SOCIEDAD VENEZOLANA DE CONSULTORES EN CRIMINALISTICA PROGRAMA DE PSICOLOGÍA CRIMINAL COHORTE I

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SOCIEDAD VENEZOLANA DE CONSULTORES EN CRIMINALISTICA
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA CRIMINAL
COHORTE I
IMPORTANCIA DE LA APLICACIÓN DEL PERFIL CRIMINAL EN
VENEZUELA
Autores: Anzolineth Montesano
C.I. 19.111.984
Jonathan R. Camacaro L.
C.I. 18.748.296
Ricardo Naranjo
C.I. 7.074.474
Valencia, Abril de 2015
Introducción
La elaboración de perfiles de criminales con base en la escena del crimen es una técnica
de investigación judicial que consiste en inferir aspectos psicosociales del agresor con base
en un análisis psicológico, criminalístico y forense de sus crímenes, con el fin de identificar
un tipo de persona (no una persona en particular) para orientar la investigación y la captura,
esta técnica es útil para la justicia porque permite ser aplicada en diferentes situaciones
como crímenes violentos, descarte de sospechosos, identificación del tipo de criminal que
cometió el delito; también es ventajosa para los profesionales de la justicia como
herramienta al preparar interrogatorios, justificar la petición de pruebas; pero sobretodo es
de gran utilidad en la aproximación judicial a un delincuente.
Dicha técnica de investigación policial debe ser empleada por un grupo de profesionales
en el área criminal, que para efectos de Venezuela es el Cuerpo de Investigaciones
Científicas Penales y Criminalísticas (C.I.C.P.C.) quien se encarga del esclarecimiento de
crímenes, pero no cuenta con una unidad o departamento dedicado a la elaboración de
perfiles psicológicos criminales, el cual debe estar conformado por profesionales de la
psicología, criminología y especialidades a fines.
En base a lo anteriormente expuesto, a continuación se describe la importancia de la
aplicación del perfil psicológica criminal en Venezuela como herramienta, en lo que se
espera, sea de gran utilidad para la disminución de los actos delictivos ya sea a corto,
mediano o largo plazo.
PERFIL CRIMINAL
Venezuela atraviesa actualmente por una situación de cambio políticosocial, con un
marcado incremento de la criminalidad violenta y de la conflictividad. Indicadores de las
ONG sobre criminalidad de los últimos diez años sugieren incrementos sustantivos en los
homicidios y los robos de vehículos, aunque los robos genéricos, los hurtos y las lesiones
personales registran una aparente disminución.
Resulta claro que para evitar la violencia y el crimen, se requiere actuar en diferentes
planos al mismo tiempo. Hay que educar, prevenir y castigar. Habrá que empezar teniendo
un buen diagnóstico de estadística, para saber a ciencia cierta que está ocurriendo en las
calles, encontrar la política y estrategias adecuadas a cada situación será el segundo paso.
En Venezuela, a medida que transcurren los años, ha incrementado la inseguridad de
manera alarmante. No es necesario pertenecer a algún organismo gubernamental de orden
público (policía, C.I.C.P.C., etc) para tener en cuenta el grado de peligrosidad en el que nos
encontramos día a día. Cifras extraoficiales reportan que en nuestro país cada 20 minutos
un ciudadano es asesinado, según el Organismo no gubernamental Observatorio
Venezolano de la Violencia (O.V.V.).
Los organismos encargados de garantizar la seguridad de la ciudadanía ya no se dan
basto, el sistema se encuentra lamentablemente viciado, en su mayoría. Razón por la cual,
el venezolano ha optado por la resignación ante la situación del país, viviendo diariamente
a la expectativa de lo que podrá sucederle al salir a la calle.
Lo cierto es que nadie parece estar seguro en ninguna parte, y eso incluye, por supuesto,
nuestro propio domicilio. Los riesgos y el peligro están latentes en cualquier ámbito de la
ciudad, incluso no siendo el blanco seleccionado por los delincuentes, podríamos resultar
afectados tanto solo encontrándonos en el lugar y hora equivocados, nadie está exento de
riesgo. Mujeres, hombres, ancianos o niños.
