n^Mk^ MADRID. Se suscribe: López, Carmen, 2 9 ; Duran, E m pecir.ado, 3 ; Cuesta, Carretas, 9; Moro, Puerta del Sol; Admon, de LA.ESPASA, Caños, i, principal, 12 r s . m t s . Edición de la mañana. EST£M¡OR. DESPACHOS TELEGRÁFICOS. LONDRES 24. Los buques federales Booklvn, Harrittt, Láne, y Star ion los que trataron de entrar en el puerto de Charleston. . En elraercadc)siguen firmes los cambios sin Tariacion. Casi todos los periódicos de Londres tratan de la cuestión dano-alemana, y todos aconsejan la moderación. Nipeiis 2*. El gobierno ]ja enviado tropas i los Abruzzos,3tlaCalabfÍ9, y son aclamadas por los puebloi. Reprimida la reacción en todas partea. PATOS 2'*. El ifonifor inserta el tratado con Chiha. La Potrw dice: «En laúltimji,sesión del Congreso españgl, ^1 señor Calvo Asensio interpeló al ministro acerca* de h^ pretendidas comunicaciones, por las seffisles-ijue dijeren algunos periódicos hadan buquesespaSoles estacionados en las aguas de Gatta. El ministro de mátina desmintió de la manera mas categófka esa aserción, que nosotros fuimos los primeros ea declarar falsa dias pasados.» El Times publica un telegrama de Roma, anuncian• do que la escuadra francesa habiá capturado u n b u que cargado de ti-opas, armas y municiones, q u e 88 disponía á partir para las Calabrias y los Abruzzos. Dicha noticia es completamente falsa. ÑAPÓLE» Í 4 . Continúa el bombardeo en Gaeta. MARSELLA 2 8 . Por noticias de Ñapóles de^ 2 4 se sabe que se ha desistido de someter á un consejo de guerra á los oficiales da la marina napolitana q u e sa han negado á prestar sus servicios contra Gaeta'. Las noticias de Roma que alcanzan al 2 2 anuncian nuevos tumult»s en el teatro de Apolo, de cuyas r e • íiiltas se han drdiibido la? representaciones d e l ?!rocador, u n o de cuyos pasages daba pretesto á ellos. PARÍS 2 6 . La Paírit desmiente la noticia de que las tropas francesas se preparan á abandonar á Roma. , GoSstASTWOTLA 2 4 . Vely-bajá ha !Ído nombrado embajador d e la Sublime Puerta en París. La comisión de Bsyroutfi ha rechazado h s s e n t e n cias pronunciadas por F u a d - b a j i recurriendo al g o bierno otomano, • ViÉMi 2?. El emperador ha enviado la cruz de Jlaifia Teres» al rey de Ñapóles. Madrid, domingo 27 de efiero 1861. Ta saben nuestros lectores que la reacción sigue ganando terreno en los Abruzzot, por 'mas que lo cjntrario aseguren los partes telegráficos forjados en Ñapóles y Turin. La siguiente carta escrita moraenloi después del encuentro de Tag!facozzo, en el cual sa lieruii completamente derrotados los piamonteses, da á enten ler bien á las ciarás si la revolución adelanta ó retroceda en aquella parte de Italia. «SI quisiera parodiar á ciertos soi^dissant conquistadores, escribirla al principio de mi carta: ¡Gran batalla, gran victoria! TagUücozzo ha quedado libre de los piamonteseí que lo infi-staban, y que i estas horas aun corren mas allá de Avezano. Sjíitnos al medio de Santa María con un tiempo espantoso, I egando por caminos mas espantosos todaví,i á las alturas que dominan á Tagliacozzo. Ya puedes figurarte el desorden con que marcharía nue»tra columna y el espectáoalo curioso qne ofrecería. Muchos hombros iban armados con fusiles de caza, sin bayoneta. Los fusiles da otros varios eran da munición, sin llave; gran parte iban armados de liaelias: la generalidad no llevaba sino gruesos garrotes. Estos, sin embargo, eran los mas animados y prece lian á la columna. A li vistJ de la vanguardia piainontesa, ae precipitaron sobre ella gritando \vioa Francisco W. y obligándola á rapiegarse sobre el grueso de sus fuerzas, mas po- el susto que por el daño. El grueso d* las fuarzas apenas puso tampoco resistencia: se encontraba desbordado, anegado por miles do paisanos que csn un verdadero furor, saltando de un lado á otro, precipitándosa como un torrente por la montaña, trataban de cortarles la retirada. La huida entonces fué completa. Los p«bres piamoritíses creían que liabia llegada la última hora, y abandonaban sus sacos, sus cinturoiies, sus fusiles en los caminos para escapar mus de prisa. Varios carros conducían los haridos y enfermos de sus columnas, así como las municiones, y se nos escaparon al galope, aunque creo que el movimiento, en el estado de los caminos, no v<índria muy bien á los m'«bundos. El corresponsal á quien nos referimos, a t r i En suma, las ventajas que hemos conseguido son buye todo i maniobras del Austria, pues dice grandes, á costa de 16 heridos, dos muertos y dos prique al solo amago de tendencias separatistas del sioneros. Estos dos prisioneros son los dos parlamentagran ducado de Posen, la Prusia se colocaría al rio? que el general envió á los piamonteses para intilado del Austria, y el emperador de Rusia, que marles la rendición y evitar la efusión de sangre,- y tiene ya dudas y sospechas contra los polacos, que los pamooteses, siguiendo los usos establecidos por Ciíildini y violando todas las leyes divinas y huse reuniría á loj dos soberanos. «En este caso, manas, leluvieron sin permitirles la "vuelta. Los piaañade el corresponsal, Francia é Inglaterra na- monteses han dejado SO muertos y un número proda,podciaa hacer y la causa liberal sé perdería porcionado de heridoi en el campo de bitalla, ademas en Alemania y quedaría gravemente compro- de otros tantos prisioneros, y un considerable número metida en Italia.» Sin discutir acerca de lo que de armas. Otros ocho soldados piamonteses han pasado haya de razonable en esas presunciones ó sos- la noche bajo si fMfente, con agua hasta medio cuerpo* pechas del corresponsal, que muy bien pudieran Esta mañana se les ha recocido mas muertos que vivos, ser la espresion del mal humor que le cause y conducidos al cuartel general, se l«s ha colocado invar el funesto resultado que habrán de ten«r ineJiatamente delante de un buen fuego, dándoles ropa y alimento. Todo se les ha dado, menos la libertad. ciertas tentativas , observaremos únicamente Así es cómo se vengan los soldados da la buena causa que dssde hace medio año se está hablando en de los crueles usurpadores. Italia, y muy particularmente entre los amigos Ajer, por el cansancio de la gente, no pudimos seda Garibaldi y por este-mismo, de la invasión y •sublevación de Hungría, y que es llevar la sos- guir la persecución sino hasta Hugola. Hoy descansapecha y la acusación hasta lo ridiculo, al supo- moj aquí, organizando la gente que se nos reúne, que es toda, y mañana volveremos 4 emprender la marner que el Austria haya influido ó influya en el cha.)) «> ánimo de Garibaldi y de los suyos, para que lié aquí trazado, i pocas pinceladas, el verdadero acometan aquella empresa, táíi largo tiempo anunciada y de nuevo puesta á la orden del dia cuadro que presenta la Italia libre, tal como la apellidan los revolucionarios: el pintor es uno de nuestros por los revolucionarios italianas. colegas: Tratando de la cuestión danesa,. dic» otro corresponsal de Londres que el gobierno inglés no vería Con buenos ojos que Prusia de acuerdo con Austria quisiese intervenir por la fuerza en la cuestión de los ducados alemanes, pues á juicio del corresponsal seria motivo para una guerra general en Europa, á lo cual debe esperarse no de lugar la Prusia. Dice, no obstante, que en Londres se cree generalmente que el asunto de Dinamarca se hubiera arreglado hace mucho tiemp j , á no ser por el apoyo que secretamente ha dado y sigue dando el gobierno francesa aquella potencia. A este propósito dice el Observer del 20: «En e! norte d e E u r o »pa, la Prusia ha vuelto á suscitar la antigua »3uestion de los ducados y de Dinamarca, en »parte, según se cree, porque ha habido nego»ciaciones secretas para un tratado de alianza »entre Francia y Dinamarca. En el caso de un »tratado semejante, toca á Inglaterra abrir los »ojos, porque el gobierno danés posee todavía »una escuadra bastante poderosa para llegar á »ser~un importante ausiliar de la Francia en »el casó de una guerra europea.» A ser cierto el tratado ó los preliminares de Los que no quieren la pena capital, fusilmnen Ghieti á treinta y ocho personas en un solo dia, porque, creyéndose libres, se toman la libertad de manifestar su libre opinión!!! En Ascoli se comprime la insurrección con mas fusilamienlos, entre ellos el fusilamiento del sacerdote Rossi, Fusilamientos, prisiones, destierros, espionaje, insultos, asesinatos, quintas, contribuciones, desgobiernos, opresión para los buenos, desenfreno para los malvados, esta es la libertad que Gavour ha regalado á los napolitanos.» ese tratado, se conoce que Francia corre pero Inglaterra vuela. Basta esa sospecha éh el g o bierno inglés, para que al primer asomo de guerra con la Prusia, tome Inglaterra cartas en el asunto y no quede i Dinamarca ni una lancha para pescar. elementos de revolución se procura aglomerar en aquel antiguo reino, y i no dudarlo, puede tentarse un golpe de mano por cualquier aventurero; mas la Hungría no es Sicilia, y si bien en los primeros momentos no será imposible una sorpresa, es una locura pensar que la revolución ha de enseñorearse de aquella considerable parte de los dominios de Austria. A este propósito, y con referencia á un corresponsal que fecha su carta ea Dresde, diremos que el gobierno de Viena ha enviado recientemente al de Berlín varios documentos relativos al moTímiento nacional de los polacos, y según parece, sus esfuerzos para llamar la atención del rey de Prusia y del bar .in de Schleinitz acerca de la cuestión de las nacionalidades, no han sido sin resultado. Hácese en ellos observar que esa cuestión, fomentada por algunas potencias en Italia, traerá sul legítimas consecuencias, y que si Prusia llega á tener disidencias con el gobierno francés, este fomentará y auxiliará el movimiento polaco contra ella. Los polacos que habitaban en Francia se encuentran en su casi totalidad en Alemania, con mucho dinero, es aun cuando trecuentan las sociedades mas aristocráticas, se hallan en íntimas relaciones con los partidos estremos, que no se forman ni reclutan sus hombres en aquellas sociedades. También se dice que los que hablan ido á Varsovia y San Petersburgo durante y después del Congreso ó Conferencia, están de vuelta en Alemania, viajan con el boato y esplendor de grandes señores, por mas que carezcan de fortuna ni tengan en su patria bienes conocidos, frecuentando ademas los circulas aristocráticos de Berlín, Dresde,. Viena y Francfort. Por otra parte el movimiento incesante y la agitación de los espíritus, los chispazos de la prensa, las ofertas por un lado y por otro las peticiones para la defensa de la causa de Polonia, son otros tantos indicios de la existencia de un vasto plan seguido con perseverancia para intentar un gran golpe. C a t e e m o s casi absolutamente de noticias de Italia.' Uíio délos despachos telegráficos dice haberse desistido en Ñapóles de la idea de sometftp á un consejo de guerra á los oficiales de la marina napolitana, que se han negado á prestar sus servicios contra Gaeta. Hubiera sido un escáadalo mas> pues ya que un grito penetrante del honor ofendido vino á contenerá aquellos oficiales, impidiéndoles cometer una • infamia, pues no otra cosa habria sido el hacer . fuego contras» bandera, contra su rey y contra sus compañer/os de arnaas, cuya vista seria para ellos una terrible acusación; el llevarlos ante uncbriseió de guerra á responder de las causas de ese noble rubor,, del origen de ese grito de la conciencia, habria sido un ultraje á todos los . Buntimientosdehidalguia^á todas las inspiraciones del hoijor. Ha.^ria equivalido á acusar á un hijo estraviado, del crimen de no haber clavaáo un puñal en el corazón de su padre. Es de suponer que se los haya enviado á Genova, á; cuyo punto «avia el lugar-tenieate en Ñapóles á todos losoflcialesque hanperteneddo al ejército de Francisco II, pues no »e encuentra muy confiado en su lealtad. Semejante medida revela el entusiasmo conque habrán abrazado la ^causa del Piamonte, y es «I mismo tiempo un justo cartigo de la deslealtad con aquellos oftciales procedieron respecto á su legítimo rey. • jPodrán nunca ni en ninguna parte alzar su ' frente con la varonil entereza y dignidad, con !a honra con que podrán alzarla los buenas, los -leales, los que hasta el último instante fueron caballero» y cumplieron con su deberT ¿Podrán ver nunca su cabeza coronada por canas tan venerables como las del anciano Pérgola y otros tótíchos que prefirieron el honor á tedo linaje de consideraciones? Al final de una carta de Londres que inserta . la fndependance bdge, se leen estas palabras: fSe me informa por muchos conductos, semiloflciales» italianos, húngaros, polacos, queGa»ribáldi se halla muy resuelto á entrar en c a m »paña en el raes de marzo.» En otra carta de . l ^ i n se dice que aquel jefe saldrá efectivamente á campaña, mas no contra el Véneto, sino para sublevar á la Hungría. El asunto viene á ser el mismo: no se diferencia mas que en el puntó por donde se emprende el ataque: ata«ar elVéneto, seria atacar de frente; sublevará la Hungría, será atacar por la espalda. Muchos PROVINCIAS. Correos y librerías: I S r s . a m e s ; 45 trimestre; 180 al año. P o r cartas ó libranzas al a d ministrador, los mismos precios. aCialdini continúa fusilando. Pinelli no falta á su programa de fusilar á todo el que encuentra con las armas en la mano. Sopoventa sigue ejerciendo con sus pesquisas el cargo de inquisidor político, con muchísima mas propieJad de la que se atribuye i los mas célebres inquisiileres, incluso Torquemada, que í su lad* no podría jasar ni aun por malísimo aprendiz. Los piamonteses siguen bombardeande á Gaeta, sin que los periódicos de la Revolución llamen crueles á jefes revolucionarios que bombardean hasta los hospiI talas. ! Los diarios italianos publican, con el fin de espo' nerlos á la piiblica execración, los nombres de 229 i diputado? revolucionarios, que aprobando la política ; demagógica de Cavour, vendjeron dos provincia» de ' su patria. I El coronel garibaldino Widam, dice que por térmi! no medio se cometen diariamente dos asesinatos en Ñápales, pero de eses que se eometen sin ningún género de responsabilidad. El duque de Malakoff dirige una carta á Cavour, en la cual, después de llamarle miserabU espía y hombre ruin, le repito, bajo su firma, lo que en la Argelia dijo al cónsul napolitano acerca de las tiranías y las crueldades del gobierno sardo, suplicándole que pase traslado de su carta á las Tullerías, como antes lo hizo reclamando contra sus palabras. Mientras la escuadra francesa ha permanecido en las aguas de Gaeta, los revolucionarios no hacían mas que repetir estas palabras: «Que se retirela escuadra, y veremos lo que le sucede á Franciico H? Cuatro días bastan para que Gaeta caiga en poder de los piamonteses.» Un periódico hace observar con este motivo, que ya hace siete dias que la escuadra francesa se ha retirado, y sin embargo Gaeta no ha cardo en poder de los piamonteses. —El acuerdo entre Rusia y Austria es casi completo: la Cámara en Prusia acaba d« estar aun mas espresiva que su soberano sobre las cuestiones europeas, y so comprende que á todo trance quisiera ocultarlo elt«lésrafo, dando á entender lo contrarío. «Podemos flsperar, dic* la Cámara en la contestacioi al discurso de la corona, podemos esperar que, con la ayuda de Dios, la entrevista personal de V. M. con los soberanos de Us grandes Estados y con los príncipes de la Confederación, habrá prevenido graves complica3Íon«s; pero recordando que la preparación para la guerra es una garantía de paz, reconocemos y agradecemos que V. M., inspirado por su talento y larga esperiencía, se consagre con previsora prudencia al aumento d« las fuerzas defensivas de la Prusia.» ^ «Si se necesitaran, añade la arenga da contestación, rudos combatas para preparar el terreno del derecho, fundado sobre el óráen divino, solo medio de ! presperar de ui>a manera duradera, la Prusia, forman- | do un s«lo cuerpo con su jefe y sus miembros, sean- j ticipará 4 la lucha sin género ninguno de vacilación, y . con la confianza de que su valiente ejército no perderá los auxilios ^ue nunca faltan á los pueblos decididos á defender un Dios, sus hogares, su derecho y su honor.» No se puede pedir mas, y se concibe el furor de los revolucionarios al encontrarse-con una actitud tan decidida en frente de sus planes destructores. En una correspondencia de París hallamos las siguientes noticias: «Corren rumores de que se ha invitado á Garibaldi para dirigirse á la Calabria con sus voluntarios; mucho dudo que por ahora se ponga á Garibaldi al frente de fuerzas, y menos aun cuando es dudoso el éxito de la comisión del general Turr. Por le 'fue respecta á la situación general, sigue tendiendo á la paz, y se tiene la convicción de que el gobierno francés marcha completamente de acuerdo con el csnd* de Cavour. Pero los que hablan con tanta frecuencia de la Mz, estín próximos i batirse; esta observación ha p*ido hacerse varias veces. Todos dicen que la paz es el deseo general, y en cualquier punto del horizonte que le fije la vista no se ven sino preparativos. En América, en Dinamarca, Prusi»,' Austria, Italia, Siria, China... en todas partes, ó acaba determinarla guerra, ó está próxima á estallar.