Capítulo VIII - Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA)

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Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
CAPITULO VIII:
LA ENERGIA
I. LA IMPORTANCIA DE LA ENERGIA
Antiguamente, muchas labores dependían de la
fuerza muscular de un animal o del ser humano.
Con el conocimiento sobre cómo transformar y
usar la energía, el hombre cambió su estilo de
vida, haciéndola más fácil y cómoda. Con apretar
un botón, tenemos luz; apretando otro, comienza
a funcionar una máquina capaz de moler, triturar
o cortar. En vez de preparar un campo para la
siembra con un azadón, se usa un tractor que
funciona con petróleo. A diario, la energía
mantiene todo tipo de electrodomésticos:
refrigeradores, microondas, estufas, televisores
y muchos otros.
Mientras más crece la economía de un país, más
energía consumen sus industrias, minería y
agricultura, ya que funcionan más máquinas,
refinerías, hornos y calderas, camiones, buses
y trenes. También las personas compran y utilizan
más vehículos y electrodomésticos. Por ejemplo,
el crecimiento económico de Chile origina un
considerable aumento del consumo de energía,
que se ha estimado entre un 5% a 8% anual.
Gran parte de la energía que se usa actualmente
proviene de combustibles fósiles, es decir,
petróleo, carbón, o gas natural. Además de ser
usados en vehículos y otras máquinas que
aprovechan el proceso de combustión, éstos son
utilizados para producir electricidad. Otra gran
cantidad de la energía usada en el mundo
moderno proviene de represas hidroeléctricas,
de las cuales la Región del Bío-Bío es
especialmente rica brindando un gran aporte de
electricidad al país. Por último, la leña se
consume bastante para producir calor.
Lo cierto es que el uso de energía siempre causa
efectos ambientales dañinos, por la
contaminación del aire, del suelo, o del agua que
se produce al extraer, transportar, refinar o
quemar los combustibles fósiles. A su vez, la
obtención de electricidad a partir de represas
también causa problemas ambientales y sociales;
los primeros, por la destrucción de sitios bellos;
los segundos, por el traslado de personas que
implican. Quemar leña tiene también un impacto
ambiental negativo ya que para obtenerla muchas
veces se siguen malas prácticas forestales
destruyendo el bosque. Y, al quemarla, se
contamina el aire.
Otro aspecto del problema es el rápido
agotamiento de los combustibles fósiles, los que
la naturaleza demoró millones de años en formar.
Por esto, depender de ellos no es saludable ni
sustentable. Pronto se deberán encontrar formas
alternativas de obtener energía, que no
contaminen y que sean renovables.
II. LAS FUENTES DE ENERGIA DEL PAIS
La fuente energética que origina a todas las
demás es el Sol, pero casi no la utilizamos en
forma directa. Más bien, la sociedad industrial
ha basado su desarrollo en el uso de las energías
fósiles: el petróleo, carbón, y recientemente, el
gas natural. Estas mismas fuentes son las que
abastecen a nuestro país, principalmente de
petróleo, gas natural, carbón y de acuerdo a las
proporciones que se indican en la Figura 1.
Figura 1: Fuentes de energía en Chile
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Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
Se observa que, entre 1971 y hoy, se ha
mantenido el petróleo como la principal fuente
de energía en Chile. También, ha ido
disminuyendo en importancia, llegando a ser
sólo un 44,2% en 1997. Pero Chile no posee
reservas significativas de petróleo, por lo que
debe importarlo desde otros países, hasta llegar
en 1997 a importar el 93,9% del petróleo crudo
requerido por el país el que es procesado en las
refinerías nacionales de Concón (V Región) y
Petrox (VIII Región).
Ello se debe al agotamiento de los pozos de
petróleo en Tierra del Fuego desde los cuales
se extrajo, a partir de la década de los ‘40, todo
el petróleo en forma de reservas recuperables.
También se debe a que las nuevas exploraciones
que se han hecho, por ejemplo, en el Golfo de
Arauco y en el Norte Grande, no han sido
exitosas. Por lo anterior, a menos que se
encuentren nuevos yacimientos o se comience
a desarrollar el uso de energías alternativas,
nuestra dependencia del petróleo de los
mercados externos aumentará día a día.
En cuanto al gas natural, éste se extrae en Chile
directamente de yacimientos y su explotación en
la Región de Magallanes data desde 1949. El
gas natural aportó en 1999 alrededor de un 10%
de la energía consumida a nivel nacional, la que
ha ido en aumento como consecuencia de su
importación desde Argentina (zona de Neuquén).
Desde allí es traído por los gasoductos para las
zona norte, centro y sur del país. Se proyecta
que su importancia relativa siga aumentando en
los próximos años (Ver Tabla 1).
Tabla 1: Proyección Consumo Anual de Gas Natural (MMm 3 /año)
Período
Eléctrico
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
760
2.003
2.706
2.864
2.773
3.154
3.964
4.696
4.981
Industrial
362
1.055
1.733
1.989
2.185
2.314
2.405
2.538
2.637
Sector
Comercial
Residencial
Vehicular
20
35
46
54
61
67
73
137
166
327
385
491
552
610
643
681
716
753
0
11
24
36
50
63
76
89
103
Fuente: Comisión Nacional de Energía (1999)
El uso proyectado más importante para el
gas natural es la producción de electricidad
en plantas termoeléctricas, las que
representarán en el año 2005 cerca del 50%
de la producción esperada para el país.
Otra fuente de energía importante para Chile
es la leña y sus derivados, los que
abastecen una proporción importante de
las demandas energéticas nacionales, ya
que en el año 1997 un 19,4% del consumo
energético provino de ella. La leña y sus
derivados son utilizados tanto en el sector
residencial, para cocinar, calefacción,
calentar el agua, como en el sector
industrial (Tabla 2).
