612-2010 Amparo Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. San Salvador, a las nueve horas y cincuenta y un minutos del día veinte de mayo de dos mil once. A sus antecedentes el escrito firmado por la señora Ana Vilma Trujillo Orellana, mediante el cual pretende evacuar la prevención que le fue realizada. Analizados la demanda y el escrito antes relacionado, es necesario efectuar las siguientes consideraciones: I. La peticionaria manifiesta, en síntesis, que laboró en la Alcaldía Municipal de San Salvador, bajo el régimen de Ley de Salarios, desde el día 10-VIII-2007 hasta el día 26-II-2010, fecha en la cual se le notificó el acuerdo municipal tomado en la sesión extraordinaria del día 23-II-2010, por medio del cual se acordó la supresión de la plaza que ocupaba y se ordenó proceder “… a la correspondiente indemnización por la imposibilidad de reubicar[la] en un cargo similar o superior…”, la cual fue recibida por la demandante. Agrega que impugnó el referido acuerdo pero que este fue ratificado por el Concejo Municipal de la citada localidad. Asimismo, sostiene que la supresión de su plaza se debe a que es miembro constituyente del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Alcaldía Municipal de San Salvador. Como consecuencia de lo relatado, estima que se han conculcado sus derechos constitucionales a la estabilidad laboral, de audiencia y a la libertad sindical. II. Delimitados los elementos que constituyen el sustrato fáctico de la pretensión de amparo, es necesario exponer de forma sucinta los fundamentos jurídicos de la presente decisión. Esta Sala ha sostenido de manera ilustrativa en su jurisprudencia –verbigracia en las resoluciones emitidas en los amparos 508-2006, 157-2006 y 1109-2008 los días 7-IX-2006, 8-III-2007 y 12-I-2009, respectivamente– que las causales de improcedencia en el proceso de amparo concurren cuando: (a) la pretensión se dirige contra particulares y sus actuaciones no están vinculadas con ningún supuesto amparable; (b) la infracción puede subsanarse dentro del respectivo proceso por medio de los recursos que establece el ordenamiento jurídico; (c) la pretensión se fundamenta en derechos tutelados por el hábeas corpus; (d) se plantean asuntos puramente judiciales o administrativos –mera legalidad–; y (e) existen actos que de alguna manera expresan o manifiestan la conformidad del agraviado con la situación debatida. En cuanto a la última causal, conviene acotar que un acto de autoridad se entiende expresamente consentido o aceptado cuando se ha hecho por parte del supuesto agraviado 1 una adhesión a este, ya sea de forma verbal, escrita o plasmada en signos inequívocos e indubitables de aceptación. Dentro de ese contexto, se estima que la conformidad con el acto reclamado se traducirá en la realización de hechos por parte del presumible afectado que indiquen claramente su disposición de cumplir dicho acto reclamado o admitir sus efectos, cuyo ejemplo puede ser la aceptación de una indemnización o emitir una declaración de voluntad en la cual expresamente se libere, exonere o exima a determinada autoridad de la responsabilidad de una actuación dada. En ese orden de ideas, si bien el amparo pretende defender los derechos constitucionales del demandante, debe constar que el agravio subsiste, a efectos que sea procedente la pretensión formulada, ya que ante la expresa conformidad o convalidación del pretensor con el acto reclamado, el proceso carece de objeto para juzgar el caso desde la perspectiva constitucional. III. A efecto de trasladar las nociones esbozadas al caso concreto, se realizan las consideraciones siguientes: 1. De manera inicial, se advierte que la señora Trujillo Orellana dirige el presente amparo contra los acuerdos municipales por medio de los cuales se acordó la supresión de la plaza que ocupaba como Colaborador Administrativo III, se ratificó la citada supresión de plaza y se declaró no ha lugar la revocatoria solicitada, actuaciones que atribuye al Concejo Municipal de San Salvador. Para justificar la supuesta inconstitucionalidad de los actos impugnados, la reclamante sostiene que la referida supresión de plaza es arbitraria, ya que se efectuó sin haber seguido un procedimiento previo en el que se garantizara su derecho de audiencia; además, porque la razón que motivó dicha supresión fue el hecho de pertenecer la pretensora al sindicato de trabajadores de la mencionada institución. 2. Al respecto, debe señalarse que, no obstante los alegatos planteados pretenden evidenciar la posible lesión a los derechos fundamentales de la peticionaria, de lo relatado en el escrito de evacuación de prevención se observa que a esta le fue entregada una determinada cantidad de dinero en concepto de indemnización por supresión de plaza, tal como lo establece el artículo 53 de la Ley de la Carrera Administrativa Municipal. En ese orden de ideas, la situación antes descrita permite advertir que existen signos inequívocos e indubitables de que la demandante en este proceso ha consentido los efectos de las actuaciones contra las que ahora reclama, en virtud de la indemnización a la que se ha hecho referencia y, por ende, es posible colegir la conformidad de esta con el acto concreto de la supresión de la plaza que ocupaba en la aludida municipalidad. 3. Así, se concluye que existe imposibilidad de conocer el fondo de la pretensión alegada, dado que la pretensora ha mostrado su conformidad con los efectos de la referida 2 supresión, circunstancia que evidencia la existencia de un defecto en la pretensión de amparo que impide la conclusión normal del presente proceso y vuelve procedente su terminación mediante la figura de la improcedencia. Por tanto, con base en las consideraciones precedentes, esta Sala RESUELVE: 1. Declárese improcedente la demanda firmada por la señora Ana Vilma Trujillo Orellana, por la supuesta vulneración de sus derechos a la estabilidad laboral, de audiencia y a la libertad sindical, por existir una expresa conformidad con el acto reclamado, en virtud de lo detallado en el considerando III de esta resolución. 2. Notifíquese. ---F. MELÉNDEZ---J. N. CASTANEDA S.---E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E. SOCORRO C.---RUBRICADAS. 3