LA ARGUMENTACIÓN Argumentar consiste en dar razones para defender o atacar una opinión o idea (tesis), con el fin de convencer o persuadir a alguien sobre algo; la argumentación, por tanto, es una práctica discursiva orientada hacia el receptor (función conativa o apelativa) con el propósito de lograr su adhesión. Las personas tienen distintos puntos de vista acerca de las cosas y, en ocasiones, es necesario darlos a conocer y defenderlos. Permanentemente estamos rodeados de discursos argumentativos: el abogado que defiende a cliente, el candidato que pretende ser electo, el vendedor que desea que se compre un determinado producto, etc. Básicamente, la argumentación está presente en todos los temas que se prestan a controversia, e implican tomar cualquiera de estas dos posiciones: a favor (confirmación o aprobación) o en contra (refutación). La argumentación es el medio a través del cual expresamos con fundamento nuestras posiciones o puntos de vista sobre las variadas materias que son el objeto de la comunicación, con el propósito de convencer razonadamente o persuadir afectivamente a los receptores acerca de la validez de nuestras posiciones. El objetivo fundamental del discurso argumentativo es influir en el receptor para que éste acepte o adhiera a nuestro punto de vista, realice cierta acción, reafirme alguna convicción ya existente, o la modifique, vale decir, la argumentación no es sólo una operación lógica, pues el argumentador siempre quiere actuar sobre las opiniones del otro, quiere obtener alguna acción (física o mental) a partir de su discurso. Se emplean para ello fórmulas que procuran convencerlo mediante argumentos (ámbito de la racionalidad y razones) y/o conmoverlo apelando a sus emociones (ámbito de influencia y motivos). El primer componente está presente como predominante, por ejemplo, en el discurso científico; el segundo, a su vez, en el discurso publicitario. El discurso argumentativo está formado, entonces, por dos componentes: a) el componente lógico-racional destinado a convencer (apela al intelecto). b) el componente retórico-afectivo destinado a persuadir (apela a las emociones y la voluntad). El componente lógico-racional otorga un rol protagónico al lenguaje verbal, ya sea oral o escrito; el componente retórico-afectivo, en cambio, presenta junto con el lenguaje verbal una importante presencia del lenguaje no verbal ya en sus aspectos kinésicos (una sonrisa o una mirada), proxémicos (en una argumentación judicial, acercarse al jurado para crear una atmósfera de intimidad y confianza) o icónicos (en el mismo caso anterior, mostrar una fotografía como prueba). El límite de lo argumentativo está dado por las formas imperativas, como son las órdenes (“¡Cállate!, ¡Es así y punto!”, etc.),o las prohibiciones sin argumento (se prohíbe fumar), pues ante ellas no cabe más que obedecer o acatar. Toda forma de coerción física o de algún otro tipo (social, ética, etc.) también excluye la argumentación. Cuando se obliga por la fuerza no hay discurso posible, así tampoco cuando es el propio discurso el que anula toda discusión, por ejemplo, en el caso de las descalificaciones o amenazas (falacias dirigidas a neutralizar al oponente). 1. Características de la argumentación: a) Objeto: un tema controversial que admita distintos puntos de vista o enfoques. Un problema con más de una forma de darle solución. A diferencia de una demostración, es decir, la prueba sin ambigüedad basada en reglas de un sistema formalizado para la cual no importa si el auditorio acepta o no los axiomas, la argumentación es un razonamiento que no es enteramente cierto, sino probablemente cierto. Los principios en que se basa son aquellos que tienen aceptación mayoritaria, o bien, son sostenidos por los especialistas en una materia particular. Los argumentos propiamente tales no son verdaderos ni falsos, sino que probables, es decir, los argumentos con respecto a un tema cualquiera son plausibles mientras no haya demostración de lo contrario. b) Emisor: quien manifiesta una posición determinada frente al objeto. c) Carácter dialógico: se produce una confrontación entre el emisor actual (proponente) y un receptor (oponente) concreto o imaginario; actual, pasado o futuro; presente o representado textualmente, lo que genera polémica. d) Finalidad: promover la adhesión, mediante estrategias de convencimiento o persuasión; influir e instar a la acción mental o física en concordancia con lo adherido. 2. La situación comunicativa argumentativa: La situación comunicativa argumentativa se define básicamente por: 1. Un tema respecto del cual existen diferentes puntos de vista u opiniones (contexto). 