PLAN DE REHABILITACIÓN PARA LA PREVENCIÓN DE DISCAPACIDAD ANTE FIEBRE CHIKUNGUNYA 1 Autores Daniel David Chávez Arias Roberto Coronado Zarco Andrea Olascoaga Gómez de León Rolando Espinosa Morales Medicina de Rehabilitación Medicina de Rehabilitación Medicina de Rehabilitación Reumatología Instituto Nacional de Rehabilitación Calzada México-Xochimilco No. 289, Col. Arenal de Guadalupe, C. P. 14389, Delegación Tlalpan. Ciudad de México. Tel. 59 99 10 00, Ext. 13249 1ra Edición Septiembre 2016 ISBN: 978-607-96761-1-7 Esta publicación es parte del programa de colaboración de la OPS/OMS-INR Es una publicación del Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra 2 ÍNDICE PRÓLOGO 4 RESUMEN 7 GENERALIDADES 8 PREVENCIÓN Y DISEMINACIÓN 8 FISIOPATOLOGÍA 9 MANIFESTACIONES CLÍNICAS 10 LABORATORIOS Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL 12 TRATAMIENTO MÉDICO 13 INTERVENCIÓN DE MEDICINA DE REHABILITACIÓN 14 CONCLUSIÓN 32 REFERENCIAS 33 3 Prólogo La infección causada por el virus del Chikungunya, provoca manifestaciones en el sistema músculo-esquelético (articulaciones y tendones), causando discapacidad de grado variable que puede prolongarse por meses o años. Es escasa la información epidemiológica sobre este tema y su impacto en la funcionalidad de los pacientes, por lo que se requiere mayor investigación para ofrecer un programa integral de rehabilitación. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud y el Centers for Disease Control and Prevention, estas manifestaciones se pueden clasificar en agudas, subagudas y crónicas, y presentarse como síntomas generales y músculo-esqueléticos. Los síntomas de mayor trascendencia en el cuadro agudo son dolor articular (71-100%), mialgias (46-72%) y dolor de espalda (34-50%). Los síntomas articulares generalmente son simétricos y afectan mayormente articulaciones pequeñas (manos y pies), aunque también se observan en articulaciones grandes (rodillas). Dichas situaciones pueden condicionar algún grado de discapacidad. El tratamiento es sintomático, se basa en control de dolor, manejo de rigidez articular y limitación de inflamación y atrofia muscular. Para estos objetivos, además de contar con el tratamiento farmacológico se deben integrar medidas de Medicina de Rehabilitación. Ésta debe incluirse en todas las fases de la enfermedad de acuerdo a su evolución, con la finalidad de preservar la funcionalidad del paciente y promover la reintegración a las actividades diarias lo antes posible. A solicitud del Dr. Armando Vázquez, Consultor en Rehabilitación de OPS/OMS, el Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” elaboró este “Plan de rehabilitación para prevención de discapacidad ante enfermedad por virus chikungunya”. Fue preparado por los médicos especialistas en Medicina de Rehabilitación Daniel D. Chávez Arias, Roberto Coronado Zarco, Andrea Olascoaga Gómez de León y el especialista en Reumatología Rolando Espinosa Morales, todos pertenecientes a la División de Rehabilitación ortopédica, Centro Colaborador OPS/OMS para la investigación y rehabilitación médica. 4 Esperamos que ésta guía sea de ayuda para el personal de salud con el propósito de proporcionar un tratamiento integral a los pacientes en los cuadros agudo, subagudo y crónico. Se trata de una enfermedad potencialmente discapacitante, por lo que, deben de tomarse acciones de prevención de discapacidad a través de medidas de Rehabilitación, utilizando recursos de terapia física y ocupacional, entre otros. Dr. Luis Guillermo Ibarra Ibarra 5 Resumen La fiebre chikungunya es una enfermedad viral, transmitida por el mismo vector (Aedes aegypti) del dengue y zika. Clínicamente presenta la sintomatología típica de un cuadro viral que rara vez produce la muerte, pero que puede asociarse a una discapacidad severa secundaria a la artritis reactiva. Actualmente no existe tratamiento farmacológico específico, sino únicamente sintomático. Sin embargo, la adecuada combinación del tratamiento sintomático y del enfoque de rehabilitación es lo que permitirá limitar la aparición de la discapacidad, minimizando el impacto que la enfermedad puede tener en el estado funcional y en la calidad de vida del paciente. 