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Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
Tabla Nº2 : Destino de la leña en Chile
Sector
Industria mayor
Industria pan
Empresas de servicios
Residencial rural
Residencial urbano
Consumo (m 3 /año)
244.154
95.538
212.308
5.021.077
5.042.308
% del total
2,3
0,9
2,0
47,3
47,5
Fuente: www.conama.cl, sinia
El consumo residencial de leña y otros
(carbón y desechos forestales e industriales)
se estima en 0,6 m3 per cápita a nivel
nacional, y 2,4 m 3 en las zonas rurales, lo
que da un volumen anual superior a los 8
millones de m 3 (Tabla 3). El consumo de
leña en la población rural es mayor que el
urbano, ya que no sólo éste proporciona
calefacción, sino que también se lo utiliza
para preparar alimentos.
Tabla 3: Consumo total y per cápita de leña para uso doméstico
Habitantes
Sector rural
Sector urbano
Ciudad con más de 20.000
habitantes
Ciudad con menos de 20.000
habitantes
Total
2.301.699
Consumo
total anual (m 3 )
5.546.000
Consumo
per cápita (m3)
2,409
9.195.514
1.876.185
0,204
1.734.620
13.231.803
1.110.620
8.532.308
0,639
0,645
Fuente: INFOR-CORFO. 1993. Estadísticas Forestales (1992). Instituto Forestal y Corporación
de Fomento. Boletín Estadístico Nº30. En www.conama.sinia.cl
Otra fuente de energía de gran importancia en
el mundo es la energía atómica, la cual es
relevante en países europeos y Japón. Su uso
significa serios riesgos de accidentes nucleares,
como lo ocurrido en Chernobyl, en la ex Unión
Soviética hace años atrás. En Chile no existen
plantas atómicas para generar electricidad. Sólo
hay un pequeño reactor y centro de investigación
en Lo Aguirre (Región Metropolitana)
dependiente de la Comisión de Energía Nuclear,
para la producción de radioisótopos con fines
médicos, científicos e industriales.
III. PROBLEMAS AMBIENTALES DERIVADOS
DEL USO DE ENERGIA
Junto con mejorar muchos aspectos de la calidad
de vida, el acelerado uso energético actual ha
creado problemas ambientales, tales como la
contaminación, la destrucción de paisajes bellos,
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y la dependencia de combustibles fósiles no
renovables. El uso de cada uno de estos tipos
de energía tiene impactos ambientales
asociados únicos.
Uno de los principales problemas es la
contaminación del aire que se produce al
quemar cualquier combustible. En la
Tabla 4 se presenta una comparación
entre las emisiones al aire de tres
contaminantes de los combustibles
utilizados en el país.
Tabla 4: Factores de emisión de contaminantes de los energéticos utilizados en el país
Combustible
Petróleo 6
Diesel
Carbón
Leña
Gas natural
Partículas
mg/MJ
Oxidos de Azufre
mg/MJ
88,0
6,6
2.790,0
2.580,0
2,4
Se observa que cada combustible genera
cantidades diferentes de gases y partículas
contaminantes, siendo el energético más
contaminante el carbón, especialmente por la
gran cantidad de partículas, de óxidos de azufre
y óxidos de nitrógeno que se liberan con su
combustión. Igualmente alta es la cantidad de
partículas y de óxido de azufre que se liberan
al quemar leña. Otra observación interesante
es que claramente el gas natural es el
combustible más limpio.
1. Impactos Ambientales Asociados al Petróleo
El petróleo y sus derivados son importantes
fuentes de energía para la sociedad, la que se
libera durante la combustión, proceso que tiene
lugar en refinerías, centrales térmicas, calderas
de industrias y vehículos. La mayoría de las
centrales térmicas de generación de electricidad
operan quemando carbón o derivados del
petróleo, por ejemplo, el pet coke. También los
vehículos de transporte, tanto de sistemas
masivos (buses, tren o avión), como los
automóviles, queman derivados del petróleo
tales como bencina o combustible diesel.
1.210,0
330,0
230,0
86,0
0,3
Oxidos de Nitrógeno
mg/MJ
173
66
250
9
69
Estas combustiones tienen un gran impacto
ambiental, ya que como sub-productos de la
combustión producen diversos gases y partículas
residuales que contaminan el aire. Los
principales son óxidos de carbono: monóxido
(CO) y dióxido (CO 2 ); óxidos de azufre , como
el dióxido de azufre (SO 2 ) y trióxido de azufre
(SO 3 ); óxidos de nitrógeno, como el óxido
nitroso (NO), dióxido de nitrógeno (NO2) y óxido
nitroso (N 2 O); compuestos orgánicos volátiles
(COVs) tales como el metano, propano,
benceno, e hidrocarburos de cadenas cortas;
material particulado en suspensión (MPS), que
son centenares de partículas sólidas, como
hollín, polvo y plomo, entre otros. Todos los
compuestos nombrados son dañinos para el
medioambiente y para la salud de las personas.
Los efectos ambientales de estos contaminantes
se pueden encontrar en la Tabla 2 del Capítulo VI.
Además de los impactos ambientales por
contaminación, la quema de combustibles
contribuye al cambio global del clima por el
aumento de los gases invernadero, tales como
el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4).
En condiciones normales, existe un efecto
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invernadero natural, que mantiene la
temperatura del planeta y que proporciona un
clima propicio para la vida. Sin embargo, la
cantidad de gases con efecto invernadero ha
aumentado por la actividad humana. En los
últimos 200 años, las concentraciones de CO 2
en la atmósfera han aumentado en casi una
tercera parte. Su aumento, en gran medida, es
atribuible a la alta demanda de energía
proveniente de combustibles fósiles.
