Tribunal Superior de Justicia de Galicia (Sala de lo Social).Sentencia de 1 julio 1992AS\1992\3849 Tribunal Superior de Justicia de Galicia (Sala de lo Social). Sentencia de 1 julio 1992 AS\1992\3849 DESPIDO PROCEDENTE: transgresión de la buena fe contractual: concurrencia desleal: emprender negocios sin consentimiento de la empresa, en competencia con ésta: apropiándose de materiales de la misma: trabajando en situación de ILT: y prevaliéndose de su posición. PRUEBA: testifical: informe de detectives: validez. Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 2008/1992 Ponente: Ilmo. Sr. D. antonio josé garcía amor El TSJ desestima el recurso interpuesto por las actoras contra la sentencia del Juzgado de lo Social núm. 2 de Vigo, dictada en autos promovidos sobre despido. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.Que según consta en Autos núm. 119/1992, se presentó demanda por doña M.ª Angeles A. F., doña Angela F. A. y doña Carmen F. A., en reclamación de despido, siendo demandado «Confecciones Anfe SL», en su día se celebró acto de vista, habiéndose dictado Sentencia con fecha 16-3-1992, por el Juzgado de referencia que estimó la demanda. SEGUNDO.Que en la citada sentencia se declaran como hechos probados los siguientes: «I.-La actora M.ª de los Angeles A. F. presta sus servicios por cuenta y orden de la empresa demandada "Confecciones Anfe SL", desde el 1-1-1981, con la categoría profesional de Jefe de 1.ª Administrativo y una retribución mensual de 178.747 ptas. incluida la prorrata de pagas extras. II.-El 4-1-1992 la actora M.ª de los Angeles A. fue despedida mediante notificación escrita, en la que se le imputa la realización de competencia desleal hacia la empresa: "1. Realización de competencia desleal manifiesta hacia esta Empresa colaborando activamente en el montaje y mantenimiento de un negocio que supone una franca y desleal competencia hacia la misma. 2. Esta actuación fraudulenta se ha podido, también, constatar por realizar Vd. pedidos de material utilizando como consignatario a `Confecciones Anfe SL' y cuyos pedidos fueron facturados a su nombre en la dirección de Combro núm. 103-Corujo (Canido), donde se ha podido verificar que tienen una instalación industrial desde la que realizan los trabajos de competencia desleal a los que aludíamos. Estas facturaciones datan del 19-11-1991. 3. Participación activa de Vd. en intentar convencer a personal cualificado de esta Empresa para que concurriera con su actividad en los trabajos de competencia desleal que realizan en el citado taller, y cuya información ha llegado a esta Empresa a través del propio personal con fecha de ayer". III.-No consta la realidad de los hechos alegados en la carta de despido. IV.-El pedido de material facturado a nombre de M.ª Angeles A. F. y en el que aparece como consignatario "Confecciones Anfe SL" fue hecho para Rafael M. F., hijo de Angela F. A. y firmada la factura del transporte de "Azkar" por ésta; no consta quién efectuó el pedido. V.-La actora Angela F. A. presta sus servicios por cuenta de la demandada desde el 2-7-1979 con la categoría profesional de Encargada y una remuneración mensual de 231.487 ptas. incluida la prorrata de las pagas extras. 11 de febrero de 2012 © Thomson Aranzadi 1 VI.-El 4-1-1992 es despedida Angela F. A. mediante notificación escrita en la que se le imputan: "1. Incomparecencia injustificada a su trabajo habitual desde el día 30-10-1991 al 17-11-1991, fechas en las que no ha comparecido a su trabajo habitual ni ha justificado de forma alguna la incomparecencia. 2. Se ha podido constatar fehacientemente y existen pruebas al respecto de que estando Vd. en situación de baja por Incapacidad Laboral Transitoria efectúa Vd. trabajos incompatibles con tal situación de incapacidad y en situación de evidente fraude, tanto ante la propia Seguridad Social como ante esta Empresa por cuanto efectúa dichos trabajos estando en situación de baja y consistiendo éstos además en trabajos de competencia desleal para esta Empresa. Hechos vistos los días 18, 19, 20, 26, 27 diciembre 1991. 