Aunado a esto el pueblo venezolano se ha sentido desprotegido por parte de las
instituciones de control social, generando así las razones para no denunciar, por lo que se
resalta que no harían nada con la denuncia, no tomarían la denuncia, el hecho fue de escasa
importancia, no hubo pérdida y por miedo a represalias por parte de los responsables del
hecho. Como se puede apreciar, la expectativa fundamental de la denuncia, es el castigo del
delincuente y el evitar que reincida, aunque la gente es escéptica frente a la atención que la
policía brinde a sus denuncias, e incluso temerosa de posibles represalias frente a las
mismas.
Es por esto que se plantea el fortalecimiento de la coordinación policial, con la creación
de una política criminal reforzada, entendiéndose esta como todas las actividades dirigidas
o coordinadas por el estado para identificar la problemática delictiva y para adoptar
medidas tendentes a minimizar los efectos de la criminalidad. De esta forma fortalecer la
unión cívico-policial, por medio de la cual la sociedad tenga plena confianza y seguridad en
que los organismos del estado harán prevención del delito y esclarecimiento de los mismos.
Cada vez es más frecuente que la ocurrencia de crímenes violentos y, especialmente de
aquellos que presentan características extrañas (como la desaparición de víctimas, algún
mensaje o símbolo empleado por el agresor, la evidencia de rituales durante la comisión del
delito, etc.), demanden respuestas de expertos y de profesionales que ayuden a entender las
razones que tiene una persona para cometer estos actos, y que provean información útil
para identificar y dar captura al responsable.
En situaciones como estas, diferentes disciplinas aportan sus conocimientos para
resolver el caso en el menor tiempo posible y, con ello, reducir el número de futuras
víctimas. En esta tarea, recientemente, se ha dado especial atención al aporte que puede
hacer la técnica de elaboración de perfiles; aunque no sin suscitar dudas acerca de su
utilidad. En este contexto, los perfiles han sido simultáneamente defendidos y criticados.
Vistos algunas veces como un proceso exitoso que aporta conocimiento invaluable a la
investigación criminal, y otras, como un procedimiento poco válido que puede desviar
irreparable e innecesariamente la investigación, los perfiles han sido empleados en el
análisis de casos reales y su aplicación es cada vez mayor.
Hoy por hoy existen diferentes definiciones del perfil criminal, entre ellas se encuentra
la de Garrido (2001), define el perfil criminal como “aquella (técnica) que proporciona
información derivada del escenario del crimen para ayudar a la investigación policial en la
captura de un agresor desconocido. Ese análisis del crimen se centra en dos aspectos
fundamentales: la escena del crimen y la víctima”.
El objetivo de este perfil es delimitar las características del presunto culpable para
disminuir el rango de posibles culpables y ayudar a la policía focalizando y restringiendo
las posibilidades de investigación, posibilitándoles el centrarse en los blancos realistas. Este
punto es muy importante, ya que cuando se tratan de crímenes violentos o seriales, la
alarma social y las posibilidades de que se vuelvan a repetir los hechos, hacen necesaria
actuar con rapidez y detener cuanto antes al asesino.
Tradicionalmente la investigación policial se sustenta en tres pilares básicos para
resolver los crímenes: la evidencia física, los testimonios y las confesiones. Diversos
estudios han puesto de manifiesto que el trabajo de los investigadores usualmente se ha
centrado en la obtención de testimonios y confesiones fiables
El perfil criminal debe ser entendido como una herramienta operativa más durante el
proceso completo de investigación de una serie de hechos criminales, desarrollada y
aplicada por profesionales especializados en ella y que intervienen puntualmente en dicho
proceso. De este modo, el trabajo del analista o los analistas suele iniciarse a requerimiento
de los encargados de conducir una investigación. Una vez concluida su labor y presentadas
sus conclusiones y recomendaciones, el analista se aparta del trabajo operativo, aunque
evidentemente puede mantenerse en contacto con la investigación con el fin de aportar
nuevos datos a la luz de nuevos hallazgos que vallan surgiendo en el transcurso de aquella.
Pero siempre debe tener exquisito cuidado en no involucrarse activamente, pues corre el
riesgo de contaminarse y perder la necesaria objetividad y rigor científico.