^sl, pues, na puede menos da sorprender que en medio de esa efervescen cia al propio tiempo^weBi«<#éa. solo se L»habla de la p«!i,general, toáea «pMpárttO'^yrtlB^lf Francia, *como ftje S Vd. én otra corrésppndonéiá, ha 8ad0'á algunas potencias las esplicaciOses de sus arraamentos', asi será, pero ello eí! que continúa armándose. Asi se habla mucho ahora de un campo que se supone ha de formarse paíá la primavera en Chalons, reuniendo en él 200,000 hombres. El objeto de est? campamento seria el ejercicio de grandes maniobras y el de tener dispuesta una fuerza numerosa. Me han dicho también que se dedica actualmente á la Guardia imperial á estudias eipeeialos para la de tensa de París. No creo que la previsión alcance hasta él punto de prevenir un segundo sitio de la capital; por mi parte prefiero creer que esto tiene por objeto la represión de una insurrección que estallase. Par último, y para terminar esta serie de noticias militares, le diré que en el mes de febrero el ministerio de la Guerra tomará posssion de los terrenos qué ha com • prado en Vincennes para el ensanche del parque de artillería, que de esta suerte será de estraordinarias dimeniiones.» Año XlV—Núm. 4442. La estancia de las tropas francesas en Siria se prolonga. La Rusia la ha soplado la partida en China, dejándola hacer todos los gastas. Ve que tras de Niza y Stbava van marchando los franceses hacia Gerdeña y Liguria. Observa que en los arsenales franceses se lanzan nuevas y naevas fragatas blindadas. En los Estados-Unidos sus intereses mercantiles peligran. Se arreglan los asuntos de Alemania. * N) quiere Congresos, y la dan Congresos. Para'aumento de calamidades, la miseria produce en Londres verdaderos motines. v Y para <3olmo da fiesta, va abrirse luego el Parlamento » De los Abruzzos y de las Calabrias se han recibido cartas en Roma que tratan de la situación de aquellas provincias. «Yo que conozco el país mejor que las nueve décimas partes de los escritores que hablan da él (dice un corrasponsal) estoy en la convicción de qqe los piamonteses no tienen allí ni un partidario. S?. ha dicho que las baterias piainontesa» mas próximas á Gaeta no distan de la plaza mas que 300 metros; este es un error, debí decirse 1,500 uiatros. Los piamonteses no podrian cometer la falta de aproximarse demasiado, porque entonoces todos los fu gos de la plaza convergerían sobre ellos y sus cañones no p» Irian obrar.» En una posdata añade después: «Acaban de ensenarme cartas de los Abruzzos, de facha H , posteriores en dos ó tres días á las mías. Las poblaciones reciban con inmenso júbilo á los soldados del roy, las guarniciones piamontesas piden únicameute que no se jas fusile. Un francés, M. d« Legge escríbelo siguiente: «A este paso, pronto tendríamos 100,000 hombres y dentro de quince dias estañamos en Ñipóles.» Las calles de Ñapóles ofrecen un triste espectáeillo; parece que se está en el tiempo de peste ó que ha habido un terrremoto. Al menor ruido, al menor grito, la gente apresura el paso; se miran unos á otros y tojos parecen ó tímí.los ó amenazadores. Se habla en secreto, se piden noticias, y sa cuentan especies da toda clase. É/ Diario oficial ao publica ninguna,,lo cual contribuye á aumentar la agitación pública. Menudean los ataques á las personas y propiedades. —De Ñapóles escriben al Diario de los Debates, quo un sacerdote apellidado Ciariohe predicaba éií la iglesia de los jesuítas y qua como aventurase la atrevida metáfora de que Víctor Manuel era Herodes y Francisco II Cristo, un agente da poücía y doce carabiheros que le oian disfrazados aparentando al pié del pulpito mucha compunción, cojieron -al sacerdote por el pescuezo delante de! público que acababa de oír el sermón, y le llevartíD á la cárcel. Un despacho telegráfico auuQcía una transacción financiera entre el gobierno ruso y el Banco de Francia. Trátase del cambio entre aiiibjs países de - uaa suma de 50 millones de francos en oro por otra suma igual en pUta. —Los piamonteses cuentan para la rendición de Gaeta con varias cañoneras armadas, cada una con cuatro piezas de á 48, y blindadas, cuya circunstancia, dicen, les permitirá acercarse á las baterías qua defiendan á Gaeta por el lado del mar. —En Gharburgo se han hacho esperimeatos con ua aviso, inventado por Napoleón. También se habla da un nueva canoa de acero, inventado por el misino soberano, cuyo alcance es prodigioso. Sa han puesto las quillas do cuatr» fragatas blindadas. Los cristianos de Sírviá y Rümelia han dirigido,una ésposjcíon á los representantes en Turqviía de. iks poteneijLa í-AKÜicais. ífl^la jaiie..desDue» de eniunerar los atropellos y vejaciones, á qua se encuentran sujetos, declaran que no confian para nada en la protección musulmana. Sabido es que Francisco II ha anunciado á las cor* tes europeas su intención de defender hasta el último estrumo á Gaeta; pues bien, al mismo tiempo la jóvei reina ha escrito sentidas cartas i varios soberanos, especialmente á la emperatriz da Francia, ofreciéndose en cierto modo en holocausto por la causa de todís los soberanos de Europa, y manifesláadose dispuesta í derramar su sangre para salvar el principio «onárquico. / Todos los diis destina el Padre Santo nuevos loléS.á la rifa. En la colección figuran bellísimas obras de arte, estatuas pequeñas de mármol y bronce, cuadros de los primeros maestros, y objetos raros, procedentes de la India y América. Hay también bellísimos adereíos da diamantes, amatistas j perias; relojes, brazaletes} rosarns riquísimos, y una caja de plata cincelada que enviaron las señoras 'españolas, llena da monedas do oro, al Padre Santo. Con estos objetos contrastan lái toscas sortijas, los alfileres de pintorescas formas f las ''sartas de coral de que se han desprendida para socorrer á Su Sjintidíd las aldeanas de la Sabina y de los moates Albinos. Por la franqueza con que está hecho es digno de ser copiado el siguiente boceto, que á grandes rasgos traza uno de nuestros colegas, y que podría denominarse situación de Inglaterra: «Esta nación, dice, esti mejor que quiere; está, casi casi, tan bien como el Piamonte. i ,La india se la subleva de nuevo. i En Ñapóles se ha formado una coraikion con objeto Las islas Jónicas la enseñan los dientes. j da premover uoa suscricion destinada á cojtear uoá La Irlanda se prepara, después de ens,eñárselos, á' i espada que ae regalará á Garibaldi. moderla. , , I —Alejandro Damas trata de publicar, con el titcúo El istmo de Suez se continúa rornpiendo. de Los Garibaldinos, una historia de la revolución, •™a»Mp»ipiiwai»™iMwi«PWiMaiMW«Maw«MMiPMi«W^i^ FOLLETÍN. SIERRA NEVADA. Una ttpedioion «1 Pico de Veleta, deid» loi bafioi de Lanjaron. I. El hombre se encuentra constantemente animado por unbendito anhelo decontradiccion. Sea antagonismo del espíritu y de la materia, sea consecuencia del pecado, sea falacia del criterio, se» lo que se quiera, es iiicuestionsble que nunca marcha mas á gusto que cuandota contra lo natural y corriente. Así estamos siempre deseando que haga calor cuando d»be hacer frío, y reciprocamente echamos de menos el friocuanao'hace calor: si llueve, ¡qué humedad! si no llueve, ¡qué sequía! el ruido nos incomoda y aturde; si no lo hay, nos consume el tedio y el fastidio. Si un sentiffliento tiende á rebajarnos, por lo mismo nos complacemos en sublimarlo hasta lo infinito, y en fin, porque la tierra not está constantemente llamando hacia sú senoj nos empéñame,? en huirle, viviendo y eleván¿onoi; Tal es la aplicación mas clara que yo rae doy del g n s l o ^ e tan generahnente se esperimenta por las ascíiwiones y por un efecto del cual nos decidimos á hacefünaal picacho de Veleta varios concurrentes á las aguas de Lanjaron. • Pero no es todo-decir j ha®er. Si no se trataramas que 4e ir subiendo po«o I pocd, toniándo les descíñ- sos correspondientes para llegar, antes ó después, á catorce rail pies sobre el nivel del mar, la cosa no pasaría de ser lo usual y sabido; pero es que hay sus diferencias en las ascensiones c mo en todo, y la del pico mas culminante de Sierra Nevada, si bien tiene muchos puntos d« cantado con la del Monte Blanco, el San Gotardo y demás tan descritos por los viajeros, se encuentra adornado de circunstancias especiaÜsiraas que le 'dan mayor atractivo: tales son por ejemplo los ladrones y el calor, accidentes peculiares de nuestra zona y de nuestro suelo: tales son también la carencia de guias y la dificultad de proveerse de esas mil pequeneces que frecuentemente deciden d*l éxito de semejantes espoJiciones, Proyectada la nuestra con un respetable número de adherentes nos la prometíamos desde luego feliz y animada; pero si ya he dichoque la subida á Veleta tiene mucho de «scepcional, la que se hace por «I lado y por la sociedad de Lanjaron tiene tambieri algo de particular ya favorable, ya adverso. Lo favorable, ocasión habrá de mencionario en adelante, lo adverso es el caráctr-r que sus dolencias suelen imprimir en los ha ñistas, cuyos rostros traen á la memoria aquella esclamacion de un conocido poeta que lamentaba los estragos del rominticismo; ¡Virgen de las maravillas! ¡Cuántas caras amarillas! ¡Cuántos semblantes de azufre! Desgraciadamente había bastantes de eses semblantes hipocondriacos entre nosotros, y sabido es lo difícil que esta geste suele ser para convenirse y arreglar algo» Principiaran las dificultades, sig&ieron las des- avíuencias j se alegaron las prohibiciones del médico. Ca.'a cual exajeró los inconvenientes y aminoró las veniajaj. Se habló de ladrones, de tormentas, de enfermedades, de lobos y hasta de fantasmas. En último resultado, quedamos condenados por testarudos. M. L. y vo, decididos á subir á todo trance, y después de sufrir súplicas y emenazas, de vernos conminados con diferentes géneros de suplicios tan suaves como ser estrellados contra las rocas, devorados por las fieras ó enterrados en nieve, resistiendo con ánimo fuerte hasta la perspectiva de un cólico ó de una pulmonía, fijamos la maü'ugada del dia 8 de setiembre para emprender la marcha con un convoy de tres acémilas mulares y las suficientes provisiones de boca y guerra para pasar dos días en las solitarias regiones de las nieves eternas. Serian, púas, laS tres de la madrugada, bi«u oscura por cierto, cuando fiados en el prudente instinto de animales conocedores de la estrecha senda que sube desde las huertas hícia las viñas del monte de Lanjaron, por una pendiente que bien puede graduarse de cincuenta por ciento, emprendimos la subida con un tiempo despajado y mirando únicamente «n cielo espléndidamente tachonado de estrellas, porque no se po'lia divisar otra cosa desde el estrecho y lóbrego callejón que forman de un lado y otro las tapias y birdos de las huertas. Guando el dia apareció, dos horas después, la cosa era muy distinta, nos encontrábamos en la parte alta de las viña?, y si hit» por el lado donde iba i:os solo se distinguía una sucesión ascendente da cumbres y picos Cada uno de los cuales parecía presentarse por lo pronto como el término de la subida por aquel lado, siendo asi que bien pronto se le sustituía un rival mas exigente, en cambio por el lado opuesto la vista tenia suficiente esparcimiento. Los pueblos de Tablate, Oojiva, Pinos del Valle, los Padules y Valecillo se nos presentaban como oasis de verdura entre las asperezas de la sierra, ro-, deados de olivares y maicesi We un verde oscuro los unos y esmeralda los otros, unidos entre sí por las cadenas de flores que formaban las cañadas de adelfas. A nuestra izquierda por entre el pusrto que constituían las faldas de las últicíias montañas se divisaba á lo lejos un pedazo de mar, que semejante á un espejo pequeño nos enviaba los primeros rayos del sol saliente. A nuestros píes^Lanjaron se perdía entre su espesa arboleda, tan justamente celebrada, yt por lo abundante de la producción, ya por la rareza de ofrecer á una corta distancia y casi enlazadas el risueño y ardoroso naranjo con el frío y colosal castaño. Continuamos subiendo casi perpendicularmente durante otras dos horas, al cabo de las cuales nos vimos en una estensa meseta cortada por cuencas de varia profundidad y cubierta de un rastrojo alto: estos terrenos de sembradura son ¿os cen/enos, especie de campiña suspendida sobre las nubes, donde se produce este cereal á las mismas condiciones que en |la Siberja. El labrador suba una vez al año euando la estación mas calurosa está próxima á su fin, hace la recolección é inmediatamente después la siembra: bien pronto la nieve lo cubre lodo prestando al grano calor y humedad, hast» que la vuelta del buen tiempo hace innecesaria aquella protección: la nieve entonces se derrite y corre por las cañadas, la planta ya brotada crece y se desarrolla con la brevedad consiguiente á los grandes elementos de vida acumulados en su sue» lo darante nueve meses, y como estos no son s u s c e p tibles de alteración, la cosecha es siempre segura* E x i giendo este método d e cultivo muy breves p e r m a n e a cías de los labradores en sus campos, no h a y . q u e b u s car casas en estos, si no albergues provisionales d e v e rane, sumamente reducidos aunque sólidos, para poder resistir á los estragos de las tormentas tan frcuenlas como terribles en aquellas altaras. Asi es que el a n i mo va preparándose gradualmente {rara las impreiio'nes de u n a completa soledad. Partíamos de u n delicioso valle, capaz desuministrar en manjares, Sores y perfumes cuanto pudiera oe(»«sitar la población mas exigente: habíamos atravesado después una zona d e productos cada / e z mas esclusivos; entrábamos en otra donde uno solo era dable; después de aquello la vida del hombre debía consíderarse'casí imposible. Mas adelante, es decir, mas alto pocos animales podrian mantenerse, lavejetacion s i e n do casi nula: finalmente, se nos había de presentar •tra en la cual los pájaros no encontrarían aire b a s tante denso para batir y apoyar sus alas.... Aquel era el término de nuestras aspiraciones: allí querfamos subir, adonde ninguna, existencia ha precedido, quizá viva uno mejor; solo á ver y oír, mas se verá y m e jor se podrán escuchar las misteriosas voces naturales que esclusivamente iiab!an ai hombre en l a soledad | que únicamente asi cansienten e a prodigarla s i u raat dulces favores, y luego, ¿quién sabe lo que por la s e creta relación e n t r e el físico y el morsl del lioiBbr« puede esp«r«rs«(i»gKa liosas y elevadas ideas, Uep^ LA ESPAÑA 27 Í6 enerQÍ;de%i#l dos-Unidos, creemos oportuna dar á conocer la fuer- : recibido orden de pfrmauecer éa sus puestos y no za militar de que dispone cada uno de los opuestos j abandonarlos en nin„'UQ caso'tíno ob!igadi« por la bandos.,¡Hé aquí lo que apropósito de este asunto dice fuerza, asi como también de no entregar las, cajas de^ e\ Morfüg Herald: los fondos públicos á los fffncisnários norWtfados por' «La lucha empezará en la costa del golfo de Méjico, los comítados, pues que solo deben depender 3el- goEn el artículo de fondo sobre cuestiones esteriores publicado en nuestio número de ayer, dimos det»ilei pues ni Mr. Buclianan ni Mr. Luicoln irán, si pueden bierno central. \ Escriben de Viena á la Gaceta dt Colonia, aunacerca de la carta que Garibaldi escribió con fecha 13 evitarlo, á atravesar con sus tropas los Estados da del corriente al comité central. Aun cuando al hablar esclavtfs para atacar la Carulina del Sur, Alabama ó que sin responder do la autenticidad de la noticia, que de este documento lo hicimos con algún detenimiento, Georgia. Los tres millones do soldados de los Estados-. ^ hay en perspectiva nueva» concesiones para la Hunsin embargo, van haciéndose tan célebres las coiitra- Unidos, que figuran en el papel, pertenecen al Norte; gría: se habla de que se la va á conceder un ministediccionas en que incurre el solitario de Caprera, tan y al paso qua se ha desarrollado en esta sección el rio especial que abrace los negocios del interior, la haambigua va siendo su conducta, j tan tenebrosos sus espíritu belicoso, en el Sur los habitantes le han de- cienda, cultos é instrucción pública, y hasta se llega pensamientos, acerca de futuros planes y aventuras, iicado principalmente ala agricultura, y es difícil re- á decir que está ya firmado el decreto. —De Gieta dicen que ta suspensioM de armas pueque creemos oportuno trasladarla íntegra para que de unir el número'de ciudadanos instruidos en el ejercí ella tengan conocimiento exacto nuestros lectores. Hela ció de tas armas que se necesitan para formar com- de considerarse positivamente como un servicio de ami* pañías. Los Estados manufactureros del Norte tienen I go prestado por Luis Napoleón á los piaiiionteses, quieaquí; abundancia de .militares. New-York, con una pobla- | nes tenían gran necesidad de descansar, avituallarse j «Digno comité: considerando la nota que me ha cion de cerca de cuatro millones de almas, cuenta no I reparar sus armamentos. Por esto sin duda dijo Frantrasmitido el comité central, resumo mi respuesta en los menos de 470,000 hombres alistados en la milicia, | cisco II al almirante francés, qua agradecía á Francia siguientes términos: sin hacer mérito de las muchas compañías de volun- j los servicios que pretendía haberle hecho. Al aceptar la presidencia de la asociación délos co- tarios. La fuerza militar de California es de 200,000 mités de previsión, y al adherirme á los tres artículos hombres; la de Illinois de 250,000; la de Masachuset La Milicia nacional da Ñapóles se ha negado á pracformulados por la Asamblea general de 4 de! corrien- de 150,000; la de Ohi» da 170,000; la de Pensilva- ticar las visitas domiciliarías, para las cuales se le hate, nombro como mi representante cerca del espresado nia de 140,000. Gon tal de poner sobre las arma.