Lactancia paterna: ¿Por qué no está extendida?

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Lactancia paterna: ¿Por qué no está extendida?
Los pezones de un hombre no sirven aparentemente para nada y la selección
natural debería haberlos hecho desaparecer hace mucho tiempo. Al parecer,
constituyen uno de los ejemplos más patentes de órganos vestigiales o
reliquias evolutivas.
En el 90 % por ciento de las especies de mamíferos los machos no prestan
ningún tipo de cuidado paternal y en el 10% por ciento restante, los cuidados suelen
consistir en aportar alimentos a la madre, defender el territorio o transportar a las crías.
Todos los machos mamíferos presentan glándulas mamarias, pero no se ha observado
aún en la naturaleza a ninguno dando de mamar a sus crías, aunque hace unos años se
encontró un murciélago malayo que come frutas, Dyacopterus spadiceus, cuyos machos
presentan pechos desarrollados llenos de leche, sólo en la época de la reproducción.
¿Por qué somos en esto diferentes de algunas aves, como palomas y flamencos, en las
cuales los individuos de ambos sexos producen leche en sus buches para alimentar a
sus polluelos?
Uno pensaría que los machos ya sólo deben presentar residuos inservibles de los
órganos de la lactancia. Ello es así en ratas y ratones macho, cuyo tejido mamario
nunca forma conductos o un pezón, pero en otros muchos mamíferos, como cabras,
perros y primates, la glándula sí forma conductos y hay pezón tanto en machos como
en hembras. Ello es así por la larga historia evolutiva de lactancia de los mamíferos y
nuestro patrón de desarrollo embrionario, según el cual, si nada interviniese, todos los
individuos nos desarrollaríamos como hembras.
El cromosoma Y contiene genes que determinan el desarrollo de los testículos. En la
quinta semana siguiente a la fertilización, los embriones de ambos sexos desarrollan
una gónada que se puede convertir tanto en testículo como en ovario. Sólo si está
presente un cromosoma Y, se cambia la tendencia de la gónada a transformarse en
ovario. El embrión está dotado de otras estructuras bipotenciales. Son las secreciones
producidas por los testículos las que canalizan a estas otras estructuras hacía su
desarrollo como órganos masculinos, mientras que la carencia de secreciones
testiculares las canalizan hacía la construcción de órganos femeninos. Además, muchas
características sexuales secundarias, como el desarrollo y la funcionalidad de los
pechos, dependen de genes que pueden mutar y dar lugar a machos con alguna
característica femenina, como la de producir leche.
Pero aún sin presentar estas mutaciones, muchos mamíferos macho, incluyendo
algunos hombres, presentan desarrollo de los pechos y pueden amamantar cuando se
les proporcionan las hormonas necesarias. La producción de leche se halla
especialmente bajo el control de la hormona prolactina, que se produce en ambos
sexos. Normalmente, sólo las hembras que acaban de dar a luz tienen la suficiente
cantidad de prolactina para llegar a producir leche. Pero hay muchas situaciones en las
que un macho puede adquirirla suficiente cantidad de prolactina para ello. Por ejemplo,
los recién nacidos de ambos sexos pueden producir un poco de leche (llamada de bruja)
por el efecto de las hormonas femeninas de la madre circulantes en su sangre. La
inyección directa de las hormonas estrógeno o progesterona (liberadas normalmente
durante el embarazo) desencadena el crecimiento de las ubres en cabras y vacas
vírgenes, y también en bueyes, cabras macho y cobayas macho. Hombres y mujeres
pacientes de cáncer que estaban siendo tratados con estrógeno comenzaron a producir
leche cuando se les inyectó prolactina. Otras veces, los machos producen leche por los
efectos secundarios de algunos fármacos o de intervenciones quirúrgicas, por tumores
en la glándula hipófisis, que regula la producción de hormonas, en los que aumenta la
cantidad de prolactina, o por desequilibrios hormonales en la pubertad o la vejez.
También el estrés y la desnutrición pueden hacer que un macho acabe dando leche: se
documentaron muchos casos de prisioneros de la 2ª Guerra Mundial que dieron algo de
leche cuando empezaron a recuperarse.
