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El Autor
Pedro Palacios Tejada cursó los estudios de Ingeniero Técnico Forestal (año 1964), de Ingeniero Superior de Montes
(año 1975) y Cursos Superiores de Doctorado (año 1978) en las Escuelas de Ingenieros de Madrid.
Nada más terminar sus estudios trabajó en el Departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid donde
tomó contacto con la jardinería pública y el paisajismo, que ha mantenido durante su larga carrera profesional. Su formación
académica se ha completado con 48 cursos de especialización realizados desde el año 1975 hasta la actualidad.
Ha ocupado distintos puestos trabajo en la Administración Local de la provincia de Madrid, el primero en el año 1969,
siempre relacionados con las zonas verdes y el paisajismo. En los 15 últimos años ha sido Jefe del Servicio de Equipamientos y
Oficina Técnica y Jefe de Zonas Verdes y Equipamientos Urbanos de la Comunidad de Madrid.
Su dedicación profesional la ha alternado con labores docentes, habiendo desempeñado diversos puestos en las
Escuelas de Ingenieros de Montes, de Ingeniería Técnica Forestal y de Arquitectura, todas ellas de Madrid. También ha sido
profesor titular de cursos específicos sobre arquitectura paisajista y medio urbano en el Instituto de Estudios de Administración
Local, Universidad Politécnica de Valencia, Escuela de Ingeniería Técnica Forestal de Madrid, Máster de Paisajismo de Madrid,
Junta de Andalucía, Escuela De Ingeniería Técnica Agrícola de Oviedo e Instituto de Planificación Física de Cuba, y ponente en
9 Congresos Nacionales de Parques y Jardines Públicos y en los Congresos Iberoamericanos de Zonas Verdes Públicas
celebrados en las ciudades de Río de Janeiro (1999), La Habana (2002) y Santiago de Chile (2005).
Ha sido redactor de la Base de Precios del Colegio de Aparejadores de Guadalajara desde el año 1991 al 1999, director
técnico y redactor de las Bases Parjap-Coitf de los años 2000 y 2001, director técnico y redactor de las Bases de Precios
Paisajismo 2002, 2003, 2004 y 2005, y co-autor de la publicación “50 Proyectos de Cooperación”, publicado por la Comunidad
Autónoma de Madrid, en la que figuran numerosas obras suyas.
Su labor más intensa ha sido la profesional como autor de proyectos y director de obras, habiendo realizado, para
distintas Administraciones y particulares más de 200 proyectos y obras, de parques y jardines, la mayoría públicos y urbanos,
adecuaciones de espacios libres urbanos, peatonalización de cascos urbanos, en varios casos con aprovechamiento
subterráneo para aparcamientos, urbanizaciones privadas, parques feriales y recreativos, espacios deportivos, fuentes
ornamentales etc. asumiendo en todos los casos la obra completa, civil, instalaciones, equipamientos, jardinería, etc. En la
actualidad está desarrollando numerosos proyectos de integración ambiental y paisajista de las nuevas infraestructuras del
Metro Ligero que se están construyendo en Madrid, Alcobendas, Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte.
Ha sido Presidente de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (1978/85), fundador y Director de la
Revista Zona Verde, hoy Parjap.
El año 1977 fue reconocido Miembro de la International Federation Landscape Architects, y el año 1996 fue
galardonado con el premio “Alhambra Realización” de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos por la
remodelación del “Parque de Colón” de Majadahonda (Madrid).
Índice
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Introducción
Una actitud frente al proyecto de zonas verdes
LA MOTIVACIÓN DEL PROYECTISTA
4
Reflexiones acerca de las zonas verdes públicas
EL ESPACIO PARQUE O JARDÍN
EL ESPACIO DE RELACIÓN
LA COMPONENTE EMOCIONAL
LA PERCEPCIÓN
5
6
6
7
El proceso de diseño
ASPECTOS GENERALES DEL DISEÑO DE ZONAS VERDES
EL PROCESO CREATIVO
ASPECTOS SINGULARES DEL PROYECTO DE ZONAS VERDES
EL NIVEL CULTURAL DE LOS USUARIOS
LA DEDICACIÓN AL DISEÑO DE SOLUCIONES Y SU VALORACIÓN
LA VALORACIÓN DE LAS UNIDADES DE OBRA
LOS CAPRICHOS DEL DISEÑO
9
9
10
10
10
11
11
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
ZONIFICACIÓN Y ESTRUCTURA
13
EL TERRENO COMO BASE DE DISEÑO
EL REMODELADO TOPOGRÁFICO
EL TERRENO COMO SOPORTE DE CONSTRUCCIONES
EL TERRENO COMO BASE DE FIRMES DE VIALES Y EXPLANADAS
EL AVENAMIENTO DEL TERRENO
LAS INSTALACIONES SUBTERRÁNEAS
EL TERRENO COMO SOPORTE DE LA VEGETACIÓN
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15
15
15
15
16
TRAZADO Y RED VIARIA
CAMINOS
Trazado
Anchos
Pendientes
Firmes
Bordes
Pavimentos
ESCALERAS
Emplazamiento
Desarrollo
Peldaños
Escaleras in situ
Formación de escaleras
Remates laterales
Protecciones
RAMPAS
Rampa Italiana
16
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LAS CONSTRUCCIONES Y LOS ELEMENTOS ASOCIADOS
LAS CONSTRUCCIONES
LOS ELEMENTOS ASOCIADOS
LOS ELEMENTOS PRE-EXISTENTES
CONSIDERACIONES ACERCA DE LAS CONSTRUCCIONES
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24
25
26
26
20
22
1
Índice
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
LAS INSTALACIONES.
RED DE RECOGIDA DE AGUAS PLUVIALES
Puntos de recogida
Red de evacuación
27
27
REDES DE AGUA Y RIEGO
Conducciones
Elementos de riego
Fuentes de agua potable
28
RED DE ALUMBRADO
Consideraciones previas
Seguridad de movimientos
Reconocimiento facial
Orientación
Seguridad
Niveles de iluminación recomendados
Deslumbramiento
Lámparas
Luminarias
Montaje de luminarias
30
ILUMINACIÓN DE PARQUES Y JARDINES
Árboles y arbustos
Plantas y flores
Fuentes ornamentales
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EL EQUIPAMIENTO.
LA VEGETACIÓN
MEJORA DE LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS
UTILIZACIÓN FUNCIONAL
UTILIZACIÓN EN EL DISEÑO DE ESPACIOS
UTILIZACIÓN ESTÉTICA
LA ELECCIÓN DE ESPECIES
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35
35
36
38
39
39
EL MANTENIMIENTO
CONSIDERACIONES GENERALES
PASEOS Y ÁREAS TERRIZAS
PAVIMENTOS DUROS
INSTALACIONES HIDRÁULICAS
INSTALACIONES ELÉCTRICAS
MOBILIARIO URBANO
CONSTRUCCIONES
LOS VEGETALES
CONSIDERACIÓN FINAL
40
40
40
40
41
41
42
42
42
42
Estructura y contenido del proyecto como documento
INTRODUCCIÓN
ESTRUCTURA Y CONTENIDO
MEMORIAS
Memoria Básica (descriptiva)
Memorias complementarias
Anejos a la Memoria
44
44
44
PLANOS
PLIEGO DE PRESCRIPCIONES TÉCNICAS PARTICULARES
PRESUPUESTO
CONCLUSIONES
47
48
49
50
2
Introducción
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Para orientar la lectura de estas páginas me parece necesario
comenzar indicando que mi dedicación al diseño de zonas verdes ha
sido intensa, la mayoría en los espacios públicos urbanos donde he
desarrollado más de 150 proyectos y obras, de muy variada condición,
y unos 40 a instituciones, empresas y particulares. Entre unos y otros,
desde la preocupación por el diseño y, sobre todo, desde el
tratamiento de los proyectos, no encuentro ninguna diferencia. Otra
cosa es lo que se pretende en cada caso y, de aquí, los ilimitados
temas de preocupación que pueden darse.
De los muchos aspectos que consideramos en nuestro trabajo
como proyectistas de zonas verdes, es el usuario ampliamente
considerado, como destinatario del producto que elaboramos, quien
más ocupa y preocupa nuestra mente y participa en el planteamiento
y solución de casi todos los problemas. Podríamos decir que todo el
diseño juega en torno a él, bajo múltiples consideraciones, como
iremos viendo a lo largo del documento.
Pedro Palacios Tejada
3
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Una actitud frente al proyecto de zonas verdes
LA MOTIVACIÓN DEL PROYECTISTA
La primera condición para hacer bien una cosa es querer hacerla bien.
El diseño de parques y jardines, por todo lo que iremos viendo, no
puede hacerse a medias y por ello sin una clara motivación que lleve
al proyectista a entregarse plenamente a la tarea.
Volveremos más tarde sobre este importante tema al tratar del
proceso creativo, pero es importante adquirir desde este momento
inicial conciencia de esta necesidad de motivación, sin la cual, como
artistas que somos en el diseño, no seríamos capaces de producir
nada interesante.
Nos apoyaremos en cualquier pensamiento teórico, en vivencias
anteriores, en cosas que hemos visto, etc., pero lo cierto es que,
siempre con los pies en el suelo, tenemos que llegar a ver la obra
antes de proyectarla y sentirnos inmersos en ella.
Trazas de una ciudad romana
Es necesario que entendamos que el proyectista de parques y
jardines ha de poseer un dominio pleno de la representación mental
de proyecto. Ha de ser capaz de recrear en su fantasía la imagen
ideal de la obra, sentirse usuario y al tiempo observador de los otros
usuarios, visualizar los cambios de estaciones y la incidencia de los
ambientes que rodean la obra, y su caminar en el tiempo. Sólo cuando
el parque o jardín haya adquirido suma perfección en ésta, su
recreación, puede atreverse a darle forma a través del diseño.
Lo anterior tiene su fundamento en la carga de uso de los parques y
jardines, que nunca hay que dejar de lado, en definitiva el compromiso
a que se verá obligado el usuario con la escena que le estamos
preparando. Por ello la visión anticipada de la obra como usuario es
importante; como un usuario normal, sin ningún prejuicio (mucho
menos como usuario autor del proyecto), abierto a todo cuanto exista
en ese ambiente idealizado pero posible, intentando confundirse con
la gente, asumiendo su nivel cultural y posibilidades.
Solo con un cierto estado de ánimo, y por supuesto son los necesarios
conocimientos, es posible lograr una realización que llegue a
comunicar emocionalmente con el usuario, como es lógico de forma
satisfactoria.
Solemos decir que: “Los proyectos que no tienen detrás una idea
fuerte, motivadora de un sentimiento profundo en quien diseña, y no
responden a una utilidad, mezcla de satisfacciones materiales y
espirituales, suelen ser un fracaso”.
Esta afirmación cobra todo su significado en los proyectos de zonas
verdes y espacios libres urbanos, donde el proyectista tiene que
obtener, convencido de ellos, un espacio nuevo, abstracto o concreto,
público o íntimo, funcional, utilitario o espiritual, que responda a un
cúmulo indeterminado de satisfacciones personales de quienes los
visitan y utilizan, y que, además de ello, se integre de una forma
convencional o atrevida en el ambiente urbano.
Trazas de un parque urbano
Ya se comprende que estas bases de partida, absolutamente
incompletas, ponen en la mano del proyectista todas las armas que
uno pueda imaginarse, con las que conquistar el objetivo por él mismo
planteado.
4
Reflexiones acerca de las zonas verdes públicas
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
parezca e incluso se defienda desde muchas tribunas, incluso
políticas.
Ya hemos visto cómo hasta hace poco tiempo, el soporte de la vida
urbana de relación, de juego de los niños y de convivencia era la calle,
tanto en las ciudades grandes como en las pequeñas, especialmente
en nuestro clima mediterráneo, y cómo esto ya no es posible a causa
de la motorización y contaminación, a la que se han unido otros
factores como el importante deterioro del espacio público urbano o los
problemas derivados de la falta de seguridad y confianza que existe
en las grandes ciudades, en especial en ciertos barrios y parques,
colonizados materialmente por poblaciones peligrosas o de difícil
convivencia, que han influido muy negativamente en el interés de la
gente por su utilización.
EL ESPACIO PARQUE O JARDÍN
La redacción del proyecto de zonas verdes tiene una carga importante
de diseño y una responsabilidad grande derivada de esta cuestión. El
trabajo de diseño suele ocupar más tiempo y está presente en todas
las fases de redacción del proyecto, hasta en los aspectos más
insignificantes. Diseño y redacción están unidos, no pueden
separarse.
Dicho lo anterior, vamos a tratar del destinatario de nuestra obra, el
que va a utilizarla, el cliente para quién trabajamos. Nuestro
desarrollo, como indicamos al principio, será en relación con las zonas
verdes públicas, campo en el que hemos adquirido nuestra mayor
experiencia, pero válido para cualquier proyecto de zonas verdes.
Desde esta óptica, es el usuario del parque o jardín quien más nos
preocupa cuando proyectamos, y no tanto las necesidades
funcionales o incluso las del colectivo urbano por más que en ellas
descansen las razones del proyecto; ello no quiere decir que no las
tengamos también muy presentes. Hablamos así porque es en última
instancia, aunque considerada en primer lugar, la reacción del usuario
individual y su comportamiento quien determinará el éxito o fracaso de
la obra.
“...el soporte de la vida urbana de relación, de juego de los niños y de
convivencia era la calle...”
De otra parte, ya hemos visto cómo la oferta primitiva de los parques
se quedaba escasa para atender las necesidades de una nueva forma
de vida urbana y de entender el consumo del tiempo libre.
Ambos grupos de factores y circunstancias, en distinta proporción
según los casos, han sido determinantes en la concepción de las
zonas verdes de las últimas décadas. De una parte, los parques y
jardines, como concepto, han pretendido contrarrestar en nuestra
cultura moderna los efectos psicológicos negativos de un desarrollo
urbano inadecuado; se ha favorecido, en ambientes públicos y
privados, la creación de lugares despropósitos de otra función que la
de compensar los efectos negativos de la ciudad, se han creado
espacios “anticiudad”, incluso en lugares donde este carácter de
ciudad un tanto agresivo no estaba muy desarrollado; la zona verde
aparece como elemento terapéutico corrector, en la medida que su
razón de ser no es otra que la de compensar los excesos de la urbe.
De otra parte y frente a esta concepción, aparece la zona verde como
espacio libre de uso público, de relación y multifuncional, asiento de
numerosos y variados equipamientos - lúdico-recreativos, deportivos,
sociales, culturales, etc. - que prestan servicios a los usuarios.
“…es el usuario del parque o jardín quien más nos preocupa cuando
proyectamos...”
Los parques y jardines siempre han sido construidos por el hombre y
para el hombre, y siempre han estado cerca de él. En su esencia han
sido mundos hechos a su propia medida, reales, no soñados, que
ofrecían una realidad distinta a la propia realidad que se estaba
viviendo; mundos, en cierto modo, fantásticos y sorprendentes que
pretendían motivar y emocionar; lugares donde se obtenían
satisfacciones espirituales, además de materiales. Sir Geoffrey
Jellicoe escribe refiriéndose a los parques: « La capacidad potencial
de sosegar, refrescar, satisfacer, inspirar el alma del hombre, al modo
de la iglesia y del templo, sitúa al parque público por encima de los
demás». De su construcción derivan, por tanto, la multiplicidad de
funciones que prestan.
Los dos conceptos conviven, en distinta proporción, a veces juntos y a
veces en áreas separadas. El modelo de zona verde no es nuevo,
podemos decir que arranca en los primeros parques, pero su
evolución ha sido notable en los últimos años: de una parte por la
cantidad y variedad de equipamientos y servicios que se han ido
incorporando a nuestra vida, y de otra por las nuevas formas de crear
espacios y ambientes, de acuerdo con las nuevas tendencias de cada
momento. Con todo, el mayor cambio se ha producido a consecuencia
de la nueva dimensión e importancia que han adquirido las zonas
verdes en nuestra moderna cultura urbana.
En esto existe una fuerte distinción con la naturaleza, que no ha sido
creada por el hombre, y ofrece, en tanto se conserva virgen, una
belleza natural universalmente aceptada, un ambiente limpio y
purificador, y muchos atractivos peculiares de honda repercusión
emocional, manteniendo vigentes, entre otras, las funciones
primigenias de servir de recreo, solaz y expansión. Buscando estos
atributos, en especial los higiénico y sanitarios, durante mucho tiempo,
los parques y jardines se han intentado construir a “imitación de la
naturaleza”, lo que no significa que el hombre haya estado en los
parques y jardines cerca de ella, por más que a mucha gente se lo
Lamentablemente esta notable evolución, más bien incremento, ha
hecho desaparecer en alguna medida las primigenias funciones de los
parques y jardines, que tenían que ver con el sosiego, contemplación
del paisaje, meditación, comunicación sensorial con el entorno, etc.,
es decir con el cultivo del alma y el espíritu, que, desde nuestro punto
de vista, consideramos fundamentales e inseparables del concepto
parque o jardín – no tenemos más que volver a las palabras de
Jellicoe al comienzo -; al menos no han prosperado mucho y, desde
luego, no en todas partes se encuentran. Desarrollos inadecuados,
masificación y, sobre todo, una falta de consideración hacia esas
5
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Reflexiones acerca de las zonas verdes públicas
nobles funciones en el proyecto, pueden apuntarse como las causas
principales de estos hechos, que calificamos de lamentables, ya que
desproveen a la zona verde de su activo más importante.
Esta pérdida de afinidad con los valores trascendentes de los
parques, por algunos podría interpretarse como una pérdida del
contacto con la naturaleza y justificar su ausencia ante la falta de ésta
en muchos ambientes urbanos, pero no es así. Los parques y
jardines, las zonas verdes en general, en ningún momento han
representado la historia de las relaciones estéticas, ambientales y
sentimentales del hombre con la naturaleza, a pesar de la pretendida
afinidad de algunos jardines con ella; sí representan, en cambio, la
historia de unas importantes, profundas y trascendentes relaciones
variadas y personales a lo largo de los tiempos.
físico de movimientos, su campo visual de captación de imágenes, (de
mirar, no sólo de ver), su ambiente sonoro, su medio en definitiva de
relación con lo que le rodea, en el que, además, y esta es la cualidad
añadida, existe o se desprende la comunicación sensorial con los
elementos del espacio compuesto en ese momento.
Para cada individuo que lo percibe será su medio de vida consciente,
donde la mente se ocupa en ese instante, en palabras de hoy, la
autopista de comunicación por la que circulan los flujos de emociones
y sentimientos que emanan de esas relaciones.
Puesto que el espacio así entendido es creado por el propio individuo
a través de sus relaciones sensoriales, son sus cualidades y
capacidades personales las encargadas de generarlos, de las que
dependerá la amplitud, riqueza y características de estos espacios, y
así ocurrirá, que mientras ciertos individuos pasarán de largo ante
determinados escenarios, otros encontrarán en ellos un magnífico
marco de emociones y sentimientos.
Los actuales no han hecho más que acrecentar la necesidad de estas
relaciones que hoy se sienten de manera colectiva, aunque nacen de
una necesidad personal de cada usuario: la que tiene de encontrase
consigo mismo, de relacionarse con un medio sensitivo, con otras
personas como parte de ese medio, de habitar escenarios sugerentes,
etc.
Pero no solo el individuo será determinante en esta relación; el marco
donde tendrá lugar lo será también en igual medida, en particular su
composición y equipamiento, pues constituyen la base a partir de la
cual se pueden generar los impulsos de la comunicación. Cuando más
adecuado es el escenario para la obtención de determinados
beneficios – desarrollo de ciertas experiencias – más fácilmente serán
de obtener por una cierta clase o generalidad de individuos.
Objetivamente los parques y jardines, como elementos construidos
pueden destinarse al logro de muy variados objetivos, a la satisfacción
de distintas necesidades, funcionales, ambientales y sociales, pero
también subjetivamente, cada individuo, dependiendo de sus
capacidades, será capaz de obtener muy diversas rentas de su
utilización.
Los parques y jardines son los escenarios de relación donde pueden –
deben - darse estas experiencias, que se pretende sean beneficiosas.
Por ello, siendo el sujeto y su medio de relación, con todo su
equipamiento, incluso la luz y el aire, quienes componen el espacio
parque o jardín, y siendo sólo posible la intervención, de forma parcial,
en el segundo de ellos, ya se comprende que el usuario tiene que
tener una permanente consideración en el diseño.
Esta última renta es para nosotros la más importante y buscada en
cada proyecto, de aquí nuestra preocupación por el individuo y sus
reacciones como usuario cuando proyectamos.
EL ESPACIO DE RELACIÓN
Ya se sabe que el diseño es tanto más comprometido cuanto mayor
vaya a ser el compromiso del usuario con el objeto diseñado, es decir
cuanto más cercana e íntima vaya a ser su relación con él. Los
parques y jardines, como elementos que tienen una importante carga
de uso, compartida además por innumerables usuarios, requieren un
cuidado diseño de todos sus elementos ya que estos formarán parte
de una escena donde el actor principal será el usuario, que debe
sentirse confortado con su compañía.
Los parques y jardines, por encima de otras consideraciones y bajo el
punto de vista que pretendemos destacar, son espacios de uso y
disfrute creados de forma artificial para la gente. Espacios
generalmente exteriores que se forman a partir del individuo y lo que
le rodea y se componen del conjunto de relaciones que vinculan a
este individuo con todo lo que percibe o se relaciona.
Lo anterior amplia el concepto más elemental de espacio como
hábitat, lugar de relación y desenvolvimiento, del que hacen uso los
diseños, básicamente y en primer lugar, y viene a enriquecerlo con
una nueva e importante dimensión, abriéndolo al campo de las
influencias, las sensaciones y, sobre todo, el interés.
Ahora bien, no se logrará el pleno confort si solo se atienden
necesidades materiales o de funcionamiento y no se va más allá, al
menos para muchas personas.
Ya se comprende que para cada ser humano existe un espacio
diferente, distinto a su vez en cada momento, muchas veces generado
de forma inconsciente: es el producto de sus relaciones con el medio
y sus componentes, de todo tipo, siempre de carácter personal.
LA COMPONENTE EMOCIONAL
El proyecto de adecuación de un determinado espacio para parque se
realiza, en primera instancia por lo regular, para satisfacer
determinadas necesidades, funcionales, materiales, de prestigio,
oportunidad política, etc., generalmente una mezcla de ellas. Logrado
este objetivo el nuevo espacio construido es aceptado por la gente
que lo utiliza sin ningún rechazo, pues cumple los fines pretendidos y
obtiene de su utilización una rentabilidad directa: el pavimento es más
liso y con pendientes menos acusadas, las farolas dan buena luz y
son de calidad, ha mejorado mucho la seguridad, etc., es decir el
proyectista ha cubierto satisfactoriamente las necesidades materiales
y funcionales planteadas y el parque o jardín puede decirse que
funciona, al menos desde una óptica poco exigente.
Pues bien, para que este lugar goce del aprecio de los usuarios, de
nuestro usuario particular, y sea de su interés, además de lo anterior,
el parque o jardín, ya sea en alguna parte o en su conjunto, tiene que
permitirle experimentar algún tipo de sensación agradable, beneficiosa
para su interior, de forma que exista un cierto atractivo y se facilite la
formación de los espacios de relación y comunicación que hemos
hablado anteriormente, tan positivos para todos.
La sola visión de una escena agradable no satisface a quien la
observa si no experimenta en su interior una sensación también
agradable. Lo mismo ocurre con otras formas de percepción, como
“…para cada ser humano existe un espacio diferente.”
El espacio con esta concepción añadida a su valor tradicional, lo
convierte en el espacio total que rodea al individuo. Será su lugar
6
Reflexiones acerca de las zonas verdes públicas
por ejemplo la música o la utilización confortable de cualquier espacio
físico.
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Bien distinto puede ser el resultado de un espacio que, además de dar
satisfacción a las necesidades materiales y funcionales de los
usuarios, para las que ha sido diseñado, sin presentar un aspecto
desaliñado ni sucio que incite al rechazo, sea capaz de transmitir a la
gente que lo usa – a cierta gente al menos – un sentimiento emocional
positivo.
La comunicación es el primer paso pues favorece el entendimiento y
despierta el interés. Si la comunicación se origina y es positiva, como
es deseable, se genera un sentimiento de aprecio y de apropiación de
la mayor importancia en el resultado de lo que se ofrece, también en
la persistencia y conservación de los parques y jardines.
Es preciso que los profesionales del diseño tengan muy presente que
en el conjunto de utilidades que se piensan para los parques y
jardines – que son muchas y variadas – siempre se tenga en cuenta la
componente emocional, y que esté muy cuidada tanto en el proyecto
como en la ejecución de la obra, para que los usuarios obtengan un
importante valor añadido al uso tradicional del parque o jardín,
teniendo muy presente que esta cualidad - más bien conjunto de
cualidades – para un grupo muy numeroso de usuarios es la primera y
principal que se demanda, siendo en muchos momentos la única que
se busca.
“...el parque o jardín debe permitir experimentar algún tipo de sensación
agradable...”
LA PERCEPCIÓN
Vamos a terminar esta serie de reflexiones, previas al diseño, con el
análisis del espacio y su percepción por el individuo, es decir el
usuario a quien nuestra obra se dirige ya sea en un parque público o
en un jardín privado.
“…que los usuarios obtengan un importante valor añadido al uso
tradicional del parque o jardín…”
Los diseños de los parques y jardines no pueden dejar indiferente al
usuario, mucho menos generar sentimientos adversos hacia lo
proyectado. Conseguir el aprecio de la obra es de la mayor
importancia, no conformarse solo con la aceptación.
Conviene tener bien diferenciados estos dos conceptos, aceptación y
aprecio, ya que la aceptación de una cosa y el aprecio que se la tiene
otra bien distinta; sobre esto me gustaría poner un ejemplo que he
utilizado otras veces: Una moderna estación de metro generalmente
está bien proyectada, las escaleras tienen una huella correcta, la
barandilla es ergonómica, los pasillos y andenes están bien
iluminados con pavimentos antideslizantes, limpios, se ha cuidado la
sonoridad, etc. Es aceptada por la gente que la utiliza a diario en sus
movimientos sin ningún rechazo. La estación funciona. Pues bien,
para la mayoría de la gente este lugar público no será de su interés,
no gozará de su aprecio; lo más probable porque no comunica nada
que permita sentir algo positivo, favorable. La gente en sus ratos libres
no acude a una estación de metro.
“...Los parques y jardines deben seguir siendo los espacios sensitivos y
emocionantes...”
Para nosotros los parques y jardines tienen una connotación de
percepción y uso de la escena, y simultánea o seguidamente, de
obtención de sensaciones que se pretenden agradables, ya lo hemos
dicho. Para que esto sea posible hace falta que el usuario pueda
7
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Reflexiones acerca de las zonas verdes públicas
captar algo favorable de la escena que se le ofrece – no estamos
considerando las otras personas – y que el uso o la mera
contemplación le proporcione alguna satisfacción.
alcanzar sensaciones intensas, ya sea ante un determinado tema o
disfrutando en un escenario de su especial gusto y entendimiento.
Es preciso ofrecer un espacio que sea percibido, entendido y
comprendido, por este orden. Los parques y jardines deben seguir
siendo los espacios sensitivos y emocionantes, como se recuerdan los
mejores. Su diseño debe caminar por la vía de la percepción
buscando despertar el interés de la gente y que no pase de largo,
para después favorecer su entendimiento y comprensión, lo que
determinará su correcto y aprovechado uso, derivándose de aquí, si
todo es favorable, un sentimiento positivo.
En otro orden de ideas, favorecer la percepción es muy conveniente
pues constituye uno de los primeros escalones de la educación
ambiental, a la que tan entregados deben estar los espacios públicos,
en particular los parques y jardines, pues constituyen escuelas
permanentes de educación ciudadana. Esta facultad la tienen
atribuida desde su concepción aunque, por desgracia, muchas veces,
sirvan para todo lo contrario.
Las personas que tiene más desarrollado el sentido de la percepción –
por costumbre, educación, etc. – son más sensibles a cuanto tienen
alrededor, incluidas las otras o personas; aprecian lo que se pone a su
alcance y lo llegan a conocer mejor, entran más pronto y mejor en la
escena obteniendo de ello una rentabilidad superior. Ciertamente de
este mejor conocimiento puede derivarse un aprecio, pero también un
rechazo, que será crítico y bien fundado, con pleno conocimiento,
también favorable.
“…Su diseño debe caminar por la vía de la percepción buscando despertar el
interés de la gente y que no pase de largo…”
Buscar estas reacciones en los usuarios a través del diseño, nos
encamina a la más alta y sublime función de los parques y jardines
cual es la creación de espacios más humanos, efectivamente usados
y vividos por la gente, con pleno conocimiento, como no debe ser de
otra forma.
Analizar el diseño bajo este particular aspecto es muy importante y no
esta exento de dificultades, que dimanan del conocimiento de otros
muchos factores, tales como el medio, ambiente urbano, nivel cultural
etc. Creo que no pueden darse reglas ni pautas, sólo insistir en que
cada parte de la obra, y ésta en su conjunto, puedan tener una
lectura, y que al menos algunas frases puedan ser leídas y entendidas
por todos.
Tratando de conseguir el aprecio general, aunque sea a escala
modesta, el diseño de los parques y jardines y su equipamiento
debería permitir la percepción en parte superficial, fácil de conseguir, y
en parte profunda de los elementos y ambientes percibidos. Con ello
se pretende llegar a todos y especialmente a unos pocos – mejor
sería a muchos – que por su especial preparación sean capaces de
“...la más alta y sublime función de los parques y jardines cual es la creación de espacios más humanos, efectivamente usados y vividos por la gente...”
