empresa (Dymski, 1996). Debido a estas restricciones, causadas por las imperfecciones del mercado de capitales, los ahorros derivados de las ganancias constituyen los principales recursos para financiar expansiones de capital. 2. El deseo de obtener una “tasa de ganancia normal” de las nuevas inversiones (π), determina si “las decisiones de inversión tomadas en un año dado son iguales a los ahorros empresariales, los exceden o están por debajo” (Kalecki, 1991:441). 3. La existencia de innovaciones técnicas, debido a que las invenciones aumentan las expectativas de ganancias y, como resultado, estimulan las inversiones (Robinson, 1977). El modelo desarrollado por Kalecki (1991) y refinado por Sawyer (1996) introduce todas estas variables en la función de inversión. Junto a las ecuaciones previamente introducidas, comprende también el ingreso como una función de inversiones pasadas. El análisis de Kalecki ilustra cómo su teoría del crecimiento no es más que una extensión refinada de su modelo de determinación del producto en el corto plazo. Tanto en el largo como en el corto plazo, la tasa de crecimiento de la economía en los países desarrollados estará determinada por la demanda efectiva y usualmente no estará limitada por restricciones por el lado de la oferta. Por otro lado, no existe razón para asumir que esta tasa de crecimiento será consistente con el pleno empleo del capital y del trabajo (Sawyer, 1996)12. 11 A pesar de que Kalecki no elabora esta idea en profundidad, pareciera que no estaba de acuerdo con la noción de que existía un equilibrio de largo plazo alrededor del cual la economía fluctuaba y que no estaba afectada por fuerzas de corto plazo. De esta forma, Kalecki no estaba de acuerdo ni con las perspectivas neoclásicas ni con el enfoque del excedente de carácter Marxista (Sawyer, 1996). 12 Esta conclusión ha sido criticada por diferentes economistas como Eatwell, Committeri, etc, que han argumentado que el exceso de capacidad es incosistente con el equilibrio en el largo plazo (Dutt, 1990). Dutt, sin embargo, demuestra que este no es necesariamente el caso (1990: 59). Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 45 45 10-09-2015 10:46:43 Diego Sánchez-Ancochea c. Estructura de clases en los países desarrollados El modelo macroeconómico de Kalecki donde la distribución del ingreso juega un rol central está influenciado por su visión más amplia del funcionamiento del capitalismo. En su perspectiva, los países capitalistas avanzados no se caracterizan por la competencia perfecta y la armonía de intereses entre diferentes grupos, sino que por la existencia de grandes oligopolios industriales y conflictos de poder entre trabajadores y capitalistas13. Este conflicto de intereses entre trabajadores y grandes corporaciones oligopolistas en el sector industrial determina, en cierta medida, la evolución tanto del mercado de productos como del mercado laboral14. Como se ha mostrado en la primera sección, el mercado del producto (industrial) está caracterizado por el exceso de capacidad productive y precios basados en el markup, ambas característicos de las estructuras económicas oligopólicas (Sawyer, 1985a). Los márgenes sobre los costes básicos están en el corazón del conflicto económico entre trabajadores y capitalistas y constituyen el principal determinante de la distribución del ingreso. Para Kalecki, “un alto margen sobre el precio incentivará a los sindicatos a presionar por salarios más altos ya que saben que las empresas pueden permitirse pagarles” (Kalecki, 1971:161). La consecuencia de este comportamiento no es clara. Las empresas pueden decidir mantener sus márgenes y traspasar el total del aumento de los costos a los precios. Esta respuesta probablemente conducirá a un espiral de precio-salario con consecuencias muy negativas en la tasa de inflación. Si las empresas no pueden traspasar el total del aumento del salario y se ven forzadas a reducir el margen (debido, por ejemplo, a la existencia de una alta competencia inter-industria), tundra lugar una redistribución del ingreso nacional de las ganancias a los salarios (Kalecki, 1971)15. Esta redistribución, sin embargo, solo sería posible si existe un exceso de capacidad productiva y, por ello, los precios no están determinados por las condiciones de demanda. Además, el hecho de que los precios no están determinados por la demanda hace posible una expansión del producto sin una modificación de los salarios reales. Cuando existe un exceso de capacidad productiva y no hay restricciones por el lado de la oferta en la economía, una expansión del empleo no es inflacionaria y no requiere ir acompañada por una reducción del salario real o de la participación del salario en el ingreso nacional. Esta posibilidad obviamente reducirá la probabilidad de los conflictos sociales y ayudará a incrementar la estabilidad del sistema político. “Sólo desechándola [la premisa de la competencia perfecta] y penetrando en el mundo de la competencia imperfecta y los oligopolios seremos capaces de llegar a una conclusión razonable respecto al impacto de la negociación salarial en la distribución del ingreso” (Kalecki, 1971:159) y, por lo tanto, sobre la determinación del producto. 13 14 Es interesante notar que la interacción entre trabajadores y empresas oligopólicas era central para el análisis de Raúl Prebisch sobre los países desarrollados y para su explicación del deterioro de los términos de intercambio. Ver Rodríguez (1980) y Sánchez-Ancochea (2005) para una explicación. 15 A pesar que Kalecki enfatiza el rol del markup en el proceso de negociación colectiva entre sindicatos y empresas, muchos post-Kaleckianos como Sawyer (1985a) se concentran en el conflicto por el salario expresado en dinero, que está influenciado por la existencia de una meta de salario real en el nivel agregado y una meta de salario nominal relativo a nivel sectorial. 46 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 46 10-09-2015 10:46:43 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 El análisis anterior da lugar a cuatro conclusiones relevantes para este texto. Primero, los trabajadores industriales y las empresas oligopólicas son los actores económicos centrales en los países desarrollados y su interrelación determina el nivel y composición de la producción nacional. Segundo, es posible incrementar la demanda efectiva y el producto sin afectar la participación del ingreso de ambas clases. Tercero, la distribución del ingreso está principalmente determinada por la lucha de clases y no por meros factores económicos. Cuarto, la inflación no es el resultado de restricciones por el lado de la oferta o por el crecimiento de la oferta de dinero, sino que deviene de demandas conflictivas de ingresos entre clases sociales (Arestis, 1996). La lucha de clases entre trabajo y capital no solo sucede en el campo económico. De hecho, como se mostrará en la próxima sección, para Kalecki el éxito del estado en mantener el pleno empleo también depende de la influencia relativa de los trabajadores y las grandes empresas sobre la agenda del gobierno. d. El rol del estado en los países desarrollados Como hemos visto en las dos secciones anteriores, para Kalecki la demanda efectiva, particularmente de bienes de inversión, es la principal determinante del nivel de producción en el corto plazo en los países desarrollados y, junto al cambio técnico, de la tasa de crecimiento económico en el largo plazo. En estas economías ningún mecanismo de precios llevará a la eliminación del desempleo y, como resultado, no existe ninguna razón para esperar un pleno empleo de los recursos ni en el corto ni en el largo plazo a menos que la inversión sea tan alta que absorba todos los ahorros de las ganancias (Kalecki, 1976). Este nivel de inversión privada, sin embargo, solo tiene lugar durante el auge del ciclo económico. En cualquier otro momento, el exceso de capacidad productive, generado paradójicamente por altas tasas de inversión en el pasado y expectativas pesimistas sobre el futuro de la economía, es probable que genere un bajo nivel de demanda de inversiones y consecuentemente bajos niveles de producción y empleo. El principal rol del estado en aquellas economías es generar una demanda adicional a través del gasto público, para compensar la falta de inversión privada y asegurar tanto la estabilidad de la producción como el pleno empleo del capital y el trabajo (Kalecki, 1976). De esta forma, la eficiencia del sector público y la composición del gasto no son ni de cerca tan importantes como el nivel absoluto de gasto público. De hecho, a pesar de que un aumento de la inversión pública y/o el gasto social es (por usar el término de Kalecki) “más racional”, cualquier intervención gubernamental que construya poder adquisitivo adicional (e.g. aumento del gasto en armamento) será efectivo en asegurar estabilidad política y económica (Kalecki, 1976). La generación de la demanda efectiva vía el sector público no requiere necesariamente de un aumento del déficil público (Kalecki, 1976). Es fácil demostrar que las medidas expansivas financiadas vía ciertos impuestos como el impuesto al capital privado o un impuesto ex post sobre las ganancias extra generadas por el gasto público, incrementarán la demanda efectiva y el producto16. 16 Ver Kalecki (1971, capítulo 4), y también Kalecki (1976, capítulo 2). Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 47 47 10-09-2015 10:46:44 Diego Sánchez-Ancochea En los países desarrollados, por tanto, el gobierno no encuentra ningún obstáculo material significativo para la implementación de políticas económicas necesarias, ya que estas políticas no requieren de un aumento del déficit público o de altos niveles de planificación. Más aún, las intervenciones estatales, aún cuando consistan en compras de armamento o impuestos a las ganancias, benefician a todas las clases sociales porque reducen el desempleo y aumentan la participación de las dos clases (Kalecki, 1976). Esto no implica, sin embargo, que el estado no enfrente oposición cuando decide incrementar el gasto público para asegurar el pleno empleo. Kalecki (1971, capítulo 12) sostiene que las grandes corporaciones se opondrán a las políticas expansivas por tres motivos: 1. Las políticas expansivas reducen el rol del capital privado en la determinación del empleo y, por lo tanto, reducen la influencia de las grandes empresas en las políticas económicas; 2. Las grandes corporaciones no apoyan generalmente la composición del presupuesto público (dominado por inversiones públicas y subsidios al consumo de masa); 3. El pleno empleo reduce la capacidad de la clase capitalista de disciplinar el trabajo y mantener la inflación salarial bajo control. Como resultado de la oposición de las grandes empresas a las medidas expansivas, la lucha de clases entre trabajadores y capitalistas se extiende a la arena política. Mientras la clase capitalista promueve políticas que estimulan las inversiones privadas, o por lo menos no aumentan los impuestos, las masas presionarán por un aumento en los subsidios al consumo y otros gastos sociales. Ya que las medidas encaminadas a incrementar las inversiones privadas (como una reducción de la tasa de interés o de los tasas impositivas marginales) usualmente fracasan en obtener pleno empleo, los gobiernos democráticos tienden a implementar políticas de arranques-y-paradas que darán paso a un ‘ciclo económico político’ (Kalecki, 1971, capítulo 12). III. LA ESTRUCTURA ECONÓMICA DE LOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS a. La determinación del producto en los países subdesarrollados: un modelo de tres sectores El principal problema económico de los países subdesarrollados, que los distinguen de los países desarrollados, es que aunque el capital esté completamente utilizado, aún “no es capaz de absorver todo el trabajo disponible” (Kalecki, 1976:23). En estas economías la demanda efectiva por sí misma no determina el producto en el corto plazo. Debido a la existencia de restricciones por el lado de la oferta en diferentes sectores de la economía, cambios en los precios relativos (como el salario real) son también indispensables para asegurar el equilibrio. Estos cambios, sin embargo, tendrán siempre un impacto tanto en el crecimiento en el largo plazo como en la distribución del ingreso. 48 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 48 10-09-2015 10:46:44 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 Para Kalecki existen tres diferentes restricciones del lado de la oferta que afectan el nivel del producto en la economía: falta de capital productivo, bajo nivel de producción de comida y otros bienes “esenciales” y las dificultades para expandir dicha producción, y la falta de divisas (Sawyer, 1985b). Kalecki no compartía la premisa neoclásica de que el capital y el trabajo sean sustitutos perfectos y consideraba que la mayoría de los procesos productivos estaban caracterizados por “factores fijos” (Sawyer, 1985b). Esto tiene dos consecuencias importantes para los países subdesarrollados, donde el exceso de capacidad productiva no es la regla. Primero, la posibilidad de expansión del empleo, una vez que un tipo específico de maquinaria haya sido instalada es muy limitada. Como resultado, el total de capital invertido y no el nivel de la demanda efectiva determinan el equilibrio en el corto-plazo. Segundo, y más importante, el número de técnicas disponibles en el proceso productivo está limitado por cuellos de botellas en sectores claves. En particular, una extensión masiva de las técnicas intensivas en trabajo no es posible a menos que exista una expansión significativa de la oferta de alimentos y otros bienes esenciales (Kalecki, 1976, capítulo 1). Las restricciones en el sector agrícola (donde los alimentos y otros bienes esenciales son producidos) y la falta de divisas, están en el corazón del análisis del subdesarrollo de Kalecki. Mientras puso mucha atención en el primer factor, consideraba que las restricciones externas serían aún más difíciles de resolver (Kalecki, 1976, capútlo 6)17. Lim (1991) ilustra el pensamiento Kaleckiano sobre los países subdesarrollados en un modelo de tres sectores. Si hay un exceso de capacidad instalada tanto en el sector primario (que constribuye a la determinación del salario real) y el sector industrial, un aumento exógeno en la demanda agregada dará paso a un aumento en la producción real en ambos sectores sin afectar los precios relativos en la distribución del ingreso18. Cuando hay un cuello de botella en el sector agrícola, sin embargo, un aumento exógeno de la demanda dará paso a cambios en los precios relativos y la distribución del ingreso, junto a un aumento de la producción de bienes industriales. Esta cadena de cambios será de la siguiente manera: 1. Un aumento tanto en los salarios como en las ganancias del sector exportador, 2. Un aumento de la demanda de bienes industriales, que (con exceso de capacidad instalada), dará paso a un aumento del producto, salarios y ganancias del sector. 3. Un aumento en la demanda de bienes salariales causados por un aumento en el costo del salario nominal en los otros dos sectores. Ya que la producción real en este sector 17 “Durante mucho tiempo los economistas consideraban que el comercio externo no sería nunca un cuello de botella (...) Sin embargo, la mayoría de los países subdesarrollados deben luchar contra los obstáculos de una inadecuada e inelástica demanda mundial de sus exportaciones” (Kalecki, 1976:71). Esto claramente muestra que Kalecki consideraba que la restricciones de balanza de pagos era un gran problema para los países subdesarrollados y entendía las dificultades para solucionarlo en el corto plazo. Para una visión opuesta respecto a la importancia de este tema en el pensamiento de Kalecki, ver McFarlane (1996). 18 Para Kalecki ésta es la situación normal en los países desarrollados. El lo ilustraba con el modelo tradicional de dos sectores que distingue entre consumo e inversión (Kalecki, 1971). Este modelo no fue descrito en la discusión sobre los países desarollados porque no brindaba ninguna información extra sobre la determinación del total producido. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 49 49 10-09-2015 10:46:44 Diego Sánchez-Ancochea no puede aumentar en el corto plazo, la expansión de la demanda dará paso a un aumento del precio de los alimentos. Este aumento de precios generará “ahorros forzados”, actuando como una fuerza equilibradora en la economía como un todo (Kalecki, 1976, capítulo 5). El resultado final de la expansión de la demanda será un aumento en la producción de bienes industriales, un aumento en los precios relativos de los bienes salariales (alimentos y bienes esenciales) y una reducción tanto en los salarios reales como en la participación del salario19. La existencia de restricciones de divisas afectará a los precios relativos y la participación del ingreso en los diferentes países capitalistas, pero no dará paso por sí mismo a una reducción en la participación del salario. En el modelo de Lim un déficit de divisas causará una reducción en el total de inversión y como resultado, obstruirá la expansión de los bienes del sector industrial, que tiende a ser más capital-intensivo que los otros dos sectores. En esta situación un aumento exógeno de la demanda generará los siguientes efectos20: Un aumento en el total de salarios y ganancias en el sector exportador. Los capitalistas del sector exportador aumentarán la demanda por bienes industriales. Ya que la producción en el sector de bienes industriales no puede aumentar, ocurrirá un aumento en el precio de los bienes industriales. Este aumento de precios dará paso a un incremento de las ganancias y la demanda de bienes del sector industrial junto a un aumento de los precios. El aumento inicial de los costos salariales del sector exportador causará también un aumento en la demanda en los salarios del sector de bienes salariales. En muchos países subdesarrollados ambos tipos de restricciones por el lado de la oferta tienden a ocurrir. En este caso, una expansión exógena de la demanda efectiva sólo desplegará cambios en los precios relativos y en la distribución del ingreso. Salarios reales en todos los sectores y las ganancias (en términos relativos) del sector exportador declinarán, y la tasa de inflación se acelerará. Una expansión de las importaciones de capital reducirá la escasez tanto de bienes esenciales como de divisas. A pesar de que esta expansión puede facilitar el proceso de ajuste de corto plazo, Kalecki pensaba que las importaciones de capital tendrían consecuencias negativas en el largo plazo (Kalecki, 1976, capítulos 5 y 6): Si las importaciones de capital son en la forma de ayuda, tendrán adherido usualmente un alto precio político. 19 La reducción en los salarios reales es causado por un aumento en los precios de los bienes salariales que no está equiparada con un aumento similar en el salario nominal. Esta expansión no tendrá lugar, al margen del aumento de la demanda de trabajo, debido a la existencia de “excedente de trabajo” en la agricultura (Kalecki, 1971, capítulo 5). Kalecki, sin embargo, sostenía que los trabajadores tienden a responder a los aumentos iniciales de precios con una demanda por mayores salarios, que gatillará un espiral de aumento de salarios (Kalecki, 1976, capítulo 5). En el modelo descrito en este texto aquello sólo ocurrirá si los trabajadores del sector de bienes industriales tienen poder de negociación (al margen de la existencia de excedentes de trabajo) y si toman en consideración todos los precios en la economía (y no sólo el precio del los bienes salariales) al momento de hacer sus demandas salariales. 20 En este modelo, la expansióm de la demanda puede sólo venir de un aumento en Xo. A pesar de que esta expansión solucionará el déficit de divisas y de bienes de inversión, es aún probable que existan cuellos de botella en el corto plazo debido a un rezago entre las importaciones de bienes de capital y las instalaciones en plantas (Lim, 1990:12, nota 5). 50 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 50 10-09-2015 10:46:44 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 Onerosas importaciones de capital serán un lastre para la balanza de pagos y aumentarán la posibilidad de restricciones en el tipo de cambio en el futuro. Las inversiones extranjeras directas reducirán las habilidades políticas y económicas del estado para implementar su propio plan de desarrollo nacional, porque éstas tienen lugar en sectores concretos de la economía, como la producción de recursos naturales para las exportaciones y aumenta la influencia políticas de las corporaciones transnacionales. b. Los cuellos de botellas como determinantes del crecimiento económico en los países subdesarrollados Como ya hemos visto en la sección anterior, existen diferencias estructurales significativas entre los países subdesarrollados y desarrollados en lo relativo a la determinación de la producción en el corto plazo. En los primeros, una escasez general de capital junto a cuellos de botella en sectores claves de la economía hacen que la demanda efectiva y los ajustes cuantitativos sean considerablemente menos importantes que en los países desarrollados. Cambios en precios relativos como el salario real y en la participación en el ingreso nacional de diferentes clases (que en las economías subdesarrolladas no dependen del grado de monopolio) son las que actúan como las fuerzas de ajuste, aumentando la inestabilidad política y social del sistema. Estas diferencias estructurales entre los dos conjuntos de países también están presentes en los patrones de crecimiento en el largo plazo. En los países desarrollados el crecimiento económico está determinado por la evolución de la demanda efectiva, especialmente la demanda de inversión, y usualmente beneficia a todas las clases. Por el contrario, en los países subdesarrollados un proceso de crecimiento que sea tanto equitativo como sustentable en el largo plazo no tendrá lugar a menos que ciertos cuellos de botellas sean tomados en cuenta. Para Kalecki, en particular, el desarrollo económico es “dependiente en gran medida de la tasa de incremento de la oferta de bienes de primera necesidad” especialmente comida (Kalecki, 1976:98)21. En su perspectiva, la tasa de crecimiento de los artículos de primera necesidad, que está condicionada por los factores institucionales como la estructura de la propiedad y las relaciones de poder, determinan la tasa general de crecimiento. Esta tasa de crecimiento, sin embargo, solo será alcanzada si el total de consumo está restringido y el nivel de inversión requerido es obtenido. Kalecki ilustra esta estructura de determinación con la siguiente ecuación: (10) gn = q + e(r-q) (11) gc = f(r) 21 Cuando estudiaba el crecimiento en el largo plazo en los países subdesarrollados, Kalecki asumía que el desarrollo económico requiere de dos condiciones: no hay aumentos inflacionarios en los bienes de primera necesidad, en particular la comida, y no hay aumento de recaudación de impuestos sobre las clases de bajos ingresos o en su consumo (Kalecki, 1976, capítulo 7). Esta premisa refleja el rol central que la justicia social juega en la visión de Kalecki de una buena sociedad (Sachs, 1999). Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 51 51 10-09-2015 10:46:44 Diego Sánchez-Ancochea Donde gn, gc, q y r son, respectivamente, tasas de crecimiento de los artículos de primera necesidad, consumo, población y la economía como un todo y e es el promedio de elasticidadingreso de la demanda y es inferior a uno. La ecuación (10) establece la tasa de crecimiento de la producción de artículos de primera necesidad que se requiere para impedir la reducción en el consumo de artículos de primera necesidad per capita. Esta tasa de crecimiento estará determinada por el crecimiento de la demanda de artículos de primera necesidad. Asumiendo que el consumo personal agregado aumenta proporcionalmente al ingreso nacional, la expansión de la demanda estará dada por la suma del crecimiento de la población y el aumento en la demanda causada por el aumento del ingreso per capital. La ecuación (11) establece la máxima tasa de crecimiento del consumo que es consistente con cierta tasa de crecimiento en la economía como un todo. Mientras la primera derivada de esta función es positiva, la segunda es negativa. Esto refleja el hecho que un aumento en la tasa de crecimiento económico requiere un aumento en la participación relativa de las inversiones en el ingreso total y, como resultado, una reducción en la participación total del consumo (Kalecki, 1976, capítulo 7). En los países subdesarrollados gc puede ser tomada como dada y las ecuaciones (10) y (11) determinan las otras dos tasas de crecimiento. A pesar de que Kalecki no lo usa para este propósito, este modelo puede también ser aplicado para describir el crecimiento económico en el lago plazo en los países desarrollados. En este caso, los cuellos de botellas no existen y el crecimiento de las inversiones está dado exógenamente. El crecimiento de la demanda de inversiones determina la tasa de crecimiento del consumo y de la economía como un todo. La tasa de crecimiento total producido junto con la tasa de crecimiento de la población determinará la demanda de artículos de primera necesidad, que será cubierta sin problema por cualquier expansión de la oferta. La estructura básica de este modelo puede ser extendido para incluir el impacto de la escasez de divisas en el crecimiento económico. El impacto de las restricciones externas puede ser visto también en el modelo descrito en la sección anterior, en el cual la expansión económica está básicamente determinada por el crecimiento de las exportaciones (asumiendo que las exportaciones del sector primario crecen simultáneamente). La existencia de las importaciones de capital obviamente reducirá la influencia de las restricciones de las exportaciones y de los cuellos de botella en la agricultura sobre el crecimiento económico (Kalecki, 1976, capítulo 7). La sustentabilidad de las altas tasas de crecimiento en el largo plazo, sin embargo, dependerán de la eliminación de todos los cuellos de botella en la economía. La eliminación de estos cuellos de botella no es posible a menos que exista, en los países subdesarrollados, un cambio social y económico radical. Como veremos a continuación, este tipo de cambio requiere de una activa participación del estado en la economía, tanto como planificador como reformador. El problema es que las mismas clases e instituciones que son responsables de la existencia de aquellos cuellos de botella, intentarán bloquear la implementación de las políticas públicas necesarias. 52 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 52 10-09-2015 10:46:44 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 c. Estructura de clases en los países subdesarrollados La perspectiva de Kalecki, respecto a las causas del subdesarrollo no es particularmente original. Tanto los llamados pioneros del desarrollo como la escuela estructuralista latinoamericana también consideraban que los distintos tipos de cuellos de botellas limitarían el crecimiento de los países subdesarrollados. Mientras sus análisis tendían a brindar más atención a las restricciones externas o al bajo nivel de inversión industrial que a la existencia de cuellos de botellas en el sector agrícola, compartían las conclusiones de Kalecki de que los países subdesarrollados requerían un aumento significativo en la tasa de inversión y que la planificación del gobierno es absolutamente necesaria (Bustelo, 1998). La principal originalidad de Kalecki, sin embargo, es el acento en las raíces socio-políticas de estos cuellos de botellas (White, 1977). En su visión, la estructura de clases es la principal causa del atraso de los países subdesarrollados. Esto explica por qué su análisis de clases e instituciones en estas economías es mucho más complejo que el de los países desarrollados. En los países subdesarrollados el juego entre clases en los sectores rurales es mucho más importante para explicar las dinámicas económicas que el conflicto entre trabajadores industriales y las grandes empresas. En estas áreas rurales, las relaciones semi-feudales están aún activas y la propiedad de la tierra es altamente concentrada. Mientras que un pequeño número de terratenientes posee la mayoría de la tierra, la gran parte de los habitantes en zonas rurales son o pequeños dueños de tierras o pequeños grupos de productores. Como resultado, son muy pobres y usualmente son explotados tanto por intermediarios como por prestamistas (Kalecki, 1976, capítulo 2). Para Kalecki la inversión agrícola probablemente no aumentará dentro de la estructura institucional pre-existente. Los terratenientes no tienen incentivos para invertir porque no están directamente involucrados en la producción y normalmente se comporan como rentistas. Mientras tanto, los pequeños propietarios de tierras y los campesinos no tienen suficientes recursos para expandir la producción. Cuando los gobiernos intentan implementar políticas (como la reforma agraria) para modificar su estructura “una fabulosa reacción se desarrolla en múltiples formas” (Kalecki, 1976:27). Como resultado, solo bajo circunstancias excepcionales podrá el estado triunfar, por lo menos parcialmente en la implementación de las reformas necesarias. Las restricciones físicas e institucionales a la expansión de la oferta de alimentos tienen un impacto directo en la distribución general de los ingresos. Mientras que en los países desarrollados el grado de monopolio es el principal determinante de la participiación de los salarios, en los países subdesarrollados la distribución de los ingresos está altamente influenciada por los precios de los bienes de primera necesidad. Una expansión de la producción de estos bienes y no un aumento del poder político de los sindicados es necesaria para aumentar el nivel de los salarios reales. Un aumento en el nivel de desarrollo, sin embargo, causa un continuo cambio en la forma en que la distribución del ingreso se determina. La producción industrial aumenta y la proporción de los productos agrícolas en el consumo de los trabajadores decrece. Como resultado, la importancia de los cuellos de botella en la oferta de alimentos disminuye drásticamente y el Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 53 53 10-09-2015 10:46:44 Diego Sánchez-Ancochea conflicto sobre el nivel del markup entre trabajadores industriales y capitalistas deviene en un factor muchísimo más importante en la determinación del salario real y de la participación de los salarios (Fitzgerald, 1990). Durante el proceso de desarrollo, un aumento en el nivel de concentración del sector industrial también tendrá lugar, llevando a un aumento en el poder del los grandes capitalistas y un aumento del grado de monopolio. Más aún, Kalecki también reconocía que la industrialización usualmente implica una expansión de las inversión extranjeras directas, que causa una extensión del comportamiento monopolista de las empresas industriales en el mundo subdesarrollados (Kalecki, 1976, capútlo 5). d. El rol del estado en los países subdesarrollados Kalecki consideraba que el estado en los países subdesarrollados debe tener un rol muy diferente del que toma en los países desarrollados (Kalecki, 1976, capítulo 2). Mientras en los países desarrollados el sector privado es razonablemente eficiente en la distribución de los recursos y el único papel del sector público es incrementar la demanda efectiva a través del gasto público, los países subdesarrollados enfrentan problemas estructurales que los agentes privados y el mercado no pueden solucionar por sí mismos. Para Kalecki el principal objetivo de la intervención del estado en estos países es incrementar las capacidades productivas del país y eliminar los cuellos de botellas que afectan a los sectores claves de la economía (especialmente al sector primario) de forma de generar una aceleración de la tasa de crecimiento sin una reducción de los estánderes de vida de los pobres. El siguiente conjunto de políticas es requerido para lograr estos objetivos centrales: 1. Una expansión de la producción de bienes de primera necesidad, especialmente alimentos: La expansión de la producción agrícola requiere de un aumento de la productividad por persona y de la productividad por hectárea. Ambos se pueden fácilmente obtener a través de distintas medidas técnicas apoyadas por el estado como la “irrigación de pequeña escala, uso apropiado de abono, doble cultivo, aplicación de fertilizantes y mejoramiento de las semillas, etc.” (Kalecki, 1976:19). El problema, sin embargo, es que la estructura institucional de los sectores rurales previene la implementación de cualquiera de estas medidas y actúa como una restricción al crecimiento. En países como India, las relaciones feudales y semi-feudales en la posesión de tierras no incentiva la introducción de innovaciones. En este tipo de arreglos, “una aceleración radical del desarrollo de la agricultura es imposible si cambios institucionales sustantiales no se introducen” (Kalecki, 1976:26). El estado solo puede conducir aquellos cambios con la implementación de una reforma agraria y otras medidas (creación de crédito público de los bancos, compras de granos por parte del estado, etc.) que aumente el poder y los recursos económicos de los campesinos (McFarlane, 1996). 