Hola a todos/as En los últimos meses hemos detectado que las Consejerías de Sanidad de las distintas Comunidades autónomas están incrementando sus actuaciones en los centros de Terapias Naturales, normalmente a raíz de denuncias de colectivos sanitarios. Actualmente nos encontramos por una parte, con el Ministerio de Sanidad que es el encargado de establecer la normativa básica sanitaria y determinar que perfil profesional es sanitario o no, y por otro lado nos encontramos con las distintas administraciones autonómicas de sanidad encargadas de velar por el cumplimiento de la normativa. Es por ello, que creemos que es muy aconsejable revisar exhaustivamente todos nuestros canales de publicidad y comunicación, es decir cómo nos vendemos y como nos presentamos a nuestros “clientes” y como gestionamos nuestra consulta. A continuación os hago un resumen de la normativa que nos es de aplicación y la documentación que debéis revisar. ELEMENTOS DE COMUNICACIÓN Y PUBLICIDAD La Ley 14/1986, de 25 de Abril de Sanidad, en su artículo 27 establece: “ las administraciones públicas en el ámbito de sus competencias, realizarán un control de la publicidad y propaganda comerciales para que se ajusten a criterios de veracidad en lo que atañe a la salud y para limitar aquello que pueda constituir un perjuicio para la misma.” Asimismo el REAL DECRETO 1907/1996 de 2 de agosto sobre Publicidad y promoción comercial de productos , actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria, en su artículo 1 sobre el control sanitario de la publicidad dice: “Las Autoridades sanitarias y demás órganos competentes en cada caso, de acuerdo con el artículo 27 de la Ley General de Sanidad, las disposiciones especiales aplicables en cada caso y lo establecido en este Real Decreto, controlarán la publicidad y promoción comercial de los productos, materiales, sustancias, energías o métodos que se anuncian o presentan como útiles para el diagnóstico, prevención o tratamiento de enfermedades o desarrollos fisiológicos, adelgazamiento, modificación del estado físico o psicológico, restauración, corrección o modificación de funciones orgánicas u otras pretendidas finalidades sanitarias, para que se ajusten a criterios de veracidad en lo que atañe a la salud y para limitar todo aquello que pueda constituir un perjuicio para la misma. “ Por último nos encontramos con la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad, es la que define el concepto de publicidad engañosa y/o desleal. Se define como publicidad engañosa aquella que, de cualquier forma (incluida su presentación), induce o puede inducir a error a sus destinatarios, puede afectar a su comportamiento económico o perjudicar o ser capaz de perjudicar a un competidor. La ley también entiende por engañosa la publicidad que silencia datos fundamentales de los bienes, actividades o servicios, siempre que dicha omisión induzca al error a los destinatarios. No es necesario para que la publicidad sea engañosa que el error efectivamente se produzca sino que basta con la mera inducción al error. La inducción al error se da desde el mismo momento en el que se pueda afectar, - debido a la presentación del mensaje, a la información transmitida o a los datos omitidos en el mensaje -, al comportamiento económico del destinatario o se pueda perjudicar a un competidor. No es necesario por tanto, para que la publicidad se considere engañosa que el daño efectivamente se produzca sino que pueda llegar a producirse. Se considera que una publicidad es engañosa cuando: a) Se utilizan expresiones ambiguas, desconocidas, o con una pluralidad de significados puede desencadenar el engaño. Cuando una expresión posee varios significados y la comúnmente entendida por los destinatarios del mensaje no se corresponde con la realidad, existe el riesgo de que el destinatario interprete el mensaje en un sentido que no se corresponde con la realidad. b) La utilización de expresiones que siendo veraces conducen a extraer conclusiones que no se corresponden con la realidad. c) La utilización en el mensaje de la promesa excesiva. En ella el anunciante realiza una suma de varias promesas publicitarias que serían razonables aisladamente pero que son inalcanzables en su conjunto. Este tipo de publicidad tiende en ocasiones a confundirse con la exageración publicitaria, que difícilmente se podrá considerar engañosa, pues en ella se realiza una difusión de alegaciones tendentes a ensalzar la actividad, el servicio o el bien que se publicita, de forma tal que los destinatarios del mensaje lo reconocen como carente de una base objetiva. Tomando en consideración la normativa detallada anteriormente, y la cual nos es de aplicación siempre que incumplamos sus términos, debemos tener muy claro que como profesionales