8
El proceso de diseño
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
La valoración del diseño, realizada en cada paso, si es, como se
piensa y deseable, progresivamente positiva, proporciona estímulos
que fecundan de forma inmediata la creatividad del autor, en especial
cuando las soluciones, además de satisfacer las necesidades
artísticas y funcionales, encajan en el planteamiento crítico de la
situación, que nunca hay que perder de vista. Es decir son
soluciones plenamente apoyadas en una realidad y además pueden
asumirse desde todos, o al menos desde una gran mayoría de
planteamientos, por supuesto los artísticos y emocionales pero
también los económicos, tanto de realización como de mantenimiento.
ASPECTOS GENERALES DEL DISEÑO DE ZONAS
VERDES
EL PROCESO CREATIVO
En un intento de mentalizar al autor del proyecto y llevarle a su
verdadero papel de creador, vamos a describir lo que hemos
denominado El proceso creativo.
Lo hacemos ahora con la intención de explicar este proceso, o
método, antes de verter ideas de diseño con el fin de que cada uno
vaya almacenando de forma ordenada lo que recibirá en las distintas
explicaciones.
La idea base puede arrancar de una concepción artística o funcional,
no siempre la segunda como es normal en otros muchos procesos de
diseño. Esto se debe a la propia carga emocional de los parques y
jardines y la faceta artística como responsable de ella, convertida en
este caso, prácticamente, en un aspecto funcional.
Lo hacemos también ahora pues en este tipo de proyectos, no se
puede separar el proceso creativo del diseño de la redacción del
proyecto, como venimos indicando desde el comienzo.
Otra cosa distinta es la edición del proyecto, de la que no hablamos,
de momento.
El diseño esta presente en todo proceso creativo, y lo ha estado
siempre, con mayor dedicación e intensidad cuanto mayor es el
compromiso del usuario con el objeto diseñado, es decir cuanto más
intensa y cercana vaya a ser su relación con el mismo.
Los parques y jardines son espacios de uso y relación y de
experimentación de sensaciones que se pretenden beneficiosas, y por
ello requieren un cuidado proceso de diseño de todos los elementos,
en especial de aquellos que se entregan al uso directo. Debemos
lograr el ansiado escenario donde el usuario reciba los impulsos
necesarios del ambiente creado para que se convierta en actor y
tener muy presente que en los parques y jardines es habitual
encontrar personas dotadas de una alta sensibilidad por el entorno, en
especial por los vegetales.
Trazas de una plaza tratada como una composición abstracta
Merced a lo que hemos indicado, el diseño, como motor del proceso
creativo, alimentado por la esencia de las ideas, es para nosotros un
continuo ir y venir en el desarrollo del trabajo productivo. Se avanza
y se expone, y se retrocede y se valora lo expuesto, metodología nada
original por otra parte, seguida por muchos creadores. El camino así
indicado asemeja el diseño de los parques y jardines a la realización
de un puzzle donde todas las piezas deben encajar desde el primer
momento. El diseñador no puede permitirse avanzar sin dar solución a
cada fase ni dar saltos en el vacío posponiendo soluciones para más
adelante, muchas veces para resolver en obra como a veces se dice.
Por experiencia sabemos que esto es muy peligroso y negativo, pues
las soluciones al final son apresuradas y se encajan por la fuerza con
malos resultados, pudiendo verse arruinado un diseño muy valioso por
esta causa.
Pero además, hoy de los parques y jardines se espera mucho y tiene
cabida casi todo. La oferta que pueden proporcionar es muy variada,
ya lo hemos comentado.
En consecuencia, la carga de uso se ha elevado considerablemente
así como la cantidad de factores que rodean o influyen en el diseño,
pudiendo llegar a ser abrumadora, tanto como la responsabilidad
derivada de lo que se ofrece. Con ello no pretendemos alarmar sino
reconocer la importancia que tienen los parques y jardines y la
decisiva, si se quiere absoluta, influencia del meditado diseño.
Ya hemos dicho que diseño y creación van unidos, siempre se
diseña para crear, y toda creación parte de un pensamiento teórico.
De lo anterior, indicado muy aprisa, queremos destacar la gran
importancia que para el diseño tienen los conocimientos y la
experiencia del diseñador, y la necesidad de recurrir, cuando no se
tiene esta experiencia, al estudio y la consulta, así como al ensayo y
valoración permanente, no avanzando en ningún caso sin haber
realizado estas comprobaciones. La organización y estructura del
proyecto, como podremos apreciar en todo lo que sigue, se
fundamenta en esta metodología del diseño.
El diseño de parques y jardines exige que el pensamiento teórico, la
idea base del diseño, ya sea del todo o de una parte, sea inmediata o
simultáneamente meditada y contrastada por el diseñador, es decir
puesta a prueba por el propio autor del pensamiento recurriendo para
ello a sus propios conocimientos y experiencia.
El proceso atribuye al proyectista una cierta carga de conocimientos
y experiencia sin los cuales no es fácil, yo diría posible, abordar un
diseño. Ponemos en primer lugar los conocimientos pues es en ellos
donde radica la adopción de soluciones de diseño, trayendo al caso
ideas que ha visto funcionar en ambientes parecidos, a partir de las
cuales puede desarrollar todo un proceso de diseño. Incluso puede
ensayar ideas opuestas a otras soluciones conocidas que se han
mostrado ineficaces y que, por tanto, pueden resultar aquí. En
segundo lugar ponemos la experiencia pues la consideramos un arma
peligrosa manejada inadecuadamente, que puede llevar a la
repetición y no a ensayar soluciones nuevas, que es lo deseable y la
verdadera labor de quien diseña. Ello no quiere decir que hayamos de
prescindir de todo lo diseñado hasta ahora, bien al contrario, pero en
cada caso con los matices y soluciones particularizadas al caso, que
pueden ser muy pocas, pero las suficientes para que el diseño esté
ajustado y sea fresco. Lo que nunca debemos hacer es la copia
directa.
Nuestro método de trabajo casi siempre comienza por reafirmar
nuestra presencia en el espacio del diseño trabajando en el plano
topográfico y en las fotografías que habremos tomado. Con un
pequeño esfuerzo, puede que grande al principio, deberemos
conseguir sentirnos en el propio terreno, recorrer los límites,
apreciar las vistas interiores y exteriores, el modelado topográfico, los
alrededores, el tipo de gente, etc. Para ello es importante que la visita
haya sido generosa, interesada por todos los aspectos, documentada
y en distintos momentos del día. También es importante que la visita
no solo se reduzca al terreno de la actuación sino a toda el área de
influencia. Hay grandes diseñadores de paisaje que consideran
imprescindible la visita en diversas estaciones del año para apreciar
las influencias del tiempo y los cambios de estación.
Volviendo a nuestro “caminar” sobre el plano topográfico, que habrá
sido realizado a partir de nuestras indicaciones, tomándonos el tiempo
9
El proceso de diseño
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
necesario pero con la necesidad de producir un diseño, lo más
probable es que seamos capaces de trazar algunas líneas sobre el
papel de croquis, casi siempre con una idea en la cabeza que nos ha
sugerido el escenario de la actuación, o que tiene que ver con algo
que conocemos, sea nuestro o no. En esta fase puede venir bien
repasar nuestro archivo gráfico, que habremos visto en muchas
ocasiones.
9.
10. La obra, si es en un espacio público, con frecuencia debe
considerar el ambiente social, integrarse y él y mejorarlo.
11. La obra de parques y jardines, casi siempre lleva incorporada
por parte de quien la encarga, una componente de rentabilidad
política, social, económica, de prestigio y ostentación, etc.,
siendo muchas veces para esta persona - el cliente - la
finalidad más importante de la obra.
Si se ha realizado esta fase a fondo, es decir tenemos claros los
objetivos, hemos realizado un detenido estudio de la situación, y
hemos conseguido “entrar en el diseño”, lo primero que se dibuja
probablemente no será lo definitivo, le faltarán muchas cosas, pero sí
será una base de diseño posible ya que estará de acuerdo con el
medio y en la idea de lo que queremos hacer. Si, por el contrario, el
diseño es apresurado y no considera plenamente el medio, lo que
llamamos un diseño “a sentimiento”, lo más seguro es que nos
encontremos con una solución que choca con muchas cosas. Pero
cuidado, no la desechemos, puede ser muy buena, desde el punto de
vista artístico y emocional.
12. Las obras, en general, tienen elevados presupuestos y,
cuando son complementarias de otras obras - autopistas,
edificios, etc. -, van situadas en último lugar y sufren la falta de
presupuesto por los excesos económicos sobrevenidos en las
obras precedentes.
13. Con demasiada frecuencia los parques y jardines sufren de
vandalismo que habrá de considerar en el proyecto.
Ya se comprende que para nosotros el método consiste en un estudio
a fondo del medio físico, social, demográfico, etc. de las necesidades
a satisfacer con el diseño y después atacarlo desde el lado artístico y
emocional. Los diseños que están faltos de esta última cualidad están
vacíos y huecos.
14. Los parques y jardines tienen un elevado coste de
mantenimiento que puede modificarse mucho con el diseño y
calidad de la ejecución de las obras.
Estos aspectos, y muchos otros que pueden existir en determinados
momentos, proporcionan a los parques y jardines, y por tanto a su
proyecto, una singularidad importante que debe ser tenida en cuenta
en la redacción del proyecto. De otra parte debemos ser conscientes
de los muchos aspectos beneficiosos que una obra bien pensada, y
realizada, puede aportar.
ASPECTOS SINGULARES DEL PROYECTO DE ZONAS
VERDES
La redacción de un proyecto es un proceso creativo mediante el cual
el redactor o autor produce un documento nuevo, inédito - el proyecto
- que contiene lo necesario para hacer realidad una idea. Es el
instrumento de comunicación con los profesionales encargados de la
realización del que se servirá para hacerse comprender, no dejando
dudas acerca de su realización, en un marco técnico y normativo
vigentes. Deberá contener, por tanto, la idea o ideas que motivan su
realización, la exposición y justificación del diseño y de las soluciones
constructivas adoptadas, así como la explicación detallada de cómo
llevarlas a cabo, indicando y valorando los medios y recursos, de todo
tipo,
A los proyectos de zonas verdes, públicas y privadas, les atañen una
serie de aspectos singulares, en relación con otros proyectos, que es
importante conocer:
1.
Es frecuente la indefinición en el encargo, dejando al autor
toda la responsabilidad y también la libertad de decisión.
2.
La redacción requiere la aplicación de amplios y variados
conocimientos pues son muchas las disciplinas que
intervienen.
3.
Estos proyectos, en general, tienen una carga artística
importante, en muchos casos de elevada responsabilidad.
4.
5.
6.
7.
8.
La obra se dirige, frecuentemente, a un conjunto muy
numeroso y variado de usuarios, que es necesario conocer en
mayor o menor medida.
EL NIVEL CULTURAL DE LOS USUARIOS
Algo que debe tener muy presente el proyectista es el nivel cultural
de las personas a quienes se dirige la obra, para discernir su
capacidad de entendimiento. Se puede caer en el papanatismo o
desaprovechar una oportunidad de oro, renunciando a un diseño,
digamos de altura, por no conocer la formación cultural de los
usuarios y su capacidad de entendimiento.
Lanzarse a diseños atrevidos puede ser arriesgado, pero también
deseable y, si se puede, necesario. Las obras en la calle deben
recoger la muestra cultural del momento y así poder dejar a las
generaciones futuras la cultura del pasado. Quiero, no obstante,
destacar la responsabilidad que tenemos quienes actuamos en plena
calle y por tanto la mesura con que deben ser tomadas decisiones un
tanto avanzadas, con riesgo. No son pocos los casos de actuaciones
de vanguardia que, quizá por estar situadas en lugares inadecuados,
han sido objeto del rechazo popular y cambios prematuros.
También conocemos casos de actuaciones no comprendidas en el
aspecto estético, a veces con problemas de utilización y
funcionamiento, como consecuencia de exigencias del diseño, que
han sido rechazadas y consecuentemente abandonadas,
produciéndose un rápido deterioro.
En los proyectos de parques y jardines lo que se proyecta
tiene siempre algo de novedoso, al menos en alguna parte, y
las soluciones constructivas e instalaciones, por no ser de
corriente ejecución, requieren de amplias y concretas
explicaciones, así como de un detallado análisis de los
recursos necesarios para su ejecución.
Como en todos los casos, el conocimiento del medio, en todos los
aspectos, es una de las mejores garantías de acertar en los diseños.
Los proyectos incluyen vegetales, seres vivos para los que hay
que prever un desarrollo sostenible.
LA DEDICACIÓN AL DISEÑO DE SOLUCIONES Y SU
VALORACIÓN
La obra, con frecuencia, forma parte de un conjunto en el que
deberá integrarse de forma tradicional o atrevida, lo que
precisa del análisis de este conjunto.
El diseño de parques y jardines, como todos los diseños que no llevan
simultáneamente unida la creación del objeto del diseño, como por
ejemplo la artesanía, debe reunir las indicaciones necesarias para que
la idea, plasmada en el diseño, pueda hacerse realidad.
La obra, dependiendo de su carácter, puede tener una gran
trascendencia en el desarrollo urbanístico de la zona, incluso
ser motor de otras actuaciones.
El proyecto es el documento encargado de contener esta información,
siendo el diseñador el encargado de proporcionarla. En su formulación
se tendrá presente que los encargados de ejecutarla estarán muy
alejados de las ideas que tuvo quien la imaginó, por lo que será
necesario aportar todo tipo de explicaciones. Así, se tendrá en cuenta
El desarrollo de la obra tiene que ser, en todo momento,
acorde con las condiciones del medio, a diferencia de otras
realizaciones.
10
El proceso de diseño
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
el empleo de materiales novedosos, en aplicaciones poco o nada
habituales, lo que puede suponer muchos problemas de tipo
constructivo, que pueden verse agravados, no solo por la ausencia de
las necesarias explicaciones, sino por no haber realizado cálculos y
ensayos de fiabilidad en la redacción del proyecto.
de costes, duración del elemento, etc.- aporta matices y retoques, a
veces complementos, que, quizá por proporcionarle al diseño un
mayor peso de realidad, le convierte en algo más valioso.
Así por ejemplo en el diseño se concede mucha importancia al
tamaño y potencia de las piezas, determinándose, muchas veces, las
secciones sólo bajo la óptica de la estética. Hay además una
dimensión de cálculo, necesaria para soportar los esfuerzos previstos.
Pues bien, con frecuencia esta dimensión es la que mejor armoniza
en el diseño, lo hemos comprobado en muchas ocasiones.
Lo anterior lo comentamos por la frecuencia con que se producen
ausencias de este tipo en los proyectos y por las consecuencias
negativas que se derivan de ello. Algunas son importantes:
- La falta de detalles constructivos deja en manos del constructor
la ejecución del elemento, pudiendo ocurrir, que si no entiende
correctamente la idea, construya algo parecido, y ya sabemos
lo distintas que pueden ser dos cosas que se parecen
bastante.
-
Se pueden correr riesgos importantes por la utilización de
materiales y secciones sin la oportuna verificación por los
cálculos.
-
La ausencia de detalles constructivos puede beneficiar a
contratistas desaprensivos que, a riesgo de la Dirección de
Obra, rebajan calidades, secciones y grosores. Esto es
particularmente notorio en el empleo de vegetales.
Otro aspecto a considerar, en la valoración simultánea de la idea, es
su coste económico, del que en ningún momento puede
desentenderse el proyectista. Un coste razonable, adaptado a la
realidad, es decir, en sintonía con el planteamiento crítico de la
situación es, además de necesario, otro elemento de encaje de la
solución que la refuerza notablemente.
LA VALORACIÓN DE LAS UNIDADES DE OBRA
-
-
Es frecuente en los proyectos que la valoración de las unidades de
obra esté poco destallada, cuando no sea inexistente. Algunos
autores dicen que es preferible no hacerlo para así no estar
comprometidos de antemano. Claro está que quien no ofrece una
detallada solución constructiva mal puede aportar una valoración
consecuente: quizá por esto se omite.
Además de la obra, que soportaría las mayores
consecuencias, la Dirección de Obra es la más perjudicada
por estas faltas, pues se ve obligada a diseñar sobre la
marcha, a veces a encajar soluciones por la fuerza, y a
soportar las quejas del constructor que no aviene fácilmente a
construir lo no proyectado.
Es, como lo anterior, una obligación formal, legal y desde luego ética
que en muchos proyectos falta para todas las unidades de obra, o que
a veces se incumple incorporando al presupuesto una
descomposición de precios totalmente aleatoria, sólo para justificar el
cumplimiento de esta obligación, recogida en la legislación que trata
de los proyectos y obras de la Administración.
Una mención especial tienen los riesgos de uso.
Pero lo peor, bajo nuestro punto, es la pérdida de utilidad del
elemento o solución de diseño por no haber considerado a tiempo la
solución para hacerlo realidad.
Tocamos aquí a una importante cuestión de la
proceso creativo, cual es la de que se
seguidamente cada idea con la experiencia
aplicándolo a este caso, es como decir que
considerando la solución constructiva.
Los que así proceden, al margen de esta obligación, incurren en un
grave error que pagan con creces en la dirección de obra, si es que a
ellos compete. Las correctas y completas descripciones y
descomposiciones de las unidades de obra, al detallar los recursos
necesarios para su ejecución, ayudan a un mejor conocimiento,
permiten exigir una buena ejecución, con el empleo de todos los
elementos y discutir, con base, las ejecuciones de obra, aparte de
otras muchas cosas como establecer precios contradictorios.
que hablaremos en el
valore simultánea o
del diseñador. Que,
el diseño se formule
No olvidemos también la importancia que tiene el proporcionar al
proyecto un sello de calidad, seriedad, responsabilidad y
conocimientos del redactor, nada desdeñable.
Todo ello lo decimos por el carácter singular de estos proyectos y la
dificultad derivada de la falta de costumbre en la ejecución de
novedosas unidades de obra. Incluso la falta de personal preparado
para ejecutarlas.
Es preciso darse a entender.
LOS CAPRICHOS DEL DISEÑO
El tema es de lo más sugerente y sin duda plantearía muchas
discusiones. Lo traemos aquí únicamente como recordatorio
necesario en este proceso donde las posibilidades del diseñador son
casi ilimitadas y donde, a veces, no existen frenos a la imaginación,
que no está mal, pero con tiento, no desvariemos.
Croquis de solución constructiva
Esta obligación del proyectista lejos de ser un trabajo añadido es un
provechoso estudio y análisis de lo diseñado, pues, en nuestra
opinión, los estudios de las soluciones constructivas mejoran los
diseños. En efecto, la dedicación a hacer viable la idea desde el punto
de vista de su construcción, donde se incluyen consideraciones
acerca del mantenimiento, posibilidades de los materiales, economía
Alfombra de césped-difícil mantenimiento
11
El proceso de diseño
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Después de lo tratado, se comprende que puede ser fácil caer en
diseños absurdos, trazados sinuosos de bella estampa en la planta
del dibujo, que luego no se aprecian en la realidad y resultan
incómodos, no tan bellos, y que, además, no conducen a ninguna
parte, logrando la ira de quienes los utilizan. Pavimentos de difícil
caminar, imposibles en días de lluvia; mobiliario bello pero
tremendamente incómodo; grandes espacios abiertos sin ninguna
protección, inhóspitos con los calores del verano; espacios fuera de
escala donde el usuario se siente pequeño e incómodo; travesías
peligrosas, etc..
Siempre hemos dicho que la valentía y la razón son las mejores
armas del proyectista: la primera para ser audaz poniendo sobre el
tablero de dibujo ideas y proyectos que pueden terminar en una obra
maestra, capaz de proporcionar una gran utilidad y belleza, en
definitiva satisfacción a los usuarios; la segunda, la razón y sensatez
para valorar en su justa medida el alcance de la inversión, su
utilización y los problemas
Borde antipatinadores en jardinera, agresivo para el peatón
“…audacia y sensatez en el diseño…”
12
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
inventado - a veces minúsculo - pero siempre referencia, que afianza
la identidad, aspecto que, entre otras muchas cuestiones sumamente
beneficiosas, tiene mucho que ver con el sentido de apropiación, de
tanta importancia para la persistencia de los parques y jardines.
ZONIFICACIÓN Y ESTRUCTURA
Es la parte más decisiva y trascendente del proyecto y la que
comporta una mayor responsabilidad, ya que define la obra o
actuación y señala para las restante fases una línea de actuación y de
sometimiento a ciertas condiciones que pueden hacer difícil o inviable
soluciones posteriores.
Plano base de un parque urbano, se aprecian los elementos estructurantes
Debería lograr la estructura la convivencia pacífica de los elementos
y equipamientos, apoyada en un trazado que conduzca eficaz y
agradablemente a los lugares deseados, sin recorridos absurdos. Una
distribución lógica y coherente, basada en la jerarquía de usos, por
ejemplo, un equilibrio y contraste de la vegetación, etc., todo ello en
un marco bello, logrado con las armas que el diseñador posee, que
convierta cada uso en un placer.
Salvados estos primeros pasos, la zonificación y estructura sería
aquella que aportase una mayor utilidad, tanto funcional como
emocional.
Croquis de estructuración de un parque
Los aspectos a considerar aquí pueden ser todos los que tienen que
ver con el proyecto pero deben reducirse a los estrictamente
necesarios, que deberá seleccionar el proyectista, ya que sería
imposible arrancar con una solución que diese cumplida satisfacción a
todos ellos. Siempre hay que jerarquizar los aspectos a considerar,
agrupándolos en el menor número de unidades posibles, desde el
punto de vista de su incidencia en la zonificación y estructura. Aquí,
como en tantos trabajos, el camino se hace al andar, pero es
importante no elegir una ruta equivocada.
A partir de estas consideraciones y con la información recogida
directamente in situ estamos en condiciones de tantear soluciones de
zonificación y estructura sobre las que ir construyendo un esquema
global de diseño.
Íntimamente relacionado con la zonificación, estructura y trazado, el
remodelado topográfico es la operación que proporciona la faz al
parque o jardín, su personalidad más destacada, donde se pueden
realzar u ocultar, los demás equipamientos.
El terreno es el elemento más valioso y destacable del proyecto,
nuestra base de operaciones y con el que tenemos que contar en todo
momento. Es un ente complejo que sirve a muy diversos fines:
soporte de las construcciones, de las infraestructuras, aloja las
conducciones y construcciones subterráneas, permite el arraigo y
desarrollo de una vegetación y es, entre otras cosas, un elemento de
primera magnitud paisajística, muy polivalente.
Bueno será que dediquemos un espacio a considerarlo.
EL TERRENO COMO BASE DE DISEÑO.
Planta del parque
La primera función que se le atribuye al suelo en el proyecto es la de
campo de trabajo de la actividad creativa del proyectista. Sus
peculiaridades, en unión de otros factores, servirán para conformar
un escenario y marco adecuado a los fines del proyecto. Aspecto tales
como forma, topografía, color, textura, morfología del roquedo,
orientación, soleamiento, vistas, etc., constituyen elementos que el
proyectista deberá descubrir y valorar, tomándose el tiempo
necesario.
De ellos, siendo todos muy importantes, destacamos el contenido,
que, al margen de la abundancia o parquedad, debería optar por la
armonía del conjunto, mezclando o mejor enlazando los distintos
equipamientos y elementos en un todo armónico, dentro de la
diversidad - que es buena para todo, de forma que se proporcione al
usuario un repertorio de utilidad y belleza.
Una buena estructura, cualquiera que sea la composición del parque,
siempre responde a una distribución lógica, coherente y por tanto
esperada de las cosas, de su contenido, por más que a veces se tarde
un tiempo en entender lo que el autor ha querido indicarnos. Orden
intuitivo y no chocante - el río está abajo y la montaña está arriba orden que no produzca confusión y que, una vez conocido, sea fácil
de recordar, con una referencia clara al medio, natural, artificial o
A nuestro modo de ver, y actuar, esta valoración, habida cuenta de lo
numerosos que son los componentes o elementos que conforman un
determinado terreno, ha de hacerse en primera instancia bajo una
visión general, que nos permita algún esbozo de solución, para
después profundizar en los aspectos de mayor peso y trascendencia.
13
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El reconocimiento a pié, de forma detenida, captando las influencias
del lugar, en varios momentos del día, si se puede en distintas
estaciones, es absolutamente necesario.
EL REMODELADO TOPOGRÁFICO
El remodelado topográfico es la consecuencia de muy diversos
factores que pueden situarse en dos grupos un tanto enfrentados: de
una parte los que tienen que ver con la finalidad del proyecto, y, de
otra parte, los inherentes al propio terreno que van a posibilitar,
impedir o modificar los anteriores.
De lo anterior resulta, por lo regular, una propuesta de cambio de
algunas cosas que no encajan bien en los planteamientos. Surge la
necesidad de la remodelación topográfica, operación que, además de
por el diseño, por lo general su razón de ser, estará influenciada por
otros muchos aspectos y elementos del propio terreno o a introducir
con el proyecto; también por los fines y objetivos.
Topografía estado original-parque público
Propuesta de diseño
Remodelación topográfica del terreno que hace posible el diseño propuesto
14
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
La remodelación topográfica, con este elevado número de aspectos y
variables, muy relacionadas entre sí, se convierte en una operación
sumamente difícil, además de arriesgada por la trascendencia que
tiene en el resultado final. Los fallos de principio son cargas después,
complicadas de resolver, a veces imposibles, forzando soluciones que
no encajan con la necesaria soltura. El ensayo de soluciones, junto
con un profundo conocimiento de lo que se tiene a la vista y lo que se
pretende, unido a una rica experiencia, son buenas bases para
afrontar esta dura papeleta.
empleo de geotextiles y geomallas, que tienen la facultad de evitar la
contaminación de los firmes por las arcillas de la base, además de
repartir las cargas; en cualquier caso, estos sistemas están muy
indicados en las obras de parques y jardines considerando las
acciones de los sistemas radicales y la elevada humedad del suelo.
Dejando a un lado los aspectos del diseño, la remodelación
topográfica deberá considerar otros de tipo técnico, de mucha
importancia para la persistencia y economía de la obra, como el
destino de las tierras en función de sus características - tierras como
soporte de construcciones, base de firmes o como asiento de una
vegetación -, la escorrentía y evacuación de las aguas superficiales, el
espesor de los rellenos y su compactación, el relleno en exceso de
tierras sobre sistemas radicales existentes, la capacidad portante de
ciertos suelos para recibir rellenos importantes, el afloramiento de
rocas en los desmontes, la pendiente y el tratamiento de taludes, etc..
Una cuestión a tener en cuenta, a veces olvidada en los proyectos, es
el destino de las tierras procedentes de los cajeos de los viales y
explanadas, que conviene tengan su hueco en el interior de la obra, si
sus características lo permiten.
El tipo de pavimento o tratamiento superficial tiene mucha importancia
a la hora de definir los firmes y la capacidad portante de las bases,
elección que está condicionada, a su vez, por las intensidades de
tráfico y cargas a soportar.
El viario de los parques y jardines tiene mucha importancia, más de la
que se le suele conceder en el proyecto. Los fallos suelen venir por
problemas en la base y firmes, acrecentados con frecuencia por
aguas subterráneas o procedentes de riegos no controlados.
De otra parte conviene tener presente que una estudiada solución de
firmes, en combinación con pavimentos, puede abaratar mucho las
obras y ofrecer, además, soluciones más ventajosas desde otros
puntos de vista.
Un aspecto a considerar es el coste económico de la operación, en
especial si nos movemos en grandes superficies. A pesar de lo que
pueda parecer los movimientos de tierras, en muchas ocasiones, si el
terreno no es especialmente rocoso, son operaciones no demasiado
caras y, en cambio, de una gran rentabilidad funcional y paisajística.
Digamos que un acertado remodelado topográfico puede ser la
operación más barata del parque o jardín en comparación con lo que
aporta de utilidad y belleza. El encarecimiento de estas operaciones
casi siempre es debido a la presencia de rocas, aguas subterráneas o
aparición de materiales inadecuados a los fines del proyecto, que
deben ser retirados a vertedero reponiendo, en su lugar, con aportes
de préstamos.
EL AVENAMIENTO DEL TERRENO.
Es necesario prever la circulación y salida de las aguas de lluvia o
producidas en el propio terreno por fuentes, manantiales o riegos. El
estudio de las llamadas líneas de agua - líneas de desagüe - se hace
al tiempo de la remodelación topográfica, considerando los distintos
equipamientos, construcciones, viales, explanadas, etc., que
determina la red, constituida por las conducciones, sumideros, pozos
de capitación, etc.
La pendiente de las líneas de desagüe aconseja, en cuanto se
rebasan ciertos valores – 2% a 3 % dependiendo de los terrenos - su
materialización en rigolas, caceras, canales o conducciones
subterráneas. Respecto de estas últimas conviene tener presente la
acción de las raíces por lo que se utilizarán las que aseguren su
impenetrabilidad, como las de polietileno y PVC encolado. Se tendrá
presente adoptar una profundidad mínima y una cierta separación de
los elementos vegetales.
Un aspecto a considerar en este punto es la capacidad de infiltración
del suelo y su influencia en la escorrentía superficial. Este factor es
igualmente decisivo a la hora de proyectar y programar los riegos por
aspersión en terrenos en pendiente, con frecuencia no tenido en
cuenta, siendo la causa de muchas escorrentías superficiales no
resueltas.
El análisis y cálculo desde el proyecto es imprescindible, adoptando
métodos precisos que determinen con exactitud los volúmenes de los
movimientos de tierras, cuestión que no debería ser aquí mencionada,
por quedar sobre-entendida, pero que recordamos ante la cantidad de
proyectos, de mucha importancia, que hemos visto sin un estudio
serio del movimiento de tierras.
EL TERRENO COMO SOPORTE DE CONSTRUCCIONES
Los movimientos de tierras dejarán explanadas las áreas destinadas a
recibir las construcciones, y habrán previsto la amplitud necesaria
para ello. Existe una completísima documentación acerca de los
requerimientos del suelo como soporte de construcciones, elevada en
muchos casos a normas de obligado cumplimiento, en la que,
obviamente, no vamos a entrar. Únicamente queremos recordar que
es muy importante tenerlas en cuenta para todo tipo de
construcciones, no sólo para las importantes. En efecto, es frecuente
que las pequeñas construcciones, en el proyecto, apenas se
consideren, no aportando para ellas soluciones constructivas, ni
requerimientos de firmes, ni espesor de las cimentaciones, etc.,
resultando después un cúmulo de pequeños fracasos.
