OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 1 Rol Nº 183 Santiago, diecisiete de mayo de mil novecientos noventa y cuatro. VISTOS: Por el requerimiento de fs. 1, treinta y dos HH. Diputados solicitan de este Tribunal, en virtud de la atribución 5ª. Del artículo 82, de la Constitución Política de la república, que declare la inconstitucionalidad del Decreto Supremo Nº 434, de 20 de diciembre de 1993, publicado en el Diario Oficial de 13 de enero del año en curso, dictado por orden de S.E. el Presidente de la República, con las firmas de los Ministros de Obras Públicas, de Economía, Fomento y Reconstrucción y Ministro de Hacienda subrogante, decreto que modifica tarifas en determinadas plazas de peaje, tarifas que habían sido fijadas con anterioridad por Decreto Supremo Nº 30, de 1993. A juicio de los requirentes el Decreto Supremo Nº 434 infringe la Constitución, pues violenta el principio de la legalidad en materia tributaria estableciendo en los artículos 19, Nº 20; 60, Nºs. 2 y 14; 62, inciso segundo, y 62, Nº 1, de la Carta Fundamental. De manera sustancial el requerimiento objeta el Decreto Supremo de referencia, en el sentido que la administración sólo puede imponer tributos en virtud de una norma constitucional expresa o con autorización del legislador para actuar en tal sentido, como ocurre con las autoridades regionales o comunales, siempre que se cumplan los supuestos que al efecto previene la Constitución. Se agrega, que las tasas de peaje constituyen un tributo, ya que este vocablo fue incorporado al texto constitucional en reemplazo de las expresiones “contribuciones o impuestos” de la Carta anterior, debiendo entenderse que el concepto que fija el contenido del Nº 20 del artículo 19 antes citado “comprende, además, las tasas y los derechos o cargas semejantes”. Refiriéndose en particular a la inconstitucionalidad que se reprocha, precisan los requirentes que las disposiciones legales en que se sustenta el decreto Nº 434 se encuentran tácitamente derogadas por la Constitución, desde que entró en vigencia, por ser inconciliables con ésta; y que, asimismo, no puede asilarse, en OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 2 cuanto su legitimidad, en la “única excepción a la garantía en materia tributaria” que estableció el constituyente en la disposición séptima transitoria, porque si bien ésta previene que mantendrán su vigencia las disposiciones legales que hayan establecido tributos de afectación a un destino determinado mientras no sean expresamente derogadas, dicha norma no exceptuó de la derogación tácita a las leyes promulgadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la Constitución, como son los números 14.999 y 15.840 y el DFL Nº 206. A fs. 15, S.E. el Presidente de la República solicita el rechazo del reclamo basándose en antecedentes históricos y legales. Al efecto sostiene, en primer término, que la Ley Nº 14.999, de 1962, en su artículo 3º, establece por primera vez la facultad del Presidente de la República “para establecer peajes en los caminos, puentes y túneles que estime conveniente, fijando su monto” y “para determinar los vehículos que no pagarán esta contribución”; y que dicho precepto fue incorporado como artículo 75 al Decreto Supremo del Ministerio de Obras Públicas Nº 294, de 1984, Ley Orgánica del Ministerio de Obras Públicas, con ciertas modificaciones formales; y que a su vez el artículo 30, Nº 5, del va mencionado decreto establece como facultad del Director de Vialidad proponer al Presidente de la República las tarifas de peaje a que se refiere el artículo 75 de esa ley y su forma de percepción e inversión. En virtud de estas facultades se dictó el decreto que se impugna y que es el décimo quinto desde que entró en vigencia la Constitución, sin que los decretos anteriores hayan sido cuestionados como inconstitucionales. Se agrega, que conforme a lo antes expuesto el legislador ha facultado expresamente a la administración para fijar el valor de los peajes, facultad que a la fecha se encuentra totalmente vigente. Se sostiene, también en la respuesta del Presidente de la República y desde otro ángulo, que el peaje no es un tributo sin que es un ingreso de derecho privado, una prestación pecuniaria realizada en carácter de contraprestación por el consumo o uso de bienes y servicios de naturaleza económica o de cualquier otro carácter proporcionados por el Estado; y este concepto se armoniza con el hecho de que los peajes no constituyen valores que ingresen al tesoro Público en calidad de tributos con intervención del Servicio de Tesorerías, pues dichos fondos se recaudan y OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 3 depositan por la Dirección General de Obras Públicas en las cuentas corrientes propias del Ministerio de Obras Públicas. Se continúa argumentando que es improcedente lo sostenido por lo requirentes en orden a la derogación tácita de las disposiciones legales que no se concilian con la