2. Una posición o punto de vista que adopta el emisor sobre ese tema. 3. Razones que dan validez y fundamento a una posición (mensaje). 4. Recursos afectivo-retóricos para persuadir o influir sobre el receptor. 3. Tipos de situaciones de comunicación argumentativa: Privada Pública Formal Informal Inmediata Mediata Diferida Los conceptos de privado/público; formal/informal; oral/escrito han sido explicados en materiales anteriores. a) Situación inmediata: emisor y receptor están presentes en el mismo acto de comunicación. La modalidad lingüística principal en que esto ocurre es la oral. En el intercambio ambos se influyen mutuamente permitiendo la variación, corrección, aceptación o refutación de las tesis planteadas. b) Situación mediata: emisor y receptor están presentes, la modalidad lingüística es también oral. Sin embargo, la diferencia está en que las observaciones o contraargumentos del receptor no son inmediatos a la tesis sustentada por el ponente. Este intercambio mediato ocurre, por ejemplo, en una conferencia o panel con audiencia. En primer lugar, el expositor presenta una tesis sobre un tema, posteriormente el auditor por escrito o de modo oral expresa opiniones o preguntas referidas a la tesis. c) Situación diferida: emisor y receptor no están presentes en el mismo acto de comunicación, la modalidad lingüística es escrita. El emisor está lejano en el tiempo y el espacio con respecto de su receptor-lector. Por ello, la construcción de la argumentación no puede ser mediada por la interacción de ambos, por tanto no pueden influirse en sus posiciones. Hay un intercambio diferido, por ejemplo, cuando leemos en el periódico los argumentos de una autoridad para tomar una decisión. 4. Tipos de argumentación: a) Argumentación secuencial: en este caso se trata de una sola tesis y una serie de argumentos que la apoyan. El cuerpo del texto está constituido por diversas fases argumentativas o una suma de elementos probatorios. b) Argumentación dialéctica: este tipo de argumentación es más compleja, ya que presenta tesis y contratesis, argumentos y contraargumentos; lo que indica que el autor ha asumido una posición bastante crítica. Se suele iniciar el texto con la presentación del problema, al que sigue la tesis o contratesis, continuando con la demostración y finalizando con una conclusión. 5. Estructura global del texto argumentativo: a) Introducción: o presentación del tema, donde suele enunciarse la tesis (idea u opinión que se va a defender). b) Desarrollo: parte central, en la que se desarrolla enteramente la argumentación. c) Conclusión: suele consistir en un resumen de lo que se quiere defender o demostrar. 6. Estructura interna del texto argumentativo: a) Tesis: es la idea u opinión que se quiere defender o en torno a la cual se reflexiona. En ocasiones, ocurre que la tesis no está explícita en el texto, sino que el lector la debe deducir. Esta afirmación pretende alcanzar la aceptación general y en ello radica su carácter polémico, problemático y dudoso. No se trata de una “obviedad” ni de un hecho objetivo, a pesar de que gramaticalmente corresponde a una oración declarativa con verbo conjugado en modo indicativo (ej.: “Los niños no deberían comer golosinas”). Es una información propuesta, discutible, no necesariamente verdadera, que se pone en consideración de otros pues se pretende que alcance aceptación general, aunque también puede presentarse una tesis a fin de cuestionarla (contraargumentación). La tesis es una opinión sostenida por alguien y que sirve de punto de partida a la argumentación, es decir, la tesis es el punto de vista. Son tesis aseveraciones del tipo: “Tal o cual equipo de fútbol es el mejor de Chile”; “es preferible autorizar el consumo de sustancias tóxicas para devaluar su precio y terminar con el tráfico”, es decir, cuestiones sobre las cuales no hay acuerdo ni tampoco un solo punto de vista. La tesis se explica y defiende por medio de argumentos. El argumento es un razonamiento que se hace con el propósito de conseguir la aceptación o el rechazo de una tesis propuesta. En cambio, la argumentación es la cadena de argumentos, presentados y discutidos convenientemente, que conducen al mismo propósito. Finalmente, digamos que la tesis puede ser enunciada al inicio o introducción de la argumentación o al final, en la conclusión. Por ello, las expresiones “tesis”, “opinión” y “conclusión” apuntan al mismo tipo de juicio. Se dice que la conclusión es la “imagen-espejo” de la tesis. Ejemplo: TESIS: Ella va a ganar la elección presidencial. Recomendaciones