Los perfiles pueden proveer información importante para el diseño de estrategias que
permitan interactuar efectivamente con los delincuentes durante los interrogatorios y en los
procesos de negociación. Se considera, de igual manera, que no solo ayudaría a la
identificación de una persona que cometió un acto punible, sino que también se podrá
utilizar para participar activamente en la prevención de nuevos delitos e identificación
temprana de personas que posiblemente estén por iniciar una “carrera delictiva”.
Es importante tener en cuenta que al perfilar hay ciertos aspectos de la víctima o de la
escena del crimen que pueden ser observados y de los cuales se pueden extraer inferencias
psicológicas, a esto es a lo que se le denominó evidencia psicológica y es una estrategia
clave para lograr generar el perfil. El cuidado meticuloso del lugar del hecho delictivo es
esencial al momento de abordar la investigación. Su estudio exhaustivo permite al
perfilador iniciar de manera concreta el seguimiento de cualquier pista o testimonio
relacionado con el hecho.
En la actualidad, algunas veces la escena no es manejada de manera adecuada, lo que
conlleva en las horas siguientes a lagunas y confusiones que podrían haber sido evitadas. Es
de crucial importancia el correcto procesamiento de la escena física presentada ante el
investigador en el primer momento de su llegada al sitio.
En la escena del crimen no solo se observan los detalles físicos (huellas dactilares,
sangre, huellas de zapatos, etc), sino que también se trata de profundizar en la huella
psicológica o manera de comportamiento del criminal. ¿Qué lo llevo a cometer el crimen?;
¿Por qué eligió a esa victima?; ¿Por qué ese lugar?, entre otra serie de interrogantes que
deben ser respondidas en la medida de lo posible. Todos estos aspectos son importantes,
son decisivos para el éxito el correcto análisis de la escena del crimen en el caso del
homicidio, en todas sus formas.
A través de la participación activa del área psicológica en la investigación de un crimen,
en conjunto con otras especialidades (forense, bioanálisis, criminalística, etc), se puede
determinar un perfil criminal u obtener un aproximado significativo del presunto
victimario. No solo se podrá analizar el modus operandi aplicado por el agresor y la firma
que este enmarca al momento de realizar el crimen, sino que se podrá destacar las posibles
características del agresor y el motivo del acto cometido.
Dado lo anteriormente expuesto es de vital importancia agregar el uso de la técnica de
perfil criminal, para el aumento de la cobertura y calidad de los servicios policiales. Dicha
técnica deberá ser empleada por profesionales del Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas (C.I.C.P.C.), ya que esta institución es la encargada en Venezuela
del esclarecimiento de crímenes. Siendo esta misma la más capacitada para el manejo de la
escena del crimen.
Conclusiones
Basado en los planteamientos anteriores se puede determinar la importancia de aplicar la
técnica del perfil criminal, ya que delimita las características del presunto agresor,
generando aportes significativos que ayudan a la detención rápida del culpable.
El perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está basada en el análisis de la
huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y en datos estadísticos recolectado de
otros casos y de los datos teóricos aportados por la psicología y la criminología. Estamos
por tanto hablando de probabilidades; sin embargo, los antecedentes de la aplicación de la
técnica de perfil criminal han demostrado ser altamente efectiva en otros países, por lo que
se considera que en Venezuela generara un excelente inicio en la resolución de casos al
aplicar la misma.
Finalmente, consideramos que antes de evaluar la eficacia de los perfiles, la
preocupación en esta área debe centrarse en el estudio de las posibilidades que dicha
técnica ofrece a la investigación criminal. Resulta necesario continuar la tarea de dar
sustento teórico y empírico a la elaboración y aplicación de los perfiles criminológicos en
Venezuela.
Bibliografía
Vicente Garrido: Psicópatas y otros delincuentes violentos. España. 2003.
Luis Gerardo Gabaldon: Criminalidad, reacción social y política criminal. Caracas. 2007.
Miguel A. Soria V., Dolores Saiz Roca: Psicología Criminal. Barcelona: Pearson
Educacion S.A., 2005.
Perfil
Criminal
en
Venezuela.
Revisado
en
marzo
de
http://www.buenastareas.com/ensayos/Perfil-Criminal-En-Venezuela/1136614.html
2015.
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