El Modelo Asistencial y Educativo Hospitalario: Modelo Asistencial PLAN DE FORMACIÓN EN MARCO DE IDENTIDAD PARA DIRECTIVOS PROVINCIALES Y MIEMBROS DE CONSEJOS DE DIRECCIÓN Hospitalarias de España 2013-2015 El Modelo Asistencial y Educativo Hospitalario: Modelo Asistencial Dr. Pedro Roy Millán. Director Médico Hospital Mare de Déu de la Mercè. Hermanas Hospitalarias. Barcelona [email protected] Introducción a la exposición Los principios conceptuales del Modelo Asistencial y Educativo Hospitalario engloban lo asistencial y lo educativo, sin embargo, en buena parte, los hechos históricos y culturales que acompañan en el devenir del desarrollo de los diferentes modelos que finalmente desembocan en el modelo actual, son diferentes. En base a ello en esta exposición se tratarán por separado, hecho que a su vez permitirá bajar a un nivel más concreto en algunas cuestiones que son exclusivas de una u otra actividad: asistencial o educativa. ¿Qué es un modelo? Sin pretender ser prolijo en la introducción al tema, conviene comenzar enmarcando el objetivo de este escrito aludiendo al concepto mismo del núcleo de lo que se va a desarrollar: ¿Qué entendemos por modelo? Habitualmente, en el campo de la asistencia de la salud se define como el conjunto de ideas, contrastadas o teóricas que se organizan para conseguir un fin frente a un objetivo y que se toma como referencia para tratar de producir algo igual en la realidad. Para nuestra Institución modelo es aquello que define e integra aquellos elementos dinámicos y estructurales más relevantes, en orden a configurar un modelo que dé respuesta a los retos actuales desde la inspiración del carisma fundacional y conforme a los valores hospitalarios. Como premisas irrenunciables del Modelo Hospitalario figura la atención a la persona en su integridad, su reinserción en la sociedad y la defensa de su propia dignidad1 (ilustración1) Sin duda el concepto del Modelo Hospitalario reseña con claridad dos cosas fundamentales: que el modelo está ligado a un momento histórico (“…retos actuales…”) y que el modelo en cada una de sus proclamas ha de estar impregnado del carisma y valores hospitalarios. Ilustración 1 1 Identidad y Misión. Marco de Identidad de la Institución Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Roma 2010 1 El Modelo Hospitalario establece el marco ideario referente para el desarrollo del modelo asistencial, el modelo de gestión, el modelo de relación con los colaboradores y el modelo de diálogo con la sociedad (ilustración 2). 2 Ilustración 2 El contexto del modelo Cabe reseñar la necesidad de ligar el modelo asistencial al momento histórico, político, social y en suma a la mentalidad colectiva del momento en el que se elabora. Este ejercicio nos permite relativizar aquello sobre lo que trabajamos y sobre la forma en que queremos conseguir nuestros objetivos. La historia nos enseña cómo en otros momentos históricos, o incluso culturales, las necesidades son otras y por lo tanto los modelos asistenciales que solventan las necesidades son diferentes. Hemos de considerar el modelo como constructos humanos contextuales e históricos y como posibilidades entre muchas otras, lo que permitirá el diálogo, el acercamiento, el consenso y el éxito. Una visión inmovilista o la creencia de que el modelo y las formas actuales de resolver los problemas son los mejores, puede llevar a errores de peso, a modelos inaplicables, cerrados a la evolución y a la flexibilidad en dependencia de las circunstancias internas y externas de una Institución. Como ejemplo, durante buena parte del siglo XX, el hospital y su cuerpo médico ocuparon una posición central en la organización de los sistemas de salud, prácticamente de todos los países de occidente; de forma que hablar de modelo de salud se limitaba casi siempre a hablar de la manera en cómo se podía organizar a servicios médicos y hospitales. Esto ha cambiado radicalmente en el momento sociopolítico actual en el que cobra una mayor relevancia la atención al enfermo crónico, y la contención del gasto hace poner sobre la mesa el desarrollo de modelos de asistencia menos hospitalocéntricos más basados en equipos multidisciplinares, más comunitarios. La mentalidad y la atención al enfermo mental En las primeras décadas del siglo XX el médico polaco Ludwik Fleck2 puso sobre la mesa, la idea de “pensamiento colectivo” o estilos de pensamiento colectivo, lo que entendemos comúnmente como mentalidad, entendiendo este término como el conjunto de conceptos, principios y teorías en que se basan los colectivos para percibir de una determinada manera los problemas de su entorno, lo que al mismo tiempo repercute en la búsqueda y la forma de las soluciones. En determinados momentos históricos la sociedad procura explicar la fundamentación, justificación y racionalidad de la aplicación de las diferentes teorías o procedimientos médicos según un ideario colectivo: la enfermedad como castigo del placer, la enfermedad como influjo de las estrellas, la enfermedad como alteración en el equilibrio de los humores y por último, la idea del agente causal que conduce a la etapa etiológica moderna y hasta la noción holística colectiva de la enfermedad. En la primera mitad del siglo XX, la tecnocracia y la tecnología convence de que las necesidades del hombre son de naturaleza técnica, que se pueden conocer mediante su análisis y que los expertos técnicos son los únicos que pueden resolverlas. La mentalidad del ciudadano se impregna y aspira a ser cada vez más técnico, lo muy técnico roza la perfección, se promulga la adaptación del hombre al marco técnico y no al revés. Como consecuencia de esta tendencia tecnocrática se inicia un proceso de medicalización que llega hasta nuestros días, aparece la dependencia respecto a la atención médica, la medicalización de todas las vertientes humanas y sociales; se medicalizan las medidas preventivas. El enfoque tradicional del médico que cuida la integralidad del paciente y la familia, se va fragmentado progresivamente hasta el punto de focalizar la atención en le enfermedad más que en el paciente. Con el incremento de conocimientos sobre cada enfermedad, aparece una tendencia a la especialización, sin conservar la integralidad del ser. Esta tendencia se transmite ineludiblemente a las Universidades y a las forma de transmitir el conocimiento, de manera que el psiquiatra se encargará de la mente, el endocrinólogo del sistema endocrino, el traumatólogo del sistema musculoesquelético y así sucesivamente. La enfermedad mental que inherentemente precisa de una atención integral, sufre en la actualidad el resultado de ese modo de percibir las cosas y la forma en la que se enseña dista todavía de percibir al enfermo mental en su integralidad y de capacitar a los profesionales para ejercer en base a tal idea. En la ilustración 3 se exponen a grandes rasgos las diferencias existentes entre ambos modelos de percibir la realidad sobre la atención en la salud de las personas. 2 Ludwik Fleck. La génesis y el desarrollo de un hecho científico. Introducción a la teoría del estilo de pensamiento y del colectivo de pensamiento. Prólogo de Lothar Scháfer y Thomas Schnelle. Versión española de Luis Meana Revisión de Ángel González de Pablo. Madrid. Alianza Editorial. 