Tabla de observaciones contestadas

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Documento de trabajo para la elaboración del reglamento de la ley de responsabilidad medioambiental. Doc. SGT DTRRAM 21 de diciembre de 2007
TEXTO DEL DOCUMENTO DE T RABAJO
La Ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental, por medio del cual se incorpora al ordenamiento jurídico
interno la Directiva comunitaria 2004/35/Ce, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004, sobre responsabilidad
medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioambientales, establece un nuevo régimen jurídico de
reparación de daños medioambientales de acuerdo con el cual los operadores que ocasionen daños al medio ambiente o amenacen
con ocasionarlo deben adoptar las medidas necesarias para prevenir su causación o, cuando el daño se haya producido, para
devolver los recursos naturales dañados al estado en el que se encontraban antes de la causación del daño. Con tal finalidad, la Ley
26/2007 establece en su anexo II un marco genérico de actuación que deberá observar la administración competente a la hora de
determinar de qué manera se debe reparar el daño al suelo, al agua, a la costa o a las especies silvestres y los hábitats, en función
del recurso natural de que se trate.
Este marco de reparación tiene un carácter genérico, propio de una norma de rango legal, requiere un desarrollo pormenorizado por
medio del cual se fijen con el nivel de detalle suficiente los criterios técnicos que deban ser observados para determinar las
medidas reparadoras que haya de autorizar la administración en función del tipo de daño y de la clase de recurso natural.
Por otra parte, la Ley 26/2007 prevé que algunos de los operadores incluidos en su ámbito de aplicación constituyan garantías
financieras con las que hacer frente a las responsabilidades medioambientales en las que puedan incurrir. Para la fijación de las
coberturas de tales garantías se ha elaborado una metodología técnica que permite evaluar el coste de reparación de los daños al
medioambiente para diferentes escenarios de riesgo. La definición de los escenarios de riesgo determinará el coste de la
reparación, cifra que a su vez permitirá evaluar el importe de la cobertura que deba constituir cada operador. La ley no ha fijado los
criterios que deberá seguir la administración para escoger entre los distintos escenarios de riesgos y de coste de reparación,
remitiendo al reglamento la regulación de estos aspectos técnicos. Así, el artículo 24 establece que el Gobierno deberá aprobar la
referida metodología y establecer los mencionados criterios técnicos, los cuales deberán garantizar una evaluación homogénea de
los escenarios de riesgo y de los costes de reparación asociados a cada uno de ellos, por medio de un reglamento que deberá entrar
en vigor antes de la finalización de 2008 y que asegurará una delimitación uniforme de la definición de las coberturas que resulten
necesarias para cada actividad o para cada instalación.
Resulta necesario, pues, desarrollar reglamentariamente los criterios técnicos sobre fijación de medidas de reparación del anexo II
de la Ley 26/2007, así como los relativos a la delimitación de los criterios sobre determinación de escenarios de riesgo y fijación
de costes de reparación que permitan definir coberturas para garantías financieras por responsabilidad medioambiental. Por medio
de este real decreto se aprueba la norma reglamentaria que aborda ambos desarrollos.
La disposición final tercera de la Ley 26/2007 contiene la pertinente autorización de desarrollo a favor del Gobierno, al cual
faculta para, previa consulta a las comunidades autónomas, dictar en su ámbito de competencias cuantas disposiciones sean
necesarias para el desarrollo y la ejecución del capítulo IV, relativo al régimen jurídico de las garantías financieras, y de los anexos
de la Ley referidos a los aspectos técnicos relacionados con la definición del estado básico de los recursos naturales y con la
delimitación de las medidas de reparación medioambiental.
El reglamento cuenta con un total de cuarenta y dos artículos, agrupados en cuatro capítulos, tres disposiciones adicionales, una
transitoria y una final, así como dos anexos. El capítulo I se ocupa…
En su virtud, a propuesta de la Ministra de Medio Ambiente, de acuerdo con el Consejo de Estado, y previa deliberación del
Consejo de Ministros en su reunión del día….de … de 2008,
DISPONGO:
OBSERVACIÓN
COMENTARIO
Capítulo I. Disposiciones generales.
Artículo 1. Objeto.
Este Real decreto tiene por objeto desarrollar normativamente el capítulo
IV y los anexos I y II de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad medioambiental.
El artículo 1 señala que el Real Decreto tiene por
objeto el desarrollo normativo del capítulo IV
(garantías financieras) y anexos I y II de la Ley
26/2007 pero, por su contenido, su objeto es mucho
más amplio y general. Las garantías financieras,
estrictamente, se regulan a partir del artículo 33 del
borrador. (LA RIOJA)
Se ha modificado el contenido del artículo 1 para
adecuar el objeto a la disposición adicional tercera
de la Ley 26/2007.
Se refiere al desarrollo “normativo” (quizás mejor
debería decirse “reglamentario”) del capítulo IV de
la ley, pero quizás también deba hacerse referencia
al capítulo III de la LRAM. (SUBDIRECCIÓN
GENERAL DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE
RIESGOS).
Se ha modificado el contenido del artículo 1 para
adecuar el objeto a la disposición adicional tercera
de la Ley 26/2007.
Artículo 2. Definiciones.
A efectos de lo establecido en este real decreto, además de lo dispuesto en el artículo 2 de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de responsabilidad medioambiental, se entenderá por:
a) “Receptor”: Recurso natural, según la definición 17 de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad
medioambiental, en su consideración de elemento genérico que recibe el daño y no en su calidad de vehículo
transmisión.
b) “Vía de exposición”: Manera en que una sustancia química se desplaza desde su fuente hasta un receptor y la forma
en que los seres vivos pueden entrar en contacto con ella.
Su definición incluye, al menos, la fuente de contaminación, el mecanismo de transporte, el punto de exposición, y la
ruta de exposición.
c) “Extensión”: Cantidad de recurso o servicio afectados por el agente desencadenante del daño medioambiental.
d) “Intensidad”: Severidad del efecto causado por el agente desencadenante del daño medioambiental.
e) “Nivel de intensidad”: Valoración de los efectos que establece la concentración o dosis límite de una sustancia para
el organismo vivo que está expuesto a la contaminación durante un tiempo determinado, según la intensidad de los
efectos que éstos puedan experimentar —mortalidad, inmovilidad, inhibición del crecimiento, mutagenicidad,
teratogenicidad, etc.—.
f) “Daño agudo”: Nivel de intensidad que representa efectos adversos claros y a corto plazo sobre el receptor, con
consecuencias evidentes y dramáticas sobre los ecosistemas y sus poblaciones. Los efectos agudos suponen una
afección sobre al menos el 50 por ciento de la población.
g) “Daño crónico”: Nivel de intensidad que indica posibles efectos adversos a largo plazo sobre las poblaciones más
sensibles.
h) “Daño potencial”: Nivel de intensidad que corresponde con efectos que superan el umbral ecotoxicológico, pero no
alcanzan los efectos de los niveles crónicos o agudos.
i) “Escala temporal”: Caracterización de la reversibilidad y la duración de los efectos adversos sobre los receptores
hasta recuperar el estado básico.
j) “Reversibilidad”: Capacidad de un receptor para recuperar el estado básico en una escala temporal en relación con su
ciclo de vida o expectativas de uso.
k) “Umbral de toxicidad”: Nivel de concentración admisible de determinada sustancia en un medio receptor.
l) “Criterios de Equivalencia”: Aproximación biofísica o monetaria a la valoración de daños medioambientales. Son
propios de una valoración biofísica los criterios recurso-recurso y servicio-servicio. Constituyen una aproximación
monetaria los criterios de equivalencia de tipo valor-valor y valor-coste.
m) “Técnicas de valoración alternativas”: Herramientas de valoración de la calidad medioambiental que ofrece el
análisis económico. Los métodos de valoración pueden ser directos, como es el caso de la valoración contingente, o
indirectos, tales como los basados en el coste de reposición, la función de producción, el coste de viaje y los precios
hedónicos, entre otros.
n) “Análisis de Equivalencia de Recursos”: Herramienta metodológica dirigida a estimar la cantidad, atendiendo a
criterios de equivalencia de tipo biofísicos, de reparación compensatoria y/o complementaria que se necesita para
compensar la totalidad de la pérdida de recursos o servicios ambientales que ha tenido lugar desde que se ha producido
un daño hasta que éste ha sido reparado por completo.
Se hace notar que el término
“intensidad” se emplea en la
evolución de impacto ambiental,
mientras que en productos químicos y
OMGs se habla de “magnitud”.
(SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
CALIDAD
DEL
AIRE
Y
PREVENCIÓN DE RIESGOS).
Se acepta y se modifica
en consecuencia.
Se sugiere que se busque un nombre
para distinguir a) la gravedad del
riesgo que genera una contaminación
ya causada, de b) La estimación a
priori de un daño por un accidente
que no ha ocurrido. (UNESPA)
Se acepta y se propone
nueva redacción.
Sugerimos que se busque un nombre
para distinguir a) la gravedad del
riesgo que genera una contaminación
ya causada, de b) La estimación a
priori de un daño por un accidente
que no ha ocurrido. (POOL)
Se acepta y se propone
nueva redacción.
Algunas definiciones pueden resultar
superfluas o introducir limitaciones
(por ejemplo, Receptor, Vía de
exposición, Extensión y Intensidad.
Otras
pueden necesitar mayor
precisión (Escala temporal, Umbral
de toxicidad, Criterios de equivalencia
y Técnicas de valoración alternativas.
Se ha procedido a la
revisión
de
las
definiciones,
manteniendo algunas en
el cuerpo del reglamento
y otras en sus anexos.
(OFICEMEN)
Se pone de manifiesto la necesidad
de concretar más las definiciones
recogidas en el documento de
trabajo. (SEVILLA)
Se ha procedido a la
revisión
de
las
definiciones,
manteniendo algunas en
el cuerpo del reglamento
y otras en sus anexos.
Debido a la variedad de casos y
circunstancias que podrán darse en la
realidad, se valora la posibilidad de
no concretar el concepto de «coste
desproporcionado».(SEVILLA)
No se acepta porque
dicha definición resulta
necesaria
para
al
aplicación del la norma.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
En lo relativo a los productos químicos se considera
imprescindible que el texto mantenga los mismos términos
que se utilizan en la normativa comunitaria sobre evaluación
del riesgo de las sustancias y preparados (Reglamento
comunitario REACH, anexo I) y en las guías elaboradas al
respecto (TGD). A modo de ejemplo baste significar que no
es lo mismo un “análisis de riesgo” que una “evaluación del
riesgo” o una “evaluación del peligro”. Por tal motivo,
parecería oportuno proceder a revisar los títulos y
contenidos del Capítulos II, en especial la Sección 1ª
(artículos 3 y 4).
Se acepta. Se ha unificado la terminología
utilizada en el nuevo borrador de
reglamento.
(SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y
PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Debe decirse expresamente que sólo se aplica a
operadores que desarrollen actividades del Anexo III de la
LRM. (OFICEMEN)
Se ha eliminado el capítulo relativo a
prevención y evitación de daños, por lo que
esta aclaración ya no es necesaria.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 1ª. Evaluación y gestión de las fuentes de
peligro
Artículo 3. Análisis de riesgos.
1. Los operadores que desarrollen actividades
económicas o profesionales incluidas en el anexo III
de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad medioambiental deberán realizar un
análisis de riesgos de cada actividad o instalación
sujeta a autorización administrativa, que permita
identificar los escenarios accidentales que pudieran
derivarse de su actividad y establecer la probabilidad
asociada a cada escenario.
2. Los operadores que realicen actividades
económicas o profesionales relacionadas con
productos fitosanitarios y biocidas con fines
agropecuarios y forestales, exentos de constituir
garantía financiera según el apartado c) del artículo 28
de la Ley 26/2007, de 23 de octubre de
responsabilidad ambiental, quedarán también exentos
de la realización de un análisis de riesgos.
Se considera necesario que se desarrolle la metodología
con la que deberá realizarse el análisis de riesgos y el
plazo, así como aclarar si tienen que hacerlo sólo las
actividades nuevas o también las ya existentes. (ARAGÓN)
El reglamento remite a la Norma UNE 150.008 o a otra norma
equivalente como norma de referencia para homogeneizar los
análisis de riesgos.
Conviene hacer constar las diferencias o similitudes entre el
análisis de riesgos de esta normativa y el que se establece
en el RD 9/2005, de 14 de enero, por el que se establece la
relación de actividades potencialmente contaminantes del
suelo y los criterios y estándares para la declaración de
suelos o incluso valorar si es conveniente utilizar otra
nomenclatura que permita una mejor distinción entre
ambos. (ARAGÓN)
El propósito del análisis de riesgos de la Ley 26/2007 es
calcular la cobertura de la GF. En la medida en la que el
análisis del D.9/2005 sirva para el mismo propósito y se
adecue a la norma UNE 150.008, será perfectamente
compatible con la Ley.
Se propone excluir del análisis de riesgo obligatorio en el
artículo 3 del borrador del reglamento a las instalaciones
ganaderas. (ARAGÓN)
Con la nueva redacción del reglamento el análisis de riesgos
sólo es obligatorio en la medida en que éste lo sea para el
establecimiento de la garantía financiera.
El análisis de riesgos por parte de los operadores no está
contemplado en la LRMA ni en la Directiva 2004/35/CE.
Quizá es razonable exigir que los operadores hagan el
análisis de riesgos y dispongan de un plan de
contingencias, pero con un alcance no mayor del que
permita, en cada momento, el estado del arte, sin
voluntarismos por parte de quien dicta la norma. (AEAS)
Con la nueva redacción del reglamento el análisis de riesgos
sólo es obligatorio en la medida en que éste lo sea para el
establecimiento de la garantía financiera.
El análisis de riesgos por parte de los operadores no está
contemplado en la LRMA ni en la Directiva 2004/35/CE.
Quizá es razonable exigir que los operadores hagan el
análisis de riesgos y dispongan de un plan de
contingencias, pero con un alcance no mayor del que
permita, en cada momento, el estado del arte, sin
voluntarismos por parte de quien dicta la norma. (AGA)
Con la nueva redacción del reglamento el análisis de riesgos
sólo es obligatorio en la medida en que éste lo sea para el
establecimiento de la garantía financiera.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 1ª. Evaluación y gestión de las fuentes de peligro
Artículo 3. Análisis de riesgos.
1. Los operadores que desarrollen actividades económicas o
profesionales incluidas en el anexo III de la Ley 26/2007, de 23
de octubre, de responsabilidad medioambiental deberán realizar
un análisis de riesgos de cada actividad o instalación sujeta a
autorización administrativa, que permita identificar los escenarios
accidentales que pudieran derivarse de su actividad y establecer la
probabilidad asociada a cada escenario.
2. Los operadores que realicen actividades económicas o
profesionales relacionadas con productos fitosanitarios y biocidas
con fines agropecuarios y forestales, exentos de constituir
garantía financiera según el apartado c) del artículo 28 de la Ley
26/2007, de 23 de octubre de responsabilidad ambiental,
quedarán también exentos de la realización de un análisis de
riesgos.
Creemos que dichos análisis de riesgos deberían realizarse
bajo criterios de valoración claramente definidos y siempre
sobre la base de alguna norma común de referencia (por
ejemplo, TGD CE 2003, UNE 150008, etc.) para el conjunto de
operadores y actividades recogidas en el anexo III de la Ley
26/2007, y preferiblemente por una entidad valoradora
independiente y acreditadas. Podría estudiarse la posibilidad de
establecer unos criterios objetivos para la acreditación de
entidades valoradoras y/o consultoras, las cuales realizasen los
análisis de riesgos bajo unos criterios estandarizados y a poder
ser normalizados, de la misma forma que en el artículo 4
(gestión de las fuentes de peligro) se estipula como sistema de
gestión válidos aquellos amparados por una certificación EMAS
o ISO 140001. Sería primordial que la acreditación de dichas
entidades, para realizar los análisis de riesgos, fuese
consensuada por los aseguradores y la Administración de forma
conjunta. Por ejemplo; con las OCT´s en la Ley de Ordenación
de la edificación. (WILLIS)
Se acepta.
Se propone cambiar el título del artículo por: "Análisis de
riesgos ambientales". (UNESPA)
Se acepta.
Se propone añadir un apartado 2, cuya redacción podría ser la
siguiente: " 2.- Informe de evaluación. Las conclusiones de cada
evaluación ambiental sean recogidas en un informe, que debe
reunir las condiciones que se reseñan en el anexo (XXX)".
(UNESPA)
No se acepta. El alcance y los resultados de los
análisis de riesgos se detallan en el capitulo III.
Se propone cambiar el título del artículo por: "Análisis de
riesgos ambientales". (POOL)
Se acepta.
Se propone añadir un apartado 2, cuya redacción podría ser la
siguiente: " 2.- Informe de evaluación. Las conclusiones de cada
evaluación ambiental sean recogidas en un informe, que debe
reunir las condiciones que se reseñan en el anexo (XXX)".
(POOL)
No se acepta. El alcance y los resultados de los
análisis de riesgos se detallan en el capitulo III.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 1ª. Evaluación y gestión de las fuentes de peligro
Artículo 3. Análisis de riesgos.
1. Los operadores que desarrollen actividades económicas o
profesionales incluidas en el anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de responsabilidad medioambiental deberán realizar un
análisis de riesgos de cada actividad o instalación sujeta a
autorización administrativa, que permita identificar los escenarios
accidentales que pudieran derivarse de su actividad y establecer la
probabilidad asociada a cada escenario.
2. Los operadores que realicen actividades económicas o
profesionales relacionadas con productos fitosanitarios y biocidas con
fines agropecuarios y forestales, exentos de constituir garantía
financiera según el apartado c) del artículo 28 de la Ley 26/2007, de
23 de octubre de responsabilidad ambiental, quedarán también
exentos de la realización de un análisis de riesgos.
Se nos plantean dudas sobre el alcance de la obligatoriedad de
realizar un análisis de riesgo y la finalidad del mismo, del artículo 3 se
deduce que todos los operadores del Anexo III deberán realizar un
análisis de riesgo, sin embargo en el artículo 34 y en relación con la
exigencia de garantía financiera a los operadores del Anexo III, se
contempla la posibilidad de la no existencia de dicho análisis. Así
mismo se estima conveniente abordar en esta disposición
reglamentaria el contenido, alcance y finalidad, así como el plazo y la
forma en que dicho análisis debe presentarse ante la autoridad
competente. Aunque parece lógico que respecto de las actividades que
deban autorizarse después de la entrada en vigor del Reglamento dicho
análisis se presente en el procedimiento de la correspondiente
autorización administrativa, consideramos procedente que tal aspecto
se regule expresamente contemplándose así mismo la situación
respecto de las actividades del Anexo III ya autorizadas. (JUNTA DE
ANDALUCÍA)
Con la nueva redacción del
reglamento el análisis de riesgos
sólo es obligatorio en la medida en
que éste lo sea para el
establecimiento de la garantía
financiera.
La obligación de realizar análisis de riesgos servirá para dos cosas: a)
Para determinar los escenarios de riesgo de la instalación y
probabilidades, lo cual ayudará al establecimiento de las medidas
preventivas y de evitación que se deben adoptar en situaciones de
riesgo inminente de daño o daño, respectivamente (art. 5). b) Servirá
para el establecimiento de la garantía financiera (art. 33) de cada
actividad: escenarios de riesgo y probabilidad de daños. La duda que
puede surgir es cómo se va a evaluar la conformidad de este “Análisis
de riesgos” de la instalación por parte de la Autoridad Competente,
¿Dentro de la Autorización ambiental integrada de la instalación /
actividad?. El borrador no profundiza en la existencia de un
procedimiento para la elaboración (modificación- sustancial o no
sustancial-) y aprobación (control y seguimiento) de este “Análisis de
Riesgo”.
Se acepta el primer inciso.
Asimismo no queda claro si este análisis de riesgo puede o debe ser
conjunto con el que estas mismas instalaciones están obligadas a
elaborar en cumplimiento de la normativa de seguridad industrial
(Seveso, etc.…) completado en la forma que sea necesario. Además es
conveniente conocer si tendrá y, si es así, que relación (o como se
integrará) el análisis de riesgos y la garantía financiera consecuente en
el procedimiento de autorización ambiental integrada de la instalación.
(FEIQUE)
Se ha corregido la discordancia del
artículo 34.
El propósito del análisis de riesgos
de la Ley 26/2007 es calcular la
cobertura de la GF. En la medida
en la que el análisis preexistente
sirva para el mismo propósito y se
adecue a la norma UNE 150.008,
será perfectamente compatible con
la Ley.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 1ª. Evaluación y gestión de las fuentes de peligro
Artículo 3. Análisis de riesgos.
1. Los operadores que desarrollen actividades económicas
o profesionales incluidas en el anexo III de la Ley 26/2007,
de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental
deberán realizar un análisis de riesgos de cada actividad o
instalación sujeta a autorización administrativa, que
permita identificar los escenarios accidentales que
pudieran derivarse de su actividad y establecer la
probabilidad asociada a cada escenario.
2. Los operadores que realicen actividades económicas o
profesionales relacionadas con productos fitosanitarios y
biocidas con fines agropecuarios y forestales, exentos de
constituir garantía financiera según el apartado c) del
artículo 28 de la Ley 26/2007, de 23 de octubre de
responsabilidad ambiental, quedarán también exentos de la
realización de un análisis de riesgos.
Ni en la Ley ni en el texto sometido a valoración se especifica cómo deberá
efectuarse el análisis del riesgo medioambiental que pretende protegerse y
quién
lo
llevará
a
cabo.
Desde el punto de vista de las Cajas de Ahorros es relevante que dicho extremo
quede suficientemente regulado en el futuro reglamento solicitando, en
consecuencia, su concreción. Ello es así tanto por motivos formales de
seguridad jurídica como para potenciar el éxito como producto financiero de las
garantías (avales y seguros) que la norma pretende implementar, ya que las
entidades de crédito y compañías aseguradoras, potenciales emisoras de
dichas garantías, podrían considerar insuficientes cualesquiera análisis de
riesgo no normalizados, con lo que, en última instancia, no se alcanzaría uno de
los objetivos planteados por el legislador, cual es el facilitar la gestión de esas
garantías financieras y abaratar su coste de implantación.(CECA)
El reglamento remite a la Norma UNE
150.008 o a otra norma equivalente
como norma de referencia para
homogeneizar los análisis de riesgos.
Aunque el seguro sea obligatorio por ley, el mercado de seguros no tiene
obligación de ofrecer un producto que cumpla con los requerimientos legales.
Temor a que el mercado de seguros no ofrezca respuesta válida a este reto
legislativo.
Necesidad de consensuar quiénes son las entidades autorizadas de realizar el
análisis de riesgo y cómo se va a realizar (base óptima UNE 150008). (AGERS)
En cuanto al primer inciso, la
obligatoriedad de la GF se regula en
la Ley 26/2007, con sujeción a un
calendario de aplicación que debe
desarrollarse
reglamentariamente
previa consulta a los distintos
interesados y a la luz de la situación
del mercado financiero.
La sección 3ª del capitulo 3 establece
los criterios para la verificación del
análisis de riesgos y la acreditación
de las entidades verificadoras.
En cuanto al segundo inciso, el
proyecto de real decreto ofrece una
propuesta de regulación del análisis
de riesgos ambientales y de
verificación de esos análisis y en este
momento está en segundo trámite de
audiencia.
Se propone abrir alguna línea de subvención para la realización del Análisis de
Riesgos que puede resultar inviable para muchas pequeñas y medianas
empresas.
Establecer una metodología homogénea y sencilla para al realización de los
análisis sectoriales. También plantean la posibilidad de que aquellos operadores
que presenten por las características intrínsecas de su actividad un riesgo
potencial o de amenaza bajo y tengan implantados y certificados Sistemas de
Gestión Ambiental como ISO 14001:2004 o EMAS queden exentos de la
realización del Análisis de Riesgos, ya que estos habrán sido realizados en el
momento de la implantación del Sistema de Gestión Ambiental.(REPACAR)
El MARM ha puesto en marcha un
estudio para analizar la posibilidad de
disponer de modelos de análisis de
riesgos ambientales tipo que permitan
disponer de análisis de riesgos a un
coste razonable.
Capítulo
II.
Prevención
medioambientales.
de
daños
Sección 1ª. Evaluación y gestión de las fuentes
de peligro
Artículo 3. Análisis de riesgos.
1. Los operadores que desarrollen actividades
económicas o profesionales incluidas en el
anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de octubre,
de responsabilidad medioambiental deberán
realizar un análisis de riesgos de cada actividad
o
instalación
sujeta
a
autorización
administrativa, que permita identificar los
escenarios accidentales que pudieran derivarse
de su actividad y establecer la probabilidad
asociada a cada escenario.
2. Los operadores que realicen actividades
económicas o profesionales relacionadas con
productos fitosanitarios y biocidas con fines
agropecuarios y forestales, exentos de constituir
garantía financiera según el apartado c) del
artículo 28 de la Ley 26/2007, de 23 de octubre
de responsabilidad ambiental, quedarán
también exentos de la realización de un análisis
de riesgos.
En nuestra opinión, este es el tema clave que va a definir la operatividad o no de
las Garantías Financieras en lo que se refiere a la respuesta del mercado de
seguros. Y no sólo porque el límite a asegurar va a venir fijado por este
instrumento, sino porque tememos que las cías. Aseguradoras se van a basar
en él para aceptar asegurar o no a una empresa / instalación, así como para fijar
el precio final del seguro. Hay que tener en cuenta que, aunque un seguro sea
obligatorio por ley, el mercado de seguros no tiene obligación de ofrecer un
producto que cumpla con los requerimientos legales. Nuestro temor es que el
mercado de seguros no ofrezca respuesta válida a este reto legislativo (como ya
ocurrió con la Ley de edificación y la obligatoriedad de los seguro de acabados
y habitabilidad y que finalmente no se han podido desarrollar
reglamentariamente porque el mercado ha manifestado su intención de no
asegurar estos riesgos).
Creemos que se debería consensuar con los representantes del mercado de
seguros los siguientes puntos referentes al Análisis de Riesgo:
• ¿Quién?
Definir que entidades están autorizadas a realizarlo. Si son externas que
requisitos deben cumplir y si pueden ser internos establecer quien los valida.
Creemos que la autoevaluación sin validación por parte de una entidad
homologada por el mercado de seguros no será aceptada como válida por los
aseguradores.
• ¿Cómo?
En base a que herramienta o filosofía se van a realizar los AdR para que sean
homologables y aceptables tanto para la Administración como para las
Garantías de Seguros. Creemos que la base óptima debe ser la Norma UNE
150.008.
En definitiva, consideramos fundamental que el mercado de seguros esté
dispuesto a aceptar los AdR que realicen los afectados. De lo contrario,
podemos encontrarnos con una empresa / instalación que utilice recursos en
realizar un AdR que, si finalmente no es aceptado por los aseguradores, se verá
obligado a volver a realizar, con el consiguiente sobrecoste (un problema
parecido ya se sufrió con la Ley de edificación y el Seguro Decenal, donde el
mercado de seguros impuso que todas las obras fueran objeto de control
técnico por una lista cerrada de gabinetes de su confianza, invalidando cualquier
otro control no realizado por estas gabinetes). (FERROVIAL)
Se ha modificado la redacción del texto para
tender las demandas solicitadas. En particular,
se ha establecido una norma de referencia para
realizar los análisis de riesgos (UNE 150.008).
Así mismo el reglamento indica una serie de
requisitos que deberá cumplir dicho análisis.
Además el reglamento define las condiciones
para la verificación de los análisis de riesgos así
como para la acreditación de los verificadores
del mismo.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 1ª. Evaluación y gestión de las fuentes de
peligro
Artículo 3. Análisis de riesgos.
1. Los operadores que desarrollen actividades
económicas o profesionales incluidas en el anexo III
de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad medioambiental deberán realizar un
análisis de riesgos de cada actividad o instalación
sujeta a autorización administrativa, que permita
identificar los escenarios accidentales que pudieran
derivarse de su actividad y establecer la probabilidad
asociada a cada escenario.
2. Los operadores que realicen actividades
económicas o profesionales relacionadas con
productos fitosanitarios y biocidas con fines
agropecuarios y forestales, exentos de constituir
garantía financiera según el apartado c) del artículo 28
de la Ley 26/2007, de 23 de octubre de
responsabilidad ambiental, quedarán también exentos
de la realización de un análisis de riesgos.
Desde UPA creemos que la realización de análisis de riesgos por parte de las
explotaciones agrarias supone, una vuelta de tuerca más para nuestro sector sujeto
a innumerables normativas que con carácter obligatorio tiene que asumir el
agricultor y ganadero, costeando en muchos casos la cuantía que esto supone, sin
recibir ninguna compensación por ello. Además la naturaleza atomizada e
individualizada del sector complica sobremanera la realización de este tipo de
estudios. Bien es verdad que el documento de trabajo hace referencia a “soluciones
sectoriales”, pero sin concretar ni profundizar en su desarrollo. Finalmente no
podemos dejar de manifestar nuestra preocupación sobre quién debe pagar dicho
estudio, puesto que de ser el operador, como marca la Directiva Europea, supondría
un duro golpe para la economía de nuestros agricultores y ganaderos, por ello
desde UPA, queremos que se desarrollen mecanismos de financiación para cubrir
este gasto obligatorio. (UPA)
El análisis de riesgos sólo es
obligatorio en la medida en que éste
lo sea para el establecimiento de la
garantía financiera por así exigirlo la
Ley 26/2007.
Entre los puntos que el presente reglamento debería clarificar está la metodología
para el análisis de riesgos, aspecto clave donde las asociaciones deben
pronunciarse, para lo cual la Secretaría General de Industria estima imprescindible
recibir y analizar sus observaciones. (SECRETARÍA GENERAL DE INDUSTRIA)
Se acepta. Se ha establecido una
norma de referencia para realizar los
análisis de riesgos (UNE 150.008)
El Documento de Trabajo introduce obligaciones más allá de lo que establece la
LRM, lo cual no resulta procedente. Por ello, debe plantearse la necesidad de
suprimirlas.
El
reglamento
no
introduce
obligaciones
nuevas
sino
que
concreta las que exige la Ley, entre
ellas, la realización del análisis de
riesgos
que
es
un
requisito
imprescindible
para
el
establecimiento de la GF y aquellos
otros aspectos técnicos que han sido
demandados por distintos sectores
para hacer efectivo el cumplimiento
de las obligaciones legales en
materia tanto de reparación de daño,
como de la GF.
Así, la LRM no obliga al operador a realizar ningún análisis de riesgos. Más bien al
contrario, la LRM obliga a la Administración a determinar la cantidad garantizada
según la intensidad y extensión del daño que la actividad del operador pueda
causar, y para ello –continúa la LRM – la Autoridad competente debe justificar la
fijación de la cuantía que determine, utilizando el método que reglamentariamente
se establezca por el Gobierno, previa consulta a las Comunidades Autónomas
(apartados 2 y 3 del artículo 24 LRM). Como puede verse, es una carga de la
Administración determinar la cuantía de la garantía, que no se puede pasar al
operador, sin perjuicio de que el operador, si lo estima oportuno, pueda hacer llegar
a la Administración la información que considere conveniente.
En relación con este artículo 3 cabe aún hacer dos comentarios adicionales: en
primer lugar, no se regulan cuestiones tales como el momento en que deba hacerse
el análisis de riesgo, si debe hacerse periódicamente, o qué ocurre en caso de
alteración de las circunstancias (incluyendo la derivada del mero transcurso del
tiempo) o de modificaciones en la actividad, todo lo cual pone de manifiesto la
improcedencia de imponer esta obligación al operador. (OFICEMEN)
Sin perjuicio de lo anterior y con el fin
de abaratar costes, se ha puesto en
marcha un estudio para analizar la
posibilidad de disponer de modelos
de análisis de riesgos ambientales
tipo que permitan disponer de análisis
de riesgos más eficientes de desde el
punto de vista económico.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 1ª. Evaluación y gestión de las fuentes de peligro
Artículo 3. Análisis de riesgos.
1. Los operadores que desarrollen actividades económicas o
profesionales incluidas en el anexo III de la Ley 26/2007, de 23
de octubre, de responsabilidad medioambiental deberán realizar
un análisis de riesgos de cada actividad o instalación sujeta a
autorización administrativa, que permita identificar los
escenarios accidentales que pudieran derivarse de su actividad
y establecer la probabilidad asociada a cada escenario.
2. Los operadores que realicen actividades económicas o
profesionales relacionadas con productos fitosanitarios y
biocidas con fines agropecuarios y forestales, exentos de
constituir garantía financiera según el apartado c) del artículo
28 de la Ley 26/2007, de 23 de octubre de responsabilidad
ambiental, quedarán también exentos de la realización de un
análisis de riesgos.
Apartado 1. Se propone cambiar la redacción por: "1. Los operadores que
desarrollen actividades económicas o profesionales incluidas en el anexo III de la
Ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental deberán
realizar un análisis de riesgos ambientales de cada actividad o instalación sujeta a
autorización administrativa, que permita identificar los escenarios accidentales que
pudieran derivarse de su actividad con potencial para generar responsabilidad
medioambiental y establecer la probabilidad asociada de ocurrencia y el coste
probable asociados a cada escenario." (UNESPA)
Se acepta y se incorpora a la
nueva ordenación del texto.
Apartado 1. Se propone cambiar la redacción por: "1. Los operadores que
desarrollen actividades económicas o profesionales incluidas en el anexo III de la
Ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental deberán
realizar un análisis de riesgos ambientales de cada actividad o instalación sujeta a
autorización administrativa, que permita identificar los escenarios accidentales que
pudieran derivarse de su actividad con potencial para generar responsabilidad
medioambiental y establecer la probabilidad asociada de ocurrencia y el coste
probable asociados a cada escenario." (POOL)
Se acepta y se incorpora a la
nueva ordenación del texto.
Apartado 1. Comentario. Vemos muy acertado que este análisis de riesgos sea
obligatorio para las actividades incluidas en el anexo III, que, al fin y a la postre,
son actividades de riesgo.(WWF/Adena)
Con la nueva redacción del
reglamento el análisis de
riesgos sólo es obligatorio en la
medida en que éste lo sea para
el
establecimiento
de
la
garantía financiera.
¿Obligatoriedad del análisis de riesgos?
La obligatoriedad de realizar
ARM más allá de su utilidad
para el cálculo de la cobertura
de la GF deriva de otras
normas.
Existió un amplísimo consenso sobre la necesidad de exigir normativamente la
obligación de realizar el análisis de riesgos por parte de los operadores del anexo
III. (SEVILLA)
¿Quién puede realizar el análisis de riesgos?
La respuesta a esta cuestión se puede resumir como sigue: Cualquiera que tenga
los medios y la capacidad para hacerlo. Hubo consenso en cuanto a que podía
llevarlo a cabo los propios operadores u empresas contratadas a tal fin.
Se concluyó que lo realmente importante era que un agente verificara tales
análisis de un modo objetivo y neutro.
Fue común el parecer según el cual, la figura del verificador debía servir, además
de al operador, a las Administraciones Públicas y a las compañías de seguros y
financieras. (SEVILLA)
Se ha establecido una norma
de referencia para realizar los
análisis de riesgos (UNE
150.008) y una regulación
complementaria en el sentido
observado.
Capítulo II. Prevención de
daños medioambientales.
Sección 1ª. Evaluación y
gestión de las fuentes de
peligro
Artículo 3. Análisis de
riesgos.
1. Los operadores que
desarrollen
actividades
económicas o profesionales
incluidas en el anexo III de
la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de responsabilidad
medioambiental
deberán
realizar un análisis de
riesgos de cada actividad o
instalación
sujeta
a
autorización
administrativa, que permita
identificar los escenarios
accidentales que pudieran
derivarse de su actividad y
establecer la probabilidad
asociada a cada escenario.
2. Los operadores que
realicen
actividades
económicas o profesionales
relacionadas con productos
fitosanitarios y biocidas
con fines agropecuarios y
forestales,
exentos
de
constituir
garantía
financiera
según
el
apartado c) del artículo 28
de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre de responsabilidad
ambiental,
quedarán
también exentos de la
realización de un análisis
de riesgos.
¿Deben protocolizarse los análisis de riesgos?
Se acepta.
Se concluyó que sí. Que debían realizarse conforme a una norma lo suficientemente
flexible. Se puso de ejemplo la norma UNE 150.008, la cual marca los hitos y las
pautas a seguir, dejando escoger entre los diversos métodos válidos. (SEVILLA)
Complementariedad de los análisis de riesgos.
Se reveló la necesidad de analizar todo lo que ya existe en las normativas
sectoriales (IPPC; Residuos; Suelos Contaminados;…) y completar solo aquello
que falta para que el análisis de riesgos sea completo en lugar de exigir un nuevo
análisis, evitando así duplicidades de información y abaratando costes. (SEVILLA)
¿Cambios de actividad?
Se ha realizado un estudio al efecto y se han incorporado
algunas previsiones normativas ad hoc (Disposición adicional
cuarta y disp. adicional primera)
Se han incorporado modificaciones en la línea indicada.
Se propuso la posibilidad de añadir en el futuro Real Decreto la regulación de en
qué condiciones se consideraría un cambio significativo en la actividad autorizada
que pudiera dar lugar a un nuevo análisis de riesgos o a una modificación del mismo
y de cuyo resultado pudiera a su vez cambiarse la cuantía de la garantía financiera.
(SEVILLA)
Es necesario definir los riesgos por sectores de actividad o riesgos sectoriales, así
como identificar aquellas actividades de las contempladas en el Anexo 3 de la Ley
26/2007 que llevan asociado un bajo riesgo. (SEVILLA)
Se ha puesto en marcha el proyecto MIRAT para el ARM tipo
por sectores.
En relación con el análisis de riesgo, se subraya la necesidad de aclarar qué se va a
analizar, y cómo y quién llevará a cabo dicho análisis. (SEVILLA)
Se ha establecido una norma de referencia para realizar los
análisis de riesgos (UNE 150.008) y una regulación
complementaria en el sentido observado.
Se señala la oportunidad de regular cómo se acredita o se valida el sistema de
análisis de riesgos. (SEVILLA)
Se ha incorporado una regulación al efecto.
Se propone que se determine su alcance, si es un instrumento sólo para fijar
garantías financieras o también un elemento en el sistema de prevención de las
empresas. Esta segunda función más amplia es suscrita mayoritariamente.
(SEVILLA)
Se plantea el problema de exigencia del análisis de riesgos a instalaciones
preexistentes a la entrada en vigor del futuro Reglamento. (SEVILLA)
Se acepta y se especifica que vale para ambas cuestiones.
Finalmente, se pone de manifiesto que debe aclararse la similitud o la diferencia
entre el análisis de riesgos y la valoración de riesgos contemplada en el Real
Decreto 9/2005, de 14 de enero, por el que se establece la relación de actividades
potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares para la
declaración de suelos contaminados. (SEVILLA)
El propósito del AR de la Ley 26/2007 es calcular la cobertura
de la GF. En la medida en la que el análisis del D9/2005 sirva
para éste propósito y se adecue a la norma UNE 150.008,
será perfectamente compatible con la Ley.
El problema hace referencia a una obligación regulada en la
Ley 26/2007 y no es éste reglamento.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 1ª. Evaluación y gestión de las fuentes de
peligro
Artículo 4. Gestión de las fuentes de peligro.
1. Los operadores que desarrollen actividades
económicas o profesionales incluidas en el anexo III
de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad medioambiental deberán disponer de
sistemas desarrollados para la gestión de tales
actividades.
2. Los sistemas para la gestión de las fuentes de
peligro desempeñarán funciones de seguridad y de
disminución de la posibilidad de que determinado
accidente se manifieste, aún a costa de crear o incluso
de aumentar la probabilidad de generar accidentes de
consecuencias menores. Tendrán tal condición, en
particular, los sistemas amparados por una
certificación EMAS o ISO 14.001
Se propone cambiar "se manifieste" por ocurra, dado que, según
argumentan, "la manifestación se aplica a las consecuencias dañosas del
accidente, no al accidente en sí (equivale al descubrimiento de la existencia
de dichas consecuencias)". (UNESPA)
Se ha eliminado este artículo.
Se propone cambiar "se manifieste" por ocurra, dado que, según
argumentan, "la manifestación se aplica a las consecuencias dañosas del
accidente, no al accidente en sí (equivale al descubrimiento de la existencia
de dichas consecuencias)". (POOL)
Se ha eliminado este artículo.
Como tales, se reconocen los sistemas amparados por una certificación
EMAS o ISO 14.001. Con esta obligación, estos sistemas, que por definición
voluntarios, pasan a ser obligatorios, ya que tampoco profundiza en otros
tipos de sistemas de gestión que pueden ser utilizados a tal fin.
Adicionalmente esta obligación no sería aplicable a los fabricantes de fuera
de España por lo que este requisito irá en contra de la igualdad en materia
de competitividad.(FEIQUE)
La propuesta de reglamento no exige con
carácter obligatorio la implantación de
sistemas de gestión ambiental. Los ARM
regulados en este decreto son válidos para la
aplicación de estos sistemas de gestión, lo
cuales pueden eximir al operador de la
constitución de la GF.
Consideran un texto ambiguo, ya que no aclara si los sistemas de
certificación ISO y EMAS son de gestión ambiental o de peligro.
Con la nueva propuesta de redacción, la
observación ha perdido su sentido.
En este sentido, no aclara nada sobre cómo debe ser este sistema de
gestión de peligros, pero puede ser mejor no delimitar claramente su
alcance y contenido. (UNESA)
Apartado 1. La redacción del apartado al final reza “de tales actividades”. En
nuestra opinión debe decirse “de la fuente de tal peligro” ya que es al peligro
a lo que este art. se refiere. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL
AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Con la nueva propuesta de redacción, la
observación ha perdido su sentido.
Apartado 2. Revisar la redacción. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Con la nueva propuesta de redacción, la
observación ha perdido su sentido.
Sería preciso aclarar si en caso de que se disponga de EMAS o ISO 14.001
la fianza se abarata ya que quizás se está considerando que se disminuye
el riesgo. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y
PREVENCIÓN DE RIESGOS)
La observación hace referencia a una
cuestión regulada en la Ley 26/2007 y no en
el reglamento.
Debe aclararse si las “actividades” a que se refiere el apartado 1 in fine es lo
mismo que las “fuentes de peligro” a que se refiere el inicio del apartado 2.
(OFICEMEN)
Con la nueva propuesta de redacción, la
observación ha perdido su sentido.
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 2ª. Determinación de las medidas de prevención y de evitación
Artículo 5. Medidas preventivas y de evitación.
En caso de que exista amenaza de daño medioambiental, los operadores
deberán informar a la autoridad competente, al menos, de los siguientes
aspectos:
a) La naturaleza de la amenaza del daño o el tipo de daño producido.
b) Las medidas preventivas o de evitación implantadas.
c) El proceso de seguimiento y control de las medidas preventivas y, en
su caso, de los de evitación.
d) La permanencia del daño, en su caso.
e) Aquellos otros que establezca la normativa de las comunidades
autónomas.
Este artículo debería llamarse “medidas preventivas de evitación, no “y de
evitación”. Además se hace constar que en el ámbito de obligaciones de
información, quizás sería oportuno tener en cuenta que la Agencia Europea de
Medio Ambiente está elaborando el llamado Shared Environmental Information
System, SEIS, que abarcará todos los sistemas de información ambiental en
Europa. Esto se informa como Punto Focal Nacional de la AEMA a los efectos
oportunos. Entre tanto, se hace notar la existencia de los registros PRTR,
REACH y Central de OMGs que, aunque de naturaleza sectorial (con exclusión
del primero para el medio ambiente industrial), ya realizan esta labor de
información que prefigura el art 5. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD
DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se ha eliminado
artículo.
este
Se debería definir “amenaza de daño”, ya que no queda claro a qué se refiere.
(SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE
RIESGOS)
Se ha eliminado
artículo.
este
La regulación de las medidas preventivas y de evitación de daños se limita a
concretar la información que deben dar los operadores de acuerdo con el
artículo 17.4 de la Ley, no obstante al integrarse esta norma en la sección
segunda del Capítulo II podría entenderse que sólo es exigible a los operadores
de actividades del Anexo III por lo que debería especificarse de forma mas clara
en el artículo 5 los sujetos obligados. (JUNTA DE ANDALUCÍA)
Se ha eliminado
artículo.
este
Debe haber un error en la trascripción, porque el art. 3 de la Ley 26 / 2007,
siempre habla de amenaza inminente de daño y no de mera amenaza. No está
suficientemente clara la definición de amenaza inminente de daño, como para
subir un escalón y hablar de amenaza de daño. Por otra parte no queda claro
cuando es el momento de informar, si se hace de forma inmediata no se podrán
informar algunos de los aspectos recogidos en este artículo 5, tales como: a) El
proceso de seguimiento de las medidas. b) - La permanencia del daño. Si se
informa más tarde cuando ya se tenga información de estos aspectos
obviamente sólo se informará cuando haya daño, no cuando exista amenaza del
mismo. (FEIQUE)
Se ha eliminado
artículo.
este
Capítulo II. Prevención de daños medioambientales.
Sección 2ª. Determinación de las medidas de prevención y de
evitación
Artículo 5. Medidas preventivas y de evitación.
En caso de que exista amenaza de daño medioambiental, los
operadores deberán informar a la autoridad competente, al
menos, de los siguientes aspectos:
a) La naturaleza de la amenaza del daño o el tipo de daño
producido.
b) Las medidas preventivas o de evitación implantadas.
c) El proceso de seguimiento y control de las medidas
preventivas y, en su caso, de los de evitación.
d) La permanencia del daño, en su caso.
e) Aquellos otros que establezca la normativa de las
comunidades autónomas.
Cuando habla de daño, debería hablar de daño agudo. (UNESA)
Se ha eliminado este artículo.
En el documento de Trabajo hay una serie de previsiones superfluas, en
cuanto que repiten lo que dice la LRM, por lo que deben suprimirse. En este
sentido, aunque de forma no literal, puede citarse el artículo 5 apartados a),
b), d) y e), del Documento de Trabajo, en relación con los apartados 1 y 4 del
artículo17 de la LRM. (OFICEMEN)
Se ha eliminado este artículo.
Ante una amenaza inminente de daños medioambientales, o ante un daño
medioambiental, el artículo 17 LRM impone al operador la obligación de
adoptar sin demora y sin necesidad de advertencia, de requerimiento o de
acto administrativo previo, las medidas preventivas o de evitación apropiadas.
No hay sin embargo obligación de informar sobre el proceso de seguimiento y
control de dichas medidas, salvo para el supuesto de que no desaparezca la
amenaza de daño a pesar de haberse adoptado las medidas de prevención o
de evitación de nuevos daños (artículo 27.LRM).En consecuencia, la
obligación contenida en el apartado c) del artículo 5 del Documento de
Trabajo debe suprimirse. (OFICEMEN)
Se ha eliminado este artículo.
El artículo 5 del Documento de Trabajo, se refiere en su primer párrafo sólo a
la “amenaza”, mientras que su titulo, y el resto de su contenido, se refiere
también a daños y a medidas de evitación. (OFICEMEN)
Se ha eliminado este artículo.
Se propuso añadir los términos “inminente” y “agudo”, de tal modo que la
redacción del apartado quedara como sigue: “En caso de que exista amenaza
inminente daño medio ambiental agudo, los operadores…” (SEVILLA)
Se ha eliminado este artículo.
Capítulo
III.
Determinación
y
cuantificación de los
daños
medioambientales.
En lo relativo a los productos químicos se considera imprescindible que el texto mantenga los mismos
términos que se utilizan en la normativa comunitaria sobre evaluación del riesgo de las sustancias y
preparados (Reglamento comunitario REACH, anexo I) y en las guías elaboradas al respecto (TGD). A
modo de ejemplo baste significar que no es lo mismo un “análisis de riesgo” que una “evaluación del
riesgo” o una “evaluación del peligro”. Por tal motivo, parecería oportuno proceder a revisar los títulos y
contenidos del Capítulos III, en especial la Sección 2ª. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL
AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta.
terminología.
La regulación en el Capítulo III de los estudios y análisis que deben realizar los operadores cuando se ha
producido un daño ambiental parece que tiene por finalidad la determinación de las medidas reparadoras
que han de concretarse en el correspondiente proyecto que se aprobará por la autoridad competente en
el procedimiento de exigencia de responsabilidad medioambiental. Se echa en falta la regulación de cómo
se incardinan todas las fases para la determinación de las medidas de reparación en el citado
procedimiento administrativo máxime cuando la resolución del mismo debe incorporar el citado proyecto
de reparación... En este sentido el problema principal se plantea en relación con los operadores distintos
a los del Anexo III dado que éstos sólo están obligados a reparar cuando se determine la existencia de
dolo, culpa o negligencia no quedando claro en que momento sería exigible que los mismos realizaran los
estudios y análisis regulados en el Capítulo III. (JUNTA DE ANADALUCÍA)
El proyecto de real decreto no regula
aspectos
procedimentales
y
cada
administración es competente para regular su
procedimiento
administrativo
de
responsabilidad medioambiental y su relación
con otros procedimientos ya existentes.
En el capítulo III el operador deberá: • Articulo 8 (determinación del daño) ante un supuesto de daño
medioambiental, deberá determinar la magnitud de sus efectos. • Articulo 10 (identificación de los
recursos potencialmente afectados por el daño medioambiental) deberá identificar los recursos afectados
mediante el análisis de los medios de difusión donde se libera el agente desencadenante del daño.
Adicionalmente realizará un análisis de la especies y de los hábitats que son más susceptibles de ser
dañados, así como cuantificar el daño medioambiental teniendo en cuenta la afección del ecosistema a
nivel del individuo, población, hábitat y comunidad. • Articulo 11 (Identificación de los servicios de los
recursos naturales potencialmente afectados por el daños medioambiental) determinar los servicios que
proporcionan los distintos recursos que pudieran verse afectados. • Articulo 12 (Cuantificación de los
daños medioambientales) estimar en unidades biofísicas el volumen de receptor afectado. • Articulo 13
(Valoración de la exposición y de los efectos del daño medioambiental) valorarán la extensión, intensidad y
escala temporal del daño medioambiental en los términos previstos en los artículos 14-20. En este sentido
creemos que, el traslado al operador de los trabajos antes descritos, puede crear una visión parcial
(minimizadora) de los posibles efectos por parte del operador, y pudiera no responder a una visión objetiva
(independiente). Entendemos que sería positivo el que, dichas valoraciones se realizasen por valoradoras
especializadas, las cuales realizasen dichos trabajos, conforme a unos criterios estandarizados y
normalizados, en colaboración con el operador y la Administración competente, sobre todo teniendo en
cuenta que, en algunos casos esta última pudiera ejercitar medidas sancionadoras para los operadores.
(WILLIS)
La definición de quién tiene que cumplir con
estas obligaciones está regulado en la Ley y
no en este reglamento.
En el artículo 10.1 debe preverse qué ocurre si no hay “documentación de referencia acreditados o
emitidos por organismos oficiales”. Igual comentario merecen los artículos 11.2. (que se refiere a unos
“inventarios de servicios amparados en marcos de referencia consolidadas científicamente”) y 15.1 (que se
refiere a “especies más sensibles”).En este tipo de situaciones, lo más adecuado es acudir a la opinión de
un experto independiente. (OFICEMEN)
Ya hay documentación acreditada de
modelos
de
difusión,
e
inventarios
científicamente consolidados.
Se
ha
homogeneizado
la
Sin perjuicio de lo anterior, cualquiera que
sea el procedimiento que se siga para reparar
el daño son las establecidas en este
reglamento, incluidos estudios, análisis, ...
En cuanto a la verificación de estos trabajos
nos remitimos a observaciones anteriores.
El proyecto de real decreto crea un órgano
técnico que puede realizar funciones de
asesoramiento como las propuestas.
Capítulo
III.
Determinación
y
cuantificación de los
daños medioambientales.
El artículo 6 del Documento de Trabajo se refiere a “agente”, mientras que el artículo 8 se refiere a “agente
o sustancia”. (OFICEMEN)
Se acepta. Se ha homogeneizado la
terminología.
El artículo 12 del Documento de Trabajo regula la cuantificación de los daños medioambientales, mientras
que el artículo 8 se refiere a la determinación del daño. Por ello, es conveniente incluir al final del artículo
12 el inciso “según lo previsto en el artículo 8 de este Reglamento”. (OFICEMEN)
Se ha modificado la redacción para
precisar la terminología empelada.
Hay artículos donde no resulta clara la diferencia de la regulación que contiene cada uno de ellos. Debe
revisarse y aclararse su contenido, caso de que haya diferencias entre ellos; en caso contrario, deberán
refundirse en un solo artículo. Este comentario se refiere en concreto a los Artículos 12 (“Cuantificación de
los daños medioambientales”) y 14.1 (determinación de la extensión del daño medioambiental).
(OFICEMEN)
Se ha modificado la redacción para
precisar la terminología empelada y
aclarar el contenido de sus artículos.
Debe valorarse la conveniencia de relacionar los artículos 18 (“Delimitación del estado básico”) y 19
(“Fuentes de información para la delimitación del estado básico”) con el artículo 7.2.c.) (que incluye el
estado básico como uno de los elementos sobre los que debe informar el operador). (OFICEMEN)
Se considera adecuada la redacción
actual.
Debe aclararse la relación entre los artículos 18.2 y 19.1, al objeto de evitar posibles contradicciones en lo
que se refiere a la delimitación del estado básico. (OFICEMEN)
Se acepta. Se ha variado la redacción
para tratar de clarificar la diferencia entre
ambos artículos.
Al hablar de la causa del daño o de la amenaza inminente, la LRM se refiere a “emisión, suceso o
incidente” (ver por ejemplo el artículo 4 y la disposición transitoria única) o “actividad” (ver por ejemplo los
artículos 17.1 y 19.1), pero no a “agente”, ni (salvo es contadas ocasiones, y con una finalidad distinta) a
“sustancia” (ver artículos 6, 8, 9 y 10), ni a “episodio accidental” (ver artículos 17.3 y 18.2), como hace el
Documento de Trabajo. (OFICEMEN)
Se
ha
procurado
garantizar
la
homogeneidad en el lenguaje empleado,
lo que no evita que aparezcan nuevos
términos asociados a los nuevos
desarrollos normativos.
La elaboración del mencionado Reglamento plantea diferentes retos, entre los que destaca la complejidad
técnica asociada al proceso de cuantificación de los daños ambientales. (SEVILLA)
Se comparte la preocupación y se toma
en consideración.
La cuantificación de los daños ambientales exige un alto requerimiento en información, tanto en lo que
respecta al agente desencadenante del daño, como de los efectos que dicho agente puede tener sobre el
medio receptor y los servicios que éste presta.
Se comparte la preocupación y se toma
en consideración.
Dicha dificultad es aún más evidente cuando se trata de cuantificar los daños ambientales de un escenario
que aún no se ha producido, como ocurre a la hora de evaluar la necesidad de establecer por parte del
operador una garantía financiera por responsabilidad ambiental. (SEVILLA)
La determinación y cuantificación de los daños se orienta mayormente hacia los efectos ocasionados por
agentes químicos. La información relativa a los daños de tipo físico y biológico debe ser ampliada.
(SEVILLA)
Se acepta. La nueva redacción aborda
los aspectos indicados.
La necesidad de objetividad en la aplicación de la norma. Se ha suscitado el debate de quién debe
determinar y cuantificar el daño ¿el operador o la Administración? (SEVILLA)
La definición de quién tiene que cumplir
con estas obligaciones está regulado en
la Ley y no en este reglamento.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de los daños medioambientales
Artículo 6. Tipo de daño.
El daño medioambiental se clasificará, según el agente que lo desencadene, en
alguno de los siguientes tipos:
a) Daño químico asociado a la liberación de un agente contaminante en una
concentración superior a la admitida en el medio ambiente.
b) Daño físico generado por actividades tales como la captación y el
represamiento de aguas, la gestión de residuos de industrias extractivas, y los
movimientos de tierra, entre otras.
c) Daño biológico generado por organismos genéticamente modificados
(OGM).
El artículo 6 habla del “daño químico” como el asociado a la
liberación de un agente contaminante en una concentración
superior a la admitida por el medio ambiente. Dado que de
ello se derivan una serie de obligaciones, creemos que
sería conveniente aclarar el concepto de “concentración
superior a la admitida por el medio ambiente”. En este
momento no queda claro si se refiere a la superación de un
determinado límite de emisión, o a la emisión de un agente
en tal cantidad que provoque la superación de un
determinado valor de calidad del medio. (FEIQUE)
Se acepta. Se ha variado la redacción.
Entre los tipos en que se ha de clasificar el daño está el
daño químico asociado a la liberación de un agente
contaminante “en una concentración superior a la admitida
en el medio ambiente”. Debería eliminarse de la frase, por
inconcreto, el entrecomillado pues el concepto se explica en
los artículos siguientes. (AEAS)
Se acepta. Se ha variado la redacción.
Entre los tipos en que se ha de clasificar el daño está el
daño químico asociado a la liberación de un agente
contaminante “en una concentración superior a la admitida
en el medio ambiente”. Debería eliminarse de la frase, por
inconcreto, el entrecomillado pues el concepto se explica en
los artículos siguientes. (AGA)
Se acepta. Se ha variado la redacción.
Sería interesante hablar de un daño “social” por
diferenciarlos de los señalados a,b y c y que recogería el
daño genérico, al conjunto de la sociedad. (COMUNIDAD
FORAL DE NAVARRA)
No procede, ya que en la actual versión
se trata de una clasificación de los tipos
de agente causantes del daño, no del
tipo de daño.
El apartado c del artículo 6 habla únicamente del daño
biológico generado por OMG. Sin embargo, la mayoría de
daños ambientales causados por agentes biológicos se han
originado por la introducción de especies exóticas en
determinados ecosistemas. (SUBDIRECCIÓN GENERAL
DE CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta.
Idoneidad de afinar más la definición de los diferentes tipos
de daño químico, físico y biológico, incluida en el Artículo 6
del documento de trabajo. (SEVILLA)
Se acepta, se ha modificado este
artículo en el sentido propuesto.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de
los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de los daños
medioambientales
Artículo 7. Recopilación de información.
1. Una vez se haya constatado que existe
amenaza inminente de daño o que se ha
producido
un
episodio
accidental,
y
paralelamente a la ejecución de las medidas
preventivas o de evitación según el caso, los
operadores recopilarán información dirigida a
orientar los esfuerzos para cuantificar y, en
caso necesario, reparar el daño.
2. A los efectos de lo dispuesto en el apartado
anterior,
el operador
deberá recabar
información relativa, al menos, a los siguientes
extremos:
a) La cartografía del terreno.
b) El foco de contaminación.
c) El estado básico.
d) Los límites admisibles de las sustancias para
los recursos que pudieran verse afectados.
e) El uso de territorio.
f) Los objetivos y las posibles técnicas de
reparación primaria que se deban aplicar.
g) La normativa reguladora de la actividad que
ha ocasionado el daño.
Esto va en contradicción con el art. 18 (delimitación del estado básico), cuando dice que “El
estado se podrá medir ex post, una vez producido el daño medioambiental”. O sea, no es
necesario tener recabada información del estado básica cuando hay una amenaza
inminente de daño. Por otro lado, toda la información que establece el art. 7, y que tiene que
recabar el operador, la tiene perfectamente en su poder la Administración, gracias a toda la
información que exige (a los operadores, Dictámenes de otros Organismos administrativos,
entidades colaboradoras de la Administración, etc...) y obra en su poder (controles /
evaluaciones / inspecciones, estudios, registros, autorización ambiental integrada,
resoluciones / dictámenes, etc.). En todo el Borrador subyace una actitud pasiva de la
Administración, en la que todo el trabajo recae en el operador, y ella solamente evalúa el
resultado final.
En la nueva redacción se ha
eliminado el apdo. 3 del artículo 18.
Esto choca especialmente cuando hay información que es más fácil de recabar (en términos
de tiempo) por parte de la Administración que por parte de los operadores y que estamos
frente a situaciones en las que hay que actuar con celeridad, por lo que la participación
activa o colaboración de la Administración facilitaría y agilizaría la determinación de las
medidas a adoptar en el caso de una amenaza inminente de daño o daño medioambiental.
(FEIQUE)
Como ya se ha indicado anteriormente, no queda claro si se refiere a la superación de un
determinado límite de emisión, o a la emisión de un agente en tal cantidad que provoque la
superación de un determinado valor de calidad del medio. (FEIQUE)
Se acepta. Se ha cambiado la
redacción.
El artículo 7 impone una obligación de recopilar información “dirigida a orientar los esfuerzos
para cuantificar y, en caso necesario, reparar el daño”. Esta obligación no se deriva de los
artículos 17 y 19 LRM, por lo que debe suprimirse.
Se acepta.
Además de lo anterior, no deja de sorprender que el Documento de Trabajo imponga al
administrado el deber de informar a la Administración de la normativa aplicable (artículo
7.2.g). La Administración es la primera que debe saber qué norma resulta aplicable en todo
momento. (OFICEMEN)
El documento de trabajo debe adecuarse a la LRM para evitar dudas de interpretación. En
concreto, el artículo 7.1 se refiere a “episodio accidental” cuando debería hablar de “daño
medioambiental”. (OFICEMEN)
Se acepta.
Apartado 1: dado que se hace referencia a un daño, junto a las medidas preventivas o de
evitación deben incluirse también las medidas de reparación. En los tres casos la referencia
debe hacerse a las medidas inmediatas que deban adoptarse, de acuerdo con lo establecido
en los artículos 17 y 19 LRM. (OFICEMEN)
No parece adecuado tratar la
reparación en el articulo al que se
hace referencia, hasta no evaluar si
el daño es o no significativo
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños
medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de los daños medioambientales
Artículo 7. Recopilación de información.
1. Una vez se haya constatado que existe amenaza inminente de
daño o que se ha producido un episodio accidental, y
paralelamente a la ejecución de las medidas preventivas o de
evitación según el caso, los operadores recopilarán información
dirigida a orientar los esfuerzos para cuantificar y, en caso
necesario, reparar el daño.
2. A los efectos de lo dispuesto en el apartado anterior, el
operador deberá recabar información relativa, al menos, a los
siguientes extremos:
a) La cartografía del terreno.
b) El foco de contaminación.
c) El estado básico.
d) Los límites admisibles de las sustancias para los recursos
que pudieran verse afectados.
e) El uso de territorio.
f) Los objetivos y las posibles técnicas de reparación primaria
que se deban aplicar.
g) La normativa reguladora de la actividad que ha ocasionado
el daño.
La reparación primaria se encuentra recogida en el art. 22 y consiste en
acciones para devolver los recursos naturales y/o los servicios que estos
proporcionan a su estado básico (estado anterior al de haberse producido el
daño). El art. 22.4 establece que “Los operadores deberán diseñar un inventario
de las técnicas de reparación posibles, el cual deberá incorporar, al menos, los
siguientes contenidos: a) Evaluación de la factibilidad técnica de la restauración.
b) Las consideraciones ecológicas para la conservación de la estructura y el
funcionamiento del ecosistema afectado. c) El grado de intervención asociado a
cada técnica de reparación, que podrá ser una intervención total, parcial o
basarse en la recuperación natural. La estimación del grado de intervención se
hará atendiendo a aspectos tales como la sensibilidad del medio, el horizonte de
recuperación y el coste de las medidas de reparación. d) Evaluación previa de
la pérdida provisional de recursos o servicios generada en cada alternativa.
Se ha modificado la redacción
para completarla y facilitar la
aplicación de las medidas de
reparación.
e) Estimación previa de costes unitarios de cada alternativa o técnica de
reparación”. Para elaborar este inventario de técnicas de reparación posibles no
establece procedimiento en el cual se deben incluir (p.e.: análisis de riesgos).
Parece que va de forma libre, pero hay que tenerlo por si ocurre una amenaza
inminente o un daño. Para confeccionar este inventario y establecer las técnicas
apropiadas habrá que contar con alguna Consultora o empresa especializada en
la materia que utilice unos criterios determinados. Esto entronca con la
constante indefinición de este borrador, porque establece este instrumento y el
objetivo que persigue, pero sigue sin establecer criterio alguno que ayude al
operador en el establecimiento de las medidas / técnicas adecuadas al efecto.
Esto también es aplicable al Art. 23.12 cuando: “Al igual que en la reparación
primaria, para la reparación complementaria y compensatoria se deberán
presentar diferentes opciones o alternativas de reparación” (FEIQUE)
Cuando habla de daño, debería hablar de daño agudo (UNESA)
No procede, puede ser potencial
o crónico.
Apartado 1. Se estima necesario aclarar el significado de “orientar los esfuerzos
para cuantificar”. Como se ha dicho más arriba para los OMGs persiste la duda
de cómo ha de afectar a los OMGs. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD
DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta. Se ha cambiado la
redacción.
El apartado 2 es a efectos de lo dispuesto en el 1, y por tanto, para los casos en
que se haya constatado la existencia de un daño inminente o daño real. Se
propone que estos campos informativos se incorporen al sistema de gestión de
fuentes de peligro para que así no haya que esperar a amenazas o daños
inminentes. (COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA)
La observación hace referencia a
una medida administrativa más
que
normativa
y,
por
consiguiente,
puede
ser
abordada por cada una de las
administraciones competentes.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los
daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación
medioambientales
de
los
daños
Artículo 8. Determinación del daño.
Cuando habla de daño, debería hablar de daño agudo (UNESA)
1. Ante un supuesto de daño medioambiental, los
operadores determinarán la magnitud de sus efectos.
No
procede,
puede
potencial o crónico.
Comentario.
La definición de quién tiene que
cumplir con estas obligaciones
está regulado en la Ley y no en
este reglamento.
2. La determinación de la magnitud de los efectos de
un daño medioambiental será el resultado de un
proceso que comprende las siguientes etapas:
a) Identificación del agente o sustancia involucrada en
el accidente.
b) Identificación de los recursos o servicios que
podrían verse potencialmente afectados.
c) Determinación de la dimensión espacio-temporal y
la intensidad de los efectos.
En la Ley se dice:
- artículo 9, que los operadores estarán obligados a colaborar en al adopción de medidas
reparadoras;
- artículo 20.1 b) que el operador someterá a la autoridad competente la aprobación de las
medidas
reparadoras;
y
- artículo 45, que la autoridad competente resolverá motivadamente el procedimiento y
exigirá
la
responsabilidad
al
operador.
También el reglamento, en el artículo 28, dice que el proyecto de reparación se
incorporará
a
la
resolución
que
dicte
la
autoridad
competente.
Pero creemos que no está de más iniciar este artículo del reglamento recordando que la
determinación del daño medioambiental debe corresponder a la autoridad competente con
la información suministrada por el operador sobre identificación de agente, recurso y
servicio y la que ella pudiere obtener de forma complementaria.
ser
No vemos adecuado que la determinación del daño ambiental la realice el causante del
mismo, que, forzosamente, no será objetivo, y tenderá a disminuir los recursos afectados
o los servicios que proporcionaban para aminorar su responsabilidad. Creemos que el
deber adecuado para los operadores es el de proporcionar la información necesaria a la
autoridad competente para que ésta, previa su comprobación, pueda identificar y definir
debidamente el daño y sus efectos.
Propuesta. Artículo 8. Determinación del daño. 1. La determinación del daño
medioambiental corresponde a la autoridad competente con la información suministrada
por el operador sobre identificación de agente, recurso y servicio y la que ella pudiere
obtener de forma complementaria. 2. Ante un supuesto de daño medioambiental, los
operadores proporcionarán a la autoridad competente la información necesaria para
determinar(án) la magnitud de sus efectos. (WWF/ADENA)
Apartado 2. Si estamos en un supuesto de daño ambiental (como se dice en el punto 1)
habría que quitar lo de que puedan verse potencialmente afectados y cambiarlo por los
que se hayan visto afectados. Estamos hablando de determinación del daño y no del
riesgo (COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA)
No
procede.
Se
debe
determinar tanto el daño
efectivamente producido, como
el que en consecuencia se
podría producir.
Apartado 2. Letra b. se refiere a “recursos o servicios”, y debe referirse a “recursos
naturales o servicios de recursos naturales” (apartados 17 y 18 del artículo 2 LRM).
(OFICEMEN)
Tienen el mismo significado. En
ocasiones se ha acortado para
facilitar la compresión del texto.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los
daños medioambientales.
Sección
1ª.
Determinación
medioambientales
de
los
daños
Artículo 9. Identificación del agente desencadenante del
daño medioambiental.
1. El operador deberá clasificar el daño medioambiental
conforme a la tipología descrita en el Artículo 6 y
basada en el agente que lo desencadene.
2. Las variables para la caracterización del agente
contaminante serán, como mínimo, las siguientes según
el tipo de daño:
a) Cuando se trata de un accidente producido por una
sustancia química, será necesario conocer la cantidad de
sustancia derramada, su toxicidad y otras propiedades
físico-químicas
que
pudieran
condicionar
su
peligrosidad, transporte y persistencia.
b) Si el daño es físico, deberá identificarse la cantidad,
calidad y/o densidad del agente implicado en el episodio
accidental, entre otras propiedades.
c) En el caso de que el daño esté motivado por un
organismo genéticamente modificado se estudiará la
dominancia y la evolución genética al interactuar con
otros organismos vivos.
Hay muchas sustancias químicas de las que no se conocen las características
señaladas en el artículo 9 del reglamento. Si en algún caso concreto se da esta
circunstancia, ¿se pretende que los operadores hagan con carácter previo estudios de
ecotoxicidad de todas las sustancias que utilicen o transporten para las que no existan
dichos estudios? (AEAS)
Con la nueva redacción, si no
se
conocen
dichas
características se procederá
según lo indicado en el anexo I
(epígrafe III.A).
Hay muchas sustancias químicas de las que no se conocen las características
señaladas en el artículo 9 del reglamento. Si en algún caso concreto se da esta
circunstancia, ¿se pretende que los operadores hagan con carácter previo estudios de
ecotoxicidad de todas las sustancias que utilicen o transporten para las que no existan
dichos estudios? (AGA)
Con la nueva redacción, si no
se
conocen
dichas
características se procederá
según lo indicado en el anexo I
(epígrafe III.A).
Se debería mencionar específicamente la normativa nacional sobre OMG. De este
modo, deberían eliminarse las referencias que se hacen a los OMG en los artículos 9,
14, 15 y 17 pues no se consideran necesarias. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta
Apartado 2. Se debería sustituir la palabra toxicidad por propiedades toxicológicas y
ecotoxicológicas. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y
PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta
Apartado 2. Donde dice "En el caso de que el daño esté motivado por un organismo
genéticamente modificado se estudiará la dominancia y la evolución genética al
interactuar con otros organismos vivos" proponemos el texto alternativo "En el caso de
que el daño esté motivado por un organismo genéticamente modificado se estudiará,
caso por caso, la dominancia y la evolución genética al interactuar con otros
organismos vivos", pues no se puede generalizar sobre dominancia o dispersión de los
OMGs. (ASEBIO)
Se acepta
Apartado 2. Letra a. Al final debe añadirse “todo ello de acuerdo con la normativa
aplicable”, con el objeto de dar mayor seguridad jurídica respecto de todos los términos
que se incluyen en este apartado. (OFICEMEN)
No
se
acepta,
redundante.
Apartado 2. Letra b. Junto con el “agente implicado”, debe preverse la posibilidad de que
haya intervenido un tipo de causa distinta en la producción del daño (por ejemplo, una
acción concreta, como una excavación). Del mismo modo, debe preverse la posibilidad
de que no haya un episodio “accidental”.
Se ha aceptado en lo relativo a
los OMG.
En este mismo apartado, debe suprimirse el inciso “entre otras propiedades”, para evitar
incertidumbres sobre las variables que deben tenerse en cuenta para caracterizar el
llamado “agente contaminante”. (OFICEMEN)
resulta
Capítulo
III.
Determinación
y
cuantificación
de
los
daños
medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de los daños
medioambientales
Artículo 10. Identificación de los recursos
potencialmente afectados por el daño
medioambiental.
1. Los operadores identificarán los recursos
afectados por el daño medioambiental
mediante el análisis de los medios de
difusión donde se libera el agente
desencadenante del daño.
Para llevar a cabo el referido análisis se
utilizarán documentos de referencia
acreditados o emitidos por organismos
oficiales. Tendrá dicha condición, entre
otros, la TGD (Technical Guidance
Document on Risk Assessment, CE 2003).
2. En todo caso, se realizará un análisis de
las especies y de los hábitats que son más
susceptibles de ser dañados, ya sea por
falta de estabilidad en el ecosistema, ya por
una mayor sensibilidad o vulnerabilidad a
la modificación de su entorno.
3. La cuantificación de los daños
medioambientales deberá tener en cuenta
la afección del ecosistema a nivel de
individuo, población, hábitat y comunidad.
El nivel de estudio condicionará la unidad
o unidades de medida a partir de las cuales
se determinará la cuantificación del daño.
El término especie tiene un significado taxonómico muy preciso. Es
impensable que se haga un inventario de todas las especies de
cada hábitat y menos su sensibilidad a un contaminante
determinado. Ha de acotarse mucho el alcance del análisis. (AEAS)
Se acepta. Se ha sustituido el término ‘especies’ por recursos o
receptores, según el caso.
El término especie tiene un significado taxonómico muy preciso. Es
impensable que se haga un inventario de todas las especies de
cada hábitat y menos su sensibilidad a un contaminante
determinado. Ha de acotarse mucho el alcance del análisis. (AGA)
Se acepta. Se ha sustituido el término ‘especies’ por recursos o
receptores, según el caso.
En el título eliminaría lo de potencialmente ya que ese trata de lo
afectado por el daño y no por el riesgo. (C.F. NAVARRA)
Se acepta.
Se hace mención de los TGD, “entre otros”. Entendemos que
quizás sería bueno hacer referencia a la documentación española
que se desarrolle. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL
AIRE Y PREVENCIÓN DE REIESGOS)
No existe una documentación española tan desarrollada ni tan
orientada al análisis del riesgo como la TGD, es por esto por lo
que se ha hecho referencia a la TGD y no a estudios españoles.
No obstante, de cara al análisis de la difusión en el medio del
agente contaminante, serviría cualquier ecuación de difusión,
por eso se especifica que se podrá utilizar la TGD entre otros.
El texto de este artículo es totalmente incomprensible si no se
recurre al apartado 4.A de la memoria explicativa, pero cabe la duda
de ¿qué consideración tendrá esta memoria desde el punto de vista
legal cuando se publique el Reglamento? Podría aparecer como
anexo o guía técnica a este documento, pero no se sabe a ciencia
cierta en este momento. Por otra parte, no establece métodos o
criterios concretos. Sólo pone ejemplos de referencia pero
precisando “entre otros”, sin mencionar más. Así no se puede tener
la seguridad de que se está realizando un análisis debidamente.
(FEIQUE)
Se ha mejorado y completado la redacción de este artículo para
facilitar su comprensión.
Apartado 1. Propongo una cita genérica sobre los documentos de
referencia y no una referencia expresa a la TGD, que puede
cambiar cualquier día y queda feo, en ese caso, citada en un
Decreto. Cuestión de técnica legislativa (C.F. NAVARRA)
Se acepta y por razones de técnica y estética normativa se ha
pasado a un anexo.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños
medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de los daños medioambientales
Artículo 11. Identificación de los servicios de los recursos
naturales potencialmente afectados por el daño medioambiental.
1. Los operadores deberán determinar los servicios que
proporcionan los distintos recursos que pudiesen verse afectados
por el daño medioambiental en aquellos casos en los que se
prevea la necesidad de establecer una reparación basada en una
aproximación servicio-servicio.
Se establece la obligación de realizar el inventario
de servicios. Deberían establecerse explícitamente
los servicios a inventariar, no referirse a marcos de
referencia
consolidados
científicamente
ni
recomendar el propuesto por el Millennium
Ecosystem Assessment. (AEAS)
El reglamento establece un marco general de los posibles
servicios que pueden verse afectados por un eventual
accidente, pero no puede llegar al detalle de elaborar un
listado de servicios que contemple todos los servicios que
puedan proporcionar todos los ecosistemas de España,
dado que los servicios afectados serán distintos en cada
caso particular. Por esta razón, el reglamento facilita a los
operadores un marco de referencia que permite identificar
los principales servicios a considerar, tal como es el caso
del inventario de servicios realizado por Millenium
Ecosystem Assessment, entre otros, pero en cada caso
concreto deberá hacerse un inventario.
Se establece la obligación de realizar el inventario
de servicios. Deberían establecerse explícitamente
los servicios a inventariar, no referirse a marcos de
referencia
consolidados
científicamente
ni
recomendar el propuesto por el Millennium
Ecosystem Assessment. (AGA)
El reglamento establece un marco general de los posibles
servicios que pueden verse afectados por un eventual
accidente, pero no puede llegar al detalle de elaborar un
listado de servicios que contemple todos los servicios que
puedan proporcionar todos los ecosistemas de España,
dado que los servicios afectados serán distintos en cada
caso particular. Por esta razón, el reglamento facilita a los
operadores un marco de referencia que permite identificar
los principales servicios a considerar, tal como es el caso
del inventario de servicios realizado por Millenium
Ecosystem Assessment, entre otros, pero en cada caso
concreto deberá hacerse un inventario.
Sigue sin establecer métodos o criterios concretos.
Sólo pone ejemplos de referencia pero precisando
“entre otros”, sin mencionar más. Así no se puede
tener la seguridad de que se está realizando un
análisis debidamente. (FEIQUE)
El reglamento establece un marco general de los posibles
servicios que pueden verse afectados por un eventual
accidente, pero no puede llegar al detalle de elaborar un
listado de servicios que contemple todos los servicios que
puedan proporcionar todos los ecosistemas de España,
dado que los servicios afectados serán distintos en cada
caso particular. Por esta razón, el reglamento facilita a los
operadores un marco de referencia que permite identificar
los principales servicios a considerar, tal como es el caso
del inventario de servicios realizado por Millenium
Ecosystem Assessment, entre otros, pero en cada caso
concreto deberá hacerse un inventario.
Se deberá evitar la duplicidad en la identificación de los servicios
ambientales que puedan afectar a varios receptores en dicha tarea.
2. Para realizar el análisis al que se refiere el apartado anterior se
utilizarán inventarios de servicios amparados en marcos de
referencia consolidados científicamente. Tendrá esa condición,
entre otros, el inventario de servicios propuesto por Millenium
Ecosystem Assessment.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de los daños medioambientales
Artículo 11. Identificación de los servicios de los recursos naturales potencialmente
afectados por el daño medioambiental.
1. Los operadores deberán determinar los servicios que proporcionan los distintos recursos
que pudiesen verse afectados por el daño medioambiental en aquellos casos en los que se
prevea la necesidad de establecer una reparación basada en una aproximación servicioservicio.
Se deberá evitar la duplicidad en la identificación de los servicios ambientales que puedan
afectar a varios receptores en dicha tarea.
2. Para realizar el análisis al que se refiere el apartado anterior se utilizarán inventarios de
servicios amparados en marcos de referencia consolidados científicamente. Tendrá esa
condición, entre otros, el inventario de servicios propuesto por Millenium Ecosystem
Assessment.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de peligro
Apartado 2. Proponemos cambiar la
redacción del párrafo por "Para realizar el
análisis al que se refiere el apartado anterior
se utilizarán inventarios de servicios
amparados en marcos de referencia objetivos
y
contrastables
científicamente".
La
justificación es que la Tabla 1 reseñada en la
página 10 del documento adjunto citando a
Millenium Ecosystem Asessment incluye
entre "Servicios
culturales" aspectos
como "Valores espirituales y religiosos,
Valores estéticos, etc." que podrían vulnerar
los artículos 14 y 16 de la Constitución.
(ASEBIO)
El alcance de la protección de los
servicios debe interpretarse en el marco
de lo dispuesto en la Directiva
comunitaria
y
en
la
legislación
medioambiental.
Apartado 2. Ultima frase, por Técnica
legislativa propongo quitarlo o dejar una
referencia genérica. (C.F. NAVARRA)
Se ha modificado la regulación y parte de
su contenido de ha pasado a un anexo
técnico.
Esta
sección
debería
denominarse
“cuantificación
de
los
daños
medioambientales ocasionados por fuentes
de peligro”. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE
RIESGOS)
Se ha modificado la ordenación del texto.
Se propone cambiar el título de esta sección
por: "Sección 2ª. Cuantificación de los daños
medioambientales." (UNESPA)
Se ha modificado la ordenación del texto.
Se propone cambiar el título de esta sección
por: "Sección 2ª. Cuantificación de los daños
medioambientales." (POOL)
Se ha modificado la ordenación del texto.
El título de la Sección 2ª del Capítulo III es
confuso y debe corregirse. (OFICEMEN)
Se ha modificado la ordenación del texto.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de
peligro
Artículo 12. Cuantificación de los daños medioambientales.
Los operadores estimarán en unidades biofísicas el volumen de receptor afectado,
entendiéndose por tal, la exposición por parte de los receptores considerados a las
sustancias o agentes desencadenantes del daño medioambiental, incluido el
análisis de los efectos producidos sobre dichos receptores.
Comentario. En la Ley se dice, artículo 45, que la autoridad
competente resolverá motivadamente el procedimiento y
exigirá la responsabilidad al operador, y en el 28 del
reglamento, que el proyecto de reparación se incorporará a la
resolución que dicte la autoridad competente, pero creemos
que no está de más iniciar este artículo del reglamento
recordándolo. La cuantificación del daño medioambiental
debe corresponder a la autoridad competente con la
información suministrada por el operador sobre valoración y
significación y la que ella pudiere obtener de forma
complementaria. No vemos adecuado que la cuantificación
del daño ambiental la realice el causante del mismo que,
forzosamente no será objetivo, y tenderá a disminuir los
daños
para
aminorar
su
responsabilidad.
Propuesta. 1.- La cuantificación del daño medioambiental
corresponde a la autoridad competente con la información
suministrada por el operador sobre valoración y significación y
la que ella pudiere obtener de forma complementaria.
La definición de quién tiene que
cumplir con estas obligaciones está
regulado en la Ley y no en este
reglamento.
2.- Los operadores estimarán en unidades biofísicas el
volumen de receptor afectado, entendiéndose por tal, la
exposición por parte de los receptores considerados ...
(WWF/ADENA)
La cuantificación en términos físicos debe estar siempre
orientada a la obtención de una cuantía en términos
económicos que permita asimismo establecer la cobertura de
garantía financiera. (SEVILLA)
Articulo 13. Valoración de la exposición y de los efectos del daño
medioambiental.
Los operadores valorarán la extensión, la intensidad y la escala temporal del daño
medioambiental en los términos previstos en los siguientes artículos.
Siempre se ha mantenido este
enfoque.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de
peligro
Artículo 14. Extensión del daño medioambiental.
1. Para valorar la extensión del daño medioambiental se determinará la
cantidad de recurso o de servicio afectado medido en unidades biofísicas,
tales como el número y/o densidad de individuos, masa, superficie y/o
volumen.
2. Si el agente desencadenante del daño medioambiental constituye una
sustancia química, se deberá estimar la concentración que puede alcanzar
dicha sustancia una vez es liberada en el medio.
3. Podrán utilizarse modelos de difusión o de simulación del transporte de
contaminación para valorar la exposición del receptor al agente
desencadenante del daño.
4. La determinación de la extensión en el caso de los organismos
modificados genéticamente requerirá un análisis al efecto, acreditado por un
organismo oficialmente reconocido. Tendrán tal condición, entre otros, los
estudios de polinización cruzada dirigidos a identificar las especies silvestres
y los cultivos que pudieran verse afectados.
Se debería mencionar específicamente la normativa nacional
sobre OMG. De este modo, deberían eliminarse las
referencias que se hacen a los OMG en los artículos 9, 14, 15
y 17 pues no se consideran necesarias. (SUBDIRECCIÓN
GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE
RIESGOS)
Se acepta.
Para
la
determinación
del
daño
medioambiental
(cuantificación, valoración de exposición, extensión e
intensidad y escala temporal), que queda recogido entre los
artículos 12 a 16, tendría que editar la Administración una
guía explicativa para que los operadores siguieran un criterio
común. P.e.: el art. 14 dice: “Podrán utilizarse modelos de
difusión o de simulación del transporte de contaminación para
valorar la exposición del receptor al agente desencadenante
del daño”. ¿Pero cuales son esos modelos de difusión o de
simulación? (FEIQUE)
El reglamento propone que la comisión
técnica de prevención realice estudios y
guías en el sentido propuesto en la
observación.
La valoración de la extensión del daño, cuando el
desencadenante del mismo sea una sustancia química,
cuando ello se acomete en el proceso de fijación de la
garantía, exige una estimación cuantitativa de la
concentración de la misma en el medio receptor, lo que pasa
por la aplicación de modelos matemáticos de simulación que
por lo general no están calibrados para el tipo de medio en el
que se van a usar, y en donde se puede carecer, con
frecuencia de una serie de datos clave como las propiedades
de peligrosidad , su capacidad de propagación y la
sensibilidad del medio receptor. Éste es otro handicap
importante en la determinación de la extensión del daño, que
es clave antes de proceder a su monetización, pues puede
estar afectado de un alto grado de incertidumbre, lo que
repercutiría tanto en la determinación de los costes
económicos de reparación y la identificación de las medidas
correspondientes, como en las cuantías de los daños que se
emplean en el proceso de fijación de la garantía financiera.
(UNESA)
Se está de acuerdo con las limitaciones
inherentes al sistema. No obstante, la
garantía sólo exige establecer un orden
de magnitud del daño aproximado.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de peligro
Artículo 14. Extensión del daño medioambiental.
1. Para valorar la extensión del daño medioambiental se determinará la cantidad de
recurso o de servicio afectado medido en unidades biofísicas, tales como el número
y/o densidad de individuos, masa, superficie y/o volumen.
2. Si el agente desencadenante del daño medioambiental constituye una sustancia
química, se deberá estimar la concentración que puede alcanzar dicha sustancia una
vez es liberada en el medio.
3. Podrán utilizarse modelos de difusión o de simulación del transporte de
contaminación para valorar la exposición del receptor al agente desencadenante del
daño.
4. La determinación de la extensión en el caso de los organismos modificados
genéticamente requerirá un análisis al efecto, acreditado por un organismo
oficialmente reconocido. Tendrán tal condición, entre otros, los estudios de
polinización cruzada dirigidos a identificar las especies silvestres y los cultivos que
pudieran verse afectados.
Apartado 2. Cuando dice estimación de la
concentración debería referirse a la gradación
de la concentración en la extensión geográfica
donde incida. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE
RIESGOS)
Establecer con carácter general el cálculo de
la gradación dificultaría sobremanera la
determinación del daño, tanto técnica como
económicamente.
