Fallo provisto por elDial.com Citar: elDial.com

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Fallo provisto por elDial.com
Citar: elDial.com - AA89E2
SD 90074 – Causa 44.623/11 – “C. P. A. c/ F. y otro s/ despido” – CNTRAB – SALA I – 16/07/2014
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los 16 días del mes de JULIO de 2.014, reunida la Sala
Primera de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, para dictar sentencia en la causa del
epígrafe, y de acuerdo a la correspondiente desinsaculación, se procede a votar en el siguiente
orden:
El Doctor Vilela dijo:
I)- Contra la sentencia de fs. 419/428 apelan ambas partes, la actora a fs. 429/434 y la demandada
a fs. 447/449 con oportuna réplica de su contraria a fs. 452/453. Por su parte, la perito contadora
apela los honorarios que le fueron regulados por considerarlos exiguos (fs. 446)
II)- Memoro que en grado, quien me precedió en el juzgamiento viabilizó en lo principal la
demanda instaurada por la Sra. C. al concluir que percibía parte del salario fuera del recibo legal y
ello justificó el despido indirecto. Por ello, difirió a condena la suma calculada por la experta
contable más intereses.Por razones de orden metodológico atenderé en primer término a la apelación interpuesta por los
codemandados. Expresan que tal como surge de la pericia contable surge la correcta registración
de la actora.Se ha expresado en términos que comparto que el escrito de expresión de agravios debe expresar
con claridad y precisión por qué el apelante considera que la sentencia no es justa; los motivos de
su disconformidad; de qué manera el Juez o Jueza valoró incorrectamente la prueba; omitió
alguna decisiva para resolver la cuestión o aplicó mal la ley, todo ello, como señalé, mediante la
crítica concreta y razonada de los fundamentos del fallo recurrido (conf. Highton Elena I. y Areán
Beatriz A. y otros "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación" Concordado con los códigos
provinciales. Análisis doctrinal y jurisprudencial. T°5, pág.239 y sgtes. –Año 2006- Buenos AiresHammurabi).En estos términos, el agravio debe ser declarado desierto. En efecto, el quejoso no especifica
cuáles son los errores de hecho o derecho en los que incurrió el Sr. Magistrado para fallar como lo
hizo (art. 116 L.O.), pues allí, el decisorio resultó fundado en las testimoniales receptadas sobre el
pago fuera de registro sin que ellas sean si quiera mencionadas en la memoria en tratamiento. A
mayor abundamiento, destaco que los asientos en los registros contables no pueden ser decisivos
en el caso ya que fueron confeccionados unilateralmente por el empleador sin el control del
empleado (SD. 61.101 del 08.04.92 en autos Sánchez Pedro Jaime c/ Beltone Argentina SCA y otro
s/ despido) y resultan inoponibles al trabajador. Es por ello, que pese a haber sido llevados con las
formalidades legales, no pueden hacer plena fe de su contenido máxime cuando, como en el
presente caso, existen otros elementos del juicio que los contradicen.Razón por la cual, corresponde confirmar lo resuelto en el pronunciamiento de grado, ya que el a
quo valoró correctamente los testimonios de R. G., C. e I.-
III)- La accionante, por su parte se alza contra la denegatoria que recibieron sus pretensiones
basadas en daño moral y despido discriminatorio –conceptos que comprende indemnizables
independientemente el uno del otro-. Respecto del primero, advierte tras un repaso de las
pruebas testimoniales aportadas, que trabajaba conjuntamente con quien señala como posible
agresora –la Sra. A.A.- y que ella le profería un trato indebido. Asimismo, señala que de la pericia
psicológica se extrae que posee un Síndrome Depresivo Reactivo, como consecuencia de ello con
una incapacidad psicológica del 10% de la TO.La recurrente invocó en la demanda que fue víctima de un "hostigamiento y agresión constante
que recibía de su jefa A.A. y demás jerárquicos" (SIC ver fs.8) cuya envergadura significó un
tratamiento psicológico y psiquiátrico prolongado. Expresó, en el punto 9 del escrito constitutivo,
que el acoso "llegó a tomar diferentes formas humillantes publicas frente al personal,
descalificación del trabajo realizado, gritos, insultos verbales, llamadas telefónicas para agredir,
mensajes de texto también agresivos, hasta se llegó a crear una página de internet en la cual subía
fotos de los empleados, algunas fotos montadas, para burlarse de ellos". Refiere que ante éste
ambiente, optó por comenzar con los tratamientos psicológicos en marzo del año 2.005.Ahora bien, sin perjuicio de resaltar el esfuerzo dialéctico intentado en esta instancia, considero
que no se han aportado elementos probatorios suficientes a los fines mencionados. De acuerdo a
la forma en que quedó trabada la Litis, los principios que rigen la carga de la prueba, y la doctrina
del caso "Pellicori" [Fallo en extenso: elDial.com - AA713B] CSJN –p.489-XLIV- 15/11/2011 la actora
debió aportar elementos razonables para acreditar la situación de violencia laboral (mobbing) que
invoca. Sin embargo, un detenido estudio de la totalidad de las pruebas aportadas a la causa (conf.
