PESIMISMO Y FELICIDAD INTRODUCCIÓN La filosofía siempre muestra un campo basto de cómo ver la realidad que rodea al ser humano, y es al contemplar esto cuando surgen las cuestiones más relevantes del misterio que encierra la vida. Pero el hombre se topa con un ambiente que en ocasiones es totalmente adverso al ideal que se plantea, y nos preguntamos sobre la felicidad de la que se podría gozar de la cual nos vemos muy alejados. Este asunto también le es relevante a la filosofía, por eso surgen varios filósofos que tratan sobre el mundo, la felicidad, el dolor y el hombre, naciendo algunas corrientes o doctrinas tocantes a este tema. Es aquí donde entra el principal asunto de este ensayo: la filosofía pesimista. A través de estas líneas describiré qué es la corriente filosófica del pesimismo y cuáles son sus principales puntos, esto se abordará en el primer capítulo. En el segundo capítulo se describirá la corriente pesimista desde Schopenhauer, quien es el filósofo más destacado de esta línea de pensamiento, se verán algunos datos biográficos, pero sobre todo, su visión pesimista de la realidad. El último capítulo se cuestiona sobre la existencia de la felicidad y si el hombre puede alcanzarla o no, claro está sin despegarnos de la corriente pesimista de Schopenhauer. Es pues a través de estos capítulos, donde reflexionaremos acerca de una filosofía pesimista sobre la vida del hombre, perspectiva desde la cual no se niega que el hombre pueda gozar de una felicidad CAPÍTULO I LA FILOSOFÍA PESIMISTA Han existido a través de la historia del pensamiento humano distintas maneras de concebir la vida y dar respuesta a los hechos que rodean a ésta, así surgen las ideologías o doctrinas que encierran todo el mundo de la filosofía. Hay, pues, distintas corrientes filosóficas, que pretenden encontrar una verdad que aclare y explique al hombre. Muchas de éstas son muy conocidas por su veracidad, su buena estructura, entre otros factores que han marcado a los filósofos; de esta manera ubicamos a los filósofos según su pensamiento: así encontramos a los existencialistas como Kierkegaad y Sartre; los idealistas como Kant y Hegel, etc. Todos los filósofos, van en busca de la verdad por distintos caminos. Hay una corriente filosófica que, quizá sea muy poco conocida, valorada y estimada, debido a la forma en que concibe al mundo, a la realidad y al hombre, pero esta corriente ha marcado a grandes filósofos en sus sistemas ideológicos. La corriente a la que me estoy refiriendo es a la que se ha denominado como «filosofía pesimista» o simplemente «pesimismo». Como decía, son varios los filósofos que se han visto influenciados por la corriente pesimista; he aquí algunos ellos: Blas Pascal, Kierkegaard, de alguna manera, Jean- Paul Sartre, Nietzsche, Albert Camus, Eduard v. Hartmann y Schopenhauer, éste último es el más grande exponente y representante. Si bien, la corriente pesimista ha estado presente desde los primeros pensadores filosóficos de la historia, fue hasta en el siglo XIX que se le dio ese nombre a esta manera de ver la realidad. El término pesimismo surge, sobre todo, para ser la contraparte de la corriente denominada optimismo propuesta por Leibniz. Ahora bien ¿qué es lo que enseña el pesimismo? Sus principales puntos son los siguientes: Vivimos en el peor mundo posible. El dolor en la vida del hombre es perpetuo. La realidad que predomina en el mundo es el mal, más que el bien. Nuestro destino es querer alcanzar algo que nunca obtendremos. También existe otra manera de entender el pesimismo, que de igual modo tiene orígenes muy antiguos. Consiste en que la única manera de ser feliz es viviendo en la ignorancia. El hombre que puede vivir más feliz es aquél que desconoce lo que su realidad le presenta. Por el contrario, quien tiene conocimiento se topará con un escenario adverso y además le vendrá una frustración al ver que lo que conoce no es más que una parte del todo, difícil de escudriñar en su