1. Introducción El género Glandularia Gmel. es originario de América y está representado por cerca de 60 especies (Judd et al., 2002). Sin embargo, debido a su gran similitud con el género Verbena el estatus taxonómico ha estado en constante controversia por los especialistas en sistemática vegetal. El género Glandularia fue descrito por primera vez en el año 1796 por J. F. Gmelin, quien se basó en G. carolinensis para dar origen al género. Esta especie fue anteriormente descrita por Linneo como Buchnera canadensis en el año 1767 y que posteriormente fue integrada al género Verbena por Britton en 1894. En el año 1847, Schauer consideró a Glandularia como sección del género Verbena y desde entonces todas las especies fueron incluidas en Verbena L. (Schnack y Covas, 1944). En el siglo veinte, Perry (1933), incluye a Glandularia como una sección de Verbena, en 1944 Schnack y Covas le otorgan el rango de género. En 1961 Lewis y Oliver, vuelven a clasificar a Glandularia como un subgénero de Verbena. A pesar de las discrepancias y las variadas discusiones, hay consenso en que Glandularia y Verbena son taxa totalmente distintos a pesar de la jerarquía asignada por los antiguos investigadores (Umber, 1979). Los cromosomas de los vegetales proporcionan caracteres de gran importancia taxonómica y ayudan a esclarecer problemas sistemáticos como los señalados anteriormente. La serie de cromosomas tal como se observa al microscopio óptico se le denomina cariotipo o tipo nuclear y está definida por el número de cromosomas y por otras características visibles como son; el tamaño cromosómico y la posición del centrómero entre otros. El estudio microscópico de los cromosomas y el análisis de sus propiedades genéticas surgió en los años 1930s como una disciplina que combina la citología con la genética y se denomina citogenética (Griffiths et al., 2000). Salto de página La caracterización del cariotipo es importante para evaluar el grado de diversidad 2 genómica de grupos de especies, también para futuros análisis genéticos poblacionales. Los datos citogenéticos son útiles para calificar relaciones intra e interespecíficas en los géneros (Jara y Zúñiga, 2004). Una propiedad importante de los cromosomas es que habitualmente el número es constante en las células, a nivel de individuo y entre todos los individuos de la misma especie. Propiedad sumamente útil en estudios filogenéticos y en la solución de problemas sistemáticos (Spotorno, 1985). Schnack y Covas (1944,1946) estudiaron el cariotipo de un gran grupo de ecotipos seleccionados de Glandularia y Verbena, estableciendo para Glandularia un número básico de cromosomas de x=5 y Verbena un número básico de cromosomas de x=7, estudios que hasta la fecha hace reconocer a Glandularia como un género distinto a Verbena. Glandularia spp es una hierba perenne que posee una gran variedad de colores en sus flores y un hábito de crecimiento rastrero. Características que llaman la atención y que poseen un enorme potencial paisajístico. En Argentina esta especie ha estado en constante estudio para desarrollar nuevas variedades ornamentales (Facciuto y Escandón, 2003). Actualmente en la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Valparaíso se lleva a cabo un proyecto de mejoramiento genético de la especie. Este proyecto consiste en duplicar el material genético mediante colchicina. Sin embargo, es fundamental conocer con anterioridad el cariotipo o el nivel ploidal, para ello existen métodos directos e indirectos para determinar el número de cromosomas y consecuentemente el nivel de ploidía de una especie vegetal. Por ejemplo; el conteo de cromosomas en células meristemáticas, es un análisis inequívoco para la determinación del número de cromosomas y nivel de ploidía de una especie (Singsit y Ozias-Akins, 1992). Salto de página En Chile los estudios botánicos del género sólo se basan en la distribución geográfica y en características morfológicas de las especies, el primer reporte fue efectuado por 3 Reiche en 1910, quien clasificó a todas las especies de Glandularia dentro de una sección de Verbena. Navas (1973) describe 11 especies y seis variedades presentes en la cuenca de Santiago, considerando a una de ellas endémica. Sin embargo, la clasificación del género en Chile no ha estado exenta de dudas, en 1985 Marticorena y Quezada tras un amplio estudio de las especies silvestres reconocen a Glandularia como un género distinto a Verbena, pero debido a la falta de un estudio más detallado manifiestan la necesidad de profundizar las investigaciones en el género. Debido a la importancia y a la variabilidad de caracteres de las especies del género Glandularia presentes en Chile, se ha determinado evaluar el número de cromosomas en algunas poblaciones, como una forma de incrementar la información de apoyo a la taxonomía, además de contribuir como base a futuros programas de mejoramiento genéticos. Por lo tanto, el presente trabajo tiene como objetivos: • Realizar una caracterización cariológica de especies de Glandularia que crecen en Chile. • Evaluar el número cromosómico de líneas potencialmente poliploides de Glandualria spp. obtenidas mediante exposición a colchicina. 