UNIVERSIDAD DE COSTA RICA SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSGRADO PROGRAMA DE MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS CONVENIO U.C.R.-FUNDEPOS BANCA PRIVADA EN COSTA RICA: DESARROLLO, ESTADO ACTUAL Y PERSPECTIVAS INMEDIATAS FRANCISCO CUBERO BOGANTES PROYECTO FINAL DE GRADUACIÓN PRESENTADO COMO REQUISITO PARCIAL PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAGÍSTER EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS San José, Costa Rica Abril de 2003 UNIVERSIDAD DE COSTA RICA SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSGRADO MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS Este Proyecto Final de Graduación fue aceptado por la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Administración de Negocios, de la Universidad de Costa Rica, como requisito parcial para optar al grado de Magíster en Administración de Negocios, con énfasis en finanzas M.Sc. (cand.) Rodrigo Matarrita Venegas Director del Proyecto M.Sc. Fernando Ramírez Hernández M.A.E. Aquileo Sánchez Víquez Asesor interno Asesor externo Francisco Cubero Bogantes Sustentante M.Sc. Fernando Ramírez Hernández Director de Investigación Carlos E. Serrano Rodríguez, M.Sc. Director Comisión de Posgrado José A. Chacón Montero, M.B.A. Director General ii A mis padres y hermanos. A Keyla y Paola. iii AGRADECIMIENTO • A Dios por la bendición de permitirme alcanzar esta meta y compartirla con una maravillosa familia. • A mis padres, por su guía y su apoyo; su esfuerzo y dedicación siempre han sido la guía necesaria para continuar. Ellos, además, me enseñaron que la siembra siempre precede a la cosecha. • A mis hermanos y hermanas, todos han alcanzado conmigo esta meta. • A Keyla, por su ánimo y aliento para enfrentar los retos con optimismo. • A Paola, pues sin que aún sea consciente de ello es la razón de mi vida. • A Aquileo Sánchez y José Luis Arce, por el valioso tiempo que dedicaron para mejorar este proyecto. iv ÍNDICE RESUMEN ...........................................................................................................................vi I INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 1 1.1. Tema............................................................................................................ 1 1.2. Objetivos del proyecto ..................................................................................... 2 1.3. Objetivos específicos ....................................................................................... 2 1.4. Metodología de la investigación ...................................................................... 3 1.5. Limitaciones..................................................................................................... 4 II LA BANCA EN COSTA RICA ANTES DE LA NACIONALIZACIÓN BANCARIA.............. 7 2.1. La banca en Costa Rica antes de la nacionalización bancaria ......................... 7 2.2. La Ley de Bancos de 1900 ............................................................................... 8 2.3. Participación del Estado en el sistema financiero............................................ 9 2.4. El Banco Internacional de Costa Rica............................................................ 11 2.5. Ley General de Bancos de 1936 .................................................................... 13 2.6. La Ley del Banco Nacional de Costa Rica .................................................... 14 III NACIONALIZACIÓN BANCARIA, CONFORMACIÓN DEL SISTEMA BANCARIO NACIONAL Y REFORMA FINANCIERA POSTERIOR ..................................................... 16 3.1. Nacionalización bancaria ............................................................................... 16 3.2. Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional ............................................... 17 3.3. Funcionamiento de los bancos privados ........................................................ 18 3.4. Antecedentes a la reforma financiera............................................................. 18 3.5. Proceso de reforma al sistema financiero ...................................................... 20 IV LA BANCA EN LOS AÑOS OCHENTA Y NOVENTA: REFORMAS LEGALES Y DESEMPEÑO FINANCIERO ............................................................................................. 23 4.1. La banca en los años ochenta......................................................................... 23 4.2. Participación de la A.I.D. en la banca privada costarricense......................... 26 4.3. La A.I.D. y Costa Rica ................................................................................... 27 4.4. La banca en los años noventa......................................................................... 30 4.5. Reformas legales en el sistema financiero costarricense durante las últimas dos décadas............................................................................................................ 32 4.6. Análisis financiero y económico del sector bancario privado ....................... 39 V CAMBIOS ESTRUCTURALES EN LA INDUSTRIA BANCARIA EN COSTA RICA ...... 58 5.1. Índice de Herfindah-Hirshman (Índice H) ..................................................... 59 VI CREACIÓN DE GRUPOS FINANCIEROS.................................................................... 69 VII PERSPECTIVAS DE MEDIANO Y LARGO PLAZOS DEL SECTOR BANCARIO ...... 73 7.1. Cambios en la legislación .............................................................................. 76 7.2. Fusiones y adquisiciones................................................................................ 77 7.3. Internacionalización de la banca .................................................................... 80 7.4. Ley de Protección al Trabajador .................................................................... 82 7.5. Privatizaciones ............................................................................................... 83 VIII CONCLUSIONES ........................................................................................................ 86 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 94 v RESUMEN La presente investigación versa sobre la evolución de la banca privada en Costa Rica, y en ella se recapitulan los principales eventos que marcaron el desarrollo del sector, con énfasis en los hechos más importantes de las últimas dos décadas del siglo XX. Adicionalmente, la investigación trata de evaluar el estado financiero actual del sector, y muestra el crecimiento que ha experimentado en las décadas de los años ochenta y noventa. Finalmente, se hace una recopilación de indicadores de bancos internacionales, especialmente de la región centroamericana, con el objetivo de establecer comparaciones entre tales resultados y los observados en el caso de los bancos costarricenses. Lo anterior con el propósito delinear lo que se podría esperar para el sector bancario privado costarricense en los próximos años. El objetivo general del estudio es evaluar la evolución de la banca privada en Costa Rica, haciendo énfasis en los hechos más sobresalientes, legales económicos y financieros que han caracterizado al sector en los últimos veinte años. Luego se comparan estas características con las que definen la evolución y las tendencias del sector en el nivel internacional; ello para analizar la evolución que podría tener el sector bancario privado en el país durante los próximos años. vi Los objetivos específicos del proyectos son los siguientes: Recapitular los acontecimientos legales más importantes que han caracterizado la banca privada. Analizar el desempeño financiero del sector bancario privado durante las últimas dos décadas. Determinar algunas características y parámetros que definen condiciones de desempeño de bancos internacionales. Comparar características del sector bancario privado nacional con las del internacional, con tal de ayudar a diagnosticar la evolución que podría esperarse de los bancos privados en el mediano y largo plazos. La metodología del estudio se aplica básicamente desde tres áreas de análisis. En primera instancia, se hace una recopilación de los principales eventos, esencialmente legales, que marcaron el desarrollo del sector bancario en Costa Rica. Como segundo punto se utiliza información del BCCR y de la SUGEF, para el análisis del desempeño financiero de la banca privada, a lo largo de las últimas dos décadas. Finalmente, este aparte intenta delinear el escenario que podría mostrar el sector financiero privado en el mediano y largo plazos. vii Las conclusiones más sobresalientes del informe se pueden resumir de la siguiente manera. Durante la década de los años ochenta y noventa se aprobaron una serie de reformas a la legislación financiera nacional que, aunadas a los aportes que realizaron entidades internacionales (como la AID), sentaron la base sobre la cual comenzaron el desarrollo y consolidación del sector bancario privado de Costa Rica. En la segunda parte de la década de los ochenta comenzó un proceso de consolidación de la banca privada en Costa Rica, respaldada, además, por un aumento en el número de bancos en operación, mejor manejo de sus recursos, buenos indicadores de recuperación de cartera, aumento de la participación del sector bancario privado en el mercado financiero, mayor aporte de estas actividades a la economía nacional, etc. Sin embargo, tal consolidación de mediano y largo plazos se produjo con sacrificio de utilidades inmediatas, pues los indicadores de rentabilidad cayeron de manera marcada entre 1983 y 1987. Los bajos indicadores de rentabilidad del sector bancario privado se mantuvieron relativamente estables entre 1997 y el 2001. La rentabilidad real sobre patrimonio promedio llegó, en el mejor de los casos, a 4%, aunque en ningún año fue negativa. Los anteriores resultados podrían indicar que, o la consolidación está siendo un proceso más extenso del esperado o la estrategia no rindió los frutos necesarios en términos de utilidades. viii En el ámbito regional el tamaño de las entidades bancarias no es una condición suficiente que les garantice obtener utilidades. Pudiera ser que en el nivel regional los sectores bancarios no hayan sabido aprovechar en los últimos cinco años las ventajas que podrían otorgar las economías de escala. Los cambios más importantes que podrían suscitarse en el entorno bancario nacional en los próximos años podrían estar sustentados en eventos tales como: cambios en la legislación, efectos de fusiones y adquisiciones de entidades, internacionalización de la banca, uso de los recursos provenientes de los sistemas de pensiones obligatorios y voluntarios contenidos en la Ley de Protección al Trabajador, y, finalmente, los efectos que pudiera tener una eventual privatización de un banco público o del Instituto Nacional de Seguros. ix I INTRODUCCIÓN En este capítulo se presenta el planteamiento del tema explorado en esta investigación. La idea es analizar la evolución de la banca privada en Costa Rica, con énfasis en las últimas dos décadas. Adicionalmente, se plantean los objetivos que se pretende alcanzar con la investigación. La investigación tiene por título “Banca Privada en Costa Rica: desarrollo, estado actual y perspectivas inmediatas”. 1.1. Tema La presente investigación tiene como objetivo delinear lo que se podría esperar para el sector bancario privado en los próximos años, tomando como base la evolución de la banca privada en Costa Rica. Para ello se recapitulan los principales eventos que marcaron el desarrollo de este sector, haciendo énfasis en los hechos más importantes de las últimas dos décadas del siglo XX. Adicionalmente, en la investigación se evalúa el estado financiero actual del sector, y se muestra el crecimiento que ha experimentado en las décadas de los años ochenta y noventa. Finalmente, se realiza un recuento de indicadores y parámetros que podrían mostrar bancos de nivel internacional, con el objetivo de establecer comparaciones entre tales resultados y los observados en el caso de los bancos costarricenses, con tal de sustentar en parte, en estos guarismos, el análisis del futuro del sector bancario privado en Costa Rica. 2 1.2. Objetivos del proyecto El objetivo general del estudio es evaluar la evolución de la banca privada en Costa Rica, con énfasis en los hechos más sobresalientes, legales económicos y financieros, que han caracterizado al sector en los últimos veinte años. Posteriormente se comparan estas características con las que definen la evolución y las tendencias del sector en el nivel internacional, para analizar seguidamente la evolución que podría tener el sector bancario privado en el país durante los próximos años. 1.3. Objetivos específicos Los objetivos específicos del proyectos son los siguientes: Recapitular los acontecimientos legales más importantes que han caracterizado la banca privada en Costa Rica. Analizar el desempeño financiero del sector bancario privado durante las últimas dos décadas, haciendo énfasis en los indicadores que muestren la mayor o menor consolidación del sector a lo largo de los últimos veinte años. Determinar algunas características y parámetros que definen condiciones de desempeño de bancos de primer orden en el nivel internacional. Comparar las características del sector bancario privado nacional con el internacional, con tal de diagnosticar la evolución que podría esperarse de los bancos privados en el mediano y largo plazos. 2 3 1.4. Metodología de la investigación El estudio se realizó básicamente desde tres áreas de análisis, utilizando todas las fuentes de información pública disponibles. Primera etapa Se hizo una recopilación de los principales eventos, esencialmente legales, que marcaron el desarrollo del sector bancario en Costa Rica, haciendo énfasis en las últimas dos décadas del siglo XX. Segunda etapa Utilizando información del BCCR y de la SUGEF, se hizo un análisis del desempeño financiero y económico de la banca privada a lo largo de las últimas dos décadas. Para ello se analizó el estado actual del sector, inmerso en una serie de variables internas y externas no solo cuantitativas sino también cualitativas, tales como existencia de grupos de interés económico, concentración, fusiones, economías de escala, procesos de regionalización, etc. Tercera etapa Con la información recopilada y el análisis realizado en las etapas anteriores, en este aparte se intentó delinear el escenario que podría mostrar el sector financiero privado 3 4 en el mediano y largo plazos, ajustándose o no a las principales tendencias que marca el cada día más globalizado mercado financiero internacional. 1.5. Limitaciones Dada la amplitud del tema tratado en esta investigación y de la multiplicidad de información que se puede reunir al respecto, fue necesario prescindir de algunos datos financieros, tanto del conjunto de bancos como de entidades individuales, con tal de ofrecer un panorama global del estado y la evolución del sector, que lograra cumplir con los objetivos planteados en la investigación. No se pretende, por tanto, dar por agotado el análisis, pues más bien trata de establecer una base con la que se puedan iniciar otras investigaciones al respecto. Adicionalmente, a la hora de definir las perspectivas de mediano y largo plazos del sector bancario privado en Costa Rica, como pareciera evidente, algunas de las argumentaciones carecen de una base científica que las sustente. Por el tema tratado, es necesario despojarse de las metodologías cuantitativas, para reemplazarlas por percepciones cualitativas con las cuales realizar el análisis. Todos los argumentos son responsabilidad exclusiva del autor y no corresponden necesariamente a los puntos de vista del director o asesores del proyecto. Finalmente, a pesar de la investigación realizada, no fue posible contar con información fiable referente a indicadores de lo que podría llamarse banca internacional de primer 4 5 orden. En la búsqueda de bibliografía, no fue posible encontrar investigaciones que pudieran servir de base para un análisis como el que se pretendía realizar en torno a la banca internacional. En su defecto, fue necesario utilizar la información disponible. Este documento está estructurado de la siguiente manera: En el primer capítulo se introduce el tema, y se definen el problema y los objetivos que se pretendió alcanzar con el estudio. En el segundo capítulo se recopilan los principales eventos que caracterizaron el sector financiero en Costa Rica antes de la nacionalización bancaria de mediados del siglo XX. En el tercer capítulo se describen los razonamientos utilizados para llevar a cabo la nacionalización bancaria, así como las consecuencias inmediatas de tal medida. Además, se analizan las reformas más relevantes que se implementaron con posterioridad, así como la forma en que se desarrolló la nueva organización del sistema. El capítulo cuarto caracteriza el sistema bancario en la década de los años ochenta y noventa. Se muestran los principales cambios que se suscitaron en el esquema legal, y sus consecuencias en el sector, durante el período 1980 – 2000. Además, se analiza en este capítulo la evolución financiera de las entidades de mayor peso relativo en la industria bancaria nacional. Se comparan algunos de los resultados de los bancos nacionales con parámetros registrados por entidades financieras internacionales, sobre todo de la región centroamericana. 