-i so- bia dado orden. comité central, a! general Bixio, autorizándole al mis- lo la mitad de ese guarismo enorme, tendrán un ejér—La represión de la insurrección legitimista en la mo tiempo para hacerse reemplazar por alguna otra I cito que los Estado» disidentes no es creíble lleguen provincia de Ascoli, ha dado por resultado sangrienpersona de su entera confianza. á reunir. Estos se verán bloqueados al Este, al Oeste, tas ejecuciones hechas por los piamonteses. Así lo aseEl comité central, al hacer un llamamiento'al pa - al Norte, al Sur; el tráfico de los ferro-carriles que- gura la Patrie; pero no era necesario que lo asegutriotismo italiano, insistirá con perseverancia cerca dará interrumpido, como también la navegación flu- rase para creerlo, porque sabido es que los fusilamiende todos los comités de previsión, y los escitará á viátil, é impedida la entrada y la salida de los puer- tos forman el lema de los revolucionarios. Esto no provocar nuevas ofrendas entre nuestros conciudada - tos. obstante, la reacción sigue tomando fuerza. nos y á reunir todos los medios necesarios para, fa—Varios periódicos de Ñapóles se han negado á Los dos colosos están uno en frente de otro: si la cilitar á Víctor Manuel la emancipación del resto de lucha ha de ser favorable á los partidarios da la es- poner á su cabeza la cruz roja de Garibaldi, á consela Italia.' cuencia de lo cual los milicianos nacionales y los gaOtro íe los principales cuidados del comité centr»! clavitud ó á los abolicionistas, pronto lo veremos.» ribaldinos han' roto sus prensas. Así lo refiere un desdeberá ser el de formar comités en todos los puntos Baj» el epígrafe de Un nuevo Congreso de West- pacho de Marsella del 20 que publica la Independende la Península donde no los hubiese todavía, á fin de falia, manifiesta el Times en un artículo que no se cia belga. qu9 de un estremo de la Italia al otro, sin esceptúar halla de acuerdo con algunos escritores del continente —Una parte de la prensa piamontesa pide que en yenecia j Roma, se encuentre organizada la asocia- que proponen un nuevo Congresa de Westfalia, como las Dos Sicilas se derrame sangre en abundancia. La ción, y obre simultáneamente, de concierto y pronta- el supremo arreglo de todas las actuales dificultades. Unione de Turin, entre otros periódicos, dice lo simente, obedeciendo á un mismo impulso. Los Congresos son buenos, en sentir del periódico guiente: «Las insurrecciones de Tierra de Labor y de El comité central deberá, como consigna da todos británico, para orillar las cuestiones de límites y su- los Abruzzos no llevan trazas de concluir, ni se conlos dias y de todos los momentos, repetir sin cesar á cesiones, pero inoportunos cuando se debaten princi- cluirán ínterin no se comience á fusilar allí por catetoaos los comités y tratar de inculcar por todos los pios, y de todo punto impotentes para tranquilizar gorías, como hacia Mares.» La Perseverama refiere medios en el ánimo de todos los italianos, la idea de los ánimos, cuando las tempastades revolucionarias sa literalmenta que el general Cialdini hace fusilar todos que en la primavera próxima de este año de 1881 la agitan sobre Europa. lo'í dias á algunos napolitanos, los cuales, añade, van Italia debe poner sin dilación sobflo las armas un mi—Ya hemos dicho que tan pronto como el rey de tomando afición á morir oyendo el sonido del tambor.» llón de patriotas; único medio de hacernos poderosos, Ñapóles supo oficialmente el 17 que la escuadra frande hacernos dueñ«s de nuestros destinos y dignos del cesa se iba á retirar, hizo formar á sus tropas y las La manifestación que el 18, día de la Cátedra de respeto del mando, que tiene fijos los ojos en nos- dirigió una arenga. Hé aquí las palabras que el joven San Pedro, se hizo en Roma en favor del Padre San otros. monarca pronunció: to, debió consolar mucho á Su Santidad. La basílica Creo deber advertir á los voluntarios, que por aho«La escuadra francesa se retira y por lo tanto la estuvo durante todo el día visitada por un gentío inra no he firmado ni aconsejado alistamiento alguno. plaza va i sufrir un terrible bombardeo por mar y menso, y por la noche el vecindario iluminó esplénS En Genova debe fundarse sin demora un periódico |, tierra. Yo me hallo resuelto á sepultarme con mi fa didamente la ciudad, á pesar de los esfuerzos que los titulado Roma y Venecia, elcual, inspirándose en las milía bajo las ruinas del último baluarte de la mo- agentes piamonteses habían hecho para impedirlo. ideas arriba enunciadas, deberá predicar la necesidad narquía y de la patria; pero no quiero obligar á nanuevo ministerio nap'ditano ne ha satisfecho de una guerra santa, y hac«r cesar la ignominia que die á qué participe.de mi suerte, y aií todos, oficiales la —El pública. Según dicen el 19 á la Patrie, se pesa sobre la Italia. Al mismo tiempo deberá inculcar y soldados quedáis libres del j uramento de fidelidad y ve opinión en su elección la escesiva influencia de Turin y el á los electores, como uno de los medios para conse- podéis retiraros á donda mejor os parezca.» designio de gobernar con una pandilla enemiga de Gaguir ese objeto, que elijan diputados que , teniendo Un grito inmenso de entusiasmo se escapó de toJos Liborio Romano es rechazado por las gentes ante todo por norte la emancipación y la integridad de los corazones al pronunciar el rey estas palabras, y ribaldi. honradas por su deslealtad é inconsecuencia demosla Italia, impongan al gobierno el armamento de la los soldados de Gaeta juraron defender la plaza hasta trada bien á las claras con haber sido en seis meses nación.—G. Garibaldi.» morir. ministro de Francisco 11, de Garibaldi y de Cavour. de Sicilia y Nápolés, que se cree será mas picante que imparcial, y en la cual Liborio Romano hará el papel de víctima. Dft Trieste escriben con fecha 18 á la Esperanna comuaicíndole detalles acerca de la muerte del conde y la condesa de Montemolin: Hé aquí algunos párrafos de su carta: «Enfermos ja cuando Tolvieron de Brunnse», aunque sin síntoma alguno grave, fueron atacados, dos dias después de su llegada, de una erupción semejante al sarampión, acampanada de fuerte calentura y sudor. Pasaron así tres dias, disminuyendo algún tanto la fiebre, y sin que su estado ofreciese inquietud alguna, porque li erupción áeguia un curso regular y benigno. Al cuarto día de la erupción, y sétimo de la indisposiiion, <(ue para la primera eran el tercero y seste, porque parece que en ella se desarrolló el mal un día mas tarde, el sudor del principe se supriniió sin causa manifiesta, y la erupción comenzó á disminuir. Desde aquel momento el estado del augnsto enfermo principió á tomar un carátter gr»ve, j algunas horas mas tarde sobrevinieron síntomas tifoideos los mas graves y con tal rapidez, que todos los esfuerzos y socorros médicos aplicados con la mayor diligencia fueron inútiles ni aun para detener la violencia del mal. Las fuerzas de la naturaleza habían sido paralizadas, y el augusto pacieite, can un» agonía muy corta, sucumbió á las cinco y media de la tarde del día 1 3 , dcapui:» do habar reciOiJft lodos "los sacramentos de nuestra santa Iglesia. La condesa de Montemolin, cuyo estado parecía menos grave, y que no habia permitido desde el principio del mal, ni en aquellos aciagos momentos, que £U lecho fuese trasladado á otra estancia, tuvo que esperimentar la dolorosa y cruel tortura de ver agonizar y espirir»r á su esposo, á quien amaba tanto, Retirada instantáneamente después de aquel suceso fatal, parecia que la religión la hubiese prestado fuerzas para soportar con cristiana resignación aqu«l martirio, y en apariencia escuchaba á su augusta madre, la cual, en medio de su dolor profundo y aflicción, trataba de consolarla y confortarla con las palabras mas cariñosas y persuasivas. • Pero icómo no habían de producir sus tírribles efectos en una persona enferma de una afección peligresa, los recuerdos palpitantes de la agonía del marido, cuja última palabra fué: ¡Caroíínal La erupción habia ya desaparecido dos horas después de aquel funesto suceso; su estado cemenzó seriamente á agra'•yárse, y fué preciso sin detención admidistrarla el Viático, lo cual hizo el señor obispo, como habia hecho algunas horas antes con el príncipe, en medio de una «moción y sentimiento los mas profundos. El mal siguió desenvolviéndose con una tal violencia, que ni los estímulos esteriores mas enérgicos, ni los demás me' dios á que se acudió para sostener la vida, pudieron ser bastantes para impedir que la parálisis del pulmón y cerebro ai-rebatasen casi sin agonía, en menos de tres horas, aquella preciosa exiitencia. Eran las doce de la noche.» - inevitable como es ya la guerra civil en los Esta- Ira, le dijo en tono festivo: aMe he perdido una es - i en la cifra de las esportaciones da la Gran Brecélente ocasión de recibir una herida leve.» ' taña los algodo nes manufacturados representan Dice el fVanderer que en uno de los priineroí quin- un valor de 77 por 100. Gon estas observacioce .lías del actual, ha dirigido et-conde de Rechber al nes se justifica la profunda alarma que han caugobierno otomano una segunda nota muy enérgica contra el principe Couza. El ministro austríaco acusa á sado en el comercio ¡ng'és las recientes noticias aquel príacipc, á pesar de las negativas de sus minis- de una guerra en aquella importante región del tros, ^e tolerar si no de protejer las maniobras revolucionarías en las provincias danubianas. El Wande- Nuevo Mundo. Pero si bajo el punto de vista mercantil los rer añade que en aquella nota se escita al gobierno otomano á que vigile cuij'adosamente, y se le anuncia actuales sucesos de los ¡,Estados-Unidos pueden ademas la presencia en el Mediterráneo de otros cinco buques cargados de municiones de guerra, siendo linó afectar á los intereses de Inglaterra antes que de aquellos buques inglés y otro griego. álos de ninguna otra nación, bajo del punto de El gobernador de la Martinica ha suprimido el pe- vista político España es la primera que debe riódico que en aquella isla se publicaba con el título de fijar su atención en las eventualidades que^ piiLa Francia de Ultramar, por la publicación de un ar- dieran surgir de un cambio radical en el modo tículo en el que se leían estas línes: «Quedémonos con nuestra miseria y dejemos la ver- de ser y en las condiciones políticas y sociales güenza de esta injusticta á Francia, que prodiga sus del pueblo anglo-americano. Esta raza sajona, millones para todas las causas estranjeras, yqueapla.s- trasplantada á la tierra que descubrid COLON y ta con una ruinosa desigualdad á los restos de sus anconquistaron nuestros padres, va creciendo allí tiguas colonias.» en amenazantes proporciones y parece tener Un nuevo motín estalló el 18 en Nápole». Los revoltosos recorrían las calles gritando ¡viva Garibaldil siempre pendiente la espada de DAMOCLÜS, no ¡mueran sus enemigos! ¡abajo los ministros vendidos! solo sobre nuestras codiciadas Antillas, sino-soEl descontento es grande en la Milicia nacional, cuyo bre todos los países de América donde se ftabla jefe superior, el general Tupíete, tiene que hacer esla lengua de GBRVANTÍS, gloriosos trofeos un áia fuerzos para que ese descontento no estalle. de la prepotente monarquía española. Importa, pues, mucho á nuestra int^ridad territoA€TOS OFIGIALÜS. rial, á nuestra legítima y natural influencia en PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS. S. M. la Reina nuestra señora (Q. D. G.) y el continente americano, y á nuestros intereses demás augusta real familia continúan en esta políticos, de religión y de r a z a , impedir los progresos de aquella exhuberante población; y corte sin novedad ea su importante salud. no debiera bajo tal concepto estrañarse que m i rásemos sin disgusto introducirs.; en ella el MINISTERIO DE HACIENDA. germen disolvente de las revoluciones y luphas limo, señor: Visto el espediente instruido acerca del señalamiento de derechos á los cuartos de botella intestinas, si fuera lícito alguna vez complacerde vino Champagne, no comprendidos en el Arancel, que solo se refiere á las botellas enteras y medias bo- se en la desgracia agena. No creemos, sin embargo, como algunos de tellas: Considerando que no es justo que se aplique el mis- nuestros colegas, que la dislocación que ame mo derecho á los cuartos tie botella que á la» medias naza á los Estados-Unido» produzca tales r e botellas: Considerando que tampoco lo es que el derecho que sultados ó debilite de tal raoáo la fuerza polítise señale á los pritneros sea rigorosamente proporcio- ca de aquella nacionalidad multiforme, quenós nal al que satisfacen las últimas, porque entre dos cantidades iguales de vino con envases diferentes ten- ponga al abrigo de los instintos anexionistas drá mas valor la que se halle contenida en mayor nú- constantemente sostenidos por el espíritu a b mero de botellas: sorbente dé que se halla poseída. Para pensar La reina (Q. D. G.) de conformidad con lo propuesto por esa dirección general, ha tenido á biea mandar asi, nos mueve la consideración de que ese esque S3 añada en el Arancel una partida especial para píritu no recibe impulso alguno del principio los cuartos de botella da vinos estranjero», con el de- unitario, cuya influencia es poca, ni de la autorecho de 2 rs. cada una en banJera nacional, y 2 rs. ridad del gobierno casi desconocida: la" tenden65 cents, en bandera estranjera. D« real orden lo digo á V. 1. para los efectos cor-' cia invasora, los hábitos de fllihusterísmo a d El batallón de zuavos pontificios no fué ,por fin á Según el Mimorial di la Loira, parece que le trata de proveer i los individuos de la armada francés» Fratsinone, sino que se dirigid por Morola á la frontera respondientes. Dios guarde á V. I. muchos años. Ma- quiridos en el pueblo anglo-americano, inezáa de revrolvers de seii tiros. La infantería los llevará que la rovolucion ha señalado por ahora á los Estados drid 16 de enero de 1861.—Salaverría.