1986. Pag.88 3 4 Ilustración 3 A principios de los años 50, a partir de la II Guerra Mundial, aparecen cambios en la mentalidad de occidente, aparecen ideas encontradas con la tecnificación a toda costa y la deshumanización del contacto entre sociedad y poder establecido. Theodore Roszat recogió en su libro “El nacimiento de una contracultura” en 1969, un claro ejemplo de surgimiento de otra mentalidad en un amplio conjunto poblacional, popularizó la palabra “contracultura”; si bien en su faceta más voluble e informal, da lugar a movimientos hippies y psicodélicos, en el fondo aparece una mentalidad que quiere recuperar la importancia del trato humano y de que no todo es técnica, sino probablemente la cohesión de ambas en una visión holística de la persona. En 1978 Ivan Illich, en su “Némesis Médica” trata los temas de desposesión de poder sobre su propia salud que ha sufrido el individuo en pro de un profesionalismo, expone la importancia que juega la política para construir un marco de vivencia saludable y trata el tema de la medicalización como un fenómeno característico de la hiperindustrialización de las sociedades denominadas avanzadas. En ese momento histórico destaca la tendencia de la Administración de Salud a expropiar el poder del individuo para sanarse a sí mismo, es lo que denomina “cuidado lego de la salud” , posiblemente de ahí surge la mentalidad imperante hoy en día en el pensamiento colectivo de que la responsabilidad sobre la salud de uno mismo no es propia sino del sistema, de manera que las administraciones de salud entran en una legislación proteccionista, en la que se penalizan a las máquinas expendedoras de refrescos, a los productores de golosinas, hamburguesas, y otros alimentos, y no a quien, a pesar de recibir información suficiente, prefiere hacer caso omiso y sacar fuera de si el locus de control de su salud. Por contra, y para compensar esta corriente, en los últimos años aparece el concepto de enfermo responsable y el concepto de enfermo experto, en clara alusión a la necesidad de implicar al propio ciudadano en la prevención y el tratamiento. Paralelamente desde los años 50 la mentalidad del neopositivismo, uno de cuyos principales mentores fue Víctor Kraft, constituyente del Círculo de Viena, propugna la mirada científica de disciplinas como la psicología y la sociología, defendiendo la unidad de los conocimientos entorno a un planteamiento, con soluciones desde los diferentes campos y disciplinas. Surge aquí el caldo de cultivo para propugnar el trabajo interdisciplinario y en equipo por parte de diversos profesionales, piedra angular de la totalidad de modelos asistenciales en salud. Mención especial merece el desarrollo de la conciencia universal en derechos humanos y su efecto sobre la atención a las personas afectadas por trastornos mentales resulta decisivo. En los “Principios para la protección de los enfermos mentales y la mejora de la atención de la salud mental” del Alto Comisionado de ONU para los Derechos Humanos (Asamblea General de ONU, 17 de diciembre de 1991) se dice: “Todas las personas que padezcan una enfermedad mental, o que estén siendo atendidas por esa causa, tienen derecho a la mejor atención disponible en materia de salud mental, que será parte del sistema de asistencia sanitario y social”. La importancia del sentido de las palabras. Un modelo sobre la salud mental Se ha intentado aclarar, con menor o mayor acierto la importancia de establecer un modelo asistencial y de entender que éste no es fijista sino ligado a un entorno concreto y a un ideario colectivo, pero sobre todo al de la Institución que lo genera. El modelo de asistencia en salud mental como ahora lo entendemos de forma casi refleja y que incluye conceptos como equitativo, participativo, multidisciplinar, eficaz, eficiente, comunitario, continuidad asistencial, centrado en el paciente, entre otras; no siempre fue así, si bien en todos los tiempos ha habido adelantados a su época, el ejemplo de Benito Menni lo conocemos bien, y la concreción de los cambios en la mentalidad colectiva sobre salud mental no pasan, al menos al desiderátum, hasta que dentro del concepto de salud, la OMS incluye la salud mental como un componente fundamental de la salud que permite la realización de las capacidades cognitivas, afectivas y relacionales del individuo. Tampoco se debe entender que tal desiderátum y proclama de cómo se deben de hacer las cosas, si bien es un reflejo social, no se ve acompañado de forma inmediata de un reflejo en la conducta del colectivo, ni de las propias administraciones implicadas, produciéndose dos velocidades en el desarrollo de tales ideales; valga como ejemplo el convencimiento de la idea sobre la desestigmatización de la enfermedad mental, claro desiderátum de la totalidad de los modelos de atención en salud mental y del pensamiento colectivo, pero que choca directamente con el atávico miedo a lo diferente contra el que profesionales y no profesionales del campo de la salud deben imponer el sentido común y contra el que las asociaciones de enfermos y familiares e instituciones han de luchar mediante la formación, la información y el ejemplo. La transformación de la atención psiquiátrica que se ha producido en España desde la década de los años ochenta, teniendo como base el “Informe de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica” y posteriormente la Ley General de Sanidad (1986), ha tenido resultados desiguales en su aplicación concreta en las diferentes comunidades autónomas. Si bien ha propiciado que a lo largo de los últimos 25 años se haya implantado en las CCAA una red de 5 servicios de salud mental, orientada de acuerdo con la perspectiva comunitaria, en consonancia con el modelo para la atención psiquiátrica y a la salud mental preconizado por la Organización Mundial de la Salud y recogido en los referentes legislativos y recomendaciones europeas, nacionales y autonómicas. Este hecho supondrá la aparición en cascada de una generación de modelos asistenciales en salud mental con denominadores comunes que atienden a concepciones modernas holísticas de la persona, humanistas a la vez que técnicas, de justicia, de equidad, entre otros valores. Su justificación viene precedida por la necesidad de alineamiento estratégico con el sistema sanitario público de los países estados miembros, y su adaptación a la Estrategia del Sistema Nacional de Salud, teniendo en cuenta los contenidos reflejados en la Declaración Europea para la salud mental, Declaración de Helsinki, el Plan de Acción Europeo, las Estrategias de la Unión Europea en materia de salud mental, y el Real Decreto de Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud. En enero de 2005, se celebró en Helsinki una Conferencia Interministerial convocada por la OMS, la Comunidad Europea y el Ministerio de Salud de Finlandia en torno a la necesidad de dar un impulso al interés por la salud mental en Europa y lograr que llegase a ocupar un lugar prioritario en las agendas ministeriales. La Conferencia concluyó con una Declaración, suscrita y firmada por todos los ministros asistentes y un Plan de Acciones. Esta declaración fue tomada como una base sólida para el desarrollo de la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud. De entre los fundamentos de este consenso destaca la concepción biopsicosocial y comunitaria de la atención, tal como señala la Ley General de Sanidad en su artículo 203. Esta Declaración considera la salud mental como una prioridad sanitaria, económica y social y, en consecuencia, insta a los sistemas sanitarios europeos a formular estrategias en salud mental que integren la promoción y prevención de los factores determinantes y de riesgo asociados a los trastornos mentales, las intervenciones terapéuticas, la rehabilitación, los cuidados y el apoyo social, potenciando la atención comunitaria y las redes integrales de cuidados y trabajando eficazmente para reducir el estigma asociado a la enfermedad, el enfermo y su entorno familiar. Del documento de consenso, cabe destacar el compromiso para con cuatro áreas de importancia: l. La promoción del bienestar mental. ll. La eliminación de los estigmas, la discriminación y la exclusión social. lll. La prevención de los problemas de salud mental. IV. La atención a las personas con problemas de salud mental, proporcionando servicios e intervenciones integrales y efectivas y ofreciendo a los usuarios de los servicios y a los cuidadores posibilidades de elección y de implicación. 