Por su parte, el transporte de petróleo es causa
de problemas ambientales, ya que tanto los
oleoductos como el transporte en grandes
buques estanque, implica riesgos de daños
ambientales. Por ejemplo, en la etapa de
construcción de oleoductos se prepara el terreno
con maquinaria pesada, la cual ingresa en
áreas silvestres y destruye vegetación,
incrementando la posibilidad de erosión y
posibles rodadas.
A su vez, es frecuente que los buques estanque
tengan accidentes donde se derrama mucho
petróleo en el mar. Los grandes buques
transportan el petróleo a través de los mares y
algunos de los desastres ambientales más
grandes de la historia han sido causados por la
rotura de sus tanques y liberación de petróleo
al mar. Una vez derramado, el petróleo se
esparce como una película sobre el agua,
penetrando la piel y plumas de los animales,
neutralizando su repelencia natural al agua y
frío. Así, los animales quedan sin protección y
mueren en grandes cantidades. Además, las
sustancias liberadas impactan a las algas y a
la vegetación, inicio de todas las cadenas
alimenticias, aumentando la incidencia de
envenenamientos y/o falta de alimentos.
También se producen derrames por ruptura de
ductos tanto terrestres como submarinos y
durante el traspaso del petróleo desde las
bodegas de los buques a los estanques y
depósitos en tierra. El conjunto de estos
derrames relativamente menores, sumados los
unos con los otros, significa una cantidad
considerable de petróleo derramado y fue, por
ejemplo, la causa del incendio de la bahía de
San Vicente en 1993.
Un caso especial lo presenta una nueva forma
de obtener energía, cual es la combustión del
pet coke. Este combustible también es un
derivado del petróleo, que se obtiene como un
sub- producto de su refinación. Está siendo
usado, por ejemplo, en la central térmica
Huasco, en la III Región y en la planta Machasa,
de Chiguayante. Una de sus ventajas como
combustible es que tiene mayor poder calórico
que el petróleo. Sin embargo, también tiene
más azufre, por lo cual se libera mayor cantidad
de compuestos de este elemento al aire.
Además, las cenizas que quedan como residuo
de la combustión de pet coke tienen gran
cantidad de metales pesados, especialmente
vanadio y niquel, los que son dispersados con
facilidad por el viento.
2. Impactos Ambientales Asociados al Carbón
El carbón es un combustible “sucio”, tanto en
términos de explotación como de uso final, pues
en los sectores en que se extrae y en los que
se quema, se altera la calidad del aire, suelo y
agua. En las minas, las condiciones de trabajo
suelen ser deficientes y presentar riesgos para
la salud de los trabajadores. Las faenas
superficiales de operación de las minas
disminuyen bastante la calidad del ambiente,
ya que frecuentemente se contamina el agua,
el suelo y el aire. A veces, se debilita la
estabilidad del suelo, lo que implica riesgo para
las viviendas ubicadas en los sectores cercanos
a las minas. Esta situación se produce, en
especial, en los pirquenes no autorizados.
También la combustión del carbón causa
contaminación atmosférica ya que se generan
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Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
gases, tales como dióxido de azufre y
óxidos de nitrógeno, material particulado,
incluyendo cenizas volantes y partículas
finas de carbón no quemado. Si, además,
la combustión es incompleta o defectuosa,
a los gases anteriores se le deben sumar
monóxido de carbono, hidrocarburos y otros
tipos de material particulado como alquitrán
y hollín.
La mayor parte de los gases y partículas
contaminantes pueden ser minimizados y
controlados a través de la utilización de
tecnologías adecuadas como, por ejemplo,
mejores calderas, filtros y chimeneas. Sin
embargo, instalar las calderas y sistemas
de reducción de la contaminación tiene alto
costo económico, razón por la cual ello no
se ha hecho en muchas industrias.
3. Impactos Ambientales del Gas Natural
El gas natural presenta una serie de
ventajas ambientales y económicas. Es el
más limpio de los combustibles fósiles, lo
que se comprueba revisando las emisiones
de gases y partículas de la Tabla 1, al inicio
de este capítulo. Por lo mismo, su utilización
para calefacción, iluminación y utilización
industrial en las ciudades, presenta ventajas
comparativas en relación al petróleo y
carbón.
Aunque la combustión del gas natural
ciertamente emite gases a la atmósfera, su
cantidad es mucho menor que la de los
otros combustibles fósiles. Así, los mayores
impactos ambientales del uso del gas como
combustible son las consecuencias
negativas que pueda causar el trazado e
instalación de las gasoductos. En los
últimos años ha aumentado su consumo
por las ventajas económicas y ecológicas
que presenta.
4. Impactos Ambientales de la Generación
Hidroeléctrica
Aunque la producción de electricidad a partir
de la energía del agua en movimiento no causa
contaminación del aire, existen impactos
ambientales de considerable proporción. En la
etapa de construcción de las represas, la
maquinaria utilizada para fines de acceso
destruye la vegetación, erosiona los suelos y
contamina el aire del área circundante. Los
caminos asfaltados destinados al transporte de
materiales para la presa, pueden servir como
"puente" para la penetración de otras empresas,
especialmente del rubro forestal. Ello es causa
de impactos ambientales dañinos al suelo, a la
calidad y cantidad de las aguas, a la
biodiversidad regional y, también, de disminución
de la belleza del paisaje. Asimismo, son
comunes los problemas sanitarios en los
campamentos.
Además, hay impactos ambientales cuando llega
el momento de llenar el embalse, ya que miles
de árboles quedan sumergidos bajo el agua, y
se destruye el hábitat de especies vegetales y
animales. Entrada en etapa de operación, se
aprecian efectos sobre toda la cuenca, tanto en
aspectos físicos como biológicos. Los cauces
naturales presentan variaciones estacionales
en el flujo de las aguas, que producen arrastre
de sedimentos y piedras, que también varían
durante diferentes épocas del año. Las especies
están adaptadas y dependen de estas
condiciones variables. Una represa, al atrapar
y homogeneizar el flujo de agua durante el año
y permitir que en ella decanten los sedimentos,
altera todo el hábitat fluvial aguas abajo. Al
depositarse, las partículas de tierra disminuyen
la profundidad de la represa, llegando -en
algunos casos- a llenar el embalse con
sedimentos en pocos años, con lo que se pierde
la capacidad de generar hidroelectricidad.
