Bioética de la clonación reproductiva humana

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BIOÉTICA DE LA CLONACION REPRODUCTIVA HUMANA
TITULO: BIOÉTICA Y CLONACIÓN
TEMA: bioética De la Clonación Reproductiva Humana
PROBLEMÁTICAS:
• Implicaciones éticas de la clonación humana.
• Qué aspectos positivos y negativos traen la clonación reproductiva y terapéutica desde el punto de
vista de la Eugenesia.
• La contraposición de la religión católica frente a la clonación reproductiva humana.
PROBLEMA: Clonación reproductiva humana
OBJETIVO GENERAL: Enunciar diferentes posturas legales, económicas, científicas, éticas y religiosas
respecto a la clonación.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
• Establecer las bases teóricas científicas de la clonación reproductiva humana.
• Analizar los pro y los contra desde el punto de vista legal, económico, científico, ético y religioso del
tema trabajado.
POBLACIÓN: Eticistas, Teólogos y Científicos de Bogota
MUESTRA: 40 Bioeticistas, 40 Teólogos y 40 Científicos de Bogota
CARACTERÍSTICAS:
• Para las personas a encuestar tendremos en cuenta, que como mínimo tengan una profesión, con el fin
de que tengan ciertas bases primordiales a cerca del tópico a tratar.
• En la entidad científica resaltaremos a los médicos especializados en genética .
• La única religión que trataremos será la católica.
HIPÓTESIS:
• La clonación reproductiva humana como un hecho comprobado afecta los principios éticos.
• La creación de un marco jurídico regulativo subsanaría las implicaciones bioéticas de la clonación
reproductiva humana.
JUSTIFICACIÓN
Nuestro fin al realizar éste proyecto, es indagar de forma más concreta el tema de la clonación reproductiva
humana, el cual se ha convertido en una polémica en pro y en contra de la ética de la vida.
Al conocer más a fondo el tema, deseamos llegar a una conclusión satisfactoria, partiendo de las opiniones e
informaciones que anhelamos obtener de los diferentes aspectos a tratar, así como el legal, económico,
científico, ético y religioso, los cuales están directamente afectados y relacionados con el tema.
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Cada una de éstas posturas nos dará diferentes elementos, aportando así herramientas básicas para darle una
solución concreta al tópico.
ENCUESTA
EL OBJETIVO DE ESTA ES, CONOCER SU POSICIÓN FRENTE A LA CLONACIÓN
REPRODUCTIVA HUMANA.
1.Usted esta de acuerdo con la clonación reproductiva humana? SI__NO__ por
que?____________________________________________________________________________________________
2.¿Posee usted conocimientos acerca de la clonación humana? SI__ NO__
3.¿Cree usted que la clonación reproductiva humana va contra los principios éticos? SI__NO__
4.¿Considera la clonación reproductiva humana como algo cierto y totalmente comprobado? SI__ NO__
5.¿La clonación reproductiva humana según su criterio podría ser un avance tecnológico como ayuda para el
mejoramiento de la calidad de vida y su descendencia? SI__ NO__
6.¿Considera la clonación reproductiva humana benéfica en todos sus sentidos? SI__ NO__
7.¿Está usted de acuerdo con la prohibición de la clonación reproductiva humana? SI__ NO__
8.¿Cree usted que la clonación humana podría ser una alternativa para mejorar cada vez más la especie
humana? SI__ NO__
9.¿Considera que la clonación reproductiva humana tiene algún beneficio, si se tiene entendido que su copia
es netamente física, mas no intelectual ni sentimental? SI__ NO__
10.¿La copia de un mismo ser según su parecer implicaría la degradación de este en cuanto a su manera de
reproducción sexual (coito). SI__ NO__
11.¿La clonación reproductiva humana podría ser una forma de dar solución al paradigma humano sobre la
verdadera realidad en nuestra existencia? SI__ NO__
12.¿Está usted de acuerdo con la reproducción de órganos a partir de la clonación? SI__ NO__
13.¿Cree usted que el clon padecerá las mismas deficiencias que su progenitor? SI__ NO__
14.¿Considera que en un futuro la clonación reproductiva humana será legalmente aceptada? SI__ NO__
15.¿En un caso extremo en el que intervienen sentimientos o la vida de alguien, aceptaría la clonación
reproductiva humana? SI__ NO__
16.¿Podría la clonación reproductiva humana traer efectos secundarios en un ser clonado? SI__ NO__
17. ¿Sabe usted que es la Eugenesia? SI__ NO__
18.¿Está la Eugenesia netamente relacionada con la clonación reproductiva humana? SI__ NO__
19. ¿Piensa que la clonación reproductiva humana podría ser una manera de evitar deficiencias físicas de una
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persona? SI__ NO__
20. ¿Considera la Eugenesia como una forma de discriminación humana? SI__ NO__
ENTREVISTA DE PROYECTO DE GRADO BIOÉTICA DE LA CLONACION REPRODUCTIVA
HUMANA
Entidad Responsable____________________________________________
Nombre_________________________________________________
Cargo___________________________________________________
Fecha___________________________________________________
NUESTRO OBJETIVO PRINCIPAL, ES CONOCER SU POSICIÓN FRENTE A LA CLONACIÓN
REPRODUCTIVA HUMANA.
1. ¿Desde cuando se ha venido hablando de la clonación
reproductiva humana?
2. ¿Podríamos dar por hecha la clonación reproductiva humana?
3. ¿Qué pro y contras encuentra usted en la clonación reproductiva
humana?
4. ¿Cuál es su concepción acerca de la clonación reproductiva
humana?
5. ¿Considera benéfica la clonación reproductiva humana para el
desarrollo de la humanidad?
6. ¿La clonación reproductiva humana podría ser una forma de dar
solución al paradigma humano sobre la verdadera realidad en nuestra existencia?
INTRODUCCIÓN
Reproducir seres humanos es algo muy distinto que procrearlos. La lógica de la producción esta muy bien
cuando se trata de incrementar los bienes y recursos necesarios para la vida de los humanos, pero es
inadecuada cuando se aplica al propio ser humano en su generación y desarrollo.
Hoy es posible producir seres humanos a través de diferentes métodos en este caso el trabajado es la posible
clonación. Sin embargo una reflexión cuidadosa sobre lo que eso es y sobre las consecuencias que comporta
nos aconseja renunciar a esta posibilidad por el bien de la Humanidad y de los seres humanos concretos. Sin
renuncia no hay inteligencia. Quien lo quiere todo, acaba por no ser dueño de nada, ni de su propia vida.
Renunciar a reproducir seres humanos no es oponerse a la ciencia y al progreso. Es una decisión inteligente
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que pone a la ciencia y al progreso al servicio del hombre y de su felicidad verdadera. Renunciar a fabricar
hombres es negarse a admitir que el ser humano pueda ser reducido a objeto de poderes humanos; es afirmar
que el ser humano ha de ser respetado como sujeto de la ciencia y del progreso, porque sólo él es la persona.
Procrear es un acto personal, no sólo de las personas, como lo es el producir. Procrear es acción y
responsabilidad vital de esposos y padres, no función y oficio de profesionales, técnicos o políticos. La
procreación es una acción conyugal y matrimonial, no política ni empresarial.
El intento de obtener seres vivos viables a partir de células somáticas lleva bastante tiempo en la mente de los
científicos. Sin embargo, los experimentos llevados a cabo nunca habían dado resultados satisfactorios. Como
máximo, se habían conseguido renacuajos insertando núcleos de células embrionarias de anfibios en
sustitución del núcleo original del óvulo o del huevo, pero no se había logrado que se llegara a desarrollar un
ejemplar adulto.
La interpretación habitual de estos fracasos se achacaba a la pérdida de la totípotencia de las células
embrionarias muy pronto en el curso del desarrollo. Durante éste, se supone que se van activando y
reprimiendo partes del genoma, de modo que el estado del ADN del núcleo de una célula en un adulto es muy
distinto al del óvulo recién fecundado; el del adulto resulta incapaz de expresar adecuadamente toda la
secuencia de órdenes necesarias para el desarrollo y morfogénesis.
Por esta razón, en los experimentos que se han llevado a cabo, se ha tendido que emplear células de embrión,
mejor cuanto más precoz: se supone que dichas células tienen todavía en buena medida la totípotencia que se
pierde en las células del adulto y son, por tanto, mejores candidatas para la realización de una clonación con
éxito.
MARCO LEGAL
1. DERECHOS HUMANOS Y CIENCIAS BIOMÉDICAS
El papel dinámico de los derechos humanos en relación con las ciencias biomédicas.
Es casi ya un lugar común resaltar la vinculación cada vez más frecuente entre los avances y aplicaciones de
las ciencias biomédicas y los derechos de los individuos, de forma que en ocasiones tal vinculación se
presenta como una intensa tensión dialéctica, en particular cuando se contraponen entre sí los valores
individuales o éstos con otros supraindividuales o colectivos. Los juristas, pero no sólo ellos, se han
esforzado, también en este ámbito, en el desarrollo de los derechos humanos o en la identificación de nuevos
derechos o de nuevos titulares de los mismos, estableciendo al mismo tiempo las relaciones y jerarquías entre
ellos.
En las ciencias biomédicas se verían afectadas varias de estas generaciones de derechos humanos. Esto ha
ocurrido, desde luego, con la clonación en sus diversas vertientes.
No es éste el momento de teorizar sobre el significado de los derechos humanos en el mundo actual, pero
podemos decir que encuentran su origen en los postulados de los derechos naturales o, mejor, en los ideales de
cada momento histórico de respeto a la libertad, dignidad e igualdad del ser humano, que se predican, por
consiguiente, exclusivamente del hombre en cuanto ser vivo.
En resumen, podemos convenir en la plena vigencia de los derechos humanos, entendidos como un conjunto
de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las exigencias de la dignidad, la
libertad y la igualdad humana, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos
a nivel nacional e internacional, y que en cierto número de Estados forman parte también de los derechos
fundamentales, que serían aquellos derechos humanos garantizados por el ordenamiento jurídico positivo, en
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la mayor parte de los casos en su normativa constitucional, y que suelen gozar de una tutela reforzada.
El derecho internacional, fuente de expansión de los derechos humanos, en particular en el ámbito de las
ciencias biomédicas.
A esta fase, pertenecen las Declaraciones y Textos Internacionales no directamente vinculantes sobre los
derechos humanos, cuyo más alto y significativo exponente está constituido por la Declaración Universal de
Derechos Humanos, de 10 de diciembre de 1948, que ha sido tomada como un catálogo de referencia y de
contraste de los mismos.
Ya en su Preámbulo se proclaman los principios o valores que impregna a todo el texto articulado: la libertad,
la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos
iguales de todos los miembros de la familia humana.
En el campo específico de las ciencias biomédicas se han venido desarrollando o identificando numerosos
derechos humanos, en ocasiones como parte del contenido de algunos derechos fundamentales proclamados
por la mayor parte de las Constituciones modernas (por ejemplo, el derecho a la vida, a la integridad física, a
la libertad ideológica o de conciencia, a la intimidad y a la vida privada, etc.), pero también inspirados en l
Declaración Universal, en los pactos internacionales (en particular, el Pacto Internacional sobre derechos
civiles y políticos de 1966) o en convenios regionales, como es, en el caso europeo, el Convenio sobre
derechos humanos y libertades fundamentales de 1950, y en el americano, la Convención Americana sobre
derechos humanos de 1969. Sin embargo, en la identificación de nuevos derechos humanos o de, al menos, las
nuevas perspectivas que ofrecen en relación con los avances científicos, ha significado un paso cualitativo el
Convenio del Consejo de Europa sobre Derechos Humanos y Biomedicina, de 4 de Abril de 1997, que pronto
se incorporará al derecho interno de varios países − entre ellos al de España − , como fuerza vinculante y
obligatoria para los poderes públicos respectivos. Y, aún sin ese efecto obligatorio, pero con una indiscutible
fuerza moral de orientación para los Estados, lo es también la Declaración Universal de la UNESCO sobre el
Genoma Humano y los Derechos Humanos, de 11 de Noviembre de 1997, ratificada y hecha a su vez íntegra
y unánimemente por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de Diciembre de 1998, hecho sin
precedentes y con importantes consecuencias jurídicas y políticas. Sin entrar todavía en las referencias más o
menos directas de ambos instrumentos jurídicos a la clonación, es oportuno resaltar algunos principios que
pueden resultar relevantes para la valoración de algunos aspectos relacionados con ella:
La necesidad de respetar al ser humano, tanto en cuanto persona como por su pertenencia a la especie humana.
Nótese que se acentúa no sólo la perspectiva individualista tradicional de los derechos humanos, sino sobre
todo como novedad, la adscripción del ser humano a su grupo biológico natural, la especie, que
potencialmente puede verse afectada por los avances en el conocimiento genético y en la intervención sobre el
genoma humano (Decl., Preámbulo, párr. 6, y arts. 1 y 12).
La preocupación por la especie humana no descansa en una mera visión estática de la misma, en relación con
unos eventuales titulares de derechos más o menos identificables, sin perjuicio de la dificultad que en
ocasiones presenta esta tarea. En efecto, la comprobación cada vez más evidente de que algunas acciones
humanas se proyectan hacia el futuro de forma irreversible, sobre todo las vinculaciones con los desarrollos
tecnológicos y científicos y, en nuestro caso, en particular con la biología molecular y la medicina
reproductiva, plantea un nuevo dilema ético − filosófico, de extraordinaria dificultad para su anclaje jurídico,
pero no irresoluble: la responsabilidad de las actuales generaciones para con las futuras y, yendo más allá, los
posibles derechos de las generaciones futuras. Lo cierto es que es ésta una perspectiva sobre la que se ha
adquirido conciencia y que ya no puede arrinconarse, desde luego, puede ser también relevante para la
valoración de la clonación reproductiva humana. Al menos en el Derecho Internacional se apela ya que los
progresos en la Biología y en la Medicina deben ser aprovechados tanto a favor de las generaciones presentes
como futuras ( Conv., Preámbulo, párr. 12).
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La proclamación de la vigencia, también en relación con los descubrimientos sobre el genoma humano y las
posibles aplicaciones de los mismos, de los principios universales de igualdad y no−discriminación, de los
derechos a la libertad, integridad e intimidad. Esto, sin perjuicio del reconocimiento de otros valores, como
son algunos de los que se mencionan a continuación (Conv., arts. 1, 5, 10, 11, 12, 15, etc; Decl., arts. 2, 5, 6,
7, etc).
La protección de la identidad del ser humano, cuyo alcance, sin embargo, no se específica por los
instrumentos internacionales, puede referirse tanto a la identidad personal como a la biológica o genética. Sea
cual fuere la extensión de su contenido, no cabe duda que conceptualmente abarca la idea del ser humano
como ser único y distinto a los demás desde esas dos perspectivas. Se trata de otra de las consecuencias que se
derivan de los avances en el conocimiento genético y en la intervención sobre el genoma, y se ve
específicamente afectada por la clonación reproductiva (Conv., art. 1, Decl., art. 2).
El reconocimiento de la variabilidad genética de todos los seres vivos, por consiguiente, incluyendo la especie
humana, como un bien merecedor de protección. (Decl., arts. 1 y 2).
La selección de las características genéticas o de los rasgos fenotípicos a través de la modificación de aquéllas
sólo es lícita si va encaminada a la prevención de enfermedades hereditarias graves, sin perjuicio de otras
limitaciones (p. Ej., no modificar el genoma el genoma de la descendencia) (Conv., arts. 1, 13, 14).
El respeto de la autonomía y de la integridad física y mental (incluida la integridad genética) del ser humano
en el proceso de una experimentación (Conv., arts. 1, 2, 5, 6 y sigs., 13, 15 y sigs; Decl., arts. 5 y 10).
El derecho a la participación en los beneficios que proporcionan los avances científicos y tecnológicos en
cuanto tales, sin limitaciones basadas en diferencias culturales, geográficas o de recursos, lo que exige, entre
otras medidas, la libre circulación del conocimiento científico (Conv., Preámbulo, párr. 12, art. 3; Decl., art.
12).
Las referencias al derecho a la vida, base y soporte de todos los demás derechos, no suelen ser explícitas en
este contexto, bien que planea de forma casi constante en estas materias, como sucede con los dilemas que
suscita el comienzo de la vida humana y sus formas previas a la gestión en relación con las posibilidades de
acceso que han abierto las técnicas de reproducción asistida en conjunción con otras biotecnologías. Esto
contrasta con la lógica enfatización que ha merecido este derecho en la Declaración Universal de Derechos
Humanos y en otros Convenios Internacionales sobre los derechos humanos, pero ello no es óbice para que
sea ejercitable con toda su fuerza cuando resulte necesario. En cuanto a las posiciones que pretenden
entroncar en este derecho un perspectiva activa, en el sentido del derecho a crear una vida (es decir, a la
procreación), implican más bien un desdibujamiento o desnaturalización del sentido originario y extendido de
aquel derecho; en todo caso, no podría sustraerse de la discusión acerca de sus posibles límites, de lo que nos
ocuparemos más abajo.
• LA INFLUENCIA DEL DERECHO INTERNACIONAL EN EL DERECHO INTERNO SOBRE LA
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.
La cada vez más estrecha vinculación entre derecho internacional y derecho interno − o estatal − apuntada
más arriba se ha revelado sobre todo en relación con los derechos humanos, y se ha señalado que en el futuro
inmediato será cada vez más intensa en el ámbito específico de las ciencias biomédicas. Esta observación es
de enorme importancia, dado que, por razones obvias, hasta fechas muy recientes apenas podíamos encontrar
en los textos jurídicos internacionales o constitucionales internos referencias explícitas a los derechos
humanos afectados por los recientes avances científicos, sin perjuicio de que esta situación está
experimentando un cambio radical.
Así, principios o valores universales como la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, han sido
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consagrados como valores superiores del ordenamiento jurídico por la Constitución Española (art. 1.1).
Asimismo, ésta encomienda a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad
del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas, así como remover los obstáculos que
impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en al vida política,
económica, cultural y social (art. 9.2). Por otro lado, la asunción de que la dignidad de la persona, los
derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los
derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social. (art. 10.1), implica al
reconocimiento de un sistema constitucional abierto. La prohibición de la discriminación por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier condición o circunstancia personal o social (art. 14)
representa, asimismo, ese efecto de proyección sobre la totalidad del ordenamiento jurídico.
En resumen, bien por al penetración del derecho internacional en el derecho interno, bien por la necesidad de
reinterpretar los derechos fundamentales recogidos en las Constituciones modernas a la luz de los nuevos
dilemas bioéticos, el caso es que el derecho constitucional presenta una enorme potencialidad tanto como
receptor de los derechos humanos que de forma más específica se ven involucrados por las ciencias
biomédicas como de instrumento para resolver los conflictos que de éstas emergen, de lo que se encuentran
numerosos ejemplos en el constitucionalismo comparado moderno.
• LOS ASPECTOS LEGALES MÁS ESPECÍFICOS DE LA CLONACIÓN
Han de partir, necesariamente de, varios aspectos: el primero, de la realidad que pretende el objeto de análisis
jurídico, esto es, de los datos biológicos sobre las técnicas de la clonación y sus posibles aplicaciones, tanto
actuales como razonablemente realizables en un futuro más o menos próximo. El segundo aspecto consiste en
tener en cuenta las valoraciones aportadas en el debate ético que ha generado la polémica que actualmente sé
esta viviendo.
También hay que tener presente las diferentes perspectivas desde las cuales puede hacerse el estudio jurídico:
La primera de estas perspectivas se dirige de forma prioritaria a los ciudadanos, en particular a quienes puedan
versen implicados de algún modo en la materia o actividad objeto de estudio, y, en su caso, a técnicos del
Derecho (abogados y jueces), como orientación interpretativa de las normas jurídicas, en el supuesto de que se
lleguen a generar conflictos sociales concretos, la segunda perspectiva apela, fundamentalmente, al legislador,
con el fin de llamarle la atención sobre la necesidad de acometer la reforma de la ley. Por lo que se refiere a la
clonación reproducitva humana, como se recordará más adelante, ha sido objeto de la intervención de los
legisladores de varios Estados, entre ellos el español, y de varios Organismos Internacionales.
Declara Noelle Lenoir, miembro del consejo constitucional francés y presidenta del grupo europeo de ética.
Jurídicamente el embrión no es considerado una persona, pero el embrión, en el verdadero sentido del
término, es un ser humano: existe y su naturaleza es humana, según Bernard Mathieu, profesor de Derecho de
la Sorbona.
Esto protege al embrión de toda utilización comercial, sin por ello atentar contra el derecho de la mujer a la
salud y a controlar la fertilidad.
Esta concepción de la dignidad humana ha incitado a muchos países europeos a limitar rigurosamente la
investigación sobre el embrión e incluso prohibirla.
Fundamentalmente, cuanto más crezca el embrión, mayor ha de ser la protección que se le brinde.
1.3 PREMISAS PARA LA INTERVENCIÓN DE LOS PODERES PÚBLICOS
Las reacciones de diversos organismos y personalidades en torno a la clonación, especialmente aquellas
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decisiones que tiene naturaleza normativa, a las que nos referimos más abajo, revelan no sólo un rechazo casi
visceral a la clonación, especialmente la vinculada a la reproducción humana, sino también una escasa
matización sobre el significado de sus diversas variantes y por ello incluso hasta cierta precipitación
legislativa. Por esta razón, y tomando la clonación ahora tan sólo como un ejemplo del acontecer legislativo
más frecuente, ha de recordarse que al menos el legislador ha de partir de varias premisas insoslayables al
regular materias relacionadas con las Ciencias de la vida y, por consiguiente, con la clonación: consenso,
gradualidad y provisionalidad.
La primera − el consenso − no es, evidentemente, un principio nuevo; sin embargo se quiere llamar la
atención sobre la irrenunciable necesidad de intervenir en aquellas materias que han encontrado un
generalizado punto de acuerdo, tanto en el ámbito nacional como supranacional e internacional, retrasando
hasta conseguir la intervención sobre aquellos aspectos que carezcan de tal consenso. De esto mismo se deriva
la segunda premisa: la gradualidad en la intervención; pero, además, porque debe esperarse al conocimiento
más preciso posible de los logros y resultados científicos, por un lado, y la demanda social real que generen y
con ello su conflictividad, por otro. Por último, con la provisionalidad quiere significarse que el legislador ha
de ser consciente de que en estas materias tan cambiantes (tanto en su presupuesto científico como en su
influencia social) no puede aspirar a una regulación con vocación de permanencia o de validez indefinida,
hasta que los cambios sociales impongan una revisión.
No obstante, esta misma conciencia de provisionalidad puede justificar la intervención del legislador en contra
de las dos premisas anteriores − consenso y gradualidad −, con la finalidad de evitar perjuicios graves e
irreparables en relación con el desarrollo no bien conocido de determinadas actividades, pero calibrando al
mismo tiempo que no se interpongan frenos u obstáculos desproporcionados para la aplicación de acciones
beneficiosas (como las intervenciones terapéuticas en los genes de la línea somática).
La relevancia de la dignidad humana en las aplicaciones derivadas de las ciencias biomédicas.
A la dignidad humana se recurre con asiduidad cuando se debaten aspectos éticos y jurídicos que afectan a las
ciencias biomédicas y, por supuesto, a la clonación. A este respecto así lo proclama expresamente la
Declaración Universal de la UNESCO sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos en varios pasajes
de su articulado (así, p. Ej., Cada individuo tiene derecho al respeto de su dignidad y derechos, cualesquiera
que sean sus características genéticas, art. 2) y, asimismo, al considerar la clonación con fines de reproducción
humana como contraria a la dignidad humana (art. 11); y el protocolo Adicional al Convenio sobre Derechos
Humanos y Biomedicina, sobre la prohibición de clonar seres humanos, de 12 de enero de 1998, en su
Exposición de Motivos vincula expresamente tal posible práctica con la dignidad humana, cuando recuerda
que es fin del Convenio proteger la dignidad e identidad de todos los seres humanos (art. 1, párr. 1 de éste
último).
Son cada vez más los instrumentos jurídicos internacionales que proclaman la dignidad de la persona como un
predicado del ser humano que debe permanecer intangible y algunos textos constitucionales también lo
mencionan expresamente.
La dignidad de la persona se configura como el principio informador y la raíz de los derechos básicos del
hombre reconocidos como
fundamentales por la Constitución Española, sobre los que se proyecta, y constituye su filtro interpretativo,
integrador y valorativo de aquéllos para los poderes públicos. Por ello suele reconocerse que la mayor parte de
los derechos fundamentales presentan un contenido nucleico referido a la dignidad de la persona, lo que
explica la función informadora e interpretativa que se le atribuye sobre los mismos. Desde la perspectiva
jurídica, Palacios considera que le ley 35/1998 sobre técnicas de reproducción sólo prohíbe en su artículo 3 la
fertilización de óvulos con fines distintos a la reproducción, en este caso no se trata de fertilización de óvulos.
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Asimismo, en el código penal se prohíbe la clonación humana, pero ahora no se crearían seres humanos
completos, sino sólo tejidos.
Debate en España
Palacios cree que España debe sumarse a este tipo de investigaciones, porque en la actualidad «vamos con
bastante retraso», ya que no hay ningún grupo de científicos que trabajen en estos métodos.
Por su parte, el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha declarado que «un
embrión, generado por la fusión de un espermatozoide y un óvulo, no debe ser instrumentalizado, así lo dice
la UNESCO, y tiene un estatus jurídico que debe ser respetado».
Nombela considera «difícil de admitir que se puedan emplear embriones humanos para obtener, de una
manera indiscriminada y con cualquier finalidad, materiales derivados a partir de ellos y previa destrucción de
los mismos».
El presidente del CSIC ha reiterado que los avances realizados en el Genoma Humano y los trabajos con los
animales son líneas de investigación alternativas a la clonación y que gracias a ellas «lograremos incorporar
nuevas posibilidades terapéuticas para el tratamiento de enfermedades degenerativas, que es,
fundamentalmente, en lo que algunos pretenden justificar el manejo indiscriminado de embriones para la
obtención de materiales, previo desguace de los mismos».
Y EN LOS PAISES.....
La clonación humana, grave amenaza contra la vida: afirma el Papa
El pontífice pronunció estas palabras el 28 de noviembre del 2001, tres días después de que un laboratorio
privado estadounidense anunciara la clonación del primer embrión humano.
Juan Pablo II calificó este miércoles los experimentos de clonación humana como una amenaza programada
científicamente contra la vida humana.
«El verdadero humanismo no puede admitir nunca métodos y experimentos que constituyen amenazas
programadas de manera científica y sistemática contra la vida humana», afirmó el Santo Padre.
Se ha creado un ser humano, en estado todavía de embrión, y después ha sido eliminado, constataba el
documento vaticano, que sugiere más bien como futuro para la medicina la experimentación con células
estaminales extraídas de adultos, senda que científicamente se ha demostrado válida y que respeta la dignidad
de la vida humana.
El anuncio de la clonación del primer embrión humano fue realizado el 25 de noviembre por el laboratorio
estadounidense Advanced Cell Technologies (ACT) en un artículo publicado en el «Journal of Regenerative
Medicine».
−Zenit ZS01112804
Monseñor Sgreccia reitera oposición de la Santa Sede a clonación de seres humanos
Roma, 10 agosto 2001 (NE − eclesiales.org)
En el marco del debate tras la decisión de un grupo de científicos de clonar seres humanos, el vicepresidente
de la Pontificia Academia para la Vida, Monseñor Elio Sgreccia, afirmó la urgencia de salvaguardar la
dignidad del hombre. "El valor de un hombre no es similar al de una rata", subrayó, destacando que la
dignidad "de los humanos va más allá del tiempo". "La clonación es inmoral. Alguien dijo que la clonación es
la peor manifestación de esclavitud y estoy de acuerdo con esto", añadió. Asimismo, afirmó que estaba de
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acuerdo con los científicos que se han opuesto a la clonación, señalando que la técnica utilizada en animales
encierra muchos riesgos para los humanos.
Por su parte, el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, calificó el
intento de clonar seres humanos como algo "terrificante". "En un cierto sentido −afirmó en declaraciones
publicadas el martes por el diario italiano "La Stampa"− Hitler anticipó algo de los modernos desarrollos
como la clonación o la experimentación médica con embriones humanos." "Es terrificante el que algunas de
las potencias que derrotaron al nazismo opten hoy, en el ámbito científico, por prácticas discutibles y
antihumanas como la clonación", añadió.
PONTIFICIA ACADEMIA PRO VITA, REFLEXIONES 1997
La Pontificia Academia para la Vida fue instituida en 1994 por Juan Pablo II con el Motu Proprio "Vitae
Mysterium". Los 40 miembros de la Academia, cuyo Presidente es Juan de Dios Vial Correa, han publicado el
documento "Reflexiones sobre la clonación".
BARCELONA, 26 noviembre 2001− El presidente de Médicos Cristianos de Cataluña, Josep Maria Simón,
dudó hoy de la veracidad del experimento de clonación del primer embrión humano al asegurar que «para
demostrar los experimentos científicos, debe explicarse todo el proceso», ya que, de ser cierto, «otros
laboratorios del mundo lo habrían reproducido».
En declaraciones a Europa Press, Simon aseguró este lunes que «ya hay otros antecedentes de anuncios de
clonación humana» y que en el caso del experimento de la empresa Advanced Cell Technology (ACT), «todos
sabemos que las universidades y entidades de Estados Unidos también necesitan campañas de marketing».
En cualquier caso, Simón aseguró que esta técnica es «muy peligrosa». «Al ser humano no se le puede
manipular ni congelar: seguro que a los científicos de ACT no les gustaría que les congelaran», apuntó.
«Estamos a favor del posicionamiento del Consejo de Europa que pide que no se produzcan clonaciones»,
añadió.
Japón prohibirá en diciembre todo tipo de clonación humana
Será castigada con hasta diez años de cárcel
TOKIO, 26 noviembre 2001.− Las autoridades japonesas dictarán una directriz en diciembre que amplía la
prohibición de clonar embriones humanos para obtener células madre y curar enfermedades.
La orden del ministerio de Educación y Ciencia, de la que se hicieron eco este domingo las agencias
internacionales de noticias, llega después de que la empresa estadounidense Advanced Cell Technology
(ACT) anunciara en ese mismo día la clonación de embriones humanos.
La disposición del gobierno asiático se basa en la ley que prohíbe la clonación de seres humanos porque con
ella se pone en peligro «la dignidad de la persona, la seguridad biológica de la especie y el mantenimiento del
orden social».
Estados Unidos prohíbe financiar con fondos federales proyectos relacionados con la clonación humana, pero
no regula las investigaciones del sector privado como la de ACT.
La normativa japonesa, en vigor desde junio, prohíbe la clonación de seres humanos, pero permitía el cultivo
controlado de embriones para producir tejidos y órganos.
La legislación de los problemas éticos relacionados con la clonación queda bajo supervisión del ministerio de
Educación y Ciencia, que puede imponer penas de hasta 10 años de cárcel y multas de más de 80.000 dólares
a los infractores.
Líderes de religiones condenan el experimento de clonación
«Son aprendices de brujo que no saben dónde irán a parar»
ROMA, 27 noviembre 2001.− Los representantes de las diversas religiones se han expresado sobre el anuncio
de un experimento de clonación humana realizado por la empresa estadounidense «Avanced Cell
Technology».
La Iglesia Ortodoxa, al condenar la clonación de seres humanos, evoca «crímenes contra la humanidad de
marca nazi».
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«La destrucción de un embrión equivale a un aborto, es decir un homicidio», afirmó el padre Antoni Ilin,
portavoz del Patriarcado de Moscú y de todas las Rusias.
«Condenamos la clonación humana, tanto con fines terapéuticos como reproductivos. El embrión, desde el
momento de su concepción está revestido de la dignidad humana y bendecido con el don de la vida. La
llamada clonación terapéutica no es otra cosa sino la peor instrumentalización de un ser humano, sacrificado
en provecho de otros».
Por su parte la Unión de las Comunidades Islámicas en Italia ha dicho: «Condenamos de modo neto y
absoluto cualquier intento de modificar o imitar la creación».
«Incluso si dicen que no pretenden la clonación reproductiva sino la terapéutica −−ha dicho el secretario,
Roberto Hamza−− son aprendices de brujo que no saben donde irán a parar: es un desafío contra Dios que
llevará a desastres graves».
Por su parte el nuevo rabino jefe de Roma, quien además es médico (jefe de Departamento de Radiología),
Riccardo Di Segni, ha declarado seguir «con gran atención todos los avances relativos a las técnicas de
procreación y las posibles aplicaciones en el campo humano. Se abren escenarios angustiosos, difíciles de
controlar por lo que es necesaria extrema cautela».
Sociedad de Bioética considera «éticamente inaceptable» la clonación humana
Declaraciones de José Hernández Yago
VALENCIA, 27 noviembre 2001.− El presidente de la Sociedad Valenciana de Bioética, José Hernández
Yago, ha mostrado su rechazo a la clonación de embriones humanos para conseguir células madre, anunciada
por primera vez por una empresa norteamericana, y ha subrayado que «hay técnicas alternativas para obtener
las mismas células respetando la dignidad humana, es decir, sin necesidad de clonar embriones humanos que
luego son destruidos».
En declaraciones a la agencia AVAN, el científico ha precisado que «el cordón umbilical de los recién nacidos
está repleto de células madre que se pueden utilizar después para la regeneración de distintos tejidos, sin
necesidad de tener que "jugar" a poner en marcha vidas humanas para luego tener que destruirlas».
Hernández Yago explica que el anuncio efectuado este domingoi por la empresa norteamericana Advanced
Cell Technology (ACT) «no me ha sorprendido y hasta lo daba por hecho, ante la gran presión ambiental y
económica producida por éste y otros laboratorios, que están tratando de obtener la clonación de embriones
humanos para utilizar sus células, lo cual supone inevitablemente la destrucción de tales embriones».
El especialista ha admitido que «nos encontramos ante un fin de extraordinario interés científico−médico,
como es el de la medicina regenerativa, pero con medios éticamente inaceptables, y nunca el fin justifica los
medios».
En este caso, «estamos olvidando que el embrión es un ser humano con la estructura anatómica, fisiológica y
bioquímica que corresponde a esa etapa específica de su desarrollo», concluye.
La clonación humana, grave amenaza contra la vida: afirma el Papa
Reacción al experimento realizado por un laboratorio privado en EE. UU.
