Honorable Magistrado JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB CORTE CONSTITUCIONAL E. S. D. Ref.: Actor: Acción de inconstitucionalidad. Exp. D – 10353 Rafael Mejía López LUCY CRUZ DE QUIÑONES, en mi condición de Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, atendiendo a la honrosa designación del Presidente de la Academia, en nombre de esa institución, procedo a emitir concepto de constitucionalidad sobre el asunto de que trata la demanda de la referencia. El ciudadano Rafael Mejía López, identificado como nacional colombiano, mayor de edad, actuando en su calidad de Presidente y representante legal de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), solicita que se declare inconstitucional el artículo 81 de la Ley 1687 de 11 de diciembre de 2013. I. TEXTO DE LA NORMA ACUSADA “ARTÍCULO 81. El artículo 12 de la Ley 179 de 1994 quedará así: Son contribuciones parafiscales los gravámenes establecidos con carácter obligatorio por la ley, que afectan a un determinado y único grupo social o económico y se utilizan para beneficio del propio sector. El manejo, administración y ejecución de estos recursos se hará exclusivamente en la forma dispuesta en la ley que los crea y se destinarán sólo al objeto previsto en ella, lo mismo que los rendimientos y excedentes financieros que resulten al cierre del ejercicio contable. “Las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que forman parte del Presupuesto General de la Nación se incorporarán al presupuesto solamente para registrar la estimación de su cuantía y en capítulo separado de las rentas fiscales y su recaudo será efectuado por los órganos encargados de su administración. “Las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que no forman parte del Presupuesto General de la Nación, independientemente de su naturaleza jurídica, se incorporarán en un presupuesto independiente que requerirá la aprobación del Consejo Superior de Política Fiscal (CONFIS), salvo aquellas destinadas al financiamiento del Sistema General de Seguridad Social. “PARÁGRAFO. El Ministro de Hacienda y Crédito Público presentará al Congreso de la República un informe anual con el detalle de los presupuestos aprobados por el CONFIS”. 1 II. NORMAS CONSTITUCIONALES ARGUMENTOS DE LA ACUSACIÓN PRESUNTAMENTE VIOLADAS Y El demandante considera que el artículo 81 de la Ley 1687 de 2013 vulnera los artículos 1°, 4, 6, 150, 151, 169, 342 y 352 de la Carta; y los artículos 1°, 2, 11 y 29 del Estatuto Orgánico del Presupuesto. Sin embargo, dado que esta demanda fue admitida solamente en relación con los artículos 151 y 352 de la Constitución (que resume el actor en el primer cargo: “inconstitucionalidad material por violación de competencias”), solo nos centraremos en el estudio de ese primer cargo. De esta manera, el demandante aduce que la violación de los artículos 151 y 352 de la Constitución se concreta en la violación de la jerarquía normativa y de la reserva de la ley orgánica. A su juicio, la Ley 179 de 1994, de la cual hace parte el artículo 12, modificado por el artículo demandado, es una ley orgánica que tiene una jerarquía superior a las leyes ordinarias, tanto por la materia como por el trámite requerido para su aprobación, y, como tal, no puede ser modificada por una ley ordinaria, particularmente por la Ley 1687 de 11 de diciembre de 2013. III. CONCEPTO DE LA ACADEMIA Antes de analizar la causa, nos pronunciaremos sobre la legitimación para interponer la acción de inconstitucionalidad, habida cuenta de que el accionante invoca su calidad de Presidente y representante de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). La Academia comparte la posición de la Corte Constitucional, sentada a través de la Sentencia C-275 de 1996, donde indica que “si bien las personas jurídicas privadas y públicas no pueden acudir ante la Corte Constitucional para pedir que una determinada norma sea declarada inexequible, no se puede rechazar la demanda ni proferir fallo inhibitorio cuando quien la presenta -no obstante invocar su calidad de apoderado de tales entidades- es un ciudadano, esto es, un nacional colombiano, mayor de edad, en ejercicio de sus derechos políticos por no haber sido sancionado con suspensión o pérdida de la ciudadanía”. (1) Contextualización conceptual a. Breve mención a las fuentes del derecho La Constitución condiciona la creación de derecho, así que solo admite como normas jurídicas las que no la contradigan en función del cauce que deber seguir y de