art.386 del CPCCN), me permite concluir que no ha logrado tal cometido.El vocablo "mobbing" se utiliza para identificar las situaciones en las que una persona o un grupo
de personas ejercen violencia psicológica extrema, de forma sistemática con intencionalidad y
durante un tiempo prolongado sobre otro sujeto, con la finalidad de lograr que la víctima quede
aislada de su entorno y abandone el sector, el grupo o la empresa. Tiene una dirección específica
hacia la víctima con una intencionalidad subjetiva y perversa de generar daño o malestar
psicológico y el consecuente sometiendo o su egreso de la organización empresarial o del grupo
(Confr. CNAT, Sala II, in re "Vázquez M. c/ Creveri S.A. s/ despido" [Fallo en extenso: elDial.com AA456E] S.D. 95.4037 del 4/12/07).-
Sin embargo, considero que la prueba testimonial producida a instancias de la accionante no
permite acreditar con suficiente grado de convicción que su jefa inmediata incurriera en un "acoso
laboral sostenido". Para que se configure una situación de violencia laboral deben aportarse
pruebas que den cuenta de una conducta de persecución y hostigamiento de la empresa,
constante y durante un tiempo prolongado, de tal entidad que provoque en la psiquis del
trabajador/a un daño psicológico que lo/a imposibilite desenvolverse con normalidad en el ámbito
laboral en lo sucesivo.Por otro lado, encuentro al igual que quien me precedió en el juzgamiento, que en el mejor de los
casos para la accionante, los testimonios recabados en autos pueden dar fe de hechos aislados.A fs. 364/366 depuso R. quien dijo ser amiga de la actora, que la accionante le comentó que la
querían cambiar de sede y que "sufría maltrato psicológico". No obstante, mientras ella trabajó
para la demandada "no presenció dicho maltrato hacia la actora".G., afirmó a fs. 371 y 378 que conoce a la accionante desde que tiene 8 años y que "la actora con
A. se llevaba ni bien ni mal, que A. tenía un carácter especial. Que la vio enojada a A. con la actora
y con otras operadoras también". De esta testigo, debe destacarse además, que trabajó hasta el
año 2.007.C. a fs. 382/383 expresó que la actora trabajaba en el turno noche mientras que A.A. estaba por la
mañana.Por último, a fs. 384/385 I. afirmó que "ha visto maltrato verbal, que le dijo a la actora "salí, salí no
servís para nada", que no recuerda cuando fue esto que escuchó retos, echar culpas".P. y R., propuestas por la demandada, expresaron a fs. 368 y 369 respectivamente que la actora no
tuvo problemas en su trabajo, ni con sus compañeros ni nada, que ni siquiera lo sabe por
comentarios.Del análisis de la prueba pericial psicológica presentada a fs. 322/333 encuentro que en la
entrevista personal la licenciada A. expresa –a instancias del relato de la actora- que cualquier
patología de base no puede ser relacionada con la infancia pues la familia de la actora se encontró
bien constituida por padre y madre y que "tuvo una infancia y adolescencia bastante satisfactoria,
solía realizar actividades recreativas, como sociales y culturales" (sic).No obstante, de la propia prueba solicitada por la actora (informativa al SIARC donde la accionante
realizó tratamientos psicológicos/psiquiátricos durante varios años), surgen análisis de los
diferentes profesionales que la atendieron, ciertos pasajes que permiten aseverar un cambio de
postura de la actora a la hora de realizar una pericia psicológica para ser presentada ante sede
judicial laboral. Digo esto, porque a fs. 230, el Lic. D. tras una entrevista familiar realizada en enero
del 2.008 expresó que la madre de la aquí actora "Ubica como importante para el estado actual de
P. el hecho de haber sido criada desde los tres meses hasta los once años por su tía paterna"
En relación con el ámbito laboral, de fs. 225 se extrae que en agosto del 2.007 la Sra. S. –médica
psiquiátrica- concluyó: "trabajar en callcenter, 8 horas por día, bien – hace 5 años = bien"; a fs. 233
expresan que trabaja en un centro de atención telefónica, sin referirse a aquélla labor con
connotaciones negativas.No soslayo que a fs. 230 la madre afirmó ir a buscarla a la noche al trabajo porque no quería estar