2. ALGUNOS DERECHOS IMPLICADOS EN LA CLONACIÓN
De acuerdo con lo indicado anteriormente, en la clonación reproductiva humana también pueden verse
implicados derechos fundamentales, cuyo entronque constitucional habría que precisar, con el fin de
establecer desde el principio el marco normativo más elevado a partir del cual habrá que afrontar los diversos
problemas que genera aquélla. Con el fin de centrar la cuestión, puede resultar operativo empezar por detectar
los derechos que podrían verse implicados en atención a los sujetos afectados: en el caso de la reproducción
humana, los progenitores, solos o en pareja, que en un futuro pudieran querer tener descendencia por medio de
la técnica de la clonación, respecto a los cuales se plantea la existencia de un derecho a la procreación o
reproducción; y los investigadores y los demás profesionales que podrían realizar las prácticas de la clonación,
en relación con los cuales se sugiere delimitar el derecho a la investigación y a la aplicación de sus resultados.
En ambos casos, tan importante como definir su contenido lo es estableces sus límites respectivos.
11
Finalmente, fuera del ámbito humano, qué clase de protección puede deducirse para los mamíferos sobre los
que se aplican las técnicas de clonación experimental o reproductiva, al no plantearse aquélla, desde la óptica
de los derechos humanos fundamentales, en su sentido estricto.
2.1 EL DERECHO A LA PROCREACIÓN
Si en el futuro una pareja (o una persona sola) pretendiera recurrir a alguno de los procedimientos de
clonación con fines reproductivos por cualquiera de las motivaciones que suelen apuntarse, cabría
preguntarse si con su prohibición se vería afectado algún derecho humano. Por consiguiente, la pregunta
consiste en si existe un derecho humano y fundamental a la procreación que deba ser garantizado, tanto sea
ésta de forma natural como mediante el recurso a las técnicas de reproducción asistida, entre ellas la
clonación, y, en su caso, si fuese constitucionalmente admisible que los poderes públicos introdujeran alguna
limitación respecto a ciertas formas de reproducción.
Este derecho a la procreación no se refiere a la incoluminidad biológica para reproducirse (p. Ej., frente a una
esterilización coactiva quirúrgica o mediante productos o mecanismos anticonceptivos), puesto que ya forma
parte sin la menor duda del derecho fundamental a la integridad física, derecho universal proclamado también
por la Constitución española en el art. 15, sino al conjunto de decisiones vinculadas con la propia
reproducción: tener o no tener descendencia, el número de ésta y su planificación temporal.
En sentido estricto, ni en la Constitución española ni en las Declaraciones y Convenios Internacionales a los
que expresamente se vincula existe un reconocimiento explícito del derecho de procreación o reproducción en
el sentido apuntado, sino tan sólo del de fundar una familia; incluso éste no se declara tampoco de forma
concluyente en nuestra Constitución. De todas formas, si conseguimos aseverar que de algún modo este
derecho −el de fundar una familia− tiene cabida en nuestro contexto constitucional, implicará necesariamente
al mismo tiempo el reconocimiento del derecho a tener descendencia, a procrear, en cuanto que éste se
elevaría como presupuesto imprescindible para el ejercicio del primero.
En el ámbito internacional el Convenio Europeo para la protección de los derechos del hombre y las libertades
fundamentales, de 1950, reconoce el derecho de toda persona al respeto de su vida privada y familiar (art.
8.1), así como que a partir de la edad núbil, el hombre y la mujer tienen derecho a casarse y a fundar una
familia según las leyes nacionales que rijan el ejercicio de este derecho (art. 12); en sentido semejante apuntan
otros instrumentos jurídicos internacionales (Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 16.1; Pacto
Internacional de derechos civiles y políticos, de 1966, art. 23.2; Proclamación de Teherán, de 1968, art. 16).
Todos ellos han sido firmados y ratificados por el Estado español y forman parte de se ordenamiento jurídico
a partir de que fueron publicados en el Boletín Oficial del Estado.
Por su parte, la Constitución española declara que el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio
con plena igualdad jurídica (art. 32.1), y asegura, por otro lado, la protección económica, social y jurídica de
la familia por parte de los poderes públicos (art. 39.1). Por fin, se garantiza también el derecho a la intimidad
personal y familiar (art. 18.1). Algunos autores destacan también a este respecto el derecho a la libertad (art.
17.1), si bien no es pacífico el contenido que se reconoce al mismo. Se confirma así lo ya señalado que la
Constitución española no menciona explícitamente el derecho a fundar una familia.
La dificultad radica en deducir de alguno de estos preceptos constitucionales o de su conjunto el derecho a
fundar una familia. En resumen, se pueden extraer las siguientes conclusiones:
De la protección de la intimidad familiar de deduce la garantía de la libertad de los ciudadanos sobre la
decisión de tener o no−descendencia así como su planificación en el tiempo, en el seno familiar, sin que se
faculte la intromisión de los poderes públicos en tales decisiones, cualquiera que sea la razón que mueva a
éstos (eugenésica, social, económica), puesto que se afectaría a la esfera privada, en concreto a esa intimidad
12
familiar. Sin embargo, este derecho, en sentido estricto, se caracteriza por su faceta negativa de vedar la
intromisión en la intimidad familiar, pero no influye de forma directa el derecho a formar una familia y a la
libertad de reproducirse.
El derecho constitucional a contraer matrimonio no significa que sólo se proteja constitucionalmente la
familia matrimonial, la Constitución española no vincula la familia exclusivamente al matrimonio, puesto que
el art. 39 de la Constitución española establece la protección integral de los hijos y su igualdad ante la ley con
independencia de su filiación, así como la de las madres, cualquiera que sea su estado civil (art. 39.2). Por
consiguiente el derecho a fundar una familia y a tener descendencia se extiende también a la pareja no casada;
la mujer y el varón −éste, al menos teóricamente− puedan fundar una familia sustentada en la descendencia
que hayan tenido fruto de una relación pasajera o circunstancial. La constitución española no configura una
determinada concepción de la familia (monoparental o biparental, matrimonial o no matrimonial), sin
perjuicio de los derechos de los hijos. Por tanto, el derecho a la reproducción no se deriva del derecho a
contraer matrimonio.
El derecho a fundar una familia y a la procreación afecta tanto a los procedimientos naturales como a los que
ofrecen las modernas técnicas de reproducción asistida, sin perjuicio de las limitaciones a que esté sometido.
La constitución española asegura, a través de los poderes públicos, la protección integral de los hijos, y los
declara iguales ante la ley con independencia de su filiación (art. 39.2), declaración que coincide con la más
global de no discriminación por razón del nacimiento (art. 14 Constitución española). Por lo tanto, el logro
efectivo de esa protección integral puede anticiparse al nacimiento si es posible y oportuno, incluso de forma
prevalente frente a los intereses procreativos de los padres. Esa protección integral se ve objetivamente
disminuida cuando se priva al futuro hijo de un padre y/o de una madre, el acceso de éstas puede supeditarse
al logro de dicha protección integral efectiva.
Estas consideraciones cuestionan muy seriamente la constitucionalidad de las técnicas de reproducción
asistida que de forma voluntaria imposibilitan lo anterior o facilitan su contrario (p. ej., el caso de la mujer
sola, si al mismo tiempo se prohibe la investigación de paternidad biológica y la relación de filiación legal que
corresponda; y probablemente la inseminación post mortem con semen de varón −sea o no cónyuge− ), en
particular llamada clonación −reproductiva− verdadera o en sentido estricto, en la medida en que se priva a
uno de los progenitores desde el punto de vista biológico y en ocasiones también desde el punto de vista legal,
sin entrar por el momento en otros intereses del futuro hijo que también podrían verse implicados, como
serían los que afecten al desarrollo de su personalidad.
En resumen, sea cual fuere el fundamente jurídico − constitucional de un derecho a la reproducción, tal
derecho admite que los poderes públicos puedan someterlo a restricciones cuando se recurre a técnicas
asistidas, como sucede con la clonación con fines reproductivos, si con ello se pueden ver afectados otros
intereses, como son los relativos a la futura descendencia.
Los bienes jurídicos merecedores de protección en relación con la clonación.
El filósofo alemán Hans Jonas se planteó hace ya unos años algunos dilemas éticos implicados en la clonación
de seres humanos.
No obstante, Jonas entendía entonces que lo que debía centrar la reflexión ética era la busquedad de una
excelencia merecedora de perpetuación y reproducción, al tener implícito un objetivo más noble que los
anteriores.
En la actualidad, y a la vista de los más recientes acontecimientos científicos, la sola perspectiva de clonar
embriones humanos, sea con propósitos reproductivos o no, ha desatado una reacción contraria muy
extendida. Pero lo que resulta realmente llamativo es la parquedad de los argumentos sobre los que se ha
13
venido sustentando estas posiciones, por lo general terminantes, pero asimismo poco matizadas.
Es cierto que es frecuente el recurso a la vulnaración de la dignidad humana que supone las diversas técnicas
de clonación, en la medida en que se cosificarían o instrumentalizarían los embriones o incluso los seres
humanos resultantes de aquéllas.
Por consiguiente, procede identificar cuál es o son los bienes jurídicos dignos de protección que sé prodrían
oponer a la clonación en sus diversas variantes, comprobando en que medida esta técnica y sus resultados
podrían afectar a tales bienes.
2.2 SOCIEDAD DE BIOÉTICA CONSIDERA ÉTICAMENTE INACEPTABLE LA CLONACIÓN
HUMANA.
Declaraciones de José Hernandéz Yago, VALENCIA, 27 de noviembre 2001: El presidente de la Sociedad
Valenciana de Bioética, José Hernandéz Yago, ha mostrado su rechazo a la clonación de embriones humanos
para conseguir células madre, anunciada por primera vez por una empresa norteamericana, y ha subrayado
que hay técnicas alternativas para obtener las mismas células respetando la dignidad humana, es decir, sin
necesidad de clonar embriones humanos que luego son destruidos. En declaraciones a la agencia AVAN, el
científico ha precisado que el cordón umbilical de los recién nacidos está repleto de células madre que se
pueden utilizar después para la regeneración de distintos tejidos, sin necesidad de tener que `jugar' a poner en
marcha vidas humanas para luego tener que destruirlas. El especialista ha admitido que «nos encontramos ante
un fin de extraordinario interés científico−médico, como es el de la medicina regenerativa, pero con medios
éticamente inaceptables, y nunca el fin justifica los medios».
En este caso, «estamos olvidando que el embrión es un ser humano con la estructura anatómica, fisiológica y
bioquímica que corresponde a esa etapa específica de su desarrollo», concluye.
Los firmantes de la Declaración Bioética de Gijón 2000 consientes del peligro que las desviaciones de rápidos
progresos de la biología y la medicina pueden significar para los derechos humanos, afirmas literalmente en el
punto décimo: La creación de individuos humanos genéticamente idénticos por clonación debe prohibirse. La
utilización de células troncales con fines terapéuticos debe permitirse siempre que la obtención de esas células
no implique la destrucción de embriones.
No obstante, ante la polémica suscitada por la postura del Gobierno británico de respaldar la clonación de
embriones humanos con fines terapéuticos, Marcelo Palacios, (presidente del Comité Científico de la
Sociedad Internacional de Bioética), se apresuro a declarar que consideraba admisible esa postura, y afirmó:
No puede haber un debate ético porque no se trata de embriones humanos, ya que estas células no se producen
de forma natural. Las reservas éticas que se pudieran tener deben objetivamente ceder y son salvables debido
a las altas metas médicas que se podrían obtener.
Médicos Cristianos de Cataluña: ¿clonación humana? Operación de marketing
Declaraciones de su presidente Josep María Simón
BARCELONA, 26 noviembre 2001− El presidente de Médicos Cristianos de Cataluña, Josep María Simón,
dudó hoy de la veracidad del experimento de clonación del primer embrión humano al asegurar que «para
demostrar los experimentos científicos, debe explicarse todo el proceso», ya que, de ser cierto, «otros
laboratorios del mundo lo habrían reproducido.
En declaraciones a Europa Press, Simón aseguró este lunes que «ya hay otros antecedentes de anuncios de
clonación humana» y que en el caso del experimento de la empresa Advanced Cell Technology (ACT), «todos
sabemos que las universidades y entidades de Estados Unidos también necesitan campañas de marketing».
En cualquier caso, Simón aseguró que esta técnica es «muy peligrosa». «Al ser humano no se le puede
manipular ni congelar: seguro que a los científicos de ACT no les gustaría que les congelaran», apuntó.
«Estamos a favor del posicionamiento del Consejo de Europa que pide que no se produzcan clonaciones»,
añadió.
14
Japón prohibirá en diciembre todo tipo de clonación humana:
Será castigada con hasta diez años de cárcel
TOKIO, 26 noviembre 2001.− Las autoridades japonesas dictarán una directriz en diciembre que amplía la
prohibición de clonar embriones humanos para obtener células madre y curar enfermedades.
La orden del ministerio de Educación y Ciencia, de la que se hicieron eco este domingo las agencias
internacionales de noticias, llega después de que la empresa estadounidense Advanced Cell Technology
(ACT) anunciara en ese mismo día la clonación de embriones humanos.
La disposición del gobierno asiático se basa en la ley que prohibe la clonación de seres humanos porque con
ella se pone en peligro «la dignidad de la persona, la seguridad biológica de la especie y el mantenimiento del
orden social».
Estados Unidos prohibe financiar con fondos federales proyectos relacionados con la clonación humana, pero
no regula las investigaciones del sector privado como la de ACT.
La normativa japonesa, en vigor desde junio, prohibe la clonación de seres humanos, pero permitía el cultivo
controlado de embriones para producir tejidos y órganos.
La legislación de los problemas éticos relacionados con la clonación queda bajo supervisión del ministerio de
Educación y Ciencia, que puede imponer penas de hasta 10 años de cárcel y multas de más de 80.000 dólares
a los infractores.
Líderes de religiones condenan el experimento de clonación:
«Son aprendices de brujo que no saben dónde irán a parar»
ROMA, 27 noviembre 2001.− Los representantes de las diversas religiones se han expresado sobre el anuncio
de un experimento de clonación humana realizado por la empresa estadounidense «Avanced Cell
Technology».
La Iglesia Ortodoxa, al condenar la clonación de seres humanos, evoca «crímenes contra la humanidad de
marca nazi».
«La destrucción de un embrión equivale a un aborto, es decir un homicidio», afirmó el padre Antoni Ilin,
portavoz del Patriarcado de Moscú y de todas las Rusias.
«Condenamos la clonación humana, tanto con fines terapéuticos como reproductivos. El embrión, desde el
momento de su concepción está revestido de la dignidad humana y bendecido con el don de la vida. La
llamada clonación terapéutica no es otra cosa sino la peor instrumentalización de un ser humano, sacrificado
en provecho de otros».
Por su parte la Unión de las Comunidades Islámicas en Italia ha dicho: «Condenamos de modo neto y
absoluto cualquier intento de modificar o imitar la creación».
«Incluso si dicen que no pretenden la clonación reproductiva sino la terapéutica −−ha dicho el secretario,
Roberto Hamza−− son aprendices de brujo que no saben dónde irán a parar: es un desafío contra Dios que
llevará a desastres graves».
Por su parte el nuevo rabino jefe de Roma, quien además es médico (jefe de Departamento de Radiología),
Ricardo Di Segni, ha declarado seguir «con gran atención todos los avances relativos a las técnicas de
procreación y las posibles aplicaciones en el campo humano. Se abren escenarios angustiosos, difíciles de
controlar por lo que es necesaria extrema cautela».
La clonación humana, grave amenaza contra la vida: afirma el Papa:
Reacción al experimento realizado por un laboratorio privado en EE. UU.
2.3 CARTA DE DERECHOS EN GENÉTICA.−
Admitiendo que históricamente el pueblo ha formulado Cartas de Derechos para limitar las violaciones de
valores fundamentales, el Consejo para una Genética Responsable (Council for Responsible Genetics) ha
desarrollado una Carta de Derechos en Genética. Promotores entusiastas de ingeniería genética fracasan en
admitir cuán poco saben de los sistemas complejos que manipulan, y han emprendido una aventura
imprudente, manoseando la genética humana y el medio ambiente. Las agencias gubernamentales han hecho
15
poco para proteger al público, mientras que ha crecido la demanda pública para un debate genuino. Por ello, el
Consejo ofrece esta Carta de Derechos como un marco para establecer standars y límites públicos apropiados
para la biotecnología:
Para proteger nuestros derechos e integridad humana y la integridad bioló−gica de la tierra, proponemos esta
Carta de Derechos en Genética:
1.− Todas las personas tienen el derecho a la preservación de la diversidad biológica y genética de la tierra.−
2.− Todas las personas tienen el derecho a un mundo en el cual los organis−mos vivos no puedan ser
patentados, incluyendo seres humanos, ani−males, plantas, microorganismos y todas sus partes.−
3.− Todas las personas tienen el derecho a un suministro de alimento que no haya sido genéticamente
logrado.−
4.− Todas las personas indígenas (nativas) tienen el derecho a dirigir sus propios recursos biológicos, a
preservar su conocimiento tradicional, y a proteger a éstos de la expropiación y biopiratería, por los intereses
cientí−ficos, corporativos o gubernamentales.−
5.− Todas las personas tienen el derecho a la protección contra toxinas, otros contaminantes, o acciones que
puedan dañar su construcción genética y su descendencia.−
6.− Todas las personas tienen el derecho a la protección contra medidas eugenésicas como esterilización
forzada o procedimientos obligatorios di−rigidos a abortar o manipular embriones o fetos seleccionados.−
7.− Todas las personas tienen el derecho a la privacidad genética, incluyen−do el derecho a prevenir la toma o
almacenamiento de muestras corporales para información genética sin su voluntario consentimiento
informado.−
8.− Todas las personas tienen el derecho a ser libres de discriminación genética.−
9.− Todas las personas tienen el derecho a pruebas de ADN para defenderse en procedimientos criminales.−
10.− Todas las personas tienen el derecho a haber sido concebido, gestado y nacido, sin manipulación
genética.−
3. TERRORISMO CONTRA EMBRIONES HUMANOS
¿Será la ciencia para el hombre o el hombre para la ciencia? Tal dilema parece discutirse tras el reciente
anuncio de la compañía estadounidense Advanced Cell Technology Inc. De que había logrado clonar con
"éxito" un embrión humano para producir células madres con fines terapéuticos.
Las reacciones no se dejaron esperar en diversas partes del mundo. El pasado lunes la Casa Blanca ha pedido
al Congreso que prohíba totalmente la clonación humana, tras el "orgulloso" anuncio de la mencionada
empresa estadounidense.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que desde el punto de vista del Presidente George Bush, la
prohibición sería la medida más acertada que pueden tomar las cámaras del Congreso.
"Como sociedad, no debemos crear vida para luego destruirla", declaró Bush.
Al mismo tiempo, el Vaticano expresó este domingo su preocupación por el anuncio de la primera clonación
16
de un embrión humano y recordó su condena de cara a ese tipo de experimentación.
"Todavía no sabemos exactamente de qué tipo de proceso se trata y si puede ser definido como una verdadera
clonación humana", declaró monseñor Tarcisio Bertone, secretario de la Congregación para doctrina de la fe a
la agencia de prensa italiana Ansa.
"Aún son necesarias una serie de verificaciones científicas", añadió.
El prelado recordó la condena del Vaticano de cualquier clonación humana.
"Hay que hacer una distinción", señaló. "Si los científicos norteamericanos han extraído una célula estaminal
de un paciente para insertarla en un óvulo con el fin de reprogramarlo genéticamente, si a continuación se ha
formado un embrión, si ese embrión ha sido destruido, si las células de ese embrión han sido cultivadas para
obtener células estaminales que después se convierten en células nerviosas, entonces se trata de una verdadera
clonación humana y debe ser condenada porque se ha creado y después se ha destruido un verdadero embrión
humano", explicó.
"Pero si, por el contrario, los científicos norteamericanos han logrado obtener células estaminales similares a
las del paciente utilizando células estaminales no embrionarias, entonces se trataría de una verdadera
conquista científica que se podría considerar como éticamente positiva", señaló. Juan Carlos Magallanes. (El
Editor virtual)
El Gobierno chino contra todo tipo de clonación humana
PEKÍN, 29 noviembre 2001.− El Gobierno de China expresó este jueves su oposición a toda experiencia que
suponga clonar a un ser humano, ya sea con carácter reproductivo o como erróneamente se dice «terapeútico»,
anunció el ministro de Sanidad chino, Zhang Wenkang.
«China no aprueba ni acepta ninguna experiencia de clonación humana, de manera clara y definitiva», explicó
el exponente gubernamental a la agencia «China News».
El Gobierno uruguayo: la clonación, «un proceso antinatural»
MONTEVIDEO, 29 noviembre 2001.− El gobierno uruguayo se pronunció este jueveds contra la clonación
humana al considerar que es «un proceso antinatural» que generará problemas legales por la ausencia de
progenitores, según sostuvo el ministro de Salud Pública, Luis Fraschini.
«Hay una iniciativa de ley que tiende a la prohibición de la clonación en el país. Nosotros (el gobierno) vamos
a apoyar la prohibición de la clonación», dijo Fraschini al semanario «Búsqueda».
El ministro subrayó que «sobre este tema hay una coincidencia entre todos los sectores (políticos) de que la
clonación no es buena para el país».
El Parlamento Europeo rechaza un informe que permitía la clonación terapéutica
Se oponen al texto tanto conservadores como progresistas
BRUSELAS, 29 noviembre 2001.− El pleno del Parlamento Europeo rechazó este jueves un informe
redactado por la comisión temporal sobre la genética que se oponía a la clonación humana reproductiva, pero
que abría la puerta a la terapéutica.
El Pleno rechazó el texto presentado por el eurodiputado italiano del Partido Popular Francesco Fiori por 316
votos en contra, 37 a favor y 47 abstenciones.
Se opusieron al texto defensores de posiciones contrapuestas. Algunos diputados consideraban que era
demasiado laxista, pues abría el paso a una auténtica clonación humana, aunque fuera por motivos de
experimentación médica.
Otros sectores lo consideraron demasiado rígido, pues no promovía la financiación comunitaria para la
investigación con células estaminales producidas con la clonación de embriones.
El comisario europeo de Ciencia y Tecnología, Philippe Busquin, señaló que los últimos experimentos en
Estados Unidos por parte de Advanced Cell Tecnology (ACT) demuestran la urgencia de hacer una reflexión
profunda en este ámbito en el ámbito europeo.
17
Aunque apoyó la iniciativa franco−alemana de establecer un convenio internacional para la prohibición de la
clonación humana, recordó que la Unión Europea no posee competencias legislativas en este tema, y que son
los Estados miembros quienes deben establecer una reglamentación al respecto.
La Comisión Europea celebrará una conferencia sobre «Células madre y terapias» el 18 y 19 de diciembre en
Bruselas.
3.1 ANTE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y LA LIBERTAD DE INVESTIGACIÓN
En el ámbito de los derechos humanos, la posible clonación humana significaría una violacíon de los dos
principios fundamentales en los que se basan todos los derechos del hombre: el principio de igualdad entre los
seres humanos y el principio de no discriminación.
Contrariamente a cuanto pudiera parecer a primera vista, el principio de igualdad entre los seres humanos es
vulnerado por esta posible forma de dominación del hombre sobre el hombre, al mismo tiempo que existe una
discriminación en toda la perspectiva selectiva−eugenista inherente en la lógica de la clonación. La
Resolución del Parlamento Europeo del 12 de marzo de 1977 reafirma con energía el valor de la dignidad de
la persona humana y la prohibición de la clonación humana, declarando expresamente que viola estos dos
principios. El Parlamento Europeo, ya desde 1983, así como todas las leyes que han sido promulgadas para
legalizar la procreación artificial, incluso las más permisivas, siempre han prohibido la clonación. Es preciso
recordar que el Magisterio de la Iglesia, en la Instrucción Donum vitae de 1987, ha condenado la hipótesis de
la clonación humana, de la fisión gemelar y de la partenogénesis. Las razones que fundamentan el carácter
inhumano de la clonación aplicada al hombre no se deben al hecho de ser una forma excesiva de procreación
artificial, respecto a otras formas aprobadas por la ley como la FIVET y otras.
Como hemos dicho, la razón del rechazo radica en la negación de la dignidad de la persona sujeta a clonación
y en la negación misma de la dignidad de la procreación humana. Lo más urgente ahora es armonizar las
exigencias de la investigación científica con los valores humanos imprescindibles. El científico no puede
considerar el rechazo moral de la clonación humana como una ofensa; al contrario, esta prohibición devuelve
la dignidad a la investigación, evitando su degeneración demiúrgica. La dignidad de la investigación científica
consiste en ser uno de los recursos más ricos para el bien de la humanidad. Por lo demás, la investigación
sobre la clonación tiene un espacio abierto en el reino vegetal y animal, siempre que sea necesaria o
verdaderamente útil para el hombre o los demás seres vivos, observando las reglas de la conservación del
animal mismo y la obligación de respetar la biodiversidad específica.
La investigación científica en beneficio del hombre representa una esperanza para la humanidad,
encomendada al genio y al trabajo de los científicos, cuando tiende a buscar remedio a las enfermadades,
aliviar el sufrimiento, resolver los problemas debidos a la insuficiencia de alimentos y a la mejor utilización
de los recursos de la tierra.
Para hacer que la ciencia biomédica mantenga y refuerce su vínculo con el verdadero bien del hombre y de la
sociedad, es necesario fomentar Ccomo recuerda el Santo Padre en la Encíclica Evangelium vitaeC una *
mirada contemplativa + sobre el hombre mismo y sobre el mundo, como realidades creadas por Dios, y en el
contexto de la solidaridad entre la ciencia, el bien de la persona y de la sociedad.
* Es la mirada de quien ve la vida en su profundidad, percibiendo sus dimensiones de gratuidad, belleza,
invitación a la libertad y a la responsabilidad. Es la mirada de quien no pretende apoderarse de la realidad,
sino que la acoge como un don, descubriendo en cada cosa el reflejo del Creador y en cada persona su imagen
viviente + (Evangelium vitae, 83).
Extracto del texto hecho por el Vaticano:
MARCO HISTORICO
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4. TEORIA
En biología, por clon se entiende un grupo de organismos de idéntica constitución genética que procede de un
único individuo mediante multiplicación sexual, siendo a su vez iguales a el. La obtención de clones
−clonación− es una practica habitual en muchas especies de plantas donde la reproducción asexual vegetativa
por esquejes es posible. Sin embargo, la obtención de clones en especies animales no es normal, aunque
posible.
A continuación se describen algunos aspectos históricos de clonación como técnica experimental en
vertebrados que desembocó en la obtención de mamíferos clónicos por transferencia de núcleos de células
diferenciadas.
• Técnicas de clonación:
En vertebrados se han hecho experimentos de clonación en anfibios y en mamíferos, de acuerdo con los tipos
siguientes:
Partición o Gemelación: división de embriones por bisección o separación de blastómeros en los primeros
estadios de desarrollo embrionario. Los productos que se obtienen son iguales entre sí pero diferentes a sus
progenitores.
Transferencia de núcleos: transferencia o trasplante de núcleos diplóides a ovocitos, óvulos o cigotos
enucleados. La importancia del citoplasma de la célula al mandar las instrucciones moleculares a la
información genética del núcleo para iniciar le proceso de desarrollo embrionario justifica el tipo de células
utilizadas como receptoras. Se pueden distinguir dos casos según sea la procedencia de los núcleos.
Núcleos transferidos procedentes de células embrionarias no diferenciadas.
Núcleos transferidos procedentes de células diferenciadas (adultas, fetales o embrionarias). Desde el punto de
vista de sus posibles aplicaciones en mamíferos, la importancia de utilizar como donadores individuos adultos
radican en su valor genético probado.
• Clonación en anfibios mediante transferencia de núcleos:
La idea de utilizar una técnica de transferencia de núcleos en embriología experimental se remonta a 1938 en
que spemann propuso dicha técnica para estudiar el papel relativo que el núcleo y el citoplasma juegan en el
control de los primero momentos del desarrollo embrionario, pero que tuvieron que pasar todavía muchos
años hasta que se aplico en anfibios.
La experiencia de clonación en anfibios por transferencia de núcleos se inició en la década de los 50. Las
clonaciones de briggs y king y de di berardini y king en rana papiens consistieron en transferir núcleos de
células de blástula, gástrula, néurola y renacuajo a citoplasmas de óvulos sin fecundar que habían sido
previamente enucleados mediante micromanipulaciòn y de esta manera, comprobar si tales núcleos eran
capaces de eche marcha atrás en su proceso informativo y volver a dar un desarrollo normal.
Los mencionados autores observaron que al transferir núcleos de blástula el desarrollo se completaba con
normalidad, mientras que la utilizar núcleos procedentes estadios más avanzados disminuía progresivamente
su capacidad para dar un nuevo desarrollo normal. De sus resultados dedujeron que la capacidad de los
núcleos para procurar una diferenciación coordinada se va restringiendo paulatinamente, es decir, van
perdiendo gradualmente su toipotencia. En otras palabras, las células diferenciadas no eran totipotentes.
Sin embargo, las experiencias realizadas en la década de los 60 en el sapo con garras, xenopus laevis, por
19
gurdon y uehilinger parecen contradecir las conclusiones anteriores porque lograron obtener un macho y una
hembra adultos normales trasplantando núcleos de células diferenciadas (células cliadas de epitelio intestinal)
de renacuajo a citoplasma de óvulos enucleados por radiación ultravioleta. Más tarde, otro grupo de
investigación obtenía tan bien una hembra de xenopus a partir de células diferenciadas de renacuajo: en
conjunto, los tres adultos obtenidos suponen un 0.2% de éxito respecto al total de núcleos transferidos.
Es importante hacer notar que aunque los núcleos transplantados procedían de células diferenciadas de
renacuajos, estos no son individuos adultos sino estadios intermedios en la metamorfosis del anfibio. De
hecho, parece ser que hasta la fecha no se ha logrado obtener individuos normales a partir de trasplantes de
núcleos de células diferenciadas procedentes de individuos adultos.
ESPECIE
CELULA RECEPTORA
Rana papiens
CÉLULA DONADORA DEL
NUCLEO
Blástula normal
Gástrula
Óvulo sin fecundar enucleado
(briggs y king 1952−1967)
néurola
Renacuajo
Xenopus lavéis
Óvulo sin fecundar enucleado
Diferenciada: célula ciliada epitelial de
intestino de renacuajo.
Óvulo sin fecundar enucleado
Diferenciada: células epidérmicas y
melanóforos de renacuajo.
(gordón, 1960)
(Kobel y col, 1973)
• Clonación de mamíferos mediante transferencia de núcleos.
Los éxitos obtenidos en la clonación de anfibios estimuló él intentarlo también en mamíferos de laboratorio
(ratón) y de granja (vaca, oveja, cabra), sin embargo se tardaron bastantes años para lograr los primeros.
Resultados positivos, aunque parciales por cuanto los núcleos que se transferían procedían de células
embrionarias no diferenciadas. Por fin en 1997 se obtuvo por primera vez en la historia de la ciencia un
mamífero clónico mediante transferencia de núcleos procedentes de células diferenciadas. Wilmut y
colaboradores obtuvieron ovejas clónicas utilizando núcleos procedentes de fibroblastos fetales y de epitelio
de glándula mamaria de oveja adulta. Este ultimo caso fue la oveja dolly. Al año siguiente, en 1998, se logró
se logro también la clonación a partir de células diferenciadas de ratones y en ganado vacuno.
5. UN RELATO CRONOLÓGICO DE LA CLONACIÓN EN MAMÍFEROS
Tras algunos intentos fallidos realizados en conejo el primer trabajo publicado sobre la clonación por
transferencia de núcleos en mamíferos fue realizado en el ratón (musculus) en 1981 por illmensee y hoppe,
quienes demostraron que los núcleos de la célula de la masa celular interna (mci) del blastocisto son
totipotentes. La técnica experimental consistió en inyectar con una micropipeta dichos núcleos en el
citoplasma de óvulos fecundados a los que se extraerían por succión los pronúcleos masculino y femenino
después de la inyección nuclear utilizando la misma micropipeta. Sin embargo, en experimentos similares en
los que se inyectaban núcleos extraídos de células del trofoectodermo del blastocisto, los embriones obtenidos
detenían su desarrollo en los estadios primeros de preimplantación
En relación con este trabajo hay que destacar que fue puesto en duda por algunos científicos, argumentando
ciertas irregularidades del protocolo experimental. No obstante, de ser correcta la investigación realizada, la
importancia de este elemento de illmensee y hoppe radicaría en ser el primero en lograr la formación de un
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individuo a término en un mamífero. Sin embargo, hay que destacar dos hechos: uno, que se utilizo un huevo
fecundado, lo cual posiblemente, sirvió para poner en marcha los mecanismos o señales citoplasmáticas
propias de un cigoto normal para iniciar las divisiones embrionarias. El otro aspecto a considerar es que los
núcleos trasplantados no pertenecían a células diferenciadas. De hecho, cuando los núcleos transferidos
procedían de células del trofoectodermo el experimento no tuvo éxito.
Posteriormente hoppe y illmensee describieron la obtención de individuos normales a partir de la transferencia
a óvulos de núcleos de células de la masa celular interna (mci) de blastocistos partenogenéticos originados por
activación de ovocitos tras la inducción de la ovulación mediante gonadotropinas. La técnica de transferencia
nuclear y de enucleación (succión de los dos pronúcleos) del cigoto fue la misma que se ha descrito
anteriormente. Este experimento demostraría que los núcleos de la mci de los blastocistos partenogenéticos
son totipotentes y tienen una genoma diploide partenogenético funcional. Este hecho permite plantear la
cuestión de por qué los blastocistos partenogenéticos no son capaces de continuar su desarrollo
postimplantatorio si realmente su genoma parece ser normal. Hay que indicar también que en esta experiencia,
como en la del año 1981 antes citada la transferencia de núcleos de células del trofoectodermo dio resultados
negativos; es decir, no eran totipotentes.
El siguiente paso experimental lo dieron en 1983 mcgrath y solter poniendo a técnica en la que enucleación de
los pronúcleos del cigoto lo hacían mediante succión con una micropipeta pero sin atravesar la membrana
plasmática, obteniendo así un carioplasto (núcleos rodeados por una membrana plasmática) que
posteriormente funcionaban con el cigoto enucleado mediante el virus sendai inactivo que favorece la función
de membranas. La supervivencia de los embriones manipulados con esta técnica era supero al 90%,
pareciendo indicar claramente que podría ser utilizable en experimentos de clonación. Sin embargo los
mismos autores no tuvieron éxito a l transferir núcleos blastómeros a cigotos enucleados.
El no haberse logrado ratones clónicos de células diferenciadas o incluso indiferenciadas se ha atribuido, entre
otras razones, al fenómeno de impronta genética que da lugar a diferencias funcionales de los genomas de
origen paterno y materno, pareciendo ser ambos necesarios parar el normal proceso de desarrollo.