6 Abstract Chikungunya fever is a viral disease transmitted by the same vector (Aedes aegypti) of dengue and zika. Clinical manifestations are the same as a viral infection, and rarely causes death. Nevertheless, it is associated to severe disability due to reactive arthritis. There is no specific treatment, only symptomatic. An adecuate combination of pharmacologic and rehabilitation approach will prevent the occurrence of disability, reducing the impact of the disease on functional status and therefore on quality of life. 7 Generalidades La fiebre chikungunya es una enfermedad causada por un virus del mismo nombre, el cual pertenece al género Alfavirus de la familia Togaviridae. La transmisión a los humanos ocurre a través del mosquito Aedes ssp (Ae. aegypti y Ae. albopictus), mismo vector que transmite el virus del dengue y zika.(1, 2) El virus chikungunya fue identificado por primera vez en 1953 en Uganda.(1) Actualmente es endémico en el sudeste asiático, África y Oceanía, y desde el 2004 ha sido responsable de grandes epidemias de fiebre chikungunya, provocando morbilidad y sufrimiento importantes. Llegó a América en diciembre del 2013 y desde entonces se ha confirmado la transmisión local en más de 43 países y territorios de la Región de las Américas. Según la Organización Panamericana de la Salud, durante el año 2015 se registraron en las Américas 693,489 casos sospechosos y 37,480 confirmados.(3) Prevención / diseminación Los mosquitos adquieren el virus a partir de un huésped virémico, y tras un periodo de incubación extrínseco de aproximadamente 10 días, pueden transmitir el virus a un huésped susceptible a través de una picadura. De este modo, entre las medidas de prevención más importantes, se encuentran aquellas encaminadas a evitar la picadura por mosquitos, tales como utilizar manga larga, utilización de repelente, etc. (1) Una vez que ocurre la picadura del mosquito, el virus se transmite al huésped y da lugar a un periodo de incubación intrínseca de aproximadamente 3-7 días, tras lo cual comienza la aparición de los síntomas.(5) 8 Fisiopatología La artritis causada por virus chikungunya tiene características inmunopatogénicas similares a artropatías causadas por otros alfavirus, tales como el virus Ross River (RRV). Estudios en ratones han demostrado la replicación del virus en fibroblastos y mioblastos, y la participación de macrófagos en la respuesta inmune innata mediante múltiples citocinas y quimiocinas. (6) En el análisis clínico e inmunológico se ha descrito que los niveles de citocinas Th1 y Th2 no incrementa de forma significativa durante las fases aguda o crónica; por el contrario, los niveles de IL-12 e IFN-γ incrementan dramáticamente durante la fase aguda. Tras la recuperación se normalizan los niveles de IL-12. Sin embargo, en quienes desarrollan artritis crónica persisten niveles muy elevados tanto de IL -12 como de IFN-α por varios meses, y la presencia de IFN-α se asocia a la persistencia del virus en el tejido sinovial. (7) El estudio histológico de dicho tejido ha reportado la presencia de fibroblastos hiperplásicos, una marcada angiogénesis, lesiones tisulares causadas por la presencia de la metaloproteasa-2, macrófagos sinoviales perivasculares, así como apoptosis aguda. Estos eventos moleculares pueden contribuir a la artralgia y artritis que se presentan en la etapa crónica. (8) 9 Manifestaciones clínicas El virus puede causar una enfermedad aguda, subaguda y crónica (4) , Tabla 1. La fase aguda se caracteriza por fiebre de aparición súbita (típicamente superior a 39ºC) y artralgias