Acompañamiento Psicosocial y en Salud Mental en Procesos de Rehabilitación a Víctimas de la Tortura y de otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes en Colombia, Sur América CRIS EIDHR/2008/170-209 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en el marco de la violencia política en Colombia Directores Andrés Bastidas Beltrán Corporación AVRE Liz Arévalo Naranjo Corporación Vínculos Coordinadora Proyecto Olga Lucía Acevedo M. (Psicóloga) La presente obra es el resultado del trabajo conjunto entre la Corporación Avre y la Corporación Vínculos que consistió en retomar los estándares internacionales, las experiencia de trabajo de las dos instituciones y principalmente los aprendizajes del proyecto coejecutado: “Acompañamiento psicosocial y en salud mental en procesos de rehabilitación a víctimas de la tortura y de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en Colombia, Sur América” CRIS EIDHR/2008/170-209, financiado por la Unión Europea. Autores y compiladores Hernando Millán Motta (Psicólogo Corporación AVRE) María Magdalena Osorio Mejía (Psicóloga Corporación Vínculos) Equipo de trabajo interinstitucional Corporación AVRE Adriana Bautista Quintero (Psicóloga) Andrea Liliana Guana Vásquez (Psicóloga) Jesús Plata Pinilla (Trabajador Social) Nidia Montoya Escobar (Psicóloga) Mario Delgado Recalde (Psicólogo) Corporación Vínculos Nathalie Antolín Tobos (Psicóloga) Mariana Sáenz Uribe (Psicóloga) Asesor Experto Internacional Carlos Martín Beristain (Médico y Doctor en Psicología) Corrección de estilo ARFO, Editores e impresores Ltda. Financiado por: Diseño, diagramación e impresión ARFO, Editores e impresores Ltda. ISBN: 978-958-57136-0-4 Primera edición: 2011 Corporación AVRE Teléfonos: 57+1-3474713, 3473617 Dirección: Calle 61f No 24-42 Bogotá - Colombia http://www.corporacionavre.org Corporación Vínculos Teléfonos: 57+1-2119149, 3492820 Dirección: Carrera 18 No 60-52 Bogotá - Colombia http://www.corporacionvinculos.org «El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva de la Corporación AVRE y la Corporación Vínculos y en ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la Unión Europea» Contenido 1. INTRODUCCIÓN.................................................................................. 1.1. De dónde surge este protocolo..................................................... 1.2. A quién va dirigido....................................................................... 1.3. Contenido del protocolo............................................................... 7 7 10 10 2. OBJETIVOS............................................................................................ 2.1. Objetivo general........................................................................... 2.2. Objetivos específicos.................................................................... 11 11 11 3. 13 13 23 26 CONCEPTOS, NOCIONES Y ELEMENTOS PARA EL ABORDAJE DE LA PROBLEMÁTICA DE LA TORTURA EN COLOMBIA................................ 3.1. Características, impactos y definición de la tortura....................... 3.2. Concepto de víctima..................................................................... 3.3. Acompañamiento psicosocial....................................................... 4. PRINCIPIOS PARA EL ACOMPAÑAMIENTO A VÍCTIMAS DE TORTURA... 4.1. Integralidad del sujeto.................................................................. 4.2. Confidencialidad........................................................................... 4.3. Autonomía................................................................................... 4.4. Dignidad...................................................................................... 4.5. Enfoque diferencial (de género, etnia, edad, diversidad cultural, orientación sexual)....................................................................... 4.6. Escucha responsable-activa............................................................ 5. EL PROCESO DE ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL A VÍCTIMAS DE TORTURA Y OTROS TRATOS O PENAS CRUELES INHUMANOS O DEGRADANTES................................................................................. 5.1. Reconocimiento y gestión de redes locales................................... 5.2. Identificación de las personas víctimas de tortura......................... 5.3. Cómo atender el encuentro con las víctimas de tortura................ 5.4. Acogida de las personas............................................................... 5.5. Exploración de impactos, necesidades y toma de decisiones......... 5.6. Tipos de acompañamiento psicosocial.......................................... 5.6.1. Atención en crisis............................................................ 29 29 30 31 32 33 35 37 37 39 42 43 45 52 53 5.6.2. Trabajo con grupos y redes sociales.................................. 5.6.2.1. Conversatorios................................................... 5.6.2.2. Los grupos de apoyo.......................................... 5.6.2.3. Sensibilización e integración de la comunidad.... 5.6.2.4. Establecimiento de redes.................................... 5.6.3. Acciones psicosociales para la exigibilidad de derechos humanos.......................................................................... 5.6.3.1. Socialización de los derechos de las víctimas para su fortalecimiento y exigibilidad.................. 5.6.3.2. Acompañamiento psicojurídico.......................... 5.6.4. Atención psicoterapéutica................................................ 5.6.4.1. Psicoterapia individual........................................ 5.6.4.2. Psicoterapia familiar y de pareja.......................... 5.6.4.3. Psicoterapia de grupo......................................... 57 59 62 66 68 72 76 89 92 105 112 6. PROCESO DE EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO DEL ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL....................................................................................... 123 BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................. 127 GLOSARIO.................................................................................................... 132 ANEXOS .................................................................................................... 133 71 Agradecimientos En primer lugar, a las personas víctimas de tortura de los departamentos de Cundinamarca, Nariño, Antioquia y Meta, quienes nos permitieron adentrarnos y comprender sus experiencias y, de esta manera, construir las recomendaciones de este Protocolo. A las diversas organizaciones de víctimas, sociales y de defensa de los derechos humanos, quienes compartieron con nosotros sus iniciativas y aprendizajes, así como a Carlos Martín Beristain quien, desde su experticia, hizo importantes aportes para enriquecer las reflexiones del equipo y este documento. Finalmente, al equipo de profesionales de la Corporación AVRE y la Corporación Vínculos que consolidaron sus conocimientos y experiencias en este material. 1. Introducción 1.1. De dónde surge este protocolo La tortura, como crimen de lesa humanidad, se ha definido y tipificado a nivel internacional, atendiendo a las necesidades de prevenir y sancionar esta práctica en cualquier Estado1. A pesar de que el gobierno colombiano ha ratificado las convenciones y protocolos internacionales contra la tortura, es bien sabido que, aunque es una práctica frecuente, se carece de investigaciones sistemáticas, de sanciones contra los víctimarios2, y las personas que han sido víctimas de este tipo de actos no cuentan con atención en salud mental, ni con el acompañamiento psicosocial que requieren. Este protocolo es resultado de las reflexiones y actividades realizadas por la Corporación AVRE y la Corporación Vínculos dentro del proyecto “Acompañamiento psicosocial y en salud mental en procesos de rehabilitación a víctimas de la tortura y de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en Colombia”, financiado por la Unión Europea y ejecutado entre los años 2009 a 2011. Se desarrollaron, entonces, reflexiones conceptuales en torno a la definición de la tortura en Colombia y la significación que le dan las víctimas. Posteriormente se implementaron talleres reflexivos para reconocer, desde las prácticas, las experiencias significativas de cambio o aprendizaje mutuo, que como terapeutas y acompañantes de víctimas de tortura hemos desarrollado para brindar atención psicosocial en las cuatro ciudades y regiones donde se implementó el proyecto: Bogotá, Pasto, Medellín y Villavicencio. La Corporación AVRE y la Corporación Vínculos son organizaciones no gubernamentales, comprometidas en el acompañamiento y atención a víctimas de violencia política y organizaciones relacionadas con las mismas, quienes han reunido sus experiencias para apoyar con este material a personas y organizaciones vinculadas a la atención a víctimas de tortura. Convención Contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984. Entró en vigor para Colombia el 8 de enero de 1988, en virtud de la Ley 70 de 1986. 2 Comisión Colombiana de Juristas, Corporación para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Reiniciar. La tortura como delito penal y su investigación. En: Coalición Colombiana Contra la Tortura: Informe alternativo sobre tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes. Colombia 2003-2009. Presentado al Comité Contra la Tortura, de Naciones Unidas. Arfo Editores, 2009. P. 50. 1 7 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... De esta manera, la Corporación AVRE, a lo largo de sus 19 años de existencia, ha aportado, desde una propuesta psicosocial, basada en principios de respeto a los Derechos Humanos, una atención a víctimas de violencia política, a través de diversas acciones dirigidas a la salud mental como han sido las acciones terapéuticas especializadas en fortalecimiento de organizaciones y redes, en procesos de formación en herramientas para la acción psicosocial y en acompañamiento a víctimas en acciones psicojurídicas. Por otra parte, la Corporación Vínculos, en su trayectoria de 8 años, viene realizando procesos de acompañamiento psicosocial con personas, familias y comunidades víctimas de la violencia política, con un enfoque sistémico-construccionista social. Desde él co-construye procesos reflexivos entre las personas víctimas, sus comunidades y los acompañantes, a partir de acciones en las que se integran lo emocional y lo relacional con una comprensión desde el contexto de los sujetos y las comunidades en el marco de los derechos humanos. Estos años de experiencia en el campo del acompañamiento psicosocial a víctimas, nos han mostrado la importancia de contar con una serie de comprensiones frente a nuestro accionar, para, por un lado desarrollar prácticas en beneficio de la transformación de la situación de las personas que han sido víctimas, y por otro, posibilitar espacios de auto-reflexión con miras a consolidar o transformar las posturas institucionales que asumimos en nuestro quehacer de forma permanente. Entre dichas comprensiones se resalta el enfoque de “Acción sin daño”, cuyo objetivo principal es tomar en cuenta las características de los sujetos y las comunidades a las cuales acompañamos, y a partir de las mismas estructurar tanto las metodologías como las acciones a ser desarrolladas. Esto nos ha facilitado no solo la reflexión frente a los procesos realizados, sino la adecuación de éstos a los contextos de las personas, permitiendo de esta manera reducir los impactos negativos que muchas veces pueden tener, paradójicamente, los proyectos y ciertas intervenciones que, aunque no sea su intención, pueden ahondar en los daños y exacerbar los impactos derivados de la violencia política. También consideramos fundamental retomar el enfoque diferencial, no solo como punto de partida, sino como eje transversal en las acciones de acompañamiento, considerando la historia tanto de las comunidades, como de los sujetos que acompañamos, sus características étnicas y culturales, los roles de género que cada cual ha desempeñado, el ciclo vital en el cual se encuentran y las motivaciones e intereses que constituyen su identidad. “…De ahí que no exista un recetario o una metodología para acompañar a las víctimas…”3, sino que se estructuran a partir de un ejercicio conjunto con la comunidad o los sujetos que deben ser acompañados. 3 Corporación AVRE: Identidad cultural y género en el acompañamiento psicosocial y en salud mental. Arfo editores e Impresores Ltda. 1ª edición. Bogotá. Diciembre de 2009. 8 Introducción Por otro lado, la idea de co-construir los procesos de acompañamiento psicosocial con las personas, comunidades y organizaciones que les acompañan, nos lleva también a reconocer las relaciones de poder implícitas en el tipo de vínculo que establecemos con las mismas. Develar estas relaciones de poder implícitas en los procesos de acompañamiento, nos ha permitido establecer una relación de poder distinta con los acompañados, en la que éstos últimos se asumen como agentes activos de su proceso, con poder de decisión frente a su realidad, con recursos y habilidades propias para superar los efectos de la violación de la cual fueron víctimas. El acompañar a personas que han sido víctimas en un contexto de violencia política, nos ha mostrado la importancia de tener posturas críticas frente a las condiciones históricas, sociales, políticas, económicas y culturales, que dan cuenta de la intencionalidad de la guerra, de los actores implicados, así como de los intereses que persiguen. Dicha postura crítica no solo nos ha permitido reconocer de manera pública la situación de injusticia que se entreteje tras el conflicto, sino, adicional a ello, establecer una relación de acompañamiento a favor de las víctimas, a partir de lo cual hemos construido relaciones de apoyo y credibilidad frente a su situación4. Por último es importante enfatizar que es el Estado el principal garante de los derechos humanos, y por ende que es su obligación proteger y prevenir la violación de los mismos, a través de la implementación de medidas que promuevan el desarrollo pleno de tales derechos. En este orden de ideas, la tortura se constituye como una grave violación a los derechos, cuya identificación, sanción y erradicación debe ser una de las prioridades de cualquier Estado. De esta manera y recogiendo los aprendizajes y experiencias de las dos organizaciones, se propone el presente protocolo. Éste parte de recoger elementos de instrumentos internacionales en la documentación de la tortura, como son el Protocolo de Estambul y demás textos derivados de éste5, con la intención de sugerir elementos específicos que orienten la implementación de acciones dirigidas a la atención psicosocial integral y en salud mental, a víctimas de tortura y otros malos tratos para Colombia. Arévalo, L. Acompañamiento psicosocial en el contexto de la violencia sociopolítica: una mirada desde Colombia. En: Asociación Española de Neuropsiquiatría. Violencia y salud mental. Salud mental y violencias institucional, estructural, social y colectiva. Estudios. Impresión Gráficas Andrés Martín. Madrid. 2009. pp. 105-118. 5 A partir del protocolo de Estambul se han propuesto una serie de instrumentos adicionales que puntualizan componentes particulares del protocolo. Aquí se enumeran algunos: Una guía práctica del Protocolo de Estambul - para psicólogos. Disponible en: http://www.irct.org/Admin/Public/DWSDownload.aspx?File=%2fFiles%2fFiler%2fIPIP%2ftrai ning2009%2fpsychological+materials+for+practitioners%2fpsychological_sp_web_red.pdf Una guía práctica del Protocolo de Estambul – para médicos. Disponible en: 4 9 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... 1.2. A quién va dirigido A personas, miembros de organizaciones, redes sociales e instituciones gubernamentales y no gubernamentales, interesados o vinculados en el acompañamiento o atención, a personas y colectivos víctimas de tortura. 1.3. Contenido del protocolo El protocolo comienza señalando el origen de la propuesta que se da como un resultado del Proyecto de Rehabilitación a víctimas de la tortura ejecutado por la Corporación AVRE y la Corporación Vínculos, para posteriormente referir el marco de actuación de sus procesos de acompañamiento. El segundo capítulo establece cuáles son los objetivos y pretensiones del documento como producto de una propuesta conceptual y metodológica, y a partir de su tercer capítulo se realiza un acercamiento a la problemática de la tortura, su definición, el desarrollo del concepto y las múltiples formas como se ejerce la tortura en el contexto colombiano, para así llegar a referir quiénes son víctimas de estos hechos, cuáles sus implicaciones. Para terminar con este capítulo se proponen los principales componentes que integran un proceso de acompañamiento psicosocial. A partir de la definición de estos elementos, el capítulo cuarto da cuenta de los principios éticos y políticos que identifican las actuaciones psicosociales, sus características y filosofía; y en ese orden de ideas, en el capítulo cinco se plantean propuestas específicas para el acompañamiento psicosocial en eventos de tortura que pueden surgir en diversos escenarios según las particularidades de cada caso. Finalmente se define en este capítulo el tipo de atención que puede llegar a realizarse dadas las especificidades de cada caso: atención en crisis, trabajo con grupos y redes sociales, acciones psicosociales para la exigibilidad de los derechos, y la atención psicoterapéutica en sus diversas modalidades. Para cada una de estas estrategias de atención el documento desarrolla lineamientos, metodologías especiales con sus características, ventajas y riesgos. El protocolo incluye además anexos que ilustran las normas internacionales para prevenir y sancionar la tortura y algunas normas relacionadas con la atención en salud y salud mental a víctimas de tortura y violencia política a nivel nacional. http://www.irct.org/Admin/Public/DWSDownload.aspx?File=%2fFiles%2fFiler%2fIPIP%2ftraini ng2009%2fmedical+materials+for+practitioners%2fmedical_sp_web_red.pdf Una guía práctica del Protocolo de Estambul – para abogados. Disponible en: http://www.irct.org/Admin/Public/DWSDownload.aspx?File=%2fFiles%2fFiler%2fIPIP%2ftraini ng2009%2flegal+materials+for+practitioners%2flegal_en_web_red.pdf 10 2. Objetivos 2.1. Objetivo general Orientar procesos de acompañamiento psicosocial integral a personas víctimas de la tortura por medio de lineamientos y procedimientos metodológicos que favorezcan la recuperación emocional y la restitución de sus derechos en Colombia. 2.2. Objetivos específicos Reconocer el fenómeno de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, en el contexto colombiano, así como sus impactos a nivel individual, familiar y colectivo, con el fin de facilitar la identificación de casos de tortura como crimen de lesa humanidad que debe ser prevenido y sancionado por el Estado. Brindar conceptos y herramientas que promuevan un abordaje psicosocial de las personas expuestas a este crimen. Formular pautas orientadoras para el desarrollo de procesos de atención psicoterapéutica a nivel individual y grupal que propendan por la disminución de los impactos, prevengan la aparición de trastornos mentales y conduzcan a un acompañamiento acorde a las necesidades y condiciones de quienes son víctimas de estas prácticas. 11 3. Conceptos, nociones y elementos para el abordaje de la problemática de la tortura en colombia 3.1. Características, impactos y definición de la tortura Es la tortura el elemento central que convoca el presente documento, por lo que merece revisarse y proponer qué involucra esta. De tiempos inmemoriales ha sido una práctica que los mismos seres humanos han empleado para someter a otros mediante el maltrato, el dolor y sufrimiento, y frente a ello progresivamente la humanidad ha ido procurando sentar bases para promover su prevención y la protección a todos los individuos. La tortura se caracteriza por una relación de poder donde el victimario ostenta completo dominio sobre su víctima, rebajándola en su dignidad y convirtiéndola en un objeto de la voluntad del victimario, quedando en completa indefensión, alienación y subordinación, reducida a un cuerpo vacío y deshumanizado. Es así que la víctima resulta marginalizada, estigmatizada, excluida e incluso puede llegar a presentar sentimientos de culpa o vergüenza1. Al deshumanizar y quebrar la voluntad de las víctimas, se pretende instaurar un terror ejemplificante para aquellos que se pongan más tarde en contacto con la víctima. De este modo, la tortura puede quebrar o dañar la voluntad y la coherencia de comunidades enteras2. La tortura instaura el terror y la desconfianza en personas y comunidades mediante la imposición del poder que desestructura y aniquila la identidad del otro y sus posibilidades de control sobre sí mismo y sobre el mundo. La tortura suele producirse en contextos de violencia política que determinan sus fines de control, sometimiento, castigo, intimidación del “enemigo”, y es resultado de una planeación de estrategias 1 Döerr Zegers, Otto; Lira, Elizabeth; Weinstein, Eugenia. Intento de una fenomenología de la situación de la tortura. Revista de Neuropsiquiatría. 50(3): Septiembre de 1987. Pp. 168-180. 2 International Rehabilitation Council for Torture Victims (IRCT). La evaluación psicológica de alegaciones de tortura. Una guía práctica del Protocolo de Estambul – para psicólogos. Protocolo de Estambul: Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Copenhague. 2007. Pp. 5-6. Disponible en: http://www.irct.org/Admin/Public/DWSDownload.aspx?File=%2fFiles%2fFiler%2fpublications %2fpsychological_sp_web_red.pdf 13 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... y consecuencias dirigidas a producir no la muerte sino el sufrimiento extremo y a instaurar el terror y la intimidación, no solamente en la víctima sino en su entorno. Este crimen causa profundos daños sobre la percepción que se tiene de sí mismo y del otro, más aún cuando se presume que ese que agrede es quien debería brindar protección y no sufrimiento. Para comprender mejor los impactos de la tortura podemos señalar tres elementos: a) la tortura busca despersonalizar a la víctima por medio de distintas técnicas como retirarle sus objetos personales, humillarle, confundirle y hacerle desconfiar de sí mismo, obligarle a desnudarse y a hacer o decir cosas que no corresponden con su identidad. b) la tortura logra alterar las referenciaciones espacio temporales, para lo cual es común la deprivación sensorial y el aislamiento. Por ejemplo, cuando la víctima es encerrada en la oscuridad o en plena luz, sin que tenga referencia de si es día o noche, se le impide dormir y reconocer en dónde está, pierde la opción de predecir el futuro próximo y de planificar sus actuaciones. la temporalidad alterada busca hacer del sufrimiento algo incesante, que no tiene fin, y queda anclada en el presente, incluso después de sobrevivir a la tortura. Esta despiadada forma de sufrimiento se actualiza constantemente en la memoria, lo que impide además que ingresen a la conciencia nuevas experiencias o que tengan sentido las vivencias del pasado. c) la tortura afecta las relaciones de confianza y los afectos, para lo cual se usan maniobras como señalar a la víctima que su familia o sus amigos le “delataron”, que ya no van a buscarle y que le traicionaron, se cuestiona su afiliación política y religiosa, se le sitúa en una falsa posibilidad de elección al responsabilizarle por lo que pueda suceder a sus seres queridos, haciéndole aparecer en el rol de victimario; e incluso, especialmente en situaciones de interrogatorios, los maltratos pueden alternarse con maniobras compasivas por parte de los perpetradores, que confunden, quiebran la voluntad y capacidad de resistencia de las víctimas y las colocan en situación de dependencia, llevando a sentimientos de culpa por no haber “colaborado” suficientemente o por “provocar” la agresión de sus victimarios3. 3 14 Döerr Zegers, Otto; Op. Cit. Conceptos, nociones y elementos para el abordaje de la problemática de la tortura ... Siguiendo lo anterior, se sustenta que la tortura puede conllevar sufrimientos físicos, de índole sexual, e indiscutiblemente, cualquier situación de tortura implica elementos psicológicos, al provocar alteraciones severas de la percepción y el control de sí mismo y la pérdida de la confianza en el otro, como ha sido descrito. Las personas sobrevivientes de tortura suelen encontrarse con angustia incapacitante, hipervigilancia y preocupación por la situación de seguridad propia y de sus seres queridos, con la sensación constante de amenaza de que los hechos puedan repetirse, desconfianza en las relaciones interpersonales y en su propia capacidad de interactuar con los otros; hay una pérdida de concentración e interés en lo laboral y familiar, y suele presentarse dificultad para disfrutar y desenvolverse en las actividades del presente. Algunas víctimas incluso pueden sentirse culpables por haber sobrevivido y por el sufrimiento que su vivencia ha causado en su familia y su entorno. Las personas que rodean a un sobreviviente de tortura suelen percibir un drástico cambio en su manera de ser y de relacionarse, en sus intereses y motivaciones y en el sentido que le da a su vida. Es frecuente que se presenten manifestaciones crónicas o tardías de ansiedad, depresión, desconfianza o inseguridad constante. Esto es más probable cuando se suman otras condiciones adversas que agravan la situación, tales como la impunidad, el señalamiento social, el maltrato al participar en procesos judiciales, el desempleo, las pérdidas económicas, el desplazamiento forzado, la pérdida de seres queridos, las rupturas afectivas, entre muchas otras. Habiendo revisado algunos de los efectos más graves que deja la tortura y los tratos inhumanos, y para tener mayores claridades, conviene dar un vistazo a los desarrollos jurídicos que buscan prohibir, prevenir y sancionar cualquier situación de tortura. Lo primero que se debe señalar con respecto al marco jurídico es que bajo el derecho internacional, desde hace varias décadas y en forma consolidada, existe la prohibición absoluta de cometer actos de tortura, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, lo que no puede ser relativizado o exonerado de ninguna manera ni con ninguna otra norma o instrumento jurídico, ni siquiera bajo argumentos de protección del bien mayor de la sociedad, como aparece señalado en distintos planes de lucha contra el terrorismo. El derecho a no ser sometido a tortura ni a tratos inhumanos, es un derecho absoluto que no puede derogarse en tiempos de paz, emergencia o conflicto armado interno o internacional. El derecho internacional en sus diferentes ramas: Derechos Humanos, 15 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Derecho Internacional Humanitario, Derecho Penal Internacional, califica de crimen estas prácticas en todos los instrumentos4. En términos generales, la jurisprudencia define la tortura como todo acto por el cual se ocasiona intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de: – Obtener de la víctima o de un tercero información o confesión. – Castigar a la víctima por un acto que haya cometido o se sospeche que ha cometido. – Intimidar o coaccionar a la víctima o, por su intermedio, a terceras personas. – O en el caso de los estados que han ratificado la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, con cualquier otro fin5. Cualquier definición de tortura tiene tres elementos constitutivos: a) quién realiza la tortura, b) cómo se lleva a cabo, que se relaciona con las conductas que se denominan tortura y c) la intencionalidad, que son los fines o propósitos que determinan la realización de la tortura. La siguiente tabla presenta una comparación sobre la definición de la tortura en tres instrumentos internacionales: 4 Andreu, Federico. (2010). Contextualización internacional de la tortura y otros malos tratos. En: Memorias - Seminario Nacional “Incorporación de la Perspectiva Psicosocial en Procesos de Exigibilidad de los Derechos de las Víctimas”. Corporación AVRE, Corporación Vínculos, Universidad El Bosque. Consultado el 05 de mayo de 2011 en: http://www.corporacionavre.org/files/ pdf/memoriasseminario.pdf 5 IIDH. (2007). Atención integral a víctimas de tortura en procesos de litigio. Jurisprudencia en el Sistema Interamericano. P. 28. 16 Conceptos, nociones y elementos para el abordaje de la problemática de la tortura ... Tabla 1. Comparación de elementos de la tortura, señalados en instrumentos internacionales6. Instrumento Elementos Quién Cómo se lleva a cabo Intencionalidad Declaración de Naciones Unidas sobre la Protección de todas las personas contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (1975) Convenio de Naciones Unidas – Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (1984) Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la tortura (1985) Funcionario público u otra persona a instigación suya. Funcionario público u otra persona en ejercicio de sus funciones públicas, a instigación suya o con su consentimiento o aquiescencia. Funcionarios o empleados públicos o particulares a instigación de éstos, que: ordenen, instiguen, induzcan su comisión, lo cometan, no lo impidan pudiendo impedirlo o sean cómplices. Penas o sufrimientos graves ya sean físicos o mentales. Dolores o sufrimientos graves ya sean físicos o mentales. Penas o sufrimientos físicos o mentales, así como la aplicación sobre una persona de métodos tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o angustia psíquica. Obtener de la víctima o de un tercero, información u otra confesión, castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche que ha cometido, o intimidar a esa persona o a otras. Obtener información de ella o de un tercero, castigarla por un acto que haya cometido, o intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación. Investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva, como pena o como cualquier otro fin. Adaptado de: IIDH. (2007). Atención integral a víctimas de tortura en procesos de litigio. Jurisprudencia en el Sistema Interamericano. P. 31. 6 17 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... De todas las definiciones existentes a nivel internacional, una de las más protectoras es la Convención Interamericana, porque no solamente habla de actos que infligen sufrimientos físicos o mentales con un propósito específico: castigar, instigar, discriminar, sino también de modalidades que conllevan a anular a la persona. Además, esta misma Convención recoge lineamientos de la Convención contra la Tortura ampliándolos, al señalar que cualquier actor puede ser perpetrador, sin demeritar la responsabilidad estatal de prevenir, prohibir y sancionar la tortura7. Igualmente, considerando que la tortura suele estar en concurrencia con otros delitos y graves violaciones a los derechos humanos, como el desplazamiento forzado, el homicidio, las masacres, entre muchos otros, surgen nuevos debates y tensiones sobre qué considerar o no como tortura. Frecuentemente los actos de tortura tienen que ver con otros tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes. Existe un debate vigente entre las jurisprudencias internacionales, los relatores de Naciones Unidas, etc., sobre qué debe caracterizar el acto inhumano, si la intencionalidad o la gravedad del sufrimiento. De acuerdo al Sistema Universal de Derechos Humanos, las diferencias dependen de la índole del trato, el propósito y la severidad del mismo, en cada caso concreto. Sin embargo, una definición amplia evita que queden desprotegidos algunos casos cuyas acciones no figuren en una posible lista de aquellas que puedan ser consideradas como inhumanas o degradantes8. Es un debate no resuelto9. 7 Si bien las convenciones sobre la tortura no se refieren a otros actores no estatales, tales prácticas pueden ser llevadas a cabo también por dichos actores. La categoría actores no estatales abarca desde individuos privados y compañías hasta grupos armados y regímenes de facto. La ONG Geneva Call (Armed Non-State Actors and Landmines, p.10) define como grupos armados los “actores armados con una estructura básica de dirección que opera fuera de control del Estado y que utiliza la fuerza para obtener sus objetivos políticos o presuntamente políticos”. La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) (Humanitarian Negotiations with Armed Groups, p. 87) define los grupos armados como grupos con el potencial de emplear armas en el uso de la fuerza para obtener objetivos políticos, ideológicos o económicos; no se encuentran dentro de estructuras militares formales de un Estado, alianzas entre Estados u organizaciones intergubernamentales; y no se encuentran bajo el control del Estado (s) en el que operan.” Ver en: REDRESS. Seeking reparation for torture survivors. No solo el Estado: Tortura por actores no estatales. Hacia una protección fortalecida, responsabilidad y recursos efectivos. Londres, mayo 2006. Pp. 11, 17. 8 Huertas, O.; Barona, R.; Mora, J. D.; Doncel, L.; Martínez, J. M.; Sanabria, J. A. La vulneración del derecho a la integridad personal: El peor flagelo que puede sufrir un ser humano. Revista Elementos de Juicio # 6/7. [Internet]. Colombia. [citado 2010 Oct. 11]. Disponible en: http:// www.elementosdejuicio.com/edianterioresrr.php?id=206 9 En el Anexo 1 se desarrollan algunas ideas alrededor de estos debates. 18 Conceptos, nociones y elementos para el abordaje de la problemática de la tortura ... En resumen, según la Organización Mundial contra la Tortura10, para que un acto sea constitutivo de tortura debe reunir por lo menos tres de los siguientes elementos: 1) Una acción deliberada o acto intencional. 2) Que la víctima sufra dolor o maltratos físicos o psicológicos graves. 3) Una finalidad por la cual se aplica la tortura. (Obtener información, o una confesión, intimidar, castigar, humillar, anular, o con cualquier otro fin). 4) Quien realiza este acto, esta omisión o instigación es un funcionario del Estado u otro actor armado no estatal, que con permisividad u omisión de éste, lleva a cabo estas prácticas. La situación de la tortura y tratos crueles en Colombia A pesar que el delito de tortura se encuentra tipificado penalmente desde hace casi tres décadas, y que la Corte Constitucional ha aclarado su concepto, son muy escasos los resultados en materia de investigación y juzgamiento por parte de las autoridades judiciales frente a la sistematicidad de este delito. La investigación realizada por la Coalición Colombiana Contra la Tortura11 identifica que en el periodo comprendido entre 1998 y 2008, si bien hay una leve disminución de casos reportados, se presume que este delito se mantiene, ya que hechos como la desaparición forzada, los asesinatos, las ejecuciones extrajudiciales, las masacres y la violencia sexual, entre otros, se siguen presentando y es bien conocido que la comisión de hechos de tortura se presenta conjuntamente con estas violaciones12. Se suma a esto el subregistro que hay en la documentación y la ausencia de cifras estatales en cuanto a este delito. Todo lo cual lleva a concluir que la tortura se sigue presentando, realizada por todos los grupos armados, en todos los departamentos y contra la mayoría de grupos poblacionales. 10 Martín, C., Rodríguez Pinzón, D. La prohibición de la tortura y los malos tratos en el sistema interamericano: Manual para víctimas y sus defensores. Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), Ginebra. 2006. Pp. 103-104. Disponible en: http://www.omct.org/files/2006/11/3977/ handbook2_full_esp.pdf 11 Coalición Colombiana Contra la Tortura. Informe alternativo sobre la tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes. Colombia 2003-2009. Arfo editores e Impresores Ltda. Bogotá. 2009. Pp. 9-15; 49-51. 12 En las instancias judiciales el delito de tortura no es investigado ya que se parte del principio de investigar el delito más grave, de lo cual resulta la invisibilización de los actos de tortura. 19 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... A partir de la identificación de los patrones en que se presenta la tortura en Colombia, realizada por la Coalición Colombiana Contra la Tortura en su informe alterno 2003200913 y del documento La prohibición de la tortura y los malos tratos en el sistema Interamericano, de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT)14, se proponen las siguientes categorías para entender los diversos contextos en que se ha identificado que se ejerce la tortura en el país. 1. Según la forma en que ocurre de tortura Implica patrones de maltrato y sufrimiento a partir de prácticas específicas con intencionalidades más allá de éstas. • La violencia y el abuso sexual. Se considera un método de tortura ya que implica un sufrimiento físico y mental afectando la integridad de la persona e implica un ultraje deliberado a su dignidad, así mismo tiene como objeto, en muchos casos, no solo humillar a la víctima sino también a su familia y a su comunidad. En el contexto del conflicto armado en Colombia, el abuso sexual contra las mujeres se ha empleado como un método de guerra por todos los grupos armados –fuerzas de seguridad, paramilitares y guerrilla–. Han abusado o explotado sexualmente a las mujeres, tanto a las civiles como a sus propias combatientes, han tratado de controlar las esferas más íntimas de sus vidas sembrando el terror entre la población, explotando e instrumentalizando a las mujeres para conseguir objetivos militares, han convertido los cuerpos en terreno de batalla15. • Desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales. La desaparición forzada no solo supone una privación arbitraria de la libertad, sino también pone en peligro la integridad personal, seguridad y vida de la víctima, la cual se encuentra en una situación de completa indefensión, aislamiento prolongado e incomunicación coactiva que son per se tratos crueles e inhumanos. De manera demostrada son situaciones en las que es propicio el escenario para el cometimiento de otros actos de tortura. Coalición Colombiana Contra la Tortura. Op cit. Martín, C.; Rodríguez Pinzón, D. La prohibición de la tortura y los malos tratos en el sistema interamericano: Manual para víctimas y sus defensores. Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), Ginebra. 2006. Pp. 109-124. Disponible en: http://www.omct.org/files/2006/11/3977/ handbook2_full_esp.pdf 15 Amnistía Internacional. “Colombia: cuerpos marcados, crímenes silenciados: violencia sexual contra las mujeres en el marco del conflicto armado”. Octubre de 2004. P. 1. Disponible en http://web.amnesty.org/library/Index/ESLAMR230482004 13 14 20 Conceptos, nociones y elementos para el abordaje de la problemática de la tortura ... • Las víctimas que son desaparecidas y posteriormente asesinadas son sometidas a una tortura cuando deben haber vivido con la incertidumbre sobre su destino o el conocimiento de su muerte inminente. • Sufrimiento de los familiares de las víctimas de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales. Se constituye como tortura por el malestar emocional, psicológico y espiritual cuando hay falta de información del paradero de sus familiares, obstrucción de la labor de la justicia, falta de investigación adecuada y sanción a los responsables. Como también por la constante angustia y sufrimiento que supone la incertidumbre atroz de no saber si se encuentran vivos así como de su paradero16. • Amenazas. Se constituyen en tortura por cuanto causan una intensa angustia cuando éstas exponen a la víctima a un riesgo real o simulado de pérdida de su integridad o de su vida o la de sus familiares. 2. En contextos de privación de la libertad Aquí se incluyen los escenarios en donde es propicia la comisión de la tortura cuando hay privación de la libertad, de forma legítima o ilegitima. • En el marco de detenciones. Por la realización de detenciones sin orden judicial, sin que exista flagrancia, sobre falsas acusaciones y sin respeto por los procesos jurídicos establecidos. • En condiciones de búsqueda de una confesión o información. Cuando se emplean técnicas para infringir maltratos físicos y psicológicos por medio de los cuales instigan a las víctimas a asumir falsas responsabilidades en actos de violencia, acusen a otras o de pertenecer a grupos insurgentes. • Como método de sometimiento de la población carcelaria. El empleo de medidas de fuerza y disciplinarias desproporcionadas que vulneran los derechos de los reclusos. • Condiciones inhumanas de detención y reclusión. Incluye el confinamiento prolongado en aislamiento, detención en celdas en condiciones de hacinamiento sin luz natural, ventilación insuficiente, falta de un lugar para dormir, alimentos escasos y horarios de visita restrictivos. Los casos de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales causan también un sufrimiento emocional importante en comunidades enteras, cuando la o las personas desaparecidas tienen un valor, significación o papel importante dentro de éstas. 16 21 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... • Como método de sometimiento contra las personas que han sido secuestradas17 o detenidas arbitrariamente. Cuando hay maltratos ocasionados por la pérdida de libertad y los infringidos durante su detención. 3. Por el uso abusivo del poder Comprende aquellas situaciones en las que los grupos que detentan un poder, ejercen su control a través de actos que implican la tortura en tanto coacción y búsqueda de silenciamiento a través de la estigmatización o humillación por su labor o actividad específica, raza o grupo social particular. • La persecución política. Considerar como “enemigo” a activistas políticos, líderes sociales y estudiantiles, sindicalistas, defensores(as) de derechos humanos, obstaculizando y estigmatizando su labor y comunicando mensajes intimidatorios por su labor. • Prácticas para el control social y para sembrar terror en las comunidades. Realización de torturas en presencia de la comunidad, mediante el control de formas de conducta en las comunidades, y la práctica de confinamiento de las comunidades. (Restricción de uso de prendas, horarios de actividades comunitarias, paros armados, castigos por abuso de sustancias) • Mediante la represión de la protesta social. Realización de detenciones arbitrarias a participantes en manifestaciones públicas, protestas estudiantiles, sindicales, indígenas, en donde la fuerza pública despliega acciones ofensivas que vulneran los derechos a la integridad personal, a la libertad y al buen nombre de los manifestantes. • El uso de la fuerza y el maltrato contra grupos discriminados. Cuando se emplea el maltrato físico y psicológico en contra de poblaciones estigmatizadas debido a El secuestro ha sido un delito que, además de ocasionar sufrimiento a sus victimas y familiares de ésta, ha sido tema de debate frente a la magnitud de éste. Se ha señalado que Colombia es uno de los países del mundo en donde más ocurre el secuestro, mas su ocurrencia disminuyó notablemente en los últimos años. Según datos de Fondelibertad (Fondo nacional para la defensa de la libertad personal) de los 2.800 casos que se tenían reportados desde 1996 a 2009, la investigación ha encontrado que a marzo de 2010, había 79 casos documentados que permanecían cautivos. Y de la cantidad restante se pudo confirmar que 2.116 no estaban secuestrados pues la mayoría (1.148) correspondía a quienes habían recuperado la libertad y los demás habían sido victimas de desaparición forzada o se encontraban muertos. FONDELIBERTAD. De Realidad de las víctimas del secuestro en Colombia, Marzo de 2010. disponible en http://www.antisecuestro.gov.co/web/documentacion/informe_realidad_secuestro_2010.pdf 17 22 Conceptos, nociones y elementos para el abordaje de la problemática de la tortura ... razones étnicas, políticas o de género. Entre ellas las torturas infringidas contra comunidad LGBT18, trabajadoras sexuales, grupos indígenas discriminados. 