para formular una tesis: Brevedad, concreción y sencillez, eludiendo la ambigüedad. Sentido afirmativo. Oraciones completas semántica y sintácticamente correctas. Objetividad (deben evitarse expresiones tales como “yo pienso…”, “yo creo…”, “me parece…”). Presencia de la(s) palabra(s) clave(s) referidas a la idea que se argumentará. Recomendaciones para formular argumentos: b) Cada argumento debe sustentarse en ejemplos, datos o cifras comprobables. No deben incluirse excepciones o afirmaciones que contradigan el argumento. Los fundamentos de los argumentos deben ser concretos. Cada fundamento debe entregar una razón. Los fundamentos no deben repetirse entre sí. Base o Premisa: es una proposición o argumento que entrega información que permite defender la tesis, apelando a lo lógico-racional o a lo emotivo-afectivo. Corresponde a los datos iniciales (“dado que…”). En ellas se sustenta o apoya la tesis. Es el primer tipo de argumento que se esgrime en defensa de una tesis. La base es el argumento que sustenta la posibilidad de mi tesis y que responde a la pregunta ¿por qué?, planteada inmediatamente después de la tesis. Muchas veces se utilizan hechos o datos fácilmente aceptables o comprobables. Ejemplo: TESIS: Ella va a ganar la elección presidencial. BASE: Porque es atractiva y muy simpática, además de ser inteligente. c) Garantías: son las razones que avalan la tesis. Los argumentos pueden consistir en ideas, hechos, opiniones, datos, resultados, etc., que permiten vincular la premisa (base) con la tesis, de tal manera que se pueda advertir la relación entre ambas. Una garantía dice por qué tal premisa es pertinente para esa tesis; se constituye como una afirmación de valor general no controvertible desde el punto de vista del argumentador. Ejemplo: TESIS: Ella va a ganar la elección presidencial. BASE: Porque es atractiva y muy simpática, además de ser inteligente. GARANTÍA: La gente se inclina a votar por quienes le parecen más atractivos y simpáticos. d) Respaldos: corresponden a las ideas (ejemplos, cifras, datos,…) que sirven de fundamento a los argumentos dados en las garantías. Son principios o datos documentados entendidos como fácilmente aceptables. Ejemplo: TESIS: Ella va a ganar la elección presidencial. BASE: Porque es atractiva y muy simpática, además de ser inteligente. GARANTÍA: La gente se inclina a votar por quienes le parecen más atractivos y simpáticos. RESPALDO: Así lo dicen las estadísticas: en las últimas elecciones entre candidatos con propuestas inteligentes, han ganado la elección los más atractivos y simpáticos. 5. Modos de presentación de la argumentación: a) Deductivo: consiste en presentar primero la tesis y después los argumentos o pruebas. Responde a la estructura: TESIS – ARGUMENTOS – CONCLUSIÓN. b) Inductivo: se manifiestan en primer lugar los argumentos y a continuación la tesis, a modo de conclusión: ARGUMENTOS – TESIS. 6. Tipos de argumentos según el modo de razonamiento Un argumento es el razonamiento por medio del cual se intenta probar o refutar una tesis, convenciendo a alguien de su verdad o falsedad. En una argumentación, siempre existe la intención de convencer razonadamente o de persuadir afectivamente. Todo discurso argumentativo posee, por tanto, distintas formas de razonamientos que permiten desarrollar el componente persuasivo y que van vinculando las bases con las tesis; dichas modalidades se diferencian considerando si el énfasis está puesto en lo lógico-racional o en lo emotivo-afectivo. A) Argumentos lógico-racionales: 1. Razonamiento por analogía: se establece una semejanza entre dos conceptos, seres o cosas diferentes y se deduce que lo que es válido para uno es válido para el otro. R1. “Cuando fue parlamentario promovió y aprobó una ley de educación muy provechosa”. (premisa 1) R2. “Será el Ministro de Educación del nuevo Gobierno” (premisa 2). POR LO TANTO: La educación en Chile mejorará mucho por su labor (conclusión) La analogía resulta muy útil para explicar lo nuevo, pues quien la emplea compara, aspecto por aspecto, un fenómeno o un objeto desconocido por los receptores con otro que les resulta familiar, facilitando la comprensión. 