72 náufragos "bien" - Hemeroteca Digital

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72
--V
V1.?
NÁUFRAGOS "BIEN"
—]Pepel ]|Un barco!l
—Por Dio», Arístarca, no señales con el
dedo.
Dibujo de K-Hiio.
-\
EL MENAJE
•-- FERRETERÍA
ARTÍCULOS DE LIMPihZA, ELECTRICIDAD»
•- LO>A Y CRISTAL —
P-iiicüsa» 46
PEDRO OTERO
Vista general de la hermosa batería de cocina con que la papular ferretería El Menaje obsequia a si
bellas lectoras, y que «a otorgará a la que resulte premiada en eaie LOOCISI-Ü
CONCURSO
DE
BESOS
19, Clavel.
32. Anita Jimánet.
25. Arrebol.
LABIOS
ROJOS
RECIBIDOS
2O. Legszpi.
23. Dora.
3Ó. Ana María.
21. í^a k)!\,- de U casa
24. M- Muñir.
7. Lux.
Qntté
Año II
Madrid, 22 de diciembre de 1928
EL
CONSABIDO
BANCO
HISTORIETA MUDA, POR K - H I T O
Núm. 82
GUTIÉRREZ
DIRECCIÓN GENERAL
DS
CUENTAS ATRASADAS
Negociado de Incobrables
Tengo el honor de dirigirme a V. S., en su calidad
de pavo director de «La Voz de las Aves de Corral»), el
importante rotativo que, con tanto acierto, viene cultivando la estadística.
Durante años y años, en su sección «La Mortalidad»,
publica los fal]ecimientos de pavos ocurridos en cada
mes, y yo sé que es causa de preocupación de V. S. y
sus semejantes los resultados de esa estadística que
acusa en los once primeros meses del año una mortalidad reducida, y en diciembre se eleva a muchos millares.
No me extraña que, los millones de pesetas que vienen ustedes invirtiendo en la construcción de Sanatorios
y en medidas profilácticas, den un resultado negativo,
y que los doctores del moco bermejo se devanen los sesos en busca de la causa de tal estrago.
Ni pneumococos, ni estroptococos; cocos simplemente
que somos los racionales. Cuando llega diciembre nos
zampamos a ustedes bonitamente y a otra cosa.
La tradición obliga a ello, y, mejor que publicar
estadísticas, debe V. S. y los suyos buscar un sustitutivo del pavo para satisfacer nuestro apetito que,
en estos días, se desencadena con caracteres alarmantes. Un pavo-six, por ejemplo, de seis caballos. Si
acostumbrados estamos a comer caballo por vaca, bien
lo podemos ingerir también en lugar de pavo.
También puede sustituir con ventaja al pavo un estuche de instrumental médico. Porque realmente, aunque
todos compramos pavo, los que se lo comen son los médicos, a quienes van a parar en calidad de obsequio.
Preferirían, seguramente, el instrumental, quedándonos más agradecidos.
Lo que tengo el honor de poner en el superior conocimiento de V. S. a los efectos que estime pertinentes.
Madrid, 22 de diciembre de 1928.
El Jefe del Negociado de Incobrables,
—¡.Muy bonito! ¿Do modo que,
durante las vacaciones, has olvidado todo lo que sabías?
—¡Claro! Si no, ¿para qué tenía
que volver a la escuela ?
PARECE
MENTIRA
\'illacai¡iciin del Hniii). 6. — Pareco
mentira la que voy a contar, y es
más verdad que la luz
VA matarife de este matadero, ¡Innominado Exorno. Sr. D. Paeorrillo
i 1 Mitins, entró en una nave donde
había siete novillos mansos, suizos
por más («lula, destinados al sacrificio
Ellos que le ven con la puntilla en
la mano, empiezan a meterse por lo."
burladeros que hay instalados para
el ganado bravo... y ¡viva la juerga!
Paeorrillo musía en el centro; pero
ellos no hacían más que salir unos
pasos, y, en cuanto le veían venir,
;otra vez al burladero!
Un pobre novillo se decidió un poco
más, y de la cornada Que el matarife
le dio con la. puntilla..., ¡Záf!.
; muerto!
Otro salió al quite, y muerto
también.
En fin, que resultó un matarife
tan bravo, que hubo que llamar a
otro toro, profesional de reses bravas, que había en otra nave, para
que se encirgara de despachar al
Paeorrillo.
Aplausos en el arrastre del matarife
44
La Farsa 4 *
publica
esta
semana
EL ROSAL DE LAS TRES
"~
ROSAS
POR
Señor director de «La Voz de las Aves de Corral».
MANUEL LINARES RIVAS
GUTIÉRREZ
ESCRUTINIO
H
"~BENAVENTINO
LA FUERZA DE LA COSTUMBRE, POR CALANDIN
Subí las escaleras, me introduje
con mucho sigilo en el piso de nuestro P . Jacinto, convertíme en ser invisible, gracias a la rara virtud que
poseo, me zambullí sobre uno de los
montones, montañas o pirámides (como ustedes juzguen más oportuno el
vocsblo) y cogiendo este sobre, dejando aquél, respetando el de acá,
elegí unos cuantos, y haciendo uso de
la ciencia moderna que denominan, si
no me equivoco, "Arte de ver a través de los cuerpos opacos", sin abrir
ninguna plica, entéreme en breves
instantes de lo que contenían en su
interior. Todas eran tarjetas con el
nombre del votante y la obra de BU
mayor agrado. Para que os enteréis,
daré a continuación una sucinta lista, que he ordenado rápidamente, la
cual dice así, ni más ni menos ni
menos ni más.
Han votado por la obra siguiente:
Un cura, Reñora ama.
Un banquero, Los intereses creados.
Un obrero, La noche del sábado.
Una modista, Modas.
Un sastre. Alfilerazos.
Un descuidero, El nido ajeno.
Una madre, La ley de los hijos.
Un policía, La virtud sospechosa.
Una suegra, Los nuevos yernos.
Don Cecilio Rodríguez, La comida
de las fieras.
Paulino Uzcudun, La fuerza bruta.
Un zapatero, Un par de botas.
Un cirujano, Operación quirúrgica.
Un madrileño, La gata de Angora.
Un chofer, El automóvil.
Una niña "bien", Lo cursi.
Un político, La gobernadora.
Un preso, La libertad.
Un ferroviario, El tren de los ma.
ridos.
Un rey, Los favoritos.
Un médico, Por la herida.
Un fabricante de conservas, Al natural.
Una cigarrera, No fumadores.
Una florista, Rosas ele otoño.
La Chelito, Cuento inmoral.
Uno de Pompas Fúnebres, Los ojos
de los muertos.
Ramón Franco, Por las nubes.
Un abuelo, El nieto.
Uní "carabina". La señorita se
aburre.
Un marmolista, La losa de los sueñO8m
Un-'niño "de familia", No quiero.
no quiero.