4. En el marco de la institucionalidad militar Describe situaciones en las que el abuso y el maltrato se consideran como formas de relacionamiento naturalizadas en el ámbito de instrucción y actuación militar. • En la instrucción de miembros de la fuerza pública. Empleo de actos de tortura como parte de la instrucción militar o como castigo por parte de superiores. • En las sanciones disciplinarias y penas corporales ilegítimas. Uso del castigo mediante golpes, azotes, abuso sexual y otros maltratos corporales que originan gran sufrimiento. Estos grupos propuestos, si bien no se constituyen como únicos y cerrados, son una propuesta que permite comprender los escenarios, contextos y particularidades del fenómeno de la tortura en Colombia. También nos proporcionan elementos para entender las posibles repercusiones y respuestas que presentan las personas, familias y comunidades de acuerdo a la situación a que hayan sido expuestos. 3.2. Concepto de víctima Aun siendo una sola palabra, su referencia contiene realidades disímiles y sentidos contrapuestos, contiene fuertes implicaciones en dominios tan diversos como son el psicosocial, el comunitario, el jurídico y el político. Partimos entonces por entender que en el ámbito de la tortura cualquier acto de esta intención es en sí mismo un hecho que viola todos los principios de la dignidad e integridad humana que cualquier persona merece. Por ello su prohibición tanto explícita como implícita se encuentra consagrada en todos los instrumentos internacionales que protegen los derechos humanos. LGBT, responde a la sigla que reúne a un colectivo de personas con variantes minoritarias en su sexualidad, como son: lesbianas, gays, bisexuales y trans (el término trans. se refiere a travestis, transexuales y transgéneros). 18 23 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... De esta manera la persona o personas que han sido objeto de este tipo de tratos, en la medida que son sometidos intencionalmente a dolores y sufrimientos graves, constituyen la condición de personas víctimas, no solo de tortura sino víctimas de violaciones a los derechos humanos. A partir de esto, entonces, se pueden identificar diversas formas de entender a las “víctimas”. Inicialmente encontramos la imagen de vulnerabilidad, dependencia, indefensión, impotencia y desamparo que remiten a aquellas experiencias y testimonios relatados por las víctimas de tortura. Y éstas son las que llevan a muchas personas a perdurar en esta identidad condenándolas a una constante tragedia y sometidas al poder que le impuso el victimario. De otro lado, podemos encontrar una apreciación con un enfoque psicosocial, que considera que las personas que han sufrido la violación de sus derechos deben ser vistas y consideradas como sujetos de su propia vida y como actores sociales, y no solo como objetos del mal de sus perpetradores19. Muchas de ellas concluyeron sus caminos en esos momentos y otras en cambio lograron rescatar el valor de seguir resistiendo para convertirse en sujetos de derecho, llegar a acusar a sus Estados y agentes, denunciando los hechos violentos y logrando justicia para su caso, aun con los riesgos, como se conoce ha ocurrido en Colombia, de continuar viendo su vida amenazada o viviendo nuevos y sofisticados hechos de violencia por haber emprendido un camino de búsqueda de reparación integral. De allí que el uso de este término sea controversial, pues por sus connotaciones de desvalimiento y dependencia puede llegar a considerarse que el termino de “víctima” llega a reducir y descalificar su identidad, llega a estigmatizar, prefiriéndose el uso de “afectados” o ”sobrevivientes” antes que “víctimas”20, y por el contrario para otras personas y contextos ha sido una forma de reivindicar sus derechos, de alcanzar un importante reconocimiento especialmente cuando en los Estados ha habido desconocimiento de la violación de los derechos21 generando un nuevo estatus y nuevo poder de sus voces silenciadas. Neuburguer, A,; Rodríguez, V. Enfoque interdisciplinario de la terminología y procedimientos jurídicos utilizados en el litigio de casos en el Sistema Interamericano. En: Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH). Atención integral a víctimas de tortura en procesos de litigio. Aportes psicosociales. IIDH. San José de Costa Rica, 2007. Pp. 30-31. 20 Ibíd. P. 32. 21 Martín Beristain, C. Manual sobre perspectiva psicosocial en la investigación de derechos humanos. Universidad del País Vasco. 2010. p. 39. 19 24 Conceptos, nociones y elementos para el abordaje de la problemática de la tortura ... De otro lado existen otros planteamientos en los que se afirma que es fundamental establecer una clara distinción entre el sujeto jurídico y la identidad como sujeto de derechos que permita la exigibilidad de la reparación y el resarcimiento y al mismo tiempo reconocer la identidad mas allá de su condición de víctima, es decir como un sujeto con identidad creada socialmente con emociones, contradicciones, habilidades, dificultades y recursos que van mas allá de la victimización a la que fueron sometidos22. Pero entonces ¿cómo comprendemos a las personas víctimas de violaciones a los derechos humanos? Con lo anterior y teniendo en cuenta la diversidad de implicaciones de esta expresión, es importante considerar la noción emanada de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas23, cuando define: “Se considerará ‘víctima’ a la persona que, individual o colectivamente, como resultado de actos u omisiones que violan las normas internacionales de derechos humanos o el derecho internacional humanitario, haya sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales. Se podrá considerar también ‘víctimas’ a los miembros de la familia directa o personas a cargo de la víctima directa, así como a las personas que, al intervenir para asistir a la víctima o impedir que se produzcan otras violaciones, hayan sufrido daños físicos, mentales o económicos...” Lo anterior lleva a concluir otros elementos. Uno es que quien sufre o es “dañado”, no solamente es quien ha recibido directamente los hechos violatorios, sino además, la víctima de las graves violaciones a los derechos humanos alcanza también a familiares de primera o segunda generación24, a grupos familiares cercanos, así como a sus comunidades, en particular tratándose de pueblos indígenas o comunidades de composición semejante, quienes sufren una angustia y padecimientos por la situación vivida por las víctimas principales, lo que se agrava incluso cuando el Estado ha actuado con generación de impunidad, o realizando actos de coacción, amenazas u otro tipo de limitantes de su voluntad. Arévalo, L. Atención y reparación psicosocial en contextos de violencia sociopolítica: una mirada reflexiva. En Revista de Estudios Sociales No. 36, agosto de 2010. Pp. 29-39. Disponible en: http://res.uniandes.edu.co/indexar.php?c=Revista+No+36 23 Definición de la Comisión de Derechos Humanos, 56º periodo de sesiones “El Derecho de restitución, indemnización y rehabilitación de las víctimas de violaciones graves de los derechos humanos y libertades fundamentales”. Informe del relator especial Cherif Bassiouni, 18 de Enero de 2002. Anexo, párrafos 8 y 9. 24 Cuando el impacto de violaciones masivas de los Derechos Humanos afectaron también a los hijos e hijas o nietos o nietas de quienes vivieron directamente los hechos. Ver en Martín Beristain, C. P. 37. 22 25 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Finalmente y derivada de la discusión de este concepto, otro elemento es que, así las personas se reconozcan o no como víctimas, siempre está presente la experiencia de dolor y sufrimiento a la que fueron sometidas. Por ello un acompañamiento psicosocial requerirá entender el lugar y momento en el que se encuentra la persona víctima frente a otros, frente a sí misma, el contexto en el que transcurre su condición de víctima, sea el jurídico, político, social, organizativo o terapéutico, dado que cada posición y circunstancia exigirá procesos de acompañamiento diferentes que apunten a un proceso de restitución de sus derechos. 3.3. Acompañamiento psicosocial El acompañamiento psicosocial es un conjunto de acciones de atención y apoyo a las condiciones psicológicas y las dinámicas sociales de las personas, grupos y organizaciones que han sido víctimas de violencia política, caracterizadas por la integralidad, acciones políticas, y la comprensión diferencial de las situaciones que se generan en el marco de la violencia política25. Este conjunto de acciones asume que todas las personas, a raíz de los hechos de violencia política, padecen algún grado de sufrimiento emocional y reaccionan de manera distinta. Igualmente se considera que es necesario actuar sobre los grupos sociales para reducir el impacto y estimularlos para que ellos participen en acciones de reconstrucción social y reparación integral. Por ello el acompañamiento psicosocial pretende contrarrestar los efectos negativos de la violencia política, fomentando los recursos con que cuentan individuos, grupos y comunidades, con el propósito de: 1) reducir el sufrimiento emocional de las personas, 2) prevenir problemas emocionales, 3) fortalecer a las personas y los grupos para que se articulen en procesos de reconstrucción familiar y política, 4) potenciar sus recursos personales, grupales, sociales, económicos, culturales, para su recuperación, 5) brindar apoyo a las personas y grupos que están interesados en adelantar acciones de reparación integral. El acompañamiento psicosocial se construye en el marco de una relación entre el o los acompañantes y las personas víctimas, a partir de la cual se construye un proceso que busca alentar la dignidad, la esperanza y la humanización del mundo personal y Adaptado de Gloria Amparo Camilo. Corporación AVRE. Proceso de formación de terapeutas populares y multiplicadores en acciones psicosociales en un contexto de violencia sociopolítica. Taller General 2. Salud Mental y Derechos Humanos. Arfo editores e Impresores Ltda. Bogotá. 2005. 25 26 Conceptos, nociones y elementos para el abordaje de la problemática de la tortura ... social violentado. En este sentido el acompañamiento psicosocial implica una postura reflexiva del acompañante sobre su trabajo y apoyar el fortalecimiento de los recursos de las personas y comunidades para romper el ciclo de dependencia e indefensión que ha creado intencionalmente el victimario. Si bien se espera que un acompañamiento psicosocial sea sostenible en un tiempo necesario para que las comunidades y las personas puedan continuar por sí solas26, el contexto colombiano comporta desafíos que limitan el desarrollo de este tipo de procesos. Estos desafíos se configuran a partir del reconocimiento de nuevas necesidades de acompañamiento derivadas de los efectos psicosociales de la impunidad, de los nuevos escenarios que resultan de la implementación de las políticas, programas y leyes de atención a las víctimas27, y finalmente de la persistencia del conflicto armado y de la violencia política. El acompañamiento psicosocial en este contexto requiere involucrar y considerar de manera permanente los diferentes niveles de afectación, que señalan igualmente los dispositivos a instalar y movilizar como aporte para la recuperación individual y colectiva. Los componentes de un acompañamiento, recogiendo la experiencia de la Corporación AVRE28 y la Corporación Vínculos29 en distintos lugares del territorio colombiano, son: • Partir de un análisis de contexto que desde una mirada crítica permita identificar, en medio del caos que genera la violencia política, escenarios de actuación y recursos para las víctimas y las organizaciones defensoras de derechos humanos. • Posibilitar la elaboración de los procesos emocionales derivados de los hechos de tortura vivenciados a partir de procesos de acompañamiento terapéuticos a nivel Aarts, Petra G.H. Desafíos para el cuidado sostenible de la salud mental y el apoyo psicosocial en países de ingresos bajos y medianos. War Trauma Foundation, 2010. Pp. 5-10. Traducción para Corporación AVRE por Teresa Santos Rojas. 27 En este caso se refiere a aquellas medidas de atención, reparación e indemnización, entre otras, las que de alguna manera han atendido las necesidades de las víctimas, pero han provocado limitaciones e interferencias en procesos organizativos y psicosociales. Ver en los anexos, los instrumentos nacionales relevantes en temas de derechos de las víctimas. 28 Corporación AVRE. Lugar imperativo del acompañamiento psicosocial y la atención en salud mental: Reflexiones desde la práctica colombiana. Marzo de 2008. Disponible en: http://www.corporacionavre.org/files/pdf/Ponencia%20Final%20AVRE.pdf 29 Corporación Vínculos. Acompañamiento psicosocial en contextos de violencia política. (2009) ARFO editores e impresores Ltda. 26 27 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... individual y familiar, que permitan dar un lugar en su historia vital, sus responsables y aquellas necesidades de reparación integral. • Instaurar y promover un proceso reflexivo entre la población víctima, su red social y los acompañantes, en donde se propicie la construcción conjunta del proceso de acompañamiento30. • Ubicación y divulgación de escenarios para la exigencia de derechos, como una manera de vincular el ámbito terapéutico (micro) y el ámbito social y político (macro). Con ello se lograría colectivizar la experiencia vivida, evitar privatizarla, contribuir a la trasformación del contexto e instalar lo sucedido en la memoria colectiva como una fuente de garantía de no repetición. • Fomentar la participación de quienes sufren, como una posibilidad de ubicar el sufrimiento generado en un escenario social o político que contextualice su experiencia y dote de sentido su vivencia. • Como acompañantes, promover el apoyo entre las organizaciones, contrarrestando la intención implícita –desarticular, desconfiar, no coordinar– de la violencia política sobre el tejido interinstitucional. De lo anterior, en síntesis, concluimos que el acompañamiento psicosocial es un proceso, no una acción puntual, cuyo objetivo es la comprensión, prevención, atenuación, manejo y gestión de los impactos y daños emocionales y psicosociales y en general del sufrimiento individual, familiar y colectivo generado por la violencia política y por violaciones de los derechos humanos como la tortura y otros tratos inhumanos y degradantes. No ocupa un lugar complementario, puede por el contrario ser el origen para la articulación de otras acciones de acompañamiento a víctimas. 30 28 Ibíd. 4. Principios para el acompañamiento a víctimas de tortura A continuación se presentan algunos de los principios que hay que tener en cuenta en el trabajo con este grupo de víctimas, los cuales permiten orientar la actuación de quienes van a implementar acciones psicosociales. 4.1.Integralidad del sujeto El acompañamiento psicosocial es un conjunto de acciones que responden a una lógica de recuperación de todas las esferas vitales del individuo (componente biológico, emocional, de relaciones con otros, de ocupación, de lugar de procedencia, etc.). La atención a las personas víctimas debe entonces tener en cuenta los contextos en que se generaron las violaciones, así como las complejas situaciones de vulnerabilidad en las que, por lo general, aún viven estas personas en Colombia. Entendiendo al ser humano en su contexto La utilización del principio de integralidad implica que en un primer encuentro con la persona, la familia o la comunidad que ha sido víctima de un hecho de violencia política, el acompañante psicosocial no solo se centre en la indagación de las afectaciones emocionales que ha generado el hecho, sino así mismo en las condiciones de salud actuales, la zona de la cual provienen, las condiciones de la comunidad antes y después del hecho violento, los aspectos culturales que favorecen o limitan las posibilidades de recuperación, entre otros. En resumen, se trata de realizar una indagación sobre las diversas esferas que componen al sujeto como tal, no limitarse a una de ellas. 29 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... 4.2. Confidencialidad Dentro de los procesos de acompañamiento se construyen relaciones de confianza entre las víctimas y quienes las acompañan y por lo tanto lo que cuentan y comparten debe quedar como información confidencial. La aclaración de ello y sus límites, al principio del proceso, es de importancia capital para que una entrevista sea conducida de forma adecuada1. Cuando, por ejemplo, se trabaja en equipos interdisciplinarios, la confidencialidad debe ser un principio ético guía de las actuaciones y en este caso, cuando se hace necesario conversar y compartir alguna información sobre una situación en particular, para proponer un plan de acompañamiento, se debe contar con la autorización de las víctimas para hacer uso de esta información y por lo tanto acordar con el grupo las estrategias que se deben tener para mantener la reserva de ésta. Dado el caso que se decida revelar, deberá ser establecida de común acuerdo con las víctimas. Partiendo además de que uno de los impactos del conflicto sociopolítico es generar la desconfianza en el otro, es necesario tener en cuenta la importancia de la confianza dentro de la atención a las víctimas, en la que se garantice un ambiente de seguridad y protección. Si se construye un clima de confianza en el cual las personas y las comunidades se sientan cómodas, teniendo en cuenta varios elementos como la búsqueda del lugar y el momento adecuados, nuestra propia actitud, acogida, el respeto por su experiencia, entre otros, propiciaremos un espacio seguro para hablar de las cosas que en muchas ocasiones las personas no expresan, dándole un lugar a sus emociones, a la reflexión y a la posibilidad de hacer cambios en sus vidas. manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, de las Naciones Unidas (2001). 1 30 Principios para el acompañamiento a víctimas de tortura ¿Confidencialidad o denuncia? En algunas ocasiones en las que la atención a las personas que han sido víctimas se da en el mismo contexto en que se presentó la violación a sus derechos, es posible que a lo largo del proceso de acompañamiento psicosocial, éstos mencionen o señalen alguno de los actores armados; sin embargo, por su seguridad, optaron por no denunciarlos. Partir de un principio de confidencialidad, implica, en este caso, que el compromiso que se construye con la persona víctima de no revelar la identidad de los perpetradores, debe respetarse y, de ser necesario, por exigencias legales o de otro orden, debe ser informado y concertado con las personas víctimas. 4.3. Autonomía Este principio está acorde con los derechos de la persona a decidir por sí mismo, de tener capacidad de autodeterminación sin ningún tipo de coacción y que se le respete su esencia en cada uno de los escenarios en los que interactúa, sin que se le juzgue o cuestione por su accionar. De esta forma la autonomía entiende que las personas son capaces de definir el tipo y el proyecto de vida que quieren vivir y tienen además recursos personales para ello; lo cual implica que nuestro papel es facilitar oportunidades de diálogo para visibilizar los recursos y construir relaciones horizontales de respeto y participación. La autonomía parte de la conciencia de que un individuo es capaz de plantear sus soluciones, lo cual rompe los esquemas paternalistas e invita a plantearse que los actores sociales siempre tienen algo que decir sobre lo que desean y lo que necesitan. Así, respetar la autonomía es dar valor a las opiniones y elecciones de las personas2. 2 Rodríguez Puentes, A. L. El enfoque de la acción sin daño. Módulo 1. P. 23. Universidad Nacional de Colombia. Programa de iniciativas universitarias por la paz y la convivencia. 2009. Bogotá. 31 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Respeto por las decisiones En algunas ocasiones las personas que acompañamos optan por llevar a cabo acciones con las cuales podremos no estar de acuerdo, como por ejemplo abandonar el espacio de acompañamiento individual, por considerar que recordar lo sucedido le genera gran dolor y sufrimiento, que prefiere evitar no hablando de esto. Partir del principio de autonomía implica que, como agentes psicosociales, hemos de respetar esta decisión de la persona; no solo por respeto a la misma, sino por la valoración de sus determinaciones. 4.4. Dignidad El principio de dignidad, como principio ético, comprende que los seres humanos son fines en sí mismos, no tienen precio ni valor relativo sino interno: “…la dignidad humana se opone, antes que todo, a la manipulación y la instrumentalización. No podemos tratar a los demás como medios para nuestros fines de poder o placer, como fichas estratégicas para nuestra voluntad de poder; los demás seres humanos poseen una finalidad en sí, no solamente para nosotros”3. Así, no ser instrumentalizado significa el derecho a ser parte activa de las decisiones que afectan la propia vida y el bienestar individual y colectivo, de tal manera que convertir a los actores sociales en objetos pasivos de las metas y propósitos institucionales, desconoce este principio, en tanto algunas veces las propuestas de recuperación emocional y bienestar psicosocial refuerzan la pasividad de las personas o son alejadas de la realidad, no sólo emocional sino política y contextual, de las víctimas. Por esto, tener como marco de la labor del acompañante que la relación con la población afectada por la violencia es desde su lugar como sujeto de derechos y reconocer su lugar de víctima, tiene que ver con participar en la construcción de su dignidad, otorgando la confiabilidad necesaria a su historia y narración. 3 Papacchini (1997), citado por: Rodríguez Puentes, A. L. El enfoque de la acción sin daño. Módulo 1. P. 22. Universidad Nacional de Colombia. Programa de iniciativas universitarias por la paz y la convivencia. 2009. Bogotá. 32 Principios para el acompañamiento a víctimas de tortura Concertando y construyendo Partir de un principio de dignidad implica tomar como sujeto activo a la persona y las comunidades que se acompañan, posibilitando espacios de concertación y construcción conjunta de objetivos y metas de atención a partir de las necesidades identificadas por éstos. Ahí la comunidad o el sujeto participan como agente activo de su proceso y no como un medio para cumplir una meta pre-establecida. Pero también hay que tener en cuenta que el análisis del contexto sociopolítico, muchas veces determina y coloca variables y alcances al acompañamiento psicosocial. 4.5. Enfoque diferencial (de género, etnia, edad, diversidad cultural, orientación sexual) Partiendo del reconocimiento del papel activo de las víctimas en su proceso de reparación, las acciones que se desarrollen en el marco de su atención deben reconocer su particularidad y singularidad, para que no sean ellas quienes deban adaptarse a un programa determinado, sino que éste reconozca las particularidades de la víctima para que se adecúe a sus demandas y necesidades. La intervención psicosocial debe brindarse de acuerdo con las características culturales y las motivaciones de las personas beneficiarias. En el caso de comunidades específicas con diferencias culturales importantes, es fundamental planear mecanismos de atención a las víctimas que incluyan cercanía cultural, adecuación al contexto y la posibilidad de establecer una forma de inserción social y comunitaria. Este principio establece el reconocimiento de la diversidad de la población que se acompaña, integrando en la atención que se brinde sus mitos, ritos y creencias, así como comprendiendo el contexto y las relaciones en las que se ha desarrollado el individuo, la familia o el grupo, más que como un inventario multicultural sin voz y participación real de las víctimas. 33 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Esta comprensión es siempre particular y singular y dependerá no sólo de la situación étnica y cultural de las personas o comunidades, sino también de los sistemas de creencias de quienes hacen el acompañamiento4. Asimismo el contemplar características específicas desde la perspectiva de género y generación asegura una lectura particular sobre quiénes son las personas con las que interactuamos en el proceso de acompañamiento y evita las generalizaciones sobre su situación o sobre cómo desarrollar el acompañamiento psicosocial. Por tanto el diseño e implementación de programas de atención psicosocial debe incorporar enfoques diferenciales sensibles a las diferencias significativas que existen entre las necesidades de atención psicosocial de poblaciones específicas, dependiendo del género, edad, pertenencia a una comunidad indígena o afrodescendiente, presencia de discapacidades o pertenencia a zonas rurales o urbanas. Una mirada diferencial En los casos de acompañamiento a mujeres víctimas de violencia sexual, un enfoque diferencial implica tener la comprensión de que estos hechos de violencia no se reducen a la agresión física y al maltrato, sino que se extienden al daño que se produce en la identidad y la corporalidad de ser mujer. La significación de este tipo de actos varía cuando ocurren en hombres adultos, primero por su condición de hombre en donde en muchos casos parte de sus afectaciones comprenden su sentido de virilidad. Un acompañamiento con enfoque diferencial debe, entonces, tomar en cuenta estas significaciones condicionadas por el género. 4 Corporación Vínculos. Modelo para el acompañamiento psicosocial de la población víctima de la violencia social y política. (documento interno de trabajo). 34 Principios para el acompañamiento a víctimas de tortura 4.6. Escucha responsable-activa Hace referencia a cómo conversar de manera sencilla, práctica pero también responsable5, acerca de temas como la violencia política y el dolor de las víctimas para: atenuar el sufrimiento, desahogarse o establecer una posible denuncia. El escuchar los vejámenes que se producen en un evento de tortura implica la habilidad de entender al otro, no solo desde la empatía6, sino desde la indignación y vergüenza que puede producir en cualquier ser humano este tipo de situaciones. Así desde estas emociones se genera una conexión con la experiencia del sufrimiento del otro, desde las vulnerabilidades, miedos y amenazas que se ven reflejadas en él, a las que nos acercamos más por nuestras propias vulnerabilidades y la posibilidad de experimentarlas; esto permite establecer puentes de conexión desde la experiencia humana y nos posibilita comunicar al otro que está siendo entendido. Esta comprensión, que difiere de otro tipo de empatías, ocupa un lugar importante dentro del acompañamiento a víctimas de tortura, la cual se expresa de muchas maneras y una de ellas es adoptar una postura de escucha activa. Este principio recomienda que los acompañantes, además de establecer una conexión desde el sufrimiento humano, se documenten bien acerca de la situación de las personas y del contexto, antes de acompañarlas, y se aseguren de transmitir una actitud firme y consistente de apoyo. La escucha activa consiste en tener una disposición de facilitación de la conversación y de control de las posibles barreras generadas desde el entrevistador. Dicha actitud se traduce en una postura corporal relajada, gestos, movimientos, miradas, expresiones faciales, tono, volumen, ritmo de la voz, ritmo de la respiración que trasmita tranquilidad. Requiere de una reflexión permanente de las acciones que emprende el acompañante, como el lenguaje no verbal y el contacto visual, para que no resulte invasivo, así como la ubicación espacial y un silencio interior que trasmita escucha7. ECAP. Serie Cuadernos de Salud Mental No. 1. 1ª edición. Guatemala, septiembre 1998. La empatía se entiende como aquella habilidad y actitud de un sujeto hacia otro, caracterizada por un esfuerzo objetivo y racional de comprensión intelectual de los sentimientos de aquel; por tanto excluye fenómenos afectivos como los juicios y valoraciones frente a los sentimientos del otro. 7 Fernández, A. y Rodríguez, B. (2002). Habilidades de entrevista para psicoterapeutas. Con ejercicios del profesor. Ed. Desclée de Brower. Bilbao. p. 23. 5 6 35 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Para una persona víctima de tortura, hablar de sus experiencias victimizantes y las afectaciones emocionales que ha dejado puede ser positivo en ciertas condiciones, pero también conlleva un impacto psicológico para el cual se deben tener mecanismos de apoyo. Siempre es recomendable respetar el ritmo de la persona para hablar de sus experiencias. No se debe forzar a las víctimas a hablar de sus vivencias, pues éste es un proceso para el cual deben estar preparadas. Igualmente, se hace necesario reconocer que desde el espacio, hasta la actitud de quien escucha pueden construir u obstaculizar un sentido de acompañamiento y reconocimiento, los recursos terapéuticos y la recuperación individual y comunitaria. Escuchando y atendiendo Un mujer de 32 años, en una conversación con un(a) acompañante, narra con minuciosos detalles las circunstancias en que su marido fue desaparecido hace 5 años, observándose en ella aún la angustia y el dolor por este hecho. Durante este momento el acompañante se mantiene en silencio, su postura corporal demuestra atención, la expresión no refiere sorpresa, ni actitud de juicio por el tiempo transcurrido, ocasionalmente mira el rostro de la persona y solamente hace algunas preguntas para facilitar su expresión. 36 5. El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas crueles inhumanos o degradantes El acompañamiento a víctimas de tortura y tratos o penas crueles inhumanos o degradantes, debe comprender una diversidad de opciones que respondan a aquellas necesidades identificadas en las personas o grupos con quienes se acuerde este proceso. Considerando la experiencia de quienes proponemos el presente protocolo, a continuación presentamos una serie de estrategias que han sido pertinentes en la atención a víctimas de estas violaciones a los derechos. Todo acompañamiento debe partir de la identificación del escenario en que se va a dar este proceso, dada la complejidad del fenómeno de la tortura y del contexto de conflicto armado que vive el país. Por ello es procedente reconocer cómo estas prácticas requieren de múltiples actores, en donde quienes van a ofrecer un acompañamiento a víctimas de tortura deben tener en cuenta el conjunto de organizaciones o entes que puedan coadyuvar a un proceso de recuperación integral, lo cual corresponde a lo que denominamos reconocimiento y gestión de redes. 5.1. Reconocimiento y gestión de redes locales Para ello se propone, como estrategia inicial, realizar una identificación de aquellas organizaciones que de una u otra manera tengan relación con la atención o acompañamiento a víctimas de violaciones a los derechos humanos de diversos sectores, como son los grupos de derechos humanos, organizaciones sociales, eclesiales, Organizaciones No gubernamentales (ONG), redes formales y no formales, instituciones de salud u otros organismos que no cuentan con el servicio de atención especializado para esta población e instituciones gubernamentales competentes en la atención a víctimas, preferiblemente ubicadas en la misma zona y con las cuales se puedan establecer alianzas para el acompañamiento psicosocial. Esta acción permite reconocer los límites y capacidades institucionales, con el fin de crear mecanismos de comunicación entre las instituciones para de esta manera establecer procedimientos para las derivaciones en doble vía. Es decir, que una organización puede ejercer tanto el papel de derivador de personas víctimas de tortura, como el de receptor, dependiendo de la población con la cual tenga contacto, así como de su ca- 37 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... pacidad de atención. Esto tiene la finalidad de brindar un acompañamiento integral y articulado, por lo que en estos casos es fundamental ofrecer criterios y elementos que permitan identificar quiénes han sido víctimas de tortura o tratos crueles inhumanos y degradantes. De esta manera, se espera que una vez se contacte y se acoja a las personas o grupos con quienes se realizará el proceso de acompañamiento, se determinen las necesidades o problemáticas a ser atendidas y de esta forma puntualizar las particularidades de una atención, sea individual o colectiva, sea de información, de apoyo o de carácter más especializado o psicoterapéutico. (Ver Gráfica 1) Gráfica 1. Ruta de acceso al proceso de acompañamiento psicosocial. FORMA DE ACCESO DE BENEFICIARIOS PARA ACOMPAÑAMIENTO MEDIANTE TIPOS DE ORGANIZACIONES GESTIÓN PARA IDENTIFICAR SOLICITUD DIRECTA DE PERSONAS O GRUPOS RECONOCIMIENTO Y GESTIÓN CON REDES LOCALES GUBERNAMENTALES NO GUBERNAMENTALES CON QUIENES SE ORIENTA Y ACUERDA EN RECEPCIÓN DE CASOS PARA ATENCIÓN CÓMO IDENTIFICAR Y ATENDER CASOS DE VÍCTIMAS DE TORTURA PROCESO DE ACOGIDA EL PROPÓSITO DE ESTE MOMENTO ES EXPLORACIÓN Y TOMA DE DECISIONES SI EL CASO COMPRENDE OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA SI EL CASO REFIERE VÍCTIMAS DE TORTURA DERIVACIÓN A OTRAS INSTITUCIONES U ORGANIZACIONES SEGÚN NECESIDADES IDENTIFICAR FORMAS DE ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL SE INICIA PROCESO 38 PUEDEN SER ASOCIATIVAS/REDES/ SOCIALES El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... 5.2.Identificación de las personas víctimas de tortura Para el proceso de acompañamiento psicosocial es fundamental contar con criterios que permitan diferenciar, tanto para las organizaciones con las que se establecen relaciones como para quienes llevan a cabo estas acciones, qué hechos, circunstancias y manifestaciones pueden indicar la existencia de hechos de tortura. A continuación se describen dos grandes componentes que permiten iniciar una indagación de la existencia de estas situaciones. El primero alude al análisis de las condiciones contextuales en las que hay mayor probabilidad de ocurrencia de estos hechos y el segundo a aquellas expresiones emocionales individuales y grupales que pueden sugerir experiencias de tortura. Elementos sociales En primer lugar está el indagar por las características del grupo poblacional y el contexto del que la persona o personas proceden o en el que se encuentran. Hay diversos grupos con mayor riesgo de ser víctimas de tortura, como los líderes sociales, estudiantes, profesores, sindicalistas, defensores de derechos humanos, periodistas, campesinos, mujeres, niños y niñas ubicados en zonas estratégicas del conflicto armado, comunidades indígenas o afrodescendientes, y familiares de este tipo de actores. Determinados roles, en medio de este contexto de guerra, aumentan la vulnerabilidad para ser víctimas del delito de tortura. En especial esto sucede cuando se asume una postura crítica y de denuncia frente a la violación de derechos fundamentales, o cuando se pertenece a zonas estratégicas del conflicto armado. el contexto del cual proviene la persona o la comunidad brinda información para identificar posibles hechos de tortura, ya que existen zonas en el país en las que la presencia del conflicto armado, como de ciertos actores, incrementa la posibilidad de la utilización de la tortura como práctica de guerra. Actualmente se conoce la crítica situación en los departamentos de Antioquia y Meta, y como lo señala la CCCT, Arauca, Caquetá, Putumayo, Chocó, Cauca y Nariño, en los que han ocurrido la mayor cantidad de denuncias en este aspecto1. 1 Coalición Colombiana Contra La Tortura. Informe alternativo sobre la tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes. Colombia 2003-2009. Arfo editores e Impresores Ltda. Bogotá 2009. pp. 14-15. 39 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Elementos subjetivos Otra condición importante que nos permite identificar una posible víctima de tortura es la que refieren los impactos que se evidencian en las personas, las familias o las comunidades que han sido víctimas de este tipo de hecho. Frente a ello las mismas víctimas refieren que permanecen con angustia incapacitante, están hipervigilantes y presentan pesadillas acerca de lo ocurrido, o quedan con una sensación de amenaza constante ante el temor de que los hechos se repitan. La confianza en los otros se ve seriamente afectada. Pueden sentirse culpables por haber sobrevivido o caer en una gran dificultad para disfrutar de las actividades presentes, incluso entrar en una especie de “anestesia emocional”, situaciones que cuando se suman a otras condiciones adversas pueden agravar estas manifestaciones, tales como desempleo, pérdidas económicas, desplazamiento forzado, pérdida de seres queridos, rupturas afectivas e impunidad, entre muchas otras. Se experimenta la sensación de no poder volver a ser el que se era, se altera su identidad y se crea un patrón de funcionamiento interpersonal marcado por la desconfianza, dificultades para desarrollar afectos, para pensar y para atender a otras cosas del presente2. En las familias también se pueden observar estos patrones, cuando uno o varios miembros han sido víctimas de estos hechos, en los que aparece el temor, la desconfianza y el aislamiento, las dificultades entre los miembros de la familia se agudizan, hay un aumento de acusaciones mutuas y en muchos casos ruptura familiar. En síntesis, se crea una situación estática en la que no es posible movilizar los recursos y capacidades con los que venía contando el grupo familiar para enfrentar las demandas cotidianas. Como se mencionó en el apartado 3, la tortura también afecta al entorno comunitario por ser utilizada frecuentemente como castigos ejemplificantes y como medios de intimidación especialmente contra figuras de liderazgo. La afectación a nivel comunitario puede observarse cuando en los miembros de la comunidad aparecen temores, estigmatización de roles o grupos, desconfianza mutua, acusaciones, pérdida del sentido de solidaridad, deterioro en los valores, creencias y ritos, disminución de acciones de liderazgo, todo lo cual lleva a la desestructuración del tejido social. 2 Corporación AVRE y Corporación Vínculos. Herramientas para el acompañamiento psicosocial en situaciones especiales. Módulo 4. Diplomado en herramientas de acompañamiento psicosocial a víctimas de violencia política con énfasis en tortura y otras tratos crueles, inhumanos y degradantes. Inédito, Bogotá, 2010. Pp. 6-7. 40 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Es frecuente encontrar que aún cuando una persona o grupo expresa alguna de las manifestaciones antes descritas, no necesariamente reconocen estos hechos como tortura, por lo que es importante tener presentes estos criterios para poder proponer un acompañamiento adecuado a esta situación. También pueden presentarse situaciones en las que el sufrimiento y malestar pudo ser ocasionado por otros acontecimientos diferentes a los generados dentro de la violencia política, como pueden ser casos de violencia intrafamiliar, violencia por delincuencia urbana, abusos derivados de instancias laborales o educativas, aun casos de víctimas de accidentes de cualquier tipo. Por esto es relevante hacer una atenta indagación para diferenciar a las personas víctimas de tortura. No obstante lo anterior, algunas manifestaciones, en las personas, familias o comunidades, que puedan no considerarse inicialmente como impactos derivados de la violencia política, por ejemplo conflictos intrafamiliares, dificultades laborales, o en el desempeño educativo, entre muchos otros, también pueden ser resultado de experiencias de alguna forma de tortura, por lo que es importante realizar una indagación contextual de la persona, familia o grupo, para poder establecer esta distinción. Una vez se tienen los elementos que permiten señalar que la situación en la que se encuentra una persona o familia es resultado de hechos de tortura y se cuenta con la voluntad e interés para participar en este proceso, como también se dispone de la necesaria información acerca de lo que concierne a ésta, se puede proceder de la siguiente manera: si el caso de tortura es identificado en una organización con la que se ha establecido relación y esta no realiza alguna forma de acompañamiento psicosocial, se indicarán los mecanismos de comunicación para que sea remitida, esta persona o grupo, a quienes brinden esta forma de atención. Por otro lado cuando el caso de tortura es reconocido por quienes están en condiciones de realizar el acompañamiento psicosocial, se iniciará el proceso de acogida y concertación de acciones a llevar a cabo. Por el contrario, no se activará un proceso de acompañamiento psicosocial cuando: – – La persona o personas víctimas de tortura no desean este tipo de atención o bien su situación revela que por sus recursos y capacidades propias han podido enfrentar y superar las secuelas de la tortura y así un acompañamiento posiblemente no va a aportar algún cambio en su situación. Pueden considerarse otras formas de acompañamiento como es la activación de redes en salud, apoyo económico, laboral, siempre y cuando se cuente con interés para ello. Cuando por la información y manifestaciones de la o las personas no hay circunstancias de tortura y, como se señaló, puede deberse a otras causas que hayan 41 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... podido generar alguno de sus malestares, pero que de igual manera requieren algún otro tipo de atención especializada, se podrá gestionar su derivación a otras organizaciones competentes. 5.3. Cómo atender el encuentro con las víctimas de tortura Hasta el momento hemos establecido elementos importantes para la identificación de casos de tortura. Es igualmente relevante establecer aspectos fundamentales en relación a cómo se debe realizar este tipo de conversaciones en donde se aborden estas temáticas, con miras a que este proceso no se configure en un escenario de revictimización3. Es fundamental entonces que se establezcan conversaciones espontáneas que disten de tener un carácter de interrogatorio, pues recordemos que muchas de las víctimas estuvieron en situaciones en las que el torturador ejerció este tipo de prácticas. El adoptar una postura “natural” de ser uno(a) mismo(a) es un elemento básico para generar un espacio en que ellos(as) se sientan en confianza y acogidos con respeto para poder determinar qué necesidades se pueden identificar para un acompañamiento psicosocial. Para ello unas posturas que consideramos importantes a tener en cuenta en el momento de la escucha son la curiosidad y la constante reflexividad del acompañante sobre el propio impacto y sus prejuicios ante la historia de la persona. Una vez, con estos elementos, se hayan identificado aquellos casos que configuran hechos de tortura y se decida que puedan beneficiarse de un acompañamiento psicosocial, se invitará a la persona, familia o grupo a participar dentro de este proceso. En este momento es de vital importancia tener en cuenta que cualquier proceso de ayuda requiere de la voluntad de cada persona, y que ante una negativa de participar ésta debe ser respetada. Se refiere al hecho de la presencia de nuevos actos de maltrato, ya sea por los mismos actores u otros diferentes, en experiencias separadas en el tiempo. También se hace referencia a la revictimización cuando las personas que han sido víctimas establecen relaciones con instituciones sociales, jurídicas, sanitarias, etc., donde reciben maltrato, se les niega información, se desconocen sus necesidades y derechos o son sometidas a amenazas, persecuciones o interrogatorios innecesarios que atentan contra su dignidad. Adaptado de: Los efectos psicosociales de la revictimización. Disponible en Comisión Intereclesial de Justicia y Paz http://justiciaypazcolombia.com/Los-efectos-psicosociales-de-la 3 42 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Otra circunstancia a considerar dentro de la invitación a estos espacios de acompañamiento, comprende valorar cuidadosamente el grado de interés por estas propuestas a partir de las actitudes, creencias y experiencias previas frente a procesos similares. Por último, cuando las víctima consideran importante participar en estos procesos, se debe ser claro respecto a las condiciones, límites y particularidades de lo que comprende el acompañamiento psicosocial. A continuación se describen los demás componentes de cómo atender el encuentro con las víctimas. 