4 2. Revisión Bibliográfica. 2.1 Descripción general y clasificación taxonómica del género Glandularia: El género Glandularia perteneciente a la familia Verbenaceae fue fundado por J. F. Gmelin en el año 1791 y la descripción original deriva de la apariencia glandular del área estigmática, en preferencia a los tricomas glandulares del cáliz, bráctea floral o de los apéndices glandulares de la antera, como hoy en día se supone (Umber, 1979). En la actualidad el género Glandularia es reconocido como tal y segregado de Verbena fundamentalmente en modalidades de variación, como son: la variabilidad genética, número básico de cromosomas, nivel de ploidía, tipo reproductivo, aislamiento reproductivo y la distribución geográfica de ámbos géneros. Además existen diferencias morfológicas concretas como apéndices glandulares conectivales, anatomía del tallo, zigomorfía, longitud del estilo, pigmentos florales y morfología de la semilla (Schnack, 1964; Umber, 1979). Schnack (1964) sostiene que Glandularia es originaria de Sudamérica y Verbena de Norteamérica. Este autor basó sus conclusiones mediante la especiación vegetal, la cual establece que todo vegetal poliploide proviene de un organismo ancestral diploide, el cual representa el número básico cromosomal de la especie (Grant, 1989). La gran mayoría de las especies de Glandularia encontradas en Sudamérica son diploides a diferencia de Norteamérica, donde la gran mayoría de las especies encontradas son poliploides. En Verbena las especies poliploides y apomícticas son encontradas primordialmente en Sudamérica, mientras que las especies diploides son encontradas en Norteamérica, lo que da a entender que Verbena es originaria de Norteamérica (Umber, 1979). Schnack y Covas (1944,1946) determinaron para Glandularia spp. un número básico de cromosomas de x=5 con poliploides en 4n=20, 6n=30, y 8n=40. Lewis y Oliver (1961) sostienen que las especies sudamericanas son principalmente diploides con 2n=10, encontrando sólo dos tetraploides en 20 especies investigadas, mientras que 5 las especies norteamericanas son, en su mayoría, hexaploides con x=15, 2n=30 donde solo cuatro tetraploides han sido encontradas en 15 especies investigadas. Glandularia en Norteamérica se encuentra en el sur de Dakota, Virginia, Florida y Arizona, en Centroamérica se distribuye hasta Guatemala. Las especies sudamericanas son encontradas en el sur de Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia, Perú y Chile (Umber, 1979). Es común en lugares abiertos, praderas, bordes de caminos, laderas de cerros, margen de la selva o de bosques, llegando hasta los 2000 m.s.n.m (Botta, 1993). 2.1.1 Descripción botánica de Glandularia en Chile: En Chile Glandularia se encuentra distribuida entre la II y IX región, desde las zonas costeras hasta el interior del país, son de crecimiento rápido y son excelentes cubre suelos. Es una herbácea perenne que crece a pleno sol, sus tallos son pilosos de verde ceniciento a verde oscuro y alcanzan hasta 50 cm de longitud, posee hojas opuestas y partidas y al igual que los tallos se encuentran cubiertas de abundantes tricomas (Riedemann y Aldunate, 2004). Florecen desde septiembre a diciembre en forma abundante y prolongada, las flores son hermafroditas, zigomorfas y tubulares. Posee un cáliz tubuloso, penta dentado y penta costato; la corola es hipocrateriforme, con un tubo cilíndrico y de limbo subbilabiado. Poseen cuatro estambres dídimos, insertos en el tubo de la corola. Las anteras superiores presentan apéndices glandulares. El ginéceo es súpero, con un ovario bicarpelar con un óvulo en cada lóculo. El estilo es varias veces más largo que el ovario y el estigma es bilobulado, con un lóbulo anterior ancho y papiloso, el lóbulo posterior es agudo y glabro. Las flores se encuentran organizadas en cabezuelas apretadas de 2 a 4 cm. de diámetro. Presentan corolas blancas, rosadas, violáceas, azules, púrpuras o amarillas. El fruto es seco, protegido por el cáliz. La nuez es muy pequeña y madura durante el verano disgregándose en cuatro nuececitas monospermas (Navas, 1973). 