—Señor direc- singular de civilización y de barbarie, nacen de tor general de aduanas y arancele». colgados del ciaturon por un corchete de hierro y la de la Iglesia. Allí está casi todo el batallón, que ha ido su misma exhuberancia de vida y del ensanche á purificarse, porque parece qua se han introducido caballería en la pistolera derecha. algunos elementos no del lodo dignos de permanecer dado á la libertad individual, que no reconoce —Un jéven servio ha dirigido á lord Jordn Russell en él. Los individuos que le separan, formarán otro una cart» refiriéndole las iniquidades de que son ob- cuerpo con divarso nombre y algunas modificaciones freno á sus aspiraciones, y q u e se revela bajo jeto les pobres cristianos de las provincias turcas. Ei- en el uniforme. Coa los zuavos se piensa formar un todas las formas de que es susceptible en la s o panta el relato de las tropelías, d» las crueldades, de pequeño cuerpo de ejército, que copiará un batallón ciedad humana. Esos instintos, esa inquietud y la infame tiranía que el fanatismo y la barbarie mu- de infantería, un escuadrón de Caballería y una baperturbadora actividad tendrán la misnaa fuersulmana hace pesar sobre aquellos iofáices. tería. Se decía en Roma el 18 que habia habido un —La unidad italiana, según el corresponsal de un encuentro cerca de Morola y Cobese entre los zuavos za, el propio vigor, cualquiera que sea el desperiódico revolucionario, ha triunfado desde los Alpes y las partidas revoluei»narias de Masi, las cuales fueLos graves sucesos do que están siendo tea- enlace de los sucesos actuales, y tendrán tanahasta Anoona. Todo avanza con seguridad y si» rui- ron vencidas ; pero esta noticia necasita confirmase, do en su concepto; el partido liberal .moderado está tro los Estados-Unidos de A nérica llaman j u s - bien los mismos medios con que hasta ahora contento, unido y confiado, y se^ree dueño de la sí • porque muchas la negaban. tamente la atención del mundo civilizado: no han contado para su manifestación en actos que tuacion respondiendo del resultado de las elecciones. Sn Ancón» reina grande agitación y mayor alarma. estrañamos que la prsnsa periódica de todos los condena el deiecho de gentes y reprueba altaEsto es lo que dice el citado corraspansal; pero otras muchas correspondencias fechadas en Turin mismo, Parece, sin embargo, que el partido del orden va ga- países les dedique preferente atencioB y tenga mente todo sentimiento de rectitiid, de moralien Ñapóles y otros puntos, aseguran por el contrario, nando allí mucho terreno, porque públicamente se grique de la unidad italiana habrá que decir dentro do ta: \abajo Víctor Man\iet\ \abajo Cavourl \fuera lo» fija la vista en las peripecias del g. an drama dad y de justicia en (as relaciones internaciopoco lo que de la unidad de los Estados-Unidos, esto piamontesesl \viva Pió IXl En Bolonia, por el con- que ha empezado á representarseen aquella c o - nales. es; que no existe m»s que en el nombre. En efecto, trario, parece que imperan les partidos estremos, gra- losal república , sin que basten á hacérsela pueden calcular nuestros lectores hasta qué punto ha- eias á la impopularidad, c»da día mayor, de las piaTampoco esperamos un cambio favorable á brá echado raices esa idea,.cuando apenas hay poblu- monteses j sus adeptos. Las autoridadei de aquella apartar de allí otros aco.itecimientos no menos las ideas de orden de la agitación que ha e m clon medianamente importante donde no se proteste» ciudad, según una carta recibida en Roma el 18, se importantes que agitan esta otra parte del pezado á conmover los Estado-Unidos de Amécontra la usurpación piaraantesa proclamando á voz en habian visto en la necesidad de hacer dimisión, y se cuello al verdadero soberana de Ñapóles Francis- añadía que Zambeccazi, Mattíoli y algunos otros se globo. rica. Dícese por algunos á estp propósito, que habian .ipoderado del gobierno, y se esperaba al misco 11. A dos naciones puede interesar especialmenmo Maziini. No parece, pues, que la Italia regenera- te la revolución iniciada en la república federal la opinión en aquel país va inclinándose á la forma de gobierno monárquico-constitucional, Para formar idea del carácter de la crisis c«n que da está muy unida anta la guerra terrible que tan próbien que por distintos conceptos: á Inglaterra y la insurrección de la Carolina amenaza á la nación in- xima se presenta. y hay quien considera probable y quizá próxiglesa, baste saber que en Inglaterra se mantienen déla á España. La primera vé con esta revolución fabricación del algodón cuatro millones de hombres, ó^ En una correspondencia de Turin del 19 leemos amenazados sus intereses comerciales, que r e - mo un moviniiento que haga desapirecer del sea la sesta parte áe la población total, y que en la que los comités garibaldinos, reconslituidoj con el obmundo político la famosa república modelo. cifra de las esportaciones de Inglaterra, los algodones jeto de favorecer la emancipación del Véneto y de Ro- ciben savia fecunda de las primeras materias Esta esperanza no tiene, á nuestro juicio, sólimanufacturadosrepresontan un valor de 77 pjr 100. ma, han proyectado hacer circular por millares unos con que alimenta los principales ramos de su Si ahora por efecto do lo crudo de la estación, la in- impresos, á cuya cabeza se leen estas palabras: «Me das bases en que apoyarse. La cuestión que terrupción del trabajo en Londres y en las grandes comprometoá entregar raensualmente una suma de... industria la fabulosa producción agrícola de su hace tiempo trae divididos á los pueblos h e r ciudades déla Gran Bretaña está causando tantos ma- á Qo de procurar á Garibaldi los recursos necesarios antigua colonia y hoy poderosa rival en el les, ¿qué sucedería el día en que por falta de algodón para librar á Roma y al Véneto.» Unos se suscriben Nuevo Mundo. Según los cálculos que hace so- manos de la América del Norte, no es una cuestuvieran que suspender sus trabajos la mitaá de las por una cantidad determinada, y otros se obligan á tión política, sino una cuestión esencialmente fábricas? pagar una cuota al mes, como se verifica en la socio- bre este punto un periódico estranjero , la in—La república argentina ha sido teatro de un dra- dad nacional. Esto no constituye un empréstito, sino dustria inglesa consume anualmente 2.400,000 económica, en que puignan los intereses enconma sangriento, que revela la efervescencia y la anar- una susc'icion voluntaria. La iniciativa del pensa- pacas de algodón, de cuya enorme suma apenas trados que nacen de sus diversas condiciones de quía en que se llalla aquel desgraciado país. Según miento no corresponde á Mazziní, como se había dialcanzan á cubrir una mitad todas las naciones clima, de producción y de comercio. No es t a m noticias del Rio de la Plata, el coronel Virasoro, go- cho, sino á la ciudad de Genova. bernador de la provincia de San Juan, habia sido asejuntas, inclusa la India, mientras que solo los poco una cuestión de razas, como quiera que sinado en su casa con su hermano y cinco amigos suLa reina de Ñapóles, Sofía Amalia, se halla en es- Estados meridionales déla Union llenan supera- en este punto se confunden los sentimientos» la yos mas, én presencia de su mujer, que se salvó por tado interesante, y muy adelantada. Esta noticia, que milagro, igualmente que su joven hijo. No era una circuló primero con el carácter de un rumor, la con- bundantemente este vacio. Para comprender, tradición y los caracteres propios de la familia venganza personal la que consumaban los asesinos, firma hoy la carta de un elevado personage que está añade el mismo diario, el carácter de la crisis anglo-sajona esparcida en toda la estension de sino una revolución política. Hecha así la vacante,,los en continuas relaciones con la real familia. A pesar de aquel vasto territorio. insurgentes habían nombrado gobernador al doctor su estado doblemente interesante, la joven reina es la con que la insurrección de la Carolina amenaPor otra parte, ese pueblo de ayer, que en un Aberrastain, que habia tomado ya posesión del ooder. primera en querer participar de las peligros del rey, za á Inglaterra, baste saber que en la metrópoSolo liay informes confusos y contradictorios sobre las y muestra un valor á toda prueba. Cuando sa la obli- li cuatro millones de hombres, es decir, la ses- corto periodo de tiempo ha llegado á colocaEse, causas da este sangriento golpe de mano. gó á dejar su palacio porque una bala penetró é hizo ta parte de la población , libran su fortuna y mirado por el prisma de los intereses níatedestrozos en su tocador, la reina, en coBversacion con riales, á un grado de civilización apenas compaLos recaudadores de contribuciones en Hungría han el embajador de España, el señor Bermudez de Cas- subsistencia en la fabricación del algodón; y que rable con el de las mas poderosas y cultas n a - jsyauE 1,1^ do que uno sea á tan prodigiosa altura? En esta» y en sino llevarlos únicamente para que dan á conocer las 'Otras iba yo pensando cuando los guias llamaron nues- cumbres y puertos por donde hay que tomar paso, y tra atención, porque los centenos concluían y era for- una vez señalados, juzgar cada cual por si mismo y zoso pensar en proveerse, ide qué? da grano para ali- decidir la senda que parezca ñas corta y segura. La mentar las acémilas? ¿de paja para las mismas ó para razón de esto es fácil de comprender; las alteraciones camas en la eventualidad de la siguiente noche? Nada que por efecto de las tormentas sufren lugares, tap de esto; era cuestión pura y simplamente de escojer escarpados, hacen variar cada año el trazado mas concada-uno media docena de cañitas para beber el agua veniente para el presunto camino, colocando al viajesin helarse los dientes, pues de allí en adelante no ro al nivel del guia en cuanto i ciencia; ahora bien, habia qua eísperar mas Hquido con que «pagar la sed, este nivel se encuentra roto y desequilibrado en conque la nievo derretida. Gumprendí entonces bien el tra de los guías alpujarreños por una especie de estuorigen de una moda que duró algún tiempo en varias pidez benévola que les caracteriza y hace que con la capitales de Europa de servir los sórbales en los cafés sonrisa en los labios lleven *l viajero' por los parajes •ton pajillas de centeno, y que daba motivo á la va- mas difíciles y penosos. riante que cierto amigo mío hacia de los versos de La Peña del Diablo nada ofrece de particular, sino «na comedia en voga.lo escarpado de su base, por la que es preciso subir serpenteando un buen rato; tal vez la vsnga el nom¡Aquella niña tan bel!* bre délas Veces que los arrieros se dan á dicho ente que habrá seis años ó siete cuando se les obliga á conducir bestias por semejante^ la vi aspirando un sorbete pasos, mas apropósito el mejor de ellos para águilas en el café de la Estrella....! Provistos de bebederot continuamos nuestra camino que para caballerías. Su composición as una pizarra hacia Una enorme roca, que buen rato hacia divisá- dura veteada de cuarzo, como se suele encontrar en los bímos, y qne con el respetable nombre de Peña del terrenos de transición á que pertenecen en general toDíoéío constituyo uno de los primeros datos para no dos los de la Sierra Nevada. Llegados i lo alto de la equivocar la dirección, pues de aquí en adelante no peña, seguimos el lomo de una montaña bastante es • existen 'Veredas que conduzcan con alguna seguridad tensa encajonada entre otras dos, grísienta, triste y hacia las marcadas alturas que se propone uno visi- sombría la de nuestra izquierda, alegre, brillante y tar. Y á propósito de ello, cúmpleme dar un consejo esplendorosa la que resultaba á la derecha. Llámase i los que después de haber leído estas lineas vengan ésta El cerro de las platerías, y verdaderamente no en gana dé repetir la espedicion, y es no fiarse en podía darse mas adecuada designación. De tal manera manera alguna del camino que quieran seguir los guias^ ^ Ibrillaba toda la superficie de ella, que su vista tos M ' " 1!.' i".I lili,!" » !JL-Jt''..l.il!!iy» • •I I • l l l l « I I I M » J l l l l f l » — l « l . •! I mil.llll«l»M|l1«g deslumhraba y necesilábamos apartar los ojOs repetidas n. veces para acostumbrarlos y poder sin inconveniente investigar la causa de tan inesperados detalles. Es seguro Poco á poco y á medida que continuábamos suque reunidas los brillantes aparadores de la calle del Car- biendo en dirección da la indicada cumbre aparecían men y la Montera de Madrid con los de la rué de la Pays cada vez mas estensas las grandes manchas desy Regent-Street de Pan's y Londres no habian de lumbradoras de blancura c ,n que se marcan los ventisconstituir un tan variado y espléndido reflector para el queros (1) contrastando con el color oscuro casi nesol de una hermosa mañini de principios de setiem- gro de los lomoj del cerro, que son los que primero bre. Yo pensaba en propon r nos apartásemos un poco aparecen al derrutirse las nieves; no auanto á la cide nuestra rumbo para investigar la naturaleza de aquel ma nos parecía cuestión de un cuarto de hor» llesingular terreno, cuando algunos fragmentos esparci- gar i ella, y do media mas el subir al picacho dos á nuestros píes, y que brillaban da ijual modo, de Veleta ó á Muley-Hncen según nuestro gusnos dispensaron de semejante molestia: eran lajas pi- to, pues ambos parecían presentarse casi al alcance zarrosas de igual consistencia y composición que las de la mano. Redoblamos, pues, el paso bajando del suelo que nos rodeaba y sobre el que marchába- délas caballerías mí »migo y yo, y aun dejando bien mos, pero cubiertas por un depósito micácea estrema- atrás á los guias, que me parecían reír socarronamente damante tenue y liso á la vez: este examen, y el en- al ver nuestra diligencia y ansia por llegar arriba cuentro mas adelante de algunas cristalizaciones de car- cuanto antes; razón tenian en hacerlo, porjue después bonitos de cal y silicatos algo teñidos por óxidos me- de largo rato, nos encontramos faltos de alienta, sobre tálicos, no» dieron razón suficiente dsl brillo de mil una eminencia á la que sucedía una estensa llanura, coleros que tanto nos sorpreniió en un principio, .y salpicada de hondonadas, ya cubiertas de nieve, ya que seguimos admirando durante una buena media formando pozos ó pequeñas lagunas, y al estremo de hora. la cual era donde verdaderamente principiaba la subiSBien pronto principiamos á descubrir la fjlda del da del cerro. famoso y anhulado Cerro de los Caballos, cuya cúspide, Rendido» del cansancio y desanimados por el deuna de las mas altas de toda la sierra, quizá la ter- sengaño, nos paramas para aguardar á nuestra gencera en elevación, veíamos casi desde el amanecer co- te, que no tardó en llegar, aumentando nuestro disgusmo próxima i nof«tros, apenas cubierta á grandes to con la noticia de que en vez de cruzar directamenmanchas por la nieve, cual la rota capa de un men» te el estenso valle que ante nosotros se presentaba, era digo. (i) Acumulaciones de nieve que se forman en las depresiones de la sierra y subsisten todo el año. preciso buscar la subida por un rodeo hacía ta izquierda, siguiendo la arista sobre la cual no encontrábamos. Así lo hicimos efectivamente, pero coa mas fortuna de lo que podía esperarse, en primer lugar; porque volvimos á montar en nuestros , mulos, en segundo porque un delicioso fresco viente de mar vino á rao. derar el ardor con que el sol nos lanzaba sus rayos, y en tercero, porque muy en breve principiamos á descubrir, desde luego el mar para mí siempre alegre y bello, después la costa y sucesivamente las vertientes orientales de la sierra con las deliciosas vegas de Motril y de Salobreña al pie y las poblaciones, los los easlillos derruidos, los antiguas conventos y santuarios y las humildes ermitas, destacándose sobre el hermoso fondo verde esmerald» de las plantaciones de cañas de azúcar que cubrían el terreno, cortadas únicamente por las evoluciones del Guadalfeo que las abrazaba á trozos como engarces de luciente plata. Distraídos con tan risueña parspectiva, dirigiendo nuestras miradas y observaciones de un punto á otro, á machas leguas de distancia, con la misma libertad y • mas prontítui que un pájaro, pasan lo da Motril á Almuñecar, ó lanzándonos desde el pintoresco castillo que domina á Sayalonga parainquirir.el rumbo de algún barco que aparecía en el horizonte, anduvimos tnsenríblemente largo rato, hasta que la voz de Cristóbal nos hizo detener para oírlo decir con un aire parecido al de Napoleón señalando las pirámides africanas: 'isñoret, están ustedes servidos; endeaqui prinoipia el cerro de ki CabaUost {Se continuará.) K.A S S 9 i l $ A 2^ de cgero de 1861 ••« ciones del globo, carece de elementos para constituir una monarquía, cualquiera que fuese -Ja forma-qne se intentase darla. Falta allí todo género de aristocracia; las clases no se distinguen en la consideración social, ni se reconoce otra superioridad que la de la fortuna, siempre movediza y variable. Para que estos elementos se formen es preciso dejar á la acción lenta del tiempo que egerzi sobre aquella sociedad su Ifatural influjo. De todos modos, lo qXie haya de suceder bajo este concepto en el transcurso de los años es tan ayentursdo predecirlo, como es difícil prever la solución del actual conflicto. Tres salidas presenta naturalmente la cuestión que le produce: ó la guerra entre «1 Norte y Sur que parece haber principiado aunque flojamente BüCHAKAi», ó el abandono de los Estados separatistas del Sur, estremo, en que no es fácil consientan los del Norte; ó una transacción por medio de la cual, defiriéndose á las pretensiones: de que hoy es órgano la Carolina, p u diera aplazarse por algún tiempo un rompioiiento que al fin ha de verificarse fatalmente. i La guerra, es un medio tan difícil de emplear en Estados acostumbrados á vivir de la industria-y del comercio, que creemos poco probable que el Norte arriesgue su tranquilidad y sus intereses para comprometerse en inmensos é inusitados sacrificio»: esto aparte de la sinrazón con que necesitaría proceder para «ameter por la fuerza á hermanos que no quieren hacer mas la vida e n c o m u n de familia. En cuanto á una transacción, tampoco nos sentimos inclinados á considerarla factible por mas que el correo da ayer nos informe de las geátiones ardientes que en este sentido se practicaban en Whasington, tanto por les indivi luos del reformado gabinete da BüCHANAN, como por varios miembros de las Cámaras. Las bases propuestas, según una c o r ffispondencia que tenemesá la vista, consistirían sustancialmente en obligarse los Estados del •Nortea abolir su legislación especial relativa á la libertad de los esclavos fugitivos, y á tolerar la esclavitud en la Union hasta el paralelo 36,30 de latitud, haciendo abstracción para lo,sucesivo d e que la esclavitud existiera ó ó no en ios territorios