INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA V.16 - Nº 2 Año 2010 ISSN: 1135-2523 Edita: AEDEM, Academia Europea de Dirección y Economía de la Empresa Imprime: Impresores de Galicia, S.L. Depósito Legal: C-492 / 95 ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Presidente de Honor José María FERNÁNDEZ PIRLA • Universidad Complutense de Madrid Miembros de Honor Josep ABELLÓ I PADRÓ Camilo CIMOURDAIN DE OLIVEIRA • Universidad Portugalense Presidente Camilo PRADO FREIRE • Universidad de Vigo Vicepresidentes Jaime GIL ALUJA • Universidad Central de Barcelona Luís Tomás DÍEZ DE CASTRO • Universidad Complutense de Madrid Álvaro CUERVO GARCÍA • Universidad Complutense de Madrid Matilde FERNÁNDEZ BLANCO • Universidad de Valencia Salvador MIQUEL PERIS • Universidad de Valencia Arturo RODRÍGUEZ CASTELLANOS • Universidad del País Vasco Elie COHEN • Université Paris-Dauphine Vicepresidente para la Gestión Pública Manuel ORTIGUEIRA BOUZADA • Universidad de Sevilla Secretaria General Encarnación GONZÁLEZ VÁZQUEZ • Universidad de Vigo Tesorero Enrique MARTÍN ARMARIO • Universidad de Sevilla ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Coordinador de Relaciones Internacionales Ricardo HERNÁNDEZ MOGOLLÓN • Universidad de Extremadura Coordinador Adjunto de Relaciones Internacionales Cristine GAUTREAU • IAE-Bordeaux Vocales • España Fernando CASADO JUAN • Universidad Central de Barcelona • Francia Gèrard HIRIGOYEN • Université de Bordeaux • Bielorrusia Victor KRASNAPROSHIN • Univ. Estatal de la República de Bielorrusia-Minsk • Rumanía Horia-Nicolai TEODORESCU • Universidad Politécnica de IASI ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Consejeros Científicos • Área de Dirección de Empresas Emilio DÍEZ DE CASTRO • Universidad de Sevilla Francisco TARRAGÓ SABATER • Universidad Central de Barcelona • Área de Finanzas Ana Isabel FERNÁNDEZ ÁLVAREZ • Universidad de Oviedo Carlos GARCÍA-GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ • Univ. Complutense de Madrid • Área de Marketing Enrique C. DÍEZ DE CASTRO • Universidad de Sevilla Miguel MARTÍN DÁVILA • Universidad Complutense de Madrid Mario MARTÍNEZ TERCERO • Universidad Complutense de Madrid • Área de Producción José A. DOMÍNGUEZ MACHUCA • Universidad de Sevilla Esteban FERNÁNDEZ SÁNCHEZ • Universidad de Oviedo • Área de Recursos Humanos Edelmira NEIRA FONTELA • Univ. de Santiago de Compostela Ramón VALLE CABRERA • Universidad "Pablo de Olavide" ACADEMIA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA Director de Revista Europea de Dirección y Economía José Antonio VARELA GONZÁLEZ de la Empresa Universidad de Santiago de Compostela Director de Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Manuel GUISADO TATO • Universidad de Vigo Director del Índice de Citas de Dirección y Economía de la Empresa Ricardo M. HERNÁNDEZ MOGOLLÓN • Univ. de Extremadura INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 16, Nº 2 Mayo – Agosto 2010 DIRECTOR Manuel GUISADO TATO Universidad de Vigo SECRETARIO Tony CRESPO FRANCO Universidad de Vigo CONSEJO CIENTÍFICO Carmen BARROSO CASTRO Universidad de Sevilla Jean-Pierre LÉVY MANGIN Université du Québec en Outaouais Alberto E. BARBIERI Universidad de Buenos Aires Serge MIRANDA Université Nice Sophia Antipolis Enrique C. DÍEZ DE CASTRO Universidad de Sevilla Pablo A. MUÑOZ GALLEGO Universidad de Salamanca Mikhail A. ESKINDAROV The Finance Academy under the Government of the Russian Federation Heinz-Jürgen SCHEIBE Honchschule Bremerhaven Jaime GIL ALUJA Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras Horia-Nicolai TEODORESCU Universidad Politécnica de IASI COMITE DE REDACCIÓN Attilio CELANT Sapienza Università di Roma Antonio RODRÍGUEZ ROJAS Universidad Nacional de Asunción José A. DÍEZ DE CASTRO Universidad de Santiago de Compostela Walter ROSSI BAYARDO Universidad de la República del Uruguay Teodoro RIBERA NEUMANN Universidad Autónoma de Chile Carlos SAN ANDRÉS RIVADENEIRA Universidad de Guayaquil Fernando A. RODRÍGUEZ MARTÍNEZ Universidad de La Salle. Bogotá Antonio TERCEÑO GÓMEZ Universidad Rovira i Virgili Colaboraciones y Correspondencia Envío de trabajos para su revisión: · Trabajos en lengua española y portuguesa: Los trabajos se enviarán al Director de la Revista: MANUEL GUISADO TATO Director de Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Vigo Lagoas - Marcosende, s/n E-36310, Vigo, Pontevedra, España · Trabajos en otras lenguas: Se enviarán a los Vocales del país del autor/es. En caso de que no se haya nombrado Vocal en dicho país, los trabajos se enviarán al Director de la Revista. Envío de correspondencia: · Si desea ponerse en contacto con los responsables de la Revista, puede remitir un correo ordinario a la siguiente dirección: TONY CRESPO FRANCO Secretario de Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Vigo Lagoas - Marcosende, s/n E-36310, Vigo, Pontevedra, España · Si prefiere emplear la comunicación electrónica, envíe su correspondencia a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected] INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 16, Nº 2 Mayo – Agosto 2010 INDICE EL COMPORTAMIENTO FINANCIERO DE LAS EMPRESAS SOCIALMENTE RESPONSABLES Charlo Molina, M.J. y Moya Clemente, I. . .............................................................................. 15-25 CALIDAD Y SATISFACCIÓN EN EL SERVICIO DE URGENCIAS HOSPITALARIAS: ANÁLISIS DE UN HOSPITAL DE LA ZONA CENTRO DE PORTUGAL Correia Loureiro, S.M. y Miranda González, F.J. . .................................................................. 27-41 ESTUDIO DEL PERFORMANCE DE LOS GRUPOS ESTRATÉGICOS EN EL SISTEMA DE FRANQUICIA ESPAÑOL Rondán Cataluña, F.J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E.C.; Rodríguez Rad, C. y Guisado González, M. . ............................................................................................................. 43-62 FACTORES DETERMINANTES DEL RACIONAMIENTO DE CRÉDITO: UN ESTUDIO EMPÍRICO EN ANDALUCÍA Larrán Jorge, M.; García-Borbolla Fernández, A. y Giner Manso. Y. . .................................. 63-82 RELACIÓN ENTRE LA CONFIANZA Y EL COMPROMISO GENERADOS EN UN ACUERDO COOPERATIVO Y LOS MOTIVOS PARA SU FORMACIÓN Sánchez de Pablo González del Campo, J.D. y Jiménez Estévez, P. . ...................................... 83-96 COMPLEMENTARIEDAD FORMATIVA EN LAS CAPACIDADES ORGANIZATIVAS: CREACIÓN DE CONOCIMIENTO Y FLEXIBILIDAD DEL RECURSO HUMANO EN LAS EMPRESAS DE ALTA TECNOLOGÍA Pérez de Miguel, A. y Sáiz Bárcena, L. . ................................................................................. 97-114 FACTORES DETERMINANTES DE LA UTILIZACIÓN DE LAS SPIN-OFFS COMO MECANISMO DE TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO EN LAS UNIVERSIDADES Beraza Garmendia, J.M. y Rodríguez Castellanos, A. . ....................................................... 115-135 MARCO CONCEPTUAL DE UNA CULTURA SISTÉMICA EN LAS REDES VIRTUALES DE FABRICACIÓN GLOBAL Vilana Arto, J.R. y Rodríguez Monroy, C. . .......................................................................... 137-163 UN MODELO CAUSAL DE COMPETITIVIDAD EMPRESARIAL PLANTEADO DESDE LA VBR: CAPACIDADES DIRECTIVAS, DE INNOVACIÓN, MARKETING Y CALIDAD Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J. y Araujo de la Mata, A. . ....................... 165-188 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 16, Nº 2 Mayo – Agosto 2010 CONTENTS FINANCIAL PERFORMANCE OF SOCIALLY RESPONSIBLE COMPANIES Charlo Molina, M.J. and Moya Clemente, I. .............................................................................15-25 QUALITY AND SATISFACTION IN HOSPITABLE URGENCIES SERVICE: ANALYSIS OF A PORTUGAL CENTER ZONE HOSPITAL Correia Loureiro, S.M. and Miranda González, F.J. .................................................................27-41 STUDY OF STRATEGIC GROUPS' PERFORMANCE IN THE SPANISH FRANCHISING SYSTEM Rondán Cataluña, F.J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E.C.; Rodríguez Rad, C. and Guisado González, M. ...............................................................................................................43-62 DETERMINANTS OF CREDIT RATIONING SMEs: AN EMPIRICAL RESEARCH IN ANDALUCIA Larrán Jorge, M.; García-Borbolla Fernández, A. and Giner Manso. Y. .................................63-82 RELATIONSHIP BETWEEN CONFIDENCE AND COMMITMENT GENERATED IN A COOPERATIVE AGREEMENT AND REASONS FOR ITS FORMATION Sánchez de Pablo González del Campo, J.D. and Jiménez Estévez, P. .....................................83-96 FORMATIVE COMPLEMENTARITY IN THE ORGANIZATIONAL CAPABILITIES: KNOWLEDGE CREATION AND HUMAN RESOURCE FLEXIBILITY IN HIGH TECHNOLOGY FIRMS. Pérez de Miguel, A. and Sáiz Bárcena, L. ...............................................................................97-114 DETERMINANT FACTORS OF THE USE OF SPIN-OFFS LIKE MECHANISM OF KNOWLEGDE TRANSFER IN THE UNIVERSITIES Beraza Garmendia, J.M. and Rodríguez Castellanos, A. ......................................................115-135 CONCEPTUAL FRAME OF A SYSTEMIC CULTURE IN GLOBAL MANUFACTURING VIRTUAL NETWORKS Vilana Arto, J.R. and Rodríguez Monroy, C. ........................................................................137-163 AN EXPLANATORY MODEL OF THE COMPETITIVENESS OF THE FIRM FROM THE RBV: MANAGEMENT, INNOVATION, MARKETING AND QUALITY CAPABILITIES Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J. and Araujo de la Mata, A. .....................165-188 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25, ISSN: 1135-2523 EL COMPORTAMIENTO FINANCIERO DE LAS EMPRESAS SOCIALMENTE RESPONSABLES Charlo Molina, M. J. Universidad de Sevilla Moya Clemente, I. Universidad Politécnica de Valencia Recibido: 29 de mayo de 2009 Aceptado: 3 de febrero de 2010 RESUMEN: El objeto del presente trabajo es analizar determinadas variables de naturaleza financiera en las empresas consideradas socialmente responsables, las que forman parte del índice de sostenibilidad español FTSE4Good IBEX, y determinar si existen diferencias significativas en su comportamiento respecto a las del resto de índices de la familia IBEX. Los resultados muestran que las acciones de las empresas socialmente responsables obtienen una rentabilidad superior para el mismo nivel de riesgo sistemático y que su sensibilidad ante los cambios en el mercado es mayor. PALABRAS CLAVE: Responsabilidad Social Corporativa; Inversión Socialmente Responsable; FTSE4Good IBEX; Índice Sostenible; Alfa Ética. CLASIFICACIÓN JEL: G30, M14 FINANCIAL PERFORMANCE OF SOCIALLY RESPONSIBLE COMPANIES ABSTRACT: This paper analyses financial performance of companies considered as highly socially responsible. For this purpose, companies that compose the Spanish sustainability index FTSE4Good IBEX (as well as other IBEX indices) are examined. Two basic results can be highlighted: first, stocks of companies that are socially responsible earn returns on excess over systematic risk, making them investment-attractive. Second, they have a higher systematic risk. KEY WORDS: Corporate Social Responsibility; Socially Responsible Investment; FTSE4Good IBEX; Sustainability Index; Ethical Alpha. JEL CLASSIFICATION: G30, M14 1. INTRODUCCIÓN Los criterios sociales y medioambientales influyen cada vez más en las decisiones de inversión y financiación, como muestra el importante incremento que ha experimentado la denominada inversión socialmente responsable1 (ISR) desde los años 90, lo que ha motivado la aparición de distintas agencias calificadoras (EIRIS, SAM, SiRi, entre otras) en responsabilidad social corporativa (RSC), que prestan apoyo a las gestoras de fondos y colaboran con los más importantes índices bursátiles como FTSE o Dow Jones2. Al mismo tiempo, han ido surgiendo nuevos tipos de índices como FTSE4Good IBEX o Dow Jones Sustainability Index que únicamente incluyen a las empresas que cumplen unos estrictos requisitos de RSC, las cuales refuerzan su reputación y es de esperar que consigan un acceso a los recursos financieros en condiciones más favorables. Además, dada la crisis de confianza existente en la actualidad en los mercados financieros, la extensión y reconocimiento de las buenas prácticas empresariales puede ayudar en la recuperación de la confianza en el sistema financiero y de la transparencia de los mercados, proporcionando a los gestores herramientas adicionales de control de riesgos en una selección más eficiente de las inversiones. Charlo Molina, M. J.; Moya Clemente, I. Por lo tanto, el objetivo del presente trabajo es comparar los principales parámetros financieros de las empresas socialmente responsables con sus equivalentes que no cumplen esta condición y analizar la posible existencia de diferencias significativas entre ambos grupos. En principio, sería importante comprobar que las empresas con buenas prácticas no ven penalizados sus resultados financieros por este motivo, ya que es esta una de las condiciones necesarias para el desarrollo de la ISR y por ello de la RSC. 2. RELACIÓN ENTRE RSC Y RESULTADOS EMPRESARIALES En la línea de establecer la relación positiva entre rentabilidad empresarial y RSC pueden destacarse los trabajos de Margolis y Walsh (2001) quienes encuentran correlación positiva entre la performance social y la financiera, resultado que coincide con Garz et al. (2002); también con el aumento del valor económico de la empresa (Simpson y Kohers, 2002; McWilliams y Siegel, 2000) y con la reducción del riesgo (Moore, 2001; Orlitzky y Benjamin, 2001). Orlitzky et al. (2003), además, aseguran el carácter bidireccional y simultáneo de la causalidad de dicha relación de manera que los comportamientos responsables de las empresas dan lugar a mejores resultados económicos y éstos hacen que las empresas tengan más recursos para invertir en RSC. En la misma línea señala Pimentel (2002), sin embargo, que dicha relación bidireccional ratifica que existe una influencia positiva de la RSC en el resultado. Como señalan Nieto y Fernández (2004), la relación positiva entre RSC y rentabilidad financiera se ha justificado mediante distintos argumentos. Así, la adopción de RSC supone para la empresa la disminución de los costes vinculados a los riesgos derivados de comportamientos sociales irresponsables (posibilidad de multas y sanciones económicas), también se asocia con la calidad en la gestión, la mejora de la reputación de la compañía (Maignan et al. 1999) y aumenta el atractivo para atraer y retener a los mejores recursos humanos (Backhaus et al. 2002). De lo anterior se desprende que las empresas con menor desarrollo de RSC asumen unos riesgos que aumentan sus costes financieros y por lo tanto disminuyen su rentabilidad. Además, las empresas con buenas prácticas se benefician del acceso al volumen de fondos de la inversión institucional socialmente responsable. Por lo tanto, la RSC generaría valor en la empresa y sería un componente a tener en cuenta en la selección de títulos, ya que se considera que disminuir la probabilidad de incurrir en riesgos sociales y medioambientales reduce los costes financieros y posibilita la obtención de un mayor beneficio, percibiéndose así en los mercados financieros. Esta mayor rentabilidad se denomina “alfa ético” de acuerdo con Velasco (2006): E(R)= α + β*E(Rm) + ε (1) Siendo: E(R): rentabilidad esperada de una acción α: rentabilidad de la acción independiente de su riesgo sistemático β: medida del riesgo sistemático, sensibilidad del rendimiento de la acción ante variaciones en el rendimiento del mercado E(Rm): rentabilidad esperada del mercado ε: error o residuo 16 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25 El comportamiento financiero de las empresas socialmente responsables. Esto significa que en el caso de verificar la existencia de este “alfa ético” en la expresión (1), la rentabilidad esperada de un título emitido por una empresa que cumpla con los criterios de buenas prácticas, sería superior a la rentabilidad de otro título de similar riesgo sistemático de un emisor que no cumpla dichos requisitos. Es decir, una recompensa adicional para los ahorradores que inviertan con criterios socialmente responsables. Otros autores no establecen específicamente una relación positiva entre RSC y resultado empresarial, sin embargo señalan que la RSC no implica peores resultados financieros para las empresas (Moneva et al., 2007; Muñoz et al., 2008) o para la inversión socialmente responsable (Fernández et al., 2009). No obstante, la inversión socialmente responsable también ha sido objeto de críticas, como señala Royo (2006). Así, a los fondos de ISR se les atribuye ser menos rentables y más caros, e incluso ser el producto de un marketing coyuntural. Además, como no está generalizado el cumplimiento de los criterios de RSC entre las empresas, se reduce la población susceptible de ser incorporada en una cartera, perdiéndose así oportunidades y disminuyendo la rentabilidad de las carteras ISR. Royo (2006) indica que esto no tiene porqué ser cierto, las empresas que cumplen criterios RSC no tienen que generar menos valor para sus accionistas ni los índices de RSC tienen que ser menos rentables que los globales. En la misma línea, defienden Balaguer y Muñoz (2003), los fondos ISR no han de presentar peor ranking que el resto de fondos de similar exposición o duration (según sean de renta variable o fija). De acuerdo con la encuesta realizada por CSR, Deloitte y Euronext (2003), la mayoría de los gestores de fondos y analistas europeos opinan que, a largo plazo, una buena gestión de los riesgos sociales y medioambientales de la empresa se corresponde con un aumento de su valor de mercado y resultados económicos. Otra encuesta (Calvert, 2005) realizada entre inversores, señala que las empresas con elevado nivel de RSC representan un menor riesgo para sus fondos y mayores dividendos que el resto. En resumen, para los partidarios de RSC, adoptar estas prácticas contribuye a mejorar el comportamiento financiero de una empresa. En este sentido es de destacar el trabajo de Mori (2008) para Business in the Community (BITC)3, realizado sobre 33 empresas que cotizan en el índice bursátil de Londres FTSE y que habían evaluado su comportamiento mediante el Índice de Responsabilidad Social Corporativa de BITC. Los resultados de su investigación muestran que las compañías que gestionaban los impactos sociales y medioambientales de su actividad obtuvieron unos beneficios por acción, durante el periodo 2002-2007, entre el 3,3% y el 7,7% superiores a los de las empresas que componen el FTSE 350 y señalan que las acciones de las empresas con mejores políticas de gestión, medioambientales y sociales tienen una menor volatilidad. A raíz de la discusión sobre la neutralidad o no de la adopción de buenas prácticas sobre la performance financiera y el interés de la misma como condicionante para la captación de fondos en los mercados financieros de las empresas que cumplan con los criterios de RSC4, en el presente trabajo se analizarán los aspectos financieros más destacados señalados en la literatura consultada sobre ISR, contrastando la hipótesis de si las empresas incluidas en el FTSE4Good IBEX5 presentan un comportamiento diferente a sus semejantes en los índices IBEX y que pudiera ser el efecto atribuible a la identificación de estas empresas con aspectos éticos y socialmente responsables. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25 ISSN: 1135-2523 17 Charlo Molina, M. J.; Moya Clemente, I. 2.1. Aspectos éticos y socialmente responsables del FTSE4Good IBEX Los índices éticos se basan en una serie de criterios para incluir a las empresas que forman parte de los mismos. Los criterios de selección son propuestos y revisados cada seis meses por un Comité de Asesoramiento basándose en las opiniones de los diferentes grupos de interés como los organismos gubernamentales, las empresas cotizadas o la comunidad de inversores socialmente responsables. Las empresas son analizadas por determinadas agencias, entre las que destaca EIRIS (Ethical Investment Research Service), quien provee a FTSE4Good de información sobre las mismas en materia de RSC facilitando, de este modo, la aplicación de los criterios de selección. EIRIS emplea información puesta a disposición por la propia empresa, tal como informes y cuentas anuales, así como información adicional obtenida por otros medios. El Comité de Asesoramiento de FTSE4Good IBEX utiliza códigos de conducta internacionales mundialmente reconocidos para proponer los criterios de selección de las empresas6. Dichos criterios pueden ser negativos -y por tanto dar como resultado la exclusión en la selección de empresas- o positivos, aquellos que demuestren una conciencia social y medioambiental. Para FTSE4Good IBEX, dichos criterios se resumen en lo siguiente: • Los criterios de selección negativos excluyen a las empresas según su actividad. No se permite la entrada al índice a las consideradas dentro de la industria del tabaco, la industria de armamento nuclear, las centrales de energía nuclear y los extractores o productores de uranio. • Los criterios de selección positivos se refieren a aspectos relacionados con la sostenibilidad medioambiental, como las políticas y códigos de conducta, los sistemas medioambientales o el cambio climático; la defensa y apoyo a los derechos humanos universales, teniendo en cuenta los estándares establecidos por la Organización Internacional del Trabajo; y las relaciones positivas con las partes interesadas. 3. SELECCIÓN DE LA MUESTRA DE EMPRESAS Y DISEÑO DE LAS VARIABLES Dado que la principal hipótesis del presente trabajo estriba en conocer si las empresas socialmente responsables pueden presentar un comportamiento diferente, desde un punto de vista financiero, a las que no se califican como tales, se requiere una muestra de empresas que incluya ambos grupos y que sean comparables entre sí. Para ello, se considerarán empresas socialmente responsables aquellas que forman parte del primer índice de sostenibilidad español, el índice FTSE4Good IBEX. Este índice, aparecido en abril de 2008, selecciona a las empresas atendiendo a los criterios que sigue FTSE4Good índice de sostenibilidad del grupo FTSE para todo el mundo- y está supervisado por un órgano de gobierno independiente. Los criterios de inclusión se basan en la exigencia del cumplimiento de un conjunto de estándares sociales, medioambientales y de gobierno corporativo como se ha señalado en el apartado 2.1. Se trataría, por lo tanto, de analizar en qué medida dichos filtros podrían ser la causa de resultados financieros distintos a otras empresas que no cuenten con esta consideración. 18 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25 El comportamiento financiero de las empresas socialmente responsables. El índice FTSE4Good IBEX tiene base 5000 al 31 de diciembre de 2002, su revalorización acumulada según la información de Bolsa de Madrid fue del 149% hasta marzo de 20087. Dado que las empresas candidatas para entrar en el índice FTSE4Good IBEX provenían del IBEX 35 y de índices de mediana y pequeña capitalización, nos centramos en aquellas empresas que componen este índice de sostenibilidad y las del resto de los índices IBEX. En la Figura 1 se muestra la evolución que ha seguido el índice de empresas socialmente responsables respecto a los otros índices IBEX, durante el período comprendido entre abril de 2008, fecha en que aparece el FTSE4Good IBEX, y noviembre de 2008. Se aprecia la alta relación existente entre todos, así como los efectos de la crisis en la trayectoria de los indicadores bursátiles. Figura 1. Evolución de los índices IBEX 35, IBEX Medium, IBEX Small y FTSE4Good IBEX 17.000,00 15.000,00 13.000,00 11.000,00 9.000,00 IBEX 7.000,00 IBEX 35 IBEX Medium IBEX Small 19/11/2008 05/11/2008 22/10/2008 08/10/2008 24/09/2008 10/09/2008 27/08/2008 13/08/2008 30/07/2008 16/07/2008 02/07/2008 18/06/2008 04/06/2008 21/05/2008 07/05/2008 23/04/2008 09/04/2008 5.000,00 FTSE4 Good Ibex Fuente: Elaboración propia Como se trata de analizar la hipótesis sobre la existencia de diferencias significativas en las entidades que forman parte del índice de sostenibilidad, el FTSE4Good IBEX, y el resto de las empresas de la muestra, se comparará entre estos dos grupos de empresas: las correspondientes al IBEX 35, IBEX Medium (IBEX-M) e IBEX Small (IBEX-S) que no forman parte del índice FTSE4Good IBEX de sostenibilidad y aquellas que sí forman parte del índice FTSE4Good IBEX y que pueden proceder de los índices anteriores8. El total de la muestra está formada por 87 empresas de las que 32 se consideran socialmente responsables. Dichas empresas vienen recogidas en la Tabla 1 y en la Tabla 2. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25 ISSN: 1135-2523 19 Charlo Molina, M. J.; Moya Clemente, I. Tabla 1. Empresas que no forman parte del FTSE4Good IBEX IBEX 35 ABERTIS SE.A ACCIONA ACERINOX ACS BANCO POPULAR CINTRA CRITERIA ENDESA FCC GRIFOLS IBERDROLA INDRA A SACYR VALLEHERMOSO TECNICAS REUNIDAS UNION FENOSA IBEX-M ALMIRALL AUX.FERROCARIL BA.VALENCIA CEMENT. PORT. VALDERRIBAS COR.ALBA EBRO PULEVA FAES FARMA GR.CATALANA OCCIDENTE LA SEDA BAR. NH HOTELES TUBACEX VISCOFAN ZARDOYA OTIS ZELTIA IBEX-S AFIRMA AMPER AVANZIT BARON DE LEY BAVIERA CAMPOFRIO CODERE DURO FELGUERA DINAMIA EUROPA & C FERSA FLUIDRA G.A.M. GR.EMPRESARIAL ENCE JAZZTEL NATRA NATRACEUTICA PARQUESOL REALIA RENTA 4 ROVI SERVICE P.S. SNIACE SOLARIA TUBOS REUNIDOS UNIPAPEL Tabla 2. Empresas que forman parte del FTSE4Good IBEX IBEX 35 IBEX-M IBEX-S FTSE ABENGOA BANCO PASTOR ANTENA 3 TV CORP.DERMOESTÉTICA BANCO SABADELL PRISA CIE AUTOMOT MECALUX BANCO SANTANDER PROSEGUR ERCROS VIDRALA BANESTO SOL MELIA BANKINTER SOS CUETARA BBVA VOCENTO BME ENAGAS FERROVIAL GAMESA GAS NATURAL I. RENOVABLES IBERIA INDITEX MAPFRE OHL R.E.C. REPSOL YPF TELECINCO TELEFONICA 20 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25 El comportamiento financiero de las empresas socialmente responsables. De acuerdo con el objeto del presente trabajo, el análisis del comportamiento financiero de las empresas socialmente responsables se realiza mediante la elaboración de una base de datos de corte transversal, con las variables financieras que aparecen en la literatura citada, bien a nivel teórico o bien en estudios empíricos realizados en otros países. Las variables obtenidas a partir de datos de los mercados financieros se refieren al periodo comprendido entre noviembre 2007 y noviembre 2008. El resto de las variables del estudio requiere información contable y se ha utilizado el ejercicio 2007 por dos motivos fundamentales: para evitar la fluctuación del mercado al calcular la capitalización de la empresa (modificada continuamente debido a factores como la cotización de la acción y el número de acciones que cotizan) y por ser el último ejercicio del que los participantes en los mercados de capitales disponen de información pública sobre las cuentas anuales de las empresas. De este modo, la base de datos está formada por las siguientes variables: • Coeficiente Alfa: indica el exceso de rentabilidad sobre el riesgo asociado a un valor concreto, debido a sus propias características, en relación con el conjunto del mercado. Se utiliza para la evaluación de un título, comparando su rendimiento con el de un índice bursátil de referencia. • Coeficiente Beta: mide el riesgo sistemático de la rentabilidad de un título en relación a la variación de la rentabilidad del mercado. Si la beta del título es mayor que 1, tiene una volatilidad superior a la del mercado y se denomina agresivo ya que subirá y bajará más que el índice representativo del mercado. Si, por el contrario, la beta es menor que 1 se le denomina defensivo y amortiguará los movimientos del mercado. • Volatilidad: refleja los cambios bruscos en los precios de los distintos valores en función de diferentes variables económicas. Se calcula como la desviación típica anualizada de la tasa de variación del precio de un activo a lo largo de un periodo de tiempo. • Rentabilidad financiera (ROE): relaciona el beneficio neto con los recursos propios implicados en su obtención. Se trata de la rentabilidad final que obtienen los propietarios de la empresa y por lo tanto una medida del coste de oportunidad de invertir en la misma. • Beneficio por acción: es el cociente entre el beneficio neto de una empresa y el número de acciones. Está directamente relacionado con la rentabilidad (y por lo tanto con la cotización) de las acciones, siendo una medida más fiable que el dividendo por acción. • Precio valor contable: este cociente guarda relación con diversos aspectos de la empresa: coste de capital, crecimiento, creación de valor, etc. Valores mayores de la unidad se consideran positivos y proporcionan una visión favorable sobre las expectativas de la empresa, reflejadas en la estimación que realiza el mercado de las mismas. Los estadísticos descriptivos de las variables aparecen en la Tabla 3. Tabla 3. Estadísticos descriptivos N Mínimo Máximo Media Desv. típ. COEF. ALFA Variables 86 -0,81 0,14 -0,1305 0,17060 COEF. BETA 86 0,14 1,34 0,7341 0,29067 VOLATILIDAD 86 21,28 140,65 57,4834 16,10123 ROE 87 -154,78 175,53 16,2569 33,86146 PRECIO VALOR CONTABLE 87 0,80 57,59 6,3358 8,62472 BENEFICIO POR ACCIÓN 87 -2,25 30,07 1,1571 3,36459 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25 ISSN: 1135-2523 21 Charlo Molina, M. J.; Moya Clemente, I. 3. RESULTADOS DEL ANÁLISIS Con el fin de contrastar la hipótesis de partida y verificar si existen diferencias significativas entre los dos grupos de empresas considerados, teniendo en cuenta las variables descritas anteriormente, se crea una variable dicotómica que toma el valor 0 para las empresas que no forman parte del FTSE4Good IBEX y el valor 1 para aquellas que se consideran socialmente responsables. La metodología utilizada es el análisis de varianza (ANOVA) de un factor, verificando la hipótesis de la igualdad de las medias de las variables financieras para cada grupo. Los análisis realizados se resumen en la Tabla 4. Tabla 4. Análisis ANOVA de las diferentes variables financieras Variables Coef. Alfa Coef. Beta Volatilidad ROE Precio Valor Contable Bº por acción Grupo N Media 0 1 Total 0 1 Total 0 1 Total 0 1 Total 0 1 Total 0 1 Total 55 31 86 55 31 86 55 31 86 55 32 87 55 32 87 55 32 87 -0,1605 -0,0771 -0,1305 0,6862 0,8190 0,7341 57,5193 57,4197 57,4834 16,2490 16,2705 16,2569 5,9756 6,9550 6,3358 1,3055 0,9019 1,1571 Desv. típica 0,18698 0,12218 0,17060 0,29516 0,26630 0,29067 18,1966 11,7696 16,1012 31,8788 37,5583 33,8614 7,5945 10,2598 8,6247 4,15352 1,11686 3,36459 Error típico 0,02521 0,02194 0,01840 0,03980 0,04783 0,03134 2,45363 2,11389 1,73624 4,29854 6,63944 3,63033 1,02405 1,81369 0,92467 0,56006 0,19743 0,36072 Interv. Confianza_95% L. Inf. L. Sup. 0,2111 0,1100 0,1219 0,0323 0,1670 0,0939 0,6064 0,7660 0,7214 0,9167 0,6717 0,7964 52,600 62,4385 53,102 61,7368 54,031 60,9355 7,6309 24,8670 2,7293 29,8118 9,0401 23,4738 3,9225 8,0287 3,2559 10,6540 4,4976 8,1740 0,1827 2,4284 0,4992 1,3046 0,4400 1,8742 F Sig 4,965 0,029 4,302 0,041 0,001 0,978 0,000 0,998 0,259 0,612 0,289 0,592 A partir de los resultados obtenidos, se pueden realizar los siguientes comentarios: Coeficiente alfa: las acciones de las empresas RSC han presentado un alfa superior en promedio a las no incluidas en este índice9, además esta diferencia es estadísticamente significativa al 95% de confianza, de acuerdo con el nivel de significación de la prueba F (con un valor de 4,97) que es 0,029. Por tanto, debemos rechazar la hipótesis de que el exceso de rentabilidad sobre el riesgo es igual para las empresas socialmente responsables y aquellas que no lo son. De esta forma, las acciones de las empresas socialmente responsables obtienen una rentabilidad, adicional a su riesgo sistemático, superior a las empresas que no reúnen estos requisitos, por lo que es de esperar que estas empresas supongan una mejor oportunidad de inversión al proporcionar más rentabilidad que la correspondiente por su riesgo. Se trataría por lo tanto del “alfa ético” señalado por Velasco (2006). Coeficiente Beta: el resultado del análisis ANOVA sobre las betas de ambos grupos de empresas muestra diferencias estadísticamente significativas a un nivel de confianza del 95%, como se desprende del valor del test F (4,3). En este caso, ha resultado superior el valor medio del coeficiente beta en las empresas socialmente responsables (0,82) respecto a las no incluidas en el índice (0,69). Esto supone que las empresas del índice FTSE4Good IBEX en promedio 22 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25 El comportamiento financiero de las empresas socialmente responsables. presentan un mayor riesgo sistemático, reaccionan con mayor sensibilidad a las oscilaciones del mercado y por lo tanto proporcionan una mayor prima de mercado. No obstante, dado su valor promedio no se trata de inversiones agresivas y se pueden considerar como empresas defensivas ante movimientos bajistas de la Bolsa. Volatilidad: como se desprende del valor del parámetro F (0,001), no se han detectado diferencias estadísticamente significativas al 95% entre ambos grupos de empresas, por lo tanto presentarían unos niveles similares de riesgo. No se ha encontrado evidencia en la línea del trabajo de Mori (2008) que detectaba menor volatilidad en el mercado bursátil londinense para las acciones de las empresas socialmente responsables, respecto a las de un índice general. ROE: la rentabilidad que obtienen los propietarios de las empresas que forman el índice responsable, medida por el ratio ROE, presenta un valor promedio del 16,27%, superior al 16,25% de las empresas de otros índices. Sin embargo, el resultado del análisis ANOVA muestra que no se han encontrado diferencias estadísticamente significativas entre ambos valores, como se puede apreciar por el valor nulo de F. Precio valor contable: las acciones de las empresas socialmente responsables presentan unas mejores expectativas de valoración en el mercado, un promedio de 6,96 frente al 5,98 de las empresas de otros índices. No obstante, esta diferencia no es estadísticamente significativa al nivel del 95% debido al valor de F (0,26). Beneficio por Acción: a las empresas socialmente responsables les corresponde un menor beneficio neto por acción, con un valor promedio de 0,90 frente a 1,31 de las empresas que se consideran en otros índices. En cualquier caso, estas últimas presentan una mayor dispersión y el valor de F (0,29) obtenido para esta variable señala que esta diferencia no es estadísticamente significativa. 4. CONCLUSIONES Existe un creciente interés en el mundo académico y empresarial por los temas de responsabilidad social corporativa, incentivado por el empuje que los gobiernos y la sociedad en general dan a las empresas para que tomen las medidas oportunas de manera que su comportamiento se considere más responsable. Esto es aún más necesario en el momento actual por la crisis de confianza que afecta a los intermediarios y mercados financieros, donde la adopción de buenas prácticas puede contribuir a la recuperación de la confianza en el sistema financiero. Sin embargo, el hecho de que las empresas estén cada vez más vinculadas a conceptos de responsabilidad por motivos sociales no es suficiente para que se produzca un auténtico desarrollo. Aunque la vertiente social es relevante, a la empresa le interesa también la vertiente económica y esta no debe verse penalizada por la adopción de buenas prácticas. Por todo ello, en el presente trabajo se ha considerado de importancia para el desarrollo de la RSC contrastar la hipótesis sobre si las empresas incluidas en el índice de sostenibilidad español FTSE4Good IBEX, presentan un comportamiento diferente a sus semejantes en el resto de índices IBEX y que pudiera ser atribuido a la identificación de estas empresas con aspectos éticos y socialmente responsables. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 15-25 ISSN: 1135-2523 23 Charlo Molina, M. J.; Moya Clemente, I. De este modo, se ha comprobado que las acciones de las empresas socialmente responsables obtienen una rentabilidad superior para un mismo riesgo sistemático, respecto a las empresas que no reúnen estos requisitos, el denominado “alfa ético”, lo que representaría un aliciente para los inversores. También se ha detectado diferencias significativas en cuanto a su sensibilidad ante las oscilaciones del mercado, siendo mayor la prima de mercado en el caso de las empresas que pertenecen al índice sostenible. De todas formas, el valor promedio del coeficiente beta de las empresas con buenas prácticas es inferior a 1 y pueden considerarse como títulos defensivos que amortiguarían las caídas bursátiles. Por lo que respecta al resto de las variables, la volatilidad es inferior en la cotización de las empresas RSC, si bien no existen diferencias significativas entre ambos grupos. Igual ocurre con la rentabilidad financiera y el precio valor contable; siendo ambas superiores en las empresas pertenecientes al FTSE4Good IBEX, no se confirma esta diferencia a nivel estadístico. Lo mismo se puede afirmar en el caso del beneficio por acción, aunque el valor de esta variable es mayor en las empresas no incluidas en el índice. El estudio realizado confirma que las empresas con buenas prácticas son tan rentables como el resto, e incluso en los mercados financieros pueden ofrecer una prima adicional. Este comportamiento es una de las condiciones necesarias para que se desarrolle la ISR (y por tanto la RSC), de forma que los ahorradores que deseen invertir responsablemente puedan percibir una buena rentabilidad y no ser penalizados financieramente por ello. NOTAS 1 Según De la Cuesta (2005), las inversiones socialmente responsables son aquellas que a los tradicionales criterios financieros añaden criterios sociales y medioambientales, permitiendo a los inversores combinar objetivos financieros con valores sociales. 2 La ISR es una de las principales causas que impulsan la RSC desde los mercados financieros, fundamentalmente por el poder que tienen los inversores institucionales a través de los fondos de inversión y de pensiones, así como en este caso deberían tener las organizaciones religiosas, las organizaciones sociales y las fundaciones (AECA, 2009). 3 Organización sin ánimo de lucro que promueve las buenas prácticas empresariales en el Reino Unido. 4 Los ahorradores que deseen invertir con criterios sociales no deberían ver mermada por ello su rentabilidad. 5 Índice bursátil que incluye a las compañías españolas líderes en buenas prácticas y en RSC. 6 FTSE (2006) “Serie de índices FTSE4Good: Añada valores a su inversión”. http://www.ftse.com/Indices/FTSE4Good_Index_Series/Downloads/Brochure_spanish.pdf (consultado en enero, 2010). 7 Comparando la serie histórica de cinco años hasta el 31 de marzo de 2008, el FTSE4Good IBEX alcanzó una revalorización superior a la del IBEX 35 que fue de 120%. Además, en ese mismo periodo el FTSE4Good IBEX tuvo una menor volatilidad, de 14,87 frente a la del IBEX 35 que resultó de 16,35. 8 La información sobre las empresas que integran el IBEX 35, IBEX Medium Cap, IBEX Small Cap y FTSE4Good IBEX se ha obtenido de la página web de la bolsa de Madrid (www.bolsamadrid.es), según consulta realizada en noviembre de 2008. 9 Los valores son negativos probablemente debido a la coyuntura actual del mercado de valores, como puede verse en el grafico de la evolución de índices (Figura 1). BIBLIOGRAFÍA AECA (2009): Inversión Socialmente Responsable: Estrategias, Instrumentos, Medición y Factores de Impulso, Documento número 5, AECA, Serie Responsabilidad Social Corporativa. BACKHAUS, K.B.; STONE, B.A. y HEINER, K. 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El objetivo de este trabajo es analizar la relación entre las variables calidad, satisfacción, imagen, confianza y lealtad en el contexto de un servicio de urgencias hospitalarias de la Zona Centro de Portugal. Para ello, se aplicó la metodología de mínimos cuadrados parciales (PLS) a un modelo estructural construido con las variables indicadas. Los resultados permiten constatar que la imagen y reputación del servicio de urgencias no contribuye de forma significativa a incrementar la confianza en el servicio, ni para su recomendación a otras personas. Esta confianza se alcanza sobre todo por medio de la calidad percibida. La satisfacción del paciente sí que contribuye a incrementar la lealtad al centro. Además, la alta dirección del hospital debe concienciarse de la importancia de reducir los tiempos de espera, mejorar la organización del diagnóstico inicial de los pacientes y de mostrar una preocupación real con el bienestar de sus pacientes como única forma de lograr incrementar su nivel de satisfacción y la confianza en el servicio de urgencias. PALABRAS CLAVE: Calidad, Satisfacción, Fidelidad, Confianza, Imagen. CLASIFICACIÓN JEL: M31 QUALITY AND SATISFACTION IN HOSPITABLE URGENCIES SERVICE: ANALYSIS OF A PORTUGAL CENTER ZONE HOSPITAL ABSTRACT: The health service quality has been discussed in several organizations committed with the development of the programs and actions capable to attend the expectations of their patients. The aim of this work is to analyze the relationship among the variables quality, satisfaction, image, trust and loyalty (in the perspective of the recommendation and return) in the context of the emergency care in the Portugal Center Area. For such the Partial Least Squares technique was applied to a structural model. The results show that the image or reputation of the service of urgencies doesn't contribute in a significant way to increase the trust in it, nor for the recommendation to other people. Trust is reached, above all, through the perceived quality. Patients’ satisfaction contributes to the recommendation of the service to the family and friends and to return in case it is necessary. The hospital top management is due of the importance of reducing the time of wait, improving the organization of the initial screen of the patients, and showing a real concern with the well-being of the patients to increase satisfaction and trust in the urgency service. KEY WORDS: Quality, Satisfaction, Recommendation, Trust, Image. JEL CLASSIFICATION: M31 1. INTRODUCCIÓN La OMS (Organización Mundial de la Salud) identifica como componentes básicos de los cuidados de salud de calidad: un elevado grado de excelencia profesional, la eficiencia en la utilización de recursos, riesgos mínimos para los pacientes, satisfacción para los usuarios y obtención de resultados de salud. Correira Loureiro, S. M.; Miranda González, F. J. El servicio hospitalario de urgencias es el área asistencial que ha experimentado los cambios más rápidos y profundos en la segunda mitad del siglo XX siguiendo también, entre otros, al rápido aumento de la demanda. Los servicios de urgencias hospitalarios, a pesar de las características que los diferencian claramente de otros niveles y servicios asistenciales, no deben escapar a las técnicas de evaluación y control de calidad. La atención en urgencias se encuentra sometida a una evaluación y crítica continuas, probablemente más que en otras especialidades de la medicina, tanto por parte de los usuarios como por parte de los médicos que continuarán la asistencia del paciente, una vez éste ha pasado por el servicio de urgencias. Sus profesionales se hallan, con frecuencia, con la sensación de estar en una especie de “escaparate” donde son observados. Esta cultura de evaluación exterior y autoevaluación continua, lejos de representar una dificultad, constituye una oportunidad única para la puesta en marcha de programas de evaluación de la calidad de la asistencia que se hace en estos servicios (Felisart et al., 2001). Todos los profesionales de los servicios de urgencias están involucrados en mayor o menor grado en la mejora de la calidad, ya que si la calidad técnica de la asistencia es esencial, también lo son, y no en menor grado, otros aspectos que influyen de forma muy decisiva en la calidad que percibirá el paciente y sus acompañantes, como son transmitir la sensación de que pueden estar seguros de que la organización funciona, que el trato personal es adecuado y que la información se ofrecen cada momento del proceso asistencial. En Portugal, durante los últimos años, la evaluación de la satisfacción de los pacientes con los servicios sanitarios ha ganado gran popularidad como medida de la calidad en la prestación de servicios de salud públicos. Las actividades de garantía y mejora de la calidad están siendo incluidas como parte de los procesos sanitarios y dentro de los programas políticos. La gestión sanitaria y la gestión hospitalaria, en particular, poseen un elevado grado de complejidad. La existencia de un número mayor de profesiones y técnicas y el contexto en el que la prestación del servicio se realiza, hacen que el cliente sea mucho más intolerante frente a la calidad del servicio prestado que en otras actividades de prestación de servicios de otros sectores. El grado de complejidad de los servicios prestados se sitúa además fuera de la comprensión técnico-científica de la mayoría de clientes. En este sentido, es necesario, por un lado, un desarrollo de programas de calidad en las organizaciones hospitalarias con el objeto de mejorar su gestión y establecer sistemas de aplicación de conceptos y técnicas de calidad total (Neto, 2000). Los pacientes deben sentirse como parte integrante del sistema de salud, sentir que sus cuidados en el hospital son coordinados, eficientes y seguros. Así, la búsqueda de un funcionamiento eficiente de los servicios de salud en general y de los hospitales en particular, nos lleva a la necesidad de encontrar instrumentos y modelos de gestión de la calidad más eficientes. El principal objetivo del presente trabajo es desarrollar un modelo de fidelidad en el ámbito de los servicios de urgencias hospitalarias y contrastarlo empíricamente, identificando los principales antecedentes de la intención de lealtad del cliente (desde una perspectiva de recomendación y retorno). Hasta donde llega nuestro conocimiento, podemos decir que es la primera aplicación de un modelo de fidelidad al campo de las urgencias hospitalarias. Con este objetivo, en el presente trabajo se comienza revisando la literatura sobre antecedentes del concepto de fidelidad: imagen, calidad percibida, satisfacción y confianza. A continuación se formulan las diferentes hipótesis y se procede a contrastar empíricamente las mismas. Nuestro estudio finaliza con las principales conclusiones del trabajo y sus implicaciones para los responsables de los servicios de urgencias hospitalarias. 28 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 Calidad y Satisfacción en el servicio de urgencias hospitalarias: Análisis de un hospital de la zona centro de Portugal 2. REVISIÓN DE LA LITERATURA En el concepto de lealtad del cliente intervienen un número elevado de variables, por lo que en ninguna de las investigaciones previas (Baker e Crompton, 2000; Oliver, 1980; Westbrook, 1987; Oliver e Swan, 1989; Anderson, Fornell e Lehmann, 1994; Bitner, 1990; Cronin e Taylor, 1992; Brady et al., 2002; Setó, 2003) se pretende realizar una investigación exhaustiva de todas variables que anteceden la intención de fidelidad del cliente. La lealtad es una relación con el prestador del servicio, un compromiso del consumidor frente a la organización que le suministra el bien o servicio (Oliver, 1999). Sin embargo, en la literatura de marketing de servicios, la calidad y la satisfacción han sido siempre los pilares básicos para determinar la lealtad del cliente (Setó, 2003). La implantación de una estrategia de gestión de la calidad en el sector servicios se hace difícil dado los problemas que plantean la definición y medida de la calidad en este sector. De entre todos los modelos desarrollados por los investigadores el trabajo pionero de Parasuraman, Zeithaml y Berry (1985, 1988) puede considerarse como el que mayor repercusión ha tenido. Desde el punto de vista de la disciplina sanitaria, definir el concepto de calidad no es fácil, ya que el usuario de un servicio tendrá en cuenta la competencia o el comportamiento del personal, el facultativo la medirá basándose en sus conocimientos y en la tecnología empleada, y el responsable de la gestión la definirá en relación con la eficiencia del personal y de las instalaciones. Los estudios de calidad en el sector se han basado en la medición de tres dimensiones básicas: la estructura, el proceso y los resultados, existiendo bastante unanimidad al considerar que, si bien pueden estudiarse aspectos como la accesibilidad, la eficiencia o la calidad científico-técnica, ningún estudio de calidad será completo si no se analizan las diferencias entre las expectativas de los ciudadanos y la percepción real del servicio (Niedz, 1998; Neto, 2000; Vinagre y Neves, 2008). Así, en el sector sanitario los estudios para medir la calidad percibida de un servicio se han llevado a cabo a partir del análisis del grado de satisfacción de los usuarios, metodología que ha evolucionado desde cuestionarios de dudosa fiabilidad hasta estudios factoriales con una importante base estadística (Lee et al., 2000; Crow et al., 2002; Moret et al., 2007). Sin embargo, la calidad de los servicios de urgencias requiere una atención especial. El servicio prestado a los pacientes está directamente relacionado con su estado emocional, así aspectos como la accesibilidad, amabilidad y especialmente la mejora de su estado de salud son aspectos extremadamente importantes de la calidad del servicio. Niedz (1998) afirma que un servicio de salud bien gestionado necesita el desarrollo de todos los miembros del equipo de urgencias. Así, se debe apostar por una gestión del servicio centrada en la calidad, orientada a la participación y al bienestar del paciente, evitando los riesgos clínicos y difundiendo una cultura de seguridad, en el contexto de una mejora de la práctica clínica (Neto, 2000). En numerosos estudios previos la satisfacción es considerada como un antecedente de las intenciones de compra del cliente (Taylor y Baker, 1994; Rust y Oliver, 1994; Setó, 2003). El paradigma de la disconfirmación proporciona la base teórica para establecer esta relación entre calidad y satisfacción (Churchill y Suprenant, 1982; Oliver, 1980; Oliver y DeSarbo, 1988). Según este paradigma, la satisfacción es el resultado de un proceso de comparación de Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 ISSN: 1135-2523 29 Correira Loureiro, S. M.; Miranda González, F. J. manera que cuando el servicio percibido iguala o supera las expectativas del mismo el servicio se considera conforme. La evaluación de la satisfacción de los pacientes hospitalizados es reconocida cada vez más como una componente principal de la gestión de la calidad. La mejora de la calidad, el análisis comparativo de la eficiencia hospitalaria y la búsqueda de responsabilidad son algunas de las razones que llevan a los hospitales a medir la satisfacción de sus pacientes. Esta satisfacción del paciente es entendida como una componente de la calidad de los servicios de salud que refleja la habilidad de los profesionales para identificar las necesidades y expectativas de sus pacientes (Moret et al., 2007). La satisfacción y su evaluación son elementos importantes a la hora de analizar la gestión de los servicios de salud. A pesar de los problemas existentes a la hora de delimitar el concepto de satisfacción y las dificultades que existen en su medida, se trata de un término habitualmente empleado (Crow et al., 2002). La evaluación de la satisfacción del paciente forma también parte del proceso de prevención y como tal permite identificar las disfunciones existentes en la organización, así como contribuir al impulso de la mejora de la calidad. Crow et al. (2002) afirman que existe una relación entre la satisfacción del paciente y los resultados clínicos, de forman que un elevado grado de satisfacción permite una mejor relación entre el paciente y el profesional de la salud. La selección de los servicios de salud, por parte de los clientes, es un indicador objetivo en la satisfacción de dichos servicios. Si bien, no debemos olvidar que los servicios de salud son multidimensionales y muchos de los medios empleados para medir la satisfacción muestran las preferencias relativas de los consumidor ante diferentes atributos (Crow et al., 2002). Además, debemos tener en cuenta que no siempre el paciente tiene disponibilidad económica, de tiempo o de información para decidir el servicio al que acudir. Giese y Cote (2000), después de revisar los distintos conceptos de satisfacción, concluyen que existen tres componentes comunes en la mayor parte de investigaciones: primero, la satisfacción del consumidor es una respuesta, un juicio emocional o cognitivo; segundo, la respuesta se refiere a un foco específico y, por último, la respuesta se encuentra ligada a un momento específico, como por ejemplo, antes de la adquisición de un bien, tras su adquisición o después de la experiencia del servicio. En la presente investigación, consideraremos la satisfacción como un juicio emocional y cognitivo que sucede después de que el paciente reciba el servicio sanitario. Fornell (1995) clarifica la diferencia entre calidad y satisfacción indicando que debe entenderse la calidad como la percepción actual del cliente sobre el rendimiento de un bien o servicio, mientras que la satisfacción se basa no solamente en la experiencia actual, sino también en experiencias pasadas y en experiencias futuras, anticipadas por el juicio del cliente en virtud de sus experiencias acumuladas junto a la proyección de sus propias expectativas. Pero, además de calidad y satisfacción, suelen considerarse como principales antecedentes del concepto fidelidad la imagen del proveedor de servicios y la confianza del cliente. Por su parte, la confianza es entendida como un estímulo a la utilización de los servicios por parte de los clientes, una vez que se ha establecido la relación con el cliente y a través de esa confianza se obtiene una calidad elevada en las interacciones entre los usuarios y los empleados de la organización de servicios (Morgan e Hunt , 1994). Generalmente, la 30 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 Calidad y Satisfacción en el servicio de urgencias hospitalarias: Análisis de un hospital de la zona centro de Portugal confianza es considerada como una expresión de la seguridad entre socios a la hora de realizar un intercambio u otro tipo de relación (Nooteboom et al., 1997; Garbarino y Johnson, 1999; Morgan y Hunt, 1994; Tax, Brown, y Chandrashekaran, 1998); como la idea de que el socio en una negociación no explotará la vulnerabilidad del otro (Dwyer, Schurr, y Oh, 1987); o como la voluntad de confiar en el socio durante la relación de intercambio como (Moorman, Deshpandé y Zaltman, 1993). En nuestro, caso la confianza del paciente es definida como las expectativas del paciente de que el servicio de urgencias es seguro y se puede confiar en sus promesas (Sirdeshmukh, Singh y Sabol, 2002). Por último, también se considera como antecedente de la lealtad del usuario la imagen, entendida como una percepción mental que define en muchas ocasiones la percepción que tenemos del servicio. Barich y Kotler (1991) afirman que la imagen es la suma de las creencias, sensaciones e impresiones que una persona o grupo de personas tienen de un objeto, de una persona, de un lugar, de una marca, de una organización, de un producto o de un servicio. Esas impresiones pueden ser verdaderas o falsas, reales o imaginarias. Son estas imágenes las que condicionan el comportamiento del cliente. De esta forma, no sólo los aspectos físicos y tangibles de los bienes o servicios son valorados, sino también los significados simbólicos asociados a ese bien o servicio (Gardner y Levy, 1995). Una buena imagen del servicio induce a que el cliente tenga una buena percepción del mismo, siendo de este modo más probable su lealtad a la organización que lo presta. El concepto de calidad percibida supone trasladar la valoración de la calidad del servicio desde criterios objetivos hasta criterios subjetivos, lo cual hace que en la calidad del servicio de un servicio de urgencias deban tenerse en cuenta dos aspectos: a) la calidad técnica (es el resultado, y se refiere a lo que recibe el cliente), y b) la calidad funcional (relacionada con el proceso, es decir, cómo lo recibe). Estas dos dimensiones básicas pueden estar condicionadas por la imagen corporativa y/o local del servicio, que puede influir en la calidad percibida, ya que, por ejemplo, si el servicio de urgencias tiene una imagen favorable probablemente se le perdonarán los errores menores, si bien si dichos errores se producen con frecuencia su imagen se deteriorará, y puede pasar a una situación en que cualquier error tendrá un efecto mayor de lo que sería de otra manera. 3. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS Y MODELO PROPUESTO A partir de la revisión de la literatura sobre calidad del servicio en el sector sanitario hemos propuesto un modelo estructural que relaciona la calidad percibida con la imagen de la organización, la satisfacción del usuario, la confianza y su fidelidad. El modelo de la figura 1 describe las relaciones entre los diferentes constructos anteriormente descritos. Se consideró la calidad percibida del servicio de urgencias como antecedente directo de la fidelidad (Cronin y Taylor, 1992; Ruyter De, Wetzels y Bloemer, 1996; Zeithaml et al., 1996) e indirecto a través de la satisfacción y la confianza (Anderson y Sullivan, 1993; Patterson y Spreng, 1997; Roest y Pieters, 1997). La satisfacción, la confianza y la imagen son consideradas como antecedentes directos de la lealtad (Barich y Kotler, 1991). Además, se considera un efecto indirecto de la imagen sobre la lealtad a través de la satisfacción, la calidad y la confianza. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 ISSN: 1135-2523 31 Correira Loureiro, S. M.; Miranda González, F. J. Figura 1. Esquema general de la investigación. H1 H2 H7 H8 H6 H3 H4 H5 H9 H10 Fidelidad Dick y Basu (1994, pp. 99-100) distinguen tres aspectos inherentes a la fidelidad: lealtad de comportamiento, lealtad como actitud y lealtad cognitiva. La lealtad de comportamiento hace referencia a la adquisición repetida de servicios al mismo prestador o a la intensificación de la relación con dicho prestador. Por su parte, la lealtad como actitud hace referencia al esfuerzo consciente por parte del cliente a la hora de evaluar las diferentes marcas o empresas existentes en un mercado. Finalmente, la lealtad cognitiva hace referencia a la lealtad del cliente a una marca o empresa sin prestar atención a otras alternativas. En nuestro estudio hemos optado por identificar fidelidad (ver tabla 2) con lealtad de comportamiento, y más concretamente con el componente recomendación de la lealtad, es decir, la disposición a recomendar el servicio a terceras personas, según se desarrolla en estudios previos (Lam et al., 2004; Sirdeshmukh et al., 2002; Zeithaml et al., 1996). Calidad percibida En nuestro estudio hemos optado por emplear una escala de 9 items (ver tabla 2) basados en los artículos de Parasuraman et al. (1985), Grönroos (1982), Cronin y Taylor (1992, 1994), solicitando al cliente que evalúe tan solo las percepciones sobre el servicio tal y como proponen Cronin y Taylor (1992, pp. 58-66). La utilización de una escala de percepciones se justifica por el carácter dinámico de las expectativas del paciente y por el mayor esfuerzo que supone para el paciente tener que completar dos cuestionarios uno antes de utilizar el servicio de urgencias (expectativas) y otro a la salida del mismo (percepciones), lo que reduciría de forma notable el número de pacientes dispuestos a colaborar con el estudio. En nuestro modelo la calidad percibida se considera como antecedente de la satisfacción siguiendo la tendencia de los últimos estudios realizados (Zeithaml, Berry y Parasuraman, 1996; Barroso y Martín Armario, 1999; Setó, 2003). Además, consideramos que la calidad percibida también afectará de forma directa y positiva a la fidelidad del cliente, Por tanto, las tres primeras hipótesis de nuestro modelo serían: 32 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 Calidad y Satisfacción en el servicio de urgencias hospitalarias: Análisis de un hospital de la zona centro de Portugal H1: La calidad percibida por el paciente de un servicio de urgencias incrementa su nivel de satisfacción. H2: La calidad percibida por el paciente de un servicio de urgencias incrementa su grado de fidelidad. H3: La calidad percibida por el paciente de un servicio de urgencias incrementa su confianza Satisfacción En la literatura académica sobre satisfacción en el campo de la sanidad se observa una clara tendencia a medir la satisfacción justo al finalizar la experiencia de servicio o antes de que la misma se haya completado totalmente, por lo que no suele ser habitual recurrir a una comparación entre expectativas previas del paciente y percepciones finales tras la prestación del servicio. Por ello, en el presente estudio consideraremos la variable satisfacción (ver tabla 2) como un juicio emocional y cognitivo de la estancia en el servicio de urgencias, una vez finaliza la experiencia de servicio. Para ello, hemos elaborado una escala con 6 indicadores a partir de las escalas empleadas en trabajos previos (Brady y otros, 2002; Loureiro y Miranda, 2006). En la mayoría de investigaciones previas se analiza el efecto indirecto de la calidad en la fidelidad a través de la satisfacción del cliente, sugiriendo un efecto positivo de la satisfacción sobre la fidelidad (Parasuraman y otros, 1988; Rust y Zahorik, 1993; Selnes, 1993; Oliver, 1999). Además, creemos que la satisfacción también influye indirectamente en la fidelidad a través de la variable confianza, tal y como sugieren varios autores (Loureiro y Miranda, 2006), ya que cuando el paciente está satisfecho con la prestación que recibe se genera un incremento de su confianza en ese servicio de urgencias, lo que influirá en su posible recomendación a otros usuarios. Por tanto, la cuarta y quinta hipótesis de nuestro modelo serían: H4: La satisfacción del paciente de un servicio de urgencias tiene un efecto positivo sobre su fidelidad H5: La satisfacción del paciente de un servicio de urgencias tiene un efecto positivo sobre su confianza Imagen Son varios los estudios que incorporan esta variable como antecedente de la satisfacción y de la calidad del servicio (Selnes, 1993; Berry, 2000; Bigné y otros, 2001; Setó, 2003). Sin embargo, son escasos los estudios que analizan la influencia de la misma sobre la fidelidad (Selnes, 1993; Ostrowsky y otros, 1993; Sándwich y Duhan, 1996), si bien en todos ellos se sugiere que, especialmente cuando los clientes tienen una capacidad limitada para evaluar la calidad del producto, la reputación o imagen se convierte en un elemento clave en la lealtad del cliente. Además, coincidimos con Setó (2003) al señalar que también puede considerarse un efecto indirecto de la imagen sobre la fidelidad a través de variables mediadoras como la confianza del cliente. Nosotros añadimos además otros dos efectos indirectos a través de la variable satisfacción y de la variable calidad percibida. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 ISSN: 1135-2523 33 Correira Loureiro, S. M.; Miranda González, F. J. Hemos medido la imagen y reputación de las urgencias empleando 6 ítems (ver tabla 2), tomando como punto de partida los trabajos de Gardner y Levy (1995), Barich y Kotler (1991), Andressen y Lindestad (1998) y Launo (1993). En resumen, las hipótesis de nuestro modelo referentes a la imagen serían: H6: La imagen del servicio de urgencias tiene un efecto positivo sobre la fidelidad del paciente. H7: La imagen del servicio de urgencias tiene un efecto positivo sobre la calidad percibida. H8: La imagen del servicio de urgencias tiene un efecto positivo sobre la satisfacción del paciente. H9: La imagen del servicio de urgencias tiene un efecto positivo sobre la confianza del paciente. Confianza Esta variable ha recibido en los últimos años una creciente atención en la literatura como componente fundamental de las relaciones a largo plazo. Así, podemos definir la confianza (Moorman y otros, 1993, p. 82; Morgan y Hunt, 1994, p. 23) como la buena voluntad para creer en la otra parte con la que se establece el intercambio, la seguridad y confianza de que el intercambio se realizará de forma fiable y justa. Para medir esta variable hemos recurrido a una escala de tres items (ver tabla 2) como se recomienda en otros estudios previos (Rousseau et al., 1998; Singh y Sirdeshmukh, 2000). H10: La confianza del paciente en el servicio de urgencias tiene un efecto positivo sobre la fidelidad del paciente. 4. METODOLOGÍA Durante la primera quincena del mes de Mayo de 2008 se realizó un pre-test del cuestionario entre un grupo de pacientes de urgencias de un hospital de la región Centro de Portugal, con el objetivo de verificar que la redacción de los ítems era la adecuada. El hospital seleccionado es una entidad de derecho público con autonomía administrativa, financiera y patrimonial que presta sus servicios en un área de 732.000 habitantes. Posteriormente, la segunda quincena de Mayo se realizaron entrevistas personales con los pacientes y/o familiares atendidos en el servicio de urgencias de dicho hospital (los datos se recogieron en diferentes días de la semana y a diferentes horas del día). Se encuestó solo a los pacientes de más de 18 años que no tuvieron que ser internados. Como resultado de este proceso se obtuvieron 150 cuestionarios totalmente cumplimentados. Una de las principales dificultades en la obtención de información en este estudio se debe al hecho de ser realizado en un servicio tan complejo como el servicio de urgencias de un hospital. Los pacientes del servicio, después de haber recibido la atención médica correspondiente se encuentran debilitados o con sus capacidades limitadas, por lo que son muchos los que no se prestan a colaborar con la investigación. 34 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 Calidad y Satisfacción en el servicio de urgencias hospitalarias: Análisis de un hospital de la zona centro de Portugal En la tabla 1 podemos observar el perfil de los encuestados. Más de la mitad tienen entre 21 y 40 años, la mayoría son mujeres y beneficiarios de la seguridad social. Las profesiones más frecuentes son jubilados, funcionarios y estudiantes. Tabla 1. Perfil de la muestra. Género Edad Profesión Masculino:32% Menos de 21 años: Estudiante: 10,0% Femenino:68% 3,3% Banca: 1,3% Tipo de seguro ADSE*: 24,0% Empresario: 2,7% Funcionario público:17,3% 21 a 30 años: 25,3% Enfermero: 2,0% Profesor: 4,7% 31 a 40 años: 26,0% Jubilado: 22,0% Desempleado: 9,3% 41 a 50 años: 18,0% Ama de casa: 6,0% Operario fábrica: 8,0% Seguro de Salud 51 a 60 años: 6,0% Comerciante: 4,0% Trabajador-estudiante: Privado: 6,7% 61 a 70 años: 13,3% 1,3% 71 a 80 años: 7,3% Construcción civil: 2,7% Empleado tienda: 2,7% Más de 81 años: 0,7% Administrativo: 1,3% Seguridad Social: 69,3% Empleado almacén: 2,0% Deportista: 0,7% Técnico mantenimiento: 0,7% Vendedor: 0,7% Empleado de bar: 0,7% * ADSE: seguro de protección social para los funcionarios equivalente a MUFACE. Se aplicó el software PLS-graph (Partial Least Squares) para estimar los coeficientes path, la fiabilidad compuesta, la varianza extraída media, R2, Stone-Geisser’s Q2 utilizando para ello la técnica Bootstrap. Las razones que nos llevan a esta elección son que este método está orientado a la predicción y nos permite analizar modelos de cierta complejidad, realizar un análisis exploratorio y además, puede ser utilizado en la confirmación de una determinada teoría. La técnica PLS se basa en una combinación iterativa entre el análisis de componentes principales y el análisis de regresión con el objetivo principales de explicar la varianza de los constructos del modelo (Chin, 1998). Así, se estiman simultáneamente los coeficientes path y las cargas de los ítems en el contexto del modelo propuesto, evitando de este modo sesgos e inconsistencia en la estimación de los parámetros y nos permite comprobar las interacciones y reducir el error de tipo II (Chin et al., 2003). Para evaluar la bondad global del ajuste Tenenhaus et al. (2005) propone emplear la media geométrica de la comunalidad media y el R2 medio que varia entre 0 y 1. 5. RESULTADOS El modelo de medida es analizado teniendo en cuenta la fiabilidad de los ítems individuales y la validez discriminante de los constructos (Hulland 1999). La carga (factor loading) de cada ítem deberá ser igual o superior a 0,707, lo que nos indica que más del 50% de la varianza observada es explicada por el constructo (Carmines y Zeller, 1979). En la tabla 2 observamos que los ítems Q1, Q2, Q6, Q7 e Q8 del constructo calidad deben ser eliminados por su baja carga. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 ISSN: 1135-2523 35 Correira Loureiro, S. M.; Miranda González, F. J. Tabla 2. Evaluación del modelo de medida. Constructo* Media (Desviación) Imagen I1: El servicio de urgencia tiene una imagen de honestidad I2: Las urgencia tienen buena imagen entre mis amigos y familiares I3: Este servicio de urgencias tiene una reputación tan buena o mejor que otras urgencias. I4: El servicio de urgencias tienen una imagen de eficiencia I5: El servicio de urgencias tiene una imagen de competencia I6: El servicio de urgencia tiene una imagen dinámica 2,55 (0,887) 2,65 (0,819) 2,39 (0,975) 2,51 (0,693) 2,39 (0,818) 2,61 (0,683) Q2:La atención es rápida Q3:La jerarquización de los pacientes según la gravedad de los síntomas se realiza correctamente Q4: La persona que recibe al paciente sabe perfectamente lo que debe hacer Q5:La atención médica es buena Q6:Existe privacidad durante el proceso de atención. Q7:El acceso a las urgencias es fácil Q8:Las instalaciones están en buen estado Q9:En términos, globales la atención en urgencias es buena S2: Las urgencias prestan el servicio que esperaba recibir S3:Las instalaciones y equipamientos del servicio de urgencias son dignos de destacar S4:El servicio de urgencias es excelente S5:La forma en que se me atendió me satisface S6:Las personas que prestan la atención son agradables Confianza C1:Existe una preocupación real con el bienestar de los pacientes C2:Se cumple lo prometido C3:Confío en el servicio de urgencias Lealtad L1:Hablo bien de estas urgencias a familiares y amigos L2:Si tuviera un problema, prefiero estas urgencias antes que ir a otras L3:Vengo a estas urgencias porque no tengo otra alternativa (1) Fiabilidad compuesta 0,942 0,730 0,843 0,817 0,917 0,784 0,907 0,896 0,682 0,955 0,810 0,939 0,836 0,882 0,715 (0,478)ª (0,608)a 0,792 0,866 0,824 (0,643)a (0,467)ª (0,517)ª 0,820 2,50 2,54 (1,001) 2,51 (1,028) 3,55 (0,651) 2,20 (0,811) 2,50 (0,918) 2,85 (0,958) 0,920 0,950 (0,494)ª 0,889 0,940 0,790 2,46 2,30 (0,833) 2,39 (0,784) 2,75 (0,934) 0,941 0,928 0,872 2,74 2,65 (0,786) 2,71 (0,965) 2,92 (1,313) AVE** 0,850 3,68 (0,522) 1,32 (0,638) 2,47 (0,902) 2,64 (0,846) 2,97 (0,874) 2,84 (0,803) 3,85 (0,548) 3,85 (0,510) 2,75 (0,889) Satisfacción S1: Estoy muy satisfecho (a) con estas urgencias. Cargas 2,71 Calidad Q1:Las urgencias tienen buenos equipamientos y materiales Índice medio 2,53 0,865 0,852 0,819 * Cada uno de los ítems que conforman los constructos han sido medidos con una escala tipo Likert de 5 puntos. ** AVE = Varianza media extraída. ª Ítems eliminados por su baja carga. (1) Escala codificada en orden inverso 36 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 Calidad y Satisfacción en el servicio de urgencias hospitalarias: Análisis de un hospital de la zona centro de Portugal Para analizar la fiabilidad de los constructos se utilizó la fiabilidad compuesta (Fornell y Larcker, 1981). La tabla 2 nos indica que los constructos son fiables dado que la fiabilidad compuesta excede de 0,8 (Nunnally, 1978). Por otra parte, los valores de la varianza media extraída (AVE) son superiores a 0,5 lo que nos demuestra la validez convergente del modelo (Fornell y Larcker, 1981). Un constructo tiene validez discriminante si su AVE es mayor que el cuadrado de las correlaciones de ese constructo con los demás (Fornell e Larcker, 1981). Observando la tabla 3 podemos considerar que se verifica la validez discriminante de nuestro modelo. Tabla 3. Validez discriminante. Constructo ½ Imagen Calidad Satisfacción Confianza Lealtad 0,8542 0,8259 0,8999 0,9144 0,8453 Imagen 1,0000 0,6770 0,7223 0,6365 0,6656 AVE Calidad 0,6770 1,0000 0,7920 0,7699 0,7105 Satisfacción 0,7223 0,7920 1,0000 0,7634 0,7894 Confianza 0,6365 0,7699 0,7634 1,0000 0,7630 Lealtad 0,6652 0,7105 0,7894 0,7630 1,0000 En la figura 2 se presentan los resultados de la estimación del modelo estructural. Junto a las flechas que indican el orden causal se muestran los coeficientes path estandarizados y en cada rectángula figura, en porcentaje, el resultado de la multiplicación del coeficiente path estandarizado por el coeficiente de correlación entre los dos constructos (Falk y Miller, 1992). Se empleó la técnica de remuestreo Bootstrap, considerando 500 sub-muestras, para acceder a los valores del test t y verificar la significatividad de las relaciones de orden causal. Figura 2. Resultados del modelo estructural. 0,559*** 0,677*** 0,402** 32,8% 44,3% 45,8% 0,041 ns 2,9% 0,344*** 24,8% 0,130 ns 8,6% 0,419 *** 32,3% GoF=0,6870 0,086 ns 0,369** 28,1% 0,342*** 26,1% 5,5% ***p < 0,001; **p < 0,01; ns: no significativo Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 ISSN: 1135-2523 37 Correira Loureiro, S. M.; Miranda González, F. J. El valor del GoF, propuesto por Tenenhaus et al. (2005) revela un buen ajuste del modelo La relevancia predictiva del modelo también está garantizada como lo muestran los valores positivos de todos los Q2 de Stone-Geisser. Podemos constatar que la calidad y la imagen no explican significativamente la intención de recomendar el servicio de urgencias. Por contra, la satisfacción es la variable latente que más contribuye a explicar la intención de recomendar el servicio a otros o regresar si ocurre una nueva urgencia. En términos, globales, la variación de la variable fidelidad es explicada en un 69,4% por el resto de variables latentes del modelo. La confianza en el servicio es explicada, especialmente, por la calidad percibida, mientras que la imagen no se muestra significativa. La calidad tiene un efecto mayor que la imagen en la variación de la satisfacción. Se confirman por tanto todas las hipótesis del modelo salvo la H2, H6 y la H9. 6. CONCLUSIONES El análisis de la información obtenida de los pacientes del servicio de urgencias del hospital analizado en la Zona Centro de Portugal nos permite realizar algunas importantes consideraciones sobre la percepción de los pacientes de variables como imagen, calidad, satisfacción, confianza y lealtad. Del conjunto de diez relaciones de orden causal establecidas el modelo confirma siete. La imagen o reputación del servicio de urgencias no contribuye de forma significativa a aumentar la confianza en el servicio, ni para garantizar su recomendación a otras personas. Sin embargo, la imagen influye positivamente en la satisfacción del paciente, si bien la influencia de la imagen en la satisfacción (24,8%) es menor que la de la calidad percibida (44,3%). Estas relaciones difieren de los resultados obtenidos en trabajos previos realizados en otros sectores, especialmente en el campo del turismo (Bigne et al., 2001). Así, en el estudio realizado por Loureiro y Miranda (2006) la satisfacción y la imagen son los principales antecedentes de la lealtad, mientras que en nuestro trabajo el efecto de la imagen no resulta significativo, adquiriendo mayor importancia el papel de la confianza. La explicación de estas diferencias parece residir en las especiales características de los servicios de urgencias hospitalarias que llevan a que el factor imagen no juegue un papel tan destacado a la hora de tomar decisiones de comportamiento por parte de los usuarios. A diferencia de otros sectores como el turismo donde el turista tiende a tratar de vivir una experiencia del servicio de acuerdo con la imagen creada del mismo mediante las campañas de marketing realizadas por el prestador del servicio, así como por las comunicaciones boca a boca realizadas por familiares y amigos. Sin embargo, en el caso de los servicios de urgencia el paciente no pretende tener una experiencia idílica, innovadora y creativa que rompa con su rutina diaria, sino que busca que le traten con empatía, de forma digna y con la rapidez y capacidad técnica adecuada a su enfermedad. Dada la complejidad del servicio, el paciente puede no percibir técnicamente todas las características del servicio pero necesita tener la percepción de que es tratado de la mejor forma posible y que le están explicando de forma clara todos los procedimientos y se sienta apoyado a lo largo del proceso de prestación del servicio. De esta forma, la calidad percibida y la satisfacción ganan importancia en relación a la imagen, para conseguir confianza y motivar la recomendación del servicio, tal y como muestran nuestros resultados. No obstante sería necesario profundizar en estas relaciones en futuras investigaciones para corroborar dicha explicación. 38 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 27-41 Calidad y Satisfacción en el servicio de urgencias hospitalarias: Análisis de un hospital de la zona centro de Portugal Por otro lado la satisfacción es la variable que más influye sobre la recomendación del servicio a familiares y amigos y para el regreso a ese mismo servicio de urgencia en caso de ser necesario. Como ya se ha comentado, calidad y satisfacción también muestran un efecto indirecto sobre la fidelidad, a través de la variable confianza. Así, en los servicios de urgencia la confianza es un factor clave que lleva a los pacientes y sus familiares a hablar bien sobre el servicio de urgencias a los demás y a preferir acudir a dicho servicio cuando vuelva a necesitarlo. Como se observa en los resultados del estudio, la calidad percibida no influye directamente sobre la fidelidad, pero si lo hace de forma indirecta a través de la satisfacción y la confianza. De este modo, la calidad refuerza el efecto de la satisfacción y la confianza sobre la fidelidad. Volvemos a apreciar diferencias significativas respecto a los servicios turísticos, ya que los pacientes de los servicios de urgencia necesitan que su percepción de la calidad sea suficiente para generarles confianza, seguridad y satisfacción de modo que recomienden dicho servicio de urgencia o regresen a él caso de necesitarlo. Los resultados de nuestro estudio tienen una serie de importantes implicaciones para gestores de los servicios de urgencias. En primer lugar, debe hacerse un esfuerzo importante en mejorar la calidad del servicio prestado en los servicios de urgencias para de esta forma incrementar la satisfacción del paciente y su confianza y de este modo, potenciar la recomendación del mismo a sus familiares y amigos. La mejora en la calidad percibida puede ser lograda mediante la mejora de la eficacia y de la eficiencia en la prestación del servicio, es decir, reducir el tiempo de espera hasta que el paciente es atendido, mejorar el sistema de orden de atención en función de la gravedad del paciente, mejorar el diagnóstico inicial de los pacientes y la forma en que pacientes y familiares son atendidos por el personal del servicio, transmitiéndoles seguridad, dinamismo y empatía, de forma que se muestre una preocupación real por el bienestar del usuario del servicio de urgencias. Para concluir nuestro trabajo hemos de hacer referencia a las principales limitaciones del mismo. Si bien todas las escalas están fundamentadas en desarrollos teóricos ya contrastados, alguna de las utilizadas para medir las diferentes variables latentes del modelo podría haberse ampliado, incluyendo un mayor número de indicadores. Por tanto, una posible línea futura de investigación sería la ampliación de la dimensionalidad de las escalas, especialmente las escalas para medir imagen y confianza. Por otra parte, dado que el estudio se centró en un único servicio de urgencias no es posible generalizar los resultados a otros contextos hospitalarios. En investigaciones futuras, el estudio debe ampliarse a otros contextos del servicio de urgencias, distinguiendo entre pacientes internados y no internados, así como comparando las percepciones de los pacientes con la de los empleados del servicio de urgencias. BIBLIOGRAFÍA ANDERSON, E.; FORNELL, C. Y LEHMANN, D. 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Sin embargo, esta preocupación no se ha limitado a identificar arquetipos o configuraciones empresariales, sino que también se ha extendido al estudio de posibles diferencias en el rendimiento entre los grupos identificados. En el presente trabajo, intentamos dar respuesta a esta doble preocupación y todo ello centrándonos en el ámbito de la franquicia. Para ello, se ha elaborado una base de datos con el total de cadenas franquiciadoras (664) que en el año 2005 operaban en España. Los resultados obtenidos revelan la existencia de cinco grupos estratégicos (tipos de franquiciadores) perfectamente diferenciados, los cuales son descritos a partir de las variables estratégicas que los definen. Igualmente, se demuestra la existencia de diferencias en los resultados inter-grupales a partir de determinados indicadores de desempeño (ingresos, resultados ordinarios y rentabilidad). PALABRAS CLAVE: Franquicia, Franquiciadores, Grupos Estratégicos, Performance, Rentabilidad. CLASIFICACIÓN JEL: M10, M19 STUDY OF STRATEGIC GROUPS’ PERFORMANCE IN THE SPANISH FRANCHISING SYSTEM ABSTRACT: The preoccupation to consider the heterogeneity in firm behavior within an activity sector has been one of the main reasons for the search and identification of strategic groups, generating an inexhaustible debate in the scope of the strategic management. Nevertheless, this preoccupation has not been limited to identify firm archetypes or configurations, but also it has extended to the study of possible differences in performance between the identified groups. In this paper, we tried to answer to this double problem focusing in the scope of franchising. A data base including all the franshisor chains (664) that operated in Spain in 2005 has been elaborated. Results reveal the existence of five strategic groups (types of franchisors) perfectly differentiated, which are described from the strategic variables they define them. Also, the existence of differences between groups with regard to results is shown based on some performance measures (income, ordinary results and profit). KEY WORDS: Franchising, Franchisors, Strategic Groups, Performance, Profit. JEL CLASSIFICATION: M10, M19 1. INTRODUCCIÓN El término grupo estratégico fue introducido hace cuatro décadas por Hunt (1972), y tal como indican Hervás, Dalmau y Albors (2006) rápidamente tomó fuerza con los trabajos pioneros de Hatten (1974), Caves y Porter (1977), Hatten y Schendel (1977) y Porter (1979). A partir de entonces, los grupos estratégicos han sido uno de los pilares fundamentales en los que se ha sustentado el cuerpo de conocimiento y desarrollo de la Dirección Estratégica. Rondán Cataluña, F. J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E. C.;Rodríguez Rad, C.; Guisado González, M. Un grupo estratégico puede definirse como aquél conjunto de empresas que dentro de un sector de actividad o industria desarrollan una estrategia similar a partir de sus dimensiones estratégicas (Porter, 1979). Ello no significa que deban tener idénticos resultados (Combs, Ketchen y Hoover, 2004), pues pueden diferir en cuanto a los recursos, habilidades o capacidades poseídas (Thomas y Carroll, 1994; Mcnamara, Deephouse y Luce, 2003). Los grupos estratégicos permiten explicar la posición competitiva de cada empresa del sector en relación a sus competidores. Por tanto, el estudio y análisis de los grupos estratégicos en un sector empresarial ayuda a comprender su estructura, así como la dinámica de la competencia y la propia evolución del sector (Barroso, Casillas y Moreno, 2001). Por otra parte, los resultados empresariales constituyen el principal output de los comportamientos estratégicos de la organización. De ahí, que se pueda afirmar que serán más eficaces aquellas estrategias empresariales que conduzcan a mejores resultados. Sin embargo, cuando se analiza la estructura de un sector, salvo que se analice caso por caso todas las empresas que lo conforman, lo que se pretende demostrar es como aquellas empresas que adoptan una estrategia similar y, por tanto, forman parte de un mismo grupo estratégico, pueden obtener unos resultados distintos a aquellas otras organizaciones que forman parte de otro grupo (Pereira, Claver y Molina, 2009). Surge así la preocupación por demostrar las diferencias inter-grupales en los resultados, fruto de la aplicación de distintas estrategias. A ambas cuestiones intentamos dar respuesta en esta investigación, siendo el objetivo general, la identificación y análisis de las diferencias de desempeño en los grupos estratégicos que pudiera haber en el sistema de franquicia español. Este objetivo general se concreta en los dos siguientes: 1. Identificar y analizar la existencia de grupos estratégicos en el sistema de franquicia español. 2. Estudiar la heterogeneidad inter-grupos en los resultados empresariales, utilizando fundamentalmente la rentabilidad como indicador del desempeño empresarial. Para lograr los objetivos propuestos, el presente trabajo se ha estructurado en cuatro grandes apartados. En primer lugar, se propone el marco teórico y las hipótesis de la investigación, realizando un recorrido por la literatura sobre grupos estratégicos, tanto la general como la centrada en el ámbito de la franquicia. A continuación, se define la metodología de la investigación a través de la cual se establecen las dimensiones estratégicas y las variables operativas que se emplearán en la identificación de grupos estratégicos en el sistema de franquicia español. También, la metodología de la investigación permitirá exponer los pasos seguidos en la obtención de la información y las herramientas estadísticas que se emplearán en el análisis de datos. Definida la metodología, se ofrecerán los resultados obtenidos, así como la discusión de los mismos. Finalmente, se aportarán una serie de conclusiones e implicaciones para la gestión, así como las limitaciones y futuras líneas de investigación. 2. MARCO TEÓRICO E HIPÓTESIS DE LA INVESTIGACIÓN 2.1. Investigación sobre grupos estratégicos Los trabajos de investigación sobre grupos estratégicos pueden clasificarse en tres grandes líneas (Lee, Lee y Rho, 2002): 1. Identificación de los grupos estratégicos; 2. Análisis de las diferencias de rendimiento o desempeño entre grupos y; 3. Estudio de la estabilidad temporal de los grupos. 44 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 Estudio del performance de los grupos estratégicos en el sistema de franquicia español Respecto a la primera línea de investigación, la identificación y análisis de grupos estratégicos se ha realizado en diferentes contextos de actividad y ello tanto en España como a nivel internacional (tabla 1). Por otra parte, la segunda línea de investigación está muy relacionada con la primera, pues para estudiar las diferencias de desempeño entre los grupos estratégicos previamente deben haberse identificados. En el ámbito internacional, la simbiosis entre identificación de grupos estratégicos y resultados de las empresas dentro de un sector de actividad ha sido desarrollado tanto en trabajos conceptuales (McGee y Thomas, 1986; Thomas y Venkatraman, 1988; Bogner y Thomas, 1993; McGee, Thomas y Pruett, 1995; Peteraf y Shanley, 1997; Dranove, Peteraf y Shanley, 1998), como empíricos (Cool y Schendel, 1987 y 1988; Fiegenbaum y Thomas, 1990; Lawles y Tegarden, 1991; Reger y Huff, 1993; Mehra, 1996; Pegels, Song y Yang, 2000; Ferguson, Deephouse y Ferguson, 2000; Nair y Khota, 2001; McNamara et al., 2003, Lee et al., 2002). A nivel nacional, destacan los siguientes trabajos realizados por Claver, et al. (2003), Zuñiga, Fuente y Suárez (2004), Muñiz, Cervantes y González (2001), García, Santos y Vallelado (2001), Flavián y Polo (2001), Más (1996, 1997, 1998), Iglesias (1994), Céspedes (1996), Espitia, Polo y Salas (1992), entre otros. Tabla 1. Identificación de grupos estratégicos Sector de actividad Trabajos publicados con datos de España Trabajos publicados con datos de otros países Pegels et al. (2000) Aerolíneas Bancario Zúñiga, et al. (2004) García, et al. (2001) Más (1994; 1996; 1998) Céspedes (1996) Más y Gómez (1993) Espitia et al. (1991) McNamara et al. (2002; 2003) Reger y Huff (1993) Comercio minorista Flavian et al. (2002) Barroso et al. (2001) Flavián y Polo (2001) Muñiz et al. (2001) Muñiz (1998) Iglesias (1997) García y Rodríguez (1996) Lewis y Thomas (1990) Claver, et al. (2002; 2003) González (2002) Sáez (2000) Construcción Cosmética Bigné, et al. (2000) Osborne et al (2001) Cool y Dierickx (1993) Cool y Schendel (1987) Farmacéutico Mueble Miquel, et al. (1998) Nath y Gruca (1997) Nath y Sudharshan (1994) Hospitalario Baum y Mezias (1992) Nair y Filer (2003) Nair y Khota (2001) Hotelero Industria del acero Oleícola Hodgkinson (1997) Mascareñas y Aaker (1989) Pelayo y Vargas (2004) Fergurson et al (2000) Fiegenbaum y Thomas (1990; 1993 y 1995) Seguros Textil García y Rodríguez (1996) Varios sectores González y Ventura (2002) Porac et al. (1995) Calori et al (1994) Lawless y Tagarden (1991) Fuente: Elaboración propia Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 ISSN: 1135-2523 45 Rondán Cataluña, F. J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E. C.;Rodríguez Rad, C.; Guisado González, M. Respecto a la tercera línea de investigación, el objetivo de los investigadores consiste en analizar la estabilidad en el tiempo de los grupos estratégicos. Para ello, suelen realizarse determinados contrastes estadísticos con objeto de delimitar los denominados periodos de estabilidad estratégica (Nair y Filer, 2003; Nair y Kotha, 2001; García et al., 2001; Muñiz et al., 2001). Las causas que pueden motivar cambios en la composición de los grupos pueden deberse tanto a factores externos (entorno) como internos (cambios en los comportamientos estratégicos). 2.2. Franquicia y grupos estratégicos Como hemos señalado, el ámbito en el que centramos la presente investigación es el sistema de franquicia español. En este sentido, es necesario señalar que la franquicia en España es uno de los canales de comercialización de mayor de desarrollo actual y de grandes perspectivas para el futuro (Díez, Navarro y Rondán, 2005). La tabla 2 muestra el desarrollo del sistema de franquicia en España. Estableciendo un paralelismo con el ciclo de vida, la franquicia presenta un largo período de introducción que abarca hasta la mitad de la década de los 80. A partir de ahí, inicia un importante crecimiento cuyos mayores incrementos se observan al final de la década de los 80 y toda la década de los 90 del siglo pasado. En la actualidad la franquicia en España se encuentra en la fase de maduración-saturación con incrementos porcentuales bajos aunque muy estimables en términos absolutos. Tabla 2. El sistema de franquicia en España Año Nº de franquiciadores 1970 Crecimiento Anual (%) Año Nº de franquiciadores Crecimiento Anual (%) 19 1995 338 17 1980 47 1996 408 17 1985 77 1997 480 15 1987 90 1998 515 7 1988 135 33 1999 541 5 1989 170 26 2000 563 4 1990 195 13 2001 624 10 1991 217 10 2002 651 4 1992 213 -2 2003 663 2 1993 245 13 2004 685 3 1994 281 13 Fuente: Anuarios del franchising y comercio asociado. En este contexto, en los últimos años viene tomando fuerza el estudio de los grupos estratégicos en el ámbito de la franquicia, cuyo primer trabajo se debe a Carney y Gedajlovic (1991). Estos autores identifican cinco grupos estratégicos a partir de la consideración de trece variables operativas agrupadas en siete dimensiones estratégicas. Posteriormente, otros trabajos, tanto en el contexto nacional como internacional, también han identificados distintos arquetipos de franquiciadores (tabla 3). 46 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 Estudio del performance de los grupos estratégicos en el sistema de franquicia español Tabla 3. Identificación de grupos estratégicos en la franquicia Autores Carney y Gedajlovic (1991) Castrogiovanni, Bennett y Combs (1995) López y Ventura (2001) Inma y Debowski (2006) Johnson y Alon (2006) Navarro, Díez y Rondán (2006) País Muestra Metodología Canadá 128 franquiciadores Análisis factorial de componentes principales Estados Unidos 717 franquiciadores Análisis factorial de componentes principales España 228 franquiciadores Análisis factorial de componentes principales Australia 91 franquiciadores Análisis cluster Estados Unidos 261 franquiciadores Análisis cluster Portugal 128 franquiciadores Análisis factorial de componentes principales Grupos identificados • • • • • Franquiciadores de rápido crecimiento Franquiciadores conservadores y caros Franquiciadores reconvertidos Franquiciadores maduros Franquicias no exitosas Se identifican cinco grupos. Tres de ellos coinciden respectivamente con los de rápido crecimiento, reconvertidos y maduros de Carney y Gedajlovic (1991). Los otros dos grupos presentan distinta naturaleza • • • • • • • • • • • • • • • • Rondán, Navarro y Díez (2007) España 140 franquiciadores Análisis factorial de componentes principales • • • • • Franquicias estandarizables Emergentes Tradicionales Internacionales No exitosas Principiantes Franquicias en desarrollo Franquicias en expansión Franquicias maduras Confederadas Franquicias maduras Innovadoras Grandes franquicias, caras y con larga duración de los contratos Franquicias de elevada experiencia (consolidadas) Enseñas con elevada confianza en la franquicia Franquicias maduras y centradas en el mercado doméstico Franquicias con mayores royalties Franquicias caras Franquicias reconvertidas Franquicias maduras Franquicias de rápido crecimiento Fuente: Elaboración propia La revisión de los trabajos incluidos en el la tabla 3, nos lleva al planteamiento de que en el ámbito de la franquicia existen distintos grupos de empresas (franquiciadores) que desarrollan diferentes comportamientos estratégicos para su expansión en franquicia, soportando el planteamiento de la primera hipótesis de la investigación: H1: En el sistema de franquicia español existen distintos tipos o grupos estratégicos de franquiciadores. Sin embargo, los estudios reseñados se han limitado únicamente a identificar los grupos estratégicos en la franquicia y no a estudiar cómo esos distintos comportamientos estratégicos Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 ISSN: 1135-2523 47 Rondán Cataluña, F. J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E. C.;Rodríguez Rad, C.; Guisado González, M. se traducen en un mayor o menor rendimiento empresarial. En este sentido, como apuntan otros trabajos realizados en un contexto distinto al de la franquicia (Claver et al. 2003; Zuñiga, et al. 2004; McNamara et al. 2002; Flavian et al. 2002; Nair y Khota, 2001, Ferguson et al. 2001), la obtención de agrupaciones de empresas, alineadas estratégicamente en torno a una serie de dimensiones, puede ser explicativa de las diferencias en los comportamientos competitivos y ello tener reflejo en los resultados empresariales, cumpliéndose uno de los fundamentos esenciales de la Dirección Estratégica (Levinthal, 1995). Además Hervás et al. (2006), afirman que de los artículos empíricos internacionales y nacionales que analizan la relación entre grupos y desempeño, el 85,7 y 90 %, respectivamente, llegan a la conclusión que existen diferencias significativas entre grupos, lo que representa una abrumadora mayoría para respaldar esta aseveración. Ello soporta el planteamiento de la segunda de las hipótesis de nuestra investigación: H2: En el sistema de franquicia español, existen diferencias significativas en los resultados empresariales entre los distintos tipos de franquiciadores (grupos estratégicos). 3. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN 3.1. Dimensiones estratégicas y variables operativas Como señalan Nath y Gruca (1997), las dimensiones y/o variables que definan la estrategia empresarial deben tener una verdadera naturaleza estratégica, no pudiendo ser modificadas a corto plazo. Su modificación supondría incurrir en elevados costes de cambio en forma de cuantiosas inversiones tanto en recursos tangibles (monetarios, humanos, etc.) como intangibles (aprendizaje, know-how, etc.). Cuando esto no es así, difícilmente podremos identificar grupos estratégicos dentro de un sector de actividad, a pesar de que incluso los resultados del empleo de ciertas técnicas estadísticas (análisis factorial, análisis cluster, etc.) así podrían indicarlo (Nath y Sudharshan, 1994). La dificultad para modificar en un corto espacio de tiempo las variables que definen la estrategia empresarial, debe crear entre los diferentes grupos estratégicos barreras de movilidad, que impidan o dificulten el movimiento de empresas de un grupo a otro. Su principal característica es que son duraderas en el tiempo. Es decir, son fuente de ventaja competitiva para los integrantes del grupo que las posee y no pueden ser obtenidas de forma rápida por los componentes de otros grupos (Barroso et al. 2001). Las dimensiones y variables utilizadas en nuestro trabajo para definir los grupos estratégicos son las 17 que se recogen en la tabla 4. Las numeradas 01 a 13 son las mismas que han sido utilizadas y justificadas en trabajos precedentes (Carney y Gedajlovic, 1991; Castrogiovanni et al., 1995; López y Ventura, 2001; Navarro et al., 2006) sobre grupos estratégicos en la franquicia. Las restantes variables, numeradas 14 a 17, están presentes en numerosos estudios como variables significativas a la hora de explicar las razones para franquiciar (Rondán et al., 2007) y otras investigaciones sobre grupos estratégicos (Iglesias, 1994). Por otra parte, para evaluar los resultados empresariales, además de las tradicionales medidas, incluidas en la mayor parte de los trabajos, vinculadas a la rentabilidad económica y rentabilidad financiera, se han considerado dos indicadores adicionales que pueden darnos una idea de la dimensión o incluso del volumen de ventas de las empresas analizadas. Se trata de los resultados ordinarios y los ingresos ordinarios. 48 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 Estudio del performance de los grupos estratégicos en el sistema de franquicia español Tabla 4.- Dimensiones estratégicas y variables operativas Dimensiones estratégicas Variables operativas A. Tamaño 01. Número de unidades totales de la cadena en el mundo 14. Número de unidades totales de la cadena en España B. Concentración geográfica/ Internacionalización 02. Porcentaje de tiendas ubicadas en España sobre el total de la cadena 16. Población mínima requerida para la apertura de una unidad. 03. Tiendas abiertas por año (unidades totales mundo/años de antigüedad) C. Crecimiento 04. Tiendas abiertas en franquicia por año desde el comienzo del sistema de franquicia (unidades franquiciadas en España / años franquiciando España) 17. Tiendas abiertas por año en España (unidades totales España/años de antigüedad) 05. Inversión media necesaria para la apertura de una unidad franquiciada 06. Canon de entrada D. Coste de adhesión (precio de la franquicia) 07. Royalty (% sobre ventas) 08. Canon de publicidad (% sobre ventas) 15. Superficie mínima del local E. Contrato 09. Duración del contrato (años)1 F. integración vertical 10. Confianza en la franquicia en España (Unidades franquiciadas/ Unidades Totales) 11. Antigüedad de la empresa G. Timing 12. Años franquiciando (Antigüedad en la franquicia) 13. Años pre-franquicia (Años de las empresas no franquiciando) Fuente: Elaboración propia 3.2. Obtención de información La base de datos utilizada en nuestra investigación está formada por 664 redes de franquicia que componen el total poblacional de los franquiciadores existentes en España en el año 2005, según el Anuario de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF 2006). La delimitación poblacional es consecuencia de un estudio riguroso que efectúa anualmente el Servicio de Estudios Estadísticos del Sistema de Franquicia creado por la AEF. Únicamente se incluyen las cadenas que cumplen con los requisitos que indica el Código Deontológico Europeo para ser franquicia. En este contexto, coincidimos con Alon (2001) en que las bases de datos de anuarios se utilizan frecuentemente en investigaciones de franquicia a nivel nacional e internacional (Alon 1999; Alon, 2001; Combs y Castrogiovanni 1994; Lafontaine, 1992; Martin y Justis 1993; Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 ISSN: 1135-2523 49 Rondán Cataluña, F. J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E. C.;Rodríguez Rad, C.; Guisado González, M. Shane 1996a, 1998) y aunque los datos recogidos son aportados por los franquiciadores, varios investigadores declaran que no existen sesgos importantes (Shane 1996b; Combs y Castrogiovanni 1994) ya que los anuarios validan (siguen criterios rigurosos para la inclusión de las franquicias) por encima del 80 % de los datos. Respecto a las dimensiones estratégicas y a las operativas, partiendo del anuario de la AEF 2006, en el que únicamente se reseñan datos de las variables del 22 % de las cadenas que componen el total poblacional, elaboramos nuestra base de datos fundamentalmente a partir de los anuarios y portales de Internet de las consultoras de franquicia: Barbadillo, Franchisa, MundoFranquicia y Tormo. Estas prestigiosas consultoras en el ámbito de la franquicia, con publicaciones anuales y de otras periodicidades, realizan informes y comparaciones temporales, lo que nos permite considerar que sus datos están validados y son confiables. Además, el hecho de que hayamos trabajado con todas las fuentes de datos conjuntamente, nos ha permitido depurar resultados dispares antes de su inclusión en la base de datos elaborada. También, hemos acudido a las páginas web de las cadenas de franquicia para complementar o comprobar divergencias de datos. Únicamente hemos utilizado otras fuentes de datos en el caso de no poder obtenerlos por las vías descritas. Por otra parte, los datos de las variables que miden el resultado empresarial (rentabilidad económica, rentabilidad financiera, resultados ordinarios, ingresos ordinarios), para cada una de las cadenas de franquicia españolas, fueron extraídos de la base de datos SABI2 que contiene información detallada sobre las empresas españolas. Los datos que hemos utilizado en nuestra investigación son los conseguidos por las cadenas de franquicia en el año 20043. 3.3. Análisis de datos Recopilada la información pertinente y elaborada la correspondiente base de datos, se procedió a su análisis. En este sentido, siguiendo a Nath y Gruca (1997), la identificación de grupos estratégicos en cualquier sector de actividad puede realizarse a través de tres métodos alternativos y no excluyentes (o complementarios): 1. Análisis factorial y agrupación de datos a partir de información secundaria. 2. Construcción de escalas multidimensionales (multidimensional scaling) a partir de las percepciones empresariales sobre un conjunto de atributos específicos del sector. 3. Identificación y clasificación directa de las diferentes empresas competidoras a partir de su análisis por directivos del sector. Dado que no existen razones objetivas para considerar una metodología superior a otra, hemos optado por emplear la primera de las metodologías propuestas por Nath y Gruca (1997). Dos son las razones que nos han llevado a tomar tal decisión. La primera, porque es la metodología seguida en la mayor parte de los trabajos realizados en el sistema de franquicia (Carney y Gedajlovic 1991, Castrogiovanni et al. 1995, López y Ventura 2001, Navarro et al. 2006, Rondán et al. 2007). La segunda, porque nos permite efectuar comparaciones con los resultados de trabajos anteriores, facilitando la generalización de conclusiones. En este sentido, para contrastar H1 se ha realizado un análisis factorial exploratorio, imputando los valores perdidos con la media de cada variable y aplicando la rotación varimax. A partir de la matriz de componentes rotados, se ha retenido aquellos factores cuyos autovalores son superiores a la unidad. La clasificación de cada franquiciador, en cada uno de los grupos, se ha 50 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 Estudio del performance de los grupos estratégicos en el sistema de franquicia español hecho atendiendo a la mayor puntuación factorial alcanzada por cada una de las cadenas respecto a cada uno de los factores resultantes del análisis factorial. Las empresas que no obtuvieron una puntuación factorial superior a 0.1 en ningún factor no fueron clasificadas, siguiendo las recomendaciones de Carney y Gedajlovic (1991) y López y Ventura (2001). Además, se comprobó que los grupos eran discretos. Es decir, homogéneos en si y heterogéneos entre si. Para verificar esta condición, se realizó un contraste de medias por grupos, utilizando la técnica ANOVA en el caso de normalidad de las variables o, en caso contrario, el test no paramétrico de Kruskal-Wallis. Ello permite comprobar si los grupos de empresas en cada factor difieren significativamente de los otros grupos. Por otra parte, siguiendo a Hervás et al. (2006), para medir las diferencias de desempeño entre distintos grupos estratégicos, la práctica totalidad de las investigaciones utilizan la rentabilidad económica (Return On Assets = ROA o Return On Investment = ROI). El contraste de estas diferencias se hace mediante la técnica ANOVA en el 88 % y 93 % de los trabajos internacionales y nacionales, respectivamente. Sin embargo, en el caso de ausencia de normalidad de las variables deberán emplearse test no paramétricos. En la presente investigación, para testar la hipótesis H2, se realiza un contraste de medias por grupos. La técnica a utilizar será el ANOVA en el caso de que las variables de medida del desempeño sean normales y, en caso contrario, el test no paramétrico de Kruskal-Wallis. 4. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN A continuación, se presentan los principales resultados de la investigación que permiten contrastar las hipótesis planteadas en este estudio. El tratamiento de datos ha sido realizado, fundamentalmente, empleando el programa SPSS v.14.0 y el algoritmo de sintaxis para la transformación de Box-Cox4. 4.1. Identificación de los grupos estratégicos Con objeto de aplicar el análisis factorial para la obtención de los grupos estratégicos, y dada la disparidad en los valores máximos y mínimos de las variables incluidas en la base de datos, se procede a una homogeneización de las escalas (Lafontaine, 1992; Calderón, 1998; López y Ventura, 2002) con el fin de conseguir una menor desviación típica. Seguidamente, para ver si las variables incluidas en la base de datos seguían una distribución normal, se procedió a realizar el test de Kolgomorov-Smirnov con cada una de ellas. Los resultados indicaron que ninguna variable cumplía el test de normalidad. A continuación, para tratar de resolver los problemas de falta de normalidad, se sometió a las variables a la familia de transformaciones de Box-Cox (1964). Los resultados obtenidos nos indican que, aunque no se consigue la normalidad, hay una mejoría ostensible de la mayoría de las variables en la asimetría y curtosis. En todo caso, en la base de datos se mantuvieron los valores previos para las variables en las que la transformación no mejoraba los resultados. La tabla 5 nos muestra la pertinencia de aplicar el análisis factorial a los datos disponibles (Luque, 2000), pues el valor del test de esfericidad de Bartlett (3.080; p= 0,00) nos indica que la matriz de correlaciones es significativamente distinta de la matriz identidad y, además, el valor de KMO (Kaiser-Meyer-Olkin) es superior al 0,5 fijado como límite inferior admitido. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 ISSN: 1135-2523 51 Rondán Cataluña, F. J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E. C.;Rodríguez Rad, C.; Guisado González, M. Tabla 5. KMO y prueba de Bartlett Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin. ,653 Chi-cuadrado aproximado Prueba de esfericidad de Bartlett 3080,931 gl Sig. 120 ,000 La matriz de factores rotada después de siete iteraciones nos revela la existencia de cinco factores (tabla 6), que son los que presentan autovalores mayores que la unidad. Tras la rotación ortogonal (varimax) se procede a la interpretación de los factores: • El Factor 1 agrupa: “establecimientos totales”, “% de tiendas ubicadas en España respecto al total con signo negativo”, “tiendas abiertas por año” y “tiendas abiertas por año en España”. • El Factor 2 incluye: “antigüedad de la casa matriz” y “años pre-franquicia”. • El Factor 3 agrupa: “establecimientos franquiciados abiertos por año” y el “porcentaje de establecimientos franquiciados respecto al total de establecimientos”. • El factor 4 incluye las contraprestaciones financieras que debe realizar el franquiciado “canon de entrada”, “royalty sobre las ventas” y “canon de publicidad”. • El Factor 5 estaría formado por: “inversión total”, “duración del contrato” y “superficie mínima del local”, es decir las variables relacionadas con la inversión necesaria para adherirse a la cadena. Quedan excluidas las variables “años franquiciando”, “unidades en España” y “población mínima” porque su carga factorial es muy pequeña en todos los factores. Tabla 6. Matriz de componentes rotados Factor 1 Carga de los factores 0,792 01. Número unidades en el mundo 02. % de tiendas ubicadas en España respecto al total -0,765 03. Tiendas abiertas por año 0,888 17. Tiendas abiertas por año en España 0,844 Factor 2 11. Antigüedad de la empresa 0,881 13. Años pre-franquicia 0,928 Factor 3 04. Tiendas abiertas por año desde el comienzo del sistema de franquicia 0,803 10. Confianza en la franquicia 0,660 Factor 4 06. Canon de entrada 0,584 07. Royalty sobre ventas 08. Canon de publicidad 0,669 0,654 Factor 5 05. Inversión media 09. Duración del contrato 0,691 0,615 15. Superficie mínima del local Método de extracción: Análisis de componentes principales. Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser. La rotación ha convergido en 7 iteraciones. 0,755 52 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 Estudio del performance de los grupos estratégicos en el sistema de franquicia español La varianza explicada por los cinco factores es el 58,69%. Dadas los componentes de cada factor y teniendo en cuenta la literatura precedente sobre grupos estratégicos en la franquicia (Carney y Gedajlovic, 1991; Castrogiovanni et al., 1995; Inma y Debowski, 2006; Jonson y Alon, 2006), procedemos a denominar, respectivamente, a los cinco factores: “Franquicias maduras (Franchise matures)”, “Franquicias reconvertidas (Franchise reconverts)”, “Franquiciadores de rápido crecimiento (Rapid growers)”, “Franquiciadores caros (Expensives franchisers)” y “Franquiciadores conservadores (Conservative franchisers)”. Las características de estos grupos se explican en la sección de discusión del trabajo. Identificados los grupos y siguiendo la metodología propuesta, procedemos a la clasificación de cada franquiciador en cada uno de los grupos, en base a la mayor puntuación factorial alcanzada por cada una de las cadenas respecto a cada uno de los factores resultantes del análisis factorial. Hubo 30 franquiciadores que no fueron clasificados en ningún grupo ya que no obtuvieron una puntuación factorial superior a 0.1 en ningún factor. La tabla 7 muestra el número y porcentaje de las cadenas que componen cada uno de los grupos obtenidos. Tabla 7. Tamaño de los grupos estratégicos Grupo 1 Maduros 2 Reconvertidos 3 Rápido Crecimiento 4 Caros 5 Conservadores Total Tamaño 85 122 165 165 97 634 Porcentaje 13,41 19,24 26,03 26,03 15,30 100 Finalmente, para contrastar la hipótesis H1, dado que las variables no cumplen el requisito de normalidad, realizamos la prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis. Comprobamos como los cinco grupos difieren significativamente en las 17 variables analizadas, presentando todas ellas p-values iguales a 0. Por tanto, podemos afirmar que los grupos de franquiciadores obtenidos tienen valores medios distintos para todas las variables, lo que confirma la hipótesis H1. Es decir, en el sistema de franquicia español se identifican grupos estratégicos de franquiciadores, concretamente cinco, cuya naturaleza estratégica difiere a partir de las dimensiones y variables consideradas. 4.2. Grupos estratégicos y diferencias de resultados inter-grupales Para contrastar la hipótesis H2 realizamos el test de Kruskal-Wallis, tomando como referencia las cuatro medidas de rendimiento consideradas en este trabajo. Los estadísticos de contraste se dan en la tabla 8, a partir de la cual se demuestra que los cinco grupos estratégicos o tipos de franquiciadores difieren significativamente en las cuatro variables analizadas, presentando todas ellas p-valores inferiores a 0,05. Por tanto, se confirma la hipótesis H2. Es decir, en el sistema de franquicia español, existen diferencias inter-grupales en los resultados empresariales entre los distintos arquetipos de franquiciadores (grupos estratégicos). Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 ISSN: 1135-2523 53 Rondán Cataluña, F. J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E. C.;Rodríguez Rad, C.; Guisado González, M. Tabla 8. Estadísticos de contraste Ingresos explotación 2004 (mil EUR) Result. ordinarios antes Impuestos 2004 (mil EUR) Rentabilidad económica (%) 2004 Rentabilidad financiera (%) 2004 44,848 17,064 100,140 35,183 4 4 4 4 ,000 ,002 0,000 0,000 Chi-cuadrado Gl Sig. asintót. En definitiva, como ha sucedido en la gran mayoría de las investigaciones sobre grupos estratégicos en diferentes industrias o sectores, también en la franquicia se confirma la existencia de grupos estratégicos, concretamente cinco, que difieren en su rendimiento empresarial. 5. DISCUSIÓN En esta sección se explican con detenimiento la naturaleza de los grupos estratégicos de franquiciadores identificados, así como sus diferencias en cuanto a resultados. Los análisis realizados revelan la existencia de cinco grupos estratégicos en el sistema de franquicia español. Estos resultados son coincidentes con los hallados en estudios previos, tanto en España como en otros países (véase tabla 3). La tabla 9 recoge los valores medios de las variables operativas, así como de los indicadores de rendimiento de cada grupo. Procedemos a continuación a realizar el análisis y discusión de los cinco grupos identificados en la franquicia: Grupo 1: “Franquiciadores maduros”. Es el grupo menos numeroso (13,41 % del total de redes), aunque se integran en él las grandes cadenas de franquicia que operan en España, es decir, las que tienen un mayor número de unidades en el mundo (5.766,13 unidades de media), presentando una notable diferencia a este respecto frente al resto de los grupos. El nivel de concentración geográfica en el mercado doméstico es el más bajo, siendo indicativo de su elevado grado de internacionalización y, en consecuencia, de la mayor dispersión geográfica de sus unidades a nivel mundial. La causa de ello puede encontrarse en su elevado ritmo de expansión, presentando un crecimiento medio anual del 13,45%, lo que supone una media de apertura por año de 130 establecimientos, justificando la búsqueda de nuevos mercados para poder mantener el ritmo de expansión. El crecimiento anual de unidades franquiciadas en España es también muy elevado (5,88), el segundo mayor de todos los grupos. Son franquicias con una dilatada experiencia, tanto general (26,87 años de antigüedad media) como dentro del sistema de franquicia (16,74 años de media). Con respecto al rendimiento, se trata del segundo grupo que obtiene mayores ingresos, debido probablemente al elevado número de unidades que tienen sus componentes. Los resultados medios se sitúan en torno a la media del sistema de franquicia español. Sin embargo, es el grupo que presenta menores valores en las rentabilidades, tanto en la económica, que incluso adopta un valor negativo (– 6,53), como en la financiera (12,27). Su justificación puede encontrarse en que, a pesar del elevado tamaño e ingresos de las cadenas de este grupo, el elevado ritmo de crecimiento y expansión internacional conlleva una fuerte política de reinversión. 54 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 Estudio del performance de los grupos estratégicos en el sistema de franquicia español Tabla 9. Diferencias entre tipos de franquiciadores en España Variables operativas Tamaño del grupo 01. Número de unidades en el mundo 02. Concentración geográfica Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 Grupo 5 Media 85 122 165 165 97 126,8 5.766,13 131,34 145,04 79,82 150,62 841,06 0,18 0,81 0,95 0,89 0,85 0,80 03. Tiendas abiertas por año 04. Tiendas abiertas por año en franquicia 05. Inversión media 130,44 4,96 11,32 4,33 9,75 23,00 5,88 2,81 13,96 3,06 2,62 5,94 77,60 74,98 50,09 110,12 229,95 99,01 06. Canon de entrada 11,62 6,87 10,44 19,66 14,73 12,65 07. Royalty sobre ventas 1,88 0,96 0,92 4,73 1,58 2,10 08. Canon de publicidad 0,99 0,60 0,14 2,03 0,31 0,83 09. Duración del contrato 5,74 4,82 5,90 6,36 8,28 6,08 10. Confianza en la franquicia 0,73 0,67 0,91 0,68 0,69 0,74 11. Antigüedad de la empresa 25,87 48,16 13,15 13,18 18,68 21,99 12. Años franquiciando 16,74 16,92 8,40 7,33 13,93 11,66 13. Años pre-franquicia 14. Unidades de la cadena en España 9,32 29,46 4,46 5,86 5,28 10,04 56,73 86,55 87,93 62,30 31,16 57,72 15. Superficie local 85,73 82,68 60,27 93,56 534,29 146,04 16. Población mínima 17. Tiendas abiertas por año en España Indicadores de resultados Ingresos de explotación (miles euros) Resultados ordinarios antes Impuestos (miles euros) 42,99 47,22 25,35 61,52 77,81 48,92 13,45 2,13 3,48 2,51 3,03 4,15 Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 Grupo 5 Total 94.211,69 95.611,97 42.882,96 7.725,02 40.853,21 47.445,14 3.353,33 8.826,24 4.737,23 342,70 2.381,58 3.613,59 Rentabilidad económica (%) -6.53 2.13 1,89 0.20 2,77 0.50 Rentabilidad financiera (%) 12.27 12.87 19.11 21.12 17.04 17.20 Grupo 2: “Franquiciadores reconvertidos”. El número de componentes de este grupo es 122, representando el 19,41 % del total de franquiciadores. La variable “años prefranquicia” es la base para su denominación. Así, por término medio, han tardado casi 30 años en operar en franquicia (29,46). Si además se le añade que son las enseñas que mayor número de años llevan operando en franquicia (aproximadamente 48 años de media), este grupo se convierte en el más longevo de la muestra con gran diferencia respecto a los demás. La expansión en franquicia se desarrolla principalmente en el mercado doméstico, dando muestras de su bajo nivel de internacionalización. Las exigencias financieras para los franquiciados, en comparación con otros grupos, no son muy elevadas, tanto en lo que se refiere al coste de adhesión como a los royalties exigidos. A pesar de ello, es el grupo que menos confía en la franquicia para su expansión, justificando su bajo crecimiento y la utilización, durante muchos años, de otros canales alternativos antes de comenzar su actividad en régimen de franquicia. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 ISSN: 1135-2523 55 Rondán Cataluña, F. J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E. C.;Rodríguez Rad, C.; Guisado González, M. Sin embargo, el rendimiento obtenido es excelente, siendo los resultados de este grupo los mejores y muy superiores a la media del total de franquiciadores. Así, en términos medio, obtienen los mayores ingresos y resultados ordinarios, y una de las mayores rentabilidades económicas (2,13). Grupo 3: “Franquiciadores de rápido crecimiento”. Es el grupo más numeroso con 165 componentes (aproximadamente el 26 % del total de franquiciadores). Su denominación está ligado a la variable “tiendas abiertas por año en franquicia” (13,96), siendo aproximadamente 2,5 veces superior a la media del sector y muy por encima de todos los demás grupos. Ello justifica el elevado nivel de confianza en la franquicia para la expansión del negocio (91 % de unidades franquiciadas de media), siendo la otra variable definitoria del grupo. Está constituido por franquiciadores que gozan de poca antigüedad (poco más de 13 años), siendo junto a las franquicias caras (grupo 4) el grupo más joven. Además, son las que menos han tardado en comenzar a operar en franquicia (4,46 años) desde el comienzo de su actividad comercial. Los franquiciadores de rápido crecimiento presentan el mayor índice de concentración en el mercado doméstico, reflejando su muy bajo nivel de internacionalización. Lo confirma el hecho de ser el grupo que tiene un mayor número de establecimientos en España (87,93 de media). Por otra parte, sus ingresos se sitúan por debajo de la media del sector, aunque son, aproximadamente, la mitad de los que consiguen los franquiciadores maduros y los reconvertidos. En cuanto a los resultados ordinarios, es el segundo mejor grupo por detrás de los franquiciadores reconvertidos. También son buenos los valores de la rentabilidad económica y financiera, situándose muy por encima de la media del sector. Grupo 4: “Franquiciadores caros”. Junto a los franquiciadores de rápido crecimiento, es el grupo más numeroso (165). Su denominación es indicativo de que las contraprestaciones financieras exigidas a los franquiciados en forma de canon de entrada, royalty sobre ventas y canon de publicidad presentan unos valores superiores al resto de grupos. También, es elevada la inversión requerida, siendo la segunda más alta (110 miles de euros). Su ritmo de expansión, muy concentrado en el mercado doméstico, es el más bajo de todos los grupos, presentando, en términos medios, el menor número de unidades en el mundo (79,82 unidades). Al igual que los franquiciadores de rápido crecimiento, integra a las cadenas más jóvenes, con una media próxima a los 13 años de existencia. Los indicadores de rendimiento son los más bajos del sector, tanto en los relativo a ingresos medios por cadena (7.725 miles euros; 7,5 veces inferior a la media) como en lo referente a resultados ordinarios (342 miles de euros; 10 veces inferior a la media). Su rentabilidad económica (0,2) también es baja, aunque curiosamente es el grupo que obtiene la mayor rentabilidad financiera. Grupo 5: “Franquicias conservadoras”. Este grupo, compuesto por 97 cadenas, es el segundo de menor tamaño. La dimensión de sus redes en España es la más baja de todas (31,16 unidades de la cadena en España), a pesar de que su expansión está muy concentrada en el mercado doméstico. Su denominación proviene del hecho de ofrecer el contrato de mayor duración (más de 8 años), lo cual está en consonancia con uno de los principios fundamentales del sistema de franquicia como son las relaciones duraderas y estables. 56 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 Estudio del performance de los grupos estratégicos en el sistema de franquicia español Una de las características más relevantes de este grupo son las elevadas exigencias financieras que le representa al franquiciado adherirse a la cadena, pues requieren la mayor inversión inicial y el segundo canon de entrada más alto. Una segunda variable significativa, muy ligada a las condiciones de entrada, es la mayor dimensión de los locales en relación al resto de los grupos. Sin embargo, los costes de mantenimiento (royalty y canon de publicidad) no son elevados para el franquiciado. En cuanto a las medidas de rendimiento, destacar que este grupo de franquiciadores ocupa el primer lugar, con estimable diferencia, en lo que se refiere a la rentabilidad económica, aunque sus ingresos, derivados del pequeño tamaño de sus redes, están por de debajo de la media global de la franquicia, al igual que sus resultados ordinarios. También su rentabilidad financiera es muy aceptable, situándose algo por encima de la media del sector. En definitiva, este grupo abarca pocas redes de muy pequeño tamaño pero de gran rentabilidad. 6. CONCLUSIONES Los objetivos propuestos al comienzo del presente trabajo se han logrado, demostrándose no sólo la existencia de grupos estratégicos, sino también las diferencias en el rendimiento entre los mismos y ello a partir, no de una muestra, sino del total de franquicias que operan en España, lo cual avala la posible generalización de los resultados obtenidos, al menos en el caso del sistema de franquicia español. Más concretamente, los resultados del estudio nos permiten exponer varias conclusiones fundamentales: • En la franquicia, existen ciertas variables (inversión, canon de entrada, royalties, dispersión geográfica, etc.) que se configuran como factores explicativos del comportamiento empresarial y, en consecuencia, de la estrategia empleada para competir en una determinada combinación de productos-mercados. Estas variables, que sustentan la creación de barreras de movilidad, son el origen de los grupos estratégicos dentro del sistema de franquicia. • En el sistema de franquicia español, existen cinco grupos estratégicos perfectamente diferenciados. Estos resultados coinciden con los hallados en investigaciones realizadas en otros países como Canadá (Carney y Gedajlovic, 1991), Estados Unidos (Castrogiovanni, Bennett y Combs, 1995) o Portugal (Navarro, Díez y Rondán, 2006). Además, existen arquetipos de franquiciadores cuya naturaleza es similar independientemente del país donde se realiza el estudio. Nos estamos refiriendo a los franquiciadores de rápido crecimiento, a los reconvertidos, así como a las franquicias maduras y caras. Por tanto, los resultados hallados nos permiten avalar la conclusión de que en el sistema de franquicia existe una estructura definida de grupos estratégicos que permite explicar los comportamientos empresariales en la búsqueda de unos determinados rendimientos económicos y financieros. • Los diferentes comportamientos competitivos de las enseñas incluidas en cada grupo se manifiestan en los resultados empresariales, generando diferencias en los ingresos, resultados ordinarios, rentabilidad económica y rentabilidad financiera. • Debe tenerse cuidado al intentar generalizar la relación, en el ámbito de la franquicia, entre grupos estratégicos y resultados, pues dependiendo del indicador de desempeño analizado obtendremos unas conclusiones u otras. Por ejemplo, si nos centramos en los ingresos de explotación, son los franquiciadores maduros y los reconvertidos los que obtienen unos ingresos de explotación bastante más altos que los otros tres grupos (franquiciadores de rápido crecimiento, franquiciadores caros y franquicias conservadoras). Sin embargo, son estos Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 ISSN: 1135-2523 57 Rondán Cataluña, F. J.; Navarro García, A.; Díez de Castro, E. C.;Rodríguez Rad, C.; Guisado González, M. últimos los que obtienen las mejores cifras de rentabilidad financiera. En todo caso, si parece indudable que las enseñas incluidas en el grupo de los franquiciadores maduros deberían replantearse su estrategia empresarial, pues están obteniendo, en términos medios, no sólo una rentabilidad económica negativa, que de por si es alarmante, sino una rentabilidad financiera inferior al del resto de los grupos. En definitiva, consideramos que, al igual que en otros contextos (sectores o industrias), la utilización de grupos estratégicos, en el ámbito de la franquicia, es una herramienta muy valiosa para explicar los comportamientos empresariales y sus repercusiones en el rendimiento, pudiendo aumentar su valor, por la posible generalización de las conclusiones, si se desarrollan investigaciones similares en distintos países. 7. LIMITACIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN Como toda investigación, nuestro estudio contiene limitaciones que pueden ayudarnos a orientar futuras líneas investigación. Una primera limitación procede de las variables seleccionadas para la configuración de grupos estratégicos, pues quizás la inclusión de otras variables tales como el sector en el que se compite la enseña, la estrategia de distribución (monacal o multicanal), el riesgo asociado a la franquicia, etc., pudiera alterar la composición de los grupos estratégicos, aunque no parece que su número (Rondán, et al., 2007). Estas variables deberán tenerse en cuenta en futuras investigaciones. Una segunda limitación, es la no consideración del tiempo. Siguiendo a Flavián y Polo (1999) debemos tener en cuenta que “como paso previo a la identificación de los grupos estratégicos, es preciso abordar el tratamiento que va a darse a la perspectiva temporal, es decir, si el estudio va a ceñirse a un único momento de tiempo, o si va a adoptarse una perspectiva de análisis dinámico”. En este sentido, el carácter transversal del presente estudio nos obliga a ser cauto en la posible generalización de las conclusiones, debiendo repetirse en diferentes instantes del tiempo. En tercer lugar, aunque se ha encontrado grupos estratégicos de naturaleza similar en distintos países (Canadá, Estados Unidos, Australia, España y Portugal), creemos conveniente realizar el estudio en otros países con objeto de poder generalizar las conclusiones halladas. También creemos interesante abordar el estudio del desempeño o rendimiento no sólo desde la perspectiva del franquiciador sino también desde la del franquiciado. Las dificultades para obtener datos fiables y representativos del gran número de establecimientos franquiciados existentes en nuestro país son el mayor obstáculo que debe ser superado para llegar a un mejor entendimiento de los sistemas de franquicia. Finalmente, creemos conveniente señalar que aunque los grupos obtenidos son heterogéneos entre si y homogéneos en sí, ello no quiere decir que también dentro del grupo aún siga habiendo empresas que se comporten de forma diferente a las demás. En este sentido, creemos que es necesario realizar estudios cualitativos sobre las empresas incluidas en cada grupo y comprobar si aún siguen existiendo diferencias en sus comportamientos y, como no, en los resultados empresariales. Las limitaciones apuntadas constituyen los retos a lograr en futuras investigaciones por parte de los autores del presente trabajo. 58 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 43-62 Estudio del performance de los grupos estratégicos en el sistema de franquicia español NOTAS Una versión previa de este trabajo obtuvo el premio al mejor artículo en el área de la Responsabilidad Social en las XX Jornadas Luso Españolas de Gestión Científica, celebradas en Setúbal (Portugal) en febrero de 2010. 1 Cuando se indica en el contrato duración indefinida o ilimitada hemos considerado 25 años, frente a otros estudios que elevan la cifra a 100 años. 2 Rentabilidad económica: Indica el rendimiento medio que obtiene una empresa como consecuencia de sus inversiones en activos (Resultado / total activo) * 100. 3 Se han eliminado los datos extremos en los valores de la rentabilidad con objeto de excluir los denominados outliers, pues generan una elevada distorsión en los valores medios. Para ello, se han excluido los valores por debajo del primer decil (percentil 10) y por encima del noveno decil (percentil 90) de la distribución de las variables. 4 http://www.stat.tamu.edu/spss.php BIBLIOGRAFÍA ALON, I. (1999): The Internationalization of U.S. Franchising Systems, Garland Publishing, New York. ALON, I. (2001): “The Use of Franchising by US-Based Retailers”, Journal of Small Business Management, Vol. 39 (2), pp. 111-122. BARROSO, C., CASILLAS, J. y MORENO, A. (2001): “Los Grupos Estratégicos en el Sector Minorista: El Caso de Andalucía”, en Non idem iterum semper novum, Digital@tres. Sevilla, pp. 61-75. BAUM, J. y MEZIAS, S.J. (1992) “Localized Competition and Organizational Failure in the Manhattan Hotel Industry, 1898-1990”, Administrative Science Quarterly, Vol. 37, pp. 580-604. BIGNÉ, J.E.; KÜSTER, I. y VILA, N. 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Universidad de Cádiz Recibido: 9 de febrero de 2009 Aceptado: 3 de marzo de 2010 RESUMEN: El objetivo de este trabajo es determinar si en el mercado de crédito existen restricciones, tanto en el acceso al crédito como en sus condiciones comerciales, a las empresas de menor tamaño o con menor vinculación con su entidad financiera habitual, y si el racionamiento del crédito bancario es percibido correctamente por las empresas. Para ello, se desarrolló un estudio cuantitativo a partir de la información obtenida de cuestionarios suministrados a 816 empresas y de la información de los estados contables de obligada presentación de dichas empresas. El análisis conjunto de la información nos permitió determinar el tipo de racionamiento de crédito existente en el mercado de crédito, así como los factores que lo determinaban. Finalmente, concluimos en una serie de recomendaciones tanto a las empresas, como a las entidades financieras y a las instituciones que mejoren la eficiencia del mercado de crédito bancario y reduzcan las consecuencias negativas del racionamiento del crédito. PALABRAS CLAVE: Racionamiento de Crédito, Relaciones Bancarias, Financiación de Pymes, Mercado de Crédito. CLASIFICACIÓN JEL: G21, G14 DETERMINANTS OF CREDIT RATIONING SMEs: AN EMPIRICAL RESEARCH IN ANDALUCIA ABSTRACT: The main objective of this paper is to determine if it is possible to find within the credit market any restrictions, for instance to credit concessions and its commercial conditions to more little firms or to those that do not have a strong relationship whit their usual banks, and, if the credit rationing is properly perceived by firms. The quantitative research was based on information obtained from questionnaires sent to 816 companies and from the accounting information that by law must be at the disposal of the public scrutiny. The conjoint analysis allowed us to determine the type of existing credit rationing within the credit market, as well as factors influencing and determining. Finally, we conclude with a set of recommendations for the different enterprises, the financial entities as well as public institutions for the amelioration of the efficiency of the banking credit market and the reduction of negative consequences of the credit rationing. KEY WORDS: Credit Rationing, Banking Relationship, Financing SMEs, Credit Market, Lending Relationships. JEL CLASSIFICATION: G21, G14 1. INTRODUCCIÓN Una de las características básicas de la estructura empresarial española es el predominio claro de las pequeñas y medianas empresas, donde son esenciales en la creación de riqueza y empleo, como principal motor de las economías regionales y, especialmente, en las regiones más desfavorecidas. Por ello, los problemas que condicionan la supervivencia y eficiencia de las pymes son una preocupación constante no solo de las instituciones, sino, cada vez en mayor medida, de los investigadores. Así, dentro del ámbito financiero, se constata una importante preocupación por las dificultades de financiación de las pymes y, dentro de ellas, por el Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. fenómeno del racionamiento de crédito1 (Fazzari et al., 1988; Cosci, 1992; Petersen y Rajan, 1994 y 1995; Berger y Udell, 1995; Cole, 1998; Winker, 1999; Cardone y Cazorla, 2001; Freixas, 2005) y sus efectos tanto sobre la rentabilidad y eficiencia de las pymes como sobre el conjunto de la economía. Nuestro principal objetivo es analizar el racionamiento de crédito desde el punto de vista de la demanda de crédito, esto es, desde la perspectiva de las empresas solicitantes de fondos. De este modo, nuestro interés se centra en analizar el proceso de racionamiento de crédito de modo secuencial. Así, en primer término pretendemos determinar si efectivamente existe racionamiento de crédito en el mercado a las empresas de menor tamaño, y si éste es efectivamente percibido con claridad por las empresas que lo padecen. Este extremo es de suma importancia, dado que si las empresas perciben correctamente su posición en el mercado financiero en cuanto a racionamiento se refiere, podrán arbitrar determinados comportamientos frente a su entidad financiera habitual para paliar las consecuencias adversas del racionamiento de crédito, esto es, no obtener financiación u obtenerla a un coste financiero superior a empresas similares. Para ello hemos de partir, evidentemente, de la constatación de la existencia en las empresas de menor tamaño de un coste financiero mayor, por sus recursos ajenos, que otros colectivos empresariales, lo cual nos daría un primer indicio de una posible asignación ineficiente del ahorro que se traslada a las empresas a través del sistema crediticio, o dicho de otro modo, de un racionamiento en el crédito por parte de las entidades financieras. Es importante señalar que la constatación de la existencia de un mayor coste financiero para las pequeñas empresas frente al colectivo de grandes empresas no debe implicar, necesariamente, la existencia de una restricción financiera. Ésta sólo sería efectiva si la causa de la elevación en el coste financiero se debiese exclusivamente al tamaño de la empresa que solicita financiación, esto es, un racionamiento de crédito, y no a la calidad per se del proyecto, al que nos aproximamos en este trabajo a través de la rentabilidad económica, como indicador de la calidad y riesgo de los proyectos de la empresa y que, como demostraremos con posterioridad, no presentaba diferencias significativas entre los distintos grupos establecidos para el tamaño empresarial, por lo que el racionamiento de crédito no se relaciona con la rentabilidad de la empresa y si con el tamaño de la misma. El aspecto que consideramos más novedoso de nuestra investigación, es la posibilidad que tenemos de contrastar no sólo la información contable y financiera que arrojan los estados contables de las 816 empresas que conformaron nuestra muestra, sino, además, entrevistas realizadas a dichas empresas que nos facilitaron información de tipo cualitativo sobre su financiación. Ello nos ha permitido establecer, entre otras cuestiones, que las empresas no perciben correctamente su posición como racionadas en el mercado de crédito, ni por ello la realidad en la que se encuentran, en cuanto a condiciones de acceso y coste de la financiación se refiere. La importancia de este postulado estriba en que, en buena lógica, las empresas que siendo racionadas no sean conscientes de tal situación difícilmente realizarán ningún tipo de actuación en aras de reducir su coste financiero. De igual modo, puede ocurrir que las empresas perciban incorrectamente un estado de racionamiento de crédito, esto es, que crean que acceden al mercado financiero en peores condiciones que empresas competidoras cuando, en realidad, no están siendo racionadas. Estas empresas, a pesar de que puedan emprender actuaciones para reducir el coste superior de sus recursos financieros, difícilmente podrán reducirlo, puesto que, de hecho, acceden al mercado financiero tanto en volumen de recursos como en coste financiero en las mismas condiciones que negocios similares. 64 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía Finalmente, una vez constatada y, en su caso, aceptada, la existencia de algún tipo de restricción financiera a las empresas de menor tamaño, nuestro último objetivo fue determinar si determinados comportamientos de la empresa con las entidades financieras, como trabajar con un número reducido de entidades financieras o mantener una relación duradera con su proveedor de fondos mejoraban las condiciones de la financiación obtenida. Tras la presente introducción, el segundo apartado aborda las hipótesis que planteamos. El tercer epígrafe detalla el diseño del estudio empírico y la metodología empleada. En el apartado cuarto se contrastan las hipótesis y se sintetizan los principales resultados. El apartado quinto señala las limitaciones del estudio para, finalmente, en el apartado sexto, exponer nuestras principales conclusiones, entre las que destaca la existencia de racionamiento de crédito a las empresas de tamaño medio, no justificadas por diferencias de eficiencia económica, y que las empresas no percibían con claridad. De igual modo, se constató que factores como la vinculación de la empresa con su entidad financiera habitual, medida mediante el número de proveedores financieros, incidía sobremanera en el coste del crédito bancario. 2. PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS Bajo las premisas de la Teoría de la Agencia, es de esperar que las empresas de menor tamaño o las que las entidades financieras no conozcan previamente, presenten mayores asimetrías informativas con su entidad, especialmente si son empresas de reciente creación. Las entidades financieras no tendrán especial interés en el estudio de estas solicitudes de crédito, dado el elevado coste que les supone, frente a una rentabilidad incierta puesto que es difícil calificar crediticiamente al cliente potencial. Por el contrario, aquellas empresas de mayor tamaño, consolidadas en el mercado y con buena reputación, tienen menores costes de estudio y, por lo tanto, las entidades financieras son más proclives a su análisis para la concesión de crédito y, en su caso, para trasladar este menor coste de estudio a la aplicación de un menor coste financiero. Las consecuencias de estas diferentes conductas pueden traducirse, por un lado, en mayores dificultades de acceso al crédito bancario y, por otro, en posibles restricciones una vez se accede al mismo. La entidad financiera puede imponer una restricción sobre la cantidad inicialmente solicitada (restricciones en cantidad), en plazos (sobre el plan de amortización inicialmente concebido por la empresa) o sobre el coste de los recursos (restricción vía precios) que es la más frecuente (Martínez y Fernández-Jardón, 1998) y la que se ha estudiado en la literatura con mayor profusión2, y que han sido detectadas tanto en el acceso al crédito (Fazzari et al., 1998; Berger y Udell, 1992 y 1995; Hernando y Vallés, 1992; Petersen y Rajan, 1994 y 1995; Ansón et al., 1997; Boedo y Calvo, 1997; Cole, 1998; Rodríguez, 1998; Suárez, 1998; Aybar et al., 1999; Winker, 1999; Albarrán et al., 2000; Berger et al., 2001; Cardone y Cazorla, 2001; Menéndez, 2001; Yáñez, 2001; Cardone y Casasola, 2002 y 2004; Melle, 2002; Van Hemmen, 2002; Segura y Toledo, 2003), como en el coste sobre los recursos financieros obtenidos (Berger y Udell, 1992 y 1995; Ocaña et al., 1994; Petersen y Rajan, 1994; Illueca y Pastor, 1996; Estrada y Vallés, 1998; Martínez y Fernández-Jardón, 1998; Rodríguez, 1998; Suárez, 1998 y 2000; D'Auria et al., 1999; López et.al, 1999; Hernández y Martínez, 2002; Brau, 2002; Melle, 2002; Van Hemmen, 2002; Segura y Toledo, 2003), en función del tamaño empresarial. Si en el mercado de crédito existen restricciones de crédito, es fundamental para las empresas que puedan detectarlas y ser conscientes de su posición en el mercado en cuanto al Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 ISSN: 1135-2523 65 Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. acceso al crédito o al coste financiero que soportan por los recursos bancarios y, por lo tanto, establecer conductas frente a sus entidades financieras que varíen su posición crediticia. Por lo tanto, en caso de aceptarse la existencia de racionamiento de crédito, es fundamental detectar qué factores están vinculados al mismo, para facilitar a las empresas mecanismos que les posibiliten el acceso al crédito y una reducción en su coste. Siguiendo nuevamente los planteamientos de la Teoría de la Agencia, es lógico pensar que las entidades financieras previamente vinculadas con la empresa solicitante de fondos tienen un mayor conocimiento sobre la misma, por lo que el coste de estudio de la operación y el riesgo asociado a la misma disminuye, lo que puede redundar positivamente tanto en una mayor facilidad de acceso al crédito como en unas mejores condiciones comerciales del mismo. La vinculación de la empresa con la entidad financiera y la intensidad de dicha relación suele medirse a través de variables instrumentales como el número de entidades financieras con el que la empresa trabaja habitualmente (Petersen y Rajan, 1994 y 1995; Cole, 1998; D'Auria et al., 1999; Cardone y Cazorla, 2001; Hernández y Martínez, 2002 y 2005; Brau, 2002), la duración de la relación con su proveedor de fondos habitual (Petersen y Rajan, 1994; Berger y Udell, 1995; Albarrán et al., 2000; Cardone y Cazorla, 2001; Brau, 2002; Hernández y Martínez, 2002) o la amplitud de los servicios financieros contratados con el principal proveedor financiero (Petersen y Rajan, 1994). Esperamos que a mayor duración de la relación con la entidad financiera habitual, mayores posibilidades existen de que baje el coste financiero3, dado que ambas partes reducen sus asimetrías informativas, por el mayor conocimiento de la entidad financiera sobre su cliente (Berger y Udell, 1995; Brau, 2002). En cuanto al número ideal de entidades financieras con las que debe trabajar una empresa, encontramos planteamientos encontrados sobre la conveniencia de fijar un número reducido de entidades financieras habituales o decantarse por trabajar con gran cantidad de entidades simultáneamente. El trabajar con un reducido número de entidades financieras o, en su caso más extremo, contar con un proveedor exclusivo de recursos financieros, da un mayor valor a la información mutua que ambas partes obtienen, por lo que se reducen las asimetrías informativas, así como se incrementa la facilidad de acceso al crédito (Petersen y Rajan, 1994 y 1995; Cole, 1998; Cardone y Cazorla, 2001; Brau, 2002). No obstante, si una entidad financiera es proveedora en exclusiva de la empresa, podría utilizar esa posición de monopolio para elevar los costes financieros, dada la dependencia de las empresas en tal circunstancia de su banco habitual (Hernández y Martínez, 2002; D’Auria et al., 1999). Por el contrario, también se argumenta que los beneficios de la competencia entre las diversas entidades financieras superan ampliamente los beneficios de los pseudomonopolios definidos anteriormente. En este caso, existiría una relación inversa entre el coste financiero y el número de proveedores financieros (D'Auria et al., 1999; Hernández y Martínez, 20024 y 2005). Independientemente del resultado de este contraste, es fundamental para las empresas actuar correctamente en este sentido, dado que éste es un mecanismo de coste nulo para las empresas, que simplemente han de mantener una vinculación efectiva con un número reducido, o elevado, de entidades financieras para asegurarse un mejor acceso a la financiación bancaria a un menor coste. Finalmente, hemos contrastado las siguientes hipótesis de modo secuencial: 66 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía H1: En el mercado de crédito existen restricciones de crédito a las empresas de menor tamaño. H2: Las empresas no perciben correctamente el racionamiento del crédito bancario. H3: La vinculación de la empresa con la entidad financiera reduce su coste financiero. H31: El número de entidades con las que trabaja habitualmente la empresa está relacionado con su coste financiero. H32: El racionamiento de crédito es menor si aumenta la duración de la relación con la entidad financiera habitual. 3. DISEÑO DEL ESTUDIO EMPÍRICO 3.1. Análisis de la población objetivo y la muestra Nuestra población objetivo es, inicialmente, la población de empresas situadas en Andalucía. Como una primera aproximación entendemos que podemos definir tal población a través de las empresas censadas por el Instituto Nacional de Estadística en el Directorio Central de Empresas (DIRCE). Se fijaron estratos sobre la población original en dos sentidos, tamaño y sector. Los sectores de actividad considerados han sido Industrial, Construcción y Servicios y la realidad andaluza obligó a segmentar la variable tamaño en tres grupos: menos de diez empleados, de diez a cincuenta empleados y más de cincuenta empleados. El tipo de muestreo utilizado fue el muestreo aleatorio estratificado para poblaciones finitas. El marco de selección de la muestra fue la base de datos Sistema de Análisis de Balances Ibéricos (SABI), que puede asimilarse a una subpoblación obtenida de manera aleatoria a partir de la población original y, en consecuencia, se garantiza la aleatoriedad de los datos y su representatividad. La elección de SABI se fundamenta en varios motivos. En primer término, por su grado de cobertura sobre el DIRCE, es una base de datos representativa de la realidad empresarial española5, y que nos permitía acceder a la información contable, con unos mínimos requisitos de verosimilitud y homogeneidad de formato de un gran número de empresas. Por otro lado, seleccionar sobre SABI a las empresas a cuyos gerentes les realizaríamos una entrevista posterior, nos aseguraba disponer, para cada empresa considerada, tanto de información contable como de información de tipo cualitativo sobre factores relativos a su financiación, para la misma unidad de análisis. Una vez fijada la muestra, y previamente a la realización de los cuestionarios, y para validar el mismo, se impartió un curso a los encuestadores en las ciudades de Sevilla y Granada durante el mes de febrero de 2003, a los que se les suministró una guía del cuestionario. Una vez validado el cuestionario, que solicitaba otra información económico-financiera proporcionada por el gerente de la empresa, sobre lo acaecido en la empresa en 2002, no contenida en los estados contables. Se realizaron las entrevistas a 1.160 pymes entre marzo y octubre de 2003, siendo la muestra final de entrevistas válidas de 816 empresas, radicadas en Andalucía. El procedimiento de muestreo por afijación proporcional desarrollado permitió asegurar la representatividad de la muestra por provincias, además de en los diferentes segmentos de sector y tamaño elegidos, para un intervalo de confianza del 95%. Igualmente, pese a que nuestra muestra es conformada por empresas radicadas en Andalucía, la muestra es representativa a nivel nacional. El error máximo calculado en el peor de los casos de variación Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 ISSN: 1135-2523 67 Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. en cada uno de los nueve estratos (p=q= 1/2) es del 14,7%, error que se reduce al 8,40 % en el caso de hacer estratos sólo por tamaño, cual es nuestro caso. 3.2. Tratamiento previo de la información: definición de variables y metodología La tabla 1 sintetiza los valores de las principales variables contables consideradas6, obtenidas de SABI, volumen de activo, activo real, activo tangible, volumen de pasivo, recursos propios, recursos ajenos (tanto a largo como a corto plazo), ingresos de explotación, edad de la empresa y número de trabajadores. Tabla 1. Valores descriptivos extraídos de SABI Observaciones Media Mediana Máximo Mínimo D. T. Asimetría Curtosis Total de Activo (euros) 587 5.133.177 2.009.515 102.329.245 45.313 10.169.054 5,561 39,789 Activo Real (euros) 587 4.802.318 1.951.132 88.015.236 45.313 9.046.330 5,323 36,483 Activo Tangible (euros) 565 5.026.058 1.889.313 100.732.313 45.313 10.130.270 5,505 38,386 Total de Pasivo (euros) 587 5.133.177 2.009.515 102.329.245 45.313 10.169.054 5,561 39,789 Recursos Propios (euros) 587 1.456.934 44.941.120 1.201 3.242.811 7,014 72,502 Recursos Ajenos (euros) 587 3.676.242 1.427.340 89.970.853 25.523 7.975.276 6,114 47,358 Recursos Ajenos c/p (euros) 587 2.907.895 1.101.276 86.066.503 16.685 6.393.707 7,029 68,939 Recursos Ajenos l/p (euros) 537 41.645.367 0 2.787.259 10,273 128,76 Ingresos de Explotación (euros) 587 6.294.071 2.677.059 101.450.656 704.761 11.303.431 4,877 29,581 Edad empresa (años) 764 19,24 14,50 140 0 17,407 2,946 11,576 Trabajadores (número) 647 47,39 25 1600 1 90,945 10,105 147,089 839.886 489.553 225.451 Fuente: elaboración propia. La tabla 2 recoge las variables elaboradas a partir de los datos de la tabla 1, así como la definición de los ratios que hemos utilizado. Definimos el ratio de endeudamiento como el cociente entre los recursos ajenos de la empresa entre el volumen total de pasivo, tanto global como a largo y corto plazo. Por su parte, el ratio de endeudamiento bancario se estableció 68 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía como el cociente del exigible bancario, al que nos aproximamos como la diferencia entre los recursos ajenos de la empresa y los créditos de provisión7, y el pasivo total de la empresa. Tabla 2. Ratios (indicados en %) elaborados a partir de los valores extraídos de SABI N Media Mediana Máximo Mínimo D. T. 100% 4% 20,00 -0,907 0,353 10,69% 83% 0% 14,75 1,456 2,266 587 57,71% 59,57% 100% 1% 21,25 -0,303 -0,513 Ratio Endeudamiento Bancario = (Recursos Ajenos – Créditos de provisión) / Total Pasivo 540 42,43% 44,41% 98% 0% 27,0% -2,251 17,153 Rentabilidad Económica = (Resultado de explotación + Ingresos Financieros)/Activo Total 587 7,26% 5,84% 72,21% -31,09% 8,01% 2,6 17,080 Rentabilidad Financiera = Resultado del ejercicio / Recursos Propios 585 16,63% 11,48% 757,51% -259,9% 45,11% 9,646 150,7 4,16% 28,62% 1,801 3,810 Ratio Endeudamiento = Recursos Ajenos / Total de Pasivo 587 71,45% 76,25% Ratio Endeudamiento l/p = Recursos Ajenos a largo plazo/ Total de Pasivo 537 15,02% Ratio Endeudamiento c/p = Recursos Ajenos a corto plazo/ Total de Pasivo Coste Financiero del crédito bancario = Gastos Financieros/(Recursos Ajenos - 525 Créditos de provisión) 5,63% 0,17% 4,82 Asimetría Curtosis Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la tabla 1. Respecto al coste financiero del crédito bancario, éste ha sido estimado en la literatura de modo muy diferente, como, por ejemplo, el tipo de interés del préstamo más reciente concedido a la empresa (Petersen y Rajan, 1994); el importe de los gastos financieros, sobre el total de los fondos ajenos (Illueca y Pastor, 1996, Rodríguez, 1998; Montoriol, 2004); el tipo de interés de referencia, a partir de los datos de la ESEE más una prima por riesgo derivada del tipo de interés interbancario a tres meses (Suárez, 1998); el coste financiero derivado de la base de datos SABI8 (Cardone y Casasola, 2004) o incluso la propia percepción que de sus costes financieros tiene el empresario (López et al., 1999; Vann Hemmen, 2002). Consideramos que la definición más correcta del coste de la financiación bancaria la proporcionan Hernández y Martínez (2005) al relacionar los gastos financieros con la deuda bancaria. De este modo, hemos definido el coste financiero del endeudamiento bancario, como el cociente entre los gastos financieros y el exigible bancario de la empresa9. La rentabilidad empresarial se midió de la forma tradicional, diferenciando entre rentabilidad económica como el cociente de la suma del resultado de explotación y los ingresos financieros entre el volumen total de activo y la rentabilidad financiera como cociente del resultado del ejercicio entre los recursos propios de la empresa, tal y como se especifica en la tabla 2. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 ISSN: 1135-2523 69 Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. Finalmente, para realizar los contrastes, definimos el tamaño empresarial como un factor multicriterio. Generalmente, las empresas utilizadas en los trabajos empíricos han sido clasificadas por tamaños en función de un único indicador: número de trabajadores (Ocaña et al., 1994; Petersen y Rajan, 1994; Illueca y Pastor, 1996; Cole, 1998; Winker, 1999; Van Hemmen, 2002 y Segura y Toledo, 2003, Cardone y Casasola, 2004); en función de la cifra de Activo (Fazzari et al., 1988; Berger y Udell, 1995) y en función de algún indicador de los ingresos de explotación, como el volumen de facturación (Boedo y Calvo, 1997); la cifra de negocio (López y Romero, 1998); el volumen de ventas (López y Aybar, 2000) o el volumen de negocio (Melle, 2002). Siguiendo con el enfoque de Osteryoung et al. (1995) y Forsaith y Hall (2001), consideramos que el factor tamaño debe medirse por otras variables distintas al habitual número de trabajadores, dado que este criterio puede ser excesivamente simple, cuando no arbitrario, y no reflejar en su totalidad la diversidad de factores relacionados con el tamaño (Correa et al., 2002; Cardone y Casasola, 2002 y 2004; Cardone y Cazorla, 2001). Para el conjunto de empresas que conformaban la base de datos se han medido las tres variables relacionadas con el tamaño empresarial más usuales en los trabajos previos: el Total de Activo, Ingresos de explotación y el Número de Empleados, y al conjunto de datos le aplicamos el método de componentes principales, para determinar nuestra variable tamaño empresarial. La primera Componente principal quedó establecida como: Z1 = 0,628043 Ingresos + 0,62079 Activo + 0,46922 Número de empleados Los coeficientes de ponderación de la primera componente son todos positivos y son estadísticamente significativos, y todas las variables tienen peso positivo, siendo el número de empleados la de menor influencia relativa, si bien los tres parámetros tienen valores similares, alcanzando la componente principal definida el 70’03% de la variabilidad total. Como se observa, esta componente principal es claramente una componente que clasifica el tamaño de la empresa, ya que valores altos en las tres variables iniciales, claros indicadores de tamaño, corresponderán a valores altos en la primera componente principal, que es la que clasificará a las empresas dentro del conjunto de pymes que estamos analizando. Como análisis complementario, realizando un análisis de conglomerados para las tres variables consideradas como indicadores del tamaño empresarial (activo, ingresos y número de trabajadores) las empresas se agrupan mayoritariamente en un único conglomerado, que aglutina 573 empresas, dado que el segundo conglomerado que se forma tan sólo incluye 8 empresas. Los resultados se ofrecen en la tabla 3. Este análisis confirma que la mayoría de las empresas forman un grupo homogéneo y no difieren entre sí, dado que, por ende, tampoco presentan diferencias de rentabilidad económica. Por lo tanto, una asignación ineficiente de la financiación bancaria o una distribución no equitativa del coste financiero de dichos recursos implica una restricción financiera no relacionada con el riesgo de los proyectos empresariales. Si el tamaño es un subrogado del riesgo (López et al., 1998; CalvoFlores et al., 2007), y habida cuenta que las empresas del primer y segundo tercil son las más endeudadas estamos ante un claro indicio de asignación ineficiente de fondos, ya que empresas homogéneas debieran tener un nivel similar de endeudamiento y coste financiero, y se demuestra que esto no ocurre. 70 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía Tabla 3. Análisis de conglomerados jerárquicos RESUMEN DEL PROCESAMIENTO DE CASOS VÁLIDOS PERDIDOS TOTAL N Porcentaje N Porcentaje N Porcentaje 581 71,2 235 28,8 816 100,0 ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS DE LOS CONGLOMERADOS Estadísticos descriptivos del Conglomerado 1 N Mínimo Máximo Estadísticos descriptivos del Conglomerado 2 Media Desv. típ. N Mínimo Máximo Media Desv. típ. ACTIVO 573 45.313 58.103.101 4.409.578,52 7.000.988,285 8 19.627.875 102.000.000 59.374.288,25 35.132.777,384 INGRESOS 573 704.761 48.812.455 5.280.973,89 7.056.640,101 8 56.611.197 101.000.000 80.600.181,63 14.542.234,114 TRABAJADO RES 573 45,23 89,953 8 43 499 N válido 573 1 1.600 254,25 170,472 8 Fuente: elaboración propia. No obstante, quisiéramos señalar que pese a nuestro claro posicionamiento en cuanto a la definición multicriterio de la variable tamaño, también hemos realizado el contraste de hipótesis con la tradicional clasificación por número de empleados, siendo los resultados muy similares, lo cual permite comparar nuestros resultados con otros trabajos precedentes que utilizaron el número de empleados como subrogado del tamaño empresarial. En el conjunto de las variables así consideradas, se eliminaron aquellas observaciones que no se corresponden con la lógica económica, en particular, aquellas empresas cuyo ratio de coste financiero o sus fondos propios resultaron ser negativos. Por último, procedimos a determinar las observaciones extremas eliminado el 3% de cada uno de los extremos ordenados de la variable, quedando la muestra reducida a 525 observaciones válidas en el peor de los casos, concretamente en la variable coste financiero del endeudamiento bancario. En la tabla 2 podemos observar como el valor medio del coste financiero de la financiación bancaria10 se sitúa en torno al 5,6%. En cuanto al endeudamiento bancario, observamos que los recursos ajenos suman más del 70% de la financiación empresarial, y, dentro de ésta, aproximadamente un 65% corresponde a financiación bancaria, confirmándose la dependencia de las empresas del mercado crediticio. De igual modo, la financiación cortoplacista sigue siendo la opción fundamental de las empresas, con casi el 58% del total de sus recursos, frente al escaso 15% de endeudamiento a largo plazo, en la línea de Cardone y Casasola (2004). En cuanto a la rentabilidad de las empresas, la rentabilidad económica presenta valores del 7,26%, con una desviación típica de ocho puntos. Por el contrario, la rentabilidad financiera11 presenta una media superior, del 16,6%, y su dispersión alcanza el 45%. De igual modo, en la tabla 4 se muestran las preguntas del cuestionario y las opciones de respuesta obtenidas en cada una de ellas, que se han utilizado en el presente estudio, que sirvieron para obtener el resto de variables. En concreto, definimos el número de entidades financieras con las cuales la empresa trabajaba habitualmente; la duración en años de la Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 ISSN: 1135-2523 71 Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. relación con la entidad financiera habitual y por último la percepción de los empresarios de su posición en el mercado de crédito. En esta última variable las opciones de respuesta clasificaban a las empresas en aquellas que no se percibían como racionadas frente a las que si percibían algún tipo de restricción financiera, especificándose en este último caso el tipo de racionamiento de crédito percibido. Tabla 4. Cuestiones y frecuencia de respuesta obtenidas del cuestionario 1. ¿Con cuantas entidades financieras trabajan habitualmente? (802 respuestas válidas) - Una (69 respuestas). - De dos a tres (436 respuestas). - De cuatro a seis (242 respuestas). - Más de seis (55 respuestas). 2. ¿A cuanto tiempo asciende la relación con la entidad financiera a la que habitualmente acuden para solicitar préstamos o créditos? (775 respuestas) - Menos de tres años (93 respuestas). - De tres a cinco años (156 respuestas). - De cinco a diez años (225 respuestas). - De diez a quince años (129 respuestas). - Más de quince años (172 respuestas). 3. ¿Se adapta a sus necesidades la financiación bancaria disponible en los últimos años? (772 respuestas) - Sí (654 respuestas). - No, porque el tipo de interés fue excesivamente alto (55 respuestas). - No, porque se le concedió un menor importe al solicitado (37 respuestas). - No, porque se le concedió un menor plazo de devolución al solicitado (4 respuestas) - No, por otros motivos (22 respuestas). Fuente: elaboración propia. La metodología que hemos utilizado parte del análisis descriptivo que se ha comentado, para posteriormente contrastar las hipótesis. Inicialmente, el método de contraste indicado parece ser, en el caso donde la naturaleza continua de las variables así lo permitía, el Análisis de la Varianza, para determinar si existía igualdad de medias entre las diferentes submuestras analizadas. No obstante, no en todos los casos las variables continuas cumplían los requisitos para que el resultado de dicho contraste fuese fiable, por lo que optamos por contrastar las hipótesis mediante tablas de contingencia12. En estos casos, todas las variables continuas se categorizaron en terciles13. Lógicamente, cuando medimos la relación entre variables categóricas se siguió el mismo tipo de análisis, pero respetando las categorías que tenía definida cada variable, recogidas en la tabla 4. Para reforzar la fiabilidad de nuestros resultados, se añaden a las tablas de contingencia la prueba de Kruskal-Wallis, para variables categóricas, y la prueba de Mann-Whitney para variables dicotómicas, indicando en cada caso cuál es la variable de agrupación por terciles o categorías, siendo medida la otra variable, por tanto, de forma continua. Reproducimos tan solo las tablas completas para aquellos contrastes que resultaron ser significativos, para un nivel de significación del 5%, indicando en cualquier caso los valores obtenidos de la χ2 en cada contraste entre variables y su p-value. 72 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía 4. CONTRASTE DE HIPÓTESIS Y ANÁLISIS DE RESULTADOS Se contrastan seguidamente las hipótesis planteadas en el segundo epígrafe. H1: En el mercado de crédito existen restricciones de crédito a las empresas de menor tamaño. Entendemos que una distribución no homogénea del endeudamiento bancario entre empresas de distinto tamaño dentro del colectivo de las pymes es solamente un indicio de restricciones en cuanto al acceso al mercado crediticio, mientras que esa misma distribución no homogénea en el coste de dichos créditos, esto es, una diferencia en los costes financieros de las empresas, en función del tamaño de las mismas, es indicio de una restricción en precios, tras el acceso al mismo. Existe una relación de orden inverso entre el ratio de endeudamiento bancario y el tamaño empresarial (Tabla 5: χ2 =11’074 al 0,026; Tau-b de Kendall = -0’101 al 0,009; Kruskall-Wallis = 6,114 al 0,047) siendo por lo tanto las empresas de menor dimensión las más dependientes de la financiación bancaria, resultado coincidente con Berger y Udell (1995), Maroto (1996) y Melle (2002)14. Adicionalmente, no existieron diferencias significativas entre la rentabilidad económica de las empresas en función de su tamaño (χ2 =8’854 al 0,065), por lo que asumiendo la rentabilidad económica de la empresas como un indicador del riesgo de los proyectos que presentan a la entidad financiera en busca de financiación, todas las empresas debería poder acceder en igualdad de condiciones al mercado crediticio y con condiciones financieras similares. No obstante, no podemos obviar que el nivel de endeudamiento bancario que soportan las empresas presenta un componente de voluntariedad del empresario, en tanto en cuanto no todos los gerentes de las empresas establecen el mismo nivel de endeudamiento como óptimo. En este sentido, indicar que no fue significativa la relación entre el tamaño empresarial y el ratio de endeudamiento total de las empresas (χ2 =3,814 al 0,432). Tabla 5. Contingencias entre Ratio de Endeudamiento y Tamaño empresarial en el ámbito de las pymes Tamaño empresarial en el ámbito de las pymes Ratio de endeudamiento bancario Primer tercil Primer tercil Segundo tercil Tercer tercil Total 55 53 63 171 Segundo tercil 50 59 64 173 Tercer tercil 72 61 41 174 Total 177 173 168 518 Valor g. l. Sig. asintótica χ de Pearson 11,074 4 0,026 Tau-b de Kendall -0,101 Prueba de Kruskal-Wallis 6,114 2 Variable de agrupación: N de casos válidos 0,009 2 0,047 Terciles de la variable Tamaño empresarial 518 Aceptamos la relación entre el tamaño empresarial y el ratio de endeudamiento bancario de la empresa, dado que el valor de la χ2 de Pearson (11,074) es significativo (0,026<0,05). La relación es de orden lineal e inverso, dado el signo negativo de la Tau-b de Kendall (-0,101), significativo. También la prueba de Kruskal-Wallis siendo la variable de agrupación los terciles del tamaño empresarial, es significativa, por lo que aceptamos la relación entre ambas variables. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 ISSN: 1135-2523 73 Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. También podemos aceptar como válida una relación de orden inverso entre los costes financieros que soportan las empresas en función de su tamaño (Tabla 6: χ2 =11’959 al 0,018; Tau-b de Kendall = -0’083 al 0,030; Kruskall-Wallis = 10,011 al 0,007). Estos resultados coinciden con los de Berger y Udell (1992 y 1995); Ocaña et al. (1994); Illueca y Pastor (1996); Maroto (1996), Martínez y Fernández-Jardón (1998); Rodríguez (1998); Suárez (1998 y 2000); López et al. (1999); Melle (2002) y Segura y Toledo (2003). La relación anterior indica que las empresas de menor tamaño presentan costes financieros medios o altos, prácticamente con igual proporción, mientras que las empresas medianas son las que soportan costes financieros más altos, y, finalmente, las empresas de mayor tamaño dentro del colectivo de pymes analizado tienen una mayor presencia en los costes financieros más bajos. Tabla 6. Contingencias entre Coste Financiero y Tamaño empresarial en el ámbito de las pymes Tamaño empresarial en el ámbito de las pymes Coste Financiero del crédito bancario Primer tercil Segundo tercil Tercer tercil Total Primer tercil 53 50 69 172 Segundo tercil 57 56 63 176 Tercer tercil 58 73 42 173 Total 168 179 174 521 2 χ de Pearson Valor g. l. Sig. asintótica 11,959 4 0,018 2 0,007 Tau-b de Kendall -0,083 Prueba de Kruskal-Wallis 10,011 Variable de agrupación: Terciles de la variable Tamaño empresarial N de casos válidos 0,030 521 Aceptamos la relación entre el tamaño empresarial y el coste financiero de la empresa, dado que el valor de la χ2 de Pearson (11,959) es significativo (0,018<0,05). La relación es de orden lineal e inverso, dado el signo negativo de la Tau-b de Kendall (-0,083), significativo. También la prueba de Kruskal-Wallis siendo la variable de agrupación los terciles del tamaño empresarial, es significativa, por lo que aceptamos la relación entre ambas variables. A efectos de poder comparar nuestros resultados con otros trabajos previos, medimos la relación entre el tamaño empresarial, medido esta vez por número de trabajadores, y coste financiero (Tabla 7: χ2 =13’220 al 0,010; Tau-b de Kendall = 0’016 al 0,683; Kruskall-Wallis = 9’923 al 0,007), y dado que al no ser la Tau de Kendall significativa, debemos descartar una relación de tipo lineal. En particular, las microempresas soportarían los menores costes financieros, las empresas del tercil superior, esto es, las mayores de nuestra muestra de pymes tienen un coste financiero bajo o mediano y las empresas entre 11 y 50 empleados parecen ser las que peores condiciones de financiación obtienen. De igual modo, podemos observar una relación en idéntico sentido entre el Activo total de la empresa y el menor coste financiero (Tabla 8: χ2=19’024 al 0,001; Tau-b de Kendall = -0’161 al 0,000; Kruskall-Wallis = 17’939 al 0,000) para aquellas empresas de mayor dimensión, y viceversa. 74 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía Tabla 7. Contingencias entre Coste Financiero y Número de empleados Coste financiero del crédito bancario Número de empleados Primer tercil Segundo tercil Tercer tercil de 1 a 10 46 33 28 Total 107 entre 11 y 50 82 95 113 290 más de 50 44 48 32 124 Total 172 176 173 521 Valor g. l. Sig. asintótica χ de Pearson 13,220 4 0,010 Tau-b de Kendall 0,016 Prueba de Kruskal-Wallis Variable de agrupación: N de casos válidos 0,683 9,923 2 0,007 Intervalos definidos de número de empleados 521 Aceptamos la relación entre el coste financiero y el tamaño empresarial medido por el número de empleados, dado que el valor de la χ2 de Pearson (13,220) es significativo (0,010<0,05). La relación no es lineal, dado que el valor de la Taub de Kendall (0,016), no es significativo (0,683>0,05). También la prueba de Kruskal-Wallis siendo la variable de agrupación los intervalos señalados de número de empleados, es significativa, por lo que aceptamos la relación, de orden no lineal, entre ambas variables. En particular, las empresas entre 11 y 50 trabajadores presentan proporcionalmente costes financieros más altos. Tabla 8. Contingencias entre Coste Financiero y Activo Total Empresarial Activo Total Coste Financiero del crédito bancario Primer tercil Segundo tercil Tercer tercil Total Primer tercil 42 56 76 174 Segundo tercil 55 66 65 176 Tercer tercil 69 66 40 175 Total 166 178 181 521 2 Valor g. l. Sig. asintótica 4 0,001 χ de Pearson 19,024 Tau-b de Kendall -0,161 Prueba de Kruskal-Wallis 17,939 Variable de agrupación: N de casos válidos 0,000 2 0,000 Terciles de la variable Activo Total 521 Aceptamos la relación entre el coste financiero y el tamaño empresarial, medido por el volumen total de activo, dado que el valor de la χ2 de Pearson (19,023) es significativo (0,001<0,05). La relación es de orden lineal e inverso, dado el signo negativo de la Tau-b de Kendall (-0,161), significativo. También la prueba de Kruskal-Wallis siendo la variable de agrupación los terciles del activo total, es significativa, por lo que aceptamos la relación entre ambas variables. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 ISSN: 1135-2523 75 Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. H2: Las empresas no perciben correctamente el racionamiento del crédito bancario. Para aseverar que las empresas no perciben correctamente su posición como racionadas, o no, comparamos la percepción subjetiva de las empresas sobre sus condiciones de acceso a la financiación con el coste real de la financiación bancaria de las empresas. Para ello diferenciamos dos grupos de empresas, las que se sentían racionadas en precios y las que no15, a tenor de su respuesta a la cuestión 6 de la tabla 4, definiendo por tanto la percepción del racionamiento, como variable dicotómica. Podemos afirmar que las empresas no perciben correctamente el racionamiento de crédito al que se ven sometidas, dado que no hayamos ninguna relación estadísticamente significativa (χ2=1’188 al 0,552) entre el coste financiero que soportan las empresas con la percepción subjetiva del mismo16. H3: La vinculación de la empresa con la entidad financiera puede reducir su coste financiero. H31: El número de entidades con las que trabaja habitualmente la empresa está relacionado con su coste financiero. Los resultados indican (Tabla 9:χ2 =20’033 al 0,003; Tau-b de Kendall = 0’153 al 0,000; Kruskall-Wallis = 22’063 al 0,000) que puede aceptarse que en el mercado de crédito los beneficios de trabajar con un número reducido de entidades superan los posibles beneficios de ampliar el número de proveedores financieros habituales. Tabla 9. Contingencias entre Coste Financiero y Número habitual de entidades financieras Coste Financiero del crédito bancario Número de entidades habituales Primer tercil Segundo tercil Tercer tercil Una 14 12 8 34 2ó3 104 79 74 257 Entre 4 y 6 40 62 75 177 más de 6 11 18 16 45 Total 169 171 173 513 χ2 de Pearson Valor g. l. Sig. asintótica 20,033 6 0,003 3 0,000 Tau-b de Kendall 0,153 Prueba de Kruskal-Wallis 22,063 Variable de agrupación: Intervalos definidos de número de entidades N de casos válidos Total 0,000 513 Aceptamos la relación entre el coste financiero y el número de entidades financieras habituales, dado que el valor de la χ2 de Pearson (20,033) es significativo (0,003<0,05). La relación es de orden lineal y directo, dado el signo positivo de la Tau-b de Kendall (0,153), significativo. También la prueba de Kruskal-Wallis siendo la variable de agrupación los intervalos definidos para el número de entidades financieras habituales, es significativa, por lo que aceptamos la relación entre un mayor número de entidades financieras habituales y un mayor coste financiero. Nuestros resultados concuerdan con Petersen y Rajan (1994 y 1995), Brau (2000), Hernández y Martínez (2002) y Montoriol (2004), que relacionan el menor número de relaciones bancarias con un menor coste financiero y con los resultados de Cole (1998) que asevera el mayor valor de las relaciones de las empresas con las entidades financieras a medida que menor 76 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía es el número de estas últimas. Replicando la metodología empleada por Cole (1998) y Hernández y Martínez (2002 y 2005), se recodificó la variable número de entidades para hacerla dicotómica y aislar el posible efecto en las empresas que trabajan bajo el monopolio de una sola entidad financiera, si bien no se hallaron diferencias significativas (χ2 =1’913 al 0,38). Así, en el mercado de crédito, trabajar con un número reducido de entidades financieras, sin caer por ello en la exclusividad, hace que la información privada que se establece en la relación prestamistaprestatario adquiera valor y ese mayor conocimiento del cliente permite a las entidades reducir los costes de supervisión de la operación y, repercutir menores costes financieros. Adicionalmente, la variable que sí parece relacionarse claramente con el número de entidades con las que habitualmente trabaja la empresa es, obviamente, el tamaño de la misma. Los resultados (Tabla 10: χ2 =58’829 al 0,000; Tau-b de Kendall = 0’243 al 0,000; KruskallWallis = 48’851 al 0,000) pueden ser un indicio de algún tipo de correlación espúrea entre los menores costes financieros y el mayor número de entidades financieras habituales, interrelacionadas entre si por el tamaño empresarial. Adicionalmente, las pymes españolas no suelen trabajar en exclusiva con una sola entidad financiera, siendo lo más habitual trabajar con dos o más proveedores financieros, al igual que en otros países similares económicamente como Italia o Portugal (Ongena y Smith, 2000), tendencia que sigue observándose en nuestros datos. Tabla 10. Contingencias entre Tamaño empresarial en el ámbito de las pymes y Número habitual de entidades financieras Tamaño Empresarial en el ámbito de las pymes Número de entidades habituales Primer tercil Segundo tercil Tercer tercil Una 19 11 5 35 2ó3 114 103 76 293 Entre 4 y 6 51 68 71 190 más de 6 6 7 38 51 Total 190 189 190 569 Valor g. l. Sig. asintótica χ de Pearson 58,829 6 0,000 Tau-b de Kendall 0,243 6 0,000 48,851 3 0,000 2 Prueba de Kruskal-Wallis Variable de agrupación: N de casos válidos Total Intervalos definidos de número de entidades 569 Aceptamos la relación entre el coste financiero y el número de entidades financieras habituales, dado que el valor de la χ2 de Pearson (58,829) es significativo (0,000<0,05). La relación es lineal y de orden directo, dado el signo positivo de la Tau-b de Kendall (0,243), significativo. También la prueba de Kruskal-Wallis siendo la variable de agrupación los intervalos definidos para el número de entidades financieras habituales, es significativa, por lo que aceptamos que las empresas más grandes tienen a su vez un mayor número de entidades financieras habituales. Conjugando los resultados anteriores, las empresas de mayor tamaño son las que presentan unos menores costes financieros y, simultáneamente, trabajan con un mayor número de entidades financieras. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 ISSN: 1135-2523 77 Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. H32: El racionamiento de crédito es menor si aumenta la duración de la relación con la entidad financiera habitual Podemos rechazar la relación entre el coste financiero y la duración de la relación con la entidad financiera habitual (χ2 =9’253 al 0,321) como una variable instrumental de la vinculación, obtenida de la cuestión 2 de la tabla 3, resultado que coincide con Petersen y Rajan (1994). Tampoco Albarrán et al. (2000) encuentran significativa la duración de la relación con las entidades financieras de las empresas consideradas y su ratio de endeudamiento, lo que en última instancia no es más que la inexistencia de relación entre la duración de la relación con el proveedor habitual de fondos y el acceso al crédito, por lo que tampoco sería de esperar que la duración de dicha relación afecte al coste financiero. Cardone y Cazorla (2002) asumen la imposibilidad de confirmar el poder explicativo de la duración de la relación con la entidad financiera habitual, para determinar el acceso al crédito, dado el carácter competitivo del mercado crediticio, donde “el efecto del número de entidades es más importante que el grado de concentración en el mercado bancario para determinar las circunstancias donde bancos y empresas establecen relaciones beneficiosas” (Montoriol, 2004, p. 24). Los resultados contradictorios entre los trabajos en Estados Unidos, donde los beneficios de la relación prolongada con las entidades financieras se traducen en una reducción de los costes financieros (Berger y Udell, 1995), con los situados en algunos países europeos donde los efectos de esta relación prolongada son inversos, pueden ser explicados (Hernández y Martínez, 2002, p. 27) porque "las sociedades europeas que mantienen relaciones más largas con sus intermediarios financieros obtengan deuda a un coste superior puede deberse al acusado monopolio informativo al que se ven sujetas y que sobrepasa los posibles beneficios de su vinculación con el prestamista. La causa de este mayor monopolio podría encontrarse en las mayores alternativas de financiación de las pymes europeas frente a las norteamericanas, ya que las primeras se encuentras situadas en países con economías dominadas por los bancos". Por último, es importante señalar que la adscripción sectorial de las empresas no afectó al resultado de los contrastes. 5. PRINCIPALES LIMITACIONES DEL ESTUDIO EMPÍRICO En primer término, la encuesta se realizó sobre empresas que previamente ubicamos en SABI. Evidentemente esta selección intencionada proporciona la ventaja de poder analizar empresas de las que poseíamos ya información cuantitativa de calidad, y sobre las que pretendemos encontrar información de tipo cualitativo. No obstante, la limitación de la muestra es también clara, dado que son precisamente las empresas de menor tamaño y con mayor grado de asimetría informativa, que ni siquiera han presentado sus cuentas en el Registro Mercantil17, las que con toda probabilidad no aparezcan en la muestra tomada. Por todo esto, entendemos que nuestra muestra, a pesar de su significatividad estadística puede presentar un cierto sesgo hacia empresas con ciertos niveles en cuanto a la calidad de su información contable, precisamente aquellas que tienen menos posibilidades de sufrir restricciones de crédito. En segundo lugar, las entrevistas que se realizaron a las pymes en 2003 y los datos obtenidos de SABI corresponden al año 2002. Pese a que se especificó a los entrevistados que respondieron en función de los datos de 2002, estas divergencias temporales entre las fuentes de información utilizadas pueden sesgar ciertos resultados. 78 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía 6. CONSIDERACIONES FINALES En el mercado de crédito existen restricciones financieras en precios, especialmente a las empresas de tamaño medio, no justificadas por los niveles de la rentabilidad económica alcanzados por las mismas. Las empresas no perciben correctamente el racionamiento de crédito. Estamos ante un problema complejo, donde interactúan diferentes individuos con objetivos particulares, al que se le añade un componente importante: la percepción subjetiva del problema. En este sentido, existen empresas no racionadas objetivamente que sienten que la financiación recibida no es la adecuada y, por el contrario, empresas claramente discriminadas en precios que aceptan como bueno el coste de su financiación. Esta percepción incorrecta de los clientes de las entidades financieras sobre el coste real de su financiación puede verse incrementada, en parte, por los tipos de interés, excepcionalmente bajos en el periodo considerado, por lo que un racionamiento en precios es más difícil de discernir para los empresarios si el diferencial aplicado como racionamiento es reducido. La asignación ineficiente de los recursos financieros que presta el sistema crediticio tiene, a nuestro juicio, tres importantes consecuencias: 1. Las empresas sufren una merma en su capacidad de crecimiento y en su rentabilidad financiera que podrían mejorar con una financiación más acorde a sus necesidades. 2. Las entidades financieras no logran una distribución óptima de sus inversiones, lo que repercutirá, sin duda, en sus resultados económicos. 3. Dada la importancia social y económica de las pymes, y siendo éstas las más afectadas por el racionamiento de crédito, el papel de las instituciones públicas en este punto se torna especialmente importante como agente regulador de los mercados financieros, si se quiere desde un punto de vista meramente macroeconómico. Los poderes públicos han de asumir un papel preponderante en la mejora de los mercados crediticios, tanto arbitrando mecanismos que faciliten a las entidades financieras los procesos de verificación de los niveles de riesgo y eficiencia de las empresas, como formando a los empresarios para que sean capaces de percibir correctamente su posición en el mercado financiero. En esta línea además se encuadran los acuerdos de Basilea, enfocados a tomar medidas para objetivizar el riesgo y evitar tanto los errores tipo I (denegar un crédito a empresas que objetivamente debieran obtenerlo) como los de tipo II (dar un crédito a empresas que no debieran acceder a él por las características del proyecto a financiar). La complejidad del fenómeno del racionamiento de crédito, donde interactúan múltiples factores, hace difícil aislar el efecto individual de cada uno de ellos sobre el coste financiero soportado por las empresas. No obstante, existen factores que determinan la consecución tanto de un mayor acceso al crédito como de un menor coste financiero. Fundamentalmente, existen conductas en las que la empresa puede incidir para mejorar su posición financiera, especialmente en aquellas que incrementan la intensidad de la vinculación con la entidad financiera, entre los que juega un papel destacado el aprovechar los beneficios de trabajar con un número reducido de entidades financieros sin caer por ello en la exclusividad. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 ISSN: 1135-2523 79 Larrán Jorge, M. ; García-Borbolla Fernández, A.; Giner Manso, Y. NOTAS 1 El racionamiento de crédito se entiende, generalmente, como una elevación injustificada de los tipos de interés que soporta la empresa por características ajenas al propio proyecto y que se relacionan directamente con el tamaño empresarial o la vinculación previa a la entidad (Fazzari et al., 1998; Berger y Udell, 1992 y 1995; Petersen y Rajan, 1994 y 1995; Cole, 1998). Consideramos que hay restricciones de crédito en precio cuando el tipo de interés efectivo a pagar por el capital prestado es superior al que pagarían empresas de similar riesgo por proyectos análogos (Berger y Udell, 1992 y 1995; Ocaña et al., 1994; Petersen y Rajan, 1994; Illueca y Pastor, 1996; Estrada y Vallés, 1998; Martínez y Fernández-Jardón, 1998; Rodríguez, 1998; Suárez, 1998 y 2000; D'Auria et al., 1999; López et al., 1999; Hernández y Martínez, 2002 y 2005; Brau, 2002; Melle, 2002; Van Hemmen, 2002; Segura y Toledo, 2003). Podrían considerarse también otros tipos de racionamiento de crédito en plazos o cantidad, si bien su importancia es mucho menor. 2 Es importante señalar que la existencia de racionamiento de crédito en plazos o volumen es difícilmente contrastable, dado que necesitaríamos conocer qué cantidad y qué plazos solicitó inicialmente la empresa. 3 No obstante, no hay unanimidad en este planteamiento, dado que existen resultados en sentido contrario (Hernández y Martínez, 2002). 4 No obstante, en esta última línea argumental, cabría plantearse la posibilidad de que existiese una relación directa entre el tamaño empresarial y el número de entidades financieras con las que trabajan, por lo que la relación inversa entre éste y el coste financiero no sería más que el reflejo de la dependencia del coste financiero del tamaño empresarial. 5 El grado de cobertura de SABI sobre el DIRCE, para 2002, es muy elevado. Si utilizamos la variable número de empresas y la cifra de ventas, SABI, de forma global, dispone del 34% de empresas existentes en España, que a su vez recogen el 63% del total de las ventas. Por grandes sectores de actividad, industria dispone del 43% del número de empresas y del 75% de ventas; construcción, 29% del número de empresas y del 48% de ventas; y, servicios, 32% del número de empresas y del 59% ventas. 6 Hay que indicar que si bien nuestra muestra asciende a 816 observaciones, no todas las empresas contestaron a determinadas cuestiones o la información contable no estaba disponible para todos los casos, por lo que se indica también el número de observaciones válidas para cada variable considerada en las tablas 1 y 2. 7 A la hora de determinar los créditos de provisión detectamos que esta partida tan sólo estaba disponible en SABI para un reducido número de empresas de la muestra final y además estas empresas eran, en su mayoría, empresas de mayor tamaño. Debido a la diferencia de detalle de las cuentas anuales que observamos nos impidió utilizar el crédito de provisión que arrojaban los datos contables, dado que de hacerlo así estaríamos estimando correctamente 153 observaciones, mientras que para el resto de empresas la estimación del endeudamiento bancario estaría sobrevalorado y, consecuentemente, la estimación del coste financiero de los créditos bancarios estaría infravalorado. Se estimaron por lo tanto los créditos de provisión para todas las empresas a través del producto entre el periodo medio de pago a proveedores que obtuvimos de nuestra encuesta y el consumo medio diario de las empresas consideradas, utilizando el importe de la partida Consumos y Otros Gastos de Explotación que recogía SABI. Como medida de la verosimilitud de nuestras estimaciones procedimos a realizar un análisis de regresión, para las 153 observaciones mencionadas del crédito de provisión que indicaban las cuentas anuales de dichas empresas con la estimación de créditos de provisión que habíamos determinado, siendo la correlación entre ambas variables significativa al 1% y el coeficiente de correlación de Pearson positivo, como cabría esperar, con un valor de 0,819. 