Además del impacto sobre los sistemas
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Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
ecológicos de la región donde se construyen las
represas, ellas suelen tener asociado un alto
costo social. Para su construcción es frecuente
forzar la relocalización de asentamientos
humanos, los que en algunos casos
corresponden a culturas indígenas únicas, con
un fuerte arraigamiento a su localidad de origen.
Por último, las represas y los cambios descritos
tienen un impacto ambiental sobre la zona del
borde costero en el que depositan sus aguas.
Ello, porque las aguas de los ríos arrastran
sedimentos y partículas que enriquecen con
nutrientes las aguas marinas en las cuales
desembocan. Allí, sirven de alimento a la flora
y la fauna marina. Este impacto ha sido poco
estudiado en el país y, por ello, no se cuenta
con antecedentes de los efectos que las represas
construidas en la cuenca del Río Bío-Bío podrían
estar causando, por ejemplo, al Golfo de Arauco.
5. Impactos ambientales del uso de leña
La producción de leña es la actividad que mayor
cantidad de madera exige al bosque nativo,
alcanzando los 6,47 millones de m 3 al año en
el país. El uso de leña como fuente de energía
doméstica o industrial también tiene asociado
impactos ambientales negativos. Estos guardan
relación con la producción de CO2 y partículas
a la atmósfera, y el agotamiento de bosques y
matorrales para la producción de leña.
Si el uso de leña es masivo, puede llevar a la
eliminación total de los bosques, como ocurrió
en el norte del país, donde la explotación de
minerales y salitre terminó con los densos
bosques de tamarugos, aumentando la
extensión del desierto. La explotación excesiva
o irracional de los bosques puede generar
problemas de deforestación, lo que a su vez
facilita la erosión en los suelos, con la
consiguiente pérdida de productividad y grave
daño ecológico.
IV. ENERGIA EN LA REGION DEL BIO-BIO
Nuestra región es especialmente rica en
recursos energéticos derivados de los ríos, del
carbón y de la leña, pero no posee petróleo ni
gas natural. Para suplir estas carencias se
adquiere petróleo y gas natural, principalmente
de Argentina.
1. El Petróleo en la Región del Bío-Bío
Aunque esta región no cuenta con reservas de
petróleo en su territorio, tiene gran importancia
en este campo ya que en Talcahuano, la
empresa Petrox recibe, almacena, purifica y
distribuye petróleo hacia el resto del país. Petrox
es parte de la Empresa Nacional de Petróleo
de Chile (ENAP) y, junto con la Refinería de
Petróleo de Concón (V Región), son las únicas
que existen en Chile.
El petróleo crudo debe ser refinado antes de su
utilización, proceso que permite separar los
diferentes componentes: gasolina, aceite diesel,
parafina, gas licuado y materias primas para la
fabricación de fibras textiles y plásticos. La
capacidad de refinación de Petrox es de 16 mil
m 3 /día, un 15% superior a la de 1994 y se
espera alcanzar para el año 2000 los 20 mil
m 3 /día.
Las instalaciones de Petrox se encuentran a 8
kilómetros del puerto de San Vicente, al cual
está conectado directamente con sus estanques
y depósitos de combustible. Esto le permite la
recepción de crudos y el despacho de productos
por vía marítima al norte y sur del país. Para
recibir el petróleo proveniente de Argentina, en
1994 se construyó un oleoducto de 428
kilómetros de longitud, que trae el crudo desde
Neuquén hasta Talcahuano.
Existe, además, un poliducto que une la refinería
de Talcahuano con la capital del país, que
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Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
abastece la Región Metropolitana y la zona
centro-sur del territorio, con conexiones
en las ciudades de Chillán, Linares y San
Fernando.
parte del petróleo Diesel, fuel oil, y carbón
utilizados en la industria regional, debido
a su menor costo, fácil manejo y menores
índices de emisión.
En su inicio, esta empresa -al igual que
la gran mayoría- causó contaminación de
las aguas, aire y suelo de los sectores
aledaños. Sin embargo, en los últimos
años se han modificado y mejorado sus
procesos con lo que se ha disminuido
significativamente las emisiones de gases,
líquidos y sólidos contaminantes.
3. La Energía Hidroeléctrica en la Región
del Bío-Bío
2. El Gas Natural en la Región del BíoBío
Durante las prospecciones petroleras
realizadas por ENAP en la década de los
’70, se detectó la existencia de gas natural
en zonas costeras del Golfo de Arauco,
sector de Rumena, y en la Isla Mocha. Sin
embargo, no es de conocimiento público
si estas reservas son comercialmente
explotables.
Para suplir esta carencia de gas natural
de la región y del país, se construyó el
Gasoducto del Pacífico, instalación de 317
kilómetros, el que comenzó a operar en
1999. Es capaz de transportar 4 millones
de m3 diarios de combustible. Además,
se está construyendo la red de distribución
con ramales a Los Angeles, Arauco,
Lirquén y Nacimiento.
Se estima que este “nuevo combustible”
reemplazará en nuestra región el 100%
del gas de ciudad, y al 25% del gas licuado
utilizados en cocinas y calefon. Además,
reemplazará al 15% de los combustibles
tradicionales utilizados en calefacción (gas
licuado, parafina, leña y otros). También
se ha proyectado que reemplazará gran
Nuestro país es privilegiado en el mundo
por la gran cantidad de agua con potencial
de generar electricidad que se encuentra
en su territorio. Los ríos de esta región
poseen un régimen hidrológico pluvionival, es decir, se alimentan tanto por las
lluvias en invierno, como por el
derretimiento de nieves en primavera y
verano. Por ello, su caudal en la parte
alta es relativamente poco variable,
mostrando una disminución sólo entre el
término del verano y el inicio del otoño.