situados mas abajo de la línea demarcada. Parece, según la correspondencia i que aludimos, qae este pro • yecta no halló la acogida esperada en algunos estados, del Norte, y son por cierto curiosas á este proposito las palabras que pronunció Mr. L o YEJOT BE ILLINOIS «No ha habido en el mundo, dijo, revolución mas destituida de fundamento que la del Sur, desde que Lucifer condujo sus cohortes de árigelesapóstatas contra el trono de Dios: pero yo no ho oiJo tlejir que al Oinaipotente hubiese imaginado arreglar la cuestioa permitiendo á l o s rebeldes encender los fuego» del infierno al «Sur del paralelo celeste de 36 grados y 30 minutos. «Estas palabras, que á p e sar de su excentricidad produjeron muy honda tensacioBj nos revelan el orgulloso desden del Norte y la íalta de disposiciones benévolas para un acomodamiento. Todo liace creer, pues, en cuanto es posible conjeturar sobre el porvenir de aquellos Estados, que el movimiento separatista ipiciado por la Carotina y secundado hasta ahw»»íftunque menos ardientemente, por Alab a m a , Missisipí , Georgia y otros, constituye un mal de dificil sino imposible reme• dio, y qué la separación del Súrtanlas veces ftuunpíada por cuantos hombres pensadores habían estudiado los elementos contrarios y los antagonismos de aquellas dos regiones Viene ya á convertirse en hecho, aunque anticipándol a la ¿poca que pudieran liaber fijado los cálculos mas atrevidos. do? No podemos suponer que se lleven los e s crúpulos de neutralidad á tan inconcebible e s tremo. Una neutralidad que viniera á oponerse i los sentimientos de la naturaleza y á los d e beres de la familia, seria una neutralidad monstruosa. I El mas ardiente revolucionario, el enemigo i mas encarnizado de Francisco II no puede con- ' denar que ese desgraciado príncipe sea obje- : to de los beneficios particulares de su propia familia. Por lo demás, para nosotros es perfectamente creíble el hecho que se desmieríte; en primer lugar porque honra á nuestra Reina y porque está en armonía con sus generosos sentimlenmientos; y en segundo lugar, por que perteneciendo ese acto á la vida privada de S. M., no nos parece probabla que nadie esté competentemente autorizado para desmentirlo. Anuncia La Época para la próxima semana la discusión de la ley que Organiza las diputaciones provinciales y la inmediata lectura de la relativa á la organización de los ayuntamientos. Enterado sin duda nuestro colega del pormenor y tendencia de estas leyes, anticipa sobre ellas un juicio algo somero, pero que no deja de ser significativo; y dirigiéndose á la fracción procedente del partido progresista que apoya al actual ministerio, se esplica de esta manera: «Emniíiando atontainjota la ley ya presentada sobre la organización de la provincia, y cuanto sabemos respecto á lo que pasa en la comisión de ayuntamientos, no es difícil señalar las leves diferencias que todavía pueden separará los que tienen un gran le y verdadero interés patriótico en permanecer estrechamanta unidos para asentar esta situación, no ya sobre la base de intereses pasajeroi, 9ii:)0 sobre los grande» principios constitucionales. Creemos que los hombres proce iíiiteí' del antiguo partido progresista no desean, no deben desear poner obstáculos insuperables á la verdi-lera acción gubernativa en todo aquello cin lo cual la unidad política y el orden público es imposible que existan en España. De otro lado, sería una taita á todas luces injuítiíicable que en cuestiones relativamente pequeñis se dieran batallas que solo serian provechosas para las oposiciones, que acechan el dia de la discoidia y de una división que por fortuna nu tendrá nunca lugar.» Semejante oscitación significa á nuestros ojos que las leyes de que se trata se han fundido en una turquesa tan moderada que despiertan e s crúpulos quizá mas de amor propio que de convicción política en el ánimo de la fracción que se cita. Nosotros esperábamos esto y celebramos por de pronto que nuestras.esperanzas no Iiayati sido defraudadas en el punto de vista político de estas leyes orgánicas, espresioii t e r minante, según La Época, de las opiniones del g[obierno. Reservándonos nuestro juicio ac3.'C3 de ellas para cuando^ nos sean perfecta mentí conocidas, podemos dar una iJea de su espíritu e¡i la misma forma con que La Época lo deja traslucir: «¿Hiiy,-dice nuestro colega, un verdadero interís guberaamental en que los ayuntamientos y diputaciones provinciales puedan ser nombrados por el g»bierno, cuando en las segundas elecciones no hubiera loma(k) parte la mayoría absoluta de los electores del liistríto, de la cmctad 6 de la provincia? No ciertamente. ¿Pusde resentirse el principio do í;obierno de que á la reunión de las diputaciones provinciales se concedan plazos mas amplios que los hoy dia estableciilüs? Tampoco. ¿Sirá imposible gobernar en España el dia en que los gobiernos tengan que escoger los alcaldes de las ternas propuestas por los ayuntamientos mismos, cuando estas municipalidades no tienen sino atribuciones pura y esclusivaraente administrativas?» No creemos que la tradición progresista de Jos hombres que apoyan al actual gabinete, encu3ntre motivo de alarma ni ocasión de disidencia en esa» disposiciones de la ley. Para nuestro apreciáble colega El Reino, cada dia que pasa, cada nueva que se recibe acerca de la catástrofe que tanta sorpresa ha causado ea toda Europa, le confirma en U sospecha de que el desventurado conde de Montemolín, su esposa y su hermano don Fernando, han sido víctimas'de alguno de esos venenos que en pleno siglo XIX recuerdan la época de los Borgias. «Caúsanos gran estrañeza, dice con este motivo, (y no qu remos dejar de indicarla, ya que tiablamos út este particular), que habiendo fallecido los condes de Montemolin del molo que todos saben, en Trieste, puerto del imperio austríaco, no se hayan creído las autoridades imperiales en el deber de hacer la debida '— 1 B a información judicial, con el fin de depurar convenienUn periódico ministerial ha publicado, una temente la causa de la muerte de los príncipes, ni se rectiflcaeion que se han apresurado á repetir haya efectuado la autopsia de sus cadáveres para comlos demás órganos de su color, y que es como probar si han sido 6 no envenenados. ¿Qué es lo que quiere decir esta indiferencia, trasigue: tándose de un suceso que ha sobrevenido en circunsoNo tiene el menor fundamento la noticia de que tancias y con caracteres tan singulare»? El tiempo se S. M. la Reiaa haxa enriado cantidad alguna de sa encargará de aclararlo.» bolsillo particular al rey Francisco de Ñapóles.» Ignoramos nosotros con qué género de autoLeemos en La Correspondencia: rización se trae á las columnas de un periódico Clamor Público dice que los marroquíes, aunrecliflcaciones de esa especie que se. refieran á que«El con l(is mejores deseos di! pagar, lian manifestado actos de la vida privada; y esto es (ñas chocante terminantemente que no podrán entregar el segundo cuanto la noticia que se desmiente venia del plazo de la indeiunizacíon da guerra, si para ello no se estranjero, forretniada en términos vagos que no les espera todo lo que rtsta de año; y nosotros, después han servido de pretesto ni á los periódicos mas de tomar los convenientes informes, podemos asegurar que los marroquíes no han hecho ni esa ni otra revolucionarios. Apresurándose de esa manera á negar ó des- semejante proposici.ai.» mentir un hecho, que siendo cierto honraría á En el siguiente párrafo de una carta de Gaeta os nobles sentim entos y generoso corazón de la Reina, parece que un celo mal entendido acude que escriben á La Esperanza, hallamos una no impaciente á apartar de la credulidad pública ticia de cierta gravedad, al coTíunicarse que la noticia d e un suceso tan natural, tan legíti- el pretendiente á la Corona de España acabamo, tan propio de un alma elevada, como si se ba de convocar un consejo de familia para t o tratara de un acto ilegal, inconveniente ó ilegí- mar medidas de alta importancia: «Todala familia real, dice, pero especialmente el tima. ¿Han llegado por desgrrcia las cosas al punto conde de Trápani, se halla de nuevo entregada al dolor por la muerto del conde y la condesa de Montemolin. en que W «eina de España no pueda disponer Las circunstancias de estas muertes toman un cade su bolsillo particular en fai'or de un parien- rácter mas grave, fuera del grave que ya tienen por sí te innáedíato, afligido por el peso de un infor- mismas, al saberse que el pretendiente "al trono de Estunio qué tío merece? paña acababa de convocar un consejo general de famiFalsa ó cierta la noticia, ¡qué mal resulta de lia para tomar ciertas medidas de alta importancia, y que se diga que Francisco II, en el cruel aban- que la señora condesa se hallaba, según fundadas predono en que se halla, ha recibido de la mano sunciones, en estado interesante.» generosa de su augusta prima un beneficio puLa prensa ministerial d a . estas seguridades: ramente privado, hijo de un hermoso sentimiento J digno de alabanza^ «Se ha dicho que Inglaterra hacía vivas gestiones 'Para que noá entiendan bien los periódicos para que España abandonart la plaza de Tetuan. Esque se hjsn apresurado á dar publicidad á esa paña no abandonará á Tetuan sino con las condiciones rectificación, apliquen el caso á una familia que establece el tratado de Vad-Ras. Pero creemos partKjular. Que se diga de un hombre rico que que Inglaterra no ha hecho gestión alguna sobre este asunto.» ha favorecido á un pariente desgraciado; que se apresure luego ün periódico á'desmentir ese Con una tarde apacible y serena se verificó acto de generosidad, y cualquiera cdmprende- ayer la salida de SS. MM. al templo de Atocha réh&\ primer golpe _de vista que no es el b o m - á implorarlos auxilios divinos para el feliz térr bre rico el que salé ganancioso con la rectifi- mino del embarazo de S. M. Un sol hermoso cación. alumbraba el bello cuadro que ofrecían la R e i ¡Podrá creerse que en 3se celo, á nuestro jui- na y su pueblo; y por toda la ostensión del Prado • ciiorindtscreit), hay un sacrificio.heicho en aras y d ^ l paseo de Atocha circulaba un público n u d^ltt neutralidad en qüe'Espsffia sé ha declara- meroso que se agolpaba con interés al paso de la Reina, haciendo afectuosas demostraciones de cariño. A la una y media de la tarde se encontraban tendidas en la carrera las tropas de la guarnición, colgados los balcones de las casas, y l l e nas las calles de un numeroso pueblo. La comitiva regia, en la que la Casa Real desplegó el fausto que tiene de costumbre , salió de Palacio á las dos y media y atravesó las calles Mayor y de Alcalá, el pasco del Prado y el de-Atucha. La comitiva marchaba en el orden siguiente: Abria la marcha una mitad de caballería. Seguían los timbales y clarines de la real casa. Los picadores de las reales caballerizas. Criados y palafreneros de SS. MM. á caballo. Cuatro magníficos caballos de persona con riquísimas monturas y gualdrapas, llevados de la brida por otros tantos criados de S. M. Venían en seguida: Un coche abierto con los reyes de armas. Otro que ocupaban los gentiles-hombres de casa y boca. Otro con los mayordomos de semana. Otro con la comisión de los grandes de E s paña. Otro coche con la cámara del infante don Sebastian. Otro coche con la del infante don Francisco de Paula. Mayordomos de seiñana de servicio. La cámara del príncipe de Asturias y de la infanta. La dama de guardia y el gentil-hombre de cámara de la Reina. Los jefes de palacio, mayordomo mayor, caballerizo mayor y sumiller. Sermo. señor infante don Sebastian Gabriel. Sermo. señor infante don Francisco de Paula, El coche de respeto de SS. MM. El coche de SS. MM. Entre estos trece coches que conducían la regia comitiva los había del mayor lujo, entre ellos uno de concha, el de la corona d u a l , otro de caoba y el de la corona real, que ocupaban SS. MM. Los ocho alazanes del coche de respeto de S. M., lucían riquísimos penachos rojos y blancos; y los ocho tordos que arrastraban el coche regio, lujosos penachos blancos y guarniciones de estraordinaria riqueza. Delante de cada uno de los coches que ocupaban los infantes marchaban dos batidores, y cuatro oficiales de estado mayor delante del de SS. MM. Isabel 11 vestía un rico traje blanco adornado de oro y terciopelo grana, con el manto real también encarnado y oro. En su cabeza ostentaba una magnííica diadema de brillantes y perlas. El Rey vestía de capitán general con el Toisón de Oro y grandes cruces. Al estribo derecho de la real carroza marchaba á caballo el general marqués del Duero. A l!a izquierda el general O'Donnell (don Enrique), j detrás los directores de las armas residentes en Madrid y varios generales. Cerraban la comitiva los escuadrones de c o raceros. La comitiva recorrió la carrera en el orden que dejamos espuesto, llegando al templo de Atocha á las tres menos cuarto, en donde Sus Majestades fueron recibidas por el rector y c a pellanes, presididos por el capellán mayor de S. M. acompañados de los ministros, del nuncio de Su S;intidad y otros personajes. Antes de ocupar sus asientos, al entrar en la iglesia, SS. MM. hicieron una corta oración, y después de colocarse en su» asientos, emoezó la ceremonia, la cual consistió en cantarse una Salve, el Te-Deum y la letanía de la Virgen, por la» voces do la Capilla Real, acompañadas de su brillante orquesta. Después de la reserva SS. MM., "precedidas del confesor déla Reina, padre Claret, pasaron cion los infantes á la capilla del Cristo déla Pro widencia, donde hicieron nuevamente oración; yy en seguida salieron, acompañados del clero y die los principale» dignatarios, á tomar los coches para volver á Palacio , en donde entraban á las cuatro y medía. Las tropas formadas en la carrera fueron los regimientos de artillería, ingenieros, infantería Galicia, Borbon, Toledo, cazadores de Vergara, de las Navas, de Cataluña, de Baza , artillería regimiento á caballo, ídem montado, caballería coraceros de Borbon y lanceros de Sagunto y Numancía. Hemos recibido algunos apuntes de sumo Interés, relativos al discurso que el regente de la audiencia de Burgos, señor don Ventura de Colsay Pando pronunció el 2 del actual, en el acto de la solemne apertura de aquel Tribanal Superior. Después de un bello discurso, cuyo tema fuá que uno rte los primeros deberes del magistrado es la firmeza de carácter, porque en ella Bbtá su honor y porque sí la debilidad que es la opuesto á ella, es imperfección y de las mayores en cualquier ser inteligente, en el que ejerce el poder es imperdonable; el señor regente refirió los trabajos del tribunal durante el año útimo, haciendo algunas comparaciones con los del anterior y demostrando el orden uue guardan los partidos juiliciales de las siete proTÍiiciis que componen el territorio de aquella audiencia, en la comisión de los delitos. Resulta de los datos consignados en el discurso, que las provincias Vascongadas son las en que menos de ítos se han cometido, lo cual no sorprenderá á nadie, sabiendo á q^ié altura rayan los sentimientos religiosos, la m)ralídad pública y privada y la verdadera civilización de aquellos pueblos. Partido hay en dichas provincias en que solóse cometieron durante el año que acaba de trascurrir, nueve delitos, al paso que en otro de los de la misma audiencia se cometieron trescientos ocho. Stntefiz5ndoel interesante trabajo del señor regente de la audiencia de Burg«s, da un resultado que no deja ie ser satisfactorio. Aparecen en la escala de la criminalidad las provincias por el orden siguiente: Delitos. Habitantes. i por cada 228 Logroño.... Burgos i id. 325 Soria 1 id. 348 San'.ander. 1 id. il9 Álava i id. 874 Guipúzcoa. i id. 708 Vizcaya. 