3 LEY GENERAL DE SANIDAD Nº 14/1986, DE 25 DE ABRIL http://www.observatoriobioetica.com/legislacion/ley_general_sanidad.pdf 6 7 Ilustración 4 El Libro Verde de la Salud Mental (24 de octubre de 2005, Luxemburgo) resultado de la reunión entre ministros de sanidad de la Unión Europea, parlamentarios europeos y representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organizaciones no gubernamentales, profesionales y académicos, representa la primera iniciativa de la Comisión Europea en apoyo de los acuerdos alcanzados en Helsinki, con el propósito de desarrollar una estrategia en salud mental para la Unión Europea. La salud mental se convierte en una de las prioridades de las políticas de salud pública y se reitera el papel esencial de la salud mental para el desarrollo de las personas y de la sociedad en general, entendiendo que "sin salud mental no hay salud". Del mismo modo, recuerda que en la salud mental de la población influyen múltiples factores: biológicos, psicológicos, familiares, sociales, económicos y medioambientales, propugnando el abordaje integral e interdisciplinar de la salud mental como esencial. En Octubre de 2007 el consenso europeo detallado en el Libro Blanco “Juntos por la salud: un planteamiento estratégico para la UE (2008-2013)”4 tiene como objetivo lograr mejoras concretas en la salud en Europa. De entre los cuatro principios fundamentales podemos destacar el primero: “Una estrategia basada en valores sanitarios compartidos”. Se plantea de forma clara que la política sanitaria, tanto interior como exterior, debe basarse en valores. La Comisión adoptó una declaración sobre los valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de la UE, que enuncia como valores esenciales la universalidad, el acceso a una atención sanitaria de calidad, la equidad y la solidaridad5. En la tabla 1 pueden apreciarse algunos eventos de calado mundial, previos a la Declaración de Helsinki, eventos que han ayudado a concebir la enfermedad mental conforme a una nueva 4 5 http://ec.europa.eu/health/ph_overview/Documents/strategy_wp_es.pdf Conclusiones del Consejo sobre los valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de la Unión Europea (2006/C 146/01). mentalidad y que han ayudado a su vez a generar un modelo de atención común en el ámbito europeo/occidental. 8 Tabla 1 Evolución en la forma de entender la asistencia a la enfermedad mental Llegados a este punto queda claro que la historia de cómo ha sido conceptualizada la enfermedad mental, y por lo tanto su manejo, ha influido decisivamente en qué se quiere hacer para con los enfermos mentales, y el cómo se lleva a cabo exige cambios organizativos de gran calado y estrategias de gestión de la salud mental cada vez más rigurosas. La conceptualización de la “locura” pasa progresivamente y a diferentes velocidades según el contexto geográfico, de ser juzgada como un estado irreversible y peligroso para la persona afectada y para la comunidad y que requería, por tanto, de custodia y protección, a ser considerada una enfermedad, y como tal, su abordaje pasó a ser un abordaje médico. Esta conceptualización dio lugar a un modelo médico que desencadenó una estrategia de gestión basada en la transformación de los asilos en hospitales psiquiátricos. Posteriormente y desde esta nueva perspectiva, las necesidades de las personas internadas se ampliaron con un diagnóstico social y con una visión cada vez más alineada con un posible retorno a la comunidad de buena parte de los enfermos ingresados, este era el resultado de la aplicación práctica de nuevos conceptos más allá de la custodia y la rehabilitación, la reinserción en la comunidad y la recuperación. La identificación, valoración y satisfacción de estas nuevas necesidades, pasaron a constituir fundamentos inexcusables de cualquier modelo, lo que volvió a exigir nuevos cambios en las estrategias organizativas de las administraciones de salud, conllevando así una diversificación de las estructuras, de recursos y de formas de relación entre dispositivos intra e interorganizaciones. En la segunda mitad del siglo XX, la progresiva evolución del pensamiento colectivo sobre la enfermedad mental, con el telón de fondo de las corrientes contraculturales, junto con los avances farmacológicos y del campo de la psicología, y su concreción en la conceptualización de todo lo relacionado con su atención, da paso a la generación de un modelo comunitario a la atención mental, pasando a considerar que el marco idóneo para el tratamiento de los trastornos mentales no es una institución cerrada sino la comunidad. Ello implica una nueva forma de entender la organización de la asistencia, que implica no sólo a enfermos, familias y planificadores, sino a toda la sociedad. En la siguiente tabla, puede observarse las características más plausibles de cada uno de los modelos que han evolucionado a lo largo de la historia última. Modelo asilar/custodial Modelo clínicobiológico Modelo Rehabilitador/Comunitario Parte de la premisa de que el paciente La enfermedad mental tiene una base Enfatiza es potencialmente peligroso para sí o biológica compleja reintegración del paciente a la sociedad, para la sociedad la rehabilitación recuperando sus roles y sociales la y continuando su desarrollo biográfico. Además enfatiza la promoción de la salud mental y la prevención de la enfermedad mental Enfatiza el control del paciente.. Como Su tratamiento debe estar en manos de La atención comunitaria persigue consecuencia aparece el aislamiento médicos especialistas. habilitación de físico de la sociedad En el Siglo XIX surgen los “médicos trastornos mentales y conductuales.• las personas la con alienistas” que adoptan una opción biomédica respecto a la enfermedad mental (se descubre que la sífilis terciaria explica una serie de alteraciones psiquiátricas y se conoce la etiología bacteriana de la enfermedad. Estructuras típicas de este modelo: Los recursos humanos y económicos La Manicomio, asilo, como institución de permanecen dentro de los muros del desarrollar una amplia gama de servicios atención comunitaria implica por vida Hospital General. de ámbito local. Más personal custodial y menos clínico A pesar de la mayor cercanía implica Algunas de las funciones protectoras del atención alejada físicamente de los manicomio son íntegramente asumidas contextos de vida por la comunidad No se utilizan los recursos de Atención Como enfoque, la atención comunitaria Primaria ni se desarrollan acciones significa (OMS, 2001): intersectoriales. • servicios situados cerca del domicilio, Se prolongan los días de estada por • estancias largas en la comunidad; 9 factores psicosociales o por falta de red de apoyo profesional territorial. • intervenciones relacionadas con las discapacidades además de con los La saturación inevitable síntomas • tratamiento y asistencia específicos para el diagnóstico y las necesidades de cada individuo • una amplia gama de servicios que respondan a las necesidades de las personas con trastornos mentales y conductuales • servicios coordinados entre los profesionales de salud mental y los 10 servicios comunitarios • Cooperación con los cuidadores y respuesta a sus necesidades Tratamientos muy agresivos y Surgen prácticas cuestionables a la luz El “modelo de atención comunitaria está reprobables desde la y de moral conocimientos de nuestra época los basado en la evidencia que tiene la más derechos humanos, tales como el coma la valorización alta eficiencia clínica y social para abordar hipoglicémico (inducido con el fin de los problemas de salud mental (OMS, reducir 2001) la actual productividad de psicótica), terapia malárica ( infectando al paciente con Malaria para reducir su psicoticismo a través de las crisis febriles), y el electroshock. Sólo aplicada ocupa la electroconvulsivoterapia, en un indicaciones lugar en la precisas, terapia psiquiátrica actual. las hospitalizaciones se prolongan para poder tener en observación prolongada a los pacientes de más interés Se centra en la docencia y en la investigación Medicalización de la sociedad: Las sucesivas generaciones son cada día más dependientes Malestares y síntomas aislados o problemas emocionales adaptativos son tratados como enfermedades. Muchos riesgos menores de salud se transforman indebidamente en enfermedades que de atemorizan manera desproporcionada al paciente y le vinculan de por vida al sistema sanitario y a uno o varios fármacos. Diversos problemas sociales recaen inapropiadamente sobre el sistema sanitario Transforma problemas estéticos en enfermedades. Como consecuencia: notable incremento de los gastos promueve una concepción reactiva e inadecuada del binomio salud- enfermedad. Menor resilencia produce un incremento notable de la iatrogenia, efectos secundarios y complicaciones derivadas del excesivo intervencionismo médico. Tabla 2 Fundamentos, valores y derechos del paciente El concepto de valor tiene un significado moral, entendido como comportamiento adecuado a un sistema de creencias y de ética. Cuando tratamos de salud mental la declaración explícita de valores y principios es el principio de todo; señala nuestras prioridades. A continuación, la forma en que queremos lograr que dichos principios se conviertan en realidad constituye el carisma, es el intersticio que constituye junto con los principios y valores el tejido noble de lo que llamamos modelo asistencial. Finalmente el contexto socioeconómico, científico y legal marcará la estrategia de gestión que dará energía motriz al modelo. El gasto sanitario ha crecido de forma exponencial en las últimas décadas hasta el punto de perder, con frecuencia, la perspectiva y la centralidad del paciente en el modelo y pudiendo convertir la atención al enfermo mental en mera gestión empresarial, dejando a un lado la forma en que se dispensa. Como hemos visto anteriormente los modelos de atención en salud mental proclaman un conjunto de principios o fundamentos relacionados con la concepción del enfermo y sus necesidades en un momento dado, el algunos modelos entiende como valor en sí mismo algunos elementos esenciales del modelo (p.ej, la atención integral), mientras que para el Modelo Asistencial Hospitalario, el carisma con el que se desarrolle dicha atención integral, será el verdadero valor. Para acabar de enredar el asunto, con la intención de animar a ser críticos, es frecuente pensar que enunciar un modelo con sus elementos esenciales y las intenciones de la organización puede ser inocuo, nada más lejos. El Consejo de la UE para no caer en el peligro de olvidar los principios y valores que deben escoltar siempre a la atención en salud, proclama en diciembre de 2000 en Niza “La Carta de los Derechos de los pacientes (Tratado de Niza)6 que recoge iniciativas previas, como las que pueden verse en la ilustración 6. En general todos los consensos alertan sobre este peligro y proponen que las reformas de los sistemas sanitarios se basen, ante todo, en valores y principios. Sin embargo esos principios fundamentales, en buena medida pasan a ser derechos y por lo tanto ya no sólo fundamentos de los modelos de atención, sino obligaciones en una buena parte de ellos, el primero de ellos el trato digno7. 6 7 http://www.fundacionsigno.com/archivos/20110831125133.pdf Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Explicaciones relativas al texto completo de la Carta. Diciembre de 2000 http://www.pcb.ub.edu/bioeticaidret/archivos/norm/Carta_DerechosFunUE.pdf. Pag.15 11 12 Ilustración 5 Principios básicos del modelo comunitario de atención a la salud mental Como se ha podido ver en los párrafos anteriores el modelo de atención en salud mental promulgado por los estados miembros en Europa y por la mayoría de los países desarrollados del mundo, en el momento actual, es un modelo comunitario y centrado en la persona. Para que dicho modelo cobre vida y aplicabilidad, las Administraciones de Salud o las organizaciones en si mismas, han de organizar recursos para que de una forma sostenible puedan llevarse a buen fin la misión que les ha sido encomendada. En el año 2006 el Consejo de la UE constituido por los 25 ministros de sanidad de los países miembros, divulga el documento “Valores y Principios Comunes en los Sistemas de Salud Europeos”8. En tal documento se enuncia la declaración sobre los valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de Europa. Vale la pena reseñar que los conceptos que este documento tiene como valores esenciales son: la universalidad, el acceso a una atención sanitaria de buena calidad, la equidad y la solidaridad. La universalidad supone que no se impida a nadie el acceso a la atención sanitaria; la solidaridad está estrechamente relacionada con las disposiciones en materia de financiación de nuestros sistemas sanitarios nacionales y la necesidad de garantizar que sean accesibles para todos; la equidad está relacionada con la igualdad de acceso en función de las necesidades, independientemente de la etnia, sexo, edad, estatuto social o capacidad de pago. El documento expresa su temor a que los referidos valores se pierdan y al mismo tiempo entiende que los diferentes estados miembros tengan diferentes planteamientos a la hora de concretar en la práctica dichos valores: por ejemplo, responden diferentemente a cuestiones como si la persona debe contribuir personalmente mediante un copago o no. Los estados han establecido diferentes disposiciones para garantizar la equidad, algunos han optado por expresar la equidad en forma de derechos de los pacientes y otros en forma de obligaciones de los prestadores de servicios de atención sanitaria. También entiende que la forma de preservar estos valores en el futuro depende fundamentalmente de los modelos de gestión de los países y la sostenibilidad del modelo. 