2. Razonamiento por generalización: a partir de varios casos similares, se generaliza una tesis común, que es aplicada a un nuevo caso del mismo tipo. R1. “Hoy los chilenos fácilmente recordamos películas nacionales, por ejemplo: La Frontera, La Luna en el Espejo, El Desquite, Coronación, El Chacotero Sentimental, Sangre Eterna y Sexo con Amor”. (premisa 1) R2. “Estas películas han tenido éxito de crítica y de taquilla” (premisa 2) POR LO TANTO: “El cine chileno ha mejorado en el último tiempo”. “El cine chileno es bueno, de buena calidad”, etc. (conclusión) 3. Razonamiento por signos: se utilizan indicios o señales para establecer la existencia de un fenómeno. Las razones se presentan en forma de indicios, signos o síntomas que conducen a una conclusión. Se usa en casos en que existe una asociación confiable o concomitancia entre un fenómeno y su señal, es decir, una alta probabilidad de que ante una cualidad o señal dada también se de otro fenómeno asociado. Ejemplo: R1. “Los excesos en comer y beber suelen enfermar” (premisa 1). R2. “Juan se excede en el comer y el beber” (premisa 2). POR LO TANTO: “Posiblemente, Juan se enferme”. “Más temprano que tarde, Juan caerá a la cama”, etc. (conclusión). El razonamiento por signos no es seguro, sino probable, se basa en un conocimiento de mundo por parte de quien argumenta. 4. Razonamiento por causa: se establece una conexión causal entre dos hechos que fundamentan la tesis. Las razones se presentan como la causa que provoca la conclusión o como un medio para lograrla. Se establece una conexión causal entre dos hechos. Se afirma que las premisas o razones son la causa de la tesis o conclusión. Ejemplo: R1. “Los embarazos ocurren por contacto sexual” (premisa 1) R2. “María se embarazó” (premisa 2) POR LO TANTO: “María tuvo contacto sexual”. “María tuvo relaciones sexuales”, etc. (conclusión) Esta conexión es bastante más fuerte que la anterior, pues ya no sólo afirma la relación entre dos elementos, sino que uno es causa del otro. 5. Uso del criterio de autoridad: se alude a la opinión de expertos en el tema o personajes consagrados para sustentar la tesis. Aunque no es una garantía de validez, en algunos casos puede ser legítimo recurrir a una autoridad reconocida o con reputación sobre el tema (en una argumentación judicial la palabra o criterio del médico forense, por ejemplo) La autoridad se entiende habitualmente como una persona, puede, sin embargo, ser también una institución. Ejemplos: R1. “El Dr. Pérez es un conocido geriatra” (premisa 1) R2. “El Dr. dijo que después de los 50 años comienza a disminuir el calcio en los huesos” (premisa 2). POR LO TANTO: “Las personas de la tercera edad debemos consumir lácteos y otros alimentos que contengan calcio”; “Debo aumentar mi consumo de leche”, etc. (conclusión) B) Argumentos emotivo-afectivos: 1. Argumentos afectivos: se dirigen a los sentimientos del auditorio, especialmente sus dudas, deseos y temores, con el fin de conmover y provocar una reacción de simpatía o rechazo. 2. Argumentos por lo concreto: se emplean ejemplos familiares a los oyentes, porque les afectan directamente. 3. Confianza del emisor: Ejemplo: “Yo, compañeros, defiendo sus derechos”. 4. “Argumento-eslogan”: se trata de una frase hecha, un tópico o palabra que se repite constantemente y resume el tema o simplemente invita al receptor a creer en lo que se expone. 5. Recurso de la fama: la imagen o palabras de un personaje bien valorado socialmente. 6. Fetichismo de masas: se sustenta en la idea de que la mayoría elige lo correcto o está en la opinión acertada. 7. Uso de prejuicios: Ejemplo: “Si vas mal vestido eres un vago”. 8. Recurso de la tradición: la idea expuesta se apoya en máximas, proverbios o refranes conservados por la tradición y cuyo valor de verdad se acepta sin discusión. 9. Argumentos de conocimiento general o de la experiencia personal: se basa en aquellas ideas que todo el mundo ha escuchado en relación con el conocimiento de la realidad o la experiencia personal, ciertas “fases hechas” que nadie cuestiona. 7. Evaluación del discurso argumentativo Para evaluar la calidad de un argumento podemos emplear tres criterios básicos que pueden ser aplicados a cualquiera de los modos de razonamiento vistos anteriormente. Estos criterios son: a) Suficiencia: Las premisas deben aportar apoyo suficiente para llegar a la conclusión. A veces basta con mostrar un caso, una investigación, una causa o un síntoma, pero en otras ocasiones se requiere mostrar un gran número de casos para que la conclusión sea aceptable. R1. “Marcelo Ríos se dedicó al tenis profesional” (premisa 1) R2. “En 1998, fue número uno del escalafón mundial” (premisa 2) POR LO TANTO: “Alcanzó un altísimo nivel tenístico”; “Tuvo un periodo brillante”, etc. (conclusión) b) Relevancia: Las premisas deben estar relacionadas y ser pertinentes con el contenido de la conclusión y no referirse a otro tema. R1. “Es imposible dejar de comer” (premisa 1) R2. “Para bajar de peso hay que comer de forma moderada” (premisa 2) POR LO TANTO: “No sirve