Tema 10. La Crisis del Antiguo Régimen Crisis de 1808: Situación del país en vísperas de la crisis: A finales de 1807 el panorama económico del país lo protagonizaba una aguda crisis económica, provocada por guerras y el bloqueo del comercio con las Américas. Dándose malas cosechas, subidas de los precios, hambre y un notorio aumento de la mortandad. La bancarrota del estado había provocado un endeudamiento que ni los vales reales ni la insuficiente desamortización de 1798 pudieron subsanar. El descontento de todas las clases sociales sirvió para el desprestigio de Godoy, que fue criticado hasta en la desamortización arguyendo que era un ataque a la iglesia e ignorando los beneficios que supuso. La oposición se aferró a la esperanza de la gestión del príncipe Fernando, algunos aristócratas y miembros del clero se encontraban entre sus partidarios, y se propagó una imagen muy positiva del príncipe, como salvador del país. En 1807 se descubrió una conspiración de Fernando contra sus padres, fue perdonado en el proceso del Escorial al delatar a todos los participantes. Tratado de Fontainebleau y motín de Aranjuez: Portugal, viejo aliado de Inglaterra, no cumplió con el bloqueo comercial continental impuesto por Napoleón. En 1807 Napoleón decidió invadir Portugal. Para ello, firmó con España el tratado de Fontainebleau, que los autorizaba al paso por España, marchando hacia Portugal. En pocos días habían tomado Lisboa. España ofrecía a Napoleón una imagen precaria como país, incapaz de oponer resistencia y muchos puertos vulneraron el bloqueo continental de Napoleón. Con estos motivos, no se sabe bien en qué momento decidió invadir España, pero así lo hizo. Entraron en España más tropas de las acordadas en Fontainebleau, y se asentaron en ciudades ajenas a la ruta hacia Portugal. La desconfianza de los españoles evolucionó a un descontento generalizado con los franceses, dándose incidentes y conflictos entre españoles y franceses en la abusiva convivencia impuesta. El descontento desencadenó, en 1808, el motín de Aranjuez. Los partidarios de Fernando asaltaron el palacio. Godoy quedó detenido. Carlos se vio obligado a abdicar en su hijo, el deseado. Abdicaciones de Bayona: Tras una entrada triunfal en Madrid, Fernando VII se encontró con una España bajo el dominio militar del ejército Francés, acaudillado por Murat. Seguidamente, Napoleón invitó a Fernando a reunirse con él, sus padres y Godoy en Bayona (Francia). Napoleón exigió que todos ellos renunciaran al trono. La situación resultó vergonzosa, llegando a insultarse entre ellos. Finalmente, Fernando abdicó en favor de sus padres y estos en favor de Napoleón. La única condición fue mantener el exclusivismo de la religión católica y mantener las posesiones de la corona. A cambio de las abdicaciones, recibieron castillos y enormes rentas para vivir el Exilio Dorado. Napoleón entregó el trono a su hermano José. La guerra de independencia: Estallido del conflicto: Al salir la familia real hacia Bayona, la alarma de un pueblo ya sumido en el absoluto descontento, derivó en el Levantamiento del 2 de Mayo en Madrid. Desde el enfrentamiento a las puertas de palacio entre los ciudadanos de Madrid y el ejército francés se desató un levantamiento general, a excepción de algunos oficiales, el ejército cumplió la orden de mantenerse al margen. Como resultado, esa misma noche fue derrotada la resistencia popular. Murat proclamó su absoluta autoridad en el territorio español y decretó la pena de muerte para los prisioneros del levantamiento. Las clases privilegiadas y las instituciones absolutistas acataron la autoridad francesa. Pero la ciudadanía popular entendió la renuncia de ’’el deseado’’ como algo injusto, impuesto por Napoleón. Por esto, diversas autoridades locales españolas llamaron a las armas contra los franceses, extendiéndose el levantamiento por todo el territorio. Primera fase de la guerra: El planteamiento inicial presentaba una fuerza francesa desproporcionada, frente a los restos del ejército español. Pero los españoles demostraron gran capacidad en combate y contaron con el destacado apoyo de los restos del ejército portugués y algunas unidades inglesas. Las líneas francesas se reclutaron con la idea de vencer a una resistencia muy inferior y al subestimar así a las fuerzas españolas, se vieron sumidos en un caos ante el que los generales franceses no supieron reaccionar, actuando cada uno por su cuenta y desobedeciendo al propio José Bonaparte. La situación se volvió favorable para