Un joyero, El collar de estrellas.
Un labrador, Campo de Armiño.
Un abogado, Pequeñas causas.
BUZdM
Una doncella, La inmaculada de los
dolo rea.
Un "caballero", El audaz.
Una criada, Una señora.
Un devoto de Baco, Por qué se quitó Juan de lu bebida.
Una maestra,
Un maestro,
Un farolero,
Un "kostlia".
aJlares,
La sobresalienta.
Viaje de instrucción.
La noche iluminada.
Para el cielo y los
Jesús AMOIl
GUTIERRE2
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EL S O R T E O DE HOY
Foto Gutiérrez (Hijo)-
La travesura de un niño de San Ildefonso da lugar a un formidable escándalo.
LA
"COLA"
Como todos los años, ante la puerta
de la Casa de la Moneda d© Cuproníquel se formó una larga "cola" de
Infelices que, con la esperanza de
alcanzar una pesetejas a cambio del
puesto, estaban desde luengo tiempo
ha sufriendo las inclemencias del
tiempo.
A las cinco de la madrugada se
presentó el excelentísimo señor conde
de Romanones envuelto en una pelerina, j repartió 10.000 pesetas entre
aquellos desgraciados, que le colmaron de bendiciones.
También se recibió un donativo en
metálico del director de "La Gazette
du Franc", de París, y una señora*
caritativa, qne oculta BU nombre, repartió entre los damnificados por la
helada de anoche 25 cuellos de pajarita y 42 auriculares de radio, como
propaganda de una casa de Barcelona.
Ocupaba el primer puesto el ex
propietario de una Empresa de coches de punto, don Simón Carrera,
hoy venido a menos. Estaba en la
"cola" desde lo de las niñas desaparecidas, y ha vendido BU puesto al
Consorcio Banearlo en la cantidad
de 0,75. ¡Afortunadamente, el pobre
hombre ha visto recompensados sus
esfuerzos!
El número dos, en vista do que no
le daban nada por el puesto, se ha
quedado allí hasta el año que viene,
que tendrá el número uno.
echara otra vez la bola en el bombo,
y que al número uno se le diera el
reintegro.
La protesta arreció porque, como
no había salido el gordo, no se sabía
en qué número terminaba.
Un niño de San Ildefonso explicó
que como sólo hay diez números, el
EL SOKTEO
gordo, a la fuerza, tiene que terminar
A la hora anunciada suben los ni- en uno, y por eso.
ños de San Ildefonso al tablado, sienAnte esta razón se restableció el
do muy aplaudidos.
orden. Sigue el sorteo, y sale del bom-.
Un espectador pide que suban los bo el número
niños de Bienvenida; pero le echan
a la calle, y no pasa nada más.
Suena ©1 clarín y sale la primera
bola, que es el número
premiado con 15.000.000 de pesetas.
Se arma otra vez el escándalo, se
procede a la revisión de los bombos
y resulta que uno de los niños, que
que resulta premiado con la bonita e« muy travieso, había llenado el bomsuma de 15.000.000 de pesetas, o sea bo pequeño de premios gordos, y así
salía lo que salía.
el gordo.
Le dan unos azotes, le castigan sin
¡Bueno, la que se armó! El público
comenzó a dar voces diciendo: "¡No postre y ya en serio continúa el sorvale! ¡No vale! ¡Todavía no estába- teo.
mos preparados a emocionarnos! ¡Que
Como es la hora de cerrar la edinos devuelvan el dinero!"
ción hacemos punto, y ya en la PrenComo el escándalo arreciaba, hubo sa de la noche leerán ustedes el reque telefonear al teniente de alcalde sultado definitivo.
•leí distrito, el cual ordenó que se Que les toque a ustedes.
GUTIÉRREZ
P Ú B L I C O
DE
P A R A G U A S
HISTORIETA, POR MlHURA
GUTIÉRREZ
La importancia que tiene el pelo
se ve al considerar que a las gentes
sin importancia se les llama pelanas.
Frases célebres, que no se¿han escrito nunca, sobre los cabellos de
las mujeres.
El hombre enamorado da a su ainada dinero, joyas, vestidos, alimentos,
apoyo social, diversiones, alegría; lo
neceaari* y le euperfluo; todo ello a
cesta del esfuerzo de su cerebro o de
sus músculos, y an el fondo no crtfi
que se le deba agradecer.
La mujer enamorada da a su amado u» ricito de sus cabellos, y aunque esto no le cuesta otro esfuerzo
que ua tijeretazo, cree que debe agradecérsele toda la vida.
SALISBbRY.
Lae wujares viven al pelo.
HOMERO.
Para sujetar a un hombre basta
un catelloi
Para sujetar a una mujer no es
bastante una camisa de fuerza.
DOCTOR ESQUERRO.
Si queréis que, en la intimidad, una
mujer se. suelte el pelo, decidle una
palabra agradable.
Si queréis que, en la intimidad, una
mujer "se suelte el pelo", decidle una
palabra desagradable.
TEODOSIO, el Divino.
CASCORRO.
Si lleváis el pelo largo, moriréis
colgados de una encina.
ABSALÓN.
¡Quién hubiera conocido los depilatorios !
Dijo Schopenhauer que las mujeres son unos bichitos de ideas cortas
y cabellos largos. En cambio, no dijo
que él era un bicharraeo de ideas negras y cabellos blancos, y no dijo que
tenía gastralgia e hiperclorhidria, y
que carecía de talento para comprender que yo existiría alguna vez en ei
mundo.
MARCEL.
(Inventor de la melena ondulada.)
WIFREDO EL VELLOSO.
¡Las mujeres y los leones parecen algo ¡porque llevan melena. Cortadles la melena a ambos, y el león
se habrá convertido en un gato, y la
mujer, en una convaleciente del tifus.
LINCOLN.
Lo mejor que le puede ocurrir a
un hombre que sufre por el mal caráctej: de una mujer es no volver a
verla el pelo.
CARLYLE.
Tus cabellos son negros, tan negros como las alas del cuervo.
Tus cabellos son dorados, tan dorados como el oro que arrastran los
ríos.
Tus catellos tienen la suavidad de
la pluma.
Tus cabellos huelen como la brisa
de los campos en primavera.
Tus cabellos son rizados, tan rizados como las espumas del mar.
Tus cabellos, arrollándose a mi
garganta, forman un collar de diamantes.
Y cuando esto sucede, me quedo
con tus cabellos en las manos.
Porque tus cabellos son postizos,
tan postizos como unos puños almidonados.
¡Todo sea por Alá!
POEMA ORIENTAL.
Los cabellos son, el termómetro de
la pasión.
Cuando amáis, pasáis dulcemente
la mano por ellos.
Cuando odiáis os aferráis a ellos y
tiráis con todas vuestras fuerzas.
Lo mejor para el pelo, Petróleo
Gal.
GAL, perfumista.