5 6 En el capítulo quinto se hace un análisis de la concentración que ha mostrado el sector en los últimos años. En el capítulo sexto se repasa muy brevemente la legislación en materia de grupos financieros. En el capítulo sétimo se analizan las perspectivas de mediano y largo plazos del sector bancario privado costarricense. Finalmente, en el capítulo octavo se plantean las conclusiones de la investigación. 6 7 II LA BANCA EN COSTA RICA ANTES DE LA NACIONALIZACIÓN BANCARIA En este capítulo se hace una recopilación de los principales sucesos que caracterizaron el sector financiero en Costa Rica antes de la nacionalización bancaria de mediados del siglo XX. Asimismo, se analiza la forma en que dichos sucesos marcaron la evolución posterior de este sector. 2.1. La banca en Costa Rica antes de la nacionalización bancaria “Desde la creación del Banco Anglo Costarricense en 1863 y hasta 1984, el sistema financiero se empieza a desarrollar bajo el amparo de gobiernos de tendencia liberal a partir de una banca comercial eminentemente privada. En general, la participación del Estado es mínima y se limita a una tutela parcial del interés público que conlleva la intermediación financiera.”1 Durante el período de 1863 a 1913 fueron comunes los cierres y quiebras de instituciones bancarias, por ejemplo, el Banco Rural de Crédito Hipotecario (1873-1875), Banco de la Emisión (1876-1878) y Banco Nacional de Costa Rica (1876-1877), Banco Herediano (1879-1884), Banco Comercial de Costa Rica (1915). Lo anterior era resultado del ciclo del mercado, falta de controles internos y mala programación crediticia producto de la falta de experiencia de los nuevos banqueros en un sector emergente. 1 Abarca, M. y Arguedas, N. Análisis Microeconómico del Sector Bancario Costarricense: Estructura-Conducta-Desempeño. Tesis de Licenciatura. San José, Costa Rica. Universidad de Costa Rica, Escuela de Economía, 1997, p. 53. 7 8 Con los servicios ofrecidos por las nuevas instituciones se dotó al país de los mecanismos de crédito y operaciones bancarias que se requerían “para sostener un sistema de comercio exterior acorde con las necesidades de los exportadores y comerciantes”2, principalmente por medio del Banco Anglo Costarricense y del Banco de La Unión, fundado en 1877 y conocido a partir de 1890 como Banco de Costa Rica, ya que se caracterizaron por ser las instituciones más estables de la época. Se hizo necesario realizar reformas mediante intentos de regulación y supervisión. Mediante el convenio del 25 de septiembre de 1896 se elimina el monopolio de la emisión que tenía el Banco de Costa Rica, y se promulga en su lugar un régimen de libre emisión. Además, se implanta el patrón oro y se reemplaza el antiguo peso por una nueva unidad monetaria: el colón. Cabe mencionar que la principal actividad que se benefició del crédito ofrecido por los bancos fue el comercio y no el sector exportador, cuya fuente principal de capital provenía del extranjero. 2.2. La Ley de Bancos de 1900 El 25 de abril de 1900 se dicta la nueva Ley de Bancos, inspirada en el régimen bancario de los Estados Unidos de América. Trataba del establecimiento de los bancos en general y de los bancos de emisión. Se planteaban los requisitos de capital y encaje de oro necesarios para emitir, así como las formalidades, la forma y clase de billetes, las reglas de convertibilidad y la obligación de publicar los balances mensuales. En concordancia con los 2 Araya, C. Historia Económica de Costa Rica. 4ª ed. San José, Costa Rica: Editorial Fernández 8 9 principios establecidos por la reforma de 1896, se establece en Costa Rica la libertad de emisión para todos los bancos que reunieran los siguientes requisitos3: 1) Establecerse como sociedad anónima, por no menos de diez accionistas. 2) Tener un capital superior a un millón de colones. 3) Tener autorización especial para efectuar la emisión. No obstante, una de las características de estos billetes es que su curso no era obligatorio, por lo que nadie estaba en la obligación de aceptarlos como medio de pago. 2.3. Participación del Estado en el sistema financiero Aunque los gobiernos de finales del siglo antepasado fomentaron la creación de instituciones que se dedicarían a la intermediación financiera, el papel del Estado se redujo a la promulgación de leyes para regular la actividad de manera general, sin ejercer en esa época las funciones de la banca central. Éstas fueron traspasadas en distintos momentos a los bancos comerciales, hasta la creación en 1914 del Banco Internacional de Costa Rica. La primera intervención del Estado en la actividad bancaria ocurre en 1876 cuando se crea el primer Banco Nacional de Costa Rica. Se le dio al banco la potestad de emitir billetes de curso obligatorio convertibles a la vista, hasta por el límite de su capital y sus valores. Además, desempeñaría la función de tesorería del Estado, la cual era ejercida hasta ese Arce, 1982. 9 10 momento por la Administración General de Rentas. En la práctica, el banco funcionó como del Estado, ya que éste adquirió tres cuartas partes de su capital y sus principales miembros eran nombrados por el Poder Ejecutivo. Operó durante diez años hasta que se trasladaron la mayor parte de sus fondos al Banco de La Emisión, forzando así su liquidación en 1877. En 1877 se funda el Banco de La Emisión, con el objetivo de hacerse cargo de las funciones de Tesorería del Estado, emisión monetaria y depósitos judiciales. Así, se fundó con la idea principal de asumir funciones propias de un banco central. Sin embargo, por no haber constituido el capital previsto de 500.000 pesos, se decreta su cierre en el año 1879. En ese año se crea el segundo Banco Nacional de Costa Rica, que asume el activo y el pasivo del Banco de Emisión, y se encarga, además, de la liquidación de éste por cuenta del Estado. Pero, debido a la celebración del contrato Soto-Ortuño el 21 de octubre de 1884, el Banco Nacional es obligado a cerrar operaciones. El Banco de Costa Rica asume la facultad de único emisor que se mantendría hasta la reforma de 1896 y 1900. El convenio le otorgó, entre otras funciones, la de Administrador General de Rentas y custodio de los depósitos judiciales, con lo que se incrementan sus relaciones con la hacienda pública. 3 Abarca, M. (1997) Op. Cit. p. 30. 10 11 2.4. El Banco Internacional de Costa Rica Debido a la Primera Guerra Mundial, el acceso a los mercados europeos se dificulta y el comercio internacional decae, lo que provoca una fuerte crisis para la economía costarricense: “Las consecuencias inmediatas fueron: la escasez de giros del exterior, disminución de las importaciones y la merma de los ingresos del Estado pues la aduana era su principal fuente de recursos.”4 . Ante esta situación, “... por Decreto No. 60 del 8 de agosto de 1914, el Congreso otorga al Poder Ejecutivo poderes omnímodos en asuntos económicos, hacendarios y de policía para contrarrestar la crisis que, por causa de la guerra, pudiera sobrevenir en bancos, comercio, agricultura y en el país en general.”5 Ante este panorama, se da la creación del Banco Internacional de Costa Rica mediante el Decreto Ejecutivo No. 16 del 9 de octubre de 1914, con el fin de reorientar el crédito hacia la agricultura para suplir los requerimientos de consumo en el mercado interno. Otra razón que impulsó la creación de este banco era que el Banco de Costa Rica, como banco comercial privado que era, tenía como prioridad participar en actividades lucrativas y dejar para un plano secundario la solución de problemas de hacienda pública. Por decreto No. 12 del 18 de septiembre de 1914 se declara la inconvertibilidad de los billetes emitidos por los bancos privados, con lo cual se suspende el régimen de libre emisión y patrón oro, vigente desde el siglo anterior. En su lugar se instituye un régimen 4 5 Abarca, M. (1997) Op. Cit. p. 34 Ortuño, F. La Banca y su Desarrollo en Costa Rica hasta la reforma de 1936. Tesis de Licenciatura. San José, Costa Rica Universidad de Costa Rica, Facultad de Derecho, 1980, p. 51. 11 12 temporal de inconvertibilidad y se le otorga el monopolio de la emisión al Banco Internacional. En octubre de 1922 se decreta la Ley No. 17, que crea, como una sección del Banco Internacional, la Caja de Conversión: “El nuevo organismo garantizaría la estabilidad cambiaria emitiendo colones únicamente contra entrega de oro o dólares a un cambio fijo de 400%. En adelante, ni el gobierno ni los bancos podían emitir moneda, quedando la Caja de Conversión como único emisor y como organismo regulador del cambio de monedas.”6. Después de este período, y como resultado de los efectos de la crisis mundial de 1929, se realizan nuevas reformas, dados los efectos negativos que se dejan sentir fuertemente en la economía nacional. Se reforma el funcionamiento de la Caja de Conversión y se aprueba la emisión de 9.400.000 colones por parte del Banco Internacional, la cual, a su vez, provocó el rompimiento de la paridad establecida entre la moneda costarricense y el dólar, a pesar de que el Gobierno trató infructuosamente de mantenerla. 6 Ibid, p. 59. 12 13 2.5. Ley General de Bancos de 1936 Las crisis monetarias que se dieron entre 1921 y 1935 generaron la necesidad de reformar el sistema financiero costarricense, para lo que se contrató a un economista chileno llamado Herman Marx. Mediante el decreto No. 15 del 5 de noviembre de 1936, el Congreso aprobó el Proyecto de Ley General de Bancos propuesta por el Dr. Max. En este proyecto de ley se establecen los requisitos que debe cumplir todo banco para operar en el país y se define claramente que la función principal de los bancos es la de servir de intermediario financiero, para canalizar los recursos de una manera adecuada y eficiente hacia las áreas de inversión que más lo necesitaran; así como la limitante de no prestar capital por más de un año. Se prevé en el artículo tercero de la ley en mención, la posibilidad de que un banco extranjero pueda establecer sucursales en el país, y gozar de los mismos derechos otorgados a los bancos particulares nacionales. En estos casos, los estatutos de fundación o cualquier modificación debían ser previamente aprobados por la Superintendencia. Asimismo, el artículo sexto establece los requisitos que debía cumplir el banco extranjero para operar en Costa Rica, y el artículo décimo, una norma de remisión a la legislación nacional en caso de presentarse conflicto con la entidad foránea. 13 14 La idea era fomentar el traslado de los recursos de la oligarquía cafetalera (que eran los dueños de los bancos) a grupos productivos con proyectos de inversión de corto plazo. Se establecen también las regulaciones sobre la administración del banco y se imponen límites bastante estrictos al endeudamiento que los bancos podrían asumir. El título tercero de la ley contiene dos capítulos referidos a la Superintendencia y el Superintendente. La Superintendencia General de Bancos era una oficina encargada de ejercer la vigilancia y el control sobre las operaciones efectuadas por los bancos sobre su situación financiera. 2.6. La Ley del Banco Nacional de Costa Rica Una de las metas principales del Dr. Max al redactar el proyecto de ley, era otorgar completa autonomía funcional al Banco Nacional y mantenerlo separado de la intervención del Estado. Mediante la Ley No. 16 del 5 de noviembre de 1936, se modifican el nombre, la naturaleza, las funciones y las potestades del Banco Internacional, para convertirlo en el Banco Nacional de Costa Rica. En su condición de único emisor, tenía a su cargo el control del circulante y del crédito y la obligación de velar por el valor de la moneda: “Con la finalización de los gobiernos liberales, la introducción de las ideas reformistas y sociales, así como las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil de 1948, se cuestiona la viabilidad del sistema 14 15 concebido en sus inicios por el economista chileno. Estas ideas finalmente triunfan y abren paso a la denominada Nacionalización de la Banca.”7 7 Abarca, M. (1997) Op. Cit. p. 53. 15 16 III NACIONALIZACIÓN BANCARIA, CONFORMACIÓN DEL SISTEMA BANCARIO NACIONAL Y REFORMA FINANCIERA POSTERIOR Este capítulo describe los razonamientos utilizados para llevar a cabo la nacionalización bancaria, así como las consecuencias inmediatas de tal medida. Además, analiza las reformas más relevantes que se implementaron con posterioridad, así como la forma en que se desarrolló la nueva organización del sistema. 3.1. Nacionalización bancaria La Junta Fundadora de la Segunda República emite, el 21 de junio de 1948, el Decreto-Ley de Nacionalización Bancaria. Éste surge debido a la intención de ciertos grupos no tradicionales, que buscaban oportunidades por medio de un cambio de estructura política y económica y que se encontraban muy limitados con el sistema imperante hasta entonces. Se buscaba crear condiciones por medio de Estado para el desarrollo económico del país, principalmente vía el acceso al crédito, a un costo relativamente bajo, para la mayor cantidad de personas. El argumento que utilizó la Junta Fundadora de la Segunda República fue que las ganancias obtenidas por el empleo de los depósitos del público deben ser devueltas a esa comunidad para su beneficio directo o indirecto, y no para beneficio de una serie de sujetos dueños de los bancos privados, con lo que se “democratizaría” el crédito al distribuirse más 16 17 equitativamente entre los sectores que más lo necesitaran. Además, se fomentaría el surgimiento de nuevas empresas, y se estimulación diferentes sectores de la economía. Como consecuencia de la promulgación del Decreto-Ley de Nacionalización Bancaria se transformaron tres de los bancos privados existentes en la época en instituciones estatales: el Banco de Costa Rica, el Banco Anglo Costarricense y el Banco Crédito Agrícola de Cartago, y quedó por fuera el Banco Lyon, al cual le fue permitido continuar operando, con la restricción de no movilizar recursos del público. 3.2. Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional La Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional vino a complementar la nueva legislación bancaria, que abarcó en su regulación a todos los demás sujetos que intervienen en la actividad financiera en Costa Rica. En ese sentido, la ley establece los sujetos que conforman al Sistema Bancario Nacional y regula su naturaleza, funcionamiento y organización, entre otros aspectos, y dio un marco jurídico muy detallado y amplio en el cual deben desenvolverse dichas entidades. Según la ley, el Sistema Bancario Nacional lo conforman el Banco Central de Costa Rica, el Banco Nacional de Costa Rica, el Banco de Costa Rica, el Banco Anglo Costarricense, el 17 18 Banco Crédito Agrícola de Cartago y cualquier otro banco del Estado que se llegase a crear en el futuro, y los bancos comerciales privados.8 3.3. Funcionamiento de los bancos privados Como se mencionó, con el Decreto-Ley de Nacionalización Bancaria todos los bancos privados fueron expropiados por el Estado, con excepción del Banco Lyon. A éste se le permitió seguir operando, pero sin autorización para movilizar depósitos del público, de tal forma que se le indujo a especializarse en la realización de transacciones internacionales. Por este motivo fue necesario, desde ese momento, regular la participación privada en el sector debido a la inminente posibilidad de aparición de nuevas instituciones. De acuerdo con la ley, los bancos privados deben constituirse como sociedades anónimas y para poder operar debían contar con la autorización del Banco Central a partir del aval emitido por la Auditoría General de Bancos. 3.4. Antecedentes a la reforma financiera Los bancos fueron capitalizados mediante inyecciones de recursos provenientes del fisco así como de organizaciones internacionales. Al darse la nacionalización de los bancos privados lo que ocurre es un cambio de dueño, ya que los banqueros profesionales siguieron desempeñándose como lo habían hecho antes. 8 Citado en Abarca, M. (1997), en referencia a la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional, Ley 18 19 En este período se dio un alto grado de independencia de los bancos del poder político de ciertos grupos, lo cual les permitió operar de una manera relativamente eficiente y en función de los objetivos trazados por las leyes. Sin embargo los banqueros fueron gradualmente reemplazados por políticos y representantes, ya que los nombramientos se convirtieron en favores políticos. Las estructuras burocráticas de las instituciones se fueron haciendo cada vez más complejas, debido al incremento en el empleo bancario y al fortalecimiento de los sindicatos. Esto tiende a limitar la adopción de políticas institucionales de incentivos basadas en el desempeño y la eficiencia. En cuanto al papel del Banco Central, se debe mencionar que se caracterizó por asumir la conducción del Sistema Bancario Nacional además de las funciones monetarias: “Desde su creación, los topes de cartera fueron el principal instrumento de política monetaria del Banco Central. Con éstos, las autoridades intentaron influir sobre la tasa de expansión del crédito interno y sobre la asignación de los recursos. El Banco Central también participó en el diseño de criterios de racionamiento, tales como cuadros de avíos. Mientras los topes fueran utilizados para canalizar el crédito hacia actividades prioritarias o para desmotivar los préstamos a actividades no preferenciales, los avíos fueron reglas para racionar el monto del crédito otorgado a tasas de interés por debajo del equilibrio.”9 9 1644 del 26 de septiembre de 1953, artículo 1. González, C. y Mesalles, L. La Economía Política de la nacionalización Bancaria en Costa Rica: 1948-1990. En Reforma Financiera en Costa Rica: Perspectivas y Propuestas. San José, Costa Rica: Academia de Centroamérica, 1993. 