CERVANTES La obra de Cervantes se desarrolla entre los siglos XVI y XVII, a caballo entre el Renacimiento y el Barroco, en pleno Siglo de Oro. Vida. Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares en 1547. En 1569 marchó a Italia, donde sirvió como paje del cardenal Acquaviva. En 1571 participó como soldado en la batalla de Lepanto, donde a causa de las heridas perdió el uso de la mano izquierda. Continuó como soldado algún tiempo, y al regresar a España desde Nápoles, fue apresado por los piratas turcos. Llevado cautivo a Argel, permaneció allí cinco años de prisión (15751580). Tras varios intentos frustrados de fuga, los frailes Trinitarios, pagaron su rescate y pudo regresar a España. A partir de entonces comenzaron sus años más oscuros. En 1584 se casó con Catalina de Salazar y publicó La Galatea. Probó también fortuna en el teatro y vio representar algunas de sus obras, pero sin demasiado éxito. Ejerció el oficio de recaudador de provisiones para la Armada Invencible y, más tarde, hizo de recaudador de impuestos. En ambos casos tuvo problemas con la justicia y por dos veces fue llevado a la cárcel de Sevilla (precisamente en la cárcel empezó a concebir el Quijote). Se trasladó luego a Valladolid. En 1605 publicó la primera parte del Quijote, que obtuvo un éxito extraordinario. En 1608 se trasladó a Madrid, donde entre grandes apuros económicos, continuó escribiendo (Novelas Ejemplares, Segunda parte del Quijote…). Murió el 23 de abril de 1616, pocos días después de haber escrito el prólogo de su última novela, Los trabajos de Persiles y Segismunda. Obra poética. Aunque puso gran empeño en ser poeta –“la gracia que no quiso darme el cielo”, según sus propias palabras-, su obra lírica no es demasiado conocida. El Viaje al Parnaso (1614), extenso poema en tercetos en el que pasa revista a los poetas españoles de su tiempo, es su obra más famosa. Otras composiciones poéticas aparecen intercaladas en sus novelas y obras de teatro, especialmente en La Galatea y La gitanilla. Destacan entre ellas el soneto con estrambote Al túmulo de Felipe II y la Epístola a Mateo Vázquez, escrita en tercetos. Obra teatral. Tampoco tuvo demasiado éxito como autor de teatro, que era el género que más posibilidades económicas ofrecía en aquella época. Sus dos primeras obras, en verso, responden a la moda del teatro clasicista (verosimilitud, ley de las tres unidades): Los tratos (o El trato) de Argel, sobre sus años de cautiverio en esa ciudad, y El cerco de Numancia, sobre el asedio y la resistencia de los numantinos frente a los romanos. En 1615 publicó un volumen titulado Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados. Entre las comedias, escritas ya según la fórmula de Lope de Vega, destacan Los baños de Argel, Pedro de Urdemalas y El rufián dichoso. Los entremeses (como los pasos de Lope de Rueda) son piezas breves de carácter humorístico, acción sencilla y personajes populares, que se representaban en los entreactos de las comedias. Los más famosos son El retablo de las maravillas, La guarda cuidadosa y La cueva de Salamanca. Las novelas de Cervantes - La Galatea (1585), novela pastoril al estilo de La Diana de Jorge de Montemayor: los personajes son pastores idealizados, el tema es amoroso y la acción transcurre en la naturaleza idealizada (“locus amoenus”). - Las Novelas Ejemplares (1613), conjunto de doce novelas cortas, así llamadas porque en todas ellas, según Cervantes, podía encontrarse algún ejemplo moralmente provechoso. Estos son los títulos: La Gitanilla, El amante liberal, Rinconete y Cortadillo, La española inglesa, El Licenciado Vidriera, La fuerza de la sangre, El celoso extremeño, La ilustre fregona, Las dos doncellas, La señora Cornelia, El casamiento engañoso y el Coloquio de los perros. - Los Trabajos de Persiles y Segismunda, publicada después de su muerte, en 1617. De acuerdo con el esquema de la novela bizantina, cuenta las aventuras de dos enamorados que, tras un largo viaje accidentado por varios países, llegan a Roma, donde se casan (los trabajos a los que se refiere el título son los naufragios, peligros, secuestros, etc… por los que pasan los protagonistas). El Quijote La primera parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha se publicó en 1605, y la segunda, en 1615. Intención. El propósito inicial de Cervantes no fue otro, según él mismo afirma, que el de “poner en aborrecimiento a los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías”. Pero esta intención primera pronto se vio desbordada, pues el Quijote es mucho más que una parodia de los libros de caballerías. Composición. La obra se halla estructurada en dos partes