Teniendo en cuenta que se considera al ratón como especie biológica modelo en experimentación
embriológica, cundió la idea de que la clonación era imposible en mamíferos. Ello pudo suponer una rémora
para el progreso de ese tipo de investigaciones. Sin embargo en 1986 willdsen consiguió el desarrollo normal
de ovejas a partir blastómeros de embriones de 8 ó 16 células fusionados mediante virus sendai o
electrofusion con la mitad enucleada obtenida por bisección de un ovocito en metafase. Ii, demostrando que
los núcleos de los blastómeros eran totipotentes. Por otro lado y casi simultanéamele, prather y otros
estudiantes del laboratorio de firist transfiriendo el núcleo de un embrión temprano de vaca a un ovocito
enucleado, haciendo crecer el embrión en el oviducto de una oveja hasta alcanzar el estadio de blastocisto para
depuse transferirlo al útero de una vaca madre subrogada, logrando de esta manera el nacimiento de un
ternero.
Siete años más tarde, en 1994 sims, y firist obtuvieron cuatro terneros por fusión con polietilenglicol de
ovocitos enucleados con células cultivadas de la masa celular interna de blastocistos de 9−12 días. Realizaron
659 fusiones de las que solamente 460(70%) comenzaron las divisiones embrionarias. Los embriones
obtenidos se mantuvieron en cultivo durante 7 días, al cabo de los cuales 109(24%) alcanzaron el estadio de
blastocisto. De ellos, solo fueron transferidos al útero de 27 vacas, de las que 13 (49%9 quedaron preñadas
finalmente 4 de ellas parieron otros tantos terneros. Es importante resaltar que, como, en los casos anteriores,
los individuos clonicos obtenidos procedían de células indiferenciadas.
En 1996 se produjo inflexión en el proceso de las técnicas utilizadas en los procesos de clonación ya que,hasta
entonces, la obtención de individuos clónicos en mamíferos a partir de transferencias de núcleo implicaba que
éstos procedieran directamente de células embrionarias o bien de sus correspondientes cultivos celulares
primarios. Sin embargo, en 1996 el grupo de investigación que dirige el Dr. Ian wilmul en el roslin instituto
21
de Edimburgo. Logró obtener por vez primera en mamíferos ovejas normales para transferencia de núcleos de
células de cultivos procedentes de discos embriónicos de blastocistos de nueve días que habían sido
mantenidos durante 6 a 13 repicados celulares. Antes de realizar la transferencia, las células del cultivo fueron
inducidas a un estado aquiescente por privación de suero en el medio, disminuyendo durante 5 días la
concentración de suero bovino fetal de un 10%a un 5%. La inducción de la aquiescencia en las células
donadoras puede modificar la estructura de su cromatina facilitando la repragramación genética del núcleo y
permitiendo el desarrollo completo normal.
Teniendo en cuenta que el desarrollo de los embriones producidos por trasferencia nuclear depende de las
interacciones entre el núcleo dodador y el citoplasma receptor, otro aspecto importante de la técnica es que la
célula receptora era un ovocito secundario en metafase 2 enucleado por succión. Dado que los ovocitos en
metafase 2 tienen una alta actividad del factor promotor de la maduración /mitosis /meiosis (mpf), los núcleos
transferidos que estaban en fase son capaces de iniciar la rotura de su membrana nuclear y la condensación de
la cromatina, de manera que se pueda originar una posterior reprogramación de la expresión génica.
Una vez reconstruidos los embriones por función (electrofunsión) de un ovocito enucleado y una célula del
cultivo en fase transfieren al oviducto ligado de una hembra para que inicien su desarrollo y al cabo de 7 días
se recuperan los embriones en estados de mórula o blastocisto y se introducen en el útero de la hembra que ha
de actuar como madre biológica para completar el desarrollo embrionario y llevar la gestación a término. En
algún caso la transferencia al ovocito es sustituida por un cultivo en el laboratorio.
Parecía, pues, que la técnica experimental estaba a punto, quedaba dar un nuevo salto cualitativo: utilizar
como donadores del núcleo células diferenciadas. Y así fue en efecto: al año siguiente, wilmut y
colaboradores obtenían ovejas viables por reconstrucción de embriones a partir de cultivos celulares
procedentes de discos embriónicos de blastocitos de 9días,de fibroblastos de fetos de 26 días y de epitelio de
glándula mamaria de una oveja adulta de 6 años en el último trimestre de gestación.
Como puede verse, los tres tipos de células donadoras dieron lugar a individuos vivos a término. Por primera
vez en la historia de la ciencia se lograba clonar un mamífero a partir de una célula diferenciada procedente
tanto de feto como de adulto. La morfología externa de los ocho corderos u ovejas obtenidas correspondía a la
raza de la célula donadora del núcleo y no a la del ovocito enucleado receptor y de la oveja que actuó como
madre biológica, que en ambos casos era la raza escocesa de cara negra. Con ello quedaba descartado que los
individuos nacidos pudieran proceder de un apareamiento inadvertido de las ovejas utilizadas como donadoras
de ovocitos o como madres biológicas. Además, para probar que se trataba de individuos obtenidos por
clonación se analizó y comparo eladn microsatélite en cuatro luci polímorfícos de los cultivos celulares
donadores, de los individuos nacidos y de las respectivas madres biológicas.
Hay que señalar también que en su experimento. Wilmut y colaboradores obtuvieron también tres individuos a
partir de células diferenciadas (fibroblastos) fetales, aunque pasaron desapercibidos porque lo más llamativo e
importante había sido el nacimiento de la oveja dolly obtenida a partir de una célula diferenciada (tejido
epitelial de glándula mamaria) de una oveja adulta.
Sin pretender restar mérito alguno al experimento, es importante señalar que, tal como indicaba los propios
autores, el cultivo celular primario utilizado contiene en su mayor proporción (>90%) celulares epiteliales
mamarias así como otros tipos de células diferenciadas, incluyendo células mioepiteliales y fibroblastos. Sin
embargo, los autores dicen que no pueden incluir la posibilidad de que haya una pequeña proporción de
células troncales relativamente indiferenciadas capaces de la regeneración de las glándulas mamarias durante
la gestación ,al hacer la fusión de una célula del cultivo con el ovocito enucleado ellos no sabían cuál era el
fenotipo de la célula fusionada; es decir si era epitelial, mioepitelial, fibroblástica o troncal. En cualquier caso,
como se señala anteriormente, era la primera vez que se obtenía un mamífero clonado a partir de un tejido de
un individuo adulto. Por otro lado, la presencia de células troncales en diversos tipos de tejidos y órganos de
individuos adultos parece que está siendo constatada cada vez con mayor frecuencia.
22
En el mismo año de 1997,el grupo de wilmut obtenía de nuevo seis ovejas clónicas por transferencia de
núcleos de fibroblastos fetales primarios. Entre ellas había tres ovejas transgénitas portadoras del gen humano
que codifica para el factor ix de coagulación de sangre. Por su parte en 1997,el grupo del Dr. Wolf en el
oregon regional primate research center, trabajando con el mono rhesus, obtuvo 29 embriones por
transferencia de núcleos de células indiferenciadas que fueron en el útero de 9 hembras de las que tres
quedaron preñadas y solo dos dieron lugar al nacimiento de sendos macacos: un macho y una hembra. Sin
embargo, l os más de cien embriones obtenidos en el primer semestre de 1998 por transferencia de núcleos
procedentes de fibroblastosfetales (100) y adultos (9) dieron negativo.
Podría decirse que no menos importante que la propia obtención de la oveja dolly ha sido la validación y
ratificación de las técnicas utilizadas. Los resultados experimentados obtenidos por el grupo de investigación
del Dr. Ian wilmut en el roslin instituto de Edimburgo han dejado de ser una mera anécdota − cómo algunos
detractores decían− para ser unos auténticos resultados experimentales ratificados por otros grupos de
investigación que han repetido la técnica de transferencia de núcleos de células diferenciadas de animales
adultos en otras especies como el ganado vacuno o el ratón. En esta ultima especie el Dr. Yamagimachi y
colaboradores, de la universidad de hawai, obtuvieron hembras clónicas a partir de células diferenciadas del
cúmulo que rodean el ovocito; de hay el nombre de cumulina con los que se denominó que el ratón es la
especie considerada como modelo biológico animal idónioeste último trabajo tiene una importancia
considerable; hasta el punto de que en el mismo número de la revista nature(23 de julio de 1998)en el que
aparecía publicado el artículo, firmaba el Dr. Davor Solter un comentario− titulada dolly es el clon y ya no
está sola por más tiempo en el que daba el espaldarazo definitivo de la clonación en mamíferos, aceptando ya
sin duda alguna la validez científica de dolly. Este comentario del Dr. solter tiene mayor significación que en
1984 había afirmado muy categóricamente, arrastrando en su creencia a la comunidad científica, que la
clonación de mamíferos pro simple transferencia nuclear es biológicamente imposible. Abundando en el tema,
en ese mismo artículo de la revista nature se publicaban dos trabajos adicionales que volvían a demostrar
molecularmente que dolly procedía verdaderamente de una célula de la glándula mamaria de la oveja adulta
donadora.
En el ganado vacuno, el grupo de trabajo que dirige el Dr. Renard implantó en 35 vacas 61 blastocistos
obtenidos por transferencia de núcleos de células somáticas diferenciadas a ovocitos enucleados, consiguiendo
el nacimiento de la ternera marguerite que había sido clonada a partir de una célula muscular de un feto de 60
días. Al parecer dicha ternera murió posteriormente. Por otro lado el Dr. Renard informó que había cuatro
gestacimes en marcha. Ya en la parte final del embarazo. Una de las gestaciones procede de la clonación de
una célula del epitelio fetal con un marcador transgénico y otra del epitelio de un ternero de dos semanas de
edad.
Por su parte, el grupo que dirige el Dr. Roble obtuvo también en 1998 tres terneros clónicos transgénicos a
partir de fibroblastos no quiescentes procedente de un feto de 5 días. Por otra parte, en el congreso
internacional de reproducción animal de 1998 que tuvo lugar en Milán, se presentaron también sendos
trabajos que describían la obtención de embriones clónicos de ganado vacuno a partir de células musculares o
de la piel.
Más recientemente, en diciembre de 1998, sunoda y colaboradores publicaron un trabajo en el que obtuvieron
ocho terneras clónicas a partir de células del cúmulo y de células epiteliales de oviducto de una misma vaca.
Esta investigación supone la confirmación de las técnicas de clonación por transferencia de núcleo a partir de
células diferenciadas en la especie bovina y abre una esperanza al aumento de eficacia de las técnicas
utilizadas. De las ocho terneras cuatro murieron nada más al nacer, pero las otras cuatro, dos habían cumplido
ya 120 días y las otras dos 85 días el 1 de noviembre de 1998 fecha en que su trabajo entraba en prensa.
En mayo de 1999 se ha publicado el primer trabajo (baguisi y colaboradores) de clonación de cabras por
transferencia de núcleos, que además son a su vez transgéneticas, y producen en la leche antitrombina III
humana.
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5.1 NOTAS HISTÓRICAS.
El progreso del conocimiento y el correspondiente desarrollo de la técnica en los campos de la biología
molecular, la genética y la inseminación artificial ha hecho posible, desde hace algún tiempo, la
experimentación y la clonación en el ámbito de las especies vegetales y animales".
"La noticia sobre el nacimiento de la oveja Dolly, publicada por la revista 'Nature' el 27 de febrero de 1997,
conmocionó a la opinión pública de modo excepcional, y provocó pronunciamientos de comités y autoridades
nacionales e internacionales, porque se trataba de un hecho nuevo y considerado inquietante".
"La novedad del hecho es doble. Por una parte, no se ha tratado de una escisión gemelar, sino de una novedad
radical definida como clonación, esto es, de una reproducción asexual y agámica dirigida a producir
individuos biológicamente iguales al individuo adulto que proporciona el patrimonio genético nuclear. Por
otra parte, este tipo de clonación verdadera y propia se consideraba hasta ahora imposible".
"Superada esta supuesta imposibilidad, parece que ya está abierto el camino hacia la clonación humana,
entendida como replicación de uno o más individuos somáticamente idénticos al donante".
"Este hecho ha provocado justamente ansiedad y alarma. Pero después de una primera fase de oposición
unánime, algunas voces han querido llamar la atención sobre la necesidad de garantizar la libertad de
investigación".
"Por tanto, es útil examinar atentamente este hecho considerado inquietante".
Los progresos del conocimiento y los consiguientes avances de la técnica en el campo de la biología
molecular, la genética y la fecundación artificial han hecho posibles, desde hace tiempo, la experimentación y
la realización de clonaciones en el ámbito vegetal y animal.
Por lo que atañe al reino animal se ha tratado, desde los años treinta, de experimentos de producción de
individuos idénticos, obtenidos por escisión gemelar artificial, modalidad que impropiamente se puede definir
como clonación.
La práctica de la escisión gemelar en campo zootécnico se está difundiendo en los establos experimentales
como incentivo a la producción múltipla de dados ejemplares seleccionados.
En el año 1993 Jerry Hall y Robert Stilmann, de la George Washington University, divulgaron datos relativos
a experimentos de escisión gemelar (splitting) de embriones humanos de 2, 4 y 8 embrioblastos, realizados
por ellos mismos. Se trató de experimentos llevados a cabo sin el consentimiento previo del Comité ético
competente y publicados Csegún los autoresC para avivar la discusión ética.
Sin embargo, la noticia dada por la revista Nature Cen su número del 27 de febrero de 1997C del nacimiento
de la oveja Dolly, llevado a cabo por los científicos escoceses Jan Vilmut y K.H.S. Campbell con sus
colaboradores del Roslin Institute de Edimburgo, ha sacudido la opinión pública de modo excepcional y ha
provocado declaraciones de comités y de autoridades nacionales e internacionales, por ser un hecho nuevo,
considerado desconcertante.
La novedad del hecho es doble. En primer lugar, porque se trata no de una escisión gemelar, sino de una
novedad radical definida como clonación, es decir, de una reproducción asexual y agámica encaminada a
producir individuos biológicamente iguales al individuo adulto que proporciona el patrimonio genético
nuclear. En segundo lugar, porque, hasta ahora, la clonación propiamente dicha se consideraba imposible. Se
creía que el DNA de las células somáticas de los animales superiores, al haber sufrido ya el imprinting de la
diferenciación, no podía en adelante recuperar su completa potencialidad original y, por consiguiente, la
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capacidad de guiar el desarrollo de un nuevo individuo.
Superada esta supuesta imposibilidad, parecía que se abría el camino a la clonacíon humana, entendida como
réplica de uno o varios individuos somáticamente idénticos al donante.
El hecho ha provocado con razón agitación y alarma. Pero, después de un primer momento de oposición
general, algunas voces han querido llamar la atención sobre la necesidad de garantizar la libertad de
investigación y de no condenar el progreso; incluso se ha llegado a hablar de una futura aceptación de la
clonación en el ámbito de la Iglesia católica.
Por eso, ahora que ha pasado un cierto tiempo y que es está en un período más tranquilo, conviene hacer un
atento examen de este hecho, estimado como un acontecimiento desconcertante.
5.2 EN BUSQUEDAD DE UNA SOCIEDAD PERFECTA
Este articulo fue publicado el 22 de septiembre de 2000 por la revista ¡Despertad!, La cual es dirigida por los
Testigos de Jehová, en el cual podemos encontrar el desarrollo que ha tenido la clonación a través de los años:
Sería maravilloso vivir en un mundo mejor cuyos ciudadanos no estuviesen aquejados de dolores,
enfermedades ni minusvalías, sí, en una comunidad mundial exenta de delitos y contiendas, en una familia
humana libre de la muerte.
Es obvio que para alcanzar tales objetivos harían falta cambios trascendentales en el propio género humano.
Las ideas sobre cómo mejorar la humanidad no son nuevas. Hace unos dos mil trescientos años, el filósofo
griego Platón escribió: Lo mejor de un sexo debería unirse con lo mejor del otro tan a menudo como fuera
posible, lo inferior con lo inferior lo más raramente posible. No obstante, fue en fechas mucho más recientes
cuando se realizarón las primeras tentativas serías para perfeccionar a la familia humana. Surgía así una nueva
disciplina: la eugenesia.
El término eugenesia lo acuño en 1883 el científico británico sir Francis Galton, primo de Charles Darwin.
Esta palabra se deriva de un vocablo griego compuesto que significa de buen nacimiento o de herencia noble.
Galton era consciente de que la cría selectiva conseguía que algunos animales y flores tuvieran ciertas
cualidades deseables. ¿No sería posible, por tanto, mejorar la humanidad con métodos análogos? Galton creía
que sí. Argumentaba que si se dedicase a la mejora del género humano una mínima parte del dinero y el
empeño que se empleaban en la crianza de caballos y vacas, se obtendría una galaxia de genios.
Influido por los escritores de Darwin, Galton razonaba que había llegado la hora de que el ser humano
asumiera las riendas de su propia evolución. Durante los primeros decenios del siglo XX, sus ideas gozaron de
gran popularidad entre los políticos, científicos y académicos de Europa y Estados Unidos. El cabeza de una
poderosa nación reflejo los conceptos entonces en boga cuando escribió: La sociedad no tiene derecho alguno
a permitir que los degenerados procreen más de su casta.
A cualquier grupo de ganaderos que toleran que sus mejores ejemplares no se reprodujeran y dejaran que
todas las crías nacieran de los peores especímenes se les consideraría dignos de acabar en el matrimonio.
Algún día terminaremos comprendiendo que el principal deber del ciudadano idóneo es dejar descendencia en
el mundo, y que no tenemos derecho a perpetuar cuidadanos inadecuados. Estas palabras nacieron de la pluma
del vigésimo sexto presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt.
En las ferias y exposiciones que se celebraban en Gran Bretaña y Estados Unidos solía representarse el tema
de la herencia genética, y a menudo se utilizaban tableros verticales en los que se exhibía una serie de cobayos
(conejillos de indias) disecados. Su colocación procura mostrar cómo se trasmitía el color del pelaje de una
generación a otra. El texto adjunto aclaraba el propósito de aquellas exhibiciones. Por ejemplo, uno de los
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cuadros decía: Rasgos humanos impropios como la debilidad mental, epilepsia, criminalidad, demencia,
alcoholismo, pauperismo y muchos más, se dan en linajes familiares y se heredan de modo idéntico que el
color de los cobayos. Otro tablero planteaba la pregunta: '¿Hasta cuándo los americanos seremos cuidadosos
con la sangre de nuestros cerdos, pollos y ganado vacuno, y dejaremos, en cambio, la ascendencia de nuestros
hijos al azar?.
MARCO TEÓRICO
La clonación reproductiva humana se define como la manipulación de células con el fin de realizar una replica
de sí mismas para finalmente obtener dos o más individuos genéticamente idénticos.
6. QUE ES EXACTAMENTE UN CLON?
No han tratado sencillamente de clonar animales, de producir fac-similes de los seres existentes. El Interes
principal no es multiplicar ganado selecto y menos aun pretender clonar seres humanos. Eso nunca estuvo en
el programa; se trata sencilla-mente de lo que otras personas juzgaron que era importante.
La clonacion es y ha sido siempre un ejercicio cientifico averiguar como funcionan las celulas y una
tecnologia que permita la transformacion genetica de anirnales. Clonacion, no obstante, es lo que hacen, así
que comenzamos cuestionando que es y que no es la clonacion; Los detalles importan. Corresponden la
ciencia y ademas, en la practica, los hechos de la cuestion influyen en decisiones eticas y en actitudes
teologicas. La palabra clon posee numerosas connotaciones, y es empleada para describir a varias en−tidades
biologicas diferentes (o al menos claramente distinguibles) cuya gama tenemos que examinar. Resulta al
menos pertinente recordar, por ejemplo, que Dolly no constituye una replica absoluta, al ciento por ciento, de
la vieja oveja que proporciono su primera celula (y a la que bien podriamos llamar su madre clonica). No es
tan similar a su madre clonica como serian dos gemelos identicos. Es simplemente un clonsenomico, un clon
del ADN.
6.1 CONCEPTOS BIOLOGICOS SUBYACENTES.
Todos los seres vivos se reproducen. La reproduccion, o replicacion, es uno de los rasgos distintivos de la
vida.
En terminos muy amplios, cabe dividir a los seres vivos entre los que conservan su ADN bien encerrado
dentro de un nucleo y reciben el nombre de eucariotas y aquellos cuyo ADN no se halla tan estrictamente
guardado, sino que tan solo esta acumulado dentro del cuerpo de la celula, y son llzmzdos procariotas. En el
grupo de los eucariotas figuran los protozoos, las algas, las plantas, los hongos y los animates; los procariotas,
comunmente conocidos co−mo microbios, son las bacterias y las arqueobacterias.
La mayorfa de los seres, lo mismo procariotas que eucariotas,
practican tanto la reproduccion asexual como la sexual. Entre los
procariotas, la reproduccion asexual clonacion es el modo
normal de replicacion, aunque las bacterias utilizan tambien diversas
formas de una rudimentaria reproduccion sexual. En algun mo−
mento, todos los seres que ese reproducen asexualmente tuvieron que haber sido sexuales es imposible
imaginar como podrían haber evolucionado de otra manerapero ya han abandonado ya por completo el sexo.
La
asexualidad es corriente en todos los grandes grupos de eucariotas. Hay
muchos hongos (curiosamente conocidos como hongos imperfec−
tos) en los que jamas ha sido observada la reproduccion sexual. La
mayoria de las plantas son tambien tanto sexuales como asexuales. Las plantas con flor se reproducen por
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semillas, pero tambien se clonan a si mismas asexualmente, mientras que los jardineros clonan mediante
esquejes muchas de las plantas que cultvan.
Entre los numerosos animales que tambien se reproducen
asexualmente, al menos durante parte de su vida, figuran corales,
muchos insectos y una gama de vertebrados entre los que se en−
cuentran ciertos peces y lagartos e incluso, bajo condiciones artifi−
ciales, determinadas aves. Todos los animales han de descender de
formas cqn reproduccion sexual, pero, como se ha indicado antes,
algunos han abandonado el sexo por completo. El reproducirse consiste simplemente en dividirse.
La clonacion constituye una forma de reproduccion asexual aunque en realidad no sea so-lo eso, puesto que
existen muchas vias hacia la clonacion.
El sustantivo «clon» es empleado de dos maneras. Se aplica en primer lugar a la prole especifica lograda
mediante reproduccion asexual; asi de dos camuesos de cox, por ejemplo, producidos a partir de esjnigjes, se
dice que son clones entre si. Pero tambien se aplica el termino a toda la prole producida asexual y
colectivamente y a su progenitor identico; por lo tanto todos los carnuesos de Cox que han existido, desde el
primero que surgio de una pepita en el siglo XIX, constituyen un clon. El cientifico que suscita la
reproduccion asexual en algun ser se afirma asimismo que lo clona. De esta manera, los olmos se clonan a si
mismos para formar bosquecillos enteros y se clono a Dolly a partir de celulas cultivadas de glandula
mamaria.
Un humano no se reproduce asexualmente, al menos de forma natural. Para los cientiicos, el sexo constituye
un preliminar necesario de la replicación es por esto que la asexualidad nos da una cierta impresion de rareza.
El contenido del sexo no es la multiplicación sino la mezcla de genes de organismos diferentes. Cabe inquirir
desde luego por que diferentes organismos necesitarfan mezclar sus genes y hay varias respuestas al efecto.
La tradicional es o era que mediante la combinacion de sus genes los seres producen una gama realmente
infinita de nuevas variaciones geneticas y que eso permite que la evolucion actue con mayor rapidez que la
que de otro modo seria posible. Por ejemplo, si dos individuos de una poblacion experimentan una mutacion
genetica que resulta ser beneficiosa, pueden producir una prole dotada de ambos, que seria un tipo de
supercriatura. Es por esto que se forma una nueva problemática,denominada eutanasia que consiste en la
discriminación de un ser, suceso que no es etico debido a que no se le da la misma importancia.
Un punto a favor de la evolucion a largo plazo es que en su ausencia no existirian seres humanos ni elefantes
ni robles. A diferencia que a largo plazo jamas tendria lugar si quedara anulado por el corto plazo. El cambio
evolutivo es fortuito, un be−neficio marginal del sexo. Resulta muy utfl, pero no puede ser su fuerza
impulsora.
7. QUÉ ES LA CLONACIÓN?
Hay que diferenciar el uso de la palabra clonación en distintos contextos de la biología:
Si nos referimos al ámbito de la Ingeniería Genética, clonar es aislar y multiplicar en tubo de ensayo un
determinado gen o, en general, un trozo de ADN. Sin embargo, Dolly no es producto de Ingeniería Genética.
En el contexto a que nos referimos, clonar significa obtener uno o varios individuos a partir de una célula
somática o de un núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados son idénticos o casi idénticos
al original.
En los animales superiores, la única forma de reproducción es la sexual, por la que dos células germinales o
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gametos (óvulo y espermatozoide) se unen, formando un zigoto (o huevo), que se desarrollará hasta dar el
individuo adulto. La reproducción sexual fue un invento evolutivo (del que quedaron excluidas las bacterias y
muchos organismos unicelulares), que garantiza que en cada generación de una especie van a aparecer nuevas
combinaciones de genes en la descendencia, que posteriormente será sometida a la dura prueba de la selección
y otros mecanismos evolutivos. Las células de un animal proceden en última instancia de la división repetida
y diferenciación del zigoto.
Las células somáticas, que constituyen los tejidos del animal adulto, han recorrido un largo camino "sin
retorno", de modo que, a diferencia de las células de las primeras fases del embrión, han perdido la capacidad
de generar nuevos individuos y cada tipo se ha especializado en una función distinta (a pesar de que, salvo
excepciones, contienen el mismo material genético).
El primer experimento de clonación en vertebrados fue el de Briggs y King (1952), en ranas. En los años 70,
Gurdon logró colecciones de sapos de espuelas (Xenopus laevis) idénticos a base de insertar núcleos de
células de fases larvarias tempranas en ovocitos (óvulos) a los que se había despojado de sus correspondientes
núcleos. Pero el experimento fracasa si se usan como donadoras células de ranas adultas.
Desde hace unos años se vienen obteniendo mamíferos clónicos, pero sólo a partir de células embrionarias
muy tempranas, debido a que aún no han entrado en diferenciación (y por lo tanto poseen la propiedad de
pluripotencia). No es extraño pues el revuelo científico cuando el equipo de Ian Wilmut, del Instituto Roslin
de Edimburgo comunicó que habían logrado una oveja por clonación a partir de una célula diferenciada de un
adulto.[2] Esencialmente el método (que aún presenta una alta tasa de fracasos) consiste en obtener un óvulo
de oveja, eliminarle su núcleo, sustituirlo por un núcleo de célula de oveja adulta (en este caso, de las mamas),
e implantarlo en una tercera oveja que sirve como madre de alquiler para llevar el embarazo. Así pues, Dolly
carece de padre y es el producto de tres "madres": la donadora del óvulo contribuye con el citoplasma (que
contiene, además mitocondrias que llevan un poco de material genético), la donadora del núcleo (que es la que
aporta la inmensa mayoría del ADN), y la que parió, que genéticamente no aporta nada.[3]
Científicamente se trata de un logro muy interesante, ya que demuestra que, al menos bajo determinadas
circunstancias es posible "reprogramar" el material genético nuclear de una célula diferenciada (algo así como
volver a poner a cero su reloj, de modo que se comporta como el de un zigoto). De este modo, este núcleo
comienza a "dialogar" adecuadamente con el citoplasma del óvulo y desencadena todo el complejo proceso
del desarrollo intrauterino.
7.1 TIPOS DE CLONACIÓN
7.1.1 Partición (fisión) de embriones tempranos: analogía con la gemelación natural. Los individuos son
muy semejantes entre sí, pero diferentes a sus padres. Es preferible emplear la expresión gemelación artificial,
y no debe considerarse como clonación en sentido estricto.
7.1.2 Fisión gemelar: Es el proceso por el cual a partir de una célula fecundada o embrión en las primeras
fases de su desarrollo sufre una división generando dos embriones idénticos que dan origen a dos individuos
idénticos.
7.1.3 Fisión embrionaria: La línea más sencilla de trabajo disponible consiste en la fisión embrionaria: la
división del embrión de pocas células, de modo que cada una de las células resultantes produzca un ser adulto
completo. Así, ya durante la década pasada se realizó con éxito la división de embriones muy precoces de
ratón, consiguiendo varios ejemplares a partir de uno solo.
Esta línea (el empleo de células en estado embrionario) fue la trabajada en el experimento de hall y Stillman
en 1993, que también dio mucho que hablar, debido fundamentalmente a haberse realizado con embriones
humanos. Dicho experimento no revestía especiales complicaciones técnicas. Los autores tomaron 17
28
embriones de dos a ocho células, sobrantes de la práctica de fecundación in Vitro: no se trataba de embriones
normales, sino triploides, resultado de la fecundación de un óvulo por más de un espermatozoide, fenómeno
relativamente frecuente durante la práctica de las técnicas de reproducción asistida. Estos embriones triploides
no son viables, y eran material de desecho. Los investigadores les retiraron de su zona pelúcida, los
sometieron a micro manipulación para dividirlos, obteniendo así 48 embriones, que colocaron en un medio de
cultivo con polialginato sódico, que reemplazó a la zona pelúcida original y permitió el crecimiento ulterior de
los embriones divididos.
Los resultados fueron los siguientes: cuando el embrión original tenía 8 blastómeros antes de la excisión, los
nuevos embriones se desarrollaron como máximo hasta el estadio de ocho células. Si tenía 4 blastómeros,
podían alcanzar las 16 células. Y los embriones que resultaron de la división en el estadio de dos blastómeros,
alcanzaron a tener 32 células, con buen aspecto; no se sabe si estos últimos se hubieran desarrollado más. Hall
y Stillman habían decidido interrumpir ahí el experimento. Habría sido necesario que se implantaran para
poder proseguir su desarrollo.
El experimento de Hall y Stillman perseguía dos objetivos. El primero, teórico y principal, averiguar si
realmente, tal como se suponía, las células embrionarias humanas en estadio de mórula poseían la totípotencia
que habitualmente se les atribuye. El experimento, aunque aparentemente parece haber confirmado esta
suposición, al menos para el estado de embrión de dos células, es bastante discutible en sus conclusiones: ese
experimento se realizó con embriones triploides, inviables; por tanto, realmente, no sabemos qué puede pasar
con los embriones normales. Con respecto a ellos sólo tenemos la sospecha de que sucederá lo mismo que con
los triploides, como ya suponíamos por nuestros conocimientos veterinarios y por los estudios de la
gemelación espontánea en el hombre. En suma, el experimento no ha aportado casi ningún conocimiento
relevante a la ciencia la posibilidad de sustituir la zona pelúcida por gel de polialginato ya había sido
descubierta por el equipo del propio doctor Hall en 1991. Además, una vez pasado el primer momento de
fama, que les obtuvo un premio, se plantearon serias dudas sobre la corrección técnica y ética con que se
realizaron dichos experimentos. Ante la ausencia de aprobación del protocolo del experimento por un comité
de ética de investigación independiente, Stillman y Hall debieron devolver el premio recibido, y fueron objeto
de otras sanciones.
El segundo objetivo de su experimento era práctico: aumentar el rendimiento de la fecundación in Vitro. Se
sabe desde hace tiempo que algunas mujeres que se someten a las técnicas de reproducción asistida no
reaccionan de modo adecuado a la estimulación hormonal, y sus ovarios producen un escaso número de
óvulos. Como la eficacia de la fecundación in Vitro está ligada a la transferencia de un número suficiente de
embriones, se buscaba un procedimiento para mejorar los rendimientos de la técnica en esas mujeres que
reaccionan pobremente a la hiperestimulación ovárica y no aceptan óvulos donados. Eso podría conseguirse
mediante la clonación: dividiendo en varios el único embrión o los pocos embriones que se hayan podido
obtener. Así, estos matrimonios con pocos óvulos tendrían parecidas posibilidades de tener un hijo que
quienes producen muchos. Además, con la clonación de los embriones obtenidos se podría disminuir la dosis
de estimulación hormonal que reciben actualmente las mujeres que se someten a la fecundación in Vitro,
estimulación que, al parecer, aumenta el riesgo de padecer ciertos cánceres ginecológicos y, en algunas
ocasiones, produce un síndrome clínico que puede tener consecuencias graves.
El problema de esta técnica aplicada para la mejora del rendimiento de la fecundación in Vitro es su poca
fiabilidad: dado el alto número de embriones muertos, incluso sin ninguna manipulación, el intento de
clonación puede destruir las pocas esperanzas de tener un hijo: la avaricia rompe el saco. Y es sabido que los
embriones humanos son mucho más delicados que los embriones de terneros, en los que se viene practicando
con éxito (y también con un rendimiento muy pobre) la división de embriones de razas selectas. No parece
que la clonación de embriones sea una solución clara a este problema.
Además, se opusieron a la clonación argumentos de tipo ético, coincidentes en buena medida a los que se han
divulgado como consecuencia del experimento de la oveja Dolly, y que veremos una vez descritos los
29
aspectos técnicos de este último.
7.1.4 Paraclonación: transferencia de núcleos procedentes de blastómeros embrionarios o de células fetales
en cultivo a óvulos no fecundados enucleados y a veces, a zigotos enucleados. El progenitor de los clones es
el embrión o feto.
7.1.5 Clonación verdadera: transferencia de núcleos de células de individuos ya nacidos a óvulos o zigotos
enucleados. Se originan individuos casi idénticos entre sí (salvo mutaciones somáticas) y muy parecidos al
donante (del que se diferencian en mutaciones somáticas y en el genoma mitocondrial, que procede del óvulo
receptor).
7.1.5.1 La clonación verdadera en animales:
En el caso de los animales, parece claro que la clonación verdadera puede realizarse siempre que de ello
puedan derivarse beneficios importantes para las especies animales o la humana, y que de ello no ponga en
peligro la vida y sus equilibrios básicos. En las consideraciones sobre la deliberación moral como
procedimiento de análisis, el carácter de fin de la naturaleza inanimada y de la vida animal obliga a respetarlas
más que en su conjunto que en cada uno de sus especímenes. En consecuencia, no parece que por ahora
acechen peligros tales que lleven a regular de un modo específico este tipo de técnica. Sí es necesario, sin
embargo, que la clonación de animales mamíferos respete todas las normativas sobre la preservación del
medio ambiente y de las especies biológicas, por una parte, y que por otra se ajuste de modo estricto a todos
los requisitos exigidos por las regulaciones y normativas para ola experimentación con animales.
7.1.5.2 La clonación verdadera en seres humanos:
La clonación verdadera plantea problemas éticos distintos según que se utilice con fines reproductivos o no
reproductivos. En lo que sigue analizaremos los problemas éticos que plantea la clonación reproductiva,
primero, y los de la clonación no reproductiva, después.