de nada hacer una dieta muy estricta” (conclusión) c) Aceptabilidad: Las premisas deben poder ser aceptadas por cualquier persona que conozca el tema. Esto tiene que ver con lo adecuado o inadecuado de éstas o con su credibilidad. Por ejemplo, si se presenta como prueba un estudio estadístico, podré aceptarlo o no si se realizó de manera seria, si sus resultados son fidedignos. R1. “Según el Banco Central, el crecimiento del país fue del 4%” (premisa 1) R2. “El INE informó que el desempleo disminuyó en 8% respecto al trimestre anterior” (premisa 2) POR LO TANTO: “La economía chilena está mejorando” (conclusión) 8. Falacias: razonamientos erróneos o falsos, construcción inadecuada incurrida en ella por ignorancia o voluntariamente, como un modo de convencer mediante la razón. 8.1 Falacias que infringen el criterio de suficiencia: a) Generalización o conclusión apresurada: Falta la suficiencia, pues no proporciona la cantidad de casos necesarios para sostener la conclusión. Transgrede el principio de generalización. Ejemplo: R1. “Alejandra fue mi primera polola” (premisa 1) R2. “Alejandra me traicionó” (premisa 2) POR LO TANTO: “Todas las mujeres son traidoras” (conclusión) El ejemplo anterior se trata de una falacia, pues de un solo caso, que es una experiencia personal, se generaliza a toda la población de mujeres, sin considerar, por ejemplo, a su madre, su abuela, las pololas de otros amigos, las mujeres de otras culturas, etc. b) Causa falsa: Cuando la razón dada para apoyar la tesis puede tratarse sólo de una circunstancia que no incide en la constitución de la conclusión y que, por lo tanto, no es suficiente como prueba. R1. “Las personas van al gimnasio para adelgazar” (premisa 1) R2. “El gimnasio está lleno de gordos” (premisa 2) POR LO TANTO: “El gimnasio no sirve para adelgazar” (conclusión) c) Falsa analogía: una analogía se produce cuando se comparan dos situaciones porque presentan similitudes en ciertos aspectos, pero no suficientes como para establecer una comparación. R1. “Los abogados tienen escritos para guiarlos durante un juicio” (premisa 1) R2. “Los constructores tienen planos para guiarlos cuando construyen una casa” (premisa 2) POR LO TANTO: “A los estudiantes se les debería permitir consultar sus textos de estudio durante los exámenes” (conclusión) 8.2. Falacias que infringen el criterio de relevancia: a) Razón irrelevante: Falta al principio de la relevancia y, generalmente, constituye un cambio de tema: las razones hablan de algo distinto a lo que apunta la conclusión. R1. “La señora Fernández realizó pruebas semestrales a alumnos de cuarto básico” (premisa 1) R2. “Se realizaron en la última hora de clases” (premisa 2) POR LO TANTO: “Las prácticas evaluativas de la señora Fernández no son correctas” (conclusión) b) Ataque al oponente (Ad hominem): Es ofensivo, pues implica descalificar a quien sostiene alguna idea, sin dirigirse al argumento. Existen cuatro subtipos: - Ataque directo (Ad hominem abusivo): se refuta la tesis por venir de una persona determinada, es decir, se descalifica al oponente. Una falacia ad hóminem consiste en afirmar que un argumento de alguien es erróneo sólo por algo acerca de la persona, no por problemas en el argumento en sí. Consiste en debilitar al oponente poniendo en duda su experiencia, inteligencia, carácter o buena fe. R1. “Mi primo nos propone un negocio” (premisa 1) R2. “Mi primo es un estúpido” (premisa 2) POR LO TANTO: “El negocio que nos propone no es conveniente.” (conclusión) - Ataque indirecto (Ad hominem circunstancial): se descalifica al oponente pero no por una característica de él mismo, sino por su situación. No se dirige abiertamente contra la persona sino contra las circunstancias en que se encuentra: sus vínculos, sus relaciones, sus intereses, etc. Se hacen aparecer como sospechosas las motivaciones del oponente para presentar su punto de vista o su duda: él tiene un interés personal en el asunto, y, por lo tanto, está sesgado en esa dirección.. R1. “El Sr. abogado a defendido vivamente al acusado Mendoza” (premisa 1) R2. “La esposa del acusado es dueña mayoritaria de un Hotel en que el abogado tiene acciones” (premisa 2) POR LO TANTO: “La defensa, en este caso, no nace sólo de las pruebas.” (conclusión) - Ataque por contradicción: se descalifica al oponente por tener alguna conducta inconsecuente con lo que defiende, por ejemplo: R1. “Según María la mejor alimentación es la vegetariana” (premisa 1) R2. “María es carnívora” (premisa 2) POR LO TANTO: “Sus opiniones sobre alimentación no son correctas.” (conclusión) d) Envenenar el pozo: se descalifican las