EL VALS Por Ricardo Llorca Durante la segunda mitad del siglo

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EL VALS
Por Ricardo Llorca
Durante la segunda mitad del siglo XVIII asistimos a un asombroso
fenomeno socio-cultural que tendra una influencia decisiva en la
generacion de musicos y de artistas previos a la Revolucion Francesa y en
el incipiente mundo del Sturm und Drang: me refiero al fenomeno conocido
por los historiadores como “la degradacion cultural de las clases altas”. A
mediados del XVIII la aristocracia, por pura moda y siguiendo una muy
comoda y muy superficial interpretacion de las ideas democraticas del
Enciclopedismo Frances, empieza a imitar a las clases bajas y a adoptar
en sus salones los modales campesinos y ciertas costumbres y usos
culturales de este grupo social, tales como su musica y sus danzas. Estas
expresiones de la vida rural y de los barrios bajos hasta entonces habian
sido consideradas vulgares e indignas. Sin duda alguna los ejemplos mas
conocidos de este fenomeno en España sean los cuadros de Goya con
una Duquesa de Alba vestida de falsa Maja; o los edulcorados grabados
de Bayeu representando un mundo rural que, en realidad, nunca existio;
las cartas llenas de expresiones castizas y barriobajeras escritas por la
propia Reina Maria Luisa de Parma son otro claro ejemplo del uso del
lenguaje popular por las clases mas altas; el uso de guitarras y
castañuelas en los quintetos de Bocherini, etc. Aunque quiza el ejemplo
mas conocido universalmente sea El Hameau de Versalles: un pueblo
artificial construido a imitacion de los poblados rurales Franceses ( aunque
sin la miseria de estos) en donde los miembros de la corte y de la familia
Real jugaban a ser pastores y en donde se celebraban fiestas
“campestres”. En El Hameau se bailaban danzas rurales por miembros de
la corte de Versalles. Estos bailes y musicas campesinas fueron ocupando
poco a poco un puesto en los salones de la aristocracia y en el mundo de
la musica considerada mas “seria” . Una de estas danzas era el entonces
llamado Landler, o Lanner: un baile campestre que se danzaba por parejas
dando vueltas y siempre en compas de 3/4. El Landler, o Lanner, ya se
habia extendido por gran parte de Europa a principios del siglo XVIII; pero
unicamente en ambientes rurales, puesto que como baile “serio” estaba
muy mal visto. Solo es a partir de la llamada “degradacion de las clases
altas” y de la adopcion por parte de la Aristocracia de modos y usos
populares que el Landler empieza a ser introducido en los salones para,
unos pocos años mas tarde, convertirse en el Vals que todos conocemos (
el termino “vals” viene del aleman “waltzer” que significa girar). Ya en
epoca de Mozart, en la corte del emperador ilustrado Jose II, no se bailaba
solo el minue sino que, ya ocasionalmente, se interpretaban danzas al
compas del landler. Y en el año 1787 el compositor Valenciano Vicente
Martin y Soler introdujo en Viena un Landler en el estreno de su opera
”Una Cosa Rara”. Se puede asegurar que la unica gran revolucion que se
produjo en la conservadora Viena a partir de los acontecimientos
Franceses de 1789, se dio en el ambito de la musica frivola y fue el
producto de unos individuos poco o nada interesados por los temas
politicos. El aporte revolucionario de Austria al proceso de
transformaciones Europeo fue la sustitucion del minuetto (danza que habia
predominado en el siglo XVIII) por el Lander o Vals, que ya dominara todo
el siglo XIX y los principios del XX. Historicamente, el primer compositor
que se interesa por los valses- landler fue Franz Schubert ( 1797-1828),
aunque estos carecian de la liviandad y del sentido ritmico necesarios
como para “invitar al baile”. Posteriormente Carl Maria von Weber en su
“Invitacion a la Danza” introdujo de forma definitiva el vals en las salas de
baile. La formula mas exitosa del Landler-Vals la da el compositor Vienes
Johann Strauss (padre) que consiguio reunir en una misma pieza cuatro o
cinco melodias bailables, a las que enmarca con una introduccion efectista
y una gran coda final.
Los valses de Strauss se fueron convertiendo en un emblema del espiritu
voluptuoso de la mundana Viena y en un iman irresistible para el gran
publico, a la vez que lograban la aprobacion de los criticos y el
reconocimiento de musicos de la talla de Mendelssohn y Schumann. La
familia Strauss establecio el lazo de union entre la musica culta y la simple
y accesible al pueblo. Posteriormente Johann Strauss (hijo) logro en el
campo musical un avance indudable, ademas de incursionar
admirablemente en el mundo de la opereta, perfeccionando el vals a traves
de unas orquestaciones perfectas y muy funcionales. Strauss (hijo)
tambien desarrollo la melodia de los valses de una manera muy elaborada
y tan bien construida que tuvo como consecuencia inmediata la admiracion
de Wagner, Listz y Brahms, de quien fue amigo intimo.
En este disco Miguel Basega nos transporta a ese mundo tan siglo XIX, ya
desgraciadamente perdido, de los valses; de los cafes y de las largas
tardes sobre una mesa de marmol escuchando la musica del piano; o
mientras estamos en tertulia y saboreamos una interminable taza o una
copa de orujo, que de todo habia en aquellos cafes. Baselga nos recrea un
mundo en donde, a pesar del ritmo acelerado del vals, no cabe la prisa y
todo son buenos modales; un mundo en donde los escritores pueden ir al
cafe a escribir con toda la tarde por delante y en donde se pueden pasar
horas y horas discutiendo sobre lo humano y lo divino sin que ningun
camarero malcarado venga a deshacerse de los molestos parroquianos.
Con este disco escucharemos desde Schubert y los primeros intentos de la
musica “seria” por introducirse en el mundo de lo popular hasta la musica
de Maurice Ravel y su cruel tratamiento del vals y de la sociedad que
hasta entonces dicha danza representaba: un mundo en decadencia que
ya no se interesaba por los valses y que ya habia visto demasiadas cosas.
Una danza, en fin, que ya no podria sobrevivir los horrores de la primera
guerra mundial. Y en el medio de los dos mundos; en medio de Schubert,
que es quien introduce el vals en los salones Europeos, y de Maurice
Ravel, que es quien le da la tragica estocada final, Baselga nos introducira
en el mundo de la familia Strauss, que nada sabian de guerras y de
horrores y de mundos en extincion y que solo conocian del vals y de su
apoteosis en los salones de baile y que son los que, a fin de cuentas, nos
enseñaron que todo en la vida es puro baile y que hay que seguir dando
vueltas, y vueltas, y vueltas, y vueltas................
Ricardo Llorca
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