Constitución, pues la única vía para atacar una norma legal expresa incide en el recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de las leyes de competencia de la Excma.. Corte Suprema. Por último se manifiesta en la respuesta del Presidente de la República, que no existe la inconstitucionalidad del Decreto Nº 434 o más bien del artículo 75 del Decreto Supremo del Ministerio de Obras Públicas Nº 294, de 1984, porque los ingresos de los peajes se encuentran afectos a un destino determinado, la construcción y conservación de la red caminera del país; supuesto que al respecto, en el caso de que el peaje sea en verdad un tributo, la Constitución en su disposición séptima transitoria, establece la excepción al artículo 19, Nº 20, inciso tercero, cuando previene que “mantendrán su vigencia las disposiciones legales que hayan establecido tributos de afectación a un destino determinado, mientras no sean expresamente derogadas.” A fs. 31 el señor Controlador General de la República subrogante, da respuesta al requerimiento en términos similares a la contestación de S.E. el Presidente de la República, y en algunos aspectos lo complementa, al manifestar que es el propio Poder Legislativo, quien de manera contraria a lo sostenido por los requirentes, en cuanto a la derogación tácita del artículo 3º de la Ley Nº 14.999, y artículos 30, Nº 5, y 75, del Decreto Supremo Nº 294 de 1984, quien ha dado por vigente ambas normas a través de la Ley Nº 18.482, de diciembre de 1985, que amplió las facultades de Director de Vialidad en materia de peajes al encargar a particulares, a través de propuestas públicas su administración y recaudación, y al efectuar un agregado al inciso segundo del artículo 75 del Decreto Nº 294 en cuanto a las destinaciones de parte de los ingresos provenientes de los peajes. Concluye sosteniendo que las disposiciones legales antes citadas se encuentran plenamente vigentes, ya que no sólo no han sido derogadas por leyes OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 4 posteriores al 11 de marzo de 1981, sino que, por el contrario, modificadas por el legislador, que les ha introducido modalidades que confirman su existencia jurídica. Se trajeron los autos en relación; y CONSIDERANDO: Primero.- Que mediante el libelo de fs. 1, treinta y dos Honorables Diputados han formulado requerimiento a este Tribunal para que se declare la inconstitucionalidad del Decreto Supremo Nº 434, de 20 de diciembre de 1993, que modifica tarifas de peaje en determinadas Plazas, tarifas que habían sido fijadas con anterioridad por Decreto Nº 30 del mismo año; se sostiene al respecto que el Decreto en referencia quebranta el principio de legalidad en materia tributaria estableciendo en los artículos 19, Nº 20; 60, Nºs. 2 y 14; 62, inciso segundo, y 62, Nº 1, de la Ley Fundamental; Segundo.- Que contrariamente a lo sostenido en el reclamo el Decreto Supremo objetado se sustenta precisamente en el principio cuya ausencia se reprocha, toda vez que la administración ha procedido a su dictación en la facultad que confiere a S.E. el Presidente de la República el artículo 3º de la Ley Nº 14.999. de 1962, en cuanto a “establecer peajes en los caminos, puentes y túneles que estime conveniente, fijando su monto” y “para determinar los vehículos que no pagarán esta contribución”, precepto que fue incorporado como artículo 75 al decreto Supremo Nº 294, de 1984, Ley Orgánica del Ministerio de Obras Públicas, con la adición que “Los ingresos provenientes de este tributo deberán destinarse anualmente a la construcción y conservación de la red caminara del país. Sin embargo, parte de estos ingresos podrán destinarse a financiar la contratación a que se refiere el Nº 6 del artículo 30 de esta ley.”. Como consecuencia de la norma transcrita, el artículo 30, Nº 5, del Decreto Supremo Nº 294, establece como facultad del Director de Vialidad: “Proponer al Presidente de la República las tarifas de peaje a que se refiere el artículo 75 de esta ley y su forma de percepción e inversión”; Tercero.- Que las disposiciones legales a que se alude en el fundamento anterior son las que han servido de sustento a quince decretos sobre la materia de peajes, incluyendo obviamente al reprochado, preceptos legales que se encuentran actualmente vigentes por no haber sido derogados expresamente; OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 5 Cuarto.- Que si bien el tributo en materia de peaje es de afectación a un fin determinado, como lo es la construcción y conservación de la red caminera del país, lo que no se encuentra comprendido dentro de las excepciones del inciso cuarto del Nº 20 del artículo 19 de la Carta Fundamental, no es menos cierto que rige con respecto al Decreto Nº 434 la excepción contenida en la disposición séptima transitoria de la Constitución en cuanto previene que sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso tercero del Nº 20 del artículo 19, mantendrán su vigencia las disposiciones legales que hayan establecido tributos de afectación a un destino determinado, mientras no sean expresamente derogadas. Como se advierte, la norma transitoria transcrita implica actual y pleno efecto jurídico del tributo de afectación de que se trata intentarlo las leyes que les sirven de base no hayan sido abrogadas de un modo expreso; Quinto.