severas, y tiene una duración aproximada de 3-10 días. Las artralgias son simétricas, ocurren más frecuentemente en articulaciones pequeñas (manos, pies) aunque también pueden afectar articulaciones proximales de mayor tamaño, y se acompañan de edema y rigidez. Con menor frecuencia ocurre cefalea, dolor de espalda difuso, mialgias, náuseas, vómitos, poliartritis, rash y conjuntivitis. Las afectaciones cutáneas abarcan desde eritema difuso hasta rash maculopapular en tronco, extremidades, cara, palmas y plantas, o incluso lesiones bullosas. Al concluir esta etapa, se observa una mejoría general en la mayoría de los pacientes, aunque pueden presentarse recurrencias de dolor e inflamación articular de predominio distal. (9, 10) En las fases subaguda y crónica, persisten las afectaciones articulares, tales como poliartralgias severas, tenosinovitis, edema y rigidez en manos, entre otras. Las principales causas de discapacidad son el dolor, la rigidez y el edema articular, causando limitación funcional importante. (2, 11, 12) Se considera que los grupos de alto riesgo son los lactantes y adultos mayores, mismos que pueden presentar manifestaciones atípicas. Éstas pueden ser secundarias al daño directo del virus o a la respuesta inmunológica frente a la infección, e incluyen: afectaciones neurológicas (meningoencefalitis, encefalopatía, convulsiones, síndrome de Guillain-Barré, síndrome cerebeloso, paresia, parálisis, 10 neuropatía), oftálmicas (uveítis, neuritis óptica, retinitis, iridociclitis), cardiovasculares (miocarditis, pericarditis, arritmia, inestabilidad hemodinámica), cutáneas (úlceras intertriginosas, fotosensibilidad, dermatosis vesicobulosas), renales (insuficiencia renal, nefritis) y otros (discrasias sanguíneas, insuficiencia respiratoria, hepatitis, pancreatitis e hipoadrenalismo).(4) Tabla 1. Evolución y manifestaciones clínicas.(4) Etapa Tiempo Manifestación Infección 3 – 4 días Picadura Aguda 3 – 10 días Fiebre 39-40°C Artritis inflamatoria Cefalea Fatiga Mialgia Fotofobia Náusea/vómito Adenomegalias Cervicales Supraclaviculares Subaguda Día 10 hasta 12 semanas Remisión de sintomatología Recurrencias de dolor e inflamación articular (predominio articulaciones distales) Limitación funcional por dolor articular Ancianos con comorbilidades, puede producirse descompensación de comorbilidades Crónica 3 meses – en adelante Mejoría general Recurrencia de artralgias y artritis migratoria bilateral, de predominio distal Los pacientes con sintomatología más intensa en fase aguda tienden a evolucionar a esta etapa. Seguimiento heterogéneo: Sudáfrica 12% a 18% (18 meses) India 49% (10 meses) Isla Reunión 80% (3 meses) 57% (15 meses) 47% (24 meses) 11 Laboratorios Pueden presentarse alteraciones en los estudios de laboratorio tales como leucopenia, trombocitopenia, plaquetopenia, elevación de enzimas hepáticas, incremento de velocidad de sedimentación globular y proteína C reactiva. (9) Diagnóstico diferencial Entre los principales diagnósticos diferenciales se encuentran las enfermedades causadas por arbovirus, tales como dengue y zika, ya que se transmiten mediante el mismo vector; y en el caso del dengue, coinciden las áreas endémicas. Aunado a esto, la similitud clínica puede estar favoreciendo un subdiagnóstico de fiebre chikungunya en algunos países (ver Tabla 2). Asimismo, es necesario considerar otras entidades patológicas como malaria, leptospirosis, otras infecciones por alfavirus, artritis postinfecciosa, fiebre reumática y artritis reumatoidea juvenil. (4) Tabla 2. Modificado de OPS/CDC 2014(12,13) Características clínicas y laboratoriales Infección por Infección Infección por zika chikungunya por dengue Asintomáticos 3-28% --- 75% Fiebre >39ºC +++ ++ +/- + ++ Presentes Artralgias +++ +/- Presentes Cefalea ++ ++ Presente Rash ++ + +++ Discrasias sanguíneas +/- ++ - - + - ++ +++ - + +++ - +++ ++ - Mialgias Shock