3. Participación y concurrencia de Vd. en montaje y colaboración activa en un taller de confección con el que realizan una competencia desleal en perjuicio de esta Empresa, localizado éste en el núm. 113 de la Rúa Combro, en la zona de Canido de esta ciudad". VII.-La actora Angela F. cae de baja e inicia el período de ILT desde el 18-11-1991, situación en la que continúa. VIII.-Durante el período de ILT y en los días 18, 19, 20, 26 y 27 la actora trabaja en la empresa que hay en el bajo de su casa en la c/ Combro, haciéndolo en una máquina de tricotar, clasificando prendas de punto, ovillos, etc. IX.-Colabora la actora en el montaje del taller de confección de ropa de la c/ Combro, llevando materiales como aceite e hilos de la empresa demandada a la nueva empresa y una máquina remalladora marca Complett, así como una máquina de tricotar a mano; así mismo en alguna ocasión ordenó a trabajadores de la demandada y en ausencias del gerente, que montaran y remataran jerseys de punto y otras prendas que no eran de la empresa. X.-La empresa "Anfe SL" pertenecía hasta el 3-1-1991 a Rafael A. L. y Carmen F. A. en su mayoría; en dicha fecha ceden 700 participaciones a Pedro N. G., y 100 a Angela F. A.; y Carmen F. A. cede 50 a Rafael M. F. por valor total de 7.000.000 de ptas. Rafael A. deja el cargo de Administrador General único, nombrándose en ese mismo acto a Pedro N. G. por ser el que mayor número de participaciones posee en la empresa. XI.-La actora Carmen F. A. presta sus servicios para la empresa demandada desde el 1-1-1981, con la categoría profesional de Encargada y una retribución mensual de 198.180 ptas., incluido el prorrateo de pagas extras. XII.-El día 4-1-1992 es despedida Carmen F. mediante comunicación escrita, en la que se le imputa: "Con fecha 9 diciembre pudo enterarse esta Dirección de que aprovechando un viaje que hubo de hacer el Administrador el 5 octubre, en ausencia de este se dedicó Vd. a llevarse material de la Empresa en una furgoneta propiedad de la misma. El 28 diciembre, volvió a intentar llevarse otros materiales y enseres de la empresa que hubieron de ser ocultados por los demás trabajadores de la misma, para así poder evitarlo. A raíz de estos hechos y de la indagación practicada pudo saberse que se llevó Vd. de los talleres de la Empresa, tres remalladoras por valor de más de 300.000 ptas. cada una y dos rematadoras cuyo precio es similar al mencionado.- También se verificó que sustrajo Ud. partidas de goma, grasa, hilatura y piel. Además de estos hechos también se ha verificado que ha tratado de convencer a personas que trabajan en la Empresa para que se desplazaran a realizar trabajos de franca competencia con los realizados con los de ésta en un taller que viene funcionando con su participación en la calle Combro, 113 de Corujo-Canido. Estando por estos hechos incursa en las causas de extinción del contrato por incumplimiento grave y culpable del mismo a las que se refiere el art. 54.2.d) en concordancia con el art. 5.a) y d), todo ello de la Ley 8/1980, Estatuto de los Trabajadores, por medio de la presente le comunicamos que con fecha de hoy queda Ud. despedida". XIII.-La actora Carmen F. en diciembre y enero pasados pide a Carmen D. I., trabajadora de la demandada, que vaya a trabajar a la salida de su trabajo, a la c/ Combro al taller que se estaba instalando, taller que era también de confección de prendas de punto; en varias ocasiones se ha llevado de la empresa demandada aceite, hilatura, lanas y retales y el mes de septiembre, da orden a trabajadores de la empresa demandada para cargar y llevarse una máquina remalladora marca Rimoldi, y en octubre ordena cargar otra máquina de la empresa y un carro de tejer. XIV.-La actora Carmen F. presenta parte de baja por ILT de fecha 3-1-1992. XV.-El Gerente de la empresa Pedro N. tiene conocimiento de las actividades de las actoras de llevarse máquinas y enseres de la empresa, porque los trabajadores de la empresa se lo dicen, y hacen las declaraciones que obran unidas en la documental de la demandada, y que posteriormente como prueba testifical ratificaron en el acto del juicio. Tribunal Superior de Justicia de Galicia (Sala de lo Social).Sentencia de 1 julio 1992AS\1992\3849 XVI.