Los drenajes son una buena solución en muchas ocasiones por lo que
deben tenerse muy presentes.
También influye en el sistema de avenamiento, como es lógico, el
régimen de lluvias, en especial la frecuencia e intensidad de las
precipitaciones.
EL TERRENO COMO BASE DE FIRMES DE VIALES Y
EXPLANADAS
LAS INSTALACIONES SUBTERRÁNEAS.
Han de tenerse en cuenta en el acondicionamiento del terreno,
disponiendo en la traza, si es el caso, rellenos bien compactados que
soporten el peso de las conducciones, así como las acciones que
pueden darse en los anclares y piezas especiales de las
conducciones hidráulicas a presión.
La consideración del terreno en estos casos es distinta de la anterior,
debido a la extensión superficial que ocupan, no siendo de aplicación
soluciones puntuales, perfectamente válidas para las construcciones.
Es importante destinar para estas áreas, terrizas en la mayoría de los
casos, lugares bien saneados, ausentes de aguas subterráneas y a
cubierto de avenidas, en todo caso protegidos con las obras de fábrica
necesarias - caños, bordillos, imbornales, sumideros, etc. -. Se
procurará que las características granulométricas del suelo sean las
adecuadas, eliminando en todos los casos la cubierta vegetal. Para
los rellenos, si fueran necesarios, se recurrirá en primera instancia a
los materiales existentes en la propia obra, para lo que habrá que
determinar su idoneidad, espesores de relleno, grado y forma de
compactación, etc. Si fuera preciso se reforzará la solución con el
En este punto conviene tener presente el entumecimiento del terreno
que a veces ha sido causa de rotura de líneas y conducciones
subterráneas, por movimientos del terreno falto de la necesaria
compactación
También las aguas freáticas y los cursos de agua subterráneos
pueden ser causa de problemas futuros, al circular junto a las
conducciones, por lo que habrán de conocerse previamente, evitando
pasar por ellos, si es posible, y en caso contrario adoptando las
15
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
medidas necesarias. Es necesaria la compactación de los fondos de
las zanjas y de las tierras de relleno de las zanjas, adoptando las
precauciones necesarias.
Algo más raro es que estos defectos se produzcan por imprevisiones
en el proyecto, aunque no son descartables. Desde luego si no se
especifica con claridad el destino que quiere darse a los distintos
productos de la excavación, y tampoco se incluye su coste en el
proyecto, no puede esperarse que lo haga la empresa constructora.
Aunque es una operación evidente, tiene que estar considerada en el
proyecto.
EL TERRENO COMO SOPORTE DE LA VEGETACIÓN
El terreno para los vegetales es su sustento físico y alimenticio,
cuestiones bien sabidas que deben cuidarse en los movimientos de
tierras. La lógica señala que las mejores tierras vegetales se reserven
para las áreas plantadas o sembradas, tierras que, a su vez, son muy
perjudiciales como soporte de construcciones e infraestructuras.
A pesar de no ser una práctica corriente, los rellenos destinados a
plantaciones, en todos los casos y en especial si están en pendiente,
deben ser compactados, con un grado de compactación cercano al
Proctor 90 %. La apertura de hoyos se hace después de haber
compactado y rasanteado el terreno, aportando tierras fértiles si fuera
necesario.
Desde este punto de vista no existe ninguna competencia, pero lo
cierto es que no siempre se reparten adecuadamente. La causa está
en los costes de transporte para dejar los depósitos en los lugares
adecuados, y también en los costes de adquisición de los materiales
cuando no existen o escasean en las obras.
TRAZADO Y RED VIARIA
El trazado es el orden interno del parque o jardín. Es la imagen gráfica, la trama interior, el equilibrio de las superficies, las formas y los
volúmenes, las perspectivas y profundidades de campo, la integración o el distanciamiento, la relación, la singularidad, etc., conjunto de
elementos que proporcionan a los parques y jardines uno de los rasgos más significativos de su carácter y personalidad.
Trazado parque público
El trazado aporta los escenarios donde el usuario se mueve, se
relaciona, juega y descansa, donde tiene lugar la actividad que ha
venido a realizar en el parque o jardín; es algo inmaterial que le
acompaña, que vive y le comunica sensaciones, algo que siente al
utilizar el parque.
El viario es, en cierto modo, la materialización del trazado, el medio
físico de contacto con el usuario. Su diseño y ejecución, si es
acertado, vendría a reforzar las ideas del trazado, además de facilitar
las operaciones interiores a las que sirve. Otro tanto cabe decir de los
distintos materiales constituyentes de los trazados.
Al margen de la materialidad, es el encargado de proporcionar una
buena parte de los elementos sensitivos y espirituales para que sean
recogidos, utilizados y potenciados por los usuarios: el trazado
serpenteante de un paseo entre prados, sobrio y elegante de los
parterres geométricos, suavizado por curvas en las esquinas y fondos
en los jardines franceses, íntimo y recoleto de los jardines románticos,
amplio y dilatado de las áreas de juegos y exposición, etc., comunican
en cada caso diferentes sensaciones y permiten distintos usos y
actividades para distintos estados de ánimo. Cada usuario se reparte
la escena según sus preferencias por el ambiente, siendo el trazado el
factor más determinante.
Sin entrar en detalles nos gustaría indicar que en bastantes ocasiones
hemos podido ver cómo el diseño del viario está completamente al
margen del trazado del parque, al que, como es lógico, sirve; así por
ejemplo es corriente que viales pensados en el trazado para el tránsito
peatonal entre distintas áreas urbanas a través del parque, se diseñen
con materiales terrizos, que impiden su utilización en tiempo de lluvia;
que circuitos pensados para correr se realicen con materiales duros
cuando se sabe que la carrera sobre firmes terrizos es mas conveniente;
que un vial o terraza que se sitúa junto a un elemento arquitectónico de
primera clase, con buenos materiales, se resuelva con un pobre
pavimento, de adoquín de hormigón por ejemplo, al que además le falta
dimensión; que se mezclen materiales de diversa procedencia y colores
sin el más mínimo respeto a las reglas de la composición o utilidad,
algunos son francamente incómodos, como los enmorrillados, otros
ofrecen peligro de deslizamiento. Que los caprichos de algunos
diseñadores -artificieros del diseño-, sin ningún fundamento, nos lleven a
recorridos sinuosos, inútiles, que no aportan más que incomodidades al
Esta elección de los lugares e itinerarios más frecuentados, y en los
que se siente mejor, descubre en el usuario el sentido de apropiación
del espacio que es de la mayor importancia ya que supone el primer
paso en el aprecio del parque y su aceptación.
16
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
alargar las distancias, etc., todo ello sin entrar en las deficientes
ejecuciones, responsables de muchos desastres, y en el estado de
conservación.
- Un camino que cruza sobre el agua, sobre un puente, manifiesta
mejor que otros su naturaleza y el servicio que presta. Otro tanto
puede decirse de sus pretiles.
Lo anterior, en muchos casos, además de la pérdida de utilidad, es causa
de rechazo de muchos usuarios, dotados de cierta sensibilidad, que ven
estropeado el cuadro de sus anhelos por un fallo evidente del diseñador,
que no ha prestado suficiente atención al detalle y que no se justifica, ni
siquiera por razones económicas. Conviene tener muy presente que el
usuario del parque es, en general, persona dotada de cierta sensibilidad,
artística que es donde radica la verdadera sensibilidad, y que realiza
siempre, consciente o inconscientemente, una valoración de la escena,
de cuanto tiene a su alrededor y del estado en que se encuentra.
- Los caminos curvos, que pierden su traza, acompañados de un
muro permiten a la vista descubrir la intencionalidad del trazado
al caminar por su coronación.
- Un camino ancho es mejor que uno estrecho, proporciona confort
y calidad, pero puede resultar excesivo y dejar al caminante
desamparado o acortar excesivamente la perspectiva. Un camino
- estrecho puede ser angustioso, difícil de caminar junto a otras
personas y empequeñecer la escena.
El viario del parque, por todo lo anterior, desde el punto de vista del
usuario – nuestro cliente, ya lo hemos dicho antes – es uno de los
elementos que más atención requieren, aquí si que es importante la
visión de la escena y su vivencia anticipada en la mente del diseñador.
- Un camino terrizo permite apreciar mejor la naturaleza de
alrededor, es más natural, transporta al caminante al campo, es
más mullido y su textura encaja bien con la jardinería. En cambio
puede resultar engorroso en días de lluvia, con calzado de calle y
originar polvo.
Aspectos como el mantenimiento, pensado desde el diseño y no a lo
que resulte, ó como el uso de caminos peatonales por bicicletas o
monopatines porque no se ha previsto una vía alternativa ante una
evidente necesidad, suponen en muchos casos cuantiosas pérdidas
de rentabilidad, en especial en ambientes gratos para ciertas
personas que se sienten muy molestas por la alteración de la paz del
parque o jardín. Cuidar estos aspectos desde el proyecto nos parece
muy importante.
- Un camino pavimentado con piezas de gran formato disminuye
aparentemente sus dimensiones pero le proporciona una mayor
calidad. Un despiece normal a la marcha afirma el sentido del
desplazamiento, en especial si se va acompañando a las curvas,
y acorta su longitud aparente. Las bandas longitudinales lo
alargan. Los despieces inclinados tienen sus problemas pero
pueden quedar bien, por ejemplo en las uniones de caminos con
áreas estanciales que no acometen ortogonalmente, si queremos
incorporar ambos al mismo espacio de relación.
Vamos a tratar de algunos de estos elementos.
CAMINOS
- El perfil transversal también influye en la percepción. Una
sección con rigola central estrecha el viario, mientras que una
sección con varios puntos de recogida le proporciona mayor
anchura aparente.
Los caminos sirven para poner en comunicación las distintas áreas de
un parque y ordenar las circulaciones.
Vamos a tratar someramente de los aspectos más destacables:
- Alternar caminos terrizos y pavimentados, de diferentes formas,
texturas, color, etc. permite ordenar las circulaciones dejando,
por ejemplo, los primeros para paseos en zonas más naturales y
los segundos junto a edificios y zonas más urbanizadas, también
como caminos de tránsito a través del parque.
Trazado.- El trazado de los caminos tiene muchísima importancia
en el diseño y es lo que más personaliza un parque o jardín. Las
formas pueden ser todas las imaginables pero siempre con la
coherencia y orden lógico que deben tener todas las cosas. Su
trazado debe responder en primer lugar a su utilidad cual es la de
permitir el desplazamiento entre dos puntos, y después atender a
cuestiones de otra naturaleza, a veces más importantes.
- El color y la textura del pavimento son muy significativos para la
integración visual del pavimento con su entorno. Esto es
especialmente importante en paseos en cuesta y en los
óptimamente anchos, donde el pavimento es una envolvente
espacial, como si fuera un paramento.
Vamos a recordar algunas cosas:
- Un camino que une en línea recta dos puntos es el mejor, si no
perjudica otros factores del diseño. Las grandes longitudes son
arriesgadas pero en ocasiones de gran belleza, por ejemplo
acompañadas de una buena alameda en uno de los lados y con
una gran superficie empradizada en la otra.
- Los caminos no tienen forzosamente que mantener paralelos sus
bordes. Los ensanches, formalizados o no, permiten crear islas
de tranquilidad siempre que estén lo suficientemente retiradas
del tráfico; además proporcionan movimiento y variedad a la
traza. Son posibles tanto en los de planta recta como curva. Los
ensanchamientos deben conseguirse con líneas de trazado
acorde con el resto; mezclar rectas y curvas puede ser
arriesgado.
- Un camino serpenteante sin motivo no tiene sentido, no se
acepta bien. Ahora bien, un camino así, recorriendo el pié de una
loma, salvando árboles a su paso o rodeando una gran pradera
para apreciar las vistas que se ofrecen al fondo, por ejemplo la
casa, es una buena solución de diseño: el proyectista deberá
colocar estos elementos en la escena para dar sentido y justificar
la traza.
- Diferenciar las estancias del tránsito siempre es conveniente,
puede lograrse con distintos tipos de pavimentos. Una adecuada
y armónica combinación de pavimentos colabora en la
identificación de las reservas de espacio para los diferentes
usos.
- Uno o dos peldaños sueltos en el camino constituyen un hito que
enfatiza aspectos que queremos destacar, tales como adquirir
cierta elevación sobre el terreno y reconocer una vista oculta en
el anterior nivel, cambiar de ambiente, detener el paso para
reparar en algo, etc.
- Colocados a intervalos estudiados marcan un ritmo que puede
ser necesario para modificar la perspectiva, acomodarlo al
terreno circundante o simplemente marcar un ritmo agradable.
Claro está que los peldaños no deberán suponer una barrera
arquitectónica, habrán de acompañarse de una rampa.
17
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
- Los cruces de caminos deben permitir la cómoda circulación y no
recorrer distancias innecesarias. Los acuerdos en curva son los
más utilizados pero no hay que descartar los demás.
a los lados de los caminos, que proporcionan mucha belleza y
hacen crecer la dimensión del jardín.
- Los caminos delimitados por bordes definidos afirman su traza y
ganan en presencia y calidad. Combinar bien los materiales del
camino y de los bordes es importante.
- La macla de caminos, o de caminos con áreas estanciales con
distintos tipos de pavimentos es muy conveniente pues forma un
mosaico que ofrece una buena lectura de su utilización. Toda
lectura que favorezca la comprensión del diseño es conveniente.
- La vegetación plantada a lo largo de los caminos afirma su traza
y sentido, en especial el arbolado que comunica confort a su
utilización.
- Elevar los caminos respecto del jardín que acompaña es
conveniente pues sitúa al caminante en un plano superior más
confortable. La situación contraria puede ser conveniente para
resaltar el jardín y ofrecer al caminante mejores vistas de éste.
Es frecuente el abombamiento de las superficies encespedadas
- Todo el viario del parque debe responder a una concepción
unitaria del espacio dedicado a este fin.
Pavimentos varios
Anchos.- El ancho está en función de su utilización y del
escenario en el se emplazan. Podemos hablar de sendas de 1 m.
de ancho para un caminante a grandes paseos de 30 y más metros
de ancho. El ancho mínimo recomendable es de 1,50 m. que
permite el paseo simultáneo de 2 personas. Si se pasa de 10 m. de
ancho es conveniente incorporar plantaciones de arbolado en su
interior, tipo alameda. La sección transversal tiene que ser aquella
que permita el uso requerido y la escorrentía de las aguas, con
bombeos o pendientes transversales hacia las cunetas o puntos de
recogida, en algunos casos la recogida se produce en rigolas
centrales.
interior o hacia el jardín. La altura vista es variable entre unos 7 y
15 cm. dependiendo del uso, ancho del camino y tipo de pavimento;
así un camino terrizo cuya rasante no está bien estabilizada
requiere un resguardo superior, un camino estrecho con un
resguardo elevado se estrecha más, un camino en el que puedan
circular bicicletas requiere un resguardo elevado y vertical, quizá es
el único caso, para que el ciclista se percate bien de la limitación y
para que el bordillo rechace la rueda, si llega a tocarlo.
Pendientes.- Las pendientes transversales en caminos
pavimentados no deben ser inferiores al 1% ni superiores al 4 %; si
las piezas son de textura rugosa el mínimo será del 2%. En los
terrizos las pendientes se mantendrán entre el 1% y el 2%; si están
estabilizados pueden llegar al 4%. Las pendientes longitudinales no
deben superar en ningún caso el 8%, pues a partir de aquí
constituyen barreras arquitectónicas; en los terrizos las pendientes
longitudinales no deben superar el 2%, pudiendo llegar al 4% si
están estabilizados, por encima de estos valores se producen
erosiones. No obstante lo anterior la granulometría del árido
proporciona distinta vulnerabilidad a los arrastres, así los caminos
con capa de rodadura de arena de río sufren erosiones a partir del
1,5% de pendiente; en el extremo opuesto están los jabre, arrocillo
calizo o granítico y picón grueso que pueden soportar pendientes
del 3% sin erosionarse.
- Piedra.- de granito, caliza, arenisca, dolomía, pizarra, etc. son los
bordillos mejores para emplear en jardinería, si bien son los más
caros. El perfil transversal es rectangular con la parte vista en
ligero declive y aristas redondeadas o achaflanadas; en bordillos
de poca sección las caras vistas suelen ser verticales. Las
secciones son diversas, rectangulares por lo general, y suelen
tener un ancho entre 10 y 15 cm. y una altura de 20 a 25 cm. La
longitud es variable entre 50 cm. y 1 m. En casos especiales se
fabrican bordillos con la testa superior redondeada con perfil
llamado “pecho de paloma”, con 2 volutas, etc.
El medio más empleado para bordear caminos es el bordillo, de los
que existen muchos tipos:
- Hormigón.- Son los bordillos más empleados, por su bajo coste y
por su buena acomodación a muchos tipos de obra. En jardinería
pública son muy utilizados, no así en jardines privados donde
este bordillo no encaja bien por su carácter excesivamente
urbano. Existen muchas formas, por lo regular rectangulares,
adecuadas a distintos usos, desde bordillos de 20x10 cm.
llamados de jardín, a los bordillos de calzada de 14/17x28 cm. ó
los de isletas de tráfico. También se fabrican bordillos de perfiles
especiales, como los bordillos “bota”, de testa redondeada,
cilíndricos completamente excepto la base de anclaje al suelo,
así como los de planta curva. La longitud es variable, por lo
regular 1 m. excepto los especiales que suelen medir 50 cm.
Firmes.- El tipo de firme depende de la capacidad portante del
sub-suelo y de su utilización, en menor medida depende también
del tipo de pavimento. Los sub-suelos granulares libres de agua
freática pueden por sí solos operar como caminos, a lo más con
una capa de rodadura. Si, por el contrario, el subsuelo es poco
resistente y, además, tiene agua freática habrá que preparar un
paquete de firme adecuado que puede requerir una capa drenante
en el fondo, un geotextil anticontaminante, un firme de zahorras,
grava- cemento, suelo-cemento, etc. de distinto espesor, incluso
una solera de hormigón, y una capa de rodadura adecuada. Las
soluciones son muchísimas y en cada caso habrá que adoptar la
más conveniente.
- Cerámica.- Son poco corrientes. Suelen tener una longitud
máxima de 50 cm. y la sección es pequeña y casi siempre de
forma especial
- Otros bordes: Para la realización de bordes en caminos pueden
utilizarse otros materiales como las traviesas de ferrocarril,
tablones y rollizos de madera, adoquines y baldosas de gran
espesor, bandas onduladas de PVC, incluso bandas de acero
cortén.
Bordes.- Bordear un camino, aparte razones estéticas, supone
una mejora considerable que alarga su vida y favorece la
conservación.
Pueden colocarse enrasados con el pavimento, vistos hacia el
18
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Pavimentos.- La capa de rodadura o de paseo puede fabricarse con muchos tipos de materiales.
Pavimentos varios, secciones constructivas
- Terrizos.- Son los más comunes y socorridos por precio, aunque
nada desdeñables, y dentro de éstos tenemos los de arenas de
río y miga al 50%, los de jabre granítico, arrocillo, calizo, polvo de
cantera, polvo de ladrillo, escorias de carbón, picón volcánico,
etc. En todos los casos se logrará la mejor estabilización posible
y el sellado, que consiste en recebar con finos los huecos
dejados por los áridos más gruesos que ocuparán las capas
inferiores. La capa deberá tener un espesor comprendido entre 7
y 12 cm. dependiendo del material.
con relieve. Los acabados lisos, al menos que sean
antideslizantes, no son recomendables pues resultan
resbaladizos. Estas piezas se colocan siempre sobre mortero de
cemento.
- Piezas cerámicas.- Se emplean baldosas de gres antideslizante
como pavimentos de exteriores. Aportan una gran calidad al
diseño y son muy duraderas. Su colocación es similar a las
hidráulicas. También se emplean como pavimentos cerámicos
ladrillos de tejar colocados de canto o de plano y mecánicos a
sardinel. Requieren ser tomados con mortero de cemento dada
su pequeña dimensión.
- Losas de piedra.- La losas de piedra componen los mejores
pavimentos, en todos los aspectos. Puede jugarse con el tipo de
piedra, textura, color, dimensión y despiece lográndose muy
buenos resultados, tanto estéticos como prácticos. Como
materiales tenemos el granito, arenisca, caliza, pizarra y dolomía,
entre los de más corriente uso, con acabados de corte de
cantera, sierra, abujardado, apomazado o pulido, estos últimos
sólo para interiores o casos excepcionales como cenefas. La
combinación de distintos formatos es muy recomendable, y así
pueden disponerse cenefas longitudinales y transversales
alternando con paños de losas que permiten la articulación del
paseo y enfatizar determinados aspectos del diseño. El espesor
es variable entre unos pocos centímetros hasta 10 ó 12 cm.,
dependiendo del tipo de material, corte y utilización. La
colocación en obra depende de la dimensión y grosor de las
piezas, tipo de firme, y utilización; los de mayor dimensión y más
gruesos pueden colocarse directamente sobre una cama de
arena de río. El despiece puede ser diverso y responderá a
criterios de diseño, así como el tipo de junta, si bien el material y
su dimensión ya orientarán sobre las colocaciones posibles.
- Adoquines.- Existen de piedra de granito, caliza, pizarra, basalto
o dolomía. También los hay prefabricados de hormigón y
cerámicos de arcilla o gres. Los de piedra suelen tener una
dimensión de 20x10x12 cm. y se colocan sobre mortero semiseco, si son más pequeños pueden necesitar mortero de agarre,
sobre todo los serrados de poco espesor, muy empleados
últimamente. Los prefabricados de hormigón existen en
espesores de 6 cm. y de 8 cm., éstos últimos pueden colocarse
sobre cama de arena. Los de gres y cerámica suelen tener 5 cm.
de espesor y se sientan sobre mortero de cemento. La
colocación puede ser diversa, a mata-junta con la hilada normal
al camino, en espiga, en mosaico, etc.
- Hormigón impreso.- Se utiliza bastante la solera de hormigón de
unos 15 cm. de espesor, armada con mallazo, impresa
superficialmente. El hormigón, una vez vertido y rasanteado se
endurece y colorea superficialmente y después se imprime
aplicándole una resina de sellado. Se consiguen muchos tipos de
texturas y colores y es un pavimento muy interesante en
jardinería.
- Losas de hormigón prefabricado.- Existen multitud de formas,
dimensiones y acabados. Las más convenientes con las de
terminación con árido lavado pues aportan una mayor belleza y
duración. En cuanto a la disposición, despiece y colocación en
obra son similares a las de piedra.
- Madera.- traviesas de ferrocarril, tablas, rodajas de pino, cachas,
tacos, etc. de madera también son piezas adecuadas para
formar pavimentos. Su colocación puede ser muy diversa y se
suelen colocar sobre camas de arena o mejor de grava pues
mantiene seco el material.
- Baldosas hidráulicas.- Su dimensión suele ser inferior a 60 cm. y
la formas más común es la cuadrada. El espesor puede estar
comprendido entre 3 y 5 cm. y los acabados pueden ser con
materiales pétreos, tipo terrazo, o con mortero coloreado, liso o
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El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
Caminos varios
ESCALERAS
Como los caminos, las escaleras sirven para poner en comunicación distintas partes de un parque o par dar acceso al mismo. Vamos a tratar,
más bien a recordar, los aspectos más destacables a considerar, pues la mayoría son de sobra conocidos.
Escalera, planta y sección constructiva
• utilidad: que realmente la escalera sea necesaria, preste una
utilidad y sea conveniente bajo todos los puntos de vista.
La altura de la tabica decrecerá a medida que aumenta el
número de peldaños del tramo, pero no debe ser inferior a 12
cm. pues por debajo de esta altura el escalón se percibe mal y se
favorecen los tropiezos, también se aumenta la confianza y el
peligro de caída.
• funcionalidad: de acuerdo con la función prevista, determinada
por su punto de arranque y final.
En áreas interiores la huella normal es de 17 cm. y en áreas de
servicio puede llegar a 20 cm.
• seguridad: que el emplazamiento no suponga inseguridad para
el usuario.
Huella: Entre 30 y 40 cm. debiendo guardar relación con la altura
de la tabica para que sea cómodo el tránsito por la escalera. La
fórmula que asegura un cómodo tránsito es la siguiente:
• atractivo: que discurra por un lugar atractivo que invite a su
utilización o desde ella se pueda disfrutar de algo, por ejemplo
vistas agradables.
2huellas + 1 tabica = 64 cm.
Emplazamiento.- Dependiendo de muchos factores, puede ser
importante considerar lo siguiente:
De la fórmula anterior obtenemos la siguiente tabla:
• compatibilidad: con el resto de la escena o ambiente.
tabica
10
11
12
13
14
15
16
17
• alternativas: deberemos considerar si puede evitarse la
escalera o que su función desempeñada por otro elemento
con ventaja.
Desarrollo.Contra-huella o tabica: entre 12 y 16 cm., mejor no pasar de 15.
(La NTJ01A recomienda 14 cm. con un máximo de 16 cm.)
20
huella
44
42
40
38
36
34
32
30
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
Tramos: Mínimo de 3 peldaños en cualquier caso, incluso en
escaleras de un solo tramo, necesario para manifestar el
desnivel y no provocar confusión.
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Canto romo en el borde de ataque del peldaño pero no
excesivamente redondeado al extremo de apoyar el pie en la
superficie curva (ya sabemos que muchas personas suben las
escaleras apoyando en el peldaño solamente la parte delantera
del pie).
Máximo de 13 peldaños con un óptimo de 7 en cada tramo,
siempre referido a una altura de tabica entre 12 y 15 cm.,
descendiendo a medida que aumenta la altura de la tabica.
La tabica del peldaño, al menos en los huella de ancho normal o
pequeño, debe apoyar en la huella para evitar el vuelco.
Número impar o par de peldaños en combinación con el número
impar o par de pasos en el rellano, de forma que cada tramo se
ataque con el pie alternativo. Esta regla está especialmente
indicada en escaleras de muchos tramos de pocos peldaños,
menos de 5, y de rellanos cortos; en las restantes no se nota la
diferente utilización de cada pie.
La huella debe tener una pendiente del 0.5/1 % para la
evacuación del agua de lluvia; esta pendiente será mayor en
escaleras de huellas muy anchas, tipo rampa italiana.
Forma del peldaño: La forma del peldaño atiene a la
funcionalidad de la escalera, seguridad y belleza. A grandes
rasgos citamos los siguientes:
Rellanos: Plataforma horizontales, también llamadas mesetas,
que dividen la escalera en tramos y tienen varios cometidos:
Dividir el esfuerzo de subir y bajar la escalera, permitiendo
la recuperación del caminante. Para que se produzca tiene
que darse al menos dos pasos en el rellano, y más si el
esfuerzo del tramo precedente ha sido intenso, ya sea por el
número de peldaños o por la altura de la tabica.
Rectangulares o de tabica recta, normal o rebajada, lisa o
trabajada, y de una o 2 piezas.
Trapeciales o de tabica inclinada, lisa por lo regular, los cuales
se utilizan para ampliar la huella cuando el desarrollo de la
escalera es escaso.
Romper la monotonía del paso que puede originar un
exceso de confianza y producir la caída, sobre todo bajando
la escalera.
Materiales para la formación de peldaños: Nos referimos
exclusivamente a las escaleras al aire libre.
Disminuir el peligro, tanto real como psicológico, por el
miedo a atacar una larga escalera, sobre todo bajando si,
además, presenta una fuerte pendiente.
Piedra: Es el material idóneo por su comportamiento,
calidad y estética, al menos en la generalidad de ambientes,
las piedras han de ser compactas, duras, resistentes al
desgaste y no heladizas. Son recomendables las rocas
eruptivas como el granito, diorita y basalto.
Encajar la escalera en la topografía existente, tanto en
planta como en altura, permitiendo articular giros,
derivaciones, etc.
Las rocas sedimentarias, como la caliza y el mármol, son se
comportan mal ante bruscos cambios de temperatura, no
siendo recomendables donde se den alternancias térmicas
fuertes. De las areniscas solo sirven las más duras. Las
pizarras se comportan bien aunque, por lo regular, dada su
naturaleza peculiar de pieza exfoliada, se utilizan en
peldaños de huella y tabica separada.
Algunas consideraciones:
- La longitud del rellano será de n pasos + 1 huella, siendo
recomendable: 2n pasos + 1 huella, especialmente en
escaleras de numerosos rellanos, más de cuatro. La
razón de esta medida estriba en la necesidad de aportar
descanso por igual a ambos pies en el rellano, por lo que
debe acometerse el siguiente tramo con el pie contrario al
que hizo el esfuerzo de subir el último escalón.
Madera: Sirven las maderas duras como el iroko, teca o
cerejeira, siempre tratadas con un grado 3 de la norma. Los
peldaños se forman por lo regular de 2 piezas y son
deslizantes cuando están mojados, por lo que deben
adoptarse precauciones. La traviesa de ferrocarril se
emplea bastante aunque es altamente resbaladiza cuando
la traviesa es relativamente nueva y está mojada,
presentando además imperfecciones; su empleo está
reservado a ambientes rústicos. Los rollizos de pino también
se emplean para la formación de peldaños en escaleras de
huella terriza, por lo regular. Son poco recomendables ya
que su forma redondeada los hace muy resbaladizos,
especialmente si están mojados.
- Cuando la longitud del rellano aumenta, 6 o más pasos,
esta medida pierde importancia, llegando incluso a
desaparecer cuando el número de pasos es tal que
iguala en ambos pies la sensación de cansancio, o de
descanso; por el contrario es fundamental en escaleras
de numerosos tramos y cortos rellanos, especialmente en
la de 3 peldaños. Si consideramos que la longitud media
de un paso, subiendo escaleras, es de 55 cm., un poco
menos del normal, la longitud mínima del rellano sería de
1.40 m. (puede variar entre 1.30 m. en escaleras
pendientes a 1.50 m. en las suaves).