Leucopenia Neutropenia Linfopenia Hematocrito elevado - ++ - Trombocitopenia + +++ - VSG y PCR Persistencia de síntomas elevada - - > 3 meses Por fases Sólo si compromiso neurológico +++ 70-100% de los pacientes, ++ 40-69% de los pacientes, + 10-39% de los pacientes, +/- <10% - 0% 12 Tratamiento Médico El abordaje terapéutico debe ser integral. Una adecuada combinación del tratamiento farmacológico y de rehabilitación permitirá incrementar las posibilidades de intervención temprana que retrasen la aparición de nuevos síntomas, y así disminuyan las secuelas y por lo tanto se prevenga la discapacidad. De esta forma, es posible regular el impacto de los síntomas en la funcionalidad del paciente y en la calidad de vida. (14, 15) Fase aguda En la actualidad no hay terapia antiviral específica, y en la fase aguda el tratamiento farmacológico es sintomático (Cuadro 1). Cuadro 1. Fase aguda Síntoma Característica Medicamento de elección Fiebre Rebelde a tratamiento Discapacitante por el dolor y la movilidad Difícil tratamiento Paracetamol hasta 4 gr al día Artritis Tenosinovitis Rash Discapacitante por el dolor y la movilidad Lesiones maculopapulares de predominio en tórax Antiinflamatorios no esteroideos * 1. Diclofenaco 100 a 150 mg al día 2. Ibuprofeno: 400 a 1200 mg al día como analgésico, 2400 mg a 3600 mg al día como antiinflamatorio 3. Naproxeno 250 hasta 1500 mg al día Antiinflamatorios no esteroideos * 1. Diclofenaco 100 a 150 mg al día 2. Ibuprofeno: 400 a 1200 mg al día como analgésico, 2400 mg a 3600 mg al día como antiinflamatorio 3. Naproxeno 250 hasta 1500 mg al día Clorfeniramina 8 a 12 mg al día Loratadina 10 mg al día *Según esquema propuesto por el Ministerio de Salud de Republica Dominicana (15) 13 Fase crónica Del 20-50%, según series publicadas, los pacientes llegan a fases crónicas de la enfermedad, donde la mayor afección es al sistema musculoesquelético. (11) No hay publicaciones de ensayos clínicos controlados que utilicen fármacos inmunosupresores, solo existen reportes de casos. Con el empleo de inmunorreguladores, se han reportado series de casos y solo existe un ensayo clínico con uso de hidroxicloroquina en pacientes infectados con el virus Chikungunya. (11) Debido a que los resultados no han denotado evidencia a favor de su utilidad, el uso de esta terapia debe ser proporcionada por un médico reumatólogo y solo se utilizan en la fase crónica de la enfermedad. Intervención de Medicina de Rehabilitación El tratamiento de rehabilitación debe basarse en la evaluación continua del paciente de acuerdo a las progresión clínica y estado Cuadro 2. Fase crónica Síntoma Medicamento usado Tipo de estudios Artritis crónica Hidroxicloroquina Metotrexate Reportes de casos y estudio clínico controlado Reportes de casos Etanercept Reportes de casos 14 funcional, y debe incluir tanto intervenciones de terapia física como terapia ocupacional, las cuales deben modificarse de forma paralela. El proceso de rehabilitación incluye cuatro etapas: (17, 18) 1. Evaluación: Se identifica la presencia y severidad de la patología (deterioros, limitaciones de actividad, restricciones de participación y barreras ambientales), así como factores pronósticos y expectativas del paciente. 2. Establecimiento de metas: Considerando lo anterior se establecen metas por etapa. 3. Intervención: Todas las intervenciones a realizar deben de llevarse de acuerdo al establecimiento de metas. 