7.1.5.2.1 La reproduccion sexual: Representa un modo extrano e incluso perverso de replicacion. Dos
protozoos que traten de reproducirse sexualmente deben primero fusionarse para producir un tercero. Los
seres multicelulares como los robles y los seres humanos elaboran celulas sexuales especializadas llamadas
gametos; han de fusionarse dos gametos para constituir un solo embrion. El sexo, en suma, supone la
antireplicacion. La replicacion implica que un individuo se divide para convertirse en dos o mas individuos.
Pero con el sexo, dos se combinan en uno.
Y el mismo hombre es incapaz de advertir la anomalia de este proceso a causa de nuestro chauvinismo
humano y por creer que lo que hacemos constituye por definicion la «norma».
En resumen, el sexo no se desarrollo primariamente como un medio de replicacion. Evoluciono como un
sistema para mezclar genes de diferentes individuos y en este proceso parecen existir be-neficios tanto a corto
como a largo plazo. Con todo, un ser multicelular es capaz de producir muchos gametos y una vez que estos
se fusionen constituiran desde luego un solo individuo de esta clase.
la clonacion constituye algo muy natural (entendiendo que se da a menudo en la naturaleza) pero no es
caracteristica, excepto raros casos, en los ma-miferos. Estas ideas fundamentales carecen de aplicacion directa
en la cuestion de si la clonacion artificial de los mamiferos es buena o mala, pero quiza denotan que la
clonacion no resulta tan extrana como a veces se dice, Se trata simplemente de algo que los mamiferos no
suelen hacer. Sino por via evolutiva.
7.1.5.3 Clonación terapeutica: Se le denomina así a un tipo de clonación no reproductiva realizada con el fin
de poder curar determinadas enfermedades de otros individuos distintos del embrión clónico utilizado para tal
30
finalidad. Por ejemplo, para poder hacer transplantes de determinados tejidos ya que uno de los problemas
más graves que presentan estas operaciones es el rechazo de los tejidos implantados, problema que disminuye
o incluso desaparece si los tejidos que se utilizan para ser implantados, problema que disminuye o incluso
desaparece si los tejidos que se utilizan para ser implantados son del mismo paciente.
7.1.6 Clonación (en sentido estricto): por transferencia de núcleos de células de individuos nacidos.
El núcleo procede de individuo nacido. Se transfiere a óvulo o zigoto enucleados, y el embrión se implanta en
útero. El resultado: individuos casi idénticos entre sí y casi idénticos a su progenitor (donante del núcleo).
Se ha logrado en varias especies:
Oveja (Dolly). Núcleo donante de célula sin identificar de ubre de oveja de 6 años de la raza Finn Dorset.
Embrión implantado en hembra Scottish Blackface. Baja tasa de éxitos: 430 óvulos, de los que se obtuvieron
277 óvulos reconstituidos, que se cultivaron por separado durante 6 días. 29 blastocistos normales se
transfirieron a hembras receptoras. El único éxito fue Dolly. Algunos fueron fetos o neonatos muertos, o con
alteraciones del desarrollo.
Ratones, con núcleos del cúmulo oóforo[19]. (El primer ratón clónico nació el 3 de octubre de 1997, y fue
llamado Cumulina; ya ha tenido progenie aparentemente normal, que a su vez se ha reproducido). El haber
obtenido clones en esta especie de laboratorio, con ciclo de vida corto y de la que se tienen amplios
conocimientos de su genética, abre perspectivas insospechadas para los estudios básicos sobre la clonación:
mecanismos de la reprogramación celular, impronta (imprinting) genómica, activación del genoma del
embrión, diferenciación celular, etc. Poco después, este mismo equipo japonés informó de la clonación de
ratones a partir de células del rabo de ratones adultos.
8. CLONACIÓN REPRODUCTIVA
Pretende llegar a la obtención de un ser humano clónico desarrollado, es decir, cuando el proceso de
desarrollo del embrión clónico no es abortado antes del parto.
Efectivamente es posible clonar a una persona de tal modo que quede idéntica, pero este parecido es
únicamente físico mas no intelectual.
La clonación reproductiva es solo una alternativa y no esta exenta a un fracaso.
Al abordar la aplicación de la clonación verdadera reproductiva a los humanos, debe huirse de planteamientos
excesivamente simplificadores, como si el individuo clonado fuese una copia exacta de aquel del que se tomó
la célula somática ya diferenciada. Ese enfoque debe considerarse excesivamente determinista, ya que los
procesos interactivos que tienen lugar en el desarrollo embrionario y postnatal son específicos de cada
individuo y por lo mismo poseen una extraordinaria relevancia en el fenotipo del nuevo ser. Aun en el caso de
que llegaran a clonarse individuos que se han tomado como prototipos, los clones resultantes no serían
totalmente iguales al prototipo, ni iguales entre sí, en el momento del nacimiento. La especificidad de cada
individuo humano se acentúa en cuanto se refiere a las cualidades que asociamos con el psiquismo. Sin duda
que los genes condicionan este desarrollo y que contienen ciertas predisposiciones, pero el ser humano
depende de forma fundamental de la interacción de su información genética con el ambiente y, mas en
concreto, de los procesos de socialización (desde la familia al sistema educativo) que son altamente
específicos. Los genes, por otra parte, son mucho más condicionantes cuando se trata de rasgos físicos que de
rasgos psicológicos.
Por otra parte, esta técnica se halla lejos de haber probado seguridad y eficacia, dos condiciones necesarias
para poder pensarse en su aplicación a seres humanos. En ciertas áreas de la medicina se exige obligación no
31
solo de medios sino de resultados. Este es un procedimiento al que hay que exigir resultados. Y cuando éstos
son tan inciertos, más aún, tan potencialmente dañinos, las restricciones jurídicas y éticas deberían ser
máximas.
En la situación actual, las razones de convergencia que nos inclinan hacia un juicio moral negativo son las
siguientes:
En principio, no parece positivo sino todo lo contrario que un ser humano posea la misma información
genética que otro. Es cierto que la gemelaridad se da en la naturaleza y que la base genética no determina sin
mas el futuro biológico y psicológico de una persona, como ya se indicó con anterioridad. Pero no puede
negarse que la información genética es un aspecto muy importante de la singularidad del ser humano y que el
derecho de toda persona a ser ella misma y descubrirse en su propio proceso de desarrollo cuestiona
éticamente la posibilidad de que un individuo pueda decidir sobre la intimidad genética de otro. De tal modo,
que puede afirmarse que, con carácter general, no parece conveniente que una persona determine los factores
genéticos que otro ser humano va a tener. Hay un cierto derecho de los seres humanos a no
ser<programados>. Por supuesto que este derecho no es absoluto, ya que todos somos resultado de algunas
elecciones de nuestros progenitores. Pero en cualquier caso, parece que la <programación> no debería llegar
al límite de determinar las características de los futuros seres, como sucede de una manera más acentuada en
el caso de la clonación. En ésta, se determina la información genética de un nuevo ser humano repitiendo la de
otro ya existente. Parece prudente evitar estas formas tan acusadas de determinación de los caracteres
genéticos de un nuevo ser por parte de sus progenitores. Ésta no es, ciertamente, una razón absoluta, pero sí es
una poderosísima razón de conveniencia. Así mismo parece oportuno recordar que en los casos en que se
pretendiese el recurso de a la clonación verdadera reproductiva para evitar la transmisión de factores genéticos
considerados negativos parece idóneo y menos problemático recurrir a procedimientos más sencillos y
seguros, como la donación de gametos o embriones.
El principio defendido a propósito de la gemelación artificial, de que no consideramos recomendable la
generación de gemelos separados en el tiempo, nos lleva a juzgar negativamente las técnicas de clonación
verdadera utilizadas con fines reproductivos en seres humanos. La clonación verdadera exige la identidad
genética nuclear entre la célula donante y la receptora. Cierto que la información citoplasmática es distinta, y
que por lo tanto las semejanzas entre las células donantes y las receptoras son menores que en el caso de la
gemelación, tanto natural como artificial. Pero la información genética nuclear es tan amplia y determinante,
que en principio esta técnica no la consideramos aceptable, ya que crearía individuos prácticamente idénticos,
separados en el tiempo. La clonación permite que dos individuos genéticamente idénticos o muy similares
puedan hallarse separados por cuarenta o cincuenta años de vida. Esto es algo hasta ahora desconocido en la
naturaleza. Los gemelos eran siempre contemporáneos o coetáneos. Su edad biológica era exactamente la
misma. Esto disminuís, casi anular, el factor de predictibilidad asociado al hecho de que un gemelo pueda
nacer cincuenta años después del otro. La clonación altera profundísimamente la relación del ser humano, con
el tiempo, y más concretamente con el futuro. Lo cual genera o puede generar desajustes importantísimos, con
un enorme potencial maleficente. Es probable que en un próximo futuro, cuando las sondas genéticas se
generalicen, resulte posible conocer con antelación de décadas la predisposición genética que un ser humano
tiene a padecer una determinada enfermedad. Esto ya es posible en ciertos casos concretos, y es lo que ha
dado origen al nacimiento de la medicina predictiva. Todo hace pensar que la capacidad de predicción se
multiplicará en el curso del os próximos años. Por eso cabe decir que en el futuro será posible conocer las
enfermedades que una persona este predispuesta a padecer muchos años después. Esto no hay duda que va a
cambiar la relación del ser humano con el futuro, en un sentido no muy distinto al que se produce en la
clonación. En cualquier caso, las sondas genéticas que utilizan la medicina predictiva son siempre de libre
utilización, por lo tanto que en la clonación el individuo tiene mas posibilidades de conocer con una gran
probabilidad de su propio futuro. Se compromete más su derecho a elegir el saber o el no saber, y por lo tanto
parece que la prohibición de la clonación verdadera es tanto más prudente cuanto más atenta contra el derecho
a no saber que asiste a todo ser humano.
32
De lo anterior se deduce que la clonación puede suponer una grave agresión a la intimidad del nuevo ser
humano. Y ello por dos razones. En primer lugar, porque rompe la confidencialidad de los datos biológicos y
sanitarios de ese individuo; y en segundo, porque le impide o dificulta el ejercicio de su derecho a no saber, si
no quiere, su propio futuro biológico. La información referente al cuerpo humano es considerada sensible y
por tanto sujeto de especial protección, lo que con el uso de estas técnicas parece difícil conseguir.
Por otra parte, están los motivos sumamente discutibles que pueden hallarse tras el deseo de las personas que
aspiran a conseguir copias de sí mismos. Este comité es consciente de que no se pueden hacer juicios de
intenciones, pero considera que los motivos extravagantes, absurdos y hasta alocados pueden ser altamente
perniciosos y merecen, cuando menos, una cierta protesta moral. En efecto un argumento repetido en contra
de la clonación reproductiva es la falsedad, sumamente discutible, e incluso éticamente inaceptable de los
posibles motivos para desear clonarse (tener un recambio de órganos, sustituir a un hijo muerto, tener un
espejo de uno mismo que le sobreviva, reproducir un prototipo valorado de inteligencia, belleza, destreza
física, etc.). Según hemos defendido anteriormente, tenemos que distinguir dos planos en este sentido. Aquel
de los máximos o exhortativo y el de los mínimos o normativo. Gran parte de los argumentos esgrimidos al
respecto de las motivaciones que se invocan para la clonación reproductiva, se mueven en el plano
exhortativo. En este sentido, el comité considera que una sociedad está tanto mas vertebrada y es tanto mas
sana, cuanto mayor sea la promoción de instancias sociales estables como la familia y la escuela en la que los
ciudadanos encuentre un lugar de respeto, estima, acogida, promoción y desarrollo libre y equilibrado de la
personalidad, y donde se fomenten las relaciones cooperativas y solidarias con los demás, lejos de la
instrumentalización, la explotación y la violencia.
Ahora bien, en el plano normativo, las valoraciones morales respecto a los motivos e intenciones por los
cuales las personas deciden tener descendencia, en general, no importan tanto a priori, por mas repulsión
moral que pudieran suscitar, cuanto por el modo como se trate de hecho al nuevo ser, circunstancia que la
sociedad sí tiene la obligación de tutelar. Se establece, en cierto modo, un control a posteriori. El
cumplimiento o puesta en práctica de muchas de esas supuestas motivaciones violaría toda una serie de
presupuestos, derechos y leyes de los ciudadanos en la mayoría de sociedades que solo se explicarían
considerando a las personas clonadas como ciudadanos de otra categoría. Es decir, utilizar a un sujeto clonado
sin su consentimiento como donante, o como objeto de investigación, o instrumentalizarle para mano de obra,
violaría un conjunto de derechos reconocidos para todos los ciudadanos, como el derecho a la integridad física
o el derecho al libre y pleno desarrollo de la personalidad. A nadie se le ha ocurrido plantear esta <ciudadanía
de segunda> para los niños adopt5ados o los obtenidos por técnicas de reproducción asistida actualmente
empleadas. Por tanto, en principio, las reglas de juego deberían ser las mismas que existen, o que se
establezcan en su caso si se mejoran las actuales, para los padres que pueden querer tener hijos por
mecanismos naturales con semejantes motivos. También en este último caso los motivos pueden resultar unas
veces comprensibles y otras dudosos, poco edificantes e incluso claramente instrumentales, como por
ejemplo, querer cubrir el vacío dejado por un hijo muerto, querer tener mano de obra para el campo, o
pretender una ciudadanía que de otro modo se niega, etc.
De lo dicho hasta aquí podría pensarse que a la sociedad no le cabe, por tanto, la posibilidad de intervenir en
la esfera de la intimidad de la pareja en la que se producen las motivaciones para tener descendencia. Sin
embargo, diversas sociedades como la nuestra sí restringen o modulan el <derecho a tener descendencia>,
analizando incluso las motivaciones, en los casos en los que se recurre a procedimientos alternativos como la
adopción o las técnicas de reproducción asistida. Las razones para que se acepte este mayor control son
diversas. Estriban en el hecho de que se ocurre a procedimientos de asistencia a la procreación que de hecho
ya suponen una irrupción de terceros en el ámbito de la intimidad familiar. Además estos son costosos, los
recursos son limitados, y la colectividad tiene el deber de preservar los intereses de terceros. En idéntica
situación se situará la clonación reproductiva.
Finalmente, la admisión de esta técnica podría significar, en la mayoría de los casos, el nacimiento de un niño
que vendría al mudo dentro de un entorno familiar en donde las relaciones con sus padres estarían alternadas o
33
serían sumamente problemáticas, con unas ambiguas referencias a la paternidad y la maternidad. En el
momento de en que los rasgos del niño queden a la libre elección de los padres, éstos siempre podrán ser
recriminados por su descendiente por la elección que hicieron. Cierto que lo mismo sucede hoy con las
decisiones tomadas por los padres a todo lo largo del proceso educativo. Pero estas decisiones tienen, por lo
general, carácter reversible, dado que el sujeto las puede enderezar, cosa que no sucederá en el caso de los
rasgos genéticos.
Estas razones tienen un carácter más prudencial que apodícto o absoluto, motivo por el que parece necesario
dejar la puerta abierta al uso excepcional de la clonación para casos muy especiales de orden terapéutico o
reproductivo, como puede llegar a ser, por ejemplo, la terapia génica de enfermedades ligadas al sexo.
9. CLONACIÓN NO REPRODUCTIVA
Una posibilidad recientemente abierta, es la utilización de clones verdaderos con vistas a poder desarrollar
determinadas líneas celulares que pudiesen llevar a la formación de tejidos, susceptibles de ser utilizados
como autotransplantes ante determinadas patologías como, por ejemplo, la enfermedad de Parkinson. Se trata
de la llamada clonación verdadera no reproductiva. El problema de este tipo de clonación es que se produce es
que produce embriones con la única intencionalidad de generar tejidos y no individuos. La respuesta ética a
esta posibilidad depende de la valoración que sé de a la incipiente realidad humana. Quienes consideran que el
cigoto es un ser humano desde la fecundación, valoran esto como absolutamente inaceptable. Por lo contrario,
quienes aceptan la existencia de un periodo constituyente, no verían objeciones graves en este punto. El
conflicto no parece que pueda resolverse por otras vías que las meramente prudenciales.
Uno de los desarrollos científicos que está suscitando en la actualidad mayor debate, tanto as nivel
científico(biología del desarrollo) como legal y ético, es la posibilidad de utilizar células madres humanas de
tipo embrionarias, aisladas de la parte interna de un blastocisto, que tienen la característica de ser
pluripotentes, para la in Vitro, mediante señalizaciones moleculares, diversos linajes celulares (esplenocitos,
células neuronales, hematopoiéticas, etc.). La utilización de estas es para llevar acabo terapia celular,
mediante el reemplazo de las células dañadas denominados tejidos o aún, quizás, reparando los órganos
dañados por ciertas enfermedades que abren unas perspectivas médicas de primera magnitud. El problema
legal y ético ha sido no solo del hecho de que se emplee para el aislamiento de estas células (Por ejemplo, un
embrión sobrante de la fecundación In Vitro), sino de la posición de estas células, por su carácter
pluripotencial, que pudieran dar lugar no solo a los Linajes celulares sino a un individuo completo si se
colocaran en un ambiente pequeño (Es decir si se convirtieran en totipotente). En este contexto, tales células
sé deben considerar como embriones provenientes de una fecundación (unión de óvulo y espermatozoide).Sin
embargo, y aun la posibilidad de que estas células fueran capaces de dar lugar a un organismo coito no se
puede excluir por completo, los datos actuales de células de ratones afirman lo contrario. De ser esto así, las
células humanas no deberían dejarse como embrionarias ni por tanto hallarse sujetas a las restricciones legales
y éticas de estas últimas células
El problema se ha agudizado porque la obtención de células madre capaces de dar varios linajes celulares
puede realizarse no solo a partir de varios tejidos fetales sino también de médula ósea, incluso del cerebro y
probablemente también de otros tipos de individuos adultos. ¿Son estas células capaces de generar un
individuo completo (totipotentes) o solo tienen capacidad de diferenciarse en varios linajes celulares (es decir
pluripotentes)? La distinción parece oportuna porque afecta constitutivamente no−solo la biología de tales
células sino a la legalidad y carácter ético de su empleo en la experimentación. Parece obvio que si no
tuvieran la capacidad de generar un individuo completo no deberían someterse a las restricciones legales y
éticas de las células embrionarias.
10. LA BIOÉTICA
La expresión bioética reúne dos términos griegos, bios (vida), y ethos (ética), en su acepción general esta
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disciplina comprende una adecuada composición entre estas dos realidades: la vida y la ética. Esto quiere
decir que se sirve de ciencias biológicas para mejorar la calidad de vida en su más amplio sentido.
La Bioética, como término es relativamente reciente, fue introducido en el ambiente anglosajón por Potter en
el año 1970 y desde entonces ha encontrado general aceptación. Su éxito provocó al mismo tiempo notables
problemas acerca de su significado de acuerdo a las profesiones e ideologías
Tradicionalmente se define como el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la
vida y del cuidado de la salud, en cuanto que dicha conducta es examinada a la luz de los valores y de los
principios morales.
La Bioética no puede ser identificada como la ética médica ni reducida a la Bioética médica. Su horizonte de
comprensión es mucho más amplio ya desde sus comienzos, pero sobre todo a medida que corren los años, se
puede hablar de la bioética ecológica, médica, jurídica, etc. Prácticamente cualquier problema humano,
antiguo o actual, en especial si es creado por la tecnociencia moderna, cuya solución se busque con el método
propio de este nuevo saber, se puede llamar bioética, por ejemplo: clonación, violencia, sida, eutanasia, etc.
Como acabamos de decir, lo característico de la Bioética no son propiamente los temas, ni problemas, sino el
método de abordarlos, a saber el método interdisciplinario no confesional, ya que el instrumento de estudio y
tratamiento de ellos no es la revelación no la fe, sino los valores éticos y los derechos humanos en la medida
de lo posible de validez universal, por ejemplo: la dignidad de la persona humana, el respeto, la veracidad, etc.
Además el método de la Bioética debe ser prospectivo, sistemático y global.
Dado que su método es interdisciplinario, no confesional, la Bioética (valores y derechos) se está convirtiendo
en un idioma internacional muy apto para buscar soluciones éticas a los problemas que le crea el hombre a la
vida moderna, muy centrada en lo técnico, científico y material.
De acuerdo con dichas definiciones, la bioética es un saber nuevo, dedicado a estudiar los problemas de la
vida. Formalmente es un arma o parte de la ética. Así mismo puede ser entendida como una disciplina y, como
tal, se enseña y estudia en instituciones de enseñanza media superior, como criterio y horizonte ético que
busca humanizar la vida moderna o como movimiento universal que invita y fuerza, por medio de la
convicción, a todos los seres humanos a defender la vida y su medio ambiente.
La bioética debe estar atenta a los avances científicos − técnicos producidos en el cambio de la biomedicina, y
así mismo tiene que asumir los problemas y objetivos tanto de la ética, de la naturaleza como de la ética de la
biomedicina. No todo proceso técnico es un proceso de humanización. Tampoco debe tener una reserva
reaccionaria ante los progresos. La moral de la biomedicina se encuentra emplazada entre la manipulación y la
humanización
Vivimos en un mundo multicultural, en el que se discuten difíciles cuestiones que afectan a todos los seres
humanos, por ello se acepta el legítimo pluralismo de opciones éticas y de diversidad de proyectos de vida. Y
así mismo se puede afirmar que la Bioética es por definición, una disciplina racional y ecuménica (junta de los
obispos católicos de toda la cristianidad, legítimamente convocada por la Suma Pontífice). Con tales premisas,
se considera que aquellas cuestiones deben ser públicamente debatidas, respetándose, siempre y
democráticamente, las opiniones propias de las diversas cosmovisiones que existen en nuestro mundo actual,
así como también los desacuerdos que de ellas resultan.
10.1 Factores del origen de la bioética
• La ingeniería genética potencial.
• Las nuevas técnicas de reproducción humana como: La inseminación artificial y la clonación.
• Transplante de órganos.
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La bioética es un paradigma de racionalidad, sus planteamientos y orientaciones tiene que seguir los
parámetros de la teoría ética general con que se plantean y se nutre la fundamentación. Algunos de los
paradigmas son:
10.2 Paradigmas teológicos: Donde la moral se mide por los resultados de la acción, es decir, por su utilidad
individual y social.
El evolucionista hace coincidir la moralidad con aquellas condiciones que minimicen el sufrimiento y
maximicen aquellos valores humanos, que eleven la supervivencia de la comunidad.
10.3 Paradigma deontológico: Que representan la teoría clásica de la ley natural (Que plantea que el orden es
previo a la acción e independiente a las consecuencias de esta).
10.4 El paradigma de la ética racional: Constituye los criterios referenciales de la Bioética. Estos criterios
se expresan en un conjunto de valores que conforman las orientaciones básicas para el juicio ético de la
bioética.
Ejemplo:
• El principio de buscar siempre El bien del sujeto.
• El principio de libertad de todo sujeto racional.
11. ¿ES LA BIOÉTICA REALMENTE UNA ÉTICA?
por Jorge Martínez Barrera
(Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina)
El propósito de esta nota es el de poner de relieve la concepción de la ética transmitida por la bioética
contemporánea y esbozar una comparación con otra idea de la moral, a mi juicio más genuina. Deseo aclarar
también que cuando me refiero a la bioética contemporánea, aludo sobre todo a las corrientes que van en el
sentido del trabajo de H. T. Engelhardt, Los fundamentos de la bioética (Barcelona, Paidós, 1995). Para evitar
malentendidos, es importante que esto último no se pierda de vista.
No cabe duda de que los avances tecnocientíficos han arrojado, sobre todo a aquellos que los han producido, a
una situación de perplejidad frente a determinadas situaciones. Se trata de verdaderas encrucijadas en las
cuales flota la sensación de que las implicancias en juego afectan a lo más íntimo de la vida. Hay incluso
casos, como el de la terapia génica, que plantean una novedad radical para el moralista en tanto nos enfrentan
con la posibilidad de intervenir sobre la estructura "inteligente" misma de los procesos biológicos (1). Así
pues, las situaciones concretas de perplejidad a las que se ha llegado en virtud de un desarrollo tecnológico
aparentemente ingobernable, exigen la búsqueda de soluciones moralmente admisibles, y se aspira a que más
tarde estas soluciones se transformen en criterios de acción para situaciones semejantes. Posteriormente, estos
criterios alcanzarán su validez definitiva cuando den lugar a una legislación capaz de ofrecer un marco
jurídico dentro del cual las controversias quedarán acotadas. Hasta aquí, la situación global de la bioética
sigue un proceso muy similar al de la ética tradicional (2): perplejidad frente a una situación, investigaciones
criteriológicas que buscan una "salida" moralmente admisible, y necesidad de una regulación jurídica. Sin
embargo, un examen más cuidadoso, pone en evidencia un núcleo altamente problemático que muestra al
mismo tiempo las diferencias con la ética clásica. Éste está conformado por cinco dificultades principales:
1) La búsqueda de "criterios" consecuente a la situación de perplejidad, se transforma en búsqueda de
"principios". En la ética clásica, más que una búsqueda de criterios, hay una investigación sobre lo bueno, que
no es exactamente un principio. La diferencia entre "lo bueno" de la ética clásica y un "principio" (3) bioético,
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es que en lo primero se ha abierto siempre la posibilidad de reconocer un origen transubjetivo de la
normatividad moral, el que permite hablar de "objetividad moral", con todas las reservas que se quieran. El
"principio" bioético en cambio, tal como se entiende hoy, privilegia la instancia subjetiva, de ahí que el origen
último de su normatividad es el que surge del consenso o del procedimiento seguido para llegar a ese
consenso. El recurso permanente a una ética de principios es típico de las versiones neokantianas de la moral,
tan en boga en los Estados Unidos. Esta versión de la moral centra sus esfuerzos en la búsqueda de máximas o
normas para la acción que puedan ser aplicadas del mismo modo que se aplica una solución técnica a un
problema técnico, o una respuesta exacta a un problema físico (4). Y, en esta búsqueda de "principios
bioéticos", los aspectos consensuales han alcanzado una inusual importancia. Así, el moralista no puede dejar
de sorprenderse por esta paradoja: el rigorismo deontológico kantiano, punto de partida de la caza del
principio, se ha disuelto hoy en la transcendentalidad de los aspectos procedurales del consenso. Para la
bioética de Engelhardt y de Hottois (5), por ejemplo, que siguen el modelo de la ética discursiva de Habermas
y Apel, el problema bioético central no es tanto la discusión del bien y el mal moral de esta o aquella práxis,
sino cómo asegurar el procedimiento más correcto de alcanzar el consenso. Para estos autores el bien no está
en las cosas mismas, sino en la modalidad del consenso. La paradoja no es sin embargo más que una
consecuencia de la subjetividad como fuente primera de legitimación moral.
2) La segunda dificultad, derivada de la anterior, es que no hay ninguna referencia a un criterio transubjetivo
de lo bueno y lo malo, sino que todo queda subsumido en la figura de una definición consensual. Por ejemplo,
no habría ninguna falla moral en una esterilización experimental, si se respeta estrictamente el consentimiento
informado entre agente y paciente y éste es correctamente indemnizado. Pero en realidad, los principios
bioéticos no tienen el carácter de lo que la ética clásica entiende como "principios", esto es, de verdades tan
manifiestas que eximen de toda necesidad consensual, sino más bien de postulados. Para que exista el
consenso debe haber una instancia no consensual, que es a la cual la moral clásica llama principios. En rigor
de verdad, los "principios" de la moral clásica no necesitan consenso, y por eso no tiene sentido una
deliberación acerca de ellos.
3) En tercer término, algunos principios sobre los que se desea hacer pivotar a la bioética, son incompatibles
entre sí, si no hasta opuestos. El mismo Kant, por ejemplo, fue un enemigo tenaz del razonamiento utilitarista,
y contra el utilitarismo se dirige precisamente la segunda formulación de su imperativo categórico: "Obra de
modo que trates a la humanidad, en tu propia persona o en la de cualquier otro, siempre como fin y nunca sólo
como medio" (6). Este principio, fundamento del principio bioético de autonomía, en el cual la persona es el
valor supremo, es de imposible articulación, en su estado puro, con el de beneficencia inspirado en el
utilitarismo, cuyo requisito de maximización del beneficio global instrumentaliza en alguna medida a la
persona. Un ejemplo patético de esto es el caso del trasplante de órganos, en el cual el beneficio social podría
superponerse al de la persona donante. Esta incompatibilidad ha sido advertida por algunos autores avisados,
tal el caso de José Mainetti, quien no ve otra salida para la articulación de tales principios que una especie de
"regateo" en el rigor de cada uno de ellos. Así por ejemplo, "sin renunciar al gran criterio kantiano de
universalización de las máximas, no es necesario tener éstas por absolutas como requisito de consistencia (7)".
Ahora bien, el mismo Mainetti no deja de observar que "la moralidad (...) consiste para Kant en seguir reglas
absolutas, reglas que no admiten excepción alguna" (8). Pero, ¿hasta qué punto puede seguir hablándose de
verdaderos "principios" cuando ellos son objeto de negociación en cuanto a su alcance? Una vez más,
Mainetti pone las cosas en su lugar: "En el plano pedagógico cunde el cansancio con el modelo canónico, al
punto que se dice es el recitado de los principios la mejor manera de hacer dormir a la audiencia" (9).
4) En cuarto lugar, la idea de justicia, que también funciona como principio de la bioética, es una noción más
bien "jurídica", en la cual la norma ocupa el puesto de honor. Y en muchos casos la norma en cuestión es de
carácter penal. Ahora bien, en la ética clásica, la noción de justicia tiene una significación primariamente
moral y subsidiariamente normativo−jurídica. La justicia es una perfección o excelencia del carácter, y esto
significa que se trata de un hábito o costumbre que dirige las decisiones humanas (10). La justicia a la que se
refiere la ética clásica es definida como una virtud o condición habitual del carácter que lleva a querer obrar
intencionalmente las cosas justas. Y estas cosas justas tienen, siempre dentro de la perspectiva clásica, una
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instancia suprapositiva y supraconsensual de legitimación (la naturaleza para Aristóteles, o la razón divina
para la filosofía cristiana). La justicia del principio bioético no es una virtud del carácter, sino una norma a la
que el terapeuta debe atenerse, pero sin que ello indique la menor alusión a su propio éthos personal.
Cualquier alusión en este sentido podría ser considerada como una insolente invasión de su privacidad o de su
libertad científica.
5) Por último, el quinto aspecto del núcleo problemático aludido, se refiere a las dificultades de legislación en
materia bioética. Es una obviedad decir que las leyes son hechas por los legisladores. Pero los legisladores son
hoy, tal como señala Max Weber, "políticos profesionales", es decir, gente que vive no sólo para la política
sino también de la política (11). Esto hace, como señala Guy Durand en su artículo "Éthique, droit et
régulation alternative" (12), que "muy a menudo el motivo último del legislador frente a la adopción de una
ley, es de orden político y electoralista, y no de orden ético y científico. Cuando el gobierno apela a expertos,
frecuentemente se producen interferencias de orden político y electoralista al final del recorrido, las cuales
comprometen los objetivos deseados".
Por eso, en las discusiones legislativas acerca de temas bioéticos complicados, se suelen pasar por alto las
implicancias fundamentales de tales discusiones. Por ejemplo, en la discusión sobre la despenalización del
aborto, los argumentos referidos a la definición, ya ni siquiera filosófica de la persona humana, sino por lo
menos a nivel de la misma biología, no son tomados en cuenta. En una palabra, estamos dejando la legislación
de asuntos muy serios en manos de personas para quienes la aceptabilidad moral de las leyes está, en muchos
casos, mediatizada por compromisos que pueden afectar su profesión de políticos, es decir, su propia
estabilidad laboral en uno de los empleos más codiciados de las democracias contemporáneas.
A este conjunto de problemas se agrega otro referido a la eticidad misma de la bioética. Si se examinan con
cuidado sus métodos e intereses, veremos que su fundamento no es, estrictamente hablando, lo que siempre se
ha entendido por "ética", sino más bien el derecho o la ciencia jurídica. Se trata, para la bioética, de un modo
de entender la ética en el cual la formación de buenas personas no es el asunto principal; lo que se busca como
piedra filosofal es un vademecum de normas o fórmulas aplicables según la ocasión, que permitan salir
decorosamente de una situación difícil. En la búsqueda de "soluciones éticas", la ética se transmuta sutilmente
de pedagogía moral en investigación, creación o hermenéutica jurídica. Pero entre ética y derecho hay
diferencias (13):
1) En primer lugar la ética es una formación de la interioridad orientada por un ideal de perfección moral. Este
ideal, además, apela a la convicción y compromisos personales. No se trata de una aceptación puramente
exterior y coercitiva de la norma, sino de suscitar una fuerte adhesión a ciertos valores sobre los cuales no
existe desacuerdo. Pero el derecho, por su naturaleza, no puede exigir esto. Para la ciencia jurídica basta la
conformidad exterior de la acción con la norma. El por qué y el cómo de una determinada conducta serán sólo
un elemento subsidiario para su ponderación.
2) La ética es exigente y difícil; ella es todo lo contrario de un "minimalismo". Apunta a una perfección que
no conoce de medias tintas. Una vida moralmente perfecta no es en absoluto incompatible con el ejercicio de
virtudes heroicas. Pero el derecho no puede ser así y es, de algún modo, minimalista. La perfección moral no
es ni puede ser jurídicamente exigible.
3) La ética se interesa por la acción habitual, lo cual implica una perspectiva de largo tiempo, el tiempo
mismo de toda la vida. El derecho en cambio no tiene esa pretensión y, dentro de ciertos límites, hasta es
conveniente que sea mudable. Dicho de otro modo, para la ética es de capital importancia la formación de
hábitos buenos de conducta, mientras que para el derecho, esta dimensión de la práxis no es la fundamental,
aunque es cierto que una buena ley no puede dejar de proponerse también este fin. En todo caso, para la ética
es esencial la formación de hábitos; para el derecho no importa la habitualidad de la conducta (excepto, claro
está, cuando se trata de reincidencias en conductas antijurídicas).
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4) La ética busca una plenitud no sólo personal, sino que es tendencialmente ecuménica. La eficacia del
derecho por su parte, depende en buena medida de sus límites jurisdiccionales.
Estas diferencias, bosquejadas tal vez con una excesiva concisión, no deben hacer pensar que la ética y el
derecho sean independientes. Por el contrario, para la ética clásica, un sistema jurídico bien estructurado debe
funcionar como instrumento público de formación moral (14). De ahí que la ley es buena y conveniente en
tanto satisface esa necesidad ética de la comunidad. Pero cuando la ley se independiza de su sentido moral,
sólo queda el acuerdo de voluntades y las soluciones de compromiso. Ahora bien, la separación
postmaquiavélica entre ética y política, ha favorecido una tendencia jurídica en la cual la ley pierde su
articulación con la moral para transformarse en una especie de protector y árbitro de ventajas jurídicamente
protegidas. Y la bioética se inspira precisamente en este último modo de entender la ley.