integridad. Independientemente de la forma en que se vea el pesimismo, su centro es situar al hombre frente al dolor y a la infelicidad. Es aquí donde surge un punto interesante, el pesimismo afirma que el hombre vive en el dolor y en la infelicidad, pero jamás niega la existencia de la felicidad. CAPÍTULO II POSTURA PESIMISTA DE SCHOPENHAUER Sin duda, son varios los filósofos pesimistas que valdría la pena estudiar, sin embargo el ensayo solo remitirá a Schopenhauer, pues es el mayor exponente del pesimismo En este capítulo abordaré un esbozo biográfico, así como las ideas centrales que marcan el pensamiento de nuestro filósofo. 1. Vida Arthur Schopenhauer nació en Danzing, actual territorio polaco, el 22 de febrero del 1788. Sus padres fueron Heinrich Floris Schopenhauer que era un comerciante muy acaudalado y su madre Johanna Henriette Tosiener, escritora y mujer de vida social 1. El ambiente familiar que rodeó a Schopenhauer influyó bastante para el desarrollo filosófico de su pensamiento, ya que, en su familia no se vivía en tranquilidad, abundaba el dinero y la infelicidad, a tal grado que la vida de su padre termina con el suicidio, suceso que le marcó profundamente2. En un primer momento Schopenhauer se dedicó al estudio del comercio, como su padre, pero después se inclinó por la filosofía, decide estudiar en la universidad de Gotinga, donde es influenciado fuertemente por el escéptico Schulze3, quien deja la impronta kantiana y platónica. 1 Cfr. G. REALE−D. ANTISERI, Historia de la filosofía, tomo 5, 329-330. Cfr. J. HIRCHBERGER, Historia de la filosofía, tomo II, 294. 3 Gottlob Ernest Schulze, filósofo alemán conocido, también, como Enesidemo, quien atacó con argumentos escépticos a Kant. 2 El 1811 se traslada a Berlín donde estudia con Fitchte4, pero no se ve nada atraído ni convencido por su filosofía. El 1813 recibe el doctorado en filosofía, en Jena, Alemania. Otro hecho importante que marca la filosofía de Schopenhauer fue el rechazo que tuvo en las universidades, pues se miró opacado por Hegel, a quien después atacaría con fuertes críticas en varios de sus escritos La obra maestra de Schopenhauer fue: Die Weltz als Wille und Vorstellung, que se traduce al español con el nombre de: «El mundo como voluntad y representación». Más tarde, en el año 1831, debido a la epidemia de la peste, se traslada a Berlín y reside en Frankfurt, donde permanece hasta su muerte debido a un ataque pulmonar el 21 de septiembre de 1860. 2. Ideología pesimista Schopenhauer en su obra capital, «El mundo como voluntad y representación» deja plasmada toda su doctrina. Cabe destacar que su pensamiento tiene dos direcciones, una epistemológica y la otra pesimista. Aunque es muy importante la línea epistemológica, tomaremos la línea pesimista. a) El mundo como representación Se dijo con anterioridad que Schopenhauer se vio fuertemente influenciado por Kant, por eso afirma que el mundo es una representación subjetiva, como lo expresa al inicio de su obra: El mundo es mi representación: esta verdad es aplicable a todo ser que vive y conoce, aunque sólo al hombre le sea dado tener conciencia de ella; llegar a conocerla es poseer el sentido filosófico. Cuando el hombre conoce esta verdad estará para él claramente 4 Filosofo alemán, autor de una influyente teoría idealista de la realidad y de la acción moral. demostrado que no conoce un sol ni una tierra, y sí únicamente un ojo que ve el sol y una mano que siente el contacto con la tierra; que el mundo que lo rodea no es más que representación…5 Es importante señalar este punto, puesto que el hecho de que Schopenhauer piense que todo lo que se presenta ante nosotros es sólo la representación de algo en sí y el no poder ver las cosas como son, es hacer notar el fundamento sobre el que descansa el pesimismo. b) El mundo como voluntad Para nuestro filósofo, la raíz de todo mal reside en la esclavitud de la voluntad. Ésta juega un papel central, es la base de todo fenómeno y