4. Re-evaluación: Se evalúan los efectos de las intervenciones en las metas establecidas (evaluación de desenlaces). La indicación de terapia física debe incluir ejercicio terapéutico y medios físicos en base a los diferentes estadíos clínicos. Para el abordaje mediante terapia ocupacional, debe realizarse una evaluación dinámica del paciente que incluya los siguientes aspectos: (14, 15) 1. Guía y educación del paciente en la modificación de hábitos para adaptarse a la enfermedad 2. Protección articular y conservación de energía 3. Modificación de actividades y ambiente laboral 4. Dispositivos auxiliares (ortesis y adaptaciones técnicas) La evaluación del paciente debe realizarse de forma exhaustiva, incluyendo la historia clínica, exploración física, pruebas de laboratorio, imagenología y evaluación funcional. (17, 19, 20) 15 Fase aguda Los objetivos en esta etapa son aliviar síntomas y evitar mayor daño tisular y articular. Indicaciones: Reposo Crioterapia local Movilización Ejercicio isométrico Ortesis El reposo debe indicarse de forma individualizada en cada paciente, y de ser necesario el reposo absoluto en cama, considerar lo siguiente: (19, 20, 21) 1. 2. 3. 4. 5. Cambios de posición cada 2 hrs. Evitar zonas de presión. Alineación de segmentos. Cuidados generales de piel. Terapia respiratoria - Reeducación de patrón respiratorio: Ejercicios activos para ejercitar el diafragma sin la participación de los músculos accesorios. Frecuencia: 1 a 4 veces por día, 30 min antes de las comidas y 1 hr 30 min después. No exceder de 30 minutos. (22, 23) a. Patrón diafragmático: Posición del paciente en decúbito supino, las rodillas en semiflexión con una almohada debajo. Introducir aire por la nariz en forma lenta (observar desplazamiento abdominal) sin elevar el tórax, sacar aire por la boca. b. Inspiración sumada. 16 c. Respiración costo-basal: En sedestación, realizar una inspiración y espiración nasal lenta y profunda. La crioterapia incrementa el umbral al dolor, la viscosidad y la deformación plástica de los tejidos. La disminución de la temperatura y del metabolismo tisular local ayuda a disminuir el riesgo de hipoxia secundaria en tejidos adyacentes. También disminuye el edema y la inflamación. No debe emplearse por más de 20 min continuos. (24, 25) Su aplicación depende de: Agente utilizado (bolsas de hielo, bolsas químicas, inmersiones, criomasaje, vaporizadores, etc.) Duración de la aplicación Espesor de grasa subcutánea Temperatura previa del área de tratamiento Forma y superficie de la zona a tratar Las movilizaciones deben realizarse 1 vez por día para evitar la formación de contracturas durante la etapa aguda de la artritis inflamatoria, abarcando todo el rango articular, 2 a 3 repeticiones por sesión. En las movilizaciones pasivas o pasivo asistidas, el arco de movimiento debe ser tan amplio como el dolor y el espasmo lo permitan. El peso de la extremidad es soportado por el terapeuta. No se deben forzar los movimientos, ya que cualquier estiramiento excesivo puede agravar la sintomatología. Durante las movilizaciones, hay que tener en mente que los pacientes que cursan con artritis 17 inflamatoria presentan limitación del rango articular, por lo que producen movimientos compensatorios. Es fundamental seguir el patrón normal de movimiento evitando la compensación, ya que pone en desventaja mecánica los músculos generando fuerzas excesivas sobre las articulaciones. (24, 26) De acuerdo a la tolerancia del paciente a las movilizaciones pasivas es posible progresar a movilizaciones activo asistidas. El terapeuta sostiene la extremidad de tal manera que no condicione dolor y sostenga el peso de la misma para asistir al paciente, y éste realice el movimiento sin influencia de la gravedad, tan amplio como se tolere. De esta forma, se estimula el sistema propioceptivo. El incremento de dolor o edema posterior a la movilización de más de 1 hora de duración, indica movilización excesiva. (24) Los grandes grupos musculares del tronco (abdominales, glúteos, espinales), así como aquellos de las articulaciones inmovilizadas, deben realizar contracciones isométricas por 2 ó 3 minutos cada hora sin exceder la tolerancia. El manejo ortésico está indicado para proteger a las articulaciones durante la fase de inflamación aguda. Siempre se debe colocar a la articulación en una posición que