más allí.En la conclusión de fs. 234, realizada por la Dra. S., nuevamente resalta que desde el año 2.007 la
accionante se encontraba en tratamiento por angustia, crisis de llanto e insomnio, con medicación
pero, a respecto de lo que incumbe a estos actuados, nuevamente sin reseña alguna al ámbito
laboral.Resulta por demás llamativo, que en los restantes diagnósticos o conclusiones arribadas por los
diferentes profesionales (más de 23) no hayan mencionado relación peyorativa alguna para la
salud de C. su trabajo en la empresa codemandada.A pesar de los matices que rodean a los hechos, la situación aquí analizada es –en lo sustancialanáloga a la que se presentara en autos "Goncálvez Viviana c/AM Seguridad Empresaria SRL y
otro" (SD 88.806 del 31/5/13 del registro de esta Sala I), donde se explicó que "…El sustrato de la
causalidad lo constituye el factor laboral que la actora asocia a la minusvalía que señala el perito,
mas esa causalidad, como se extrae del análisis de las pruebas, no ha sido demostrada, ya que no
se acreditó que hubiera sido víctima de los hechos que denunciara en la demanda, es decir, que la
hostilidad del entorno laboral –materializada en la persona de la supervisora- hubiera contribuido
en forma causal al desencadenamiento de la sintomatología depresiva que la aqueja. Por otro
lado, es jurisprudencia reiterada de esta Sala que sin perjuicio de lo dictaminado por el facultativo
en orden a la relación causal y/o concausal entre los trabajos realizados por el dependiente y el
padecimiento por el que acciona, tal circunstancia escapa a la órbita médico legal, siendo facultad
del Juez, en cada caso, la determinación de dicho aspecto (cfr.Sala I, Tannure Zulma c/Mediplast
SA, SD 64936 del 26/5/91; Sala VIII, Arias de Salas c/Sanatorio Güemes SA s/acc., SD 21347 del
11/11/94). Asimismo, esta Sala tiene dicho que no valen las afirmaciones del perito relativas a las
condiciones en que el dependiente prestó servicios, si sólo las conoce a través del relato de éste, a
quien incumbe probar que su trabajo fue efectuado en las condiciones en que afirma (cfr. in re
"Brizuela Héctor c/ENCOTEL", SD 49952 del 28/12/84; "Fernández M. c/Lingas SA", SD 56514 del
14/11/88). En el caso, no se probaron las circunstancias de mobbing y acoso laboral en base a las
cuales se reclamó la reparación…".De este modo, y sin desconocer que la accionante pudiera haber tenido presiones a la hora de
desarrollar sus tareas, ni la incapacidad psicológica determinada por la perito psicóloga encuentro,
con apoyatura directa en las restantes constancias de la causa, que no posee relación causal con el
objeto de autos.Concluyo pues, que no se evidencia acto ilícito por parte de la demandada destinada a afectar la
dignidad personal de la trabajadora que pueda generar la responsabilidad de la empleadora (arts
1109 y 1113) por el daño psicológico que ello pueda haber provocado y que justifique el
reconocimiento de una reparación de daños y perjuicios.En estos términos, tampoco deberá viabilizarse el despido como discriminatorio, si bien la
demandada no ha demostrado causal de despido invocada no imputó al actor hechos de
gravedad, ni se evidenció que haya sido sometida a un trato peyorativo sostenido. En tales
condiciones, estimo que el concepto no puede ser admitido, ya que frente a un sistema
indemnizatorio tarifado que -en principio- cubre todos los daños derivados normalmente de la
disolución del contrato en sí, resulta necesario que medie una conducta que merezca un reproche
adicional y que haya causado un daño fehacientemente acreditado (art. 522 del Código Civil),
extremo que en el caso no aparece justificado.-
IV)- Habiendo sido materia de reclamo la entrega de los certificados de trabajo y de aportes y
contribuciones previstos en el art. 80 de la L.C.T., cuyo contenido deberá contemplar lo previsto en
el Capítulo VIII de la L.C.T., agregado por el art. 1º de la ley 24.576, y toda vez que la pieza
acompañada en autos no refleja los datos reales de la relación según queda establecido, dicha