5.4. Acogida de las personas La acogida de quienes han sido víctimas de tortura, hace referencia al proceso que se realiza durante el primer encuentro que se mantiene con la persona, familia o grupo, y el equipo de profesionales4 que hacen parte de la organización encargada del acompañamiento psicosocial. El objetivo principal de este primer encuentro es, además de conocer a las personas que participarán en el proceso, explorar conjuntamente las necesidades y problemáticas generadas tras los hechos de tortura de los cuales fueron víctimas; así como discutir las diferentes acciones que se realizan dentro de un proceso de acompañamiento psicosocial, con sus alcances y limitaciones. Para realizar esta definición de las necesidades manifiestas y las formas de atención concertadas, es necesario realizar una entrevista a profundidad, en donde también se emplean metodologías de diálogo y conversaciones reflexivas5, en la que se dé cuenta 4 Hacemos referencia a un equipo de profesionales, pensando en la situación ideal en que el proceso de acompañamiento esté a cargo de un equipo interdisciplinario de profesionales de las ciencias sociales, entre ellos (as): psicólogo (a), trabajador (ra) social, abogado (a), con énfasis o experiencia en procesos de acompañamiento psicosocial y defensa de derechos humanos. No obstante lo anterior, sabemos que en la realidad colombiana, ésta es una situación ideal dada la escasez de recurso humano especializado en el tema, o escaso interés de trabajar bajo la perspectiva psicosocial. 5 Metodologías fundamentadas en un enfoque sistémico en el que se emplean diversas formas de preguntas en las que se invita a las personas a ampliar su mirada respecto a sí mismos y a las situaciones a las que se ven enfrentados (tanto pasadas como presentes), hace que participen en la definición de lo que pasa y de las posibles soluciones. 43 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... del tipo de hecho violento del cual fueron víctimas, el tiempo transcurrido desde el hecho violento, los diferentes efectos que esto ha tenido en la vida y la identidad de las personas, el apoyo con el que se cuenta en la actualidad, así como los recursos que han desarrollado para afrontar la situación vivida. Es importante tener cuidado para que esta conversación que se desarrolle no genere un mayor sufrimiento en las mismas, más aún teniendo en cuenta que este primer encuentro tiene como objetivo realizar una exploración inicial, que puede tener efectos terapéuticos sin que necesariamente éste sea el objetivo del encuentro. Para ello consideramos necesario resaltar algunos aspectos que se mencionan a continuación y facilitan el desarrollo de esta entrevista de forma cuidadosa y respetuosa frente al dolor y la situación del otro. El primero que nos gustaría mencionar es la forma en la cual se llevan a cabo las preguntas dado que, como lo hemos mencionado previamente, este escenario de indagación puede llegar a tener similitudes con el evento de tortura del cual se fue víctima, en donde el objetivo era obtener información por medio de infligir dolor y sufrimiento. Por ello las preguntas que se le formulen a la persona en este primer encuentro no deben tener un carácter acusatorio, ni culpabilizante. Igualmente se debe informar a la persona desde un principio que cuenta con toda la libertad para decidir si responde o no. Y por otro lado, recomendamos respetar las respuestas que brinden las personas, y si éstas no responden a la comprensión o exploración hecha por el entrevistador, no se deberá insistir con la misma pregunta, sino intentar abordar de otro modo la información solicitada. Otro de los aspectos que consideramos fundamental para realizar esta entrevista inicial, es hacer sentir a las personas que dentro del espacio tienen todo el poder de decisión frente a las disposiciones que allí se tomen. Dado que, como lo mencionamos en la conceptualización del delito de tortura, este tipo de violencia busca deshumanizar a la víctima por medio de su total anulación de poder de decisión, en este primer encuentro que se realice con la persona se debe establecer una relación en la que se le devuelva el poder de decisión sobre su vida. Por último, es fundamental ofrecer a las personas un ambiente de seguridad y credibilidad, a través del cual sientan que la apertura que están realizando a través de su testimonio, va a ser útil para la superación de los efectos de los hechos de tortura. 44 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... 5.5. Exploración de impactos, necesidades y toma de decisiones Es dentro de este momento, de acogida de la o las víctimas, cuando se van a precisar con las personas las dimensiones y contextos de las afectaciones generadas por la tortura y así poder determinar las principales problemáticas para de esta manera proponer algunas alternativas para su acompañamiento. Hay que tener en cuenta que no todas las personas responden igual a este tipo de eventos, no hay una respuesta universal pues ello depende de múltiples aspectos que es necesario considerar en el momento de identificar las principales dificultades, quejas o demandas. El primero de ellos es el tipo de hecho violento sufrido por las personas, ya que éstos generan una afectación particular, así por ejemplo la intencionalidad de la desaparición forzada es diferente a la del abuso sexual, y en ese sentido es importante tomar esto en cuenta para la atención que se ofrezca. Todo ello, de una u otra forma, ocasiona severos efectos en las estructuras subjetivas y colectivas, determinadas uno por el tipo de acontecimiento, el grado de comprensión o ambigüedad que experimentó y el tipo de secuelas o huellas físicas que hayan dejado estos actos. En segundo lugar, la forma de aparición y duración del hecho violento. Una distinción puede ser por su forma de aparición: súbita, abrupta, inesperada o esperada. Puede ocurrir también cuando se trata de un evento único o si se trata algo frecuente y repetitivo. Vemos casos en los que, por ejemplo, se somete a la persona después de una detención ilegal y se la maltrata para luego dejarla en libertad, o el caso en que se mantiene durante varios meses o años una persecución y amenaza; también el caso en que hubo un evento único, como fue el relatado por un hombre que fue sometido a abusos sexuales por parte de un grupo armado para después liberarlo, o cuando se repiten en un periodo de tiempo similares maltratos sin poder huir de éstos. Un tercer componente en la exploración son las características individuales. Se considera su historia, sus aprendizajes, experiencias previas, vivencias de hechos similares pasados o presentes y, de otro lado, los significados y emociones relacionados con la forma en que las personas explican el mundo y sus referentes identitarios. El ciclo vital en que se encuentra la persona. Comprende el momento de vida, si se trata de niños(as), jóvenes o adultos mayores, aspectos que señalan las formas habituales de respuesta, adaptación, desarrollo cognitivo, emocional y social, en donde se conoce que los periodos extremos de la vida son más vulnerables. 45 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... El sexo y género. Los roles asignados por ser hombre o mujer involucran los componentes de manejo emocional, significación diferencial de los aspectos corporales, de comportamiento, algunas formas de ocupación, valores. Las diferencias culturales son el cuarto componente a ser tenido en cuenta en la exploración y se entiende aquí aquellos contextos en que crecen y viven las personas, que involucran sus costumbres, creencias, valores e incluso zonas geográficas en donde se reside, como pertenecer a un grupo urbano, rural, a una comunidad étnica por ejemplo. Atender al perfil de quienes están involucrados en los hechos violentos. Se refiere a cómo estos hechos de tortura se dirigieron a una persona en particular (y el rol que desempeñaba, padre, madre, líder, sacerdote, joven), a una familia o grupos de familias, a una comunidad o a un grupo étnico, y como se ha referido hay implicaciones diferenciales, se trate de unos u otros. Los recursos con los que se dispone, a nivel individual o grupal, también deben ser considerados en este proceso de exploración, tanto los de carácter personal como los colectivos y comunitarios. Se entiende por recursos aquellas capacidades, habilidades, personas, grupos o instituciones con las cuales las personas pueden acceder para manejar, enfrentar o disminuir los efectos de los problemas, las amenazas o las secuelas de la tortura. Por ejemplo, el que una persona cuente con su familia como apoyo y compañía. Cuando una familia puede tener acceso a un servicio de salud. Las cualidades personales de quien es víctima, como la sociabilidad, el nivel educativo alcanzado, o cuando un grupo puede valerse de algunas formas de protección jurídica, por ejemplo. Por último la situación del contexto es un elemento fundamental a tener en cuenta, identificar la presencia de actores armados y la historia de conflicto de la zona en particular, así como el tipo de prácticas de guerra implementadas por los actores armados que hacen presencia en la región, y las circunstancias actuales de la persona o familia. Preguntas orientadoras para definir el tipo de acción en el acompañamiento psicosocial De acuerdo con lo anterior, entonces, se presentan una serie de preguntas que pueden orientar y particularizar el tipo de acciones a proponer y pueden ser de dos tipos, unas para explorar contexto y expectativas y las otras para definir focos de atención6: 6 Corporación AVRE. Corporación Vínculos. Diplomado en Herramientas de acompañamiento psicosocial a víctimas de la violencia política, con énfasis en tortura y otros tratos crueles inhumanos o degradantes. Módulo 3. Herramientas para conversaciones de apoyo emocional. Inédito. Bogotá, 2010. Pp. 34-35. 46 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Preguntas dirigidas a explorar contextos de acompañamiento y expectativas. – – – – – – – – ¿De quién o quiénes fue la idea de acercarse aquí? ¿Debido a qué? ¿Qué persona o personas están más afectadas? ¿cómo se nota esto? ¿Qué han hecho hasta el momento para manejar esto?, ¿les ha servido? ¿Se ha hecho denuncia? ¿Por qué sí?, o ¿por qué no? ¿Hay algún riesgo actual, por su seguridad, que se deba tener en cuenta? ¿Cómo explican lo sucedido? ¿En qué cree o creen que aquí se le puede ayudar? Preguntas para definir foco y sugerencias de tipo de atención Con esta información es posible hacer una apreciación inicial de la problemática, a partir de la cual se sugiere que el acompañante o el equipo realicen las siguientes preguntas que facilitarán una toma de decisiones respecto a los caminos a seguir. Por ello a cada pregunta se proponen algunos tipos de acción, las que serán explicadas en los siguientes capítulos del presente protocolo. Estas sugerencias no son las únicas, ellas pueden enriquecerse con la experiencia del grupo de acompañamiento psicosocial. Para una mejor comprensión se representan en la gráfica 2: 1. ¿Las necesidades se pueden focalizar en una persona o en un grupo? En caso de ser una necesidad individual: 2. ¿Se identifican dificultades en las relaciones con otros, en el trabajo, en el estudio, en la expresión de sus emociones, asociadas o derivadas de los hechos de tortura que interfieren o afectan su vida? Para ello se pueden considerar las acciones de: Atención terapéutica individual o atención terapéutica familiar o de pareja, como también según necesidades hacer partícipe a la persona en algún proceso colectivo. 3. ¿En los últimos meses han ocurrido hechos de violencia o tortura que originó riesgo para la vida e integridad individual o hubo circunstancias recientes en las que se revivieron actos de tortura? Ofrecer una atención en crisis y si es pertinente continuar con apoyo psicoterapéutico individual. 47 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... 4. ¿Hay necesidad de complementar la atención individual por parte de otras disciplinas (diferentes a la oferta psicosocial) para aportar a su bienestar integral? En estos casos es pertinente considerar la derivación del caso a otras organizaciones que cuenten con ofertas diferentes de atención, como puede ser atención en salud, capacitación, gestión de ocupación, por ejemplo. Como recomendación, importante hacer seguimiento de éstas. 5. ¿Hay interés por iniciar, continuar o comprender acciones de exigibilidad de derechos en forma individual? Ante esta pregunta también es importante considerar si la persona ha iniciado o no alguna acción de tipo jurídico, pues determinará el énfasis de las respuestas para el acompañamiento. Entonces aquí proponemos iniciar un acompañamiento psicojurídico, como también proporcionar en forma individual o colectiva información sobre los derechos de las víctimas o bien apoyar dentro de un proceso de restitución o reparación de derechos. Si se trata de una familia o de un grupo entonces: 48 6. ¿Durante los últimos meses el grupo o la familia fue víctima de hechos de violencia o tortura que originaron riesgo para la vida e integridad colectiva o hubo circunstancias recientes en que se revivieron actos de tortura? Una primera alternativa está en emprender una estrategia grupal, tipo grupos de desactivación o “debriefing” el que según sus necesidades puede constituirse en un espacio terapéutico grupal formal. 7. ¿Es necesario que la comunidad reconozca la existencia de casos de tortura y genere acciones para su manejo? Una alternativa, en la experiencia de las organizaciones que elaboran este documento, ha sido la realización de acciones de sensibilización con la comunidad y el empleo de conversatorios sobre temáticas puntuales. 8. ¿Un grupo o comunidad se han visto afectados, emocionalmente, por la ocurrencia de hechos de tortura dirigidos a personas significativas y demandan elementos para afrontar esta situación? Aquí puede ser pertinente, con un enfoque de grupo, realizar grupos de apoyo o talleres terapéuticos grupales. 9. ¿Hay interés por iniciar, continuar o comprender acciones de exigibilidad de derechos en forma colectiva? El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Para ello, es necesario, como se mencionó arriba, identificar si el grupo ha iniciado o no alguna forma de denuncia. Con base en ello, determinar la pertinencia de un trabajo en socialización de derechos, proponer un acompañamiento psicojurídico como también apoyar los procesos de restitución que se hayan iniciado. 10. ¿Es un grupo que por su conocimiento previo tiene interés en seguir apoyándose o acompañándose por su propia cuenta? La constitución de grupos de ayuda mutua son una alternativa para promover estas acciones, o si las circunstancias lo demandan promover un grupo terapéutico. Se puede también considerar la posibilidad de involucrar a este grupo con otros, generando redes de fortalecimiento. 11. ¿Se identifican en la familia, cambios (por conflictos, acusaciones, confusión, desintegración) que afectan su funcionamiento, relacionados con hechos de tortura? En estos casos particulares la atención terapéutica familiar es una alternativa de elección de la que se pueden derivar algunas atenciones terapéuticas individuales según la necesidad. 12. ¿Hay en el grupo, necesidad de ampliar y compartir información sobre los hechos de tortura o de violación a los DDHH? El empleo de los recursos, como los conversatorios, los encuentros sobre socialización de derechos e inclusive las labores de sensibilización a la comunidad son acciones colectivas que pueden apoyar la respuesta a estas necesidades. Con las anteriores preguntas (que no agotan esta problemática) se pueden proponer algunas acciones, que se pueden dirigir al trabajo con grupos o bien con las personas de acuerdo al foco problemático más relevante. Con esto presente, en los siguientes capítulos se relacionarán un conjunto de procesos7, en donde se indicarán sus características y propósitos, los cuales pretenden aportar en la disminución del malestar emocional como a la reconstrucción individual y colectiva de las víctimas. Las acciones y procesos desarrollados en seguida, son derivados de la experiencia de la Corporación Avre y la Corporación Vínculos, que han resultado ser valiosos y prácticos dentro de una estrategia de acompañamiento psicosocial. 7 49 50 ¿LAS NECESIDADES SE PUEDEN FOCALIZAR EN UNA PERSONA O EN UN GRUPO? SI SE TRATA DE UNA FAMILIA O DE UN GRUPO EN CASO DE SER UNA NECESIDAD INDIVIDUAL: ¿HAY EN EL GRUPO, NECESIDAD DE AMPLIAR Y COMPARTIR INFORMACIÓN SOBRE LOS HECHOS DE TORTURA O DE VIOLACIÓN A LOS DDHH? ¿SE IDENTIFICAN EN LA FAMILIA, CAMBIOS (POR CONFLICTOS, ACUSACIONES, CONFUSIÓN, DESINTEGRACIÓN) QUE AFECTAN SU FUNCIONAMIENTO, RELACIONADOS CON HECHOS DE TORTURA? ¿ES UN GRUPO QUE POR SU CONOCIMIENTO PREVIO TIENE INTERÉS EN SEGUIR APOYÁNDOSE O ACOMPAÑÁNDOSE POR SU PROPIA CUENTA? ¿HAY INTERÉS POR INICIAR, CONTINUAR O COMPRENDER ACCIONES DE EXIGIBILIDAD DE DERECHOS EN FORMA COLECTIVA? ¿UN GRUPO O COMUNIDAD SE HAN VISTO AFECTADOS, EMOCIONALMENTE, POR LA OCURRENCIA DE HECHOS DE TORTURA DIRIGIDOS A PERSONAS SIGNIFICATIVAS Y DEMANDAN ELEMENTOS PARA AFRONTAR ESTA SITUACIÓN? ¿ES NECESARIO QUE LA COMUNIDAD RECONOZCA LA EXISTENCIA DE CASOS DE TORTURA Y GENERE ACCIONES PARA SU MANEJO? ¿DURANTE LOS ÚLTIMOS DOS MESES EL GRUPO O LA FAMILIA FUERON VÍCTIMA DE HECHOS DE VIOLENCIA PARA LA VIDA E INTEGRIDAD COLECTIVA O HUBO CIRCUNSTANCIAS RECIENTES EN QUE SE REVIVIERON ACTOS DE TORTURA? ¿HAY INTERÉS POR INICIAR, CONTINUAR O COMPRENDER ACCIONES DE EXIGIBILIDAD DE DERECHOS EN FORMA INDIVIDUAL? ¿HAY NECESIDAD DE COMPLEMENTAR LA ATENCIÓN INDIVIDUAL POR PARTE DE OTRAS DISCIPLINAS (DIFERENTES ALA OFERTA PSICOSOCIAL) PARA APORTAR A SU BIENESTAR INTEGRAL? ¿EN LOS DOS ÚLTIMOS MESES HAN OCURRIDO HECHOS DE VIOLENCIA O TORTURA QUE ORIGINÓ RIESGOS PARA LA VIDA E INTEGRIDAD INDIVIDUAL O HUBO CIRCUNSTANCIAS RECIENTES EN LAS QUE SE REVIVIERON ACTOS DE TORTURA? ¿SE IDENTIFICAN DIFICULTADES EN LAS RELACIONES CON OTROS, EN EL TRABAJO, EN EL ESTUDIO, EN LA EXPRESIÓN DE SUS EMOCIONES, ASOCIADAS O DERIVADAS DE LOS HECHOS DE TORTURA QUE INTERFIEREN O AFECTAN SU VIDA? IMPORTANTE A CONSIDERAR COMO ALTERNATIVAS SE CONSIDERA NO HAY DENUNCIA DE ACUERDO A NECESIDADES Y PROBLEMAS PUEDE REALIZARSE NO HAY DENUNCIA CUANDO HUBO Y SE DECIDE HACER DENUNCIA REALIZAR IMPORTANTE OFRECER CONSIDERAR CONVERSATORIOS ATENCIÓN TERAPÉUTICA FAMILIAR GRUPOS DE AYUDA MUTUA FORTALECIMIENTO DE REDES SOCIALIZACIÓN DE DERECHOS TALLERES TERAPÉUTICOS GRUPALES ACCIONES DE SENSIBILIZACIÓN CON LA COMUNIDAD GRUPOS DE DESACTIVACIÓN O “DEBRIEFING” APOYO EN PROCESOS DE REPARACIÓN ACOMPAÑAMIENTO PSICOJURÍDICO LA DERIVACIÓN DEL CASO A OTRAS ORGANIZACIONES ATENCIÓN EN CRISIS ATENCIÓN TERAPÉUTICA INDIVIDUAL Gráfica 2. Árbol de análisis para elección de acciones psicosociales. Y CUANDO PUEDE INCLUIR O COMPLEMENTAR CON O TAMBIÉN EMPLEAR HAY DENUNCIA O DECIDA INSTAURAR TAMBIÉN SE PUEDE PROPONER Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Uniendo esfuerzos Una organización de acompañamiento psicosocial decide iniciar acciones en una zona vulnerable de la ciudad, en donde establece contacto con diversas organizaciones sociales, religiosas y jurídicas que adelantaban acciones en la zona. Este proceso incluyó la presentación de la oferta en acompañamiento psicosocial a víctimas e inició un reconocimiento mutuo con cada una de las organizaciones. Durante dicho proceso se establecen vínculos con una organización de derechos humanos, especializada en acompañamiento jurídico, la cual informa de un caso en donde por sus características hay claros indicios de tortura y consideran pertinente un acompañamiento psicosocial dada la situación actual de la víctima. La primera descripción por parte de los miembros de la organización es la siguiente: “…Se trata de un joven de 22 años de edad, quien presenta un cambio drástico en la personalidad, con retraimiento, desmotivación y una permanente sensación de peligro para él y su familia. La familia señala que antes era considerado un joven activo, trabajador, al que le gustaba el deporte, salir a fiestas y compartir con sus amigos…”. Con esta información se acuerda el mecanismo para tener un primer encuentro con el joven. Llega entonces a la organización acompañado de su mamá, su hermana y la abogada, con quienes se inicia una entrevista de exploración de la situación actual del joven y de las necesidades de atención. El relato del joven señala que cuatro años atrás en un municipio del departamento del Meta, fue detenido arbitrariamente, amenazado y torturado por cuatro hombres vestidos de camuflado que se identificaron como miembros del Ejército Nacional, quienes lo acusaban de ser parte de grupos insurgentes, por lo que es detenido por varios meses y dejado en libertad por falta de pruebas. A lo largo de esta primera conversación se identificaron dificultades para integrarse a su familia, conseguir un trabajo y reconstruir su vida después de recuperar la libertad; por lo que su madre y hermana se encuentran sumamente preocupadas y no saben cómo pueden ayudarle. A partir de esta información se concluye la importancia de iniciar varias acciones, la primera dirigida a abordar la afectación en la identidad y noción de seguridad del joven, así como en su comportamiento, por lo que se sugiere involucrarlo en un acompañamiento individual. Por otro lado, dadas las preocupaciones y confusiones presentes en el grupo familiar, se propone complementar estas acciones con conversaciones de tipo familiar y finalmente en la medida que existe una denuncia y acompañamiento jurídico y los escenarios que trascurrirán en el proceso de justicia, se propone realizar un acompañamiento psicojurídico, en coordinación con la abogada y la organización de derechos humanos acompañante, con el propósito de apoyar las acciones de denuncia, y búsqueda de verdad, justicia y reparación integral. 51 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... 5.6.Tipos de acompañamiento psicosocial A partir de los lineamientos del apartado anterior se determinaron los temas o focos de atención relacionados con un caso individual o colectivo, que se busca apoyar, resolver o acompañar a partir de diversas acciones. La elección de alguna estrategia particular debe, en primer lugar, atender a algunas consideraciones para que adquieran un carácter de psicosocial8. veamos: • Debe ser relevante, pertinente para las necesidades identificadas. Debe tener una intencionalidad explícita. Sea cual sea la acción, se debe ser claro, exponer qué se espera o qué se busca con lo que pretendemos realizar. “Queremos que por medio de este trabajo… podamos hablar de cómo nos sentimos frente a lo sucedido”. • Debe hacerse un uso responsable de las técnicas. Conocer las características y requerimientos de cada una de las actividades, así como sus ventajas y riesgos, pues debemos partir del principio de “acción sin daño”. • Debe basarse en acuerdos. Cualquier procedimiento debe partir de la aceptación y establecimiento conjunto de compromisos en el desarrollo de cualquier acción. • Debe ser sostenible en el tiempo: que se pueda dar continuidad a lo iniciado, que se puedan articular los diversos esfuerzos para que las personas o comunidades puedan continuar por sí solas. • Debe ser posible dar cuenta de un después: es indispensable que cualquiera acción permita, una vez se concluya, saber qué efecto tuvo, qué se alcanzó con ella, como también planear la realización de seguimiento. Con esto tenemos elementos para adelantar una o varias acciones, las que puedan complementarse y alcanzar su fin último como es la posibilidad de promover la reconstrucción de los individuos y colectivos como sujetos sociales y sujetos de derechos. Los tipos de acompañamiento psicosocial se presentan bajo cuatro grupos de acciones: La atención en crisis. Se inicia con ella por ser un procedimiento dirigido tanto para situaciones individuales como grupales, cuando se encuentra un estado temporal de desorganización personal o grupal, como resultado de la situación de tortura. Corporación AVRE. Corporación Vínculos. Diplomado en Herramientas de acompañamiento psicosocial a víctimas de la violencia política, con énfasis en tortura y otros tratos crueles inhumanos o degradantes. Modulo 3. Herramientas para conversaciones de apoyo emocional. Inédito. Bogotá, 2010. P. 9. 8 52 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... El trabajo con grupos y redes. Reúne algunas actividades cuyo fin es el de impulsar y fortalecer los vínculos entre grupos de personas o colectivos para promover mecanismos de integración y de afrontamiento a los hechos de tortura. Las acciones psicosociales para la exigibilidad de derechos humanos. Son las que promueven el conocimiento y acompañamiento en los mecanismos y procedimientos para el acceso a la justicia. La atención psicoterapéutica. Involucra una serie de acciones especializadas dirigidas a disminuir el sufrimiento emocional y promover procesos de recuperación individual y familiar. A continuación serán expuestos cada uno de éstos. 5.6.1. Atención en crisis Se denomina intervención en crisis a la serie de procesos que se desarrollan con las personas que han sido víctimas de un hecho de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, en las siguientes situaciones: 1. Cuando el evento de tortura se ha presentado de forma reciente (desde la ocurrencia del hecho violento hasta seis semanas después), en donde las personas, familias y comunidades experimentan angustia, alteración emocional, incomprensión frente a la situación, desorientación, miedo y en general una sensación de incapacidad de continuar con su proyecto de vida9,10,11. 2. Esta forma de atención también puede brindarse cuando la persona, la familia o la comunidad se sienten desbordadas por la ocurrencia de nuevos hechos en los que se revive la situación de tortura12, ya sea por eventos o acciones que le 9 Roberts, A. An overview of crisis theory and crisis intervention. En: Roberts, A. (ed). Crisis intervention handbook, assesment, treatment and research. Oxford University Press, New York, 2000. Pp. 13-28. 10 Consulta en red: http://www.cintras.org/textos/reflexion/r19/Revista%20completa.pdf 11 Slaikeu, K. Intervención en crisis. Manual para práctica e investigación. Manual moderno. México, 1988. Pp. 11-28. 12 Existen otras técnicas de atención en crisis, las que se dirigen a promover la comprensión de los hechos traumáticos a partir de verbalizaciones e información sobre éstos en una sola sesión. Estas técnicas se denominan de desactivación (Debriefing), las que se precisarán en el apartado de terapia grupal. 53 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... recuerden de forma súbita la situación, o por la ocurrencia de nuevos eventos de violación de sus derechos. Lo cual hace que se re-experimente el dolor y el sufrimiento propio de la situación como si se estuviera vivenciando el hecho violento nuevamente. 3. Así mismo es pertinente brindar una atención en crisis en los escenarios cruciales del proceso de reivindicación de derechos que emprenden las personas, para prepararse y prevenir una posible crisis; por ejemplo, los escenarios de las audiencias públicas en las que las personas víctimas rinden su testimonio, en audiencias judiciales en los que el o los perpetradores rinden indagatoria, en la entrega de restos de familiares desaparecidos, entre otros. En estos escenarios la persona experimenta fuertes descargas emocionales que pueden llegar a producir una experiencia revictimizante para la persona dadas las condiciones del contexto, por lo que la preparación previa para estos espacios es definitiva. 4. Por último, en escenarios en los que se re-experimenta la situación, como por ejemplo las fechas significativas para las personas víctimas. Entre dichas fechas resaltan celebraciones rituales de tipo familiar o cultural –cumpleaños, cierres de año, festivales–; o la fecha en la cual ocurrió el hecho violento. Son momentos en los que la persona, la familia o la comunidad recuerdan o reviven eventos que le generan gran dolor y sufrimiento emocional. Objetivos Los objetivos de este tipo de atención son: • • • • Posibilitar un espacio de escucha y contención de las emociones presentes en las personas, buscando transformar las emociones destructivas en emociones que les brinden mayores posibilidades de acción a las personas. Proporcionar elementos que le ayuden a la persona, la familia o la comunidad a entender lo que le sucede. Optimizar las maniobras de control sobre la condición presente propiciando un espacio de seguridad. Identificar los recursos utilizados o disponibles por la persona, la familia o la comunidad, estableciendo un plan para activarlos13. Rodríguez, Alfonso; Posada, José; Bayón, María Clara. Intervención en crisis durante la fase de emergencia para víctimas de desplazamiento forzado y desastres. Instituto Colombiano del Sistema Nervioso – OIM – ICBF. Bogotá. 2008. 13 54 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... A quiénes se dirige La atención en crisis puede ser de carácter individual, familiar o colectivo. El criterio para establecer el tipo de atención que debe brindarse, deberá ser vincular al proceso a las personas que están vivenciando la situación de forma más crítica y manifiestan no contar con los recursos emocionales y relacionales para continuar con su desarrollo vital. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso En cuanto al procedimiento vale resaltar que, debido al estado de confusión, desorientación e incomprensión en el que se encuentra la persona, la familia o la comunidad, es importante establecer una relación de confianza antes que realizar otro tipo de acción, por las razones ya ampliamente expuestas. Como toda reacción humana, la crisis puede presentarse de forma diferente en cada persona, por lo que recomendamos que luego de construida la confianza, el acompañante psicosocial determine cuál es la principal necesidad que tiene la persona ante la situación. Así, si las personas tienen la necesidad de entender lo sucedido, dada la gran confusión que manifiestan, deberá generarse una conversación en la que se construya conjuntamente con el otro una primera comprensión de lo sucedido; por el contrario, si se observa una necesidad incipiente de expresar las emociones experimentadas, deberá propiciarse un momento para ello. Lo importante de estos espacios de conversación que se realicen con las personas, es que tengan sentido y significado para las mismas, por lo que se considera importante que en éstas, se involucren aspectos propios de la cultura de la persona, así como referentes particulares para su género y su generación. Partiendo de que la atención en crisis se brinda durante las primeras seis semanas después de ocurrido un hecho violento, también puede realizarse en momentos álgidos del proceso en que se encuentra la persona, por ejemplo en procesos de denuncia, audiencias judiciales, exhumaciones. Es importante que la atención que se brinde sea cercana al evento que desencadena la crisis, de ser posible inmediatamente después de ocurrido o incluso previa a la situación. Dado el estado de confusión, alteración y desestructuración en la que se encuentran la persona, la familia o la comunidad en una situación de crisis, es importante, de ser posible, realizar una atención permanente –mínimo cada semana–, hasta lograr una nueva estabilización del estado emocional de las mismas, así como una recuperación del control frente a su proyecto de vida. 55 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Se reconoce que en Colombia no siempre es posible realizar la atención en crisis de esta manera, por las situaciones particulares del contexto sociopolítico, el cual incide en las posibilidades reales de encontrarse periódicamente con las personas, familias o comunidades que afrontan hechos violentos. En este sentido resulta de utilidad realizar intervenciones en crisis contextualizadas y focalizadas a las problemáticas centrales, que le ayuden a las víctimas a disminuir el impacto y continuar sus procesos, de acuerdo a sus posibilidades. De ser necesario, esta atención en crisis puede derivarse a una atención terapéutica especializada, cuando las personas refieren la necesidad de contar con un apoyo por un tiempo más prolongado, o sus reacciones se agudizan. Por último, vale mencionar que en estos espacios hemos encontrado útil la utilización de técnicas de respiración guiada y relajación, para el manejo de las reacciones que presentan las personas en estos contextos de atención en crisis. Ventajas y riesgos Algunas de las ventajas de la atención en crisis son: • • • • Esta primera atención puede llegar a prevenir la aparición de trastornos mentales crónicos. Es el espacio para expresar y dar nombre a las emociones vividas. Se constituye en el espacio en el que se logran identificar las herramientas y estrategias para afrontar la situación. Es un espacio en el que se normalizan y comprenden las reacciones generadas tras un evento o circunstancia crítica14. Algunos de los riesgos son: • • • Son limitadas en el tiempo. Muchas veces no existe el recurso humano para brindar la atención de forma inmediata. Dado el hecho que este tipo de atención se presenta de forma puntual, puede que la comprensión del contexto de la víctima por parte del acompañante psicosocial sea escasa. Pérez-Sales, Pau (Ed.) Trauma, culpa y duelo. hacia una psicoterapia integradora. Desclée de Brouwer. Bilbao. 2006. 14 56 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... • Las personas pueden utilizar el silencio y el ocultamiento de la situación violenta como forma de respuesta y protección de sí mismas, por lo que no comparten con nadie lo sucedido hasta un periodo posterior. Esta respuesta la presentan comúnmente las víctimas de tortura debido al miedo aterrorizante que implica la deshumanización propia de dicho delito. La persecución permanente de Isabela Isabela15, mujer de 30 años, llega al espacio de acompañamiento psicosocial del proyecto de atención a víctimas de tortura desarrollado por la Corporación AVRE y la Corporación Vínculos, por el asesinato de su pareja hace menos de un mes y la constante persecución de la cual estaba siendo víctima por parte de un grupo armado, en el departamento del Meta. Dada la angustia permanente y la constante zozobra en la cual se encontraba Isabela por las amenazas y la persecución, aunado al dolor por la pérdida de su pareja, Isabela se mantenía alterada de forma permanente, por lo que la acompañante encargada de la atención decide proponerle la realización de ejercicios de respiración dirigida, por espacio de quince minutos al inicio de cada encuentro. Esta propuesta le permitió a Isabela posteriormente expresar las emociones que estaba experimentando, así como construir estrategias de auto-protección para reducir el riesgo inminente del cual estaba siendo víctima. En el último encuentro sostenido con Isabela, refirió que tanto la confianza que experimentó en el espacio, los ejercicios de respiración en cada encuentro, así como el pensar en acciones para su propia protección, le fueron sumamente útiles para afrontar su situación de persecución y sentirse diferente frente a ésta. 5.6.2.Trabajo con grupos y redes sociales Partiendo de la idea previamente señalada de que el acompañamiento psicosocial es un proceso reflexivo que se construye conjuntamente entre las personas víctimas, sus redes sociales y los acompañantes16, las acciones que buscan fortalecer las redes comunitarias de las personas, las familias y los grupos afectados por delitos de Nombres y lugares han sido cambiados para mantener la confidencialidad e identidad de las personas. 16 Corporación Vínculos . Acompañamiento psicosocial en contextos de violencia sociopolítica. Arfo editores e Impresores Ltda, Bogotá. 2009. 15 57 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... tortura, cobran una importancia trascendental en los procesos de acompañamiento psicosocial. Por otro lado, el hecho de que uno de los principales efectos que deja la tortura y los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, es la desestructuración del tejido social de las personas, así como de comunidades enteras, las acciones de acompañamiento psicosocial que se inscriben en lo que se denomina trabajo con grupos y redes sociales, se dirigen a fomentar actividades en las que dicho tejido se reconfigure para que brinde el sostén y apoyo que realizaba antes de la ocurrencia de los hechos violentos. Si bien consideramos que es imposible restaurar la comunidad o el tejido social de las personas, tal como se configuraba antes de los hechos de tortura, por la pérdida de algunos de sus miembros, el desplazamiento a nuevos contextos o el miedo y la desconfianza que se genera en las personas tras un tipo de evento como éstos, las acciones que se proponen a continuación invitan a una re-construcción o incluso a una nueva construcción de las redes de apoyo de las personas víctimas de la violencia. Aunque las acciones que se presentan a continuación se dirigen a abordar una de las principales afectaciones que se presentan en personas víctimas de tortura, como es la afectación en sus redes sociales, hablar de lo que les ocurrió en escenarios grupalespúblicos implica una gran complejidad. Por ello es importante no forzar a las personas a dar detalles de lo ocurrido, configurar un clima de confianza con el grupo, establecer criterios claros para mantener una seguridad emocional en el grupo –como por ejemplo: qué se puede hablar en grupo y qué cosas es preferible abordarlas de forma individual–. Así mismo tener precaución con los juicios de carácter político17 que se pueden llegar a presentar en el espacio y, por último, tener en cuenta que las personas que participen en los grupos se encuentren en diferentes momentos de su proceso de recuperación, para que el encuentro entre ellos se configure en espacios de apoyo mutuo. Éstos pueden tener un carácter pedagógico y reflexivo o un carácter de apoyo emocional. Es común que los eventos de tortura se perpetúen por motivaciones políticas, al utilizarla como forma de castigar o coaccionar a personas que detentan posiciones políticas contrarias. Por ello puede que en espacios grupales tales juicios políticos se presenten. 17 58 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... 5.6.2.1. Conversatorios Los conversatorios son espacios grupales, en los que, de forma participativa con las personas que asisten a los mismos, se abordan temas relacionados con la violencia política a nivel nacional o incluso internacional, desde una perspectiva histórica, social, cultural, económica y política. Así, los conversatorios son espacios de carácter pedagógico y reflexivo que permiten ampliar el marco de comprensión de las personas, familias y comunidades afectadas por la violencia política, para de esta forma tener una visión más sistemática frente a los hechos de los cuales fueron víctimas. Entre los temas que hemos abordado durante nuestra experiencia de acompañamiento, resaltan: las explicaciones que se dan frente a la situación del conflicto armado colombiano, los actores del mismo y los intereses e intencionalidades que buscan tras sus acciones, las diferentes formas en las que se presentan las violaciones de derechos humanos en el marco de la violencia política, los efectos que ésta genera en las personas, familias y comunidades, así como experiencias vividas por otras personas que han sido víctimas y han realizado acciones para recuperar su proyecto de vida, acciones de resistencia, entre otras. Contar con este marco de comprensión contextual e histórico, lleva a las personas víctimas a generar nuevas explicaciones frente a lo sucedido e incluso a integrar de alguna forma lo sucedido a su historia de vida, en donde logran identificar la responsabilidad de los hechos en el victimario18, tras unos intereses específicos y estratégicos de carácter político y económico que buscaban configurar un modelo socioeconómico determinado. Por otro lado, los conversatorios son útiles para brindar marcos de comprensión frente al conflicto armado a personas de la red social y comunitaria de las víctimas, que no se han visto involucradas en ningún hecho de violencia política, ni conocen sobre la misma, para con ello abrir espacios de discusión y sensibilización frente a esta realidad. Tal como lo señalamos en la caracterización de los efectos de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, algunas de las personas víctimas se culpabilizan a sí mismas por lo sucedido como forma de encontrarle un sentido y una comprensión “lógica” a lo sucedido, dada la irracionalidad e incomprensión que este tipo de hechos tiene. 18 59 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Objetivos • • • • Comprender críticamente las diversas causas del conflicto armado colombiano y los intereses que lo sustentan. Compartir los significados de la violencia política vivida para transformarlos. Conocer experiencias de otras víctimas que han generado procesos de recuperación o reconstrucción de sus proyectos de vida. Sensibilizar a la sociedad civil sobre el conflicto armado colombiano, para promover solidaridad hacia las víctimas A quiénes se dirigen A víctimas directas o indirectas y personas de la comunidad que hacen parte de su red de apoyo. Procedimiento y duración Los conversatorios son espacios de dos horas de duración como máximo, se pueden realizar de forma esporádica o con personas distintas en cada ocasión. El acompañante psicosocial deberá contar con un enfoque de derechos humanos y preparar un tema relativo, por ejemplo, a las violaciones de los DDHH, circunstancias en que ocurre el hecho, comprensión del contexto, para el conversatorio. Como todas las acciones que se realicen en un proceso de acompañamiento psicosocial, los conversatorios deberán tener sentido y significado para los participantes. Para ello el lenguaje debe acercarse a la comprensión de los participantes, en el que no se empleen términos que pueden llegar a re-victimizar a la víctima. Los temas abordados deben ser de interés de los participantes y el desarrollo de los mismos debe ser de forma participativa, favoreciendo una postura horizontal de construcción del conocimiento. Estos conversatorios pueden realizarse por la solicitud expresa de las personas que participan en un proceso de acompañamiento psicosocial, para conocer o profundizar sobre temas de la violencia política en general; porque se observa una misma necesidad de información frente a estos temas en personas que se encuentran realizando procesos de acompañamiento pero no se conocen entre ellas; por interés de una comunidad o una organización específica; para compartir formas de afrontamiento y resistencia frente a hechos de violencia; o durante momentos coyunturales del conflicto para brindar elementos de análisis a las personas que se están viendo afectadas. 