permita la descarga de las fuerzas que actúan sobre ella (Tabla 3), y así evitar deformidades o contracturas. (21, 27, 28) 18 Tabla 3. Posición articular recomendada para ortesis Articulación Posición Mano y dedos Flexión de articulación metacarpofalángica a 25°, con desviación cubital de 10°. Muñeca Extensión entre 30 y 45°. Codo Flexión a 100°, posición intermedia entre pronación y supinación. Hombro Flexión 30°, abducción 45°, rotación externa 15°. Cadera Flexión 20°, abducción 10°. Rodilla Flexión de 10°. Tobillo Flexión a 90°. Pie Flexión de 10° metatarsofalángica y 10° extensión de interfalángicas. *Modificado de Basmajian. (23, 27, 28, 29) 19 Fase subaguda El objetivo debe ser mantener la salud general con profilaxis de las exacerbaciones, evitando y/o corrigiendo deformidades. Indicaciones: (27) Medios físicos (contraste, calor) Movilización articular Estiramiento (no forzar, no debe ser doloroso, a tolerancia) Ejercicio isométrico Corrección de postura Cuadro 3. Descripción de ejercicios Hombro arriba-abajo: 1. Con la mano jale el brazo hacia arriba, tan cerca del hombro como pueda. 2. Pruebe a tocar la oreja manteniendo el brazo recto. 20 Hombro círculos: 3. Lleve su mano al hombro, y gire su codo en círculo a los dos sentidos. Hombro estiramientos: 4. Lleve su mano al centro de la espalda y elévela tan alto como pueda. Mantenga esta posición durante 15 segundos. 5. Baje su mano en la espalda hasta donde pueda. Mantenga esta posición durante 15 segundos. Codo: 1. Inicie con la palma hacia arriba, y gírela hasta dónde sea posible. 2. Doble y extienda el codo hasta dónde sea posible. 21 Muñeca: 1. Coloque la mano y antebrazo sobre una mesa, con la muñeca en la rodilla, lleve sus manos hacia arriba y hacia abajo hasta donde le sea posible. 2. Con el antebrazo y la mano plana sobre la mesa, mueva su mano de un lado a otro. 22 Dedos: 1. Doble la articulación de cada dedo individualmente, y después todos en conjunto. 2. Tome un objeto (pelota o masa) y presiónelo con fuerza. 3. Arqueé su mano, con los dedos rectos. 4. Con la mano recargada sobre la palma separe los dedos. 23 Cuello: 1. Sentado frente a un espejo, lleve la barbilla al pecho y elévela tanto como pueda. 2. Gire la cabeza tanto como pueda. 3. Incline la cabeza hacia el hombro (sin elevarlo) tanto como pueda en ambos sentidos. 4. Realice giros de la cabeza en un sentido y otro. 24 Columna: 1. Recostado boca abajo eleve la cabeza y hombros. 2. Eleve ambas piernas simultáneamente. 3. Eleve ambas piernas alternando. 4. Eleve de forma simultánea cabeza, hombros y piernas. 5. Estando de pie incline el tronco hacia un lado y otro tanto como le sea posible. 6. Sentado con la espalda recta, flexione su tronco intentando tocar el piso con ambas manos. 7. Gire el tronco lo más que le sea posible en ambos sentidos. 25 Cadera: 1. Lleve su rodilla hacia el pecho. 2. Deslice una pierna hacia un lado abriendo el compás. 26 Rodilla: 1. Sentado, eleve su pierna, manténgalo y flexione. Tobillo: 1. Gire el pie hacia adentro y afuera. 2. Realice un círculo en ambos sentidos de las manecillas del reloj. 27 Ortejos: 1. Lleve su tobillo arriba y abajo tan amplio como le sea posible 2. Doble y estire los dedos de los pies. Considerar en la evolución del paciente para la progresión del programa de rehabilitación: Progreso en condición local de las articulaciones. Estado general del paciente. Temperatura corporal. Velocidad de sedimentación globular. Hemoglobina. 28 Ortesis Retiro progresivo de ortesis, hasta lograr utilizarlas únicamente por la noche. (24, 27) Progresión del programa de rehabilitación. El programa de ejercicio debe ser progresivo y es necesario individualizarlo para cada paciente.