Relatoría

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MESA CINCO
Plazo para la investigación complementaria. Determinación de su duración por el Juez de Control.
Análisis de la procedencia de su prórroga a solicitud de las partes, más allá de los límites máximos
que establece el artículo 321 del CNPP, para recabar elementos probatorios. Colisión entre el plazo
razonable establecido en la ley y el derecho de las partes. Forma en que debe computarse el plazo,
¿deben tomarse en consideración días naturales o solamente días hábiles?
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CONGRESO NACIONAL. NUEVO SISTEMA DE JUSTICIA PENAL Y JUICIO DE AMPARO
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Moderador: Ministro Eduardo Tomás Medina Mora Icaza. Participantes: Juez Víctor Hugo Cortés Sibaja,
Jueza Ana Lucía Barragán Zepeda, Magistrado Arturo Mejía Ponce de León, Juez Ganther Alejandro Villar
Ceballos, Juez Juan Ramón Barreto López y Juez Faustino Gutiérrez Pérez.
En relación con el primer aspecto del tema, existe consenso en los expositores en cuanto a que es facultad del juez decidir la duración del plazo de investigación complementaria (de hasta dos y hasta seis
meses, respectivamente, incluidas las prórrogas, art. 321 CNPP), acorde con las circunstancias concretas del caso y guiado por la razonabilidad de la petición.
Para la mayoría de los expositores la razonabilidad de la petición se media por la explicación que den
las partes sobre la necesidad de continuar realizando actos de investigación complementarios, a fin de
evitar la arbitrariedad de éstas que cause la mera inactividad procesal; en cambio, para otros no sólo los
procesal; en cambio, para otros no sólo los argumentos de esa naturaleza (de recabar medios de prueba)
condicionan la determinación del plazo, porque para ello también inciden cuestiones prácticas: como la
solicitud de las partes de un plazo para obtener una sentencia en el procedimiento abreviado, o bien, la
sobresaturación de la agenda de la Sala de Audiencia en un Centro de Justicia, cuyo aspecto por sí solo
obliga a prolongar el plazo respectivo.
De igual forma, los participantes (aunque con matices) coinciden en que el plazo para la investigación
complementaria deberá computarse en días naturales, porque al margen de que el CNPP no establece
la forma en que corren los plazos establecidos en meses, la sola referencia a meses permite entender que
son los que integran un año sin interrupciones. Además, la regla de descontar de los plazos los sábados,
domingos y días inhábiles (art. 94 CNPP) rige sólo para los relativos a los actos procedimentales donde interviene el juez, más para la fase de investigación en la que, por regla general, las partes pueden
recabar los medios de prueba conducentes incluso en días inhábiles, sin intervención del juzgador. De
arribar a la conclusión contraria, es decir, de computar el plazo en días hábiles, se correrá el riesgo de
prolongar la investigación complementaria a tal grado que comprometa el derecho a ser juzgado en un
año y, en algunos casos, se provoque rebasar el plazo máximo de prisión preventiva.
En cambio, otra posición rechaza esa conclusión, pues sostiene que ni siquiera el argumento de renunciar a los plazos constitucionales dentro de los cuales una persona debe ser juzgada por la comisión de
un delito, permite extender los límites legales, porque el ejercicio del derecho de defensa no implica
que los órganos jurisdiccionales dejen de observar los parámetros temporales establecidos por la ley. De
lo contrario se generaría el riesgo de que esa prórroga no sólo beneficie al imputado –al incentivar el
derecho fundamental de defensa–, sino también al Ministerio Público, por tratarse de un plazo común
que gobierna para ambas partes.
Esta segunda posición argumenta que su conclusión no es restrictiva del derecho fundamental de defensa, porque el propio CNPP da contenido a ese derecho, pero no en clave de prórroga extraordinaria,
sino en los casos excepcionales que la propia ley prevé en los artículos 333 (reapertura de investigación,
por un plazo suficiente para recabar diligencias pendientes) y 390 (por pruebas supervenientes y de
refutación) del CNPP.
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Una posición considera que sí es posible ampliarlos, pero sólo cuando el imputado, tras renunciar a su
derecho de ser juzgado en los plazos establecidos por la Constitución (art. 20, B, fracción VI), funda su
petición en la necesidad de contar con un mayor plazo para su defensa. En este caso el derecho fundamental de defensa del imputado se sobrepone al de pronta impartición de justicia. La extensión deberá
establecerse observando los principios de lealtad y probidad que rigen el sistema, estos es, justificando
por qué en el plazo legal no tuvo la posibilidad de allegarse de los medios de prueba faltantes y que son
significativos para su defensa, o bien que, de acuerdo con su teoría del caso, no era oportuno hacerse
de ellos con anterioridad.
CONGRESO NACIONAL. NUEVO SISTEMA DE JUSTICIA PENAL Y JUICIO DE AMPARO
En cambio, las opiniones se dividieron al examinar si el juez de control puede ampliar los plazos de la
investigación complementaria más allá de los límites establecidos en el artículo 321 del CNPP.
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