España en la humillante derrota de Francia en la batalla de Bailén (1808). José tuvo que abandonar Madrid, levantaron el sitio de Zaragoza y las tropas británicas vencieron a Francia en Lisboa. Ante esto, El propio Napoleón entró en España con sus fuerzas de Élite, tomaron Burgos en noviembre y se dirigió a la capital. Madrid se rindió el 4 de diciembre. También derrotó a los ingleses en Galicia y Zaragoza se rindió ante el segundo sitio. Segunda fase. Guerra de desgaste y Guerrilla: En 1809 los franceses habían avanzado hacia el sur, con toda España bajo dominio francés, Cádiz resistía. Al estar rodeada de mar en su mayoría, resultó inexpugnable a las tropas de Napoleón, y mantuvo el comercio marítimo con ayuda británica. Francia, lejos de vencer, fue testigo impotente de la reorganización de un gobierno de guerra, la junta suprema central. Con renovada voluntad de resistencia, comenzó una guerra de desgaste, coincidiendo la imposibilidad de los franceses de dominar Cádiz con la creciente organización de las partidas de guerrillas. Las partidas de guerrilleros hostigaban al ejército francés, minando su moral, causando bajas y obligándolos a destinar más hombres en misiones de vigilancia y escolta. Tercera fase: Tras la derrota francesa en la batalla de Torres Vedras, los franceses abandonan Portugal, Wellington avanza por el sur hacia Madrid. Napoleón decidió atacar Rusia, retirando tropas de España para enviarlas allí. Tras el desastre de Rusia, retira aún más tropas para asegurar la defensa de Francia. En 1813 viéndose José I obligado a cruzar la frontera, Napoleón firma el tratado de Valençay, restituyendo la corona española a Fernando VII Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812: Composición de las cortes: La junta suprema central estaba cediendo el gobierno a un consejo de regencia, mientras se celebraban las elecciones para formar las cortes, ese mismo día, el consejo de regencia cedió toda autoridad a las cortes. Los convocados a cortes que no podían superar la barrera del asedio francés, eran sustituidos por diputados elegidos de entre la gente dentro de la ciudad. En general se apreciaba el predominio de las ideas liberales entre los componentes de las cortes. Este variado conjunto de ideas liberales moderadas y exaltadas se concretó en La Constitución de 1812 Constitución de 1812: Proclamada la soberanía nacional de los diputados y tras año y medio de deliberación y debate, el 19 de marzo de 1812 queda aprobada la primera carta magna de España. Supone la ruptura con el antiguo régimen. Se centra en determinar los derechos del individuo. Y establece la división de poderes. El poder ejecutivo lo ejerce el Rey, pero también se le imponen limitaciones. Se le otorga derecho a veto, por dos veces cada tres años. La constitución reconoce la exclusividad del catolicismo. Eliminan la inquisición. Establece un ejército permanente y una milicia nacional para reforzarlo en caso necesario. Tuvo tres periodos de vigencia Desde 1812 a 1814. Desde 1820 a 1823 Y desde el 1836 hasta 1837. Fernando VII. Absolutismo y Liberalismo: El golpe de estado y la represión: Llegó a España, ignoró las instrucciones de las cortes de que fuera a Madrid y se dirigió a Valencia. Allí desencadenó un golpe de estado y decretó la anulación de las cortes y la abolición de todo lo dictado por las mismas. Envió al ejército a Madrid, donde se habían asentado las cortes y ordenó tomar su sede. En este golpe lo apoyaron parte del ejército y la nobleza que, como expresaron en el Manifiesto de los persas, deseaban la vuelta al antiguo régimen. También fueron suprimidas las leyes desamortizadoras y la reforma de los impuestos, devolviendo privilegios a la nobleza y el clero. Sexenio absolutista (1814-1820): El país, bajo el gobierno de La camarilla, formada por hombre de confianza del Rey se mantuvo en un absolutismo exaltado que resulto caótico y nefasto, para la situación financiera del momento en España. A lo que se sumaron los movimientos independentistas en América. Trienio liberal (1820-1823): Ya durante el sexenio se dieron conspiraciones y levantamientos, pero fue en 1820 cuando el comandante riego, se consiguió alzar en favor de la constitución. En el trienio, los liberales se ven divididos entre exaltados y moderados. Los moderados eran partidarios de una libertad de prensa limitada, del sufragio censitario, representaban a la burguesía urbana etc… Los exaltados buscaban el sufragio universal, libertad de opinión, presentaban mayor anticlericalismo etc...