¡Te voy a dar para el pelo!
AVEKROES.
FRASE CHULESCA.
No he cortado un ptlo en mi vida,
y, sin embargo, me llamo como me
Hamo.
ESQUILO.
Dadme un hombre forzudo y unas
tijeras, que yo me. encargo de armar
un lío en la Historia.
DALILA.
El director. — ¡Oye! ¡Al tres por
cuatro.
El apuntador.—Doce, maestro.
Los animales se dividen en animales de. pelo y animales de pluma.
Son animales de pelo, la mujer, el
hombre, el mono, al caballo, el perro,
etcétera, etc.
Son animales do pluma, los literatos.
GUTENBERG.
GUTIÉRREZ
Si besáis suavemente la cabellera
de una mujer os quedará en vuestros
labios un sabor a rosas fragantes.
Pero si la besáis fuertemente os
quedará un sabor a Camomila lnica.
DE LA INMORTALIDAD AL ALTO ASIENTO
CAMOMILO DESMOULINS.
En los momentos de pasión está
bien sumergir las manos en la alborotada fragancia de los cabellos femeninos y besarlos y morderlos y paladearlos.
No hay nada, sn verdad, tan poético.
Lo malo e.s qus, luego, se pasa une
todo el día luchando con algún que
otro pelito que se queda adherido a
la lengua y que no sale ni a tiros.
LORD BYRON.
El cabello es el mejor adorno de
las mujeres.
La mujer es el mejor adorno de las
habitaciones.
ARNAU Y COMPAÑÍA.
Encontrar un cabello en la sopa
provoca sieanpre un chiste o una caricatura.
Encontrar un cabello en la solapa
provoca siempre un disgusto conyugal o un divorcio.
SHERIDAN.
El explosivo más peligroso es la
melenitu.
ORSINT.
Los caballeros las prefieren rubias.
ANITA LOOS
Acabo de escribir veinticuatro frases célebres sotee los cabellos. Así
es que para llegar a la veinticinco me
ha faltado un pelo.
Por la invención de las 24 frases,
Conde Enrico DI BORSALINO
Anuncios por palabras
PERDIDAS
Se gratificará encarecidamente al
que entregue un par de guantes perdidos en la noche del sábado desde.
los Cuatro Caminos al Puente de Va~
llecas, por diversos vericuetos, tascas, etc.
Detalles: el par es de dos guantes,
cada uno con un botón y un ojal
aquí, y cinco dedos cada uno; uno de
ellos más gordo que los otros cuatro.
Son iguales los dos; pero al contrario. El que quiera más señas, que los
busque y verá cómo son. ¡Nos ha fasta diadol
S/c: Remigio Remis, Reminiscencias, 7.
—Se gratificará encarecidamente
al que devuelva a su dueño, Carmelo
Mola, Melones, 12, tercero interior
derecha, una casita de tres pisos,
azul, con doce balcones tamaño natural, que se ha escabullido en la calle,
de Alcalá, acera de los intpares.
Se rogará espléndidamente.
UN SOBRE
ORIGINAL
Dijo Raymond Hill (1) que "la mitad de las cartas que se pierden es
porque se deben perder". Nosotros acegamos que la otra mitad, es porque
no se han escrito. Porque, aun a medio escribir, llegan a su destinatario;
prueba de ello es la cubierta del sobre que reproducimos, y que representa
a nuestro ilustre Jefe deshojando una margarita.
Sólo con esos trazos, el benemérito Cuerpo de Correos ha encauzado ]a
misiva hasta depositarla en nuestras pecadoras manos.
Es, indiscutiblemente, un exitazo postal, en atención al cual esperamos
que el Gobierno ascienda a Jefes de Administración de segunda clase, con
honores de primera, a todos los oficiales, y a oficiales a los carteros. Y ya»
buscaríamos por ahí otros carteros, que no faltarían. Toda la nación verija!
con agrado esta justa medida, que GTJTIÉBRKZ apoya, convencido de la ratóni
que le asiste para solicitarlo así.
(1) Estamos ya hartos de camelos.— (N. dala R.)
GUTIÉRREZ
ALMANAQUE 1 9 2 8
Mucho más divertido que «La Gaceta del Franco» es el nrtmero
ALMANAQUE DE GUlIERREZ, que se pondrá a la venta el próximo
sábado
DÍA 29 DEL ACTUAL
j-onríase usted de la sonrisa de «La Monna Lisa»!
¡32 páginas de oro, 32! ¡8 a todo color, 8!
50 CÉNTIMOS, 50
MUCHA GRACIA, MUCHA
— ¿No le deja su señora salir de casa?
—No llore; y mande a comprar el
ALMANAQUE
DE
¡Acostúmbrese usted a la buena lectura!
GUTIÉRREZ
OUTIEBRE»
10
EXAMENES Y TOROS
ARABIA
PENNA
PCHE
LÉASE
QUEJAS
SANSÓN
SALUD
OSLO
FUEGO
PRENDA
comunican d« Londres se ha montado una peluquería, en la
S EGÚN
que un gran sexteto distrae a los parroquianos.
Suponemos que las músicas preferidas serán pieoecitas de Sansón
V Iialila.
O
en Austria, a que los novios, para casarse, tengan.salud,
porque asi lo manda la Eugénica.
—Alguna concejala, ¿verdad? En todo se meten.
BLIGAEÁN,
que Amundsen dejó unos piquillos por ahí sin hacer efectivos—algún gabán de pieles y todo eso—, y ha habido que vender sus medallas, que han Ido a parar a Oslo.
Os.lo decía yo: "Mucho interés tenía su panadero en que se le encontrara."
• • *
MPORTANTES pérdidas en un secadero de chorizos de Cantimpalos.
Tenia que suceder. ¿Sabéis cómo se hubiera podido evitar? Haciendo los chorizos de Cantinhierros.
• • *
NDA el Paraguay revuelto con lo de Bolivia. El Paraguay nos esta
dando mucha guerra.
Yo creo que la Sociedad Panamericana, en vista del resultado, debe
suprimirlo y gastar gábardinay, que es mas práctica que el paraguayA
• • •
HAUIA también esta revuelta. Se ha organizado una revolución, y
se pegan de ílrme.
—Se pegarán como goma; como goma arábiga, claro está.
ESULTA
R
I
A
A
notición. En Lauciano se ha desprendido
V AYA
Penna y ha aplastado seis casas.
una roca del monte
La penna de Vanciano es aplanadora, aplastante...
I
del acuerdo anglochino, del que se habla estos días,
es fácil que Francia y China se pongan también de acuerdo.
Y venga el acuerdo fran... cochino.
NMEDIATAMENTE
Cornelio Yaras, de Cabra,
gran modelo de estudiante,
pues se divierte bastante
y no estudia una palabra;
que es mi amigo de verdad,
y yo no sé por qué artes
"¡
vo cuernos en todas partes,
hasta en la Universidad;
ha formulado un sistema,
académico-taurino,
quo hay que practicar con tino
y a base de mucha flema.
