Liderazgo del siglo XXI: De la figuración personal a la corresponsabilidad Por: Santiago Castro, Profesor de la Escuela de Empresas USFQ Hoy más que nunca vuelve a la palestra la discusión sobre la necesidad de contar con líderes a la altura de los desafíos que nos presenta el avance de este siglo que ha empezado hace apenas 15 años. Lo anterior no solamente es una percepción parroquial o un cliché que se ha instalado como aquellas frases que se convierten en lugares comunes a fuerza de ser repetidos por muchos y en toda circunstancia como estribillo molestoso. Los hechos que se presentan por todo el planeta con una frecuencia que los convierte no solo en una verdad incómoda que tratamos de evadir sino que se constituyen en acciones permanentes que se han instalado de tal manera que ya casi no despiertan la sensibilidad del observador, neutralizando la necesaria conciencia humana para convertirla en una especie de sopor vespertino luego una mañana horrible y plagada de malas noticias. Primavera árabe, fundamentalismos religiosos, migraciones masivas, crisis económicas globalizadas, gobernantes devenidos en modernos emperadores, seudorevolucionarios con discursos socialistas o capitalistas trasnochados con el único afán de perpetuar absolutismos y como consecuencia final de todo esto la destrucción de la propiedad más importante: la dignidad humana. Todos estos hechos suelen provocar afirmaciones que apuntan a una crisis de liderazgo, a un vacío de liderazgo o a una ausencia de líderes, afirmaciones estas que remiten a varias preguntas: ¿Qué es el liderazgo y para qué sirve? ¿Cómo se desarrolla el liderazgo? ¿En qué espacio de la sociedad se deberían formar líderes? ¿Qué es y para qué sirve el liderazgo? El tema del liderazgo ha sido abordado de manera permanente desde el fin de la segunda guerra mundial, principalmente por los herederos de la estrategia militar norteamericana. Desde Douglas McGregor hasta Warren Bennis el liderazgo ha vivido un largo e intenso camino evolutivo que va desde las nociones más personalistas del liderazgo hasta las aplicaciones más técnicas para dar paso a la institucionalización del liderazgo. En este sentido, el liderazgo ha pasado de ser una especie de don entregado a ciertos seres privilegiados a empaquetarse en una suerte de sistema de aseguramiento de la calidad de ciertos procesos considerados como cruciales al interior de las organizaciones. En los últimos años viene tomando fuerza una percepción más integral del liderazgo, la cual se concentra en las empresas y personas que toman acciones eficientes en un entorno complejo y de cambios rápidos; es decir que el liderazgo, como un constructo social, va caminando a la par de la evolución de los cambios que se verifican en la sociedad. Esta última definición de liderazgo es muy cercana a la que proponen Bill Joiner y Stephen Josephs en su obra Leadership Agility1. Es muy interesante encontrar que esta 1 Joiner, B and Josephs, S (2007) Leadership Agility: Five levels of mastery for anticipating and initiating change. San Francisco, CA: Jossey-Bass Escuela de Empresas USFQ / Diego de Robles S/N y Av. Interoceánica / Edificio Casa Blanca / Cumbayá-Quito / Telf. 02 2971-707 / Celular 0998-343-218 / [email protected] www.escueladeempresas.com.ec definición de liderazgo se aproxima mucho a la concepción de inteligencia que propone el constructivismo, la cual declara que la inteligencia es el conjunto de capacidad del individuo que generan o producen soluciones a problemas de un entorno determinado mediante el ejercicio de todas las habilidades cognitivas. Por otra parte, la definición de Joiner y Josephs también implica una articulación estrecha en los componentes de la estructura de la organización humana y las condiciones del entorno actual. Así, contempla las variables como la eficiencia, la complejidad y los cambios rápidos de nuestra época. Este entramado natural para el ejercicio actual del liderazgo le otorga el rasgo de sistémico o integral, pues se ve confrontado con la necesidad de aplicar el pensamiento complejo y sus componentes básicos como son el pensamiento crítico y el pensamiento creativo. ¿Cómo se desarrolla el liderazgo? La propuesta de Joiner y Josephs guarda también relación con el constructivismo en cuando a los niveles de desarrollo que contempla el liderazgo y, de hecho, propone una estructura de desarrollo muy parecida a los estadios de desarrollo del pensamiento del epistemólogo suizo Jean Piaget; más aún, el primer nivel de la escala de desarrollo que proponen tiene un vínculo muy estrecho con el quinto nivel de desarrollo del pensamiento de Piaget (Nivel de pensamiento lógico, formal o abstracto). La diferencia radical está en que los niveles de desarrollo del liderazgo no solo contemplan el pensamiento como un atributo psicológico sino que integran la experiencia del individuo y su eficiencia en el procesamiento emocional y estratégico de esta experiencia. Los beneficios de la escala de niveles de liderazgo radica, principalmente, en que nos proporciona la posibilidad de pensar en procesos formativos de liderazgo en el individuo emulando ciertos procesos pedagógicos del desarrollo infantil y adolescente pero, esta vez, ejecutando estrategias pedagógicas en los entornos de desenvolvimiento del adulto. Otro de los puntales de la propuesta de Leadership Agility tiene que ver con un doble beneficio; el primero es que cuenta con una base de experimentación empírica muy sólida desarrollada durante tres