6 La especie Glandularia sulphurea (D.Don) Schnack et. Covas (Figura 1) habita en zonas costeras entre la II y la IX región (Riedemann y Aldunate, 2004). Crece de 20 a 60 cm de longitud; los tallos son tendidos o erectos, presenta hojas opuestas; pinnatipartidas o subpinnatipartidas entre 1.5 a 3 cm de longitud con pubescencia recostada. Las hojas cubren casi todo el tallo excepto el ápice. Posee corola amarilla con variedades blancas y púrpura. La inflorescencia se organiza en un principio en una espiga globosa para posteriormente desarrollarse en forma cilíndrica, de 1.5 a 2.5 cm de diámetro, con cinco pétalos lobulados de 8 a 9 mm de diámetro y brácteas lanceoladas agudas, de 3 a 4 mm de longitud. El cáliz es pubescente, de 6 a 8 mm de longitud; con tubo casi el doble que el cáliz. Presenta cuatro estambres, los superiores con apéndices glandulares exertos, color violáceos oscuros (Navas, 1973) Navas (1973) describe dos variedades de G. sulphurea. La primera, G. sulphurea var. pedunculata, ubicada en la región metropolitana, se caracteriza por sus largos pedúnculos de 10 a 14 cm de longitud y con hojas de 3 a 4,5 cm de longitud. El segundo grupo corresponde a G sulphurea var. intermedia, la cual presenta pedúnculos más cortos, de 1 a 3 cm de longitud, tiene hojas pequeñas de 1 a 1,5 cm de longitud. Riedemann y Aldunate (2004), describen una variedad nueva de G. sulphurea la cual se distribuye en áreas específicas de la II a la IX región, presentando un llamativo color rojo en su corola, denominándola G. sulphurea var. fuscorubra. G. laciniata (L). Schnack et Covas (Figura 2) se encuentra entre la IV y VIII región. Crece hasta 60 cm de altura. Presenta tallos pubescentes verde cenicientos, tendidos y erectos en la parte superior (Riedemann y Aldunate, 2004). Las hojas son opuestas, pinnatífidas, en algunos casos las superiores tripartidas, de 1 a 4 cm de longitud, segmentos oblongos o lanceolados, ápices agudos y entrenudos menores o mayores que las hojas. Inflorescencia organizada en espiga corta de 2 a 3 cm de diámetro, pétalos de 4 a 5 mm de diámetro y con brácteas lanceoladas agudas, de 4 a 5 mm de longitud. El cáliz es pubescente de aproximadamente 8 mm de longitud, con cinco dientes desiguales. La corola es rosada y viólacea; tubo ligeramente pubescente al 7 exterior, tres veces más largo que el cáliz. Tiene cuatro estambres dídimos, de los cuales los dos superiores tiene apéndices glandulares inclusos (Navas, 1973). G. porrigens (Phil.) Watson et Hoffman, se encuentra desde la costa hasta la precordillera de la IV y V región. Crece a pleno sol y presenta corola blanca (Riedemann y Aldunate, 2004). Navas (1973), describe a G. lipozygioides (Walp.) Navas, con flores blancas y tubo glabro aproximadamente el doble del cáliz. Con los estambres superiores con apéndices glandulares inclusos, tallos de 50 cm de longitud, con hojas opuestas pinnatífidas de hasta 1 cm de longitud. Inflorescencia organizada en espiga corta que posteriormente se elonga de 2 a 3 cm de diámetro, brácteas mayores que la mitad del cáliz o casi del largo de éste, 4 a 5,5 mm de longitud. Cáliz con cinco dientes desiguales, pubescente y glanduloso de 5 a 6 mm de longitud. (Navas, 1973). G. berterii (Meins.) Muñoz Pizarro. (Figura 3). Esta especie se encuentra distribuida entre Coquimbo y Valdivia. Presenta tallos entre 20 a 40 cm de longitud, tendidos y erectos en la parte superior. Las hojas son opuestas divididas, trífidas o pinnatífidas de 1 a 3 cm de longitud, los entrenudos son mayores que las hojas. La inflorescencia es una espiga corta de aproximadamente 3 cm de diámetro, posee brácteas lanceoladas, agudas de 2 a 3 mm de longitud. Cáliz cilíndrico con cinco dientes desiguales de 6 a 8 mm de longitud; limbo penta lobulado de 7 a 8 mm de diámetro, la corola es rosada pálida o blanca, con tubo pubescente exterior e interiormente. Con cuatro estambres, los dos superiores con apéndices glandulares inclusos en el tubo (Navas, 1973). G. reichei (Acebedo) Navas (Figura 4). Navas (1973), la describe como especie nativa de Chile, se la encuentra preferentemente en la Región Metropolitana. Hierba perenne pubescente, con tallos de 25 a 40 cm de longitud, tendidos y erectos en la parte superior. Hojas opuestas, pinnatífidas, división central mayor, tridentada de 1 a 2,5 cm de longitud con un ancho de 0.6 a 1,5 cm, ápices obtusos, segmentos oblongos, entrenudos mayores que las hojas. La inflorescencia es una espiga corta con un diámetro aproximado de 2 cm, posee brácteas lanceoladas, agudas de 3 a 4,5 mm de longitud. Cáliz pubescente cilíndrico, con cinco dientes desiguales de 7 a 10 mm de 8 longitud. Corola rosada a violácea con tubo glabro o ligeramente pubescente al exterior, limbo de 7 a 8 mm de longitud, estambres superiores con apéndices glandulares exertos (Navas, 1973). Figura 1. Glandularia sulphurea Figura 2. Glandularia laciniata. 9 Figura 3. Glandularia berterii . Figura 4. Glandularia reichei. 