los principios y reglas que deben respetar. En consecuencia, todas sus normas deben prevalecer frente a otras fuentes, incluida la ley. 2 Dos son los criterios para estructurar el sistema de fuentes: el jerárquico y el de distribución de competencias o distribución de materias. Por el primero, las normas que ocupan una posición inferior pierden validez, es decir, son nulas, cuando se oponen a lo que se establece en otras que ocupan la posición superior. La que ocupa una posición superior deroga a todas las inferiores que la contradigan. Si el único criterio es jerárquico, la ley, que ocupa el lugar superior, inmediatamente después de la Constitución, puede regular todas las materias y, el poder normativo inferior, o reglamentario, actúa solo en el espacio que la primera deje1. En cambio, por el criterio material las diversas fuentes tienen atribuida la regulación de ciertas materias. Este criterio se denomina también distribución de competencias y puede tener una técnica especial de reservas mediante las cuales se establece que ciertas materias solo pueden ser reguladas por determinada clase de normas, otorgándole a la norma indicada el monopolio sobre una materia que, al mismo tiempo, conserva potestad para regular otras distintas. b. Leyes orgánicas y leyes ordinarias. Posición en el ordenamiento jurídico. En nuestro ordenamiento constitucional, en principio, las leyes ordinarias regulan todas las materias que no estén asignadas, por competencias propias, a leyes especiales. No obstante, el mismo ordenamiento fundamental establece que algunas materias deban ser reguladas por leyes de distinta etiología, entre ellas, la ley orgánica, consagrada en el artículo 151 de nuestra Constitución Política: “El Congreso expedirá leyes orgánicas a las cuales estará sujeto el ejercicio de la actividad legislativa. Por medio de ellas se establecerán los reglamentos del Congreso y de cada una de las Cámaras, las normas sobre preparación, aprobación y ejecución del presupuesto de rentas y ley de apropiaciones y del plan general de desarrollo, y las relativas a la asignación de competencias normativas a las entidades territoriales. Las leyes orgánicas requerirán, para su aprobación, la mayoría absoluta de los votos de los miembros de una y otra Cámara”. En este sentido, nuestra Constitución recoge un concepto material de ley orgánica en la medida en que solo se entienden por orgánicas las leyes que regulan los temas reservados por la Constitución en el artículo 151, antes transcrito. Si bien las leyes orgánicas exigen el requisito de la mayoría absoluta, considerar, sin más, que la naturaleza orgánica se determine por la exigencia de su aprobación por la mayoría absoluta de los miembros de una y otra cámara conllevaría al absurdo de conferir el 1 De Otto Ignacio, Derecho Constitucional Sistema de Fuentes. Segunda edición, cuarta reimpresión. Editorial Ariel S.A., Barcelona, 1995, Pág. 88 y 89. 3 carácter de orgánicas a todas aquellas leyes que, prescindiendo de la materia de que se trate, requieran una mayoría reforzada2. La posición o el rango que ostenta la ley orgánica en el sistema de fuentes es quizá, como lo indica el doctor Humberto Sierra Porto3, la cuestión de mayor polémica en el estudio de este tipo de leyes: en rigor, es el de su naturaleza jurídica o, si se quiere, el de las relaciones entre la ley orgánica y los demás tipos de leyes, particularmente, con la ley ordinaria. Respecto de la posición de la ley orgánica en el ordenamiento jurídico pueden establecerse, en principio, dos posiciones4: La primera dicta que la ley orgánica, por su especial caracterización constitucional, ocupa un lugar superior al de las leyes ordinarias en la jerarquía normativa, de tal forma que las materias que sean reguladas por la ley orgánica sufren el efecto de la congelación del rango: solo pueden ser derogadas o modificadas mediante otra ley del mismo rango. De esta manera, a las leyes ordinarias les está vedada la modificación o supresión de cualquier aspecto de las leyes orgánicas, inclusive a las materias de contenido no orgánico que hubiera sido incluidos en la ley orgánica. Así, a la ley ordinaria le estaría permitido complementar las disposiciones ordinarias pero, en ningún caso, derogar o modificar lo establecido en una ley orgánica. Así expuesta, esta teoría contempla diferentes niveles de jerarquía normativa, en los que la ley ordinaria se ubica por debajo de la orgánica, no pudiendo aquella contemplar regulaciones contrarias a