El Modernismo Hacia finales del siglo XIX, hay una reacción a la

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El Modernismo
Hacia finales del siglo XIX, hay una reacción a la literatura realista y romántica, de la cual surgen nuevas
líneas literarias, que se dividen en dos grupos: el modernismo y la Generación de 1898. Se exige una
separación de dos grupos dentro del título Literatura Fin del Siglo para encajarlos. Plantea una ruptura
de valores entre los dos, dado a la gran crisis de letras en esa época. Reflejan una insatisfacción contra
lo coetáneo buscando un sistema nuevo para inspirarse más allá del nacionalismo, basado en
intelectualismo contra el realismo.
Hay dificultades de colocar las obras cronológicamente dado a la literatura sudamericana, pero se la
coloca entre 1880 y 1920. Nace de obras vanguardistas: Amistad Funesta (1885) por el cubano José
Martí y Azul (1888) por el nicaragüense Rubén Darío.
El fin de la renovación literaria se la señala en 1914 con varios estilos nuevos. Es un intento de romper
con la literatura realista, con un influjo que llega de Francia. Características del modernismo:
Un alejamiento de la poesía romántica (social, filosófica); búsqueda de una nueva temática y
renovación del lenguaje poético; enriquecimiento de vocabulario que influye a toda la poesía
posterior. Los temas principales son:
La historia: la Edad Media, el Siglo de Oro, y el siglo XVII;
El mundo oriental: dimensión exótica;
El mundo clásico: mitología estilizada;
Primitivos autores castellanos: por ejemplo, el Arcipreste de Hita.
Lo más importante es la forma. No es una moda, sino un vanguardismo, que se apoya en
la libertad formal.
Sustitución del concepto de rima silábica por un tipo de métrica libre.
Renovación de la métrica y la estrofa: absoluta libertad en ésta (sílabas variadas). Hay versos
nuevos y renovados (verso alejandrino).
Representantes: Salvador Rueda y Manuel Machado
La Generación de 1898
Hay un grupo de autores preocupados más por el cambio ideológico que por el estético, llamado la
Generación del 1898, aunque hay que recordar que no es un polo opuesto al modernismo. El nombre
proviene del hecho de la pérdida de las últimas posesiones españolas en América, lo cual provoca una
consciencia de tragedia en los autores españoles. Estos plantean los problemas de la crisis buscando
una reorganización y cambio del país: la europeización de España en forma de un nuevo racionalismo en
vez del aislamiento orgulloso. Lo llegan a implantar sólo en el sentido cultural y no político. Los autores
nacen por el año 1870. Reaccionan ante la crisis en una manera similar. Predomina el ensayo como
forma literaria. Tienen un precedente intelectual, Angel Ganivet, cuyas obras anteriores son adaptadas
como espíritu. Miguel de Unamuno es el jefe intelectual de este grupo, que incluye Benavente (teatro),
Valle-Inclán (novela y teatro), Baroja (novela), Machado (poesía), Azorín (ensayo), y Maeztu (ensayo).
Funcionan como grupo porque tienen homogeneidad intelectual, autodidactismo, vida social y la misma
experiencia generacional.
La influencia literaria de la generación del 98 fue decisiva para el cambio de la sensibilidad y de
las tendencias estéticas del siglo XX español. El movimiento modernista fue contemporáneo y
paralelo a la generación. Pero [los modernistas] eran demasiado serios, vivían demasiado
angustiados, para cultivar una forma literaria, una estética ajena a sus preocupaciones. (Ibarra y
Machado da Rosa 255)
Pedro Laín Entralgo propone la pregunta, “¿Forman todos estos hombres [ Unamuno, Azorín, Antonio
Machado, Valle-Inclán, Baroja, Maeztu, Benavente…], por ventura, una verdadera generación de
españoles? ¿Hay en sus almas, revélase en sus obras algo que permita agruparlos en uno de esos tipos
de la comunidad histórica que hoy llamamos ‘generaciones’?” (395). El propio Pío Baroja expresa sus
dudas: “Yo siempre he afirmado que no creía que existiera una generación del 98. El invento fue de
Azorín… una generación que no tiene puntos de vista comunes, ni aspiraciones iguales, ni solidaridad
espiritual, ni siquiera el nexo de la edad, no es una generación” (citado en Laín Entralgo 400).
Características de la Generación del 98:
“Coincidencia cronológica del nacimiento: Todos los del 98 nacen entre 1864 (Unamuno)… y
1875 (Maeztu y Antonio Machado” (Laín Entralgo 407).
“Homogeneidad de la educación: Todos ellos son autodidactos y se forman en la lectura
anárquica y dispersa” (Laín Entralgo 408).
Individualismo: vago origen romántico, un anarquismo. Pretenden aportar sus propias ideas.
Problema de España: su dolor es su tema (causas) – lo que Laín Entralgo denomina
“acontecimiento o experiencia generacional… nuestro desastre de 1898” (408); sus soluciones
son culturales y no políticas que no funcionaban (ideales y teóricas). “No se trata de regenerar
una nación que ya existía, se trata de algo más de eso: de crear una nación nueva” (PereiraMuro 199).
Atención al paisaje castellano: retorno al campo con visión romántica, sobre todo Castilla. Usa
el aspecto de la Meseta como un símbolo de la situación de la época: un país que ha perdido sus
raíces de cultura y tradición. Castilla les significa el núcleo de España, porque es “la región que
‘ha hecho a España históricamente” (Muñoz y Marcos 171).
Vuelta por los poetas primitivos: Berceo (poeta del siglo XIII), Juan Ruiz y el Romancero
Necesidad de la europeización del país: Según Unamuno, “España está por descubrir y sólo la
descubrirán españoles europeizados” (citado en Laín Entralgo 396). “La europeización –
entendida como modernización, educación, ciencia, progreso – se consideraba la única solución
a los males del país” (Muñoz y Marcos 171). Por lo tanto, se busca la reconstrucción agraria,
industrialización y ordenanza social y escolástica.
Intrahistoria: los españoles no conocen su historia, porque han prestado escasa atención a la
realidad viva del país, porque piensan en la historia no personal, sino nacional. Hay que llegar a
un interiorismo que busque la autenticidad de España dentro de España (la historia del pueblo y
no de la nación).
Lenguaje generacional caracterizado por el antibarroquismo y la huída de la frase hecha. Se
inspira en Larra: el lenguaje sencillo y nuevo.
Laín Entralgo, Pedro. “¿Generación del 98?” en Greenfield, Sumner. La generación de 1898 ante España.
Boulder, CO: Society of Spanish and Spanish-American Studies, 1997.
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