opiniones que se van a expresar. Se afirma que las opiniones planteadas no sólo son inadecuadas, sino que son inadmisibles. El envenenar el pozo es un modo de impedir que se discuta. R1. “El Sr. aquí presente expone ideas sobre la fertilidad humana y la anticoncepción” (premisa 1) R2. “Sus fundamentos no se basan en los últimos avances de la biología ni en las últimas prácticas de los médicos” (premisa 2) POR LO TANTO: “Yo no puedo considerar con seriedad sus argumentos ni participar en la discusión” (conclusión) d) Apelar a la popularidad (ad populum): se valida un punto de vista a partir del apoyo masivo que éste pueda tener. R1. “Indiana Jones acaba de ser estrenada” (premisa 1) R2. “Hubo enormes filas en los cines para ver Indiana Jones” (premisa 2) POR LO TANTO: “Indiana Jones es una gran película.” (conclusión) e) Apelar a una élite: se valida un punto de vista porque una minoría selecta lo apoya. R1. “Tú eres un buen jugador de tenis y siempre quieres ganar” (premisa 1) R2. “La raqueta Champion es la raqueta de los campeones: Nadal y Federer la usan” (premisa 2) POR LO TANTO: “Si quieres triunfar ¡Úsala tú también!” (conclusión) f) Apelar a la misericordia: en reemplazo de razones que apoyan la tesis, se apela a la bondad de la persona. R1. “Se me ha informado que me despedirán de la empresa” (premisa 1) R2. “Tengo mujer e hijos que alimentar” (premisa 2) POR LO TANTO: “Usted no puede despedirme” (conclusión) g) Apelar al temor: en vez de utilizar razones nos valemos de amenazas para que la persona acepte nuestra tesis. R1. “Una buena secretaria acepta las invitaciones de su jefe” (premisa 1) R2. “La mala secretaria puede ser despedida” (premisa 2) POR LO TANTO: “Tú debes aceptar la invitación de tu jefe” (conclusión) h) Falsa apelación a la autoridad: cuando se cita como razón lo que ha dicho alguien que no es autoridad o que no lo es en la materia de la tesis. R1. “Chile jugó un partido de fútbol internacional” (premisa 1) R2. “El Ministro de Salud opinó que Chile no jugó bien” (premisa 2) POR LO TANTO: “Chile jugó mal” (conclusión) 8.3. Falacias que infringen el criterio de aceptabilidad: a) Premisa problemática: Falta al principio de aceptabilidad, la razón que apoya la conclusión no es por sí sola admisible. R1. “Dios creó los cielos” (premisa 1) R2. “Dios creó la tierra” (premisa 2) POR LO TANTO: “Basta mirar los cielos y la tierra para comprobar que Dios existe” (conclusión) Las premisas no son aceptadas por la mera información que entregan, pues su validez depende de adscribir a una determinada creencia. Un agnóstico o un ateo las pondría en duda. b) Circularidad: se argumenta a favor de un punto de vista, entregando una razón que es equivalente a éste. El argumento es circular cuando la premisa es la misma que la conclusión. R1. “El alcohol afecta a quienes lo consumen” (premisa 1) R2. “El alcohol produce sueño” (premisa 2) POR LO TANTO: “El alcohol es soporífico” (conclusión). 9. Elementos gramaticales, oracionales y textuales en el discurso argumentativo: - Utilización de la segunda persona gramatical -para lograr una apelación directa- y del modo subjuntivo. - Léxico muy expresivo, abundancia de adjetivos calificativos y frases hechas. - Hipérboles o exageraciones constantes, tanto en el contenido como en las expresiones. - Redundancias y reiteraciones para insistir sobre una idea y crear un ritmo envolvente. - Uso de frases nominales para referirse a procesos complejos y formulación de preguntas retóricas. - Presencia de exclamaciones con las cuales se busca emocionar y transmitir el ánimo del orador. - Uso de expresiones intercaladas para aclarar, explicar o precisar ideas. - Comparaciones y metáforas para destacar una idea o hecho. - Uso de antítesis y contraste para destacar una idea o hecho. - Utilización de sustantivos abstractos, léxico culto y técnico. - empleo de oraciones pasivas. - empleo de cláusulas adjetivas y adverbiales; entre estas últimas, destacan las comparativas, condicionales, causales, consecutivas y concesivas. 