- Que de lo razonado con anterioridad surge en evidencia que el tributo cuestionado en el Decreto Nº 434 ha sido concebido dentro de la esfera de la legalidad y que, por ende, no es inconstitucional; Y, VISTO, además lo prescrito en los artículos 82, Nº 5 y 83 de la Constitución Política de la República, y artículo 48, incisos primero y segundo de la Ley Nº 17.997, Orgánica Constitucional del Tribunal Constitucional, SE DECLARA: Que se rechaza el requerimiento de fs. 1 Se previene que el Ministro don Osvaldo Faúndez concurre al rechazo del reclamo teniendo en consideración sólo los razonamientos que pasa a exponer: 1º) Que para decidir sobre materia propuesta, es decir, sobre la inconstitucionalidad del decreto impugnado, no es necesario resolver previamente que el peaje a que se refiere constituya o no un tributo, porque cualquiera que sea la naturaleza jurídica de éste, o sea, se le considere efectivamente como tal, como lo sostienen los requirentes, o se le estime un ingreso de derecho privado del Fisco como lo afirma el Presidente de la República, lo cierto es que en ambos casos, únicos posibles en la especie, no es dable concluir que el mencionado decreto adolezca de vicio que se le imputa; OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 6 2º) Que, en efecto, si el peaje es un tributo lo sería de afectación y mantendría actualmente su vigencia porque no ha sido expresamente derogado, conforme se establece en las fundamentaciones básicas del fallo; y si no es un tributo, al Presidente de la República perfectamente podría establecerlo o madificarlo mediante decreto debidamente fundado en los artículos 3º de la ley Nº 14.999 y 75 del decreto Nº 294, de 1984 del Ministerio de Obras Públicas, que fijó el texto refundido de la ley Nº 15.840, que lo facultan para establecer peajes en los caminos, puentes y túneles que estime conveniente y fijar su monto, atribución esta última que es precisamente la que ha usado en el que motiva este requerimiento, y 3º) Que, de consiguiente, y como fluye de todo lo expresado, el Decreto Supremo Nº 434 del Ministerio de Obras Públicas publicado en el Diario Oficial del Día 13 de enero último, contemple o no un tributo, no es violatorio de los preceptos constitucionales que los reclamantes dan por infringidos. El Ministro señor García disiente de la sentencia utsupra en razón de las siguientes consideraciones: 1.- Que el artículo 82 de la Constitución Política encomienda al Tribunal Constitucional ejercer la atribución de “resolver los reclamos en caso de que el Presidente de la República… dicte un decreto inconstitucional” cuando tal cuestión sea promovida dentro del plazo y por quienes ese mismo artículo señala, situación que se da en el caso de autos, al haberse reclamado por un cuarta parte de los miembros en ejercicio de la Cámara de Diputados la inconstitucionalidad del Decreto Supremo Nº 434 publicado en el Diario Oficial del 13 de enero de 1994, que modifica las tarifas que deben pagar los vehículos que cruzan determinados puntos de la red caminera nacional, discriminando según su tipo, día y horario en que lo hagan. 2.- Que para ejercer debidamente la atribución antedicha, debe el Tribunal Constitucional confrontar el decreto reclamado con las normas pertinentes de la Carta Fundamental, a fi de verificar si las disposiciones de aquél están en armonía con los preceptos y exigencias constitucionales o si los vulneran por ignorarlos o contradecirlos. 3.- Que lo esencial de esa verificación reside en tener ante sí las normas de la Constitución Política, adentrándose, si es el caso, en su historia fidedigna y en los OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 7 principios y valores que en ellas se quisieron consagrar, con el objeto de asegurarse que el decreto impugnado responde correctamente a esas normas fundamentales o se aparta de ellas, y de juzgar consiguientemente su constitucionalidad o Constitución Política, cuya primicia es por la que el Tribunal Constitucional debe velar para dar cumplimiento al mandato que le impone la misma Constitución. 4.- Que en el caso sometido al examen del Tribunal Constitucional se trata de imponer a quienes crucen en vehículos los puntos de la red caminera nacional que el decreto señala, el pago de una nueva tarifa, sin que exista en más de uno de aquellos puntos otra opción que no sea ese pago para poder desplazarse de un lugar a otro, configurando así una exacción pecuniaria y obligatoria para las personas que precisen de ese desplazamiento. 5.