54 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 54 10-09-2015 10:46:44 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 2. Una expansión de las inversiones en la economía como un todo: Para Kalecki el desempleo y los bajos estándares de vida en los países subdesarrollados resultan en una escasez de capital (Kalecki, 1976). Como resultado, un aumento sustancial en la tasa de inversión en todos los sectores de la economía es un requerimiento central para el desarrollo. Ya que no podemos esperar del mercado una distribución de recursos eficientes para la inversión, el estado es el principal responsable de dicha expansión (White, 1977). Un aumento en las inversiones públicas, sin embargo, no es suficiente. La “efectividad de las inversiones” es mucho más importante para los países subdesarrollados que para los países desarrollados. Para Kalecki, el estado tiene que ser muy cuidadoso con sus proyectos de inversión para garantizar un aumento de la tasa de crecimiento económico. Esto implica (McFarlane, 1996): 1. Elegir materiales adecuados para construir fábricas, 2. Elegir técnicas, apropiadas que no necesariamente tienen que ser las más novedosas, 3. Una robusta evaluación de cualquier projecto intensivo en capital, incluido un análisis de sus implicaciones fiscales, 4. Un balance de la distribución de recursos en los diferentes sectores de la economía22. 3. Carga impositiva a los ricos Para Kalecki, el aumento del gasto público necesita ser financiado por un aumento similar en los impuestos, ya que los países subdesarrollados no deberían nunca sustentarse vía la importación de capital extranjero o fuertes déficit públicos (Kalecki, 1976). Altos impuestos son también necesarios para reducir el consumo y aumentar la tasa total de ahorros e inversión privada. Los impuestos deberán ser solo a los grupos de altos ingresos, ya sea directamente sobre los ingresos y las ganancias o indirectamente sobre el consumo de bienes no-esenciales. Esto es así por diversas razones: 1. Para Kalecki el proceso de crecimiento nunca debería deprimir los salarios o reducir el nivel de consumo de los pobres, 2. La reducción de los bienes no-esenciales conducirá el desarrollo económico en la dirección de una expansión de la industria de producción en masa que beneficie a todos los grupos sociales, 3. La reducción del consumo de los capitalistas ayudará a reducir la demanda de bienes importados de lujo y, como resultado, liberará divisas que pueden ser usadas para importar bienes de capital y de primera necesidad. 22 Para Kalecki, la elección de la distribución de recursos entre diferentes sectores es probablemente la tarea más importante del estado. Para él, “los intereses individuales de las empresas no puede, por supuesto, ser tomadas como idénticas a las prioridades sociales (...) conduciendo bajo las señales del mercado únicamente, sólo nos llevará a un desarrollo desequilibrado” (Kalecki, 1976:73). Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 55 55 10-09-2015 10:46:44 Diego Sánchez-Ancochea El conjunto de políticas recién descritas requiere un nivel de intervención gubernamental muchísimo más alto que el de los países desarrollados. Para Kalecki, en los países periféricos: Será necesario planificar no solo el volumen, sino que también la estructura de las inversiones, porque (...) una adecuada asignación de las inversiones entre la producción de los bienes de primera necesidad, los no-esenciales y los bienes de capital es indispensable. (Kalecki, 1976:25). Esto obviamente implicará niveles de planificación similares a las que se observaban en economías socialistas. Sin embargo, la planificación en los países periféricos tiene que enfrentar problemas que los países socialistas nunca han encontrado (Kalecki, 1976, capítulo 3): 1. Restricciones institucionales en ciertos sectores de la economía, como el sector primario. Como podemos ver, la expansión de la oferta de bienes de primera necesidad no será posible si no es con una radical reforma en las relaciones de poder y en la estructura de propiedad en las áreas rurales. Esta reforma enfrentará obviamente una fuerte oposición de parte de los agentes poderosos como los terratenientes y los prestamistas. 2. Los estados en los países periféricos deben dirigir las inversiones privadas. Esto no puede ser realizado sin un mínimo de colaboración por parte de los capitalistas. 3. Los estados deben financiar las inversiones públicas a través de impuestos a los ricos y a las compañías extranjeras. Esto no es una tarea fácil, ya que aquellos dos grupos usualmente tienen una fuerte influencia en el diseño de las políticas públicas y están dispuestos a presionar por disminuir la tasa impositiva que recae sobre ellos. Aún más, también poseen una habilidad mucho mayor para evadir impuestos que otros grupos en la sociedad. Para Kalecki todos estos obstáculos sociales e institucionales harán de la intervención estatal, en general, y de la planificación, en particular, algo muy difícil. Sin embargo, una de las fortalezas más significativas de su teoría del desarrollo es su intención de identificar las fuerzas sociales y la estructura de clases que puede hacer que la intervención del estado sea posible (White, 1977). En particular, Kalecki introduce el concepto de “estado intermedio” (EI) como una categoría histórica que hace referencia a un conjunto de países no-socialistas donde el estado juega un rol central (Skouras, 1985). Los EI están caracterizados por tres elementos (Skouras, 1985). El primero y más importante, la clase dominante esta constituída por una alianza entre las clases bajas-medias y los campesinos ricos. Segundo, la propiedad privada coexiste con un muy activo y poderoso estado. Tercero, los EI son neutrales y no-alineados en la arena internacional. Los EI emergen de circunstancias excepcionales como ausencia relativa de poder de las clases capitalistas nacionales, la existencia de una gran clase media y baja y de la posibilidad de recibir capital foráneo sin cadenas políticas (Kalecki, 1976, capítylo 4). En el EI, el sector público juega un rol decisivo en el proceso de desarrollo. Esto no solo porque el estado controle una gran proporción de los recursos productivos, sino porque también tanto las clases medias y bajas como los campesinos ricos se beneficiarán de las 56 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 56 10-09-2015 10:46:44 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 intervenciones del estado. Las inversiones públicas aumentarán las capacidades productivas sin obligar a las pequeñas empresas a salir del mercado (algo que no sucede cuando la inversión es principalmente llevada a cabo por los grandes empresarios); la reforma agraria será dañina para los terratenientes feudales, pero beneficiosa para los campesinos ricos; la expansión del sector público creará nuevas oportunidades profesionales para las clases medias, etc. Las intervenviones del estado en el EI, sin embargo, no serán óptimas desde el punto de vista social, porque no beneficiaría a los trabajadores industriales y a los campesinos sin tierra. La noción de EI de Kalecki es imprecisa e inconclusa (Skouras, 1985). Aún más, no contempla la existencia de diferentes intereses dentro del estado y dentro de la clase dirigente, y no toma suficientemente en consideración la influencia de los países desarrollados y, en particular, de las corporaciones transnacionales en los países periféricos (White, 1977). A pesar de ello, representa un notable esfuerzo para analizar el impacto de la estructura de clases en el estado y en el proceso de desarrollo, convirtiendo a Kalecki en un miembro del selecto grupo de economistas que desarrolla tanto una teoría económica de las intervenciones del estado como una explicación política de aquellas intervenciones. IV. CONCLUSIONES: HACIA UNA TEORÍA KALECKIANA DEL DESARROLLO EN EL SIGLO XXI Las instituciones sociales y económicas no son universales sino que varían considerablemente a lo largo del tiempo y del espacio. Diferentes países y diferentes periodos difieren en múltiples sentidos, incluyendo el comportamiento de los actores económicos, el funcionamiento del mercado, la importancia relativa de los precios y los ajustes cuantitativos. Mientras esto es cierto para cualquier par de países, las diferencias estructurales entre los países desarrollados y periféricos son particularmente significativas. Kalecki es uno de los pocos grandes economistas que analizaron estas diferencias de forma sistemática, desarrollando un modelo diferente para cada conjunto de países. Como hemos discutido en este artículo, de acuerdo a su visión la insuficiencia total de capital y la existencia de severos cuellos de botella en sectores claves de la economía, hacen que la demanda efectiva sea mucho menos importante en los países periféricos que en los países desarrollados. Como resultado, la determinación de la distribución y los precios relativos, las causas de la inflación y las perspectivas de crecimiento económico son muy diferentes. Mientras el énfasis de Kalecki en los cuellos de botellas en el sector agrícola puede estar obsoleto (por lo menos en el caso de los países semi-industriales), su acento en la estructura económica y las diferencias de largo plazo entre los países desarrollados y periféricos junto con su descripción del rol general del estado, son aún muy valiosos. Los principales problemas de los países periféricos hoy (atraso tecnológico, bajos niveles de inversión, desempleo oculto, restricciones externas) no pueden ser entendidos adecuadamente a menos que las diferencias estructurales con respecto a las economias desarrolladas sean analizadas cuidadosamente. Una característica adicional del enfoque de Kalecki lo hace aún más interesante para los economistas del desarrollo hoy. Kalecki no limita su trabajo únicamente a describir las Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 57 57 10-09-2015 10:46:44 Diego Sánchez-Ancochea diferencias económicas entre los países desarrollados y periféricos, sino que también intenta encontrar sus orígenes sociopolíticos subyacentes. Combinando conceptos Marxistas con un enfoque más ortodoxo, en lo relativo a los problemas económicos, Kalecki muestra que las divergencias en la estructura de clases están en el corazón de las diferencias entre los países desarrollados y periféricos y explican el atraso de estos últimos (White, 1977). Como resultado, su análisis del proceso de desarrollo y sus recomendaciones políticas van mucho más allá de los tradicionales debates sobre el crecimiento equilibrado o desequilibrado, la necesidad del “gran impulso”, estabilización, etc. Una “renovación” de la teoría de Kalecki debería concentrarse en dos temáticas: el impacto de la globalización y la creciente importancia de las instituciones financieras23. Mientras Kalecki reconoció los roles diferentes de los factores externos en los países desarrollados y periféricos, no los puso en el centro de su análisis. Kalecki pensaba que los cuellos de botellas del comercio internacional y el comportamiento imperialista de los países desarrollados dañarían las perspectivas de desarrollo de los países periféricos, pero consideraba que las restricciones domésticas eran aún más importantes24. Mientras esta actitud, aunque polémica, tiene cierta lógica cuando Kalecki escribió gran parte de su trabajo, es totalmente injustificado en la actual era de la globalización. Dos características del proceso de globalización son particularmente importantes y han afectado de formas muy diferentes a los países desarrollados y periféricos (SánchezAncochea, 2005). Primeramente, las empresas transnacionales (ETNs) se han transformado en un jugador crucial en la economía mundial. Hoy día dominan el comercio mundial, controlan las nuevas tecnologías y ejercen una gran influencia en las perspectivas de desarrollo de los países desarrollados y, especialmente, de los periféricos. El auge de las ETNs ha reducido las oportunidades para empresas pequeñas nacionales para competir en los mercados internacionales, ha debilitado el poder de negociación de los trabajadores y ha hecho del diseño independiente de políticas por parte del gobierno mucho más difícil. Su rol en los países desarrollados puede ser fácilmente incorporado en el modelo Kaleckiano a través del efecto sobre el grado de monopolio (Sawyer, 1999). Su presencia, sin embargo, requiere de grandes modificaciones en el análisis de Kalecki sobre las economías periféricas, en tanto se han visto influenciadas por las ETNs en su capacidad exportadora, la eficacia de la planificación gubernamental, etc. Sin embargo, la relevancia creciente de las ETNs no elimina la validez del método de Kalecki y de muchas de sus conclusiones. La segunda característica de la globalización que requiere ser enfatizada es el creciente volumen de transacciones financieras internacionales, muchas de las cuales son flujos de capitales de corto plazo y de cartera25. Este proceso ha aumentado la importancia de 23 En lo relativo a la siguiente discusión, sigo a Sawyer (1999), adaptando sus ideas a los países periféricos. Mientras evaluaba el libro de Manoilesco, en 1938, Kalecki escribió: “representar al libre comercio como el único obstáculo para el proceso económico de los países atrasados es desviar la atención de los urgentes problemas sociales como la reforma agraria y otros” (Kalecki, 1938). Aunque él cambió ligeramente esta visión durante los años de la posguerra (dando más importancia a los cuellos de botellas externos), siempre concentró su estudio en las restricciones domésticas al desarrollo. 24 25 Sólo un ejemplo será suficiente para ilustrar las dimensiones del fenómeno. El volumen total de transacciones cambiarias en un día en 1989 era alrededor de un tercio del valor total exportaciones mundiales en el año entero (Milberg, 1998) 58 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 58 10-09-2015 10:46:44 ¿SON LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN VÍAS DE DESARROLLO ESTRUCTURALMENTE DIFERENTES - pp. 37-61 las instituciones financieras domésticas y ha dado a la clase financiera, que está menos comprometida con la economía local, una influencia creciente en el proceso de toma de decisiones económicas (Banuri y Amadeo, 1991). A su vez, ha conducido a un aumento de las tasas de interés, inversiones especulativas e inestabilidad económica sin aumentar de forma significativa el total de capital productivo disponible en la economía. Su impacto ha sido mucho más dañino para los países periféricos que para los desarrollados, algo que Kalecki hubiera esperado (ver el final de la sección III.a). El análisis de Kalecki de ambos conjuntos de países se concentra en el lado real de la economía y le brinda poca atención a las variabes financieras (Sawyer, 1999). Sin embargo, tanto su modelo de la economía y su análisis de la estructura de clases puede ser fácilmente extendido para incluirlas. Esta expansión requerirá la incorporación en el análisis Kaleckiano de las clases financieras como un cuello de botellas para el crecimiento y el desarrollo, el análisis del rol del sistema bancario en la expansión del gasto agregado, y la incorporación de la noción de fragilidad financiera de Minsky (Sawyer, 1999). BIBLIOGRAFÍA Arestis, P. (1996). Kalecki´s Role in Post-Keynesian Economics: an Overview, en J. King (ed.), An Alternative Macroeconomic Theory: The Kaleckian Model and Post-Keynesian Economics. Estados Unidos: Kluber Academic Publishers. Aresti, P; Skouras, T (1985), Post-Keynesian Economics: an Overview, Armonk, Nueva york: M.E. Sharpe. Balasubramanian, N. (1997). 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En esta dirección, los recientes debates sobre el modelo económico pertinente para abordar el cambio vuelven sobre debates teóricos que, en el texto analizamos desde una visión crítica, en asociación a nuevas alternativas políticas en América Latina y Europa. La actual crisis económica capitalista resitúa a la escuela económica desarrollista en un contexto limitado de efectividad, en donde los modelos económicos implementados hasta ahora muestran, en general y en particular su escasa permanencia y estabilidad. De este modo, el presente texto busca abordar el alcance y coherencia de nuevos movimientos sociales y políticos que presentan una apuesta anticapitalista de desarrollo. Palabras claves: Capitalismo, anti-capitalismo, desarrollo, crisis Abstract: This article goes into the historical conflicts that have led to economic analysis associated to the idea of development, seeking to problematize it in the current economic, political and social crisis and tranformation scenario. Recent debates on the appropriate economic model to address change return to theoretical debates that we analyze here from a critical perspective, associated to new political alternatives that have emerged in Latin America and Europe. The current capitalist economic crisis re-locates the developmental economic school within a context of limited effectiveness, where economic models implemented so far show little permanence or stability. In that sense, this text attemps to address the scope and coherence of new social and political movements that present an anti-capitalist alternative to development. Keywords: Capitalism, anti-capitalism, development, crisis. Profesor de Historia y Geografía, Universidad de Concepción, Chile. Magíster en educación y Cultura, Universidad de arte y ciencias sociales, Chile. Postgrado en análisis económico y filosófico político del capitalismo contemporáneo, Universidad de Barcelona, España. Doctor © en educación, Universidad Autónoma de Barcelona, España. 1 Socióloga, Universidad de Chile. Máster en investigación en sociología, Universidad de Barcelona, España. Doctor © en Sociología, Universidad de Barcelona, España. 2 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 63 63 10-09-2015 10:46:44 Mauricio Rifo / Beatriz Silva I. INTRODUCCIÓN La idea de desarrollo, como comprensión económica, presenta una serie de debates, escuelas, disciplinas y experiencias concretas de implementación. Por ende, la reconstrucción de una visión histórica de esta idea puede desplegarse desde la presentación de visiones individuales sobre la misma, hasta la exposición “plana” de las escuelas de pensamiento y sus diversos aportes. No obstante, en este texto se pretende realizar un análisis que aborde la idea de desarrollo asociada a ciertos nudos problemáticos tanto en términos de teoría como de desde la construcción histórica del problema del desarrollo. De este modo, intentaremos abordar la problemática del desarrollo primero como campo de posibilidad, abierta por la emergencia del capitalismo en su versión industrial y más tarde, re-editado o reflotado, coyunturalmente, desde diversas orientaciones políticas y para diversas finalidades (Ritz, 2002; Dos Santos, 2007; Nisbet, 1980; Hirshman, 1973; Touraine, 1995). Por lo tanto, el desarrollo no será visto aquí, simplemente, como una sub-disciplina de la teoría económica que emerge tras las guerras mundiales en el siglo XX con vistas a evitar las crisis del capitalismo y a establecer, ya sea un pacto social entre trabajo y capital o la independencia de las economías periféricas (Lebowitz, 2006; Mészáros, 2006), sino como una imbricación entre coyuntura historica y sujeto-proyecto. (Agacino, 2006; Zemelman, 2003). La expansión paulatina de la economía capitalista y de las relaciones entre capital/trabajo que ésta supuso, así como los ejemplos heredados del capitalismo y las revoluciones europeas y de Estados Unidos, instalaron una serie de problemáticas políticas y sociales durante el siglo XVIII y XIX, como el problema del origen y distribución de la riqueza, la eficiencia de la producción, la regulación o libertad de los mercados y del trabajo, así como también respecto de cómo organizar el conjunto de instituciones que la modernidad política y económica traían consigo (Hobsbawm, 2010; Wagner, 2007). En términos económicos, el debate se desarrolló, principalmente, en entender el carácter histórico de esta nueva fuerza: el capitalismo. Con respecto al carácter histórico del capitalismo, se abordarán aquí dos formas principales de entenderlo desde su “origen” (en este caso específicamente referidas al capitalismo industrial durante el siglo XVIII (Fuelcher, 2009) Estas son: (a) como un fenómeno socio-económico progresivo o (b) como una fuerza civilizatoria regresiva. Por fenómeno progresivo se entiende la presunción de que el capitalismo conlleva un desarrollo de las condiciones de vida material y que a su vez a supone una tendencia hacia la construcción instituciones y relaciones democráticas, tanto desde una perspectiva asociada al “doux commerce” que facilitaría la relación entre naciones (Hirshman, 1977; Wagner; 2008), como a la más tardía interpretación desde las teorías de la modernización, en asociación a las etapas que requiere todo proceso de constitución de una sociedad moderna (Wagner, 2008). Por otro lado, por fenómeno regresivo se entiende al capitalismo como un obstáculo al bienestar social y a las formas de administración democrática (Pla López, 2009). II. APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL IDEARIO DE DESARROLLO El avance del capitalismo y las distintas problemáticas que éste proceso fue acarreando, puso en cuestión de manera continua las vías o caminos elegidos para potenciar “el desarrollo” e incluso trajo consigo la reflexión respecto de cómo crear posibles límites en 64 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 64 10-09-2015 10:46:44 ALTERNATIVAS DE DESARROLLO O ALTERNATIVAS AL DESARROLLO - pp. 63-81 torno a su prolongación en el tiempo. De este modo, el pensamiento económico-político buscó establecer las causas y formas de reproducción de la economía capitalista y como estas formas podrían generar estadios estacionarios o situaciones de transformación en la forma de producir (Meadows et al., 2012). El primer debate en torno respecto de cómo entender el capitalismo se puede circunscribir al incipiente desarrollo del pensamiento económico capitalista en las obras de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en Adam Smith, David Ricardo, Thomas Malthus, JeanBaptiste Say, Jean-Charles-Léonard Simonde de Sismondi, Friedrich von Gentz, Adam Müller, Alexander Hamilton, entre otros (Screpanti, 1997; O’Brien, 1989). Durante esta etapa, cada debate, está cruzado por las diferencias y distintas experiencias entre ingleses, franceses, alemanes y norteamericanos y sus respectivos procesos político-económicos que cambiaron profundamente estas sociedades, como son la revolución industrial, la revolución republicana, la tensión monárquica interna en Alemania y el colonialismo en Estados Unidos (Domènech, 2004). El problema para los economistas ingleses se centró en el desarrollo de las fuerzas productivas y sus diversas formas de crecimiento o estancamiento. Para los franceses la relación económica cobra una distinción política en relación a la constitución de una clase social de propietarios (burguesía) sólidamente establecida desde una posición conservadora (antirepublicanos) o revolucionaria (republicanos). Para los alemanes, por su parte, el problema económico debía estar firmemente conectado con la conformación nacional y estatal que le permitiese superar su condición de subordinación económica. Para los estadounidenses, finalmente, el problema económico debía superar la relación colonial del intercambio externo (Reinert, 1995). Dichas temáticas, conformarán el primer nudo problemático en el debate económico entorno al desarrollo: las fuerzas productivas como desarrollo libre o regulado. Este nudo está cruzado a su vez por diferentes concepciones sobre el trabajo, las relaciones de intercambio o el problema del Valor, el Estado y la protección del mercado interno. Las formas de entender el trabajo van a desarrollarse desde una noción de éste como condición de valor objetivo (Smith, 2004; Ricardo, 1993) o subjetivo (Forget, 1999); las relaciones de intercambio como un proceso de expansión (Smith, 2004; Ricardo, 1993; Forget, 1999; Malthus, 1997) v/s protección inicial a nivel nacional (Gentz, 2009; Blanco Martín, 2012; Sismondi, 2011); finalmente, el concepto de Estado se abordará en torno a éste como promotor (Gentz, 2009; Blanco Martín, 2012; Sismondi, 2011) o bien, como obstáculo del desarrollo económico (Smith, 2004; Ricardo, 1993; Forget,1999; Malthus, 1997). En este sentido, el problema del desarrollo queda circunscrito al avance del cómo, dónde y el para qué de las fuerzas productivas (industria) liberadas por el capitalismo, buscando mantener su crecimiento sostenido, bajo el temor el estado estacionario. Durante el avance de esta discusión es que se van formando o distinguiendo escuelas o formas de pensamiento económico. Aquella que logra destacar o dar explicaciones más coherentes según la problemática de la época será la que se denomina contemporáneamente como Escuela Clásica. Esta escuela, a su vez, da origen al campo disciplinar conocido como Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 65 65 10-09-2015 10:46:44 Mauricio Rifo / Beatriz Silva Economía Política que es criticado a finales del siglo XIX y ya con más sistematicidad durante gran parte del siglo XX (Screpanti, 1997). A mediados del siglo XIX, no obstante, la coyuntura de expansión de las fuerzas productivas y el álgido debate que se levanta en torno a las condiciones de desarrollo o bienestar social, lo que se denominará como la “cuestión social” (Wagner, 1997:120), convierten este período en una época tanto de constitución de ideario Capitalista como de aparición de críticas profundas respecto de cómo comprender su avance y funcionamiento. Este escenario da pie al segundo nudo problemático en cuanto a la idea de desarrollo: la visión etapista. Esta visión que considera el desarrollo económico y social como una serie de etapas que cumplir, las que desembocarán en un futuro “determinado”, es abordada por ejemplo, en el debate entre Karl Marx y Friedich List. Karl Marx, durante el transcurso del siglo comienza a gestar lo que sería la crítica más amenazante a la hegemonía del pensamiento capitalista, el socialismo científico (Marx y Engels, 1987). Por otro lado Friedich List, influenciado por economistas como Alexander Hamilton, se transformar en quien hoy se considera el fundador de la escuela historicista alemana de economía (Pique, 1982). Estos dos pensadores dan cuenta del debate central en relación al problema del desarrollo durante este período asociado por un lado a la crítica al capitalismo o su posibilidad de superación (Marx) y por otro, a cómo construir un desarrollo económico atendiendo a las diferencias entre los distintos países (List). En esa dirección, esta visión etapista sobre el desarrollo se concentrará en dos problemáticas: (1) la superación del capitalismo o (2) las formas de transición hacia una economía capitalista robusta. El por qué destacar este debate radica en la conclusión de que constituye el núcleo central de discusión sobre desarrollo durante el siglo XX. El debate entre Marx y List, respecto al desarrollo en Alemania, se re-edita en discusiones durante la conformación de la Unión Soviética, en las disputas entre las teorías desarrollistas o estructuralistas latinoamericanas y la teoría de la dependencia. Es en este sentido en que el desarrollo, como una serie de etapas, es propuesto en Marx como una superación del capitalismo a través de la instauración de un momento de socialización de los medios de producción (socialismo) para desembocar en una sociedad de productores libremente asociados (comunismo). En ese sentido, su apoyo al avance del libre mercado Smithiano responde al análisis progresivo del capitalismo, tanto en la liberación de las fuerzas productivas como en la sedimentación de una fraternidad entre proletarios del mundo como fuerza libertaria e igualitaria que dejaría atrás las tendencias estacionarias del desarrollo y su decadencia social (Marx, 2001) En cuanto a List, la problemática se establecería en una relación armónica entre áreas de producción agrícola, industrial y comercial en un marco de protección interna nacional que permita consolidar el área industrial, para así superar o sortear un intercambio desigual entre países más y menos desarrollados en el plano capitalista, por tanto el quiebre o la condición originaria que requiere el desarrollo estaría en proteger la economía nacional y promover un espíritu institucional y estatal de igual tipo. En definitiva, los debates se asocian a cómo construir un capitalismo nacional frente a cómo se desarrollará el avance y la crisis del sistema capitalista. (Szporluk, 1988). 