10 2.2 Cariotipo: EL cariotipo está definido por el número de cromosomas y por otros marcadores visibles como son; el tamaño cromosómico y la posición del centrómero. Los cromosomas se pueden observar en el microscopio, en metafase, ya que el huso acromático es visible y los cromosomas alcanzan su máximo grado de condensación, siendo posible diferenciarlos y clasificarlos morfológicamente (Elliott, 1964; Gasser y Laemmli, 1987). El huso acromático consiste en una serie de fibras proteináceas paralelas que apuntan hacia los polos celulares. Los cromosomas se mueven hacia el plano ecuatorial de la célula, donde uno de los centrómeros hermanos se une a las fibras del huso que provienen de uno de los polos; el otro centrómero hermano se une a las fibras que provienen del otro polo. Son los marcadores visibles de estos cromosomas condensados los que se observan al microscopio (Darnell et al., 1986). Uno de los marcadores visible es la región centromérica, la cual se observa como un estrechamiento en una posición específica del cromosoma dividiéndolo en dos brazos. Al brazo más corto se le llama p y al más largo q. La posición del centrómero define la relación entre las longitudes de los brazos cromosómicos, siendo una característica muy útil para identificar a cada cromosoma. Cuándo el centrómero de un cromosoma se encuentra en un extremo se clasifica como cromosoma telocéntrico; acrocéntrico cuando se encuentra cerca del extremo; y es llamado metacéntrico cuando el centrómero se encuentra en el centro del cromosoma (Griffiths et al., 2000). El cariotipo proporciona la siguiente información: el tamaño total de cada brazo cromosómico y de cada cromosoma, la posición del centrómero, el número total de cromosomas o número diploide (2n) y el número total de brazos cromosómicos. Además podría revelar la posición de constricciones secundarias (Spotorno, 1985). 11 2.2.1 Poliploidía En las células somáticas se encuentran dos juegos de cromosomas homólogos, cada uno de los cuales proviene de uno de sus progenitores (masculino y femenino) respectivamente, denominándose a esta condición como diploide. El término poliploidía se refiere a una relación aritmética especial entre los números cromosómicos de organismos emparentados que poseen diferentes números, es decir; el organismo poliploide tiene varias series de cromosomas y no sólo dos series homologables (Grant, 1989; Eguiarte, 1999). Los organismos diploides tienen un número básico multiplicado por dos; es por eso que se indican como 2n. Los tetraploides presentan el mismo número básico multiplicado por cuatro; se expresan abreviadamente como 4n. Por lo tanto, los poliploides pueden representarse como 3n (triploide), 4n (tetraploide), 5n (pentaploide), 6n (hexaploide) y así sucesivamente (Valdés, 2004). La poliploidía es una importante forma de evolución y tiene una significación especial en el fitomejoramiento, ya que se ha hecho uso importante de este fenómeno al descubrirse que induciendo poliploidía se obtiene mayor altura de plantas que los respectivos diploides (Elliott, 1964). Esto se explica debido a que se incrementa el número cromosomal y el volumen de las células, expresándose en muchos casos en un aumento de las porciones vegetativas de las plantas (Hermsen, 1971). 12 2.3 Técnica citológica para observación y recuento de cromosomas: El estudio de cromosomas de células somáticas comienza con la preparación de la muestra, la cual se puede obtener de ápices de raíces de aproximadamente dos centímetros de longitud, pueden obtenerse mediante la germinación de semillas en placas Petri bajo condiciones asépticas o mediante enraizamiento de esquejes (D’ Ambrogio, 1986). Posteriormente se realiza una prefijación o un pretratamiento con compuestos químicos, para inhibir la síntesis de proteínas impidiendo la formación del huso acromático, determinando la detención de los cromosomas en metafase (Dyer, 1963). Algunos compuestos químicos utilizados son; Colchicina, 8-hidroxiquinolina, 1bromonaftaleno, en algunos casos también se utilizan bajas temperaturas sobre cero (Valladolid et al., 2004). El huso acromático está constituido por una serie de polímeros de tubulina, su estructura básica corresponde a microtúbulos de dímeros de a y b tubulina que comienzan a crecer desde la profase. En metafase unos cuantos microtúbulos se unen a los cinetocoros del centrómero de los cromosomas, guiando la ubicación de las cromatidas hacia los polos de la célula. Cuándo se adiciona colchicina u 8hidoxiquinolina se bloquea la adición de las subunidades de tubulina a los extremos de los microtúbulos existente, causando una depolimeración de la estructura, impidiendo que el huso acromático se forme (Darnell et al., 1986). Una vez concluida la prefijación prosigue la etapa más importante para la observación del cariotipo bajo el microscopio óptico - la fijación. En esta etapa se inmovilizan los componentes de la célula en un estado muy próximo al que se encontraban en la célula viva (Fukui y Nakayama, 1996). Se realiza con una solución de etanol y ácido acético glacial en diferentes proporciones (3:1, 2:1, 1:1) durante un tiempo variable según el grosor de los ápices,1 a 2 h como mínimo, hasta por 24 h si el grosor de los ápices lo amerita (D’ Ambrogio, 1986). 