8 Consideramos que la definición que hace SABI del coste financiero no es la más acertada, ya que se establece como el cociente entre las suma de las partidas gastos financieros y asimilados y la variación de provisiones de inversiones financieras entre el importe neto de la cifra de negocios. Consideramos que esta definición no obedece al concepto de coste de la financiación bancaria, por lo que hemos elaborado la variable tal y como se recoge en la tabla 2 a partir de los datos de la tabla 1. 9 Hemos definido el exigible bancario como la diferencia entre los recursos ajenos y los créditos de provisión. Cabe la posibilidad de que no todos los pasivos que no son créditos de provisión sean exigible bancario, puesto que habría que considerar la posibilidad de emisión de deuda negociable o la existencia de provisiones. No obstante, la realidad de las pymes españolas es que tales partidas, en caso de existir, parecen ser meramente testimoniales, por lo que el resultado de la variable coste financiero no se vería prácticamente alterado. Así se corrobora en las empresas que forman la muestra. 10 El coste financiero contable que hemos definido puede diferir presumiblemente al alza del coste efectivo, si bien no nos atrevemos a aseverar que de modo uniforme en todas las empresas, a tenor de la nueva legislación contable vigente. No obstante, dado que en el año observado no se aplicaba el coste efectivo hemos mantenido la definición de coste financiero que, si bien es una clara limitación difícilmente salvable de nuestros datos, afecta a todas las empresas consideradas, por lo que no debiera influir en los resultados obtenidos. 11 En esta variable se eliminaron dos observaciones cuyos valores eran claramente extremos, en concreto arrojaban rentabilidades de -3.908 y 40.715%. 12 Las tablas de contingencia determinan, a través del valor que alcanza el estadístico de la χ2, si existe una relación entre las dos variables que componen la tabla, aceptándose un nivel de significación del 5%. En aquellos casos donde la tabla de contingencia arroja un valor estadísticamente significativo se añadió el valor de la Tau-b de Kendall, a fin 80 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 63-82 Factores determinantes del racionamiento de crédito a las PYMES: Un estudio empírico en Andalucía de contrastar si la relación entre las variables era significativamente lineal, ya fuese en orden directo o inverso. Quisiéramos indicar que en aquellos casos donde siendo significativa la relación entre dos variables, medida través de la χ2, no es significativa la Tau de Kendall simplemente nos informa de que, efectivamente, existe relación entre las variables consideradas, pero dicha relación no es lineal. 13 Así, para cada una de las variables así consideradas se ordenan de menor a mayor los valores, separándose la muestra en tres grupos. El primero corresponde al tercio de observaciones que obtienen los valores más bajos en la variable, y de modo análogo se establecen el segundo y tercer terciles para los valores medios y altos de la variable. 14 Sin embargo, existen otros trabajos (Hernando y Vallés, 1992; Rodríguez, 1998; Albarrán et al., 2000; Cardone y Casasola, 2002 y 2004) que determinan esta relación en sentido directo, si bien hay que ser cuidadoso en la comparación de resultados, dada la diferente definición de tamaño empresarial en estos trabajos. 15 Aquellas empresas que se sintieron racionadas en cantidad o plazos se eliminaron en el contraste de esta hipótesis, ascendiendo a 41 casos eliminados. 16 Apoyando los planteamientos anteriores, se nos antoja significativa una cuestión adicional. Nuestra siguiente pregunta del cuestionario, que no incluimos en el presente trabajo, solicitaba, exclusivamente para el grupo de empresas racionadas, que nos indicasen la fuente financiera utilizada para suplir las carencias de la financiación bancaria. En buena lógica sólo debieran haber respondido dicha cuestión un máximo de 118 empresas, cuya financiación no se adaptaba a sus necesidades y, por lo tanto, se sintieron racionadas. Sorprendentemente lo hicieron 291, lo cual nos lleva a un porcentaje, sobre el total de empresas que manifestaron su percepción sobre el racionamiento al que podían verse sometidas, del 37,69%, más del doble del anterior. Esta aparente contradicción puede tener una explicación bastante sencilla, que corrobora nuestros resultados en torno a la correcta percepción del racionamiento. Muchas de las empresas que no se reconocen como racionadas utilizan una fuente financiera adicional a la financiación bancaria, lo cual indica, evidentemente, que ésta no fue la más adecuada a sus necesidades y, por lo tanto, estamos nuevamente ante un grupo importante de empresas que no perciben correctamente la realidad del su entorno financiero. 17 O, en caso de hacerlo, dichas cuentas no aportan información de calidad suficiente, pudiéndose considerar como un mero trámite que la empresa ha cubierto. BIBLIOGRAFÍA ALBARRÁN LOZANO, I., CARDONE RIPORTELLA, C; CAZORLA PAPIS, L. (2000): “Determinantes de la Estructura de Capital de las PYMEs: una aproximación”, I Encuentro Iberoamericano de Finanzas y Sistemas de Información, Jerez de la Frontera (Cádiz), pp. 525-553. ANSÓN LAPEÑA J. A., ARCAS PELLICER, M. J; LABRADOR BARRAFÓN, M. (1997): “Análisis de la información contable en la evaluación de riesgos por entidades financieras”, Revista Española de Financiación y Contabilidad, vol. 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Universidad de Castilla-La Mancha Recibido: 15 de enero de 2009 Aceptado: 8 de febrero de 2010 RESUMEN: La literatura sobre cooperación empresarial hace especial énfasis en diversos factores claves de éxito. Nos centraremos en dos de los que poseen mayor componente social, como son la confianza y el compromiso, con el objetivo de evaluar si ambas variables presentan diferencias significativas entre los diversos motivos que llevan a las empresas a cooperar. Si éstas se produjeran tendría importantes repercusiones para la gestión empresarial, ya que el directivo tendría más información en el proceso de toma de decisiones, al identificar motivos para cooperar que tienen asociado mayor nivel de dichos factores claves de éxito. Además, aplicamos el estudio empírico al sector agroalimentario español, porque consideramos que existe escasez de investigación sobre cooperación en los sectores maduros de baja intensidad tecnológica. PALABRAS CLAVE: Acuerdo Cooperativo, Motivos para Cooperar, Confianza, Compromiso. CLASIFICACIÓN JEL: M19, L14, L66 RELATIONSHIP BETWEEN CONFIDENCE AND COMMITMENT GENERATED IN A COOPERATIVE AGREEMENT AND REASONS FOR ITS FORMATION ABSTRACT: Literature about cooperative agreement shows us the importance of some factors in the success of the cooperative agreements. We will focus on the study of two variables with high social component, such as trust and commitment. Our objective is to evaluate if there are significant differences in both variables between the different reasons that motive companies to cooperate. If these significant differences appear there will be important managerial implications because managers would have more information in the decision making process because they would be identifying some reasons with higher level of those success key factors. Moreover, we carry out the empirical study in Spanish agro-alimentary industry because we consider that there are a few studies about cooperative agreement in mature sector with low technological component. KEY WORDS: Cooperative Agreement, Reasons, Trust, Commitment. JEL CLASSIFICATION: M19, L14, L66 1. INTRODUCCIÓN El incremento de la dimensión empresarial es uno de los principales objetivos perseguidos por las empresas para garantizar su supervivencia ante los efectos provocados por la globalización. Arend (2006) señala que todas las estrategias de crecimiento son potencialmente vulnerables a la selección adversa, pero la cooperación empresarial es menos costosa y arriesgada que la adquisición, y más flexible y capaz de generar sinergias entre empresas que las operaciones en el mercado. Por esta razón, se ha incrementado considerablemente el uso de la cooperación empresarial a partir de la década de los 80, principalmente en aquellos sectores con alto componente tecnológico (Hageedorn, 1993). La cooperación empresarial es el conjunto de acuerdos o contratos voluntarios con un horizonte temporal de medio y largo plazo entre dos o más empresas independientes que Sánchez de Pablo, J. D.; Jiménez Estévez, P. intercambian, comparten o desarrollan nuevos recursos o capacidades, o realizan actividades conjuntas (Gulati, 1998). Las alianzas se crean por diferentes motivos, instaurándose un cierto grado de interdependencia entre los socios (Luo, 2008), a través de distintas formas organizativas, para mejorar en última instancia su posición competitiva al realizar el trabajo de forma más eficiente y aprovechar las oportunidades que se presentan en un entorno tan competitivo como el actual (Lane y Lubatkin, 1998). La mayor parte de estudios empíricos existentes se centran en el análisis de sectores intensivos en tecnología. Sin embargo, la existencia y efectividad de la estrategia de cooperación empresarial en sectores maduros con baja intensidad tecnológica no ha recibido mucha atención. Es por esto, por lo que aplicamos nuestro análisis empírico a un sector que presenta dichas características. Escogimos el sector agroalimentario español, por: a) poseer un porcentaje de gasto en I+D respecto al VAB muy inferior a la media de la industria (Tabla 1); b) ser uno de los sectores maduros con mayor contribución en términos de Producto Interior Bruto (PIB) para la economía española; y c) por estar sufriendo en los últimos años un proceso de reestructuración que lleva al sector a su modernización. Tabla 1. Porcentaje de gasto en I+D respecto VAB en la industria Rama de Actividad 2006 Valor medio industria 2,50 Industria Química 7,01 Equipo eléctrico, electrónico y óptico 6,42 Material de transporte 5,56 Maquinaria y equipo mecánico 2,93 Alimentación, bebida y tabaco 0,93 Fuente: INE (2008) En la literatura previa sobre acuerdos cooperativos se analizan, entre otros aspectos, los principales factores claves de éxito de la cooperación empresarial. Entre los cuales destacan la confianza y el compromiso, ya que han demostrado mayor nivel de determinación en la eficiencia cooperativa (Mohr y Spekman, 1994; Cullen, Johnson y Sakano, 2000; Perry, Sengupta y Krapfel, 2004; Faems, Janssens, Madhoc y Van Looy, 2008; Langfield, 2008; Wittmann, Hunt y Arnett, 2009). Ambas variables poseen un importante componente social, por lo que tomamos el enfoque del capital social para realizar el estudio. Nuestro objetivo es analizar los diferentes motivos que tienen las empresas para cooperar con el fin de detectar si existen diferencias significativas entre los mismos en cuanto a la confianza y compromiso desarrollados con el acuerdo. De este modo, las empresas antes de cooperar podrían conocer, en función de sus motivos, que aspectos son más relevantes. Después de exponer los objetivos perseguidos con el trabajo, se realizará un análisis de los principales motivos que tienen las empresas para desarrollar acuerdos cooperativos. Posteriormente, nos centraremos en explicar las características principales del enfoque del capital social, para detectar la importancia que poseen la confianza y el compromiso. A continuación, se realizará el análisis empírico. Por último, se concluirá con la discusión de resultados y la exposición de conclusiones e implicaciones para la gestión empresarial. 84 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 Relación entre la confianza y el compromiso generados en un acuerdo cooperativo y los motivos para su formación 2. MOTIVOS PARA LA FORMACIÓN DE ACUERDOS COOPERATIVOS Koza y Lewin (1998) exponen que existe gran disparidad de motivaciones para establecer una alianza, aunque una empresa sólo cooperará si obtiene beneficios estratégicos, sociales o financieros en el futuro. Los principales motivos para cooperar son (Tabla 2): - El aprendizaje se convierte en el principal objetivo de un acuerdo debido a la dificultad de resolver internamente los problemas que se derivan de la alta turbulencia del entorno (Hamel, 1991; Lane y Lubatkin, 1998; Stuart, 2000), permitiendo descubrir nuevas oportunidades (Khanna, Gulati y Nohria, 1998; Koza y Lewin, 1998). Tabla 2. Motivos por el que se desarrollan alianzas estratégicas Motivos Aprendizaje Ventajas * Aprendizaje de las características de un mercado * Aprendizaje de conocimiento tácito y tecnológico * Aprender a cooperar y gestionar una alianza * Aprender nuevas habilidades Acceso a recursos o capacidades * Aumento en la base de recursos y capacidades * Desarrollo de proyectos y estrategias con los recursos y capacidades de los socios Aumentar poder competitivo * Incremento del poder negociador como consecuencia del tamaño * Ganar poder de mercado * Mejora de reputación, imagen y prestigio Reducción de costes/ Aumento de la eficiencia * Economías de escala, alcance o aprendizaje * Compartir costes y riesgos de grandes inversiones Satisfacción del cliente * Selección de socio con conocimiento relevante sobre las necesidades y deseos de los clientes * Colaboración entre proveedores y clientes Investigadores Hamel (1991); Hagedoorn (1993); Gulati (1998); Lane y Lubatkin (1998); Parkhe (1998); Stuart (2000); Iyer (2002) Harrigan (1986); Kogut (1988); Hamel (1991); Inkpen y Beamish (1997); Parkhe (1998); Koka y Prescott (2002) Pfeffer y Salancik (1978); Hagedoorn (1993); Eisenhardt y Schoonhoven. (1996); Gulati (1998); Overby (2005) Kogut (1988); Hamel, Doz y Prahalad (1989); Cravens, Shipp y Cravens (1993); Das y Teng (1998) Pan (2004) Child y Faulkner (2002) mantienen que la habilidad de aprender es probablemente el activo intangible más importante que una compañía puede poseer, ya que posibilita la creación de valor, aunque este proceso no sea fácil de conseguir (Anand y Khanna, 2000) al depender de múltiples factores internos y externos a la empresa. El conocimiento organizativo se considera, cada vez en mayor medida, como un factor fundamental en la generación de ventajas competitivas (Grant, 1996; Liebeskind, 1996; Foss, 1999). Su gestión en una alianza requiere trabajar en la consecución del mejor diseño estratégico posible para crear, mantener, transferir y aplicar el conocimiento desarrollado junto a los socios. - Acceso y/o adquisición de recursos y capacidades. El objetivo de la alianza es acceder (y no adquirir) al conocimiento del socio para poder explotarlo junto al propio (Grant y BadenFuller, 1995). De este modo, las empresas se especializan en aquellas actividades de la cadena de valor en las que son más eficientes y aprovechan la complementariedad de las competencias de sus socios. En este caso, la base de recursos y capacidades entre los socios tiende a divergir y especializarse, frente al anterior motivo donde convergían. - Aumentar poder competitivo. La entrada en nuevos mercados y la diversificación de la cartera de productos a través de acuerdos cooperativos pueden facilitar el aumento de la competitividad (Stuart, 2000). Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 ISSN: 1135-2523 85 Sánchez de Pablo, J. D.; Jiménez Estévez, P. - Reducción de costes/aumento de la eficiencia. La complejidad de los entornos actuales aumenta la necesidad de generación de rutinas, pero la alta volatilidad del mismo incrementa los riesgos que implican. Así, la cooperación posibilita la dispersión de riesgos entre dos o más empresas en la generación de dichas rutinas (Cravens et al., 1993), al tiempo que proporciona ventajas de escala (Kogut, 1988; Lundan y Hagedoorn, 2001). - Satisfacción del cliente. Las empresas para poder alcanzar una ventaja competitiva necesitan acceder a recursos y capacidades de socios que le faciliten información sobre los clientes y, de este modo, poder satisfacer de una mejor forma sus necesidades (Pan, 2004). Analizados los principales motivos de los acuerdos de cooperación se podrían definir las alianzas como un mecanismo adecuado para explotar las sinergias entre distintas empresas y reducir costes, generando aprendizaje organizacional y transferencia de conocimiento tácito, habilidades y reputación (Peña y Aranguren, 2002). 3. LA COOPERACIÓN DESDE EL ENFOQUE DEL IMPORTANCIA DE LA CONFIANZA Y EL COMPROMISO CAPITAL SOCIAL: Existe un amplio número de trabajos que han tratado de identificar diferentes factores claves de éxito en la cooperación empresarial. Entre los que analizan las variables objeto de estudio en este artículo destacan los siguientes: a) confianza (Das y Teng, 1998; Koza y Lewin, 1998; Parkhe, 1998; Ring, 2000; Gulati y Higgins, 2003; Robson, Katsikeas y Bello, 2008; Sánchez de Pablo, 2009a); y b) compromiso (Morgan y Hunt, 1994; Davenport, Davies y Grimes, 1999; Perry et al., 2004; Nakos y Brouthers, 2008). En el caso de la confianza, es frecuente encontrar un análisis conjunto entre la confianza y los procesos de control del acuerdo, ya que existe un amplio debate sobre si ambas son sustitutivas (Ring y Van de Ven, 1994) o complementarias (Das y Teng, 1998; de Man y Roijakkers, 2009). A modo descriptivo, enumeramos diversos determinantes del éxito cooperativo que han sido incorporados en estudios previos: El proceso de toma de decisiones. Un reparto adecuado de los incentivos económicos y un correcto sistema de comunicación facilitarán el proceso de toma de decisiones que influirá en el éxito cooperativo (Agarwal, Croson y Mahoney, 2010). Experiencia previa con los mismos socios. La experiencia cooperativa acumulada con los mismos socios es un importante determinante de la creación de valor en las nuevas alianzas (Anand y Khanna, 2000; Kale y Singh, 2007; Gulati, Lavie y Singh, 2009) Experiencia cooperativa (Parkhe, 1993; Saxton, 1997; Gulati, 1998; Dyer y Singh, 1998). El conocimiento que se genera con el desarrollo de acuerdos facilita el establecer nuevas alianzas e incrementa la probabilidad de éxito de las mismas. Capacidad de gestión de alianzas. La empresa puede incrementar los beneficios de la colaboración al desarrollar su capacidad de gestión de alianzas a través de mejoras en sus sistemas de comunicación y coordinación (Anand y Khanna, 2000; Schreiner, Kale y Corstein, 2009). 86 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 Relación entre la confianza y el compromiso generados en un acuerdo cooperativo y los motivos para su formación Reputación del socio. Una buena reputación es indicativo de calidad y de legitimidad relacional (Dacin, Oliver y Roy, 2007). De este modo se atrae a potenciales socios, reduciéndose los riesgos del acuerdo (Saxton, 1997). Otros determinantes del éxito: horizonte de la alianza (Das, 2006); complementariedad de recursos y capacidades (Hennart, 1988; Madhoc y Tallman, 1998; Duyster y Hagedoorn, 2000); nacionalidad del socio (Parkhe, 1993; Lundan y Hagedoorn, 2001); número de socios (Parkhe, 1993; Zeng y Chen, 2003); orientación estratégica del acuerdo (Hennart y Reddy, 1997; Sánchez de Pablo, 2009b); cultura organizativa y nacional (Parkhe, 1991; Rodriguez y Willson, 2002); estrategia de recursos humanos (Pucik, 1988); y comportamiento cooperativo (Mohr y Spekman, 1994; Pearce, 2001; Sánchez de Pablo, 2009a). Tras identificar los principales factores claves de éxito pasamos a analizar el enfoque del capital social para posteriormente centrarnos en las variables objeto de estudio. El capital social es la acumulación de recursos enraizados y disponibles en los acuerdos cooperativos que las organizaciones van desarrollando a lo largo del tiempo. Implica una fuente de potencial valor, que no va a residir en las características de los individuos sino en la red social en la que la empresa participa (Rodan y Galunic, 2004). Este recurso aumenta conforme se incrementa el valor de la confianza (Inkpen y Tsang, 2005). Las empresas varían su nivel de capital social por su posición en la estructura en red, formada por los diversos acuerdos cooperativos de los que forma parte, y por la dinámica inherente al proceso de formación y mantenimiento de las alianzas (Koka y Prescott, 2002; Hagedoorn, Roijakkers y Van Kranenburg, 2006). Por otra parte, hay que señalar que los investigadores consideran al capital social como un concepto multidimensional que cubre, de forma general, tres ámbitos diferentes1 (Nahapiet y Ghoshal, 1998): 1) estructural, referido a la existencia y configuración de los canales de transmisión de información; 2) cognoscitivo, recoge el lenguaje y los códigos compartidos necesarios para desarrollar comunicación entre los miembros de una alianza; y 3) relacional, alude a la confianza generada en las relaciones sociales, que es un factor crítico que afecta al deseo de los socios de crear y/o transferir conocimiento. Dyer y Singh (1998) consideran que la empresa va forjando su capital relacional con la formación de un conocimiento específico sobre la relación de cooperación, que va a depender de la intensidad y frecuencia del acuerdo. Estas rentas determinan las pautas de interacción entre los socios de un acuerdo que facilitarán su éxito (Cullen et al., 2000). Las rentas que se derivan del capital relacional pueden ser entendidas como beneficios superiores generados en la relación de intercambio que no pueden ser creados por ninguna de las empresas de manera aislada y que sólo pueden desarrollarse mediante las contribuciones conjuntas de los socios de la alianza (Dyer y Singh, 1998), por lo que contribuirán al éxito del acuerdo (Wittmann et al., 2009). Con la generación de capital social se reducen los incentivos para que los socios desarrollen comportamientos oportunistas y se configura como uno de los medios idóneos para resolver el dilema que se plantea en todo acuerdo cooperativo, como es el nivel de conocimiento a compartir con los socios. Además, aumenta la posibilidad de realizar nuevos acuerdos con los socios ya existentes, debido a los niveles de confianza y compromiso creados, o con terceras empresas que tengan relación con nuestros socios, como consecuencia de la reputación alcanzada. Por lo tanto, el capital social funciona como conductor de la formación de alianzas (Glaister, Husan y Buckley., 2004). Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 ISSN: 1135-2523 87 Sánchez de Pablo, J. D.; Jiménez Estévez, P. Por tanto, para que una alianza cumpla con sus objetivos se requiere, basándonos en el enfoque del capital social, que existan unos niveles de compromiso y confianza adecuados entre los socios (Wittmann et al., 2009), que sirvan para resolver aquellos aspectos que no se hayan recogido en el acuerdo formal (Cullen et al., 2000). Robson, Skarmeas y Spyropoulou (2006) consideran que los estudios sobre alianzas estratégicas han tendido a subestimar la importancia del compromiso y sobreestimar la de la confianza como determinantes del éxito cooperativo. Debido a su relevancia pasamos a analizarlos con mayor detalle. 3.1. Confianza La confianza es un elemento fundamental en la determinación del éxito de un acuerdo cooperativo, siendo relevante para su creación y desarrollo (Das y Teng, 1998; Koza y Lewin, 1998; Zaheer, McEvily y Perrone, 1998; Ring, 2000; Gulati y Higgins, 2003; Robson, Katsikeas y Bello, 2008). Gambetta (1988) define confianza como el deseo de una parte con respecto a la otra de que su acción le será beneficiosa más que perjudicial, aunque esto no pueda garantizarse. Por su parte, Zucker (1986) considera que la confianza tiene un carácter social y puede desarrollarse por tres vías: 1. Si el resultado de una alianza es positivo puede tener un efecto de retroalimentación e incrementar la confianza entre los socios para formar futuros acuerdos (Gulati y Singh, 1998; Gulati et al. 2009). 2. La existencia de características comunes entre los socios en sus respectivas culturas (Zaheer et al., 1998) y/o objetivos estratégicos (Rodríguez y Wilson, 2002:55) fomenta la generación de confianza, ya que se promueve un sentido de identidad social común con fuertes elementos emocionales. 3. Si la confianza se ve apoyada por mecanismos institucionales que proporcionen garantías se reducirá el riesgo. En cuanto a los beneficios que genera la confianza en un acuerdo cooperativo, podemos resumirlos en: a) La reducción de costes de transacción. El desarrollo de confianza mutua reduce el efecto negativo de la incertidumbre relacionada con la volatilidad del entorno (Ring y Van de Ven, 1994) y, por tanto, de la racionalidad limitada y del comportamiento oportunista (Lado, Dant y Tekleab, 2008). Además disminuye el tiempo dedicado a desarrollar planes, a establecer documentos para gestionar la alianza y a buscar posibles socios (Gulati, 1995; Reuer y Ariño, 2007). b) Ayuda a predecir el comportamiento de los socios en la fase inicial del acuerdo (Gulati, 1995) y a generar comportamientos deseables (Das y Teng, 1998), por lo que se mejora la resolución de conflictos (Mohr y Spekman, 1994; Ring y Van de Ven, 1994). c) Incrementa la flexibilidad operativa y estratégica para tratar con cambios no anticipados del entorno y con los desafíos organizativos. La confianza que posean los directivos con respecto a sus socios y al acuerdo puede influir en la elección de la estructura organizativa del acuerdo y en sus mecanismos de control (Langfield, 2008). 88 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 Relación entre la confianza y el compromiso generados en un acuerdo cooperativo y los motivos para su formación 3.2. Compromiso Anderson y Weitz (1992) definen el compromiso en una relación interorganizativa como el grado en que las distintas empresas implicadas se involucran en la misma. Para analizarlo hay que valorar el volumen de recursos aportados por los socios, el apoyo de la alta dirección a la empresa y la implicación del personal que participa directamente en la alianza. Un alto compromiso en el acuerdo ayuda a tener una visión más a largo plazo del mismo, lo que incrementa la satisfacción al existir idea de continuidad y reduce el comportamiento oportunista (Anderson y Weitz, 1992), por lo que ayuda a incrementar el resultado de la alianza e incrementa la cooperación entre socios (Nakos y Brouthers, 2008). Estos autores, consideran que en las relaciones anteriormente mencionadas ostenta un papel moderador el control desarrollado en el acuerdo. El compromiso se percibe cuando existen altos niveles de confianza entre los socios, que compense la incertidumbre asociada al acuerdo (Kim, 2000) y sólo se creará si éstos consideran que obtendrán beneficios de la relación. De este modo, es necesario desarrollar una responsabilidad personal para satisfacer los intereses y expectativas de los socios y generar interdependencias entre ellos (Rodríguez y Wilson, 2002). El compromiso es fundamental para alcanzar el éxito (Morgan y Hunt, 1994; Davenport, Davies y Grimes, 1999; Perry et al., 2004; Nakos y Brouthers, 2008), debiendo cumplir las siguientes características para que se mantenga entre los socios: a) ser realista y, por lo tanto, debe estar sujeto a un cuidadoso cálculo y control; b) investigar las salvaguardas legales para que el socio no incumpla el contrato en la fase inicial del acuerdo; y c) redactar por escrito el contrato de tal modo que no existan ambigüedades. Cullen et al. (2000) apuntan que el compromiso permite que un acuerdo cooperativo que atraviese un periodo de intercambios desigual entre los socios continúe en el tiempo. 4. METODOLOGÍA EMPLEADA EN LA INVESTIGACIÓN El sector agroalimentario incluye la producción primaria e industrial de bienes con destino a la alimentación humana y animal. Tiene una gran importancia en aspectos relevantes como el equilibrio territorial, la conservación del medio ambiente y la seguridad alimentaria. Es el tercer sector en contribución al resultado del ejercicio y el primero con respecto al importe neto de la cifra de negocios. Sin embargo, en los últimos años se ha reducido su relevancia frente a otros sectores emergentes. Por ello se tratan de buscar nuevas estrategias que garanticen su futuro. Para seleccionar las empresas que componen la población se procedió a realizar una revisión de los periódicos económicos de tirada nacional Cinco Días y Expansión (2001-2005). Así, se seleccionaron 281 empresas del sector agroalimentario español que habían desarrollado alguna alianza. Se realizó un cuestionario y un pre-test para mejorar la calidad de la información solicitada. Posteriormente, se les envió sucesivas encuestas y se mantuvo contacto con ellas durante varios meses. Se les pidió que cumplimentaran el cuestionario en función de su acuerdo cooperativo más relevante desde el punto de vista estratégico. La ficha técnica de la investigación queda recogida en la Tabla 3. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 ISSN: 1135-2523 89 Sánchez de Pablo, J. D.; Jiménez Estévez, P. Tabla 3. Ficha técnica de la investigación Población 281 empresas del sector agroalimentario español Tamaño muestral 52 empresas Unidad de análisis Empresa Acuerdo cooperativo analizado Mayor relevancia desde el punto de vista estratégico Procedimiento del Muestreo De conveniencia (unidades accesibles o favorables) Tasa de respuesta 18,5% Error muestral ± 12,29 % (para p=q=50%, caso más desfavorable) Nivel de confianza 95% Fecha realización del trabajo de campo Abril-Diciembre 2006 Tratamiento de datos SPSS 14.0 Con respecto al modo de medir las variables, señalar que los motivos analizados en el segundo apartado de este trabajo se evaluaron a través de una escala Likert de 7 puntos (1: importancia inicial muy baja; 7: importancia inicial muy alta). Por su parte, para evaluar la confianza preguntamos a los encuestados sobre su conformidad con tres ítems, siguiendo una escala Likert de 7 puntos (1-totalmente en desacuerdo; 7- totalmente de acuerdo), que fueron propuestos por Sullivan y Peterson (1982) y Han (1991): a) tengo plena confianza en la información que nos proporciona nuestro socio; b) nuestro socio es perfectamente honesto y creíble; y c) tengo la expectativa de que las relaciones con nuestros socios serán beneficiosas. En cuanto al compromiso, se analizó el esfuerzo que está dispuesto a realizar el socio para mantener la relación. Para valorarlo se escogieron dos ítems del trabajo de Rodriguez y Wilson (2002): a) estoy dispuesto a incrementar mi grado de esfuerzo para que la alianza cumpla las condiciones que la hagan exitosa; y b) mi rendimiento en la alianza es eficiente. El objetivo de nuestro trabajo es estudiar si en los acuerdos cooperativos que se producen en el sector agroalimentario español existen diferentes niveles de confianza y compromiso en función del motivo que originan su formación. Para ello aplicaremos un ANOVA y un contraste a posteriori del mismo. Antes de aplicar dicho contraste se procedió a desarrollar una técnica de reducción de datos con el objeto de agrupar los diferentes motivos de la cooperación (Tabla 4). Para ello realizamos un análisis factorial de componentes principales con rotación varimax sobre los cinco motivos, obteniendo dos factores: 1) aumento eficiencia y competitividad y 2) acceso y adquisición de los activos del acuerdo y satisfacción del cliente. Tabla 4. Análisis factorial Variable Factor 1 Factor 2 Comunalidades Aprendizaje -0,092 0,901 0,820 Acceso a recursos y capacidades complementarias -0,034 0,590 0,560 Aumentar poder competitivo 0,844 -0,150 0,736 Reducción de costes/Aumento de la eficiencia 0,854 0,166 0,757 Satisfacción de Clientes 0,405 0,681 0,628 % Varianza explicada 32,315 31,680 Total= 63,995 90 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 Relación entre la confianza y el compromiso generados en un acuerdo cooperativo y los motivos para su formación Tomando como base dichos factores, realizamos un análisis de conglomerados jerárquicos para agrupar a las empresas de la muestra. Tras el análisis del gráfico de dispersión y dendograma correspondientes, consideramos que existen tres grupos: 1º. Se agrupan 28 empresas con una puntuación alta en ambos factores. En principio, al tener una importancia elevada en todos los motivos deberían tener asociados mayor nivel de confianza y compromiso por la dificultad que implican. 2º. Las 18 empresas que engloba este conglomerado tienen como característica común la elevada importancia que poseen los motivos de eficiencia de la empresa y de incremento de la competitividad, y la reducida puntuación obtenida en los motivos relacionados con el acceso y adquisición de activos. 3º. El grupo menos numeroso representa 6 empresas con unas características inversas al grupo anterior, es decir, con altas valoraciones para el factor 2 y reducidas puntuaciones para el factor 1. Con el objeto de detectar posibles diferencias significativas entre los factores se realizó una comparación de medias entre los diferentes clúster. Para la variable confianza, si analizamos el contraste de Levene mostrado en la tabla 5, comprobamos que no existe homogeneidad de varianzas entre grupos, por lo que no podemos aplicar el estadístico F. Por tanto, para poder averiguar si existen diferencias significativas entre medias aplicamos el contraste de Games-Howell2. Como era de prever, aquellas empresas con una importancia alta en ambos factores ostentan un nivel de confianza significativamente mayor que aquellas que dentro de sus prioridades no entra el aprendizaje, la transferencia de conocimiento y la satisfacción del cliente. Es de destacar que no existen diferencias significativas entre los grupos 1 y 3, es decir, a diferencia de lo anterior, la escasa relevancia para un acuerdo del incremento de la eficiencia y competitividad no implica un significativo menor nivel de confianza. Tabla 5. Análisis de conglomerados Variables Confianza Clúster 1; N= 28 2; N=18 3; N=6 6,1548 (0,14895) 5,0926 (0,29249) 4,7222 (0,86245) ( ) Desviaciones típicas * Significativa p < 0,05 Estadístico de Levene Post hoc (Games-Howell) 5,652** 2<1** ** Significativa p <0,01 Por su parte, también se presentan diferencias significativas en el nivel de compromiso adquirido en el acuerdo entre los distintos motivos que llevan a las empresas a cooperar (tabla 6). En esta ocasión existe homogeneidad de varianzas entre los distintos grupos, por lo que el estadístico de Levene no es significativo y, podemos obtener así el valor de F, que muestra diferencias significativas entre los grupos. Para saber que grupos presentan dichas divergencias, pasamos a realizar el contraste de Scheffé, obteniendo que el grupo que ostenta un alto valor para los dos factores en los que habíamos dividido los motivos de la cooperación obtiene un mayor compromiso que aquel donde el acceso y adquisición de activos y la satisfacción del cliente no son muy relevantes. Es obvio pensar que si es fundamental transferir conocimiento y aprender, está claro que entre los socios se debe crear un ambiente de compromiso para poder alcanzar los objetivos. Por tanto, se repite el resultado obtenido con la confianza. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 ISSN: 1135-2523 91 Sánchez de Pablo, J. D.; Jiménez Estévez, P. Tabla 6. Análisis de conglomerados Variables Compromiso Clúster 1; N= 28 2; N=18 3; N=6 6,0893 (0,17069) 5,0833 (0,28368) 5,4167 (0,45491) ( ) Desviaciones típicas Estadístico de Levene F Post hoc (Scheffé) 0,371 5,330** 2<1** * Significativa p < 0,05 ** Significativa p <0,01 5. DISCUSIÓN DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES Partiendo de la importancia de la confianza y el compromiso en la determinación del éxito de una alianza mostrada por trabajos previos, hemos tratado de analizar la relación de ambas variables con los motivos que llevan a las empresas a cooperar. Más concretamente, hemos detectado que las empresas que desarrollan alianzas donde todos los motivos tienen una importancia elevada obtienen mayores niveles de confianza y compromiso que aquéllas cuyos acuerdos tienen una importancia reducida del factor 2, es decir, del aprendizaje, acceso a recursos y capacidades complementarias y satisfacción del cliente. No ocurre así, sin embargo, para el conjunto de acuerdos con una importancia reducida del factor 1. De este modo, estamos proporcionando información sobre la relación que mantienen los motivos para cooperar con dos factores claves de éxito como son la confianza y el compromiso. Por tanto, los acuerdos cooperativos donde el aprendizaje, el acceso a recursos y capacidades complementarias y la satisfacción del cliente son importantes requieren para su funcionamiento mayor nivel de confianza y compromiso por parte de los socios debido a los riesgos más elevados que suponen. Por su parte, aquéllos que sólo tienen por objeto reducir costes y aumentar la eficiencia, tienen asociados menor nivel de compromiso y confianza, ya que sus niveles de interacción y de interdependencia son menores. Además, en la actual sociedad del conocimiento será fundamental para el futuro de la organización generar nuevo conocimiento que conduzca al desarrollo de innovaciones. Debido a la turbulencia del entorno, será menos arriesgado obtener dicho conocimiento de forma conjunta. De este modo, hemos de señalar que los objetivos relacionados con el acceso y adquisición (aprendizaje) del conocimiento obtuvieron en nuestro estudio un valor de importancia media superior. En cuanto a las limitaciones y futuras líneas de investigación que presentan nuestro estudio, señalar que los resultados sólo son generalizables a los acuerdos del sector agroalimentario español, por lo que sería adecuado ampliar el horizonte del estudio para poder generalizar resultados. También sería interesante desarrollar el estudio en sectores intensivos en tecnología para poder detectar posibles comportamientos heterogéneos. Además, estamos intentando analizar diversos factores de influencia directa sobre la confianza y el compromiso, para plantear estrategias que incrementen su valor. Con este objetivo, estamos diseñando el desarrollo de estudios de casos para poder identificar dichos factores y, posteriormente, realizar un nuevo estudio con el fin de comprobar si éstos influyen en el conjunto de la muestra. Además la confianza que se va generando en un acuerdo va a contribuir en el nivel de compromiso con el socio y con el acuerdo por lo que su valor va a aumentar en el largo plazo al reducirse el riesgo y los comportamientos oportunistas. Con el fin de poder analizar relaciones entre la confianza y el compromiso sería conveniente utilizar ecuaciones estructurales, ya que en la literatura se señala que la primera es fundamental para incrementar la segunda (Morgan y Hunt, 1994; Cullen et al., 2000; Perry et al., 2004; Lado et al., 2008). 92 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 Relación entre la confianza y el compromiso generados en un acuerdo cooperativo y los motivos para su formación 6. IMPLICACIONES PARA LA GESTIÓN La existencia de múltiples trabajos donde se analiza la eficiencia de la cooperación empresarial ha contribuido a que se haya generalizado en las últimas décadas. Sin embargo, su porcentaje de éxito es reducido. Por tanto, los directivos requieren información a priori sobre como planificar y desarrollar sus acuerdos cooperativos. En este sentido, el trabajo presentado trata de relacionar dos de los principales determinantes del éxito cooperativo (confianza y compromiso) con los motivos que tienen las empresas para cooperar. La literatura reconoce que sin confianza ni compromiso no se pueden realizar acuerdos cooperativos. Sin embargo, con los resultados obtenidos se comprueba que la relevancia de estas variables no es igual para todos los acuerdos y que la gestión de los mismos variará en función de dicha importancia. Cuando un acuerdo cooperativo esté relacionado con el acceso y adquisición de conocimiento requiere de un importante nivel de confianza y compromiso entre los socios. Para ello, las partes en la etapa inicial deberán dejar claro cuáles son sus objetivos estratégicos y analizar la compatibilidad de los mismos, para así evitar posibles comportamientos oportunistas en el futuro. Por tanto, la etapa inicial de este tipo de acuerdos es crucial y los directivos deberán dedicarle un tiempo considerable. Sólo cuando las bases del acuerdo estén bien asentadas y no exista ninguna duda sobre las actuaciones del socio, el acuerdo deberá comenzar. Sin embargo, los acuerdos cuyo principal objetivo es la reducción de costes o aumento de la eficiencia, pero que no requiere ni acceso al conocimiento del socio ni desarrollo de aprendizaje no necesita altos niveles de confianza y compromiso. En estos casos, el tiempo dedicado a las negociaciones entre los socios será menor y sólo se analizarán aquellos aspectos específicos que contribuyan a la mejora de la eficiencia. Según los resultados alcanzados, los directivos tienen la necesidad de crear y fomentar acuerdos que promuevan continuamente la generación de confianza y cooperación entre las partes, mientras que se protegen del comportamiento oportunista de los socios a través de un sistema de vigilancia del comportamiento y resultado de éstos. Este control se facilitará con el desarrollo de unos adecuados sistemas de comunicación, con el uso de incentivos que recompensen el comportamiento cooperativo y la confianza y con un sistema de penalizaciones para comportamientos oportunistas. De este modo, los directivos pueden contribuir a desarrollar acuerdos cooperativos con mayor duración potencial y mayores beneficios para las partes (Lado et al., 2008). Por tanto, la confianza y el compromiso son fundamentales para aquellos acuerdos donde es necesario crear rentas relacionales (Dyer y Singh, 1998) para poder adquirir el conocimiento de los socios, ya que la eficiencia de este tipo de acuerdos vendrá determinada en mayor medida por los activos específicos del acuerdo. Para la generación de los mismos los directivos deberán: a) entablar estrechas relaciones con sus socios; b) la rotación de los directivos deberá ser reducida para que el contacto entre las partes se de, en la medida de lo posible, entre los mismos empleados y así no mermar el capital social creado, sobre todo el nivel de confianza y compromiso; c) especificar claramente antes de desarrollar el acuerdo las aportaciones y la distribución de resultados para cada uno de los socios; d) establecer sistemas de control que analicen el comportamiento de los socios durante el desarrollo del acuerdo, lo que contribuirá a la generación de mayor confianza; y e) tener una clara visión en el largo plazo para alcanzar los objetivos previstos. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 83-96 ISSN: 1135-2523 93 Sánchez de Pablo, J. D.; Jiménez Estévez, P. NOTAS 1 No existe unanimidad a la hora de enumerar las dimensiones de las que consta el capital social (Adler y Kwon, 2002) pero las tres analizadas son las más empleadas en la literatura revisada. 2 Este método se basa en la distribución del rango estudentizado y en un estadístico T en el que, tras estimar las varianzas poblacionales suponiendo que son distintas, se corrigen los grados de libertad. Este método es el que mejor controla la tasa de error de entre aquellos que no exigen igualdad de varianzas (Pardo y Ruiz, 2002), y sus resultados se interpretan como el contraste de Scheffé. BIBLIOGRAFÍA ADLER, P., y KWON, S.W. (2002): “Social Capital: Prospects for a New Concept”, Academy of Management Review, Vol. 27, pp. 17-40. AGARWALL, R.; CROSON, R. y MAHONEY, J.T. (2010): “The Role of Incentives and Communicacion in Strategic Alliances: An Experimental Investigation”, Strategic Management Journal, Vol. 31, pp. 413-437. ANAND, B. N. y KHANNA, T. 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Los resultados sobre 136 organizaciones españolas de alta tecnología superaron las expectativas, puesto que demostraron, al mismo tiempo y sin efectos contrarios, la formación de una capacidad objetivo y de su homóloga relacionada. Las conclusiones y recomendaciones finales para la acción completan este trabajo. PALABRAS CLAVE: Complementariedad, Capacidades Relacionadas, Conocimiento Relacionado, Creación de Conocimiento, Recurso Humano, Flexibilidad. CLASIFICACIÓN JEL: M1, M2 FORMATIVE COMPLEMENTARITY IN THE ORGANIZATIONAL CAPABILITIES: KNOWLEDGE CREATION AND HUMAN RESOURCE FLEXIBILITY IN HIGH TECHNOLOGY FIRMS. ABSTRACT: In this study theorizes and researches empirically on an advanced frame of analysis of the capabilities formative processes and his formative complementarity degree, like point of split for an efficient management of the organizational capabilities. The results on 136 Spanish high technology organizations surpassed the expectations, since they showed, to the same time and without contrary effects, the generation of an objective capability and of his homologous related. The conclusions and final recommendations for the action complete this work. KEY WORDS: Complementarity, Related Capabilities, Relatedness Knowledge, Knowledge Creation, Human Resource, Flexibility. JEL CLASSIFICATION: M1, M2 1. INTRODUCCIÓN La complementariedad formativa es un concepto original en la literatura de la teoría de recursos y capacidades, que se estructura principalmente de la aplicación organizativa del conocimiento relacionado. Las empresas son complejos proyectos de gestión que pueden beneficiarse de la activación de sus particulares procesos relacionados de generación de valor. Para que esto suceda, es necesario que la empresa internalice sus fuentes de valor y las disponga para que sean utilizadas a lo largo de ella. De este modo, la dirección y gestión del proceso formativo de una fuente de valor adquiere el carácter esencial, expresamente, una vez que se ha reconocido ampliamente y consolidado en el foro internacional la complejidad intrínseca de su naturaleza1. En la teoría de recursos y capacidades, el término complementariedad tradicionalmente se ha asociado a una categoría de recursos, que son denominados recursos complementarios, según Teece (1986). Estos se caracterizan porque su valor pueda ser aumentado por la Pérez de Miguel, A.; Sáiz Bárcena, L. presencia de otros recursos. Según Wernerfelt (1984), sus efectos conjuntos tienen un mayor impacto que sus efectos individualmente, al combinarse el recurso complementario eficientemente con otro ya existente en la empresa. Actualmente, alrededor de la palabra complementariedad está surgiendo un gran interés, orientándose hacia la combinación exacta con otro recurso para lograr la máxima eficiencia operativa, para producir unos bienes dados o prestar unos servicios específicos, así, por ejemplo, se habla de la complementariedad tecnológica (Richey, Daugherty & Roath, 2007; Carlaw & Lipsey, 2002). De manera más concreta, la ausencia o exceso en uno de los recursos puede provocar que el resultado deseado no sea, en ningún término, alcanzable o posible. La complementariedad formativa tiene que considerar, igualmente, estas cuestiones al suponer como razonable la existencia de elementos formativos exclusivos entre capacidades relacionadas. La determinación del grado de complementariedad formativa entre capacidades se convierte así en el punto de partida de una eficiente gestión de capacidades, permitiendo la racionalización de los recursos, la generalización de los marcos formativos comunes, la identificación de los elementos formativos exclusivos y su dependencia, el inventario real de capacidades y las necesidades internas, la disponibilidad de las capacidades relacionadas y sus efectos, etc. En este trabajo se plantean los aspectos básicos sobre el conocimiento relacionado, para abordar seguida y adecuadamente la cuestión de la complementariedad formativa para capacidades relacionadas y su estudio para un caso. Particularmente, éste asocia los elementos formativos de las capacidades de creación de conocimiento y flexibilidad del recurso humano. Posteriormente se desarrolla el análisis empírico y se muestran los resultados obtenidos. Finalmente, se presentan las conclusiones y recomendaciones finales del estudio. 2. EL CONOCIMIENTO RELACIONADO Respecto al núcleo activo y dinámico de la complementariedad formativa, es decir la base de conocimiento relacionado, en muchos casos se ha confundido la relacionalidad con la similaridad entre mercados, productos, etc., ello constituye la causa más frecuente de sus aplicaciones erróneas. Esta confusión, principalmente, ignora los análisis de las posibles complementariedades, al no admitir explícitamente que los resultados pueden estar siendo condicionados, como consecuencia de que la similaridad está negativamente relacionada con la innovación (Tanriverdi, 2001). En otros casos, las cuestiones relativas a los productos y a los mercados han dominado a las relativas a la tecnología. Las complementariedades tecnológicas deberían haber sido consideradas en el proceso innovador, al demostrarse el impacto de las complementariedades del conocimiento en la calidad y cantidad de la innovación (Makri, 2003). Posteriormente, cuando una innovación es adoptada, ésta actúa como catalizador para desarrollar nuevas invenciones no previamente planificadas antes de la adopción, incrementándose las competencias de conocimiento tecnológico (Garcia, 2002). Bajo este marco, se redefinen y expanden los conceptos estratégicos, tales como productos, mercados y procesos, para hablar de conocimiento relacionado del producto, del cliente, o en ámbito directivo (Tanriverdi, 2001), así como de tecnología y ciencia (Makri, 2003). De esta forma, la gestión del conocimiento alcanzaría a la construcción deliberada, 98 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 Complementariedad formativa en las capacidades organizativas explícita y sistemática, de la renovación y aplicación del conocimiento, para maximizar la efectividad del conocimiento relacionado de la empresa y los retornos de sus activos de conocimiento (Bixler, 2000). Las empresas pueden desarrollar sinergias basadas en el conocimiento en función de la capacidad de sus recursos para ser utilizados a lo largo de la organización. En general, esto requiere de la experiencia en un campo concreto para poder generar nuevo conocimiento y beneficiarse del conocimiento en campos relacionados (Hedlund, 1994). Para aumentar el valor en diferentes posiciones se exige que estos recursos de conocimiento, además de ser estratégicos, deban ser relacionados. En función de esto, cuando una empresa opera en campos relacionados significa la existencia de nexos o factores comunes. En la medida en que mayor o más importante sea la base relacionada, mayores serán los efectos resultantes de la disposición de altos niveles de experiencia y, por tanto, mayor incentivo para que la empresa actúe directamente sobre ella. Ahora bien, normalmente, una función o competencia crítica identificada por la empresa será objeto de un gran desarrollo interno y, consecuentemente, se organizará para acumular su experiencia en la misma. En este contexto, la empresa está actuando directamente tanto en la base relacionada como en la base no relacionada de la función o competencia crítica. Es decir, la empresa está operando en los elementos relacionados, o, cuando menos, susceptibles de ser utilizados en su desarrollo, de una función o componente relacionado a su competencia crítica. Esto es especialmente interesante al implicar que, identificando de forma generalizada los elementos relacionados entre competencias, se puede avanzar hasta presentarse el índice guía de capacidades relacionadas. 3. LA COMPLEMENTARIEDAD FORMATIVA. APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE UN CASO Los propósitos de la complementariedad formativa son el acercamiento y redefinición del estudio de los procesos formativos de las capacidades clasificadas como relacionadas, y la investigación, identificación y ordenación de nuevas capacidades relacionadas formativamente. Para ello, se evalúa el grado de elementos formativos comunes respecto de los elementos formativos exclusivos para cada capacidad relacionada. Con este fin, primeramente, se valora la formación de la capacidad objetivo introduciendo su capacidad relacionada. Posteriormente, si el proceso justifica el desarrollo de la relacionada, se añaden sus elementos formativos, con el propósito de cuantificar el efecto de la complementariedad, destacar la base formativa relacionada, explicar las diferencias e identificar sus elementos formativos exclusivos. Cuando las organizaciones actúan, de forma planificada o no, para operar internamente con mayor eficiencia, y, consecuentemente, coordinan, disponen y activan todo lo necesario alrededor de una función estratégica, es decir, en torno a una capacidad determinante, pueden estar desarrollando indirecta y simultáneamente a través de los efectos en su base formativa, otra u otras capacidades relacionadas a la inicialmente desencadenada. El estudio de la complementariedad formativa es la etapa posterior del análisis formativo de una capacidad organizativa, por lo que en primer lugar debe establecerse dentro de un modelo2 que desarrolle estas capacidades. En nuestro caso, es el siguiente (Tabla 1). Paso Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 ISSN: 1135-2523 99 Pérez de Miguel, A.; Sáiz Bárcena, L. primero, identificación de la capacidad organizativa que se pretende conseguir. Coherente con las definiciones de capacidades dinámicas y competencias core, y aplicado a aquellas capacidades que realmente tienen efectos significativos sobre los resultados empresariales. Paso segundo, determinación de las características básicas del empleado que se relacionan con la presencia y desarrollo de la capacidad objetivo. Éstas son aquellas fundamentales o necesarias para que la capacidad organizativa pueda construirse. Paso tercero, diseño de las configuraciones de prácticas de recursos humanos que crean o influyen sobre las características de los trabajadores identificadas. Tabla 1. Complementariedad formativa de la capacidad relacionada a partir del proceso formativo de la capacidad objetivo Conforme a lo anterior, se formula la hipótesis de complementariedad formativa para capacidades relacionadas: La entidad que destina los recursos suficientes para desarrollar una capacidad organizativa objetivo, puede estar desplegando de forma paralela una capacidad o capacidades relacionadas con aquella, sin perjudicar la formación de la capacidad objetivo. La capacidad de creación de conocimiento (capacidad objetivo) y la capacidad de flexibilidad del recurso humano3 son capacidades relacionadas, principalmente, porque: (1) Comparten elementos de una base relacionada al estar fundamentadas en los 100 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 Complementariedad formativa en las capacidades organizativas componentes del desarrollo personal y comportamental, concretamente, en torno a los altos niveles competenciales y cognoscitivos. (2) Indistintamente, pueden exteriorizarse en el conocimiento relacionado del producto, del cliente, directivo, o de la tecnología y ciencia. (3) Si bien el concepto de flexibilidad, como capacidad, es distinto que el de creación de conocimiento, lo que implica cambios a través de reorganizaciones de recursos, la creación de conocimiento puede o no iniciar tales cambios, a partir del componente denominado habilidad para aprender4, a través de reconfiguraciones para expandir la base del conocimiento. Precisado esto, de la revisión de la literatura5 se pueden extraer las características generales que aplican el anterior modelo al proceso formativo de la capacidad de creación de conocimiento, y que pueden resumirse en las siguientes cuestiones: (1) El capital intelectual es la característica básica del empleado más significativa, y es una variable crítica tanto para el desarrollo de cualquier capacidad basada en las personas, como para los resultados empresariales. En este estudio, se establece formado por tres componentes, capital humano, social y organizativo, porque las investigaciones sugieren que una influencia en éstos permite a la organización crear y sostener ventajas competitivas, de manera independiente (Youndt & Snell, 1998), siendo uno más importante que los otros (Edvinsson & Malone, 1997), o a través de los efectos sinérgicos entre ellos (Reed, 2000). Las tecnologías de información y la disponibilidad de una tecnología adecuada a las tareas (factor tecnología /tarea) se presentan como un importante elemento a considerar. (2) Otras medidas de las características básicas del empleado, principalmente, motivación, abandono, entre otras, están significativamente relacionadas con la capacidad de creación de conocimiento, actuando como mediadores entre ésta y el sistema de prácticas de recursos humanos. Por otra parte, la difusión de la visión directiva contribuye al desarrollo y consolidación de esta capacidad organizativa (visión estratégica de conocimiento). (3) Diseño de las configuraciones. El sistema de prácticas de recursos humanos está formado por configuraciones que afectan a las características del empleado, según que la filosofía empresarial esté más orientada al aumento del compromiso, al incremento de la retención, a la contratación de trabajadores del exterior, al desarrollo interno de los empleados, a la mejora de los niveles de flexibilidad, etc. (4) En síntesis, todas estas variables van a influir indirectamente sobre los resultados a través de sus efectos en la capacidad de creación de conocimiento. Estas cuestiones conforman la aplicación del modelo descrito (Tabla 2), el cual se inicia a partir de cuatro variantes resultantes de la combinación de una configuración de prácticas de RRHH basada en el capital humano (orientada hacia la adquisición o atracción de empleados altamente formados de fuera de la organización, o hacia el desarrollo de la formación de los propios empleados existentes) con otra fundada en el comportamiento del empleado (orientada hacia el incremento de su motivación, o hacia su retención o disminución de su tasa de abandono). Y todo ello respecto a los resultados empresariales, estimado a través de la variable Percepción de Organización Innovadora6. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 ISSN: 1135-2523 101 Pérez de Miguel, A.; Sáiz Bárcena, L. Tabla 2. Complementariedad formativa de la capacidad de flexibilidad de recursos humanos a partir del proceso formativo de la capacidad de creación del conocimiento De este modo, la hipótesis que se contrasta en este trabajo es la siguiente: Destinar recursos al desarrollo de la capacidad de creación de conocimiento (capacidad objetivo), puede desplegar de forma paralela la capacidad de flexibilidad del recurso humano (capacidad relacionada), sin disminuir o dañar la formación de la capacidad objetivo. 4. METODOLOGÍA Y CONTRASTE DE LA COMPLEMENTARIEDAD FORMATIVA El proceso metodológico se ha llevado a cabo en un estudio empírico compuesto por 136 organizaciones españolas de alta tecnología, en el que participaron 267 empleados de I+D7, realizándose el correspondiente análisis relativo a las cuestiones psicométricas. Todas las variables presentadas, identificadas y desarrolladas a partir de la revisión de la literatura, responden de forma satisfactoria a los tests estadísticos propios de este tipo de estudios, utilizando el paquete estadístico SPSS (Statistical Package for Social Sciences) en su versión 11. 102 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 Complementariedad formativa en las capacidades organizativas Una vez finalizada la fase de recogida de datos8, a través del cuestionario y apoyado por entrevista guía, se codifican los ítemes (identificados en el Anexo A) y se examina la consistencia interna de las escalas con el estadístico alpha de Cronbach, resultando ser buenos instrumentos de medición, alpha9 medio de 0.774. Con el objetivo de reducir la dimensionalidad de las escalas se utiliza el análisis factorial de componentes principales con rotación varimax, como variables sintéticas no correlacionadas entre sí que aglutinan el mayor porcentaje de varianza explicada, y utilizadas como datos de entrada para los análisis de regresión posteriores (Zárraga, 2001; González, 1991). Para verificar la idoneidad y viabilidad de la realización del análisis factorial se aplican el test de esfericidad de Barlett y el test de Kaiser-Mayer-Olkin (KMO), cuyos resultados son favorables en todos los casos, además de obtener soluciones factoriales satisfactorias al explicar más del sesenta por cien de la varianza total10. El análisis factorial confirmatorio demuestra que las capacidades de creación de conocimiento y flexibilidad del recurso humano son medidas únicas y representativas de cada organización participante. Finalmente, para contrastar la hipótesis planteada en el marco del análisis del proceso formativo se empleó el análisis de regresión múltiple, concretamente, las regresiones de búsqueda secuencial denominadas jerárquicas, por etapas (paso a paso). Con este método se examina la contribución de cada variable predictor al modelo de regresión. Si atendemos a los resultados, en la Tabla 3 se muestran individualmente los elementos formativos principales de la capacidad de creación de conocimiento, destaca la significación de los todos los componentes del capital intelectual (capital humano, medido como años de educación, capital social y capital organizativo), y de todas las configuraciones de prácticas de RRHH incorporadas, y la especial relevancia de la motivación del empleado en comparación con el alcance del abandono del empleado. Tabla 3. Variable Dependiente: Capacidad creación de conocimiento (n=267) Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 ISSN: 1135-2523 103 Pérez de Miguel, A.; Sáiz Bárcena, L. En la Tabla 4 se describe, paso a paso, la entrada significante de todas las variables consideradas y, por tanto, cómo los efectos previamente significativos entre las variables no alcanzan a ser relevantes, o descienden de forma significativa, con cada nuevo paso. Es decir, los efectos de mediación11 son absorbidos por la variable entrante y, todo ello, se va acumulando en la proporción de la varianza explicada. Por ejemplo, si atendemos a los pasos 3, 4 y 5, la explicación proporcionada por la varianza se ve incrementada en un 13.1%. Así, en el paso 3 se introduce fuertemente la configuración compromiso, en el paso 4 lo hace la motivación del empleado de forma significante y recogiendo efectos principalmente de la anterior configuración. Finalmente, en el paso 5 con la incorporación del factor tecnología /tarea, tanto la configuración compromiso como la motivación del empleado pierden totalmente su significación. Tabla 4. Variable Dependiente: Percepción de organización innovadora (n=261) 104 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 Complementariedad formativa en las capacidades organizativas En el paso 8 de la Tabla 4 se reflejan las variantes validadas del modelo12, de las que es posible concluir lo siguiente: (1) Las configuraciones de prácticas de recursos humanos están significativamente relacionadas con las características del empleado. (2) La mayoría de estas características (componentes del capital intelectual13, y motivación) están significativamente relacionadas con la capacidad de creación de conocimiento, y actúan como mediadores entre ésta y las configuraciones. (3) El factor tecnología /tarea y la visión estratégica del conocimiento se comportan como mediadores intermedios. (4) En las variantes 1 y 2 del modelo, la visión estratégica del conocimiento y el capital social directamente influyen en la innovación de la empresa. (5) En las variantes 3 y 4 del modelo, directamente lo hacen la configuración desarrollo y el capital social. (6) El resto de las variables influyen indirectamente sobre la percepción de organización innovadora a través de sus efectos en la capacidad de creación de conocimiento. Para la medida del resultado, las variantes del modelo alcanzan respectivamente el 47.5%, 47.8%, 50.1% y 50.1% de varianza explicada. A continuación, en la Tabla 5, se recoge la presencia conjunta en el proceso formativo de las capacidades relacionadas. Esta tabla muestra todas las variantes14 que explican, al mismo tiempo, la capacidad de creación de conocimiento y la significación de la capacidad de flexibilidad del recurso humano. Todo ello, además, sin minorar la construcción de la capacidad inicial objetivo, si se examina con su valor en la Tabla anterior. Con esta inclusión, las variantes del modelo llegaron a alcanzar respectivamente el 50.1%, 50.2%, 51.6% y 52.2% de varianza explicada. Tabla 5. Variable Dependiente: Percepción de organización innovadora (n=261) En la Tabla 6, se relacionan los elementos formativos de la capacidad de flexibilidad del recurso humano, advirtiéndose, comparativamente con la capacidad de creación de conocimiento, cómo existe soporte para una base formativa relacionada. Los elementos formativos comunes que resultaron son: capital social, capital organizativo, motivación del empleado, y abandono del empleado; mientras que el elemento formativo exclusivo de la capacidad de flexibilidad del recurso humano fue la configuración flexibilidad. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 ISSN: 1135-2523 105 Pérez de Miguel, A.; Sáiz Bárcena, L. Tabla 6. Variable Dependiente: Capacidad flexibilidad del recurso humano (n=267) Finalmente, en la Tabla 7, se valora las variantes del modelo de formación de la capacidad de creación de conocimiento15, incorporando el elemento formativo exclusivo significativo de la capacidad de flexibilidad del recurso humano. La variable configuración flexibilidad entra significante (sig. 0.003) y se comporta, básicamente, como la configuración compromiso y la configuración retención, perdiendo totalmente su significación. La configuración desarrollo es, de nuevo, la más importante de todas ellas (sig. 0.024 final en las variantes 3 y 4). Aunque las variantes de los modelos obtienen un mayor efecto sobre la varianza explicada (debido al carácter de homogeneidad de los empleados I+D), curiosamente, la capacidad de flexibilidad RRHH disminuye ligeramente su significación media (de sig. 0.043 a sig. 0.078) mientras que la capacidad de creación de conocimiento se mantiene de forma similar (de sig. 0.011 a sig. 0.013). Tabla 7. Variable Dependiente: Percepción de organización innovadora (n=261) 106 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 Complementariedad formativa en las capacidades organizativas Por lo anterior, se concluye que los resultados que se obtienen son prácticamente similares, o peores, a los conseguidos aisladamente sin el elemento exclusivo. Nuevamente, el papel de mediación y significante de los elementos formativos comunes demuestra la existencia de la base formativa relacionada. El elemento formativo exclusivo, esto es la configuración flexibilidad, aunque con un papel representativo, es superado en términos de los resultados obtenidos de las capacidades a lo largo de las variantes del modelo analizado. La ausencia de sus efectos en la acción formativa conjunta sobre la capacidad de flexibilidad evidencia, en este caso, la existencia de una complementariedad formativa plena, en cuanto la formación y desarrollo expreso de esta capacidad de conocimiento conlleva inherentemente el mejor desarrollo de su capacidad relacionada de flexibilidad, y ello sin menoscabar en modo alguno su formación. Estas afirmaciones, por tanto, implican que la hipótesis de la complementariedad formativa es fuertemente respaldada. Esto es, en parte, porque los resultados validan y explican el proceso formativo de la capacidad de creación de conocimiento, como aplicación del modelo de desarrollo de capacidades propuesto (Tabla 1). Y, por otra parte, porque las capacidades de creación de conocimiento y flexibilidad de RRHH se han comportado como capacidades relacionadas, pero diferentes entre sí, y críticas. Es decir, el mantenimiento de sus efectos significantes respecto a la innovación confirma a estas capacidades como intangibles valiosos que contribuyen al éxito de las empresas tecnológicas. Más aún, lo mismo ocurre, y en mayor intensidad, con el capital intelectual, y, dentro de éste, destaca su componente relacional. El mantenimiento de sus efectos significantes respecto a los resultados reafirma la especial importancia del capital intelectual en las organizaciones y justifica su alta presencia en las investigaciones actuales. 5. LIMITACIONES Todas las investigaciones, y en especial en ciencias sociales, están sujetas a una serie de limitaciones. A continuación, se enumeran tanto las superadas como las no superadas, con sus respectivas recomendaciones. En primer lugar, en los estudios caracterizados por la recogida de datos prácticamente en el mismo momento temporal, existe el problema de la causalidad de las relaciones. Esta incertidumbre de carácter estático se remedia con la continuidad de unos datos recogidos con un corte longitudinal. Es decir, las variables participantes de las relaciones pueden, en algunos casos, estar colocadas inversamente, sin embargo, no se duda de las significaciones encontradas. Siendo esto lo realmente importante, porque esta investigación principia en la búsqueda de relaciones internas significantes no exploradas con anterioridad y, en los casos donde sí existían referencias, lo ha hecho en el mismo sentido que las investigaciones predecesoras revisadas. En segundo lugar, el número de preguntas incluidas en el pretest fue demasiado grande, lo que provocó una singularmente pequeña recepción de cuestionarios (2%). Esta importante barrera fue superada a través de la entrega y explicación directa del cuestionario en las ferias y cumbres tecnológicas visitadas y que, en parte, contrarrestaba otras limitaciones propias de este instrumento. De este modo, al apoyarse en una pequeña entrevista guía, el cuestionario se enriqueció de una información adicional y cualitativa fundamental, consecuencia del feedback relacionado con su recogida en mano, lográndose superar el techo muestral establecido sin necesidad de diezmar notablemente un cuestionario aún suficientemente amplio, técnico y complejo. En tercer lugar, los empleados I+D de perfil superior y técnico de cada organización, en general, son una parte minoritaria de la plantilla, y esto va a ser particularmente preocupante a Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 ISSN: 1135-2523 107 Pérez de Miguel, A.; Sáiz Bárcena, L. medida que se incremente el tamaño de la empresa. Proporcionalmente, cada vez va a ser más pequeña la porción que representen estos empleados elegidos. Dos aspectos reducen y mitigan parcialmente el impacto de esta limitación: (1) La muestra seleccionada de organizaciones tecnológicas contaba aproximadamente con un porcentaje medio de empleados I+D del 46.37%, muy superior a la de cualquier otro sector. (2) Las relaciones entre las características de los empleados y las capacidades no variaron significativamente entre las empresas grandes y las empresas pequeñas. A pesar de esto, puede ser recomendable ampliar el estudio a una mayor participación de trabajadores, de otras funciones, por cada organización participante. 6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES FINALES El estudio de la complementariedad formativa ha superado todas las expectativas creadas al demostrar válidamente la formación, al mismo tiempo y sin efectos contrarios, de una capacidad objetivo y de su capacidad relacionada, y la evidencia de una misma base formativa relacionada. Aunque en nuestro caso se trató de una complementariedad formativa plena, normalmente, se debería presentar bajo una complementariedad formativa gradual, al señalar más significativamente los elementos formativos exclusivos de la capacidad relacionada. Por otro lado, de los resultados obtenidos se concluye que, siguiendo la tendencia actual y recomendable de implantar la gestión del conocimiento, las empresas pueden disponer sus recursos en este marco para el desarrollo de ventajas competitivas sostenibles. Concretamente para la formación de la capacidad de creación de conocimiento, y, simultáneamente, desarrollar la capacidad de flexibilidad del recurso humano, como capacidad cada vez más valiosa y necesaria, habida cuenta de la mayor importancia e influencia en la empresa del entorno global, competitivo y tecnológico. En este sentido, a las empresas les interesa continuar como auténticos laboratorios de gestión, permanentemente probando, renovando e implantando las más modernas filosofías de gestión. Así se pueden convertir en las grandes beneficiarias de la gestión de las capacidades organizativas y del conocimiento relacionado. Cuanto más complejo y mayor número de recursos se involucren en el proceso formativo de una capacidad de alto rendimiento, más probablemente la empresa desarrollará simultáneamente las capacidades relacionadas de la capacidad objetivo, apropiándose, así, del valor sin contraprestaciones adicionales. El marco de análisis basado en el seguimiento secuencial de los elementos formativos de las capacidades emparejadas propicia que los escenarios particularmente potenciales, favorables o detractores, en el desarrollo de la capacidad objetivo presentada, como el tipo de estrategia, la implantación de la gestión del conocimiento, la cultura organizativa, y el entorno específico de los equipos de trabajo, puedan ser específicamente estudiados. Igualmente interesante es la ampliación a nuevos elementos formativos, para la concreción de la base formativa relacionada y de los caracteres exclusivos. Esto puede ofrecer la posibilidad tanto de reexaminar las capacidades tratadas en este trabajo, como para otras capacidades objetivo y sus respectivas relacionadas. Este trabajo presenta y demuestra la existencia de un grado efectivo de complementariedad formativa para un caso de dos capacidades relacionadas, de creación de conocimiento y flexibilidad del recurso humano. Esto establece el punto de partida para la extensión, consolidación y generalización de su marco teórico y aplicaciones (bases formativas relacionadas, gestión de elementos exclusivos, análisis del grado de la complementariedad...), inicialmente, para capacidades claramente identificadas como relacionadas, pero decisiva y potencialmente interesante para capacidades aparentemente no relacionadas, en cuanto su información puede ser inesperada y valiosa para su clasificación y gestión como capacidad relacionada formativamente. 108 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 Complementariedad formativa en las capacidades organizativas NOTAS 1 Caracterizada en torno a su condición valiosa, lo que permite una importante contribución al valor percibido por el cliente, condición competitivamente rara o única, condición inimitable, proporcionando una oportunidad para un mercado nuevo, y condición sostenible (Hamel, 1994; Leonard-Barton, 1992; Barney, 1991; Grant, 1991). 2 Diseñado de forma coherente a partir de la literatura sobre mecanismos mediadores entre las prácticas de recursos humanos y los resultados empresariales. Véanse los trabajos de Collins, Smith & Clark (2005), Kamoche (1996), Wright, McMahan & McWilliams (1994), entre otros. 3 Se define como la habilidad del sistema de RRHH para utilizar los comportamientos existentes de los empleados de forma variada, a través de nuevas combinaciones y configuraciones, usando prácticas de recursos humanos relevantes (Bhattacharya, 2000; Wright & Snell, 1998). Véanse adicionalmente los trabajos de Bhattacharya, Gibson & Doty (2005), Teece, Pisano & Shuen (1997), Sánchez (1995), Upton (1995), entre otros. 4 La creación de nuevo conocimiento es el resultado de la capacidad colectiva de los trabajadores para intercambiar y combinar su conocimiento, y la capacidad de aprender unos de otros, lo que depende de cinco factores: Acceso a la información, reflexión de las acciones pasadas, capacidad para absorber el conocimiento, habilidad para aprender, y percepción de valor (Collins, 2000). 5 Véanse los trabajos de Akgün, Keskin, Byrne, & Aren (2007), Bernhard & Snejina (2007), Katou & Budhwar (2006), Collins & Smith (2006), Byounggu, Poon & Davis (2006), Shy-Mei (2006), Kangas (2006), Ravasi & Schultz (2006), Zárraga (2001), Collins (2000), Dyer & Shaffer (1998), Youndt & Snell (1998), Pennings, Lee & Witteloostuijn (1998), Delery (1998), Becker & Gerhart (1996), Snell, Youndt & Wright (1996), Snell & Dean (1992), entre otros. 6 Elaborada mediante brainstorming alrededor de la cantidad media de innovaciones (sobre un periodo de 4 años). Orientada en la visión interna de la innovación, trata de capturar sus distintas dimensiones dentro de la organización y, de este modo, permitir un mejor acercamiento al estudio pormenorizado de los procesos formativos de las capacidades. 7 Universo de referencia: Empleados de Alta Tecnología (AT): 1.450.950 Empleados de I+D: 76.851 Empresas con centros I+D de AT: 2.319 Empleados de I+D en empresas AT: 48.344 Empleados de I+D nivel superior: 43,2% Empleados de I+D nivel técnico: 56,8% Datos promedio de los años 2001-2004. Fuente: Instituto Nacional de Estadística Fórmula para Población finita < 100.000: n = p * q * N * σ2 / E2 * (N-1) + σ2 * p * q N = Número de elementos del universo σ2 = Nivel de confianza elegido; σ (entre –2 y +2). Confianza = 95% (riesgo = 5%) p = % de la característica en el universo; q = 100 – p; p = q = 0,5 E = Error de estimación permitido = 6% n = Tamaño de la muestra = 265 8 La inexistencia de un censo de la población objetivo impide la selección a través del muestreo aleatorio, dejando el muestreo por conveniencia como opción posible. Por otra parte, a través de la segmentación de la muestra en los grupos definidos de la población, empleados I+D de niveles superior y técnico, se alcanza el techo muestral establecido y se supera la representatividad mínima (respuestas de 84 participantes independientes para que el análisis de regresión detecte las relaciones, conforme al criterio de Tanriverdi (2001): nivel de poder de 0.8, alpha de 0.05, efecto medio del tamaño de 0.15 y cuatro variables independientes). E implica la elaboración de dos cuestionarios diferenciados para cada empresa participante. 9 Este estadístico varía entre cero y uno, y su mayor fiabilidad se alcanza a medida que más se aproxima a uno. Las escalas de las variables presentaron los siguientes valores: configuración desarrollo (0.759), adquisición (0.779), compromiso (0.795), retención (0.625), flexibilidad (0.758), motivación (0.773), abandono (0.863), capital social (0.811), capital organizativo (0.816), capacidad creación de conocimiento (0.801), capacidad flexibilidad RRHH (0.862), percepción de organización innovadora (0.706), visión estratégica de conocimiento (0.807), factor tecnología /tarea (0.684). 10 Así, por ejemplo, el nivel de varianza explicada (63.9%), el test de esfericidad de Barlett (587,556 con significación del 0.000) y el test KMO (0.879) avalan la solución factorial, resultados e idoneidad del análisis de componentes principales del factor capital intelectual. Se confirma su estructura interna, sus tres componentes coinciden con cada uno de sus elementos formativos. Y se agrega como variable con alta fiabilidad (alpha de Cronbach de 0.875) porque se considera imprescindible su cuantificación global a modo de clarificar el signo dominante con el resto de las medidas. 11 La mediación contribuye al entendimiento de las relaciones al explicar sobre el cómo y por qué los efectos ocurren, al asumir que los efectos de una variable, X, sobre otra, Y, están al menos parcialmente mediatizados por una tercera, Z. El efecto total, en Y, es la suma de los efectos directos e indirectos, de X y Z, modificando la relación causal al añadir dirección y magnitud (Baron & Kenny, 1986). 12 Resultados para el resto de las variantes (el abandono del empleado no es significante): Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 ISSN: 1135-2523 109 Pérez de Miguel, A.; Sáiz Bárcena, L. Variante 2: Adquisición + Retención CCC (sig. 0.011) con R2 Adj. = 0.485. Variante 3: Desarrollo + Retención CCC (sig. 0.013) con R2 Adj. = 0.508. Variante 4: Desarrollo + Compromiso CCC (sig. 0.022) con R2 Adj. = 0.516. 13 Componentes del Capital Intelectual (similar para el resto de las variantes): Años de experiencia (sig. 0.082) al entrar, y queda no significante. Años de educación no es significante. Capital Organizativo (sig. 0.087) al entrar, y queda no significante. Capital Social (sig. 0.012) al entrar, y queda significante (0.047). 14 Resultados para el resto de las variantes: Variante 2: CCC (sig. 0.011) y CFR (sig. 0.027) con R2 Adj. = 0.502. Variante 3: CCC (sig. 0.013) y CFR (sig. 0.080) con R2 Adj. = 0.516. Variante 4: CCC (sig. 0.010) y CFR (sig. 0.044) con R2 Adj. = 0.522. 15 Resultados para el resto de las variantes: Variante 2 + Flexibilidad CCC (sig. 0.015) y CFR (sig. 0.078) con R2 Adj. = 0.524. Variante 3 + Flexibilidad CCC (sig. 0.018) y CFR (sig. 0.067) con R2 Adj. = 0.542. Variante 4 + Flexibilidad CCC (sig. 0.009) y CFR (sig. 0.088) con R2 Adj. = 0.552. BIBLIOGRAFÍA AKGÜN, A.E., KESKIN, H., BYRNE, J.C. & AREN, S. (2007). Emotional and learning capability and their impact on product innovativeness and firm performance. Technovation, Vol. 27, Issue 9, September, 501-513. BARNEY, J.B. (1991). Firms resources and sustained competitive advantage. Journal of Management, 17, 99-120. BARON, R.M. & KENNY, D.A. (1986). The moderator-mediator variable distinction in social psychological research: Conceptual, strategic, and statistical considerations. Journal of Personality and Social Psychology, 51, 1173-1182. BECKER, B.E. & GERHART, B. (1996). The impact of HR management on organizational performance: Progress and prospects. Academy of Management Journal, 39, 779-801. BERNHARD, N. & SNEJINA, M. (2007). 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Las evaluaciones del resultado son usadas para planificar el desarrollo de habilidades y de la formación. Formamos para manejar una amplia variedad de situaciones. CONFIGURACIÓN DE ADQUISICIÓN Plan en vigor que encuentra las necesidades de habilidades del RRHH. Desarrollamos un gran conjunto de solicitantes para cubrir los puestos vacantes. Salarios iniciales más altos que los competidores para atraer candidatos. Gastamos una importante cantidad de dinero para asegurarnos que contratamos a la persona adecuada. Elegimos y formamos a los responsables de contratar a nuestro nuevo personal. CONFIGURACIÓN DE MOTIVACIÓN La organización es un ejemplo en política salarial clara, equitativa y justa. Los trabajadores son hechos conscientes de sus oportunidades de promoción interna. Los individuos tienen múltiples carreras profesionales dentro de la organización. Los candidatos internos son tenidos en consideración sobre los candidatos externos para las vacantes de trabajo. Los planes de incentivos están basados primordialmente en el resultado de la organización y /o de su grupo de trabajo. La compañía ofrece incentivos por nuevas ideas. Permitimos a los empleados llevar ropa informal al trabajo. Participación de los empleados sobre cómo su trabajo es estructurado. El trabajador tiene un recibimiento especial en su primer día. Seguimiento diferenciado para los nuevos trabajadores durante sus primeros meses. La organización se esfuerza en tener líderes comunicativos. Nuestros trabajadores se ayudan unos a otros Existen relaciones cooperativas entre los empleados y la dirección. CONFIGURACIÓN DE RETENCIÓN Seleccionamos a los individuos en base a un ajuste global con la compañía. Nuestros empleados claramente se identifican con la cultura de la organización. Los trabajadores recién llegados disponen de ayudas para facilitarles su incorporación. Patrocinamos acontecimientos sociales y actividades exteriores –equipos de deporte, campeonatos...para que los empleados se conozcan y se relacionen. Ofrecemos salarios más altos que los competidores para retener a los empleados. CONFIGURACIÓN DE FLEXIBILIDAD Seleccionamos basándonos en su capacidad para aprender nuevas habilidades. Formamos para adaptarse a situaciones de trabajo diferentes. La mayoría de los empleados hacen distintos tipos de trabajo Ofrecemos muchos tipos diferentes de programas de formación. Usamos solamente trabajadores temporales para acomodar las fluctuaciones puntuales en el volumen de trabajo. 112 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 Complementariedad formativa en las capacidades organizativas Se está haciendo un esfuerzo para ofrecer formación online. Permitimos a los trabajadores trabajar con horarios flexibles. La entidad está haciendo un esfuerzo en desarrollar el autoservicio del empleado. En periodo de baja demanda, se tendrá en cuenta el descenso generalizado de las horas y el reparto del trabajo. “Memoria” de la organización, una nueva herramienta que intentamos controlar. A los grupos y equipos se los dota de autonomía para dirigirse por sí mismos. CAPACIDAD DE CREACIÓN DE CONOCIMIENTO Mis compañeros y yo nos reunimos frecuentemente para tratar ideas relacionadas al trabajo y nuevos desarrollos. Mis compañeros y yo creemos que, mediante el intercambio y la combinación de ideas, los empleados podemos crear valor para la empresa. Mis compañeros y yo estamos siempre dispuestos a discutir sobre nuevas ideas. Mis compañeros y yo aprendemos unos con otros diariamente. Mis compañeros y yo somos expertos en combinar e intercambiar ideas para resolver problemas /crear oportunidades. Mis compañeros y yo somos reacios a repartir nuestras ideas individuales para sugerir nuevas ideas, productos o servicios. (-) Los empleados en mi compañía han aprendido a efectivamente obtener sus ideas y conocimiento. CAPACIDAD DE FLEXIBILIDAD DE RECURSOS HUMANOS Nuestros trabajadores son capaces de, desarrollando nuevas habilidades, usarlas a c/p. Nuestros trabajadores pueden cambiar a nuevos trabajos en la empresa en poco tiempo. Nuestra empresa es capaz de encontrar nuestra demanda de nuevas habilidades mediante la formación o el traslado de trabajadores existentes. Los empleados cambian la manera en la que trabajan cuando es necesario. Nuestros trabajadores responden a las situaciones cambiantes a c/p. La flexibilidad de los hábitos de trabajo de nuestros empleados nos ayuda a cambiar de acuerdo con las demandas del mercado. Modificamos nuestros sistemas de RRHH para mantener el mismo ritmo competitivo que el entorno cambiante. Nuestros parámetros para las prácticas de RRHH están diseñados para rápidamente adaptarse a las cambiantes demandas de la actividad. La flexibilidad de nuestras prácticas de RRHH nos ayuda a ajustarnos a las demandas cambiantes del entorno. VISIÓN ESTRATÉGICA DEL CONOCIMIENTO Hay un alto grado de consenso entre nuestro equipo directivo sobre el importante papel del conocimiento. Hay un fuerte sentimiento en nuestro equipo directivo a cerca que existe una visión común del desarrollo del conocimiento. Nuestro equipo directivo es consciente de las implicaciones en los negocios de la creación de conocimiento. Es característica de la organización ayudar para que todos sus miembros puedan desarrollar totalmente su potencial. La organización está haciendo un esfuerzo en desarrollar un eficaz sistema de información y comunicación general. TECNOLOGÍA /TAREA Mis compañeros y yo “reconocemos” cuando trabajamos con información especialmente valiosa para la empresa. Valoramos la información y la comunicación en tiempo real. Nos reunimos para interpretar la información clave. La interpretación adoptada es distribuida en la organización. La tecnología que disponemos es, propiamente, la apropiada. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 ISSN: 1135-2523 113 Pérez de Miguel, A.; Sáiz Bárcena, L. CAPITAL HUMANO Nivel de formación académica. Años de experiencia profesional en el sector. CAPITAL ORGANIZATIVO Documentan el conocimiento en manuales, bases de datos... Realizan esfuerzos para adaptarse a la tecnología disponible. Adaptan el software y los sistemas informáticos centrales. Han alcanzado la relación de alta calidad con sus compañeros. Protegen el conocimiento e información vital para prevenir la pérdida ante la eventual marcha de personal clave. CAPITAL SOCIAL Líderes comunicativos con empleados dispuestos a ayudarse. Distribuyen los recursos y la información importante. Tienen capacidad para reunirse regularmente con clientes y proveedores para desarrollar soluciones. Mantienen contactos cara a cara e intercambian ideas con empleados de diferentes áreas de la organización. Mantienen contactos cara a cara e intercambian ideas con empleados de diferentes plantas de la organización. FACTOR DE MOTIVACIÓN DEL EMPLEADO Enfatizo a mis amigos que esta organización es un gran lugar para trabajar. Estoy contento de elegir esta organización sobre las otras a las que consideré. Realmente me preocupa el destino de esta organización. Hay expectativas en esta organización que los trabajadores revelarán completamente la información crítica a los demás. Los trabajadores en esta organización no se apoyan unos con otros cuando se cometen errores. (-) En general, mis compañeros y yo esperamos que cooperaremos unos con otros. Mis compañeros y yo estamos involucrados muy personalmente en el trabajo. Mis compañeros y yo a menudo hacemos trabajo extra que no forma parte de nuestro trabajo. Mis compañeros y yo estamos dispuestos a aplicar todas nuestras habilidades para completar el trabajo. ABANDONO DEL EMPLEADO La probabilidad de que mis compañeros busquen activamente un nuevo trabajo en el próximo año es alta. Mis compañeros y yo a menudo pensamos en renunciar. Mis compañeros probablemente buscarán un nuevo trabajo el próximo año. PERCEPCIÓN DE ORGANIZACIÓN INNOVADORA Innovación organizacional –Director de RRHH (2004). Innovación organizacional –Empleado Principal (2004). Innovación organizacional –Empleado Principal (2001-03). Porcentaje de plantilla tecnológica –productos y servicios. Rapidez de innovación frente a la competencia. Cantidad de innovación frente a la competencia. Porcentaje proyectos I+D (2001-04). 114 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 97-114 Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135, ISSN: 1135-2523 FACTORES DETERMINANTES DE LA UTILIZACIÓN DE LAS SPIN-OFFS COMO MECANISMO DE TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO EN LAS UNIVERSIDADES Beraza Garmendia, J.M. Rodríguez Castellanos, A. Universidad del País Vasco Recibido: 2 de septiembre de 2009 Aceptado: 25 de febrero de 2010 RESUMEN: Si bien tradicionalmente las vías utilizadas para la transferencia del conocimiento generado en las universidades han sido la publicación de los resultados de investigación en revistas científicas y los contratos con las empresas, en los últimos tiempos se está extendiendo la utilización de otros dos mecanismos: la concesión de licencias a las empresas y la creación de spin-offs. El presente trabajo, por medio de una revisión de la literatura, trata de identificar los factores determinantes de la utilización de las spin-offs como mecanismo de transferencia. Los factores identificados son los siguientes: el interés del investigador, el sistema de incentivos existente en la universidad, las características de la tecnología explotada, el área académica origen de la invención, las características del sector industrial en el que se va a explotar la tecnología, la posible mayor rentabilidad a obtener con este mecanismo de transferencia y las características de las unidades de transferencia de conocimiento universitario. PALABRAS CLAVE: Transferencia de Conocimiento, Licencias, Spin-offs Universitarias, OTRI, Universidad. CLASIFICACIÓN JEL: O32, L26. DETERMINANT FACTORS OF THE USE OF SPIN-OFFS LIKE MECHANISM OF KNOWLEGDE TRANSFER IN THE UNIVERSITIES ABSTRACT: Although traditionally the roads used for the transfer of the knowledge generated in the universities have been the publication of the investigation results in scientific magazines and the contracts with the companies, in the last times he/she is expanding the use of other two mechanisms: the concession of licenses and the spin-offs creation. The present work, by means of a revision of the literature, is about identifying the decisive factors of the use of the spin-offs like transfer mechanism. The identified factors are the following ones: the investigator's interest, the existent system of incentives in the university, the characteristics of the exploited technology, the area academic origin of the invention, the characteristics of the industrial sector in which will exploit the technology, the bigger possible profitability to obtain with this transfer mechanism and the characteristics of the units of transfer. KEY WORDS: Technology Transfer, Licenses, Academic Spin-offs, OTT, University. JEL CLASSIFICATION: O32, L26. 1. INTRODUCCIÓN En una economía globalizada y altamente competitiva como la actual ha ganado aceptación la idea de que la salud económica y social de cualquier sociedad depende de su capacidad de incorporar conocimiento científico y tecnológico. En este contexto, toma pleno sentido la colaboración entre las instituciones productoras de conocimientos científico y tecnológico, tales como las universidades y centros de investigación, y los demás sectores de la sociedad, en especial las empresas y las administraciones públicas. De ahí surge un sistema de innovación que vincula la ciencia y la tecnología con el desarrollo socioeconómico, sustentado en la interacción entre tres agentes fundamentales: universidades e instituciones de investigación, empresas y gobiernos (Etzkowitz y Leydesdorff, 2000). Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. En este nuevo ambiente de innovación, se están sucediendo numerosas experiencias de interacción entre estos agentes a fin de satisfacer las necesidades que cada uno tiene. Como consecuencia, la colaboración de la universidad con agentes externos deja de ser una actividad fundamentalmente informal, como acontecía en el pasado, para adquirir un carácter mucho más formal, frecuente y planificado, regida por contratos; adicionalmente, en la medida en que esta colaboración con los demás agentes se intensifica, se produce la evolución de la misma hacia formas más complejas, de manera que los papeles tradicionales desarrollados por cada uno de ellos cambian al asumir algunos actores el papel de los otros, al menos parcialmente. Así, la transferencia de conocimiento mediante estudios, proyectos bajo contrato, investigación en colaboración, creación de empresas de base tecnológica resultado de investigaciones, explotación de patentes, etc., se convierte en una actividad básica de la universidad (European Commission, 2002); y en consecuencia, la transferencia de conocimiento científico y tecnológico a la industria ha ido adquiriendo peso como indicador de competitividad, y ha traído consigo que la universidad adopte un papel activo, que potencie la relación universidadempresa y la transferencia de conocimiento. Por estas razones, en los últimos años los gobiernos de los países desarrollados han establecido regímenes de propiedad intelectual e industrial que conceden la titularidad de los resultados de la investigación financiada con recursos públicos a las propias universidades, se han creado las oficinas de transferencia de tecnología, que gestionan las patentes y la negociación y concesión de licencias, y otras estructuras como los centros de investigación mixtos, parques científicos e incubadoras de empresas que, de una u otra forma, facilitan la transferencia de conocimiento al sector productivo (Cotec, 2003). En este contexto, la observación de diversas experiencias internacionales1 ha destacado la importancia de la creación y desarrollo de empresas de tecnología avanzada como una manera de transferir conocimiento del entorno científico-tecnológico al empresarial (Doutriaux, 1984, Autio, 1997; Storey y Tether, 1998; Callan, 2001; OCDE, 2001; European Commission, 2002; Solé, 2002; Shane, 2004; Fernández, Trenado, Ubierna y Huergo, 2007; Vendrell y Ortín, 2008) y la necesidad de su estímulo mediante la constitución de estructuras de apoyo y el fomento de redes (McQueen y Wallmark, 1991; Mustar, 1997; UNISPIN, 1999; Schutte, van der Sijde y van Tilburg, 2001; Golob, 2003; Shane, 2004; Solé, 2005; Helm y Mauroner, 2007). Esta importancia creciente de la transferencia de conocimiento universitaria, en general, y de la creación de spin-offs2, en particular, para ayudar al sector empresarial a lograr un aumento de las innovaciones y del desarrollo económico y social, han aumentado el interés académico por el tema. Así, es creciente el número de estudios sobre el proceso de transferencia tecnológica desde las universidades a las empresas (Matkin, 1990; Arora, 1995; Autio, 1997; Chiesa y Piccaluga, 2000; Condom, 2003; Cotec, 2003; Lockett, Wright y Franklin, 2003; Siegel, Waldman y Link, 2003; Shane, 2004), y en concreto sobre los factores que favorecen la utilización de la creación de empresas como mecanismo de transferencia de conocimiento (Doutriaux y Dew, 1992; Lowe, 1993; Bray y Lee, 2000; Shane, 2001a, 2001b, 2004; Thursby, Jensen y Thursby, 2001; Feldman, Feller, Bercovitz y Burton, 2002; Lowe, 2002; Goldfarb y Henrekson, 2003; Bekkers y van der Steen, 2003; Di Gregorio y Shane, 2003; Chukumba y Jensen, 2005; Markman, Phan, Balkin y Gianiodis, 2005; Powers y McDougall, 2005; Macho-Stadler, Pérez-Castrillo y Veugelers, 2006)3. Aunque estos trabajos han incrementado considerablemente los conocimientos sobre este ámbito de estudio, en 116 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… general, se observa que los mismos se han centrado en una dimensión particular, lo que pone de manifiesto la importancia de dar una visión de conjunto, debidamente estructurada. El presente trabajo, por medio de una revisión de la literatura académica más relevante, trata de resolver esta última cuestión. Además, la identificación de estos factores facilitará la determinación de la conveniencia de utilización de las spin-offs como mecanismo de transferencia por parte de las autoridades académicas y los responsables de las unidades de transferencia tecnológica y de los programas de apoyo a la creación de spin-offs, y en definitiva, puede servir para mejorar la eficacia de la gestión de estas unidades y programas. El trabajo consta de tres apartados, además de la introducción. El segundo establece el modelo de partida. El tercer apartado presenta los factores determinantes de la utilización de las spin-offs como mecanismo de transferencia de conocimiento en las universidades. El cuarto y último apartado recoge las principales conclusiones obtenidas, las limitaciones que presenta y posibles líneas de investigación futuras. 2. MODELO DE PARTIDA Si bien, tradicionalmente las universidades han sido reconocidas como fuentes de innovación, básicamente, a través de dos rutas: la publicación de los resultados de investigación en revistas científicas y los contratos con la empresa, de manera que la innovación quedaba bajo la responsabilidad de la empresa y las universidades no retenían los derechos de la propiedad intelectual (modelo de “ciencia abierta”), posteriormente se pasó a un modelo de “licencia” en el que las universidades comenzaron a retener la propiedad y a explotar invenciones protegibles y comercializables basadas en sus resultados de investigación, fundamentalmente, a través de dos mecanismos: la concesión de licencias a las empresas y la creación de empresas. Este modelo se desarrolló a comienzos de los años 80 en los Estados Unidos con la aprobación de una serie de medidas legislativas, entre las que cabe destacar la Bayh-Dole Act, que concedía la propiedad de los resultados de investigación financiados con fondos federales a la universidad donde se habían producido los mismos, bajo ciertas condiciones. El resultado fue una gestión proactiva de los derechos de la propiedad intelectual por parte de las universidades y la creación de unidades especializadas de transferencia, lo que trajo consigo una mayor actividad en la concesión de licencias de patentes y en la creación de empresas y, en conjunto, un impacto positivo sobre la economía. Sin embargo, en los últimos años un tercer modelo, al que podríamos denominar modelo de “universidad innovadora”, ha comenzado a desarrollarse. Este modelo viene a complementar al modelo de “licencia”, mediante el fomento de una política en la creación de empresas. El modelo de “universidad innovadora” surge en Europa de la constatación de que las invenciones generadas en las universidades en pocas ocasiones son desarrolladas y llegan al mercado simplemente con ser patentadas. A menudo es necesario que la universidad participe activamente en la demostración de la potencial utilidad de las mismas antes de que sean adoptadas por la empresa. Una de las vías para resolver este problema es la creación de spinoffs. La tecnología desarrollada en la universidad puede ser la base para la creación de una nueva actividad. La tecnología es cedida a la nueva empresa bajo licencia en condiciones favorables, bien a cambio de una participación en el capital o bien a cambio de royalties. Esto Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 ISSN: 1135-2523 117 Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. requiere un rol adicional de la universidad en buscar emprendedores y capital semilla. En este modelo la unidad de transferencia de tecnología tiene que dominar un amplio rango de herramientas y servicios. Además del registro y explotación de patentes, debe prestar servicios de incubación, formación, búsqueda de financiación, asesoría, etc. (McDonald et al., 2004). Por tanto, en el modelo de “universidad innovadora” básicamente existen dos maneras de comercializar los resultados de la investigación universitaria por parte de la unidad de transferencia tecnológica: la concesión de licencias de explotación de la propiedad intelectual universitaria a una empresa establecida o crear una empresa basada en el conocimiento (spinoff). En la figura 1 se muestra el proceso de transferencia tecnológica, que distingue tres etapas sucesivas: • Fomento de la cultura innovadora. • Búsqueda y detección de ideas. • Evaluación de ideas. Al final de la tercera etapa la unidad de transferencia tecnológica tendrá que tomar una decisión sobre cuál es la ruta de comercialización más adecuada en cada caso. Figura 1. Proceso de transferencia tecnológica Fomento de la cultura innovadora Búsqueda y detección de ideas Licencia a una empresa establecida Creación de valor Creación de una spin-off Creación de valor Evaluación de ideas Resultados de investigación Fuente: Elaboración propia. La primera fase se puede considerar como un requisito previo para que la puesta en valor de los resultados de investigación se pueda dar. Si bien en entornos favorables a la innovación y el emprendizaje esta fase no es necesaria, en entornos poco favorables a los mismos es necesario que la universidad realice un esfuerzo por estimular entre sus miembros la comercialización de sus resultados de investigación. Suponiendo que en el ámbito académico universitario hay un caldo de cultivo donde pueden florecer ideas susceptibles de explotación comercial, el reconocimiento de estas oportunidades no resulta tan obvio. Por ello, en una segunda fase es necesario que la unidad de transferencia tecnológica desarrolle una serie de 118 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… acciones que faciliten la búsqueda y detección de ideas comercializables. La tercera fase debe evaluar el potencial de comercialización de estas ideas. Las ideas generadas/detectadas en la etapa anterior deben ser sometidas a un proceso de evaluación con el fin de establecer un juicio más preciso sobre sus perspectivas reales de explotación comercial. Esta evaluación deberá permitir clarificar las posibilidades de puesta en valor de las ideas detectadas, tener una opinión más precisa sobre si merece la pena su explotación comercial y, en caso afirmativo, el modo de puesta en valor más adecuado: concesión de una licencia de explotación a una empresa existente o creación de una empresa. El final de esta fase marca realmente el punto de ruptura entre el modo de explotación tradicional de los resultados de investigación universitaria, esto es, a través de publicaciones, y su explotación económica. Es en este estadio del proceso en el que los diferentes modos de puesta en valor van a iniciar caminos separados. En efecto, el otorgamiento de licencias a sociedades existentes o la creación de spin-offs implican actividades diferentes, tanto en cuanto a los problemas a los que tienen que hacer frente como a los métodos para superarlos. Sin embargo, la elección de una orientación particular no es irreversible, y es perfectamente posible que después de haber explorado una vía que finalmente se muestre poco interesante, se retome una nueva vía de puesta en valor. A continuación, se exponen los factores determinantes de la utilización de las spin-offs como mecanismo de transferencia de conocimiento en las universidades identificados por la literatura. 3. FACTORES DETERMINANTES DE LA UTILIZACIÓN DE LAS SPIN-OFFS COMO MECANISMO DE TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO 3.1. El interés del investigador La tabla 1 recoge algunas características del investigador que parecen favorecer la creación de spin-offs, en lugar de la concesión de licencias a empresas establecidas. Tabla 1. Características del investigador que conducen a spin-offs o a licenciar a empresas establecidas Empresas establecidas Spin-offs Espíritu emprendedor Experiencia empresarial Implicación Falta de espíritu emprendedor Falta de experiencia empresarial Falta de implicación Fuente: Elaboración propia. El espíritu emprendedor y la experiencia profesional previa de los inventores condiciona el que una tecnología se comercialice o no mediante la creación de una spin-off (Doutriaux y Dew, 1992; Shane y Khurana, 2003, Bekkers y van der Steen, 2003). Sin embargo, dadas las características de su trabajo, los conocimientos, habilidades y herramientas que un investigador domina no suelen ser los mismos que los que se necesitan para ser un emprendedor. En consecuencia, no es lo más habitual que el investigador asuma el papel de emprendedor. De hecho, se ha cifrado en el 4% o el 5% el porcentaje de investigadores potencialmente interesados en comercializar investigación académica mediante una spin-off (Gregory y Sheahen, 1991). Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 ISSN: 1135-2523 119 Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. Ahora bien, aunque carezca de espíritu emprendedor y de experiencia profesional previa, el inventor de una tecnología universitaria juega un importante rol en la decisión de crear una spin-off para explotar una invención. Dado que muchas tecnologías universitarias se encuentran en etapas iniciales de desarrollo y que parte del conocimiento que incorporan es de carácter tácito, es necesario que el inventor se implique para que la spin-off se pueda desarrollar (Lowe, 2002). En este sentido, la toma de participaciones del inventor en el capital social de la spin-off permite asegurar su implicación y evita posibles comportamientos oportunistas, lo que favorecerá la comercialización por medio de la creación de una spin-off (Macho-Stadler et al., 2006). 3.2. El sistema de incentivos Tal como recoge la tabla 2, la utilización del mecanismo de transferencia de conocimiento mediante spin-off se puede ver favorecida si la universidad aplica una serie de medidas como las siguientes (Shane, 2004): • La concesión de licencias exclusivas. Un emprendedor no tendrá mucho interés en crear una empresa y correr con el riesgo de desarrollar una tecnología ni un inversor de financiarla, a menos que tengan una cierta seguridad de que tendrán un derecho de explotación exclusivo de la misma. En caso contrario, los potenciales competidores tendrán acceso a la tecnología, lo que reducirá su posible ventaja competitiva. En cambio, a las empresas ya establecidas es más habitual concederles licencias no exclusivas o exclusivas pero limitadas a su aplicación en un determinado campo, lo que permite a la universidad conceder licencias a otras empresas e incrementar la probabilidad de su comercialización. • La toma de participaciones en el capital de las spin-offs (Di Gregorio y Shane, 2003; Golob, 2003; Goldfarb y Henrekson, 2003; Markman et al., 2005; Macho-Stadler et al., 2006). La política de la universidad de tomar participaciones en el capital de estas empresas en lugar de recibir royalties, en contraprestación por la concesión de licencias de explotación de la tecnología universitaria, favorece la creación de spin-offs porque reduce las tensiones de tesorería que suelen presentar en sus etapas iniciales; aumenta su legitimidad, lo que facilita la obtención de capital externo; da a la unidad de transferencia de tecnología una mayor flexibilidad en la negociación de las condiciones del acuerdo de transferencia; además, si la tecnología transferida no termina de comercializarse o queda obsoleta, la universidad mantiene algo de valor; y finalmente, permite al emprendedor ver a la universidad como un socio colaborador. • La flexibilidad de la política de personal. Limitar, de una u otra manera, que un investigador pueda implicarse en la creación de una spin-off, inhibe la transferencia de conocimiento del investigador a la empresa y dificulta su desarrollo. Por el contrario, permitir y favorecer las actividades de consultoría, el trabajo a tiempo parcial o la obtención de permisos de trabajo son importantes para la creación de spin-offs, ya que los investigadores, normalmente, no quieren abandonar su puesto de trabajo de forma definitiva por crear una spin-off (Golob, 2003). • El acceso a los recursos universitarios. Las universidades que tienen normas más flexibles acerca del uso de los recursos universitarios por parte de las spin-offs favorecen la transferencia de conocimiento mediante este mecanismo. En cambio, las universidades que 120 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… tienen reglas estrictas acerca del uso de los recursos universitarios reflejan la preocupación por posibles conflictos de interés que se pueden presentar, pero inhiben la creación de spin-offs. • Una adecuada distribución de los royalties. La política seguida por la universidad de distribución de los royalties condiciona la utilización de uno u otro mecanismo de transferencia de conocimiento. Normalmente las universidades comparten los ingresos por royalties con el inventor y su departamento. Si el porcentaje de los ingresos que corresponde al inventor es elevado se reduce la propensión a crear una spin-off, pues el inventor tendrá más incentivos para que se conceda una licencia a una empresa establecida, porque el coste de oportunidad de crear una spin-off para explotar la invención aumenta (Lowe, 2002; Di Gregorio y Shane, 2003; Golob, 2003). • La oferta de capital semilla. En muchas ocasiones, las invenciones universitarias se encuentran en su etapa inicial, lejos de ser un producto objeto de comercialización. La existencia de capital semilla es importante, porque en el caso de querer crear una spin-off para explotar una invención universitaria, es necesario desarrollar la tecnología antes de que se pueda obtener financiación del sector privado, debido a la elevada incertidumbre existente en estas etapas iniciales sobre sus posibilidades de explotación comercial. Tabla 2. Políticas de la universidad que conducen a spin-offs o a licenciar a empresas establecidas Spin-offs Concesión de licencias exclusivas Participación en el capital de las spin-offs Política de personal flexible Fácil acceso a los recursos universitarios % de ingresos por royalties que corresponden al inventor reducido Oferta de capital semilla Empresas establecidas Concesión de licencias no exclusivas No participación en el capital de las spin-offs Política de personal rígida Dificultad de acceso a los recursos universitarios % de ingresos por royalties que corresponden al inventor elevado Inexistencia de capital semilla Fuente: Elaboración propia. 3.3. La tecnología La tabla 3 recoge algunas características de la tecnología que parecen favorecer su explotación mediante spin-offs, en lugar de por la concesión de licencias a empresas establecidas. Tabla 3. Características de la tecnología que conducen a spin-offs o a licenciar a empresas establecidas Spin-offs Radical Tácito Etapas iniciales Propósito general (plataforma tecnológica) Significativo valor para el cliente Importante avance técnico Fuerte protección de la propiedad intelectual Empresas establecidas Incremental Codificada Últimas etapas Propósito específico Valor moderado para el cliente Moderado avance técnico Débil protección de la propiedad intelectual Fuente: Shane (2004). Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 ISSN: 1135-2523 121 Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. 3.3.1. Tecnología radical Muchas invenciones universitarias tienen un carácter incremental que no justifica la creación de una spin-off, ya que pueden servir mejor a una empresa establecida que conoce el mercado y que, por tanto, tiene una ventaja sobre una nueva empresa en la explotación de una tecnología existente (Lowe, 1993). Existen tres razones para la tendencia a que una spin-off explote tecnologías radicales: • “Canibaliza” los activos existentes. Utterback (1994) explica que las empresas ya establecidas con una posición dominante en el mercado raramente adoptan innovaciones radicales, porque estas innovaciones pueden “canibalizar” las ventas de sus productos actuales. Cuando nuevas tecnologías reducen el valor de los activos existentes, las empresas son reacias a invertir en ellas y ceden la oportunidad de desarrollar estos activos a spin-offs (Bekkers y van der Steen, 2003). • Destruye competencias. Las innovaciones radicales reemplazan los procesos de producción o los productos existentes, lo que reduce las competencias y habilidades organizacionales de las empresas existentes. Ya que estas competencias y habilidades son costosas y difíciles de crear, las empresas establecidas pueden ser reacias a cambiarlas. En consecuencia, pueden preferir que sean las spin-offs las que exploten las posibles oportunidades (Shane, 2001a). • Incredulidad. En muchas ocasiones las empresas establecidas rechazan valorar tecnologías radicales cuando tienen conocimiento de su existencia. Cuando una tecnología generada externamente es muy distinta a la utilizada por una empresa establecida, ésta tiene problemas para comprenderla, evaluarla e incorporarla. En consecuencia, tienden a rechazarla, lo que crea una oportunidad para explotarla a través de una spin-off (Shane, 2001a). 3.3.2. Conocimiento tácito Cuando el conocimiento necesario para explotar una tecnología universitaria es tácito, es más normal utilizar el mecanismo de spin-off que cuando dicho conocimiento es codificado. Licenciar una invención a un tercero funciona cuando la tecnología puede ser codificada y hacerse comprensible por medio de un documento escrito. En caso contrario, es necesaria la implicación del inventor en el desarrollo y comercialización de la tecnología, y, en este caso, se plantea el problema de que la empresa tiene que estar dispuesta a destinar recursos al desarrollo de una tecnología incierta y tiene que establecer un adecuado sistema de incentivos para que el inventor esté dispuesto a involucrarse. Estos problemas hacen que el conocimiento tácito favorezca la creación de spin-offs (Lowe, 1993; Arora, 1995; Chiesa y Piccaluga, 2000; Lowe, 2002; Bekkers y van der Steen, 2003). 3.3.3. Tecnologías en sus etapas iniciales Cuando el investigador obtiene como resultado de sus investigaciones una invención en su etapa inicial de desarrollo, alejada de su posible comercialización, es más normal utilizar el mecanismo de spin-off, que cuando la invención obtenida está muy próxima al mercado (Markman et al., 2005). En esta situación, conseguir que una empresa establecida explote la invención resulta muy difícil, por diversas razones (Thursby et al., 2001): • La gran incertidumbre que rodea a tecnologías en su etapa inicial de desarrollo, pues éstas requieren todavía demostrar que realmente tienen utilidad y no son meras ideas. En consecuencia, es 122 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… difícil establecer un precio para una tecnología incierta, y las empresas establecidas prefieren esperar a su desarrollo antes de tomar una decisión (Vohora, Wright y Lockett, 2004). • La preferencia de las empresas establecidas por las tecnologías afines a su actual operativa. Además, en empresas que desarrollan actividades de I+D, la adopción de estas tecnologías puede ir en contra de las actividades de investigación que ya se están llevando a cabo. • La falta de expertise de las empresas establecidas para desarrollar tecnologías en su etapa inicial. En consecuencia, las spin-offs son usadas para comercializar estas tecnologías, porque las empresas establecidas consideran que es más eficiente comprar tecnologías ya desarrolladas que tratar de desarrollarlas ellas mismas. • La dificultad de transmitir información clave para el desarrollo de la tecnología por parte del inventor al potencial licenciador (Lowe, 2002). • La dificultad de capturar valor de una tecnología en su etapa inicial. Gran parte del valor de las invenciones universitarias se genera en el proceso de transformación de las tecnologías en productos que atiendan a las necesidades del mercado. Por consiguiente, las empresas establecidas no ven razones para ofrecer compensaciones importantes por la disposición de esas tecnologías. En consecuencia, los inventores pueden preferir crear una spin-off precisamente para capturar más valor de sus invenciones. • El horizonte temporal a corto plazo que suelen tener las empresas establecidas, sobre todo las grandes. A estas empresas no les suele gustar hacer inversiones en tecnologías que tienen un horizonte temporal largo o desconocido, ya que sus gestores están presionados por la obtención de resultados a corto plazo. En cambio, los emprendedores, a menudo, persiguen oportunidades para conseguir metas personales, como pueden ser la independencia, o ver que la tecnología realmente tiene utilidad, lo que les lleva a aceptar horizontes temporales más largos para las actividades en las que se implican. 3.3.4. Tecnologías de propósito general Las spin-offs tienden a explotar tecnologías de propósito general o invenciones básicas porque ofrecen aplicaciones en múltiples campos, mientras que las empresas establecidas tienen dificultades para identificar qué hacer con este tipo de tecnologías (Shane, 2004). Las razones que favorecen el uso de spin-offs para explotar tecnologías de propósito general o plataformas tecnológicas son las siguientes: • Proveen una buena base para crear una nueva empresa, ya que permite a los fundadores cambiar de aplicación si la primera que se ha perseguido no ha resultado exitosa, lo que concede una flexibilidad que es importante para la supervivencia de nuevas empresas (Tornatzky, Waugaman, Casson, Crowell, Spahr y Wong, 1995). • Permiten diversificar riesgos y amortizar sus costes por medio de diferentes aplicaciones, lo cual es importante para el establecimiento de nuevas empresas (Nelsen, 1991). • Provee a la nueva empresa con una variedad de potenciales aplicaciones que se pueden conseguir en diferentes momentos del tiempo. Esta flexibilidad permite a los emprendedores ajustar la explotación de unas determinadas aplicaciones a los recursos disponibles en cada momento y, de esta manera, gestionar mejor el proceso de creación y consolidación de la empresa (Nelsen, 1991). Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 ISSN: 1135-2523 123 Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. • Permite a los emprendedores comparar el diferente potencial de las distintas aplicaciones y elegir la que tiene más posibilidades (Shane, 2004). • Facilita la obtención de financiación, ya que aumenta la probabilidad de que se identifique una aplicación para la tecnología que tenga un mercado potencial suficiente. En consecuencia, los inversores favorecen las spin-offs que explotan este tipo de tecnologías. 3.3.5. Tecnologías que aportan valor significativo a los clientes Una spin-off es más probable que sea creada cuando una tecnología genera un valor significativo para los clientes. Mientras una empresa establecida puede explotar una tecnología que ofrezca sólo una pequeña mejora para el cliente, una nueva empresa no puede permitírselo. Ya que parte de cero y tiene que reunir los activos necesarios para explotar la oportunidad, la generación de un valor significativo para los clientes le resulta más relevante a una nueva empresa que a una empresa establecida, que explota una oportunidad con sus activos ya disponibles (Roberts y Malone, 1996). Además, cuanto mayor sea el valor que aporta a los clientes la tecnología, más fácil será atraer a potenciales socios y, por tanto, reunir los recursos que se necesitan para facilitar la creación y desarrollo de la spin-off. Así, los emprendedores externos que explotan tecnologías universitarias por medio de spin-offs estarán más interesados en aquellas que ofrezcan un mayor valor a los clientes. También los propios inventores se verán más motivados a crear una spin-off si aprecian que existen potenciales clientes que muestran su interés por productos que usan la nueva tecnología, ya que de esta manera se reduce la necesidad de obtener información del mercado. 3.3.6. Tecnologías que suponen un significativo avance técnológico Para que la tecnología sea apropiada para su explotación por spin-off necesita ser de vanguardia y no una duplicación de tecnologías ya existentes, por tres razones (Del Campo, Sparks, Hill y Keller, 1999): en primer lugar, las tecnologías que suponen un significativo avance tecnológico tienen mayor valor económico, lo que puede justificar la creación de una spin-off, en cambio muchas invenciones suponen un avance poco significativo como para justificar la inversión en recursos financieros y humanos que la creación de una spin-off requiere (Shane, 2001a); en segundo lugar, es difícil que las empresas establecidas exploten tecnologías universitarias que supongan un avance significativo con respecto a las que están utilizando actualmente, ya que les puede costar comprender la nueva tecnología, en consecuencia, los inventores tienen que crear una spin-off si quieren que la tecnología sea explotada comercialmente; y en tercer lugar, aunque las empresas establecidas se percaten del potencial de la nueva tecnología, el hecho de que se haya generado en una organización como una universidad les suele llevar a infravalorarlas lo que dificulta el que se llegue a un acuerdo, en consecuencia, los inventores tienen que crear una spin-off si quieren que la tecnología sea explotada comercialmente. 3.3.7. Tecnologías con fuerte protección de la propiedad intelectual Cuando una nueva empresa es creada no tiene ventajas competitivas basadas en aspectos productivos o comerciales. Por ello, una fuerte protección de la propiedad intelectual es importante para una spin-off, porque es la única ventaja competitiva disponible por una nueva empresa frente a las empresas establecidas. Una fuerte protección de la propiedad intelectual se consigue cuando se dispone de una cartera de patentes de amplio alcance para proteger una invención. 124 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… Una cartera de patentes interrelacionada permite construir un muro de protección que facilita que la spin-off controle mejor la tecnología necesaria para explotar una invención. Dada su importancia, muchos inventores pasan varios años hasta constituir una cartera de patentes adecuada antes de crear una spin-off (Wallmark, 1997). La disposición de patentes de amplio alcance permite a una spin-off impedir que los competidores exploten la misma tecnología. Cuanto mayor sea el alcance de una invención, mayor será el riesgo de que los competidores la imiten, y, por tanto, más efectiva será la protección de la propiedad intelectual (Shane, 2001a). 3.4. El área académica La creación de spin-offs no se produce por igual en todas las áreas académicas. De hecho, la mayor parte de la creación de spin-offs se concentra en unas pocas áreas. Las más importantes parecen ser la biomedicina y el software (Olofsson y Wahlbin, 1992; Lowe, 1993; Dahlstrand, 1997; Mustar, 1997; Lowe, 2002; Golob, 2003; Shane, 2004). Algunas de las explicaciones por las cuales la creación de spin-offs se da en mayor medida en el área biomédica son las siguientes (Shane, 2004): • Resultados de investigación directamente comercializables. En la biotecnología la investigación académica puede producir resultados directamente comercializables. Esto significa también que los investigadores universitarios en biotecnología no se ven tan perjudicados por su falta de expertise comercial como los investigadores en las ciencias físicas. • Horizonte temporal de comercialización largo. En las ciencias de la vida el horizonte temporal de comercialización es mayor que en las ciencias físicas, lo que favorece la creación de spin-offs. El ciclo de desarrollo de producto en las ciencias físicas es demasiado corto como para que una spin-off sea capaz de obtener los capitales necesarios, contactar con proveedores y clientes o atraer a otros socios. • Expertise universitario en la obtención de innovaciones biomédicas. En contraste con otras áreas tecnológicas en las que el expertise técnico se encuentra en las empresas, en el área biomédica el expertise se encuentra fundamentalmente en las universidades. Como consecuencia, los investigadores universitarios obtienen una proporción mayor de patentes en esta área que en otras, lo que favorece la creación de spin-offs biomédicas (Hsu y Berstein, 1997; Shane, 2001b). • Preferencia de los clientes por la eficacia del producto más que por su coste. En el área biomédica los clientes tienden a preferir el producto que es más eficaz, independientemente de su coste, lo que no ocurre en las ciencias físicas. Los investigadores universitarios tienden a ser más exitosos en crear productos de vanguardia, que sirven para dar solución a problemas hasta ese momento irresolubles, que en generar nuevas tecnologías más eficientes. Además, dada su experiencia en investigación, y la falta de la misma en desarrollo de producto, fabricación y marketing, tienden a generar la mejor solución técnica, más que la solución más eficiente. En consecuencia, una spin-off puede tener más éxito explotando invenciones biomédicas que con otro tipo de invenciones. • Naturaleza discreta de las invenciones biomédicas. A menudo, una tecnología biomédica puede ser utilizada independientemente de otras tecnologías de esa área. Debido a éste su carácter discreto, una spin-off puede comercializar más fácilmente este tipo de tecnologías sin tener en cuenta las tecnologías utilizadas por las empresas establecidas En Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 ISSN: 1135-2523 125 Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. cambio, muchas invenciones en las ciencias físicas requieren tecnologías complementarias para ser efectivas, y las mismas suelen estar en manos de las empresas establecidas, lo que dificulta que una nueva empresa pueda acceder a ellas. • Fuerte protección de la propiedad intelectual. Las invenciones biomédicas son más fáciles de proteger contra la imitación de los competidores por medio de patentes que otro tipo de invenciones (Lowe, 2002). Esto es así porque las patentes sólo protegen soluciones particulares a problemas técnicos, no soluciones generales a estos problemas. En consecuencia, cuando para un problema técnico son posibles múltiples soluciones, las patentes son relativamente débiles. Esta circunstancia se da en mayor medida en las ciencias físicas que en las ciencias de la vida. Además, como ya se ha señalado anteriormente, la posibilidad de una protección fuerte de la protección intelectual favorece la creación de spin-offs. Asimismo, algunas de las razones por las cuales la creación de spin-offs se da en mayor medida en el área del software son las siguientes: en primer lugar, la conexión entre la investigación básica y el desarrollo industrial y comercial en el área del software está mucho más cercana; en segundo lugar, las inversiones necesarias para la puesta en marcha de la actividad son relativamente reducidas; y finalmente, el conocimiento necesario para desarrollar un software es en gran medida de carácter tácito, lo que favorece la utilización de una spin-off como mecanismo de transferencia de conocimiento, tal como se ha señalado anteriormente. 