- Que, siguiendo la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, en causa Rol 16.293, sentencia de 28 de enero de 1992, tan exacción queda comprendida dentro del vocablo tributo, que, como en dicha sentencia se consigna, “fue incorporado en nuestra actual Constitución en reemplazo de la voz contribuciones o impuestos, de modo que ha de entenderse que comprende, además, las tasas y los demás derechos y cargas semejantes”, agregando dicho fallo que, “así se dejó constancia también en la discusión respectiva en el seno de la Comisión Constituyente, sesión 398, en el sentido de que el vocablo tributo significaba obligaciones pecuniarias que la ley impone a las personas para el cumplimiento de los fines de Bien Común propios del Estado.” 6.- Que la Constitución Política en el numeral 20 de su artículo 19, consagra, entre las seguridades que da a todas las personas, “la igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la progresión o forma que fije la ley, y la igual repartición de las demás cargas públicas. En ningún caso la ley podrá establecer tributos manifiestamente desproporcionados o injustos”. 7.- Que la Carta Fundamental ha consagrado de esta manera inequívocamente el principio de la “legalidad tributaria”, dando la seguridad a todas las personas que no podrán estar afectas a un tributo si no existe una ley que establezca, agregando, además y como limitación expresa al legislador, que esa tributos manifiestamente desproporcionados o injustos”. ley podrá establecer OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 8 8.- Que la indicada legalidad tributaria exige, como es obvio y como no podría dejar de entenderse, que sea la propia ley la que singularice el tributo respectivo, precisando su forma, proporcionalidad o progresión, no siendo por lo tanto suficiente que la ley se limite a una expresión genérica, vaga o indeterminada o a dejar en manos de terceros tal singualrización, ya que, con ello no se estaría atendiendo la perentoria exigencia constitucional que demanda que sea la ley la que “establezca” la imposición. Una indeterminación sería contraria a tal requerimiento y debería asimilarse a una ausencia del fundamento legal indispensable. 9.- Que, no obstante lo anterior, cabría tener en cuenta la posibilidad de que la ley proporcionara los elementos que hicieran que el tributo, si no absolutamente determinado, fuere, sin embargo y a lo menos, determinable. Para ello, tales elementos debieran hacer factible que, por medio de simples cálculos reglados por la misma ley, se llegare a una precisa determinación, respetándose de esta manera el requerimiento constitucional de que sea la voluntad del legislador y no la de otros, la que conduzca a establecer la exacción de que se trate. 10.- Que, en armonía con el precedente considerado, la anteriormente citada sentencia de la Corte Suprema de Justicia, aludiendo a estas mismas exigencias constitucionales, pone de relieve la necesidad de que el tributo o gabela se determine “sobre la base de pautas permanentes e inequívocas, como una forma de respetar el principio básico de igualdad ante la ley e igual repartición de los tributos, tal como este principio básico de igualdad ante la ley e igual repartición de los tributos, tal como este principio aparece concebido en el artículo 19 Nº 20 inciso primero” de la Constitución Política. 11.- Que, confirmando la Constitución Política al mismo requisito de fundamento legal para todo tributo, en su artículo 62, inciso segundo, dispone que “las leyes sobre tributos de cualquiera naturaleza que sean “, “sólo pueden tener origen en la Cámara de Diputados”, y en el numeral 1º de su inciso cuarto que agrega que corresponderá al Presidente de la República “la iniciativa exclusiva para imponer, suprimir, reducir o condonar tributos de cualquier clase o naturaleza, establecer exenciones o modificar las existentes y determinar su forma, proporcionalidad o progresión”, todo lo cual guarda armonía así también con lo OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 9 preceptuado en el segundo numeral del artículo 60 de la misma Constitución al precisar que “sólo don materia de ley las que la Constitución exige que sea regulada por una ley”. 12.- Que resulta de lo expresado ineludible concluir que en la Constitución Política se consagró con absoluta claridad que las cargas tributarias, de cualquier naturaleza o índole que sean, sólo pueden ser impuestas y establecidas por medio de una norma legal; originada en al Cámara de Diputados, por iniciativa del Presidente de la República y en la cual no se incurra en una manifiesta desproporción o injusticia. 13.- Que, adicionalmente, debe tenerse en consideración que el inciso segundo del numeral 20 del artículo 19 de Constitución Política, puntualiza un responsabilidad que entrega, asimismo, al legislador, al disponer que “en ningún caso la ley podrá establecer tributos manifiestamente desproporcionados o injustos”. Es así, la ley misma la que no debe incurrir en tales desproporciones o injusticias, lo que el legislador sólo puede estar en condiciones de apreciar, cautelar y respetar si es él mismo y no otro quien establece las precisas determinaciones o los elementos caracterizantes de la significación del tributo que impone. 