13 El etanol fija el citoplasma y el fluido nuclear, mientras que el ácido acético estabiliza las nucleoproteínas. Esta mezcla no distorsiona ni disuelve la estructura celular, puesto que si la muestra se dejara al aire libre, perdería agua por evaporación y sé plasmolizaría. Además, sería atacada por hongos y bacterias, también mantiene inactivas las enzimas autocatalíticas y modifica el tejido permitiendo que resista los tratamientos subsecuentes (Valladolid et al., 2004). Para lograr ver los cromosomas bajo el microscopio óptico es muy importante que las células se encuentren dispersas formando una sola capa, evitando así la superposición. Para lograr dicho objetivo se deben destruir las paredes celulares y las pectinas de las uniones intercelulares. Dicha hidrólisis se logra con tratamientos enzimáticos (celulasas y pectinasas) o agentes químicos como el ácido clorhídrico, los que provocan la precipitación de las proteínas y la destrucción del ARN (Valladolid et al., 2004). Se puede realizar con diferentes concentraciones de ácido clorhídrico (1N, 5N, 5,5N). Puede realizarse en un baño a 60ºC. El tiempo de hidrólisis es variable, pero se han observado los mejores resultados entre 5 a 8 min (D’ Ambrogio, 1986). Esta técnica de recuento de cromosomas es conocida como Squash, ya que una vez cortado el ápice de la raíz se adiciona una gota de colorante o tinción a utilizar y se inicia un aplastado con varios golpecitos realizados con una aguja histológica desde el centro hacia los bordes, sobre un cubreobjeto limpio y desengrasado. Posteriormente se flamea; luego el portaobjetos con su respectivo cubreobjeto es presionado firmemente con papel secante para que el material quede lo más esparcido posible y se quite el exceso de tinción (D’ Ambrogio, 1986). Para obtener una muestra definitiva se debe congelar el aplastado mediante inmersión en nitrógeno líquido aproximadamente 10 seg. Posteriormente se separa el cubreobjetos con la punta de un bisturí, se deja secar a temperatura ambiente se aplica glicerol en el área de la muestra se cubre con un cubreobjeto nuevo y se deja aplastando 24 h. También se puede montar en bálsamo de Canadá o Depex y dejar secar en estufa a 35-38º C durante 4 a 5 días (D’ Ambrogio, 1986). 14 Las tinciones más utilizadas para observar cromosomas son: la orceína y la hematoxilina la primera se extrae de líquenes de los géneros Lecanora y Rocella y la hematoxilina del leño Hematoxylum campechianum (D’ Ambrogio, 1986; Michelangeli et al., 2002). Cuando la hidrólisis se realiza con HCl 5N el contraste producido con la hematoxilina es muy profundo, debido a que se obtiene un citoplasma muy transparente. Esto resulta en una técnica muy útil y recomendada en citogenética, debido a su simplicidad y a la reproducibilidad alta de resultados. También se recomienda para muestras previamente teñidas, como para materiales con problemas de fijación (Guerra, 1999). Según Guerra (1999) la hematoxilina por si misma, no es un tinte, pues necesita estar oxidado, ya sea por algún mineral o utilizando un mordiente. La hematoxilina combinada con hierro ha sido una de las soluciones para teñir cromosomas y la técnica más utilizada por citogenetistas. Los iones férricos aparentemente forman una cubierta protectora en los cromosomas impidiendo su deterioro y genera un contraste evidente, óptimo y Nuñez, 1968). requerido para una buena microfotografía (Wittmann, 1962; 15 2.4 Índices de asimetría del cariotipo: La asimetría o simetría del cariotipo es una manera efectiva de expresar su composición. Un cariotipo simétrico es aquel que presenta en su totalidad cromosomas del mismo tamaño o los centrómeros de la mayoría de ellos se ubican en la región media. En contraste, un cariotipo asimétrico está constituido por cromosomas de diferentes tamaños o predominan aquellos con los centrómeros ubicados en las regiones submedial, subterminal o terminal (Valdés, 2004). Los índices de asimetría cromosómica permiten clasificar los cariotipos y compararlos fácilmente entre especies. La asimetría del cariotipo en una serie de cromosomas está determinada por la variación de la longitud de los cromosomas y en la variación de la posición de los centrómeros (Paszko, 2006). En la literatura existen al menos siete índices propuestos por distintos autores. Sin embargo, Paszko (2006) tras un detallado análisis concluyó que para medir el grado de asimetría es fundamental considerar la asimetría intercromosómica, es decir, la que depende de las diferencias entre los cromosomas del cariotipo, combinada con la asimetría intracromosómica, la cual expresa diferencias morfológicas de los cromosomas, derivadas de la proporción de sus brazos. El mismo autor considera válidos sólo aquellos índices que desarrollan una desviación estándar y un coeficiente de variación de los largos de los cromosomas y de los índices centroméricos. Pasko (2006) considera válido el índice de asimetría intercromosomal A2, propuesto por Romero Zarco (1986), ya que representa la proporción entre la desviación estándar y la longitud media de los cromosomas del complemento (cariotipo). Desde el punto de vista estadístico es un parámetro sensible, ya que evalúa adecuadamente la variación relativa en las longitudes de los cromosomas en un complemento o serie. 