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Pero la producción de leche en un macho (y en una hembra) puede conseguirse con un
procedimiento más fácil: la simple estimulación mecánica repetida de los pezones, lo
que incrementa la secreción de prolactina. La producción de leche no es un resultado
infrecuente de la autoestimulación de los pezones en chicos adolescentes. Se estima
que si un hombre utiliza un sacaleches como mínimo 20 minutos al día en cada pecho
durante dos semanas, es posible que produzca leche. La leche masculina producida bajo
condiciones no patológicas es, salvo algunas leves diferencias, igual en composición y
concentración de nutrientes a la femenina, aunque lógicamente es producida en
bastante menor cantidad que en las hembras. Se han reportado algunos casos de
hombres que, tras la enfermedad o muerte de la madre, han amamantado a bebés con
éxito.
Todos estos hechos sugieren que habría sido fácil que la lactancia masculina hubiera
evolucionado de forma generalizada; quizá sólo habría requerido unas pocas mutaciones
que generaran una liberación de hormonas incrementada o una eliminación de
hormonas disminuida. Para entender por qué no ha sucedido esto, necesitamos usar un
razonamiento evolutivo. Los intereses genéticos del macho están mejor servidos en la
mayoría de los casos mediante la persecución de otras hembras que fertilizar que
cuidando de sus hijos. Un macho que portara una mutación para amamantar a sus crías
(o para cuidar de ellas de cualquier otra forma) sería rápidamente dejado en la cuneta
por los machos normales egoístas que se escaquearían de la lactancia y resultarían
capaces de ser padres de más prole. La cuestión de la producción de leche masculina
sólo es pertinente para ese 10 % de las especies de mamíferos en las cuales el cuidado
parental masculino es necesario. Esta minoría de especies incluye leones, lobos,
gibones, titís y humanos. En estas especies los cuidados de los machos se manifiestan
en formas distintas a la lactancia.
Los mamíferos tienen una larga historia de compromiso evolutivo con su solución al
problema de qué hacer con un óvulo fertilizado internamente. La solución mamífera
comienza con el embarazo, un obligado período de desarrollo embrionario dentro de la
madre que dura mucho más que en otros grupos animales. Ese gran compromiso inicial
por parte de la hembra de mamífero le hace imposible eludir el compromiso posterior y
ha conducido a la evolución de la producción femenina de leche.
Sin embargo, podemos predecir sobre bases teóricas las condiciones que favorecerían la
evolución de la lactancia masculina normal. Estas condiciones incluyen: una camada de
crías que constituyen una gran carga para alimentarlas; parejas monógamas hembramacho; alta confianza de los machos en su paternidad; y preparación hormonal de los
padres para una eventual producción de leche mientras su pareja está todavía
embarazada. La especie de mamífero que mejor cumple estas condiciones es la
humana. La cría de los lactantes requiere mucho esfuerzo y tiempo por parte de la
madre y solemos formar parejas monógamas y unidas por lazos afectivos fuertes. Una
pequeña ayuda externa puede hacer de la lactancia masculina humana una experiencia
generalizada y muy gratificante y útil tanto para padres como para bebés y madres con
problemas para amamantar. Puede que se establezca un nuevo tipo de vínculo, apenas
conocido en la historia humana, entre los hombres y sus hijos.
Fuente: Mundobiología
http://mundobiologia.portalmundos.com/lactancia-paterna-%C2%BFpor-que-no-estaextendida/
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ACTIVIDADES
1. ¿Es habitual en la naturaleza que los machos de los mamíferos participen en los
cuidados parentales?. Pon tres ejemplos de cuidados parentales.
2. ¿Si los buches de las palomas y flamencos producen leche para alimentar a sus
polluelos, podemos decir que son mamíferos?
3. Busca el significado de las siguientes palabras:
 Cromosoma (cromosoma “Y”)
 Embrión
 Gameto
 Hormona
4. ¿Qué hormona controla la producción de leche en mamíferos?
5. ¿Pueden los machos de mamíferos producir leche?
6. ¿Por qué crees que evolutivamente, la lactancia paterna en mamíferos es
prácticamente inexistente en la naturaleza?
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