Esta característica también es favorable
para la producción de energía
hidroeléctrica.
La Región del Bío-Bío es especialmente
relevante en este campo ya que parte
importante de la cuenca del río del mismo
nombre se encuentra en la región andina,
donde las pendientes del cauce y de sus
afluentes son fuertes, condición óptima
para la producción de hidroelectricidad.
Por lo anterior, nuestra región es una gran
abastecedora de energía nacional ya que
históricamente ha aportado un gran
porcentaje de la electricidad que se
consume en el país. El Río Bío-Bío tiene
una potencia hidroenergética de 2.900 MW
mientras que el Río Laja tiene un potencial
de 836 MW.
Los aportes de energía eléctrica se hacen,
principalmente, a través del Sistema
Interconectado Central, que abarca desde
Taltal hasta la Isla Grande de Chiloé.
CONAMA
Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
Tabla 5: Generación de Energía Eléctrica del País y VIII Región, años 1990-1998
Período
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
Generación de Energía Eléctrica (GWh)
País
VIII Región
18.321
19.808
22.167
23.332
25.267
26.742
30.261
32.549
34.883
Participación Regional (%)
4.469
3.273
3.498
4.162
4.745
5.355
7.803
6.732
6.748
24.4
16.5
15.8
17.8
18.8
20.0
25.8
20.7
19.3
Fuente: INE, Anuario Estadístico Regional 1997/1998,
Durante muchos años, el Río Laja, con sus
centrales Abanico, El Toro y Antuco y su
potencia instalada de 836 MW fue el principal
complejo hidroeléctrico nacional. Con la puesta
VIII Región del Bío-Bío
en marcha de las centrales Pangue, Mampil y
Peuchén, la potencia hidroeléctrica instalada
en la cuenca del Bío-Bío es de 1.577 MW en el
año 2000.
Tabla 6: Potencial hidroeléctrico de los principales ríos de la Región del Bío-Bío
Central
Año de inicio
Abanico
El Toro
Antuco
Pangue
Rucúe
Mampil
Potencia instalada
(MW)
136
400
300
450
160
52
1948
1974
1984
1996
1999
1999
Cuerpo de agua
utilizado
Río Laja
Río Laja
Ríos Polcura y Laja
Río Bío-Bío
Ríos Laja y Rucúe
Río Duqueco
Peuchén
79
2000
Río Duqueco
Ralco
570
2002-2006
Río Bío-Bío
Total
2.147
De la lista anterior, la Central Ralco es
la única que está en etapa de
construcción. Las centrales Mampil y
Cuenca Bío-Bío
Comuna
Antuco
Antuco
Antuco
Santa Bárbara
Antuco
Quilleco y
Santa Bárbara
Quilleco y
Santa Bárbara
Santa Bárbara y
Lonquimay
Región del
Bío-Bío
Peuchén están prácticamente terminadas
y deben entrar en funcionamiento en el
año 2000.
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Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
Tanto Pangue como Ralco forman parte de
un complejo de seis centrales hidroeléctricas
que la Empresa Nacional de Electricidad
(ENDESA) desarrolla en Alto Bío-Bío. La
primera de ellas es Quitramán, que se
ubicaría aguas abajo de Santa Bárbara y la
última, Llanquén, en las proximidades del
pueblo de Lonquimay, en la IX Región.
En nuestra región funcionan, además,
algunas centrales termoeléctricas, según se
indica en la tabla 7.
Tabla 7: Centrales termoeléctricas que funcionan en la VIII Región, del Bío-Bío
Central
Bocamina
Petropower
Cabrero
Arauco
Laja
Potencia
instalada
(MW)
125
59
260
101
8.7
Año de entrada en
funcionamiento
1970
1998
1999
1999
1999
Es interesante destacar que el combustible usado
en las Centrales Arauco y Laja son los desechos
forestales, novedoso uso que, junto con aportar
energía a la región, contribuye a disminuir un
problema ambiental al eliminar la necesidad de
acumular grandes volúmenes de desechos forestales.
4. El Carbón
en la Región del Bío-Bío
También la Región del Bío-Bío cuenta con
Fuente energética
Térmica carbón
Térmica vapor licor negro
Térmica diesel
Térmica vapor licor negro
Térmica desechos forestales
Emplazamiento
Coronel
Talcahuano
Cabrero
Arauco
Laja
importantes reservas de carbón. Durante
más de 100 años, las minas de la Región
de Arauco fueron capaces de proveer al
país de todas sus necesidades de carbón.
Ya en 1911 la producción regional de
carbón era de 1.180.000 toneladas al
año. A partir de 1990 comenzó a
disminuir la producción regional de
carbón, lo que se puede observar en la
Tabla 8.