8 Conclusiones del Consejo sobre los valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de la Unión Europea (2006/C 146/01) http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:c:2006:146:0001:0003:ES:PDF Además de estos valores esenciales, el citado consenso describe la existencia de un conjunto de principios operativos compartidos en toda la Unión Europea, en el sentido de que todos los ciudadanos de la Unión esperan encontrar estos principios y que existan las estructuras de apoyo necesarias en todos los sistemas sanitarios de la UE. Estos principios son: la calidad, la seguridad, la atención basada en las pruebas y la ética, la participación del paciente, el derecho a reparación, la intimidad y confidencialidad (ver ilustración 6) 13 Ilustración 6 En nuestro país el documento de 2006 “Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud9, siguiendo las premisas planteadas en la UE, busca garantizar la seguridad al mismo tiempo que respetar los derechos de los pacientes, y adopta como el resto de Europa un modelo organizativo de tipo comunitario para la atención a la salud mental, el denominado Community based mental-health model. Numerosos estudios muestran que, a igualdad de gasto, el modelo comunitario es más eficaz, mejora más la calidad de vida y produce una mayor satisfacción en los pacientes y sus familiares que la asistencia en el hospital psiquiátrico monográfico10. En nuestro país, el modelo de psiquiatría comunitaria está respaldado por la Ley General de Sanidad (1986) y por el informe de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica (1985)11. Este documento alude al concepto de valor, entendido como comportamiento adecuado a un sistema ético y de creencias que aplicado en el campo de la salud mental y junto con los principios fundamentales señalaría las prioridades y nuestro comportamiento frente a ellas, así como nuestros esfuerzos económicos, científicos y normativos. No se profundiza en dichos valores y pasa a enumerar los principios fundamentales, a la vez que genera acciones para su desarrollo. En la siguiente tabla se recoge un resumen de dichos principios y su fomento. 9 Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, SANIDAD 2007 MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO. http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/excelencia/salud_mental/ESTRATEGIA_SALUD_MENTAL_SNS_PAG_WEB.pdf 10 Hernández LJ. Evaluation of results and impact of the first phase of a Community Based Mental Health Model in localities in Bogotá. D.C. Rev Salud pública (Bogotá) 2003; 5 (3): 272-283. 11 informe de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica (1985) http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=278 Principios operativos Fomentar Autonomía : Es la capacidad del Intervenciones terapéuticas y escenarios asistenciales menos restrictivos de la libertad. servicio para respetar y promover la Intervenciones que mejoran la autosuficiencia para vivir en la comunidad independencia y la autosuficiencia de Intervenciones que refuerzan los aspectos positivos y los recursos personales las personas. Lucha contra el estigma, la discriminación y la marginación Integración de los y las pacientes en las redes y dispositivos de la comunidad en la que residen. Apoyo a personas cuidadoras para que el aumento de autonomía de los pacientes no implique una mayor carga para quienes les atienden en el seno familiar. Continuidad: Es la capacidad de la Potenciando el equipo y la atención multidisciplinares. red asistencial para proporcionar Implantando «Planes Individuales de Atención». tratamiento, rehabilitación, Implantando procedimientos de seguimiento comunitario-asertivo. cuidados y apoyo, ininterrumpidamente a lo largo de la vida (continuidad longitudinal) y Gestionando la asistencia por «procesos de atención». Creando comisiones de coordinación entre los dispositivos del área y entre los diferentes sectores institucionales implicados. coherentemente, entre los servicios que la componen (continuidad transversal). Accesibilidad: Es la capacidad de un • Acercando los recursos a los lugares de residencia servicio para prestar asistencia al • Ampliando los horarios de atención y facilitando las consultas telefónicas paciente y a sus familiares Fomentar las nuevas tecnologías, así como lasvisitas a domicilio. cuando y donde la necesiten. • Reduciendo los tiempos de espera. • Reduciendo las barreras de acceso selectivas, como por ejemplo el idioma, la cultura o la edad. Comprensividad: Es la implantación de todos los dispositivos básicos para una atención en cada área La diversificación de las prestaciones y los escenarios asistenciales para que el sistema se adapte a las necesidades cambiantes de los pacientes con trastorno mental grave. El reconocimiento de la rehabilitación como actividad terapéutica sanitaria. sanitaria, sin perjuicio de que, por motivos de eficiencia, la atención a algunos trastornos de muy baja prevalencia y elevada gravedad pueda centralizarse en unidades de referencia comunes a varias áreas sanitarias. Equidad: Es la distribución de los recursos sanitarios y sociales, Aumentando la cantidad y adecuando la clase de recursos en las áreas geográficas o sectores de la población en los que exista una mayor prevalencia de trastornos graves adecuada en calidad y o una acumulación de factores de riesgo para su desarrollo o mantenimiento, tales proporcionada en cantidad, a las como la pobreza o la desigualdad percibida de ingresos, el consumo abusivo de necesidades de la población de acuerdo con criterios explícitos y racionales sustancias, un elevado nivel de desempleo, etc. Vigilando/controlando que no existan desigualdades en el diagnóstico, atención y tratamiento de las enfermedades mentales entre mujeres y hombres y entre grupos de edad. 14 Recuperación personal: Se trata, Alcanzar un compromiso al más alto nivel institucional para orientar la organización y pues, de retomar el propio curso vital y recuperar al máximo las propias gestión de los servicios de acuerdo con el principio de la recuperación personal. Reconocer en el presupuesto de salud mental una partida específicamente destinada capacidades como individuo y como ciudadano. a apoyar a las asociaciones de enfermos y enfermas y sus familiares. Garantizar la participación de representantes de las y los pacientes y sus familiares en los procesos de mejora continua de la calidad, en pie de igualdad con los y las profesionales. Desarrollar y aplicar medidas de resultado que incorporen indicadores de recuperación personal. Reducir al mínimo la aplicación de medidas coercitivas y de restricción de la libertad, velando que no conlleve riesgos evitables tanto para la propia persona como para su entorno. Modificar las actitudes del personal sanitario para adaptarlas al principio de la recuperación. Responsabilización: Es el reconocimiento por parte de las instituciones sanitarias de Transparencia en la gestión y la administración de los servicios sanitarios. Adopción de criterios explícitos y transparentes para el establecimiento de su prioridades. responsabilidad Publicación de la cartera de servicios y prestaciones en salud mental. frente a los y las pacientes, los y las Provisión de los cauces sociales, jurídicos y administrativos adecuados para tramitar familiares y la comunidad. las quejas y darles respuesta. Calidad: Es una característica de los Preservar la dignidad de las personas con enfermedades mentales. servicios Proveer cuidados orientados a minimizar el impacto de la enfermedad y mejorar la que busca aumentar continuamente la probabilidad de obtener los resultados que se calidad de vida de las personas con trastornos mentales. Emplear intervenciones que capaciten a las personas con trastornos mentales a desean, utilizando procedimientos basados en pruebas. manejar su discapacidad por sí mismas. Asegurar que la calidad mejora en todas las áreas, incluyendo la promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación, así como los escenarios ambulatorios, hospitalarios y residenciales. Tabla 3 El Modelo Asistencial Hospitalario Tal y como se promulga en el documento “Marco de Identidad de la Institución Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Roma 2010” consideramos como base del Modelo Hospitalario, la atención a la persona en su integridad, su reinserción en la sociedad y la defensa de su dignidad como premisas irrenunciables. El modelo debe estar alineado