Apartado 4. Proponemos el texto "La
determinación de la extensión en el caso de los
organismos
modificados
genéticamente
requerirá un análisis al efecto caso por caso,
acreditado por un organismo oficialmente
reconocido. Tendrán tal condición, entre otros,
los estudios de polinización cruzada dirigidos a
identificar las especies silvestres y los cultivos
que pudieran verse dañados". La justificación
es que la mera detección de un OMG no tiene
por qué ocasionar un daño, sino que debe ser
analizada caso por caso. (ASEBIO)
Se acepta.
Apartado 4. No queda claro a qué “organismo
oficialmente reconocido” se refiere el texto. ¿Es
quizás este Ministerio? (SUBDIRECCIÓN
GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y
PREVENCIÓN DE RIESGOS)
La referencia ha pasado al anexo técnico
para dotar a esta previsión de mayor
flexibilidad. (Ana Fresno sabe cuál es el
órgano)
Apartado 4. Los estudios de polinización
cruzada ya se tienen en cuenta en la evolución
del
riesgo
que
realiza
la
CNB.
(SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD
DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta y en consecuencia se elimina la
alusión a la polinización cruzada.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de peligro
Artículo 15. Intensidad del daño medioambiental.
1. Si el agente desencadenante del daño medioambientales una sustancia química, para
estimar la intensidad del daño se tendrán en cuenta, entre otros aspectos, la
concentración que alcanza dicha sustancia en el recurso afectado, el tiempo de
exposición del recurso a dicha sustancia y su relación con el nivel de contaminación
admisible o concentración umbral.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior y en la medida en la que
técnicamente sea posible, se obtendrá información sobre los umbrales de toxicidad de
los recursos que puedan verse afectados y que se asocian a la sustancia contaminante. Se
distinguirá, cuando ello sea posible, entre niveles de intensidad agudos, crónicos y
potenciales.
En caso de disponer de más de una concentración umbral que permita evaluar el mismo
tipo e intensidad de riesgo, se escogerá el indicador que tenga menor valor con el fin de
tener en especial consideración a las especies más sensibles.
2. En los casos en los que no se disponga de información para calcular el umbral de
toxicidad, se optará entre una de las siguientes opciones.
a) Se realizará un estudio experimental que permita establecer los umbrales de daño
para la sustancia y recurso que son objeto de estudio.
b) Se utilizarán los valores umbrales o de concentración límite que indique la
legislación aplicable referente a emisiones, derrames y/o vertidos.
c) Se aplicarán otros valores de sustancias que tengan propiedades físicas y/o químicas
similares para el mismo recurso y, por tanto, compartan una afinidad de
comportamiento.
3. Para la valoración de los efectos sobre las especies silvestres y la salud humana se
considerará cualquier vía de exposición a través del aire, el agua y/o el suelo,
incluyendo la ingestión, el contacto dérmico y el consumo de alimentos.
4. Cuando el daño medioambiental sea físico, se recurrirá a la determinación de otros
indicadores que permitan estimar la severidad de los efectos. Con tal finalidad, se
analizarán los recursos que puedan verse afectados por el agente desencadenante del
daño, tanto por exceso como por defecto del mismo.
5. Salvo que se demuestre lo contrario, los daños medioambientales ocasionados por
organismos modificados genéticamente serán irreversibles y tendrán la consideración de
daños agudos a efectos de la fijación de garantías financieras por responsabilidad
medioambiental.:
Antes de enumerar, aunque sea a nivel de
opción, la que aparece en el apartado a),
debería tenerse una idea clara del coste de
un estudio toxicológico, o varios en el caso de
especies
vulnerables,
suficientemente
riguroso. No se puede exigir a un operador
que cubra a sus expensas lo que deberían
saber las autoridades competentes (a
cualquier nivel), ni que aplique valores
arbitrarios basados en afinidades entre
sustancias
químicas.
Debería
quedar
solamente el apartado b), sin ninguna opción.
(AEAS)
El reglamento ofrece alternativas tanto para
los supuestos en los que existe información
disponible, como para aquéllos en los que no
la hay, sin perjuicio de los esfuerzos de las
administraciones para proporcionar un mayor
volumen
de
información
(REACH,
IUCLID, …). En todo caso, se ha de tener
presente que por aplicación de la Ley 26/2007
todos los costes vinculados a la definición de
las medidas de prevención, evitación y
reparación, cualquiera que sea su coste, han
de ser sufragados por el operador
responsable.
Antes de enumerar, aunque sea a nivel de
opción, la que aparece en el apartado a),
debería tenerse una idea clara del coste de
un estudio toxicológico, o varios en el caso de
especies
vulnerables,
suficientemente
riguroso. No se puede exigir a un operador
que cubra a sus expensas lo que deberían
saber las autoridades competentes (a
cualquier nivel), ni que aplique valores
arbitrarios basados en afinidades entre
sustancias
químicas.
Debería
quedar
solamente el apartado b), sin ninguna opción.
(AGA)
El reglamento ofrece alternativas tanto para
los supuestos en los que existe información
disponible, como para aquéllos en los que no
la hay, sin perjuicio de los esfuerzos de las
administraciones para proporcionar un mayor
volumen
de
información
(REACH,
IUCLID, …). En todo caso, se ha de tener
presente que por aplicación de la Ley 26/2007
todos los costes vinculados a la definición de
las medidas de prevención, evitación y
reparación, cualquiera que sea su coste, han
de ser sufragados por el operador
responsable.
Se debería mencionar específicamente la
normativa nacional sobre OMG. De este
modo, deberían eliminarse las referencias
que se hacen a los OMG en los artículos 9,
14, 15 y 17 pues no se consideran
necesarias. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE
RIESGOS)
Se acepta.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de peligro
Artículo 15. Intensidad del daño medioambiental.
1. Si el agente desencadenante del daño medioambientales una sustancia química, para
estimar la intensidad del daño se tendrán en cuenta, entre otros aspectos, la
concentración que alcanza dicha sustancia en el recurso afectado, el tiempo de
exposición del recurso a dicha sustancia y su relación con el nivel de contaminación
admisible o concentración umbral.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior y en la medida en la que
técnicamente sea posible, se obtendrá información sobre los umbrales de toxicidad de
los recursos que puedan verse afectados y que se asocian a la sustancia contaminante. Se
distinguirá, cuando ello sea posible, entre niveles de intensidad agudos, crónicos y
potenciales.
En caso de disponer de más de una concentración umbral que permita evaluar el mismo
tipo e intensidad de riesgo, se escogerá el indicador que tenga menor valor con el fin de
tener en especial consideración a las especies más sensibles.
Procedería incorporar la definición de “nivel de
contaminación admisible o concentración umbral” ¿se
refiere a la PNEC? (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta. Se ha incluido la
definición
de
“umbral
ecotoxicológico” (artículo 2).
La valoración a través del aire (atmósfera) es de
compleja determinación. (FEIQUE)
Se acepta que es complejo pero no
se puede eludir. No obstante, hay
modelos como el SCREEN3 que
permiten calcularlo (Ministerio de
Interior. Protección Civil).
Art 15, además dice que la valoración de la intensidad
del daño a través del aire y la atmósfera es de compleja
determinación.
(Reuniones
ISR:
SECTOR
ENERGÉTICO)
Se acepta que es complejo pero no
se puede eludir. No obstante, hay
modelos como el SCREEN3 que
permiten calcularlo (Ministerio de
Interior. Protección Civil).
Apartado 2. No queda claro si este punto y los
siguientes son también para cuando el desencadenante
es una sustancia química o para todos los restantes
casos. Por ello se propone que empiece el punto 2 de la
siguiente manera: “En los restantes caso y siempre que
no se disponga…”. Además se cita que se “optará” por
una de las siguientes “opciones”. Es una redundancia
que debe eliminarse. (C.F. NAVARRA)
Se acepta la corrección ortográfica
y se explica que sólo se refiere a
sustancias químicas.
Apartado 2. Debe decir “umbrales de daño de la
sustancia”. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD
Se ha considerado más adecuado
mantener la redacción actual.
2. En los casos en los que no se disponga de información para calcular el umbral de
toxicidad, se optará entre una de las siguientes opciones.
a) Se realizará un estudio experimental que permita establecer los umbrales de daño
para la sustancia y recurso que son objeto de estudio.
b) Se utilizarán los valores umbrales o de concentración límite que indique la
legislación aplicable referente a emisiones, derrames y/o vertidos.
c) Se aplicarán otros valores de sustancias que tengan propiedades físicas y/o químicas
similares para el mismo recurso y, por tanto, compartan una afinidad de
comportamiento.
3. Para la valoración de los efectos sobre las especies silvestres y la salud humana se
considerará cualquier vía de exposición a través del aire, el agua y/o el suelo,
incluyendo la ingestión, el contacto dérmico y el consumo de alimentos.
4. Cuando el daño medioambiental sea físico, se recurrirá a la determinación de otros
indicadores que permitan estimar la severidad de los efectos. Con tal finalidad, se
analizarán los recursos que puedan verse afectados por el agente desencadenante del
daño, tanto por exceso como por defecto del mismo.
5. Salvo que se demuestre lo contrario, los daños medioambientales ocasionados por
organismos modificados genéticamente serán irreversibles y tendrán la consideración de
daños agudos a efectos de la fijación de garantías financieras por responsabilidad
medioambiental.:
DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Apartado 2. Se mencionan los valores límite de las
emisiones. Entendemos que se habla del efecto que las
emisiones causan en el entorno y, por tanto, debe
hablarse de las valores límite de inmisión en el caso de
aire y valores de calidad del agua. En todo caso, en
calidad del aire utilizamos el concepto valor límite de
emisión para lo que sale por boca de chimenea y valor
límite de inmisión o de calidad del aire para lo que
reciben el medio ambiente o las personas.
(SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y
PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de peligro
Artículo 15. Intensidad del daño medioambiental.
1. Si el agente desencadenante del daño medioambientales una sustancia química, para estimar la
intensidad del daño se tendrán en cuenta, entre otros aspectos, la concentración que alcanza dicha
sustancia en el recurso afectado, el tiempo de exposición del recurso a dicha sustancia y su relación
con el nivel de contaminación admisible o concentración umbral.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior y en la medida en la que técnicamente sea
posible, se obtendrá información sobre los umbrales de toxicidad de los recursos que puedan verse
afectados y que se asocian a la sustancia contaminante. Se distinguirá, cuando ello sea posible,
entre niveles de intensidad agudos, crónicos y potenciales.
En caso de disponer de más de una concentración umbral que permita evaluar el mismo tipo e
intensidad de riesgo, se escogerá el indicador que tenga menor valor con el fin de tener en especial
consideración a las especies más sensibles.
2. En los casos en los que no se disponga de información para calcular el umbral de toxicidad, se
optará entre una de las siguientes opciones.
a) Se realizará un estudio experimental que permita establecer los umbrales de daño para la
sustancia y recurso que son objeto de estudio.
b) Se utilizarán los valores umbrales o de concentración límite que indique la legislación aplicable
referente a emisiones, derrames y/o vertidos.
c) Se aplicarán otros valores de sustancias que tengan propiedades físicas y/o químicas similares
para el mismo recurso y, por tanto, compartan una afinidad de comportamiento.
3. Para la valoración de los efectos sobre las especies silvestres y la salud humana se considerará
cualquier vía de exposición a través del aire, el agua y/o el suelo, incluyendo la ingestión, el
contacto dérmico y el consumo de alimentos.
4. Cuando el daño medioambiental sea físico, se recurrirá a la determinación de otros indicadores
que permitan estimar la severidad de los efectos. Con tal finalidad, se analizarán los recursos que
puedan verse afectados por el agente desencadenante del daño, tanto por exceso como por defecto
del mismo.
5. Salvo que se demuestre lo contrario, los daños medioambientales ocasionados por organismos
modificados genéticamente serán irreversibles y tendrán la consideración de daños agudos a efectos
de la fijación de garantías financieras por responsabilidad medioambiental.
Artículo 16. Escala temporal del daño medioambiental.
1. Para determinar la escala temporal del daño medioambiental se estimará la duración y la
reversibilidad de los daños.
2. Los daños medioambientales irreversibles irán asociados a medidas complementarias ya que no
podrán restituirse en su totalidad los activos dañados.
Apartado 2. Letra a. El estudio experimental a
que se refiere este artículo debe realizarse
“según modelos comúnmente aceptados”, y
así debe incluirse expresamente en el texto.
(OFICEMEN)
Se ha considerado más adecuado
mantener la redacción actual.
Apartado 3. Al hacer referencia a las vías de
exposición, se menciona “ingestión” y el
“consumo de alimentos”, cuando éste puede
considerarse incluido en aquél y, por tanto,
debería suprimirse.
Se acepta.
Por contra, falta la inhalación como posible
vía de exposición. (OFICEMEN)
El apartado 3 del artículo 15 debería incluir la
inhalación. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
Se acepta.
CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE
RIESGOS)
Proponemos el texto "Salvo cuando las
operaciones hayan superado evaluaciones de
riesgo ambiental aceptadas por la Comisión
Nacional de Bioseguridad o por la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria, los daños
medioambientales
ocasionados
por
organismos
modificados
genéticamente
podrán ser considerados irreversibles y
podrán tener la consideración de daños
agudos a efectos de la fijación de garantías
financieras
por
responsabilidad
medioambiental".
En la nueva redacción del real
decreto se ha suprimido el apartado
observado.
(ASEBIO)
Apartado 2. Se refiere a “activos dañados”, y
debe referirse a “recursos naturales” para que
el documento de Trabajo se adecue a la LRM.
(OFICEMEN)
Se acepta.
Capítulo
III.
Determinación
y
cuantificación
de
los
daños
medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños
medioambientales de las fuentes de peligro
Artículo 17. Significación
medioambiental.
del
daño
1. En el caso de que el daño
medioambiental
sea
químico,
su
significación se determinará mediante el
cálculo del cociente de riesgo.
Cuando el cociente de riesgo sea superior a
uno, se considerará que el daño es
significativo.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado
anterior, la autoridad competente podrá
establecer el nivel de significación en un
cociente de riesgo menor que 1 en el caso
de que el daño sea acumulable.
Los daños medioambientales podrán ser
acumulables debido a las propiedades de la
sustancia, a la sensibilidad del recurso o a
la variedad de focos de contaminación que
puedan mermar la capacidad del medio
para asimilar dicha contaminación.
3. En los casos en los que no esté
involucrada una sustancia contaminante en
el episodio accidental, además de la
consideración de los criterios establecidos
en el Anexo I de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre,
de
responsabilidad
medioambiental, la significación podrá
establecerse poniendo en relación las
unidades perdidas o ganadas con las
existentes en el conjunto del ecosistema.
4. Salvo que se demuestre lo contrario,
cualquier daño generado por un organismo
genéticamente modificado tendrá carácter
significativo.
Se propone sustituir el título por “Carácter significativo del daño ambiental”. En el
apartado 1 se propone añadir que el daño ambiental sea “causado por una sustancia
química”. Además se propone, por técnica legislativa, que el apartado 1 y 2 se
refundan en un apartado 1 ya que todo ello se refiere a accidentes causados por
sustancias químicas. El apartado 3 pasaría a ser 2 y el 4, 3. (C.F. DE NAVARRA)
En la nueva redacción se emplea la expresión
significatividad del daño y se reordena la
redacción del artículo.
Se debería mencionar específicamente la normativa nacional sobre OMG. De este
modo, deberían eliminarse las referencias que se hacen a los OMG en los artículos 9,
14, 15 y 17 pues no se consideran necesarias. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se acepta.
El art. 17 (significación del daño medioambiental) no establece quién es el que realiza
esta actividad (¿El Órgano administrativo competente?), por lo que se debe clarificar.
Además según la memoria explicativa se establecen tres tipos de “cociente de riesgo”
y para alguno de ellos incluso existen dos o más fórmulas de cálculo, por lo que
habría que aclarar cual o cuales deben ser superiores a 1 para que el daño tenga la
consideración de significativo. (FEIQUE)
La significatividad del daño la determina el
operador de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 4 del proyecto de reglamento.
Convendría tener acceso a Bases de datos. (Reuniones ISR: SECTOR INDUSTRIA)
El acceso a las bases de datos con
información medioambiental está regulado
legalmente y su acceso es libre y gratuito.
Debe aclararse qué cociente de riesgo se debe considerar. (UNESA)
La concentración real se compara con los tres
niveles de intensidad y en función de los
cocientes que superen la unidad se tendrá un
daño agudo, crónico o potencial.
Apartado 2. Prevé la posibilidad de que la autoridad competente establezca el nivel de
significación de un daño medioambiental en un cociente de riesgo menor que 1 si el
daño es acumulable. Debe permitirse la situación inversa, esto es, que se pueda
establecer que el daño no es significativo aunque el cociente de riesgo sea mayor que
1. (OFICEMEN)
No se acepta. La ley exige que se garantice
que el operador siempre devolverá los
recursos y servicios dañados a su estado
básico. Además, con carácter objetivo, si el
cociente de riesgo es superior a 1 se puede
afirmar que existe daño ambiental.
Apartado 4. Propuesta: "Los daños por OMG se evaluarán caso por caso, de acuerdo
con la naturaleza del mismo (microorganismos, animales, plantas de especies
exóticas, variedades de plantas domesticadas que pueden intercambiar genes con
especies silvestres, o variedades de plantas domesticadas sin especies silvestres
sexualmente compatibles), su grado de confinamiento y los efectos adversos para el
medio ambiente que hayan sido verificados", pues los criterios técnicos deberán
garantizar una evaluación homogénea de los escenarios de riesgo. (ASEBIO)
Se modifica la redacción en el sentido
propuesto.
Sólo se utiliza un cociente de riesgo y el nivel
de intensidad varía en función del CTD que
se emplee.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños
medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales
de las fuentes de peligro
Se propone cambiar el título del artículo por: "Determinación del estado básico."
(UNESPA)
Se acepta.
Se propone cambiar el título del artículo por: "Determinación del estado básico." (POOL)
Se acepta.
Clarificar los criterios que la Autoridad va a seguir en la definición del estado básico de
un ecosistema, así como para la reposición del mismo. (ANE)
Se
ha
modificado
la
redacción
con
fines
aclaratorios pero con el límite
en cuanto a su concreción
que marca el carácter básico
de
la
normativa
medioambiental.
a) La existencia de información histórica fehaciente que
demuestre la tendencia, positiva o negativa, de la
evolución de los recursos o servicios afectados. En ningún
caso se podrá extrapolar al futuro un cambio globalmente
mayor en un periodo de tiempo superior al revelado por la
serie histórica.
El artículo 18 indica que “el estado básico se podrá medir ex post una vez producido el
daño medioambiental”. ¿Cómo puede medirse una situación que ya no existe? Parece
que lo que se pretende decir es que el operador no tiene la obligación de conocer el
estado básico antes de que se haya producido el daño. (FEIQUE)
Técnicamente
el
estado
básico se puede medir tanto
antes como después del
daño. De hecho, es una
práctica frecuente medirlo a
posteriori.
b) La existencia de una aprobación definitiva de uso que
implique la pérdida a corto plazo del recurso.
Necesidad de definir mejor el estado básico. La definición de esta situación de
referencia, apoyado en el principio de “No pérdida neta de biodiversidad”, en un estadio
previo a la manifestación de un daño , se puede encontrar en la práctica con problemas
insolubles si no es posible desglosar, por falta de datos, los aportes contaminantes que
el medio receptor o ecosistema, de que se trate, ha estado recibiendo durante años en
el pasado y la afección experimentada por el mismo por estas causas antrópicas. La
falta de información sobre la caracterización de los recursos y servicios afectados o del
estado de conservación del ecosistema o la ausencia de datos históricos relevantes es
otro problema importante al que probablemente se va a enfrentar una definición fiable
del estado básico. Todo ello afecta a la determinación de la cobertura de la garantía
financiera, por la necesidad, según se contempla en el articulado del Reglamento
propuesto, de descontar y excluir de la garantía obligatoria los daños significativos en
los casos en que la actividad se desarrolla en lugares en los que el estado básico de los
recursos naturales está ya afectado por dichos daños. (UNESA)
Se entiende la preocupación,
no obstante la determinación
del estado básico no consiste
en establecer un estado de
conservación idóneo sino la
situación del receptor en
relación al cambio que ha
experimentado debido a la
acción del agente causante
del daño.
En el artículo 18 del reglamento se establece la delimitación del estado básico, pero no
se precisa la unidad física o jurídica territorial sobre la que ha de concretarse tal
declaración. (COLEGIO DE REGISTRADORES)
La unidad física vendrá
determinada
por
la
caracterización
de
la
extensión del daño.
Artículo 18. Delimitación del estado básico.
1. La concreción de estado básico, como nivel de
referencia al que se debe llegar mediante la puesta en
práctica de las medidas de reparación, deberá tener en
cuenta el principio de “no Pérdida neta” de Biodiversidad,
con el fin de garantizar que la aplicación de las medidas
reparadoras permitirá mantener las existencias de recursos
originales presentes antes de haberse producido el daño.
2. Con carácter general, se seleccionará un estado básico
de tipo estático. Se entenderá por tal aquel que no prevé la
posible evolución del estado de conservación del
ecosistema desde el momento del accidente hasta aquel en
el que surte efecto la reparación. No obstante, se
considerarán las siguientes excepciones:
3. El estado básico se podrá medir ex post, una vez
producido el daño medioambiental.
4. El estado básico podrá expresarse en términos de
cambios experimentados por el medio con ayuda de
indicadores ecológicos del estado de conservación del
ecosistema, tales como días de uso del hábitat y densidad
de vegetación, entre otros.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de
los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños
medioambientales de las fuentes de peligro
Artículo 18. Delimitación del estado básico.
1. La concreción de estado básico, como nivel
de referencia al que se debe llegar mediante la
puesta en práctica de las medidas de reparación,
deberá tener en cuenta el principio de “no
Pérdida neta” de Biodiversidad, con el fin de
garantizar que la aplicación de las medidas
reparadoras permitirá mantener las existencias
de recursos originales presentes antes de
haberse producido el daño.
2. Con carácter general, se seleccionará un
estado básico de tipo estático. Se entenderá por
tal aquel que no prevé la posible evolución del
estado de conservación del ecosistema desde el
momento del accidente hasta aquel en el que
surte efecto la reparación. No obstante, se
considerarán las siguientes excepciones:
a) La existencia de información histórica
fehaciente que demuestre la tendencia, positiva
o negativa, de la evolución de los recursos o
servicios afectados. En ningún caso se podrá
extrapolar al futuro un cambio globalmente
mayor en un periodo de tiempo superior al
revelado por la serie histórica.
b) La existencia de una aprobación definitiva de
uso que implique la pérdida a corto plazo del
recurso.
3. El estado básico se podrá medir ex post, una
vez producido el daño medioambiental.
4. El estado básico podrá expresarse en
términos de cambios experimentados por el
medio con ayuda de indicadores ecológicos del
estado de conservación del ecosistema, tales
como días de uso del hábitat y densidad de
vegetación, entre otros.
Apartado 2. Comentario. Pensamos que puede ser admisible, en algunos casos, que no se tenga en
cuenta la “evolución del estado de conservación” del ecosistema desde el accidente hasta la
reparación, pero entendemos que sí habrá de tomarse en consideración su evaluación cuando el
factor tiempo, el plazo que llevará esa reparación hasta volver el recurso a su estado básico, sea
condicionante, esto es, necesite un periodo extenso para su recuperación. Que el tiempo de
recuperación condiciona la consecución del estado básico, lo dice la Memoria explicativa en dos
ocasiones:
* a propósito de la cuantificación del daño, valoración: los indicadores relacionados con la escala
temporal resultan de gran interés dado que aportan una información muy relevante para dimensionar
las medidas de reparación primaria, página 13 párrafo tercero; y
* con ocasión de la reparación de los daños medioambientales, identificación de las medidas: cuanto
mayor sea la intensidad de las medidas de reparación menor será el horizonte temporal de
recuperación.
En este sentido sería recomendable valorar, por parte de la autoridad competente, el hecho de
minimizar, hasta un extremo razonable, el horizonte temporal de recuperación, a fin de reducir la
incertidumbre en el cálculo de la pérdida de provisión de servicios ambientales. Página 21 segundo
párrafo.
Igualmente se deduce de todos aquellos casos en que el reglamento lo tiene en cuenta:
* artículo 15, que a propósito de la intensidad del daño, señala que debe tenerse en cuenta el tiempo
de exposición del recurso a la sustancia.
* artículo 22.4.c), en que a propósito de la Identificación de las medidas reparadoras primarias y el
inventario de las técnicas de reparación posibles, se dice que deberá tener en cuenta el horizonte de
recuperación y el coste de las medidas de reparación.
* artículo 23.10, en el que con ocasión de la identificación de las medidas reparadoras compensatorias
y complementarias, y la estimación de las pérdidas provisionales de bienes y servicios derivados de
una reparación establece que se descontará al año de referencia el flujo de pérdidas y ganancias
generadas por el proyecto de recuperación.
* artículo 25.1, en las opciones o alternativas de reparación establece que en los proyectos se deberá
determinar, entre otros factores, el horizonte de recuperación del ecosistema dañado.
En consecuencia, WWF/Adena propone que un factor para seleccionar un estado básico no estático
sea el tiempo de recuperación.
Propuesta. 2. Con carácter general, se seleccionará un estado básico de tipo estático. Se entenderá
por tal aquel que no prevé la posible evolución del estado de conservación del ecosistema desde el
momento del accidente hasta aquel en el que surte efecto la reparación. No obstante, se considerarán
las siguientes excepciones: a) La existencia de información histórica fehaciente que demuestre la
tendencia, positiva o negativa, de la evolución de los recursos o servicios afectados. En ningún caso
se podrá extrapolar al futuro un cambio globalmente mayor en un periodo de tiempo superior al
revelado por la serie histórica. b) La existencia de una aprobación definitiva de uso que implique la
pérdida a corto plazo del recurso. c) El plazo de recuperación del ecosistema dañado. (WWF/ADENA)
No
se
acepta.
La
determinación del estado
básico no depende del
tiempo que tardan los
recursos en recuperarse.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de peligro
Artículo 18. Delimitación del estado básico.
1. La concreción de estado básico, como nivel de referencia al que se debe llegar mediante
la puesta en práctica de las medidas de reparación, deberá tener en cuenta el principio de
“no Pérdida neta” de Biodiversidad, con el fin de garantizar que la aplicación de las
medidas reparadoras permitirá mantener las existencias de recursos originales presentes
antes de haberse producido el daño.
2. Con carácter general, se seleccionará un estado básico de tipo estático. Se entenderá por
tal aquel que no prevé la posible evolución del estado de conservación del ecosistema
desde el momento del accidente hasta aquel en el que surte efecto la reparación. No
obstante, se considerarán las siguientes excepciones:
a) La existencia de información histórica fehaciente que demuestre la tendencia, positiva o
negativa, de la evolución de los recursos o servicios afectados. En ningún caso se podrá
extrapolar al futuro un cambio globalmente mayor en un periodo de tiempo superior al
revelado por la serie histórica.
b) La existencia de una aprobación definitiva de uso que implique la pérdida a corto plazo
del recurso.
3. El estado básico se podrá medir ex post, una vez producido el daño medioambiental.
4. El estado básico podrá expresarse en términos de cambios experimentados por el medio
con ayuda de indicadores ecológicos del estado de conservación del ecosistema, tales
como días de uso del hábitat y densidad de vegetación, entre otros.
Apartado 2. Se propone cambiar "pérdida" por
"modificación". (UNESPA)
No se acepta. La modificación
fehaciente está amparada por el
18.2.a; aquí se refiere a un cambio
de uso que implique la destrucción
o desaparición del recurso o
servicio afectado.
Apartado 2. Se propone cambiar "pérdida" por
"modificación". (POOL)
No se acepta. La modificación
fehaciente está amparada por el
18.2.a; aquí se refiere a un cambio
de uso que implique la destrucción
o desaparición del recurso o
servicio afectado.
Apartado 3. Se habla de medir el estado básico “ex
post” Creo que esta expresión puede eliminarse ya
que con la frase que sigue a continuación queda
claro el concepto y además, en el párrafo 2 no se
habla de la medida “ex ante”. (C.F. DE NAVARRA)
Se acepta.
La determinación del estado básico, es decir, «aquél
en el que, en caso de no haberse producido un daño
ambiental, se habrían encontrado los recursos
naturales y los servicios que éstos prestan en el
momento que sufrieron el daño» es también una
preocupación evidente. Quizá la preocupación más
destacada se refiere al establecimiento de un nivel de
calidad ambiental superior al que existía antes de
haberse producido el accidente, con las consiguientes
repercusiones económicas para el operador.
(SEVILLA)
Se toma en consideración y se da
una propuesta de solución en el
artículo 22.
Que la determinación del estado básico, una vez se
ha producido el daño, se dirija a establecer la forma
en que han variado los recursos naturales afectados
con respecto al agente desencadenante del daño (por
ejemplo, concentración de una sustancia en el medio
receptor antes y después del daño) y no un estado de
conservación del ecosistema, con el fin de simplificar
el análisis y evitar establecer un estado básico más
exigente del que correspondería reparar al operador.
(SEVILLA)
Se toma en consideración y se
refleja en el artículo 16.2.
Capítulo III. Determinación y cuantificación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las fuentes de peligro
Como se trata de delimitar el estado básico, no puede
hablarse de establecer “una primera base” de las
condiciones, hay que concretar como se delimita.
Debería suprimirse el entrecomillado. (AEAS)
Se acepta
2. A los efectos de lo establecido en el apartado anterior, serán validas para establecer una
primera base de las condiciones de los recursos naturales y los servicios que éstos
prestaban antes de haberse visto afectados por el daño medioambiental, las siguientes
fuentes de información:
Como se trata de delimitar el estado básico, no puede
hablarse de establecer “una primera base” de las
condiciones, hay que concretar como se delimita.
Debería suprimirse el entrecomillado. (AGA)
Se acepta
a) Información recabada sobre el lugar afectado en un periodo de tiempo anterior a la
ocurrencia del accidente, tal como descripciones ecológicas, listas de especies e
información cartográfica y fotográfica.
Clarificar los criterios que la Autoridad va a seguir en
la definición del estado básico de un ecosistema, así
como para la reposición del mismo. (ANE)
Existe multitud de estados básicos
(no olvidar que el estado básico se
define en relación a un daño), por lo
que no parece realista tratar de dar
reglas muy concretas, sin perjuicio
del carácter básico de la norma y
de la necesidad de respetar las
competencias
de
desarrollo
autonómico.
Apartado 2. Al final de la primera línea se habla de
establecer “una primera base” y creo que es una
expresión extraña. Propongo que se aclare o se quite.
(C.F. DE NAVARRA)
Se acepta.
Apartado 2. En relación con este artículo, la
terminación y constante puesta al día del catálogo de
recursos naturales que se está llevando a cabo por
encargo del Ministerio, es fundamental; tarea en la
cual consideramos muy importante la colaboración de
todas las Administraciones con competencia en la
materia. La información obtenida debería ser de
acceso público y la correspondiente a la zona de
posible influencia de los efectos de cada actividad
analizada, debería formar parte de la documentación
de los informes de evaluación de riesgo ambiental.
(UNESPA)
Se comparte la preocupación y se
recuerda que el acceso a la
información medioambiental es de
carácter público en los términos
legalmente previstos (Ley 27/2006).
Artículo 19. Fuentes de información para la delimitación del estado básico.
1. El estado básico se delimitará a partir de datos históricos, datos de referencia, datos de
control o datos sobre cambios incrementales, tales como el número de animales muertos,
solos o combinados, según el caso, disponibles, sin que exista ninguna preferencia entre
las fuentes de información.
b) Información que contenga patrones históricos o tendencias en cuanto a la estructura o
composición y funciones del área del accidente.
c) Información procedente de otras áreas que no están ni se verán afectadas por el daño,
vinculadas geográficamente al lugar afacetado o, en su defecto, similares al área que se
deba restaurar, con respecto a las condiciones físicas y a los parámetros ecológicos que
son objeto de estudio.
d) Información relacionada con el lugar afectado de anteriores proyectos de reparación
llevados a cabo sobre algunos de los recursos naturales y/o los servicios que éstos
desempeñan, en particular.
Capítulo III. Determinación y
medioambientales.
cuantificación de los
daños
Sección 2ª. Cuantificación de los daños medioambientales de las
fuentes de peligro
Artículo 19. Fuentes de información para la delimitación del estado
básico.
1. El estado básico se delimitará a partir de datos históricos, datos de
referencia, datos de control o datos sobre cambios incrementales, tales
como el número de animales muertos, solos o combinados, según el
caso, disponibles, sin que exista ninguna preferencia entre las fuentes
de información.
2. A los efectos de lo establecido en el apartado anterior, serán validas
para establecer una primera base de las condiciones de los recursos
naturales y los servicios que éstos prestaban antes de haberse visto
afectados por el daño medioambiental, las siguientes fuentes de
información:
a) Información recabada sobre el lugar afectado en un periodo de
tiempo anterior a la ocurrencia del accidente, tal como descripciones
ecológicas, listas de especies e información cartográfica y fotográfica.
b) Información que contenga patrones históricos o tendencias en
cuanto a la estructura o composición y funciones del área del
accidente.
c) Información procedente de otras áreas que no están ni se verán
afectadas por el daño, vinculadas geográficamente al lugar afacetado
o, en su defecto, similares al área que se deba restaurar, con respecto a
las condiciones físicas y a los parámetros ecológicos que son objeto
de estudio.
d) Información relacionada con el lugar afectado de anteriores
proyectos de reparación llevados a cabo sobre algunos de los recursos
naturales y/o los servicios que éstos desempeñan, en particular.
Apartado 2. En relación con este artículo, la terminación y constante
puesta al día del catálogo de recursos naturales que se está llevando a
cabo por encargo del Ministerio, es fundamental; tarea en la cual
consideramos muy importante la colaboración de todas las
Administraciones con competencia en la materia. La información
obtenida debería ser de acceso público y la correspondiente a la zona
de posible influencia de los efectos de cada actividad analizada, debería
formar parte de la documentación de los informes de evaluación de
riesgo ambiental. (POOL)
Se comparte la preocupación y se
recuerda que el acceso a la
información medioambiental es de
carácter público en los términos
legalmente previstos (Ley 27/2006).
Apartado 2. Se utiliza la expresión “afacetado” en la segunda línea.
Parece un error. (C.F. DE NAVARRA)
Se acepta.
El apartado 2, letra c dice que para delimitar el estado básico se podrá
utilizar: “Información procedente de otras áreas que no están ni se verán
afectadas por el daño, vinculadas geográficamente al lugar afectado, o
en su defecto, similares al área que se deba restaurar, con respecto a
las condiciones físicas y a los parámetros ecológicos que son objeto de
estudio”. Este criterio está basado en la suposición de que el estado
básico de áreas próximas geográficamente o similares a la afectada
será aproximadamente el mismo que el del área afectada. Ya que está
basado en una hipótesis debería ser eliminado del redactado del
Reglamento ya que provoca inseguridad jurídica pues podría conducir al
operador a pagar unos gastaos de restauración determinados hasta
alcanzar un estado que podría ser mejor que el básico con el
consiguiente exceso de desembolso por deterioros no producidos por
un operador determinado. (FEIQUE)
La delimitación del estado básico
no consiste en establecer el estado
óptimo de conservación sino
determinar
el
estado
de
determinados
indicadores
(concentración
de
sustancia,
densidad de población afectada,
etc.) que se hayan podido ver
afectados, información que se
puede obtener tanto del lugar que
ha experimentado el daño como de
otros
lugares
que
reúnan
características
ambientales
similares.
.
Capítulo
III.
Determinación
y
cuantificación
de
los
daños
medioambientales.
Sección 2ª. Cuantificación de los daños
medioambientales de las fuentes de peligro
Artículo 20. Evaluación de la consistencia
de resultados e identificación de elementos
del ecosistema relevantes para la
reparación.
1. Con el fin de dimensionar correctamente
la
reparación
de
los
daños
medioambientales, se deberá evaluar la
relación entre la consistencia o fiabilidad
del resultado obtenido en la caracterización
del daño y la importancia que se conceda a
las variables utilizadas para definir la
recuperación del ecosistema.
2.
Deberán
identificarse
aquellos
elementos clave de la estructura y el
funcionamiento del ecosistema que se
consideran más relevantes para su
recuperación y conservación posterior, que
en cualquier caso constituirán objetivos
ineludibles de la reparación.
Consideramos que en ninguno de los apartados anteriores se regula la necesidad de traducir los
daños ambientales estimados a unidades monetarias, lo que es imprescindible para que funcione el
sistema. (UNESPA)
Se ha suprimido este artículo.
Consideramos que en ninguno de los apartados anteriores se regula la necesidad de traducir los
daños ambientales estimados a unidades monetarias, lo que es imprescindible para que funcione el
sistema. (POOL)
Se ha suprimido este artículo.
El art. 20 (Evaluación de la consistencia de resultados e identificación de elementos del ecosistema
relevantes para la reparación) establece: “Con el fin de dimensionar correctamente la reparación de
los daños medioambientales, se deberá evaluar la relación entre la consistencia o fiabilidad del
resultado obtenido en la caracterización del daño y la importancia que se conceda a las variables
utilizadas para definir la recuperación del ecosistema”. ¿Cómo se hace? Necesidad de una guía.
(FEIQUE)
Se ha suprimido este artículo.
Comentario. Consideramos que debe darse un mayor protagonismo a la autoridad competente, en
este caso, con ocasión de la evaluación de la fiabilidad del resultado, proyecto de recuperación. En la
Ley se dice: artículo 20.1 b) que el operador someterá a la autoridad competente la aprobación de las
medidas reparadoras; y, artículo 45, que la autoridad competente resolverá motivadamente el
procedimiento y exigirá la responsabilidad al operador, también en el reglamento, artículo 28, se
establece que el proyecto de reparación se incorporará a la resolución que dicte la autoridad
competente, esta resolución entendemos que incluye la evaluación de la fiabilidad de la recuperación,
pero no está de más iniciar este artículo del reglamento recordándolo. El éxito de la Ley está en que
se logre la restauración del ecosistema hasta lograr una situación semejante a como se encontraba
antes del daño, y esto se consigue con la reparación, por lo que su elección es crucial y debe
corresponder a la autoridad competente con la información suministrada por el operador y la que ella
pudiere obtener de forma complementaria.
Se ha suprimido este artículo.
No vemos adecuado que la reparación sea determinada por el operador causante del daño ambiental
que,
interesadamente,
no
será
objetivo,
y
tenderá
a
disminuir
sus
deberes.
Propuesta. Artículo 20. Evaluación de la consistencia de resultados e identificación de elementos del
ecosistema relevantes para la reparación. 1.- La autoridad ambiental determinará la reparación de los
daños medioambientales. 2.- Con el fin de dimensionar correctamente esta (la) reparación de los
daños medioambientales, se deberá evaluar la relación entre la consistencia o fiabilidad del resultado
obtenido en la caracterización del daño y la importancia que se conceda a las variables utilizadas para
definir la recuperación del ecosistema... (WWF/ADENA)
Apartado 1. Con objeto de ser preciso en la redacción, el inicio de este artículo debería ser el
siguiente: “Con el fin de definir correctamente las medidas de reparación de los daños
medioambientales ...”. (OFICEMEN)
Se ha suprimido este artículo.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
No resulta clara la diferencia de regulación que contienen los
artículos 21.1 (finalidad de la reparación) y 22.1 (contenido del
llamado “proyecto de reparación).
Debe revisarse y aclararse su contenido, caso de que haya
diferencia entre ellos; en caso contrario, deberán refundirse en un
solo artículo. (OFICEMEN)
Se acepta. Se ha revisado y clarificado el contenido
de ambos artículos.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de las medidas reparadoras
Artículo 21. Determinación de las medidas reparadoras.
1. La reparación del daño medioambiental tendrá como fin
dimensionar el tipo, la cantidad, la intensidad, la duración y
la ubicación de las medidas reparadoras que se necesitan para
devolver los recursos naturales y/o los servicios ambientales
a su estado básico.
2. La definición de las medidas reparadoras se ajustará a lo
dispuesto en este capítulo y se concretará en un proyecto de
reparación del daño medioambiental que será elaborado
siguiendo el esquema de aplicación del anexo II de la Ley
26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad
medioambiental.
El art. 21 (Determinación de las medidas reparadoras) establece una definición de
reparación del daño medioambiental totalmente inadecuada, por lo que
deberíamos entender que hay un error de redacción. Evidentemente el objeto de
la reparación del daño no puede ser determinar las medidas reparadoras
necesarias, sino devolver el medio a su estado previo a la ocurrencia del daño.
(FEIQUE)
Se acepta. Se propone otra
redacción alternativa.
Se propone añadir un apartado 3 cuya redacción sería: "3.- En los casos de
reparación de daños a las aguas, a las especies silvestres y los hábitats y la ribera
del mar y de las rías en los que se deban combinar medidas de reparación
primaria, complementaria y compensatoria, según los criterios establecidos en el
Anexo II de la L.R.M., la elección de dichas medidas se hará siempre en base a
criterios de coste-eficacia, tomando como base la previa valoración económica del
daño, en base a lo establecido en el apartado 1.3.1. de dicho Anexo II". (UNESPA)
No se acepta. El criterio coste eficacia no tiene preferencia
sobre los demás criterios de
evaluación contemplados en el
anexo II de la Ley 26/2007.
Se propone añadir un apartado 3 cuya redacción sería: "3.- En los casos de
reparación de daños a las aguas, a las especies silvestres y los hábitats y la ribera
del mar y de las rías en los que se deban combinar medidas de reparación
primaria, complementaria y compensatoria, según los criterios establecidos en el
Anexo II de la L.R.M., la elección de dichas medidas se hará siempre en base a
criterios de coste-eficacia, tomando como base la previa valoración económica del
daño, en base a lo establecido en el apartado 1.3.1. de dicho Anexo II". (POOL)
No se acepta. El criterio coste eficacia no tiene preferencia
sobre los demás criterios de
evaluación contemplados en el
anexo II de la Ley 26/2007.
Comentario. WWF/Adena cree que la reparación debe tener como fin devolver los
recursos naturales y/o los servicios ambientales a su estado básico, y que la
determinación de las medidas ha de ser sólo el medio de lograrlo. Propuesta. Que
se precise la redacción para que se diferencien fin y medios, i.e.:
Se acepta. Se propone otra
redacción alternativa.
La reparación del daño medioambiental tendrá como fin devolver los recursos
naturales y/o los servicios ambientales a su estado básico, y, en la medida
necesaria para ello, dimensionar el tipo, la cantidad, intensidad, la duración y la
ubicación de las medidas reparadoras. (WWF/Adena)
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de las medidas reparadoras
Artículo 21. Determinación de las medidas reparadoras.
1. La reparación del daño medioambiental tendrá como fin
dimensionar el tipo, la cantidad, la intensidad, la duración y la
ubicación de las medidas reparadoras que se necesitan para
devolver los recursos naturales y/o los servicios ambientales a su
estado básico.
2. La definición de las medidas reparadoras se ajustará a lo
dispuesto en este capítulo y se concretará en un proyecto de
reparación del daño medioambiental que será elaborado
siguiendo el esquema de aplicación del anexo II de la Ley
26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental.