esta última, ni siquiera en el caso de que sean materias que no están reservadas en el artículo 151 constitucional. La segunda posición, por su parte, avala una articulación entre la ley orgánica y los demás tipos, y propone que se articulen a la luz del principio de competencia. Desde esta perspectiva, si bien se reconoce que la ley orgánica es una ley particular, se considera como una ley más, en el sentido de que se ubica dentro del concepto genérico de ley y, por tanto, tiene el mismo rango jerárquico, que depende inmediatamente de la Constitución. Así, en el evento en que una ley ordinaria invadiera materias reservadas a una ley especial, resultaría inconstitucional, pero no por infringir una norma de mayor jerarquía sino por contrariar las diposiciones constitucionales que delimitan las competencias (artículos 151 y 152 de la Constitución). Su inconstitucionalidad deviene del irrespeto de la norma que consagró la reserva y no de la violación de otra ley, que no tiene en sí misma valor constitucional. 2 Tal es el ejemplo, entre otros, del artículo 58 de la Constitución, sobre leyes de expropiación por motivos de equidad, que si bien requiere la exigencia de mayoría absoluta, no ostenta el carácter del ley orgánica. 3 Sierra Porto, Humberto. Concepto y tipos de ley en la Constitución colombiana. Primera edición. Universidad Externado de Colombia, Colombia, 1995, Pág. 268 y 269. 4 Ibíd. 4 c. Jurisprudencia de la Corte Constitucional. La Corte constitucional sostiene una tesis intermedia, según la cual si bien las leyes orgánicas tienen un rango jerárquicamente superior al de las normas ordinarias, aquellas no son equiparables a la Constitución y, deben sujetarse a sus disposiciones, al igual que los demás tipos de leyes. Nuestra Corte Constitucional5 ha resuelto en el pasado la pregunta relativa a la naturaleza normativa de las leyes orgánicas. Ha dicho la Corte sobre este particular: “La Corte considera que el artículo 151 de la Carta, al establecer que "el Congreso expedirá leyes orgánicas a las cuales estará sujeto el ejercicio de la actividad legislativa", no determina que las normas de naturaleza orgánica adquieran, por ese hecho, rango constitucional. La regla que se deriva de la citada disposición sólo establece que toda norma legal que, por virtud de la Carta Política, deba sujetarse a una específica ley orgánica y no lo haga es inexequible no porque viole las disposiciones de la ley orgánica sino en razón de que viola el artículo 151 de la Constitución Política. En consecuencia, siempre que una ley ordinaria vulnere normas de naturaleza orgánica, a las cuales, por virtud de la Constitución, deba sujetarse, quebranta el Estatuto Superior”. La Corporación ha abordado en diversos pronunciamientos el tema de la reserva de ley orgánica. Sobre el particular ha establecido una serie de reglas que gobiernan las relaciones entre la ley ordinaria y la ley orgánica, así como los criterios para determinar las materias que deben ser objeto de una u otra categoría de ley6: “a. La Constitución consagra cuatro materias específicas de reserva de ley orgánica, las cuales, según la denominación dada en la doctrina y en la jurisprudencia, corresponden a las siguientes: Ley Orgánica del Congreso, Ley Orgánica de Planeación, Ley Orgánica del Presupuesto y Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (Sentencia C-600A de 1995, MP Alejandro Martínez Caballero). “b. En la configuración material de la reserva de ley orgánica la Constitución Política emplea dos estrategias. De un lado, señala en un solo artículo el contenido esencial de las leyes orgánicas del Congreso, de Planeación y del Presupuesto (C.P., art. 151) y, de otro lado, presenta en varias disposiciones a lo largo del texto constitucional el campo temático de la reserva de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (Sentencia C-600A de 1995). “c. La aprobación de leyes orgánicas constituye una excepción a la cláusula general del legislador ordinario. En este sentido, la reserva de ley orgánica exige una determinación específica en la Constitución Política y sus alcances materiales son restrictivos en su interpretación (Sentencia C-600A de 1995). “d. La duda en el caso de si una determinada materia tiene reserva de ley orgánica o no, 5 6 Sentencia 1175 de 2001 Ibíd. 5 debe resolverse a favor del legislador ordinario, por dos razones fundamentales: la cláusula general de competencia del legislador y por las limitaciones de las leyes orgánicas que constituyen