MENSAJE SOBRE EL JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA «Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos» (Sal 25,6). La Iglesia en Venezuela ha recibido con mucha alegría la convocatoria de un Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia que ha hecho el Papa Francisco. La misericordia viene de Dios y es siempre fuente de perdón, serenidad, paz y esperanza. Es la vía que une a Dios y al hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado. Jesucristo es el rostro de la ternura y compasión del Padre, que nos revela un misterio de amor y salvación. El Año Santo iniciará el 8 de diciembre de 2015, con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro en Roma. En torno al tercer domingo de adviento se abrirá también una Puerta de la Misericordia en todas las catedrales y en los santuarios establecidos por los obispos diocesanos. El Jubileo, por tanto, será celebrado en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia. El año jubilar, que se concluirá el 20 de noviembre de 2016, será para todos un tiempo extraordinario de gracia. Inicia • Con Apertura de la Puerta Santa en Roma • el día 08 de Diciembre 2015 En Venezuela... • Se abriran "las puertas de la Misericordia" en Catedrales y Satuarios en escogidos • Será a partir del 3er domingo de adviento Concluye • Concluira el año Jubilar de la Misericordia •el día 20 de Noviembre 2016 Deseamos vivir este año jubilar siguiendo la enseñanza del Señor: «sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso» (Lc 6,36). Queremos imitar la actitud de Jesús quien miró a Mateo con amor misericordioso y lo eligió para ser discípulo misionero. Nos sabemos acompañados por la fuerza del Señor Resucitado y guiados por el Espíritu Santo para cooperar en la obra de salvación. Al atravesar la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a hacerla presente a los demás. Cada diócesis, como estímulo para la conversión y de acuerdo a las orientaciones de la Bula El Rostro de la Misericordia, ya está programando diferentes iniciativas: peregrinaciones, celebraciones del perdón para experimentar la compasión de Dios en el sacramento de la Reconciliación, compromisos concretos sobre las obras de misericordia corporales y espirituales a favor de los más pobres, iniciativas de oración como las “24 horas para el Señor”, entre otros. Los Misioneros de la Misericordia serán un signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios. El Jubileo lleva también consigo la referencia a la indulgencia, que nos recuerda que el perdón de Dios por nuestros pecados no conoce límites. Dejarse reconciliar con Dios es posible por medio del misterio pascual y de la mediación de la Iglesia: Dios, rico en piedad y ternura, está siempre disponible al perdón y nunca se cansa de ofrecerlo de manera siempre nueva e inesperada. Estamos invitados a realizar gestos de misericordia a nivel personal, parroquial, diocesano y nacional. En el ámbito nacional invitamos a celebrar el sacramento de la reconciliación el domingo 10 de julio de 2016, los obispos de Venezuela ese día queremos celebrar este sacramento de la misericordia en 40 parroquias populares de Caracas. De igual forma los obispos iremos en grupos a algunas cárceles, hospitales y ancianatos para acercar la misericordia sacramental (eucaristía, reconciliación y unción de los enfermos) a estos hermanos nuestros más afligidos y necesitados. Celebraremos una eucaristía y un almuerzo fraterno con un grupo de hermanos nuestros más pobres en la sede de Conferencia Episcopal. La XXXVI Campaña Compartir del año 2016 nos ofrecerá una ocasión privilegiada para concretar compromisos de misericordia visibles hacia los más pobres, que nos permitan vencer la cultura de la indiferencia y promover el encuentro. Como compromiso social queremos insistir en el acompañamiento a las víctimas de la violencia, a los enfermos y a los privados de libertad, creando grupos de Alientos, Solidaridad y Acompañamiento, con el lema “Alienta la Vida: Donde haya desesperación, que yo lleve Esperanza”. Por ti Venezuela. Debemos convertirnos en eco de la Palabra de Dios que resuene como palabra y gesto de perdón, soporte, ayuda y amor. Nunca nos cansemos de ofrecer misericordia y seamos siempre pacientes en el confortar y perdonar. La Iglesia, en este año jubilar, se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: «Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos» (Sal 25,6). Los Arzobispos y Obispos de Venezuela