CINE ! Cine Diga whisky! Pablo Azócar* Con el antecedente de haber derrotado a Machuca y obtenido el premio Goya a la mejor película extranjera, se estrena finalmente en nuestro país Whisky. A través de este filme, el cine uruguayo nos entrega un retrato de personas adultas donde la sonrisa es un espejismo dentro de la soledad de sus vidas. 272 MENSAJE julio 2005 A primera vista, Whisky es una historia que no promete mucho ya que los protagonistas son personas de edad, cuyas vidas se desarrollan de manera bastante monótona. En este sentido, el guión se centra en las situaciones cotidianas de los protagonistas, donde no hay gran espacio para imprevistos. Uno de sus grandes méritos es la manera en que los jóvenes directores, y al mismo tiempo guionistas (Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella), abren una ventana en el devenir de los personajes, a través de la cual nos convertimos en espectadores privilegiados de sus vidas. Filmada en Montevideo y Piriápolis (un balneario uruguayo de principios del siglo XX, cercano a Punta del Este), Whisky relata el reencuentro de dos hermanos judíos, ya de edad, con ocasión de la colocación de la placa fúnebre en la tumba de su madre muerta un año atrás. El mayor, Jacobo Köller (Andrés Pazos), vive en la capital uruguaya y tiene a su cargo un antiguo negocio familiar: una fábrica de calcetines bastante venida a menos. Por otro lado, su hermano menor, Herman (Jorge Bolani), reside en Brasil, y también tiene una fábrica de calcetines, que parece tener mejor suerte. El reencuentro entre ambos está lejos de ser cariñoso y efusivo. Jacobo debió cuidar a la madre durante la etapa final de su enfermedad, al mismo tiempo que corría con todos los gastos. Herman no había podido ausentarse de Brasil, por lo que sólo volvió a Uruguay después del fallecimiento. En un principio, Jacobo intenta disimular su disgusto por el abandono de su hermano, pero a medida que corran los días la relación entre ambos mostrará todas las grietas desarrolladas. Un tercer personaje entra en juego cuando Jacobo le pide a 50 Marta (Mirella Pascual), una mujer de edad que trabaja como supervisora en su fábrica, que se haga pasar por su señora durante el tiempo que su hermano se quede en Uruguay. El problema es que Jacobo desconoce los sentimientos que provoca en Marta, por lo que se llevará más de una sorpresa durante la convivencia de aquellos días. Así queda conformado un trío bastante atípico, personas de edad sin grandes aspiraciones y que viven en una profunda soledad. UN MUNDO DE SOLEDAD Con muy pocos recursos, los jóvenes realizadores se las arreglan para recrear el especial ambiente en el que transcurre la historia, el cual está siempre remarcando la profunda soledad que rodea a los protagonistas. Sobre todo las vidas de los personajes uruguayos, las que parecen transcurrir fuera del tiempo y espacio habitual. La escena inicial es un buen ejemplo de esto, cuando Jacobo trata de hacer arrancar su viejo auto, o la fachada de la fábrica y el estadio de barrio. Para poner mayor énfasis en las distintas situaciones en que se ven involucrados los protagonistas, la cámara asume ángulos poco comunes. Tan importante como lo anterior es el tiempo que se da la cámara para mostrar cómo los distintos espacios donde habitan los personajes tienen mucho que decir a la hora de intentar comprenderlos. En este sentido, la película destaca los objetos que rodean a los protagonistas. Un buen ejemplo son los acercamientos a los muebles y adornos del departamen* Médico y estudiante de filosofía en la Universidad Alberto Hurtado. LA MUECA DE UNA SONRISA Quizás el mayor aporte dramático lo da Marta, que en un inicio es sólo un accidente en la reunión de los hermanos. Día guna sonrisa, son aquellos en que los protagonistas se toman alguna foto, y dicen ¡whisky! a la cámara. Al igual que esa risa, toda acción o iniciativa que se propone, como por ejemplo ir de paseo a Piriápolis, termina siendo un intento efímero e ingenuo por posibilitar un encuentro cada vez más lejano. A diferencia de Machuca, la opción de Whisky no es la búsqueda de un gran relato acerca de la situación o la historia de Uruguay. Stoll y Rebella dan poco espacio para que se filtren elementos externos que justifiquen o expliquen las vivencias de los distintos personajes. En este sentido, la lectura de la situación uruguaya que puede hacerse a partir de la película es más bien materialista, especialmente en torno al precario modo de producción de la fábrica de Jacobo y su problemática distribución. Centrada en una familia judía, Whisky podría haber sido filmada en cualquier otro país, pero lo interesante es ver cómo a partir de la historia de los tres protagonistas, podemos hacer a día ha acompañado a Jacobo Lentamente, una historia que parecía dirigida hacia diversos encuentros en la fábrica, ayudándolo a administrarla y controlando a sus entre personas mayores, se va convirtiendo en un relato marcado por la dos jóvenes trabajadoras. Al tedistancia y también por el egoísmo. Por esta razón, los únicos momentos ner la oportunidad de convivir con él, intentará acercarse y co- en que encontramos alguna sonrisa, son aquellos en que los protagonistas nocer más de cerca la forma de se toman alguna foto, y dicen ¡whisky! a la cámara. ver la vida de su patrón. Su gran problema será darse cuenta de que Jacobo ha cerrado ya toda posibilidad para algo nuevo. también un vívido retrato del Montevideo contemporáneo. No Ensimismado hasta el extremo, los pocos diálogos que Marta el de las grandes avenidas, sino aquel de los barrios más logra entablar con él no pasan de lo anecdótico. periféricos. Aquel donde vive la gente que día a día da forma a Lentamente, una historia que parecía dirigida hacia diveruna nación. M sos encuentros entre personas mayores, se va convirtiendo en un relato marcado por la distancia y también por el egoísmo. Ver en www.mensaje.cl otros comentarios de cine Por esta razón, los únicos momentos en que encontramos al- 51 MENSAJEjulio julio2004 2005 273 MENSAJE to de Jacobo, donde podemos llegar a percibir los distintos sentimientos y vivencias que se desarrollaron antes de la muerte de la madre. Hasta el más pequeño adorno nos permite situarnos dentro del mundo que ha construido el solitario hermano mayor, cuyos horizontes parecen estar cada vez mas cerrados. Los directores tomaron un arriesgado camino al optar por que el trabajo actoral no fuera excesivamente dramático. Los protagonistas dejan que el espacio que se abre repentinamente entre ellos sea una cosa extraña, para la cual no están preparados. El buen resultado parece ser fruto de la inmensa honestidad con que la película se plantea frente al espectador.