un límite al proceso democrático (Sentencia C-432 de 2000, MP Alfredo Beltrán Sierra). “e. Las leyes orgánicas, además de cumplir las normas generales sobre el proceso legislativo, deben reunir cuatro condiciones o requisitos especiales que las diferencian de la legislación ordinaria: el fin de la ley, su contenido o aspecto material, la votación mínima aprobatoria y el propósito del legislador al tramitar y aprobar el respectivo proyecto (Sentencia C-600A de 1995). “f. […] El legislador ordinario tiene plena competencia para regular los temas no sujetos a reserva (Sentencia C-540 de 2001, MP Jaime Córdoba Triviño). “g. La reserva de ley orgánica condiciona la actividad legislativa en dos sentidos. De un lado, ‘No puede permitir el juez constitucional que la ley ordinaria regule asuntos que la Constitución ha reservado a la ley orgánica, por cuanto la ley ordinaria desconocería el mandato (…) de la Carta, según el cual la actividad legislativa está sujeta a las leyes orgánicas’. De otro lado, tampoco puede permitirse que el legislador orgánico se arrogue competencia sobre una materia que no haga parte de la reserva de ley orgánica porque se atenta contra el principio democrático de la potestad del legislador ordinario (Sentencia C540 de 2001)”. (2) Caso concreto Teniendo en cuenta que la anterior premisa normativa es el punto de partida que la Corte adopta en el análisis de constitucionalidad, procedemos a establecer si el artículo 81 de la Ley 1687 de 2013, acusada parcialmente de inconstitucionalidad, desconoce los artículo 151 y 352 de la Constitución por no haber respetado la norma de “carácter orgánico” contenida en el artículo 12 de la Ley 179 de 1994. Una misma ley orgánica permite la existencia de normas con la virtualidad de ser ordinarias. Así lo ha aceptado la Corte Constitucional en Sentencia C- 289 de 2014: “La Corte se ha pronunciado en diversas oportunidades7 sobre la naturaleza y jerarquía de las leyes orgánicas, su poder condicionante de la actividad legislativa ordinaria, y la necesidad de que su modificación deba ajustarse al trámite previsto para su aprobación. “En este sentido ha indicado que las leyes orgánicas, dada su propia naturaleza, tienen un rango superior frente a las demás leyes, por consiguiente, imponen sujeción a la actividad ordinaria del Congreso. Sin embargo, no alcanzan la categoría de normas constitucionales (CP art. 151), comoquiera que se orientan a organizar aquello que previamente ha sido 7 Sobre diversos aspectos relacionados con las leyes orgánicas se pueden consultar las sentencias C-421 de 2012, C-1246 de 2001, C-540 de 2001, C-442 de 2001, C-795 de 2000, C-432 de 2000, C-795 de 2000, C-894 de 1999, C-446 de 1996, C-541 de 1995, C-538 de 1995, C-423 de 1995, C-546 de 1994, C-337 de 1993, C-478 de 1992, entre otras. 6 constituido en la Carta Fundamental8. Su importancia está reflejada en la posibilidad de condicionar la expedición de otras leyes al cumplimiento de ciertos fines y principios9, a tal punto que llegan a convertirse en verdaderos límites al procedimiento legislativo ordinario y a la regla de mayoría simple, que usualmente gobierna la actividad legislativa10. “La especial jerarquía que revisten las leyes orgánicas deriva de que, además de satisfacer los requisitos generales para la aprobación de cualquier otra ley, deben cumplir algunas exigencias adicionales. Como lo ha destacado la jurisprudencia de esta Corte11, las leyes orgánicas presentan rasgos y requisitos especiales en los siguientes aspectos: (i) el fin de la ley; (ii) su contenido o aspecto material; (iii) la votación mínima aprobatoria: y (iv) el propósito del legislador. “En cuanto al primer rasgo, el artículo 151 de la Carta precisa que a este tipo de leyes “estará sujeto el ejercicio de la actividad legislativa”. De manera que su finalidad es la de regular una materia específica, condicionando posteriores desarrollos legislativos, en la medida que organiza e integra la materia objeto de su regulación. “En cuanto al segundo rasgo, el contenido material, la propia Carta indica las materias que conforman la reserva de ley orgánica, como excepción a la cláusula general de competencia en cabeza del legislador ordinario, y que sirven para proteger procesos considerados de especial importancia por el Constituyente, como son el funcionamiento del Congreso, la planeación del desarrollo, lo relativo al presupuesto y al ordenamiento territorial. En ese orden de ideas, atribuye reserva de ley orgánica