19 20 Según el autor, los topes y avíos se constituyeron en mecanismos para asignar fondos a grupos escogidos según criterios políticos. El diseño de los programas crediticios se rigió cada vez más por las presiones que ejercieron los grupos de interés, por lo que los incentivos de los bancos comerciales para crear métodos más eficientes y menos riesgosos en la administración de la cartera de crédito se eliminaron. El subsidio para el sujeto de crédito, otorgado por medio de una tasa de interés ubicada por debajo del punto de equilibrio, no fue significativo mientras las tasas de inflación no eran muy elevadas. Pero a partir de los años sesenta y especialmente de los setenta, cuando la tasa de inflación se aceleró, la tasa de interés se tornó negativa y el costo del subsidio considerablemente alto. Por último, el rápido crecimiento de las operaciones de la Bolsa Nacional de Valores y el desarrollo de las operaciones administración bursátil como mecanismo de captación de recursos de corto plazo le otorgó gran auge a la participación de la competencia por clientes por parte de las instituciones particulares. 3.5. Proceso de reforma al sistema financiero A mediados de la década de los ochenta se empezaron a materializar las primeras ideas que hacía tiempo se venían gestando en torno a la necesidad de introducir profundas reformas al sistema financiero nacional. 20 21 Con anterioridad a esta época se tomaron medidas como la promulgación de la Ley de Regulación de Empresas Financieras no Bancarias en 1972, que permitió a las empresas privadas que no formaban parte del Sistema Bancario Nacional participar en función de intermediación financiera, y captar recursos del público mediante la emisión de certificados de inversión, a plazos no menores a los 180 días. En 1978 se introduce una reforma en la fijación de las tasas de interés, por un acuerdo de la Junta Directiva del Banco Central. Se pretendió eliminar la represión financiera por medio de dos mecanismos para determinar las tasas de interés. El primero consistió en determinarlas de acuerdo con el costo de los recursos en los mercados internacionales; y el segundo consistió en dar libertad a los intermediarios financieros para que ellos determinaran su tasa de interés. Sin embargo, los resultados de estas reformas se vieron reducidos debido a descontroles fiscales y a la alta inflación que caracterizó la época de finales de los setenta y principios de los ochenta. Esto ocasionó que las tasas reales de interés volvieran a ser negativas. A partir de 1978 la estabilidad del sistema económico se debilitó. Este período marca el inicio de un proceso de reforma en el sistema financiero costarricense: “El control de la estructura de tasas de interés que el Banco Central seguía desde 1978, (...), se volvió ineficaz cuando la rápida expansión del crédito interno aceleró bruscamente la inflación y la devaluación de la moneda nacional, dando como resultado tasas reales de interés negativas.”10 10 Zúñiga, N. “Costa Rica: Determinantes de la tasa de interés en un contexto de liberalización financiera” Revista Ciencias Económicas, Vol. VIII, Número 1, primer semestre, 1998. 21 22 Al acelerarse la inflación y la devaluación, la represión financiera que se produjo originó una contracción significativa del sistema financiero: “En el período 78-82, todas las variables crediticias tuvieron un crecimiento negativo: la liquidez total en 1982 representó el 69% de su valor en 1978; la oferta monetaria fue sólo el 59% de lo que fue en 1978 y el crédito interno al sector privado llegó a ser el 36% de su valor en 1978.”11 Aunado a lo anterior, se empezó a dar un proceso de evasión de la regulación, cuando intermediarios privados movilizaron títulos a plazo, al definir la autoridad monetaria que “depósitos” eran aquellos hechos a la vista y en cuenta de ahorros. Así aparecieron pequeñas financieras, algunas de las cuales luego se convertirían en bancos al expandir sus operaciones. Cuando la inflación empezó a acelerarse en la década de los setenta, las tasas de interés que los intermediarios del Estado pagaban se vieron cada vez más distantes de las que pagaban los entes privados. De esta forma, aumentó el grado de competencia en el sistema financiero por los depósitos a plazo, lo cual provocó cierta ventaja para los intermediarios privados, que vino a reflejarse en un incremento de la importancia relativa de sus activos en relación con el total del sistema financiero. 11 González, V. (1993), Op. Cit. 22 23 IV LA BANCA EN LOS AÑOS OCHENTA Y NOVENTA: REFORMAS LEGALES Y DESEMPEÑO FINANCIERO En este capítulo se caracteriza el sistema bancario en la década de los años ochenta y noventa, haciendo énfasis en los procesos seguidos por las entidades que trataban de ganarse un espacio en el regulado sector bancario de la época. Se muestran los principales cambios que se suscitaron en el esquema legal, y sus consecuencias en el sector, durante el período 1980 – 2000. Además, se analiza en este capítulo la evolución financiera de las entidades de mayor peso relativo en la industria bancaria nacional, y se delimitan las características que muestran la eficiencia y rentabilidad con que operan estas entidades. 4.1. La banca en los años ochenta Antes de los años ochenta la industria bancaria costarricense se encontraba dominada por cuatro bancos estatales, mientras la presencia de la banca privada era prácticamente nula. Lo anterior se explica por factores de carácter legal, entre ellos el decreto de nacionalización bancaria de 1948, que buscaba una “democratización” de los servicios bancarios y llevaba implícita la filosofía de no lucrar con los depósitos del público. En ese momento el sistema financiero se encontraba ampliamente reprimido. 23 24 En este periodo se presenta una gran participación estatal en factores como la asignación del crédito y el nombramiento de los directivos de las entidades. La implicación más importante de esta coyuntura fue la escasa o nula competencia dentro del sector, con los efectos que un escenario como éste tiene en aspectos como eficiencia (altos márgenes de intermediación), innovación y servicio al cliente. De hecho, tal como se observa en el cuadro 1, a diciembre de 1980 los bancos estatales agrupaban 98,9% del total de activos del sector bancario y canalizaron 99,1% del crédito total, indicadores ambos del alto grado de concentración prevaleciente hasta ese entonces. Cuadro 1 Participación relativa de los bancos estatales dentro de la industria bancaria costarricense 1980 - 1999 Crédito total 99,1 Patrimonio 1980 Activos totales 98,9 82,4 Ingresos totales 97,2 1985 91,9 86,3 80,5 85,5 1990 86,9 75,7 66,9 n.d. 1995 78,8 64,2 58,1 63,8 1998 71,1 57,1 58,2 70,0 1999 63,3 49,4 42,4 63,6 Año Fuente: BCCR, SUGEF. A partir de 1982, con la administración Monge Alvarez la banca privada adquiere impulso. La participación del sector privado en el Sistema Bancario Nacional pasa de 3% en 1979 a 23% en 1986 con respecto a los recursos a plazos en moneda nacional, única forma permitida de captación de recursos a los bancos privados. 24 25 Este repunte en la participación de la banca privada se hace evidente en el número de entidades en funcionamiento. En el año 1979 en Costa Rica había sólo cinco bancos privados, mientras que a finales de 1986 había 16 de ellos. Los bancos existentes en 1982 eran: Fundados antes de 1981: 1. 2. 3. 4. 5. Banco Lyon, S.A. Bank of America, S.A. Banco de la Construcción, S.A. Banco de Santander Banco del Comercio Fundados en 1981: 1. BANEX 2. Banco Internacional de Exportaciones (BIESA) Fundados en 1982: 1. Banco de la Cooperación 2. Banco Weeden Internacional 3. Banco INTERFIN Es en esta última variable en la que se aprecia más claramente el proceso que ha seguido la banca privada tratando de “ganar terreno” a la banca estatal, a pesar de la serie de restricciones que enfrentaba, pero valiéndose de factores como rapidez, eficiencia y atención personalizada a sus clientes, aprovechando la ineficiencia de la banca estatal. De hecho, este periodo ha sido considerado como el “despegue” de la banca privada en Costa Rica. 25 26 Los bancos privados surgen con una clara orientación hacia los servicios, en especial aquellos relacionados con el comercio internacional y la canalización de recursos a sectores que, como comercio, servicios y consumo no habían sido considerados como prioritarios por los bancos del Estado. Un factor que facilitó la incorporación de la banca privada al desarrollo del país fue la posibilidad de canalizar recursos provenientes de organismos internacionales, como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (A.I.D.), a algunas actividades (según leyes N°6950 y No 6965). 4.2. Participación de la A.I.D. en la banca privada costarricense • ¿Qué es la A.I.D.? La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional es la institución estadounidense encargada de desarrollar el programa de asistencia económica al exterior, con recursos del congreso de los EEUU, bajo su autoridad. • Origen La A.I.D. se establece mediante el acta de asistencia al exterior dictada por la administración Kennedy. En 1973, el Congreso modifica el acta para permitir a la A.I.D. cambiar el mecanismo de ayuda a los países; de grandes transferencias de capital dirigidos mayoritariamente a infraestructura a asistir directamente a los habitantes de menos recursos de los países objeto de ayuda. Ante la crisis mundial, la A.I.D. combina la asistencia directa a habitantes con la ayuda a mejorar la situación macroeconómica de los países. 26 27 • Formas de ayuda de la A.I.D. 1. Asistencia para el Desarrollo. Provee fondos para atender las necesidades de los habitantes por medio de proyectos a fin de desarrollar el aparato exportador. 2. Fondo de Apoyo Económico. Dirigido a apoyar económicamente a países de interés político para los EEUU, en la forma de respaldo de proyectos o de transferencias directas de efectivo. 3. Ley Pública 480 (PL-480). Por medio de esta, EEUU suministra productos agrícolas a países cooperantes en calidad de préstamo o por donaciones. 4. Garantía para viviendas. Por medio de éste, el Gobierno de los E.E.U.U. actúa como garante ante empresas del sector privado estadounidense para atender la demanda de vivienda de ingresos medios y bajos. 4.3. La A.I.D. y Costa Rica La ayuda externa de los Estados Unidos de América, por medio de la A.I.D., fue parte importante del proceso de reactivación económica sufrida por Costa Rica debido a factores como el alza mundial de los precios del petróleo, recesión mundial, disminución de los precios internacionales de las materias primas y problemas estructurales internos mostrados por la economía nacional, tales como: agotamiento del modelo de sustitución de importaciones y tamaño excesivo del aparato estatal, entre otros. 27 28 La justificación de dinamizar el sector bancario privado nacional se justificaba ante el nuevo modelo adoptado por Costa Rica conocido como promoción de exportaciones de productos no tradicionales, especialmente a terceros mercados, para lo cual la banca privada ayudaría a soportar este modelo. Desde la perspectiva estadounidense, se perseguía ayudar a Costa Rica a superar la crisis económica y ayudarla a “mantener el sistema democrático” en medio de la inestabilidad de Centroamérica. Las primeras relaciones de la A.I.D. con los bancos privados comienzan a mediados de 1981, cuando el Banco Agro-Industrial y de Exportaciones (BANEX) recibe US$10 millones para afianzar la solidez del nuevo banco. Además, otorga un préstamo a la Corporación Costarricense de Financiamiento Industrial, S.A. (COFISA) de US$10 millones. Entre 1982 y 1986 los bancos privados recibieron 2.885 millones de colones por medio de tres convenios de asistencia financiera que suscribe el Banco Central con la A.I.D.. El primero de ellos se denominó: “Convenio de Préstamo para un proyecto entre los Estados Unidos de América y el BCCR, para la estabilización y Recuperación económica”, con el cual BANEX, de América (hoy Banco de San José) e INTERFIN reciben 138.330.371 colones, adjudicados dependiendo del monto de capital y reservas. CODESA funciona como intermediario y cobra 10% de interés y el Banco Central 5%. 28 29 La intermediación de CODESA se hizo necesaria ya que según el artículo 62 de la Ley Orgánica del Banco Central, vigente en esa época, se prohibía a los bancos privados la captación directa de recursos externos. Los bancos, por su parte, estaban obligados a canalizar los recursos a capital de trabajo a empresas que produzcan bienes manufacturados o agrícolas no tradicionales, servicios de exportación de esos productos, y compra de nuevas acciones que aumenten el capital social o para mejorar la estructura de endeudamiento de empresas. Con el segundo se le canalizan recursos a la banca privada, al igual que con el anterior por medio de CODESA. En este participaron el Banco de América, BICSA, INTERFIN, BANEX, Cooperativo Costarricense, R.L., de Santander y recibieron 564,7 millones de colones entre 1983 y 1984. Para 1984, la A.I.D. supedita la concesión de ayuda financiera a la promulgación de reformas (artículo 82, inciso 5 de la ley orgánica del BCCR) que permitieran al Banco Central efectuar préstamos a todos los bancos comerciales (estatales y públicos). En agosto de 1984 se reforma la ley y se le permite a la banca privada contratar empréstitos en el exterior sin la intermediación de CODESA. Por el apoyo de la AID y la reforma a la ley del Banco Central en 1984, se autorizó el acceso al redescuento a los bancos privados cuando la fuente de fondos fuera externa. 29 30 Una vez realizada la reforma, en 1984 se firma el tercer convenio, ante lo cual de los $35 millones de dólares, $15 millones son dirigidos a bancos privados y el resto a la banca estatal. El crecimiento de la banca privada se evidencia en el monto de los activos totales de los bancos privados pasa de 1.560 millones de colones en 1982 a 11.305 millones de colones en 1986, y a la suma de 21.011 millones de colones en 1988. La participación de la banca privada dentro del Sistema Bancario Nacional pasa de 2% en 1980 a 10% en 1986 y casi a 15% en 1988. 4.4. La banca en los años noventa En la década de los años noventa el proceso de aumento en la participación de mercado por parte de la banca privada continuó, de manera que en 1999 los bancos privados manejaban aproximadamente 50% del crédito y 40% de los activos y los ingresos totales del Sistema Bancario Nacional. 30 31 Cuadro 2 Sistema Bancario Nacional Número de participantes 1980 - 1999 Año Total* 9 Entidades Estatales 4 Entidades Privadas 5 1980 1985 20 4 15 1990 22 4 17 1995 26 3 22 1998 25 3 21 1999 24 3 20 Fuente: BCCR, SUGEF. *No se incluye el BPDC ni el BANHVI Para que el sistema financiero evolucionara fue necesario superar varios obstáculos que se habían acumulado a través del tiempo con la proliferación de diferentes medidas legales y reglamentos que distorsionaban fuertemente el funcionamiento del mercado, por ejemplo: fijación de tasas de interés activa y pasivas, establecimiento de límites cuantitativos y cualitativos al crédito, limitaciones a la captación de los bancos privados, regulaciones de plazo, garantías y otras condiciones de los créditos bancarios por parte de la autoridad monetaria. Al respecto, era necesaria una transformación profunda del marco institucional del mercado financiero con el fin de hacerlo más flexible y a la vez dar mayor independencia a los banqueros para que aprendieran a tomar sus propias decisiones y dirigieran eficientemente su negocio. 31 32 4.5. Reformas legales en el sistema financiero costarricense durante las últimas dos décadas En el área de las reformas legales el Banco Central ha jugado un papel protagónico, dado su manifiesto interés en la promulgación de leyes y normas tendientes a la liberalización y modernización del sistema financiero nacional, aspectos establecidos en la Ley Orgánica del Banco Central. Seguidamente se presenta un recuento cronológico de las principales leyes que han afectado la operatividad de los intermediarios financieros en Costa Rica. 32 33 Cuadro 3 Evolución del marco legal y regulatorio del Sistema Bancario Nacional 1984 – 2000 Año Ley Objetivo principal Autoriza al Banco Central para conceder préstamos a los Leyes N°6950 y N°6965. bancos privados con fondos provenientes del exterior, lo que propició su crecimiento, fortalecimiento y una mayor diversificación de sus productos. El Banco Central buscó liberalizar y flexibilizar la fijación de 1984 Normativa del BCCR. los precios en el Sistema Financiero (tasas de interés, en comisiones, topes de cartera, por ejemplo). adelante Creó el Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI). La promulgación Ley del Sistema 1986 Financiero Nacional para de dicha ley fue necesaria para darle impulso a esta actividad y sobre todo dar un financiamiento sostenible y permanente. la Vivienda, No. 7052. Se introducen reformas a la Ley del BCCR y del SBN para mejorar la Ley de Modernización eficiencia e independencia de los bancos. Transforma la Auditoría 1988 del Sistema Financiero, General de Bancos (AGB) en Auditoría General de Entidades Financieras No. 7107. 