66 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 66 10-09-2015 10:46:44 ALTERNATIVAS DE DESARROLLO O ALTERNATIVAS AL DESARROLLO - pp. 63-81 No obstante, este debate se enfrenta, a fines del siglo XIX, a la gran crisis económica denominada “la gran hambruna” entre 1876 a 1879 (Halperin, 2013:152), en donde se masifica una situación deflacionaria en distintas partes del mundo (Halperin, 2013:152). Esta situación lleva a que los debates económicos se vuelquen hacia dos principales análisis: (1) la condición de equilibrio de la economía y (2) la tendencia monopólica del capitalismo. A su vez, la llegada del nuevo siglo comienza lentamente a reforzar las organizaciones de trabajadores y la crítica socialista al capitalismo cobra fuerza (Domènech, 2004). Esta es la coyuntura que separa o más bien agudiza la división entre las comprensiones de valor objetivo y valor subjetivo, y comienza a su vez el impulso por la determinación del precio en relación a la oferta y la demanda como campo de distribución económica (Screpanti, 1997). En este sentido, el debate intelectual comienza a girar en torno a la comprensión teórica y empírica de una economía que puede subvertir por sí misma sus condiciones de crisis en economistas como Alfred Marshall o León Walras y, por otro lado, hacia comprender la imposibilidad de detener estas crisis dado el control de las fuerzas productivas en determinados grupos económicos reducidos, debate que está presente en los trabajos de Jhon Atkinson Hobson. Es así que, con este marco de discusión llegamos al tercer nudo problemático en el ideario del desarrollo: crisis e imperialismo (Budgen et al., 2010). El avance de la economía mundo o de la expansión de los mercados se pone a la cabeza del inicio del siglo XX. Inglaterra como principal potencia capitalista se transforma en la potencia de vanguardia de este proceso de expansión hacia la colonización del mundo. Como se planteó anteriormente, el debate económico durante esta fecha empieza a circular entre resolver problemáticas internas de la economía (empleo, estabilidad, productividad, coherencia de mercados, etc.) y el progresivo avance de la expansión colonial, en vistas de la inversión de capital por parte de potencias industriales en países no industrializados (Hobsbawn, 1994). Este fenómeno tiene su estallido con el inicio del enfrentamiento bélico entre países europeos: la denominada primera guerra mundial. La salida política a este conflicto nace de los intentos socialistas por llevar al proletariado a la toma del poder político y también, como consecuencia de la re-estructuración geopolítica de la economía mundial. En un comienzo el desencadenamiento de la guerra tensa a todos los países a cerrar fronteras y formar cuerpos “compactos” de unidad social. Así, las corrientes socialistas críticas, de manera sorpresiva se suman a la guerra desde sus países, dejando de lado el internacionalismo característico de los socialistas y comunistas del siglo XIX. Esta situación pone en escena a un pensador marxista ruso que no era reconocido por sus escritos económicos, sino más bien por su rol como activista y organizador: Vladimir Ilich Ulianov Lenin. El líder Bolchevique, influenciado por Rudolf Hilfering, Nikolái Bujarin y Jhon Atkinson Hobson, escribe en 1916 la obra llamada: “Imperialismo, fase superior del capitalismo”. En este texto abordará, desde una continuidad con Marx, la tendencia monopolista del sistema capitalista y su posible “momento regresivo” (la expansión imperialista) en cuanto motor del desarrollo de las fuerzas productivas, o sea el capitalismo como obstáculo para el desarrollo económico (Michal-Matsas, 2010). Desde su visión y en ese contexto, los trabajadores debían enfrentarse a la coyuntura bélica a través de guerras civiles con sus burguesías en los países en conflicto y, a su vez, librarse guerras en los países colonizados a través de movimientos independentistas. No obstante, esta situación política proyectada no ocurrió de manera Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 67 67 10-09-2015 10:46:44 Mauricio Rifo / Beatriz Silva extendida y solo el Imperio Zarista librará esta batalla en la que los bolcheviques alcanzarán la victoria, la que, no obstante, no enfrentará precisamente a la burguesía. Este evento histórico de transcendencia mundial, permitirá, sin embargo, entender este episodio como la primera “salida” al problema de la crisis de la economía y social capitalista, con las consiguientes resistencias que encontró, generando finalmente la reformulación de una “salida” desde el propio capitalismo (Domènech, 2004). Tras la revolución bolchevique, el fin de la primera guerra y la re-estructuración económica en Europa asociada al Plan Marshall (Halperin 2013:179), la alternativa socialista enfrenta un periodo de “contracción” en Europa. La gran depresión de 1929, finalmente, trae consigo el avance de una nueva fórmula de comprensión del desarrollo, lo que nos lleva al cuarto nudo problemático: el nacionalismo económico. En estos términos, el llamado “período entre guerras” presenta una desigualdad de acentos pero una respuesta unívoca: el nacionalismo, tanto desde su variable política como económica. En el caso del socialismo soviético esto significa el abandono del internacionalismo propio del siglo XIX, y la concentración en “un solo país” bajo el liderazgo Joseph Stalin. Mientras tanto el resto de Europa se ve sacudida por distintos procesos; Alemania e Italia, se ven desagarradas por la primera guerra, mientras el nazismo y el fascismo toman fuerza. En España la guerra civil se libra entre republicanos y Franquistas. En Francia el frente popular vacila en políticas de filiación soviética y nacional. Inglaterra, tras los fracasos del gobierno laborista, asume una política conservadora. Mientras tanto, en África se desarrollan las incipientes luchas anticoloniales que verán sus mayores resultados tras la segunda guerra mundial. En América latina y Norteamérica, por otro lado, comienza un proceso de “volcamiento” interno o proteccionismo nacional, mientras en el subcontinente latinoamericano distintas fuerzas revolucionarias intentan resolver el problema del desarrollo y desde lo que se podría entender como una independencia nacional tardía, esta vez no de España, pero de EE.UU. desde la primera “salida” (Hobsbawn, 1998; Mandel, 1975). Estos son los casos de Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Cuba. En Europa, sin embargo, el desarrollismo a nivel de Estado-nación y la recuperación de la economía capitalista en occidente y finalmente el pacto social que se implementa entre trabajo y capital que implican la limitación de las fuerzas transformadoras del movimiento obrero, producen un vuelco en el pensamiento político de izquierda, desde una crítica a la dinámica de reproducción del capital hacia una crítica al patrón de acumulación. A su vez, el desastre de la guerra y la crisis de 1929 hacen emerger (nuevamente) las visiones proteccionistas, nacionalistas y críticas al libre mercado sin regulación (Amin, 1993; Dussel, 1992). Durante el periodo entre guerras y post guerra se produce una suerte de sincretismo entre escuelas económicas que confluyen mayoritariamente en los aportes de John Maynard Keynes (Bellamy Foster, 2013b). No obstante, otros aportes importantes también serán realizados por el economista marxista de la socialdemocracia alemana Rudolf Hilferding y por el economista liberal austriaco Friedrich Von Hayek. A su vez aquí existe una superposición histórica que dará cuenta de la visión contemporánea y hegemónica en términos de desarrollo capitalista, entre la llamada Escuela Keynesiana, que sale fortalecida tras la segunda guerra mundial y la Escuela Neoclásica. Si bien esta última era una escuela marginal, es durante este periodo que construye sus más duros argumentos, los que la transformarán en la visión económica 68 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 68 10-09-2015 10:46:44 ALTERNATIVAS DE DESARROLLO O ALTERNATIVAS AL DESARROLLO - pp. 63-81 predominante en la actualidad. Por su parte la escuela marxista o socialista va perdiendo influencia y va trasladándose desde debates por la posibilidad de la planificación, hacia los problemas de industrialización y desigualdad de desarrollo entre países (Toussaint, 2004). De este modo, el periodo entre guerras dio paso a comprender el problema del desarrollo desde tres perspectivas: (1) como promoción regulada del consumo y la inversión, (2) como proceso de industrialización guiada y (3) como estatización de la capacidad productiva nacional. Se genera así, no de manera idéntica pero con rasgos comunes, un proceso de nacionalización de las economías y a su vez estructuras de regulación jurídico-política mundializadas. La dinámica de desarrollo se vuelve central en la discusión y aparecen lo que ya más contemporáneamente entendemos como “patrones de acumulación” o modelos de desarrollo. Las disciplinas se vuelcan a explicar, proponer e impulsar diversas formas de conseguir el desarrollo (Törnquist, 1990). En los países europeos prima una síntesis del pensamiento de Keynes que se denominó “estado de bienestar” o “New Deal” en su versión Estadounidense y en los países latinoamericanos, o de la periferia económica, el proceso se denominó desarrollismo, liderada por el economista argentino, asentado en la CEPAL, Raul Prebisch. (Toussaint, 2004) En los países europeos el proceso se centró en robustecer la inversión y el ingreso de los trabajadores al mercado laboral desde la centralización de la política fiscal. En cuanto a los procesos desarrollistas la cuestión se volcó a la dirección y expansión de una industria liviana y pesada, a través del modelo de sustitución de importaciones (ISI), de acuerdo a diversos pasos de crecimiento (Hirshmann, 1984; Franco, 1996; Filgueira, 2008) sumado a un aumento en la capacidad de consumo y modernización de las funciones Estatales. A finales de los sesenta y ya durante los setenta se consolida la crítica y crisis de los modelos de desarrollo implementados en América Latina y en los países centrales empieza a expandirse el pensamiento de la Escuela Neoclásica, aparejado al estancamiento de la economía y su deslocalización a nivel nacional, a la crisis de la deuda en América Latina y del petróleo y los movimientos sociales de los 60’ (Boltanski y Chiapello, 2007) catapultaron una reconfiguración del capitalismo, aunque aún sin un modelo de desarrollo concreto. En este escenario se reanuda la posibilidad de una dualidad de salidas: por un lado la escuela neoliberal de Milton Friedman enlazará su pensamiento con un equipo de economistas chilenos que estudiarán en la Escuela de Chicago y ya en la década de los 80’ con algunos regímenes conservadores o dictatoriales, como el de Augusto Pinochet en Chile y más tarde con el de Ronald Reagen y Margareth Tatcher en EE.UU. e Inglaterra respectivamente (Harvey, 2007; Callinicos, 2009). Por otro lado, el pensamiento de la teoría de la dependencia de la mano de Theotonio Dos Santos, Andre Gunder Frank, Ruy Mauro Marini y Celso Furtado intentarán responder, desde distintas fórmulas al problema del desarrollo. Este último grupo se abocará a fortalecer la “vía chilena al socialismo” liderada por Salvador Allende, para dar curso político a sus tesis sobre la imposibilidad del desarrollo bajo el modelo desarrollista de Prebisch. Dicha imposibilidad será planteada de manera más radical por Ruy Mauro Marini, introduciendo la salida socialista al conflicto del subdesarrollo como única alternativa (Sunkel, 1975). Sin embargo, el fuerte impacto que tiene en América Latina la Revolución Cubana, y la serie de movimientos políticos de izquierda que empiezan a intentar una lucha armada, Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 69 69 10-09-2015 10:46:45 Mauricio Rifo / Beatriz Silva trae como respuesta una ola de dictaduras militares, las que detienen las posibilidades de implementación de las teorías dependentistas. Estas dictaduras intentarán reponer las políticas desarrollistas o bien buscarán una combinación de modelos. El caso chileno es tal vez el más emblemático, ya que da origen al primer escenario en donde se fomentó una política de desarrollo neoliberal, una vez superado el primer escenario que tendía hacia retomar el proyecto desarrollista (Gárate, 2012). Como ya se mencionó, la influencia que tuvo la Escuela de Chicago y el propio Milton Friedman, a través de un conjunto de economistas, denominados “Chigago Boys” fueron primordiales en esta transformación. Esta nueva fractura mundial entre estancamiento económico y crisis política trajo consigo el último nudo problemático en torno al desarrollo: libre comercio y ventajas comparativas (Agacino, 2006). Es así como las últimas décadas del siglo XX, y las primeras del siglo que comienza, han sido hegemonizadas por el pensamiento político y económico neoliberal que considera como factor esencial para el desarrollo los siguientes aspectos: (1) la devaluación de la moneda, (2) la disminución de presupuesto fiscal (3) la liberalización de los mercados, (4) la liberalización de la banca y del comercio y (5) la privatización de áreas administradas por el Estado, tanto productivas como de servicios y también de política pública (Anderson, 2003). Las críticas hacia este último debate se centran en la condición acumulativa por despojo de la transformación neoliberal (desigualdad), la excesiva financiarización de la economía (Capital improductivo), el desmantelamiento de los sistemas de regulación (Estado subsidiario), su imprevisibilidad macroeconómica (excesiva liquidez), entre otros elementos (Katz, 2011; Harvey, 2007). En conclusión y tomando en consideración los aspectos antes analizados, los dos siglos brevemente descritos de primacía de la economía capitalista han dejado una larga estela de debates, experimentos, críticas y problemas aún por enfrentar. En esta senda, el desarrollo, como problemática económica, tiene sentido en tanto vinculación con el momento histórico y el problema puntual que se buscaba resolver. Como se ha expuesto en este apartado las apuestas político-económicas son diversas ante un relativo y similar escenario. En el mismo sentido, en la actualidad se vuelven a levantar, tras la crisis financiera del 2008-2009 y la anterior de 1998 (Fazio, 1998), así como en respuesta a diferentes movimientos sociales que han contestado los escenarios de crisis, debates y proyectos en torno a cómo producir el desarrollo en los países y sobre todo a los efectos sociales y económicos que tiene la financiarización de la economía (Piketty, 2014; Castells, 1999). De acuerdo a esto analizaremos los principales desafíos del actual debate sobre desarrollo. III. EL “MALVADO” CAPITAL FINANCIERO V/S EL “BUEN” CAPITAL PRODUCTIVO: MÁS ALLÁ DEL CAPITAL Hay una interpretación que periodiza y organiza la historia del capitalismo como una lucha entre fracciones del capital, en donde la imposición de estas fracciones determina una fase expansiva o recesiva de la economía y se convierte en el punto de partida para interpretar la actual crisis. Así, la dualidad entre Estado-mercado, tan propia del nacionalismo económico, se traslada a una nueva contradicción entre capital financiero contra capital industrial, en donde el orden “keynesiano” de post guerra sería producto del dominio del “buen” capital industrial, 70 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 70 10-09-2015 10:46:45 ALTERNATIVAS DE DESARROLLO O ALTERNATIVAS AL DESARROLLO - pp. 63-81 propio de fases expansivas, mientras que el neoliberalismo expresaría la hegemonía del “malvado” capital financiero, hegemónico en fases recesivas. Por ende, según esta visión, las lógicas centrales del neoliberalismo están aquí en acción a través de la desregulación financiera y la globalización (Duménil y Lévy, 2011). Con esto las dificultades no están en la valorización del capital, sino en aspectos propios de la circulación, como es el capital financiero, que dificultarían las formas de valorización normal. En definitiva, para esta visión, lo que estaría en crisis es el neoliberalismo como fase recesiva y su resolución se encontraría en la generación de mecanismos de regulación al capital financiero y una paulatina reconstrucción del capital industrial y no un problema del capital como relación social de producción dominante. Como visión opuesta y en una línea parcial de su propuesta compartimos la tesis del economista Michel Husson. De acuerdo a Husson, desde la consolidación del neoliberalismo de principios de los 80s, la tasa de ganancia se recuperó en forma considerable, pero esto no condujo a un aumento de la tasa de acumulación. Esto se debe a que las ganancias extraordinarias fueron utilizados para otros fines antes que para la inversión (Husson, 2009). La visión que fragmenta al capital en fracciones es criticada por Husson, ya que no ve al capital financiero como una expresión necesaria del proceso total del capital. Por lo tanto, descarta la posibilidad de distinguir entre el capital financiero y el industrial, donde uno sería “beneficioso” y el otro “dañino”. De acuerdo a esto, postula que la consolidación del capital financiero se entiende por dos tendencias que emergen a principios de los 80s: (1) un fuerte ataque a los salarios, que implica una caída en su participación en el reparto del producto y que dispara la tasa de ganancia, pero sin transformarse en inversión sino que aparecen como ingresos financieros y (2) un aumento de la precariedad laboral y la desocupación, explicada por la apropiación financiera de los aumentos de la productividad, en detrimento del salario. En este sentido, la relación entre capital financiero e industrial ha implicado pasar de una economía del endeudamiento, donde el crédito bancario asegura el funcionamiento de las empresas, a una economía financiarizada, donde las empresas desarrollan sus propias actividades financieras, donde las empresas redistribuyen sus ganancias al área financiera y no a la inversión, por lo que el panorama se resume en una baja del salario, un estancamiento de la inversión y un incremento en la competencia gracias al rol del capital financiero. En definitiva, la característica principal del capitalismo contemporáneo no reside entonces en la oposición entre un capitalismo financiero y un capital productivo, sino en la desvalorización del trabajo y en la híper competencia entre capitales a la que conduce la financiarización (Husson, 2009). Esta falsa oposición entre capital financiero y productivo sería una forma de sortear o dar vueltas en círculos en vez de dar con el verdadero problema. Por tanto, la cuestión central sería entender que la reproducción del Capital, como relación social productiva dominante tiene como lógica de desarrollo la distancia creciente entre las necesidades sociales y derechos de la humanidad y los criterios propios del capitalismo. A esta distinción se suma, la irracionalidad con que se produce la relación de explotación de las materias vivas o de las fuerzas de la naturaleza, llevando incluso a la posibilidad de un colapso planetario, reanudando el dilema de los socialistas de principio del siglo XX. En definitiva, el estallido de las crisis y la reactivación de las discusiones sobre desarrollo nos llevan, una y otra vez, a dos polos de discusión: (1) la recomposición del capital o (2) la Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 71 71 10-09-2015 10:46:45 Mauricio Rifo / Beatriz Silva superación del capital. Hasta donde entendemos, es este segundo polo de discusión la única solución, no a esta crisis sino al problema estructural e histórico que el capitalismo representa. Para esto las tendencias de pensamiento o las formas que adoptan las discusiones económicas deben verse matizadas por las alternativas al desarrollo desde una vertiente anti-capitalista. Esta vertiente parte de la premisa central de que la economía política del trabajo es superior a la economía política del capital, pero, a su vez, comprende las tensiones “concretas” entre la transformación de un modo de producción en otro. La cuestión entonces se encontraría en lo que John Bellamy nos recuerda de las reflexiones de Kalecki, tras sus experiencias en Francia con el frente popular y en Inglaterra con el Partido laborista: En el capitalismo monopólico financiero altamente globalizado de nuestros días, las contradicciones a que se enfrenta el movimiento obrero son todavía más complejas. El capital, en forma de empresas transnacionales, es cada vez más móvil globalmente y cada vez más capaz de dividir y conquistar internacionalmente al trabajo, presionando a la baja a escala mundial los salarios y los costes de mano de obra por unidad, enfrentando entre sí a trabajadores de distintas nacionalidades. Sin embargo, los argumentos de Kalecki, para no aceptar la lógica del sistema e insistir en la necesidad de arrebatar el poder social a la clase capitalista, siguen siendo cruciales en nuestros días (Bellamy Foster, 2013b). El desarrollo nacional, puesto en cuestión, no es un ejercicio de dependencia, de entrega soberanista o de ausencia de principio de realidad política y económica, sino la puesta en marcha de un proceso de fortalecimiento de los trabajadores y trabajadoras, por sobre los Estados nacionales, que dispute poder de definición a las grandes alianzas político-económicas (FMI, Banco Mundial, El G7, la Unión Europea, etc.), que de hecho han quitado soberanía y capacidad de decisión a las poblaciones de países en crisis, lo que ha significado además, no la superación de éstas crisis, sino su profundización, sumada a la pérdida de derechos sociales y políticos. IV. CRISIS CAPITALISTA, CENTRALIDAD DEL TRABAJO Y MOVIMIENTOS SOCIALES: CRÍTICA AL DESARROLISMO CONTEMPORÁNEO El avance de las fuerzas productivas, la expansión de mercados, las reconfiguraciones geopolíticas, las guerras por petróleo, el aumento de la concentración de riquezas, el estancamiento de las economías, los recortes en política social y el ascenso de nuevas fuerzas críticas al supuesto consenso mundial o TINA (There is not Alternative),posterior a la caída del muro de Berlín, ponen nuevamente en tapete la problemática acerca de cómo alcanzar, sostener y extender cualquier fórmula bajo la que se defina el desarrollo económico (Stiglitz, 1998; Chang, 2008; Spence, 2011). Los principales procesos que configuran la política económica en la actualidad están marcados por la crisis económica y política de Europa, el avance imperialista-militarista de EE.UU. y sus aliados continentales (sub-imperialismo), la consolidación económica y crecimiento desigual del Asia (China y Japón) y los “Tigres Asiáticos”, el ascenso de países sub-imperiales en el concierto económico internacional (China, Rusia, India, Sudáfrica y Brasil) (BRICS) y los procesos de neo-desarrollismo, socialdesarrollismo o post desarrollismo en países latinoamericanos como Venezuela, Bolivia, 72 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 72 10-09-2015 10:46:45 ALTERNATIVAS DE DESARROLLO O ALTERNATIVAS AL DESARROLLO - pp. 63-81 Ecuador y Argentina (Araníbar y Rodríguez, 2003; Arrizabalo, 2012; Bakir y Campbell, 2010; Duménil y Lévy, 2011; Husson, 2012; Husson, 2009; Kliman, 2011; Lapavitsas, 2011; Shaikh, 2006; Katz, 2011). En este sentido, el capitalismo –no se debe olvidar– es un sistema en constante crisis por la ausencia de reproducción consciente de sus fuerzas. Esta condición “irracional” es la fuerza autodestructiva que los economistas constantemente intentan anticipar, explicar o resolver en tres dimensiones de crisis: (1) coyuntural, (2) estructural o de modelo e (3) histórica (Katz, 2011; Mészáros, 2006). La resolución de esta condición “irracional” del capitalismo, como en todos los contextos ya revisados, tiene sus marcos de definición en el plano de lo político. Como ya se vio, la crisis de los años treinta se resolvió a partir de las guerras mundiales; el relativo agotamiento de los modelos Keynesianos, por su parte, se asocia a la destrucción paulatina del tejido social del movimiento de trabajadores construido durante el siglo XX. Este principio analítico del capital tiene dos posibles condiciones de aplicación: (1) como regulación del capital, donde poco a poco se han impuesto visiones neo-desarrollistas, con algunas regulaciones de carácter neoliberal (2) o como superación del capital, lo que de algún modo han intentado con mayor o menor éxito, o planteado movimientos políticos y sociales en Venezuela, Bolivia, Ecuador, España y actualmente en Grecia. Por lo tanto, el siguiente paso de explicación procesual del capitalismo puede ser puesto en condición crítica estableciendo éste como una fuerza utópicamente regulada, es decir –y para ser más directos–, la imposibilidad de que el capitalismo pueda ser regulado o reformado de manera estable con un modelo progresivo de humanización (Mészáros, 2006). Esto no quiere decir que las reformas o las restructuraciones sean imposibles; sin embargo, lo que es imposible es su permanencia. El capital es una fuerza esencialmente destructiva (Bellamy Foster, 2013a) a nivel social y ecológico, así como incapaz de convivir con regímenes altamente democráticos (Wagner, 2013). Con esta primera premisa es posible establecer como hipótesis de este apartado del texto, que el neo-desarrollismo “periférico”, no sería más que una vía de sobrevida del neoliberalismo mundial o del patrón de acumulación desigual y combinadamente desarrollado en los diversos países. En la misma senda de esta continuidad hegemónica del patrón de acumulación mundial, otra vía es la incrementación de la tasa de explotación a través de privatizaciones en los países centrales o áreas no exploradas (Katz, 2011). Estas dos formas de sobrevida de la crisis contemporánea, a nivel estructural, está sostenida por un proceso desigual del desarrollo mundial, donde los procesos de producción, distribución y consumo se encuentran en un momento de sobre-acumulación financiera y productiva producida por una demanda mundial fracturada (EE.UU.