con el devenir de los tiempos y dar respuesta a los retos actuales desde la inspiración del carisma y conforme a los valores hospitalarios. El Modelo Hospitalario comprende: • Modelo asistencial y educativo • Modelo de gestión y administración • Modelo de relación con colaboradores • Diálogo con la sociedad 15 En la siguiente tabla se resumen los fundamentos del modelo asistencial hospitalario: FUNDAMENTOS ASISTENCIA INTEGRAL DESARROLLO A LA PERSONA Atención integral biopsicosocial-espiritual y religiosa. Unicidad, globalidad y centralidad de la persona Acogida hospitalaria como elemento diferenciador Atención a familias ACERCAMIENTO Evaluación, seguimiento y reevaluación interdisciplinar INTERDISCIPLINAR Y TRABAJO EN Fases del Plan de Atención Individualizado, consensuado dentro de un EQUIPO Equipo de Atención Multidisciplinar. Interdisciplinariedad (coordinación intra-equipos y la coordinación interequipos) Transdisciplinariedad Trabajo en equipo (Liderazgo del equipo y flexibilidad en el desempeño, cohesión) Responsabilidad individual y corresponsabilidad compartida a nivel institucional. Dimensión personal CALIDAD TÉCNICA Y HUMANA: Integración de técnica y humanismo Consideración holística de la persona Centralidad de la persona atendida y familias Orientación a los colectivos más desfavorecidos. Adecuación de estructuras (arquitectónica, materiales,…) y procesos Mejora y homogeneización de procesos, protocolos y guías de práctica clínica) Lucha contra el estigma y la discriminación Mejora de la calidad: Centralidad de la persona atendida y sus familias Implicación y desarrollo de las personas. Innovación y aprendizaje. Orientación a resultados. Evaluación de resultados. Desarrollo de cooperaciones y alianzas con otras instituciones Responsabilidad social de la Institución Certificaciones y acreditaciones Cartera de Servicios definida Medicina basada en la evidencia Ciclo de mejora continua: Atención integral y personalizada Accesibilidad de los ciudadanos destinatarios del Modelo asistencial y Educativo a los servicios Equidad entre los destinatarios del Modelo Asistencial y Educativo Trato humano basado en el respeto y la dignidad de la persona Continuidad asistencial y transversalidad del tratamiento Orientado a alcanzar los objetivos terapéuticos Capacitación de los usuarios y su familia con el fin de que dispongan de herramientas para afrontar la enfermedad. Creación de un entorno facilitador de la integración social Confort de las personas atendidas 16 Seguridad de las personas atendidas Confidencialidad e intimidad de las personas atendidas Incremento de los conocimientos científicos para una mayor comprensión de los procesos fisiopatológicos de la enfermedad y consecuentemente a la optimización efectiva de los procesos asistenciales. Acreditación a través de la docencia, basada en una rigurosa actualización científica, una significativa aportación a la formación de los especialistas futuros. Acciones que favorecen la mejora continua de la calidad: Optimizar la gestión/actividad Optimizar la calidad asistencial Establecer medidas de eficacia y eficiencia Aumentar la calidad percibida por los distintos agentes Diferenciarse en base a los valores hospitalarios con una orientación clara en consonancia con ellos Desarrollo de los Sistemas de Información: Historia Clínica/expediente Cuadros de Mando Intranet Benchmarking Telemedicina Medicina 2.0 Utilización de las TIC (p, ej Internet, Redes sociales) Potenciar nuestra presencia en la sociedad Ser referentes en formación clínica y práctica Gestión de Riesgos y Seguridad Sostenibilidad ENFOQUE ASISTENCIAL: Centrado en el ciudadano sano y en el enfermo Continuidad Asistencial Promoción de la salud Promoción de la autonomía Prevención y detección precoz Cuidados Educación Tratamiento preventivo que evita, retrasa o minimiza consecuencias. Tratamiento/Terapia Rehabilitación Recuperación Inclusión social (reinserción) Crear un entorno facilitador de la integración social y laboral. Participación de la persona asistida Capacitación de los usuarios y su familia, centrándonos en las capacidades preservadas. Propiciar el rol activo a desempeñar en el proceso rehabilitador, tanto de la persona asistida como las familias. Lucha contra el estigma y la discriminación Sostenibilidad 17 LA ATENCIÓN PASTORAL Integración del Servicio de Pastoral en la dinámica asistencial o educativa de cada Centro y dispositivo. ¿Cómo se integra? Atención espiritual y religiosa en la asistencia integral. Liderazgo propio de esta tarea con apoyo de los distintos profesionales del centro. Acoge y acompaña espiritualmente a toda la comunidad hospitalaria, según necesidades. Evaluación de necesidades a nivel espiritual y religioso. INVESTIGACIÓN, FORMACIÓN Y Desarrollo profesional, docencia/formación, e investigación, en un DOCENCIA. contexto (GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO) de búsqueda de la excelencia profesional y técnica Investigación: básica y aplicada. Formación continuada Docencia: prácticas y Unidades Docentes Multiprofesionales Innovación y desarrollo de “productos asistenciales” Alianzas Estratégicas Foros de encuentro de profesionales Posibilidades de intercambio y promoción de profesionales entre los distintos centros. VOLUNTARIADO Gratuidad y solidaridad como características fundamentales. Integración en la Comunidad Hospitalaria y Modelo Asistencial. Colaboración a la humanización asistencial y educativa. PERSPECTIVA DESDE LA BIOETICA Dimensión ética en toda actuación e intervención Comisiones, Comités y grupos de ética. Desarrollo de valores éticos en la práctica asistencial/ educativa. Defensa de derechos. Posicionamiento ético a nivel Institucional Conciencia y sensibilidad ética en los colaboradores. Guías éticas de actuación. Tabla 4 El carisma atemporal del Modelo Hospitalario Si bien puede haber un acuerdo en la importancia de tener en cuenta el momento sociopolítico a la hora del diseño de un modelo asistencial para generar las estrategias acordes a las necesidades existentes en una población y esto marca la temporalidad y el carácter de cómo se implementan la medidas a tomar, sin embargo no en todos los modelos asistenciales se tienen en cuenta, o se expresa con claridad, con qué carisma y conforme a qué valores se han de impregnar todas y cada una de las acciones que dan vida al modelo. El carisma y los valores hospitalarios es la parte atemporal de nuestro modelo, que se expresa con claridad y que invita a quienes han de poner en marcha la maquinaria de asistencia al enfermo, lo haga conforme a una determinada manera de percibir la situación del prójimo y una determinada manera de prestar su ayuda técnica y/o humana. Dicho de otra forma, el Modelo Asistencial, que determina los principales focos de acción y cómo el Plan de Gestión puede generar acciones para desarrollarlo, podrá variar en mayor o menor medida en dependencia del momento, pero el Modelo Hospitalario que determina fundamentalmente el estilo con el que se realiza la atención y sobre quienes, será invariable 18 en el tiempo sobre singularidades como la hospitalidad al servicio del enfermo, la sensibilidad por lo excluidos, la acogida liberadora, la salud integral, la calidad profesional, la humanidad en la atención, la ética en toda actuación, la conciencia histórica; sin que ello quiera decir que la expresión de la Hospitalidad sea estática, sino al contrario, es dinámica, progresa, se adapta a los tiempos y asimila lo mejor de los mismos en el sector de la salud 12 (ilustración 7). 