1 id. 736 En Francia resulta un delito por cada ciento cincuenla habitantes, lo cual da á favor de España un resultado muy honroso y consolador. A esto se dice que en Francia la política está mejor montada que en España y que se escapan menos criminales; observación que tiena fácil respuesta, sabiendo que en España se forma y sigue el proceso tan pronto como se comete el delito, aun cuando no haja sido preso el delincuente. De todos modos, el trabajo del señor Colsa y Pando, sumamente aprtciable bajo el punto de vista de la estadística, lo es mas por el resultado que ofrece bajo el aspecto déla moralidad y de la influencia que ejerce en ella el respeto 4 la autoridad, á la familia y á las leyes, cíicunstancias que tan en alto grado poseen las nobles provincias Vascongadas., Reunida anteanochj la comisión del Congreso encargada de informar sobre el proyecto de anexión i Bilbao de las ante-iglesias de Deusto, B-goña y Abando, acordó oír hoy domingo álos representantes délos pueblos interesados. Parece que el de Deusto está conforme en la anexión. Cuantos esfuerzos so han hecho para llegar á una avenencia han sido inútiles. S. M. la Reina ha dirigido una carta al emperador de los franceses, noticiándole el casamiento de la infanta doña María Cristina con el infante don Sebastian Gabriel. Ha sido elegido diputado por el distrito de Madridejos el señor don Fernando Vida, jefe de sección en la dirección de Ultramar. El Congreso ha nombrado para la comisión mista que entiende en el proyecto de subvención á las empresas de ferro-carriles, á los señores Paz, Balle^tero (don Mariano), Sagasta, Nuñez de Prado, Alonso Navarro y Nuñez Arenas. r..a desamortización, eclesiástica ha producido, según las mas bajas apreciaciones, sobre 2,100 milllones de reales. El señor Calderón Collantes dejará á Valdemoro en la semana próxima para encargarse nuevamente de la cartera de Estado. G U £ R l t 4 Y MARIN4. El 10 llegó á Tetuan un escuadrón de la Albuora, procedente de Ceuta, cuyo viaje hizo por tierra. ' —Anoche debió silir de Sevilla con dirección á Ceuta el batallón de Murcia. -—El Pelayo ha llegado á Cádiz con 100 acémilas y 24 carros procedente! te Tetuan. —El camino que hay entre Tetuan á la Aduana se ha puesto tan intransitable á causa de las últimas lluvias, que para marchar de un punto á otro es preciso atravesar pantanos, sepultarse en espesas charcas de lodo y hacer gimnasia, en una palabra, para no naufragar en él. —El 23 formaron en gran parada las tropas de ia guarnición de Cádiz, revistándolas el gobernador de la plaza. Los cuerpos que formaron, fueron: dos batallones de Soria, uno de artillería, otro de cazadores y tres escuadrones de caballería. —El 23 llegaron á Logroño los tres escuadrones del regimiento caballería de Talavera que va de guarnición á aquella ciudad. El coronel del cuerpo, señor Cascajares, había quedado enfermo en Zaragoza. Los húsares de Galatrava, que marcharon á esta última capital, fueron muy obsequiados en los pueblos del tránsito. —Dice El Noticiero de Tetuan, que la actividad comercial que reina en aquella plaza es notable, habiéndose obtenido por algunas personas grandes beneiicios en poco tiempo. La declaración de puerto franco ha contribuido sobremanera al desarrollo del tráfi». En cambí), en los artículos de primera necesidad se nota grande escasez. —Por real orden de 23 del corriente se ha resuelto que permuten en sus destinos el comandante de la provincincia de Mahon, capitán de fragata don Franciíco Merry y Gaíté, y el jefe de igual graduación comandante de la de Palamós don Ángel Almeda y Castillo. —Apropósito del lamentable y ya histórico abuso de las novatadas que hoy todavía se repite en los colegios militare.^ no obst^inte las providencias adoptadas poco há para impedirlas, hé aquí lo que dice uno de nuestros colegas, a! cual nos asociamos á fin de quo el gobierno corte de raíz esta inveterada coitumbre, impropia de españoles: «Se han acercado á nosotros en varias ocasiones los padres de algunos alumnos del colegio naval y también del de infantería.quejándose amargamente de un abuso pernicioso que en aquellas establecimientos se tosiera, y rogándonos llamemos h cía él la atención de quien corresponda por sí denunciándole una y otra vez, conseguimos el fin que se destierre. Nos referimos á lo que llaman en dichos' colegios la novatada. Todos los jóvenes qne ingresan en ello?, y téngase en cuenta que lo verilican do ordinario en una edad muy temprana, reciben de l»s que van á ser sus camaracas un tratamiento qiíe rebaja la dignidad del hombre, que repugna á la razón y al buen sentido y que puede traer funestas consecuencias. En los primeros días de la estancia de nn nuevo alumno en el colegio, se forma contra él una conspiración general, en que toman parte todos ó la mayo-< ría de sus camaradas: unoi le golpean sin moderación; otros le privan, por cuantos medios les sugiere su juvenil fantasía, del sustento necesario; otros le obligan con amenazas, y hasta con castigos si se resiste, á que les limpie el calzado;, otros le fuerzan á que distribuya entre sus compañeros los regalos que recibe de su familia, y so ve, en ñn, perseguido y hostigado á todas horas, sin piedad y con una insistencia, un encono y un refinamiento impropio de corazones jóvenes. Y so le sujeta i este martirio un dia y otro dia, una semana y otra semana, un mes y otro raes, sin que ni aun durante el sueño se vea,libre de sus perseguidores, y tanto mas como se prolonga, cuanto con menor paciencia lo Soporta. Suele suceder, que alguno de los colegíales mas adelantados, bien porque se compadezca de su suerte, bien porque le haya silo recomendado con (fleacía, lo tome bajo su protección y amparo , nombrándole su asistente; y si bien no se libra con esto de hacer las veces de criado, sirve á un solo dueñe, come y bebe con sosiego y se ve libre dfe los malos tratamientos á que enotro caso le sujetarían. Pero estos protectores no se encuentran siempre, y es preciso ademas que tengan bastante influjo sobre sus camaradas, para que estos le permitan cubrir al neófito con su égida. El alumno, que de tan inconveniente manera es r e - ' cíbidoen el colegio, se venga á su vez, cuando ha tomado en él, digámoslo así, carta de naturaleza, en los que le suceden en la entrada, y do aquí el que un abuso tan repugnante se haya trasmitido por sucesión continúa hasta tomar el caráctir de perpetuidad que le distingue. Lo que sufrirá durante la novatada el cuerpo y el ánimo do un niño, que al verse privado del cariño de su padre, de los tiernos halagos de su madre y de la solícilud de sus hermanos, se mira de repente entre personas para él desconocidas, en cada una de las cuales ve un enemigo, dispuesto á mortificarle sin descanso, lo que puede uiflair esto en la formación de sucarácter; lo que debe perjudicar á su salud, por robi sta que se le suponga, sobre todo si tiene un temperamento bilioso ó irritable, lo dejamos á la consideración de nuestros lectores. , ' Y no es él el único que sufre: su familia, que sabe á ciencia cierta !o que el infeliz está pasando, vive una porción de días en el sobresalto y el desconsuelo. Personas conocemos á quienes el temor de los martí • ríos porque habrían de pasar sus hijos, les arredra darles una carrera á que en otro caso ios dedicarían con predilección. !* No se nos alcanza porqué los jefas de aquellos colegios, los profesores, los ayudantes y los celadores de sala toleran impasibles que el abuso continúe; pero es lo cierto, que existe y que toma con frecuencia un carácter demasiado alarmante, que produce muchos males sin ninguna ventaja, que puede ser causa de desgracias irreparables, y que importa mucho, por lo mismo, hacer que desaparezca. Al rogar Como rogamos á los ministros de la Guerra y de Marina que (g,)idan las órdenes mas sevaras para que cese desde luego, castigando sin compasión á los empleados del estableciendo, sea cual fuere su cateí5oría, que no las cumplan ó hagan cumplir religiosamente, llenamos un deber sagrado. Que nuestras indicaciones no sean desatendidas, y el mal que laméiltamo desaparecerá al paco tiempo.» Llamamos la atención del gobierno, sobre algunas justas indicaciones que se hacen en la siguiente carta que nos escribe uno de los mas juiciosos y bizarros oficíales del ejército de África. «Tfixu.^ft 14 de enero. Hoy hace un año justo que moviéndose nuestro ejército de.=de las orillas del rio Azmir, trepó y coronó con arma al brazo como se suele decir, las elevada» cumbres del Cabo Negro. Desde ellas y por primera vez dirigieron nuestros Soldados la vista, ávida de p»< seerla, á esta engañosa Odalisca. La pericia y prudencia del genera], se la hizo desear algunos dias mas; la conquistaron al fin: mal dicho, entraron en ella da guarnición con las mismas atenciones que lo, hubieran hecho en otra ciudad de España. Todo el mundo se redujo á ocupar lo que buenamente hablan dejado desocupado sus moradores. La contemplación se llevó á un estremo que, aparte de algunos derribos interiores que las comunicaciones de defensa ú ornato público exigían, nada ise tocó, habiendo podido ó pudiendo ser perjudicial tal tolerancia, como se palpa el día 24 de marzo, en que al abrigo de las infinitas cercas da cañares y arbolado que tocan á la muralla, se acercaron y ostigaron los moros á la guarnición, y posteriormente han causado otras desgracias. Pero dejando aparte las consideraciones de aquella primera época, entremos en la segunda, ó sea la que hace referencia al cuerpo de ocupación. Retirado el ejército de operaciones en virtud del tratado de paz, quedó un cuerpo de tropas que por lo numeroso y bien dispuesto era capaz de hacer frente á todas las eventualidades que pudieran ocurrirse en la zona que según se dijo había quedado por nuestra: esta era partiendo del puente de Buceja, subiendo & las crestas de Sierra Bermeja y saltando desde estas á las de Cabo Nsgro hasta el mar y la orilla izquierda del no Martin hasta l|egar al arete de dicha puente. Por razones que ignoramos el mismo día que se retiró pl ejército de operaciones, el de ocupación se encerró en la plaza, pero tan herméticamente que aparte de tres ó cuatro destacamentos, incluso uno moro que se situaron para cubrir el camino de la Aduana, lo restante de la campiña quedó completamente desamparada sin pensar ningún cristiano en salir á pisarlo. Así van siguiando las cosas y asi seguirán, sino sa piensa de una vez y en defioitíra qué partido se ha de tomar con esla ciudad y su comarca. Los moras que no entienden de honor nacional, ni se les importa un comino de todo lo que pasa fuera del alcance de su espindarga, se han acostumbrado á nuestra vista, sacao de su ciudad santa entre contribuciones que cobran en nuestras mismas narices á los hebreos y moros ciudadanos y en el Zoco y puntos establecidos á los montañeros, taoto ó mas que sacaban antes, y estos mismos paganos á sus conquistadores los dejan sin un real en el bolííllo: de consiguiente, poco se las importa que esto siga al menos del modo que esté actualmente, pues como son gente de espera, aguardaa á que nosotros nos aburramos y les dejemos en eambiOide su hospedaje nuestro buen recuerdo y brillantes doblones. : Bacuso deetr á 'Vds. que no abogo por la posesión difinítiva de esta plaza. Pero hágase de esto lo que se quiera, lo que en la actualidad conviene dejando aun ladí hidalguías mal correspondidas, es aguijonear á estos rústitos pero suspicaces marroquíes, para compelerlos á cumplir tratados tan sagrados como los que hizo su príncipe á los pies del vencedor; al principio nos decían unánimente que pronto nos iríamos, pues su tesoro aprontaría de una vez los cuatrocientos millones. Después cambiaron de tono y todo es llorar miserias, N J creamos ni en lo uno ni en lo otro, y sí eu su manifiesta mala voluntad. Pesemos con sangre fría lasconsecuencias; agremíese con entereza al gobierno marroquí, hagaíftos sentir nuestro dominio material en este terfitori», árrojan4o á los moros armados fuera de nuestros límites; despéjense estos campos y establézcanse blokaus 4 torreones que para tales enemigos bastan, pues no teniendo donde ocultairse ni dirigir su puntería, no aguardan al descubierto: exíjase una zona neutral desde aquí á Ceuta, que tenga una legua de ancho desde ia orilla del mar para establecer nuestra comunicación Con aquella plaza por tierra con puntos de estación: invítese á los propietarios moros que viven entre nosotros á cultivar sus tierras sopeña de perderlas, y repártans» las de los ausentes, haciendo que todos paguen y reconozcan vasallage á la Reina de España, y vívase preparado para si de todas estas medidas estadasa nuevamente la guerra, emprendamos el camino <te Fez, que aunque algún tanto mas escabroso que el da Pekín, llegaríamos allí, y á imitación de nnistros modelos políticos los íngleies, podríamos con mas razón hacer sentir á estos perjuros el peso de nuestras iras.• Por dificultades que se presenten para cualquiera determinación, todo es preferible á a! marasmo en que vivimos. Consideren Vds., aparte de los perjuicios qué se nos irrogan, el papel que haríamos si alfintenemos qué abandonar esto, como sucederá, sin que nos caijiiplan lo pactadu; y no cejen dia y noche, por mas ofertas que sé diga hacen estas gentes, hasta que quede resuelta la cuestión. Así !es deberá la patria un gran servicio, etc., etc.» Consideraciones sobre li organización activa, la instrucción y la táctica de la infanleria española, for don Antonio Sánchez Osorio, brigadier de i»" fanteria, antiguo capitán de ingenieros, y ayudante decampo que fué da S. M. el rey. {Conclusión.) " A fin de tener capacidades para procurar el pro-' greso del arte militar y juzgar de las obras de la profesión y de las innovaciones conducentes, se establecería en Madrid una academia de ciencias militares, con una escuela superior de la guerra. En esta academia tomarían asiento miembros titulares nooibrados por el gobierno, miembros honorarios y supernumerarios designados por dicha academia. Todos podrían asistir ,á las sesiones, pero no tendrían voto deliberativo los supernumerarios. Unos y otros se elegirían entre los militares notoriamente conocidos por s» ciencia gene-» ral y especial, ó por sus obras y escritos. En la escuela superior de la guerra, dirigida y sostenida su enseñanza por los académicos, se recibirán todos'los años cincuenta oficiales de diversas graduaciones, gíifríendo antes un severo examen, los cuales seguiriaq AÑá. 27 de^e» STÍín'>/!Kí'fiKÍ*iín«3 J¿JSi^L^'l iT%'^=^'r'^'l'-V> Vi^J***^^^^^^ 1S61 iNi0 ^WHMHNittiH Dcfanoion. Hace tres noches que falleció en Vi- • Todos nos divertimos. Los biiíes públicos y par- ! cardo, el aria del marido ultrajado, y por último, una rección del Noroeste, SB esforzó en penetrar y crujttr el continente hasta el golfo dé Carpentaria. Contrario lenoia el Excmo. señ')r don Juan Castillo, senador del ticulares menudean que es un gusto, y ni al pollo nueva canción dol paja han obtenido ovaciones espe» ala teoría sostenida por algunos geógrafos, Mr. Stuart reino y persona quepir sus elavadas prendas se habia mus activa y bailarín le dan_tieinno para asistir á la cíales en-las representaciones de París, halló el interior de iH|Uollas regiones comparaliraraen- grsngéado grandes snnpntías entre los valencianos. mitad de el'os. Anteanoche fiubo iin baile en casa de ^ S — I — ^ 1 — — S — i ^ — — — • Plaga. De algunos .dias á esta parte , ó sea desde la condesa de Velle; anoche lo hubo de niños en casa le fértiles. Los progresos de su «.^pedición fueron, sin SANTO DEL DIA. Sm Juan Crisóstomo, obispo. embargo, detenidos por una tribu hostil de los indí- qua la municipalidad ái Valencia dispuso que los de la señora de Weisweillcr; y el lunes los habrá CULTOS RELIGIOSOS PARA HOY. Cuarenta Huras en la genas, cuando no le faltaban que recorrer mas que mendigos llevaseíi un distintivo para implorarla cari- también en la embajada de Francia y en casa del geConcepción Gerónima (plaza de ídem), donde se celeunas 80 leguas para llegar al íin del territorio que se dad pública, se ka observado que aumenta prodigio- neral Lara. bra función al Santísimo, haciéndose por la tarde prohabía propuesto esplorar. La sociedad rindió un gran- samente el núaiero de los que tienen la costumbre da Socios. Han sido admitidos como residantes de la cesión con S. D. M, de j merecido tributo á este viajero notable, tanto recorrer las habitaciones provistos de una carta, en sociedad Económica Matritense, los señores don FranContinúan las novenas á la Virgen del Amparo y por su espíritu emprendedor, cuanto por los impor- la que enumeran la serie de desgracias por donde han cisco Ferrer Cav.ui¡llas y don Julián de Mendieta. Buena muerte euLoreto, y á nuestra Señora de la Pupasado husta venir i la mendicidad vergonzante. tantes descubrimientos que ha hecho. ¡Ay da mí! clamaba.' El ju-3ve5 al oscurecer, unas rificación en las monjas del Sacramento, Palixa. No fué menuda la que hace tres noches señoras, i quienes una fámula gallega habia escamoLoi chinoa. Há aquí una curiosa relación de lo En San Ignacio continúa por la noche el rae» del mas notable que un individuo del ejército espedicio- dieron en Alicante los agentes de vigilancia á ana tro- teado pañuelos y otras prendas de ropa, la encontra' • pa de marineros cstranjeros que, poseídos del espíri- ron en la Carrera de San Gerónimo, observando qua Niño Jesús, nario ha visto en Prkin: En la Real Capilla y las parroquias habrá mísacan«Pekín está situado en una estensa y pantanosa lla- tu de Baco, se obstinaban en no obedecer las órdenes llevaba puesto un delantal q«e las pertenecía. La de- t ada nura: el Pei-ho dista de la ciudad uñas catorce mi- qua ;e les dieron de trasladarse i bordo á tomar el re- tuvieron, exigiéndola que las devolviese la mencionada rocos.