Senado de la Nación Secretaria Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-0847/12) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... Artículo 1º - Derógase el artículo 1.226 del Código Civil de la Nación. Artículo 2º - Comuníquese al Poder Ejecutivo. – Adolfo Rodríguez Saa. –Liliana T. Negre de Alonso. – Roberto Basualdo. FUNDAMENTOS Señor presidente: El Proyecto de Ley cuya consideración estoy proponiendo tiene como fundamento la necesidad de equiparar a las mujeres -en términos de igualdad jurídica- con los hombres. Es necesario recordar que el artículo 1226 del Código Civil veda a la esposa la posibilidad de reservarse la administración de sus bienes. La norma se refiere a los bienes que la mujer incorpore al matrimonio por adquisición posterior al mismo por título propio. El mismo artículo hace una única salvedad relativa a la posibilidad de que la esposa se reserve solamente la administración de algún bien raíz o de aquellos bienes que el esposo le done. Más concretamente la norma dice textualmente: “La esposa no podrá reservarse la administración de sus bienes, sea los que lleve al matrimonio, o sea de los que adquiera después por título propio. Podrá sólo reservarse la administración de algún bien raíz, o de los que el esposo le donare”. La disposición -cuya derogación propongo- se encuentra en flagrante contradicción con el principio de igualdad establecido en el art. 16 de la Carta Magna y con las disposiciones de los Pactos Internacionales suscriptos por la Nación Argentina y que fueran incorporados a la Constitución Nacional con la reforma de dicho texto en el año 1994. Específicamente en el artículo 75 inc. 22 del cuerpo legislativo mencionado. El artículo 1226 del Código Civil es repugnante a la disposición contenida en los artículos 1 y 15 incs. 1 y 2 de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer, conocido como CEDAW por sus siglas en inglés. Por dichas normas los estados partes se obligaron a reconocer a la mujer la igualdad con el hombre ante la ley. El art. 15 en su inciso 2 es claro y no contiene la necesidad de norma alguna para tornarse operativo toda vez que dispone que “Los Estados Partes reconocerán a la mujer, en materias civiles, una capacidad jurídica idéntica a la del hombre y las mismas oportunidades para el ejercicio de esa capacidad. En particular, le reconocerán a la mujer iguales derechos para firmar contratos y administrar bienes y le dispensarán un trato igual en todas las etapas del procedimiento en las cortes de justicia y los tribunales.” Por su parte el art. 16 inc. 1 del instrumento bajo análisis expresa: “Los Estados partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurarán en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres: …c) Los mismos derechos y responsabilidades durante el matrimonio y con ocasión de su disolución. En tanto que los Estados Partes se comprometen a asegurar en el inc. h) Los mismos derechos a cada uno de los cónyuges en materia de propiedad, compras, gestión, administración, goce y disposición de los bienes, tanto a título gratuito como oneroso. El artículo del Código Civil que propongo derogar también es discordante con lo dispuesto por el preámbulo de la Declaración Américana de los Derechos y Deberes del Hombre y por su artículo II. (1) En idéntico sentido se expresan la Declaración Universal de los Derechos Humanos tanto en su preámbulo como en sus artículos 7 y 16. (2), la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) en sus Arts.1 y 17 inc. 4. (3), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su preámbulo y en sus artículos 2, incs. 1, 3, 4, 23 y 26. Por su parte la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Convención de Belém Do Pará) menciona en su Capítulo 2, artículo 4 incs. b), e), f) entre los derechos protegidos los del respeto a la integridad física, psíquica y moral, la dignidad inherente a su persona y que se proteja su familia y a la igualdad de protección ante la ley y de la ley. Entendemos que el artículo 1226 del Código Civil expresa una forma de violencia económica sobre las mujeres que el Estado Nacional no puede tolerar y que en consonancia con los compromisos internacionales asumidos por la República Argentina debemos derogar todas aquellas normas jurídicas que cercenen los derechos de las mujeres. Pensamos como Iris Marion Young que podríamos asumir una actitud autocomplaciente y pensar que hemos ganado todas las batallas políticas, que hemos “satisfecho todas las aspiraciones democráticas legítimas”- (5) pero junto con Young sostenemos que dicho pensamiento es sólo un poderoso obstáculo a una mayor democratización. Sin perjuicio de entender que el artículo no podría ser invocado existosamente en el marco de un proceso judicial --por encontrarse en abierta contradicción con los Pactos Internacionales suscriptos por la Nación Argentina que ya fueran mencionados- es que solicito a los Sres. Senadores me acompañen en la consideración del presente proyecto y se apruebe el mismo. Adolfo Rodríguez Saa. – Liliana T. Negre de Alonso. – Roberto Basualdo. (1) Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana. Bogotá Colombia en 1948. PREAMBULO. Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están por naturaleza de razón y conciencia, deben conducirse fraternalmente los unos con los otros…”. Artículo II: “Todas las personas son iguales ante la ley y tienen los derechos y deberes consagrados en esta declaración sin distinción de raza, sexo, idioma, credo ni otra alguna.” (2) Declaración Universal de Derechos Humanos. Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), del 10 de diciembre de 1948. “…LA ASAMBLEA GENERAL proclama por la presente DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción. Artículo 2.- 1. Toda Persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Artículo 16.- 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.” (3) Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) suscripto el 22 de noviembre de 1969 en la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos. “PARTE I. DEBERES DE LOS ESTADOS Y DERECHOS PROTEGIDOS. ENUMERACION DE DEBERES. ARTICULO 1.- Obligación de Respetar los Derechos. 1. Los Estados partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. ARTICULO 17: Protección de la Familia. …4. Los Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo…” (4) Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. PREAMBULO. “Los Estados Parte en el presente Pacto, Considerando que, conforme a los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables. Reconociendo que estos derechos se derivan de la dignidad inherente a la persona humana…PARTE III . ARTICULO 2 INC. 1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y están sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. ARTICULO 3. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a los hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en el presente Pacto. ARTICULO 4. 1. En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la nación y cuya existencia haya sido proclamada oficialmente, los Estados Partes en el presente Pacto podrán adoptar disposiciones que, en la medida estrictamente limitada a las exigencias de la situación suspendan las obligaciones contraídas en virtud de este Pacto, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada únicamente en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social. ARTICULO 23. 4. Los Estados Partes en el presente Pacto tomarán las medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y de responsabilidades de ambos esposos en cuanto al matrimonio, y en caso de disolución del mismo. En caso de disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los hijos. ARTICULO 26. Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas protección igual y efectiva contra cualquier discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.” (5) Iris Marion Young, Justice and the Politics of Difference, Princeton University Press, 1992.