Apartado 1. Se propone modificar la redacción de este apartado de la
siguiente forma:"1. La reparación del daño medioambiental requerirá como
medida previa dimensionar el tipo, la cantidad, la intensidad, la duración y la
ubicación de las medidas reparadoras que se necesitan para devolver los
recursos naturales y/o los servicios ambientales a su estado básico."
(UNESPA)
Se acepta. Se propone
redacción alternativa.
otra
Apartado 1. Se propone modificar la redacción de este apartado de la
siguiente forma:"1. La reparación del daño medioambiental requerirá como
medida previa dimensionar el tipo, la cantidad, la intensidad, la duración y la
ubicación de las medidas reparadoras que se necesitan para devolver los
recursos naturales y/o los servicios ambientales a su estado básico."
(POOL)
Se acepta. Se propone
redacción alternativa.
otra
Apartado 1. La dicción de este artículo es confusa, ya que no queda claro si
“reparación” es lo mismo que “recuperación”.
Aunque en sentido estricto la
recuperación es una consecuencia
de la reparación, tanto en la
directiva 2004/35/CE como en la
Ley
26/2007
se
utilizan
indistintamente.
La
distinción
carece de relevancia jurídica.
Por otro lado, la finalidad que se indica (dimensionar las medidas
reparadoras) parece más referirse a la propuesta de medidas reparadoras
que a la reparación misma. (OFICEMEN)
Es importante reseñar que el proyecto de reparación debe ser redactado por
el operador siguiendo los criterios (previa consulta) establecidos por la
Administración. (SEVILLA)
La definición del proyecto se debe
ajustar a lo que establece el
reglamento y, en su caso, a lo que
establezcan las administraciones
competentes.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de las medidas reparadoras
Artículo 22. Identificación de las medidas reparadoras
primarias.
1. El proyecto de reparación del daño medioambiental deberá
concretar los objetivos y las bases de la reparación primaria con
el fin de establecer las acciones correspondientes para devolver
los recursos naturales y/o los servicios que éstos proporcionan
a su estado básico.
2. A los efectos de lo establecido en el apartado anterior, se
concederá especial atención a los elementos clave del
ecosistema dañado para su reparación y posterior conservación.
Los elementos clave serán objetivos prioritarios de los
proyectos de recuperación.
3. La reparación primaria podrá consistir en una o varias de las
siguientes actuaciones:
a) Retirar o eliminar el agente desencadenante del daño.
b) Evitar la invasión de especies alóctonas e invasivas.
c) Reponer y/o regenerar, según el caso, el recurso y/o la biota
que han sido afectados con el fin de acelerar su recuperación
hasta el estado básico y la reparación de los procesos
ecológicos.
d) La recuperación natural.
4. Los operadores deberán diseñar un inventario de las técnicas
de reparación posibles, el cual deberá incorporar, al menos, los
siguientes contenidos:
a) Evaluación de la factibilidad técnica de la restauración.
El art. 22 establece la necesidad de presentar, por parte de los
operadores, un proyecto de reparación del daño medioambiental.
Es necesario que se detalle más el contenido del proyecto y guía
para elaborarlo. Se repite la situación en la que parece deducirse
que la Administración sabe lo que quiere conseguir pero no sabe
cómo, por lo que deja que esta incógnita se despeje durante la
puesta en práctica del Reglamento, dejando toda la carga y las
dudas en el operador. Por el art. 29 también sabemos que este
proyecto debe incorporar un “Plan de seguimiento y control” del
mismo. Aquí ya se establece el contenido del mismo. (FEIQUE)
La definición del proyecto se debe ajustar a lo
que establece el reglamento y, en su caso, a lo
que
establezcan
las
administraciones
competentes. El reglamento propone la
constitución
de
una
comisión
técnica
encargada, entre otras funciones, de elaborar
guías metodológicas y recomendaciones
prácticas para la aplicación del reglamento.
Apartado 4. Se propone modificar la redacción de la siguiente
forma: "e) Estimación previa de costes unitarios de cada
alternativa o técnica de reparación, así como su contraposición
con
los
valores
medioambientales
recuperados
respectivamente."(UNESPA)
No se acepta. Los criterios de equivalencia que
establece la Ley 26/2007 son preferentemente
físicos (recurso-recurso y servicio-servicio) y no
monetarios, salvo que se prevea que el coste
sea desproporcionado.
Apartado 4. Se propone modificar la redacción de la siguiente
forma: "e) Estimación previa de costes unitarios de cada
alternativa o técnica de reparación, así como su contraposición
con
los
valores
medioambientales
recuperados
respectivamente."(POOL)
No se acepta. Los criterios de equivalencia que
establece la Ley 26/2007 son preferentemente
físicos (recurso-recurso y servicio-servicio) y no
monetarios, salvo que se prevea que el coste
sea desproporcionado.
Apartado 4. Obligación de diseñar un inventario de posibles
técnicas de reparación. El anexo II de la LRM se refiere al “estudio
de opciones de acciones”, que no tiene por qué coincidir con
técnicas de reparación y, en todo caso, no exige el detalle que
impone el artículo 22.4 del Documento de Trabajo. Esta obligación
debería suprimirse. (OFICEMEN)
La definición del proyecto se debe ajustar a lo
que establezcan el reglamento y, en su caso,
las
administraciones
competentes.
El
reglamento prevé la constitución de una
comisión técnica encargada, entre otras
funciones, de elaborar guías metodológicas y
recomendaciones prácticas para la aplicación
del reglamento.
Se propone cambiar el título de «identificación» por «contenido» y
utilizar la expresión «concretar como mínimo» cuando se alude a
los aspectos que debe abordar el proyecto de reparación.
(SEVILLA)
No se aprecia el primer inciso, se considera
más adecuada la redacción actual. Se acepta la
segunda parte de la observación y se da una
redacción alternativa.
Los asistentes ponen de manifiesto la dificultad para analizar
todas las opciones de reparación. Sugieren asimismo que el
procedimiento que describa el contenido que debe contemplar el
proyecto de reparación se asemeje a la EIA. Dicho proceso
resultaría más claro si se separa del contenido de la propuesta de
reparación el procedimiento a seguir por el operador y la autoridad
competente, respectivamente. (SEVILLA)
El reglamento no regula el procedimiento
administrativo de exigencia de responsabilidad.
Por otra parte, en lo que se refiere al diseño del
proceso que debe observarse para a definición
de las medidas reparadoras se ha tenido
presente la regulación sobre EIA.
b) Las consideraciones ecológicas para la conservación de la
estructura y el funcionamiento del ecosistema afectado.
c) El grado de intervención asociado a cada técnica de
reparación, que podrá ser una intervención total, parcial o
basarse en la recuperación natural. La estimación del grado de
intervención se hará atendiendo a aspectos tales como la
sensibilidad del medio, el horizonte de recuperación y el coste
de las medidas de reparación.
d) Evaluación previa de la pérdida provisional de recursos o
servicios generada en cada alternativa.
e) Estimación previa de costes unitarios de cada alternativa o
técnica de reparación.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de las medidas reparadoras
Artículo 23. Identificación de las medidas reparadoras compensatorias y
complementarias.
1. El proyecto de reparación del daño medioambiental deberá estimar las pérdidas
provisionales e irreversibles de los recursos y/o servicios ambientales acaecidos
hasta que surte efecto o se culmina la reparación primaria.
La compensación por los daños medioambientales irreversibles que afecten a los
recursos o a los servicios se materializará mediante una reparación complementaria.
2. Las reparaciones compensatoria y complementaria serán también extensibles al
suelo.
3. Dado que la reparación compensatoria y la reparación complementaria implican
un cierto grado de sustitución entre los recursos y/o servicios perdidos y los que se
pretenden ganar mediante la reparación, deberán establecerse las acciones o
alternativas de reparación posibles según el tipo y la calidad de los recursos o los
servicios obtenidos mediante la reparación.
4. Una vez exploradas las alternativas de reparación posibles atendiendo a los
criterios mencionados en el apartado anterior, se identificará el criterio de
equivalencia que deba aplicarse entre el lugar afectado por el daño medioambiental
y el lugar que haya de repararse, que mejor se ajusta a cada opción de reparación.
El criterio de equivalencia determinará el Método de Valoración o tipo de
aproximación que se haya de aplicar para estimar la cantidad necesaria de
reparación compensatoria y/o complementaria.
5. Para la determinación de los criterios de equivalencia que serán empleados se
estará a lo dispuesto en la Ley 26/2007, de de 23 de octubre, de responsabilidad
medioambiental, priorizando la aproximación biofísica frente a la aproximación
monetaria. A tal efecto, para la aplicación de la reparación compensatoria y/o
complementaria y con el fin de disponer de recursos naturales del mismo tipo y
calidad que los dañados, se considerará, en primer lugar, la utilización de criterios
de equivalencia de tipo recurso-recurso y, en segundo lugar, servicio-servicio.
Cuando no sea posible emplear este tipo de criterios, se aplicarán las técnicas de
valoración alternativas que ofrece el análisis económico de tipo valor-valor.
6. La selección del método de valoración que haya de aplicarse se ajustará a lo
dispuesto en este capítulo siguiendo la tabla que figura en el anejo I de este real
decreto.
7. Las aproximaciones de tipo recurso-recurso y servicio-servicio se aplicarán
mediante el análisis de equivalencia de recursos.
A estos efectos, la realización de un análisis de equivalencia de recursos deberá
Se precisa mayor explicación del análisis de la
equivalencia de recursos (reparación complementaria y
compensatoria) establecida en el art. 23. El anejo 1 del
borrador desarrolla más este punto pero no resuelve las
dudas que plantea su aplicación. (FEIQUE)
Se acepta y se da una nueva redacción
en los anexos técnicos.
Debe justificarse y explicitarse el significado de los
apartados 2 (“las reparaciones compensatoria y
complementaria serán también extensibles al suelo”) y 7
(condiciones que debe cumplir la realización del análisis
de equivalencia de recursos). (OFICEMEN)
La justificación del reglamento está
comprendida
en
la
memoria
justificativa. Respecto a la adopción de
las
medidas
complementarias
y
compensatorias al suelo, se sigue el
régimen fijado en la Ley 26/2007.
Apartado 1. Se propone modificar la redacción de la
siguiente manera: "1. El proyecto de reparación del
daño medioambiental deberá estimar las pérdidas
provisionales e irreversibles de los recursos y/o
servicios ambientales acaecidas hasta que surte efecto
o se culmina la reparación primaria, así como aquellas
cuyo coste de reparación sería superior al valor añadido
de los servicios naturales recuperados. "(UNESPA)
Creemos que esto introduce en el
párrafo algo de confusión. Se ha
incluido
el
concepto
de
coste
económico desproporcionado en el
reglamento, pero no en este apartado.
Apartado 1. Se propone modificar la redacción de la
siguiente manera: "1. El proyecto de reparación del
daño medioambiental deberá estimar las pérdidas
provisionales e irreversibles de los recursos y/o
servicios ambientales acaecidas hasta que surte efecto
o se culmina la reparación primaria, así como aquellas
cuyo coste de reparación sería superior al valor añadido
de los servicios naturales recuperados. " (POOL)
Creemos que esto introduce en el
párrafo algo de confusión. Se ha
incluido
el
concepto
de
coste
económico desproporcionado en el
reglamento, pero no en este apartado.
Apartado 1. Se propone modificar la redacción de la
siguiente manera: "La compensación por unos y otros
se
materializará
mediante
una
reparación
complementaria. " (UNESPA)
No se acepta. Se considera que la
redacción actual es más clara.
Apartado 1. Se propone modificar la redacción de la
siguiente manera: "La compensación por unos y otros
se
materializará
mediante
una
reparación
complementaria. " (POOL)
No se acepta. Se considera que la
redacción actual es más clara.
cumplir las siguientes condiciones:
Apartado 2. Se propone modificar la redacción de la
siguiente manera: "2. Las reparaciones compensatoria y
complementaria serán también extensibles al suelo
podrán aplicarse sobre el suelo, en el caso de que no
sea posible aplicarlas sobre el mismo tipo de recursos
que aquellos que han sufrido el daño." (UNESPA)
La
adopción
de
las
medidas
complementarias y compensatorias al
suelo, se ajusta al régimen fijado en la
Ley 26/2007.
Apartado 2. Se propone modificar la redacción de la
siguiente manera: "2. Las reparaciones compensatoria y
complementaria serán también extensibles al suelo
podrán aplicarse sobre el suelo, en el caso de que no
sea posible aplicarlas sobre el mismo tipo de recursos
que aquellos que han sufrido el daño." (POOL)
La
adopción
de
las
medidas
complementarias y compensatorias al
suelo, se ajusta al régimen fijado en la
Ley 26/2007.
Se aplicará el análisis de equivalencia de recursos siempre que, además de
cumplirse las condiciones expuestas con anterioridad, el daño ambiental se
mantenga significativo a lo largo de un amplio periodo de tiempo, así como en
aquellos casos en los que la reparación primaria resulte innecesaria, inadecuada o
imposible.
Apartado 7. El segundo párrafo está mal expresado
pues se enumeran las circunstancias del incidente y de
las reparaciones, no las condiciones a cumplir por el
análisis de equivalencia. (AEAS)
Aunque se ha cambiado la redacción,
no se trata de un error. Dicho párrafo
persigue establecer las condiciones que
han de cumplirse para poder aplicar el
análisis de equivalencia
8. En el caso de que la reparación tuviera que llevarse a cabo en un lugar
desvinculado geográficamente al dañado y, por tanto, pudieran surgir problemas de
fragmentación de hábitats, se tendrá en cuenta la función ambiental del recurso
original para que ésta sea garantizada en la nueva ubicación, aun a costa de
incrementar la cantidad de recursos o servicios que se tengan que recuperar.
Apartado 7. El segundo párrafo está mal expresado
pues se enumeran las circunstancias del incidente y de
las reparaciones, no las condiciones a cumplir por el
análisis de equivalencia. (AGA)
Aunque se ha cambiado la redacción,
no se trata de un error de redacción.
Dicho párrafo persigue establecer las
condiciones que han de cumplirse para
poder
aplicar
el
análisis
de
equivalencia.
Apartado 7. El párrafo final dice que el análisis se
aplicará “cuando el daño se mantenga significativo a lo
largo de un amplio periodo de tiempo”, sin precisar que
se entiende por significativo y por período amplio de
tiempo. Se dice, asimismo, que se aplicará “en aquellos
casos en que la reparación primaria resulte
innecesaria…”. Si se ha determinado que la reparación
primaria, que es la mejor y más deseable, es
innecesaria ¿qué daños ambientales se han producido
que
justifiquen
medidas
compensatorias
o
complementarias? (AEAS)
Puede darse el caso que lo más
conveniente sea basar la reparación en
la recuperación natural (debido, por
ejemplo, a la alta sensibilidad o
vulnerabilidad del medio receptor como
ocurre en los humedales). En estos
casos no habría una reparación
primaria propiamente dicha y, sin
embargo, sí debería estimarse la
reparación
compensatoria
o
complementaria, según el caso, por la
pérdida provisional o irreversible de
recursos o servicios.
a) Que se haya producido un incidente sujeto a un régimen de responsabilidad
ambiental o, por extensión, a la Directiva Hábitats o a la Ley de Impacto
Ambiental.
b) Que la cantidad y la concentración de los contaminantes liberados, o bien el
grado físico de daño, sean suficientes para ocasionar daños potenciales a los
recursos naturales o los servicios que éstos prestan.
c) Que la reparación primaria no sea capaz de reparar todo el daño medioambiental.
d) Que pueda llevarse a cabo la reparación «en especie» o con capital natural.
e) Que existan oportunidades para llevar a cabo medidas de reparación
compensatoria y/o complementaria en un lugar adyacente al daño medioambiental o
en un lugar alternativo vinculado geográficamente al área dañada.
9. Las aproximaciones de tipo valor-valor y valor-coste se llevarán a cabo a través
de la aplicación de las técnicas de valoración que ofrece el análisis económico. En
caso necesario, se podrá aplicar el método de transferencia de resultados,
especialmente cuando se utilicen funciones de valor.
10. La estimación de las pérdidas provisionales de bienes y servicios derivados de
una reparación primaria, o bien, de una reparación complementaria, se realizará
descontando al año de referencia el flujo de pérdidas y ganancias generadas por el
proyecto de recuperación. Para tal fin se seleccionará una tasa de descuento, con
independencia de si la valoración se realiza en términos biofísicos o económicos.
De forma general, se tomará un valor de la tasa de descuento del 3 por ciento. Este
valor se podrá modificar por Orden del Ministro de Medio Ambiente.
11. Se establecerá en cada caso el perfil de recuperación de los recursos o servicios
dañados, mediante modelos de ‘puntos de paso’ para determinadas fechas o a través
de su ajuste a funciones de tipo logístico, lineal o exponencial, entre otras.
12. Al igual que en la reparación primaria, se deberán presentar diferentes opciones
o alternativas de reparación.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de las medidas reparadoras
Artículo 23. Identificación de las medidas reparadoras compensatorias y complementarias.
1. El proyecto de reparación del daño medioambiental deberá estimar las pérdidas
provisionales e irreversibles de los recursos y/o servicios ambientales acaecidos hasta que surte
efecto o se culmina la reparación primaria.
La compensación por los daños medioambientales irreversibles que afecten a los recursos o a
los servicios se materializará mediante una reparación complementaria.
2. Las reparaciones compensatoria y complementaria serán también extensibles al suelo.
3. Dado que la reparación compensatoria y la reparación complementaria implican un cierto
grado de sustitución entre los recursos y/o servicios perdidos y los que se pretenden ganar
mediante la reparación, deberán establecerse las acciones o alternativas de reparación posibles
según el tipo y la calidad de los recursos o los servicios obtenidos mediante la reparación.
4. Una vez exploradas las alternativas de reparación posibles atendiendo a los criterios
mencionados en el apartado anterior, se identificará el criterio de equivalencia que deba
aplicarse entre el lugar afectado por el daño medioambiental y el lugar que haya de repararse,
que mejor se ajusta a cada opción de reparación.
El criterio de equivalencia determinará el Método de Valoración o tipo de aproximación que se
haya de aplicar para estimar la cantidad necesaria de reparación compensatoria y/o
complementaria.
5. Para la determinación de los criterios de equivalencia que serán empleados se estará a lo
dispuesto en la Ley 26/2007, de de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental,
priorizando la aproximación biofísica frente a la aproximación monetaria. A tal efecto, para la
aplicación de la reparación compensatoria y/o complementaria y con el fin de disponer de
recursos naturales del mismo tipo y calidad que los dañados, se considerará, en primer lugar, la
utilización de criterios de equivalencia de tipo recurso-recurso y, en segundo lugar, servicioservicio. Cuando no sea posible emplear este tipo de criterios, se aplicarán las técnicas de
valoración alternativas que ofrece el análisis económico de tipo valor-valor.
6. La selección del método de valoración que haya de aplicarse se ajustará a lo dispuesto en
este capítulo siguiendo la tabla que figura en el anejo I de este real decreto.
7. Las aproximaciones de tipo recurso-recurso y servicio-servicio se aplicarán mediante el
análisis de equivalencia de recursos.
A estos efectos, la realización de un análisis de equivalencia de recursos deberá cumplir las
siguientes condiciones:
a) Que se haya producido un incidente sujeto a un régimen de responsabilidad ambiental o, por
extensión, a la Directiva Hábitats o a la Ley de Impacto Ambiental.
Apartado 7. El párrafo final dice que el
análisis se aplicará “cuando el daño se
mantenga significativo a lo largo de un amplio
periodo de tiempo”, sin precisar que se
entiende por significativo y por período amplio
de tiempo. Se dice, asimismo, que se aplicará
“en aquellos casos en que la reparación
primaria resulte innecesaria…”. Si se ha
determinado que la reparación primaria, que
es la mejor y más deseable, es innecesaria
¿qué daños ambientales se han producido
que justifiquen medidas compensatorias o
complementarias? (AGA)
Puede darse el caso de que lo más
conveniente sea basar la reparación en
la recuperación natural (debido, por
ejemplo, a la alta sensibilidad o
vulnerabilidad del medio receptor como
ocurre en los humedales). En estos
casos no habría una reparación
primaria propiamente dicha y, sin
embargo, sí debería estimarse la
reparación
compensatoria
o
complementaria, según el caso, por la
pérdida provisional o irreversible de
recursos o servicios.
Apartado 7. Comentario. Nos gustaría que se
nos precisase por qué se exige que el “daño
ambiental se mantenga significativo a lo largo
de un amplio periodo de tiempo”. Por otro
lado, el concepto es indeterminado, ¿no sería
mejor concretarlo en cinco o diez años?, por
ejemplo. (WWF/Adena)
Se ha eliminado esta frase del texto.
Apartado 7. Letra a. Debe suprimirse el inciso
final (“o, por extensión a…”), ya que excede la
habilitación de desarrollo reglamentario
contenida en la LRM. (OFICEMEN)
Se ha suprimido esta parte.
Apartado 7. Letra b. Se refiere a “suficientes
para ocasionar daños potenciales” y debe
referirse a “amenaza inminente de daños.”
(OFICEMEN)
Se ha suprimido esta parte.
Apartado 8. Debe suprimirse la obligación que
se contiene en este precepto, ya que excede
el principio “quien contamina, paga”.
(OFICEMEN)
No se acepta. Constituye la aplicación
práctica de una de las modalidades de
reparación previstas en la Ley.
Apartado 9. ¿Cómo se realiza? (FEIQUE)
En los anexos se detalla el contenido,
alcance y aplicación de los criterios de
valoración.
b) Que la cantidad y la concentración de los contaminantes liberados, o bien el grado físico de
daño, sean suficientes para ocasionar daños potenciales a los recursos naturales o los servicios
que éstos prestan.
c) Que la reparación primaria no sea capaz de reparar todo el daño medioambiental.
d) Que pueda llevarse a cabo la reparación «en especie» o con capital natural.
e) Que existan oportunidades para llevar a cabo medidas de reparación compensatoria y/o
complementaria en un lugar adyacente al daño medioambiental o en un lugar alternativo
vinculado geográficamente al área dañada.
Se aplicará el análisis de equivalencia de recursos siempre que, además de cumplirse las
condiciones expuestas con anterioridad, el daño ambiental se mantenga significativo a lo largo
de un amplio periodo de tiempo, así como en aquellos casos en los que la reparación primaria
resulte innecesaria, inadecuada o imposible.
8. En el caso de que la reparación tuviera que llevarse a cabo en un lugar desvinculado
geográficamente al dañado y, por tanto, pudieran surgir problemas de fragmentación de
hábitats, se tendrá en cuenta la función ambiental del recurso original para que ésta sea
garantizada en la nueva ubicación, aun a costa de incrementar la cantidad de recursos o
servicios que se tengan que recuperar.
9. Las aproximaciones de tipo valor-valor y valor-coste se llevarán a cabo a través de la
aplicación de las técnicas de valoración que ofrece el análisis económico. En caso necesario, se
podrá aplicar el método de transferencia de resultados, especialmente cuando se utilicen
funciones de valor.
10. La estimación de las pérdidas provisionales de bienes y servicios derivados de una
reparación primaria, o bien, de una reparación complementaria, se realizará descontando al año
de referencia el flujo de pérdidas y ganancias generadas por el proyecto de recuperación. Para
tal fin se seleccionará una tasa de descuento, con independencia de si la valoración se realiza
en términos biofísicos o económicos.
De forma general, se tomará un valor de la tasa de descuento del 3 por ciento. Este valor se
podrá modificar por Orden del Ministro de Medio Ambiente.
11. Se establecerá en cada caso el perfil de recuperación de los recursos o servicios dañados,
mediante modelos de ‘puntos de paso’ para determinadas fechas o a través de su ajuste a
funciones de tipo logístico, lineal o exponencial, entre otras.
12. Al igual que en la reparación primaria, se deberán presentar diferentes opciones o
alternativas de reparación.
Apartado 10. Al final se dice que el valor se
podrá modificar por Orden del ministro.
Propongo decir que podrá ser actualizado y al
tratarse de una actuación de desarrollo y
ejecución del reglamento se hará por el
órgano competente, que normalmente es el
ministro pues es a quién en este tipo de
normas se le atribuye la competencia para
dictar las normas oportunas. (C.F.NAVARRA)
Se ha suprimido el inciso.
Apartado 10. En su último párrafo se refiere a
la tasa de descuento aplicable a la estimación
de pérdidas provisionales de bienes y
servicios. Debe justificarse la tasa elegida.
(OFICEMEN)
Se ha modificado la redacción de este
apartado. La propuesta pretende dar
una respuesta que proporcione tasas
de descuento reales y no ficticias.
Se sugiere que no se concrete un plazo
máximo para que surta efecto la reparación
compensatoria. Asimismo se aconseja revisar
la redacción de la parte relativa al Análisis de
Equivalencia de Recursos para facilitar su
comprensión. (SEVILLA)
Estas consideraciones se han tenido en
cuenta, en la medida de lo posible, en
la redacción de los anexos técnicos que
acompañan al reglamento.
Capítulo
IV.
Reparación
medioambientales.
de
los
daños
Sección 1ª. Determinación de las medidas reparadoras
Artículo 24. Reparación de recursos naturales con
nivel de calidad no deseable.
1. Cuando el estado básico esté asociado a un nivel de
conservación inferior al estado ecológico deseable, la
autoridad competente podrá imponer proyectos de
reparación que permitan alcanzar un nivel favorable
de conservación, asumiendo el coste diferencial del
proyecto.
2. Cuando los recursos o servicios que se deban
recuperar no representen las preferencias de la
sociedad afectada, se podrá optar por otra alternativa,
siempre que los servicios ambientales resultantes sean
iguales o superiores a los dañados, limitando el coste
del proyecto para el operador al que tendría la
recuperación de los recursos o servicios dañados.
Se abre la posibilidad de que la autoridad
competente imponga proyectos de reparación
para intentar recuperar los recursos a un estado
mejor que el básico. Es abrir una vía a la
discrecionalidad de la administración dada la
dificultad de establecer objetivamente el coste
que corresponde al operador y a la
administración. Además, la falta de información
básica existente a nivel estatal puede dar lugar
a exigencias desmesuradas y a valoraciones
económicas no asumibles por los operadores.
Por otra parte, ¿quién determina, y cómo, si los
servicios o recursos a recuperar no representan
las preferencias de la sociedad afectada?
(AEAS)
Las reparaciones de tipo compensatoria y complementaria pueden
materializarse en mejoras sobre el estado básico del ecosistema, porque,
según la ley 26/2007, no basta con devolver los recursos o servicios a su
estado básico, sino que también deben compensarse las pérdidas
provisionales (R. Compensatoria) e irreversibles (R. Complementaria) de
recursos o servicios. Una opción de cara a materializar tanto la R.
Compensatoria como la R. Complementaria, es intensificar la reparación
primaria para mejorar el resultado final (sobre el estado básico).
Se abre la posibilidad de que la autoridad
competente imponga proyectos de reparación
para intentar recuperar los recursos a un estado
mejor que el básico. Es abrir una vía a la
discrecionalidad de la administración dada la
dificultad de establecer objetivamente el coste
que corresponde al operador y a la
administración. Además, la falta de información
básica existente a nivel estatal puede dar lugar
a exigencias desmesuradas y a valoraciones
económicas no asumibles por los operadores.
Por otra parte, ¿quién determina, y cómo, si los
servicios o recursos a recuperar no representan
las preferencias de la sociedad afectada?
(AGA)
Las reparaciones de tipo compensatoria y complementaria pueden
materializarse en mejoras sobre el estado básico del ecosistema, porque,
según la ley 26/2007, no basta con devolver los recursos o servicios a su
estado básico, sino que también deben compensarse las pérdidas
provisionales (R. Compensatoria) e irreversibles (R. Complementaria) de
recursos o servicios. Una opción de cara a materializar tanto la R.
Compensatoria como la R. Complementaria, es intensificar la reparación
primaria para mejorar el resultado final (sobre el estado básico).
No obstante, una vez el operador ha cubierto los tipos de reparación que
sean necesarios, la autoridad competente podrá mejorar el estado de
conservación del ecosistema cubriendo los gastos de dicha intervención o
una parte del proyecto de reparación (si se realiza al mismo tiempo que el
cubierto por el operador).
Las técnicas de valoración que ofrece el análisis económico son las
herramientas adecuadas para analizar la importancia que la sociedad
concede a los recursos y servicios ambientales, en términos de bienestar.
No obstante, una vez el operador ha cubierto los tipos de reparación que
sean necesarios, la autoridad competente podrá mejorar el estado de
conservación del ecosistema cubriendo los gastos de dicha intervención o
una parte del proyecto de reparación (si se realiza al mismo tiempo que el
cubierto por el operador).
Las técnicas de valoración que ofrece el análisis económico son las
herramientas adecuadas para analizar la importancia que la sociedad
concede a los recursos y servicios ambientales, en términos de bienestar.
Capítulo IV. Reparación de los daños
medioambientales.
Sección 1ª. Determinación
medidas reparadoras
de
las
Artículo 24. Reparación de recursos
naturales con nivel de calidad no
deseable.
1. Cuando el estado básico esté asociado
a un nivel de conservación inferior al
estado ecológico deseable, la autoridad
competente podrá imponer proyectos de
reparación que permitan alcanzar un
nivel favorable de conservación,
asumiendo el coste diferencial del
proyecto.
2. Cuando los recursos o servicios que se
deban recuperar no representen las
preferencias de la sociedad afectada, se
podrá optar por otra alternativa, siempre
que los servicios ambientales resultantes
sean iguales o superiores a los dañados,
limitando el coste del proyecto para el
operador al que tendría la recuperación
de los recursos o servicios dañados.
Apartado 1. El “coste diferencial” que asume la autoridad competente debe ser “total”, y así
debe recogerse de forma expresa. (OFICEMEN)
No se acepta. Si la autoridad
competente
quiere,
mediante
el
proyecto de reparación, alcanzar el
estado ecológico deseable y éste es
superior al básico, el operador deberá
pagar el coste equivalente a lo que ha
roto y la autoridad competente pagará
el resto, nunca el total.
Apartado 1. Se refiere a “proyectos de reparación” y debe referirse a “propuesta de medidas
reparadoras” para utilizar los mismos términos que la LRM (OFICEMEN)
No se acepta, el proyecto de reparación
es la concreción de la propuesta de
medidas reparadoras.
Apartado 2. la referencia a “las preferencias de la sociedad afectada” es ambigua (no puede
definirse unívocamente “preferencia” ni “sociedad afectada”), imposible de justificar
objetivamente, e independiente del objeto de la LRM (artículo 1). Debe por tanto suprimirse.
(OFICEMEN)
Se sustituye por preferencias sociales y
se define el término en el artículo 2.
Apartado 2. Se propone añadir un segundo párrafo que diga: "En todo caso, podrá optarse por
la fijación de la responsabilidad mancomunada (de acuerdo con lo previsto en el articulo 11 de
la Ley) de todos los que contribuyeron a causar al daño, en sus diversas fases, a quienes,
eventualmente, pueden ser aplicables normas diferentes (contaminaciones causadas antes y
después de abril de 2007 por diferentes operadores o actividades), comprometiendo a todos
en un mismo proyecto de restauración, en función de sus respectivas cuotas de contribución a
la causación del daño." (UNESPA)
Se modifica el texto y se da una
redacción alternativa.
Apartado 2. Se propone añadir un segundo párrafo que diga: "En todo caso, podrá optarse por
la fijación de la responsabilidad mancomunada (de acuerdo con lo previsto en el articulo 11 de
la Ley) de todos los que contribuyeron a causar al daño, en sus diversas fases, a quienes,
eventualmente, pueden ser aplicables normas diferentes (contaminaciones causadas antes y
después de abril de 2007 por diferentes operadores o actividades), comprometiendo a todos
en un mismo proyecto de restauración, en función de sus respectivas cuotas de contribución a
la causación del daño." (POOL)
Se modifica el texto y se da una
redacción alternativa.
Apartado 2. Comentario. Se plantea la posibilidad de que se opte por no recuperar unos
recursos o servicios porque no representen las preferencias de la sociedad afectada.
WWF/Adena cree que las preferencias de la sociedad afectada deben ser matizadas con los
intereses medioambientales, pues no debemos perder el objetivo de la restauración: la
recuperación del recurso y los servicios que presta, si bien esto puede entenderse
comprendido en la frase: siempre que los servicios ambientales resultantes sean iguales o
superiores a los dañados. Propuesta. Que se matice el segundo párrafo. (WWF/Adena)
Se acepta. Se ha incorporado en el
artículo 2.- Definiciones una definición
de preferencias sociales que matiza las
implicaciones ambientales que tienen
dichas preferencias.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de las medidas reparadoras
Artículo 25. Opciones o alternativas de reparación.
1. Las alternativas de proyectos de reparación deberán presentarse según los costes unitarios de
implantación y el tipo, la cantidad, la calidad, el ritmo y el grado y horizonte de recuperación
del ecosistema dañado.
2. La descripción de alternativas a la que se refiere el apartado anterior incluirá, al menos, los
siguientes aspectos:
a) Una valoración económica de carácter orientativo de los activos naturales que se han visto
dañados.
b) Un análisis de sensibilidad para determinar la influencia que supone modificar el valor de
algunas variables en el resultado de cada opción reparadora.
c) La selección de la forma en la que se materializará cada medida reparadora para consumar la
reparación total del daño. El operador podrá optar entre una de las siguientes opciones o una
combinación de ellas: restauración, mejora o recreación del ecosistema.
El anexo II LRM se refiere al “estudio de
opciones de acciones”, pero de ahí no se
puede derivar una obligación de presentación
y descripción tan exhaustiva como pretende
el
Documento
de
Trabajo.
Será
responsabilidad
del
operador
estudiar
alternativas, y en su caso poder demostrarlo a
la Administración, pero no puede imponerse
desde el principio una obligación como la que
se pretende. Este artículo debe pues
suprimirse.
Así mismo debe establecerse claramente cuál
es la diferencia con el artículo 22.4.
(OFICEMEN)
d) En los casos en los que no sea posible llevar a cabo la reparación en el lugar donde ha
acaecido el daño medioambiental o en un lugar adyacente a él, aquella podrá ser realizada en
un lugar alternativo que deberá estar vinculado geográficamente al área dañada. En todo caso
dicha reparación deberá tener en cuenta, entre otros, los siguientes aspectos:
1º La magnitud del daño medioambiental.
2º La idoneidad de las medidas de reparación.
3º La capacidad de recuperación, y
4º Las preferencias sociales de la población afectada por el daño y la que ser vería beneficiada
por la reparación.
e) Con carácter facultativo, una delimitación de criterios de priorización según el caso de
estudio, siempre y cuando no vaya en detrimento de ninguno de los requerimientos del Anexo
II de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental.
A modo de aclaración, se subraya que las
preferencias sociales las determina la
autoridad
competente,
motivando
técnicamente a continuación el proyecto
correspondiente. Con el fin de facilitar la
comprensión del texto y evitar incurrir en un
error de interpretación, los asistentes
sugieren sustituir el término «preferencias
sociales» por «interés general». En los casos
en los que estas preferencias sociales se
tengan en cuenta podría asimismo abrirse un
proceso de participación pública. En todo
caso deberán definirse con más profundidad
todos los contenidos del documento de
trabajo referidos a las «preferencias
sociales». (SEVILLA)
No se acepta. Se ha cambiado la
redacción del documento con el fin de
aclarar que, dependiendo de la
alternativa de reparación primaria,
existirá una mayor o menor cantidad de
reparaciones
complementaria
y
compensatoria. En este sentido, las
propuestas de reparación consistirán en
las posibles combinaciones entre las
diferentes medidas de reparación. La
descripción de cada alternativa de
reparación no exige el análisis de
información adicional, ya que el
contenido que se indica alude a
información que el operador ya necesita
saber para aplicar el criterio de
equivalencia más adecuado de cara a
dimensionar la reparación.
Se ha incluido en el artículo 2.Definiciones
la
definición
de
“preferencias sociales”, que fija dicho
concepto de cara a la aplicación de
este real decreto.
Capítulo IV. Reparación de los daños
medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de las medidas
reparadoras
Artículo 26. Selección del proyecto de
reparación.
1. La selección del tipo de medida reparadora
deberá en todo caso tener en cuenta los
criterios establecidos en el Anexo II de la
Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad medioambiental.
2. La autoridad competente ponderará en
cada caso los criterios a los que se refiere el
apartado anterior.
3. Para obtener una evaluación de cada
proyecto se tendrá en cuenta la cuantificación
ponderada del cumplimiento de cada criterio
en cada uno de los proyectos de reparación
sujetos a evaluación.
Se necesitan conocer unos criterios objetivos de selección del proyecto de reparación por
parte de la Administración Competente (FEIQUE)
Dichos criterios se contemplan en
la Ley 26/2007 (anexo II)
Comentario. En la Ley se dice, artículo 20.1 b) que el operador someterá a la autoridad
competente la aprobación de las medidas reparadoras; y en el artículo 45, que la autoridad
competente resolverá motivadamente el procedimiento y exigirá la responsabilidad al
operador, pero creemos que no está de más iniciar este artículo del reglamento recordándolo.
La selección del proyecto de reparación debe corresponder a la autoridad competente con la
información suministrada por el operador y la que ella pudiere obtener de forma
complementaria.
Se matiza. La selección del tipo de
medida reparadora corresponderá
al operador conforme a los criterios
del anexo II, siendo la autoridad
competente quien apruebe el
proyecto de reparación y con él,
dicha selección.
Propuesta. Artículo 26. Selección del proyecto de reparación. 1. La selección del tipo de
medida reparadora corresponderá la autoridad competente con la información suministrada
por el operador y la que ella pudiere obtener de forma complementaria y deberá en todo caso
tener en cuenta los criterios establecidos en el Anexo II de la Ley 26/2007, de 23 de octubre,
de responsabilidad medioambiental...
(WWF/Adena)
El artículo 18 establece la delimitación del estado básico, aunque no se precisa la unidad
física o jurídica territorial sobre la que ha de concretarse tal declaración.
Es en el artículo 20 donde, a la hora de determinar los documentos clave para la recuperación
y conservación posterior, ya se habla con claridad del ecosistema.
Y es en el Capitulo IV (arts. 21 y ss.) donde a la hora de tratar sobre la reparación de daños
medioambientales, se especifica que tales actuaciones se han de referir a los recursos
naturales y/o a los servicios medioambientales.
Se acepta. Se han homogeneizado
términos, evitando la alusión a
ecosistema y haciendo siempre
referencia a los recursos naturales
y los servicios de los recursos
naturales.
En relación al art. 26 en relación a las modalidades de las garantías financieras es importante
destacar que como apoyo de las garantías financieras de cualquiera de las tres opciones se
puede apoyar o sustentar en bienes de garantía real como la hipoteca de fincas, inmuebles o
instalaciones industriales u otros activos reales. También cabe considerar que el límite
temporal de coberturas mediante seguros o avales acostumbra a estar restringido, la cantidad
asegurada es limitada, puede existir ya un suelo declarado como contaminado o la actividad
de la empresa no es asegurable.
(COLEGIO DE REGISTRADORES)
Se sugiere ampliar la información referente al procedimiento que permita aplicar los criterios
del Anexo II de la Ley 26/ 2007 para seleccionar el proyecto de reparación. En este sentido
parece oportuno desarrollar dicha metodología en una guía técnica. (SEVILLA)
Se ha ampliado el contenido de la
memoria justificativa del texto a los
efectos indicados.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 1ª. Determinación de las medidas reparadoras
Artículo 27. Recuperación conjunta.
Cuando con un mismo proyecto se recuperen de forma conjunta e
inseparable varios recursos o servicios se utilizaran métodos que tengan en
cuenta las preferencias sociales, incluidas las referencias obtenidas en el
mercado o las declaradas por la comunidad afectada, para adoptar una
aproximación valor-valor.
Comentario. Se plantea que la determinación de la prioridad en los
recursos a recuperar de determine por las preferencias sociales.
WWF/Adena cree que esto puede ser engañoso porque a veces los
intereses locales – pensemos en los Ayuntamientos – no son los
medioambientales y que hay que priorizar en función de la
importancia ambiental de los recursos naturales y/o los servicios
ambientales que prestan. Así que pensamos que, lo mínimo, es
compensar esta preferencia social con la exigencia de que los
servicios ambientales resultantes sean iguales o superiores a los
dañados, como se hacía en el artículo 24.
Se acepta el planteamiento.
Propuesta. Que se mencione algún criterio ambiental para priorizar
actuaciones de recuperación. Artículo 27.-Recuperación conjunta.
Cuando con un mismo proyecto se recuperen de forma conjunta e
inseparable varios recursos o servicios se utilizaran métodos que
tengan en cuenta las preferencias sociales, incluidas las referencias
obtenidas en el mercado o las declaradas por la comunidad
afectada, para adoptar una aproximación valor-valor con un límite,
los servicios ambientales resultantes deberán ser iguales o
superiores a los dañados.
(WWF/Adena)
Artículo 28. Formalización del proyecto de reparación.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 45.2 de la Ley 26/2007, de
23 de octubre, de responsabilidad medioambiental, el proyecto de
reparación se incorporará a la resolución que dicte la autoridad competente
en el marco del procedimiento de exigencia de responsabilidad
medioambiental.
Se propone incluir alguna posibilidad de ponderación en los
proyectos que resulten en la recuperación conjunta de servicios
ambientales. También parece conveniente incluir un ejemplo
ilustrativo en una guía técnica. (SEVILLA)
Se entiende que el primer inciso es
posible y, en cuanto al segundo
inciso, se acepta el planteamiento.
La referencia a “las preferencias de la sociedad afectada” es
ambigua (no puede definirse unívocamente “preferencia” ni
“sociedad afectada”), imposible de justificar objetivamente, e
independiente del objeto de la LRM (artículo 1). Debe por tanto
suprimirse. (OFICEMEN)
No se acepta. No obstante, para
mejorar la comprensión del texto,
se ha sustituido el término por
“preferencias
sociales”,
cuya
definición se incluye en el artículo
2.
Se sugiere clarificar el procedimiento dirigido a formalizar el
proyecto. Quizá es suficiente con reorganizar los apartados o la
sistemática de algunos artículos. (SEVILLA)
Se ha reorganización el fondo y la
forma de este capítulo.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Seguimiento del proyecto de reparación
Artículo 29. Seguimiento y control del proyecto de reparación.
1. El proyecto de reparación deberá incorporar toda la información necesaria sobre el
establecimiento de las labores de seguimiento y de control dirigidas a comprobar que se
cumplen las expectativas de reparación.
2. El seguimiento y el control del proyecto de reparación tendrá como fin contribuir a
identificar los problemas y las contingencias que pudieran surgir durante su ejecución,
avanzando posibles soluciones, y proporcionar información que posteriormente pueda ser
comunicada a los grupos de interés y al público en general sobre los beneficios del
proyecto.
3. Las características del seguimiento y del control deberán definirse en un plan de
seguimiento y comunicación en el que se establecerá, entre otras extremos, la periodicidad
y la duración del proceso de evaluación antes, en cada fase de desarrollo y después de que
el proyecto de reparación haya sido ejecutado.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, el plan de seguimiento y comunicación
deberá especificar, al menos, los siguientes aspectos en relación con cada etapa del
proyecto:
a) Responsable de llevar a cabo la evaluación.
b) Destinatario del informe resultante.
c) Objetivo de la evaluación en cada etapa.
d) Actuaciones de evaluación que se deban aplicar.
e) Localización de las actuaciones en las que consiste la evaluación.
f) Identificación de las situaciones que desencadenan en acciones correctoras.