1984 1990 1994 1995 Ley Reguladora del Mercado de Valores, No. 7201. Ley de Regulación de Intermediación de las Cooperativas, No. 7391. Ley Régimen Privado de Pens. Complementarias, No. 7523. Nueva Ley Orgánica del Banco Central, No. 7558. (AGEF) con mayores potestades para supervisar las entidades. Creó la Comisión Nacional de Valores (CONAVA) como órgano de desconcentración máxima y adscrito al Banco Central, para regular, fiscalizar y vigilar el mercado de valores. Somete a fiscalización de la SUGEF aquellas cooperativas de ahorro y crédito que realizan intermediación financiera. Establece la regulación a los fondos privados de pensiones y crea La Superintendencia de Pensiones (SUPEN) como órgano supervisor. Da mayor independencia al BCCR del poder político, así como un gran número de medidas importantes de liberalización y reforma financiera. Creó el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero Reforma a la Ley 1997 Reguladora del Mercado (CONASSIF), órgano encargado de dirigir las tres superintendencias: SUGEVAL, SUPEN Y SUGEF. Este se encarga entre otros aspectos de de Valores, No. 7732. lograr una mejor coordinación entre los entes reguladores y al mismo tiempo evitar contradicciones, traslapes y duplicaciones en la supervisión del sistema financiero. Crea y establece el marco para regular los fondos de capitalización laboral de los trabajadores, así como establecer los mecanismos para fortalecer el Ley de Protección al 2000 régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la CCSS como principal sistema Trabajador No.7983. de protección de los trabajadores. Establece los mecanismos de supervisión para los entes participantes en la recaudación y administración de los diferentes programas de pensiones. Fuente: Elaboración propia con base en informaciones periodísticas y publicaciones del BCCR, SUGEF y SUGEVAL. 1995 33 34 Teniendo presente lo anterior se puede decir que las principales medidas de la reforma financiera que han afectado directamente el comportamiento y desempeño de las entidades bancarias son las siguientes: 1. Liberalización de la cartera pasiva de los bancos privados. En forma paulatina el Banco Central le permitió a la banca captar de una manera más flexible, a plazos cada vez menores y en moneda extranjera, a la vez que se le facultó a endeudarse en el exterior. Este proceso culminó con la nueva Ley Orgánica del BCCR. 2. Flexibilización total en la determinación de la composición de la cartera de crédito e inversiones por parte de las entidades bancarias, lo que incluyó la eliminación de los límites cuantitativos y cualitativos al crédito (topes de cartera), y las disposiciones relacionadas con las condiciones crediticias, tales como plazo, garantías y formas de pago. Este proceso de liberalización para la cartera activa fue gradual. Empezó en 1984 y finalizó en 1992, cuando se dejó a los intermediarios financieros en libertad para distribuir los fondos prestables en función de la demanda. En la nueva Ley del BCCR se eliminaron las facultades de esta entidad de restringir el crédito, pues únicamente lo puede hacer en forma global y como medida de excepción. 3. Liberalización de las tasas de interés activas y pasivas. Primero se flexibilizó la fijación de las tasas pasivas, luego fueron las activas y el proceso culminó con la eliminación de la facultad del Banco Central de determinar las tasas de interés de los intermediarios financieros, según la Ley N° 7558. 34 35 4. Se otorgó mayor poder a la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF) para realizar una mejor supervisión prudencial. Se pasó de un análisis meramente contable y de auditoría a una supervisión de carácter preventiva. 5. Mayor independencia del Banco Central del poder político. Sin embargo aún persiste la figura del Ministro de Hacienda dentro de la Junta Directiva. Dentro de este entorno, al BCCR y a la SUGEF se les delimitan sus funciones de manera diferenciada, ya que se le da al primero el control monetario y a la segunda la fiscalización y supervisión; sin embargo, como ambos aspectos no son independientes de manera absoluta, se vinculan por medio de los integrantes del Consejo Directivo de la SUGEF. 6. Eliminación de controles monetarios directos (tasas de interés, topes de cartera). Los instrumentos indirectos tienen la ventaja de que afectan a los agentes económicos de una forma general y según las condiciones del mercado. La aplicación de instrumentos indirectos de control monetario se realiza especialmente mediante las operaciones de mercado abierto y la participación en el mercado interbancario. 7. Implementación de la subasta de títulos públicos de manera conjunta por parte del Banco Central y el Ministerio de Hacienda. Como parte de la flexibilización de las tasas de interés, el ente emisor libera las tasas de los depósitos en dólares y le permite a la banca privada emitir títulos en dólares con tasa ajustable. 35 36 8. Regulación del encaje mínimo legal. Se establece como máximo 15% pero se amplia la base a mutuales, cooperativas, Banco Popular, OPAB, CAV, fideicomisos. Dicho instrumento tradicionalmente fue elevado en el país para incentivar el uso de instituciones bancarias en el exterior (banca off-shore) con el objetivo de evasión de controles para obtener un mejor rendimiento en el nivel de grupo. Según regulaciones de política monetaria, a partir del 15 de octubre de 1999 se redujo el encaje mínimo legal a razón de un punto porcentual por semestre, hasta alcanzar 10% en moneda nacional y 5% en moneda extranjera, en octubre del 2001. 9. Ruptura del monopolio de la captación en cuenta corriente por parte de todos los bancos, luego de cumplir al menos con una de las siguientes condiciones: i) Mantener un saldo mínimo de préstamos a la banca estatal equivalente a 17%, una vez deducido el encaje, de sus captaciones totales a plazos de treinta días o menos; ii) Instalar por lo menos cuatro agencias fuera del Valle Central y colocar 10% de lo captado a treinta días o menos en programas especiales y a tasas preferenciales. 10. Acceso al redescuento para todas las entidades supervisadas por la Superintendencia General de Entidades Financieras, previo cumplimiento de alguno de los dos requisitos siguientes: i) tener derecho de acceso a captaciones en cuenta corriente; ii) mantener un saldo mínimo de préstamos para la banca estatal equivalente a 12%, una vez deducido el encaje correspondiente, de sus captaciones totales a plazos de treinta días o menos. 36 37 11. Apertura de la cuenta de capitales, lo que significó la eliminación de cualquier restricción a la compra de divisas en el mercado. Esto impulsa la competencia dentro del sistema financiero, ya que abre la posibilidad para los usuarios de crédito de tener acceso a recursos de fuentes externas. 12. Se elimina la obligatoriedad de vender las divisas provenientes de las exportaciones al SBN. Se acaba el monopolio de la negociación de las divisas del Banco Central y se abre a todas las entidades sujetas a la supervisión de la SUGEF. 13. Regulación de los grupos financieros. La reglamentación más importante para los intermediarios financieros en 1998 fue el nuevo reglamento de grupos financieros aprobado por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (CONASSIF). Las ventajas son sobre todo de naturaleza informativa y no tanto de fiscalización, lo que le permite a los supervisores darse una mejor idea del tamaño de los grupos, de la banca off-shore, de las relaciones existentes entre las diferentes empresas; así como una valoración del riesgo del grupo financiero como un todo. 14. Posibilidad de contraer obligaciones internas y externas sin el requerimiento de autorización por parte del Banco Central. 37 38 15. Derogación de los artículos de 2 al 32 de la Ley del Régimen Privado de Pensiones Complementarias, lo que también afecta la supervisión y la regulación establecidas por la SUPEN. 16. Aprobación del nuevo Reglamento del Sistema de Pagos en febrero del 2000 que deja sin efecto el anterior (12 de febrero de 1999). Dicho reglamento regula la organización y el funcionamiento de cada uno de los diferentes servicios prestados por medio del Sistema Interbancario de Negociación y Pagos Electrónicos (SINPE), desarrollado por el BCCR, así como la administración de las cuentas corrientes de reserva en el BCCR. Como se puede observar, el sistema financiero costarricense ha pasado por un período de casi dos décadas de reformas constantes; sin embargo, no ha logrado consolidar todos los cambios necesarios para alcanzar plenamente los objetivos que en la legislación mencionada se propone. El sector ha logrado avances importantes dentro de un esquema de desregulación financiera y supervisión, que buscan una mayor competitividad y eficiencia en la asignación de los recursos financieros en la economía. Sin embargo, en ese proceso de desarrollo se han presentado obstáculos que han impedido lograr una verdadera reforma en este sector, situaciones que han llevado a la existencia de altos márgenes de intermediación, fragmentación importante del mercado financiero y financiera menor al deseado. 38 un proceso de profundización 39 4.6. Análisis financiero y económico del sector bancario privado Seguidamente se analizan los indicadores financieros más relevantes de los bancos privados durante los años ochenta y noventa. Tomando en cuenta las diferencias existentes en cuanto a la cantidad, calidad y tipo de información disponible para un período relativamente largo, en el que se produjeron cambios sustanciales tanto en las empresas bancarias como en el ente supervisor, se optó por realizar el análisis dividido en dos períodos de cinco años, cada uno representativo de las dos décadas en cuestión. En primera instancia, se observan los resultados obtenidos por el grupo de entidades durante el quinquenio que va de 1982 a 1987, precisamente, ya que fue en este período en el que se consolidó la creación de bancos privados, a pesar de todas las trabas legales que debía enfrentar el sector. De los 20 bancos privados existentes en 1987, 13 fueron creados durante ese lustro. Este análisis se realiza con el objetivo de poder mostrar la forma en que evolucionó lo que se podría llamar la primera fase de la formación y consolidación del sector bancario privado después de la nacionalización bancaria de mediados del siglo XX. En segunda instancia se analizan registros del último quinquenio de información disponible, es decir, el período de cinco años que va de 1997 al 2001, en el que se puede observar el desenvolvimiento más reciente del sector. Se analizan resultados tanto 39 40 agregados para el grupo de bancos, como de algunos aspectos importantes en que sobresalen algunas entidades individuales. 4.6.1. Análisis del período de 1983 a 1987 Como ya se mencionó, el lapso de 1983 a 1987 es de suma importancia en el desarrollo del sector bancario privado costarricense, pues la mayor parte de los bancos creados en la década de los años ochenta iniciaron operaciones en ese período. Lo anterior es producto de una serie de circunstancias históricas que se conjuntaron para permitir el crecimiento inicial del sector. Entre los elementos más importantes se encuentran las profundas reformas legales de la época, así como el apoyo recibido por los empresarios del sector, de entidades internacionales como la AID. 4.6.1.1. Cuentas de balance de situación En el período comprendido entre 1983 y 1987, uno de los rasgos más sobresalientes para el sector bancario privado es la cuenta de préstamos otorgados, que pasa de 44,6% del total de activos de los bancos privados en 1983 a 58,8% en 1987, lo cual es un indicador del interés con el que los bancos privados se lanzaron a buscar participación de mercado, en parte como reflejo de la mayor flexibilidad imperante en el esquema regulatorio. Además, este aumento en la participación de mercado es más evidente cuando se observa que el total de activos de la banca privada pasó de ¢2.780 millones al 31 de diciembre de 1983 a ¢17.930 millones al cierre de diciembre de 1987. 40 41 Por el lado de los pasivos sobresalen los certificados de inversión, que pasan de representar 28% del total de obligaciones en 1983 a 37% en 1987. Adicionalmente, cabe destacar que mientras en 1983 los certificados de inversión de la banca privada representaban 5% de los depósitos a plazo de la banca estatal, en 1987 ese valor se ubicó en 24%, lo cual evidencia un esfuerzo por parte de los entes privados de lograr ganarse un puesto de relevancia en el sector financiero costarricense. Otra cuenta que mostró un comportamiento de relevancia es la de créditos con el BCCR, pues pasó de representar 23% del pasivo a 31%, entre 1983 y 1987, y pasó de ¢548 millones a ¢4.569 millones en ese lapso. Todas estas obligaciones estuvieron sustentadas con recursos suministrados por la AID. Esta es una muestra de la importancia que tuvieron organismos financieros internacionales en el desarrollo del sector en cuestión. Finalmente, en lo correspondiente al patrimonio de las entidades, el período bajo estudio es claro en el esfuerzo de consolidación que hacen las entidades privadas. Una muestra de lo anterior es el aumento que registra el capital social de las entidades, pues pasa de ¢333 millones en 1983 a ¢2.552 millones en 1987. 4.6.1.2. Cuentas de resultados El total de ingresos financieros es el rubro más relevante en la composición de los ingresos de los bancos privados durante el período que va de 1983 a 1987, que representa en 41 42 promedio 84% de los ingresos totales. A pesar de lo anterior, cabe resaltar el mayor crecimiento que experimentaron los ingresos no financieros en comparación con el registrado por los financieros, lo cual hace que la participación de los primeros disminuya y la de los segundos se incremente. Por ejemplo, mientras que entre 1986 y 1987 los ingresos financieros de todos los bancos privados pasaron de ¢1.755 millones a ¢2.612 millones (un aumento de 49%), los ingresos operativos pasaron de ¢308 millones a ¢659 millones (para una variación anual de 1,14 veces). Lo anterior podría indicar que los bancos privados en este período comienzan a consolidar su posición en el mercado, más allá de ser simples intermediarios financieros, que pasan a ser empresas que venden una gama mucho más amplia de servicios. Esto les permite iniciar un fuerte proceso de consolidación en la carrera por ganar participación del mercado financiero nacional. Lo anterior queda claramente demostrado en la participación de los ingresos financieros y comisiones ganadas tanto por el sector bancario público como por el privado. Mientras que en 1983 la participación era de 93% contra 7%; en 1987, tales relaciones habían pasado a 77% para el sector publico y 23% para el privado. De acuerdo con datos de la SUGEF, en el año 1999 los bancos privados ya acaparaban 30% de los ingresos financieros y de comisiones generadas por el Sistema Bancario Nacional. En lo que corresponde a los gastos, también se nota la participación que poco a poco va ganando el sector bancario privado. Por un lado, la proporción, de los gastos financieros en el total, va en aumento en el período 1983–1987. Mientras que en 1983 los gastos financieros representaron 44% del total, en 1987 esta cifra pasó a 65%. Adicionalmente, 42 43 cabe rescatar que, en términos absolutos, para el total de bancos el gasto financiero pasó de ¢166 millones en 1983 a ¢1.907 millones en 1987 (para un crecimiento de 10,5 veces en los cinco años). Por otro lado, se nota también en el esquema de gastos el esfuerzo realizado por las entidades bancarias privadas tendiente a incrementar la eficiencia en el manejo de sus recursos, por cuanto mientras en 1983 el gasto operativo (¢163 millones) representó 43% del gasto total, en 1987 ese gasto (¢1.000 millones) representó 34% del total (para un crecimiento de 5,1 veces en el quinquenio). Poco a poco se van evidenciando de manera más marcada la participación y el aporte del sector bancario privado en la economía nacional. 