Piezas prefabricadas de hormigón: Este tipo de peldaños
se emplea comúnmente en interior, no obstante si la
fabricación es de calidad, de sección suficiente y no
absorben agua, pueden utilizarse a la intemperie. El
peldaño puede estar realizado en una sola pieza o en dos y
darse todas las formas posibles.
- El ancho del rellano será, cuando menos el de la
escalera, cuyo mínimo, en espacios públicos es de 1.30
m., siendo recomendable no descender de 2 m.
- Cuando el ancho es mayor de 5 m. se denominan
escalinatas y en ellas decrece la altura de la tabica y
aumenta la huella.
De piezas cerámicas: Los materiales cerámicos no
heladizos, como el gres, pueden utilizarse para la formación
de escaleras en el exterior. Existen en el mercado piezas
especiales para huellas de peldaños, lisos o con
amoldurados. La tabica generalmente se forma aparte.
Peldaños.- Las escaleras son piezas del viario peligrosas y el la
forma y materiales que componen los peldaños reside una parte
importante de su peligrosidad
Metálicos: Se utilizan solo en escaleras apoyadas en
zancas, voladas o no: Su empleo en parque es muy
restringido y solo en ambientes especiales donde su uso
está justificado por la estética. Son, por el contrario, muy
utilizados en salas de máquinas y edificios de servicios.
Seguridad: La superficie de la huella será suficientemente
rugosa para evitar el deslizamiento en todo tiempo, en particular
en días de lluvia. Con materiales que puedan presentar estos
problemas se debe colocar o fabricar una tira adherente, de unos
3 cm., junto a la arista de ataque del peldaño.
21
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
escalera, que consiste en la realización de la rampa donde se
colocan los peldaños. Por supuesto cualquier escalera, también las
metálicas necesitan de un firme o de una cimentación.
De acuerdo con la finalidad, el tipo de escalera, naturaleza del
terreno, así como del tipo de peldaño, la formación de escalera
puede ser diversa. Por lo general para escalones apoyados
directamente sobre el terreno, caso más común de los parques y
jardines, se requiere una excavación y cajeado, afirmado del
terreno, con frecuencia aportación de material granular para
conseguir una buena base, y una solera de hormigón que puede
estar o no armada, formando un todo uno con el rellano, si las
dimensiones lo permiten. Sobre esta base se colocarán los
peldaños.
RAMPAS
Escaleras in situ.- La mayoría de las escaleras en los parques
se construyen in situ, empleando para ello los peldaños ya
preparados o prefabricados, ya sea de una o varias piezas. Aquí no
vamos a referirnos a éstas sino a las escaleras que se construyen
libremente sin ningún elemento prefabricado. Son las escaleras
terrizas, de hormigón y de piezas sueltas (más raramente las
talladas en piedra).
Terrizas: Se forman excavando directamente en la tierra
consolidada la forma de los peldaños y se defiende su borde con
algún material, piedra o madera. Son muy utilizadas en
ambientes rústicos y debe cuidarse mucho la evacuación del
agua de lluvia, que las destruye en poco tiempo para lo que una
pequeña pendiente transversal está muy indicada. Estas
escaleras llevan por lo regular zancas inclinadas a ambos lados
donde se afianzan las tabicas. El empleo del rollizo de pino, muy
frecuente, está poco indicado, por lo que hemos dicho
anteriormente.
En el caso de utilizar peldaños de huella y tabica separada, o de
piezas de cerámica o de hormigón prefabricado, aunque sean
enterizos, se requiere la previa formación del peldañeado, que
puede hacerse con hormigón o con ladrillos; en el primer caso se
recomienda hacer el peldañeado simultáneamente con toda la
escalera y que el armado sea solidario entre sí.
En la construcción de escaleras el pie de la losa que compone cada
tramo es el punto clave de los esfuerzos y que más hay que cuidar
para evitar asentamientos.
De hormigón: Se arman (a veces), encofran (también a veces) y
hormigonan de una vez cada uno de los tramos junto con el
descansillo correspondiente, salvo que tengan una superficie en
planta mayor de unos 16 m2, en cuyo caso conviene realizarlas
por separado, incluso el tramo o el rellano, dejando juntas de
dilatación. Las formas y dimensiones pueden ser muy variables.
Con frecuencia las escaleras se construyen sobre rellenos que son
difíciles de consolidar por su disposición en talud o por las
dificultades de acceso. La compactación de los rellanos es de la
mayor importancia, no tanto la de la pendiente del tramo que
quedará soportado por la losa inclinada armada. Es conveniente,
siempre que se pueda, unir la losa del tramo al rellano superior,
dejando una junta de dilatación al pie del primer peldaño de subida,
bien sellada para que no entre el agua. No es adecuado unir el
tramo de peldaños al rellano inferior pues, en este caso, la junta de
dilatación quedaría en la siguiente meseta junto a la huella del
último peldaño, muy visible y acusaría cualquier pequeño
asentamiento.
Es frecuente en las escaleras de hormigón el endurecimiento de
las superficies exteriores de la huella con áridos del cuarzo o de
corindón, también la adición de áridos de machaqueo,
coloreados y su lavado en fresco o con ácido, y también el
tratamiento impreso de la huella y, a veces, de la tabica.
En todos los casos el borde de ataque del peldaño de estas
escaleras es un punto débil que con frecuencia se salta; se
recurre a redondearlo en exceso para aumentar su resistencia,
con los problemas de seguridad que ya hemos visto que
ocasiona, y también a reforzarlo con un angular de acero, que
también tiene inconvenientes ya que provoca una arista muy
viva, resbaladiza y peligrosa ante una caída, además de ser
estéticamente de dudoso resultado.
En escaleras de pequeñas dimensiones, plantas inferiores a 20 m2.
la mejor solución es hormigonar toda la escalera de una vez.
El asiento de los peldaños, ya sea directamente sobre la losa
inclinada – caso de peldaños macizos de piedra – o sobre
peldañeado previo, se realiza con mortero de hormigón, rejuntando
bien todas las piezas.
De piezas sueltas: Son frecuentes las escaleras de ladrillo
cerámico, del tipo tejar, con la tabica formada por ladrillo a
sardinel y la huella, si ha lugar, con otro tipo de aparejo. El
ladrillo, a no ser de gres, es un material que se desgasta con
facilidad además de absorber agua. De otra parte la arista del
ladrillo normal es demasiado viva, si bien se fabrican ladrillo con
una arista roma para estos fines.
También son frecuentes las escaleras realizadas con adoquines
de hormigón. En ambos casos, a veces, para reforzar el borde de
ataque del peldaño se recurre al angular de acero, en posición
normal o vuelta, que ofrece los inconvenientes ya apuntados,
mayores en el segundo caso.
Remates laterales.- Las testas de los peldaños pueden quedar
exentas o acometer contra una pieza de remate lateral, que puede
ser una zanca inclinada, como suele hacerse en las escaleras de
traviesas o contra un murete, que puede banquearse o dejarse con
la pendiente de la escalera. El empleo de estos remates obedece a
cuestiones de tipo técnico y también, muy frecuentemente, a
razones estéticas.
Protecciones.- Por lo regular las escaleras necesitan de
protecciones en uno de los lados o en ambos, las cuales sirven,
además de pasamanos y asideros para facilitar su utilización.
Existen multitud de soluciones y procedimientos que no podemos
entrar a describir; solo diremos que son elementos muy visibles y
por lo tanto influyentes en la estética por lo que habrán de
diseñarse con cuidado.
Escaleras mixtas: Son las realizadas por materiales de distinto
tipo, por ejemplo borde de peldaño de traviesa de ferrocarril y
huella cuajada de adoquín, de piedra o artificial, ladrillo o
baldosa. En estas escaleras se suele hormigonar la pieza de
borde y sentar en tierra el material de relleno de la huella.
Formación de escaleras.- Todas las escaleras, excepto las
metálicas y las realizadas in situ, necesitan una previa formación de
Escaleras varias
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El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
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RAMPAS
Sirven como las escaleras para salvar desniveles, son más cómodas y no suponen una barrera arquitectónica, si cumplen determinados
requisitos.
Rampa italiana sección constructiva
Estéticamente la rampa es muy distinta a la escalera y muy pocas
veces puede sustituirse una por otra con parecidos efectos. La
escalera, en general, encaja mejor; parece como si el plano inclinado
de la rampa, al que no estamos muy acostumbrados en nuestras
construcciones basadas en el plano horizontal, fuese un elemento
distorsionante en el diseño; basta recordar algunas rampas, sobre
todo si son largas, y su destacada, podríamos decir impertinente,
presencia en el diseño; será por ello que se suelen reducir a tramos
cortos y también a darles una forma curva. También es importante
decir que esta cualidad de la rampa como elemento de mucha
presencia es muy importante cuando lo que se busca es precisamente
esto.
La construcción de la rampa es similar a la de la escalera; por lo
regular requieren una solera de hormigón, armado preferentemente,
con terminación in situ o recubierta de algún material. Las rampas que
se terminan con losas de piedra de cierto espesor, adoquines de
granito, de hormigón o de gres, losas de hormigón etc., pueden
ejecutarse directamente sobre firmes terrizos consolidados, mediante
una cama de arena, necesitando sentar con mortero de cemento la
hilada de comienzo y, si es larga la rampa, alguna intermedia. El
geotextil tejido o la malla de fibra de vidrio son elementos muy
interesantes para el armado.
Como las escaleras, las rampas pueden necesitar protecciones
laterales, pasamanos, remates, etc. Las barandillas de protección son
obligadas cuando la altura de caída es igual o mayor de 1 m.; la
defensa tiene que tener una altura de al menos 1 m, no poderse
escalar y una luz igual o menor de 12 cm., el ancho de la cabeza de
un niño.
La rampa tiene una pendiente de uso limitada al 8 % en espacios
públicos, recomendable del 6 %. La NTJ01A fija los siguientes
parámetros:
•
•
•
•
Tramos de menos de 3 m. de longitud: 12 % de pendiente
máxima, recomendable 10 %.
Tramos de entre 3 y 10 m. de longitud: 10 % de pendiente
máxima, recomendable 8 %.
Tramos de entre 10 y 20 m. de longitud: 8 % de pendiente
máxima, recomendable 6 %.
No hay límite de longitud para pendientes inferiores al 6 %.
Rampa Italiana.- Es una rampa interrumpida por un peldaño
cada cierto tiempo, de poca altura (5-8 cm) y de arista redondeada,
que permita el tránsito de coches de niños y sillas de minusválidos
– siempre ayudados -, y no dificulte apenas el ritmo de la marcha.
Los descansillos tendrán una longitud mínima de 1,50 m. en la
dirección de la circulación, siendo necesario disponer descansillos
horizontales iguales al anterior en todos los comienzos y finales de
rampas.
En su construcción se emplean materiales antideslizantes: piedra,
cerámica, losas de hormigón prefabricadas, siendo muy frecuente
también la construcción in situ de hormigón, preferiblemente armado,
con acabado raspado o impreso. El acabado de canto rodado para las
rampas no es adecuado, aunque el tamaño del árido sea pequeño,
pues son resbaladizas. La madera está poco indicada pero si se utiliza
tiene que ser con listones de un ancho inferior a 10 cm. dispuestos
transversales a la marcha, dejando grietas de ½ a 1 cm. entre ellos y
con las aristas romas. La traviesa de ferrocarril, sobre todo si es
nueva, no está indicada pues resulta muy resbaladiza. La piedra de
granito se comporta bien, la pizarra suele resbalar y también la caliza,
salvo que se mantenga rugosa. El hormigón con un buen acabado se
comporta muy bien. Las rampas soladas con piezas cerámicas
resultan resbaladizas, salvo el gres rústico no vidriado. También se
comporta muy bien el adoquín de hormigón.
Rampa italiana
El peldaño de la rampa italiana, si así puede llamarse, tiene una
finalidad muy distinta al de la escalera. En esta última el pie se
coloca sobre el peldaño, a veces sobre el borde de ataque, pues
claramente es una subida escalonada, con movimiento ascendente
de los pies. La rampa italiana no se sube, se camina por ella y por
tanto su peldaño no es para efectuar un movimiento ascendente,
Siempre que se utilicen piezas éstas deben tener una disposición
transversal al sentido de la marcha, incluso girarse en las curvas para
mostrarse siempre normales al caminar.
23
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
sino para librarlo al caminar en pendiente, levantando un poco más
el pie que en el resto de los pasos. Por ello el peldaño tiene muy
poca altura y su borde redondeado para salvarlo mejor al caminar.
Considerando que la longitud de un paso en rampa, para una
pendiente media, es de unos 50 cm. la distancia mínima entre
peldaños sería de 1.50 m, ampliando en unidades de metro.
La pendiente de la rampa no debe ser superior al 8 %,
recomendado el 6 %, la altura del peldaño de 5 a 8 cm. (en algunos
casos puede llegarse a 10 cm.) y estar realizado con un material
diferente para distinguirlo bien. La forma redondeada de la arista
obliga a utilizar materiales antideslizantes, siendo muy adecuado el
granito abujardado.
En su construcción pueden utilizarse los mismos materiales que
en las rampas y escaleras y vale todo lo dicho para ellas
La rampa italiana es un elemento que encaja muy bien en
muchos diseños; es menos agresiva que la rampa normal y
mucho más cómoda que la escalera, y, además, muy lucida si se
traza adecuadamente y se utilizan bien los materiales. Las
plantas curvas de ancho generoso, incluso de ancho variable,
son muy atractivas, y los tramos permiten diseños de pavimentos
muy interesantes. Aunque es un producto típico de los jardines
italianos su empleo está indicado en cualquier lugar siempre que
las formas y los materiales sean los adecuados.
Es importante trazarlas con cuidado para que el peldaño se salve
alternativamente, y que al menos se puedan dar 2 pasos en cada
tramo, es decir que la subida se produzca al menos cada 3 pasos y
siempre en número impar, con pie alternativo. Deben evitarse las
rampas italianas de 2 pasos, se las llama rampas de cojo pues se
sube siempre con el mismo pie y se acaba uno cansando.
LAS CONSTRUCCIONES Y LOS ELEMENTOS ASOCIADOS.
LAS CONSTRUCCIONES
Podemos considerar las puramente funcionales, como los almacenes, casetas de operarios, depósitos, salas de máquinas, etc. las estrictamente
ornamentales como las fuentes artísticas, monolitos, etc., y por último las mixtas, es decir las que conjugan la funcionalidad con la
ornamentación, como pérgolas, pabellones, quioscos, merenderos, etc.
Caseta de operarios diseñada para integrarse en el entorno de un parque
Si están a la vista forman parte de la escena deberán elementos de
diseño, creados y pensados para despertar algún tipo de estímulo
sensorial positivo, además de su utilidad funcional, y si están bien
realizados y es realmente buena su arquitectura los resultados
pueden ser sorprendentes. En efecto, en muchos parques las
construcciones son las que proporcionan los mayores goces por todo
lo que posibilitan y comunican, además de darle carácter y
personalidad. La historia está llena de ejemplos y existe un verdadero
repertorio de construcciones asociadas a las obras de parques:
pabellones, casitas, invernaderos, fuentes, pabellones, invernaderos,
umbráculos,
pérgolas,
templetes,
cenadores,
escalinatas,
balaustradas, etc.
Ahora bien, es preciso que no se entienda esta relación con la idea
global de diseño como una repetición de soluciones arquitectónicas
para todos los elementos asociados del parque.
En absoluto. Hemos querido decir que el parque debe entenderse
como una unidad, un todo orgánico, pero agregado de partes
independientes que necesitan de un funcionamiento conjuntado. El
parque es un organismo vivo y el proyectista tendrá que obtener
originalidad, convivencia e integración, bien entendido que está puede
ser, como decíamos al hablar de la motivación del proyectista,
convencional o atrevida en el ambiente. La valentía y la razón son las
mejores armas del proyectista. Los conocimientos y experiencia se le
suponen.
Estas construcciones en el parque no pueden entenderse como
elementos aislados, su enlace con otros es decisivo, y de ellos con el
trazado, con quien debe existir la mayor relación. De aquí que el
diseño de estos elementos responda a una idea global que ya
habíamos dejado plasmada en las fases del diseño, la cual puede
verse modificada con el diseño de los elementos arquitectónicos, pues
es mucho el peso que tiene en el conjunto.
Además de esto, que llama a la filosofía del diseño y la integración,
habrá que tener presente también que las construcciones son
elementos sometidos a una intensa utilización, ya que están
diseñadas para el uso directo del público, y se sitúan en un ambiente
duro y agresivo. Las soluciones constructivas deben incluir en sus
planteamientos todas las solicitaciones que van a recibir las obras, no
olvidando el factor fatiga del material, muy importante aquí donde el
nivel de utilización es muy elevado.
24
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
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• Los muros banqueados junto a un paseo en pendiente
disminuyen esta sensación, por el contrario si mantienen su
coronación con la pendiente la afirman y manifiestan más.
De igual importancia en este planteamiento, es el uso incorrecto de
las obras por parte de los usuarios. Así el proyectista habrá de
considerar, por ejemplo, que las escaleras se utilizarán algunas veces
como pista de obstáculos para bicicletas y monopatines, que las
barandillas no servirán sólo para apoyarse sino también para sentarse
y deslizarse, que los zócalos de las fachadas soportarán la huella de
los zapatos de muchos jóvenes que colocarán el pié al apoyarse de
espaldas, etc.
• Un muro exento es algo duro pero bello y permite, al traspasarlo,
descubrir un nuevo paisaje. Nada como un muro para afianzar un
mirador, para comunicar sensación de altura; si el muro se
escalona y ajardina permite, por el contrario, eliminar la
sensación de desnivel.
Lo anterior obliga y define una forma de construir y exige una cuidada
selección de materiales, que, sin desmerecer el objetivo del diseño,
puedan soportar la dura utilización que les espera, asegurando una
lógica duración.
• Un muro de grandes proporciones con plataformas ajardinadas
es una magnífica representación de jardín en altura.
Otro elemento muy característico de los parque y jardines son las
pérgolas, las cuales tienen asignadas algunas funciones de cobijo y
protección, sombra en particular, pero casi siempre su empleo
obedece a razones estéticas o paisajistas.
Y ello es importante pues con demasiada frecuencia asistimos a
deterioros prematuros de los parques y jardines, y de sus
construcciones, en buena medida por una falta de previsión en los
planteamientos iniciales. Planteamientos que afectan también a la
buena ejecución, con frecuencia incumplida por una falta de definición
en el proyecto.
Adecuadamente proyectadas pueden ser elementos muy importantes
en la escena, tanto para ver como para utilizar.
Un aspecto que no queremos olvidar es el de la accesibilidad de
muchas construcciones y espacios de los parques y jardines, no
suficientemente cuidado en el proyecto, incumpliendo a veces normas
de obligado cumplimiento.
Las pérgolas son elementos de cierre, generalmente permeable que
definen espacios, orientan vistas, recogen ambientes, focalizan puntos
de atención, marcan ejes, etc. siendo elementos valiosos en el diseño.
Un uso muy común de las pérgolas es para crear estancias, paseos
protegidos y afianzar miradores.
LOS ELEMENTOS ASOCIADOS
Son innumerables las construcciones asociadas en los parques y
jardines. De todas ellas los muros quizá sean los más significativos
pues están presentes en muchas realizaciones, por lo que vamos a
comentar algo sobre ellos.
Aparte su utilización ornamental, las funciones clásicas en jardinería
son como elementos de cierre y de contención de tierras.
Son o pueden ser infinitas las razones para disponer un muro en un
proyecto y, en consecuencia, sus dimensiones, forma y materiales. Su
planteamiento en la escena puede ser muy variado y así pueden
disponerse exentos, luciendo la fábrica como un elemento más de la
composición, enmascarado por plantas, adosado a otras
construcciones, al pie de un talud, etc.
Los materiales de empleo pueden ser todos los adecuados a los
esfuerzos a soportar y condiciones de intemperie que es donde
generalmente se encuentran, destacando la piedra y los productos
cerámicos como los materiales más adecuados.
Pérgola
Su acabado puede ser muy diverso, desde la fábrica vista,
recubiertos, pintados, etc.
En todos los casos son elementos destacables que no pasan
desapercibidos por lo que su diseño y puesta en escena suelen ser
bastante comprometidos. La forma y diseño en planta y altura debe
guardar una buena proporción, considerada como dimensión de uso,
si esta es su finalidad, y de encaje en el entorno.
La construcción básica de un muro requiere de una cimentación, que
es la encargada de transmitir las cargas al terreno, y de una fábrica
resistente a los esfuerzos previstos; en unos casos soportará cargas
verticales, su propia fábrica o carga añadidas, en otras ocasiones
empujes de tierras.
Su diseño es muy peculiar y la libertad es total, tanto de formas como
de materiales y aquí son de aplicación todos los aspectos que
acompañan el diseño de los elementos singulares del proyecto. De las
pérgolas pueden hacerse elementos útiles y funcionales, más o
menos irrelevantes, o elementos de fuerza y caracterización; con
frecuencia han sido elementos destacables y controvertidos, pérgola
de la estación de Sans de Barcelona, plaza de la Palmera en Alicante,
pérgolas de Foster, de Ambasz, pérgolas de Calatrava, etc.
Conviene recordar algunas cosas:
• Los muros de pequeño tamaño para contención de tierras, en
especial los de mampostería, son muy utilizados y proporcionan
al jardín mucha belleza no solo por su contemplación sino por
permitir el establecimiento de planos a distinto nivel que
favorecen las vistas, los ambientes y las perspectivas.
Elementos de cierta similitud con las pérgolas, por su función de
cobijo y protección, son los templetes, cenadores y marquesinas. Para
ello podemos decir lo mismo que para las pérgolas, es decir nada,
pues son elementos de diseño para los que no hay reglas al respecto,
salvo la buena profesionalidad y correcta construcción y que sean
adecuadas al fin propuesto.
• Un muro acompañando a un paseo, de una altura que no rebase
la vista de lo que se pretende ver, aumenta visualmente su
longitud y sitúa al espectador en un plano dominante, favorable
respecto de la escena que contempla.
• Un muro fragmentado acorta las distancias.
• Pequeños muros en abanico focalizan vistas.
25
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
Pabellón piramidal como foco de atracción del parque
• El mantenimiento de ciertos elementos puede hacerlos inviables.
• Los materiales juegan un papel muy importante.
• Los elementos constituyentes de la obra tienen unas
dimensiones de cálculo que, con frecuencia son las que mejor
responden al planteamiento estético, por ello deben ensayarse
las primeras.
• Las construcciones con frecuencia se proyectan para ver y
también para usar.
• El compromiso del proyectista con el objeto de diseño es tanto
mayor cuanto mayor sea el compromiso del usuario con el
mismo; es más comprometido diseñar un banco que una
papelera, en el primero tenemos que sentarnos, una escalera
que un muro, la primera tenemos que subirla y bajarla.
Pabellón piramidal - planos
LOS ELEMENTOS PRE-EXISTENTES.
• Los elementos arquitectónicos y de la obra civil pueden ser
novedosos, y así se espera de la creatividad del proyectista, y se
necesita una completa definición del mismo en el proyecto.
De obligada consideración son los elementos existentes en el terreno
objeto de la actuación. Construcciones, obras de fábrica, muros,
muretes, cerramientos, pérgolas, cenadores, escaleras, pavimentos,
elementos de alumbrado, de mobiliario, etc., y, sobre todo vegetales,
pueden ser de una gran utilidad a los fines del proyecto, incluso
generar ideas o soluciones de diseño muy valiosas.
• Las novedades son absolutamente necesarias pero arriesgadas
en diseñadores con poca experiencia. El ensayo y permanente
contraste con la experiencia del proyectista es absolutamente
necesario.
• La obra creada ha de verse desde dentro y también desde fuera.
Será preciso conocer a fondo el estado de conservación y deducir la
utilidad, para obrar en consecuencia, cuestión a veces de difícil
evaluación, quedando siempre la duda. En particular los vegetales, si
por su estado o situación no perjudican, deberán conservarse.
Llegados a este punto en el que hemos hablado ya de muchos
elementos de gran peso emocional y artístico, deseo volver al inicio
cuando tratábamos del proceso creativo, para recordar y ampliar lo
que dijimos allí:
Obviamente la consideración de estos elementos se produce al
comienzo del proyecto, antes de ensayar soluciones de diseño, a
veces influidas por ellos.
El proyectista debe meterse de lleno en el diseño, sentir la idea y su
representación mental, ser juicioso pero y también soñador y atrevido.
Ver el objeto terminado, vivirlo, usarlo y apreciar su confort y después
salirse fuera del cuadro y contemplarlo en uso, con todas las
adversidades que contribuyen al deterioro de las obras, incluido el
defectuoso mantenimiento, y tratar de analizar su comportamiento.
CONSIDERACIONES ACERCA DE LAS
CONSTRUCCIONES.
Teniendo en cuenta la importancia de las construcciones y en general
toda la obra civil en muchos proyectos y el diseño de elementos de
gran carga estética vamos a mencionar algunas consideraciones:
Al contemplar algo terminado lo comprendemos en su integridad y
descubrimos sus más ocultas relaciones, su más íntimo sistema de
estructuras. Al mismo tiempo se nos aparecen sus límites, sus
contornos, vemos donde empieza y donde termina, y cuanto y cuales
son los territorios que quedan fuera de sus fronteras, cosa que estaba
absolutamente vedada mientras morábamos dentro del sistema, que
nos parecía abarcarlo todo.
• La obra civil soporta con frecuencia la carga del diseño.
• En muchos casos la obra civil es necesaria, en otros muchos es
una elección libre del proyectista.
• Los errores cometidos en el diseño de ciertos elementos a la
vista, (pérgolas, escaleras, cenadores, etc.) no se corrigen con el
tiempo, como ocurre con la jardinería, sino que se acrecientan.
El objeto creado no es una construcción teórica abstracta – aunque
tenga esta función – sino una suma de experiencias sobre las que el
26
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
proyectista ha meditado profundamente. Es importante que el usuario
pueda hacer esta lectura.
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
idea, sus dimensiones y su resplandor nos ciegan y dificultan que la
“colonicemos”, que la hagamos nuestra, hallando en ella las vías
precisas de penetración, gracias a una elaboración progresivamente
profundizadora del material que nos ofrece.
La creación y meditación deben ejercitarse simultáneamente,
valorando y encontrando en cada paso estímulos e incentivos que
fecundan la creatividad.
En el diseño de los elementos significativos de la obra civil debemos
contentarnos con el placer de la búsqueda.
Porque la creación sola no basta cuando los tiempos en crisis exigen
una conciencia despierta al máximo.
El riesgo del fracaso o de la búsqueda estéril no debe desanimarnos
ni paralizarnos: “equivocarse en este camino es más moral que tener
éxito en el camino fácil, pero cuidado con los experimentos
Entendemos por crisis esos periodos de indecisión originados bien
porque no se encuentra la idea que ha de abrir las nuevas y
necesarias perspectivas, o bien porque una vez en posesión de esta
LAS INSTALACIONES
En este apartado vamos a tratar de las instalaciones presentes en la mayoría de los proyectos, como son las de recogida de aguas pluviales,
redes de agua y riego, redes eléctricas y de alumbrado público. También trataremos de las fuentes ornamentales. Lo haremos considerando
aspectos de diseño y funcionales, en la línea seguida por el curso, sin entrar en aspectos puramente técnicos, por razones de tiempo.
Esquema de disposición de instalaciones
RED DE RECOGIDA DE AGUAS PLUVIALES
La velocidad la combatiremos disponiendo los planos con mínimas
pendientes para que el agua discurra lentamente.
Tiene por objeto la recogida de las aguas de lluvia y su conducción a
los puntos de evacuación. Sus elementos no quedan a la vista, salvo
las rejillas captadoras, y por ello el diseño es exclusivamente técnico y
funcional.
Por último, evitaremos que las aguas de escorrentías incorporen
partículas sólidas a la corriente haciendo que discurran por
superficies exentas de elementos sueltos, por ejemplo
empradizadas antes que terrizas, o bien disponiendo lechos
resistentes la erosión.
Algunas consideraciones:
Su trazado tiene mucha importancia en especial en áreas terrizas
donde los arrastres pueden originar el funcionamiento incorrecto de la
instalación. Vamos a examinar los componentes de una instalación de
este tipo y recordar algunas cuestiones:
• Un terrizo se erosiona por término medio a partir de una
pendiente del 2% Si es de materiales sueltos, como la arena
de río, o el caudal es importante, la erosión se produce por
debajo de esta pendiente.
Puntos de recogida: Son los encargados de recoger las aguas
de escorrentía y su situación deberá ser la idónea para que se
favorezca esta misión. La escorrentía, como sabemos, se produce
por la línea de máxima pendiente y es un fenómeno erosivo, cuya
intensidad depende del caudal, velocidad de las aguas y materias
que arrastra. Tres aspectos, relacionados a su vez entre sí, contra
los que debemos protegernos desde el proyecto.
• Las superficies de césped soportan la erosión de pequeñas,
ocasionales y dispersas corrientes de agua que no superen
pendientes del 4%, más o menos, dependiendo del grado de
cobertura del tapiz vegetal.
Disminuir el caudal de la corriente es la primera misión y para ellos
situaremos muchos puntos de recogida, en lugares estratégicos, al
objeto de que las aguas penetren enseguida en las conducciones y
no se formen corrientes caudalosas en superficie.
• Las líneas de agua de la escorrentía deben disponerse en
todos los casos junto a bordillos o elementos lineales del
27
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
• Las conducciones tendrán las dimensiones adecuadas al
caudal a transportar y en su trazado se tendrán en cuenta las
velocidades máximas a no superar recomendadas por el
fabricante, estableciéndose los oportunos resaltos.
viario, donde se sitúan los elementos captadores. De esta
forma se favorece la conducción y no se perjudica el tránsito.