-El taller de fabricación de géneros de punto sito en la c/ Combro figura a nombre de Rafael M. F. y oficialmente a la Delegación Provincial de Trabajo de Pontevedra se le notifica el inicio de las actividades del centro en la fecha 9-1-1992, aunque con anterioridad se había empezado a trabajar en él. XVII.-Las actoras no son ni han sido representantes de los trabajadores. XVIII.-Se ha intentado conciliación ante el SMAC.» TERCERO.Que la parte dispositiva de la indicada resolución es del tenor literal siguiente: «FALLO: Que estimando la demanda interpuesta por M.ª Angeles A. F. contra "Confecciones Anfe SL", debo declarar y declaro improcedente el despido de que la actora ha sido objeto con fecha 4-1-1992, y condeno a la demandada a que en el plazo de cinco días, a contar desde la notificación de esta sentencia, opte entre readmitirla o hacerle entrega de la indemnización de 2.951.560 ptas., debiendo en todo caso el empleador hacerle entrega de los salarios dejados a percibir desde la fecha del despido; y debo desestimar y desestimo las demandas interpuesta por Angela F. A. y Carmen F. A. declarando procedentes sus despidos y absolviendo a la demandada "Confecciones Anfe SL" de las pretensiones por ellas deducidas en sus demandas.» CUARTO.Contra dicha sentencia se interpuso recurso de suplicación por la parte actora, siendo impugnado de contrario. Elevados los autos a este Tribunal, se dispuso el pase de los mismos al Ponente. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.Frente a la sentencia de instancia que, desestimando las acciones de despido interpuestas en sus respectivas demandas, acumuladas, por las trabajadoras ahora recurrentes, acuden en suplicación interesando, con adecuado amparo procesal, el examen del derecho aplicado en aquella resolución al estimar infringidos, por violación, los arts. 18 CE ( RCL 1978\2836 y ApNDL 2875), 2.2 LO 1/1982 de 5 mayo ( RCL 1982\1197 y ApNDL 3639), sobre protección civil del derecho al honor, intimidad personal y familiar y a la propia imagen, 54.2.d) y 55.1 ET ( RCL 1980\607 y ApNDL 3006), en relación con el art. 90.1 LPL ( RCL 1990\922 y 1049). SEGUNDO.No obstante a variedad de la normativa legal que se dice infringida, es lo cierto que, a tenor de las argumentaciones vertidas en el escrito-recurso, éste se centra de modo especial, más que en el inalterable relato fáctico de la sentencia impugnada, en las insuficiencias que imputa a las correspondientes cartas de despido (art. 55.1), así como al detalle que, en orden a sus respectivas conductas, se describen en aquellas, que entienden no subsumibles en la causa legal de despido acogida por la resolución de instancia (art. 54.2.d), pudiendo señalarse lo que sigue con carácter específico respecto de cada una de las ahora interesadas: A) Por lo que hace referencia a la interpelante doña Angela F. A., es de notar que sin bien, como se alega, no resultan justificadas las ausencias al trabajo que entre el 30 octubre y el 17 diciembre 1991 se le atribuyen en aquel escrito, y así ni siquiera la sentencia las menciona, ausencias que, por otro lado y al menos en parte, encontrarían justificación al coincidir con el período de ILT por ella iniciado en fecha 18-11-1991 (HP Siete), tal circunstancia no excluye, sin embargo, el examen de los restantes motivos a virtud de los que la empresa demandada acordó el despido que se discute, y en orden a los mismos cabe reseñar: 1.º No ofrece duda la ejecución por su parte de una actividad laboral prácticamente idéntica al objeto social de la empresa para la que prestaba servicios (confección de géneros de punto), en determinados días (18 a 20 y 26 y 27 diciembre 1991) propios de su ILT, pues así se declara probado (HP Ocho), supuesto que, según reiterada jurisprudencia [entre otras, STS 22-3-1983 ( RJ 1983\1176)], se sanciona como una clara transgresión de la buena fe contractual, pues la realización de aquellas tareas o bien es demostrativa de su curación o bien contraria al tratamiento médico prescrito, con fraude tanto para la empresa, pues sigue cotizando por el trabajador que se encuentra en tal