es, por así decirlo, aquello que constituye toda realidad existente. Además no es subjetiva como la representación sino objetiva. «Es aquello de lo cual toda representación, todo objeto, la apariencia, la visibilidad, es objetivación. Es lo más intimo, el núcleo de todo lo individual, como también del universo»6. Esta voluntad se presenta al hombre como algo atormentador, que quiere dominar todo cuanto le rodea, está en la conciencia del hombre, sintiéndose siempre insatisfecha. Schopenhauer la llamará voluntad ciega. c) El dolor y el aburrimiento Teniendo en cuenta los supuestos anteriores, es como se llega al pesimismo de la vida. Puesto que la voluntad siempre arrastra al hombre a un deseo que no ve satisfacción alguna, la vida del hombre se verá siempre en medio de dos fuerzas 5 6 A. SCHOPENHAUER, El mundo como voluntad y representación, 21. Ibídem., 125. inevitables en la vida del hombre: el dolor y el aburrimiento. El hombre vive inmerso en el dolor, éste provoca una necesidad, que buscará remediar, y cuando al fin encuentre un remedio entonces aparece el aburrimiento, del cual también tratará de huir7. Schopenhauer dice acerca del dolor: «cada uno de nosotros encontrará en la vida de los animales, en grados diferentes y más atenuados, esto mismo y nos podremos convencer a satisfacción por los sufrimientos de estos seres inferiores de que en esencia toda vida es dolor»8. d) El egoísmo El hombre es un animal salvaje, que se lanza en contra de los demás, es la idea que plasma Schopenhauer en una de sus obras Parerga y Paralipomena. Hace sufrir a los demás con la única finalidad de hacer sufrir9. El hombre es un ser egoísta por naturaleza, ya que cada persona se ve como una realidad única. …el individuo perdido en la inmensidad del mundo y empequeñecido, hasta la nada, no obstante, como centro del universo y no se preocupa más que de su conservación y de su bienestar… este sentimiento es el egoísmo, esencial a todos los seres de la naturaleza.10 Y de esto surge otro de los males que más continuamente agobian al hombre: la lucha. Se vive en una lucha constante con todos los demás seres que le rodean. e) 7 La muerte Cfr. G. REALE−D. ANTISERI, Historia de la filosofía, tomo 5, 340. A. SCHOPENHAUER, El mundo como voluntad y representación, 314. 9 Cfr. G. REALE−D. ANTISERI, Historia de la filosofía, tomo 5, 340. 10 A. SCHOPENHAUER, El mundo como voluntad y representación, 334. 8 Es interesante el pensamiento que tiene sobre la muerte. Para Schopenhauer todo esfuerzo por la voluntad de vivir es vano, pues al final de todo esfuerzo, de toda lucha y por más que la voluntad busque conservar la vida, a través de todo lo que hace por ello, se encuentra la muerte, que es irremediable y también inevitable. «Pero la muerte ha de triunfar necesariamente de nosotros, porque le pertenecemos por el hecho mismo de haber nacido, y no hace en último término sino jugar con su victima antes de devorarla»11. Estos son los aspectos más importantes y relevantes que marcan el pensamiento pesimista de Schopenhauer. Como vemos su tesis central radica en que la voluntad que constituye al ser es quien ocasiona el dolor y sufrimiento en la vida. 11 A. SCHOPENHAUER, El mundo como voluntad y representación, 315. CAPÍTULO III ¿UNA POSIBILIDAD DE FELICIDAD? En el capítulo anterior se presentó los puntos centrales de Schopenhauer. Se expuso la manera en que sitúa al hombre frente a la realidad que lo rodea. Bajo el influjo del pesimismo le lleva aceptar una realidad adversa y hostil para el hombre, provocando una insatisfacción de vida y sometiéndolo al sufrimiento y al dolor producido por la misma vida de la que participan. Pero ¿es posible que el hombre, en realidad, siempre esté bajo el poder del dolor y que no pueda en ningún caso gozar de una luz de felicidad? ¿La felicidad es una ilusión para el hombre? En un primer momento parecería que Schopenhauer niega por completo la felicidad. A continuación basándome en la doctrina de