a las leyes que reglamentan el Congreso y cada una de las Cámaras; las normas sobre preparación, aprobación y ejecución del presupuesto de rentas y ley de apropiaciones; el plan general de desarrollo; y la asignación de competencias normativas a las entidades territoriales. “El tercer requisito, comporta la exigencia de un umbral especial para la aprobación de un proyecto de ley orgánica, consistente en la mayoría absoluta de los miembros de una y otra cámara (C.P., artículo 151). Esta aprobación privilegiada pretende “la obtención de mayor consenso de las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la República, lo cual garantiza mayor legitimidad democrática a la ley que va a autolimitar el ejercicio de la actividad legislativa”12. “Finalmente, en lo que concierne al cuarto elemento distintivo, el propósito del legislador, significa que en el propio trámite legislativo debe aparecer clara, expresa y positiva la voluntad del Congreso de aprobar o modificar una ley de naturaleza orgánica13. “Esta exigencia busca garantizar la transparencia en el curso del debate democrático, y abrir espacios discursivos y participativos de control político que, en muchos casos, no tienen lugar cuando lo que se debate es la aprobación de una ley ordinaria”14. 8 Sobre el particular, entre otras, se pueden consultas las sentencias Corte Constitucional, C-1246 de 2001, C-442 de 2001, C-538 de 1995, C-546 de 1994, C-337 de 1993, C-478 de 1992. 9 Corte Constitucional, Sentencias C-1246 de 2001, C-432 de 2000, C-446 de 1996. 10 Corte Constitucional, Sentencias C-894 de 1999 y C-423 de 1995. 11 Corte Constitucional, Sentencias C-1246 de 2001 y C-540 de 2001. 12 Corte Constitucional, Sentencia C-540 de 2001. 13 Ibídem. Ver también las Sentencias C-1246 de 2001 y C-795 de 2000. 14 Corte Constitucional, sentencia C-1246 de 2001. 7 En estas condiciones, si un proyecto pretende convertirse en ley orgánica deberá reunir no solo los requisitos ordinarios para la aprobación de toda ley, sino, además, las características especiales de las leyes de naturaleza orgánica: la ausencia de cualquiera de ellos provoca su inconstitucionalidad15. “Específicamente, en lo que concierne a la modificación de la ley orgánica del presupuesto esta corporación ha sostenido que es natural que una ley orgánica, y específicamente la ley orgánica de presupuesto, sea susceptible de modificaciones, pero para ello el Congreso deberá ajustarse al trámite previsto para su aprobación, como bien lo ha señalado esta Corporación en los siguientes términos16: “La ley orgánica del presupuesto podrá ser reformada por el Congreso cuantas veces éste lo estime conveniente, cumpliendo el trámite previsto en la Constitución y en el Reglamento del Congreso, para los proyectos de leyes orgánicas. Una ley nunca podrá cerrar el paso a la posibilidad de su propia reforma.”17 “En otro sentido, la Corte ha reiterado que una ley no adquiere la categoría de orgánica por la simple circunstancia de haber sido aprobada mediante mayoría absoluta de una y otra Cámara, pues, como fue explicado, es necesario el cumplimiento de otros requisitos, entre los cuáles está que el propio Congreso haya indicado que pretendía aprobar una norma de esa naturaleza y jerarquía18. “10. En conclusión, la ley orgánica del presupuesto se encuentra dotada de la característica especial de poder condicionar, a sus prescripciones, la expedición de otras leyes sobre la materia, de modo tal que una vulneración o desconocimiento de los procedimientos y principios que en ella se consagran al momento de la expedición de las leyes ordinarias, de naturaleza presupuestal o de otra índole, puede acarrear la inconstitucionalidad de éstas, debido al rango cuasi constitucional al que sus disposiciones han sido elevadas por voluntad expresa del Constituyente19”. Visto lo anterior, es necesario determinar, de un lado, en qué consiste la modificación que introduce el artículo 81 de la Ley 1687 de 2013 en relación con el artículo 12 de la Ley 179 de 1994; y, de otro, determinar si tal modificación ostenta propiamente el carácter de norma orgánica. Esto porque como lo ha sostenido la Corte20, es necesario adoptar un criterio material para identificar lo que constituye tema de ley orgánica para evitar un vaciamiento de la actividad legislativa ordinaria en desmedro del principio democrático. No toda materia contenida en una ley orgánica es por este solo hecho una norma revestida de la misma naturaleza. 15 Ibídem. Corte Constitucional, Sentencia C-1246 de 2001. 