60 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... El acompañante psicosocial deberá prever los posibles efectos del conversatorio, con lo cual debe tener en cuenta la relación entre los hechos violentos vividos por los participantes y el contenido del conversatorio, así como las características poblacionales de los participantes (es deseable cierta homogeneidad). Para unas personas este espacio puede brindar elementos para la resignificación de lo ocurrido, mientras que para otras puede llegar a ser revictimizante e incluso instalar una sensación de desesperanza, por la información que se construye. La convocatoria debe ser una invitación y no una imposición, en la que se resalte el carácter voluntario que tiene la asistencia a los mismos; así como debe realizarse un encuadre claro frente a los objetivos de los conversatorios y los temas que serán abordados, para que a partir de ello sean las mismas personas las que decidan si asisten o no al espacio. Ventajas y riesgos Algunas de las ventajas de los conversatorios son: • • • • Permiten abordar de forma contextual las situaciones que se presentan en el conflicto armado. Posibilitan la construcción de explicaciones alternativas frente a la ocurrencia de hechos violentos. Invitan a los participantes a asumir nuevas posturas y roles frente a la ocurrencia de hechos violentos en el marco del conflicto armado. No se requieren habilidades especializadas para el desarrollo de los mismos. Riesgos: • • • Pueden llegar a ser espacios muy formales, en los que las personas no encuentran sentido y significado para su situación particular en relación a los temas abordados. Se constituyen en espacios en los que se privilegia lo comprensivo y no se retoma lo emocional. Dada la situación de polarización en la que se encuentra la sociedad civil a causa de las dinámicas del conflicto armado, los temas abordados pueden generar tensión entre los participantes como también posible estigmatización de estos espacios. 61 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Familiares de ejecuciones extrajudiciales Una organización colombiana que tiene como objetivo la defensa de los derechos humanos, decidió iniciar un proceso de conversatorios con los miembros de las familias que han sido víctimas de la ejecución extrajudicial de algún familiar, por parte de miembros del ejército nacional, como estrategia de acompañamiento a los procesos de exigibilidad que estas familias han iniciado. Hasta el momento se han realizado cuatro encuentros con las familias, en los que se han abordado las directrices gubernamentales que constituyeron el contexto para que se cometieran las ejecuciones extrajudiciales en el país, la sistematicidad del delito a nivel nacional, personas involucradas e intereses en juego, así como se han compartido los recursos y los aspectos que estas familias han fortalecido para afrontar la situación de dolor y sufrimiento generado tras el asesinato de su familiar. Algunos miembros de estas familias manifiestan que tras los cuatro encuentros no solo cuentan con una visión más amplia de lo sucedido con su familiar ejecutado, sino con una perspectiva diferente frente a la violencia política que vive el país. Por otro lado refieren la importancia de conocer otras familias que atraviesan por situaciones similares, en donde los recursos y fortalezas de cada una se han constituido en experiencias útiles para su proceso de afrontamiento de los hechos. 5.6.2.2. Los grupos de apoyo Se trata de encuentros colectivos en donde se busca abordar los problemas comunes que han aparecido derivados de los hechos de violencia y tortura, así como compartir los recursos y las estrategias de afrontamiento desarrolladas por los y las asistentes al grupo de apoyo para resistir el sufrimiento generado. El propósito de esto es generar bienestar y sobre todo servir de ayuda y apoyo para enfrentar los problemas actuales. En estos casos pueden funcionar bajo la modalidad de grupos abiertos19, es decir en donde se pueden incorporar nuevos miembros en el trascurso del proceso. Se habla de grupos abiertos o cerrados para describir la forma en que se integran los participantes en un grupo durante el tiempo en que transcurren sus reuniones: abierto, cuando ingresan o se retiran los participantes en cualquier momento; cerrado, cuando inician y terminan con los mismos participantes. 19 62 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Algunas de sus principales características son20,21,22: • • • • • • • No deben ser de una única sesión, sino que deben desarrollarse de forma articulada en varias sesiones. El facilitador puede ser sustituido paulatinamente por participantes del grupo que evidencien liderazgo en el mismo. Deben incorporarse los patrones culturales de la comunidad en el desarrollo de los grupos. Propiciar un clima de participación democrática en la que todos los participantes sean incluidos. Generar los encuentros de forma periódica para fomentar la consolidación del grupo. Construir de forma conjunta con el grupo los objetivos de los encuentros a partir de sus necesidades. Es importante establecer claramente el principio de confidencialidad en cada encuentro. Objetivos • • • • Compartir y reconocer preocupaciones, problemas e impactos emocionales derivados de los hechos de violencia. Identificar, compartir y fortalecer recursos y formas de afrontamiento desarrolladas por los y las asistentes. Proporcionar apoyo emocional entre los y las asistentes –apoyo mutuo–. Facilitar la distensión y cohesión entre los y las participantes del grupo A quiénes se dirige Puede dirigirse tanto a víctimas directas como a sus familiares y a otros miembros de grupos que realizan acompañamiento a víctimas, bajo la condición de que tengan algún grado de homogeneidad, en cuanto a similitud de hechos de tortura, ciclo vital, género, etc.; ya que éstos aspectos permiten que las personas se identifiquen entre sí. Adaptado de: Pérez Sales, P. Enfoque de grupo en la psicoterapia de situaciones traumáticas. En: Pérez Sales, P. (Ed). Trauma, culpa y duelo. Hacia una psicoterapia integradora. Desclée de Brouwer. Bilbao. 2006. Pp. 561-569. 21 Adaptado de: Martín Beristain, C. Reconstruir el tejido social: Un enfoque crítico de la ayuda humanitaria. Editorial Icaria. Barcelona. 1999. 22 Comentarios y otras metodologías son señaladas en los manuales OPS/OMS citados anteriormente. 20 63 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Frente a ello es importante resaltar que si bien es importante que tengan aspectos similares que los vinculen, es igualmente importante que el grupo tenga una heterogeneidad, con miras a que las diferencias entre los asistentes sean fuente de aprendizaje y apoyo a partir de la “experiencia del otro”. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso Debe constar de más de un encuentro y el número total puede variar en función de las necesidades del grupo, intereses y posibilidades de encuentro. Algunas fases son: • • • • • • Presentación. Los acompañantes psicosociales e integrantes se presentan. Es importante en esta fase generar un ambiente de confianza. Expectativas, objetivos y normas de grupo. En este segundo momento se exploran las motivaciones de los participantes, se explican los objetivos del grupo, ejemplo: “el fin de esta reunión es poder hablar de lo que ha ocurrido y cómo nos hemos sentido al respecto…”. Adicionalmente se pasa a construir y recordar algunas normas relativas al buen funcionamiento del trabajo grupal. Dinámica para abordar la expresión de la situación a trabajar y los sentimientos asociados. En esta fase mediante diversas técnicas se exploran estas afectaciones, por ejemplo: “frente a esto ¿cómo nos hemos sentido, cómo nos ha afectado, a nivel personal, familiar, al grupo o a la comunidad?” Fase de socialización y reflexión. Durante este momento se comparte lo que el grupo ha abordado. Se busca facilitar la expresión de sentimientos y apoyar su comprensión y de los comportamientos de los participantes mediante aclaraciones, ampliación de información, corrección de distorsiones, frente a lo que ocurre ante hechos como amenazas, desplazamiento, muertes, atentados por ejemplo. Se puede señalar, por ejemplo, que muchas de las respuestas son normales ante situaciones anormales. Identificación de formas de afrontamiento. Mediante verbalizaciones se puede ir explorando las acciones que el grupo en forma particular ha empleado, así como tratar de relevar su importancia, poder compartir la experiencia de los participantes, sugerir algunas acciones para ampliar el afrontamiento. Evaluación y cierre. Al final se valoran alternativas y medidas propuestas en el manejo de las respuestas a situaciones de hechos de violencia, se evalúa qué aportó este trabajo al grupo y, para el cierre, se pueden plantear reuniones posteriores y otras acciones a seguir. Ventajas y riesgos Ventajas: • Promueve la comprensión de los hechos de violencia. 64 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... • • • Ayuda a identificar formas de afrontamiento y a fortalecer la confianza en éstas. Permite sentirse comprendido(a) por otros con experiencias similares. Motiva el cambio a partir de la experiencia de otros, estimulando formas diferentes de evaluar y afrontar los problemas. Riesgos: • Puede generar revictimización de los participantes, al escuchar experiencias dolorosas de otros. • Cuando no se aclara el propósito del trabajo grupal puede ocasionar desmotivación o abandono del grupo. • Abordar temas dolorosos para las personas sin que se realice un cierre adecuado de los mismos durante el encuentro puede llegar a perpetuar el dolor. Apoyándonos en momentos cruciales La región de la Costa Caribe colombiana ha sido una zona en donde se ha presentado un alto porcentaje de víctimas de desaparición forzada. Allí se han configurado algunos grupos de familiares con el interés común de encontrar a su familiar desaparecido y brindarse apoyo durante el proceso de búsqueda. Dentro del proceso de exigibilidad de una de estas familias, la investigación y búsqueda logró ubicar e identificar los restos óseos de su familiar desaparecido; para lo cual este grupo de familiares había construido un proceso de acompañamiento específico en estos momentos importantes y significativos para el proceso de recuperación de las personas. Dicho proceso consistía en posibilitar conversaciones entre los miembros de la familia y un acompañante psicosocial, como forma de preparación para el evento de la entrega de los restos de su familiar. En esa oportunidad el grupo de familiares conformado por alrededor de cuarenta personas manifestó su interés de estar presente en este momento de preparación, como forma de brindar apoyo a los miembros de la familia que estaban a punto de recibir los restos de su familiar. Este momento fue muy significativo, ya que cada uno de los participantes del encuentro le manifestó a la familia su apoyo y las emociones que se generaban en ellos ante el evento de la entrega; por su parte una de las asistentes al encuentro que ya había recibido los restos de su hijo meses antes, le brindó consejos y reflexiones frente a su propio proceso. Al finalizar este encuentro los familiares manifestaron haberse sentido apoyados y fortalecidos por sus palabras, así como con herramientas para el proceso que debían afrontar al día siguiente. 65 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... 5.6.2.3. Sensibilización e integración de la comunidad Esta actividad se propone para los casos en los cuales las víctimas, ya sean personas, familias o grupos, se han visto obligadas a abandonar su sitio habitual de vivienda, debido a los hechos de violencia o de tortura, y deben ubicarse en un nuevo lugar de residencia. También se propone para favorecer la integración entre los diversos grupos sociales locales victimizados por el conflicto armado. Objetivos • • • • • Favorecer el apoyo a la integración comunitaria de la persona o grupo víctima. Promover la participación e integración de personas y grupos alrededor de las violaciones a los derechos humanos. Sensibilizar y generar una comprensión contextualizada sobre la problemática de la tortura en lo local o regional, así como frente a la situación de las víctimas del conflicto armado. Informar e involucrar a algunos miembros de la comunidad en actividades que se desarrollan dentro de la atención a víctimas de tortura. Posibilitar espacios para de-construir prejuicios y estigmas que se construyen sobre la población que ha sido víctima del conflicto armado favoreciendo la participación de los diversos sectores de la comunidad. A quiénes se dirige Habitantes de la comunidad que ejercen roles relevantes dentro de ella, que representen los diversos sectores que la integran y puedan ejercer una labor de multiplicación de información. (Líderes, miembros de comunidades étnicas, miembros de asociaciones, de iglesias, de comunidad educativa, de la administración local, del sector salud, como de otros servicios de la comunidad), y a pobladores de la comunidad que estén involucrados/relacionados de una u otra manera con las víctimas. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso Contacto inicial. Previo a la realización de cualquier reunión es necesario que el equipo haya contactado de manera informal a algunas personas representantes de la comunidad, con el fin de evaluar el interés para participar en este tipo de iniciativas. Localizar lugares comunes de encuentro e invitar a representantes. Mediante diálogo con habitantes de la zona se identificarán sitios a los cuales, frecuentemente, asisten los residentes de la zona (por ejemplo, las iglesias, puestos de salud, escuelas, mercados), en donde se contactarán e invitarán a personas representativas de la comunidad. 66 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Acordar el lugar de encuentro. Mediante estas convocatorias se explorará la disponibilidad de un lugar, ojalá cerca del área en que se encuentran los habitantes de la zona de influencia, para así fijar el punto en donde se llevará a cabo la reunión. Desarrollo de la reunión. Es indispensable tener un apropiado conocimiento de los participantes y así evitar personas con intereses ajenos y contrarios que puedan ocasionar riesgo a los participantes. El primer encuentro inicia con la presentación del grupo de trabajo psicosocial. Posteriormente se expone la iniciativa de hacer partícipes a algunos miembros de la comunidad de las acciones de reconocimiento de derechos, de la situación histórica de violencia política en el país, de los prejuicios y estigmatizaciones que se han construido en relación a la población víctima, de las iniciativas que se podrían desarrollar de forma conjunta con ésta, etc., para finalmente promover conversaciones y poder llegar a algunos acuerdos conjuntos. Estas reuniones pueden desarrollarse por medio de múltiples metodologías, entre ellas: cine-foros, conversatorios, muestras artísticas, diálogos públicos, etc. Es indispensable mantener encuentros periódicos con estos grupos con el fin de conocer avances, compartir logros así como poder facilitar condiciones que lleven a acciones integradas y participativas entre los diversos grupos de la comunidad. Ventajas y riesgos: Ventajas: • Permite generar actitudes inclusivas y democráticas frente a nuevos integrantes de la comunidad. • Disminuye la discriminación y estigmatización frente a grupos de víctimas. • Promueve un trabajo conjunto entre las víctimas, la comunidad y la organización de acompañamiento psicosocial, para atender necesidades comunes en beneficio de todas y todos. • Posibilita el reconocimiento de los hechos de violencia política, lo cual coadyuva a la construcción de memoria histórica del país. Riesgos: • Presencia de obstáculos y resistencias por parte de la comunidad derivados de promover prematuramente encuentros cuando no se conocen las características de la comunidad. • Ocasionar algún riesgo al grupo por desconocer si hay presencia, influencia o control de actores armados o de grupos radicales de la comunidad. 67 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... • Puede ocurrir que por una elevada afluencia de personas de la comunidad se desconozca a los participantes, los cuales pueden distorsionar el fin de las reuniones y se canalice a intereses particulares que puedan generar monopolio del espacio de encuentro y no permitan la participación de los demás asistentes. Rescatando la solidaridad Una organización de origen eclesiástico ha promovido un proceso de integración en un barrio periférico de Bogotá, en donde no solo se concentra población que llega desplazada a la ciudad sino además sus pobladores son víctimas continuas de amenazas y extorsiones por grupos armados. Dentro de esta comunidad un gran número de sus habitantes son afrodescendientes, hecho que les ocasiona una marginalidad por la precariedad económica, estigmatización de ser delincuentes y de ser conflictivos en la zona. El trabajo de este grupo lleva ya cerca de cuatro años, durante los cuales lentamente fue involucrando a grupos de jóvenes y sus familias en torno al rescate de valores culturales negros, como la danza, el canto, la memoria, y posibilitando encuentros periódicos de los grupos. Como resultado de esto, alrededor de estos encuentros se ha facilitado la integración y solidaridad progresiva entre los sectores de residentes, lo que ha permitido que se abordaran algunas formas para enfrentar la inseguridad en el sector, así como impulsar acciones conjuntas para la capacitación y uso del tiempo libre de los y las jóvenes. 5.6.2.4.Establecimiento de redes La presente acción psicosocial se dirige a construir tejido social entre diferentes grupos u organizaciones de víctimas del delito de tortura, que manifiesten intereses y motivaciones éticas y políticas compartidas. Objetivos • • • 68 Facilitar espacios de encuentro entre grupos u organizaciones de víctimas con el fin de generar el reconocimiento mutuo. Promover el establecimiento de alianzas y relaciones de confianza entre grupos y organizaciones afines. Impulsar procesos organizativos mutuos, autónomos e independientes, en beneficio del reconocimiento de los derechos de las víctimas. El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... A quiénes se dirige Especialmente a grupos de víctimas organizadas o en proceso de organización, quienes demandan la construcción de redes sociales, a través de las cuales exijan el reconocimiento de sus derechos y puedan hacer visible su situación en medio del conflicto armado. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso Esta actividad no reviste un procedimiento preestablecido, mas a continuación se indicarán algunos momentos relevantes para alcanzar este objetivo. Reconocimiento local: Se espera que quienes realizan las acciones psicosociales hayan identificado grupos u organizaciones de víctimas con quienes puedan establecerse alianzas, teniendo en cuenta las cualidades del grupo, influencia, convocatoria, origen, entre otros. En este momento hay que establecer un buen conocimiento del contexto, el cual informe de la pertinencia y oportunidad para promover este tipo de trabajo y no originar nuevos riesgos para las víctimas. Así mismo es fundamental que los acompañantes cuenten con alguna legitimidad de la comunidad y sean reconocidos por ésta. Acercamiento (identificando personas claves): Con esta previa identificación se determinará aquellas personas claves dentro de estos grupos, como líderes, coordinadores, promotores, etc., con quienes se explorarán sus intereses por realizar encuentros con otros grupos similares. Convocatoria y desarrollo del encuentro inicial: Es importante proponer y si es posible facilitar la realización y desarrollo de esta acción (el grupo psicosocial modera y anima la reunión, y se encarga de algún componente logístico). El desarrollo inicia con una presentación de los participantes junto con las características y principales acciones que realizan las organizaciones o grupos que representan. Y a partir de esto se van a ir determinando los intereses comunes y la manera de abordarlos, para lo cual se establecerá un plan de acuerdos y de trabajo. Encuentros siguientes: Son los momentos en que los grupos han decidido volver a reunirse para desarrollar los planes y agendas de trabajo. Aquí, la organización psicosocial puede ir modificando su rol de ser impulsora de encuentros a ser un miembro más del espacio. 69 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Ventajas y riesgos Ventajas: • Posibilitan el encuentro y reconocimiento de grupos que trabajan con las víctimas. • Se generan espacios para estimular el apoyo y fortalecimiento mutuo. • Permiten identificar problemáticas generales que involucran el reconocimiento de sus derechos a partir de las propias experiencias. • Pueden llegar a constituirse en grandes movimientos con influencia local, nacional e internacional. Riesgos: • Las eventuales rivalidades, luchas por liderazgos o dificultades para tolerar un trabajo colectivo, propias de todo grupo, pueden generar desmotivación. • Otro riesgo es que conflictos ideológicos o políticos tengan primacía sobre la finalidad del espacio. • En estos trabajos pude presentarse disminución en motivación de los participantes ocasionado por ausencias, elevadas metas propuestas en el grupo, limitaciones económicas, entre otras. • Los encuentros pueden convertirse en carga de trabajo adicional, llegando a afectar su interés y participación. El Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado –MOVICE– En algunas regiones de Colombia los encuentros entre grupos de víctimas surgen en ocasiones por impulso de alguna organización psicosocial o por intereses espontáneos propios de las víctimas, en muchos casos logrando constituir grupos formales con una importante presencia regional e incluso nacional en la defensa de los derechos de las víctimas. Este es el caso del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, el cual surge a mediados del año 2005, como iniciativa de múltiples organizaciones sociales y políticas, colectivos, comunidades y grupos, víctimas de crímenes de lesa humanidad, violaciones graves a los derechos humanos y genocidio. Durante un encuentro de carácter nacional en el año 2006, establecieron ocho propuestas encaminadas a hacer realidad los derechos a la verdad, la justicia, la reparación integral, la memoria y la no repetición de los crímenes contra la humanidad y los genocidios. 70 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Su propuesta número 8 refiere: “El Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado representa un esfuerzo de unidad y construcción de confianza de los diversos sectores sociales, étnicos y políticos agredidos por la estrategia autoritaria del Estado. Al convertirse en una fuerza social contra la impunidad, el Movimiento ha venido reuniendo a múltiples expresiones organizadas en un solo proceso que ofrece mecanismos propios de coordinación y consulta permanente en el plano nacional. Una lucha exitosa contra la impunidad requiere, sin embargo, de sólidos y pacientes esfuerzos organizativos en el plano regional, que reúna las diversas vertientes de las víctimas de crímenes de Estado en un solo mecanismo de coordinación permanente, y haga realidad las líneas de acción social, política y jurídica en cada lugar. En dicha dinámica la educación y capacitación en los temas de conflicto y paz, las vías de exigibilidad y realización de los derechos humanos, y en especial, los derechos de las víctimas, deben ocupar un lugar importante. La causa de las víctimas y la afirmación de sus derechos se fortalece con la conformación de cada nueva organización de familiares o sobrevivientes de crímenes del estado”23. 5.6.3. Acciones psicosociales para la exigibilidad de derechos humanos Las violaciones que se presentan en el marco del conflicto armado no solo generan sentimientos de desconfianza entre los miembros de la comunidad, las personas víctimas experimentan una corrosiva sensación de desprotección frente al Estado, ya sea porque no contó con su protección en el momento en el que ocurrieron los hechos, o porque fue el mismo Estado el que los cometió. Partiendo del reconocimiento del rol social que, como personas afectadas por la violencia política, adquieren las víctimas, la exigibilidad de los derechos que les fueron vulnerados cobra un papel fundamental en su proceso de retomar o construir un nuevo proyecto de vida. Consulta en red 14 de abril de 2011: http://www.movimientodevictimas.org/index.php? option=com_content&view=article&id=469%3Aocho-estrategias-declaracin-del-tercerencuentro&Itemid=550 23 71 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Las acciones que se presentan a continuación se dirigen a construir espacios en los que se brinden herramientas a las personas para evitar la impunidad y la re-victimización, así como para fomentar el reconocimiento de su situación como actores sociales, con un rol activo en los procesos de reparación integral a la cual tienen derecho 5.6.3.1.Socialización de los derechos de las víctimas para su fortalecimiento y exigibilidad A pesar de vivir en un estado social de derecho, el conocimiento y la aprehensión de los derechos que protegen a la población civil de las prácticas y delitos que se cometen en el marco de los conflictos armados son escasos. De igual forma los Derechos Humanos son violados permanentemente en este contexto, por todos los actores armados que participan en el mismo, sin que exista un repudio y exigibilidad de respeto representativo por parte de la sociedad civil y las instituciones que condene y limite la ocurrencia de este tipo de hechos. Son las personas que han vivido los horrores de la guerra, las que al verse en la situación de vulneración deciden emprender el camino de la exigibilidad de sus derechos. “Los procesos de superación de la impunidad y de exigibilidad de los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación integral implican un enorme esfuerzo, en particular, para las víctimas y sus familiares quienes tienen que asumir enormes costos emocionales y psicosociales”24. La presente acción busca abrir espacios en los que las personas que han sido víctimas de algún tipo de violación de sus derechos humanos conozcan aquellos que los amparan, así como las rutas de exigibilidad para acceder a los mismos, con miras a que estos costos emocionales y psicosociales, que pueden llegar a revictimizar a las personas, se atenúen. Partir de una perspectiva psicosocial para el desarrollo de los procesos de acompañamiento, como lo hemos señalado previamente, implica un fortalecimiento de la autonomía de las personas víctimas, así como una participación activa de las mismas en sus procesos. Por ello las acciones de socialización, fortalecimiento y exigibilidad de los derechos, cobran una importancia vital para que el proceso de exigibilidad se realice desde la autonomía y propia determinación de las personas para emprender este camino. Corporación AVRE, Manual de buenas prácticas en atención psicojurídica. Corporación AVRE. Bogotá, 2009. P. 12. 24 72 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Objetivos • • • • Dar a conocer a las personas que han sido víctimas de hechos del conflicto armado, los derechos que los amparan, así como las rutas de exigibilidad por medio de las cuales se puede acceder al cumplimiento de los mismos. Posibilitar espacios en los que las personas apropien y aprehendan los derechos que los protegen, con miras a su fortalecimiento como sujetos de derechos. Generar espacios de socialización de los derechos fundamentales, en los que los participantes, conozcan más personas que se encuentran en la búsqueda y exigibilidad de los derechos a verdad, justicia y reparación. Atenuar los efectos emocionales que se pueden presentar en las actividades que emprendan las personas víctimas para la exigibilidad de derechos mediante el acompañamiento en estas situaciones. A quiénes se dirige Los espacios de socialización, fortalecimiento y exigibilidad de los derechos se dirigen a las personas que han sido víctimas de algún evento de violencia política de forma directa o indirecta, que se encuentren interesadas en conocer los derechos que los amparan, así como las rutas y mecanismos que existen dentro de la legislación nacional e internacional para la exigibilidad de los mismos. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso La socialización de los derechos que protegen a las personas que han sido víctimas de la violencia política, puede realizarse de forma grupal, en espacios que se organicen para realizar esta actividad puntualmente, o pueden realizarse de manera individualfamiliar, en el espacio de atención psicoterapéutica, en forma de asesoría. En ese sentido la presente acción se implementa según la necesidad manifiesta de las personas, las familias o los grupos afectados por la violencia política; y por ende se desarrolla en los momentos en los que las personas cuentan con el interés de conocer los mecanismos para el acceso a la justicia frente a lo sucedido o sean parte de un proceso de reparación integral. Es importante que se tenga en cuenta que hay un tiempo subjetivo25 para cada individuo, familia y comunidad que se acompañe, dado que en situaciones como la tortura, Cantidad de tiempo que transcurre entre la ocurrencia de un hecho violatorio y la decisión para hacer público y dar testimonio de lo ocurrido ante instancias judiciales. 25 73 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... por tratarse de actos que atentan contra la intimidad de la persona, la exigibilidad de sus derechos puede significarles una exposición de sí mismos, lo cual puede llegar a atentar contra su dignidad. Por ello es importante tomar en cuenta la voluntariedad y el trámite que las personas le han dado a lo sucedido, así como las perspectivas que manifiestan frente a su proceso personal de reivindicación. En cuanto a los espacios grupales que se proponen para abordar el tema de los derechos de manera formal –exclusivos para el desarrollo de los temas–, pueden realizarse de forma periódica o de forma puntual. Esto quiere decir que se puede desarrollar un programa en el que se aborden los diferentes temas en varias sesiones, como por ejemplo: derechos humanos, derecho internacional humanitario, derechos económicos, sociales y culturales, rutas de exigibilidad de los derechos, derechos de las víctimas, derechos para poblaciones especialmente protegidas –mujeres, niños y niñas, jóvenes, personas en situación de desplazamiento, grupos étnicos–, presentación de las entidades encargadas de la protección y restitución de los derechos, entre otros. O por el contrario, pueden realizarse de forma puntual, abordando temas de interés específicos, partiendo de las necesidades manifestadas por el grupo de personas participantes. En relación a la metodología que puede implementarse en estos espacios, ésta puede ser variada; conversatorios alrededor de algunos de los temas de interés, discusiones alrededor de casos emblemáticos, invitación de personas expertas sobre los temas para que hablen sobre los mismos, análisis de situaciones coyunturales que se relacionen con el tema de los derechos y su exigibilidad, presentación a cargo de los participantes de la función de algunas de las organizaciones e instituciones que realizan atención a población víctima, cine-foros, entre otras. Como se ha mencionado anteriormente, las acciones que se propongan realizar deben tener un sentido y deben adquirir un significado para las personas, por lo que es importante que la metodología que se implemente facilite la comprensión y aprehensión de los temas, por parte del grupo participante. Ventajas y riesgos Ventajas: • Los participantes se constituyen en sujetos activos frente a sus procesos de exigibilidad al conocer las rutas indicadas para ello. • Invita a los participantes a asumir nuevas posturas y roles frente a su proceso de exigibilidad de derechos. 74 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... • • Los espacios de socialización se constituyen en escenarios para afianzar el derecho a la verdad, la justicia y la reparación a la cual tienen derecho las víctimas y sus familiares. El acompañamiento de las personas en los espacios de exigibilidad, reduce los escenarios de revictimización y mitiga los efectos emocionales que se pueden generar en estos espacios. Riesgos: • Si no se realiza de forma comprensible y aprehensible para las personas participantes, puede carecer de sentido y significado para las mismas. • Puede originar confusiones cuando no se tiene el suficiente nivel de conocimiento frente a los derechos y las rutas de exigibilidad, para los espacios en los que se aborden formal y profundamente tales temas. • La invitación a espacios de exigibilidad y reivindicación de los derechos vulnerados, puede significar una exposición abrupta de la persona, lo cual puede constituirse, contrariamente, en un escenario de re-victimización para la misma. • Dentro de la situación de conflicto armado en la que aún se mantiene el país, los espacios públicos de exigibilidad, pueden llegar a colocar a las víctimas en nuevas situaciones de riesgo al hacerse “visibles” ante los actores armados. Del silencio a la denuncia Una de las familias que se encuentra realizando un proceso de acompañamiento psicosocial en el marco del proyecto de atención a víctimas de tortura, desarrollado conjuntamente por la Corporación AVRE y la Corporación Vínculos, tras cuatro años de silencio decide iniciar un proceso de exigibilidad, por la ejecución de su hijo menor de edad, presentado posteriormente como un guerrillero muerto en combate a manos del ejército nacional. La familia, oriunda de Bogotá, al conocer la noticia del asesinato de su hijo, decide acercarse al batallón militar e identifica el cuerpo de su hijo; al indagar por lo sucedido los miembros de la familia son amenazados y hostigados para hacerles abandonar el lugar de forma inmediata. Debido a esta situación deciden mantenerse en silencio, por un periodo de cuatro años. No obstante al escuchar todo el escándalo de lo que se denominó “los falsos positivos de Soacha”, deciden buscar asesoría jurídica para su caso. Después de solicitar esta ayuda ante diferentes abogados, que se negaron a apoyarlos, llegaron a una reconocida organización de defensa de derechos humanos, cuyos miembros, 75 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... además de acoger su solicitud, han brindado de forma clara y paciente la información relacionada tanto con los aspectos legales, como con los procedimientos y participación de la familia en estos procesos. Ello incidió positivamente en la comprensión y el ánimo de la familia, generando grandes expectativas en relación al desarrollo del mismo, lo cual según ellos, les ha permitido transformar los escenarios emocionales de dolor e impotencia en los que se mantuvieron por cuatro años. Así mismo han adquirido un rol protagónico en el proceso de exigibilidad iniciado. 5.6.3.2.Acompañamiento psicojurídico26 Este acompañamiento pretende responder a las necesidades psicosociales derivadas de los procesos de litigo27 o de judicialización (denuncia, investigación, establecimiento de medidas de reparación) de las violaciones a los derechos de que las personas fueron objeto. Con ello permitirá, además, trascender ámbitos estrictamente jurídicos como en los procesos de exhumaciones, construcción de memoria, audiencias ciudadanas, movilizaciones sociales, entre otros. ¿Por qué es necesario un acompañamiento psicojurídico? La necesidad del acompañamiento psicojurídico viene determinada por una reiterada violación a los DDHH, en medio de un conflicto armado degradado, la falta de garantías jurídicas, la corrupción y los impactos que ha dejado la violencia política en la estructura social ocasionando descreimiento y ruptura en valores. Es por ello que los escenarios institucionales para la exigencia de derechos resultan poco apropiados para las condiciones particulares de las víctimas, quienes generalmente se encuentran en situación de desventaja con respecto a sus victimarios. Los procedimientos jurídicos generan expectativas que no se ven satisfechas y además conllevan a la re-experimentación de los hechos violentos, generando fuertes impactos emocionales y alteraciones en las dinámicas psicosociales de sus contextos. Este componente del acompañamiento psicosocial, dentro del proyecto de atención a víctimas de tortura, ha sido construido y desarrollado por la Corporación AVRE. 27 En este ámbito se entiende como “proceso, disputa, contienda judicial. Conflicto sometido a la decisión de los tribunales”. Diccionario Judicial Lex Jurídica disponible en http://www. lexjuridica.com/diccionario/a.htm 26 76 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Las víctimas enfrentan múltiples obstáculos para acceder a la justicia, entre ellos la desconfianza ante el sistema jurídico, la poca credibilidad que se da a su testimonio, la exposición a riesgos y amenazas por parte de sus victimarios, el miedo a las retaliaciones, estigmatización o re-victimización terciaria o social (culpabilización y señalamiento de la víctima), la desinformación de las víctimas respecto a sus derechos, el maltrato o la negligencia de muchos funcionarios públicos y el analfabetismo judicial, todo exacerbado cuando se trata de la judicialización de delitos de tortura, en la que la impunidad es aún mayor28. Las víctimas del delito de tortura generalmente están invisibilizadas, en cuanto que este tipo de actos se ejecutan junto con otras violaciones a los derechos humanos, que los ocultan, quedando subrogados bajo otro delito que el funcionario considera “más grave”; por los mecanismos usados son difíciles de detectar; el desconocimiento de los funcionarios, operadores de justicia y la misma comunidad hace que no se enuncien dentro de las vulneraciones de las que se fue objeto; y por los efectos que el delito mismo tiene sobre la víctima, al ponerla en un estado de indefensión tal que no se reconoce a sí misma como sujeto de derechos. Estas particularidades del delito complejizan actuar en justicia en los procesos jurídicos: denuncia o detección, tipificación del delito, esclarecimiento de los daños, establecimiento de los hechos, culpabilización y reparación. Estos procesos involucran innumerables acciones que se recomienda estén enmarcadas en los siguientes principios generales, sin dejar de reconocer que en casos de tortura, se presentan impactos y daños psicosociales particulares que pueden exigir una atención psicosocial y un acompañamiento psicojurídico diferente a otras graves violaciones a los derechos humanos. 1. El rol protagónico en los procesos de exigibilidad de derechos es de las víctimas; condición que se debe respetar y promover. El acompañamiento psicojurídico contribuye al empoderamiento y dinamización de acciones políticas y jurídicas de exigibilidad por parte de las víctimas. 2. Atención integral y diferencial. Deben confluir profesiones, instituciones, organizaciones y acompañamientos interrelacionados para prestar una atención in- 28 Corporación AVRE, Corporación Vínculos. Herramientas para el acompañamiento psicosocial en procesos de exigibilidad de los derechos de las víctimas (Acompañamiento psicojurídico). Módulo 4. Diplomado en herramientas de acompañamiento psicosocial a víctimas de violencia política, con énfasis en tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes. Inédito, Bogotá, 2011. 77 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... tegral y diferencial (que responda a las condiciones, contexto y formas en que se expresa la tortura29) a las víctimas. Esto exige un esfuerzo por aunar los saberes y las prácticas, que no fragmenten la identidad subjetiva de las víctimas, ni sus relaciones familiares, comunitarias y sociales, ni las necesidades de intervenciónacompañamiento y que se adecuen a las condiciones y características de cada caso. El trabajo interdisciplinario y en redes facilita el acompañamiento. 3. El lenguaje debe ser sensible, claro y respetuoso, conviene corroborar la adecuada comprensión de la información y dar espacio para la expresión de emociones y expectativas, desde lo humano y no solamente desde el proceso jurídico. 4. Utilizar un enfoque pedagógico reconociendo las experiencias y saberes de las víctimas y promoviendo la asimilación de nuevos conceptos y dinámicas de los procesos jurídicos. 5. Construcción conjunta (abogados/as, víctimas, psicólogos/as, funcionarios-entidades-instituciones y operadores judiciales) para una comprensión que vaya más allá del caso, y ver los resultados en un escenario político y colectivo y de recuperación de la memoria, en que se incluyen afirmativamente las necesidades e imaginarios de las víctimas. Construir narrativas afirmativas y de exigibilidad. 6. Reducir la revictimización al mínimo, al procurar que todos los procedimientos (psicosociales, psicojurídico, legales, entre otros) y todos los escenarios jurídicos sean protectores de las víctimas y que reduzcan al mínimo las acciones que generen sufrimientos adicionales. 7. Se debe mediar entre los intereses de las organizaciones jurídicas o los requerimientos de los procesos judiciales y las necesidades e imaginarios de las víctimas. Particularmente para casos de tortura se sugiere considerar además los siguientes puntos: 8. Es importante que las víctimas desde el inicio conozcan cuál va a ser la estrategia psicojurídica que se adelantará, cuál será el rol de los profesionales y cuáles son las acciones en las que ellas van a participar para que así puedan dar su consentimiento informado y participar, en la toma de decisiones. Es posible que 29 78 Ver el apartado de “La situación de la tortura en Colombia”. El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... acciones psicojurídicas generen reacciones de ansiedad o una constante postura de prevención hacia el proceso o hacia los profesionales en las víctimas, en primer lugar porque éste es uno de los impactos de la tortura “el deterioro de la capacidad o de la motivación para establecer relaciones interpersonales”, y en segundo lugar, porque es posible que las víctimas participen bajo la premisa de que el peritaje pueda implicar el relato de los hechos. En estos casos es preciso dedicar un tiempo adicional que facilite la aclaración de expectativas y la consolidación de un espacio de confianza y seguridad donde no necesariamente se espera un relato de los hechos sino más bien los impactos que éstos han producido o la versión de la historia que la víctima quiera brindar y que corresponda a su verdad subjetiva. 9. Uno de los daños característicos en los casos de tortura es la dificultad que tienen las víctimas para manifestar e identificar los impactos de los hechos de los que fueron víctimas. Se deben incorporar estrategias que le permitan a la víctima encontrar diferencias o cambios entre su situación anterior y la actual. 10. En los casos en los que la tortura fue infringida por algún miembro del Estado o de la fuerza pública es frecuente que las víctimas sientan temor, desconfianza o incredulidad por el proceso jurídico. El acompañamiento psicojurídico debe entonces posibilitar que las víctimas expresen su sensación de riesgo, la valoren con respecto a las situaciones reales a las que se están enfrentando y generen alternativas para mantener el control subjetivo u objetivo de la situación. 11. Puede suceder que durante procesos como las audiencias o los peritajes, las víctimas experimenten crisis emocionales que las conecten o las hagan revivir los hechos de tortura, llevándolas incluso a somatizar los estados de dolor físico y emocional que vivieron. En estos casos es importante disponer de tiempo para aliviar el dolor emocional e intentar ubicarlas en la situación actual o en el estado anterior generando un espacio de contención. Objetivos • • • Fortalecer a las víctimas en los procesos de acceso a escenarios de exigibilidad de derechos. Reducir los riesgos de revictimización y victimización secundaria derivados de los procesos jurídicos. Garantizar la inclusión de elementos psicosociales en las medidas de reparación integral. 