Schopenhauer, mostraré algunos puntos de su filosofía que dan, quizá no de una manera explícita, la posibilidad o la apertura a que el hombre puede experimentar un sentimiento que mitigue el dolor por el que es acusado. Toda satisfacción, o lo que comúnmente se llama felicidad, es, por naturaleza, siempre negativa, nunca positiva. No es algo que exista por sí misma, sino la satisfacción de un deseo, pues la condición primera de todo goce es desearle, tener necesidad de alguna cosa. Más con la satisfacción de un deseo, pues la condición primera de todo goce es desearle, tener necesidad de alguna cosa…De aquí que la satisfacción o felicidad no puedan ser nunca más que la supresión de un dolor…12 12 A. SCHOPENHAUER, El mundo como voluntad y representación, 322. De esta manera Schopenhauer ve la felicidad, que para él no existe en sí misma, como la satisfacción de un sufrimiento, apartando de nosotros por un instante el dolor, pero solamente es eso, al final vendrá otra vez el sufrimiento y el dolor. Aunque esto plantea sobre la felicidad, parte de la doctrina de Schopenhauer describe varias formas en las que el hombre se puede liberar de su voluntad, produciendo en el hombre, de alguna manera, una sensación distinta al dolor, al sufrimiento y al aburrimiento. Para esto es importante señalar que en Schopenhauer la estética tiene una gran importancia, sobre todo la música y el arte. 1. La contemplación de lo bello La contemplación de la belleza de las cosas que se plasma en el arte, es una manera en la que el hombre puede liberarse de su voluntad. A través de la contemplación el hombre deja a un lado el egoísmo al que se ve arrastrado. Al contemplar lo bello o lo sublime, se libera temporalmente de su voluntad, esto se convierte en un acto completamente desinteresado, goza de un descanso, pues deja de ser un instrumento de su voluntad y de la satisfacción de sus deseos13. Esta satisfacción de la contemplación de lo bello se da porque es a través de ella que el hombre puede llegar a las Ideas de las cosas que no son buenas ni malas, y están fuera del espacio y del tiempo14. El arte expresa de modo objetivo la cosa, por eso se libera de la voluntad y de esta manera del dolor. En la contemplación el entendimiento supera la voluntad. 13 Cfr. F. COPLESTON, Historia de la filosofía, tomo VII, 221. Nótese aquí, que como se dijo al inicio, Schopenhauer se ve muy marcado por la doctrina de Platón 14 El arte reproduce las Ideas eternas concebidas en la pura contemplación, lo esencial y permanente en todos los fenómenos de este mundo, y según la materia de que se vale para esta reproducción será arte plástico, poesía o música. Su origen único es el conocimiento de las Ideas, su única finalidad, la comunicación de este conocimiento15. Las artes que más ayudan a la contemplación de lo bello son: la música, la arquitectura, la escultura, la poesía y la pintura; siendo la primera la más sublime de todas. Todo esto lo describe en su obra principal El mundo como voluntad y representación, en el libro tercero. Sin embargo, la contemplación de lo bello sólo nos priva del dolor y nos da un goce por unos instantes, regresando después. Por eso se toma otra segunda vía que aleja de nosotros esa voluntad, causante del mal, la ascesis. 2. Bondad y justicia Antes de hablar de la ascesis, Schopenhauer habla de dos cosas que pueden ayudar al hombre a eliminar el dolor, la bondad y la justicia La justicia hace en el hombre reconocer que todos somos iguales ante todos, esto es un golpe al egoísmo, pero aun así no elimina de todo la raíz del egoísmo que envuelve al hombre. La bondad es traducida en Schopenhauer como compasión, es un amor desinteresado que se centra en ver como el otro sufre16. Antes de pasar adelante y de mostrar, a modo de conclusión de mi doctrina, que el amor… conduce a la redención, al abandono completo de la voluntad de vivir, o 15 16 A. SCHOPENHAUER, El mundo como voluntad y representación, 195-196. Cfr. G. REALE−D. ANTISERI, Historia de la filosofía, tomo 5, 342. sea de toda volición en general, y como otro camino menos suave, pero más seguido, conduce también al mismo punto… “Todo amor es piedad”17. 