17 Corte Constitucional, Sentencia C-541 de 1995, reiterada en C- 1246 de 2001. 18 Ibídem. 19 Corte Constitucional, sentencia C-432 de 2000. 20 Sentencia 1175 de 2001 16 8 El artículo 81 de la Ley ordinaria 1687 de 2013, parcialmente demandado, reforma, según el demandante, el artículo 12 de la Ley orgánica 179 de 1994. Para determinar en qué consiste tal reforma, a continuación se relacionan las dos normas: Artículo 12 de la Ley 179 de 1994 (modificado por la Ley 225 de 1995) Artículo 81 de la Ley 1687 de 2013, que modifica el Art. 12 de la Ley 179 de 1994 Son contribuciones parafiscales los gravámenes establecidos con carácter obligatorio por la ley, que afectan a un determinado y único grupo social o económico y se utilizan para beneficio del propio sector. Son contribuciones parafiscales los gravámenes establecidos con carácter obligatorio por la ley, que afectan a un determinado y único grupo social o económico y se utilizan para beneficio del propio sector. El manejo, administración y ejecución de estos recursos se hará exclusivamente en forma dispuesta en la ley que los crea y se destinarán sólo al objeto previsto en ella, lo mismo que los rendimientos y excedentes financieros que resulten al cierre del ejercicio contable. El manejo, administración y ejecución de estos recursos se hará exclusivamente en la forma dispuesta en la ley que los crea y se destinarán sólo al objeto previsto en ella, lo mismo que los rendimientos y excedentes financieros que resulten al cierre del ejercicio contable. Las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que formen parte del Presupuesto General de la Nación se incorporarán al presupuesto solamente para registrar la estimación de su cuantía y en capítulo separado de las rentas fiscales y su recaudo será efectuado por los órganos encargados de su administración. Las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que forman parte del Presupuesto General de la Nación se incorporarán al presupuesto solamente para registrar la estimación de su cuantía y en capítulo separado de las rentas fiscales y su recaudo será efectuado por los órganos encargados de su administración. Las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que no forman parte del Presupuesto General de la Nación, independientemente de su naturaleza jurídica, se incorporarán en un presupuesto independiente que requerirá la aprobación del Consejo Superior de Política Fiscal (CONFIS), salvo aquellas destinadas al financiamiento del Sistema General de Seguridad Social. PARÁGRAFO. El Ministro de Hacienda y Crédito Público presentará al Congreso de la República un informe anual con el detalle de los presupuestos aprobados por el CONFIS. Producto del anterior ejercicio, resulta evidente que el artículo 81 de la Ley 1687 de 2013, parcialmente demandado, adiciona el artículo 12 de la Ley 179 de 1994 (que a su vez había sido modificada por la Ley 225 de 1995) en el sentido de ordenar la incorporación de las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que no forman parte del Presupuesto General de la Nación, independientemente de su naturaleza jurídica, en un presupuesto independiente, que requerirá aprobación del CONFIS, así: “ (…) Las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que no forman parte del Presupuesto General de la Nación, independientemente de su naturaleza jurídica, se incorporarán en un presupuesto independiente que requerirá la aprobación del Consejo Superior de Política Fiscal (CONFIS), salvo aquellas destinadas al financiamiento del Sistema General de Seguridad Social. 9 “PARÁGRAFO. El Ministro de Hacienda y Crédito Público presentará al Congreso de la República un informe anual con el detalle de los presupuestos aprobados por el CONFIS”. En este punto debe advertirse que de acudir, sin más, a un criterio puramente jerárquico tendríamos que concluir que la ley orgánica (Ley 179 de 1994, artículo 12), en razón de su especial caracterización constitucional, al ocupar un lugar superior en la jerarquía normativa al de la Ley ordinaria 1687 de 2013, particularmente el artículo 81, sufriría el efecto de congelación de rango en virtud del cual solo mediante otra ley de las mismas características podría ser modificada. Según esta perspectiva, la ley ordinaria no podría en este caso modificar en ninguno de sus aspectos a la ley orgánica, ni siquiera aquellos ajenos a las materias reservadas a la ley orgánica, de conformidad con el artículo 151 de la