• Hay que tratar de evitar la situación de puntos de recogida
exentos en paseos o áreas estanciales, salvo en áreas muy
extensas. No obstante, si se produce, el diseño debería
aportar alguna solución para que el elemento de la recogida
quede ubicado al amparo de algo, como por ejemplo el cruce
unas rigolas o cenefas de pavimento.
• La red, en lo posible, no discurrirá bajo las áreas ajardinadas y
siempre a una distancia superior a 2 m. del perímetro de los
árboles, se encuentren o no en áreas terrizas.
• Se utilizarán sistemas estancos que no puedan penetrar las
raíces. Tampoco serán vulnerables a los roedores.
• El trazado y remodelado topográfico impedirá, en todos los
casos, el vertido de las aguas de escorrentía del jardín al
viario. En este sentido se tendrá muy en cuenta la situación de
regadores, tiempos de riego, etc.
• Se evitarán el cruce de las líneas de agua por el viario, ni
siquiera por badenes o canaletas. Solo se admiten líneas de
escorrentía por rigolas en el centro de ciertos pavimentos, en
ambientes antiguos o históricos, donde esta técnica era la
utilizada.
• La sección útil mínima de cualquier conducción será de 110
mm de diámetro, por razones de limpieza y para evitar
atrancos.
• Las conducciones dentro del parque o jardín irán, por término
medio, a una profundidad mínima de 60 m. La disposición y
profundidad de las conducciones fuera de las zonas verdes se
atendrán a la normativa técnica vigente, que será también de
aplicación en el viario interior de cierta importancia, en
particular si soporta tráfico rodado.
• Todas las aguas de escorrentía deben ser recogidas y en
ningún caso vertidas a lagos u otras láminas de agua
ornamentales.
• En la colocación de tuberías se tendrán en cuenta las
resistencias al aplastamiento, recubrimientos, camas de
asiento, etc. recomendadas por el fabricante. En todos los
casos se tendrá en cuenta la normativa correspondiente.
• Los elementos de captación de deberán estar siempre
protegidos por rejillas, de una luz inferior a 2 cm., y tendrán
una superficie de evacuación acorde con el caudal de llegada.
Se cuidará el diseño pues son elementos a la vista.
• Se dispondrán registros cada 20 m. como máximo para
limpieza y vigilancia de la red. Estos pueden ser arquetas o
pozos de registro.
• Las rejillas deberán ser desmontables, mejor abatibles, de un
material resistente a la corrosión. Las más adecuadas son las
de hierro fundido. Es conveniente elegir sistemas con cierre de
las rejillas para evitar que puedan ser levantadas por cualquier
persona o sustraídas.
• Antes de la acometida de la red de pluviales al sistema de
alcantarillado, si fuera este el caso, se instalará una arqueta
sifónica registrable para evitar malos olores.
• Los imbornales, canaletas y arquetas de recogida tendrán una
dimensión adecuada a su función y estarán provistas de
areneros en todos los casos. Su sección y profundidad
permitirá la fácil limpieza. Son muy recomendables los de
hormigón prefabricado.
REDES DE AGUA Y RIEGO
En los parques y jardines existe, por lo regular, una red de agua
potable que abastece fuentes de beber, quioscos y otras
instalaciones, y una red de riego. Aun cuando las aguas de riego sean
potables y procedan del mismo suministro deben establecerse las dos
redes por separado.
Red de evacuación: El sistema de evacuación puede ser de
superficie por medio de canales, cunetas y caces o subterráneo,
mucho más recomendable. La red se calculará de acuerdo con los
caudales a transportar, pendientes, puntos de acometida y
evacuación y con todos los requerimientos técnicos necesarios.
Interesa recordar:
Elementos de riego: goteo, aspersión, boca de riego
En los parques y jardines distinguimos las redes de distribución de las
interiores de riego.
Las interiores de riego discurren, como su nombre indica, por el
interior de las áreas verdes y son las encargadas de alimentar a los
emisores de riego.
Las primeras tienen por objeto transportar el agua hasta los puntos o
sectores de consumo, por lo general discurren bajo el viario, a
bastante profundidad, más de 80 cm., y la instalación debe atenerse a
las normas MV-IFA-11.
28
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Las redes de bocas de riego no se consideran parte de la distribución,
pero si discurren bajo el viario se instalarán siguiendo las normas
anteriores.
• Las tuberías de PE deben colocarse en la zanja “culebreando”,
y dejarlas un tiempo que el sol las caliente para que se
estabilicen mecánicamente, antes de taparlas con tierra.
El diseño de la red de distribución atenderá aspectos técnicos y de
funcionamiento procurando que los elementos a la vista, arquetas
fundamentalmente, queden lo más ocultos posibles y que, cuando no
sea posible, las tapas no sean elementos distorsionantes en el
conjunto.
• No se realizarán instalaciones con tuberías plásticas en días
con bajas temperaturas.
• Las camas de arena son imprescindibles, además de
obligadas, en la instalación de tuberías de PE y PVC. En las
primeras no es necesario que la arena sea de río, pero sí
arena suelta.
Otro aspecto a considerar en la selección y emplazamiento de los
emisores de riego es la estética del riego, que por supuesto la tiene.
No produce el mismo efecto estético el riego de un difusor que el de
un aspersor, tampoco trabajando a favor del sol como a contra-luz, a
primeras o ultimas horas del día o a pleno sol. Una línea recta o curva
de regadores afirman, durante el riego, una intencionalidad del
espacio que se contempla, el fuerte chorro de los cañones de riego y
su trayectoria parabólica pueden ser impresionantes. Aspectos y
posibilidades que no deben pasar desapercibidos al proyectista, que
puede armonizar junto con la eficacia de un buen sistema de riego.
Elementos de riego: La elección de los emisores de riego y
restantes elementos de la instalación obedece a razones de
carácter funcional, si bien, en algunos casos, pueden entrar en
consideración aspectos estéticos, como antes dijimos. No obstante,
sin entrar en consideraciones técnicas, podemos apuntar algunas
cuestiones tales como:
• El riego de los aspersores de impacto produce ruido que
puede ser molesto, en especial en los riegos nocturnos.
Conducciones: Los aspectos que atañen a las conducciones
son exclusivamente de carácter funcional.
• La nebulización de los difusores es fácilmente arrastrada por
el viento y puede mojar áreas no deseadas.
Aspectos destacables:
• La altura de emergencia de los difusores debe ser considerada
y prever retrasos en la siega o recorte de macizos que pueden
dificultar el riego.
• Se emplearán sistemas de tuberías adecuadas a la función,
caudal, presión, etc. El mercado ofrece muchos tipos:
fundición, poliéster, polietileno (PE) y PVC, siendo estas dos
últimas las más utilizadas en zonas verdes, al menos en
diámetros no superiores a 200 mm.
• La programación de riegos siempre es deseable y los nuevos
sistemas con válvulas programables autónomas ofrecen
soluciones donde antes los convencionales programadores
conectados por líneas eléctricas eran inviables.
• Las tuberías de PE de diámetros de 90 mm., más o menos
según la presión de trabajo, se suministran en rollos. Las de
mayor tamaño y las de PVC en barras.
• Invertir en buenos accesorios de riego siempre es rentable
pues son elementos que realizan un duro trabajo.
• Las tuberías de PE pueden curvarse hasta cierto diámetro, en
caso contrario hay que recurrir a piezas especiales para seguir
el trazado que son bastante costosas.
• El vandalismo y el hurto habrá que tenerse en cuenta.
Fuentes de agua potable: Elementos necesarios en los
parques, que forman parte del equipamiento, a la vista, y deben ser
considerados desde el punto de vista estético. Deberán emplazarse
en los lugares adecuados y se podrán utilizar cómodamente por
todos los usuarios del parque, incluidas las personas con
minusvalías. Los grifos serán robustos, seguros y de accionamiento
sencillo, y las piletas de recogida estarán bien diseñadas para que
no se produzcan salpicaduras y con conexión a la red de
saneamiento.
• Las tuberías de PE son más resistentes a las agresiones
mecánicas externas que las de PVC si bien los sistemas de
unión son más caros.
• Las tuberías de PE y PVC se clasifican por diámetros
exteriores siendo el grosor de la pared de las primeras muy
elevado respecto de las segundas. Por esta razón, para un
mismo diámetro comercial la tubería de PVC transporta una
mayor cantidad de agua.
29
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
RED DE ALUMBRADO
Funcionalidad y estética deben conjugarse bien en estas instalaciones pues tiene mucha importancia en el uso de la zona verde y en la puesta
en valor de determinados efectos estéticos. El uso de los parques y jardines urbanos por la noche es importante, en especial en lugares de clima
benigno como el nuestro, y el alumbrado de los mismos debe ser diseñado con mucho cuidado.
Esquema de circuitos de alumbrado de un parque público
lo que se dispone de más tiempo para que la visión se acomode a
los cambios de luminancia. Los niveles de alumbrado y uniformidad
son, por tanto, menos críticos, especialmente la segunda, que en el
tráfico motorizado.
Consideraciones previas: Las demandas de alumbrado en los
parques y jardines se orientan a facilitar el movimiento, la
orientación, el reconocimiento del espacio próximo de relación, en
especial los rasgos faciales, y la seguridad.
La segunda diferencia es que, mientras el conductor de un vehículo
no se apoya exclusivamente en el alumbrado de la calzada para su
orientación – tiene los faros del vehículo para ayudarle – el peatón
sólo tiene la iluminación prevista a lo largo del paseo; el valor
mínimo de este alumbrado es, por consiguiente, de enorme
importancia.
Es interesante establecer la comparación del alumbrado de
parques y jardines con el de carreteras, que conocemos bien ya
que somos permanentes usuarios, pues ambos están diseñados
para facilitar el movimiento y el reconocimiento nocturno.
Hay tres puntos principales de diferencia en el alumbrado para
peatones. El primero es que, comparados con vehículos
motorizados, los peatones se mueven mucho más lentamente, con
30
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El tercer punto de diferencia es que el peatón, en mayor medida
que el conductor, necesita sentirse seguro y protegido en sus
pasos, de manera que el alumbrado deberá facilitar el
reconocimiento facial de los transeúntes.
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
se muestra como un vacío de color negro (sin color), salvo que
pueda diferenciarse por el contraste con otros fondos, como
edificios o cielo iluminado por luna o estrellas.
• Los ruidos que se producen en el interior de este vacío negro,
a poca distancia del camino, inquietan al caminante.
Seguridad de movimientos: Es importante para los usuarios del
parque poderse mover de manera segura, por lo que el alumbrado
debe ser suficiente para revelar los obstáculos del camino
potencialmente peligrosos, así como irregularidades y objetos de
cierto tamaño en el suelo. Estos requisitos se cumplen si la
iluminancia horizontal o iluminación (flujo luminoso por unidad de
superficie incidente, sobre un punto de la misma) en cualquier
punto no es menor de 0,2 lux (un lumen por metro cuadrado) y
preferentemente un valor mínimo de 1 lux, siendo estos los valores
recomendados en la guía de CIE sobre alumbrado de emergencia
en el interior de edificios.
• La ocultación del espacio que produce la vegetación situada al
borde del viario, como setos o arbustos, incluso los troncos de
los grandes árboles, comunican cierta inseguridad al peatón al
pensar que puede verse sorprendido por la súbita aparición de
alguien a muy corta distancia.
• Los parques y jardines son la morada habitual de indigentes y
escenarios de numerosos robos y agresiones. La mayoría de
la gente rehuye atravesar un parque de noche.
• El reconocimiento facial en los parques, por todo lo que
venimos diciendo, debe lograse a una distancia mayor de 4 m.
Reconocimiento facial: Es importante para los peatones poderse
reconocer entre sí cuando se encuentran. Las pruebas realizadas
bajo alumbrados típicos demuestran que para un buen
reconocimiento facial a una distancia de observación de 4 m. (la
distancia que se considera “segura” si se presenta un ataque), se
requiere una iluminancia semicilíndrica en la cara de 0,8 lux que
equivale, a groso modo y no siempre, a una iluminancia horizontal
de 5 lux.
• La orientación mediante el reconocimiento de los elementos
que se muestran en el paisaje, en parques con abundancia de
arbolado,
es prácticamente imposible. Solo ayuda el
reconocimiento del viario, cruces, y de los elementos situados
en él o a corta distancia, que será conveniente aportar para
favorecer esta lectura.
Orientación: Una buena orientación implica la capacidad para
identificar elementos y peculiaridades del entorno que nos rodea,
en especial los bordes y cruce de los viales. En parques y jardines
la identificación de los elementos de la escena es muy difícil, al ser
árboles y para poder orientarse por ellos, habría que recurrir a
niveles de iluminación muy elevados y, además puestos en altura y
fuera del viario. Otra cosa bien distinta es cuando el parque o jardín
dispone de elementos cercanos al viario, tales como esculturas,
lagos, templetes, quioscos, pérgolas, etc. que tienen una silueta
definida y es fácil su identificación.
Como puede apreciarse la mayoría de las consideraciones están
relacionadas con la seguridad y el miedo que produce el paso de
noche por los parques, aspecto que está hoy más presente que
nunca ante la inseguridad ciudadana que se ha instalado en las
grandes ciudades.
También es importante considerar las muchas situaciones que
pueden presentarse, desde espacios abiertos y muy despejados
conde la identificación de elementos del paisaje es posible a
paseos cerrados por un denso dosel de arbolado.
Por ello en el alumbrado de parques y jardines se procura facilitar el
reconocimiento del entorno próximo de relación, en especial de los
elementos del viario: bordes de los caminos, letreros, papeleras,
bancos, etc., de cuya lectura pueda obtener el usuario la necesaria
orientación.
Por ello indicamos los siguientes niveles de iluminación:
Iluminancia
0,2 lux
Seguridad: Desde esta consideración el alumbrado actúa de dos
formas: de una parte disuade al ladrón, maleante, etc., y, de otra,
caso que se produzca el hecho, facilita su identificación. Ambos
objetivos se alcanzan si se cumplen las exigencias requeridas para
un buen reconocimiento facial.
1 lux
5 lux
10 lux
Niveles de iluminación recomendados: Los niveles de
iluminación anteriores en parques y jardines, antes de aplicarse,
requieren de ciertas consideraciones:
15 lux
20 lux
• El reconocimiento del viario, para un cierto nivel de
iluminación, depende de su color y de la luz reflejada, siendo
los terrizos
poco reconocibles con bajos niveles de
iluminación.
Observaciones
Mínimo teórico para seguridad de
movimientos
Mínimo para seguridad de
movimientos en parques
Media para reconocimiento facial a
4 m.
Mínimo de seguridad y para
reconocimiento facial en parques
Alumbrado aceptable
Alumbrado atractivo
Deslumbramiento: El problema del deslumbramiento no es tan
crítico como en la conducción de vehículos por la menor velocidad
del conductor y el tiempo de que dispone para acomodar la visión a
los cambios de brillo en su campo visual, por lo que es menos
probable que se vea cegado hasta el extremo de chocar con un
obstáculo del camino. De hecho, algún que otro brillo es bien
recibido, pues colabora a lograr un efecto atractivo y animador.
• Los bordes del viario pueden diferenciarse bien cuando
existen y tiene un color claro, o bien cuando existe un fuerte
contraste entre el color del camino y del terreno que le
acompaña. En parques y jardines, con frecuencia, los bordes
de los caminos no existen, están poco definidos y les
acompaña un terrizo del mismo color, no acondicionado ya
como camino (una cuneta por lo regular) y, por tanto,
peligroso.
No obstante existen muchas situaciones en parques y jardines de
una cierta oscuridad y gran negrura alrededor, iluminada sólo por
una fuente luminosa que se nos aparece al frente y a la altura de
los ojos, ya sea porque el soporte tiene más o menos esa altura o
porque la situación relativa de foco luminoso y peatón es esa. En
estos casos el deslumbramiento es total y solo puede avanzarse
apantallando los ojos con la mano, y aun así a duras penas.
• En los paseos terrizos es habitual la existencia de pequeñas
regueras y depresiones de la rasante a veces convertidas en
charcos, poco reconocibles.
• La vegetación arroja sombras del alumbrado sobre el viario
que puede confundir.
En la situación de los focos luminosos se tendrá presente:
• No colocar ninguna fuente de luz sin apantallar al nivel de los
ojos.
• La masa vegetal apenas refleja la luz, por lo que toda la
vegetación que rodea al transeúnte del parque no se percibe y
31
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
• Deben ponerse más bajas de 1 m, como en el caso de
bolardos, o más altas de 3 m. aproximadamente.
menor relación lúmenes/watio que las de VSAP. Su luz es
blanca con rendimientos de color inferiores al 60%. Son las
más utilizadas en parques y jardines.
• Tener en cuenta los desniveles del viario, muros, escaleras,
etc. para que no se produzcan estas situaciones (siempre es
preferible poner la farola en la parte superior del tramo de
escalera).
• Vapor de Sodio de Baja Presión (VSBP): Son las que
presentan la mayor relación lúmenes/watio, pero dado que
tanto su temperatura del color como su reproducción
cromática son muy bajos, su luz es amarillenta y
monocromática, resultan inaceptables en la mayoría de las
instalaciones. Son recomendables para alumbrados de
seguridad y carreteras fuera de núcleos urbanos y nada
recomendables en zonas verdes pues distorsionan
fuertemente los colores.
• El mayor deslumbramiento se produce por un único punto de
luz, una sucesión de puntos de luz colocados en posición
incorrecta deslumbran mucho menos.
• En el deslumbramiento influye también de forma decisiva la
potencia del foco emisor.
• Vapor de Sodio a Alta Presión (VSAP): Presentan
normalmente una menor reproducción cromática pero tienen
mejor rendimiento. Su luz es amarillenta con rendimientos del
color entre el 20% y el 80%, dependiendo del modelo. Son las
más utilizadas en entornos urbanos.
Lámparas: Las investigaciones han venido a demostrar que en la
evaluación de un ambiente exterior pesa mucho más la apariencia
en color que el rendimiento en color.
Las lámparas de incandescencia, a las que estamos
acostumbrados en nuestros hogares de siempre, tienen como
media una temperatura de color de 2.750º K. Este color de luz sirve
como referencia: es el color que crea la ambientación de las horas
del atardecer, de las horas de ocio.
• Fluorescentes (F): Habitualmente no se han utilizado debido a
la menor relación lúmenes/watio respecto a las anteriores, y a
los problemas de encendido a bajas temperaturas, así como a
su menor vida útil. Estos problemas se han resuelto con las
lámparas fluorescentes compactas de bajo consumo, con
equipo electrónico de encendido incorporado, las cuales
presentan una buena reproducción cromática. Su luz es
blanca con rendimientos cromáticos entre el 40% y el 90% y
son
recomendables para alumbrados peatonales y de
jardines. Por ahora se fabrican de bajas potencias y para
aplicaciones domésticas pero ya se utilizan en balizas y se
prevé una importante futura utilización en alumbrado público.
Tienen una alta eficiencia.
Para lograr unidad y armonía en la noche dentro del total de la zona
es deseable emplear lámparas con temperatura de color cercanas
a esos 2.750º K. Es preferible además quedarse cortos en ese valor
que pasarse: las lámparas de sodio (1.800º K – 2.000º K) parecen
subjetivamente más similares a una lámpara incandescente que las
e vapor de mercurio de 3.300º K.
La temperatura de color de las lámparas utilizadas en áreas
abiertas residenciales deben situarse, por tanto, entre 1.800º K y
3.300º K. con una cierta preferencia para los valores incluidos en la
gama de 2.000º K a 3.000º K.
• Halogenuros Metálicos: Su luz es blanca azulada con
rendimientos de color entre el 60% y el 90%. Son
recomendables en proyectores en áreas deportivas y grandes
zonas donde se requiera un elevado rendimiento cromático.
Son muy eficaces, parecidas a las de sodio de alta presión,
pero de más corta vida.
Las fuentes de luz que pueden ser aplicadas en alumbrado son:
• Incandescentes: Su luz es amarillenta con un rendimiento de
color del 100%. No es recomendable para el alumbrado
exterior, excepto para iluminar detalles ornamentales.
• Incandescentes halógenas: Son
anteriores y algo más eficaces.
muy
parecidas
a
De todas ellas, únicamente las lámparas de descarga son capaces
de satisfacer, por su elevada eficacia luminosa y duración, las
exigencias del alumbrado público, y de ellas, las más utilizadas son
las que resumimos a continuación:
las
• Vapor de Mercurio (VMCC): Presentan una aceptable
reproducción cromática y una buena respuesta frente a las
variaciones de tensión, pero tienen el inconveniente de una
Tipo de
lámpara
VMCC
125 W
VMCC
250 W
VSAP
70 W
VSAP
100 W
VSAP
150 W
Fluoresc.
32 W
Potencia
Lámp+Eq
(W)
Flujo lumin
100 h
(Lm)
Eficacia
Lumin.
Lm/W)
Índice
Reproduc.
Cromática
(I.R.C.)
137
6300
46
40-59
266
14000
53
40-59
83
5600
68
20-39
115
9500
83
20-39
170
15500
91
20-39
35
2400
68
80-89
32
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Un aspecto importante a considerar en la actualidad es la
contaminación lumínica.
y fachadas o colgadas de cables. También pueden situarse a ras
del suelo.
Se define como el brillo o resplandor de la luz en el cielo producido
por la difusión y reflexión de la luz artificial en los gases y partículas
de la atmósfera.
La altura de montaje depende en gran medida de la superficie a
iluminar y la uniformidad del alumbrado es mayor a medida que
esta altura aumenta. En parques y jardines la limitación a la altura
se produce por las copas de los árboles que impiden la
propagación de los haces de luz. La altura de montaje suele estar
en 3 y 5 m. por este motivo.
No todos los tipos de lámparas impactan de igual forma siendo
mayor cuanto mayor sea la zona del espectro donde emite.
También influye de la zona del espectro donde emite, así una
lámpara emitiendo en la zona ultravioleta (no útil para el ojo
humano) impacta más que cualquier otra con el mismo flujo.
ILUMINACIÓN DE PARQUES Y JARDINES
Desde este importante punto de vista para el alumbrado de zonas
verdes, podemos clasificar las lámparas de la siguiente forma:
Vamos a referirnos ahora a la iluminación de los elementos de
parques y jardines: árboles, arbustos, setos, lagos, fuentes, etc. El
objetivo esencial de la iluminación es el de acentuar durante la noche
la belleza del escenario, destacando con luces y sombras los distintos
elementos.
Poco contaminantes:
• Vapor de Sodio a Baja Presión: emite prácticamente sólo en
una estrecha zona del espectro, dejando limpio el resto.
Al proyectar la iluminación de un parque o jardín, ya sea de un área
extensa como de un motivo aislado, tendremos que hacer preguntas
como éstas:
• Vapor de Sodio a Alta Presión: emiten sólo dentro del espectro
visible.
• ¿Cuáles son los objetos más importantes hacia los cuales se
debe llamar la atención y cómo pueden mostrarse mejor?
• ¿Cuáles son los colores de lo árboles y flores que se iluminarán?
(la influencia del tiempo y de la estación en que la instalación
funcionará debe tenerse en cuenta)
Medianamente contaminantes:
• Lámparas incandescentes: No emiten en el ultravioleta pero sí
en el infrarrojo cercano. Su espectro es continuo.
• Lámparas incandescentes halógenas: Son iguales que las
incandescentes pero emiten algo más en el ultravioleta, si no
va provista de un cristal difusor (son peligrosas sin este cristal
por emitir en el ultravioleta duro).
• Lámparas fluorescentes: Emiten en el ultravioleta.
Muy contaminantes:
• Lámparas de Vapor de Mercurio a alta Presión: Tienen una
elevada emisión ultravioleta.
• Halogenuros Metálicos: Tienen una fortísima emisión en el
ultravioleta.
Luminarias: La variedad de luminarias es muy grande y su
elección debe hacerse considerando tanto o más el aspecto diurno
que el nocturno, de noche es más importante el efecto de la luz
emitida que la forma y dimensiones de la luminaria. Estos factores
determinan su brillo y la distancia a que pueden espaciarse.
Iluminación de plaza
• ¿Qué color de luz resaltará mejor los objetos y producirá el
efecto más dramático?
Las curvas características de distribución de los haces de luz son
muy variables y habrá, en cada caso, que elegir las más
adecuadas. Así podemos encontrarnos con distribuciones de luz
extensas, como producen los globos, aconsejables para el
alumbrado de áreas relativamente grandes con un bajo nivel de
iluminación. Las restantes están dotadas de equipos ópticos para
concentrar los haces de luz con una determinada distribución. Este
tipo de luminarias son las más utilizadas en calzadas y viales,
consiguen mayores niveles de iluminación en el área iluminada sin
bien producen deslumbramientos y requieren un menor
espaciamiento para compensar la falta de uniformidad.
• ¿Producirán los proyectores una iluminación suficiente para que
el público pueda apreciar bien el viario o se necesitará un
alumbrado tradicional de apoyo?
• ¿Funcionará la instalación de forma permanente o solo en cortos
periodos de tiempo? En este último caso: ¿Cómo mantendremos
la instalación?
Árboles y arbustos: Durante el día un árbol se ve
generalmente como una silueta contra el cielo brillante. Si el
árbol está iluminado en la noche la situación es inversa: el árbol
sobresale claramente contra el cielo oscuro. El efecto artístico
queda realzado si las fuentes de luz están ocultas.
La luminaria influye decisivamente en la contaminación luminosa
del cielo nocturno. Los globos, faroles tipo villa, luminarias con
cierre esférico, proyectores simétricos (alumbrado de grandes
áreas, zonas deportivas, etc.) con elevada inclinación (superior a
20º), etc. son todos ellos muy contaminantes al enviar parte del
flujo directamente sobre el horizonte. Las nuevas recomendaciones
cobre contaminación lumínica señalan utilizar en todos los casos
luminarias con reflector que dirija el haz hacia el suelo y cerradas
con vidrios planos trasparentes o traslúcidos, no estriados.
Las luminarias pueden iluminar el follaje desde cierta distancia o
colocarse próximas al tronco, iluminando sus ramas, los efectos
son diferentes.
Pueden lograrse mayores efectos utilizando luz de color. Los
follajes amarillo-verdosos se refuerzan con lámparas de vapor de
sodio, mientras que los verde-azulados ganan con la luz de las
lámparas de vapor de mercurio o fluorescencia verde.
Montaje de luminarias: Las luminarias van generalmente
montadas sobre columnas si bien pueden estar adosadas a muros
Las lámparas incandescentes de filamento concentrado y las de
descarga en gas con tubo de descarga reducido son muy
33
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
adecuadas para proyectores de haz estrecho y poder iluminar
desde gran distancia.
No obstante lo anterior en ciertas ocasiones se diseñan los elementos
del equipamiento, tarea muy comprometida que exige una preparación
y conocimientos muy específicos.
En muchos casos deben emplazarse los proyectores entre los
visitantes y el objeto a iluminar. El deslumbramiento se evita
agregando a los proyectores pantallas limitadoras del haz o
mejor, rejillas de anchas pletinas que permiten únicamente el
paso de la luz en una dirección. En otros casos se recurre a
situar los proyectores en casamatas, hornacinas o arquetas bajo
el terreno.
Plantas y flores: No es muy corriente en la actualidad la
iluminación de plantas pequeñas y flores, tan en boga hace unos
años. Se empleaban las conocidas “setas” que albergaban bajo
ellas una lámpara, generalmente incandescente de vidrio
prensado.
Fuentes ornamentales: Aunque no vamos a entrar en este
apartado pues es muy extenso, no queremos pasar sin
mencionarlas recordando, como siempre, que son elementos
muy característicos de los parques y jardines, que pueden tener
una gran belleza arquitectónica y artística, y que refuerzan
muchísimo estos efectos con una adecuada iluminación.
Mobiliario-zona estancial (diseño específico)
En cualquier caso, son elementos sometidos a un uso intenso que los
deteriora rápidamente, los cuales, además, son con frecuencia objeto
de malos tratos: agresiones de los usuarios, de los vehículos que los
dañan en los aparcamientos, y, últimamente, de “grafiteros”. Todas
estas cuestiones se tendrán en cuenta en la selección y en la puesta
en obra, aspecto éste último no bien considerado en los proyectos.
Iluminación de fuente ornamental
Las fuentes ornamentales además tienen otras ventajas como el
ruido del agua, por supuesto adecuado al lugar, y el frescor que
comunica el agua en movimiento.
De otra parte, hay que tener presente que la calidad, el confort, la
belleza y la estética de muchos espacios públicos pueden lograrse
con un mobiliario urbano bien elegido y de calidad.
EL EQUIPAMIENTO
Bajo este nombre se incluyen todos los elementos de los parques y
jardines que no son obra civil, instalaciones ni jardinería.
Fundamentalmente lo componen los juegos infantiles y el mobiliario
urbano en el que se cuentan no sólo bancos mesas y papeleras, sino
bolardos, pilonas, buzones, defensas, marquesinas, etc.
En esta selección es de aplicación todo lo dicho al tratar del diseño
pues como elementos de uso que son, en su mayoría, existe una
fuerte relación con los usuarios que pueden sentirse agradados o
molestados por determinados elementos urbanos. No todo el mundo
realiza la misma lectura en un determinado elemento urbano, ni se
siente igualmente confortado con su presencia, y mucho menos con
su utilización. Habrá quienes soportarán con gusto cierta incomodidad
de un banco, por ejemplo, a cambio de la belleza de sus líneas o de
los materiales con que está realizado, mientras que habrá otros que
opinarán lo contrario.
Su presencia en la escena siempre es importante, aun cuando sean
elementos de poca presencia como, por ejemplo, bolardos. Algunos
de ellos como los bancos, quizá los más representativos de este
conjunto, son para usar y ya hemos hablado de la importancia en el
diseño de los elementos de uso, no solo de contemplación.
Es misión del diseñador conocer el perfil de los usuarios y tomar
decisiones en consecuencia que, a nuestro modo de ver, pasarán por
ofrecerles un poco más de calidad, artística y de materiales, de la que
están acostumbrados a recibir. Nunca quedarse por debajo ya que los
espacios públicos deben contribuir al progreso como espacios de
educación permanente que son.