De esta forma, y para terminar, resumo lo que a mi juicio son los tres flancos más débiles de la bioética.
El primero de ellos, es que ella no parece ser, estrictamente hablando una ética, sino un saber que desea imitar
a la ciencia jurídica. Se busca una norma de aplicación tan general como sea posible, o un criterio de
resolución de conflictos, pero sin importar en qué medida su cumplimiento afecta la formación personal del
que decide. En una palabra, la bioética tiende a estrechar el dominio de la ética, reduciéndola a un asunto de
solución coyuntural de dilemas. Este fenómeno puede ser llamado "juridización de la ética".
El segundo, es que el paradigma jurídico en el cual se inspira la bioética, ha perdido su articulación con el
sentido moral de la ley y ha agotado su horizonte en las cuestiones procedurales o en la mera garantía de
derechos.
En tercer término, la bioética no ha sido integrada todavía a una reflexión acerca de la técnica contemporánea.
Esta última es, nada más y nada menos, que su propia condición material de posibilidad.
Estimo entonces que la bioética no ha tenido todavía un contacto genuino con lo más importante de la
filosofía moral. La bioética, que no ignora la existencia de tres grandes tipos de teorías morales (15), tiene
buenos instrumentos para reflexionar sobre un estatuto epistemológico más satisfactorio que el puramente
canónico o "principalista", capaz de articular aquellas tres perspectivas. En este sentido, la ética aristotélica,
puede prestar un valioso auxilio; ella no es solamente una ética de la virtud, de acuerdo al relevamiento
evocado por Mainetti. Para Aristóteles, la determinación de una conducta virtuosa está precedida por la
definición de qué tipo de actos es bueno obrar y en qué disposición habitual de ánimo han de serlo (16). La
moral propuesta por el Estagirita no es asunto de coyunturas, sino de una vida entera, "porque una golondrina
no hace verano, ni un solo día, y así tampoco hace venturoso y feliz un solo día o un poco tiempo" (17). Por
otra parte, en el descubrimiento de los actos buenos, la ética aristotélica, abre la posibilidad de una instancia
transubjetiva y transconsensual de legitimación moral (18). Ofrece además una relación de continuidad con la
política por medio de su noción de ley, la cual aparece como un exponencial político de la virtud (19). Este
pensamiento se completa con una apertura hacia los asuntos técnicos (20). La ética aristotélica no ofrecerá tal
vez la solución inmediata de un problema bioético concreto, pero puede contribuir eficazmente, en lo teórico,
a enriquecer el debate actual sacando a la bioética de cierta estrechez de perspectivas, y en lo práctico, a que
no se den las condiciones de formación de aquellos problemas.
11.1 BIOETICISTAS
Los bioeticistas son actores recién iniciados en el amplio escenario de la reflexión ética. La bioética tiene sus
propias teorías de fondo, principios abstractos e historias paradigmáticas, pero se desplaza desde amplias
perspectivas éticas hacia normas, reglas y políticas concretas. Lo que esperamos de los bioeticistas es menos
inspiración y más pautas prácticas para lo que se puede o no hacer en la ciencia y en la medicina.
Los bioeticistas han estado trabajando en el área de la genética desde poco después del descubrimiento del
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ADN. Hacen una distinción entre célula somática e intervenciones genéticas celulares de línea germinal. La
primera se refiere a tratamientos relativos a enfermedades genéticas mediante la introducción de un gen que
funciona adecuadamente en una persona en la que éste es anormal. Se centra en enfermedades como Tay
Sachs, Lesch Nyham y anemia de glóbulos falcoformes. La terapia de la célula somática afecta sólo a la
persona aquejada de una enfermedad genética reconocida. Se distingue de la terapia de línea germinal que
involucra cambios en un óvulo o un espermio y, por ende, incluye alteraciones genéticas que se traspasarán a
otras generaciones.
Aquí hay un ejemplo de estándares o pautas bioéticas para intervenciones genéticas celulares somáticas en los
seres humanos. (1) La intervención genética se puede utilizar sólo para el tratamiento de enfermedades
genéticas serias.
(2) No se encuentran disponibles terapias genéticas o alternativas.
(3) El defecto genético debe identificarse claramente.
(4) Estudios animales extensivos deben preceder cualquier intervención humana con el fin de sustentar quejas
acerca de la seguridad y de la eficacia.
(5) Todas las intervenciones terapéuticas deben ser precedidas de elaborados procedimientos del
consentimiento informado.
(6) Las formas y estrategias del consentimiento deben ser aprobadas por un comité ético institucional.
La clonación sería un ejemplo de la intervención genética de línea germinal. Resulta más difícil obtener la
aprobación para intervenciones de línea germinal por muchas razones, incluyendo el hecho de que las
alteraciones celulares de línea germinal son difíciles de transmitir y, por ende, tienen una eficacia limitada (Se
realizaron cientos de intentos para clonar a Dolly). Los estándares éticos de línea germinal, además de los
mencionados anteriormente, son más rigurosos.
• La ciencia genética debe ser probada y la intervención propuesta debe contar con una tasa de éxito
razonable.
• La intervención de línea germinal debe mantener la promesa de una utilidad sustancial.
• Éticamente, no se permite ninguna intervención que altere las características humanas fundamentales; por
ejemplo: libertad, inteligencia y capacidad racional.
• Éticamente, no se permite ninguna intervención que pueda crear un riesgo al "pool" genético o bien a la
diversidad genética.
Todas las pautas bioéticas puestas a disposición en la actualidad militarían contra la aprobación de la
clonación en nuestros días. La reciente clonación de ovejas y monos hace una clonación humana exitosa casi
con certeza absoluta y supera la objeción basada en falta de éxito. Sin embargo, ¿ofrecería la clonación
humana una utilidad sustancial? El Dr. Ian Wilmut, quien clonó a la oveja, expresó su oposición ante la
clonación humana. Dijo que la gente no estaba pensando cuidadosamente y que no podía ver ninguna
aplicación útil de sus técnicas de clonación en los humanos.
Las reservas éticas del Dr. Wilmut acerca de la clonación humana se pueden basar también en el criterio
número 3. Por cierto, la clonación humana altera la relación básica entre la persona clonada y el "padre"
(antecesor genético). Cualquier tipo de utilización extensiva de la clonación violaría la pauta número 4 al
crear un riesgo en el "pool" genético y en la diversidad genética.
Las presentes aplicaciones terapéuticas limitadas de la clonación hacen posible que ésta sea realizada con el
fin de diseñar cambios en las especies humanas (eugenesia). No obstante, ¿cómo decidimos que cambios son
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apropiados en las especies humanas? ¿Deberíamos transformarnos en nuestros propios creadores? Estas
importantes preguntas explican el porqué el Dr. James Watson (el descubridor del ADN) no podría justificar
el simple hecho de dejar las preguntas éticas acerca de la clonación a los científicos.
La ciencia médica y la tecnología genética, en la actualidad, nos obligan a enfrentar las preguntas básicas:
¿qué es la vida humana? ¿Qué es un niño? ¿Quién es un padre? ¿Qué es una familia? ¿Cuál es el propósito de
tener hijos? ¿Existe un Dios? ¿Somos nuestros propios creadores o asistentes de la creación de Dios? Nadie
tiene una respuesta definitiva para cualquiera de estas preguntas. Nosotros los seres humanos debemos
continuar cuestionándonos. La lucha por el significado nunca va a terminar. Sólo los fundamentalistas
religiosos y seculares tienen certeza de tener las respuestas. Sin embargo, podemos estar de acuerdo con
ciertas cosas. Los seres humanos son creativos. Inevitablemente, intervenimos en la naturaleza con nuestras
herramientas y tecnologías. No obstante, deberíamos respetar la estructura de la naturaleza e ingresar
lentamente en un área tan delicada como la clonación humana.
11.2 ALGUNOS PENSAMIENTOS PERSONALES
Los bioeticistas como todos los otros moralistas profesionales tienen que comenzar a pensar de manera mucho
más seria acerca de la clonación. La clonación humana no ha sido considerada a fondo, ya que no se
consideraba un hecho posible y muchos otros problemas necesitaban soluciones. Todo esto ha experimentado
variaciones.
Los bioeticistas pueden comenzar por aclarar el conjunto de errores obvios y problemas falsos. La clonación
produce una copia genética, pero no una fotocopia de una persona. Un clon genético es una persona diferente
que tendrá un ambiente, oportunidades, suerte elecciones, un espíritu o un alma distintos. Un clon de Einstein
podría utilizar su inteligencia superior para crear un círculo de drogas a nivel mundial. No se puede clonar la
voluntad de libertad. El entorno, en especial el familiar, aún sigue teniendo una gran influencia en lo que
algún día llegaremos a ser. Un niño clonado puede ser muy diferente del hermano que se utilizó para el
experimento sólo debido a la influencia del lugar en la familia. Los clones se verán parecidos, pero no tendrán
la misma experiencia y, por consiguiente, serán distintos. Sabemos que esto resulta cierto de acuerdo a lo que
conocemos acerca de los gemelos monocigotos que constituyen clones naturales.
Por otra parte, cualquier consideración ética seria de la clonación debe tomar en consideración el hecho de que
los seres humanos tienen la capacidad tanto para distinguir el bien como el mal. No se descuenta ninguna
posibilidad. A medida que avanza la ciencia genética, pueden emerger muchos beneficios de la clonación. Sin
embargo, incluso los beneficios objetivos pueden ser socavados por actitudes y disposiciones humanas de
naturaleza negativa. Las personalidades narcisistas pueden hacer uso de la clonación para satisfacer sus almas
enfermas de egocentrismo o para tramar sus propias versiones acerca de la inmoralidad. La gente envidiosa y
ambiciosa usaría la clonación para obtener dinero. Los individuos enfermos por conseguir poder usarían la
clonación para aumentar su dominio sobre los otros. El potencial humano por la maldad es un hecho real y no
se puede dejar de lado de las consideraciones acerca de la ética de la clonación.
¿Sería demasiado ingenuo sugerir que los científicos, los teólogos y bioeticistas comiencen a trabajar en
conjunto para desarrollar pautas éticas para la clonación en vez de sólo dedicarse a prohibir la totalidad de la
idea? Después de todo, el fundador de la genética era un sacerdote católico. El padre Gregor Mendel
descubrió los genes y su investigación en el campo de la genética aún continúa siendo válida desde ya hace
150 años. No se presentó ningún conflicto inherente en ese entonces entre la ética, la religión y la ciencia
genética. La lección de Gregor Mendel consiste en que la religión y la genética no son incompatibles. En vez
de reacciones sospechosas, prejuiciosas o instintivas desde una perspectiva negativa, ¿no podrían los
científicos genéticos y los bioeticistas comenzar a desarrollar estándares éticos con los que la gente común se
sintiera cómoda?
Para que esto suene sentimental en extremo, una comisión ética presidencial ya se formó y promete
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proporcionar algunas recomendaciones en un plazo de noventa días. Esperemos que esta comisión esté
consciente de la historia. Se han cometido errores en el pasado. Han ocurrido hechos realmente horribles que
se caracterizan por la maldad humana. Millones de inocentes perdieron sus vidas debido a teorías superficiales
y poco tenaces acerca de cómo se deberían mejorar genéticamente las especies humanas. Somos demasiado
ignorantes acerca de cómo los elementos fuertementente interrelacionados en el ecosistema operan para
abordar propuestas de tipo eugenésico. Sería un insulto para los millones de víctimas inocentes de los
programas eugenésicos realizados por los nazis si aquellos que determinan los estandares éticos para la
investigación genética e intervenciones no pudieran decir no en algún punto.
• AGENCIAS MADRID
El presidente del Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios, considera
«admisible» la utilización de células madres humanas para la investigación y producción de tejidos, e incluso,
cree que «se debe estimular».
Palacios ha puntualizado que no puede haber un debate ético, porque no se trata de embriones humanos, ya
que estas células no se producen de forma natural.
En estas técnicas se emplearían blastocitos de 8 días que son biológicamente distintos a un embrión, y que
Palacios denomina «nuclóbulos», por lo que no se debe equiparar desde el punto de vista ético a una
producción natural.
Palacios opina que «las reservas éticas que se pudieran tener deben objetivamente ceder y son salvables
debido a las altas metas médicas que se podrían obtener» y cree que «este hecho va a causar una verdadera
revolución».
Además, señala que la finalidad de las técnicas de clonación reproductivas y de las terapéuticas son distintas y
que el apoyo del Gobierno británico para la posible utilización de estas células supone un gran avance
científico y médico, que podría acabar con enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, diabetes o algunos
tipos de cáncer.
El científico ha añadido que «esta técnica de clonación de células madres abre muchas expectativas» y que las
principales aplicaciones serían las enfermedades subsidiarias de sufrir rechazos y las que se producen por las
mitocondrias, ya que sólo están presentes en las mujeres.
Una de las principales ventajas de esta nueva clonación de células madres, según Palacios, es que no habría
riesgo de rechazo, porque se emplearían células que produce el propio ser.
11.3 CLONACIÓN HUMANA: ¿BIOÉTICA O BIOECONOMÍA?
ANDREU PALOU
(Andreu Palou es catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de las Islas Baleares)
El principal problema que se produce al combinar materiales biológicos procedentes de individuos distintos es
el conocido rechazo inmunológico, por ejemplo en los transplantes de órganos o tejidos. Una manera eficaz de
evitar este problema es transferir al paciente células derivadas de las suyas propias. Esto no plantearía ningún
problema ético si fuera factible aislar, a partir de determinados tejidos del paciente, células capaces de
multiplicarse in vitro y de diferenciarse, también in vitro o tras su reimplantación en el cuerpo, en las células
de interés que necesita el paciente. De hecho, los tejidos adultos contienen una pequeña proporción de células
de este tipo (denominadas células madre) y, por ejemplo, es factible obtenerlas a partir de la piel o la médula
ósea, para el tratamiento de quemaduras y leucemias.
Pero las células madre presentes en los tejidos adultos son pocas (su número va disminuyendo con la edad) y
poco versátiles, en el sentido de que sólo pueden dar lugar a un tipo o unos pocos tipos de células. En cambio,
42
los embriones tempranos (en el estadio de blastocisto, a los cinco o siete días) son una fuente de células madre
pluripotentes, que pueden ser cultivadas in vitro y que pueden ser diferenciadas en todos los tipos celulares
que constituyen nuestro organismo. En este contexto surge la posibilidad de la clonación de embriones
humanos con fines terapéuticos, cuyo objetivo es generar células madre pluripotentes perfectamente
compatibles con las del paciente, por tener el mismo genoma nuclear.
Técnicamente, se trata de transferir el núcleo (que contiene los cromosomas) de una célula somática (por
ejemplo de la piel) del paciente a un óvulo al que previamente se ha eliminado el núcleo, y conseguir que este
óvulo empiece su desarrollo in vitro, hasta el estadio de blastocisto (de cinco a siete días). Desde la clonación
de la oveja Dolly, estaba claro que era una cuestión de tiempo que la técnica de transferencia nuclear se
aplicara a la especie humana. Ahora, una empresa privada norteamericana, ACT (Advanced Cell Technology)
ha anunciado que ha logrado activar tres desarrollos embrionarios derivados de sendas células somáticas
(obtenidas de la piel) de humanos. Han producido embriones humanos que denominamos clónicos porque su
genoma nuclear es idéntico al del donante.
A diferencia de la clonación reproductiva, que pretende la obtención de individuos completos, clónicos o
genéticamente idénticos a su progenitor, la clonación terapéutica no pretende conseguir un desarrollo
embrionario más allá de las etapas tempranas correspondientes a la preimplantación uterina. En realidad, el
objetivo se limita a obtener unas células precursoras adecuadas in vitro (es decir, en el tubo de ensayo). En
definitiva, se trata de obtener fuentes de células madre embrionarias y otras parecidas para el desarrollo de
numerosas modalidades terapéuticas nuevas. Para algunos puede ser importante saber que estas células madre
son pluripotentes pero no omnipotentes o totipotentes ya que, por sí mismas, no pueden dar lugar a un
embrión.
La clonación terapéutica abre una nueva vía para el tratamiento de enfermedades hoy incurables, ya que puede
permitir la regeneración de tejidos a partir de células perfectamente compatibles. Además, dado que las
células somáticas de partida pueden ser modificadas genéticamente (es decir, incorporando o eliminando
determinadas características genéticas, a voluntad), las células madre resultantes no sólo son perfectas desde
el punto de vista de evitar el rechazo, sino que pueden ser diseñadas a la medida de las necesidades de cada
paciente individual, corrigiéndose defectos genéticos si fuera preciso. Entre las aplicaciones que se perfilan,
las más aparentes pueden ser la obtención y uso de cardiomiocitos para reponer las células dañadas de un
corazón afectado de infarto, la regeneración de células beta productoras de insulina en pacientes diabéticos
tipo I, fuentes de neuronas para reemplazar las pérdidas en las enfermedades neurodegenerativas como el
Parkinson y el Alzheimer, reponer células dañadas en enfermedades hepáticas, renales, pulmonares, etcétera y
otras aplicaciones en diversos tipos de cáncer. No debe olvidarse tampoco su utilidad en las pruebas y
desarrollo de nuevos fármacos.
El hecho de que los investigadores de ACT no consiguieran que los embriones humanos clónicos pasaran de
los primeros estadios (alcanzaron sólo el de seis células) es revelador del actual desconocimiento de los
factores que permiten la reprogramación de los genes en una célula. ¿Cómo una célula que se ha especializado
en determinadas funciones mediante la programación de una determinada secuencia de expresión de ciertos
genes y represión de otros puede volverse a programar desde sus inicios? ¿Qué factores permiten a una célula
adulta esta recuperación de las propiedades de una célula madre totipotente? Estas preguntas no sólo son
importantes para el científico: cuando conozcamos las respuestas no sólo sabremos más, sino que también será
más factible utilizar, directamente, células adultas y reprogramarlas sin pasar por el estado de embrión. Con
ello desaparecerá o se reducirá la necesidad de crear embriones para la denominada clonación terapéutica.
Pero no estamos aún en esta coyuntura sino en una muy anterior: la posibilidad de clonar embriones humanos,
con fines reproductivos y/o con fines terapéuticos.
La posibilidad de disponer de fuentes de células madre pluripotentes, a la medida de cada persona, no cabe
duda de que resulta de enorme interés en la medicina regenerativa, y muchos científicos estamos a favor de
que se impulse la investigación en este campo. Sin embargo, deben tomarse medidas para excluir la clonación
43
reproductiva, hoy en día injustificable. La prohibición de la clonación reproductiva es coherente con la
defensa de la dignidad humana tal como hoy la entendemos en las sociedades democráticas avanzadas, y no
contradice la libertad de estudio e investigación, si se atiende al principio de proporcionalidad entre los
objetivos y los potenciales beneficios.
La clonación reproductiva no requiere otro proceso técnico más que el de la implantación directa del embrión
en un útero, tal y como ya se hace hoy día en la reproducción asistida. Y, aunque hoy pocos se atrevan a
defenderla, es sólo cuestión de tiempo que este problema se plantee explícitamente o quizás en otros términos,
también reales. Por ejemplo, no podemos soslayar la eventualidad de que embriones clónicos pensados para
terapia alcancen fases avanzadas del desarrollo embrionario, a pesar de los controles o prohibiciones
existentes; entonces habrá que plantearse la existencia de sus derechos, incluido el de reproducción. Tampoco
conviene olvidar que los condicionantes ambientales de nuestro planeta están variando muy rápidamente;
quizás no sea ciencia ficción prever que, en unas cuantas generaciones, sea necesario recurrir a las
mencionadas técnicas, o a otras parecidas derivadas de la biología molecular, para garantizar la continuidad de
nuestra especie y otras especies.
Pero hay una cuestión más inmediata. Nos tenemos que plantear qué podemos y qué debemos hacer con los
embriones viables humanos que tengamos sobre la mesa, sean los nuevos que se produzcan o los millares de
embriones sobrantes de las prácticas de fertilización in vitro que ya tenemos congelados. Estos embriones
sobrantes constituyen un material precioso para la investigación de la medicina regenerativa en los próximos
años. Si ya se permite la investigación en embriones para mejorar el tratamiento de la infertilidad, no
encuentro ningún argumento para excluir la posibilidad de, a partir del material ya disponible, extender las
investigaciones a objetivos que pueden permitir curar enfermedades.
Por tanto, parece lógico, en estos momentos, implementar la utilización de los embriones sobrantes ya
disponibles, y de las líneas de células madre que puedan derivarse de ellos, en la investigación biomédica. Se
presenta como prioritaria la investigación de las primeras etapas del desarrollo embrionario en humanos,
porque los nuevos conocimientos pueden hacer disminuir la presión para la obtención de ovocitos [unión de
un espermatozoide y un óvulo] y para el propio clonaje de embriones. También parece lógico limitar el
clonaje de embriones humanos a aquellos casos en que el fin terapéutico esté bien establecido y tenga buenas
expectativas de éxito. En todo caso deben establecerse sistemas de control que eviten el abuso de
investigaciones precarias o arbitrarias en este campo.
En el corto plazo, en el caso de que se puedan usar células/tejidos fetales (ricos en células madre) deben
establecerse fuertes garantías de que no se induzcan abortos con este fin, por ejemplo abortos a una edad
determinada. También van a ser necesarias medidas para controlar el comercio (nacional y transnacional) con
embriones o tejidos fetales. Y medidas estrictas para controlar los deseos de algunos de convertirse en
artífices o en beneficiarios de la denominada evolución acelerada y dirigida: siempre habrá quien piense en
mejorar la especie, la capacidad física o mental, la eficiencia, etcétera, no sólo en reparar daños o curar
enfermedades.
El panorama es extraordinariamente complejo, tanto que cada vez es más manifiesta la necesidad de
estructurar el análisis de todas las posibilidades y problemáticas derivadas de la evolución biotecnológica.
Este análisis debería basarse en organismos sólidos de ámbito internacional, y ofrecer garantías de
independencia y de transparencia. En particular, en el caso de las aplicaciones de la ingeniería genética en
humanos debe preverse la posibilidad de que las cosas no salgan bien. Por ejemplo, existe el riesgo de daños
en los genes por la propia manipulación de los núcleos, con posibles consecuencias malignas y, por lo tanto,
se debe poder garantizar la toma de medidas para conseguir la reversibilidad de los procesos desencadenados.
Con todo, parece un tanto desequilibrada la postura de nuestro presidente Bush, apremiando al Senado a poner
fuera de la ley cualquier forma de clonación humana, sin distinguir entre los fines reproductivos, los
terapéuticos o los de investigación.Tampoco la tendencia iniciada en Estados Unidos de aplicar limitaciones a
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la investigación con fondos públicos y permitirla si los fondos son privados parece aceptable.
Al contrario, creo que todo control sobre este tipo de investigaciones (sean con fondos públicos o privados)
debe ser público y muy transparente y que, más que en primar ciertos intereses privados, deberíamos pensar
en un sistema que garantice, a todos por igual, el derecho a acceder a las nuevas posibilidades terapéuticas.
12. BIOÉTICA Y CLONACIÓN
Eramos pocos ... y parió la oveja (Dolly) La bioética se ha definido como ética de la vida o de la biología. Los
firmantes de la Declaración Bioética de Gijón 2000 (1) conscientes del peligro que las desviaciones de rápidos
progresos de la biología y la medicina pueden significar para los derechos humanos, afirman literalmente en el
punto décimo: "La creación de individuos humanos genéticamente idénticos por clonación debe prohibirse. La
utilización de células troncales con fines terapéuticos debe permitirse siempre que la obtención de esas células
no implique la destrucción de embriones."
No obstante, ante la polémica suscitada por la postura del Gobierno británico de respaldar la clonación de
embriones humanos (de menos de 14 días) con fines terapéuticos (2), Marcelo Palacios (3) (presidente del
Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética), se apresuró a declarar que consideraba admisible
esa postura, y afirmo (4): "No puede haber un debate ético porque no se trata de embriones humanos, (el los
llama nuclóvulos) ya que estas células no se producen de forma natural. Las reservas éticas que se pudieran
tener deben objetivamente ceder y son salvables debido a las altas metas médicas que se podrían obtener".
Estas declaraciones plantean muchos interrogantes, pero me ceñiré a tres de ellos:
¿Cómo puede pretender una persona dedicada a la Bioética que no se plantee en la sociedad un debate ético
sobre éste o cualquier otro tema?
¿Cómo puede el presidente de un Comité que ha impulsado la Declaración Bioética de Gijón, defender justo
lo contrario de lo que ha firmado unas semanas antes amparándose en una argucia conceptual o terminológica
tan burda? De sus afirmaciones se puede deducir que un nuclóvulo si puede ser utilizado en investigación y
destruido una vez usado. Lo que nos plantea la siguiente pregunta.
¿En qué se diferencian un embrión de un "nuclóvulo"? Únicamente en su origen biológico (uno natural y otro
artificial). Es decir, si les dejamos desarrollarse libremente ambos llegarán a ser seres humanos.
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Un segundo debate, de calado más filosófico, lo plantean personas como Jesús Mosterín (Profesor de Filosofía
del CSIC), el cual tras alegrarse − como todos los defensores de los animales − de que la clonación celular sea
ya una alternativa real a la utilización de animales en experimentación y para trasplantes, va más lejos y
afirma literalmente (5): "El embrión de una semana − en el que se dan las células madre totipotentes− es una
bolita de células invisible a simple vista y carente por completo de atisbo alguno de sistema nervioso. Desde
luego no es una persona, pero ni siquiera es un animal, pues carece de ánima. Sin sistema nervioso no hay
alma, no hay psiquismo (...) El embrión carece de alma, de conciencia, de vivencias o sentimientos, es incapaz
de sufrir y no merece consideración moral".
Es evidente que no tiene el sistema nervioso desarrollado pero sí en potencia. En todo caso, no sé por qué su
presencia es condición imprescindible para que haya alma. Además, ¿cómo puede saberse si algo o alguien
tiene alma o no la tiene? Me asombra que alguien pueda pronunciarse al respecto con tanta contundencia.
Personalmente simpatizo mucho más con aquellos que piensan que hasta las piedras tienen una especie de
"alma". Sin embargo, lo que más me llama la atención de estas actitudes y declaraciones es que las células
madre se pueden obtener de células adultas o simplemente del cordón umbilical tras el parto. No es, por tanto,
imprescindible el uso de embriones humanos ni, por tanto, necesario justificarlo con argumentos tan
peregrinos. Quizás, como ha señalado Philippe Busquin (comisario europeo de investigación) (6): "A lo
mejor, el futuro está en las células adultas y no en las embrionarias y aunque los resultados sean más lentos,
puede que ésta sea la vía".
Lo que resulta, a todas luces, indudable, es que la utilización de células madre para investigación contribuye al
bienestar de los animales por diversas vías, citaré dos:
A) Es una sólida alternativa a la utilización de animales para determinar la toxicidad de determinados
productos destinados al consumo cotidiano: cosmética, productos de limpieza, etc. (7): estos argumentos
desacreditan a quienes sostienen que resulta imposible garantizar la seguridad para las personas de nuevos
productos sin causar dolor a los animales.
B) Si estas técnica proporcionan tejidos y órganos humanos no será necesario utilizar animales como "granjas
vivientes" de órganos para trasplantes (xenotrasplantes) (8). Conviene recordar aquí que los creadores de
Dolly han abandonado recientemente su línea de investigación en xenotrasplantes alarmados por las
advertencias de los expertos del enorme peligro que entrañan de transmitir enfermedades infecciosas
desconocidas a las personas (9). Al final del Congreso Mundial de Bioética (Gijón, España, 20−24 Junio
2000), el Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), insiste en que la ciencia y la
tecnología deben tomar en consideración el interés general.
13. UNA NUEVA FORMA MORTAL DE ESCLAVITUD
BIOÉTICA Y CLONACIÓN
El autor de este artículo es Vicepresidente de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica, además de
profesor Titular de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia
El debate bioético sobre la clonación cada vez presenta nuevas variantes; en mi opinión, todas ellas sólo
afectan accidentalmente al valor ético de tal acción. Aun así, podemos encontrar, como ha ocurrido con otros
debates bióticos, un pequeño espectro de posicionamientos: los que aceptan la clonación y todas sus variantes
como una nueva alternativa para la reproducción, que incrementa la capacidad electiva del ser humano; los
que aceptan algunas de ellas bajo determinadas circunstancias; y los que consideramos que el acto de
clonación es ilícito en sí mismo, que no puede ser justificado ni por circunstancias especiales ni por fines
subjetivos, por muy nobles que éstos sean.
Me centraré en los que consideran que, dado el potencial beneficio para la Humanidad que conlleva esta
técnica, se debe considerar lícita la clonación de embriones humanos para su posterior utilización (después de
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disgregar el embrión clónico) como fuente de células tronco stem cells. Posteriormente, a partir de estas
células se obtendrán determinados tejidos compatibles con el progenitor que se transplantarían a éste. Este
procedimiento ha sido bautizado terminológicamente por algunos con el nombre de clonación terapéutica, y se
trataría de una técnica con indicación de tipo médico. En cambio para otros, entre los que me sitúo, este
procedimiento supondría una instrumentalización de un ser humano por terceros, que iría en contra de la
inviolabilidad de todo hombre y de su consideración como fin y nunca como medio.
Atendiendo a este último criterio, considero que no puede hablarse de clonación terapeútica, que tendría una
valoración ética aceptable, oponiéndola a clonación reproductiva, que sería rechazable. No existe, como
algunos autores han indicado, una clonació blanda lícita, y otra dura, ilícita. Poner adjetivos puede que
semánticamente responda bien al objetivo utilitarista que subyace en tal estrategia del lenguaje −contraponer
el potencial beneficio para la Humanidad, frente a obstaculizar la ciencia en su lucha contra la enfermedad−,
pero, considerando la acción en sí misma, se aprecia claramente que clonar es una acción reproductiva
independientemente del fin subjetivo que se le dé al producto de tal reproducción, sea destruirlo al poco
tiempo, o dejarlo crecer y nacer. No se ve cómo el paso del tiempo puede cambiar substancialmente la misma
acción de generar un nuevo ser humano asexualmente. Es más, la intención de crearlos para destruirlos agrava
más la situación de la eufemísticamente denominada clonación terapeútica, al convertirla en una nueva forma
mortal de esclavitud por la que unos seres humanos son creados para provecho de otros; un abuso de los más
fuertes sobre los débiles, una disposición de unos por otros, contraria a la igualdad de todos los seres
humanos.
Así pues, destruir a unos seres humanos para salvar a otros parece algo contradictorio y opuesto a la
pretendida finalidad humanitaria con que nos quieren justificar la clonación terapéutica. Además,
incrementaría el grado de desprotección en que, poco a poco, se ve envuelto el embrión humano. No sólo
sería, como es en la actualidad, un medio para satisfacer los deseos reproductivos de una pareja, sino que
adquiriría un grado más de cosificación. Simplemente se trataría de un material biológico sujeto a las leyes del
mercado, o a intereses sanitarios, sino que adquiriría un grado más de cosificación. Simplemente se trataría de
un material biológico sujeto a las leyes del mercado, o a intereses sanitarios, personales o sociales.
Luis M. Pastor García
13.1 IMPLICACIONES ÉTICAS DE LA CLONACIÓN REPRODUCTIVA HUMANA
Cada individuo tiene una opinión acerca de sí es o no correcto clonar a otro ser humano. La idea de producir
asexualmente copias múltiples de los organismos idénticos desde un punto de vista genético, todos
descendientes de un antecesor común, crea, en la mayoría de las personas, una reacción moral negativa.
La reacción negativa de la mayoría de las personas en cuanto a la clonación humana tiene una gran
importancia. La disciplina filosófica de 2.500 años de antigüedad llamada Ética, y la aún más nueva
denominada Bioética, toman en cuenta las respuestas emocionales de los seres humanos desarrollados
normalmente cuando tratan de formular respuestas a preguntas éticas difíciles. Instintivamente, la mayoría se
forma la impresión que la procreación que resulta de una expresión de amor y dentro del contexto de una
familia constituye algo favorable que debería protegerse. Los individuos, en gran parte, creen que la
procreación sexual no debería res reemplazada por alguna tecnología de laboratorio
13.1.1 ¿ES ÉTICA LA CLONACIÓN DE EMBRIONES?
Laclonación de embriones abre enormes posibilidades a la medicina. Pero, debido a los beneficios que puede
reportar, en la sombra se prepara una carrera cuyos estragos afectan a la esencia misma de nuestra identidad
humana.
13.1.1.1 Atenta contra la vida de embriones humanos:
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La clonación por transferencia nuclear emplea un óvulo ya fecundado. A este óvulo fecundado se le arranca el
núcleo para ser sustituido por otro núcleo procedente del individuo que se desea clonar. El embrión no es
destruido totalmente, pero es modificado de tal modo, al ser privado de su núcleo, que, de hecho, un individuo
humano es sacrificado con el fin de crear otro. La cosificación del producto clónico arranca, por tanto, de una
instrumentalización tan radical de otro individuo que lo elimina en beneficio del producto final.
13.1.2 LAS OBJECIONES MORALES
Como era de prever, la oposición más enérgica fue la de la Iglesia Católica, que considera al embrión como un
ser vivo desde la concepción.
Además, de la clonación rechaza toda investigación en la que se empleen embriones de recambio (creados
para el tratamiento de la esterilidad, pero no utilizados), por estimar moralmente reprobable que se use a una
persona en provecho de otra.
En el otro extremo encontramos los defensores antiguos de la ciencia y del mercado. Estos son
suficientemente astutos como para no emitir ninguna opinión políticamente incorrecta, por ejemplo, que el
embrión no es más que una masa de secreción celular que, como cualquier otro recurso biológico, puede
utilizarse para las investigaciones médicas.
Entre estos dos extremos se encuentra una vía intermedia, para la que no hay una línea clara, sino un
principio: el respeto de la dignidad humana, piedra angular del derecho europeo.
Todo ser humano tiene derecho automáticamente a la dignidad.
Es lo que nos distingue del resto de las especies animales.
La clonación reproductiva es inmoral porque es un modo extremadamente impersonal de llamar seres
humanos a la existencia y, por tanto, de tratarlos como lo que son, es decir, como cosas o productos y no
como sujetos o personas. Es, por eso, una acción injusta, que le niega al ser humano en su mismo proceso de
venir al mundo lo que le es debido: ser procreado, es decir, ser convocado a la existencia con un acto personal
de unos padres y no−fabricado como un producto carente incluso de la base biológica de la filiación.
Este tipo de clonación lleva a su cumbre la cosificación del ser humano producido por este método, que es
tratado, todavía más que en los métodos convencionales, no como un hijo, sujeto libre igual que los padres,
sino como un objeto a disposición de quienes lo fabrican.