79 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... A quiénes se dirige Estas acciones responden a aquellas iniciativas de las víctimas de tortura que en forma individual, colectiva u organizada, van a exigir sus derechos en escenarios jurídicos formales oficiales o alternativos30. Escenarios: Las acciones psicojurídicas ocurren en los espacios en los que se hacen procesos de litigio, en ámbitos locales, nacionales (fiscalía, defensoría) o internacionales (como la Corte Interamericana de derechos humanos), a través de las demandas judiciales, demandas de reparación, audiencias públicas, procesos de búsqueda o de exhumación. Y en circunstancias derivadas de mecanismos jurídicos alternos como son las audiencias ciudadanas, valoración de daños psicosociales, procesos de reconstrucción de memoria. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso Hay diversos momentos en el desarrollo de un acompañamiento psicojurídico que se van a resumir y describirán en forma genérica ya que la intención en cada una de ellas puede ser aplicable en diversos escenarios como son los de litigio, procesos de búsqueda y exhumación. En cualquier proceso de litigio por tortura se pueden diferenciar tres grandes etapas31,32: la etapa previa, de construcción del caso; la etapa intermedia, o de participación de la Una acción jurídica alternativa comprende los procedimientos y prácticas en derecho que se popularizan y promueven a nivel de poblaciones mas amplias, contribuyen, de manera más o menos deliberada a un cambio de actitud de los más desfavorecidos con respecto a la ley, para que estos últimos transformen una actitud legalista pasiva (el individuo, considerado y considerándose a sí mismo incompetente, padece el derecho elaborado por fuera de él) en una actitud legitimista activa (la persona aprende a conocer el derecho, lo lleva a su vida cotidiana, lo utiliza y participa en su evolución: se apropia de él). Ejemplo de ellos son las acciones de sensibilización, educación, acciones jurídicas destinadas a aplicar, neutralizar o crear derechos de acuerdo con las expectativas de la población, acciones judiciales destinadas a hacer evolucionar el derecho formal a favor de los más desfavorecidos… caso como las audiencias ciudadanas y la construcción de inventario de daños. Se puede ampliar esto en la revista El otro derecho, “variaciones de la justicia comunitaria” Nº 30, 2004, disponible en: http://ilsa.org.co:81/node/186 31 Adaptado de: Instituto Interamericano de Derechos Humanos IIDH. Atención integral a víctimas de tortura en proceso de litigio. Propuesta psicojurídica. IIDH. San José de Costa Rica. 2009. Pp. 17-20. Disponible en http://www.iidh.ed.cr/BibliotecaWeb/Varios/Documentos/BD _1013860968/Propuesta%20psicojuridica.pdf 32 Instituto Interamericano de Derechos Humanos IIDH. Atención integral a víctimas de tortura en procesos de litigio. Aportes psicosociales. IIDH. San José de Costa Rica. 2007. Pp. 54-78. 30 80 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... víctima en audiencias y la etapa final del proceso de litigio y seguimiento de la sentencia. Cada una de ellas forma parte de un proceso indivisible pero tienen exigencias jurídicas particulares y generan también exigencias emocionales diferentes por parte de las víctimas que deben ser tomadas en cuenta. La duración de cada una de éstas es muy variable dado que en algunos de estos momentos pueden presentarse obstáculos, demoras u otras circunstancias que alteran el curso de estas acciones. Por ello deben contemplarse amplios periodos de tiempo en cada una de ellas (pueden trascurrir fácilmente meses y años). Etapa previa: Construcción del caso. Se inicia con el conocimiento de una denuncia instaurada por las víctimas o sus familiares en forma directa, por medio de una organización de derechos humanos que los representa o por el ministerio público. A partir de ello se establece una coordinación entre la o las víctimas y el equipo interdisciplinario integrado por juristas y profesionales de la salud mental del equipo psicosocial, psicólogos jurídicos y demás profesionales que se requieran para la comprensión de los daños e impactos. Durante toda esta etapa se van a realizar acciones como son las del diseño de una estrategia jurídica que orientará el caso, se establecen los lineamientos psicosociales y psicojurídicos (información, contención, apoyo, evaluación de daño) para el encuentro de las víctimas con los abogados(as), como también se establecen acuerdos en cuanto a los roles y aportes de las disciplinas participantes y de manera conjunta se enriquecerá la estrategia a seguir del caso. Es durante esta etapa cuando se va recogiendo la información mediante la documentación de los hechos así como de las afectaciones resultado de las vulneraciones a los derechos humanos y se proponen los materiales probatorios necesarios para sustentar el caso, jurídicos y psicosociales, se inicia la investigación generalmente por el ministerio publico con el fin de recoger los elementos probatorios, así como se responsabilizan los posibles perpetradores y se imputan los cargos, realizándose así la denuncia de los hechos como tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes. Y es bastante frecuente que se realicen dentro de éstos los peritajes físicos y psicológicos33 de las víctimas. Una guía importante, reconocida a nivel internacional para realizar este procedimiento, específica para población víctima de tortura, ya fue citada y corresponde al Protocolo de Estambul: Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, de las Naciones Unidas. 33 81 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Se debe tener en cuenta en este proceso de formulación, sustentación y elaboración del caso, que los actores principales –la(s) victima(s)– entiendan y comprendan claramente las diferencias entre: • • Verdad jurídica, verdad histórica y su propia verdad o verdad subjetiva, y Justicia moral y justicia legal o jurídica. Se permite, con ello, co-construir con el equipo interdisciplinar y la(s) víctima(s), al conocer, entender y comprender, puedan asumir su rol protagónico en la exigibilidad de sus derechos, así como sincronizar sus expectativas con las posibilidades reales de respuesta del proceso legal, que se valoren los riesgos que se asumen en los procesos de denuncia y restitución de derechos, y que se identifiquen, al mismo tiempo, los mecanismos apropiados de protección integral y de afrontamiento a las vicisitudes del proceso jurídico por delitos de tortura en el contexto de conflicto armado y violencia política, como el colombiano. Etapa intermedia. Participación de la víctima en el juicio. Se refiere a la fase oral del juicio, específicamente durante las audiencias. El acompañamiento psicológico, psicojurídico y psicosocial en la fase previa y durante las audiencias, puede estar dirigido a: • • • 82 Preparar al o los testigos (víctimas colectivas, secundarias y directas) del hecho investigado que van a participar como declarantes en el juicio, ya que sostener una versión ante un tribunal, con toda la ceremonialidad, formalidad y solemnidad que guarda el juicio oral ante el perpetrador, fiscal, defensor, ministerio público, entre otros, genera inestabilidad cognitiva y emocional, que de no ser manejada adecuadamente puede ir en detrimento del mismo testigo-víctima, así como perjudicar el éxito de la demanda instaurada, impidiendo con ello que no se cumplan los objetivos planteados, adicional a que se contribuiría en la revictimización secundaria y a la sensación de inseguridad jurídica. Contener emocionalmente a la víctima, resulta de particular importancia dado el nivel de angustia y estrés que participar en ellas puede provocar en las víctimas y testigos. Trabajar de manera conjunta con un equipo de profesionales y con las víctimas empoderadas sobre su caso, permite en esta fase que se preparen los cuestionarios de interrogatorio, contrainterrogatorios, de selección de pruebas y presentación de las mismas de acuerdo a la estrategia diseñada en conjunto, respondiendo a los intereses, expectativas y necesidades de esclarecimiento de los hechos (verdad), de identificación de los daños, sobre los que se quieren exigir reparación (justicia) y que en razón de lo anterior, la claridad sobre el o los daños e impactos documentados y esclarecidos se pueda reparar equilibradamente (simbólica y objetivamente). El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Puede ocurrir que durante este momento haya un encuentro físico entre victimarios y víctimas, lo cual requiere de una estrategia psicojurídica para proteger a la víctima de nuevas revictimizaciones. Como también es parte de este momento que la víctima o víctimas tengan que rendir testimonio en donde será crucial el acompañamiento y apoyo del equipo psicosocial antes y después de éste, para luego evaluar alcances e impactos de estos momentos como de las expectativas de los posibles resultados de los tribunales. Por lo general es momento de activo intercambio entre víctimas, equipo jurídico y psicosocial. Etapa final. Concluye el litigio y se hace seguimiento a la sentencia34. Es el momento del proceso en el que, en el marco de un juicio, se emite un fallo35. Con este resultado se evalúa lo alcanzado por parte del equipo psicojurídico y se determinan las estrategias a seguir, como puede ser la impugnación36 (cuando la sentencia no es favorable), o en el caso contrario se realizará el seguimiento en la aplicación y cumplimiento de lo establecido. Desde la perspectiva psicosocial implica un acompañamiento frente al procesar la experiencia vivida así como las implicaciones de los resultados en la vida de la o las víctimas. Ventajas y riesgos Ventajas: • Efecto positivo en la participación de las víctimas como constructoras de sus procesos y en el acceso a la justicia, evitando revictimización. • El apoyo y dignificación de las víctimas a lo largo del proceso. • A partir de los peritajes psicosociales y documentación de daños se ha originado un importante impacto en la jurisprudencia nacional e internacional ampliando la perspectiva y la comprensión de la reparación. • Una propuesta de abordaje interdisciplinario evidencia no solo las violaciones de los derechos, sino además sus implicaciones psicosociales. Esto permite fortalecer a la persona afectada más que en su condición de víctima en su rol social. Riesgos de estas acciones: • Los procesos jurídicos en defensa de los derechos humanos pueden ser prolongados en el tiempo lo que ocasiona un desgaste y riesgo de abandono de los participantes. Es la decisión final del juez o tribunal. En ésta se resuelven las cuestiones planteadas en un juicio. 35 Se refiere a la parte definitiva de un pleito, en donde se condena o absuelve al demandado. 36 Recurso empleado en donde se exponen motivos para que se modifique un fallo. 34 83 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... • • • • Los litigios llevados a través de una estrategia psicojurídica no garantizan siempre desenlaces a favor de las víctimas. Pueden aparecer dificultades en la coordinación en el trabajo interdisciplinario debidas a poco conocimiento de los participantes, rivalidades, confusión de roles, discrepancias en expectativas. Presencia de dilemas éticos en el proceso del litigio que interfieren el trabajo, derivados de situaciones como priorización de casos, contradicciones entre intereses, enfrentar situaciones que confrontan las historias personales de los profesionales. Implicaciones en el riesgo por la seguridad del equipo derivado de las circunstancias de la víctima. El peritaje como herramienta en el acompañamiento psicosocial Un procedimiento esencial en los procesos de litigio es el consistente en determinar, documentar, demostrar e informar, los daños e impactos, la severidad y dimensiones en que los hechos de tortura ocasionaron en las víctimas, tanto a nivel individual, como colectivo. Estas acciones son denominadas peritajes37, las que van a aportar una información valiosa en la demostración de la existencia o no de diversos niveles de afectación, médica, psicológica o psicosocial, relacionada con los hechos de tortura. Los peritajes, por lo general, son solicitados por las instancias judiciales, como también acordados por las partes. Aquellos derivados de los ámbitos jurídicos, en la mayoría de las ocasiones, tienen un carácter estrictamente psicológico o médico. En ellos se busca documentar las secuelas o efectos de la comisión de un delito y los deterioros causados tanto a nivel de su integridad física como a nivel individual subjetivo. La mayoría de éstos actúan como medios de prueba y son realizados por personal profesional adscrito a medicina Legal o por algunos profesionales independientes. Estos peritajes pueden seguir las metodologías propuestas por el protocolo de Estambul38, y asumir Refiere a la labor realizada por un experto que en un litigio va a aportar información y valoración técnica-científica-profesional sobre temas de su conocimiento o habilidad, respecto de lo solicitado por el abogado de la defensa o por la fiscalía o en caso dado por el juez y que se convierte en elemento probatorio para sustentar una hipótesis de las partes. Son informes que se presentan ante una corte en forma verbal o por escrito aportando un conocimiento relevante para el caso. 38 Naciones Unidas. Protocolo de Estambul. Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Capítulos IV a VI. New York, Ginebra: Naciones Unidas. 2004. Disponible en http://www.ohchr.org/Documents/ Publications/training8Rev1sp.pdf 37 84 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... una perspectiva psicosocial que dé cuenta de los impactos derivados de las graves violaciones a los derechos humanos. Este tipo de peritajes, como se puede inferir, están centrados en el individuo-víctima y buscan aportar a la verdad jurídica; por lo tanto se ajustan a los hechos, en donde hay un interés en la búsqueda de los efectos de la tortura sobre el bienestar integral o la afectación mental y de su integridad. Los peritajes en ocasiones resultan insuficientes para quienes han sido objeto de violaciones a sus derechos y especialmente por tortura, ya que los daños van mas allá de lo evidente. Estos tienen que ver con el deterioro en la dignidad, la identidad y la subjetividad no solo en el dominio individual sino también en el relacional y colectivo. Por ello se han propuesto otras formas de peritaje denominadas peritaje psicosocial y peritaje/acompañamiento psicosocial, en los cuales hay un inicial acuerdo por las partes de un equipo psicojurídico (víctimas, acompañantes psicosociales y equipo jurídico). En el primer caso éste es realizado por peritos expertos, que con su aporte pueden apoyar la versión de los hechos, certificar las consecuencias, verificar o apoyar su experiencia y verdad frente a hechos de tortura. El abordaje peritaje/acompañamiento psicosocial demanda una relación de mayor duración e intensidad, de modo que este proceso va a permitir el indagar los efectos de estas graves violaciones, individuales, familiares, colectivas y comunitarias; pero también, contener las diversas emociones, temores e inquietudes que a lo largo de los procesos jurídicos despiertan en las víctimas y sus familiares. De esta forma el peritaje aporta a la constatación de los hechos, la valoración de los daños y efectos-impacto que la vulneración de los derechos generó y continúa generando en la(s) víctima(s) directa, indirecta, familiar y comunitaria, constituyéndose en insumo para los procesos judiciales en su obligación de construir la verdad, pero además en insumo para los procesos de exigibilidad de derechos, como herramienta para posibilitar la reconstrucción de la memoria histórica y como una forma de lucha contra la impunidad jurídica y social. Es importante tener en cuenta que la documentación psicosocial del daño no es, en ningún momento, una elaboración de listados de pérdidas y dolores pasados de las víctimas a causa de las violaciones. El proceso de documentación psicosocial del daño consiste en una continua actualización de los impactos que han dejado en personas, familias, comunidades y colectivos las violaciones de las que fueron víctimas. De esta manera el acompañamiento y el peritaje psicosocial son aspectos que en ocasiones pueden ir juntos, otras paralelamente o sin relación alguna. 85 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Elementos del peritaje psicosocial Los daños e impactos psicosociales39 que la violencia y la impunidad generan en las personas, las familias y las comunidades son diversos y complejos, por lo que cada caso particular puede (y debe) tener características particulares. Por tanto el peritaje psicosocial se compone de la valoración y concepción de que hechos como la tortura trascienden el nivel individual, el plano físico y la inmediatez de las consecuencias, así que parte de éstos tres para explorar el nivel familiar y comunitario, identificar los impactos emocionales, psicológicos y cognitivos, y revisar cómo las afectaciones han cambiado en el trascurso del tiempo. De tal manera que un peritaje incluirá información de todos cuantos consideren quieran, puedan y sean pertinentes para la documentación del caso. A continuación se presentan categorías de análisis que pueden orientar la construcción de un inventario de daños o un proceso de documentación de impactos psicosociales: a) Daños en la subjetividad La violencia y la impunidad producen afectaciones en la salud mental de las víctimas y en sus condiciones emocionales, que deben ser consideradas más allá de la psicopatología propiamente dicha. Aquí se incluye el registro de síntomas somáticos de origen psicológico: cambios en los sistemas de creencias, alteración en los procesos de elaboración de duelo, alteración en los mecanismos de adaptación, sufrimiento emocional, daños en la salud, pérdida de oportunidades, daño al proyecto de vida, daños a la dignidad e integridad personal, entre otros. b) Daños en la dinámica familiar Los cambios en los roles y en la participación en la generación de ingresos, las alteraciones en los sistemas de comunicación intrafamiliar, las rupturas y la movilización de sentimientos negativos como la culpa, alteran las estructuras y las dinámicas familiares y generan fuertes rupturas e incluso la desintegración familiar. c) Daños relacionados con la identidad cultural y política La pérdida de líderes, la falta de credibilidad ante por las instituciones y autoridades y la experimentación del miedo debilitan y fragmentan la organización, cohesión y solidaridad social. Así la violencia provoca la pérdida de la identidad asignada al cumplimiento En este apartado se retoman algunos de los planteamientos de la ponencia La reparación colectiva desde una perspectiva psicosocial: elementos para su análisis, elaborada por la Corporación AVRE y presentada en el marco del Encuentro de víctimas pertenecientes a organizaciones sociales, Bogotá, 26, 27 y 28 de julio de 2007. 39 86 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... de determinados roles o funciones dentro del grupo, altera los valores y normas de convivencia y las expectativas de desarrollo económico, político y social. d) Daños en lo colectivo/comunitario En lo comunitario se construyen símbolos y signos de pertenencia y lenguajes compartidos por sus miembros, siendo el punto de referencia para que las personas se signifiquen y se identifiquen. La afectación a lo comunitario deja en el vacío a las víctimas, quienes experimentan fuertes rupturas con la construcción simbólica y el tejido social que les permitía significar sus vivencias. Asimismo, se pierden tradiciones y prácticas culturales y religiosas y se destruyen o cambian de significación lugares sagrados como las iglesias, las plazas, las casas culturales, especialmente si se asocian con la ocurrencia de los hechos violentos. Qué tener en cuenta en el proceso de peritajes psicosociales El trabajo de documentar los impactos y daños, en el contexto colombiano es particularmente difícil debido a: persistencia del conflicto, continuidad en la violación de los derechos, presencia de actores armados en diversos escenarios de participación de las víctimas, limitada o nula capacidad de protección a las víctimas, como el negligente funcionamiento del sistema judicial, dentro de otros. Por ello es común encontrar que estas acciones susciten temor a hablar, miedo a ser juzgado o no comprendido, confusiones, desconfianza, dudas respecto a realizar o no el peritaje, posibles riesgos por la seguridad de las victimas. Por ello es indispensable atender a un cuidadoso proceso de preparación e información para adelantar estas actividades, para garantizar que hay plena comprensión de lo que se va a adelantar. Una vez se precisen estas particularidades se inicia con las actividades de valoración, las que comprenden por lo general entrevistas individuales y grupales40. La importancia de los peritajes en las violaciones a los DDHH La masacre en Mapiripán (Meta) ocurrida en Julio de 1997, caso evaluado y juzgado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en septiembre de 2005, ilustra los componentes de un proceso psicojurídico en donde participaron las organizaciones jurídicas, Colec- Una descripción general del proceso de valoración psicosocial se encuentra en: Grupo pro reparación integral. Voces de memoria y dignidad. Material pedagógico sobre reparación integral. Aspectos psicosociales de la reparación integral. GPRI. Bogotá, 2006. pp. 34-38. 40 87 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... tivo de Abogados José Alvear Restrepo –CAJAR– , el Centro para la Justicia Internacional –CEJIL– y la organización de acompañamiento psicosocial Corporación AVRE. Los hechos ocurrieron entre el 15 y el 20 de Julio de 1997 cuando cerca de 200 paramilitares se movilizaron desde la zona de Apartado (Antioquia) hasta el municipio de Mapiripán (meta), con el consentimiento y apoyo de las fuerzas militares, ingresaron al municipio, torturaron y asesinaron a 49 personas, cuyos restos en su mayoría fueron arrojados al río Guaviare, no sin antes aterrorizar y amenazar a la comunidad. Esto ocasionó un gran éxodo de los habitantes de la región a diversas partes del país. De ellos, un grupo de familiares dieron a conocer lo ocurrido e instauraron acciones legales las que inicialmente no condujeron a ningún resultado. En 1999 se hizo la denuncia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y en el 2003 fue aceptado el caso para audiencia ante la Corte Interamericana de Derechos humanos. Durante esta primera fase el proceso fue de trámites jurídicos y de recolección de pruebas. En este año se realiza una primera valoración psicosocial a un grupo de familiares de las víctimas. A partir de Enero de 2005 se comienza a construir una estrategia psicojurídica que tiene el propósito de realizar el peritaje de 11 personas, proporcionar apoyo y contención a las victimas con ocasión de su participación como testigos en las audiencias ante la Corte Interamericana, acompañar y apoyar al grupo posterior a éstas, así como también después de la emisión de la sentencia por parte de la CIDH. El propósito que tuvo el peritaje fue dar cuenta del daño emocional de las víctimas, hacer visible el daño colectivo, las consecuencias emocionales y psicosociales de la impunidad y los efectos del desplazamiento forzado. Igualmente facilitar a los jueces de la Corte IDH determinar las medidas de reparación, teniendo en cuenta las precisadas por parte de las familias de acuerdo a los daños ocasionados. En todo el proceso se tuvo como punto de partida la subjetividad de cada víctima sobre el daño causado, más allá de las impresiones diagnósticas de tipo clínico. Durante este proceso hubo frecuente contacto con la organización jurídica que representaba el caso, con la que se acordaron acciones para la protección de los derechos de las víctimas, como apoyar y realizar contención emocional a las víctimas y a los abogados involucrados. El implementar este proceso permitió a las víctimas adquirir un sentimiento de apoyo colectivo, romper el silencio, y lograr la integración entre los diversos grupos de familiares. Finalmente, a través de un trabajo conjunto entre victimas, equipo jurídico y psicosocial, se promovió el reconocimiento de derechos y de reparación que se expresó en la sentencia de la Corte Interamericana y que inició un proceso de acciones restitutivas por parte del Estado, aunque aún, a esta fecha, algunos de los principales sindicados no hayan sido condenados por la justicia. 88 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... 5.6.4. Atención psicoterapéutica La tortura constituye una condición especial que causa daño sobre la percepción que se tiene de sí mismo y del mundo social, y se profundiza cuando el Estado es quien genera el daño en vez de ser quien garantice los derechos y brinde protección. Como se ha venido mencionando en diversos momentos de este documento (apartado: Concepciones y características de la tortura), es importante recordar que las personas pueden mostrar manifestaciones como: angustia incapacitante, hipervigilancia, pesadillas, sensación de amenaza, temor, culpa, dificultad para disfrutar las actividades cotidianas, entre otras. A mediano y largo plazo, algunas víctimas logran recuperarse, en gran medida, gracias al empleo de recursos personales y del entorno, que surgen de manera espontánea. Otras, desarrollan manifestaciones crónicas o tardías con ansiedad crónica, depresión, desconfianza o inseguridad constante. Esto es más probable, cuando se suman otras condiciones adversas que agravan la situación, tales como desempleo, pérdidas económicas, desplazamiento forzado, pérdida de seres queridos, rupturas afectivas e impunidad, entre muchas otras41. Es en estas circunstancias donde el acompañamiento especializado psicoterapéutico viene a cumplir una función primordial dentro de las formas de integración y reparación que se les puede brindar a las víctimas. La psicoterapia42 consiste en un conjunto de acciones muy particulares y especializadas43, que persiguen principalmente la disminución del sufrimiento y del malestar emocional o bien originar algún cambio en la situación, a partir del establecimiento 41 Corporación AVRE, Corporación Vínculos. Módulo 4. Herramientas para el acompañamiento psicosocial en situaciones especiales. Diplomado en herramientas de acompañamiento psicosocial a víctimas de violencia política, con énfasis en tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes. Inédito, Bogotá, 2010. 42 En este protocolo, las palabras y expresiones “psicoterapia”, “terapia”, “intervención y atención psicológica”, “intervención y atención terapéutica o psicoterapéutica”, serán entendidas en forma equivalente. 43 Es importante diferenciar la psicoterapia o procesos terapéuticos de las acciones terapéuticas. La psicoterapia concierne a la interacción de actividades dirigida a alcanzar un conjunto de metas relevantes para el o los consultantes que proporcionen alivio, bienestar, equilibrio, autodirección o cambio. Las acciones terapéuticas son las intervenciones particulares o técnicas que buscan promover el alcance de unos objetivos terapéuticos o efectos emocionales (clarificación y jerarquización de metas, señalamientos, confrontaciones, juego de roles, interpretaciones, desensibilización, resignificación). Estas pueden o no estar dentro de los procesos terapéuticos. 89 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... de una relación con el o los facilitadores o terapeutas, para que mediante unos métodos definidos se promueva esta disminución o cambio. Un proceso terapéutico parte de alguna forma de demanda o solicitud de algunas personas víctimas directas, indirectas o terceros, con quienes posteriormente se acuerda alguna forma de acompañamiento y ayuda44. Con estos elementos estamos considerando la importancia de la conversación, del lenguaje, en el establecimiento de una relación terapéutica, que se expresa en diversas formas de narrar o de organizar la experiencia. Es a partir de éstas como él o la terapeuta intenta comprender y acompañar a la víctima para promover cambios frente a lo que aqueja a la persona. El hablar de proceso psicoterapéutico en este ámbito de la tortura no implica necesariamente la existencia de alguna patología. Sin embargo pueden presentarse afectaciones mentales o emocionales significativas que obstaculizan la vida de las personas en tanto secuelas de la violencia infringida. Es importante tener en cuenta que no todas las víctimas van a presentar estas dificultades. En estos términos, la atención terapéutica a víctimas de la violencia y, en este caso, de tortura, implica ante todo un proceso de empoderamiento y recuperación o creación de relaciones interpersonales en las víctimas. Aspectos que son deteriorados y deformados por los acontecimientos violentos, con el fin de apoyar el restablecimiento de sus recursos y capacidades básicas de unidad, autonomía, competencia, identidad, intimidad y ciudadanía. El principio fundamental de empoderar, persigue la recuperación del propio control de su conducta y de la experiencia, proceso que puede describirse en tres etapas: la primera comprende la recuperación del control, que permita la sensación de seguridad. La segunda, reconstruir y trasformar la historia de los hechos traumáticos enmarcándolos en el contexto social, político y económico en que se inscribieron las prácticas de tortura, y finalmente restaurar la conexión entre las víctimas y la sociedad45. Por ello resulta teóricamente imposible llevar a cabo una práctica con presupuestos de neutralidad terapéutica, de distancia y de límites, con quienes han sido victimizados por otros seres humanos, pues estos y estas tienen devastado su sistema de creencias y necesitan saber en que sistema de creencias se ubica quien pretende ayudarlos. Por 44 45 90 Kleinke, C. L. Principios comunes en psicoterapia. Desclée de Brower, Bilbao, 1995. Pp. 21-22. Herman, J. L. Trauma and recovery. Basic Books, New York, 1997. Pp. 133-197. El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... otra parte esta demostrado que es moralmente imposible permanecer neutral en el conflicto: víctima-perpetrador46. El trabajo terapéutico específico en el campo de la violencia política y tortura, no sólo requiere capacidades técnicas y clínicas suficientes para ofrecer soluciones y alternativas para superar el dolor; en ciertos momentos se debe estar dispuesto a alternar y salir de una posición que solo ve lo psicológico, para poder abordar otros problemas, quizá relacionados con necesidades básicas para la subsistencia (por ejemplo alimentación y techo). Son útiles aquellas acciones de orientación para movilizarse en un nuevo espacio geográfico, reubicación escolar de los hijos, análisis de riesgos, pautas para la protección y la autoprotección y muchas otras necesidades que se relacionan con otros derechos vulnerados, que si no es posible resolver en este nivel, pueden gestionarse efectivamente con información adecuada, con medidas educativas y psicoeducativas, encaminando al consultante hacia rutas de atención efectivas para temas particulares, pensando en red y en el trabajo colaborativo interdisciplinario e interinstitucional. Por ello es que se proponen algunas consideraciones mínimas para emplear la estrategia psicoterapéutica dentro del acompañamiento psicosocial: • Independientemente de la técnica o esquema usado para realizar el proceso terapéutico, se recomienda que la modalidad de abordaje sea lo más amplia posible47. • Debido a que la mayoría de las víctimas se encuentran en una situación multiproblemática48, quienes realicen el acompañamiento no deben hacerlo en solitario sino como parte de una red de relaciones, es decir apoyados en un trabajo de equipo. Esto permite la supervisión de los casos, enriquecer las hipótesis de trabajo y las posibles soluciones, prevenir el agotamiento emocional y también prever posibles riesgos de seguridad para sí mismo y para las personas con las que va a trabajar, facilita el seguimiento al proceso y crea condiciones para emplear al máximo los recursos. Castaño, B. L. El trabajo psicosocial: Reflejo de posiciones éticas y políticas. En: Castaño, B.L., Jaramillo, L. E., Summerfield, D. Violencia política y trabajo psicosocial. Aportes al debate. Corporación AVRE, Bogotá. 1998. Pp. 42-43. 47 OPS/OMS. Protección de la salud mental en situaciones de desastres y emergencias. Manuales y guías sobre desastres Nº 1. Washington D. C. Agosto 2002. 48 Coletti, Mauricio; Linares, Juan Luis. La intervención sistémica en los servicios sociales ante la familia multiproblemática. Editorial Paidós. Barcelona. 1997. 46 91 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... • Debe seguirse el principio fundamental de acción sin daño. Cualquier acción debe realizarse bajo la idea de no hacer nada que pueda agravar el problema, crear nuevos problemas o revictimizar. • Resulta importante reconocer el lenguaje verbal y no verbal propio y del consultante para establecer empatía, detectar elementos sensibles en la conversación y hacer hipótesis de trabajo. Estas hipótesis deben tener en cuenta el contexto sociopolítico de la tortura y de las víctimas, para no caer en simplificaciones o reducciones del tipo “no quiere hablar porque no confía”. Antes de eso hay que preguntarse ¿por qué no confía? O “¿por qué no colabora con el proceso terapéutico?”, “¿por qué está haciendo resistencia?”. • Es importante respetar los silencios y las preguntas que el consultante prefiere no responder privilegiando la búsqueda de una relación de confianza que se diferencia de un interrogatorio o de un proceso terapéutico con personas que no son víctimas de tortura. • El proceso de acompañamiento resulta más efectivo cuando se actúa de manera temprana y preferiblemente en el entorno cercano de las víctimas. Las acciones psicoterapéuticas pueden ocurrir a diversos niveles, es decir las formas particulares o focos sobre los que se va a llevar a cabo la atención clínica. Comprende entonces la atención centrada a nivel individual, en donde el protagonista o centro de la atención es un individuo y en donde los procedimientos, aun involucrando a otras personas, están dirigidos a promover el bienestar en esa persona en particular. Por otro lado, están las estrategias dirigidas a los grupos familiares, en donde este conjunto, sus dinámicas y relaciones son el foco de interés y hacia ellos es que se van a implementar las diversas acciones o procesos terapéuticos. Y finalmente está la modalidad grupal, en donde el foco de atención se centra en grupos de personas que comparten entre sí un mismo motivo de consulta. Seguiremos con la particularización de las acciones a nivel individual, familiar y colectivo. 5.6.4.1.Psicoterapia individual Para comenzar, es necesario precisar que cualquier psicoterapia individual está enmarcada dentro de diversos modelos conceptuales y que, de acuerdo a éstos, se llevan a cabo determinadas técnicas y procedimientos para alcanzar sus metas, por lo que el intentar desarrollar aquí diversos esquemas de tratamiento y sus bases conceptuales va más allá del interés de este protocolo. 92 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Se presentarán algunas cuestiones a tener en cuenta dentro del proceso psicoterapéutico, que son los aspectos formales del proceso, como es su intensidad y duración, así como los problemas derivados que se plantean como secuelas de la tortura. Cuando se trabaja con víctimas de violencia política y en particular con víctimas de tortura es necesario realizar las siguientes advertencias en relación con los conceptos de verdad, perdón, olvido, reconciliación, reparación, y con la premisa ampliamente difundida en psicoterapia: “es necesario hablar de lo ocurrido”. En Colombia el concepto de verdad se complejiza por el contexto político en el que éste se inscribe (tal como se evidencia en la ley de justicia y paz, entre otros) y, dependiendo del rol que desempeña la institución o la persona que realiza atención a las víctimas, cuya misión muchas veces es investigar y verificar los hechos ocurridos (por ejemplo, Procuraduría, Defensoría del Pueblo, Personería, Fiscalía). La relación con la víctima se basa en investigar y conocer la versión de los hechos, para intentar descubrir si su narración es auténtica o no. En la psicoterapia no se requiere verificar la veracidad de los hechos ocurridos, incluso se pueden presentar confusiones en la narración de los hechos, lo cual da información sobre el estado emocional de la persona mas no sobre si está diciendo la verdad o no. Por el contrario, en un contexto de mentira institucionalizada como el que se vive en Colombia para las víctimas, es fundamental que “por lo menos” los terapeutas les crean y privilegien su versión de los hechos por encima incluso de versiones oficiales o de las declaraciones de los victimarios49, 50, 51. Situación similar se presenta con los conceptos de perdón, olvido y reconciliación, ya que éstos tienen diferentes implicaciones si se manejan en un contexto jurídico, público o político, o si se retoman en el espacio de la psicoterapia en el que la persona o familia puede hablar desprevenidamente de las implicaciones personales y emocionales que tiene no perdonar o perdonar, el olvido o el recuerdo, la reconciliación con quién y para qué. Todas estas cuestiones se pueden abordar en el contexto psicoterapéutico Ver también: Arévalo, Liz (2010). Atención y reparación psicosocial en contextos de violencia sociopolítica: una mirada reflexiva. Revista de Estudios Sociales No. 36. agosto de 2010. Bogotá. Pp. 29-39. 50 Pérez Sales, P. (ed). Trauma culpa y duelo. Hacia una psicoterapia integradora. Desclée de Brouwer. Bilbao. 2006. Pp. 163-164. 51 El tema de “Verdad” tiene relevancia en el medio jurídico, en donde se confrontarán versiones diferentes de lo sucedido. De allí la relevancia del acompañamiento psicojurídico cuando las víctimas deciden emprender este camino. 49 93 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... sin que ello interfiera con las luchas sociales y políticas de los movimientos de víctimas por sus derechos a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Otro componente a considerar en estos procesos es si es necesario hablar de lo ocurrido y de qué manera hacerlo. No se puede dar una respuesta general a este punto, ya que los impactos de las violaciones a los derechos humanos son particulares y las necesidades psicosociales de las víctimas también son particulares, sin embargo algunas preguntas orientadoras que se debe hacer cualquier terapeuta que esté atendiendo a personas víctimas de tortura son: ¿Cómo puedo invitar a una persona a narrar lo innombrable? ¿Qué de lo que le hicieron a esta persona es necesario conocer y qué no? ¿Para qué va a servir que esta persona describa la situación de horror que vivió? ¿En qué momento del proceso y en frente de quién es útil contar lo sucedido? ¿Cuáles son las condiciones necesarias que deben ser establecidas antes de que la persona aborde la situación que tanto daño le ha hecho? Desde la experiencia de atención a víctimas de tortura se podría decir que las personas saben cuándo y cómo necesitan hablar de lo que les ocurrió. En muchos casos lo hacen porque necesitan organizar el relato y dar sentido a esa experiencia que desestructuró todos los referentes y parámetros de la vida. En otras palabras, quieren entender qué fue lo que paso y por qué paso. En conclusión, el momento llega cuando la persona encuentra que le es útil hacerlo de manera estructurada52, porque lo desea y hay condiciones en términos de seguridad, confianza, tiempo e intimidad para esto. Es importante considerar el tiempo destinado para el proceso terapéutico, ya que muchas veces ello está condicionado por el escenario en donde ocurre, ya sea una institución pública dentro del sistema de salud, una organización privada o en el marco de una práctica privada. En muchos de ellos hay condiciones que pueden limitar las oportunidades para realizar encuentros con las víctimas, en otros hay mayor flexibilidad. Aun siendo algo incómodo, es necesario enfrentar directamente qué disponibilidad tiene el equipo psicosocial para llevar a cabo algún proceso terapéutico, para con ello establecer realmente qué se puede alcanzar. Con esto es relevante volver a mencionar que, en general, las prácticas psicoterapéuticas a víctimas, en Colombia, están muy restringidas por factores institucionales como, el sistema de salud, la disponibilidad de las personas, el contexto en que se realizan (de seguridad o riesgo, la distancia entre la vivienda de las víctimas y el lugar en que Pueden existir diversos medios además del verbal, el dibujo, las cartas, los cuentos, por ejemplo. 52 94 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... se realiza la atención), las circunstancias económicas (costo de traslado o de acceso al servicio de salud, el desempleo y la posibilidad de abandono de las consultas al encontrar oportunidades de trabajo). Todo ello, y a partir de la experiencia de las organizaciones, ha llevado a considerar la importancia de proponer estrategias terapéuticas a corto plazo53, 54 en donde se puedan potencializar cada uno de los encuentros para brindar la máxima ayuda a las víctimas55,56. Finalmente y antes de entrar a las particularidades de los procesos psicoterapéuticos, es indispensable considerar que quienes vayan a desarrollar algún proceso terapéutico deben contar con las habilidades básicas para realizar entrevistas, como son el manejo de la actitud frente a la víctima, postura comunicativa, capacidad de escucha activa y observación, habilidad para hacer preguntas y dar respuestas. También de conocimiento y destreza en el empleo de procesos y técnicas específicas para el manejo de las problemáticas que se identifiquen57. En síntesis, se recomienda contar con personas con un perfil profesional que dé cuenta de una formación en psiquiatría o psicología, con especialización o maestría en terapia o atención clínica, con experiencia en práctica clínica y trabajo con víctimas de violencia política. Esto teniendo en cuenta que dichas acciones comprenden labores muy especializadas. Una modalidad terapéutica realizada en un número corto de sesiones. Generalmente se refiere a un proceso entre 10 y 20 sesiones. 54 Se han descrito muchas experiencias de atenciones breves con víctimas de violencia. Ver Nieves-Grafals, N. Brief therapy of civil war-related trauma: A case study. En Cultural Diversity and Ethic Minory Psychology. Vol. 7, Nº 4. 2001. Pp. 387-398. 55 En el caso de la Corporación AVRE, en el seguimiento de las acciones terapéuticas individuales a víctimas de violencia política, de los últimos 6 años, se encontró que el promedio de consultas fue de 3,6 por persona y que en el 83% de los casos la atención trascurrió entre 1 a 5 sesiones. Por otra parte, hubo un nivel de abandono de cerca del 32% de las personas atendidas, por algunas razones como las anotadas arriba. 56 El empleo de pocas sesiones es bastante frecuente. En una revisión de la atención en EEUU, en ámbito de salud mental encuentran que el 70% de los consultantes asisten a 10 sesiones o menos, con una media por paciente entre 6 y 8 sesiones. Ver: KUSH, F. Brief Psychodynamic and Cognitive Therapy Regarding Acute Treatment. En Journal of Psychotherapy Integration. Vol. 19, Nº 2. 2009. Pp. 158-172. 57 Algunos textos que se pueden consultar son: Fernández Liria, A.; Rodríguez Vega, B. Habilidades de entrevista para psicoterapeutas. Desclée de Brouwer. Bilbao, 2002. Cormier, W. H., Cormier, L, S. Estrategias de entrevista para terapeutas. Habilidades básicas e intervenciones cognitivo – conductuales. Desclée de Brouwer. Bilbao. 1994. Othmer, E. y Othmer, S. DSM-IV. La entrevista clínica. Fundamentos. Tomo 1. España: Masson S. A. 1996. 