Son elementos que por lo general no se diseñan sino que se eligen de
catálogos comerciales. Por ello es importante que el diseñador esté al
día de los productos que ofrece el mercado y elegirlos
adecuadamente, sabiendo que muchas veces es determinante del
diseño la posibilidad de introducir en la escena determinado elemento.
34
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
Cuando esta decisión sea comprometida y la elección ofrezca dudas
será un buen recurso introducir elementos de fácil lectura…
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
… y acostumbrado uso, que para nada estarán faltos de calidad.
La inversión en elementos urbanos de calidad es siempre rentable.
LA VEGETACIÓN
La vegetación en su conjunto, y de forma individual los vegetales, son el activo más importante de las zonas verdes ya que vienen a desempeñar
un considerable número de funciones muy beneficiosas. Completan y hacen posible el llamado “espacio multifuncional” que llaman algunos
autores y así deben considerarse en el proyecto.
La vegetación el activo más importante de las zonas verdes
La respuesta global de la población a la vegetación siempre es
positiva y es relativamente fácil acertar a poco que se estudie con
detalle la solución de diseño y se posean ciertos conocimientos, No
obstante la renta personal de cada usuario es un enigma, imposible
de conocer a priori y desde luego imposible de atender desde el
proyecto, ya que cada persona realiza una distinta valoración de la
vegetación desde su punto de vista personal, emotivo y sentimental.
3.-Utilización arquitectónica
4.-Utilización estética
MEJORA DE LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS
Las zonas verdes ejercen influencias directas sobre:
- La radiación solar
- La temperatura del aire
- El viento
- La humedad relativa del aire
Las áreas de confort están reguladas por la acción conjunta de
estos cuatro elementos. Podemos tener frío, calor, sentirnos bien.
La situación agradable de confort es mensurable de acuerdo con la
edad, sexo y el clima particular de cada individuo.
Modificación de la temperatura: El cuerpo humano posee
una temperatura uniforme en torno a los 37º C. Esta temperatura
es la adecuada para el mantenimiento de los procesos
metabólicos del organismo y es producida por el calor generado
en la combustión de los alimentos. Una persona genera
alrededor de 50 Kcal/hora en reposo. Si desarrolla algún tipo de
actividad el calor generado es notablemente superior. El grado
de confort se logra cuando el ambiente que rodea a un individuo
es capaz de absorber exactamente las calorías que ceda.
Las ciudades en general, a falta de condiciones climáticas
especiales (inversión térmica, etc.) tienen una temperatura
superior en 0,5 a 1,5º C. superior al terreno abierto circundante.
Esta diferencia puede resultar agradable en verano y perjudicial
en invierno.
Jardinería en parque urbano
Dejando a un lado las muchas funciones de la vegetación en este
campo sensorial y personal, existen un número considerable de otras
objetivas y por tanto cuantificables que es necesario conocer para
utilizar los vegetales con acierto. Nos referimos al aumento de la
humedad relativa del aire, amortiguación de la temperatura, fijación
del polvo, control de ruidos, de la erosión y de la contaminación
atmosférica, amortiguación de brillos y reflejos, mejora de
perspectivas, etc. En definitiva, las funciones genéricas de las zonas
verdes, que no son más que los beneficios que de su empleo se
derivan, pues, como es lógico, sólo se les asignan funciones
beneficiosas. En algún caso podría esperarse de ellas funciones
perjudiciales, que también las tienen, y, desde luego, los perjuicios
serían muy grandes, si el proyectista los buscase, lo terrible es que se
produzcan por ignorancia.
La radiación solar tiene aproximadamente un 50% de radiaciones
infrarrojas, un 50% de radiaciones visibles y un 1% de
radiaciones ultravioletas. La temperatura de la tierra es regulada
por ese 50% de radiación infrarroja de la cual un 20% se emplea
en calentar el CO2, H2O y partículas de polvo, un 10% es
reflejada por las nubes y polvo atmosférico (contaminación),
logrando atravesar, entre radiación directa y difusa un 20%.
Durante el día ese 20% de radiación (en la tropopausa la
radiación total arroja 1,94 cal/cm2/minuto) es absorbida por las
superficies de la ciudad en mayor o menor grado dependiendo
de sus características – color, textura, orientación – El calor
almacenado en estos cuerpos se radia o conduce posteriormente
al ambiente elevándose la temperatura de éste, con una
disminución simultánea de la temperatura del aire.
Las funciones beneficiosas de la vegetación, de interés para el
proyecto, podemos agruparlas en cuatro apartados:
1.-Mejora de las condiciones climáticas
2.-Utilización funcional
35
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
En cambio si las superficies que reciben la radiación solar son
las hojas de los vegetales los efectos que se producen en el
ambiente son otros:
una brisa agradable a un fuerte vendaval que sale de la línea de
lo confortable para constituir un peligro. Conviene recordar:
-
1.
2.
3.
4.
5.
Las hojas de los árboles, arbustos y hierbas reflejan una
parte de la radiación solar que se pierde a la atmósfera.
Las hojas absorben una buena parte de la radicación
solar, como energía necesaria para la función clorofílica,
que de esta forma no llega a otras superficies en sombra.
Las hojas de los vegetales experimentan muy escasa
elevación de su temperatura ya que la transpiración las
mantiene refrigeradas permanentemente.
La transpiración entrega al aire cantidades considerables
de agua (un árbol de regulares dimensiones puede
transpirar por término medio al día 400 litros de agua)
que mantienen o incluso elevan la humedad relativa del
aire.
Esta mayor cantidad de agua en el aire al evaporarse
dulcifica el ambiente (por dada gramo de agua que se
evapora a 100º C y a la presión atmosférica se pierden
del ambiente 539 cal/gramo).
-
-
-
Precipitación y humedad: Los árboles, arbustos y hierbas
son importantes en el ciclo hidrológico. Interceptan las
precipitaciones y evitan el impacto de las gotas sobre la
superficie del suelo y disminuyen la velocidad de las corrientes
de escorrentía, impidiendo o aminorando la erosión.
El grado de variación de la temperatura y humedad relativa varía
mucho de unas especies vegetales a otras, grado de cobertura y
disponibilidad de agua en el subsuelo. Podemos decir, a título
orientativo, que una buena cubierta de vegetación hace decrecer
la temperatura en un 25% y aumentar la humedad relativa un
50%.
La vegetación con sus raíces y el continuo aporte de restos
orgánicos al suelo favorece la aireación y el mullido con lo cual la
penetración del agua de lluvia es mucho mayor, recargando de
forma notable lo acuíferos del suelo. Además de esto, la materia
orgánica depositada por los vegetales, en unión con las
partículas minerales – arcilla fundamentalmente – crea el
llamado complejo coloidal argilo-húmico que pose un poder de
retención de agua elevadísimo.
Durante la noche la cubierta vegetal de árboles y arbustos
también tiene efectos beneficiosos contribuyendo notablemente a
la amortiguación de las variaciones térmicas:
1.
2.
3.
Una pantalla vegetal con especies que proporcionen una
buena densidad y de follaje fastigiado y copa voluminosa
actúa con valores apreciables a una distancia de 2 a 3
veces su altura a barlovento y de 15 a 20 veces a
sotavento.
Las
pantallas
vegetales
deben
disponerse
inteligentemente pues un fallo en la misma puede
constituir un peligro. Así, hemos de tener presente que el
viento por los bordes de la pantalla, superior y laterales,
aumenta de velocidad.
Un fallo en la continuidad de la pantalla provocará, por
ese agujero, un viento de mayor velocidad.
Las especies elegidas deben ser lo suficientemente
resistentes y de potente sistema radical para impedir que
puedan ser arrancadas.
El espesor de la pantalla favorece la protección mutua de
los vegetales.
Una buena parte de la radiación de la tierra es reflejada
por la cubierta vegetal y vuelve a la tierra impidiendo que
ésta se enfríe más deprisa.
La mayor humedad relativa del aire favorece la
condensación produciéndose el proceso inverso a la
evaporación con una cesión de calor al ambiente.
La presencia de vapor de agua en la atmósfera intercepta
la radiación que es absorbida y devuelta a la tierra.
En grandes masas de vegetación, merced al aumento de
humedad relativa que ellas producen, pueden verse favorecidas
las lluvias de relieve y, sobre todo, las precipitaciones
horizontales: escarcha y rocío.
UTILIZACIÓN FUNCIONAL
Como podemos observar, la cubierta vegetal tiene unos efectos
muy considerables en la regulación de la temperatura
comparables a los de las nubes. Los árboles de hoja caduca
tiene además la ventaja de proporcionar esta cubierta protectora
cuando más se necesita.
En los últimos 50 años se han desarrollado estudios altamente
especializados sobre la utilización de las plantas en la solución de
problemas de ingeniería medioambiental.
Interesa conocer la relación entre las plantas y los efectos que
ayudan a resolver algunos problemas:
Viento: El viento es otro de los factores muy condicionantes del
conforto climático. Los efectos pueden ser positivos o negativos
dependiendo de la presencia o ausencia de vegetación. El viento
incrementa la evaporación del agua y consecuentemente
provoca una disminución de la temperatura.
4.
5.
6.
El viento por el contrario puede tener efectos contrarios,
queremos decir, en lugar de desecar el ambiente, elevar su
humedad en los lugares a sotavento de las zonas arboladas. En
efecto, el viento aumenta la transpiración de los vegetales y
transporta notables cantidades de agua que pueden quedar a
sotavento, sobre todo cuando la velocidad de éste disminuye por
cusa del arbolado. Podemos decir que el viento en las masas
arboladas, en época de actividad vegetativa, produce la
desecación del ambiente en el borde de barlovento y la elevación
de la humedad relativa en el centro de las masas y a sotavento
de las mismas.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
El viento también homogeniza la temperatura y humedad relativa
del aire, provocando una mayor uniformidad al mezclar las
masas de aire calientes y frías.
La protección contra el viento de los edificios por medio de
plantaciones puede hacer cambiar el microclima de forma muy
notable.
Las hojas gruesas amortiguan el sonido.
las ramillas y hojas temblonas de algunos árboles (chopos)
enmascaran los ruidos.
Las hojas pubescentes atrapan y las que transpiran mucho
atrapan partículas de polvo.
Los estomas de las hojas intercambian gases con la
atmósfera.
Las hojas y flores perfumadas enmascaran y combaten
malos olores.
Las hojas, ramas y ramillas frenan el viento.
Las hojas y ramas detienen el impacto de la lluvia, nieve y
granizo.
Las raíces y la cubierta vegetal detienen la erosión
El denso follaje disminuye la luminosidad
El follaje claro filtra la luz
Las ramas espinosas dificultan o impiden los movimientos
de los animales.
Control de la erosión: Las plantas pueden controlar la
erosión eólica y por escorrentía, empleándose mucho en
jardinería para la fijación de taludes.
Las especies más interesantes son la de raíz fasciculada si bien
las de raíz pivotante son necesarias cuando puedan darse
deslizamientos de fondo, al menos es interesante disponer una
mezcla de ambas.
Quizá el principal efecto de la vegetación en relación con el
viento sea la disminución de su velocidad. Sabemos que el
viento es un factor decisivo del confort que puede pasar de ser
36
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
Este fenómeno se produce con bastante frecuencia en taludes
arcillosos cuya capa superficial ha sido laboreada para las
plantaciones y posteriormente dotada de un riego por aspersión.
La carga de agua del talud y la escorrentía de fondo que se
origina entre las dos capas de tierra, unido al poder lubricante de
las arcillas, origina frecuentes deslizamientos que pueden ser
peligrosos. En estos casos hay que vigilar la intensidad de los
riegos y, si fuera necesario, anclar el talud.
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Por último a través del intercambio gaseoso originado en la
fotosíntesis, las plantas consumen grandes cantidades de
anhídrido carbónico liberando oxígeno, que también consumen,
pues no hay que olvidar que las plantas también respiran, incluso
las raíces. Para tener una idea de la producción de oxígeno por
las plantas podemos mencionar que una hectárea de arbolado
puede producir al año 10 Tn de oxígeno.
La producción de oxígeno por las plantas, con ser muy
importante en el ecosistema tierra, no lo es tanto en la ciudad.
Por extensas que fueran, comparada esta producción con el
consumo de oxígeno que en cualquier ciudad se produce, dan
como consecuencia un balance deficitario. En la ciudad se dan
muchos procesos alimentados por oxígeno y si no existiese una
buena renovación de aire del exterior las ciudades se asfixiarían.
Control del ruido: Este mal, llamado contaminación invisible,
es poco remediable con los vegetales, a pesar de lo que pueda
parecer o muchas personas suponen.
La atenuación del sonido por las plantas es consecuencia de la
absorción por las hojas, ramas y tallos. Se ha comprobado que
los responsables de una mayor absorción son los elementos
densos, de hojas carnosas o duras y con pecíolo. Esta
combinación permite el más alto grado de flexibilidad y vibración,
y los enjambres de ramas, ramillas y tallos producen la mayor
deflexión y refracción.
Más importante en el ecosistema ciudad es la acción purificadora
de las plantas en el intercambio gaseoso con otros
contaminantes.
La absorción del monóxido de carbono, gas altamente peligroso
para la vida de los animales, a los que produce anoxia en la
sangre, alteraciones visuales, indisposición fisiológica, apatía y
cefalalgias, es importante, pudiendo estimarse, con una
aproximación muy relativa, que la vegetación absorbe el 25% del
gas existente.
La especie ideal para combatir el ruido debería tener las hojas
tan grandes como fuera posible, fuertes y carnosas, de una gran
densidad, situadas en planos perpendiculares a la dirección de
las ondas sonoras, y la densidad interior de ramas y ramillas que
fuera muy elevada, con la vegetación desde el suelo y a la
máxima altura.
Los óxidos de nitrógeno, que producen irritaciones en mucosas,
ojos y piel, además de neumonías en dosis altas, en
proporciones variables, se neutralizan por las plantas en los
procesos de oxidación de su metabolismo.
También es importante la situación de la pantalla entre el emisor
y el receptor. Una pantalla que cierra el foco emisor es más
eficaz que una pantalla que cierra el área a proteger. Asimismo
se ha comprobado que la longitud de las pantallas será, cuando
menos, el doble de la distancia que separa el emisor del punto
central de la pantalla.
Los derivados de azufre, fundamentalmente el SO2, originado
por la combustión de combustibles fósiles, es un contaminante
peligroso muy abundante en las ciudades, sobre todo en
invierno. En el metabolismo de las plantas el SO2 es oxidado
rápidamente dando lugar a sales más o menos estables. Se ha
indicado por algunos autores que una hectárea de bosque puede
absorber al día de 1 a 2 Kg de SO2.
En cuanto a espesores se indica que son necesarios anchos de
20 - 30 m. con una altura en el centro de la pantalla, para
emisores cercanos al suelo, de 12 - 14 m. Asimismo la distancia
de la pantalla al emisor no debiera ser superior a 20 m.
Otros contaminantes como el plomo se fijan directamente sobre
la vegetación.
Con todos estos condicionantes la máxima reducción del ruido
por las plantas no supera los 10 dB, particularmente en
frecuencias de 1000 a 11.200 c.p.s.
Control de brillos y reflejos: La radiación solar afecta a
nuestro control visual tanto como a nuestro confort térmico.
Estamos rodeados de millones de superficies reflectantes –
cristal, aluminio, acero, pinturas blancas, hormigón, agua – todas
ellas capaces de propagar la luz. Los rayos, bien sean
provenientes del sol, de cualquier otra fuente luminosa o
propagados mediante reflexión alteran la vida de las personas, y
aún de las cosas.
Control de la contaminación atmosférica: El papel de los
árboles en la reducción de la contaminación atmosférica es muy
variable así como sus efectos:
En la limpieza del aire, la vegetación actúa de tres formas
diferentes:
1.
2.
3.
Procesos de dilución de los contaminantes por medio de
corrientes de aire favorecidas siempre por el arbolado.
Procesos de captación de partículas en la superficie de
las hojas particularmente, también en ramas y ramillas.
Procesos de intercambio gaseoso a través de la
epidermis de las plantas.
Las plantas pueden emplearse como pantallas contra la luz ya
que absorben casi toda la radiación luminosa que reciben, salvo
casos excepcionales de plantas con follaje muy claro o con una
proporción muy elevada de flores blancas.
Los primeros requieren de escasa ampliación, juegan un papel
muy importante por si solos, y en combinación con los otros dos:
como efectos negativos tiene la dispersión del polen.
La captación de las partículas de polvo depende mucho de la
especie vegetal y de la humedad del ambiente, siendo mayor en
hojas pubescentes, con alta transpiración y con humedad
ambiente elevada. Para tener una idea del alto poder fijador de
las plantas, podemos indicar que una hectárea de arbolado
puede fijar una media de 50 toneladas año de polvo, si se
encuentra en situación de poder hacerlo.
La disposición de las pantallas tiene mucha importancia
destacándose su posición respecto del viento y la altura de la
superficie foliar que deberá adecuada a la altura de la
contaminación, pues si es mayor pueden producirse efectos
negativos por corrientes de inversión, frecuentes en arbolado.
37
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
Auxiliares del tráfico: Los árboles y arbustos pueden también ser útiles auxiliares de tráfico de personas, vehículos y animales.
Mediante el empleo de setos o barreras vegetales pueden enmarcarse paseos, cruces de calles, etc. con resultados tanto o más eficaces
que empleando otros materiales.
Una correcta elección de la especie vegetal puede proporcionarnos barreas infranqueables, suaves borduras, tapices verdes de distinto
color para señalar distintos usos del espacio, cerramientos de áreas de juego, medianas de calles y autopistas que pueden incluso absorber
el impacto de un vehículo al salirse de la carretera.
Jardinería en viales
La sensación de profundidad de campo y perspectiva puede ser
mejorada con la estratégica situación de los elementos presentes
en la escena, no es lo mismo el espacio abierto de un parque
arbolado que el de uno desarbolado. Los árboles permiten
establecer comparación de tamaños en la distancia, enmarcan y
separan al observador los paisajes distantes, sus alineaciones
proporcionan una sensación de lejanía muy grande, las texturas
gruesas producen sombras fuertes que mejoran las vistas
lejanas, en cambio, las texturas finas y sombras delicadas van
mejor a los paisajes cercanos. Los árboles forman paseos
endoselados, en el otoño, también alfombrados. En definitiva,
olvidándonos de otras muchas aplicaciones, con el empleo de
vegetales se puede contener, enmarcar, enlazar, ampliar,
reducir, articular, definir, dulcificar, endurecer, compartimentar
alineas y dar movimiento al espacio, mediante la creación de
nuevas formas, volúmenes, texturas, perspectivas, etc.
UTILIZACIÓN EN EL DISEÑO DE ESPACIOS
En el diseño de edificios y de los espacios libres urbanos el
arquitecto paisajista puede preguntarse sobre cuestiones como:
¿Es menester el aislamiento de los usuarios en una determinada
área?. ¿Hay vistas poco deseables que es necesario ocultar?.
¿El área es muy extensa para una utilización confortable?. ¿Hay
una vista que puede ser más interesante descubriéndola
progresivamente? … En muchas ocasiones con el adecuado
empleo de árboles y arbustos pueden mejorarse o lograrse
muchos objetivos, proporcionando, además, un cierto nivel de
calidad sobre el empleo de otros materiales.
Cada especie vegetal tiene sus características de forma, color,
textura y tamaño, presentando además a lo largo de su vida
aspectos diferentes, y sus propiedades pueden ser enfocadas de
distinta manera por el diseñador y el usuario (a veces el que
diseña espera una utilización distinta de la que en la práctica
tiene lugar). Hay funciones que pueden ser desempeñadas por
un solo árbol, y otras, en cambio, requerir de muchos árboles. La
dinámica de los vegetales es algo a tener muy presente en el
diseño.
Los cerramientos hechos con vegetales, tienen muchas
aplicaciones. Con ellos puede ponerse fin a un espacio abierto,
dirigiendo la atención a una escala más reducida, al tiempo que
se acentúa la intimidad y emotividad. Mediante pantallas se
focaliza la atención sobre una determinada vista u objeto.
La continuidad vegetal es una técnica empleada para unir un
espacio con otro. La ampliación permite cambiar el tamaño
aparente al mantener en libertad lo que deseamos ampliar. Por
oposición, la reducción de espacio se consigue con la instalación
de elementos que interceptan las vistas, pudiendo lograrse dividir
o subdividir el espacio tanto horizontal como verticalmente,
reduciendo su tamaño aparente. Las plantas logran la división
del espacio de forma tridimensional, a diferencia de las divisiones
hechas con otros materiales.
Las plantas pueden ser empleadas también para romper grandes
espacios en unidades rítmicas ó irregulares, haciendo uso de las
peculiaridades de las distintas especies. Buenos ejemplos de
esto tenemos en los parques diseñados para distintos tipos de
actividad.
Los árboles y arbustos son a menudo empleados en casas y
edificios para articular y definir entradas de acuerdo con una
dirección prevista o para articular movimientos.
La percepción está basada principalmente en la vista. La
distancia y la sensación de espacio se logran cuando a la vista
no la bloquea ningún elemento.
La vegetación y las edificaciones
38
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
Quizás uno de los mayores empleos de los árboles y arbustos
sea en la ocultación de determinados elementos y vistas. La
pantalla vegetal no solo oculta las vistas y privatiza los espacios
sino que sirve de cerramiento, y lo que es más importante, sin
causar ningún impacto visual.
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
incluimos en el anejo final, y a comentar algunas cuestiones que
consideramos relevantes:
- La primera y más importante es que no pueden elegirse las
especies vegetales únicamente a partir de la información
que aportan los listados anteriores si no se conocen otras
muchas características de la especie vegetal, los listados no
son más que un recordatorio.
UTILIZACIÓN ESTÉTICA
- Los requerimientos de habitabilidad de la especie vegetal
deben primar sobre los restantes aspectos estéticos, de
uso, paisajísticos, funcionales, etc.
Los árboles y arbustos poseen una belleza propia en cualquier
situación. Son elementos estéticos en nuestro ambiente. Pueden
ser bellos simplemente por sus líneas, forma, color, textura, y
pueden dulcificar líneas duras, complementar elementos
estructurales, unificar elementos diversos y naturalizar vistas.
Son elementos indispensables en la articulación del espacio.
Presentan en cada momento de su vida aspectos diferentes y la
variedad de formas, portes, textura y colorido es tan grande que
no existe situación que no pueda ser mejorada estéticamente por
los vegetales. Tenemos especies de porte piramidal como los
Cupressus, de porte extendido como el cedro, de copa globosa
como el plátano, de porte articulado como el Ginkgo, llorón como
el sauce, columnar como el chopo, etc. con hoja perenne, con
hoja caduca, con tonos verde claro, verde oscuro, plateado,
rojizo, de floración primaveral, estival, otoñal o invernal, etc.
señalan el paso de las estaciones y crecen junto a nosotros
adquiriendo con los años un valor y categoría indudable.
Tenemos la posibilidad de empleo de unos materiales
extraordinarios que a su inestimable belleza unen aspectos
funcionales magníficos, contribuyendo además al mantenimiento
de unas condiciones beneficiosas para el desarrollo de nuestras
vidas.
- Es frecuente que se elijan los vegetales atendiendo
exclusivamente a su aspecto externo sin considerar, o muy
poco, sus propiedades y prestaciones. Incluso podría
decirse que las propiedades estéticas no son
suficientemente valoradas y aprovechadas desde el
proyecto porque no se conocen a fondo, ya que es bastante
difícil.
- Como seres vivos tienen una imagen cambiante con los
años y con las estaciones, las flores aparecen en una
determinada época, prolongándose un cierto tiempo, en
unas especies aparecen antes que las hojas y en otras
después, otro tanto puede decirse de los frutos. Flor y fruto
pueden ser decorativos y aprovechables para conseguir
determinados efectos estéticos, o, por el contrario,
perjudiciales, ya sea por su olor, color, alergias, etc.
- Es importante considerar el desarrollo de los vegetales a lo
largo de su existencia. La imagen del vegetal y aspecto
buscado por el proyectista suele corresponder a una época
de su vida, por lo regular pronto para que se logren los
efectos lo antes posible, razón por la que se recurre a
utilizar ejemplares muy grandes, más de lo deseable
técnicamente, y a abusar de las densidades de plantación,
de graves consecuencias futuras.
LA ELECCIÓN DE ESPECIES
Decíamos al comienzo de este apartado que para emplear los
vegetales con acierto hay que conocer las funciones objetivas
que desempeñan, descritas anteriormente, pero sin duda para
poder obtener estos beneficios será preciso saber qué vegetal o
grupo de vegetales, de los muchísimos que existen, son
capaces de proporcionarlos. En definitiva tener los conocimientos
suficientes para determinar bien la especie a emplear en cada
caso.
- Con frecuencia la búsqueda de determinados efectos
estéticos nos lleva a situar las especies en condiciones
precarias de vida no lográndose lo deseado y sí, en cambio,
la ruina del vegetal, que ofrece un estado lamentable, muy
negativo para la sensibilidad de muchas personas que
sufren ante estas situaciones.
Influyen en esta decisión, de una parte, los aspectos
relacionados con las propiedades de los vegetales y su
aportación a los fines del proyecto (ornamentales, funcionales,
estéticas, de uso, etc.) y, de otra parte, las necesidades de
habitabilidad de la especie (condiciones de estación) para
desarrollarse adecuadamente y así proporcionar los resultados
esperados.
- Además de las cuestiones estéticas y de espacio vital para
el correcto desarrollo, están los efectos funcionales
beneficiosos de los vegetales sobre el microclima, que,
dependiendo de la especie, condicionan en gran medida el
ambiente. Así, no es lo mismo estar bajo la sombra de un
árbol que al sol, ni comparable la sombra de un árbol con la
de una sombrilla, ni la de un pino, por ejemplo, con la de un
álamo blanco, ésta es más fresca. Qué decir de la humedad
ambiente que genera la vegetación y su poder refrigerante
del aire, consecuencia de la transpiración, distinta también
para cada especie.
Ambas cuestiones se encuentran en los libros de botánica,
geobotánica y disciplinas afines, que deberá dominar el
proyectista.
La amplitud e intensidad de conocimientos que lleva aparejados
el mundo de las especies vegetales son elevadísimos,
imposibles de tratar en este curso, así como la necesidad de una
permanente puesta al día en lo relativo a las nuevas variedades
vegetales que salen al mercado todos los años.
- La
vegetación
también
puede
acarrear
ciertos
inconvenientes: alergias, mosquitos, roedores, frutos que
manchan y hacen resbaladizas las aceras, que pueden
resultar venenosos, etc.
Nuestra colaboración en este curso se reduce a facilitar unos
listados de especies vegetales bajo distintos aspectos, que
- La correcta elección de la especie vegetal supone una
economía muy elevada en el mantenimiento.
39
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
En tiempo seco se produce polvo al caminar, también con viento,
aspecto negativo que habrá que corregir con enmiendas o
manteniendo un cierto grado de humedad.
EL MANTENIMIENTO
CONSIDERACIONES GENERALES
La aparición de malas hierbas, en particular la contaminación de los
bordes más húmedos, junto a las zonas empradizadas, también
requiere de atención muy frecuente.
Vamos a tratar del mantenimiento desde el punto de vista del
proyecto.
El mantenimiento es una función necesaria, pensada de antemano,
es decir, considerada en el diseño, que tiene por misión corregir
desviaciones y cooperar a la persistencia de la potencialidad
productiva del parque o jardín. En unos casos corregirá daños
producidos por agentes exteriores, en otros los desgastes por el uso,
en otros actuará para corregir agresiones mutuas entre los propios
elementos, como por ejemplo, limitando con podas el desarrollo
excesivo de algunos vegetales o combatiendo las malas hierbas.
El uso produce la disgregación de los áridos y la aparición de
elementos finos en superficie que contaminan la capa superficial,
siendo preciso realizar recebos con cierta frecuencia; esta labor cobra
más importancia en pavimentos terrizos con acabados de arrocillo
calizo, albero, polvo de ladrillo, etc.
Por último la existencia de un sistema de recogida de aguas en
caceras y rigolas obliga a constantes perfilados y limpiezas de tierras
y malas hierbas.
El mantenimiento al actuar en un medio vivo, en permanente
evolución, tiene que acomodarse a la nueva dimensión que éste va
adquiriendo. Los cambios no solo provienen del interior, con
frecuencia son las acciones exteriores o la modificación de los
objetivos los que imponen los mayores cambios.
Todas estas operaciones y otras, que pueden darse en firmes terrizos
especiales, se componen de mano de obra casi en el su totalidad,
constituyendo un coste muy importante del mantenimiento. La
mecanización de estas operaciones es muy difícil, solo posible desde
el diseño.
Las zonas verdes públicas urbanas son equipamientos caros de
ejecución y costosos de mantener; a pesar de ello la demanda es
grande y se invierten cantidades importantes en su ejecución, no tanto
en su mantenimiento que siempre se considera una labor secundaria.
Rebajar los costes de mantenimiento es una obligación del proyectista
y el diseño tiene la mayor trascendencia.
Su atención en el diseño debe ser grande, mucho más de lo que
habitualmente es. El planteamiento partiría siempre del análisis de los
materiales terrizos existentes en el lugar, al objeto de adecuar las
soluciones constructivas a su empleo, siempre ello sea posible, ya
que resultará más económico que ninguna otra solución.
Ya se comprende que esta rebaja no lo será a costa de sacrificar
calidades o prestaciones, sino a consecuencia de un más cuidado
diseño ajustado a un mantenimiento razonable. Obviamente para ello
es necesario conocer las necesidades de mantenimiento que tendrán
los elementos diseñados.
En primer lugar se prestará atención a los firmes de acuerdo con las
cargas a soportar, características del subsuelo y material granular a
utilizar en superficie. El empleo de geotextiles y productos similares
está muy justificado para resolver problemas de contaminación por
arcillas, manantiales en la sub-base, etc. También hay que prestar
mucha atención a la elección del material granular que conformará el
pavimento, mezclas, espesores, adición de estabilizantes,
aglomerantes así como a la correcta puesta en obra.