Manifestaciones de la inmoralidad de la clonación reproductiva:
Predetermina completamente la dimensión biológica del niño − clon:
Como dice el CCNE (Comité Consultivo Nacional de Ética para las Ciencias de la Vida), minaría el valor
simbólico del cuerpo y del rostro humanos como soportes de la persona en su unicidad. Es cierto que el
genoma no es identificable con la personalidad: el ser humano es más que biología; hay que desenmascarar
con claridad el mito de la producción de hombres repetidos. Pero hay que advertir también que la biología es
parte constitutiva de la personalidad: el cuerpo es símbolo de ésta. El clon, biológicamente programado, se
sabría predeterminado en algo constitutivo de su ser personal, como es su figura y sus condiciones físicas, y,
por tanto, sería ya en esta dimensión de su ser intolerablemente cosificado.
13.1.2.1 CIUDAD DEL VATICANO, 28 noviembre 2001.− Juan Pablo II calificó este miércoles los
experimentos de clonación humana como una amenaza programada científicamente contra la vida humana.
El pontífice pronunció estas palabras tres días después de que un laboratorio privado estadounidense
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anunciara la clonación del primer embrión humano.
«El verdadero humanismo no puede admitir nunca métodos y experimentos que constituyen amenazas
programadas de manera científica y sistemática contra la vida humana», afirmó el Santo Padre.
Al saludar al final de la tradicional audiencia general semanal a un grupo de doctores de la Escuela Médica de
Hospitales de Roma, el Papa les alentó a «defender sin compromisos la vida y la dignidad de la persona, en el
respeto de la ley moral».
El lunes pasado la Sala de Prensa de la Santa Sede publicó un comunicado en el que denunciaba «el carácter
dramático» y «la gravedad» moral del experimento de clonación humana.
Se ha creado un ser humano, en estado todavía de embrión, y después ha sido eliminado, constataba el
documento vaticano, que sugiere más bien como futuro para la medicina la experimentación con células
estaminales extraídas de adultos, senda que científicamente se ha demostrado válida y que respeta la dignidad
de la vida humana.
El anuncio de la clonación del primer embrión humano fue realizado este domingo por el laboratorio
estadounidense Advanced Cell Technologies (ACT) en un artículo publicado en el «Journal of Regenerative
Medicine».
13.1.1 ETICIDAD DE LA CLONACION
Despues de todo, los geme-los identicos comparten una herencia genetica identica pero son personas
biologica, psicologica, moral y legalmente distintas. Se toma esta decision a pesar de que algunos de los temas
tratados en estos es-tudios (por ejemplo, la relacion entre el parentesco de varies tipos y el comportamiento
individual o las relaciones familiares) eran direc−tamente aplicables a muchas de las preocupaciones
relacionadas con la clonacion de seres humanos con esta nueva tecnica.
Quiza los aspectos mas delicados y controvertidos que «descartamos» fueron los relacionados con la
investigacion en embriones hu-manos, un tema particularmente conflictivo en EE.UU., asi como el
tratamiento de los animales no humanos. Quisiera profundizar un poco mas sobre estos dos temas,
comenzando con el tratamiento de especies no humanas.
A pesar de la manifestacion de los activistas en favor de los dere−chos de los animales (vestidos de ovejas) en
una de nuestras primeras reuniones, nos parecio evidente que independientemente del valor moral de las
especies no humanas, siempre se considerarfa ligeramente inferior al valor moral de los humanos, y por este
motivo, decidimos centrarnos unicamente en el tema de la clonacion en relacion con los seres humanos. Al
hacer esto, aceptamos implicitamente la practica actual con animales no humanos en el entorno clinico o de
investigacion, al considerar que los nuevos desarrollos cientificos que estabamos analizando no suscitaban
problemas en relacion con el tratamiento de los animales o con su disponibilidad con fines de in-vestigacion.
De hecho, nos parecio evidente que cualquier daiio que pudiera causarse a los animales durante la
investigacion en este campo produciria a estos animales menos sufrimiento que en ciertos en−tornos de
laboratorio actuales.
Nuestra actitud hacia la investigacion con embriones humanos fue mucho mas compleja y refleja una serie de
consideraciones radicalmente distintas. Como es sabido, los problemas eticos relaciona-dos con el uso de
embriones humanos en la investigacion han sido ampliamente debaddos en Estados Unidos. A pesar de un
informe detallado dirigido en 1994 al U.S. National Institutes of Health (NIH), en el que se recomendaba el
uso cuidadoso y regulado de los embriones. La clonación humana forma parte del proyecto del eugenismo, y,
por tanto, está expuesta a todas las observaciones éticas y jurídicas que lo han condenado ampliamente".
"En el proceso de clonación, se pervierten todas las relaciones fundamentales de la persona humana: la
filiación, la consanguineidad, el parentesco, la paternidad".
"Esta concepción selectiva del hombre (...) desarrollará el convencimiento de que el valor del hombre y de la
mujer no depende de su identidad personal, sino solamente de aquellas cualidades biológicas que pueden ser
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apreciadas y, por ello, seleccionadas. (...) El clon (...) se parece a alguien que 'valía la pena' clonar".
"(La clonación del embrión−feto) experimental es inmoral en todos los casos, ya que supone una reducción
arbitraria del cuerpo humano a mero instrumento para la investigación. El cuerpo humano es un elemento
integrante de la dignidad y de la identidad personal de cada uno".
"El proyecto de 'clonación humana' representa la terrible deriva a la que se ve empujada una ciencia sin
valores, y es signo del profundo malestar de nuestra civilización, que busca en la ciencia, en la técnica y en la
'calidad de vida' los sucedáneos del sentido de la vida y de la salvación de la existencia. (...) La clonación
corre el riesgo de convertirse en la parodia trágica de la omnipotencia de Dios".
"Detener el proyecto de la clonación humana es un compromiso moral que hay que saber traducir en términos
culturales, sociales y legislativos".
13.2 LA INMORALIDAD DE LA CLONACIÓN TERAPEÚTICA HUMANA
La clonación terapéutica no esta justificada por el bien que se hace con ella a pacientes, que se mejoraría su
vida o incluso se le salvaría, porque el fin bueno no justifica la elección deliberada de medios malos. No se
puede eliminar a una persona para intentar salvar a otra. Menos aún se puede fabricar un ser humano, algo ya
repugnante de por sí por los motivos que hemos dicho, sólo para utilizarlo como material de
aprovisionamiento en la obtención de células, tejidos, o lo que fuera, destinados a curar a otros. Esa acción
llamada terapéutica es, antes que nada, una acción homicida, mortal para los seres humanos utilizados como
puro medio despreciable.
14. POSTURAS CIENTÍFÍCAS, ECONÓMICAS, SOCIALES Y RELIGIOSAS
La mayoría de los eticistas religiosos consideran la clonación humana como un hecho incorrecto. Los más
permisivos entre ellos instan a una gran precaución en la utilización de este tipo de manipulación genética. No
obstante, la ciencia tiene sus propios eticistas y, por lo general, toman el punto de vista opuesto. Los
científicos tienden a centrarse en los beneficios positivos de la clonación, descartando los peligros. Tienden a
no hacer predicciones de consecuencias catastróficas seriamente. A la crítica ética proveniente de la ciencia
exterior la consideran poco ilustrada y/o perjudicial. Señalan que se puede confiar en ellos como creadores de
su propia ética. Incluso cuentan con sus propios héroes éticos, santos científicos de todo tipo.
14.1 ETICISTAS CIENTÍFICOS
Los eticistas científicos enfatizan las posibilidades correspondientes a conquistar la enfermedad y la
infertilidad. Se centran en nueva información acerca del funcionamiento celular que ayudará en la lucha
contra el cáncer. Además, la clonación podría actuar como medio de protección en contra de ciertas
enfermedades genéticas que resultan de la combinación de genes de ambos padres. No obstante, la ciencia
cuenta con su propia historia de escándalos éticos y la idea de que la gente debería dejar hacer a los científicos
lo que ellos consideren correcto ya no convence a nadie. El Dr. James Watson, quien ganó el Premio Nobel
por descubrir la estructura del ADN, concuerda con que esta problemática no puede ser dejada en las manos
de la ciencia.
14.2 ETICISTAS ECONÓMICOS
Ni a la ciencia ni a la economía les gustan las restricciones éticas. Los portavoces de los intereses económicos
(en la economía) apoyan a los científicos en contra de cualquier situación que restrinja la clonación. Los
intereses económicos se encuentran concentrados mucho más en la clonación animal que en la humana. No
quieren ver arruinadas las posibilidades económicas de la clonación animal a causa de las preocupaciones que
acarrea la clonación humana.
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14.3 ETICISTAS RELIGIOSOS
Gran parte de los expertos en ética proviene de la religión. Los eticistas del Vaticano ya han tomado una
fuerte postura en contra de la clonación, por ende, continúa la triste historia de sobrereacción negativa hacia el
descubrimiento científico. El Obispo Sgreccia declaró que resulta incorrecto alterar una especie animal,
considérese, por tanto, el caso de un simple ser humano. Otro vocero se refirió a la clonación como una
violación a la integridad del matrimonio. Los expertos del Vaticano reflejan los puntos de vista del Papa y él
ya ha rechazado cualquier uso de tecnologías que interfieran con la procreación sexual dentro del matrimonio
o que hagan factible la destrucción de embriones humanos.
Los Teólogos católicos pueden hacer uso de diferentes suposiciones de fondo desde la perspectiva del Papa y
sus opiniones tienden a la falta de credibilidad. Algunos ven las tecnologías genéticas como una expresión de
la creatividad humana y ésta como una ventaja, ya que refleja la creatividad de Dios. Crear nuevas plantas y
animales mediante intervenciones genéticas es un hecho ampliamente respaldado tecnológicamente, pero aún
la mayoría de los moralistas católicos demarcan sus líneas en cuanto a la clonación reproductiva humana.
14.4 ETICISTAS ECONÓMICOS
Ni a la ciencia ni a la economía les gustan las restricciones éticas. Los portavoces de los intereses económicos
(en la economía) apoyan a los científicos en contra de cualquier situación que restrinja la clonación. Los
intereses económicos se encuentran concentrados mucho más en la clonación animal que en la humana. No
quieren ver arruinadas las posibilidades económicas de la clonación animal a causa de las preocupaciones que
acarrea la clonación humana.
14.5 Eticistas Literarios
La literatura, como la religión, constituye una importante fuente de ética. Los novelistas y los poetas
proporcionan puntos de vista éticos y muchos ya han tomado posiciones muy críticas en cuanto a la clonación.
El libro de Mary Shelly "Frankenstein" (1818) fue la primera evaluación negativa. Frankenstein era
inteligente y articulado, pero se encontraba profundamente angustiado por su origen antinatural. En esta
historia, el personaje se vuelve loco y asesina al doctor que lo creó. "Los Chicos de Brasil" fue tan aterradora
como la clonación misma.
14.6 ETICISTAS GUBERNAMENTALES
A través de la influencia creada por su consolidación, el gobierno por años ha exigido controles éticos
estrictos sobre la investigación genética y la terapia que involucra a los seres humanos. Inmediatamente
después de las recientes noticias acerca de la clonación, el presidente Clinton prohibió temporalmente el uso
de capital federal para experimentos de clonación humana. No mucho después del decreto del presidente, un
diputado republicano (Vernon Elders de Michigan) propuso una prohibición en cuanto a la clonación humana,
ya que ésta podría crear una reacción negativa hacia la clonación animal y, por esta razón, perjudicaría a los
negocios. Sin decir lo que hará el congreso, pero incluso si el gobierno prohibe la clonación, esto aún deja al
mercado como una base alternativa para actividades relativas a la clonación.
15. LA CLONACIÓN REPROUCTIVA HUMANA
El éxito en la clonación de una oveja, a partir de una célula de un ejemplar adulto, ha desatado una tromba de
comentarios en todos los medios de comunicación. Las repercusiones de este experimento, tanto científicas
como éticas, son notables. Sin embargo, muchas de las opiniones vertidas a raíz de la noticia adolecen de una
buena dosis de imaginación, y exigen una clarificación. Para llevarla a cabo, describimos el experimento
llevado a cabo, sus antecedentes, las conclusiones científicas que se pueden extraer de él, y las repercusiones
éticas de su posible aplicación sistemática en un futuro que, hasta hace poco, parecía muy lejano.
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Aunque la noticia que ha dado la vuelta al mundo se refiere al último trabajo de investigación del equipo del
Instituto Roslin, el éxito de su técnica fue ya publicado el año pasado, aunque, en esa ocasión, las células de
partida habían sido células embrionarias. El procedimiento consistió en tomar células y ponerlas en cultivo. El
medio nutritivo, en pases sucesivos, fue disminuyendo su concentración de proteínas nutritivas, desde un 10%
hasta el 0,5%. De este modo, se consiguió detener la división de las células en cultivo. Por otra parte, se
tomaron óvulos, y se les extrajo el núcleo aspirándolo mediante una micro pipeta. Como último paso, se
pusieron en contacto las células cultivadas y los óvulos enucleados, y se les sometió a un breve pulso
eléctrico, con dos objetivos: por una parte, crear micro poros en la membrana de ambas células puestas en
contacto, y producir su fusión; por otra, abrir los canales del calcio de la membrana, provocando una reacción
parecida a la que causa el espermatozoide al fecundar el óvulo, que pone en marcha todo el metabolismo
celular y el desarrollo del nuevo ser. Esta técnica fue básicamente la misma cuando se emplearon como
células de partida las células embrionarias o las de la ubre de una oveja adulta, variando solamente el número
de pases en cultivo.
El rendimiento de la técnica fue muy bajo: de la fusión de 277 óvulos enucleados con la correspondiente
célula cultivada, sólo se obtuvieron 29 embriones, que fueron transferidos a ovejas; de todos ellos nació sólo
un cordero, Dolly. Como puede colegirse, este experimento no es propiamente una clonación, pues no se
produce el nuevo ser vivo solamente a partir de una célula de adulto, sino de su fusión con un óvulo
enucleado; de todos modos, el ejemplar adulto obtenido es genéticamente idéntico a la célula de partida.
15.1 ¿Es posible clonar seres humanos?
En 1977 acaparó los titulares de todo el mundo una cordera llamada Dolly. ¿Qué tenía de particular? El hecho
de ser el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, tomada de una glándula mamaria de oveja. De
este modo, Dolly pasó a ser una gemela más joven de la oveja a la que se le había extraído la célula. Antes de
ella, los científicos llevaban décadas clonando animales a partir de células embrionarias. Pero pocos
consideraban factible la reprogramación de una célula de mamífero adulto para engendrar un animal a su
imagen genética exacta. Pues bien, la clonación a partir de una célula adulta ya es una realidad y permite
conocer de antemano el aspecto de la descendencia.
El objetivo de los científicos que clonaron a Dolly era modificar animales de granja para que secretaran en la
leche fármacos útiles al hombre. En Febrero de 1997 se hizo público el éxito de la empresa en el reportaje
Descendencia viable derivada de células fetales y adultas de mamíferos, publicado por la revista científica
Nature.
Después de Dolly, se han clonado a partir de células adultas decenas de animales. Con esta misma técnica,
¿sería posible clonar seres humanos adultos? Según algunos biólogos, sí. ¿Se ha realizado ya? Aún no. Ian
Wilmut, el científico británico que encabezó el equipo que clonó a Dolly, señala que por el momento la
clonación es un proceso sumamente ineficaz, pues registra una tasa de mortalidad de fetos diez veces más alta
que en la reproducción natural.
15.2 Obtención de células madre humanas
Los informes originales de los equipos de Thomson[25] y de Gearhart[26] sobre el cultivo de células madre
humanas. Se trata de células dotadas de inmortalidad y de pluripotencia. Posibilidad de diferenciación en
distintos tipos de células y tejidos.
El trabajo de Thomson y colegas en la Universidad de Wisconsin, financiado por Geron: aislamiento y cultivo
de células madre embrionarias (ES) a partir de blastocistos procedentes de programas de FIV. John Gearhart,
de la Johns Hopkins University School of Medicine
Gearhart, en la U. John Hopkins obtuvo células madre germinales embrionarias (EG) a partir de fetos
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abortados. (Informes posteriores arrojan dudas sobre la conveniencia de usar estas células, ya que parece que
la clonación con ellas, da origen a frecuentes anomalías del desarrollo de los animales[27]).
Advanced Cell Technologies (ACT) usaron una técnica similar a la de transferencia nuclear, para fusionar un
óvulo enucleado de vaca con una célula somática humana: se obtuvo un embrión híbrido.
Obtención de células madre (ES), cultivo in vitro para lograr su diferenciación en distintos tipos de células y
tejidos, con fines terapéuticos: autotrasplantes, terapias celulares, etc.[28]
Las células ES de ratón (y quizá las humanas) son tumorigénicas: si se inyectan a un animal adulto originan
teratomas y teratocarcinomas. Por lo tanto, un tema de seguridad será asegurarse que en un cultivo
diferenciado a partir de ES no quedan estas células troncales, o bien disponer de métodos fiables de
separación y purificación de las células diferenciadas de interés respecto de las ES.
Queda mucho por hacer en aspectos básicos:
¿podemos forzar a las células madre a diferenciarse en líneas celulares concretas?
¿podemos lograr que todas las células de un cultivo de ES se diferencien simultáneamente en una ruta
determinada?
Estudios de marcadores (al estilo de los CD de las células inmunes) para caracterizar todas las fases
intermedias de cada ruta de diferenciación
Métodos de separar y purificar tipos celulares concretos
Otros orígenes posibles de células madre:
Células pluripotentes del cordón umbilical
Células de abortos espontáneos
¿Hay células madre en tejidos del adulto? Hay indicios de que existen células pluripotentes en varios órganos,
incluyendo el cerebro.[29]. Véase a este respecto un reciente artículo en la revista The Scientist (noviembre
2000).
¿Se pueden desprogramar y reprogramar células somáticas?. Una posibilidad sería mediante la introducción
de citoplasma de célula ES en una célula somática adulta. Se trataría de cíbridos por fusión de citoplastos de
células madre con carioplastos de células somáticas.
Las ES y EG, por sí mismas no pueden producir placenta, por lo que no son viables al ser transferidas al útero.
Pero si se mezclan con otras células embrionarias y se encapsulan en zona pelúcida, podrían generar
embriones viables que conducirían a quimeras somáticas. Incluso, en ratones se ha visto que al transferir ES a
un blastocisto huésped tetraploide, las células de este mueren, sobreviviendo las ES, responsables de originar
un ratón completo. Así pues, aunque las ES no pueden dar origen por sí mismas a un nuevo individuo, pueden
hacerlo al ser colocadas en un ambiente celular adecuado, a saber, el que pueda generar el trofectodermo que
produce la placenta.
En resumen, de los estudios en ratón parecía deducirse que las ES no son totipotentes, pero colocadas como
masa celular interna de un blastocisto huésped, pueden generar el feto, salvo la placenta.
Ahora bien, el trabajo ya citado del grupo de Wakayama[30] logró clones de ratón inyectando núcleos de
53
células madre en ovocitos. Esto significa que, aunque las ES por sí mismas no sean totipotentes, su núcleo
transferido puede programar la diferenciación de individuos completos (es decir, posee totipotencia nuclear).
Ello abre, además, la posibilidad de generar ratones transgénicos en un solo paso, sin necesidad de pasar por
la fase de quimeras somáticas. La manipulación genética de estas células madre y su ulterior clonación
facilitará sobremanera la creación de clones transgénicos.
15.3 Repercusiones científicas
Reside en la demostración empírica de que la diferenciación tisular durante el desarrollo no implica cambios
irreversibles en el ADN; el simple "parón" de la reproducción celular parece reprogramar el sistema genético,
y ponerlo en condiciones de iniciar de nuevo todo el desarrollo embrionario hasta alcanzar el estado adulto.
Es una pena que los actuales prejuicios sobre el papel del genoma en el desarrollo hayan impedido aprovechar
la ocasión para ir un poco más allá en el análisis de las consecuencias teóricas del experimento. La hipótesis
habitualmente sostenida acerca del desarrollo embrionario supone que éste sucede por la activación y
represión programadas de diversos genes implicados en la morfogénesis y diferenciación de los tejidos. La
existencia de genes activadores y represores está demostrada para unos cuantos casos muy concretos. Sin
embargo, los embriólogos saben desde hace largo tiempo que, a diferencia de lo que cabría deducir de esta
hipótesis puramente genética del desarrollo, la mayor parte de las diferenciaciones tisulares no requieren
sustancias específicas como inductores. Simples cambios físicos o químicos banales pueden producir la
diferenciación de tejidos en ausencia del inductor habitual. La acción de fármacos o agentes físicos
cualesquiera puede interferir en el desarrollo embrionario, produciendo las mismas malformaciones, siempre
que actúe en el momento en que el tejido es sensible a la influencia externa. Estos fenómenos son
sencillamente inexplicables por medio de un intrincado juego de genes activadores, represores,
programadores, homeóticos, etc., que tienen, por definición, una actividad específica.
Al inclinarse por la hipótesis de la programación genética, la investigación actual ha cerrado los ojos a
fenómenos simples de interacción celular, de especialización por progresión autónoma de funciones celulares,
asociadas a las interacciones homo típicas y heterotípicas, bien conocidas por la embriología experimental; se
pone a buscar en la programación de los genes lo que, con gran probabilidad, no se encuentra en ellos. De ahí
el desconcierto actual: los genetistas cada vez saben más de los genes, pero la escena general del
funcionamiento celular y del desarrollo embrionario es cada día más desconcertante y oscura. El momento
actual de sorpresa es privilegiado para realizar una revisión crítica de nuestros conocimientos acerca del
funcionamiento del genoma durante el desarrollo embrionario. Ojalá no nos falte valor para tirar a la basura
hipótesis muy admitidas hasta hoy, pero que el experimento del Dr. Wilmut comienza a poner en jaque.
Además, con una visión más objetiva del desarrollo embrionario, sin la actual obsesión por las explicaciones
genéticas, son sencillamente imposibles algunas propuestas de aplicación de las recientes técnicas de
clonación. Concretamente, se ha propuesto el empleo de los conocimientos que proporcionará la técnica de la
clonación para inducir la diferenciación de ciertos tejidos a partir de células somáticas. Estos tejidos podrán
ser empleados para injertos y trasplantes, por Ej. , De piel en quemados, de médula ósea en casos de leucemia,
de tejido nervioso para el tratamiento del Parkinson. Al hacer esta propuesta no se tiene en cuenta que el único
modo de inducir la aparición de los tejidos maduros a partir de los inmaduros es su interacción compleja con
los demás tejidos, como saben sobradamente los embriólogos: sólo se pueden conseguir tejidos diferenciados
en un embrión completo. La propuesta de descubrir las claves de la programación genética y su aplicación
para la obtención de tejidos específicos es imposible, pues parte de un error sobre los conceptos básicos de la
embriología.
15.2.1 Manipulación genética
Método que modifica las características hereditarias de un organismo en un sentido predeterminado mediante
la alteración de su material genético. Esto sirve para adquirir nuevas características o eliminar características
54
no deseadas. También se usa para diagnosticar enfermedades, improvisar tratamientos médicos, para producir
drogas útiles y para deshacerse de basura industrial.
La primera manipulación genética, que aún se usa, era para aumentar las cualidades deseadas en un animal o
planta; esto fue ocupado por primera vez en el maíz y en diversas plantas, cultivos y frutas. Las técnicas han
avanzado de manera explosiva, y ya se han efectuado en diversos laboratorios de biogenética clonaciones de
animales vivos. Del mismo modo, se está trabajando en la decodificación del genoma humano y en la
modificación controlada de algunas de sus características, cambiando la información genética de las células.
15.3 Repercusiones éticas
La aplicación de esta técnica de clonación a la ganadería y su posible aplicación al hombre, en un futuro
relativamente próximo, tras un periodo suficiente de experimentación, ha levantado comentarios, muchos de
ellos críticos. Sin embargo, estas posibles aplicaciones no son ciencia−ficción: el Dr. Wilmut estima que se
podrían obtener progresos significativos tras un par de años de investigación.
En el caso de la aplicación a los animales, las mayores críticas se han dirigido contra la disminución de la
biodiversidad de las especies clonadas: puede que se obtuviera una cabaña de cualidades inmejorables de
producción de carne, leche, etc. Pero sería a costa de tener una población muy homogénea, que podría
sucumbir completamente ante una epidemia, pues ésta afectaría por igual a todos los ejemplares. Sin embargo,
también hay que reconocer que dicha aplicación resulta bastante problemática desde el punto de vista
comercial: implica la manipulación de embriones y, por consiguiente, una menor supervivencia de éstos que
en las técnicas de fecundación in Vitro ya realizadas en el ganado. Estas últimas apenas se emplean por su
escaso éxito, la necesidad de realizarlas en vacas jóvenes y sólo en primera preñez. Cabe, por tanto, prever
muy serias dificultades antes de que la técnica llegue a ser comercialmente viable para la mejora de la
producción ganadera.
Cuestión muy distinta es su aplicación para clonar animales muy especiales; así, se ha propuesto clonar
animales en peligro inminente de extinción. De modo más inmediato, está la posibilidad de clonar animales
manipulados genéticamente de modo que produzcan en su leche algunos productos extraños a ella, pero de
gran utilidad en terapéutica humana. Así, existen actualmente ovejas y cabras que producen factor VIII y otros
productos de interés terapéutico en su leche. Como conseguir un animal transgénico que segregue un
determinado producto en la leche es bastante difícil, la nueva técnica de clonación evitaría tener que repetir la
manipulación genética: bastaría clonar algunas de sus células para tener una fuente inagotable, sin por ello
someter al animal a un trato inhumano. En esta misma línea cabría incluir las investigaciones actualmente en
curso para obtener animales transgénicos como donantes de órganos para trasplante al hombre: aunque
todavía bastante discutible en cuanto a su aplicación práctica, es una línea de investigación prometedora, que
sólo podría dar resultados a gran escala con la incorporación de técnicas de clonación de los animales
transgénicos obtenidos. Otra aplicación sería la clonación de animales en los que se diera un modelo adecuado
de alguna enfermedad humana, de modo que se pudieran ensayar diversos tratamientos de modo controlado,
cuestión que resulta actualmente casi imposible. Igualmente, se podría reducir el número de animales de
experimentación al disponer de ejemplares exactamente iguales en los que ensayar los diversos
procedimientos alternativos.
Con respecto a la clonación humana, la opinión del propio Dr. Wilmut, como de muchos otros médicos, es
firme: aunque parece técnicamente posible la realización de la clonación en el hombre, no se debería de
intentar siquiera, pues parece una aberración, carente de utilidad clínica. Por otra parte, el intento de clonación
humana, si pretende recuperar a una persona fallecida, no obtendría más que una persona distinta, aunque
físicamente idéntica al fallecido, como un hermano gemelo nacido más tarde. Esta nueva persona estaría
influida por su propia situación cultural, experiencias, familia, sus propias opciones en la vida, etc. Por tanto,
sería pura casualidad que se consiguiera volver a tener un Einstein, un gran deportista, artista, etc., por medio
de la clonación de una de sus células.
55
Desde el punto de vista deontológico, habría que argumentar, en apoyo de esta opinión de sentido común, el
respeto debido al ser humano en estado embrionario. Si la técnica empleada para la clonación se salda con
tantos fracasos (muertes de seres humanos en estado embrionario), no es aceptable su aplicación hasta que
estos fallos se reduzcan a un mínimo tolerable. Por otra parte, como su realización no alcanza ninguna
aplicación diagnóstica ni terapéutica, parece injustificada su aplicación médica.
Este punto de vista deontológico casa bien con las declaraciones realizadas en ámbitos políticos europeos, que
remiten a los derechos humanos básicos como fuente para la prohibición de la clonación sobre el hombre. De
hecho, numerosos países europeos tienen prohibida en su legislación la práctica de la clonación humana
(España entre ellos), y la Comisión Europea ha expresado igualmente su deseo de prohibir la clonación de
seres humanos a nivel europeo.
El problema de su prohibición es de más difícil solución en el ámbito estadounidense. Allí, la jerarquía de
valores constitucionales es distinta, en líneas generales, a las europeas, primando la libertad por encima de
otros derechos humanos. Por tanto, para poder prohibir una determinada actividad, sea a nivel estatal o
federal, debe probarse previamente de algún modo que ésta es nociva para el resto de los ciudadanos, o para
algunos de ellos. Este es el objetivo de la Comisión que ha creado él presiente Clinton para estudiar la
cuestión; mientras esta comisión decide, el presidente ha prohibido la financiación federal a la investigación
que persiga la clonación humana. Dicho sea de paso, esta prohibición no ha afectado a nadie, pues esta
investigación no se estaba realizando en ninguna parte.
El problema que surge, en ese ambiente de exaltación de la libertad, es que son pocos los que ven el daño que
se inflige al niño fabricado con ella. No se termina de distinguir entre que venga un hijo al mundo y que ese
niño sea fabricado. De este modo, se difumina el derecho humano a nacer como fruto del amor de los padres,
en una familia (18), y se terminan proponiendo manipulaciones aberrantes como lo más normal del mundo:
del mismo modo que una familia tuvo un hijo más para obtener médula ósea para un trasplante para su otro
hijo con leucemia (19), parece coherente que, dentro de esta dinámica, ya presente en los Estados Unidos, se
plantee la clonación como procedimiento para poder tener órganos de repuesto, una vez que fuera
suficientemente efectiva en conseguir sus resultados. Por ahora, a Dios gracias, la opinión general es casi
unánime acerca de la prohibición de la clonación en el hombre, pero sólo el curso de los acontecimientos nos
dirá si esta sensatez perdura.
16. LOS DILEMAS MORALES DE LA CLONACIÓN
por Jorge Martínez Barrera
(Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina)
El artículo aparecido en la revista "Nature" del 27 de Febrero último ("Viable offspring derived from fetal and
adult mammalian cells"), donde el Dr. Ian Wilmut y su equipo dan cuenta del nacimiento de Dolly, la oveja
clonada, ha tomado por sorpresa a más de un especialista en moral. Tal como lo señalaba el Dr. Jacques
Testart en "Le Monde Diplomatique" de Noviembre de 1995, lo grave de los avances biotecnológicos, es que
sus implicancias morales están cada vez más confinadas a la discusión entre expertos. El Dr. Testart piensa
que los moralistas se encuentran, la mayor parte del tiempo, en un estado de indefensión argumentativa
semejante al de un panadero, 0una institutriz o un industrial. Esto hace que los comités consultores de bioética
designados por los gobiernos, por lo menos en el caso de Francia, estén mayoritariamente constituidos por los
mismos científicos que son jueces y parte en las recomendaciones. Tales comités, según el Dr. Testart, son
entonces más bien de carácter técnico−administrativo antes que verdaderos comités de ética. Y aun cuando
esas instituciones ad hoc consulten a los moralistas, la opinión que prima es siempre la de los propios
generadores de los problemas. Para el Dr. Testart, una solución de buen sentido sería que, a pesar del estado
de desamparo argumentativo de los moralistas, los comités de bioética estuvieran compuestos por personas no
implicadas en los desarrollos tecnocientíficos, que ellos hicieran comparecer a los especialistas adecuados
56
para que instruyeran al comité cada vez que fuera necesario, pero que estos últimos se retirasen en el
momento de tomar decisiones.
Repasemos ahora sumariamente tres grandes grupos de problemas éticos planteados por la clonación, y
comprobemos de paso que, una vez superada la perplejidad inicial, el lego en materia estrictamente científica
puede, todavía, decir algo sobre el tema.
En primer lugar, señalemos que en casi todas las entrevistas que ha concedido el Dr. Wilmut, aparecen
claramente detrás de él las iniciales PPL, las cuales corresponden a la empresa británica PPL Therapeutics.
Ésta es una fábrica de productos farmacológicos que ha subsidiado al laboratorio del Dr. Wilmut, y que
además posee las patentes de las tecnologías que permitieron el nacimiento de Dolly. Vale la pena agregar,
por otra parte, que esas patentes con sus respectivos protocolos científicos, fueron celosamente archivados
hasta la aparición del artículo del Dr. Wilmut en "Nature". El contexto industrial−comercial del experimento
de clonación, exigió que todos sus protocolos científicos fuesen secretos. Solamente se conoció el asunto
cuando se alcanzó la etapa de los resultados, que no siempre fueron garantía de éxito en todos sus pasos. La
mortalidad alcanzada en los experimentos, según testimonio del Dr. Wilmut, fue de alrededor del 62%, frente
a una mortalidad del 6% en los apareamientos naturales. Conviene tener presente, entonces, que el contexto de
la clonación ha sido de tipo comercial e industrial, y que el uso beneficioso de esta técnica es todavía un
asunto periférico. La experimentación científica, con la excusa de la libertad de investigación y de la posible
aplicación benéfica de los resultados, está deslizándose peligrosamente hacia un maquiavelismo científico
éticamente inexcusable. No es razonable que existan exigencias deontológicas aplicables a políticos, médicos,
abogados, jueces, periodistas y docentes, y no para los científicos. Por otra parte, la interpelación ética debe
dejar de producirse al final, después de que son anunciados los resultados. Ella debe más bien plantearse
antes, durante y después de la investigación o del experimento, pues es sumamente difícil poner límites a una
experimentación después de que ésta se ha realizado. De ahí que sea preciso alguna tarea de supervisión de los
institutos y laboratorios, como así también la publicidad de sus protocolos y alguna forma de legalización de
proyectos de investigación que por su naturaleza comprometan a la vida humana misma.
En segundo lugar, la clonación implica dos cosas: a) la manipulación de la diversidad genética natural; b)
relacionado con lo anterior, la clonación es un procedimiento invasor del ecosistema genético, pues no es
posible realizarla sin la introducción de elementos químicos sintéticos. Así como estamos legítimamente
preocupados por la macro ecología, no debemos olvidar que el orden natural o ecológico se expresa en todas
las instancias y dimensiones de la creación, especialmente en aquellas que constituyen la estructura inteligente
misma de la vida, es decir, el micro ecosistema genético, verdadero "software" biológico. Este último es la
condición misma de posibilidad del orden ecológico visible, y lo preocupante es que su delicado equilibrio
está siendo cada vez más comprometido por la "polución" biotecnológica humana.