El alumno que es un zote
y que llega a embarullarse,
al fin tiene que marcharse,
si no le echan un capole.
Y me ha contado, en secreto,
que por ser chicos que exponen,
los médicos se proponen
ir al examen con peto.
Hay quien no toma el engaño;
quien achucha, quien se cuela;
a éstos se les larga tela,
si es que lo permite el paño.
Un cojo, a quien una treta
el profesor le jugó,
le hizo, cuando lo encontró,
su faena de muleta.
A todos causa pavor
(la experiencia lo confirma)
que esté el pase de la firma
a cargo del profesor.
Hundió del Cid Campeador
uno, en Historia española,
el estoque hasta la bola...
que se tragó el profesor.
En Terapéutica vio
a otro, en situación precaria,
recetar una contraria
con alivio, qne bastó...
Varas, en particular,
obtuvo un triunfo sonoro,
porque las leyes de Toro
le ordenaron comentar.
Consecuencia a deducir
del caso, si en él reparas:
es que la suerte de Varas
no se puede suprimir.
.Tose SITOIt
rumanas.
L AS elecciones
•—¡Ah! ¿Pero tienen
que elegir las rumanas? Pues eligen a
Don Juan Tenorio.
—¿Por qué?
—Porque él presume, al menos, de que las "rumanas caprichosas..."
ver si lee usted el Balduque todos los sábados, querido lector,
que el domingo pasado le estuve esperando... hasta que me cansé.
Y a ver si lee usted las iniciales de este Balduque, en perpendicular, que vienen buenas y traen gemelos...
A
— ¿Sabes que Pérez, el banquero, en un acceso de cólera ha intentado matar a su mujer?
—¡Parece mentira! ¡Un banquera
debe ser dueño de sus "acciones" y
conocer sus "obligaciones".
GUTIÉRREZ
II
—Es increíble que cante usted tan bien, con lo que, fuma.
—Es que fumo "canarios"...
oír
12
LA BOLSA O LA VIDA
NOTAS
FINANCIERAS
La Bolsa sigue, en general, pesada
y da muestras de menos consistencia, debido al enorme efecto que causó la noticia de que el Maharajá de
Patiala declaró en la frontera que las
joyas que traía importaban 58 millones de pesetas, siendo innumerables
las personas que esperan que, en un
rasgo de desprendimiento, les diga:
—"Pa" ti. i Hala!
La sesión se presentaba poco animada; pero al entrar en acción la
Compañía Sevillana, cambió la fisonomía del corro, haciéndose las jugadas alegremente al son del "Mambru se fue a la guerra"... "Dónde
vas Alfonso XII"..., etc.
Hay poca demanda de títulos. Todavía no ha podido enajenar el suyo
el señor que esconde su personalidad
en el anónimo.
En cambio, predomina la oferta de
divisas: Miura, Tovar, Palha, Santa
Coloma, Urcola, etc.
Los valores municipales continúan
apuntalados; los del Estado, firmes,
y las Cédulas, en su lugar descanso.
Suben los Altos Hornos, continúa
en descenso el Mercurio, siguen sin
funcionar los Ascensores, retroceden
en la Carrera los Tranvías y están
abandonados los chicos en las Vías
y Obras.
El -Interior y el Exterior siguen
en alza a causa de los caseros.
No varia la Deuda, a pesar de la
política de los "ingleses".
El Amortizable baja un cuartillo y
un litro el Amontillado fino.
Los Ferrocarriles se afirman bastante, subiendo los ascendentes y bajando los descendentes sin retraso en
el horario.
Los Explosivos siguen dando pánico debido a la mala impresión que
ha causado en el corro el que lanzase un chusco un garbanzo de pega.
Los Bancos están sostenidos, a excepción del Hipotecario, el cual no
ha mejorado aún de su convulsión
del diafragma.
Se han cotizado:
Dólares, a 6,19.
Liras, a lo que toquen.
Libras, a 30,08.
Kilos, a 800 gramos.
Francos, a 24.30.
Embusteros, a nada.
Belgas, a 0,87.
Suizos, a 0,15.
Ensaimadas, a 0,20.
Pierden tres enteros, el Banco de
España; dos partidos, el "Cagancho,
F. C " ; un mixto, la Arrendataria;
un mercancías, M. Z. A., y nueve quebrados, el herniólogo Wermón.
Fuera del "parqué" quedaron, a última hora, 150 Tranvías, 62 Azucareras y 6.350 kilogramos de Explosivos. Todo lo cual se halla depositado
en la Tenencia de Alcaldía del distrito del Centro, a disposición de
quien justifique su pertenencia.
Joan SANMAES
—Oiga, buen hombre. ¿Está muy lejos el molino del señor Jacinto?
—No, no está lejos. Está cerca de la posada de Gronigal.
—Pero ¿dónde está la posada de Gronigal?
•—Hombre, eso si que no tiene "pierde". Justamente al lado del
molino.
Ella.—Hay que decirte las cosa
qué no te tapas la boca al salir c
P U
N T CUJY
(LABORES HISI
(¿A usted qué le importa esto, lector? ¡Fuera de estas líneas, ea! Yo
a quien hablo es aquí, a su esposa.)
Pues bien, señora; lo que yo digo
es que, hasta hoy, siempre se había
hecho en las labores de punto lo que
en Escandinavia llaman punto y uparte, que es hacer la labor—chalequitos, medias, gorros de bebé, etcétera, etc.—, aparte de la persona para
quien sea, que mientras la hacen la
prenda puede ir tranquilamente ora
al café, ora a comprarse castañas asadas, ora a Novalogavella, ora a avisar
al electricista para que venga a arreglar los timbres (y perdonad que con
tantas oras hayamos perdido tanto
tiempo y tantas haches).
Mas ahora, joven esposa de mi lector, lo que se hace es labor de punto
y seguido, que viene de la China—con
.
(3
EL VIEJEC1TO DE LAS PALOMAS
>mo a los chicos, Fulgencio. ¿Por
teatro?
S E GU I D O
NO-FEMENINAS)
perdón de la mesa—, y consiste en
hacer crecer la prenda con la persona
dentro para que ajuste mejor. De modo que si usted le .quiere hacer un
chaleco de punto a su marido, hay que
hacerle cosquillas dentro de la prenda durante diez o doce días y el pobre tiene que dormir en la bolsa de
la labor en ese período de tiempo.
Por cuanto a si se refiere a hacer
ropita para un niño que va a nacer, lo
que se hace es que el rorro vena;a de
París unos días antes del nacimiento.
El punto es el siguiente: tres a un
lado; ahora meta la aguja por aquí
(así, muy bien) y sacarla por ahí.
Perfectamente. Ahora cinco y medio
por este lado... ¡La he dicho a usted
que cinco y medio!... ¡Oh, qué mujer
mas torpe! ¡Razón tiene su marido!...