16 También establece el índice de asimetría (AI), con los parámetros coeficiente de variación del índice centromérico (CVCI) y el coeficiente de variación del largo del cromosoma (CVcl) los cuales entregan una medida de la heterogeneidad de la posición del centrómero y la longitud del cromosoma en un cariotipo, pues tienen el potencial para medir, aún variaciones mínimas del cariotipo. Así, estos dos índices conjuntamente aumentan la precisión de resultados comparado con otros métodos existentes. Índices de asimetrías propuestos y validados por Paszko (2006): Asimetría Intercromosomal (A2): • A2 = Slc / Xlc • Slc: desviación estándar de los largos totales de los cromosomas • Xlc: promedio del largo total del cromosoma Índice de asimetría (AI): • AI = (CVlc x CVic) / 100 • CVlc: Coeficiente de variación del largo del cromosoma • CVic: Coeficiente de variación del índice cromosómico • CVlc = Slc / Xlc • CVic = A2 x 100 17 3. Materiales y métodos. 3.1 Material vegetal: El material vegetal empleado en este estudio corresponde a clones obtenidos de ecotipos de Glandularia, los cuales fueron colectados directamente de la naturaleza entre enero y octubre de 2005. Fueron plantados en macetas y posteriormente en suelo durante enero y febrero de 2006 en la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Valparaíso, ubicada en la provincia de Quillota (32º 52’ latitud Sur, 71º 15’ longitud Oeste) (Cuadro 1). La identificación - CAS-0905-1A - hace referencia al lugar de la colecta (CAS: Casablanca), mes y año (0905: Septiembre...2005) y número de generación de clones (1: Planta madre número 1). Salto de sección (Página siguiente) 18 Cuadro 1. Accesiones de Glandularia utilizadas para la medición de los cromosomas. ……………... Identificación Longitud *Especie Ingreso Provincia Localidad Latitud Sur CAS-0905-4 G. berterii. 01/09/2005 Valparaíso Camino Casablanca Algarrobo 33º24’19.2’’ 71º31’37.1’’ 70 COLL-1005-3 G. berterii. 18/10/2005 Valparaíso Camino Colliguay 33º10’55.9’’ 71º10’23.1’’ 463 DOR-0905-1 G. berterii. 03/09/2005 Quillota Cuesta La Dormida 33°3’38.81’’ 71°3’12.59’’ 695 BAS-1005-2 G. reichei. 10/10/2005 Elqui Cuesta Buenos Aires 29º33’3’’ 71º14’55.7’’ 571 HUE-0905-1 G. reichei. 15/09/2005 Choapa 31º29’12.4’’ 71º33’43.3’’ 159 MOLL-1005-1 G. laciniata. 10/10/2005 Petorca Los Molles 32º11’7.9’’ 71º31’19.6’’ 53 CHO-1005-1 G. laciniata. 10/10/2005 Elqui Punta de Choros 29º20’11.7’’ 71º13’20’’ 253 TRA-1005-5 G. sulphurea. 10/102005 Elqui A 40 Km al sur de Trapiche 29º45’24.6’’ 71º19’30.8’’ 193 ZAP-0905-13 G. reichei. 08/09/2005 Petorca Zapallar 32° 33’ 17’’ 71°26’51.4’’ 163 Accesión Huentelauquen Costado sur Ermita P. Hurtado. * Navas (1973) Salto de sección (Página siguiente) Oeste msnm 19 3.2 Observación de cromosomas mitóticos: 3.2.1 Obtención de meristemas en proliferación: Los meristemas radiculares en proliferación se obtuvieron a partir de esquejes de cada accesión. La especie se multiplica fácilmente por esquejes, en condiciones de alta luminosidad y humedad en la fase inicial del enraizamiento (Riedemann y Aldunate, 2004). 3.2.2 Obtención de placas metafásicas: 3.2.2.1 Prefijación: Cuando las raicillas alcanzaron un tamaño de 1.0 a 1.5 cm de longitud, se cortaron y se lavaron cuidadosamente con agua destilada para excluir los restos de sustrato. Posteriormente se sometieron a un tratamiento con 8 hidroxiquinolina. Dicho tratamiento bloquea la formación de los microtúbulos del huso acromático a una concentración de 2mM durante 1 h (Fukui and Nakayama, 1996). Concluido el tratamiento antimitótico, las raíces fueron lavadas en agua destilada durante 3 min y posteriormente se fijaron en una solución de etanol absoluto con ácido acético glacial en proporción 3:1 durante 24 h a 4ºC. Inmediatamente concluida esta etapa, las muestras fueron almacenadas en etanol 70% a 4ºC (Fukui and Nakayama, 1996). 20 3.2.2.2 Tinción y maceración: Para obtener placas metafásicas y ver los cromosomas bajo el microscopio óptico, las raíces se sometieron a una hidrólisis química con ácido clorhídrico 5 N durante 10 min a temperatura ambiente. Luego fueron lavadas con agua destilada. Posteriormente, sobre un portaobjeto seco se depositó una raicilla y se disectó la porción meristemática (aproximadamente 1 mm desde la punta). A continuación, se depositó una gota de hierro-hematoxilina acética (45%) sobre el tejido meristemático y se golpeó de forma circular con una varilla de vidrio para disgregar las células. Enseguida, se colocó el cubreobjeto y se flameó la preparación en un mechero durante algunos segundos. Luego se cubrió la preparación con papel absorbente para remover el exceso de pigmento y se presionó suavemente con el dedo pulgar para obtener la mayor cantidad de células en un mismo plano (D’ Ambrogio, 1986; Fukui and Nakayama, 1996; Guerra, 1998). 