19 Ilustración 7 “La centralidad de la persona en nuestro Modelo Hospitalario nos pide caminar a la vanguardia en el campo de la salud mental, ser centinelas y artífices de una misión renovada, holística y axiológica, dinámica y creativa, que integre siempre ciencia y caridad”13 El modelo asistencial hospitalario desde la perspectiva de conjunto de elementos dinámicos y estructurales que nos permite conseguir nuestro objetivo en la atención del enfermo y su entorno, tiene su motor en la multitud de personas que lo mueven día a día, siguiendo los procesos y circuitos creados para que tal engranaje funcione correctamente. Por lo tanto, el gran reto, no es tan sólo generar un modelo asistencial (y educativo) y que los profesionales implicados lo pongan en marcha día a día, sino hacer aflorar a través del conocimiento del Modelo Hospitalario las formas en que los diferentes procesos de atención repercuten sobre la sociedad a la que servimos. 12 13 Identidad Hospitalaria. Estilo y valores Hospitalarios. Hermanas Hospitalarias Barcelona 2001 Documento del XIV Capítulo Provincial. Provincia de Barcelona. Nov 2012. Pag 23 ATENCIÓN INTEGRAL EN SALUD MENTAL Para que la atención de una persona enferma sea integral debemos partir de considerarla como una totalidad, es decir, como un ser biopsico-social, espiritual y religioso, lo que quiere decir que tiene una estructura biológica y funcional, un comportamiento propio e individual, un patrón de vivencia interno de relación y compresión de sí mismo y de su naturaleza, y un patrón de relaciones con la sociedad determinado por factores como la edad, el sexo y las condiciones socioculturales del colectivo al que pertenece. Este enfoque de atención forma parte de un modelo que ha supuesto un cambio de paradigma; desarrollar un sistema capaz de identificar de forma precoz a las personas con enfermedad mental, evaluarlas de forma integral como seres con necesidades biológicas, psicológicas, espirituales, religiosas y sociales, a través de un trabajo interdisciplinar, mediante elementos de evaluación contrastados y con la mayor evidencia científica posible según el área evaluada, teniendo en cuenta el criterio del enfermo en la toma de decisiones, en la medida que su trastorno mental le permita, para su propio beneficio; educar e involucrar a gobiernos locales, instituciones y miembros de la sociedad civil para luchar contra el estigma que de forma habitual suele acompañar a estas personas y lograr que todo ello se haga con un criterio de sostenibilidad que permita que los equipos gestores de las organizaciones y de las administraciones de salud pueda elaborar planes de gestión con recursos sostenibles, realistas y sustentables por la comunidad. Modelo biomédico y modelo biopsicosocial Llegado a este punto conviene diferenciar el modelo biomédico de lo que es el modelo biopsicosocial-espiritual y religioso. En el modelo de atención biomédica, con claras influencias del dualismo cartesiano, divide la naturaleza humana en cuerpo y mente y considera ambos, especialmente el cuerpo en base a un pensamiento racionalista considerando a éste como una estructura biológica cuyos elementos funcionan de acuerdo a leyes tan definidas y previsibles como las que explican el mecanicismo de los astros a través de la física clásica newtoniano. A lo largo del siglo XX aparecen corrientes de pensamiento menos deterministas, en las que influyen los conocimientos sobre la Teoría de la Relatividad, la física cuántica y las teorías del caos, apareciendo un paradigma diferente en el que se destaca la existencia de complejos sistemas de relaciones dinámicas entre las parte de un todo, que traspasado a la medicina desemboca en una compresión holística, o integral, de la persona enferma: es el llamado modelo biopsicosocial. En el campo de la salud mental este hecho cobra una especial relevancia puesto que el enfermo mental precisa de una comprensión y un abordaje integrales, de todas sus vertientes, para que haya una verdadera mejora de su enfermedad. No se entienda, sin embargo que ambos modelos de percibir al enfermo y su enfermedad son excluyentes, sino más bien al contrario, puesto que ambos modelos conviven, y dependerá de la naturaleza del problema y de la versatilidad del equipo asistencial moverse utilizando de forma más preponderante uno u otro. 20 Así pues el Modelo biomédico se centra en el estudio y tratamiento de las enfermedades, considerando a éstas como entidades propias independientes de los pacientes y como una lesión morfológica y/o funcional, y al médico como el profesional técnico que la repara. Es decir la mecánica es curar la enfermedad con un preciso diagnóstico e indicando un tratamiento correcto según la mejor evidencia científica. Deja en un segundo plano las dimensiones psicológica, espiritual y social de la persona enferma. El modelo biomédico presenta insuficientes resultados en salud mental, especialmente en determinados trastornos, como puedan ser los trastornos de conducta, la adicción a tóxicos, los trastornos de personalidad, la adhesión al tratamiento, las enfermedades psicosomáticas, etc. Y tampoco obtiene un buen resultado en la sensación de satisfacción de las personas atendidas. Sin embargo determinadas dolencias físicas muy concretas y que interaccionan poco o nada con la vertiente psíquica, se benefician de un modelo asistencial biomédico en el que prima el diagnóstico y el tratamiento curativo. En la siguiente tabla puede observarse un resumen de las principales características de ambos modelos: Modelo Biomédico Modelo biopsicosocial • Curativo: su objetivo principal es curar enfermedades y evitar la muerte • Dificultades para afrontar las patologías crónicas y los estadios finales de la vida •Objetivo: Se centra en lo que se puede contabilizar. Parte de un valor normal como referente. •Dificultades para entender las dimensiones psicosociales de la persona y mantiene una cierta distancia con el paciente •Biológico: su objeto de atención es el cuerpo humano y sobre esta base establece el diagnóstico y el tratamiento •Reduccionista: el estudio y análisis de la realidad se consigue fragmentándola en sus componentes •Dicotómico: considera al ser humano dividido en dos dimensiones: la somática y la psíquica, y los problemas de salud afectan generalmente a una de las dos esferas independientemente. •Especialización: hace una fragmentación de la salud en órganos y aparatos, para cada problema de salud del paciente debe existir un experto en el mismo. •Parternalista: el médico es el experto en los problemas de salud y la responsabilidad del paciente debe limitarse a cumplir correctamente las indicaciones •Continuum: La salud y la enfermedad son un continuum y forman parte de un mismo proceso. Los límites entre salud y enfermedad en un individuo son borrosos. •El continuum salud-enfermedad es multidimensional: influyen, de forma continua y variable, factores biológicos, psicológicos, espirituales, religiosos y sociales (familiares, culturales e incluso medioambientales) •Multidisciplinar: La atención al enfermo y su entorno no sólo provine del médico, sino de un equipo constituido por personas provenientes de diversas disciplinas que aportan su conocimiento para un mismo problema. •La función del equipo asistencial es ayudar a sus pacientes en todas las fases del proceso, promocionando la salud, previendo la enfermedad, curando o aliviando los síntomas, recuperando o rehabilitando funciones y acompañando en las fases finales de la vida. •Centralizado en el paciente: La organización y el desarrollo de la atención médica debe centrarse en las necesidades del paciente, prioritario en la