10. Recursos verbales y no verbales: 10.1. Verbales: a) Dirigidos al raciocinio: se trata de establecer relaciones lógicas entre las ideas expuestas. Para ello se utilizan especialmente los conectores de causa-consecuencia y los adversativos y concesivos. + Conectores de causa-consecuencia: - Las proposiciones causales expresan la causa por la que ocurre la acción de la principal (en este caso, se explicita primero la consecuencia, luego la causa). [nexos causales: porque, pues, como, ya que, dado que, puesto que, en vista de que, …] - Las proposiciones consecutivas expresan una consecuencia de la oración principal (en este caso, se explicita primero la causa, luego la consecuencia). [nexos consecutivos: por lo tanto, por consiguiente, luego, por ende, en consecuencia, etc.] + Conectores adversativos y concesivos: - Las proposiciones adversativas expresan las refutaciones matizando o negando a una idea formulada con anterioridad (impone un reparo u objeción a lo dicho, que desde el punto de vista del juicio indica una contradicción o incompatibilidad por la cual ha de guiarse la interpretación). [nexos adversativos: pero, sin embargo, no obstante, sino (que), aunque, más bien, etc. - Las proposiciones concesivas expresan una dificultad para que se cumpla lo dicho en la oración principal (si bien implica un impedimento para la realización de lo dicho, no necesariamente obstaculiza su ejecución; en cambio, lo adversativo impone restricciones más amplias y tajantes). [nexos concesivos: aunque, si bien, aún así, siquiera, por más que, mal que, a pesar de que, etc.] Textuales CONECTORES Sección 1: “En primer lugar/término…”; “Para comenzar/iniciar…”; “El primer punto que…”; “En primera instancia…” Sección 2: “En segundo término…”; “A lo dicho anteriormente se suma…”; “La segunda observación que…”; “Por otra parte…” Sección n: “Por último…”; “Para terminar…”, “Finalmente…” Argumentativos Calificación Valoración Conclusivos: “Por todo lo dicho es que…”; “De este modo…”; “Así…”; “Por lo tanto…”; “En conclusión…” Resumidores: “Para resumir…”; “Resumiendo…”; “En síntesis…” Introducen tesis: “Por consiguiente…”; “Por tanto…”; “Por eso…”; “Así pues…”; “He aquí que…”; “Por lo cual puede sostenerse que…”; “Se sigue que…” Introducen bases: “Puesto que…”; “Ya que…”; “Porque…”; “Considerando que…”; “Dado que…”; “Partiendo del hecho que…”; “La prueba es que…” Introducen garantías: “A partir de…”; “Y eso porque…”; “Dado que…”; “Porque…”; “Dice que…” Introducen respaldos: “Según…”, “Como dice…”; “Porque…” Introducen restricciones: “A no ser que…”; “Salvo que…”; “A menos que…”; “Excepto que…” “Posiblemente…”; “Lamentablemente…”; “Francamente…”; “Es preciso que…”; “Quizás…”; “Es necesario que...”; “Sin duda…”; “Indudablemente…”; “Probablemente…”; “Es probable que…”; “Necesariamente”; “Debe de + infinitivo…”; “Puede + infinitivo…” “Se equivocan al decir…”; “Dicen erróneamente que…”; Aciertan cuando afirman que…” b) Dirigidos a la afectividad: + Designaciones y adjetivaciones valorativas: - calificaciones: expresiones que intensifican o atenúan la fuerza de una tesis o de un argumento, tales como: necesariamente, hasta cierto punto, realmente, aparentemente, probablemente, hasta donde sabemos. - restricciones: excepciones y limitantes al alcance de la tesis. Ej.: “Los niños rendirán una excelente prueba, con excepción de quienes hayan faltado mucho”. - valoraciones de posiciones ajenas: expresiones que valoran positiva o negativamente las ideas de otros. Ej.: “Se equivocan quienes piensan que…”, “Aciertan al decir…”, “Están en un error los que…” + Actos de habla indirectos: aquellos que, si se consideran literalmente, pertenecen a determinada clase de acto, pero tienen el propósito ilocutivo típico de otra clase. Éstos tienen por propósito la cortesía, la atenuación de la propia autoridad o el deseo de manifestar juicios, incitaciones o amenazas sin asumir explícitamente la responsabilidad, entre otros motivos. + Preguntas retóricas: preguntas que se hacen sin esperar la respuesta del oyente; más bien lo inducen a reflexionar sobre el tema. 10. 2. No verbales: a) imágenes visuales: dinamismo, uso del color, fidelidad al referente. b) valoración de tipos humanos: sociales, sexuales, etarios, profesionales, estéticos, racionales, nacionales, etc. c) imágenes acústicas no verbales: ruidos, sonidos y música. d) otros recursos: datos estadísticos, referencias textuales, uso de diversidad de fuentes, etc. 11. Fases en la elaboración de un texto argumentativo: 1. Iniciación del proceso argumentativo: - Dudar y preguntarse, es decir, cuestionarse acerca de algún juicio u opinión. - Conjeturar o suponer, es decir, imaginar posibles respuestas, soluciones o consecuencias acerca de lo cuestionado. Las conjeturas pueden plantearse en tono dubitativo o hipotético. En esta fase no es necesario realizar demostraciones. - Opinar. - Ejemplificar, consiste en contar hechos que permitan hacer más creíbles las opiniones. Sirven para amenizar y justificar la argumentación. 2. Ampliación y desarrollo: consiste en precisar las hipótesis, buscar razones o pruebas factibles, formular la tesis y conclusiones acerca de lo planteado. 