Todos los días me encontraba al
simpático viejecito vestido de negro,
con su barbita plateada y su cara
bondadosa y coloradita de viejo sano
y optimista.
A la misma hora se situaba en la
plaza de la Armería, y sacando un
panecillo largo lo desmenuzaba poquito a poco y lo sembraba después
a su alrededor.
Una palomita color café con mucha
leche planeaba, planeaba, y después
de describir dos círculos sobre el viejecito, venía a posarse sobre la arena
y devoraba las miguitas que tenía
más a pico.
Otra palomita color ceniza de cigarro puro canario de 0,30, imitaba
a la anterior, y así sucesivamente
acudían dos docenas de avecillas que,
hipando ruidosamente, engullían las
miguitas.
El viejecito me dijo:
—Ya van tomando confianza. Les
ectho pan desde hace quince días.
Antes les echaba rajados, pero observo que les gusta más el largo. De
todos modos, son desconfiados estos
animalitos y huyen asustados en
cuanto me muevo.
—Pruebe a traerles ensaimadas en
vez de pan.
Le gustó la idea, y desde entonces
llevó una ensaimada. Las palomitas
Ilegaion a familiarizarse con él, y
en una ocasión colocó una miguita
sobre su hombro y la mas gorda fue
a posarse confiadamente sobre él.
—;Ya me conocen, ya me conocen!
—exclamó alegremente—. Verá cómo
se deja coger.
Alargó la mano, pero al notarla
cerca de sí la paloma •»oló.
Lo sintió el bondadoso viejecito,
pero no se desanimó.
Llevó croissants y plum-kafce J las
palomas engordaban a ojos vistos.
Ya le rodeaban sin temor, y ©1 viejecito bondadoso era admirado por
los niños, que acudían a la piara, de
¡a Armería.
El papá de Juanito, que le daba
lecciones de cosas por el método de
la educación por la vista, le dijo:
—He aquí, Juanito, un bello ejemplo de amor a los animales. Siempre
que vayas a martirizar a algún Inocente pajarillo, acuérdate del viajecito de las palomas.
Al día siguiente el viejecit* me
aseguró:
—-Hoy se dejarán ya coger. Mira.
Traía mantecadas de Astorga.
Había puesto nombre a toda» las
palomas y las fue llamando.
—Toma... pis... pis... pia. [Teodora! ¡Camila!... Esta para ti, Gertrudis... ¡Toma!, ipis!
Se acercaban, hipando, agradecidas,
y le rodeaban sin recelo. El viejecito
se acercó y alargó el brazo. Se dejaron coger Teodora y María de la Presentación. Las acarició y les tocó los
buchecitos inflados y, por último, con
bondadoso rostro inundado de felicidad les retorció el cuello mientras
exclamaba:
—Mi trabajo me ha costado, caballero, porque son desconfiad illas. Pero
ya me conocen y podré coger dos cada
día. Me gustan con delirio, pero están carísimas. ¡A catorce reales pareja me las estaban cobrando!
F -liando rKIUMGUESBO
— ¿De modo que dice usted que ese es el famoso "Cuadro de las
lanzas"?
—Sí, señor; pero, ¡claro!, ya sabe usted lo que pasa con el tiempo:
¡Las cañas se vuelven lanzas!
,
GUTIÉRREZ
meningitis" y "El niño de la melenita".
TOBO 3."—Pues que haiga, suerte,
niño.
JOCINERO.—Grasia, Rafaé.
LOS ANIMALES Y SUS
VIDAS ATORMENTADAS
CORO DE MORLACOS ANDALUCES.—Oon
Dio.
JOCINERO.—Con Dio.
(El coro de morlacos andaluces se
va a pastar por la izquierda, que es
por donde está mejor la alfalfa. Dentro se oye una copla que entona m
cabestro.)
Cuatro tablas negras
y en el camposanto.
Ya tendrá gusanos
aquella vaquita
que yo besé tanto...
r*o.
Macarena! ¡Tengo miedo! ¡Sí! ¡Mucho miedo! ¡Me da vergüenza confeUNA NOTICIA DESAGRADABLE
sarlo, pero tengo miedo! iMiedo a
(La escena representa una dehesa
morir y a perder, por tanto, el cariandaluza. Es verano. Es julio. Es la
ño de mi Margarita, mi vaca de mi
hora de la siesta. Es la una. Es la
alma! ¡Que la virgen de la Esperanuna de la tarde. Es tremendo. Los
za me proteja! ¡Que quede bien, Dios
cardos, los rastrojos, los heléchos, las
mío!... ¡Que tenga una buena tarzarzamoras, las chumberas y las pi- de!...
tas, sedientos y abrasados por el ca(JOCINERO reza un Avemaria y cinlor, inclinanse hada la tierra, qtw
co Credos, visiblemente emocionado.
arde como la gasolina "Porto-Pi"...
Cantan las cigarras. Vuelan bajo las
Más todavía que la gasolina "Portotíogujadas y los pardales. ¡Es el mes
Pi"... ¡Has!...
de julio en la llanada andaluza! Es
Bajo un olivo, JOCINERO, bonito bila una. Es la una de la tarde. Es vecho berrendo en negro, lee con v<o- rano.)
funda melancolía la Sección taurina
CORO DE MORLACOS ANDALUCES. (Ende El Noticiero Sevillano.)
trando por la derecha.)—Buenos días,
, JOCINEBO (leyendo).—Quinto. PaJocinero.
jarito. Corto de patas y con unos piJOCINERO
Buenos dias.
tones que parece que tiene una paTORO 1.°—¿Por fin toreas er dominreja de sargentos de la Guardia civil
go, compare?
en la cabeza. Sale "El niño" y lo
JOCINERO.—Er domingo toreo.
para con Cinco verónicas que quitan
Tono 2."—¿Qué ganao te toca?
el hipo y las úlceras de estómago. A
JOCINEBO.—"El niño que tuvo la
la hora de la verdad, le da una estocada en las agujas y le hace un agujero que detrás del estoque se le mete
el brazo, y luego el hombro, y después
todo el cuerpo, y tienen que sacar al
lidiador de dentro del toro con una
palanca." {Deja de leer. Después
dice.)
PRIMER ACTO
¡Malditos lidiadores!
¡Vaya corría!
I Seis toros han mátalo!
¡Asi es la vía!
añade.)
mío! i Dios mío! [Y pensar
dentre de cuatro días toreo yo
«a fe plaza de Huelra! [Virgen de la
«MARGARITA»
JOCINERO.—¡Maldita vida la nuestra! ¡Maldita afición! ¡Siempre exponiendo el pellejo por esas plazas!
¡Con lo que yo quiero a Margarita,
y pensar que er domingo, quizá, quede tendido en la arena para no levantarme más!... ¡Josú, Josú! ¡Mardita sea "Cuatrodedos"!...