4. Las actuaciones de seguimiento y de control deberán confirmar que los beneficios que
se han estimado son los que se están obteniendo con la aplicación del proyecto, en
comparación con el estado básico.
5. El plan de seguimiento y comunicación deberá asimismo concretar las situaciones que
desencadenarán la puesta en marcha de medidas correctoras del proyecto.
6. En caso de haber seleccionado un estado básico de tipo dinámico como referencia para
la reparación de los daños, la evaluación de los cambios experimentados por los recursos
y/o servicios perdidos y ganados durante la ejecución del proyecto deberá permitir el
ajuste a las nuevas condiciones que el mencionado estado básico pueda adquirir en el
tiempo.
7. El operador que sea responsable del daño sufragará los costes derivados de la definición
y ejecución del plan de seguimiento y el control del proyecto de reparación.
8. El plan de seguimiento y comunicación se incorporará a la resolución que dicte la
autoridad competente en el marco del procedimiento de exigencia de responsabilidad
medioambiental.
Comentario. Vemos muy positiva esa evaluación ex post para un
estudio de las lecciones aprendidas, y que se realice con publicidad
de los resultados, el Plan se llama de seguimiento y comunicación.
Pero creemos que debe matizarse un poco más, confirmando ya la
necesaria publicidad de los resultados del proyecto de recuperación,
según se vayan devengando, esto es, durante el seguimiento. La
recuperación del medio natural – recursos y servicios que estos
prestan - puede exigir amplios periodos de tiempo y, mientras tanto,
no puede haber un muro de inaccesibilidad a la información sobre
la recuperación, por ejemplo, alegando que se trata de material en
curso de elaboración, de un proyecto en ejecución. Por ello es
precisa la constancia expresa de la publicidad del seguimiento y
control. También proponemos la eliminación del adverbio
posteriormente porque puede inducir a pensar que la información
sobre el seguimiento y control sólo sea accesible tras la conclusión
del proyecto de recuperación, y como hemos dicho, no deseamos
que sea así. Entendemos que esta posición es la más coherente
con la afirmación de libre acceso a la información, contenida en el
artículo 43 de la Ley. En coherencia con esto, en el apartado 3, el
punto b) Destinatario del informe resultante debería pasa a ser en
plural, destinatarios – la autoridad competente y los interesados.
Propuesta. Artículo 29. Seguimiento y control del proyecto de
reparación.
...2. El seguimiento y el control del proyecto de reparación tendrá
como fin contribuir a identificar los problemas y las contingencias
que pudieran surgir durante su ejecución, avanzando posibles
soluciones, y proporcionar información que (posteriormente) deberá
(pueda) ser comunicada a los grupos de interés y al público en
general sobre (los beneficios d) el proyecto y , en su caso, los
beneficios.
3. Las características del seguimiento y del control deberán definirse
en un plan de seguimiento y comunicación en el que se establecerá,
entre otros extremos, la periodicidad y la duración del proceso de
evaluación antes, en cada fase de desarrollo y después de que el
proyecto de reparación haya sido ejecutado. A los efectos de lo
dispuesto en el párrafo anterior, el plan de seguimiento y
comunicación deberá especificar, al menos, los siguientes aspectos
en
relación
con
cada
etapa
del
proyecto:
...
b)
Destinatarios
del
informe
resultante.
... (WWF/Adena)
Se han modificado
los artículos para
adecuar
el
reglamento
al
carácter básico de la
norma
y
a
las
posibilidades
de
desarrollo normativo
por parte de las
administraciones
públicas.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Seguimiento del proyecto de reparación
Artículo 29. Seguimiento y control del proyecto de reparación.
1. El proyecto de reparación deberá incorporar toda la información necesaria sobre el
establecimiento de las labores de seguimiento y de control dirigidas a comprobar que se
cumplen las expectativas de reparación.
2. El seguimiento y el control del proyecto de reparación tendrá como fin contribuir a
identificar los problemas y las contingencias que pudieran surgir durante su ejecución,
avanzando posibles soluciones, y proporcionar información que posteriormente pueda ser
comunicada a los grupos de interés y al público en general sobre los beneficios del
proyecto.
3. Las características del seguimiento y del control deberán definirse en un plan de
seguimiento y comunicación en el que se establecerá, entre otras extremos, la periodicidad
y la duración del proceso de evaluación antes, en cada fase de desarrollo y después de que
el proyecto de reparación haya sido ejecutado.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, el plan de seguimiento y comunicación
deberá especificar, al menos, los siguientes aspectos en relación con cada etapa del
proyecto:
a) Responsable de llevar a cabo la evaluación.
b) Destinatario del informe resultante.
c) Objetivo de la evaluación en cada etapa.
d) Actuaciones de evaluación que se deban aplicar.
e) Localización de las actuaciones en las que consiste la evaluación.
f) Identificación de las situaciones que desencadenan en acciones correctoras.
4. Las actuaciones de seguimiento y de control deberán confirmar que los beneficios que
se han estimado son los que se están obteniendo con la aplicación del proyecto, en
comparación con el estado básico.
5. El plan de seguimiento y comunicación deberá asimismo concretar las situaciones que
desencadenarán la puesta en marcha de medidas correctoras del proyecto.
6. En caso de haber seleccionado un estado básico de tipo dinámico como referencia para
la reparación de los daños, la evaluación de los cambios experimentados por los recursos
y/o servicios perdidos y ganados durante la ejecución del proyecto deberá permitir el
ajuste a las nuevas condiciones que el mencionado estado básico pueda adquirir en el
tiempo.
7. El operador que sea responsable del daño sufragará los costes derivados de la definición
y ejecución del plan de seguimiento y el control del proyecto de reparación.
8. El plan de seguimiento y comunicación se incorporará a la resolución que dicte la
autoridad competente en el marco del procedimiento de exigencia de responsabilidad
medioambiental.
Seguimiento y control de la ejecución del proyecto de
reparación. ¿Quién lo debe realizar? ¿Un Organismo
Colaborador con la Administración? (FEIQUE)
Lo realiza el operador y la
autoridad competente dará su
conformidad.
Entendemos que la delimitación de la información queda
definida por lo establecido en la ley 27 de 2006 de Acceso a
la información.
La regulación de estos
extremos queda sujeta a lo
dispuesto en la Ley 27/2006.
Es necesario delimitar la información
disponible para el público. (UNESA)
que
quedará
Por las mismas razones expuestas en los artículos 22.4 y
25 debe suprimirse la obligación de incorporar dentro de las
medidas de reparación labores de seguimiento y control. Es
obligación del operador reparar el daño ambiental del que
sea declarado responsable, y la Administración debe
verificar que dicha obligación se cumple debidamente; el
control de cómo se llegue a ese resultado es
responsabilidad del propio operador.
No se acepta. Por razones de
eficacia en el cumplimiento
de la normativa se ha de
comprobar tanto que el
resultado sea el correcto
como que el medio para
conseguirlo haya sido el
adecuado.
En todo caso, de no aceptarse este comentario, debe
suprimirse la obligación de seguimiento y control una vez
ejecutada la reparación (artículo 29.3 del Documento de
Trabajo), ya que por definición a partir de ese momento
cesa toda responsabilidad del operador.(OFICEMEN)
No resulta clara la diferencia de la regulación que contienen
los apartados 3f y 5 (ambos referidos asituaciones que
desencadenan acciones o medidas correctoras). Debe
revisarse y aclararse su contenido, caso de que haya
diferencias entre ellos; en caso contrario, deberán
refundirse. (OFICEMEN)
Se acepta.
Se refiere a “proyectos de reparación” y debe referirse a
“propuesta de medidas reparadoras” para utilizar los
mismos términos que la LRM (OFICEMEN)
No se acepta, el proyecto de
reparación es la concreción
de la propuesta de medidas
reparadoras.
Apartado 3. las referencias al “responsable” y al
“destinatario” parecen superfluas por lo obvias (operador y
Comunidad Autónoma, respectivamente), y deben por tanto
suprimirse. Debe aclararse la finalidad que se pretende
conseguir con el apartado f) (“identificación de las
situaciones que desencadenan en acciones correctoras”).
(OFICEMEN)
No se acepta. No es
superfluo, responsable es la
persona concreta para cada
etapa y los destinatarios se
refieren tanto al público en
general, como a las partes
interesadas.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Seguimiento del proyecto de reparación
Artículo 29. Seguimiento y control del proyecto de reparación.
1. El proyecto de reparación deberá incorporar toda la información necesaria sobre el
establecimiento de las labores de seguimiento y de control dirigidas a comprobar que se
cumplen las expectativas de reparación.
2. El seguimiento y el control del proyecto de reparación tendrá como fin contribuir a
identificar los problemas y las contingencias que pudieran surgir durante su ejecución,
avanzando posibles soluciones, y proporcionar información que posteriormente pueda ser
comunicada a los grupos de interés y al público en general sobre los beneficios del
proyecto.
3. Las características del seguimiento y del control deberán definirse en un plan de
seguimiento y comunicación en el que se establecerá, entre otras extremos, la periodicidad
y la duración del proceso de evaluación antes, en cada fase de desarrollo y después de que
el proyecto de reparación haya sido ejecutado.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, el plan de seguimiento y comunicación
deberá especificar, al menos, los siguientes aspectos en relación con cada etapa del
proyecto:
a) Responsable de llevar a cabo la evaluación.
b) Destinatario del informe resultante.
c) Objetivo de la evaluación en cada etapa.
d) Actuaciones de evaluación que se deban aplicar.
e) Localización de las actuaciones en las que consiste la evaluación.
f) Identificación de las situaciones que desencadenan en acciones correctoras.
4. Las actuaciones de seguimiento y de control deberán confirmar que los beneficios que
se han estimado son los que se están obteniendo con la aplicación del proyecto, en
comparación con el estado básico.
5. El plan de seguimiento y comunicación deberá asimismo concretar las situaciones que
desencadenarán la puesta en marcha de medidas correctoras del proyecto.
6. En caso de haber seleccionado un estado básico de tipo dinámico como referencia para
la reparación de los daños, la evaluación de los cambios experimentados por los recursos
y/o servicios perdidos y ganados durante la ejecución del proyecto deberá permitir el
ajuste a las nuevas condiciones que el mencionado estado básico pueda adquirir en el
tiempo.
7. El operador que sea responsable del daño sufragará los costes derivados de la definición
y ejecución del plan de seguimiento y el control del proyecto de reparación.
8. El plan de seguimiento y comunicación se incorporará a la resolución que dicte la
autoridad competente en el marco del procedimiento de exigencia de responsabilidad
medioambiental.
Apartado 4. El apartado 4 de este artículo se refiere a los
“beneficios” estimados por la ejecución de las actuaciones de
seguimiento y control. Es más procedente hablar de “resultados”.
(OFICEMEN)
Se acepta.
Apartado 5. No se alcanza a comprender completamente el
contenido de este apartado.(OFICEMEN)
Se acepta. Se ha
eliminado al solaparse
con el apartado 3.f.
Apartado 6. Debe suprimirse porque una vez ejecutadas las
medidas reparadoras no debe haber opción para imponer nuevas
medidas, con independencia de que el estado básico que se haya
seleccionado sea o no de tipo dinámico. (OFICEMEN)
No se acepta. Se ha
modificado la redacción
y se mantiene la
alusión a la selección
de un estado básico de
tipo dinámico.
Apartado 8. Es muy conveniente que la resolución, una vez que
sea firme, no quede sujeta a cambios, sea cual sea la efectividad
en la práctica de las medidas de restauración establecidas; tanto
si con ellas no se consigue la restauración total, como si se
exceden los objetivos previstos. En consecuencia, el seguimiento
debería atender principalmente a la fiel ejecución del plan de
trabajo aprobado y sólo secundariamente al cumplimiento fiel de
los objetivos de reparación. Únicamente se considera conveniente
revisar la resolución en el caso de que se descubra que las
medidas reparadoras aprobadas generan un daño mayor que el
que se pretende reparar o que su eficacia es insignificante o no
justifica el coste.
No se acepta. Se sigue
lo dispuesto en la
legislación general de
procedimiento
administrativo.
La
resolución es un acto
administrativo
cuyo
contenido corresponde
definir
a
la
administración
(incluidos los casos de
terminación
convencional), a la cual
también compete velar
por su ejecución, en
particular en aquellos
casos en los que la
eficacia del acto queda
diferida en el tiempo
como ocurre con el
presente supuesto.
En todo caso, esta nueva resolución debería necesariamente ser
fruto de un acuerdo convencional y no podría ser decidida
unilateralmente por la Administración competente. De otro modo,
el operador se vería sometido a una situación de inseguridad
injusta durante un largo periodo de tiempo. Se considera que esta
renuncia a revisar los planes de restauración a la vista de los
resultados no se desvía de las exigencias de la Ley, ya que puede
considerarse que los casos en los que el plan aprobado no
consigue por completo su objetivo, se verán en conjunto
compensados por aquellos en los que el objetivo resulta excedido.
(UNESPA)
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Seguimiento del proyecto de reparación
Artículo 29. Seguimiento y control del proyecto de reparación.
1. El proyecto de reparación deberá incorporar toda la información necesaria sobre el
establecimiento de las labores de seguimiento y de control dirigidas a comprobar que se
cumplen las expectativas de reparación.
2. El seguimiento y el control del proyecto de reparación tendrá como fin contribuir a
identificar los problemas y las contingencias que pudieran surgir durante su ejecución,
avanzando posibles soluciones, y proporcionar información que posteriormente pueda ser
comunicada a los grupos de interés y al público en general sobre los beneficios del
proyecto.
3. Las características del seguimiento y del control deberán definirse en un plan de
seguimiento y comunicación en el que se establecerá, entre otras extremos, la periodicidad
y la duración del proceso de evaluación antes, en cada fase de desarrollo y después de que
el proyecto de reparación haya sido ejecutado.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, el plan de seguimiento y comunicación
deberá especificar, al menos, los siguientes aspectos en relación con cada etapa del
proyecto:
a) Responsable de llevar a cabo la evaluación.
b) Destinatario del informe resultante.
c) Objetivo de la evaluación en cada etapa.
d) Actuaciones de evaluación que se deban aplicar.
e) Localización de las actuaciones en las que consiste la evaluación.
f) Identificación de las situaciones que desencadenan en acciones correctoras.
4. Las actuaciones de seguimiento y de control deberán confirmar que los beneficios que
se han estimado son los que se están obteniendo con la aplicación del proyecto, en
comparación con el estado básico.
5. El plan de seguimiento y comunicación deberá asimismo concretar las situaciones que
desencadenarán la puesta en marcha de medidas correctoras del proyecto.
6. En caso de haber seleccionado un estado básico de tipo dinámico como referencia para
la reparación de los daños, la evaluación de los cambios experimentados por los recursos
y/o servicios perdidos y ganados durante la ejecución del proyecto deberá permitir el
ajuste a las nuevas condiciones que el mencionado estado básico pueda adquirir en el
tiempo.
7. El operador que sea responsable del daño sufragará los costes derivados de la definición
y ejecución del plan de seguimiento y el control del proyecto de reparación.
8. El plan de seguimiento y comunicación se incorporará a la resolución que dicte la
autoridad competente en el marco del procedimiento de exigencia de responsabilidad
medioambiental.
Apartado 8. Es muy conveniente que la resolución, una vez
que sea firme, no quede sujeta a cambios, sea cual sea la
efectividad en la práctica de las medidas de restauración
establecidas; tanto si con ellas no se consigue la
restauración total, como si se exceden los objetivos
previstos. En consecuencia, el seguimiento debería atender
principalmente a la fiel ejecución del plan de trabajo
aprobado y sólo secundariamente al cumplimiento fiel de los
objetivos de reparación. Únicamente se considera
conveniente revisar la resolución en el caso de que se
descubra que las medidas reparadoras aprobadas generan
un daño mayor que el que se pretende reparar o que su
eficacia es insignificante o no justifica el coste.
En todo caso, esta nueva resolución debería
necesariamente ser fruto de un acuerdo convencional y no
podría ser decidida unilateralmente por la Administración
competente. De otro modo, el operador se vería sometido a
una situación de inseguridad injusta durante un largo
periodo de tiempo. Se considera que esta renuncia a revisar
los planes de restauración a la vista de los resultados no se
desvía de las exigencias de la Ley, ya que puede
considerarse que los casos en los que el plan aprobado no
consigue por completo su objetivo, se verán en conjunto
compensados por aquellos en los que el objetivo resulta
excedido. (POOL)
No se acepta. Se sigue lo
dispuesto en la legislación
general de procedimiento
administrativo. La resolución
es un acto administrativo
cuyo contenido corresponde
definir a la administración
(incluidos los casos de
terminación convencional), a
la cual también compete velar
por
su
ejecución,
en
particular en aquellos casos
en los que la eficacia del acto
queda diferida en el tiempo
como ocurre con el presente
supuesto.
Los asistentes proponen cambiar «plan de seguimiento» por
«programa de vigilancia». Se hace especial hincapié en
que, si un proyecto no funciona aunque esté aprobado, se
reforme con el fin de garantizar la restauración del daño.
Añaden que, en los casos en que la Administración sea la
responsable del daño, podrán abrirse canales para una
demanda patrimonial. (SEVILLA)
Se acepta parcialmente.
Se sugiere que el proyecto de reparación pueda ser
aprobado tanto por fases, como globalmente. (SEVILLA)
Se acepta.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Seguimiento del proyecto de reparación
El hecho de que el proyecto no esté consiguiendo los objetivos
previstos debe ser “por causas imputables al operador”, y así
debe incluirse expresamente. (OFICEMEN)
Se acepta el planteamiento.
Este información pública que realiza la Autoridad Competente
¿conlleva la posibilidad de presentar alegaciones /
observaciones por parte de terceros interesados? (FEIQUE)
Sí.
Entendemos que la delimitación de la información queda
definida por lo establecido en la ley 27 de 2006 de Acceso a la
información. (UNESA)
Se comparte el criterio.
2. El informe final de cumplimiento deberá incluir, como mínimo, los siguientes
contenidos:
De nuevo se trata de una obligación que no deriva de la LRM
por lo que debe suprimirse.
a) El compromiso del operador de haber cumplido las expectativas establecidas
en la resolución o en el convenio por el que se aprueba el proyecto de reparación.
Muy especialmente debe destacarse la necesidad de suprimir el
artículo 31.2.a) del Documento de Trabajo: el operador no tiene
por qué “comprometerse” a haber cumplido las expectativas
establecidas en la resolución o en el convenio por el que se
aprueban las medidas reparadoras. Llevar a cabo tales medidas
es responsabilidad del operador, y si no lo hace debidamente
podrán imponérsele, en su caso, las consecuencias previstas
en la norma. Pero imponerle el compromiso que se pretende es
innecesario (cuando informe de la finalización de la ejecución
de las medidas será porque entiende que se han cumplido con
los objetivos impuestos) y por tanto injustificado. (OFICEMEN)
No se acepta. Aunque se ha
modificado la redacción, se
mantienen distintas obligaciones
que el operador deberá cumplir
en el marco de la resolución.
Artículo 30. Responsabilidad de los operadores.
Cuando el desarrollo de un proyecto quede interrumpido por causas ajenas al
operador, el compromiso de éste queda reducido a los desembolsos que el
proyecto tuviera pendientes, salvo que el proyecto no estuviera consiguiendo los
objetivos previstos en su seguimiento, en cuyo caso deberá abordarse un nuevo
proyecto de recuperación.
Artículo 31.Verificación.
1. El operador estará obligado a elaborar un informe final de cumplimiento que
deberá remitir a la autoridad competente una vez se dé por concluida la
reparación. A la luz del referido informe y practicadas en su caso las
comprobaciones que se estimen oportunas, la autoridad competente deberá
manifestar su conformidad o disconformidad con la ejecución del proyecto de
reparación en los términos establecidos en el artículo 32.
b) Los resultados obtenidos durante la evaluación.
c) Las modificaciones y contingencias sobre el proyecto de reparación.
3. La autoridad competente pondrá a disposición del público cualquier informe o
valoración que considere oportuna con el fin de difundir los resultados obtenidos
durante la evaluación y el seguimiento de la ejecución del proyecto de
reparación, así como cualquier otro contenido que considere de interés para el
público.
Apartado 1. de mantenerse este artículo, al final del apartado 3
debe añadirse “en los términos de la Ley 27/2006, por la que se
regulan los derechos de acceso a la información, de
participación pública y de acceso a la justicia en materia de
medio ambiente. (OFICEMEN)
Se acepta.
Se debe clarificar la posición de la autoridad competente en la
verificación del proyecto. Hay consenso sobre que el informe
final de reparación deba ser auditado o certificado con el fin de
comprobar que se han acometido los objetivos de la reparación.
(SEVILLA)
Según el texto, corresponde a la
administración manifestar su
conformidad en relación con la
ejecución
del
proyecto
de
reparación, sin prejuicio de que la
autoridad pueda para ello recabar
los informes que estime oportuno.
Capítulo IV. Reparación de los daños medioambientales.
Sección 2ª. Seguimiento del proyecto de reparación
Artículo 32. Certificación.
1. Una vez analizado el informe de cumplimiento al que se refiere el artículo 31,
la autoridad competente emitirá una declaración certificando la correcta
ejecución de proyecto de reparación o, en otro caso, resolviendo lo que considere
oportuno para completar dicha ejecución.
2. Transcurridos 30 días sin que la autoridad competente haya emitido la
certificación a la que se refiere el apartado anterior, se entenderá que ésta es
favorable y que la Administración se manifiesta conforme con la ejecución del
proyecto de reparación realizada por el operador responsable.
Comentario. WWF/Adena cree que si se acoge el silencio positivo,
no puede fijarse en 30 días el plazo. La comprobación de la
correcta ejecución de un proyecto de recuperación
medioambiental necesita más tiempo. También sería conveniente
precisar el momento desde en que se empieza a contar, para
precisar que es necesaria la completa y correcta presentación el
informe de cumplimiento para que el plazo empiece a correr.
Propuesta. Si se mantiene el silencio positivo debe establecerse
un plazo mínimo de tres meses y especificarse el momento desde
el que empezará a correr el plazo... 2. Transcurridos tres meses
(30) días desde la completa y correcta presentación del informe
final de cumplimiento sin que la autoridad competente haya
emitido la certificación a la que se refiere el apartado anterior, se
entenderá que ésta es favorable y que la Administración se
manifiesta conforme con la ejecución del proyecto de reparación
realizada por el operador responsable. (WWF/Adena)
Se acepta y se modifica en el
sentido propuesto.
Se propone que el silencio administrativo no se asuma como
positivo, además de suprimir la existencia de un plazo límite que
asuma como favorable su certificación. También se sugiere la
incorporación de un plazo de garantía al finalizar el proyecto de
reparación. (SEVILLA)
Como regla general, el sentido
del silencio es positivo, salvo
que una norma de rango legal
establezca lo contrario.
Capítulo V. Garantías financieras.
Para el cálculo de las garantías es preciso:1)Evaluar los daños de los diferentes escenarios accidentales
identificados en el análisis de riesgos; 2) Seguir el procedimiento del Capítulo III para cuantificar el daño
en cada escenario, distinguiendo los daños agudos, crónicos y potenciales;3) Evaluar la incertidumbre
utilizando preferentemente modelos de simulación del comportamiento del agente potencialmente
causante y 4) Calcular el coste económico del proyecto o proyectos resultantes aplicando la metodología
del Capítulo IV. El mero hecho de ser operador se penaliza con la obligación de realizar complejas
evaluaciones y uno o más proyectos cuyo coste, sin duda elevado, no es fácilmente previsible. Una
actitud prudente exigiría, antes de aprobar la norma, hacer una estimación del coste del RLRMA
estudiando previamente varios casos reales de operadores que utilicen diversas sustancias en sus
procesos. (AEAS)
Estos aspectos serán objeto de
estudio en la Memoria Económica.
Para el cálculo de las garantías es preciso:1)Evaluar los daños de los diferentes escenarios accidentales
identificados en el análisis de riesgos; 2) Seguir el procedimiento del Capítulo III para cuantificar el daño
en cada escenario, distinguiendo los daños agudos, crónicos y potenciales;3) Evaluar la incertidumbre
utilizando preferentemente modelos de simulación del comportamiento del agente potencialmente
causante y 4) Calcular el coste económico del proyecto o proyectos resultantes aplicando la metodología
del Capítulo IV. El mero hecho de ser operador se penaliza con la obligación de realizar complejas
evaluaciones y uno o más proyectos cuyo coste, sin duda elevado, no es fácilmente previsible. Una
actitud prudente exigiría, antes de aprobar la norma, hacer una estimación del coste del RLRMA
estudiando previamente varios casos reales de operadores que utilicen diversas sustancias en sus
procesos.(AGA)
Estos aspectos serán objeto de
estudio en la Memoria Económica.
Dado que la determinación de la garantía financiera se establecerá según los criterios a) y b) del artículo
34 en el caso de que el operador disponga de un análisis de riesgos de la actividad o instalación garantía que será, en cualquier caso, inferior a aquellas en que el operador no disponga de dicho
análisis, en cuyo caso se establecerá bajo el escenario de mayor daño medioambiental, es decir el más
desfavorable sin tener en cuenta la probabilidad del escenario-, creemos que dichos análisis de riesgos
como ya hemos indicado en la referencia al art.3 del capítulo II, deberían realizarse bajo criterios de
valoración claramente definidos y siempre sobre la base de alguna norma común de referencia (por
ejemplo, TGD, UNE 150008, etc.) para el conjunto de operadores y actividades recogidas en el anexo III
de la Ley 26/2007, y preferiblemente por una entidad valoradora independiente, que sea aceptada tanto
por las aseguradoras como por parte de la Administración, en aquellos casos en los cuales la garantía
se cubra a través de un seguro. (WILLIS)
Se ha modificado la redacción en el
sentido propuesto.
Pudiera entrar en contradicción con lo referido en el capítulo II art. 3 (Análisis de riesgos). (WILLIS)
Se acepta.
Limite mínimo de cobertura. La posibilidad que establece el documento de trabajo del Ministerio
“memoria explicativa” de fijar límites estandarizados para algunos sectores nos parece muy interesante
por su operatividad y su seguridad jurídica, ya que entendemos que los AdR pueden ser muy arbitrarios
y subjetivos. (FERROVIAL)
Se está estudiando la posibilidad de
contar con modelos de AR
medioambientales tipo que sirvan
de base para la fijación de límites
estandarizados o de coberturas por
sectores.
Capítulo V. Garantías financieras.
Respecto a las garantías financieras Hay dos aspectos que deberían recogerse de manera mas
amplia que lo que se hace en el documento. El primero de ellos es el de que a pesar de lo que se
establece en la Disp. Transitoria Única se pudieran agrupar en una única garantía financiera todas
las exigencias económicas para los operadores con relación al Medio Ambiente. Quizás sea mejor
dejarlo al mercado y a las ofertas que puedan hacer las Aseguradoras. Pero tampoco parece muy
lógico que aunque sean ámbitos diferentes, un operador debe suscribir varios seguros para
garantizar, en definitiva, responsabilidades similares. El segundo de ellos es el tema de la
modificabilidad de la garantía financiera en función de los cambios en procesos productivos y, por
tanto, de la modificación (para mejor o para peor) de los riesgos. Cómo hacerlo, qué plazo debería
mantenerse para posibles responsabilidades que aparezcan a posteriori de los cambios en los
procesos productivos… (C.F. NAVARRA)
Se ha dado una nueva redacción a
estos apartados tratando de dar
respuesta
a
las
preocupaciones
manifestadas.
Las unidades territoriales: ecosistemas, recursos naturales o servicios medioambientales, no pueden
ser objeto de propiedad privada y sin embargo necesariamente han de estar referidos al territorio,
que si se estructura en nuestra sociedad a través del derecho de propiedad, sea esta de titularidad
pública o de titularidad privada.
Esta no es la sede adecuada para la
regulación de esta pretensión.
Efectivamente, desde el momento en que concebimos a los servicios y recursos medioambientales
como elementos enriquecedores de los dominios inmobiliarios, desde ese mismo instante surge un
evidente interés en cada propietario por defender el nivel de calidad, en este caso medioambiental,
de su propio dominio.
Los Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España partimos de la idea de que la mejor
manera de estimular la conservación medioambiental consiste en poner de manifiesto a cada
propietario el hecho de que la producción de un daño medioambiental supone una perdida de valor
económico para su propiedad inmobiliaria concreta y en consecuencia para su patrimonio personal
privado y también de pérdida de valor ambiental o de los servicios que nos proporcionan los
diferentes ecosistemas en sus funciones ambientales. Ello posiciona el tema en relación directa con
el Proyecto VANE del Ministerio de Medio Ambiente, Valoración de Activos Naturales de España.
Si además de esta concienciación, la legislación medioambiental es capaz de poner a disposición de
los titulares registrales de las fincas la posibilidad de ejercitar las acciones oportunas para que las
garantías financieras reguladas en el Capitulo V del Reglamento (arts. 33 y ss.) sean efectivamente
aplicadas a la reparación del daño concreto causado en su dominio, habremos logrado que las
obligaciones y responsabilidades impuestas a los operadores que desarrollen las actividades
económicas o profesionales indicadas en el Anexo III de la ley 26/2007 de 23 de octubre sean
efectivamente cumplidas por estos, no por simple imposición de la legislación o por la coacción
administrativa correspondiente, sino por el interés personal de los propietarios agraviados.
La moderna técnica registral permite lograr la finalidad propuesta a través del sistema de bases
gráficas registrales. Mas en concreto utilizando del nuevo concepto jurídico de información asociada.
(COLEGIO DE REGISTRADORES)
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de la cobertura
de las garantías financieras
Artículo 33. Fijación de la garantía financiera.
1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo
24 de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad medioambiental, los operadores
de las actividades incluidas en su anexo III
deberán disponer de una garantía financiera que
les permita hacer frente a la responsabilidad
medioambiental inherente a la actividad o
actividades que pretendan desarrollar.
2. La Administración fijará la suma que se deba
garantizar, la cual tendrá carácter de mínima y no
condicionará ni limitará en sentido alguno la
facultad del interesado de constituir garantía por
un importe mayor, con arreglo a la metodología
regulada en el anejo II de este real decreto.
Apartado 1. Debería suprimirse ya que repite lo que dice la LRM en el artículo 24.1.
(OFICEMEN)
Se
mantiene
sistemáticas.
por
razones
Apartado 2. Se propone modificar su redacción por:"2. La Administración fijará la suma
que se deba garantizar, la cual tendrá carácter de mínima y no condicionará ni limitará en
sentido alguno la facultad del interesado de constituir garantía por un importe mayor,
mediante el mismo u otros instrumentos. " (UNESPA)
Se ha modificado el contenido y la
ordenación del capítulo para regular
con mayor claridad y seguridad
jurídica el sistema aplicable para el
cálculo de la cobertura de las GF.
Apartado 2. No debe condicionarse la libre voluntad del operador de constituir una
garantía del importe que considere adecuado; la sujeción tan inmediata del importe de la
garantía al resultado del informe de evaluación de riesgos aboca al titular a situaciones de
posible insuficiencia de cobertura, en caso de desviaciones entre el riesgo calculado y el
importe del daño en un caso real. (UNESPA)
El AR marca el importe mínimo a
garantizar, pudiendo el interesado
constituir garantía por un importe
mayor.
Apartado 2. No debe condicionarse la libre voluntad del operador de constituir una
garantía del importe que considere adecuado; la sujeción tan inmediata del importe de la
garantía al resultado del informe de evaluación de riesgos aboca al titular a situaciones de
posible insuficiencia de cobertura, en caso de desviaciones entre el riesgo calculado y el
importe del daño en un caso real. (POOL)
El AR marca el importe mínimo a
garantizar, pudiendo el interesado
constituir garantía por un importe
mayor.
Apartado 2. Se propone modificar su redacción por:"2. La Administración fijará la suma
que se deba garantizar, la cual tendrá carácter de mínima y no condicionará ni limitará en
sentido alguno la facultad del interesado de constituir garantía por un importe mayor,
mediante el mismo u otros instrumentos. " (POOL)
Se acepta.
Apartado 2. Si el interesado puede constituir una garantía por un importe mayor que el
señalado por la Administración, debería poder hacerlo como estime más oportuno, y no
necesariamente con arreglo a la metodología del anejo II del Documento de Trabajo. En
consecuencia, el último inciso de este artículo (“, con arreglo a la metodología…”) debe
suprimirse. (OFICEMEN)
Se acepta.
Se plantea a través de qué procedimiento se puede exigir y fijar la garantía financiera
correspondiente. Mayoritariamente, se propone que sea en el procedimiento de
autorización sustantiva de la actividad o instalación donde se integre la exigencia y fijación
de la garantía financiera. (SEVILLA)
Al igual que en el análisis de riesgos, se plantea el problema de exigir la garantía
financiera a las instalaciones preexistentes. (SEVILLA)
La regulación de estos extremos se
debe abordar en el marco de cada
procedimiento autorizatorio.
En el procedimiento de fijación de la GF, se pone de manifiesto la necesidad de solicitar
informe de aquellas otras administraciones públicas competentes potencialmente
afectadas por el riesgo de la actividad que se vaya a desarrollar. (SEVILLA)
La regulación de estos extremos se
debe abordar en el marco de cada
procedimiento autorizatorio.
La obligación de realizar un AR se
desprende de la Ley 26/2007 y no
del reglamento.
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de la
cobertura de las garantías financieras
Artículo 34. Determinación del escenario
de riesgo que se ha garantizar.
1. En caso de que el operador que
desarrolle una actividad económica o
profesional incluida en el anexo III de la
Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad
medioambiental
disponga de un análisis de riesgos de la
actividad o instalación, según el caso, la
garantía financiera deberá fijarse
optando por la cuantía del daño
medioambiental más alta que resulte de
la aplicación de los siguientes criterios:
a) El coste económico de reparación del
escenario con el daño medioambiental
más alto, elegido entre los escenarios
accidentales más probables que agrupan
el 90 por cierto de la probabilidad total.
b) El coste económico de reparación del
daño medioambiental asociado al
escenario accidental con mayor riesgo,
esto es, el caso en que el producto entre
la probabilidad de ocurrencia del
escenario
accidental
por
las
consecuencias del mismo sea máximo.
2. En el caso de que el operador no
disponga de análisis de riesgos de la
actividad
o
instalación,
el
establecimiento de la garantía financiera
deberá apoyarse en el escenario
accidental
de
mayor
daño
medioambiental, es decir, el caso más
desfavorable, con independencia de la
probabilidad de dicho escenario.
Se propone cambiar el título por: "Determinación del escenario de riesgo",
argumentando que el análisis y evaluación del riesgo interesa por sí mismo,
sin necesidad de condicionarlo exclusivamente a la contratación de la
garantía. (UNESPA)
Se ha modificado el contenido y la ordenación del
capítulo para regular con mayor claridad y seguridad
jurídica el sistema aplicable para el cálculo de la
cobertura de las GF.
Se propone cambiar el título por: "Determinación del escenario de riesgo",
argumentando que el análisis y evaluación del riesgo interesa por sí mismo,
sin necesidad de condicionarlo exclusivamente a la contratación de la
garantía. (POOL)
Se ha modificado el contenido y la ordenación del
capítulo para regular con mayor claridad y seguridad
jurídica el sistema aplicable para el cálculo de la
cobertura de las GF.
Deberían barajarse otras opciones para la fijación de la garantía financiera,
que ponderen de otra forma el escenario accidental de mayor daño ambiental
que se pretende sea una de las referencias y criterios básicos, teniendo en
cuenta por ejemplo la probabilidad de ocurrencia de dicho escenario. De otra
forma puede carecer de representatividad el escenario elegido en base al
criterio de daño medioambiental máximo. (UNESA)
Se acepta. Se ha modificado el criterio de selección.
Apartado 1. El texto de este apartado debería modificarse en el sentido de
precisar:
Se acepta el planteamiento. Se ha dejado un solo
criterio y se explica detalladamente como ha de
realizarse cada una de las etapas para fijar la garantía
financiera.
1) Qué criterio debería aplicarse cuando el análisis de riesgos, seriamente
realizado ofrece como resultado una situación de incertidumbre.
2) Dónde procede situar la franja del 90% de probabilidad en la función de
distribución.
3) Cómo distribuir los escenarios de riesgos. (UNIVERSITAT POMPEU
FABRA)
Apartado 1. Se propone modificar su redacción por:"1. El operador que
desarrolle una actividad económica o profesional incluida en el anexo III de la
Ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental deberá
disponer de un análisis de riesgos de la actividad o instalación, según el caso.
La cuantía de la garantía financiera deberá fijarse de conformidad con dicho
análisis, optando por la cuantía del daño medioambiental más alta que resulte
de la aplicación de los siguientes criterios:
a) El coste económico de reparación del escenario con el daño
medioambiental más alto, elegido entre los escenarios accidentales más
probables que agrupan el 90 por ciento del riesgo estimado total.
b) El coste económico de reparación del daño medioambiental asociado al
escenario accidental con mayor riesgo, esto es, el caso en que el producto
entre la probabilidad de ocurrencia del escenario accidental por las
consecuencias del mismo sea máximo." (UNESPA)
Se ha modificado el contenido y la ordenación del
capítulo para regular con mayor claridad y seguridad
jurídica el sistema aplicable para el cálculo de la
cobertura de las GF.
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de la cobertura
de las garantías financieras
Artículo 34. Determinación del escenario de
riesgo que se ha garantizar.
1. En caso de que el operador que desarrolle
una actividad económica o profesional incluida
en el anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de responsabilidad medioambiental
disponga de un análisis de riesgos de la
actividad o instalación, según el caso, la
garantía financiera deberá fijarse optando por la
cuantía del daño medioambiental más alta que
resulte de la aplicación de los siguientes
criterios:
a) El coste económico de reparación del
escenario con el daño medioambiental más alto,
elegido entre los escenarios accidentales más
probables que agrupan el 90 por cierto de la
probabilidad total.
b) El coste económico de reparación del daño
medioambiental
asociado
al
escenario
accidental con mayor riesgo, esto es, el caso en
que el producto entre la probabilidad de
ocurrencia del escenario accidental por las
consecuencias del mismo sea máximo.
2. En el caso de que el operador no disponga de
análisis de riesgos de la actividad o instalación,
el establecimiento de la garantía financiera
deberá apoyarse en el escenario accidental de
mayor daño medioambiental, es decir, el caso
más desfavorable, con independencia de la
probabilidad de dicho escenario.
Apartado 1. Se propone modificar su redacción por :"1. El operador que desarrolle una actividad
económica o profesional incluida en el anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad medioambiental deberá disponer de un análisis de riesgos de la actividad o
instalación, según el caso. La cuantía de la garantía financiera deberá fijarse de conformidad con
dicho análisis, optando por la cuantía del daño medioambiental más alta que resulte de la
aplicación de los siguientes criterios:
a) El coste económico de reparación del escenario con el daño medioambiental más alto, elegido
entre los escenarios accidentales más probables que agrupan el 90 por ciento del riesgo estimado
total.
Se
ha
modificado
el
contenido y la ordenación del
capítulo para regular con
mayor claridad y seguridad
jurídica el sistema aplicable
para el cálculo de la
cobertura de las GF.
b) El coste económico de reparación del daño medioambiental asociado al escenario accidental
con mayor riesgo, esto es, el caso en que el producto entre la probabilidad de ocurrencia del
escenario accidental por las consecuencias del mismo sea máximo." (POOL)
Apartado 2. Debe aclararse cómo se calcula el “escenario accidental de mayor daño
medioambiental”. (OFICEMEN)
Se
ha
modificado
el
contenido y la ordenación del
capítulo para regular con
mayor claridad y seguridad
jurídica el sistema aplicable
para el cálculo de la
cobertura de las GF.
Apartado 2. Se propone eliminar este apartado. Argumentan que "Sin análisis de riesgos no se
puede establecer el escenario de mayor daño." (UNESPA)
Se acepta.
Apartado 2. Se propone eliminar este apartado. Argumentan que "Sin análisis de riesgos no se
puede establecer el escenario de mayor daño." (POOL)
Se acepta.
La exposición de motivos del reglamento es muy amplia y detallada en lo que se refiere al aspecto
de cuantificación del daño y el artículo parece mucho más escueto. Sería conveniente completar el
contenido del artículo incorporando parte de lo señalado en la exposición de motivos al articulado
del reglamento. (SEVILLA)
La exposición de motivos,
cuya redacción se ha variado,
resume lo que se expone en
el articulado.
El análisis de riesgo debe realizarse de tal manera que sea válido para la constitución de las
garantías financieras. (SEVILLA)
Se acepta.
Tal y como se consensuó en el Grupo I de Prevención y evitación de daños medioambientales,
también se propuso la supresión del nº 2 del art. 34, ya que el análisis de riesgo debe ser
realizado en todo caso. (SEVILLA)
Se acepta.
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de
la cobertura de las garantías
financieras
Artículo 35. Cuantificación del daño
medioambiental producido por el
escenario de referencia.
1. La cuantificación del daño
medioambiental
del
escenario
accidental de referencia se realizará
siguiendo el mismo procedimiento
descrito en el Capitulo III.
2. A efectos de la fijación de la
garantía
financiera
por
responsabilidad medioambiental, los
daños agudos, crónico y potencial
equivalen a una pérdida de recurso o
servicio de un 75, 20 y 5 por ciento,
respectivamente.
3. La incertidumbre asociada a la
estimación de la magnitud del daño
medioambiental de una hipótesis de
accidente,
se
delimitará
preferentemente con la utilización
de modelos de simulación del
comportamiento
del
agente
desencadenante
del
daño
medioambiental.
4. Los modelos de simulación
empleados en la cuantificación
deberán
estar
avalados
por
metodologías
con
acreditación
nacional o europea, tales como las
previstas por la TGD (Technical
Guidance Document on Risk
Assessment, CE 2003).
Se necesita una mayor concreción a la hora de establecer los modelos de
simulación que pueden ser empleados. Es necesaria una Guía explicativa. En
todo caso, en este artículo, en lugar de tomar como modelo de referencia los
previstos por la TGD, debería hacer mención explícita a la norma UNE 150008
sobre análisis y evaluación del riesgo ambiental. (FEIQUE)
Este artículo no pretende indicar la forma de realizar el
análisis de riesgos (norma UNE 150008), sino describir
el proceso de cuantificación, en el que muchas veces es
preciso utilizar modelos de simulación y transporte del
agente en el receptor.
Se propone cambiar en el título del artículo "producido" por "estimado". (UNESPA)
La observación ha perdido el sentido a la luz de la
nueva redacción.
Se propone cambiar en el título del artículo "producido" por "estimado". (POOL)
La observación ha perdido el sentido a la luz de la
nueva redacción.
Apartado 1. Se propone cambiar "del escenario accidental de referencia" por
"estimado". (UNESPA)
La observación ha perdido el sentido a la luz de la
nueva redacción.
Apartado 1. Se propone cambiar "del escenario accidental de referencia" por
"estimado". (PÒOL)
La observación ha perdido el sentido a la luz de la
nueva redacción.
Apartado 4. Propongo una cita genérica sobre los documentos de referencia y no
una referencia expresa a la TGD, que puede cambiar cualquier día y queda feo,
en ese caso, citada en un Decreto. Cuestión de técnica legislativa.
(C.F.NAVARRA)
El reglamento no restringe la cuantificación del daño al
uso exclusivo de este documento. Su referencia es a
título de ejemplo dado que no existe demasiada
información accesible sobre difusión y cuantificación de
contaminantes en el medio ambiente.