situación, como para los órganos gestores de la Seguridad Social, que han de abonarle indebidamente las prestaciones que correspondan , sin que tal aseveración resulte desvirtuada por el medio empleado (informe de detectives privados) para su acreditación, ni él mismo suponga un ataque a la intimidad de la persona investigada -de ahí la restante infracción legal denunciada-, pues habiéndose llevado a efecto aquella actividad 11 de febrero de 2012 © Thomson Aranzadi 3 investigadora en los términos previstos en su regulación legal [OM 20-1-1981 ( RCL 1981\151 y ApNDL 3694)], así como no constando la divulgación de sus resultados fuera del ámbito de los interesados en la relación laboral de que se trata, sin que la recurrente hubiere formulado en momento procesal oportuno protesta alguna respecto de la admisión y práctica de tal prueba, su admisibilidad se sanciona por la jurisprudencia [así, SSTS 19-7-1989 ( RJ 1989\5878) o 6-11-1990 ( RJ 1990\8552)] que, en ocasiones, le atribuye la cualidad de medio exclusivo para el eficaz control por el empresario del cumplimiento de los deberes exigibles al trabajador. 2.º A igual conclusión final ha de llegarse atendiendo al contenido de HP Nueve que, aun sin concreción de fechas, refiere los actos por ella ejecutados con el fin de facilitar el montaje de una nueva empresa dedicada al mismo ámbito productivo de la demandada, y que se resumen en la utilización y traslado de uno a otro local social de materiales propios de ésta, tales como aceites, hilos, una máquina de tricotar y otra remalladora, y aun sin especificar los nombres de los operarios de la demandada, a quienes les ordenó, en base a su preeminencia en la misma antes de operarse el cambio de accionariado que el HP Diez describe, el montaje y remate de diversas prendas de confección, pues las omisiones denunciadas, con independencia de la gravedad de los hechos que se dejan consignados, subsimibles también en el art. 54.2.d ET [SSTS 10-5-1983 ( RJ 1983\2366) o 16-5-1985 ( RJ 1985\2717)] no perjudican la defensa de la interesada al tratarse de una conducta reiterada, desplegada en un corto espacio de tiempo, conforme la doctrina de suplicación [STCT 3-11-1981 ( RTCT 1981\6390)] y la jurisprudencia [SSTS 13-10-1982 ( RJ 1982\6157), 27-9-1984 ( RJ 1984\4490) o 26-1-1987 ( RJ 1987\128)] sancionan, sin que además, en orden al extremo de los contactos personales con trabajadores de la demandada y para apreciar la indicada causa de despido, resulte necesario la material puesta en marcha y funcionamiento de la nueva empresa [STS 8-6-1987 ( RJ 1987\4138)]. B) Las consideraciones reflejadas en el punto 2.º del anterior apartado son, si cabe, de más clara aplicación por lo que se refiere a la conducta de la otra interpelante, doña Carmen F. A., pues imputándose y acreditándose en la misma aquella conducta desleal, el HP Trece determina específicamente, dentro de su reiteración, los momentos en que ordenó el traslado a las instalaciones de la empresa, cuya constitución estaba propiciando junto a la otra recurrente, de dos máquinas remalladoras y un carro de tejer, propios de la demandada (septiembre y octubre 1992), y los instantes en que ordenó a una operaria de ésta, cuya identificación consigna, la ejecución de actos inherentes a su profesión en beneficio de la nueva empresa (diciembre 1991 y enero 1992). TERCERO.En definitiva, la inalterabilidad del extenso, y también concreto, relato fáctico que la sentencia de instancia incorpora conlleva a la ratificación del pronunciamiento de fondo -procedencia de los despidosque la misma sanciona, sin que ante la contundencia de aquél resulten admisibles ni las interpretaciones vagas que el recurso contiene en orden a justificar el comportamiento de las demandantes (v.gr. se llega a manifestar el posible destino de los materiales apropiados para trabajadores «a domicilio» propios de la demandada), ni tampoco la propugnada aplicación de la teoría gradualista toda vez que la entidad de los hechos acreditados, propicia la sanción de despido adoptada por la empresa y judicialmente ratificada que, por ello, en absoluto, resulta desproporcionada.