á, las diez, predicando en varias de ellas sus párnias, y su curso es tan lento que apenas arrastra las poso que su situación exigía. prenda y todas las que habian echado de menos desEn varios templos habrá piad«sc« ejercicios por la Mucho nos visitan loj inglesM. Ha Salido de Bil- pués da despacharla; pero ella no sa contentaba con inmundicias que se le arrojan. Carece de letrinas, y " las calles presentan el mas asqueroso aspecto, pos o bao, con dirección á Valencia, el presidente do las Cá - negar, sino qua juraba, besaba las cruces y las diri- tarda, La misa y oficio divino son de la Dominica de Septres son tan anchas comí la del Regente en Londres, maras de los Pares, lirdGraey, qua parece se ba tras- gía insultos, por lo ]ue tuvieron por acertado condupero en su mayor parte son muy angostas. Por en ladado á aquella ciudad con el objeto do admirar sus cirla anta el inspector del barrí», y después de habar- tuagésima, con rito semidoble desegunia clase y comedio de las anchas corre un camino carretero con bellezas j distraerse algún tanto de «us activas tareas la amonestada, obteniendo de el'a por única confesión lor morado, haciéndose conmemoración de la» oclavaí un foso de agua estancada y hedionda á cada lado, y diplomáticas. No sabemos si su espedicion por la Pe- que vivía en la calle da Alcalá, mandó i un depen- de San Ildefonso y San Vicente, luego hay una senda donde tienen sus despachos los nínsula tendrá relación con la política, porque en las diente con las señoras para qua las franquease su baúl. ESPECTÁCULOS, TBATRO MAL.—NO se ha r e ropavejeros, los zapateros rera.índones y demás gentes actuales circunstancias no deja de ser notable este via- Al llegar á la calle de Sevilla conocieron, por el llanpor el estilo. Ya es una cocina portátil dande os sir- je de recreo. to da una niña que llevaba en los brazos, que allí era cibido el aviso. ven pasteles de perro y de gat>; ya es un barbero, con Estaña ciego. El 16 del actual el tren núm. 3." donde habitaba. Bajaron á un sótano, donde tenía el ZARÍUELA. Alas 4 li2.—Los piratas.—Alas 81 [2 su tienda al hombro, que toca una campanilla, y al dil farro carril de Barcelona á Santa Coloma de Par- cafre, y encontraron en él loa objetos qua buscaban y momento se ve rodeado de cabezas que rasurar y co- nés, al salir del desmonta en curva del kilómetro 56, otros mas, robados sin duda i diferentes dueños. —A rey muerto —Una vieja—Por un ingléi. letas que entreteger; ya ciegos que tocan multitud divisó á un hombre da avanzada edad que caminaba Vuelta á caía del inspector la recogió el duplicado, y PRINCIPE. A las 4.—Una coincidencia alfabéttoa, da instrumentos, como timbales, nautas, violines, lentamente por la vía, y habiéndosele hecho los avisos i esta techa debe hallarse ya en la cárcel de mujeres. ocultas.—Baile. — £í califa de la catíe campanas y tambores, valiéndose al mismo tiempo de ó señales de reglamento, siguió sin darse por entenFuego. Anteayer, como á las tres de la tarde, —Bodas los brazos y las piernas; ya chicos cantando y ven - dido, cual si se hallara privado del oído, ó bien, co- una llamarada salida de no sabemes dande, dija, por Mayor.—A las 81i2.—Lapeorcuña „—Baile.—Las diendo4ibrillos; ya jugadores de manos. Lis tiendas mo muchos han juzgado, como si tratara de cometer aquí me largo, y efectivamente, se largó: solo que, tramas de Garulla. son de un solo piso: nó tienen ventanas, y solo por una imprudencia temeraria; y aunque se dispusieron al atravesar los tabiques de una casa de la calle VARIEDADES. A l a s 8 i\i,—^Eti(íqu$ dtl «16(1.— la puerta les entra claridad. Dentro de muralka la los frenos, el tren no pudo dotenerse completamente de la Victoria, esquina á la Carrera da San Garó tierra es negra como polvo de carbón, y cuando hace por seguir en pendiente, y el hombre fué alcanzado nimo, les pagó fuego, empezando á arder como es Biile—A'{.fl»í{6{o eojwlo. La función de la tarde, se anunciará p o r carteles . viento sé levanta j forma espesas nubes. en el kilómetro 57, quedando muerto sobre el carril consiguiente, Sm embargo, el fuega debió da ser da poca monta, puesto qua las bambas no tuvieron que Pekín nu és tan grande, ni se encuentra tan pobla- de la izquierda. NOVEDADES. A las 4.—Españoles sobre todo .—Baile. Cain, La Guardia civil ha capturado á un tal Gá- remontarse hasta él, ni las campas esforzarse en repi- — A las 8 . — L a conjuración de da como se cree. Tiene pocos ó ningunos arrabales, Venecia.—Baile. quetear. nala, que recientemente ha cometido un fratricidio. y á juzgar por un paseo al través de las porciones B.iiLE? DI M Á S C A R A S Eu Lopo de Vega, Capellanes, Hallábase este hombre desalmado en compañía de un Asi sa debí hacer todo. Terminadas ya ent'.ratártara y china, me atrevería á decir que no es mucho mayor que Manchester ó Glasgow. Los habítan- herm.mo suyo, ignórase con qué objeto, en un bosque mente en la casa matadero las dos espaciosas galerías Instituto y Circo de Paul, de 9 á 2. I tei están, es cierto, muy apiñados; per* también las del pueblo de Vilopriu, provincia de Carona, y ar- para los ganados vacuno y lanar, sa ha principiado á Ciftcj CALLLSTICJ. A las 12 en Recoletos. casas son de un piso, y las mas con jardín. Las tier- rancando de un árbol un grueso palo, acometió á su canstruir otra para el de ccf la, derribando una casa PLAZA DE TOROS. ~Alas'3 A las 3 li2.—Toros li2!—Tqrol da muerte, ras del palacio de invierno y el hermoio parque alre- hermano con tal ira, que al primer golpe que le diri- Inmediata á aquel establecimiento que, segun las condedor dol templo del Cielo, tienen algunas millas cua- gió i la cabeza, privó á su víctima de los sentidos. diciones qua debe reunir después de haberse comple- novillos y fuegos artificiales.—Los primeros serán sordradas de estensi«n, mientras que los yamuns ó ca- En este estado siguió apaleándole hasta que le arre- tado la reforma proyectada, será en su clase, si no el teados y muertos por los pieadores y picados por los capeadores. , sas de los nobles y mandarines ocupan no pequeño bató la vida; y habiéndole abandonado en medio de primero, uno de los mejores de Europa. espacio; asi que el ,|erreno ocupado por la población la espesura del bosque, i media noche volvió i recoViajeros. Del 15 al 21 de enero han circulado ptr general es comparativamente reducido. Nadie ha po- jerlo, y cargándoselo sobro sus hombros, la condujo el ferro-carril de Madrid á Alicante 8,860 viajeros; TEATRO REAL. S3gundo baile de máscaras, para e dido ver el palacio de invierno, y escepto las mura- i un barranco qua so encuentra en el inmediato pue- por al da Madrid á Jadraque, en la línea de Ziragoza, viernes !.• de febrero de 1861, de doce 4 seis de la llas de la ciudad y el templo del Cielo, lo demás no blo de Garrigolas, y allí lo arrojó sin duda con ol pro- 6,399, y por el de Alcázar á Ciudad Real 1,459. Los mañana, pósito de ocultar tan horrible asesinato. Las autori- productos de la línea de Madrid á Alicante han sido merece particular mención. Ss despachan los billetes para este baile desde el luAl acercarse á Pekín , las murallas ofrecen imp)- dades locales descubrieron el cadáver, y el juez del en los siete dias indicados, 977,488 rs. 84 cents., ó nes 28, en la contaduría sita en el piso principal. Igualsea 139,641 rs. 26 por término medio al dia. En los mente y desde este dia sé servirán recoger los señores nente aspecto; están construidas de ladrillo de color partido instruye la correspondiente causa criminal. Buque perdido. Hi entrado en el Ferrol ol vapor 103 kilómetros en esplutacion da la línea da Zarago- abonadót sus nuevas targetas do entrada y de picos. oicaro, y se elevan á 61 pies; su espesor os do 17 pasos, con un parapeto. Sobre cada puerta surge de hélice inglés mercante iBnpftnojyneremolcando una za, los productos han sido de 11,493 rs. por dia, y una especie de fuerte, con cuatro filas de troneras se- fragata cuya nación sa ignora, que encontró aban- en los72 kilómetros en esplotacion dala línea da Al^ a C A D O S . En el del dia 25 se vendieran 3,491 nwjantes á las de un navio; 48 al frente y 16 á cada donada y entre aguas, á unas 70 millas de estas cázar, los rendimientos diarios han sido pjr término fanegas de trigo; desde 46 á 53; quedimd* par re»medio de 6,082-rs. 24 céntimos. lado. En los cuatro ángulos <íe la muralla estas torres co tas. ' der 516 lanegas. La cebada de 23 I S4 Ifi realti faSubasta. SsgUB noticías de Murcia, en la subista no tienen sino dos caras, con 61 troneras en cada Honra á las letras. Acaba de hacerse en Augs- nega y la algarroba, á t 9 l^S rs, id, una. Sin embargo, por esas troneras no asoman caño- da las obras da la carretera de Lorca á Aguilar, se burgo una magnífica edición da los Cuentos de color Hé aquí los precios qua tenían varios aritculM de nes. Desde nuestra elevada posición distinguíamos un ha presentado un licitador, don Andrés Munuora Ga- de rosa, de nuestro amigo el señor don Antonio de prlmtra necesidad. bosque de árboles, unas cuantas calles estrechas, el llardo, ofreciendo hacerlas por 1.474,898S6. Trueba, magistralmente vertidos á la lengua alemana, for mayor. Por inm«r remate de algunos templos, la pagoda del templo del Ceremonia. El 19 SO Celebró eii Villanueva y Gel- con notas, y precedidos de un bellísimo estudio literaCielo, y el palacio de invierno edificado sobre un ter- trú la inauguración del gran acueducto recientemen- rio-biográfico qua con motivo de la aparición del libro ílarne de vaca. . . 4 t á 47 18 i SO ct«í. ii. raplén artificial. te construido, bajo el nombra de Acueducto del Prin- del señor Trueba publicó en La Amirica el señor don ídem da carnero. . 18 á %• ii. El templo del Cíelo es una obra magnífica en el cipo don Aifonso. Asistieron el gobernador de la pro- José de Castro y Serrano. Iden da ternera. . «7á 78 ii. 34 í 4 t id.; Señores, á los tejados. Y dudamos mucho que en ídem de cerda. . , centro Üe la ciudad china, rodeado de un jorque, tan vincia, en representación do SS. MM. , el ayunta14 á U i4.^ grande como los de Hampton Court y Bushy juntos, y miento, jueces, da primera instancia do aquel partido ellos haya seguridad, segun la situación en que sa van Tocino añeja. . . . 70 i 71 id. S« á 18 id* con paseos de árboles en todas direcciones. Uno de y de Villafranca, y muchas autoridades y personas; poniendo las calles. ¡Qoó de ladrones! ¡Si brotan como ídem fresco. . . 12 i S4 iá„ ii. invitadas al efecto. las setas! Y si no, ahí va la última edición: En cuanto á la educación moral, muy recomendad» ellos conduce, desde la puerta de entrada, al pié de ídem en canal.. . 13 á «6 Buena idear. Entre lis notables mejoras qae han «Al subir hace dos noches un caballero á su habipor el brigadier Osorio, es siu duda muy de deáear, un plano inclinado, por donde se subs á un terraplén ii. ! • i 3t id. y creemos qua producirla realmente algún bien, ins- de media milla de largo, diez y siete pasos delancho y de llevarse á cabo t a la provincia de Gerona, según tación, calle de Alcalá, núm. 32, fué asaltado en el pri90 á iOt id. 38 i 40 id. tituyendo como complemento de las escuelas regimen- Tíiate piés de alta, todo cubierto con losas de már- recientes acuerdos celebrados por la diputación, se mer descanso de la escalera por un hombre que, na76 á 78 id. 24 i t i 14. lalesj sesiones de lectura en alta voz, verificada en la mol. A la derecha está el templo de la Tierra, her- cuentan el proyecto del establecimiento d? un monta vaja en mano, le hizo sacar todo el dinero que lleva14 i 40 iá. lO'á 14 i i . ñocha par ua oficial con un libro de historia nacional moso edificio, pero eclipsado por el del Cielo;-que es- da piedad con sucursales en los pueblos cabszas da ba. Medióla circunstanciada estar la escalera alumi i i 11 ii. <5 de otro asunto interesante, y que cada uno fuese tá á la izquierda. Hallándose las puertas cerradas tu- partido judicial; el dala formación d« un Banco agrí- brada y el portero en la portería. Es á donde puede Pan d« dos lilira*. vimos que contentarno» con ver el esterior; pero un cola provincial; y el de invertir en obras de benefi- llegar el descaro: ya, ni en su casa ss halla uno se14 á 44 id. i * i 1< ii. libre de oírlas. U á SO id, 8 i 15 i i . sacerdote nos abrió las del Cielo. El itrio es de már- cencia provincial la cantidad de cían mil reales. guro. Las consideraciones generales sobre I»s escuel«s del mol, y conduce i un vasto recinto, en medio del ti i 39 id. 10 i 14 ii. S»a enhorabuena. Segun dice un periódico de Sesión. Hoy celébrala real ac»do.Tiia de medicina «eldado, del cazador, del batallón de linea ó ligero y cual hay una plataforma, i ja que se sube por gra19 i 81 ii. S i 9 Ii. de la brigada, com* también sabrá IQS paseos milita- das. Sobre la plataforma surge el templo ó la pagada, Málaga, parece que el ayuntamiento había recibida y cirugía de Madrid la sesión inaugural del presente T á 8 id. una real orden declarando obra municipal la canalizaaño académico, ala una de la tarda, en su local, sito res y campos de maniobras, encierran apreciaciones bella entre las bellas. «4 á «t íá. aa i 24 ii. ción del Guadalmedína puJiendo por lo tanto nombrarr en la facultad de meiicina, antes colegio de San Patatas^ de alto interés, y son escelentes psíra su estudio. Men. . . . 4 á 6 1|2 id. t i 1, Tiene ciento cincuenta pié» de alto, y forma un desde luego un ingeniero que haga los estudios dea Carlos. cionaremos entre ellas la recomendacio^da elegir para ejercitar á las tropas terreno» mas mea cubiertos octógono de sesenta piés de diámetro, con el altar y aquella, que es de necesidad para ta poblacien. Exeiyiias. Con Cristiana gravedad y fúnabra apaBOLSA, Cotitacíon aicial da ayer XO. Aprobada. Lt juuta de comercia de Mahon tra- rato se verificaron en la mañana de ayer en la iglesia •y accidentados que llanos, donde hay la costumbre de las sillas de estado para el emperador y su famila. Consolidado, 48-90 c, d,, nopub. tenerlo!. Las paredes par dentro están compuestas de esmalte ta de formar una matricula general de cpmarcianles de San Martin las Sülemnes exequias que los mongas Diferido, 42-10, El primer tomo termina por un examen prífundo azul, verde y de oro; ocho elegantes columnas con de toda ta isla, cuya falta se ha notado ya repetidas benedictinos existentes en esta corte, ofrecían á Dios Amortizable de primera clase 30-40"d, de la cuestión de saber si deben emplearse las tr#pas bajos relieves, sostiene A primer techo; no hay en él veces. El ayuntamiento de la misma población se ocu- en sufragio del amia dol que fué su hermano en el Amortizabie de segunda id,, 17-Í5é. en los trabajos públicos. La canclusipn igual con la n nguna imagen. El emperador lo visita upa'veí al pa en llevar á cabo algunas mejoras locales de impor- claustro, su prelado después, al señor obispo da Osma. Deuda del personal 21-40 d; da un escritor francés, es: año, especialmente para arar y sembrar la semilla, tancia. Nada de ese aparato profano con que hasta después Acciones d« carreteras, emisio» da 1.* d» abrí é» 1." En cuanto á las trabajos civiles, se op»he la mostrando así que todavía subsiste la antigua senciBien. En los puertos de la previncia de Cádiz sea de la tumba s» obliga á pagar á la nada el tributo de iSSO, de á 4,000 rs., O por 100 anual» 9t-'2Si ley, peligra el espíritu militar y se lastima el tesoro. llez de costumbres. Del palacio de verano no quedan recaudaron en el año último por derechos de sanidacd vanidad mundanal, se veia en el enlutado templo. Una Ídem de i 1,000 rs. 98-50. . 