décadas con ejecutivos en Estados Unidos, Canadá y Europa; el segundo beneficio es la fundamentación en investigaciones de la psicología desarrollista desarrollada por autores tan reconocidos y experimentados como Ken Wilber, Robert Kegan, William Torbert y otros. Estos aspectos una solidez indiscutible a la propuesta de Joiner y Josephs. No obstante lo anterior, en procura de identificar ciertas limitaciones, tal como en su momento se lo hizo con los trabajos de Piaget, la escala de niveles de liderazgo también contiene ciertas fisuras de orden estructural y práctico; la primera es que sus investigaciones se realizaron en empresas y con ejecutivos de países desarrollados, aspecto que reduce el rango de aplicabilidad, a no ser que se realice una adecuación de entorno; la segunda limitante se relaciona con la certeza de que es posible empaquetar en un esquema de desarrollo único la calidad de procesamiento de las experiencias individuales, asunto que resulta muy poco probable. Para identificar más opciones de aplicación de Leadership Agility tal vez convenga la crítica que en su momento realizó Lev Vygotsky a las teorías de Piaget. Escuela de Empresas USFQ / Diego de Robles S/N y Av. Interoceánica / Edificio Casa Blanca / Cumbayá-Quito / Telf. 02 2971-707 / Celular 0998-343-218 / [email protected] www.escueladeempresas.com.ec A fin de presentar una síntesis bastante ajustada de la escala de niveles de liderazgo, a continuación se detalle un breve cuadro donde constan los niveles que contiene esta propuesta, el porcentaje de ejecutivos que han alcanzado cada nivel y una breve descripción de la visión del liderazgo en cada nivel. Vale señalar que la investigación de Joiner y Josephs explica que existe un 10% de ejecutivos se encuentra en un nivel preexperto; es decir, se encuentra en un nivel previo de desarrollo de liderazgo. La escala inicia con el Nivel Experto y avanza progresivamente hasta el máximo nivel propuesto denominado Sinérgico. Niveles de Liderazgo (Leadership Agility) Nivel de liderazgo Porcentaje de ejecutivos en el nivel Experto (~45%) Realizador (~35%) Conductor (~5%) Co-creador (~4%) Sinérgico (~1%) Visión de liderazgo Táctico, orientación hacia la resolución de problemas. Cree que los líderes son respetado y seguidos a causa de su autoridad y del dominio de su especialidad. Orientación hacia resultados estratégicos. Cree que los líderes motivan a la gente al volver desafiante y satisfactorio el contribuir a objetivos más amplios. Visionario, orientado hacia la facilitación. Cree que los líderes articulan una visión innovadora e inspiradora y reúnen las personas correctas para transformar la visión en realidad. Orientados a compartir propósitos y colaboración. Creen que el liderazgo es, en última instancia, servir a los demás. Los líderes colaboran con otros líderes para desarrollar una visión compartida y que cada uno la experimenta como profundamente significativa. Orientación holística. Experimenta el liderazgo como la participación en una vida con propósitos palpables que benefician a los demás mediante el servicio, el cual es un vehículo hacia la transformación personal. Fuente: (Joiner, B and Josephs, S. 2007, pag 8 y 9) (Traducción personal) ¿Quién debe formar líderes? Tal vez uno de los mayores beneficios de esta propuesta de desarrollo de liderazgo es que conduce a la pregunta ¿Quién debe formar líderes? La respuesta a dicha pregunta corre el riesgo de sonar obvia; sin embargo, hay que recordar que en lo simple está lo Escuela de Empresas USFQ / Diego de Robles S/N y Av. Interoceánica / Edificio Casa Blanca / Cumbayá-Quito / Telf. 02 2971-707 / Celular 0998-343-218 / [email protected] www.escueladeempresas.com.ec profundo. Los actores llamados a la formación de liderazgo siguen siendo las unidades sociales o instituciones sociales educativas formales e informales: hogar, escuelas, colegios, universidades y empresas. La novedad está en la articulación necesaria en estas unidades educativas y en la intensidad de la relación entre unas y otras; ya que podría ser que en esta época, tan proclive a la destrucción de mitos y a la construcción de nuevos y funcionales modelos de organización social, lo imprescindible sea tender puentes verdaderos entre opositores históricos, como por ejemplo entre intelectuales y empresarios. Unos y otros separados y enfrentados en beneficio del cualquier oportunismo. Finalmente, esta propuesta de desarrollo de liderazgo nos proyecta de una manera sutil a responder al poderoso pero austero llamado de Kierkegaard2 en su obra La Época Presente a abandonar la reflexión racionalista que conduce a la inacción y a un estado de falsa dinámica y, por el contrario, asumir la acción que exige el momento actual, la acción hacia el rescate del individuo que será el primer paso para respetar de manera activa el bien común. La propuesta de la escala del desarrollo del liderazgo constituye un plan de acción maestro antes que una teoría paralizante. Vacío de liderazgo, crisis de liderazgo, pueblos que entronan a falsos líderes. Todas estas son señales de la necesidad de asumir seriamente la corresponsabilidad de formar líderes, principalmente en esa mancuerna que ya es hora que funcione: Universidad y Empresa. 2 Kierkegaard, S. (2012) La Época Presente. Madrid: Editorial Trotta Escuela de Empresas USFQ / Diego de Robles S/N y Av. Interoceánica / Edificio Casa Blanca / Cumbayá-Quito / Telf. 02 2971-707 / Celular 0998-343-218 / [email protected] www.escueladeempresas.com.ec