4.6.1.3 Razones financieras Liquidez Las razones financieras de liquidez revelan la capacidad que tiene una empresa en general para honrar sus obligaciones de corto plazo con sus activos que pueden convertirse en efectivo con relativa facilidad. La relación de liquidez muestra que, en promedio, los bancos privados contaban con suficientes activos líquidos para hacer frente a sus obligaciones de corto plazo. Esta 43 44 relación pasó de 1,55 veces en 1983 a 1,72 veces en 1987. Sin embargo, si se observa la prueba del ácido, la relación cae a un promedio de 0,52 veces en el período. Al analizar la recuperación de los préstamos otorgados, que supera el 95%, se puede afirmar que la prueba del ácido es severa para analizar al sector bancario privado, pues la cartera de créditos podría considerarse como un activo altamente líquido. Apalancamiento Como es de esperar, dada la naturaleza del sector en cuestión, el indicador de apalancamiento (que muestra la proporción de activos de la empresa que son financiados por terceros) es superior a 80%. La relación de pasivo a capital social muestra que el nivel de endeudamiento es relativamente bajo en el período en estudio, pues en promedio es de 6,1 veces, por debajo del nivel exigido por el BCCR para esa época (11 veces). Actividad Las relaciones de actividad calculadas para el sector bancario privado durante el período 1983 a 1987 muestran una relativa estabilidad. La fracción productos financieros totales a activo total, que muestra la cantidad de ingresos promedio generados por cada colón de activo, se mantuvo cerca del 14%, lo cual podría evidenciar una baja capacidad de generación de ingresos con los activos a disposición. 44 45 A pesar de lo anterior, la rotación de intereses es un indicador de la buena cobertura de intereses del grupo bancario estudiado, pues en el quinquenio se mantiene, en promedio, en 1,38 veces. Rentabilidad Las relaciones de rentabilidad muestran un marcado decrecimiento durante los cinco años que se estudian. El margen de utilidad muestra que la capacidad de convertir en utilidades los ingresos generados se redujo a menos de la mitad de 1983 a 1987 (pasó de 26% a 12%). El rendimiento sobre activo y sobre patrimonio muestra la misma tendencia. El primero pasó de 4,1% a 2,2% y el segundo de 26,7% a 12,3% en el mismo lapso. Las razones que explican este comportamiento se podrían encontrar, en parte, en las políticas impulsadas por el BCCR con tal de regular la creciente actividad bancaria privada. Adicionalmente, no se debe perder de vista que en el período se crearon una gran cantidad de intermediarios financieros privados, lo cual hacía cada vez más competido el sector. Por último, como se mencionó líneas arriba, uno de los caminos seguidos por los bancos privados en la época para competir con los estatales fue el mantenimiento de tasas pasivas atractivas, lo cual evidentemente reduce la capacidad de generar utilidades. Riesgo De acuerdo con la información disponible, se puede afirmar que los bancos privados fueron eficientes en el cobro de los préstamos a mediados de la década de los años ochenta. A diciembre de 1983, la cartera atrasada de los bancos (préstamos con atraso superior a los 45 46 noventa días) representaba 10,9% de la cartera total, mientras que para 1987 ese valor alcanzó 3,9%. Así mismo, la relación de patrimonio a colocaciones se sitúa en el orden promedio de 34%, lo que podría considerarse en un nivel aceptable. Eficiencia Dos relaciones que pueden ayudar a medir la eficiencia que muestra el sector bancario privado son los gastos operativos a obligaciones a plazo y a préstamos otorgados. En primer término, la razón de gastos operativos a obligaciones a plazo muestra un decrecimiento importante entre 1983 y 1987, pues pasa de 24,4% a 18,1%. En segundo lugar, los gastos operativos como proporción de los préstamos otorgados se redujeron de 13,1% a 9,5% en el mismo período. Ambos datos reflejan de manera contundente la mejor utilización de los recursos de las instituciones, pues por cada colón captado o prestado se quiere una menor cantidad de gastos operativos a medida que pasa el tiempo. En resumen, durante la segunda parte de la década de los años ochenta se produjo un proceso de consolidación de la banca privada en Costa Rica, respaldada en varios hechos de suma relevancia: aumento en el número de bancos en operación, mejoramiento en la eficiencia en el manejo de recursos, buenos indicadores de recuperación de cartera, aumento en la participación de mercado financiero, mayor aporte a la economía nacional, entre otros factores. Sin embargo, tal consolidación de mediano y largo plazos se produjo con sacrificio de las utilidades inmediatas, pues los indicadores de rentabilidad cayeron de manera marcada en el período analizado. En el análisis posterior de los resultados recientes, se podrá observar si para el sector el sacrificio valió la pena. 46 47 4.6.2. Análisis del sector bancario costarricense durante el periodo 1997–2001 En esta sección se analizan indicadores financieros más relevantes del sector bancario privado costarricense durante los últimos cinco años de los que se cuenta con información, es decir, de 1997 a 2001, destacando resultados individuales de algunos intermediarios que sobresalen en sus guarismos. Adicionalmente, se hace una comparación de estos resultados con los de los sistemas financieros de otros países, sobre todo de la región centroamericana, con tal de tener mayores parámetros de evaluación. 4.6.2.1. Estructura del activo En el quinquenio terminado el 31de diciembre del año 2001, los bancos privados muestran una tendencia a incrementar, de manera leve pero sostenida, la proporción de sus activos que son productivos. Así, en promedio, en 1997 los bancos privados mostraban un balance de activos productivos a activo total de 81%, mismo que se fue incrementando hasta alcanzar al final del año 2001 un 87%. Lo anterior podría ser un indicador del esfuerzo que realizó el sector, en promedio, para utilizar de una manera cada vez más eficiente sus recursos. Al comparar el promedio de la banca privada con el promedio ponderado del sistema financiero se observa el mejor manejo que realizan los primeros en comparación con el 47 48 sistema. Al 31 de diciembre del 2001, la relación de activo productivo a activo total del sistema financiero se encuentra 4,5 puntos porcentuales por debajo del registro de los bancos privados, en gran medida influenciado este indicador por el bajo registro de las entidades estatales (80,4%). En el porcentaje de los activos totales que son productivos, al 31 de diciembre de 2001 destacan los bancos Improsa, Bancentro, BCT e Interfin, con 93,8%, 92,3%, 91,8% y 90,5%, respectivamente. Este indicador, como se verá en las próximas líneas, no necesariamente es garantía de generación de utilidades por encima del promedio. Adicionalmente, las cifras muestran un ligero aumento en la proporción de los activos productivos, que representan los activos de intermediación, lo cual es un indicador de la forma en que asignan los bancos sus recursos. A diciembre del 2001, en promedio 91% de los activos productivos de los bancos privados era activo de intermediación. Sin embargo, esto no quiere decir que los bancos privados no concedan prioridad a la prestación de otros servicios diferentes a la intermediación, pues se puede argumentar que para tales actividades no se requieren grandes cantidades de recursos físicos o financieros; más bien, en otras áreas lo importante es el nivel de conocimientos que se tengan y el adecuado manejo de las relaciones con clientes específicos. Un área en la que, en promedio, la mejora a lo largo de los últimos años no es muy significativa es en la cartera de créditos al día y con atraso de hasta noventa días. Mientras 48 49 que al finalizar 1997 80,3% de la cartera se encontraba en esta situación, cinco años más tarde esa cifra alcanzaba un 82,6%, similar al valor de diciembre de 1998. Sin embargo, si tales cifras se comparan con el promedio del sistema financiero, la diferencia entre ambos es marcada, por cuanto, en promedio, la cartera al día representa 66% en todo el sistema. Nuevamente, para el sector financiero el grupo que mueve hacia la baja el promedio es la banca estatal, con un indicador de 52,6%. Los bancos que muestran un mejor desempeño en cuanto a la cartera al día son BCT y Scotiabank, con indicadores al 31 de diciembre de 2001 de 90% y 96%, respectivamente; mientras que al final de la lista se encuentran Bancrecen, Elca, Citibank y Bancentro; con 71%, 69%, 60% y 45%, en el mismo orden, de su cartera de créditos al día. En cuanto a la calidad de la cartera en Centroamérica, se observa que Costa Rica ha mostrado, en promedio, una tendencia creciente hacia el mejoramiento de la misma, por cuanto la relación de cartera vencida a cartera total del sistema financiero pasó de 8% a principios de 1997 a 2,4% a finales del 2001. Otros países, como es el caso de El Salvador, mantienen en el período un valor relativamente estable, en el orden de 3%, con algún incremento a inicios del año 2000, hasta los 5,6 puntos porcentuales, con un posterior descenso a 3,5 puntos al cierre del año 2001. En otros países como Honduras y Guatemala, la tendencia es inversa y se ubican al 31 de diciembre del 2001, en valores de 15,9% y 11,2%, en el mismo orden. En la región, el país 49 50 que muestra mayor estabilidad con una baja relación de cartera vencida a cartera total es Panamá, que se mantiene en los cinco años en estudio en menos de 3%. Con tal de suplir los posibles problemas por créditos no recuperados, en promedio, en algunos países se cuenta con suficientes reservas, mientras que en otros se da una insuficiencia manifiesta. Por ejemplo, en Costa Rica las provisiones por pérdidas de cartera de créditos representaban, al 31 de diciembre del 2001, 1,14 veces el monto de la cartera vencida. Cifras arriba de 100% registraban también El Salvador, Nicaragua y República Dominicana (1,1; 1,75 y 1,43 veces, respectivamente). Mientras tanto, en Guatemala y Honduras la presencia de cuentas incobrables podría acarrear problemas graves a sus intermediarios financieros, por cuanto el porcentaje de cartera vencida cubierto en las reservas es relativamente bajo (74% y 23%, respectivamente, al 31 de diciembre del año 2001). 4.6.2.2. Pasivos En la estructura de pasivos, el sector bancario privado costarricense no muestra una variabilidad significativa en los últimos cinco años. La porción de pasivos con costo en relación con el activo total se mantiene en el orden de 80%. Para el sistema financiero ese indicador se ubica en el orden de 75%; mientras que para los bancos públicos alcanza 50 51 69,8%, lo que ofrece un panorama de la diferencia que tienen ambos sectores en lo que representaría el costo promedio de los fondos que utilizan. Lo anterior tiene una incidencia indirecta en la eficiencia que deben alcanzar los bancos privados con tal de competir en costos con el sector estatal. El terreno que han ido ganando a los largo de los últimos años es entonces, al menos en parte, fruto del mejor manejo y desempeño del sector privado. Sin embargo, algunos bancos privados logran mantener una relación de pasivo con costo a pasivo total muy por debajo del promedio. Tal es el caso de los bancos Bantec CQ, BCT y Citibank, con relaciones de 63%, 70% y 73%, respectivamente. Del pasivo con costo, los bancos privados mantienen una mayor proporción de obligaciones con entidades financieras del exterior, en comparación con las entidades públicas, porcentaje que se ha mantenido relativamente estable a lo largo de los últimos cinco años. Al 31 de diciembre del 2001 registró 27,9% (comparado con 26,1% cinco años antes); mientras que para la banca estatal al final del 2001 ese valor no llegaba a 3%. En el caso de los bancos privados, este hecho podría deberse a la necesidad de buscar recursos en el exterior, dada la menor confianza relativa que tienen los ahorrantes en los bancos privados, en relación con los públicos. Sin embargo, existe gran variabilidad alrededor de este promedio, por cuanto las cifras individuales van desde 0%, en el caso del Banco Cathay, hasta 68% para el Banco Improsa. 51 52 Esta cifra da una idea clara del origen de los fondos que utilizan las entidades en sus negocios, lo cual puede ser un indicador de las consecuencias que podría tener para algunas entidades un problema financiero internacional que afecte las fuentes de fondos que algunas utilizan. Las relaciones de apalancamiento de los sistemas bancarios de la región muestran grandes similitudes en el manejo del endeudamiento en Centroamérica, Panamá y República Dominicana y con tendencia hacia el mejoramiento en casi todos los casos. Este último país y Costa Rica son los que registran, a diciembre del 2001, una mayor relación de patrimonio a activo, con 9,7% y 9,6%; respectivamente. La relación más baja la muestra Guatemala con 7,7%. 4.6.2.3. Resultados La rentabilidad de las entidades bancarias privadas a lo largo de los últimos cinco años ha sido, en promedio, relativamente estable, lo cual no necesariamente es el reflejo de todos los intermediarios. La relación de rentabilidad nominal sobre patrimonio promedio así lo muestra. En promedio, dicha relación se ubicó entre 12,9% y 15,5% entre 1997 y el 2001. Tales resultados no son del todo satisfactorios, pues si se toma en cuenta la inflación de ese lustro, se observa que los resultados reales promedio apenas se encuentran ligeramente por 52 53 encima de cero. En 1997, el rendimiento real se ubicó en 1,5%, y en los años siguientes se registra un leve incremento, con valores de 2,8%; 3,9%; 3,1% y 4%, respectivamente. En el lustro en estudio muy pocas entidades destacan por haber obtenido utilidades extraordinarias por encima del promedio del sector y tan solo el Banco Interfin logró utilidades nominales por encima de 20% en el período comprendido entre 1997 y 2001, con cifras de 20,7%; 22,6%; 21,7%; 21,5% y 21,3%, en los cinco años, respectivamente. Destacan también de manera aislada Improsa en 1997 (21,4%); San José en 1998 y 2001 (23,8% y 22,0%) y Banex en 1999 (25,2%). Queda claro que en ningún caso los rendimientos son extraordinarios. Si se considera la utilidad sobre el activo promedio, en términos nominales, en el mejor de los casos no llega a 2%. Lo anterior muestra que, en promedio, el negocio es positivo para los accionistas, no así para la empresa. En gran medida, los resultados anteriores son el reflejo, por un lado, de la eficiencia con que en promedio las entidades utilizan los activos que poseen para generar ingresos y, por otro, la manera en que usan tales ingresos con el objetivo de convertirlos en utilidades. El sector bancario privado logró generar ingresos equivalentes a 17,3%; 19,1%; 18,2%; 17,4% y 15,8% de los activos promedio, durante el período que va de 1997 al 2001. Sin embargo, de tales ingresos se lograron convertir en utilidades en el mejor de los casos 53 54 9,4% en el año 2001. En 1997 la relación de utilidad a ingresos totales alcanzó un registro de 8,3%, lo que representa la cifra más baja en los últimos cinco años. Pocas entidades lograron en el período conseguir convertir en utilidades una mayor proporción de sus ingresos, comparadas con el promedio de la industria. Destacan con cifras importantes los bancos BCT en 1997, 1998 y 1999 (con resultados de 17,7%; 23,0% y 18,7%; respectivamente) e Improsa con 16,0% en 1997. Los anteriores resultados concuerdan con las cifras de gastos, que impiden a las entidades financieras obtener mayores utilidades. La relación de gasto administrativo a ingreso total muestra que un elevado porcentaje de los ingresos obtenidos se gasta en administración. En 1997 el sector bancario privado registró 28,8% en esa relación, la que se mantiene en registros similares para los años siguientes, y se ubica en 28,3% en el 2001. Estos resultados podrían indicar que, a pesar de los esfuerzos realizados, el sector no logra mejorar la eficiencia con la que, en promedio, utiliza los ingresos que obtiene. Un aspecto que podría contradecir lo anterior es el hecho de que el gasto administrativo se ha reducido en los últimos años en relación con el activo promedio. Mientras que esa relación alcanzaba 5,33% en 1997, mostró registros de 5,39%; 4,97%; 4,67% y 4,87%; respectivamente, en los cuatro años siguientes; con una reducción de 0,52 puntos porcentuales en cinco años. Resultados similares muestra la relación de gasto administrativo a activo productivo promedio, que pasa de 6,56% a 5,63% de 1997 al 2001, para una disminución de 0,93 puntos. 54 55 Sin embargo, las diferencias en estas relaciones se presentan por los incrementos que sufre cada variable involucrada. Mientras que el activo aumentó de diciembre 1997 al mismo mes del 2001 3,03 veces; el activo productivo creció 3,33 veces y el gasto administrativo creció 2,24 veces en el mismo lapso. Con todo lo anterior se podría afirmar que si bien es cierto las entidades bancarias privadas nacionales manejaron en el 2001 una mayor cantidad de recursos con relativamente menos gasto administrativo en comparación con los valores de 1997, tal manejo no ha sido más eficiente, en el sentido de generar mayores ingresos y consiguientemente utilidades para el sector. Aunado a lo anterior, se encuentra el gasto administrativo en que debe incurrir el sector para poder generar un colón de utilidades, un promedio de ¢3,12 en los cinco últimos años. La relación de gasto administrativo a utilidades se ubicó en 3,45 veces en 1997, y bajó a 3,02 veces en el 2001. En síntesis, se podría afirmar que, a pesar de todos los esfuerzos y del crecimiento que ha mostrado el sector bancario privado en los últimos cinco años, no logra ser tan eficiente como para mejorar la rentabilidad sobre el patrimonio que obtienen en promedio las organizaciones. 