-China), problemas de valorización de capital que tienen expresión fenoménica en la crisis monetaria y un aumento de la composición orgánica del capital (tecnologías) que subsume el valor de la economía política del trabajo (desempleo y precarización) (Katz, 2011; Varoufakis, 2012). En esta dirección, el problema sobre desarrollo vuelve a reflotar en relación a la construcción de un capitalismo redistributivo y regulado (Chang, 2006: Piketty, 2014; Wilkinson, 2006) o en la construcción de horizonte que se propone la crisis política del propio capitalismo (Acosta, 2012; Lebowitz, 2006; Mészáros, 2006). Los debates que dividen hoy a la fuerzas críticas podrían ser establecidos dentro de esta aparente dicotomía: ¿Construir un horizonte Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 73 73 10-09-2015 10:46:45 Mauricio Rifo / Beatriz Silva anti-capitalista o uno anti-neoliberal? Si la concreción de la lucha se orienta en términos antineoliberales, pareciera ser que los problemas de la desigualdad, la re-distribución, el desarrollo de una economía nacional de consumo e industrial, o las políticas de protección social, cobran un elemento central de crítica y propuesta. Desde la vereda anti-capitalista, por otro lado, esto se observa como meras reformas dentro de un marco económico Keynesiano y que por lo tanto, no es capaz de integrar un análisis crítico de la producción capitalista y sus nefastos efectos en el planeta y en las relaciones sociales. La pregunta entonces sería: ¿es posible una propuesta anticapitalista sin una anti-neoliberal o viceversa? La respuesta que se plantea en este texto es que ninguna de las dos opciones es posible. Ambas se encuentran estrictamente relacionadas y por ende es imposible establecer una estrategia política que excluya a la otra. El reconocimiento de dicha tensión es esencial. Hoy una estrategia anti-neoliberal y anti-capitalista responde a reducir tanto en la sociedad política (Estado) como en la sociedad civil (lo común y lo privado) los avances de la propiedad privada desde dos campos: (1) lo público y (2) lo común (Agacino, 2013; Gramsci, 1987). Lo público es aquello que responde a las formas de propiedad que asume la lucha social desde la mediación institucional del Estado, mientras lo común, aquello que nace de las condiciones levantadas colectivamente, sin mediación de la acumulación de capital o de regulación Estatal. En esta línea de combinación, pública-común, se reflejan la unidad de las luchas anti-neoliberales y anti-capitalistas. Una lucha anti-neoliberal tendrá como eje la constitución de un espacio público (Estado social), que incorpore expresiones de auto-representación popular (organizaciones político-sociales). A la vez, una lucha anti-capitalista será abordará una apuesta de lo común (espacios sin Capital ni Estado). En palabras del economista francés Pierre Nöel: Para que exista la posibilidad misma de reformas verdaderas, es necesario que exista un proyecto de subversión. Pero en el siglo que comienza, como los proyectos de subversión no pretenden ser revolucionarios, se parecerán terriblemente a los proyectos reformistas y será muy difícil diferenciarlos (Nöel Giraud, 2006: 171). En este sentido, cabe realizar un análisis en torno a distinguir la economía política del trabajo, por sobre la economía política del capital. Así, la centralidad del trabajo en un escenario de precarización y desempleo mundial se vuelve una condición sustancial al problema político del capitalismo (Harvey, 2005; Cabrales Salazar, 2011). El problema del desarrollo tradicional no resuelve estas cuestiones, ya que simplemente establece modelos económicos dentro de marcos nacionales con una lógica estrictamente ligada al empresariado y a los desequilibrios de la economía mundial (Katz, 2011). Tanto la consolidación de un patrón de acumulación industrial, bajo el impulso del empresariado nacional, o de una situación redistributiva de transferencia de riquezas que impacte en la condición salarial en el ingreso, bajo la carga impositiva a la tasa de ganancia, se transforman en estructuras de reformulación cerrada (en términos estructurales) e inestable (en términos históricos) si no son portadoras de un proyecto subversivo (Nöel Giraud, 2006). Este tipo de desarrollo, y por tanto sus fuerzas productivas y sus mecanismos de administración, no son separables del modo del producción. En palabras de Marx: El socialismo vulgar (y por intermedio suyo, una parte de la democracia) ha aprendido de los economistas burgueses a considerar y tratar la distribución como algo 74 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 74 10-09-2015 10:46:45 ALTERNATIVAS DE DESARROLLO O ALTERNATIVAS AL DESARROLLO - pp. 63-81 independiente del modo de producción, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira principalmente en torno a la distribución. Una vez que está dilucidada, desde hace ya mucho tiempo, la verdadera relación de las cosas, ¿por qué volver a marchar hacia atrás? (Marx,1980: 30). Esta distinción, entre formas de administración y modo de producción, es sustancial para entender la relación entre una alternativa anti-neoliberal y una anti-capitalista. En este sentido, y dentro del marco de procesos políticos y económicos contemporáneos, podemos evidenciar el estrecho campo de acción en el que se mueve una política nacional de desarrollo. Por una parte, como plantea Alberto Acosta, en América latina se han construido estados “progresistas” (Venezuela, Ecuador, Bolivia) bajo un nuevo marco extractivo: el “neo extractivismo” (Acosta, 2009). Este neo-extractivismo, de acuerdo a Acosta, perpetúa la condición de dependencia económica mundial, bajo el paraguas de mecanismos redistributivos internos. Dicha situación provoca situaciones de clientelismo y bajos niveles de crecimiento, estableciendo, en estos procesos latinoamericanos de progresismo político, un manto de duda en cuanto a su potencialidad a largo plazo. En este sentido, Acosta problematiza el desarrollo como una cuestión por definir desde la sociedad civil: Los límites al desarrollo deben estar vinculados a la propia sociedad civil y su participación, no deben estar circunscritos a modelos donde los actores más poderosos, las transnacionales y los Estados, muchas veces en ese orden son los que deciden (Acosta, 2009:17). Por otro lado, el economista Argentino Claudio Katz, problematiza estos procesos latinoamericanos desde una división entre: neo-desarrollistas y social-desarrollistas. Por neodesarrollistas, entiende a aquel grupo que responde a los debates de la sistensis Keynesiana, buscando un equilbrio o combinación con el pensamiento neoliberal. En cambio, el socialdesarrollismo es abiertamente crítico del neoliberalismo y promueve un desarrollo Estatal que dirija la economía nacional. Para Katz, este modelo, produciría una imbricación entre burguesias nacionales y burocracias institucionales, en donde el papel de la dirección se acentuaría en estas últimas, sin embargo, no serían necesariamente contradictorios. A su vez, reproducirian a escala mundial, una nueva dependencia bajo el discurso de la integración, como el caso de China, Rusia y Brasil, manteniendo este último su condición de expotador primario principalmente (Katz, 2011). Por lo tanto, para Katz este proceso se convierte en un nacionalismo económico estrecho y sin horizonte crítico: Algunos autores social desarrollistas consideran que los debates sobre estrategias socialistas no deben traspasar los límites nacionales. Suponen que cada pueblo construye su propio camino sin contrastarlo con otras experiencias. Por eso objetan cualquier contraposición “dicotómica” entre izquierdas socialdemócratas y radicales. Estiman que cada variante se corresponde con las peculiaridades de su país y convocan a un desarrollo convergente de ambas vertientes (Katz, 2011: 55). Autores como Katz, ponen en cuestión los limites de las experiencias latinoamericanas y centran sus críticas en: (1) la dirección de la economía Estatal y (2) la reproducción de economías nacionales y desigualmente integradas. Bajo estas condiciones el papel de la sociedad civil y el rol de la crítica anti-capitalista juegan un papel central en el desarrollo de Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 75 75 10-09-2015 10:46:45 Mauricio Rifo / Beatriz Silva alternativas que puedan sortear el nudo problemático que presenta el anti-neoliberalismo y el anti-capitalismo. En el marco del segundo polo de crítica al capitalismo, se encuentra la crisis de Europa y las formas políticas que amenazan las recetas neoliberales. Si bien, en un inicio las criticas apuntaban a romper la Unión Europea, hoy el proyecto ha cambiado y se enfoca en “transformar la Unión Europea”. El economísta Griego Yanis Varoufakis, establece en cuatro puntos las dificultades de la eurozona: (1) la crisis bancaria, (2) la crisis de la deuda, (3) crisis de inversión y (4) crisis social (Varoufakis, 2012). Para cada una de estas crisis los economistas críticos de las medidas neoliberales plantean alternativas desde el campo Keynesiano. No obstante, la centralidad de las formas que adopta la alternativa de la izquierda Europea se centra en la redefinición, no de un marco nacional, sino de un orden como Unión Europea. Por tanto, una primera cuestión en juego es lo que el cientista político, Vicenç Navarro ha denominado “la otra Europa”. Esta otra Europa pone en juego tanto el modelo neoliberal como las formas de actividad política que se desempeñan en los diversos planos de la vida social. Así, hoy en Europa, como en algunas partes de América latina, estaría en tensión no solo la crítica a la profundización de las políticas neoliberales, sino también la gestación de una alternativa socialista democrática en la tensión creativa de un anti-neoliberalismo y un anti-capitalismo del siglo XXI. CONCLUSIONES Las formas específicas en que se ha construido el ideario de desarrollo han respondido a nudos problemáticos o encrucijadas históricas que comprometen a diversos actores a resolverla. Sin duda, la emergencia histórica del capitalismo ha permitido poder llegar a pensar en la posibilidad de controlar, dirigir, planificar o estimular un proceso de desarrollo creciente y expansivo. A su vez, su propia fuerza desatada conlleva una serie de contradicciones que determinan lo que comúnmente se ha denominado como crisis. Estas crisis pueden ser interpretadas como la imposibilidad del propio capitalismo de llevar adelante el desarrollo de las fuerzas productivas, o bien, y parafraseando a Schumpeter a un proceso de destrucción creativa, en donde el capital se reorganiza y da origen a nuevos patrones de acumulación o modelos de desarrollo y por consiguiente a un nuevo ciclo expansivo. En esta dirección los “modelos” o “modelos de desarrollo” se transforman en una organización propia, que dotada de autonomía relativa, reorganiza el modo de producción sometiendo al capital a leyes o formas de direccionalidad posibles de ser guiadas. De esta visión, nace la comprensión de poder regular u/o determinar formas específicas de acumulación que permitan mejorar las tasas de ganancia nacionales o mundiales e incluso distribuir equitativamente los beneficios del crecimiento capitalista. La diversidad de modelos, por tanto, aparece como la alternativa al capital voraz y desatado que emerge en las crisis. En este contexto el sub-continente latinoamericano, se encuentra hoy nuevamente tensado, más allá del modelo genérico de desarrollo, por la caída sistemática del valor de las materias primas. Esta situación afecta al conjunto del continente desde los estados con mayores procesos de distribución política y económica (Venezuela, Ecuador, Uruguay, Bolivia) como aquellos que no (Chile, Colombia, Brasil, Argentina) y reactiva el debate en torno a la re- 76 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 76 10-09-2015 10:46:45 ALTERNATIVAS DE DESARROLLO O ALTERNATIVAS AL DESARROLLO - pp. 63-81 industrialización o más bien a la ausencia de un capital industrial robusto que permita sortear los embates de la caída en los valores de las mercancías extractivas. Es una crítica directa al modelo extractivo y al modelo de financiarización y una adopción paulatina de las políticas de desarrollo. No obstante, de acuerdo a un análisis global y anti-capitalista, esta posibilidad sería volcar, nuevamente, el problema estructural del capital a una división en naciones que afecta directamente las formas de articulación anti-capitalistas internacionales sería por tanto, una forma de sobrevida del problema estructural del capitalismo. En esta dirección, los fundamentos de la crisis actual se encuentran, más que en el desarrollo, en el aumento mundial de la tasa de explotación a los trabajadores y trabajadoras, por lo que el debate entre capital financiero y productivo sería un debate superficial y no pondría en cuestión las causas de la crisis actual, ni menos un debate más allá del capital. En definitiva, la tendencia creciente del capitalismo de distanciarse cada vez más de las necesidades humanas, así como los derechos sociales y políticos y obedecer solo las propias, resitúan el problema de la centralidad del trabajo y el avance de un proceso económico de soberanía sobre la determinación de nuestras necesidades materiales, ambientales, políticas y sociales. Este proceso de soberanía apuntaría hacia una unidad política internacional que ponga en cuestión la pulsión de “consumo chatarra”, que promueve el capital actual y la destrucción de la forma material que permite nuestra existencia, la naturaleza. Sobre estas coordenadas un proceso de desarrollo o cambio de modelo, reanudando las viejas alianzas de burguesías nacionales y trabajadores y trabajadoras nacionales, no constituye un horizonte emancipador ni en el plano capitalista, ni en el anticapitalista. BIBLIOGRAFÍA Acosta, A. (2012). En la encrucijada de la glocalización. Polis (en línea) 4. ------. (2009). 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A view from political economy Roberto Muñoz González1 [email protected] Bonifácio Vissetaca2 [email protected] Recibido: 8 de enero de 2015 Aprobado: 17 de julio de 2015 Resumen: El interés principal en abordar la cuestión del desarrollo como asunto principal en este trabajo, no está enfocado a realizar análisis o propuestas de clasificaciones que privilegien a una u otra escuela de pensamiento económico al respecto, ni tampoco estudiar las divergencias o consensos en los enfoques sobre el tema que enfrente a la ortodoxia con la heterodoxia; ni al análisis de cronologías históricas; tampoco a determinados autores o problemas temáticos específicos. Los puntos o asuntos de partida, están soportados por cualificaciones epistémicas generales, más sintéticas, teóricas y tal vez más simples, pero necesarias para poder contribuir a una mejor comprensión de la compleja malla teóricometodológica y práctica, que sobre la temática se da en la actualidad tanto en la academia como en la política económica y gubernamental cotidiana de nuestros países. Palabras Clave: Desarrollo económico-social, Desarrollo territorial, Pensamiento económico, Teoría económica, Economía pública. Abstract: The main interest in addressing development as a subject in this paper, is neither based on carrying out an analysis or proposals for classifications that would favor one or another economic thought school; nor on studying the divergences or consensus of approaches on the topic that would confront orthodoxy and heterodoxy; nor on the analysis of historical chronologies; nor certain authors or specific thematic issues. The starting points are supported by general epistemic qualifications, more synthetical, theoretical and perhaps simpler, but necessary for the contribution to a better understanding of the complex theoretical, methodological and practical grid that on this issue currently involves academia as well as the day-to-day economic and government policies in our countries. Doctor en Economía, Profesor Titular de Teorías y Políticas de Desarrollo, Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. 1 Master en Administración de Negocios, Profesor de Economía y Director del Instituto Superior Politécnico de Huambo, Angola. 2 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 83 83 10-09-2015 10:46:45 Roberto Muñoz González / Bonifácio Vissetaca Key words: Socioeconomic development, Territorial Development, Economic Thought, Economic Theory, Public Economy. I. INTRODUCCIÓN La búsqueda del desarrollo, el progreso económico y el bienestar, permanentemente han sido esfuerzo y preocupación de los seres humanos. La disminución creciente en los niveles de empleo, de materias primas, así como los niveles profundos de deterioro del medioambiente y de las condiciones de vida de la mayoría de la población, especialmente en los países subdesarrollados, tales como salud, educación, vivienda, alimentación y muchas otras, son evidencias que manifiestan la crisis estructural del sistema histórico del capitalismo en la contemporaneidad y la necesidad de su transformación, por medio de la concepción, diseño e implementación de políticas y mecanismos socioeconómicos óptimos y racionales, que tributen esencialmente al logro del bienestar humano integral, compartido y mayoritario. En cuanto a la Economía Política del Desarrollo, es imprescindible señalar que desde que surge se ha centrado más en los problemas del crecimiento económico que del desarrollo mismo, identificando frecuentemente los conceptos de desarrollo y crecimiento. Sin embargo, a partir de los años cincuenta, aún con el auge de las teorías del crecimiento económico, se comienza a observar cierta clarificación diferenciadora entre ambas categorías. A partir de la década del setenta esa tendencia resulta mucho más marcada, bajo los imperativos de la propia realidad cambiante y de la ampliación y profundización de los debates teóricos, políticos y sociológicos en torno al verdadero significado humano del desarrollo. En tanto las teorías, concepciones y políticas del desarrollo, especialmente local o también llamado territorial, generalmente son contentivas de un conjunto o sistema de variables e instrumentos operativos de acción, mediante los cuales los agentes o factores internos y externos ejecutan y toman decisiones, que de manera determinante, condicionan la dinámica del nivel y calidad de vida de los habitantes del territorio en cuestión, pero que debe procurar ser sustentable a la vez que sostenible, para que no solo los proyectos de desarrollo y bienestar perduren en el tiempo, sino también se logre que el ambiente físico natural no sea dañado. Se precisa un diálogo inteligente y permanente de los seres humanos con la naturaleza. Es así que la principal pretensión de este trabajo es intentar contribuir a una mejor comprensión económico-filosófica de la compleja malla teórica y metodológica, pero también política, de un asunto en permanente debate teórico, pero que sobre todo resulta vital en la vida cotidiana de los seres humanos en cualquier lugar del planeta, como lo es el desarrollo socio-económico. II. Filosofía general sobre el desarrollo El desarrollo como concepto más general o filosófico, puede concebirse como un proceso dialéctico, por tanto dinámico y continuo de interdependencia e interconexión, de movimiento, cambio y transformación. Puede ser entendido en dos grandes dimensiones estructurales: 84 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 84 10-09-2015 10:46:45 ACERCAMIENTO AL DEBATE TEÓRICO SOBRE EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO - pp. 83-96 como proceso o fenómeno físico-natural, cósmico; y como proceso o fenómeno socio-humano. Como proceso físico está regido por leyes naturales, resulta ser un fenómeno histórico natural. Como proceso socio-humano se rige por leyes sociales y, por tanto, constituye un fenómeno histórico-social. Ambas dimensiones tienen de común la interconexión y el movimiento como forma de ser, de existir; pero la segunda se construye deliberadamente en el contexto espacial de la primera, mediante la transformación de su cuerpo físico como única vía para su realización3. Históricamente el hombre se ha hecho a sí mismo mediante un proceso de acción y reacción, respecto a la naturaleza; pero también en un constante construir de relaciones humanas, de intercambios de culturas, de conocimientos y bienes, en una dinámica temporoespacial que se produce en espiral de forma aumentativa, trans-culturadora y contradictoria. De tal manera que este proceso histórico ha significado además, acercamientos, cooperación e integración, no solo de territorios, sino también de etnias, pueblos, naciones y regiones diversas, que han pasado por diferentes etapas o periodos en su movimiento. La dimensión estructural socio-humana del desarrollo tiene como sujeto y objeto al ser humano, en tanto es él quien lo concibe y construye para su propio beneficio y como condición de su propia reproducción. Es el ser humano, que se sepa hasta ahora, el único ser que piensa el universo; el único creador capaz de interpretar, codificar, transmitir sus saberes y transformar el cosmos con determinados fines. Por tanto, el desarrollo socio-humano se debe asumir y entender desde dos puntos de vista o en dos sentidos: primero, como proceso real de transformación de la naturaleza, como proceso continuo de creación de riquezas o de bienes4 de cualquier naturaleza y uso, en tanto condición de vida de la especie humana; y segundo, como reflejo ideal, como interpretación cognitiva de ese proceso real, como concepto y/o categoría. Todo lo anterior explica el carácter eminentemente histórico y relativo que tiene el desarrollo, tanto como proceso real de transformación y creación de bienes, así como de las cualidades o significaciones que le asigna el hombre para referirse al mismo; es decir como representación de la realidad. El desarrollo socio-humano por su naturaleza integral, es multifacético y de carácter cada vez más multi e interdisciplinario. Aunque muchas pudieran ser las clasificaciones, el desarrollo socio-humano, en su estructura, puede ser clasificado en cuatro grandes ámbitos o dimensiones existenciales estrechamente interrelacionadas e interdependientes: Económicoproductivo, Institucional, Socio-cultural y Ambiental. De ahí que el desarrollo sea objeto de todos los saberes y ciencias, de todas las prácticas, formas de existencias y necesidades humanas. Por otra parte, el desarrollo, no puede ser entendido científicamente si no se le vincula necesariamente con problemas y conceptos tan esenciales como espacio geográfico,5 Existe cierto consenso entre los especialistas de la materia, de que el espacio-territorio en que se construye el desarrollo socio-humano no resulta un simple soporte físico de la vida humana, sino un ámbito dinámico de relaciones sociales de evolución y cambio en el tiempo. 3 4 Cualquier creación humana, sea material o espiritual. La mayoría de los autores coinciden en que el espacio geográfico no es simplemente el contexto físico o realidad geográfica donde se construye el desarrollo, sino un espacio esencial de relaciones sociales, una realidad que el hombre cambia y dinamiza y donde se realiza como tal ser humano. 5 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 85 85 10-09-2015 10:46:45 Roberto Muñoz González / Bonifácio Vissetaca territorio/territorialidad,6 población-tierra-agricultura-sostenibilidad, crecimiento económico, industrialización-ciencia-tecnología, equidad-inequidad-igualdad, oportunidades, educacióncultura-salud; además con cooperación, complementariedad, colaboración, entre otros. Resulta obvio que el desarrollo socio-humano hasta el momento, siempre se ha producido en un ámbito de territorialidad, en el contorno político administrativo estructural de un Estadonación y de las relaciones entre ellos, por lo que se construye desde el poder y se reconoce por el derecho, instrumentándose esencialmente por medio de sistemas de políticas públicas o gubernamentales, como en ocasiones se les denomina, entre las ellas las económicas. La estructura administrativo-territorial de construcción y gestión del desarrollo difiere por su dinamismo, nivel y envergadura; por eso es posible, de manera relativa y convencional, hablar de macro-desarrollo, meso-desarrollo y micro-desarrollo; también puede ser estructurado como desarrollo internacional, regional, nacional, territorial, local, comunitario, familiar y humano-individual o personal. Estas dimensiones no se sustituyen entre ellas ni desaparecen con el tiempo y el espacio, sino que se rediseñan y cambian dinámicamente sus roles en virtud del desarrollo de las fuerzas productivas y sus formas sociales históricas. En la contemporaneidad, entre los diversos espacios necesariamente se producen sinergias sociales e institucionales, productivas, tecnológicas y culturales en general, que a unos benefician y a otros perjudican; pero que objetivamente ocurren en medio del sistema histórico universal dominante, en este caso el capitalismo. La distribución de los medios y bienes creados por el hombre se vuelve entonces desigual e inequitativa. Es cierto que los recursos son siempre escasos, pero mucho tiene que ver el carácter y nivel de organización del sistema y sus partes componentes. Según Hidalgo-Gato: Un sistema bien organizado (armonía de las partes entre sí y entre ellas y el todo) puede generar acciones desde el sistema en su conjunto y desde las partes de mucha más potencialidad que las que se generarían de carecer este de ese nivel de estructuración interna superior. El nivel de organización del sistema es un resultado, pero a la vez una premisa del desarrollo (2004: 127). III. Propuesta de clasificación de periodos del desarrollo económico-social en su perspectiva histórica general Como se ha planteado hasta el momento, el desarrollo de las fuerzas productivas en su devenir histórico ha venido produciendo un proceso cada vez más ancho y profundo de vínculos, interconexiones y dependencias de la vida económica, social y política de los seres humanos, alcanzando en la contemporaneidad dimensiones planetarias; por tanto, se ha multiplicado de manera exponencial el nivel de sensibilidad entre todas y cada una de las partes que conforman el sistema mundial de vida, producción y reproducción humanas. En su movimiento histórico, la economía y todo lo que a ella se asocia, ha ido pasando dialécticamente de lo local a lo territorial, regional, internacional y mundial, y con ello se han ido también complejizando las relaciones de producción y por supuesto sus contradicciones. Con 6 Nación, comarca, distrito, departamento, región, zona, provincia, área, marca, municipio, etc. 86 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 86 10-09-2015 10:46:45 ACERCAMIENTO AL DEBATE TEÓRICO SOBRE EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO - pp. 83-96 la globalización o mundialización, los espacios locales y sus agentes e instituciones alcanzan nuevamente protagonismo, produciéndose una suerte de espiral o caracol, pero en el sentido dialéctico. Ese movimiento y desarrollo de la economía y las sociedades humanas ha pasado por diversos periodos, que convencionalmente pudieran plantearse de la manera siguiente: Primero: Transculturación Primigenia. Constituye todo el período histórico milenario de intercomunicación, interpenetración, interdependencia y dominio entre tribus, etnias y pueblos y por tanto de culturas diferentes, generalmente conectadas de manera intra-regional. Este largo período abarcó la era pre-cristiana y cristiana, hasta los siglos XIII y XIV, aproximadamente. Predominaban las invasiones, las guerras de conquistas y el desarrollo progresivo de las interrelaciones mercantiles, y en algunos casos, movimientos de tipo religioso. Segundo: Inter-regionalización Mundial. Resulta un período relativamente breve, pero determinante, que se corresponde con aquella época en que las regiones europeas y asiáticas se conectan con el gran territorio americano de manera más sistémica y estable, con lo cual quedan interrelacionadas las principales regiones o territorios poblacionales del mundo, en toda una gran diversidad de etnias, pueblos y Estados-naciones. Este período histórico pudiera enmarcarse entre los siglos XV y primera mitad del XIX, aproximadamente. Signado porque la interconexión y la interculturación se producían fundamentalmente a través de formas coloniocomerciales. Es un período de transición, donde la riqueza asume aceleradamente la forma de capital y donde además, la Revolución Agraria primero y la Industrial después, desempeñaron un papel decisivo en el desarrollo del sistema capitalista7. Tercero: Internacionalización (del capital). Es el período que puede ser definido como momento trascendente en el proceso histórico del desarrollo de las relaciones económicas internacionales, pues la dinámica esencial de su estructuración tiene, en la concentración, centralización e internacionalización del capital, su punto definitorio de expansión. Este período se enmarca fundamentalmente entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX; periodo que por demás marca el paso del capitalismo a su fase monopolista y a la conformación del Sistema Mundial de Economía (SME). El significativo desarrollo del capitalismo de finales del siglo XIX e inicios del XX, empujado por los niveles de concentración del capital en las principales economías de entonces, especialmente en la de los Estados Unidos de América (además de las otras llamadas nuevas economías como Alemania y Japón, entre otras), provocan un salto cualitativo y cuantitativo en el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales y su desbordamiento y multiplicación exterior. Se observa un salto cualitativo en el desarrollo científico-técnico, considerado por muchos como una revolución en estos campos: telégrafo, radio, teléfono; nuevas fuentes de energía (antes eran el vapor y carbón, que por supuesto siguen siendo muy importantes), ahora también la electricidad. El petróleo alcanza gran protagonismo, contribuyendo al desarrollo de la industria (especialmente la metalúrgica, la química, pero también la ligera). El comercio y el crédito se expanden como consecuencia del desarrollo industrial, produciéndose una dialéctica entre ambos desarrollos. Ver la obra de Carlos Marx (1975), El Capital, Capítulo XXIV: “La llamada acumulación originaria”, donde analiza la conformación primigenia del capital, su evolución y tendencias históricas. 