3.2.2.3 Montaje permanente: De las preparaciones obtenidas se seleccionaron aquellas que presentaron placas metafásicas y de las cuales es posible determinar el número de cromosomas y consecuentemente el nivel de ploidía. Estas muestras fueron congeladas en nitrógeno líquido, sumergiendo el portaobjeto cuidadosamente con pinzas dentro de un termo durante algunos segundos. Posteriormente se separaron los cubre objetos, dejando secar las muestras durante unos minutos. El portaobjeto con la muestra fue montado con cubreobjetos nuevos y limpios con Glicerol (87% p/p), los cubre objetos retirados también fueron montados para rescatar muestras que puedan quedar en los cubre objetos. Las muestras se dejaron aplastadas durante 24 h, cumplido ese tiempo se sellaron definitivamente los bordes de los cubreobjetos con Entellan (xileno, mezcla de isómeros, medio de inclusión rápida para microscopía). Una vez identificadas las mejores placas metafásicas fueron fotografiadas en microscopio óptico, con un objetivo de 100x. 21 Las fotografías fueron digitalizadas y se realizó la medición de los cromosomas con el programa Micro Measure versión 3.3 (Reeves, 2001). Posteriormente los cariotipos fueron confeccionados con el programa Adobe Photoshop 7.0. Para establecer el número de cromosomas de cada accesión, se contaron los cromosomas de diez células por individuo. Para medir los cromosomas se utilizaron sólo las placas metafásicas que presentaban cada uno de los cromosomas con la posición del centrómero bien definido. Para determinar el tipo de cromosomas que componen el cariotipo se calculó el índice centromérico I propuesto por Levan et al (1964) donde I = (brazo corto/ brazo largo) + brazo corto, además se utilizaron los índices y valores de la posición del centrómero (Cuadro 3). Cuadro 3. Índice para la posición del centrómero y nomenclatura cromosómica xxxxxxxxxx según Levan et al. (1964). Localización del centrómero Nombre del cromosoma Índice Terminal (T) 0,01 Terminal T 0,01 - 0,125 Subterminal St 0,125 - 0,25 Submedial Sm 0,25 - 0,375 Medial M 0,375 - 0,50 Central (M) 0,50 El nombre del cromosoma se encuentra abreviado, T: telecéntrico, St: sub-telocéntrico, Sm: sub-metacéntrico, M: metacéntrico. 22 Se realizó un análisis de varianza, comparando los índices de asimetría, mediante un Diseño Completamente al Azar (DCA), con los datos; largo total del complemento cromosómico y la razón entre el brazo largo y el brazo corto del cromosoma. 3.3 Conteo de cromosomas en accesiones potencialmente poliploides: Se evaluó el número de cromosomas - mediante la técnica de conteo de cromosomas en células meristemáticas - en accesiones de Glandularia spp. que fueron sometidas a una concentración de 0,01% de colchicina por 24 h, con el objetivo de duplicar el material genético (Mena, 2007). 23 4. Resultados y discusión. Se analizaron 130 montajes, de los cuales un 54% presentaron placas metafásicas contables. Sin embargo, sólo un bajo porcentaje de las placas metafásicas mostraron cromosomas con los centrómeros bien definidos y visibles para realizar la cariología, esto significa; de las 70 muestras con placas metafásicas contables, sólo un 21% fueron aptas para realizar la medición de los cromosomas. Por lo tanto, del total de los montajes, tan solo un 12% presentó cromosomas medibles. 4.1 Cariotipo de las accesiones estudiadas: 4.1.2 Número cromosómico: Todas las accesiones estudiadas, correspondientes a las poblaciones colectadas en: Zapallar, Punta de Choros, Trapiche, Colliguay, Cuesta Buenos Aires, Cuesta La Dormida, Los Molles, Casablanca y Huentelauquen, presentaron un número cromosómico diploide de 2n=10 (Figura 5). 24 Figura 5. Cariotipo diploide de Glandularia: 2n=10. a) población Zapallar, b) Punta de Choros, c) Trapiche, d) Colliguay, e) cuesta Buenos Aires, f) cuesta La Dormida, g) Los Molles, h) Huentelauquén, i) Casablanca. 4.1.3 Cariogramas de las accesiones estudiadas: Se obtuvo el cariotipo de las poblaciones; Zapallar, Punta de Choros, Trapiche (Figura 6), cuesta Buenos Aíres, Casablanca, Colliguay y Los Molles (Figura 7). Las siete accesiones presentaron cinco pares de cromosomas homólogos, con una formula idiogramática 2m + 3sm; es decir, número diploide con dos pares metacéntricos y tres pares submetacéntricos. 25 a) 1 2 3 4 5 m m m Sm Sm 2 3 4 5 Sm Sm Sm 4 5 b) 1 m m c) 1 2 m m 3 Sm Sm Sm 5 µm Figura 6. Cariogramas de accesiones de Glandularia: a) Zapallar, b) Punta de Choros y c) Trapiche. 