Por último, la manipulación de este soporte inteligente de la vida, nos pone frente a una situación de falsa
libertad, pues se favorece la ilusión de que nos es dado poder decidirlo todo. Sin embargo, aun cuando es
cierto que la naturaleza es sobreabundante, rige en ella un principio de no−superposición de funciones y de
economía de tareas. En las cosas humanas, que funcionan por imitación de la naturaleza, también rige ese
principio. Por ejemplo, si a los padres de familia les compete decidir acerca de la educación de sus hijos, no
toleraríamos que un tercero extraño reclamase para sí un derecho absoluto sobre esas decisiones familiares. La
naturaleza biológica también tiene su campo de decisiones perfectamente acotado, y decide siempre −si no en
todos, al menos en algunos de sus comportamientos− con una perfección superior a la humana, en el sentido
de que no necesita deliberar entre distintas alternativas. La naturaleza resuelve sabiamente por sí sola, por
ejemplo, cuál debe ser la proporción de hombres y mujeres que deben nacer. Ella cuenta además con sistemas
auto regulativos propios que, aun cuando puedan no corresponderse en toda su extensión con lo que a escala
antropológica nos parece debiera ser la perfección, de hecho, sin embargo, han funcionado desde siempre. Por
eso, la manipulación biotecnológica implica una usurpación del campo de acción y decisión de la naturaleza.
Pero, ¿toda intervención en la estructura íntima de la naturaleza es condenable? Ciertamente no. Por eso es
preciso establecer límites que posibiliten que la acción sobre la naturaleza no sea una manipulación sino una
cooperación con ella. La razón puede determinar perfectamente cuándo la naturaleza ha fallado en algo y es
aconsejable corregirla, de manera que ella logre, con la colaboración humana, el fin que normalmente debía
haber alcanzado si no hubiera ocurrido esa falla. La intervención humana sobre la naturaleza es aquí un poco
semejante a la del juez que, en casos difíciles, sabe interpretar el espíritu de la ley −en este caso, de la
57
intención general de la naturaleza− y ordena en consecuencia. Por cierto, no hay dificultad en ver que esta
intervención sobre la naturaleza es de un signo absolutamente distinto al que se da en el caso de la
manipulación genética que pretende decidir, por ejemplo, acerca del sexo de los hijos, del color de sus ojos, y
en general acerca de todos aquellos puntos en donde es difícil afirmar que hay un error de la naturaleza.
Para terminar, estas reflexiones tienen además la pretensión de alertar sobre la necesidad de llenar un vacío
jurídico que ya no se puede seguir admitiendo, y que esa laguna legal, si bien debe contar con la opinión de
los científicos, es preferible que no sean ellos los miembros mayoritarios de los comités consultores.
16.1 Clonación de oveja presenta profundos problemas éticos.
WASHINGTON, feb 24 (Reuter).− Las sorprendentes noticias sobre la clonación de una oveja adulta generó
el lunes un fuerte debate entre expertos en ética sobre la duplicación de seres humanos, que muchos pensaban
sería pospuesta indefinidamente.
"Los éticos se habían preguntado "qué sucedería si" desde hace años. Pero los científicos siempre
respondieron que no había de qué preocuparse", dijo el lunes Diane Barthels, director asociado de la
Universidad de Minnesotta para la Etica Biomédica.
"Pensamos que eso no era posible y que no teníamos que preocuparnos durante un tiempo", expresó. "Y ahora
sucedió".
El presidente estadounidense Bill Clinton, pidió el lunes a su comisión nacional de asesoría bioética que
revise las implicancias legales y éticas y que informen sus resultados en 90 días. "La Casa Blanca solicitó a la
comisión asesora que estudie el tema y exprese su posición sobre si realmente necesitamos concentrarnos más
claramente en la dimensión de este desarrollo científico y tecnológico", expresó el portavoz presidencial Mike
McCurry.
En Estados Unidos es ilegal el uso del dinero destinado a las investigaciones federales para la mayoría de los
experimentos con embriones humanos, pero hay pocas restricciones sobre las investigaciones científicas
privadas.
La industria de la biotecnología ha solicitado una clara prohibición legal sobre la clonación de humanos.
El fin de semana pasado, el científico Ian Wilmut y su equipo del Roslin Institute de Edimburgo informaron
que hicieron una réplica de una oveja adulta a partir de una célula y dijeron que el procedimiento abre las
puertas de una producción más eficaz de animales útiles de una forma u otra para la salud del hombre.
Sin embargo, otros expertos denunciaron que la técnica será potencialmente aplicable a las personas y
enfrentará a la humanidad con graves interrogantes éticas.
Wilmut señaló que la oveja, llamada Dolly, nació hace siete meses. Otros equipos han clonado batracios,
ganado y ratones, pero Dolly es el primer animal que ha crecido desde la célula a la adultez.
La tecnología todavía está poco desarrollada y es demasiado imperfecta para que su uso sea generalizado.
Wilmut ha enfatizado que pretende que sólo sea usada en animales y no en personas.
Las posibilidades son enormes, desde salvar especies en peligro de extinción hasta clonar vacas que puedan
producir enormes cantidades de leche o desarrollar ratones idénticos que puedan acelerar la investigación de
tratamientos del cáncer.
"Noten que todas esas cosas involucran animales y bienes sociales reconocidos", dijo Glenn McGee, experto
en ética de la Universidad de Pennsylvania y autor de un nuevo libro titulado "El bebé perfecto". McGee
expresó que todavía es muy prematuro decir si la tecnología usada en la oveja puede producir bebés humanos.
"Pero por el bien de la discusión, si es posible hacer esto con personas, no deberíamos", agregó.
Algunos científicos creen que la técnica podría funcionar en humanos, y que es sólo cuestión de tiempo antes
que alguien lo intente, para reproducir un ser querido que murió o en un acto de ego para reproducir o
perpetuarse ellos mismos.
Pero aún en ese caso, alguien físicamente idéntico a otra persona nacerá en otra época, y se enfrentará a
experiencias culturales, históricas y ambientales diferentes.
Los antecedentes científicos de este fenómeno datan de los experimentos con ranas y sapos en la década de
1970, pero algunos científicos consideran que las preguntas morales y éticas se pospusieron parcialmente
58
porque eran muy difíciles o muy atemorizantes.
"Nunca sucedió, nunca dijimos cuales son los serios argumentos éticos en su contra. Y tenemos que tener esa
discusión ahora", dijo Ed Berger, biólogo y experto en ética del Dartmouth College.
Por su parte, el líder de la minoría demócrata en el senado estadounidense, Tom Daschle, expresó el lunes que
Estados Unidos debería prohibir la clonación de humanos, pero agregó en tono de broma que si no lo hacía
tiene una lista de personas que desearía nunca fueran duplicadas.
(Extractado de el diario "El Mercurio de Valparaíso").
DECLARACIÓN BIOÉTICA DE GIJON
2000
Considerando la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, ð la Declaración Universal de la UNESCO sobre el Genoma
Humano y los Derechos del Hombre del 11 de noviembre de 1997,
ð la Convención de Asturias de los Derechos Humanos y la Biomedicina del Consejo de Europa del 4 de abril
de 1997. Conscientes de los rápidos progresos de la biología y la medicina, de la imperiosa necesidad de
asegurar el respeto de los derechos humanos y del peligro que las desviaciones de estos progresos podría
significar para los derechos humanos. Afirmando que corresponde a la Bioética aclarar la opinión sobre las
consecuencias de todo tipo de los avances científicos y técnicos, el COMITÉ CIENTIFICO hace las siguientes
observaciones y recomendaciones:
Las biociencias y sus tecnologías deben servir al bienestar de la Humanidad, al desarrollo sostenible de todos
los países, a la paz mundial y a la protección y conservación de la naturaleza.
Ello implica que los países desarrollados deben compartir los beneficios de las biociencias y de sus
tecnologías con los habitantes de las zonas menos favorecidas del planeta y servir al bienestar de cada ser
humano.
ð Una importante tarea de la Bioética, que constituye una actividad pluridisciplinar, es armonizar el uso de las
ciencias biomédicas y sus tecnologías con los derechos humanos, en relación con los valores y principios
éticos proclamados en las Declaraciones y la Convención antes mencionadas, en cuanto que constituyen un
importante primer paso para la protección del ser humano.
ð La enseñanza de la Bioética debería incorporarse al sistema educativo y ser objeto de textos comprensibles y
rigurosos.
ð Todos los miembros de la sociedad han de recibir una información general, adecuada y accesible sobre la
utilización de los avances científicos, las biotecnologías y sus productos.
ð Se debe propiciar y estimular el debate especializado y público a fin de orientar las opiniones, las actitudes y
las propuestas. El debate implicará de manera interactiva a los expertos de las distintas disciplinas y a los
ciudadanos de diversos ámbitos, así como a los profesionales de los medios de comunicación.
ð Debe garantizarse el ejercicio de la autonomía de la persona, así como fomentarse los principios de justicia
y solidaridad. Asimismo debe respetarse la identidad y especificidad del ser humano.
ð Todos tienen derecho a la mejor asistencia médica posible. El paciente y su médico deben establecer
conjuntamente el marco del tratamiento. El paciente deberá expresar su consentimiento libre después de haber
sido informado de forma adecuada.
59
ð El genoma humano es patrimonio de la Humanidad, y como tal no es patentable.
ð Una finalidad fundamental de las técnicas de reproducción asistida es el tratamiento médico de los efectos
de la esterilidad humana y facilitar la procreación si otras terapéuticas se han descartado por inadecuadas o
ineficaces. Estas técnicas podrán utilizarse también para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de
origen hereditario, así como en la investigación autorizada.
ð La creación de individuos humanos genéticamente idénticos por clonación debe prohibirse.
La utilización de células troncales con fines terapéuticos debe permitirse siempre que la obtención de esas
células no implique la destrucción de embriones.
ð La investigación y experimentación en seres humanos deben ser realizadas armonizando la libertad de la
ciencia y el respeto de la dignidad humana, previa aprobación por parte de comités éticos independientes. Los
sujetos de los ensayos deberán otorgar su consentimiento libre y plenamente informado.
ð Los productos alimenticios genéticamente transformados deben comportar la prueba, de acuerdo con el
conocimiento científico del momento, de que no son perjudiciales para la salud humana y la naturaleza, y se
elaborarán y ofertarán en el mercado con los requisitos previos de información, precaución, seguridad y
calidad.
16.1.1 LAS BIOTECNOLOGÍAS DEBEN INSPIRARSE EN EL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN.
ð Debe prohibirse el comercio de órganos humanos. Debe continuarse la investigación sobre los
xenotransplantes antes de que se inicien ensayos clínicos con seres humanos.
ð El debate ético sobre el final de la vida debe proseguir, con el fin de profundizar en el análisis de las
diferentes concepciones éticas y culturales en éste ámbito y de analizar las vías para su armonización.
ð A fin de promover un lenguaje universal para la Bioética, deberá hacerse un esfuerzo por armonizar y
unificar los conceptos que tienen actualmente terminologías diferentes. El acuerdo en este ámbito se hace
indispensable desde el respeto a las identidades socioculturales.
La clonación torna a cada ser pensante en algo parecido a un filósofo moral.
Cada individuo tiene una opinión acerca de si es o no correcto clonar a otro ser humano. La idea de producir
asexualmente copias múltiples de organismos idénticos desde un punto de vista genético, todos descendientes
de un antecesor común, crea, en la mayoría de las personas, una reacción moral negativa. Porqué alguien
desearía hacer algo así es la respuesta más recurrente que encontramos en las encuestas. Sin embargo, la
mayoría también reconoce que una vez que la clonación humana llegue a transformarse en un hecho
científicamente posible, sólo será cuestión de tiempo ¿Deberíamos permanecer sentados y aceptar lo
inevitable sin importar cuán desagradable parezca o qué tipo de consecuencias puede acarrear? ¿Deberíamos
comenzar a formular estándares para tomar decisiones moralmente defendibles acerca de esta nueva
posibilidad científica?
La reacción negativa inicial de la mayoría de las personas en cuanto a la clonación humana tiene una gran
importancia. La disciplina filosófica de 2.500 años de antigüedad llamada Ética, y la aún más nueva
denominada Bioética, toman en cuenta las respuestas emocionales de los seres humanos desarrollados
normalmente cuando tratan de formular respuestas a preguntas éticas difíciles. Instintivamente, la mayoría se
forma la impresión que la procreación que resulta de una expresión de amor y dentro del contexto de una
familia constituye algo favorable que debería protegerse. Los individuos, en gran parte, creen que la
procreación sexual no debería ser reemplazada por alguna tecnología de laboratorio. Todas las culturas
cuentan con un estándar ético como el Cuarto mandamiento (Honrar Padre y Madre) o el Sexto (No Cometer
60
Adulterio) que le dan expresión a este sentido ético básico y que entorpecen la emulación de lo que hoy
llamamos valores familiares.
No obstante, las reacciones instintivas y las antiguas normas éticas no son todo lo ético que uno esperaría. No
se pueden utilizar antiguos textos fuera de contexto como soluciones rápidas a los problemas técnicos
contemporáneos sin traicionar su contenido y a la vez confundirnos. Aunque nuestra reacción inicial a una
nueva posibilidad científica puede ser desagradable, abundan los ejemplos de cambios que inicialmente
causaron una reacción negativa y luego se aceptaron, puesto que producían consecuencias buenas e
importantes. Uno de los roles del eticista o del filósofo moral consiste en considerar todos los aspectos de una
situación; consecuencias y circunstancias, propósitos y posibilidades. Ética significa pensar detallada y
ampliamente acerca de situaciones y no quedarse estancado sólo en versos relevantes de la Sagrada Escritura
o respuestas instintivas iniciales importantes.
16.2 Expertos en Ética en la Actualidad
Hoy en día, mucha gente califica como practicante de una reflexión ética seria. La mayoría de los sacerdotes,
pastores y rabinos se consideran a sí mismos eticistas. Los periodistas, por su parte, también se consideran de
la misma forma, en especial los encargados de la página editorial. Inclusive los periodistas electrónicos se
vuelven eticistas después de que jubilan (por ejemplo, Walter Chronite y David Brinkley). Los doctores hacen
las veces de importantes eticistas en nuestra cultura, diciéndonos cada día por la televisión o a través de los
diarios como vivir, como morir, como criar a nuestros hijos, que comer y así sucesivamente. Los lectores de
las páginas editoriales no se sorprenderán por los comentarios éticos "expertos" acerca de la gran
problemática ética en cuanto a la clonación.
17. Clonación y salud humana
1. El mundo está a punto de iniciar una revolución genómica sin precedentes que transformará el
conocimiento acerca de la medicina y la salud y creará nuevas oportunidades de prevención, diagnóstico
y tratamiento. Desde 1997, la OMS se dedica activamente a la evaluación de las dimensiones éticas y
sociales de la evolución de la biotecnología y la genética en la medida en que afectan a la salud humana.
La clonación, en particular, ha sido objeto de mucha atención y el interés de los Estados Miembros en el
tema dio lugar a las resoluciones WHA50.37 y WHA51.10 de la Asamblea de la Salud.
2. El ritmo del cambio señala la necesidad de abordar, preventiva y simultáneamente, las consecuencias
científicas y éticas de esta revolución para que conduzca efectivamente a un mejoramiento de la salud
para todos. Además, para poder hacer una aportación al debate internacional y prestar apoyo a los gobiernos
nacionales, la Directora General entiende que ya es tiempo de ampliar y acrecentar la función de la
Organización en esas esferas desplazando el centro de atención principal de la clonación y las cuestiones
conexas a una serie de actividades estratégicas que abarquen el campo de la bioética en su conjunto.
3. La Directora General considera que esas nuevas actividades son un complemento del trabajo de la
61
UNESCO y el Consejo de Europa, entre otros, que hace varios años encabezan de manera admirable la
labor de promoción internacional de las cuestiones de bioética. Sigue habiendo una patente necesidad de
que la dimensión de la salud reciba especial atención y de que se incremente y estructure mejor el intercambio
de conocimientos y opiniones entre los Estados Miembros.
4. Los debates habidos en la 52ª Asamblea Mundial de la Salud y en la 105ª reunión del Consejo
Ejecutivo confirmaron que hay un apoyo generalizado entre los Estados Miembros a esa serie de actividades
estratégicas en el campo de la bioética.1 Tales expresiones de interés reforzaron las conclusiones de
varios documentos técnicos recientes que reflejan la opinión autorizada recabada por la Organización en
el desempeño de su trabajo en esferas conexas, como se pedía en las resoluciones antes mencionadas.2
5. La Directora General entiende, empero, que en muchos casos es preciso aún desarrollar los mecanismos
apropiados necesarios para alentar y alcanzar ese crecido nivel de diálogo e intercambio internacional
sobre cuestiones de bioética, en nuevas consultas con los Estados Miembros. También se deben
estudiar medios de incrementar el nivel de la actividad de la OMS en estas esferas, dentro de los límites
de la actual base de financiación. Será necesario que en los próximos meses se haga una reflexión sustantiva
y sostenida acerca de estos asuntos, con miras a presentar una serie más concreta de propuestas a la
54ª Asamblea Mundial de la Salud.
Clonación − 27/11/2001
18. CIENTÍFICOS Y BIOÉTICOS DISCREPAN SOBRE LA CLONACIÓN TERAPÉUTICA
Científicos españoles apoyan la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos, como un importante
avance para la curación de enfermedades, mientras que la Conferencia Episcopal y asociaciones de bioética
rechazaron cualquier tipo de clonación humana.
ð "La Ciencia en sí no es buena ni mala, sino útil para ampliar el conocimiento humano de la Naturaleza".
"Es una obligación de la Administración y del Estado tener unas normativas que le permitan controlar que el
uso que se hace de las nuevas tecnologías sea el que le interesa a los ciudadanos... no creo que sea adecuado
eliminarla porque sea moralmente reprochable".
Rolf Tarrach
El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
ð "Condena enérgica a la iniciativa de esta empresa norteamericana". "Detrás de esta ilusión por reducir el
sufrimiento lo que está presente es el dinero, la autoestima y la vanidad que marcan los pasos de muchas
personas". Manuel de Santiago
Presidente de la Asociación Española de Bioética (AEBI)
ð "Supone un avance importantísimo... Lo que se crea no son embriones, sino que con la clonación terapéutica
62
lo que se crea es un grupo celular que se desarrolla en una célula".
Marcelo Palacios Presidente de la Sociedad Internacional de Bioética
"Estamos desarrollando una investigación que defiende un derecho de la ciencia y del hombre, el de transmitir
sus propios genes".
Antinori
Ginecólogo italiano, Profesor de la Universidad de Tor Vergata
ð "Estamos aún lejos de llegar lograr un embrión en el estadio de blastocito, momento en el que se generan las
células troncales pluripotentes, y en el que se podría averiguar si realmente tienen la capacidad terapéutica que
se les presume".
Lluis Montoliú
Científico del Centro Nacional de Biotecnología (CNB)
ð "Se trata de una práctica que éticamente no es aceptable".
Inocente García
Responsable de la subcomisión Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española
ð "La creación de embriones para cualquier persona, para el tratamiento de cualquier enfermedad, no es algo
razonable y presenta bastante dificultades". "Es necesario cuanto antes plantearnos a escala nacional e
internacional un marco claro de referencia, porque muchos de los experimentos que mañana se podrían hacer,
hoy se pueden anticipar".
César Nombela
Miembro del Comité de Bioética de la UNESCO
ð "La noticia de la clonación por primera vez de un embrión humano por una empresa norteamericana no me
ha sorprendido en absoluto".
Santiago Grisolía
Premio Príncipe de Asturias
ð "Estamos todos en contra de la clonación humana, pero otra cuestión son los aspectos de investigación en el
ámbito de la biología molecular en los que hay que continuar avanzando".
Anna Birulés
8. Ministra de Ciencia y Tecnología
Ganado bovino: núcleos de células epiteliales del oviducto, del cúmulo oóforo, [21] epiteliales, musculares.
Ganado caprino.
Recientemente se ha logrado en ganado porcino: el grupo de Roslin−PPL lo ha conseguido con un nuevo
método de doble transferencia nuclear, con el nacimiento de cinco lechones, con dos subgrupos de tres y dos
que eran clones entre sí y con respecto al correspondiente donante. Sus nombres: Millie, Christa, Alexis,
Carrel y Dotcom. (I.A. Polejaeva et al. [2000]: Cloned pigs produced by nuclear transfer from adult somatic
cells, Nature 407: 86−90).
18.1 ¿Un protocolo universal para clonación reproductiva?
El grupo de Wakayama, en el artículo reciente que informa sobre clonación de ratones a partir de núcleos de
células madre, propone un posible esquema que permitiría la clonación ilimitada a partir de casi cualquier
célula del organismo (al menos en esta especie)[22]:
Transferencia por microinyección de un núcleo de célula somática a un óvulo enucleado.
63
Se dejaría desarrollar el embrión in vitro hasta una fase previa a la de implantación.
A partir de las células de la masa interna del blastocisto se pueden establecer cultivos estables (inmortales) de
células madre (ES). Todas esas células contendrían el mismo genoma nuclear que el individuo donante,
genoma que quedaría de esta forma inmortalizado.
Las células madre pueden servir a su vez para:
Terapias celulares
Clonación reproductiva
Manipulación genética: se podrían generar ratones mutantes, incluso en homozigosis, en una sola generación,
sin pasar por la generación intermedia de quimeras. Ello permitiría analizar las funciones complejas que
dependen de varios genes.
18.2 De la gemelación artificial
En animales:
Investigación básica Mejora de FIV
Mejora de fertilidad de las especies empleadas.
En humanos:
En FIV, para mejorar resultados en mujeres con pobre estimulación ovárica
Gemelos idénticos separados en el tiempo
18.3 De la paraclonación
En animales:
Individuos idénticos para investigación
Producción Junto con clonación, para biotecnología: tejidos humanizados.
Granjas farmacéuticas ganaderas
Fuentes de tejidos, para xenotrasplantes
En humanos:
¿investigación básica y aplicada?
¿Terapia? Para enfermedades mitocondriales que producen ceguera o epilepsia: transferencia del núcleo del
embrión hasta un óvulo−zigoto recepetor.
18.4 De la clonación verdadera
En animales:
64
mejora de conocimientos en biomedicina
modelos de enfermedades
con transgénesis: producción de medicamentos
órganos para xenotrasplantes: cerdos transgénicos con factor inhibidor de complemento humano. Este es el
objetivo del grupo de PPL, cuyo artículo reciente ya hemos citado: I.A. Polejaeva et al. (2000): Cloned pigs
produced by nuclear transfer from adult somatic cells, Nature 407: 86−90. De hecho, en dicho trabajo
adelantan ya que han logrado cultivos celulares en los que el gen de la −1,3−galactosil transferasa está
interrumpido, por lo que no es funcional. En principio, si lograsen cerdos transgénicos a partir de estas
células, podrían servir como fuentes de tejidos para xenotrasplantes a humanos, evitándose el rechazo
hiperagudo del injerto. Sin embargo, la cuestión de los xenotrasplantes a partir de tejidos porcinos está en
entredicho, por el riesgo de que se puedan liberar virus endógenos a la población humana. Ello se complicaría
aún más con las propuestas de obtener cerdos transgénicos dotados de proteínas humanas del complemento: si
bien con ello se evitaría otra de las causas de rechazo, hay que tener en cuenta que algunas de esas proteínas
sirven como puertas de entrada a algunos virus humanos.
Ganadería:
Obtención de animales transgénicos. Recombinación homóloga para generar animales noqueados con genes
inactivados y sustituidos. Producción de proteínas terapéuticas. Algunas empresas:
PPL Therapeuthics: factor IX, −1−antitripsina. Esta empresa ha logrado ovejas simultáneamente clónicas y
transgénicas que segregan en su leche esa proteína de la que carecen los enfermos del enfisema pulmonar
congénito. Hace poco han logrado expresar ese gen de forma controlada, insertándolo en un lugar
predeterminado del genoma receptor, lo que si se confirma y amplía supone un gran paso para conseguir
factorías vivas de sustancias útiles (K.J. McCreath, J. Howcroft, K.H.S. Campbell, A. Colman, A.E. Schnieke,
A.J. Kind [2000]: Production of gene−targeted sheep by nuclear transfer from cultured somatic cells, Nature
405: 1066−1069).
Genzyme Transgenics: estudios con cabras.
Idealmente se necesita método de transferencia no quirúrgica de embriones. Rápida propagación de fenotipos
probados en el sector ganadero. ¿Venta y distribución cómoda de embriones? Evitar la falta de diversidad
genética, limitando el número de individuos de un mismo clon en cada rebaño.
Intentos de salvar in extremis a especies de la extinción (p. ej, el panda gigante, un bóvido salvaje asiático
llamado gaur, etc.). Incluso alguien está intentando "resucitar" especies extinguidas de las que hay material
biológico conservado (alguna especie de marsupial australiano como el tigre de Tasmania, el bucardo −una
subespecie de cabra montés recientemente desaparecida del Pirineo español).
En enero de 2001 nació en los EE.UU. un gaur clónico, pero murió a los dos días a causa de una disentería.
En octubre de 2001, se comunicó el nacimiento en Italia de un muflón clónico, a partir de células de hembras
muertas de la isla de Cerdeña.
En humanos, la clonación verdadera podría tener dos usos diferentes:
Clonación reproductiva: tal como se describe arriba, para crear un individuo clónico. Posibles situaciones:
65
Como técnica de reproducción asistida excepcional, no convencional
Qué riesgos podría tener?
Datos sobre la edad celular
Otros efectos (cáncer?).
¿Solucionar cuestiones de seguridad?
Cuestiones de eficiencia:
si se tuviera la eficiencia del caso Dolly, necesitaríamos 200 mujeres.
Pero recientemente se ha visto que con el líquido de aspiración del folículo ovárico se pueden obtener muchos
folículos preantrales que se pueden madurar en laboratorio hasta ovocitos maduros.
Desarrollo de folículos ováricos humanos en ratones scid e hipogonádicos. ¿Ratones produciendo óvulos
humanos?
Cuestiones de seguridad:
Incidencia de nacimientos muertos y abortos[23] Según Wilmut, hay un patrón continuo de muertes durante el
desarrollo embrionario y fetal, llegando a término sólo 1−2% de los embriones.
¿Qué edad genética tiene el clon? ¿Corresponde a la edad de la célula donante? Los datos actuales parecen
indicar que la transferencia nuclear no revierte la edad genética.
¿Supone esto mayor peligro de acumulación de mutaciones y de envejecimiento celular? (Hay informes sobre
anomalías en este sentido, por ejemplo, un acortamiento significativo de los telómeros, lo que parece un
indicio de la edad celular[24]. Hay que recordar que los telómeros restauran su longitud normal en la línea
germinal, que por definición no intervino en la producción de los animales clónicos. Es posible que los efectos
fisiológicos en el acortamiento de la edad de los animales clonados se reflejen tras varias generaciones). Sin
embargo, otros informes sobre las terneras clónicas parecen indicar que ocurre lo contrario, un
rejuvenecimiento según ciertos parámetros moleculares.
18.5 Clonación no reproductiva: se realiza la manipulación celular como en la anterior, pero el embrión no
se implanta en útero, sino que puede servir a distintos objetivos, principalmente de investigación:
Sobre fertilidad, anticoncepción, etc.
Desarrollo embrionario
Obtención de células madre e inducción de diferenciación a diferentes tejidos.
19. LA CLONACION NATURAL EN LA NATURALEZA−
En los armadillos de nueve bandas, los embriones se dividen de manera invariable al alcanzar la fase de cuatro
celulas, lo cual originara cuatro crfas geneticamente identicas (cuatrillizos identicos). No se ha explicado
convincentemente la razon de que los armadillos de nueve bandas hayan evolucionado hasta dar lugar a
cuatrillizos identicos. No cabe creer que todo lo que sucede en la naturaleza represente la adaptacion que
verdaderamente promueva la naturaleza caprichosa. Los cuatro clones que los armadillos producen
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representan probablemente uno de esos caprichos. Con seguridad les resultaria mas beneficioso lograr cuatro
individuos un tanto diferentes, cada uno con sus propias ventajas especfficas. Por otro lado, los armadillos
existen desde hace largo tiempo, asi que su proceder debe hallarse justificado (y figuran entre los pocos
mamfferos salvajes de Norteamerica cuyas demarcaciones crecen de tamaño).
Si examinamos pues la naturaleza en toda su amplitud, advertirernos que la rcproduccion asexual es
extremadamente corriente quiza tantocomo la Sexual.
20. SISTEMAS ETICOS Y POLITICAS PUBLICAS:
La clonacion de seres humanos dificil sostener una argumentacion reflexiva y respetuosa en este area,
especialmente en el sector politico y entre activistas de todas las tendencias. De hecho, para muchos temas
tales como este, el cientiico en un principio que se vera obligado a tomar decisiones con menos informacion
de la que seria de−seable o de la que se podrfa obtener con un margen de tiempo mayor.
En compensacion, muchos de los miembros de la Comision tienen una gran experiencia con temas similares y
una trayectoria reconocida como observadores criticos, y que contara con la opinion de otros expertos y tendra
acceso al creciente cuerpo de literatura bioetica. Tambien entrana cierto reto, que parece casi ilicito para un
academico, el trabajar en condiciones tan arriesgadas.
Para comprender correctamente los fundamentos cientificos de la clonacion de animales con esta nueva
tecnica y para imaginar, con bases suficientes, cuales podrian ser los siguientes temas en la agenda cientifica.
En segundo lugar, se ue consultado en escritos de expertos legales para obtener informacion sobre los
problemas legales asociados con este desarrollo. En tercer lugar, se tienen en cuenta teologos de algunas de
las principales instituciones religiosas en Estados Unidos para entender sus puntos de vista sobre este tema
para beneficiarnos de su experiencia de muchos anos tratando con temas similares.
Los aspectos bioeticos relacionados con la creacion de seres humanos son, y han sido desde hace mucho
tiempo, un tema de gran controversia (si no de clara polarización) en nuestro pais. A pesar de que las
discrepancias eticas no son infrecuentes en una sociedacl tan plural como la nuestra.
20.1 POLITICAS PUBLICAS: LA CLONACION DE SERES HUMANOS
La forma que pudieramos realizar la tarea encomendada en el tiempo previsto. Esto implico descartar o dejar
de lado ciertas dimensiones del tema con el fin de avanzar al menos en algunos aspectos importantes en el
plazo permitido. Comentare brevemente el caracter de este proceso de selection.
En primer lugar, existe un estudio detallado sobre los estatutos y normativas estatales y federales relevantes
(incluidas las relacionadas con las leyes de la familia y la herencia) no analizamos en profundidad los aspectos
constitucionales relacionados con la promulgacion de nuevas politicas o normativas sobre este tema. Eramos
conscientes de que era posible, e incluso probable, que en Estados Unidos el derecho a clonar un ser humano
con esta nueva tecnica quedase protegido por las interpretaciones de la Constitu-cion de los Estados Unidos y
sus Enmiendas. Es decir, que el sistema legal estadounidense podria reconocer un area de intimidad (privacy)
en este campo, en el sentido de que la libertad personal que conlleva podria no verse desbordada por los
intereses del Estado de evitar la coercion y la explotacion. En otras palabras, en el sistema legal
esta-dounidense, el derecho a la libertad de procreacion (la autonomia en la reproduccion) y el proceso debido
sustantivo podrian considerarse suficientemente amplios como para incluir la libertad para clonar se-res
humanos de esta nueva forma. A pesar de que toda libertad tiene unos limites, nos percatamos de que seria
dificil demostrar que los problemas eticos y morales asociados con este tema representan una carga suficiente
para otros como para justificar la intervention del gobierno. Este aspecto, por supuesto, afecta directamente a
los pro-blemas eticos que deberian resolverse a la larga, aunque la NBAC no sea capaz de abordarlos en
noventa dias. Sin embargo, decidimos dejar esta importante cuestion para las deliberaciones futuras del
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siste-ma judicial. Ademas, la proximidad de la fecha limite no permite considerar como estos nuevos
desarrollos podrian afectar los inten−tos en curso por correlacionar mejor las distintas definiciones eticas,
biologicas y legales de aspectos tales como la vida y la mucrtc.
Tambien dejamos de lado la consideration de como podria abor−dar nuestro sistema sanitario en particular las
preocupaciones eticas (por ejemplo, el tema de la distribution justa) relacionadas con la im-plementation de
esta nueva tecnica. Tampoco tuvimos tiempo de analizar toda la information cientifica relacionada con las
diferencias
SISTEMAS ETICOS Y POLITICAS PUBLICAS: LA CLONACION DE SERES HUMANOS
Tanto el Presidente como el Congreso de EE.UU. habian prohibido el uso de fondos federales para la
investigacion con embriones humanos. La moratoria en el uso de los fondos federales en este area tiene dos
efec−tos predecibles. En primer lugar, la investigacion en EE.UU. en este area y otras directamente
relacionadas tiene lugar unicamente en el sector privado no regulado y en segundo lugar, aunque los
facultativos en EE.UU. siempre tienen la libertad de aprender algo indirecta−mente (es decir, como un
resultado secundario), a traves del uso de tratamientos innovadores, que no estan regulados por las normas del
Departamento de Sanidad y Servicios Sociales y por la PDA, una parte relevante de la investigation de
frontera en este campo se esta realizando unicamente en otros paises. El punto importante para nuestro
trabajo, sin embargo, era que la investigation en embriones humanos era indispensable para el desarrollo
adecuado de esta nuevas tecnicas para la donation de seres humanos; esto se debe a que uno de los pasos
iniciales clave en la tecnica de transferencia de nucleos de celulas humanas es, de hecho, la creation de un
embrion a partir de un ovulo enucleado y una celula somatica diferenciada del animal que se desea clonar.
Asi, para poder investigar el uso future de esta tecnica para la clonacion de seres humanos, seria necesario
crear o utilizar, en algun momento, embriones humanos con fines de investigacion.
Esto represento un dilema significative para la Comision, pbrque sus miembros tenian distintas opiniones
sobre la investigation con embriones y estaban dispuestos a defenderlas. Algunos de los miem-bros de la
Comision pensaban que las normativas estadounidenses actuates deberian ampliarse de forma que induyeran
al sector privado, mientras que otros estaban a favor de una normativa mas laxa. Ademas, el desarrollo de la
tecnica de transferencia de nucleos de ce−lulas somaticas para la donation de animales (humanos o no
huma-nos) puso en tela de juicio la opinion ampliamente difundida de que el embrion o el ovulo fecundado
tenian una categoria moral superior a la de las celulas somaticas normales. Ciertamente, para mi no era obvio
si existe alguna distincion moral entre el embrion creado por fecundation in vitro (con ovulos y
espermatozoides) y el creado a partir de celulas somaticas utilizando la tecnica de transferencia de nucleos de
celulas somaticas. Estos eran temas muy amplios y complicados que merecian una consideracion detallada,
pero debido a los limites de tiempo, llegamos rapidamente a dos conclusiones. En primer lugar, que
probablemente no tendriamos tiempo de considerar todos los aspectos asociados con la investigacion con
embriones humanos y en segundo, que cualquier sugerencia de la Comision en el sentido de que el Gobierno
federal deberia reconsiderar su postura en este tema enviaria inmediatamente nuestro informe a la papelera
mas proxima. Muy a pesar nuestro, por lo tanto, decidimos dejar de lado este tema y centrarnos unicamente en
el uso de la tecnica de transferencia de nucleos no en la investigacion, sino unicamente con el fin de crear un
ser humano, es decir, crear un embrion que se llevaria a termino como un bebe normal. Como resultado,
nuestro infor-me omitiria la mencion del tema de la investigacion en embriones humanos. Llegamos a esta
conclusion a pesar de ser conscientes de que todas las celulas con nucleo de nuestro organismo, y no solo los
embriones, tienen la capacidad de «originar» un nuevo ser humano, lo que, en opinion de muchos, deberia
habernos impulsado a reconsi-derar inmediatamente la legislacion vigente en esta area.