3. Planificación del texto argumentativo: - Seleccionar la finalidad que se persigue con la argumentación (hacer reflexionar acerca de algo, provocar una réplica, sensibilizar sobre un problema, refutar una tesis, modificar una conducta, convencer razonadamente o persuadir afectivamente, justificar una opinión, demostrar el valor de una idea). - Concretar la situación comunicativa: quién es el destinatario, qué tipo de texto o exposición se realizará, etc. - Documentarse para seleccionar los argumentos y el material relevante. - Meditar acerca de los argumentos distinguiendo los principales de los secundarios y el mejor orden para presentarlos. - Realizar un esquema que organice las ideas, en función de la intención y de la situación comunicativa. - Redactar el texto. - Revisar y corregir. 12. Manifestación del discurso argumentativo: Los textos argumentativos pueden presentarse tanto en situaciones no argumentativas (conversaciones informales, conferencias, artículos informativos, disertaciones, informes, etc.) como en situaciones propiamente argumentativas (discusiones, deliberaciones, debates, foros, paneles, mesas redondas), donde se persiguen efectos como derogación de argumentos, reconocimiento de errores por parte de los participantes y construcción de consensos. La argumentación también está presente en los medios de comunicación a través de editoriales, artículos de opinión y crítica, avisos y spots publicitarios, monólogos,… a) Lo narrativo y lo argumentativo: existen textos en los que se produce un cruce entre lo narrativo y lo argumentativo, como la fábula y la parábola. Ambos pertenecen al género apologético, que consiste en la defensa o alabanza de personas o cosas. La fábula es un breve poema alegórico, en prosa o verso, cuya acción se desarrolla a través de animales u objetos inanimados y de la cual se desprende una enseñanza o moraleja, que es precisamente lo que se pretende comunicar. La enseñanza puede encontrarse tácita o explícitamente. En este último caso puede aparecer al principio o al final. La parábola encierra una imagen (alegoría) de enseñanza más profunda y en la acción no aparecen animales ni objetos, sino el propio hombre. b) Lo expositivo y lo argumentativo: también hay textos en los que se mezcla lo expositivo y argumentativo, como en el ensayo. Este corresponde a una composición en prosa, de extensión breve. Su naturaleza es interpretativa, pero muy flexible en cuanto a método y estilo. Sus temas son variadísimos y contingentes. El autor debe tratarlos desde un punto de vista personal, sin acabar el tópico analizado, dejando abierta la discusión y prolongación. La gran diferencia entre los géneros literarios artísticos y el ensayo es que en este último, hay una expresión directa de ideas, pues a partir de una realidad exterior, se expresa una realidad interior. Es estudio y comprensión del texto; cada lectura es una recomposición, una recreación. No es propiamente creación literaria, sino análisis de temas, pero por su carácter también estético y por la propuesta de ideas que presenta podría incluirse dentro de los géneros literarios de tipo didáctico. Hay ciertos ensayos, la mayoría de los editoriales de los periódicos así como una gran parte de la investigación que se publica, que son ejemplos de comunicación verbal no artística, puramente utilitaria. El ensayo, como modalidad de pensamiento, es antiguo, pero la palabra o el término, es relativamente reciente. Es una forma prosística adecuada para analizar la realidad cultural contemporánea, la época en la cual vivimos. Artículos de periódicos, de revistas y muchos de los escritos políticos presentan un carácter interpretativo sobre diversos temas de relevancia en nuestra época. Fue sin duda, durante el siglo XX y, sobre todo, una vez concluida la primera guerra mundial, cuando se generalizó la práctica del ensayo. Características fundamentales del ensayo: 1. Argumentación: el ensayista pretende elaborar una hipótesis sobre un determinado tema. 2. Brevedad: el ensayista no debe analizar en detalle los temas. Debe despertar inquietud y abrir la discusión. No pretende agotar el análisis. 3. Carácter interpretativo y subjetivo: el ensayista no es un especialista en los temas tratados; él realiza un análisis diferente desde su perspectiva particular. 4. Carencia de una estructura prefijada: el ensayista no tiene el propósito de realizar un tratado científico o ético. 5. Intención dialogal: el ensayista pretende comunicarse con sus lectores a través de la reflexión y el análisis. 6. Tema contingente: el ensayista debe analizar y abordar un tópico actual y que no haya perdido vigencia.