Tabla 8: Producción de carbón de la mediana y gran minería (toneladas netas) por regiones,
años 1990-1998
Período
País
Producción de Carbón (Ton. Netas)
VIII Región
X Región
XII Región
1990
2.729.289
1.467.885
1991
2.740.561
1.341.527
1992
2.108.085
977.775
1993
1.793.066
792.681
1994
1.662.963
480.825
1995
1.484.867
206.992
1996
1.356.558
144.689
1997*
1.387.191
110.294
1998
318.966
49.828
* Cierre de Lota el 16/04/1997
129.535
136.187
155.422
179.116
148.721
141.645
143.429
116.429
112.218
1.131.869
1.262.847
974.888
821.269
1.033.417
982.000
1.067.497
1.160.468
156.920
Participación
VIII Región (%)
53,8
49,0
46,4
44,2
28,9
13,9
10,7
8,0
15,6
CONAMA
Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
La disminución de la producción de carbón a
partir de 1992 no se debió al agotamiento de
los recursos, sino a la escasa rentabilidad
económica de la actividad, lo que condujo al
cierre definitivo de la mina de Lota en 1997
con las graves consecuencias ambientales que
ello significó. Así, se tiene que, en la
actualidad, aunque los recursos carboníferos
regionales continúan existiendo, la Central
Termoeléctrica Bocamina, construida en
Coronel para que consumiera carbón regional,
funciona con carbón importado desde mucho
antes del cierre de las minas vecinas. Esto se
debe a los altos costos de producción y a la
falta de competitividad del carbón nacional
frente a los importados. La importación de
carbón alcanzó en el año 1997 las 4.193 miles
de toneladas provenientes principalmente de
las zonas de Australia-Indonesia, CanadáEstados Unidos y Colombia-Venezuela.
Según diversos análisis, los problemas que
enfrenta la minería del carbón en la región del
Bío-Bío son los siguientes:
• Falta de competitividad del carbón nacional
frente al carbón importado. Esto como
resultado de los altos costos de producción,
bajos rendimientos de la mano de obra y escasa
modernización en las operaciones de
extracción.
• Problemas sociales derivados de la pérdida
de empleos en el sector, como consecuencia
de cierres de centros extractivos y
modernización de la actividad extractiva,
orientada, esta última a disminuir costos y
aumentar la competitividad.
• Problemas de mercado por la participación
de energéticos alternativos o sustitutos,
principalmente, el gas natural proveniente de
Argentina.
• La menor calidad del carbón nacional, es
decir, producción de menos calor por unidad
de peso.
• Mala calidad del carbón nacional que contiene
muchos residuos sulfurosos que aumentan la
contaminación atmosférica.
Por último, pese a enfrentar serios problemas
de sustentabilidad futura, es innegable el gran
aporte que este sector ha dado al desarrollo
económico, social y cultural de la Región del
Bío-Bío en el pasado.
Aunque la región ya es un gran productor de
energía eléctrica nacional, se prevé que lo será
aún más en el futuro. Esto quiere decir que la
región acumulará aún más problemas
ambientales asociados a la producción de
energía. Aunque, como habitantes de esta
región desearíamos que se construyeran en
otra parte, ello no es la solución. La única
solución real y a largo plazo es hacer una
transición a métodos alternativos y limpios de
energía.
V. ENERGIAS ALTERNATIVAS
Teniendo presente que el uso de cualquier
forma de energía genera serios problemas
ambientales, es de la mayor importancia reducir
el consumo de ésta, aumentar el uso de
energías renovables, pues contaminan menos
y, además, no se agotan. Ellas permiten
aprovechar los recursos naturales de la región
y favorecen a zonas aisladas donde otras
tecnologías no pueden llegar.
En 1993, las energías renovables
representaban aproximadamente el 0,2% del
consumo energético primario nacional. Las que
en Chile están siendo utilizadas en pequeño
grado son: la energía fotovoltaica, la solar
térmica, la biomasa, microcentrales hidráulicas,
la energía eólica y la energía geotérmica. El
porcentaje de contribución de cada tipo de
energía renovable se representa en el Gráfico
2 (Fuente: CNE. 1999, en sinial.cl).
CONAMA
Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
Gráfico
2:
Contribución
de
Energías
Las tecnologías alternativas pueden, también,
ayudar a reducir el uso de combustible y tener
un uso más eficiente, disminuyendo el impacto
ambiental al no quemar combustible. Un ejemplo
de uso de energía con muy baja eficiencia se
encuentra en los tradicionales hornos de barro
campesinos. Estos consumen una gran cantidad
de leña para entregar poco calor utilizable. Se
ha estimado que el consumo semanal de leña
de una familia rural utilizando un horno de barro
tradicional es de 1 m 3 . Para disminuir esta
cantidad y reducir el consumo de leña, se han
construido hornos de barro ecológicos, con
mejor aislación y mejor circulación del calor.
Con ellos, se logra cumplir las mismas funciones
de los hornos de barro tradicionales, pero con
un consumo de leña cinco veces menor. Si
multiplicamos el ahorro anterior por las miles
de familias que los podrían utilizar a nivel
regional, se obtiene una cifra considerable de
ahorro de metros cúbicos de leña.
En la Región del Bío-Bío, la Corporación
Industrial para el Desarrollo Regional del BíoBío (CIDERE BIOBIO) ha estudiado y
demostrado el valor de formas alternativas de
energía. Ya en la década del ’70, esta institución
había implementado microcentrales
hidroeléctricas en la Pre-cordillera de Los Andes,
en lugares en que habitaban alrededor de 500
Renovables
No
Convencionales
personas y que no contaban con energía
eléctrica. Tal es el caso de la reducción indígena
mapuche denominada Pitril, en el valle del río
Queuco (año 1977) y, en el año 1983, la
comunidad de los Queñes, Ñuble. Como estos
ejemplos, las microcentrales han sido la solución
a muchos requerimientos energéticos de zonas
apartadas de la región. Se ha favorecido con
ellas especialmente a escuelas, consultorios de
salud, y edificios de carabineros.
Además, se ha probado la generación de
electricidad a través de paneles fotovoltaicos.
Diversos proyectos han demostrado que no sólo
en la región norte de nuestro país se puede
desarrollar esta tecnología. Por ejemplo, dos
paneles solares instalados en 1991 fueron
suficientes para dar electricidad a una vivienda
rural del sector El Fuerte, cercano a La General
en Santa Juana. Ellos generaron energía para
instalar ocho luces y dos enchufes con corriente
alterna de 220 volts y para bombear agua desde
un pozo de ocho metros de profundidad. En
1996 se diseñó un sistema de calentamiento de
agua con energía solar de circulación que
benefició a un hogar de niñas de la región.