y su acción se organiza en torno a las tres salidas de don Quijote. Las dos primeras se narran en la primera parte, y la última, en la segunda. La primera salida comprende los capítulos II a VI, desde que es armado caballero en una venta hasta que, herido y maltrecho, es devuelto a casa por un vecino suyo; mientras guarda cama, el cura y el barbero le queman la mayoría de sus libros. La segunda salida, en compañía ya de Sancho, comprende los capítulos VII a LII. En ella ocurren las aventuras de los molinos de viento, del yelmo de Mambrino, de los rebaños, de los galeotes, de los pellejos de vino, etc. Entre las aventuras de don Quijote se intercalan algunas narraciones cortas: la historia de Marcela y Grisóstomo (novela pastoril), la del Cautivo (novela morisca), la de Cardenio y Luscinda (sentimental) y la del Curioso impertinente. Aparecen también los dos famosos discursos de don Quijote: el de la “Edad de Oro” y el de “Las armas y las letras”. Finaliza con el encantamiento de don Quijote en el regreso a la aldea. La tercera salida se narra en los setenta y cuatro capítulos de la segunda parte, con un recorrido geográfico más amplio (desde la Mancha a Barcelona, y regreso). Argumento. El caballero manchego Alonso Quijano pierde el juicio de tanto leer libros de caballerías. Queriendo imitar a los héroes de estas novelas, cambia su nombre por el de Don Quijote de la Mancha y se lanza al mundo en busca de aventuras. Le guían nobles ideales: deshacer agravios, proteger a los débiles, implantar justicia y merecer el amor de una ruda labradora de un pueblo cercano llamada Aldonza Lorenzo (Dulcinea del Toboso). Armado de forma grotesca y montado en un viejo caballo, Rocinante, llega a una venta –que él imagina ser castillo-, donde es armado caballero entre las burlas de todos. Libera a un muchacho de los malos tratos de su amo, es golpeado brutalmente por unos mercaderes y un vecino lo devuelve a su casa. Ya repuesto, inicia la segunda salida, acompañado por un labrador, Sancho Panza, a quien ha convencido para que le sirva como escudero a cambio de riquezas y poder. Tras numerosas aventuras en las que siempre sale maltrecho – lucha con unos molinos de viento que él confunde con gigantes, liberación de unos criminales que después le apalean…-, se retira a hacer penitencia a Sierra Morena. Sus amigos el cura y el barbero, que han salido en busca suya, lo encierran en una jaula y lo traen engañado al pueblo. En la segunda parte, de nuevo acompañado por Sancho, llegan al reino de Aragón, donde son objeto de las burlas de unos duques: nombramiento de Sancho como gobernador de la ínsula Barataria, aventura con Clavileño… Tras muchas aventuras, se dirigen a Barcelona, ciudad en la que Don Quijote es derrotado por el Caballero de la Blanca Luna. Éste, que es en realidad su amigo Sansón Carrasco, le impone la condición de volver a su tierra. Don Quijote, triste y apenado, regresa a su pueblo, donde muere al poco tiempo, después de haber recuperado la razón. Personajes. Don Quijote, sobre todo en la primera parte, no distingue entre la realidad y la ficción. Más aún: transforma la realidad para acomodarla a sus ideales. En la segunda parte, en cambio, se inicia un proceso de “desquijotización”: ve las cosas tal como son, y son los demás los que le cambian la realidad para burlarse de él con aventuras fingidas. Don Quijote es considerado como símbolo del hombre idealista que lucha por imponer su verdad contra el mundo. Sancho Panza, contrapunto del Quijote, representa el sentido práctico de la vida, la visión realista y materialista de las cosas. Sin embargo, también él evoluciona a medida que avanza la novela, aproximándose, en una progresiva “quijotización”, a la visión idealista de su amo. La lengua y el estilo. La lengua abarca todos los niveles, y cada personaje emplea el nivel de habla que le corresponde. Don Quijote se expresa a veces con el lenguaje altisonante y afectado de los héroes caballerescos, y con naturalidad en otras ocasiones; Sancho recurre al lenguaje popular, con numerosos refranes y expresiones populares. El Quijote de Avellaneda. En 1614 apareció en Tarragona una continuación del Quijote con el título de Segundo tomo del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, firmado por Alonso Fernández de Avellaneda, de quien sólo se sabe que era aragonés. En esta falsa segunda parte, don Quijote es un loco vulgar, y Sancho un rústico maleducado. Cervantes, para salir al paso del incidente, se apresuró a publicar la auténtica segunda parte del Quijote y respondió en el prólogo a los insultos dirigidos a él por Avellaneda, que se había burlado de su vejez.