55 56 Si se observa el panorama regional, se pueda observar que existen grandes diferencias entre los países en cuanto a las estructuras de gasto en el sector bancario consolidado. Por ejemplo, la relación de gasto administrativo a activo promedio en Costa Rica se mantuvo de 1997 al 2001 entre 5,7% y 6,0%; y cerró en el último año con 5,8%. El promedio centroamericano en el 2001 fue de 4,7%. Los extremos están registrados en El Salvador (3,1%) y Honduras (5,9%). De acuerdo con datos del Consejo Monetario Centroamericano, tal relación alcanzó 6,1% en el caso de República Dominicana y 0,8% en Panamá. Lo anterior hace evidente que en el caso de Costa Rica falta mucho trabajo con tal de hacer más eficiente el gasto administrativo, comparado con el resultado de países como El Salvador y Panamá. Sin embargo, los resultados anteriores no son determinantes a la hora de medir la rentabilidad que lograron los bancos analizados. En el caso de Costa Rica, la relación de utilidad antes de impuesto sobre la renta a patrimonio promedio registró 22% en 1997; y mostró una baja considerable el año siguiente, para ubicarse en 15,8%; y se mantuvo al menos en 20% en los tres años siguientes. Para El Salvador la situación es diferente, ya que mientras en 1997 registró 22,6%, cinco años más tarde el resultado cayó a 13,3%. Solamente Nicaragua y República Dominicana lograron mejorar la relación de Costa Rica, con 24,1% y 24,4%; respectivamente, en el año 2001. Los resultados anteriores contrastan con lo que podría parecer la lógica del tamaño, y es que a mayor tamaño de las entidades, mayor la eficiencia y, consecuentemente, mayores las 56 57 utilidades que éstas obtendrían (economías de escala). A pesar de los datos comentados en el párrafo anterior, en Costa Rica, en promedio, cada banco contaba en el 2001 con activos totales equivalentes a US$324 millones, mientras que en El Salvador el promedio por banco ascendía a US$626 millones, en Nicaragua a US$272 millones y en República Dominicana a US$684 millones. Se puede afirmar, por tanto, que en el nivel regional el tamaño de las entidades bancarias no es una condición suficiente que les garantice obtener un nivel de utilidades acorde con su tamaño, es decir, en el ámbito regional los sectores bancarios no han sabido aprovechar en los últimos cinco años las ventajas que podrían otorgar las economías de escala. En relación con los bancos nacionales, si se toma en cuenta que sacrificaron utilidades en la década de los ochenta y a principios de los noventa con tal de consolidarse en el ámbito financiero costarricense, y que a pesar de ello en los últimos cinco años los resultados no han sido del todo satisfactorios, podría afirmarse que la consolidación está siendo un proceso más extenso del esperado o que la estrategia no rindió los frutos necesarios en términos de utilidades. 57 58 V CAMBIOS ESTRUCTURALES EN LA INDUSTRIA BANCARIA EN COSTA RICA Seguidamente se analiza la concentración que ha mostrado el sector en los últimos años, a raíz de su crecimiento, tecnificación y de los procesos de fusiones y adquisiciones de los últimos años. En la década de los años noventa se presentó un mayor crecimiento y tecnificación de la banca, evidenciada en el desarrollo de nuevos productos financieros, motivado por la búsqueda de economías de alcance (o de ámbito) y como respuesta a la competencia más dinámica que enfrentan los participantes en este sector. Asimismo, la fuerte concentración de la banca estatal en la década pasada poco a poco ha venido disminuyendo debido al mayor crecimiento y competencia de la banca privada. Con el fin de analizar el grado de concentración de algunas de las principales funciones de intermediación financiera, como, por ejemplo, el total de activos, el total de depósitos y obligaciones bancarias y el total de colocaciones, seguidamente se hace uso del índice H. 58 59 5.1. Índice de Herfindah-Hirshman (Índice H)12 Se calcula de la siguiente manera: n x IH = ∑ n i i =1 xi ∑ i =1 2 Donde Xi representa cada una de las variables instrumentos del banco i. El índice H varía de cero a uno. Cuando el índice es igual a uno, el mercado bancario se encuentra dominado por un solo banco, es decir, la participación de ese banco es de 100%. Por tanto, a medida que el índice se acerque a cero disminuirá el grado de concentración bancaria. Las principales características del índice H son las siguientes: 1. El índice aumenta (disminuye) a medida que las desviaciones respecto al tamaño promedio aumentan (disminuye) y a medida que el número de bancos disminuye (aumenta). 2. El inverso del índice H indica el número hipotético de bancos de igual tamaño que generarían el mismo grado de concentración registrado en el mercado. Por ejemplo, si este indicador es igual a 10, entonces existe una concentración idéntica a la que se 12 Rojas, S.(1991). “Análisis de la Concentración Bancaria; el Caso de la Banca Comercial Costarricense”. Serie Comentarios sobre Asuntos Económicos. Banco Central de Costa Rica No. 95. 59 60 obtendría si 10 firmas de igual tamaño estuvieran operando en el mercado. Un incremento del inverso del índice H indica que el mercado se mueve hacia una situación más competitiva, y una reducción lo contrario. 3. El valor del índice no revela la participación individual de los bancos en el mercado. 4. El índice proporciona estimaciones de buena calidad aun cuando no se disponga de información para los bancos más pequeños. 5. El índice puede modificarse para determinar si los cambios de concentración son estadísticamente significativos. Esta medida de concentración tiende a otorgar mayor peso o importancia a las firmas de mayor tamaño en el mercado. En el cuadro 4 se aprecia cómo la concentración en la banca comercial costarricense ha venido disminuyendo, sobre todo cuando se analizan criterios como el total de activos, depósitos y crédito otorgado. 60 61 Cuadro 4 Estructura de la banca comercial costarricense Índice de Herfindahl - Hirschman 1 1982-1999 Depósitos Período Activo Total Crédito 1982 0,311 0,335 0,317 1984 0,297 0,328 0,301 1986 0,265 0,320 0,233 1988 0,244 0,318 0,186 1990 0,253 0,326 0,172 1995 0,253 n,d 0,127 1996 0,256 n,d 0,119 1997 0,180 0,226 0,116 1998 0,177 0,227 0,144 1999 0,181 0,189 0,139 1 El cálculo incluye al Banco Popular. Fuente: Rojas, Mariano. “Competencia por clientes en la banca”, en Academia de Centroamérica, “Regulación, competencia y eficiencia en la banca costarricense” en lo que respecta a los datos del activo total y crédito. Para el dato de depósitos, tomado de Rojas, Mario. “Análisis de la concentración bancaria: El caso de la banca comercial costarricense”. Los años 1998 y 1999 son una actualización efectuada por el DIE, BCCR Puede decirse que, en términos del crédito otorgado, el sistema bancario costarricense ha evolucionado hacia un entorno de mayor competencia, grado que aún no se logra alcanzar en lo que se refiere a la distribución del activo total y de las captaciones de recursos del público. En el período 1982-1999 los índices de concentración desde el punto de vista del otorgamiento del crédito han caído de niveles de casi 32% a 14% en 1999. También es de resaltar la fuerte caída de la concentración cuando se analiza el total de activos, al pasar de un nivel promedio de 25% en el lapso 1990-1996 a 18% en 1999. A pesar de los avances mencionados, persiste la presencia de un número importante de entidades pequeñas. En 1990 de un total de 17 bancos casi la totalidad manejaba un 61 62 volumen de activos inferior a los ¢5.000 millones. En diciembre de 1995 el 48% del volumen de activos del total de los bancos privados se encontraba concentrado en cuatro entidades (Bancos San José, INTERFIN, BANEX y Continental, en ese orden), y el restante 52% se encontraba repartido entre los otros 19 bancos, de los cuales 13 manejaban un nivel de activos inferior a los ¢5.000 millones. El sistema bancario costarricense está compuesto actualmente por tres bancos estatales que al final del año 2001 representaban cerca de 53% del total de activos del sistema bancario, y 20 grupos financieros privados, con el restante 47% de activos. El total de 20 grupos financieros privados representan 87% del total de los bancos estatales. Se necesita sumar el activo de los cinco mayores grupos financieros para igualar el del Banco Nacional Con el proceso de liberalización bancaria los grupos privados han ido ganando terreno y aunque no han logrado alcanzar en tamaño a los bancos estatales, sí lo han hecho en algunos casos en eficiencia (rentabilidad del patrimonio y del activo). Un elemento que ha permitido este proceso de crecimiento de los grupos financieros privados es el menor esquema restrictivo en cuanto al acceso de capital, en comparación con las limitaciones de los bancos estatales. 62 63 La participación del sector privado está concentrada en seis grupos privados, que representan 78% del total de activos de los grupos privados. Ellos son BANEX, INTERFIN, BICSA, San José, BCT y Cuscatlán. Es de esperar que esta concentración se mantenga en cuanto a tamaño, eficiencia e innovación y sean las principales características que determinan el liderazgo. Además, para los grupos pequeños será cada vez más difícil competir con bancos privados y estatales tan fuertes. En los cuadros 5 y 6 se analiza el nivel de concentración en el sistema bancario costarricense, según sea el sector estatal o el privado. Cuadro 5 Estructura de la banca comercial estatal Índice de Herfindahl – Hirschman 1994 - 1999 Período 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Depósitos Activo Total 0,400 0,402 0,402 0,386 0,405 0,413 0,270 0,368 0,369 0,380 0,405 0,416 Crédito 0,417 0,413 0,412 0,412 0,476 0,445 Fuente: Jiménez, Marjorie. “Concentración y desempeño de la banca costarricense”. Los años 1997, 1998 y 1999 corresponden a una actualización efectuada por el BCCR. 63 64 Cuadro 6 Estructura de la banca comercial privada Índice de Herfindahl – Hirschman 1994 - 1999 Período 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Activo Total 0,080 0,086 0,079 0,066 0,075 0,088 Depósitos 0,089 0,108 0,102 0,085 0,091 0,096 Crédito 0,085 0,092 0,083 0,073 0,081 0,101 Fuente: Jiménez, Marjorie. “Concentración y desempeño de la banca costarricense”. Los años 1997, 1998 y 1999 corresponden a una actualización efectuada por el BCCR. En lo que respecta a la banca estatal, en términos generales en el período 1994-1999 se observa que los índices de concentración se mantienen relativamente estables. Sólo en 1997 se produjo una disminución en activo total y nivel de crédito para luego revertirse dicho comportamiento en 1998 y 1999. En lo que se refiere a la concentración en la captación de depósitos del público, el comportamiento fue el inverso del anterior, pues se incrementa desde casi 27% en 1994 a 42% en 1999. En el caso de la banca privada, en el período 1994-1997 se presentó una baja en los índices de concentración (activo total, depósitos del público y crédito), comportamiento que se revirtió en 1998 y 1999 al producirse un incremento en el índice. 64 65 Por otro lado, es en la década de los noventa cuando se dieron los más importantes avances de reforma en el sistema financiero. Una de las reformas más significativas fue el rompimiento del monopolio de los depósitos en cuenta corriente que habían mantenido hasta entonces los bancos estatales, y el acceso al redescuento por parte de la banca privada. Si bien es cierto esta reforma, desde el punto de vista de los efectos cuantificables, no ha sido la más importante, sí lo ha sido desde el punto de vista ideológico y del cambio de mentalidad acerca de la percepción del papel de la banca privada en la economía nacional. Sin embargo, tal como se aprecia en el siguiente cuadro, no se manifiesta un traslado importante de depósitos en cuenta corriente de la banca estatal a la privada, la cual luego de alrededor de tres años de tener acceso a las cuentas corrientes, administra únicamente cerca de 10% de estos depósitos. Algunos factores explicativos de este comportamiento son: la presencia de una garantía explícita en la banca estatal por parte del Estado, y, sobre todo, la facilidad que representa la amplia red de sucursales con que cuentan los bancos del Estado. 65 66 Cuadro 7 Bancos comerciales Depósitos en cuenta corriente Participación porcentual 1996 - 1999 Fecha Dic-96 Jun-97 Dic-97 Jun-98 Dic-98 Jun-99 Dic-99 Bancos Estatales 98,3 95,4 93,9 88,4 89,2 85,6 85,0 Bancos Privados 1,7 4,6 6,1 11,6 10,8 14,4 15,0 Fuente: Sección Operaciones Bancarias y Bursátiles, a partir de junio de 1998 los datos corresponden a una actualización del BCCR. En la composición de las captaciones de los bancos se aprecian, además, cambios importantes a favor de la participación de los bancos privados, los cuales han capturado ya 20% del mercado, no tanto como ha sucedido con el crédito. Cuadro 8 Depósitos a plazo y a la vista en porcentajes 1986 - 1999 Año 1986 1990 1995 1998 1999 Bancos Estatales 91,9 90,3 81,5 79,7 79,9 Bancos Privados 8,1 9,7 18,5 20,3 20,1 Fuente: Sección Operaciones Bancarias y Bursátiles, Departamento Monetario, BCCR. Se experimenta, además, principalmente en 1998 y 1999, un proceso de fusiones y adquisiciones de entidades, algunas obligadas por los mayores requerimientos de capital o 66 67 como estrategia para enfrentar el proceso de apertura y globalización. Este aspecto contribuye en aumentar el grado de concentración presente en el sector de la banca privada. Cuadro 9 Fusiones bancarias en Costa Rica 1998 - 2000 Fecha de Fusión1 Entidades a Fusionar Nombre que Prevalece Enero 1998 Banco ELCA y Financiera ELCA Banco ELCA Marzo 1998 Banco BANEX y Banco Continental Banco BANEX Marzo 1998 Banco del Comercio y Banco Fincomer Banco Bancomer Junio 1998 Banco BFA y Banco Cofisa Banco BFA Junio 1998 Banco CQ y Financiera Bantec Banco Bantec CQ Febrero 2000 Banco BANEX y Banco del Istmo Banco BANEX Banco INTERFIN y Arrendadora AT Banco INTERFIN Banco BANEX y Banco Metropolitano Banco BANEX Banco BCT y Banco del Comercio Banco BCT 1 Fecha a partir de la cual presentan los estados financieros consolidados a la SUGEF. Fuente: Elaboración propia con base en información de la SUGEF. Estas fusiones se gestaron principalmente en 1997; sin embargo, la unificación de capitales en cuanto a estados financieros, se refiere, se llevó a cabo en 1998, salvo el caso de BANEX e Istmo, cuya negociación se dio en 1999 y en febrero ya conformaba una única entidad. También en este año se ha presentado el fortalecimiento de capitales de entidades locales con inyecciones de recursos externos de diferentes corporaciones financieras. Pero también las fusiones y adquisiciones pueden cambiar significativamente el campo de juego, y la consolidación del mercado bancario costarricense conllevará transformaciones. Como consecuencia, es de esperar que los más grandes tratarán cada vez más de 67 68 distanciarse de los más pequeños, fortalecer sus posiciones de mercado y lograr estar en la posición más sólida en el periodo de reconfiguración del mercado. La SUGEF actualmente se encuentra abocada a elaborar un reglamento que permita fiscalizar la fusión de entidades financieras en el país. Adicionalmente, se ha manifestado un proceso de alianzas estratégicas entre grupos de bancos, especialmente para compartir redes de cajeros automáticos y aprovechar la presencia de sucursales en diferentes partes del territorio nacional. Como ejemplo, en el caso de pensiones se dio una alianza entre INTERFIN y BANEX, pero únicamente en esa área. Un aspecto adicional que se manifiesta en los últimos años es la mayor y más dinámica participación de capital extranjero dentro del sector, proveniente de regiones como Centroamérica, Canadá y México, entre otros, lo que contrasta con la composición del capital prevaleciente durante la época de surgimiento de la banca privada, en que “la estructura de capital de algunos bancos privados obedeció a un reparto equilibrado y relativamente proporcional del patrimonio de diversas personas físicas y jurídicas. Algunos surgieron con la concentración del capital en manos de algún grupo familiar, mientras que otros presentaron una propiedad diseminada en numerosas personas. [...] Hay otras entidades que pertenecen mayoritariamente a una sola organización, la cual representa a un sector específico de la producción nacional" (véase Mena y otros, 1997). 