Constitución. Sin embargo, tras haber abordado la perspectiva de la Corte Constitucional a partir de la cual el conflicto de las leyes orgánicas y las ordinarias debe abordarse teniendo en consideración especial un criterio material y, habiendo determinado en qué consiste la “reforma” introducida por el artículo 81 de la Ley 1687 de 2013, es procedente establecer la etiología de la adición que incorpora la norma parcialmente demandada. Así, atendiendo a un criterio material, deberá analizarse si el hecho de ordenar la incorporación, en un presupuesto independiente, de las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que no forman parte del Presupuesto General de la Nación, independientemente de su naturaleza jurídica, que además requiera aprobación del CONFIS, implica una invasión de las materias reservadas a las leyes orgánicas o no. El artículo 151 de la Constitución consagra los asuntos que aparecen reservados a las leyes orgánicas en los siguientes términos: “El Congreso expedirá leyes orgánicas a las cuales estará sujeto el ejercicio de la actividad legislativa. Por medio de ellas se establecerán los reglamentos del Congreso y de cada una de las Cámaras, las normas sobre preparación, aprobación y ejecución del presupuesto de rentas y ley de apropiaciones y del plan general de desarrollo, y las relativas a la asignación de competencias normativas a las entidades territoriales. Las leyes orgánicas requerirán, para su aprobación, la mayoría absoluta de los votos de los miembros de una y otra Cámara” (subrayas fuera del texto original). De esta manera, la propia Carta indica las materias que conforman la reserva de ley orgánica, como excepción a la cláusula general de competencia en cabeza del legislador ordinario, y que sirven para proteger procesos considerados de especial importancia por el Constituyente, como son los de planeación, presupuesto, ordenamiento territorial y funcionamiento del Congreso21. Teniendo en cuenta las consideraciones precedentes, la adición que incorpora el artículo 81 de la Ley 1687 de 2013 al artículo 12 de la Ley 179 de 1994 no hace parte de las materias reservadas a las leyes orgánicas, de hecho, ordena la incorporación de las contribuciones parafiscales administradas por los órganos que no forman parte del 21 Sentencia C-1246 de 2001 10 Presupuesto General de la Nación. La adición incorporada por el artículo demandado no representa una invasión a las materias reservadas a las leyes orgánicas, sino que hace parte de la facultad del legislador para regular establecer requisitos de este tipo, es más, lo hubiera podido regular en cualquier otra ley ordinaria, por ejemplo, en la que estableció las contribuciones, porque a cada una de esas leyes le está dado establecer, entre otros, requisitos del hecho generador, los sujetos, la conformación del ingreso y los fines, o sea, el destino de los gastos. En sentencia C- 579 de 2001, la Corte Constitucional estimó que solo forman parte de la reserva de ley orgánica aquellas materias específicas y expresamente señaladas por el Constituyente, ya que, como esta clase de leyes condiciona el ejercicio de la actividad legislativa, una interpretación demasiado amplia de tal reserva terminaría por despojar de sus atribuciones al legislador ordinario. De allí que la Corporación haya indicado que "aquellas materias que no hayan sido objeto de un señalamiento expreso por parte del Constituyente en el sentido de que deban tramitarse como leyes orgánicas, deberán entenderse sujetas a la competencia del Legislador ordinario22”. Este caso podría enfrentarnos a un conflicto entre una ley ordinaria y una orgánica si la materia regulada por la ordinaria fuera de aquellas reservadas a las leyes orgánicas por la Constitución, teniendo como parámetro lo regulado en su artículo 151. Sin embargo, este no es el caso y, adicionalmente, con esta parte del artículo, no se están usurpando funciones que deban ser desarrolladas mediante mayoría cualificadas. CONCLUSIONES Si bien la Ley 1687 de 2013 (ley ordinaria) en su artículo 81, demandado parcialmente, adiciona el artículo 12 de la Ley 179 de 1994 (ley orgánica), esta adición, analizada desde la perspectiva de un criterio material, no está revestida de naturaleza orgánica en cuanto no hace parte de las materias reservadas a este tipo de leyes por la Constitución. En este sentido, en nuestra opinión la norma no es inconstitucional. Atentamente, Lucy Cruz de Quiñones Académica correspondiente 22 Sentencia C- 579 de 2001 11