53 95 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Objetivos Los objetivos que se planteen dentro del proceso psicoterapéutico dependerán de las especificidades de los hechos vividos, de los impactos ocasionados y de las expectativas de las personas. No se pueden proponer objetivos según las violaciones a los derechos humanos, ya que en Colombia las personas han vivido múltiples hechos de violencia en su vida. A continuación se enuncian algunos objetivos generales que pueden orientar al terapeuta. Éstos se presentan en una tabla en la que al lado de cada objetivo se presentan algunos retos, o implicaciones que pueden surgir en función de cada uno de estos propósitos de la psicoterapia individual, los que pueden sugerir necesidad de reformulación en un momento dado. Objetivos generales del proceso terapéutico Retos para el terapeuta Propiciar un vínculo de confianza que le permita al consultante disminuir sus temores, resentimientos, rivalidad, rabia, tristeza y cualquier otro sentimiento y sensación generado tras el hecho violento. La desconfianza es uno de los mecanismos que más se instaura en la subjetividad de las víctimas y que más las orienta en términos de cómo construir sus relaciones, ya que con la tortura y la violencia política, otro ser humano –igual a mí– me hizo daño (de manera intencional y premeditada), por lo que se rompen las premisas básicas de una relación humana Impulsar la recuperación de la confianza en y de convivencia social. las personas, apoyando al consultante en la reconstrucción y fortalecimiento de su red de Construir confianza con una persona a la que con violencia apoyo. extrema la obligaron a desconfiar, no es tarea fácil. Hay que entender que la desconfianza es una de las estrategias que las víctimas han mantenido para sobrevivir porque además el contexto de violencia política en el que fueron torturadas no ha cambiado. 96 Disminuir o atenuar el sufrimiento emocional: Comprender y transformar el impacto emocional resultante de las experiencias violentas vividas (aquél que imposibilita llevar a cabo la vida cotidiana, no se trata de ‘eliminar la tristeza de sus vidas’). Muchas personas en algún momento han tenido miedo o angustia. La diferencia con las víctimas de tortura es que ese miedo o angustia es mayor que cualquier cosa que hubieran conocido antes, es tan fuerte que los paraliza, en muchos casos no les permite salir de su casa, o volver a los lugares que les gustaban, o quedarse quietos “sin hacer nada”. Tienen que ocuparse en la casa o trabajo todo el tiempo para intentar no pensar o no sentir, no vuelven a tener un momento de “paz y tranquilidad”. Promover y apoyar los afrontamientos positivos y estimular el apoyo social hacia la víctima: Valorar y potenciar los recursos con que cuenta para enfrentar la situación, valorando las formas más constructivas de afrontamiento. (Es frecuente que las víctimas de tortura se sientan impotentes o culpables). Para afrontar la situación vivida las víctimas de tortura pasan por situaciones como: • No hablar con su familia de lo que le pasó para no hacerle daño a algún miembro de la familia. “Es que yo no puedo decir nada referente a eso, porque mi mamá se pone muy mal y yo no quiero generarle más dolor” (las víctimas se silencian o se censuran: “por qué dijo eso, mire cómo puso a mi mamá”). El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Objetivos generales del proceso terapéutico Retos para el terapeuta • A una víctima de violencia política le ha resultado útil y encuentra recursos de afrontamiento en la participación en espacios de incidencia política, movimientos de víctimas, organizaciones sociales, etc. y las demás personas de su familia le dicen: “¿Usted por qué sigue yendo por allá, acaso quiere que nos vengan a matar?” “Por usted estar allá es que nos ha pasado toda esta tragedia”. Así se culpabilizan entre ellos. Reconstruir, contextualizar y comprender los hechos. Se trata de contribuir a articular y dar sentido a los hechos con la elaboración personal que permita el reconocimiento de lo singular y específico de cada sujeto, en su historia personal. Muchas veces las personas víctimas de tortura le otorgan sentido y significado a partir de los referentes que tienen y algunas de estas explicaciones profundizan la afectación y reducen el campo de posibilidades de recuperación emocional y social de las víctimas. Algunas de estas explicaciones son: • Religiosas: “Dios así lo quiso”. “Es una prueba divina”. “Me toca sufrir en la tierra para tener un lugar en el cielo”. “Es un castigo divino”. • Culpabilizantes o auto incriminatorias: “¿Por qué yo no supe ser más cuidadosa para no terminar siendo blanco de estos grupos?” “¿Por qué mi mamá siempre cultivó en mí y mis hermanos el deseo de venganza por el asesinato de mi papá?” Humanizar la relación con las víctimas de tortura y recuperar su dignidad. La tortura deshumaniza a la personas, las hace sentir que no son dignas de vivir, que no pueden ni deben estar en este mundo compartiendo con otros seres humanos, las ponen en Otorgarle nuevos sentidos y significados a los un lugar de dependencia, de confusión, de pérdida del sentido hechos de violencia y comprender la naturaleza del ser humano, del ser social, del ser político, del sentido de de su propio impacto emocional. Las personas la vida misma. requieren reconstruir su apreciación del mundo, de sí mismos, requieren revisar y contrastar Con las víctimas de violencia política la idea es reivindicar un su versión con las de otras personas que han tipo de relación entre seres humanos, y eso se reconfigura a vivido lo mismo y de los efectos que ha oca- partir de la relación que se construye con el o la terapeuta. sionado, para así comprender qué se siente y Por lo tanto no es recomendable la distancia emocional o la lo que se piensa, permitiéndoles recuperar el separación jerárquica entre terapeuta o consultante, o una control en ellos mismos, en el marco del forta- relación de poder autoritario, ya que esas son el tipo de relalecimiento de su dignidad y libertad. ciones a las que la persona fue sometida con la tortura. Identificar los cambios vitales y estrategias para promover mejores condiciones. La violencia política genera en muchos casos, pero en particular en la situación de desaparición forzada, una situación de “estancamiento de la vida”, se congela el tiempo. Por ejemplo, algunas personas no cambian su lugar de vivienda porque “qué tal vuelva y no nos encuentre”, o siguen sirviendo el plato de comida en la mesa por si llega, o no sacan la ropa del closet de la persona porque qué tal la necesite a su regreso. Estos casos plantean un nivel de intervención de mucha complejidad porque la idea no es forzar a que las personas cambien estas rutinas, ya que con ellas se aferran a la esperanza de encontrarlos vivos. Pero ahí lo clave es mostrarles cómo han ido cambiando las cosas con el paso del tiempo; por ejemplo siendo muy cuidadosos y sin cuestionar las creencias de la persona sobre si está vivo o no, se podría preguntar: ¿Si después de estos 10 años la persona vuelve, cree que le gustaría usar esa misma ropa, será que le quedará buena? Esto muestra una posibilidad, pero la persona puede mantenerse en que quiere guardar la ropa a pesar del costo emocional que tiene verla en el closet todos los días de la vida. 97 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Objetivos generales del proceso terapéutico Retos para el terapeuta Facilitar la evaluación y constatación de las pérdidas, los daños y los cambios. El propiciar estos momentos permite que las personas puedan identificar en qué áreas de la vida subjetiva y material se han ocasionado deterioros y pérdidas y los efectos que ha traído para él/ ella y su entorno. Cuando se trabaja sobre la evaluación de las pérdidas, el terapeuta debe ser capaz de encontrar también recursos en la vida de las personas los cuales puedan aferrarse, porque de lo contrario la situación de desesperanza puede ser tan fuerte que la crisis emocional que se presente sea devastadora. Prevenir secuelas, evitar la cronicidad o la aparición de trastornos mentales, así como detectar y manejar tempranamente estos síntomas cuando sea el caso. Se trata de mantener una continua atención al efecto que está originando la atención terapéutica, es decir si no hay cambios, las dificultades para movilizar emociones y recursos son escasas y si estos estados o emociones interfieren severamente en las actividades y funciones cotidianas de las personas, es cuando se requiere gestionar otro nivel de atención. Detectar, priorizar y gestionar directamente con los consultantes o a través de mecanismos de derivación a otras instancias, aquellos otros problemas y necesidades emergentes relacionados con el/los motivo(s) de consulta. Teniendo en cuenta lo que se ha presentado anteriormente en relación con la desconfianza, la derivación a otras instancias debe hacerse con sumo cuidado para no generar revictimización o profundizar los daños. Facilitar, por parte de las víctimas de tortura, la recuperación del control y goce de su vida. En muchas regiones de Colombia se ha establecido un control económico, político, social y militar que limita y condiciona la libertad de las personas a la situación de dominación de uno o varios actores armados. La pregunta sería: ¿Cómo, después de hablar de todo lo que ha perdido, de todo el daño que le han hecho, la persona no quedó en una emoción de impotencia, dolor, desesperanza, rabia, etc.? Se debe evitar, hasta donde sea posible, que la persona tenga que volver a contar la historia en cada uno de los espacios a los que se dirige. La posibilidad de tomar decisiones, de ejercer su derecho a la libre expresión, al libre desarrollo de la personalidad, se ve limitado cuando el control de los actores armados entra a regular la vida de las personas: “Los jóvenes no pueden tener el pelo largo”. “No pueden salir después de tal hora”. “Las mujeres que usan falda corta están buscando que las violen”. “No se puede expresar una posición o postura política”. “No se permite la participación en ciertos espacios sociales”, etc. Teniendo en cuenta que estos contextos de dominación y control se mantienen, el objetivo de recuperar el control debe ser visto en contexto: ¿Qué es lo que sí pueden recuperar? ¿Qué grado de libertad y autonomía pueden tener? ¿Cómo manejar la opresión y dominación sin perder la autonomía? A quiénes se dirige A continuación enunciamos algunos criterios que orientan la identificación de quienes pueden requerir una atención psicoterapéutica. No necesariamente deben presentarse todos. Se beneficiarían de una atención terapéutica las personas cuando: 98 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... • • • • • • • Hay manifestaciones en su pensamiento, emociones o conductas que causan perturbación, malestar o sufrimiento que se vuelven permanentes. Hay importantes cambios en la actitud y forma de ser habituales que tienen una intensidad (severidad) o frecuencia (veces en que se presenta) que ocasionan importantes interferencias, deterioros o incapacidad para la realización de su vida cotidiana, laboral y social. Se presentan alternaciones en los patrones de alimentación, de sueño, sexuales y malestares somáticos. Refieren cansancio, estar enfermos o sin ganas de vivir. Las personas refieren profunda impotencia y desesperanza frente a la posibilidad de transformación del sufrimiento (lo he intentado todo y nada cambia) Hay reconocimiento de sensación de malestar o incomodidad subjetiva por su forma de pensar, sentir o actuar o se siente desbordada por ellos. Las prácticas rituales o culturales pierden sentido para las víctimas. Se encuentra una relación temporal (inmediata o diferida) entre este estado o cambio y los hechos de tortura o de violación a los derechos (antes no era así... después de esto fue cuando…). Procedimiento y duración en momentos clave del proceso A continuación se indicarán aquellos componentes centrales y generales (no los únicos) en la atención psicoterapéutica a víctimas de tortura. Las acciones que aquí se plantean parten de un “deber ser” del proceso de atención psicoterapéutico individual. Sin embargo, el contexto sociopolítico en Colombia reta todos estos procedimientos e impone que los terapeutas deban hacer de cada conversación o espacio de atención con las víctimas un momento único y transformador, dada la poca predictibilidad del proceso hacia el futuro. Por ello se pueden identificar tres momentos o grupos de acciones que ocurren a lo largo de este proceso, un momento inicial, intermedio y el final o de cierre, los cuales, como se acabó de indicar, pueden ocurrir en varias sesiones o en una sola. Fases del proceso terapéutico Acciones iniciales Conocimiento de la situación de la persona: Conocer las condiciones previas que se crearon para generar la solicitud de ayuda58. Un insumo previo es la información envia- 58 Coletti y Linares. Op. Cit. 1997. 99 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... da por la persona que realizó la derivación, un segundo insumo es el análisis del motivo de consulta con el grado de profundidad recomendado en el apartado “Exploración de impactos y toma de decisiones”. Para emplear estos dos insumos de forma eficaz, resultan útiles las siguientes preguntas: • • • Quién o quiénes hace(n) la petición o demanda de cambio. De quién o quiénes se dice que sufren con el problema. Quién o quiénes tienen manifestaciones del problema. Luego de esta valoración inicial, se establecen hipótesis iniciales que permiten reconocer y priorizar las necesidades y problemas, los cuales deben traducirse en objetivos de la atención siempre y cuando sean acordados mutuamente con la persona víctima, como problemas susceptibles de solución. Por ejemplo, si una persona espera que la psicoterapia le ayude a encontrar a su hijo desaparecido vivo, ahí hay que entrar a aclarar qué puede esperar del proceso terapéutico y que no. Las hipótesis son suposiciones hechas con base en el raciocinio del profesional que brinda la atención y se constituyen en el punto inicial para el trabajo posterior. Son además una manera de organizar la información con la que se cuenta, para que sirva de guía. Las hipótesis no deben considerarse verdaderas ni falsas, sino herramientas más o menos útiles para la atención, que son la base para que surja nueva información a partir de la cual la hipótesis se valide o transforme en otra más útil. Se busca que las hipótesis incluyan a todas las personas involucradas en la situación y además muestren la funcionalidad de las relaciones, en un contexto determinado59. Esta entrada debe servir también para crear un clima de acogida y de reconocimiento de la legitimidad del dolor. Es posible que el consultante solamente esté buscando información frente a un problema concreto (denominado “problema de entrada” o “necesidad sentida”) y no esté interesado o considere que no es necesario entrar en un proceso de atención de más largo aliento; también puede que se trate mediante una primera ayuda psicológica o primeros auxilios psicológicos, como es usual en situación de crisis; importa también que la definición del problema de entrada reúna “condiciones realistas” en medio de la irracionalidad que impone la violencia política, para considerar en que aspectos se prevé qué las personas se beneficiarían de la atención. Cecchin, G. (1989). Nueva visita a la hipotetización, la circularidad y la neutralidad: una invitación a la curiosidad. Sistemas Familiares, Año 5 Nº 1. P. 15. 59 100 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Encuadre del proceso de atención: En caso de iniciar un proceso de atención, se establecen acuerdos para el encuentro, tiempos, espacio donde se va a realizar, con quién o quiénes se va a realizar, y se prosigue con el proceso de evaluación para profundizar en aspectos que se consideren pertinentes y conexos. La exploración más profunda que se da en esta fase permite replantear las hipótesis iniciales, pero también busca identificar recursos y fortalezas en las personas que solicitan el apoyo y en su entorno. No hay un estándar acerca de número de consultas o tiempo necesario para que la atención sea útil, cada caso es particular. Más importante es que los tiempos y número de sesiones sean acordados sobre la marcha. Formulación del plan de acción: Esta acción no es independiente de las anteriores ni de la siguiente. Lo usual es que las conversaciones que se van dando entre la víctima y el (la) acompañante, van llevando a un proceso de replanteamiento de las hipótesis y de la problemática inicial que permite su transformación. Es recomendable que durante todo el proceso se pueda comentar el caso con otro miembro de su equipo u organización, manteniendo la debida confidencialidad acerca de aspectos que no sean pertinentes o que no sea conveniente revelar. Si el trabajo se realiza en equipo y no por su propia cuenta y riesgo, le dará luces sobre perspectivas diferentes para entender y abordar los problemas desde otros ángulos. Establecer el plan de acción, es algo que se va construyendo de manera conjunta con el consultante. La experiencia en atención a víctimas de hechos de violencia política como la tortura, señala que cada encuentro debe ser tomado como el único, pues las condiciones cambian de manera insospechada y pueden alterar el encuadre inicial. Por la misma razón, se debe estar preparado para que los planes sean flexibles y ajustables en el tiempo. Acciones intermedias Guías para construir el plan de acción60 Dificultades que se pueden presentar en los planes de acción en contextos de violencia política y con víctimas de tortura ¿Por cuánto tiempo se hará la atención? En muchos casos la atención psicoterapéutica se interrumpe antes de cumplir los objetivos por situaciones de nuevas amenazas y desplazamientos, porque las personas están en condiciones socioeconómicas precarias y consiguen trabajos de 18 horas diarias, o cambian su lugar de vivienda. ¿Por parte de quién? (responsables) Pueden ocurrir cambios en los terapeutas debidos a rotación, limitaciones en tiempo o por el desgaste emocional que puede ocurrir por las considerables demandas que la atención a víctimas puede traer. 60 Salikeu, Karl. (2000). Op. Cit. Pp. 108-111. 101 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Guías para construir el plan de acción Dificultades que se pueden presentar en los planes de acción en contextos de violencia política y con víctimas de tortura ¿Dónde? Puede variar de una sesión a otra, dependiendo del nivel de riesgo de las víctimas. ¿Cuáles son las metas e intereses? Cuando las víctimas de tortura viven en contextos adversos, se enfrentan cotidianamente a situaciones de riesgo, amenaza, problemáticas sociales que los afectan y afectan a sus hijos, y llegan al proceso de atención planteando dificultades e intereses nuevos en cada consulta. ¿Cuál es el dispositivo que se va a emplear para cumplir las metas? Se debe ser muy recursivo en la implementación de técnicas, estrategias de intervención, formas de atención. Lo que sirvió con una víctima puede no ser útil con otra. ¿Cuáles son los recursos disponibles para cum- Generalmente se trabaja con recursos económicos y huplir la meta? manos limitados, por eso es tan importante poner metas realistas, alcanzables a corto plazo, con las que las víctimas tengan herramientas para continuar su proceso de recuperación sin la presencia del terapeuta. ¿Cuáles son las metas y cómo se puede verificar que se consiguieron? ¿Cuál va a ser la estrategia de seguimiento? ¿Qué obstáculos y dificultades se pueden prever? El seguimiento y evaluación del proceso es una de las acciones que más se dificulta en este contexto. Por lo anterior se recomienda ir evaluando cada sesión y no esperar al final del proceso. La intervención terapéutica: El terapeuta, a través de la conversación, las preguntas, los rituales, los ejercicios terapéuticos o las técnicas y estrategias de su enfoque de atención, propicia la elaboración de la experiencia traumática. Aquí es cuando más se emplean técnicas específicas para el manejo de las principales problemáticas, como puede ser el manejo de sentimientos e ideas intrusivas61, la depresión, la culpa, la elaboración del duelo, por ejemplo. También es el momento en dónde se hace el seguimiento, lo que implica la verificación continua de las metas trazadas, como también de las hipótesis iniciales e intermedias construidas en el proceso. En este camino se pueden presentar situaciones emergentes que obligan a un replanteamiento del problema y de las posibles soluciones. Las ideas intrusivas en los casos de violencia política y tortura son ideas que están relacionadas con la experiencia vivida y deben ser entendidas como reacciones normales ante situaciones anormales. 61 102 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Acciones de cierre o terminación Cierre y evaluación del proceso de atención psicoterapéutico: Se da cuando la persona que solicitó el apoyo puede expresar su deseo de retirarse, o cuando abandona el proceso sin aviso, pero lo deseable es que el cierre se haga de común acuerdo y cuando las partes consideren que han cumplido las metas trazadas. En este momento se propone el resumen de logros y cambios alcanzados, puede plantearse alguna forma de ritual de despedida. Se plantea también una discusión sobre planes futuros, en términos de metas a largo plazo, considerando la posibilidad de recaídas, para finalmente proponer alguna forma de seguimiento. Dentro de un proceso psicoterapéutico es vital identificar los logros que la persona ha conseguido, dado que ello permite el afianzamiento de los cambios logrados. Ventajas y riesgos Ventajas: • Permite una disminución del sufrimiento emocional que está interfiriendo en el disfrute de la vida. • Ofrece una atención especializada ante circunstancias que tienen un importante riesgo de complicación en la salud mental. • En los espacios privados se facilita la expresión de lo que ha sido silenciado por la violencia, así como de las secuelas emocionales complejas de la tortura. • Es una oportunidad de ensayar nuevas formas de relacionarse, pensar y actuar en el encuentro terapéutico. Riesgos • Puede ocasionar revictimización; cuando se fuerza a la persona a recibir atención, cuando se la fuerza a hablar de lo sucedido sin que la persona esté preparada para esa narración o cuando se insiste en conocer “cómo fueron los hechos” (nivel alto de detalle y sevicia), cuando se interrumpen los procesos por dificultades administrativas (de la institución encargada, por ejemplo falta de recursos), cuando la persona que realiza la terapia no cuenta con las habilidades necesarias. • La realización de estas acciones por personal poco experimentado puede llevar a complicaciones en el estado emocional de las personas víctimas. • Puede originar dependencia e inseguridad cuando no se realiza un adecuado encuadre de lo que puede suceder y de lo que se puede esperar de la terapia. • Es una acción que en ciertos contextos culturales no es válida. • El desarrollo de prácticas terapéuticas que desconocen el contexto, puede ocasionar individualización de problemas que son de origen social. 103 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Reencuentro con la vida Durante los últimos 9 años, Fabiana, una mujer de 42 años, ha sido víctima de numerosos hechos de tortura y violencia. Ellos se inician, en la zona norte del país, cuando hacia comienzos del año 2000 hay un importante control territorial paramilitar, y a partir de los asesinatos y amenazas los paramilitares ejercen dominio en la población. En esos momentos Fabiana es víctima de abuso sexual por parte de 7 hombres pertenecientes a un grupo armado, luego continúa con las amenazas de este grupo armado para reclutar forzadamente a uno de sus hijos adolescentes, sigue con las frecuentes amenazas de muerte como resultado de su huida para proteger a sus hijos, así como por las denuncias sobre estos hechos a la fiscalía. Todo eso ha hecho que en este tiempo haya debido trasladarse ella y sus hijos hasta 4 veces de ciudad. Su caso es conocido por una organización social con la que se vincula para apoyo en reivindicación de sus derechos. En ésta identifican su queja de permanente estado de ánimo deprimido, llanto fácil, desmotivación, sensación de confusión, angustia por el bienestar de los hijos y severa precariedad económica. Llega entonces a la organización psicosocial, donde es recibida por un psicólogo terapeuta. A partir de un primer encuentro que dura aproximadamente una hora y media se facilita la exposición de sus preocupaciones y problemáticas, y mediante preguntas se fueron organizando sus quejas y se comienza a proporcionar algunas explicaciones de su experiencia. Así se acuerda el continuar con el proceso terapéutico, en el que inicialmente se propusieron como objetivos propiciar un vínculo de confianza que permita expresar sus temores, disminuir su estado de sufrimiento, identificar recursos para el afrontamiento y propiciar acciones de control de su vida. Se programaron reuniones semanales; las primeras se dirigieron a disminuir su angustia, a proporcionar información para el manejo de riesgo, dado que durante todo el proceso persistieron las acciones de intimidación y amenazas en forma telefónica a ella y a una de sus hijas. Por ello las acciones terapéuticas debieron replantearse frecuentemente, por el incremento o disminución de riesgos. Durante las fases intermedias, además, se reconocieron recursos personales, familiares y de instituciones que facilitaron la realización de otras acciones que le permitieron independencia y generaron sensación de control frente a las amenazas. En el trascurso de siete sesiones se fueron observando cambios, primero en el estado de ánimo, con disminución de la tristeza, tranquilidad, acciones con mas iniciativa para gestión de recursos, una activa y decidida realización de acciones en defensa de derechos, con organizaciones del Estado obteniendo medidas de protección, reconocimiento de nuevas ayudas humanitarias y, a medida que informaba, una mejor comunicación y relación con sus hijos. 104 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... La última sesión que se realizó giró en torno a la organización y evaluación de un viaje a visitar a un hijo en otra ciudad, en donde se observaba decisión, sensación de autonomía, mayor confianza en sí misma y capacidad de evaluación realista de riesgos. Posteriormente a este encuentro informó telefónicamente que debió cambiar de ciudad, por lo que no se hizo un cierre del proceso, mas en una comunicación telefónica posterior de seguimiento se conoció que había reanudado una microempresa de comestibles, y se sentía más segura, con ocasionales episodios de tristeza y con la sensación de retomar el control de su vida. 5.6.4.2.Psicoterapia familiar y de pareja Situaciones como la tortura no solo afectan a la persona que es víctima directa de este tipo de hechos, sino adicional a ello a toda la estructura y organización familiar, dadas las características de esta violación de los derechos humanos , por la que se irrumpe y trastoca la intimidad del ser humano. Las relaciones entre los miembros de la familia se transforman, muchas veces se opta por el silencio como forma de afrontar lo sucedido, partiendo de la creencia de que no mencionarlo genera menos dolor en los diferentes miembros de la misma. Así, cada uno prefiere afrontar lo sucedido de forma individual, lo cual conduce al aislamiento y el silenciamiento de las emociones generadas tras un evento de tortura. “Si bien esta tendencia al silencio ha sido documentada en la literatura y se ha comprobado a través de experiencias de trabajo, no debe ignorarse la particularidad de los casos y ha de reconocerse que cada persona y cada grupo familiar despliegan sus propias estrategias para enfrentar las secuelas psicológicas y emocionales de un evento traumático asociado a la tortura”62. En otros casos las pautas de relación con el entorno son caracterizadas por la hipervigilancia (desconfianza, sospecha constante, sensación de inseguridad, permanecer en estado de alerta), la ansiedad y el miedo, que son transmitidos y reproducidos al interior de la familia. Así mismo, los comportamientos que asume la persona que ha sido víctima directa de un evento de tortura, como son el aislamiento, la irritabilidad, la incapacidad de Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Atención integral a víctimas de tortura en procesos de litigio. Aportes psicosociales. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. 2007. P. 118. 62 105 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... conectarse con sus hijos, pareja o padres y la hipervigilancia, son comprendidos por los demás miembros de la familia de forma diversa, en donde la incomprensión y el silencio pueden llegar a configurar una forma de relacionamiento que dificulta la superación de lo sucedido. Sentimientos como la impotencia e inutilidad son escenarios recurrentes en los miembros de la familia, ante la imposibilidad de transformar los comportamientos de su familiar tras el evento de tortura. Igualmente los roles que desempeñaba cada uno de los miembros de la familia antes del hecho violento se transforman, conduciendo a un cambio drástico de las funciones que cada uno desempeñaba dentro de la misma, generando responsabilidades en miembros que pueden llegar a desbordarlos o transformar proyectos de vida de forma definitiva. Partiendo de la idea de que los sujetos somos en esencia el conjunto de relaciones sociales en las cuales participamos63, no solo las víctimas directas de los eventos de tortura presentan algún tipo de afectación. Se ha documentado un efecto importante en los miembros de la familia que si bien, para el momento en el cual se produjo el hecho violento, no habían nacido o estaban en edad temprana, sí presentan diferentes manifestaciones a nivel comportamental o relacional, muchos años después de lo ocurrido, que dan cuenta de un tipo de afectación en ellos. Lo cual ha sido denominado como daño transgeneracional64. El daño transgeneracional se da dependiendo de: las características del hecho violento, el rol y el vínculo de las personas con la(s) víctima(s) directa(s), el impacto y lo daños a nivel familiar y social de los hechos, la manera como la familia y la comunidad afronta esos impactos y daños. El crecer en un ambiente en el que la narrativa del dolor y el sufrimiento dominan el contexto familiar, o en el que el silencio y la incertidumbre se configuran en formas de relación entre los miembros de la familia, conllevan a asimilar la experiencia traumática como elemento constitutivo de la identidad de los niños, niñas y jóvenes de estas familias. Por su parte las parejas pueden sufrir un fuerte distanciamiento que puede llegar a atentar contra la estabilidad y permanencia de la mismas, más aún cuando el evento de tortura se ha ejercido por medio de actos de abuso sexual hacia alguno o los dos 63 Madariaga, C. Daño transgeneracional en Chile. Apuntes para una conceptualización. Cintras. Chile. Consulta en red: http://www.cintras.org/textos/reflexion/r30/dano%20transgeneracional%20en%20chile.pdf 64 Ibíd. 106 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... miembros de la pareja, generando culpabilizaciones, revictimización, impacto en la pérdida de valor de la persona en la relación de pareja (deshumanización) y algún grado de “disfuncionalidad sexual”. Tomando en cuenta lo anterior, es importante realizar un abordaje terapéutico de carácter familiar ante la situación de cambio que genera un evento de tortura, ya sea por solicitud directa de la persona que está recibiendo una atención terapéutica individual por ser víctima de tortura, o por la remisión directa de todo el núcleo familiar debido a la presencia de situaciones que generan dificultades que desbordan los recursos con los que cuenta la misma. Para tomar la decisión en la que es pertinente y oportuna la psicoterapia familiar y de pareja, se deben valorar los niveles de afectación familiar (individual, de pareja, generacional y parental). Objetivos • • • • • Estimular procesos autorreflexivos65 entre los miembros de la familia acerca de la identidad que han construido a partir del lugar que ocupan en la familia. Comprender la significación que cada uno de los miembros de la familia le ha dado a los hechos violentos, cómo se los han explicado y qué efectos ha tenido estas significaciones en la vida personal o familiar. Reconstruir los límites y los roles, que desempeñan los miembros de la familia en donde las responsabilidades y los procesos de toma de decisiones dentro de las mismas se reconfiguren a partir del papel que tiene cada miembro en ésta. Construir estrategias conjuntas con los miembros de la familia para abordar y afrontar las consecuencias del hecho violento, así como fortalecer las estrategias de afrontamiento que han empleado hasta el momento. Promover procesos de transformación de las afectaciones transgeneracionales que pueden presentarse como resultado del hecho violento. A quiénes se dirige La psicoterapia familiar o de pareja se dirige a los miembros de la familia que están interesados en participar de un proceso terapéutico, debido a los efectos que el evento de tortura ha tenido en sus relaciones y dinámica familiar. Programa de Reparación y Atención Integral en Salud y Derechos Humanos. PRAIS. Protocolo para la atención integral en salud a personas afectadas por la represión política ejercida por el Estado en el período 1973-1990. Santiago de Chile. 2006. Disponible en http://www.cintras.org/ textos/protocolopraischile.pdf 65 107 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Ello conduce a resaltar la voluntariedad de los participantes en este espacio, por lo que no es necesaria la presencia de todos los miembros que componen la misma. Igualmente la psicoterapia familiar o de pareja puede focalizarse en los miembros de la familia que mantienen relaciones conflictivas entre sí, en donde las estrategias de solución que han empleado no les han resultado útiles para la transformación de dicha situación. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso Si bien existen diversas formas de psicoterapia para abordar las situaciones familiares y de pareja, la pretensión del presente protocolo no es describir a fondo cada una de estas técnicas, sino brindar elementos generales comunes a todos los abordajes terapéuticos. Tal como se describió en el apartado de la psicoterapia individual, se proponen tres fases básicas en los procesos terapéuticos que se adelanten con las parejas o familias que lo soliciten o lo requieran. La primera de ellas es una fase inicial, de caracterización, la segunda o intermedia, de desarrollo de los objetivos terapéuticos establecidos en la primera fase, y la tercera etapa será de cierre del proceso. Acciones iniciales Como las demás acciones de acompañamiento psicosocial que se han propuesto en el presente protocolo, lo primero que se propone es conocer desde la particularidad cada sistema familiar que se acompañe. Un aspecto fundamental que deberá conocerse en esta etapa inicial será el motivo por el cual se encuentran solicitando un apoyo terapéutico y cuáles de los miembros de la familia participarán en el proceso; a partir de ello se construirán los objetivos que se pretenden conseguir en el mismo, a saber, lo que se busca alcanzar o transformar una vez se finalice el proceso de acompañamiento psicoterapéutico. Este primer momento, el cual se sugiere desarrollar en los dos primeros encuentros que se realicen con la familia, deberá centrarse en conocer los miembros que componen la familia, incluso aquellos que han sido parte de la misma y por las condiciones del conflicto armado han sido asesinados, desaparecidos o reclutados por los actores armados. Igualmente se debe explorar la forma como se relaciona cada uno de los miembros dentro del sistema familiar, de qué forma se han visto afectadas sus relaciones y emociones tras el hecho violento del cual fueron víctimas, la significación del hecho de tortura, las estrategias de afrontamiento por medio de las cuales han abordado la situación y los recursos a nivel emocional y relacional con los que cuenta el sistema. 108 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Nótese que no es necesario explorar las características de cómo se cometieron los hechos violentos de que fueron víctimas, sino las consecuencias, las emociones y las relaciones que se han visto afectadas por el mismo. Por último, en esta primera etapa del proceso, deberá concertarse con los miembros del sistema familiar la periodicidad de los encuentros, el lugar en el que se desarrollarán y el tiempo que se requiere destinar para los mismos. Encuadre que debe acondicionarse a las condiciones del contexto y características particulares de los participantes. (Tener en cuenta distancias geográficas, situaciones de amenaza y hostigamiento, dificultades de recursos económicos, entre otros). En esta etapa se exploran las narrativas que se han construido al interior del sistema familiar alrededor del hecho violento y las relaciones que se han configurado entre ellos a partir del mismo, con miras a posibilitar la construcción de narrativas alternativas y nuevas formas de relación que les signifiquen apoyo mutuo y transformación de la situación por la que se encuentran acudiendo al espacio terapéutico. Allí se escucha y explora la voz de cada uno de los miembros que conforman la familia –incluso la de aquellos que no se encuentran presentes en el espacio terapéutico–; frente a lo cual es importante intentar mantener un equilibrio en el que la voz de todos los participantes sea escuchada. Así mismo en esta etapa se abordan las estrategias que ha utilizado la familia para afrontar las consecuencias del hecho violento y se posibilitan conversaciones para la construcción de estrategias familiares alternativas para abordar dichas consecuencias. Acciones intermedias Durante el proceso terapéutico deberá evaluarse permanentemente si los objetivos que se establecieron durante la primera etapa siguen vigentes o se han transformado. Dado que un proceso terapéutico es dinámico y se construye de forma permanente entre los miembros de la familia, el terapeuta y los acontecimientos externos en los que participa el sistema, siempre deberá tenerse una apertura para transformar los mismos. El número de sesiones terapéuticas para el desarrollo del proceso dependerá de la situación familiar y la complejidad de la misma, así como de la consecución de los objetivos terapéuticos. En donde siempre deberá partirse de la idea que cada encuentro es único, dado el permanente cambio de las condiciones de vida de los miembros de la misma (p.e: consecución de empleo por parte de uno de los integrantes de la familia, o cambio intempestivo del sitio de vivienda por amenazas recibidas, entre otros). 109 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Acciones de cierre o terminación La etapa de cierre del proceso de la psicoterapia familiar o de pareja se construirá de común acuerdo con los participantes a partir de la consideración de ellos mismos que se han alcanzado los objetivos propuestos. Ésta se realizará a partir del momento en el cual el sistema familiar se percibe tanto con la capacidad, como con las herramientas suficientes para enfrentar las crisis y situaciones problemáticas que puedan presentarse a futuro. El cierre del proceso es bastante importante, dado que marca la finalización de un episodio en la historia familiar y posibilita la apertura de uno nuevo, en el que las relaciones y emociones se configuren de una forma diferente. Así mismo en esta etapa se acuerda conjuntamente la forma en la cual se realizarán los seguimientos por parte del terapeuta. Escenario. (En dónde ocurre) Tal como se describe en el apartado de psicoterapia individual, la psicoterapia familiar puede desarrollarse en cualquier espacio en el que las condiciones de privacidad y construcción de confianza estén dadas, a saber, que no se presenten interrupciones constantes, que los miembros de la familia se sientan cómodos y seguros de hablar de sí mismos y de su situación, etc. Teniendo en cuenta la garantía de las condiciones de seguridad para los participantes (miembros de la familia y terapeuta) para el desarrollo de una psicoterapia familiar no es aconsejable desarrollarla en la misma casa en la que ésta habita, dado que el espacio es un contexto que configura formas de relación específicas y si son éstas últimas las que se buscan transformar, mantenerse en el mismo contexto en el que se habita dificulta la construcción de formas de relación alternativas. Así mismo el espacio familiar puede llegar a configurar una relación diferente entre el terapeuta y la familia que conlleve a la no consecución de los objetivos terapéuticos. No obstante lo anterior, dentro del proceso pueden llegar a realizarse visitas domiciliarias, con miras a conocer el contexto en el que se encuentra la familia. Ventajas y riesgos Algunas de las ventajas que resaltamos son: • Posibilita espacios en los que los miembros de la familia se escuchan de forma activa, lo cual posibilita nuevas comprensiones de sus relaciones. • Abre espacios para hablar de lo que han decidido silenciar tras un hecho de tortura. • Permite la construcción de narrativas alternativas frente a lo sucedido, así como de nuevas estrategias de afrontamiento y formas de relacionamiento entre los miembros de la familia. 110 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... • Aborda los efectos del daño transgeneracional que pueden presentarse en los niños, niñas y jóvenes de la familia. Riesgos: • El acompañamiento psicoterapéutico puede interpretarse desde una perspectiva psicopatológica por parte de los miembros de la familia, ante lo cual pueden rehusarse a asistir a este espacio. • Las condiciones de vida fluctuantes de las familias restringen la posibilidad del desarrollo de un proceso psicoterapéutico. • Puede ocasionar cierto grado de dependencia para algunos miembros de la familia. • Si no se cuenta con un profesional especializado, pueden llegar a afianzar las relaciones de distanciamiento y silenciamiento generadas tras el hecho violento entre los miembros de la familia. Del temor a la esperanza En un municipio del sur oriente de Colombia, el cual ha tenido históricamente influencia y presencia guerrillera, a partir de los 90 llegó también el control y dominio paramilitar en la zona. Lo anterior generó una grave situación de violación de derechos humanos, un silenciamiento absoluto de la población y una falta de respuesta y control de las autoridades e instituciones del Estado. En dicho contexto la familia Gómez sufre la desaparición de un familiar quien cumplía una función materna dentro de la misma; hecho ante el cual su hermana inicia el proceso de denuncia y búsqueda de su familiar, razón por la que empieza ser víctima de persecución, estigmatización y amenazas. Posteriormente fue víctima de violación sexual masiva por parte de actores armados como parte de un mensaje de castigo y aleccionador para que no denuncie ni exija sus derechos. A pesar de la repetida violación de derechos humanos permanece activa en la búsqueda de su familiar pero le toca desplazarse forzadamente de su territorio. La persona inició un proceso de atención terapéutico que incluyó sesiones individuales cada quince días, en los que se abordó su situación emocional y se trabajó sobre la experiencia traumática, la violación de sus derechos y sobre cómo podía reconstruir su vida. 111 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Adicionalmente se realizaron sesiones familiares, en las que se invitó a sus dos hijas y se trabajó sobre las relaciones familiares, logrando fortalecer los vínculos afectivos y generando distancia entre los hechos de violencia y la relación con sus hijas. Actualmente la persona continúa con la asistencia participando de encuentros terapéuticos colectivos con otras mujeres víctimas de violencia sexual. 