¿Conocen estas cuestiones los proyectistas, y si es así las tienen
realmente en cuenta?
Mi experiencia, en general, me obliga a dar una respuesta negativa en
ambos casos. No se conocen bien por los diseñadores de parques y
jardines, en general, los procesos de mantenimiento con el suficiente
detalle; operaciones, frecuencia, valoración etc., y lo que se conoce
apenas se considera y valora en su justa medida en los diseños, sino
no asistiríamos a tantas aberraciones y obras degradadas y
fracasadas por un rápido deterioro.
Otro factor a considerar en el diseño, de gran economía en el
mantenimiento, son los bordes duros de los pavimentos terrizos que
evitan la contaminación por los materiales de fuera, malas hierbas en
particular, con gran economía de mantenimiento.
Además de lo anterior sería útil considerar la utilidad de estos
pavimentos y posibles alternativas. Así, los parques y jardines
urbanos, en climas lluviosos y medianamente lluviosos, deberían
tener aseguradas las comunicaciones interiores principales por medio
de paseos pavimentados para ser utilizadas en todo tiempo con
cualquier tipo de calzado. En estos climas los paseos terrizos no
deben tener pendientes superiores al 1 %, y poseer un sistema de
cunetas o rigolas para la recogida de aguas, con pendientes no
superiores al 2 %. El mantenimiento de estas cunetas y rigolas, si son
terrizas, es también muy costoso.
Cierto que a veces lo que falta es el mantenimiento más elemental.
Pero ¿se ha incluido en el proyecto un capítulo donde se describa el
mantenimiento con la amplitud necesaria y coste que representa, para
que quien aprueba el proyecto conozca a priori también los gastos a
que se obliga en el futuro?
La respuesta es, en un alto porcentaje, negativa.
¿No será que las ideas así como el diseño de las soluciones
constructivas están poco estudiadas, tanto en su concepción como en
sus necesidades futuras y por ello no puede hablarse con propiedad
del mantenimiento?
La consideración de todos estos factores junto con las soluciones de
diseño necesarias darán la pauta a seguir, terminando en muchos
casos por prescindir de este tipo de pavimentos por ser el coste del
mantenimiento un factor limitante.
¿No será que están fallando los proyectos?
PAVIMENTOS DUROS
Vamos a pensar que no,... pero de todos modos diremos algo en el
recordatorio que sigue sobre el mantenimiento de las partes más
significativas de la obra.
Requieren de muchas menos atenciones de mantenimiento, pero
también son más costosos de ejecución. En el proyecto habrá que
prestar atención a dos cuestiones, de una parte los materiales, que se
debe procurar tengan una buena vejez - duración y buen aspecto -,
sean fáciles de limpiar y se comporten bien a las solicitaciones de uso;
de otra parte el diseño, que evitará en todo lo posible los
impedimentos para el uso de la maquinaria en el mantenimiento,
disponiendo lo necesario para que las operaciones de conservación
se realicen con economía de medios y tiempo: puntos de agua,
contenedores para la recogida de residuos, etc..
PASEOS Y ÁREAS TERRIZAS
Son las partes de la obra de mayor utilización, de gran trascendencia
ya que aseguran la vialidad del parque o jardín , cometido de la mayor
importancia, y van a necesitar de una atención constante que restaure
las erosiones que se producen por los usuarios - bicicletas, patines,
juegos, etc.y por los agentes exteriores, entre ellos la lluvia, y
también los riegos, que, si las pendientes son mayores del 2 %
producirán escorrentías, y en cualquier caso encharcamientos de
negativas consecuencias no solo para la capa superior sino para el
firme que será preciso corregir.
Un aspecto a tener en cuenta es la reposición de materiales. A veces
esta labor es muy difícil pues la sustitución de un elemento supone
desmontar todo un paño, otras veces los materiales no se encuentran,
40
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
otras los materiales adquieren un tono de vejez con los años
imposible de conseguir en los materiales nuevos.
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
a los troncos de los vegetales; tampoco mojar paseos y áreas terrizas,
ni en general cualquier superficie distinta a la que debe aplicarse el
riego. Todos estos aspectos son fácilmente corregibles en la fase de
diseño; su no observancia acarrea grandes problemas de
mantenimiento.
La parte más delicada de la instalación, es la que se sitúa en la sala
de máquinas: bombas, filtros, tanques, etc. que, con frecuencia es
también la más costosa. El diseño aquí tiene mucha importancia para
el resultado futuro y su mantenimiento., no tanto en la elección en si
de los aparatos, pero sí en la disposición de los distintos elementos en
el interior de la sala de máquinas y procurar unas buenas condiciones
de habitabilidad.
Con frecuencia las distancias se acortan hasta extremos de no dejar
sitio para operar con cierta comodidad, impidiendo la realización de
las operaciones de vigilancia, control y mantenimiento, casi siempre
porque el proyectista las desconoce y, como es lógico pensar, no
prevé su desarrollo. Los planos no solo deben contener el esquema
de conexionado de los distintos elementos y dejar que el instalador se
apañe como pueda, sino un plano con detalle de su colocación y
fijación, manteniendo las distancia de paso y de operatividad
necesarias.
Pavimento duro
En determinadas situaciones, por ejemplo aceras, la intervención en el
pavimento es bastante frecuente, desde luego mucho más de lo que
debiera ser, por la ausencia de planificación y coordinación de los
distintos servicios; la telefónica está esperando que terminemos para
comenzar a realizar las calas, o sino será la empresa de la luz o del
gas. Tan frecuentes son estas intervenciones, tan complicadas y
costosas, y tan mal aspecto dejan, que en los pavimentos urbanos
peatonales es aconsejable no utilizar firmes de hormigón, sino
terrizos, bien compactados, solando encima con piezas de gran
espesor, al modo de los adoquines; esta solución permite una rápida,
cómoda y barata intervención en el subsuelo urbano, siendo
igualmente fácil la reposición; la solución está muy difundida en
muchos países de Europa donde la preocupación por este aspecto es
grande; en España se comienza ya a contar entre los fabricados con
baldosas de 8 cm. de espesor. En París han recurrido a otra solución,
utilizan mortero asfáltico en caliente sobre firme terrizo compactado;
su clima se lo permite.
El otro defecto apuntado es el de las malas condiciones de estos
lugares. Frecuentemente tienen muy mal acceso y una humedad
excesiva, cuando no agua permanentemente. Estas deficiencias no
solo hacen penoso el trabajo en estos lugares sino que arruinan
rápidamente la instalación, además de exigir un elevado
mantenimiento, que ha de corregir constantemente estas agresiones.
Mención especial merecen las instalaciones hidráulicas de las fuentes
ornamentales. Aquí la complejidad puede ser grande y la utilización
muy intensa, que produce rápidos deterioros si no se han adoptado
las medidas necesarias en el diseño. Basta para ello considerar los
caudales de agua que las fuentes ornamentales mueven en una sola
jornada para tener una idea del desgaste a que están sometidas todas
sus piezas, en especial si el agua transporta sólidos en suspensión,
como es habitual. El diseño de fuentes ornamentales requiere de una
cierta especialización y entrar en este campo sin la debida
preparación es comprometido.
INSTALACIONES HIDRÁULICAS
Las partes enterradas de la instalación, tuberías y accesorios, casi en
exclusiva, si están elegidas de acuerdo con las condiciones de
utilización y colocadas correctamente no deben suponer ningún
mantenimiento por cuanto el diseño está al margen de esta
consideración. Otro tanto puede decirse de las válvulas, ventosas y
otros elementos situados en arquetas, siempre que estén fabricadas
con materiales adecuados.
INSTALACIONES ELÉCTRICAS
Las líneas eléctricas, si son enterradas, como ocurre casi siempre, en
condiciones normales, no requieren mantenimiento, no siendo por
tanto un factor a considerar en su trazado y diseño; solo habrá que
tenerlas
siempre
bien
localizadas
para
no
agredirlas
inconscientemente. Tampoco los mecanismos y aparatos situados en
armarios, cajas eléctricas y transformadores. Su vida en general es
elevada siempre que no se den condiciones de humedad, que ataca a
todas las partes metálicas, contactos eléctricos especialmente,
además de ser muy peligrosa por la posibles derivaciones.
Mantenimiento instalaciones hidráulicas
Los aparatos de riego tampoco requieren de mantenimiento, solo la
sustitución de piezas dañadas por el uso y la regulación de las
condiciones de riego, para lo cual deben elegirse modelos de fácil
manejo, protegidos contra el vandalismo, y situarse en obra
correctamente. Así los distintos elementos de la instalación,
aspersores, difusores, tapas de arquetas, etc., no deberán interferir
las operaciones de siega; las trayectorias de agua no perjudicar a
otros elementos como farolas, construcciones, mobiliario y en especial
Arqueta de alumbrado anegada
41
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
Por el contrario las partes de la instalación situadas al aire libre, como
los aparatos de alumbrado, sí requieren de esta consideración en el
diseño. Están sometidos a la intemperie y expuestos al vandalismo.
En su diseño es preciso utilizar materiales robustos y resistentes
asegurando el buen aislamiento de los conductores en cualquier
situación posible; en este sentido debe prestarse mucha atención al
estado de portezuelas de armarios y farolas y mecanismos de
seguridad; asimismo hay que prestar atención a la proyección del
agua por aspersores y regadores, y a la situación de la trampillas de
las farolas, que a veces reciben de lleno los chorros de los
aspersores. El mantenimiento, si todo está correctamente pensado y
dimensionado, y no existe vandalismo, debe limitarse a la pintura de
las partes exteriores, y reposición de elementos fungibles, como
lámparas, operaciones que deben ser tenidas en cuenta en el diseño.
operaciones en áreas en exceso reducidas. Este ahorro en la obra se
paga con creces en el mantenimiento pues el desarrollo forzado de
estas operaciones supone una utilización excesiva de los medios y su
rápida degradación. Bien al contrario sería deseable proyectar
espacios con mayor amplitud, si se quiere en exceso, para favorecer
la ordenada utilización y conservación, desde un planteamiento
generoso en el proyecto.
Particular importancia pueden tener las construcciones especiales,
como pérgolas, monolitos, puentes, fuentes ornamentales, etc. La
idea de diseño ha de ser contrastada permanentemente con la
disponibilidad de materiales y el mantenimiento, pues éste puede ser
muy elevado, o no darse en la necesaria medida lo que lleva a la
degradación en poco tiempo. Otro aspecto a considerar es su utilidad,
o inutilidad en estas obras especiales que también se da con cierta
frecuencia, lo que conduce a su degradación en poco tiempo, aunque
por distintos motivos
Otro aspecto a considerar son las exigencias de conservación que
pueden darse en elementos de diseño singular. Aquí el proyectista
deberá, por similitud con otros equipos, determinar los problemas de
conservación y costes de reposición de piezas gastadas.
La obra civil de las fuentes ornamentales merece una especial
consideración pues el contacto permanente con el agua provoca una
considerable agresión. Los bordes de los vertederos,
juntas,
pinturas, anclajes, etc. son puntos débiles de la instalación y tienen
que ser muy bien pensados.
MOBILIARIO URBANO
El mantenimiento de los elementos de mobiliario urbano es casi
siempre un capítulo importante, razón por la que ha de ser muy tenido
en cuenta en el diseño.
LOS VEGETALES
Es sin duda el capítulo más importantes del mantenimiento de los
parques y jardines, en condiciones normales, siendo conveniente
considerar en el diseño dos aspectos: la elección de las especies en
relación con el medio y función y su disposición entre si y con relación
a los restantes elementos de la obra.
Es importante elegir bien el elemento y analizar su utilidad para el uso
al que se destina, aspecto a veces no bien considerado en el
proyecto, lo que supone su rápida degradación por su inadecuación al
uso. En este sentido hacemos notar que la información de la mayoría
de lo catálogos es insuficiente para estos fines, debiendo solicitarse
del fabricantes datos complementarios como espesor de los
materiales, elementos de protección y seguridad, tipo de usuarios a
que se destina, cumplimiento de la normativa, etc., analizando con
detalle las necesidades de mantenimiento.
Además e considerar las características de suelo, clima, exposición
etc., habremos de prever su desarrollo en relación con el espacio
disponible y el ocupado por otras especies en su propio desarrollo,
todo ello sin que se dejen de cumplir las funciones y utilidades
esperadas. Conocer todo esto es relativamente sencillo, y realmente
se conoce pero no se tiene en cuenta, abusando en general de la
densidad de plantación o eligiendo especies que cumplen las
necesidades de proyecto sólo durante el primero o segundo año de la
plantación, pasado el cual hay que limitar permanentemente su
desarrollo con podas.
Si se opta por el diseño del mobiliario podemos incurrir en un elevada
responsabilidad, pero puede ser muy positivo para la obra. El diseño
del mobiliario urbano es trabajo de especialistas y entrar en este
campo supone una cierta formación, al menos un conocimiento
preciso tanto de los materiales como de la función a cumplir por el
elemento en si; bien es cierto que hay mobiliario más y menos
complejo, a cuyo diseño se puede entrar con mayor o menor cuidado.
En cualquier caso es una tarea arriesgada que tiene mucha
repercusión en el mantenimiento.
También es importante considerar los daños que pueden infringir a las
construcciones e instalaciones los sistemas radicales de ciertas
especies, situadas peligrosamente cerca, así como la competencia
con otros sistemas radicales
El mal estado con que aparecen en calles, parques y jardines nos
obliga a insistir sobre la importancia de su razonada elección, diseño y
emplazamiento, y lo ya indicado sobre incorporar al proyecto un
programa de conservación, detallado y valorado, de forma que se
arbitren desde un principio los efectivos necesarios para ello.
Además de estos problemas que debe resolver el mantenimiento,
existe otro que no se manifiesta tan evidente pero que a la larga es
de mayor repercusión económica. Nos referimos al consumo de agua
en exceso por la elección equivocada de especies.
Son fallos del proyecto, muchas veces sabidos y consentidos por el
proyectista que no quiere renunciar a la colocación de ciertos
elementos en su obra o a lograr determinados efectos. Ambas cosas,
en poco tiempo, se vuelven contra esa idea y se consigue justamente
lo contrario.
CONSTRUCCIONES
Podemos distinguir las que se realizan para ser utilizadas como
elementos de uso y disfrute de las que responden a meras
necesidades de funcionamiento. Para las primeras sería de aplicación
lo dicho para el mobiliario ya que son piezas de utilización directa por
el usuario, como aquellos elementos, y tienen que ser pensadas de
igual manera, aunque se utilicen en su ejecución otros materiales. Si
son elementos al servicio de las funciones del parque o jardín habrán
de diseñarse con sujeción a esta función.
CONSIDERACIÓN FINAL
Antes de cerrar este tema desearía incluir unas reflexiones sobre lo
que hemos venido hablando.
Lo dicho de las salas de máquinas en el apartado de las instalaciones
sirve en estos casos. Diseñar sin conocer a fondo la función y no
procurar unas condiciones adecuadas de habitabilidad puede suponer
pérdidas de utilidad importantes y gastos de mantenimiento excesivos.
Hay que pensar que entre estas funciones está el propio
mantenimiento, como es la limpieza, la pintura periódica, la sustitución
de elementos fungibles, etc., y hay que prever los espacios y la forma
de desarrollar estas operaciones.
En las casetas de operarios, para el mantenimiento de parques, se
suelen olvidar estas funciones y, a pesar de que la reglamentación
vigente fija estándares mínimos, casi siempre hemos visto una
economía muy grande de espacio, obligando a realizar las
Hasta aquí hemos tenido al mantenimiento como un factor limitante
del diseño, y en cierta medida así es. No podemos dejar de lado lo
costoso que resulta y lo poco dispuestos que están los políticos y las
autoridades de la Administración a invertir en ello el dinero necesario,
y de aquí la obligación de proyectar con economía de mantenimiento.
Pero me gustaría invertir los términos y no considerar el
mantenimiento como un factor limitante. Admitirlo sólo como
condicionante. Darle entrada en el proceso de diseño - que tontería,
ya la tiene - y participación, es decir ponerle en el lado positivo. Algo
42
El diseño global y las partes constituyentes del proyecto
así como unirse al enemigo si no lo puedes vencer, como reza un
refrán español.
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Pues bien, sólo se admitirá el mantenimiento como factor positivo
cuando su presencia o carga sea la lógica y razonable en
consonancia con la idea de diseño y en el planteamiento crítico de la
situación, es decir cuando su colaboración sea la justa y necesaria,
que es tanto como decir cuando el mantenimiento coopere como un
factor más a la idea del diseño y por tanto se haya convertido en un
factor positivo.
¿Es esta una postura conformista?
Nada de eso: todo lo contrario; es obrar inteligentemente. Vamos a
desarrollar esta idea recordando mucho de lo dicho hasta ahora:
En el proceso de diseño, como en todos los procesos, intervienen
multitud de factores y causas, que de alguna forma tienen que ver con
el resultado que se ofrece. El producto final es en definitiva el
resultado de todas esas acciones materializadas en un diseño.
Solo cuando esto ocurra y cuando la cooperación de este factor sea
razonable, es decir no sea excesiva y acarree demasiados costes
(siempre en relación con los restantes beneficios del objeto diseñado),
habremos alcanzado el diseño ajustado; sólo bajo este punto de vista,
ya que pueden no lograrse los objetivos restantes y el diseño ser, por
otras causas, un fracaso.
La idea surge de un pensamiento teórico y se modela por todas esas
influencias, que están ahí presentes; para verlas no hay más que
analizarlo con ojo crítico y saldrán todas ellas.
Después de esto es obligado concluir fijando la importancia que se
debe conceder al mantenimiento en el diseño:
Cada influencia participa con una cierta intensidad.
Si la realización ha sido buena y el diseño funciona correctamente,
todas esas influencias conviven bien en su interior, sin agresiones
mutuas, porque la carga o participación de cada una de ellas es
adecuada a la intención del diseño y la proporción está equilibrada:
cada uno coopera en la medida y con la fuerza que se necesita y
todos son necesarios, y por tanto positivos a la idea del diseño.
A nuestro modo de ver hay que darle la importancia que tiene, la
necesaria, pero no tanta que enturbie o rebaje la idea base del diseño,
si esta merece la pena; es una evaluación del proyectista, como todas
las demás.
Además, nunca debe considerarse en primer lugar, es decir el
proyectista en su tarea creativa no debe sentirse coartado por el factor
mantenimiento ni renunciar a una buena idea a priori. Debe exponerla
y después valorarla, y si realmente es buena y encaja en el
planteamiento critico de la situación - frase que hemos repetido
muchas veces y que es tanto como decir: tener los pies en el suelo tendrá que trabajarla todo lo que sea necesario para ajustarla a esta
situación.
Quien determina la cooperación de los distintos factores es el autor de
la idea del diseño, el cual, con su experiencia, fija las proporciones y
límites a no rebasar, de manera que, como decíamos al comienzo,
encaje de manera razonable en el planteamiento crítico de la
situación.
Algunos factores intervendrán como consecuencia de la idea del
diseño (donde el usuario siempre será uno de ellos ya que para él, en
general, se diseña) y estos arrastrarán o pondrán en escena a otros,
que se encargaran de labores secundarias o de corregir las secuelas
negativas de los primeros. Entre estos se encuentra el mantenimiento.
Casi siempre las buenas ideas pueden hacerse mucho más
económicas y baratas de mantener si se les trabaja adecuadamente
sin que por ello no pierdan nada que sea significativo de su esencia
artística y funcional; es más, muchas ideas ganan si son bien
trabajadas en este sentido, ya que al fruto de la misma se une un
encaje económico y razonable que da mucho más valor a la misma.
43
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Estructura y contenido del proyecto como documento
INTRODUCCIÓN
ESTRUCTURA Y CONTENIDO
Antes de tratar del contenido del proyecto y de la forma en que éste
puede organizarse, conviene recordar lo siguiente:
Desconocemos la existencia de normativa específica acerca de la
estructura y contenido de estos proyectos. La única cita legal que
conocemos, y que aplicamos, es para los proyectos de obras que son
objeto de contratación por las Administraciones Públicas (Ley 13/95,
de 18 de mayo, de Contratos de las Administraciones Públicas), que
dice lo siguiente:
El proyecto es un instrumento de trabajo necesario para la
realización de las obras. Sus apreciaciones tienen que ser precisas,
lógicas, coherentes y económicamente rentables, estar
documentadas y justificadas, y, además, aportar una completa
descripción y valoración de las obras y de todos los recursos
necesarios para su ejecución.
a)
Los proyectos de obras deberán comprender, al menos:
1. Una
memoria
que,
en
las
condiciones
que
reglamentariamente se determinen, tendrá carácter
contractual y recogerá las necesidades a satisfacer y los
factores de todo orden a tener en cuenta.
2. Los planos de conjunto y detalle necesarios para que la
obra quede perfectamente definida.
3. El pliego de prescripciones técnicas particulares donde se
hará la descripción de las obras y se regulará su ejecución.
4. Un presupuesto, integrado o no por varios parciales, con
expresión de los precios unitarios y de los descompuestos,
estado de mediciones y los detalles precisos para su
valoración.
5. Un programa de desarrollo de los trabajos en tiempo y coste
óptimo, de carácter indicativo.
6. Cuanta documentación venga prevista en las normas de
carácter legal o reglamentario.
Debe contener información útil y necesaria, y nada de lo que se
considere comúnmente admitido por los profesionales destinados a
recibirlo e interpretarlo, ni que se encuentre en las referencias
normativas que incorpore, a no ser que su importancia haga
necesario destacarlo.
El proyecto es, también, un documento contractual, de constancia, de
cumplimiento de la legalidad y de verificación técnica, que
responsabiliza y compromete a su autor. Deberá contener, por tanto,
lo necesario para asegurar estos extremos.
También queremos recordar que nuestra dedicación profesional ha
sido en
proyectos y obras en espacios públicos urbanos
generalmente, donde reunimos la mayor experiencia, por lo que la
estructura y contenido que se muestra a continuación está orientado a
este tipo de proyectos, que, por otra parte, consideramos plenamente
aplicable a cualquier otro de esta naturaleza.
Destacamos el carácter contractual de la memoria y su importancia.
La primera cuestión que surge es el alcance y denominación del
proyecto para lo que no existe un criterio claro en nuestro País, sin
duda debido a la falta de la normativa anterior o de una enseñanza
universitaria reglada que hubiese facilitado estos importantes datos,
desde las fuentes del conocimiento.
Se han utilizado nombre como los de proyecto de jardinería, proyecto
de ajardinamiento proyecto de paisajismo, incluso proyecto de
plantaciones, etc. denominaciones que vienen a significar el alcance
del mismo que parece queda relegado a la parte vegetal de la obra,
no entrando en el conjunto de la misma, como si esa otra parte fuera
objeto de otro proyecto y éste, el de jardinería, paisajismo o
plantaciones, se ocupase exclusivamente de completar la obra básica
con las plantaciones, los riegos y otros elementos complementarios.
b)
Cuando la cuantía de proyecto sea inferior a 20 millones de
pesetas, se permite simplificar, refundir o incluso suprimir algo,
siempre que la documentación resultante sea suficiente para
definir, valorar y ejecutar las obras.
c)
Salvo cuando resulte incompatible con la naturaleza de la
obra, el proyecto deberá incluir un estudio geotécnico de los
terrenos sobre los que la obra se va a ejecutar.
Lo anterior, con no ser específico de estos proyectos, sí es aplicable
en toda su extensión, y nos permite establecer nuestra propia
estructura, variable en función del tipo e importancia del proyecto de
que se trate.
La organización básica y tradicional del proyecto en cuatro apartados:
memoria, pliego prescripciones técnicas (antes llamado de
condiciones técnicas), presupuesto y planos, a pesar de no ser
obligatoria, sigue estando vigente, pues cualquier estructura mantiene
la esencia y significado de estos cuatro apartados, plenamente
actuales.
Y realmente en muchas ocasiones ha sido así, incluso sigue siéndolo.
Se ha recurrido y se recurre al profesional de la jardinería para
completar una obra hecha por otro profesional, aún cuando esta obra
sea un parque, no participando por tanto de la génesis ni de la
esencia del proyecto, teniendo que solucionar con la jardinería, con
mucha frecuencia, numerosos problemas derivados de una falta de
presencia en las decisiones capitales de la obra desde un principio.
MEMORIAS
No vamos a entrar en problemas de competencias ni en rivalidades
profesionales que siempre han existido, ni en la baja consideración
que tradicionalmente ha soportado la jardinería. Solo diremos que no
admitimos semejantes planteamientos y que los proyectos y obras
que estamos considerando son un todo único indivisible, que no
puede separarse y, por tanto, confiar a distintos profesionales, por
separado, aún cuando los equipos de redacción sean multidisciplinares, la ejecución de sus diferentes partes, ya que todas ellas
participan de igual manera y con la misma responsabilidad en el
resultado final que se ofrece, desde los ladrillos hasta los vegetales.
Al objeto de aportar un orden y facilitar la exposición, así como la
comprensión, se incluirá una Memoria Básica, descriptiva de todo el
proyecto, a veces conocida por este nombre, y varias Memorias
Complementarias - movimiento de tierras, construcciones,
urbanización, instalaciones, jardinería, mobiliario urbano, etc. - que
trataran de estas cuestiones separadamente, y donde se incluirán los
cálculos y estudios excesivamente largos que puedan hacer perder la
continuidad expositiva de la Memoria Básica. La organización clásica
atribuía a las memorias complementarias el nombre de Anejos a la
Memoria, que creemos deben ser utilizados para otras cuestiones,
como más adelante veremos.
Del contenido y alcance nos ocuparemos a continuación, por el
momento diremos que las denominaciones que nos parecen más
adecuadas para referirse a una obra completa son las de proyecto de
ordenación y establecimiento de zonas verdes o proyecto de
parque o de jardín …., queriendo indicar con ello la amplitud total de
la obra que se proyecta o ejecuta.
44
Estructura y contenido del proyecto como documento
El proyecto de zonas verdes públicas
Memoria Básica (descriptiva).edificaciones pre-existentes, influencia negativa de carreteras,
vertederos, vientos fuertes, fuertes y frecuentes heladas, etc., que
pueden exigir la realización de operaciones excepcionales o la
aplicación de técnicas especiales durante la ejecución de las obras.
Su esquema, un tanto formal, puede ser el siguiente:
1. Encargo, Autor y Consultor.
Encargo.- Organismo, entidad, empresa y/o persona que
formula el encargo.
5. Garantía de suministros.- Es importante no dejar este apartado
sin considerar los distintos suministros, pues con frecuencia se
originan problemas después, al realizar las obras. Los
suministros para la ejecución de las obras: agua, energía
eléctrica, teléfono y conexión al saneamiento existente, deben
quedar garantizados por la entidad que contrata las obras ó, en
su defecto, advertido y cuantificado en el proyecto el importe de
las acometidas. Aparte quedan los gastos que se produzcan por
la utilización de estos suministros, que serán a cargo del
contratista ya que están, o deben estar, cuantificados en la
descomposición de los precios.
Autor.- Nombre(s) y titulación(es), y colegiación en su caso,
incluso dirección, teléfono y hasta D.N.I. para su completa
identificación...
Consultor.- Consultor(es),
consultora(s)
titulación(es)
y
empresa(s)
2. Situación y estado actual
2.1. Situación.- Localización clara y precisa, referirse al Plano de
Situación.
6. Afectación de terrenos.- Deberá indicarse si las obras
necesitarán de la ocupación de terrenos distintos a los propios de
la obra, ya sean para el depósito de maquinaria, acopio de
materiales, balsas de lodos, etc... En caso afirmativo se
especificará su dimensión y se incluirá un plano de detalle en el
apartado correspondiente. También se indicará el tiempo previsto
de utilización y si la ocupación se producirá en terrenos de
distinta propiedad al objeto de gestionar con tiempo los
necesarios permisos de ocupación.
2.2. Estado actual.- Se describirá el terreno, parque, jardín, etc.,
objeto de la actuación de una forma genérica sin tener en cuenta,
todavía, la finalidad del proyecto. En general se atenderá a lo
siguiente:
a) Características:
Geometría,
Límites,
Topografía,
orientación y soleamiento, accesibilidad, vistas
agradables y desagradables, humos y olores, vertidos
próximos, vientos dominantes, características y calidad
del paisaje interior y exterior, fauna, flora y gea.
b) Estado legal: Pertenencia, clasificación
urbanística
(edificabilidad,
ocupación
retranqueos, usos permitidos, etc.).
y
7. Solución adoptada. Justificación.- El análisis de los datos
recogidos hasta este momento, así como el ensayo de
soluciones que ya habrá trabajado el proyectista, le permitirá
elegir una solución - conjunto de soluciones - adecuada a los
fines del proyecto, que expondrá y justificará con detalle.
cédula
máxima,
Esta parte del proyecto es, con frecuencia, la más decisiva
para seguir con el proyecto y la puesta en marcha del
proceso constructivo, o la adopción de cautelas y reservas
ante un dudoso resultado. Por ello el proyectista debe ser
más honesto que nunca en este apartado y no caer, llevado
de su ilusión y entusiasmo, en describir un panorama idílico
de final de obra que no se conseguirá. Debe ser muy
realista y prudente en sus apreciaciones, pero sin dejar de
potenciar aquello que sea realmente bueno y conveniente.
3. Programa de necesidades. Objeto del proyecto.
3.1. Antecedentes.- Se recogerán de forma clara y precisa todos
los aspectos pre-existentes que de alguna forma son causa o
razón de la redacción del proyecto. Aspectos que son
perjudiciales y por tanto deben ser corregidos, aspectos valiosos
que deben ser potenciados o en los que apoyarse, deficiencias
de la población y estado de la misma, limitaciones de tipos legal,
etc. La siguiente lista de aspectos puede servir de guía:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
y)
8. Materiales de empleo en las obras.- Se realizará una breve
descripción de los materiales a emplear que son destacables en
el proyecto, ya sea por su importancia cuantitativa o cualitativa.,
pero no de sus características y propiedades, que son objeto, en
todo caso, del Pliego de Prescripciones Técnicas.