68 69 VI CREACIÓN DE GRUPOS FINANCIEROS En este capítulo se revisan brevemente la legislación en materia de grupos financieros, los objetivos de su creación, los efectos que éstos tienen en el mercado, y se analizan algunos indicadores financieros de los grupos financieros establecidos bajo la legislación costarricense. En el complejo contexto de este sector surge adicionalmente la figura de grupo financiero, cuya regulación se consigna en la Ley Orgánica del Banco Central (sección III, capítulo IV) y su reglamento fue aprobado por la institución emisora el 24 de octubre de 1997. Un año después (octubre de 1998), el CONASSIF le dio su aval a un nuevo reglamento. Se define al grupo financiero como un conjunto de empresas dedicadas a suministrar servicios en ese sector, que tienen vínculos de control (por ejemplo, participación en el capital) y gestión común (en directorios de juntas directivas). Antes de su creación esos conglomerados financieros operaban en la práctica; sin embargo, no estaban organizados formalmente ni registrados ante las superintendencias (de valores, pensiones y de entidades financieras) como lo disponía la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica. 69 70 Un grupo financiero puede contar con un banco o entidad financiera local, puesto de bolsa, operadora de fondos de pensión, administradora de fondos de inversión, empresa de arrendamiento y factoraje, emisora de tarjetas de crédito y un banco domiciliado en el extranjero (off-shore), entre otros. Los bancos o empresas financieras con domicilio en el exterior (conocidas como off-shore o bancos paralelos) pueden formar parte de un grupo financiero, siempre y cuando cumplan con los deberes enunciados en el artículo 147 la Ley Orgánica del BCCR, y en el reglamento de grupos financieros y no realizar intermediación financiera en moneda costarricense. Con el establecimiento de los grupos financieros se pretendía de alguna forma “fiscalizar” a la banca off-shore. Además, la SUGEF tiene una mejor idea del tamaño de los grupos, de los vínculos entre las mismas empresas y del riesgo colectivo. Desde el punto de vista de su constitución, los grupos financieros se rigen por una sociedad controladora propietaria de al menos 25% del capital suscrito de cada integrante. La sociedad controladora es la que tiene la obligación de remitir al órgano supervisor los estados financieros consolidados y de cada empresa del grupo, estén o no supervisadas. El establecimiento de los grupos financieros se dio con el propósito de que: 1. El público disponga de información completa del grupo y de su operación. 70 71 2. El inversionista tenga una visión más integral del grupo con el que realiza transacciones. 3. Establezcan las responsabilidades de las empresas que conforman el grupo. 4. Se realice la supervisión prudencial de los grupos en forma consolidada, sin detrimento de la que corresponde a cada entidad en particular. 5. Los supervisores cuenten con una idea del tamaño de las relaciones existentes entre las empresas del grupo y tengan una valoración del riesgo consolidado. 6. Se regulen las operaciones en Costa Rica de los bancos o empresas financieras domiciliadas en el exterior propiedad de grupos financieros nacionales. A grandes rasgos, consiste en la existencia de diferentes empresas que prestan servicios relacionados. Tal es el caso de arrendadoras, factoreo, puestos de bolsa, administradoras de fondos de pensiones, etc. Para calificar como grupo financiero, deberá estar formado al menos por dos empresas dedicadas a la prestación de servicios financieros, las cuales deben encontrarse bajo el control común de una misma sociedad controladora. Esta modalidad de organización significa una integración vertical de servicios financieros que a su vez ha mostrado un cambio de mentalidad reflejada en cambios organizacionales, incluso de la banca estatal, la cual adopta una filosofía de servicio al cliente. Al mes de diciembre del 2001 se encontraban debidamente autorizados 19 grupos financieros, los cuales en su mayoría cuentan con la participación de un banco. Seguidamente se muestra el detalle de estos grupos. 71 72 Grupos financieros Aprobados a diciembre de 2001 1. Grupo Financiero Acobo 2. Grupo Financiero Bancrecen 3. Grupo Financiero Banex 4. Grupo Financiero Bantec 5. Grupo Financiero BCT 6. Grupo Financiero Cuscatlán 7. Grupo Financiero BNS 8. Grupo Financiero Cathay 9. Grupo Financiero Citibank 10. Grupo Financiero Coocique 11. Grupo Financiero Elca 12. Grupo Financiero Interfín 13. Grupo Financiero Lafise 14. Grupo Financiero Pacífico 15. Grupo Financiero Promérica 16. Grupo Financiero San José 17. Grupo Financiero Improsa 18. Grupo Financiero Servivalores 19. Grupo Financiero Alianza Fuente: SUGEF. 72 73 VII PERSPECTIVAS DE MEDIANO Y LARGO PLAZOS DEL SECTOR BANCARIO Con base en el análisis de la información histórico-legal, del desempeño económico financiero de los bancos privados en Costa Rica, de los procesos de internacionalización por los que atraviesa la banca y de algunos indicadores de la banca internacional, en este capítulo se ofrece una perspectiva de lo que podría esperarse para el sector bancario de Costa Rica en los próximos años. Es notorio que los cambios mostrados por el sector bancario privado en los últimos años se reflejan en la composición del mercado financiero costarricense, que muestra una mayor participación de mercado en comparación con los demás grupos del sector y comparada con los datos de hace algunos años. Cuadro 10 Sistema financiero nacional: Activos por sector - Al 31 de diciembre del 2001 Entidades Mill. colones Bancos estatales Bancos privados Bancos creados por leyes especiales Mutuales Cooperativas Caja ANDE Financieras TOTAL Fuente: SUGEF 73 Participación (%) 1.370.781 49,1 831.058 29,8 299.769 10,7 105.020 3,8 89.960 3,2 58.618 2,1 34.039 1,2 2.789.245 100,0 74 De acuerdo con cifras de la SUGEF, al 31 de diciembre del 2001, el sistema financiero nacional13 contaba con activos por un monto de ¢2.789.245 millones, de los cuales, 49,1% corresponden a los bancos estatales, mientras que un representativo 29,8% es abarcado por los bancos privados. Durante el año 2001 los activos totales del grupo de bancos privados mostró un aumento de 25,4%; mientras que los bancos estatales crecieron en 6,3%. Aunque la diferencia entre ambos grupos es marcada, estas tasas de crecimiento mantenidas durante varios años son las que han hecho ganar terreno a las entidades privadas, y podrían cambiar aún más las participaciones de mercado en los próximos años. No cabe duda que el profundo cambio de la banca privada costarricense de las últimas dos décadas va a continuar presente en el panorama del sector. En los últimos años, como se anotó en diferentes segmentos de este reporte, el proceso se presentó por razones muy diversas; tales como las reformas legales implementadas, el apoyo de organismos internacionales, el mayor empuje de los empresarios bancarios, la experiencia que estos iban acumulando con el tiempo, entre otras. En el futuro cercano, los cambios podrían estar generados por causas tan diversas como diferentes de las mencionadas. En primer lugar, la base de la cual está arrancando el sector es totalmente diferente a la que tenía éste hace veinte años. La cantidad de intermediarios, el tamaño de los mismos, el peso relativo del sector en relación con el sistema financiero, las reformas legales, la 13 De acuerdo con la definición de la SUGEF, el SFN está conformado por los bancos estatales, los bancos privados, los bancos creados por ley especial (Banco Popular y BANVHI), la Caja de Ahorro y Préstamos de la ANDE, empresas financieras no bancarias, organizaciones cooperativas de ahorro y crédito y las mutuales de ahorro y préstamo para la vivienda. 74 75 “experiencia de los banqueros” y de sus instituciones, las normas de supervisión prudencial implementadas por la SUGEF, etc, estos factores hacen que el desempeño de los intermediarios sea en la actualidad, y se espere para los próximos años, de manera muy diferente a lo acontecido en las décadas recientes. En segundo lugar, la realidad nacional es radicalmente diferente a la de hace veinte años. Los principales indicadores económicos así lo muestran. La importancia relativa de la deuda interna y el déficit fiscal; los niveles de inflación, devaluación y desempleo; los cambios en la base de productos exportables e importables; la apertura de la economía a los mercados internacionales por medio de tratados de libre comercio; el peso de la inversión extranjera directa en la economía nacional, etc. Estos factores también influyen directamente en el quehacer del sector bancario privado nacional, que debe enfrentar una serie de retos diferentes a los que tenía hace veinte años. En tercer lugar el contexto internacional ha cambiado de manera radical. Desde el final de la guerra fría se han consolidado mega-corporaciones en el nivel internacional y alianzas estratégicas entre empresas y ha habido quiebras y cambios en los parámetros usados para asignar ayuda a países, sectores y empresas por parte de gobiernos de naciones amigas, crisis financieras en diferentes regiones del globo, etc. Todo lo anterior hace que las perspectivas de corto, mediano y largo plazos del sector bancario privado costarricense difieran de manera importante de lo que ha sido su 75 76 desarrollo en los últimos años. No se debe perder de vista que los cambios en el entorno hacen cambiar a los participantes del mercado. En las próximas secciones se analizan las áreas más importantes que pudieran tener cambios de relevancia en el futuro cercano, y que afecten la conducta y el desempeño de los bancos privados; y que muestran el camino que pudieran seguir éstos en los próximos años. El capítulo se divide en cinco secciones, en las cuales se analizan los cambios en la legislación; los efectos de fusiones y adquisiciones de entidades; la internacionalización de la banca; el uso de los recursos provenientes de los sistemas de pensiones obligatorios y voluntarios contenidos en la Ley de Protección al Trabajador; y, finalmente, los efectos que pudiera tener una eventual privatización de un banco estatal o del Instituto Nacional de Seguros. 7.1. Cambios en la legislación A tono con los cambios ocurridos en la legislación, implementados en los últimos años por el BCCR y la SUGEF, sobre todo en materia de supervisión prudencial, es de esperar que el proceso no se detenga, sobre todo considerando tres aspectos. En primera instancia, tanto el CONASSIF como la SUGEF han mostrado una gran consistencia en sus directrices, en términos de la normativa de supervisión prudencial y apertura del sistema. Aunque gran parte del proceso de apertura depende de la aprobación de leyes por parte de la Asamblea 76 77 Legislativa, los esfuerzos realizados por las autoridades son importantes y es de esperar que se mantengan. En segundo lugar, los procesos de integración que se avecinan en el mediano plazo con diferentes países, incluyendo el tratado de libre comercio de Centroamérica con Estados Unidos de América, hacen pensar que va a ser necesario tener una mayor apertura en estos campos, la cual va a requerir, sin duda, una mayor cantidad de información, con tal de imprimir transparencia a los sistemas financieros involucrados. Finalmente, los esfuerzos que se realizan en el nivel internacional con tal de cerrar el paso a capitales de origen dudoso, provenientes, por ejemplo, de lavado de dinero del narcotráfico o apuestas ilegales, hacen que el país vaya adquiriendo internacionalmente una serie de compromisos que impliquen también darle mayor transparencia al sector financiero nacional. Sin duda, el sistema financiero se ve fortalecido con estos procesos. 7.2. Fusiones y adquisiciones Algunos de los procesos de crecimiento que ha mostrado el sector bancario privado durante los últimos años tienen su origen en fusiones o adquisiciones realizadas por los participantes del mercado con diferentes objetivos. Por ejemplo, distanciarse de los competidores más pequeños, fortalecer sus posiciones de mercado, incursionar en segmentos donde anteriormente no lo habían hecho, así como estar en la mejor posición 77 78 competitiva posible, a la hora de enfrentar la mayor competencia que se podría presentar en los próximos años. Así las cosas, como ya se mencionó en este reporte, las fusiones y adquisiciones de entidades financieras podrían cambiar significativamente el campo de juego, en el proceso de consolidación del mercado bancario costarricense. Ya se observó en capítulos anteriores que, al menos en el ámbito centroamericano, el tamaño de las entidades bancarias no es una condición suficiente para alcanzar mayores niveles de rentabilidad, en el sentido de que no necesariamente un mayor tamaño promedio de los bancos en un sistema financiero asegura mayores rendimientos obtenidos por sus intermediarios. Sin embargo, en el sector bancario el tamaño podría convertirse en una condición necesaria para la supervivencia. En una época en que los avances tecnológicos hacen que cada vez más transacciones sean electrónicas, y en un período en el que los convenios internacionales crecientes no pueden dejar de lado el importante sector de los servicios financieros, es de suma relevancia para los operadores generar negocios de gran volumen, con tal de minimizar sus costos fijos. En los últimos años se han presentado una serie de fusiones y alianzas de fuerte impacto para el sector. Entre ellas se pueden citar dos ejemplos de relevancia manifiesta, no sólo por el tamaño de las instituciones involucradas sino por sus posibles efectos secundarios. En primera instancia, se encuentra la fusión de los bancos del Istmo y Banex. Esta unión reviste gran importancia, ya que una de las entidades financieras privadas de mayor 78 79 tradición y tamaño del país (que ya se había fusionado con el Banco Continental años atrás) se une con una entidad panameña, que participa de un mercado tan competido y grande como el sector financiero de esa nación. No cabe duda que esta unión podría ser el primer paso para una serie de otras alianzas futuras entre entidades nacionales (incluso aquellas de gran peso relativo en el ámbito bancario costarricense) y corporaciones financieras internacionales, provenientes de mercados más desarrollados que el costarricense. Lo anterior podría traer una serie de cambios importantes al esquema nacional, por cuanto el aporte, en términos de conocimiento, tecnología, contactos internacionales, clientes globales, etc., enriquecería profundamente el quehacer bancario nacional. Una alianza exitosa en los términos descritos podría ser el paso que necesita el sector para dar el salto hacia la internacionalización, y demostrar que se pueden obtener beneficios de una mayor apertura hacia los mercados financieros internacionales. Otro ejemplo que se puede citar es la fusión de las operadoras de pensiones complementarias de los grupos financieros Interfin y Banex. Se puede afirmar que ésta es una unión de carácter especial, por cuanto entraron en juego dos de las entidades privadas de mayor tamaño y tradición del mercado financiero nacional, además de ser empresas que han mantenido una férrea competencia por los clientes de muchos segmentos comunes a ambas corporaciones. 79 80 Un acuerdo de esa magnitud, aunque sea de momento sólo en temas de pensiones, podría ser el disparador de acuerdos futuros en otras áreas, y ¿por qué no? de una unificación de compañías. Podría pensarse que un acercamiento como el que ya se produjo sea una prueba realizada para medir ventajas y desventajas (al estilo de un análisis FODA, “de campo”) por medio del cual se analizaría la conveniencia de llegar a acuerdos aun mayores. Acorde con tales planteamientos, en el mediano plazo el panorama bancario privado podría cambiar de manera importante tanto en el número de participantes como en su tamaño. Es de esperar que para mejorar su posición de mercado cada vez sean mayores las alianzas entre entidades bancarias privadas, por lo cual, se tendría una menor cantidad de bancos, pero de un mayor tamaño. 7.3. Internacionalización de la banca Como se mencionó al inicio de este capítulo, el país está asumiendo una gran cantidad de compromisos internacionales que afectan todos los sectores productivos de la economía nacional. Sobre todo, vale la pena destacar las negociaciones que comienzan a desarrollarse en el nivel centroamericano en torno a un tratado de libre comercio de la región con los Estados Unidos de América. Aunque podría pensarse que los efectos de un tratado en el que se encuentran en juego mayoritariamente bienes no tendría por qué afectar abiertamente el sector bancario, se debe 80 81 resaltar que los nuevos negocios que se generarían sin duda, tras una apertura con un socio comercial como los Estados Unidos de América, podrían variar el panorama nacional de negocios en muchos sentidos, de lo que no podría escapar el sector bancario. Por un lado, no puede descartarse que los nuevos negocios generados sean un incentivo suficientemente grande como para que algún banco internacional (que opere en ese país del norte o con capital de origen estadounidense) inicie operaciones en el país, o adquiera alguna entidad que ya opere en Costa Rica. Por otra parte, es posible que las negociaciones comerciales lleguen aun más lejos de incluir bienes, e incluyan otros sectores como el de servicios financieros, lo que directamente podría incidir en la entrada de nuevos participantes al sector bancario. Adicionalmente, con el avance tecnológico imperante en la actualidad no necesariamente una entidad debe ocupar geográficamente el territorio nacional para ofrecer servicios financieros de clase internacional, pues una parte importante de las transacciones financieras podrían desarrollarse desde otras naciones. 