7 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 87 87 10-09-2015 10:46:45 Roberto Muñoz González / Bonifácio Vissetaca En general, este periodo es determinante en la evolución de la economía internacional y la conformación del Sistema de Economía Mundial. El mismo se caracteriza por: • El incremento en la demanda de materias primas por parte de la industria. La demanda de recursos naturales por parte de la industria transformadora, hizo crecer las importaciones y exportaciones en Europa, América del Norte y en los países del llamado Tercer Mundo. • La revolución en el transporte (ferrocarril y barco de vapor) y de las comunicaciones, las obras de canales en el tráfico marítimo internacional (Suez, Róterdam-mar del Norte, Panamá), que contribuyeron a la reducción en los costes de transporte de mercancías entre Europa y el resto del mundo; así como a la consolidación de las relaciones comerciales y de vínculos políticos y de otra naturaleza. • El crecimiento de la población mundial. La demanda de alimentos de la población europea y norteamericana, pasó a depender cada vez en mayor cantidad de la producción de otras zonas del mundo. • Aumentó la circulación monetaria y el crédito, favoreciéndose el desarrollo del capital. • El incremento de la exportación de capitales, especialmente hacia los países más atrasados económicamente. Aquí lo esencial, es que el proceso no es de simple internacionalización de la vida económica, política y social de los hombres, pueblos y naciones, sino que se trata de una profunda internacionalización del capital con toda su dinámica autovalorativa y de carácter ofensivo. En esta etapa o período, el capitalismo, donde la riqueza asume definitivamente la forma universal de capital, se convierte en un sistema de economía verdaderamente mundial, con lo cual se realiza la mundialización de la vida económica y política de la sociedad. Luego de la Segunda Guerra Mundial la internacionalización del capital se transforma dialécticamente en transnacionalización. Cuarto: Transnacionalización. Como nueva cualidad que se venía dando desde inicios del siglo XX con el desarrollo del Sistema Mundial de Economía Capitalista (SMEC), se transforma, luego de la Segunda Guerra Mundial, en característica esencial del ser y movimiento del capital, condicionado en términos de desarrollo de las fuerzas productivas, por la Revolución Científico Técnica (RCT). En este periodo o etapa se produjo una consecuente expansión de las fuerzas productivas y se intensificó la internacionalización de las relaciones capitalistas de producción, cuando la economía internacional se va haciendo más compleja, tanto cualitativa como cuantitativamente. Ejemplo de ello es el surgimiento y desarrollo de los procesos de integración económica, destacándose en este sentido la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE) y diversos esquemas en América Latina. Surgen además el Sistema de Naciones Unidas y numerosos organismos económicos supranacionales, vinculados en mayor o menor medida a la ONU, que se dirigen a tratar de armonizar y regular la economía internacional, donde sobresalen por su importancia el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), en la esfera comercial, el Fondo 88 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 88 10-09-2015 10:46:45 ACERCAMIENTO AL DEBATE TEÓRICO SOBRE EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO - pp. 83-96 Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en el orden monetario-financiero. Tales organismos y sus regulaciones, expresan los intereses de las grandes potencias mundiales, pero sobre todo de los Estados Unidos de América, que deviene en esta etapa en la potencia hegemónica por excelencia. Otro aspecto notable del periodo se relaciona con la aparición del llamado sistema socialista, que si bien no logra competir ventajosamente con los países capitalistas, varía sensiblemente la correlación de fuerzas a nivel mundial. En los primeros años de este periodo, tiene lugar una recuperación notable de la economía mundial, cuando el comportamiento cíclico de los principales países capitalistas apunta hacia un auge sincrónico como resultado, en buena medida, de las demandas de la reconstrucción europea, mientras que en los países socialistas se aprecian también avances notables compulsados entre otros factores por las acciones del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). Desde el punto de vista de los países subdesarrollados, tiene lugar un fuerte proceso de descolonización, sobre todo en África, que condiciona el surgimiento de organizaciones que abogan por los intereses de estas naciones como es el Movimiento de Países No Alineados y la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). Es así que comienza un período caracterizado por los intentos de reestructuración de las relaciones y economía internacionales, como es el caso de la aprobación por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas de la Declaración para el establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI). Se produce un auge importante del comercio y de las relaciones financieras internacionales, al tiempo que comienza a manifestarse con especial fuerza, el dominio de las Empresas Transnacionales (ETN) que han devenido, al paso del tiempo, en el agente económico y en cierta medida institucional más dinámico, pero a la vez desarrollador-destructor de la economía y la vida mundiales, de acuerdo a su enorme poderío y hegemonía económica y gran capacidad de adaptación a los cambiantes contextos internacionales. Esta etapa se extiende hasta inicios de la década del 70, aproximadamente, donde los efectos de la RCT, favorecen necesariamente un cambio estructural de la economía capitalista, produciéndose un reacomodo dialéctico, un reajuste dentro de la estructura de las fuerzas productivas, a tono con la entrada del sistema en su fase crisis del ciclo industrial, con lo cual comienza a producirse un proceso masivo de sustitución del aparato productivo, en el que la ciencia y la tecnología tienen un papel determinante y rector, pero donde las nuevas tecnologías de la información, marcan su definitivo protagonismo. Es de suponer, que todas esas mutaciones tienen su reflejo también en la vida espiritual, en la cultura y sus modelos formales, en los referentes organizacionales y existenciales de la vida toda de los hombres. Quinto: Globalización o Mundialización. El alto nivel de internacionalización alcanzado por la economía, favorecido por ciertos cambios estructurales que se producen en el sistema capitalista a partir de la década del setenta y matizado por el desarrollo de la informática, las comunicaciones, la robotización de las cadenas de creación productivas y de servicios (bajo el poder de las ETN), marcan una nueva etapa en la evolución del Sistema Mundial de Economía. El nuevo contexto mundial en el que se desarrolla la economía internacional, Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 89 89 10-09-2015 10:46:45 Roberto Muñoz González / Bonifácio Vissetaca comenzó a ser definido o conceptualizado como Globalización, por la sencilla razón de que a través de este término, se podía reflejar mejor el hecho cierto de que el mundo estaba conectado en tiempo real, además de reflejar de manera un tanto aviesa, el nivel de las megas concentraciones y centralizaciones del capital y la producción a escala planetaria. La interconexión e interdependencia de todas las actividades humanas de las diversas regiones del mundo, eran un hecho, gracias a las llamadas nuevas tecnologías de la información. Se origina un salto en los sistemas de comunicación de gran capacidad, cables, satélites, fibras ópticas, etc. En general, la información (datos, textos, imágenes, sonidos) se convierte a una forma única, los dígitos binarios (unos y ceros) llamados bits. Se habla entonces de la era virtual o digital. Por supuesto que ese descomunal nivel contemporáneo alcanzado por las fuerzas productivas, pasa por el desarrollo de la técnica, la ciencia y la tecnología, pero en un contexto adverso para su aprovechamiento verdaderamente racional, en función de los mejores intereses de todos los hombres y los pueblos del mundo. En la actualidad la vida está visiblemente marcada por la alta capacidad alcanzada por el ser humano para penetrar y comprender el micro y macro cosmos; desentrañar la naturaleza humana mediante la descodificación del núcleo de la célula y además por la dictadura de los ordenadores; pero a la vez, acecha el peligro de la destrucción de nuestra especie, debido al péndulo de las guerras, la descomposición medioambiental y moral, en que se debate la llamada civilización humana. Este proceso de transformación está tipificado, al decir de Castro Díaz-Balar por: …El cambio fundamental de una economía mundial, basada en la explotación de recursos naturales y la industria manufacturera, a una que se basa en el valor del conocimiento, la información y la innovación, denominada nueva economía; la rápida globalización de los mercados, patrones de comercio, capital financiero e innovación administrativa; el auge y la convergencia de las tecnologías financieras; el aumento de las consideraciones ambientales, y la expansión acelerada de las tecnologías de la información, la computación y las comunicaciones, que han creado un mundo de interdependencia instantánea, con gran repercusión en la sociedad y en el desarrollo humano (2002: 19-20). Sin embargo, como se ha señalado, ese mismo escenario se encuentra empañado por un estado de crisis medioambiental y la permanencia del péndulo nuclear, que amenaza no solo con transformar radicalmente la vida, sino también con aniquilarla. Según el economista e investigador colombiano Raúl Alameda Ospina (2005), con la sola excepción de parte considerable del siglo XX, en el que se llevaron a la práctica orientaciones proteccionistas que impulsaron el desarrollo industrial, la modernización agrícola, la urbanización, es posible afirmar que las políticas instrumentadas han sido, especialmente con la globalización, contrarias al desarrollo interno y a la formación-consolidación de los mercados nacionales. En el plano económico es necesario buscar alternativas óptimas, construyendo volitivamente estructuras socio-productivas que aseguren sostenibilidad, ahorro de recursos, sustentabilidad, equidad y mayores cuotas de justicia social. El acercamiento, la paz y el trato entre iguales, debe ser el centro de las relaciones internacionales. Necesariamente la meta 90 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 90 10-09-2015 10:46:46 ACERCAMIENTO AL DEBATE TEÓRICO SOBRE EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO - pp. 83-96 debe ser la concertación e integración económica y social internacional, pero no sobre la base de los poderes y hegemonías de las grandes corporaciones y del apoyo de sus bases de poder territoriales nacionales, quienes vienen hasta hoy determinando el carácter y dinámica de la especialización universal, de la cooperación y la complementación entre todos los países, grupos de ellos, y regiones del mundo. IV. Teorías y concepciones modernas o alternativas: el desarrollo territorial o también llamado local Realizar clasificaciones y ordenamientos por enfoques, corrientes o escuelas de pensamiento sobre desarrollo económico es harto complejo y polémico, ello tiene que ver con muchos factores o razones de tipo histórico, filosófico, político, sociológico y de otra naturaleza. No obstante, tal asunto, no resulta esencia de nuestras reflexiones en esta parte del trabajo, a no ser la exposición general de algunas ideas teórico-metodológicas que apuntan al asunto. Señalemos como presupuesto epistémico general, que aunque el recorrido histórico de las teorías y concepciones sobre el desarrollo ha sido largo, contradictorio y diverso, su verdadero nivel de sistematización y alcance teórico y práctico se produce en el siglo XX, especialmente a partir de la conocida crisis del 29-33, momento histórico en que las ciencias económicas, en virtud de las propias necesidades de movimiento y valorización del capital, toman un giro hacia los estudios macroeconómicos, hacia los sistemas económicos como totalidades. Sin embargo, no obstante los cambios, se mantienen como matriz de paradigma predominante, teorías y principios clásicos que surgen con el propio nacimiento de las ciencias económicas, prácticamente desde el siglo XVIII con la idea o sentido filosófico de progreso, especialmente a partir de la doctrina del hombre económico de Adam Smith, contentiva de la interdependencia que espontáneamente produce el mercado, y que él ilustraba en su paradigma de “ganancias mutuas” a través del intercambio entre carnicero, cervecero y panadero; no obstante resaltar la significación que en el incremento de las riquezas de las naciones tienen la cooperación y la intervención públicas.8 En los clásicos, incluyendo a Marx, la idea básica del desarrollo estaba en la producción y el crecimiento económico, mientras que en general para los neoclásicos, especialmente los padres fundadores Marshall, Pigou, Pareto y otros, el centro de la cuestión se movía hacia la distribución, al igual que David Ricardo tal como lo expuso en su obra de 1817, Principios de Economía Política y de Tributación9. Esto no sólo es posible comprobarlo en su obra magna Indagación acerca de la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones (Riqueza de las Naciones), sino en otros trabajos como fueron sus Lecciones de jurisprudencia y Teoría de los sentimientos morales. 8 Según Sergio Boisier “…el concepto de desarrollo, como acertadamente lo sostienen Sunkel y Paz (1970) en un texto considerado como clásico en su tiempo, es un tópico de la posguerra y habría que agregar, es un tópico de las Naciones Unidas. Ya en la Carta del Atlántico firmada en 1941 por Churchill y Roosevelt se expresa que el único fundamento cierto de la paz reside en que todos los hombres libres del mundo puedan disfrutar de seguridad económica y social, y por lo tanto, se comprometen a buscar un orden mundial que permita alcanzar estos objetivos una vez finalizada la guerra. Idéntica declaración de principios se establece en la Conferencia de San Francisco en 1945 que diese forma a las Naciones Unidas. Es de sobra conocido que desde sus inicios, las Naciones Unidas, particularmente a través de las Comisiones Regionales y muy en particular a través de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) hace del análisis del desarrollo un tema preferente tanto en la reflexión como en los estudios empíricos”. (2001) 9 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 91 91 10-09-2015 10:46:46 Roberto Muñoz González / Bonifácio Vissetaca En esencia, el tejido de tal matriz siguió reposando en la acumulación del capital y la riqueza como motor principal del crecimiento económico y el desarrollo, donde también intervienen otros factores como el crecimiento de la población, la expansión territorial, las colonias, la división del trabajo, la especialización y otras. Según tal idea, el crecimiento tiene un carácter auto sostenido, natural y automático. Claro que esta visión ha cambiado en los últimos cuarenta-cincuenta años, aunque no siempre en sus sustancias causales. En este breve estudio proponemos convencionalmente agrupar las concepciones, teorías y/o modelos sobre desarrollo económico en dos grandes categorías o concentraciones: las tradicionales o convencionales y las modernas o alternativas10. Las tradicionales o convencionales: en ella pueden ser incluidas las llamadas teorías clásicas de desarrollo económico; la teoría neoclásica de crecimiento económico; las teorías estructuralistas o de industrialización por sustitución de importaciones y las nuevas teorías liberales promovidas principalmente por grupos de académicos y organismos internacionales como el FMI y el BM, en este último caso nos estamos refiriendo principalmente al neoliberalismo. Desde la segunda mitad del siglo XX ocurre en estas teorías una suerte de síntesis de los enfoques y presupuestos micro y macroeconómicos, a tono con los cambios en la reproducción del capital a nivel global. Con Teoría General de la Ocupación el Interés y el Dinero de J. M. Keynes, publicada en la década del 30 del siglo pasado, se produce una suerte de revolución o más bien un cambio de paradigma en las ciencias económicas y en el entendimiento del desarrollo y el crecimiento económico a nivel de economía nacional o país. Diversos modelos comenzaron a divulgarse especialmente desde los llamados países centros; de esta manera se originaron trabajos importantes como los de Schumpeter (1934), posteriores los de Lewis (1954), Rostow (1956), Mynth (1958), Nurkse (1953), Rosenstein-Rodan (1961), Fei-Ranis (1961), entre muchos otros. Las teorías desarrolladas por estos autores comparten al menos dos aspectos fundamentales: el primero, es el enfoque histórico del proceso de desarrollo desde sociedades pre-capitalistas hacia sociedades capitalistas; el segundo aspecto, es la concepción dualista de una economía en desarrollo o menos desarrollada. Esta dualidad identifica a las teorías “tradicionales o convencionales” del desarrollo económico (Sunkel y Paz, 1970). Años más tarde aparecerá y destacará el concepto de la “competitividad” de los países, desarrollado por Porter (1990) y aquellas teorías que enfatizan en los factores geográficos (Krugman, 1991). Es importante apuntar que los aspectos geográficos, del espacio y el enfoque micro-económico, son características que distinguen a las teorías del desarrollo económico con enfoque local, de las teorías tradicionales y neoclásicas de desarrollo económico a nivel de país. Las teorías clásicas del desarrollo a nivel de país, tanto como los modelos estáticos y dinámicos de crecimiento neoclásicos y liberales, no siempre incorporan de manera orgánica la heterogeneidad en los factores económicos, geográficos, demográficos y sociales al interior de las regiones de cada país, ni las diversas interrelaciones entre los 10 Puede verse, de una manera más detallada y en un enfoque relativamente diferente, el trabajo de Antonio Luis Hidalgo-Capitán, “Economía Política del Desarrollo. La Construcción Retrospectiva de una Especialidad Académica”, en Revista de Economía Mundial, No 28, 2011, pp. 279-320, España. 92 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 92 10-09-2015 10:46:46 ACERCAMIENTO AL DEBATE TEÓRICO SOBRE EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO - pp. 83-96 comportamientos de los agentes que afectan las actividades dentro de las regiones o áreas locales específicas al interior de los países. De otro lado, el enfoque macroeconómico de los modelos, evita considerar aspectos micro-económicos del proceso de desarrollo de los países y con frecuencia se abstrae de variables sustanciales de localización que resultan frecuentemente ser decisivas. En contraste, el enfoque micro-económico de las nuevas teorías de desarrollo y crecimiento económico permite una mayor profundización y entendimiento del proceso de desarrollo en las áreas geográficas locales y específicas al interior de los países (Tello, 2006). Durante los años setenta se produjo un cambio en la noción del desarrollo y de la acumulación de capital, pues en algunos enfoques se pasó del incremento de riquezas al de satisfacción de necesidades básicas. Comenzó a darse un movimiento que fue yendo del desarrollo de riqueza a un desarrollo de no pobreza. Esta nueva tendencia se vincula a múltiples condiciones y causas, pero sobre todo al surgimiento de la cooperación para el desarrollo a través de movimientos solidarios y de organizaciones no gubernamentales; se vincula además a otros factores, como el surgimiento y desarrollo del Movimiento de Países No Alineados, la creciente percepción de los daños medioambientales de los modelos de desarrollo y al proceso de construcción e impulso de las conocidas Cumbres. En esta tendencia se pueden apreciar enfoques y pretensiones diversas, contenidas en mecanismos, doctrinas y paradigmas que pasan tanto por instituciones supranacionales pertenecientes a la ONU, e Informes y Comisiones del mismo sistema de Naciones Unidas, como por otras de la sociedad civil o los Estados naciones. No obstante, nos atenemos a lo que hemos dado en llamar concepciones y teorías alternativas de desarrollo. Un agrupamiento de las teorías, concepciones y modelos alternativos que toman auge a partir de la década de los años setenta, podría conducir a la siguiente clasificación, considerando sus orígenes, fines y filosofía: La economía del desarrollo y el endodesarrollo • Desarrollo endógeno • Etnodesarrollo • Desarrollo autónomo La economía del ecodesarrollo • El Informe Brundtland y el desarrollo sostenible y medio ambiental • Declaración de Río sobre medio ambiente y desarrollo y otros La economía del desarrollo y el desarrollo multidimensional • Todaro y el esquema multidimensional del desarrollo La economía del desarrollo y el orden internacional • El Informe Brandt y la erradicación de la pobreza a nivel mundial • El Informe Nyerere y la responsabilidad del sur en su desarrollo Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 93 93 10-09-2015 10:46:46 Roberto Muñoz González / Bonifácio Vissetaca La economía del desarrollo y el desarrollo humano • La UNICEF y el ajuste con rostro humano • El PNUD y el desarrollo humano • Las Cumbres de las Naciones Unidas sobre población y pobreza, desarrollo social. Entre las concepciones, teorías y modelos modernos o alternativos se incluyen, por supuesto, las enfocadas al desarrollo territorial o local, en sus más variadas dimensiones; predominando el presupuesto del desarrollo para la transformación estructural, dígase la necesidad de autogestión y participación en la toma de decisiones de todos los entes de las comunidades, tanto rurales como urbanas para alcanzar el bienestar, que se vincula en algunos casos con las concepciones de desarrollo basadas en una serie de distorsiones y/o fracasos considerados propias o de significancia capital, en las llamadas economías subdesarrolladas o en desarrollo. Según Sergio Boisier: Durante una fase inicial del ciclo largo de expansión territorial de los procesos de crecimiento y desarrollo, el crecimiento puede ser inducido desde arriba y afuera, también desde abajo, pero ese tipo de desarrollo deberá mostrar siempre movimiento local, endógeno, descentralizado, capilar y continuo o discontinuo sobre el territorio. A fin de cuentas, los adjetivos del desarrollo son redundantes y tautológicos, ya que sólo dicen lo que el propio concepto de desarrollo dice. Son, en el mejor de los casos, copulativos y no disyuntivos (Boisier, 2001) Existe cierto consenso en que las teorías del desarrollo territorial en los ámbitos de las localidades, tienen su origen en la práctica de los gobiernos locales en diversas partes del mundo, pero especialmente en los países desarrollados de carácter federado o multiétnico. Así, desde sus inicios el Estado, a través de sus entes gubernamentales (central, regional y local), ha tenido un papel determinante en el desarrollo económico local de esas áreas, particularmente ha sido el caso de los Estados Unidos. En todo caso, el agrupamiento que se realice, frecuentemente se vincula con el enfoque de la disciplina de que se trate, o del objetivo específico definido por el investigador o los hacedores de política gubernamental en cuestión. Es importante reafirmar la idea, de que el proceso de desarrollo con plataforma central en los territorios o localidades determinadas, debe dirigirse a la construcción e implementación de estrategias autóctonas de auto desarrollo vinculante y virtuoso, mediante la gestión democrática y activa de proyectos socio-económicos, que se sustenten en diagnósticos de los recursos o riquezas tangibles e intangibles locales, para originar capacidades de auto crecimiento económico y generar beneficios, en el sentido de medir la eficiencia de las organizaciones productivas y de servicios de ese espacio político-administrativo de gestión, vida y reproducción humanas, en plena armonía con la naturaleza (Buarque, 1999). Esa siempre será la clave del verdadero desarrollo humano. Y aun cuando no constituyó objeto de este trabajo es preciso señalar por último, que desde la década del noventa, tal vez el concepto del desarrollo más generalizado, utilizado y aceptado 94 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 94 10-09-2015 10:46:46 ACERCAMIENTO AL DEBATE TEÓRICO SOBRE EL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO - pp. 83-96 es el desarrollo humano, definido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desde su primer informe (1990), incluyendo las modificaciones que en los sucesivos informes han sido introducidas por el propio organismo. El informe del PNUD propuso una nueva concepción del desarrollo, el denominado desarrollo humano, un nuevo indicador para la medición del mismo, el “Índice de desarrollo humano” o IDH, y un análisis anual de diferentes problemas, principalmente económicos, políticos y sociales, así como su impacto en el desarrollo humano. Según los presupuestos del Informe, el desarrollo humano es el proceso en el cual se ofrecen mayores oportunidades a las personas; entre éstas, las más importantes son una vida prolongada y saludable, el acceso a la educación y a los recursos necesarios para disfrutar de un nivel de vida decente. Otras oportunidades que incluyen la libertad política, la garantía de los derechos humanos, la posibilidad de ser creativo, productivo y el respeto a sí mismo11. Este concepto presta atención a aspectos sobre el desarrollo humano, tales como la formación de capacidades humanas, es decir un mejor estado de salud, conocimientos y destrezas, y el uso que la gente hace de las capacidades adquiridas para el descanso, la producción o las actividades culturales, sociales y políticas. Si el desarrollo no consigue equilibrar estos aspectos, puede generarse una considerable frustración humana. A MANERA DE RESUMEN • El desarrollo como concepto más general o filosófico, debe concebirse indudablemente como un proceso dialéctico, por tanto dinámico y continuo de interdependencia e interconexión, de movimiento, cambio y transformación. • La dimensión estructural socio-humana del desarrollo tiene como sujeto y objeto al ser humano, en tanto es él quien lo concibe y construye para su propio beneficio y como condición de su propia reproducción. • El proceso de desarrollo con plataforma central en los territorios o localidades específicas, debe dirigirse a la construcción e implementación de estrategias autóctonas y relativamente autónomas de desarrollo. • Debe entenderse el desarrollo local como un proceso de gestión democrática y activa de proyectos socio-económicos inclusivos y dinámicos; debe construirse sobre la base de diagnósticos de los recursos o riquezas tangibles e intangibles de los territorios y localidades. Originar capacidades de auto crecimiento económico sustentable y sostenibilidad de los espacios físicos humanizados o no; es decir, generar beneficios en el sentido de medir la eficiencia de las organizaciones productivas y de servicios de ese espacio político-administrativo de gestión, vida y reproducción humanas, en plena armonía con la naturaleza. • Desde el punto de vista teórico-práctico, la nueva concepción de desarrollo humano sugerida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, tiene innegablemente aspectos positivos, ya que complementa e integra concepciones históricamente previas, 11 PNUD (1990): Informe sobre Desarrollo humano Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 95 95 10-09-2015 10:46:46 Roberto Muñoz González / Bonifácio Vissetaca donde se le da un valor relativo al crecimiento económico en su vínculo con el desarrollo, ofreciendo un marco de reflexión más sinérgico y racional; lo que implica una comprensión del desarrollo que no sólo toma en cuenta la generación de crecimiento de riqueza, sino una distribución de bienestar mucho más equitativa y justa; pero, a la vez, con capacidad para regenerar el medio ambiente en vez de destruirlo; para potenciar las oportunidades de las personas en vez de marginarlas, ampliando sus opciones y permitiéndoles su participación en las decisiones que afectan a sus vidas. BIBILOGRAFÍA Alameda Ospina, R. (2005). Desarrollo interno y globalización, un enfoque tercermundista. Ponencia en VII Encuentro Internacional de Economistas Globalización Problemas del Desarrollo. La Habana, Cuba. Boisier, S. (2001). (Desarrollo (local): ¿de qué desarrollo estamos hablando? En O. Madoery y A. Vázquez Barquero, Transformaciones globales, Instituciones y Políticas de desarrollo local. Rosario: Editorial Homo Sapiens. ------. (1999): “El desarrollo territorial a partir de la construcción de capital sinergético”, en ESTUDIOS SOCIALES, # 99, C.P.U., Santiago de Chile. Buarque, S. (1999). Metodología de Planejamento do Desenvolvimento Local y Municipal Sustentable. Recife: IICA. Castro Díaz-Balar, F. (2002): Ciencia, innovación y futuro. Barcelona: Grijalbo. Hidalgo-Gato, F. (2004). Los factores del crecimiento económico y el desarrollo de las economías subdesarrolladas contemporáneas. Una visión alternativa, Economía y Desarrollo Nº 2 Vol. 13: 125-169. Krugman, P. (1991). Increasing Returns and Economic Geography, Journal of Political Economy n°99: 483-99. Marx, C. (1975): El Capital, Capítulo tomo I. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. Porter, M. (1990). La ventaja competitiva de las naciones, Harvard business review vol.85 n°11: 69-95. Sunkel, O. y Paz, P. (1970): El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo. Santiago: Siglo XXI Editores S.A. Tello, M. (2006). Las teorías del desarrollo económico local y la teoría y práctica del proceso de descentralización en los países en desarrollo. Obtenido de Documento de trabajo 247: http://departamento.pucp.edu.pe/economia/images/documentos/DDD247.pdf Vázquez-Barquero, A (1997): “¿Crecimiento endógeno o desarrollo endógeno?”, en CUADERNOS DEL CLAEH, # 78-79, Montevideo, Uruguay. 96 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 96 10-09-2015 10:46:46 II. PUNTOS DE VISTA: CRIMEN ORGANIZADO EN COLOMBIA Y PARADIPLOMACIA EN EL CONO SUR 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 97 10-09-2015 10:46:46 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 98 10-09-2015 10:46:46 Luis Fernando Trejos Rosero / Geanny Rendón ILEGALIDAD, DEBILIDAD ESTATAL Y RECONFIGURACIÓN COOPTADA DEL ESTADO EN LA REGIÓN CARIBE COLOMBIANA1 Illegality, state weakness and co-opted State reconfiguration in the Caribbean Colombian Region Luis Fernando Trejos Rosero2 [email protected] Geanny Rendón3 [email protected] Recibido: 29 de enero de 2015 Aprobado: 20 de julio de 2015 Resumen: El presente trabajo tiene como objetivo realizar una aproximación descriptiva al crimen organizado especialmente el paramilitarismo y las Bandas Criminales y su relaciones políticas en la región caribe colombiana, desde las categorías de centro-periferia y reconfiguración cooptada del estado, con el fin de analizar las causas que han posibilitado el surgimiento, desarrollo y evolución de distintos actores armados ilegales que por medio de la fuerza o la amenaza real de su uso, han logrado instalar en esta región de Colombia órdenes sociales y disputarle al estado el monopolio de la fuerza, el tributo y el control territorial. Palabras clave: Violencia, crimen organizado, ilegalidad, paramilitarismo, captura del Estado. Abstract: This article aims to carry out a descriptive approach to organized crime, specially paramilitarism and criminal bands and their political relationships in the Caribbean Region of Colombia, from the perspectives of center-periphery and co-opted State reconfiguration, in order to analyze the causes that made possible the emergence, development and evolution of different illegal armed groups, which by means of force, or the real threat of its use, have managed to install social orders in this region of Colombia and dispute the State´s monopoly on force, tribute and territorial control. Key words: Violence, organized crime, illegality, paramilitarism, capture of the State. Este trabajo es fruto de la investigación “Conflicto y postconflicto en el Caribe colombiano”, auspiciada por la Universidad del Norte. Parte de esta investigación fue publicada en el libro: “Seguridad y defensa en la transición de la guerra a la paz: Reflexiones y perspectivas”, editado por la Universidad Nacional de Colombia 1 Doctor en Estudios Americanos con mención en Estudios Internacionales (IDEA/USACH). Profesor e investigador del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, Barranquilla (Colombia). Investigador Asociado del Instituto de Altos Estudios de América Latina y el Caribe, Universidad del Norte. Miembro de los Grupos de Investigación “Agenda Internacional” y “Conflicto y postconflicto en la región Caribe colombiana” de la Universidad del Norte. 2 3 Magíster © en Cooperación Internacional y Gestión de proyectos de la Universidad del Norte. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 99 99 10-09-2015 10:46:46 Luis Fernando Trejos Rosero / Geanny Rendón I. AUSENCIA O PRESENCIA DIFERENCIADA DEL ESTADO COLOMBIANO EN SU GEOGRAFÍA Un rasgo característico del Estado colombiano, ha sido su ausencia y débil presencia en sus periferias o márgenes externos (González, 2014)4. Las razones de dicha ausencia se basan en parte en la compleja geografía del país. Según el índice de Fragmentación Geográfica, elaborado por el Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, citado por Eduardo Pizarro (2004), Colombia ocupa el tercer lugar entre 155 países analizados. Colombia se encuentra situado en el corazón de la zona tropical de América Latina. Es atravesado por tres grandes cordilleras (oriental, central y occidental), las que alteran la climatología del país, generando un variado abanico de climas de altura (en sus partes altas), cálidos (en los valles de sus grandes ríos Magdalena y Cauca), frescos (en las partes medias o laderas cordilleranas) y fríos, muy aptos para el desarrollo de la agricultura y el asentamiento de grandes grupos humanos (en las mesetas altas como la sabana de Bogotá, centro del desarrollo histórico y actual capital administrativa de Colombia). En lo geopolítico, la complejidad no disminuye, ya que Colombia es a la vez un país andino, caribeño, pacífico y amazónico. Precisamente ha sido esta compleja geografía la que históricamente ha dificultado las comunicaciones e interacciones regionales, afectando gravemente el desarrollo simétrico o uniforme del país. Precisamente, un rasgo característico de las zonas “atrasadas”, en cuanto a desarrollo socio-económico, es la ausencia estatal. En este sentido, autores como Trejos (2015), Duncan (2014), González (2014) y Serje (2011), coinciden en que el Estado colombiano históricamente ha mantenido una ‘presencia’ diferenciada en el territorio nacional. En este trabajo, ‘presencia estatal’ se debe entender como el cumplimiento permanente de las obligaciones primarias del Estado, tales como: impartir justicia, brindar seguridad y garantizar la prestación y acceso a servicios públicos básicos a todos sus ciudadanos. Si bien esta definición se presenta como poco elaborada, lo que se busca destacar es que la presencia del Estado no solo debe limitarse a la instalación física de sus instituciones, sino que, además, estas instituciones deben prestar las funciones para las cuales fueron concebidas (Soto, 2001). En otras palabras, la continuidad del Estado colombiano ha sido fragmentada, ya que mientras ha logrado integrar a sus dinámicas políticas, jurídicas, económicas y sociales a los centros urbanos, vastas zonas periféricas del mismo se encuentran excluidas y marginadas de sus servicios básicos, posibilitando la aparición y consolidación de poderes paralelos que, basados en la fuerza y el uso de la violencia, establecen órdenes sociales y económicos básicos, que permiten la convivencia. Otras características socio-políticas del Estado colombiano son: 1- Nunca ha controlado los monopolios clásicos, que, se supone, son la pretensión estatal en cualquier sociedad: violencia, dominio territorial, justicia y tributación; 2Durante su existencia como república, se ha presentado una recurrente persistencia de la violencia con motivaciones políticas por parte de distintos actores sociales. La persistencia histórica de la violencia ha sido considerada como la principal amenaza a la estabilidad del país (Vargas, 2003); 3- A pesar de la sistemática utilización de la violencia por parte de actores políticos y civiles, ha habido respeto a los periodos institucionales de los gobernantes. Durante el siglo XX ocurrió solo un golpe militar, en 1953, relativamente consentido por las élites políticas (Tirado, 1989). 4 100 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 100 10-09-2015 10:46:46 ILEGALIDAD, DEBILIDAD ESTATAL Y RECONFIGURACIÓN COOPTADA DEL ESTADO EN LA REGIÓN CARIBE COLOMBIANA - pp. 99-113 En estas zonas, la violencia se convierte en el medio utilizado para la resolución de tensiones y conflictos sociales, es decir, la violencia y quienes la administran o ejercen pasan a ser el elemento dinamizador del desarrollo de la vida en común. Cabe resaltar que investigadores como Uribe (1997), Garay (1999) y Gómez (2000) sostienen que la ausencia estatal no se limita únicamente a las periferias o áreas de frontera interna; ellos afirman que en Colombia se vive de manera incierta permanentemente, ya que es un hecho común que cada quien deba negociar la solución específica para cada situación de desorden. Es así que, en crecientes sectores del propio centro del país, como los barrios pobres de las grandes ciudades, impere la ley del más fuerte. Precisamente es en estas periferias donde los actores armados paraestatales y contraestatales disputan, construyen e imponen ‘órdenes sociales’, diferentes al estatal. II. CONSOLIDACIÓN DEL CRIMEN ORGANIZADO EN UNA ZONA PERIFÉRICA DEL ESTADO COLOMBIANO. EL CASO DE LA REGIÓN CARIBE COLOMBIANA La extensión territorial de la Región Caribe colombiana es de 132.288 km2 –que corresponden a 11,6% de la superficie total del país–, repartidos en un área continental de 132.218 km2 y otra insular de 70 km2. Se conforma administrativamente por siete departamentos continentales (La Guajira, Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Magdalena y Sucre) y un departamento en el área insular (San Andrés, Providencia y Santa Catalina). En términos geográficos, el Caribe continental colombiano cuenta con 1.600 kilómetros aproximados de litoral y posee un área de 536.574 Km2 en el Mar Caribe. La zona continental de la Región Caribe se encuentra conformada por seis subregiones, las cuales se distinguen por factores climáticos y/o geográficos característicos. 1- La península de La Guajira: considerada como la parte más seca de la región. 2- La Sierra Nevada de Santa Marta: se extiende desde la planicie caribeña, a nivel del mar, hasta una altura de 5.775 metros en los picos Bolívar y Colón. 3- La depresión del Bajo Magdalena: comprende la llanura fluvio-deltaica del río Magdalena. 4- La depresión Momposina: se encuentra conformada por parte del territorio de los departamentos de Sucre, Córdoba, Magdalena y Bolívar. 5- La Planicie del Caribe: comprende la franja litoral a partir del delta del río Magdalena hasta los límites con las serranías de Abibe, San Jerónimo y Ayapel (Ocaribe.org, 2013). Daniels (2012), propone una tipología del caribe colombiano, dividiéndola en 3 áreas geográficas específicas, 1- La costera, que comprende las ciudades portuarias Barranquilla, Cartagena y Santa Marta. En comparación con las otras capitales de la región, estas presentan una importante actividad económica; 2- Área interior, comprendida por las zonas de sabanas y el valle de los principales ríos de la región, en la que se ubican las ciudades de Montería, Riohacha, Sincelejo y Valledupar, las que no han logrado articular su estructura productivoeconómica a los mercados nacionales e internacionales, a pesar de que en sus territorios se desarrollan importantes megaproyectos mineros como el carbón y el níquel, lo que se traduce en altos índices de Necesidades Básicas Insatisfechas; 3- Subregiones escenario de acciones violentas ligadas al conflicto armado. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 101 101 10-09-2015 10:46:46 Luis Fernando Trejos Rosero / Geanny Rendón a. Control paramilitar del crimen organizado y de sectores políticos en el caribe colombiano Sobre este punto, analistas como Ronderos (2014), Garay y Salcedo (2012); Ávila y Velasco (2012), Soto (2012), Romero, Pedraza y Olaya (2011), Garay, Salcedo y León (2010), Valencia (2007), comprueban que el proceso de control político y criminal que logró el Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, en la Región Caribe fue total. En este sentido, Echandía (2013), demuestra que la expansión paramilitar en la Región Caribe no se basó totalmente en lógicas contrainsurgentes, sino también en objetivos económicos, principalmente ligados al control del narcotráfico. De hecho, este autor comprueba que su eje de despliegue estratégico se constituye desde las zonas de cultivo y los centros de procesamiento pasando por los corredores que conducen hasta los puntos embarque. Más específicamente, las autodefensas buscaron consolidar una especie de línea fronteriza que separara al norte del centro del país, esto con el fin de controlar totalmente los cultivos y laboratorios ubicados entre Urabá (frontera con Panamá), Bajo Cauca, sur de Bolívar y el Catatumbo (frontera con Venezuela). Rodolfo Escobedo, sintetiza lo antes expuesto, de la siguiente manera: Para entender las dinámicas del paramilitarismo en la Región Caribe, hay que delimitar sus objetivos al control del monopolio de la coerción y la prestación de seguridad a un conjunto de actividades económicas proclives al control del crimen organizado5, tales como las plazas de mercado, la extorsión a los pequeños y medianos comerciantes, el contrabando y el narcotráfico, entre otras. En esta línea, el paramilitarismo en la Región Caribe operó como una mafia, entendida esta como una forma superior de crimen organizado, que se basa en el cobro de un impuesto a cambio de protección a individuos u organizaciones y las actividades económicas que realizan, es decir, son empresarios de la protección. El control político-administrativo de las AUC en esta región fue tal, que debido a la presión que ejercieron sobre las Asambleas Departamentales de Cesar y Magdalena, forzaron la creación de nuevos Municipios, con el objetivo de predar las rentas públicas, pero también con el ánimo de establecer y controlar las áreas estratégicas para el transporte terrestre y fluvial entre el Caribe y el interior del país, de ahí que muchos de estos nuevos municipios sean límites entre departamentos (Soto, 2012). En esta región de Colombia, los paramilitares produjeron una literal Reconfiguración Cooptada del Estado, que según Garay y Salcedo (2012), ocurre en contextos de corrupción avanzada, presentando las siguientes características: 1- Participan individuos y grupos sociales legales e ilegales. 2- Los beneficios que persiguen no son solo económicos sino también de tipo penal y de legitimación social. 3- Por medio de la fuerza o la amenaza real de su uso, establecen alianzas políticas que complementan o reemplazan la extorsión. 4- Afecta de distintas maneras todos los niveles de la administración pública. El crimen organizado es definido en el literal a del artículo 2 de la carta de las Naciones Unidas contra el crimen transnacional como: “un grupo estructurado de tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material”. 5 102 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 102 10-09-2015 10:46:46 ILEGALIDAD, DEBILIDAD ESTATAL Y RECONFIGURACIÓN COOPTADA DEL ESTADO EN LA REGIÓN CARIBE COLOMBIANA - pp. 99-113 Con estas características, la Reconfiguración Cooptada del Estado puede definirse como: La acción de agentes sociales legales e ilegales, que mediante prácticas ilegales o legales pero ilegitimas, buscan sistemáticamente modificar desde dentro el régimen e influir en la formulación, modificación, interpretación y aplicación de las reglas de juego social y de las políticas públicas (Garay y Salcedo, 2012, p. 36). Estas acciones son desarrolladas con el fin de materializar sus objetivos en el largo plazo y lograr la legitimación política y social de sus intereses, aunque dichos intereses no busquen el bien común. La infiltración de los cargos de elección popular como los consejos y las alcaldías, les proporciona grandes ganancias por efecto de la contratación pública que cooptan, impunidad judicial y la posibilidad de crear su propia red clientelar (Duncan, 2005). En este contexto, se da la alianza entre paramilitares y políticos locales, que ha sido conocida en Colombia como la “parapolitica”. Al respecto, Valencia (2007) propone dos hipótesis para entender este fenómeno. La primera, apunta a la “exitosa” expansión territorial de los paramilitares. En los territorios bajo su control, establecieron fuertes controles sociales, basados en el uso de la fuerza. En este marco de control total del territorio, deciden participar activamente en campañas políticas con el fin de afianzar su influencia política regional y nacional y entrar con mayor seguridad en un proceso de negociación con el Estado (como efectivamente sucedió). La segunda hipótesis, se relaciona con el afán de las elites políticas por resistirse a los cambios democráticos impulsados desde instancias nacionales, ya que estos amenazan el “status quo” local. En otras palabras, en la Región Caribe colombiana, las elites políticas en asocio con el Bloque Norte de las AUC, configuraron lo que Eduard Gibson (2006), denomina “Autoritarismos subnacionales”. Afirmando, que estos se presentan en países en los que a pesar de haberse producido avances democraticos y pluralistas a nivel nacional, en las regiones perifericas la democracia sigue siendo precaria, ya que las elites (autoritarias) controlan todos los poderes. Los parapoliticos de la Región Caribe, especialmente los de los Departamentos de Bolívar, Cesar, Magdalena, La Guajira y Sucre, al utilizar los grupos paramilitares con fines políticoelectorales, preservaron y consolidaron el autoritarismo subnacional, ya que sus acciones se dirigieron a controlar los actores sociales provinciales, mantener su autonomia frente a las influencias nacionales y aumentar su poder en espacios y sobre lideres políticos nacionales (Gibson, 2006). En este contexto, en julio de 2001 (solo se hizo público en 2006), las AUC suscribieron junto a 11 congresistas activos y varios funcionarios públicos de la costa caribe, un “pacto político”, conocido como el “Acuerdo de Ralito” (Córdoba), cuyo texto materializa la visión de región que los paramilitares buscaban instalar. El texto del acuerdo es el siguiente: Conciudadanos como enuncia nuestro preámbulo; “”el pueblo de Colombia, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes, la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz”” hoy nos confiere la irrenunciable tarea de refundar nuestra patria, de firmar un nuevo contrato social. Todos los aquí presentes hoy asumiremos el compromiso de garantizar los fines del Estado: “Defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 103 103 10-09-2015 10:46:46 Luis Fernando Trejos Rosero / Geanny Rendón orden justo”. Construir esta nueva Colombia, en un espacio donde “toda persona tiene derecho a la propiedad” y “tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que solo ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad”. Es nuestro desafío. Todo colombiano tiene el deber y la obligación de trabajar por la paz, en aras de cumplir con el mandato constitucional que nos insta a “propender el logro y mantenimiento de la paz”. Esta tarea no es prerrogativa de unos pocos, sino deber de todos. A propuesta de los aquí presentes, se formarán comisiones de trabajo, las que presentarán sus resultados en nuestra próxima reunión del mes de octubre (semana.com, 2007). La importancia de este “pacto”, radica en que se convirtió en la primera prueba documental de la magnitud de la penetración paramilitar en las instituciones y corporaciones públicas a nivel local y regional. Este pacto, se encuadraba dentro de una estrategia de las AUC que perseguía la captura mafiosa del Estado, al “refundar nuestra patria” bajo “un nuevo contrato social”6. En 2002 el Bloque Norte de las AUC suscribió con varios candidatos al Congreso de la Republica y aspirantes a Alcaldías y a la Asamblea departamental del Magdalena, el “Pacto del Magdalena”, con el fin de parcelar electoralmente el departamento para garantizar la elección de sus aliados políticos (Valencia, 2009). Entre los días 8 y 10 de febrero de 2006, se produjo la desmovilización del Bloque Norte de las AUC; parte de sus integrantes lo hicieron en el corregimiento de Chimila, municipio del Copey (Cesar) y la otra parte en el caserío el Mamón, vereda La Mesa, Valledupar (Cesar). El Bloque Contrainsurgencia Wayúu que operaba en el norte de La Guajira, no se desmovilizó lo que se entendió como parte de una estrategia para mantener una retaguardia activa en caso de un posible fracaso del proceso de desmovilización de las AUC y para mantener una activa participación en el narcotráfico. Al igual que en otras regiones, los paramilitares desmovilizados por el Bloque Norte fueron multiplicados por 3 en el momento de su concentración y desarme, con personas de la región, lo que contribuyó a mostrar un mayor número de efectivos, con el objetivo de marcar el ritmo del proceso y conseguir beneficios legales. Los paramilitares desmovilizados controlaban la parte noroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta. Durante el acto de desmovilización del Bloque Norte en La Mesa Rodrigo Tovar Pupo expresó: “Durante muchos años los miembros de las AUC fueron los soldados y policías de la patria. ¡Fueron las AUC del Bloque Norte los libertadores de nuestra patria regional!” (Villarraga, 2009, p. 299). III. VIOLENCIA Y RECONFIGURACIÓN COOPTADA DEL ESTADO EN LA REGIÓN CARIBE POST AUTODEFENSAS UNIDAS DE COLOMBIA Con la desmovilización del Bloque Norte de las AUC, en el año 2006, y el desmantelamiento entre los años 2004 y 2009 de los frentes y compañías guerrilleras del Bloque Caribe de las FARC-EP y el Frente de Guerra Norte del ELN que operaban en los Montes de María y la Sierra Nevada de Santa Marta y el repliegue de sus unidades restantes hacia las partes altas de la Serranía del Perijá (frontera con Venezuela), específicamente al Departamento de la Guajira, por Hasta diciembre de 2014, la Corte Suprema de Justicia ha condenado a 60 congresistas por sus activos vínculos con el paramilitarismo. 6 104 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 104 10-09-2015 10:46:46 ILEGALIDAD, DEBILIDAD ESTATAL Y RECONFIGURACIÓN COOPTADA DEL ESTADO EN LA REGIÓN CARIBE COLOMBIANA - pp. 99-113 efecto de las acciones adelantadas por el paramilitarismo y la Fuerza Pública, se podría afirmar que en la costa caribe colombiana el postconflicto se debió iniciar en el año 2010, más si se tiene en cuenta que solo el Frente 59 de las FARC-EP mantiene una limitada operatividad militar en el Departamento de La Guajira, concentrada en acciones de sabotaje a la infraestructura carbonífera de la empresa Drummond y esporádicos ataques a la fuerza pública. Pero, lo que se ha venido presentando en esta región de Colombia, es una mutación de los tipos “tradicionales” de violencia, ya que de la violencia contraestatal – paraestatal, se pasó a una muy difusa violencia de tipo criminal, ligada al narcotráfico y la extorsión, con un alto poder corruptor y dirigida específicamente contra la sociedad civil. Al respecto Trejos y Posada (2014), sostienen que la desmovilización del Bloque Norte de las AUC, no dio por finalizado el fenómeno paramilitar y todas sus redes de ilegalidad en la Región Caribe colombiana, sino que por el contrario, dio inicio a una compleja trama de reconfiguraciones y mutaciones de las estructuras y grupos armados que no participaron en el proceso de desmovilización, otros que se rearmaron y otros que emergieron. Debe aclarase que estos “nuevos grupos paramilitares” o Bandas Criminales (BACRIM) mantienen una estrecha línea de continuidad con las estructuras de las AUC. En este sentido, el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo, emitió un Informe de Riesgo en 2009, en el que manifiesta su preocupación por la proliferación de grupos armados disidentes de las AUC y la aparición de nuevos grupos armados, especialmente en la Sierra Nevada de Santa Marta. El mismo informe, hace una descripción de estos nuevos grupos, basándose en la siguiente tipología: 1. Grupos no desmovilizados del Bloque Norte de las AUC. Dentro una estrategia de los comandantes paramilitares que buscaba no perder el control de importantes negocios ilegales como el contrabando de gasolina y el narcotráfico. 2. “Células durmientes”. Durante el proceso de negociación con el Estado, los comandantes paramilitares ubicaron a mandos medios de mucha confianza, en lugares estratégicos. Una vez desmovilizado en Bloque Norte, estas células se activan, con el fin de mantener relaciones de poder, control poblacional, afianzar alianzas y continuar con la captura de espacios sociales e institucionales. 3. Apoyo en las redes ilegales de coerción. Todos estos nuevos grupos armados, han echado mano de las redes ilegales de coerción que usaron las AUC, es decir pandillas, bandas delincuenciales, testaferros y grupos de sicarios. 4. Migración de desmovilizados de otras regiones de Colombia. Desmovilizados de las AUC que una vez reciben los beneficios del gobierno se vinculan a alguna de las facciones armadas ilegales, especialmente en zonas rurales. La naturaleza puramente delincuencial y la atomización de dichos grupos, han producido un complejo escenario en el que su continua configuración y reconfiguración es un lugar común, por ejemplo Ávila y Guerra (2012), registran entre 2006 y 2012 solo en los departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira, la presencia de 12 grupos armados diferentes (sin incluir el Frente Contrainsurgencia Wayuu de las AUC). A estos grupos, hay que sumarles estructuras armadas establecidas en la Guajira, que son anteriores al establecimiento del paramilitarismo Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 105 105 10-09-2015 10:46:46 Luis Fernando Trejos Rosero / Geanny Rendón en dicho departamento, entre ellas se destacan “Los Conoconitos” , grupo armado compuesto por familias Wuayúu del Clan Uriana, “Los Aguaditos”, conformados por Wuayuús del Clan Jusayú, al servicio de la Familia Boscán (Ávila y Guerra, 2012); Y la banda “Los Curicheros”, comandada por el narcotraficante recientemente capturado en Brasil Marcos Figueroa, que según lasillavacia.com (2013), cuenta con 800 hombres armados y controla gran parte de las rutas del contrabando en los departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira. Por efectos de enfrentamientos armados entre bandas, alianzas, cooptaciones y reacomodación territorial de estos grupos, hasta el año 2013, en la Costa Caribe colombiana hacían presencia activa Los Urabeños, Los Paisas y Los Rastrojos. Estos grupos dirigen su acción violenta en contra de la población civil, lo que se refleja en la continuación de graves problemáticas humanitarias como el desplazamiento forzado y los ataques contra defensores de los Derechos Humanos y grupos étnicos (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2014). Según Arias (2012) entre 2010 y 2011, las BACRIM desplazaron de manera forzosa a 9.850 personas de un total de 22.802 desplazados en la Región Caribe, es decir, fueron los causantes de aproximadamente el 45% de este flagelo en esta zona de Colombia. La disminución del número global de personas desplazadas en la Región Caribe entre 2010 y 2011 no se debe a una disminución en la actividad de las BACRIM o a una mayor presencia estatal, sino al mayor control territorial producido por el triunfo militar de unas sobre otras. Es tal el poder acumulado por estos grupos armados que en enero 2013, “Los Urabeños”, en retaliación por la muerte de Juan de Dios Úsuga David (Giovanni), en una operación realizada por la Policía Nacional, declararon un paro armado de 48 horas en varios municipios de los departamentos Antioquia, Bolívar Córdoba, Chocó, Magdalena y Sucre7, logrando paralizar el comercio y el transporte de la ciudad de Santa Marta. Con este paro Los Urabeños evidenciaron su alta capacidad operativa y de intimidación sobre la población civil. En agosto de 2013, ante los continuos ataques armados contra choferes de bus urbano de la empresa Coochofal, vendedoras de chance de la empresa Uniapuestas y tenderos por el no pago de extorsiones, así como la continua amenaza en contra de defensores de los Derechos Humanos, La Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana advirtiendo sobre el inminente riesgo de violaciones a los derechos humanos en las que se encuentran cerca de 5.000 habitantes de Barranquilla y de los municipios de Malambo, Puerto Colombia y Soledad, en el departamento de Atlántico. Según la Defensoría del Pueblo: Presuntos miembros de los grupos armados ilegales autodenominados ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Urabeños’, especialmente, una facción de los primeros que se hace llamar ‘Los Costeños’, profiere amenazas, cobra extorsiones, realiza homicidios y atentados Los municipios paralizados por la amenaza de Los Urabeños, son: En el departamento de Antioquia: Carepa, Chigorodó, Turbo, Necoclí, Apartadó y Mutatá; departamento de Sucre: Corozal, Coveñas, Guarandá, La Unión, Majagual, Ovejas, Sampués, San Antonio de Palmito, San Marcos, San Onofre, San Pedro, Sincé, Sincelejo, Tolú y Toluviejo; departamento del Magdalena: Ariguaní, Ciénaga, Chibolo, El Banco, Fundación, Guamal, Nueva Granada, Pueblo Viejo, Sabanas de San Ángel, Salamina, Santa Ana y Santa Marta; departamento de La Guajira: Albania, Barrancas, Dibulla, Fonseca, Hatonuevo, Maicao, Manaure, Riohacha y Uribia; departamento de Córdoba: Ayapel, Canalete, Cereté, Chinú, La Apartada, Lorica, Los Córdobas, Montelíbano, Montería, Moñitos, Planeta Rica, Pueblo Nuevo, Puerto Escondido, Puerto Libertador, Sahagún, San Antero, San Bernardo del Viento, San Pelayo, San José de Uré, Tierralta y Valencia; departamento de Chocó: Acandí, El Carmen del Darién, Riosucio y Unguía; departamento de Bolívar: San Pablo y Tiquisio. 7 106 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 106 10-09-2015 10:46:46 ILEGALIDAD, DEBILIDAD ESTATAL Y RECONFIGURACIÓN COOPTADA DEL ESTADO EN LA REGIÓN CARIBE COLOMBIANA - pp. 99-113 con explosivos contra viviendas y establecimientos comerciarles, entre otras graves violaciones a los derechos humanos pobladores del Distrito de Barranquilla y de los municipios de Soledad, Malambo y Puerto Colombia (…) durante el primer semestre del año se registraron 145 homicidios en el Distrito de Barranquilla; sin embargo, en toda el área metropolitana durante los primeros siete meses del año la cifra asciende a los 254 homicidios. Para el Defensor del Pueblo resultan particularmente preocupantes aquellos homicidios que han tenido un gran impacto social, debido al hallazgo de cadáveres desmembrados y decapitados (Defensoría del Pueblo, 2013). INDEPAZ (2013) y la Fundación Paz y Reconciliación (2013), demuestran que el número de municipios de la Región Caribe con presencia activa de BACRIM, lejos de disminuir, se mantiene estable y en algunos departamentos aumenta, lo que evidencia, que los espacios dejados por el Bloque Norte de las AUC no fueron copados por el Estado y su institucionalidad, sino por las BACRIM y sus redes, dentro de las cuales se encuentran políticos activos. También se puede afirmar que en los territorios bajo su dominio, el control político resulta prioritario, ya que como se señaló anteriormente la cooptación de los cargos públicos de elección popular como los consejos y las alcaldías, les proporciona grandes ganancias por efecto de la contratación pública que capturan, impunidad judicial y la posibilidad de crear su propia red clientelar (Duncan, 2005). En este sentido, hay que destacar, que si bien la justicia ha logrado enjuiciar a varios políticos de la región que establecieron alianzas político-electorales con el Bloque Norte de las AUC, sus redes clientelares y sus vínculos con actores armados ilegales y sus redes criminales se mantienen intactos. Dos casos que grafican magistralmente esta situación son los de Enilse López (La Gata)8 y el Ex gobernador de La Guajira, Juan Francisco Gómez Cerchar (Kiko Gómez). Enilse López (La Gata), logró convertirse en la mayor operadora del Chance (apuestas) de la Región Caribe desde mediados de la década anterior. También es conocida como La Gata, por su empresa de apuestas “El Gato”, que se inició en pequeños pueblos del departamento de Bolívar, y años después llegó a convertirse en una de las mayores electoras de la costa caribe. Sobre ella siempre han girado rumores de su vinculación con organizaciones mafiosas y el Bloque Norte de las AUC. Romero, et al. (2011), sostienen que dichos vínculos se hicieron más evidentes con el descubrimiento de dos helicópteros militares de los Estados Unidos (Hughes 500), en bodegas de propiedad de López en la ciudad de Barranquilla. Estos investigadores también describen como en las elecciones locales de 2003-2007, López ejercía un poder real en la estructura administrativa del departamento de Bolívar y su influencia llegaba a algunos municipios del Magdalena. Su fortín político-electoral está ubicado en el municipio de Magangué, Bolívar. Ahí, López logró capturar y reconfigurar cooptadamente el Estado para ponerlo a en función de sus intereses particulares. En una crónica publicada en el sitio web del diario El País de Cali, en el año 2006, se describe textualmente la realidad de este municipio: Al frente de su hotel, Valle de Tenza, es normal ver diez o más camionetas blindadas y unos 50 guardaespaldas, pues a pocos metros queda su propia residencia. Lo mismo ocurre frente al Hotel Quimo, propiedad de su hermano Arquímedes, dueño de varios Se encuentra privada de la libertad desde 2006 y en 2013 la Corte Suprema de Justicia ratifico su condena a 37 años de prisión por sus vínculos con los grupos paramilitares y por ser la determinadora de un homicidio. 