En nuestra región no se genera energía a partir
del biogas a pesar de la existencia de varios
vertederos. Ello no es posible ya que la mezcla
CONAMA
Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
de nuestras basuras y su gran porcentaje de
humedad no permite la generación de energía
a escala considerable. Así, este tipo de energía
se emplea principalmente en sectores urbanos
de Santiago, Valparaíso y Viña del Mar, donde
es producido en los vertederos.
A pesar de su bajo impacto ambiental, todas
estas energías alternativas tienen una baja
participación en la matriz energética nacional.
Su alto costo en un país de políticas plenamente
competitivas, desincentiva su utilización a favor
de los recursos tradicionales. En la actualidad,
este tipo de energías sólo son económicamente
competitivas en zonas rurales aisladas.
VI. ¿QUE PODEMOS HACER?
Es indudable que para lograr el Desarrollo
Sustentable es indispensable cambiar nuestros
hábitos y conductas con respecto al consumo
de energía, no sólo a través de políticas de
Estado o de tratados internacionales, sino que
también a nivel de un compromiso comunitario
y personal. Un compromiso en el que cada
ciudadano, en forma responsable, practique
soluciones para disminuir el derroche de energía
y minimizar el consumo de combustibles
altamente contaminantes.
se encuentra el cambio de las luminarias del
alumbrado público ya que, de las 716.000
luminarias existentes, el 70% de ellas son
de bajo rendimiento energético y alto
consumo. Así como las municipalidades
cambian sus luminarias, nosotros podemos
cambiar las ampolletas de nuestras casas
por otras de mayor eficiencia, que se pueden
comprar en cualquier ferretería.
No podemos calcular el enorme ahorro
energético del cambio de ampolletas si todos
lo hicieran, pero nos podemos imaginar su
impacto si comparamos con los efectos de
los cambios en el sector público. Si se
cambiaran las luminarias por equipos más
eficientes, se obtendría un ahorro de
$4.574.000.000 al año por menor consumo
de energía y potencia contratada. Este
ahorro equivale a la construcción de una
central generadora de 33,5 MW. Al disminuir
la demanda de energía eléctrica, se
contribuiría a cambiar la programación de
construcción de nuevas centrales de
generación, disminuyendo los impactos que
en sí generan los centros productores de
energía.
Por ejemplo, en la actualidad existen en el país
campañas de ahorro energético, entre las que
Ya que los hábitos personales desempeñan
un rol fundamental en el ahorro de energía,
todos podemos adoptar algunas de las
siguientes medidas en nuestros hogares:
Iluminación
Refrigeración
-
Aproveche al máximo la luz solar
Pinte habitaciones de color claro
Mantenga limpias las ampolletas
No deje las luces encendidas
Use poca luz en los pasillos
-
Ubicarlo lejos del calor
No abrirlo a cada rato
Mantener sello en buen estado
Descongelar periódicamente
No guardar alimentos calientes
Comprarlo del tamaño necesario
Planchado
-
Prefiera planchas a vapor
Planche todo de una vez
Mantenga limpia la superficie
No seque ropa con la plancha
Planche sólo lo necesario
Lavado
-
No lave con agua caliente
Lave a plena carga
Mantenga limpios los filtros
Seque la ropa al sol
CONAMA
Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
Además, hay muchas otras medidas personales
como evitar el uso excesivo del automóvil y
preferir la bicicleta; caminar en la medida que
sea posible; promover el uso de transportes
menos contaminantes y que utilicen energías
más limpias; promover aquellos productos que
han sido elaborados con tecnologías limpias y
con sistemas energéticos eficientes. Todas
éstas son medidas destinadas a reducir el
consumo actual de energía. Como podemos
imaginar, el adoptar una buena cantidad de
ellas implica cambios importantes en el estilo
de vida de nuestra sociedad. Aunque ello nos
parezca difícil, es un primer paso necesario,
pero a la vez insuficiente. Necesitamos cambios
aún más profundos.
Como vimos a lo largo de este capítulo, la
producción y consumo de energía en nuestro
país y en la región se ha basado en la energía
hidroeléctrica y en la de centrales térmicas.
Las represas necesarias para la primera causan
enormes impactos ambientales y sociales,
mientras que las segundas contaminan mucho
y se basan esencialmente en el uso de
combustibles fósiles no renovables. Ninguna
de las dos es una alternativa sustentable a
largo plazo, aunque se reduzca el consumo
actual de energía.
Aunque una represa esté bien planeada, su
vida útil no se extiende más allá de unas pocas
décadas. Entonces surgen preguntas: ¿valió
la pena sumergir lugares paisajísticos y de
valor turístico indefinido, transformar los flujos
del sistema fluvial, alterar culturas autóctonas,
desalojar personas, y destruir el hábitat de
miles de animales por la generación de
electricidad sólo durante unas décadas?
Mucha gente opina que aún a este enorme
costo, construir represas vale la pena, pues el
no construirlas nos podría enfrentar a otras
alternativas igual o más difíciles de aceptar.
Por ejemplo, se podrían usar más centrales
termoeléctricas, pero ellas aún cuando usan
gas natural, contaminan. También se podría
pensar en centrales nucleares, con los peligros
y riesgos de contaminación que ellas significan.
Otra alternativa es usar energías limpias, como
el sol o el viento, sin embargo, ello es más
caro. Y ¿cuántos de nosotros estamos
dispuestos a pagar más por nuestra
electricidad?