pretensión también será objeto de condena en los términos del art. 80 de la L.C.T.-
V)- Tampoco procederá el planteo articulado por la parte demandada, quien objeta la extensión
de condena al Sr. M. J. en su calidad de socio gerente de la empresa demandada (ver entre otras,
constancia de AFIP de fs. 203).El pago de sumas fuera del recibo laboral quedó comprobado por los diversos testimonios
propuestos por la parte actora sin que las apreciaciones realizadas por la codemandada le pueda
quitar fuerza convictiva. Nótese que ellos lucen contestes en cuanto a la realización de pagos en
una oficina donde se les abonaban fragmentos de las horas extraordinarias sin que queden
asentados en los libros de comercio ni, mucho menos, en los recibos de sueldo evitando, por
consiguiente el pago de las contribuciones correspondientes a los diversos organismos de la
seguridad social.Como ya lo sostuve en casos anteriores, corresponde hacer extensiva la condena a las personas
físicas administradores de sociedades comerciales porque las mismas por regla no pueden ignorar,
desde el estándar del "buen hombre de negocios" (arts. 59, 274 y 279 de la ley 19.550, normativa
que considero aplicable al gerente que ejerce la administración de la sociedad de responsabilidad
limitada en virtud de lo dispuesto por el art. 157, párrafo tercero, de la ley citada.) y conforme una
noción de buena fe activa y no meramente pasiva que impera en el derecho patrimonial
argentino, las irregularidades de los vínculos laborales, que, como el del demandante, ligan al ente
colectivo. No obstante, en cuanto a la medida de la responsabilidad, estimo que debe ceñirse, en
el caso de autos, al pago de aquellos rubros que guardan una relación causal adecuada con la
transgresión legal que se les imputa subjetivamente, es decir, que el administrador haya
mantenido o avalado, desde la acción o la omisión, la clandestinidad de la relación laboral, en
otras palabras, desde un operar activo o aún desde una reprochable pasividad. En ese sentido,
considero que debe fijarse en la suma de $118.188,26 más intereses que se corresponde con el
concepto Indemnización arts. 245 LCT, 10 y 15 de la LNE, que se orienta a sancionar el trabajo
clandestino.-
VI)- Finalmente, considerando el mérito y extensión de los trabajos cumplidos, facultades
conferidas por el art.38 de la L.O. y el valor del litigio, los honorarios del perito contador no lucen
bajos a derecho, por lo que también deberán ser mantenidos (leyes 21.839 y 24.432).-
IV) Las costas de grado han sido bien resueltas al perdidoso. Imponer las costas de Alzada a la
demandada vencida (art. 68 CPCCN) y regular los honorarios de la representación letrada de las
partes actora y demandada en el 25% y 25% de lo que le correspondiese respectivamente por su
actuación en la instancia anterior.-
V)- En definitiva, propicio: a)- Confirmar la sentencia apelada con la limitación de responsabilidad
del Sr. M. J. en la proporción señalada; b)- Con costas de ambas instancias a los codemandados
vencidos en la proporción de condena (art. 68 CPCCN) y c) regular los honorarios de la
representación letrada de las partes actora y demandada en el 25% y 25% de lo que le
correspondiese respectivamente por su actuación en la instancia anterior.-
La Dra. Gabriela A. Vázquez dijo:
Que adhiere al voto que antecede, por compartir los fundamentos.-
A mérito de lo que resulta del precedente acuerdo el Tribunal resuelve: a)- Confirmar la sentencia
apelada con la limitación de responsabilidad del Sr. M. J. en la proporción señalada; b)- Con costas
de ambas instancias a los codemandados vencidos en la proporción de condena (art. 68 CPCCN) y
c) regular los honorarios de la representación letrada de las partes actora y demandada en el 25%
y 25% de lo que le correspondiese respectivamente por su actuación en la instancia anterior.Regístrese, notifíquese, comuníquese (art.4º, Acordada CSJN Nº 15/13) y devuélvase.-
Fdo.: Julio Vilela - Gabriela Alejandra Vázquez
Ante mí: Verónica Moreno Calabrese, Secretaria
Citar: elDial.com - AA89E2
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