Valores históricos o culturales
Usos anteriores
Antecedentes legales
Servidumbres o cargas
Características de la población a que se destinan las
obras.
Antecedentes urbanísticos
Valoración del entorno (tipologías, paisaje)
Antecedentes administrativos
Otras consideraciones a tener en cuenta
Respecto de las especies vegetales, se indicarán las más
sobresalientes, asociadas a la función a cumplir, no
entrando en su descripción botánica, pero sí en
determinados aspectos de interés, tanto para la ejecución
de las obras como para su posterior mantenimiento.
9. Cuadro de superficies.- En la mayoría de los proyectos es
conveniente realizar una tabla con la distribución de superficies:
peatonal, pavimentada, construcciones, agua, áreas estanciales,
césped, arbustos, etc., y otros elementos destacables, con la
finalidad de obtener algunos estándares que permitan hacer
comparaciones.
3.2. Programa de necesidades.- Se recogerá de forma clara y
precisa el programa de necesidades a satisfacer con las obras;
este programa puede haber sido facilitado al proyectista al
hacerle el encargo o puede ser que, como ocurre la mayoría de
las veces, sea fruto de sus propia iniciativa, a la vista de las
necesidades de la zona, población, etc., y de las potencialidades
del lugar. Con frecuencia es una cuestión mixta, que se formula
por el proyectista recogiendo lo indicado o esbozado en el
encargo. Si respecto de lo anterior existirán dudas, deberán
hacerse constar, señalando posibles alternativas.
10. Soluciones constructivas.- Se indicarán las soluciones
constructivas adoptadas para la realización de las obras, sin
entrar en el detalle, que es competencia del Pliego de
Prescripciones Técnicas, destacando aquellas que constituyen
técnicas especiales o empleo de medios excepcionales.
3.3. Objeto del proyecto.- Visto el programa de necesidades, se
concreta el objeto del proyecto.
11. Estudio geotécnico.- Si el proyecto así lo exige, se
encargará un estudio geotécnico, adecuado a los fines del
proyecto, que se incluirá en el anejo correspondiente. En este
apartado se reseñará lo más destacable de este estudio y las
precauciones a adoptar.
4. Condicionantes técnicos especiales.- Considerando el
programa anterior deberá especificarse en este punto, si existen
condicionantes técnicos especiales que deban ser mencionados,
tales como suelo de mala calidad, aguas freáticas abundantes,
líneas aéreas eléctricas que sea preciso desviar,
45
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Estructura y contenido del proyecto como documento
12. Presupuesto.- Se incluirá el presupuesto de las obras, de
forma resumida, indicando los importes de ejecución material,
gastos generales, beneficio industrial e importe del IVA. Esta
separación de conceptos en el presupuesto, a pesar de no ser
obligada para los presupuestos a particulares, debe ser realizada
como se indica, ya que el presupuesto se confecciona a partir de
precios descompuestos de ejecución material, que no deben
confundirse con precios de contrata.
este apartado, con carácter general, haciendo hincapié en lo que
consideremos importante o destacable.
22. Clasificación de las obras.- En las obras oficiales es
obligado referirse a la clasificación de las obras de acuerdo con
el Artº 123 de la Ley 13/95.
23. Disposiciones legales.- Se indicará que la obra proyectada
cumple con las disposiciones legales que le son aplicables, en
particular, para las obras oficiales, con lo dispuesto en las Leyes
y Reglamentos que rigen la redacción de los proyectos, haciendo
la manifestación expresa y justificada de que el proyecto
comprende una obra completa, susceptible de ser entregada al
uso general o al servicio correspondiente.
13. Mantenimiento.- En la mayoría de los proyectos no se incluye
el coste de mantenimiento; en algunos sí pues se responsabiliza
al contratista del mantenimiento durante el primer año, por
ejemplo. En cualquier caso el proyectista debe incluir la relación
de las operaciones de mantenimiento y el coste de las mismas
durante un año, de los primeros de la vida del jardín. Este dato
pretende orientar a la propiedad acerca de los gastos corrientes
de mantenimiento que le ocasionará el jardín en el futuro, para
los que tiene que estar preparado. Como en todo, el proyectistas
deberá ser muy honesto y señalar claramente las obligaciones
que se asumirán al aceptar el proyecto, aunque resulten muy
onerosas.
14. Financiación de las obras.oficiales, muy pocas veces con
indicará la partida presupuestaria
éstas se abonarán con cargo
consignaciones presupuestarias.
24. Publicidad de la obra.- En algunos proyectos las obras
llevarán un cartel indicativo de la misma que se hará constar aquí
si es el caso, valorándose su importe en el presupuesto.
25. Documentación final de obra.- Es importante señalar la
obligación del contratista de entregar una documentación final de
la obra ejecutada, en la que se recojan todas las modificaciones
habidas, en especial en instalaciones que queden ocultas.
Solo en el caso de obras
particulares o empresas, se
que financiará las obras, y si
a distintas anualidades o
26.
Conclusiones.- Las que procedan.
Memorias complementarias.15. Justificación de precios.- Era una práctica corriente en la
redacción de proyectos incluir en la memoria, o en algunos de
sus anejos, la justificación de precios, por ello lo mencionamos
aquí. Hoy día si el presupuesto se confecciona con la ayuda de
programas informáticos, como es normal, y con el apoyo de una
Base de Precios, como también es normal, la explicación que se
ofrece en el presupuesto es tan amplia, que sobra la justificación
de precios que tradicionalmente se venía haciendo aquí, en la
memoria, a la que, por otra parte, no obliga la legislación vigente.
Solo en algunos casos, de proyectos de muy pocas partidas y de
elevada incidencia en el resultado económico de la obra, estaría
justificado incluir este apartado.
Dependiendo del tipo de proyecto, se redactarán distintas memorias
complementarias que tratarán de explicar y justificar cada parte de la
obra que, por sus características, puede y necesita ser estudiada
separadamente. Dada la diversidad y amplitud de las mismas,
incluimos a continuación algunas de las más características, que no
podemos entrar en comentar, dada su extensión, por lo que nos
limitamos a incluir sus índices orientativos.
MEMORIA DE MOVIMIENTOS DE TIERRAS
1. Movimiento de tierras.
2. Anexos. Estadillos.
16. Clasificación de contratistas.- Solo en el caso de obras
oficiales se incluirá este apartado, en el que se indicará la
clasificación de los contratistas que pueden realizar las obras.
Dicha clasificación, que se obtiene de la aplicación de la Orden
de 28 de marzo de 1.968 por la que se dictan Normas
Complementarias para la Clasificación de Contratistas de Obras
del Estado, deberá estar justificada.
17.
MEMORIA DE CONSTRUCCIÓN
1. Generalidades.
2. Cimentaciones.
3. Elementos lineales.
3.1. Muros
5.2. Bordillos
5.3. Escaleras, rampas
5.4. Otros
4. Pavimentos.
4.1. Pavimentos duros.
4.2. Pavimentos terrizos.
4.3. Superficies vegetales.
5. Construcciones.
6. Obras auxiliares de electricidad y alumbrado.
7. Obras auxiliares de saneamiento, riego e hidráulica.
8. Pruebas y ensayos.
8.1. Estudios previos
8.2. Pruebas y ensayos de control de calidad.
9. Otras obras o métodos constructivos
Sistema de licitación.- Solo aplicable a las obras oficiales.
18. Revisión de precios.- Se indicará si las obras, considerando
su duración, estarán o no sometidas a revisión de precios,
incluyéndose, en caso afirmativo, la fórmula de revisión que
servirá para su aplicación. Para las obras oficiales existe una
normativa de aplicación.
19. Plazo de ejecución y garantías.- De acuerdo con el Plan de
Obra, que se incluirá como anejo de la memoria, se indicará
escuetamente el plazo de ejecución de las obras, generalmente
en meses, indicando si habrá pausas intermedias.
Se indicarán también las garantías que debe satisfacer el
contratista.
MEMORIA HIDRÁULICA
20. Niveles de control exigidos.- Control de calidad.- Se
indicarán los niveles de control a utilizar en la obra, que serán en
todo caso, superiores a los que exige la reglamentación vigente.
Igualmente se indicarán los controles de calidad a llevar a cabo.
Si la obra requiere de muchos controles de calidad deberá
redactarse una memoria complementaria de control de calidad
en el que indicar con detalle estas operaciones.
1. Hidráulica del Proyecto.
2. Red de riego.
2.1. Generalidades
2.2. Necesidades de riego
2.3. Duración de la jornada de riego
2.4. Espaciamiento de regadores
2.5. Características de la instalación
2.6. Cálculo de la red
2.7. Cálculo del circuito eléctrico
2.8. Observaciones
21. Seguridad y señalización.- El contratista viene obligado, por
la reglamentación vigente, a adoptar medidas de seguridad y
señalización en las obras. No estará de menos recordárselo en
46
Estructura y contenido del proyecto como documento
3. Red de abastecimiento general.
3.1. Establecimiento de necesidades
3.2. Procedencia y calidad de las aguas
3.3. Cálculo y diseño de la red
3.4. Características de la instalación
3.5. Observaciones
4. Red de saneamiento.
4.1. Necesidades de evacuación
4.2. Cálculo de escorrentías
4.3. Cálculo y diseño de la red
4.4. Características de la instalación
4.5. Observaciones
5. Drenajes.
5.1. Drenajes de superficies o taludes
5.2. Drenaje de edificaciones
5.3. Drenaje de elementos lineales
5.4. Cálculo y disposición
5.5. Características de las instalaciones
5.6. Observaciones
6. Elementos singulares.
6.1. Lagos, estanques
6.2. Rías, canales
6.3. Fuentes ornamentales
6.4. Géiseres, cascadas, etc...
6.5. Observaciones
7. Elementos auxiliares.
7.1 Pozos de captación
7.2. Bombas
7.3. Circuitos de aspiración e impulsión
7.4. Depósitos reguladores
7.5. Equipos de depuración
7.6. Otros
8. Anejos de cálculo y estadillos.
El proyecto de zonas verdes públicas
MEMORIA DE MOBILIARIO URBANO
1. Justificación de la solución.
2. Consideraciones a tener en cuenta.
2.1. Bancos
2.2. Papeleras
2.3. Puntos de luz
2.4. Juegos infantiles
2.5. Bolardos, señalizaciones
2.6. Kioscos, templetes
2.7. Instalaciones deportivas
3. Observaciones
Anejos a la memoria.En este aparado de la memoria se incluirán los datos, tablas, estudios,
etc. de aplicación a los desarrollos y estudios anteriores.
Tradicionalmente se han utilizado los anejos para asumir el contenido
que nosotros hemos asignado a las memorias complementarias, si
bien la memoria era más amplia que la básica.
Serán los necesarios en cada caso. A titulo indicativo señalamos los
siguientes:
1. Plan de Obra: en un diagrama de barras recogerá el desarrollo de
los trabajos en tiempo y coste óptimo, de carácter indicativo.
2. Reseña fotográfica: Reportaje fotográfico del estado actual.
3. Anejo documental: Fotocopia de los documentos mencionados en
los distintos apartados de la memoria que pueden ser necesarios
para la aprobación del proyecto o justificación de las soluciones
adoptadas.
MEMORIA DE ALUMBRADO
4. Anejos de cálculo y de estudios previos (geotécnico, geológico,
climatológico, topográfico, etc.).
1. Nivel medio de iluminación.
1.1. Nivel general
1.2. Zonas especiales
2. Sistemas de alumbrado.
2.1. Sistema general
2.2. Zonas especiales
3. Descripción de los puntos de luz
3.1. Luminarias
3.2. Lámparas
3.3. Equipos de encendido
3.4. Reactancias
3.5. Condensadores
3.6. Columnas
4. Descripción de conductores
5. Montaje
6. Centro de mando
7. Reparto de los puntos de luz
8. Cálculos luminotécnicos
9. Cálculo de los circuitos eléctricos
10. Centros de transformación
11. Anexos. Estadillos.
PLANOS
Su número y características estarán en consonancia con la obra de
que se trate y las explicaciones gráficas que sea preciso aportar para
la absoluta definición de la obra. En cualquier caso es muy
conveniente realizar un esfuerzo en la confección de planos e
introducir la mayor cantidad posible de información gráfica, útil y
aclaratoria, pero sin caer en la vulgaridad, tantas veces comprobada,
de proyectos con muchísimos planos, y muy grandes, que no sirven
para nada. En los planos, como en todas las fases del Proyecto, es
importante no perder nunca la finalidad del proyecto, es decir, tener
siempre muy presente a quienes se dirige el proyecto, incluso hacer
un esfuerzo mental y suponernos manejando esa información en la
obra.
Conviene recordar lo siguiente:
-
El proyectista, en muchos casos, incorpora elementos y
construcciones novedosos, y así se espera de su creatividad,
lo que requiere de una completa definición de los mismos en el
proyecto, en especial en los planos.
-
Los planos de formato grande, más de A1, son difíciles de
manejar en las obras, por lo que debe recurrirse a formatos
menores, si es posible, incluso fraccionando la obra con un
esquema guía en un extremo. El formato A3 es ideal pues
cabe en una carpeta normal, se puede fotocopiar fácilmente,
con lo que podemos disponer de copias nuevas en todo
momento, incluso plastificar, y se ajusta muy bien al manejo
de la obra.
-
Hoy la delineación por ordenador permite incluir mucha
información en muy poco espacio y debe hacerse uso de esta
posibilidad, de forma que los planos sean, por sí solos, los
únicos documentos a manejar en la obra – como habitual
viene siendo. Somos partidarios de incluir explicaciones
gráficas acerca de cómo resolver aspectos parciales de las
MEMORIA DE JARDINERÍA
1. Justificación de la solución.
2. Consideraciones a tener en cuenta.
2.1. Especies arbóreas
2.2. Especies arbustivas
2.3. Trepadoras y tapizantes
2.4. Plantas de flor
2.5. Praderas y céspedes
2.6. Rocalla
3. Observaciones.
47
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
Estructura y contenido del proyecto como documento
obras, detalles constructivos, rótulos con textos explicativos,
tablas de mediciones, etc.
-
-
Es muy conveniente, casi necesario, aportar todos los planos
acotados, para no tener que medir en los planos de obra, en
condiciones nada fiables y en un material, el papel, que sufre
bastantes deformaciones.
El contenido de cada uno de los planos tiene que ser acorde
con su finalidad, por lo que deberá contener toda la
información necesaria para la realización de una tarea o
conjunto de tareas que corresponden a un mismo equipo de
trabajo
Así, por ejemplo, si en la obra se pretenden
subcontratar las instalaciones de riego, fuentes ornamentales,
alumbrado, etc. con distintos subcontratistas, habrá que
disponer de planos para cada de una de estas tareas por
separado. Lo mismo puede decirse al considerar los distintos
oficios.
-
Es necesario disponer de uno o varios planos con todas las
instalaciones al objeto de armonizar los cruces e incidencias.
-
Para facilitar las mediciones parciales con vistas a la emisión
de certificaciones, es conveniente incluir en los planos datos
relativos a la cuantificación de las distintas partes de la obra.
-
Por último es importante disponer de planos de conjunto y de
imagen final, que no debe ocultarse a los trabajadores, aunque
se encuentren en una fase inicial del proceso, bien al
contrario, ya que todos deben saber el resultado que se busca
y lo importante que es su participación.
Hechas estas breves consideraciones, los planos del Proyecto deben
identificarse atendiendo a una determinada organización que, además
de lo anterior, sea acorde con el desarrollo previsto para la obra. La
numeración correlativa tradicional no la encontramos adecuada y
somos partidarios de una estructura en bloques de planos de
contenido similar, ordenados por una letra o un número, seguidos de
un número de orden. La clasificación en estos bloques o apartados,
dependiendo del tipo de proyecto y obra de que se trate, puede ser la
siguiente:
A.
Situación y emplazamiento: Situación y emplazamiento de las
obras, accesos.
B.
Estado natural y antecedentes: Planos de topografía, vegetación,
geología, planeamiento urbanístico, etc. y todo tipo de
antecedentes que definan la situación.
C.
Planos de conjunto: Plantas, alzados, perspectivas, etc. de la
imagen final que se pretende, al objeto de tener desde el primer
momento una idea clara del objetivo global a conseguir. También
se llaman planos de imagen.
D.
Trazado de los viales: Plantas y perfiles longitudinales de los
viales principales, Planos de planta y secciones constructivas de
los elementos de la urbanización (bordillos y elementos afines,
firmes, rampas y escaleras, pavimentos, etc...
E.
Movimientos de tierras: Planos definitorios de las cotas de
explanación, o cotas de suelo terminado, y de los movimientos
de tierras, adoptando en cada caso la representación más
adecuada (perfiles transversales, cuadrícula ponderada, malla
reticulada, etc.). Así como identificación de los depósitos para el
acopio de tierras vegetales, distancias de transporte, medios a
emplear, etc., indicando los volúmenes a mover en cada parte de
la obra.
F.
G.
Obras de fábrica: Planos de planta, alzado y secciones
constructivas de las diversas obras de fábrica, tales como muros,
defensas, puentes y pasarelas, etc.
H.
Estructuras: Se incluirán los planos de las estructuras de la obra,
excepto las que puedan formar parte de otros planos, como las
de los edificios que se incluirán en el apartado correspondiente.
I.
Edificios y construcciones: Planos de planta, alzados,
estructuras, secciones constructivas y cuantos sean precisos y
obligados para edificios y construcciones afines (casetas,
pabellones, quioscos, etc.).
J.
Elementos singulares: Se incluirán en este grupo los planos
definitorios de elementos singulares, tales como pérgolas,
fuentes ornamentales, monolitos, cenadores, umbráculos, etc. y
cualquier elemento a construir por cualquier procedimiento.
K.
Instalaciones hidráulicas: Redes de agua potable y para riego
dimensionadas, con su correspondiente red eléctrica para riego
programado, si existe. Circuitos hidráulicos de fuentes
ornamentales, estanques, rías, cascadas, etc. Pozos de
captación, equipos de bombeo, almacenamiento y depuración.
L.
Instalaciones eléctricas: Redes eléctricas dimensionadas,
esquemas unifilares, cuadros de mando y esquemas, distintos
aparatos receptores, protecciones, detalles constructivos, etc...
M.
Instalación de alumbrado público: Red de distribución de
alumbrado, circuitos eléctricos dimensionados, esquemas
unifilares, centros de mando, luminarias y aparatos de
iluminación, curvas isométricas, protecciones, detalles
constructivos, etc...
N.
Siembras y plantaciones: Planos en planta de plantaciones y
siembras con grafismo identificativo de las distintas especies y su
cuantificación, planos de detalle de rocallas, masas de flor,
parterres., etc., así como detalles de plantaciones y protecciones.
O.
Mobiliario urbano: Planta general de distribución de los
elementos del mobiliario urbano, plantas, alzados y secciones de
los distintos elementos, en especial si son de diseño exclusivo
para la obra, detalles constructivos para su colocación y anclaje.
P.
Juegos infantiles: Plano de situación de las áreas de juegos o de
los elementos individuales, planos de distribución en las
respectivas áreas y definitorios de los juegos, detalles
constructivos para su colocación y anclaje, señalización y
medidas de seguridad.
Q.
Señalización: Planta general de señalización, detalle de los
distintos elementos, detalles constructivos para su colocación.
R.
Seguridad y salud: Planos relativos a las medidas de seguridad e
higiene a adoptar en la obra: edificios, casetas, vestuarios, aseos,
protecciones colectivas y personales, instalación eléctrica,
señalización, etc...
En el Anejo que se encuentra al final se incluye, a escala reducida, la
colección de planos de un proyecto de parque que puede servir de
guía para casos semejantes, a pesar de que en los mismos, por
exigencias de la Administración que encargó el proyecto, no se ha
seguido la ordenación mencionada anteriormente.
PLIEGO
DE
PARTICULARES
Red de recogida de pluviales, y de saneamiento en su caso: Red
de recogida de aguas pluviales y de evacuación de edificios y
otras construcciones, planta, perfiles longitudinales de los
principales ramales
y esquema dimensionado de la red,
definición y detalles constructivos de los distintos elementos de la
red, tales como arquetas, rigolas, canaletas, pozos de
saneamiento, etc..
PRESCRIPCIONES
TÉCNICAS
En este documento se realizará la descripción de las obras y se
regulará su ejecución.
El Pliego se referirá exclusivamente a la obra contenida en el
Proyecto, no siendo aceptable que mencione obras de otra
naturaleza, como viene siendo habitual.
El Pliego incluirá la relación de la normativa de aplicación a las obras,
ya sea por imperativo legal o como exigencia del autor del Proyecto
48
Estructura y contenido del proyecto como documento
(Leyes, Reglamentos, Normas Técnicas de Construcción, Pliegos
aprobados por Administraciones Públicas, etc.).
2.
Un esquema más o menos clásico de Pliego sería el siguiente:
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Disposiciones generales:
Definición, ámbito de aplicación, documentos que definen las
obras, compatibilidad y prelación entre los distintos
documentos, representantes de la Propiedad y del Contratista,
documentación complementaria, confrontación de planos y
medidas, programa de trabajo.
Disposiciones a tener en cuenta:
Disposiciones de carácter general, disposiciones de carácter
específico.
Materiales, dispositivos e instalaciones. Características:
Prescripciones generales, exámenes, ensayos y pruebas de
los materiales para su aceptación.
Ejecución y control de las obras:
Condiciones generales, replanteo, controle calidad de las
obras, obras accesorias, conservación durante la ejecución.
Medición y abono de las obras:
Normas generales, certificación y abono de las obras, otras
unidades de obra, abono de obras incompletas, obras
defectuosas y mal ejecutadas, abono de materiales en
depósito, gastos de pruebas y ensayos, gastos diversos del
Contratista.
Medición y abono de las obras:
Unidades de obra (en este apartado, que es bastante
laborioso, se puede hacer uso de la descripción de las
unidades de obra que figura en los precios descompuestos del
presupuesto, fácil de obtener si se trabaja con programas
informáticos).
Prescripciones finales:
Personal técnico de la contrata, plazo para comenzar la obra,
subcontratas y destajos, variación en el número de unidades
de obra ejecutadas, documentos que puede reclamar el
Contratista, medidas de seguridad, carteles informativos de las
obras, revisión de precios, rescisión del contrato, ensayos y
reconocimientos, plazo de ejecución de las obras, pruebas que
deben efectuarse antes de la recepción, recepción de la obra,
plazo de garantía, criterios de adjudicación de las obras.
La descomposición de los precios anteriores puede hacerse
incluyendo la relación completa de los precios simples
constituyentes con su precio unitario y la cantidad o
rendimiento con que intervienen en la descomposición, o bien
agrupando sus cuantías en varios grupos, siendo los más
corrientes: mano de obra, maquinaria y medios auxiliares, y
materiales.
En muchos proyectos aun se sigue el método tradicional de
considerar los precios de las partidas en dos cuadros
denominados “Cuadro de Precios número 1” que relaciona los
mismos precios de las partidas con el texto y precio en letra y
“Cuadro de Precios número 2” en el que se relacionan los
precios de las partidas con su descomposición y textos
explicativos. La Ley 13/1995 de Contratos de las
Administraciones Públicas no exige esta separación ni
considera estas denominaciones, por lo que, considerándolas
redundantes, las omitimos.
3.
Estado de mediciones y presupuestos parciales:
El presupuesto se estructura en capítulos que contienen las
distintas partidas económicas de la obra y se establece, para
cada una de ellas, la medición desglosada y los importes
parciales correspondientes, de forma que, al final, se obtiene
el coste de ejecución material de cada capítulo y, como suma
de éstos, el total de la obra.
La distribución en capítulos se rige por los principios de orden,
unidad de trabajo y claridad en la exposición de las
mediciones y sus importes, por lo que cada capítulo recogerá
las mediciones y costes de cada parte de la obra que pueda
ser objeto de un tratamiento individualizado. Una distribución
tipo para las obras de parques y jardines podría ser la
siguiente:
La relación de aspectos a considerar a pesar de no ser exhaustiva,
requiere de conocimientos técnicos y de la legislación y normativa
técnica vigentes, que en el reducido espacio de que disponemos no
podemos entrar a considerar. A pesar de ello, queremos indicar
importancia y trascendencia que tiene el contenido de los Pliegos, por
extensión de todo el Proyecto, y la necesidad de documentarse
adecuadamente antes de acometer su redacción.
Movimiento de tierras
Saneamiento
Firmes, bordes y pavimentos.
Obras de fábrica
Estructuras
Edificios y construcciones
Elementos singulares
Instalaciones hidráulicas
Instalaciones eléctricas
Alumbrado público
Siembras y plantaciones
Mobiliario urbano
Juegos infantiles
Señalización
Seguridad y Salud
PRESUPUESTO.
El documento Presupuesto deberá incluir los precios unitarios y
descompuestos, estado de mediciones y los detalles precisos para su
valoración. En la legislación oficial no existe una estructura fija, solo
referencia a su contenido, y la que nosotros consideramos adecuada y
suficiente, un poco apartada de la estructura clásica, es la siguiente:
1.
Precios descompuestos:
2.1. Precios auxiliares:
Los precios auxiliares son los que, estando
formados por varios simples (mano de obra,
maquinaria y materiales), forman, a su vez, parte de
otros precios descompuestos. Estos precios no
están directamente afectados por la medición.
Se incluirá la relación completa de estos precios con
su descomposición, texto completo de su
descripción y precio en letra.
2.2. Precios de las partidas:
Precios descompuestos de las partidas afectadas
por la medición. Como en el caso anterior, se
incluirá la relación completa de todos ellos con su
descomposición, texto completo de su descripción y
precio en letra.
En consecuencia, la descripción de las unidades de obra que se
realice no entrará en explicaciones y detalles contenidos en la
normativa anterior, excepto los que se consideren vitales y
significativos para la obra, rehuyendo extenderse en aspectos de
sobra conocidos y sancionados por la buena práctica constructiva.
Como en otros casos ya mencionados, no hemos de perder nunca de
vista el objeto del Proyecto y la capacidad técnica de los profesionales
a quienes se dirige, no obstante los aspectos importantes hay que
señalarlos, no conviene descuidarse.
1.
El proyecto de zonas verdes públicas
Precios unitarios de los materiales:
Se relacionarán todos los materiales simples con su precio,
cantidad con que participan en la obra y porcentaje que su
importe supone en el total. Esta información es de mucha
utilidad para el contratista que tiene la lista de todos los
activos que intervienen en la obra.
En consonancia con las organización de los planos, como
puede apreciarse.
49
Estructura y contenido del proyecto como documento
El Proyecto de Zonas Verdes Públicas
4.
Presupuesto General:
CONCLUSIONES.
De la suma de los capítulos anteriores se obtiene el
denominado Presupuesto de Ejecución Material que, como su
nombre indica, se refiere al coste puro de los elementos de la
obra, sin ningún otro tipo de gasto.
Antes de terminar esta rápida exposición queremos recordar algunas
cuestiones:
Añadiendo a esta cifra los gastos de estructura de la
empresa, agrupados en los dos conceptos conocidos como
Gastos Generales y Beneficio Industrial, se obtiene el
Presupuesto de Contrata, antes de impuestos.
-
El proyecto es el mayor responsable de la obra y el único que
puede y debe adelantarse para proteger, prevenir y establecer
lo necesario de forma que se asegure la realización, sin
problemas.
-
Su redacción debe estar animada de un sentido práctico y
riguroso, analizando con detalle todas las soluciones y siendo
generoso en su exposición; no hay tarea que dignifique más al
autor de un proyecto que la generosidad en la exposición y
detalles.
-
Al tiempo hay que ser muy sensato en las estimaciones y
resultados, teniendo cuidado de no idealizar en exceso los
resultados hasta el extremo de llegar a dibujar un panorama
idílico, que no se alcanzará, lo que supondrá, aparte otros
muchos inconvenientes, el descrédito del autor.
-
Mucho más riguroso y sensato habrá que ser con las
estimaciones de costes de forma que no supongan para el
contratista obstáculos y perjuicios. En este sentido el
proyectista debe ser consciente del verdadero valor de las
cosas, de los tiempos muertos en la obra, de las inclemencias
del tiempo, de la posible demora en los suministros, etc. y
admitir que la obra será realizada por un contratista que debe
obtener de la misma un beneficio, si no queremos que
escatime en la ejecución.
-
Es muy importante reconocer que, por encima de todo lo que
pueda parecer, los malos proyectos y los fracasos del
proyectista, en todos los órdenes, los acaba pagando la obra.
-
También queremos resaltar la enorme importancia que tiene el
dejar bien recogida y justificada en el proyecto la idea de la
obra que se persigue, por encima de toda la explicación
técnica y rigurosa de la misma, con ser esta muy importante.
El proyectista debe, a través del proyecto, comunicar al
ejecutor de la obra su ilusión por hacer algo realmente útil y
destacable. Deberá facilitarle todas las explicaciones y
motivos, y justificar bien la necesidad de hacer las cosas como
se proyectan, destacar su importancia para los fines que se
persiguen, invertirlo de plena responsabilidad y mérito en la
ejecución y convertirlo en el mejor aliado de la obra. Este
sentimiento de participación e ilusión en el fin que se persigue
debería animar a todos los trabajadores de la obra.
Añadiendo a esta cantidad el importe del I.V.A. se obtiene el
Presupuesto de Contrata o Presupuesto General de la Obra.
Los porcentajes de aplicación en los distintos apartados que
hemos considerado son, según la reglamentación vigente, los
siguientes:
Gastos Generales de la Empresa: 13 %
Beneficio Industrial: 6 %
I.V.A.: 16 %
Partiendo de una cantidad hipotética de 100.000 €. como
importe del Presupuesto de Ejecución Material, la cuenta sería
la siguiente:
Presupuesto de Ejecución Material
100.000
Gastos Generales: 13 %
13.000
Beneficio Industrial: 6%
6.000
----------Suma
Importe de I.V.A.: 16 %
119.000
19.040
-----------
Presupuesto General
138.040
50
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