Una última alternativa es que la sociedad
aprenda a disminuir su uso de energía, para
no tener que construir nuevas represas. Eso
significa apagar más luces, tener industrias
más eficientes, planchar menos, no prender
bombas de piscinas, tener refrigeradores más
pequeños, no usar aire acondicionado en las
oficinas. Sin embargo, la verdad es que hasta
el momento tampoco se ha visto una gran
disposición de la ciudadanía a adoptar este
estilo de vida menos consumista. Mientras no
estemos dispuestos a aceptar alguna de estas
alternativas, se seguirán construyendo represas
en la Región del Bío-Bío, y tendremos que vivir
con sus problemas asociados.
Pero si las vamos a construir, lo menos que
podemos hacer es asegurarnos de conocer sus
efectos negativos y tratar de mantenerlos al
mínimo. Históricamente, en Chile no se han
realizado estudios sistemáticos del impacto
ambiental de proyectos hidroeléctricos. Por
ejemplo, no se hicieron buenos estudios de
todas las centrales que serán ejecutadas en
el Alto Bío-Bío, ni sus efectos sobre la cuenca.
El realizar estos estudios previos es de gran
importancia, pues estos proyectos alteran el
hábitat, formas de vida y recursos patrimoniales
de las culturas indígenas del área de influencia
de los proyectos. Un estudio completo y
sistemático puede indicar medidas de
compensación necesarias y de mitigación
adecuadas y justas.
CONAMA
Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
Por su parte, los combustibles fósiles se han
utilizado como si fueran a durar siempre, pero
se calcula que con el actual ritmo de explotación
actual, el petróleo se podría agotar hacia el año
2050. Por ello, es primordial cambiar nuestra
mentalidad y cambiar de los combustibles
fósiles, agotables y potencialmente
contaminantes, a recursos de energía
renovables y perennes menos nocivos,
obtenibles del sol y de los ciclos y flujos
naturales de la tierra. Estas energías
renovables, capaces de satisfacer los
requerimientos actuales y futuros,
representan en Chile sólo el 0,2% del
consumo energético. En comparación, en
Europa se ocupa entre un 10% y un 15% de
energía eólica. Es hora de aumentar ese
porcentaje en un país como el nuestro, que
dice tener conciencia ambiental y que busca
el Desarrollo Sustentable.
ACTIVIDADES
Antes de iniciar la lectura elabora un listado de
tus actividades y de los artefactos que utilizas
ACTIVIDAD/ARTEFACTO
TIPO DE ENERGIA UTILIZADA
¿Crees tú que la producción de energía genera
impactos ambientales negativos?, ¿Cuáles?
El petróleo, el carbón, la electricidad, pilas,
baterías, y otros son los motores de nuestro
estilo de vida. Basta echar una hojeada por
casa convertida en una “Cabina Eléctrica” llena
de artefactos dependientes del enchufe.
Te proponemos el siguiente trabajo: realiza con
tus compañeros un croquis de una casa. Dibujen
símbolos de distintos tipos de energía que
puedan ser utilizados por las personas que
realizan actividades domésticas, por ejemplo:
√
√
√
√
diariamente, en las cuales emplees algún tipo
de energía y completa el siguiente cuadro:
Enchufe para energía eléctrica
Llave para energía hidráulica
Hombre para energía humana
Animal para energía animal
FUENTE DE ENERGIA UTILIZADA
En el croquis de la casa, ubiquen todos aquellos
elementos que utilizan energía para su
funcionamiento. Marquen todas las redes de
energía que estén utilizando (electricidad, gas,
agua, animal, leña, otra). A qué conclusiones
pueden llegar observando este paréntesis:
a) ¿Qué tipo de energía es la que más se utiliza?
b) ¿Qué consecuencia tiene su consumo sobre
nuestro medio ambiente?
c) ¿Es la electricidad un tipo de energía limpia
que no deja huellas?
d) ¿Sería posible sustituir la energía eléctrica
por otra más sana?
e) ¿Tienes alguna solución alternativa a ciertos
usos de la energía en tu hogar?
f) ¿Cómo se podría ahorrar energía en tu hogar?
La naturaleza, nuestra casa, no es una pila
recargable. Por eso un mejor empleo de la
CONAMA
Capítulo VIII: La Energía • Octava Región del Bío-Bío
energía es un modo decisivo de “echar un cable”
al planeta.
Actualmente existen algunas organizaciones que
promueven el uso de energías alternativas, para
lo cual han diseñado y construido artefactos de
uso doméstico que se basan en su uso, tales
como ollas brujas, secadores solares, ducha solar.
- Averigua con algunas organizaciones, tales
como Canelo de Nos, CETAL, y en Internet sobre
estos y otros artefactos o productos que utilicen
energía alternativa para funcionar.
- ¿Existen en tu comunidad sectores que se verían
favorecidos por el uso de este tipo de energías?,
¿De qué manera?
- ¿Cómo podría incentivarse el uso de energías
alternativas?
El país y nuestra región dependen fuertemente
de la energía hidroeléctrica. Su abastecimiento
se relaciona con la disponibilidad del recurso
agua. Recuerda que el año ‘98 fue un año de
sequía y que esto significó realizar razonamiento
eléctrico a lo largo del país.
- ¿Cuáles fueron los impactos sobre las personas
y actividades producidos por el racionamiento
eléctrico?
- ¿Qué pasaría si nos viéramos enfrentados a un
período más largo de “años secos”?
- ¿Qué medidas permitirían mitigar y/o prever los
impactos generados por años secos?
En la actualidad, a nivel rural -principalmente en
la zona Norte- muchas comunidades tienen una
disponibilidad limitada de energía eléctrica, lo
que significa que tienen energía sólo en ciertas
horas del día, por lo que deben limitar el uso de
artefactos eléctricos:
- ¿Qué consecuencias crees que puede tener
esto para sus vidas? Contrasta tu percepción con
lo que ocurre en la realidad, contactándote con
localidades de las regiones del Norte.
- ¿De qué manera crees que se vería alterada tu
vida si ocurriera esto en tu localidad?
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