de las TERAPIAS NATURALES, BAJO NINGUN CONCEPTO no podemos utilizar terminología alopática en ninguno de nuestros canales de comunicación. Ni en nuestras webs, ni blogs, ni artículos de facebook, ni flyers publicitarios. El motivo de ello es que no podemos realizar diagnóstico alopático, porque nuestra formación no nos lo permite y si publicitamos que nuestra especialidad es realizar terapias para “enfermedades alopáticas” incumplimos con la normativa de publicidad, ya que inducimos a un error a nuestros pacientes en nuestra formación y además la administración entiende que estamos realizando una actividad sanitaria sin tener la titulación adecuada. Ya sabemos que es muy complicado publicitarnos y hacer llegar el mensaje a nuestros pacientes de los tratamientos que podemos ofrecerles, pero no debemos caer en la tentación de ofrecer tratamientos para lumbalgías, hernias discales, estreñimiento crónico, depresión, fibromialgia. Todos sabemos que es muy difícil obviar esta terminología pero nuestra formación no nos permite utilizarlas porque para diagnosticarlas es necesario tener el título de Medicina y Cirugía. Como siempre el problema se centra en el “diagnostico” ya que el Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, en su artículo 2.1.d) define la actividad sanitaria como: conjunto de acciones de promoción, prevención, DIAGNOSTICO, tratamiento o rehabilitación, dirigidas a fomentar, restaurar o mejorar la salud de las personal realizadas por profesionales sanitarios.” Debemos ser cautos y hablar de tratamientos para el dolor, tratamientos para el sobrepeso, tratamientos para la ansiedad, pero nunca decir que tratamos “enfermedades tipificadas por el sistema sanitario” ya que si no podrán acusarnos de publicidad engañosa o de realizar actividad sanitaria sin tener el título correspondiente, así como los permisos administrativos necesarios. COMO NOS PRESENTAMOS A LOS DEMÁS. Siempre debemos presentarnos como profesionales de las Terapias Naturales (TERAPEUTA, PROFESIONAL, PRACTICO) e indicar nuestra especialidad, pero jamás utilizar la palabra Doctor o su abreviatura Dr. También debemos evitar en nuestra publicidad “Licenciado en …..“ Sabemos que muchos de vosotros tenéis una extensa formación universitaria en Medicina China y /o otras terapias Naturales, así como títulos acreditativos de universidades de la Unión Europea donde las Terapias Naturales si existen como formación universitaria. Pero lamentablemente en nuestro país todavía no existe esta formación, por lo que no es homologable con ningún título europeo, aunque sea de una universidad de la unión europea. Por mucho que tengamos un doctorado en terapias Naturales, no podemos decir que somos doctores, porque la administración sanitaria entiende que solo es Doctor, el licenciado en Medicina y nos pueden abrir una inspección de sanidad por intrusismo y publicidad engañosa. DOCUMENTOS DE TRABAJO- FICHAS DE USUARIOS Nuestras fichas de trabajo de los pacientes no deben ser un fiel reflejo de una historia clínica, ya que en caso de inspección nos traerá muchos problemas porque la Administración interpretará que realizamos actividad sanitaria sin autorización y título correspondiente. En la misma debemos evitar la palabra “historia clínica” es mucho mejor ficha de cliente o no poner nada. No debemos anotar terminología alopática en la misma. Si el cliente viene con pruebas médicas y un diagnóstico establecido de un profesional de la medicina podemos anotar el motivo de la visita, pero siempre indicando que el “Sr. Exhibe pruebas médicas en las cuales el Dr. … establece el diagnostico X”. Jamás escribir un diagnostico con palabras alopáticas por lo que debemos utilizar nuestro propio vocabulario técnico especializado. Para los que seáis acupuntores simplemente es utilizar terminología propia de nuestra medicina, tales como “vacio” “estancamiento” “qi”. Para los que seáis naturópatas y/o homeópatas, no utilicéis vocabulario médico, buscad palabras similares que tengan significado para vosotros. Nuestro consejo es que reviséis la documentación que os comentamos y modifiquéis la terminología incorrecta. En cuanto a las fichas de trabajo de vuestra gestión de pacientes, en el caso de que estén demasiado “alopatizadas” os proponemos que poco a vayáis modificando vuestra terminología a fin de que se adecue más a nuestra profesión y en caso de una tengáis una posible inspección no pueda ser motivo de un cierre de centro por entender que realizamos actividad sanitaria basándose en la prueba de la nuestras historias clínicas. Como siempre quedo a vuestra disposición para revisar vuestra publicidad y hacer las correcciones jurídicas que sean oportunas. Si queréis realizar alguna consulta podéis enviarnos un correo a [email protected].