5.6.4.3.Psicoterapia de grupo La psicoterapia de grupo corresponde a un conjunto de acciones muy particulares y especializadas, con métodos definidos, que persiguen principalmente la disminución del sufrimiento, malestar emocional u originar algún cambio en la situación, a partir del establecimiento de una relación entre un(os) facilitador/terapeuta66 y un grupo. Éstas, por lo general, parten de alguna forma de demanda o solicitud de algunas personas víctimas directas, indirectas o terceros, con quienes posteriormente se acuerda alguna forma de acompañamiento o ayuda67. Los principios generales de un enfoque psicoterapéutico grupal son similares a lo planteado en el apartado atención psicoterapéutica individual, mas aquí se quiere señalar la bondad de considerar la importancia del grupo como tal. Trabajar en grupo parte de una forma estructurada de repetir lo que constituye la respuesta normal del ser humano ante situaciones de la vida cotidiana: comentarlo y hablarlo con aquellos que le rodean para intentar buscar opiniones, sugerencias o soluciones en común. Este proceso facilita el restablecimiento de los vínculos sociales con el descubrimiento de “yo no estoy solo(a)”, cualidad que es muy poderosa dentro de un trabajo grupal. De otra parte permite abordar temáticas en las que por razones personales o culturales hay dificultades para hablar de los impactos personales que deja cualquier hecho traumático, como la tortura68. En la medida que un trabajo terapéutico grupal va construyendo cohesión e intimidad esto se va reflejando en la capacidad de los participantes para dirigirse a otros, así como Quien conduce o facilita esta acción debe poseer formación y experiencia en el campo de la salud mental. 67 Kleinke, C. L. Principios comunes en psicoterapia. Desclée de Brouwer. Bilbao. 1995. Pp. 21-22. 68 Quiroga, J., Jaranson, J. M. Politically – motivated torture and its survivors: a desk study review of the literature. En: Torture, Vol. 15, Nº 2-3 (Thematic issue) 2005. p. 49. 66 112 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... recibir apoyo de ellos. En este intercambio se restablecen los vínculos, deteriorados anteriormente por actos de violencia69. Para el caso de las situaciones traumáticas, derivadas de la tortura, existen diversas formas de actividades terapéuticas grupales de acuerdo al momento en que se encuentren las víctimas, la ocurrencia reciente o no de los hechos de tortura. De acuerdo a Herman70, pueden identificarse dos circunstancias en que es posible emplear estrategias grupales. La primera, cuando el hecho de violencia, de tortura, ha ocurrido recientemente. Puede ser después de varios días o semanas o hasta meses, cuando se evidencian los mayores niveles de afectación psicológica. En estos casos se trata de acciones grupales dirigidas a proveer comprensión e información sobre lo ocurrido, como es lo que se ofrece en los grupos de descarga (Debriefing). Un segundo tipo de acciones terapéuticas de carácter grupal son los denominados “grupos terapéuticos”, los cuales se dirigen a personas que presentan dificultades específicas que les están ocasionando importantes interferencias en la vida y la satisfacción en las relaciones con otros. Antes de continuar con la descripción de cada una de estas técnicas, es preciso señalar algunos elementos a tener en cuenta para la labor de acompañamiento con personas víctimas de tortura y, por otro lado, algunas normas recomendadas para el buen funcionamiento de las reuniones terapéuticas. Recomendaciones para el papel del facilitador71, 72 • Los encuentros grupales no son espacios jerarquizados, lo cual debe traducirse en las actitudes que asume el facilitador del espacio (éste no tiene las respuestas Herman, J. Trauma and Recovery. Basic Books. New York. 1997. Pp. 214-216. Ibíd. P. 217. 71 Adaptado de WEINER, M,F. Papel del líder en la terapia de grupo. En: Kaplan, H. Sadoc, B. Terapia de Grupo. Editorial Médica Panamericana. Madrid. 1996. Pp. 95-102. 72 Los siguientes documentos señalan unas pautas importantes para los facilitadores en procesos grupales con grupos víctimas de violencia política como de fenómenos naturales. Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud. Protección de la salud mental en situaciones de desastres y emergencias. Serie Manuales y guías sobre Desastres, No 1. OPS/OMS. Washington. 2002. Pp. 54-55. Disponible en http://www. paho.org/Spanish/DD/PED/SaludMentalTotal.pdf Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud. Guía práctica de salud mental en situaciones de desastres. Serie Manuales y Guías sobre Desastres No 7 OPS/OMS. Washington. 2006. Pp. 116-117. Disponible en http://www.paho.org/ spanish/dd/ped/GuiaPracticadeSaludMental.pdf 69 70 113 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... • • • • • • • • 114 para todas las situaciones, el bienestar de los integrantes del grupo depende de todos los participantes y no exclusivamente del facilitador, por ejemplo). Los escenarios en los que se perpetúa la tortura implican relaciones de subordinación y jerarquía, de allí la importancia de que no se recreen en estos espacios terapéuticos relaciones similares. Dirigir al grupo democráticamente. Distribuir de forma equilibrada las intervenciones. Todos los participantes del grupo se vinculan al mismo de forma voluntaria, lo cual implica su interés por participar. Crear un ambiente de confianza mutua, por medio de la construcción de acuerdos de confidencialidad, la concertación de los temas a ser abordados de forma grupal y aquellos a ser abordados de forma individual, la presentación de todos los asistentes y el conocimiento mutuo. Uno de los principales efectos de la tortura es la destrucción de la confianza en los otros, de allí la importancia fundamental de crear este ambiente al interior del grupo. Establecer límites para las discusiones y reencauzar a los participantes que se salen del tema propuesto. Un límite importante que debe establecerse en los grupos terapéuticos que se desarrollen con víctimas de tortura, son los juicios de carácter político, ya que en muchas ocasiones han sido éstos los que han propiciado el evento de tortura. La retroalimentación a las intervenciones de los participantes, tanto por el facilitador, como por los demás participantes, es el proceso que permite visibilizar las reacciones de los demás. Esta es una de las principales acciones terapéuticas de los grupos. Ayudar a los miembros a comprender lo que se ha expuesto y a tomar conciencia de los sentimientos expresados. El estado de confusión que genera un evento de tortura, hace que en muchas ocasiones el relato de las emociones experimentadas por las personas sea incomprensible a los demás, de allí la importancia de retomar lo expresado por las personas. Los sentimientos no son correctos o incorrectos. El animar a enfrentar los propios sentimientos ayuda a aceptar sentimientos de los demás con respeto. Así mismo es importante que las personas que se vinculen a los grupos se encuentren en diferentes momentos de su proceso de recuperación, de modo que los escenarios emocionales sean diversos y permitan enriquecer y contrastar estos diferentes escenarios por los que atraviesan las personas tras un evento de tortura. Controvertir la cultura del silencio. La gente necesita seguridad en sí misma para hablar sobre lo que siente. Por eso es importante que la gente sepa que manifestar sus emociones es muy significativo para el proceso de todos los participantes del grupo. No obstante lo anterior es importante no forzar a las personas a dar detalles frente a la experiencia de tortura. Es importante comunicar a las personas que se les acepta tal como son y que es seguro expresar sus sentimientos. No menosprecie ni ridiculice a la gente. La po- El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... • • • • sibilidad de hablar en público sobre una experiencia de tortura significa un gran reto y una exposición de la intimidad de las personas, de allí la importancia de valorar permanentemente su capacidad de hablar en público sobre lo sucedido. El silencio es bueno. Es importante que los facilitadores no se apresuren a hablar cuando hay silencio. Para escuchar atentamente es importante no discutir, interrumpir, juzgar ni sacar conclusiones precipitadas. Demuestre que Ud. está tratando de entender y ayudar a la persona a aclarar y evaluar sus sentimientos. Preste atención a los participantes que quedan en silencio. Es importante observar a quienes no intervienen y su actitud si hay incomodidad o inquietud para posteriormente en privado hablar con ellos(as). El grupo terapéutico Esta modalidad de trabajo grupal se caracteriza por brindar una oportunidad para abordar situaciones en las que algunas expresiones de los efectos emocionales que ha dejado la violencia y la tortura persisten en el tiempo ocasionando marcadas dificultades interpersonales para la vida cotidiana. Para ello el grupo terapéutico permite que se reflejen en unos y otros los recuerdos y sentimientos asociados a las experiencias traumáticas, se pueda hacer un enfrentamiento a estos con reconocimiento, tolerancia para finalmente desarrollar la capacidad para sobrevivir al trauma73. Estos grupos tienen además la característica de ser cerrados a un mismo número de participantes a lo largo del tiempo y con un número limitado de sesiones. Objetivos • • • • Proporcionar al grupo elementos para enfrentar activamente los efectos de la tortura. Promover la reconstrucción de la confianza personal y social. Posibilitar la expresión de experiencias emocionales que se han silenciado por la culpa y vergüenza. Contrastar y generar reflexión entre los participantes frente a las reacciones y escenarios emocionales que se han generado tras el evento de tortura del cual han sido víctimas. Bessel, A. Terapia de grupo en los trastornos por estrés postraumático. En Kaplan, H. Sadoc, B. Op. Cit. Pp. 606-612. 73 115 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... A quiénes se dirige A personas que han sido víctimas de sucesos muy complejos y de extrema crueldad, y hay revictimización cuyas manifestaciones tienden a ser resistentes al cambio. También para quienes presentan alteración en la identidad personal, dificultades en el control emocional y profunda falta de confianza en los demás. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso El grupo parte de una identificación de los participantes y una invitación al proceso. Se delimita el número de participantes y las sesiones a realizar. Un grupo de 10 a 15 personas puede ser generalmente el más conveniente (el que puede modificarse según necesidades). Primeras sesiones: Antes de iniciar el trabajo es indispensable definir claramente el marco en el que se van a realizar las sesiones, como son el lugar, y la duración, la permanencia indispensable durante todo el tiempo de las sesiones y a lo largo del proceso, cómo se manejan las ausencias, las vacaciones, la forma de participación (qué se permite y no dentro de las reuniones), por ejemplo. Se inicia con técnicas dirigidas a facilitar la confianza, así como de relación dentro del grupo. Así mismo en las primeras sesiones es importante determinar los objetivos a alcanzar durante los encuentros que se programen. Sesiones intermedias: A partir de compartir experiencias y sentimientos se trata de alcanzar la meta propuesta. Es la fase más activa en donde se van a poner en juego las dificultades, los diversos papeles que se asumen ante los problemas, y los intentos de cambio frente a éstos y el papel de la propia historia en el mantenimiento de las quejas. En esta fase es donde, mediante verbalizaciones u otras técnicas, se impulsa a la comprensión del propio comportamiento, a confrontarse y ver el poder que genera esta posibilidad. Sesiones finales: Casi siempre generan inquietud y angustia las despedidas, por lo que el facilitador deberá ir anticipando el momento del cierre del proceso, como una forma de anticipar el “duelo” por esta separación. Es el momento en que se despide el grupo, se hace el balance de lo alcanzado y lo que significó para los participantes. Muchas veces se acuerda también alguna forma de seguimiento. 116 Ventajas y riesgos Ventajas: • Se generan condiciones para hacer públicos los sentimientos de humillación y vergüenza derivados de hechos de tortura. • Es un ambiente predecible y protegido. • Por la limitación en sesiones promueve cohesión y sensación de confianza. • Por la estructura definida el cierre es anticipado y evita el resurgimiento del trauma. Riesgos: • La intensidad de sentimientos experimentados puede llevar a idealización del grupo y del facilitador. • Puede haber sensación de presión para conseguir similitud en el grupo de victimas. • Puede presentarse en la verbalización de las experiencias que entre los miembros se genere una recreación de la experiencia del trauma identificando perpetradores, víctimas o rescatadores. • Puede presentarse dificultades en el mantenimiento de las reuniones acordadas por factores de los miembros del grupo (abandonos, enfermedad, cambio terapeutas) o contextuales (disponibilidad de lugar, políticas institucionales, etc.) La crema para el alma Dentro de la atención que se está brindando en el departamento del Meta, se observó un alto porcentaje de mujeres que solicitaban acompañamiento psicosocial por las secuelas generadas tras eventos de violencia sexual perpetrados por diferentes actores armados. Todas ellas iniciaron procesos de acompañamiento psicosocial de carácter individual y algunas de carácter familiar. Al observar este alto porcentaje, las acompañantes consideraron pertinente la conformación de un grupo terapéutico entre este grupo de mujeres. Durante el primer encuentro se reconocieron entre ellas como víctimas de violencia sexual, lo cual no solo les permitió identificarse, sino adicional a ello saber que no eran las únicas que habían sufrido este tipo de violencia. Así mismo, el espacio les permitió hablar de las múltiples afectaciones que se habían generado en ellas, en sus familias y en su comunidad, tras lo sucedido. 117 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Por medio de una actividad de reconocimiento del cuerpo y el cuidado del mismo por medio de una crema humectante, se invitó a las participantes imaginaran una crema especial, que humectara y sanara las heridas generadas tras el hecho del cual fueron víctimas. El resultado de este primer encuentro fue la construcción de una metáfora conjunta, en la que se recogieron todos los recursos y las estrategias de afrontamiento que ha desarrollado este grupo de mujeres para hacer frente a lo sucedido, la cual denominaron “la crema para el alma”, en la que los ingredientes de la misma les han permitido recurrir a ella después de este primer encuentro. Hasta el momento se han realizado cuatro encuentros más, en los que se ha contado con la participación activa de las integrantes convocadas desde el primer día. Grupos de desactivación (Debriefing) Es una técnica grupal estructurada que se realiza generalmente en una única sesión, dirigida a grupos que han compartido una experiencia traumática ocurrida pasados días, semanas o meses74. Puede considerarse esta técnica en grupos en donde se ha generado un espacio de cohesión alrededor del hecho traumático y hay posibilidad en los afectados y no afectados de hablar de lo ocurrido. Su propósito tiene una intención de carácter preventivo y busca minimizar los efectos duraderos75, 76. Esta técnica terapéutica debe utilizarse con mucha precaución y en momentos y circunstancias específicas, ya que no siempre llega a resultar positiva para las personas que participan de la misma77. Hay investigaciones que ven más efectivo este procedimiento cuando han trascurrido más de dos semanas, ya que durante las primeras semanas las personas y los grupos han iniciado un proceso espontáneo de incorporación de lo ocurrido con activa participación social. 75 Es importante por otra parte estar atento a que pueden presentarse también casos, de eventos de tortura, en que se presente un “silencio” por las características de lo ocurrido (riesgo por la violencia) por rechazo social de éste. 76 Everly, G., Lating, J., Mitchell, J. Innovations in group crisis intervention. Critical incident Stress Debriefing (CISD) and Critical Incident Stress Management (CISM). En: Roberts, A. (Ed). Crisis Intervention Handbook. Oxford University Press. New York. 2000. Pp. 82-86. 77 Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud. Protección de la salud mental en situaciones de desastres y emergencias. Serie Manuales y guías sobre Desastres, No 1. OPS/OMS. Washington. 2002. P. 55. Disponible en: http://www. paho.org/Spanish/DD/PED/SaludMentalTotal.pdf 74 118 El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Objetivos • • • • Mitigar el impacto psicológico de un evento traumático de manera casi inmediata. Facilitar la construcción de un relato común de lo ocurrido. Favorecer el reconocimiento y la comprensión de las diversas manifestaciones de las respuestas físicas y emocionales ante circunstancias críticas o de riesgo. Promover el reconocimiento de formas de afrontamiento. A quiénes se dirige A personas víctimas directas, a familiares de éstas, como también a quienes desarrollan labores de acompañamiento y han vivido o han sido testigos de experiencias de tortura. Es deseable que el grupo lo constituyan entre 8 y 15 personas. Procedimiento y duración en momentos clave del proceso Identificar quienes estuvieron involucrados en una experiencia de violencia política y quieren hablar y compartir sobre sus pensamientos y emociones. Es importante que se trate de un grupo con características similares. Concertar el lugar: Se determina el lugar y momento de reunión. La duración de éste puede estar entre 1 y 3 horas. Desarrollo de la reunión. Para este propósito se proponen cuatro etapas planificadas, que pueden ajustarse de acuerdo a las características del grupo, las necesidades, las diferencias culturales y el tipo de evento que ha afectado al grupo. En resumen son: • Introducción: Se hace una presentación personal de los(as) facilitadores(as)78, se explica el propósito de la sesión, así como una visión general del proceso en términos de hablar de lo ocurrido y las reacciones a esto, con el fin de ayudar a entender lo que pasó, así como ayudar a manejar sus reacciones. Es importante señalar que las experiencias de las personas ante hechos anómalos son normales y que si están en el grupo no quiere decir que presenten algún problema psicológico. Es importante tener en cuenta que para las actividades grupales se debe contar con dos facilitadores. En donde por lo general uno de estos es quien conduce la actividad y el otro realiza un apoyo en la conducción, está atento a algunos aspectos logísticos como atiende y acompaña a las personas que por su estado emocional prefieren retirarse temporalmente de la reunión. 78 119 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... 120 En la introducción se deben acordar las reglas de la sesión (anotadas anteriormente) insistiendo en la confidencialidad y en la importancia de permanecer todo el tiempo en la reunión. • Narración de los hechos. Se trata de compartir colectivamente lo ocurrido, de invitar al grupo a hacer una descripción de lo que pasó, se trata de reunir las piezas entre todos de lo que ocurrió. • Reacciones. En esta fase se desarrolla un inventario compartido de los pensamientos, sentimientos y reacciones que se experimentaron durante el momento o los momentos críticos. Se sugiere seguir este orden con preguntas como: “¿cuáles fueron los primeros pensamientos?... ¿Qué pensó cuando pasó todo?...” luego “¿qué sintió entonces?... ¿qué cree que fue lo que más le afectó?...” finalmente se exploran las respuestas sobre lo que se hizo, no solo personales sino de otras personas a su alrededor. Pregunte sobre las reacciones físicas y otras manifestaciones emocionales. También si hubo cambios en estas sensaciones y sentimientos en el tiempo, “al día siguiente… esa noche… en esa semana...” Una vez abordadas estas respuestas se plantean preguntas sobre lo que hizo frente a este suceso: ¿qué hizo?, ¿qué fue útil?, ¿cómo lo está manejando?, ¿qué no funcionó? Este es un momento que moviliza muchos sentimientos, por lo que no es conveniente suspender el proceso, ya que puede dejar muchas cargas de malestar en los participantes sin resolver. Por ello es necesario poder continuar y concluir con la fase siguiente en que haya un restablecimiento cognitivo. • Elaboración, devolución y cierre. Es una fase en que el enfoque se dirige a la comprensión y educación. Por lo general comienza señalando que esos sentimientos y reacciones pueden ser esperables frente a estos eventos, se señalan las respuestas de afrontamientos importantes que se han compartido y su uso para un futuro. También se pueden dar indicaciones como la práctica de ejercicio, la alimentación, el apoyo familiar y de organizaciones, para el manejo de algunas situaciones. Con ello se pretende dar una estructura a las experiencias, que permita una recuperación del control en el manejo emocional y sobre todo evitar dejar temas abiertos. Aquí también se plantea la posibilidad de breves encuentros de seguimiento para abordar a futuro otros aspectos específicos para el grupo o establecer la necesidad de ofrecer atenciones individuales. El proceso de acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos... Se puede considerar, en el momento del cierre, realizar un acto simbólico, un ritual, que permita la despedida, y el preparar a los miembros del grupo para continuar sus actividades cotidianas. Ventajas y riesgos Ventajas: • Permite iniciar la organización de la experiencia traumática y su proceso de cierre. • Previene que los sentimientos y emociones intensas se cristalicen y se originen respuestas incapacitantes y disfuncionales. • Promueve el intercambio de experiencias y facilita la reconstrucción de las relaciones interpersonales. • Amplia el autoconocimiento. Riesgos: • No es aplicable a todos los afectados por experiencias traumáticas pues no todas las personas que han vivido este tipo de experiencias están afectadas ni requieren o quieren hablar sobre lo vivido. • Existe riesgo de retraumatización en algunas personas que pueden verse afectadas al escuchar de otros el relato de lo sucedido. • No siempre actúa como medida preventiva. • Puede afectar la tendencia de recuperación natural de las personas. Compartiendo dolores de la experiencia Un equipo de psicólogas, trabajadoras sociales, médicos y agentes comunitarios, vivieron conjuntamente la experiencia de entrevistar y documentar las secuelas médicas y psicosociales al interior de un grupo de familias víctimas de una masacre en la que se presentaron hechos de tortura, desestructuración del tejido comunitario, desplazamiento forzado, desaparición forzada, violencia sexual, falsas acusaciones, estigmatización, humillación, entre otros. Proceso que tuvo una duración de dos meses de trabajo en terreno, lo que implicó la vivencia de varias situaciones riesgosas y sumamente dolorosas, para los equipos interdisciplinarios. Por ello, al finalizar esta etapa de entrevistas, se decidió realizar una reunión entre todos los miembros del equipo, dirigida por alguien externo que no participó del proceso en terreno, cuyo objetivo fue abordar las emociones y sensaciones generadas durante la implementación de las entrevistas familiares. 121 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Durante la misma, cada uno de los participantes refirió sus propias emociones, las cuales se fueron entretejiendo y permitieron construir una visión conjunta de lo vivido. Este aspecto permitió generar una mayor cohesión al interior del equipo, así como abordar situaciones conflictivas que se presentaron entre algunos miembros del equipo durante el periodo de implementación en terreno. Posterior a ello, los participantes manifestaron la gran utilidad que les había significado esta reunión, no solo para expresar sus emociones, sino para entender las de sus compañeros. 122 6. Proceso de evaluación y seguimiento del acompañamiento psicosocial Hasta el momento hemos descrito una diversidad de acciones de acompañamiento psicosocial que apuntan al restablecimiento de los derechos de las víctimas, así como al retome y fortalecimiento de su proyecto de vida. El acompañamiento psicosocial parte de la premisa de no generar dependencia de los programas, dado que el fin último del mismo es potenciar los recursos personales, familiares y comunitarios, para enfrentar las consecuencias que dejan los conflictos armados, la violencia política y la tortura. Para dar cuenta del proceso de acompañamiento psicosocial se deben establecer metas que den cuenta de los cambios que se producen en las personas que participan en los procesos de acompañamiento psicosocial a nivel individual, familiar y social, desde diversos focos de atención, como son: emocional, relacional, cultural y político; metas que deben ser realistas y planificadas de acuerdo con los recursos que serán necesarios”1 para su cumplimiento. Por tanto, en la definición de las metas de atención psicosocial es fundamental la participación de las personas víctimas, configurando una relación dignificante con éstas. De igual modo, en la evaluación del proceso, las personas acompañadas deben ser la principal fuente de información para establecer si las metas han sido o no alcanzadas. Al establecer unas metas, éstas se constituyen por sí mismas en objetivos de un programa de acompañamiento, en donde a partir de ellas es necesario construir indicadores, es decir aquello que vamos a observar para determinar si una meta u objetivo se ha alcanzado. De esta manera esa actividad es la que constituye la fase evaluativa propiamente dicha de un plan o programa de acompañamiento psicosocial. En síntesis, evaluar el grado de cumplimiento de objetivos responde a conocer la eficacia de un proceso de acompañamiento psicosocial. Ello es posible en la medida que se 1 Valoración de los programas oficiales de atención psicosocial a las víctimas del conflicto armado interno en Colombia. Procuraduría General de la Nación. Martín Beristain, C. y otros. 2009. P. 51. Resaltado fuera del texto. 123 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... tenga claridad de qué es lo que se espera alcanzar con las acciones. La claridad y especificidad en la definición de objetivos va a permitir establecer las mediciones del mismo. Estos procesos exigen una observación permanente para estar abierto a modificaciones, dado que el objetivo de los programas es posibilitar cambios en la situación y condición de la población víctima del conflicto armado. Así, realizar una evaluación continua a los cambios que se están generando una oportunidad de mejoramiento permanente del proceso de acompañamiento que se desarrolle. A continuación se presentará una serie de indicadores por medio de los cuales se puede dar cuenta de los cambios esperados a nivel individual, familiar y social en las personas que han sido víctimas de tortura, a partir de las acciones de acompañamiento propuestas en el presente protocolo de atención, conforme a los diversos focos desde los que se desarrollan las acciones, a saber: emocional, relacional, cultural y político. Estos indicadores pretenden dar cuenta del cambio que se genera en las personas, las familias y las comunidades con base en los objetivos que busca desarrollar cada acción de acompañamiento psicosocial, propuestas en el presente documento; sin por ello pretender que son los únicos indicadores psicosociales a ser alcanzados, sino por el contrario son algunas propuestas que deben ajustarse a cada contexto particular en el cual se desarrollen estas acciones. Otro elemento presente en las acciones de evaluación es el sistema de seguimiento (o monitoreo) posterior al cierre de un proceso de acompañamiento. Estas acciones, además de identificar resultados alcanzados, permiten apreciar la estabilidad de éstos en medio de las dificultades emergentes en la vida de las personas y la forma en que las están enfrentando. Estos seguimientos es importante realizarlos por lo menos por un periodo mínimo de un año, durante el cual se realicen encuentros o entrevistas cada cuatro meses, ya sea de forma directa o vía telefónica, para acompañar los logros o para atender nuevas necesidades. Por último se considera importante resaltar que todas las acciones de acompañamiento psicosocial que se emprendan deben procurar y posibilitar una sostenibilidad de las acciones por los mismos participantes que hayan sido involucrados, con miras a dejar una capacidad instalada de apoyo mutuo, de resistencia y exigibilidad de los derechos humanos, para que sean las mismas personas que se han visto afectadas por eventos de tortura, los que se constituyan en agentes sociales para el abordaje de esta situación en sus comunidades. 124 Proceso de evaluación y seguimiento del acompañamiento psicosocial INDICADORES DE CAMBIO DENTRO DE LOS PROCESOS DE ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL2 Ámbito individual Foco emocional Foco relacional Foco cultural Foco político Disminución general de los síntomas que motivaron la consulta inicial. Fortalecimiento de las redes de apoyo y sociales, culturales, políticas, organizativas, e instrumentales. Mayor nivel de participación en diferentes ámbitos de interés. Mayor participación de carácter democrático en espacios públicos. Transformación de narrativas/ Construcción de narrativas desculpabilizantes. Capacidad de agenciamiento de la vida cotidiana y de los posibles riesgos. Retome de rituales que realizaba antes de la ocurrencia del hecho violento. Identificación/ reconocimiento de los derechos que fueron vulnerados tras el evento de tortura. Retomar los planes de vida. Identificación de riesgos y estrategias de protección. Disfrute de las actividades que desarrolla a diario. Participación activa en procesos de exigibilidad de los derechos que le fueron vulnerados. Expresa sentimientos relacionados con los hechos violentos. Se generan nuevas explicaciones frente a lo sucedido, en las que se incluyen aspectos del contexto amplio –social, cultural, político, económico, histórico–. La persona manifiesta contar con mayores herramientas para comprender lo sucedido. Se cuenta con una documentación del daño generado como insumo para el proceso de exigibilidad. Ámbito familiar Foco emocional Foco relacional Socialización entre los miembros de la familia de las emociones experimentadas por cada uno, como resultado del hecho violento del cual fueron víctimas. Trasformación de las relaciones familiares que propiciaron el motivo de consulta. Construcción conjunta de rituales de paso que den cuenta del cambio de la situación de la familia. Foco cultural Participación activa en procesos de exigibilidad de los derechos que le fueron vulnerados. Foco político La familia construye de forma conjunta una explicación frente a lo sucedido. La familia adelanta acciones para ampliar sus redes de apoyo. Retoma de rituales que realizaban de manera conjunta antes de la ocurrencia del hecho violento. Apoyo entre los miembros de la familia en espacios de exigibilidad de los derechos que les fueron vulnerados. 2 Estos indicadores de cambio fueron desarrollados en el marco del proyecto “Acompañamiento psicosocial y en salud mental en procesos de rehabilitación a víctimas de la tortura y de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en Colombia, Sur América. CRIS EIDHR/2008/170-209”, basados en los instrumentos internos de valoración tanto de la Corporación Avre como de la Corporación Vínculos. 125 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Foco emocional Foco relacional Se estructuran relaciones de apoyo entre los miembros de la familia para contener las emociones generadas tras el hecho violento. Se configuran nuevos roles entre los miembros de la familia, los cuales responden a la situación actual de la familia. Foco cultural Foco político Se generan nuevas explicaciones frente a lo sucedido, en las que se incluyen aspectos del contexto amplio –social, cultural, político, económico, histórico–. Se cuenta con una documentación del daño generado a nivel familiar como insumo para el proceso de exigibilidad. Ámbito colectivo Foco emocional Foco relacional Foco cultural Foco político El grupo convocado habló y compartió sus emociones. Los encuentros colectivos permiten conocer más personas y generar una integración entre las mismas. Construcción conjunta de rituales de paso que den cuenta del cambio de la situación del grupo. Se organizan como colectivo para desarrollar acciones de participación democrática. El grupo convocado generó una explicación conjunta frente a lo sucedido –hecho violento–. El grupo mantiene reuniones periódicas después de finalizado el proceso de acompañamiento. Retoma de rituales que realizaban de manera conjunta antes de la ocurrencia del hecho violento. El grupo conoce y orienta a otras personas frente a las rutas de exigibilidad que existen para el goce pleno de los derechos. El grupo se constituye en un referente de apoyo mutuo para sus integrantes –se comunican entre ellos para proveerse apoyo mutuo–. Se observan actitudes de solidaridad y empatía en la comunidad en relación con la población víctima del conflicto armado. El grupo desarrolla actividades lúdico/ creativas/sociales/ políticas. Se generan nuevas explicaciones frente a lo sucedido, en las que se incluyen aspectos del contexto amplio –social, cultural, político, económico, histórico–. Se cuenta con una documentación del daño generado a nivel colectivo como insumo para el proceso de exigibilidad. 126 Bibliografía Aarts Petra, G. H. Desafíos para el cuidado sostenible de la salud mental y el apoyo psicosocial en países de ingresos bajos y medianos. War Trauma Foundation. 2010. Arévalo, L. 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Herramientas para el acompañamiento psicosocial en procesos de exigibilidad de los derechos de las víctimas (Acompañamiento psicojurídico). Módulo 4. Diplomado en herramientas de acompañamiento psicosocial a víctimas de 127 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... violencia política, con énfasis en tortura y otros tratos crueles inhumanos y degradantes dirigido a Funcionarios Públicos. Inédito. Bogotá. 2011. Corporación AVRE. Manual de buenas prácticas en atención psicojurídica. Corporación AVRE. Arfo editores e Impresores Ltda. Bogotá, 2009. Corporación AVRE. Identidad cultural y género en el acompañamiento psicosocial y en salud mental. Arfo editores e Impresores Ltda. Bogotá. 2009. Corporación AVRE. Lugar imperativo del acompañamiento psicosocial y la atención en salud mental: Reflexiones desde la práctica colombiana. 2008. Disponible en: http://www.corporacionavre.org/files/pdf/Ponencia%20Final%20AVRE.pdf Corporación AVRE. 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Madrid. 1996. 131 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Glosario Acompañamiento: Es la atención que se le presta a las personas que, tras ser víctimas de un evento violento, requieren de un apoyo especializado, cuyo objetivo principal es establecer una relación en la cual la persona afectada se sienta acompañada y se transforme el malestar generado tras el evento. Dicho cambio deberá ser evaluado por la persona afectada como favorable para el desarrollo de su proyecto de vida. Consultante: Persona que acude ante un estado de emergencia y requiere atención inmediata en el contexto médico, psicológico, psiquiátrico o jurídico. Contexto relacional: Se entiende por contexto relacional el espacio en el cual confluyen múltiples relaciones, de carácter personal, familiar, comunitario, económico, cultural, las cuales se dan en un tiempo y en un espacio específico; dichas relaciones configuran la forma en la cual la persona se comprende a sí misma, así como a los demás y a las situaciones que vive diariamente. Cronicidad: Hace referencia a la frecuencia y periodicidad en que se presenta el síntoma. Flexibilidad: Capacidad de una persona para adaptarse a diferentes contextos, ideas y situaciones. Hipótesis: Una hipótesis puede definirse como una solución provisional (tentativa) para un problema dado. Es la suposición de algo posible. En este ámbito se refiere también a las explicaciones acerca de las posibles causas de los problemas emocionales derivados de los hechos de violencia. Interconsulta: Atención de un profesional de la salud, el cual por la complejidad del caso remite a otro profesional especializado. Organizaciones gubernamentales: Son las organizaciones públicas pertenecientes al Estado, en Colombia. Algunas de ellas se denominan: ministerios, Procuraduría, Defensoría, Fiscalía, alcaldías, personerías, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entre otros. Organizaciones No gubernamentales: Son entidades de carácter privado con fines y objetivos humanitarios y sociales definidos por sus integrantes, creadas independientemente de los gobiernos locales, regionales y nacionales. Organización Social y Comunitaria: Una Organización social o institución social es un grupo de personas que interactúan entre sí, en virtud de que mantienen determinadas relaciones sociales con el fin de obtener ciertos objetivos. También puede definirse en un sentido más estrecho como cualquier institución en una sociedad que trabaja para socializar a los grupos o gente que pertenece a ellos. Algunos ejemplos de esto incluyen educación, gobiernos, familias, sistemas económicos, religiones, comunidades y cualquier persona o grupo de personas con los que se tenga una interacción. Se trata de una esfera de vida social más amplia que se organiza para satisfacer necesidades humanas. Las organizaciones sociales pueden tomar varias formas dependiendo del contexto social en el cual se constituyan. Síntoma: Es un signo observable a través del cual se puede develar y prever el proceso asociado a una enfermedad o a un síndrome. Otros servicios: Se comprenden otros servicios cuando el usuario necesite de una ayuda específica que no tenga que ver con víctimas de tortura y otros malos tratos, sino que sus necesidades tengan que ver con: ayuda humanitaria, ayuda de tipo educativo, entre otras. 132 Anexos Anexo 1 La jurisprudencia internacional y sus debates frente a la tortura Los Tribunales Internacionales de Ruanda y la ex Yugoslavia, refieren que se produce un daño grave a la integridad física y mental de las víctimas como consecuencia de delitos de lesa humanidad y situaciones que les generen miedo y terror extremos1, como: tortura física o psicológica, tratos inhumanos o degradantes, violaciones sexuales2, 3, persecución4; esclavitud, privación de comida, deportación y detención de individuos en guetos, campos de tránsito, y campos de concentración en condiciones dirigidas a degradar, a privar a las personas de sus derechos como seres humanos, a exterminarlas y a infligirles sufrimientos inhumanos y actos de tortura5; y el daño causado a terceros por presenciar cómo dañan a otros, especialmente cuando se trata de familiares o amigos6. En este contexto, por ejemplo, bastaría con asumir que las víctimas de desaparición forzada han sido objeto de tortura por el acto mismo de haber sido desaparecidas7, más que su supresión Tribunal Penal para Ruanda, caso Kayisema y Ruzindana, 21 mayo 1999, párr. 107. Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, caso Nº IT-98-30/1-t 2 noviembre 2001, párr. 170. Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia caso IT-95-17/1-t 10 diciembre 1998. Furundijza. párr. 272. 3 Tribunal Penal para Ruanda. Caso 21 mayo 1999. Caso Kayishema y Ruzindana. párr. 509. 4 Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, caso Nº IT-98-33-t. 2 agosto 2001 Radislaf Krtic. párr. 508 y 513, igualmente caso Karadzic y Mladic. Tribunal Penal Internacional para Ruanda caso ICTR 96-4-T. Le Procureur contre Jean-Paul Akayesu párr. 504. 5 Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, referencia al caso Eichmann 12 diciembre 1961 por el tribunal de distrito de Jerusalén. En el caso Kvocka, se hace también referencia a los daños graves a la integridad mental derivados de las condiciones en las que se encuentran los prisioneros en el campo de Omarska; Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), caso Nº IT-98-30/1-t 2 noviembre 2001, caso Kvocka párr. 191, 192 y 209. 6 Tribunal Penal para Ruanda. Caso 21 mayo 1999. Caso Kayishema y Ruzindana. párr. 153. Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, caso nº IT-98-30/1-T 2 noviembre 2001, caso Kvocka, párr. 149. Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia caso IT-95-17/1-T 10 diciembre 1998. Furundijza párr. 267. 7 Corte Interamericana de Derechos Humanos, 19 Comerciantes v Colombia, Serie C No 109, pr. 150. Con relación a sus familiares la Corte indicó, en los párrafos 210-217, los siguiente: “En reiteradas oportunidades la Corte ha considerado que se ha violado el derecho a la integridad psíquica y moral de los familiares de las víctimas directas, por el sufrimiento adicional que estos familiares han padecido como consecuencia de las circunstancias generadas por las violaciones perpetradas contra las víctimas directas y a causa de las posteriores actuaciones u omisiones de las autoridades estatales frente a los hechos, por ejemplo, respecto a la búsqueda de las víctimas o sus restos, así como respecto al trato dado a estos últimos... En el presente caso ha quedado demostrado que, como consecuencia directa de la desaparición de los 19 comerciantes, sus familiares han padecido un profundo sufrimiento y angustia en detrimento de su integridad psíquica y moral, causados por todas las circunstancias posteriores a la referida desaparición que se explican seguidamente… Los cuerpos de las víctimas fueron descuartizados y lanzados a un río, con el propósito de hacerlos desaparecer para que no fueran encontrados ni identificados, lo cual efectivamente sucedió… Esta situación ha provocado gran dolor e incertidumbre en los familiares de las víctimas por no saber su paradero y no poder honrar sus restos… Por lo expuesto, la Corte concluye que los familiares… han sido víctimas de tratos crueles, inhu1 2 133 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... como sujetos. A lo que además suelen sumarse otras violaciones a derechos humanos que enraízan la degradación y deshumanización de las víctimas en casos de desaparición forzada, debidos a nuevas victimizaciones, los impactos derivados de los procesos de búsqueda y la incertidumbre permanente sobre el paradero del desaparecido. Todos ellos producen estrés crónico, problemas entre las familias de las personas desaparecidas y “un desgaste emocional, físico y económico que implica presionar a las autoridades estatales para que realicen su trabajo”8. Con estos argumentos es posible considerar la desaparición forzada como una forma de tortura. Sin embargo, este paso no es general en el derecho internacional, lo que se ejemplifica por ejemplo en el caso del Tribunal Europeo que se ha pronunciado sobre los casos de desapariciones y ha determinado generalmente la existencia de violaciones del artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, artículo relativo a la tortura, en lo que respecta a las familias, pero no en lo que respecta a las personas desaparecidas en sí mismas. Existen otros debates aún no resueltos como la relación entre violencia sexual y tortura. Múltiples informes, a nivel nacional e internacional, han insistido en el reconocimiento de que la violencia sexual, especialmente en contextos de conflicto armado o violencia doméstica, constituye tortura y que, debería entonces ser juzgada bajo criterios internacionales, dependiendo del contexto. Es cierto que los movimientos feministas durante el siglo XX apostaron por el reconocimiento de la violencia sexual como crimen de lesa humanidad, logrando que recién en 1998, en el caso Celibici, se estableciera que la violación sexual constituía una discriminación en contra de la mujer, razón por la que encajaba en uno de los propósitos que debía perseguir la tortura, de acuerdo con la Convención contra la Tortura de 1984. En el mismo año, el Estatuto de Roma puntualizó como crímenes que generan responsabilidad criminal internacional, no sólo la violación sexual, sino un conjunto de conductas que constituyen violencia sexual (esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, etc.). No obstante actualmente, los grupos feministas y de género sugieren que considerar la violación sexual dentro de la tortura podría hacer perder de vista la violencia basada en el género que sustenta los crímenes sexuales contra las mujeres, dificultando además su consideración de crimen sistemático9. Finalmente, y con respecto al contexto actual de la tortura en el mundo, debemos señalar, retomando los informes del Relator de Naciones Unidas sobre la Tortura, que se ha constatado que la tortura y los malos tratos es quizá la violación de derechos humanos más generalizada y que se mantiene en la impunidad, entre otras cosas, por los pocos y débiles procesos judiciales que se adelantan, la invisibilización de la tortura entre otros delitos y crímenes, la falta de acción oportuna y eficaz por parte del Estado para reprimir su práctica, pero también por la banalización manos y degradantes, lo cual constituye una violación, por parte del Estado, al artículo 5 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma”. 