De cara al establecimiento de la garantía financiera, se debe acotar o simplificar
más el proceso para la cuantificación de los daños ambientales. (SEVILLA)
Por razones de coherencia y homogeneidad, se
mantiene el mismo procedimiento para la cuantificación
del daño que para el cálculo de la cobertura de GF.
La elaboración de guías técnicas que desarrollen con un mayor nivel de detalle la
metodología para cuantificar el daño en los diferentes medios receptores. El
empleo de modelos de difusión de la contaminación y la metodología general
empleada para la valoración de los daños antes de haberse producido el
accidente, constituye uno de los retos que más preocupan a los sectores
afectados debido al alto grado de incertidumbre. (SEVILLA)
En la actualidad hay herramientas suficientes para
minimizar el grado de incertidumbre. En cualquier caso,
la comisión técnica de prevención tiene atribuida la
función de elaborar guías metodológicas cuando se
estime oportuno.
Se consensúa cambiar en el título “producido” por “estimado”. La cuantificación
debería hacerse, siempre que se disponga de ellos, sobre datos estadísticos. En
ausencia de éstos se utilizarán modelos para cuantificar el daño. Por lo que
respecta a los modelos, la redacción del nº 4 de este artículo debe considerarse
como meramente orientativa y no limitativa en relación con la utilización de otros
posibles modelos de simulación a utilizar para la cuantificación de los daños.
(SEVILLA)
La observación ha perdido el sentido a la luz de la
nueva redacción.
Capítulo V.
financieras.
Garantías
Sección 1ª. Fijación del
importe de la cobertura de
las garantías financieras
Artículo 36. Monetización
del escenario accidental de
referencia
1. La monetización de la
garantía
financiera
se
estimará sobre la base al
coste del proyecto o de los
proyectos que resulten de
aplicar la metodología
descrita en el Capítulo IV.
2. En concepto de margen
de seguridad y en función
del grado de incertidumbre
del coste de la reparación
previsto,
la
autoridad
competente
podrá
incrementar
el
coste
resultante en un porcentaje
que no sobrepasará el 20
por ciento.
Artículo 37. Actualización
del importe mínimo de la
garantía financiera.
El importe mínimo que se
haya de garantizar será
revisado
anualmente
conforme a la evolución
del I.P.C. El operador
deberá
ajustarla
en
consecuencia
en
cada
renovación de la garantía.
Se propone cambiar "monetización" por "valoración monetaria". (UNESPA)
Se mantiene la expresión “monetización” entendida
ésta como una fase de la valoración monetaria.
Se propone cambiar "monetización" por "valoración monetaria". (POOL)
Se mantiene la expresión “monetización” entendida
ésta como una fase de la valoración monetaria.
Apartado 1. Debe corregirse el enunciado del punto 1º teniendo en cuenta que el hecho de no
tener una evidencia física de la magnitud real del daño requiere un procedimiento particular
para el establecimiento de GF, considerando el nivel de incertidumbre y no ha sido aportado
por "estar en fase de adecuación". (ANPROGAPOR)
A pesar de que haya que recurrir a modelos de
simulación, la metodología a seguir es la misma
seleccionando un escenario base a partir del AR.
Apartado 1. Debe corregirse el enunciado del punto 1º del artículo 36 que establece que “la
monetización de la garantía financiera se estimará sobre la base al coste del proyecto o de
los proyectos que resulten de aplicar la metodología descrita en el capítulo 4”. Por cuanto y tal
y como se recoge en la memoria explicativa, el hecho de no tener una evidencia física de la
magnitud real del daño ocasionado, requiere un procedimiento particular para el
establecimiento de las garantías financieras considerando el nivel de incertidumbre y que no
ha sido aportado por “estar en fase de adecuación”. (INPROVO)
A pesar de que haya que recurrir a modelos de
simulación, la metodología a seguir es la misma
seleccionando un escenario base a partir del
análisis de riesgos.
Apartado 1. Se propone cambiar "monetización" por "cuantía". (UNESPA)
Se acepta.
Apartado 1. Se propone cambiar "monetización" por "cuantía". (POOL)
Se acepta.
Se propone la sustitución de “Monetización” por “Valoración monetaria”. (SEVILLA)
Se mantiene la expresión “monetización” entendida
ésta como una fase de la valoración monetaria.
Creo que sobra la última frase pues creo que la aplicación del IPC a la renovación de la
garantía se puede hacer de forma automática. (C.F. NAVARRA)
Se mantiene por razones de seguridad jurídica.
Esta actualización debería aplicarse también para revisar el valor monetario de los servicios y
recursos naturales expuestos al riesgo, así como de sus costes de reparación y gastos
complementarios estimados, de modo que para las nuevas autorizaciones las sumas a
garantizar sean homogéneas a igual riesgo, con las exigidas en autorizaciones otorgadas en
años anteriores. Además, de no hacerlo así, se desvirtuaría el principio de equivalencia entre
la cuantía asegurada y el valor del daño estimado. (UNESPA)
El artículo se refiere únicamente al importe mínimo
de la GF.
Esta actualización debería aplicarse también para revisar el valor monetario de los servicios y
recursos naturales expuestos al riesgo, así como de sus costes de reparación y gastos
complementarios estimados, de modo que para las nuevas autorizaciones las sumas a
garantizar sean homogéneas a igual riesgo, con las exigidas en autorizaciones otorgadas en
años anteriores. Además, de no hacerlo así, se desvirtuaría el principio de equivalencia entre
la cuantía asegurada y el valor del daño estimado. (POOL)
El artículo se refiere únicamente al importe mínimo
de la GF.
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de la cobertura de las garantías financieras
Artículo 37. Actualización del importe mínimo de la garantía financiera.
El importe mínimo que se haya de garantizar será revisado anualmente
conforme a la evolución del I.P.C. El operador deberá ajustarla en
consecuencia en cada renovación de la garantía.
Debería quedar claro que, con independencia de la actualización o
revisión anual según el IPC del importe mínimo de la garantía financiera,
para mantenerla en valores constantes, la puesta en funcionamiento en la
instalación o actividad de nuevos sistemas de control, de depuración de
contaminantes y barreras que disminuyan la probabilidad de que se
produzcan sucesos iniciadores de daños ambientales y minimicen la
posible magnitud del daño ambiental ocasionable deberían permitir que el
operador pueda solicitar a la Administración una revisión a fondo de la
cobertura de la garantía , aplicando los criterios y metodologías
pertinentes, de la que pueda resultar una Resolución de modificación de
la cuantía a garantizar. (UNESA)
La redacción actual no impide
la observación indicada.
Actualización anual del importe a garantizar conforme a la evolución del
IPC:
Se sigue el criterio del
Consorcio de Compensación
de Seguros.
Resulta discutible la actualización anual del importe a garantizar conforme
la evolución del IPC. Esa propuesta de revisión anual automática no la ha
contemplado la Ley 26/2007 con objeto de evitar espirales de escalada en
los precios, razón por la que tampoco procedería establecerla ahora vía
reglamentaria. Quizás, lo más oportuno sería remitir este aspecto a lo
contemplado con carácter general en la normativa aplicable (Ley de
seguros u otras normas de rango legal). (MINISTERIO DE ECONOMÍA Y
HACIENDA)
La última frase puede inducir a equívocos (“El operador deberá…”). Debe
suprimirse, ya que no afecta al contenido del artículo. (OFICEMEN)
Se considera correcta
redacción actual.
Se discutieron otras alternativas de actualización distintas al IPC como por
ejemplo, la variación del valor de los recursos naturales, que no tiene por
qué coincidir con el IPC.
Se mantiene el criterio
vigente
para
otras
obligaciones
de
aseguramiento existentes en
la actualidad.
La actualización deberá realizarse con la utilización de metodologías
certificadas. Se analizó el desfase que puede producirse entre la entrada
en vigor de la Ley y el desarrollo de las correspondientes metodologías.
(SEVILLA)
la
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de la cobertura de las garantías financieras
Artículo 37. Actualización del importe mínimo de la garantía financiera.
El importe mínimo que se haya de garantizar será revisado anualmente
conforme a la evolución del I.P.C. El operador deberá ajustarla en
consecuencia en cada renovación de la garantía.
Artículo 38. Nivel de aplicación.
La garantía financiera por responsabilidad medioambiental se establecerá
por cada unidad sujeta a autorización administrativa de las actividades
profesionales relacionadas en el Anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de responsabilidad medioambiental.
La vigencia de la garantía financiera vendrá dada por el mercado, ya
que si ésta se constituye a través de un seguro, serán las propias
compañías aseguradoras las que tengan más interés en poseer una
valoración del riesgo actualizada. También el propio operador, debe
ser consciente de que la responsabilidad es suya y que su garantía
debe ser suficiente para cubrir sus riesgos. (SEVILLA)
Se comparte el planteamiento.
Desde el punto de vista de las Comunidades Autónomas, se plantea
el problema de que la actualización puede producir variaciones sobre
las valoraciones que sirvieron de base para el otorgamiento de
autorizaciones y podría producirse un efecto espiral. (SEVILLA)
La actualización de las GF es una
práctica habitual en el sector
financiero.
Se planteó el problema de la competitividad de las empresas
españolas frente a empresas de la Unión Europea, cuyos estados
miembros no han establecido la obligatoriedad de la garantía
financiera. (SEVILLA)
La obligación de constituir GF
está exigida por al Ley 26/2007
no por el reglamento.
Este artículo indica que la garantía financiera se establecerá por cada
“unidad” sujeta a autorización administrativa de las actividades
relacionadas en el anexo III, creemos que deberíamos definir el
término “unidad”, ¿es instalación?, ¿es autorización? (WILLIS)
Se ha suprimido la palabra
“unidad” y se ha modificado la
redacción del precepto para tratar
de clarificar su alcance.
En este artículo se habla de “unidad sujeta autorización”. Este
concepto debe ser aclarado ya que plantea problemas de aplicación.
(SEVILLA)
Se ha suprimido la palabra
“unidad” y se ha modificado la
redacción del precepto para tratar
de clarificar su alcance.
En el caso de instalaciones en diferentes Comunidades Autónomas
como se resuelve ¿por autorización?, ¿por unidad?, ¿por actividad?,
¿por instalación? ¿En el caso de transporte como debe interpretarse?
(SEVILLA)
Se ha suprimido la palabra
“unidad” y se ha modificado la
redacción del precepto para tratar
de clarificar su alcance.
Se plantea la posibilidad de analizar cuál es el mayor riesgo del
operador, y sobre esta base fijar la garantía para todas sus
¿actividades?, ¿unidades?, ¿instalación? (SEVILLA)
Se ha suprimido la palabra
“unidad” y se ha modificado la
redacción del precepto para tratar
de clarificar su alcance.
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de la cobertura de las garantías financieras
Artículo 39. Fijación de la garantía financiera para operadores que sean
titulares de varias actividades o instalaciones.
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 25 de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de responsabilidad medioambiental, la cuantía garantizada será
independiente de la que pueda respaldar actividades que sean objeto de
autorizaciones diferentes, otorgadas tanto por la autoridad medioambiental
como por otras. A estos efectos, se establecen las siguientes reglas:
a) Cuando el operador desarrolle actividades sujetas a autorizaciones
independientes, ya sea por tener lugar en centros diferentes, ya sea por abarcar
territorios competencia de autoridades diferentes, el operador podrá elegir entre
estas dos opciones:
1ª La constitución de instrumentos de garantía independientes.
2ª La inclusión en un mismo instrumento de garantía de todas las actividades
desarrolladas.
En este segundo caso, deberá determinarse claramente que la garantía que
cubra la actividad objeto de una autorización no quedará agotada ni reducida
por siniestros causados por una actividad sujeta a otra autorización
independiente.
Si la actividad objeto de autorización no se desarrolla en centros concretos y se
lleva a cabo en el ámbito de competencia de dos o más autoridades
medioambientales, la garantía deberá especificar que la suma garantizada para
el conjunto de eventos dañosos que puedan ocurrir durante una anualidad sea al
menos el doble de la que se haya fijado con arreglo al artículo (anterior).
b) Cuando un operador desarrolle actividades sometidas a autorización
ambiental e incluidas en el anexo III de la Ley y otras que no lo están,
utilizando para ambas las mismas instalaciones, medios de transporte o
personal, podrá admitirse que quede incluida en la garantía la responsabilidad
que pueda generarse con el conjunto de actividades en las que se dé dicha
circunstancia.
En este segundo caso se debe concretar cómo se establecerá dicha
garantía. (FEIQUE)
Se ha modificado la
redacción del precepto para
tratar de clarificar su
alcance.
Deberíamos aclarar el término “territorios competencia de autoridades
diferentes”, ¿incluye la Unión Europea?, ya que al ser la Ley 26/2007 la
transposición de la directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 21 de abril de 2004, sobre responsabilidad medioambiental,
y al estar pendiente la garantía financiera al informe de la Comisión
Europea, previsto para abril del 2010, creemos que para empresas
multinacionales con intereses e instalaciones a nivel internacional o
comunitario, debería dejar incorporarlos bajo el mismo criterio. (WILLIS)
Se ha suprimido el inciso.
Comentario. En el caso de que un operador opte por una garantía
financiera que cubra autorizaciones diferentes en un mismo instrumento
sólo se exige la determinación de que la cobertura no se agota por el
siniestro de una actividad. WWF/Adena cree que a lo mejor estaba bien
especificar en dicho instrumento la garantía que cubre cada actividad.
Igualmente en el caso de que en un mismo instrumento se cubran
actividades incluidas en el anexo III y otras actividades, entendemos
que sería conveniente la concreción de cada cobertura.
Se ha modificado la
redacción del precepto para
tratar de clarificar su
alcance.
Propuesta. Artículo 39.-... En este segundo caso, deberá determinarse
claramente que la garantía cubre cada actividad objeto de una
autorización y que (la garantía que cubra la actividad objeto de una
autorización) no quedará agotada ni reducida por siniestros causados
por una actividad sujeta a otra autorización independiente…
(WWF/Adena)
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de la cobertura de las garantías financieras
Artículo 39. Fijación de la garantía financiera para operadores que sean
titulares de varias actividades o instalaciones.
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 25 de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de responsabilidad medioambiental, la cuantía garantizada será
independiente de la que pueda respaldar actividades que sean objeto de
autorizaciones diferentes, otorgadas tanto por la autoridad medioambiental
como por otras. A estos efectos, se establecen las siguientes reglas:
a) Cuando el operador desarrolle actividades sujetas a autorizaciones
independientes, ya sea por tener lugar en centros diferentes, ya sea por
abarcar territorios competencia de autoridades diferentes, el operador podrá
elegir entre estas dos opciones:
De la redacción del segundo párrafo de la opción 2ª parece deducirse
que cada actividad deberá contar con una cobertura de hasta
20.000.000 de euros. Debe preverse la posibilidad de una cobertura de
ese importe máximo para un conjunto de actividades de un mismo
operador. (OFICEMEN)
Se
ha
modificado
la
redacción del precepto para
tratar de clarificar su alcance.
En este segundo caso se debe concretar cómo se establecerá dicha
garantía. (SECTOR TRANSPORTE)
Se
ha
modificado
la
redacción del precepto para
tratar de clarificar su alcance.
Inclusión en un mismo instrumento de garantía de todas las actividades
desarrolladas. (AGERS)
Se
ha
modificado
la
redacción del precepto para
tratar de clarificar su alcance.
Habría que desarrollar el Reglamento para que expresamente, aquellas
compañías que operen en varias instalaciones ubicadas en
emplazamientos diferentes, cumplan con la Ley de Responsabilidad
Ambiental, constituyendo una garantía financiera única correspondiente
a la instalación de coste económico de reparación de daño
medioambiental más alto. En cualquier caso en la determinación de este
coste, se debería tener en cuenta la estadística disponible para
determinar y evaluar las probabilidades de los daños posibles.
(ASTERQUIGÁS)
Se
ha
modificado
la
redacción del precepto para
tratar de clarificar su alcance.
Establece que “deberá determinarse claramente que la garantía que
cubra la actividad objeto de una autorización no quedará agotada ni
reducida por siniestros causados por una actividad sujeta a otra
autorización independiente”. Se trata de una cláusula muy ambigua y
para dotarla de más seguridad jurídica y claridad de forma que tanto las
administraciones como las aseguradoras sepan exactamente lo que
tiene que incluirse en la póliza proponemos añadir el siguiente párrafo
de índole técnico asegurador: “…mediante cláusula de reposición
automática de capital en caso de agotamiento o reducción en más de un
50% el límite obligatorio establecido en este Reglamento”, tal como
establece el art.41.2 sobre el Control de las Garantías Financieras.
(FERROVIAL)
Se acepta.
1ª La constitución de instrumentos de garantía independientes.
2ª La inclusión en un mismo instrumento de garantía de todas las actividades
desarrolladas.
En este segundo caso, deberá determinarse claramente que la garantía que
cubra la actividad objeto de una autorización no quedará agotada ni reducida
por siniestros causados por una actividad sujeta a otra autorización
independiente.
Si la actividad objeto de autorización no se desarrolla en centros concretos y
se lleva a cabo en el ámbito de competencia de dos o más autoridades
medioambientales, la garantía deberá especificar que la suma garantizada
para el conjunto de eventos dañosos que puedan ocurrir durante una
anualidad sea al menos el doble de la que se haya fijado con arreglo al
artículo (anterior).
b) Cuando un operador desarrolle actividades sometidas a autorización
ambiental e incluidas en el anexo III de la Ley y otras que no lo están,
utilizando para ambas las mismas instalaciones, medios de transporte o
personal, podrá admitirse que quede incluida en la garantía la
responsabilidad que pueda generarse con el conjunto de actividades en las
que se dé dicha circunstancia.
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 1ª. Fijación del importe de la cobertura de las garantías
financieras
Artículo 40. Exigencia de las coberturas en los casos en que la
actividad se desarrolla en lugares en los que el estado básico de los
recursos naturales expuestos al riesgo esté ya afectado por daños
significativos.
En los casos en que exista constancia o se deduzca fundadamente que
el estado básico de los recursos naturales expuestos al riesgo de una
actividad sujeta comprendida en el anexo III de la Ley 26/2007, de 23
de octubre de responsabilidad medioambiental está afectado por daños
significativos en el momento de solicitar la autorización ambiental, la
Administración pública competente para el otorgamiento de la
autorización tendrá en cuenta esta circunstancia a efectos de permitir
la exclusión expresa de dichos daños de la garantía obligatoria.
Comentario. Creemos que la afirmación “permitir la exclusión expresa de dichos
daños” ha de ser matizada. Un medio degradado puede serlo más, y esa
diferencia de degradación ha de ser reparada y, en consecuencia, asegurada.
Pensemos en los casos más frecuentes, en que el mismo operador causante de la
degradación es que, a la hora de concertar el seguro, se pretende eximir de los
daños ambientales que originó, antes de que la legislación de responsabilidad
ambiental entrase en vigor.
El apartado observado ha
sido suprimido.
Propuesta. Que se precise la redacción para que se diferencien claramente los
daños excluidos de la responsabilidad, de los daños que se causen, porque éstos
últimos han de quedar incluidos y garantizados.
Artículo 40.- Exigencia de cobertura en los casos en que la actividad se desarrolla
en lugares en los que el estado básico de los recursos naturales expuestos al
riesgo esté ya afectado por daños significativos.
En los casos en que exista constancia o se deduzca fundadamente que el estado
básico de los recursos naturales expuestos al riesgo de una actividad sujeta
comprendida en el anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de octubre de
responsabilidad medioambiental está afectado por daños significativos en el
momento de solicitar la autorización ambiental, la Administración pública
competente para el otorgamiento de la autorización tendrá en cuenta esta
circunstancia a efectos de diferenciar entre daños ya causados y los que se
causen, al efecto de excluir los primeros de la garantía obligatoria. (WWF/Adena)
Proponen añadir el párrafo al final del artículo "En el estado básico y evaluaciones
posteriores de los terrenos dedicados a cultivos agrícolas, no se tendrán en
cuenta la densidad, cobertura, biomasa o semillas de las plantas indeseables, ni
se considerarán los organismos que dan lugar a plagas o enfermedades de los
cultivos, pues su control es necesario para la producción eficiente de alimentos,
fibras, piensos o biocombustibles." (ASEBIO)
El apartado observado ha
sido suprimido.
Es imprescindible aclarar a qué "autorización ambiental" se refiere, ya que será
frecuente la situación en que una actividad recogida en el Anexo III de la LRM
esté siempre a más de una autorización cuya finalidad sea la de proteger el
medio ambiente (por ejemplo, autorización ambiental integrada y licencia de
actividad clasificada). (OFICEMEN)
El apartado observado ha
sido suprimido.
Los daños preexistentes deben ser excluidos, para ello es necesario disponer de
una información fiable del estado básico. (SEVILLA)
El apartado observado ha
sido suprimido.
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 2ª. Control de las garantías financieras
Este artículo ha sido redactado considerando que la garantía financiera se
constituye a través de un seguro. Es necesario modificar la redacción para dar
entrada a la constitución de avales o de reservas propias. (SEVILLA)
Se acepta.
¿Qué pasa cuando cesa la actividad? Es un momento delicado y cuando existe
más peligrosidad y posibilidades de que se produzcan daños.
Se está a lo que al efecto
dispone la Ley 26/2007
(Capítulo IV).
¿Posibilidad de garantías ex post a través de hipotecas? (SEVILLA)
Artículo 41. Continuidad de la cobertura durante el periodo de
exigencia de responsabilidad y aspecto temporal de la garantía.
1. La garantía deberá quedar constituida desde la fecha en que surta
efectos la autorización necesaria para el ejercicio de la actividad. El
operador deberá mantener la garantía en vigor durante todo el periodo
de actividad. La autoridad competente establecerá los
correspondientes sistemas de control que permitan constatar la
vigencia de tales garantías, a cuyo efecto las entidades aseguradoras,
las entidades financieras y los propios operadores deberán
proporcionar a la autoridad competente la información necesaria.
2. El agotamiento de las garantías o su reducción en más de un 50 por
ciento determinará la obligación del operador de reponerlas en un
plazo de seis meses desde la fecha en la que se conozca o sea
estimado con un grado de certidumbre razonable el importe de la
obligación garantizada.
3. Salvo en el plazo establecido en los casos regulados en el apartado
anterior, la autoridad competente para la autorización ambiental se
asegurará de que la vigencia de la garantía no quede interrumpida
durante el periodo que media entre la fecha en la cual se otorga la
autorización y aquella en la que, tras cesar la actividad, caduca la
responsabilidad. A estos efectos, podrá exigir al operador autorizado
justificación de los siguientes extremos:
a) La efectiva vigencia de la garantía y su renovación al final del
periodo de validez, mediante la presentación del recibo de prima
inicial y los recibos correspondientes a los sucesivos periodos de
cobertura.
b) Que, en caso de reemplazo de un contrato por otro, no existen
desajustes en los periodos de cobertura por los que algún hecho pueda
no encontrarse cubierto ni por la póliza reemplazada ni por la
reemplazante.
c) Que, al finalizar la actividad autorizada, no existen lagunas de
cobertura entre la fecha en que finaliza la garantía del seguro y
aquella a partir de la cual otorga cobertura el Fondo de indemnización
regulado en el artículo 33 de la Ley 26/2007, de 23 de octubre de
responsabilidad medioambiental
En cuanto a la fecha del año 2010 como punto de partida para la exigencia de la
garantía financiera, sería bueno clarificar su relación con la IPPC. (ANE)
Ésta es una cuestión de
compatibilidad
entre
normas de rango legal que
no puede resolverse en
este reglamento.
Apartado 1. Cualquier actividad necesita varias “autorizaciones necesarias para
su ejercicio”, por lo que es imprescindible identificar a cuál de esos varios títulos
se va a referir el reglamento. (OFICEMEN)
A efectos de la obligación
de
constituir
GF,
el
reglamento ya prevé la
posibilidad que una misma
actividad esté sujeta a
distintas
autorizaciones
administrativas.
Los apartados 1 y 2 deberían suprimirse ya que repiten lo que dice la LRM en su
artículo 31. (OFICEMEN)
Se mantienen por razones
de sistemática.
En opinión de las Cajas de Ahorros, el artículo 41 del borrador de Reglamento,
relativo a la “continuidad de la cobertura durante el periodo de exigencia de
responsabilidad y aspecto temporal de la garantía”, plantea ciertas dificultades
que harían más propicia la contratación de una póliza de seguro que un aval por
parte de la empresa (el operador). Las Cajas de Ahorros proponen introducir los
siguientes cambios en el proyecto de Reglamento de desarrollo de la LRM:
Se ha modificado el texto
para tratar de abordar
ciertas peculiaridades de
los avales como modalidad
de GF.
a) El título del Artículo 41 del borrador, debería quedar redactado como sigue:
“Continuidad de la cobertura durante el período de exigencia de responsabilidad
actividad y aspecto temporal de la garantía.”
b) El Apartado 3º del Artículo 41 del borrador debería comenzar del siguiente
modo: “En el caso de contratación de una póliza de seguros, Salvo en el plazo
establecido en los casos regulados en el apartado anterior, la autoridad
competente para la autorización medioambiental ...” (Resto, igual), con el fin de
indicar claramente que este Apartado será de aplicación a esa modalidad
exclusivamente, puesto que todos los requisitos que siguen a continuación se
refieren a dichos seguros y la propia Memoria así lo justifica.
c) En el Artículo 42.4 de este Proyecto, 2ª línea, se debería señalar
expresamente que la referencia al “Artículo 24”, es “de la Ley”, y no del propio
Reglamento. (CECA)
Capítulo V. Garantías financieras.
Sección 2ª. Control de las garantías financieras
Artículo 42. Fondo de Compensación de Daños Medioambientales del Consorcio de Compensación de Seguros.
1. Los titulares de actividades que, estando obligados a constituir una garantía financiera conforme a la ley, opten por la alternativa de
contratar un seguro, deberán complementar dicha cobertura con la contribución al Fondo de Compensación de Daños Medioambientales que
será gestionado y administrado por el Consorcio de Compensación de Seguros. Dicha contribución se recaudará por las entidades
aseguradoras junto con sus primas mediante un recargo en la prima del seguro, que será ingresado al Consorcio de forma mensual. La cuantía
de la contribución se fijará mediante las tarifas que se aprueben por Resolución de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
2. El Fondo estará destinado a prolongar la cobertura del seguro para las responsabilidades aseguradas en la póliza original, y en sus mismos
términos, por aquellos daños que, habiendo sido causados por las actividades autorizadas durante el periodo de vigencia del seguro, se
manifiesten o reclamen después del transcurso de los plazos de manifestación o reclamación admitidos en la póliza, y se reclamen en el
transcurso, como máximo, de un número de años igual a aquel durante el cual estuvo vigente la póliza de seguro, contados desde que ésta
terminó y con el límite de 30 años.
No obstante, hay que tener en cuenta que los plazos de manifestación y reclamación admitidos en la póliza incluyen los tres años siguientes a
la terminación de la vigencia del seguro, por tanto el límite de cobertura del Consorcio nunca sería superior a 27 años.
En el supuesto de que en algún momento el seguro fuese interrumpido, por no haberse procedido a su renovación, este período de interrupción
será excluido a efectos de la cobertura del Fondo.
3. El Fondo no otorgará cobertura para:
a) Las actividades cuyos seguros hayan sido cancelados antes de cesar la actividad.
b) Los daños que hayan sido generados después de cesar la actividad, por haberse abandonado instalaciones con potencial contaminante, sin
cumplir con las medidas obligatorias para evitar dicho riesgo.
c) Hechos, daños o responsabilidades que no hubieran tenido cobertura en el seguro si hubiera estado la póliza en vigor.
d) Episodios de contaminación que sean descubiertos de forma fehaciente por primera vez, antes de transcurrir tres años desde que tuvo lugar
el cese de la actividad asegurada. A estos efectos, se considera la fecha de cese de la actividad asegurada aquella en la que concluyeron las
operaciones preceptivas para el saneamiento o desmantelamiento de las instalaciones a efectos de prevención de contaminaciones futuras, o
bien aquella en la que el asegurado dejó de llevar a cabo cualquier tipo de actividad en la instalación.
e) Episodios de contaminación que sean reclamados por primera vez después de transcurrir treinta años desde el cese de la actividad
asegurada.
Con cargo al mismo Fondo, además, el Consorcio atenderá las obligaciones que, en los términos y con los límites de la póliza de seguro,
correspondan a aquellos operadores que la hayan suscrito, y cuya entidad aseguradora hubiera sido declarada en concurso o, habiendo sido
disuelta, y encontrándose en situación de insolvencia, estuviese sujeta a un procedimiento de liquidación intervenida o ésta hubiera sido
asumida por el propio Consorcio de Compensación de Seguros.
4. Las responsabilidades del Fondo se corresponderán en cada caso con los importes que, según cada tipo de actividad, hayan sido
determinadas de conformidad con lo previsto en el artículo 24 y, en el caso de las mencionadas en el primer apartado de este artículo,
quedarán limitadas, además, al importe total constituido en el mismo.
En el caso de que durante el periodo de vigencia del seguro o los seguros sucesivos, la suma asegurada se haya modificado, el Fondo cubrirá
una suma asegurada equivalente a la media aritmética de las sumas aseguradas durante todas las anualidades en que los seguros han estado
vigentes.
5. Con cargo al Fondo no se atenderán las exclusiones de cobertura contempladas en la póliza de seguro, ni las establecidas en la Ley
Apartado
2.
Debería
suprimirse ya que repite lo
que dice la LRM en su
artículo 33.1 (OFICEMEN)
Se mantiene
por razones
de
sistemática.
Apartado
3.
Debería
suprimirse ya que repite lo
que dice la LRM en su
artículo 33.2 (OFICEMEN)
Se mantiene
por razones
de
sistemática.
Apartado 3. Letra c). Debe
suprimirse “Hechos, daños”,
ya que el Fondo da cobertura
para
“responsabilidades”.
(OFICEMEN)
Se considera
técnicamente
correcta
la
redacción
actual.
Apartado 3. Letra d). Con el
objeto de que el Documento
de Trabajo sea coherente con
el artículo 4 LRM, debe
suprimirse la frase “aquella
en la que… futuras, o bien”
que se encuentra entre las
líneas tercera y quinta de
este artículo. (OFICEMEN)
Se considera
técnicamente
correcta
la
redacción
actual.
Apartado
4.
Debería
suprimirse ya que repite lo
que dice la LRM en su
artículo 33.3 (OFICEMEN)
Se mantiene
por razones
de
sistemática.
Apartado 4. Las Cajas de
Ahorros proponen introducir
los siguientes cambios en el
proyecto de Reglamento de
desarrollo de la LRM: c) En el
Artículo
42.4
de
este
Proyecto, 2ª línea, se debería
señalar expresamente que la
referencia al “Artículo 24” , es
“de la Ley”, y no del propio
Reglamento. (CECA)
Se acepta.
26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental y en las disposiciones que la desarrollan.
6. Las entidades aseguradoras vendrán obligadas a conservar la información relativa a los contratos de seguros suscritos para dar cobertura a
la garantía financiera obligatoria, debiendo poner a disposición del Consorcio esta información cuando le sea solicitada. La información
deberá contener los siguientes datos:
a) Actividad.
b) Nombre del tomador y operador.
c) Suma asegurada.
d) Períodos de vigencia de la póliza.
e) Condiciones de cobertura.
Disposiciones
Disposición adicional primera. Bancos de Hábitats
Los operadores que desarrollen actividades económicas o
profesionales incluidas en el anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de responsabilidad ambiental podrán utilizar, para
materializar las compensaciones por los daños causados al medio
ambiente, mecanismos de mercado sobre recursos naturales
previamente constituidos. En este sentido, se constituirán Bancos de
Hábitats que podrán generar recursos y servicios ambientales a
través de proyectos de reparación, mejora o recreación para vender
posteriormente los créditos obtenidos a los operadores que los
necesiten, siempre que asuman el compromiso ineludible de realizar
por su cuenta la recuperación del lugar dañado por el operador al
que venden los créditos ambientales.
Me gusta la idea pero la veo un poco utópica y con dificultades de gestión.
Quizá había que añadir algo al respecto, aunque sea que su creación y
funcionamiento se concretará más adelante. (C.F NAVARRA)
Se entiende el planteamiento. Se
ha modificado la redacción para
concretar sus posibilidades de
aplicación.
Requieren mayor información los Bancos de Hábitats que se prevé puedan
utilizar los operadores para materializar las compensaciones por daños
ambientales. (Esos bancos de capital público podrán recibir las reservas
específicas que constituyan los operadores, como garantía financiera).
(MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA)
Se entiende el planteamiento. Se
ha modificado la redacción para
concretar sus posibilidades de
aplicación.
Establece la posibilidad de realizar análisis de riesgos sectoriales para las
actividades incluidas en el Anexo III de la Ley 26 / 2007 (IPPC). A voz de
pronto parece una posibilidad complicada de ponerse en práctica. La
memoria explicativa que acompaña al borrador explica un poco más este
punto, pero es necesario mayor desarrollo para conocer / analizar los
posibles beneficios de utilizar esta opción. (FEIQUE)
Se está estudiando la posibilidad
de contar con modelos de AR
medioambientales tipo que sirvan
de base para la fijación de límites
estandarizados o de coberturas
por sectores.
Se considera una propuesta positiva la posibilidad de realizar un análisis de
riesgo sectorial, siendo esencial en el caso de los ganaderos.
(ANPROGAPOR)
Se comparte.
No se establece cuál sería el procedimiento para declarar a una instalación
concreta exenta de realizar análisis de riesgo. (ARAGÓN)
La obligación de realizar un AR
está vinculada a la constitución
de la GF.
Se considera que un análisis de riesgos debe ser concreto para una
determinada actividad o instalación, y que un análisis de riesgos sectorial
puede incurrir en generalizaciones, carecer de suficiente concreción y ser,
por tanto, insuficiente para su aplicación al caso concreto. (ARAGÓN)
El AR sectorial persigue ofrecer
una serie de pautas que permitan
evaluar la necesidad de realizar
posteriormente
un
análisis
pormenorizado.
Para el caso de las instalaciones ganaderas se propone que en esta DA 2ª
del borrador de reglamento se indique expresamente que el análisis de
riesgo sectorial sea obligatorio. Parece la dinámica más coherente y racional
para el sector ganadero, que dada su estructura y las obligaciones
impuestas es el único camino para su cumplimiento sin quebranto
económico injustificado. (ARAGÓN)
La obligación de realizar un AR
está vinculada a la constitución
de la GF.
Los Bancos de Hábitats de capital público podrán ser receptores de
las reservas específicas que se constituyan para cubrir las garantías
financieras que deban establecer los operadores.
Disposición adicional segunda. Soluciones sectoriales para la
fijación de la cobertura de garantías financieras.
1. Para la estimación de la garantía financiera, los operadores que
desarrollen actividades económicas o profesionales incluidas en el
anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad
medioambiental podrán estar exentos de realizar un análisis de
riesgos de la actividad o instalación sujeta a autorización siempre
que exista un análisis de riesgos de carácter sectorial.
2. Un análisis de riesgos sectorial deberá incorporar todas las
tipologías de actividades e instalaciones del sector en todas las
situaciones relevantes en relación a los receptores.
Disposiciones
Disposición adicional segunda. Soluciones sectoriales para la
fijación de la cobertura de garantías financieras.
1. Para la estimación de la garantía financiera, los operadores que
desarrollen actividades económicas o profesionales incluidas en
el anexo III de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
responsabilidad medioambiental podrán estar exentos de realizar
un análisis de riesgos de la actividad o instalación sujeta a
autorización siempre que exista un análisis de riesgos de carácter
sectorial.
2. Un análisis de riesgos sectorial deberá incorporar todas las
tipologías de actividades e instalaciones del sector en todas las
situaciones relevantes en relación a los receptores.
Según esta disposición, los operadores pueden estar exentos de realizar un
análisis de riesgos de la actividad o instalación sujeta a autorización siempre
que exista un análisis de riesgos de carácter sectorial. Esto supone un cierto
alivio de las obligaciones impuestas, pero menor en relación con la carga que
el borrador de RLRMA impone. (AEAS)
Este precepto ha desaparecido.
No obstante, la obligación de
realizar un AR está vinculada a la
constitución de la GF.
Según esta disposición, los operadores pueden estar exentos de realizar un
análisis de riesgos de la actividad o instalación sujeta a autorización siempre
que exista un análisis de riesgos de carácter sectorial. Esto supone un cierto
alivio de las obligaciones impuestas, pero menor en relación con la carga que
el borrador de RLRMA impone. (AGA)
Este precepto ha desaparecido.
No obstante, la obligación de
realizar un AR está vinculada a la
constitución de la GF.
Al final del apartado 1 añadiría “y se demuestre que es aplicable a esa
actividad concreta”, para una mayor garantía de que se queda exento del
análisis de los riesgos porque existe otro que puede sustituirlo. En esa línea
comentaba en las cuestiones generales, al principio de estos comentarios lo
de los protocolos para actividades más o menos equivalentes. (C.F.
NAVARRA)
Este precepto ha desaparecido.
No obstante, la obligación de
realizar un AR está vinculada a la
constitución de la GF.
Creemos que un análisis de riesgos de carácter sectorial no responde a
criterios de valoración individuales instalación por instalación que requiere la
mayor parte del mercado asegurador, ya que los sistemas de gestión
medioambiental, las medidas de protección, el nivel de inversión y
modernización de una instalación, aplicados de forma individual pudiera tener
efectos significativos distintos en las valoraciones de riesgos de instalaciones
similares en entornos medioambientales diferentes. Sobre lo anteriormente
expuesto, debemos de tener en cuenta que, el propio Ministerio en la
exposición de motivos hace referencia a la importancia de consensuar
Aseguradores y Administración la evaluación del riesgo medioambiental.
(WILLIS)
El hecho de que exista un
análisis de riesgos sectorial no
quita que de cara a la fijación de
la garantía financiera se realice
un
estudio
pormenorizado,
adecuado al caso de estudio,
para el escenario accidental
resultante de dicho análisis.
Estamos de acuerdo en este enfoque, dada la situación muy similar en cuanto
a tipo de instalaciones y riesgo a considerar para ellas de las explotaciones
ganaderas de la cada especie. Ello facilitará la aplicación del Reglamento y
sin duda abaratará los costes de aplicación para los operadores, sin
menoscabo del cumplimiento de los objetivos previsto en el mismo. Los
resultados de dicho análisis de riesgo sectorial deberían tenerse en cuenta
junto con el informe de la Comisión Europea al que se refiere el artículo 14.2
de la Directiva 2004/35/CE que entre otros aspectos debe considerar la
exclusión de actividades de bajo riesgo. Hay que recordar que dicho informe,
de acuerdo con la Disposición adicional cuarta de la Ley 26/2007, se tomará
en consideración para establecer el calendario a partir del cual será exigible la
constitución de garantías financieras obligatorias para cada una de las
actividades del Anexo III. (INPROVO)
Se comparte el planteamiento.
Disposiciones
Disposición adicional segunda. Soluciones sectoriales
para la fijación de la cobertura de garantías
financieras.
1. Para la estimación de la garantía financiera, los
operadores que desarrollen actividades económicas o
profesionales incluidas en el anexo III de la Ley
26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad
medioambiental podrán estar exentos de realizar un
análisis de riesgos de la actividad o instalación sujeta
a autorización siempre que exista un análisis de
riesgos de carácter sectorial.
2. Un análisis de riesgos sectorial deberá incorporar
todas las tipologías de actividades e instalaciones del
sector en todas las situaciones relevantes en relación a
los receptores.
Se considera excesivo, que el análisis de riesgo sectorial deba incorporar todas las
tipologías e instalaciones del sector, ello puede afectar a la realización del análisis en
determinadas tipologías que de otro modo se efectuarían. No se considera justificado
este requisito, pues el análisis sectorial debiera limitarse, a priori, a las tecnologías tipo
que libremente elijan sus agentes, puesto que ni las situaciones relevantes, tipo de
daños, etc. están interrelacionados entre estas tecnologías o tienen características en
común , como por ejemplo acontece en el caso del sector eléctrico, donde la situación
es conceptualmente diferente entre los aprovechamientos hidroeléctricos, donde los
posible daños serían del tipo “físicos” y la producción termoeléctrica de CCTT y ciclos
combinados de gas, en que los accidentes desencadenarían un daño diferente, daños
“químicos”, asociados a la liberación de una sustancia química contaminante en una
concentración superior a la admitida en el medio ambiente. (UNESA)
El alcance del AR viene delimitado
por lo dispuesto en la Norma UNE
150008.
Para UPA es fundamental articular las líneas de dicho estudio sectorial, puesto que de
su resultado se derivará la obligación de constituir o no la garantía financiera para
nuestras explotaciones. Para nosotros es imprescindible que el estudio tenga carácter
nacional y que sea el propio sector quien lo desarrolle. (UPA)
Se comparte el planteamiento.
Se debería desarrollar en el Reglamento lo que se refiere al establecimiento de
evaluación sectorial (con participación de los afectados) y su posterior aplicación al
análisis a los casos particulares de evaluación del riesgo y su cuantificación.
(ASTERQUIGÁS)
Se comparte el planteamiento.
Téngase presente lo establecido en
relación con la elaboración de
modelos de AR medioambientales
tipo.
Se consideró muy importantes y se urgió la conveniencia de elaborar una metodología
para realizara análisis de riesgos por sectores de actividad. (SEVILLA)
Se acepta. Se comparte el
planteamiento. Téngase presente lo
establecido en relación con la
elaboración de modelos de AR
medioambientales tipo.
Se puso de manifiesto que, aunque al final la autorización fuera instalación por
instalación, los análisis sectoriales podían abordar la casuística común de los riesgos
de las actividades de un sector con lo que luego solo sería necesario considerar
específicamente los peligros, que dependen de la ubicación precisa de cada
instalación. Los análisis sectoriales simplificarían bastante el proceso y abaratarían
notablemente los costes. (SEVILLA)
Se comparte el planteamiento.
Téngase presente lo establecido en
relación con la elaboración de
modelos de AR medioambientales
tipo.
Algunos sectores pidieron ayuda a la Administración para sufragar este tipo de
análisis. (SEVILLA)
Se comparte el planteamiento.
Téngase presente lo establecido en
relación con la elaboración de
modelos de AR medioambientales
tipo.
Disposiciones
Disposición adicional tercera. Remisión de información al
Ministerio de Medio Ambiente.
1. de conformidad con lo establecido en la disposición adicional
quinta de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad
medioambiental, las comunidades autónomas informarán al
Ministerio de Medio Ambiente con una periodicidad anual de los
daños medioambientales ocurridos en su territorio y de los
proyectos de reparación aprobados para llevar a cabo su
reparación.
2. Los informes a los que se refiere el apartado anterior
contendrán, entre otros extremos, la siguiente información: el
operador responsable, el término municipal afectado, los recursos
o servicios afectados, las unidades de medida de los mismos, las
unidades dañadas y recuperadas de cada recurso o servicio, el
método de valoración utilizado, el número de proyectos
considerados, la ponderación de los criterios para la selección del
proyecto de reparación y el coste de la recuperación de cada uno
de los recursos o servicios; los costes podrán ser conjuntos
cuando en un mismo proyecto se recuperen varios de los recursos
o servicios que han sido dañados.
Apartado 2. Se propone modificar s redacción de la siguiente manera: "2. Los
informes a los que se refiere el apartado anterior contendrán, entre otros
extremos, la siguiente información:
Se ha eliminado el apartado.