(24) Aunque la duración de la etapa subaguda puede variar en cada paciente, puede implementarse un programa de seis semanas (Tabla 4). (17, 20, 27, 31) Tabla 4. Programa de seis semanas para artritis inflamatoria. Semana Descripción Uno Reposo en cama Movilizaciones activo asistidas Ejercicio isométrico Cambios de posición Dos Enseñanza de paso a sedestación en borde de la cama. Tres Bipedestación con ejercicios. Estimular balance (30) Cuatro y cinco Inicio de marcha, con asistencia (andadera) Seis Marcha con muletas, progresar a uso de bastones. 29 Etapa de secuela Objetivos:(17) Incrementar el arco de movilidad. Mejorar la fuerza muscular. Mantener una óptima función cardio-respiratoria. (32) Indicaciones: Medios físicos (calor). (24) Estiramiento. Ejercicio terapéutico para fortalecimiento. Ejercicios posturales. Ejercicios cardio-respiratorios.(22, 23) En general, se recomienda adherir al paciente a un adecuado programa de entrenamiento que incluya ejercicios para mejorar el arco de movimiento, incrementar el fortalecimiento, mantener la postura y evitar la fatiga (Tabla 5). Si estas situaciones no se consideran, pueden producir discapacidad. (33, 34, 35, 36) 30 Variables de ejercicio Arco de movimiento y estiramiento Una o dos veces por día Ejercicio cardiorespiratorio 3 a 5 veces por semana Ejercicios de fortalecimiento Intensidad Respetando la fisiología articular y trabajar dentro del rango de movimiento residual Intensidad moderada (50 a 70% de la frecuencia cardiaca máxima), basarse en nivel de condición y estado de la enfermedad Carga baja a moderada (40 a 70% de una repetición, máximo) Duración y repeticiones Rango de movimiento: 6 a 10 repeticiones por rango Estiramiento estático, mantener de 10 a 30 segundos (2 a 4 repeticiones) 30 a 40 min por día (continuo o por periodos) Dinámico: Repeticiones moderadas a altas (8 a 15 repeticiones), dependiendo de la carga (1 a 3 series) Isométrico: Mantener por 6 segundos (5 a 10 repeticiones) Tipo Ejercicios de rango de movimiento (pasivos, activos o activoasistidos), o estiramiento estático Carga de peso, ejemplo: Caminar, danza aeróbico Dinámico o isométrico (equipamiento, ejemplo bandas elásticas, tubos, mancuernas, sistemas de poleas o cables y balones terapéuticos) Frecuencia Sin carga de peso, ejemplo: natación, ciclismo o remo. 3 veces por semana Tabla 5. Recomendaciones para programas de ejercicio en el paciente en etapa de secuela. 31 Conclusión México ha sido afectado en forma importante por este virus, y a pesar de las medidas que se han implementado para la prevención de la enfermedad y contagio, debe considerarse la posible evolución hacia un problema crónico. Es necesario no sólo prever y realizar la capacitación sobre el manejo médico, sino proporcionar elementos para otorgar un programa de rehabilitación temprana, que limite la discapacidad asociada al compromiso músculo-esquelético derivado de esta infección. Aunque se han reportado múltiples casos en distintos países, no existe una guía de rehabilitación que proporcione los lineamientos para un tratamiento integral. Las complicaciones músculo- esqueléticas deben ser manejadas de forma oportuna tomando en cuenta su posible cronicidad, evitando la discapacidad, y aminorando el impacto en la funcionalidad y calidad de vida de los pacientes afectados. 32 REFERENCIAS 33 Referencias. 1. Lo Presti A, Lai A, Cella E, et al. Chikungunya virus, epidemiology, clinics and phylogenesis: A review. Asian Pacific Journal of Tropical Medicine 2014;7(12): 925932. 2. Guidelines on clinical management of Chikungunya fever. World Health Organization, August 2008. 3. Organización Mundial de la Salud, Nota descriptiva Abril de 2016. En: http://www.who.int/mediacentre/ factsheets/fs327/es/. Fecha de consulta: 14 de abril de 2016. 4. Loreto-Horcada M, Díaz-Calderón C, Garrido L. Fiebre Chikungunya. Manifestaciones reumáticas de una infección emergente en Europa. Reumatol Clin 2015;11 (3):161-164. DOI: /10.1016/j.reuma.2014.07.005 5. Moya J, Pimentel R, Puello J. 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