sociedad legal. la sucesión o los herederos del cónyuge que estuvo

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169033. V.2o.C.T.26 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVIII, Agosto de 2008, Pág. 1202.
SOCIEDAD LEGAL. LA SUCESIÓN O LOS HEREDEROS DEL CÓNYUGE QUE
ESTUVO CASADO BAJO ESE RÉGIMEN CARECEN DE LEGITIMACIÓN PARA
PROMOVER EL JUICIO DE AMPARO CONTRA ACTOS QUE AFECTEN BIENES
PERTENECIENTES AL FONDO SOCIAL, EMITIDOS EN EL PROCEDIMIENTO
SEGUIDO CONTRA EL SUPÉRSTITE (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA).
Los artículos 309, 311, 325, 328, 340, 342, 352, 358, 361, 362, 365, 366 y 373 del Código
Civil para el Estado de Sonora establecen el sistema jurídico que rige la formación,
administración, disolución y liquidación de la sociedad legal, especie de régimen patrimonial
del matrimonio, cuyos rasgos distintivos consisten, entre otros, en: a) la formación y
administración de un patrimonio común diferente al de los cónyuges, sin que el dominio de
cada consorte sobre bienes o partes determinadas o alícuotas se precise, sino hasta que sea
liquidada la sociedad; b) los bienes en poder de los consortes al hacer su separación se
presumen gananciales; c) las deudas contraídas por los cónyuges durante la vigencia del
matrimonio son carga de la sociedad legal; d) en cualquier caso, es hasta el momento en que
se liquida cuando se conoce en concreto cuáles de los bienes gananciales, si los hay,
pertenecen a cada cónyuge; e) no se prevé de manera expresa la muerte de uno de los
cónyuges como causa de terminación de la sociedad legal, mas debe entenderse que así
sucede, pues el artículo 288, en relación con el 352 del citado Código Civil prevé como
causas de terminación del régimen, la disolución del matrimonio, la voluntad de los cónyuges
y la declaración de presunción de muerte, y es evidente que el fallecimiento de uno de los
cónyuges concluye el vínculo matrimonial; f) al fallecer uno de los cónyuges, continúa el que
le sobreviva con la administración del fondo social con la intervención del representante de la
sucesión; por tanto, si bien la muerte de un consorte implica la disolución de la sociedad
legal, ésta continúa surtiendo efectos; g) una vez disuelto el fondo social debe efectuarse el
inventario y la aplicación de los bienes sigue cierta prelación (se pagan los créditos que
hubiere contra el fondo social, se devuelve a cada cónyuge lo que llevó al matrimonio, y el
sobrante, si lo hubiere, se repartirá entre los cónyuges por mitad). En estas condiciones,
solamente cuando se finaliza el procedimiento de liquidación mediante el inventario y la
repartición o partición respectiva es dable considerar que determinados bienes pertenecen a
cada uno de los cónyuges, o bien, a la sucesión de uno o de ambos o, en su caso, a los
herederos. No se oponen a esta consideración los numerales que regulan la herencia (1725,
1727, 1784, 1836, 1839, 1873 y 1888 del citado Código Civil), pues si bien ésta se abre el día
y hora de la muerte del autor de la sucesión y desde ese momento los herederos y legatarios
adquieren la propiedad y posesión de los bienes objeto de la herencia, también es verdad que
al interpretar todo el ordenamiento sustantivo como sistema, y lo previsto en los artículos 809
y 819 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora, se colige que respecto
de los bienes de la sociedad legal no ocurre esa transmisión, siguen perteneciendo a la
sociedad y es hasta que se hace la partición cuando se determina cuáles bienes pertenecen de
manera efectiva, en su caso, a la sucesión. Así no tiene sustento legal la opinión en el sentido
de que a la muerte de uno de los cónyuges casados bajo ese régimen, los bienes se dividen y
reparten de manera automática por mitad, entre el supérstite y la sucesión. En consecuencia,
si en el procedimiento seguido contra el cónyuge supérstite se afectan bienes que pertenecen
aún a la sociedad legal, el albacea de la sucesión o los presuntos herederos o legatarios del de
cujus carecen de legitimación activa para promover el juicio de amparo contra tales actos y,
si lo hacen, se surte la causa de improcedencia prevista por el artículo 73, fracción XVIII, en
relación con el 4o. de la Ley de Amparo, pues en estricto sentido no se perjudican los
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169033. V.2o.C.T.26 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVIII, Agosto de 2008, Pág. 1202.
derechos de la sucesión, pues mientras no se hagan la liquidación y partición relativas, tales
bienes continuarán perteneciendo al fondo de gananciales.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL
QUINTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 329/2005. Ramón Ernesto Arce Miranda y otro. 30 de agosto de 2006.
Unanimidad de votos. Ponente: David Solís Pérez. Secretaria: Paulina Eloisa Coronado
Ayala.
Amparo en revisión 25/2008. Margarita Bautista Estrella, su sucesión. 23 de mayo de 2008.
Unanimidad de votos; mayoría en relación con el tema contenido en esta tesis. Ponente:
David Solís Pérez. Secretario: Rafael Alberto Vásquez Elizondo.
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