Algo que aprendimos durante esta experiencia fue que incluso con gente critica con buena voluntad y las
mejores intenciones, existen cuestiones eticas amplias y complejas, relacionadas con la esencia de lo que
significa ser humano, que no pueden resolverse en noventa dias. Una ver reconocido esto, adoptamos una
estrategia doble:
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1. Centrar nuestras deliberaciones y nuestro informe en las cues-tiones eticas en las que podiamos
aproximarnos a un consenso.
2. Identificar aspectos eticos y filosoficos para una discusion mas amplia y mas profunda en un periodo de
tiempo mayor.
Por ultimo, se comentará un aspecto particular de nuestras recomendaciones: la solicitud que se hizo para que
se implementasen nuestras recomendaciones en la legislacion federal. La mayoria, quiza todos los miembros
de la Comision, eran conscientes de lo dificil y lo potencialmente inapropiado que era proponer una
legislacion par-ticular, en especial una legislacion con un impacto sobre las decisiones «privadas»,
basandonos en un conjunto de temas eticos controvertidos y no resueltos. Nuevamente, sin embargo, se
limitaron los fundamentos legislativos a los aspectos eticos menos conflictivos en los que los imperativos de
seguridad, las practicas clinicas adecuadas y el tiempo necesario para una reflexion en un intento por generar
una serie de recomendaciones razonablemente completas, vinculantes para los legisladores, respetadas por la
comu−nidad academica (hasta donde fuese posible), que respondiesen a la tarea encomendada y que
generasen la reflexion o quiza incluso que convenciesen (de acuerdo con las normas politicas y culturales
actua−les) a un segmento amplio de la poblacion afectada.
Al utilizar celulas madre (stem cells) humanas de tipo embrionario (ES), aisladas interna de un blastocisto,
que tienen la caracteristica de ser pluripotentes, pa in vitro, mediante senalizaciones moleculares, diversos
linajes celulares (he esplenocitos, celulas neuronales, hematopoieticas, etc). La utilization de esi para llevar a
cabo terapia celular, mediante el reemplazo de las celulas danadas minados tejidos o aun, quizas, reparando
los organos danados por ciertas enfei abre unas perspectivas medicas de primera magnitud. El problema legal
y etict do no solo del hecho de que se emplee para el aislamiento de estas celulas ur (por ejemplo, uno
embrion sobrante de una fecundacion in vitro), sino de la p de que estas celulas, por su caracter pluripotencial,
pudieran dar lugar no sol linajes celulares sino a un individuo complete si se colocaran en una ambient< (es
decir, si se convirtieran en totipotentes). En este contexto, tales celulas se considerar como embriones y, por
tanto, su manipulation habrfa de someterse tricciones legales y eticas que se aplican a la experimentation con
embriones p tes de una fecundacion (union de ovulo y espermatozoide). Sin embargo, y t posibilidad de que
estas celulas (ES) fueran capaces de dar lugar a un organismc to no se puede excluir por completo, los datos
actuates de celulas (ES) procei ratones afirman lo contrario. De ser esto asi, las celulas humanas ES no deberi
derarse como embrionarias ni por tanto hallarse sujetas a las restricciones legal < de estas ultimas celulas. El
problema legal y etico, sin embargo, permanece < puesto que para el aislamiento de las celulas humanas ES se
debe utilizar un que si es totipotente. La solucion a este problema reside en el valor legal y etico al embrion.
El problema se ha agudizado porque la obtencion de celulas madre capaces rar varios linajes celulares puede
realizarse no solo a partir de varies tejidos fel tambien de la medula osea, incluso del cerebro y probablemente
tambien de otn de individuos adultos. <;Son estas celulas capaces de generar un individuo complex tentes) o
solo tienen capacidad de diferenciarse en varios linajes celulares (es d pluripotentes)? La distincion parece
oportuna porque afecta constitutivamente i la biologfa de tales celulas sino a la legalidad y caracter etico de su
empleo en L mentation. Parece obvio que si no tuvieran la capacidad de generar un individ pleto no deberian
someterse a las restricciones legales y eticas de las celulas embr Las celulas madre, sin embargo, parecen ser
mucho mas versatiles de lo que pens la actualidad. <<Cual serfa la repercusion legal y etica del empleo de
esas celulas ei de que supieramos que podrian adquirir totipotencialidad in vitro, al colocarli ambiente
provisto de las senalizaciones moleculares adecuadas (que actualment nocemos) para el comienzo de un
desarrollo embrionario? El Comite consider bien en ese momento tales celulas habrian llegado a ser
propiamente embrionai hecho no debe cambiar el estado constitutive de pluripotencialidad que teruan ei y que
por consiguiente no deberian ser consideradas como embrionarias: L« potencialidad de llegar a ser no cambia
su actual estado constitutive.
El estatuto etico de la clonacion
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El problema se complica aun mas por el hecho de que pueden obtenerse celu madre con capacidad
pluripotente y tambien totipotente a partir de ovocitos enuclead en los que se ha practicado la donation por
transferencia de nucleos de celulas difere ciadas. Parece que, en tal caso, el ovulo al que se ha transferido el
nucleo de una cell diferenciada y el ovulo fecundado por un espermatozoide son constitutivamente dii rentes
en cuanto que el cigoto tiene la capacidad natural (sin manipulacion posterior) formar un individuo complete
(es totipotente per se), en tanto que el ovulo al que se le trasplantado un nucleo no tiene, por si mismo,
ninguna capacidad pluripotencial totipotencial natural (sin manipulacion posterior); solo llegara a ser
pluripotente totipotente en condiciones especiales. Pues bien, solo en el momento en que fue
constitutivamente totipotente, podria considerarse como celula embrionaria. En es contexto, el esfuerzo de
investigation deberia centrarse en encontrar las condicion para convertir en pluripotentes los ovulos a los que
se les transfirio el nucleo de ui celula somatica. Creemos que este hecho y la utilization de celulas madre
pluripotent sera cientificamente mas asequible que encontrar las condiciones para la totipotencialidi y evitaria
los problemas legales y eticos derivados del empleo de embriones para el aislamiento de celulas. La pregunta
crucial es determinar donde comienza la totipotencialidad de una celula para poderle dar el calificativo de
embrionaria. La respuesta actual es que no lo sabemos.
Se condiciona este desarrollo y que contienen ciertas predisposiciones, pero el ser humano depende de forma
fundamental de la interaccion de su informacion genetica con el ambiente y, mas en concreto, de los procesos
de socializacion (desde la familia al sistema educativo) que son altamente especificos. Los genes, por otra
parte, son mucho mas condicionales cuando se trata de rasgos fisicos que de rasgos psicologicos.
Por otra parte, esta tecnica se halla lejos de haber probado seguridad y eficacia, de condiciones necesarias para
poder pensarse en su aplicacion a seres humanos. En ciertas areas de la medicina se exige obligacion no solo
de medios sino de resultados. Este par ce ser el caso de la ingenieria genetica en general, y de la clonacion
verdadera reproductiva en particular. Este es un procedimiento al que hay que exigir resultados. Y cuando
estos son tan inciertos, mas aun, tan potencialmente dañinos, las restricciones juridicas y eticas deberian ser
maximas..
Segun hemos mencionado anteriormente, tenemos que distinguir dos planos en este sentido. Aquel de los
maximos o exhortativo y el de los minimos o normativos. Gran parte de los argumentos esgrimidos al
respecto de las motivaciones que se invocan para la clonacion reproductiva, se mueven en el plano
exhortativo. En este sentido, el Comite considera que una sociedad esta tanto mas vertebrada y es tanto mas
sana, cuanto mayor sea la promocion de instancias sociales estables como la familia y la escuela en la que los
ciudadanos encuentren un lugar de respeto, estima, acogida, promocion y desarrollo libre y equilibrado de la
personalidad, y donde se fomenten las relaciones cooperativas y solidarias con los demas, lejos de la
instrumentalizacion, la explotacion y la violencia.
El estatuto etico de clonar
El problema se complica aun mas por el hecho de que pueden obtenerse celulas madre con capacidad
pluripotente y tambien totipotente a partir de ovocitos enucleados en los que se ha practicado la clonacion por
transferencia de nucleos de celulas diferenciadas. Parece que, en tal caso, el ovulo al que se ha transferido el
nucleo de una celula diferenciada y el ovulo fecundado por un espermatozoide son constitutivamente
diferentes en cuanto que el cigoto tiene la capacidad natural (sin manipulacion posterior) formar un individuo
complete (es totipotente per se), en tanto que el ovulo al que se le trasplantado un nucleo no tiene, por si
mismo, ninguna capacidad pluripotencial totipotencial natural (sin manipulacion posterior); solo llegara a ser
pluripotente totipotente en condiciones especiales. Pues bien, solo en el momento en que fue
constitutivamente totipotente, podria considerarse como celula embrionaria. En es contexto, el esfuerzo de
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investigacion deberia centrarse en encontrar las condicion para convertir en pluripotentes los ovulos a los que
se les transfirio el nucleo de una celula somatica. Creemos que este hecho y la utilizacion de celulas madre
pluripotentes sera cientificamente mas asequible que encontrar las condiciones para la totipotencialidad y
evitaria los problemas legales y eticos derivados del empleo de embriones para el aislamiento de celulas. La
pregunta crucial es determinar donde comienza la totipotencialidad de una celula para poderle dar el
calificativo de embrionaria. La respues actual es que no lo sabemos. Lo que si sabemos es que hay celulas
pluripotentes en que solo tienen la totipotencia como posibilidad.
Reflexión moral
La deliberacion colectiva sobre los problemas morales no debe verse como el resu tado de la fragmentation y
el pluralismo de nuestras sociedades en materias de valores creencias. La deliberacion colectiva no es un mal
menor que se hace imprescindible en 1 practica, pero que es a todas luces insuficiente desde el punto de vista
teorico. Muy ; contrario, este Comite piensa que la deliberacion es una de las vias regias de la racional dad
moral, ya que las decisiones morales son siempre concretas y necesitan de un cuidi doso analisis, no solo de
los principios eticos implicados sino tambien de las circunstancias del caso y las consecuencias previsibles.
Este analisis pormenorizado exige convergencia de muchas perspectivas distintas, y solo llegaria a ser
perfecto si tuviera encuenta a todos los afectados, directa o indirectamente, por la decision. La mayor parte de
las veces eso no es factible, pero este Comite ha hecho el esfuerzo de recopilar el mayor numero de
perspectivas posibles y tenerlas en cuenta en su proceso de deliberacion. E riesgo de las decisiones morales es
siempre el mismo: no tener suficientemente en cuenta los intereses de todos los afectados.
Otra creencia basica de este Comite es que los juicios morales encierran razones de muy distinto caracter.
Hay, cuando menos, dos tipos de razones morales que, a lo largode este documento, se han denominado «de
necesidad» y «de conveniencia».
Se trata de una distincion fundamental, que la etica ha necesitado hacer siempre, desde sus mismos.
EUGENESIA
La eugenesia como ciencia es la rama de la manipulación genética que estudia el mejoramiento de la especie
humana. Busca mejorar las cualidades indeseables de la raza humana. Éste propósito ha sido buscado desde
hace mucho tiempo y todavía no ha se podido realizar debido a que aún no se conoce la totalidad de los genes
humanos. Por ejemplo Platón escribió un libro llamado República donde habla sobre esto.
Existen dos tipos de eugenesia, la positiva y la negativa. La eugenesia negativa es aquella que pretende
mejorar la raza humana esterilizando y recluyendo a los seres defectuosos. La eugenesia positiva se basa en la
identificación de buenos genes y por ende el mejoramiento de la especie animando a aquellas personas que se
creía eran poseedores de dichas características para que se reprodujesen.
El movimiento eugenésico busca la prevención de enfermedades congénitas, mediante el examen genético del
feto y la consejera genética. Tiene la idea de manipular genéticamente al feto para que se desarrolle con
características deseables cuyos genes provengan de distintos padres con características excepcionales y se le
extraerían los genes defectuosos y los genes que producen características no deseadas.
POSICIÓN A FAVOR DE LA EUGENESIA
Una de las ventajas sería mejorar la calidad de vida de algunas personas. Por ejemplo si se determina que un
feto tendrá síndrome de Down, se manipularían sus genes para evitarlo. Muchas personas que son marginadas
por estas fallas genéticas tendrían la oportunidad de vivir como una persona normal sin discriminaciones, se
integrarían completamente a la sociedad.
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Por razones éticas, si uno tiene la posibilidad de sanar o ayudar a alguien, es un deber hacerlo. De otro modo,
sería como al ver a una persona que se ha caído al suelo y pasar por el lado indiferentemente, cosa que no
sería moralmente correcta.
Gracias a la eugenesia se podrían suprimir algunas enfermedades genéticas existentes en el mundo. Muchas de
ellas producen sufrimiento físico, el cual se evitaría.
La vida es valiosa por lo que hay que tratar de cuidarla todo lo posible y con muchas fallas genéticas se
produce la muerte. Con la eugenesia se alargaría el periodo de vida de esas personas, podría compartir aún
más tiempo con sus seres queridos y en óptimas condiciones.
Traería mayor progreso ya que se podría hacer a las personas más inteligentes y tendrían más tiempo para
crear tecnología útil para la humanidad. Se podría crear un mundo perfecto en el cual la gente no sufriera y
fuera feliz con lo que le toca vivir. Se podría adecuar a la gente para que le gustara todo lo que le rodea. Se
podría hacer que todo calzara. Se podrían crear individuos habituados para ciertos trabajos desde que aún son
fetos para que más adelante lo realizaran felices.
21. POSICIÓN EN CONTRA DE LA EUGENESIA
Primero que nada cabe señalar que al alargar el periodo de vida de las personas, la cantidad de gente que
puebla el planeta incrementaría notablemente. Con esto, se irían agotando los recursos naturales existentes
como el agua, los animales, las plantas, el aire ( al agotarse los vegetales ), se contaminaría el medio ambiente
por el aumento de bazofia. No nos podríamos movilizar ya que los caminos estarían completamente saturados.
Habría que buscar otro planeta ya que a la larga no habría espacio para convivir aquí. Quien sabe si la ciencia
y tecnología habrán avanzado lo suficiente como para poder habitar otro planeta, en ese caso terminaríamos
con la destrucción del mundo y del ser humano.
Al manipular tanto al ser humano se iría perdiendo la originalidad y la esencia de cada uno de ellos. Como se
trataría de crear personas con características optimas, disminuiría la variedad. Todos perderíamos algo de
libertad, nos veríamos obligados a ser de una manera determinada ya que al ser fetos nos manipularían los
genes sin preguntarnos y si no lo hicieran seríamos más que discriminados, nos transformaríamos en seres casi
inexistentes para una sociedad demasiado avanzada.
Al eliminar a las personas con defectos uno perdería algo de sensibilidad y sentido de la realidad y de lo
valiosa que es la vida. Uno no valoraría las cosas que tiene ya que todos tendrían cosas semejantes. Todo
perdería un poco el sentido. La felicidad sería un estado continuo por lo tanto no se darían cuenta que están así
y no la sentirían como felicidad, sino como un estado natural, común y corriente.
21.1 VALORES EN JUEGO
El valor de la vida se pone en juego en ambas posturas. En la postura a favor se defiende la vida de los
individuos debido a que algunas enfermedades genéticas causan la muerte y por medio de la eugenesia se
podría evitar. Por otro lado si sobreviven tantas personas llegamos a una sobrepoblación del planeta y así a su
destrucción acabando con todos los seres vivientes.
Otro valor que se pone en peligro es el de la libertad. Al feto se le manipulan los genes sin preguntarle nada,
sólo porque los adultos creen que es mejor. Desde otro punto de vista, se le quitaría libertad al no manipularlo
genéticamente ya que se le priva de posibilidades que podrían beneficiarlo y abrirle más puertas dentro de la
sociedad.
Negarle la posibilidad a alguien de efectuarle un tratamiento y atenuarle sus limitaciones, sabiendo como
hacerlo, es falta de solidaridad hacía la persona afectada y sus familiares. Mas si manipulamos a todas las
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personas que lo necesitan, estaríamos siendo poco solidarios con el mundo entero porque a la larga sería éste
el que no podría salir adelante por la sobrepoblación y sobreexplotación de sus recursos.
21.2 EL HECHO BIOLÓGICO
La clonación, considerada en su dimensión biológica, en cuanto reproducción artificial, se obtiene sin la
aportación de los dos gametos; se trata, por tanto, de una reproducción asexual y agámica. La fecundación
propiamente dicha es sustituida por la fusión bien de un núcleo tomado de una célula somática misma, con un
ovocito desnucleado, es decir, privado del genoma de origen materno. Dado que el núcleo de la célula
somática contiene todo el patrimonio genético, el individuo que se obtiene posee Csalvo posibles
alteracionesC la misma identidad genética del donante del núcleo. Esta correspondencia genética fundamental
con el donante es la que convierte al nuevo individuo en réplica somática o copia del donante.
El hecho de Edimburgo tuvo lugar después de 277 fusiones ovocito−núcleo donante. Sólo 8 tuvieron éxito; es
decir, sólo 8 da las 277 iniciaron el desarrollo embrional, y de esos 8 embriones sólo 1 llegó a nacer: la oveja
que fue llamada Dolly.
Quedan muchas dudas e incertidumbres sobre numerosos aspectos de la experimentación. Por ejemplo, la
posibilidad de que entre las 277 células donantes usadas hubiera algunas estaminales, es decir, dotadas de un
genoma no totalmente diferenciado; el papel que puede haber tenido el DNA mitocondrial eventualmente
residuo en el óvulo materno; y muchas otras aún, a las que, desgraciadamente, los investigadores ni siquiera
han hecho referencia. De todos modos, se trata de un hecho que supera las formas de fecundación artificial
conocidas hasta ahora, las cuales se realizan siempre utilizando dos gametos.
Debe subrayarse que el desarrollo de los individuos obtenidos por clonación salvo eventuales mutaciones, que
podrían no ser pocas debería producir una estructura corpórea muy semejante a la del donante del DNA: este
es el resultado más preocupante, especialmente en el caso de que el experimento se aplicase también a la
especie humana.
Con todo, conviene advertir que, en la hipótesis de que la clonación se quisiera extender a la especie humana,
de esta réplica de la estructura corpórea no se derivaría necesariamente una perfecta identidad de la persona,
entendida tanto en su realidad ontológica como psicológica. El alma espiritual, constitutivo esencial de cada
sujeto perteneciente a la especie humana, es creada directamente por Dios y no puede ser engendrada por los
padres, ni producida por la fecundación artificial, ni clonada. Además, el desarrollo psicológico, la cultura y el
ambiente conducen siempre a personalidades diversas; se trata de un hecho bien conocido también entre los
gemelos, cuya semejanza no significa identidad. La imaginación popular y la aureola de omnipotencia que
acompaña a la clonación han de ser, al menos, relativizadas.
A pesar de la imposibilidad de implicar al espíritu, que es la fuente de la personalidad, la proyección de la
clonación al hombre ha llevado a imaginar ya hipótesis inspiradas en el deseo de omnipotencia: réplica de
individuos dotados de ingenio y belleza excepcionales; reproducción de la imagen de familiares difuntos;
selección de individuos sanos e inmunes a enfermedades genéticas; posibilidad de selección del sexo;
producción de embriones escogidos previamente y congelados para ser transferidos posteriormente a un útero
como reserva de órganos, etc.
Aún considerando estas hipótesis como ciencia ficción, pronto podrían aparecer propuestas de clonación
presentadas como * razonables + y * compasivas + Cla procreación de un hijo en una familia en la que el
padre sufre de aspermia o el reemplazo del hijo moribundo de una viudaC, las cuales, se diría, no tienen nada
que ver con las fantasías de la ciencia ficción.
Pero, )cuál sería el significado antropológico de esta operación en la deplorable perspectiva de su aplicación al
hombre?
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21.3 Permite la selección eugenésica casi total:
Tanto en el caso de la fisión gemelar como en el de la clonación se elimina totalmente la gran lotería de la
herencia, con lo cual nos encontramos con un fabricante que decide no sólo algunas (como sucede en otras
técnicas de reproducción), sino todas las características genéticas del futuro ser humano, haciendo así de él
una verdadera cosa en manos del decisor, según expresión también del CCNE. En cambio, que la idiosincrasia
genética de un individuo no pueda ser decidida por nadie, como sucede plenamente en la procreación e
incluso, en parte al menos, en la reproducción artificial convencional, es algo que asegura a quien va a nacer
frente a esta cosificación.
Elimina las relaciones de filiación, introduciendo discriminatoriamente un nuevo tipo de seres humanos (que
no son hijos):
Al inaugurar un modo nuevo, no sexual, de reproducción, la clonación rompe totalmente las relaciones de
paternidad − filiación: no habría ya padre, ni madre, ni temporalidad genealógica estable , sino proveedores de
núcleos y/o de óvulos, por un lado, y seres productos de una u otra combinación celular, por otro. Lo cual
implicaría, además, la introducción de una discriminación entre, por un lado, los clones, productos de técnicas
asexuales y genealógicamente indefinidos y, por otro lado, los hombres procreados sexualmente y definidos
genealógicamente (como hijos). La distorsión de las relaciones peternofiliales no es exclusiva de la clonación,
porque, según hemos visto, también las técnicas convencionales en sus aplicaciones heterólogas tienen efectos
semejantes. Pero con la clonación la distorsión se convierte en subversión aniquiladora de dichas relaciones
paternofiliales desde su misma base biológica. Se puede decir que los niños clónicos no son propiamente hijos
de nadie en el sentido habitual de la palabra, porque son réplicas biológicas de una sola persona.
21.4 La eugenesia en acción
Pero no quedó todo en la teoría. En Norteamérica y Europa se esterilizó a decenas de miles de indeseables.
Claro, la definición de quién o qué resultaba indeseable dependía a buen grado del criterio de quienes
decidieran imponer la esterilización. En el estado de Misuri (E.U.A.) se propuso una ley para aplicar la
medida a los culpables de asesinato, violación, asalto en los caminos, hurto de gallinas, atentado con bomba o
robo de automóviles. En sus descaminadas tentativas de conseguir una raza superior en una sola generación, la
Alemania nazi fue aún más allá. Tras la esterilización forzosa de 225.000 personas, procedió a exterminar en
aras de la eugenesia a millones de seres: judíos, romaníes (gitanos) y minusválidos, entre otros indeseables.
El vocablo eugenesia adquirió tintes siniestros a raíz de las atrocidades cometidas durante la era nazi, por lo
que, al término de esta, muchas personas abrigan la esperanza de que aquella disciplina hubiese quedado
enterrada junto con los millones de seres asesinados en su nombre. Pero en los años setenta del siglo XX
circularon informes sobre los progresos científicos en un novedoso campo: la biología molecular. Hubo
quienes temieron que tales avances fomentaran el regreso de las ideas que habían seducido a Europa y
Norteamérica en la primera mitad del siglo. Por ejemplo, en un foro sobre el ADN recombinante celebrado en
1977 por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, un eminente biólogo hizo la siguiente
advertencia a sus colegas: Estas investigaciones nos acercarán un paso más a la aplicación de la ingeniería
genética a las personas. Ahí es cuando les da por pensar en cómo hacer que nos pongamos a producir niños
con características ideales. La última vez, los niños ideales eran rubios y tenían ojos azules y genes arios.
22. ¿Qué es la Etnografía?
Desde un punto de vista general y conscientes de su relevante aplicación en los campos antropológico y
social, la Etnografía ha sido concebida como la ciencia que estudia, describe y clasifica las culturas o pueblos.
El término Etnografía proviene de la Antropología en cuyo contexto ha sido definido como la rama de la
Antropología que trata de la descripción científica de culturas individuales. Desde esta perspectiva se
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distingue a la etnografía como "una teoría de la descripción", concepción ésta que ha conducido a formar la
idea de que la etnografía es sólo un reflejo de la realidad concreta, un dato empírico, absoluto y relativo de
acuerdo a categorías arbitrarias.
En el campo de la investigación socio−educativa la Etnografía constituye una alternativa metodológica que se
diferencia de los métodos tradicionalmente empleados en este campo y de los métodos convencionales que
por mucho tiempo fueron exclusivamente aceptados y recomendados para la investigación educativa. Por
constituir una estrategia no convencional cuyo proceso metodológico se centra más en "lo cualitativo" que en
"lo cuantitativo", pareciera que la Etnografía no es aún totalmente reconocida como válida por algunos
investigadores.
Con miras a precisar el concepto sobre Etnografía en el contexto de la investigación socio−educativa podemos
decir que el término Etnografía se ha utilizado para agrupar y etiquetar todos aquellos estudios descriptivos
que, dentro de la metodología cualitativa, proporcionan una imagen de la vida, del quehacer, de las acciones,
de la cultura,... de grupos en escenarios específicos y contextualizados.
Es necesario detenerse aquí para precisar lo que entendemos por escenario y por contextualizar en el marco de
la investigación cualitativa del fenómeno educativo.
En el trabajo de Castillo Lupemar (1984) sobre "Situaciones Sociales y Observación Participante" se
puntualiza acertadamente, a nuestro parecer, lo que es el escenario de una situación socio−educativa.
Escenario representa lo que es el espacio físico, en donde actores o participantes comparten una actividad, un
quehacer, al realizar ciertas acciones. Estos tres elementos escenario, participantes y actividades
interrelacionados se ubican en un determinado contexto. Contextualizar en la investigación etnográfica va
mucho más allá del escena−rio, del ambiente, incluye historia, costumbres, lenguaje, en un ambiente de
interacción social natural (no− artificial).
Podríamos sintetizar lo que es la Etnografía en términos de descubrir y describir las acciones de los
participantes dentro de su interacción social contextualizada, en el sentido y significado que dan los mismos
participantes a sus acciones.
El hecho de ser aceptada dentro de una metodología no clásica, naturalista, básicamente descriptiva, ha
contribuido a que exista la tendencia a considerar la Etnografía como sinónimo de trabajo informal, libre de
fundamentos y de enlaces teóricos, carente de experimentación y de cuantificación e incluso generadora de
informes "novelescos" y "anecdóticos". A nuestro juicio, tal percepción sólo refleja un profundo
desconocimiento del verdadero alcance de la Etnografía y de las elaboraciones teóricas que de la misma
pueden derivarse.
22.1 ¿Cuál es el alcance de la Etnografía?
En relación con el alcance de la investigación etnográfica algunos autores lo limitan básicamente a la labor
descriptiva (Wiersma, 1986: 238). Desde este punto de vista, el propósito fundamental del estudio etnográfico
puede ser sólo describir una cultura o algún aspecto de una o más culturas en una organización. No obstante,
existe una visión más amplia, compleja y relevante en cuanto al alcance de la metodología etnográfica. Según
ésta, la Etnografía contempla mucho más que la descripción, incluye también la comprensión e interpretación
de fenómenos hasta llegar a teorizaciones sobre los mismos.
Acerca de su alcance hay que enfatizar entonces que, mucho más que describir, la Etnografía permite
reflexionar constante y profundamente sobre la realidad, asignando significaciones a lo que se ve, se oye y se
hace, desarrollando aproximaciones hipotéticas, redefiniendo continuamente, hasta llegar a construir e
interpretar esa realidad sin anteponer el sistema de valores del investigador, lo cual conduce a la
reconstrucción teórica. Ello nos permite afirmar que los estudios etnográficos no necesariamente son estudios
limitados y que además la Etnografía puede llegar a utilizarse en problemas teóricos.
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En este orden de ideas, ¿la Etnografía nos garantiza una metodología seria, rigurosa y no superficial? La
concepción exacta acerca de la estrategia etnográfica involucra tanto un determinado tipo de procedimientos
en el trabajo de campo como la fidelidad del producto final en la labor de investigación. Por ello, el etnógrafo
tiene el compromiso de alcanzar una descripción profunda que le permita interpretar no sólo las conductas
sino también sus significados en un determinado contexto cultural, descubriendo e interpretando lo relevante,
lo que tiene sentido para el actor, a fin de formular conclusiones realmente significativas de la realidad
abordada.
Para garantizar que así sea es preciso tener presente tanto la realidad cultural como las acciones concretas de
los individuos con miras a articular los significados culturales con la visión del grupo observado y con la
perspectiva del etnógrafo. Esto lleva a considerar el trabajo etnográfico como una forma particular de
construir el objeto de la investigación ("lo que se investiga"), a plena conciencia de que en esta forma
particular de construir la realidad subyacen supuestos teóricos relacionados con una concepción general de la
cultura como totalidad.
¿Cuáles son las características de la Etnografía?
Una característica relevante de la Etnografía es que incorpora las experiencias, creencias, actitudes,
pensamientos, reflexiones, de los participantes. La Etnografía considera tales aspectos en los mismos términos
y significados que le dan las personas a sus acciones, ya que Etnografía supone describir e interpretar los
fenómenos sociales desde la propia perspectiva del participan−te: "... tal como son expresadas por ellos
mismos y no como uno los describe" (Watson en Montero, 1982:19).
Podría surgir entonces la interrogante ¿Por qué razón la investigación etnográfica interpreta las acciones
sociales desde la perspectiva del propio actor o participante?
La investigación cualitativa, y por ende la investigación etnográfica, se propone descubrir lo que está detrás de
las acciones sociales basándose en la siguiente concepción:
En primer lugar, la persona actúa ante las cosas según el significado que represente para ella. En segundo
lugar, el significado en cada persona se deriva o surge de su interacción social. En tercer lugar, los
significa−dos se manejan y modifican según el proceso de interpretación de las personas.
Si la Etnografía asume que las acciones sociales se producen en los participantes según su forma de percibir,
entender, interpretar, juzgar y organizar su mundo, para investigar sobre las acciones sociales no hay una vía
más propicia que la de preguntar directamente a los participantes por qué actúan de determinada manera. Esto
quiere decir que el etnógrafo escudriña por qué las personas actúan tal como lo hacen y a qué significados
obedecen. En la Etnografía, entonces, se asume la relevancia del papel del actor y se insiste en comprender las
acciones sociales desde la perspectiva del propio actor.
Por todo lo dicho anteriormente, podemos afirmar que hacer etnografía es tener presente aspectos explícitos e
implícitos, manifiestos y ocultos, objetivos y subjeti−vos, lo cuantitativo y lo cualitativo.
Al hablar de los aspectos subjetivos en la Etnografía, ¿podría pensarse en que "cualquiera podría decir
cualquier cosa como le parezca o perciba"?
Para aproximarnos a la respuesta, tendríamos que revisar la concepción que tiene la investigación cualitativa
acerca de lo subjetivo, de cómo lo subjetivo se convierte en el término "significado" y de cómo se procede a
investigar con estos aspectos.
Por una parte, lo subjetivo de la investigación etnográfica se manifiesta en tres dimensiones. Una primera
dimensión está conformada por los propósitos, motivos, significados que definen la acción social propia de la
persona. Una segunda dimensión la conforma el promedio o común del grupo de personas. La tercera
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dimensión es el significado que construye el investigador. En este con−texto de la subjetividad etnográfica,
algunos autores se expresan refiriéndose más bien a la intersubjetividad de tal forma que la Etnografía
personaliza el trabajo cien−tífico pues quien investiga participa directamente e interactúa con las personas
involucradas en la situación social que se estudia.
Al desarrollar su trabajo, el etnógrafo genera hipótesis o interrogantes que conectan los estados subjetivos de
los individuos y la acción social. Estas hipótesis se van precisando, modificando y/o profundizando a medida
que se avanza en el ciclo metodológico etnográfico. De esta manera en el proceso de la investigación, cuando
se asume un aspecto subjetivo es porque es producto de un consenso metodológico.
Otro aspecto que caracteriza a la Etnografía es el de estudiar la cultura como unidad particular. El propósito
fundamental de un estudio etnográfico es descubrir una cultura o una parte de ella dentro de una organización,
partiendo de la observación de las conductas que se evidencian en la interacción de las personas y
descubriendo el significado cultural de tales conductas desde la óptica de los propios participantes y del
investigador.
Además, la Etnografía utiliza un proceso cíclico de investigación. En dicho proceso, las actividades pueden
ser repetidas de acuerdo con la información que van arrojando las observaciones. Es posible avanzar al
próximo paso sin haber resuelto todo lo que requiere el anterior, ya que luego tendrá oportunidad de revisar,
reajustar, modificar o completar informaciones si así lo requiere el proceso. Este carácter cíclico hace que la
investigación no sea totalmente estructurada y preconcebida, por lo que podríamos decir que la planificación
de un estudio etnográfico es muy general.
Asimismo, cabe resaltar la flexibilidad inherente a un estudio etnográfico. El investigador puede emplear
distintas técnicas de recolección de la información; no se requiere la formulación de hipótesis prediseñadas, ni
esquemas teóricos rígidos antes de iniciar el estudio de campo. La teoría emerge de la propia realidad en
forma espontánea. La flexibilidad también se refleja en la postura del investigador quien trata de ignorar
cualquier idea preconcebida que pueda influenciar la interpretación de lo que observa. Esta característica de
flexibilidad en los estudios etnográficos ¿puede insinuar que vamos a iniciar nuestro trabajo de campo sin
haber logrado lo que entendemos por una planificación del estudio? o ¿sugiere más bien que nos podemos
permitir algunas improvisaciones en la investigación?
El etnógrafo planifica su investigación en términos generales sobre el objeto de su estudio (lo que va a
investigar) antes de iniciar su trabajo de campo. Se plantea hipótesis o interrogantes acerca del fenómeno con
la certeza de que tendrá sucesivas oportunidades para precisar, redefinir, reordenar y hasta reorientar su
estudio, lo cual como ya hemos dicho en párrafos anteriores sintetiza una actitud distinta ante la investigación.
Por lo tanto, la flexibilidad en los estudios etnográficos no debe entenderse como falta de rigor. El rigor de los
estudios etnográficos está dado por las reconstrucciones teóricas, por el auto−reconocimiento del nivel en que
se encuentra el trabajo y por la búsqueda de coherencia entre las interpretaciones y la realidad.
medio ambiente y de las especies biológicas, por una parte, y que por otra se ajuste de modo estricto a todos
los requisitos exigidos por las regulaciones y normativas para o la experimentación con animales.
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