BECERRO 1.»
(Entrando.)—¡Jocine-
ro! ¡Margarita te engaña! ¡La he"
visto junto al rio hablando con Ricardo, ese novillo de Jerez que es
tan hermoso!...
JOCINERO.—¡Dios mío! ¡Dios mío!
¡Qué noticia tan desagradable!
TELÓN
ACTO SEGUNDO
(La misma decoración del acto anterior.)
JOCINERO.—Allí viene Margarita.
Hablaré con ella.
MARGARITA. (Entrando. Es una pin-
turera vaca de Chiclana.)
Buenos días, Jocinero,
marido mío.
JOCINEBO.—¿De dónde vienes, niña?
MARGARITA.—De junto al río.
JOCINERO. — ¿De coger pese?
MARGARITA.—No. De beber agua,,
si te párese.
(Margarita se celia en el suelo algo
(listante de JOCINERO. Está nerviosa
y pálida, aunque intenta disimularlo.
}lay una pausa violenta y francamente andaluza. Por fin, él dice:)
JOCINERO.—
Y, dime, Margarita
vara de nardo,
¿no estaba junto al
[río
un tal Ricardo?
MARGARITA.—¿Qué dices, niño?
¿Es que acaso tú du[das
de mi cariño?
(Llora. Llora convulsa. Llora con
viiedo y vergüenza al verse descubierta. JOCINEBO se acerca caehaaud»
y muy lentamente, muy »a/o, ten
1
GUTIÉRREZ
mucha pena contenida y mucha tris.
teza, que trata de ocultar, exclama:)
JOCINEKO. — No es que dude, chiquilla;
es Que eetoy sierto
que tu amor no es el
[mismo;
que todo ha muerto.
Por eso exijo
que me confieses todo.
MARGARITA.—¡Pues ya voy, hijo!...
(Esto lo ha dicho Margarita, reta,
dora, enérgica, fieramente. Es la vaca
enamorada que se revela contra todo
y contra todos. ¡Vontra la sociedad
entera!... Es el grito desgarrado de
la vaca andaluza que defiende su amor
por encima de prejuicios y estupide.
ees. Es la pasión bravia y emocionante. Es julio. Es la una. Es la una
de la tarde')
Puesto que tú lo quie[res,
te lo diré.
Me entiendo con Ri[ardo,
er de Jeré.
UN GARROCHISTA
Y tanto nos amamos,
15
MABGABITA.—¡Adiós monada!
JOOINEBO. — Adiós que te diviertas.
MARGARITA.—Gracias.
JOCINEBO. — De nada.
(Se va Margarita. Echado en el sue.
lo queda JOCINEBO, destrozado por la
pena. Llora como un hombre. Por la
derecha vuelve a entrar el coro de
morlacoa andaluces, que vienen de
paitar.)
BICHO 1."—¿Qué te pasa, Jocinero?
¿Qué pena tu dicha em[paña?
¿Qué te produce ese mal
tan poco frecuente en ti?
«JOC1NERO»
za y sus ojosi tropiezan con l«e de
Margarita. Y ciego de rabia ee dirige
a un lidiador y hace con él ana faeBICHO 1«—Y a mi igual.
na emocionante, que es muy aplauBICHO 2."—Y a mí.
dida. Jocinero está mejor que nunca.
BICHO 3."—Y a mí.
(Hay un momento de angustia. Un La plaza se viene abajo de entusiasmomento en el que estos desgracia, mo. Todos están muy satisfechos.
A la hora de matar, Jocinero se
dos animales esconden toda su pena
acerca a Margarita y va y la dice:
y todo su dolor. Quema el sol. Es ju—Va por ti, prenda.
lio. ¡Oh la desconocida tristeza de las
Y se va derecho al matador, cuadehesas andaluzas!...)
drándose delante de él. Entonces el
torero, que es muy antipático, le da
ACTO TERCERO
una estocada que le mata sin puntiLA COBBIDA
lla. Hay un grito de horror, j todo
Bueno. El argumento del acto ter- el público empalidece.
•—¡Se ha matado! ¡Se ha motado!—
cero es que, por fin, se celebra la
corrida en la plaza de toros de Huel- exclaman.
Y se van todos muy emocionados,
va, donde torea Jocinero. Hay mumirando con curiosidad a Margarita,
cha animación y bullicio.
Margarita, la vaca, está en una la vaca, que se ha desmayado y todo,
barrera con Ricardo, el hermoso no- como si fuera una señorita de Burgos.
Como ven ustedes, es una tragedia
villo de Jerez, y en el fondo está
arrepentida de lo que ha hecho por- bárbara.
Pues sí. Esto pasó en Huelra, hique piensa que en cuanto le vea Jocinero se va a poner nervioso y le jos míos.
va a matar un torero.
El año 12.
Mignel SANTOS
Efectivamente; cuando sale Jocinero al ruedo pasea la vista por la pla(Ilustraciones de Mihura.)
JOCINERO.—¡Es que mi vaca me en-
[gaña!
con tanto fuego,
que nada me remuerde
¡porque le quiero!
Y ya que too lo sabes,
me voy con él
a pasar nuestra luna...
¡luna de miel!
¡Pa que me quiera,
yo le doy a Ricardo
mi vida entera!...
JoeiNEHO. — ¿No sabes que toreo
dentro dos día?
MAUGABITA.—Y no pienso perderme
yo esa corría.
Con él iré
y, desde una barrera,
te aplaudiré.
JOCINBRO.— ¡Maldita vaca!
¡Tienes áspera el alma
como la albahaca!
¡Vete ya de mi lao!
¡Vete ya! ¡Arrea!
¡Quítate de mi vista!
¡Que no te vea!
—Sí, señor; aquí donde usted me ve, yo he viajado por toda Eurwpa.
— ¿Y qué capital le gusta más?
—1 Hombre, ni que decir tiene! jEl del Banco de España!
GUTIÉRREZ
BUENA PETICIÓN DE MANO
Para el joven y listo abogado del
nornoroeste español D. Ilermes Buitrago y Tragó ha sido pedida la mano
piadosa de la virtuosísima y popular
profesora en partos señorita Encarna Castillejos, hija ce la vizcondesa
viuda de los Tintes, que pasa el invierno en Torrelodon.es, como es de
todos, de puro sabido, sabidísimo.
Un perfumado volante, que daba
un grato tufillo a violeta, nos decía:
"Venga, que es usted el más dicharachero cronista de la sociedad de la
provincia; venga, que nos liará jue-
gos die, mano y todo eso. La petición
es el domingo, a la hora del vermut,
en el café, que hay pianola, aunque
quiero que la fiesta sea en la intimidad, en memoria de aquel hidalgo
que se llamó vizconde. Venga, venga
usted..."
¿Quién no iba con tanto "venga, y
venga, y venga, y venga" con que se
me. honraba? Fui, y ¡qué magnificencia! ¡Qué bestia!... Conque fiesta de
intimidad, ¿eh? ¡Miau! Un festejo de
lo más preponderante que. yo he visto sí que fue.