relación. •Incorporación: El equipo asistencial incorpora al paciente en su modelo de atención considerando sus conocimientos, creencias y expectativas en sus procesos de salud y enfermedad. •Participativo: El enfermo forma parte activa de su plan terapéutico y se corresponsabiliza en el cuidado de su salud. Tabla 5 Como ya se ha enunciado anteriormente el modelo biopsicosocial es el que cubre las necesidades fundamentales del enfermo psíquico, sin que ello signifique que en muchos casos y en base a procesos clínicos comórbiles, ambos modelos coexistan perfectamente. Este hecho desiderátum bien sustentado en el papel, no se ha desarrollado por igual en todas las áreas de atención y por ello se convierte en uno de los grandes retos actuales de la sanidad en general y de la salud mental en particular. Posiblemente de entre todos los enfermos, el psiquiátrico puede que sea el que mayor necesidad tiene de ser atendido en toda su plenitud, puesto que de forma inherente a su sufrimiento psíquico, encontramos unas necesidades biológicas, que 21 no exclusivamente están relacionadas con el sustento neurológico, sino también con otras alteraciones somáticas que acompañan con frecuencia a la enfermedad mental, también unas necesidades obviamente psicológicas, pero no sólo en el sentido de explorar la psicopatología y la forma en que su relación con su modelo mental y el entorno ha constituido una individual forma de enfermar y de desenvolverse en su entorno, sino también en el sentido de ser transcendente capaz de evaluar su situación actual y de anticipar la evolución de su trastorno y su entorno, al mismo tiempo que tal transcendencia pueda vivirla desde un culto determinado o no; y finalmente una necesidad social en el sentido de que la enfermedad no sólo afecta a al individuo en sí, sino también a la relación del individuo con su entorno familiar, laboral y social en general, la enfermedad coloca a la persona en una situación habitualmente de inferioridad y de fragilidad, lo que le resta posibilidades de desarrollo, de crecimiento y en suma de autonomía. Esta visión, decíamos, de lo que ha de ser la atención al enfermo mental, pese a que es bien recogida en el modelo comunitario actual, dista todavía de haberse fijado en las mentes de todos los profesionales de las diferentes disciplinas al servicio del enfermo, ni tampoco en las forma de planificar los servicios de la gran mayoría de instituciones relacionadas con la salud, e igualmente ocurre con el sistema de enseñanza de las diferentes disciplinas y especialidades, en las que prepondera una atención a la enfermedad, más que a la persona enferma en sí misma. La Atención integral en el Modelo Hospitalario Inherente al modelo asistencial y como premisa irrenunciable del Modelo Hospitalario, y según se expresa en el documento “Marco de identidad de la Institución. Hermanas Hospitalarias”; figura la atención a la persona en su integridad, concepción de la atención que ya Benito Menni, incluso de forma adelantada a sus tiempos, preconizaba. Este elemento clave es recogido directamente como principio o fundamento clave dentro del Modelo Asistencial y Educativo Hospitalario, como también lo es en el Modelo Comunitario de orientación biopsicosocial que se propugna en la práctica totalidad de los modelos de atención a la salud mental de nuestro entorno. Sin embargo, cabe destacar que el modelo asistencial hospitalario fundamenta su visión integral, en el sentido de unicidad y globalidad de la persona, en el respeto a la dignidad de la persona y además a la dimensión psicológica le añade una dimensión de cualidad transcendente como ser espiritual que toda persona tiene en mayor o menor medida, y la forma en que puede concretarlo en su experiencia interior o en relación a su mundo en forma de creencias o religiosidad. La comprensión del enfermo desde todas y cada una de estas perspectivas, y su exploración metódica desencadena per se el conocimiento de una serie de necesidades que tendrán que recibir una atención multidisciplinar, interdisciplinar y personalizada. De este modo los profesionales de distintas especialidades aportan sus conocimientos dentro de un trabajo conjunto, con el fin de elaborar planes terapéuticos adaptados a las necesidades y requerimientos de cada persona, de manera articulada, integral e integrada. El trabajo en 22 equipo se fundamenta tanto en la responsabilidad individual de cada profesional cuanto en la responsabilidad de todo el equipo. En consecuencia, las acciones y decisiones de los profesionales acreditan una dimensión personal y, a su vez, otra compartida e institucional como miembros de una organización14. Esta última premisa emana de forma ingénita la necesidad por parte de la Institución, de procurar que los valores hospitalarios impregnen todas y cada una de las acciones para con el enfermo, lo que implica un plan de formación para con todos los profesionales. El valor central de nuestra Institución y que engloba y sintetiza los demás, es la Hospitalidad; es un metavalor que inspira nuestros proyectos para con el enfermo, genera actitudes y conforma nuestro actuar. El sentido de Hospitalidad significa el ejercicio humano, terapéutico y espiritual, de servir al enfermo mental, al que sufre y al necesitado, para que pasen de ser excluidos a ser acogidos y cuidados de modo que puedan sanarse y reintegrarse en la sociedad15 La Hospitalidad se traduce en ofrecer espacio y tiempo, humanidad y recursos para realizar esa Misión en atención a nuestros valores (ver tabla 6), clave de la identidad de nuestra Institución y que manifiestan la originalidad de nuestra atención. Valores Principios operativos 1. SENSIBILIDAD POR LOS EXCLUIDOS Nuestra Hospitalidad conlleva y alimenta la empatía preferentemente con los excluidos por la enfermedad o limitación psíquicas. 2. SERVICIO A LOS ENFERMOS Y NECESITADOS Todo está y todos estamos al servicio de las personas que atendemos; ellas son el centro de nuestra organización. 3. ACOGIDA LIBERADORA Nos caracterizamos por la calidez de la acogida con paciente gratuidad. Pretendemos la más alta rehabilitación. Cuidamos con calor de hogar. 4. SALUD INTEGRAL Nuestro trabajo por la salud abarca todas las dimensiones de la persona según el humanismo integral. Nos proponemos curar y cuidar. 5. CALIDAD PROFESIONAL Somos efectivos en nuestro servicio mediante el rigor profesional, la eficiencia en la gestión, el trabajo en equipo, la adaptación de dispositivos y la permanente actualización de los profesionales. 6. HUMANIDAD EN LA ATENCIÓN Cultivamos explícita y prácticamente la humanización en los planteamientos y en cada concreta actividad. Nuestra atención es un encuentro humano que prioriza la dignidad de la persona. 7. ÉTICA EN TODA ACTUACIÓN Nos exigimos ser éticos, según los criterios de la bioética y el principio de la Hospitalidad, en todo nuestro actuar. 8. CONCIENCIA HISTÓRICA Fomentamos la conciencia individual y colectiva de formar parte de la historia hospitalaria, fieles a los orígenes, protagonistas del presente, constructores del futuro hospitalario. Tabla 6 En el momento actual existe un grupo de trabajo multidisciplinar interprovincial, que a propuesta de la CHE16 está elaborando mediante consenso y en base al Marco de Identidad, el Modelo Asistencial y Educativo Hospitalario. 14 15 16 Identidad y Misión. Marco de Identidad de la Institución. Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Roma 2010. Pág. 64 Icono de la Hospitalidad. La belleza de los valores Hospitalarios. Hermanas Hospitalarias del SCJ. Palencia 2006. CHE: Comisión Hospitalarias España 23