81 82 7.4. Ley de Protección al Trabajador Una breve mención merece en este apartado la Ley de Protección al Trabajador, como una fuente de recursos para la economía nacional y, por tanto, para las entidades que se dedican a canalizarlos de las unidades económicas superavitarias a las deficitarias. En el mediano plazo, los recursos generados a partir de la citada ley con los ahorros (obligatorios y voluntarios) para las futuras pensiones de miles de trabajadores van a convertirse en una masa monetaria que de una u otra forma podría ser manejada por los bancos. Aunque directamente son las operadoras de pensiones las encargadas de manejar estos recursos, ciertamente estas entidades son parte de un grupo financiero en el cual lógicamente hay un banco. Indirectamente, entonces, serán los bancos los encargados de trasladar tales fondos prestables al sector real de la economía para financiar proyectos tanto públicos como privados. Este escenario plantea una serie de oportunidades de crecimiento para los bancos privados, por cuanto los recursos provenientes de esta ley son de largo plazo, lo que le permitiría a estas entidades financiar grandes proyectos en condiciones más favorables para los agentes económicos en general. Por tanto, estos recursos les generarían a los bancos privados una serie de nuevos negocios y con éstos nuevas fuentes de utilidades y crecimiento sostenido de largo plazo. 82 83 7.5. Privatizaciones Un aspecto que no se puede dejar de lado a la hora de intentar vislumbrar el futuro del sector bancario en el nivel nacional es el tema de las privatizaciones. Actualmente, el sector bancario estatal está compuesto por tres bancos que, como ya se mencionó, representan alrededor de 50% del sistema financiero nacional. Por ende, cualquier evento que afecte directamente a una de estas tres instituciones repercutirá, sin duda, en el sector bancario privado. Otro esquema de privatización que podría presentarse es la apertura del monopolio de los seguros, lo cual también tendría una serie de incidencias en el sector bancario privado. Si se llegara a privatizar un banco estatal lo más probable es que se presente una de dos opciones en cuanto al control de la nueva entidad. Por un lado, podría pensarse que un banco privado (o grupo de ellos) asuma las riendas de la nueva institución, en cuyo caso el panorama financiero privado cambiaría radicalmente, por cuanto cualquier banco estatal, en conjunto con cualquier banco privado, conformarían una corporación financiera de enorme peso en el país. Muy posiblemente se convertiría en el banco privado más grande del país, tal vez muy cerca del (o los) bancos estatales que permanezcan operando. La otra opción probable si se privatizara un banco estatal es que éste sea adquirido por una entidad internacional. Este escenario haría que el sector se vuelva mucho más competido, con todas las consecuencias lógicas que depara la mayor competencia. Un evento como este 83 84 traería, además, aunque sea de manera indirecta, una mayor incursión de la economía nacional en los mercados financieros internacionales. Con ello el sector nacional podría sacar un mayor provecho de la experiencia internacional en el sector bancario, lo que necesariamente se reflejaría en el sector real de la economía, en términos de mejores servicios a un menor costo. Por otro lado, a pesar de la férrea oposición que presentan algunos sectores en cuanto al tema de la apertura del Instituto Nacional de Seguros (INS), no es de esperar que este monopolio estatal prevalezca en el largo plazo, por cuanto la ley de la razón y la fuerza de los tratados de libre comercio que negocia Costa Rica con diversos bloques económicos, sobre todo el de Centroamérica con Estados Unidos de América, hacen pensar que es poco probable que este monopolio se mantenga en el largo plazo. Con la apertura del monopolio de los seguros se abrirían una serie de nuevos negocios para las entidades bancarias, que directa o indirectamente podrían asumir al menos en parte el segmento de mercado que atiende actualmente el INS, y harían crecer de manera importante sus operaciones. En un escenario como éste, es de esperar que se presenten una serie de alianzas y fusiones no sólo con entidades nacionales sino también con empresas aseguradoras transnacionales, con tal de aprovechar la combinación de conocimiento del mercado local con el derivado del negocio de los seguros por parte de socios estratégicos. Originalmente se tenía la idea de reunir información de fuentes directamente relacionadas con el sector bancario, con tal de ofrecer mayor solidez a las argumentaciones aquí 84 85 esbozadas. Sin embargo, por diversas razones no fue posible obtener las opiniones de quienes están inmersos en el quehacer bancario. Sin embargo, este hecho no desmerita los alcances de las propuestas que se hacen en este capítulo. 85 86 VIII CONCLUSIONES Seguidamente se enumeran las principales conclusiones a las que se llegó por medio del estudio realizado. Desde la nacionalización bancaria de mediados del siglo XX y hasta inicios de la década de los ochenta, el sector bancario privado costarricense se limitaba a unas pocas instituciones que realizaban básicamente transacciones internacionales. Durante la década de los años ochenta y los noventa se aprobaron una serie de reformas a la legislación financiera nacional que, aunadas a los aportes que realizaron entidades de cooperación internacional (como la AID), sentaron la base sobre la cual comenzó el desarrollo y la consolidación del sector bancario privado de Costa Rica. Entre 1983 y 1987 los bancos privados se lanzaron de manera decidida a tratar de ganar participación de mercado, pues en ese período el total de préstamos otorgados pasó de 44,6% del total de activos en 1983 a 58,8% en 1987. El total de activos de la banca privada pasó de ¢2.780 millones al 31 de diciembre de 1983 a ¢17.930 millones, al cierre de diciembre de 1987. La cuenta de certificados de inversión pasó de representar 28% del total de obligaciones en 1983 a 37% en 1987. Mientras en 1983 los certificados de inversión de la banca privada representaban 5% de los depósitos a plazo de la banca estatal, en 1987 ese valor 86 87 se ubicó en el orden de 24%. Lo anterior muestra el paulatino aumento de confianza que se ganó la banca privada entre los depositantes. Los recursos aportados por instituciones como la AID sirvieron de base importante para la consolidación del sector bancario privado. La cartera de créditos del sector con el BCCR pasó de ¢548 millones a ¢4.569 millones entre 1983 y 1987. Todas estas obligaciones estuvieron sustentadas con recursos suministrados por la AID. El capital social de las entidades en cuestión pasó de ¢333 millones en 1983 a ¢2.552 millones en 1987. Los bancos privados en el período de marras comenzaron a consolidar su posición en el mercado, más allá de ser simples intermediarios financieros, y pasaron a ser empresas que venden una gama mucho más amplia de servicios. Lo anterior se basa en el mayor crecimiento que presentaron los ingresos operativos en relación con los ingresos financieros. La mejor posición relativa en el mercado financiero costarricense del sector privado, ganada en las últimas dos décadas se observa, además, en la participación de los ingresos financieros y comisiones ganadas tanto por el sector bancario público como por el privado. Mientras en 1983 la participación era de 93% contra 7%; en 1987 tales relaciones habían pasado a 77% para el sector publico y a 23% para el privado. Y en el año 1999, los bancos privados ya acaparaban 30% de los ingresos financieros y de comisiones generadas por el sistema bancario nacional. Durante el quinquenio 1983-1987 las relaciones de rentabilidad del sector bancario privado muestran un marcado decrecimiento. El margen de utilidad muestra que la capacidad de convertir en utilidades los ingresos generados se redujo a menos de la 87 88 mitad de 1983 a 1987 (pasó de 26% a 12%). El rendimiento sobre activo y sobre patrimonio muestra la misma tendencia. El primero pasó de 4,1% a 2,2% y el segundo de 26,7% a 12,3% en el mismo lapso. Lo anterior se presentó esencialmente por tres razones. Primero, las políticas impulsadas por el BCCR con tal de regular la creciente actividad bancaria privada. Segundo, el aumento en la competencia generada por la mayor cantidad de intermediarios. Tercero, uno de los caminos seguidos por los bancos privados en la época para competir con los estatales fue el mantenimiento de tasas pasivas atractivas, lo cual evidentemente reduce la capacidad de generar utilidades. De 1997 al 2001 el sector bancario privado continúa mostrando un paulatino aumento en el mejor uso de sus activos, con una proporción cada vez mayor de activos productivos en relación con el activo total. Dicha razón pasó de 81% a 87% en el período. Para los bancos estatales la misma relación fue de 80% en el último año. Entre 1997 y el 2001 los indicadores de recuperación de cartera de créditos no mejoraron sustancialmente en el sector bancario privado. Sin embargo, por mucho las cifras son superiores a las del sistema financiero. En el ámbito centroamericano, la calidad de la cartera del sector bancario costarricense muestra una tendencia hacia el mejoramiento, contrario a lo que sucede con otros países de la región. Los efectos que podría representar la “no recuperación” de cartera son muy diferentes entre los países de Centroamérica, por cuanto las reservas del sector bancario para tal fin difieren sustancialmente entre naciones. En Costa Rica, al 31 de diciembre del 2001, las provisiones son superiores a la cartera vencida. 88 89 En promedio, la banca privada costarricense cuenta con mayores obligaciones con entidades financieras del exterior, en comparación con la banca estatal. Ello podría implicar un mayor costo de fondos para los primeros. Las relaciones de endeudamiento de los sistemas bancarios de la región centroamericana, Panamá y República Dominicana muestran grandes similitudes. Los indicadores de rentabilidad del sector bancario privado se han mantenido relativamente estables y bajos. Entre 1997 y el 2001, la rentabilidad real sobre patrimonio promedio llegó, en el mejor de los casos, a 4%, aunque en ningún año fue negativa. Muy pocos bancos individualmente lograron obtener una rentabilidad significativamente superior a la del promedio. Sólo el Banco Interfin logró un rendimiento nominal sobre patrimonio promedio por encima de 20% en el lustro terminado el 31 de diciembre del 2001. A pesar de los esfuerzos que se pueden cuantificar en el sector bancario privado para mejorar la eficiencia con que, en promedio, utiliza los ingresos que obtiene, los resultados de rentabilidad muestran que tales esfuerzos no son del todo fructíferos. Estos resultados podrían indicar que, a pesar de los esfuerzos realizados, el sector no logra mejorar la eficiencia con la que en promedio utiliza los ingresos que obtiene. Si se comparan las estructuras de gasto del sector bancario en Costa Rica con las de la región centroamericana, se puede afirmar que no existen diferencias considerables, las cuales sí se presentan con Panamá. La relación de gasto administrativo a activo promedio en el sector costarricense fue de 5,8% en el 2001, mientras que en el panameño fue de 0,8%. 89 90 Sin embargo, lo anterior no es una condición suficiente para garantizar mayores utilidades. En el nivel regional el tamaño de las entidades bancarias tampoco es una condición suficiente para garantizar mayores utilidades, o sea, un nivel de utilidades acorde con su tamaño. Es decir, en el nivel regional los sectores bancarios no han sabido aprovechar en los últimos cinco años las ventajas que podrían otorgar las economías de escala. La fuerte concentración de la banca estatal en la década de los años ochenta poco a poco ha venido disminuyendo debido al mayor crecimiento y competencia de la banca privada. La concentración de la banca comercial costarricense ha disminuido en los últimos veinte años, sobre todo cuando se analizan criterios como el total de activos, depósitos y crédito otorgado. Un factor que ha permitido el proceso de crecimiento de los grupos financieros privados es el menor esquema restrictivo en cuanto al acceso de capital, en comparación con las limitaciones de los bancos estatales. A pesar de que la apertura de cuentas corrientes fue uno de los cambios en la legislación de mayor importancia (conjuntamente con el acceso al redescuento por parte de los bancos privados), llevado a cabo en la década de los noventa, no se manifiesta un traslado importante de depósitos en cuenta corriente de la banca estatal a la privada Los bancos privados han logrado ganar una importante participación del mercado financiero costarricense, al punto de que, al 31 de diciembre del año 2001, los activos de este sector representaban 30% del total del SFN. La consolidación del sector se ve reforzada en el mayor crecimiento que muestra el sector privado en comparación con el público. 90 91 En los años ochenta el proceso de cambio en el panorama financiero nacional se basó en diversos pilares, tales como las reformas legales implementadas, el apoyo de organismos internacionales, el mayor empuje de los empresarios bancarios, la experiencia que éstos iban acumulando con el tiempo, etc. En el mediano plazo, los cambios más significativos podrían estar basados en los siguientes argumentos: La base de la cual está arrancando el sector es totalmente diferente a la que tenía éste hace veinte años, en términos de la cantidad de intermediarios, su tamaño, las reformas legales, la “experiencia acumulada de los banqueros”, las normas de supervisión prudencial. La realidad nacional es radicalmente diferente a la de hace veinte años. Así lo muestran, por ejemplo, la importancia relativa de la deuda interna y el déficit fiscal; los niveles de inflación, devaluación y desempleo; los cambios en la base de productos exportables e importables; la apertura de la economía; el peso de la inversión extranjera directa en la economía nacional, etc. Los cambios que ha tenido la legislación durante los últimos años hacen que el proceso de consolidación de la banca privada se mantenga, pues apuntan en ese sentido. Además, es de esperar que se presenten mayores reformas en torno a las libertades financieras. Es de esperar que se presenten fusiones, adquisiciones, o ambas en el sector, en el mediano plazo, dadas las condiciones de mayor competencia internacional y las necesidades de los operadores bancarios de mejorar su participación de mercado y sus niveles de rentabilidad. 91 92 Algunos de los últimos procesos de fusión entre entidades del entorno financiero muestran que la puerta para la realización de otras alianzas entre entidades nacionales e internacionales se encuentra abierta. Ello podría sentar las bases para una mayor internacionalización de la banca privada costarricense. La Ley de Protección al Trabajador podría ser una fuente de recursos frescos para que los intermediarios financieros generen una serie de nuevos negocios de largo plazo, mediante los cuales puedan seguir consolidando su posición en el mercado nacional e internacional. Aunque en la actualidad no se puede hablar de ningún proceso de privatización de algún banco estatal, la paulatina apertura de la economía nacional podría ser una base para vislumbrar la posibilidad de que en el mediano o largo plazo se presente esta situación. Cualquiera que sea el procedimiento seguido para privatizar un banco estatal, variaría de manera considerable el panorama bancario costarricense. Otro esquema de privatización que podría presentarse en el mediano o largo plazo, y que afectaría de manera considerable el entorno financiero nacional, se refiere al Instituto Nacional de Seguros. La apertura del monopolio de seguros podría ser una sólida base para la generación nuevas alianzas entre bancos privados nacionales y de éstos con entidades financieras internacionales. De nuevo, lo anterior se convertiría en una fuente de nuevos negocios que ayudaría a consolidar el sector bancario privado. 92 93 Como recomendación de la investigación realizada se puede mencionar la necesidad palpable de información estructurada en relación con el tema del análisis bancario. A pesar de que la SUGEF maneja y pone a disposición del público una gran cantidad de datos, se debe hacer un esfuerzo mayor por parte de todos los interesados, tanto reguladores (SUGEF, BCCR, SUGEVAL, etc.) como entidades supervisadas (bancos, financieras, etc.) en el sentido de asignar más recursos a la investigación y el análisis de las cifras, con tal de que sirvan de base sólida para la toma de decisiones. Según lo que se pudo conocer, ni siquiera en las instituciones financieras más grandes se realizan investigaciones permanentes tendientes a dotar a la administración y a otros usuarios (internos y externos) de información estructurada del sector bancario. Es posible que el mayor o menor provecho que obtenga cada intermediario financiero de la información a su alcance incida de alguna manera en los resultados generados en el mediano y largo plazos. Los datos están disponibles, pero necesitan ser convertidos en información. 93 94 BIBLIOGRAFÍA Abarca, M. y Arguedas, N. Análisis Microeconómico del Sector Bancario Costarricense: Estructura-Conducta-Desempeño. Tesis de Licenciatura. San José, Costa Rica. Universidad de Costa Rica, Escuela de Economía, 1997. Araya, C. Historia Económica de Costa Rica. Cuarta edición. San José, C.R.: Editorial Fernández Arce, 1982. Consejo Monetario Centroamericano. Bases de datos de información financiera. (www.cmca.org). Noviembre de 2002. González, C. y Mesalles, L. La Economía Política de la nacionalización Bancaria en Costa Rica: 1948-1990. En Reforma Financiera en Costa Rica: Perspectivas y Propuestas. San José, Costa Rica: Academia de Centroamérica, 1993. Lizano, E.. 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