3.5. La industria Tal como muestra la tabla 4, parece que existen una serie de características específicas de la industria que favorecen la creación de spin-offs: • La eficacia de las patentes en la industria. Como ya se ha señalado anteriormente, las spin-offs se dan en mayor medida en industrias en las que las patentes son más efectivas. Una fuerte protección mediante patentes favorece la creación de spin-offs porque las nuevas empresas pueden explotar una nueva tecnología antes de que el conocimiento necesario para poder imitarla llegue a los competidores (Teece, 1986); facilita la obtención de capital externo, lo cual es un factor importante para que pueda crearse una spin-off; además, las nuevas empresas pueden adaptar las tecnologías a las necesidades del mercado antes de que los competidores puedan imitarles (Teece, 1986); y finalmente, las nuevas empresas pueden seguir una estrategia de diferenciación, lo que les permite competir con las empresas establecidas, las cuales se aprovechan de las economías de escala y otras ventajas en costes (Shane, 2001b). • La necesidad de activos complementarios. Es más difícil que se dé la creación de spinoffs en industrias en las que la necesidad de activos complementarios de marketing, distribución y producción para el funcionamiento de una empresa es importante (Shane, 2001b). En estas industrias las empresas establecidas suelen tener el control de estos activos, sobre todo si son específicos, lo que dificulta que las nuevas empresas puedan obtenerlos (Teece, 1986; Lowe, 1993). • La edad del área técnica. Las spin-offs son más comunes en industrias con una base tecnológica joven cuando el conocimiento acumulado necesario para competir en la industria es relativamente bajo, ya que el conocimiento ha sido desarrollado en un período de tiempo relativamente corto (Shane, 2001b), en cambio, si las empresas establecidas desarrollan una ventaja competitiva haciendo uso de conocimiento técnico desarrollado durante un largo período de tiempo, cuanto más antiguo sea el conocimiento técnico en una industria mayor será 126 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… la ventaja de las empresas más antiguas, y más difícil será para una nueva empresa entrar en la industria. Además, cuando la base tecnológica de una industria madura, las bases de la competencia cambian; la innovación de producto, de suma importancia cuando la base tecnológica es joven, deja paso a la innovación de proceso para reducir los costes de producción, cuando la base tecnológica madura (Lowe, 1993), y ya que a las nuevas empresas les es más difícil obtener innovaciones de proceso que a las empresas establecidas, la posible ventaja competitiva de las primeras disminuye conforme la base tecnológica de la industria madura (Shane, 2001b). Por otra parte, de acuerdo con lo indicado anteriormente, a medida que madura la base tecnológica de una industria, las empresas establecidas van adquiriendo los activos complementarios necesarios para explotarla, lo que dificulta su obtención a las nuevas empresas (Teece, 1986). • La segmentación del mercado. Las spin-offs son más comunes en mercados que están segmentados. En general, las nuevas tecnologías tienden a ser explotadas inicialmente en pequeños segmentos de mercado por nuevas empresas porque estas tecnologías en un principio tienen una limitada fiabilidad y un alto coste, lo que lleva a sus explotadores a centrarse en los segmentos en los que las ventajas de la tecnología son mayores. Además, si los segmentos de mercado iniciales son pequeños, las empresas establecidas no suelen estar interesadas por los mismos, y suelen dirigirse a todo el mercado (Shane, 2001b). En consecuencia, en mercados segmentados las nuevas empresas pueden entrar sin tener que competir con las empresas establecidas. • El tamaño promedio de las empresas. Las spin-offs se dan en menor medida en las industrias en las que el tamaño promedio de las empresas es mayor por dos motivos: en primer lugar, porque conforme la escala mínima eficiente para competir es más alta aumentan las barreras de entrada, ya que para las nuevas empresas resultará más costoso conseguirla (Shane, 2001a); y en segundo lugar, porque necesitan un mayor volumen de capital externo para poder comenzar a operar. La dificultad de conseguir estos capitales desincentivará la creación de nuevas empresas en la industria. Tabla 4. Características de la industria que conducen a spin-offs o a licenciar a empresas establecidas Spin-offs Fuerte protección de las patentes Necesidad importante de activos complementarios Base tecnológica joven Mercado segmentado Tamaño de las empresas reducido Empresas establecidas Débil protección de las patentes Poca necesidad de activos complementarios Base tecnológica madura Mercado homogéneo Tamaño de las empresas elevado Fuente: Elaboración propia. 3.6. La rentabilidad Otro factor que favorece la creación de spin-offs es la mayor rentabilidad que las universidades pueden obtener mediante este mecanismo de transferencia de conocimiento, que a través de la concesión de licencias a empresas establecidas. Los motivos por los cuales resulta más rentable la creación de spin-offs son los siguientes (Jensen y Thursby, 2001): Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 ISSN: 1135-2523 127 Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. • Es más fácil para las universidades obtener participaciones en el capital de una spinoff que en empresas establecidas, en contraprestación por la cesión de su propiedad intelectual, y existe la impresión de que el rendimiento que se puede obtener de estas participaciones es mayor que el obtenido a través de royalties. La toma de participaciones permite a la universidad aprovecharse del valor que genere la spin-off con posterioridad al abandono de la comercialización de la tecnología transferida. En cambio, la obtención de royalties finaliza al dejar de comercializarse la misma (Matkin, 1990; Lowe, 2002; Golob, 2003). • Los retornos financieros que se pueden obtener mediante la toma de participaciones no sólo pueden ser mayores, sino que se pueden conseguir más rápido que mediante royalties. Dado que las tecnologías universitarias a menudo necesitan un desarrollo adicional antes de que puedan ser comercializadas, y que los royalties se van recibiendo poco a poco conforme se realizan ventas de los productos que incorporan dichas tecnologías, los retornos financieros se van produciendo lentamente. En cambio, la toma de participaciones en el capital de una spinoff permite su venta normalmente transcurrido un tiempo inferior al propio emprendedor, a un inversor o mediante una oferta pública de venta (Bray y Lee, 2000). • Salvo en algunos casos excepcionales, las empresas establecidas no pagan mucho por tener el derecho a explotar tecnologías universitarias. Normalmente, las universidades reciben en el momento de conceder la licencia una pequeña cantidad de dinero y periódicamente royalties que suponen un pequeño porcentaje sobre las ventas del producto que incorpora dicha tecnología. En parte, estos bajos retornos son el reflejo de que pocas invenciones universitarias atraen a demandantes de nuevas tecnologías, lo que hace que la universidad tenga que aceptar las ofertas que recibe o, en caso contrario, arriesgarse a fracasar en conseguir comercializar sus tecnologías (Jansen y Dillon, 1999). • En ocasiones, a las universidades les es difícil asegurarse de que van a recibir royalties porque los licenciadores de sus tecnologías pueden mejorarlas, o incluso obtener otras con base en ellas y así evitar el pago de royalties. En cambio, la toma de participaciones no requiere que los licenciadores estén utilizando la tecnología universitaria en los productos que comercializan para obtener una rentabilidad de la misma. • Para lograr un retorno por la concesión de licencias, las universidades necesitan asegurarse de que los licenciadores ponen todo su empeño en desarrollar y comercializar la tecnología. Normalmente, las spin-offs suelen esforzarse más que las empresas establecidas en desarrollar y comercializar las invenciones universitarias, ya que el éxito de una spin-off depende más de las mismas que en el caso de las segundas. Incluso puede darse el caso de que una empresa establecida adquiera una licencia no con la intención de explotarla, sino para evitar que algún competidor pueda utilizarla. • A veces, es la única forma que tiene la universidad de transferir el conocimiento al mercado. En algunas ocasiones, se decide crear una spin-off porque no se encuentra una empresa establecida dispuesta a comercializar la invención universitaria (Lowe, 2002; Feldman et al., 2002; Bekkers y van der Steen, 2003), debido a que éstas encuentran dificultades para reconocer oportunidades de explotación comercial de tecnologías universitarias radicales y/o en las que el conocimiento tácito del inventor es importante para comprender su utilidad. 128 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… 3.7. Las unidades de apoyo Las características de las unidades encargadas de la transferencia de conocimiento universitario, así como la presencia en el entorno inmediato de estructuras adicionales de apoyo (entidades de capital riesgo, parques científicos, etc.), constituyen otro aspecto que hay que tener en cuenta al plantear el mecanismo de traslado de una tecnología al mercado (Allen y Norling, 1991; Chiesa y Piccaluga, 2000; Bekkers y van der Steen, 2003; Powers y McDougall, 2005). Tabla 5. Características de la unidad de transferencia tecnológica que conducen a spin-offs o a licenciar a empresas establecidas Spin-offs Desarrollo económico local como objetivo Responsable una persona de prestigio con experiencia en la industria Reciente Apoyo financiero externo a corto plazo Resultados inferiores a los de instituciones comparables Privada con ánimo de lucro Personal con expertise tecnológico y de marketing Empresas establecidas Transferencia de conocimiento como objetivo Responsable un técnico sin experiencia en la industria Experimentada Exigencia de autofinanciación a corto plazo Resultados similares o superiores a los de instituciones comparables Pública sin ánimo de lucro Personal sin expertise tecnológico y de marketing Fuente: Elaboración propia. Tal como recoge la tabla 5, algunas de las características de estas unidades que influyen en la propensión a utilizar las spin-offs como mecanismo de transferencia son las siguientes: • Los objetivos perseguidos por la universidad con la transferencia de tecnología. Así, una universidad que persigue preferentemente el desarrollo económico local favorecerá la transferencia por spin-off frente a la concesión de licencias a empresas establecidas, porque existirán mayores probabilidades de que la tecnología sea explotada en el entorno de la universidad. • La existencia de un líder al frente de la unidad. Es importante la existencia a la cabeza de estas unidades de personas de prestigio, con experiencia en la industria, ya que estos líderes pueden generar un debate en la universidad a favor de la creación de spin-offs universitarias, y establecer unas estructuras y políticas de apoyo a las mismas (Golob, 2003). • La antigüedad de la unidad. Según Feldman et al. (2002), la relación entre la antigüedad de la unidad y la propensión a utilizar las spin-offs como mecanismo de transferencia no es lineal, sino en forma de U invertida. Parece que las universidades tienden a utilizar en mayor medida la toma de participaciones conforme mayor es su experiencia en la concesión de licencias, pero a partir de un cierto momento esta tendencia se invierte, y cuanto mayor es la antigüedad mayor es la propensión a utilizar la concesión de licencias a empresas establecidas como mecanismo de transferencia de conocimiento. Sin embargo, otros autores encuentran que hay una relación lineal (Powers y McDougall, 2005) Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 ISSN: 1135-2523 129 Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. • La autosostenibilidad de la unidad. Aquellas unidades pertenecientes a universidades que les marcan el objetivo de alcanzar la autofinanciación a corto plazo tratarán de evitar los ingresos inciertos y a largo plazo y, por tanto, tenderán, en un principio, a preferir la concesión de licencias a cambio de royalties. Así, el mayor riesgo que supone la transferencia por spin-off y la necesidad de tener un flujo regular de ingresos, puede llevar a estas unidades a aplicar una política de diversificación que combine la transferencia de conocimiento mediante spin-offs y la concesión de licencias a empresas establecidas (Feldman et al., 2002; Golob, 2003). • El rendimiento de la unidad respecto de instituciones comparables. Las universidades que obtienen unos rendimientos inferiores en términos de número de licencias a los de universidades comparables parecen hacer un mayor uso de la toma de participaciones en el capital de las empresas y, por tanto, fomentar la creación de spin-offs como mecanismo de transferencia, debido a que los gestores de sus unidades de transferencia que no han tenido éxito estarán dispuestos a asumir mayores riesgos para alcanzar sus objetivos (Feldman et al., 2002). • La estructura de la unidad. Parece que las unidades privadas con ánimo de lucro promovidas por la universidad tienden a utilizar en mayor medida como mecanismo de transferencia la creación de spin-offs, ya que están especializadas en el desarrollo económico y la creación de empresas (Markman et al., 2005). • El expertise del personal de la unidad. Los conocimientos y habilidades del personal de la unidad en las áreas tecnológica y de marketing, y una visión clara del proceso a seguir para apoyar la creación de spin-offs, favorecen la utilización de este mecanismo de transferencia (Lockett y Wright, 2005). 4. CONCLUSIONES La capacidad de innovación de un país o de una región está íntimamente ligada a su capacidad de creación y difusión de conocimientos. En este contexto, la Universidad ha tenido que encontrar formas más directas de acercar su saber académico al mercado, lo que constituye un cambio radical para las universidades en la medida en que se han visto inducidas a jugar un rol activo en la escena económica. Como consecuencia, en los últimos años los mecanismos de transferencia de conocimiento empleados por las universidades han ido evolucionando. Si tradicionalmente las vías utilizadas han sido la publicación de los resultados de investigación en revistas científicas y los contratos con las empresas, en los últimos tiempos se está extendiendo la utilización de otros dos mecanismos: la concesión de licencias a las empresas y la creación de spin-offs. La utilización de un mecanismo u otro depende de una serie de factores. En concreto, de acuerdo con la revisión de la literatura realizada, la utilización de las spin-offs como mecanismo de transferencia de conocimiento parece depender de los siguientes factores: el interés del investigador, el sistema de incentivos existente en la universidad, las características de la tecnología explotada, el área académica origen de la invención, las características del sector industrial en el que se va a explotar la tecnología, la posible mayor rentabilidad a obtener con este mecanismo de transferencia y las características de las unidades de transferencia de conocimiento universitario. Estos factores, de manera conjunta, determinan la 130 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… conveniencia de que un resultado de investigación sea objeto de explotación comercial mediante la creación de una spin-off. Los factores identificados pueden ser clasificados en cuatro niveles de análisis, tal como se recoge en la figura 2. Los factores correspondientes a los niveles más altos influyen de forma más genérica en la utilización de las spin-offs como mecanismo de transferencia; mientras que los factores correspondientes a los niveles más bajos influyen en la decisión a adoptar en cada caso concreto sobre si utilizar o no la spin-off como mecanismo de transferencia. Figura 2. Factores determinantes de la utilización de las spin-offs como mecanismo de transferencia de conocimiento El área académica La industria Características de los sectores El sistema de incentivos La rentabilidad Políticas de la Universidad Las unidades de apoyo Características de la Unidad de Transferencia Tecnológica El interés del investigador La tecnología Características del objeto de transferencia Fuente: Elaboración propia. Los factores identificados en el presente trabajo pueden ser una buena guía para las autoridades académicas y los responsables de las unidades de transferencia tecnológica, y de los programas de apoyo a la creación de spin-offs, en la determinación de la conveniencia de utilización de este mecanismo de trasferencia, y en definitiva, pueden servir para mejorar la eficacia de su gestión. Dos limitaciones principales presenta este trabajo: la utilización de informaciones secundarias para la obtención de los diferentes factores identificados, y el fuerte sesgo de los trabajos analizados hacia el estudio de la realidad anglosajona, en general, y la norteamericana, en particular, consecuencia del mayor desarrollo de este fenómeno en esta zona geográfica. Este trabajo puede ser considerado más un punto de partida que un resultado final y definitivo, y una línea de investigación puede ser emprendida a partir del mismo. Esta línea de investigación consistiría en buscar evidencia de los factores que determinan la elección de una spin-off como mecanismo de transferencia de conocimiento, utilizando para ello no informaciones secundarias como hemos hecho en este trabajo, sino llevando a cabo un estudio Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 ISSN: 1135-2523 131 Beraza Garmendia, J.M.;Rodríguez Castellanos, A. empírico específicamente dedicado a este fin. Este estudio seguiría las tres etapas siguientes: en primer lugar, identificar un número suficiente de programas de apoyo a la transferencia de conocimiento universitaria; en segundo lugar, recabar el máximo de información sobre los factores que tienen en cuenta para determinar el mecanismo de transferencia de conocimiento más adecuado; y en tercer lugar, deducir mediante técnicas de análisis de datos (discriminación, cluster, análisis factorial, etc.) las variables clave que determinan la utilización de las spin-offs como mecanismo de transferencia de conocimiento. Algunas de las proposiciones que se deducen de este trabajo, y que podrían ser objeto de contraste en el estudio empírico propuesto son las siguientes: 1. El espíritu emprendedor, la experiencia profesional previa y la implicación del inventor favorecen la transferencia de conocimiento mediante la creación de spin-offs. 2. La concesión de licencias exclusivas, la toma de participaciones en el capital de las spin-offs, la flexibilidad de la política de personal, el acceso a los recursos universitarios, una adecuada distribución de los royalties y la oferta de capital semilla por parte de la universidad favorecen la transferencia de conocimiento mediante la creación de spin-offs. 3. Tecnologías radicales, que incorporen conocimiento tácito, que se encuentren en sus etapas iniciales, que sean de propósito general, que tengan significativo valor para el cliente, que supongan un importante avance técnico y que tengan una fuerte protección de la propiedad intelectual será más probable que sean comercializadas por medio de spin-offs. 4. Resultados de investigación directamente comercializables, con un horizonte temporal de comercialización largo y que requieren inversiones relativamente reducidas será más probable que sean comercializados por medio de spin-offs. 5. Resultados de investigación comercializables en sectores con fuerte protección de la propiedad intelectual, con poca necesidad de activos complementarios, con una base tecnológica joven, con mercados segmentados y con un tamaño reducido de las empresas será más probable que sean comercializados por medio de spin-offs. 6. La creación de spin-offs es más rentable que la concesión de licencias a empresas establecidas para la universidad. 7. Una universidad con una persona de prestigio y experiencia en la industria a la cabeza de la unidad de trasferencia tecnológica, que tenga una larga experiencia en dicha actividad, que realiza la misma a través de unidades privadas con ánimo de lucro y que tenga un personal en la unidad con conocimientos y habilidades en las áreas tecnológica y de marketing, favorece la utilización de este mecanismo de transferencia. Sin embargo, uno de los mayores problemas metodológicos de este tipo de investigación es la dificultad de obtención de datos, debido al limitado desarrollo en el ámbito universitario español de la protección de la propiedad intelectual y de la utilización de la concesión de licencias como mecanismo de transferencia de conocimiento, a diferencia de lo que ocurre en la realidad norteamericana, en la que la transferencia de tecnología desde las universidades al mercado ha estado en las últimas décadas dominada por las licencias. 132 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 115-135 Factores determinantesde la utilización de las spin-offs como mecanismode transferencia de conocimiento… NOTAS 1 . Son citados casos como los de Austin en Texas, Silicon Valley en California, Cambridge en Inglaterra o la Route 128 en Boston. Un estudio del Bank of Boston del año 1997 señalaba que los graduados, profesores e investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) han lanzado más de 4.000 empresas de alta tecnología, con unas ventas agregadas de más de 200.000 millones de dólares, con más de 1,1 millón de empleados. 2 . Para los autores una spin-off universitaria es una nueva empresa creada con el fin de explotar conocimientos desarrollados por la actividad de investigación en la universidad. Por tanto, según esta definición, todos los miembros de la comunidad universitaria, o incluso personas físicas o jurídicas ajenas a la comunidad universitaria, son susceptibles de crear su propia empresa a partir del conocimiento generado por la investigación desarrollada en la universidad, conocimiento que no tiene que estar necesariamente protegido y ser licenciado a la nueva empresa. 3 . En esta misma revista, Vendrell y Ortín (2008), mediante una revisión de la literatura, realizan una revisión de los modelos teóricos surgidos alrededor del papel económico de las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación, y presentan una agenda de futuros trabajos empíricos que contrasten sus principales implicaciones. En concreto, incluyen un apartado titulado ”Sobre las formas de transferir: licenciar vs. spin-offs”. BIBLIOGRAFÍA ALLEN, D.N. y NORLING, F. (1991): “Exploring Perceived Threats in Faculty Commercialization of Research”. En Brett, A. M., Gibson, D. V. y Smilor, R. W. (Eds.): University Spin-off Companies, Economic Development, Faculty Entrepreneurs, and Technology Transfer, Rowman & Littlefield Publishers, Inc., Maryland. ARORA, A. (1995): “Licensing tacit knowledge: intellectual property rights and the market for know-how”, Economics of innovation and New Technology, Nº 4, pp. 41-59. AUTIO, E. 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Universidad Politécnica de Madrid Recibido: 2 de octubre de 2009 Aceptado: 17 de marzo de 2010 RESUMEN: En este trabajo se analizan los factores más relevantes de la cultura organizacional que aparecen en las redes virtuales de fabricación global (RVFG). Estas organizaciones están formadas por empresas muy dinámicas que fabrican todo tipo de productos o servicios, las cuales establecen entre sí relaciones de tipo horizontal y vertical, pudiendo incluso ser competidores, donde no es necesario mantener internamente grandes recursos fabriles sino gestionar y compartir eficientemente los recursos de la red. El estudio de la cultura organizacional a nivel de red incluye aspectos como la similitud de las prácticas culturales entre sus actores, la integración social, la transferencia de conocimiento tácito o la importancia de la confianza en la red. Mediante el modelo teórico propuesto se analizará la presencia, bajo una perspectiva sistémica, de unos valores y prácticas culturales homogéneas en las que se puedan identificar los actores de la red. Finalmente, para validar el modelo propuesto, se aplicará la metodología del caso a un ejemplo de la industria aeronáutica que ha constituido una de las relaciones con más éxito dentro de las RVFGs, la colaboración entre GE y SNECMA para la fabricación del motor CFM 56. PALABRAS CLAVE: Redes virtuales de fabricación global, cultura interempresarial, industria aeronáutica. CLASIFICACIÓN JEL: L14, M14. CONCEPTUAL FRAME OF A SYSTEMIC CULTURE IN GLOBAL MANUFACTURING VIRTUAL NETWORKS ABSTRACT: This paper analyzes the most relevant factors of organizational culture that appear in Global Manufacturing Virtual Networks (GMVNs). These organizations are formed by highly dynamic manufacturing companies, that may even be even competitors, which establish horizontal and vertical relations among themselves, and where it is not necessary to maintain internally many manufacturing assets but to manage and share efficiently network resources. This study of organizational culture at the network level includes aspects such as the similarity of cultural practices, social embeddedness, tacit knowledge transfer or the importance of trust in the network. By using the proposed theoretical model, it will analyzed the presence, under a systemic perspective, of homogeneous values and cultural practices where network actors can feel indentified. Finally, in order to validate the proposed model, the case methodology will be applied to one of the most successful collaborations of GMVNs within the aeronautics industry, the collaboration between GE and SNECMA to manufacture the CFM56 engine. KEY WORDS: Global Manufacturing Virtual Networks, Inter-organizational Culture, Aeronautics Industry. JEL CLASSIFICATION: L14, M14. 1. INTRODUCCIÓN La evolución de las organizaciones que desarrollan su actividad en entornos multinacionales ha influido sensiblemente en sus estrategias de producción. Una de sus consecuencias ha sido la aparición de redes virtuales de fabricación global (RVFG), representadas esquemáticamente en la figura 1, formadas por organizaciones dinámicas en continuo cambio las cuales establecen relaciones de tipo horizontal y vertical entre empresas independientes o incluso competidores donde no es necesario mantener internamente grandes recursos fabriles sino gestionar y compartir eficientemente los recursos de la red. Las relaciones fluidas que existen en las RVFG les permiten alcanzar una organización muy Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. permeable, fácil de conectarse y desconectarse, así como colaborar simultáneamente con un grupo variado de participantes con diferentes atributos. El resultado es un sistema altamente flexible caracterizado por bajas barreras de entrada y salida, flexibilidad geográfica, bajos costes, difusión tecnológica en la red muy rápida, alta diversificación a través de los fabricantes subcontratados y excepcionales economías de escala. La cuestión central que intenta abordar este trabajo es estudiar la posible existencia de una cultura organizacional a nivel de red basada en una serie de mecanismos culturales que actúen bajo una perspectiva sistémica y que influyan en el éxito o la supervivencia de una colaboración interempresarial. La hipótesis de la existencia de una cultura homogénea a nivel de red en la que se puedan identificar los actores de la red permitiría fortalecer la pertenencia al grupo, minimizar conflictos o incrementar las interacciones entre sus miembros. Figura 1: Estructura de las Redes Virtuales de Fabricación Global ACUERDOS CONTRACTUALES OEM JOINT VENTURES FABRICANTE SUBCONTRATADO COLABORACIONES PUNTUALES PROVEEDOR DE SUBCONJUNTOS En la figura 2 se representan los aspectos básicos del modelo conceptual donde una serie de mecanismos culturales infieren en la formalización de las relaciones en las RVFGs. La naturaleza de estos mecanismos, su influencia en la formalización de estas redes y su interacción mutua tratarán de analizarse en este trabajo. Aunque los orígenes de estos mecanismos parten de la cultura organizacional clásica, su dinámica en las RVFGs es sensiblemente diferente. Estos mecanismos en algunos casos subyacen en las organizaciones antes incluso de la formación de las relaciones (mecanismos ex ante) y otros surgen posteriormente a la colaboración y ejercen una influencia notoria en la misma (mecanismos ex post). El efecto de éstos, si son bien gestionados, pueden producir unos beneficios notables en las propias RVFGs lo que redundará en la eficiencia de las mismas. 138 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. Figura 2. Marco Teórico General sobre Mecanismos Culturales en la RVFGs MARCO TEORICO GENERAL DE CULTURA SISTEMICA EN LAS RVFGs Mecanismos Culturales Formalización de Relaciones en las RVFGs Beneficios de la Cultura Sistémica Antes de desarrollar el modelo conceptual, en el capítulo 2 de este trabajo se recogen las aportaciones más interesantes de la literatura referentes a las RVFGs y a la cultura interorganizacional. Posteriormente, en los capítulos 3, 4, 5 y 6 se desarrollan los cuatro mecanismos culturales propuestos que son la similitud de las prácticas culturales, la integración social, la confianza y la transferencia de conocimiento tácito. El modelo conceptual propuesto se desarrolla en el capítulo 7, así como la influencia mutua de los mecanismos culturales y los beneficios de la cultura sistémica. Para validar el modelo propuesto, en el capítulo 8 se aplica la metodología del caso a uno de los ejemplos de colaboración horizontal con más éxito en la industria aeronáutica, la fabricación en colaboración del motor CFM 56 entre GE y SNECMA, donde se analiza la importancia de los cuatro mecanismos culturales propuestos. Finalmente, en el capitulo 9, se resumen la aportaciones mas relevantes de este trabajo y se proponen nuevas líneas de desarrollo en el futuro. 2. REVISION DE LA LITERATURA El concepto de cultura aplicado a una empresa no es nuevo. Aunque muchos autores (ej.: Schein, 1985 o Trice y Beber, 1993) han ido, a lo largo de los años, desarrollado enfoques y teorías para adaptarse al entorno empresarial del momento, los fundamentos en los que se basan no parecen radicalmente diferentes a los que adoptó Mayo (1930) para explicar el concepto de organización informal con su experimento en la planta de Hawthorne. En el ámbito académico, seguramente, la primera referencia conocida del término cultura organizacional fue hecha por Pettigrew (1979). Posteriormente, muchos autores se han referido a este concepto dentro de la teoría de las organizaciones como uno de los más relevantes. Hofstede et al. (1990) afirman que la cultura organizacional ha adquirido un status similar a la estructura, estrategia y control. Aunque no hay consenso sobre una definición de cultura organizacional muchos autores están de acuerdo en que es un concepto de carácter holístico, viene determinada históricamente, se relaciona con aspectos antropológicos, se construye sobre relaciones sociales, está basada en aspectos “blandos” (soft factors) y es difícil de cambiar una vez implantada. La utilidad o razón de ser de la cultura organizativa es uno de los temas más recurrentes en la teoría de las organizaciones. Según varios autores (ej.: Pothukuchi et al., 2002 o Trice y Beber, 1993), la necesidad de una cultura corporativa en una empresa se hace evidente al facilitar la cohesión interna, alinear a sus miembros con la misión y objetivos de la misma, resolver conflictos internos, conducir y moldear actitudes y comportamientos o establecer los límites de la organización y diferenciarla de otras. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 139 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. Dentro del contexto de las RVFGs, la necesidad o funcionalidad de una cultura sistémica (a nivel de red), presenta un dilema más complejo. La heterogeneidad de actores en la red, su diversa procedencia o sus diferentes roles e intereses parecen contradecir los fundamentos de la cultura organizativa. Aunque sí parece plausible la existencia de mecanismos culturales que subyacen a la red y actúan como elementos que faciliten las interacciones entre empresas. El efecto de la cultura organizacional en el rendimiento de las redes de empresas ha sido estudiado por muchos autores (ej.: Brown et al., 1988; Park y Ungson, 2001; Pothukuchi et al., 2002; Hofstede et al., 1990) donde la gran mayoría afirman que las diferencias culturales entre diferentes actores de una colaboración afectaban negativamente al rendimiento de la misma. Figura 3. Aspectos Básicos de las RVFG • Collaborative Manufacturing • Manufacturing Grid DINÁMICA • Nuevo enfoque no “Porteriano ” basado en colaboraciones horizontales ESTRATEGIA ESTRUCTURA RVFG • Actores de la red (nodos ) • Relaciones entre sus miembros • Nuevas relaciones de fuerzas entre sus cadenas de valor. CULTURA • Mecanismos culturales • Cultura sist émica . A finales de los años 80 y comienzos de los 90, debido a la intensa y creciente demanda del mercado global, muchas empresas estudiaron seriamente considerar los beneficios de las redes de fabricación interconectadas. En algunas industrias como la aeronáutica (Shi et al., 2005), electrónica (Shi et al., 2003) o la automoción (Sturgeon, 2002), las RVFGs se han convertido en un fenómeno de fuerte crecimiento con gran potencial para satisfacer una demanda cada vez más exigente y fragmentada del mercado (Shi et al., 2003). Muchos investigadores han estudiado este fenómeno desde diferentes perspectivas. Bajo una perspectiva estratégica, las RVFGs siguen unos patrones diferentes al enfoque tradicional “porteriano” (Porter, 1996) basado en la búsqueda de un equilibrio de fuerzas en el sector y en conseguir una ventaja competitiva sostenible en el tiempo. Debido al fuerte componente de relaciones horizontales entre competidores que existe en estas redes, los investigadores han buscado nuevas vías como la “coopetición” (Nalebuf y Branderburger, 1996), los mecanismos estructurales (Chen & Yao, 2003) o los mecanismos emocionales (Zeng y Chen, 2003). Otros autores analizan la búsqueda de una ventaja competitiva a nivel de red basada en una visión 140 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. global de la misma donde el encaje de sus actividades basado en la combinación de competencias específicas de los actores de la red permite que las RVFGs compitan eficientemente en el mercado (Hoopes, 2003). Una variante de este enfoque es lo que Doz y Hamel (1998) denominaron “cospecialización” al proponer que los actores deberían especializarse en actividades complementarias a las de otros miembros de la red para evitar redundancias o solapamientos excesivos y optimizar la creación de valor en la red (Vilana y Rodriguez-Monroy, 2009b). En el gráfico de la figura 3 se propone un esquema básico que incluye los cuatro pilares fundamentales que engloban todos los aspectos relevantes de las RVFGs: su estrategia, su estructura, su dinámica y su cultura. En los últimos, años se han publicado varios trabajos muy relevantes sobre las redes virtuales de fabricación global. Liu y Shi (2008) o Li et al. (2004) analizan cómo coordinar la utilización de los recursos heterogéneos de fabricación, independientes y distribuidos por toda la red. También son interesantes las propuestas de Camarinha et al. (2009) y Chituc et al. (2008) de modelos conceptuales de organización de las tecnologías de información y comunicación necesarias en este tipo de organizaciones. Sturgeon (1999, 2000, 2002), Williams et al., (2001), Colotla (2002) y Johansen y Comstock (2005), entre otros, han analizado el valor añadido que se obtiene de la desintegración de la cadena de valor y aspectos estructurales en este tipo de redes, mientras que otros autores como Shi y Gregory (2001, 2003), Shi et al. (2005), y Rudberg y Olhager (2003a, 2003b, 2008) han estudiado sus diferentes posicionamientos estratégicos. Algunos autores (ej.: Coleman, 2000) enfatizan que la estructura óptima de las redes de empresas debe estar constituida por numerosas e intensas relaciones entre sus miembros. Mientras que otros autores (ej.: Burt 2004) afirman que la estrategia óptima es mantener un elevado ratio de desconexiones entre actores. Ahuja (2000) resalta que las redes con un número elevado de lazos indirectos puede ser una manera muy efectiva de disfrutar de los beneficios de una red de gran tamaño sin los costes asociados al mantenimiento de lazos directos. Las estructuras abiertas con muchos agujeros estructurales permiten evitar redundancias y acceder a nuevas fuentes de información. Según Burt (1992) una manera de desarrollar redes eficientes es maximizar el número de desconexiones en la red (agujeros estructurales) y elegir socios que tengan muchos colaboradores (lazos indirectos). Aunque este enfoque supone implícitamente que los lazos directos e indirectos ofrecen el mismo beneficio al actor focal (Ahuja, 2000). Las redes con un número elevado de lazos indirectos permiten obtener grandes beneficios sin los elevados costes de mantenimiento de los lazos directos (Ahuja, 2000). En redes de empresas basadas en un importante componente tecnológico, los lazos indirectos permiten maximizar los beneficios de la red al servir como mecanismo para transferir información o conocimiento explícito y contribuyen eficazmente a la innovación en la red. En sistemas cerrados, las redes sociales integradas profundamente en las relaciones, es decir la denominada integración social (social embededness), tal y como la definió Granovetter (1985), pueden facilitar la transferencia de información y la resolución de conflictos (Uzzi 1997). Hargadon y Sutton (1997) demuestran cómo una empresa puede desarrollar eficazmente su posición mediante el desarrollo de agujeros estructurales para el desarrollo de nuevos productos. Mientras que Ahuja (2000) argumenta la importancia de redes cerradas con múltiples conexiones como fuente de incremento de la confianza, reducción del oportunismo y desarrollo de colaboración en empresas del sector químico principalmente entre relaciones horizontales. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 141 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. Las redes compuestas por colaboradores que a su vez tienen pocos lazos con otras empresas se caracterizan por tener muchos agujeros estructurales con predominio de los lazos fuertes lo que facilita el control sobre los colaboradores directos, tal y como ocurre en las redes jerárquicas de proveedores (Brass y Burkhardt, 1992). Las redes con muchos lazos interconectados entre todos sus actores se caracterizan por tener pocos agujeros estructurales y mayor peso de los lazos fuertes lo que favorece la confianza y cooperación entre sus actores evitando posicionamientos de poder de sus miembros (Ahuja 2000), tal y como ocurre en las redes de industria de alta tecnología. Las redes con pocos solapamientos y redundancias se caracterizan por tener muchos agujeros estructurales y predominancia de los lazos débiles lo que proveerá de beneficios de acceso a información, como es el caso de las redes de intercambio de información, consultoría o tecnología (Hargadon y Sutton, 1997). Finalmente, las redes con muchas interacciones entre todos sus miembros mediante lazos débiles son lo que Sturgeon (2002) denominó redes de producción relacionales y se caracterizan por la intensa red social que subyace a la red económica y que Granovetter (1985) definió como integración social (social embeddedness). Las RVFGs tienen una gran similitud con el planteamiento de Ahuja (2000). Por lo que éstas deberán orientarse hacia una tipología cerrada con numerosas e intensas relaciones entre sus actores, con un mayor porcentaje de lazos directos que fomenten no sólo el acceso a conocimiento explícito (típico de los lazos indirectos), sino el uso de recursos compartidos y el acceso a conocimiento tácito (lazos directos) para, en definitiva, fomentar el desarrollo de la confianza entre sus actores (Vilana y Rodríguez-Monroy, 2009a). En este contexto, la existencia de una serie de mecanismos culturales a nivel de red tendrá una importancia fundamental como elementos que faciliten las colaboraciones interempresariales para mejorar sensiblemente la eficiencia de la RVFG. 3. LAS SIMILITUDES DE PRÁCTICAS CULTURALES Parece que existe un consenso general entre la mayoría de los autores (ej.: Pothukuchi et al., 2002; Park y Ungson, 2001) sobre la importancia de similitudes culturales en las colaboraciones interempresariales al concluir que los participantes con valores culturales similares alcanzan altas cuotas de satisfacción, aprendizaje y eficiencia de la colaboración. Mientras que las diferencias culturales entre sus actores dificultan el aprendizaje, la satisfacción y la eficiencia de la colaboración. La cultura actuaría como un “aglutinante social” (Cartwright y Cooper, 1993) que sirve de unión entre las personas de diferentes organizaciones creando una cohesión entre empresas. Diferentes tipos de cultura organizacional crean diferentes ambientes psicológicos en las alianzas por lo que las diferencias culturales les llevan a provocar una influencia negativa en su rendimiento. Por eso, el grado en el que encajan la cultura organizacional de las empresas que forman parte de una colaboración está directamente relacionado con el éxito de la misma. Las empresas participantes en una colaboración con fuertes discrepancias en su cultura organizacional tienen que emplear grandes dosis de energía y tiempo en establecer prácticas de gestión y rutinas organizacionales que faciliten la interacción lo que puede llevarles a costes elevados y pérdida de confianza en comparación con empresas más similares culturalmente (Park y Ungson 1997). 142 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. El problema surge al detallar qué similitudes culturales son necesarias, qué mecanismos o aspectos de la cultura organizacional pesan más a la hora de medir la eficiencia de la colaboración. Además los valores culturales, que según muchos autores constituyen la esencia de la cultura organizacional, no son fácilmente perceptibles en una empresa y difícilmente podrán detectarse antes de comenzar una colaboración. Aunque muchos autores (ej: Deal y Kennedy, 1982; Schein, 1985) sostienen que los valores son la esencia de la cultura organizativa y que estos no pueden ser conocidos explícitamente, Hofstede et al. (1990) afirman que son las prácticas culturales, tal y como son percibidas en la rutina diaria, el corazón de una cultura organizativa. Es decir, los valores de los fundadores y líderes se convierten en practicas compartidas por los miembros de la organización transmitidas por socialización. Los estudios empíricos que realizaron Hofstede et al. (1990) demuestran que los valores culturales difieren más entre individuos con diversas características demográficas, edad, nacionalidad y educación independientemente de la organización en la que trabajen. Además también demostraron que personas que pertenecen a diferentes culturas organizacionales (diferentes empresas) suelen tener diferentes prácticas culturales aunque podrían compartir valores culturales similares. Esto se debe, según Hofstede et al. (1990), a que los valores culturales se adquieren en los primeros años de vida en el entorno familiar y educativo, mientras que las prácticas organizacionales se adquieren en el puesto de trabajo a través de la socialización. Según este nuevo enfoque de cultura organizacional, son las prácticas culturales u organizacionales las que determinan la cultura y, por lo tanto, es fundamental que exista cierto grado de similitud en estas prácticas a la hora de formalizar relaciones interempresariales. Las diferencias de valores culturales más relacionados con la cultura nacional, la educación o el entorno familiar no suponen obstáculos insalvables en la colaboración entre empresas. Estudios posteriores avalaron este nuevo enfoque como el de Park y Ungson (1997) al estudiar cómo las alianzas entre empresas de diferentes nacionalidades (diferencias entre culturas nacionales) no tienen ninguna influencia con la tasa de fracasos de estas alianzas empresariales. Una clasificación de estas prácticas culturales sería la propuesta de Hofstede et al., (1990) quienes sugieren seis prácticas fundamentales dentro de una organización que permiten diferenciar su orientación de gestión. Cuando diferentes empresas que tiene que colaborar muestran grandes diferencias en estas prácticas se producen conductas conflictivas que influyen negativamente en la colaboración pudiendo provocar su fracaso. Estas prácticas de gestión son 1) Orientación a procesos frente a resultados; 2) Orientación a la empresa frente a orientación al puesto de trabajo; 3) Orientación de sistemas abiertos o cerrados; 4) Orientación a las personas frente a las tareas; 5) Control rígido o ligero y 6) Pragmático frente a normativo. En una RVFG, las diferencias en estas prácticas culturales entre empresas que colaboran intensamente puede significar un obstáculo insalvable al suponer una manera opuesta de enfocar las diferentes actividades en una organización como la comunicación interna, la consecución de objetivos, el sistema de carrera profesional, la estructura de poder o la relación entre un empleado y su superior lo que supone un conflicto en el desempeño de las funciones, expectativas y prácticas. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 143 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. Por lo tanto, se puede afirmar que la base de una cultura organizativa a nivel de una RVFG debe evitar un grado alto de incompatibilidades en sus prácticas culturales si quiere que la colaboración entre sus miembros sea eficiente y no se pierdan grandes dosis de energía y recursos en salvar esas diferencias, aunque no es necesario evitar esas diferencias en sus valores que dependerán más del tipo de contexto en el que se desarrollen los miembros de la red como el educativo o el nacional. Ello permitiría garantizar la eficiencia de las interacciones entre sus miembros o, incluso, la supervivencia de la propia red. El problema surge cuando se intenta formalizar una RVFG y se comprueba que existen fuertes incompatibilidades en una o varias prácticas culturales descritas anteriormente. De hecho, es muy excepcional que al encontrar una empresa con la que se desee establecer una colaboración exista una fuerte compatibilidad y similitud de las prácticas culturales ya que éstas no constituyen una de las causas de la formación de la colaboración sino que podría considerarse una condición necesaria para el éxito de la misma. La colaboración entre GE y SNECMA para la fabricación del motor aeronáutico CFM 56, que se verá posteriormente, solucionó parcialmente este dilema al constituir ex-profeso una serie de departamentos y procesos internos nuevos idénticos en ambas empresas relacionados exclusivamente con el nuevo programa para la fabricación del motor CFM. Esta medida permitió la formación de subculturas en estos departamentos con prácticas culturales con alto grado de similitud entre las dos empresas. Posteriormente se formó una nueva empresa participada al 50% por GE y SNECMA lo que facilitó la compatibilidad cultural en sus prácticas. Otro ejemplo, en la constitución del consorcio aeronáutico EADS formado por Aerospatiale-Matra (Francia), DASA (Alemania) y CASA (España) y con el fin de resolver las significantes diferencias en la cultura corporativa de las empresas matrices, EADS aplicó una política de recursos humanos orientada a construir un “espíritu de EADS” que trabajó en la armonización e integración de todo el personal. Además la incorporación de 1500 nuevos trabajadores facilitó la consolidación de una nueva cultura corporativa (Barmeyer y Mayrhofer, 2008). Sin duda, estas medidas inculcadas a través de la socialización ayudaron a construir unas prácticas culturales similares nuevas que fueron la base de la nueva cultura corporativa de EADS. Propuesta 1: La similitud de prácticas culturales entre actores de una RVFG aumenta sus probabilidades de supervivencia y constituyen un mecanismo cultual ex ante que favorece la existencia de una cultura homogénea en la red. 4. LA INTEGRACIÓN SOCIAL EN LAS REDES (SOCIAL EMBEDDEDNESS) Según Gulati (1995) la formación de las redes de empresas está inmersa en un contexto social muy rico que condiciona las futuras colaboraciones. Las relaciones previas generan una red social en las que las empresas están integradas y supone una fuente de información inestimable sobre la fiabilidad y capacidad de los actuales y potenciales participantes en la red, mejorando la información sobre nuevas oportunidades, así como la confianza entre los actuales y potenciales actores de la misma. Esta red social es un sistema dinámico formado por la experiencia de las pasadas relaciones, los actuales socios y evoluciona con el tiempo a medida que se establecen nuevas alianzas formando una interacción activa entre acción y estructura de la red que influye en la actitud de sus actores. Bajo este enfoque, las redes sociales previas condicionan las colaboraciones entre empresas las cuales se basarán en experiencias anteriores 144 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. para establecer nuevas relaciones, lo cual afectará a la propia estructura social de la red provocando una influencia mutua y continua entre estructura y estrategia. Aunque el origen de este planteamiento se fundamenta en la teoría clásica psicológica, la idea de que la acción económica está “incrustada” en redes sociales fue revitalizada por Granovetter (1985) quien afirmó que las actividades económicas reposan sobre la extendida preferencia de tratar con individuos de reconocida reputación, basada en informadores de confianza que han tratado anteriormente con él o, mejor aún, basada en experiencias propias con ese potencial colaborador. Estas conclusiones fueron confirmadas por Gulati y Gargulio (1999) que destacaron la importancia de las relaciones o alianza previas en las RVFGs como una fuente inestimable de información fiable sobre las capacidades, disponibilidad y fiabilidad de socios potenciales. En el contexto de las RVFGs, la importancia de las relaciones sociales se magnifica ya que en las transacciones entre empresas de una red, el capital relacional llega en muchos casos a ser más valioso que el capital económico (Luo 2001). Las organizaciones que entran en las RVFGs se enfrentan a un elevado riesgo de conductas oportunistas debido a la conducta imprevisible de los potenciales socios y de los elevados costes que dichas conductas incurrirían en el caso de materializarse (Kogut 1988). Un colaborador en una RVFG podría desenvolverse libremente en la red adquiriendo todos los recursos que pueda limitando sus contribuciones o simplemente actuar oportunistamente tomando ventaja de las relaciones estrechas para utilizar los recursos y la información en su propio interés ignorando los intereses de otros socios. Esta situación provocará una fuente de incertidumbre proveniente de la falta de información sobre la fiabilidad del potencial colaborador cuya conducta es un factor clave en el éxito de la alianza. Las relaciones entre los actores de la RVFG pueden ser caracterizadas en términos de fortaleza de sus vínculos sociales, su nivel de confianza y el grado en que comparten similares procesos y valores. Altos niveles de interacción bien personal o a través de sistemas de comunicación e información permiten alcanzar un nivel de confort entre los actores. La fortaleza de estos lazos puede variar desde empresas que mantienen con otros actores de la red relaciones mas bien formales con poca interacción personalutilizando canales de comunicación formales hasta empresas con mayor nivel de implicación donde la comunicación es más informal y se establece en momentos precisos cuando surge la necesidad. Estas redes sociales que subyacen a las redes económicas tienen dos componentes básicos que condicionan la naturaleza de las relaciones de sus actores el componente relacional y el estructural. El primero permite suministrar información directa y recíproca entre las empresas que con el tiempo favorecen futuras relaciones y mejoran la confianza mutua permitiendo fortalecer los lazos de unión entre sus actores. El segundo permite relacionar empresas a través de lo que algunos autores han denominado agujeros estructurales (Burt, 1992) o lazos indirectos (Ahuja 2000). Según éstos, dos empresas que no colaboran directamente pero mantienen relación con empresas comunes tienen muchas más posibilidades de establecer relaciones en el futuro debido a la confianza que transmite ese lazo común y a las compatibilidades culturales y organizativas que existen. Por lo tanto, la integración social (social embeddedness) permite dar información a los actores de las RVFGs sobre las capacidades y competencias de posibles nuevos colaboraciones de la red, sus necesidades y aumenta la fiabilidad ante potenciales conductas oportunistas. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 145 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. Además las relaciones previas entre dos actores constituyen una fuente inestimable de información sobre futuras colaboraciones o como referencias a terceros en la RVFG. Estas redes sociales necesitan tiempo para establecerse y sedimentar y una vez constituidas supondrán un catalizador de las relaciones empresariales en la red. Conocer el mapa de relaciones sociales existentes en la red además de construir la propia red es fundamental con tiempo para tener éxito en la misma. Es muy complejo iniciar una colaboración muy estrecha desde el principio si antes no ha habido relaciones previas menos exigentes que permitan sedimentar una red social incrustada en las relaciones empresariales. Por lo que la “virtualización” de las RVFGs estará directamente relacionada con la intensidad de relaciones sociales existentes en la red. Se entiende por grado de “virtualización” a la intensidad de las colaboraciones con empresas externas a la propia organización (Shi et al, 2003). Propuesta 2: Cuanto más intensas y duraderas sean las relaciones sociales entre los miembros de una RVFG, cuanto mayor sea su grado de integración social, mayor será el grado de “virtualización” de la misma. 5. LA IMPORTANCIA DE LA CONFIANZA EN LAS REDES Varios autores (ej.: Gulati y Gargulio, 1999) han criticado el enfoque de la teoría de los costes de transacción al considerar cada transacción entre empresas que forman una alianza como un evento independiente y singular sin tener en cuenta el carácter repetitivo de las mismas a lo largo de tiempo. Un factor fundamental que surge en las alianzas a lo largo del tiempo y que condicionará la estructura de las relaciones empresariales en el futuro es la confianza. La confianza, en este contexto, se puede definir como la intención de aceptar un riesgo y ser vulnerable a partir de las expectativas positivas de la conducta de la otra parte (Luo 2001). También, puede considerarse como un compromiso entre las partes de no aprovecharse de las debilidades del otro (Steensma y Lyles 2000) o como Lane y Lyles (2001) afirman funciona como un mecanismo continuo de control social y actúa como reductor del riesgo en la colaboración empresarial. El gráfico de la figura 4 muestra las diferentes fases de la confianza en las relaciones entre empresas dentro de una RVFG y su relación con el grado de “virtualizacion”. El punto 1 es la denominada confianza estructural (Madhok 1995), también denominada confianza basada en disuasión (Saphiro et al., 1992) o confianza “hard” según Parkhe (1993). Este tipo de confianza se basa en los aspectos tangibles de la colaboración y en la necesidad recíproca que garantiza la relación aunque también se suelen utilizar mecanismos más explícitos como contratos muy formales que incluyen sistemas de sanciones o penalizaciones para evitar conductas oportunistas de los actores y provocar una relación de mutua dependencia o de rehenes mutuos. Aunque es fundamental en las fases iniciales de la colaboración, no es suficiente a largo plazo ya que es inherentemente inestable al no tener en cuenta el aspecto relacional o social y al depender continuamente y a corto plazo de la simetría en las aportaciones de los actores. Las fórmulas de colaboración más formales que se pueden aplicar en esta fase con estructuras de gobierno más jerárquicas son la formación de nuevas empresas con participación conjunta de capital (joint ventures) para intentar evitar o reducir este miedo mediante contratos más estrictos aunque no siempre resultan efectivas si cada parte persigue conductas oportunistas (Park y Ungson 2001). 146 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. (1) Las relaciones personales se sedimentan con el tiempo. Acuerdos formales poco normalizados Acuerdos muy formales. Fuertes relaciones contractuales muy normativas Aumento de relaciones informales y fluidas. Reputación en la RVFG. Reducción de los costes (2) (3) Acuerdos muy flexibles. Relación virtual Mayor Virtualización Tipo de Relación Contractual entre Actores Figura 4. Relación entre Confianza y Grado de “Virtualización” en la RVFGs de transacción al simplificar el control de los acuerdos (4) Interacciones Confianza basada en disuasión. personales. Confianza Dimensión estructural en las personas Confianza basada en conocimiento. Dimensión social de la confianza Evolución de la Confianza en las RVFGs Tiempo Con el tiempo van surgiendo relaciones personales que generan una confianza a través de la continua interacción de las personas de diferentes empresas según se indica en el punto 2 de la figura 4. En esta fase, las relaciones en las RVFGs se basan en la confianza más que en un contrato formal. Saber construir esa confianza entre las partes es el aspecto más difícil del éxito de relaciones empresariales ya que sólo las personas pueden confiar en las personas. La confianza interempresarial se sedimentaría en las relaciones entre personas de ambas organizaciones (Van der Ven 1993). Aunque la confianza es un fenómeno interpersonal, subjetivo y que reside y se establece entre individuos, muchos autores hablan de confianza en transacciones económicas a través de relaciones interempresariales (Zucker 1986). Las bases de esta confianza tiene una base cognitiva fuerte basada en la experiencia de anteriores interacciones que tal y como establecen Saphiro et al (1992) es una confianza basada en el conocimiento (knowledge-based-trust) y aparece a medida que los actores desarrollan un entendimiento mutuo en la relación según se indica en el punto 3 de la figura 4. Con este tipo de confianza, también denominada confianza basada en procesos (Zucker 1986), los actores de la red empiezan a establecer cada vez más relaciones informales, los procesos se hacen cada vez más fluidos y los costes de transacción se reducen drásticamente. Con el tiempo, la confianza se convierte en un mecanismo muy eficiente en las relaciones entre empresas, ayuda a mitigar problemas generados por la fuerte competencia entre algunos de sus actores o la complejidad organizativa de la RVFG, reduce los costes de transacción al reducir drásticamente los costes de diseño y negociación de los contratos, facilita la supervisión de la alianza, mejora la transferencia de conocimiento tácito, se acelerara la búsqueda de futuros colaboradores entre los miembros de la red y ayuda a resolver potenciales conflictos entre sus miembros. En esta fase se llega a la denominada confianza social (Madhok 1995) según se indica en el punto 4 de la figura 4, ya no se basa en el miedo a sanciones por conductas oportunistas o en el valor tangible que se obtiene de la colaboración sino en las relaciones. Al llegar a este punto no es necesario constituir nuevas empresas con Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 147 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. participaciones en capital para formalizar una relación ni contratos muy normativos que regulen toda la casuística de la relación. La colaboración se basa sobre todo en relaciones informales basadas en la experiencia previa, lo que reduce sensiblemente los costes de transacción. Esta confianza genera con el tiempo un stock de conciliación o buenas intenciones que los actores pueden utilizar en épocas de conflicto o tensiones en la relación. Un ejemplo de confianza social fue la relación que establecieron Boeing y un consorcio de socios japoneses para el desarrollo de la familia de aviones Boeing 757 (Madhok 1995). Ambas partes se necesitaban mutuamente para compartir los elevados costes de desarrollo y conseguir sinergias entre la experiencia de Boeing y la eficiencia de fabricación de los japoneses. Éstos tuvieron que afrontar un gran riesgo en términos de pérdidas de ingresos en el caso que las ventas del modelo 757 no fueran las esperadas como así ocurrió. Ante este escenario, Boeing les asignó trabajo de otros aviones para compensar esa caída de ingresos como un gesto de compromiso aunque no había ninguna obligación contractual en ese sentido. Este gesto generó un nivel de confianza que facilitó resolución de conflictos posteriores. La colaboración ha durado hasta la siguiente generación de aviones permitiendo a los japonenses una participación más intensa que en las etapas anteriores. Un aspecto interesante de la confianza en las RVFGs es la relación directamente proporcional entre grado de virtualización y el nivel de confianza alcanzado. Cuanto mayor sea ésta, menos necesidad habrá de establecer fuertes vínculos legales entre empresas que colaboran. Con lo que se puede afirman que las RVFGs con el tiempo se van virtualizando cada vez más sobre una base de confianza sincera entre las empresas construida a lo largo del tiempo. O dicho de otro modo, la confianza y el grado de virtualización en una RVFG aumentan proporcionalmente con el tiempo en las RVFG que tienen éxito (Vilana y RodriguezMonroy, 2009a). El argumento que se basa en alimentar las relaciones sociales en las redes de empresas para incrementar la flexibilidad y tolerancia, especialmente en situaciones de ambigüedad, es especialmente relevante en las RVFGs. La confianza requiere tiempo, emerge gradualmente a partir de sucesivas interacciones entre las partes a medida que se da reciprocidad y simetría en las aportaciones. Con el tiempo la percepción del nivel de conducta oportunista se reduce. El problema que surge ahora es estudiar si se puede hacer un planteamiento prescriptivo que facilite las relaciones de una colaboración. Este enfoque es factible siempre que se cumplan una serie de pautas en el desarrollo de la confianza empresarial de manera que se avance lo más rápidamente posible en la curva de confianza propuesta. Para ello, las empresas deben invertir sus recursos en mejorar la confianza en las primeras fases de la colaboración. También es necesario que éstas minimicen las rotaciones de personal para que las relaciones sociales tengan una continuidad y se incremente la confianza mutua. Hay que evitar también intensas colaboraciones al principio sabiendo que el proceso de construcción de confianza social requiere tiempo. La creación de valor a través de capacidades complementarias puede utilizarse para mejorar la relación y absorber costes adicionales de la colaboración y generar confianza. Este enfoque es lo que (Doz y Hamel, 1998) denominaron “cospecialización” e implica que los actores de la RVFG se focalizan en un número reducido de actividades y habilidades principales que son complementarias a las de otros participantes de la red. Ello implica mejorar el conocimiento o habilidad de un área específica y ceder el desarrollo del resto de actividades a los otros miembros de la red. Cuando estas capacidades complementarias son valoradas 148 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. mutuamente, la posibilidad de desarrollos futuros fortalece la confianza y minimiza la conducta oportunista. La confianza en definitiva representa un mecanismo cultural en las RVFGs, ex post, que evoluciona lentamente con el tiempo y si se toman las medida adecuadas puede reducir drásticamente los costes de transacción, hacer más fluida la colaboración empresarial y facilitar la transferencia de conocimiento tácito en las RVFGs. Propuesta 3: La confianza y el grado de virtualización en una RVFG aumentan proporcionalmente con el tiempo en las RVFG que tienen éxito. Propuesta 4: A mayor “cospecialización” en las RVFGs, mayor disimilaridad en capacidades tecnológicas (complementariedad) y mayor nivel de confianza. 6. TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO TÁCITO Muchos expertos en transferencia de conocimiento (ej.: Gupta y Govindarajan 2000) están de acuerdo en que todas las empresas poseen conocimiento y éste constituye, muy posiblemente, la fuente de ventaja competitiva sostenible en el tiempo más sólida Una de las principales razones de existir de las joint ventures es el beneficio mutuo que se obtiene de la transferencia de conocimiento tácito o de las habilidades básicas de la otra organización que muy difícilmente podría obtenerse independientemente (Kogut 1988). Este conocimiento es el que está implícito profundamente en las personas y es difícil de codificar y comunicar abiertamente. Es inherente a las personas y se manifiesta a través de sus habilidades, su capacidad cognitiva y su trabajo rutinario. Dhanaraj et al., (2002) afirman que el conocimiento tácito es integrador, difícil de comunicar y puede ser inferido mediante la acción permitiendo un mayor y más profundo entendimiento del conocimiento explícito. El conocimiento explícito, en cambio, se refiere al que es codificado y normalizado de manera formal en una organización. Es sistemático, puede ser archivado, transmitido y adquirido a través de diferentes mecanismos. La transferencia de conocimiento de las RVFGs puede realizarse a través de diversos mecanismos desde contratos formales que establecen detalladamente las condiciones de dicha transferencia incluyendo soporte de consultoría técnica, contratos de transferencia tecnológica, licencias, asistencia técnica, especificaciones, documentación técnica o suministro de equipos hasta mecanismos más informales donde no existe una actuación explícita del transmisor del conocimiento. Por ejemplo, GE Energy obliga a todos sus centros de mantenimiento con los que colabora en el mundo a utilizar un determinado tipo de equipos de alta tecnología para recubrimiento de superficies. Estos equipos aunque son estándar llevan implícitamente “know how” de GE al estar parametrizados de manera homogénea en todo el mundo según los desarrollos internos que hace la compañía. De esta manera garantiza una curva de aprendizaje mínima en el uso de estos equipos, una difusión inmediata y global de los últimos desarrollos hechos y una homogeneidad en sus trabajos. Otro ejemplo es el caso de Boeing que subcontrata parte de la fabricación de los componentes de su fuselaje a compañías externas en Japón, Corea y Taiwán, les suministra todo tipo de documentación técnica, especificaciones de producto y asistencia técnica para ayudarles a cumplir sus especificaciones. La transferencia de conocimiento en las RVFGs está positivamente asociada a la disposición motivacional de Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 149 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. compartir conocimiento, el stock inicial de conocimiento de los actores, la riqueza y fluidez de los canales de transmisión y la capacidad de absorber conocimiento (Cohen y Levinthal, 1990). La transferencia de conocimiento tácito es un mecanismo cultural (ex post) que satisface muchas de las demandas de las RVFGs. Una de las razones por las que existen las RVFGs es por la habilidad de transferir y explotar conocimiento más eficientemente en un entorno de alianzas que a través de mecanismos externos del mercado. Aunque esta premisa no significa que este conocimiento se transfiera habitualmente de una manera fluida y libre dentro de las corporaciones ya que vendrá determinado por la potencial posición competitiva-colaborativa de los actores. En el modelo propuesto se trata de un mecanismo ex post que aparece tras la formalización de la relación y está muy condicionado por las diferentes posturas oportunistas y colaborativas que pueden tomar sus actores. Larsson et al. (1998) estudian este fenómeno en una colaboración diádica aplicando una adaptación del dilema del prisionero mediante la teoría de juegos. En función del posicionamiento de cada actor ante la transferencia de conocimiento en un contexto diádico (ej.: compromiso, colaboración o competición) se irá evolucionado hacia posturas participativas u oportunistas. Este tipo de conocimiento constituye una de las ventajas competitivas perdurables más efectivas (Gupta y Govindarajan 2000). Además es uno de los factores principales que ayudan a diferenciar a las empresas entre sí (Trice y Beyer, 1993). Existen muchas posibilidades que una transferencia de conocimiento tácito intensa entre dos actores de la red produzca un acercamiento de sus prácticas culturales, tal y como las definió Hofstede et al. (1990), y consecuentemente ayude a homogeneizar culturalmente la red. Por lo que una transferencia de conocimiento tácito en la RVFG puede ayudar a constituir una cultura sistémica. Al compartir con otros actores de la RVFG, un tipo de conocimiento que constituye uno de sus activos más importantes, lo que le da identidad propia y le permite diferenciarse de otras empresas de la red, al diluir y expandir este activo en la red se produce un proceso de homogenización cultural en la misma. Propuesta 5: La transferencia de conocimiento tácito intensa entre actores de la RVFG incrementa la similitud de prácticas culturales de la red, ayuda a homogeneizar culturalmente la red y a construir una cultura sistémica. 7. MARCO CONCEPTUAL DE MECANISMOS CULTURALES EN LA RVFGS La figura 5 representa el marco conceptual que integra los mecanismos culturales vistos anteriormente entre los que existe una interacción constante tanto antes de la formalización de la colaboración como después constituyendo un proceso continuo donde estos mecanismos se refuerzan mutuamente. Aunque éstos provienen de la disciplina de la cultura organizacional, tienen un significado diferente dentro de las RVFGs. Se dividen según su influencia en la formalización de las relaciones en mecanismos ex ante y ex post. Los mecanismos ex ante condicionan la formación de la RVFG determinando la energía que será necesaria para esa relación pudiendo incluso anularla y son dos: las similitudes de prácticas culturales en la red y la integración social o “social embeddedness” tal y como la definió Gulati (1995). Los mecanismos ex post facilitan y refuerzan la interacción de los actores en la red una vez formada y son la transferencia de conocimiento tácito y la confianza. 150 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. Figura 5. Mecanismos Culturales en la RVFGs Mecanismos Ex ante • • • Mecanismos Ex post • • Red social incrustada en la RVFG Factor tiempo en relaciones sociales Importancia de relaciones previas Capacidad de absorción Precursor de cultura homogénea Transferencia de Conocimiento Tácito Integración Social (Social Embeddedness) Formalización de relaciones entre actores de una RVFG Similitudes Culturales en la Red • • Identificación de prácticas con cultura organizativa Importancia de homogenización de procesos Confianza • • • Dimensión estructural y social Lenta evolución en el tiempo A medida que aumenta se incrementa la virtualización en las relaciones 7.1. Influencia Mutua de los Mecanismos Culturales Estos cuatro mecanismos culturales no deben entenderse como mecanismos estáticos e independientes a la propia colaboración empresarial sino como elementos dinámicos que ejercen una influencia mutua y continua a lo largo de toda la vida útil de la colaboración en un proceso en continua evolución en el que pueden ir reforzando la relación. Por ejemplo, la integración social (social embededness) acelera el intercambio de conocimiento tácito mejorando la compresión, asimilación y colaboración (Uzzi 1997). Permite dar la interpretación adecuada del conocimiento; facilita mecanismos de retroalimentación que garantizan que los procedimientos han sido interpretados correctamente y que éste es transmitido adecuadamente. La transferencia de conocimiento tácito en las RVFGs se facilita en muchos casos a través de fuertes relaciones o vínculos sociales lo que promueve un proceso de mutuo aprendizaje ya que ésta no sólo requiere una adecuada capacidad de absorción sino una capacidad de superar barreras sociales en la organización. La interacción e influencia entre similitudes culturales y transferencia de conocimiento tácito en una RVFG también es notoria. Diferencias culturales muy elevadas entre los actores de la red pueden empañar las relaciones personales e impedir el aprendizaje y transferencia de conocimiento (Zeng y Chen, 2003). La transferencia de competencias y habilidades es más compleja cuando las barreras culturales son mayores (Kogut 1988). Las personas con culturas muy diferentes tienen más problemas para comunicarse, compartir sus experiencias y confiar el uno del otro (Carroll y Teo 1996). También Cohen y Levinthal (1990) afirman que la capacidad de absorción puede diferir entre diferentes actores de una red debido al diferente grado de homogeneidad cultural entre actores. Dieter (2002) afirma que la transferencia de Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 151 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. conocimiento se inculca en las organizaciones a través de su cultura organizacional. Por ello, es importante que cuando dos actores interactúan compartan un entendimiento mutuo, un lenguaje cultural similar y sean similares en sus características sociales y personales. Aunque la confianza comienza una vez formalizada la relación y se desarrolla con el tiempo, en muchos casos, la integración social o la red de relaciones sociales que subyace a la relación empresarial suele acelerar este proceso (Vilana y Rodriguez-Monroy, 2009a). Una excepción a esta influencia en el que pueden haber altos niveles de confianza en la red sin un proceso intenso de socialización previo como es el caso de actores de la red con elevada reputación. Normalmente, los responsables de las empresas que cooperan no transferirán, unilateral o bilateralmente, conocimiento tácito individual a las otras partes hasta que un nivel mínimo de confianza haya sido alcanzado en el tiempo. La confianza también facilita este proceso de intercambio de conocimiento al crear una sensación de seguridad de que el conocimiento no será utilizado más allá de su objetivo principal (Fichman y Levinthal 1991). Las similitudes culturales entre empresas de una RVFG permiten un rápido crecimiento de las relaciones sociales tanto a nivel interpersonal como posteriormente a nivel de empresas. Esa similitud en sus prácticas o procesos culturales supondrá el caldo de cultivo perfecto para hacer crecer la red social en la que se basarán posteriormente las relaciones empresariales. 7.2. Beneficios de los Mecanismos Culturales Los mecanismos culturales estudiados influyen notablemente en la formación y supervivencia de las RVFGs ejerciendo una serie de beneficios culturales vistos anteriormente. Estos beneficios son 1) la fácil integración de nuevos miembros o colaboradores en la RVFG basada sobre todo en la integración social, es decir en las referencias o experiencias pasadas de uno o varios actores de la red; 2) el incremento de una cultura homogénea cada vez más reforzada debido principalmente a la red social de relaciones que se establece, a la similitud de prácticas culturales y a la transferencia de conocimiento tácito y 3) la disminución de los costes de transacción producida fundamentalmente por el aumento de la confianza entre los actores de la red. Los primeros pasos en la formación de una RVFG son complejos, los actores tiene grandes dificultades para obtener información sobre las necesidades y competencias de sus potenciales colaboradores (Zeng y Chen, 2003). Esta información es a menudo confidencial y no suele ser revelada a personas ajenas a la organización. La integración social de las empresas que participan en la RVFG acelera este proceso de entendimiento mutuo reduciendo la ambigüedad en la información, reduciendo también el miedo a conductas oportunistas de sus potenciales socios. La asunción implícita de que las grandes corporaciones de empresas o incluso las colaboraciones externas con participación en capital (joint ventures) son más eficientes que una colaboración más virtual no es necesariamente verdadera. Dependiendo de la complementariedad de recursos, el stock inicial de compromiso y la confianza social estas colaboraciones virtuales pueden llegar a ser más eficientes. Por lo que la asunción que alegan algunos autores (ej.: Williamson 1985) de que la “virtualización” y los costes de control son directamente proporcionales es cuestionable. El coste incremental de gestionar colaboraciones virtuales aumenta parcialmente debido a los costes de supervisión para evitar conductas oportunistas. Pero un entorno con una intensa actividad de los cuatro mecanismos culturales puede reducir sensiblemente los costes de transacción. 152 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. Según el enfoque de los costes de transacción de Williamson (1985), las RVFGs surgen como un sistema híbrido cuando estos costes no son tan elevados como para justificar la internalización de las actividades pero, al mismo tiempo, no son lo suficientemente bajos como para ser subcontratados en el mercado. A lo largo de este trabajo se ha visto como algunos mecanismos culturales como la integración social o la confianza ejercen una influencia muy sensible la hora de reducir estos costes. Con lo que podría darse el caso que una actividad que no es rentable externalizarla a través de una RVFG debido a sus altos costes de transacción, sí lo sea con el paso del tiempo por los efectos de estos mecanismos culturales al reducir los costes de transacción. De hecho, bajo este enfoque, debería replantearse la posibilidad de externalizar a la RFVG gran parte de las actividades que se realizan internamente. Propuesta 6: El grado de “virtualización” en las RVFGs con fuerte actividad de los mecanismos culturales y los costes de transacción no son variables directamente proporcionales. Propuesta 7: Bajo el enfoque de los costes de transacción, los mecanismos culturales permiten rentabilizar colaboraciones externas con otros actores de la RVFG que a priori no lo eran. Figura 6. Marco Teórico de Cultura Sistémica en las RVFGs Mecanismos ex post Mecanismos ex ante Integración Social (Social Embeddedness) Transferencia de Conocimiento Tácito P2 P5 Formalización de relaciones entre actores de una RVFG P1 Similitudes de las Prácticas Culturales en la Red P6,P7 P3, P4 Beneficios de la cultura sistémica en las RVFGs Disminución de costes de transacción Aumento de cohesión e identidad de la RVFG Rápido aumento de nuevos colaboradores fiables en la red Confianza El esquema de la figura 6 representa el modelo conceptual propuesto donde los cuatro mecanismos culturales interaccionan entre ellos e influyen en las relaciones de los actores de las RVFGs antes y después de la formalización de la misma. Para el éxito de la relación, desde esta perspectiva cultural, no es necesario que todos los mecanismos tengan una fuerte actividad sino que exista cierta armonía o sincronización entre ellos. Por ejemplo, una relación entre dos actores con fuertes diferencias en sus prácticas culturales puede tener éxito si previamente existe una intensa actividad de las relaciones sociales entre ambos. O la transferencia de conocimiento tácito puede ser mínima en una relación fructífera porque los otros mecanismos actúan intensamente. En la colaboración entre GE y SNEMCA que se verá a continuación, las similitudes culturales eran mínimas pero la intensa actividad de los otros tres mecanismos culturales suplió esa carencia. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 153 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. 8. VALIDACIÓN DEL MODELO 8.1. Metodología Para validar el modelo de cultura sistémica propuesto se va a aplicar el método del caso a uno de los ejemplos con más éxito dentro de la industria aeronáutica sobre colaboración empresarial entre fabricantes competidores. Se trata de la alianza entre General Electric y SNECMA, un ejemplo clásico de relación horizontal para la fabricación del motor aeronáutico CFM 56. La metodología empleada en este estudio es exploratoria al tratarse de un enfoque poco desarrollado en el que se intenta aplicar un nuevo modelo teórico, y descriptiva al pretender identificar y describir los distintos factores que ejercen influencia en el fenómeno estudiado. Además se basará en el estudio de un caso con un enfoque cualitativo debido al carácter holístico de la cultura. Según Yin (1994), este enfoque es útil en trabajos de investigación donde no hay un conocimiento específico del campo a estudiar, es difícil delimitar el ámbito de la investigación y el conocimiento del problema no es absoluto. Esta perspectiva es adecuada en este caso al apenas existir estudios sobre cultura sistémica en las RVFGs con una visión integral de las mismas. Además un planteamiento cualitativo de un estudio de caso es adecuado cuando es necesario conocer el cómo y el por qué de un conjunto de eventos de los que apenas se tiene información o control. Por ello, este enfoque aplicando el método del caso a la colaboración entre GE y SNECMA permitirá analizar detalladamente su cultura a través de un caso real para conseguir una mejor comprensión del modelo propuesto. La información de esta investigación fue recogida mediante entrevistas abiertas (no estructuradas) con personal relevante de SNECMA y GE. Además, para dar al estudio más validez constructiva, se utilizaron otros sistemas de datos para triangular la información obtenida como observación directa, documentación, información de las compañías objeto de estudio (ej.: memoria anual, catálogos, datos financieros clave o información para los accionistas), revistas profesionales y artículos especializados lo que permite dar al estudio una mayor validez constructiva (Yin, 1994). Aunque este autor también afirma que las investigaciones basadas en métodos del caso permiten generalizaciones teóricas de los resultados obtenidos, al tratarse de un solo caso, la capacidad de generalización es baja y serán necesarios estudios de casos adicionales para fortalecer los resultados obtenidos. Williamson (1991), entre otros autores, afirma que las alianzas entre competidores son inherentemente temporales e inestables. Estas colaboraciones están condenadas al fracaso a largo plazo sobre todo por el peligro de una conducta oportunista a cargo de sus actores en busca de resultados a corto plazo sin tener que enfrentarse a las rentabilidades esperadas en un escenario incierto del largo plazo. Sin embargo, la colaboración GE-SNECMA constituye una contradicción a este planteamiento y un modelo a seguir en colaboración entre competidores directos. Aunque las razones estratégicas de esta colaboración entre GE y SNECMA eran evidentes, además de las complementariedades tecnológicas, comerciales y operacionales, también hubo muchos aspectos culturales que influyeron notablemente en el éxito de esta relación. Se trata de analizar la colaboración entre GE y SNECMA bajo una nueva perspectiva basada en el modelo de cultura sistémica propuesto, la perspectiva cultural. 8.2. Colaboración GE-SNECMA General Electric (GE) y SNECMA son dos de los mayores fabricantes de motores aeronáuticos del mercado mundial y aunque son competidores directos, desde el principio, tenían claro la estrategia de colaboración en la fabricación de un motor de rango medio en la industria 154 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. civil para entrar en un segmento de mercado muy prometedor en el que apenas estaban presentes. Ambos tenían intereses estratégicos convergentes: competir con su “enemigo” común, Pratt & Whitney que desde hacía décadas era el líder de este mercado con su modelo JT8D y entrar en el mercado civil de motores de rango medio debido a su enorme potencial. GE tenía mucho interés en esta colaboración ya que le suponía una buena oportunidad de entrar en el mercado europeo donde apenas tenía presencia además de sortear la fuerte posición competitiva que Pratt & Whitney tenía en el mercado norteamericano. También neutralizaba una posible alianza europea alrededor de otro de los grandes fabricantes, Rolls Royce, y se aprovechaba de las buenas relaciones de SNECMA con el consorcio europeo de Airbus, uno de sus mejores clientes potenciales. SNECMA también tenía mucho interés en esta colaboración ya que le permitía adquirir conocimiento y experiencia en fabricación, comercialización y servicio de motores de la industria aeronáutica civil en la que apenas tenía experiencia (Doz y Hamel 1998). Además existían fuertes complementariedades tecnológicas, GE poseía un importante know-how en componentes de alta presión y cámara de combustión del motor mientras que SNECMA tenía más experiencia en el compresor y turbina de baja presión. También había una elevada complementariedad comercial al tener GE y SNECMA una fuerte presencia en los mercados norteamericano y europeo y muy débil en el otro respectivamente. Los inicios de la colaboración entre General Electric, a través de su filial aeronáutica GE Aviation, y SNECMA se remontan a 1960 y continúa actualmente. Los primeros pasos de la colaboración empezaron con la participación minoritaria de SNECMA en un programa liderado por GE en la fabricación del motor CF6. Posteriormente la colaboración continuó en 1973 con la fabricación conjunta del motor CFM56, que ha supuesto el motor aeronáutico con más éxito en la industria civil actual para aviones de rango medio. Las relaciones contractuales que se establecieron con la fabricación conjunta del CF6 que alimentaba los aviones Douglas DC10 y Boeing 747 fue una oportunidad para ambas partes para conocerse mutuamente, compartir riesgos no muy elevados y evolucionar a lo largo del tiempo a un contexto más personal o emocional basado en la confianza desarrollada durante esos años. En los primeros pasos de esta colaboración no se necesitó mucha interacción entre las dos compañías ya que la experiencia previa y capacidad y conocimiento de ambos les permitió desarrollar conjuntamente el motor sin gran dependencia mutua entre las partes. El corazón del nuevo motor CMF56 se basaría en el motor F101 desarrollado por GE para el bombardero B1 de la fuerza aérea norteamericana al que SNECMA proporcionaría el sistema de baja presión para convertir el F101 en un nuevo motor aplicado a la industria civil. GE aportó su experiencia en el diseño y fabricación del compresor de alta presión, la turbina de alta presión y la cámara de combustión mientras que SNECMA fue responsable de la turbina de baja presión, compresor de baja presión, sistemas de lubricación, combustible y el ventilador. Además, para evitar conductas oportunistas típicas en las primeras fases de colaboración cuando la confianza no se ha desarrollado aún, adoptaron un mecanismo denominado “aproximación por caja negra” mediante el cual las contribuciones de productos intermedios o subconjuntos son aportados a la alianza sin revelar el “know how” interno que contiene el producto (Zeng y Chen 2003). Por ello, para evitar una transferencia tecnológica no deseada, la parte principal del motor fabricado por GE, que contenía gran parte del desarrollo del motor militar F101, era sellada antes de ser mandada a SNECMA para su adaptación final (Dussauge y Garrete 1999). Posteriormente, una vez que empezaron las pruebas del motor y empezó a estar en servicio, fue necesaria una mayor interacción mutua para optimizar su rendimiento pero para entonces los participantes habían aprendido a confiar el uno en el otro. El hecho de Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 155 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. no tener que establecer desde el comienzo una intensa colaboración cuando la confianza entre ambas partes aún no se había consolidado, les permitió encajar perfectamente la necesidad creciente de interdependencia con el crecimiento de la confianza mutua a través del trabajo diario y la socialización. Figura 7. Esquema de fabricación del motor CFM56 en colaboración SNECMA y GE Colaboración de GE y SNECMA en la Fabricación del motor CFM 56 SNECMA turbina de baja presión, compresor de baja presión, sistemas de lubricación y combustible Compresor Fan Baja Alta Cámara de Combustión Turbina Alta Baja GE Aviation Cámara de combustión, compresor de alta presión, turbina de alta presión. Además, en vez de enfocar la alianza como un proceso muy formalizado fuertemente regulado en un contrato blindado que estableciera cláusulas que contemplaran la gestión de todos los procesos, algo muy normal en la industria militar donde estaban más focalizadas GE y, sobre todo, SNECMA, ambas partes entendieron que debían definir nuevos procesos más acordes al espíritu de la colaboración y a la industria civil. Esta colaboración se basó desde el primer momento en una flexibilidad que les permitió resolver los incidentes o fricciones que surgían a lo largo de la misma. Por ejemplo, GE y SNECMA periódicamente reajustaban su fórmula de reparto de beneficios debido a cambios inesperados en el cambio de divisa o la inflación aunque no estuviera explícitamente formalizado en el contrato (Lewis 1990). Además, en una primera fase, desarrollaron en ambas empresas un contexto organizacional similar ex profeso para este proyecto con nuevos procesos comúnmente acordados facilitando enormemente la implicación de las personas que participaron en este proyecto por ambas partes lo que limó en parte las diferencias culturales entre ambas empresas. Posteriormente, se creó una joint venture formada al 50% por ambas partes con base en Estados Unidos, en la sede de GE, pero liderada por un ejecutivo francés con un consejo y directivos formado por personal de ambas empresas. El presidente y un vicepresidente provenían de SNECMA y el vicepresidente financiero y otro vicepresidente ejecutivo de GE. El equipo de directores con personal de ambas empresas debía ratificar todas las decisiones importantes. Este sistema de administración jerárquica de la alianza permitía controlar cualquier tipo de contingencia cuando ocurría y así evitar conductas oportunistas de una manera natural. Desde el comienzo de la colaboración, la alta dirección de GE y SNECMA mostraron un alto compromiso con la alianza por lo que cuando personal más operativo dio muestras de potencial conducta oportunista fue enseguida interrumpida por la alta dirección (Matta 1992). Aunque tuvieron momentos de tensión, las complementariedades estructurales y la calidad social de la relación ha permitido sobrevivir la alianza hasta hoy. De hecho, estos conflictos 156 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. reforzaron la relación proporcionando experiencia para afrontar entornos dinámicos más complejos caracterizados por la incertidumbre sin destruir el compromiso en el proyecto. Aunque el mercado civil no se desarrolló como esperaban en los años posteriores a la alianza debido a la crisis del petróleo de los años 70, la claridad de los objetivos estratégicos de la alianza y su fuerte complementariedad hizo que ambas organizaciones mostraran un fuerte apoyo institucional. Este apoyo con el tiempo se tradujo en una confianza interpersonal que les hizo buscar a ambas partes la mejor manera de desarrollar sus propias reglas para desarrollar la colaboración, en vez de basarse en una relación rígida basada en un contrato excesivamente formal, difícilmente plausible en el entorno de cambio y flexible de entonces. Esta flexibilidad en la que se desarrolló la relación, permitió reorientar el mercado estratégico al que se dirigían los primeros años desde el mercado de aviones de rango medio para el que se diseñó el motor y que tuvo que posponerse debido a la crisis energética a otros mercados más maduros como el de los antiguos DC8 o la versión militar del Boeing 707. Si la colaboración se hubiera planteado como algo más determinista y rígido probablemente habrían perdido esta oportunidad de cambio estratégico y se habría cancelado el programa. A medida que iba creciendo la confianza, la transferencia de conocimiento en ambas direcciones empezó a fluir. SNECMA fue adquiriendo de GE experiencia y conocimiento en la fabricación de motores civiles y en la comercialización para fabricantes de aviones en la industria civil que principalmente eran norteamericanos (Boeing y McDonell Douglas). Por su parte, GE se aprovechó de las buenas relaciones de SNECMA con el gobierno francés y con Airbus. Con el tiempo, desarrollaron una estrategia de “cospecialización” cada vez más intensa. Es decir, cada uno se especializaba en componentes o actividades complementarias al otro al mismo tiempo que dejaba de invertir tiempo y recursos en los que existía solapamiento. Esta estrategia tenía un riego alto al especializarse cada vez más en una serie de componentes concretos complementarios a los del otro socio, perdiendo la visión global de la fabricación del motor, pero la gran confianza que tenía el uno en el otro basado en un proceso acumulativo de experiencias previas les hizo correr ese riesgo en que se convertían en rehenes mutuos. Aunque la “cospecialización” no requería una transferencia de conocimiento intensa desde el punto de vista tecnológico, también buscaron maneras de mejorar la eficiencia de la alianza más allá del ámbito inicial del contrato de colaboración al compartir algunos desarrollos en tecnologías principales como en los materiales compuestos de los álabes de las turbinas, procesos de fabricación y competencias directivas (Doz 1996). Con el tiempo la relación GE-SNECMA fue evolucionando en un ciclo que se fue reforzando a sí misma aumentado las expectativas de eficiencia, fortaleciendo los compromisos institucionales por ambas partes, profundizando en la confianza interpersonal, incrementando la transferencia de conocimiento tácito, y ganando en flexibilidad y adaptabilidad a las nuevas condiciones del entorno (Doz 1996). En la base de esta relación subyacía cada vez más una intensa red social de relaciones personales que con el tiempo fueron cristalizando en una confianza interempresarial. Aunque hubo varios cambios en la dirección de la joint venture, se mantuvieron durante largos periodos de tiempo las relaciones entre personal clave de ambas organizaciones fieles a la alianza. Además ambos socios también hicieron cambios organizacionales internos para hacer más compatibles sus procesos hasta el punto que con el tiempo ambas empresas fueron pareciéndose mutuamente. El éxito de esta colaboración fue fruto de una evolución que duró muchos años. Al principio los roles organizacionales prescritos contractualmente en la alianza fueron un seguro Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 ISSN: 1135-2523 157 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. en las primeras fases de colaboración ya que la confianza era baja y eran frecuentes los malentendidos. Aunque con el tiempo cuando las relaciones interpersonales fueron más fluidas y las redes sociales más intensas estos roles institucionales fueron poco a poco desapareciendo al suponer una limitación para el desarrollo de la alianza. La mejora de la eficiencia de la alianza a medida que se iba desarrollando y el crecimiento de la confianza mutua les llevó cada vez más a hacer compromisos más fuertes e irreversibles a medida que elevaban las expectativas de la colaboración. Aunque también hubo momentos de tensión, como el dilema que se les planteó al querer avanzar tanto como pudieran en la “cospecialización” invirtiendo en activos cada vez más específicos lo que les podría llevar a la incapacidad en el futuro de fabricar íntegramente un motor de avión, lo que suponía un riesgo mayor para SNECMA al ser el participante más pequeño. El dilema se resolvió de mutuo acuerdo debido a la presumible presión que ejercería la cartera de clientes militares nacionales que tenían ambos socios lo que difícilmente les permitiría evolucionar completamente a la “cospecialización”. La relación GE-SNECMA ha sido uno de los mayores éxitos de colaboración horizontal entre competidores. Desde el comienzo de la misma, el motor CFM 56 se ha convertido en el mayor éxito de ventas de la industria aeronáutica con 19,000 motores fabricados para alimentar a más de 7000 aviones civiles y militares entre otras la familia del Boeing 737 y la del Airbus 320. Esta colaboración ha continuado en el tiempo ampliándose a otros motores de su gama en la industria civil como el motor GE 90 incluso algunos modelos de la industria militar. 9. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Aunque la convergencia estratégica y las complementariedades tecnológicas, comerciales y operativas de esta colaboración eran evidentes también, bajo una perspectiva cultural, se desarrollaron una serie de pautas que facilitaron este proceso tal y como se describen en el modelo propuesto. Un factor clave fue que no existió una necesidad de intensa colaboración desde el principio sino que fue creciendo paulatinamente dando tiempo a que la red social de contactos personales se fuera afianzando. Empezó con el programa de fabricación del motor CF6 lo que supuso una oportunidad para que ambas partes se conocieran mutuamente y desarrollaran relaciones personales. Gulati (1995) afirman la importancia de las alianzas previas a la hora de establecer nuevas colaboraciones entre actores en la RVFG para subrayar la relevancia de la red social que subyace a las relaciones interempresariales. Este aspecto fue ignorado durante muchos años por los investigadores al basarse en una perspectiva más mecanicista bajo la teoría de los costes de transacción que defendió principalmente Williamson (1985). Posteriormente el comienzo de la joint venture no exigió una colaboración intensa ya que al ser una relación de “cospecialización” ambas empresas podían desarrollar separadamente los componentes del motor acordados. Sólo en la fase final del montaje la colaboración se hacía más dependiente aunque mecanismos de protección como la “caja negra” evitaron conductas oportunistas. Con el tiempo, a medida que la red social se hacía más intensa, se fortalecía cada vez más la colaboración empresarial y el compromiso y relación personal entre directivos de ambas empresas ayudó a solucionar situaciones tensas o conflictos que surgieron a lo largo de la colaboración, lo que demuestra la importancia que tuvo la integración social (social embeddedness) en la supervivencia de la colaboración, tal y como se refleja en la propuesta 2 del modelo conceptual. 158 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. Aunque no existen estudios que lo avalen, las diferencias culturales entre ambas empresas o más específicamente en sus prácticas culturales, siguiendo el planteamiento de Hofstede et al. (1990), son evidentes. GE Avio forma parte de un consorcio multinacional con varias líneas de negocio con fuerte diversificación y presencia en todo el mundo con una clara orientación en dar valor a sus accionistas. Mientras que SNECMA, entonces, era una empresa de propiedad estatal dedicada principalmente a la fabricación de motores aeronáuticos para la industria militar francesa. La idea de no aplicar los procedimientos existentes utilizados sobre todo para la industria militar sino definir dentro de cada empresa un nuevo contexto organizacional ad hoc similar con nuevos procesos mas acordes a este proyecto liderado a partes iguales por personal directivo de ambas organizaciones con un alto grado de independencia de sus empresas matrices (Matta 1992), fue una manera de alejarse de las respectivas prácticas culturales existentes en ese momento y buscar un punto de encuentro más homogéneo desde una perspectiva de cultura organizacional. Este planteamiento avala la propuesta 1 referida a la importancia de las similitudes de las prácticas culturales en la supervivencia de la relación. Además, la transferencia de conocimiento tácito permitió a SNECMA adquirir entre otras, habilidades directivas y comerciales específicas de la industria civil de motores aeronáuticos o mayores conocimientos en el compresor y turbina de alta presión o a GE establecer relaciones fluidas con el gobierno francés lo que le permitió convertirse, a través de CFM, en el mayor suministrador de motores para el consorcio europeo de Airbus. Esta transferencia simétrica de conocimiento tácito fue reforzando con el tiempo la relación al basarse en una convergencia de sus estrategias individuales (Vilana y Rodríguez-Monroy, 2009a), lo que demuestra la importancia de este mecanismo cultural ex post en la relación, tal y como se refleja en la propuesta 5 del modelo conceptual. Figura 8. Esquema de fabricación del motor CFM56 en colaboración SNECMA y GE Mecanismos ex ante • • • Mecanismos ex post Relaciones previas menos exigentes en el proyecto del motor CF6. Fuerte compromiso personal de los directivos y personal clave de GE y SNECMA No necesidad de una colaboración intensa en las primeras fases de la colaboración • SNECMA adquirió habilidades directivas y comerciales específicas de la industria civil de motores aeronáuticos y conocimientos en el compresor y turbina de alta presión GE consiguió establecer relaciones fluidas con el gobierno francés y en el mercado europeo y conocimientos de componentes de baja presión de la turbina • Social Embeddedness Transferencia de Conocimiento Tácito Formalización de relaciones entre actores de una RVFG Similitudes Culturales en la Red • • En una primera fase, se constituyeron departamentos específicos e idénticos en GE y SNECMA para el proyecto CFM 56. Posteriormente, se formó una “Joint Venture” muy equilibrada (50% participación accionarial formada por directivos de ambas empresas matrices) donde se definieron nuevas prácticas culturales homogéneas. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Confianza • • Aumentó con el tiempo desde posiciones más contractuales a una confianza social pasando por fuertes vínculos personales de personal de ambas empresas. Con el tiempo aumentó el nivel de compromiso en la alianza ISSN: 1135-2523 159 Vilana Arto, J.R.; Rodríguez Monroy, C. La confianza también fue en elemento fundamental en el éxito de esta relación. A medida que se desarrollaba la red de relaciones personales crecía la confianza desde posiciones más normativas o estructurales (Madhok 1995) donde se daba importancia fundamentalmente a los roles institucionales ya lo estipulado contractualmente hacía una confianza auténtica basada en primer lugar entre personas y luego a nivel empresarial. Este último tipo de confianza es el que ha permitido superar todo tipo de conflictos a lo largo de la vida útil de la colaboración, lo que apoya la propuesta 3 del modelo conceptual. Los beneficios de estos cuatro mecanismos culturales fueron obvios ya que permitieron disminuir sensiblemente los costes de transacción a medida que crecía la confianza y se afianzaba la red de relaciones sociales entre GE y SNECMA, se formó una subcultura de red bajo del paraguas de la nueva joint venture CFMI y facilitó la participación de otros miembros en la red así como la ampliación de la colaboración de GE-SNECMA a otros programas como la fabricación del motor GE 90, el motor CF6-80 o la colaboración en el consorcio Engine Alliance formado por GE y Pratt & Whitney con la colaboración de SNECMA, GE, MTU, Techspace Aero entre otros. En la figura 8 se resumen los aspectos más relevantes de los mecanismos culturales en esta colaboración. El caso de la colaboración entre GE y SNECMA evidencia claramente la importancia de los mecanismos culturales del modelo propuesto. Aunque la convergencia de los objetivos estratégicos de ambas empresas era indudable, estos cuatro mecanismos facilitaron en gran medida la colaboración. A priori una alianza entre competidores presenta muchos inconvenientes debido al peligro de una conducta oportunista a cargo de sus actores en busca de resultados a corto plazo, sin tener que enfrentarse a las rentabilidades esperadas en un escenario incierto del largo plazo. Sin embargo, la colaboración GE-SNECMA constituye una contradicción a este planteamiento y un modelo a seguir en las colaboraciones entre competidores directos. Aunque las razones estratégicas y las complementariedades de esta colaboración eran evidentes, la importancia de los cuatro mecanismos culturales influyó sensiblemente en el éxito de esta relación. Los cuatro mecanismos culturales propuestos ayudan directamente a la formalización o supervivencia de la relación o indirectamente al interactuar y potenciar los otros mecanismos y constituyen la base de la cultura sistémica en las RVFGs. Es fundamental, que los actores que participan en las RVFGs tengan en cuenta la dinámica de estos mecanismos del mismo modo que consideran los factores más importantes de la cultura organizacional tradicional para garantizar el eficiente funcionamiento de sus propias organizaciones. El modelo propuesto no debe considerarse como una propuesta determinista y prescriptiva de la que se extraigan una serie de reglas o pautas que todo nuevo participante en una RVFG debería cumplir, sino que es necesario una visión holística del modelo donde los cuatro mecanismos interaccionan mutuamente e influyen en la formalización y desarrollo de la colaboración. Lo importante es la armonía o coordinación de estos cuatro mecanismos a lo largo de toda la relación. Por eso, se ha empleado la metodología del caso tal y como sugiere Yin (1994). Por ejemplo, en la mayoría de los casos, las diferencias en las prácticas culturales de dos o más empresas que colaboran es muy frecuente ya que difícilmente dos empresas coincidirán en los seis tipos de prácticas culturales que propone Hofstede et al. (1990). Sin embargo, esta limitación no tiene porqué ser un obstáculo si se contemplan ciertas pautas como ocurrió en la colaboración entre GE y SNECMA al organizar una serie de departamentos y procesos internos nuevos e idénticos en ambas empresas relacionados exclusivamente con el 160 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 137-163 Marco conceptual de una cultura sistémica en las redes virtuales de fabricación global. nuevo programa para la fabricación del motor CFM. Esta medida permitió la formación de subculturas en estos departamentos con prácticas culturales con alto grado de similitud entre las dos empresas. En las colaboraciones que se dan en estas redes, donde muchos de sus participantes son competidores, es frecuente que alguno de estos mecanismos culturales no sea muy activo (por ejemplo, relaciones donde no haya una transferencia de conocimiento tácito relevante), aunque la intensa actividad de los otros mecanismos culturales puede suplir la carencia de uno de ellos. También puede que un mecanismo que apenas tenga actividad al principio se vaya intensificando con el tiempo, como es el caso de la integración social (social embeddedness) o la confianza, lo importante es que se mantenga cierta complementariedad y armonía. Por lo tanto, es necesaria una visión holística del modelo donde se observe como los cuatro mecanismos interaccionan mutuamente de una manera armónica y coordinada a lo largo de toda la colaboración. Por ello, como no es posible contemplar toda la casuística de las colaboraciones, una visión holística del modelo, tal y como se ha desarrollado en el caso práctico, ha permitido comprender mejor el funcionamiento del mismo. Sin embargo, este trabajo presenta una serie de limitaciones que deberán resolverse en el futuro. En primer lugar, aunque Yin (1994) afirma que las investigaciones basadas en métodos del caso permiten generalizaciones teóricas de los resultados obtenidos, al tratarse de un solo caso, la capacidad de generalización es baja y serán necesarios estudios de casos adicionales para fortalecer los resultados obtenidos. Por lo que la validación parcial de las propuestas hechas debería completarse con futuras investigaciones utilizando métodos cualitativos y cuantitativos. Esto es especialmente relevante en el caso de las propuestas 4, 6 y 7, las cuales deberían ser validadas por métodos cuantitativos. En segundo lugar, la perspectiva de este estudio ha sido fundamentalmente focalizada a una relación diádica y aunque parece evidente la importancia de los mecanismos culturales bajo esta perspectiva, no queda demostrada suficientemente la existencia de una cultura corporativa sistémica y homogénea en las RVFGs. Por último, sería muy interesante abrir el campo de investigación en dos líneas que aportarían gran valor a este estudio, la primera sería un análisis de las RVFGs bajo otras perspectivas como la estratégica, estructural o dinámica incluyendo las tecnologías de información y comunicación a nivel de red y su influencia en estos mecanismos culturales. La segunda se basa en el estudio empírico de otros sectores industriales, además del aeronáutico, donde en los últimos años han crecido con fuerza este tipo de redes como la automoción, electrónica y ordenadores. BIBLIOGRAFIA AHUJA, G., (2000). “Collaboration Networks, Structural Holes, and Innovation: A Longitudinal Study”. 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Los factores resultantes son las capacidades directivas, las capacidades de innovación, las capacidades de marketing y las capacidades de calidad. Tras analizar estos factores bajo la Visión de la empresa Basada en Recursos (VBR), y definir sus escalas de medida, se plantea un modelo causal que relaciona cada uno de ellos con la competividad de la empresa. Este modelo otorga una importancia especial a las capacidades directivas al plantear este factor como precedente del resto de capacidades de la empresa. El modelo es contrastado a través de la técnica de modelado con ecuaciones estructurales utilizando una muestra representativa de la población de empresas manufactureras vascas formada por 861 empresas. PALABRAS CLAVE: Competitividad Empresarial, Capacidades Directivas, Capacidades de Innovación, Capacidades de Marketing, Capacidades de Calidad. CLASIFICACIÓN JEL: M10 AN EXPLANATORY MODEL OF THE COMPETITIVENESS OF THE FIRM FROM THE RBV: MANAGEMENT, INNOVATION, MARKETING AND QUALITY CAPABILITIES ABSTRACT: The aim of this research is to develop an explanatory model of the competitiveness of the firm from its internal factors. The most important factors of competitiveness and the variables featuring them are empirically identified in the case of the Basque manufactures through qualitative techniques based on interviews with their managers. The resultant factors are management capabilities, innovation capabilities, marketing capabilities and quality capabilities. After analysing them under the Resource Based View of the firm (RBV) and defining their measurement scales, a general causal model that relates each factor with the competitiveness of the firm is proposed. The model also sets the management capabilities as the driver of the other firm´s resources. This model will be tested through Structural Equations Modelling using a statistically representative sample of the population of Basque manufactures consisting of 861 firms. KEY WORDS: Competitiveness, Management Capabilities, Innovation Capabilities, Marketing Capabilities, Quality Capabilities. JEL CLASSIFICATION: M10 1. INTRODUCCIÓN La Dirección Estratégica centra gran parte de sus esfuerzos en identificar aquellos factores que más influyen en el éxito competitivo, como demuestra la abundancia de literatura existente en este sentido. A pesar de que este debate muchas veces es controvertido, parece existir cierto consenso entre los investigadores al considerar que la competitividad de las empresas está determinada por fuentes externas y por fuentes internas de competitividad, cuyos efectos tienen un carácter aditivo. Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. Este trabajo tiene como principal objeto de estudio las fuentes internas de competitividad y su impacto sobre el desempeño empresarial (efecto empresa), utilizando como marco teórico la Visión de la empresa Basada en Recursos (VBR). Su objetivo principal es el desarrollo de un modelo explicativo del desempeño empresarial a partir de factores internos a la empresa. Dado que el estudio de la competitividad de la empresa es muy amplio, puesto que son muchas las variables implicadas en ésta (aún cuando nos limitemos únicamente a aquellas variables internas a la propia empresa) los factores objeto de estudio, así como las variables que los caracterizan, se determinan de forma empírica a través de una metodología de tipo exploratorio y cualitativo basada en la realización de entrevistas a directivos. Concretamente, los factores internos de competitividad más relevantes en el caso de las empresas industriales vascas, en opinión de sus directivos, son las capacidades directivas, las capacidades de innovación, las capacidades de marketing y las capacidades de calidad. El modelo, atendiendo a la VBR, plantea la relación de estas las cuatro fuentes internas de competitividad con el desempeño empresarial y, a su vez, plantea a las capacidades directivas como un precedente de otras fuentes internas de competitividad (capacidades de innovación, de marketing y de calidad de la empresa). La medición de las variables utilizadas se realiza utilizando una muestra representativa de la población de empresas industriales vascas mediante encuestas telefónicas a sus directivos. Finalmente, los datos recogidos se analizan utilizando la técnica de modelado con ecuaciones estructurales, lo que permite el contraste de las hipótesis que conforman el modelo. Además, el análisis permite establecer el poder explicativo de cada uno de los factores determinantes de competitividad estudiados sobre el desempeño empresarial, y determinar si las empresas industriales vascas se encuentran en una posición de fortaleza o debilidad respecto a los factores de competitividad estudiados. 2. FACTORES INTERNOS DE COMPETITIVIDAD Y DESEMPEÑO 2.1 La competitividad empresarial y sus fuentes La competitividad es uno de los conceptos más asiduamente estudiados y al mismo tiempo más controvertidos en ámbitos de investigación académica, empresariales, gubernamentales y medios de difusión. Como señaló Hamel (1994), “la competitividad despierta un interés floreciente en grupos variopintos: los políticos pretenden mejorarla, los legisladores debaten sobre ella, los editores publican sobre ella, los consultores viven de implantarla, y los economistas intentan explicarla y medirla”. Si bien el término competitividad nació ligado al ámbito microeconómico de la empresa, muy frecuentemente se utiliza no referido a la realidad empresarial, sino al comportamiento comparado de una economía nacional en su conjunto, o de sus industrias y sectores (Navarro y Minondo, 1999). Para Fernández (1995) este hecho es debido a que “mejorar el conocimiento sobre el comportamiento de las empresas nunca ha sido prioridad de los economistas”. La consecuencia directa es que cuando se han tenido que identificar las bases de la competitividad, se ha dirigido la atención hacia niveles superiores, como los países y regiones, o las industrias. 166 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 Un modelo causal de competitividad empresarial planteado desde la VBR... En nuestro trabajo nos centraremos en el carácter microeconómico del término competitividad, y definiremos la competitividad de la empresa como “la capacidad para, rivalizando con otras empresas, conseguir un rendimiento superior al de sus competidores” (Martínez, 2009). Es posible apreciar cierto consenso entre los investigadores al señalar que la competitividad de la empresa está determinada por tres tipos de factores o fuentes: los relativos al país donde la empresa se ubica (efecto país o efecto territorio), los derivados del sector al que pertenece (efecto sector o efecto industria) y los que tienen su origen en la propia empresa (efecto empresa) (Galán y Vecino, 1997). Estos tres efectos tienen un carácter aditivo, de manera que el impacto sobre la competitividad es la suma de cada uno de los efectos (Salas, 1993). Los efectos país y sector no logran por sí solos dar respuesta a una de las preguntas clave de la Dirección Estratégica: ¿por qué las distintas empresas obtienen diferentes niveles de rentabilidad?, puesto que dentro de un determinado sector de un determinado país siguen existiendo diferencias sustanciales en la rentabilidad obtenida por sus empresas. Por tanto, esas diferencias tienen que deberse a factores intrínsecos a la propia empresa, a cuyo efecto sobre la rentabilidad se denomina efecto empresa. Esta es la base de la VBR (Wernerfelt, 1984; Teece, 1986; Prahalad y Hamel, 1990; Barney, 1991; Grant, 1991; Amit y Schoemaker, 1993; Peteraf, 1993, etc.). Según esta perspectiva, son los recursos (y capacidades) de cada empresa los que le permiten distinguirse de las demás, y su adecuada gestión permitirá obtener ventajas competitivas que harán posible que empresas de una misma industria obtengan niveles de rentabilidad diferentes. Desde el punto de vista empírico se han realizado esfuerzos para determinar la importancia relativa de cada efecto, fundamentalmente comparando el efecto empresa con el efecto industria1. Estas investigaciones han aportado mayoritariamente evidencia del peso dominante del efecto empresa. En nuestro estudio, aun reconociendo el impacto de los factores externos sobre la competitividad. La principal finalidad de nuestro trabajo es el análisis de la influencia de los factores internos a la empresa (sus recursos2) sobre su competitividad, factores que se analizarán bajo la óptica de VBR. 2.2 Estudio del efecto empresa: Visión de la empresa Basada en Recursos La visión de la empresa basada en recursos (VBR) es un planteamiento teórico sobre la heterogeneidad de las empresas. Trata de responder la cuestión de por qué empresas que compiten en la misma industria o sector experimentan grandes diferencias en sus resultados. Para ello parte de las siguientes premisas fundamentales: (i) las empresas son heterogéneas respecto a los recursos estratégicos que controlan (Wernerfelt, 1984; Prahalad y Hamel, 1990; Barney, 1991), y (ii) tales recursos tienen problemas para transferirse de unas empresas a otras, en gran medida porque sus mercados o son muy imperfectos o no existen (Dierickx y Cool, 1989; Rumelt, 1991; Peteraf, 1993). Esta característica es la que asegura la permanencia de la heterogeneidad en el tiempo3 y la que propicia la obtención de rentas únicas y extraordinarias (rentas ricardianas4) para aquellas empresas que los poseen. La VBR aporta evidencias de la importancia de los elementos internos de la empresa para encontrar las verdaderas justificaciones en las diferencias de resultados (Wernerfelt y Mongomery, 1988; Hansen y Wernerfelt, 1989; Rumelt, 1991), convirtiendo a la empresa en la unidad de análisis. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 ISSN: 1135-2523 167 Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. La VBR asume que el resultado deseado por la empresa es lograr una ventaja competitiva sostenible5, puesto que esto permite a la empresa lograr rentas económicas o rendimientos superiores a la media. Este planteamiento sostiene que el logro y mantenimiento de la ventaja competitiva reside en la posesión de ciertos recursos clave, esto es, recursos que presentan ciertas características como su valor, que presentan barreras a la imitación y que permiten la apropiación de las rentas generadas (Wernerfelt, 1984; Prahalad y Hamel, 1990; Reed y DeFillippi, 1990; Barney, 1991; Conner, 1991; Amit y Schoemaker, 1993; Peteraf, 1993). La ventaja competitiva sostenible puede lograrse si la empresa despliega estos recursos en sus mercados de producto. Por lo tanto, la VBR pone el énfasis en la elección estratégica, cargando a la dirección de la empresa con la importante tarea de identificar, desarrollar y desplegar los recursos clave para maximizar el rendimiento. Entre los términos utilizados para describir a los elementos impulsores de la ventaja competitiva se encuentran: activos, recursos, capacidades y competencias (Barney, 2003, p. 424). Utilizaremos el término recurso en su sentido amplio, considerando que contiene tanto a los activos (tangibles e intangibles) como a las capacidades (intangibles) al igual que Hall (1992), Day (1994), Hooley et al. (1998), Fahy y Smithee (1999), Carmeli (2001), Hooley et al. (2005), Fahy et al. (2006), etc. Por otra parte, al igual que autores como Prahalad y Hamel (1990) y Day (1994), no haremos distinción entre competencias y capacidades, y utilizaremos el término capacidades6. Una idea básica de la VBR es que no todos los recursos presentan la misma importancia o poseen el mismo potencial para ser una fuente de ventaja competitiva. En la literatura se ha prestado mucha atención a las características que deben cumplir los recursos para ser susceptibles de crear la ventaja competitiva y para su sostenibilidad (Barney, 1991; Grant, 1991; Amit y Schomaker, 1993 ; Peteraf, 1993; Collis y Montgomery, 1995, entre otros). Todas las características y condiciones pueden resumirse en tres: los recursos generadores de ventajas competitivas deben poseer los rasgos combinados de: (1) tener valor (contribuir a la mejora del desempeño de la empresa (Barney, 1991)); (2) resistir la duplicación por parte de los competidores (Lippman y Rumelt, 1982; Rumelt, 1984; Dierickx y Cool, 1989; Reed y DeFillipi, 1990; Amit y Schoemaker, 1993; Peteraf, 1993, etc.); y (3) que su valor pueda ser apropiado por la organización (Collis y Montgomery, 1995). Dicho de otra forma, las condiciones que deben cumplir los recursos son generar rentas, permitir la sostenibilidad de dichas rentas en el tiempo, y permitir que la empresa se apropie de ellas. Por su complejidad, su alto componente tácito, y su especificidad (Reed y DeFillipi, 1990) las capacidades son los recursos más susceptibles de lograr crear la ventaja competitiva sostenible. La relación entre “capacidades únicas7” y desempeño está bien establecida en la literatura y ha sido investigada desde las distintas perspectivas de la VBR (De Carolis, 2003, p. 35). Sin embargo, todas las empresas poseen unas capacidades más genéricas que les posibilitan competir. Mientras que las capacidades únicas son específicas de las empresas en posiciones competitivas particulares, las capacidades genéricas están presentes en la mayoría de las empresas y tienen una asociación positiva con la estrategia y el desempeño global de la organización (O´Regan y Ghobadian, 2004, p. 293). El concepto capacidades “genéricas” tienen una aplicabilidad más amplia que el concepto capacidades “nucleares” o “distintivas”, puesto que al no ser únicas de una empresa en particular su estudio no requiere de un examen en profundidad de cada empresa en particular, y puede llevarse a cabo sobre una muestra de empresas. 168 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 Un modelo causal de competitividad empresarial planteado desde la VBR... Por los motivos aducidos en nuestro trabajo adoptaremos el término capacidades genéricas para conceptualizar los factores internos objeto de estudio. 2.3 Capacidades genéricas objeto de estudio Como se ha señalado, un estudio de todos los factores internos de competitividad es inabarcable, aún en trabajos como el nuestro con una vocación de estudio global de estos factores. Ahora bien, la elección de qué dimensiones estudiar no es fácil, si atendemos a los distintos estudios que como el nuestro estudian la relación de distintos factores internos con la competitividad (Dröge, Vickery y Marland, 1994; Camisón, 1997; Gadenne, 1998; Carmeli, 2001; Lerner y Almor, 2002; Rubio y Aragón, 2002, 2008; Li, 2000; Rogoff, Lee y Suh, 2004; etc.). Dado que no existe un consenso en la literatura a la hora de identificar y clasificar los distintos factores que permiten abordar el estudio del efecto empresa (fuentes internas de competitividad), nuestro trabajo ha seguido una metodología exploratoria basada en entrevistas en profundidad con directivos para identificar las capacidades genéricas clave en las que se basan las empresas industriales vascas para competir. Estas son las siguientes: capacidades directivas, capacidades de innovación, capacidades de marketing y capacidades de calidad. A continuación se describe desde el punto de vista teórico de la VBR estas cuatro capacidades, a la vez que se plantean las respectivas hipótesis de su relación con la competitividad empresarial. 