8 Gómez, Ana María; Beristain, Carlos Martin. Colombia, Retos para el acompañamiento psicosocial de familiares de personas desaparecidas en el contexto de las exhumaciones. En: Pérez – Sales, Pau, Navarro, Susana. Resistencias contra el olvido. Trabajo psicosocial en proceso de exhumaciones. Editorial Gedisa. Primera edición. Barcelona, 2007. pp. 45-58. 9 Céspedes-Báez, Lina M. (2010, junio). Violencia Sexual como Tortura. Consultado el 05 de mayo de 2010 en: http://meltinglaw.blogspot.com/2010/06/violencia-sexual-como-tortura.html 134 Anexos de su prohibición. Las prácticas en materia penitenciaria e investigativa, y la impunidad generalizada, crean confusiones y provocan una constante banalización de la tortura, que permite considerarla como algo normal, e incluso necesario, y fundamentan el contexto preciso para su aceptación social10. Anexo 2 Instrumentos del Derecho Internacional para la Prevención y Protección de las víctimas de violación de DDHH INSTRUMENTO TEMÁTICA COLOMBIA Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer CEDAW La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, en adelante CEDCM o CEDAW, se adoptó con el fin de promover la igualdad de derechos entre los sexos y la dignidad de la mujer, frente a la discriminación de la que es víctima alrededor del mundo, en diversas esferas de la vida económica, política, social y cultural. Por Colombia, mediante la Ley 51 de 1981. RATIFICACIÓN. 19 de enero de 1982, ENTRADA EN VIGOR General: 3 de septiembre de 1981, de acuerdo con el artículo 27 (1) de la CEDAW. Para Colombia: 19 de febrero de 1982. Colombia, en su condición de Estado parte debe rendir informes, por lo menos cada La CEDAW cuenta con un Protocolo Facul- cuatro años, sobre las medidas que haya tativo denominado Protocolo Facultativo de adoptado para hacer efectivas las disposila Convención sobre la Eliminación de todas ciones de la Convención y sobre los prolas formas de Discriminación contra la Mujer, gresos realizados (artículo 18). adoptado por la Asamblea General de la ONU Para examinar estos informes y vigilar el el 6 de octubre de 1999. El Protocolo entró en cumplimiento de la CEDAW, se creó el Covigor el 22 de diciembre de 2000 y fue ratifimité para la Eliminación de la Discriminacado posteriormente por Colombia, el 23 de ción contra la Mujer. enero de 2007. Como consecuencia de esta ratificación, el Estado colombiano reconoció la competencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer para conocer quejas individuales por la violación de los derechos reconocidos en la CEDAW. (Continúa...) Andreu, Federico. (2010). Contextualización internacional de la tortura y otros malos tratos. En: MEMORIAS - Seminario Nacional “Incorporación de la Perspectiva Psicosocial en Procesos de Exigibilidad de los Derechos de las Víctimas”. Corporación AVRE, Corporación Vínculos, Universidad El Bosque. Consultado el 05 de mayo de 2011 en: http://www.corporacionavre.org/files/ pdf/memoriasseminario.pdf 10 135 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, en adelante CCT o CAT, desarrolla el derecho reconocido en el artículo 7 del PIDCP y le confiere fuerza vinculante a lo establecido en la Declaración sobre la Protección de todas las Personas contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, aprobada por la Asamblea General el 9 de diciembre de 1975. Por Colombia, mediante la Ley 70 de 1986. En ese sentido, establece una definición de tortura en los siguientes términos: “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya o con su consentimiento o aquiescencia” (artículo 1). NÚMERO DE ESTADOS QUE HAN RATIFICADO: 144 (Office of the United Nations High Commissioner for Human Rights, 2007h) RATIFICACIÓN 8 de diciembre de 1987. ENTRADA EN VIGOR General: 26 de junio de 1987, el trigésimo día siguiente a la fecha en que se depositó el instrumento número 20 de ratificación en poder del Secretario General de las Naciones Unidas, de acuerdo con el artículo 27 de la CCT. Para Colombia: 8 de enero de 1988. ÓRGANO QUE VIGILA SU CUMPLIMIENTO: Comité contra la Tortura TIPO DE DECISIONES: - Observaciones finales. - Observaciones generales. - Dictámenes. Colombia no ha ratificado a la fecha el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, A partir de esta definición es posible entender Inhumanos o Degradantes. en la práctica cuándo se está ante una violación al derecho. Así mismo, la Convención establece una serie de límites concretos a las actuaciones del Estado, como la prohibición de invocar circunstancias excepcionales y la prohibición de invocar orden de funcionario superior para justificar la tortura o dejar de sancionar al responsable. La CCT confiere jurisdicción universal para el juzgamiento de actos de tortura. Esto significa que cualquier Estado puede investigar y juzgar a los presuntos responsables de infligir torturas, a pesar de que los hechos no se hayan cometido en su territorio y el afectado o el presunto perpetrador no sean ciudadanos de dicho Estado. Los Estados parte deben rendir un informe cada cuatro años al Comité establecido para tal fin por la CCT, en el que indiquen las medidas adoptadas para cumplir con las obligaciones adquiridas. Éste se denomina Comité contra la Tortura y tiene también la competencia para conocer de comunicaciones individuales, en virtud del Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. (Continúa...) 136 Anexos Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional El Estatuto de Roma, adoptado el 17 de julio de 1998, creó la Corte Penal Internacional, en adelante CPI, primer órgano permanente encargado de investigar y juzgar individuos que cometan crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, genocidio o agresión, cuando los respectivos Estados no quieran o no puedan juzgarlos (principio de complementariedad). APROBACIÓN por Colombia, mediante la Ley 742 del 5 de junio de 2002. El Estatuto de Roma tiene cuatro ejes temáticos. En la primera parte se incluyen las disposiciones que crean la Corte Penal Internacional y establecen su organización y funcionamiento interno; en la segunda parte se definen los cuatro crímenes internacionales que pueden ser investigados por la CPI; en la tercera parte se desarrollan normas de derecho penal procesal; y en la cuarta parte se indican la relación y los vínculos existentes entre la Corte Penal Internacional y los Estados parte. NÚMERO DE ESTADOS PARTE: 104 al 1o. de enero de 2007 (International Criminal Court, 2007, State Parties). La Ley y el Estatuto fueron declarados exequibles mediante Sentencia C-578 de 2002. RATIFICACIÓN: 5 de agosto de 2002. ENTRADA EN VIGOR General: 1o. de julio de 2002. ÓRGANO DE APLICACIÓN: Corte Penal Internacional. TIPO DE DECISIONES QUE EMITE EL ÓRGANO: Sentencias. Colombia presentó una declaración, invocando el artículo 124. En virtud de ésta, Hay al menos cuatro elementos del Estatuto el Estado no acepta la competencia de la que vale la pena resaltar: i) la definición de los Corte Penal Internacional para conocer crícrímenes que puede investigar y juzgar la CPI, menes de guerra, por un periodo de siete ii) el reconocimiento de derechos concretos a años, contados a partir de su entrada en las víctimas, iii) la adopción de criterios para vigor. determinar la responsabilidad penal individual En consecuencia, la Corte Penal Internacioy iv) la definición de criterios para determinar nal solo podrá conocer de los crímenes de los casos en los cuales la CPI puede intervenir. guerra cometidos en Colombia a partir del año 2009. Esta declaración no impide que la CPI pueda investigar y juzgar hechos que constituyan crímenes de lesa humanidad, genocidio y agresión. Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) La Convención Interamericana sobre Derechos Humanos es un instrumento regional del que se derivan obligaciones concretas para el Estado colombiano, en su condición de Estado parte. Las obligaciones generales que Colombia asumió con la ratificación de la Convención son las de respeto y garantía de los derechos reconocidos en ella (artículo 1), así como el deber de adoptar disposiciones de derecho interno en este sentido (artículo 2). La Convención reconoce los derechos básicos de toda persona a la vida (artículo 4), a la integridad personal (artículo 5), a la libertad personal (artículo 7), a la honra y a la dignidad (artículo 11), a la libertad de conciencia y religión (artículo 12), a la libertad de pensamiento y de expresión (artículo 13), el derecho de reunión (artículo 15), libertad de asociación (artículo 16), derecho al nombre (artículo 18), Por Colombia, mediante la Ley 16 de 1972. RATIFICACIÓN: 31 de julio de 1973. ENTRADA EN VIGOR: 18 de julio de 1978, de acuerdo con el artículo 74.2 de la Convención. NÚMERO DE ESTADOS QUE LA HAN RATIFICADO: 25 (Oficina de Derecho Internacional (OEA), 2007a). ÓRGANOS DE APLICACIÓN: - Comisión Interamericana de Derechos Humanos -Corte Interamericana de Derechos Humanos TIPO DE DECISIONES DE LA COMISIÓN: - Informe anual - Informe general - Informe de seguimiento (Continúa...) 137 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... derechos del niño (artículo 19), derecho a la nacionalidad (artículo 20), derecho a la propiedad privada (artículo 21), derecho a la circulación y residencia (artículo 22), derechos políticos (artículo 23) e igualdad ante la ley (artículo 24). Adicionalmente, reconoce las garantías judiciales básicas y la protección judicial (artículos 8 y 25). En ese sentido, obliga a los Estados parte a garantizar y respetar derechos tales como: i) acceder a un recurso judicial efectivo frente a violaciones de los derechos reconocidos en la Constitución y la Convención (artículo 25), ii) el derecho de defensa, iii) la presunción de inocencia y iv) el “derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable” (artículo 8), entre otros. Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales El Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en adelante el Protocolo, es un instrumento regional vinculante para Colombia en el que se reconocen una serie de derechos económicos, sociales y culturales, cuyo desarrollo progresivo está obligado a garantizar el Estado colombiano, de acuerdo con los recursos de los cuales dispone. Por tratarse de derechos que se consideran de contenido eminentemente prestacional, como la educación, la salud, la alimentación y la vivienda adecuadas, el Protocolo se funda en el principio de progresividad. - Informe temático - Informe especial - Medidas cautelares TIPO DE DECISIONES DE LA CORTE - Opiniones consultivas - Sentencias - Medidas provisionales La Convención creó la Corte Interamericana de Derechos Humanos y amplió las facultades de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual había sido creada en 1959. Colombia presentó el 21 de junio de 1985 un instrumento por medio del cual reconoce la competencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la interpretación o aplicación de la Convención, por tiempo indefinido, “bajo condición de estricta reciprocidad y para hechos posteriores a esta aceptación” (Oficina de Derecho Internacional (OEA), 2007a), reservándose el derecho de hacer cesar la competencia en el momento en que lo considere oportuno. Igualmente, reconoció la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por tiempo indefinido, en las mismas condiciones. Por Colombia, mediante la Ley 319 de 1996. Declarada exequible mediante Sentencia C-251 de 1997. RATIFICACIÓN: 23 de diciembre de 1997. ENTRADA EN VIGOR General: 16 de noviembre de 1999, de acuerdo con el artículo 21.3 del Protocolo. Para Colombia: 16 de noviembre de 1999. NÚMERO DE ESTADOS QUE HAN RATIFICADO: 14 (Oficina de Derecho Internacional (OEA), 2007b). ÓRGANOS QUE VIGILAN SU CUMPLIMIENTO: El Protocolo impone al Estado la obligación - Comisión Interamericana de Derechos de adoptar las medidas necesarias para lo- Humanos grar progresivamente la plena efectividad de - Corte Interamericana de Derechos Hulos derechos que reconoce (artículo 1). Estas manos medidas pueden ser de orden interno, como TIPO DE DECISIONES QUE EMITE LA COmedidas legislativas, o internacional, median- MISIÓN te la cooperación entre Estados. - Informes anuales - Informes especiales - Medidas cautelares (por violación de los derechos establecidos en los artículos 8 y 13). (Continúa...) 138 Anexos TIPO DE DECISIONES QUE EMITE LA CORTE - Opiniones consultivas. - Sentencias (por violación de los derechos establecidos en los artículos 8 y 13). - Medidas provisionales. Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura es un instrumento regional, vinculante para Colombia. Una de las obligaciones específicas que surgen de esta Convención para el Estado parte es tipificar el delito de tortura dentro de su legislación interna y establecer que es uno de aquellos delitos en virtud de los cuales opera la extradición (artículo 13). Para dar precisión y delimitar la aplicación de la Convención, el artículo 2 establece la siguiente definición de tortura: “todo acto realizado intencionalmente por el cual se inflijan a una persona penas o sufrimientos físicos o mentales, con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva, como pena o con cualquier otro fin. Se entenderá también como tortura la aplicación sobre una persona de métodos tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o angustia psíquica”. Con el fin de velar por el cumplimiento de lo dispuesto en este instrumento, los Estados parte se comprometen a informar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuáles son las medidas que han adoptado en virtud de la Convención. A su vez, este organismo debe procurar analizar la prevención y supresión de la tortura en los Estados miembros de la OEA, e incluir sus conclusiones en su informe anual (artículo 17). Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas Con el fin de combatir el flagelo de la desaparición forzada de personas, se adoptó, como parte del Sistema Regional de Protección de los Derechos Humanos, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, de la cual se derivan obligaciones concretas para el Estado colombiano. Por Colombia, mediante la Ley 409 del 28 de octubre de 1997. Declarada exequible mediante Sentencia C-351 de 1998. RATIFICACIÓN: 19 de enero de 1999. ENTRADA EN VIGOR: General: 28 de febrero de 1987, de acuerdo con el artículo 22 de la Convención. Para Colombia: 18 de febrero de 1999. NÚMERO DE ESTADOS QUE HAN RATIFICADO: 17 (Oficina de Derecho Internacional (OEA), 2007c). ÓRGANOS QUE VIGILAN SU CUMPLIMIENTO: - Comisión Interamericana de Derechos Humanos. - Corte Interamericana de Derechos Humanos. TIPO DE DECISIONES DE LA COMISIÓN: - Informe anual. - Medidas cautelares. TIPO DE DECISIONES DE LA CORTE: - Opiniones consultivas. - Sentencias. - Medidas provisionales (Adoptada por la Asamblea General en su decimoquinto periodo de sesiones ordinarias. Cartagena de Indias, 9 de diciembre de 1985). (Adoptada en Belém do Pará, Brasil, el 9 de junio de 1994, en el vigésimo cuarto período ordinario de sesiones de la Asamblea General) En virtud de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, el Estado colombiano está obligado a “no De acuerdo con este instrumento, se entien- practicar, no permitir, ni tolerar la desaparide por desaparición forzada “la privación de ción forzada de personas, ni aun en estado la libertad a una o más personas, cualquiera de emergencia, excepción o suspensión que fuere su forma, cometida por agentes del de garantías individuales”. (artículo I.a); Estado o por personas o grupos de personas a sancionar a los autores y cooperar para (Continúa...) 139 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Convención de Belém do Pará que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes” (artículo II). prevenir, sancionar y erradicar este delito (artículo I); a considerar como delito la desaparición forzada y establecer sanciones correspondientes con su gravedad (artículos III y IV); a no considerar la delito político e incluirla como un delito que amerita extradición (artículo V); a no someterla acción penal y la pena a prescripción, y, en caso de que esto sea imposible, a que el periodo de prescripción sea igual al del delito más grave (artículo VII); a que no se admita la obediencia debida como eximente de responsabilidad (artículo VIII); a que los presuntos responsables no sean juzgados por la jurisdicción penal militar (artículo X), entre otros. La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer reconoce una serie de derechos en cabeza de las mujeres, unas obligaciones concretas para los Estados parte y mecanismos específicos para hacer efectivos los derechos reconocidos en ella y garantizar el cumplimiento de las obligaciones adquiridas. En este sentido, define como violencia contra la mujer “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado” (artículo 1). (Adoptada por la Asamblea General en su vigésimo cuarto periodo ordinario de sesiones. Belém do Pará. 9 de junio de 1994). La Convención prevé varios mecanismos de protección. En primer lugar, mediante el análisis de informes periódicos que los Estados parte deben presentar a la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM). APROBACIÓN Por Colombia, mediante la Ley 248 de 1995, declarada exequible mediante Sentencia C-408 de 1996. RATIFICACIÓN: 15 de noviembre de 1996. ENTRADA EN VIGOR General: 5 de marzo de 1995, de acuerdo con el artículo 21 de la Convención. Para Colombia: 15 de diciembre de 1996. NÚMERO DE ESTADOS QUE LA HAN RATIFICADO 32 (Oficina de Derecho Internacional (OEA), 2007e) ÓRGANOS QUE VIGILAN SU CUMPLIMIENTO: En estos informes deben indicar los progre- - Comisión Interamericana de Derechos sos y las medidas adoptadas para “prevenir Humanos. y erradicar la violencia contra la mujer, para - Corte Interamericana de Derechos Huasistir a la mujer afectada por la violencia, así manos. como sobre las dificultades que observen en TIPO DE DECISIONES DE LA COMISIÓN la aplicación de las mismas y los factores que - Informes generales. contribuyan a la violencia contra la mujer” - Informes especiales. (artículo 10). - Medidas cautelares. TIPO DE DECISIONES DE LA CORTE: - Sentencias. - Opiniones consultivas. - Medidas preventivas. 140 Anexos Anexo 3 Otros instrumentos internacionales relevantes en temas de derechos de las víctimas Instrumento Principios de Joinet Naciones Unidas- Consejo Económico y social TEMÁTICA Informe final revisado acerca de la cuestión de la impunidad de los autores de violaciones de los derechos humanos (derechos civiles y políticos) preparado por el Sr. L. Joinet de conformidad con la resolución 1996/119 de la subcomisión. Estructura general del conjunto de principios: a) el derecho de las víctimas a saber. b) El derecho de las víctimas a la justicia. c) El derecho a obtener reparación. A estos derechos se agregan, con carácter preventivo, una serie de medidas para garantizar que no se repitan las violaciones. Estos principios no constituyen normas jurídicas en el sentido estricto sino principios rectores. Resolución 1325 del 2000 La resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ofrece un marco de trabajo para desarrollar la política y programación sobre las cuestiones de género, desarrollo, paz y seguridad. Está compuesta por 18 puntos que giran en torno a cuatro áreas temáticas interrelacionadas: - Participación de la mujer en la toma de decisiones y en los procesos de paz. - Inclusión de la formación de género en operaciones de paz. - Protección de los derechos de las mujeres y las niñas. - Convertir la cuestión de género en un eje transversal de los sistemas de información y aplicación de las Naciones Unidas. Resolución 1820 del 2008. Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas Por la cual se condena la violencia sexual y otro tipo de violencias contra las mujeres, niñas y niños poniendo de relieve la forma sistemática y generalizada en la que este tipo de violencias suceden. Uno de los principales aportes del documento es el reconocimiento del vínculo entre la violencia sexual, la paz y la seguridad. Resolución 1889 del 2009. Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas En esta resolución se hace especial énfasis en la responsabilidad que tienen los Estados de juzgar a los responsables y ponerle fin a la impunidad frente a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los conflictos armados. Convenio 169 de la OTI El Convenio 169 es un instrumento jurídico internacional vinculante que trata específicamente los derechos de los pueblos indígenas y tribales. Una vez que se ratifica el Convenio, el país que así lo hace cuenta con un año para alinear la legislación, políticas y programas antes de que el mismo devenga jurídicamente vinculante. Los países que ratificaron el Convenio están sujetos a supervisión en cuanto a la implementación. Resolución 2005/30 del 25 de Julio de 2005. Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones. 141 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Anexo 4 Instrumentos nacionales relevantes en temas de derechos de las víctimas NORMAS Ley 387 de 1997 TEMÁTICA Por la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado; la atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia. Art. 15: Una vez se produzca el desplazamiento, el Gobierno Nacional iniciará las acciones inmediatas tendientes a garantizar la atención humanitaria de emergencia con la finalidad de socorrer, asistir y proteger a la población desplazada y atender sus necesidades de alimentación, aseo personal, manejo de abastecimientos, utensilios de cocina, atención médica y psicológica, transporte de emergencia y alojamiento transitorio en condiciones dignas. Parágrafo. A la atención humanitaria de emergencia se tiene derecho por espacio máximo de tres (3) meses, prorrogables excepcionalmente por otros tres (3) más. Art. 19: Las instituciones comprometidas en la Atención Integral a la Población Desplazada, con su planta de personal y estructura administrativa, deberán adoptar a nivel interno las directrices que les permitan prestar en forma eficaz y oportuna la atención a la población. Decreto 173 de 1998 Por el cual se adopta el Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia. El presente plan, cuyo propósito fundamental es articular la acción gubernamental en el orden nacional y territorial, formula, en el marco de los principios y objetivos definidos por la Ley 387, las acciones que el Gobierno Nacional ejecutará en materia de prevención del desplazamiento, de atención humanitaria de emergencia y de consolidación y estabilización socioeconómica en la perspectiva del retorno voluntario o la reubicación de la población desplazada por la violencia. Así mismo, determina las entidades responsables en las distintas estrategias de intervención. Ley 589 de 2000 Por medio de la cual se tipifica el genocidio, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado y la tortura; y se dictan otras disposiciones. Artículo 9: REGISTRO NACIONAL DE DESAPARECIDOS. El Gobierno Nacional diseñará y pondrá en marcha un registro nacional de desaparecidos en el que se incluirán todos los datos de identificación de las personas desaparecidas y de inhumación y exhumación de cadáveres de personas no identificadas, el cual deberá contener como mínimo los siguientes datos: 1. Identidad de las personas desaparecidas. 2. Lugar y fecha de los hechos. 3. Relación de los cadáveres, restos exhumados o inhumados, de personas no identificadas, con la indicación del lugar y fecha del hallazgo, condiciones, características, evidencias, resultados de estudios técnicos, científicos o testimoniales y cualquier dato que conduzca a su identificación. El Registro Nacional de Desaparecidos será coordinado por el Instituto Nacional de Medicina Legal y funcionará en su sede. En la resolución que dé inicio a la investigación previa, o a la instrucción del proceso penal, o a la indagación preliminar o a la investigación en el proceso disciplinario, el Fiscal o el funcionario competente de la Procuraduría General de la Nación, según el caso, ordenará enviar todos los datos de la víctima al registro y solicitará la información necesaria para localizarla. (Continúa...) 142 Anexos Lineamientos: Intervención psicosocial de la población en condición y situación de desplazamiento por la violencia y el conflicto armado en Colombia. Septiembre 2004. Ministerio de la Protección Social. Dirección General de Promoción Social Sentencia T-045 2010 Formulación de lineamientos para la atención psicosocial a población en condición y situación de desplazamiento, que permita conceptualizar, caracterizar, ordenar y exponer los elementos y lugares comunes que conduzcan al desarrollo de estrategias amplias e incluyentes, con el objeto de atender los problemas de la población desplazada por el conflicto armado, brindar respuestas coherentes y asertivas a la particular y compleja realidad de individuos, familias, sociedad y sus proyectos de vida. Busca generar, promover e impulsar procesos articulados de interacción con la población desplazada, para que de manera creativa y activa, la población afectada conciba sus propias propuestas y proyectos de solución a los problemas inherentes a su situación de desplazamiento, su actual situación en los asentamientos y sus proyectos de vida. Esta orden de la Corte Constitucional se presenta ante la comprobación de la vulneración del derecho fundamental a la salud de las víctimas de la violencia sociopolítica en Colombia, verificada a partir de los casos de cuatro mujeres víctimas de las masacres ocurridas en El Salado, Bolívar. Entre otras órdenes, la Corte ordena al Ministerio de Protección Social, en coordinación con entidades encargadas de prestar los servicios de salud a nivel territorial y con las entidades del SINAIP, que diseñe e implemente los protocolos, programas y políticas necesarias de atención en salud que respondan a las necesidades particulares de las víctimas del conflicto armado, sus familias y comunidades, especialmente en lo referido a la recuperación de los impactos psicosociales, producidos por su exposición a eventos traumáticos desencadenados por la violencia sociopolítica en el país. Decreto 250 de 2005 Por el cual se expide el Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia y se dictan otras disposiciones. Que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 9º de la Ley 387 de 1997, corresponde al Gobierno Nacional diseñar y adoptar el Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia. Que se hace necesario expedir un nuevo Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia. Que en sesión de enero 12 de 2005, el Consejo Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia impartió su aprobación al nuevo Plan Nacional a que se refiere el considerando anterior. Que para efectos del seguimiento al cumplimiento de este plan, se hace necesario establecer un procedimiento que permita determinar las entidades responsables sectorialmente de las distintas estrategias de intervención estatal en el marco del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada. Sentencia T-025 de 2004 Se dicta para agilizar y fortalecer las acciones propuestas desde la ley 387 de 1997 (que reconoce el fenómeno del desplazamiento desde sus diversas esferas y magnitudes, y hace especial énfasis en el tratamiento a las comunidades negras e indígenas, de acuerdo a sus condiciones particulares, brindando especial atención a mujeres y niños). Esta sentencia es asumida con enfoque diferencial, otorgando importancia a la atención de niños y niñas, la tercera edad, las mujeres cabezas de familia y las personas en situación de discapacidad. (Continúa...) 143 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... El objetivo de esta política es velar por los derechos de estos grupos, de los que resaltamos el derecho a escoger el lugar de domicilio, al libre desarrollo de la personalidad, a la libertad de expresión y de asociación, a la integridad y seguridad personal, al trabajo y a escoger profesión u oficio, y por último el derecho a la igualdad, entre otros. Decreto 1011 de 2006 Por el cual se establece el Sistema Obligatorio de Garantía de Calidad de la Atención de Salud del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Art. 1: Las disposiciones del presente decreto se aplicarán a los Prestadores de Servicios de Salud, las Entidades Promotoras de Salud, las Administradoras del Régimen Subsidiado, las Entidades Adaptadas, las Empresas de Medicina Prepagada y las Entidades Departamentales, Distritales y Municipales de Salud. Decreto 929 de 2007 Por el cual se establece el reglamento de la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas creada por la Ley 589 de 2000. Funciones de la Comisión. Para cumplir su objetivo, la Comisión Desarrollará las siguientes funciones: (…) Art. 2: Parágrafo 1°. Por solicitud expresa del cónyuge, compañero o compañera permanente, o pariente hasta el segundo grado de consanguinidad de una persona desaparecida, formulada a la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, esta podrá solicitar a la autoridad judicial competente que le permita presenciar o participar en las diligencias de exhumación e identificación de cadáveres, cuando quiera que estas diligencias contribuyan a lograr los objetivos previstos en el numeral 1 de este artículo. Parágrafo 2°. Las autoridades judiciales podrán solicitar a la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas la designación de expertos nacionales o internacionales que las asesoren como peritos en las exhumaciones y diligencias de identificación de cadáveres que se adelanten como parte de un plan de búsqueda de personas desaparecidas. En estos casos, la Comisión atenderá inmediatamente la petición, si su capacidad técnica lo permitiere, y de acuerdo a los planes que haya definido, de conformidad con lo previsto en el artículo 15 del presente decreto. Auto 092 de 2008 Caracteriza la doble vulnerabilidad de los derechos de las mujeres en el conflicto (en contextos de violencia y desplazamiento), identifica los principales riesgos que afrontan y propone medidas para eliminarlos de acuerdo a la Sentencia T-025. Cuando la perspectiva diferencial presente en el Auto 092 expresa la “doble vulnerabilidad” de las mujeres, se refiere a una primera producida por las condiciones de discriminación histórica y estructural contra la mujer, que se ve profundizada hasta llegar a una segunda vulnerabilidad dada por situaciones generadas por el desplazamiento forzado. Auto 004 de 2009 Se ordena la garantía y protección de los derechos fundamentales de las personas y los pueblos indígenas desplazados por el conflicto armado o en riesgo de desplazamiento forzado. Cumplir con las garantías de los Derechos Humanos de los pueblos indígenas. Construcción y puesta en práctica de los planes de salvaguarda. (Continúa...) 144 Anexos Auto 005 de 2009 Se ordena la garantía y protección de los derechos fundamentales de la población afrodescendiente víctima del desplazamiento forzado. Prevenir el desplazamiento. Atender a comunidades confinadas. Atender a comunidades en situación de desplazamiento. Caracterizar territorios colectivos y ancestrales. Proteger territorios colectivos y ancestrales. Auto 006 de 2009 Se ordena la protección de las personas desplazadas, con discapacidad, en el marco del estado de cosas inconstitucional declarado en la Sentencia T-025 de 2004. Prevenir el desplazamiento y la integralidad de la atención a la población en situación de discapacidad y desplazamiento. Acuerdo 03 de 2009 de la Comisión de Regulación en Salud Por el cual se aclaran y se actualizan integralmente los Planes Obligatorios de Salud de los Regímenes Contributivo y Subsidiado. Ley 1408 del 2010 Cuyo objetivo es rendir homenaje a las víctimas del delito de desaparición forzada, adoptar medidas para su localización y plena identificación, y brindar asistencia a los familiares de las mismas durante el proceso de entrega de los cuerpos o restos exhumados. Artículo 28: Cobertura de atención de urgencias psiquiátricas. El POS del Régimen Contributivo y del Régimen Subsidiado incluye la atención inicial de urgencias del paciente con trastorno mental en el servicio de urgencias y en observación, las primeras 24 horas y solo en el evento que ponga en peligro su vida o integridad o la de sus familiares y la comunidad. La atención ulterior será cubierta según las condiciones de cada régimen descritas en el presente Acuerdo. A partir de esta ley, las entidades y organizaciones que conforman la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, las que cumplen funciones de policía judicial, las entidades autorizadas que registran personas reportadas como desaparecidas y las demás que pudieran aportar información relativa a la identificación de personas y a la investigación del delito de desaparición forzada (identificadas en el artículo 8° del Decreto 4218 de 2005) deben transferir al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses la información necesaria para actualizar el Registro Nacional de Desaparecidos y, a partir de esta acción, actualizar esta base de manera permanente para así facilitar la búsqueda. También permite la creación del Banco de Perfiles Genéticos de desaparecidos. Decreto 1290 de 2010 Por el cual se crea el programa de Reaparición Individual por vía administrativa para las víctimas de grupos armados organizados al margen de la ley, en el marco de la Ley 975/05. Ley 975 de 2004 o Ley de Justicia y Paz La ley tiene por objeto facilitar los procesos de paz y la reincorporación individual o colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley, garantizando los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación. Se entiende por grupo armado organizado al margen de la ley, el grupo de guerrilla o de autodefensas, o una parte significativa e integral de los mismos como bloques, frentes u otras modalidades de esas mismas organizaciones, de las que trata la Ley 782 de 2002. (Continúa...) 145 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... Sentencia T-496 de 2008 La sentencia hace un recuento de las disposiciones que reconocen y protegen el derecho a la seguridad personal en la Constitución Política y en la jurisprudencia constitucional. La sentencia también recoge algunas disposiciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que hace referencia a las obligaciones internacionales que el Estado colombiano tiene en la materia, haciendo un énfasis especial en el deber de protección de la mujer frente a todo tipo de violencia. Decreto 1740 de 2010 Establece los lineamientos de la política de protección de personas que se encuentren en situación de riesgo extraordinario o extremo, como consecuencia directa y en razón del ejercicio de sus actividades o funciones políticas, públicas, sociales o humanitarias. Ley 418 de 1997 (prorrogada y modificada por la ley 548 de 1999, la ley 782 de 2002 y por la ley 1106 de 2006) Artículo 15: Para los efectos de esta ley, se entiende por víctimas de la violencia política, aquellas personas de la población civil que sufran perjuicios en su vida, o grave deterioro en su integridad personal o en sus bienes, por razón de atentados terroristas, combates, secuestros, ataques y masacres en el marco del conflicto armado interno. Son víctimas los desplazados en los términos del artículo 1 de la Ley 387 de 1997. Así mismo, se entiende por víctima de la violencia política toda persona menor de edad que tome parte en las hostilidades. Artículo 16: En desarrollo del principio de solidaridad social, y dado el daño especial sufrido por las víctimas, éstas recibirán asistencia humanitaria, entendida por tal la ayuda indispensable para sufragar los requerimientos esenciales, a fin de satisfacer los derechos que hayan sido menoscabados por los actos enunciados en el artículo 15. Esta ayuda humanitaria será prestada por las entidades públicas así: por la Red de Solidaridad Social, en desarrollo de su objeto legal y de acuerdo con las directrices que para el efecto señale su Consejo Directivo, y por las demás entidades públicas señaladas en la presente ley, dentro del marco de sus competencias, siempre que la solicitud se eleve dentro del año siguiente a la ocurrencia del hecho. PARÁGRAFO 1o. En caso fuerza mayor o caso fortuito que impidan a la víctima presentar oportunamente la solicitud, el término a que se refiere la presente disposición debe contarse a partir del momento en que cesen los hechos motivo de tal impedimento. PARÁGRAFO 2o. El Gobierno Nacional apropiará los recursos necesarios en el Presupuesto General de la Nación –Red de Solidaridad Social–, con el objeto de prestar asistencia humanitaria, conforme a los fines previstos en la presente ley. PARÁGRAFO 3o. La ayuda humanitaria será entregada por la Red de Solidaridad Social en forma directa, asegurando la gratuidad en el trámite, para que los beneficiarios la reciban en su totalidad. PARÁGRAFO 4o. Los beneficios de contenido económico que se otorguen a los desplazados se regirán por la Ley 387 de 1997. Artículo 17: El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar diseñará y ejecutará un programa especial de protección para la asistencia a todos los casos de menores de edad que hayan tomado parte en las hostilidades o hayan sido víctimas de la violencia política, en el marco del conflicto armado interno. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar prestará asistencia prioritaria a los menores de edad que hayan quedado sin familia o cuya familia no se encuentre en condiciones de cuidarlos, en razón de los actos a que se refiere la presente ley. (Continúa...) 146 Anexos PARÁGRAFO. Cuando se reúna el Comité Operativo para la Dejación de las Armas y se traten los casos de menores, deberá citarse al defensor de familia. Artículo 18: Cuando quiera que ocurra alguno de los eventos contemplados en el artículo 15 de la presente ley, la Alcaldía Municipal, la Personería Municipal, o la entidad que haga sus veces, deberá elaborar el censo de las personas afectadas en su vida, en su integridad personal o en sus bienes, que contenga como mínimo la identificación de la víctima, su ubicación y la descripción del hecho, y enviarlo a la Red de Solidaridad Social en un término no mayor a 8 días hábiles contados a partir de la ocurrencia del mismo. Igualmente, expedirá una certificación individual a los beneficiarios de las personas fallecidas, que deberá contener los mismos datos del censo, requisito esencial para el reconocimiento de la ayuda humanitaria por parte de la Red de Solidaridad Social. Si la Red de Solidaridad Social establece que alguna de las personas certificadas no tiene la calidad de víctima, esta perderá los derechos que le otorga el presente título, además de las sanciones penales que correspondan, y deberá reembolsar las sumas de dinero y los bienes que se le hayan entregado. Si se trata de créditos, el establecimiento financiero que lo haya otorgado podrá mantenerlo, reajustando las condiciones a la tasa de mercado. PARÁGRAFO. El representante legal de la Red de Solidaridad Social elaborará las listas de desplazados en aquellos casos en que les sea imposible a las autoridades municipales. Artículo 19: Las instituciones hospitalarias, públicas o privadas, del territorio nacional, que prestan servicios de salud, tienen la obligación de prestar atención de manera inmediata a las víctimas de atentados terroristas, combates y masacres, ocasionadas en el marco del conflicto armado interno, y que la requieran, con independencia de la capacidad socioeconómica de los demandantes de estos servicios y sin exigir condición previa para su admisión. Artículo 20: Los servicios de asistencia médica, quirúrgica y hospitalaria consistirán en: 1. Hospitalización. 2. Material médico quirúrgico, de osteosíntesis y órtesis, conforme con los criterios técnicos que fije el Ministerio de Salud. 3. Medicamentos. 4. Honorarios médicos. 5. Servicios de apoyo tales como bancos de sangre, laboratorios, imágenes diagnósticas. 6. Transporte. 7. Servicios de rehabilitación física, por el tiempo y conforme a los criterios técnicos que fije el Ministerio de Salud. 8. Servicios de rehabilitación mental en los casos en que como consecuencia del atentado terrorista la persona quede gravemente discapacitada para desarrollar una vida normal de acuerdo con su situación, y por el tiempo y conforme con los criterios técnicos que fije el Ministerio de Salud. Artículo 21: El reconocimiento y pago de los servicios de asistencia médica, quirúrgica y hospitalaria a que se refieren los artículos anteriores se hará por conducto del Ministerio de Salud con cargo a los recursos del Fondo de Solidaridad y Garantía del Sistema General de Seguridad Social en Salud, Fosyga. (Continúa...) 147 Protocolo para el acompañamiento psicosocial a víctimas de tortura y otros tratos o penas ... PARÁGRAFO 1o. Para efectos de la ejecución de los recursos de la Subcuenta de Eventos Catastróficos y Accidentes de Tránsito del Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga), se entenderán como eventos o acciones terroristas los que se susciten en el marco del conflicto armado interno, que afecten a la población civil y que se relacionen con atentados terroristas, combates, ataques a municipios y masacres. Salvo que sean cubiertos por otro ente asegurador en salud. PARÁGRAFO 2o. El Gobierno Nacional y el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, podrán revisar y ajustar los topes de cobertura de los beneficios a cargo del Fosyga. Artículo 23: Los gastos que demande la atención de las víctimas amparadas con pólizas de compañías de seguros de salud o contratos con empresas de medicina prepagada, serán cubiertos por el Estado de conformidad con lo establecido en el presente título, en aquella parte del paquete de servicios definidos en el artículo 20 que no estén cubiertos por el respectivo seguro o contrato o que lo estén en forma insuficiente. Artículo 25: El incumplimiento de lo dispuesto en este capítulo, será causal de sanción por las autoridades competentes en desarrollo de sus funciones de inspección y vigilancia, de conformidad con lo previsto en el artículo 49 de la Ley 10 de 1990 y demás normas concordantes. Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Ley 1448 de 2011 148 Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones. Esta ley tiene como objeto establecer un conjunto de medidas judiciales, administrativas, sociales y económicas en beneficio de las víctimas, que permita hacer efectivo el goce de sus derechos a la verdad, a la justicia y la reparación de tal modo que se reconozca su condición de víctimas y se dignifique a través de la recuperación del ejercicio de sus derechos constitucionales, promoviendo igualdad de oportunidades y la eliminación de cualquier forma de discriminación, dentro del marco de justicia transicional.