2." La ejecución por soldados en tiempos de paz hoy ma* que las paredes y las maderas quemadas de 326,093 reales 8B céntimos. modista tumba, sobro la qua posaban los atributo» de Idam da 1." de junio de 1851, 4« lí,990 ri., iiaiR de ciertos trabajos militares, aunque ,onero«a bajo el sus cuarenta y dos edificios. En chirona. Ya está en peder de la justicia ell su ministerio pastoral y las insignias que pregonaban punto de vista pecuniario, ofrece, no obstante, v«iitaSa calculan en sais mil ones de libras esterlinas las presunto reo de la violsncla intentada contra una s e - los merecimientos del ilustrlsimo dijunto, ocupaba el ídem i* 31 da agesta da 18«2, i* i 2^099 r«al«s ]as algunas veces, por ejemplo, en caso de urgencia. pérdidas. Todos ios soldados que estaban presentes re- ñora en un coche del ferro-carril de Aranjuez, suceso centro de la iglesia, que estaba llen*a completamonta p. , 3." Como ínstrucci»n pueden admitirse las remo- cogieron abundante bolín. Cuando se entró en la re- de qua se han ocupado lodos los periódicos. de lo.s hermanos de religian y numerosos amigos del n-15 ídem do (." de julio d« 1838, da i 1,800 rs. •4-í9, ciones de tierra sin ratrikucion. Aumento da población, Los esfuerzos de esta señor obispo qua, invitados por aquello», habían acusidencia particular del emperador, no se sabia qué Acciono» de abras públicas da 1,* de jtUia sla i t s l 4." La ley debe comprender en las obligaciones coger; se arrojaba la plata para apoderarse del oro, junta municipal, escriben de Lucena, provincia de dido á rogar á Dios por el descanso eterno de su alma. 94-60, , . del servicio los trabajos sin ser retribuidos quf cor- y el oro p^ra echar mano á los relojes y á las piedras Córdoba, han tenido un éxito completo en la formaLos tres prelados existentes én la actualidad en Ma¡:lem del Canal de Isakal II, ia i 1,900 r s . , » wr responden i, la profesión cuando son bajo él fuego preciosas; se rompieron vasos de china esmaltados, de ción del censo último: 17.057 habitantes resultabm drid, el nuncio de Su Santidad, el señor patriarca de enemigo. I un valor fabuloso, por no poderse trasportar i causa inscritos en Lucena eJ año 1837, y hoy aparecen las Indias y el limo, señor Claret, presidian el duelo, 100 anual, 108-3» d, 5." Deben ser obligatorios, pero convenienttment» ! de su tamaño; cuartos y mas cuartos llenos de sedas, 20,475; es decir, mas de un 20 por 100 de au- acompañados de los señores curas de San Martin y - Carpetas provisionales da obügactaaMS' 4tl.ilta4« para pago de subvenciones á la» empresas d» los farrarenumerados, los trabajos urgentas que intaresen á la de adornos de bronc*, de riquezas de todas clases, mento. San Ildefonso. El señor cura de San Marcos oficiaba en carriles, autorizadas por la ley de 2Í da mayo da ISIÍ, defensa del Estado ó á la seguridad del ejército cuan- Í fueron destruidos. ¡Cuántos objetos quedaron sepultaDE MADRID. el altar. con 6 por 100 de interés anual, y 1 par 100 i* amertido falten obreros civiles para ejecutarlos. ¡Pobrecito miol Difícílmete valveramos á ver cara dos bajo las ruinas! En el palacio habia cuatrocientos Dn bailo di masch-a-a. Hé aqnl al argumento da ídem, 91-40 p. ' 6." Todo trabajo exigido á laá tropas dabe hacerse eunucos, j es digno de notarse, que las damas de la mas afligida, mas rara, mas particular, que la qu& la ópera que con esta titulo está próxima i ponerse «ación, Acciones del Banco da España, id., 213 d. si» dícon el aparato militar y con todas las garantías da corte debían tener los piés de tamaño natural, pues puso una señora ayer-tanie en la calle de Peligros. en escena en el Teatro Real: viden.lo. una perfecta disciplina. las chinelas que se encontraron en sus alcobas, eran Es el caso que la susodicha dama llevaba debajo del Gustavo lll, ó si se quiere aliora, Ricardo, duque Da la Metalúrgica de San Juan de Aleariz, 82-2» d. , ,7." La dirección debe confiarse i los oflcialeí in- todas grandes.» brazo como si fuera un lio ó un paraguas, uno de esos de Olivares, gübírnador de Ñipólas, y antes da ahora Dál ferrú-carríl da Barcelona á Zaragoza, 1,830. genieros, dejando á ellos la facultad de emplear en perros dul tamaña de un besugo, que tienen las cabaiRicardo, conde de Warwich, gobernador da Bjston DE PROVINCIAS. «Ainioi BSTAAKJBROI. . zas en forma de ochavo segoviano y el hocico como Ha por la Inglaterra, este triple personaje está enamorado ciertos detalles i los oficiales de (os cuerpos que traSalió ntal. Coa motivo del ensayo que debía efecL Hidras 4 90 dias fecha, 50-21 i, baca de un esquimal, perro, que sea dicho de paso, pa- siempre da la misma mujer, Amalia, casada coa su bajen. ?t.m í 8 días vista, 8-'Il il. La tercera parte de la obra del señor Sánchez Oso- tuarse con I» nueva draga en el puerto ie Alicante, recía ir muy complacido en aquella violenta postura. mas íntimo atnigo y secretario suyo. Sa fragua una SAItSIOá^DS »ADKI9. río trata de la tictíci de una manera muy estensa, y áloe hoy lo siguiente un periódico de aquuella ciudad: Como la tal calle hace dias que está mas revuelta que conspiración contra él, y le advierte da ella su mismo el major disgusto nos vemos en la necesidad cajón da sastre con las nuevas obras que se están ha- secretario. El rey, ó el duque, ó el conde, desdeña Albacete, li2. Lugo, !. forma ella sola un grueso volumen. Nos falta hoy de «Con rectificar la noticia que anteayer dimos con ""S'Málaíja, 1(8. l|8. tiempo para su análisis detenido. Esperamos hacerlo pecto á la draga destinada á la limpia de nuestro ciendo, la gente qua por allí transita, que es mucha, esos avisos, se burla da una adivina que le predice .ilicaate, Murcia,- par. Almería, l|4p. va tan disparada, como si fuera perseguida por el diaque atentarán contra sus dias, pcrsi;;ue á Amalia has-en un próximo artículo.—Por la redaccon áe El Et- puerto, cuyo ensayo estuvo tan lejos de ser satisfacOrense, 1 p. blo ó por sus acreedores. Lo cierto es, qua en un á un sitio fúnabra, el cainpo de los ajusticiad.is, Avila, par d. pectador.—Noirot. torio cuanto que probó por el contrario qiia aquel momento dado, fué tanta la qué se agolpó en la ace- ta Oviedo, 5,8 d. Badajoz, 1|8. donde ella espara hallar, por indicación de la hechi•parato es tompletameute inútil para el objeto. Patencia, 1(4 d. GAGETILXA. ra, que sin saber cómo ni de qué manara, se promue- cera, yerbas destinadas á co.mponer un filtro de .na- Barcelona, 5 8. Pamplona, par. Bilbao, 3,4. ' Las condiciones especíales de nuestro puerta y la ve una oleada, las cuerpos se chocan, se cruzan las turaleza enteramente contraria á la del Tristan el Burgos, l,i4. DEL ESTRANJERO. Pontevedra, 3¡4 d. aalidad de las arenas qua forman su fondo, hacen que bu*n ixit». Para estraer los granos de pólvora la draga, á, pesar de sus buenas circunstancias para piernas y.... paf! llegando con ímpetu violento ala se- lyonqs. Salamanca, Ipi d. Cácsres, 1(8. Ese filtro dabe curarla de su amor. La infeliz .Ama- Cádiz, par. implantados en la piel, Mr. Baich, siguiando el ejem- otros puntos, no pueda funcianar con resultados en ñora, la lanza contra la pared..., y cátate alperroesSan Sebastian, lj2 d, trangulado sin haber podido dar siquiera el terrible lia, olvidándose do coger sus yerbas, se deja llevar de plo del célebre dermalólog» Hubra, que emplea con un nuestras playas. Santander, S;8. Castellón. ¡guaj!, que es como si dijéramos el ia de pecho de su la inclinación que la domina, y da sus labios impruíxito instantáneo una fuerte disolución de sublimado Santiago, 1(2 d* Tenemos, pues, que después de tanto anhelar la aria postrera. Lo que la señora sintió al ver á su in- dentes se escapa la confesión de su ternura. En este Cmdad-Roal. corrosivo (í granoi por oni;i de agua) centra las pecas, limpia del puerto, y cuanto parecía que íbamos al fin Segpyja, par. Córdoba, 1(4 i. feliz ar.ímal en aquella situación, no es para descrito: momento se presenta su marido; ella se bija el velo, y ha tenido la feliz idea de emplear este remedio. El i obtener tan. urgente é impártante reforma, tendreSavilla, ^fi, Giruña, 3 ¡8 p. solo sí diremos, que después de estampar un cariñoso no pueda ser reconocida ala pálida luz da las estreprimer día después del accidente, mandó hacer aplica- mos que resignarnos i esperar á sa que construya otra Soria, 3(4 d. Guanea. beso en su pálido liooiquito, lo envolvió en el pañuelo llas. Su maridada su capa al amante da su mujer ciones d« eita disolución da sublimado corrosivo, y las nueva draga con las modificaciones que la práctica ha Tarragona, 1(4.' Gerona. continuó durante cinco dias, al cabo de los que se demostrado exigir este género de aparatos aplicados i pronunciando estas lacóoioas palabras:—¡Pobracito para qua f: ueda sustraerse á los conjurados reunidos Granad», li2. Teruel. mío! ¡Si tendrá desarrollados la tal dama los sentien las cercanías y procura acompañar á la dama, sin Guadalajara 1(4 p. deciaró un fuerte eczema. Al siguiente dia se quita- nuestro puerto. A Toleda, 3(4d. mientos humanitarios! tratar da reconocerla, hasta las puertas de la ciudad, Huelva. ron todas las costras epidémicas con una «pítula, así se llama estar luádoi.» Valencia, 1¡4 p. Hacen falla. Parece qua para el próximo bailo de como discreto confidente; pero llegan los conjurados Huesca, como la mayor parte de las granos de pólvora que - Esto Ruido. Hace pocas lioolies que algunos jóvenes máscaras en el teatro Real, que se verificará el 1." de con hachones, obligan ala damiá mostrar su rostro y Valladolid, 3^8 d. habían sido levantados por el trabajo inflamatorio. laen, 3(8 p . de Palencia dieron una q^itruenáosa cenccrra.la á una Vitoria, 1|2 d. tíomidaf ingUsai. Lord Granville, presidente del porción de señoritas, porque no hablan asistido i un febrero, ka dispuesto la empresa el establecimiento de el marido conoce hasta qué punto ha sido engañado en León, 1(4. Zamora, pardr Lérida, consejo privado y caudillo ministerial en la Cámara de baile. Por fortuna el ruido no pasó de tal ruido, sin seis estufas en el lugar qae acupa la fonda, á fin de su amistad y en su amor. Zaragoia, 1[4» que los aficionados i las placeres gastronómicos no Dasde aquel momento se entrega de corazón á los Logroño 1(4 d, í)s Lores, dará el 4 del próximo febrero la comida par- que diese ocasión i disgustos como se lemií. sientan frío en los pies, á medida que calientan el esconjurados, y él es quien hiere í su rival en el celo lamentaría de costumbre i los Pares que apoyan al Industria española. Leemos en Un peritdíc* da tómago. Nos parace acertada la determinación, • O L S A S EXTIULSURSAf. ministerio. En el mismo dia lord Derby, jefe de los Valencia: ¿re baile de máscaras, en donde se halla reunida la Paritid da tntrode 1801. Shlalta... altol Los concurrentes á la Fuente corte en todo su esplendor. Al pistoletazo que hacia conservadores en la misma Cámara, obsequiará tara«Hemos tenido ocasión de examinar un magnífico Castellana quemo van en pies.ágenos se quejan, y con probablemente demasiado ruido en la ópera de mon- Fondos frsnetsif. 3 por l O O . . . . . 07<-5S bien á sus amigos y partidarios con otro espéndido 41|2 par 109. . . 97-10. banquete. La estación es ciertamente de comilo- corte de vestido de terciopelo azul espalinado, con be- sobrada razón,'de qua se permita entrar en dicho pa- sieur Scribe, Mr. N. S)mma, autor del poema italia£spañ«Ut Diferida 40 1(2. nas. Mr. Cubilt lord mayor de la Cité, dio el mar- llísimos dibujos de oro y plata, que por encargo de seo, como si dijéramos á todo vapor, á los que vtn en no, ha sustituido el cjásico puñil. Amortizable. . . . 17 1(8. tes último una comida opípora en Mansión Hausa á S. M. la Reina acaba de tfjerse ei la fibr ca de don car.'uaje ó a caballo, que sin duda creen que no tieMr. Auber habia compuesto eu 1833 sobre este Gonsoliiadot ingleses. | 91 1(2 á 5|8. los graves alderman (ancianos) ó miembros del conse- Mariano Garin é hijo. Este trabajo, digno de la per- nen derecho á disfrutar de aquel hermoso paseo mas poema una música que nada tenia de s-omorío, una jo municipal. Varios hombres políticos importantes sona á quien se destina, es raiiy notable y ha mere- que ellos y que tientu facultades amplias para atrope- de esas encanta.loras partituras llenas de gracia, dv', Amberes 21 da enero.—Interiar 48 1(18.—Difarida, asistieron igualmente á este banquete. En los altos cido los elogios de los inteligentes por mas de un con- llar todo lo que se les pone por delante. N» hace mu- luz y de ligereza con que ha dotado al mundo. Seria 39 7il6. círculos aristocráticos y en los clubs, se habla del pro- cepto. Además de las dificultades qua se ofrecían para chos dias que auna pobre señora lepasó por encima un curiase comparar esa partitura con la de Verdi, y seAmíiterdam 19 de enero.—Iiterior, 47 3(4.—Diyectado casamiento entre el prlncide Hohenlohe Lan- ospolinar el terciopelo, se presentaban otros obstáculos carruaje, aunque tuvo la suerte da caer en mudio de ñalar el paniio que la diferanaia da genios puada sa- ferida, 40 1(2. génbourg, nieto de la duquesa de Kent, madre de la difíciles de vencer, entre ellos la resistencia que el las ruedas, siendo esto causa de que n» pagara con car da unas mismas situaciones. Francfort 19 de enero.—^Interior, 46 3|4.—«Difa» reina Vitoria, y miss Laura Witheímina Seymour, hi- terciopelo oponía para cubrirse. Todos, sin embargo, la existencia el dehio que cometo en Madri.l todo in • Pero este seria un estudio aparte y puramente mu- rída39 3(4.. ja menor del almirante sir George Francia Sey- han sido superados. díviduo que anda á pié por sitios que frecuentan los sical que no podemos hacer aquí, Verdi ha sido insmour. En vista de tan satisfactorio resultado, el colegio y carruajes. pirada por el lado de la pasión y ha encontrado bellos arte mayor de la seda se reunió en junta y acordó Rogamos al señor corregidor que, para evitar esta arranques, especialmente el dúo de los amantes, ha Por iodo lo no firmad», MAMCU Hctoustfii* ApüntM ourioio». En el Último meeting de la real demostrar al referido señar Garin la grata satisfacción y otras desgracias, haga que se coloque un municipal tratado ios coros como gran maestro, segun su cossociedad geográfica, Se han leido estractos interesantei S m f O l KiiSPOHSAK.1 , DOH RAMON PtlCT». deldiario de Mr. Stuart. Este célebre viajero de la que le causaba este invento inesperado, al cual se de- á la entrada da la Fuente Castellana, con la obligación tumbre, pero se ha complacido en acumular las canAustralia, salió, según dicho diario, de Ghambers be una obra que desde luego aventaja ácuaatas hasta de impedir qua los carruajes atrepellen á la gente de ciones y las arias. En esto es en lo que ha'desplegado todo «u vuelo. La canción del paje, la canción de RiCreck, al Sur de la Australia, y procediendo en la di- hoy <e faan fabricado en España y en &1 eitraojerous á pié que Tenga de Recoletos. por, algunos afíus cursos cientiñcos y militares de ua orden elevado. Al toniiiíaar los esiudios ,los alumnos que hubieran salisfedio á todas las pruebas, recibirían el empleo inmediato y se les destinaríaá los puc-s' tos mas ventajosos. El plan de cata escuela superior do la guerra esli ciertamente muy bien concebido; y establecida, riralizaria con la academia de Stockohno, con las escuelas gen'fTales de la guerra da Prusia j da Rutia, y se elevaria mucho sobre- la escuela de estado mayor de Francia, detnaíiado elemental relatifaménte al objeto que debiera tener. El señor Sánchez Osorio analiza la cuestión de si loi sas^entos primeros deben ascender á subtenientes, y equitativamente se decide por la afirmatiTa.Como consecuencia, que con razón piensa que la instrucción es indispensable á todo el que ejerza un mando, propone la creación dé una academia (escuel») páralos «argén' tos primeros que tengan ambición para el porrenir, qae recibirán en ella todos los conocimientos genera. les y especiales conveniestes. Esta academia, seria el complemento de la escuela de infantería destinada para los alumnos que salieran del colegio militar; los jefes, los profesores, y los ejercicios pricticos tenidos serian comunes para ambas escuelas. La institución de que se trata tendría grande »n»logía con la escuela de Saumur, tal cual «ra cuando servía principalraenta do escuela de aplicación a lo» alumnos de S. Cjr destinados á la caballería. . E n Francia las escuelas regiraenlales son suscaptibles (si los círoneles vigilan mucho) da funcionar muy bien para lograr que los hombres de voluntad »dquieran una instrucción conveniente; pero en España parece que semejantes escuelas no darían en el presente los resultados que se deban desear, al menos para la preparación al empleo de subteniente. Así el señor Sánchez Ojorio .pr»pone instruir solo en loi cuerpos á los cabos y á los hijos de tropa. Los de esta última clase que tuvieran deseos y dispoiiciones para la música, pasarían á un gimnasio, donde independiente de una instrucción general bastante y de cierta educación militar, aprenderían cada cual'un instrumento, con la perspectiva de ser colocados en las músicos de los cuerpos, cuyos individuos se reclutarian fácilmente por este medio. No seguiremos al escritor en t»do« los detalles que indica relativameate 4 la instrucción del soldado, rnencíonaretnos tan solo*jueíndep«nclientemente d« los deberes y de los ejercicios milítareí, quisiera que sa continuase la éJucacion religiosa, cuyos fuudaineatos deben traer los ia^lividuos de su» pueblos; y que se per feccionase la moral. En España, donde la religión es practicada públicamente, y donde hay capellán s en los cuerpos, es bueno sin duda, en razón de las eos tumbres d,6l país, que se obligue á los soldados á oír en ciertos días pláticas relijíiosas y se les conduzca formados á la misa. En Francia (en díñela sa ha pensado, hace tres años, en restablecer el cuerpo cas trense) habría inconvenienteipara la religi«n, el colocar un sacerdote en cada regimiento y en hacer obligatoria la presencia ó el servicio divino; haitarí» fue se dejara en los domingos y ñestas la mayor latitud i los eflciales y á los soldados, para que pudiesen ir c»d» uno á los oñcios parroquiales; ptr consiguiente deberían en tales días prohibirse rigorosaraante las paradas, las revistas y los ejercicios. Admitiendo, sin embargo, el que pueda ser nombrado encada guarnición, un capellán para el cargo ie decir misa á una hora tal, que no estorben con su acumulacian las militare; al pueblo; seria necesario que dicho capellán no dejara su constante dependencia inmediita de la autoridad diocesana, y que no «íguiase jamás éi ningún cuerpo, como no fuese para una guerra á el estranjero. I .1 I. , ' . ' 1 . 1 1 ' . . I I — t I — >