3. La ascesis Tanto la contemplación de lo bello, la justicia y la bondad no suprimen del todo la voluntad de vivir, sólo lo hacen de una manera pasajera. El negarse a sí mismo, es el rechazo a la voluntad de vivir, lo que lo lleva al ascetismo y la mortificación. Schopenhauer ve en los santos ascéticos del cristianismo y en los sabios hindús un claro ejemple de esto18. La mayor característica de la ascesis que libera al hombre es la castidad, puesto que al reconocer su voluntad como cosa en sí se libera de ella y puede llegar al estado ascético y así a la redención, que compara con la «Gracia» de los católicos19. El efecto de la Gracia es renovar y trasformar radicalmente la naturaleza humana… Este efecto de la Gracia es lo que la Iglesia designa con una denominación muy adecuada, llamándola renacimiento. Pues lo que la Iglesia llama el hombre natural es esa voluntad de vivir cuya negación es necesaria al que quiere redimirse de una existencia de este mundo20. Estos son los caminos que Schopenhauer propone para liberar al hombre de la voluntad, y por ende, aunque no lo mencione, le da un sentimiento o sensación de felicidad. Si dice que la felicidad no es en sí, sino que ésta es una sensación que aparece cuando se suprime el dolor, quiere decir que el hombre no es ajeno a la 17 A. SCHOPENHAUER, El mundo como voluntad y representación, 373. Señalo la importancia que tuvo el cristianismo y el hinduismo en el pensamiento de Schopenhauer, es de suma relevancia indicar que gran parte de la su doctrina tiene fundamentos en la cultura hindú. 19 En este punto de su doctrina se nota la influencia cristiana que había en Schopenhauer. 20 A. SCHOPENHAUER, El mundo como voluntad y representación, 400. 18 felicidad y puede gozar de ella, y el mismo Schopenhauer nos ha dado los caminos por los cuales puede experimentar dicho sentimiento. CONCLUSIÓN Aunque la filosofía pesimista describa una realidad tan cruel, según la cual al hombre no le queda otra salida más vivirla y esperar la muerte como fin de todo mal, no descarta que el hombre en su vida pueda experimentar la felicidad. Y es que difícilmente podríamos hablar del hombre sin algo positivo que rodea a su existir. Es de admirar el valor de Schopenhauer y seguidores pesimistas al recordarnos, que en realidad el hombre siempre se topará con situaciones y momentos que lo arrebatan al dolor y a la desesperación, creo que esta lucha contra lo adverso es muy bien sabido por todos, pero aceptada por muy pocos. Sin embargo no todo está perdido, incluso Schopenhauer no descartó la posibilidad de que el hombre en su vida pudiera experimentar un arrebato de felicidad, ya sea a través de la contemplación de lo bello, de la compasión o de la ascesis. Schopenhauer mismo, escribió una obra que tituló «El arte de ser feliz», en el que describe 50 máximas o reglas por las que el hombre puede alcanzar una vida de tranquilidad y por lo tanto de felicidad. Y como se diría, Schopenhauer fue el pesimista que supo ser feliz21. Y es que el pesimismo ha sido malinterpretado, pues el aceptar la realidad que rodea el hombre y que el dolor y el sufrimiento están presentes en él, no excluye la posibilidad de vivir una vida feliz. Antes bien, creo que si el hombre acepta su realidad y vive consciente de las penas y dolores a las que se verá siempre expuesto puede ayudarle a vivir una vida feliz. 21 D. LÓPEZ DONAIRE, 150 años de Schopenhauer: el pesimista que supo ser feliz,«Muy interesante» (27- 05- 2013) WWW.muyinteresante.es BIBLIOGRAFÍA REALE, GIOVANNI y ANTISERI, DARIO, Historia de la filosofía V del romanticismo al empirocriticismo, San Pablo, Bogotá, 2009. HIRSCHBERG, JOHANNES, Historia de la filosofía tomo II, Herder, Barcelona 1982. 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