Había tantas macetas por los rincones desde el portal y tanAa dama
española, que yo apunté en el carnet
esta frase típica andaluza: "Esta es
la fiesta de las "bellas flores por los
rincones y las bellas damitas por medio. (Lo que hace falta es que no cambien de sitio al final.)"
A instancias de to los, ol padre de
CONCURSO
DE LABIOS ROJOS
CUPÓN
v-v o por ;Vs :a'~i'is puHicado\
cen (7 núm'-io y Ierra sigu/e¿ tr*:
Lema
Núm.
FIRMA
Domicilio:
la criatura que quiere casarse, pidió
la mano para su hijo con el siguiente soneto, que, recuerda aquellas hermosas páginas poéticas <¡ue publicó
en la Prensa, en otro tiempo, con el
seudónimo de Caldirún de la Lancha :
"Para Hermes es la mano
de esta chiquilla,
que tiene ojito negro
y su patilla.
Y yo la digo,
que ella será mi hija,
•porque él es mi hijo."
ANTE EL MICRÓFONO
El conferenciante (aprovechando la ocasión).—Ruperta: no prepares los
huevos, que esta noche no voy a cenar.
El aplauso sonó cerradísimo, y a
continuación se ofrecieron los regalos, que lo-eran: de ella a él, manguito para ella, tintero de cristal negro y navajita de cachas blancas, y
de él a ella, docena cubiertos, zapatitos suela goma y medalla conmemorativa.
Se bailó, hastia que la vizcondesa
de los Tintes se puso evocadora, como toda buena viuda que se aprecia
en algo. Entonces, a instancias de
ella, subimos a comernos los postres
de dulce que había hecho para la familia Buitrago y Tragó.
Invadimos el comedor, que ya estaba preparado, al grito de "¡Guerra
al membrillo!", dado por mi querido
compañero, el cronista de sociedad de
Colmenar de Oreja.
Y decía la aristocrática dama que
iba a ser una fiesta íntima, ¿eh?
i Miau! ¿Es que era intimidad la colocación de las servilletas, metidas en
abanico en los vasos? ¡Que no, vizcondesa, que no!...
Terminemos en verso, como el señor Buitrago:
Jamás en Torreloílones
hu'bo fiestia tan simpática,
ni una novia tan gentil,
que tamjpoco es antipática.
GILES DE ESCALOPE
GUTIÉRREZ
EN COMBINACIÓN CON LA
LOTERÍA DE NAVIDAD, SE"
RIFAN ENTRE LOS CLIENTES
^MAGNÍFICOS JAMONE5
Ahí va. caballem. Le ha tocado)
a Vd, un Jamón.j
£s Vd un miserable:
El jamón era de madera
Esroes una estafa.
: Ess que
cerdo
^fw
q el er
¿rdcojoya Vd le ha focdofo
ta l
l
^ r - -
GUTIÉRREZ
18
DE
Curiosidades de la hucha.
t>el libro Huchas* gracias; np¿ hay
de qué darlas, del profesor Ambrosio1 Comas Pan, copiami» algunos capítulos, en los que se describen curiosidades del ahorrativo mamífero
de barro cocido.
;
"LUCHA DE HUCHA
Un niño llamado Ireneo Escobedo
Barreto (Barreto con Escobedo), al
qué sus padrinos compraron una hucha de barro, fue metiendo por la
rendijita monedas a granel, teniendo cuidado de sonar cada vez el cacharro con fuerza, para entusiasmarse con el vivo sonido.
Como el angelito dormía con la,
hucha en la mesa de noche, una
noche sintió extraños ruidos de moneda, que le despabilaron.
Mas su sorpresa fue grande cuando
la hucha cayó al suelo y se hizo mil
pedazos.
Al principio creyó que se trataba
de que estaban jugando las chinches;
pero encendió la luz inmediatamente, y se encontró con que las perras
gordas corrían a esconderse debajo
de la cama y del armario, como si
las hubieran sorprendido cogiendo
fruta, mientras las perrillas chicas
yacían en el suelo, y a unas les faltaban uno o dos céntimos por los lados y otras estaban agujereadas, como OTpronlqueles.
UN NIÑO QUE PROMETE
—Pero, rico, ¿para qué quieres tú
esa alpargata?
—Para ponérsela a los Reyes Magos en el balcón.
Total: "Que el perro gordo se come
al chico", según un refrán que yo
me sé.
Desde ese día, Ireneo echa centlmines, y dice: "¡Pita, pita, pita!".,.
Y ya no se pelean, porque hay para
grandes y chicos."
C I N E
Estreno de "A la ventana del Hampa".
Damita, Loreto Prado.
Galán joven, Eugenio D'Ors,
Niño, Valeriano Weyler.
Héroe, Adolff Gurnhuff (guapo).
Entre las creaciones españolas, pocas alcanzarán a ésta en fábula, composición, actores y fotografía.
La fábula es esa de "A un panal
de rica miel, cien mil moscas, etc.",
llevada a la pantalla maravillosamente por el Sr. Gutiérrez-Garoero-Cívico-Militar.
En esto sale D'Ors—que se eree que
hace gracia con esas cosas de A B C.
y yo ni me sonrío siquiera—y dice
unos versos. Nunca se han oído, en
film español, versos tan sonoros.
El héroe, Adolff Gurrhuff, caracterizado de español con unos bigotes a
lo Kaiser, muy bien. Pero da la coincidencia de que le meten en la cárcel
en la primera parte y en la última
no le han indultado, a pesar de la influencia de todos y de que así serla
como terminaría bien. Es una lástima.
La escena del túnel, maravillosa de
planos. No se ve ni gorda. Sin embargo, ¿no convendría cortar «n poco
de túnel? ¿Eh? (Nadie contesta.)
Don Valeriano Weyler no «ale. Por
lo menos la noche del estreno. A ver
mañana.
De lo demás, superior. De su largo
metraje, me traje buena impresión.
FOCAS
GUTIÉRREZ
El hijo del tonelero ha
leído en sus libros de lectura el caso de Diógenes y
*v. tonel, y observa juiciosamente:
—Al precio que se pagan
hay los toneles, ¡hay qué
ver cuánto pediría Dióyenes
por alquilar su casa!
19
Y porque anoche, en liste has comido los
caramelos, Pepito? Piénsalo ta de que el tíhico lloraba
bien antes de decir una a rabiar, se decidió mi mumentira. Ya sabes que eso jer o cantarle algo para que
se callase, los vecinos emes muy feo.
—iQué es más feo, mamá: pezaron a gritar: "¡néjele
comerse los caramelos o de- que llore, déjele que llore!"
cir una mentir a f
• • •
Hay gentes que nunca están contentas con nada.
Nuestros vecinos se pasan
la vida quejándose de que
el niño llora por las noches.