2.4 Capacidades directivas y desempeño El núcleo central del conjunto de activos intangibles de la empresa, también llamado capital intelectual, lo constituyen las personas que conforman la empresa, es decir, su capital humano, y, más concretamente, los conocimientos, habilidades, valores, actitudes y competencias que individual y colectivamente atesoran (Araujo et al., 2006, p. 84). Han sido muchas las investigaciones (Lado y Wilson, 1994; Wright, McMahan y McWillians, 1994; Pfeffer, 1994; Boxall, 1996; Kamoche, 1996; Becker y Gerhart, 1996; Mueller, 1996; Barney y Wright, 1998; Amit y Belcourt, 1999; Lepak y Snell, 1999, 2002; Bayo y Merino, 2000; Aragón et al., 2003; Landeta et al., 2007, entre otras) que desde la Visión de la empresa Basada en Recursos sugieren que las personas constituyen el recurso con mayor potencial para proporcionar ventajas competitivas sólidas y sostenibles, como consecuencia de que sus características particulares lo convierten en un recurso especialmente difícil de imitar o replicar, llegándose a la conclusión de que existe un necesidad de construir, mejorar y acumular capital humano en las empresas como una forma de apalancar estas ventajas competitivas sostenibles. Aunque es cierto que la gran mayoría de las personas que configuran la estructura humana de una organización son importantes para el desarrollo eficaz y eficiente de su actividad económica, no todos los grupos humanos dentro de la organización son igualmente importantes y estratégicos. Concretamente, los recursos directivos constituyen un colectivo cuya gran relevancia en la generación y mantenimiento del éxito empresarial ha sido puesta de manifiesto por numerosos autores (Penrose 1959; Child, 1972; Katz, 1974; Anderson y Paine, 1975; Hambrick y Mason, 1984; Andrews, 1987; Castanias y Helfat, 1991, 2001; Lado y Wilson, 1994; Pickett, 1998; Landeta et al., 2007, entre otros). Los directivos de las empresas son los únicos que tienen la habilidad de entender, describir y evaluar el potencial de generación de desempeño económico de la dotación de recursos de la empresa. Sin esos conocimientos directivos no es probable lograr ventajas Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 ISSN: 1135-2523 169 Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. competitivas sostenibles (Barney, 1991). Los directivos juegan el papel primordial de elegir el camino que sigue una empresa (firm's path), la combinación de recursos que ésta desplegará y fomentará, y los mercados en los cuales participará (Castanias y Helfat, 1991; Mahoney y Pandian, 1992; Kor y Mahoney, 2000). Según la VBR, la empresa debe elegir su estrategia para generar rentas basándose en sus recursos y capacidades, realizando un “ajuste dinámico” con las oportunidades del entorno (clientes, competidores y tecnología) (Mahoney, 1995, p. 92), algo en lo que el equipo directivo tiene la mayor responsabilidad. Como se ha visto, el colectivo de directivos es dueño de un capital humano o conjunto de capacidades (conocimientos, habilidades, destrezas, pericia, valores, actitudes y competencias) que los convierte en un recurso sumamente valioso y estratégico para sus organizaciones. Según Barney (1991), el conjunto de conocimientos y habilidades del directivo se pueden clasificar en tres grupos: (1) la formación y desarrollo formal del directivo; (2) aspectos innatos o cognitivos; y (3) la experiencia acumulada que disponga el directivo en su haber. Por su parte, Kor (2003) propone un modelo de competencias directivas formado por tres niveles: (1) experiencia directiva específica a la empresa; (2) experiencia compartida específica del equipo directivo; (3) experiencia directiva específica de la industria. A su vez Fondas y Wiersema (1997) engloban en el concepto de capacidades directivas la experiencia laboral, el trasfondo educativo y características personales de los directivos. Entre los trabajos empíricos que han aportado evidencias de la influencia positiva de las capacidades directivas sobre el desempeño empresarial se encuentran los de Hitt y Ireland (1985), Finkelstein y Hambrick (1990), Thomas et al., (1993), Markides y Williamson (1994), Robins y Wiersema (1995), Mehra (1996), Russo y Fouts (1996), Boeker (1997), Carmeli (2001), Lerner y Almor (2002), Acquaah (2003), Kor (2003), y Carmeli y Tishler (2006). Todo lo anterior nos lleva a plantear la siguiente hipótesis: H1: Las empresas con capacidades directivas superiores logran desempeños superiores. 2.5 Capacidades de innovación y desempeño Parece existir consenso, tanto en esferas académicas como de negocios, de que uno de los mayores recursos de una empresa es su conocimiento tecnológico junto con su capacidad para generar innovaciones (Galende, 2006). El factor tecnológico junto con la capacidad de innovar es una fuente crítica de ventaja competitiva (Galende y Suárez, 1999). A pesar del gran incremento de estudios que abordan el papel y la naturaleza de la innovación, aun no se ha alcanzado una definición del concepto de innovación ampliamente adoptada. El concepto de innovación es por tanto complejo y difuso; sin embargo, parece existir un denominador común a todas sus definiciones: el concepto de novedad (Zaltman et al., 1973; Damanpour, 1991; Nohria y Gulati, 1996; Johannessen et al., 2001; etc.). El Manual de Oslo (OCDE, 2005) define innovación como “la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o método organizativo en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”. La VBR enfatiza la importancia de la innovación como fuente de ventaja competitiva (Hall, 1993; Carmeli, 2001; Gopalakrishnan y Bierly, 2001). Prahalad y Hamel (1990, p. 82) apuntan que, en el largo plazo, la competitividad se deriva de la posibilidad de crear, a menos coste y más rápidamente que los competidores, tecnologías y habilidades esenciales que den 170 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 Un modelo causal de competitividad empresarial planteado desde la VBR... lugar a productos absolutamente innovadores. Hauknes (1999, p. 61) apunta la importancia de esta perspectiva para entender la innovación, dada su utilidad para entender el proceso de aprendizaje. Asimismo, es la perspectiva más apropiada para analizar el efecto mutuo de otros recursos intangibles (de tipo humano, comercial o organizativo) sobre las actividades de innovación (Galende y Suárez, 1999) y para analizar el proceso de innovación desde el punto de vista interno (Leornard-Barton, 1992; Helfat, 1994, 1997). Tether (2003) señala que la capacidad de innovación está asociada a una actitud y un conjunto de prácticas y comportamientos asociados a esa actitud. En esta concepción, la innovación es por tanto una capacidad dinámica (Zollo y Winter, 2002, p. 340). En este sentido, Perdomo et al. (2006) consideran la capacidad de innovación de una empresa es un concepto amplio y multidimensional que abarca distintos aspectos de la empresa (planificación y compromiso de la dirección, comportamiento e integración, proyectos, conocimientos y habilidades, información y comunicación y entorno externo). En el caso de las empresas manufactureras, existe gran riqueza de evidencias en la literatura académica indicando una relación positiva entre innovación y desempeño empresarial (por ejemplo Griliches y Mairesse, 1983, 1990; Crépon et al., 1998; Wakelin, 2001; Lööf y Heshmati, 2001, 2002; Mairesse y Mohnen, 2003; Kafouros et al., 2008, etc.). Los estudios acerca de la relación entre innovación y desempeño en el sector servicios son menos numerosos, aunque también existe evidencia empírica de una relación positiva (por ejemplo Cainelli et al. (2004, 2006). El Manual de Oslo (OCDE, 2005) por su parte es también claro a la hora de vincular la innovación con los resultados de la empresa: “la razón última por la que las empresas innovan es para mejorar sus resultados, bien aumentando la demanda o bien reduciendo los costes” (párrafo 77). Todo lo anterior nos lleva a plantear la siguiente hipótesis: H2: Las empresas con capacidades de innovación superiores logran desempeños superiores. 2.6 Capacidades de marketing y desempeño Aunque originalmente desarrollada en el campo de la Dirección Estratégica, la Visión de la Empresa Basada en Recursos ha sido adoptada por los académicos del marketing por su potencial de explicación de los efectos del marketing sobre el desempeño de la organización y sobre las rutas hacia la ventaja competitiva (Webster, 1992; Day, 1994, 2001; Hooley, Broderick y Möller, 1998; Srivastava, Shervani y Fahey, 1998, 1999; Hunt, 2000, etc.). Algunos de los conceptos propuestos por la literatura como nexos entre los cuerpos teóricos de la VBR y el marketing son: (1) el valor para el consumidor; (2) los recursos de marketing susceptibles de generar ventajas competitivas sostenibles; y (3) el posicionamiento competitivo. Una de las premisas fundamentales de la RBV es que para que un recurso sea potencial fuente de ventaja competitiva, debe ser capaz de crear valor. Según Barney (1991) un recurso valioso es aquel que permite a la empresa concebir e implementar estrategias que mejoren su eficiencia y eficacia. Por otra parte, bajo la concepción del marketing, el concepto de valor se asocia al de valor para el cliente. Zeithaml (1988, p. 14) define el valor para el cliente como “la evaluación global por parte del cliente de la utilidad de un producto basándose en la percepción de lo que éste recibe y lo que da”. Srivastava et al. (2001) contribuyen al desarrollo de un marco conceptual que favorece la integración de los conceptos centrales del marketing y la VBR señalando que el nexo entre el marketing y la VBR es la generación de valor para el cliente. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 ISSN: 1135-2523 171 Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. Por otra parte, en la literatura encontramos numerosos autores que señalan que los recursos de marketing (entendiendo por recursos de marketing aquellos recursos que son utilizados en las actividades de marketing, o generados a través de ellas8) están entre los recursos que poseen las características para crear la ventaja competitiva. Entre ellos se encuentran Hall (1992), Hunt y Morgan (1995), Srivastava et al. (1998), Fahy y Smithee (1999), Dutta et al. (1999), Vorhies et al. (1999), Hunt (2000), Harris (2001), Weerawardena (2003) o Hooley et al. (2005). Entre estos recursos se encuentran recursos de marketing como la reputación de marca, las relaciones con los clientes o la orientación al mercado, recursos son todos ellos idiosincrásicos a la empresa, construidos a lo largo del tiempo con una gran dependencia de habilidades y conocimiento tácito e interrelacionados de forma compleja con otros recursos teóricamente importantes para la creación de la ventaja competitiva sostenible (Hooley et al., 2005, p. 19). Por último, autores como Hooley, Broderick y Möller (1998) proponen al posicionamiento competitivo como el nexo entre el marketing y la VBR, puesto que para lograr cada posición competitiva es necesaria la posesión y despliegue de ciertos recursos clave. El posicionamiento competitivo supone identificar un mercado objetivo donde la empresa competirá y elegir cómo la empresa va a competir en él, es decir, qué recursos va a desplegar en ese mercado (p. 98). El interés por entender y clasificar los recursos de marketing (activos y capacidades) ha sido considerable en los últimos años, como atestigua el gran número de trabajos que tratan este tema. Entre los más recientes se encuentran los de Hooley, Möller y Broderick (1998), Hooley, Saunders y Piercy (1998), Srivastava, Shervani y Fahey (1998 y 1999), Tuominen, Möller y Antilla (1999), Hooley, Fahy, Cox, Bercas, Fonfara y Snoj (1999), Vorhies y Harker (2000), Srivastava, Fahey y Christensen (2001), Hooley, Greenley, Cadogan y Fahy (2005), o Mazaira et al. (2004) en el caso español. Son los numerosos trabajos empíricos han encontrado evidencias de una relación positiva entre la posesión de recursos de marketing y el desempeño organizativo (por ejemplo, Hunt y Morgan, 1995; Vorhies, Harker, y Rao, 1999; Dutta, Narasimhan, y Rajiv, 1999; Weerawardena, 2003; Hooley et al., 2005; Luo et al., 2005; Milfelner et al., 2008, etc.). Todo lo anterior nos lleva a plantear la siguiente hipótesis: H3: Las empresas con capacidades de marketing superiores logran desempeños superiores. 2.7 Capacidades de calidad y desempeño La calidad de producto/servicio es uno de los factores críticos de éxito competitivo, como muestran una serie de trabajos enmarcados en la perspectiva de la VBR (por ejemplo Rubio y Aragón, 2002, 2006, 2008; Lerner y Almor, 2002; Calvo y López, 2003; Acquaah, 2003; Rogoff, Lee y Suh, 2004, etc.). Asumimos la definición ampliamente aceptada de que la calidad de producto o servicio consiste en lograr la conformidad o adecuación del conjunto de las características y atributos de un producto o servicio con las necesidades y expectativas del cliente. La VBR considera a la calidad de producto/servicio como un activo intangible estratégico. Por otra parte, en muchos trabajos la calidad de producto/servicio se estudia a través de un concepto asociado a ella, la reputación de producto/servicio, que depende de la percepción de la calidad por parte del cliente (Weigelt y Camerer, 1988; Lopez, 2001; Calvo y López, 2003, p. 507). 172 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 Un modelo causal de competitividad empresarial planteado desde la VBR... En nuestro trabajo consideramos tanto la calidad de producto/servicio en sí como la reputación de producto/servicio como outputs de las denominadas capacidades de calidad, esto es, aquellas capacidades que permiten a la empresa producir un producto de calidad y ofrecer un servicio de calidad. Hall (1992) considera a las capacidades de calidad como capacidades organizativas que en algunos casos se pueden convertir en una de las competencias distintivas de una empresa. Por otra parte, Lado y Wilson (1994) consideran que las capacidades de calidad son una capacidad del tipo basada en el output. Un amplio cuerpo de la literatura (por ejemplo Garvin, 1988; Deming, 1989 o Kanji y Kristensen, 1992) sugieren que una estrategia basada en la calidad puede conducir a la mejora del desempeño a través de dos caminos diferentes: a) desde un punto de vista interno, la conformidad con las especificaciones y la reducción de errores desembocan en menores costes de producción y en la reducción de productos no conformes; b) desde un punto de vista externo, la mejora de la calidad se traduce en mejores características del producto, mayor durabilidad y fiabilidad, resultando en un aumento de la cuota de mercado (Escrig, 2003, p. 119). Además, numerosos trabajos logran evidencia de una relación positiva entre las capacidades de calidad y el desempeño, como es el caso de Powell (1995), Flynn et al. (1995), Brown et al. (1998), Quazi y Padibjo (1998), McAdam y McKeown (1999), Samson y Terziovski (1999), Hooley et al. (1999), Rubio y Aragón (2002, 2006, 2008), Calvo y López (2003), Lee (2004), Quazi y Jacobs (2004), o Renuka y Venkateshwara (2006). Todos lo anterior nos lleva a proponer la siguiente hipótesis: H4: Las empresas con capacidades de calidad superiores logran desempeños superiores. 2.8. Los directivos como catalizadores de otros recursos “Una importante idea, a menudo pasada por alto en la literatura de la VBR, es que el catalizador del resto de los recursos es el recurso directivo. Los directivos recombinan los recursos de la empresa. Las capacidades directivas en combinación con otros recursos de la empresa pueden de forma conjunta producir rentas. La clave para la gestión de recursos es el recurso directivo” (Mahoney, 1995, p. 92). Una empresa puede lograr rentas no porque posea mejores recursos, sino porque la competencia central de la empresa implica hacer mejor uso de sus recursos (Penrose, 1959, p. 54). Fiol (1991) defiende esta idea de Penrose considerando que los directivos de una empresa analizan su stock de activos y dirigen el proceso a través del cuál estos recursos son utilizados y renovados. De igual forma, Lado y Wilson (1994) identifican las competencias directivas como aquéllas que representan el punto de apoyo a partir del cual se desarrollan el resto de las competencias y Castanias y Helfat (1991, 2001), argumentan que las capacidades directivas combinadas con otros recursos y capacidades de la empresa conjuntamente poseen el potencial de generar rentas. Según lo anterior, parece que la clave para la obtención de un desempeño superior no está tanto en la posesión de unas capacidades directivas superiores en sí, sino en cómo esas capacidades directivas superiores facilitan el proceso de construcción y desarrollo de otras capacidades generadoras de rentas, es decir, en la interacción de las capacidades directivas con el resto de recursos y capacidades de la empresa. Esto nos lleva a plantear las siguientes hipótesis: Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 ISSN: 1135-2523 173 Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. H5: Las empresas con capacidades directivas superiores presentan capacidades de innovación superiores. H6: Las empresas con capacidades directivas superiores presentan capacidades de marketing superiores. H7: Las empresas con capacidades directivas superiores presentan capacidades de calidad superiores. 2.9. Propuesta de un modelo explicativo de la competitividad A las siete hipótesis anteriores se añade una octava referida a la percepción de los directivos sobre el desempeño futuro de sus empresas, la cual es una medida de la confianza de los mismos en la sostenibilidad de la situación competitiva actual de sus empresas: H8: Los directivos perciben que las empresas con un desempeño actual superior lograrán un desempeño futuro también superior. La Figura 1 muestra el modelo propuesto: Figura 1: Modelo explicativo de la competitividad empresarial Capacidades de marketing Capacidades directivas Capacidades de innovación Competitividad actual Competitividad futura Capacidades de calidad 3. CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN EMPÍRICA 3.1. Diseño de la investigación Como se ha dicho, el estudio de la competitividad de la empresa es muy amplio, puesto que son muchas las variables implicadas en ésta, aún cuando, como en el caso que nos ocupa, nos limitemos únicamente a aquellas variables internas a la propia empresa (efecto empresa). Debido a ello, por motivos prácticos la investigación se ha diseñado en dos partes: una primera parte, fase cualitativa, de carácter exploratorio, sirve fundamentalmente para identificar de una forma empírica las variables claves para la competitividad de las empresas industriales vascas, variables que permiten caracterizar y medir los factores objeto de estudio; y una segunda parte, fase cuantitativa, en la que se miden estas variables y se realiza el análisis estadístico que permite contrastar el modelo. 174 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 Un modelo causal de competitividad empresarial planteado desde la VBR... Proceder de esta manera responde al ciclo de madurez de la investigación (Malhotta y Grover, 1998), según el cual en las etapas iniciales de la investigación es conveniente realizar investigaciones exploratorias o descriptivas de tipo cualitativo que permitan generar hipótesis que se contrastarán en las etapas más avanzadas de la investigación basándose en métodos cuantitativos. La utilización en un mismo estudio de métodos cualitativos y cuantitativos se denomina triangulación metodológica (Denzin, 1978). En concreto, siguiendo la clasificación de las metodologías mixtas de Creswell (1995), nuestro trabajo es un estudio secuencial en dos fases de estatus equivalente. En la fase cualitativa la técnica de recogida de la información es la entrevista a directivos, siendo éstos elegidos a través del muestreo reputacional (Human y Provan, 1997). Una vez analizadas las entrevistas se realizaron una serie de dinámicas de grupo en el propio equipo investigador para reducir el número de variables que caracterizan cada factor teniendo en cuenta que el instrumento de medida de la fase cualitativa (el cuestionario) debe ser lo más reducido posible para que su aplicación sea operativa. En esta fase se utilizó como técnica de recogida de la información la encuesta telefónica a directivos sobre una muestra representativa de empresas. La técnica concreta de análisis estadístico utilizada para el contraste del modelo es el modelado con ecuaciones estructurales (Structural Equation Modeling, en adelante SEM), también denominado análisis de la estructura de covarianza o modelado causal. La metodología SEM presenta una serie de características que hacen que su uso sea ventajoso frente a otros procedimientos multivariantes. En primer lugar, los procedimientos SEM presentan un enfoque confirmatorio en el análisis de los datos (frente a un enfoque exploratorio de otros procedimientos). Por otra parte, mientras que los procedimientos multivariantes tradicionales son incapaces de medir o corregir el error de medida, el SEM proporciona estimaciones explícitas de esos términos de error. De hecho, los métodos alternativos (aquellos basados en la regresión o el modelo lineal general) asumen que el error de las variables independientes simplemente no existe. De ahí que la aplicación de esos métodos cuando existe error en las variables independientes puede conducir a serias imprecisiones que pueden evitarse utilizando los procedimientos SEM (Raykov, 2000; Raykov y Marcoulides, 2006). Además, mientras que los análisis realizados con otros métodos se basan únicamente en variables observadas, los procedimientos SEM pueden incluir tanto variables observadas como variables no observadas (o latentes). Por otra parte, si se pretenden estimar efectos indirectos (efectos causales de una variable sobre otra con la que no tiene una relación causal directa), no existen métodos alternativos (Byrne, 2006). El modelado causal tiene como objetivo llegar a un modelo que especifique relaciones causales entre variables latentes, aquellas que no son directamente observables, sino inferidas o medidas indirectamente a través de variables observadas (indicadores). 3.2. Escalas de medición de la competitividad y sus factores determinantes El concepto de competitividad o éxito competitivo está íntimamente ligado al concepto de desempeño organizativo; de hecho, la generación de las rentas producidas por las ventajas competitivas tendrá como resultado un mayor desempeño y, por tanto, una mejor posición relativa de la empresa respecto a su competencia. Por tanto, la medición del desempeño empresarial permite la medición del éxito competitivo. Sin embargo, no existe un consenso sobre cómo conceptualizar y medir la competitividad (Venkatraman y Ramanujan, 1986; Hitt, 1988; Camisón, 1999; Dorronsoro et al., 2001). Así, existe un debate abierto sobre la conveniencia del uso de indicadores objetivos (Hatten y Schendel, 1977; Miller y Friesen, 1978; Ghapman et al, 1997; Hendricks y Singhal, 1997; Adam et al., 1997; Leal, 1997) o subjetivos (Venkatraman y Ramanujam, 1986, 1987; Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 ISSN: 1135-2523 175 Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. Dess, 1987; Powell, 1992; Camisón, 1999). Se considera recomendable el uso de indicadores subjetivos cuando se utilizan muestras intersectoriales (Powell, 1996), o muestras formadas mayoritariamente por PYMES (Covin et al., 1990), y a su vez existe cierta evidencia de que las evaluaciones subjetivas por parte de la dirección son generalmente bastante consistentes con medidas de desempeño objetivas (Dess y Robinson, 1984; Venkatraman y Ramanujam, 1986; Smith, Guthrie y Chen, 1989). Por estas razones en nuestro trabajo se han utilizado medidas de la percepción subjetiva de la competitividad. Por otra parte, también existe la discusión acerca de cuáles son los indicadores a utilizar. Dorronsoro et al. (2001) señalan que los indicadores más comunes son el crecimiento de las ventas, el crecimiento de los puestos de trabajo, la rentabilidad en sus diferentes versiones y el crecimiento del valor en bolsa. Teniendo en cuenta todo lo anterior, en nuestro trabajo se utilizan las escalas subjetivas de medición de la competitividad formadas por ítems de tipo Likert de 1 a 5, mostradas en la Tabla 1. Por otra parte, como se ha señalado anteriormente, para la medición de los factores determinantes de competitividad objeto de estudio se han desarrollado cuatro escalas subjetivas formadas por ítems de tipo Likert de 1 a 5, siguiendo una metodología cualitativa basada en entrevistas a directivos. En la Tabla 1 se muestran dichas escalas. 3.3. Ficha técnica La población a estudiar está formada por las empresas de 10 o más empleados pertenecientes a la industria manufacturera de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV)9. El marco muestral se obtuvo de la base de datos SABI de Bureau van Dick (versión de febrero de 2006). Partiendo de un marco muestral formado por 3275 empresas, se incluyeron en la muestra 861, lo que supone un error aleatorio inferior al 2,87% (para un intervalo de confianza del 95%). La muestra utilizada supone el 26,29% de las empresas de la población objeto de estudio. El trabajo de campo, consistente en encuestas telefónicas a directivos asistidas por ordenador, tuvo lugar entre el 24 de abril y el 10 de mayo de 2006. El orden de preferencia de la persona a entrevistar utilizado fue: (1) Director/Gerente; (2) Director General; (3) Director Comercial; (4) Director de Operaciones; (5) Consejero Delegado; (6) Presidente; (7) Administrador único; (8) Otros. 4. ANÁLISIS Y RESULTADOS Las pruebas de fiabilidad (cálculo del α de Cronbach) y validez (Análisis Factorial Confirmatorio a través de EQS 6.1), realizadas para determinar el modelo de medida, sugirieron la necesidad de eliminar 6 ítems para la mejora del ajuste del modelo: P24, P46, P50, P18, P3 y P4, permitiendo que todos los coeficientes de carga factorial sean superiores a 0,600 (Marsh y Hau, 1999). A su vez, el Test de Multiplicador de Lagrange recomienda la carga doble de 2 de los ítems (P8: inversión en formación de los empleados, y P9: innovación en dirección y gestión) a 2 factores (F2: capacidades de calidad y F4: capacidades de innovación)10, lo que permite una importante mejora del estadístico χ2. En la Tabla 1 se muestra el resultado de estas pruebas. Concretamente, se muestra el coeficiente α de Cronbach de cada factor, la estimación de las medias factoriales11, los coeficientes de carga factorial de cada variable en su factor, así como la media de cada variable12. 176 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 Un modelo causal de competitividad empresarial planteado desde la VBR... Tabla 1. Factores y variables y resultados de las pruebas de fiabilidad y validez Factor F1: Capacidades de marketing αCronbach 0,671 Media factor 3,4056 Carga factorial Media variable P1: Reputación de la empresa 0,693 3,9604 P5: Vigilancia del mercado: conocimiento del cliente y de la competencia 0,691 3,2155 P2: Esfuerzo en marketing 0,651 3,0410 - 4,0247 P7: Cualificación de los directivos 0,753 3,7760 P6: Visión estratégica de los directivos 0,687 3,6807 Variable P4: Capacidad de ofrecer paquetes y soluciones completas al cliente 0,768 3,5696 F2: Capacidades directivas 0,822 3,1619 F4: Capacidades de innovación P9: Innovación en dirección y gestión 0,579 3,4522 P8: Inversión en formación y desarrollo de los empleados 0,560 3,3695 P16: Innovación radical en producto 0,849 2,6275 P15: Innovación incremental en producto 0,818 3,1625 P17: Innovación en proceso productivo y comercial 0,785 3,1979 P9: Innovación en dirección y gestión 0,373 3,4522 P8: Inversión en formación y desarrollo de los empleados 0,265 3,3695 - 3,0605 - 2,2967 0,869 3,7995 0,700 3,6411 - 4,1129 0,823 3,3245 0,738 3,0929 - 2,5673 0,836 3,2526 0,812 3,3603 - 2,9815 P18: Inversión en I+D+i 0,695 3,7203 F8:Capacidades de calidad P24: Colaboración con Universidades y Centros Tecnológicos (como vía para la innovación) P41: Calidad subjetiva del producto (reputación del producto) P40: Calidad objetiva del producto P3: Calidad de servicio F9: Competitividad actual F10: Competitividad futura 3,2087 0,719 0,728 3,3064 P43: Crecimiento de las ventas en los últimos tres años respecto a los competidores de referencia P44: Rentabilidad en los últimos tres años respecto a los competidores de referencia P46: Márgenes comerciales en los últimos tres años respecto a los competidores de referencia P48: Rentabilidad previsible en los próximos tres años respecto a los competidores de referencia P47: Crecimiento previsible de las ventas en los próximos tres años respecto a los competidores de referencia P50: Márgenes comerciales previsibles en los próximos tres años respecto a los competidores de referencia El modelo causal (Figura 1) se contrastó a través de EQS 6.1, especificando las variables como categóricas y utilizando la estimación robusta que corrige la falta de normalidad multivariante asociada a las mismas. Los índices de ajuste (NFI=0,939; CFI=0,960; RMSEA=0, 045, con un intervalo de confianza al 90% entre 0,038 y 0,051) sugieren un buen ajuste (Kline, 2005, p. 139). La solución estandarizada del modelo se muestra en la Tabla 2. De la misma forma, en la Figura 2 se muestran las soluciones estandarizada y no estandarizada del modelo a nivel de los factores. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 ISSN: 1135-2523 177 Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. Tabla 2: Solución estandarizada del modelo STANDARIZED SOLUTION: P1 P2 = = P5 = P6 = R-SQUARED .682 F1 .731 E1 .465 .652*F1 + + .758 E2 .426 .700*F1 + .714 E5 .490 .677*F2 + .736 E6 .458 P7 = .749*F2 + .663 E7 P8 = .241*F4 + .566*F2 + .707 E8 P9 = .348*F4 + .581*F2 + .602 E9 P15 = .818 F4 + .576 E15 .669 P16 = .846*F4 + .534 E16 .715 P17 = .788*F4 + .616 E17 .621 P40 = .696 F8 + .718 E34 .484 P41 = .874*F8 + .487 E35 .763 P43 = .788 F9 + .616 E36 .620 P44 = .758*F9 + .652 E37 .574 P47 = .760 F10 + .650 E39 .577 P48 = .893*F10 + .450 E40 .797 F1 = .766*F2 + .643 D1 .586 F4 = .441*F2 + .898 D4 .194 F8 = .569*F2 + .822 D8 F9 = .023*F1 + .232*F4 F10 = .538*F9 + .843 D10 .560 .499 .637 .324 + .109*F8 + .111*F2 + .929 D9 .137 .290 Figura 2: Solución del modelo causal a nivel de los factores No estandarizada: Efecto directo: 0,087 Error estándar: 0,108 z: 0,802 (no significativa) Estandarizada: Efecto directo: 0,111 No estandarizada: Efecto directo: 0,522 Error estándar: 0,034 z: 15,253 (sig. 0,1%) Estandarizada: Efecto directo: 0,766 F2: Capacidades directivas F1: Capacidades de marketing No estandarizada: Efecto directo: 0,360 Error estándar: 0,039 z: 9,237 (sig. 0,1%) Estandarizada: Efecto directo: 0,441 F4: Capacidades de innovación No estandarizada: Efecto directo: 0,396 Error estándar: 0,040 z: 9,9702 (sig. 0,1%) Estandarizada: Efecto directo: 0,569 F8: Capacidades de calidad 178 ISSN: 1135-2523 No estandarizada: Efecto directo: 0,027 Error estándar: 0,130 z: 0,205 (no significativa) Estandarizada: Efecto directo: 0,023 No estandarizada: Efecto directo: 0,224 Error estándar: 0,056 z: 4,017 (sig. 0,1%) Estandarizada: Efecto directo: 0,232 F9: Competitividad actual No estandarizada: Efecto directo: 0,520 Error estándar: 0,076 z: 6,803 (sig. 0,1%) Estandarizada: Efecto directo: 0,538 F10: Competitividad Futura No estandarizada: Efecto directo: 0,123 Error estándar: 0,073 z: 1,676 (sig. 10%) Estandarizada: Efecto directo: 0,108 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 Un modelo causal de competitividad empresarial planteado desde la VBR... Los datos de la Figura 2 permiten la verificación de forma directa de las hipótesis H2, H4, H5, H6 y H7. En el caso de la relación entre capacidades directivas y competitividad actual (H1) es necesario calcular el efecto total de F2 sobre F9. El efecto total de un factor sobre otro es la suma de todos los efectos directos e indirectos, donde los efectos indirectos se estiman estadísticamente como el producto de los efectos directos (Kline, 2005, pp. 128-129) y su error estándar se calcula utilizando el test de Sobel (1986), lo que permite conocer el nivel de significatividad de dicha estimación. Con los datos anteriores se obtiene un valor no estandarizado del efecto total de 0,130 y un valor estandarizado de 0,164, con un nivel de significatividad del 10%. Por otra parte la hipótesis H3 no puede ser mantenida. El modelo señala que para las empresas de la muestra existe una relación causal positiva entre el factor capacidades de marketing y el factor competitividad actual, y predice un incremento de 0,027 puntos en el nivel de competitividad actual cuando se incrementa 1 punto el nivel de capacidades de marketing, manteniendo constante el resto de las variables. Sin embargo esta relación no es significativa y por tanto no se sostiene para la población. La no significatividad obtenida en esta relación puede deberse a que más de la mitad de las empresas industriales vascas (el 54,61%) son empresas de subcontratación, en la mayoría de los casos sin capacidad de decisión sobre el diseño y características técnicas del producto (Aguirre et al., 2006, p.48), por lo que es posible que sus directivos perciban que en relación a la competitividad, la necesidad de unas capacidades de marketing superiores es menor que la necesidad de otro tipo de capacidades, como pueden ser las capacidades de calidad. Otra explicación plausible puede ser que la relación entre las capacidades de marketing y desempeño sea indirecta a través de otros factores, como es el caso de las capacidades de innovación (Dutta et al., 1999; 2005, Galende y de la Fuente, 2003; Deshpandé y Farley, 2004; Hooley et al., 2005, Milfelner et al., 2008, etc.) o las capacidades de calidad (Hooley et al., 1998, Perdomo et al., 2006, etc.), a partir de la suposición de dichos recursos como complementarios (Teece, 1987; Dierickx y Cool, 1989). 5. CONCLUSIONES En opinión de los directivos entrevistados, de entre las fuentes de competitividad de las empresas industriales, los factores internos de competitividad, es decir, el conjunto de recursos y capacidades con que cuenta cada empresa, son los que tienen un mayor efecto sobre su desempeño, en comparación con los factores externos a la empresa. Dentro de los factores internos, las capacidades directivas, las capacidades de innovación, las capacidades de marketing, y las capacidades de calidad son los que presentan una mayor influencia sobre su competitividad. Según los mismos, las empresas industriales con capacidades directivas superiores se caracterizan por una clara y concreta visión estratégica por parte de sus directivos, una adecuada cualificación de los mismos, una constante introducción de prácticas innovadoras de dirección y gestión, así como una importante y bien orientada inversión en la formación y desarrollo de sus empleados. Por otra parte, las empresas industriales con capacidades de innovación superiores se caracterizan por la frecuente incorporación de innovaciones incrementales en producto, la capacidad para desarrollar y lanzar al mercado productos radicalmente innovadores, una constante inversión en innovación en el proceso productivo y comercial, la habitual introducción de prácticas innovadoras en dirección y gestión, así como por una inversión importante y bien orientada en la formación y desarrollo de sus empleados. A su vez, las empresas industriales con capacidades de marketing superiores se caracterizan por Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 ISSN: 1135-2523 179 Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. una buena reputación de empresa, la constante realización de acciones de vigilancia de mercado que permiten un mejor conocimiento del cliente y de la competencia, y un mayor esfuerzo en marketing. Por otra parte, las empresas industriales con capacidades de calidad superiores se caracterizan por una calidad objetiva de producto superior a la de sus competidores, y una calidad de producto percibida y valorada por sus clientes. A partir del modelo contrastado podemos afirmar que las empresas industriales con capacidades directivas superiores, capacidades de innovación superiores y/o capacidades de calidad superiores logran desempeños superiores, que se manifiestan en un mayor crecimiento de las ventas y una mayor rentabilidad en comparación con sus competidores de referencia. Asimismo, las empresas industriales con capacidades directivas superiores presentan capacidades de innovación, de marketing y de calidad superiores, que les conducen a desempeños superiores. Por consiguiente, las capacidades directivas constituyen el factor determinante para el desarrollo de otras capacidades de la empresa. De hecho, es ese efecto catalizador de otras capacidades de la empresa la verdadera fuente de competitividad que emana de las capacidades directivas, y no su posesión en sí misma. De entre los factores internos de competitividad que han sido estudiados, las capacidades de innovación constituyen con diferencia el factor con un mayor poder explicativo sobre el desempeño de la empresa, seguido de las capacidades directivas y las capacidades de calidad, y por último de las capacidades de marketing. Sin embargo, existen diferencias entre los distintos factores, y así, las capacidades de calidad son aquellas cuya presencia es más valorada, seguidas de las capacidades directivas, las capacidades de marketing, y en último término las capacidades de innovación. De lo anterior se deduce que a pesar de que las capacidades de innovación constituyen el factor interno de competitividad con mayor poder de explicación del desempeño de las empresas industriales, es el factor que, según la valoración de sus directivos, éstas presentan en menor medida. 6. LIMITACIONES Y FUTURAS LINEAS DE INVESTIGACIÓN Un estudio acerca de las fuentes de competitividad de la empresa siempre se enfrenta a la decisión previa acerca de qué fuentes incluir y cuáles no. Un estudio empírico de carácter global sería inabarcable, máxime en el caso de una investigación como la nuestra de naturaleza causal. La principal limitación por tanto puede considerarse consustancial a la esencia del propio trabajo, que estudia únicamente las capacidades directivas, de innovación, marketing y calidad. Por otra parte, la caracterización de los factores estudiados se ha limitado a una serie de ítems por factor (en un principio entre tres y seis ítems), debido a las restricciones que impone la utilización de técnicas cuantitativas basadas en un cuestionario en relación al número de preguntas que éste debe incluir para garantizar una tasa de respuestas adecuada. Es evidente que un estudio que incluyera menos factores que el nuestro podría profundizar más en cada uno de ellos y utilizar escalas con un mayor número de ítems. En este sentido, se ha sacrificado profundidad en el estudio de cada uno de los factores en interés de un mayor alcance global del estudio de las fuentes internas de competitividad, al incluir un mayor número de factores. El modelo final, con los cuatro factores internos de competitividad estudiados caracterizados por los indicadores utilizados, tiene una capacidad de explicación de la varianza del desempeño cercana al 14%, lo que es un resultado modesto, ya que significa que el 86% restante se debe a causas no recogidas en el modelo. Sin embargo, éste es un resultado realista 180 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 Un modelo causal de competitividad empresarial planteado desde la VBR... puesto que otros factores que también contribuyen al efecto empresa quedan fuera del alcance del estudio, al igual que los factores causantes del efecto industria y efecto país. En cualquier caso, será una interesante base para en futuros estudios añadir nuevos factores e ítems y comprobar cómo aumenta el poder explicativo del modelo. De la misma forma, el modelo podría completarse con la introducción de nuevas relaciones a estudio, como es el caso de las relaciones entre sí de los factores capacidades de innovación, de marketing y de calidad. Por otra parte, como se ha señalado se han utilizado escalas subjetivas para medir la competitividad. Podría ser enriquecedor utilizar escalas mixtas con indicadores objetivos y subjetivos, incluyendo además de indicadores referidos a la rentabilidad y las ventas, otros referidos por ejemplo a la productividad. En otro orden de cosas, se han utilizado datos “cross-seccionales” obtenidos en un momento determinado. Sería interesante realizar un estudio longitudinal que permitiera comparar los resultados obtenidos a partir de los datos recogidos en aquel momento con los que se obtendrían de recogerlos en el momento actual, para confirmar si las fuentes de competitividad siguen siendo las mismas en estos momentos, así como para analizar la variación de la intensidad de la relación causal entre cada fuente interna de competitividad y el desempeño, y, por otra parte, poder estudiar la evolución temporal de las capacidades, lo que nos acercaría más al concepto de capacidades dinámicas (Teece, Pisano y Shuen, 1997). Por último, nuestro trabajo ha estudiado el modelo causal planteado sobre una muestra representativa de la industria vasca en su conjunto. Sin embargo, sería interesante estudiar las variaciones que se producen en el mismo si se utilizan submuestras obtenidas según distintas categorías de clasificación (segmentos según la dimensión de la empresa en número de empleados, sector industrial, forma jurídica y territorio histórico). Debe tenerse en cuenta que el modelado con ecuaciones estructurales requiere muestras relativamente grandes por lo que con los datos actuales únicamente podría realizarse el análisis de ciertos segmentos, aquellos de un mayor tamaño. Por tanto, la comparación del modelo entre segmentos obtenidos en función de una misma variable de clasificación requeriría una nueva recogida de datos, e incluso para algunos segmentos supondría que la muestra alcanzara prácticamente al censo. El análisis del modelo particularizado a segmentos podría completarse con el análisis de las diferencias significativas entre las medidas de los factores para los diferentes segmentos. NOTAS 1 En el ámbito internacional destacan los trabajos de Schmalensee (1985), Cubbin y Geroski (1987), Wernefelt y Montgomery (1988), Hansen y Wernerfelt (1989), Rumelt (1991), Roquebert et al., (1996), McGahan y Porter (1997, 2002), Mauri y Michaels (1998), González y Ventura, (2002), Hawanini et al. (2003), Ruefli y Wiggins (2003), Douglas y Ryman (2003), etc. En el ámbito nacional destacan los trabajos de Fernández, Montes y Vázquez (1996, 1997, 1999), Galán y Vecino (1997), Galán y Martín (1998), Claver, Molina y Quer (2000), García y Santos (2000), González (2000), Claver y Molina, (2001), Claver, Llopis y Molina (2002), Santos y García (2002), Claver, Molina, Quer y Tari, (2005), etc. 2 Utilizaremos el término recurso en su sentido amplio (aquel que incluye los conceptos de activos y capacidades). 3 La heterogeneidad se produce cuando las empresas crean recursos únicos (duraderos, especializados y no transferibles (non-marketable)) y superiores (valiosos, escasos y difíciles de imitar o reemplazar) (Fernández, Montes y Vazquez, 2000, p. 86). 4 Las rentas ricardianas (en honor a David Ricardo), son aquellas obtenidas por utilizar recursos mejores que los de la competencia. Investigaciones Europeas, Vol. 16, Nº 2, 2010, pp. 165-188 ISSN: 1135-2523 181 Martínez Santa María, R.; Charterina Abando, J.; Araujo de la Mata, A. 5 La ventaja competitiva sostenible es aquella que está basada en recursos heterogéneos e imperfectamente móviles que facultan a la empresa para desarrollar una estrategia difícilmente imitable por sus competidores y para apropiarse de las rentas que genera (Lippman y Rumelt, 1982; Rumelt, 1984; Grant, 1991; Barney, 1991; Amit y Schomaker, 1993). 6 Autores como Fahy y Smithee (1999, p. 7) sugieren proceder de esta forma como forma de superar la ambigüedad terminológica. 7 Ya se entiendan como nucleares (Prahalad y Hamel, 1990), o distintivas (Selznick, 1957; Hofer y Schendel, 1978; Hitt y Ireland, 1985). 8 Hooley et al. (2005, p. 19). 9 La industria manufacturera representa el 98,09% del empleo y el 88,66% del VAB del total de la industria vasca (Eustat, 2008). 10 Esta carga doble se consintió una vez comprobado su sentido teórico. 11 Para la estimación de las medias factoriales se considera que todos los ítems que forman el factor tienen el mismo peso (Kline, 2005, p. 204), una vez eliminados los ítems que sugerían las pruebas de fiabilidad y validez. 12 Por economía no se muestran las desviaciones típicas, errores típicos y límites del intervalo de confianza asociados a la estimación de las medias. BIBLIOGRAFÍA ACQUAAH, M. (2003): "Corporate Management, Industry Competition and the Sustainability of Firm Abnormal Profitability", Journal of Management & Governance, vol. 7, núm. 1, pp. 57-85. ADAM, E., CORBET, L., FLORES, B., HARRISON, N., LEE, T.S., RHO, B., RIBERA, J., SAMSON, D. y WESTBROOK, R. 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Ramón y Cajal, s/n E-41018 SEVILLA [email protected] Charterina Abando, Jon Departamento de Economía Financiera II Universidad del País Vasco Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Lehendakari Agirre, nº83 E-48015 BILBAO Bizkaia [email protected] Correia Loureiro, Sandra María Departamento de Economia, Gestão e Engenharia Industrial Universidade de Aveiro Campus Universitário de Santiago 3810-193 AVEIRO Portugal [email protected] 2010 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 16, Nº 2 Mayo – Agosto Díez de Castro, Enrique Carlos Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad de Sevilla Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Ramón y Cajal, nº 1 E-41018 SEVILLA [email protected] García-Borbolla Fernández, Amalia Departamento de Economía de la Empresa Universidad de Cádiz Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Duque de Nájera 8 E-11002 CÁDIZ [email protected] Giner Manso, Yolanda Departamento de Economía de la Empresa Universidad de Cádiz Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Duque de Nájera 8 E-11002 CÁDIZ [email protected] Guisado González, Manuel Departamento de Organización de Empresas y Marketing Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Vigo Lagoas-Marcosende, s/n E-36310 VIGO Pontevedra [email protected] Jiménez Estévez, Pedro Departamento de Administración de Empresas Universidad de Castilla-La Mancha Centro de Estudios Universitarios de Talavera de la Reina Avda. Real Fábrica de Seda, s/n E-45600 TALAVERA DE LA REINA (Toledo) [email protected] 2010 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 16, Nº 2 Mayo – Agosto Larrán Jorge, Manuel Departamento de Economía de la Empresa Universidad de Cádiz Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Duque de Nájera 8 E-11002 CÁDIZ [email protected] Martínez Santa María, Ricardo Departamento de Economía Financiera II Universidad del País Vasco Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Lehendakari Agirre, nº83 E-48015 BILBAO Bizkaia [email protected] Miranda González, Francisco Javier Departamento de Dirección de Empresas y Sociología Universidad de Extremadura Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Elvas, s/n E-06071 BADAJOZ [email protected] Moya Clemente, Ismael Departamento de Economía y Ciencias Sociales Universidad Politécnica de Valencia Facultad de Administración y Dirección de Empresas Camino de Vera, s/n E-46022 VALENCIA [email protected] Navarro García, Antonio Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad de Sevilla Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Ramón y Cajal, nº 1 E-41018 SEVILLA [email protected] 2010 INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 16, Nº 2 Mayo – Agosto 2010 Pérez de Miguel, Arturo Departamento de Ingeniería Civil Área de Organización de Empresas Universidad de Burgos Avda. Reyes Católicos, nº 41, 1ºA E-09005 BURGOS [email protected] Rodríguez Castellanos, Arturo Departamento de Economía Financiera II Universidad del País Vasco Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Lehendakari Agirre, nº83 E-48015 BILBAO Bizkaia [email protected] Rodríguez Monroy, Carlos Departamento de Ingeniería de Organización, Administración de Empresas y Estadística Universidad Politécnica de Madrid Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales C/ José Gutiérrez Abascal, 2 E-28006 MADRID [email protected] Rodríguez Rad, Carlos Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad de Sevilla Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Ramón y Cajal, nº 1 E-41018 SEVILLA [email protected] Rondán Cataluña, Francisco Javier Departamento de Administración de Empresas y Marketing Universidad de Sevilla Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Avda. Ramón y Cajal, nº 1 E-41018 SEVILLA [email protected] INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA ISSN 1135-2523 Vol. 16, Nº 2 Mayo – Agosto 2010 Sáiz Bárcena, Lourdes Departamento de Ingeniería Civil Área de Organización de Empresas Universidad de Burgos Escuela Politécnica Superior - Edificio C C/ Francisco de Vitoria, s/n E-09006 BURGOS [email protected] Sánchez de Pablo González del Campo, Jesús David Departamento de Administración de Empresas Universidad de Castilla-La Mancha Avda. Camilo José Cela, 10 E-13071 CIUDAD REAL [email protected] Vilana Arto, José Ramón Departamento de Ingeniería de Organización, Administración de Empresas y Estadística Universidad Politécnica de Madrid Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales C/ José Gutiérrez Abascal, 2 E-28006 MADRID [email protected] NORMAS DE PRESENTACIÓN DE ORIGINALES La Revista INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA publica trabajos originales de investigación sobre cualquiera de las especialidades relativas al campo de Dirección de Empresas, siendo el Consejo de Redacción el responsable final de su aceptación, previo informe de dos evaluadores anónimos con conocimiento e interés en las materias objeto de evaluación. El Comité de Revisores, ajeno e independiente de la directiva de AEDEM y del Consejo de Redacción de la revista, está integrado por profesores de universidades españolas, europeas e iberoamericanas, de reconocido prestigio en sus áreas de conocimiento. La adscripción como revisor es totalmente independiente de la pertenencia a la Academia Europea de Dirección y Economía de la Empresa (AEDEM). Para la revisión de los trabajos se deberá enviar el documento escrito, junto con un CD que contenga el trabajo en formato electrónico (Microsoft Word), a los Vocales del país del autor/es. En caso de que no se haya nombrado Vocal en dicho país, los trabajos se enviarán al Director de la Revista (Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo, Lagoas - Marcosende, s/n, E-36310, Vigo, Pontevedra, España). El envío de los trabajos también podrá realizarse a través de la web de AEDEM (www.aedem-virtual.com). Los artículos deberán ser inéditos y no encontrarse en proceso de evaluación simultánea, o ya aprobados, para su publicación en otra revista. Las revisiones serán de naturaleza ciega en ambos sentidos, en la medida en que autores y revisores no tendrán conocimiento ni acceso a sus identidades mutuas. La revista comunicará al autor/es el informe final de revisión, en el que se incluirán los contenidos a modificar, si los hubiere, la aceptación o el rechazo del artículo. Dicha comunicación tendrá lugar en un plazo máximo de seis meses, a contar desde la fecha de recepción del mismo. Para obtener información adicional sobre la política editorial, o la preparación de los manuscritos, deben ponerse en contacto con el Director o alguno de los miembros del Consejo de Redacción de la revista Los trabajos tendrán que ajustarse a las siguientes especificaciones técnicas: — La extensión aconsejable para los artículos se sitúa entre 15 y 25 páginas. Las páginas se numerarán de forma consecutiva, correspondiendo la primera al título, autor (es) del trabajo y su dirección de contacto; la segunda, al título, un resumen y las palabras clave; las siguientes, al texto; y, finalmente, las que contengan tablas, cuadros y figuras. — El resumen deberá tener una extensión máxima de 200 palabras, siendo necesario adjuntar su traducción en inglés. Junto con el resumen se deben especificar de 3 a 10 palabras clave en español e inglés que den una idea rápida del contenido del trabajo y faciliten su informatización. Los autores deberán indicar el número de clasificación JEL del trabajo. — Las referencias bibliográficas se incluirán ordenadas alfabéticamente al final del trabajo, y cronológicamente en el caso de varios trabajos del mismo autor. La citación completa se hará en el siguiente orden: 1. Apellido e inicial del autor. Si una referencia se hace para un trabajo de tres o más autores, figurarán todos los nombres de los autores cuando se citen por primera vez, y después sólo el primer nombre seguido de et al. 2. Fecha de publicación (entre paréntesis). 3. Título completo del trabajo (en itálicas). 4. Nombre de la revista, seguido del número de volumen, fascículo y páginas primera y última. Los títulos de libros deberán ir en itálicas y luego figurará la editorial y el lugar de edición. — Las tablas y cuadros irán numeradas consecutivamente con caracteres arábigos. Llevarán un encabezamiento conciso, similar al de las notas al pie que expliquen los símbolos utilizados y permitan las aclaraciones necesarias. En el texto se hará referencia a ellas como Tabla 1, etc., indicando donde se desea que aparezcan colocadas. RULES FOR PRESENTING ORIGINAL WORKS The journal INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA (European Research on Management and Business Economics) publishes original research works that deal with some specialities with relations in the field of Business Management. The Editorial Board has the final responsibility in accepting works, subject to the reviews of two anonymous evaluators with knowledge and interest in the topics submitted to review. The Reviewers Committee is formed by professionals belonging to well-kown Spanish, European and Latin-American Universities, prestiges in their areas of knowledge. Their adscription to the journal is totally independent from the belonging to the European Academy of Management and Business Economics (AEDEM) and from Editorial Board. All originals should be send to the member of the Editorial Board in the author's country, along with a CD which holds the work in Microsoft Word. If no member has been named in the author's country, it should be send to the Journal Director at Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Vigo, Lagoas-Marcosende, s/n, E-36310, Vigo, Pontevedra, Spain. It is possible to send the work through AEDEM's website also (www.aedem-virtual.com). Articles should be unpublished and should not be in process or be approved for publication by any other magazine or journal. The works submitted will be independently reviewed by anonymous evaluators. The reviews will be about blind nature in both senses. The work will be going through them in such a way that reviewers and authors won't know each other identity at the time of reviewing. For the further information of editorial policies or the preparation of manuscripts, you should contact the Director or members of Editorial Board. All works must abide by the following technical specifications: — The recommended length of the articles is between 15 and 25 pages. The pages should be numbered consecutively. The title of the work should appear on the first page along with the name (or names) of the author and an address where they can be contacted. The second page should have the title of the work, a synopsis and some key words. The text should appear on the following pages and finally those pages with charts, diagrams and tables. — The abstract should not exceed 200 words and it is advisable to include a copy of it in Spanish and English. Together with the abstract it is necessary to give a few key words (3-10) that offer a quick idea of the content and that help facilitate computer work. It should contain the JEL Classification. Journal of Economic Literature code number: Authors should indicate the manuscript's JEL code number. — Bibliographical references should appear in alphabetical order at the end of the work and in chronological order in the case of various works by the same author. The full citation should be done in the following order: 1. Surname and initials of the author. If reference is made to work by three or more authors, all their names should appear when mentioned for the first time and thereafter only the first name followed by et al. 2. Date of publication (in brackets). 3. Full title of the work (in italics). 4. Journal name, followed by the number of the volume, the fascicule and the first and last page numbers. The title of books should be in italics and the publishers and place of publication should follow. — The figures, charts, and diagrams must be numbered consecutively in Arabic numerals. They should have concise headings, as in the case of footnotes that explain symbols used and facilitate the necessary explanations. In the text these tables and diagrams should be refered to Table 1, etc. and where they are to be placed must be indicated. NORMES DE PRESENTATION DES ORIGINAUX INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA (Recherches Européennes d'Administration et Economie d'Entreprise) publie des travaux originaux de recherche dans toutes les spécialités liées au monde de la direction d'entreprises, la décision finale de l'acceptation des dists travaux revenant au Conseil de Redáction, est basée sur le rapport d'experts anonymes. Les travaux ont été envoyés aux membres du pays d'origine des auteurs. Au cas ou aucun représentant n'aurait été nomé dans le pays concerné, les travaux seront envoyés au Directeur de la revue (Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo, Lagoas - Marcosende, s/n, E-36310, Vigo, Pontevedra, Espagne). Les articles devront être inédits et ne devront pas avoir été acceptés pour leur publication dans une autre revue. Les articles devront obéir aux spécifications techniques suivantes: — Comporter de préférence, entre 15 et 25 pages. Celles-ci seront numérotées consécutivement, la première correspondant au titre, à l'auteur ou aux auteurs de l'article et l'adresse où l'on peut le/les joindre; la seconde au titre, à un résumé et aux mots clés; les suivantes, au travail en soi et les dernières pages à tous les tableaux, schémas et figures. — Le résumé ne devra pas competer plus de 200 mots, et il est recommandable de joindre sa traduction en espagnol et en anglais. Le résumé devra être accompagné d'une liste de 3 à 10 mots clés fournissant une idée rapide du contenu du travail et facilitant son informatisation. — Les références bibliographiques seront présentées par ordre alphabétique, à la fin de l'article et par ordre chronologique dans le cas d'oeuvres du même auteur. La citation complète sera faite dans l'ordre suivant: 1. Nom et initiale de l'auteur. Si, pour un travail, il est fait référence à trois auteurs ou plus, leurs noms figureront au complet la première fois, et ensuite on ne citera que le premier nom, suivi de et al. 2. Date de la publication (entre parenthèses). 3. Titre complet de l'article (en italiques). 4. Nom de la revue, suivi du numéro de volume, fascicule, ainsi que première et dernière page. Les titres de livres seront en italiques. Viendront ensuite le nom de l'éditeur et le lieu d'édition. — Les tableaux seront numérotés en chiffres arabes. Leur en-tête sera concis, de même que les notes en bas de page expliquant les symboles utilisés et fournissant les indications nécessaires. Dans le texte on se réfèrera à ceux-ci comme Tableaux 1, etc., en indiquant l'endroit où l'on désire qu'ils soient placés. Pour la révision des articles, on enverra quatre copies, ainsi qu'une CD contenant l'article en Microsoft Word. Les manuscrits seront analysés individuellement par des experts anonymes. Ces analyses seront elles-mêmes réalisées d'une manière anonyme, les évaluateurs ne connaissant pas l'identité des auteurs au moment d'effectuer celles-ci. Pour obtenir des renseignements supplémentaires sur la politique des éditeurs ou la présentation des manuscrits, prendre contact avec le Directeur ou les membres du conseil de Rédaction. SUBSCRIPTION FORM Year ............... NAME ADDRESS CITY COUNTRY I enclose check number ............................... made out to: AEDEM Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Revista de Economía y Empresa C.O.D. Postal order ................. Check Nº ................ Orders from the Executive Secretary's Office. Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa: One year (four issues): 180 €. Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa: One year (three issues): 120 €. Revista de Economía y Empresa: One year (three issues): 75 €. ORDER FORM FOR SINGLE ISSUES Vol. ............................. Number ............................... Year .............................. NAME ADDRESS CITY COUNTRY I enclose check number ............................... made out to: AEDEM Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Revista de Economía y Empresa C.O.D. Postal order ................. Check Nº ................ Orders from the Executive Secretary's Office. Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa: One issue: 60 €. Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa: One issue: 50 €. Revista de Economía y Empresa: One issue: 40 €. La correspondencia relacionada con la Academia Europea de Economía y Dirección de Empresa deberá dirigirse a la Secretaría Ejecutiva: Any correspondence relating to the European Academy of Business and Economic Management should be sent to the Executive Secretary's Office: La correspondance concernant l'Academie Européenne d'Economie et Direction d'Entreprise devra être adressée au Secrétariat Éxécutif: Prof. Dra. MAR RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ Prof. Dña. MERCEDES VILA ALONSO Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Vigo Lagoas-Marcosende, s/n E-36310 VIGO, Pontevedra España Los artículos y correspondencia de la REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA y de INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA deberán remitirse a los Directores respectivos. Las normas que deben seguir los artículos se recogen en la penúltima página de las REVISTAS. Articles and correspondence for the REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA and for the INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA should be sent to the respective Directors. The norms that the articles should follow can be found on the second last page of the JOURNALS. Les articles et correspondence de la REVISTA EUROPEA DE DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA, REVISTA DE ECONOMÍA Y EMPRESA et de la INVESTIGACIONES EUROPEAS DE DIRECCIÓN Y ECONOMIA DE LA EMPRESA devront être adressés aux Directeurs correspondants. Les normes à suivre pour les articles figurent à l'avant dernière page des REVUES.