8 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 107 107 10-09-2015 10:46:46 Luis Fernando Trejos Rosero / Geanny Rendón negocios, una caballeriza, una joyería y varias fincas. Se sabe, por ejemplo, que todos los mototaxis, unos cuatro mil, son propiedad de ‘La Gata’, que los arrienda por tarifas diarias de entre $12.000 y $15.000. Ellos y los chanceros es comadre de muchos forman la principal red de colaboradores de la empresaria (…) Pero nada es gratis. Como tiene el control del hospital, los puestos de salud, la EPS y las IPS, ha puesto a más de 200 empleados a través de una cooperativa que ella misma creó. “Es como una bolsa de empleo: les cobra el 30% del sueldo. A mi hermana, una enfermera graduada y con experiencia, se quedó mirándola y le dijo: ‘Tienes pinta de portera’, y la contrató como portera”, dice un ex empleado del centro asistencial. El entrevistado explica que a los empleados les acumulan varios meses el sueldo, y Arquímedes les compra la nómina atrasada al 20%, 30% ó 40%. A veces es ella quien paga la nómina en efectivo se dice que siempre lleva consigo $40 millones. “Le retiene $30.000 mensual a cada uno para la Fundación de Wendy Vanesa” (…) La vida en Magangué gira en torno del Parque Wendy Vanesa, que fue bautizado en honor de su hija y que tiene su sede en la casa de ‘La Gata’. La mujer mandó refaccionar el parque principal a los trabajadores les ofreció $15.000 diarios, pero sólo les pagó $5.000, le cambió el nombre, lo encerró y ahora los niños tienen que pagar $500 para montar en los juegos (elpais.com, 2006). En este contexto, logró que su hijo Jorge Luis Alfonso López, fuera elegido Alcalde para el periodo 2003-2007. Este, con complicidad de otros funcionarios públicos de su administración, por medio de contratos irregulares, se apropió de 7 mil millones de pesos destinados a la salud. En este caso, la Fiscalía General de la Nación concluyó que: “el dinero que recibió la Cooperativa por prestación de servicios posiblemente terminó en las cuentas personales del alcalde de Magangué y de la Empresa Uniapuestas en Barranquilla, de propiedad de Enilse López” (Romero, et al., 2011: 51). En febrero de 2010 Jorge Luis Alfonso López, fue destituido e inhabilitado por 20 años para el ejercicio de funciones públicas. En agosto de 2008 fue capturado por la Fiscalía por estar implicado en dos homicidios ocurridos en Magangué en los años 2004 y 2005. Su otro hijo, Héctor Julio Alfonso López, fue elegido Representante a la Cámara (20062010) y posteriormente Senador de la república (2010-2014), en ambos casos con altas votaciones. Su hermana Emilia Rosa López, fue elegida para la Asamblea departamental de Bolívar para el período 2012-2015. En la actualidad, a pesar de estar privada de la libertad, Enilse López mantiene un amplio poder político en los departamentos de Bolívar y Sucre, en este último, en 2013 y contra todas las advertencias realizadas por entes nacionales de control, una empresa de la que son socios sus dos hijos y varios cercanos a ella, ganó la licitación del chance. El otro caso, es el del ex gobernador de La Guajira Juan Francisco Gómez Cerchar (Kiko Gómez). Gómez se encuentra detenido desde octubre de 2013, acusado de ser el determinador de varios asesinatos y de tener vínculos con BACRIM dedicadas al narcotráfico, al tráfico de gasolina y de armas y al contrabando en el Magdalena y La Guajira. Antes de ser gobernador, Gómez, había sido alcalde del municipio de Barrancas (Guajira), durante los periodos 19951997 / 2001-2003 y en los intervalos él mismo ha puesto a su sucesor. Como sucedió con 108 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 108 10-09-2015 10:46:46 ILEGALIDAD, DEBILIDAD ESTATAL Y RECONFIGURACIÓN COOPTADA DEL ESTADO EN LA REGIÓN CARIBE COLOMBIANA - pp. 99-113 Yandra Brito, a quien apoyó para que lo sucediera en la Alcaldía en el periodo 2004 a 2007 (Semana.com, 2013). Distintas versiones de prensa e investigaciones académicas9, vinculan a Gómez con Marcos Figueroa (Marquitos), líder de la BACRIM “Los Curicheros”, conformada en 2008 y que se dedica al narcotráfico y al tráfico de gasolina. Según el portal La sillavacia.com (2013), esta BACRIM está conformada por aproximadamente 800 hombres armados. Al respecto, Semana.com transcribió parte de un informe de la Dirección de Aduanas e Impuestos Nacionales (DIAN), en el que señala: Llama la atención la subida al poder departamental de personajes como Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez Cerchar en la Gobernación –quien es acusado de tener vínculos con el contrabando, el tráfico de gasolina y el narcotráfico–”. Y puntualiza que “Gómez era uno de los jefes del contrabando en La Guajira que fue contactado por el Bloque Norte de las Autodefensas para que compartiera el poder y el negocio (Semana.com, 2013). En octubre de 2013, Gómez fue capturado por agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI), de la Fiscalía General de la Nación acusado de homicidio agravado en los casos del concejal Luis López Peralta en 1997; y Luis Alejandro Rodríguez y Rosa Mercedes Cabrera muertos en un atentado perpetrado en el año 2000. También es acusado de concierto para delinquir por sus presuntos nexos con BACRIM y el Bloque Norte de las AUC (Semana.com b, 2013). En la presencia permanente de estructuras armadas ilegales y sus vínculos con políticos activos, radica una de las mayores amenazas a la democracia en la Región Caribe colombiana, ya que para el debate electoral que se adelantara este año (2014), en esta región del país (también en otras) se presentaran nuevas formas de participación e intervención de agentes ilegales ligados al narcotráfico y a estructuras mafiosas en los procesos electorales. Valencia y Ávila (2014), han planteado cuatro formas ilícitas/clandestinas de apoyos electorales: 1) alineamientos estratégicos coyunturales o históricos con actores violentos no estatales; 2) fuentes de financiación derivadas de economías criminales; 3) aliados electorales con prontuario delictivo; 4). familiares judicializados por diversos delitos no excarcelables, o lo que se denomina gobernar en cuerpo ajeno. CONCLUSIONES 1. La histórica ausencia o débil presencia del Estado colombiano en sus periferias y zonas de frontera posibilita la aparición y consolidación de poderes paralelos, que basados en la fuerza y el uso de la violencia establecen órdenes sociales y económicos básicos que permiten la convivencia. En estas zonas carentes de Estado, las organizaciones armadas ilegales se convierten en gérmenes de orden y en la práctica se constituyen como estados paralelos, pues al quedar todo cubierto con el manto de la ilegalidad, el Estado renuncia a ser garante de las interacciones de los habitantes. Dejando los derechos de propiedad, los contratos, los intercambios a la deriva. Por obvias razones, la presencia escaza o nula del Estado en Véase: Ávila Ariel (editor) La frontera caliente entre Colombia y Venezuela, Bogotá, Editorial DEBATE, Corporación Nuevo Arco Iris. 9 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 109 109 10-09-2015 10:46:46 Luis Fernando Trejos Rosero / Geanny Rendón las periferias genera un nuevo tipo de orden social o estado paralelo. Estas zonas, en las que el poder institucional no es soberano y en las que amplios sectores sociales manifiestan su abierta voluntad de no someterse al orden estatal resistiéndose a su control, es latente la posibilidad de confrontarlo con las armas. La violencia se convierte en el medio utilizado para la resolución de las tensiones y los conflictos sociales, es decir, la violencia y quienes la administran o ejercen, pasan a ser el elemento dinamizador del desarrollo de la vida en común. 2. Si se tiene en cuenta que el Bloque Norte de las AUC se desmovilizo en el año 2006 y la insurgencia fue derrotada estratégicamente en el año 2010, puede afirmarse que la Región Caribe colombiana vive el postconflicto desde hace 3 años. Pero esta situación no ha implicado el fin de la violencia insurgente-contrainsurgente, sino su mutación a una muy difusa violencia de tipo criminal, ligada al narcotráfico y la extorsión, con un alto poder corruptor y dirigida específicamente contra la sociedad civil. 3. Las organizaciones criminales que despliegan esta nueva violencia, son herederas de los grupos paramilitares, ya que operan en los mismos territorios y usan los mismos medios de coerción e intimidación contra la población civil. 4. La presencia permanente de estructuras armadas ilegales y sus vínculos con políticos activos de la Región Caribe, han precarizado e instrumentalizado la democracia, utilizándola como un medio efectivo para la materialización de sus intereses particulares. Configurando un escenario en el que los cargos de elección popular son disputados por individuos y grupos sociales legales e ilegales que persiguen beneficios no son solo económicos sino también judiciales y sociales (legitimación), todo esto a través de alianzas políticas fundadas en la fuerza o la amenaza real de su uso, afectando de diferentes formas todos los niveles de la administración pública. 5. Con este complejo contexto como telón de fondo, puede afirmarse que la democracia desarrollada en la Región Caribe colombiana en el marco del postconflicto, es un medio efectivo para que agentes legales e ilegales reconfiguren cooptadamente el Estado, ya que mediante una práctica legal (democracia/elecciones), pero ilegitima (alianzas con actores armados que coaccionan e intimidan a los electores y a los opositores), persiguen modificar el sistema político desde dentro e influenciar los procesos de formulación, modificación, interpretación y aplicación de las normas sociales y legales que regulan la vida en común. Estas acciones son desarrolladas con el fin de materializar sus objetivos en el largo plazo y lograr la legitimación política y social de sus intereses particulares, aunque dichos intereses no busquen el bien común. BIBLIOGRAFÍA Arias, A. (2012). Las BACRIM retan a Santos. ARCANOS n°17, 4-35. Ávila, A. y Guerra, C. (2012). Frontera La Guajira y Cesar Zulia. En A. 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Transgovernmentalism and subnational action Miryam Colacrai1 [email protected] Recibido: 31 de mayo de 2015 Aprobado: 7 de agosto de 2015 Resumen: El trabajo discute sobre las nuevas diplomacias y las transformaciones que experimenta la Política Exterior como consecuencia de las relaciones de interdependencia que establecen los actores subnacionales. Luego de relevar conceptos que dan cuenta de estos vínculos reflexiona, a partir de algunos ejemplos, acerca del desarrollo creciente que tienen las relaciones argentino-chilenas entre regiones, provincias y gobiernos locales. Destaca la importancia que éstos tienen como complemento necesario de diplomacia tradicional, siendo un rasgo distintivo del salto cualitativo que ha experimentado la relación entre estos dos países sudamericanos en las últimas décadas. Palabras clave: Nuevas diplomacias, actores subnacionales, relaciones transfronterizas, relación bilateral argentino-chilena. Abstract: This article reviews the new diplomacies and the ongoing changes in Foreign Policy as an outcome of interdependence relationships among subnational actors. After developing different concepts related to these types of linkages, it reflects, based on some examples, on the increasing development of Argentine-Chilean relationships between provinces, regions and local governments. It also highlights their relevance as a necessary complement of traditional diplomacy and one of the most distinctive features of the qualitative jump experienced by the relationship between these two South American countries over the last few decades. Key words: New diplomacies, Subnational actors, Cross-border relations, Bilateral Argentine-Chilean relationship. Investigadora del CONICET (Argentina). Profesora Titular de Teoría de las Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones de la Universidad Nacional de Rosario. Fundadora y coordinadora de la “Cátedra Chile” en dicha Institución. Directora de la Maestría en Integración y Cooperación Internacional de la UNR. Directora de Proyectos de CERIR (Centro de Estudios en Relaciones Internacionales de Rosario). 1 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 115 115 10-09-2015 10:46:47 Miryam Colacrai I. INTRODUCCIÓN Desde la última década del siglo pasado hemos asistido a una complejización, sin precedentes, del escenario internacional donde los Estados han tenido que moverse de modo casi “esquizofrénico”, tratando de atender diversos tableros a la vez. El denominado Estado westfaliano –expresión canónica con la que se lo definía como centro, conductor y organizador de las Relaciones Internacionales que denominaríamos de tipo “clásico”– gozaba de ciertas potestades incontestables: 1- integrarse hacia adentro conforme a los rasgos de identidad nacional; 2- ejercer de manera exclusiva la soberanía y 3- confrontar con otros en la carrera por adquirir seguridad y poder. Durante los noventa se profundizaron y expandieron a escala global y, pon ende, en nuestra región, los procesos de interdependencia que en los años setenta ya habían comenzado a “perforar” la soberanía del Estado. Ello estimuló el juego de diversas fuerzas: unas intentando aglutinar y reafirmar la autoridad del gobierno central de cada Estado y otras apuntando a la autarquía, autonomización y descentralización. Dichos procesos han ejercido una gran influencia a la hora de delinear los cambios o mutaciones que se han producido en el Estado y han tenido implicancias en la reconfiguración de sus funciones, por lo cual muchos de sus interrogantes quedaron definitivamente instalados en el debate de las Relaciones Internacionales. Desde una perspectiva pro-globalización, algunos auguraban el fin del Estado-Nación y el ascenso de regiones, a partir de la proliferación de alianzas estratégicas transfronterizas (Ohmae, 1997). A la vez, anclada en la Economía Política de las Relaciones Internacionales, Susan Strange (1992) sostenía que la tendencia observable era que el Estado buscaba más aliados comerciales que aliados militares y compartía su autoridad con otras unidades de la economía y de la sociedad a nivel supranacional y regional. Podría decirse, entonces, que sin abrevar de la visión disolutiva del Estado, resulta innegable y hasta anacrónico no reconocer las “mutaciones” que éste ha venido experimentando. Frente a la disminución o el retiro de algunas de sus tareas cohesionadoras y al ascenso de procesos tendientes a la descentralización de la gestión, también cobró un ímpetu, sin precedentes, la vinculación internacional de entidades infraestatales entre sí, tejiendo innumerables redes entre provincias o Estados, ciudades y regiones. Cobró gran visibilidad, entonces, una nueva dimensión de las relaciones internacionales a la que se denominó “paradiplomacia”, sobre la que reflexionaremos más adelante. También, como conceptos similares e intercambiables aparecen el de gestión de entidades subnacionales o de gobiernos no centrales, para referirnos a diferentes niveles de desagregación del aparato estatal y descentralización. A esta situación no siempre el Estado supo dar una respuesta integradora y muchas veces, este protagonismo subnacional enfrentó o puso en jaque a la propia Política Exterior. Con esta breve introducción pretendemos remarcar el notable crecimiento que han cobrado los vínculos internacionales desde instancias infra o subestatales. Algunos podrían interpretar que estamos alentando aquellas visiones que se refieren a la “muerte del estado”, 116 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 116 10-09-2015 10:46:47 LAS “NUEVAS DIPLOMACIAS” EN LAS RELACIONES ARGENTINO-CHILENAS - pp. 115-130 por un lado, o haciendo una apología a la “diplomacia ciudadana”, o incluso la denominada “nueva diplomacia pública, “que no pone en foco en quién es el conductor (o en todo caso, el articulador) de la Política Exterior sino que subraya la “legitimidad” de lo que se hace público, independientemente del agente de que se trate. Una perspectiva amplia, como la que adopta Gregory (2011) considera que la diplomacia pública es la estrategia desplegada por actores estatales, subestatales o no estatales para hacer comprender las culturas, actitudes y comportamientos propios, para construir y gestionar relaciones, para influir en el pensamiento de las audiencias y fomentar accio­nes que permitan favorecer sus intereses y valores. Otras visiones más radicales llegan incluso a sostener que los actores no estatales son los “profesionales por excelencia de la diplomacia pública”, ya que su nivel de exposición siempre es público y poseen más legitimidad, entre otras razones. Desde esa perspectiva abogan por la necesidad de desarrollar diplomacias alternativas.2 Estas consideraciones previas sirven para delimitar el objeto de estudio en este trabajo. No abordaremos ese tipo novedoso y amplio de concebir la diplomacia sino que nos centraremos en las “diplomacias” ejercidas desde los Gobiernos No Centrales y también tomaremos en cuenta las relaciones transgubernamentales que llevan adelante los diferentes niveles y agencias que conforman la estructura burocrática del Estado. Estas se van configurando como canales necesarios y de creciente relevancia en el entrecruzamiento de relaciones entre países y son una expresión más de la porosidad característica en la interdependencia. Entonces, los Estados no sólo se relacionan a través de los órganos tradicionales encargados de la Política Exterior, sino que emerge una variedad de vínculos entre “pares” de agencias gubernamentales, ministerios, oficinas técnicas de cooperación internacional, contactos entre Universidades, parlamentarios y, de manera significativa entre actores subnacionales gubernamentales o también denominados gobiernos no centrales (GNC). Todos ellos son parte del entramado que contribuye tanto a la instalación de temas de agenda, a la “influencia” desde la mayor cercanía a cuestiones a resolver como al propio conocimiento técnico que ellas poseen. También promueven la cooperación en temas educativos y culturales, la resolución de problemas medioambientales y, en muchos casos, son actores esenciales a la hora de resolver cuestiones ciudadanas o que hacen al bienestar de la población en espacios transfronterizos, sólo para mencionar algunas tareas. A partir de las precisiones ya señaladas, en este trabajo abordaremos cuestiones generales relativas a la “paradiplomacia” y a la diplomacia no tradicional ejercida por agentes del Estado –en diversas áreas y niveles–, para luego enfocarnos en algunos ejemplos puntuales relativos a las relaciones bilaterales argentino-chilenas de la etapa democrática. Ellos son sólo parte del variado elenco de vínculos de tipo subnacional, que ha demostrado ser una pieza clave y un signo distintivo de las mismas3. Gran parte de estas nuevas visiones provienen fundamentalmente del campo comunicacional y asignan gran relevancia a la diplomacia que se ejerce sin importar el “agente” sino el mensaje. Ver Melissen, 2007, Gregory, 2011; Tuch 1990. Existen, además, perspectivas más contestatarias y directamente señalan la necesidad de “diplomacias alternativas”. 2 Los vínculos de tipo “transgubernamental” desarrollados progresivamente en la relación argentino-chilena han sido expresamente reconocidos por el Tratado de Maipú (30 de octubre de 2009) como estímulo de la “nueva relación” desde la etapa democrática. Podríamos afirmar que dicho Tratado es una interesante pieza político-jurídica que muestra conceptos aggiornados e instituciones dinamizadoras de una relación bilateral entre dos estados. 3 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 117 117 10-09-2015 10:46:47 Miryam Colacrai II. REFLEXIONES SOBRE EL PROTAGONISMO INTERNACIONAL SUBNACIONAL Y LA PARADIPLOMACIA El abordaje de la actividad y protagonismo internacional que han tenido en las últimas décadas los actores subestatales/subnacionales/ gubernamentales no centrales, ha sumado complejidad y ha enriquecido el debate académico de las Relaciones Internacionales. En paralelo, ha provocado algunos replanteos al estudiar cuestiones de la Política Exterior del Estado, que aunque sigue siendo un área exclusiva de “responsabilidad” del Estado-nación, no puede obviar los vínculos establecidos por actores de diversas esferas gubernamentales que se relacionan con otros más allá de las fronteras. En los inicios de la discusión sobre este tema, había una fuerte tendencia a identificarlas como un tipo de vínculos que se establecían, casi con exclusividad, en los Estados federales o Federaciones. Sin embargo, el análisis empírico de una gran variedad de manifestaciones de este fenómeno, puso en evidencia que también se producía, en sus diferentes niveles de gobierno, en aquellos países cuya organización era de carácter unitario. Respecto de sus consecuencias, también muchos casos mostraron que estos procesos de vinculación internacional de los entes de gobierno subestatales o no centrales, a veces acompañaba, a veces competía y, en casos más extremos, confrontaba con la Política Exterior como Política Pública del Estado. Las definiciones que refieren a este fenómeno, por cierto complejo y diverso, se incorporaron al análisis y debate en el espacio académico de las Relaciones Internacionales hacia mediados de los años ochenta y se incrementaron en las décadas posteriores, agregando algunas variables de análisis pero siguiendo los aportes fundacionales. Desde todos ellos se discute la aparición y consolidación de una especie de “diplomacia paralela” llevada adelante por entes subnacionales/subestatales, a la que llamaron “paradiplomacia” (Duchacek, 1986, 1990; Soldatos, 1990; Aldecoa- Keating, 2000; Cornago Prieto, 2000, 20104). Algunos autores las connotan incorporando aspectos de soberanía –a la que consideran compartida entre Estado y sus unidades componentes– tal el caso de Kincaid (2001), quien acuñó el término “constituent diplomacy”. En ese concepto se hace hincapié en que dicha política de vinculación internacional es, en verdad, realizada por aquellas “unidades constitutivas” de los estados federales, y que por ende, sería una “co-diplomacia, o una co-formulación de la diplomacia porque se basa en una co-soberanía. Y, si se agrega a ellos, una tendencia rupturista o separatista, suele hablarse de la “protodiplomacia” (Duchacek, 1990; García Segura, 1996). Otras vertientes incorporan la idea de diplomacia de naciones sin estado o diplomacias identitarias, las cuales ciertamente ponen en discusión la idea del “estado” que las comprende territorialmente5. En el escenario latinoamericano existe una línea de trabajos Es importante destacar que según ha referido Duchacek, en algunos de sus trabajos iniciales había denominado estos fenómenos como “microdiplomacia”- lo cual podría ser derogatorio - por lo cual adherirá luego al concepto de “paradiplomacia” de Soldatos. Por su parte Cornago Prieto se refiere a la participación de los gobiernos no centrales en las relaciones internacionales, mediante el establecimiento de contactos permanentes o ad hoc con entidades públicas o privadas extranjeras, con la finalidad de promover cuestiones socioeconómicas y culturales u otras, según sus propias competencias constitucionales (Ver también consideraciones sobre diversidad de rasgos y motivaciones en la práctica paradiplomática (Colacrai, 2010; 2013) 4 Generalmente se toman como casos de estudio Quebec, Flandes, Balonia, Catalunia y el País Vasco, los cuales tienen como denominador común el estar muy influenciados por un fuerte “nacionalismo” y una impronta separatista. 5 118 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 118 10-09-2015 10:46:47 LAS “NUEVAS DIPLOMACIAS” EN LAS RELACIONES ARGENTINO-CHILENAS - pp. 115-130 que prestaron atención a las actividades internacionales de provincias, regiones y gobiernos locales, entre los que se destacan obras colectivas como la compilada por Luis Maira y que lleva por título “La Política Internacional Subnacional en América Latina” (20106), así como también “A dimensão subnacional e as relacões internacionais”, organizada por Tullo Vigevani y Luiz Eduardo Wanderley (2004) y la obra coordinada por Sergio Rodríguez Gelfenstein “La paradiplomacia: las relaciones internacionales de los gobiernos locales”(2006). Como puede verse en dichos títulos, se expresa la variedad de modos de abordar la cuestión de los GNCs en su accionar internacional, desde relaciones internacionales de gobiernos locales y dimensión subnacional de las relaciones internacionales o “política internacional” subnacional. En algunos otros trabajos se ha discutido si las acciones estudiadas pueden enmarcarse en una “federalización de la Política Exterior” 7 En la mayoría de los casos, con la excepción de aquellas dinámicas subnacionales que apuntan al “separatismo”, la esencia de las actividades internacionales de los gobiernos regionales y locales radica en convertirse en facilitadores y árbitros de consorcios públicos y privados, generando alianzas con otros gobiernos de similar nivel y con agencias para el desarrollo. También esta modalidad de acción internacional ha sido denominada “diplomacia centrífuga” (Torrijos, 2000), por alejarse del centro estatal (significa que no emana del mismo), y podría definirse como aquel conjunto de iniciativas exteriores de tipo político, social, económico, cultural, ambiental, etc. diseñadas, emprendidas, reguladas y sostenidas por colectividades territoriales que proclaman y despliegan una capacidad de actuación propia. Con esa variedad de acciones y relaciones se genera una nueva diplomacia. Por lo tanto, las actividades tradicionales de la Política Exterior y sus encargados tradicionales se ven multiplicadas. De allí que las nuevas funciones impliquen la necesidad de conectar las diferentes puertas, facilitar canales y desarrollar marcos de análisis acordes con la creciente complejidad que tiene el medio internacional. El desafío es, sin dudas, mayor para aquellos Estados que poseen relaciones de gran densidad, lo cual necesariamente involucra diferentes tipos de actores. Precisamente, en el caso de las relaciones entre Estados fronterizos, esta abanico de actores, agentes gubernamentales, entidades políticas subestatales y locales pueden llegar a tener un rol determinante, como veremos en el siguiente apartado. En general, puede decirse que, siguiendo la dinámica internacional y los nuevos desafíos de la acción externas de los Estados, las Cancillerías se han ido renovando, tienen áreas de relaciones institucionales y federales, donde quedan comprendidos los niveles provincial y local. Comienza a darse una lectura más comprensiva de esa acción exterior, cuestión que podría resumirse en la definición de Política Exterior que nos propone Hill (2003), y que toma en cuenta la complejidad de los vínculos internos y externos, el rol mediador que asigna a la acción gubernamental y la relevancia de diversos agentes. El autor la concibe como “la suma de las relaciones externas oficiales conducidas o llevadas adelante por un actor En algún sentido suele darse ese mismo carácter a las acciones escocesas en demanda de su autonomía. En esta obra se analizan diversas experiencias en América Latina, haciendo referencias específicas a las relaciones entre Argentina y Chile desde la óptica subnacional, algunas focalizadas en experiencias recientes y otros trabajos, como los de Pablo Lacoste, que relevan importantes antecedentes históricos. 6 Se discute la cuestión de la “Federalización de la Política Exterior” tomando en cuenta cambios producidos en la Constitución Argentina reformada en 1994 en Colacrai-Zubelzú (1994), siendo uno de los trabajos pioneros sobre actividades internacionales de las provincias argentinas. 7 Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 119 119 10-09-2015 10:46:47 Miryam Colacrai independiente –usualmente el Estado, aunque se reconocen otros actores– que mantiene un grado de coherencia hacia el mundo exterior”. En esa definición de Política Exterior, se toma en cuenta la existencia de un “cuerpo de decisores”, aunque advierte que no sería conveniente circunscribirse nada más a los servicios diplomáticos. Aunque éstos quieran conservar el rol de “porteros” que han tenido tradicionalmente, en la práctica deben aceptar que hay un grado creciente de diplomacia paralela de parte de colegas de otros ministerios. Dicho de modo sintético, la Política Exterior tiene que tener la “capacidad de articular” y debe ser vista como una vía para intentar reunir una variedad de cuestiones, darle sentido a las diversas actividades del Estado y la comunidad que vive en su interior. Asimismo, se debe prestar atención a regiones o subdivisiones gubernamentales que generan un entramado de relaciones “transgubernamentales” que tienen que ver tanto con divisiones territoriales (provincias, regiones, gobiernos locales) como con áreas funcionales (carteras ministeriales, parlamentos, universidades, áreas de Ciencia y Tecnología, etc.) Entonces, el escenario de globalización y regionalización que caracteriza a la sociedad internacional de los últimos años del siglo XX y primera década del siglo XXI, tiene la particular de hacer visibles las vinculaciones que se producen entre actores subestatales. Ello pone en el tapete la necesidad de modernizar el aparato estatal y, por ende, buscar una flexibilización a las rígidas estructuras de las diplomacias tradicionales y los órganos representativos. Estas “nuevas diplomacias” que involucran a actores gubernamentales en una desagregación de niveles del aparato estatal, caracterizan en gran medida la “nueva” relación entre Argentina y Chile, en coincidencia con la etapa de gobiernos democráticos en ambos países. III. LAS “NUEVAS DIPLOMACIAS” EN LA RELACIÓN ARGENTINO-CHILENA EN EL DEVENIR DE LOS ÚLTIMOS VEINTICINCO AÑOS: TRANSGUBERNAMENTALISMO Y ACCIÓN SUBNACIONAL. SU DINÁMICA, A TRAVÉS DE ALGUNOS EJEMPLOS La Argentina y Chile en los años noventa se propusieron incrementar sus relaciones, acordando sobre la institucionalidad y ciertos principios republicanos básicos y decidieron la orientación de sus futuros vínculos a partir de la construcción de una relación en clave de mutua confianza8. De esta manera, se pavimentaba el camino hacia la superación del modelo basado en el “equilibrio de amenazas”9 que había operado desde una lectura geopolítica restringida en los decenios anteriores. La construcción de Medidas de Confianza Mutua en la región sudamericana constituye un proceso que permitió avanzar de manera sustantiva en el tratamiento de la nueva agenda, entendiendo que era necesario resolver las dimensiones de amenazas afincadas en la agenda tradicional, vinculadas a percepciones de amenaza de carácter militar, en especial en el eje soberano territorial. 8 La característica saliente es que vale más la intención o amenaza percibida con relación al poder del otro que el uso real que se haga de él (WALT, 1987). Un marco teórico de significativo valor para la comprensión de estos procesos es, sin dudas, el constructivismo (Wendt, 1992). Para entender el “clima de época” que se vivió en América Latina en los años anteriores al inicio de la posguerra fría, puede verse, Cruz Johnson, Rigoberto y Augusto Varas eds. (1993). 