Embarazos de alta tensión

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Viernes 09.12.11
EL CORREO
CULTURAS Y SOCIEDAD
MAL FRECUENTE
30
mujeres mueren cada año
en España, 6 de cada
100.000 embarazadas, por
hemorragias y gestosis.
La gestosis, también llamada preeclampsia, se manifiesta por dolores de cabeza, en la boca del estómago
y por hipertensión.
Incidencia. Afecta hasta
el 14% de las mujeres en su
primer embarazo; y al 7,3%
en los posteriores.
El riesgo es mayor en las
diabéticas, con sobrepeso,
en las embarazadas de gemelos y en las de raza negra.
El principal indicador de este trastorno es una presión arterial elevada. La hipertensión es una complicación que se desencadena cuando
la sangre viaja por las venas y arterias a una velocidad mayor a la recomendable para la salud. Ocurre
generalmente en personas con problemas cardiovasculares, pero también, no se sabe exactamente por
qué, en algunas mujeres embarazadas. Lo bueno es que la llamada presión diastólica, la que todos conocemos como ‘la baja’, se sitúe entre
80 y 85; mientras que la sistólica,
‘la alta’, ha de oscilar por debajo de
los índices de 120 y 130. La gestosis
puede dispararla hasta cifras de 90
y 160, respectivamente, dos valores que se consideran ya «muy peligrosos».
No es éste, sin embargo, el único
síntoma que alerta de una preeclampsia, que se manifiesta siempre a partir de la semana 20 del embarazo. Caen los niveles de proteínas en la orina, a veces aparecen edemas pulmonares, en otras ocasiones se desata un dolor de cabeza severo, también en la parte superior
del estómago... «No siempre se dan
todas las señales de alerta. Lo normal –detalla el experto de la SEGO,
jefe del servicio de Ginecología y
Obstetricia del hospital vizcaíno de
Cruces– es que suba la tensión y, en
función de la gravedad, aparecen
más o menos síntomas».
Obesidad y diabetes
Dolores de cabeza, en la boca del estómago, hipertensión y malestar general son síntomas que avisan de la gestosis o preeclampsia. :: E. C.
Embarazos de alta tensión
El primer embarazo del 15% de las mujeres puede complicarse gravemente
por un ataque de hipertensión, algo que sólo ocurre en la especie humana
FERMÍN
APEZTEGUIA
[email protected]
La gestosis es en
España la segunda
causa de muerte
en el parto, después
de las hemorragias
incontrolables
BILBAO. En pleno siglo XXI, ¿es
posible morir en el parto? La respuesta es afirmativa. Una treintena de mujeres fallecen cada año en
España en el momento de dar a luz,
según datos facilitados por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). La mayoría de ellas
muere por hemorragias que se vuelven incontrolables y otras muchas
se van por ataques repentinos de hipertensión, algo que, curiosamente, sólo ocurre en la especie humana. La reciente muerte en Bizkaia
de una joven de 27 años embarazada de gemelos, víctima al parecer de
una inesperada subida de la presión
arterial, ha puesto de actualidad una
patología que resulta muy familiar
a los profesionales de la salud, pero
que para el resto de la población es
una perfecta desconocida. El mal se
llama gestosis, también conocido
como preeclampsia y, aunque no lo
parezca, es un trastorno muy común entre las gestantes. Por fortuna, los casos más graves son contados.
«No le podemos decir a una mujer embarazada que tiene muchas
posibilidades de sufrir una gestosis
y que eso es algo que le puede llevar a la muerte porque les estaríamos generando un sufrimiento gratuito. Completamente inútil. Lo
que ginecólogos y matronas hacemos en las consultas de control del
embarazo es vigilarles continuamente la tensión», explica el ginecólogo y obstetra Txanton Martínez-Astorquiza, presidente de la sección de Medicina Perinatal de la
SEGO. «Cada vez que una embarazada acude a una consulta, para lo
Txanton Martínez-Astorquiza.
que sea, por sistema se le mide la
presión arterial». Ellas no lo saben,
pero lo que el especialista hace en
ese momento es evaluar el riesgo de
preeclampsia.
Sus causas siguen siendo un misterio, aunque no puede decirse que se
trate de un trastorno desconocido.
Lo sufren muchas mujeres gestantes, entre el 10% y el 14% de las que
viven su primer embarazo y del 5,7%
al 7,3% del resto. Generalmente se
da más entre las que tienen un embarazo múltiple y las que han sufrido esta misma complicación con anterioridad. También las diabéticas y
las que tienen al comienzo del embarazo un índice de masa corporal
superior a 25 (El IMC se calcula dividiendo el peso en kilos entre la talla en metros elevada al cuadrado)
son candidatas a enfrentarse a este
problema. Una curiosidad: el riesgo
de padecer un ataque de gestosis es
en las mujeres negras el doble que
en las de raza blanca.
Los casos más graves, como el conocido la semana pasada en Bizkaia,
son «contados» y, a pesar de la alta
incidencia del trastorno, según detalla Martínez-Astorquiza, España
registra uno de los resultados más
tranquilizadores del mundo de mortalidad materna. Mueren 6 de cada
100.000 parturientas, que son unas
30 al año.