La fecha aproximada de identificación del daño medioambiental, la causa o
causas, el operador responsable, el término municipal afectado, los recursos o
servicios afectados, las unidades de medida de los mismos, las unidades
dañadas y recuperadas de cada recurso o servicio, el método de valoración
utilizado, el número de proyectos considerados, las acciones llevadas a cabo,
para su reparación, la ponderación de los criterios para la selección del
proyecto de reparación y el coste de la recuperación de cada uno de los
recursos o servicios; las acciones y los costes de cada una deberían ser
discriminados entre las diferentes posibles categorías de gastos, con arreglo
al sistema de clasificación que se recoge en el Anexo (YYY) pero los costes
podrán ser conjuntos cuando en un mismo proyecto se recuperen varios de
los recursos o servicios dañados podrán expresarse conjuntamente aquellos
que, en un mismo proyecto se destinen a recuperar varios de los recursos o
servicios que han sido dañados. " (UNESPA)
Apartado 2. Se propone modificar s redacción de la siguiente manera: "2. Los
informes a los que se refiere el apartado anterior contendrán, entre otros
extremos, la siguiente información:
La fecha aproximada de identificación del daño medioambiental, la causa o
causas, el operador responsable, el término municipal afectado, los recursos o
servicios afectados, las unidades de medida de los mismos, las unidades
dañadas y recuperadas de cada recurso o servicio, el método de valoración
utilizado, el número de proyectos considerados, las acciones llevadas a cabo,
para su reparación, la ponderación de los criterios para la selección del
proyecto de reparación y el coste de la recuperación de cada uno de los
recursos o servicios; las acciones y los costes de cada una deberían ser
discriminados entre las diferentes posibles categorías de gastos, con arreglo
al sistema de clasificación que se recoge en el Anexo (YYY) pero los costes
podrán ser conjuntos cuando en un mismo proyecto se recuperen varios de
los recursos o servicios dañados podrán expresarse conjuntamente aquellos
que, en un mismo proyecto se destinen a recuperar varios de los recursos o
servicios que han sido dañados. " (POOL)
Se ha eliminado el apartado.
Disposiciones
Disposición transitoria única. Adaptación de
disposiciones vigentes sobre seguros obligatorios ya
existentes al nuevo régimen de responsabilidades de la
Ley.
Creo que estaría mejor enunciado como disposición adicional (sería la cuarta) pues aunque
se refiere a las obligaciones de actividades ya existentes, permite una situación de sustituir
una garantía financiera por otra siempre que cubra la responsabilidad ambiental y no veo
muy claro que eso sea una situación transitoria. (C.F. NAVARRA)
Se acepta.
Aquellos titulares de actividades económicas que, por
disposiciones medioambientales anteriores a la ley,
estén sujetos a la obligación de contratar seguros de
responsabilidad civil en los que deba incluirse la
obligación de restaurar o reponer los daños que
puedan causar al medio ambiente, podrán sustituir
dichos seguros por garantías mediante las que se
cubran sus responsabilidades medioambientales con
arreglo a la Ley.
No parece muy adecuado técnicamente, ya que el marco regulatorio actual, con el cual ha
de convivir la nueva Ley, contempla supuestos diferentes de generación de responsabilidad
que, pueden implicar algún tipo de responsabilidad para los operadores por aplicación de
otras regulaciones específicas sectoriales o de autorizaciones sujetas a seguros obligatorios
de responsabilidad civil. Así, existen en la actual Ley 26/2007 determinados supuestos que
se encuentran exentos del ámbito de aplicación de la Ley, tales como daños al aire así como
los denominados daños tradicionales; igualmente, no todos los daños que sufran los
recursos naturales protegidos por la Ley generan responsabilidad medioambiental. Para que
la Ley pueda ser aplicada, se deberá estar en presencia de amenazas de daños o de daños
propiamente dichos, que produzcan efectos adversos significativos sobre el propio recurso
natural. Por ejemplo, en el caso de los suelos el concepto de daño incluye, además, los
riesgos significativos de que produzcan efectos adversos sobre la salud humana.
La redacción actual permite
sustituir GF preexistentes por
otras nuevas adaptadas a la
nueva Ley, en lo que se
refiere exclusivamente a los
riesgos medioambientales y
no a la responsabilidad civil.
Esta disposición no afecta a la fijación de las cuantías
a asegurar, a cuyo efecto, la administración
autorizante seguirá utilizando los criterios actuales.
Dicha disposición podría interpretarse de forma errónea por parte de los operadores, y cae
la posibilidad que bajo dicha interpretación realizasen sustituciones de las actuales
coberturas de responsabilidad civil exigidas, - por ejemplo por R.D. 833/1988, de 20 de julio,
por el que se aprueba el Reglamento para ejecución de la Ley 20/1986, de 14 de mayo,
básica de residuos tóxicos y peligrosos- , por pólizas que únicamente cubran las
responsabilidades derivadas de la Ley de responsabilidad medioambiental Ley 26/2007.El
RD indica que el seguro debe cubrir, en todo caso: a) Las indemnizaciones debidas por
muerte, lesiones o enfermedad de las personas. Actualmente no contemplado en la Ley
26/2007.b) Las indemnizaciones debidas por daños en las cosas. No sujeto a la Ley
26/2007.c) Los costes de reparación y recuperación del medio ambiente alterado. (WILLIS)
Aquellas actividades sujetas a la suscripción de una póliza de seguro obligatoria por daño
para la obtención de la licencia administrativa, debería considerarse la posibilidad de reducir
para estas actividades el importe de la garantía financiera proporcionalmente a la cuantía
del seguro existente.
Búsqueda de complementariedad entre las garantías solicitadas a los gestores de residuos
peligrosos en el Real Decreto 833/88 y las solicitadas por la Ley de Responsabilidad
Ambiental. De no ser así, al tener ambas garantías las mismas coberturas, se estaría
asegurando doblemente un mismo riesgo, con el consiguiente coste económico y sin
beneficio para el medio ambiente. De otra forma se discriminaría al sector y se obviarían sus
esfuerzos por mejorar su gestión ambiental. (ASEGRE)
Se
ha
modificado
la
redacción de las disposición
pero
se
mantiene
el
planteamiento inicial. No
obstante, se incluyen ciertas
matizaciones de carácter
técnico.
Disposiciones
Disposición transitoria única. Adaptación de
disposiciones vigentes sobre seguros obligatorios ya
existentes al nuevo régimen de responsabilidades de la
Ley.
La redacción de la Disposición Transitoria única, tal como se contienen en el Documento de
Trabajo, es coherente con las consideraciones que se recogen sobre las garantías en la
memoria explicativa. A pesar de ello, creemos que esta redacción merece tres comentarios de
relevancia.
Aquellos titulares de actividades económicas que, por
disposiciones medioambientales anteriores a la ley,
estén sujetos a la obligación de contratar seguros de
responsabilidad civil en los que deba incluirse la
obligación de restaurar o reponer los daños que
puedan causar al medio ambiente, podrán sustituir
dichos seguros por garantías mediante las que se
cubran sus responsabilidades medioambientales con
arreglo a la Ley.
Por un lado, la redacción contenida en el Documento de Trabajo puede dar lugar a dudas
sobre el objeto de la sustitución propuesta por este Ministerio, por lo que a continuación se
propone una redacción que se estima más acorde con los términos de la memoria explicativa,
tal como se señala más adelante.
Esta disposición no afecta a la fijación de las cuantías
a asegurar, a cuyo efecto, la administración
autorizante seguirá utilizando los criterios actuales
Se acepta.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre con el seguro de
responsabilidad civil, existen disposiciones ambientales anteriores a la LRM que imponen la
presentación de fianzas cuya finalidad responde, igualmente, a la protección del medio
ambiente. La misma razón que sustenta la Disposición Transitoria Única del Documento de
Trabajo respecto de seguros impuestos por normas ambientales anteriores a la LRM debe
también aplicarse a fianzas impuestas por esas mismas normas.
Por último, de acuerdo con el artículo 24.2 de la LRM, la cantidad mínima que debe quedar
garantizada se determinará de conformidad con los criterios que se establezcan
reglamentariamente. En desarrollo de esa previsión, el artículo 33.2 del Documento de Trabajo
se remite a un anexo en el que se recoge la metodología para la cuantificación de la
garant´´ia. En consecuencia, resulta más adecuado, y respetuoso con la LRM, que la
cuantificación de la garantía financiera se realice de conformidad con los criterios establecidos
al efecto por el futuro reglamento. Con la finalidad de recoger los comentarioas anteriores, se
propone la siguiente redacción de la Disposición Transitoria Única del Documento de Trabajo,
señalando las diferencias respecto a la redacción actual:
“Aquellos titulares de actividades económicas que, por disposiciones medioambientales
anteriores a la Ley, estén sujetos a la obligación de prestar fianzas, o contratar seguros de
responsabilidad civil que cubran daños a las personas, a las cosas y la restauración de
los recursos naturales, podrán sustituir dichas fianzas y seguros por garantías mediante las
que se cubran exclusivamente sus responsabilidades con arreglo a la Ley.
Para la fijación de las cuantías a asegurar, la administración autorizante utilizará los
criterios fijados en el presente Real Decreto”.
(ASEGRE)
Disposición final única. Entrada en vigor
El texto remitido debe ser aún completado en alguno de sus contenidos esenciales, como
ocurre con la determinación de la fecha de su entrada en vigor. (SECRETARÍA GENERAL
TÉCNICA DEL MINISTERIO DE INDUSTRIA)
Se acepta el planteamiento.
Anejos
Anejo I. Condiciones de las medidas reparadoras y selección del método de valoración.
El desarrollo de las indicaciones técnicas para determinar la magnitud de las medidas reparadoras compensatorias (RCm) y complementarias (RCpl) en las aguas,
el suelo, las especies y los hábitats protegidos, y las riberas del mar y de las rías es uno de los objetivos más importantes del desarrollo reglamentario.
El reto parte con la consideración de las características de los recursos o servicios que podrán obtenerse a partir de la reparación. Las características que
condicionarán en mayor medida el tipo, la ubicación y la duración de la medida reparadora a aplicar serán, atendiendo a los requerimientos de la Ley 26/2007 de
responsabilidad medioambiental, el tipo y la calidad de los mencionados recursos o servicios.
De esto se deduce que la reparación implica un cierto grado de sustitución entre los recursos o servicios perdidos y los que se pretenden ganar mediante la
reparación. Ello conlleva a considerar, además del grado en que las diferentes opciones reparadoras proporcionan recursos o servicios del mismo tipo y calidad a
los dañados, la necesidad de disponer de una misma unidad de medida de las pérdidas y las ganancias de recursos o servicios, con el fin de que éstos resulten
comparables. El término «calidad» hace referencia en este sentido a los atributos que experimentará el recurso o el servicio, según el caso, una vez se culmine la
reparación.
La Tabla 1 muestra el método de valoración o criterio de equivalencia a aplicar según las condiciones de cada medida reparadora. De esta forma el tipo de medida
reparadora a aplicar y las posibilidades de la reparación para ofrecer recursos del mismo tipo y calidad que los perdidos, serán determinantes para la selección del
lugar donde aplicar la medida reparadora y el tipo de criterio de equivalencia o aproximación —biofísica o monetaria— a emplear para ajustar la reparación a la
magnitud que permita compensar al público afectado, en los términos considerados en la Ley 26/2007 de responsabilidad medioambiental.
El Anexo II de la Ley 26/2007 de responsabilidad medioambiental introduce la necesidad de emplear los mencionados criterios de equivalencia para dimensionar
la RCm y/o la RCpl que son necesarias para restituir por completo el daño ambiental. A tal efecto, resulta oportuno añadir su definición:
Recurso-Recurso (R-R), valoración basada en proporcionar el mismo tipo y la misma calidad (o calidad ajustable) de recursos que los dañados.
Servicio-Servicio (S-S), valoración basada en proporcionar servicios del mismo tipo y calidad (o calidad ajustable) que los servicios que se han perdido a
consecuencia del daño.
Valor-Valor (V-V), valoración en términos monetarios que asume que el valor de los recursos naturales y los servicios perdidos es equivalente al valor de
los beneficios ambientales creados mediante el proyecto de reparación.
Valor-Coste (V-C), valoración también monetaria que asume que el valor del daño equivale al coste de la inversión en medidas de reparación.
Las valoraciones del tipo R-R y S-S se realizan, en consecuencia, en unidades biofísicas y reciben el nombre genérico de Análisis de Equivalencia de Recursos
(AER). No obstante, la aplicación de cualquiera de estos métodos o criterios de equivalencia exige la consideración de principios propios tanto de la ecología,
como del análisis económico.
La calidad de los recursos o servicios que son generados a través de la reparación será ajustable si dicha reparación puede traducirse en la provisión de una
cantidad de recursos o servicios diferente (generalmente mayor) a la dañada, con el fin de que, una vez surte efecto la reparación, la calidad de los recursos o
servicios creados sea equivalente a la calidad que éstos experimentaban en su estado básico. En este sentido el AER es una herramienta metodológica diseñada ad
hoc con el fin ajustar la cantidad de reparación que es necesaria para compensar la cantidad y la calidad de la totalidad de los recursos o servicios perdidos.
De forma general, el procedimiento que permitirá elegir el método de valoración o criterio de equivalencia más adecuado es el siguiente:
(i) Identificar el tipo y la calidad de los recursos que se han perdido a consecuencia del daño y los que podrán obtenerse mediante las diferentes opciones
de reparación
(ii) En caso de que no sea posible establecer una relación de sustituibilidad a nivel de recurso, se atenderá al tipo y la calidad de los servicios perdidos y los
que son ganados a través de la reparación
(iii) Determinar la unidad de medida a emplear para estimar las pérdidas y ganancias de recursos o servicios, respectivamente, según el caso.
(iv) A efectos de lo anterior, identificar el método de valoración o el criterio de equivalencia en base al cual se determinará la magnitud de las medidas
reparadoras
(v) Ajustar el tamaño y duración del proyecto de reparación a la magnitud que permita compensar al público por el daño
Tal como se ha comentado, cada criterio de equivalencia describe un grado de sustitución diferente entre los servicios perdidos y los que se pueden ganar
mediante la reparación. Esto hace posible que cada método de valoración o criterio de equivalencia se corresponda con un alcance de reparación concreto, siendo
el enfoque prioritario y el más exigente el de tipo R-R, seguido a continuación y por orden de preferencia del S-S y, finalmente, el V-V. La aproximación V-C se
dará únicamente en las condiciones descritas en la Tabla 1.
Si bien los criterios de equivalencia están dirigidos a dimensionar la RCm y la RCpl, podría afirmarse que la reparación primaria se basa en una aproximación RR, dado que ésta persigue restituir en el lugar del daño los mismos recursos (y, por defecto, los mismos servicios) que se han perdido. Si esto no es posible o sólo
es posible recuperar parcialmente los recursos perdidos, entonces será necesario llevar a cabo una RCpl. La RCpl podrá realizarse en el lugar del daño —en caso
de que se adopte una aproximación S-S—, en un lugar adyacente o en un lugar alternativo. Estas dos últimas opciones podrán abordarse en principio desde
cualquier tipo de aproximación (R-R, S-S o V-V), dependiendo de las posibilidades del medio de ofrecer recursos adicionales de la misma calidad que los que se
han perdido en el lugar del daño. Por otro lado, la RCpm estará dirigida a compensar por las pérdidas provisionales de recursos o servicios, según el caso,
derivados de una reparación primaria o una RCpl, independientemente del lugar donde ésta última sea llevada a cabo.
De esta forma una aproximación R-R es posible en un escenario donde se asume la sustituibilidad de recursos o, lo que es lo mismo, que el público está dispuesto
a pagar lo mismo por una unidad de recurso dañado que por una unidad de recurso creado mediante la reparación. Esta afirmación resulta apropiada si la calidad
del recurso es la misma, o bien, si ésta puede ser ajustada.
La aproximación S-S se adoptará cuando no sea posible establecer la equivalencia R-R, de modo que la relación de sustituibilidad se producirá en este caso entre
los servicios perdidos y dañados. No obstante, en ambos casos puede darse una situación en la que, aun siendo recursos o servicios del mismo tipo y calidad, no
siempre existe una relación de sustituibilidad unívoca entre la unidad de recurso o servicio que se ha perdido y lo que es creada mediante la reparación. Esta
situación resulta en la mayoría de estos casos en una necesidad de reparación superior, con el fin de ajustar la calidad de los recursos o servicios ganados a través
de la reparación a la calidad de los que se han perdido. Un ejemplo de este escenario es el descrito por una medida reparadora basada, por ejemplo, en la
repoblación de una especie concreta de pino. De esta forma, las unidades de recursos obtenidas a través de la reparación requieren un tiempo hasta que su tamaño
alcanza el estado básico. Dicha situación resultará en la mayoría de los casos en la repoblación de una superficie superior a la que se ha visto afectada por el daño,
con el fin de compensar por las pérdidas provisionales de recursos, hasta que los árboles alcanzan el grado de madurez que experimentaban aquellos que se han
perdido en el momento justo antes de ocurrir el daño.
A medida que la sustituibilidad de los recursos y servicios diminuye, empiezan a cobrar importancia los criterios de equivalencia que ofrece el análisis económico.
Por consiguiente, si no es posible establecer una aproximación biofísica de tipo S-S, se adoptará un enfoque V-V. Ello se debe a la necesidad de tomar en
consideración las preferencias de la sociedad por uno u otro tipo de reparación, para compensar el daño ocasionado. Una aplicación concreta de la aproximación
V-V se llevaría a cabo cuando la reparación contribuye a recuperar simultáneamente múltiples servicios; situación en la que será necesario traducir las pérdidas y
las ganancias de servicios a un valor económico para obtener una unidad común de medida.
Tal como se ha comentado anteriormente, la aproximación V-C se dará únicamente cuando se den las condiciones descritas en la Tabla 1.
Tabla 1. Condiciones de las medidas reparadoras y selección del método de valoración (criterio de equivalencia)
Anejos
Anejo II. Protocolo para el establecimiento de garantías
financieras por responsabilidad ambiental (DOCUMENTO EN
FASE DE ADAPTACIÓN)
Respecto de las garantías financieras, la LRMA se anticipó, quizá de
manera aventurada, a lo previsto en la Directiva 2004/35/CE, que
había diferido hasta abril de 2010 la presentación por la CE de un
informe sobre… “las condiciones de los seguros y otros tipos de
garantía financiera…” que tendrían “…un enfoque progresivo… y la
exclusión de las actividades de bajo riesgo” (Art. 14). Pero en el
borrador de RLRMA se anuncia, con el título de Anejo II, un protocolo
para el establecimiento de garantías financieras por responsabilidad
medioambiental, que es probable se apruebe antes de que finalice
2008 según la Disposición final tercera de la LRMA.(AEAS)
La determinación del cálculo de la GF se
regula en el cuerpo del reglamento.
Respecto de las garantías financieras, la LRMA se anticipó, quizá de
manera aventurada, a lo previsto en la Directiva 2004/35/CE, que
había diferido hasta abril de 2010 la presentación por la CE de un
informe sobre… “las condiciones de los seguros y otros tipos de
garantía financiera…” que tendrían “…un enfoque progresivo… y la
exclusión de las actividades de bajo riesgo” (Art. 14). Pero en el
borrador de RLRMA se anuncia, con el título de Anejo II, un protocolo
para el establecimiento de garantías financieras por responsabilidad
medioambiental, que es probable se apruebe antes de que finalice
2008 según la Disposición final tercera de la LRMA.(AGA)
La determinación del cálculo de la GF se
regula en el cuerpo del reglamento.
El Anejo II por el que se establece el protocolo para el establecimiento
de garantías financieras por la responsabilidad ambiental, al que se
hace referencia en el articulado, elemento clave para poder realizar
observaciones no figura en el documento de trabajo. Se debe dar a
conocer a la mayor brevedad. (FEIQUE)
La determinación del cálculo de la GF se
regula en el cuerpo del reglamento.
El texto remitido debe ser aún completado en alguno de sus
contenidos esenciales, como en la concreción del protocolo para el
establecimiento de GF por responsabilidad medioambiental que
recoge el anejo II. (SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA DEL
MINISTERIO DE INDUSTRIA)
La determinación del cálculo de la GF se
regula en el cuerpo del reglamento.
Observaciones Generales al Reglamento
Deben establecerse instrumentos legales que permitan establecer y cuantificar conjuntamente las medidas
reparadoras a adoptar cuando el agente causante y el daño ambiental se encuentren en distintas CCAA.
(ARAGÓN)
La ley alude a los principios de cooperación y
colaboración entre administraciones públicas para la
solución de este tipo de problemas.
Cuando haya que autorizar una actividad que presente riesgo de daños en una CCAA vecina es indispensable la
coordinación y cooperación en el establecimiento de las GF. (ARAGÓN)
La ley alude a los principios de cooperación y
colaboración entre administraciones públicas para la
solución de este tipo de problemas.
Si bien esta cuestión no se trata en la propuesta de reglamento, cabe recordar, con respecto al Fondo estatal de
reparación de daños ambientales para sufragar los costes de medidas reparadoras de bienes de dominio público
estatal, que también está pendiente de desarrollo el papel de las Comunidades autónomas en la colaboración en la
financiación y gestión del referido Fondo. (ARAGÓN)
La observación hace referencia a un aspecto que no es
objeto de desarrollo en este reglamento.
El documento inspirador del borrador de RLRMA es el Technical Guidance Document on Risk Assessment (TGD en
adelante), del European Chemicals Bureau, extenso documento, sin carácter legal y por tanto no vinculante,
elaborado para uso de las Autoridades Competentes de los Estados miembros cuando deban llevar a cabo o
calificar las evaluaciones de riesgo que se realicen sobre Nuevas Sustancias (Directiva 67/548), sobre Sustancias
Existentes (Reglamento 793/93) y sobre Biocidas (Directiva 98/8).El borrador de RLRMA, al imponer el TGD y su
metodología pretende que los operadores cubran, a sus expensas y desde ahora, las lagunas de conocimiento
sobre las sustancias que utilizan como uno de los pasos obligatorios, no solo para elaborar y realizar los proyectos
de reparación en caso de incidente, sino al preparar el análisis de riesgos y cuantificar los daños producidos por el
escenario de referencia previstos en el borrador de RLRMA, que han de hacer necesariamente los operadores y
será la base para fijar las garantías financieras que están obligados a depositar. (AEAS)
La utilización de la TGD es un ejemplo a título de
recomendación y, por lo tanto, no se obliga a utilizar dicha
referencia. No tiene carácter legal, pero sí está editado
por un órgano oficial (Comisión Europea).
El documento inspirador del borrador de RLRMA es el Technical Guidance Document on Risk Assessment (TGD en
adelante), del European Chemicals Bureau, extenso documento, sin carácter legal y por tanto no vinculante,
elaborado para uso de las Autoridades Competentes de los Estados miembros cuando deban llevar a cabo o
calificar las evaluaciones de riesgo que se realicen sobre Nuevas Sustancias (Directiva 67/548), sobre Sustancias
Existentes (Reglamento 793/93) y sobre Biocidas (Directiva 98/8).El borrador de RLRMA, al imponer el TGD y su
metodología pretende que los operadores cubran, a sus expensas y desde ahora, las lagunas de conocimiento
sobre las sustancias que utilizan como uno de los pasos obligatorios, no solo para elaborar y realizar los proyectos
de reparación en caso de incidente, sino al preparar el análisis de riesgos y cuantificar los daños producidos por el
escenario de referencia previstos en el borrador de RLRMA, que han de hacer necesariamente los operadores y
será la base para fijar las garantías financieras que están obligados a depositar. (AGA)
La utilización de la TGD es un ejemplo a título de
recomendación y, por lo tanto, no se obliga a utilizar dicha
referencia. No tiene carácter legal, pero sí está editado
por un órgano oficial (Comisión Europea).
En cuanto al estado del conocimiento de las especies y los hábitats, la Ley 2007/42 prevé la elaboración de un
Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, cuyo contenido y estructura queda para un posterior
desarrollo reglamentario, que en un futuro incierto “recogerá la distribución, abundancia, estado de conservación y
la utilización, así como cualquier otra información que se considere necesaria, de todos los elementos terrestres y
marinos integrantes del patrimonio natural”. No es muy osado decir que el conocimiento actual, salvo en contados
casos de espacios protegidos, es escaso o nulo y denota también el fragmentario estado del arte. El borrador de
RLRMA hace recaer de nuevo sobre los operadores la obligación de suplir a su costa esta falta de conocimiento a la
hora de identificar los recursos potencialmente afectados por un daño medioambiental. (AEAS)
Los escenarios que darán lugar a la aplicación de la Ley
26/2007 y su correspondiente desarrollo reglamentario
implicarán el estudio de cada caso in situ para establecer
las necesidades de reparación. En consecuencia, el
reglamento aporta algunas claves o fuentes de
información para estimar el estado básico, con
independencia de la información disponible que exista en
ese momento.
Observaciones Generales al Reglamento
En cuanto al estado del conocimiento de las especies y los hábitats, la Ley 2007/42 prevé la elaboración de un
Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, cuyo contenido y estructura queda para un posterior
desarrollo reglamentario, que en un futuro incierto “recogerá la distribución, abundancia, estado de conservación y
la utilización, así como cualquier otra información que se considere necesaria, de todos los elementos terrestres y
marinos integrantes del patrimonio natural”. No es muy osado decir que el conocimiento actual, salvo en contados
casos de espacios protegidos, es escaso o nulo y denota también el fragmentario estado del arte. El borrador de
RLRMA hace recaer de nuevo sobre los operadores la obligación de suplir a su costa esta falta de conocimiento a la
hora de identificar los recursos potencialmente afectados por un daño medioambiental. (AGA)
Los escenarios que darán lugar a la aplicación de la Ley
26/2007 y su correspondiente desarrollo reglamentario
implicarán el estudio de cada caso in situ para establecer
las necesidades de reparación. En consecuencia, el
reglamento aporta algunas claves o fuentes de
información para estimar el estado básico, con
independencia de la información disponible que exista en
ese momento.
Establece una extensa relación de obligaciones a cumplir por los operadores, muchas de ellas imprecisas y deja
demasiados aspectos abiertos a la discrecionalidad de las autoridades competentes con la inseguridad jurídica que
ello conlleva. Su complejidad impondrá la preparación de diversas guías de aplicación que desvirtúan el carácter de
desarrollo reglamentario que ha de tener. (AEAS)
Se ha modificado el reglamento con el fin de facilitar la
compresión y precisar la metodología a seguir en cada
una de las etapas de la cuantificación y la reparación.
Establece una extensa relación de obligaciones a cumplir por los operadores, muchas de ellas imprecisas y deja
demasiados aspectos abiertos a la discrecionalidad de las autoridades competentes con la inseguridad jurídica que
ello conlleva. Su complejidad impondrá la preparación de diversas guías de aplicación que desvirtúan el carácter de
desarrollo reglamentario que ha de tener. (AGA)
Se ha modificado el reglamento con el fin de facilitar la
compresión y precisar la metodología a seguir en cada
una de las etapas de la cuantificación y la reparación.
Traslada a los operadores responsabilidades que corresponden a las autoridades competentes o, en último término,
a otros agentes. Eso sucede al obligarlos a hacer investigaciones sobre el efecto de sustancias o hacer estudios
para obtener datos medioambientales, investigaciones y datos que deberían hacer y proporcionar las autoridades
competentes. (AEAS)
El reglamento no establece ninguna obligación no prevista
en la Ley 26/2007. El operador tiene que devolver el
entorno a su estado básico y para ello es imprescindible
conocer cuál era dicho estado así como las
características del agente que ha generado el daño.
Traslada a los operadores responsabilidades que corresponden a las autoridades competentes o, en último término,
a otros agentes. Eso sucede al obligarlos a hacer investigaciones sobre el efecto de sustancias o hacer estudios
para obtener datos medioambientales, investigaciones y datos que deberían hacer y proporcionar las autoridades
competentes. (AGA)
El reglamento no establece ninguna obligación no prevista
en la Ley 26/2007. El operador tiene que devolver el
entorno a su estado básico y para ello es imprescindible
conocer cuál era dicho estado así como las
características del agente que ha generado el daño.
No se definen, como debería, las excepciones genéricamente contempladas en el artículo 3, Apdo. 4b de la LRMA.
Entre los fenómenos naturales a incluir deberían estar las sequías que pueden causar daños a ecosistemas, más o
menos modificados, ligados a la explotación de masas de agua artificiales como son los embalses. (AEAS)
No se acepta. Dichas excepciones se especifican en la
ley y no es necesario que el reglamento las repita.
No se definen, como debería, las excepciones genéricamente contempladas en el artículo 3, Apdo. 4b de la LRMA.
Entre los fenómenos naturales a incluir deberían estar las sequías que pueden causar daños a ecosistemas, más o
menos modificados, ligados a la explotación de masas de agua artificiales como son los embalses. (AGA)
No se acepta. Dichas excepciones se especifican en la
ley y no es necesario que el reglamento las repita.
Es maximalista e implica para los operadores unos costes ab initio, correspondientes a análisis de riesgos,
determinación de los escenarios de riesgo y cuantificación de los daños producidos por el escenario de referencia,
de importe impredecible que pueden entrar en el ámbito de lo que se entiende por costes desproporcionados. Esto
puede tener repercusiones graves sobre los operadores y afectar tanto a los consumidores como a la competitividad
de las empresas, especialmente las PYMES. Cabe recordar que a 1 de mayo de 2007 (según el Proyecto
REMEDE, Deliverable No. 7) solamente tres Estados miembros habían transpuesto la Directiva 2004/35/CE total o
parcialmente, por lo que debería adoptarse una actitud prudente y conocer previamente qué han hecho o van a
hacer a este respecto otros Estados miembros. (AEAS)
El AR es esencial para fijar la GF y éste a su vez requiere
que se determinen los escenarios de riesgo.
Observaciones Generales al Reglamento
Es maximalista e implica para los operadores unos costes ab initio, correspondientes a análisis de riesgos,
determinación de los escenarios de riesgo y cuantificación de los daños producidos por el escenario de referencia,
de importe impredecible que pueden entrar en el ámbito de lo que se entiende por costes desproporcionados. Esto
puede tener repercusiones graves sobre los operadores y afectar tanto a los consumidores como a la competitividad
de las empresas, especialmente las PYMES. Cabe recordar que a 1 de mayo de 2007 (según el Proyecto
REMEDE, Deliverable No. 7) solamente tres Estados miembros habían transpuesto la Directiva 2004/35/CE total o
parcialmente, por lo que debería adoptarse una actitud prudente y conocer previamente qué han hecho o van a
hacer a este respecto otros Estados miembros. (AGA)
El AR es esencial para fijar la GF y éste a su vez requiere
que se determinen los escenarios de riesgo.
Es imprescindible hacer, antes de seguir adelante, una evaluación económica rigurosa de los costes en que
incurrirían los operadores, tanto para determinar los escenarios de riesgo, como para cuantificar los daños
producidos por el escenario de referencia, pasos ineludibles para establecer las garantías financieras. (AEAS)
Se prevé que la Memoria Económica del Reglamento
aborde los aspectos planteados.
Es imprescindible hacer, antes de seguir adelante, una evaluación económica rigurosa de los costes en que
incurrirían los operadores, tanto para determinar los escenarios de riesgo, como para cuantificar los daños
producidos por el escenario de referencia, pasos ineludibles para establecer las garantías financieras. (AGA)
Se prevé que la Memoria Económica del Reglamento
aborde los aspectos planteados.
En el MMA se está trabajando en un borrador de OM para la evaluación de daños al dominio público hidráulico con
criterios muy diferentes al borrador de RLRMA. Es necesario unificar criterios y evitar normas redundantes o
contradictorias. (AEAS)
Se comparte el planteamiento.
En el MMA se está trabajando en un borrador de OM para la evaluación de daños al dominio público hidráulico con
criterios muy diferentes al borrador de RLRMA. Es necesario unificar criterios y evitar normas redundantes o
contradictorias. (AGA)
Se comparte el planteamiento.
El RLRMA ha de ser necesariamente un documento práctico que desarrolle con claridad la LRMA, sin que ello exija
de los operadores la realización de investigaciones o trabajos académicos, sino que sirva para prevenir situaciones
de riesgo, responder con prontitud a eventuales incidentes y llevar a la práctica cuanto antes las medidas
reparadoras y las complementarias y/o compensatorias contempladas en la ley. (AEAS)
La redacción del reglamento pretende proporcionar las
herramientas necesarias para que el operador cumpla con
las obligaciones atribuidas en la Ley 26/2007.
El RLRMA ha de ser necesariamente un documento práctico que desarrolle con claridad la LRMA, sin que ello exija
de los operadores la realización de investigaciones o trabajos académicos, sino que sirva para prevenir situaciones
de riesgo, responder con prontitud a eventuales incidentes y llevar a la práctica cuanto antes las medidas
reparadoras y las complementarias y/o compensatorias contempladas en la ley. (AGA)
La redacción del reglamento pretende proporcionar las
herramientas necesarias para que el operador cumpla con
las obligaciones atribuidas en la Ley 26/2007.
Se echa en falta en el documento que se permita o facilite el establecimiento de protocolos de medidas preventivas
o de evitación de daños, por ejemplo, por grupos o tipos de actividades, o fuentes de peligro; compaginados por
ejemplo, en nuestro caso, con la Agencia Navarra de Emergencias 112; o derivadas del sistema de gestión de las
fuentes de peligro. Estos protocolos se podrían tomar como aplicables a operadores de características similares. Lo
mismo sobre los posibles daños, en función de los datos que aporten las empresas basados en sus estudios de
riesgos. (C.F. NAVARRA)
El proyecto de reglamento se ajusta a la habilitación legal
de desarrollo referente a la GF, a los anexos y a la
definición del método para la evaluación del daño
medioambiental. No obstante, se está estudiando la
posibilidad de contar con
modelos de AR
medioambientales tipo que sirvan de base para el
establecimiento de modelos de gestión del riesgo.
No acabamos de encontrar referencias claras para saber cuando estamos hablando de una situación de riesgo o
amenaza inminente. Lo que es riesgo normal? Medio? Alto? Prealerta? Amenaza inminente? Que referencias
podemos tomar para pensar que estamos en una situación u otra y por lo tanto hay que tomar mayores medidas, en
su caso. Creemos que debería hacerse un esfuerzo para una mayor o mejor concreción. (C.F. NAVARRA)
El término “amenaza inminente” está definido en la Ley
26/2007.
Observaciones Generales al Reglamento
Se observa una escasa componente “procedimental”, al menos unas líneas generales en cuanto a fijación del daño,
como se aprueban las medidas compensatorias o complementarias, plazos, etc… que sirven a todas las CCAA de
referencia. Algo se menciona, quizás se de por suficiente lo que se dicen en la LRA y algo que se añade aquí. O
quizás sea una cuestión a desarrollara por las CCAA a su libre criterio. (C.F. NAVARRA)
El reglamento no aborda cuestiones de carácter
procedimiental, que deberán ser desarrolladas por las
CC.AA.
La cuestión de la valoración económica tanto del riesgo como del daño, y dada su importancia para la aplicación de
diversas cuestiones legales (medidas concretas, garantías financieras…) a nuestro modo de ver queda un tanto
escasa. Se señala en el artículo 36, aunque este va referido a las garantías financieras, quizá también sea aplicable
a otros aspectos como es la valoración económica del daño efectivamente producido por un operador y a la hora de
exigirle una reparación. O bien para en caso de ejecución subsidiaria por la Admon, para podérselo exigir al
responsable por vía de apremio. (C.F. NAVARRA)
El reglamento establece un método que garantiza la
aplicación homogénea de la reparación y el cálculo de la
cobertura de la GF, a l tiempo que trata de ser respetuoso
con las competencias de desarrollo normativo de las
CC.AA.
Otra cuestión que creemos importante y no se recoge en el documento es si de alguna manera puede establecerse
el requisito de “participabilidad” con carácter previo a la aceptación de proyectos de reparación o restauración del
daño causado propuestos por los operadores. Al menos unas consultas previas a grupos ecologistas u otros
interesados. Creo que seria interesante poder percibir si, socialmente, es considerado valido el proyecto y la
sociedad considera que el daño queda reparado en su conjunto. (C.F. NAVARRA)
La participación pública en el proyecto de reparación está
regulada por lo dispuesto en la Ley 27/2006.
El reglamento requerirá de un desarrollo y concreción de múltiples aspectos, lógicamente a través de otros
reglamentos (según parece ser, de las comunidades autónomas en el ámbito de sus competencias). Este desarrollo
puede provocar desigualdades en el tratamiento que las diferentes Administraciones dan a los operadores de su
comunidad, desigualdades que pueden tener repercusiones importantes de carácter económico al implicar mayores
o menores costes para éstos. Por ejemplo: el artículo 3 habla de la necesidad de realizar un análisis de riesgos que
permita identificar los escenarios accidentales que pudieran derivarse de su actividad. Es evidente que habrá que
regular de algún modo el contenido de estos análisis de riesgos (estudios) y también es evidente que en función del
grado de concreción exigido y de la rigurosidad con que la Administración los evalúe, el coste de realización del
estudio y sobre todo, el de la prima de seguro o garantía que tendrá que afrontar el empresario puede ser muy
diferente entre Comunidades Autónomas. (LA RIOJA)
El reglamento establece un marco general para la
aplicación homogénea de un régimen de responsabilidad,
sin perjuicio que las peculiaridades que cada CC.AA, en
virtud de sus competencias, pueda establecer para su
territorio. No obstante, a través de la Comisión de
prevención y reparación podrán adoptarse de manera
voluntaria soluciones técnicas para todas ellas.
Sería aconsejable que se determinaran todos aquellos aspectos del reglamento que requieren un posterior
desarrollo (por ejemplo, de las medidas preventivas a que se refiere el artículo 5; de la información a que se refiere
el artículo 7; de la determinación del daño a que se refiere el artículo 8; proyecto de reparación del artículo 26…) así
como la Administración competente para tal desarrollo. Si como parece ser serán siempre las CCAA, habría que
establecer algunos mecanismos para evitar desigualdades entre ellas, si es posible. (LA RIOJA)
El reglamento establece un marco general para la
aplicación homogénea de un régimen de responsabilidad,
sin perjuicio que las peculiaridades que cada CC.AA, en
virtud de sus competencias, pueda establecer para su
territorio.
Hay una cuestión que es básica y que no está del todo clara en el documento de trabajo: qué es lo que un operador
tiene que aportar con carácter previo al ejercicio de su actividad (dentro de lo que podríamos denominar fase de
prevención) y qué es lo que debe aportar en caso de que se produzca materialmente el daño (fase de reparación).
Sería conveniente, por tanto, que se concretaran las obligaciones formales y económicas del operador, y el
momento en que deberían aportarse en relación con la autorización sustantiva y/o producción del daño. (LA RIOJA)
La nueva redacción del proyecto clarifica el método para
reparar el daño medioambiental.
En relación con los vertidos al agua (dominio público hidráulico) el órgano competente para la autorización del
vertido es la confederación hidrográfica correspondiente, perteneciente a la Administración del Estado. ¿Qué papel
juegan aquí las CCAA en relación con la responsabilidad medioambiental?; ¿ninguno?; ¿de informe previo
vinculante? (LA RIOJA)
El previsto en el artículo 7 de la Ley 27/2007.
Observaciones Generales al Reglamento
Los proyectos de reparación se incorporan a la resolución dictada en el procedimiento de exigencia de responsabilidad
medioambiental, de acuerdo con el art. 45 de la Ley 26/2007. ¿Pero qué ocurre cuando esta resolución (y por tanto el
proyecto) es objeto de impugnación en vía administrativa y posteriormente judicial?; ¿Podría tener efectos
suspensivos?; ¿Cómo compaginar esta situación ante el derecho a la tutela judicial? (esta es una cuestión que no
procede ser regulada por las CCAA). (LA RIOJA)
Se estará a lo dispuesto en la legislación general de
procedimiento administrativo.
Está bien que el Ministerio regule por Orden modelos-tipo de diferentes documentos o estudios, que puedan ser
asumidos por las CCAA voluntariamente sin entrar en disquisiciones relativas a la distribución de competencias y quizás
sería conveniente que se aprobara un modelo de contrato de seguro (o en su caso de clausulado general) de
responsabilidad medioambiental, de forma que evitara que los diferentes órganos administrativos tuvieran que evaluar si
un contrato de seguro ofrece o no suficiente cobertura para afrontar los daños medioambientales. (LA RIOJA)
Se comparte el planteamiento y se prevé la
posibilidad de que la comisión de prevención y
reparación de daños medioambientales realice esas
tareas.
Entendemos que en la generalidad de las explotaciones ganaderas del sector avícola el factor de riesgo “involuntario” o
fortuito de las emisiones de cualquier tipo no existe, ya que los residuos que podrían considerarse “contaminantes”
(estiércoles más o menos desecados y cadáveres de animales, fundamentalmente), son biodegradables, naturales y no
contienen sustancias químicas que se puedan considerar de riesgo en concentraciones elevadas. Además, su manejo
es siempre bajo control humano (no se dan “escapes” fortuitos de estiércol o cadáveres, sino un manejo más o menos
adecuado de los mismos según las circunstancias a considerar).
La regulación de la responsabilidad medioambiental y
sus mecanismos de imputación están regulados en la
ley y no en el Reglamento.
Sin embargo, hay situaciones en las que la normativa relacionada con gestión de la sanidad animal y en concreto en los
casos de determinadas enfermedades puede derivar en condicionantes legales para la gestión de los cadáveres,
estiércol y demás residuos de la explotación que impliquen una gestión “extraordinaria” y por lo tanto deriven en un
cierto riesgo ambiental, a cambio de beneficios sanitarios. Deben recogerse en este Reglamento como excepción a los
riesgos sujetos a evaluación y por ello contemplando la exención de responsabilidades de los operadores de las
explotaciones las situaciones de este tipo que vengan marcadas por imposiciones de la normativa sanitaria. Deben
tener esta consideración los casos de enterramiento o incineración de cadáveres o restos de la explotación sospechosa
-o dentro del área de vigilancia y control oficial- en caso de enfermedades como la influenza aviar o la Enfermedad de
Newcastle en aves, y otras similares en las especies que están afectadas por la norma medioambiental que nos ocupa.
Entendemos que el operador económico es en este caso un “afectado” más por la situación, y no un agente
contaminante. Por ello la responsabilidad de asumir los costes en su caso de la recuperación del medio deben ser de la
Administración Pública correspondiente. Y debe quedar así expresamente recogido en el texto del Reglamento.
(INPROVO)
La ley 9/2003, de 25 de abril, por la que se establece el régimen jurídico de la utilización confinada, liberación voluntaria
y comercialización de OMG y el Real Decreto 178/2004 que aprueba el Reglamento para su desarrollo, establecen los
procedimientos y requisitos para evaluar y gestionar el riesgo de las actividades con OMG como requisito previo a su
autorización y tras la realización de la actividad autorizada (planes de seguimiento, vigilancia y control). Por tal motivo,
el reglamento que se analiza debe tener en cuenta que muy probablemente establezca procedimientos paralelos y
nuevos criterios técnicos de evaluación del riesgo para fijar la cuantía de la garantía financiera. A nuestro juicio, bastaría
con tipificar la cuantía en función de la actividad de que se trate (diversos tipos de utilización confinada, liberación
voluntaria con fines experimentales, comercialización –importación, cultivo) y atendiendo a una serie de características
específicas (tipo de organismo, autorización comunitaria, etc). (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y
PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Se ha hecho referencia a la normativa específica en
materia de OMG.