14.- Que lo anterior debe, asimismo, entenderse en armonía con los preceptos constitucionales de los artículos 6º y 7º de la Carta Fundamental. Que obligan a los órganos del Estado a “someter su acción a la Constitución y a las norma s dictadas conforme a ella” y precisan que actúan válidamente cuando lo hacen “dentro de su competencia”, no pudiendo atribuirse otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución a las leyes. 15.- Que resulta así incuestionable que el constituyente quiso asegurar a todas las personas que no podrían ser expuestas a una exacción sino por la voluntad del legislador, la que debería tener en su expresión el marco singularizador suficiente para evitar que toda otra autoridad pudiere llegar a imponerla o interferir en ella por su simple decisión o criterio. 16.- Que es éste el enmarcamiento constitucional que el Tribunal no puede menos que tener ante sí para examinar la reclamación que se le ha planteado, para lo cual debe constatar si el tributo que se pretende modificar por el decreto OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 10 impugnado cuenta con respaldo y fundamento suficientes, esto es, si hay una forma legal que haya establecido el tributo, y fijado sus pautas y forma de manera proporcionada y justa. 17.- Que en este proceso de constatación, es claro y manifiesto que tal disposición legal, con esos imprescindibles elementos, no existe y que las normas mencionadas en el mismo texto del decreto impugnado, no otorgan eses indispensable respaldo, ya que, en efecto, de su sola lectura se desprende que se limitan a consignar una facultad de carácter genérico al Presidente de la República, sin establecer por sí mismas la singularización tributaria exigida por la Carta Fundamental ni los elementos para su precisa determinación. 18.- Que la circunstancia de que con anterioridad se hayan dictado decretos semejantes al que es objeto del reclamo de autos, sin que su declaración de inconstitucionalidad haya sido en esas ocasiones solicitada, no puede constituir fundamento para denegar el actual requerimiento, ya que, como es obvio, una presente vulneración constitucional no puede entenderse que ha dejado de serlo por el hecho de que una anterior no haya sido oportunamente representada. 19.- Que la citación prevista en la disposición séptima transitoria de la Constitución Política que señala que “sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso 3º del Nº 20 del artículo 19, mantendrán su vigencia las disposiciones legales que hayan establecido tributos de afectación a un destino determinado, mientras no sean expresamente derogadas”, no tendría aplicación en el caso de los autos, entre otras razones, por no existir una norma legal que permita dar por establecido el tributo de que se trata con las precisiones que para ello resultan indispensables, en virtud de todo lo anteriormente expresado en esta disidencia. 20.- Que las consideraciones de orden jurídico expuestas son ajenas en todo sentido a los objetivos perseguidos por el decreto materia de la reclamación deducida, objetos que no pueden formar parte del análisis de este Tribunal, dada la responsabilidad que la Constitución Política le ha entregado de velar por la primacía del orden constitucional y no ello cautelar que las seguridades que la Carta Fundamental garantiza a las personas y que la forma en que esas seguridades son reguladas por la misma Carta, se respeten irrestrictamente, empleándose, si de OFICINA DE INFORMACIONES DEL SENADO Fuente: Tribunal Constitucional 11 afectarlas se trata, los debidos medios que las disposiciones constitucionales para tal fin establecen, todo ello como base esencial del ordenamiento establecido en la propia Constitución. 21.- Que, finalmente, no cabría confundir la situación planteada al examen de Tribunal, con las que podrían originarse en un régimen de concesiones de obras nuevas, con financiamiento e inversiones privadas, enmarcadas en contratos que se celebran al respecto y cuyas respectivas obligaciones y derechos corresponderá convenir al amparo de las normas legales vigentes sobre la materia. 22.- Que de esta manera, por las precedentes consideraciones y en mérito a las disposiciones constitucionales citadas, el decreto impugnado debe a juicio del disidente, ser declarado inconstitucional. Redactó la sentencia el Ministro señor Jordán y la disidencia y la prevención, sus autores. Regístrese, comuníquese y archívese. Rol Nº 183. Pronunciada por el Excmo. Tribunal Constitucional, integrada por su Presidente don Marcos Aburto Ochoa, y los Ministros señora Luz Bulnes Aldunate, señores Ricardo García Rodríguez, Osvaldo Faúndez Vallejos y Servando Jordán López. Autoriza el Secretario del Tribunal Constitucional, don Rafael Larraín Cruz.