26 d) 1 2 m 3 m 4 Sm 5 Sm Sm e) 1 2 3 4 5 m m Sm Sm Sm 10 µm f) g) 1 2 3 4 5 m Sm Sm Sm Sm 1 m 2 3 4 m Sm Sm 5 Sm 5 µm Figura 7. Cariogramas de accesiones de Glandularia , d) Casablanca, e)..Colliguay, e) Los Molles, g) cuesta Buenos Aires 27 4.1.4 Asimetría general del cariotipo: Se evaluaron tres cariotipos por accesión, de los cuales se obtuvo un promedio para medir los índices propuestos por Paszko (2006). Los resultados se resumen en el siguiente cuadro: Cuadro 4. Índices de asimetría (AI), (A2), (CVlc), (CVic) y desviación estándar de los ………… índices de asimetría (dsAI) y (dsA2). Accesión Clasificación Navas (1979) AI dsAI A2 dsA2 CVlc CVic Buenos Aires G. reichei. 0,016 +/- 0,02 0,137 +/- 0,01 0,136 0,214 Casablanca G. berterii. 0,023 +/- 0,04 0,145 +/- 0,01 0,145 0,168 Punta Choros G. laciniata. 0,019 +/- 0,04 0,136 +/- 0.01 0,136 0,248 Colliguay G. berterii. 0,022 +/- 0,01 0,149 +/-0,001 0,149 0,247 Los Molles G. laciniata 0,041 +/- 0,03 0,200 +/- 0,02 0,200 0,219 Trapiche G. sulphurea. 0,002 +/- 0.04 0,150 +/- 0,01 0,150 0,238 Zapallar G. reichei. 0,039 +/- 0.04 0,196 +/- 0,01 0,196 0,225 Los resultados numéricos de los índices de asimetría, indican que, los cariotipos son simétricos intra e intercromosomal, por otro lado, el análisis estadístico realizado a los distintos índices de asimetría, muestran que no existen diferencias significativas entre los diferentes fenotipos estudiados. La metodología utilizada arrojó resultados sugiriendo que los datos cariológicos confirman que todas las accesiones analizadas corresponden al mismo género, confirmando el número básico x=5 establecido por Schnack y Covas en 1944. Sin embargo, los caracteres cromosómicos no aportan evidencia para la separación entre las taxa estudiadas. Por otra parte, la alta variabilidad fenotípica observada intra e interespecífica y la falta de una revisión crítica del género no permiten una clara relación de los caracteres cromosómicos con especies bien delimitadas. 28 Es relevante mencionar, que el número de repeticiones fue bajo, por lo tanto, es importante destacar que para futuros análisis se deben considerar una mayor cantidad de placas metafásicas medibles y otras poblaciones de Glandularia del norte y sur de Chile. Cabe señalar que los resultados obtenidos en este estudio, corresponden al primer reporte sobre el cariotipo y el número cromosómico de las especies de Glandularia que crecen en Chile. 4.3 Evaluación de líneas potencialmente poliploides: Mediante la técnica de conteo de cromosomas en células meristemáticas, se concluye que el tratamiento efectuado por Mena (2007), utilizando una concentración de colchicina al 0,01% durante 24 h, duplica el número cromosómico, observándose placas metafásicas tetraploides 4n=20. Sin embargo de las accesiones que recibieron el tratamiento con colchicina, de un total de 30, sólo en un individuo se observaron células poliploides (Figura 8). Figura 8. Cariotipo Tetraploide 4n=20, correspondiente a accesiones de Casablanca tratadas con colchicina al 0,01% por 24 h. Salto de página Es importante efectuar una caracterización morfológica debido a que es posible que 29 existan diferencias concretas en cuanto a tamaño de las hojas y flores. Schnack y Covas (1945), efectuaron una tetraploidización de G. peruviana observando modificaciones en el diámetro de los estómas y un aumento significativo del tamaño de las hojas y flores. Salto de página 5. Conclusiones. 30 Los fenotipos evaluados de nueve poblaciones de Glandularia, colectados en Punta de Choros, cuesta Buenos Aires, Trapiche, Huentelauquén, Los Molles, Zapallar, cuesta La Dormida, Colliguay y Casablanca presentaron un número somático diploide 2n=10. Por lo tanto, se confirma el nivel de ploidía y el número cromosómico básico de las poblaciones seleccionadas de Glandularia spp. que crecen en Chile, establecido por Schnack y Covas en 1944. En siete de las nueve accesiones evaluadas se pudo caracterizar el cariotipo, obteniendo la fórmula idiogramática o cariotípica 2m + 3sm. Los índices de asimetría indican que no existen diferencias significativas entre los diferentes fenotipos estudiados. Por lo tanto, la alta variabilidad fenotípica observada entre las distintas taxa y la falta de una revisión crítica del género no permiten una clara relación de los caracteres cromosómicos con especies bien delimitadas. En una de las líneas potencialmente poliploides se observó la duplicación del material genético, presentando un número somático 4n=20. 31 6. Literatura citada. Botta, S. 1993. Notas en el género Glandularia (Verbenaceae-Verbenoideae) III. Estudio taxonómico de las especies patagónicas. Parodiana 8 (1): 9-36. D’ambrogio, A. 1986. Manual de técnicas en histología vegetal. 83 p. Editorial Hemisferio Sur S.A., Buenos Aires, Argentina Darnell, J., H. Lordish and D. Baltimore. 1986. Molecular cell biology. 1186 p. Scientific American Books. New York, United States of America. Dyer, E. 1963. The use of lacto-propionic orcein in rapid squash methods for chromosome preparations. Stain. Tech. 38: 85-90. Eguiarte, L. 1999. 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