Observaciones Generales al Reglamento
Los artículos deberían reflejar con mayor claridad la lógica de los pasos establecidos para la evaluación del riesgo de las
sustancias químicas (evaluación del peligro, evaluación de la exposición, caracterización del riesgo). (SUBDIRECCIÓN GENERAL
DE CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
La nueva redacción remite a la norma UNE
150.008 para la elaboración del AR.
Tanto la Ley 26/2007 como el borrador de Reglamento excluyen de la obligación de constituir garantía financiera obligatoria a los
productos fitosanitarios y biocidas con fines agropecuarios y forestales. Convendría aclarar si la utilización de biocidas para otros
usos, como desinfectantes, conservantes, etc, está igualmente excluida o, por el contrario, sometida a la obligación de garantía
financiera. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Los supuestos exentos son los previstos en
la Ley.
Se hacen diversos comentarios a un anexo II del reglamento II que aún no se ha incorporado. Estas observaciones son las que se
indican a continuación. 1) El anexo II, así como los artículos, debería reflejar con mayor claridad la lógica de los pasos
establecidos para la evaluación del riesgo de las sustancias químicas (evaluación del peligro, evaluación de la exposición,
caracterización del riesgo). 2) Se debería sustituir la palabra toxicidad por propiedades toxicológicas y ecotoxicológicas. 3)
Procedería incorporar la definición de “nivel de contaminación admisible o concentración umbral” ¿se refiere a la PNEC? 4)
Debería valorarse la necesidad de incorporar los procesos de evaluación del riesgo de los productos químicos en el Anejo II o
hacer una referencia a la normativa de productos químicos que lo establece y desarrolla. En caso de mantenerse, debería
asegurarse la adecuada correlación. (SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD DEL AIRE Y PREVENCIÓN DE RIESGOS)
Los contenidos del anexo II de la versión de
diciembre se incluyen en el cuerpo del
actual reglamento. En lo que respecta a las
demás
observaciones,
éstas
están
contestadas en otras casillas.
Se propone añadir un Anexo XXX en el que se indiquen las condiciones que debe cumplir el informe de evaluación del riesgo
ambiental: Contenido mínimo y condiciones de admisibilidad del informe. La redacción que proponen para dicho anexo es la que
se puede observar en el anexo XXX del documento que se adjunta. (UNESPA)
Se considera suficiente la remisión a la
norma UNE 150008 para la realización del
AR.
Se propone añadir un nuevo artículo, que iría detrás del artículo 40, titulado exenciones, cuyo contenido sería el siguiente: "La
Administración ambiental competente, podrá exigir a aquellos solicitantes de autorización ambiental de actividades comprendidas
en el Anexo III de la ley que puedan quedar exentos de la constitución de una garantía obligatoria, con arreglo al artículo 28, que
demuestren que cuentan con solvencia suficiente para afrontar las eventuales responsabilidades, conforme a la evaluación de
riesgos efectuada, bien mediante la presentación voluntaria de dichas garantías o mediante la presentación de sus estados
contables auditados, en los que se certifique que sus recursos propios son suficientes, habiendo cumplido con la Resolución de
25 de marzo de 2002 del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, por la que se aprueban normas para el reconocimiento,
valoración e información de los aspectos medioambientales en las cuentas anuales." (UNESPA)
No se puede establecer en una norma de
rango
reglamentario
exenciones
no
previstas en la Ley 26/2007.
Se propone añadir un nuevo anexo YYY de clasificación de las diferentes acciones de prevención, evitación y reparación del daño
ambiental, a efectos de información por las comunidades autónomas al Ministerio de Medio Ambiente, cuyo contenido podría ser
el que aparece en el anexo del mismo nombre del documento que se adjunta. (UNESPA)
El mecanismo para la remisión de
información de las CC.AA al MARM puede
ser acordado en el seno de la Comisión
técnica de prevención y reparación de
daños medioambientales.
Se propone añadir una DA 4ª, cuyo título sería Soluciones convencionales para la fijación de medidas reparadoras y cuyo
contenido podría ser el siguiente: La Autoridad Competente buscará en todo momento facilitar la resolución de los casos de
responsabilidad medioambiental mediante acuerdos convencionales. En el caso de que la Autoridad Competente opte por dictar
resoluciones unilaterales para la resolución de las situaciones de riesgo inminente o la reparación de los daños medioambientales,
según lo previsto en los artículos___ y ___ de la ley deberán expresar en su resolución los motivos de urgencia e inacción por
parte del operador o bien haber intentado sin éxito llegar a un acuerdo convencional para la resolución de dichas situaciones.
Se trata de una cuestión procedimental que
no resulta oportuno regular en esta
disposición.
A estos efectos, la entidad otorgante de la garantía financiera que da cobertura a dichas obligaciones, será tenida en cuenta e
informada en todo momento de la propuesta de acuerdo convencional, considerándole automáticamente personado como parte
interesada a efectos de lo previsto en el apartado 4 del art. 46.de la LRM. (UNESPA)
Observaciones Generales al Reglamento
Se propone añadir un Anexo XXX en el que se indiquen las condiciones que debe cumplir el informe de evaluación del riesgo
ambiental: Contenido mínimo y condiciones de admisibilidad del informe. La redacción que proponen para dicho anexo es la que
se puede observar en el anexo XXX del documento que se adjunta. (POOL)
Se considera suficiente la remisión a la norma
UNE 150008 para la realización del AR.
Se propone añadir un nuevo artículo, que iría detrás del artículo 40, titulado exenciones, cuyo contenido sería el siguiente: "La
Administración ambiental competente, podrá exigir a aquellos solicitantes de autorización ambiental de actividades
comprendidas en el Anexo III de la ley que puedan quedar exentos de la constitución de una garantía obligatoria, con arreglo al
artículo 28, que demuestren que cuentan con solvencia suficiente para afrontar las eventuales responsabilidades, conforme a la
evaluación de riesgos efectuada, bien mediante la presentación voluntaria de dichas garantías o mediante la presentación de
sus estados contables auditados, en los que se certifique que sus recursos propios son suficientes, habiendo cumplido con la
Resolución de 25 de marzo de 2002 del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, por la que se aprueban normas para el
reconocimiento, valoración e información de los aspectos medioambientales en las cuentas anuales." (POOL)
No se puede establecer en una norma de
rango reglamentario exenciones no previstas
en la Ley 26/2007.
Se propone añadir un nuevo anexo YYY de de clasificación de las diferentes acciones de prevención, evitación y reparación del
daño ambiental, a efectos de información por las comunidades autónomas al Ministerio de Medio Ambiente, cuyo contenido
podría ser el que aparece en el anexo del mismo nombre del documento que se adjunta. (POOL)
El mecanismo para la remisión de información
de las CC.AA al MARM puede ser acordado
en el seno de la Comisión técnica de
prevención
y
reparación
de
daños
medioambientales.
Se propone añadir una disposición adicional cuarta, cuyo título sería Soluciones convencionales para la fijación de medidas
reparadoras y cuyo contenido podría ser el siguiente: La Autoridad Competente buscará en todo momento facilitar la resolución
de los casos de responsabilidad medioambiental mediante acuerdos convencionales. En el caso de que la Autoridad
Competente opte por dictar resoluciones unilaterales para la resolución de las situaciones de riesgo inminente o la reparación
de los daños medioambientales, según lo previsto en los artículos___ y ___ de la ley deberán expresar en su resolución los
motivos de urgencia e inacción por parte del operador o bien haber intentado sin éxito llegar a un acuerdo convencional para la
resolución de dichas situaciones.
Se trata de una cuestión procedimental que
no resulta oportuno regular en esta
disposición.
A estos efectos, la entidad otorgante de la garantía financiera que da cobertura a dichas obligaciones, será tenida en cuenta e
informada en todo momento de la propuesta de acuerdo convencional, considerándole automáticamente personado como parte
interesada a efectos de lo previsto en el apartado 4 del art. 46.de la LRM. (POOL)
Habida cuenta la complejidad del reglamento, pensamos que el análisis previo de algunos casos piloto al objeto de poder cifrar
de manera precisa las cuantías de las garantías financieras exigibles, sería aconsejable. Dicho análisis debiera de tener
también en cuenta cuáles debieran ser las medidas de prevención y/o protección recomendables al objeto de evitar la
imposición de las citadas garantías. (ANE)
Se acepta el planteamiento y a estos efectos
se están desarrollando una serie de proyectos
piloto que permitan ilustrar la metodología.
La actual variedad de normativa existente en materia medioambiental recomendaría la verificación de la coherencia entre la
presente propuesta de reglamento y la normativa más relevante (REACH, Riesgos mayores, IPPC, Suelos, …). (ANE)
Se acepta. Se ha revisado la normativa
ambiental y se ha adaptado el Documento de
Trabajo para que sea coherente con ella.
La metodología a seguir para definir y calcular tanto la amenaza medioambiental como la amenaza medioambiental inminente
debe ser precisada adecuadamente (criterios para la selección de los escenarios a tener en cuenta, probabilidad de ocurrencia,
criterios de evaluación del daño y del coste de reparación, …). (ANE)
El término “amenaza inminente” ya está
definido en la Ley 26/2007. El operador
deberá evaluar si concurre dicha situación y
actuar en consecuencia.
Observaciones Generales al Reglamento
Establecer claros criterios que permitan definir cómo la adopción de las diferentes medidas preventivas y de
protección pueden atenuar la probabilidad de ocurrencia de amenaza inminente/daño medioambiental, a fin de
hacer innecesaria la imposición de una garantía financiera o reducir su cuantía. (ANE)
El reglamento se centra en los aspectos relativos a la
reparación del daño medioambiental y al establecimiento
de la GF.
Resulta imprescindible evitar que las industrias incurran en costes innecesarios más allá de lo estrictamente
imprescindible para garantizar un comportamiento medioambiental responsable, cumpliendo la normativa aplicable
y considerando las necesidades específicas de la comunidad local. Las medidas que deben establecerse para evitar
costes excesivos pasan por: a) No solicitar certificaciones específicas de las evaluaciones de riesgos con el fin de
evitar la obligación de recurrir a una consultora especializada para obtener esta certificación, pagando por ella un
sobrecoste innecesario. b) Permitir a los grupos empresariales y/o sectores la contratación de garantías financieras
conjuntas y no acumulativas, de forma que se garantice la existencia de un mínimo equivalente a la garantía
correspondiente a la empresa de mayor riesgo del grupo/sector. c) Establecer un mecanismo de revisión de
actuaciones para los casos en los que la cuantía de la intervención sea significativa, para asegurar que las
exigencias de las comunidades autónomas son técnicamente y económicamente viables y constituyen la mejor
solución posible para el caso en cuestión. (ALCOA)
El alcance de los costes imputables a la responsabilidad
medioambiental está regulado en la Ley y no en este
reglamento.
El texto del borrador de Reglamento nos parece excesivamente complejo por lo que sería de desear una
simplificación del contenido del mismo, con el desarrollo previo, a modo de ejemplo, de algunos casos prácticos, al
objeto de poder cifrar de manera precisa las cuantías de las garantías financieras exigibles. Dicho análisis debiera
de tener también en cuenta cuáles debieran ser las medidas de prevención y/o protección recomendables al objeto
de evitar la imposición de las citadas garantías.(FEIQUE)
Se ha simplificado el reglamento incluyendo el contenido
más técnico en anexos, con el fin de facilitar su
comprensión. Asimismo, se están realizando diversos
estudios pilotos para ilustrar la metodología.
Dada la complejidad del Reglamento y que establece una metodología que la propia Administración presenta como
innovadora incluso en el ámbito europeo, consideramos insuficiente el tiempo de información pública que se ha
concedido a las partes afectadas para emitir su opinión. Sería deseable que se ampliara el plazo y de este modo
poder realizar un análisis más profundo sobre los aspectos clave del Reglamento. (FEIQUE)
La tramitación de este proyecto de real decreto está
siguiendo escrupulosamente lo estipulado en la Ley
27/2006 con el fin de permitir una amplia participación
pública.
Encontramos el texto del borrador excesivamente falto de concreción, por lo que consideramos que se deben
concretar criterios para la selección de los escenarios a tener en cuenta, probabilidad de ocurrencia, criterios de
evaluación del daño y coste de la reparación, etc… (FEIQUE)
Se ha revisado, aclarado y concretado, en la medida de lo
posible, la regulación que contienen algunos artículos.
La actual variedad de normativa existente en materia medioambiental recomendaría la verificación de la coherencia
entre la presente propuesta de reglamento y la normativa más relevante (REACH, Accidentes Graves, IPPC,
Suelos,…). (FEIQUE)
Se acepta. Se ha revisado.
La metodología a seguir para definir y calcular tanto la amenaza medioambiental como la amenaza medioambiental
inminente debe ser precisada adecuadamente (criterios para la selección de los escenarios a tener en cuenta,
probabilidad de ocurrencia, criterios de evaluación del daño y del coste de reparación, …). (Puntos 2 a 5 de la
memoria explicativa).(FEIQUE)
La definición de “amenaza inminente” se incluye en la
Ley.
Es necesario establecer criterios claros que permitan definir cómo la adopción de las diferentes medidas
preventivas y de protección pueden atenuar la probabilidad de ocurrencia de amenaza inminente/daño
medioambiental, a fin de hacer innecesaria la imposición de una garantía financiera o reducir su cuantía. (FEIQUE)
La definición de “amenaza inminente” y las medidas
preventivas a desarrollar se incluyen en la Ley.
Observaciones Generales al Reglamento
Se deben clarificar los criterios que la Autoridad va a seguir en la definición del estado básico de un ecosistema, así como
para la reposición del mismo (Artículos 18 y 19 del Reglamento y punto 4 C de la memoria explicativa). (FEIQUE)
La nueva redacción ha clarificado estos aspectos.
Es necesario una mayor concreción en el Reglamento en cuanto a la entrada en vigor de la obligatoriedad de la garantía
financiera. En la Ley de Responsabilidad Ambiental en su Disposición Final Cuarta sí se establece de manera precisa que
la constitución de la Garantía Financiera obligatoria para cada una de las actividades del Anexo III se aprobarán mediante
Orden del Ministro de Medio Ambiente a partir del 30 de abril de 2010. Sin embargo, esto no queda claro en el
Reglamento, donde se dice en su art. 41 que la garantía deberá quedar constituida desde la fecha en la que surta efecto
la autorización necesaria para el ejercicio de la actividad. (FEIQUE)
Estos aspectos se regulan en la Ley 26/2007.
Lo que se deduce de este borrador, es que contempla las situaciones en las que la responsabilidad recae en un operador
determinado, pero sería interesante conocer también cómo se puede determinar el grado de responsabilidad de varios
operadores en la reparación de un daño medioambiental en el caso de producirse el hecho contemplado en el art. 11 de
la Ley 26 / 2007 (pluralidad de responsables de un mismo daño), como p.e.: Efecto dominó (SEVESO II). (FEIQUE)
Se acepta. Se incluye una disposición adicional
sobre responsabilidad mancomunada.
No se ha descendido a nivel de la problemática del sector OMGs.
Se han dado pautas específicas para el tratamiento
de los OGMs.
Se necesitan soluciones sectoriales.
Lógica de que los biocidas de uso agropecuario, estén exentos y otro tipo (a veces relacionados con la salud pública) no.
(SECTOR OMGs)
No se entiende por qué para el caso de la utilización de biocidas con fines agropecuarios y forestales, de hecho creen que
el riesgo es menor en la utilización de un biocida que de un fitosanitario, ya que las dosis son mayores en los fitosanitarios
y se suelen utilizar en extensiones más abiertas.
La obligación de constituir GF está regulada en la
Ley 26/2007.
Quieren que las empresas cuya actividad sea la prestación de servicios biocidas no estén obligadas a constituir una
garantía financiera.(ANECPLA)
Como los operadores que liberan productos fitosanitarios en el medioambiente lo hacen con fines agropecuarios y
forestales y quedan exentos de realizar un análisis de riesgo y de establecer garantías financieras, creen que es muy
importante que se establezca con claridad la responsabilidad de cada operador, de modo que en caso de contaminación,
quede claramente establecido quien es el responsable de dicha contaminación y no haya perjuicio para el resto de los
operadores de la cadena. (FEDISPROVE)
El alcance de la responsabilidad está contenida en
la Ley.
No se contempla que la actividad de almacenamiento y transporte in situ de productos fitosanitarios pueda optar a realizar
un análisis de riesgos de carácter sectorial, hecho este que seria muy importante para nuestro sector, tanto
económicamente como a la hora de establecer unos criterios de análisis unánimes, puesto que todas las instalaciones
deben observar las mismas características técnicas establecidas en el RD 379/2001, en el Sistema de Prevención de
Riesgos, así como en las autorizaciones administrativas necesarias para ejercer dicha actividad (Industria, Agricultura,
Medioambiente), la mayoría de las empresas han establecido la ISO 9001 de calidad (FEDISPROVE)
Se indican algunos de los sectores que podrían
beneficiarse del análisis de riesgos sectorial en la
memoria, pero eso no significa que el resto de
sectores no puedan hacerlo.
Quieren que en caso de producirse un daño medioambiental a causa de:
El alcance de la responsabilidad está contenida en
la Ley.
*Error en el procedimiento administrativo o autorización del producto fitosanitario
*Empleo por un tercero de una dosis excesiva del fitosanitario quede claro que el fabricante del fitosanitario no tiene
ninguna responsabilidad. Podría incluirse en el artículo 14.2 variando su redacción. (AEPLA)
Observaciones Generales al Reglamento
Para evitar la multiplicidad de interpretaciones y posible inseguridad jurídica, habría que precisar más quién puede
elaborar esos análisis y sobre todo quién está facultado para proclamar con carácter general y ex ante su plena
validez. (AEPLA)
El reglamento establece la norma UNE 15008 como
referencia para realizar el AR, así como los requisitos
que deben cumplir los verificadores d los mismos.
Debiera incluirse un precepto que desarrollase los supuestos de exención establecidos en los apartados a) y b) del
Art. 28 de la LRM. En particular, pensando en aquellos casos en los que, como sucede siempre con los productos
fitosanitarios, su empleo se produce no sólo por terceros, sino también de manera dispersa en el espacio, esto es, en
lugares geográficos muy distintos. (AEPLA)
El alcance de la responsabilidad está contenida en la
Ley. El reglamento no puede ampliar ni reducir lo
dispuesto en la Ley.
Posibilidad de que los análisis de riesgo (o al menos parte) que se hacen para la IPCC, puedan ser utilizados para la
determinación de las garantías financieras.
Los análisis de riesgos que exigen otras normativas
podrán aprovecharse siempre que cumplan con lo
exigido por este real decreto para la determinación de la
GF.
Posibilidad de fomentar el análisis de riesgo como instrumento
de Planificación empresarial.
Sería necesario alcanzar la mayor precisión posible para saber qué cubren las garantías financieras.
Sería necesario introducir algunos elementos previstos en el protocolo de Cartagena para evitar falsa denuncias
"gratuitas" de riesgos ambientales. (SECTOR INDUSTRIA)
Es muy positivo que se establezca una metodología común a todas las CCAA.
Debería de tenerse en cuenta la solvencia de la empresa.
Muy positivo, la posibilidad de aglutinar todas las pólizas, en una sola para el sector (SECTOR ENERGÉTICO).
Se prevé la posibilidad de usar los análisis de riesgos
como herramienta de gestión.
No se acepta, existe la posibilidad de realizar un
análisis de riesgos sectorial, pero la póliza no podrá ser
sectorial dada la gran variabilidad entre distintas
instalaciones de un mismo sector.
Problemas de fiabilidad asociados a la determinación de la intensidad y extensión del daño medioambiental, debido a
carencias metodológicas y escasez de valores límite, por lo que no existe garantía de poder realizar el estudio con
una mínima fiabilidad y validez. Igualmente nos podemos encontrar con incertidumbres significativas cuando
disponiendo del CTD a un nivel concreto de intensidad sea necesario obtenerlo para un nivel de intensidad diferente.
(UNESA)
El reglamento da una serie de pautas a seguir para
minimizar la incertidumbre en este tipo de análisis
La falta de experiencia a nivel nacional y de varios de los sectores afectados en el uso de las “Technical Guidances”
referenciadas en el contenido de la memoria explicativa y del articulado propuestos, hace prácticamente necesario e
imprescindible que se aporten “ a tiempo” guías nacionales por tipo de instalaciones o tecnologías con aplicación a
casos específicos de estudio que muestren en la práctica los procesos de determinación de las diversas variables
involucradas y la viabilidad y factibilidad en la utilización en los procesos de fijación de la garantía financiera y de
determinación de las medidas de reparación y de sus costes económicos. (UNESA)
Se están realizando una serie de proyectos piloto con el
fin de mostrar el proceso a seguir en la cuantificación y
reparación de daños acaecidos, así como el proceso de
fijación de la garantía financiera en actividades de
distintos sectores profesionales.
Riesgos convencionales “no nucleares”.- Aunque las CCNN no forman parte de las actividades del Anexo III de
alcance de la Ley de Responsabilidad Medioambiental, en las mismas pueden darse una serie de riesgos
medioambientales no nucleares asociados a operaciones de vertidos en aguas interiores y mar territorial y de gestión
de residuos no nucleares, por lo que sería conveniente que los documentos emitidos para el desarrollo reglamentario
de la Ley aclararan si dichos riesgos deben ser objeto también de tratamiento y consideración, como en el resto de las
actividades afectadas por la Ley. (UNESA)
Las actividades nucleares están exentas de la
aplicación de la Ley conforme al artículo 3.b de la Ley
26/2007.
Necesidad de aclarar la posible exigencia de disponer de personal cualificado en esta materia, o valdría con tener la
figura
de
Consejero
de
Seguridad
(Como
es
el
caso
de
las
empresas
transportistas)
El reglamento debe ser más concreto, ya que hay frases como con probabilidad suficiente o bastante riesgo que
deben de detallarse más. (SECTOR TRANSPORTE)
El reglamento no aborda el modo en que las empresas
deben organizarse para cubrir las obligaciones legales.
Se ha mejorado la redacción para evitar expresiones
que puedan resultar ambiguas.
Observaciones Generales al Reglamento
No aparece nada sobre quien debe de hacer el análisis de riesgo. Este análisis debe ser fiable e independiente, para
ello puede ser elaborado por:
El reglamento establece una norma de referencia para
la realización del AR y los criterios para su verificación.
* Operador y debe incluir una verificación
Los seguros de caución se han desestimado.
* Un organismo capacitado independiente
De otra forma, aunque la autoridad competente acepte el análisis, las compañías aseguradoras no lo aceptarán.
Descompensación del aval frente al seguro. El aval solo está vigente, el tiempo en que dura la actividad y no tiene un
fondo de consorcio que garantice 30 años tras la finalización de la actividad. Habría que desarrollar un poco más la
realización del análisis de riesgo. Preocupación ante las empresas más pequeñas que no se puedan costear un
análisis de riego.
Incluir que otra forma de GF pueden ser los "seguros de caución", lo cual no está en desacuerdo con la ley, ya que
son un tipo de seguros, pero se debería aclarar en el reglamento, que si son válidos. (SECTOR FINANCIERO)
Desarrollar
más
el
análisis
de
riesgo
sectorial,
para
indicar
como
se
va
a
hacer
Aclarar que el análisis de riesgo se realiza cada vez que existe una autorización administrativa, por lo que si la
empresa cambia algo significativo y es necesaria una autorización, también es necesario realizar un análisis de riesgo
nuevo.
Que se detalle más como se define el estado básico del ecosistema.
Se pide objetivizar los requisitos mínimos del análisis de riesgos sectorial, de forma que el trámite sea sencillo. Una
solución sería diseñar un programa informático, en donde se pudieran incluir una serie de variables de la empresa y
que automáticamente te indicara la cuantía de la garantía financiera. Temen la inseguridad jurídica y no les gusta la
idea de que el análisis de riesgo dependa de un verificador.
Se acepta el primer inciso y se remite a lo establecido
en
comentarios
anteriores
sobre
los
AR
medioambientales tipo.
La nueva redacción responde al planteamiento de
compatibilizar las distintas normativas en materia de
seguros.
¿Que ocurre cuando ya se está obligado a tener un seguro, como es el caso del transporte de sustancias peligrosas?
¿Cabe la posibilidad de aglutinar los dos seguros en uno?¿Se podría tener al menos en cuenta de que ya se dispone
de un seguro y por lo tanto la cuantía fuera menor para el segundo seguro? (SECTOR RESIDUOS)
Se propone la realización de una aplicación informática que determine el riesgo basándose en factores como el tipo
de actividad, tamaño y localización. Y se podría tener la posibilidad a las empresas de acogerse alternativamente a
este sistema o a la realización del análisis de riesgo. (ASEGRE)
Se está estudiando todo lo relativo a la elaboración de
modelos de AR medioambientales tipo y su gestión.
Puesto que el objeto de esta Ley debe ser la protección ambiental con la menor repercusión económica posible, se
considera de gran importancia que las empresas con varios centros, puedan contratar pólizas conjuntas de seguros
para todos sus centros, dado que esta posibilidad supone una considerable reducción de costes.(ASEGRE)
Se acepta.
Se da la circunstancia de que algunas actividades, como es el caso de la gestión de residuos, están sujetas a la
suscripción de una póliza de seguro obligatoria por daños, entre ellos los medioambientales, para la obtención de la
licencia administrativa de actividad, por lo tanto debería considerarse la posibilidad de reducir para estas actividades
el importe de la Garantía Financiera de Responsabilidad Medioambiental proporcionalmente a la cuantía de la
cobertura del seguro ya existente.(REPACAR)
El alcance de la GF está regulada en la Ley 26/2007.
En general, en todo el articulado, cuando habla de daño, debería hablar de daño agudo. (UNESA)
No se acepta. Los daños pueden ser agudos, crónicos o
potenciales en función de la severidad de los efectos.
Observaciones Generales al Reglamento
Validación de la póliza de seguros. Nos preocupa extraordinariamente quién será el encargado de validar la póliza
contratada:
• ¿La administración competente? No creemos que tengan medios ni conocimientos suficientes para hacerlo. Dejarlo
en manos de un asesor externo puede ser conflictivo y arbitrario.
• ¿Debería incluir la póliza un certificado del asegurador certificando que el contrato cumple con la ley?. Esta es,
evidentemente, la solución más limpia y operativa, pero dudamos que el mercado esté dispuesto a aportarla.
Aconsejamos que cualquier medida que se adopte en este sentido sea consensuada y aceptada por el mercado de
seguros. (FERROVIAL)
La administración determinará la cantidad que se deba
garantizar en función de la propuesta que presente el
operador.
En cuanto al segundo inciso, no se estima oportuno
incluir este requisito en el reglamento.
Es importante destacar que el concepto de “operador” puede ser bastante amplio en la interpretación lo que afecta a
los diferentes actores o sujetos que pueden estar afectados por la aplicación de la presente ley y de su futuro
reglamento de aplicación. (COLEGIO DE REGISTRADORES)
Se aplicará el concepto de operador que viene definido
en la ley 26/2007.
Parece conveniente que en la memoria económica se analice la repercusión económica de la norma proyectada, no
sólo en el gasto público sino también en los operadores afectados por esta norma, tal y como solicitan la Secretaría
General de Industria y la Secretaría General de Energía. (SECRETARÍA GENERAL DE INDUSTRIA Y SECRETARÍA
GENERAL DE ENERGÍA)
La memoria económica está en fase de elaboración.
Se recuerda que en la actualidad está tramitándose un proyecto de Real decreto sobre protección y rehabilitación del
espacio afectado por actividades extractivas, que incorpora a nuestro ordenamiento la Directiva 2006/21/CE del
Parlamento y del consejo, de 15 de marzo de 2006, sobre gestión de los residuos de industrias extractiva y por la que
se modifica la Directiva 2004/35/CE. El proyecto ha sido remitido para informe a los departamentos ministeriales
afectados, entre ellos, al Ministerio de Medio Ambiente, que no ha contestado todavía. La fecha para la incorporación
de la Directiva 2006/21/CE al ordenamiento nacional es el 1 de mayo de 2008.
Se aprecia el comentario.
La regulación que contiene el citado proyecto de Real Decreto debería ser tenida en cuenta. En concreto, se significa
que, a efectos de la regulación de la garantía financiera de las responsabilidades de las industrias extractivas, el
artículo 14 de la Directiva 2006/21/CE exige que, antes del comienzo de cualquier actividad de acumulación o
depósito de residuos en una instalación, se proceda a la constitución de una garantía financiera (por ejemplo en forma
de depósito financiero, incluidos los fondos mutuos de garantía respaldados por la industria), o equivalente, para
asegurar que pueda hacer frente a todas las obligaciones derivadas de la autorización, incluidas las relacionadas con
el cierre y el mantenimiento posterior de la instalación de residuos. Actualmente existe un grupo de consultores bajo la
dirección de la Comisión Europea con el objetivo de elaborar un texto definitivo que concrete los criterios para el
cálculo de las garantías financieras o equivalentes e inspecciones antes de febrero de 2008. El texto tendrá la
condición de decisión y, por tanto, se transcribirá textualmente como anexo al proyecto de Real Decreto sobre
protección y rehabilitación del espacio afectado por actividades extractivas. Sin perjuicio de esta garantía, el
considerado (25) de la Directiva 2006/21/CE señala que, de conformidad con la Directiva 2004/35/CE, las entidades
explotadoras de instalaciones de residuos de las industrias extractivas deben disponer de una cobertura adecuada de
responsabilidad civil respecto a daños medioambientales causados por sus actividades o el riesgo inminente de
dichos daños. (SECRETARÍA GENERAL DE INDUSTRIA)
Ausencia de memoria económica: Se trata de una regulación compleja, a completar en aspectos eminentemente
técnicos, pero con incidencia económica que habrá que evaluar adecuadamente para facilitar la toma de decisiones.
A ese respecto, resulta imprescindible disponer de la preceptiva memoria económica del proyecto. (MINISTERIO DE
ECONOMÍA Y HACIENDA)
La memoria económica está actualmente en desarrollo.
Observaciones Generales al Reglamento
Tabla de correspondencias: Para mayor claridad sobre las cuestiones a abordar en los trabajos pendientes, sería muy
conveniente que el Ministerio de Medio Ambiente identificara qué precepto concreto de la Ley 26/2007 será desarrollado por cada
artículo del reglamento en preparación, por ejemplo mediante una tabla de correspondencias entre ambos textos. MINISTERIO
DE ECONOMÍA Y HACIENDA)
El artículo 1 de este real decreto indica los
aspectos de la Ley que son objeto de
desarrollo reglamentario.
Surgen ciertas dudas sobre si alguna de las obligaciones que ahora se contemplan para los operadores económicos, como las de
realizar análisis de riesgos o disponer de sistemas para gestionar las fuentes de peligro por contaminación, derivan exactamente
de la norma legal o resultarían en cierto modo adicionales y habría entonces que valorar si son oportunas. MINISTERIO DE
ECONOMÍA Y HACIENDA)
El reglamento no establece obligaciones
nuevas no previstas en la Ley 26/2007. El
AR está vinculado al establecimiento de la
GF.
Parece que los documentos preliminares facilitados se orientan en la dirección aceptada como más adecuada, cuando se preparó
la Ley a desarrollar. Así se acepta, en particular, con el enfoque adoptado para valorar daños ambientales, basado en el análisis
de equivalencia conforme a las experiencias de USA en la materia y el proyecto europeo REMEDE (Resource Equivalency
Methods for Assesing Environmental Damage in EU) que, como explica el Ministerio de Medio Ambiente, dan prioridad al principio
de “no pérdida neta “ de capital natural (mantenimiento de la oferta de recursos y/o servicios naturales), frente a la demanda social
del público o pérdida de bienestar asociada a una supuesta pérdida de calidad ambiental.
Se aprecia el comentario.
Como reconoce el propio Ministerio de Medio Ambiente, este enfoque supone usar modelos matemáticos de simulación
complicados para cuantificar daños y su reparación, que exigirán disponer de mucha información y tener en cuenta múltiples y
diversas consideraciones tanto técnicas como ecológicas, en torno a las que convendría que los expertos lograran un consenso
razonable para que el futuro Reglamento resulte sólido. MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA)
Sería deseable que se llegase a un acuerdo respecto a la regla de decisión doble, apoyada en los conceptos de daño y riesgo que
se plantea para determinar la cuantía mínima a garantizar. Ese criterio es el que ya se barajó y decidió finalmente no anticipar en
la Ley 26/2007, para no condicionar los trabajos metodológicos pendientes. El Ministerio de Medio Ambiente reitera con un
ejemplo práctico que resultaría la más ajustada y permitiría evitar exigencias desproporcionadas en cuanto a garantías
financieras, aunque como ya se indicó en anteriores debates exigirá una metodología de evaluación de riesgos más compleja, que
habrá que obtener con los trabajos en marcha. MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA)
Se han sustituido los dos criterios para
determinar el escenario base para la
determinación de la GF mínima por un
único criterio que incluye a ambos.
Sería conveniente aprovechar los trabajos en marcha para unificar enfoques procurando adoptar criterios similares a los de otros
Estados Miembros, para aplicar el nuevo régimen de responsabilidad ambiental. MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA)
Se acepta el planteamiento.
La falta general de criterios concretos respecto al tratamiento de los daños ambientales generados por los organismos
genéticamente modificados debe ser subsanada. (SEVILLA)
La nueva redacción incluye pautas
específicas para el tratamiento de los OMG.
Se requiere mayor seguridad jurídica. Es importante definir con mayor claridad algunos conceptos relativos a la valoración del
riesgo y a la cuantificación de los daños que hasta el momento no están claros o que suscitan cierta confusión. Se subraya la
idoneidad de emplear una terminología común a la normativa sobre riesgos y la valoración de daños ambientales del
ordenamiento jurídico vigente. (SEVILLA)
Se recoge esta sugerencia en la nueva
redacción..
Se echa de menos una memoria económica que acompañe al documento de trabajo. (SEVILLA)
Se acepta. Se está elaborando.
Las Mejores Técnicas Disponibles (MTD) son un buen ejemplo de documento de referencia para la aplicación de ésta y otras
leyes. (SEVILLA)
Se ha eliminado la alusión a las MTD.
Observaciones Generales al Reglamento
Existe consenso en la necesidad de regular un trámite de información pública, especialmente en lo que se refiere a la elaboración
del proyecto de reparación. (SEVILLA)
El procedimiento se prevé en la L 26/2007
Asimismo, mayoritariamente se señala que no resulta necesario regular en el futuro reglamento un procedimiento de urgencia.
Las comunidades autónomas pueden hacerlo en su normativa específica. Además, la Ley 26/2007 prevé la actuación de la
administración competente y del propio operador antes de tramitar el correspondiente procedimiento. (SEVILLA)
Se acepta.
Respecto de la evaluación de impacto ambiental, cuando ésta sea obligatoria dadas las medidas que deben adoptarse, se discute
si debe o no integrarse tal evaluación en el procedimiento de exigencia de responsabilidad medioambiental. La mayoría del grupo
de trabajo se inclina por que se integre en dicho procedimiento.
Se aprecia el comentario.
El asistente norteamericano, representante de Stratus Consulting Inc., pone de manifiesto como en Estados Unidos la evaluación
de impacto ambiental se lleva a cabo especialmente en los supuestos de determinación de medidas complementarias o
compensatorias. En el caso español, cualquiera que sea la naturaleza de la medida, habrá que determinar si constituye o no un
supuesto de evaluación de impacto ambiental conforme a nuestra legislación. (SEVILLA)
Se propone que el proyecto de reparación pueda aprobarse por distintas fases de ejecución, de modo que el órgano competente
pueda hacer un seguimiento de los resultados alcanzados en cada una de estas fases antes de aprobar la siguiente. (SEVILLA)
Se acepta.
Se propone que, una vez aprobado el proyecto de reparación, se de un plazo al operador para obtener las licencias y
autorizaciones que sean preceptivas. (SEVILLA)
La coordinación entre este trámite y otros
procediimentos corresponde a la CC.AA.
En los supuestos en que un daño medioambiental afecte al territorio de varias administraciones públicas competentes, se
considera que debe fijarse en el futuro Reglamento el punto de conexión que determine la administración competente. Se
plantean varias opciones, tales como considerar la administración en cuyo territorio esté establecida la instalación o la
administración donde se manifieste el daño medioambiental. La mayoría de miembros del grupo parece inclinarse por la primera
solución. (SEVILLA)
La ley alude a los principios de cooperación
y colaboración entre administraciones
públicas para la solución de este tipo de
problemas.
Asimismo, se pone de manifiesto, de acuerdo con lo previsto en el artículo 7.4 de la Ley 26/2007, la pertinencia de elaborar un
convenio marco entre las administraciones públicas competentes (comunidades autónomas y Administración General del Estado)
que en el futuro solucione estos supuestos y garantice la cooperación y colaboración de las administraciones afectadas.
(SEVILLA)
Este es un asunto que puede ser abordado
en el seno de la Comisión de prevención y
reparación de daños medioambientales.
Finalmente, desde el punto de vista procedimental, se llama la atención sobre el procedimiento previsto para daños
transfronterizos, que puede servir de modelo para articular la intervención de otras administraciones públicas afectadas en su
territorio. (SEVILLA)
Este es un asunto que puede ser abordado
en el seno de la Comisión de prevención y
reparación de daños medioambientales.
El grupo de trabajo llega a la conclusión de que sería adecuado crear un órgano técnico, con la participación de todas las
administraciones públicas competentes, que asesore y realice propuestas de normas técnicas de referencia en materia de
responsabilidad medioambiental. Se podría tomar como modelo el CLIF (Comité de lucha contra incendios forestales) destacando
que se trataría de un órgano marcadamente técnico, que, igualmente podría jugar un papel importante en la elaboración de
análisis de riesgos sectoriales, previstos en el documento de trabajo. (SEVILLA)
A tal efecto, se regula la constitución de la
Comisión de prevención y reparación de
daños medioambientales.
Observaciones Generales al Reglamento
Necesidad de introducir unas guías relativas al modo de realizar el análisis y la evaluación de riesgos
medioambientales. Con independencia de quién deba realizar el análisis y la evaluación de riesgos
medioambientales, es necesario dar certidumbre a los operadores sobre la forma en que se va a realizar dicho
análisis, a los efectos de garantizar un tratamiento equivalente para actividades que sean similares.
A estos efectos, el Reglamento debe incluir unas guías sobre cómo debe hacerse estos análisis y evaluación. Algunas
de estas guías tendrán que ser de aplicación a toda actividad sujeta al Anexo III de la LRM. El contenido de la norma
UNE 150008, cuya publicación está próxima, puede ser el mejor ejemplo de este tipo de guías, aunque debería valer
cualquier otro documento de naturaleza similar.
Se ha establecido una norma de referencia para realizar
los análisis de riesgos (UNE 150008), así mismo el
reglamento indica una serie de requisitos que deberá
cumplir dicho análisis. Además el reglamento define las
condiciones para la verificación de los análisis de
riesgos así como para la acreditación de los
verificadores del mismo.
Otras guías, en cambio, deberán ser de aplicación sólo a ciertos sectores económicos, de entre los incluidos en el
Anexo III, que tengan especial relevancia en el contexto nacional.
En relación con esta sugerencia resulta pertinente hacer las siguientes precisiones:
(i) No se trata de imponer unas guías que regulen hasta el máximo detalle cómo realizar el análisis y la evaluación de
riesgos medioambientales. Estas guías deben poner unas bases mínimas de uniformidad de tal modo que dos
actividades del mismo tipo, en dos localizaciones distintas pero con características similares, tengan unos análisis y
evaluación con resultados similares.
(ii) En lo posible, el contenido de las guías, tanto las de carácter general como las sectoriales, debe consensuarse con
las Comunidades Autónomas, para garantizar la uniformidad mínima que se pretende en todo el territorio nacional.
(iii) El contenido de las guías aplicables sólo a un determinado sector económico deben consensuarse con
representantes del sector en cuestión, para garantizar su adecuación a la realidad.
(iv) En principio, las guías de naturaleza general deben formar parte del texto del propio Reglamento de desarrollo de
la LRM , como un anexo. Por contra, tanto por razones de tiempo como de espacio, parece más aconsejable que las
guías sectoriales sean objeto de Órdenes ministeriales separadas (probablemente, una Orden por cada sector
afectado), que se publicarían una vez estuviera el Reglamento ya en vigor, en línea con lo que se establece en la
disposición final cuarta de la LRM.
(v) Las guías deberían permitir a los operadores determinar no sólo los riesgos medioambientales que deban quedar
cubiertos por la garantía financiera de forma obligatoria, sino también aquellos otros que puedan quedar cubiertos de
forma voluntaria, en su caso. (OFICEMEN)
No resulta clara la diferencia de regulación que contienen los artículos 20.2 y 22.2. debe revisarse y aclararse sus
contenido, caso de que haya diferencia entre ellos; en caso contrario, deberán refundirse en un sólo artículo.
(OFICEMEN)
Se acepta. Se ha eliminado el artículo 20. Evaluación
de la consistencia de los resultados e identificación de
los ecosistemas relevantes para la reparación.
En el Documento de Trabajo se utilizan términos o expresiones que no están definidos y pueden inducir a confusión,
tales como “agente”, “agente contaminante”, “concentración superior a la admitida” (artículo 6), “medidas de difusión”
(artículo 10.1), “individuos, población, hábitat y comunidad” (artículo 10.3), “unidades biofísicas” y “volumen” (artículo
12), “nivel de contaminación admisible o concentración umbral” (artículo 15.1), “tanto por exceso como por defecto del
mismo” (artículo 15.4), “significación” y “cociente de riesgo” (artículo 17.1), o “capital natural” (artículo 23.7.d). Debe
hacerse un esfuerzo por evitar la utilización de palabras o expresiones ambiguas o no unívocas. (OFICEMEN)
Se ha revisado la coherencia de los términos utilizados
en el reglamento en relación con otras normas.
Debe incluirse un artículo que defina el contenido de la propuesta de medidas reparadoras a que se refiere el artículo
20.1.b) de la LRm. Entre este contenido debe incluirse el coste previsto de las medidas. (OFICEMEN)
Se acepta (actual artículo 24).
Observaciones Generales al Reglamento
Puede ser conveniente apuntar ciertos aspectos de la Ley que sería conveniente aclarar:
3.1. Confirmar que para identificar al “operador” se atenderá en primer lugar a lo que la legislación sectorial, estatal o
autonómica, disponga para cada actividad sobre los titulares de permisos o autorizaciones, inscripciones registrales o
comunicaciones a la Administración (en relación con el artículo 2.10 LRM).
3.2. Artículo 12 LRM: debe aclararse que se aplicarán los artículos 39 y 40 de la Ley General Tributaria (“LGT”) sólo
respecto de las obligaciones pecuniarias.
3.3. Artículo 13.2.c LRM: debe regularse cómo se aplica el artículo 175.2 LGT, que resulta aplicable por la remisión
que hace el artículo 42.1.c. LGT.
3.4. Artículo 31.1 LRM: debe preverse la posibilidad de suspender la vigencia de la garantía si se suspende la
actividad (por ejemplo, por paradas previstas, o por modificaciones de la maquinaria).
3.5. Apartados b) y c) del artículo 32.1 LRM: debe aclararse que no se aplican a la reserva técnica. (OFICEMEN)
No se ha considerado oportuno el desarrollo
reglamentario de estos aspectos, que tendrán su
solución en la legislación tributaria.
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