9 120 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 120 10-09-2015 10:46:47 LAS “NUEVAS DIPLOMACIAS” EN LAS RELACIONES ARGENTINO-CHILENAS - pp. 115-130 A partir de entonces, y siguiendo lo que podría caracterizarse como una “política de Estado”, en el sentido que se proyecta en el tiempo con una línea de continuidad en diferentes gobiernos –en uno y otro país– , se han ido forjando espacios, canales e interacciones que apuntan a desarrollar una interdependencia más ordenada y administrable, en la cual la política juega un rol importante y desde el nivel presidencial, particularmente en las Reuniones Cumbres anuales, recibe un permanente estímulo. Lo interesante, para el tema que nos ocupa, es que la Política Exterior –de tipo tradicional– encuentra en el ámbito de las “otras diplomacias” una permanente retroalimentación. Y, tal como se señala en diversas conceptualizaciones de “paradiplomacia” y acciones internacionales de GNCs, ellas contribuyen y complementan, son una demostración de “interlocución” ampliada. Nuestra línea de trabajo viene remarcando que, precisamente, la densidad de relaciones en esos otros dominios le confiere características particulares a las relaciones entre la Argentina y Chile marcando una significativa diferencia con el resto de la región. Asimismo resulta claro que, en este caso, es inseparable del macro-nivel de sus políticas exteriores, o lo que caracterizaríamos como Diplomacia Tradicional10. Consideramos que, anclada en la variable política, la relación argentino-chilena desde la etapa democrática en ambos países fue desarrollando un marco institucional que contribuye a la gestación de una “interdependencia ordenada”11. Ello ha estimulado una mayor cooperación y ha favorecido la interrelación entre sus actores sociales y económicos y los diversos sectores o segmentos gubernamentales (ya sea Ministerios, Parlamentos, Gobiernos No Centrales en sus diversas competencias jurisdiccionales, Universidades Nacionales, etc.) Dada la complejidad señalada en los “anillos o círculos concéntricos” que entrelazan los vínculos argentino-chileno y habida cuenta del espacio que disponemos para este artículo, nos detendremos a analizar puntualmente el desarrollo que han tenido los “Comités de Frontera” (hoy llamados Comités de Integración) para pasar, luego, a la consideración de otros ejemplos, considerados como nuevas regionalizaciones –una de ellas seleccionada por el área y dimensión geográfica que comprende y la otra por poner el acento en cuestiones ambientales– las que, sin dudas, reflejan nuevos modos de accionar de provincias y regiones. 10 Entendemos por Diplomacia Tradicional (en el caso que analizamos), las acciones de los Ejecutivos, las reuniones cumbres y las visitas presidenciales así como también la singular cooperación que se fue construyendo en el ámbito de las Relaciones Exteriores, de la Defensa y la Seguridad. En este último ámbito, se superaron las que originariamente se llamaron “medidas de confianza” para tratarse en la actualidad de “medidas de integración” 11 Desde la presentación realizada en nuestros proyectos de investigación (CONICET) desde 2007, hemos establecido una metodología de círculos concéntricos que comprenden a los diversos actores que desarrollan acciones en el amplio campo de la política exterior: El primero es el de la diplomacia tradicional, llevada a cabo por quienes actúan en nombre del Estado y son considerados los canales naturales de vinculación externa. El segundo círculo, el más complejo, lo componen la integración subnacional y la paradiplomática, que protagonizan los gobiernos No Centrales (provincias en el caso argentino y regiones, en el chileno) y también las autoridades ministeriales, los legisladores nacionales y actores gubernamentales del ámbito de la cultura, la educación y las ciencias de ambos países. En este círculo, los Comités de Integración (antes llamados Comités de Frontera) juegan un rol estelar, a la vez que se complementan con la conformación de espacios transregionales. El tercero, que podría considerarse novedoso y con carácter experimental, pero importante a ser analizado como parte integral de la relación, es el “espacio construido por la clase política, o parte de ella”. Este último círculo, menos institucionalizado y más informal, ha sido importante para acercar propuestas, interceder en momentos sensibles, también se exhibe a partir de la presencia en apoyo a candidatos en procesos pre-electorales en ambos países. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 121 121 10-09-2015 10:46:47 Miryam Colacrai a. La dinámica y evolución de los Comités de frontera/ integración y el protagonismo provincial y regional El origen de los Comités de Frontera debe rastrearse en el Acta de Entendimiento, suscrita en Buenos Aires, el 16 de noviembre de 1984, en el marco del Tratado de Paz y Amistad, por la cual se fomentaba la búsqueda de acercamientos y resolución pacífica de los diferendos entre las Partes. En sus inicios, aquéllos eran grupos de trabajo reunidos con la finalidad de facilitar el tránsito transfronterizo, luego incorporaron más actividades para atender aspectos del desarrollo local, salud, infraestructura y otras cuestiones que fueran relevantes para el mejoramiento de las regiones limítrofes. Desde 2006 y, a través de Notas Reversales, se acordó que su denominación fuese “Comités de Integración”, siendo mucho más representativo de los propósitos que animan su acción en el presente y se proyectan en el futuro. Otro dato a tomar en cuenta es que los respectivos Embajadores se sumaron a las sesiones de los Comités y se contó con agendas planeadas con anterioridad a la celebración de dichas reuniones. Las temáticas que ellos han ido abordando responde al interés de la propia región y sus alrededores y a coadyuvar en la promoción del desarrollo del área con iniciativas de integración fronteriza, incorporando nuevos temas relacionados con situaciones específicas de comercialización, agricultura, Salud y educación en respuesta a inquietudes planteadas por los pobladores locales. Desde el punto de vista funcional dichos Comités no tienen capacidad de decisión, no son vinculantes pero son una correa de transmisión de las cuestiones presentadas y debatidas en esos espacios para ser elevadas posteriormente a los órganos decisorios con que cuenta cada país. En gran medida desde allí se da visibilidad a algunas problemáticas que son de preocupación regional/local y que, probablemente, sin esta instancia no llegarían a conocimiento de las autoridades centrales. Conforman un esquema jurídico-político que permite que la frontera dialogue e interactúe. De allí que, parafraseando a Alexander Wendt12, para quien los Estados construyen el tipo de relaciones que desean tener con los otros –es decir “la anarquía será lo que los Estados quieran hacer de ella”–, aplicaremos ese mismo razonamiento a la “frontera”. Por lo tanto entendemos que ella también es una “construcción” y dependerá del sentido que quieran darle los Estados que la comparten. De allí que sostengamos que los “Comités” encierran un valor simbólico y práctico, a la vez. Su valor simbólico radica en el intercambio de miradas y de percepciones respecto del “otro” que se enriquece con la continuidad de sus reuniones, la negociación en base a la existencia de intereses comunes, el contacto entre esferas públicas y privadas de la sociedad de uno y otro lado. Una señal de este contenido simbólico también queda de manifiesto en el cambio de la denominación con que estos Comités surgieron –Comités de Frontera– y los hoy llamados “Comités de Integración”, indicando su verdadero propósito de cooperación e integración. 12 Recuérdese que este autor, uno de los referentes máximos del Constructivismo en las Relaciones Internacionales, se refirió a la anarquía internacional como una construcción (Wendt, 1992). 122 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 122 10-09-2015 10:46:47 LAS “NUEVAS DIPLOMACIAS” EN LAS RELACIONES ARGENTINO-CHILENAS - pp. 115-130 En cuanto a su sentido práctico, se observa en las diferentes propuestas y medidas que apuntan a ofrecer soluciones concretas a diversas problemáticas donde participan los actores cercanos a ellas. La trayectoria de los Comités de Fronteras nos remite inicialmente al Sistema del Cristo Redentor, establecido mediante el Acta de la Comisión Binacional argentino-chilena de Cooperación Económica e Integración Física (abril de 1987). A partir de entonces, continuó tanto hacia el sur como hacia el norte de la Cordillera la sustanciación de otros Comités. En líneas generales se trató de responder a las priorizaciones de pasos fronterizos y a las necesidades manifestadas por las propias autoridades locales13. En la actualidad funcionan ocho comités, cuyo número total de reuniones depende de la fecha de su creación, aunque el promedio está en el orden de catorce reuniones hasta el presente (con excepción del último que fuera creado en Las Leñas). La nómina y áreas involucradas, es la siguiente: • ATACALAR, cubre las Provincias de Catamarca, La Rioja, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán y la Región de Atacama (III Región de Chile).En 2011 se sumó Santa Fe. • NOA-NORTE GRANDE, abarca las Provincias de Salta, Jujuy y Tucumán y por Chile las Regiones de Antofagasta (II Región) y Tarapacá (I Región). • AGUA NEGRA, reúne a la Provincia de San Juan y la Región de Coquimbo (IV Región) de Chile. • CRISTO REDENTOR, integra la Provincia de Mendoza y la Región de Valparaíso (V Región) de Chile. • EL PEHUENCHE, abarca la zona sur de la Provincia de Mendoza y la Región del Maule (VII Región) de Chile. • LAS LEÑAS, reúne a la Provincia de Mendoza y la Región del Libertador Bernardo O´Higgins (Rancagua) • REGION DE LOS LAGOS, comprende las Provincias de Neuquén, Río Negro y por Chile las Regiones de Bíobío (VIII Región), Araucanía (IX Región), Los Lagos (X Región) y Los Ríos (XIV Región). • INTEGRACION AUSTRAL, conformado por las Provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego y por Chile las Regiones de Aysén (XI Región) y de Magallanes y Antártica (Región XII). Una particularidad que hemos observado en los últimos años es que han ampliado su radio de acción ya que no sólo de las provincias fronterizas –en el caso argentino– forman parte de ellos. Nuevas incorporaciones obedecen al interés por estar presente en las discusiones y decisiones respecto de obras de infraestructura que favorecerían la conectividad y contribuirían 13 Son 13 los pasos priorizados reconocidos por las cancillerías de Argentina y Chile. Son priorizados en función de agilizar los recursos asociados a vialidad, construcción y mejoramiento de complejos fronterizos. Ello son: Paso Jama, Paso Sico, Paso San Francisco, Paso Pircas Negras, Agua Negra, Paso Cristo Redentor, Paso Pehuenche, Paso Pino Hachado, Paso Cardenal Samoré, Paso Coyhaique, Paso Huemules, Paso Integración Austral, Paso San Sebastián. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 123 123 10-09-2015 10:46:47 Miryam Colacrai a la apertura hacia los espacios geoeconómicos emergentes que se perfilan en el mapa mundial.14 Darle relevancia a la acción de los Comités de Integración, no significa desconocer que no siempre se trabaja con la celeridad esperada. La diferencia en la estructura organizacional de la Argentina y de Chile suele ser considerada como un factor condicionante del éxito de los proyectos y propuestas que se manejan en los Comités. Muchas veces, se magnifica un tanto la “estructura federal” que tiene la Argentina, ya que las autorizaciones para tomar créditos internacionales, en lo que respecta a obras de infraestructura de envergadura, por ejemplo, es una atribución del gobierno central. De todos modos, algunas provincias han hecho contribuciones –aunque restringidas– desde sus propios presupuestos provinciales para agilizar algunas obras, especialmente carreteras y caminos. Asimismo, en el caso de Chile deberíamos prestar atención a la elección por voto popular de los CORE, en las elecciones del 17 de noviembre de 201315. Quizá, a partir de ello, podría conjeturarse que ciertas decisiones de carácter presupuestario para fortalecer el desarrollo regional, serán objeto de análisis y decisión por quienes son naturales de la respectiva región y no por “delegados” del gobierno nacional, como venía siendo hasta ahora. Este es un proceso que recién comienza y se inscribe dentro de más amplias discusiones relativas a la descentralización. Los Comités de Integración, sin dudas, constituyen una instancia muy importante de participación subnacional, pero no la única. En su trayectoria en ascenso, las reuniones de los Comités convocaron también a Encuentros de Alcaldes e Intendentes de ciudades que forman parte de las Regiones y Provincias involucradas. Esto ha sido recogido en la letra del Tratado de Maipú de Integración y Cooperación, firmado por las presidentas Michelle Bachelet y Cristina Fernández en octubre de 200916, que establece una reunión bilateral entre gobernadores argentinos e intendentes chilenos para impulsar la integración. En marzo de 2012, en el marco de la reunión cumbre de Presidentes, se firmó un Protocolo complementario del Tratado de Maipú de Integración y Cooperación17 que institucionaliza una reunión bilateral 14 Tal el caso, del Túnel Agua Negra (provincia de San Juan – IV Región) que resultaría muy útil para la comunicación hacia el Pacífico de las provincias de la Región Centro (Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos), de allí que gestionen su participación en las discusiones aunque geográficamente no pertenecen a la frontera andina. El otro ejemplo señalado es la incorporación de la Provincia de Santa Fe en Atacalar. Merece tomarse en cuenta que, acorde con declaraciones del embajador de Chile en Argentina, Marcelo Díaz, toma fuerza el anuncio de que en 2015 se licitará definitivamente el Túnel de Agua Negra (Diario La Capital, Rosario, 29 de marzo de 2015). 15 El Consejo Regional, conjuntamente con el Intendente, forma parte del Gobierno Regional, y tiene por finalidad hacer efectiva la participación de la comunidad regional y estará investido de facultades normativas, resolutivas y fiscalizadoras. Una información más completa puede hallarse en: http://www.eleccionesenchile.com/informacionconsejeros-regionales-que-es-y-funciones-100.html. 16 El texto completo de la Declaración y el Tratado de Maipú puede consultarse en http://www.dipublico.com.ar/ wordpress/2009/11/03/declaracion-presidencial-argentina-chile-tratado-de-maipu-de-integracion-y-cooperacion-yprotocolos-complementarios/ De acuerdo con el Boletín Oficial de la República Argentina, se convirtió en Ley 26561, sancionada el 18 de noviembre de 2009 y promulgada el 17 de diciembre de 2009. Ratificado por ambos congresos (Argentina y Chile) en noviembre, entró en vigencia el 22 de enero de 2010. 17 Se establece en su artículo 3 que las Partes dispondrán de los siguientes mecanismos bilaterales: Encuentros presidenciales, Reunión Binacional de Ministros, Sistema de Consultas Permanentes de los Ministerios de Relaciones Exteriores, Comisión Binacional de Cooperación Económica e Integración Física, Comisión Binacional de Comercio, 124 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 124 10-09-2015 10:46:47 LAS “NUEVAS DIPLOMACIAS” EN LAS RELACIONES ARGENTINO-CHILENAS - pp. 115-130 anual entre gobernadores argentinos e intendentes chilenos para impulsar la integración. Y, en agosto de 2014, se produjo por primera vez en forma simultánea –y así se hará en adelante– la Reunión Binacional de Ministros, de Gobernadores argentinos e intendentes chilenos y de la Comisión Parlamentaria Conjunta18. De hecho, en estos veinticinco años –sin desconocer antecedentes históricos previos–, las provincias y regiones han emergido como actores importantes en la relación bilateral de la mano de una diversidad de acuerdos, visitas y proyectos. Del lado argentino, algunas provincias han sabido hacer una interesante tarea de influencia y cabildeo, para que sus intereses sean tomados en cuenta por el Gobierno Central, siendo Mendoza y San Juan las más destacadas. Además de ser las provincias que tradicionalmente y por diversas razones, siempre estuvieron más cercanas a Chile, su ubicación estratégica en el centro neurálgico de las vías transfronterizas ha sido una potencialidad muy remarcada y publicitada en encuentros internacionales y nacionales por las autoridades provinciales. Además, se han ocupado de señalar que la “conectividad” que desde ellas se pueda construir tendría, no sólo impacto binacional sino que ofrecería beneficios para los espacios más amplios de los corredores bioceánicos mercosureños. También, el Tratado de Maipú le asignó un protagonismo importante, habida cuenta que se incluyeron dos Protocolos Complementarios instituyendo la EBITAN (Entidad Binacional para el Proyecto Túnel de Baja Altura19) y la EBIFETRA (Entidad Binacional para el Proyecto - Ferrocarril Trasandino Central). La dinámica de provincias y regiones también se proyecta en la creación de novedosos espacios regionales, como veremos en uno de los ejemplos seleccionados. Asimismo, consideraremos como parte de este catálogo de acciones subnacionales, el proceso que apunta al establecimiento de una especial región binacional basada en consideraciones ambientales. b. La actividad subnacional y la creación de “nuevas regionalizaciones” en el seno de las relaciones argentino-chilenas Entre los múltiples ejemplos que podrían destacarse en el contexto de estas relaciones bilaterales, y con el propósito de subrayar algunas experiencias puntuales en el entramado de vínculos de carácter subnacional, emerge con sus particularidades y dinámica la Zona Inversiones y Relaciones Económicas, Comisión Parlamentaria Conjunta y Comités de Integración. Una buena parte de estos mecanismos registran actividad anterior al Tratado, pero lo relevante aquí es que se los reconoce como “parte constitutiva de la institucionalidad” con la que cuenta esta relación bilateral. Asimismo, de la lectura del Tratado completo se infiere que alrededor del un 70% de su articulado se refiere, de una u otra manera, a las relaciones del tipo transgubernamental y subnacional (actores gubernamentales provinciales y locales). 18 La III, reunida en Santiago de Chile el 23 de agosto de 2013, contó por primera vez con la participación de San Luis, Santiago del Estero y Santa Fe. Si bien ellas no son provincias limítrofes, están claramente inclinadas a trabajar para la facilitación de conexiones transfronterizas, reconociendo su valor e impacto en la relación bilateral y su contribución al fortalecimiento de los corredores bioceánicos de relevancia para el MERCOSUR. 19 De acuerdo con informaciones periodísticas serían veintitrés los consorcios o empresas (de 10 países) que el 21 de octubre de 2013 hicieron expreso su interés por llevar a cabo este proyecto en la cordillera de Elqui. Ver “Firmas españolas muestran interés por túnel Agua Negra” http://diarioeldia.cl/articulo/firmas-espanolas-muestran-interestunel-agua-negra. En 2015, el Gobierno de Chile asumió el compromiso de aportar el 28% y la Argentina el 82% restante del costo para llevar adelante esta obra binacional. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 125 125 10-09-2015 10:46:47 Miryam Colacrai de Integración Centro-Oeste de América del Sur, conocida bajo la sigla ZICOSUR, la cual nuclea regiones argentinas, chilenas, bolivianas y Paraguay20. Se trata de un “espacio de carácter multinacional-transregional”, surgido en 1997, que se proyecta regionalmente y con aspiraciones a constituir una plataforma para el acceso de sus producciones a los mercados asiáticos a través de los puertos chilenos y a las ventajas competitivas que desde allí se cuentan. En función de ello, una de las metas es la refuncionalización y el incremento de la infraestructura ferroviaria e hidrovial así como también, la facilitación de los trámites en los puntos fronterizos de los cinco países (Argentina, Chile, Bolivia, Brasil y Paraguay)21. Dicho de este modo, parecería que sus propósitos se agotan en cuestiones comerciales y de servicios aplicados a la exportación. Sin embargo, se observa cómo a través de las diferentes reuniones se van diseñando actividades de un espectro mayor y aparecen propuestas institucionales, culturales y de coordinación interuniversitaria. Hacia finales de 2007, se presentó el Programa de Movilidad Estudiantil de la Red CRISCOS, dependiente del Consejo de Rectores por la Integración de la Subregión Centro-Oeste de Sudamérica22. Desde entonces, el área “Zicosur-educativa” se muestra dinámica y en pleno desarrollo, promoviendo entre sus propósitos: fortalecer la integración regional, fomentar y consolidar redes temáticas de docencia e investigación, acciones en forma integrada entre las universidades y contribuir con los sectores públicos y privados en la resolución de problemas regionales”. Parecería darse en todo el proceso una emulación de lo desarrollado en el marco del MERCOSUR en áreas temáticas y también en ciertos avances hacia su institucionalización. El año 2011 fue clave para darle visibilidad a la ZICOSUR como un espacio de relaciones transgubernamentales, y quizá como un modo de llevar adelante “nuevas diplomacias”, produciéndose la presentación oficial en la Cancillería argentina. Dada su trayectoria y dinámica, este mecanismo de cooperación constituye una experiencia a ser analizada en sus proyecciones futuras ya que se observa en él una dimensión estratégica interesante: fortalece y estimula la cooperación en este espacio multinacional que apunta a ganar su inserción internacional y regional sobre todo de cara al ascenso de las potencias emergentes del Asia-Pacífico. Sin embargo, no se agota su relevancia en las cuestiones económico-comerciales sino que llama la atención una fuerte apuesta a los aspectos culturales sumados, como vimos a la expansión de la educación universitaria y el intercambio estudiantil y docente. En este aspecto, cuenta desde 1999 con los Encuentros internacionales de Teatro Zicosur que contemplan la presentación de espectáculos teatrales, además de la realización 20 Participan: las provincias de Catamarca, Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, Santiago del Estero y Tucumán (de Argentina) ; los departamentos de Beni, Chuquisaca, Cochabamba, Oruro, Pando, Potosí, Santa Cruz y Tarija ( de Bolivia) ; el estado de Mato Grosso del Sur (Brasil) , las regiones de Alto Paraguay, Alto Paraná, Amambay, Boquerón, Caaguazú, Caazapá, Canindeyú, Central, Concepción, Cordillera, Guairá, Itapuá, Misiones, Ñeembucú, Paraguarí, Presidente Hayes y San Pedro (Paraguay); las regiones de Arica y Parinacota, Atacama y Tarapacá (Chile) y los departamentos de Arequipa, Moquegua y Tacna (Perú). Nuclea una población total cercana a los 40 millones de habitantes. 21 Ver http://www.salta.gov.ar/index.php?news=4409. Sobre el aporte de la Provincia de Jujuy y el Paso de Jama a dicho proceso de integración subnacional, se manifestaron su gobernador y los Embajadores de Argentina y Chile. Ver http://www.jujuy.gov.ar/index2/partes_prensa/20_08_2009/180-200809.doc. 22 Ver http://www.diarioc.com.ar/educacion/id/94739. 126 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 126 10-09-2015 10:46:47 LAS “NUEVAS DIPLOMACIAS” EN LAS RELACIONES ARGENTINO-CHILENAS - pp. 115-130 de foros y talleres. En últimas sesiones han propuesto, entre otros objetivos, el catastro de artistas y el registro de infraestructura para el desarrollo cultural existente en el espacio23. Otra experiencia que, también desde instancias subnacionales avanza como un espacio de cooperación binacional y, en este caso, poniendo foco en las cuestiones medioambientales, es la iniciada en el seno del Comité de Integración Región de los Lagos en su XXIII reunión realizada en marzo de 2005 en San Carlos de Bariloche y por la cual se acordaba llevar la iniciativa de crear un Corredor Ecoregional. Temas de este tenor, vinculados con la economía y el turismo sustentable están siempre presentes en las propuestas de quienes participan en diálogos patagónicos transfronterizos incluso apuntando al diseño de circuitos patagónicos integrados. Pero en este caso, los actores subnacionales redoblaron la apuesta y comenzaron en 2006 a trabajar en pro de la creación de la “Reserva de Biosfera Andino Norpatagónica” avalada por la UNESCO incluyendo territorio del Parque Nacional Los Alerces, Parque Nacional Lago Puelo (ambos en Chubut), Área Protegida Río Azul-Lago Escondido (Río Negro), Parque Nacional Nahuel Huapi (Río Negro y Neuquén), Parque Nacional Lanín (Neuquén), Parque Nacional Puyehue, y Parque Nacional Vicente Pérez Rosales (ambos en Chile). Para entender la relevancia de este emprendimiento, puede señalarse sintéticamente que las reservas de biósfera24 conjugan el conocimiento científico con modalidades de gobernanza, tratan de reducir la pérdida de biodiversidad, mejorar los medios de subsistencia de las poblaciones y elevar las condiciones sociales, económicas y culturales, necesarias para un medio ambiente sostenible. Se erigen, también, como sitios de aprendizaje y experimentación. El proceso para llevar esta iniciativa a feliz término debe sortear cuestiones relacionadas con las disposiciones legales de cada país (y las provincias, en el caso argentino) y su compatibilización con los requerimientos del organismo internacional para el establecimiento de Comités de gestión del área. Se sigue trabajando desde entonces – aunque a veces con distintas velocidades de un lado y otro de la Cordillera. Consideramos muy importante darle relevancia académica y atención política a este novedoso intento por regionalizar una cuestión medioambiental ya que, de constituirse finalmente como tal, estaríamos en presencia de la reserva más importante de bosques de regiones templado-frías y la primera binacional de Latinoamérica. En el interim ya produce un importante efecto de concientización sobre espacios de protección común, a la vez que promueve la búsqueda de fórmulas compatibles con las respectivas legislaciones bajo el paraguas que ofrece la UNESCO. IV. A MODO DE REFLEXIÓN FINAL En las relaciones internacionales actuales, ya nadie pone en dudas que el Estado comparte sus funciones con una inmensa y compleja red de actores de naturaleza y niveles de gobierno 23 De acuerdo con la información con que se cuenta todas ellas han sido financiadas, casi en su totalidad, por el Gobierno Regional (GORE) Región de Antofagasta, a través del Fondo de Subvención de Actividades Culturales 2% F.N.D.R. adjudicado según concurso anual por el Consejo Regional (CORE) Región de Antofagasta. 24 A principios de 1970, la UNESCO desarrolló el Programa MAB (“El Hombre y la Biósfera”, por su sigla en inglés) para identificar y designar los lugares que cumplen los requisitos para ser una Reserva de Biósfera. Desde su creación, el Programa MAB ha designado 621 Reservas de Biósfera en 117 países de todo el mundo. Revista Encrucijada Americana - Año 7 - N° 2 - 2015 - 1 ISSN versión impresa: 0719-­3432 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 127 127 10-09-2015 10:46:47 Miryam Colacrai diversos (supranacional, regional, local) y pertenecientes a las esferas públicas, semipúblicas y privadas. También cobra conciencia de los diversos actores que tienen protagonismo en su interior y cuyas acciones se proyectan internacionalmente de manera diversa, si se toman en cuenta los múltiples canales a través de los cuales se manifiestan. Desde todos esos espacios e instancias se construyen relaciones internacionales más complejas, a las cuales la Diplomacia (como la conocemos en su sentido clásico) debe poder incorporar con criterios de flexibilidad y reconocerle la capacidad para contribuir en el sostenimiento de vínculos entre países. En la consideración de las densas relaciones argentino-chilenas, esto es evidente. El ascenso positivo, la continuidad y el reforzamiento en el tiempo que tiene la relación bilateral argentino-chilena –cuyo primer paso fue el Tratado de Paz y Amistad del año 1984 y fue adquiriendo avances cualitativamente relevantes desde 1991– se proyecta a futuro a través del Tratado de Maipú (2009) que reconoce esa diversidad de vínculos y propone una hoja de ruta para profundizar la cooperación e integración entre ambas naciones. Este proceso de involucramiento de las provincias y regiones en las relaciones con los vecinos y de fomento del diálogo transfronterizo, tiene a la vez un reconocimiento y un estímulo hacia su profundización en el texto (y primeros pasos de su aplicación) del Tratado de Maipú (2009) al cual debemos ponderar como un decidido escalón para profundizar la cooperación e integración entre Argentina y Chile, el cual constituye una “pieza” significativa de tratados con una impronta moderna que asigna relevancia a la actividad subnacional y transgubernamental y se erige como un modelo de vinculación que se muestra con sus características distintivas al resto de los países de la región. Los Comités de Integración, las acciones llevadas a cabo por las Provincias argentinas y las regiones chilenas, la conformación de espacios con proyección estratégica –como Zicosur– y la gestión de modo binacional de un área de protección ambiental –inserta en el marco de la UNESCO y su Programa relativo a la Biosfera– son sólo una muestra de una diversidad de vínculos y parte del entramado de relaciones donde los Gobiernos No Centrales enriquecen y complementan la Política Exterior, considerada en su acepción más tradicional. BIBLIOGRAFÍA Aldecoa, F. y Keating, M. (eds.) (2000). Paradiplomacia: las relaciones internacionales de las regiones. Madrid: Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A. Colacrai, M. (2010). Argentina-Chile. Las relaciones políticas y el crecimiento de un notable tejido de vínculos a escala nacional y subnacional. En CERIR, La política exterior de Cristina Fernández. Apreciaciones promediando su mandato (págs. 321-362). Rosario: UNR. ------. (2013). El rol de las ciudades en el actual escenario internacional y en los procesos de integración regional: Ni tanto ni tan poco… Revista de Integración y Cooperación Internacional n°14 enero-marzo , 3-20. 128 Revista Encrucijada Americana Universidad Alberto Hurtado 12186 - Interior Revista Encrucijada Americana.indb 128 10-09-2015 10:46:47 LAS “NUEVAS DIPLOMACIAS” EN LAS RELACIONES ARGENTINO-CHILENAS - pp. 115-130 Colacrai, M. y Zubelzú, G. (1994). Las provincias y sus relaciones externas ¿Federalización de la Política Exterior o protagonismo provincial en las relaciones internacionales? Cuadernos de Política Exterior Argentina , 1-52. Cornago Prieto, N. (2000). Paradiplomacia y redefinición de la seguridad internacional: dimensiones de conflicto y de cooperación. En F. Aldecoa y M. Keating (eds.), Paradiplomacia: las relaciones internacionales de los gobiernos regionales (págs. 5577). Madrid: Marcial Pons. ------. (2010). On the Normalization of Sub-State Diplomacy. 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