La mayoría de estas vidas se pierde a causa de hemorragias, aunque
la gestosis representa la segunda
causa de fallecimiento. Según estas
cifras, en Euskadi, donde cada año
nacen unos 22.000 bebés, la cifra de
madres que mueren en el parto se
sitúa en una cada cinco años. «Son
muy buenos resultados. Pensemos
en que en Afganistán, según datos
de 2008, esa cifra se eleva a 1.500
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EL CORREO
de cada 100.000; y si se prefiere, Suecia, más cercana, también nos supera, con 10».
El verdadero problema de esta patología es que poco puede hacerse
por evitarlo y prácticamente nada
para corregirlo una vez que se desata. La responsable de que la especie
humana sea la única que puede padecerlo es la placenta, que según se
cree libera un metabolito que desencadena la patología. «No se da en
ningún otro animal», recalca el profesional vasco. El riesgo, por todo
ello, sólo desaparece cuando el cuerpo se deshace de la placenta, lo que
supone que el trastorno se supera
con el parto. La presión arterial se
estabiliza al llegar a fin el embarazo. La vida de la criatura dependerá
en buena medida de la semana en
que se desate la crisis; y la de la madre de su nivel de gravedad.
En los casos más leves, los expertos recomiendan a las afectadas reposo en su domicilio y control ambulatorio. Otras veces se requiere el
ingreso hospitalario y, en ocasiones,
por fortuna las menos, nada puede
hacerse. El hospital de Cruces ha comenzado un ensayo para verificar
la potencialidad de la toma de aspirina y heparina en bajas dosis para
la prevención del riesgo de trombosis. «Ya veremos», responde cauteloso Txantón Martínez-Astorquiza.
CULTURAS Y SOCIEDAD
«Salvaron mi vida,
pero perdí a mi niña»
una clínica privada me hizo una revisión, pero no supo diagnosticar
mi caso. Al día siguiente, cuando
todo ocurrió, llamé a mi matrona
de un centro de salud público y no
me atendió. Ese mismo día por la
noche ingresé en Cruces, porque
afortunadamente me tomaba asiduamente la tensión. Había leído
mucho en Internet sobre los riesgos del embarazo y en casa detectamos que tenía una tensión de
18/12. Nos asustamos y acudimos
al hospital».
«Un año después sigo
pasando el duelo»,
confiesa una mujer
vizcaína que perdió
a su bebé a causa
de una preeclampsia
Cuestión de suerte
:: F. APEZTEGUIA
BILBAO. «Me interesa muchísimo
que se publique un artículo sobre
la preeclampsia. Pasa habitualmente entre las embarazadas, pero muchas ni siquiera han oído hablar de
este trastorno. Yo tampoco lo conocía». La vizcaína Amaia E. perdió a
su bebé en las navidades del año pasado a causa de un ataque de gestosis. Al conocer por EL CORREO el
caso de la joven de Leioa de 27 años
fallecida la semana pasada, según
se cree por un problema similar, remitió una carta a este periódico para
compartir su experiencia y solidarizarse con la familia.
«Hace un año, el 22 de diciembre, me ingresaron de urgencia en
el hospital de Cruces por una preeclampsia grave en la semana 24 de
gestación. Mi bebé murió porque
no estaba lo suficientemente desarrollado. Si todo esto hubiera ocu-
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Una matrona toma la tensión a una mujer gestante. :: EL CORREO
rrido una o dos semanas más tarde,
estaría aquí. En cuanto a mí, –relata– pasé tres días que podía haberme ido, como Paloma (se refiere a
la fallecida), pero tuve más suerte».
«Cuando me pasó todo esto sentí que había mucha desinformación
y que había tenido un seguimiento médico pésimo. Deseo que esta
carta sirva para concienciar a las embarazadas para que se tomen la tensión diariamente en su casa y que
controlen su peso».
«Un médico no supo
ver mi caso. Llamé a mi
matrona al ambulatorio
y no me atendió»
«El 21 de diciembre –continúa su
relato– tuve una tensión de 10/6.
Había cogido 5 kilos en una semana y tenía fuertes dolores de estómago y de cabeza. Un médico de
«Sólo hace un año que pasó todo
esto y puede decirse que todavía estoy pasando el duelo. Pude haberme ido, como Paloma, pero tuve
más suerte... Porque sólo es cuestión de suerte. Si tienes alguno de
los síntomas: como dolores gástricos, de cabeza, edemas, reducción
de la orina y picos de tensión arteral alta superiores a 14/9, no hay que
dudarlo y se debe ir a Urgencias.
«Me gustaría agradecer la actuación del equipo humano de Cruces.
Darle mil gracias por salvarme la
vida, aunque no se pudo hacer nada
por mi niña». «Muchos ánimos también a la familia de Paloma. No hay
palabras para describir un dolor así.
Sin conocerla, intuyendo lo mucho
que deseó ser madre, creo que a ella
le hubiera gustado que sus dos bebés sean felices y queridos por su
familia. Desde donde esté, les enviará todo el amor del mundo para
que les cuiden. Un sentido pésame,
de todo corazón».
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