Pepito marcha en niciclcta, ayudado por un compañero, que le sostiene en la
silla.
Vn caballero que le ve vacilar, dice al segundo:
—¡Cuidado,
no vapa
a
caer I
—No tema usted... ¡No
ve que la bicicleta es mía!
* « •
—¡Uios mío I ¡una pipa
en la sopa!
—¡Qué bien! ¡Poco contento se pondrá papá, que
creía haberla perdido!
«S E
—Me ha extrañado que hoy, cuando regañabas con tu marido, le dejases decir la última palabra en la
discusión.
—¡Mujer!... ¡Es que hoy es su santo!
MOMENTOS DE ANGUSTIA
-¡En ana isla salvaje y con un libro de cocina en la mochila!
(De El Debate, Madrid.)
—Esta navaja no corta. No pueda afeitarme.
—¡Bah! ¡Bah! Acabo yo de abrir
eom ella una lata de sardinas, y vas
ahora a decir que tu barba es más
dará.
(De Le Rire, Farts.)
PERSPICACIA
—Hacia la mitad del sexto acto,
yo estimo preferible que el protagonista, en lugar de envenenarse, se
pegue un tiro.
— •; Y eso por qué?
—No; por nada. Para que se despierte el público.
(De te Rire, Pl*ls.)
Kl aditor.—Me ha salvado usted la vida con riesgo de la suya, jo»ven. ¿Cómo puedo recompensarle?
El aficionado a la literatura.—Püblíqueme usted mis poemas.
El editor.—Vuelva usted a tirarme al acua.
(De The Passing Show, Ixradres.)
GUTIÉRREZ
21
—Querría un libro que fuera de
lectura sabrosa.
—Muy bien, señora. Toda esta sección es de libros de cocina.
(De I/ife, Nueva YorU.),
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El ¡vfv.—Kn efecto: tiene usted una bonita letra. ¿Y en taquigrafía sabe usted escribir?
La aspirante.—También...; pero más despacio.
(Pe l.nnrliin Opinión, Londres.)
Madrid
El enfermo.—Mire, doctor: en vez de coser, póngame botonas de presión... porque como ya yan tres veces que me opero...
(De l'anqirín. Tunn.i
—¡Cómo! ¿Un abaco? Pero ¿tienes billar?
— No. Es para cuando disputo con
mi mujer. No tengo más remedio
que decirle: "Bueno, apúntate cuatro-••, seis.., las que sean."
(I>r l'agex <¡uies, Ivf'nlon.)
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—¡No te muevas, que voy a pedir auxilio!
—Si quieren ustedes visitar el Gran Hotel, apresúrense, antes de
que termine el almuerzo.
—Avísenos usted cuando estén en los postres.
(De The IlumorUt,
Londres.)
GUTIÉRREZ
22
el consommé!) (¡Que se siente!)
(¡Animal!)
Señores, yo propongo...
¡Pero, si no he acabado!
-Vo propongo (y cállate ya, porque te voy a dar con el macetero);
yo propongo que las flores que adornan la mesa... (Bueno, ¿quién se ha
llevado las llores?) ¡Ese! ¡Fuera!..."
Xi flores:
I'., h'. --Señorita... ¡por Dios!
\niii>;cnt
and
lictrrt .• —Lonifnu .--•
Tiene la gracia por arrobas, ¿Por qué
no envían algo publieable 0
F. Jíi'iiíii). Nos sobran reniios, po*
ahora.
K, iS1.—Su chiste lo ha leído el redactor jete. Bueno... «<tá inconsolable.
Errejota.—No se pongan ustedes
pesados con ese chiste, que no tiene
ninguna gracia. En el número de difuntos se publicaron cosas mejores
y por esta causa se quedó fuera au
dibujo. Va a la fosa común.
s
V. .Iforrf/i. Se publicará.
lii'r.—Aprovechamos uno. A los pies
G A I A N TIE R I Af
íyrk, Londres.)
X. Y. 7. 3-Gutiérrpz.-Radio.-Madrid.
Señores:
Vanios a radiar el discurso del
gran poeta Francisco Ménguez, que
pronunciará, dentro de un momento,
en el banquete que pe está celebrando en su honor.
"Amigo» mios: Yo nu he debido
aceptar este homenaje, muy superior
r¡ mis merecimientos. Tampoco debía
levantarme a hablar: pero siento necesidad (¡Dadle más arroz!), siento
necesidad, di?ro. .'le mostraros mi gralitnd (;Que st' vea, que se vea!). Os
callái.s, o me siento. (Sensación.) Os
hablaré de hispanoamericanismo. Peni, sin ir más lejos... (¡Pero, que
hestia!) Entonces os hablaré de la
paella. (¡Al grano!) Levanto, pues,
mi copa... (¿Quién ha tirado este tenedor'') Bueno: mejor será que lea
una de mis poesías:
La luna
que brilla en el cielo.
no es luna;
de luna no tiene ui un pelo.
(Claro; como que estaban todos eii
•J. <le M. II. -No necesita usted tomar el Metro, porque mide e.1 verso
bien: pero le faltan unos setecientometros de gracia.
/.','-'i. -Con usted ¡ni al Paraíso!
•I. Sainnacx.—Van las notas finan
c.ieras. Están bien.
1/. Adán.- -¡Pero, hombre! ¡Si acabamos de despachar a Píva! Pues,
verá usted, los dibujos no están mal,
pero los chistes... ¿Quiere usted que
hablemos de otra cosa?
F. Fentdnrfrz.- Aprovecharemos alguno.
Viejo, Gijón.—Le decimos lo mismo que al anterior. Y a ver si dibujamos un poquito mejor, mi viejo.
Oonzalva.—Tiene n^t'd rosas; pero
no las que nos envía.
E. Soler.- ,,De verdr.d cree usted
que los chistes que envía con sus dibujos son suyos? ¡Ca! No, señor. Los
dibujos sí lo son.
Jorge Manrique.—Publicaremos uno.
•fuuii Soló.—¿Que todos sus amigos
dicen que es usted muy cracioso?
Pues aquí decimos ou"> es usted un
pelmazo. Y tan amibos todos.
./, .1. ,"?. M.—R. Mi nqvern.—Kantiano.—Eflccn y Torija.—Al cesto.
THpoll hermanos.—Se publicarán.
J.rceiún ifc esperanto por el sabi<
¡irofesor señor
'Refleja:
El, suena Je; ella, snena la; hombre, suena jom; pañuelo, suena moc.
Ahora ya lleven iistnles vna iflea.
¡ Un le) hthiadu!
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Eí'Hado en KíVAOLNEYRA.
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Los días de pago en nuestra Redacción (Paseo de San Vicente, 20), son
los lunes, de 8 a 8.
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LAS DOS GRANDES NOVELAS
UN ENEMIGO DEL MATRIMONIO x LAS FLECHAS DEL AMOR
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